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SEGUNDA DISERTACIÓN

DEL D. D. IGNACIO DE CASTRO,

Redor del R. Colegio de S. Bernardo

de la Ciudad del Cuzco, EKámínadar

Sinodal del Obispado V Cora de Sart

Gerónimo;

EN RESPUESTA

A lo que contra lapiinierajquc pufelícé

jübre la concepción pe n. sEñoRA^

OPONE

ELP. M.F. JUAN PRUDENCIO DE OSORIO^

del Orden de Predicadores, en $a Verdad Vmdicadayy teoló^icawenft

I 111 m I ' ___— Ma.M— Jm^

II, I ."^^^"^ ... . _,JT?r

Stc amamrVa^^.unimcHmqtie 4lmi amanta hoc cjuod amant \elm essc yentatem : et (¡uia falli nolmf , mhns con\>ínci cfuod falsi únt. Amapt Veriw tem lucentem , odermt eam redarguen^ Um^S. Aug. L. lo. Confe^s. C.ij* I L/MA*

1784. Con las Ucencias peccs^tiaSt

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JU'llit^'tj'i'h'' *S44.»Í

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CábaH¿fo Gran Cruz de ia mM.

DISTlNGlrtDl/í ' GRfiEN ESPAfioL4

i>E CARLOS III. , del Consejo de

Estado dt S. M., su Secreté»

í"io del Despacho Universal d$

las Indias. 5cc. &c. &g,

EXQMO SENOBU

A tiernn devoción de í^í^ír «iró Aiígusco Soberano^ piador 5Sp Miitcrio de la Concepción cp ..Gracia de Maiía , asegura ala ^jjresente Opra el agrado y pto-

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3abio Peruano j na |i6dia cort dé- cora presentarse á U pubUca !líz iiíi Bkvar í su frente el csclare- ;tído : íiotnbre de un ^luicre,^^qí?c ^pn esmero croplea ci^ cxeícicío ;4e autoridad en ía feliciM y gloria de, la Amcriéa. Ella ca- gará ¿n cl^ templo de la Fama ló5 votos mas solemnes del rc- conocirniento y gratitud á U. Eé^ Giie consagrados á la irímorta- lídad de su memoria impándráft ^ la envidia la dura necesidad dfe venerarlo. Y qaando ios terribles decretos de la posteridad , acoái,- ¿atiados de las imprecaciones át (jos Pueblos, impíimárt el íiídefó*- ^'felc sello de la ignominia en fes %ienes-qae ciñó de laurdes la^^^V^^

^' éa adulación; córíservatá U^ "ft«

el

yerdader9 métm ,, qf e vi)Í iJa dp;

traccipn unalquista , ni recornicn^

da la lisonj?. No lo forma í^

jSueKe,; ni sc^ afianza en ceras hi^

,ífs que lají^ quP fixa la virtud.

íjiqr eso l^; l£.r np satisfecho cqri

jpdo el expleridor de una Prc|-

sapia, cuya antigüedad se pier^

(|e. ci^ el profondo abismo . dp

|p$ fundamentos de la Monar^

;;4piaj ambiciona el que solo sq

;.dwpen$a, i los extraordinarios t^

4f Ptos , y i una constante pro-

Jljidj^i,; Penetrando que la$ di^nw

.idades elevan , pero que solo el

. ¿tncrito dimngue , descube P . E.

. ;^a : fiíeíza. de Alrna, superior, á

J^ ^ctoinacipa de la.:j|?rtuna. :

^■^ Cíe

ese vuelo de irhágínad^^ qdí

Convirrt en el sifcñcia bs grafi- os

des ideas , ias ordena , y fina- liza: y csoi golpes poderosos; que deteniendo la luina y . de-* Cadencia de ios Estados, han mu- dado la suerte de este vasto Im*. perio, reparándolo del baibeh ^ j tacándolo del corifusc caos en que habia sepultado una errada política.

Tantos objetos , -que. oca- ■< pan la atención de U. Ei sin excederla 5 no le hacen oividaf; la. utiiidad de las Letras. En vá*"^ no un Fiiósofo eloqü:ntc ha $0%- tenido ei partido de las Nació- J res oprimidas por las tinieblas de la ignorancia. Sabe U. E; que al progreso de la luz , $e . - í . debe .

ifcbc el progreso de la obedi'en^. cia : que sola la barbarie pre^' para brazos á los rebeldes , y ^ cómplices á los usurpadores : y que desterradas por Licurgo lai riquezas de Sparta, huyen cam-i bien las Ciencias ; put$ nacidas á las orilbs del Gange , en me- dio del Oro y la opulencia que fecunda á la India, no pueden J habituarse con la miseria, el aba-, cimiento, y la pobreza.

Desterrarla de nuestro Con-^| tinente es el principal cuidado ¿ del feliz Ministerio de U. E. ; ' uno de los móviles que cxci- j tan iHiestro amor y gratitud ; y i quecos hacen elevar al ciclo ^ las -mas fervorosas súplicas por $a - 4^racion, Entre esos vo- :

Comunes á todo el Reyn^

rc-

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reciba ' U/ -E. - los paitíébljrtt^ que con siíicaidad íe

N*.

:4'?ftt

M^

^,

EXCMO SENOa

{0MBAClor4 ÜB DON ^§&m

Jífi la KfolZ^rii^ersiáad de S. Mar^ €os de Lima , y Ex-Keñor de ell^*

3 e EXCmo. SEñOR.

{[[■^^^OR orden de ü. E. he leid(i la Scgun<ia Disertaron 5 que ha es- crito el D, D. Igaaeio de Castro , Cura €k la Parroquia de Geróf filmo, y Reftof del Real Colegio de S. Bernardo de la Ciudad del Cuzi* co Y 'respondiendo 4 la ¡mpugnacioí» que á v6u primera Disertación his- tórica de las Disputas que lia ha* bido sobre b Concepción en Gra^ €¡a de Matia Santísima , k hizo el R. P. M. F. Juan Prudencio de Oso» rio, de Ja Sagrada Orden de Predi- cadores : su objeto crá arriesgadcr á ios descuidos del resentrn^iento en que tanto interesa á nuestra huaia-. nidad el amcr propio. Pero el Aii^ R>r><íaeñ6 á^ ^íj y croulándote á^

i

^^e sus Obras 5 quandó .las «pjeta^^

kh severa discusiqn de un Trlbuaail

tn qiic avistian de Tueces h revi»-

.jei >cia , el pudor , y el , miedo : ha

' Subido teínp'iar Jm bochornos de

"su queja, y vindicar su causa con la

"'tóódei ación de uni defca^a/ cí) qvik

«alo ñsa de aqaelías ar^ms que \h

nnnisthn m iagertio, erudición, y cp*-

pip dj^ sólida dódrina. Por eiíto,y no

eiJcocriÉárse en la Diserfáciofí €íipr6'

síoíi afguna que se oponga á;la$iti)ie*

ras costurtvbres, y regalía!^ deí Sebera^

¥io^ podrá Ü. E. , si ÍTcre, dé¿sip^ Supí^

tioi ailiitrio^ coí^eder la Iicení:iíí qú<i*

5e'¡sb!icka páia datía á la luz pjiblica^'

tima y OétaJ:)r:c i ^ de 1784. -^.

ik}¿0 '■■■ ^ ^ ".'^ -.í^ ^

4lm^t jodíjuin Bouiso í'^of'el^ií'^^

"f «i>i

^Í2^) jf^que nii|lurtvcmend3«dir genfujlrv

¡p|c p,eítfado5 dcinde duobiis »ut trjbiiv' lí!gó\ v . . . « OptfrtVe aufcivi fcvlereñtia,''^ ptídíír , RierúV jaÜicant» ñini't/f É^lá

17 1 'C^^Tt^ ÍU9,

WKOBACION tíELM. R. P. 4^- fn Pedro de la Sota^ del Real y Milnax Orden de Nuestra Señora de la Merced y Examinador Sinodal del Arzobispado de Chiircas , y de los Obispados de Jreá¡épa , y del Q4Zs €0 y Ex-Provimial de la Provincia de la Fisitacion de Santa habeU

U E orden del Sr. D, D. Jo-

seph Pérez 5 Gov,ernadór , Provisor, y' Vicario General de este Obispa- do del Cuzco , tengo reconocida la^ Segunda Disertación en que el D. D^ Ignacio de Casero , Cura de la Par- roquia de S. Geiónimo , y Redor del R. Colegio de S. Bernardo, res- ponde á la Impugnación que con el tírala de l^erdad Vindicada y te^^ lógicamente definida publicó el M.R. P. M, Fr. Juan Prutiencio de Oso- lio del Orden de Piedicadores : y discurriendo conforme al juicio que lie formado , creo que la pieza ei[

% di^na

digna de imprimirse por 1a iaítisfiíc- cion y gusto que de ella resultara al Público. Las Disputas son accio- ■>nes preparativas de la nutrición in«* teleflual, y cepidas i la raya de U -moderación 5 producen las utilidades •que el Orbe literario agradece á lo^ Sabios, que las proaiovieron en so-? licitud de la verdad. El Autor ha dcxado el Sistema de la Trituración «rf' qiic > ademas de ser precisa la dureza de las partes que obran, no pocas veces se les escapa á estas la materia, y ellas son las que pa* .deceh y se lastiman en el encucn* tro. El de la Cocción por calor le agrada y porque siendo esa qua- lidad demasiado'intensa, quando de- bía hacer la digestión mayor, la im- pide. Detesta el de la Fermentación .que trae consigo las inquietudes y tumultos; y prefiere a todos el de la Emulsión y CoUquacion , en que plácidamente se explican los puntos; y desleíd js estos, naturalmente dan

de

áe las cspedcr mas ficitcs , qu^ adaptando al temperamento de h jra- - zon, se convienen cti substáhcia y .

provecho*

Gon este sosiego ) y modcs- tia emplea sus conatos en suavisar el ánimo de! Sabio Contendor, ém^^ peñado en defender el honor de sa respetable Gremio , cuyos derechos ida con cscrúputóit Le protesta el P. D. Ignacio sus notorias recomen-* dables prendas , y confiesa las glo^ lias de la Religión Dominicana, ilus- tre porción de la Iglesia. Después de todo mantiene con erudición , y predominio en la materia su pri- mer diaámen, porque lo anima una regla Canónica que reprueba la ver- gonzosa condejcendencia , que usar* pando ^ á la humildad el nombre ha- ce perjuicio al conocimiento, y á la vcxd^ái Noli esse humtlis^ ne in sétpientU tuá seducmu EccU cap#

Corrobora las pruebas coa

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ept ptrmói&icpe t\ Dirimen del Atigéüco Doáot fue contrario á la; Opiíiicn pía , y convence ¿ que nada: cfende al mérito del Satico ürt| prorü duGCiort que poí el fin :y circuns4 rancias, lejos de malquistar - al S¿hi¡ grado objeto á quicrr se dirigía , C3|>. por lo contrario muy acepta , por,, conforme al puUo, y circunspección eon que la Iglesia determina la ve- neración á tos Santos, y á los Mis- terios. Deseariamos que siempre mi? nistra5en : Doáripas con tsp juicio Im Teólogos. Y isi los mas sóli* . dos de los que han cultivadoila Re- ligión (en cuyo número ocupan un airo grado los Dominicanos) no hu«.í bicran disungujdo los verdaderos Cult; tos que recibe !a Deidad, de losr^ espurias que ofrece la ignorancia ^c ya tuviéramos, el dolor de vet^lia^ do de !os mal respetabfes.Dogínas^ lás inv'.enciones. mas lidiculas dcliVu[-.v go propenso á la novedad > y /;.e4^\i mvagancia á favqr dd crrcihi' comuíi^í

m

mal fundada. El gran Misterio de que hablamos .ha pasado por todaí las leyes del mas exá^o Criterio^ y examinado á toda prueba de Sa- bios católicos que fueron d¡scopdef| ocupa ya con tranquilidad la alta cumbre de firmeza en que lo ado^

tan los fieles* -> Bl dodo Autor de las Corí*

Sültas que se escribieron en las Fi- iipinas , fue digno alumno del Or- den Sagrada de Predicadores ; y sifl descrédito de la Sabia Escuela que lo formó j descubrió la ingenuidad jcon qm pensaba en el Artículo de ía Jttinaeiilada Oncepcion. Tuvo noti^: ct» de €p:íe^ lat Papa Clemente Xll* se le había suplicado por la Decía- ?raeion Solemne del Misterio, y h contradíxo con tan seguro apoyo de jP'íiConciencia^ que no dudó mo- rir en su parecer dcxándolo perpe- tuado, gntre su$ Obras Postumas fcnemús 4 m^rtifíesíft en que pro*

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pone h qtíestlon : Att sh ftécessd-^ mm^ et expedtens Cfuad dejimdtur^ ex Cathedra Mistermm Conceptio^ $$is B. Vtrginis.

>■- Resuelve por la NeganVa", y

qué €s mas, parece que no du- tía conftsáF que esa Opinión c$ ca'jA sa eomaa ele su Orden Sagrada. Así lo demuestra la liitima prueba de su idea, en que atega el mal con- cepta que de su Religión se for- ñiaria fn €^§o de definirse el Pun» té:, y ^} riesgo á que $c expon*, afian j solamente el' Tratado del Cardenal Turrecremata , y el Opús^ teitér del Eminentísimo Cayetano^, SÍ^o también el mismo Angélica Oeáor que defendió haber cohtrái- áo la Santísima Virgen el pecada Orijinal , y que fiíe purificada de él 4r\tt$, ác nacer. Clasé 't7sJ'^-H^' h^ hecho, ni dicho cosa equivalcmc el !>♦ Castro. yif^^i "?* u

Eximinarjticrt»^'efe¿ló fofc •preservada de la Culpa liínopinicm

del

d^dk

mtmm

4q\ Santo , ó solo del débito á com traerla por la via nataralv no t$ mircsorce. Lo eierto ^$ que el AtJtoi citado, y los demás que se opMskrofí í la Opinión pia, íiabltron de te Señora , como de persona compre- hendida en la ley común, que dtxó 4 codos los hombres en la maía de la perdición, per la efcáiva y propia culpa Original, que consiste en la pri- vación de la respetiva Justicia. Pero non est nostrum tantas componere lites^ y parece que he pasado los límites de mi comisión. Contrayendome I ella debo decir : que si la primera Discf- tacion dio un perfefto Compendio (que no había) de lo mal interesan- te y exquisito en punto de la Santa Concepción de N. Señora ( sobre que se ha escrito mas que de otro' alguno) y ennobleció nuestro Idioma con la materia que trata y de que carecía : esta Segunda pone 'cñ toda luz, y sostiene con digni- dad el mijmo chjcco de la primera: H:^ que

tjue nada CDnticíic contra h Fe , y buenas costumbres ; y que no hay inconveniente para que $e imprima. Así lo siento^ Salvo meliorí, Cotwento ^ej CuzcOj y Noviembtc 5 de 1784.

iftH

Fr. Pedro (fe la Sota*

te

. .. 1.

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V ^"^ PROLUSIÓN-

feíL t)OCTOR D, JOMPH EAQÜIJAKli

1^ Camilo ^ Catedrático de Vísperas de Leyes en la RealtJnmrsidad deS- Ménrcos de Lima^y Editor de laOkét^

V^ Asi al mismo tiempo que ua E$^ crúor moderno ( i ), situado en Ids féitiles países de la Italia, deseaba con toda la conmoción del sentimiento que una imparcial pluma dibujaie los ven- tajosos progresos de la América, la felicidad de su aftual íiruacion , y con el pincel de la Filosofía pintase al nuevo Mundo hecho émuio del antiguo; se infestaban, y gemían do- lorosamenre aqiú las prensas con U

Obra intirulada l^erdad vindicada y t(§* léxicamente jdcfinida. Para honor dc^.nues* ira literatura debemos esperar* sufra la misma suerte que esas desdichadas % RÍO-

(i)Rtflexiories tmparciales sóbrela hu" w anidad de los Españoles en las Indias* Por el Abate Nuixv y traducidas por B.feéro Farekymr ly 8 i . p¿g. 5 1 p

.t"l!|

ptódacc iones del siglo XíW. en que coa todaJa seriedad ddv MagUierip , las sufilezas del raeiociDÍo, y el ridículo cortejo de las abscracciorses se decidía grav entente: Si Jesu-Christo en ei Cie- o se hallaba parado ó sentado^ Si en la Eucaristía vestido ó desnudo? Como !o§ Angeles danzan en el Paraíso , y qual es' su estrudurá inrcdor^

Sin las ilusiones del amor pro- pio puede el D. D. Ignacio de Cast-ro augurarle á su Rival ei naisnio des- tino > y este, sin causa alguna que motive qi3Cj¿i, sufrir la vidoriosa pruc^» ba que ü presente Disertación piir blica', avinque por ella resuke su faltv^ de crítica, orden , estilo^ y po- co nvincjo de las materias teología cas que trata; pues quien hace^ alarde '4e sfis débiles fuerzas (dice un Ingles ( 1 ) de espíritu ) pierde el derecho á la estimación agena, siendo ella un bien que solo se franquea á quien cuidadoso !o resguarda y conserva , no al que por capricho, emulacion>y otras pa

siones

,(2 ) Milord Llnkntún, Cartas de un Pefr siariQ en In^Uterra^ ¿ jn Ami^o en /jf «¿4»,

sioncs lo abandona y dcsprccíav

Solo <:llas, parece, excitaron al R, P. M.Fr. Juan Prudencio de Osorio á la critica de la primera Disertación con el pretexto del supuesto agravio hecho á su Sagrada Orden 5 pues no advirtien-. do que el juicioso silencio de tanto Sabio Religioso que la ilustra, conve«>ií cia no cralnjuria al Principé de la Es^ colástica asegurar haber sido opuesta á la piadosa Scfltencia Óq h Conce^p- clon en Gracia, esgrime la* espada, tomo el Héroe de la Fábula, contri itionstrúbs que solo k realizan si| imaginación^

Cootcnfocon ia aprobación dé": los verdaderos conocedores ( ? ), podiá- c! D. Castro ver sin fatiga losirú-^ ittesi esfuerzos con que sus enemi« gos le disputan el honroso lugar quo^

■■> ■-..■■■■ ' ■•■ Ic'^

( 5 ) LmÓM^ amdt^ caniat mstnSy. '" med RoíMdy libellas t ^ Mé^ue sinus éfnnh ^ me mmu%

' [omnis hdbeu Jl^cce vuhet cjuidam ^ palíete stupet^.^^

,«.lll

iiii ; I

le afianzan sus laces, conbcim'ieatos/^ é' ínscrucqion : siendo el coñiiun des- ' tfíio de las letras graduar la esrima-T' Cfon de que uno -es digno, por el* núnero de Rivales qac le asaltan, á^ oposícíoa ácl regular trato de la vi-; da, en qae la fortana es Ja regla ñ*i^ xa {4;i:que nivela, y aumenta los alia-^i. áás f amigos, >

i; Pero esa conduda tiene tam-V tweh sus riesgos : es fomentar en Uf- ignoraocia la ertada máxt:na,de qu¿n' s^'ie admira porque no se le con- tradice :qnc la apacible tranquilidadi-- de que goza no es efcfto del des- precio , sino del > temor y recelo ; obligándola i que aplauda pof I obra dci taíentO) lo que es solo picsH tigior de su r/.ec,ia vanidad. .^

•Oíip ^?i;5i este poderoso motivo .víovj ]enrá*ba no dcxar sin, respuesta á la P^Md vtn^fé^dát^^ k>s<iüc se describen

en

"--'^fe^

'.ir-'-

ffúc voto, : nunc noibts carmi^^rj^sira placent. Marcial L. 6. Spig. 6u ( 4 ) Dfscuyso del Conde de Cor* nuliur a U Academia de Afí¿ers*

en' la IntroduCcicm { 5 ) de k .Gbí^, convencen la jasticia con que el D. Castro emprende su defensa; pues, como aeonseja Séneca, se debe ceacc indulgencia para los defedos coaiiiti nes del espíritu , y no colerarsc sus: mostrüosidades : multa dan anda ingemki puta : sed donayida vltia -, «•?« pórtenta.

Mas persuadido caaibien de que/ el orgulio es el patrimonio de las Almas báxis, se abstiene de aquel t^ no dogmitíC(> y decisivc>\ qu,e ^^haria aborrecer á la verdad, pescubre m, error, pero sin mostrar ¡ndignaciqíi^^

ni

■I. , .j ' II—— - -^

(5) EID. Castre adoptando la reflexión-

ijue hace Komset en el Prefacio de la'

Obra, (jue publicó en v-jit-Joa torhadó^

sus precauciones contra el cuidado ^1^ I

algunos tienen de ahorrarse el 'trabar

jo de her los Prefacios vporquru^

del artificio de empezjir la Obra de^

añera ^ efue lo que pudiera ser Pr^^

fdcio 6 Introducción lo"' hace parte

del asunto^ para empeñar '''d^\¡, 'siM ^

^üe se 4d\fierta al Letibr de U qwí'^

puerta decir , y dcseaüa se leyese.

i^

I I

ilír sor^pfcsa; y Gcnoclerfdó qac Io« mismos falsos- y aventurados cona-í^

los de la Ferdad vl*idícada; estampa- dos en tirta Obra ( 6 ) de estos últi- mos años, merecieron el desprecio de fe Europa sabia, usa ác aquellas ino- centes sales ( 7 ) , 5'iemprc permirí- das, aun en laS' materias mas graves» f'. autorizadas con el exemplo del

Gran

'•j

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, (^) Ensayo sobre la Hntorid de U Pre\nnaa de Picardía. Stf -¿í«- tcr M. Verité ^ í la pá¿* 553 di- : Los Dominicanos preterí disn que. la Virgen no ha podido %tx infecciQ'f nada del Pecado Original, Los Frarij^ císcanos sostenían con firmeza la prq•^ pjosicion contraria, ^ien cff nuestra 4^ímca piensa con igu.%1 m\}edad^debe ocupar el íu^ar en que coloca i ÁÍp^ '¿K^ritt el inexorable Autor deld^iQ Li^^^ , ifrario : ano ¿¿r 1 7 70. 7". 8 . pig* 1 6 j^.,

*( 7 ) Con iroma y pcosiiai suele cor^\ rtr su plumay como esta ds manifcqo^^^ frjncipalmente . en la pag, 7 p, ^^4nÍ0 vx tBce^qíic contfnpradencia sedex^rlU'* \

Gfiaa ^asilíOi cot:>o en su Panegírí^

coló recuerda el Nazianceno; y oun*^ ca. ipas acertadas, que á vista del cfüel puñal con que su Rival lo insuira : ^^ ¡momos permite sales > cur lúdete nobii ¡Sjonhceat^ licuit sijtiguláYe ( 8 ) tibtk No dudannos, pues, que el R.P. Osorio elija el partido seguro de con- fesac, aunque «ra con el silencio, mala causa , y ceder la (9) psín^*

V^r del diEiámendeCiceronj sin ádvér* tir (fue Tuliú no habló en términos dJg Disertaciones Teológicas, j; como si pí<- diera ser de consideración esta mdie^ rialídady 6 como st la primera Diser'* tacion fuese el Sto . E')?angciio^ confie s4 que se engaño^y conUene en c¡ue se bor^ ten los dos chistes del Energkmeno^ y del P. Candido :^ M> del Sacro Palatió* Pero él alega solidísimas razjmeSyy coH un soplo desvanece la débil crmíndcién que le hace la Verdad vrndicadal ^ 4^ .( 8 ) Marcial Epig- 99- ^ ( 9 ) Infelix I qtiíC tanta antmum dmentia cepú'i - - -No» ^^

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á su Contrario. Mas honroso le se-* *ia dcclararsfC vencido, y queclvcr-^ dadero amor á las virtudes, que pro- fesa» triunfase del fervor por Jas apa- rentes glorias de su Orden: motivo que ío rransportó hasta formar la impugna^ cion. Ya lo consideramos aquietado, y lejos de pintar al D* Castro con Jos colores de que usa en su P^erdad s/íW/f«í/<i, separándose del partido cocf migo, lo justificará con las mismas pa- JabraSjCon que uno de lo* primeros Padres de la Iglesia recordaba digna- mente la memoria del Gran Orígenes : Porro hoc sudare cjuid dccepk pretiii Damnatur : ; : : : nm propter Dogma^ tum novitaterríy non propter h^resim, ut nunc ad\>erm$ enm raíidi^ canes simnlarity sed c¡ma gloridm eldijueri" ú^ ejííSy et sciemU ferrt non potC" rant^ et tilo dtcente omnes muti pU" tabarjtur. S. Ger ón. Ep. 35^ Nov*Edir>

■>. y. ■~-. I. , . z— . >i**» ■;

Non vires alias ^ con\ersa(fuemmt^ na sentis ?

Cede Deo

.'. ^palmam Emello taurumcjue rf kmjmnt, Virg. iEneid. L. V. n. 4^J»

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«EGÚl^D^

SOBRE LA Concepción di

NCTESTRA SBtÜKA,

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A MSERTÁaOll

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.IJh .tií.

4 J}^ ClOrt

üe Nuestra Señora, cj"<í se imprimió én Límáel año de 17^2 , débipj^ tiiacímíéntó a la cüf iosi(^ uri ?(^ |(>5 que por aliviar, c6n 5u «d^q* ém alMísterí^, íái&lcdádcf ac}^^ eh estás partes nos obliga él niinis-» tíérió de Caraos , quiso 4"'^ yo rc¿Íu^ xese á una Carta , así ia$ dispocaíi

qoe en otro tiempo se vieron «óbfc tite plinto 5 como el 6rÍ£Cn y Jmt^ iípüéaad de éü cuito : que fóVnSáiC tínb cómo prentuárió;dé lo cnas cón^ lídétable éh la tíiátéii^i )r'IÓb^ coíiij^ndíásé lóí^datóc

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tas,y:Qn que;1ic)y la Iglesia hace ya pf opio el óemit Pioy después de haber sido anees, tan lenta y circuns- pe¿la en adoptarlo generalmente,

Satjsficelo «egun mis facultar des 5 y el Amigo guardo la Carta ^ hasta que restituido á su Patria la manifestó á algunos 3, que parece la leyeron sin desíJgtadó , y aun juzga- ron podría publicarse en un tíempa en que declarada Maiía Santísima Pa- trona ;dc la Monarquía Española, y bspécial Protectora de sus Armas, baxo la advocación de este Misterio, se recibiria i^cjpr qualquiera rasgo en su fiívbr 5^ por la turbulenta situa- ción del ÉéynOj, co que se pedian maj^prcs cultos para que la Scño- ta- prosperase éstas Armas , obliga- rás a combatir, dentro de un País, <|iíc ^ antes no conocía mas idioma ?jué*'er de ' la paz. *'Se me propuso que consintiese en esra publicación j yyo^ ó poí lo conveniente que en

las

las circunstancias se íne representafea ó quizá también porque di algána^ atención á mi amor propio ^ conVK nc en que , como se pusiese prinie-í ro en manos diestras que eKaminar^ sen su fondo, se imprimiese, des-' pues de asegurarse 5 que podría pro- mover la piedad al Misterio, y ea nada dnñar el respeto del Público.

. Estuve muy lexos , quando^ escribí aquella Carta 3 y aun quando se imprimió con nombre de Diser" tacion-i de aspirar al grado de £/- crkor Publico , ni de que alguna vez se me pudiese dar lugar en la fíÍ5-^ toria Literaria de la América Meri-^ dionaL Aquel título solo es mereci- do por esos superiores talentos que saben poner en alianza lo Militar, lo Político , lo Literato : las Jadica- turai, y atenciones á la República, y al Real Erario , con la Teología de los Mayores Colegios : Mayoraz- gos privilegiados de la fortuna, y

I

W.,'

ttruÍMta de U naturalezst^ y w qqa«^ ^ tales ,apmiiw$. pata cst^i^parnos. tsui be!la$ producciones como la dc^ ^■i^rta^atulatoria^ á cuya am¿v n| leílura cap razón nos remiten los> ápii eruditps Aprohances,

Aun estuve nías distante dq G%c U] Disertación incpnxadase al Maestro Fr. Juaa Prudencio de Oso^ mvy de que la quÍMese ver al en- fadoso aspecto de injuriosa á su sai?, Éí^ Religión Dominicana. I?rote$ta, delance de Dios que alia en mi rer, t^o^, al formar los Caí aderes qu^^ CQfnpQnen el primer Punto ^; y al*. guno^ otros de los de, mas , ; jama^ ^ cpn¿et)i designio alguno contiá este, respetable Cuerpo. Nunca he ^envi-. diadp las justas glorias d^ aquellái,. Religiosa Familia j ni he tenidd co-,; sa que entibiase el respeto yaficisínj con qqe la he visto. Lo.. que com*. piló ía Disertación se halla en miliar- ia de libros j. y , tpe,p^ w^ ^^"^ ^^^

prg»

propottiohado k dism^' ef ipr€| cíq á los Domin¡c:ano% como que lc]| 4o por tantos , ningufjo por sabei^ Ip dexa df tenerlos en la sublime carnación que se les defe 5^

Suponía que la Disercactóp^ no evkaria esos defectos , que ape4 ms pjuede precaver lo huínano ; y turi aaadiria otros bien comunas en ios de mi poco elevada clases I^cró^ dda se 1^ perdonasen, ya al Eívjoc^ de la causa que defendía, ya al vete s^r producción Pcruan^v á cuyo 3yr|^ mt parecía podria conspirar el P|í triotismó. La Crícica es un Tribimá| necesaíío para tener en vigor las Id^ yes del gusto y del raciocinio ; pe*, ro es la desgracia, decia Tra-»^ blet ( 1 ) ,que la mayor parte de lo^ que lo componen entran' sin misión^ ni ai^or del bien publico. Se acrib^?^

(i) Mem> TnV. Sepu ifs^^

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yen d csrádeí respetable de Juécc!?; y tienen toda la animosidad de Par^ tes; es la desgraciíi, decía un Szhió Ingles , que la han hecho arte descubrir los mas leves defeéios, y que pertenecen menos al intento de los Autores (2) . Hoy veo e$ta ver^ dad e^ nuestros Países: las Partes; son Jueces, y lo que se oen^uraes lo que menos íiié de mi intento ; se me procesa por donde menos lo cpsperaba.

La ^f^rdad y>indicada^ y teo^ lógicamente definida , responde á una- consulta sobre dos puntos; i^si lá' Religión Domimcafia puede fcrrmar jusca (juexa por alfjmas Proposicio'^: fies que U Disertación dice de ella "i;^' %^¡,t yo he penetrado Id DcMrinadet- Doclor Arigelico ^ Un prudente eon*^' sejero le hubiera dicho al Consul-iV tantCj que no era discreción pre-t

gan* "

^mmmimmmmmmi

( 2 > Af. Erad^ lyoi.p, ^dj^.

gantar por injímás dudasajSj álrni^ DIO , que podía por la pregunta^ tenerlas por cierras , entrar ca tur|^ _ bácfones , y perder l^ tranquilidad ^ que quizianies de la Impoitaiía ptcr gunta gomaba ; que para sus escmpíf ItlhSy era mas apr opósito un Ncur iral que viese con imparcialidad 1^ cosa, y que por otra paite detri^ considerar que el Sabio á quien con^ suUaba^ Citaba embargado de mayor res cuydádos ^ como repetidaí Rct gcncias en las primeraír; Casas d? Euudios, Prelacias de sus priucipalc^* Conventos , y otras consultas df mas ÍQi{K)rtancia ^ como» las que ti^ yo en ¿[ último Concilio Provinr ci^^ las que le repiten los Illmo^. Señores Arzpbispos 5 las del SaníO Oficio, y Jas Caüficacipnes dePro^ posiciones en este venerable Tubu- nal; y que no era razón robarle á tiempo que estos stipetiorcs miois- terios piden -^ y hac^flo descender

ir % curúcm ác escrüpÉílds.

Sin embargó veo cjiíe í?c rtíé l^tifcdc decir que hay confianza en es-. Sáttíó; y que gcía rara facilidad f^fa regolfen dificultades, iió có^ l^Wiite iüs Escritos síTíó ühfnómeff^ -m^'^^m ffntb valen éh juicio del ^omtíUth^ los ocho días que Á ^B^éx firspendió en la cónstrüccidii de^ -su Verdad vindicada. Conoscó ^ %ehie puede decir, que el Aíí- tíi^ p«f ^ singularidad no está cftnfj^íéhéndído baíco áá precepto W: q[üe dixo ( 5 ) : Nonümcfue pré^ %áMr 'ih ¿thnüía^ y que ii\ ni aüa "tM obligado z nueve días: que *íffqae Hipocmbs filie que t\ par- ^fír ^téíifftestré no és vít¿! , hada hí- f^6' del parco oBiduanó \ (\utVoQtÍi f #?edico^ han d¿ dar feyes í Wt tciilogór á\jít escriben ton plí^

t^ás de j^uifa para lograr $h Vf-^ tocídad : y que no habiendo en eL Autor mas tardanzji (]ue la de sd iñodestia pitra no piMicarse bax& su nombre , fue necesario todo el esz fuerzo de un Prelado de la KtBo^ ría para superaría. ¿Corno un iogc* fiioso que así habla no había de ser celebrado del primer Aprobante por !a destreza con cfue une la amenn dad a la agudeza y discreción de los pensamientos t Yo cambien lo ce- lebro pbr la felicidad de su Ana- gramnia 5 pties amiquc algunos lia» riicn á estas inversiones de los rtom- ht es ^ -Verdugos de las letras y íínn* que ^cpa que estíis difíciles ba- gatelas, estimadas ea edad de po- co gusto 5 hoy están envilecidas éntrelos n^as sensatos, y reputa- das por inepcias, en que decide el juicio sino la suerte , y como liles despreciadas del buen disceiní^ tóknto, con todo nuestro ComarH-

i

(10.).

dante tiene derecho á que se k? aplauda su Oro soy (4); tanto poc la pureza de su transposición, quan- to por !a verdad con que es cali»

ficado

' ( 4 ) ¡^^go iibi ¿juis fítma Ch^Í*)

dus librum edídit AuñoYy Pr<tcoms conducn ^ opm laudare fa^

ratos , Venales pkrumque animas^ tjmbus'

fínica furtim Cura data e^t inflare tnhamy ntedias^^

que per urbes Ostentare librum y Víélgique ambire ' '■' fa\>orem^ Mee facinnt gratis 5 laudante lauden^

tur ut ípsi 5 Alter ad alterius famam \ covspirat-

amci y 2ldutuaqu€ Ínter se exercan commer^

Cía laudum : Sic apiid y£sop0m mulcóatA>*A-i:^ Ámenlas, fratremque suum dicebat"

Adomn*

fiícado el Autor por Oro , é}ue con SH peso de discreción y discursos es llevado ál fondo de los aciertos. ''Con cay a ocafsion le agríidecemos la bella explicación del nihil natu- ra rapacius de Cicerón, pues sig- «nifica: nada inclina tanto como la naturalezjt , ni hay atraElivo igual al suyo.

El que ha tenido el Coman- dante General para con el P. Mtro. Osorio 5 no es de la cfase del qué ha explicado en la naturaleza, sino como «fj dulce ^ y agradable impé^ rio que rinde y avasalla Voluntades \m suavidad 'y o corno cierta Prcmo* Vion Física , que ?nueve y determi^ na, a la voltmtad 5 para que cxecU" te sin violencia lo que le pide , o por nuJAY decir manda. ^

Yo no reconocía en mí; im- perio , ni Premoción Física para res- ponder á lo que me opone ta F'er^ dad vindicada i y csyjVé caü^r^

§ud-^

.s\tclto á dexsrle á este bello Escrít-^ toda la rapidez de sus progre50s.^ Juan B?.rb¡er de Aucour ( 5 ), Crí 'tico Francés del úlúmo siglo, dcci^, que no habia Obras de.ciienos du- lacion que las de Gídca ; porque 'si el Libro criticado cae en despre- cio, la Ctícica se hace inticOj y si por el contiaiio conserva su esti- mación, ^$e desprecia la Crkica por injusta. Esta máxima me didaba ^ jgue cspe-ase los frutos que conse- guía la F'crdad vindicada > y , q^?f caílase» ..^,^..,..^ ,. .^ , v, ,... rr-..'i Entre ios Amigos, unos me í^tóan que este era el mej ;r par* M^^^^^^ que para cebar la curiosi- dad del Publico bastaba la dclica- da Carca ác Calixto Siessé\én quien parece no tenia nuestra América que tüy¡4iár,al famoso Jow Piíillas^ cjue

tan

'C'í!) NkeroH Mem.M ,13.

' *♦ V ' t .f

5-'v»^i{

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mr\ linda figura hizo en el Di4rl0 4e los Literatos de España. Eí^p ctros de opuesto sentir, y nne la- dücian a responder : al menf*^, ,^^r cian , para que nuestras PtCfr5a,s no se vean solo ocupadas de í^íp^* venas^ Papeles de Convites, Gazc,í|5, Relaciones de Toros, y muy r^ ^Vez de alguna buena Pieza Oraííi'na.. Mas impresión me hizp .d Aut^r del Arte de pensar , que (^) discurre así; La Obra que se fia hecho pública 5 ya no pertenece á.sa Auccr , quien por esto , ya no <lcf te miras la. sino con !os ojos CQ^ que jas agenas, tener miich^ cuydado de ella. Solo le debe que- dar el derecho de corregirla, por el juicio que otros üaccní recong- ;cjpre que merece eorreccion. Si este jaiciD Éiere justo, es necesario de- ferir á él, y aprov|,<;haclo : si no, lo

fae-

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i ó ) Pissm. %^ Proem*

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füCte 5 no por eso se Scsprcck. rio muestra la falsedad de to que dice la Obra , prueba por lo menos 'Vjüenola encendió el que !a redargu- ye. Es pues preciso csclareeeila, pro- curar agradar á los Sabios ^ y no tltsagradar á los que no lo son 'porque nunca se ha de esperar que xodos los que leen una Obra scait doiSos y de penetración. ■,

^ ]^ ' Movido de esta juiciosa ad- vertencia , emprendo satishcer á lo qué la Verdad inrtdicdda dice. Ha- blaré con sn Sabio x^utor , y con los que sin ser SabioJ hubieren leído su Obra y la mía. Con el Autor, con esc respeto que es debido á su Caíáíier, Hábito sagrado, títulos es- t¡írí;5bles , edad , crudiwion no tuI- gar, y Teológica Profesión. Trataré con los que no Rieren Sabios de 'unodo que csdifczca los Puntos di- íídles dC' la Disertación- Con todos ~ con

con moderación (7 ) ; pues aunqae cf esta lección que se me dáea la Obra á que respondo , yo , para proceder modestamente , debo to^^ marla de un Dios, que no es de di- sen-

■aMWrfki

^ (^) Hm fugc fnel felle tmbu^

tum^fiigc caraJuVetitus Discerdes animotum tras ; ntc funde

malignos^ Nec mercare sales i jSátiréH fugc telUy *" \thrmii Tela Vibrata nocení. Qui Udit Udi"

Acceptumque d^ofúútur pro vuhe\

* re vmms. Si ridere pvat. sit nulla protervU

*" fisus i

^Ipome jí*V4í 5 fitfel potctur ámdy^^ '"^■' fiifn> AJ''" .

icula si tr aliare jtiS^di'^ nil spim^ ' la l^dant. bíbitis jtávenes ^ nullam parituiyt:

^ yaporem p^¿

h 1:

>-l''Íilllíll!

■.lili í

lliillll

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!(:^ 1

serísion, sino de paz; qnc nos pro* hilSé contiendas- que vulneren Ja, ca-j lidad, y f»os^ ordena vencer con el,

bien ^ el m^l. ; " .

