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ENCICLOPEDIA MODEMA.
TOMOmCEIO,
f(lilHLI0TECÁ5
IS7 WM.ionu vonruii.
T. ui. 4
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ENCICIOPEDU "^^f
MODERNA.
DIGdOKABIO.UNIVERSAL
DB LITERiTDRl, CIENGUS, iRTES,
AGBIGDLTUEA. mDUSTBU Y GOIIEIIGIO,
roiucm
POR FBANCISCO DE P. MELLADO.
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TOMO TERCERO.
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MADRm:
t:STABLECIMIEMO TIPOGRAFICO ÜEMELLADO.
CALLB DB SANTA TCRE8A, NOMEHO 8.
tMtnuiiun, nsa» ts.
mi.
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ENCICLOPEDIA MODERNA:
DJCGONAWO ÜNIVERSAL
DELITERATÜIIA, CIENCIAS, ARTES. INDÜSTRIA Y COMERCIO.
iEABU. (Fihiofia.) k lo8 ntigaof Mm,
üu de iM ntciones mts bérbtrts dd Aiia, se
let ht querido soponer dedicados á las espe-
enlaeloiiei fllosóOcas. Su Tida erraate y Taga-
bQBda no les deja ociiparse eo los trabajos
dfleslodio. Todo cnanlo se dlgasobreeatepar-
llíeiiltr carece de fiindameBto, y no se apoya
BMs qoe en conjelnras 7 razones de poca Tatia.
lo la edad raedia, poco despues de) esta*
blecüniento del mahoroelismo fué cuando sa-
lieroQ de su estado de barbárie, y se dedicaroo
á la literatura y álas cieocias, inirodQCiendo
su gnslo literario eu Africa y ^n Kuropa, y sobre
todo en Sspaña, por doode ya habian esleodi-
do sus eoaquisias.
Desde el priocipio del siglo IX hasta
e1 Xni, fondaron mny buenas escuelas, de-
biendo mencionarse como las prineipales de
eHis los dc Bagdad, Btsora y fiocbtra en
Orftente; lan de Alejandria j del Gairo en Egip-
to; las de Marruecos y Fes ea Borberia; y
oiras mocbas en Tsrias ciodades de Espaáa.
Enseiábaseen cllaslos idiomas, las malemáti-
c»s» laaslronomia, lamedicioa y la fllosofla. Es
drcnnstancia digna de lliimar lu atencioulade
que los ámbes abraxa^en i la vex todo lo con*
ceniiente á las letras y á las clencias, Sn prí-
Bero y único fundador fiié Aristóteles á qiiien
eatndiaron, no cn sus origína'es, slno en Ira-
duccíoncs beclias en su mayor parte del sirio;
se dedlcaron parlicularmente á su metafiáica
y su lógica, ocupandose menos de las obras
de mordl y de los fenómcnos de la naturalesa.
Enlre sus ronchos filósofos, solo habtarc-
mos d<» loí que m*»recen nlenna atennion co-
100 AlKindi, Al-Far^, Ávieena, it-aa^si.
Averrkom y TofkaiL Bablendo sido la metafí-
sica el objeto priocipal de sns especnlaeionef
los oonsideraremos particplamente bajo este
coBcepto.
La fltosofía hisooir sn tos por primera tsi
cn Bagdad. El primero entre los mas célebres
filósofos fué Al-Kindi, que dió leccienes ea
esta ciudad en el síglo IX. Gompuso mucbot
tratados de lógica, geometria, aritmética, md»
sica y aslrenomia, con comentarlos sobre los
escritos de Aristóleles; tarabien se oeupó de la
medicina. El celo que mostró por ilnstrar los
entendiraientos y conciliar la doctrina del is-
lamismo con los principios de laratoo, leacar-
reó la enemistad de uno de los inlérpretes del
Alcorau» que sin duda temió que e1 progreso
de las loces descerriese ei toIo del absnrdo
qoe llevaban coasigo las sopersticiones toI^
garcs. Aauel sacerdole manlfesló públicamen-
te su vioienta indigBaciou conlra Al Kindi, á
quien acusé de herege é implo, llegando al
eslremo de qoerer aíentar contra su Tida. Bq
Ingar de tralar de tomar Teogansa de so ft-
náiíco perseguidor, como bubiera podido ba-
cerlo, empleando el favor de que gosaba con
el califa de Bagdad, el filósüfomusalman, proce-
diendo con generosidad, se contentó con lli»
marcon diilsura i su coemigo y le dijot «Tu
religion te manda qne me quites la Tida, y la
mia me impone la obligacion de mejorarte, si
es posible; Ten i mi, yote inslruiré primero,
y despues me raalaris.» El sacerdote se 80«
metíó i los consejos del sábio, estudió la fllo*
sofíü, que desTsneció sus errore^ y aplacó su
furor hasia tal punto, que do persegoldor ao
convirtió en tolerante.
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44
ARABIA
4t
Uoo dó los fllósofos mas célebres de la es-
caela de Bagdad fué Al-Fartbl, qoe floreció en
el slglo X: peáetró, dlce Al-burara]e, los se-
cretos mas profuados de la lógica; pero al es-
forsarse en reyelarlos los hízo de dificil com-
prensiOD, con sus pensamientos tan ingeniosos
en el fondo como sutiles en las formas: com-
pletó las investigaciones de Al-Klndi sobre el
arte analitico y losmétodos. .
Una de sus obras contiene nna especie de
dasiflcacion metódica de los conocimientos
humanos, en la que las condiciones funda-
menlales de cada una de las ciencias» sus de*
flniciones» sus princlpios, sus relaciones re-
ciprocas se determinán con arreglo al método
de Aristóleles, á qnien estudió constantemente,
habiéndole ieido doscientas veces, scgun se
asegura. Sobrelatiencianaturai coloca la di-
Tina, asignándola tres divisiones, compren-
diendo laúUima las sustancias inmateriales.
«Esta ciencia, dice, establece que aquellas sus-
tancias, en sn muititud, se elevan gradual-
mente basta [el mas alto grado de perfeccion.
La escala ascendente termina en ei primer
principio anterior ¿ todas las c^sas, á saber:
la unidad primordial que confiere existenícla
y unidad ¿ todo io qne existe, existiendo en
él la verdad como en su origen (4).w
AI'Farabi encontrabaun manantial de pla-
ceres verdaderos é inagotabies en las obras
de Aristóteles, que no cesaba de meditar, y
que formaron la materia de sesenta trutados
especiales compuestos para la instniccion de
sns compatriotas: su moral erá austera» y
acostnmbraba á decir: ünpan de cebada, una
fitenU, unacapa delana, sonpreferiblen álos
pheeres que terminancon el arrepeniimiénto,
Avicena que nació ¿ fines dcl síglo X, es
considerado entre los árabes como el primer
filósofo despues de Al-Farabi. Stguiendo ias
reglas y principios de Aristóteles, Irata de 1a
lógica, qne considera como el comun prelimi-
nar de las divcrsas ramíflcaciones de los cono-
cimientos humanos.
DistinguiQndo con filósofo griego el al-
roa vegetativa, sensitiva y recionai, se propo-
ne demostrar qoe esta dlstincion iudica tres
modificacione" de accion mas bicn qne tres
sustancias difereutes. «El 9\tneLvegetativa, di-
ce, tiene tres facultades: la nuiríiiva, la au-
mentativa y la generailva: la sensUiva dos,
la motriz y la de aprension: )a primera, que
consJste en los apetitos, prescribe ó produce el
raovimiento; la segunda lc presta su auxilio y
pone en juego los múscutos por-iina fuerza di«
fundida en los nervios. I^ faciiltad de apren-
sloiies dobles, pues, se ejercc inlerior y este-
riormente. Se cuentan ordinanaroeute cinco
sentidos esteriores, pero pueden estenderse
liasta ocbo, porquo el tacto se subdivide cn
otros cuatro; el primero distingue lo frio y
(I) De Geraodo: nittoHa CQmparada de lo$ ii$U*
callente, el segundo lo seco y húmedo» el ter-
cero lo duro y blando el cuarto las asperezas
y lo liso de las superficies (4).b
En cnanto al alma racional, divide sns fa-
cnlladesen facultades de conocimiento y en fa-
cultadesdeaccion. «La segunda, dice, preside
¿ 1a facultad actívadcl almascnsaüva, arreglay
dlríge sus movimientos; la guia y mueve la facnl-
tad contemplativa; presenta, en ciertos modos
dos fases: una h¿cia el cuerpo, que no recibe
siuembargo, percepcion de oua naturaleza cor-
poral; otra hácia sus príncipios clevados que
le sirven de antorcha. La facultad do conoci-
miento se diríge ¿ las inteligencias de príme-
ro y segundo órdeii. Yéase, pues, como se
forma y se desarrolla e1 entendimiento. Lo
prímero que e1 entendimiento humano pcrcibe
en las formas es lo qne le es esencial y accl-
dental, en que se diferiencia ó se asemejan.
Pero las cualidades por las que se &semej'dn
no componen en el entendimiento mas que
una misma y sola idea; al contrarío, la per-
cepcion de las cualidades por las que se dife-
rencian, crea en el entendimiento otras taotas
ideas diversas. El entendimiento, pues, puede
multiplicar lo que es uno y viceversa (2).»
El fllósofo de que nos varaos ¿ ocnpar, Al-
Gaze), poseia raros conocímientos: era teó-
logo, Jurisconsnlto y poeta, sin tcner rivales
en el iocreible námero de s¿bios reunidos en
Bagdad para dar lecciones sobre todas las
partes de las^iencias. Han Ilegado hasta nos-
otros muchos tratados de filosoria, esponiendo
uno de ellos una clasiRcacion de los conoci-
mientos humanos. ^Uay, dice, tres cspecies de
ciencias prácticas: la prímera tiene por objelo
cl arte de discurrir; la segunda la economia
doméstica, la tercera la moral: del mismo mo-
do hay tres clases de ciencias cspecuiaiivas:
la teología, ias raatemáticas y 1a historia na-
lura), porque la ciencia se ocupa ó de las co-
sas qne se hallan colocadas enteramenle fne-
ra de la raatería, ó de las qne pueden conce-
birse, pero iio exislir realmente fuera de la ma-
tería. La prímera trata de la causa de la uni-
versalidíid delosséres; porqueeslos se difiden
cn causas y efectos. Bista ciencia esl¿ por lo
lanlo aneja ¿ la unidad del ser, dcuiiiesta sa
necesidad, hace ver como de esta unidud pri-
mordial depende todo lo deroas qiie exiáte y
como est¿ eiicadcnado, cuya ciencia es ta dl-
vina, 1a ciencia del poder. Las ciencias mate-
m¿licas e8t¿n menós espuestas¿ duda; las na-
lurates dislan mus de la certeza por razon de
1a continua moviUdad de los objetos que abra»
zan. (3).»
Ai-Gazel adopta, ¿ ejemplo de Arístótelos
y de Avicena, las distinciones de las Ires al-
mas. «El alma humana, dicc, liene dos as-
pectos: uno por el que dirige sus miradas
(t) De Gcraodo! Obra eitada^
(i) Idem, idcm.
14em,idcm.
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43
ÁftABÍA
U
hicia 1a regioii ininensa dc las cosas superio- 1
res» que le sumínistran la luz de la cíencia, y '
ciiyo carácler propia es rccibir las emanacio-
nes de aquelia liiz; otro por el que se diiige
hácia la parte inrerior y gobierua sus propios
6re:ino9. La seiisibilidad y la imaginacion no
poedea ejercerse mas que sobre objetos ma-
teriates, iii piieüeii influir mas que subrc los
indifiduos que perciben y conciben sometidos
i ciertos accideutes de líempo, lugar y fl-
gnra.»
Al-Gjzel traza . de una mancra clara y
exacta, la¿ condictoncs por las que, en su opi-
nioo, las operaciones de las raculludes sensi-
blcs é imaginativas se distingucn de la del en-
tcndimiento. Véase como se espresa sobre es-
tepuoto: «El entendimiento se percibe asi-
mismo; percíbe auu su propia percepcion y lo
que produce; bacc una transicíon del valor ú
la debilidsd, de la oscuridad á la luz, sin su-
frir alteracion ; se forliflca muchas Tcces con
]os años en lugar de debiüturse. La debilidad
de los órganos corporales puede, no hay du-
da, ejercer influjo de dos maneras sobre las
^cultades intelectualcs: a1 priucipio causando
una distraccion al espiritu, que es acompaña-
da de dolor; despues privando al mismo espí-
ritu de los socorros quc le pueden suministrar
los órganos para la invest'igacion de las cosas
esteríores; mas la potencia intelectual puedc,
por sn propia eoergia, quedar libre de esta do-
ble depeodcncia (4).»
Áverrboes, lionra de Córdoba, donde nació
en el síglo XII, fué simulláneamente médico
y fllósofo. Le dominaba ima admiracion servil
y respetuosa hácia Aristóteles, quien, en su
conccpto, elevó las ciencias al grado mas alto
posíble de perfeccion. En vista de semejante
•sercion parecia verosimil que hubiese segui-
do flelmente la doctrina del fllósofo griego,
pero fné lo conlrario; la modiflcó muclio, con-
citiando el nuevo platonismo con la doctrina
de Aristótcles , cximo lo prueba , eñlro otros
ejemplos , el siguicnle testo de una de sus
reiaciones: «El movimienlo, dice, no imede
imprimÍTse mas que por la inteligencia; supo-
nicodo todo movimicnto un rooiivo perte-
oedente al órden espiritual, las esferascelestes
tienen sus lotelígencias propias derivadas del
sopremo niolor , del primer prlncipio : esle
movímiento sc comunica sucesivamente á to-
das las regioocs basla al menor sublunar, di-
rigido y trasmitido por una sucesion de almas
inleligentes.» Véase claramente la hipótesis
^ las intelígeDCias y emanaciones univer-
saks.
Averrhoes ftié considerado por los emdltos
cooK) nn prodigio de sabíduria: el catilogo de
m obras, desde ei Arte de radocinar has-
te el de la Música cs mny estenso.
Tamos á ocuparnos de otro fllósofo, con-
temporineo Boyo, Topbail, nacido en Sevilia,
(t) DiOertndo.O*rac<(a<fa.
antor de nna ohra rara, en 1a qne por nn coo»
cepto ingeuioso, hace ver como on bombre no
liabiendo tenido Jamás comunicacioo con sot
seuiejantes, pudo gradualmente» por solo el
medio de la razon, conocer todos los objetos
de la naturaleza, elevándose de este modo á
las regiones mas subllmes de la mctansica, cn
una palabra, llcgar al conoclmiento de su al-
ma y al de un Ser Suptemo. Bajo el emblema
ingenioso de una estátiia animada graduat-
mente, Condillac y Bennct procuraron , en el
siglo XVIII. esplicarnos como podia el hombre
teuer el seniimiento de su propia existencia,
cou que órden podian nacer en él ias diferen-
tes sensaciones y como podia adquírir los co«
nocimíentos de sus relaciones con los objetos
eslcriores. Pero dista mucho, no tememos ase-
gurarlo, la idea de estos dos metafisicos de la
que oourrió cn cl sigio Xli ¿ Tophail. Sio em-
bargo, los descubrimientos modernos y los
progresos de muchas ciencias hacen dcspre-
ciables cn este fllósofo algunas opiniones pro-
pias del siglo en que floreció, masbíen quede
su taleolo. Es pues, Justo constituirnos en
aquel mismo siglo , si se qoiere comparar la
manera de discurrir de un pueblo y de un si*
glo tan remoto con nuestro método actual y
con las verdades que hemos descnbierto en
nuestros dias, ó que al menos consideramos
como tales.
Tophail en una obra titulada El Pilósofo
instruido por $i mismo (^4); supone un niño (¿
quien llama Yokdhan) arrojado al ver la luz ¿
una isla desierta, en la que le lactó una cabra.
A la edad de dos años la segnia por todas partes,
como igualmente ¿ las demas, cuyos diferentcs
balidps imiló tanto, que sabia distinguir coando
se llamaban unas ¿ otras. No tardó en formar-
se de ciertos objetos algunas ideas qiio se
grababan en su memoria y en sn imaginacion,
de manera que en la ausencia de eslos objetos
deseaba unos y aborrecia otros. Llegó ¿ la
cdad de siete años.
Huerta la cabra que le habia alimentado^
estuvo en peligro de muerte por sentimiento:
la llamaba, pero en vano; no veia en ella n^-
vimiento alguno; observó sus ojos y orejas
sin encontrar herida^ cooio asimismo en nia-
guna otra parte de su cuerpo. Buscó la causa
del roal sin poder encontrarla. Habia obser-
vado que cuando cerraba los ojos ó los cu-
brla con nlgiina cosa ya no veia, y que cuan-
do sc removia este obstáculo veia de nuevo;
que colocando siis dedos en sns oidos cesalM
de oir hasta que los separaba, de donde iofe-
ria que el uso de cada uuo de nuestros senti-
dos puede suspendersc por obst¿cuíos y res-
tablecerse aleJ¿ndolos. No encontrando la cau«
sa del mal en los miembros esleriores de la
cabra ni viendo que fuese posible alribuirlo á
(I) Eduardo Pococlte publicó un« Iraduccloa la-
liM de esu obra, cou el iHulo de Phtloiophuiauto*
didacíuijeic, Oxford, W7I, cn 4.v, laterealida ^\
(esto ¿rabc«
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<5
A»ABIA
46
tm sentido mas bien que i otro se persnadió
qiie la eDfémiedad podia existír en to interior
del cuerpo, sospechando la existencia de ona
parte sin la eual los miembros esterlores no
podian ejercer fuflclon alguna, y que sn do-
lencla debérla comunlcarse á todo el cuerpo.
Al fin se resolvló á buscar esta parte y alejar
este obstáculo, persnadHJo de que si lo cnn-
seguia , todo él citerpo recobraria sus funcio-
nes. Antes de emprender cosa alguna temió
que Bus tentatlvas de rcmcdio fnesen peores
que la enfermedad, pues recordaba qne jumás
habia Tisto i un animal Tolver del estado de
insensibilldad al de sensibiliüad. Gon todo, el
deseo dex^urar i su nodriza, le bizo superior
i toda conslderaclon. Por medio de piedras
afiladas y de fragmetitos punliagudos de ca-
ñas bizo una abertura entre las costillas de U
cabra y observó el corazon compuesto de dos
eavidades: nna i la< derecha llena de sangre
cuajada; otra i la izquierda y vacia. Juzgó que
se babia engañado, mucho mas al recor-
dar que combatiendo con los animales ha*
bia perdido sangre sin perder el uso de las
demas partes del cuerpo. Fíualmente , no en-
contrando Ío que buscaba, se persuadíó sola-
mente que el ouerpo era perecedero y vil
comparado con 1a sustancia que queria descn-
brir: creyó que habia abandonado al cuerpo y
hecbo cesar de este modo todas sus funciones.
Pues ¿cnál era esta sustancia? ¿salió del cuer-
po Yoluntariamente ó i la fuerza? esto es lo
que queria saber. En su opinion, en elta pro-
piamente consistia la cabra que tanto afeclo
le habia profesado ; aquella sustancia habia
sido el móvil de todaa las accioncs de la ca-
bra no habiendo sido su cuerpo mas qoe un
simple instrumento. Véase como Tokdhan con-
siguió pasar dcl conocimiento del cuerpo i la
investigacioD de lo que le hace mover. Insis-
tló siempre en querer conocer qné es esta cosa
que dirige y anima el cnerpo. Un dia las ramas
de los irboles se agitaron de tal modo que se
inflamaron: al ver el fuego se atemorizó en un
principio; aproximándose qucdó asombrado al
obsenrar su oalor y su luz ; quiso tocarlo y
sintiendo quemarse su mano la retiró. Tomó
despues on pedazo dc leño que no estaba rouy
encendldo y lo llevó i su cabaña. Reílexionan-
do sobre el fenómeno del fuego, sospechó que
este elemento podia muy bien ser lo que habia
buscado en la cabra; 1o que acabó de persna-
dirle era cl calor que habia observado en los
tnimales vivos , y que era mas intenso en el
sitio en que habia abierto la cabra: quiso
convencerse y al cfecto hizo una abertura has-
ta el corazoQ en on animal vivo , é introdn-
etendo sa dedo observo tan Intenso calor que
creyó quemarse. Notó que el animal moria tan
hiego que el coraion estaba herido; y el vapor
cilido y blanquecino que exhalaba le pareció
aer el principio de la vida y del movimieato
ea loaanimales. Retteraado el mismo esptri-
meato D0t6 que cada animal; aunque compues-
to de muchas partes, era uno relativamenle á
este principio vital que atiimaba sus mierobroa
y era su móvll; qiie asimisroo este prínclpio
producla la accion dc cada uoo de íos dos sea-
tldos; flnalmente, quc si un miembro del cuer-
po de cualquier maoera que pudiese aueeder
quedaba privado de este principio cesaba su
accion, y quc se convertla en un instrumeDto
ioútil; que sl cste roismo principio se deatruia
6 sepaniba del cnerpo, este qiiedaha privado
de moviroiento y reducido al estado de muer-
le. Tutes eniii las rcaexiones de Yokdhao ao*
tes de tener veinte y un años.
Eotonces exarolnó todos lus cuerpos de la
naturateza, las especies de animales, las plau«
tas, los minorales, las piedras, la tíerra y el
agua» etc. Yió en todo relaciones generalcs y
cnormes difcrencias. Encontró una unidad en-
tre los cuerpos que tiencn mucbas relacionea
eolre sí, y una especie de pluralidad entre k)i
que tienen diferencias. Yió que las cualidadaa
de tos diferentcs cuerpos no tcnía número j
qne ta naturatezaeratan fecunda, que eradiu-
cil conocer todas sus partes.
Cuaodo se consideraba i si mísmo y su.s
difercDtcs roiembros con su accion distiuta y
su proplcdad, creiaque era algo compuesto co'-
roo lo habla pensado de los animales. Yiendo
despues, que todos sus mierobros teuian entra
si tal correspoDdencÍa, qoe la variedad de sua
roovimientos se derivaba de un misjno prin-
cipio; cs decir , de aquel espfritu vUal cuya
naturalcza y unidad habia descubierto, y ca-
yos miembros no eran roas que tnstrumentos,
(^oropren'.tió que csta naturaleza» y por decirlo
asi su esencia, era sirople y iina. Lo rolsmoob-
scrvó en los aniroales: todos los de la miai^a
especie eran scroejantcs en lo esterior; pero
interiorroentc sus acciones y costumbres erao
las mismas con algunas pequeñas diferenciaa,
de todo lo cual dedujo que el espiritu vitai en
cada especie era uno.
Por la couterophicion se aproxiroó insensi-
bleroente al conociroiento de las cosas intelec-
tualcs: tiivo desde luego una ídea genefal y
poco distinta de la nociou de un productor o
agente. Yokdhan llegó i la edad de veinte j
ocho años.
A1 cabo de roochas observacionea se per-
suadió de que el globo celesle y todo lo qua
conlicne era uuo, uunque coropuesto de mii-
chas partcs y que encerraba i los roismos
cuerpos terrcstrcs; qiie este grande todo po-
dia considcrarse ccmo un animal en que laa
cslrellas brillantes rcpresentaban los sentidoa
de los animales, las diferentes esferas repre-
sentaban los difercntes miembros del coerpo
animal, clc. Gumo parecía evídente quo esta
iomenso cuerpo necesitaba de un agente ó mo*
lor distinto de si roismo, hizo con respecto i
este vasto cucrpo del roundo, lo que habia eje-
cutado con respeclo á cada uno en particular.
En un príncipio procuró invcstigar si csta
cuerpo colosal tuvo ó no prínciplo de exisaen*
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«
A&AKÁ
48
da, 69 decir» si existió síempre ó hubo algun
UeiDpo en que do ezisiieBe. Miicho liempo in-
Tiriió para decidirsc y peaar las raxones e«-
puestas en proy oo contra. AdmiUendolaeter-
sidui se le preseataban muebas objeciones
por la imposibilidad de una exisiencia inflnitn
qoe 1e parecia iguai á la imposibilidad dc la
existencia de uo cuerpo inünüo. Veia iambieo
que lo que encierra cosas producidas de nue-
vo, es tambien producido del mismo roodo,
porque bo podia decirse que ezisliese anies
de estas cosas; lo mismo, piies, que no puede
decirse exlsUr aotet» de los accidentes produ-
etdos denoeTO no deja de serio como aquellos.
Si adoptaba ei partido-de admitir una nue*
n prodoccioD, y pordecirloasi, uaa especiede
nada, se le presentaban otras dificultades. Le
parecia incomprensible la idea de una nueva
prodttccioa despues de un tiempo en quc no
habia ezistido, ó debia suponer un tiempo an-
terlor: ¿el mismo Ueropo no está coroprendido
en la existeocia de ias f¡ww de este mundo y
Do es inseparable de ella? No puede por lo lan-
to sopoiierse el mundo posterior al liempo:
ademas/si el mundo fué producido de nuevo
neceaitó un produclor; ¿por qné este produc-
tor que lo biso nacer lo produce boy y oo an*
tes? ¿le obligó á obrar asi aiguna cauaa nueTa ó
estraña?
Eita espinoaa caeatíon le ocnpó por espacio
de mucbos años; ooaDprendia que muchas ra-
lonea tn pro.y en contra eran de un peso
igoal y quedó perpleio. Para deddirse creyó
deber examinar lo qoe se seguiría de esias dos
opioiones; quisás sucederia que la coosecu^n*
eia faese ia mlsffla.
Supooiendo que el mundo coroenxó á exis-
Ur y que hobo un tiempo en que no exlfelia se
íoferiria que Uito una rason de existencia y
quc 00 pudieodo dárselaá si mismo la recibió
de 00 produclor inroaterial, porquesiendo cuer-
po debia comprenderse en el mundo, recil>ir la
exiateocia en tíempo y oecesllar de algun ser
qoe se ia hubiese dado. Si cste segnudo pro-
ductor era tambien un cuerpo hubiera necesi-
tado de no tercero, este de un cuarto, y asi
hasla io inOaito, io que es absurdo. El mondo,
poes, debió tener on productor iomaterial é in*
oaece&ible ¿ nuestrossentidos porque cstos no
pcrciben mas que los cuerposy loqueesiáUga-
do con ellos. Si es ínaccesible á nuestros sen-
tidos y 00 puede eutrar en la Imaginacion,
qoe 00 es mas que la representacion de losob-
Jelos sensibles que reeuerdan en su ansencia;
en uoa paiabra, si no es cuerpo no se le puc->
4en atriboir las propiedades de los euerpos;
SQs tres dimensiones no se le adaptan, coroo
asiiBisaio ninguna de las cnaüdades corpora-
ies ittseparables de ias tres dimensiones. En
segnsdo lugar, sapoesto que es la causa ell-
doite del moodo, debe conocerlo y teoer po-
der sobre él. ¿Bl QQC ^^^^ no conocer¿? es so-
beraao por el conociroiento y lo sabe todo.
Amayor aboadainieatopareciadtflcil¿ Yok-
t38 SrBUOTKCA IH>l»UlAtt.
dban adroHlr la etemidad del roundo. Dc ad«
míUr nue^l muodo hubiese esiado siempre sin
privacioii de existencia se srguiria quesu mo-
vimiento es elernOp sin térmiuo eii cnanto á su
principio, sopuesto que njtigiin reposo prece-
dió para que pudiese lener un priiicipio¿ Todo
movimienU) cKige un mot>r 6 una potencia io*
herente ¿ algun cuerpo, ó al que es puesto en
movtmiento ó ¿ otro d una polencia que no
perteoezea ¿ un cuerpo. Toda poteucía tn-
herente ¿ un cuerpo» y difuodida eo 61, es sus*
cepUble de disminucion y aunienlo, dedivisioo
y mulliplicacion. Gonsidérese, porejemplo, la
gravedad inherente ¿ la piedra y que la hace
descender: si se divide la piedra endos, su gra-
vedad tambien se d¡vidir¿; al conlrario si se
la aiiade unapiedraigijai, íagrávedad serádo-
ble porque se la añadir¿ otro igual; y si fdcse
posible que la piedra creciese hasta lo inOnl*
lo, su graved^d recibiria el va'ismo aumento,
Si la piedra no aumentasc mas que hasla cier-
ta caotidad. esta eerviria dc Jfmítes ¿ su gra-
vedad. 8i, pues, se ha demostrado qiie todo
ooerpo era limitado debe ioferirse que lo ea
igualmenle todu polencia inherente ¿ él. Si
una poteocia produjese un efecto inflnito, no
perteoeceria ya ¿ un cuerpo; el cieto, pues, se
halla ea un movimienlo perpéluo sin limiies
oi lla.Si decisaoeque el flrroamento es elerno
y sin principio, se inferir¿ que su potencla mo-
trls 00 sehalla en él oi en otro cuerpo, que es
uo ser distinto de los cuerpos y que oo podria
perteneceríes. '
Por la comparacíoo del niiindo perccedero
Tokdhao descubrió qua la vcrdadera rason de
la exietencia de cada cuerpo es relaUva ¿ au
fonna, que no es mas que la dispostcion para
diferentes movíoiientos; pero que relaUvamen-
tc ¿ su malería, es tan débil que no se puede
compreoder; que del misroo roodo la razon de
la exi^tencla de todo eJ mundo es relatíva ¿ sa
disposicion, al movlmlento corounicado por uo
rootor difereote de los cuerpos y de todo lo que
les pertenece y qoe no puede enlrar en iaima-
ginacion. Gomo ese productor de los niovi-
roieutos del ctelo, por varíados que sean, nni-
formes sin embargo y continuos, se inflere
que los conoce y que ejerce poder sobre elios.
Discurriendo de estc modo Yokdhan se eu-
contraba trasladado al mismo punto en que se
encontraba' ciiando hizo el primer racioclnio;
le era indiferenteque cl muudo fuese eterno ó
creado, porque de ambos sistemas concliila
igualmenle la existeneia de un productor dis-
tinto de los cuerpos y que ¿ ninguoo era lo-
lierente.
Guando Yokdhan adquiríó el conocimlento
del Ser Supremo ¿ la edad de treinla y cínco
años, qiiiso 8al>erpor qué medio habia podido
llegar¿este conoeimiento. De^pues de hñbet
fxaminadosuce&iviimente todos su& sciitldos
vió que 00 podiaii huceríe conocer mas que los
cuerpoá y lu dependieutede ellos. No teniendo,
pues, rpíariou alguna el ser ní'ccsario con io
1. 111. t
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49
ARABIA
10
qne es cuerpo, no (^udclé pérdbii^e é\ espresa-
do ser por nada que sea corporbl. Qucdó, pue>,
convcncido de que liabía adquirido el conocl-
Biiento de aquel ser por alguna cosa incorpo-
raJ que tenia en 8i, y que por su esencia nada
comuo lenia con el cuerpo y dobia ser incor-
mptible, por cuyocaminollegóal cónocimlen-
to de la Inmortalidad del alroa.
Por esta reseña se yo como Tophail por nn
concepto ingenioso, sopone que un bombre
aislado paede sio necesidad de instruccion cs-
traña elevarse gradualmente, coo solo el auxi-
lio de la rason, al conoclmiento de las cosas
naturales y sobrenaturale», á la de su alma y
del Ser Supremo.
Auoque pudiéramos citar un graü m'imero
de fllósofos, bástanos haber indicadoi los que
acabamos de nombrar parahacer ver con cuan-
to cclo cultivabaa los árabes la metarí3ica, in-
dependientemente de las demas cleucias á las
que se consagrában con ardor. Pero no obs-
tante este ejercicio desus facullades intelec-
tuales, no comunicaroo luz alguna al tratar
las materias que mas necesitabao dilucidarsc.
Satisfechos al ocoparse de las cuestiones mas
abstractas, no consultaban la naturaleza ui es-
periencia. No obslante debemos confesarlo con
gloria suya, mientras la fllosofia eslaba aban-
donada por los lalinos y poco cultivada por los
griegos fué favorabíemente acogida por los
¿rabes, liasta quc el Occidente despcrtó dc su
vergopzoso adormecimiento y la acogió á su
vez, engalanada coo los adornos molestos con
que la revisiieron los comentadores griegos,
slriacos y árabes. Presentándose bajo esla for-
ma dió á luz al escolasticismo de ia ed^d me-
dia. Debemos asombrarnos, dice Denia, cuan-
do observamos que nuestros autepasados adop-
taron de los mahometanos, á qnienes inju-
riaban sin cesar, la mayor parte de las doo-
trinas que se enseñaron por espaciode muchos
siglos cn las escueias cristianas: tal fué ladoc-
Irina sobre el Ser Supremo y sus atríbutos, la
gracia yel librealbedrlo, lasaccioneshuniana?,
la virlud y el vicio, el castigo eterno y el cielo.
Los titulos mismos de ias obras coropuestas
sobre estas materias por los árabes y por los
discipulos de ias escuelas cristianas, tienen ta-
lcs rasgos de semejanza que parecen liaberse
copiado mútuamente. Rn cuanto á la fllosoria
moral, lasnumcrosas obrasquelosárdbescom-
pusieron sobre esta materia, están llenas de
subiimes preceplos, de los que citaremos so-
.lamenteel de EbU'Abilnur, nacido cn España,
que trata de lo3 deberes de los príncipes, y
prescribe la regla de su cooducia: el autor
despues de recümendarles ta agricuUura, ias
arl€$ y la diicijMna m.lUar, presenta los pc-
ligrosque ameiiazao á Espaúa si sc condenun al
olvido estos objetos, si no prodigao el apre-
cio y cstimulo al saber y prooidad, ei las pro-
vincias segobiernan por agentes ineptos y ve-
nales, si no se cuitivan los campos^si se'de&-
precian lasartes, si se relaja la disciplina del
soldado, sl dus armas están cnbiertaS de polvo;
Hnalroente, si existe una consteruacion univeiw
sal cuando el enemigo amenaza.
Sebmieidm: Etuayo iohre lat etcuelat /UotófUüt
entn /o« árabet; I8ÍS, on 8.*
Oe Gcr«ii(lo: Oitlorii comparada do lot tÍtUiñaa
/ÍloióHfOt; S.« edle.. 1823, 4 l. eD 8.*
D C'Aonario d§ iat eieneiatñlotóñeia; art. AMáM
{fitotofia}.
ARABIA. (Biitoria.) La historia de 1a Ara*
bla como la de otras oaciones, y aun puede ser
que mas que todas ellas, tieoe sus mitos; razoa
por la cual, la noticia de su orígen ha liegado
á nosotros envuelta en un prodigioso número
de tradiciones fabulosas. Mucbos cronistas
oríentales han dividido ai pueblo érabe en tres
razas príncipales. La primera, ó sea la de los
árabesartóa^, so.coroponia de tríbus estingui-
das en una época lejana, y acerca de las cua-
lcs solo se han consen'ado algunas relaciooes
tradicionales recogidas por el Alcoran. De las
dos restantes, la una liaroada de árabes mn-
taárríbos, pretende rembntar su orfg^n hasta
Kabtan, á quien ordinariamente sc le Identifl-
cacon el Jectan del Génesis, y la otra conoclda
con él nombre de árabes mustárribds, se erope-
ña en que desciende del matrímonio de fs-
macl, hijo de Abraham, con urta Jóven de la ra-
za de los Jcctanidas. Los descendientes de
Kahtan, establecidosen lascampiñas de la Ara-
bia Feliz. fuudaron enellasciudadesy se dedi-
cabau á \h agrícultura. Los ismaeiitas, por el
contrarío, desparramados por los pedregosos
campos del Hedjaz y las estériles ilanuras de
Thamah, vivian cn liendas, apacenlatMin 8U8
gan«dos, y sc entregaban al coroercio. Lai
gucrras ó las alianzas de estas dos razas ha-
cen un gran papel en la historia antigua de
la Arabia, una de tas mas difíciles de recons-
truirpor la escasczde documentos contempo-
ráneos; puesto que los analiftas oríentates no
comenzaron á rcdactar sus crónicas, sino mu-
cho despues de establecido el islamismu. Hay,
porconsiguiente, que teneren ellas muypoca
couflanza, si se atiende, sobretudo, á las alte-
raciones á quc se hailan espueslas las tradi-
ciones oraie?, que airaviesen una serie dilata-
dadesigios. Pero ladiflculladno estisolocn la
escasez dc docuraentos, sino en el dosacucrdo
queexiste eiitreellos: a.«íes, que Djcnnabi da
á la monarqula de los reyes dcl Yeroen, des-
cendientes del Jectan, una duraclon de 3,000
años, mientras que Abulfeda solo les concede
2,020. Mas aun cuando admitaroos cste úllimo
cálculo,^e8 con todo eso imposible suponer
quc losveinte yseis reyes.cuyos combresliaa
liegado hasta nosotros, hayan podido, con Bua
reinados, llenar este periodo. Los cronistas
árabescortanla dificultad, concediendoá algu-
nos de estos príncipes 3 ó 400 años de reinado;
pero no siendo posible aun á la crítica histórí-
ca mas acomodaticid, hacer semejantes conce-
sioues, es preciso admiiir, ó qtie el orígen del
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AHABIA
|K)der monárqoiooy regolir en et Tcmen es de
iDDcbos siglos posterior á Jectan, 6 que los
princlpes cuyos nombresnos bao sido trasroi-
tidos, soo solamente aquellos que se hicieron
Dolabtes por su poder y sus conquistas. Nus-
otros, qoe en otra parte liemos dedicado al exá-
men de>esta coestioo un trabajo especial, va-
D06 á consignar aqui el resullado dt; noestras
ioTesligaciones.