Aí)r que para ejclárécef iM Ir mateiia pensé dividir en varios Puiicos este E5C1ÍCO5 después me

Pícala Caifatij ctrtaúm hamte li^^

auorts. guando jaculis\ si quando luditis

aren , B Pkabi pharetris innoxia promite

, teld' Cü'spis' acumen habét , sed Vulnera . / fiesát acumen , Mérdíbta suo Ph¿ebus jubet omnia

Pr^tia : quos gremio mtnt ParnÁS^ ^^, ,jus'.A!umni,'. ,^^,i\-^ ,-

Bella^' cáriafit -i m Vélta gerdnté TJhi\ remat Apollo^ ^/ ... ^ memerams amor^paxj ñ concordia te^mt.

f I7-) pareció seguirla división de la V^éf^

dad vindicada^ y reducirlo i- !o«| mismos que ella contiene: i. Sils Religión Dominicana puede formar justa ájueja por algunas Proposición^ nes de la Disertacteni i. Si yo he penetrado la DoBrina de Santo To'^ rnas"^. Quanto deseo convencer en el Punto ; I. tanto querría ser con- vencido en el 2. Es decir, que quah- to intento persuadir hasta ¡a eviden-» cia , si fuere posible, que no hein-i- juriado á la Religión Dominicana ;i tanto me agradaría , que con la mis- ma evidencia se me demostrase , que el Doóior Angélico ha sido raaí, entendido por mí: que sin disputa es su dodrina favorable al Misterio* Veamos si el P. Maestro Osoiio lo» convence. El Público Sabio k ser el Juez de esta viéloria. Si por la fuerza de su pura y luminosa ló- gica perdiese yo mi causa , me com« placerá igualmente el triunfo de b*

fe

< iS. )

verdad , y el honor de caer al im- pulso de tanta mano , y permitiré se me diga:

. .Hoc tamen infeliz miserám sb* lab ere mor te m :

yEneíe m¿igni dextra ca^ dis ( § )

PUNTO PRLVÍERO

SI LA RELIGIÓN DOMINICA- na puede formar justa queja poi' *- algunas Proposiciones de la Disertación sobre U Con- cepción de Nuestra Señora i

Uando la Religión de Predí-

^^'cadores. propagada por todo el

Orbe para dar en toda ííu pureza

la

mmimmmmrmm0lit »mm

(S) y£t2eid* lOj

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la Divina Palabra, no tuviera psra no- sotros otra cosa qoe ser Obra. ^ de un insigne Español, tan esclarecido por su aicuña , como ilustre por sa Santidad : quando no nos hubiera dado mas que el Tribunal de la Inquisición , Atalaya perpetua para observar las quiebras que padece la Religión, y para repararlas: quan- do no Kos hubiera hecho otro be- neficio , ni ofrecido mas dádiva que ia del Rosario, Patrimonio propio suyo , y Manual del Evangelio ; to- do Español la debeiia ser afeéio ; todo Fiel la debería estar obligado ; y todo Amante sincero de la me- jor Madre la deberia agradecimien- to. ¿Que tkulo de estos no excitará en la misma gratitud, la misma obligacron , el mismo afe^o ? ¿ Que reencuentro he tenido con este Cuer- po Religioso, que borre las prime- ras impreiiofles de amor que se mp hiderotí desde It jiníancia hkii

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fio*) «stos Benefaftores del ünlvcrs© Chiistiano?

Mas he aquí, que empeñan- do tanto estos títulos á la estima- ción de la Reiigion de Predicado- reí 5 tiene para mi poderosísimo atradiivo que embarga mi afcéio, y excita mi admiración : lo que la Teología debe á las Vigilias y tra^» bajos de estos Sabios. La Escolás- tica , nacida entre los Griegos en ínanosj por decirlo asi , de San Juan Oamascéno, que alia «a el siglo 8. Ja puso los cimientos 3 reduciéndo- la en sus Libros de ía Ortodoxa i determinados puntos : aumentada por San Anselmo de Cantorberí, iqoe en el siglo 1 1 . la dotó de su estilo agudo , sutil , y didadico : aumentada en el siguiente por el Maestro de las Sentencias , que la enriqueció de Decretos , y Senten- cias de Padres; llegó en el siglo iOKicdiaio k tocar su pcifcccion des- de

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de que Santo Tomas dedicó a tratarla. Desde entonces fue una Disciplina ^ qae juntaba con admi- rable enlace las dos luces que Diais nos ha dado 5 la natural, y la de la Fe*

No es esto decir que en los doce siglos que lo precedieron careciese la Teología de métoád. Sabemos que en la Antigüedad faltan Obras que nos dan el Plan entero de la Religión. E\ Peda^o^a de San Clemente Alexandrino pasa por un Compendio de la Moral; y San Agustiri en su Manual , ó Enchiridion y muestra quanto se de- be creer : como se debe enseñar, en sus Libros de Dodtina Chris^? tiana; y en sus Exposiciones, y Ca- tcqueses hay un bello resumen de tncjoí Dodiina, Después de todo es constante que á Santo Tomas de- bemos ese modo conciso de decir, y ese método Dialédico ; que expc^

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fi€ con claridad los términos ; csfa* biccc definiciones y divisiones ; abre y fixa el estado de lo que se in- quiere ; propone objeciones j y las desata s al fin exhibe un métoda el mas apto y proporcionado para es- ta Ciencia.

Algunoi, menos estimadores, de la Teología del Santo , juzgari que debió darse menos á Aristóte- les , citarlo con menos fceqücncia » y no ligarse tanto á su método. El Dodo Abad de Hoattevillc eci el hermoso Discurso Crítico^ que precede á su Tratado de la Religión Chíistiana demostrada pcjr los He- chos , desvanece esta preocupación ; y cree que no hay c^st mas úcll á la Teología que haberla apropia- do ur-a Dia!c¿lica tan estimable co- mo la de Aristóteles , invención de las mas ricas del espíritu humano, #n que se reduce y estrecha á cier- to s capítulos la infinita diversidad

COfI

con €¡oc rstiocinan los hombres* ¿ Porque no podrá la Religión usarla cen provecho , haciéndola desenvol- irer los sofismas^ y las incónseqüencias de los C©ntrario|^ Es indisputable que por este método Dialédico se han puesto límites á la licencia de la expresión tan peligrosa en lo Dogmático yj se ha iñadido el ra- ciocinio k los hechos Históricos I alianza sin la qual no hay conven- cimiento ; y nadie dexa de conocer, si lee al Samo, que en esta parte es incomparabie*

Pero confesémoslo : después de la edad del Angélico Dodor, degeneró mucho la Escolástica. La inmensa turba de Disputantes, de loda Tribu , Lengua , y Nación ^ cuyos escritos, y nombres apenas son conocidos 5 qaando se obscu- lecen, y borran aun en las mis- mas Escuelas : esos Discurridores ^ fluc abundaban de ociosidad , y

vana

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(24. >

vana airiosidad , esusaron la corrnp^ don del gasto de los baxos siglos. Lejos de susccRtar el espíricu con verdades sólidas 5 no le ofecian si- no secas especulaciones. El Abad Fleuri ( 9 ) ¡asegura que esto na- cía de que se daban mas al sen- cido es ¡cual que al litetal , por CJ mal gusto del tiempo, por la difícakad de entender la letra de* \^ Escritura sin las Lenguas origk vétSy y por no conocer la histo-:. ria, y las costumbies de la Anxk quedad. Se limitaban á un solo Li** bro- Qyerian que toda la Teología se hallase en Pedro Lombardo, to-'s ció el Derecho Canónico en Gra- ciano 5 y toda la inteligencia de \i Escritura en la Glosa ordinaria. Vi- vían estos Teólogos en uu tiempo en que elm^l gusto reynaba en to- llos los Monumentos. Romances y

His-

- ( cf ) Disc. %,

Historias, Edificios , Ornatos, tó* do era grosero. Los títulos magní* fíeos se prodigaban, los de /rrr* fraaahle ^ Magno ^ Smtly Ilumina'* Húy Resoluto ^ ZJnhcrsal ^ Solemne han engañado á la PbsceridadrEl es*» tfló báíbaro de los Escolásticos ve-» íih'y como piensa Luis Le Cen- dre ( 10 ) 5 de que no cuidabart dt las Humanidades ; y así no leiati fós Aütoies de la bell# Latinidad. *^^ A'ddsuita Fteuíí f íi )^qitt

ios Mendicantes fueron los que em* peraron á poner en este infeliz es- tado á la Teología. Su rigorosa pó^^* breza n¿ les permitía comprar Lí» hros que entonces, porque aun no feabia Imprenta , eran bien caros. S0 rida a<3ivá siempre ambdariie nofe^ daba lugar á copiarlos, como los copiaban los Mbnges seáentandi,^ (D ) eo»

( 10 >

Disc, y

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ron rentas. De aquí vino que aque¿ líos ntievoJs Teólogos dieron mu- cho en raciocinios , en sutilezas, cu qüestiones curiosas , que se podiari resolver con solo el talento $¡a Icdura, ni examen de los hechos. Por otra parte los argumentos, tes* puestas 5 vanos efugios , casi siem- prc aseguraban la vidoria á los que los usaban. Eran mofados los que no sabian desembarazarse de un so-» fi^ma, y los que arguian con la Escritura.

Refiero sofamcnte, no adop- to lo que juzga Fleurí. Pero si no es cierto que los Mendicantes vicia- ron así la Teología; es constante que Mendicantes fueron los que la reformaron, la restituyeron su pri- mitivo esplendor , y subieron al punto de mayor estimación. Estos fueron en el siglo i<5 los célebres Dominicanos , Francisco de Vic- toria, Domingo y Pedjo de Soto,

1^ muy en especia! el gran Melchor Cano. Este insigne Teólogo nos pinta d estado en que la Teolo- gía se veía á principios del citado íiglo , principalmente en Alenriania. Todo era darse á discursos fútiles, vanos y ligeros , como Niños que juegan con canas largas. Aprovechó esta ocasión el Demonio , para que kvantase la voz su pestilente Emi- sario Lutero, con tan rápido curso cjue atraxo á grande parte de esta ínclita Nación ; difundiendo después su veneno por otras, con tan funesto estrago, como sabemos y lloramos* Emprendió Cano remediar este mal ; y formó el alto designiQ de ensenar al Mundo el A^erdadera método de aprender y cnséfiar la Teología. Su Obra sobre los Luga^^ ns Teológicos es inmortal. Es unf ' excelente TaÜicá Witxzxh que dk^; las mas seguras reglas para poner en ^o lis atmáá de que dct)e valeí?^

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$c el Teólogo* Qaantos han veni- do de.^piieis de él , si han deseado hacerse nombre eorre los Teólogos, s^e han visto en necesidad de aco- modarse á este método. Los que no lo han imitado , han vuelto k los extravíos que en los siglos de menos ilustración se advertían.

También en la Teología Mo* ral debemos á Santo Domingo su reforma. La Teología Dogmácico^Mo- raí de Natal Alexandro es la que recibe el M indo Sabio con mas ve- neración. En ella se explican lo$ preceptos de la Moral Christianá, no según pensamientos particulares, no según las opiniones de esta ó aquella Escuela, sino según la auto- rjciad de la Escricura y Tradición, és gusto oír allí hablar á los Pa- dres; sobr^ todos los puntos que conciernen a nuestras costumbres* Véase el elogio que esta Teología % ASexandro merece á los Sabios

en plnma de Nieeron ( ii ) . Dai* niel Cóncina, ese grande ^ntagonis'^ ta de los Casuistas relaxados ^ es otro Reformador de la Moral. Ba$- tsba para su elogio que el Sabio Bcnedido XIV, formase freqiiente-' mente sus Decisiones conforme ú diélámen de este Dominicano. Bl amor de la verdad era su c^ú&ct^ y por ella militó toda su vida (di* cen unos Literatos imparciales ) co- mo Predicador 3 como Historiador^ como Jurisconsulto , como Teóloga y como Filósofo.

Protesto que en ambas Teo^ logias he procurado tener por Maes- tros áíos que he citado: los he vene- rado como merecen : los he seguido- en quanto me ha sido posible. Si el fíuto no corresponde á su alto Magis- terio, perdóriese la cortedad de tm mente, por los esfuerzo^ de mi vo-»

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íuntad. Pero < quien se propone s6í guir algún Maestro sin especial de- voción á él, y á quantos con él forman un Cuerpo? ¿Como serádes- zkáo á la Madre de can insignes Hijos , quien es tan adiélo á estos í gLa misma Disertación que se com- bate, no da índices de mi afeélo á este Religioso Gremio?

A la pag. T i llamo á Ca- yetano insigne Dominicano : ^^ !a 17 doy por ridicula y por digna de Hpultarse la Historieta de la impre- sión de ciertas llagas : á la 41 pro- clamo á Santo Tomas por el pri- mero de los Escolásticos, no en el tiempo , sino en el nicrito: aña- do que los obscureció i todos, y que con título igual al de los de- aias Padres, podía numerarse en esta clase: á la 58 decesto la ma-^ Icdicenciade Teófilo lUynaudo con-' tra los Dominicanos, y califico de ^^rdá^su Obra 5 poco antes: a

^ 7*

5^4 vuelvo i llamar á Santo Tomas Caudillo insigne de los Teólogos^ k la 75 rcconosco que en el aftdo foe favorable al Misterio, y parece que ad lo convenzo : á la 91 lla- mo á toda la Religión sabio y res^ fitable Cuerpo: reconosco que /;^- €€ sH mayor honor de su espeaal de)?ocíon ¿ María Santisimay y \m^ Jblico que si en otro tiempo recla^ mo contra la Preservación y fke por no dexarse deslumhrar de la nor y edad j cuando aun la Verdad n<f estaba en todaju luz^j, y su cah to cerno en panales. Añado allí qu^ jNierembergj 4í<w en aqudlos tiem:^ pos^ dá^Donf^inicanos Ilustres Defen"* sores del Misterio. ¿Todos estos ras- gos se esperarían de quien quiso injuriar de intento á la Religión? Oigamos ahora la acusación que me fcace la P^erdad vindicada^

La Disertación á la pag- -^ (£c€ así: Después de todo es cierí§

1

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<itii.iii

^f tos Domtmcúnos m se alista^ ron en esta parte baxo las F'ande^ ras de Escoto. O el zslo de impug- nar la míredad^ 6 el espíritu de p-arttdo 5 o la emulación contra es^ te imtgne Teólogo ^ c¡ue empegaba ja id dmdtr el Orbe EscoUsúco ^ y i disputarle a Santo Tomas ía pre^ rogativa de mico Catédtllo . de la ''Escuela , hicieron auc fuese vist9 por ellos Escoto con menos estim¿h '0áíf' Jsi' se encendieron í comba^» Hfry\ ímpugnarh y aun censurarh. •=^'' ia V^erdad \>indícada decla^ así cOntra este periodo: Con Wa propOiicion ofende en parte i %'Kcligion Dominicana^ porejue ha* ^la en general de todos sus indi* "arduos \ y aunque al fin en la pag. 9 1 expresa algunos pocos Dommi^ canos ilmtres Defensores de la Opi- pión Pia , es después de prevenir f llamar la atención del vulgo para njue conserve el pernicioso error ^i¡uaii*

do jut¿a a la Kdigion Lomiwún^ ndversa al Adisterio.

Si aquella Proposición ofen- de en parte á la Reiigion Domini- cana, parece que hemos de distin- guir dos partes : una ofendida , y otra no : una muy sana, y otra na tan sana. Qual sea la mas sana ? no sería difícil decidirlo. Decir que la ofendo en parte ^ porque habh en general de todos sus lndi\>iduo$^ no lo compongo. Perqué si la Re- ligión tiene por Agravio que la ha^ ^gamos contraria al Misterio J ¿como atribuyéndose esto en general á to* dos sus Individuos , sola una pznc es la ofendida ? Mi Lógica, que no «é si fue luminosa , enseñaba que «ale ab universali ^cí particulares aunque no a particulan ad unher* salp Pero hablemos mas serios,

* Creo que decir que los Do- ^minicanos no se alistaron baxo las Ik^anderas de Escoto en punto de (H) Prc^

i fe.

'tijiii

< 34- ) .

.Prpsetvacidn , que en esta parte lo

combatieron , impugnaron , y cen- suraron (puesto que esto sea ver- dad cOmo ábaxo demostraré ) en nada ofende á la Religión Domi- 'nicanai y que tampoco debe repu- tar agravio ío que asegura la Di- tsercaciony que esta vSagrada Fami- lia, con el esclarecido Caudillo de ,su Doftrina, no favoreció al Mis- terio,. Pata fondarlo voyá examinar ligeramente tres Puntos : i. J Si es poco ventajoso á S. Bernardo (que ,aqaí ti^ne igual causa ), á Santo Tomas , y ^ '^^ Dominicanos , ha- ber sido concratios al Misterio ? ..2. jSi caso que esto les fuese poco ventajoso , yo lo podia sin agravia publicar? 5.¿S 1o podia publicar en idioma vulgar ?

Quando yo considero á aqu^r üós Varones de Dios , tan Sabios cpaio Santos 5 oyendo allá en los arrebatos de una devoción aun nO

1*iúy bien reglada , qué se intentan' dar á María Santísima unas glorias, qüC ni se hallaban con claro apo- yo en las Escrituias : ni se habían procíaníiado por aquellos que Dios destinó Maestros de su Iglesia : íse reconocieron en ella en tras de Biil anos: ni ocurrieron á las men- tes mas ilustradas ^ que en aquel largo espacio tuvo el Chrinianismc : ni autorizaba la Iglesia, que es Ma- dre y Maestra de las demás ; ni adoptaban sus respetables Gefes; esv toy tan lejos de concebir *menos ventsjosamente de estos incompa- rables Hombres, que antes me arre- bato en admiración de su zelo,^ al verlos enardecidos contra una nove- dad , que nd descubria hasta állf mas fundamento 5 que los bochor- nos de la Piedad.

que estos mismos Sart»^ tos nada omiten quando ceíebraní otras jüitas glorias át lav Señora i

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que en sus plumas se ven loi cl0« gios mas cumplidot que ella me- rece : que el primero en sus Ho- milías, dice quanto quizá no se había dicho anees de él , de esta Ma Jre Virgen ; y el segundo en sus Artículos tira rasgos del mayor ho- nor hacia la Señora , como empeña- do en una Profesión que podemor, decir se corscibió para propagar el culto de la Gran Reyna. Y al ver- los esforzados en no conceder la Preservación del Original á la mis- ma que era por otra parte el ob- jeto de su mas tierna propensión, me afirmo mas en decir que na Jo hicieron 5 sino por un zelo que sería temeridad asegurar que no se formó al temple de la ciencia y la prudencia.

Ese mismo espíritu, que en todos los siglos de la Iglesia ha suscitado contra la novedad unas descoíifianzas dignísimas de los que

deben ser Depositarios y Defensd» res de la reda DoíSrina , fue el que agitó á aquellos Sancos, Fácil sería demostrar en la Historia de la Igle- sia, quanto se acaloraban sus Doc'» tores , siempre que saltaba cosa que no venii por las regulares canalet de h verdad. Aun lo que ha pa* recido mas ^anto , y mas edifican*^ te tuvo sus adversarios, quando no apat ecia todo el fondo de su Sami* dad. Se sabe que el Monaquismo^ tan dtil ¡a la Iglesia, tuvo al prirtcí* pió sus Opositores 5 mas por éí zelo de que este nuevo genero d^ rida ocultase baxo su bello ex* terior algún veneno , que por odio^ í estos laudables Institutos. Suce- dió e^to especialmente con los Men- dicantes. No solo Guillermo de Amour 5 herido justamente ^n sui excesos por los dardos de Santd Tomas , y San Buenaventura , foé clqac declamo contra ellos ; sind

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firtuchos ¿c !os Sabios: que M% sqüella edad; liásía que desengaña* dos de que no habia peligro, por h luz en que pusicion á estos Ins- títiitos aquellos dos Doétores, An- gélico , y Seráfico , 5e reconoció que no era proporcionado á la Obra de San Amour el título : De Pen^ mlts novissimomm temporum. y.i í Las tres Quí resmas de lo$

Montañistas en el siglo 3 de la Iglesia : la austefidad de los que se llamaron Pobres de Leon^ en el tz : las sangrientas disciplinas: de los Fia-^ gelantes en el i^; ^ tt\ el 17 la hipocresía de Molinos" , vinieron con tal spsrienciá de piedad 5 que de- mentaron á muchos de los prime- ros hombies, hasta que exái«ina- das estás que parecían Jas i^as edí? pcantrs piiótícas ^ fueron reconoci- das ifidüs del Fanatismo. Era, pues, laudabilísimo andar sien^prc con la tti\á^ en k mfino,ySüo Bcmai:.'»

ííío usaba la del : Flonor K^£Ím j^ ditium diliatí,

-^^ Por éste mismo camino se

jnstifíca el procedimiento de los Do* itiinicaoos, quándo se opusieron á la Pieservacion. Veian que el Cati- dillo de su Dodrina> con todo sa afeito á la Señora, estaba de con- trario parecer : veian que antes de él. no hubo Sabio de renombre que abiercanaente la protegiese ; y que aun los mismos que después la quisieron hacer valer, empezaban con tales timideces y cobardías, que -solo la dexaban en estado de qué se pudiera decir : veian ec) el trans* curso de los siglos, que precedie* ron, tanta novedad disflazada con capa de piedad , y que al fin des* . cubría su ilusión 5 y opusieron el escudo en que suelen quebrar to* dos los ímpetus de la singularidad. . Qaando la seqiicla de los tiempo^ , dio á conocer la propensión de l|

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( 40- ) Iglesia al Misterio, y las razones que lo fiindaban, tuvieron estos .mis*» jpaos Religiosos el honor de pospo- ner la Doíarina de su Angélico, i |a conspiración sagrada de Sabioi y Santos hacia esta singular prerroga» liiva de Mana Santísima. ¿ Es ácS'^ honor acaso , no abrazar un parti- do c]ue aun no descubre su segu- jridad ^ y hacerlo propio desde el |)unto que la manifiesta ?

Pero permitamos un ínstan- le que en San Bernardo, en Santo Tomas 5 y en la Religión Domini- cana fuesen deslices de poco ho* l>or sus contradicciones á la Pre- Ki^vacion de Nuestra Señora. ¿ Será pov C$10 injurioso el publicarlas, J íiabrá rozón para justa queja con* |j:a el que las publica ? A mi me iba parecido que no ; y voy á ahorrar íkjuí mi discurso , porque me 1q irpstea -el célebre Lamindo Pritanio, ^pmbre (jue^como se sabe^ ocuUit

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al do^e Modcnes , Luis Antonio Muracori honor de nuestra edad. Este en su cckbradísiaia Obra de Moderátione Ingeniorum in Rehgio^ nis negotio habte en esta substan-»

cia ( 13 ). ^

No se ha de quitar a 10$ Escritores la libertad de descubisc los vicios 5 y delitos de los Mayo- res, aunque sean Prelados Eclesiás- ticos, Monges , Obispos, Ordeneí^ Relmosas &c. como sean ver* daderos. Conviene que los hom- bres tengan Diiedo á la Cuna, para^ que así se abstengan de la sober- bia de dominar , y deoiss vidos que infaman. Es cierto que en todasí Profesiones h^y hombres que de* generan de ellas : si se hubiere pues' de escribir , no se les ha de adía- lar; no se han de pintar hombres?* distintos de los que fueron. No so (F) ha

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ha de hacer desde luego esto, solo por curiosidad 5 pero quando ya soa .|)iiblicos , quando se interesa ea esto la causa Pública, quando ya no viven los que los cometieron, quan- do no es por venganza, ó ira, ¿ por- qe no se han de decir ? Porque JTO hemos de intimidar á los demás para que no los imiten? Los excm- píos de los Mayores enseban á los que vienen después lo que deben hacer , y hacen temer !a fama , que jperdona tal vez á los vivos , quan-» do no se ahorra con los muertos : conocen su fealdad baxo de imagen íagena. Así vemos que el Cardenal Earonio, hombre tan moderado, disimula los vicios de los Papas , Obispos , Presbíteros , Monges , y los pinta con los mas negros coIot res, si los han merecido. Lo mis- $110 hacen otros célebres Historiado- res, Aun sucede esto con los de- foSos de Iq« Sancos Padres. Pera

todo debe ser con modestia , siÉ* desprecio de las Religiones, Institutos^' Profesiones.

Habla el mismo Lamín- do ( 14 ) de las calidades que de- ben tener los Censores de Libros, y entre otras pide tres, que son Justicia, Caridad, y Prudencia. Acer- ca de la Prudencia dice: que es fal- tar á ella censurar los Escritos por- que en ellos no se sufren ciertos títulos dados á los Autores , ó las nimias alabanzas de algún Santo, de alguna Institución Pia, ó de algún Sumo Pontífice : que se falta á es- ta misma Prudencia, qaando se quie- re censurar una Obra, porque esta advirtió alguna cosa menos séíida en los Santos Padres. Añade otras cosas que aquí no son del caso^ y sigue con que estas censaras son precipitadas j y que entre otros pe-

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ligros tienen el de que 'os cneflít-¿

gos del nombre Catolice toaien de aquí ocásién para decir que no- sotros tenemos en prisión á h$ mentes , aun en lo mas indifercn-í te; y qué así se recrahen los Sa- bios de publicar Obras útiles, de inquirir !a verdad , combatir errores' y perseguir abusos* De donde nace que muchos que podian ilustrar las mas santas verdades, por huir las- imprudentes Censuras aplican sti talento á la erüidicion profana, que no corren riesgo alguno , y $e oficcen mayor tranquili iid.

PíOsigue Lamindo (15) que siempre es conveniente combutif el error > y que es disparate juzgar que no hay autoridad en un Escíitor para proceder contra un Autor , aunque este no ío haya injuriado , m conocido ¿ y aunque padcsca su

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t4jO fima fiterark. He aqt^í sus rm>víeü El error cunde fácilmente entre losf hombres, y lo adoptan: es pues ¡nteresante al Público saber distin- guir lo filso de lo verdadero- verdad es .un bien publico y unn versal dido á los hombres por ll Divina Liberalidad , y tan común a todos como propio de cada uno. Na- die tiene licencia de engañarme, y ha- cerme que abraze lo verdadero co- mo falso 5 ó lo falso como verda- dero. Quando se me defrauda este, noble Patrimonio de la verdad con mentiras, aunque esparcidas sin cul- pa 5 y solo por poca cautela^ se me agrada, se me injaria. Me pertenece" pues volver por mis bie- nes usurpados, precaverme del error, y pelear contra el enemigo de la verdad, sea el que fuere. Si el Autor va publícame nte en sus Libros con- tra ia verdad , ya esta m solo es Ibien mió propio 5 siuo- de todo ci>

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Público; y paedo lidiar páblícamcn- te por ella , y remover de la Re- pública el error, que basta que lo sea, para que la sea pernicioso. ¿Por- que se me ha de acusar , y no ala- bar, de ^ue no permita que mi Nación se engañe , sino anees que reyne en ella la verdad ?

Se dirá : que estos no son «rrorcs que interesan la Fe , la Re- ligión, las Costumbres, sino mate- rias indiferentes. Sea así: por esto no se ha de desterrar el error? El error sea el que fuere me daña á , y daña á la República : es ma- to , es enfadoso engañarse , sea en lo mayor , sea en lo menor : es ínteres de todos no engañarse, aun en c^as \ Ciencias y Arces que no ipasan raya de lo natural. Sean los errores de poca monta ; el des- tobnúo$ hará mas cautos á los Autores, y el rezelo de que una Ciuica vigilante se puede cebar aun

(47. > tn lo menor 5 los conteadrá para

no deílizarse en lo mayor. Hasta aquí Lamindo Prkanio, que parece haber escrito para terminaoce- rnente en este lance. Pido se le consulte para que se vea que doy la substancia de lo que él nos ofre- ce en su hermoso estilo Latino.

Mas por qué se hace esto en lengua vulgar? ¿No es de te-^ mer que el vulgo se escandaÜze, y conserve su desaféelo á los que se dice han combatido el Misterio? ¿No se rebaxará la estimación ဠlos Autor esj particularmente si soa Santos Padres j ó Gremios Religio- sos, por cuya buena reputación siem- pre se debe estar ? Estamos en lo 5. que quise decir i y allá voy*

É$ constante que Histo- ría Eclesiástica nos ministra á mi- llares los lances en que los mas respetables Personages se desviaron, é de la . icftitud de k Tida 5 ó de

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(4?. > fe verdad de la Doáriní. Ciñároos pos á sola esta que es la del ca-^ «o. Se snbe con que dureza habla* ron los Padres de los tres primea ros siglos en punto de Trinidad* En Petavio tenemos estas locucio- nes. Se sabe que San Hilario excu- só frivolamente la negación de San Pedro : que contra expreso testimo* mo de la Escritura dice: que Moy- ses no murió: que juzgó criada el alma antes del cuerpo. Se sabe que San Epifanio asegura, que estas pa* kbras de Christo : Noli me tan^e^ re 5 fueron dichas á María Santisi- ma, quando consta del Evangeli©^ que á la Magdalena: que el mis- mo dice que Moyses á la edad de 30 ^lios pasó con los Israelitas ^1 mar Roxo, quando consta del 7 del ExóJo que fue á los 80. Se Silbe que San Gciónimo no admí- íia irregularidad en el Bigamo, por matrimonio que^ precediese al baths

(4P- ) tismo, contra el sentir de la Igfi?!» sia ; y que San Agostin, aun U9^ tando ccirio nadie los puntos de Giaciij adhirió algún tiempo al feof. lir de los Semipclagianos. Se sabe que San Basilio , Sati Juan (Zihó^ tomo 5 San Ciiilo Alcxandrino , Saii Anfiloquio, San Proclo, San Má- ximo, y algunos otros, aunque afee* lísioios al decoro de María Santí? sima, hablaron con menos circuns?* peccion de su inmunidad de culpa aílual. Se saben en fin mayores des* Ikes de Doéliina en honibres muy cspcílables. ^i

., Pregunto : . quando $e c*f

cribe la Hiscoiia de la Iglesia, $c debe correr un velo sobre todo eito ; ó pintar á aciuellos Hombres com« fueron > Creo que este último par* tido ipman todoi^ los Sabios ; y que no escrupulizan hacerlo en idioma \fulgar; No solo Ciciiben esto lo$ ]^aron¡os , Pagis , 41^^ Sandros JScCjr

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cri Tlatin 5 sino los Fleuríes, CcüUe* res 3 Orsis en Francés, y en Icalia- Do. El Cardenal Pabvicini publicó su Historia dd Concilio de Trente^ y expuso en ella á la luz de codo el Mundo pasages bien escandalo- sos entre los Padres que lo com- pusieron 3 y que al entrar en aque- lla» Venerable Asamblea no des- nudaron los dcfedos de la huroa- tiidad ; y los expuso en su idio- cia Italiano, hasta que su Con je- suita Juan Bautista Giattini tradu- fo^ en Lacin aquella Historia pan extender mas su leálura, antes redu* cida al recinto de solo el Tosca- no ; que sin embargo torre en este mismo idioma con aplauso de los que siempre aprecian mas los

originales.

^Quanto nos dice el grart Bosuct eti su Obra de las Variacio- nes, que quizá no edifica mucho? Y ^uanto Jwas ca su Defeca dd C/<-

f0 Galicano nodo en sii vulgaf Francés , vertido después a naestró Vulgar Español. El mismo Bosuee en su Conmonitorio i Jarieu , f los demás Protestantes , recoca aquellas mismas locuciones ásperas de \o% Padres Antenicenos acerca de la Trinidad, que andaban como en- capotadas baxo la bella Latinidad de

Petavio, f-:^"*-!

V para que no dexemos de decir una palabra sobre Controver- siaís entre Ordenes Religiosas , que parezcan á las que hubo sobrfe nuestro Misterio ; nadie ignora las 'dos del siglo 1 5: entre nuestros Do? ¿ísinicanos , y Franciscanos : una so- bre si la Sangre de Christo, derra-* ^íjmada en la Pasión , y esparcida ''"■en la tierra, conservó unión -al Verbo: y otra sobre la imprcsioii de Lbgas k Santa Catalina de Si^- >4ia. El que escribe la Historia de j^^qucl siglo, habla siempre de aqa¿*

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Hos raidosos movimientos; y aña- de que los Franciscatios lleraron en ambas él partido menos ventajoso, y los Dominicanos el que hoy pre- valece. Paes ¿parque no nos será lícito cscribif , que en la Contro*- versia sobre nuestro Misterio tuvie- ron lof Dominicanos la suerte con- traria > Volvamos á la Verdad vin- dicada* i^. .

Lleva mal que la Disertación dixese qur: el z^elo de impugnar la novedad , 6 el espíritu de partido ^ 6 la emulación contra Escoto , Ai- cieron que fuese visto por los Do* minicanos con menos estimación \ y tnc arguye : que si fue por zclo , tro pudo ser espíritu de partido, Hr por emulación. Convengo que m mi didámen fue solo por zel© ; y por eso lo pongo en primer lu- gar. Convengo en que si fue por Ee!o , no fue por las otras dos cau- cas í y me. acuerdo de la Lógica

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cbíCura , 6 lumtmío. que ejstudié/f me enseñó que la Proposición d?/|^ yuntha no es copulativa y y (|tit ésto no es andar a neritas* Mái como por la Historia Ui$ icñK das disputas entre ambas Familias | í>ara que los que no tas ignoráif^ ro acusen mi restricción á la prí^ mera causa , pongo las que otrcíl pueden alcgat.

-^ Y en verdad estas contierii»

"das llegaron »1 mayor punto, ü^ dodo Bcnedidinó Anónimo, qtli publicó una Obra baxo del títulíf de Cromdromo ^ y un Augustiniana llamado Miguel Hoy ero, escriben qué los Dominicanos estuvieron en in*. acción acerca de la Concepción^ fcasra que mcierto Escoto en 1508^ y viendo qac se propagaba coii rapidísimos progresos su Do(Srini por la adividad de sus grandes Diis¿ rípuíos Maironis , Basolis , Oka» Amtdio , y otro* 57 <|uc así pciíi - ^ d¡a

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35a tíírcno la de Santo Tomas a ^i|ijkn áiamctralmente se oponía de Escoto: determinaron cortar es- tos progresos , y dcsacredicar lo que enseñaba Escoto. Mas hallándolo bici> establecido, les pareció que le po- dían abrir brecha por lo que en- señaba acerca de la Concepción 4e Nuestra Señora^ en que lo ci:eiaii destituido de sólidos ílindaoncntos. Así empezaron á decir que la Prc- jservacion era opuesta á la Escrita- Ujá los Padres 5 á ios Concilios, y se multiplicaron las denuncias Cpnira aquella Doélrina. Corre la ^uc hizo al Papa el Dominicano Ni- colás Emciic Inquisidor de Aragop. , Siguió así la discordia hasta quc^y como testifica el dedo Español Siuin de Scgo?ia que estuvo presea- |c al GonGÜio de Basiléa , el Do- fninicano Jasa de Montenegro pidió instantisimamentc á nombre de co? J^ ^y, Religión á aquel Concilio, que

tonácnase la Prescifadon. Sh sir ceso ; pues sabemos el Decreto t}«5 aquellos Padres expidieron cohónbl de la Concepción. ^ '"'^

No si merecen ft estol Autores: la mereceríi por lo me* nos el Dominicano Jdan de Ccsá^ las, quien dice ( i6 ): que acató* randose con las freqüentes lides lité- rafias los ánimos de Domimcanoi y Franciscanos^ hasta el léttívino de arriesgarse la caridad religiosa , jf romper se el vinculo que únia á cs*5 tas dos Familias» rezclandose quC fes luchas de las mentei , se hicie^ sen también de los corazoricJ » pues St veia que Escoto de intentó es* erivió contra Santo Tomas; contra Escoto, Cayetano; contra Gaycta'* no, y Santo Toaias, el Francisca* «o Aureolo ; contra Aureolo y Es- cxjto 3 el Dominicano Carreoío ; lo^

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5;Uíno$ Pontífices mandaron por Icy^ que en anclante los Uiqüisidorcs no. grocediescn indistintamente , ni el Dominicano contra Fíanciscano, n^ ^^^ contí^t Dominicano 5 sino pre- ^Lsafüíe^uc Dominicano contra Do- 0>ííircaní]| , y Franciscano contra, pmciscano. Así $e precavía el mu^^ ^u^ sinsabor que ya picaba entre |$ia? Religiosos.

^^ ,, Nota la Verdad sindicada, ^11 contradicción en decir que el ^l^clp de impugnar la novedad mov¡4 4 los Dominicanos , quando en la pag. 61 dixo mi Disertación que ya en el siglo 15, Alberto Magno, f Sao Buenaventura hacen memon ji^ de, la opinión Pia ; y por qoa» siguiente en principios del 14 nQ pJdkton los Dominicanos tener por iiPYeciad la Sentencia de Escoto. 2^,* La Disertación previno des- de el principio con el dodo Papa Be- jL^Jiít^ ^lY y cjac 5iwnq.ue la Fic^ti

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( 57-) de la Concepción se celebraba ya

en algunas Iglesias, aun no se lia* bia examinado la Píeservaeion con ci contraste de la disputa ; y que Escoto fue ct piimero qiíe ía de* fendió con todo el rigor de la Es- colástica; Es decir: que para qué se celebrase aqueüa Fiesta e* a ne^ cesario que ipuchos Fieles no so- ló tuviesen noticia de la Opinión Pia, sino que se inclinasen á ella; y que ya algunos Teólogos la abra-» 2;asen* 4

Abrazó'a el ilustre Martít Mereedario San Pedro Pasqual , en un hermoso rasgo que tiene en fa- vor de la Preservación 5 y casi en términos Escolásticos. Pero cooio consta del título y de la i. parte de su Obra , el Santo Mártir de mas de 70 años empezó a escribirla, del ano fie 1300 en adelante ; y por con- siguiente casi al mismo que Esco- lo, la Pbfá como escrita en prt-

(5«.) sion qo pudo muy en breve pü» blícarse. Escoto pues, así por es- to, como porque dio mas exten- sión y brillo k la Doítr.na de la Preservación , es reputado el pri- mero que con todo el rigor de la Escuda la sostuvo. Y la nove- dad estaba en ver á este Joven Teólogo empeñado en defender una Sencencia que hasta allí no habia aparecido con tanto esplendor en el teatro de las Letras; verlo como la promovía con todo el peso de tazones que ella pedia i y como disolvía lo que se podia oponer ; ¥crIo al fin desafiar, y como pro- vocar á público duelo ú los que basta entonces veneraban como de- cisiones iíifalibles las Doélrinas de Santo Tomas, cuyo Adversario así en esta como en otras Aserciones «e declaró. He aquí como pudie- ron los Dominicanos moverse del 2elo de la oQvcdad^ como yo digo»

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( Í9^) 8 áel éipírítu de partido ^ 6 cma¿ lacioñ 5 como dirán los qoc cre- yeren i los Autores que ya cité* Un Hábito sagrado, una Profesión Religiosa no preservan de los in- sultos de esás pasiones que siguen í li corrupción, qut induKO ese pecado de que defendemos exenta i la Stñort; y cuya gloria pro- moivó Escoto, suscitado p©r Dios para este alto designio; k mi f^ reccr cm del mismo inodó qut San Cirilo Alexandrino ftic suscita- do para defender su Maternidad, y San Ildefonso su perpetua Virgi- nidad, con sotala diferencia de ntíi lograr hoy la Presert^acion el mis- mo grado de infalibilidad , que hi ©tras dos Prerogáti^as de María Sat^

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Para que en lo que vam®$ k decir corrám©! iin d embarazo que la f^erddd \indiedda x^qs^ po» tic, ascguraiido <|uc ckW tener gr0»

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jfAtc h Coíi.uícuc¡Qn,4e A!cxjñdr6 l^i> 4^^^ Parece insinuar el 2 Apro.- bántcy quando dice que este Papa fmó'iÁdas las pHerUs i conferen- cw y dtspHtas publicas y secretas^ ik modo que los Fieles soh se ocu- pen en la Veneración y regocijo de M Concepción en gracia y y el que ai fiíi de la Obra repite el P. M. p. de que pisé 13 Constitución del P^^.cm inconsideración y despre- <;ioi será indispensable que veamos ^i la Constitución ptohibc tratar de U Concepción de Nuestra Señora ¿njos téiminés Cn que yo he erar tftíid. de ella.

-.-^ ft r La Constitución: Súlicimdé tmnium Ecclesidrum , después -d^ ácctarar que U Fiesta de la Con^ cépcion , y el Culto que de la Iglet sia recibe es en ti sentido mismo , cjuc defiende ia Sentencia Pia , sigut 4e este modo: Et msuptr\omnes^$ réngalos qm pr¿e futas CmstitHnomv^

:j^él Decreta ita per^ent i interpretaría 0t favorem per tilas. din ét Semen* ti<e et Festo\ seu eulttü secmdtam ilhm exhíbiio fru^trentm , ^^el c¡m hanc eandem Sentmúam^ Festum^ '$eií' Qütum in (ü^putatiúnem reW^ €axe ^ aut cmtra ea' é¡MO(ft^o múd$ direíle vel irdireBe ^ dút sub c^ua^ vis pr¿e.texti^ 5 e^iarfí definibilitaús €Jus €xaminand(t<^ sive Sacram Scrtpf iuram^ aut Santos Patres^ stve Dac"? totes glossandt ^ Vel interpretandití denicjuc alto ciuo');is pretextUy seté cccasione ^ sctipto^ se^4 voce loc^uii^ f Oficionario tra[lare^ disputare ( stcnf cion ) contra ea cjuidqHam determh fiando 5 aut asserendo , et insoluíd reÜncjuendd ^ aut alio c¡uoVis exea* ¿itabtli modo disserendo ausi fue^ tint 5 pr^ter plenas et censuras C^c* Si el Papa en estas elaui^tt- las solo veda baxo de censuras y otras penas 3 que se diga con prc^ texto alguno . cosa contra ü Scncciii'

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kh Pia : contra él Culto que ella de* fiende: contra Fiesta que según tila se celebra: contra los que dispa* m\ en contrario: centra los que dctcr* iiMnan ó afirman: concra los que por qualquicra ocasión traen argamentof contra lo dicho, y los dcxan sin so» lucíon; ¿ habláráí contra quien promue- ve el Culto, lo en^^lza, publica la ex- tensión de li Fiesta , exhibe los fiín- damcntos de la Sentencia Pia, lof hace propios » y * esto príncipil- wcnte endereza su Obra ? j Contra d que trac los argamentas con- tra la Sentencia, para disolverlos, y tespondcílos con qüanro vigor pue- ide por , ó por lo que le han enseñido los Sabios? 4 Y quien de los que Iwbieren leido la Diserta^ don no conoce ptimer fspcfto que este ^ido el firt de toda ella> ¿Quien ka dicho que este pDíitíffcc^ ó rtgunos de sus Pre- ÍÍpceiore$^Ná Sucesores hs vedado'

escribir en fevor del Misterio ? Üiíí^ prohibición de esta clase se ten- dría por tímida y cobarde ^ com<i $1 desc©nfi«ra qoc expuesta la Sco- tencia Pia á la balania del examen, ie hallase minns hahens. Si no se veda escribir en favor de los át^ mas Mistcrioi, ¿por cjuc se ha da vedsr hacerlo en fevor de la Con- cepción 5 que quanto nots se i!us?* mre, tanto mas terreno gana eii la persuasión de los Fieles? No es la controversia de la Pieservacioii de aquellas en que se ha pwesto perpetuo silencio por ambas partes, como ba sucedido, entre otiasvcon h'dt Auxilip^ aunque tan mal ob- servado. La Iglesia se ha declara* do por Us que adclantsn los fon» damentos que goza la Preservación^ hoy ya hecha propia por toda ella. Venga el Decreto que manda que no se predique, Ksbie, ni} escrtbíi en favor suyo. Podrá expedirse al^

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tez igual Decreto ? Pues ¿qáe cíaridad es decir á todo el mundo, ^ue py0 con incofi sideración y des^^ precio la Béa de^ Akxandro Vil ? se vindica la verdad ? ¿No tsio rebatir injorias con injurias; y te' que es mas , injurias imagina- rias con injurias ciertas?

Permicáseme ahna una rc« ftexion sobíc esta mismí Constita«i^ cion de Alcxandro VIL Antes del pCíiodo citado dice : que casi todos los Obispos de fespaña con sus Ca* bildos, y aun el mismo Rey Fe- liptr IVypor su Embaxador el Obis* po de Placcncia , le han expuesto^ cfTc aun después de las Bulas en íivor del Misterio , que imponían silencio a sus contrarias , se con- linuahan las disputas contra la Pre- servación ^ privada y públicamente ; interpretándolas de modo, que se ítusfr;iba quanto accrl-a de la Con- cepción I¿bian dccreado sus Prc*

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decesDres ; de donde nacía que auri duraban las riñas , ofensiones , es- cándalos 5 <^ue procuiaron impedir aquellas Constimciones. No es fácil rn aquel tiempo designar Escritor alguno Español y ni en el Qero Se- cular, ni en el Regular que com- batiese aquellas Constituciones, ó las interpretase sin £wor al Miste- rio. En aquel siglo ty , y aun ert él antecedente fue en España muy constante la piedad hacia la Preser- vación. ¿Quienes focron pues los que ocasionaron estas turbaciones ? í\)eGe ser que nos responda el P, M. Fr. Juan Marrinez de Prado. Este publicó en i66i un Tratadí* to corto que intituló Moticta Ve*" rldica. En el cuenta de los Do- minicanos contrarios al Misterio ; y traslada palabra por palabra dos Qüestiones del Cardenal Torquema- da : una para ¡probar que no se de- be cekbrar la -Fiesta de la Gon- ^^ ( 1 ) cep-

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( 6S. )

ccpcion : otra para demostrar qoe la Señora contraxo el Original. La Inquisición prohibió el Tratado. ¿No se podrá decir que este Tratado fue el que ocasionó los escinda* los 5 tiñ3s, disturbios, que delata- ron al Papa, el Rey de España , sus Obispos , y Cabildos ? El Breve de Alexandro'VII se expidió en 8 de Diciembre del mismo año j tiempo habia para que el Tratado de Mar- tínez de Prado se difundiese.

La F^erdad vindicada nos un pasagc de su Manual Do- minicano, impreso en Sevilla el año de I j 24, en que se manda á to- dos los Religiosos de la Orden que no cuiden (en mi sentir es lo mis- mo c]ue no traten) de la Opinión menos Pia , porque no es msteria de utilidad , y por otra parte es escandalosa, por tener ya de su paTte a toda la Iglesia la Scnten* cia Pia cuya autoridad ícgun Sto*

Jo-

( ^7- ) Tomas prevalece á ía de qaalqaicr

Dodor. Bello pasage; pero pido 9C me conceda darlo con ün poqui- to de mns extensión que la que le da la Verdad Vmdtcdd^i. Dice pues ^%\ : ^U Ordo Pr¿edtcatorum solitus est semper SánEtorurn doc*' trina adharere ^ smúmit htícust^m ( atención) opinionem^ {juod B^ Vtr* go fuit concepta in ori^imli ; sed jam de hoc curandum mnest^cnm sit materia mllius miUtátis^ et 'val" de scandalosa : pr¿esertim cum tota fere Ecclesiá ( cups usm et auEto-' ritas secmdum B. Thomam 2. e¡, 10. art> 12. pravalet diEiis Hie^ renymi , et cupscumc¡ue Docloris ) jaiñ asserát^ (juod sit pr^serv/traé No porque la Verdad vindica^ da 9 quitó las clausulas que prece- den 4 las de sed jam de hoc &c. Ni porque el Maestro Maitinez de Prado no obedeció á la Máxi- ma \m rdigiosa de $u Afanuah

pera

( ^8. ) pero sf ya con qaanta justicia tCf» \ clamaron las Iglesias de España por d remedio de estás disensiones.

No dexemos de la mano k es^e mismo M. Martínez de Prado ^ que hecho ya Ptoviücial de Pro- vincia de Castilla en i66í presentó, j íil Rey Felipe IV aqael famoso Me- morial, de que hizo memoria mi Disertación á la Pag. x5. La Ver* j dad \>mdicada dice : que el Me- ' morial soio tuvo por inconvenicn- ) te el igual Culto que ya tendrían , 1 en el Alabado el Misterio de U Eucaiistía , y el de la Concepción unidos, y no hizo oposición á otra cosa , ni representó otro embarazo. Es cierto , que alegó aquel in- convepieuce 5 que ya la Disertación rebatió con sólida DoíSrina del Do- minicano Natal Alexandro j pero no careó canto en esto la mano; el motiv^o principal de querer el Pa- circ Provincial exentos ¡x sm RcIh

( 69. )

giosos de decir el Alabado al prin* cipio de los Sermones , era por contrario sentir k la Preservación^ Habla el Padre Provincia!, según di- ce al principio, á nombre de su Pre-; Vmda , y de toda sh Keligton , y expone lo que pido se lea coii cuidado, porque convence mi ínterin to hasta la evidencia*

Lo |: ( habla el Padre Pro- vincial con el Rey ) ,, todos los Macsr 55 tros , Leóiores , y Predicadores dq 5, la den, tienen hecho juramento de seguir la Do<Sfina de Santo To^ 55 mas de Aq^ino ^ Angélico Docftor 55 de la Iglesia, aprobada por Christo 55 y por los Romanos Pontífices, Con- gjCilioSg y Universidades^ é innume- rables Reijgiones y Dodiores. Y k todos los íkligiososdeesta Ordep les está mandado repetidas veces por sus Capítulos Generales ^ que 55 en todo sigan á Santo Tornas^ y ^>cn nada se apareen de sa Doélrina^

j

' '^^Nil

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1

f 70« ) i> y así $e guarda inviolablemente : j^. 35 a quien lo contrario hiciese le cas- ¿> tigarian con penas gravísimas de pri- 53 ración de grados y oficios, y otras 33 cosas seítíéjantes. Todo el naundé 53 sabe ( afenci$rt ) que el Angélico jjjDodor Santo Tomas lletfa la Op¡- jjHion, porque en su tiempo se jtáz- 35 gaba conforme á la Escritura , y 35 común de los Santos^ y tan re- ^, cibida que el Sutil Do<Sor Esco- ^5to de la Orden de San Francis- :33CO dice, ser entonces !a común; 3jyelSer¿fíco DodorSan Buenaven- 35 tura, Do<aor de la Iglesiaj y Car- 33denal5y General de la misma Re- jjligion de San Francisco, dice: que ij3 ni safec, ni ha oido decir que has- 35 ta su tiempo nadie enseñase lo con- 33iraric% Y por esto, y otros fun- :„damentos Santo Tom«s se inclinó 53 a estfl Opinión, y le han seguido 33 sus Discípulo?, que muchos de ellos :^^on Santos» y Doáorcs, y PrcU»

lado$9

Jalados ) y Maestros. Y por esfú U 53 Universidad de Salamanca, quando ^, hizo juramento y ley que ninguno pudiese ser graduado en aquella Universidad^ sin que primero jurase _ llevar y defender !a Opinión Piadosa, 55 exceptuó con cláusula expresa á los 55 Religiosos de Santo Domingo, "if j^así en Salamanca, y en Alcalá son 53 admitidos í los Grados , y Cátc^^ 55dras5$in obligarlos á llevar ni $en- jjtir la Opinión Piadosa, Pues si ni 55 la Iglesia, ni las Universidades, que ^5 hacen este juramcntOj obligan á los 35 Dominicanos Diicípuios de Sto To- 55 mas, á que en este punto se aparten 55 del sentir del Santo : no $e des* 55 cubre modo como en el estada 35 presente pueda el Provincial obli- 55 gar á sus Subditos, 4 que interior? 35 mente tengan por cierta la Opinión 55 contraria. .

Añade : que ni aun se les puede obligar á que digan la fóí^

^■1

inu!a del Alabado^ y queden inte* nórmente con su Opinión y sen- tir contrario ; porque decir con la boca lo que no se tiene en el co- raron, es fncmira, y simulación; y siendo en materia tan grave, y en Pulpito, y enseñando al Pue* Blo , es pecado mortal. Y ni Diosj Bi la Rey na de los Cielos, cómo íií^dre de la Verdad y Sabiduría c'terna, pueden darse por servidos de esto.

No lleva bien la V^erdad Sindicada que la Disertación pag; Iti dixcse, que el Cardenal Cayetano en su Tratado contra U Concep* cien parece un poquito agitado del espíritu de partido : juzga que rsta Proposición es muy injuriosa al Car* éfnalj j a toda su Keligien.

E! Cardenal Belarmino en

«na Congregación, tenida en presen*

tia del Papa Paulo V. en i6íj

accfrca de la Concepción 5 cuyo Ori¿

"•• - ginal

tm >

pm\ ; Ibe^Tcmkidp al Rey Felipe m de Roma, á Madrid , dixo que ha* biendo leido con cuidado á lb$ Pa^ dres5>y ^.AA. Eclesiásticos que. citan contra h Preservación Torquemada , BanáelÍT^uy t Cayetano , apenan halla- ba alguno que convenciese, Hipólito Marracci escribid V un Opúscub que intituló: Fides Cajetami en clin* tenta ' probar que quantos ^ lugares de Padres alega este Cardenal con- tra ' la rConcepcion^ están corruptor y viciados ; y; como el mismo Gac- dettal confina que los compiló de ks Obrase de Bandelli , es preciso que virricserí con todo el, vicio qc^ en est€ Esciitor tenían , de quien dicen Egidio . de la Presentacions, Nieremberg , Tirso Gopzales, y Al- ba , que merece poca féi y que en su Obra contra «la Concepción, ií^iterpoae , /supone*, yi- mutila ^auto- ridades de Escritores. Valga esto lo que valiere. Quizá ^ c&tos Auto-

.*!

0

tts mcitccn también poca Kf^ pé* fo la merecerá d gran Cano, quien dice ( 17 ): que Cayetano c$ po* co tenaz de la antigua Ti adición ^ y poco versado en la lesura de loi Santos, Pero estos Hombres dicert «nicho mas que yo : y yo solo^ llevo por todos la mas negra ca- lific^ion^ -' V \ '

'-^ ;' í Continóí la l^erdad yindi* <adú en manifestar las injurias que fcago á la Orden ; y reflexiona que citando á los Cardenales Torqucma* da y Cayetano , y ; á Monzón con-. Ira la Concepción , y éiiwtitnd^ ton especial cuidado (jue son D^mh tiicanos , quanio nombro a Catmk no íjuf presento 4I Concilio de Tren^ $0 un Tratado en fa)^or de la Com 4(pcion ^ no advierto ^ue es Gomiif micano^ ni le ponga Fray; de mo^ "do ijue guando refero suceso ad)fer^

iai ) Di loas L 7tff jf#

mf jr %«^ fueda rebúxár t^émm dt su Religi&n y prevengo la atem eton cm la adpertencia de eftie es de Savto D^mmg0 , y (juando d lance es dt jloria y honor i se edU h Tk^mmcOy j hasta el A^tsyn^

0CHlia. V

jQiiicn ccycra que sobre ta*

Itt menudencias se fabriquen los motivos de mpriaSi ef«e provocan í una justa ^ueja y fundado scn^ iimiemo'i Pues así se estampa. Veo en U cdídoTí de Anvers de 15^7 este rfeilo : Úpuscula $mnia Tho*- md de Vi$ CatdinaUs C¡7*c. En U de París de 1740: R. P. Natn^ lis Alexdndri Historia Eeckstasttca Crr. En It de Pm$ de 17^0: Di^ tionairt TJnhersel ^ dogmanque &c% Por U R. P' Bjcard^et antros Ke^ Ugieuk Dominicains &c. En la de Madrid de 17^4: Mekkions Cam £pis€^pi Canartemis Opera &€. Pr^^* fátime íMstat Prolog Galiati ilhok

h*" !^-^- '''

maté

WÉtd <¿ P^ Hiacinm Sérry tSJ^. estas, y eo innamerables mas^ te leo ■€l Fm;?, yvporque no'lo pon- go' á Ambrosia Catarino, jmtá aae^ ja yfunditdosemimknco. " »

H {¿iiCofífíííso^ pues, que sin la menor malicLi dexé sin Fray al doc- íó Catarino. Pero ahora reflexionan- do sobre la cosa , me parecía que' sin injuria pude quitárselo; porque veo que Fr« Juan Cásalas, aquel in- T¡¿lo Campeón que la Religión Do-* minicana opuso para cerrar la mor- daz boca de Pedro de Valleclausaj' y debelar á este osado Goliat que la provocaba, llama á Catarino (i8):

*rRA'NSFUGA, ENEMIGO >, DESERTOR CjUe

pasó 'al partido opuesto ¿ la Reli-^ gioii Dominicana , c^ue desamparó las tradiciones paternas , cjae se ar< ihó contra sm domhticos y her*

mamSj

<( )

Candor Lilt4 §• jSi, «ir.

mitnúSy ENGAnADOR v f' (ju¿ for'i$ai esto mereció $er herido con ray&i Pontifctos. El Sabio P. Richardy y sus Compañeros Domit)icanos en et Artículo correspondiente' a Cacaíl- no de 511 e?timab!e Diccitfkrio de Qemia^ Edesiistkas\ dicen que Frl Bartolomé de la Espina, Maestro del Sacío Palacio., lo períi^uió; y que sabiendo que> el Papa lo iba á há¿ cer Obispo de Minori , oso présela' tár contra hermano un Memo- lia! al Papa en que lo íicasaba (i¿ contrario á ía Fe , y ' de mas cincuenta errores; pero que ios Lé-^ gados del Papa en el Goncüio de Trento íe escribieron no se de^# se su Santidad prevenir concrn G# tarino por el P. E<;pin3, y que el!5l respondían por la conduda de aquefr Teólogo. Añaden estos Fráuccí>^^t Dominicanos: que Catarlno no ha hechd Discípulo alguno ?é4l 4a Or^ dcn^ y q^c sus diíiaaic 'Cs son

VÍ5-

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ViltOS^oiAO contrarios á San AgOf» tón, y Santo Tomas: que era maf Ubre I y atrevido en su$ Do¿lrina$: qtte no se cmbarawba en apartaf* se de las Opiniones comunes, por abrszar las suyas, y sostenerlas con ardimiento. Pero ya tengo la com* flacencia de que el P. M. Oso* fio vuelva á recogerlo í casa , f tratarlo con el honor que can do^o Arzobispo merece.

Mucho se ¡rrka el P. M* Oiorio de los dos Chistes que «puntó la Disertación , sobre el di» cho de un Maestro del Sacro Pa^ Jacio de la pag. i<5» y sobre ei de It 1 1 del Energúmeno/Por elloi^ dice, que mcrecia la Disertación 5cr delatada al Santo Oficio para que se borrasen de una Obra seria «11 horor de María Sancísi«iu. ^^ í4:?!;g JEn los Libros de Cicerón & Oratére^ quiso mi desgracia que

( w' ¿" \) t% v-'>í«M '> V

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kftjít tsñ% prfabfas { if *^:fQj5íí plañe Oratüris mo^fere ristém ^ yd 4]mdip5a hiláfius beney?$Untiam C0rf¿ aliat ei p€r (jtícm txcitata est^ yd ^uod admiTániur omnts acumen Hn0 íéepe in Virh$ poshum , máxime res^ fondenüs ^ nonnum^uam etiam lá^ cescentis: Vcl fuod frangit aiverf tartum^ <juod ímpedit y quod eley^ar^ ijíiod dcterrtt^ ^md erudimm^ ^húÍ mbafmm : máxime quod tristitiam^ 4C severitatem mitigacy n reláxate j$diosas(\uví res sap$ quai arfumen^ lis dilui facilt non tst y joco ri^ -síi(fut dissohit : y con imptudcnca ^me dexé llevar de itt didámci^^ persuadido qjtic aun en lo mas se» lio podían tener lugar las jocosi* edades > sin advertir que alli no hs« bla í Giírcron en términos de Diset^ iaciones Teológicas* Siento pues h^ bermc engaiado* Si el P. M. gustas

i 19 ) L* %• di Orat. n. 5S«

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iquc se bdnén aquellos ehtstey-.^írf cfic vaiga para escasatios , quc^los Maestros del Sacro Palacio no cs^ tan por aleo miíiiscerio libres

de pasiones '5 <^<^^o r^c^s tx> dice d cxcmplo pmq ha alegado del P. Es- pina contra el gran Catarino; yel d4 P* Ray mundo Caprsuccbi , también ' aestío del Sacro Palacio

5 contíi

Hipólito Marracci en igual punc^ áe Concepción i, coma:. ve?á el cu-^ ^ioso en justo Smcero de CastrO" *^ei tñSiv Furor diaboli^. Sin qiic -Ésmpoco valga que el caso del R^ M. Fvé ^V^kcnte Cándido, que citó Ja Disertación^ tiene por testigo de vista y oida al referido ;4\teract¡^

«con qiueíi

iOy y qoien

lo 10

íére en sus Escritos^*^ sin que ná- <líe lo delate.^ Véase el Tratadito StilU iríjmiartim del- mismo J«í- to Sincero de Castro feU Cap» 8.üs^ te Marracci mertce muchi fé, co- mo nos lo asegura d -P. M. O. >i ^ . ,♦ ---v.v *i''- '^ *t^^ \qUanr

f 8i. í cjÉtanilo hzto de su palabra nos di« abaxo lo del Monasterio de Loeches en Toledo.

Digo también que no creo baya Diablos Tomistas. que es- tos infelices Espíritus no se han de agradar , ni usar de una Dcólrina como la de Sto. Tomas , que tan- %o les perjudica 5 daña , y desacre- dita. Ni aun creeré que haya To- mistas Diablos, por mas que en el P. Alba leo cositas que,' si fueran ciertas , lo podian persuadir. Gree- solamente que aquella jocosidad^ si se fraguó, como es verisímil, prueba la común persuasión de que los Tomistas no favorecían al Mis- terio i y si acaso el Demonio habló , fue por burlar la tibieza del Exórcista. Á manera de lo que re- fiere festivamente el Erudito Franceí Funcisco Charpentier en un dono*»

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Mi

( 8Í. > t^ Epigramma ( ao ) En uríaipa«

labra, oías íon graciosas relacio- nes que no tienen derecho i U creencia, 5Íno á la risa, ;

No le parece bien al P. M. O. que yo come especies de las Actas dt los Eruditos de Lftpsic , porque estos Eruditos son Luteranos^ á quie- nes yo ciiándolos, lo*; autorizo, escando prohibida su Obra, como lo está la de ¡nmunitate Cyriaco* rum de Pedro de Valleelausa, á quien también cito. Pero si yo ten- go ficulcad de leer Prohibidos , si he leido las AíSas en la compi- lación que de ellas se ha hecho

des-

' 'V!'!

( 20 ) Fm€ Koch di son froc bride

£xorcissoü un Passede Le Diorble a I mtant parí du gite Redüídtant moins en frere Roch La piiissance de í eau bentte ¿hit la piánteur di son froc.

( Sj. )

ücspoes 3c expurgadas de lo nocivo ; 5! no he usado las especies suyas contrarias á la Religión , sino las in- diferentes : ¿ en que las autorizo ci- tándolas ? Digo lo mismo del Li- bro de Valleclaosa , y añado: que como el P. Fr. Juan Cásalas lo ia- ceria todo en 5u Candor Lilij ^ si me es lícito leer al P. Cásalas, me es indispensable leer á Valleclausa tlli. Mas que todo esto vale, que yo siempre detesto las ridiculas y malignas historietas de Valleclausa^ como !o publico.

La expresión ( hsbla la Verdad vin- dicada ) que puede furdar el masjmo y mayor serjtimiento de los Dorntrnca-- nos ts decir: que todos han sido de stnjtir contrario al Misterio \ porque ellos partidos entre sí^ abrazaron unos con piadosa^y efcat. resolución la Sen- tencia Pia^ y oíros la centraría; pero con igual empeño en todos ¿ descubrir la >erdad* L^s Escntoi

1, ,.,'",

írff 7(fí ífue defienden In ConeepdíA^s en Gracia. , y los Escritas de acjue* líos (jue la negaron^ son la prueba eficaz^ de la verdad. Aates dexaba dicho ^ cjae la fiel relación era de* u:tr : ^i^e partidor en coros -ópuest&s ios Dominicanos , unos defendían la Opinión Pia^ otros eran de sentir contrario ; unos interpretaban al Doc¥ tor Angélico en sentido favorable i^ ^tros en sentido opuesto. Ellos entre se apretaban unos á otros en /¿fj disputas^ y aun se hacían pedazjos por ser cuñas de un mismo arboU Con esta expresión ¿¡uedaba destruí^ do el error Vulgar , y parece cjue se llenaba la relación de las ais^ futas sobre el Misterio en orden ¿ los Dominicanos.

Antes de emprender disca- sion mas prolixa , podría despren- derme de esta que se dice ser U mayor cfueja , con remitirme á la Di^criacion que jamas ha dicho que

todos

(ts.) fúdos los Dominicanos eran cbntr^- ios al Misterio. Ha exceptuad*) a /arios por estas palabras : A^^i^ ¡0 Domimcanos tenían ya otré lenp^é- ff , dice á h pag. ij : y á la S^t repite, ique solo reci^üíiaran concí^ A Misterio 5 cjuandú la verdad A^ no estaba en toda su íw^, y, ^^ Culto como en pañales. EntrempiK íhora en. examen mas ciícico, |^^ p nos obliga. > - , i

Quiere la V^erdad vindica* ia que yo llenase la relación efe las disputas con decir : que unoí Dominicanos eran fiívorables, y otros ronrrarios ar Misterio; y que el su- :eso de algún iodividitó ^ como c;! ie Monzón , y el del Maestro Pra- ío 5 no basta para que se atribuya i toda la Religión la Doéi ina con- raria á la Preservación, sin distin^ ;uir Conventos , Provincias , ni Caí- :ólicos Eeynos, Voy ahora ádoh* :ubíir pbr una relación , y* Cátalo^

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go Cronológico de Dotninkanoé contrarios al Misterio , y por lo de- mn$ que exhibiré 5 que la Opinión menos Pia era de todo aquel Re- ligioso Cuerpo, Parece laboriosa aun para los Leétores la cosa; pero estamos en necesidad de no evi- tarla. Han escrito pues contra la Concepción los Dominicanos si- ^guicntcs. I... Pedro de la Escala^ el am

de 12^2. ^k.Jmcenáo V' Papa ^ antes Pedr$ ^ de Tar amasia ^en i2j6. ^...T&mds Lwquino^ Patriarca di ^^' ' Jerusalem ,^«1277. ^4, ..Juan l^ercellisy General de la Ot'^ ^ den , ef7 127P. i^f . .Martin Polono, en el mismo año. '^. *. Gerardo Adam^en 12 oo, ^. i. Vírico de Strabonr^, en el mismo* W^lJ] acabo de Perusia, enizgj. '^.. ^Alberto de Brescia^ en principios

delsͣl0 14*

o.*.Jmn de LiBimber.enífi^.^^^ I . . .Pedro CaloYíy Italiano , en 1 3 1 2 f t . . .'^Mn de S^ Geminiam, en 1 3. i4» 1... Domingo de Cataluña^ en ijií^ 4. . .Durando deS^PortianOy m ijio* ^,.. Dmy ándelo ^^oco después, 6... Pagano dePergamo^en ij^J* ; 7, .Tomas de Waltis^ Ingles^ Carden

nal^casi al mismo tiempo. [ 8 . . .Juan de Ñapóles^ 1 3 2 y . 1 9. . .Jacobo de Lausana^ en 1 3 30. IV... Pedro de Palma', en 1338- II... Guillermo de Gannact Francés^

en 1348. 12... Nicolás Trevetjngles^en 13 70. i 3 . . .Guillermo Jordiniy Italiano^ en

el mismo. i^...Hennco de Erfordia y Alemán^

en ese tiempo, z^... Domingo de PantaleonibuSy €H

Siguen los tiempos de Juan l4onzon , que empezó sus ruidqs en X388,

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4 »

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(Í8.)

%6M,.Jukn de Monz^oriy en 13884 í? 37... .C? í// llermo d e V^alon^ Ohüpo dé^ Euretix yj Confesor del Bjy *> í Cario s VI de Francia* %^i\..juan de Tramas» 2 9. é, Juan Nicolás* $o¿^,Rtcard& Abarla* ff'., \Juan de Ada?n. 3 1* •^Gofredo de S* Aíartifh 55. .\G muermo Jordán* g4^i».Adam de Sotssons. 35.-* El Incjuiúdúf l^ttal. 5<^. . ,PedroCanchey* 37. . *G ir ardo Reinicr. ¡S... Pedro de P alude ^ no il famú* ^■- $0 Paludano. Todos eítos fueron en el año de #588. Como la Universidad de Paiis estaba empeñada en que re- vocasen su metaos Pió Sentir, y no io pudo conseguir con Mon- ión 5 porque, como dixo la Diser- tación huyó fuera del Reyno ; á los cjue quedaron , enere los q^ales eran -i".- >,■ 'V los

IN

lo^ pfineipales los doce ya nom- brados, que baxo de Monzón coan- ponian un Apostolado , los obligó por todo ligor á letrsíiar pública- mente su sentir. Despoes de aquel año h^n seguido los que ya afiado. 2^,., Bernardo de Clermont y Fran*

ces^ en i^po. 40. .Juan Brizj , It alieno^ m el mis^

mo ano, /¡.L.^Pedro J^mcenda , Italiano^ en

^2..*Ntcoias Eimeric ^ Español^ en

45. . ,Simon Casanojtalimoj en 140 t. ^¿^,,,L€onérdo de Datis ^ General^

y despms Cardenal-, en 1415. ^$.,Sjudn Domingo de Florencia ^

Cardemlj en 1^19 > (!{6,.,^uan de Montenegro.^ Italiana^

en 1434. ^'¡...Jíian de Verdiac ^ Francés^ en

^i4jj. 48 . . .Jum de Torcjuemadá^ Cdrdemt,

)l '"

{90 )

/^i^...SanAmomna, Arzjfhisfode Fl(h

renoít^ en i44^» i^o... Rafael de Pornasio ^ ItalianCy

en 14 JO* f\...Antmw di Faen^a^^ Italimdj

hacia el mUf^^ ^f^o* jí.^.Juan Sternagfstenj Akman^en

^ y... Pedro de la Madítta^ ItahanOy

en 1471- Í^...Gémd Bmlme y Italiano, en

55., Jí«4?? Luis Ví'i^aldt, Itabnm^ en

el mismo an$. fS. . X/n Ammrm^ en Obra dedicada

4t Conde Pedro de Cambara,

en el mismo año. ^.y^.-JuanCaprcoh, Franres.m 1480, 5 §. , iFjcardd Ra^o, ¡taltam^ en 1 48 1 . f^...Jw^e Frtkenhamen^ Alernan^en

1489. 60: . .Gerommd Albermcá , ItalÍM0y

en 1490.

Wírt^ Alemán^ en eh

mismo an9*

t%

<5 i . . . Pahh Soncinas, ItaltMo^en 1492. 6j. .Juan Le Ver, Frmcts^ m 1^97» 6^.. Jatéente M andel U^ Gemral de

la Orden^en 1501. €$>.. Antonio^ Bfescia y IiaMéna^ m

M* . Wernero de Bésüea , SmzjH ^

1509- £j...El Cardenal Cajetam-^en i5:i(> 42... Alberto Castelam^ Italiano^ en

1 512. ^9... Agustín Jmtiniani y Itálidno^en

^o...Sihestre Frieras , Italtanay en

yi..,Dte^o Dezji, Español^ fw 1517. 72.. .Qmdio Rmta, Frances.en 1 5 1 9. T 3 •..Juan de Tabienáy Italiano y en

1510. "^í^... Isidoro de IséUnis y Italianoy en

I)22é

jS*'»Nicolas del Final y Italiano y en

1525. j6. * Sartobmé Esfina i Maestro del

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, * . ■■!! !

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Sdcrd Palacio j en isS")* J*j»é.Chrtsóstomó Javelliy Italiano^ en

7S, . .Alberto Dulmi^ Italiano ^en 1 5-47. y p,.. Paulino Bernardim , ItalidnOycn

I577»

$Q**.GetQnimo Teutónico , Alemán^ i

en ist'^, '

ti.**Pablo Gr ¿saldo y Italiano ^ en ,

1587- ^ ;

^2**. Matías Acjmrioy Italiano» en

1585). ^

Sj. . .Miguel Lñ^ francés , en r 5:^4. 84., afamas Elisio^ en i$96. 8$,., Bartolomé de Aíedma^ Espa^-

noly en el mismo año. ^6.,, Luis Sútomayor , Español , en

XS99'

í 7* . Senedícló Zoyo , Italiano , en

i S^'^. Pedro Fíerrera^ Español ^ en

160S. '€$,*. Juan Domingo Monta^nioli ,' j

Italiano 5 m i6io,

90

'■'k

fO^.JrmencioCibo^ ¡t altano ^'ch ^6\^é 91,*, Pablo Cásali^ Italiano^ en 161^* fi.. .Gregorio Adarnnez^j Español ,

en ióii. fj,**Tomas de Lemos ^ Español^ en

1628. f^*.*Franasc& Araujo , Español^ ejf

Í658. '

py.,. Domingo GraVtna^ hciliano ^

en íó^p. 96',, Justino MicheoWy Polaco ^ en

97»*>A4duridú de Gregorio ^ Sicilia*

no 5 en 1645, pt... Francisco Combe fps ^ Francés y

en 1^48* f9-'»Tomai Turco , ¡tdlidno , Gene-^

Kdl de la Orden ^ én i^4>. 100. é, Jacinto Pdrrdy Espaml^hax^'

del nombre de Arpale^o , m

el mismo ano* 10 1.,, Pílcente Kilárt ^ hacia el am

de 1650, id,», Leonardo Bertrán Ldt y FU\

l'iij

:'/^,1

io¡,. .Tomas Leonardo ^ en \66x. ' 1 04. .Juan Martineta de Prado^ Ei*

panol ^ en x66\* 10 y^* ..Nicolás Kicardg^en 166 1.

He aqui 105 Dominicano?, que aim S€ poeden aumentar, contra la Con- cepción y en diversas Edades , Rey- nos 5 Provincias ^ Conventos i ea que es de notar : qa^ después de haber ordenado el Manual de Se- villa de 1524 que ya no se tratav 5€ en contra , porque la Iglesia se inclinaba al Misterio , y que estas disputas eran escandalosas , hay sin embargo en nuestro Catálogo 31 Dominicanos posteriores, escribiendo contra la Preservación , y contra su Manual. La Verdad "sindicada cuen-í ta algunos favorables ti Misterio por este orden : S. Alberto Magno^ S. Pío V. San Vicente Ferret , San Luis Bckran, San Raymundo Peña- forc 5 Hervco Natal, General de \t

3rden , Vicente Belovaccnsc , Ge* ónimo Lanuza , Juan Taulero, Juatl ie Vicerbo , Juan Bidmiardo , Juan k Fenario 5 General de la Orden > Saspar Catalán , Jaeobo de Vorágk )e , Ambrosio Cacacino, el Cardenal iugo , Jaeobo Suzato , Nazario , [uan de vSanto Tomas, Son ip ; y ios remite poí mas al tomo 4 de a Colección de Panegíricos^ cm italiano.

En este Tomo, á mas de !ol referidos, hay estos: Vicente Justinife ni, General de la Orden, Armando de Beüovisu , Vicente Casali, Paluda^^ no , Bartolomé de Pisa , Hokot ^ Sancho Porta , Leonardo de Udino^ Pedro Doré, Claudio de Rota, Juan 3c San Geminiano , Hugo de Prai* to, Baltasar Soiro, Marcio Profe- st)r de Salamanca j Baítszar Arias ^v Esteban Méndez , Raj mundo Pas^. quaij Alfonso Cabrera, Manuel lar* gas , Antonio Navarro , Gui!lerm%

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I

Pepíf^' , Pedro Lavinio , Juan Ero, Juan Wigcrio, Pedro Auraco, Ni- ccla$ CoefecaUj Lorcr.zp Guticnez^* y Natal Alex.indro. Son 28 , y cnf- acribas parcidris 47. Exáminénioslos,' San Aibcíto Magno e^ cka-^ do m : L¿/^. d* Latida JB* F/rg¿- laó , et tn Bihl Adar. et SHper £vanff. Luc£, Después de muchos Giucos^ dicen N^cal Alexandro, Gra- veson , y los AA. del Diccionario de Ciencias Eclesiásticas 5 todos Do-. niinicanos, que ios Libros de L¿í«-í dihtis Virgmis no son de Alberto MíJgno , sino de Ricardo de San Laurcnño , y aseguran que en esto no hay duda. La Biblia Aíariana^ deciden estos dodos AA. del Dic- cionario, que tampoco puede ser del grande Alberto. Vamos al Evange*) lio de San Lucas. Las palabras que sueien cirarsc son cuas, sobre las de Sao Lucas: e^ mtus Altissimi obumírabu ubi ^ dicen a$í : Fir/«ítf

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Jfltmmi fm B. P^ir^ó a form^

ftíYgata. Sed dices: hoc falmry? v9^ detury ifutá ipsa fiét Sanñipcatam Útero db originali peccato. (fuoti dicenduniy quod tn Útero fuit smíií-' fcata a peccato y etab omni sordé vitíj origindisi sed tpsé fóiñes mii fute in ea exttnñu$y sed U¡atús ^ út nec in oBurn venialisy netsjúefm^^ talis posset moveríy ct postea ptf exercitimn honor um operurn y fuit cum ligatfófié debtlitatmy ka tfuoÉ non sentiebatur. ín ipsU áutem Xjorh ceptione Vérbi fuit penttus extin(> tus y ttt ntúlus ésset omrMo.\Ao %^ íjae pueda sacarse At aquí en fa- vor de la Preseivacioti. Por otra parte citan á este Santo contra etti Eimerk , Torquemada , Capreolo , BandelU 5 Soncinas , Barletá , Satf Antonino, Grisaldd, y Frikcnhaü* sen» Es pues S, Alberto Magno CotítfÉ froducentem. ,

Sati Pia V/favbrc<ííó la Fiahí (N) %$f

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ta |,:^inas como entorices * no decía» raf en que sentido se celebraba ; pt^es la decWrí»ck)n de guc era en el mismo scíkido de l¿ 'Sentencia Pk y fue un si^lo después por Ale- jcandro Vil; y como por óua par-, ^ el nii^mp San Pió V. en su, fConstitucion Super . sptcalam de IJ70 úkc' Liba:am ciii(^m f^cul- tatem relm^^f^tes opinandt hups con*, iroversi¿e (jnamléeí fartem y prouí yd magis ^um , \kI f^^flgis proba- ^ h^€ £Si€ JHdu:a\?€rh: no parece pues que este Sanco Potitifice pueda sey tíaido ppt Í3 Preservación. . _ ¿ Él sentir de San Vicente ^errer esti dudoso, porque en un Sermón de 1^5 Concepción dice: q^C la Virgen í>e Santificada en el mi^. iho dia y hora, en que fue org^pizado. 5tj cuerpo, y no dice que en d niismo instante j y por esto Cay e- , taño , Cano , ..Medina , Micheovr ^^ V üúos DominicanoSj lo iraen coa-' j tra

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vS^í'

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tíi'n Preservación r y en urí Sei* man de la Natividad dice: que fuá Santificada al punto que fue criada m alma , y compara su Concep- ción k la creación de la luZé Todo \o que componen los que lo creen contrario 3 con alguna breve móru^ la, para salvar este íiltimo dicho.

San Ray mundo de Peñsfort en el libro i de sn celebre Cont- pilacion, título de F^rijs et Fcstis habla de este modo : nota fjiwd non fit htc menm de Anfiumíattá' ñe Si Mdrtée^ cptm tamen su ce^ lebre festum i nec de Conccptione ejusdem > qttia illttd mn debet cele^ hrariy eo qmd concepta su in pet* tatis 5 sicut et eateri SanEU , ex-' eepta única Persona Christi y qu¿t non ex >iriU semtne ^ sed mptic» spírdmine concepta íí/. Por este- tó^- gar lo citan contra la PrescívacícJti Torquemadaj San Anconino , Són^ t«ia$> Pedía áe Víncencia^ ^^Q^

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I !