Segunellas, Himiar.descendientedeKabtan
ó Jectan y de Saba, su bízoleto, por una larga
socesíonde anlepasados, debió reinar enel Ye-
men i Ones del slglo lY antes de la era cristia-
oa (384 ant. de J. G.) Sns sucesores fuerou los
síipiientes: Oiialbil (348 ant. de J.); Sacsac
(345i;Tafdr (2821; Dliou Riasch (2G6); Ei-No
maobeo-Djafar(849); AsmaUbeo-Nomau (3i6);
8elieddad-beo-ad (483); Lokroaiwbco-ad(47));
Dhoo-sedad-ben-ad (464); Ilarith-el Uatácb
(150); Dhoo-el-Karoam (490 ; Dhou-el-Menar
(90); Afríkis (60); Dhon-et-Azhar (30); Scher-
hMI (I desp. de J. C); Belkis (30 desp de
J. C); Naséliir-el Niaro (40); Schamar-Yarasch
(60); Aboo-Malek (75); Akran (95).
Delengámonos un momenlo en el reiuado
de Akrao, señalado por un acootecimieoto im-
portaole, y noleroos dé paso qiio algunosde los
prncipes, coyos oorobres acabaroos de citar,
bao lleTado, segno las tradiciones, sns fabuio-
aaseonqoislas á las regiones roasapartadas de
la tierra, y aooMítido i su yugo pueblos cuyos
moradores erao de ooa estatura gigaotesca, ó
tomado ciudades coo murallas de bronce y de
Dobrillo tal, qiie sos habitantes 4le?aban ca-
retas para no qnedar ciegos. Sin embargo, con
el Dombre de Dhou-el-Azhar, hay onido un he-
eho bistórico de mas importancia qiie esas ma-
nTiUosa8>e8pediciones:queremos hablar de la
espedidoo de E io Galo, en?iado por Augusto ¿
espiorar la Arabia Feliz, eon el objeto de atraer-
se la amistad de los puebtos que la habitaban,
ó de someterlos ¿ so poder. Eo esta liipótesis,
Dhoo-ei Aihar ó Dhi el-Azhar seria el príncipe
qoe lo8 bistoriadores rom&nos han conocido
coo el nombre de Hasaro. Eo cuanto al reinado
de Akran, est¿ señalado, como lo acabamos de
decir, por on calaclisrop, cuyo oi ígeii es cemo
sigue: el pais de Mareb, en el Yemen, habia
sido por mucbo tiempo iohabitable por las fre-
coentes inundacioues ¿ que estaba espuesto.
Ooo de los reyes dei pais, Lokman-ben-ad, se
propuso oponer nn obstáculo ¿ los torrenles,
que todos los ioTiernos se precipilabao de la
eima de las mootañas. Para esto conslruyó una
inmensa pre^a ¿ la eutrada de dos altas roon-
taiias, qne formaban ona profiinda garganta,
por donde las afiuassederramaban cn la llanu-
n, y de este moüo couTirtió un gran valle en
lago, el cual se sangraba en tiempooportimo,
para el riego de las lierras sitiiadas roas abajo.
Desde este mumenlo cambió de aspccto el pais
de Mareb, y llegó á ser uno de los mas ricos
¿d Temen; pero tu riqnesa depeodia de la
cooserf «;ioo de loft diques, que se rompieroo
en el reinado de Akrao. Los detattes maa f¡i«
bulosos acoropañan, en los autores ¿rabes» á
la relacion de esta catástrofe, qiie Tolviendo ¿
hacer inhabitables comarcasmucho tiempo an*
tes cultívadas, produjo en \^s tribui dei Ye-
men iina emigracion considerable.
No obslantc, los reyes himaritas continna-
ron reinando en los dístrítos de la Arabia Fe«
liz, quc la inundacíon liabia dejado libres. El
sucesor de Aki%n fiié Dhou Habschan iaíío de
J. G. 445^; ¿ este siguió Tubba, su hermano
(de J. G. 460); luejTO GolaYcarb, hijo de Tubba
(490); Asab-Abou-Carib, que si heroos de dar
crédiio á la tradicion, penetró como conquista-
dor liasta la China (220); Hacan, h'jo de Asab
(238); Amru, apetliüado Dho'u-el-Awad (250);
A^bd Keial que, segun la crónica de Hanza»
abrazó el cristianisroo (273); Tobba, hijo de
Hacan, al cual se atribuyeHa introdiiccion dp{
juduismo en el Yemeu (297); Morthed (345);
Abruha, bijo de Sabbah (370); Sahban .399);
Sabbah, hijo de Abralia i440); Hacan-ben-Aro*
ru (455); Dhou-Schenatir (478), Dhou- Nowas
(480). Esle últiroo príncipe, no babiendo podi-
do converíiral juda'i¿roo ¿ los habitanfes de
Nedjran, que eran católicos, los hizo echar en
número de 20.000 en fosos profundos, donde
estaban encendidas enorroes hogueias,queIos
qiiemaron vivos. Qtieriendo el einperador de
Abisinia veugar la rouerledc sus correligiona-
rios, hizo pasaral Yemeu 30»000 soidados, que
se apoderaron del pais, y pusieron fln al iro*
període los himarítas. El Yemen quedó eoton-
ces sometido ¿ los abisinios, y no lo sollaroo
slno en mauo de los persas. que todavia con-
servaban su domioiOt cuaudo los ¿rabes abra-
zaron el islamismo.
Rey^s de Hira Entre las tríbos emigradas
del Yeroen, ¿ consecuencla de la rotora del di-
qne, hubo algunas que Uegaron hasta la Me-*
sopotaroia, pasado un clerto tiempo. Malek-beo
Fahm, su caudillo, que babia fljado au residencia
en Anbar, sltnado en la orílla isquierda del ^ú-
fniles, trabajaba pára organizar el noevo Impe-
rio» dcl que pretcndia ser gefc, cuando fué ca«
sualmente muerío de un flechazo, mientras que
se paseaba disfrazado para asegurarse si el ór*
den reinaba en la ciudad. Sucedióle so hljo •
Djodhalmak, que acabó de someter la vasta co*
marca que ríegan el Eúfrates y el Tigris, y so*
cumbió en una espedicion que inteotó cootra :«
las tierras del imperío gríego, dejando el po-
der ¿ su sobríiio Amru qoe fljó so resideocia
eo Hira, siluada eo la.parte occidental de la
aniigua Babilonia, sobre un brazodel Eúfrates,
actnalmente seco, que se desviaba del cAuce
principal dei río para avanzar directamente al
Sur, hácia las niarísmas donde mas t^rdeeslo-
vo fundada Gufa. Amruel Cals, hijo de Amrn;
Amrii II hijode Araru-elGulií; Aus, hijo de Ka-
; llam; Amrii-ol-Cdls U, hijo de Amru II no se
¡ ocuparon de otra cosa qiie en la caza 6 en la
guerra. Su vlda la pasabun eo bacer rópidas es*
pedÍcioQ^ por las fronteras 4e 1» Siría 6 del
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ARAIIA
U
cion entre 1o8 gefes eoyo refna^d fné afiteríof
á la llegada de lacolonla salida del Tenen»
ciiando la rotnra del diqae, y os que reinarot
despnes del arribo de las famlUas emlgradit.
Solamente estos últimne, segonAbolfeda llera*
ronelnombrede'ghasanidas. tlosreyesdeOha-
san, dice este cronista, traen so origen del Te«
men. Antes de su tlegada, babitaban en la 8i-
ria lOB árabes üamados dhadjalma, de la raia
de Salih: aqnelles los echaron á olra parle y
oeoparon su lugar.« Estas tribns, ^n contaeto
diarlo con los griegosqoe babitaban en la Slria,
se convirtieron al crísüanísroo. Desde entoncet
se hicieron Taaallos de loa emperadores 4e
Constantkiopla, que los empleabán eomo tro*
pas lijeras en sus guerras con la Persia ó don
las otras tribos árabes. De consiguieale, la hia-
toria de les reyes de Oluwan Tieoe á ser, poco
mas ó menos, el reTerso de la de los reyee ét
Hita. La ocopacion hablioat de estos gefea de
tríbu debió conaistlr en bacer raisias en el ter*
ríioriodePersia, en servir deetploradorteá los
ejércitos romanos mieotras la gaerra, y t^*
Stiear por su propia cuenta, las llanorasde Imk
orante la paz, y si los romanos nos ban habla-
do menos de dichus gefes qoo de los reyet do
Hira. es por la sencilla raxon de qoe se encnto*
tra mas satisfaccion en oelebrar el Talor del
enemigo tencido, qoe no el del aliado que not
ba ayudado á Tonceríe. A continuacion anota*
mos^ siguiendo á Mr. Ganssln de PerceTal, los
nombres de los reyes de Qbasao, y la époct
probable desn snbidaal trono: Thalaba (»Aode
0. 47;) porqiie estába slempre perfeclamente I JesucríBto. 300); Iharith 1 (803); Djabala 1(330);
Informado de sus moTiroientos, y él hacia los > Harílbll(360); llawia.muger deflaríthll (373);
tnyos con tanta prontltud, que antes que de i Mondhir 1, Noman I, DJabala 11. Ayharo I, Am-
ellos se tuTiese sospecha, ya se retiraba carga- ! rn I. (de 380 é 420); Dejofna II (410); Noman II,
do de botin. Si alguna vez tropesaba con las • (450); Noman III (454); Noman IV, Haríth in (de
Imperío griego; en TolTer 4 sn capital con e1 bo-
Ün que bablan cogido, y en ssltr ntieTamente
para defenderse i su tcs de las agresiooes de
tn Tecinos; y 1a prneba mas clara de la agita-
da ezistencia de estos reyes, es qne ninguno
de ellos murió en sus eslados. Noman el Tuer-
to, qne ocupó el irouo por los años 8110 de Je-
sncríMo. estendló rouy lejos sus conqnistas y
desplegóensu capital un lujoqae ríTalisa conel
de los' monarcas de Persla. Desfhies de haberse
heclio cristiano, abdicó la corona. en 44 tt. y to vo
porsucesori su hiJoMondhirl queayndó áBah-
ram. hijode Teaded-Jerd. á recuperar la coro-
na de Persia de que habia sido despojado por
00 usurpador. Rsie eminentc servlclo le fué re-
compensado con numeros beneOclos y brt*
llaules promesas; pero el trono de los Sasani-
das quedó' desde entonces en roanos de nna
raza valiente, y lospríncipes de Hira.conTer-
tidos. por decirlo asl, en Tasallos de los reyes
de Persla, corobatieron desde aquella hora á sn
lado cn todas las (ruf rras quc contra los roma-
008 Posluvieron. Mdndhir I, despues de haber
Teinadomuchotieropo,rouríóen46t, ytoTopor
tucesorá Noroan1I,su hijo.qne reinósleteados,
en seguida á Aswdd,'8ohiio segnndo, que reioó
diez.yúltiraamenteáMondhirlI.herroanodeAs-
irard.Nomanlll, Aroru el-Gals III, y Mondhirlll,
eontinuaron la tarea de sns antecesores. Rn par •
ticular cste último fu6. duranteun medio siglo
de reinado (de 505 á 554), el asote del imperío
gríego. «Sus enemigos no nodian Jamás daríe
aleance, dice Procopío (de BeUoPersieo, lib. 4
tropas enviadas en su bosca, caia sobreellas y
)as derrotaba antes de qne hubieran podldo re
eonoceríe. Rn On, fué et enemlgomastemible
qoe tuvieron los romanos: aprovechándose de
laautoridad sobcrana que e]ercia sóhre lossar-
racenos, vasallos de la Persia, Invadia por to
dos laJos nuestras fron'cras, y ninguno podia
resistiríe, bien fuera de nuestros generales
grlegos, bien de los que acudiPaban á los ira-
be^. aliados dcl Impetlo.» Habiendo sido rouer-
to Mondbír en una espedlcion conlra los gha-
kanidas, de los cnales hablaremos ¿ snllempo,
tUTO por sucesor á su hijo Amrn, bjijo cuyo rel-
liado, Mahoma nació en la Meca. Itabns (afio de
lesncrísio 574\ Mondhir IV (5í«0>, Noman V
($83). lyas ^605) ocuparon sncesivamente el
poder hasta el dl» en que la gran fámllia árabe
te rennió en nombre dei islamismo para fundar
on noderoso imperio.
ñeye» de Ghasan Mnchos hlfstoríadores han
eomprendido bajo el nombre generat de gha-
tanidasó reyesde Ghasan, & los soberanos éra
bes estab ecidos al Sudcste de Damascoy que
bajo la autorídai delos emperadores romanos,
goDernaban las tribns asentadas en esta parte
4e la Sirla. No obstante, bay que baoer disiin-
466 ¿ 47«); Noman V (47«H Mondfalr II, Am^
ru III. Hodjr I (de 490 ¿ 530); Abuschamir-Ha--
ríth IV, Ei-Acbar-I))abala 111 (de 405 ¿ 5t0); Ha*
ríth V; El ATTsat. y RI-AradJ (de 5«9 ¿ 579); Dja-
bala IV, Harith VI (de 57t ¿ 587); Amrn IV (de
587 ¿ 597); Noroan VI (de 597 ¿ 600); Hodjr II,
Amni V (de 590 ¿ 645,; Harílh VII, Schurahblt,
Ayham II. Mondhlr III (de 600 ¿ 630^ Amm VI,
njabala V (de 630 ¿ 633); DJabala VI (de 633 á
636). Gomo se ve por este cuadro, algunos de
egtos príncipes han sldo probableroeote detig*
nadoscon movhos nombret diferentes: el reluo
de Ohasan, ignalmente que el de Hira, foé de»>
tmido desde las prímeras conqolslas del isla-
mismo.
Aderoas de los tres esfados prínelpales del
Temen, de Hira y de Ghasan, habia un gran
número de tríbus gobemadas por gefes inde*
pendienles, formando otras lantas pequefttt
potencias que no reconoclan dependencia feo-
«hil. Lns tríbus de Kenda, Maad, y Kelab, fbe-
mn muchas Teces goberoadas por príncipes,
cuyo Talor y hasañás reflejaban por algun cor-
to tlempo oft gran bríllosobre la tríbu, porque
meaolados siempre estos ¿rabes nómadas en
tat qoeronat de sut Teoioot, ao virian mae
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AaABiA
u
f06 de li gaeiTa ódel pilUige. Atl es qae des-
de la era de lofi Seleocidis basta la criBtiana,
loa Dabatetift que demioabaa toda la Arabía
Mrea, tomaroB parlido lan pronto por los si-
rlos, como por los egipcios, en las guerraa
fue despedaxaron á eatoa paises. Mas tarde,
proToearon mas de poa ves la oólera de los ro-
naDOs, con soa frccueotes iocursiooes en Si->
ria: Lóealo, Pompef o, Scauro, Gabinio y Mar-
eelino, qoe fueron suoesivamente procóosules
de esta proviocia, empreodieron espedicioaes
CDDtra ios babiUDtes de la Arabia Petrea, go-
beroados á la sasoo por caodillos qoe los ro-
■laDOs llamao aretas ibariih), melchos (malek),
ebodas (abd-waab); pero esios hábiles geoera-
les DO pQdieroD coosegoir otras YeDtaJas que
d pago momeotáoeo de oo triboto, ó la cesa-
éion de hostilidades duraote algooos meses.
SotamoDte ?ompeyo alcaosó trioofos mas po-
sllWos; y ya aYaosaba bicia Petrea, despoes de
kaberlos derrotado mucbas Yeces, CMndo la
moerte de Mitridates le obligó á eocamiDarse
•I PODto. Id la espedicion de Elio Galo, bajo
Aogost^, los oabateos oo se uoieron á los ro-
aMDossino para bacerles traicioo. Uo siglodes-
poes, coaodo fuó Tito i sitiar i Jerosaleo sir-
▼ió de foogoardia de so ejército oo coerpo de
amlliares irabes. Solo ñié eo tiempo de Traja-
wm, Y eso ■lomeDtiDeameote, cuaodo la Ara-
bia Petrea se sometió al poder romaoo.
hmüelUú$óárabe»muHarrám, Ai lado
de lo8 irabes dei Yemeo ó JectaDÍdas, coyas
ODkmias se habian diseminado por Bahreln,
MJd, Yemaoa, Yathreb, la Siria y el Irak. tI*
vlao eo el Hedjas ó Tehami, estos moslarribos,
•Dtroncados coo los irabes por el matrioiODio
de Idoiael su padre, eoa ooa bija del Temeo,
éeeolre los euales debia nacer Mahoma. Se»
gon la tradicioo irabe, Agar é lemael ediados
de casD por Abraham, hicieroo alto desfalleci-
dos en el sltío doode eo laactnalidad se ele-
ta la Meca: uo iogel hiso brotar del soelo la
Ibeote eo la coal Ismael podo apagar so sed,
y en reeoDocimiento Abraham ediflcó eo esle
ÍDgar el templo, al qoe desde eotooces van en
peregriDacióo todas las tribos irabes. Ismael
M el primer pootiOce de este templo llamado
h Kabaa, quedaodo despqes de so rooerte, yíd-
CDladalaadmtoiatracioo ea lafamiiiade losBe-
BD Bforhom, eoD loscoales habia eootraidoaliao-
aa por la eleccioD qoe hiso de uoa de sus mo-
geres. Mas tarde los BeDu*Khosaa, Teoidos det
Temtn despoes de la rotura del diqne, se apo^
ésraron de taa Importantes fhocioncs, qoe con-
ssrrarMi hasta principios del slglo Y de noes-
tra era, en cuya época recoperó el poder la
faaiíllD de los koreischitss» desceDdieotcs de
toHNel. Cosal, el afortnoado autor de esta re-
toIdcíod, llaroa eo toroo soyo i todos lo» ko«
reisebitas desparraraados eo las cercanlas;
hiso edífiear uoa ciodad que dividió eo coatro
eoartelcs, y foé de este modo el fbodador de
la Moea, qoe basta eotooces, mas bleo ha-
Mssido DM oampaiiento de irabes bedoiDosi
qoo ODD 'gran eiodad. La aolorliaé de Ko-
sal sobre los koreiscbllas, en taoto qoe tívíó.
y la de sus bijos despues de so muerte, llegó
i ser, por deeirlo asi, un articnlo de so reli-
gioo, y oadie hasta el establecimleolo del isla-
mismo, toTO el peosamiento de dispotarles el
podor. Kosal tUTO por sucesor i so hijo primo-
góoito Abdmeoaf, quei su tcs dejó el cetro
eo maoos de Heschao; este último fué el padre
y el predecoAor de Abd-el-Mottalib, célebre por
mas de uo Utolo, eo los aoales del islamismo,
pero» sobre todo, por haber sido abuelo de Ma-
homa, y el proteetor de aus años JuTcniles.
Desde estaépoca la historia del Hed}as, óme-
jor dicho, lade la Arabia eotera, se eoofüode
coo ladel Profeta, qoebisodesapareceranteel
islamisrao todas las diTislooes adoptadas hasta
alli (Véa$e la pMbra iSLaatsiio).
Bl rasgo nus marcado del carider irabe,
y qoe alterDatiTaoieDte preseota en relieTe
las cualidades mas opuestas, es síd doda algu*
oa, esa mescla iotima de ardor por el pillago
y de hospitalidad, de fleresa cruel y de geoero-
sidad caballeresca. Para poderse esplicar estas
aoomalias perp6tuas,es necesario cotocarse ba-
jo el punto de Tista escepcional de ooa oacion
aislada por su posicion geogriflca, de todo
cootacto con los otros poeblos, y preclsada i
bastarse i si mlsma en oo soelo samameote
iograto. La pobresa de so territorto les serTla
de escosa para et robo: desheredados de las
abondanteB micses y sustanciosos pastos que
eoríqoeciso tantos otros paises, reparaban i
TÍTa ftoeraa la injustlcia de Ip suerte, y crelan
recobrar de cada caraTsna atacada por ellos,
la porcion de bienes que debiera habertes to-
cado en el rcparto de la tlerra. Asl como no
bacian dlfereocia alguoaeotre la goerrayel
asesinato alevoso, del mismo modo pareciales
igoalmente meritorio despojar i uo Tiagero,
que sojetar ona proTiocia, ó tomar ona ciudad
porasalto. Pesdelostiempos mas rerootos, e!
comercio de la lodia con lafeoicia» ofrecia i
su sed de rapiña uo alimento siempre oueTo,
y losirabesfueron los prindpales agontesde
laa relaciones qne Tiro habia organisado con
los pneblos dei antigoo moodo. Bl hibito de
ona Tida oómada, so coostaote braTora y sa
sobriedad» emo otras tantas cualidades eseocia-
le^ para Teoeer los obsticalos del desierto.
Recorriao iDmeosas dlstancias, y encargados
de ias mas ricas producciones, fwoiao eo co-
muoicadon las costas de la lodiaconlu dol
Mediterrioeo; pero el cebo de la gaoaocia, la
miseria y la riTalidad de tríbo i tribu, dejabao
rara tcs i la caraTaoa llegar al térmioo de so
Tiage, sio haber teoido qoe OTitar mochas eoH
boscadas ó sosteoer ataqoes. Bl robo i msDo
armada era i sos ojos uo dcrecbo de cooqois-
ta, y en Tordad qoe olngaoa simpatfa raere-
derao iocllnaciooes semejaotés, sioo hubiesen
estado cooipensadas por oobles Tirtudee. Bste
mismo guerrero i qoieo la sed de pillage, ln
Teogaosa y el aoM>r propio oféodido» arnitliT
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17
ÁRABIA
«S
b«aácoaeter accionesde croeldad iDiudita,
80 coDvertia eo so tienda en un liuésped lil>e-
ral y lleno de cortesia. El oprímido quc busca-
ba su proteccion, y se encomendaba á su honor,
erarecibido, R03olamentecomo unamigo, sino
Gomoonmiembrodelafamilia. Ynosecontenta-
ban los antiguosárabes con acoger con solicitud
al viageroquela casualidadconducia ásu tienda,
sino que mucbas veces encendian bogueras
durante la noche, en las aKuras que servian de
feros, para guiarlos bácia ellugar donde les
agoardaban proteccion y reposo. La genero-
sidad ha sido en todo tiempo la virtud que los
árabes baiÉ eatimado mas que nioguna olra, y
la que miraban, por decirlo asi, como la he-
rencia paiticulur de su nacion: el árabc del
desierto no tenia ningun cscrúpuio en quitar á
la f uerza ó con la astucia algona res del gana-
do de su vecino para ofrecer á su huésped
noa bospitalidad mas generosa. Asi las anti-
guaspoesias árabes estaban particularmente
eonsagradas á los elogios de la libfiralidad du-
rante la paz, y del valor mieotras la guerra.
Entre las causas que escitaban todas las pasio-
nes belicosas del bcduino, es preciso coiocar
en primer lugar la venganza.
La muerte de un árabs colocaba á la tribu
á que pertenecia, en estado de vendelta, fren-
te por frente de la del matador, y organizán-
doseen seguida el sistema de represalias, se
oontiuuaba poruna yotra parte basla tanto
qne el precio de sangre se hubiese satisfecho.
Iste precio de sangre, esta larifa de la vlda
bumana variaba segun la importancia del guer-
rero que habia sncurobido á los golpes de su
eoemigo. Entre los korcischitas, el número de
camellos exigidos como compensacion de la
Tida de un hombre era de diez á ciento poco
tiempo antes del nacimiento de Mahoma. La
existencia de un principe ó de un gefe no po-
dia pagarse sino con mil camelios, y aun al-
gnnas veces esta recompensa era rechazada
con altaneria. Seguianse entonces largas quer
rellas, guerras interminables que bubieran
destruido al fin tribus enteras, si una institu-
cioo fundada en la prevision de los cscesos á
quo podian ser arrastrados por sus instintos
beiicosos en demasia, no se bubiera opuesto
todos ios aúos al furor de los partidos. Por un
comnn acuerdo, se suspendian las bostilida()es
dorante cuatro meses al año» pacto que prue-
ba al mismo tiempo que estas tribus nómadas,
qoe por lo demas no reconocian gobierno
central ni poder legislativo» estaban unidas,
hasta cierto punto, por.una especie de laso
léderal. Uno de estos motivos de tregua estaba
coosagrado á la feria de Okadb, gran mercado
abierto á las tribus dcl desierto» y concurso
de poesia, dc gloria y de virtudes, donde se
estrecbaba cada año el lazo que unia á todas
Its familias descendieutes de Ismael. Aqui era
donde cada guerrero venia ¿ hacer pruebas de
docuencia, como las babia hecbo de bravora
ea los campos de balalla. T no le bastaba el
Bentimienfo intimo dela victoria, slno que
necesitaba las eraocionee de la mucbedumbre»
y por decirlo asi, la embriagoes de la tribuoa.
El ser citado entre sus iguales como un guer-
rero bravo y liberal, tal era la esperanza cons-
tante de los gefes árabes, el móvil de sus mas
uobles acciones. Ninguna palanca habiaentre
ellos mas poderosa que la poesia; porque los
árabcs, como todos los pucblos merídionales,
y acaso mas que todos ellos, dan el mayor mé-
ríto á la armonia de las palabras, y al brillo
de las imágenes. Grucias á ios poemas recita-
dos cada año en Okadh, delaute del pueblo rcu-
nido, se limaron Ips díalectos de la Arabia, y
formóSH con su fusion ese idioma rico y nervip-
so, cuyos acentos varoniles debian, en boca
de Ifahoma, Ilamar á su pueblo para la con*
quis(a del mundo.
Y no era solamente la fería de Okádbla que
reuDia todos los años las tríbus de la Arabia,
si es que tambien iban en peregrinacion ¿ la
Ueca, en lo que probablemente inúuia el oo-
mercio lanto como la reiígion, quepoco¿ poco
habia vonido á parar entre ellos en u^ com-
pleta idolatria. De las tradicioues de 4os anli-
guos ¿rabes, se viene ¿ sacar en consecuen*
cia, que habian abandouado el cullo del ver-
dadero Dios que les enseñaron los patríarcas,
para entrcgarse ¿ todos ios estravios de uoa
supersticion grosera. Pero, ¿podra saberse has-
ta qué puutó penetraron en la península ar¿-
biga, el sabeismo ó culto de los aslros, y el de
los magos ó del fuego? Cuestion es esta que nos
pareceimposible resotverdeuna manera ab-
soluta. Los himaritas se dirígian mas particular-
men al §ol, y bajo el cielo siempre puro de
la Arabia Feliz, observaban los astros mas bien
por motivos de religion y supersticion, qoo
por conocer sos movimienioH. Lo qne pare-
ce incontestable, es, que las relaciones comer-
ciaies de los ¿rabes, qoe los enlasaban ¿ tan-
tos pueblos, babian introducido enlre ellog
una mezcla de todos los errores cald¿icos, Ju-
dios, egipcios y persianos. Como un punto de
reunion general de este polileismo ridiculo» la
Kabaa contenía trescientos sesenta idolos. Ei
dios, Hobal, ¿quien algunas veccs se haqueri-
do confundir con Saturno; dos csthtuas de pie-
dra, Acaf y Nallah; Lot, bajo la forma de una
roca; Ozza, bajo la dc una palmera; Woudd,
adorado bajo forma bumana por la Iríbu de
Kelb; Sawaa por la de Hmadan; Yauk, re-
present^do bajo la eflgie de uo caballo; Nasr,
bajo la de un ¿guila; Yaghount, bajo la de
un leon, y Menat, trozo informe de una pie-
dra negruzca, eran venerados porlas tribos
en cl templo de la Kabaa, dei cual babian be-
cho el pauteou de todas sus creencias. Igual«
mente habian penetrado en la Arabia las doc-
trinas del Judaismo y las verdadesdel Bvaoge-
lio. Es ona creencia general de la iglesia de
Oriente, que el apóstol Santo Tom¿s, predioó
en la Arabia Feliz, al tiempo de eocaminarse
¡¿lalndi^, en dondefaé martiñaadoporlafé^
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VI
AftAfitÁ
u
Saii Pabb residió en 1a parte de 1a ^iria, que
Ibnnó mas Isrde el reino de los ghasanidas, y
Susebio nosdice qne habiendo partido Orígeoes
de Aiejandria para trasladarse á la penlnsula, á
inTilacioti de ud priocipe árabe, convirtió ¿ ia
rerdddera fé ona tríbu del desierto. Sin em-
bargo, ni en cl Yemen, donde Teofllo, en?iado
á los htmarítas por órden de Constancio, liabia
obieoido el permiso de levantar mochas igle-
tias, ni en la Siría , casi toda cristiana, pudo
abolir la reforma relifriosa los absurdos del
pollteismo. Tué para esto preciso que eu la Me-
ca, donde ei csceso del mat hicia necesarío el
remedio, se presentase un novador, profeta y
legiftlador ¿ la vez, ei cual recmplazó las vie-
Jas supersticiones por el dogma de la ooidad
de Dios. Dotado Mahoroa de uo esplritu vasto y
poderoso, de una voluntad iomutable, y de un
caráeter cuya flrmeza sostenia e1 peso de su
genio, iraposo en atgunos años ¿ ias tribus de
k Arabla esta religion noeva , de la cuat se
babía becho apóstol. Obligado ¿ escondersc en
ios prímeros dias de su mision, para evítar los
odios sublevados contra él, notardóen reunir
¿ 80 liandeni las hordas errantes de ia penín-
sula. A pesar de toda suerte de ob3t¿cuio8, su-
po engrandecer so territorio con las armas, y
su poder con la palabra , llamando ¿ él ¿ to-
das ias naciones semiticas, y arrebatando, tan-
to á los emperadores de Coustanlinopla, como
á lo8 reyes de Persia , su influencia sobre el
poeblo ¿rabe, qiie babía preparado para altos
destiDOs. Muerto Mahoma , su vasta hereocia
foé sucesivamente recogida por cuatro de sns
disdpulos, qoe consolidaron el cdiQcío social
levantado por el pretendído profcta. Predi-
candoal pucblo desde lac¿tedra de Medina, y
condnciéndole en seguida al cnemigo, esten-
dieron co pocos afios el islamismo desde ia
gran mesa del Asia Central hasta las costas oc-
cidentales del Africa. Vioieron luego los Om
miadas y los Abbasidas qoe añadieron nuevas
cooqulstas ¿ las antiguas: la liistoria de los ¿ra
bes lomó eutonces colpsales proporciones ; ya
no se trata de luchas de tríbu ¿ tríbo entre los
hatriiantes de un desierto, sino d3 on puebloor-
gaoízado por on genio potente, qoe se lanza ¿
. ia voz de sus gefes y marcha de victoría en
victoría. Kl Imperío de los califas es la época
mas bríllante de este periodo de gloria. Las
cteneias , la literatura y la geografía vinieron
á ser tríbntarías de la Arabia, entonces que ia
eivilizaelOD ¿rabe era la sola qoe reemplazaba
¿ la romana ahogada por los b¿rbaro8. Pero
Men pronto los vicios de un estado social
faodado en la conqnista, y qoe solo por ella
era sosteoido, las preteosiones rivales de fami-
lias poderosas y la impaciencik de tantas ra-
zasdíversas enclayadas en ona religion esta-
dootfhi qae se oegaba á toda innovacion, di-
rídíeron el imperio de los ¿rabes. Entonces
SQs namerosas proviucias formaron otros tan-
los estados diferentes ; de modo que hoy dia
Jas tríbas de la Arabia aon, con cofta dife-*
rencla, las mlsmas qne en el nacimiento del
islamismo. Yéanse para los detalles de lu hi8<*
toría de los árabes dcspoes de Mahoroa, las pa«
iabrus: islamismo, calipas, ommiadas, y aB'^
BASIDAS.
Biatoria imperii 9eÍu$Ui*imi iétitmidarum^ ab
Alberto Schalieos. Harderoviii GelroniiD. t78a,eiiA.*
Jlfoi»«m«iito 9eiutíiora Árübie; ededit Schutteoí.
Lngd'ini BataYorum, 4740, 00 4."
ÁdUamenla ad Bitt, arak. ex Ekn Nabaiak, Wo^
wairi atque Eb» Kotaibak: edidit Masmussen, eo 4.o
Bamxm imha%e%»it\ Analium tibri X, edidit.
GoltW4ildtLipsi«, 4844, fo 8.*
Memoria tobre tahittoria deloiórabet antet do
Makoma^ escríta en francés por Mr. Sil? estre de 8a*
cv; coleccion dv memorias de 1a Aeademia de Inserip-
ciooes y bellas leiras, t. XLYUI.
Speeimen Bittorict Árabum, por Pocock. Osford.
1805, In 8*
Bi*toria anteitlémiea de Abutfeda , publicada
por Mr. Pieischer. Leipsick, 4831. en 4.*
Nuevo Diario atiátieo, artículos de los seAores
EsiéhanQnairemére.Gaussio dePereeYal, Fulgen-
cio Frcsnel, ete.
El Vnivert, Arabie, París, 4845, en 8.0
ARABIA. (Arquüeetura,) Hácia el año 631,
bajo Abou-Bekr, suegro y sucesor del Profela,
los árabes peuetraron en la Siria; bajo el caii-
fa Omar se apoderaron de Jerusaleo, de Antio-
quia; y entretanto dabao á las Uamas la bU
blioteca de Alejándría, acibaban i un mismu
tiempo la vasta empresa empezada bajo loi
Tolomeos y segroida por Trajano, de onif el
mar Rojó al Mediterráneo por medio de un ca-
nal navegable, legaodo asi álos siglos si^uieo*
tes ei dolor por un acto de Karbarie y la ad-
miracion por uu monumento digno de los
tiempos mas esclarecidos.
Algonos años despues, Akbé, teniente de
Omar, peoetra basta los bordes del Océ&no,
mientras que otro gefe del califo somete It
Persia al yugo de su maestro. Los morbs, asom-
brados de la rapidez de las conquistas de los
vencedores, sedocidos por los recuerdos dc nn
mismo orígen y por la conformidad do ias cos-
tumbres y del lenguaje, abrazan su reiigion, y
00 forman bieu pronto sino ona sola y misma
nacioo, tan entuaiasta del islamismo como del
amor i ia gloria. Bsjo el califato de Naldil I,
Moussa'ben'Nazir se apodera de Tanger, en-
tonces posesion de los españoles. Este gefe
alentado por su victoria pasa el^nar en el
año 744, derrola al réy Rodrígo, y la Bspaña
queda en poco tiempo sometida é la domina-
cionde losárabes.
Etzemagh, que le sucede, trata de graogear-
se ei aprecio de su pueblo, embeilece Córdoba,
la hace su capital, y amigo de las artes, com-
pone una obra qae eocierra la descrípcion de
las provincias, de las viiias, de los ríos, de los
puertos de Bspaña y de los metales.y mirmo-
les que en ella se encoentran.
Abdalraroan y Abderramen, híjos del callfa
Accham ó Escham, sobyugan la Gastilla, la Na-
varra, el Portogal, el Aragon , y llcgan basta
Francia, donde son vencidos por Girlos Martel.
* Dlgno Imitador de Eliemagb, Abderrameo se
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ÁftAfilA
^
esUblece en Górdoba y ñiDda dos escuelas,
construye un palacio, acaedactos , y eleva la
famosa mesquita que se copserTa hoy dia ; en
nna palabra, su capital viene ea poco tiempo ¿
ser el centro de las ciencias y de las artes.
No describiremos punto por punto estos
monumenUw; pero para atender al oJbjelo que
Dos hemos propneeto, ee iDdiepensable recor-
dar las conquistas de los irabes y la aliaoza
con los moros, i fia 4e indieaf el origeo de las
fórmas y del g«^to de to arquitectura, la in-
flnencia que ella ef)erce soture 1a nuestra, y po-
der de esle modo motlvar ei lojo que oUos
prodigaron en todas aas cosas. x
Po^eedores de una parte del Asia, el mas
grande íoterée ile los emperadores de Oriente
fué fljarse lejos del pueblo que les habia hecbo
temblar; despues vemos que en 942 Gonstan-
< Uno IX envi^ una emb^aaa al califa Abderra-
men 111; y seguo loe historíadores Gardona y
Swinburn, el califa, para recibir á los embaja-
dores, hizo cubrir los patios de su palacio de
Io6 mas bellos y hermosos tapices de Persia, y
del Egipto , y decorar bs murallas con telas
deseda y oro de un valor considerable. Bn esta
misma épocaAbderrameo bizo TenirdcCondtao-
tioopla losarquitectos mas bibiies, y recibiódel
emperador un obsequio de cuareota columoas
de graoito que empleó eo la coostruccioo de la
villa llamada Zehra, oombre tomado de su fa-
Toríto. Si coosíderamos las formas y la dispo-
siciooasiástica de ta arquitectura de losirabes,
asl como el lujo que ellos desplegaroD, creere-
mos coo fuodaraeoto quc la trasportaroD de la
Síria y de 1a Persia. £ste gusto les foé mocho
mas trafimitido por los artesaoos eoTiados de
CoostaotiDopla, coo la mpdiflcacioDy sio embar-
go, que traeo coosigo la religioo y las leyes de
Mahoma, que prohibian toda represeotacioo de
aoimalcs. Esta graode restríccioo fué sin
dudt la causa de la ooilormidad de carieler
que se eocueotra eo las decoraciooes, doode al
aspecto 00 se presenta mas que arabescos pro*
piamente dichos, ó bordados i imUacion de los
tapices y de Uis telas de seda quc empieaban
oon profusion.