( ron.) pCjblo » Gr ¡5alcío^ y Bandelli , y Arpt^ .|^go«^Es también Contra producentem* Herveo Natal fue General de la Orden m 1 3 1 8. Escribió 5U$ ¿^odUhtos como dicen , y en el 4 dice así: ZJtmm B. F/V^<> fuerk concepta in origmali peccato'i y Qomáu^^ i mnendum est de f acia £•: V^írginem in ori^mali peccata conceptam^ (juod probatur stc &ew Lo traen contra la Preservación Eimeric y Torquemada , Bandelli, S^ i^ntonino , Capreolo, Grisaldo, Son? cjnas,^ Barleta, Jabelo. Es pues Con^ tfo^ piroducentem*

Vicente Belovaccnse^ ó de Bove5, es citado en su Espejo, doni- de aplaude unas palabras de San lldefons<) ep fcvor de la Concep* cion. Mas lo que se trae con el titulo de Laudíbus Virgirús no es fictí^Y cierto sea de este Autor» pues kay quien lo atribuya á Pedia D3- qjasc^aQ I, baxo cuyo lappibrc \^

tQVi*i'

m^

^^*

imprimid; y cambien íe.atri ^

otro Monge. No litiguemos >obpe

esto. Como jd Belovacense no tef

ce sino alatór á San. IldeR)n50 'vcíp

mos que Palabras son estas. Se Ii^

Han en su Libro áq J^irgir.uatt

Adaní€j y queriendo probar que 1|

Señora fue Santa antes de nacería

dice esto : Sed quta íam solemni^

|fr cohtur ( B. l^. ) , constat e:x ($m^

tontate Bcclest(€ quod nuUisqmm

do nata 0t subjacuit dcUEliSy neg

€mtraxit in mero sanBifeataarigm^'t

le peccatum. Inde et si JeremUdip

4t(^ue Job maledi¿ia pronunciamr ^

dtes iñcjuam natmtatis forum^ta^

men cites m cjua inchoata est J^m

Jldaria^ Ñ mutas beata pronunda^

$ur^ et colitar r eligióse satis. . . bJum^

^utemquia ex auctoritate totim Mf^

fiesta y'í^emratur , constat eam ^

fi^mali peccato immunem fume^ pm

tfuam non solum maledtttio Matris

J^V£ solista est^ Veram et hemdiBm

K '\

iSi^t

<lfli-!f

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mmícóiÉofUítur. BandcHi.Pcárfli de Vinccncia , Gri jaldo , Espina » Pornasio , y Arpalego , traen á S. Ildefonso contra la Preservación, y dicen que su sentido es: ntillis deliBts sabjacm^ nec originale peccátum jam in mero santificata nascendo contra^ xtt^ id est secum traxit.

No solo estos Dominicanos, Sho aun aquellos Teólogos que han buscado quanto hay favora- ble en los PP. para la Preservan clon, aprueban esta inteligencia. Sua- rez, compilando tantos por la Inmú* hidaíí, no quiere valerse de e§te lugar de S. Ildefonso. Petavio dice: que alli no hibla el Santo, sino de los vicios que contaminan ala posteridad de Adam ; y con mas difusión Vasquex ( 21 ) siente lo liriismo : ke aquí sus palabrai^ aunque ún poquito largas: Verum

iÜéí'''^' ' "■■

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(21) I P, (¡íííjl. 117. f . 5;

•IV

f^ ,¿// '^^ertis sclum coihgi fotpt B.

f^trgimm mtam esse stne ¡ntccatf

4írigimli ^ cjuáfidotjHfdem lídefomuf

de sola mtivitau ex celebrationf

ipsius^ id probare contendehat. ^ar^

cifm dixít : nec contraxit in atérp sane-

tificata origínale pecatpm , mn de

ípso n2 omento conceptionis iniellexit y

éjuaú velleí dicereynuUum uncjuam

peccaíumJn sebabuissey sed guando

nata est , nHllum secum traxisse pe^^

catum^ M cum eo etiam cgredere^

tuYy sicHt cMfí'i homines trabare so^

lent y €0 qpiod esseí in útero Sanñi'^,

fcata. ^0 circa contraherc aptiÜ

lldefoñsum eo loco y non est idem^ ^w<?á

frimum imurrere pccatumy sicut i$

,$chola passim loíjmmnr y sed idcin.

pt (^tiod de ferré secumy et (jtfasi^ms'

ijHoadam trahcre peccatum. Et J)^c

taÚom:ini¡uit /Idefonsus y B. P^r£t''

j)em guando nata esty fiullis suhja^

tutsse delíctis^ ñeque in ipsa naii^

yitati íiresjti ex Hiero detítlisse

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écnfi$ ¿rigifiale peccatufHj ul e¡f. ^uasi onusta nasceretiír . . Sensus M : in útero sanBificdtu , nulluñí] sitcUfñ tráxit ori^inis peccatum y í^íiáfido ex útero e^res^'a fuit , tjuia in Htero oniis Ulitis per sanBijica'' iiónéfn jam depomerat»

Hugo Cardenal t$ citadS' iübré S. Lucas. El Cardenal Torqué* thadá, que hace conitario á \i Inmunidad, pone asi sus palabras: Supérveniens Spiri tus in Virginem\ iñtntem illius ab omni sor de vttia' mfn castiiaMí\ id et fomitern wio-^ tuhr. TJnde Glóssa intérlinealis dicit^

¿t^NTRA OMNEM'NITENTIAM VITIORüM.

ítñ . Otras' ediciones se lee así : Su" ^"^iniens Spirítus SanBus i)í Virgi- téfh^ et inentevn liliui a sórde Vitiorüm casúficaw. Et nota tjuod póHst esse transitio ubi diñurn esi 4 sorde vitiorüm^ id est a vitijs tjué surít sor des \ vel trdmitio^ ut sensuS m, a fmUy id est a formítevitié'

fum

Z^nde dicit interUneaüs contra OMf >íiA INCENTIVA VITIORÜM. Aquí nada vcíxios favorable. Por la cancraria, está puesto k mas de Torqueo:iad3, por Bandclli, Dexa, Grisaldi, Barleta, Jacobo Suzato inquisidor 4c Colonia, que se dice vivió hacia ti ano de 141^, se sabe que cscri- \á6 un Tratado de Veníate Cortr .ceptioms B. .Virgiriis. No sabemos lo que allí decía, Hsy quien ase- gure que este Suzsto fue Amanucn-i se de Torquemada, Si lo fue, ya sabemos lo que aprenderla de cstc .Mac^crp. .

Jacobo de Vorágine, Arza^ bispo de Genova, en el Sermón 4* de Assttmpnone Virginis habla: Ce- teri Sancii cum ftccáto origuutí corjcipitfntur ^ et nascumur» Christus autem fmt stne peccato erigmali conceptus^ et sme mgitmli natus, Vir* ¿o dfitem Aíaria médium lomm te* ftfty qniA fuit cmn feccMa origindí

'"^1

;fi.

(fÓÍÍ.)

'émceptAy et sine Qrigináli nata. Des- pues daremos con mas difusión es- tas palabras de Vorágine. Es tanm hku Contra producentem.

Juan Fenario dice la Verdad

yindicada qac fue ele(fto Generaf

*de la Orden en i45^« Este año

era General Bartolomé Texier, Fran-

"¿B> que gobernó desde 1426 hasta

'1449. En 1552 fue ele^o Juan

Genario, ó^errario ; este será. No ^

lo que es<'ribió. Valga 1a buena

fe de Cacarino que lo cita.

Juan de Vicetbo, según la cica, dice: ^od Beati Tornee^ ae Vfr¿ Ordinis Pradkatorum propria est Opimo pro nullo instanti temporis B' Viro^inem subjacuisse ira Dci^ ac taltgini anim¿e* Según este Autor, que no conosco , parece que hay Orden veitladera y no verJadera de Prcdkadorc??* No en que clase de esta pongamos á tantos contra- fios á la Ojñoion que dice ser de

U

( i07)v !a verdadera Orden. En fia por solas estas palabras, no como se coloque enere los Defensores de la sentencia Pia.

Joan Bromiardo es traído^ por el Autor de la Colección de Panegíricos Italianos de este modo: In Summa Pr^d. verbo maria, Jrt. 2. En los mismos términos lo hallo en Raynaudo de donde parece que se ha tomado la cita. Raynaudo añade que este Bromiardo alega á S. Tomas, como que dice en la j.p. ty.art. 3. que la Virgen fue santifica- da, no antes de la animación, sino en la animación misma. De donde Ray^^ naudo deducía, que los Dominica- nos viciaron aquel célebre Aaículo %. del Santo Doálor. Deducción indigna, que yo detesto con todo mi corazón; pero que desde luego, por esto, y por lo que voy á de- cir, nos hace desconfiar de la citt ¿c Bromiardo, Se dice que floreció

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(toi) én íiSo^ según la Cronícaí de fá^ Orden ; y siendo así, tste Bromiar- do no pudo citar la Suma de S, Tomas, porque como observa muy bien á otro asuntó, Natal Alexan- dro^ c! Saneó tomó la Borla Doéto- ral en Paris en 12)4. Desde enton- ces pensó en escribir la Sama, E! año 1274 en que murió, aun no estaba perfeccionada , y asi la dexó. Como la Suma fue su última Obra, y en la Suma, lo óUimo fue la 5 Parce , no se puede componer que ya Bromiardo la citase en 12^0, Mucho menos, si como alguno di- ce, la cita dándole á Santo Tomas el título de Santo , pues no fue ca- nonizado hasta 13 tj.

Armando de Bellovistí es ci- tado así: ColUtiófic 4. Pablo Gri- saidi lo alega contra la Concepción tn este mismo lugar ; y en el di- ce de este modo : Oportet ergo Vir^ gmm glomsam Itmcn hahere /¡ua^

ninmtum sibi á prirjciph creati^^ ms: et hoc fuit gratia stbi infusa statitn d principio sUjc creatioms^ Asediante enim lumtm gratis , in* traVn lumen ¿eterf^)¿e glorié , :^icut in P salmo dicitur : in lumine r.m v¿^ dehtmus lumen. Oportuit etiam tjaod ijuia omnes áh Adam nascentes^ lippoútatem et impuritatem peccati ortginaUs contrahunt y ab ea primi* tm purear emr , et sanclifcaretur; et hoc facitfm est státim post mam Concefltonem. Ide^ ser i bi tur de Ber* sahee matre Salómonis í. R^g* it^ Statim sanclijicata est mulier ab immundina sua. Es cambien Contri producentem*

Tícente Casali es Autor du- doso-. Hay quien dign que jamas ha existido. Oti os dicen que es el mir^mo que Vicente Bandelli de Cas- tronovo, y de Casali. Si es este, radie duda que fae contraria á k^ l^csaracio^. u:v>

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Pedro Paludano, Patriarca die Jcrasalem, viene también alegado en la Colección de Panegíi icos. Veamos 5u sentir- /n 3. dist. 3. escribe así: hcjuirendo autem de his opimoni- Íhs Videtur^ (¡nod de potentia abso' luta Deus potuerit B* Virginem ah erigmali pr^serWre ^ SHpposico (juod fttent concepta secmdum legem com- mmem. Prueba alli este sentir 5 y. añade : Sed de potentia ordinariay et de faBo Viietur probabúm^ et (Jt^od non potuit pTit^enari , nec fuit pre- serva ta. Lo traen contra la Pre^ servacion los Dominicanos ya ale- gados. Es también Contra producen-

Bartolomé de Pisa habla asi en su Suma: De festo Conceptio- ms B. Marta Ftrgwis^ dicendum Hcundum Thomam 5* <?• ^7> qmi licet Romana Ecclesia ípsum mn celébrete tolerar tamen consuett^- iiinem altquarum Ecclestarum tllisá

fes-

I

f.rí

(iir.) festum eelehramium ; mde celebri^ tas non est totaliter reprobanda. Sed neejue propter hec tjuod festum Con" cepttonis celebratur , datur intelligi €¡uod m sua conceptione fuent Sanc^ 4a ; sed ^uia qu9 tempore faerk san¿iifitata ionoratut^ celebratur feh 4um SáfiílifSationis ejus^ potius cjuam eoncepíioms^ in die conceptionis ípsius* íTambicn Contra próducentem* ^ ^ Leonardo de üdino dice en

"todos ius Sermonea esto : ^m 'Jeremías futí in útero san^^tficatuSj ut esset dtgnior Prophetay multo ma^ fis B. Ktrgo sanElifcart dehtiit y mt esset digmssima Mater Deu Etiam Joannes Bapdsta fuit sanEtificatus ^ ut esset dignus Christmn baptizar e^ ft ipsum digito monstrare: multo -magis debuit B. l^irgo sanBificari^ Ht esset digna Christum de suis vis» ceribus generare. Esto repite en lubscancia en los dcr^ias. Bandelli^ Deza, Gíisaldi lo ckaa contra la

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VI

(ti 2.)

Concepción. No se por qué-. h-

Juan de San Geminiano Lib.

1. de Ccclo et Elementts dice: A/4-

via Mater Dommt assimtlamr Ah"

ror^e propter quator : i. (juia est

noüts ac diei mtdiaíiva , esc enim

terminus mtlis^ et tnicium dtei^ et

ideo habet aliquid de obscurttaCe^ ef

aliqmd de cUritate. Et talis fute B*

Virgo in útero Matnsv quiamim m

ipsa terminan debeat nox cidp^ y

víT initiari di es grm¿c , secundi^m

Mlud: Nox pracessity dies autem

^appropinfjaVtti ideo tam<juam. ve^

xa Aurora in tpso siio principio ál't?

.^uid teniiit de noBc c(4lp<e , (ji^ia

fuit in origmali pea ato concepta^

.ct aliquid de die^ratia ^ (juia fuit ,

^in titcro smtiificata^ et per gratiam I

.sauEUfcatioms ab tpso peccato pur? f

oata. Tíímbien Contra producentem.

^ Don-lingo de Soto es ale*

gado contra la Concepción por Gri-

fialdi > y en íivor, ppr la Coleccioíi

de

¡de Panegíricos. Cieo qac nínguné tiene razón. Oigámoslo. En el libro 1. de nat. et grat, f. 9. escribe asi: Sed CSC argumentum quod adhuc cfuis* ejue posset ohmoliri sementiíe. Si mi ex nthilo crear entur nmc homines masculus et fícmina in mcris vidc" Itcet naturalibus sme ctúpa et (tk^- tia^ hi cjuidem (juantumcumme exardcscercnt libídine et rebelUone- concupiscente^ et viíip deflagrarent^ nm(juam tamen in sobolem , cfuam gcnuissenty trapcercnt origwalem chI- pam ^ ut omnium est Theologorum consensus ^ eo c¡ucd non essent tune progenies Ad¿e. Si \yero contra^ dúo vaturali semine ab Jdam deseen- denles in primo wsrami infusionis

mim^^ tn

fund

erentur grana pne^ y>ememe peccatum ( ut dicitur de Beattssima P'^irgine ) et prescinde- retur illis vel pottus extimueret^ concupiscentia ^ ne magts posset ad^ "Ver sus ratíonem insultare^ mam in

statn im0ccnria : mhilominHS tranf^ mmtrtnt peccamm origtmlc in eoí ^Mos ^enatssent liberos* Dic$ G^c^ Aquí "nada dice cuc Dodísimo Do- minicano. Las palabras traídas son m cifgumenio que hace contra la Sentencia que allí explica, como k cxjíuupisccncia sea pecado original, 6 ama suya. No ic pues porque s-jie^cicaj ni en favor ni en contra* Claqdio de Rota , foc uti hoDobre que cuidó de la impresión át la Legenda Áurea de Vorágine; y^ aun la agaientó con otras Lr- ^endas no suyas, sino cotupiladas. cte' -otros. AUí hsbia una que traía varios milagros acaecidos contra los qí3{^ coaibadan la Concepción de Nuestra Señora. Rota la quitó., y si^b-scitLiyó otra. También Cúntr¿i príh-

dmefitcm»

He aquí pues nueve, que hemos examinado, y son expresa- mente Contra producenum^ <]^^ ^^^

beatos

(its:)

Tjemos agregar al Catálogo át arri- ba, y que por consiguicnEe lo a^i- wientan hasta 114. Hay otros do- ce ma$ y que nada dicen en fjvor de b Preservaciofi, Vicente Juuí- niani. General de la Orden , eiet- tOj según la Wtrdad Vindicada^' en «^1558 tiene su equívoco^ Allí se dice que favoreció el Misterio , y que en quanto General, resolvió y de- terminó sus dudas, definiendo Teo- lógictmente que la mente del A#- gélico no era contrarii al Misterio. Parece que se confunde este Vi- cente Justiniani General , con otro Vicente Jüstiniano Antistio, que fue favorable á la Preservación sin dtí- da, aunque Dominicano. El Gene^ ral flie natural de la Isla de Chio ; él otro fue Español natural de Va- lenciáé Será pues preciso, que re- babado este de la dignidad de Ge- neral , no pudiese dar a la Ordeti iqucUji dcfinÍ€Íon Teológica; ó qüc

i

St exhiba documento para que d que fue General conste que la dio.

(^litados 21 del Catálogo de la Verdad Vindicada^ y de la Colección de Panegíricos, quedan de ^Ip$^ 47, solos 26 j y aun le reba- tiéremos uno de la Colección de Panegíricos 5 porque cica á Pedno Doré , y á Pedro Aurato , que no 5pn dos personas distintas sino un mismo Autor. Doré era el Ape- llido Francés que tenia ; Aurate es el mismo Italianizado. La Obra en que se cita es la misma : Idea .yirtutum , Ima^^o virtutum* Seiiaii ^pues solos 25, sino debiéramos aña- dir á Fr. Francisco de la Cruz, Obis- po de Santa Matta, que olvidamos ai riba. Quedan pues los 26. Si en- tratamos en examen de estos, qw* tk habíia rcbaxa. : : ^\

En orden á este Fr. Fran- cisco de la Cruz , celebro fuese del Ul^kücí qus la Ferdad vindicada

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AOS

Wbs dice 5 paraqiie pueda s^r tony trapucsto á otro Fi. Fiancisco de la Cruz, también Dominicano de es- ta misma Piovincia de San Juan Bautista del Peiú, de corvtrario g^- nio , dodrina y qualidades , que oii pluma no dirá 5 y los Eruditos que han Iddo al ]esuita Joseph de A cos- ta en su Obra de Temporiífas mr ytssimisy ó á Niceron en sus Me- morias (22) «aben bien quien fu^. 'Gloríese justamente la Provincia de que en mas de dos siglos y mér dto entre tantos insimes Teólogos tjue ha criado y €ria , hasta \ah0r4 ninguno hd sido sentir contra^" rio ¿ la Opinión Pia. Entretan- to vea si acaso es cierto (o que el Franciscano Pedro de Alba dice en su Nudo indisoluble ( 2 j )u Allí asegura que la Opinión coit-

i^i I Nod^ i. %. j.

trana '

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'iratía i la Preservación huyo de Europa por perseguida , y se f cera*- ^o á nuestra América; y que pa- ta desterrarla la opuso él su Sd de la Verdad en \66o, ton el qcíC descubrió sus «láquinas ^ dolos , y estratagema^ , y la desnudó hasta 4as medulas del corazón. Yo voy ton el P. M* Osorio ^ y me ase- gurare mas sobre este punto , quan- ndo lea la Historia Literaria de la América Meridional ^ que aun no -be merecido ver.

No será importuno not» ^ue á excepción de Catarino, de •Vicente Justiniano Antistio el Va- ienciano , y de nuestro Peruana Obispo Fr. Francisco de la CruZj^ parece que de los demás que se .traen por h Preservación en ka Verdad vindicada y Colección de PanegíricOJ, no ha habido alguno que ex profess» escriba Tratada^ Diseitaeioni Deracstiacion, &c. pa»

n

ri probar el Misterio. Se fian 1k mitado á ciertos rasgos pasagcros en honor de U Concepción. Por ia contraria son tantos los Dorni*^ oicanos, que aumentan copiosamen- te Jas Bibliotecas con Obras dcsti* nadas $olo ¿combatir la Preserva-^? cion. Esto casi me hacia creer qua la Opinión menos Pia es como uti^ dcpóiito inviolable en la Religión i^ porque, considerando que los Au* tores arriba alegados son tantos ^j y tan escaso el Catálogo que trac^ la Verdad Vindiuda^ me parecía^ que se podia decir , que era sentófí de toda la Orden, y que se po* dia atribuir k todo su Cuerpo, ^o^ Tomas exponiendo este lugar de S.Pablo; Vtsus ist Ceph^yCt post hoc^ undccim^ habla de este : modo Com SHctnm ist^ (fuod quando major pars. Collegij Jacit ali^Hídy dicitur éjHdd tétum Collegium boc facit* Quisic* ra que se iwc curasen estos escrita

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fulillos \ y los que voy á añadir acerca de la misma sospecha de que la Opinión menos Pia sea de toda la Orden.

En el Concilio de Trento (dice (24 ) su Historiadorjcl Car- denal Palavicii^i ) ^estándose para tra* tar la decisión fivóíable a la Pre- servación 5 se opuso el Obispo Pe- dro Bertnno , Dominicano , porque 3U Orden abrazaba la contraria Opi- nión: Hule se Ber tanas opposuit y CHJus RelfgiosHS Ordo sentí ntsar» communi stttdio mintis acceptam tue* tur. El itiismo Cardenal en otra par¿ tt(i$): At Episcopio alij''jue ex Or* dine DomimcanOyintercesserc. aqiú en este amp'íj>ímo Congreso, di* ccn aquellos espeélablcs Dominica- nos, que aquella Opinión era de to- da la Orden. El Manual de Sevi- lla

( 24 ) Lib. 7. c. 3, i^y ) Lib. 7. c. 7.

Ita áe ija4 ha dicho: Ordo Prs^ dkatorum sustinuit hucuscjue Opi^ monem^ (¡uod B. Virgo fuk con-, apta in originali* Los PP. Ricardy y Giraud dicen en su Dicciongrio eo el Articulo de Gayetano , que €^5tc Cardenal en el Opúsculo de Cmcepttone^ sostiene el sentir dt stá Orden. El Provincial Maitrnez de Prado en su gran Memoiial á Fe* Upe IV 5 protesta desde el princi- pio que habla en nombre de su Rdigion,

El R. Br. Tomas TurcoAgí General de la Orden , en su Opói-r culo contra la Concepción, publicar do en 1648 5 dice : que su Orderi;. es la iKvica que adopta la Opinión nicnos Pia. Es largo el pasagc suyo que voy a insertar aquí; pero muy ciicígicoj muy elegante , porque en verdad tiene buena pluma. El de- muestra la estimación en que $e tieJie en k Orden aquella Opinión^

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nunquam probabunt ) concedamííS {(^ued nmf^iam confaent)^ et ma- j^rem ec meltorem Doüorvim R^- ctnttorum partern ah ipsis stare ( ha* bla de la Opinión Pia ) . An causa excidemus ? An e mamkm erept^ est \n¡:torta'i Minimt ^cnnurn. Fa-^ teanttix er¿v^\^elim nQÜrrt^ necess€ est pürteníosmn (^md ^ et dmnum late^ re, aiiod h<£c Pairum Antic¡mrHm smtcntia ( la oi^nas Wa ) tot pup\ pdntíum $tíidíjs exagttata^ tot áriC'- tibus impetitá , tanto arderé im* pug^nata > inexpugnabüis semper ex^r twm^ instar palmas superior e^fOr serir , omnmmq^e covatus , ^ut fnt^ ris modJis eam vel ^ oppriynere , Vel eVertere curarunt , thiserit* £tenim ^uQt siibdoía ptttatis delirammtá cofificfa^ t¡tm re'^elanomim fahuU contextúe ^ ^tist momme?M e rur ámbus antifútatis somntata y ^hqí Patramyei Dotiorum SchoUstic^f

*^fmn loca deprávala ad dtóptefíi^i ^simphces , ad fasanandas mtílier-^ xnlas 5 ad plebem dementandam J ''£í (amen illa omnia horrenúbn^ et stupentihm Ad)>ersdrtjs m fumum ahtemnt', et ipsa luthm superath e \toragmbíiS emergens ( atención k lo que sigue ) m Déminicanam Familta/n se rccepit^ ubi secura con^ ifuiescit^ omnes ridet^ et coniemmt. ^t arte in admiralionem rapit , lífuid dmnum p&nendit , qmd sola Domimeana Relipoy simple x^ pam^ per 5 paupermla^ nullis attihus suf* fulla y nullis pr<esidip suhnixa ^ ( atención ) sda Th&m^e Doñrina control tot humante potestatis fulmi^ na y illam sic defenderit^ut a Sanc^ fa Sede per Gregorium XP^ db ttf> pústura \indkata , de próbabilitate ianoniíata^ si de palma non exut^ tat ^ d.e pugna tatuen fehciur triam^ fhat. Si acaso en 1558 el Gene- ral Vicente JuitirJaui^ €fí calidad, de

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/definió, conii) dice h VerdíA Vtndiraia^ la nnnte de ^amo To- rnas fivotaWe al Misterio ; he aquí i¿48,npvenEa snos después, otro Gene.ai dtciiiendo lo cortrario. Qual fcubló de cHos ex Cáthedrcí'^,

Veamos otro lance en que coda la Religión $t dedara contra la Preservación. Habla ( «6 ) Na- tal Aiexandro de las turbaciones suscitadas en la Universidad de Pa- fÍ5 por causa de Juan Monzón , y dice : que el General de la Orden empeñó á toda la Religión en U defensa de esta causa i y que por elia f leron los Dominicanos excluí* dos mis de 25: años del Gremio áe<b Universidad : Defensimem ejt4i {dt Mouzoñ} suscepit Generalk Or<^ éinis Md^i ste)\ pesst m^t^'^ue caui¿e df > ftnsiont Gídinem (^bscrinxit ; ^ttam

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Híst. EccL sm lí- M i

éh téCmoM Ño%tn CensñVde sfshscm éerf mientes e Sácr¿e FacíihdttsG're* mío ahscissi stint , et ultra vi^rsi^ mum mintum annum ah ed mánr seré segvegati. Dice despnes ^ qut Guilkrmo de Valone, Obi-^po dt Eureux, y Confesor del Rey, pa^ trocioó á Monzón , y á sus Pré* posiciones con gran deshonor m^ yo 5 y de la Orden* Se le not# co Roma á Natal Alejcandro qtfife hubiese hablado de este modo de su Orden; y en el Escolio 4 este Artículo responde á la Cen- sura: que t% sinceridad digna un Autor Eclesiástico reftrir el hé* cho como fue; y repite que d General de la Orden ^ y el Pro- curador General , y los dennas co« imprudencia fivoreeieron la ternc^ ridad > de Monzón , y los Hermí-^ nosren no querer subscribir k h Censura de la Universidad. Q^m claye caá esta b^llaDódrina : Au0-

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(tig) ^ $um Fratrtbíis men Vf^mat9* ribuSy ut deposttis amicjUct et jam dnn/juau opmtonis pr ¿e judia js ^ cw» JHS tenehras Spiritus SanBm disvti>-> iit ( et si m ndum ita plene et per^ feH:ey ut c¡u<tstio ista sit in fidei luce fer dhinam re)>elationem Ecclesi^ jaElam con/iiíuta ) commumm , fiam 5 et EccksiaHuam sentemiam me de)>otionem erga ¡mmAcuIatam Deiparie J^irginis Conceptionem am^ pleElantur y pnedicent > ac propá" gare studeant.

Consejo digno de este Sa* bio; pero consejo que aun desde di 2110 de 1570 decia Fr. Sebas- tian Micaelis, Dominicano, qtie ya en parte seguian aquellos Religio* s©5 ^ que aun en aquel tiempo iban ya desamp/irando poco á pbco sa anrigcia Opinión. Por eso desde aquel tioMpo yi no eran tantos los Con* irarios á li Preservación. En el éü ya t^o faay ^ní habrá quien se opon»

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ga entre estos Religiosos al seii**, tir Pío. Un doélo Anónimo Italia-? no ( 27 ) en una Obra que pu-^. blicó en Padua en 17J2 los Hac- ina Píos desertores i y añade inge-^ niosamente que si se le preguntóla I* la Señora: iJhi sunt qui te ácctH sa.bant'i Nemo te condemná\>it\xt%^ pondetia : Memo Domine»

Lo alegado convence que? no debe ser notable el silencia que guardó la Disertación acerca de los Teólogos de otras Religiones contra la Sentencia Pia ; y que no es corno se juzga ad)?ertida má" licia para persuadir él V^ulgo que sotos ios Domtfitcams han shLo y f

son i.

(17) El ikulo de la Obra ^$1 í*a Madre di Dio preser^^ata da-' llarpeste del pee cato origínale ^ con* yiniemsnma Preservatrice 6 Libera^ irscf dalia peíste :ii ^elí anima , cbi iel cjorpo. %• i.

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$in contra el Misterio. Confieso que Dada 5C de Religiosos de otras Or- denes contra el Misterio, y que rgnoro donde los he de bascar. De los Benedi(3inos asegura ( zt ) sií Groiihta Antonio Yepcz su graív? de devoción entre Saíuos y Escri**- r©t^Sí* De ¡0$ Cartujos dice su. Sübio Dioíúsio ( 29 ) q^^e ceiebra^'{ húi^ h Fiesca de la Concepción ba» 3^0 die este nombre ^ y no el de Sáutificacion , aun aoces de las Ex*. H avagantes de Sixto IV. Los Pre*^ rnonscí atenses se glorian de que la? Capa candida de su hábito es eii,i feonor de la Pureza Original de, Ma^i feía ( 50 ) . E! rnÍMno honor dicen tener los Meiccdniios ; quienes des* pues de su ilustre Ma'tir San Per iiío Fasqual , han hecho pron

pió :

*• (íiS) Tom.7> AnnaL an. 1009^.

o)\po», Uorh Pralr^.OpHíCM^

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él sentir Pió. Los Augtistinía- nos parece que tienen pre,<enfe lo de su Gran Padre : Excepta J; Vir- ^irte María de cjua^ €um de puca tis aptur^ tiullam Vclumus hahcrt (¡tííestíonem» En San Francisco jcria bliasfemia sentir de otro modo* Allí mas es estimado Escoto por Teólogo Mariano , que por orr¿í prerrogativa. En España no tenemos contrarios á la Inmunidad , porque en ninguna pane ha hecho mas jui- ciosos esfuerzos la devoción al Mis*- teiio. Díganlo sus repelidas Lega- cías á Roma sobre esta causa. En Francia está la Universidad de Pa- rís que á Tiinguno de sus Dolo- res permite juzgar de otro modo ; y por consiguiente, ni al Pueblo ins- truido por estos Dolores. En Ale* manía sabemos ya lo que dice Tri- temio : que al oír a! Dominicaoc* Wigand contra el Misterio, se leí ©puíicron la Universidad de Colo^. í R> nia^

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; los Carmelitas , toda la ©r dcii -San Fi^nckco , machos Piínci- 4^€s 5 Cardcnaks , Gfcispos, todo d i31cro , y iodos tes Sabios de fq^elia I^tóon- La ingénita piedad 4c Icalia se manifiesta por la casi üeaeral conspiración de los Obispos el Cqpqüío ;de Trento, compaesr 1^ ,€n la ¿mayoí pa»te dePteladosJta^ iianois. En fin allí mismo clixo, sin fjue nadie lo contradixexe, el Car* 4enaJ Pacheco : Hanc sentem<e pier éatem negm non posse guando n(H$ sohm iunüi Kegulañum Ordines^ j^w excepto y cunEtíCciHe Academia Imic ópinioni adh<erebant cet* rfia^ gis pU, sed ipsa Ecclesta &c ( ji ) . ;; Este tíno excepto no fae

dielico entonces en el Cardenal Pa- checo , y hoy se intenta lo sea i^ÍQ. Por él se me causa de ¡n- jfcirioso i la Sagrada Religión Dot

mi-

ñéM^r^ot él se (pífete (feíitsmir^ ter conWa mi á' tsm Religiosa Pro^^ vincia de San Francisco del Gu2«íK>> como si fuera capaz de átt sfii*' ]líliar niano, por lo qUe id díxo^ del laborioso Pedro de Alba* De- cir qué su inmensa Gbrá de la J#*' tkio: no tiene cí-ítica, y q^^ debi¿ purgatse dd nfiucH¥ escoria, no daftí^ gloria su nombre. Allí mis** lího se dixo que fíf() tI^ oí^ríg/ái&i# f/ wér;/í> del Autor ; p^r^?^ c^e^S mío en que \>i\>imos fiMi^ ha ense* ñadú la clase é^ (ftie s^ hm "d^ colocar las Obras de tita especia E$ Abad^ Fleuri dice f 52 ) qur \ús^ nci mas esclártódos de lo¿ sfiglos 8l y p¿ como el ^nei Béda j Akuino, Hicmáfo 5 Geíber* lío, se conmfTtináron con loi vicios* literarios de su edad. Paitábales ^ dice y Ir crídea iiecesaHa ípmí <Ü$¿^

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cernir >-k^ piezis falsas de laí» vér« daderus^ y ciian en defeco de t^ner por Obras legítimas de Va» rtjníís insignes, las que baxo de cSf-^ tos riombres se fabricaban. Esto e$ lo mismo que yo be dicho del P* Alba 5 de qnien por otra parte con-, fie$o que es sobresaliente el talen- to?,? que su devoción me encanta^ qiicí sns fatigas son útilísimas, f qo€> su pluma es las mas veces Viftoriosa,

Dixo la Disertación pág. 9t que hoy est.^ba demostrado entre ios Eruditos que el Tratado de don^) de $e sacaba un lestimonia fayo* rabie al Miuerio, no era de San-í to Dominpo ; sino de cierto Da-> mingó de pántaleonihiSy Dominica- 1 no también , pero posterior en cdad^ al Santo Patriarca. Repone la Ver^>s d^d vindicada: que la Discrtaciotí; no mmbra hs Eruduos , ni da\ odemostr ación de es(jf^)

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y ffée cm decir Eruditos^ (juedo fíf muy pagado y satisfecho. Añade quq^ rebela e¡fA€ estos Erudito^ sean loA ^A. de las Actas de Leipí>ick\A íjiée debo la mema al datio Fraiff ciscano Alba ^ a cjuien no anise ci-^ Sar por el desprecio (fue hago d^ SHS Escritos. Alba cscá empefiadc| en sus B^ayos del Sol de la verdad-^ en que Santo Domingo fae Autoi^ de aquel libro que se dice : ¿ com(i Comaría yo de él-ila.^fspede que no fue de este Santo? Al!á var| pues Eruditos , que no son Alba yr>i de los de Leipsick , sino Doiiiinii^ C-acios que no me Alba. Tonjal Maluenda en sus Anales y Suzato ea sa Cró lica , y Antonio^ide . Sieni en su Biblioteca, todos tres 0©^ minicanos^ aíegurán : que el Tratad^ de Corpore Christi atribuido á Sanco Domingo, es de Domirigo de Pao» talconibus, Dominicano ; que dicen 4b5 vivié hacia ciafió át it6t¿-

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fm f siguen: en esto' a los treí f^feridoir. Hay pues cinco Domititjí éanos por la cosa* No ignoro que mm hacen muy posccrior á Pan- tateonibus, como Miguel Poccíinti'J i^iie pone en 1376; pero nd éí ahora la disputa sobre la edad de Pántaleonibus , que me Cortas ftnié Con decir que fue posterioi 1^ su Patriarca ; sino sobre que Tifatádo mencionado no es de Sca^ Domingo. Así lo dan per cierto¿ if constante Natal Alcxandro (33 )^ y Graveson ( 34 ) . He aquí suí? comprobantes : que ninguno de 1d![ ^iie han escrito en la Orden lo¿ liechos de su Patriarca, como Ví^ cente de Bóves , Humberto , Teo^^ ésúcú^ San Antonino, ha mencid^ . c:--- ^' ■■■^ ^ mdb •''

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$0ño Escrito alguno del Patriarcal y no es verosímil, que fuesen tai^ descuidados , que omitiesen tn^ C|ue recomienda al Santo: que Ig Peügioo toda no habia de ocultar^ |6 pasar en silencio esta, gloda, xjuando ha sido tan diljge^^ ef guardar y publicar las Obras de otrof JHijos suyos: que Pedro de Vaíl^ Ccrnai, Cisterciensc^ que escribió 1| tíistoria de los Albigense$ , no b^ bla de Obra alguna de Santo Dí^ filingo , sino de una Cédula qff para confundir á estos Heregeij^ íue arrojada al foego, ysalió iless. (Confieso que todos son argunieif- Jtos negativos; pero con quantovir :gor pueden tener los argumen$a$ Íjc esta clase. ^ .

Dice la f^erddd ^indicada^ «que el suceso verdadero es, qtie entre los muchos errores de los Aibigenses, uno era que la Madre

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ferigmal) y que su cuerpo no fii« íntegro en el parto $ y que Santo Domingo para rebatirlos escribió su Sentencia y la arrojé al fuego; y asegura que la Sentencia fue estar SicHt pnmus Adam fuit ex térra: yirginey et nunquam maledt^a fot'* wntusi úa decuit in secundo Adún^ fien 5 id est m Chisto , cujus terra^ id est Maria Viygo^ nmicfuam fint malediíia. Con ella dice , manifes- el Santo la Concepción en gra* cia de Mana, y la Virginidad dC: fiü cuerpo, .

•.í . Entre los errores délos AU bígenses , como se puede ver en los Catálogos de Heregías , ningu» no fue acerca de la Concepción pa-» siva de Nuestra Señera. Ya se que ellos la habían de creer man-, chada de culpa original ( si acaso admitian el original ) porque defcn» diendo ellos que estuvo viciada de mvüKTOi ^ carnal coda la conduela

juzgasen contaDiirada en su Con- tcpcian ? Este error de iippurert en la ccrda<5a , y los demás qiiC eilos defendían, fberon los que com- brmó Santo Dbaúñgo. Pedro de Valk Cernai dice ( 55 ) que Ri que se aríojó al fuego por tres Ve- ces ^ y sicíDprc salió ileso, ífac cieito E^criio en que Santo Dó^ miúgo compilé^ rede^it in scriptúré^ las Autoridades que alegaba contra los Albigenses; y no específica \o que ahora la Verdad yitidi cada trac terminantemente. Aunque así fuesc^ nada decide aquella senterícia por la CorKcpcion en Gracia: piici so- lo afirma que el legmido Adadi C hri^to , jfue fondado de tierra nua* ta maldita; lo que, según la oca** íion de la disputa, debe entender- se de maldición que conompicsé (S) \i ^

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}a pureza Virginal de María Sanrfá* nia, para ¡r coiifornie al CKpr de aquellos Hercgés, la Centrovcrsía jFue sobre lo cjue la ya enseñaba 5 sobre lo que los Albigenses com- baciaa i y no sobre lo que la Iglc- ^ sh «un no favorecía ; pues en ver- " dad la Romana en aquel siglo aun DO mosnaba su propensión al Mis* íetiot Si Pedro de Ojcda con oca* íion de csre caso redarguye, como ' dice la F^erdad vindicada , de que je apartaban de su Santo Patriarca los Dominicanos en punto de la Concepción , seria porque este Je* ' juica no examinó bien este punco de Hi;itoria. Pero yo aprovecho sa redargución á los Dominicanas, pa- ra la general persuasión en que to- dos estaban de que la Religión to- da eta cont'sria á la Preservación 5 cosa que Ojcda podia fkilmente ^advertir , por loque se observaba tn tn cá^¿^

Concluyamos pues: que es Cierto el milagro : cierto el Escri- to, o sea Cédula, en que Sántc) Domingo compiló aquellas Aeitori- dades: incierto que la Cédula con- tuviese squelias mismas palabras que" tnc la Ferdad \>mdt€ada: fabo que días prueben la Preservación : in- cierta la edad de Domingo de Pan- taleonibus : faUo que no hñjñ Eru- ditos que* no le atribuyan el Tra-; lado de Corj}$re Chrisü : nñuy ¿ier-'' to que este no es de Sanco Do-' wíngo : y clarísimo que despees de esto, ya nada vale el dilemma con que la J^erdad vindUada termina su raciocinio.

Lo singular áe \^ Verdad Vindicada c$ decir: que y& refiera la Kewladon de Santa Cof aliña de Siena contra el Misterio y y fie si hubiera ktd& la }>indicacion de fflpo^ htd Marracci , hubiera cemada que

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m4< <?'AíP tomo conduce í ferstiádif at Vulgo (¡ue haífa las AíonjuSj D.fminicanas canonizadas han sídé,^ €$ntrúrias k la Concepción en Gra^i^ tía V no repara en imprimir false* dad^s. Repire : Léase í Marracci^ y, no se pierda el tiempo en false^ < dadesi

Qaando yo leo estas, y sc^- y mcjantes corsas esparcidas en todo y cl, cuerpo de la Obra , di'go : Sed tt , vos injtiriam faciüs^ et hoc Fra» tribus (36 ), ¿Como yO;, que en v, quanto puedo promuevo en la Di-., se tacion la verdad del Misterio ^ habia de tener por cierta una Re- velación que lo destruye? ¿Como, diciendo: no nos detengamos en esas Ke^elaciones privadas e^ue se cuan ( tn favor ^ y en contra del Mster fip^ habia de juzgar cierta la de . Santa Ocalina ? ¿ Gpaip^ adoptando

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lax be!l3 D< ¿inna de Papebroquid ¿^ que exhibo á la Pág. lo^ /gntori- * tada por Ficurí , Abdí , y Benc^^ dido XIV \, he de estar por la Re* trelacion referida? Q^^al es pues U > falsedad qae impiiaio ? j Asegurar 4 que la Saiíta tuvo aquella Revela*^ :ipn contra el Misterio? Es ftls» ' [jue lo asegure, ¿ Decir que Cayeta-í f lo opone esta Revelación de la San*vi :a^ y que quiere que prievaietc;a ^^ i la que se dice de SanM Brígi* ^ la , por la mayor autoridad de i Janta Catalina , y porque ta refie* ' e San Arttonino? Esto , lexos de ' ;er falsedad, ts una verdad que es- ^ á patente á quantos tienen ojos )3ra leer á Cayetano , y á San An» onino. Cayetano dice así ( 37 ) : ' \anB^ amem Bngtd^ , e re^iúne ^omtur Sánela Catharina de Scnisy ' \ua dixit sibí re'pelatam esse, npp^^^í^

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Sftum^ m refert Archiepiscopm ftifk íenttnus .\ et majori fide digna \>i^ detwr Smüa Catharina , ^ma Ca* > fioniz^ma ist sicut cateri Sanñt ^ * SanSla ver& Brígida C^mnizjita fst tempore schismatis. San Antoni* Ro (38 ): Diat Joannes de Nea- pdt (jtíod sunt visicnes phmtastic^ey ' íjmi non est eredeñdam* Et si d$* * titur alids SanUas habuisse revela^ timem de hnpsmodi , m San[Í4 ^ Bngitta^ sciendum qmd aUíC Sánc^ téC , ^u£ claruerunt tnirdculis ut B0 Catharina de Senis , habait revela* ti&mm de contram. He leído , y tengo el Opúsculo de Hipólito Mar- racci intitulado : Vindtcatto S. Ca^ tharirjíe Senemis a commentitia re^ Relacione cmtra fmmac^ldtam Cotí" §tptieñem j dividido en nueve Opí- fiilos. lo caro que le costó es- üibirli^ ^ allá con el Maestro det ^ r^ Sa-

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5icr« Palacio, Capisucchi , y la qse padeció. Pues para que se me rer n^icc á Mrracci? Comporserlo aiía con Cayeíaao, y con S* Antoniooé <■ Mucho se enciende el P>

:M, Oíoíio ^ por aquel rasgo de Sermón que termuió el segund© Punto de mi Disertación. Dice: que fyur^ en d un imigm Malhcch&r^ fer turbador de la fa^ pública » j^ objeto de las comunes detestacienes^ ü^quien no pediendo destruir el Prím €Ípe ^ se cmtenta con desterrarlo. Dh ce que 4</*¿í Vomite el Veneno mi maledicencias y que es preciso po^ nerme en cjUestim de tormentos , p4* ta ejtse confiese (¡ual es el extrema .eomparado ¿ un insigne Malhechor 4 Añade : €¡ue sin dar la primera vaet* ia del Tortor^ confieso ya que d Principe es Alexandro Fl/y el De^ ^et$ del destmro , su Bula en fa^ yor del Místerto , y los desterradpf^ i^sij^nes Malhechores^ fenmbado¥eÍ z¿ . - ..■ *■■;--■'■. . . \ic

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4e la faz^ ^fUltca^ y ohjeks de Tas €omuncs detestaciones son ks Donú* nicanos , por ser todos en mi erra* do juíáo opuestos al Misterio.

Ah , que injurias llueven so- .'.■ bre en este breve período ! Se me pone en toícuia zxMts de pro* feanza alguna de delito : se me po» «C Cíi tormentos , aun qiiando por ©tras vías, que ya el Juez ha in- teíntado , cree poder hacer constan» fe el deÜto : se me pone en tor- tura j> aun quando hay tantos Cri- laaiinalisras que reprueban esta via de inquirir la verdad, especialmente en- tre los que deben tener por reglt la lenidad: se aprovechan de una confesión forzada y violenta; y lo que es mas de una confesión, que de ningiin modo se ha hecho : se aprovechan de todo esto , aunque digan los A A. que la confesión del reo hecha en tormentos debe de- mx al Juez incierto de la inoceo»

que San Agusrin diga (jp)í ítir mcms luit froimm&st€km<mii? smas pímas , nm ¿¡ma illud toñit' misisse deugtmr , sed c¡(d4 nm COff§r piisiüt nescittéf M ac per hoe ign^ wafiíia Judícis y plerum^Me m eal^t mitas innocentis. Apdo pues al P4- feiico Sabio, que ya desde d prki?» fipio be recoaoddo Juc?^ superiog de esta cmM, ¿

No; los insignes Malhecha* j^s 5 {^turbadores de la paz póbli- my y objetos de ks coiruaes é^ ICiíaciones , no som los Domiíi¡ici- fios* El ixjismo peffedo, i^n rígidi- mf^ntc censurado , dice que ^$|C ,Jl4slhechúr j ó por rntjor decir, iríi- jado C0m si fuers Malhechor ypf €\ Sentir méms P/¿>. Léase m k Diserjacion el período. De los Do- minicaíios m se pyj^eta decir cofl . ( T);^-^ ••^^•,.,- .. ver-. ,'

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♦erdad que tstaban dcsteriados áíU á lo interior de las mentes y i donde no extiéndela Iglesia ius juicios*. £sc€ amplísimo Cuerpo, ii no se des* Duda de oíacerialidad , no cabe «n !o recóndito de las nances, lino por medio de ia especie im- l^resas (si hemos de adoptar el Sistema Peripatético en punto de ¡deas ) ni puede cenec prohibición de parecer en los labios.

Por una figura, cpc la Re- tórica llama Prosopopeyayh^bló aquel Sermón así del Sentir menos Pio^ J£.stz Prosopopeya es lo mismo que Fkcion de Persona i y por <^^ •* Oraccria introduce como verdaderas Personas á las cosas qtac no la tienen. Asi finge Cicerón Personas, ya en los túamlos y bosques: f^os 4lbani tumuli , atque hci , im- 'ptoTOi ya en las Provincias y Rey- nos: Sicilia tota y si ma )poce lo- hxQ dicereti ya en la P»?

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tria : Si memm Patria , 5f funBa Jtalia\ si amnis Re^publiea lotjH^^ tur. En los Poetas las hay hcimo. sisimas ( 40 )* El mi^rao M. Osorio sabe bien de Prosopopeyas y pues en una Oración Fúnebre suya impresa el año de 5j, que leí, par- que me ¡nterezaba su obieto, encv- .pieza así : Funesta Pira de laces ^ A.. Mati' >

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{ 40 ) Ingens v¿54 duá Patria i,.. trepidantis imág&^ Clara per obscuram \uUu m(estissU

mamEíem^i ^urrigera canas effandem \ertUe ^^v aines^ ^

Casarte lacerdy nudtsque adstare léh ^. certisj "■¿t gemku permista loífUÍ : C^o teté'

distis ultra'i ^0 fertis mea sirria VíVí? Si fiH ^ re yenitisy Si ciws' hucti^efue ticetm .^ .^v J-ucanus PharsaU tíb^t^

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3^m$oleé de flanmantei inténdm^ k qmen el arder consume^ j^ el mi^

ma Imir acaba ^ dexando herede^ rMl de tm ardientes rayos las Cé^ pitas ifue fublkas ^ ¿ efUe expre* hu' cm esas ahrazjtdúras tengms^ ifé a<:jm Prosápópeya > aunque m^ P4>écka qtie Oíatoria. < '^^^ Parece pacs, <|«c está de** sariM^do todo el aparato contra aquel período; <te:<xranecida la razón con ^áe -nie acma de mordaz ; y demos- t.rado que no hay justicia para dc- Üfeciiaímc , según dice, al Tribal nal de la Fé, como a ofensor de >a IReligiotr. De todo lo que com* pone su acerbísima invefliva , apro- fc^cho yo- estas palabras : Esta tiene y^erdad ^ y la Verdad í nadie a^ra^ /l«í¿í. Gaardemos ambos esta máximas y solo se desechen mis discursos C[cfei*do la verdad los desatnpare.

Esta misma verdad ote ha* ce ¿cc¡£ : qae Rábano no pudo

%tfrif itos I>c>mmíc^aos et*' ací|8íH$¿5l doce Lronés repííTctdos erv Iííis seíí gradas, por doiide se sakm á Tfoftt>| de los quaitSy los cW lítete izí^ui^t-s do dedai^i: Spt^ha la Ctdpa Orfpm%

Líos dd dríctho: mhirl. Ra^ no Mauro ^ Escriior del sfgfo y¡i_ IK) pudo figaríff á lo¿ Dv miníela «©$5 sino tm profecía j ptiés vi.. te* ron ai mundo en d siglo i||| quatroeicMtos mos despnrg de Ra* baño, H^lc verdad h FerdM 'W¡^ dtcada y y confieííe que esf ni^ sípida Alegoría es del P. Riter| Dominicano , err ^ Setínon £0* iierra del Pecado Original ; y ádelantt* Gomfcóa h Verdad vmdi^ eada^ y nos avisa lo qae íeeméi en Mairacd ( 41 ) que ao Mom# terio de vSanta Caraiba, llamado £(>«** €f>es en Toledo, está dedicado a It

%^rÍ4i ) Vmdicm^SmBéCa^^ nmií)A commmtitta revel c. 9.

♦tí ■*'

lfíií\%mh¿^ Goncepcion : qué tMi Monjas por Breve de Urbano VIII en los Sábados no ioipedidos rc-t ian d Oficio de Concepción ; traen ^¡cwpre on Escapulario con la Ima- gen de Naestrfi Señora , y al fin de las Completas rezan la Tota pulchra. Todo es cosa muy santa# deberla imitar toda: la Religión ^e Predicadores. ^^ -

^ <^ Nos avisa también, que un Capítulo Provincial de la Provine da de Castilla, en i5i8, supiicó al Papa Paulo V, se dignase conce- der y determinar el modo de re- zar el Oficio , y celebrar la Fiesta de la Inmaculada Madre de Dios. Muy bien hecho ; porque ya un si- glo antes, en ijio, habiendo la Ciu^- dad de Siena hecho voto de ce- IcbríT la Concepción de Nuestifa Señora , y celebrarla confor me :4 aquel Oficio, que por todas sus ; GUiíisolas teíaluba la Preseiva^ioii,

l;Í!

^.

»

•^

rufi^

t)0 qaiskroiT los Domimíaior^^

comprehendidos en C5tc voto% Htfo

bo grandes disturbios entre la Ckí»

dadj y estos Religiosos. Llegó ^

ruido á oídos del Papa León .X#

quien por una Constitución obügé

í los Dominicanos á corfofinarsc

en todo con el voto de la Cm^

dad de Siena, Aíií lo refiere el S¿*

bio Arzobispo de Conza, Fr. Am-

brosio Catarino, Dominicano, nata»

ral de esta Ciudad de Siena. .

Muy bien hecho, vuelvo a

decir, porque como le escribía al

miimo Fr. Anibroíio Catarinc^^

Maestro del Sacro Palacio , acerca

de esta solemnidad de la Copcep-

itíori i entre sus Religiosos había dí-

Víjion. In tali solemnitate (dice)

""(íilicjui mn cebkrant: altauiy man"

^0 non est c¡m videat^ id esty cjuan^

'i.0- nullm adstat , celebrante subtir-

tulo SanBt^cationis: alij tusstMnty ei

cbqumiur mra dintel^ at nihil t^

ñ

I

4

pimmiñ h^<^ csp e$p6ck en f| ^rtóí^wo Icaliano del año ^75*^

:f^,qiüco ya habtó srriba, .;

1^ Muy bien hecha tatnbiejí , Ij^c en el Capítulo General de Milán id^ 1527 la Religión DomÍRÍcan;i fiMck^t ( como nos lo testifica el primer Aprobaíit^r baxo de la íé de Jacirtfo Serri) , por un Mtmoriíd di^o ée cdebrane con la édmira-t mn de todm los éi^los^ £¡ue U StUé Apoit6lu4 diese pn ¿ tan odiosas ConJtrmenm* No sé, si la admira^ mon dt iúdos l$s ú^los c^e sobre h fy>úca^> y -estupenda estruíSuríi jéé Meraoriííl; 4 j^obre que ya loís * Domií»kano5 no ficseo del senck 4^ $ü5 Mayores ; ó en fiii si erí^ |>orqae sam persistían entonces ea -5M antigua Sentencia , y pidiendo que $c diese d último y decisi)^ mícidQ iobre punto de Coficepr 4Íon y pidiesen en 1672 , lo inis- ^>p 4|»c Torqucaiada p^dia al Gocv

I

/i ni)

fSid iJe Basiléa en 1451; lo - mii* M'io í]uc €l Provincial Juan de Moii- tenegro pedia á este mismo Con- cilio s lo mismo que pedia el Car- denal Cayetano en 1515 al Con- cilio V. de Lerran. Sobre el .cüs^ 'de Juan de Montenegro , ya nos dixo Juan de Segovia lo que oyó y vio j vamos á estos do^ Cardenales Tci-qoemada , y Cayetano»

Torquenriadá decía en su Tra». tado que estaba pronto á abrazar que la Iglesia j y la Silla Aposío* lica definiesen sobre el punto; pe- ro esto, después de haber expuesto á aquel Concilio que h vSentenci^ Pia perjudicaba á la Dignidad de Christo Salvador , á la Escritura Divina , y al Testimenio de Padres 5 y Dodloreft Fiado pues en que una Sentencia cfcs esta dase j;3mas podía obtener favo* ísble definición, clamaba {42) : As^ (V) i«f

i 4a) Pan. 7. r* í.

I

^.

r '

$$ir^at ergo 'SanEid Synom$\ et nm perrmttat mentes Bdelmñí ampbuS inhac re tenéhrh dubiutiomm tn^ Vfíbi. Cayetano e?tá mas fücrtc y expreso . A\ termincr su Opúsculo W Conceptione dice , hablando de ía Sentencia menos Pía' : fn una 'Sknépmm, et Sacromm DoBomm 'prhcorum ciuiescef)S^ mhilcjtic sibt n^ mm^ ^ SacrosanSla Synodo (tjuan^ deqédem a Spitm SanBo , ^íí9 %spirante locan sunt SanBi Dei '^hómines y contraria m fde Senren^ 'iíii prodire nequeunt) quin pntius 'íperat y si decernendum ali^uid esty ^setpsam tamfuam pohabdtorem, et ÚmEtorum , ac DoElomm diüis consonam approbandam , exemplo Vítnmmts Synodi suh Clemente V. ^^H^ de Bapnsmi ffeBu decrexnt partem probabiliorrm , dictis Sanc^ íoram, et DoBorum consonam. Pars yero rehc¡tia (sigue Cayetano ) a^- Yens B. Fimnem a ,mdcula Ori-

ihalís peccati pr^eser^^atam^ mujtitu%

dme sequacium^ €t faVons amplituK

diñe conspicua apparet. Stipercs^^Mgi^

tf4r\ Pater Santtissime , 4ít^JnUf{

quindecím Sánelos -^^ Atfgustifíiiim^^

^mbrosium , alwsqt^\ fwfum -.jcx^

pressa snnt nomina^ necmn intej^Ám^

números Doclores antiguos ex ^fa4i

et paVidum in hac , causa Scotum^

franciscum de Mairónis , Pelru^

Aureoli ^ {contra tamen. Paires -Sfi^

Ordinis ) modernos ^ M p'omscui

Vul^i clamores ex aliay medius.^íi^^

Awtter a Christo datus , in ha¿

SanBa Lateranenst SymdoReligi^

ñis Chnstian^ , vel veritatepf ^r^

miter amplcBendam tradere yye\,^^

fublicis ohlocutienthus , et scdndaJU

ionsulere dignerisyJ^eíMr ilUus Ora^'

culvi\ Non tn muhitudtne ygec m

iommouone D&minus. ^ :^;,omBi]tixf

Mi Discnacion á la pág. ^^

pone este zx gumcnto : Despms de

lo discmridOL se dita : Parece

que

(1

H' 'í\

der él asenso ¿un Misterio (^ue m ! puede traer en sa fa)>or algmTes*'^ iimónto Dmno\ que en terminas formales la apoye en las Escri'^ mas\ i un Misterio (jue ignoro U Iglesia en sus primeras die"^ siglos i aun Misterio (\ue no halla ahon9> ^ claro en la Tradición encargad^^ Ut transmitirnos la reña Dotlri^ na ya un Misterio en fn , ejm los Padres no tocaron^ y ^ue hallo poderosos Op&sttores en San Bernar^ do^ m^f! ff'^^ ^^ ^^ ^^^^ ^^ Oricíí-* tó:de la Iglesia \ y en Santo To^r^ fftaSy cuyo sentir solo sttspendiay é las \>eccSy las decisiones que se ent^ frendian. -»^ ^ v ^

-sv •• p^erddd Vindicada síti tóct^dér 4 que de pronto satisfago.; plenamente á esta aparente dificuWv^-^ tád, me dcsfigm-a la cláiisula ; serí^:\ desentiende de que es argumenta qu« v ^> «íc propongo^i no hace nT^niíyi%.;ív

dé! gran elogio que allí-ha^ 4^ Sanco Tornas^ y dice así : isrfg^ hto y mucho mas saben im Í)(H% mtntcanos ; pero tambun saben^me^'% sin texto expreso para el culto é&\ hs hnagems\ el Vll.Stmáú de ^67»?^ Padres^ definió su adoración^ y €Qn%. denó lo contrario. Mo hay textOfí expreso^ que llame lv\^mko\d: Bm ^ dre Eterno^ corno advierte mt adm rada Padre San Agustín ; jh por den fnicion de se le da este epi^ teto. Sin texto c¡ue Hteralmente ex^ prese que el Espíntu Sama pr^ce^^ de del Padre y del Htp^ M Fi^^^ confiesa que procede de dos dm^N^^> hay texto para que w'^ se rehamth ^ XS bautizado por un Heve fe ^ y el Concilio Cartaginense probtbto' qm se rebautizase. El mismo CkyÍH9 dixo ¿ sus Apostóles que les reve- laría después otros Místenos^ quk fallaba por entonces y y estos no e$* tat$ kn k Escritura repelados, i "^ -' Lia-

il

Pi

ni.

á Llamo aquí la buena £ dfe

to&$ los Teólogos. Decidan , todo este armamento es del caso^ ¿Si puede vibrarle contra aquellas cláusulas de la Distreacion? Si yo compilo allí todos los Lugares Teá4 lógicos, que viene, que sin tex^ 10 expreso de la Esciitura se pue- den definir Puntos de > Mi arga^ mentó no es este : La Escritura mda decide expresamente en fa\^or ée la Preservación : l^egO- esta puede defenderse. ¿Me cree por ventara el P. M- Osoiio paitidario 'ét los que intentan que no se ad* mita mas Jaez de las Controver- sias que la Escritura ^ i Pues á que viene toda esa metralla de Punto« dCvFí-, si" ^c^^° expreso de Es-^ critura ? ¿

.. Pudiera detener un poco, al

p. M. Osorio sobre, si los ^P^a* dres del GonciHo VIL Get^eral , o II. hJiccno 5 fueron^corao él dice^ 3^71

é 3 5*0, como asegura la mas se- guida opiuÍ0n con Chi istiano Lupo. Pudkra detenerlo sobre, si los Lu"- f ares del viejo Testamento que man», dan dar culto á la Arca del Tcs^ lamento, son también decisivos p^ ra el culto de las . Imágenes . Pu- diera detenerlo mas sobre aquel Concilio Cartaginense que prohibid rebaouzar al bautizado por el He- rege y preguntarle :¿qual Concilio Cartaginense entre tantos? ¿Si fue acaso alguno de los de Agripino^ y San Cipriano ? ¿ Si el punto de no rebautizar fue visto como de en el Conciiio de Arles, en el N¡- ceno I.; ó por ventura , si hasta allí solo fue punto de disciplina, y decisión de solo en el Tri^ dentino , como algunos dicen ? No nos embarazcmos en si el Imémt&^ que no se halla en la Escritura en titos términos, pudo úú embargo atribuirse al Eterno Padrea ni eci

que

W

^«e la Procesión del Espíritu Sai**» to respcólo del Hijo, tiene texto claro en la Escritura^ y si es del caso el: /lie me clanjicabit ^ qnta de meo accipiet* Prccindanios de la f rucha, que * en favor del bautismo de, los Hereges , sacaba San Agus- tín tantas veces de la Escritura con- ítra los Donatistas. No digamos palabra sobre si los Misterios qae Christo prometia revelar á sus Apostóles -estaban , ó no contenidos en las Es^ criuirns i pues aunque no estubic»- sen 5 la revelación de Chrisio les daba igual autoridad. En fio desenten- dámonos de que no parece hablar cop exááitud, quando dice que en tiem- i.po de San Aguuin aun no estaba declarado el oiígcn del alma racio- nal : en lo que parece suponer, que ya hoy lo esra ; siendo el mcjar sentir de ios Teólogos con Cuir Ikrmo Estio , y el Cardenal de No- lis, que aun iio lo está en^V.diír

Nada

Nada tsto nos debe cmtmraxtrií quedemos sdfamcnte en (|ae es ¿onscante que hay en la Igieda 4 tnas de ía Escritura otros cooduc- tos de rt&n Doétrina , ' y que pa- ra demostraflo son mas aptos qae los alegado* V otíos Cexeniplosí que traen los Teólogos. La Disertación dixb qae ja Iglesia para entrar éf| favorecer la Inmunidad de culpa Ori- ginaj et? la Stñora| ha tenido cx- traor<Jiñáí'ÍQS bibdos, coiiib que Dios haya querido ilustrar en ^^sta parte A su Iglesia por vias que no son c(S tóünes, para que en tc^ iea pavl» tegiada su Madre. o- nO' '^^ ' Parece que e^telNloto prl-í Hiero ha manifescíido que ^ ía vcrdaxf se puede sin embaraza publicar > y que es verdad lo que ha publicadas Ha opuesto hechos á palabras i pe<- ro hechos que traen por fiadores k los mismos Dominicanos. No nof hemos valido de otras plumas, poxsp

f^m hemos creído que.je^as. son lat que con mas aprecio .se recibirán* ps íCguIar que el P. M^^Ospriovea g estos Sabios Escri,tpíe$ como 4 fm^ 4^ SH mismo ArboU ,

3Ptir> tor. Utijl^^r<

^:- PUNTO SEGÜNPO-

81 LA DISERTACIÓN DIO LA ^rHaBera in^eligéhcia, de la Doc*í

,;Sapto Tomas?

>~'Z

L , j^jiciosp Luis Antonio Mil!

racori en sus Reflexiones sobre,^ ti buen gmo en las Gemas y Ar» Ifi ,( 45 ) j haWando de Santo Tqt^, inas di<::e que tiene rcon razón mCí« recido el título de Angélico. Relu- ce en sus Escritos una admirable fecundidad , para proveer y hallar ¿- . . , quan-

d I

) P. 2. C. 10,

V

t|iiánto ptíede hater en Évor, y en contra de su sentir, por tcmm ro que esté de los sencidos. Goaí^i^ píehende de tal modo los pr#»i$ cipíos para deducir sus ConcMic^ f»efy que nada de lo que ípo(Mm contener huye su penetración. Tim ne tal órde/i y trabazón en lo cfim trata , que nada se le puede i>d*i tar,ó contraiio, ó disonante. Sus rm. ciocinios aunque agudos , puedéjáí^ tms por su vigor que por su sví^í tileza. Su claridad es suma , aunque tal vez la obscurecen sus Comeít^í tadores. Sus opiniones son circun^^; pedas; sus juicios cautos, sobrio^^ «anos, pios, sólidos, sin precipi* tacion , sin remendad, sin sofísté^^ tía. Su uso de la Filosofía es bié'ii^ útil. Su erudición en los Padres ^ií y en especial en San Agustín, era^ q^anta cabla en la edad en quc^ vivió. Tiene cierta magestad en lo '^uc dice i pero al mismo tiempo

■■ftí»

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•1 .J,!-

una noble simplivKlad , una ¡oím^» tablc modestia^ y una inviáia fuer- xa^ que lo hacen aun en este cul- tísimo siglo muy recomendable. Es- te jiiicio de uno de los Criticot mas cclcbr^idos en estos tiempos por su imparcialidad, sabiduría , pe- netración 5 y versación en las ma* tedas que hacen el fondo de la me- jor Teología 5 es el que he exhi- bido aquí, porque nadie lo tacha- rá de apasionado.

Natal Akxündro, aunqne Do* minicano , puede también ser oidoy por sus sensatísimos modos de pro- ceder. En su Erudito Panegírica ¿d Sanco Dvíarr , le aplica cotí, razón tsm palabras ( 44 ) del Li- bro de la Sabiduría : Acíitffí in)>er. fiiar in páicio ^ et in conspecla pOTí íentium admirdbtÜs ero , et facies Primipum mtrabuntur me* Tacen*

tem

ÍMl í%i

-^ npM-Ji-mesL!.

tem me sustinehum^ et loquentem méi, respicient ^ et sermocmame me pl»^^^ ra^ manus ori suo imponent' Pr(e?f terca habebo immortaíitatem * ^j^'' memoriam ¿etemam^ his c¡m posí^ me futuri mnt , relin^uam. Y á 5a, Dodrina la llama y alinea con la$. célebres palabras ( 45 ) de Vícenn te Liiinense; Sibi creditam ^ non 4, se invemam'y cjuam acceperat^ nm. ex€ognd\erat i rem non tfíg^enij ^ sed, dodltw^ : non usurpationís prMt^f: sed publica tradiüonisy rem ai se perdjiElam , non a se prolatam ; in ^ua non auEior fuh , sed custúSy mn institutor^ sed seciaíor^ nondu^ eenSy sed secjuens*

No bascan á los estimado» res -del Santo cscos sobresalientes elogios 5 y pasan con razón á bus-, Carlos, ya tt\ la aprobación, que Cbristo mismo hizo de su Doark

na;

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í^ll Qmmnk., c* 27. . x %

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. , ya en la que la han dado lol Sumos Pontífices^ Juan XXII. , Ur- bano V., San Pío V.; Clemencc VIIÍ., Paulo V., Alexandro VIL, y Bcnedido XlíL; de quienes consta ^ae esta Doftrina es especialit»en- íe infusa , bendita , verídica , católi- ¿a ¿recibida por la Iglesia, certísi- iha! regla de la Doótrina Christia- M'l inconcusa , segura , segurísima, y s;¡n el menor error. De donde nadie duda que el Angélico sea el Príticipe de los Teólogos, el Sol de la Escolástica 5 el compendio de lof Padres. Lo que sin embargo no puede hacer que su Dodrina toque esa eminencia de seguridad,^ que se equivoca con lo infalible ( 4<5 ) . No han de ser sus estimadores , con^o los de Homero que en to»

do

(.46 ) Ule Poetarum

me /¿'

do lo querían superior á. lo ,hutn%i' np. Xa^poótrina del Angélico me^ fece sin duda aquellas aprpbacione^f y de. ellas han nacido entre sjLfpr pominicanos las divisiones , acei^ .jfa,jde la Inmunidad de culpa Ori^ 'lor ' ;., Vginal.,^^

^^ ca)>^ dum vatem dmnh MentU > bus ¿e^uas ^

M^ f^^^^ ^^ Kege Deum. Cur dmi pfTínia^ miraris^ éfUasi passim eracté^

l|É^ 1?^^Í3 ?w^wí¿^f«^ tms

^ MftmmeruSy *

fyterdumpeccaw iUmo est. "'^

^rea^ñe,^o do£ií Pmtles, in0

dera dextras ' ^, ,'' y ^^''^

adom Homerum.^ ' "^' ^^

Bmcimtietur^ amet f sed nil imitk

tur y ametve '■■runul

,C^arn (jmd amct raÚQ \ quod Jm*

,llo dicta amandtm. ^''^-*^

%

J^nál en María Santísima* ' '' Uiios^ y son los mat, vícci- Síy^que el Santo no está por 'el Misterio, para ínlvar la Inmunidad ele cjrror en su Do<5triaa han to- mado la pluma contra la Pre$er¿ vscion que él I no favorece. Otros Reconociendo que ¡a Iglesia, de día cn'dia, rbostraba ma? propéniióíl á la Pureza Original de Huesüa Se- ñora, han abrazado el partido 'dé que Santo Tomas no ha sido con- tVarib á ella . Lo s pri meros me pa- r?ccn mas sinceros \ los s^'gtindo^ nías ingeniosos j y ningunos daña- rían la reputación sublime del San-? to^ Do(ftor j 51 siguiesen la clistiti- cK)n de aproBVciones que ótrbi Teó* legos imparciales exponen. . . ^ v ' Dicen que hay apróbaoórí' Ektlha 5 Y aprobación Definitiva^ ' ÍJaman Shai^a í\ aquella que aprue-' ba alguna Doélíina como absoUi- limante libre de C50S errores^que

fe Iglesia tiene ya por tfe; m ác'^qm\\os^ que en fuerza de r.ue- definición constare después que lo son : y esta aprcbacion dicea que es la qu^ goza la Do<rtrirtá de Santo Tomas, y la liaica que se deduce de lo que los Sumos Poncíffces han dicho de ella. A pro* bacion Definí tha quieren que sm h que caliíica á una Dodiina libre y exenta de todo error , así de los que ya ía Iglesia reconoce por ta^ les 5 como de los que en adelan* te reconociere, en visc«d de nue- va dcgnicion ; y no consienten ca <jue la Dcdfina de Santo Toniaf^ tenga esta especie de aprcbacion. Aunque no en cuos. formales tér- minos 5 juzgan en la substancia es* to mismo tres de los mqyorcs Do- minicanos, Francisco de Vidoria^ Melchor Cano , y Natal Akxandrol^

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1- B incomparable Cano ( 47 ) habla de este modo: El Teólogo no ha de jurar sobre las palabras de Autor a'-guno , ni ha cíe hacct empmo de seguirlas sin dixcerri- ííiiciuo* Es muy superior la Obra que emprende , quando abraza U Teología, para que esta lo dexc $iempie anivelar sus pasos sfhtt agenas pisadas. Si intenta hacerse recomendable en esta ciencia, se hallará embarazado , si nunca ha de decir sino lo que leyó en su Mae$* tro. El gran Francisco de Viaoria ( es íiempre Cano el que habla ) era de parecer que la autoridad sola de Santo Tomas bastaba para qual- quiera diétámen , quando se halla- * ba destiruido de mayor razón ; pe- ro sñadia, que no por esto se Jiahian de tomar las palabras del Santo 5 sin examen , ni discernimierir

to: ;

( 47 ) Lth. 12. de Locisc. i.

.(I70 tO: ante!? se reconociere que

Santo habló alguna vez con düT reza , ó con improbabilidad , he* líios de imitar la modestia y la in' dustria del mismo Santo Dodor* quien jamas negó su asenso á Ic^ Autores célebres de la antigüedad > tampoco abrazó su sentir^ quan- do veia razón que lo llamase en contrario. Yo ( continúa Cano) he seguido diligentísimamente este pre-» cepto de Vidoria mi Maestro i pnes jamas he dexado por capricho , no digo las Sentencias del Santo DoC' tor , pero ni aun las de mi Maes- tro; sin jurar por esto sobre todas «US palabras. Vidoria, aunque laa moderado , disentía tal vez de la Doñrina de Santo Tomas : mas con tanto respeto y con tanta reve- rencia, que á mi parecer, mere* cia mas elogios quando $e aparta- ba, de aquella Doéi^ina , que quan- ^Q ia $e¿uia* habla Cano. Nai

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ht Alexandro ( 48 ) adopta ente- rímente la sabia condaíta de esros grandes Hrrmanos suyos , y los cica con estimación para el caso* H^ aquí un jaicioso sentir que pa- ícce que nadie debía reprobar; y he aquí una Dodrina que nos ha de servir para adelante» ^ :

Al terminar ia explicación que hizo mi Disertación de la Doc- trina de Sanco Tomas acerca del Misterio , dixc así : Digan otros U aue su fecundo entendimiento les diBare 5 o €(ue SH vasta cmdi' cton les rmnidrare. To nada mas ^Icantp. La sinceridad me óbltg/t ¿creer que Sjínto Tomas no favo^ fmo i mestro Misterio. Aquí po- dia yo ahora quedar, y regocijarme de ver lo que la fecundidad de su tncnte y su vasca erudición ha mi» tiiitrado ú Aucoí de la Verdad Wf»*

dicíí-

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dteada» Ya protege di principio d| esta Obra, que en esta pztic mas deseo ser vencido que vencedor, Quando (ütst tan irre^MStible la de* mostración de que el Argclico Doc- tor jamas contríidixa ía Preserva- don , VCTÍ3 yo lisonjeada mi inclif iiacion al Miuerio ¿ y adycrcii que ya hábia menos que superar para su absoluta Canonización ; me com* placería que ya todos fuésemos lo^ bi] umtis y €t sefmonum eormndem } utiyá új mi errada inteligencia; y d fia gracias á quien me obÜgabl á detestada. ¿Peí o es ciertamente ctizd^ mi inteligencia , como dice la F^trdad vindicada >. Este es ^\ Puato : examinémoslo.

G.brid Bie!, dodo Teólof go Atenían , que todos conocen , y que esciibió á fines del siglo 35 hablando ( 49 ) de la Concep*

cion^

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074) .^ ^

tíon, dice que fuerori contrarios a tila , San Bernardo , Santo Tornas^ San Buenaventura ; y los excasa ^ ¡porque entonces nada habia deter- minado la Silla Apostólica en. favor del Miiterio, ni la Fiesta se cele- braba por todo el Orbe, como ahoraé Guillermo Esti^^ Autor del Comentario ma? estimable sobre los Sentenciarios , en el que apues- tan lo sólido, lo puro, lo erudi- to, lo ¡níitrudivo , lo celebrado , juz- ga qdc Santo Tomas estuvo contra la Preservación* Son dignas de con- sideración sus palabras (50 ): Et h^c est Vera mins SanEii DoBoris^ m (jui alihi wantfestissime ce coni^ tanú asseveratiom doceat B. Aía-^ Ytám in peccato ortginali fuUse con* cepiam .... Üeinde nimis ahsurdurn ^iit Sdnl^ío Thorn^ cam úpmwnem Mdscnbere , qucim nullus Doüer atf*

te

(50 ) h 3. dis$. j. i* t

te eum tenmt ^ ut tesfatur coitta^ ficHS Bonaventura ; cnm non solean Tí)úmas esse AuStor mvamm api^ ntonum^ sed libenter see¡m ^ (juan^f mm liceret^ communem DoBrinam propter ¿juod et a (jmbusdam Doc^ lor communis ^^ocatm*

Francisco Silvio^ Teólogo^ i quien celebiabá el DominicancH Ncnbcíto Delbecque, tanto por sm apego á la de la Iglesia Romai-» »a^ como por el que tenia á Stó*- Tomas; ese Teólogo, á quien pa-» ra Dominicano solo Ic faltaba (t Piofc&ion religiosa, es de sentir que el Santo Do¿tor comprehendió cu cl Artículo 2 de la qüesr. 17 en la j parce el instante át^es ác \t animación de la Virgen, con el íns* tante de la animación misma ^ :j| que fue contrario por consiguim^ te á la Preservación. La Disertacioa dio ya sus bellas palabras.