Toda la severidad de fofmas esteriorei ea
esla clase de monumeotos , se opooe i la lige-
reza y al eocaoto de las disposicioDes ioterío-
res, lo que ee esplíca ficílmeote coosideraD-
do los irabes como cooquístadores fljados eo
medio Ce un pueblo que acaban de aometer, y
mirando sus mas beilas babitacioues como for-
talezas doode se retirabao por la uecesidad 'de
defeoderse coDUra los cspañoles ó cootra algu-
nas de las Uibus qoe coDStaniemeote los po-
nian eo confusio&.
El carácler de los irabes, y qoiai mas auo,
la ioflueocia del aisiamieDto, coDsorvaroo eo la
arquitectora mo iij^ que le es pro|>io y qoe es
ficil de reconocer en todos los edifleios que
eiios babUaron y en ios que habitan hoy di^.
Bien se núre eata arquitectura como cüsica,
bien qoe se ia oonsidere al coDtrario como el
delirio de ooa imagioacioa ardieote qoc sopo*
ne ver realizados sus sueños, es fuersa admirar
sus mooumeotos como las produccíones que el
genio de un pueblo esencialmeote poeta pudo
solaroente crear.
En efecto, i los dibujos publicados sobre ios
monumentoá irabes de toda Bspaña por Mr. de
Laborde, oos seria muy posible adadir i la Tes
las relaoiooes maraviUosas de los historiadores
Colmeoares y Swirburo, eo las que se lee la
descripcioo de estos pórticos atrevidos, aoste-
oidos por delgadüs columoas de mirmol blaD-
co; los salooes iomeosos revesUdos de mir-
moles preciosos y cubieríos de ioscripcioiies
poéticas, los ricos mosücos lleoos de festones
y arabesoos» dorados y esmalUdos coo colores
hrillaotisíouis. Aquí estio los Juegos de aguas
que se aizao cn ias bóvedas de las habitacU)-
oes, los vasos magníflcos doode se cultivao las
plautas odoríferaotes, ó que sirvoD para que-
mar perfumes; mas lejos, co flo, eo los Jardi«-
oes deUciosos se eocuentra el mirto y el naraa*
Jo que, i pesar de la vejez, Uenan deencanto y
embellecen esios lugares.
En cuanto á los gastos escesÍTOS que habia
que hacer para elevar los soios mouumeutos
rooriscos que nosotros Tcmos ahora en Espa-
ña, es suUciente considerar qoe colocado eotre
el Africa» la ItaUa y ia Fraocia, este puebloha-
cia 00 comercio iomeoso de sedas, de laoas,
de ooral» de perlas cogidas eo lai* costas de
Andalucía y Cataluña, y que esplotaban Us
minas de plata y oro, de graoates, de amatis-
tas y de robies deseobiertas cerca de Milaga.
Eo recordaodo que la arquitectura tudesco*
siidooa fué la que se usaba eo Fraocia hasta
el sigio VIU, es eTideote qoe i las reiaciooas
coo los irabes , poseedores de la España, de-
bemos las nodaozas que se hicieroo eo esta
época , eo U que oo solameote se empezó i
coastruir arcos qJiTales, sioo que se adopi6 ei
géoero de oroameotacioa que ellos empleaban
eo sus decoractooes. Aqui está ia rcuoioo de
estas dos arquiteciuras, que ihimioan las bi-
zarrías groseras que ooíotros eocootramoa
eo los mooumeotos del siglo XI, eo ias cualcs
los emblemas de ouestra reiigioo soo, por dC'»
cirlo asi, Iraducidos en leoguije irabe, por
el gusU) de Um adoroos cou que ios vemos
embelleculos.
Uoa seguoda época, mas coosiderat>)e ano
eo la hisloria de Boestra arquitectura, fué la
que iotrodujo el góüco esbelto dcl siglo Xil y
Xlli. Esta data de nucstras escursiooes i la
PaUiStioa» de doode Philiberto Augusto, y San
Luis trajeroo artisias de todo géocro.
Eo los moouflkentos irabes 6 moriscos de
la Siria y de Bspaña, qoe hemos descrUo , es
doode se eocuentra la arquitectora impropia-
meuic lUmada eótica. Lo que disUogue parti-
cularmeote U arquitectura irabe primitiTa
de esU, es el esH^l^o del arco aobcecargaao
perpeodicularmeote i su diimetro, por uoas
espectes de repisas, y el arco circular proU^o-
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AMHA— AIUGACBA
di
g«do en SQ parte iDferíor por medio de imas
meiiSBtaB, qoe forman canecillos salientes so-^
brelos pi^ dereehos ó colomnas qoelcso-
portaa en ei arco ojíral. Los calados qne
adonmn frecuentemente estos arcos están for-
madOBpor mia série do otros peqnefios alter-
nados en tamaño, y termlnados en nnos reroa-
tesinfeiiorevde lámpara, tonperpendicolares,
tanto qne el ralsmo adomo en el arco forma
m trébol, qoeliende i nn centro comm).
En ei árabe moderno se ébcuentra otra es-
peciedearcos en las snperflcies Inferioros del
aroo dobie, ofreeiendo cl desarrollo de dos
eartelas nnidas por el Tértice.
Sea que k» árabes se sirvieron d^ las co-
himiMS que encontraron en los poeblos que
conqnistaron, sea qoe ellos las bicieran ta*
llar á 8u gusto, no parece qne bayan tratado
de establecer una relaoion entre el diámelro y
la altura. BIIob emplearon á su capricbo las
btsas aotigoas, y las suplieron porun gran ca-
?eto reverso y coronado por un fllete.
Coando hicieron usode los capitales de los
romanos, les cambiaron algunts partes de sus
adomos en las Tolotas y foilages con objeto
de introdocir el gosto que tes era propio. Las
moldQras, qoe son bion raras, no se compo-
nian gcneralmente mas que de cintas 6 cavetos
ealados en ojiva, y íbrraando cartelas. (Yéase
1a MmiDa T, Arqoitectnra)
ARAGACHA ó ARAKATSCHA. Género de plan-
tas de la ftimllia de tas umbeliferas 6 urobela-
das, que segonlos sefiores Rooker y Decando
le, botinicos célebres, comprende dq? espe-
cies, la aracacha mo9eata y la araeacha stjcu-
knta^ las qoe se diferenoian tan poco, qoe
otros raucbos botinicos, no menos recomen-
dabtes, y señaladafflente Mr. Guiliemin, creen
qoe la sueulenta no es mas que una rariedad
de la raoscala. Bscribimos para todos, pero
prindpalmente para un órden de personas
tpie desean hecbos positivos, y no largas se-
ries de obserraciones y de demostraciones
técnioas de botinica. Sin entrar, pues, en el
exiBien de una cuestion qoe carecerfa de in-
terés para el mayor número, nos limHaremos
i referir al género aracacha lo que se ha oh-
senrado y escrito aeerca de las dos plantas de
que, por ahora, se c^mpone este géncro, por-
qoe estas dos plantas viven bajo ias mismas
eondieiones, y son igualmente alimenticias; y
qoe por otra parte, las noticias que se nos han
trasmitido sobre la aracacha por cultivadores
ybotintcos de Francia, yde diversas partes
de ia fiuropa, nos confirman mas y mas en la
opinion qnetttvimos desdeeiprincipio, de que
Bo existe 800 mas que una especie de araca-
cha, qne es la moscata ó silvestre; que la
plaiMa indicada bajó el nombre de aracacha
SDCttlema, no es mas que la especie primitiva,
é la aracacha moscata, perféccionada por el
cultivo, qoe es solo una variedad (^oosegoida
porel arte agrieola, ila qne pueden referirse
éMe ahora oomo aoNvariacHones, uoa aracii
139 VmiiytVGA H)VVUR.
cha con las raices blancaft, otra qtie las teuga
rojas, otramoradas, y otra amarillas; y de es-
ta suerte la nionagranadelgónero aracacha se
compondria, segan uosotros, de una espec ie,
una variedad, y cuatro subvariedades.
La aracacha es originaria de la América
Meríéienal, donáe se oultiva con abundancia
como plantaalimentieiapor sns raices, las que,
scgun refleren los viageros, Yienen la forma
y volúmen de un cuemo de vaca, pero que
creceo y llegan i tcner un volúmen mocho
mas considerable, segon relaciones de losqoe
han escrílo; sos tal'os suben hasta una altura
de dos pies, poco mas ó menos; sus ho|0s son
penatifiolas, esto es, partidas en forma dc alas
y dentedas como sierra; sos flores son umbe-
las, esto es, muchas reunidas al taito, y esten-
diéndose arriba para afuera en forma de pura-
sol, y sus frutos en forma de uma. Por sus
ílores tiene alguna semejanza con la zanaho-
ria, por su follage se asemeja al apio, y por sn
aspecto i ia angélica, aunque mucho meoos
elevada qiie esta última, que tiene cuatro ó
cinco pie.«, mientras que la aracacba no tíeue
masque veinte y cuatro ó treinta pulgadas.
En la época, aun reciente, de la introduc-
cion de la aracacha en Europa, todas las obras
periódicas de agrícultura y de horticultura ha-
blaron de ella con eíogios, como deuna planta
susceptible de próbar bien en Eufopa y de en-
trar en concurrencia ccn la patata, qncse«abe
es orí^inaria dei mismo pais; el ardor fué tal,
que habiéndose rcpetido estos clogios por los
períódicos que se leen en todo el mundo, se
habló con doseo y solicita curiosidad de una
planta que se presentaba i los európeos en
coocürrencia con la patata, como para reiidír
homenage á esta tSiltima, y vengurla de los
dcsprecios que sufrió i su iotroducciou cn Eu^
ropa y de la iugratitud con que se recompen-
saron'sus prímeros beneficios; ingratílud se-
ñalada con fuerza por Parmentier, que la des^
lució y batió por todas -paríes, haciendo asi
triunfar i la patala, que por la perseverancia
de este fllántropo, llegó á ser un objeto de
cuUivo general cn la Eoropa entera, y tal vez
cn breve en todos los continentes; pero es
I preciso repetirlo, no creemos que la aracacha
l pneda Justiücar todas las promesas, qiie se
han hecho en su nombre; y es necesarío sin
embargo, acogerla, con tanta mas sulioitud,
cuanto las raices alimenticias de la familia de
las umbeliferas no son bastanfe abuudantes,
consideradas eii ia preemiuencia de clertas
cualidades secundarias en verdad, que les son
propias, sobre las raices alimenticias dc las
otras íamilias. Es cierto que niiiguna planta
de la familia de las umbeliferas, sea hi zana-
horia, el nabo, el ribano, peregil de raices
gruesas y otras de ^sta familia, ni la planta
de que tratamos que tambien es una umbellfe-
ra, no siendo tan abundantes en fécula, y otros
principios alimenticios para el horabre y los
animales, ni de una aplicaclon luo estensa eo
T. m. 3
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35
'AllACACHA--AfiACNOIDÉS
U
las artes como la palata, esta sicmpre domina-
rá á 1a aracacha.
La aracacba, segun reflere uoo de sas
historiadores, ha sido de tan estenso cul-
tivo y de un uso tan frecucnte en la Go-
lombia, como la patata lo es entre nosotros.
La aracacba es un alimento muy suludable pa-
ra todos los temperamentos y para todas las
edades; esta raiz se cuece fácilmente y se co
cina como la patata. De sabor agradable y í¿
cil digestion, se preparacon ella un manjar de-
licado y ligero al mismo tíempo que alimenli
cio y sano, que prueba muy bien á los con?a-
lescientesy cuyosbuenos efectos sepatentizan
especialmente en laspersonas débiles y enfer*
mas del pecho y en las de una complexion de-
licada, como )o atestigua el doctor Yeugas,
médieo muy distinguido. La aracacha se multi-
plica por sus raices, que se cortan en pedazos
de manera que caaa uno de estos tenga un
ojo, boton ó yeraa; estos pedazos se plantan
corao los de las patatas, en la misma época, y
oxigen los raismos cuidados y la mlsma ticr<
ra; pero cuantó mas profunda y generosa sea
esta, mas crecidas serán las raices de la ara-
cacha, sln que por esto pierda nada de su sa*
bor. Rara vez se multíplica la aracacha ni aun
en su misma pairia por semilla, de la que eslu
planta produce pocos granos, estando habilua-
da ¿ reprodCicirse por raices. Sin embargo, co-
noK) QO ha perdido enteramente la facultad de
dar semillas, podriao buscarse y traerse de
.América, y sembrándolas en Europa, seria el
procedimiento mas seguro para naturalizar
aqui csta planta, y oblener nuevas variedades
4ee!la.*
La Inglaterraes la parte de Europa don-
de se han hecho mas ensayos con la ara-
•cacha, tal vez el único pais eu que ks circuns-
lancias hayan permltido hacer esperimentos
^obre cierto número de individuos, y parece
qne todas las tentativas de naturalizacion han
<luedado frustradas hasta ahora. Peroesta plau-
la parece mas propia de las partes meridiona-
les de laEuropa y de laFrancia que del clíma
de Inglaterra, y por otra partc babria poca ge-
nerosidad y prudencia en aOrmar quc una
plantacultivada en una maceta, en estufa ó in-
vernadero» ó tambien momentáneamenle alai-
re en un jardin, no haya correspondido desde
luego ¿ las esperanzas que se (enian; porque
Fi en este momenlo nos trajesen la patata y
la |udía y nos advirtiesen qtie uua y otra eran
estremadamente sensibles al frio, como real-
mente lo son, no bay un cuUivador que no se
apresurase á ponerlas en estufa, donde segu •
ramente no obtendria un resuUado quc lo pu-
aiese en la senda de ias iumensas veutajas qua
estas plautas nos proporcionan» ahora quelas
. cultivamos al aire iibre, enlre las heladas que
cesaron y vuelven á comenzar. Pudiera hacer
^lras citas, tomadas no solo de las piautas
herbáceag sino tambíeú de los árboles mas al
, ío°. ¿Qui^n no ?9be qiie el iophoMajaponica,
(cuyas primeras semlllas trijo ¿ Francia ea
4734 el padreDircauville), sembrado, criado y
couservado en estufa caliente, durante veinte
años. porqne viniendo de un pais calieute no
se atrevian á ponorlo al aire iibre, habiéndose
determinado al fln ¿ sacarlo, ha permanecido,
no se ha helado jamáSp y es hoy, asi como sns
numerosos descendientes, uno de log mas ro-
bustos y mayores árboles dealioeacion y hasta
de los ¿rboles forasterps exóticos, naturalizt-
dos en nuestro94)osques?
EI cuitivo de la aracacha debe comensar
por España, Italia^ Argel y el Mediodla de
la Francia, y aproximarla despnes húcia el
Norte, como se hizo c^n la arachida ó caca-
hnate, que no debe confundirse oon la araca-
cha, como han hecho muchos, ¿ pesar de lo
desemejan4e que son estas dos plantas bajo
todos conceptoe.
Mucbo se han ocupado loá bot¿nico8 de la
aracacba: Mr. Kunth la ha descrito y flgurado
bajo elnombre de cotiíum moschata y la des-
crípcion queda declla este autorparece refe*
rirse ¿ la aracacha silvestre» que al princípio
de este artículo hemos considerado como el
tipo de todas laa demas aracacbas, y á la
que nos parece Justo referir la aracácha des-
crita por Mr. Baocrost, cultivada y observada
por él mismo en el Jardin botáuico de.la Ja-
m¿iea, asi como tambien el eoniufn-aracaoha
descrito por Mr. fiooken'. Sin embargo, Mr. De-
candole, á quien nonosopondremos, eucuen*
tra motivos suflcientes para hacer dos especies
de esta planta, la aracacha moschata y la ara-
cacha suculenta. El primer autor que ha habla*
do de esta plauta ha sido Alcedo, que la- meo-
cionó eu su Diccionario histórico-geogr¿flco de
lasJndias Occidentalcs. Mr. Guilleroin insertó
una nota detallada y muy sabía sobre la ara-
cacha en los Anaks deFromonL Es mencster
referir ¿ la aracacha la sacaracha de Mrs. Hum-
boldt y Bondpland, el apio de los colonos es-
pañoles, la anikat&cha dc los americanos y la
arakactsha-xanlborriza. Es evideute que el
nombre mas antiguo de la planta de qoe tra-
iamos, es urakütscha, del cual sacaraclia ea un
diminulivo. Fué una idea feliz la de Mr. IIoo-
kei' el rcemplazafr estos nombres de tan des-
agradable consonancia con el algo menos ¿s-
pero de caraoacha, adoptado por los señores
Úancrost y Decandole; pero todavia hubicra si-
'do mas fcliz la idea de Mr. Hooker si endulzan-
do del todo la palabra hubieüe adoptado el
uombre mas eufónico de aracacia que yo creia
baber sidb admitido por Mr. Decandole basta
este momento, en que he visto lo contrario con
molivo del gén^ro aracacba insliluido por este
ilustre botáoico.
ARADO. (Yéase LNSTauMENTOS db labob.)
ARAGNDIDES. {Analomia) 'A(>ajyoxByi^,fino
eomounatelade araña, Asise Uama la mem-
brana serosa que, formando, como todas las
de esta clase, un saco sin abertura, libre y lisa
por su oara interna, y adherente por la ester-
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37
AaAGNOIDE&-ARAGON
38
na, enTDehe ó reriste el centro nerrioso céfBi-
loH*aquid'mDO. Gelso y Galeoo babian designa-
do ba]o eate nombre la membrana bialoides
qoe contiene el cuerpo yítreo. {Véase ojo.)
Boyscb, por medio de ia insnflacíon, y Varotio
demostraron la aracnoides. Bicbut ba dcjado
tambien curiosos trabajos acerca de osta mem-
brana. La aracnoides tapiza la cara intemá de
la dura-madre, se corre por la base del cerebro
entre los lóbulos anteriores de esta masa, bien
qoe solo hácia sn parte anterior; reunc los ló-
bnlos anteiiores con los posteriorcs sin entrar
en laescfsuni de Silyl8, y pasa como un puen-
te por encima de hs aafractnosidades que se-
paran las circonyoluciones cerebrales. Entraeu
fai esdsora mediana, y se refleja de nn hemis-
ferio á otro por debajo del borde libre de \sA
can del cerebro.
La aracDoides no penetra en los TentrlcD-
los del cerebro, como babia creido Bichat ; en
oiucbQ^ pontos de sn estension deja espacios
racios entre ella y el cerebro ; pasa de la ca-
Tídad del cráneo á la del ráqnis, y envuelve la
nédola, de la cual está separada por un espa-
eio lleoo de tlquidp snb>aracnoideo ó céralo-
raqoidiano. Este iíquido de la porcion raquidio-
oa esti eu comnnicaclon con el de los ventrí-
colos oerebrales por nna abertura que Maprendie
ha hecho notar en la estremidad dct eaiamus
ienplariu$,
Cniveilhier: ÁnAtomiedeteripiiM.
ARAGON. (reino db) Una de las provincias
en qoeantes de la division territorial de 4833
se hallaba dividida la monarquia española:
eomprende las provincias de, Zaragoza, Huesca
y Teroel, y conflna por N. con el reino de
Trancía; ppr E. con el principado de Gataluna;
por S. con los reinos de Valencia y Gastíila la
Noeva, y por 0. con tas capitanias generales
de Burgos y Navarra. En estas provincias se
encucntran las plazas de Zaragoza y Jaca con
808 respectivos gofoernadores y sargentos ma-
yores. Tambien se encuentran los castiilos de
la Aljaferia, Benasque, Monzon, Alcañiz y Me-
qoinenza; los dos priroeros á cargo de un co-
mandaDte militar, y los tresúltimos al de otros
tanlos gobemadores. El capitan general de este
rñno reside en Zaragoza.
Aragon pnede considerarse como nna c<Tn-
ea rodeada de los Pirineos: las montañas qoe
le divideo de Navarra y Gataluña y de las sier^
las de Soria, Molioa, Guenca y Morella rinden
iQs vertientcs por los parages que lc circnn-
dan, hácia la gran caja del Ebro, que 16 cruza
easi por medio de N. 0. á S. E.
¿te pals goza de disiintas temperatoras
mas 6 meoos benigoas, segun la varia eleva-
don y asiento dc los pueblos; pero todas ap-
las para el coltivo de los mas precíosos frutos
delászonas templadas. Los vientos que gene-
rHhoenle reiDan son los llamados o»erzo y bo-
áamo(M. 0. y 5. £.)« los cuale^ son taofrecueo*
tes, con especialidad en la eapital» qoe poede
asegurarse que unos ú otros soplan los nuere
meses del año, y tan vlolentos los primeros,
que arrancan hasta los árboles mas oorpn-
lentos.
El Aragon es de los territorios mas monta-
ñosos de Españar Las encumbradas y ásperas
cordilleras del Pirinco, son las sierras mas al-
lasy continoadas, y la frontera de Francia por
esta parle la que ofrece mayores derrumbade-
ros: la mas alta y de peores entradas de cuan-
tas separan á Espaúa de aqnel reino, ó sea el
punto mas culminante, cs sin duda alguna el
monte Perdido, cuya elevacion sobre el nivel
dcl mar se calcula ¿ 4,745 toesas. De esta
inmensa mole nacen muIUtnd de estribos qne
se introducen en el territorio formando dife-
rentes valles por los cuales se precipitan infi-
nidad de rios, arroyos y torrentes.
El terreno de Aragon es moy fértil: por po-
co que se le ayude basta para producir prodi-
giosamente. Las márgenes de los rios desple-
gan la mas activa vegctacion: las riberas del
Ebro y dcl Jalon principaimente son de lo mas
rico que se conoce. Multitud de valles rcga.doa
por diferentes riachuelos producen todo lo que
el labrador apetece: el Ilano que se encnentra
al salir de Fraga, y el del Fresno son una série
continnada de jardines; ios de Daroca y dc la
Almunia son todavia mas hermosos , mas fér-
tiles y mas variados eu sus productos. Otros
semejantcs se encuentran en diferentes pun-
tos, pero hay pocos qoe igualen en íeraci-
dad y riqueza á los huertos de Galatayud y de
Ateca. Las fértilcs campiñas que rodean á la
capital superan en hermosura á ias de los de-
mas parages que hemos mencionado: tres rios
y un canal magníOco leT rinde su tributo para
fertilizarlas, y el snelo seCnnda admirablemen-
to la diligencia del agricultor, producieado ¿
competencia los frutos de toda especie y los
granos de todo género. üoa estensa llanura
rodeada de montañas cn los confines de Gata-
luña y de Valencia,.es tambien hermosa y rica,
y deunafertilidad poco comun engranos, acei-
te, lino, c¿ñamo, moreras y frutas de todas
clases. Desgraciadamente la agrlcoltura no so
halla en este pais al nivel de Yalencia y Gata-
Iuña;siasi fuese, este terrena liegaria ¿ ser
otra tierra de promision.
Todos los rios de Aragon abundan en pcsca:
las truchas del GAIIego y del Huccha son ri-
quisimas: fos anguilas del estanque de Alcañiz
admiran por su grandor y su deli'cado gusto;
y las sabogas dei Ebro forman el plato mas
regalado de las mesas de los pudientes que
moran á sus orillas.
Caráeter y eostumbres de los aragone^
se», Los aragoneses reunen todas las circonsr
tancias necesarias para progresar en las cieu-
cias: vivacidad natural, imaginacion pene-
Irantc y juicio sólido Es el aragonés orgulloso,
habla poco y deflende so ppinion con flrmeza:
ensaUa si^ pais hasta la hipérbole; le eoardece^
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.19
ARAGON
M
la meQor eosttradtocioD; de8ooiioce< mis^ propios
defectos y rara vez conOesaB los de sm oom-
patriotas , sin embargo de scr naturalmeDte
envídiosoa caando hablan con eBtrangeros. Su
altaneria natural, su acogimíento seco comun-
mente, su aire serio, bqs maneras frias» sta to-
Do algunas veces brosoo , repugna á ios que
no les conoceo: estos son los úuicos defectos
que Ics ponen, pero defectos que se hallan
bien recompensados por otras mil coalidades
estiroables. Si el aragonés es frio y seeo. tam-
bien es á la ves pradente y reflexivo, provisto
deao juicio sólido y de un juicio el mas recto:
si son altaneros, son al propio üempo atentos
7 comedidos; su acogimíento, aunque sério y
frio, es mas verdadero y de coraason , que ei
afectuoso y urbano de otras provincias. Son
hábilcs coilesanos, sin fálsía; valientes sin
funfarronada; arrojades hasta la temeridad;
emprendedores como nadie; y andaces y am-
biciosos como ninguno. Sn caráoter decidido»
firm^ é inalterable les hace aparecer las roas
veces indóciles. Los aragonesed Jamás ccdie-
ron cuando fué menester combatir en defensa
de las leyes, de la independencia nacional, de
la libertad y del trono de sos reyes.
Canal de Aragon. Esta obra es una de las
mas impoftantes á que todos^los gobiernos
debieran OJar su atencion cfm el On de lograr
su pronta termioacion pare que la riqueza
agricola de este pais se aaineotase constdera*
blemente. ín tiempo del emperodor don Gár-
los Y, primero de España, setHeron priiictpio á
estas obras, y aun cuando tos reyes suecaores
han venido prestando sn poderoso apoyo ¿ an
objeto tan útil y privilegiado, es el caso que
aun uo se halla terminado. La circunstanciade
haberse tropezado con algnnos graves incon-
Tenientes, tanio en la parte topográfica como
en la material de la empresa, es la causa de
no haberse aun terminado este importantisimo
canal. Hoy dia es uno de los'punlosea que mas
flja 60 atencion el gobiemo, dispensando cuan-
fa proteccion necesita la empresa; y es de pre-
samir que tcndremos la satisfiiccion de ver
eoncluidamuy pronto esta importaote mejora
de la agricultura.
Hisloriaoivil de Áragan. Betenida y Olo-
sóflcamente observado este pais , su mismo
exámen va remontando la imaginacion de si-
glo en siglo, hasta que perdida en la perpetui-
dad de los tieropos viene ¿ colocarse cn la cum-
bre de los Pirineos, que geológicameote recor-
re. Descendieudo ¿ edad mas conocida enoon-
tramos á estos habitantes divididos en tantus
repúblicas, cuantaseran las ciudadesque com-
ponian su (erritorio, aunque incorporadás to-
das en caatro regiooes, estendldas mas a(l¿de
los Hmites que despues con la pakbra Araqm
bablan de signiflcarse.
Dueño el poderoso Islam de toda España.
oomo antes estuvo este terrítorío sojeto al Im
perio de los G6sares , quedó de los califas de
pamasco. Fué adjudioado áios beret^eres» par-
tioQlarmenle sus nontañas, poü Sficdo-oons^
vacioQ mas trabajosa, conocida la ioJaatiQia,
con que trató Mosa en los reparlimieDtoa ¿iloi
primeros y mas valientes oonquistadores de
España. No hubieron de ocopar , sin cmlMurfe,
todas sos fragosidades , y mientras la, tini&la
estraogera campeaba libre mas que nunca por
las liaoures, huyendo el hijo dei pais ai salva-
ge nacimiento áfi lo6 rios , encontró en lo mas-
'enriscado de los Pirineos It antigua Ubertad
'celtíbera doude por largos añoa permaoeciere
,retireda. Afirmase que huyendo do los con«
quistadores musulmanei se retmleron hasla
trescientes cristia&os en el monte üruel, pró-
ximo ¿ Jaca, y no lejos de aiii poblaron en udi
lugar que se deoia Pano, fortiflc¿ndoae eon
irarios castillos y resueltos ¿ defendofso de los
mahometanos; pero que antes do haberae bieo
prevenido fueroo ataoados, cauti^roa y mueftos
sin qiie quedase en aqoelia region mas gonto
que alguu erraitaño.
La, aotigüedad do estc reino se romoDla ¿
príncipios del slglo VIU. Respetablea hislo*
ríadores encabeaabao alli el cat¿logo de sus se»
ñorcs con don Garcia Gimenea con el titolo de
conde, erigido entre los bijos-daigo de la mis-
ma provincia. Olrosquieren que la proviociado
Aregon estuviese sujeta al reiuo do Sobrarke,
mas aoliguo que el de Navarra, y fundan el oat¿-
logode sus reycs en Iñigo Arista, poff-loo aioa
de 839. Entretanto otros cronistas de aquellos
tiempos, como Biotar» Isidoro Paoouse , M»
maticeQse, San Eulogio de Górdoba, etc, etc,
nioguno de ellos hace meooioo de tales reyes.
Acudiendo «si al fundamento de eatos reinos, ta-
les como se les quiere presentar, aparecooom-
pletamente en el aire , sin que •scrítor 6 do*
oumento alguQO de las épocas ¿ quosu príoci-
pio se reflere, ó inmediato á ellas; aqtorieo loa
conceplosque, ¿ escrilores muy posteriores, ha
inspirado sin duda el iaudable amor de sq
pais^
El prímer rey propio de Aragoo, lo foédon
Ramiro , que cou solo los eslados de Aragon,
se titoló rey. Muríó en 4063 oeroa del Gre-
do. en batolla con sa sobrino doa Sooeho de
Gastilla.
Sobre el año 4 076, fué muerio en Roda don
Saocbo rey de Navarra , por sa btsrman j don
Ramon, y el único hijo que tenia huyó Ileno dle
miedo, por lo que loa navarros, viéndose sin
rey , eligieroo al de Aragon don Sanclio Ra«
mirca, uniendo de este modo las dos coroaas.
Por el enlace de doúa Urraca , uoió doo
Alonso ¿ su reiQO el de Gastilla. Fué tomada
por este emperador la ciuded de Zaragoiá , y
su reiQO qoe teoian los moros. Zaragosa foe
cabeza de los reinos de Aragon , Sobrarbe y
Ribagorza. Este rey murié en ia batoUa de Era*
ga, año 4434.
En las oórtee do Moozoo , dooidioroo loo
aregoboses elegir por su rey ¿ don Ramiro,
quo cra ¿ la sason obispo de Roda, y fué pfo-
oimmé9 rey 00 Sueaoa, a|bdBj435. CDiaÉoon
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44
ARAGON-^AftANCEL
la
Inés, befMBft M ooide de PoiUers,
de&pats de rehjado ei voto por el sumo poo-
tüoe. Muríó eo 4i47. Kale Ky» dió sn hij<^ por
fliposa ádoD^leinon Berenguer, coiido de B«r-
o^Mt, con lodoe sua eatadod, teDieuda lugac
JaolofgeeioB del inetruiDento en Bafbaslro el
año 448^, en el nes de aeosto; y en noviam*
bre del miamo afio biso total cesion del reino>
y 80 rellfó del fobiemo elrey don Kamíro.
BesoHa qoe ea tree anos fué don Ramiro doo)-
brado rey, easóse, tuvo ona hija, h^ deapoeó
7 se relir6 al cU|Btro baciendo^reDoncia.
Fdt el eniall de doúa Petroniia co» don
liBon Bereoftter, coode da Barcelona» oam
bióae la dioastla no intermmpida desde Ra-
nire I. Don Aioneo ee el primtco qoe ocopó ei
tioBO de Aragon, fliendo do la dinastia de los
oondta de Baveeiona, cuyas armas trajo al es-
Ottd» de iragOD don Kmbod, y son las que se
ban cooserrado. Murió don Alonso aña447i.
Ma Saacba mnfid ea 4$0S.
Jbi flempo del ley don Pedro-sDcedió la k^
aosa bttaiia de la» Na?aa dt Tolosa^ tonida
contra los moros, en el año 4%42. Fué el prir
Btro de loft reyea de Aragon- que meieció el
cutteo byoi qne noriecoa anlti qut él; al me-
noF. que fuó Uartiu, ie Ucieaon rey de Sicilia.
por baberse casado con la reioa de aqoel pais»
Taropoco dejó hijoa tegiUroos. El rey mii-
rió eo 4440. Despues de su mucrte estu-
vJeroD loa estadoa de Aragon en grau au-
aiedad, por no a^ecer claro el derecUo del
que habia de suoeder. Decian tenerle lá cei-
qa de Ná|K>les con su- bijo pcimooénitQ el
infante de Gastilla don Fernando; E iofaote
doA AlODSO» doque do Gaodia; don Fadrique,
cotde de Luna, y dot Jaime, coode de Urgel.
Traacurridos dos aóos de revuellas, se decidió
qükü tenia maa derecbo por los nueve baro-
nea que repvesentabaa todos los estados, y
fué en Caspe,rt0i4F0Ddo ea don Eemando, in-
fante de GaadUa.
Sttcedidte 6D el. trono doa Alonso Y, qoe
casó coo dooa Mw ia, infaata de Castüla. En
tiempo do eate rey se nni6 el reino de Sicilia
al do^ ArafOD. A la muerto dt ésta entró á rei-
nar don Juao 11.
En 4470>eDUró á reinar don Femondo H. Ha-
mado el GaláUee, qoe oasó coo doña Isabel de
Gasiilla. Porestcenlact seunieron las dos co-
ronat, babiondo aucedido oata reina á don En-
rcaaihre de Católico. Beaputs reinó don Jai- , _ ,
mellaiDadoel Conq«istadtr, el cuai gand.laa riqae.lAi^ekajíe 4474« sieodo procbimados en
ialaB Balearet en 4 23t. PosterMMr ¿ su muerte . Se^avia. Al iiguienle a&t, tn esta misma ciu-
m 1976 entró á reiuar doa Pedro, llamado el dtí. deepoetdt Jando doalemapjo, estando
fiptDde.paradiíereooitrlede losdemasqueda pceeentes varloft pdnoipta aobles deCastiUa,
SB BOfBbre babian reinado en Aragon. Eroprtn- se dtcidió. W^qut» se babia do bacec cpn loa
áiélat Mt érdoaft empnioa y aocionta con- gtbitrtoi dt Aragon y GasUlIa, y- fu¿ qne am-
Irafeyea podereaot, eacontrándose eo <S1 Jjua- boB fobamaeeBi eii eata si st baUabao cu ens;
laneiMo ti valor, la pvidtncia y la diaoreoioo, ptrosi don FemaAdo eatuvieae en Aragoo, di&-
ptr lo qae sO bíao atreedor al título de Gran- pasiena en él solo, y dona laabcl eu Castilla.
éa» Btspaes de esle leiBd doa Alonao UI, qua Subió aj troaade GasiiU^ doa VeUpe I, por
■orió A la edad de ^7 añoa, y ouaado se sa esposa dcma Jaana, y bubo de reiirarse i
ibAácaaar con Atenoi, hija delrey dtliii
flBltrra. BeJÓ por soeesor 4 su beroiaua Jai*
ne, rey de Sidlia. Bste rey concertó su bo-
ét cto Isabel, bija del rey deCastiUa, que solo i
lenia nueve años; mas se desliixó e&te enlace y
iaaé con doña BitBea, btfa del rey de SiciUa.
Brta mori^ ea 4 294 , habiendo teuido diea hijoa.
Caaé don Jaine en terceras nupcias con Maria,
bli* dei rey de Ghipre. Poi^ renuncia del pri-
Acagta doo ieraiiDdo; maa por la teroprana
mueile dt aquelrey, y no Juagandp capax de
deseropenar el gobtemn 4 doña Juana, fué Uar
laadodon Fernaado por los caatellanoa. Enton-
cea ae perptta6 U unioa de ambas coronas.
MisUma etiiaiAtricw El leúH» de Aragoa
rtcibi6 lafé de bota del apd«tol Sanliago, y
segununa antlguay piadosa tradicion, tanto
mas Orme cuanio mas dispiUada ba sido, fiié
■agéoilo dOD Jalroe en el aóo 4349, pttsó Ja , privilegiado del ciela coa un favor particular.
ooataa á don Alonio, hijo seguodo. Kstecey ed- Bste reino foé tl mai foiMindo dt mirüres en la
sá sieiido todavía infante, condoúa Iere£a En- ' primitiva iglesia, y prodi^o doa héroes como
tPBBB, OByaa bodas se ctiebraron eo Lórida. ' San Lorenso y San Vicente, los levitas mas fa-
Tnvo siete hijos de esla mugeK, y despues ca- i roosoa de la iglesia hitioa. Autiguamente se
só^en aegttndas nupeias con doúa lieonor, her- * contabau en este reino, un arzobispado, 6 obis-
mana del rey de GaatUla, de la cual tuvo otros
dtt bijos. Buraate el reinado de doa Alonso
st tDW|uist6 el reino de Nápoles.
Bon Pedro IV sucedid á don Alooso, el
eBftl se enlasó coa d<ma Maria, bija del rey
de fiavarra. Muertajesta oasó con Leonor, ber-
■aaa del rey de SiciUa. Despoes reind doo
loao I, que cas6 con dona Maiha, hermanadel
tOBde de Armeñaqoe, de la oual tuvo uaa háití
BBB se Ilam6 Joana. Lnego se desptiá cob
Ma Violante hija del duqoe de Bar.
pos, 8 cupitulos colegiales, ^deocomiendas dt
drdenes oiiUltres, 4 ,306 parroquias, %iS con-
«eotos, %i hospitales, 2 hospicios, % universi*
dades y 5 eolegios.
ARANCBL. Se eDtiendt por araDcelDna tabU
6 lari/aeD laqoe se enumerany aprecian muW
UUid de objetos que debea saüsfacer de uoa
oMnera proporclonal 4 sa número y pe8o> 4 su,
valor iBlckiaeot 6 aa volúmen. 0 bien Uenta
pos tbjtloapreiiar trabi^s materialea q^e^
iuna pcttaraoloa, esUidio 6 proféaioaaBteriái
PoB Mtrüa \k qut mn^ ea i6guidi« (««o | putden ojoealtime en o« detomHnado em¿|f
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4S
AHAMCSL
U
detiempo. Bijo este concepto so hallan com-
prendidaa las tarifas de) tiinsito de puentes,
losportaxi^os, peazgos, barcages; losderecbos
quc se pagan en las adnanas al entrar ó salir
los géneros qoe e^tán gravados oon estas im-
posicioncs; y por último, los derecbos que de-
reogan los coríales en el despacbo de causas
ó'pleitos^ue se ven en todos los tríbDnales.
A esqbcion de los de adcanas que tienen
por objelo fomentar la industría nacional y
«umentar los fondos del erarip público, los de-
mastienen un fin mortal, tratándo de cvitarar-
bitraríedadesy demusías,ydetermiDar con cla- '
rídad yprecision el servicioóderecbo y evitar
el abuso en su exaccion ó pago. Nuestra legis- 1
lacion ha reencargado constantementd su ob-
servancia siu conseguir un éxlto tan comple^
to como convendria, i pesar de las mucbas
rcales disposiciones que itobre el asnnto se han i
acordado. De nnos y otros vamosá ocuparnos. I
Los géneros de lícito comercio al introdu* |
chrse en la Pcninsula satisfacon ciertos dere- >
chos con el fln deque no puedan competir con I
los elaborados de su clase dentró de España, I
y estos son ios qoe Uaman aranceles de adua- 1
nas. Como unas iadustrias están mas adelanta-
üas que otras cn nuestro pais» de aqui procede
que para evitar sean destroidas por la compe-
tenciade las estrangeras se hayan establecido
imposicidnes varíadas sobre cada uno de los
efectoa qne adeodan. La nomenclatura de es-
tos efectos con la indicacion del tanto qoe ca-
da ono de ellos paga, es lo que se denomina
«raoceles de aduanas por satisfecersc en ellas
el derecbo establecido. Uoos son de importa-
Gion por gravarse en ellos las mercadcrías qtie
80 introducen, y otros de esportacion por re-
caer sobre determiuados arítc4ilos que salen al
estrangero. La última reforma introducida en •
dlos en sentido liberai por la ley de 47 de ju- ¡
)io de 1849, autorísa al gobiemo i reformar |
los antiguos aranceles de importacion con ar-
regloji lasbases de quesocintamente nos ocu-
paremos, declarando asimismo admitidas i co-
mercio las manufacturas de algodon que se
espresan con arreglo i determinadas bases de
qoe no3 harcmos cargo tambien.
Las bases para la reforma de los aranceles j
de imporíacionde ios géneros, fmlos y efectos {
estrangeros, y de nuestras provincias de uitra- {
mar, se reducen: 4.* ipagar de4 á 44 por 400
sobre su valor; las miquinas é Instrumentos
que se iutroduzcan con destino álas industrías
agrícolas, minera y fabríi; lasmaterias prime-
ras que' no se produican abundantemente en
Kspaúa y que sirvanpara el trabajo delaindus-
trianacional, seacualquiera laformaóelaumen-
to de vaior que adquieran, entendiéndose com-
prendida en este articulo la madera de arbola-
doradebuques. Lasmateriasprimeras slmilares
i las que se produzcan abundantcmente en Es-
piAa, lod agentes de prodoccion que se hallen
éD el migmo caso, como el carbon de piedra y
él co|k, y ip^ ttrticulos 4o maaníactara$ e&tran-
geras que pnedan haeer coooQrrencla iotros
iguales de actuat fábrícacion nacional pagan
de t5 i 50 por 400. Los arííoulos estrangeros
que el consumo exige y la tndnstria nacional no
proporciona, basta 45 por 400. Solo eacaso
muy escepcional podriaumentarseeste mixi-
room basta el tO. Se alsan convenienteniente
los derecbos establecidos en el dia i los géne-
ros coloniales que sean productos de paiaes
estrangeros. Los de posesiones españolas pa-
gan el azúcar de Cnba y Puerto Rico 8 rs. en
arroba: el de Asia 2: el café ^ Cuba y Paerto
Rico 8 rs. Al azúcar de reflno y medio reflno,
elaborado en la Peninsula que se esporte para
el esti:^ngero, seboniflcaricon 8 rs. por arroba
de azúcar reflnado. Los demas efectos produ-
centes de las poseslones españolas de Asia
adeudan por regla gcneral solo ona qointa
parte de los derecbos señaladosi lossimilares
cstrangeroB.
El derecbo diferendal debandera es de 20
por 4 00. Esta propordoo seri mayor eo los ar-
tículos que contríboyen eflcaimente i aoste&er
nuestra navegacion.
Gontinña prohibida en el reino la entrada
de armas de guerra, proyectlíes y municiones,
inclusa toda clase de pólyora; el asogue, las
cartas bidrogriflcas poblicadas por el depósito
de marína y reprodocidas en el estrangero; los
mapas y planos de autores cspañoles cuyo de*
recho de propiedad no haya caducado; el cina-
brío; las embarcaciones de madera que midan
menos de cuatrocientas toneladas de veinte
quintales cada una; losgranos, harínas, galle-
ta, pan y pasta para4a sopa, siempre qoe no es-
té permitida sti entrada por la ley dc cereales;
los libros é impresioues en castellano de aoto-
res espatioles, i no ser que se introdoscan por
los mismos autores que tengan el derecho de
propiedad; los misales, breviarios, diumos y
demas libros litürgicos, no entendiéndose in-
cluidos en la prohibicion los diccionaríos y vo-
cabularíos que no per)ttdicasen losderechos de
propiedad disfrotados por autores eepañoles
con arreglo i la legislacion vigente; las insig-
nias, divisas y prendas militares; las pintorag
y flgoras, y cualquiera otros objelos que ofen-
dan i la moral ó ridiculicen ia religion católi-
ca; la sal comun; el caizado y ropas hechas,
esceptuindose las quetraígim los v^ageros para
sn uso partlcuiar; y flnalmente, las preparaclo-
nes farmacéuticas que estuviesen prohibidas
por los reglamentos sanitaríos.
Ademas de estas prohibiciones de importa-
cion de algunos articnlos, se grava i sn espor-
tacion algunas materías, aunque con dereclios
módicos. Tales son el alcohol ó galeno argen*
tífero, el cobre negro, en estado de prímera
fundidon; el Utargirio de menos de una onsa
de plata por quintal; el piomo en galipagos; la
seda en capnllo, y las maderas para la cons-
truccion de buques, quedando el gobierao au«-
torízado para adoptar todas las dlsposiciones
oecesaria» i fio de qoe no sttfirt pcijuicfo la
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fó
coDfltTiiccion de la marioa de goerra mercan-
te, ni lo8 intereses de los propieterios de
montes.
Se prohíbe tambien la estraccion de algu-
Dos prododos, á saber: corcho en tabtas, pa-
nas ó panes de la proYincia de Gerona; iitargi-
río qoe oontenga ana onza ó mas de ptata por
qointal; gidenaargeDtírera; plomoque conten-
ga Teinte j coatro adarmes ó mus de pláta por
qointai, ▼ por últímo, los trapos de algodon,
cáñamo j lino, y los efectos osados de estas
materias.
Lofgéneros estrangeros j de nuestras pro-
Tiocias de Cltraroar, despnes de haber pagado
los dereclios de introdoccion con arregto al
arancel, se declaran por la base tercera nacio-
nalizados j sujetos al pago de los mismos de-
rechos de estraccion, consomo, arbiirios ú
otroB qne con cualqoier denomiDacion se co*
bren á sus similares del reino.
Por la base coarta se acoerda et eslableci-
miento de aduaoas y depósitos en los puntos
dc Jas costas j frdnteras que se estimen con-
Teoientes para satísfacer las necesidades de la
agrícallum, indastríaycomercio, coDCiUáodo-
las con los intereses del tesoro público, y se-
ñalando ¿ cada una la habilitacion qoe le cer-
rcspoDda. Se podrin establecer tíguno ó al
guDOs depósitos generales dpnde se admita to-
da clase de productos, généros y efectos. No
scf concede escepcion ni rel)^a dc derechos ¿
fayor de industria, eslablecimiento público,
sociedad ni persona, de cualqoiera clase qoe
sean.
Los génaps de algodon se rigen por dís-
tíDta tarífe qSe íntegra ponomos ¿ coDtinua-
CÍOD.
ALGODOIf HILADO.
Dildad. Yalor. Típo.
ARÁNCEL 40
tJiiéid. V«I«r. Ti^
Id. listados, labrados al
telar ó estampados. • . Id. S4 39
Segunda daie^
Oei oámero 60 ai 80.
Del 80 ea adelaote. .
Libra.
Id.
40
43
40
35
ALGODON TOECIOO.
Muselinas y batistas de
Sscocia, lisas, blancas,
listadas y estampadas
de45¿ tí5 hilos coota-
dos on el urdimbre cn
cuarto de pnlgada es-
pañola Id.
Id., id. de 25 hilos en
adelantc Id.
Tereera cUue.
Huselinas caladas y labra»
das al telar hasta 45hi-
los conlados en el nr-
dimhrc en cuarto dc
pulgada española. . . Id.
De45¿ «5 Id.
De %6 eu adelanle. ... Id.
Cuatia elase.
Muselinas bordadas ¿ ma-
no hasta 4 5 hilos con-
tados en el urdimbre en
cuarto de pulgada es-
pañola Id.
Id., id. de46¿S5. . . . Id.
Id., id. de 25 cn adehtnte. Id.
Quinta clase.
Tejidos claros como llno-
nes, organdís, museii-
nas, cbaconadas, cla-
rínes, lisos ó labrados,
blaocos hasla 4i5hilos
contados en el urdim-
bre en coarto de pnlga-
40 35
60 35
28 35
38 35
50 35
60 35
400 35
460 35
da espauola Id.
50
35
Algodon torcido ¿ dos ca-
Id., id. de 4j6 ¿ 25. . . . Id.
70
35
bos para coser y bor-
Id.,id. de26enadelante. Id.
80
35
dar, desde el núm. 60
Los mismos bordados pagar¿n
com<i
las
en adelante
Id.
44
40
mnselinas bordadas.
Id. de tres cabos, desde
eÍDÚm. 60.
Id.
20
40
Sesta óUue.
T^JIDOS DB ALGODON.
Acolchados y piqués blan-
cos y de colores de to-
PrkneraóUue.
das clases Id.
50
35
.
Dichosbordados Id.
400
35
Gndos ó blaneos de 26
hitos en adelante con-
ladosen ei nrdimbre en
SéHma da$e.
cnarto de pnigada es*
ptDola
Id.
46
35
Panas lisas j labradaa. . Id.
20
40
Id. id.,ldM id.,teñidos.
W.
48
35
VelodiUos Id.
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32
40
[e
«
AMKC£L
48
Oelava cla$€,
Coidad. Valor. Hpo.
Gasa lisa Libra. <iO
Id. labrada Id. * 80
NavBna ela»e.
Tules Vms, tístampados,
calados y labrados ó flo-
reados al telar ea píe-
sas, cortes, pañuelos,
. esclavinas, tiras, cne-
lloB ó cualquiera otra
forma Id.
Dicbo? bordados á mano. Id.
35
55
400 33
Avaluo. 55
Décima dase,
Encages, entredoses, puii-
lillas, lisos y labrados*
al telar, bordados, etc. Id.
Dichos bórdados á mano. Id.
ündédma elasn.
Percalinas, Instrines, crls-
talinas y demas tclas
que se usan para la fa-
bricacion de flores arti*
flcíales de 20 hilos ar-
riba
Dichas cortadas y prepa*
radas cn bojas, semillas
y otras formas para ha-
cer flores
4t5
S50
35
55
Id. 70 35
Duodécima elase.
Pañuelos blancoa pintados
6 estampados de 120 hi«
los eu adelante
1d. blancos bordados. . .
Los derechos establecidos en este arancel
se cobrarin á los tejidos comprendidos en sus
respectivas clases, ya vengan en piezas, coc-
tes, tiras, cuellos, esclavinas Ó cualquiera otra
forma.
Las telas dobles destlnadas g^neralmente
para pantalones, chaquetas y demas ropas dc
nombre ó para otros usos, lisas, asargadas,
rayadas á cuadros, ó con otras labores, de bo-
lo algodon, quedan prohibidas.
Los tejidos de seda, lana, hilo y ciñamo
qne contenga tnescla de algodon en mas can-
tidad de Ta tel*cera parte, continuarán probi •
Udos 8i no cuenta ÍO hilos en ouarto de pul-
gada española. kw que Uoguen ó escedan de
este número, se admitirán pagando en su res-
pectiva clase losiguiente:
Tejidos tisos, asargadOBi á coadros, ócon
Dtrae labores coq uescla de oeda 0 de íaoa, ó
Id. 440 35
Id. 30 35
Id. Avaluo. 35
con ambas materlas, destioadas generalmeaté
para chalecos, llamados casímires, pelos de
cabra ó de otro modo.
Sí visibiemente doinina la sedo ó la lana
pagarén el derecho señalado ¿ las telas de «e-
tas roaterias respeotivamente.
Si dominare el aigodon conteniendo viai-
blemente niia parte minima de «eda ó de laoa,
"vara euadroda, 44 reales, 35 por 400.
Tejidos lisos, asargados, rayados y labra-
do6 , con roezcla de hilo ó de ¿¿Samo, d«s(i-
nados generalmente para pantalones y otras
prendas de verano, llaraados dril#s, oúUesó de
otro modo, líbra 46 reales« 35 por 400.
' Dichos oon inezcla de lana ilamados^aai*
mires, patencnres, ete., vara cuadrada 43
Ireales, 35 por 400.
j Tajfdos sencilloe, lises ^ aiargados, pifi-
1 tados, Ilamados maselinas de lana ó de otio
I modo.
I Si dominase hi lana, pagarén oomo los te*
]id08 de eata materia, y si el algodoa , vapa
coadrada 8 reales, 35 por 400.
8i se presentase algun tejido de nueva ifw
Tencion qne no pueda (pticarae por analogiai
las partida^ precedentes, pagará Bobre su ava-
luo40 por 400.
Por real decreto de 4643 se aprobaron Um
aranceles reformados con arreglo á las baaea
de la ley anteriormente citada do 47 de Julio
del mismo año , en los que se comprende «1
de las manufAOturas de algodon establecidas
en el t.* articulo. Por este deoreto,^ declt-
ra que las raanufacturas de algodon se admi- *
ten en la Peninsula é Islas BalMres por las
aduanas marílimas de San Sebfttian, fiiibao,
Santander, Goruña, Cádiz, Málaga, Almerla,
Gartagena, AUcante, Valencia, Barcelona, Pal-
ma de Mallorca y Mahoo, continuando los de-
pósítos de aduanas ó de géneros de licito co-
mercio en los puntos que actualmente existen,
escepluando los que por su poca importancia
no produzcan lo hecesaríopara cubrir los gas-
tos. El derecho de depósito ser¿ el mismo que
Fe satísfacia en la fecha d^l decreto. Gonforme
¿ lo dispuesto en la 5.* de las bases aproba-
das por la referida ley de Julio, se establecen
en los puertos de ta Goruüa, G¿dis y Mahon,
depósítüs generales de toda clase de produe-
tos, géneros y efectos.
Para la observancia del arancel se ha es-
tablecido que los articulos de nueva invencion
se despachen imponiéodoles los dere<^os se-
ñalados á sus similares ó análogos por la
I prímera vez, rcmttieudo muestras de etlos ¿
ia direccion general de Aduanas, para que el
gobierno acuerde los derechos que deban sa-
tisfacer por regla general. Sino tuvieran ana-
logia ó semejanza con ningun articulo del araa-
cel, 8atisfar¿n por ia prímera ves el 45 por
400 sobre avaluo en bandera nacionai, y 48
por 400 en estrangera. Que torlos iot artlcu-
los que se presentan en certas cantidades y de
pequeño valor no comprendido» eapreaam^
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tó
Amim
«0
leea el araacel, utisfaráa et 45 por 400 bo-
bre avaluo cn bandera Dacional, ;I8 por 400 eo
estraogera, dando coeota eo cada caso á la su-
períoridad. Que para el despacbodegéueros por
aTaloo deberán presentar ios iuleresados á ios
administradores de aduttoas las facturas origi-
nales de precios.' Quelos artículoii que seanpro-
ducto y procedau de ias posesioncs españolas
de isia, y que no teugan como tales señalados
en el arancel los derecbos que bayan de sa-
tisfacer, solo adeudarán la quinta parte de los
eBtablccidos á sus similares estraogeros, si
TÍDieseQ en bandera española. £n caso oou-
trario, se exigirán los derecbos ímpueatos á
la bandera estraogera procedenie de pais es-
tcaño.
Qoe las incidencias que ocurran cn las ope-
ladoncs de aduaoas sobre puntos compreodi-
dos en la instruccioo para el buen régimen de
las mismas y cxapcion de los derecbos de
arancel^ se resolverán en todos los casos gu'-
benialjramente sín causar costas ni peijuicios
á los ínteresados. Que los cóusules espaüoles
eo ei estrangero espedirán desde luego á los
capitaoea y patrones de buques cerliflcados ó
regístros de todos los articulos admítidos ¿
comercio por el precedenlc arancel, eii los (ér-
m'mos que dispooe la instruccion dc aduanas.
Qoe k>8 intenjientes de las posesiooes espióO'
ks de América dispondrán que por las aduanas
de ias misroas no se espidan registros en
cuanto ¿ tabaco en rama y deinas efecios dc
prohibidaentrada en laPenínsula é islas fialea-
resy siao para los punlos donde existan depó-
ailos geoerales. Que los géueros coloniales y
loda cUac de inercaderias de producciou es-
tran^ra que proccüan de los depósilos de la
Habaoa y Puerto Rico en buques espaúoles,
8atis£ar¿Q á su iotroduccion en la Pcniusula é
islas Baleares ei derecho qiie esté señalado en
ei arancei ¿ la bandera nacional, y aderoas ia
milad del recargo impue¿to á la estrangera,
cualqoiera que sea el pabellon en que ios efec-
(os se ha>an conducido á dichos depositos; pc-
ro si viniesen eo bandera estrangera, adeudu-
rin el derecho señalado á la misma procedien-
do dd punto productor; y flnalmente, que no
ae har¿ alteracion en lo dispuesto en el arti-
cnlo 44 de ia ley dc 9 dejulio de 4844, acerca
de la exaccioQ de 0 por 4 00 de arbitrios sobre
el importe de U& dcrecbos de arancel.
Yamos abora á ocuparnos de los aranceles
iudiciales, quc no son otros que los que de-
termioan K>s derecbos que ban de percibir loi
juecea, promotores, escribanos, y resto de
personas Decesarlas en los juicios.
▲tendida la iodole de los aranceles y lo
dÜÍcU qoe es marcbar de acuerdo cuando de in
lerés se trata, determinaron la leyes su publi-
cidad desde los tiempos mas remotos, y auo
mas termiaaatemenle eo 4480 los reyes Cab^-
Ücos. Kn 4 500 los mismos reyes voivieron ¿
jQaodar qoe asi que un gobornador 6 asistente
se posesionara de su cargo se informase si se
440 BIBUOTECA POPlTLAa.
hallaba ya establectdo el oportuno araocel qne
determinase los dereobos qoe cada cual debie-
ra percibir, y no babiéndole se procediese ¿ sa
formacion sín demora pararemiiirlo a la apro-
baciou del consejo, iraponiendo graves penai
al que ¿ él no se atuviese. £o 4835 se nombró
unaeomision para que revisara los Irabajoa
bechos en la anteríor época consiitucioiial,
mandándose eotretaoto en diciembre del mis*
lao que no se percibieran derechosduplicadoi,
y en 4837aulorízaronla8córte8 algobíemopa-
ra poner en práctica ei trabajo de la cttatJa eo-
misiou empezando en su virtud ¿ regir los nue-
vos araucelea eo 4 *» de febrero de 4838. Des-
pues de olras varias disposlciones apareció por
ün el real decreto de t% de roayo de 4846 y
con él el vigente arancel generai que empes^
¿ regir desde el 4 .*» de agosto. Este arancel
comprende las siguieutes clases: tríbnual sa-
premo de justtcia con todos siis subalternps;
audiencias lerriloriales con los suyos, jua^
dos de primera instancia, Iríbunales cclesi¿str-
cos, y los de coniercio; promoloreá flscales, aí-
caldes cootituciooales, abogados, fleles de fe-
chos, secretarios de ayuntamiento, contadores
y partidores, cootadores de hipotecas, reviso-
res, médicus, cirujanos y profesores de far-
macia. tasadores dc joyas y otros electos,
arlesanos y meoestrales.
Es de notar qiie la caria de los tribnnales
militares haya aceptaéo et arancel de 4^45, y
no sus reformas en 4846qne nulablemeuie re-
bajan los dcrechos. [Yéaie co9TA9, DBascHOS,
TARIFA.)
En ultramar porreal órdcn dc 4835 y -1836,
se ordenó qiie la audienciadc Pacrio Príiicipe,
única á la sazon de la islu, f rmase un arauccl
para todos los tribiinales comiines, eclcsiásii-
cos y prívilegiados de loda ella. el que se pu-
bllcó en 8 de marzo de 1838 pero suspen-
dióse su ejecuciou en viriud de reciamaciones
elevadas áS. M.; perohabiéndosecreadü eutre-
tanto 4a prelorialde la Habana, scaulorizó ¿ stt
príiner rcgente para que formulase un araucel
interíno quc aprobó el capitan general basta
tantoquese formalizase el dinniúvo, lo que se
ejeculó por la real órden de 14 de seiiembre
de 4848, en la que eulre otrascosas se preve-
nia se pusiera en práclica desde luego con la
rebaja de una quinla parle en la ciudad dcMa-
tanzas y de una cuarta cn los dcmas puntos del
territorio de la misma audiencia, recordandoal
propio tiempo que losdcrechosno escedandel
5 tanto de los que en eslos reinos se puedaa
Ilcvar.
£on igual fecbade 24 de setienbrede 4843
se rcmitió ¿ la audieiicia-chancilleriadePuerto
Principe un ejemplar de los araoceles judicia-
les de la Peoinsula, y una copia de los refor-
mados por el tribunai suprcmo de justicia para
el territorio de la pretoríai, á fin dequeensa
visla procediese á pooerlos eu j)rác(ica con las
mismas prevenciones refcridas al traiar de ios
T. III. 4
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S1
ARANC£L-AftANJüEZ
88
de la Habanai con la rebaja ademas de una
•qaiota parle para las ciudades de Cul>a y Poer-
4o Principe y de una cuarta para los demas
pueblos del territorio, encargando á la vez la
reduccion de las partidas escesivas que contie-
ne el arancel de la pretorial.
ARANJUEZ. Sitio real, y villa con aynnta-
miento, en la proviocia y audiencia terrilorial
•de Madrid: corresponde al partido judicial de
Chincbon, á la diócesis de Toledo, escepto en
to [lerteneciente á las reales dependeocias que
corresponde á la Jurisdiccion de ia patriarcal;
pertenece ¿ la órden miHtar de Santiago, y ¿ la
capitaoia general de Castilla la Nueva.
Süuacion y clima. Se halla sUuado ¿ los
40* V 46^ latitud, 0« 4' 44 " longitnd E. del
iQeridiano de Madrid; ¿ la ínárgen izquíerda
del rio Tajo, sobre la carretera general de Va-
lencía y Andalucía, al S. de la villa de Madrid
en un estenso valle rodcado de coiinas, que
<lev¿ndose dcspues poco ¿ poco, van ¿ formar
las sierras que se acercan ¿ la ciudad de Tole-
do. Goza de cielo despejado y claro, de clima
templado y alegre, apacible y delicioso en la
primavera, y saludablc aun en los meses del
estio: esto último cs hoy una novedad, debida ¿
Jas progresivas mejoras de la poblacion, que
jrodeada antiguamente de bosques y roatorra-
les, con casas pobres y mezquinas, sufria la§
«xbalacionés de la marcha leuta del Tajo, 'y de
•^os pudrlderos de basura para beneflciar los
Jardines.
Iníeriordelapoblacionysus afaeras, Reu-
ne Aranjuez cuanto puede ser nccesario, útil y
agradable¿ la vida; palacios,, santuarios y cdi-
ficios dc todas clases, calles esptfciosas, her-
mosas plazas, buenas fondas y hosterias, mu-
'chas posadas, cafés, biilares, ticndas, f¿brí-
cas, etc. elc.
Pará mayor claridad é icteligencia de
jiuestros leclores, decribiremos separadamen-
le todos aqucllos ediflcios ú objetos que me
^ezcan su utcncion.
£n primcr lugar, el Palacio real: obra mag-
ñffica y suntuosa. tanto cn el interíor como en
el eaterior. Tuvo su origen en 4 387 con desli-
1» i ios grandes maestres de la órden de.San-
tiago^ que se hallabañ eslablecidos en Ocaña,
7 que por razon de las delicias y buenas dis-
posiciones de Aranjuez, coroo tambien de la
«bundunte caza y pesca que en él exíslian frc-
«uentementc se hallabau en este punto. Ei
vnaestre don Lorenzo Suarez de Figucroa, hizo
Jevantar en el citado año un palacio de esce-
lente f¿brica, en el misroo sitio doiide hoy
«xiste el Palacio real: su forma era de arqui-
tectura antigua, con cuatro fachadas; en el in-
lerior un espacioso patio adornado de colum-
cas de piedra blanca, que sostenian las gale-
Tias del piso principal. Tenia dosentradas, al
C. y 0., y uu puente de madera y ramage que
^gpues se bizo de picdra, para dar paso por
encima delcnnal de las Aceñas, ¿ la isla donde
eMán 'Ofi jardirtes y Lueita. Adquirida por los
reyes Gatólicos la administraclon perpétoay
el cargo de maestres de las órden^s, ^ aloja-
ron muchas fcces en este palacio, y lo mismo
hicieron los demas reyes. Felipe 11 qutso hacer
un cuarto real para sl, y al efecto eligió el si-
tio al S del palacio antiguo, dejando una calie
pormedio: loprimcro qne mandóiiacer, foé
una capili» pública, y unido ¿ ella el cuartel
real. Enestasdos obras se invirtió baslante
tiempo. Eo el año 4 599 se hicieron dos pasa-
dizos desde ei piso aito para dar comunicacion
al palacio viejo de los maestres, que atravesa-
ban la calle que quedó formada entre este y la
parlemandada construir por Fe1i|)e II. Tambien
seconcluyó en 4599 ei jardin quesirvió para
estas habitacioues del rey (que es cl de lus
Est¿tuas) cerc¿ndole con tapias, y poniéndole
unafuenteenel centro. Delante delacapilla se
formó una plaza de ¿rboles cercada de paleu-
ques y puertas para correr toros y hacer los
herraderos a1 frente de los balcones de pala-
cio. Ei fiejo palacio se destinó para alojar los
gefes y cabalieros de la córte, y el nuevo sir-
vió para habitacion de los reyes. En el patio
del antiguo estuvo colocada la est^tua pedes-
tre ce bronce, que representa el emperador
C¿rlos Y con ei Furor encadeoado ¿ Iqs pies,
cuya estátua se mudó a1 Buen Retiro en el afio
4634, coloc¿ndola en el j^rdin de San Pablo, y
hoy se halla en el real Musco de escultura de
esta córte. £n 4660 se prendió fuego al pala-
cio de los maestrcs, causando bastante cstra-
go en los adornos y muebles interiores, pero
muy poco en la fábrica. En 4665 volfió ¿su-
frir igual desgracia, quem¿ndose un coarto so-
lamente, el cual se compuso luego. En tal es-
tado permanecíó hasta el año 4727 que se
mandó derribar para conctuir la obra del qoe
hoy cxisle, halI¿ndose en sus cimientos VHrías
monedas del tiempd de su constrnccion. En el
reinado de Felipe V se raandó concluir el pala-
cio nuevo, completándoHe un cuadro con cua-
tro lineas de f¿brica y un pntio en el centro.
En 4735 ?e sigiiió ia muralla de Billeríaen el
canal del rior para poder formar la plazuela
delantede la fachada principal del palacio. y
se trabajó en el, resto de esta magniflpa obra,
en el teatro y gabinete pa*a ia reina. Ademas
de las pinturas y dorados que se trabajaron
para este gabinete, sc puso euél una fuente y
juegosde agua en ua peñasco grandecon cua-
tro cabezas de vienlos, y otros peqaeños con
conchas y tazas jie mármoles, y varias flguras
de bronce. En 4740se arregló el coliseo.
Kste palacio esperimcntó ia fatul desgra-
cia de verse envuelto en un fucgo voraz la no-
chedel 46dc Junio de 474<^ estando en él
SS. MM. Aun cuando se acudió prontamcnte ¿
(In de estinguir ci incendio, uo se pudo evi-
tar el destrozo de paredes inleríores y nr'-
maduras: las pinturas y adomos fueron las
que menos estragos sufrieron. Con este mo*
tivo se emprendieron de nuevo las obras qne
duraron algunos afios; pint¿ndose por aqu«l
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^3
AaANJUEZ
fti
tDtoDces al hesco, Uitlade la Gonrersacion,
el leatro y otras piexas quc ann se coosenran.
ConclQida esta reparaclon y la escalera princl*
pal, pórlico y rrontispicio de la parte de Oeste,
se colocaroDtres estitaas de piedra que repre-
sentan al señor don Fernando VI cn el centro,
al señor don Felipe Y á la derecha, y al señor
doD Felipe II á la izquierda.
Gárlos III, nno de los reyes que mas ban
iDÍluido parala construccion de tantos monu-^
mentos magniQcos quoeternizarán su mémoria, '
perfecclonó lasobrasdeeste palacio, y constru-
yó el suntuoso gabinete para su despacho, que
DoUeneríval: está Testidoporsuscuatro pare-
des y bóveda, con piezas de cbina de inQnitas
flgnras de gran tamaño; bello dibujo y mucba
propiedad, pucstas cou toroillos que f^ilmeu-
tepoeden desarmarse. Esta obra fuéejecuta-
da con primor en la fábrica de porcelana de la
Gbina qoe el mismo rey babia cstablecido en
el Boen-Rctiro, y de que nos ba privado la en-
Tidia de los estrangeros. Este roismo monarca
inandd en 4 774 , se anadiesen dos alas prolon-
gadas, unidas á los estremos de la fachada
príncipal, guardando la arquitectura que lenia
)a obra antigua, y mudaudoá la izquierda la ca-
pilla pública: al frente de los dos estremos de
las obrasadicionadas, se hizo una plazuela en
medio del circulo, y en ella doce baocos de
piedra con respaldos fabricados con un gusto
cspecial. Lo grandioso de estas obras con el in-
menso número de árboles que las acompañan,
fonnan el mas delicioso y agradable objeto que
puede concebir la imagiuacion.
Estos fneron los principios, variaciones y
adidones quc ha tenido el real palacio de
iranjaez, basta el estado de perfeccion en que
boy se encuentra: en su interiorson de admirar
losbelloscuadros de Jordanque hay enuoabes-
mosa píeza, representando á Josef el Gahto.
Tambien llama la atencioo el tecbo de esta sala
pintado por Santiago Amiconi, alegórico y
muy t>aeno. No socede menos con otras belll-
simas pinturas y retratos que sc encuentran en
esta y otras salas, pintadas por los mas acre-
dilados y famosos pintores.
Casade Oficiosyde Cabaüeros. Para el
servicio de este mismo palacio §e mandó cons-
truircerca de él, á la parte del Medéodia, una
casa paralos oflcios de boca y para el alojamien-
to de los caballeros, gefes y genlileshom-
bres. Se empezó esta obra en 4 584 bajo h di*
reccion del célebre arquitecto Juan de Herrera,
y se concluyó en 4 76í .
Meal capiUa púHica. La asistencia de los
dependieotes de la real casa á los divinos ofl*
dos, reclamó desde muy tempraoQ la atencton
de los reycs; y al efecio el señor don Felipe II,
maodó conslruir la capilla, de que ya hemos
becbo mérito al tratar del palacio real. A esta
obra no se dióotra formaen su parteesterior que
e) órden qoe goardaba el cuarto real, y una
eápala óm^ia naranjaque cerraba su cnadro,
iattasdo ob pequefio la del gran templo del
Yaücano, y en sa remate se oolooó el reloj: en
lo interior no tenla mas adorno que la fábrica
seguida con pilastra y cornison en sus cüatro
lienzos» y guarnicion de estuco en las venta-
nas; con lo que aumentaba iu magestuosidad
esta misma sencillez: otras varias obras se bt-
cleron á esta capilla para darle mayor eograo-
decimiento, especialmente la tribuna destinada
á las personas reales. Esta capilla se desbiso maa
adelante en lo interior, reduciéndola á meras
habitacibues> y dejando la fachada esterior y
cúpula como aotes se hallaba, construyéndose
otra Tjuevacapilla encl ala isquierdaque soau-
mentó en el palacio: estaes masespaciosa y apa-
recc en Qgura de cuz latina de órden dórieo»
cortados los iogulos de los cuatro principales
pilares que sostienen la media naranja; sobre
la entrada se hizo la tribuna para los reyes, y
otras menores eo los planod del corte de Iob
ángulos: la puerta principal está al Este en un
patio interior: la media naranja con mocbos
estucos y dorados la pintó al fresco don Fran-
cisco Bayeu.
Teatro y plaza de toroa, El primero se
roandó construir por el rey don Gárlos III, en
el año 4767, y la segunda en 4796; reediflca-
da cn 4829 conforme al plan creado por el
arquitecto don José de Rivas. fista última es
magniflca, toda de ladrillo y bóveda con i40
pies de diimetro en el circnlo interior de las
barreras, y con 99 balcones; toda ella piotada
de bucn gusto, especialmente el balcon prin-
cipal y frontispicio en que están las armas
reales sostenldas por dos famas: esta plaza
se estrenó el 4 4 de mayo de 4 797.
Casas particvdares. Gomponiase Aranjuez
únicamente de alguuas insigniflcantes casu-
chas de tierra, y una iglesiaque se titulabade
Nuestra Señora de la Estrella: en csta era don-
dc se hospedaba la servidumbre de los re-
yes, cuandoestos iban de Jornada: snffian, co-
mo era coosiguiente, inflnitas inconK)dida-
des y fastidios por la estrechez de dicbas
vivieodas, y á pesar do ello estaba mandado
termioantemeute que solo pudiesen estable-
cerse en su término los que dependian de la
casa reul; hasta que el rey don Femando VI,
revocó esta antigua prohibicion, determinao-
do en su contra, que pudieran vivir y fabricar
casas todos cuaotos quisieren, á sn libre vo-
luntad, dáodoles el solar gratuitamente, soje-
láodose tan solo al plano y alineacion de ca-
sas y calles formado por el maestro don San-
tiago Bonavit. Desde esta época ha ido pro-
gresando rápidamenle esta poblacion basta el
punto de ser una de lasque mas eocaDtaD por
su dísposicion y topografia. Guenta hoy diain-
numerables ediflcios grandes y espaciosost
hermosas y cómodas plazas públicas, amenoa
y deliciosos jardines que cootienen inflnidad
üe fueotesdel mejor gusto, y árboles y plan*
las las mas raras y descooocidas. Sus paseos
son deliciosos; sea cnal iuere el que se esco-
gilaae para diatraer la Imaginacion, es seguio
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S8
ARANJÜEZ
M
qne se ocn^^frta, no tanto por ta vaHedad
de objetos que ánuestra tista se presentarian,
aino tambien por cl alcgre cielo con que se
etibre este delic'oslsimo pais.
Seria mny prolijo detenémos á hacer uoa
minuciosa relacion de cuantas prectosidades y
bellczas se encuentran en Aranjuez, y que
Qontribnyen á su mayor atracilvo, poes basta
dccir quc es el sltio mas privileglado que han
lenido y tienen los reyes para deseunsar en
las primaverasde las agitaciones y molestia de
1a córte, y con lo eoal puedc snponerse desde
luego, que no escaaeará nadade cuanto pueda
apetrccr el deseo insaciable del iiombre.
Tirmino. Cooflna por N. con el de Cienpo-
fuelos; pero E. con el fle Oreja; por S. con cl
de Ocai^a, y por 0. con el arroyo de Algodor.
Comprpnfle S legnas de largo y 40 de circnn-
férencia. Las riquez^s qtie este suelo encierra
•on grnndiisimas, especialmente el ramo de
arbolado, pnes ademas de que hermosea y da
un realce estraordinario á la poblaciOD, prodn-
ce mucha utilidad para el pais, tanto por el
cdrte de madera para constrncciOQ, cuanto por
la qne se «losiina ¿ combustíble.