Suarcz , y Vasquez , Teé-

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(t7(?) ^ lagos rcspcáo de quienes recono* ce muy pocos que les sean supe- riores la Escolástica : Belarmino á quien debe tanto la Polémica t Pe* ravio en quien parece cenia como $ix nido h Dogmática i y de quiert dicen Ricardo Simón ^ y los Do* tmnicanos Ricard, y Gitaud, que fue el hombre mss sabio que tuvo h Francia en su siglo ^ ^iglo en que Luis XIV. elevaba ya al mas aleo punto á todas las Ciencias i todos estos han entendido corno yo á Santo Tomas. ^ No podría yo pues decir : St tgitur me rípre* hendis errantem , patera me , (¡tá^e^ JTí?:, errare cum taléis ( 5^ )^ P^ ro q^íc "OS extraviamos? Esto es espigar en campo ageno; vamos í plena cosecha en los fértiles cam- p05 Dcmiííicanos. ív Desde la edad en que vi*

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» tl^ífmi^ám^lim mm

^ jí.) Hieren.^ ep $9*

vió Santo Tomas ^ hasta casi mt^ á'msc el siglo pasado ; espado que coiTiprende como quatro siglos^ han tenido los Dominicanos á ilus- tre Gcfe de Dodrina por adver- so á la Picservacion. La Lista que exhibió el primer Punto, prueba í satisfeccion lo que decimos. Ell| forma una Cadena de ero finísimo, cuyos eslabones son los Sabías de mas nombre que ha producido cs^ t^ fecunda Religión > P^pas, Garde- nales, Arzobispos, Obispos, Ge^ neraics de la Orden , Maestros del Sacro Palacio , Doacres de las mas fimbsas Universidades , en todas las Naciones , Provincias , Ciudades ^^ Conventos, son los que compon nen aquella Cadena, tan íarga, que contiene hasta 1 14 eslabones , y- que sin triucha fatiga se podiari aumentar»

Juan de Monzón clamsb^^ y clamaban con el sus M^nxoni^^f

" 4

ti7«) f»$ que la Doñrina contra \i Pr c*

5€rvadon que reprobaba en él /y cu ellos la Universidad de París i era la misma de Santo Tomas 5 y que siendo esta tao respetada , y aprobada por la misma Universidad^ DO fodia abandonarse. Con Mon?- aoo^ sentía el General de la Orden, que á la sazón lo era el B. Raj^- mundo de Capua , ese insigne Di* fc^or de Sama Catalina de Siena; sentía ei Procurador General de la Or<fcn i y sentían todos los Sabios que tenia entonces este Venerable Cuerpo, Léase á Gerson, Escritor líe aquella edad, y á la Gcrsonia- na, donde se hallará que el Capí- tulo General de Tolosa de 158^' hizo una lección de diez Teólo» gos de la Orden, para que defen-* diesen en Roma contra la Univer-^ sidad de Patis la causa de Santa» "Pomas sobre esta materia, y les costeé los gastos á expensas d?v

toda

teda la Orden ; léase también á Bfi^ pondano que contkiué la Historian de aquel tiempo; á Natal Alejían- dro que en nuestro siglo nos h^ dado esto mismo ; y á Gravcsonfeí que lo ha compendiado. Creo que- no puede haber cosa mas áeásws^ en la Historia de aquellas tufbacio^i ncs. Ya vimos que el Manual der* Sevilla de 1524 insinúa lo mismos y que el Provincial Martínez dei Prado, en su Memorial á Fclipcfí IV. á nombre de la Religión en*) lera^ asegura que túdo el mund0 sabe <f/4e ti Angélico Same Tomém lle\^4 U Opinión contraria. X^ vimos > también que el General, Turco, afiM maba que la Religión Dominicanapí pabre^ pohrecita j sin apoyo ^ sin jfa^^ >(7r ha defendido la Doéirina con* rraria á la Ptcscrvadoo ^ contra t(h d$i ¡0$ rayos del humano Poder ^ ion sok el escudo de la DoEirina ^ Sant0 Tomas '. sola Thoma^ Dqc^

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Sin embargo : esta pcrsua- sioí) firme de tantos Sabios, estas dccisioíies clásicas , auténticas , so-. lemnes , dadas por los Gefcs de la Orden , esta tradición casi no in- terrumpida en quatio siglos, es la que se desconoce, impugna, dci* vanecé , desde que en el año de 16 3 j le pareció ál do¿lo Domi- nicano Fr. Juan de Santo Tomas < en quien es de notar que foc Confesor del Rey Felipe IV*) to- csr al arma concra ella , en la ÜíjK li^enidad de Alcalá. Parece que el 50I0 ha tenido la clave de la Doo crina del Angélico i y que los de- irnasV ó no la tuvieron, ó si U tuvieron , y no la aprovecharon , ffneieccn esiC improperio (52 ): f^^ vobis mtá inlutis cla\^em scien"

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ttie; ipsí mn tntróisnsy et-" eos (jtd imoibant prohtbmstis. Esta clave con- sme en estas breves pero subs- tanciosas palabras, que podremos llamar con el Comandante Gene- : Jdipale dicendi ¡enus. He las aquí : Ex Vi gemratlonh , per lí^-i mtfiakm prepag^ationem , et secun^^ dum debitmn natura -^ pero no: De ptentia Det absoluta, et ex vi spe*: cialts Prmlegij. Con esta clave en- íramos en los retretes mas reser-, vados de la Dodíina de Santo To- mas; y si la hubieran tenido, o Dsado los Dominicanos de aquellos primeros qaatro siglas no hubie- ran hecho desbarrar á tantos que los siguieron. Pero oigamos al grati: Teólogo Juan de Sanco Tomas, de quien ha tomado la l^erdad. y>índtcada el fondo de su Do<arÍJ. ñas y en quien desde luego hallo mas arden , ingenio , y perspicui^ •dady^ijc ^n el Escrico de Lima. .:,

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*'■ Bn el Tratado de approíd^ tiene DoSlrin<t SanEli Thom¿c , que está al principio de su tomo i ,• sobre la i parte del Santo, dice Juan de Santo Tomas ( jj ) qud es digno de observarse que el Ahj gélico Dodor habló de un modói quando trataba de la universalidad! clcl pecado original, en faeiza áo la ley de contiaerlo , sin atención^ á privilegio alguno > y de otro moí- do, quando en particular dirigió^ su Dodrina á María Santísima, kf su Preservación, y Privilegios. Qoan-f áo habló de la generalidad de la* ley de contraer aquella mancha , en , nadie admitió excepción ; y admi- tirla le pareció digno de censura: fluando descendió á la excepcion^ ¿ la Virgen de aquella común ley^ jamas puso censura alguna contra*' íes que la querían preservada. Qaari- -

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Jb considera la amplitud dehkf éd pecado Original, deterínina cpni- forme k la Fe católica, y contri Pdagio, que no hay Persona pri^» vilegiada , sino solo el Medianero Cbristo : mas esta universalidad eii fiada ofende á María Santísima, y k su singular Privilegio; porque na hay repugnancia en que todos ca fuerza de la ley general estuv¡e$<!ci sujetos á su débito; y que coa; todo hubiese alguna prerrogativt g que eximiese t una Persona favo*? recida de la necesidad de infección narse con aquella común mancha ^ que á todos amenazaba por Icy^ Santo Tomas dixo que Mar^ no fue santificada antes de la aiii4 macion , fue porque no quiso re^ conocer Santidad en los Principios que engendraron la Persona de It ^ñora i pues reconocida esta San¿ tidad , no hubiera incurrido el déf bito del pecado» lo qual le par^

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lió que fcvorecia ai Pc!agiani5m*# Pero no anduvo d Santo muy so*» lícito acerca de la Persona de Virgen ; aunque hablando de las opí* nioncs de su tienipo, ambas , así la que preserva , como la que no preserva á la Señora , le parecie* ron probables. El P. M. Osorio , sigue esta Dodrina, y la llama Defí" mcion Teológica de la Verdad del Misterio de todos los DommicAms /lustrados. Sin duda no se ilustraron con ella aquellos de los quarp piimeros siglos de la Order^, aun« que uins vecinos á la luz inextia- guible del Dofíor Angélico. Nos ái por fiadores de esta definición Teo- lógica al referido ]uan de Santo jTomas , á Natal Alexandro , á Vi- cente Justiniani, Gcneralj ( de quien ya vimos el equívoco que habia) y k Basilio Ponce , de quien dice haber sido Dominicano, y creo no «e lo consentitán los RR. PP. de Saa, Ajusiin,! L^

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^o Lo singular es que dJcíí^S do su principal Autor, Juan de Seo, TTomas ^ qne el Angélico Doétor no anduvo muy solicito eo inves- tigar la Preservación , y Santidad Personal de la Señora en su aoi- n?acion , ni lo contrario ; el P. M^ ©5orio folla : que atendiendo al esf pedal PriVüegio de la Madre de plus 5 ensena Santo Tomas c¡ue fue concebida en Gracia y en Jusücia Original en el instante primero de SH animación. Yo juzgo que no es cierto lo que dice Juan de Santo Tomas , que el Santo nq escuvo soiíciro acerca de la Perso-- na de la Virgen; y mucho méno| lo que asegura P. M, Osono¿ quando dice, que Santo Tomas eit- i^ña que ,íue la Señora concebid? en Gracia 'y Justicia Original. Jtizgq? que eauvo solícito 5 y íiincho acer- ca de la Persona de la Virgen 5 f ju^go también que !exo5 de en^e^ (A %) mt ,

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fiar que fat coixebida en Gracia y Justicia Original , enseñó expresa- mente lo contrario i sin que pue- da tener lugnr la clave : Ex vi legis ^emrabs : ex vi specialis Pri' Wegi) : ex debito : ex fa^o. No Son mis diftámenes evidentes ; $ób definiciones Teológicas. Son so- tavente escrtípidillos. Pido que quien tiene tan hecha la mano á curar- los 3 me los remedie» La Diserta- ción dixo bastante , que aun no se ha rebatido. Voy á instaurar la co- sa , si no me engaño , con mayor fuerza.

Si alguno dixera que la San- tificación de María Santísima no fue antes de animarse , ni en la ani- mación : si probara esto con racio- cinios Teológicos , con argumentos alegóricos , y simbólicos : si expu- siera que la Señora tuvo en su Per- sona la mancha Original, y que fue purgada de ella : si no hallara nao- ' ' do

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(i87) do de salvar la Redención de Chrís^ to i Universal Salvador , quando h infección no esta en la misma alf ma de la Persona redimida: si juz-i gara que era indispensable que ios Padres , aunque ya estén Sanufica- dos, y aunque el uso de su ma-? trimonio sea puro y meiitorip , hayan de transmitir precisamente el Original 5 porque este es efec? to que po se impide , quandqt hay concupiscencia en los que en* gendran : si añadiera que el cele* brar la Iglesia la Concepción eii algunas partes y era pura tolerancia : si explicara el sentido de esta Fes.- tívidad, y dixera que solo significa* ba la Santificación de la Señora , no porque la tuviese en su Con^ cepcion 5 sino porque ignorándose el tiempo de su Santificación , se ha querido fíxar la Solemnidad eq d dia de la Concepción, aunque en . íigor mas sea Resta de la San*

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tificacion que de la Concepción^ si por último , ni rcconociers , hiciera mención de p!Íviiegio alguno en la Señora para su Pieservacion^ sino solo paia su Santificación en d vientre niaterrio, como la qne gozaron el Profeta Jeremías , y el mayor Profeta San Juan Bautista: sin controversia 5 el que así dis- cuiriera , y procediera , no podia con verdad decirse que era íivo- rabie á la Inmonidad de culpa Ori- ginal en la Virgen ; porque nada mas que esto han hecho los que sin disputa alguna se hm declara- do contra el Misterio, á confesión de todos los Teólogos.

Pues he aquí que en el An- gélico Doólor halLuT.os todo esto* Dice que la Santificación ác Ma- tia Santísima no foe 'dut^s de la

limación (54). Y í^ P^^^^^ ^^^

fuer- '

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^crtC5 Mciocinios Teolopícbs. Dice que fue ena Santificación despuei de animada la Señora ^ que equi- vale á que no £ie e^ta Santifica' don en h animácioíi misma; por- que implica difc luiría hasta después de animada ^ y fixarla dn la misma animación : F'nde reUncjuitur qmd San cli fie ano B. Virginis fuerit post eps ammationem. La principal con* clüsion 5 como explica Cayetano^ es : que no íac santificada antes de animarse: el corolario que de -la conclusión nace , es que lo fue des* pues de animada. Dice el mismo Santo que la Señora tuvo en su Persona misma la mancha Giiginalj porque en su Dodrina es inconve- niente el que no la tuviese : A//M- ^mm incunisset mamlam ori^nalis mlpce * -,Si nunquam anima B. Vir^ gínis fuisset contagio origindis pecca^ ti tnquinata hoc derogarW^^O*c\ DÍ- W -que ^U Smuificaci^ foe p*yrg4- ' cioíiv

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(190)

f ion , ó cmundacion , que presu^ pone ya contraída la mancha : B>^ rirgo contraxit efuidem on^inaU peccatum , sed ab eo fuit mundata anuciuam ex útero nasceretur. Re-» pite que no hjy modo de salvar I9 Redención universal de Chrisco fn la Señora, si ella no tuvo es- í^ inteccion en su alma : Si nunz mam anima B* Virginis fuisseü fúntagio originalts peccañ incfuinata^ hoc derogaret dignitati Chnsti , se* fundum quam est uni\>crsalis om* mum Sahator . . . Non indiguisset re^ dempttone^ et salute qu<t est per Christam. Jtizga que aunque los Padres de la Señora estuviesen ya justificados, aunque el uso de su jiiatrimonio sea Santo , una vez que fnél se admita concupiscencia, es icir ¿ispensablc la transmisión del pe» cado Original en su insigne Hija; ^4n¿iificatio personalis fion tramit m: prokm í4rnaUier ¿enitatn, (]t4i4

ulis

(191 f

éalis sAnBificatio non respicit far^

nem 5 sed mcntem. El ideo tt si

Párenles B. Vtrginis fuerunt mm^

dati a pee cato origmali , mhilomi^

ms B. Virgo peccatum ori¡tnde

contraxn^ curn fuerit concepta té^

cundum carnis concupiscentiam ex

Commtxtione mans^ et f¿emin<€. Dicit

énim Augustinus in libro i. de nttp^

tíjs et cancupiscemia; omnem qué

de concuhitié nasatar , carnem ess^

peccan. Añade i]ue es pura tolé^^

rancia , la celebridad de la Concep¿

cion de Nuestra Señora en algúnal^^

particulares Igiesias : Licet Romana

Ecclcsia Conceptionem B. l^iroínis núé

celebret , tolerat tamen comuetíidi^^

nem dtcjuarum Ecclestarum illué

Festum celebrantiurn. Explica él seti^

tído de esta Solemnidad, y zt^^

ra que es , no porque la Señora

en 5u Concepción fuese Santa, sS*

ño porque ignorándose el tiempo^

en que primeramente to fue ^'M

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iqniso fixar esta Santificación eh el dia de la Concepción , aunque en, figcr de verdad aquelia Fiesca mas propiamente sea de la Santificación^ que de la, Concepción, y que por. esto, no debe del todo reprobar- se esta Festividad: ZJnde tahs ce» krk^s non est totaltter reprobanda» ¿sjec {amen fer boc quod Festum Comepionis jelehratur , datur inte" Úm 5 OMod m sua Conceptione fue* fjt SanBa^ id qma quo tempore. s^rliifcata, fticrit ^ i^noratur^ cele^. 'bf^tux Festum sariEtifcatiotiis ejus j^fi$i$ (¡uam Conaptíonts , m dte. QncepílorÁs ipsius. En todo este jAltículo que exponemos 5 ni pala-^ ¿fa- hay de Píivücgio ; y quanÍQ. g^jnciona Píivücgio , es en el Ar-^^ tjcülo antecedente, quando dice que^ s^ cree racionalmente, que la Señor^ fV. gozó el Privilegio que tuvie-'y ron Jeremías y el Bautista para San-; tificáue en el vienue materno: Rí*-^

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íiombiUter credttur qmd illa m^ gemit %Jrng€nnu?n a Patre plenum grande et Veritatii'^ pre ómnibus alijs major a Pt'mlegia gratis acce^ perita Z/nde m legitHY Luc^ i Jfjí gelus et dixit : AVt gratia plena i ln^>enimpis autem qmbmdúm aliú hoc ' PrmlegÍHm esse €oncessum , ui in uUYú samifícaYéntur \ sicut Jere^ mU \ mi di^um tst ¿mte¿¡uam exi" res de \>uha sanBifca\>i re : et sime Joanni BaptisU de t¡í4o diBum es$ Luc^ 1. Spiritu San¿t& replebkür ñdhuc ex útero matrU su^. Vnde raéombüiter credmr^ quod B. F'ír^ go sanBifcatíi fuern amequam ex útero nasceretur.

Pide particular conskkradoit eno de los íandamentos del Santo, para probar, que la Virgen no se santiíicó sino después de animada* ti argumemo es simbólico en esro^

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(194) {énpinos : Ea ¿jifa fuerunt ( y^ )

in Vetni testamento , sunt figura no^ v; 5 seiundum illud i Cor* lo: om" nta in f¡p^'^^ contingebant Hits j sed \cr sa^taifjcationem Tabernaculi de qm día tur Ps. .45 santiificabit Ta- h,(rnaml^m suum Alnssimm , Vide^ ti^r sigmfcarí sanEtificatio Matris Z).(f, q¿i<^ Taberna€ulum Dei di'^ cm^ y . sectmium illud Ps. 18: M ioie posmt Tabernaculum suum ; de Tabernáculo autem diciiur Exodi í}k%mo : postquam cunBa perfetta ^mt\ operuit nubes Tabernaculum ummordj ^ et gloria Doimni imple^ ]¿it ííhid i Ergo B. Virgo non fuit safiBificafa^ mst pottquam cuutla cps perftxía sunt , salicet ^Corpus et anima^i^o es decisivo , que quien jsplo quiere Santificación en la Se- ñora, después que del todo cuu- f o acabada la compaginación p!en|

( 55 ) Art. 2. Std contra.

He su admirable edificio , de ni ghn modo asiruió á que esta Sat^ tifícación fuese en et instante niis4 mo de sil espiritual edificación; j^ tque de ningún modo puede cóÁ verdad decirse, que presindiese de a(í)uel instante ? ¿ Podrá iaívarse es* ta clarísima Doctrina, con la c\i* ve : Ex Vi I^^íí , et ^ecundum de^ titum; peto no díe fotentta abso- luta^ et ex vi specialis PriVílegij^ ¿Reconoce aquí el Santo alguft Privilegio? ¿No es constante, qué aquí expone el hecho, y no el débito? ¿ No pubfíca esto , está incontestable conseqiiencia del San- to: Ergo B. P^irgo non futí Sanc^ tificataj nisi postcfuam cunBa ejui perfecta sunty scilket cor pus et áni* ma 1

Al mismo intento de

Santificación después de animada 'lá

Señora, trae el Santo este argq-

¿lento alegórico tomado de un lu,

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gar , úc jobé He aquí cl texto áe Job ( 5<5 )j habla de la noche dd pecado Original , y dice : Sie nox illa solitaria y me laude digna. Ma^^ ledicant ei y . c¡ui . maledícunt diei^ qut ,parát¿ smn smcitare Le^nathan* Obienehrentwr StelU calígine ejus,^ expetlet lucem , et non videaty nec (kmm suraemis amorre. El Sanco DoíSorj en cuya edad estaba en 6precia esta especie de argumen" tos . Teoíógicos j aplica este pasagc á (a Concepción de Nuestra Se* íi.jra y y discutiré así : Sed l^írga Conlraxit cjuidem origiUíde peccattiniy ied-ab €0 fnit mumaca ^ antequam c^ uterQ násceretíir. Et hoc significa'' tur JS j. ubi de mcle orígtnaln pecfjzti dicitar : expcEiet . lucem , id, est Chñsuun , et non Vtdeat ( ^(itd vihil ini^mnátum incmrit in illam^ MI diáíUy Sap. 7.) nec ortuyn sur^

ifé > ,>¿. í*p. ¿.-

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gemís Atíror^^ id cst B., Vi^gtnHi és^ua tn suo ortíé a peccato ongink^ li fuit immunis. Es decir: La noche del pecado Original deseó y espC7 á la Luz, y de ningan modo la vio; porque esta Luz es Chiis- tOj quien ni en su Concepción, n| en su Nacimiento, vio al pecadq Original» Deseó también y espera ver á la Aurora j pero á esta la vio en algpn modo ; porque es£| Aurora es María, á quien la no^ che dci pecado Original vió en s(| Concepción , pero no en su NácU miento. No se podrá decir , que U vió en su Concepción solo en quan-' to al débito , y no en quanta af acíto, porque intervino Privilegio^ Lo I. porque en el Angélico pa^ ra esto no hay palabra de PrivK legio. Lo ,2* porque si el sentido fuera : debió Ver ¡a Concepción pe* ro no la vió, porque hubo Privi^ %gíO y que eaibarazaba esta vistál

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fkmolen se diria qne debió ver el Nacimiento , pero no lo vio , por- que embarazó el Privilegio, y en^ ronces ya daríamos en tierra cori la diferencia que pone S.mto To^ mas entre Concepción y Nacimien-» to de la Señora, en orden á lista del pecado Origina!.

El Arzobispo Jacobo yoragine , á quien el P. M. Oso- Éio cita entre los Dominicanos que favorecieron al Misterio, y yo, pa- fece que con mas razón, entre loi que le fueron contrarios , expone así b misma Alegoría de Santo Tomas ¡tomada de este lugar de J'^b (5'7)i bbtenebrentur stdU calu^ine eju'sl StelU enim , id est^ c^teti SanBi tíló die culp£ ori^inahs sunt obte^ fiebratt , c¡utd fuerum cum peccatá

óminali concepti et naú» ExpeUet

'ÍS7 ) Serm. 4. de Assumpt*

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Ipicem y id est Chnuurn et n$n vU deat. íste enim dies culpa non v/- di£ Christum nec in sm conceptíij, nec m suo onu. Nec ortmn surgen^ tis /¡urorae^ Auroram siú¡uidem , id est V^trgincm Beatam , vtdit (juan^ tum ad concíptum , sed non vidif cjuantum ad oríum. Aií pues co-^ ti)o á los Santos logró la noche del pecado Oiiginal veilos en $a concepción y i^acimiento , tanto etf quanto al débiro , como en quaq- to a! ado ; también á Mana cri sentir del Angélico y de Voragi* nc que lo expone , consiguió ver- la no en el Nacimiento , sino en I|í Concepción , en quanto al débito Y al año.

El Articulo I de esta mis* ma Qiiestion 27 se dirige todo á probar que María Santísima fae San- tificada antes de nacer de! vientre de su Santa Madte. Contra esta doárina opone ailí el Angélico

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(aoo) Doitot este argumento 5 que (5S) es el 4. Peccatnm Origínale contra* hitur ex onmie , sicm peccatum ac- túale ex acluy sed quandm altams est in aBti peccandí non pótese a peccato aBuali mtmdan : ergo etiam fiec B. y^^rgo a peccato Originali mundari potuh ^ dum esset adhnc tn ipso aEiu onginis in materno útero existens. Este es el arrumen- to. Pido ahora se lea con mucha atención la sobdon del Santo , porque á descubrir cierta Doc- trina suya, muy pariicularj que no todos la advierten ; pero que de- clara grandemente su sentir en es- ta parte. Advierto que uso siem- pre de la nueva edición del ei*u- dito Dominicano Juan Francisco Bernardo María de Rubeis.

Jd auartum dicendumy cjuod peccatHm Originak trahitur ex ori'"

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(58) Art. a

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(30l)

gine , in (fuamum per eam com^ mmicamr humana natura , (juam froprie respicit peccatum origínale: ijuod ¿juidem jit cjuando proles con-^ cepta animatur: ande post amma^ tionem ^ nihil prohihet prolem con-^ ceptam sanB'tfican -, postea emm non manet in materno útero ad acci^ ptendam humanarn naturam , sed ad alí¿jí4alem perfe^ionem ejuSi (juod jam accepit.

Aquí enseña el Santo que Santificación solo fue después de animada la Virgen j porque enton- ces ya pudo recibir la perEfccion de la naturaleza antes recibida. Es- ta es la misma doddna que des- pués amplifica y prueba en el Ar- tículo 2 siguiente 5 como hemos vis- to, Pero lo particular y lo que pide atención e^tá en que no so- lo difiere Ja Santificación hasta des^ pues de la animación de la Seño- ra, 5Íuo que en el insante misma

(C 2) de

de la animación , no k Juzga pó- . síble. Porque dice que en el pun- to de animarse, cscá la naturale- za huaiana recibiendo el ser por el origen 5 y entonces la mira pro- piajcncíice el pecado Original , que reconoce su canal en este mismo origen. No sucede esto (continua el Santo ) después de la anima- cipn ^ porque ya entonces no está la naturaleza en aílo de recibir su ser 5 sino en el de tomar la per- fección del ser que ya recibió. Hay pues j según el Angélico , esta no- tabilísima diferencia entre el punto de la animación, y el punto de des- pués : el punto de la animación es como la canal que a<Staalmentc dcriya, y comunica el ser, y por consiguiente de ningún modo co- Diunica la Santificación Así como quando alguno está en el ado mis- oío de pecado porsonal , no pue- de/cccibir la Santificación; pues cu

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fiíerza <k! argumento ^ y de la so- lución del Santo, van ¡guales en este procedimiento, el z&o del pecado personal, y el origen en la anttna- cion. Pero el punto después de la animación , coiwo qut no es en el que se recibe el ser, sino la per* feccion del ser , no tiene óbice para que sea imtante de Santificación»

No escapó á la profundidad escolástica de Francisco Suarcz es- ta reflexión. Por ella es de pare- cer que la solución que acsbamos de exponer del Santo Dodor no -puede subiistir. E! ert el Comen- tario de este Artículo la impug. na í y exhibe á aquel ?rgutnento , que se opuso el Santo, una res- puesta bien sólida* No importa por ifihora hablar de ella , sino despucí > pero es importantísimo oír lo que dice Stiarez acerca de lo que res- pondía el Santo á aquel argumen- ta; Bjspondmdkm, carnea est (sob

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(204)

pa'abras de vSuarcz ) fteutrum pro* barí po^se tilo argumento ; ahéís non solam dkendum esset B. V^irgtmm ftmse conceptam in peccato origina^ li 5 sed etiam impossibile fmsse ali- ter fieri^ supposita origine ex Ada* mo per semwalem generaúonem : Consecfuens autem^ improbabile esse infra osiendam»

Examina después Suarcz ( 3:9 ) este punto : ¿ Si sea posible que la Virgen se Santificase en el mo- mento mismo de su Concepción? Y dice que es absolutamente cier- to que Dios pudo Santificarla en aquel momento 5 así cómo Santi- ficó á Adam-> quando lo crió, y bübiera Santificado á toda su Pos- teridad , sino hubiese pecado Adam. Mas supuesto que la Virgen se contuviese baxo de !a Ley impues- ta

( 59 ) Tom. 5. Sc£l* 4.

2..in 5. p. dispM

(205-)

fa a Adain, y que $e propagase por seminal generación ^ dice Sua- rez que es mayor la dífic^lcad ; y que muchos juzgan que Santo To- mas, por la doctrina que ya he- mos expuesto, pensó que esto no era posible. Despaes daremos estos Autores. Suárez por su modestia ^ presinde de esto; pero en verdad la Dodiina del Santo últimamen- te dada , parece que lo insinúa. JuTga también lo mismo el dod^ Gabriel Vasquez ( 6o ) . .

De aquí se sigue que amn^ do el P. M. Osorio habla *así : Pregúntese ¿ ios de la opnmn mé^ ms dema y menos Pta , ¿ si Dio$ con su tnfnitd poder pudo presera ^ar ¿ su Madre de la Ortgind culpa \ y todds responderán que si , por no cometer una blasfemia heve-- ncal. Nosotros íc lepondremos l(\

que

i^^) 3*p* disp. ii6. r. r.

^ K{,

gac dicen aquellos Teólogos. T<5- dps dirán que pudo preservarla, y Santificarla, como Sancifícó á Adam, y como Santifícaria á su Po$ter¡«- ¿ad, él no hubiera pecado* Mas puesto que la Señora se conca- viese bxo la Ley impuesta á Adam, y que hubiese sido procreada por generación seminal^ Santo Tomas, según lo entienden muchos , y se- gún lo que el mismo S. Dodor enseña al fin del Articulo i dclá qüest. 27 no pudo Dios preser- varla en el punto de su animación, ni Saoíiñcarla entonces ; ad como no puede Santificar á alguno en el punto mismo en que ^¿luahwenie peca ; pues según doéliina del Sto» el origen al comunicar el ser á la naturíileza hum ana, es como el año al coinquinar y manchar «t que lo comete.

Es pues máxima del Sta« <jiic no es conceptible Santificacicm

; (307)

en c! momento mismo fn qué poíft común propagación se infunde elí s'ma^ y la persona recibe su scr^i Ad lo repire cn el Artículo 2 de. tsca misma Qücsíion , qmndo res-, pondicndo el ^último argumento (dl4 ce: Nihilomims B. Fmo pfcca-^ mm origínale contraxk ^ %m fue* m concífia secmdum €arms cmcu* fts€etimm €x commixtiont mam €S f.trmn^', dmt enim Augustiml m libro I de mpúp conctépisceit* tm^ omnem, ¿ju^ de concuhitu ñas- citur, carnem esse peccatu Así tam- bien lo repite en aquel Ghodhbet. 6 m 7, que cica la reráad ^in^ meada. Vnm^uisque peccatum ori* gm4e comrahit ex hoc ^md fuit m Adam secmdum seminalem ra^ ttonem , m Augmtinus dicn super Gen. ad hturam : omnes mtem ilU tn Adam fuerunt secmdum semt- valem ratimem , qd non solum ak f^ carnem acceperum , ied eiiam

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mmikm fíMUralem modufñ orifi^ nts éíb eo suní' propagatt. Sic au" t€m procesiit ab Adam B* Vi^go^ €¡í4ta nata fm per commtxúonení Sfxuum ^ stcut et C£teri ^ et tde(í cementa fmt in ortgtnaH peccato. - .. / De aquí también se sigue que la Santificación de la Vírgeo, en doárina del Seo, p\r necesi- dad había de ser después de ani- mada j porque no puede ser antes de la animación 3 quando no hay criatura racional m persona buma- nílV como arguye el Seo ; ni en la aaiaracion misma , porque ya se jantarian Gracia y pecado; pecado, porque este se comunica en el mis- mo ofígen 5 así como en el mis- mo ado se comunica el pecad'y personal ; y Gracia, porque en aquel" iiiomento Santificaba. Ha de ser pues pasada ya la animación , con- cebida ya la persona, y por pre- letsioft' viciada. Por csto^ dice^ el» ¿^*¿^ v,.v. v'i¿- Seo»

6op) ^0. que esta Santificación es : Em$tth

' ^ Establecida esta dodrina se 'entiende bellísimamentc aquel argu- Diento tan rcpccido dt Seo. To- mas 5 qüc si la Señara no hub¡e«- ra contraído el pecado Oíiginaí , no hubiera sido redimida por Chris* to. Argumento , en verdad , respon- dido solidísimamentc por los Teó- logos defensores de la Preservación; pero argumento siempre efícacísimb en el modo de pensar del Santo. He aquí su Vigor : La Redención de^ ChiistOj ó tuvo cfcdo en h Señora antes de animada , ó en k animación misma , ó después de animación. Son los rres estados en que se puede considerar. luvo efcfío antes de !a aníma- 'cion , ya !a redimida no fue el aU ma^, no fue la Perscna 5 no fue la Señora misma 5 ya la Redención re- fsyó en el feto , en el embrión^

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(ato) tio/cs la Persona, que no ijíl la Señora ; de ningún modo ,reca* ^^ó len d aima. Desde luego este modo d? redimirla era posible , y J$lü. Tornas no podia negarlp co- ,¿^IMS) ial> pero no seria Redención idíe i^ ^Rersona. El Cardenal Cayc- 4aD0 exponiendo este lugar del Sto» :*pme el exemplo de San Pablo, .^m hpbiendo nacido Ciudadano Ro* $fl^anjO;5 jpor gracia concedida á sus íPfogénicoreí?;, en rigor no necesitó ^e^ta gracia Cesárea en si mismo , ^tp.W et gage que gozaba , aunque if n vveidad la necesitaron sos Padrea. ¿Así pues !a Señora no fuera la que i4iecesitó Redención 5 sino su carne, ^or el privilegio de no contamina- (¿a jl tiempo de la generación del .feto 5 allá entre los Saiuos ampie- 4{p$ de sus Progenitores > y por cCspirefleKiona oportunamente el mis- ólo dodp Comentador, que el ^to. ^^Oidicc que ya la Virgen no ^bji-

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bícra necesitado de Gracia y Glorm por Christo, sino que no nece^ sitaría de Redención de pecado ; y que ya no se vcrificaria de ella la universal: Ipse enim sahmn jk^ ctet Popéum suum ¿ peccatu e&^ rum ( 6i ) .

Si la Redención tuvo efeHa en la animación misma, se hubiera juntado la Gracia y el pecado 5 te^ Gracia como fruto de la Redención j para preservar á la alma que en- tonces se iíifundia; y el pecada que aélualmente viciaba k aquelte alma, que según la doélrina det Santo ^ es indispensable la vicie |* como es indispensable que el que? per5onalmente peca se vicie con el? ado mismo con que está pecando» pues equivalen para esto, para el original el origen 5 y para el ^úml

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, Soló resta pqcs, que la Re-/ íícnclon tenga efcáo después de la. animación, qaando ya el alma es*» irifandidá ^ concluido ya el edi-» ^cio del Tabernáculo, y en esta-? ^0 de recibir su perfección ó de-* coraron; y como ya entonces íe? halla con la infección del pecadai coDtiaido en la animación , la Reden- ción no es Preservación 3 es Emunda- clon 5 es Reparación.

Explicada así la doñrina de.: Santo Tomas, nada hace lo que re-? pone Juan de Sto, Tomas, quanda, dice que el Angélico también reco-^ noce Redención preservaciva. Reco»^ pózcála desde luego en otros lan- ces; pero no en el de la Con- cepción de Nuestra Señora segua la via ordinaiia de ia común propa-, gacion* Reconózcala en la muerte qiuníjp Dios , si quisiera , presera vara i algunos de la común ncce- isyadi <ie oiorir. Esto es lo qa^.

jirueba Juan de Sto Tomas cnn el lugar que trac tomado de la Q¿ies¿ tion 78, Arcículo i del Suplemen- to del Santo j pero no quando ú tomar la vSeñora su Ser natural, es concebida por el origen ordinario, pues entonces hay el inconvenicn^ te de aliar Gracia y pecado.

Ni las palabras del Santo cit rite lugar , alegadas por Juan de Santo Tómaseme parece que ptue* fcan su intento. Son estas C<52): Islec pot€$t dici cfuúd non hac r^* iempüom indtguermu ^ €¡uia prasti^ túm fuit eis út sine pee cató conci'* ferentur. Ve aquí Redención prc*» servativa , clama squel Teólogo, aun para concebirse sin pecado. Mas yo creo que debe advertirse con cuidado lo que el Santo añade allí en el texto : (juta illa gra*^ tía faEta est pof-emíbus ut in e/¿

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1^1 ) Suppkm. q. 78. aru u

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intiam natura sanaretur , ¿fuú fnd*

vente sim ominali peccat o generare mn posscnt r \>el ipsi natura c¡ué sanata est^ Oportet autem poneré'^ i¡md cjmÜhet personaliter redemp*' tiofie Christi indigea,t ^ non solurpÉ< ratiorte natur¿€. Aqiú sin duda ad-c mire el vSanto posible d que lor hombres sean preservados del pe- tada en sus Padres; y por precisión (deberá decir lo mismo de Mariá Santísima. Pero entonces ni los hombres j ni la Sañora serán re-* dimidos en su propia Persona 5 f esto no puede ser, dice el Santo. TO todas partes, y allí mismo; ipmet autem poneré quod quilthet fersonaliter redempnone Christi indi^ grat ^ non soíum ratione naturx*

Distíngase , pues 5 como se tqtrisierie la Concepción del feto ^ y émbiion de la Concepción de ll Persona. Dígase que así los Filó- sofos 5 como los Teólogos y ftfc^

dre$

iipvivi

fártft antiguos que prtCiedicí^n jt

Santo Tomas, y aun después 4$

él hasta Escoto , quando afír43?ia*

ban que la Concepción siempieiiii»

«íluia pecado, hablaban solameote^^

Ja del feto, no de la de la 1?^%

^qna. Empeño es este , en qv»c cpr

tra con la mayor difusión el J^f

,4uita Vicente Fasati , acumulando

jquanta erudición exquisita adm^f

Ja materia. Pero jamas se con^sCf

güira manifestar que Santo Torua%

quando liega á tratar de la 0^%^

cepcion, de la Persona de M^t#

Sancísiítia , conRitida esta con la ^d^I

:feto. Ambas están discingaid^s ,€|i

40 dodrina ; la del embrión , qo^oi*'

«4© dice que no pudo ser Maí:í|i

Santísima Santificada antes de sp

animación , con todos esos invi^ñof

4mdamento$, que para ello exhibe^

4a de la Persona , quando rnanlfiei^

#|a que, su Santificación fue despuef

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(2X6)

Tabert^kulo , y quanclo ya sd na* turaleza, recibido el primer ser, es- taba en estado de toaiar su per- fección ; pues entonces no habia el embarazo de que la Gracia tuviese encuentro con el pecado , que pre* chámente $e deriva quando la Per- dona toma su ser.

Todo lo discurrido me per- suade que Santo Tomas de nin- gún modo favoreció á la Preser- vación. Porque, valga la verdad, •¿que mas hubiera hecho el Sanco Dodcr, ciertamente fuera con- trario á ella? ¿Que mas hubiera he- cho, si hubiera sentido como los Monzones , Torquemadas , Eimcri-» ^os , Montenegros , Bandellis, Espi- nas ? E! trae los mismos racioci- nios que ellos ; los mismos sím* bolos y alegorías; responde las di- ficultades opuestas , como ellos las responden. Que mas se deiea ? Qi- *ye(ap.o iccflexiona así: Si estas pa<

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yeccato onginaU^ que se hallan ex* presamente eri el Santo , no e^ pHcan que verdaderamente y de fii<^ to lo contraxo, ¿con que otras pá* labras quieren que se explique e| Ang^ico Doétor , para que se d¡gi contrario á la PreseIvacion^ ¿S^ liabria explicado ton mas fuerza ^ si en verdad fuera contrarío I El Santo habla de la Persona de I# Virgen, como sujeto del pecado : explica el tiempo de la Concep- ción : explica el pecado Original i explica el hecho r ¿ qué mas debíé explicar ? Salvar todo esto con el dcbíco de contraer, y no con a(Sual confracción 5 es dar lugar a qué^'^así discurramos de codos lof demás Teólogos que sin duda es-f fáfi contra Preseí vacion, ¿ Por que pues no $ie dice igualmente que to^ dos estc^ solo h b ron del débito^

^^)nk^s commufñf^-f ho Vpt- 1^

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(a 18^ Prhileaiji. lQ}}c diferencia ha- re- conocidQ el Santo entre la Con- cepcion de la Virgen , y la de los demás concebidos por la via ordi- naria de propagación ?

Si ha Tcconocido , dice el P, M* Osorio, porque aiin híi)lan- do el Angélico Doótor de la Santi- ícacion de Jereailas y el Bagíista cpic fiíeron en ella tan privilegiados , se explica 35Í ( ó¡ ) : /lia cjute gmm *Vmgemutm a Patu pUmím gratis €l ^?mtatis pr¿e omnifábus alip ?na^^ pra privilegia gratín ^ccepit- T el 3^ Giamático sabe que el majora pü'- » V^fg-i^ gratic:^ no solo quiere dc- ,jcir Gracia mayor; y que el nume^ j^ro plural Pmiie¡na , no se vcrifi- 5jca con solo el singular de oíayqr 5^Gracia*

Yo repongo ^ que son mu- chos los lugares en que el n4«

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tñero plurá!, $c toma par singu- lar. No nos cansemos en cornpi* lailoSé Vaya ano solo (64): £cce mitn in intcfuttatibus conceptus surn^ et in peccam concepit me mater Wf^r. Habla aqpi David ( aunque $c enfade Hago Grocip ) dd pe- cedo Original > y siendo singcilar lo designa con nóaicro plural ; porque én realidády aun siendo singalar aquel pecado, cGncaricn como á hacerle la corte muchos pecados ^^ como !a soberbia 5 la inobediencia, la intem- perancia y y. porque el Original es fcente de los demás pecados. Así explican este lugar los Intérpretes 5 y en el mismo sentido podo de- cir Santo Tomas, qae la Virgen ién/: so Santificación tuvo mayores privilegios de Gracia; porque á mas de que esa primera Santificacioa después de animada te Señora h^

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como la fuentq de ese inmensa mar de Gracias que tuvo ^ ella re* cibió desde entonces Gracia mas intensa que la de los Angeles^ y hombres en su mayor consuma^- cionj tuvo quando menos ligadqp. d fómite y fíie confiímada en aquellf Gracia, recibió la prerrogativa de nq pecar ni yeriialmente , gozó el don de la perseverancia , y la justicia Original en quanto á lof principa^ les efeoos de perfedísimá sujecioit á Dios 5 y de inalterable coníOr^ ^ dia %entre líí parte luperipr y h?. inferior. Nada de esto hubo cí^ Jeremías , íii en el Bautista, Teñe, inos ya puc:$ sin recurrir á la Prc^ servacibn del Original, majara pri- vilegia gratU ^ respeélo de aqueííoS; Paitas, y de todos Iqí dcttia»

i^tk ' Eo proiecucíon de lo m¡$«^ rro íáñade e! P. M, psorio, que la Sítior^ fee Santificada con mayores * Vén?

(2.2 i)

ventajas^ y privilegios que Jeremía y /I Bautista; porque estos fíierort Santificados pasando de un eoñtrá-» rio, á otro contnrio, de la culpi Original á la Gracia ; pero la Pi^ rísima Madre de Dios > no pasp de un contrario á otro contrari% de^ pecado á Gracia. Si, así lo creo yo: y me alegro que también jo creft d P* M. Osorio ; pero no cre<) que la dpéirina que aquí alega 4¿ Cardenal Cayetano sqa como la re^- fiere. Dice el P. M. qi^e^^en etC^dl^ mentario del J^rticulo > de ía qüesC| tj enseña este Cardenal que haf ti^nsito de contrario á, comraíioí y transito de afirmación^ Mg3^ cípní que el primero es 4^ Jg Santificación de todos ^ que pasaa.- pecado á Gracia ; y ^ el seguía :; do es el de ChrÍ5tp, el de M^ ' Apgeí^^y el de María Santísima. í^^'^ i^^f kt*" íi-a ^doanna de Cayctano;^^ €5U:-Hay Santificación de' coocrtif ^ lio

1. "4 f

i'J. -lí

íió en contrario, de inmundicia Cíí limpieza , de pecado en Gracia i y b hay de negado en afirmado , de no Santo en Santo , de no Gracia en Gracia. Esta segunda no supo^ |ic pecado; se halla en Christo; y en !o3t Angeles , porque los Aít^- geles que nunca pecaron , faetofi Santificados; y Christo dice de d inismo : ^em Pater sanSlificavit* Aquí queda Gayctano , y no in- cluye en esta clase á la VírgerT, ©xa!á ia hubiera incluido. Pero yO me complazco en los deseos dd P. M. Osorio de que Cayetano \t incluyese, y le celebro la vista pers* picaz, pues halla lo que la miaj que aun no dcsfollece , no puede descubrir; antes parece que dcsc\3^ bíe lo contrario ^ porque añade Cayetano que la letra del Artí- culo que comenta se entiende ref» pedo de la Virgen de Saniificacio« 4cl primer modoj y qüe.por cswi

1

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cpcc Santo Tóiíjas y que es Ef^an*^

^> Aun está mas singular el P#

M* Osorio en lo que despuet jiiz*. ga de Cayetano. Ya lo hace fer* voroso defensor de la Inmunidad eje Nuestra Señora de culpa OriV ginah y para probarlo trac una dodíina de este Cardenal en el mis- iBo Comentario de aquel Aitícu- lü. Le parece di P. M. que Ca« yetsno reconoce modo especial de redimir Christo í su Madre, por» que la misma pureza que tuvo, Chiisto j tuvo la Madre por pri* Vilegio especial 5 aunque ifífeiior es* t^ pureza á la de Christo. Allí re« lata un largo pasagc de Cayctanq, que 5 según dice, convence lo qué acaba de decir ^ y,. al fin de lai. Inginas pone dos Notas, que nb$ advierten que^/j este lugar admi^- Í€ y expresa el Sabio Cardenal /¿ J^rtseryAcion de Mma y el mó^

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tspHtd de redimir Ckrists a S0 Aiadrt. Pido un poco de atención.