Rios y canalei, EI rio mas principa? de Es*
paña, qne es el Tajo, es el qne llega al término
dé Aranjnez por la espaclosa vega del Colme-
nar al C., df jando aqni su rápido cnrso para
cntrar con mansednrobre en eltérmino, y pre-
elpitarse despues cn los Jardines: sus aguas
fbirman la princlpal parie de las deltcias j
jiarticularíJades que se notan en esta dilafada
te^a, sangrándose en repetldos cances y ace-
qnias para e1 ríegode lasinmensas po^esioues
qne cuntiene su suelo. Hay establecidas dos
presas fttuladas la de Soto-Mayor, y la del Em-
bocador, con las cuales se faciüta el rlego. Este
tIo cuenia variospnenles. raereciendo singular
mencion el colganle de hierro, con grandes y
TÍstosos machones de piedra de Colmenar, e1
cnal consia de un tramo de ^tOples deesien-
fion: por él se dirige la carrelera de Madrld á
Valencia y Andalucia. Tamblen e.xisten olros
diferentespnentes de no escasa consideracion,
)es cua'.es facililan el paso á las posesiones
réales.
Camino de hierro, Si hubiésétnos de enu-
merar las inmensas ventajas qne rcporta ¿
Aranjuez e1 camino de hierro, cra necesarío
prolongar este articnlo hasta lo inflniio, y no
qoedariamosjamássatlsfechosdehaberllenado
nuestro objeto: qnisiéramos ser muy felices
para que couociendo estas yentajas los prime-
ros capilalistas de nuestra nacion, seaonasen ¿
ñn de emprender otros c«iminos aun de mayor
estension, y que llegasen ¿algono de nueslros
puerlos marilimos del Mediterr¿neo. Gontenta-
rémonbs, ya qne no con otra eosa, con hacer
QDtt breve reseña del citado camino de hierro.
fiste tiene supríncipio jnnto a1 puente colgante
dé bierro, y frente a1 Palacio reai que hcmos
oitado anteríormente, y despnes de atravesar
|0l (érminos de tos poebloa de GieDpoaaelos,
Yaldemoro, Pinto é imaediacionéS áé Oetafe j
Víllaverde, viene ¿ parar cn las bnertás de 16^
pnerta de Atocha en esta córíe, en cuyo pont
hay establecidauna estacion.
Este camino se hubiera terminado alguOdá
ados aiites, sino hubiesen roediado algnnas cir-
cunstancias parlicularea en la empresa qnc le
tlene á su cargo,por efecto de la crisis mone-
taria en 4847, y aígui;as otras particularidade«
Involuntarias, y á las cuales ocurriÓ con sa
constante celo el señor Salamanca, proporcio-
nando fondosy otros servicios. Hoy dta se hatta
concluidala viade comunicacion y en e1 mejor
estado y perffecta regularizacion en los traspor-
tes. En cl mes de febrero del año 4 854 se ce-
lebró lainauguracion de 'estecamino de hierro»
con la mi^'or soiemnidad y pompa, contribu-
yendo ¿ ella la presencia de 83. MM., y \os
Incansables afanes y desvelos del director re-
presríutante don José de Salamanca (hoy conde
■ de Aranjnez), y del direclor facultativo don
PcJro Miranda.
Salen al dia para Madríd dos convnyes, y
Itegan otros dos de este mismo pnnto: los de
Ma^lrid saleo por lamañana y los deAranJuéz
por la tarde: evitándose dc este modo el en-
cuenlro dc los trenes que sieroprc ofrecen a1-
guna interrupcion. En la actualidad se trabaja
para abrir olra nueva via. y cuando se halle
concluida, correr¿n de nno ¿ otro punto loá
convoyes con mas frecuoncia y comodidad pa-
ra cl páblico. Et preclo de los asientos, es algo
escesivo, mas eslo desaparecer¿ loego que se
pase el prímer efecto de la novedad; pues en-
tonces los empresaríos, comprendiendo mejor
sns intereses,nivelarán el precio de trasportes
y asientos con el v erdadero punto (Je ventajas
qne encnentre el púbtico en hacer e1 comercio
por medio del camino de hierro ó por los me-
dios hasta aqni emplcados.
Pasando ¿ tratar de las ventajas qne reporta
I hoy dia Aranjuez con este nuevo pasodenaes-
llracivilizacion, encontraremos, que ademas de
lo qut^ hermosea la poblacion por los nuevos
editicios que se esl¿n alzaudo, gana tambien
por que ser¿ sin duda con el tiempo un gran
depósito comercial y raercantil, y porque ser-
' vir¿ de solaz y recreo para todos los habitantea
de Madríd?
Feriasymercados, Ceíebrannaferíaestraor-
dinariamcnte concnrrída ydegrandeimportan-
cia en los dias 4, 5 y 6 de setiembre de cada
año, no teniendo necesidad de mercado en dia
fljo, porcuanto se ven muy surtidas todas las
plazas y ticndas de cuantos géncros y efcctos
pneden hacerse necesarios ¿ la poblacion, y
hasia para satisfaccr et deseo de los magnates
que gustan de an trato especial y rega-
lado.
Bistoria, El orígen de Aranjaez se picrde
en la oscurídad de los tíempos. .\1gunoá pre-
tenden buscar en el vascuence ia etimotogía
0e Aranjuez, y otros con mas fundametifo su-
t ^úen existtff en tiempo dc la ini^OQ eaita-
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87
ARANJÜtZ-ARAÑA
M
^oen. Lo cterío m, qoe AraB}ttes faé teatro
de Hi saDgríenta y memorable batalla eo qne
tí Tttlor de l09 carpetaoos uoidos á los vac-
oe<is eo nútnero de cien mlf, cedh5 á mna ea
trategema^ dc AnibaY, y preparó )a rukm de
a^Quto, ocurrida al signfeMe año, 2f 9 an^e-
rfor á hi era erfstlaBa. De elfo e» teslígo infl-
nfdad de caacoa y armas qoe ae han encontra-
do en las diferentes obras de palacio, y sobre
todcf , la espada qae se tc en la Armerla con su
Taioa petriflcada, y que ae halló dentro del
rlo Tajo.
Mff poblacion estaba en poder de )08
irabea ea tiempo de Alfonso Tl. á cuyo poder
pasó con otros Tarios pueblos, por su casa-
mlento con Zaida, b^a del rey moro de SerilÜB
BeiHbabet.
AraD]ues ba perfenecido á los frandes
aaealr^ de fh órdeo de Santiago basta tanto
que pasd ála oorona de resRttas de la medidia
mmeQte polHica de hacer ta refna nmbel la
CMdlica Totar por ^an maestre de ki érden á
8B espoeo doQ Feraando, cortandodeestemo-
do los peligrosos dtsturblos que ocasionaba la
eleccion de tan iBfluyente digntdad.
In marzo de 4808 se alborotó en Aranjoez
el poebh) y la tropa pidiendo la caida del fa-
Torite don Hanuel Godoy, et cnal tüTo qoeocuf-
tarse en nn desTan del palaoio retfl, eTitando
ast hsconsecuencias det prímer furor del pue-
blo, qne pudocalmar el rey den rernando TIT,
entonces principe de Asturtas. Este mlsmo
notin se repitió en h eórte; Hegando hasta ei
ponto de hacer una hoguera con los mnebles
diei gran Talido, que fuTO que emigrar con to-
da 8u familia, decidfendio e9(e aeooteeimieBto
la abdicacion de Cárlos IT.
Bn agosto de l8tH> quislefOB peoetrar los
Hrancesesen Aranjnez, dtrigiéndose porel puen-
te Ltifgo sobreei Jarama, mas Hegados al puen-
te de la Reina y hallándole cortado y defendi-
do por tres diTÍsiones al mando del general
Oiron, toTieron que retirarse los enemígos sin
lograrsuintento.DonFeniandoyil concedié en
4846 ¿ las tropas quepelearon con Taloren
deféDsa de Aranjues, mia cruz de distinclon
cOn este nombre, que tiene la flgura de una
estrefhi con cinco braaos ó rayos triangulafes
é tguales, esmaltados de color celeste^ con fl-
leteís de oro y globitos detmisrao metal en sus
Tértices: en el centro un circulo de oro en
campo blanco, en el quc se tc de relieve una
eorooa eon una F y un Yll debajo de ella, y en
oita blanca con íetras de rojo en relieTe: Ao-
cim de 4809. La cinta es celeste con cantos
anarillos.
fühlaeian, Consta de 4 ,045 Tectoosy 4, 54 0
habitanies, pudiendo alojarse en el casco desu
poMacion hasta 90,000 personas.
ARAAA, aranea, palabra derívada, 8cgun
imos, de a«re natus, nacida del aire, y segun
otros de la toz bebrea arag, que significt hi<^
1«; género de animales que pertenecen á h
dasede los araeitidoa; y qotf , aegun 109 aéüo^
res latreille (iMioMimaJ) y bmtatt^Cimeiée^
racion€B$o^9ho9im^UM) carBcterisanoa dd
modo sigulente: ocho pies; la cabeaa oooAm*
dida con el türax; abdómen pedlcotedo, re^
iloodeado por 1« estremidad; mandlbttlll de
presa, que tieDe*cerca do sn base palpos fbr-
mados de cinco articataciOtteB. hor araAa»tie-
nen seis ú ocbo ojoa colocados nnospare ade-
lante y otros en l06 cosiwla» del- pecho; lo§
palpos son íHifbrmes en las hembras; pero Oit
los machos son hioohadoo, y tieaenen su es*
tremidad el órgiMi» copalaltTo, qoe caal stem-
pre está encerrado en ona pequeña escaTa-
cion; los órgnnos setoilee do his bem^lrafl ae
abren por deba}o det medlo del Ttentre; h»
patasy queestánmitdaB al pecho, sonnNslarga»
en los macfaoir, y se torminan et los dos aexo»
con nñas encorrate; et tbddmen esCÉ onido
al'toras por v» filamento certo; tennHit con
sels pefones, cuatro ealeriomnias grtndoé f
otros dos intennediarioB mas pequeAos, qne
caei nnnca se hacen Ti^lbles slao por medio
de una compresion foerte. Istos petones dan
saHda á nn lieor, qne, con el contacto det alre,
se concretff, de suerte qne poed^forraar esos
bilos sedosos, estraordintrtameate téoues qoe
t(^ el mnndo conoce, f de que se Birren lae
araflaft, ya part entolTef aot btnrfos, ya ptrt
tapiztp m meradav yt ptra soependerse do
ellos, ó ya, en tin, para urdir soe telas, ó mtt
bien IM redes dc oomfnu» tendMit al aiii», y
con eayo aoxflto se apoderan de lot ioeeoloo
qne les sirTett de anmento. Tod^ lostQimtiMl^
de este género son, en efecto, eminentemenlO'
carníToros; se afímeufan de insectos, á los que
en generat no bacen mat que eHuper; tl ma-
yof námero se apod^ de elfe» deteniéndo-
los en st^ toVas ; pero tanhíeo hay mo*
chot que no bHan teh» y se apoderan de sn
pvesa á TiTa fuerza preoipiténdost sobre>ellt
de improTieo.
Entre estos úhimos, el mayor número tntet
de lanzarse tiene It precteclon de Qar nn hilo
en algun cuerpo séíVldo, que en casodtDeeesi-
dad loB sostiene y les permMe poder Tolter oon
prontitnd á su albergue. Sbob' copot fefancos y
sedosos que se Tcn Toltear por el aire, y que
se Heman vulgaraieAte hiloB de ki Vtrgen, son
produchios por arañas de diTersas eepecies. Et
tai la Toracidad deestos aniHMles qoe los de It
miBma especie se attcan muchas Teoes unos á
otros, y el mas ñierte doTora al mas débN. Al
temor de una suerte sem^ante es á lo qoe ae
atríbuye la singolar drcunspeccioncoDqoe to
aproxima el macho á la hembraen el BHHnenlo
desusamores; glramncho tiempoAsn tlrededo»
para asegnrarse de sns disposicieoeB, ae td»^
Íanta oon desconflania, mlentrat no astá stg»»
ro de que ella qulera preBtarBoá sos etridtt, y
despues, en fln, ceando le ptrcoe que eHtetti
determinada áreelblrhia, liega broacBmotiu é
su inmedlacioo, y lo apBca allemtllTtWit»
por debajo del Tientrolt e^renádtd de etét-
000 éa 0tfs p^pOB, qoe i«li» c00pronttui(»pti#'
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59
araSa
60
volrer i comeDMr de^pues de alganos InfttoDtes
de repoco. Es suQcieDte ana cópala para fecan-
disar mucha posturaa, hasta de un año á otro;
pero ordiaariameDto no hay mas que una cada
apo, que tiene lugar en nuestros climashácia el
fin del eatio: los huevos germinan ó hácia el fln
dei otofio óen la primavera siguiente. Todas las
arafias en el momeoto qne hacen la postura la
eovnelYeu eji una ca[ia de seda blanca en for*
rat de cáscara. Las unas los abandonan en se-
gnida, otrascontinúancnidándolos, yenelmo-
mento que saleo á lus se ocupan dc la cduca-
cion de losnacidos; hay otrasqoe llevan conti-
Duamente sus huevos eovueltos cn un casca-
roD redODdo, y se las ve muchas veces arras-
trar eu pos de si este cascaron por medio de
nn híio coD el que lo tieueu uoido á su parte
postepior. Las Jovenes arafias viven al princi-
pio en sociedad» á^u salida del hueyo; pero no
tardao en separarse para no volverse á reco-
nocer mas. Sn su Juventnd sufren muchas mu-
das y su vida es mas ó menos larga segun las
especies. Hay un grau número que solo viven
un año; pero tambien hay otras que viven mu-
chos años. La mayor parte de estas últimas pa-
san el invierno eu uoa especle de adormeci-
mionlo, metidas en agqjeros ú ocullas bajo de
piedras; tambien luiy algunas que para esta es-
tacion se forman una cáscara de seda que les
sirve de retiro.
SoDÍas arañasmuy susceptibles de domes-,
tlcarse. Uo fabricaote de sederias que habia
eraprendido hacer medias con la seda de estos
aolmales (ysegon dicen lo consiguió), ali-
raentaba un grun uúmeco de ellas que ke le
acercaban cuando entraba en la habitacíod
dondeestaban. Pellison, encerrado cn la Basti-
lU, habia familiarízado de tal suerte á una ara-
na cstablecida en el borde de la lumbrera de
su pcision, que acudia al sonido de 1a música y
que á cierta sefial abandooaba lambien su tela
. para vcuir ¿ coger una mosca. Otra particulari-
dad curíosa que presentan estos animales es la
fuersa reproductif a, en vinud de la cual repo-
nen, como se ha asegurado por esperiencías
bieo coDtiouas» los miembros qaehaaperdido.
Este género, estremádameote numeroso en
especies, se Iia subdividido por los naturalis-
tas modernos eo un gran número de seccioncs
distinguidas por caractéres especiales. No per-
mitiéndonos la naturalesa de esta obra eutrar
aqui en todos los pormenores, nos limitare-'
mos ¿ dar á conocer algunas de las especies
mas iuteresuntes. Tales son:
La arana diadenut, que se hallacomunmente
eu oucstros jardines; tienen cuatro lineas de
largo; se conoce por su abdómen óvalo, alar-
gado, rojiso, p4rduaco ó negrusco con una
Ifoea longitudinal de puntos amarillos ó blan-
eos, oortado en su longitud por tres lineas
trasversales semejantes. Su tela es muy gran*
de 7 presenta on plan orbicular y vertical for-
QMdo por un hilo que da vueltas eu espiral, y
ecQjq4ppor otros bllos qoe parten en rayos
del centro comon. Para fabrícar esta tela co*
miensa la arafia por hacer salir de sus pesones
una gota de lícor que aplica sobreun árbol,
coQtiDÚa despues hitando a1 mismo tiempo qoe
se aleja y formade esta suerte un hilo largo, ¿
cuya punta sc suspende; no tarda el viento eo
tlevarla h¿cia otro ¿rbol inmediato, en donde
aplica. el otro cabo de su hilo; hccho esto, se
vuelve a1 medio de este hilo y añade alli un
segundo hilo dcl cual pega 1a otra estremidad
¿ algunas ramas de la inmediacion del príme- '
ro, y continúa por el mismo estilo. Acabada la
tela, forma en una de las estremidades supe-
riores entre hojas que estén juntas un peque-
fio alojamiento, dofide e8t¿ habitualmente y de
donde no sale sino a1 amaoecer y anochecer ,
ó bien para apoderarse de los iusectos qne han
caido en sus redes. Se acopla en estio y pone
8U8 huevos en los últimos dias del otofio, los
qne germinan en la prímavera siguiente.
La araña düméstica. Bs la araña comon de
lascasas, que todos conocea, y que se distin-
gue por su abdómen óvalo, negrusco, coodos
lioeas longitudinales de manchas leonadas eu
medio del lomo. En lo interior de nucstras ha-
bitaciones, en los ¿ngulos de las paredes, en
los vallados y en las orillas de los caminos,
construye nna tela muy grandc« casi horison-
tal, en la parte superior de la cual hay unaes-
pecie de tubo, donde ella permanece sin mo-
vei:se. Para fabrícar esta tela aplica una gota de
su licor en un punto, se aleja hilando y va ¿ pe-
gar en otro punto el cabo de su hilo, Tuelve
despues por este prímer hilo para pegar otro
al lado del sitio de donde ha partido, vuetve al
otro cabo y continúa esUi maniobra hasta ha-
ber puesto muchos en la misma dircccion,
despues de 1o cual coloca otrosque crucen ¿ los
primeros, y como todos estos hilos son visco-
sos ó pegajosos, se pegan los onos¿ los otros
y forman una tela de bastante resistencia.
La araña acuátiea es de cerca de cinco U-
neás de largo, el macho es mas grueso que la
bembra. Todo su cuerpo es oscuro y con una
mancha oblongada, mas oscura en la parte su-
perior del lomo, y cuatro puntos hundidos eo
medio de esta mancha; este animal raro, vive
en el agua, aunque respira aire; nadabocaar-
ríba ó de espaldas, y su abdómen est¿ enton-
ces envuelto eo una aropolla de aire que le da
la apariencia de un globulito argentino muy
brillante. Muchas veces se la ve ¿ esta arafia
venir ¿ la superflcie dei agua y mantenerse
alli como suspendida, elevando sobre ia su-
perflcie la estremidad posteríor de su cuerpo.
No se duda de que esto sea para respirar y pa-
raformarse esta ampolla de úre con que rodea
su abdómen, sobre e1 cual se hallan, como en
todas las arafias, los orifldoá de los órganos
respiratorios. SolofalU saber porcual procedi-
micnto hace que sc adbiera esta pequefia masa
de aire ¿ la superflcie de su cuerpo. Otra sin-
golarídad de este aoiroal es la facoltad qoetie-
ne de coostruirse oo el foDdo del agua un al«
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«4
A&AÑÁ-.ARBlTPfeARffiDAÍ)
61
tergne aéreo, cn donde respira libreinente,
Tite eu segnridad, y cria á su jóven familia.
Este alvergue es Bcmejante por la forma y el
tamaño á la mitad de la cáscara de un huevo
de píchon cortado al través. Esta morada está
enlcrameote Ílena de aire y perfectamente
cerrada, escepio por sn parte inferiur, en don-
de bay ona abertura bastante grande que da en-
trada y salida al animal. Las paredes de esta
espeeie de nicho son del^adas y de un tejido
de seda blanca, fuerte y tupida. Un gran uú-
mero de bilos irregulares la fljau á los tallos
de las plantas ú á otroit cuerpos. Algonas veces
está foera del agua la parle superior, pero lo
regular es que se baile siempre sumergida. La
araña permanece allí tranquila, generalmente
con la cabeza hácia abajo, sitoaoion que le per-
mite ver lo que pasa, acechar su presa y es-
capar al menor peligro. Es fácil conccbircómo
nena de aire su campana la araña acuática.
Al priDcipio llena el agua toda la capacidad de
elfa, para sustituir aire en vez de agua, va el
anímal muchas veces sucesívameiite á la su-
perílcie del agua, se carga en cada viage de
una ampolla de aire, la trasporta ¿ su habita-
doo, y abandonándolo alU, desaloja una eo-
loDma Igual de agua, que sale por la abertu-
ra inferior, y de esta suerte consigue desalo-
]ar toda el agna de su cclda. Esta cspecic se
halla en Europa, y parUcnlarmente en las cer-
eanias de Paris en las charcas dc Gentilli.
La taránlula, Ilamada asi por la ciudad de
Tarento en Italia, encuyo^alrededoresesmuy
comnn, tiene ccrca de una pulgada de largo,
es negra y por dcbajo del abdómen roja, atra-
vesada en el medio por una banda negra. Esta
especie es del núraero de las que no tienden
tela, habita en la tierra, y en ou terreno seco
se bace nn agnjcro vertical de algunas pulga-
das de profondidad y de cnatro ¿ ocbo lineas de
diámetro, cuyas paredes consolida guamecién-
dolas con ona tela sedosa. Desde alli se lanza
sobre los insectos que se aproximan ¿ su mo-
rada, los arrastra ¿ su agujero y los devora
casi enteramente. Lleva siempre en pos de si
sas bocTos, y cuando la cria sale , trepan to-
dos sobre el lomo de au madre, lo que ia hace
aparecer deforme y desconocida ¿ primera vis-
fa. En inviemo se retira ¿ su goarida» cuya en-
trada tiene la precancion de tapar. AIIi se
moere ó se adormece y no sale hasta los pri-
meros dias buenos de la primavera. l4> que ba
dado gran celebridad ¿ esta arafia, es su pre-
tendido veoeno, que scgun iii^a creencia popu»
tar, prodoce nna enfermedad llamada taranlu-
hsmo, coyos slntomas consisten en una nece-
sidad instinüva de cantar, reir ó llorar inmo*
deradamente y sin rootivos, y dna soñolencia
leiArgica. Añ^deae qne esta afeccion no puede
enrane baata tanto que la persona mordida
por la tar¿ntuJa» excitada por los sonidos de la
Biásica, salte y brinque basta caer agotada de
eioaaocio y bañadfi en sudor. Se ha llegado
esta <;¡rconslanoia. Nin|;t]h crédito merece to-«
da la historia de esta enfermedad^qne debe ar-
rinconarse con esos errorcs qoe la ignoi^cia
alimenla, y que cxplota el cbarlatantsmo en
los pueblos quc tienen la imaginacion viva y
el eotendimiento poco ilusbrado. '
La tar¿ntula del Mediodia de la Francia» qoe
no es mas venenosa que la precedente, y cn*
ya manera de vivir es la roisma, se distingoe
de aqnella por su menor talla, so abdómen to-
donegro por^ebajo, y rojo 8oloh¿cia los bordes.
Los aoimales designados en otro tiempo
con ios nombres de araña masona y araña lía-
bicular, no hacen ya parte del género arada,
tal como acabamos de caracterizarlos. Tratare-
mos de él en la palabra migal.
ARB1TRA6E. {UgistaoUm.) La sentencia
pronunciada por los ¿rbítros en virtud de on
compromiso. {Viase juicio de AnBiriios.)
ARBITRARIEDAD. (Polttica. ),Asi se denoroi-
na á la voluntad individoal sustitolda ¿ la iey,
la coal es ó dcbe ser la espresion de la volnn*
tad general. Se comete arbitraríedad, coutravi-
niendo ¿ la ley » «ó interpret¿ndola segun el
capricho y las pasiones. Los empleadoá aubaU
ternos y los fuocionaríos públicos obran arbi-
trariamcDte cnando haccn mas de lo que su.^
respectivo& re^Iamentos prcscriben, caosand'o
vejacioncs innecesariasú losciudadanos, cuando
1a conscrvacion dcl órden público no lo exige
imperíosamente. Estaespeciedearbltraríedad ee
esperímenta mas especialmente en las pobla*
ciones de los grandes imperios, cuya division
gubernativa es de desmesurada estension. La
arbitrariédad roínisterial tiene logar cuando
los depositarios del poder ejecotivo deciden
por si mismos lo qoe solo 1a ley puedc deci-
dlr» y se sostraen ¿ la intervencion de los po*
deres intermedios establecidos por la consti-
tucion del Estado.
La arbitraríedad de los 8ol)eranos se ase-
meja mucho al despotismo, y solo se diferen-
cia uno de otra en qoe aqoclla conslítuye una
infraccion momeotánea de la ley; una ligereza»
pasagera tal vez, de sustitnir so volnntad ¿ la
volootad pública, cuyos órganos deben ser las
leyes, cuando el despotismo es una cootinua-
cion de esfuerzos de este génera, y ann una
forma de gobíerno ya existente ó que se desca
establecer. Por otra partc, uo principc benig-
no y homauo puede obrar arbitraríamente.en
algunas ocasiones; pero ia benignidad se avie-
nc uiuy mal con el despotismo. Gon mocha ra-
zon puede aplicarse estd ol)6ervacion ¿ 1a thn-
nia, que en el sentido qoe los moderoos dau ¿
esta palabra, no es otra cosa que la perseve-
rancia de los detentadores del poder en obrar
con rigor y doreza, y en hacer de nn sistema de
opresion un príncipio de gobierao. Es nece-
sarío 00 confundir estas palabras que no son
siDóoimas ; porqne la ley misom poede ser li-
f¿nica, y sin embargo ínoorrir en arbitrarie-
dad traspas¿ndola, aonone se haga por fllan<»
teta mtrcar los aires qoe debian tocarBc en tropia y bondad de oarácter. la trMtrtriediKl
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(»
ARBim&ffiDAfi—ARBimtO
legal exist^ en donde la ley se presta dema-
írfado ¿ la iQlerpretaoiOD, ó »as maodatos son
iragos y QO precisos : este cs el nombre quo
debe darse y que jnas conviene á las dísposi-
ciones legales que en ciertos c^&os peraútcn
cubrir con un velo la estátua de ia ley , para
valeniQ84e una espresion que lia llegado ser
famosa. Asi la leyde los estadosde sitio, que
suspende el dereclio coniun , para sustituirle
una ieglslaclon escepcionat, merece la califl-
cacion de arbltraria» oualquiera que sea la uti-
lidad que pueda producir en tircnnstancias
dadas. Lajurisdiccionprebostal.delos primeros
años de la Testauracion en la vecina Francia»
no era otra cosaque una jurisdiccion arbi-
traría.
JLa arbitrariedad lelna en todos los paises
en que se carece de una legislaciod clara, Üju,
racional, cQmpleta; en nii^una parte es mas vi-
tuperable que en^a^ministraciondejusticia,
en que la imparcialidad es la condicion mas pre-
cUa é indispensable, porque el Juez debe ser tan
ínílexiblccomo la ley en cuyonombre ejerce su
elevado ministerio. £n log eslados blen cons-
tituidos la arbilraríedad en poülica es ta es-
cepcioB , en los dcmas la regla, y reducida á
sistema toma los nombres de autocrada, des-
pctümo 6 tirania segun las formas de que se
reviste« En Roma biso indispensablc unacolec-
dOD de leycs que fue redactada cou el nom-
bre de leyes de las Doce tablaM; los códigos
franceses que constituyen nna regla inmuta-
l>le de derecbo y de justicia, la ban hecho des-
aparecer de los tribunales; pero en la mayor
parte de los demas paisesi se halla desgra-
ciadamente favorecida por una legislacion con-
fusa, contradíctoria» y cuyos elementos se des-
conocen muchas veces. La dictadura y el
vidéout oón8ule3, constituian en politíca una
arbitraríedadlegal; y esta arbítrarledad fué
coofesada con la mayor osadia por Luis XIV
en aquella palabra: «El estado soy yo» y nun-
ca se llevó á tal estremo como en tiempo de la
Gonvencion nacional. El poder arbitrario es
una cosa muy distinta dc la arbitrariedad:
aquel poder es una especie de despotismo , ó
m^t dicho el despotismo puro. El famoso ar
ticuk) 4 4 de la antigua c^rta francesa, susti-
tuida al poder constitucional de los reyes, otro
poder arbitrario , cuyo ejercicio en un pais en
que la ley no reconoce uada superior á elia,
llegó á ser funeslo al primcro qne tuvo el
Mrevimieuto üe ensuyarlo.
Kn derecho , y :^übre todo en el derocho
.admiuistrativo , so ^ace una disUucion muy
imporíante entre las dos palabras, poder arbi-
trario y poder discrecionai. Cuanuo tratemos
de este úttimo daremos la conveniente espli-
cacíon.
AliBlTRIO JUDlGIiL. {Ugülacian.) Bajo dos
aspectos se adtuitc en la práctica el arbitrio
del Juea* 6 hien conaiderándole la facultad quc
en él ceside de determtoar sobre puntos de los
que nada ban decidido las leyes, ó bien como
otra facnltad discrecional que tambien tiene de
decidir dentro de ciertos 'Umites acordados por
las leycs. Hay, por lo tunto» uo arbUrio del jues
estralegal, por decirlo asi, pero queno seopo-
ne á las leyes , y otro arbitrío que solo pucde
I usarse contando con cicrtas reglas ó prescríp-
I ciones de las mismas. De estos úlümos, adouias
j de otros casos civiles, puede contarse la liber-
tad que hasta un cierto punto se deja ¿ los ^i-
I bunales por el código críminal para*agr^var ó
I atenuar las penas, y con especialidad la regla
, 45 de la lcy provisional refornaada prescribiea-
do reglas para la aplicacion del mismo oi^-
digo.
El arbitrío estralegal solo cabe en asuntos
civileSy pues que en lo criminal no puede ad-
mitirse como peligroso, y por ser de asuntos
mas complejos; hay ademas de estas conside-
I raciones Úlosóflcas una prescripciou espreaa
j del código penal vigente eu que se dispone,
quc si lüs tribunales tuvicren noticia de a^gua
necho quo á su juicio fuera punible, peroque jdo
se halle penado por el código, se abstengan de
todo procediaiieuto coutra él, dando en su caso
parle al gobieruo. Bacon, movido sin duda de
esle seotimiento juridi^o, establcció aquel afo-
rismo: Durume$t torquere legesaifhociuiar'
queans homines. £n lo civil los negocios a^a
mas variados, la sociedad no se halla casi
nunca intercsada directamente , son capaces
de transigirse, y pueden los interesados some-
lcrse á una decision equitativa» aun cuando no
soa pronunciada stno con arreglo i la moral y
á la justicia metafísica, que en muchos casos
es la úuica rcgla del juzgador. De aqui la ne-
cesidad de estos juicios. En este particular de-
be aspirarse en lo posible á debilitar, no empe-
ro ádestruirabsolutamente, el arbitrio pru-
dente del juez. Asi lo reconocen los mayons
fílósofos. Aristóleles cstableció el principio:
Leges ÍÜCB optimce quos arbitrio judicis pama
relinquunt. Y Baconle reprodujo mas tardecoQ
I estas palabras: Optimam emlegemqucBmini'
: mum relinquit arbitrio judieis.
I . Pero esle arbitrio ludicial, no debe enteo-
I derse quc deja en libertad completa al juet ,
I antes bien se halla muy sujeto, y ademas de
seguir las prescrípciunes de la justicia univer-
sal y delderecho natural, tiene que atenersei
reglas; asi que debe tener presentes los casos
ó ejemplares que bayan acaecido con anterio-
! ridad; couvendrá tambien que proceda por una-
, logiu, es dccir, ya que cl caso uo exista es-
prcsaniente eu las leyes pueden estas liaber
previsto otros análogos, y debeu aplicarse al
que se ba de decidir las disposiciones legisla^
tivas de induccion. Y solo cuando no haya es-
tas circunstancias es cuando el Juex debe acu-
dir únicamcnte á sus luces, á la rectitud de
su ciencia, á las.máximas eternas de la.equi-
,dad, acomodando por ellas su falio ¿ la legis-
lacion del pais. £1 juez no debe ser un aut6->
mata, ni tampoco un legislador, sino unregu*
I lador prudeote é ilustrudo que respete la ley,
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tó
ARBmiO—ABBITUOg
M
y que la espliqoe y apliqne á los casos pricti-
cas qoe se ofrezcai.
Una coestioh se sqbcíU sobre e1 modo práe-
tíco de ejercer el arbitrio judicial: á saber.
iCoaado el caso está previsto por 1a tey y e?ta
se balle aBticoada, como debe fallar ei Jües?
Is wAido qae unade las leyes de nuestros có-
digos diapoiÉeque no paeda alegarse contra su
ol»erTanoia, ei qne han caido en desoso, pero
esta misiDa iey tia qaedado anticoada, y ade-
mas de eato cuando la opinion geúeral se ha
proBondado eapllcitameQte contra una ley, y
es recbasada por la época, Tanos son ios es-
faenoe qae se Iiacen para qae se observe, y el
}Qes qoeda iibre para pronuociar segon su ar-
Utrio, 8in esperar ia decision del leglslador,
porqoe no pnede abstenerse de foilfir, siendo su
deber adaíoistrar Justica. Pero debe examinar-
se eon detencion ante todo, si en efecto la ley
de qoe se trata ha caido eñ desuso, loque po-
drá cooocerse por las decisiones de ios triba-
aaias ó por la costumbre coutra ley; porqae
mieotras no hay oumifestaeioDes esteriorcs de
foe ooa ley ba quedado anticaada tiene el Jaes
qoe faiiar sajetindose á sus disposiciooes.
Olra caestion se suscitatambien, qae nues-
tras leyes patrias tieneu sin embargodecidida.
gkbe ei Joes semeoeiar por lo qae conste en
tl proceso, ó por saspropiasconTiccionesT Es-
ta eoestion es opinabie, y aon haata cierto pun
to admiaible eo su seguoda parte, cuando el
^ez es on Jorado; entonces los qne le compo-
. oen soo personas iegas, sin conoclmientos Ju-
ridicos, y por lo tanto, cuando se ies llama á
decidir, debe contarse con sa iostroccion, que
solo les permite qoe sentencieo por sus con-
Ticeionoe morales. Otra cosa será cuando el
Joes sea y obre corao letrado, eotonces no tie-
ne otras pruebas qne las que ezisten en autos.
Lo que no está en el proceso no está para él en
el muudo, y tiene que someterse única y es-
dosiTamente á lo qoe «determinen las leyes,
hadendo callar sospropiosseatimientos estra-
legaies y que posea como parUcular. Obrar de
otro modo, seria concnlcar las leyes, y abrir la
poerla á maltitud de abusos en la admintstra-
eion de jnsticia.
ABBITRiOS. (Administracümyhaoitnda.)
Ksta palabra, ademas de la acepcion Juridica
qoe la da el sentido de sentencia arbitral, y de
el 080 morai qne entiende por arbitrio la to'-
kmtad iudependiente del horobre, tlene otras
dos, ooa deotro dei dominiode la admlniatra-
eioQ, otraen el terreno de la bacienda pública.
Trataremos de ambos en an solo articulo, por
■er materiasqoe las dostienen aigOQa aoalogia
oklre si, y porqoe de este reodo, bajo uu solo
pono de Tlsta puede comprenderse todo lo
itlaiiTo á estos importaotes asantos.
Bajo el aspecto administratiTO cooooemos
los orftttrios fntimetpa/es, qae soa aqoellas
prestaciooes qoe se exigen, ora de los Tecinos
Mde lostraoaeuDtes, eon el objeto de conse-
S&irooaomealo eo iosingresos decadaayuo- 1
444 WBLIOTECA POPUUU.
tamieoto, para snbTeoir á los gastos^bien seaa
estos ordinarios ó estraordlnarios.
El marqués de VaHesaotos en una ef celente
obraque dióá luz con el nombrede: ««Elenien-'
to6 de economia politica cen aplicacion á Espa-
ña,» consideralosarbitriosmunicipales, como
la carga mas ruinosa que sefre el puebio es-
pañol, ora se atieoda ¿ su cantidad, ora al
roodo de sn imposicion, la qoe le proporciona
roeuos otilidades, ai misroo tiempo qoe des-
U\íY4 su riqueza, ahoga su ezisteDCia, y no le
deja medio de pagar ias Justas y necesarias
contribacioDes que deben alimentar el real era-
río. Tales son los peijuiclos que causan.
Los principales de estos derecbos soo los
impuestos: 4.® en barcas y pueutes: 2.^ sobre
los comestibles que se prodocen ó pasan por
los puebfoé: 3.* sobre los demas géperos co-
roeroiales en tiempo de feria ó fuera de elta:
4.** sobre ias tiendas ó Tendertas: ft.^sobre las
cames: 6.'' el estanoo de k)s objetos de prime-
ra necesidad: 7.^ el derecho de marca sobre
los carmagee y otros mucbos. Los eslaucos de
losgéneros de primora necesidad, son la ruina
de la agrioultura, de la iodustria agraria, dei
trifico maa esenc.ial de las familías pobres y
trabajadoras, del espfrita de industría y de ac-
tiTidad en el pueblo, y opuestos, en fin, á las
sanas costumbres y al derecho natural. Todos
los arbilríOB municipales debieran ^eTisurse
para anular tos que sean directamente opues-
tos al fomenlo de la riqueza, y los que no re-
caigan sobre los Tecinos del mismo pueblo.
Las contríbuciones sobre los objetos de
oofisttmo, ademas de proporcionar considera-
bles iogresos á la bacienda nacional, son tam-
bien UQO de los arbitríos municípalefi roas im-
portantes: piiedt-n ezlgirse, bien en cl monien-
to de la prodaccion, bien ¿ su tr¿o8ito ó circu-
lacion, 6 bion en el momento de su consumo
deOnitiTo: en el prímer caso el producior paga
el Impuesto de todo lo que prodnce sin saber
lo que podr¿ Tender; no sun muy gencrales
esta clase de arbilrios, porquese sufrcn en ei
momento perjuicios de que no se sabe si po--
dr¿n resarcirse. Tambien se pagan al iransilo,
es decir, al pasar las personas ó cosas por los
portazgos eslablecidos en los caminos, y al
entrar por las puertas de las ciudades. Si cs-
tos impuestos soo arbitrioa locales para la
construccioo de uo camino ú otra eropresa
púbiica, no parecen tan odiosos; pero liay que
tener mucbo cuidado con el abnso en la impo-
sicion deestos arbitríos. (Véase consumos.)
Gon el nombre de arbilrios nílraordina*
riúB de kmrienda se conocieroo y aun se co-
noéen las contríbuciones, préátamos y toda
clase de recursos de que se han Taíido los go-
biemoa para cubrír el déflcit dc los presupues-
tos páblicos desde los antiguos tiempos. Su
orígen puede tomarse casi desde la restaura-
cion de la mooarqaia goda en las mootañas de
GoTadouga y de Sobrarbe^ pues Jesde aqueila
époea cooieozaroo los aporos del erarío, apu-
T. .iir. 5
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(fí
ARBIHUOS-^AftBITROd
M
ros qae hicieron qdé nofie Consoltase siempre
Jos recarsoB menos lesivos de la riqaesa pú*
büca, que se tíó may á meDudo aiotada por
exacciones terribles.
El ilustrado autor del Dicciooario de ba-
cienda con aplicacion á España, <ton José Gan-
ga Argttelles; enamera y'clasifica todos los ar-
bitríos estraordinarios dc qne la perícia de ios
bacendistas espafioles se ba Talido, desde el
siglo XV al XIX, para suplir las escaseces del
tesoro. Puedenreductrse áonceclases: 4/ los
que ban recaido directameote sobre la riqoesa
y la poblaclon: 2.* sobrc el comercio interíor
y ceteríor de la Peniosula: 3.* sobre la ley de
la moneda, los pesos y las medidas: 4/ sobre
el crédito público: 5.* sobre la enagenacion de
flncas y de los. atríbutos de la sobeiania: 6.*
sobre el empeño de las rcntas:' 7.* sobre la
ecopomia en los gastos: 8.* sobre la suspen-
sion de pagos: 9/ sobre adjudicacion de dere-
chos al erarío: 40:* sobre Toluntarías presta-
ciones de dinero: y '4 4 .* sobre el beneflcio de
las flncas de la nacion, y otros mochos aríi-
culos que seria largo enumerar.
Pero á roedida que la ciencia de la bacien-
da se faa ido perfeccionando, y con e.speciali*
dad desde el reinado del señor don Cárlos III,
estas prestaciones se han ido sustituyendo con
impnestos regulares y medltados, ¿ punto que
en el úlfimo slstema de presopuestos de23 de
•mayo de 4845 se hace ya muy poco uso de
la fOK arhiirios,
El monumento mas modemo y al roismo
tieropo mas notablc que tenemos de estos ar-
bitríos es 1a instruccion provUional de 9 de
mayo de 4835, que trata de los arbitríos apli-
cndos á 1a amortisacion por los realcs decre-
tos de 4 defebrcro de 4824, y 34 de dicierobre
dc 4 829, estos arbitríos son hasta el Dúroero
de cincuenta y cuatro, siendo de observar que
siempre ban flgurado entre ellos las flncas del
Estado, pingt&e ingreso, y tal m la mas impor
tante de todas las rentas que componian estos
arhitri09. Pero coroo ya se ha dicho, son pocos
ios que quedan tigentes, despues del sistcroa
dc 4845, que forroando un acervo comun dc
todas las contríbuciones é impuestos, no abs-
crlbe con paríicularldad ninguna renta al pago
dc deterroinado servicio pábllco. Sin erobargo,
hoy pueden considerarse coroo vigeDtes nue-
ve aiticulos de los cincuonta y cuatro antes ci-
tiiüos; los deroas directa 6 indirectarotmte han
sido aboUdos. He aqui los que res;ao: 4 .« anua-
Íitdades y vacantes: tj^ cinco por ciento de ar-
bitríos municipalei y particulares: 3.** cioco
por ciento de rentas y arbitrios enagenados:
4.^gracias a1 sacarydispensas deley: 5.''roe-
dia anata de mercedes y sus quindenios:
tf .* gracias de crnces españolas y estrangeras:
7.* oficios de hipotecas con los derechos de
Inscripcion: 8.* quince y veinte y ciDCO por
Giento de adquisicion de roanos muertas:
9.* valimlenio de oficios enagenados y pro-
ducio de arripndo de eitcríbanias y notarias.
De todo lo diclfó se inflere, oontrayéndo-
nos á la hacienda, quelapalabra arbitríos se
ba aplicado con especialidad ¿ ios que ae des-
tinan ¿ la amortisacion de la deuda púbiica,
con el fin de inspirar confiansa ¿ los acre^^o-
res del Estado, pues que siempre se ha estado
pensando on nuevos recursos para sostener d
cjrédito y estinguir ó disminuir los fondos pú-
bljcos. Hoy se usa todavia de la misma espre-
sion en el proyecto de arre^o de la deoda, y
se siguen denominando arbitrios todos ios me«
dios que se escogitan para sumínistrar fondos
para su amortlsacion.
ARfilTROS, ARBITRADORES. (¿e^'alaoton.)
Gon esla palabra se designa ¿ los Jueces amf •
gables que nombran las partes para transiglr
sus diferencias. Rigorosamente hablando, los
¿rbitros no son jueces, porque les falta la aa-
torisacioo pública para resolver en un litigio;
pero la reciben de las partes, que los revisten
de poder baslante para llenar el ob]eto; dere-
cho precioso qne no puede negarse ¿ ningon
español. La ctimologia de su titulo procede de
que las partes son árhitras de elegirlos; 11¿-
roanse tarobíen coropromisarios y avenidores,
por ei compromiso que contraen y avenencla
con que se nombran. Poderoos dar ¿ los ¿rbi-
tros la deflnicion dc fer$ana$ de la oonfianta
delosUtigantea nambrados por etlospara f«*
solverBusdifereneias. Estosjuecespaedenser
de derecho ó de hecbo. Los prímeros enleri-
dos del pleito, lo deciden con arreglo ¿ las
fórmulas y testo de la ley: los segundos, lia-
roados tambien arbilradores ó amigables coa-
ponedores, fallan con arreglo ¿ su concienda
y sin sujecion ¿ fórmulas ni leyes.
Todo el qoe cst¿ en aptitud para compa-
recer en juicio tiene derecbo para nombrar
¿rbitros; peroel que rue?e]iiez ordinario en la
misma cansa podrá ser arbítador, y no ¿rbl-
tro de derechou Los árbitros podr¿n ser nno 6
mas, y si discordasea cn algun punto, m^ de-
cidir¿ esle por el mayor núroero de votos, ¿
mcuos que el desacuerdo sea con rcspeclo ¿
lacantidadenquealguno fuesecondcnado; paei
en esle caso es prereríbie y v¿iido el fallo del
que lo hiciese por la cantidad menor. Si el
desacuerdo fuese en todas las circunstancias
dcl litigio, y no hubíese mayorla, podr¿n ioa
interesados nombrer un tercero que decida; en
su defecto lo nombrar¿n los ¿rbilros y si no
io hiciesen y una de las partes lo exigiera,
podr¿ el Jnea apremiarles pare que lo verí*
flquen. ,
filencargo dc¿rbitro es volnntario, peroona
vei admitido, ileva Iras si la obligacion de des-
empeñaríd hasta la comiasion del litigio. Sin
embargo, bay casos en que puede dejarse;
por ejeroplo, cuando el pleito se llevare al tri-
bunal ordinarío, cuando las partes se habie-
ran coroprometidó en manoa de otro, ó algaoa
de ellas le denostare; si fúese cobartado con
amenaaas, y por úitimo, ai hubiere Jasta caofui
por la cual no deba entender en el asunto. Ea
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AHBITaOS--ARBOL
7«
el easo de que los árbUroa no CQmpliosen cod
M cometido, y uno de los litlgantee lo solici*
tc, deberá el Joex apremlarles para qoe lo ha-
gan aefialéndoles plaio, y aan eocerrarlosjen
ona casa basta tanto qne lo terifiqnen, al ei
ipremio no bastase.
Pnede ocorrir tannbien el caso de qoe algu-
ao de lo6 liiigantes lo^ recuse, bien por cau-
m posteriores á su nombramiento» ó porque
liendo anleríores á él, no bayan sido conoci-
dos basta despues de nombrados.
Ki eneargo de árbitros cesa en el momen-
toqoe muera ono de los nombrados ó de los
qoe sostienen el liligio, i no ser qne se bu-
biere becbo esla salredad al tiempo de elegir-
lo: eesa igoalmente cuando algnno de los ár-
bitros se incapadtase legalmente ó si la cosa
nprodojo el liligio perecidse ó fuera oedida
na de las partes por su cootendiente.
Todas las difercncias poeden couflarse á 1«
dedsioode los ¿rbifros porregla general. La
vo/oiifad de los litigantes es laquedetermina
en todo easo la duracion de su cometido. Pero
de este principio se esceptuan las causas cri-
ninales en lo qne se reOere á la imposidon
de las penas, los negocios en que se trata de
los intereMs de ios pueblos y los que median
enlre el eeposo y la esposa en lo reiatiuo i los
lasos qoe les unen.
Al tiempo de failarseel litigio es indispen-
sable y precisa la asistencia de todos los ir-
büros, cooio no sea que ai conlraer el com-
promiso se boblera contenido lo contrario; no
siendo asino poedeescosarse la asistencía
de todos, sBDque alguno de ellos conviniese
eo qne se dé el fallo sin estar él presente.
Deberá pronunciarsela seotenciadentrodel
tiempo señalado en el compromiso; pero podri
düerirse, slempre qne se faculte i los irbltros
al eCecto, porque baya causa que lo impida,
siendo indlspensable en esle caso que concur-
ra la Tolootad de las partes, y si aiguna de
eHasno qoiere consentir, ó losirbitosseopu-
siesen á la próroga de la sentencia, se tendri
por termíDado el poder, annque en el primer
caso» lucorrirá el que fuerc caosa de ello, en
h pena qoe se baya acordado en el compro*
miso. Los árbitros deben procurar la termina-
cion del negócio en el mas brere plaso posible,
coando no se bubiere señalado ésle; pero si
pasados tres adosno sehobieraconcluido, ca-
docan siis fonciones.
La sentencia qoe los irbitros prononcian
üene la foerza necesaria y baslante para qne
sia otro reqolsito se proceda i ponerse en eje-
CQcion. Podrán, no obstanle, apelar de ella las
partes, si de anSemaao se bobieren resenrado
este derecho. K3ta doctrina admitida de poco
Itanpo i esta parte, deroga algunas disposi-
dones de las leyes de Partida.
TodaTia entraremos en algunas cpnsidera-
dones masestensas sobre esta materia, cuan-
do al ocopamoa de 1a de juicios consagremos
marticolo espeeial al luicao de aibitbos.
ARBOL. (¿aaMaoéofi.) Bajo muy distintos
aspectosson y nan sidosiempre los irboles ob*
Jeto constanle deios fallosdel legislador. Ofre-
cidos por la naturaleza al liombre, no solo pa-
ra placer sino para so vdirecta utilidad, llegan
i considerarse como de parlicular propiedad^
y en tal conceptola ley señala reglas y demar*
ca sus limites. La codicia ó la mala fé pueden
atacar esta propicdad y de ahi las difereutes
medidas y sanciones coo que tau pienamente
nuostra legisiacion la proteje asien su partc
ciYil como eola penal y administralira.
Tanto por su nacimiento como por su mo«
do de nutrirse y desarroiiarse, no puede me-
nos de considerarse i los irbolescomo acceso*
rios de la tierrai Pierden, sacados del te^no»
todas las condiciones de sn existeocia, y de
aqui se díce son sns accesorios. Pero para con-
siderarse como tales de determinado lerreno,
00 basta hailarse eo éi introducido, es absolu*
lamente indispensable que el irbol haya ecba«
do en él sós raices, siendo estas, como lo son.
el órgano esencial de su vida» por decirto asi,
trasmisoras del Jugo y sustancia de la tierra.
Solo desde entonces es cuando el irbol se uoe
é identiflca con ella, hasUt ese caso tanto poe-
de estar en uno como en otro terreno, no su-
friendo detrimeoto algono sacindole de aquel
en que se encuentra. Los irboles» pues, son
accesorios de la tierra en que echaron raices,
regla general en todos los casos. No pudiendo,
darse cou propiedad el nombrede irboles i los
ya cortados, sino el de madera ó leña, los ir-
boles en pie se consideran como inmoebles.
Los firos pueden ser IleTsdos de on terreno i
otro, pero esto mismo demoestrason cosas des*
iioadas i encontrarse fljas en tal ó cual punto.
El órden natnral exige que siendo ei suelo co-
sa inmueblo lo que no poede existlr sino ad-
herido i él lo sea tambien. Moestras. leyes no
declaran especialmente el punto qoe dilncida-
mos, pero declarindose por eilas como inmoe-
bles los alfolles de madera, las tinajas empo-
tradas en tierra y otras cosas semejantes deben
serlo tambien los irboles. Para que estos se
coosideren como tales, es necesario que ten-
gan un tronco del coal pueda sacarse madera,
y ramas que formen lo que se designa con el
nombre de copa. Las leyes romanas declara-
ban se considerasen igualmente como irbo-
les lasyedras> sauces, cañas y Tides, ül. 7,11«
bro 47 del Digesto; las españolas no lo oon«
flrmau asi.
El irbol, sea quien fuere el plantador, per*
teneceri siempre al doeño del terreno en qne
se baya TeriQcado ei arraigo. Goando los plan-
te agenos, eo soelo propio, debe pagar su ts'
lor al dueno de ellos dn distlndon de planta-
dor de buena ó mala fé. Ley 43 del tit. t8 da
la parle 3.*Si io plantase propioen lerreño age-
00, segon el Fuero Real, perderi el dominio del
irbol. Ko la ley 4 .* del Ut. 4.* del libro 3.* dei
Gódigo se fljan las indemnisaciones para el caso
de plantar en beredad comun ó en la que nno
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7<
ARBOL
n
dé buena fé ¡MMMe, reclbtili áe^tre^iae no era
dueño. áoerca de) plantador de árbofea agenoa
en terreuo de otro, nada dieen nuestras leyee.
Esto no obstante, at dueño de los árboles dc-
berá negarsé su reWfndtcaoiOB, puesto que per-
dió 8U dominto por ser ya acceeorioa del nne-
Tü terreno, pero oomo lampoco es Joato enrl»
quecerse con perjuicio de otro, se ie concede-
rá 1a estimacion contra cl doeño de aquel:
del plantador de boena fé nada pt»ede exiglr-
se, pero si daños y perjuicios del que )a tenga
mala^ El plantHdor de buena fé á su vez debe-
rá ser rcintegrado por el terdadero doeño.
Segun la ley 43 del tit. fS de la Partida 3.*
cuando tenga un árbol sos raices printipalcs
en una heredaü, será del dueño de ella, aon
cnando hiibiese sido plantado por el de la co«
lindante y sobre esta cayeren las ramas, pe-
ro si las principalesraices qoe lo nutren seha-
llaren parte en cl suelo de uno heredad y par^
te en el de otra, será comun de m duefios.
Siendo dueño del árbol el qne lo sea del
terreno donde se hubiese arraigado, es otí-
dentc que solo á é1 perteneberán los fTutOS que
produzca, aun cuando sus ramas cuelguen so-
bre el campo vecino. Pero no siéndole á rtadle
permitida la entrada en la agena heredad siu
▼enia de su duefio, ha sido indispensable que
lás leyes den a1 propietario algnn recurso para
recoger su frnto caido sobre 1a collndante, aun
cnando dicho duefio qnisiera impedírselo. De
Mo tuvo orígen entre los mfflantos el Inter-
dlcto concedido por el pretor bajo el nombre
de glatidB legenda, e1 cual fbrma en el Di^esto
éi tlt. tl del libro (5. Remedio rgoal hállase
tiimbien consignado en ta ley 48 del tit. %S de
]a Partida 3.* y enumerado como uno de los oa-
Cbs en que puede entrarse en heredad agena,
pero en ires dias y no mas, dice la ley, pres-
erípcion brevisfma que tambien Ojaba 1a del
Digesto. No debe omitfrse, sin ombargo, que
ésta disposicion de las Partldas no se obser-
vaba generalmente cn todo el tcrrltorio espa-
íol. Donde estéen nso el Puero Real deberá re-
gir la qne este código espresa en su ley 45 1(-
tulo 4.* libro 9.** la cual dlce «que si cayere el
fmlo de árbol proplo en terreno ageno el se-
íior del árbol pneda cogerlo en aquel dia que
cayere. sin otro dafio que ñiga al seflor de ia
tterra, é s) cayere ante cl fmto, cójato al otro
tfla, é si éi no lo cogiere, como sobre dicho es,
tfea de aque) cuya es la tierra do cayere.»
En algunas otras partcs^ por cosiumbro 6
fbero, los fmtos que caen en un campo perte-
niecen a1 dueño de éste: asl los fueros de Ar»-
gon disponen que el que tenga es su heredad
nn árbol con ramas que hagan sombra en el
fhndo ageno debe permitir al propietarto de él
tomela mitad de los frntos de aquella rama ó
que en otro caso las corte, como tratando por
tal disposicion de cómpensar los peijniclos qoe
pueden resnitar á un propietario con alginia
I^artcdeutilidad.
Segun la icy 7.» del titulo S8 de ta Pttrti*
da 8, los árbolM plantiidós ea la libértt áé
los rios pertenecen á los duefios de loe pre*
dies inmediatoa, poeato qoe étn snyas lai
mismas ríberas. Los qoe oon qd troto de tier-
ra trae á oueatro predio una avenida, isi qne
en él arraiguen serán nuestros, pero debiendo
abonar ai dueño el menoieabo qae Boft ió, fa*-
sado por peritos agricultores.
Gierto es que cada coal en so propiedad
|uede hacer )o qae le convenga, pero á pesar
do esto, la misma ley que le protege le hase-
áalido loi limitei qoe aeonsejaa la libcrtad 6
interés, tanto de la utilidad piltblica» eemo It
de los demM propietaríos.l Porestoel énedo
de nn predlo lo es para piaatar, BiaDteoer 6
destruir árboles ei^ eo terreno, pero oOii oier-
tas restdccionei nacidai de io qoe digttmft
espuesto. Goando sa vecino ae vea attMusado
de peiigro á caosa de árboies graadea ttei tr-
raigados, los coales producirian dafio á éi ó á
sns casas cayendo, puede reclaraar aeiie el
Jues á fln do qne hagaeesar el pellgro, recnr-
80 qne los práetieos ooloean entre laa dennit-
cias deo6ra vit^a, Antesdedareljtiemla*
)io, oirá i los peritos para eerciorarse de Ü
'efectivanDente hay tal peligro, si es iamiaeoto
y que daños podria eaosar 7 sí ea tedas ios
partes el peligro existe, d Joea miBdará
echarlo á tierra, como se hal&a dispiitsto ea )a
ley 4 3 del titulo M de U partida 3.*
El árbol plantadoen terreno veoine fuedi
muy bien n^oft^erpeligro algono iftiniaeiiM
y visible, pero teniendo en nuestro sueio in-
troduotdas sus raices, puede ooartar el Ifbre
ejereieio de nneelro derectio de propiedad ó
hacer qüe peligre una oonatraoeioa naestra.
En este caso, y oonoiderando qne aadie tiene
derecho á que su Arbol se alimente oon ei
Jugo de un terreno que es nueetro, pr^via atf*
toirzacion del Jues, podrán cortarse sus raícei
sin pararse en la consideraeion de qne pore-
corá el árbol, puescomoya hemos vislo el do-
minio de él períenece á qoientiene en su eam-
po ias príncipaies raices que le ontren. Gon
objeto de evitar los relerídos perjuicios, teoian
los romanos determinada otería distftncia dea-
tro de la cnal absolutamente se prohibia la
plantacion de árboles, ya desde el tiempo d«
las Doce Tablas; algunos códtgos nHMiernos \m
dcsignan igtialmente: solo ias leyes espaftolas
se llmitan á decir, que cuando aigono ediflcaro
Junto al camino público, gnarde la distancia
acofttumbrada, por lo que es preeiso que ea
lales casos sirvao únicamente de iey las orde-
nanaas y costambi«s de loa pnebloi. Uoica-
mente puede añadirio, que planlado nn irboi
dentro de la distancia que 00 le correapoada,
trene derecho el vecino perjudicado, bo ya i
que se corten las ramas ó raices que le eator-
ben, sino i que sea arrancado por completo;
lo que tambiea dtaponen noestras leyee, pero
cn el solo easo de que las ramas de aa irbol
coetgnen sobre rq e^iflcio ó heredad, siewlo
de Qoiar f» no «bedfOoienUú e^ é»m \é attt^
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ARBOL
74
fencladel )titi, k pnaée «lemitar por ti el dei
predio eoUadnite. beytt del tttttio 45 áh h
PtorUda^.* Par« no turl)tr el dereeho de bu
Toeloo, ttmpoco poede ei dueño de ub predto
plMtar árboles, oiedteBdo la serTldambre le*
gfttaamente estabiecida á fofor de af|iiel, con
oftjetede eoMenraretpedHaa iaa Ttstas. R^sta-
nos esponer breYemente las reBtriceioties io-
trodncidbs por otílidad póblica.
Anteriormeote liemos dtclio que ios irbolea
nacidoa eo las orillas de los ríos perienecen á
kM daeéoa de los predioe inmediatos, pero se-
gun ta iey 7.* dd tttulo náth Partida 3.*,
86 laaprolHbeeortarlos reiéridos áiMes cuan*
do algoB bareo esturfeae atado á ellesd con
tal ol^eto Tiniera por el rio. Lot irboles que
se Mim j«a«o á los eaminos piU>iicoa no poe*
deii lampeeo obttroirlos con aos ramas. La
laTMtitttlo45 delaParlida l.\ autorist á
coalqoier traaaeante para qoe impnnemente
la» corte.
Siesdo los árboles uoa propieéiri particn-
]ar, todo aquelio qne tienda á perjodicarios ó
destrairios, debe ser objeto de represion por
parte de ia ley penal. Por las de las Doce Ta-
blas se imponia pecnniaria por todo árbol agO'
no que se cortase sin derecho. Nuestras anti-
goas leyes dislinguieron eotre frotales y no
fírotales, castigando con mas seYerídad al que
atentat» á ios primeros. Ei Fuego Juzgo y ei
IM Smpeniao igualniente penas péconiariaf ,
pero Jas Parlidas eon sii h^ítoai dnren auto»
riiabM las corporales, liegando á fnlmlnar
hastB la de muerte por el daño causade á las
parras. lo el dia <50n mejor aTiso se han arbi*
tradopeBaamas suaTes y ar^giadas, hailán»
dose prvTistos los mentecabos que puedan
causarse á los árbolet en el noeTO céd^^ pe-
HBi. Los que soslraifttn ó utiliceB ias ramas ó
irbolet coriados en heredtd agena, eoalqoiera
qoeaea so importancia, son considerados y
castlgadoa como reos de hurto. Los que caosa-
reo igtuü daño, sin aqoeila circnnstancia, son
ttaidoa eome reos de falta y castigados i
mMos graTemente sefun eu entidad.
El ifoe toTiere una heredad en BsnfrucK)
debe refolar su derecho tanto por la natorale-
aa d« eUa coroo de la Tohmtad presonta del
qae oooslHuye en so fiiTor la áerridBrabre. Sin
TeeaaplaMrlos coo otros, no podrá corlar ios
árboiee, y segon la \efVi, dei tit. 34 de la par^
tida 3.* deberá Incer lo propio con los qtie se
secaren. Si la heredad estuTiese destioada i ta
labor BO podrá conTertirla en hoerta 6 YÍTero,
povque his piaolaciones cambiarian el nso na-
tBfal de le cosa. Tratiodose de un bosqoe ó
mofllte puede aproTecharse de sos prodoctos y
hacer las cortas, si tal es so destino. Por lo
qoorespeta al marido qoe recibió en dole ubb
heredad hay que disüoguir la ettimada de la
iBestfflMda. Bn iaprímeraescoosideradooemo
Teréodero propietarío/ en la segonda dispene
lalef dePartlda 17, tit. 4 4 . ParUda 4.*qae cuan-
do loeérbolesDaaeaiideiotqtieteacOsHiffl-
bran á certar y sin etibargo, los eortare, sean
dela moger pcnV)oe no pueden ser considerados
como frutos sioo como parte inlegrante de 1a
dotc. Ignal declaracion hace la lcy acerca de
los que cortarc on torcero 0 arrancare el
Yíento.
Bebe por último snjetarse el arrendatarío á
las condicioaes ba)o las coales seefeetuó el
contrato, y i Mta de ellas se seguiri la regla
de quc debe mas bien mfjorar qoe peijudícar
laberedad. Por tantosi causare algnn menos-
cat>e en los irboles que i su coidado tiene, ya
por stt negligeBcla, ó porla de otros i quienes
bobiere sn costodia y coUIto encomondado, e1
joes, oyendo perítot, debe condenarle al re-
sarcimiento,
ARB0L6BllEáL0GI€0. F^asePAKEsrTBSco.
ARBOL. {Mecámcñ.) Bs nna picza qoe tie-
nen en laa miqofnas de rotacion his ruedas del
eogranageylaspoleas, de hi que redben el
mOYimiento del motor, o i qoien te trasmiten,
para dar acdon i otrts roedas de engranaje ó
iotras poléas. Tai es la pieca qne sosticne
ona roeda hidrinllca, la que insiste Tertical-
mente en on molino de agna y trasmUe i lus
mnelas el morimlento de la medat y última-
meBte c1 qae acompaña i la roeda ó poleas de
un terao y qne bace moTer el objeto sobre que
obra.
Asi se dtce, el árbof de nna roeda hidrioK-
ca, el árbol de una poléa, el irbol de una tur-
blBB.Mas coando te emplea esta palabra pera
bablar de irboles horízontales, se la hace se-
guh'de la palabni tieamado. Asi los érboUs aca-
maáo$ de nna hilaodería, son esa séríe de ir-
boles sitoados horísontalmente i corta distan-
da dd tedio de cada sala, qoe sostienen las
pdeas qne trasmiten i todaa las miquinas el
moYimiento del motor
Con el nombre de eJB se deslgoan especial-
mente las piesas fljas en que estin montadas
otras pieiag tnoYibles y qne glrun sobre ellas
como las claTÍJas ó claYOs trabaderos de las
peieas, lotejesenque hisiflten las medas de
los carmages comnnes, ete.
Los árboles se mocYcn siempre sobre dos
apoyot: algonts Ycces tlefíen tres, pero nun-
ca menos. Bslos apoyos ee establecen de Ires
maneras: entre gargantas, sobre ejes y entre
dot puntas. Machas Ycces so combinan entre
Bi estos medios de suspeBsion para on mtsmo
árbol. Las gargantas es el únlco afiarato qoe
conTienei las miqoinas de mocho Yigor,y so-
iamente en )os irboies hortiontaies, porqoe
p«« ios Ycrticales es fndispensaMe recnrrir i
nno de ios otros dos medios. Aquellas son ge-
neralmente dos ciliüdros del mismo diimetro
que tienen exactamente el mismo eje y qne
descaosan en dos cojin$U$ de cobre. Bstes út*
timos son dlindros hoecos coyo diimetro tn-
teríor es exatamente iguai al de la gaiginta
parrqoe no tenga esta moYimlento algmio
eoaíBdo la crfta, y se fljan i nna pieza de fto*
¡ didon mas tolomiawia <pie ae INtma ftoo4«ro y
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ABBOL
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qoe tamblen ie halU ÍovariablemeDte enlatada
á io8 muros 6 fAbrica qae Bustenta todo el
aiatema.
Las gargant^as, y de aqui toman este Dom-
bre, tieoen síempre menor diámetro que el ár-
bo), el cual embasa á derechaé izquierda, á flo
deealorl)ar coalqoier mofimieoto trasrersa),
Biempre que esián situadas á ias estremiüades
de un árbo), sin tener sallda mas que por un
lado y reciben e) nombro de muñanes,
Los árboles que se establecen sobre ejes,
son )08 árbo)e8 verticales; estos se halian ter-
miuados en cono obtuso y descansan en nn
Sorron ó f^uelo, Gompónese cstede una piesa
e fundicion suñcientemenle ancha, para que
Do se aplasten con e) peso del árbol los mate*
riaies sobre que iosiste; tiene una especie de
cubDete, y en e) fondo de este hay on dis-
co de acero templado como lo está e) que
guamece e) estremo de) Arbol que descansa
sobre é). E) cubiiete sé tiene siempre )leno de
aceite. £1 terminar el ¿rl>o) en forma de cono,
tiene por objeto disminuir e) rozamiento, por-
que estando representado ei de doa cuerpos en
coDtacto y en movimiento uno sobre otro, por
e) producto de )a presion y« del camino recor-
rido por )os puntos que se rosan, ser¿ nnlo es-
te resuttado cuando )o sea e) último factor, y
á ello se aproxima con la disposicion citada.
£n efecto, aunqoc existen puntos del Arboi en
conctaclo con ia rodsja de acero, como están
muy próximos al eje del cono, recorren muy
pooo camino.
Se ba imaglnado hace pooo tiempo otra
disposicion muy iogeniosa, cuyo modelo se ha
presentado en ia última esposicion de la in*
dnstria, y que és quizás preférible a) método
de qoe hemos hecho mérito. Consisté en ajuB-
tar exactamente el estremodel árho) en un
cilindro, de manera que pueda interceptar por
)a Juntura el paso dcl agua, cualquiera quesea
)a presion que esperimeote, y eo cargarla en e)
ci)íudro por medio de una bomba impeleole.
£1 ¿ibo) seha))a como suspeDdido por el liqui-
doy daYuellas, puede decirse» sin resistencia,
porque e) rosamiento de los cuerpos sólidos
con líquidos condensados al grado que )o e&-
tá e) agua bajo el cje del ¿rbol, es nulo.
Los ¿rboles estoblecidos sobre dos pontos
e&t¿n dispuestos de dos maneras: ó bien sus
cstremos son de forma cónica y eutran en hue*
cos ó agujeros practicados eu las estremida-
des de roscas que insisten sobre apoyos, ó
bien e8l¿n las rocaB terminadas por conos y
cóncavos los dos estremos del ¿rbo). Ninguno
de estos métodos cs mejor, porqne ambos tíe»
nen )as mismas venlaias é incooTenientes, y
asi se emplaa siempre, sobre todo en )as m¿-
qninas ligeras y que dan vueltas coD gran ve-
Íocldad, comoporejemplo, en los ventiladores,
el modo de suspension entre ejes, quc pierde
meDOB por la acciün retardatriz de) rosamien-
to. No conviene tampoco ¿ los ¿rl)o)e8 pesadOB,
porque la preaion que cjeroeria en las puntas, I
nentralitaria bub vent^Jaa, y ademaa )o coubU'
derable del peso las gastaria pronto. Bn este
sistema debeadvertirse que es esencial qne laa
roscas cstén menos tempiadas que Iob estre^
mos dei ¿rbo), ¿ fln de que sean aquellaa las
que se gasten, porqoe siempre es mncho mas
f¿cii y mas económico reemplazar las roscas
que el ¿rbol.
Las dimensiones de los arbo)e8 dependon
de la inteO|Sidad de los esfuerzos que eBperi-
mentan. Por una parle es menester qoe tengan
un espesor tai qoe resistan á la flexion, con
objeto de no acumular los medios de soBteni-
miento, y por otra que resista ¿ la torsion. Se
anmenta su resistencia ¿ la flexion, d¿ndole8
un pooo mas espescM* por ei- medio, ó refor-
z¿ndole8 con dnchos ó con cualquier otro re-
curso que seJozgueA propósito, pero esme-
nester que por sus estremOB cerca de los puntoi
de apoyo, tenga nn di¿metro convenienie. Eb«
te puede determinarse por )a fórmu)a siguien-
te que tomamos del ayuda memorla de Mr.
Morio:
'+^
en )a que d representa el di¿metro si se trata
de un ¿rbol cilindrioo, y el lado si de un ¿rfool
cuadrado; P la carga ó sea el peso de ruedas de
engranage, poleaB ó voiantes; c, la semidls*
tancia entre los apoyos y iC un coeflciente cn*
yo valor es de 4 .250,000 si el ¿rbol es de hier«
ro calado; 4 .000,000 si foijado y 400,000 ai
de madera de encina ó pino.
La resistencia ¿ la torsion depende, como
la resistencia ¿ la flexion, de ia tenacidad de la
matcria que se emplea y varia tambien oon la
forma de los ¿rboles, pues la esperiencia ha »
demostrado que ofrecen mas resistencia los ¿r-
boles cilindricos que los cnadrados. Lasúnicas
iuvestigaciones practicadas sobre este partieo-
lar, son las de Dunlop de Glascow, de Rennie
y de Bramah, y de Iob resnltados que iian ob-
tenido se ha dedocido la reslstencia especifica
media del hlerro, de la fondlcion y de la made-
ra. Distlngnense dos clases de ¿rboles espoes-
tos ¿ la rotora por torslon, ¿ saber: los ¿rbo-
los primcrps motores, y los ¿rboles segundos
motorcs.
Los primeros son aqoellos eu que estriban
las ruedashidr¿u)lca8, los volantcs de tas m¿-
qolnas de vapor, y últimamente, )ps primeros
¿rboies acamados. Los segundos son ios ¿rbo-
)es apartados de) motor y qne no trasmitenei
movimienlo ^ino ¿ ona parte de las m¿qoina8
8obre qoe obran.
NosotroB tomaremos de Mr. Morin tamblen
laa fórmulas que siguen ¿ continnaclon, con
cuyo auxillo se poeden detcrminar las dimen-
siones de los ¿rboies primero8 y segnndos mo-
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rt
ARm-ABB0LE9
19
^oret, pmqoeresistan á la flexion cod eaten
>egiiridad.
Arbol primer Arbol segnn
^Bierroco-
lido....
6»=
LMadert... ^•—
'Hierro co-
lido
d*-
motor
PR
467,500
PR
«6,460
PR
6'—
do motor.
P R
345,000
PR
SlMadcra.... <r=¡
434,000
PR
24,846
¿•«
54,333
PR
362,000
PR
43,633
tn estas fórmolas representan P e1 esfuerzo
de torsion, R el l>raio de palanca de este es-
Iberao, b el lado del euadro, si elirlM)! es de
seedon coadrada, y d el di^metro del círculo
8i es de aeccion circular.
Goando se trata de determinar laa dlmen-
siones de un árbol de trasmisíon de movimlen-
to, se empieza por calcularlos por la fórmula
relatiTa á la reslstencla, A la rotora, y despues
por la qoe coneierne á la lorsion, tomando
por dimensíon deflnltiTa cl resultado mas con-
slderable.
ARBOLADURA. El coijunto de palos, rergas
y masteleros deun buqoe. Alespresarlos ma-
rioos con esa palabra ese imponente aparato
que se deya sobre on bQ(|ue, destinado á re-
eibir ooD sos Telas la accíon ó Iropulso dc los
Tientos, comprenden, por lo comon, ademas
de los palos principales qoe iosisten perpen-
dicolarmente sobre la qnllla, del Uamado bau*
prés, qoe sale inclinado por la proa (que son
como la base) y de los mas ó meoos gruesos
y resistentes, arriba indicados, los tambore-
tes, tmos» cofás y crucetas que sirTon para la
onion de estos palos y para cooperar i so flr-
meza ysegQrídadeo so elcTada posioion.
fl arte de la arboládura, qoe constitoye
ono de los ramos mas iogeniosos de la arqoi-
tectora naTal, es el resultado de estodios teó-
ríeos moy profundos, sobre cl moTimienlo de
los eoerpos por la fuerza de la palaoca, y de
. prolijas obserraciooes y esperíencias. Para la
elaboracion de estos palos y 4e coanto con -
cieme A la arboladora, soelen destioarse car-
pinteros de ríbera, de mocba perlcia eo este
ramo de la constroccion. I^ de los paloa prín-
dpales ezige,|sobre todo, on arte especial, por
eomponerse de nna combinacion de grandes
madres ó piesas reotas de pino, endentadas y
Irabadas ingeniosamente entre si y asegoradas
por 80 parte esterior por la presion de mocbos
aros de hierro, obteniendo por este medio
palos mas fiiertes qoe los qoe se hiciesen de
sn solo árbol.
ABBOIAR. Rlefar angolarmente enalqolera
piesaift objeto qoe apoya en flrme por ono de
sos estremos, hasta poncrse Tertlcal 6 casi
Tcrtical; por ejemplo, un palo, nna cabria, etc.
LcTantar ó poner en alto alguna cosa, como
la bandera, la insignla, etc.
Golocar en el boqoe los palos príocipales.