Viendo Cayetano que na parecía coneluyente el argumento ¡|amo Tomas en aquel Artículo, reducido á que- si la Virgen no Cófirraxo el Original , no seria re- dimida por Christo ; pues -en ver- dad hay^ dice, otros muchos mo* áb$ de redimirla del pecado , aun duando no lo contraxcra: para que a i*acíocin¡o del Santo no pierda %l\ faerra ^ lo expone como ya zp^n* yo arriba. Es decir , que el Sto. no habla de Redención del feto, de Redención de la carne, sino át' Redención la Persona. Trae á* esto el exemplo ya mencionado de- San Pablo 5 quien no necesitó gra- cia Cesárea para ser Ciudadano Ro- li^ano , aunt]ue la necesitasen sus Mayores. Bt hinc hahes ( habla Ca- yecañe) ejnad Á dtcatur c¡uod Bi Vt^vo méimisset m carm pr^cederh»'

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a peceata , (¡unm'^is nok ¿n se y h¿ec distinBio mn ohstat Wc* íis v€¡Homarf\ indigere in anücéd^ lihus mn est ipsam indigere ^' ité quüd ly in antecedmtibus estl cdH* dttio diminuens rattomm indigehiié. persona lis. £tipropter€0 mn valet consequentia : Indiguisset in st4Í'f¿é^ tus 4:arne i ergo rpsa Vtgo írh dí^uisset. Est ergo simpltciter ^erd doEtrina in linera tradiu^:^'^^ pues B. Virjñnern in prácedetm felH yel Párente indigere redempk mone ^mn est ipsam B. f^irginetn 'wdtgere i sicut Pault^m in suis pa^ rentibus indiguisse- gratia ciWaííi Koman^y non est Paulum illa in^ diguisse 3 sed Majgres suos indiguis^ i^ PÜa.^

•í; ^ ^«^^(treera quien scncilíamentíj Jeyerc unas palabras de Cayetana, que trae el P. M. Osorio, que eni realidad muestran que este Carde- nal enseñó la Reden ció n pceservá- ( F a ) iiva

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ma. eniJ^.vScñora. Pues nii^a i^« no^. Al fin íkl CGmentaiio de aquel Aaí(;p!o previcíie Cayetano qge no ^^ d^yFí'^ <:omo pedia creer algu- no, por las autoridades que se ale- gan de los PP. el que la Vírgea fue ccocebida en pecado Original. Dice c|ue ain pLieden sostenerse ambas Sentencias, tanto la jque con- tamina como la que preserva a la Se&ora: Absqm Ij^reús crlminis» que labe utramcjue cúntrádiElionis partem teneri pojM. Z/nacjUáeque Pra^ ^naa in sm sensu Ahtmdct. Pasa ádeiame , repite lo mismo , que fiinguna de las Sentencias es heré- tica, que ambas s<vn probables: que la que niega la Pieseí vacien , scr gun el sentir de los SS. PP* y DD. amiguos, iodo lo halla con- forme á razón, y ¡a que defien- de la Preservación^ nada dice con- tra la Fé, ^Entonces pone las paU- bras^qiie trae d P, M, O. Hs

\n aquí : Sea specidis modm redt^ tnendi ac sahandi a peccato migi>' nali Chisto attribuimr respeHh su¿e Adatris: sic enim ipsa B* J^írgat indiguit redimid et sahan apeéca^ to ftr Christum: quoniam ips¿ittiffc imurrisset peccatum , niú rnanuí gratis pra^fcnienth non tempore sed natura adfisisset. Et ita puritas ejus fuit máxima sub Christo qui nutlo-^ modo indiguit redimid quta ex Vt suée Conceptionis fuit Sanclus. Eta estas palabras no hace Cayerano si-' no fxpücar la Opinbn de los que están por la Preservación 5 Opinión que él combate en todas partes, y que reputa eontraria á los PP. y; DD, pero que sin embargo quie- re que no sea opuesta á la ^ por la explicación dada. Esto se reconoce k primera vista quando se lee aquel Comentario. No abandone pues los derechos de la verdad Víndicad9r^

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(228)

Continúa el mismo PlnoH^^ ^éé¿<m en el empeño de que ^^a^ f^ano defiende la Preservación^ y la intenta persuadir con $a Co- menrario sobre el Artículo 5 de Ja Question 8r de la r. 2^. de Sto. Tomas. Allí dice Cayetano que se debe notar que basta que tos hijos de Adam estén expues- to,s á contraer la culpa Original ^ para que necesiten de Redención; porque no solo necesita ser redi* mido el que se halla en adual cau- tiverip, sino también el que esta expuesto al peligro de la cautivi* dad: y que así el Tomista no ten^. ga por errónea la Redención pre- SÉ*n?au*wa , quando disputa ó predi'- ca. Pido un raco de mayor atención. n Santo Tomas en el lugar

ójtimaqiente citado, pregunta : Vtrum J^ecfatiém primi Parentis trameat per ^igimm , fV/: , omne^ hamines ? y re«- suelve así ; ^espondeo dicendumqmi

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%iKundttm fdem catholkam fírmlter €St tenendum ^ qm4 omnes homifí^$' froeter solum Christum ^ ex Adam derivan^ peccatum origínale ex ádam contrahmti alioquin non omnes in» digerem redemptione , qu¿e est per Christum , tjuod est enoneum Ó*t* Como el Santo Dodor habla aqot en tono tan alto , secundum Jídem eatholicam fírmicer est tenendtsm^ podía algún Tomista menos cauto^ juxgar que la Católica nos obfe gaba á ceer que la Virgen Santí* sima no tenia exención del pceaü do Origina! ; y en su conseqíten«* da serian heréges todos los que U defendiesen Preservada, Píevecr el Sabio Comentador Cayetano es,«* te riesgo en algunos de sus Con* tomistas ; y para precaverlo , dkt estas palabras que yo voy a pa^ tier con un poco más de eK#nt cion que la Verdad vindicada^ p^« 1^ que se penetíci04o m mmmk y seaúdo* /^

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1n Articulo 5. ejusdem S^td}-

^astiomsj omisso 2. adverte dutf

ttrca universalitatem peccati ongi^

mlis. Primum est , c¡md ad fidem

eátholicam speBat, (juod omnesprce*

ter solum Chistum comrabant pec^

iatum origínale, ^od diEtum VéOn

intelligendum est altter , cjuam de

morte ¿ju^e est pana peccati origi^

ttalts : Itd quod sicut omnes incur^

rttm mortem^ id est nccessitatem

moriendi ; ita omnes incurmnt pee-

€atum $ripnale, Et sicut non ¡pee*

tat ad pdem^ an mguli morían'^

ttir aBualiter^ an divina disposi"

tíone alicjuis non moriat'ir ^ ita non

speBat ad fidem an alic¡uis ex spe*

eiali prerrogativa grati.e non incur^

rat aBmliter ariginale peccatum.

De utro(jí4e enim simul inc¡utt Apos-^

tolas Rom/ 5. Per unum hominerrí

peccatmn introivit in mundum^ et

per peccdtttm mors. Est igitur fie* .

assmtim stcmduiH cathohcam fh>^ \

^ ' dem

d^m €ttdeu , c^uod ornnn uirmc^m uxus ab Adam secunduv^ rano^ nem semwakm fro\>miens ex ips4 ma gener alione sit obmxius peccata originaUj et contra Pelagianos dir ceníes oppositum Augmt'mus , disscrh et deffnit. De solo autem Jesuj Christo \ferum est (¡uod ex tpsa ge^f peratiqrie nulli ohnoxtus est pecear Wj juxta )ferbum Angeli ad B. Vir^ ginern ante Filij Conceptiomm^ cju^ yocatur natmtam in útero y dicen? tis : C)i4od enim ex te nascHur Smd:um. Et juxta hmic n^ilitat ratio^ AuEioris , sciliceL quia ahtejr pon indigerent redemptiom , (jua per Jesum CyiUum fa^a est. Si enim peccatum origínale ^ vel in áctu ^ Vel in necessitate habendi illud, c¡ms pon incurrereti non egeret redemp' ^one , quod h<ereticum esset dicere. i^ed si omnes obnoxij sunt peccato priginali , suffctt ad indigemiam tiüemptiom; ne^jue emm^udum r^

M.i ¡

me eget aBualktr €íiipti\m%'* lipáí etiam obnoxius capthati. Has¿ ita aquí expone Cayetano lo qu« S^into Tomas dice ser de en esta parte 5 y según esta dcdrina tss de que para necesitar de Re* tiencion es preciso , ó el pecado <k\gm\, ó la obnoxéidad (diga* rhm así ) de con traerlo. Así eo* tíío para necesitar Redención de la, muerte es precisa, ó la muerte mis- ma, ó la obnoxéidad á padecerla» fia^ adelante Cayetano, ^ Et })£€ lene mtahis y ta

W'húmista , ne nimio zslo non se-^ tundum scientiam áccemus , errónea 'éicas qu¿e errónea non sunc^ cum ée Beatissim^ P^irginis Conceptione 'disputa.^ aut príedtcas. Es decir : •como vxs que d Santo Dodct <d¡cc aquí, que es de , que to- ados contraen el Original porque todos necesitan Redención , y en j ^ira pffte ensena el toismo Santot

' que

qvit U Vifgen contraxo este pe- cado Original 5 porque necesitó de Redención ; no ce engañes, no pien- ses que también es de Fe el que la Señora lo contraxo. Porque el punto de se salva con sola la obnoxéidad de contraerlo 5 y esta obnoxéidad es admitida aun por Io« que la juzgan preservada* ^: Continúa Cayetano : Secan^ notandum est^ quod licet ut diBum est ad fidem mn speUet tamquam necessario credendum ^: ti¿mm aücjuis atiuaUter non habue^i rit ex speciah grana originale pecj' catmn ; per Im non excluditur cjutn speciari possh tamcjtiam prohahile propt€r úíictoritates SmEloYum. aquí después que establece que íá nada manda creer en orden á que sl-guoo sea adaaímcnte preservado ó no preservado del Original, vuelve á la pfobabilidad de su seíuir, de que ^l Virgen ¿ ni nadie tuvo esta Prc-

(G 2

«cr*

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servaaon , fundado en !a autoridaít^ de !o$ Santos que él cree que es- tán contra esta Preservación. Lo que Gayecsno pues decía acerca de düdiina del Angélico , debería yo decir aquí acerca de la de su Gómentador : £/ h^c km mtabis yThomista*

¿Ni como había de juzgar rano aquí, ó en el lugar an- tes citado, que la Virgen solo en d débiro, y no en el aílo con- traxo la culpa Original, quando en su Opúsculo sobre la Concepción se enardece contra esta solución? AHÍ después de referir las autori- dades de los PP. que le parecían decisivas contra el Misterio dice ( 65 ): Excludmt íjuo^ue dttí^ atéíorna- trs glússam aliam^ sciltcet defaá^ ^el debito ^ VclX^tin tdemreadit) quantum €st in se ^ vel ex causa

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{4^ ) Ojmsc. de^ Conce^t, c. 4*

extrínseca; ifuasi SanBi im ^Hod B. f^írga incurrerk peccarntH mginale nm de faBo^ sed debitó i hoc est quia debuk contrahere ari» ginalem maculam , sed non comm* xtt de faEioy similiter ^ cfuod cfuaU" tum est ex se B. Virga contraxts^ set peceatum origínale ^ sed de fac- Jo non contraxit ex causa ex crin- seca , Deo scilrcet preservante per suam gratiam. Esta es la solucic/n de Juan de Santo Tomas , dt quien la tomó el P.rM. Oso»- rio como Difinictm Teológica y me guarda como sagrado depostt^ h Religión Dominicana , y la que él- tímamente ha intentado sea el sen- tir de Cayetano/ Óigase ahora co* 4iho este Cardenal lexos de seguiría rabatc esta respuesta definitiva.

Ham inciuam ghssam ex^ iludunt (las autoridades de bs San-. tos son las que la excluyen , s(¿ fm m contexto )^ hmc incfmm

glbssam éxcludunt ; tum cjaia ly de mebuo , et ly quantum est ex se^ :€St conditio secundum quid , aut diminuens : quoniam hahem aliqutd (Quantum est ex se ^\\d\de debitOy non habet Mud stmpltciter ^ et ab' solute ^ sed si solum ex debito ha* bet y secundum quid habet > et si -solum quantum est ex se habet.y pon babel illud sed oppositum ilUus^ Sanctí autem et Doliores dicunt^ •íjuod B. Kitgo habuit peccatum orh ginale ,sine ulla conditione secuny dum quid y aut dtmtnutione , ac per hoc simpLiciter et absolute. Tum quia non de erant vocabula Sane* lis st DoB^onhus quibus debitum peo cali onginalii in V^irgine ^ et non peccatum ipsum explicarent^ Tt^m ama petendum est ab tstis^ si V^ii- $a ista: B. Virgo fuic concepta ia peccato ofiginaií, et similta ^ non fxplicant-^ quod ipsa de faílo con^ ^AXií origínale . peccatum y^fij^^'

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Wr^

Atmrmmmmmr^fgiflttíf

^ Vf rííV mi debehant SanMiy tt Dd0^

teres ad h&c expltcandum'^. In hi$

namcfue exphcatar Persona Bo J^ir*

¿ifiií nominatim , ut subjecla^^ ori-

¡inalis peccati : explicatur tempus

Concéptioms : explicatur origínale pecr

catum : explicatur faElum per ly

' concepta esr, contraKÍc , ^r simili^.

t¡^íd ultra debmt oppmi ? Bt si

Htsta hoc mn significante consccjuens

tst ^ Ht dicentes oppositum^ scilicit 'l^*

V^irginem non esse concept irh in

peccato originali^ mn sigmjicant tí^

éjuod dicunt» Fatua ergo aique te^

werari.t sunt hupsmodi non extor*

sienes^ sed, corruptiones auEtoritaturn^

locutionumcjue Latmorurn. Parece

que esco demuestra hasta la evi"*

dencia lo que yo esclarezco, por

mucho que se quisiera obscurecer*

Alas como nos hallamos en tod<>

el golfo de la doclrioa de Santo

Tomas, y de su insigne Intérprete,

f üipeñadoi en ^$u -geauicia ¡iitcligen*

'féA. .. - óa¿'

i

(238)

-||i\,v>ipM5 otra vez at Teóloga < ^e leyere esto , me renueve ^a favorable atención.

A la pág* 7 y áixo así mi

©iiemcion : Si el Angélico no fue

fa^OYohle al Misterio en el efeEioy

íio fue en el afeBo: tavo sin dt^-

da tal disposición de animo , que

\4Í hQy wiera fuera uno de sus

^mafúres defensores , retraüando y

.mudando gustosamente su primera

i^Sentencia. A esto repone la F^er^

jiis^d }}indicada , que el Angélica

BoBor ensena cjue la Saftíísima

V^irgen por la generación de sus Pa*

Mf'ej^i ni por la Concepción natural

^de la Señora , en ningún instante

fi»e Smta. Esta Proposición es de

fév \^ease pues si el Santo^ni nin*

\gun Católico la retraElaria» Conver**

go Cíi ,qac esa Proposición es de

fe; convengo que así es irretrao*

table > pero suplico al Teólogo que

iiMbkie medicado todo lo que h%

í^--«5..

CK^

expuesto arriba sobre la ddéírliit cíé^ Samo 3 que decida si es esa la Pro*' posición de Santo Tomas, '^^^ Dice mas la F^erdad vin-

dicada que en este sentido entena' dio Cayetano al Santo Doñor ; y ijue por eso dixo con razj>n ¿jue ^anto Ternas jamas retrasaría su^ sentir^ y que retraEiáríú\ seria ccf^ Tm si hoy predicara Chisto ^ y niu^ dará su docinna , por acomodarse al Pueblo. Da en fuerza de esic^ por temcrcirio el P. M- Osorio W que allí dixe, que me parécia in- considerado, ( si acaso no merece nKaycr censura, de que yo no puedo ser arbitro ) el paralelo de Cayeta- no. Veamos pues ú Cayetano en^? tendié á Santo Tomas, como dicc^ eJ P. M. Osorio, de solo el débi-: to , ó de sola la Concepción e)c^ \mbus natura , ó de sola I genei:|**' cion de %\jís Padres. Observo ,qoe

^tmíer tt abtmtA dmanttér m^

^-i. ■) ' .' , , ,

il V:-

1

f ^^ ), y para t$ckrcccr^ npSj repico que $e me aten- ción, porque sin ella no consegui'»» n)os demostrar la verdad ^ que am- fc|p5 $olicitnmo$. ^

. En las últimas palabras qne^

cité de Cayetano , rebate < quizá con mayor exceso que el que es decente a un Teólogo de su ele- vada dase) la inteligencia quedan.: los Defensores de la Preservación á las AuEüíidades que parecen con* fraxias en los Santos , y Dodores^ reducida á que hablan ex debito^ y no defaBoy ex vi mierationis na^ turalíSy y no ex privilegio gratU. Llama 5 como ya vimos, á estas cjjrposiciones fatuas y temerarias i dice que son corrupciones de Ia$ Autoridades, y Locuciones de \o% PP. latinos. Sigue después en su fervor 5 y dice así: ,.:• v ,- -

"«W«ü

Répellunc ettam diB^ Am* Hritates ^lossam de Conceptione an^ te inftiúonem anima ^ )?el in fps^ tmtami infusionh anima^eiuasiSanc» ti -i et Doctores wttfjdmtj qnod B¿ f^trgo fuit cancepta in peccato ori^ gipalt (juoad Conceptionem ante tnk fiisionem dnim^y et non qmad Con-- cepttonem in wfusione anima. (Es-* W parece la inteligencia misma que,- cu fuerza de la generación de los Padres: en fuerza de la Con?- capción mturd\ : ex )dribí{s nata^ ra). Sigue Cayetano i Tum qua^, mam SanEii .tetb.Doüores ita /^-^ ^uumur de Conceptione. B.P^irgimr in peccato ortgtnali ^ símt de Con* cepiione aliorum hominum^ pir com^ wixtionem seminum Gem torum i consíat autem c¡uod yermo sempef e6t de concepti^ in tn fusione animcev trgon Tum (¡tmiiam ante tnfmo^} nem anima y non hahet locttm pec^ €álum origimle: cjmniam stne anit

,^ - ' i

I ll

í0a r^tii^áB ^ mn invenhur culpa hñ^ndlh, Tum tfHoniam locjtmnttiT'Y^ de B. f^ifjme'y <orí$tat auttm^ quod'' 4nt€ infmionem Anim^ mn erat B* f^irgo: HastUíkbqui como 5C lia vii- to, y S€ ahora 5 impugna con. ftíego Oycwno la inteligencia del\ débito \ V no <Jd hecha i ex H gemrationis ^ tx ^irthns naturit- CíT^r. Akora prosigue: '-ú

Kestat er^o m sola illa stüeí^í TiTiA pi'o glossa Sanílorum €t A^i iimomm Da¿lomm {adviértase que entre c/t'^s Santos y Dolores an- tiguos comprebende expresamente k Santo Tomas 5a quien para el ca* so acababa de citar contra la Pr6« servacion en la 3 p. q. 27 are* z que es el terminante ) Resmt ef^

gV m %OLk iLLA STÜLTITIA proPléSSk

SúfiElorum €t Jnücjmmm Doaamrfí admissime digna sit^ scilicet si Sané^ ti tt pii^i D&ííores nmc essent'\ diment úppadtum^ Hmc €g^ glés^.

5ámJt4 \éram putaverim qutm^ admodum verum puto ^ quod ú ' Christm fiunc 4n term con)?cr$are;? tur^ mutaret dotlrinam fidei sué^ ut coñfarmare( se Populis» Sidtú igkur solid¿e állaté SanEiorum, et DoBórum AuBoritatei , ad susti^ nendum B. Flmnem eomeptam esse in pectata origmali^ No me per?- suado qoc después de esto se pue- da dudar que Cayetano habla en el icntido que dixo la Disertación a Juan de Santo Tomas es,

como se ha dkho , de parecer que .^anto Tomas en quanto dice acer- cCa de fa Concepción , se pücde entender del debita v tío del úElo>m Pero juzga que fA: professa no lie- g9 á controvertir 5 si en realidad JRic preservada del ado del pecado .Original ; sino que siempre preíícin'- ,^ de esto. Parece que hemos ma- nifestado ia poca subsistencia de ^^ j?3f ^Cigr. f e|g. isugtfqito que

w

m

l4.

1

10 jazga este insigne Teólogo , aíSfr de 5 que como la propensión de Santo Tomas era ir siempre cotí Ja Iglesia Romana, si hoy viviera defendería expresamente la Concep»- don sin mancha, porque viera que ya ¡a Iglesia la celebra. Es lo mis^ mo que yo he dicho.

Mas el dodo Franciscano Redro de Alba , tanto en sus Ra^ yos del Sol de la V^r^^^í^í, quanto en su Nudo- indisoluble dice que et General Dominicano , Nicolás Rodulíi^ escribió "una carta llena d<j acrimonia á este Teólogo, repren* diéndolo porque dixo que Santo Tomas retradiíria hoy su sentir, y cine ya la Iglesia favorecía álaConi cepcion. Anide que Francisco dfl[ Araujo,db<5ío Dominicano, impugna latísimamencc á todos los que di* cen que Santo Tomas hoy revo* caria su antiguo sentir en esta pac'» te* Estas esp^ecies, y la de ^n Or

^i4^f ■.,

piRSlo General celebrado en Totóh'' ^ , en que se mandó qnc la Fjes- táP de la Concepción de NaescrJl Se&ora no se celebrase en 8 de Diciembre, sino en 25 de Febre- ro, ochenta dias después, y con nombre solo de Santificación ; y lia que se le junta de que el Domi- nicano Girardo Reinier cjecia , que al fin ia iglesia revocaria su de» terminación , de celebrarla en 8 de Diciembre, y la mandapía po- ner en el 25 de Febrero, son áú P. Alba. Qtii5iera que el prim^ Aprobante examinase su verdad, tati- to por alguna afinidad que esto tiene con el Capiculo General d^ Müan, de que nos habla, quanto porque haga constante la vcracidatl histórica de su Sabio Conminorita; xjuieo también asegura que los eiei Opúsculos , que son á Cempendh de la T^eoh^a y h Exposición efe lMí%a(úm Domim ígj^

iMe la Salutación An^Hiát,^ á^d-ibri de Santo Toma í. Esta úU; Vlima dice que es del Papa Inoceo- Vcio IIL y asegura que así cónica Jtíc dos Manuscritos ; uno que se challa en Lovayna , y otro en Pa- risi y al fin por una Noticia ha- llada en la Biblioteca Ambrosiaaa de Milán , que parece vio el P. Al- ba, de la que consta que d Ge- freral de la Orden, Serafín Cabalü^ Ifaandó que Fr. Ambrosio Barbába- nla en 1571 examinase críticamen- te^ que Opúsculos eran del An- ^léíicó Doélor, y que Opúculos no* lo que hay es que el P. M. O. ^o debe apurarse mucho , porque rja Exposición sobre la Salutación Angélica sea de! Santo; porque ai>- ^a entre sus Opúsculos con expre- sas palabras contri la Preservación. 3icn es que Catarino dice que en los antiguos ejemplares se leia aüí <S)ia cju^ podia favorecerla i í^t^íerqf

1^

parece que hay no se que 4^p<^ cha de corrupción de aquel j;tx|:q¥; que yo no creo con facilidad. ,@érjj<l i íi Acerca de la Lección <5 sp?í

bre la Carta de San Pablo i Iqía Calatas, hay mucho que de$envGlt? ver; y esta discusión crúica pQ$i embarazarla. Digo breveaicntc qMC, el Dominicano Francisco Janssen^^ Profesor de Lovayna, en una Obra, que en el ^ño ác 1664. de órdmi de su Reügioíi opuso Mudo ífi^i disoluble del P. Alba, dice que* hsy diez ediciones, empezando de|m de la de Í48I5 en queno se leeiií aquellas palabras exceptivas del Stpir, en favor de ia pureza Original dc^ la . Señora , que dcspueis en otra$.; se kítroduxeron ; pero que en toe das> se deben quitar. Y valga Já^ verdad. Las palabras del Santo son :¿ fl^írum de milk umm reperi scUi^^ ^íií Christum^ qui aset sine omm ficcm$ i mHlier^m.mur^ m.^of^

m

1 1

pemtis immunis esset , adminuii ortgwali^ \>et vemalL Aquí quiereriv que entre lav t^apcioa-i Exapkur^ Purissimay et omni laude diam si^ 1 if^ay f^trgo Alaria. Pero parece que> fío la atjmked contexto; porque la admitiera, d seotído £iera:^ Mfitxe los hombres no he hallada} Ikfipíb de pecado sinh ¿ Qmsto'^' p^ó entre todas las mttgeres ¿> rtfHgurta ^^exeepta la p^lraen Marta^ M<>i está" naiiual . el ientido , pues admitida lavtxwpcion, el modo na- tmé tíe eKpfícíirse eía : Entre los hombres wri^^ halla hmph

SPfiO Christú ^■■y entre las muge'- r^i nifjgum 'üm¡pia sirio María, De* dr-; que puso esta diferencia^ porque €3iíi$to fiíe limpio así en el aélo^ como en ei débito , no subsiste V porque entónceí ¿ para que fue estcepcioft ? Siempre ei^a verdad , ' aiin ¿ift^ ponctla, que s^Io -Cihtis«!|

tD era d excepto en aquel -íenifiadf ^ Las palabras del Santo, quc^^

se toman de la D'm. 44 del i. dé- las Sentencias 3 ya díxo la Disefta'* cion pág, ép , que prescindiendo' de si son ó no supuestas 5 coma algunos juzgan , el Dominicana' Juan de Cásalas las interpreta Icmunidad, no en el momento de Ic Concepción Personal de la Virgen, sino después ; y para fondar esta inteiigencia advierte Cásalas , que el- niisrao Santo Doñor en el 2 tíe los Sentenciarios Dist, jt q. i art. 2" dice que los Párvulos bautizados simí immunes ab omni culpa originalii sin que por esto se pueda decir' que el Santo los por preser- vados. Esto dixo la Disertación 5 y nada se ha adelantado en contra/ Yo adelanto ahora, que el róma }uan de Santo Tomas es fiador de Cásalas , pues á ks palabras del Abgclico^que hemos dicho en el

Al

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ú.

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fi^/1

l^t%í

lugar de la Disr- 44 del i cíe. Io| SentenciaMos, responde de e^te mo- 4o. {. 67): ¡llud Verht4m ímmunis; SumitHr generúU modo pro ¡mmunU me yel preservante Ve I líber arjtel ^tque údeo Verhí^m illud non est, mmino expressurn^ nec plent decía- mt mentern SanBi Dotloris , pr^^ mtim fma ibi solum ohiter^ et pef tramtman rem istam tangebau Mem úutem aUmjus Audoris ex lo- as m quíbus ex frofesso rem üli^ ^uam íraUüt indagandatsu

Dixo tambicn la Disertacioa que era constante que Santo To- mas escribió muy Joven sus Sen- tenciarios í y que anadian los Sabios que en la Suma ( última Obra de su vida ) enmendó y conigió lo que en sus primeras Obras, y espe- cialmente en los Sentenciarios, juzgd

( 57 ) De approb. do^. J. T&i

«3. are* z

fayí

tnénos ,sóIido. Parece que esto le sucedió con la Concepción j pues tratando éx profissa de ella ^ nos dexó la doéirina que hemos traí- do, como para corregir lo que d¡- xo en los Sentenciarios. Esto hemos dicho , y aquí hemos quedado.

Creo que lo hasta aquí dis* ¿urrido basta para que los rácio-» cinios de la l^erdad vindicada yt no pidan que descendamos á ellos* Medícelos el que los hubiere leido, y verá que con la exposición da- da á Santo Tomas, ya no tiene fuerza quanto se aglomera de Re* dencion general, y particular: Santificación que purgue de la cut-í pa : de instante de la animación i y después de ella : de exemplo de Resurrección que supone muerte: de débito , y de háo i de ley co- mún y privilegio. En una palabra, parece que nada vale la Depnicion Teológica que guarda el P> M. O.

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f , ».

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t^:

3e$dé Id General Justlniíml, y qae dice consta del Regesto 6 Libra universal de su Keltgion. Me dará también licencia para no dar á la aparición del Angélico Doc- tor al Obispo de Padua, Fantino Danduli. En verdad, aun los De* fensores mas empeñados del Mis- terio con Qnifiao de Salazar, na asienten á esca aparición. Yo he mostrado ya en la Disertación lo

; que los mas juiciosos creen en pun- to de Revelaciones. A eso quiero

^star. Sin embargo celebro que se

^ estime Berntrdino de Bustis , por cuya canal nos viene aquella apari- ción; porque el Dominicano Alemán

: Wigafído Wist decía de él (58): Kdúones c&mponh inútiles , frivola f^ ac stulcas's auEioritates SanSiorum eorrupte , et extorte adducit > exem-^

fH simpliciíer confiEia mmdacijs ^

t <8 ) D¡alo£o t,

O-'

^ -4

•li [i

W his frosimnits , atque blünpMmt^ Jn Sánelos refería: (fuasi y^eriutis :$€sümonia, impudentissimo scribtndi genere referí»

Si hay pues ingenuidad, co^

mo supongo, parece qae se debe

confesar que el Santo Doólor no

Svoreció á la Preservación ; y li

íhay amor al Misterio , creo que

en esta parte se debe dcsamparac

«u Dodrina. Dos clarísimos Donii*

,n¡cano$, Vicente Baronio , y ]qa«

vBautista Gonet, me parecen dignos

idc imitar en esta parte. Voy Á

|dar la do¿lrina de Bironio (6^}

ique hace propia Gonet (70).E$

-de admirar 3 rfir^p 3 j que la aucoii-

dad sola de Santo Tomas teng^

Unto peso que por el espacio

trc-

—""^

i ^9 ) Apdoget. L seBé mi' t. §. 4. ( 70 ) Commend^ don* S^.Th

* ^>

r»»J

l4.

'I.

trecientos y mas años haya re- tardado la Definición del Misterio de la Concepción en Gracia de Má^ na Santísima, que pedia todo cl Or- be Christiano, Pueblos, Reyes, Prín- cipes, Universidades, Ciudades-, Keynos ; siendo una prercgativa que trae tanta gloria á la Señora, que en nada perjudica á la Fé, ni daña á la Religión! Decídase en adelante lo que se decidiere en orden á ella, siempre ha de que- 'dar gloriosa la Dodrina del Santo -Dodor ; porque ¿ó se ha de def?. W el Misterio , como casi todo el miundo pide ; ó no se ha de de- finir? Si no se definiere: ¿que glo- ria mayor que la de Santo To- tt^as, verse mas apreciado por la Iglesia que todos los votos, de- seos, esfuerzos de los Reyes? Si * llegare á definirse y declararse con- tra la mente del Santo el Miste- rio ; siempre es relevantísima glo*

ría suya haber peleado infialtos corif^^ tra uno, para vencerlo. Aunque, en rigor nunca se podía decir que lo han vencido; porque si la de- finición se hiciere por nueva Reve- lación,,¿que mucho que Seo. To- mas, que ha tantos siglos que mu» rió, la ignorase, como no hechav en su tiempo? Si la Definición na-, ciere de la interpretación mística cjie las Escrituras , no es de admi*: rar qae Santo Tomas no se mo- viese de esta interpretación ; pues la interpretación mística no tienci fuerza alguna en las cosas de la y de la Religión , sino quan-* do se le llega la definición de U. Iglesia. Si finalmente esta verdad estaba oculta en la Escritura y Tradición, tampoco es de admirar que Santo Tomas no descubriese allí una verdad, que para mani- festarse ha necesitado el exámeni X estudio de muqhof siglos , iiifi*.

nicos

' >

fiffcs " aros publicados/ ¡nflhittf^ cbrTticndas de Ic$ Teólogos , y ' Gonsulras de Universidades. Asi dis- curren estos dos Teólogos con una ingenuidad, con un candor de áni* Jfiío, con un aprecio juicioso y sn- blimc del Angciico Dodor , que ' dcbia propagarse en quantos Ic son sólidamente cuimadores.

juí tiene lugar lo que !• Verdad vindicada nos ha dicho con su Manuy.l de Sevilla, qpe la autoridsd de la Iglesia prevalece ¿ la de todos los Dodores , sean AugusTinos , sean Gerónimos, jean .Tomaisés. Aquí tiene lugar lo que arriba nos enseñaron los Doñof Dominicanos , Vidoria , Cano, Ale- jandro, El Angélico debe ser se- guido por solo 3 aun quando no se halle nias razón que su dicho; pero no se han de tomar sus di- chos, sus palabras, sus sentencias íjin examen i ánccs, si se recónocic»^

ifí.qtjf dgURf vez Jiaya.^an ^dfp» l;c2a^ ó con ¡mf rotabilidkd, 5/ ¿^^^^ cíi^i afí ^ ii ^ w/d isppxübahtjius dtxc-^} í^ty se ha de dt&r. Yo juj^q que ^fi esto harcnios ipsis obsequio á^ SfínCQ Dodor, qu¿ ;^i lo síguiér^ i^qs sin disceminiieíito. Este humi^ ^ísirfíg^ V Sabio , ést^e . uderitisimcí Sanco 5f no pn^de fedjr otra cósaf de ««estrí^ deferencia. Como fide^ U$itn6 Difcipulo j4^ .§?n Ágüititl adoptará sin duda ota niáxím^ sti-- ya: Los jqyif pi^e aíípiarc^^^ rff ^^ tí^u Agmtin i 71)5 qiíáiidcí pro* fedicreis contra aquélfos que re^ pfehenden mis Eventos , por túzi Jicia 5 por imperieia, ó por Ínt|^ ligencia 5 no digáis que nbnca errado en ellos. Ese seria" trabaja vano 5 y 0$ haríais defensores' á¿ :^ala causa , y cáusí én que seiil it^uy &cil que iquedeis vencidos. Na

^. y (%^) ^

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LJÍK

^fiitp qiit 105 cjufc amflfh^^e- xíreán mas . de lo xjué sdjr; ^i me' ^ttiaitn t!ñ tst: ^ grado , ya fio me áaian á tDÍ\ $¡ino á esotro , que Éá :en su tríente fingen* Mt^ot le ákcTi rsüs palstósí Vúsmtcm iftti

serttis a4^crsus tos qüórUm málitia^ ydAMTtptmiíi y 'yel intetir^éntiA rc^

tmK,yi^eoíii^_^ €f^assis éicüH^y '¥r^

fm V í&i^ráds , "nm honam caúsarri

li^lptóí fucile jin m ^ me ipsa

■■^¿diiei"^ Sf^érdTHihk ^oniafn non

n/ihrfjactij tu^^ á carissims' meis

idts esse existmúr\ ^kalis non snm*

profeso enim-nm m^ ^ se^i ptü

jm-Síif>^ sté meo nomine Sligunt^

Si.jípi '.<¡'^^^^í sup i sed qUod fian

imm.dil¡£unt'.' "' "' -^f

Para rírdücH' k pánica es^

¿o- , qae hemos ^icho 'y enríete ds-^

la dotirina de Samo Tornas^ que

ím 'é^dQ., QCdiém á que Ip T:tpdrt-

>gamo§v. Sel modo dkha. Resp^ndf

d Samo Do&or m argaxneqtó|

xoníra. k Saptifeacion ;dt ' M^í&

i^antísima, en. el viemre cte su MfC-'

¿:c intcs de nacer (j.'^^^flM^

¿\icÜíQ k qm ^l _ pecado ; Of ^gin3l

íltjo puede lemidrse eo ^ mismí>

^r%en^ asi como ri afitaal no se

^puedc fcmitr en el panm mismiJ

en que $e comeie í cstanda pj^s

^b Virgen^ quanda persevcísba ea el

.vientre, ep el mismo biígCí^, «!0

podia ser S^íifeacfe ató de^ nacer.

,Es la fespocsta del Santb^ que; el

.pecado Original no se le reminó á

la Virgen en la Concepción mis-

ina 5 ó mmnáony que es el ca-

^en de la Prole^ sinp cfespues de

rperfe^a ya la aqim^cion ^ ipanda

la ^nawraleza ya no recibe sa ser ^

^j^ií*>, $u perfección accidcncaU Pa-

i^JíCC9t pues scntii del Angélico ^q^c

'$m r>!

^-^no-^ •iííSíjl rrj

eni

i

\ti

l4.

en cf mo mí^mo def origen fi<^ hay Samificádon del Original; así como no la hay del adual, quan- do aélualmente $e comete ; pues funda toda su solución en la dife- rcacia que hay entre recibir aifluaU mente el ser, lo que sucede en U animacion^^y recibir no ya el 5ér , sino su accidental perfección, .|6 gue^pasa^despues de la animación. Tiene esto fel inconveniente ^ que ya no "seria p6siblé Sari- frftcaciÓTi en el momento mismo tíe la animación; y así la Virgen ^n aquel punto ni se Santi6can>^ -se podriá Santificar; y en rea-f fidad,aM interpretan al Santo Doc-i t¿>r éJ ífíquiMdor Nicolás íimcrir, ^d General BandelK, y el Maestto del Sacro Palacicí Espina. Ya a4ver.. tiluos 5 que esto debia entenderse 'Daxo de la suposición de que 4a Y^%^" friese concebida por la via \cíaiñái1r de |ír5J)^gacion seminaU

.¿c ne^sur la posibilidad die la %^iííí- itacioii) ei> aqóel momento? Hecha . pues aquella saposic ion habla U doíSrina de Santo Tomas; doctri- na que no patece sostenible, y que pocde obligar á qiie se diga que ¿«KMfno^ en el caso de^ Vidoria,, vCiuio, y Alexandro, de si c¡uid da^ fiuSj si cjuid imprféahiUui dixerity f como que así habló , en el ca$o •ifc no ■seguido;;.. , j,^^ :,-. ; ; ,^ < Aquella difiljult^d del Santí^ se halla bien respondida de otro modo por los Teólogos. Escp-

^ ( 73 ) ^^i<^^ qi^ís hay c%^ batazo alguno en que en el mc^ mentó aiismo de animada ¡a Se- ñora tuviese G acia; y csEo no S;^- Jo. arTitnándose después de la coi|«» mixtión de las materias senuná- lc$^, sído aun qiíaatfp Jacse criac|^

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su^;

iíH"a,p' ín ii-i

é$3) ¡n S' díst. ^* (j i* ^^^

31C

lA.

"|lí aliña cti el aáó' míiriró'áeaquei» Ha conmixtión, y así infiin(ficfe-i Piráí^r ^ijac si no hay embaraza en cjuc ^cícspucs de bautizado un Infante, "permanezca en él la infección de 'la carne, conirsida par la propaga- ción, cpn la Gracia que la par* del Priginal ; j porque lo ha de haber en qae esto mismo suceda en el primer instante, si Dios en- bronces criare en Gracia á una al- ma ? Et dato ift40d m ccnceptimt íemifiíém (habla Escoto ) fiíisíe^ ereatia atum^ty tton fuisset aliífmd \incon\ftnims , granam (une fuisse ¿»- Jfhsam amm<ty propter ^uam anima mn cotítraxisscí ¡úiqaam mfi3io**^ ítem 4 €arne eum lihidine semina^ td. Sipu$ enim post primum tnstam 'Bdptismi p^tmt mdnere infeí^h rói^- poris céntráBéí per propÁgaúonem ^ mrn gYMiá in ánima mundata; ííOí fdteit esse in prim9 instanfij si Dfni p^nc ^té'íkt gratiam m ^md Aíin

duenda que hay tntre t:t pccad0 .