ARB0L8S. {AgricuUura.)Se acosa frecuen-
temeote á los agrícoltores de descoldar el cul*
tiTo de los árboles, ó de no practicarlo con las
precaociones y conocimieotos qoe cxige: este
cargo es muy fundado y ya cn otra paríe he-
mos dado á eoteoder por qué este género de
cultiTo solo dificilmeote encueotra, auu entre
los graodes propietarios, los medios dc buen
éxito y de prosperidad.que oo gobierno puede
ímprímlríe. No estudiaremos aqqi los irboles
en esas numerosas aglomeraciones que cons-
tituyen los bosqoes y selTss, pues solo los es*
tudiamos en sus rclaciones con ia agrícultura
propiaroente dicha.
El hombre natoralmente se apresora á dis-
frotar del fruto de sus trabajos, y solo de una
manera muy secundaría puede enfrar en su
espfritu la idsa de sembrar su Qaropo para el
lucro de sns biznietos: tal es la suerte que ba
cabido i la cosecha de plantas lefiosas, y tal
la causa qoe tan poco derecho les concede al
anliclpo de tral)a)o "pOT parte de los agrícuU
tores. Las cosechas anuales tienen ademas,
coosideradas como especolacioo ona superío-
rídad que la produccion dc la roadera nunca
podri disputarle: es una rotacion de creaciones
y destrucciones, ciiyo moTimiento ripido en-
ríquece a1 propietarío llostrado aumentando la
propiedad bien administrada y la natomleza
misma parece presentarse con mayor compla-
cencia ixeste juego del aríe que dcTiielve cada
año i la tierra una cantidad de elementos
equiTaleote i la somioistrada eo el año ante •*
ríor. Notemos, en efecto, la inmensa cantidad
de materíales que un irbol toma de la natnra-
leza, apoderindose de ellos d'orante ona larga
série de años, y sio qoe Ioa deToelva lias-
ta dcspues de haber trascnrrído muchps 81«
glos.
Uoa obserTacion importante se preseota
ahora i uuestras meditaciones, por cuanto he-
mos de estudiar el coltiTo de los irboies en su
relacion con la agricultora. La tierra Tirgen to-
daTia i los coidados del agrícultor solo ofrcce
i su Tista irboles y plantas TiTaces que rege*
tan sin cullivo. Esta tierra es frecoentada poc
el «i^tYvn^e y el cazador qne disputa á los ani«
males su madríguerai su pasto y sn Tida. Pero
semejante estado de cosas ¿nos esti reserTado
eleroamente, y el geniodel hombre, surazon
y so Indoslria le destinan i pacer la yerba de
los montes, y i cosechas sin eoltiTo? La solii-
eion de estupregoota se halla totalmente ea
los bechos, y donde qoiera heoios Tisto c|ier
el arbolado de los bosqoes bajo la segor del
hombre ciTilizado. La tierra esti conqoistada
para las cos^has anoales al mlsmo tiempo.
qoe el bombre se halla conqoistado para la mh
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79
AaBOLEií
«0
ciedad: tal ef at menOs ta tnuon ÍDtima que U
csperiencU y U obserYacion nos maniOestaD
por io que respecla al terreno y ¿ la marcba
del espiritu liu^ano. Si tendemos lu visla sobre
la superflcie del globo y comparamos atenU*
mente los pueblos que habitan en las diferen*
tcs secciones terrestreft» observaremos que en
todas partes la pobiacion se haiU, al parecer,
en razon ioversa de los terrenos cubiertos d^
arbolado: ningua pais tiene mas poblacion ni
meuos bosque^ que la Ghina; ningun pais se
haila tan^poblado de árboles como las regioaes
desiertas del continente americano.
En Dueístro entender estas consideraciones
pneden oponerse con bastante éxito ¿ los apo-
logistas escluslvos de las plantaciones leñosas,
los cuales se quejan amargamente de los nu*
merosQS cortes del arbolado que se ban suce-
dido en España de alguuos siglos ¿ esU parte,
y hasta nos amenazan cou males de la mayor
trascendenoia por el poco respeto que nos me-
recenestos reyesdela TegeUcion.Segun ellos,
nuestra seccion teirestre se enfria inaensible-
mente ¿ consecuencia de cstas Ulas, los ma-
Dantiaies de agua ¿ sn yez comienzan ¿ ser
mas escasos y se nos amenaza con una pró-
xima escasea por un becho que en si mismo
Bolo tiende ¿ multiplicar nuestros medios de
existencia.
Pero admitamos únicamente raionables que-
]as por lo que hace ¿ U reducciou del coltivo
de pUntas leñosas; quejémonos de la desnu-
dez de nuestras carretcras, cuyas m¿rgenes ú
oríilas debiau de estar agradable y útilmeote
decoradas de abrigos ooBtra la lluYia, de cor-
tinages para contraresUr ei ardor dei sol; que-
jémonos de U desnudez de una multitud de
montes, monUúas y ilanuras inculUs en que
los ¿rl>oleé podriaD prosperar y estender el
gérmen de U fccundidad, haciéndoso de esle
modo mas accesibles; quejémonos Umbien de
U indiferencU con que ei agricultor deja de
utiiizar para pUutacioues de ¿rboles algunas
porciones de terreno aisUdaÍ y perdidas; pero
aqui deben concluir nuestras que]as sin que
debamos ilcvar mas adeUnte nuestro senti
miento, y si aplaudir que el interés deU agri-
cuitura, acorde con el nuestro y con el deseo
de los pueblos, le ioduzca ¿ sembrar esclusi-
vamcnte su oampo de viñae, cereales y otras
plantas que Us necesidades del horobre recla-
mau del arte agrícoU.
Pero bien sea quc un árbol se lialle solo ó
Juntamente con otros, cxige los mismos cui-
dados para &u plaulaciou, cultivo y cosecha.
Kn toda&circunstaneias es preciso apropiar su
eseocU al terreuo y al clima, en tudas partcs
antes de derribariof es forzoso tener en cuen-
ta toilas las circunsUndaA que pueden iufluir
sobre su máximum de madures, y seguir eiac-
tamente en este conceplo Us bueoaa reglas que
prescríbe su cultivo.
lx)6 ¿rbolesen U agricaátura, ai ae bace,
abstraceiMi 4e alguaos terrenos ininitos y po- í
co fértiles que con e¿oecÍattdad paedea ooq-
sagntrseles, solo se emplean para cercar ios
vergeles, huertas y jardines, y para circundar
las avenidas, los caminos vecinalesy las gran-
des carreteras. Aun alli sus funciones pueden
ser diversamentc útiles: en torno de losverge-
les y Jardines, sirven Juntamentc con las va-
IIcis rústicas de ccrcas sólidas, y fljan los Uvi-
tcs de las propiedades, al mismo tiempo quese
oponen al acceso de la malevolencia.
PUntados delante de las babitaciones y h¿-
cia el lado del Norte, las preservan de los vio-
leutos golpes de viento sin intercepUr U l^
del sol que es necesarla para sanear «quellas.
PlanUdos en linea recta en las m¿rgenes dc
los caminos y carreteras guian al viagerp en
la lobreguezde U noche, y particularmente en
el invierno cuando ia tierra se halla cubicrU de
nieve; entonces es cuando los ¿rboles sirven
de guias útiles y protectoras en loscaminos ¿
cuyo iado se hallan preciplciOB.
Podriamosrenovar aqui el deseo, tantas ve-
ces reproducidOi dequetodos nuestroscaminos
se hallen adornados y enriqnecidos con tan
i^iles vegetales. Ei gdbicruo sobre todo, que
es al que raas intercsa semi^ante medida, en*
cootraria en su adopcion ei manantial de an
producto iucalcnlable. Gon tanta mayor segu-
ridad podemos emitir este voto cuanto que sa-
bemos por esperiencU que su objeto es muy
practicable. En efecto, por do quiera vemos d-
gunos caminos públicos cubiertos de ¿rboles;
en el Norte y en los tehrenos biandos encon-
tramos ia encina, el olmo, el fresno, el tilo y
el ¿lamo: en las tierras mas secu del Modio-
dia encontramos el morai y ei castaAo de In-
dias; en las orillas del agua, crecen maraTiUo-
samente el sauce, el tilo, ,el ¿iamo y otrof ,
mientras que en otras partes ei nogal, el maa-
zano y.el peral brindan con sus frutos ¿los mo-
radores de aqoelU comarca que, como sucede
en varias proviucias de España, encuentran
en los bordes de sos caminos una vegetacioa
útil y productiva.
lA iDÚuencia que U Inz ejorce sobre la ra-
getacion proscribe U intercalacion de árboles
en las tierras do Ubrantio. Ix» agrónomos que
han recomendado estas intercaUciones lo haa
efectoado como medio de abrigar las cosechas
contra U accion del vicnto; pero en este caso
el remedio es peor que U enfermedad, siendo
f¿cll concebir que semejante pUntacion al Nor- *
te de un cultivo, conflna con otro por U parfe
del Mediodía é intercepta para este en una
buena porcion, el conUcto fecundante de loa
rayos soUres. Una consideracion de mas im«
porUncia se eUva ademas contra eate méto-
do. que coloca en medio del cultivo vegetaka
de gran dímension, y es U absorcion coiistde-
rable de roaterias nutrilivas que arrebaUa al
terreno el dethmeoto do U produccion anuat;
pues en efecto, U inmediacion de k» árb 1«
peiiudica siempre de un modo notorío al Tiger
de los cerealet y otras plantas de graode in*
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II
A1160LES
81
teréfl, enyo feDÓmeno encuentrá nna esplica-
oíOD saÜBÍactorim ea las leyesde la caiillariclad,
(foe deterBiinaD la ascensiou de la sária en los
Tegeteles.
Yéase en la palabra fbctai. toJo lo perfe
Deciente at ouUíto de los árboles fruiales, qoe
soD nodio nras del resorte do la agricottura.
Téase igu^nmite en la palabra pmk todo lo
fie iDlereta i esta especie de arboMi).
La talla de los árbolcg, esle producto anual
qoe proporcionao al propietario, requiere ser
tratida especiaüDente, como lo baremos en el
trtÍCtllo PODA.
JlRBOLBS FRUTALES. Corapréndense bajo
esla denoiniBaeioa genérica, todos aqaellosir-
bdes ooyo froto s'irve at raantenlmleDto del
erianse oatos, uDas Teoes en sitfos destina-
dos al miano tiempo al cuIHto de hortalizae,
cn CD70 caso se llaman huerta9 ; otras en un
parage especial llamado huerlo ó vergel; otros
en uo parage defendido por setos y por tapias
y deslinado al mismo tiempo á paslo, en cuyo
caso se le da el nombre de eérmda; olra& eo
ÍId, eit QD terreno abierto, consagrado al culti
re dé cereales ú of ras plantas , en cuyo caso
OBte CB la categorla geoér'ica de los plan-
Las- littertas iropiamenlo dicUaa preeontan
rara vea Tentajas al cultÍTo de los frutales por
coanlo COD su sembra peijudican á las hortali-
ia8> al paso qoe estas, por I0 coiñun, dañan ¿
los príaieros, ya esquilnaudo la tlerra, ya mu-
tilando 8U3 raices cod las frecuentes labores
que exige el cultivo de aquellas plantas.
Hay árbolesfrutales qae, para madurar com-
pletameote y dar frutos de superior calidad, so-
bre todo ea los paises algun lanto frios, deben
hallarse colocados contra las tapias en forraa
de espaldar ó de abanico, al abrigo de tapias
construidas al etéclo. iVéase bspaldera.) «
Cottstroidas estas, se proccderá i üistribuir
el terreno en la forma siguiente: al pie y de-
linte de cada tapia se reservará una tabla de
tlerra de nnas des Taras de ancho y paralela-
oiente á ella un camiao de tres. En seguida el
eipado compreodido entre tapia y tapia se di-
Tidirá en cuadrilongos de una vara mas. Hacía
el centro de este terreno babrá una alherca dcs-
tinada para los riegos. El terrcDo de ias tablas
destloado i recibir los árboles se traspalará
pérféctaaente y se^ abonará lo mejor posible
hasta una Tara de profondidad. [Véase BUEa<
Toa.)
A la plantacion puede procederse , ya por
medto de árboles Jóvenes criados en viveros é
ingertos de antemaoo, ya por medio de plaa-
tooea destloados mas tardc al ingerto.
Paraobteaer del prímero de estos dos mé-
todos, eadecir^ del planiío de árboles ioger-
tados, todas las Tcntajas deseables, es impor-
tanle llenar los requisltos siguientes:
4^ No escoger ios árboles en vivero sl-
toado en terreoo mas fértil que aquel ¿ que
4W BIBLIOTVCA POPÜIAB.
se los desttna, So pena ie verlos dnrantc mU'*
cho tiempo raquíticos y desmcdrados.
f .» Cfue el árbol que se trasplanta no Heve
arriba de uno 6 dos años de ingertado, y que
en el Tivero baya recibido una dispostcion ade-
coada ¿ la forraa que raas farde se le baya de
dar.
9.* Que al desplantarlo , se haga con las
mayores precanciones, al efecto de conscrvar-
le lodas sus raices ó la mayor parte de ellav.
No pudiéndoselleoarestas tres condiciones
Taic mas recurrir al segundo método, ó sea ¿
la plantactoo de arbolitos para ingertarlos des-
pues. Pof esto lo que hay que hacer es propor-
cionarse plautones de un año, ponerlos en los
sitios en que se quiere que erercan, é inger-
tarloS) ya sea en el mismo Ȗo, ya al signiea-
te, segan se Tca que se desarrollan con mas 6
meDOB Tlgor.
0e toKlM modos , escójanse 6 no se escojan
irMes ingerfidos, débese para plantarlos,
tener presente las siguientes indicaciones :
4 .* Por lo que respecta á la época de la
plantacioB, eaeeger el otoño ai el ioelaeaHge-
ro y espueato ¿ las sequías dc priroavera, ó la
prímavera, ai es compacto y búraedo.
2.* Echar en cl silío destlnado al plantio.
y mezclar ¿ favor de una reja con la tierra de
la snporflciei, ima eanttdad suOoiente de estiér-
col, raantillo, tarquin ú otro abono equivalente.
3/ Plantar los irboles de forma que el
coello de la raiz se halle por base general á
unas tres palgadas dentro de tierra, y bacer
que el ingerío esté por lo menos ¿ dos por
encima de su superflcie.
La círcunstancia de poder la misma especie
de ¿rbol ingertarse en varias especies de elloe
y de poder uno ser^iral ingerlo de varios, hace
que 00 sea Indiferente la eleccion de las qiie
conviene a(fc)ptar coo arreglo i la calidad del
suelo y i la forma que se quíere dar i los ir-
boles.
Las épocas propias para hacer ingerlos son
dos: la primera desde príncipios de febrero
hasta mediados de abril, en cuyo tienipo pue-
den vei iflcarec los de todas clases; la scguoda,
que es la mas á propóiíito por los de esciidete y
cañutiüo a o|o dormido, empieza en Junio y du-
ra basta seliembre.
Poda. Seis soíi los príncipios gcnerales CB
que estríba la teoria de la poda de los irboles
frutales.
4 ." El vigor de un irbol que se poda de-
pende en gran parto do la igualdad gqo mm
en todus sus ramas se distríbuya la sávia.
2.* La Bivia desarroUa boloues mucho mas
vigoroaos en una rama podada corta, que en
una podada larga.
3.** La sávia, por U tendencia que nalural-
mente tiene ¿ fluir i laa estrcmidades^de las
ramas, hace que se desarrolle ei boton termi*
nal con mas vigor que los iatcrales.
4.** El número de botones de flor que pro«
duce lasivia es tuuto mayor cuauto uiayores son
T. III. 6
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M
ktíióm
m
}03 obstieuloá ^e Éé o^béD á su libre circola-
cion. t
5.* Las 1)0] as sltxcn para preparar la sÍYia
de ia¿ raices para la Dutricíou dcl árbol y concur-
ren á la formacioo de loa botones en las ramas.
todo árbol privado de ellas, está espuesto á pe-
recer.
6.* Desde el momento en que las ramas
tienen dos años, sus botonea no desarrollados
aoD, DO lo hacen como no se procedft á una po-
da rauy corta.
Formas dé lo$ drboles, Para producir los
efcctos que de la poda se |)ropone el culti yador,
faan de concurrir en la forraa que á los arboles
se dé, alguoan clrcunstancías digoas de ser lo-
niadas en considcracion.
Si es en e»pa\dera ó abanko, deben K .® las
diferentes ramiílcaciooes presentar una dispo-
•'icion perfectan)eote simétrica, sin estar mas
faforecidas unas que otras, por lo que respec-
ta i la circolaciOD de la sivia, y i.** ias ramas
ctibrir con la mayor rp^larídád [josibtetodalá
superflcie de ia pared ocupada por el ¿rbol^
Biendocste elmejor mediode n^antener el eqoi-
librio de la vegeiacion en toda la estension de
las roroas, y de obteoer productos mas abon*
dantes. Si se trata de irboles á iodo viento, lu
fúrmas que mas conviene darlos son las dc pi*
rámide, canattUlo» rueca j jarron,
Distancia d que deben jdantarse los árboUe
unoe'de otrou, Haytiue distin^uir entre los
colocados en espaldera y los plantados á todo
vienlo. En los priroeros la distancia depende de
la espccie ¿ qiie pcrteoecc, de la edad y cir«
cunstanclas de las plantas sobre qiie fuerao in-
gerlados, de la calidad del terreno en que estáit,
y por último, jle la elevacion de las lapius ao-
bre que se apoyan. En el siguiente cuadro da«
mos todas las Indicaclooea necesariaa bajo to-
dos estos conceptos, suponieodo que estos ár^
boles estin plantados en un suelo de medlaoa
fertilidad.
ESPECIES.
PLANTONES.
•
Aliora
dolau-
pia.
DifUn-
cia do
árbolá
árbol.
áoporÉ-
ciedeloi
arboles
00 varat
eoadra-*
dai.
Perales
Sobre peral franco
Varu.
4
4
3
4
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4
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4
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3%
V»rM.
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3
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8
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r-
r-
3
6
7
?■'•
4
Varu.
36
W
— peral franco
36
!d
— membríllero
U
Id
— membrillero. ........
24
Manzanos .*
— manzano franco. . . • . . .
— manzano franco
— camücso - .
36
Id
36
Id ....
24
Id !
— camncso
24
Melocoloneros
— aimendro
24
Id
— almeodro
24
Id
— ciruelo
48
Id. . •
— cinielo. .* . . .
48
Ciruelos
— alroendro
— almendro
48
Id
48
Id
— ciruelo. • ;
42
Id
— ciruelo
42 ^
Gerezos
— ciruelo
48
Id
*- ciruelo
48
Albaricoqueros.
— almeudro
24
id.. . .;. . .;::;;
— aimcndro. . .
?4
w
— • círuelo .' .
48
Id
— cinielo
48 •
Yiñas
Dispucstas segun el método de
Thomery .
3
La dlstaocia que entre si deben goardar los ¡ iogertados, y de ia forma que sc les quiere dar
¿rt)oles colocados á todo vienlo, depeode, lo j Adjunto es oo cuadro qoe contienc estaaia-
misffio que en el caso anterior, de su especle, dicac'tooes, suponiendo, lo mlsmoque enel ca-
de la de ios plantones sobre los catles estin i 8o anterior, on saelo de mediana calidad.
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M
BSPEGIES.
W. . . .
Id
Vanzanos.
Id.
Id.
Id.
draelos.
Id. . . .
Cerezos.
Id. . . .
ilbarícoqaeros.
M
M
M. . . .
NaraDjos.
Id. . . .
LimoDeros
M
(MWos
Graoado
Groselleros de racimo.
M.e9pinoso
M
AftBOLBS
FORM.\ DBL ARBOL.
Rneca. .
Pirámide.
Id. . . .
Raeca. .
Pirámide.
Id. . . .
iarroQ. •
Canastillo.
Rucca. •
Pirámlde.
Rueca. .
Pirámide.
Rucca. .
Id.
Pii'ámide
Id. . . .
Rueca. .
Xarron. .
Rueca. .
Jarron. .
Rueca. .
Id. ...
Jarron. .
Id. . . .
Pirámide.
PLANTONES.
Sobre peral flranco. . .
— id
— membriUero. . .
*- manzano franco..
— id
camueso
id
manzano paraiso.
ciraclo. . . . . .
id
• cerezo. .
• ciruelo. .
almendro.
ciruelo. .
almendro.
' ciruelo. .
naranjo. .
nara^Jo. .
limooero.
limonero.
oUvo. . .
granado..
80
cia de ár
boUir-
bol.
VarM.
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3
8
6
8
6
it
8
1
ÁRBOLES. (Historia nattiral) Gonsiderados
en et sentldo que generalmente se da á esta
palabra, los árboles son unos grandes vegeta-
les de talle leñoso , y en cootraposicion á la
palabra yerba, los colosos de la vegetacion. Su
reooioD CD la superflcie del terreno forma las
selvas, omatos del globo, que sirven para su-
miDistrar impe/ietrables asUos á las razas de
aoimales á que el hombre ueclaró noa guerra
cruel. Eslas selvas pfolegen ademas al globo
eootra la dcsecacion de cfue está amenazado
en todas laspartes de su territorio donde quie-
ra que la segur iroprevisora estiende la devas-
tacion. ^
En efecto, la presencta de los bosqoes, so-
hre todo en la cumbre de las montañas y en
la pendiente de las colinas, mantiene en las
Uaooras una humedad proVechosa y saludable,
siD la C4ial no bay fertíl¡<lad. Las cimas de las
antiguas selvas utraen las nubes y las nicblas,
retieoeD los vapores, no permiten que sequen
la tjerra los rayos de oo sol ardiente, y ao-
mentao, al despolarse todos los años de su fo-
Uage, la c¿pa de bumus, coyo trasporte á las
regiooes iuferiores» operado por las agoas
ploTiales, enrtquece los campos que rotura-
iDOs. {Véiaue bosques, selvas.)
Los primeros botánicos, hasta Toomefort,
djvidian los y^etales, segnn que eran ó no
JeáosoB, en árboles y en.yerbas. Lioeo hizo
desaparecer esta clasiflcaciOD como poco na-
taraJ, pon|ue liay vegetales^ evideDtementode
00 mismo géoero, de los coales noos son ar«
borescentes roientras que los otroa son bcrbá*
ceos. Asi es que se vcn encinas y sauces elc*
var su frente orgullosa en las altas regiones
dcl aire como para desaflar alli la furía de los
huracanes, y sumiDistrar á los usos domésti-
cos su madera, mas ó meoos tenaa, mieotras
que existen otras encinas y otros sauces hu-
mildemente postrados sobre el terreno , poes
casi no se elevan mas que ciertas plantas
aouales.
Tanto las islas como las partes del cooti*
oeote coblertas de poblados bosqoes, aboodao
eo maoaDtiales y ricas corrieotes de agoa qoe
surcan el terreoo. Goando los bosqoes desapa-
recen al impolso de la mauo destroctora del
hombre, la sequedad sucede al fresc^r, y por
poco que se proloogue la duracioo de este es-
tado de despojo, los árboles ya do preDdeo, ó
al meoos se necesitao graodes cuidados para
qoe vegeten con lozania en el terreno que ba-
bian protegido y del coal se les habia como
dcsterrado. Asi es qoe eo la Persia, la Siria y otras'
regiooes eo qoela barbariedel hombre parece
complacerse eo cootrariar los esfoerzos de la
oaturalesa, nopresentaD roas qoe abrasadores
y secos desiertos los parages doode debierau
existir iomeDSos bosqoes.
Hay árboles qoe se elevao cod altivez hácia
loB cielos, mieotrasqoe otros se ramiflcaD so-
bre las rocas. Los uoos soo divididos, otros
. imitao por su seDciIla uDas colomoas ú obeljs*
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87
ARB0LC8--A&GA
8«
CM qoa tieDen por coronamlento m chapitel
de follage. Esto^ produoen un Jugo resiDOso,
aT|ticllos un jugo balsámlco; otros gomas ó al-
guo Íiqutdo bienbeebof adeoiHiée pwn mtlig»r
la sed del viagero. £a U palabra bosque es
donde nos ocuparemos de la estruclura de los
érboles, ^iondo suQciénte natar aqui quc vul-
garroente se han distiuguido estas plantas con
difereutes nombres, segun la aitura y ia cou-
sistencia dc su tronco. Asi es que se han
llamado:
Arholes verdes, Aquellos cuyo follage re-
siste á los frios de la estacion de invierno, ta-
les son las couiferas, los naranjos, los mirtos,
los laurelos, el acebo, etc.
ArboliUos. Los que se ramiQcan desde su
base y nunca llegan á oslentar el aspecto ma-
gestuoso quc caracteriea á la encina« elcasta-
ño, los pinos, cl tilo y las palmeras; tales son
los aveliauos v las lüas.
Süb arbolUlos. Aquellos cuyas hamildes
ramas solo se elevan algunot pies tobre el
terreno y mueren durante el invierno, mien-
tras que $olo su tronco dcsafia el rígor y cru-
deza de las estacioues; tal^s soa ios jatmines,
tomillos y otras plantas.
Arbustos, Yogetalés leñosos mas pequeños
ann que los sub-arboliUos y que solo difleren
de las plantas herbáceas por la duresa de su
tallo leáoao, lales aoa los ÍMsaaM f laa lau*
reolas.
El nombre de árbol acompañado de alDTun
éplteto , sc ha dado como espectúco á varios
vegetales, pero debe proscrlbirse del lengnade
de la ciencia. Asl es quc tü las relaciones de
los viageros poco vcrsadoB en la bo ántca y eo
]o8 catálogos de clertosjardineros, queaunque
desconocen la clencia de las plantas, no por
680 dejan de comerclar con eltás, se éncuen-
tran los nombres siguientes:
Arbol dcl mt>T=^BrciB siliquatífum.
clavo»ik:aryop^üu« aromaliúus.
— dcsmayo«s$a/ía? h<ü>yionica,
pantearíocarptis tnci^a.
— papeI«6rofi«sontíta papyriféra,
~ parai80»m6/ía acedsrah.
— de la seda»ase/^/)ia« fructico$a,
— — . vlda=s(t/;o occidenialis.
— delos pistachos*9^is(aoeat?era.
Bstoa adomaa da otroa lüidm, taloa eono
los siguientest
Arbol de la cem.
— delTÍsco.
— del coral.
— de los tordos.
— de Jodas.
— de los tulipanes.
— deMoisés.
— santo.
— - delsebo.
^ del bermellón.
— dcl baruia.
ARCA DE lA AUAKZA. (Ilett^.) AslBOde-
oominuba á la que Hoiséa biao oooatruir por
órden de Díos al pie del monte Sinai para de-
posttar en oiia las clos taiHaS'ae piodra en ^foo
estaban grabados los díex mandamlentoa. Sra
do escelente madera, de forma cuadrada, de
esquiáito trabajo, de dos codos y medio da
largo y uno y utdiode alto y de ancho, y cu*
bierta por dentro y por fuera con chapas de
oro. La tapa llamada propiciatorio formaba eo
derredor una es^ie de corona de oro puro, y
encima teoia dos querubines del mismo metal
colocados á los dos eslrcmos frente uno k otro,
con losojosb^ios y cubríendo el propiciatorio
con sus alas. £i aitio del propiciatorio qoe cu*
brían coq sus alas los querubines, se miraba
bomo el asiento de Jehová que habia promeü-
do á Moisés que desde aquei lugar santo daría
.sus manJatos. Aios dos lados dei arc4i j ensua
ouatro costados babia otros tantos anillos de
oro deslinados ¿ recibir dos varas de la misma
madera del arce, cubiertas tambien de oro,
f>or medio dc laa cuales era condocida de un
ugar ¿ otro. £sta arca era para los israetltaa
el simbolo de la presencia de Dios, y de au
union intima coo eilos; asi qoe daban uoa grao
Importancia i ao conservacion: con oilaao
creian invencibles y su pérdida era para elloa
un motivo de desaliento y desconsuelo. fin el
doaioflo loa procodta aiatiioffa oo aii BWfoha? oo
los campamcntos y hasta qoe Salomon cona-
truyó el templo, estaba colocadaen el taberná-
culo, especie de pabellon ó tienda que sfervia
para 1$ celcbracion dei colto. Guando la tribu
de íievi tué seoarada del resto de la nacion para
encargárse dei 8¿grado ministerio, le fúé en-
comendada esclusivamente la custodia dei ar-
ca. Despues de ia entrada de los Israelitas eO
el pais de Canaam, estuvo depositada en Siloe,
en dond^ nerman(5Rió cerca de 330 años hasta
cl tiempo de Samuel. Desde alli füé traslada-
da sucesivamente ¿ diversos lugares, antes de
ilegar ¿ Siou en la ciudad de Davld, de donde
Salomon la hizo conducir ai santuario del tem-
pio que acababa de dedicar al Ütemo.
B^o la dominacion de los úitimos reye^ de
Jud¿, que ofrecierun sacríficioa ¿ los faisos
dioses y colocaron los idolos hasta en t\ mlá-
mo santuario, el arca fué retirada de ét, sin
duda para preservaria de la profanacion. Por
último, Jeremias, dcseoso de impedir que ca-
yese en manos de los babilonios, con los de-
mas objetos sagrados que contenia él templo,
la hi2o llevar ¿ la montaña de Nebo, donde mo-
rló Moísés, y la ocultó en una cavema, de la
que parece no haberse vuelto ¿ sacar; 6 por lo
menoa se ignora que fuese colocada otra vei
en el templo, despuesde iavuelta de losiarae*
litas de la ciudad de Babilonla.
Aftt^A DE NOE. (ñeligion,) Gouóceso coo es-
te nombre nna especie de navio-6 dé casa 00«
tañte quc fúé construida por Noé ¿ fln de pre*
sertar del dituvio ¿ su famllia y ¿ las diféreo-
tas espectes dd aoimaies (lue mos Mrta (DaQ-
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»
AHGA
M
Mo á tm pMmm iolraria mella. (K(^ai#
Lot crUlcos hM b6(Ao Us mayoreft invea-
tigacioiios é kAaftnadodifereates&istcmas, so
biB la feniMi» laiMño y eapacidad dol aroa de
loé» aoteo los m«terialeB empleadoa ea «u
oonatnieclOD, sobre el lieanpo que fué Deoo^a-
rio para conciuirla, y acerca del silio 60 que se
dalofo ottaado ae retiraron \'é& aguas del dilu-
vio. Otroa* ea coyo Dúinero se eacueatran ios
laioreé 4e lo JSnciciepediamoderna franceaa
hin tratado e^ aaanto de uoa manera indigna
dila «OBiideraotoo y dei alto aprecio quo ne-
raeaii laa roapeUMea tradicionea. Procurare-
BMi en eate aFUciilo segoir un léraiiDo medio
«M lodoi 0U08, oaponiendo ooa la debida ae-
piMlQBOMMo ao toiero é «ada uoo de estoa
pontoa.
riaiii|M ^mftieado m ía cmutruccion del
«roÉ^ te eree qoe Noé enpleé cien añoe en
(Mstniirta, á eaber desde ei aoo del moado 4 ftt^5
haila d do i%é%, en cuyo Uempo iu|;ar el
düaTio. Seta ea la opinton de Origenea, l&añ
iguiiB y oCtfMi inuolM>8 céielMrea iiisloriadores.
OINMialérpriiea proloDgan eate térraino hasta
eiepio Tüiité aáoa. Beroeo asegura que Noé no
aa^ptsd á m»tniir ol area aiao setenla y ocdo
añosantea del diluvio; oarabino nocuenta maa
qa$ eÍBiiieiiU y doa; los mabometaaos 110 dan
á aüe pitf iaroa naae que doa añoa para cons»
Mrla. Por ti teato del iéoeeis aparece^cierto
per uia ptarfei qoe •! dtluTlo suoodtó el aoo 400
ál üoé, j por olraque erade 500 añosde edad
oaaado Isto i 8eiii« €a»« y lafet; de donde se
Maeo qae lo maa probable es la opiniOQ de
ÍHiao. Ef 1 efedoaogiin el padre Fouroier en su
MngféiiM, j se^n k opioion de los padres,
Noé fué ayudado en su trabajo por sostres bl-
jea: estaa euatro personas Aieron suflcieotes
pM eoDclDlria» poes qae ^rquias de Gorinto,
M ii aoxiilo de IreeoiOBtos obreros, constru-
fé io oa ate el gran oaTio de Hieron» rey de
JMifMiloi mmpleadoi en la eonsiruecion.
fta madenqae se eoipleó para construir elar-
Ase liaiiia eo 1a Eacrítura hetü gopher, que
los Setenta Iraducen por madera cuadrada;
OaMoi j losatam, madera de eedro; San Ge-
ittila>0, madéra UUladaópulimentada, y por
etft paite mmdera embreada ó untada de be-
IM| KlmooM dke, qoe era una madera ligera;
füíbto aaa madera qoe permanece en el agua
4a aorrompersi; Juoio« Tremello y Buxtorf.
üiá üpeiie de eedro liamado por los griegos
MreMi* Hr. LePeUelierde Rouon piensu del
MM Mdo, porqoo esta madera incorrupti-
IH €i BUff OQBMiii ea el Asia. Seguu Herodoto
TAffctdlasoa, loa riyei del Sgipto y de Hiria
empleaban el cedro eo lugar del abeto para la
etaürae^oD de sus iolaa; maa no dobe darse
Mdü aoODSO á la Iradlcion redbida en lodo
•I Orttote, we oplna qoe-el aroa si eoDierya
llM idiora toda tBtera sebre el üOBle Ararat.
loefiard iDillMt 911 fipiber ei eio^^ por-
qoé ea la imkeBla y eo laiilHa, eo donde se
construyó probablemente el arca, no existe
mas que el ciprés que sea á propósito para
coostruir un largo navio (al como el arca. Ar-
riaoo y Rdtrabon, cuenU que querlendo Ale-
Jundro haccr construir una flota en Babilonia,
se vió obligado ¿ haccr traer cfpreses de Asi-
l-ia. Luego no es verosimil que Koé ceD sus bi->
jos, obIi|radod á construlr tan gran navio en
lan poco tiempo, tuvierao tamblen necesidad
de Iraspoi tar desdc muy lejos las roaderas de
construccion. Aüadireiúos, porúltimo, en acla-
racion de este puuto» (^ue segun otros cscrito-
res, el hebreo gofher aigniQca en general raa-
dera gruesa y resinosa, como el pino, el abeto y
el ierebinto. No debe crecrse en las fabulas que
los mahometanos han foriado con este moUvo.
ramono del aree, Segun Moisés, el arca
teuia trescteutos codos de targa, cincuenta de
ancha, treinta dc altura. Muchos criticos dicen
2ue estas medidas no dabau una capacldad su-
ciente para contener todos los animales y las
provisiones que dcbia enccrrar el arca. Celso
se mofaba de ella, y ha denominado á esta co-
sa el aroa del ábsurdo, Gon el fln de dar solu-
cion ¿ esta diflcultad, los padres y los comen*
tadores han tfaiado de averiguarla longitud
del oodo de que habla Moisés. Orígencs, San
Agustln y otros escritores eminentes piensan
que se Irataba de los codos geométricos de los
egipctos, que contenian, segun ellos, seia co-
dos vulgares ó nuevc ples* Pero no se ve qoe
hayao estado en uso estos codos eutre los h^
breos. £n esta Suposicion, el arca teudría
3700 piee de longitud; lo que unido ¿ las de-
maa dimensiones le bubiera dudo una capaci-
dadenorme y supérúua. Algunos handlcho que
los bombres de aquella época eran mayores
que I08 del dia, y su codo era tamblen mas lar-
go; pero por la misma razou, loa animales de-
biun ser tambien mayores y ocupar mas lu-
gar. Suponen otros que líoisés habla del codo
sagrado que teniu una cuarta mas de longitud
que el codo ordinarlo, pero no parece qoe esta
medida se empleara en otra parte mas que eo
los edificios sagrados como eran el lemplo y
el tabern¿culo.
Númerode vivientes que contenia elarca.
Ademas de las ocbo personas que compooian
la familia de Noé, el arca contenia un par do
cada especle de animales impuros, y siete di
animales puro6,-con su provision de alimentos
para un aiu). A prímera vista, esto puede pa-
recer imposible; pero cuando se calcula se ve
que el número de animalcs no es tan grande
como se imagina. No conocemos mas quecien-
to ó ¿ lo mas ciento treinta especies de cua-
drúpedos prótimaOiente, otras tantas de avea»
y cuarenla eapecies de los qué viven eo el
agua. Loa uaturallstas Cnentan generalmeule
c4oflto aetenta espccies de aves. Wilkíns, obio-
po do Cheator, dlce que no exístian maa que
setoola y doa especies de cuadrúpedoa ^m
ealuTÍesen oeceMriamente en «1 arca.
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04
ARCA-ARCABUCERO
M
Disposieion y eapaeidad del area. Setpm
b (lescripcion que Moisés hace de cstc ediU-
eio, parece qne tenia Ires pisos, teniendo cada
UDO d\ez codos ó quince pies de altura. Pro
bableroente el píso mas bajo estaria ocupado
por los cuadrúpedos y los reptiles, el de en-
medio por las protisiones, y el de arriba por
las ates, Noé y su familia; cadá piso debiaes-
tar dividido en Yarías babitaciones. Fílou, Jo-
sefo y otros comentadores, imaginan tambien
np cuarto piso debajo de los otros, que era co-
roo la sentina del navio, que contcnia el lastre
y los escrcmentos de los animales.