Original y elji^ttsalv que quandó*

¡^ti?ianccc eti la voluntad d peca-i

éo s€tm[ i 0$ absolutamente im*#

jK)SÍbIe 5U remisión en quieh Í0|

íonietc $ porque siendo eite peca*:

éot m sdo-tóo 5 y üná eniida^

mfesma ^ en el tt^ismo tiempo qu^

és y existe ^ no ^ puede Idexar de

^r y existir i pues este t$ efc

qué, llama Sentid hf»ftéestfk Bs^

cuela» No sucede esto ^ti el pém

.^o Originaly porque la Piole con4

eebida por la» yk¡ ordinmk ;to

gefteracion seaijnal , solo se coiri^,

para i Adam^ como sujeto q^

recibe el influxa de la culpa ^id^

Dtia raÍE infeccionada ^ y venenos^

euc es en cierto modo su cauií|

^^^ ■/■ .. .'-:.,■ ^-^^

fh

eficiente. Asi pues conv> Mes poe* de impedir el infloxo efe la c*w* cficieme 5, puede también hacer , qá«; imervinicndo la Gracia, m) iíJuyai Adam colpa Original en % Pfole, qtjc se eoncibe. Tanto porcjae elf^ pecado de Adam ya no exke fír, sicamentr, -quanto principalme^^fj porque d pecado que se ha d^ riaí^sfundir á la Prole ^e^ numera caiaiente dimnío del pecado del que, fcc nuescra moral Cabeza. Puedft paes impi^rse^ e prevenirse el ;al^ ina por ia Gracia y pra qae acjqe-^, Mr cuipa vho se ; le tránifanda : .del Hiismo modo que quaiido ajguíip peca añuatmente , paede ¡mpedksQ fe " trans'íusion del pecado intei¡©| 4 los i^iembros externos ^ de m^q^ ¿o qoe la voluntad no mueva es?'* lof miembros para servir á la mir, quidad. Esta dodrina expone con lacitidad la posibilidad de la Saojp Éfieacion en ei momento mismo

1 t V

:^C

áé h animación; pues dice com0 pnclo ser impedido el ¡nfluxo de la culpa en el alma prevenida por la Gracia: y para pasar de !a po- sibilidad al hecho 5 en Msría SantU sima tenemos tos fandamentos, que traen ios Teólogos, exhibió como pudo mi Disertación , y ha procu- rado imitar la l^erdad vindicada i aunque quando propongo lo que creo baria hoy en honor del Mis^ terio el Angélico Dodor , dite^ que son pocas mis favorables refle^ xíones» El remedio es mejorarlas»: Hasxa aquí con el P. M. Osorio.

Con ocasión de Q$tc Escrí* to satisiaré dos reparos que viei nen de otra pluma. Es el prime- ro: que ¿porque numeró la' Disertación al gran Cano contra el. Misterio? Por esto. Cano en el Libro 7, de su admirable Oba ¿ emprende enscrlar el valor de 1^ Autoridad de los Padres. Pone, co-

l4.

mo tiene de costumbre, lo^ que $e puede decir contra ella y <?ncfC otros argumentos , cl del célebre Eva^tno ( 75 ) . Este fEra$mo,Sa'» bio en verdad , pero coaiQ afgití* nos juzgan, naas Filólogo qufe Teó^- logo , para impugnar la Autoridad de los PP., orguia así. . : : i

Los Padres á una voz di- cen que Matía Santísima fue con¿ cebida en pecado. Así hablan S: Am- brosio, S Agustín 5 S. Ghrisóstonnio^ fiuscbio Emiseno , S. Remigio.» Si Máximo , Beda, S.Anselmo, S. Ber- nardo, S, Erardo, S. Antonio de Pa- dun, S. Bernardino de Siena, S. Buena- ventura, Sto. Tomas, S.Vicente Fer* rer. S. Anronino, S. Juan Dsmasceno^ Hugo de Sto. Viiílorc.Con este orden nada cronológico se hallan citados á nopibre dcErasmo por Cano, Añade Erajcno: en favor de la Concepcioa

nin-

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ninguno se puede alegar 5 conté* do siendo tantos los Codtr arios , y ninguno el favorecedor^ sin que müevd esta general conspiración de PP. se defiende pia y prcbable- inente la Preservación : no será pues tan considerable en la Iglesia laAü* toridad de estos PP. ^

En el Capítulo ínmcdiatd responde Cano á este argumento csiableciendo esta Conclusión :X^ aHtoridad de todos los Santos^ xn los puntos que no son de Fe^hd'^ ce argumentó probable^ pero no eier^ tp. La prueba con el mismo ar» gumento de Erasmo. Afirma que el asunto de la Picsetvacion d^ Nuenra Señora no pertenece á h íé> pues U Escritura según su sen- tido literal t^o enseña t%u Preser- vación 5 antes la generalidad de sus IcycsJ comprchende sin excepción á todos los Hijos de Adam naci- dos de carnil propagación. Afisde

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qfje h Tradición de los Apóstoles hada ha dicho que la favorezca:' puesto que aquellos grandes Obii- pos, qae son sus canales ^ no han escrito cosa que la pueda .patrocinar. Pero sigue inmediatampnte que tampoco se puede decir que pertenezca á la la contraria Scn^ tencia de la i,Kursion del pecado en la Señora; porque no hay em- barazo ( contifiúa ) en que esas Le- yes generales de la Eicritura admi- tan a las veces , su excepción por privilegio singular de Dios, que las dispensa con algunos favorecidos suyos. Itae este exemplo: es en la Escu'tura universal esta ley : ¡Von Wdrvit me homo , et Vtvet. Deum Kema vidtc unc¡mm; y con todo Jos Teólogos que defienden que Moyíes y San Pablo vieron á Diof flaranícnte en esta vida ^ no van leritia la Escritura.

Dice que y crian los que a^E^

¿nan qné es dislate eximir h al- guno, después de Chrisí^:) , de la culpa Original ; pero qué aun erró mas el Conciüo de Basiiea quindí> tletiísío que la Preservación de N. Señora era conforme ^ la Esciicú- tat^y debía abrazarse como punt6 de Fe. Al fin dice que Sixto IV*, León X. 5 y d Concilio de Tren* to anduvieron muy prudences éñ tío definir e! Misterio. Juzga que fiecesario exponer todo esto en loi Libros pah instruir á los Teólogoir, Confiesa que no falcaran ^^ algunos tjue crean debió aKstenerse de ha- blar de este modo en una materil que arrebata tras todo el afec- to de los Fieles; peto repone qué ic ha sido indispensable hacerío^ para responder á Erasmo , cuyé «rgumenco ^ dice que ef agudo ; f t€pe no le ha sido ñcolfáfcivo C€mi> tomper los Libros de bs PP. ! Si con esto quisiera yo ác*

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^r que Cano no fae centrara :4 la Preserradon, lisongearia mi afee* to á este Clarísimo Hombre, y no seria mucha la dificultad. Porquera cfcdo , él solo dice ^ que d M¡$*^ lerio no pertenece á la Fe ; f ase^ 'gura lo que nosotros, que las Le- yes generales son susceptibles dr ex- cepción , q uc Dios, t^ vez , .las dispensa y concede privilegios. Mas i para que nos hemos de embarai* con este Sabio? Si él por ven- wra juzgó que la Inmunidad de cul- pa Original en la Señora, no es- taba fundada , juzgó lo que en áquc- Jla edad sus ¡lustres Hermanos. Eí* to ha confesado el Punto i de la Disertscion. Hoy sin duda Jtizgariá de otro modo* Allí no se hizo memoria de esté Teólogo, porque solo se habió de los que ex pra* fesié escribieron Tratados contra U Inmunidad ; ó hicieren ruido con ^sm pubücaí cfispucas » y nada >dc

es-

esta fea habido eii Cano»

¿Y que diremos de aqudlol 1 8 Padres compilado? por Erasmoi contra d Misterjk>? Ditcmos^tic hay Teólogos que le rcbaxan con- siderablemente á Érasmo , y á Ca- no este námero. Diremos que vm^ chos de ellos sufren benigna in- terpretación, com0 se podría ma- nifestar, si hubiera ocio de cxá-, minar ahora sus te«os. Piíémo$ en fin ^ que báíti remitirnos al 4 Punco de la Diícrtacion. Parece que allí hay con que satisficcr todo la que abulta en la mente de alguno i esta conspiración de PP. Se ha d¡f i cho allí lo que en ellos se pue- de hallar favorable: lo que np: la que es legítimo : V lo que es espii^ rk): lo que los obligó á la eco- nomía que guardaron. Se ha d¡c:h» como aun sin Padres puedc: sul>*í tístir el Misterio: se ha explicada tNU cxcelcficia de la Prcsetpf íoei^<

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se han .traído ios Teólogos mas^ graves que ^e expresan de ese modo ; y se han promovido siKsdodíinas,

El segundo reparo es, que ios ósculos, nni plexos 5 liviandades,, ardores^ inmundicias^ que se leen á la pág. 46 de la Dismacion , so- lo podían pasar en Latin , y en la. plunia de San Bernardo, Yo repon*, fO que si pasan en la pluma de San Bernardo, escribiendo á la Igle-' m mas autorizada de la Francia ,- aporque no han de pasar en la mki & me dirá, que allí hablaba el Seo*, en idioma que rm.era del Vulgo;. siendo cierto que el Latineen que hablaba, dcxó ya de ser vulgar des-^. de el siglo 12. Yo insto, que para los ikmres Miembros de la gran Iglesia de León, igualmente sona*. hm las expresiones latinas que ks: Vialgaresi y que parece, según ei> espíritu con q^ie .se me censura j* qm dcl^tk mQÚQmks mu d Saoí.:^

(^73) lo hablando con aquellos Onánigot;

Pero quitémonos de esto, y vamos á dar locuciones iguales^ y aun mas tocantes 5 en pluma muy superior á la mia, y aun también superior á la de San Bernardo 5 quiero decir en la de San Agus- tín j y escribiendo en lengua vulgar. En vulgar ? si > en vulgar ; porque vulgar 5 y muy vulgar , y tan vul- gar como boy nuestro Español, era el Latín allá á principios del siglo 5 de la Iglesia, m Roma, á donde dirigió este Santo Dodor su inmensa Gbra de h Ciudad de Dios 5 dedicada á Marcelino, y es- crita para rebatir k los Paganos, que atribuían á la profesión del Cbris- lianismo las calamidades que á la sazón se padecían en Roma , y en d Imperio, En una Obra pues de esta clase dirigida á Paganos , y Chrisíiancsí capaces estos de infla- warsc en afeólos menos poros i y (M il aquc*

h .

aquellos de censurar la menor ho^ nestidad de locuciones en este Ada- lid de los Christianos : oígase co« mo escribe. Qiiiere exponer Sari Agastin, por que los movimiencos obscenos del cuerpo se llaman es- pecialmente liviandad , y dice así , €0 palabras que no traduciré (76): Oim igitur sint multarum libídines remm , tamen cum libido dtcitur , necjue cujus rei Ubtdo sity additur , non fere adsolet animo ocurrere nisi illa^ cjua obscena cor" poris partes exciranfur. H^ec autem iihi non solum totum corpas , nec solum extrinsecus , ^ermn etiam in^ trinsecus Vindicat , totumcfue commo* Vet hominem antmi simul offeEia cum carnis appetitu conjunElo , at^ que permixto ^ ut ea voluptas se^ cjuatur , (jua major in corjtoris Va- luptatibus nulla cst : ita ut mo^

( 7^ ) lib. 14. Q>. Dci c. if

mentó ipso temporis quo M ejus pervenitur extremum , pene ^ omni$ mes, et masi Mgiha co¿itamms ^bruatuu Poco mas abaxo : Sedner ^ue ípsi amatares hujus wluptattSy éve ai concubim conjugales ^ stve ^d immunditias flagttiomm, cum yduerint commovent?4r , sed ah^mn-* do motus Ule importmms est mlló póstente , ali(juando autem dmtuu hhtantem, et cum in animo cm^ kupUcentia ferveat , frigetm ícor^ poreí atcjue ka mirum m modum mon solum generandi yolumati , ve- rum etiam lasciviendi Itbidini , Ih Sdo non semth et ctm tota pie- fumque mentí cohibentt adverseturj ^mn nunquam , et adversus se tpsam 4mdmr, commotoque antmo , m commovendo corpore se tpsa mnse- quitur. ^m hay mas en los Ca- pítulos 15. 19' y 20. del mismo Lw

bro 14' .

¿Hay cotejo entre m% ex-

pre-

4

M

U7^) F««ones , y hs de eite gran Maei« tro de los Christianos , tan aficio- nado a la pureza que , aun quan- do los deslices de la juventud se la hicieron abandonar, procedía en términos que serian de alabar en los moderados ; y quando Clwistia- no fue tan defensor de la casti« dad como demuestran sus Libros de Sánela Virginitate , de Bom yiamatts, de Conjugip adulteru «w?¿No podré caminar seguro al lado de este Padre?

Una escrupulosidad de esta clase, la compararía yo, ó á la de -los Moscoviras, de q;iienes asegura- ba Nicolás Gueudeville, que no lle- van al Templo la Biblia entera, porque rezelan que algunos Lug». res del Viejo Tcstaaicnto , escritos según ellos con menos modestia- piofinen el Lugar Sagrado ; y así solo lícvan el Nuevo Testamento y dd Viejo alguaos texcos ^e P.almoí

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í ... '> 'f Í77) ...--.v. .^

y Profetas: ó á la de cierto Fran^ CCS, qne á principios de este siglo pqblicó un nuevo proyedo de Bre- viario, y enctc ocras cosas singu- lares queria se quitasen de él to- das las que no le parecían cdiffi cantes , ó podian excitar mala? ¡de3.<} como : íngressa Agnes turpitiídim locum ; y aquel dicho de San G> róiiimo habiando de San Joseph : §hii pene licencia maritali ^ futura uxoris omnia m\>€rat.

No es de esta especie \i licencia del Comandante G *neral en su Gratulatoria y para aplicar á la Pureza inmaculada de María Santí- sima este verso : !n tota nmcjuam eorpore menda fmt. Este Erujiro Humanista sabe que ocasión tuvo ^l mas licencioso de los Poéras (para decir aquello , y en que apti- tud puso a la que así 'celebró. Sabe que aqueÜa Elegía es una fíe las que se quitan de manos de

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h Juventud, por su infección; y «I título solo de ella , baíta para -arredrar y aun acobardar k los que pajean su fogosa imaginativa por aquellos paises > y aplaudiendo en Ja Gratulatoria que en mi . se re- prehenda el uso de especies aun indiferentes 5 porque se hallan eo Libros que no leen todos ; ,no yo como pudo usar las que solo ^6 encuentran en los que no de- ben leer , ni aun los que gozan jfácujtad para otros. Es muy poco senté el Calepino de Salas, para apa- ;dr¡narse aquí de el, y á su lado entrar á coger flores á un Jardin :,venenoso , para ofrecerlas á la que iPo i^ agrada de otras que las de i:homr y honestidad. El Deutcronq- jnno prohibe la ofrenda que viene del precio de la prostitución ( 77?)

en

( 77 ) , .Non offeres mercedetn

pras^

< t79} en la casa del Señor ; ¿ como m deberá prohibirse la que no sea pu- rísima á la que desde su Coa- cepcian fae la morada mas digna del Dios de la Pureza?

No dexo la pluma sin rcn* dir gracias al segunda de los Apro«^ bantes , que aprovechando el de-? sahogo que le dexa la JubÜaciotí de sus lustrosos Empleos, nos ha dado aquellas Notas ^ y en ellas exquisitas especies, que los Erií- dicos le deben agradecer ; conío d que la Isla de Creta hoy se lU^ me Qandiai que Palermo es Ca^ pital de la de Sicilia > que Basilca es Ciudad de los Suizos ; que Pa- miers lo es de Francia en el alto Langaedoc , y Tulle en el baxc> Limosin i que Trento es Ciudad Ubre, Imperial , y situada entre Ita"

lia^

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prostibuli in damo PQmini Dei It^h

fe y Alemania ; que Conza es Cm. dad del Reyno de Ñipóles; y Lo bayna Ciudad guinde en el País ba- xo Austríaco. También nos mues- tra su conocimiento del Griego, quando nos asegura que la Concep- don se llama Syílypsiiiy süvas^cion ca e! Arte de verificar las Datas^ quando nos ofrece las de la A^un- cion al Pontificado en Sixto IV., S- Pío V. , Paulo V. , Gregorio XV., Aiexandro VIL, y Clemen- te Xr. j Ab, si nos hubiera añadí- do las de su muerte, el nombre que tuvieron de Familia , y años de Pontificado ! Si así escribieran todos los que nos consagran sus fitigas, {como abultarian los Librosí También nos regala con las noti- cias de que Aiexandro de Ales foc Teólogo Ingles Franciscano : que Es- coto se llamó así porque era de Escosia: que Sixto IV. fue Fran- ciscano ^ y Pominitano S. PioV;

que

c|óe Catáñno se llamaba tmcéoi Poüti: que Espondano continuó i Baronio, y fue Arzobispo de Pa»- miers (Obispo qncrria decir ^ per- qué Pamicrs jamas ha lido kízo^ bispado ) .

Se !e debe también agrade- cer que repitiese la antigüedad de! Culto al Misterio de la Concepción; porque aunque ya esta se halla- ba en el Punto 2 de mi Diserta- ción, ahora las Notas la exornan con cosas bien curiosas que no dio la Disertación 5 como lo que dice bsKO de la autoridad del Pa- dre Combcflís, que la Concepción de María Síintísima $e celebraba ya en los siglos 6^ y 7^ y que en- tonces compuso Oficio para está Festividad Andrés Cretense* Cosa en verdad estimable: porque aun- que CombefRsj hombre ciertamente Sabio, y de ntÜUimas fatigas, esté reputado > según nos dicen Ciíxi# -ti;^4¿; (Na} C0$

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m^ juiciosos , por Autor de no mti ¿ cho discernimiento ; $u\ embargó el erudito Aprobante funda en be- 41a$ congruencias que todo fíie co« mo lo CKponc CombcfHs 5 pues ce- lebrar el parto de Sanca Ana sien- do estéril^ lleva conseqüencia para celebrar la Concepción en Gracia de iSU Santísima Hija, ¿Yqnien dirá que «10 es eficacísimo raciocinio este del crüJito Aprob^inte: es constante cjue Mma Santísima fut Samifcada éntes' de nacer : hego piadosamente 'debemos creer ¿jue lo fue desde W primer instante'i ¿Y quien dirá ^ue no arguye hermosamente en €zsjOK de la Concepción ^ quando dice que Santa Isabel la significó, «exclamando : ZJnde hoc mihiy ut Vi* miat Mater Dommi mei ád me ?

Al favor de estos bellos d¡$« trursos^ y de las particulares espíe- ries Geográficas, Cronológicas, His* CQficas que nos ^ y que difícil-

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htentc hallariatiios , se le debe dis- pensar que no consultase mejo- res Libros para la construcción de sus Notas. Con solo leer la Bí' paña Sagrada del P. Flores, ha- bría visco, que hay Vida de San Ildefonso escrita por S. Juan, Suce- sor suyo : Vida escrita por Zizi- lano 5 otro Sucesor suyo : que «mbas se hallan hoy en el 5 To- ttio de aquella Obra : y que ninguna leemos las palabras que traen las Motas en orden á \m Fiesta de la Concepción. Si su ca^ riosidad hubiera pasado á otros Li- bros, hubiera visto que la edad de Andrés Cretense, su historia, süf empleos , sus escritos, están hoy problemáticos: y que los Críticos no convienen en el siglo en que vivió > pues unos lo hacen del 6 siglo, algunos del 7, y otros Id traen al 8 5 por esto queda muy faciUncc % correspondencia cfistoé

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f2S4) lar que el dono Aprobante querría hubiese entre él, y San Ildefonso^ cuya edad constantemente fue en el siglo 7. Los Escritos del Creteo- le, tampoco pasan sin contesta* cion. A mas de sus Sermones (que no todos dicen que son su-» yos) corren con su nombre cier- ras Odas ó Prosas, para las Fies- tas del año y y entre ellas, una so- bre la Concepción adiva de Sama Ana. Quizá por esta qtnso Com-» bcfñs que el Cretense compusiese Oficio de la CGnccpcion. Pero aucí s? duda que estas Odas sean del Cretense; y los Eruditos dicen erí general, que b.^sta leer las Obras que se atribuyen i este Autor, pa- ra creer que ^on producción de plum^ mas reciente.

El Sermón sobre la Con- ctf^im^ que anda con nombre de S^ Anselmo, el Tratado sobre !a mis- Biii mascíiaj y el Libro de CQneep'»

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$u VtYfindi'^ et ori^inah peccata^ que también se le quería por alga? nos dar 5 por nías que ¿e eniide el moderno Benediao Píazza, y co^ este d erudito Aprobante, tos dcr mas Eruditos consienten ctt que m fon Obras de S. Anselmo, Son po* deíosísimos los argumentos qne hay para quitárselas. Vaya el Curioso á verlos, y responderlos si quiere^ en Natal Alexandro, Tomo 13 4? la Edición de París de 1744.

Difícilmente se nos haca ercer que entre las Festividades que .ijnandó celebrar en España allá cu el siglo 7 el Rey Ervígio, ^^^vk^ se lugar la de la Concepción de Nuestra Señora. Ya el segando Pun- izo de mi Disertación dixo lo po- co que se podía fiar en los Ci^- V >-ricones de Flavio Dextro, Marco IVIá- xicno 5 Braulion , Luitprandio &% que fueron los que piopagaroa qs^ .c|a5 y omi especiest . ^

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^ Dorando , llamado cf Espe^

Ofpmrum lib. 7 cap. 7 : y Juan Beicth ^fm Obra de igual título , ca>¿ |»í«lo 146 ¡mprueban abicrtamcni tela Fiesta de la Concepción. Véan- se en los lugares que cito. * Como en las eruditas Na^

9as tenemoi el bello rasgo Dog^ tiiárico sobre la autoridad de la Igle- sia Romana , en que hallo no so*^ lo textos del Derecho Canónico, ée cuya profesión es el dodo Apro- fcame , sino que también hablan G<rónimo , S. Agustín , S. Cipria- no» y los Teólogos de mas famai cerno Sto. Tomas , S. Buenaven- tura , Alexandro de Ales , en ma- teria bien Teológica ; estu^^e á pun- to de persuadirtifíc que la confe¿i«#i tjue hace en su P^ír^r^r , de que tratar 'puntos Teológicos era supc- ttor á Su discernimiento , era mas tomilík que dnccíSi pero 4 po

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to B1C convencí de su sinceridacf^ por lo que observé. Observé qoí ^hallaba congruidad en que la Fieit ta de la Concepción tuviese igua? vles Indulgencias á las del Corpusf Jporc¡m Christa m tuvo otro Cuerp(t^ ;ni otra Sangré (fm las que em4^ ^varon del Cuerpo j Sangre de Mi»* iTÍíí. No me hizo diíicukad que ct^ jtase, como de S. Agustín^ el Car0 jOjrtsti 5 est Caro MarU » porque aunque cieTtamente no es dd Sto» quixá el dedo Aprobante no tal <juerido entrar en csíís taboriosas édiicusiones , que enseñan á discer^ nir en los PP* !a$ Obras legítimas 4Je las que no lo son. l^ero me Ja hizo aquella Proposición : Chris? 40 m tuvo 9tro Cuerpo y Sangre que las que emanaron del Cuerpo y Sangre de Mana. ¿Pues quc>, la carne y sangre que aumenta^ ba todos los dias por el alimen* fo^ era cambien carne y sangre 4e

láSi

nVílPasará pox esto la Ffti'ca^ Prro adelante. Si el doélo Aproban- te hubiera kido á los Teólogoí^ sabría que Seo* Tomas ( 78 ) en- seña qtve el Cuerpo de Christo no fudo formarse de la carne y hue- JOS de su Madre María Sancisimaj porqac siendo estas partes integran^. t€S del Cuerpo de la Señora^ no se podían substraer de ella , sin corrupción , y diminución i y que quando se suele decir que Chris- to tomó carne de 4a Virgen ^ el sentido es , no que la materia de su cuerpo íúese aquella carne, sino que lo fue la sangre , que está c0r nio en camino á ser carne» G^r^ fíes auíem et óssct in altis fieminis sunt actuales corporis partes^ ex auit^ bus conititmtur irjtemtaa Corpomt' et ideo substrahi non possam sim CQYTuptione corporis Vfi diminumk

ne. t

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^m I. I u I |ii ,.^1 ^. '¿iijifjl

) $• p* q* 3 1, art.

ne. Chrisius auiem (¡ui yemrát c$r^ tupu reparare^ nHllam corruptionem^ 0ut dmiummem integritatt Aía^^ ms ejus inferrt debuii ^ ut sufra diüum tsv ít ideo non debuit cof fus Chrisü forman de c^rne^. Vel ússibus VtYgitm , sed de sangume , huí non dum est A^u pars , sedL €it foteniut tetum , ut dkutér in U^ hr» i de gener. animal. Et ideé díátnr carnem de Virgine sumfsí^ se^ non ^md maieriéí corporis eps fuerit áSu earo y sed smgm (^i est in fotentia Curo. vv .

Si estoviéramos 4 lo que algunos Físicos, así antiguos coma modernos, dicen que c\ cuerpo ha* «lano en cada semana se muda ppc la nutrición en otro cuerpo^ se diria que nada hay en Christa de !o que recibió de su Madre* Mas si dixéremos con otros que jamas se consume lo que en la Concepción se recibe , habrja sin (O a) du.

I \%

Ghristo alguna cosa ele ^li Virgen. -Loí que admiten. ^ la ani-

rñacíon de da; Sangre, dirin que ' y 'en*>el Señor alguna parte in-

drmádá cíon- su alma ^ ijoe ánte^ esfuró ftiforítiad'a con el alma de la SiSíofiJfc Lo^ que niegan esta» animan no rcj^btan paites d^l cuer- po íbs humores í y así ^ no Sbdmi* Uti eít Ghristó ve^dadefas partes tbiiiadás dt la Virgen, porque aquet- ttá Sangre ^defecadkima, y sublimaí* ^ Ccómo dice Seo. Toma*)^ a amplííimva digeníon ^^-ác ^que í rmó el cü^rfio -de^ Ghriíto , co* Jrnd tilos ¿icen y jamas e«cuvo aoí* liíada cbiY el alma de la Madre!; á De aqiií nace que na se '^icde aírmar i que la carne que se adora en la Eucaristía sea también carné de María Santísima, corteo ^K güilos Cifradamente d¡xerc>n » porqife aiio quando- fuera deíto',^que hoy alguna parce de Chiisco fucíe ánc^

par-

pacte. <Jc Ja Virgen, no pertfi^pckti^

^o ya sino- á Christo , no pgede

lerminnr arra adoración que 1^ de

i-atrUi que se debe á este Scnoi:^

^y , es abíokitaraentc incomunicable

á la de; la Señora. Así conno5^aunr

.que 4e adoren en h Eucaristía las

,p|rtes tomadas del alimento que

Cbristo, convirtió en su subscanciíJ^

seria absurdísimo depr qu? «^c ^d,9f

^raba el alimento. , ,

Observé Mtnibicn que cr|i

preciso saber que la ProposiciQi ^^

entre las 79 de Miguel Bayo ^.^ y

que dice 2sí : JSlemo prater. ChriS:'

tum^ est ahscjue. peccato origmah}

hinc B. P^irgo m ortua est .proptif

peccmtm ex Adam contraclum y

.pmnesc¡tte ejus afflicliones in hác vi-

^ la 5 sicut et ahorum Jmtorum y

fuerufit ultioms peccati dciMalis ,, y^l

.Mminalis ^ $c condenó; no por Ip

que 4ice de pecado Original en Ja

J^ñofa, ífio porque afirmaba qt^c

^lSf"¥fl!céibne$ que padeció cttt '^idá la provinieron, ó de pecado ^^Vcnial y ó de Original como en !c$ demás Justos. Así la exponen aon los :Teó!ogo5 apasionados al Mis- terio , como Vicente Fasari* '; ' Es también de observar, quic Pedro Damianb no puede dar- Isc por expreso Defensot del Mis- terio, como parece intenta cl d6<*- ^10 Aprobante , por estas palabras suyas tomadas del Sermón 4 de ' íAssümptione : Carú Virginís tx ^"Adam^ Hssuniptd , maculas Ad^ noh ^ yidmisit ; púcs el Clarísimo Pecavid^ *^iíc tcrtia amor at Misterio , y Jo prueba <:on eminencia , asegura sin '^'^crnbargo que aquel Pioí y Sabio "Cardenal , sob dixo que la Seño- - ^ no admitió en esas manchas que siguen al pecado de Adam, -iCfomo propios síntomas suyos í y que así debe ser explicado el Stó* -fuc^i en sil Opúsculo tf* cap* -r^.

•V.i*^-

K^V^\J

gtíh

, uTtwmfwiniíiii

^proponíénclmc probar este aiantpí ^od s<epe simtra principid ád fi* has provenimt exituSy dcspucí demostrarlo con vatiol ejemplos i ad Físicos como Históricos , to¿ mando estos últimos de la Escri'- crmí^ añade ( 79) ^^ f^^^ ^^^ memorem'i ^ando(juidem et ipse Det medtator^et hominum de peccá'^ fonbus originem duxk ^ et de fsr^

vmentata wassa^ sinceritatU dz^mám^ éthscfHf ulla vetustatis infeBione sm^ tepiti immo ut cxpresúm dicam^ tx ipsa carne Virginis^ (fu^t de pee-'

/iato concepta esty caro sine peccato

cüfrodiify c¡u^ uUró etiam earnis peé^

cata dekm* ,

El P. M.Osorio acaba asi

c Sil Obra : Reciba V. el sacrificio tjue

nde ha(fo de mi ignorancia. Nó. se

, r5i el Comandante General qaedc

Y latisfecho con este sacrificio, por^

h

WWí # tgn^ancta es xowo U 6% flíJt;5^ de la.^entc, y al Conm- e^^ pencral no Je agradan sai fW<^lp5 flacos i como nos lo. h? ^^°. I entender en la celebridad ^í^f ^ f ^<;^ á los verscsitos sobre Iq^ iS§cfi(iLÍa4r de Abel y Caín. Dirá pues füf no está bueno d Saerificabs m^my Y €\(XQ debía aprenderse # el^ qiíando para aplaudir el b¿- m í»odo de decir .de la Dedic^^ ^Í4i lo Ihnníjukiitacivo^ nenio^ J|.| substancmo ^ AOipA.1,, \^er¡fíca «JB«fs el Comandante General , el .^^crum^ pifi^ue dabo. Por lo pin* 49^ 4e c^a víflima le deberá di^ pensar el R. P. Provincial de lq$ ,^!^ÍMWo$, el que celebre su f«fV'- ^f¿^ Wodo de decir con ua ^^pi- ipi:©:^ qi^e en pluma de Cicerón vi- ;i;ia la elegancia; porque en c$tt gran ^'^'^^o !?<> yo estas paUbras ( 89):

i 80 },Qrmr ad M^Brmmi^. ¿. 8.

U.!

Charla, et Fhrygia^ et MysU^ ^jmdffñí-^ mme folMj mmmec¡ue elefantes sant^. adscfperunt aptmn súis aurihus opU^ n$um cjuoddam^ et tamcjuam adípa-'

TM DÍCTIONTS GEÍ^OS, (fuod fOrum VÍ^

cmi'imn ita lato mterjeBo mari) K^é^ ctti num^iuam pyoba\'érfmt^ Gr<eci até* tem multo mtnuSy Athenienses ^er0 ftmdi0s repMdia"í'mmt : Quorum iení^ p&fik prudenSj sincertímqHe judí-' eium'^ nthil uf posíént fiiii iticorrtí&%y

Aomisr

•?»^jik

AHábasc Y#lákb^ <fe \i Prensa esta Segunda Disertación^ qüando ré-, cibo con Cartas de Madrid de 7 de

Agosto de 1784- an#*Oiacion Latina impresa aüí con cj^re* tít;ulo : Reaii Theolo^orum C¿etus'pró tuendo fmma* culata J^trginis AÍ4ria Cúnceptionh Adysterio dd Carokm ntOratio^ su* per hodierm h'-^jm Myitctü Culta ^ íPa) Pféh

giíí<im ae tilo Smt€nti4 ai ulnrí^ rcm certtíHdms gradum mmio pra^ ^ehenda. La oportunidad de haber llegado á aquella Corte algunos exe»i* piares de mi primera Disercacion^ so- b;e el Misterio^ inovió á los Amigos^ con Quienes tengo allí corresponden* cía va que me remitiesen esta be- lia Pieza, por la ^amJogía con Esa ícoi^ En verdad, tengo Ja compla- e^ícia ele ver apoyado b mas de mi Disertación, por los Sabios de aque- lla jRí^/ Junta de Teólogos que tra^ b;íj3n en promover la Ccriídunirc del Misterio. :^i ^^

%h^^-^. &ccmo,c Illmo* Señor Ar- ?:oDispo de Toledo en una buena Car- ta Española la dedica al Rey N* Se- ñor, y ie dice : que la Ke^l Junta ha recogido alli las sentencias mas esco- gidas de la Sagrada EscritiTra, Cond* lio$V Santos Padres, Teólogos mas insignes, Bialas^ Decretos Pontificios^ f demás documentos que acrcditaa

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d constante y universa! sentifiir^l^té k favor de eUe Mistevh. De becho^ b Oración entra en los fundamen* tos de la Sentencia Pía, con nobilí- simos ractocintos, que, aanqne ningUi no excede las lineas de Congruencias paca la Prcscrvacbn, tienen todo el vigor que pueden admitir estas ra- bones* Su erudición en Escritura y fódféses copiosa; sus discursos sori tan sólidos como ingeniosos; y sa estilo agrada por so facilidad, elegah«¿- cia , y perspicuidad» *

Sin embargo, después de es« te loable esmero de la Re^at Junta tt^ observo que nada trae del Angélico Di^aor Sto, Tomas (y lo mismo de S. Bernardo ) que fevorezca al Mi$te# río* Antes citando ala pág.57^ ^^ IOS dos ilustres Santos, en las Notas marginales, para decir con ambos qm celebrfrtido la Iglesia la Natividad de R Señora supone Santo' su Nacimíen-^

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fesnmamts ahisqüe hene multis rali». mbtts permon , cmm asseverattone ^/ji>mare 'non dubitamus , hos Sane tn.mos, ac pn.imas Dolores Bernar- atm et Thomam si noscra témpora mctifutHm, Pt£ Semem^s de ¡m- pamiata Dapara Conapusne utro- m^ polhce bbemtsúme subscnpimosz idqtieipstim, prater alm innúmeros t/|£íl., / bom.£ Discípulos, eos fue clarts- mnm, mnsemel pronu»tia>se S. ¿¿. ^omurn Berirandum accipimus.

A la pág. y4 dtxa dicho, qu^ ffieldia todo el muado Católico es-

f^'^^'^^l Religiosas, M-n excepción «fc alguna. En una Nota margifial com- pueba este dicho con e! testinióma m Pád>e Marcos Antonio Gravois (a quien no conozco} que dice que bs mas celebres Teólogos del O, dea de Predicadores c,áa pCr el Miste- íio. Nuestra Segunda Disertación hn MMuk. €.fp. fOft I4 tmoú»(H que 5C ^Um- Aquella

Nata margtnm tt^c también un pasage considerable 44 Señor Crespi de Bo^ja, Obispo de vil- que, y Domii^icánóv quien en Cartl :9\ P5pa Afcxan^itóVIL de ti de J^ lio de i6^6, después de afirmar qo^ codos los Gkmios O l^ot la Pieservacion , asegura que 1^ Religión Domit-icanay(cüyo micm^* bro es por espacio ya de quareoíÉ años), dama con lágrimas, con sc>* licitudes, con esftierMs de palabra, y por escrito, por la favorable decisioíl del Misterio de la Preservación quC defiende.Qaisiera hallar modo de co^^ poner estas solicitudes, y lagrimal ^ con lo que cinco años despocs, t^ es, en i66i díxo el P. M. ^far-? tinez de Prado en su Mríctíí vm^^ ^ay de que hablamos en la pag. ^y de esta Disertación; y con el céle^, htMMemridl suyo al Rey Felipe IV., de que también habíamos i y especial con el admirable que pre^^i

e! Capitiiíó de Milán a! Papa Grc* gofio XV; v.^

^ . ^ Desde luego el Obispo de Vk qeie habla con sinceridad, qiiando le dice a Alexandro VIF. Audiamgmtes Séemh im áureo bdmm mntium. Fm^ ^^^,^*' tm humerh fmmaculata f^íK'^ gtms Comeptio. El Capítulo de Müan, según Serri (lib* 4 Cong. de Auxi^ Iiis €• j2 ) no pide en' b decisiori cosa^determinada :. Non petit a ^$tra Sanpnate hanc. mt illam partem. Quiere, como quisieron Torquemada y Cayetano^ decisión ; pero decisión que cenga en sufevor PP. y DD. an- tiguos, que en su sentir están ton^ tra la Preservación : Pródamat term prty SS. PP. ec priscis EcclesU DDé ne contra illas innuditos^ et indefen^ S0S feratur sententia, éfuod dmnium jura ahb^rrm. Para que se les oiga ofrece la Provincia de España dos Do* min'mms sabios, que los expongan ilf^ttyt segda la interpretación Da*^

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nriakana ) éontra k>$ que los^ritcrH diéiW-cn &vor del Misterio : JSJam^ que Provincia HispanU ex mnc pro tune pollicetur se duoí Wos, conspt^^ CHOS fama, TheológU scienti^ pentofi^ H dmnamm litterarum consáos m(s^ suram.(jm áispumionibus corAtnSam^^ time yatra contro)^€rt€ndhintersmti'^ n€€ cnimaliurVum potest perimluna^ kustrandi Decremm. ^, '^'"^

^ El I\ Serrí dice, poco ante^

de insertar el Memorial de $a Gapíá^ rulo, que el deseo de su Religión cti^ la decisión: poricjuemadmódamifíisf fani^ alíifie promscue prtcabantury^' qui Fontifcis pritrepto judíctOyíjmm' walknt ipsi coruroversU parum dé^ íLiri postulabant. El Señor Cíespl; hablaba como ilustre Español, y que^ ria se definiese como suplicaban lo«>^ Reyes : ut Reges ardemer exúpant^^:: ^^. Entre estos, ninguno hoy ccf^^ mo nuestra insigne Monarca j qim- mxic tantas ptucbas que tiene dada$.

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pí6peiT$io|i árMrsterfiS,^* CÍS«^^ d^3nck com la Oracioii ^«^ atado, Ha añadido h de la ^^wr 4e la Real Juma con effín f;mm *ce clExcTOo.Lorrnzáíiaeíi m^xkmom á su IVIagestad) de quh tmap f procure poner los medios p^ mMekntm el Misterio, y asi ¿f¡r^ ff^r é. todos los Fieles en su crern^ m. €on razón puei Ja i?, ^um ^*ba m Oración con una ilustré apostrofe al Rey para que pida ladc- ci&iotidet Misterio, según parte tJe^ terminada y favorable : ^orr úb't, Rex Cérokypmntissime ac reli^ostssime ^ ^m latissimum tfuem tuis reaits ocu- hs subjiámus campum, ex (Uto uberri^ ms tmmortalis glorU fruBus expor^^ me V^/f^ii fadms patee egregtum^ f^<^md h<evirtutk emsm Majes^ tat^mtuam pro);ocare audemusí aó' piK. iítam speBatisstmam pietatem tH;m^, insigneiii^ue dowttanem in Den Matremy pMT mimí m magnmdi^

nem ad gloriosa qu^eciue sponte para^ tamy per c^eteras wmtes tuaS', dcm-^ que per quidcjuid in Vita tibi carim €st^ ohsecramus te, ac si opus est^ad^ juramus ettam , ut occasionem ultrp oblatam ampias, atque no^^am hanc laudem c<eterií ornamenñs tms adjttm aere \elis^ Suscipias rursus qtí<tsumus supflices Immámlat£ J^irgims ca^ sam^ reata tua solicitudine profetla dignam^ et potentísimas adhibeas pre^ ees, (]ms multi ponderis esse ápué SanBam Sedem non semel exper- ms es^ ut a Romano Ponnji^ ce mod commmibus \>otis foncepimus , impetre- mus>t9*c»

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