Lugar en que se deluvo el area despues
del diluvio. — Algunos creen qucfué muy pró-
ximo ¿ Apamea, ciudad de Frigia en el rio Mar-
syas, porqne esta ciudad tenia por sobrenom-
bre el Arca, y sus mcdallas tenian nn arca.
Pero lo mas probable es quecsta ciudad se lla-
mase Kibotos, arca, porque estaba situadi en
un valle muy estrecho, y encerrada como en
un cofre; parece que es la misma la 8tgn1fica->
cion del nombre propio Apamea. En los versos
sibilinos se Icc que el monte Ararat, en donde
se detovo e1 arca, est¿ en los confines de la
Frigia, en cl origen del rio Marsyas, y este es
nn error. Todo el mundo sabe que este roonte
está en Armenia. Josefo el historiador, hablan-
do de Ixates, hijo del rcy de la Abdiabcna, di-
ce que su padre le dió en la Arroenia nn can-
ton Ilamado Kaeron, en donde se veian reslos
del arca de Noé. Cita ¿ Beroso, bistoriador cal-
deo, que díce quc en su tiempo se veian restos
del arca sobre las montañas de la Armenla.
Nicolás de Damasco, Sán TeoQIo de Antio*
qoia, Sau Isidoro de Sevilla, citan ta misma tra-
dicion; Juan Stuys, en sus viages, dice que
en 4 670 un ermitaño de este canton le ase-
guró tambien este hccho; esto es una f¿bula.
Mr. de Touroefort que ha estado cn estos sitios,
atestigua qoe la montaña Ararat es irtaccesi-
blc, que desde la parte media hasta la cima,
e¿t¿ cubierta de nieve, que no se deshace
nunca, y al través de la cual no es posible
abrirse paso. Los armenios mismos tienen co-
mo tradicion que, en razon á este obstáculo,
ninguno desde Noé ha podido subir á esta
montaña, ni dar noticias de los restos del ar-
ca; solo sin pruebas y por simples relaciones
populares es por lo que algunos viagcros dicen
que se ven todavia rcstos.
ARCABICERO. {Tccnologict.) Con este nom-
bre, y mas comunmcnte con el de armero, es
conocido el artesano quc fabrica armas de fue-
go dc corto calibre, como fusilcs, mosquctcB y
pistolas, que furja sos cañones, constmye las
Ilavcs y las monta sobre cajas, que ordinaría-
roente son de madera.
Gonstituyendo la partemas dificil é impor-
tante del arte del arcabucero, la fabricacion de
los canones de fusil, nos ocnparemos tan solo
de este ramo de construccion en el prescnte
•Tffcnlo. A la palabraFUSiL, referimosallector
tjat^ quiera eateraf se de U hifllorla de esta ar-
ma, y de la espoiicion de ctmtitos inediofl m
han ideado para llevar basta el reflnamiento su
fabricacion, desde los tieropos en que eoraen-
zaron los mosquetes de mecha ¿ formar parte
del armamento del soldado, hasta qae los mo-
dernos ínventos de Lefaucheux y Robert han
proporcionado al fusil toda la seguridad y oon*
veniencia apetecibles.
Siendo la pistola un fusll en peqaeño, no
trstaremos de ella en articulo aparte, y st in-
tercalaremos, en el dedicado ¿ tratar dei fosil,
cuanto concierna ¿ aquella aniia.
Conócense tres distintas especies de cañon
de fusil, designadas por denominacione:» rela-
tivas al método de fabricacion que se emptea:
la 4 .* y mas antigua es la del eañon ordina^
rio: la 2.' la del cañon de herradwra$: ia 3.'
la del cañon torcido,
Apenas puedecreerse, ai examfnar od (asil,
que hayadificultades que veocer en Ufabika»
cion de aquella piesa y ¿ pesar de todo, sa
ojecucion exige habilidad, precauciooes y es*
periencia, todo con el fin deque aparexca sólido
y segnro, condiciones que indispensable^-
mente debe reanir todo baen fosil, y c« 6Sta
arma la pieza roas importante es eicañoD, qoe
Ílebe forroarse dei hierro de mas temple, y ser
orjado con el roayor esroero.
Gomo en el interior de esta piexa es donde
se ía de efectaar la detohacion de la pólvora,
es de necesidad, qae la culata opooga ona re*
sistencia suflciente para oontrarestar ei es«
fuerzo de aquella, porque ¿ poco descuido eo
esta parte hay un peligro grave de que revlen-
te el caiíon, quedando de este roodo estropea-
do ó sin vida el tirador. Ei cañon de nn fasil
es hn tubo de bierro, cayo interior debe ser
perfcctamente cilindrico.
Parallenartodasestas condidones, alga*
nos artiflces ban creido venUJoso foriar uoa
barra de hierro, poco mas ó roenos del mismo
grueso y longitod qne el canoo que baya de
fabricarse, y carenarla enfrio,en toda su loo-
gitud. Este medio se ha pnestaen pr¿ctica, y
el éxito no ha coronado las esperansas de sos
inventores, pues los cañones hao saiido do
mala calidad.
El procedimieoto pnesto en uso para fabri-
car los cafiones ordinarios, es el siguienle: se
elige el hicrro de mejor calidad, dulce y coo-
sistente y sin pajas, se tomaunabarra de cer-
ca de seis pies, de unas veinte y dos lioeafl
de estension en latitud y cuatro de espesor, se
dobla eo tres partes aplicando la noa sobre la
otra, y en esteestado se e&pooeo ¿ noa caida
sadosa, la saeltan y la bateo ¿ foertes golpea
de martillo para formar la l¿roioa roet¿lica del
cañon, esto es, el troso piaoo de hierro destl-
nado ¿ ser conservado eo direccioo de m lati-
tud sobre nna larga barra, de todo lo coal^ ba
de resultur yala forroacíon del tubodcl caúoo.
Todo el esroero del artesano debe fijarse a|
forjaresta l¿roina, eo oo aiterar la calidad del
hierro, debieodo ser inqdiq mssgruesapor !§
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áRCABÜCERO
H
eolata qae por la boca, y reservando un bisel
de cada lado de lalámiua, dc la estensíon dc
8u loogitud, pero colocado cn sentido hiverso,
estos dos biseles han do servir pai a soidar el
canon en direccion de su longitud.
Cnando la lámina es l^astante ancha para
poder eavolver la barra prcsentando cl sobran-
te necesario para la soldadura, se dobla en
caliente sobre ia barra y se suelda por roedio
del ínarlíllo, á beneficio de una calda sudosa, y
efectuaodo esta operacion de dos en dos pul-
gadas en la estension de toda su longitud. Este
ts ei trabajo mas deiicado y que exige mayor
habiUdad , y una vex termiuado^ el artesano
debe examinar aienlamente, si ban quedado
veoteaduraSj heudiduras ó aberturas trasver-
sales» entendiéndose por estas últimas ias que
pfOTienen por falta de material. En este oaso
se encsiiaa á Ja parte defectuosa láminas de
hierro pegadas á cola de milauo, y en vez de
csponerlo teroera ^ á fuego.lenlo, se vuelve
i soldar ei cañon m uno ¿ otro estremo; esta
operadOD es de muclia Importancia, pues aca-
bando de comprimir los poros del metal hace
al cañoo de mejor servicio, veriQcado lo cual,
ya ^lá forjado ei cañon, y dejándolo eufriar
leatamente, se lermina por ahuecarlo.
Ya liemos advertido que la boca del cañon
es nracho mas pequeúa que ^I calibre para ei
qoe se ba fabricado , y ademas fácilmente se
concil)e que al salir de hi fragna, aparezca lle-
Do de prominencias por dentro y fuera; y so-
bre todo es necesario cuidar de quo resulte
algo mas denso de lo necesario , á fin de po*
der separar inierior y esteriormeute, la parle
de hierro alterada por el fuego, para no con-
• servar al cañon mas que el hierro intermcdia-
no. que no ha sufrido alteracion alguna.
Perforacian, Esta operacíon s6 hace roecá-
QicameDte. Uo motor cualquiera pone en mo-
Timíento el eje de un torno, dispuesto ya con
on taladro, y delante de este úitimo se coloca
ae aparalo, que gira paralelameute el eje del
laladro: eD el aparato se flja con toda seguri-
dad el cañOA, de modo quo ei eje de este últi-
mo y ei dei taladro se confundan. Si obrero
ijnprime un movimiento progresivo ai aparato
á meéida qoe avanza el taladro, aomentándose
elcalibce.poco ¿ poco ú beneflcio de veinte
barreoas distiutas, cuandomeoos, y laopera-
cion termioa por pa^r otras dos barrenas que
dejan perfectamente llso el interiordelcañon.
Despoes de ia perforadon y alisdmiento, se
pruebael cañon con una especle de dado, que
iatrodocido en él, debe pasar por toda su lon-
gitod libremenle y.sin rozamicnto. £1 dado
coosisteen un cilindro de acero de tres puiga-
dai de longitud, torneado/ de buen temple,
Itfimído, y dei di¿metro cdnveniente al ca-
Üiire.
. Se ijosta inmediatamente la culata, se abre
el oldo y se perfecciona la parte esterior del
Gadon, por medio de la lima y la muela. Por
ser moy cooocidos, no entraremos en todos los
detalles de eslas opcraciooes, y si hcmos in-«
sistido en la fabricacion dci cañon del fusil, es
porque en general som baslanto poco cono-
cidas las díficultades , que en esle arte pre*
senta, y el cuidado que es forzoso tomar para
hucer caüones de buena calídad y de un ser-
vicio que no comprometa la existencia de loa
que hayan de hacer uso de las armas de foc-
go. Eslo nos empeñará en forraar algunos di3-
talles sobre la fabricacion de ios cañones de
herraduras y lorcidos.
Cañon de horradurus, La opinion mas au »
torizada es la de que los espaúoles han iuven*
tado eáta especie de cañonea , y lo cierlo es
que en Espaúa se fabrican muciios de esla cla-
se, que á pesar de esto son muy estimados, y
que se venden á un precio muy alzado, ponicL*
do su ahinco los franceses en imitarlos eo
muchas de sus fábricas. Ei procedimienlo es 1 1
siguiente.
Se funden á la vez clavos y herraduras vic*
jas de caballos, juntaroeote con hojas de hoz
ya inservibles, que se tendrá buen cuidado de
cubrir con olras clases dc hierros víejos para
; preservarlos de la accion deroasiado viva é in*
; mediata del fuego; se machaca bien esta masa,
I se dilata el roaterial hasta que forme una plan--
cha de dos fineas de espesor al menos por un
GíStremo, y de tres lineas por el otro, con ocho
á nueve de auchura. Esta- láraina debe tener
de seis á siete pies de longifud, segun la qu^
se quiera dar ^l cañon, y dispuesta asi, se la
llama cirUa*
I En tal estado se la arrolla sobre un carUm
ordinario, forjado y soldado de ia manera que
hemos dicho, pcro de mas delgadez y ligere-
za. Este cañon , bosqucjado de tal suertc, te
llama camisa, y sürvo de molde para arrancar
las cintas, debiendo scr mas corta que el ca«
ñon en ciernes, á fin de que ai ser foijada la
cinta pueda estenderse , precaucion interesan-
te, porque de ia dilatacion del hierro depende
el que salga bien batido y compacto, ademas
de que habrá mas adhereucia en sus particu*
culas, y menos peligro de que se abolle.
Sesuelda (4) desde luego la estremidad
mas ancha y gruesa de la ciuta á la mas espe-
sa camísa, cuya estremidad debe forroar la rc*
cámara; se prosiguc la operacion de arrollar y
soldar la ciuta á io largo de la camisa , y soU
dado el cabo á la otra estremidad, que ha de
foruar la booa, se estieode y remata del rois-
mo modo ya que los cañones ordinarios. Para
esla oi/eracion, es muy importante valerse <n
el liston de buep material, y de un hábil é in-
teligenteobrero.
Es indiferento la caiidad del hierro, que ha
(I ) Las voces toldur j toldadura se etDpleaa eoni«
técDicas, y no envuelveD^ en la rabrícacion de los
caAones dé fusil, ia idea de un metal estraflo, coino
el laton 6 la plata, por medio de los cuales se Uüm
ciertas pieias. Todas eslas soldaduras se bacen i gol-
Ees de roarUlio, y sin emplear mas moul que el
ierro despuesde haberle suminislrado el calor no^
coMrio para adJierir sus par(es coosola U percu^iaa.
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AllCABUCEftO
M
de servir ée molde pa'ra fsbricar el c&ñon. He-
inos dicho qiie debe ser delgado, y de consi-
guienle ea la operacion de )a fragna y taladro
se depora, y ya solo quedti el maferial de la^
bojas de hoz , cubierlo de herrambre, quc la
Hma y )a muela llevan á la parte esteríor.
En general, los cañones de herradura re-
sifiten mucho m^r que loa otros ¿ la accion
de la pólfora.
Cañan toroido. Bs un eañon ordinario, mas
aprctado, en todas sus pvirtes quc e! que aca-
bamos de describir. €it8iHK> está sotdado, se
Tuelve á poner la recámarti al fuego, bast»
que esté casi blanca, y entonces se ia asegu*
ra foertemente eDtTe h» bocas de un torno, se
introduce en la boca una broea forsada, euya
cabeaa sea piana, y enh^ en la abertura de
nu tom# de tereer , con el CHal se tuerce el
cañon, dándole casi á (odo é\ nna media vuel-
ta; se retira la broca, se vuelvc ¿ cateutar, y
se repitela misma operacion decalda en caMa
bastaia l)oca del caáon, coosiguiendo, mercetf
¿ este remedio, aumentarle la iongitud de cua-
tro pulgadas.
Goando ei cañoa ha auedado ya torcido,
se le vuelve ¿ esponer ¿ la aecion del füego,
despues de imber iatrodocido una J)roca en el
interior, como se hace en h» eañones ordina-
rios; pero soio se Ye dan ealdas fuertes sf, por
ro ¿ pequeños goipes. Esta últlma operacion
es necesaría para restablecer el hlerro que ha
sido quemado , poes es principio reconocido,
que se altera notablemente este bierro cuando
uo se le bate despues que ba sido espucslo ¿
Ja accion dei calor; para toreer , pues , estos
caáones, se les dar¿ un fücgo bastante vrvo,
pero sin batirios : es , pues, moy importante
una vez terminada esta operacion, esponertos
otra vez aí calor igneo y darles fyiertes catda»,
CM el ob]eto de reparar, batiéndotos ¿ peque-
ños golpes, la aHeracion que ias caidas ante-
riores hubieran podido cwnar ¿ la materia.
Los cañones torcidos son dtlatados, ende-
rei^dos y puiimeotados por dentro y fuera del
roismo modo que los deraas.
Pavomr lo$ caihnes, Se entiende por pa-
vonar, hacer que tome el cañon de on íusil un
color azulado, conocido entre loa arroeros con
ei nombre de color de agua, y para obtenerlo
bermoso y duradero, se espone el cañon ¿ la
accion del fuego, frot¿odolo en segutda eon cK>-
mro de anttmonio, conocido vulgarmente bajo
el non>bre de manieca ée antimonto.
Gasline y mmette lian ideudo un nuevo
Bistema de cañones üe herradura» , acerca dcl
cual ba preseotado Mr. Seguier im tnforme muy
farorable eit ia Acaderaia de Gíencias de Paris.
Eo vez de componerse de una lámina plana, ar-
roltada eit ft^ufs (IehéUco> ó espira, y solda-
da por Um Uordcft» eüe ta&m nuanraiiente ia*
vemad», se fbm» por jvxtv^pesteloB do d#s
fa^as ó cintas trtangEutares, superpuestaff de tat
roanera^ q«ie 1« eatrettidad dol uqq coinoida
000 1» bü» d«t otre. Bo est» svortei )• snpoi^
flcie de conlacto de las soYdadaras se eneoe»*
tra aumentada, y se remedia de un modo mify
eficaz et Inconveniente de las hendkiarM tratf-
versales que puedan resuttar de ioB vieios de
soidadura. En praebas ensayadas ood caAom
de ocbocientas setenta y cinco granao de peso,
setenta y dos centimetros de fongftod y diei y
siete de di¿metro interior, eon ctnco raithBetres
de espesor ¿ la parte de la calata y eieiit# etA*
cuenfa en la boca, uo han estallado sino é be*
neicio de coarenta y cuatro granas de péhs-
ra y doseietttas cincuenta de plomo, y atmfti
habido qolefi no ha eedldo sino ¿ ia ear^ é$
cineueata gramas ée pótvora y dOBoiemiW
oebenta de ptomo, carga enorme ai M MM
en cueota que k>s cazadores no eoipleaft tM
que cuatro granras de póhrara y evareMf éa
ploraa.
Vr. Beraard ha obtenido no meno9Mi(fBfa#*
tories resultados coa eaAones de fat^, twmm-
áos de dos bénees arroihidp Iff ma Mér^ li
otra, y ta segunda votvien A ¿ cabrif ÍM JttoK
turas de la primera.
Los eaftones, ¿ manera de lot ée la* et»
rabinas , rayados por dentro coa 8araoe> dl»
flerea de tos ordinarios, eo qae ea aquetios ai
pr¿ctica, en el sentido de sa longttud, bd elem
número de muescaB dispnestas oen anvglo
¿ las cdpiraB 6 héUces flwy proloafadlM t
paralclas, lo qoe tiene por objeto iroprkMr i
la bala un movimieato de rotadoit solM il
misma que hace al tiro mas certero.
Et prooedimiento para rayar es el BtfOiea-
te: fijase horizontahneDte er cadoa, ^ ea it
direccioo de su eje se coloca ooa tod» OMOll'
tud otro cañon rayado: cott antelaeioa se ht-
br¿ dejado correr sobre- ona barra d^ htorf0i
como ^e, 00 émt>oK> de ploaio, qoe ajastet il
cañon rayado; esfs bamr llevari ea ta olra
estremidad na nModrH de madera, sobre emjm
cireunléreneia se fi}an dos é tres eoeoplatf
equidistantes, en forma de Kraas, que debe»
operat sobre el eaiton. Se tmprioie ¿ i» bariv
de hierro oa movimlento de voiven borize»-'
tal, y el émbol^de plomo, slguiend^ las maes*
cas dei oañoa qtie le sirve (ía guía , impriav
ademas ¿ los úiiteB nn ligero movimienio de
rotaciOB, de modo qne las muescaB del se-
gendo cañoa esléa dispueBtas como I«b del
primero. Goando llegucn ¿ ser suficientemea-
le proteadas; se bace girar el c&ñon que strve
de goia, que t4ene un circulo graduado , haBta
qoe fbrme et ¿m^lo^ determinado, teaicodo
en cuenta el número de muescaB qoe se ape*
leceo; se le aOaaza nuevamente , practicaad»
una nueva série de dos ó tres mueBcas, y aefr
se eootinna, Kostaqne todo ei ooatorno'Be ha«
lla goaraecido de aroescaB eqnidistanteB , Im
qne debea goardM* nn emeto paratetisno on-
tre si , y no tener sino ia profundidad Deeoi»
saria para impriffiip á ki bala ei moflmieato
de rotaeioa deBoedo.
Puede eoasttttarw fobre csfa niiteria la obra' ée
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67
ARCABUC&AO-ARCADÍÁ
M
Mauricio lfey«r, titnlAdt: jr<f»tial hUiérieo de la
l$enoUfgia de lat armas de fuego^ traducida ^e\ ale*
nan al francés por Riérfei, t impresa en París,
4S87-S8.,Svol. en8.«
ARG4BUGER0. {Hiiíoria,) Naoca ha llegvdo
4gciierttUsarse en España cl oflo del arcabuz,
sinriendo tan solo para arma de ana parte de
lOBCQerpos de iDfaQteria. Dábaseles este nom-
bre en coiitrapoaioioa al de lanceros, qae re-
eibian los qne iban armados de pica ó lanza.
Coando el areabúz se babia saatitoido al arco
7 la ballesta, que eran armas de la infante-
lia ligera, eonclayóel dictado de arcabaceros
por ser slnónimo de tropas li^ras. Asi es que
ei Dombre de arcabuceros eontinu6 sieado no-
ainal enelejército españolmaeho tletnpo des*
pees de haberse abolido el uso del arcabaa. En
el reinado de Luis XYeoFrancia, afio de 4746,
existiabajo ei nombre de areabúeeros ligerús,
DD coerpo de gnerrilleros compaesto de iufaD-
terla, cabQUeria, artilleria y una compañia de
ektffos.
iRGABDZ. {Arte militar.) Tres dases de ar-
ciboces han estado en uso en oaestro ejército,
oreobtis dm garfio, arcabuz de mecha, y ar»
eébuzderueda.
l\ primero es el arma eorta de fuego mas
iBtigaa qoe se couoce, y para prcparnrla se
nceeaitaba dei auxiiio de dos hombres. Gods-
taba de uq eañon de la misma forma que el
de k» fusiles, pero mas largo, de mayor con-
litteneia y de mas groeso callbre. Estaba mon-
tadosobre od aparato de madera, y sujeto cod
Dagarflo, teniendo tamblea botafuegos para
Terlficarla esplosioo. La longitod delos de es-
ta especie era de 4^9 á 471 centimetros, y su
peio de S4 á 98 quilógramos.
KI areabuz de mecba constaba de un fuste,
im eañou y una llaYe: esta última pieza teiiia
ea sa estrefflidad iníeríor un gátillo, que por
sn forma tomó el nombrc de serpenUn. Opri-
mieodo con la raano un largo fiador, se bacia
obrar una Táscnla interíor, que bajaba el ga-
tillo, cubierto ya con la meoha enceudida, y
daado wbre la oaaoleta, i>readia fuego al cebo.
CoBo era arma demasiado pesada, el soldado
<piela osabatenia un palo guarnecido con pun-
ta de hierro por la parte inferior, y con nna
horqoiUa en la superior, y cuando iba ádispa-
rar, plantaba en tíerra el palo y apoyaba sobre
ÍahorquíUa el cañon de su arcabuz: los de esta
ieganda especie, cuando se hicieron mas ma-
Boabies, tomaron el nombre de mosquetes.
11 arcabuz de rueda distioguiase del ante-
rier en. tener menos peso y un mecanismo
ony diferenle en ia Uate. £1 gatilio, en vez
de eslar envuelto en ona mecha, Ilevaba eotre
\mpmilhs nna piedra, y cuando se oprímia
^flador, rosaba esta en una rueda de acero
scualada, echando chispas, que prendiau fue-
60 ea el cebo.
Segimel padré Daniel (4), el aso de los
J^) Hbtoria de la milicia francesa, tomo 1, pá-
fiMÍfa.
443 BTOUOTKCA POVULAU.
I arcabuces dc garflo en lo«. ^ércitos franccsea
se rcmonta tan solo al reinado de Luis XII, y
la Invencion de los de rueda es todavia mas re-
ciente. pues tuvo lugar á fiues del siglo XVI,
Y füé muy poco anlerior á la de los mosqueies.
En Bspaña, el uso deitrcabuz, duta deuna fe- ^
cha casi igual ¿ la del origen de esta arma de
fuego en Francia.
ARCAÜA. {Anatotnia,) Este nombre se aA
las curvas qae describcn varías partes óseasd
blandas. Asise llaman arcos ó arcadas denta'
rias las dos lineas casi parabólicas sobre ias
cuales están engastados los dientes en una y
otra mandlbula.
La arcada crural^ Ilamada tambien liga-
mento de Falopio ó de Pau|)art. esfá cerrada
por la aponevrosis del grande oblicuo , que se
refieja sobre sí misma al nivel dc una líuea
estendida desde la espina iliaca antcrlor y su-
perior hasta la espina del púbis. Esta arcada,
ó este ligamento perfectamcnte rectiiiueo. for-
ma la base de un gran tríángulo cuyo vértice
se diríge hácia abajo y adentro. Corresponde
al pliegue de la ingle, y señala los limitcs en*
tre el abdómcn y el muslo. Continúase cou la
aponevrosis femoral, coucurrcá formar con su
porcion rcflpja y con su porcion directa el ca-
nal ioguinal; y por último, las fibras de su por-
cion rcfleja van á fijarse en la espiua y cn la
cresta del pilbls, formando cl ligamento ó rp-
pHegue falcifurme (á manera de hoz), que se
ha Ilaraado Ugamentoie Gimbernat;eB bonor
deeste iluslrc anatómico y cirujano español.
Este ligamento circunscribe por arríba una
abertura (el aniUo crural) que corresponde al
vértice del tnángulo de que hemos hablado, y
por la cual salcu de la pelvis, para ir al muslo,
ios vasos, ganglios y nervios crurales.
La arcada zigomática está formada por la
uniou de la apóUsis zigométícu del tempordl,
con el hueso molar ó del pómulo Da paso i
vasos, á nervios, y al müsculo temporal, que
va á insertarse en la apófisis coronoides del
maxilar iufcrior.
La arcada orbitaria está formada por la
parte superior de la base dc la órbita.
Por útUmo, se Ilaman arcadas las curvas
que deecriben los vasos para comuoicar entre
sianastomosáudose. Tules hou las arcadas me-
seutéricas, palmares y planlares.
Tambien se ha dado el uombre dc arcadaí
á ias curvas de los ramos nerviosos que se re-
flejan unos sobre otros.
ARCADIA. (Historia.) La Arcadia eslá situa-
da en el centro dei Peloponeso, y se halia cer-
cada de montañas por todos lados. Ai Norte,
hácia la EUde y la Acaya, le sirvcu de muralla
los roonfes Gileno, Erimanto y Foloe; y al Sur
está protcgida por ei lado de Espihta, porl«
cadena dcl Liceo. De Norte á Sur, corren otras
dos cadenas laterMles, casi paHilelas, que se<
paraü la Arcadia al Oesle Ue la Trífllia; y jd
fiste de la Argóttda, Eataa cuatro cadenas soá'
T. III. 7
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90
ARCADIA
m
tleneo aoa meseta eleTada que cortan Dumero-
sos ramales.
La Arcadia se diride en dos regiones moy
distiDtas: ai OrieDte de Norte á Sur, se estien-
de el largo y estenso valle de Trípolitsa;
aquel era el pais de las grandes ciudades, pues
iloreciaa en él Cáfia, Tegea, Mantinea y Orco-
meno. La vertlente de las montañas por el ia-
do de la Argólida es ruda y escarpada; su ca-
dena es tan compacta que sobre la misma me-
seta de la Arcadia, á pesar de su elevacion,
forman todavia uua calzadacontinua. Lasaguas
conducidas alli por la pendieote dc los valle«,
Luscan una salida, y no haUaodo mas que un
muro impeoetrablese sumergen en simas sub-
terráneas ó forman lagos y paotanos. Al Oeste,
por el contrario, lindos valles interrumj)en las
mootañas, cubiertas de cnciDas, plátanos y
oastaños, y descieoden por una pendieote dul-
ce hácia la Trifllia.
Esta simple ojeada de la naturaleza fisica
de la Arcadia» revela el secreto de su historia,
6 mas bien sirve para esplicar por qué la Arca- i
dia no tuvo vida esterlorni bistoria.
Los árcades erau evidentcmente nn pueblo
pelásgico, pues aun cuando sobre este puoto
00 luviéramos los testimooios formales de ia
aotigüeda^, oos lo demostrariao suficieote- ;
meote sus cultos, tradicionos y costombres.
Ellos mismos se llamabao hljos do Pelas- '
go y authothooes. «La tierra, dice uo aotiguo
poeta, echó al rouodo al divioo Pelasgo sobre
ias roootañas froodosas de la Arcadia, á flo de
que la especie humaaa comeozase ¿ exis- '
tir(4).»
¿Pero de dóode procede csta palabra de dr-
c/i<fes? ¿Era origioariameote oaciooal cotre los'
pelasgos de Arcadia, ó lcs fué impucsta por la
cooquista? Nos ioclioamos ¿ la última bipótesis !
porser la queofrece mas verosimiUtud. Segun ,
¡03 indicios que proporciona ia misroa tradi- ,
cion de los ¿rcades, iodicios corroborados por !
el testimonio formal de Aristótcles, Duris y Pau-
sanias, creemos que en una época lejana é ig-
norada, se establecii^ victoriosameute uo pue-
blo de árcades eo el territorlo de los pelasgos
y le dió su oombre. Los ¿rcades deciao que su
pais se llamaba primitivameDte Pelasgia; pero
que habiendo muerto Nictimo, último desceo-
dieotevaroD dcPelasgo, le sucedió Arcas, hijo
de Eu hija, acou ecimiento que en sus leyeo-
das coincide cou el recnerdo confuso de un
cambio en la civilizacion. Resuita, pues, que
este Arpas, en quien 1a tradicion, segun la cos-
tnmbrc ba individualizado á los árcades, na-
da tiene que ver con la familia de Peiasgo, pues
Di siquiera flgura su nombre en la lista arca-
dia de los hijos del pelasgo Licaon, y hasta
despues de la emigracion simbólica de estos,
DO aparec^ el mencionado Arcas. }m ¿rcades,
ie llamaban hljo de Júpiter, hijo desconoci-
Ho, y para hacerle descender de Pelasgo, le
(4 ) Atlo: 9pu4 Pavianiam^ VIII, 1,4.
daban por madre ¿ Caiisto, bija de NicUmo. La
iadigeoa Calisto, simbolo de fusioo, represen-
ta aqui el mismo papel que Lavinia entre los
lafinos.
De todas las naciones pel¿sgicas, la de Ar«
cadia fué sio cootradiccioo la qoe aufrió menoa
iovasiooes, y por coosiguieote ia que llegó ¿
mezclarse meoos. Retirada eo sus mootaoas,
f¿ciles de defeDder, vió pasar ¿ sus pies los
graodes torreotes de las tribus septeotriODdes
qne dos veces iouodaroD la peoiDsula. La coo-
quista eolia do hizo mas quedesflorarla, y mas
adelaote, eo el siglo XII aotet? de J. C. las le-
glooes dóricas atravesaroo paciflcameote sus
mootañas. Sio que sea ouestro ¿oimo preteo-
der que la raza iodigeDa se maotQvo pura ea
Arcadia, podemos ¿ lo menos asegurar que el
elemento pel¿sgico dominó siempre en ella.
Colocada en el ccDtro del Peloponeao y hecba
indudablemenle con el tiempo enteramente
tielénica, aqueila raza debió helenizarse por
la accion lenta, poro infaiible, de sus comuni-
caciones diarias con los helenos; sin embargo,
la naloraleza de su territorio y ia vida solitaria
y dispcrsa que hacia alli , debian debiUtar
aquella misma accion^ como sucedió en efeeto,
segun nos io demuestra la historia.
Merced ¿ este aislamiento, guardaron los
¿rcadcs» mas que oioguD otro pueblo, curio-
sos y aboDdaotes recuerdos de la época pel¿a*
gica. Pausaoias, que visitó la Arcadia en ei
sigio II de la era cristiaoa, se ioformó cuida-
dosameote de aquellas tradiciooes, y recogió
rouchas de ellas» pero los iimites rlgurosoa en
que debemos eocerrar este arliculo oos impi*
de hablar de ellas; su ex¿meD haria deaapa-
recer toda ia cuestioD de la mitologia pel¿8-
gica.
La edad bistórica para los ¿rcades se re-
moota á poco mas de ías guerras de Meseoia.
Desde eotooces lodo el Peiopooeso veia aoie-
nazada su libertad por los dorios de Esparla.
De e&te modo hallamos ¿ los ¿rcaUes aUados
coD los meseoios. £o el discurso de la segunda
guerra de Mescnia, deede ei año 683 ai 668
aotcs <le Jcsucristo, Aristócrates, roy de los
¿rcadcs y gefe de la tropa auxiiiar que habian
eoviado iil socorro de Aristómeoes fué acosa-
do de haber recibido prcseoles de l^parla, y
de haberle proporciouado, por medio de uoa
traicioD, la victoria sobre sus aliados. Ia)s ¿r«
cadesle apedrearoo, y quedó abolida laroooar-
quia.
A escepcion doi territorio de Esparta, la
Arcadia formaba ei estado mas vasto del Peio*
poneso* Clinton calcula su área en 1,700 dií-t
llas ioglesas cuadradas(4).
La Arcadia aiimeotaba, segun la relacioo
de los aotiguos, uoa poblacion robosta, qne
desde sus elevadas combres, como dcade Doa
ciudadela que dominat)a la peninsula, podia
cada noche lanzarse inesperadameote sobre
I (4 ) Fa$ti heUeniei, pág. 4S7, edicion dc Uipsíc li.
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Wl
ARGADIA
40^
li Acayn, la Argólida, la Trlfllia y la Laconia;
pero eocerrados los árcades en su fortaleaa de
moBtaDas, seguros de sa indepcndencia y con*
tentos oon la fertilidad de sus Talles, qae
aBnbaBcon on amor de montaúeses, jamás
fiieroo un pueblo guerrero.
Sin embargo llegó una época en que por
aaniento de la poblacion se tiallaron incóroo-
d06 y demasiado estrecbos en tsus montañas,
y fntODoes salló de ellas, coroo sale hoy de
íi Soisa, un perpétuo eujambre de hombres,
qae espulsados por la miseria iban á batirsé
iodistiotamente al servicio de coalquiera que
101 pagase; de suerte que en mas de una oca*
sioD se encontró simultineamente en los dos
eampos. Segun reOere Teofrasto, los árcades
íberoa solicitados en todos los ejércitos por su
fuera y Talor, y apcnas hubo guerra siu
alk» (4). Eran, pues, soldados robastos, que
ganaban lealmente su salario. No se puede ne-
girqne babia en Arcadi^ hombres de iostinto
goerrero, que á faltadeguerra nacionaU y por
el efecto mismo de su aislamienlo, iban á alls-
larse foera de so pais como mercenarios; pero
ni en el colto, ni en las instituciones de la
Arcadia, ni en el genio nacional^Uabia nada de
esecarácter beróicoque distinguió tanemi-
ne&temente á los verdaderos helenos.
La Arcadia no pensó Jamás en conquistar.
Lanaturalexalehabiadado f ronteras bien mar-
CMhsé iDdisputables,y se considerósatisfecha.
Sopapel en los asuntos del Peloponeso fuémez-
qoioo, jamás tomó la iniciatlYa y siempre se
mostró indirerente á la cau.'^a comun de los
griegoB. En tiempo de la iuvasion persa los
áreades no pudieron envíar cootra Gerges mas
qoe dos roil hombres. Ciento cuarenta y cua-
tro años despues dejaron que la cuestion
dela indepeodencia helénica fuese decidida
ea Qoeronea sin tomar parte enella. A lamuer-
te de Alejaodro, cuaudo las cindades griegas se
sobleTaron contra Antipater, los árcades se
abstOTieron tainbien depresentarse en elcampo
de batalla. En el discurso del síglo III antes
de Jesocrísto, cuando los galos iban á pasar
las Termópilas, los árcades se resistieron á
marchar, temiendo, segun decian, que los la-
eedemonios se aprovecharan de su ausencia ,
para hacer una irrupcion en la Arcadia. Tocí-
dides 00 coenta mas quv* tres espediciones cou
el consentiffliento general de la nacion, el si-
üodeTroya, la guerra deMesenia y la guerra
Bédica en tiempo de Gerges.
Pero á lo menos ¿goardaron bien su inde-
peadenda? No, en Tordad. Guando los esparta-
00« k» atacaron ensusmontañas, se defendie-
roaaparentemente, sederendieron, si se quiere,
coBeaergía; 8inembargo,á pesarde iasventajas
de 80 sitnacion eo una guerra defensiva, fueron
veactdos. Sin duda hok>o eo las gargaotas de sos
noDtadas mas de un pacblo, cuyo camino no
sopieron jamáslos ejércitos lacedemonios; te-
(1) Tfofrafto: apud Átkenmm, iV.
nian cumbres ásperas é impracticables, donde
se refugiaba su independencia, cuaodo la do-
roinacion cstraogera se apoyal)a en la llanu-
ra; pero es lo cierto, que sufrieroo, como el
resto del Peloponoso el ascendiente de Espar*
ta» y que una parte de su territorio, el valle
donde florecian sus ciudades principales, Te-
gea, Mantinea y Orcomcno, fué realmente sub-
yiigado. Asi duraote la guerra del Pelopone-
so marcharoD bajo las banderas de Espartacon-
tra los atenjenses, mas bien por necesidad
qoe por gusto, segon díce Pauíianias. Agesi-
lao los llevó consígo al Asia, y hasfa la bata-
lla de Leuctra siguieroo (i los espartanos contra
Tebas; entonces, estimulados por los desas-
tref de Esparta, se pasaron al ejército de Epa-
minondas, que los domioó á su vez; pero es
superíluo acumular mayor número de hechos;
corresponden á la bistoria de Esparla y alli tic-
nen su verdadero lugar. Esparta es la única
nacion del Peloponeso que tiene nna historia
relatíva á aquella época .
Con todo, para ser jusfos debemos decir,
que la díseminacion de los árcades en mulfítud
de pequeños cantonés y pueblos aisiados, debi6
eotorpecer su accion. Aigunas de las grandes
ciudadesdelaArcadia,comoTegea,Mantinea,y
posteriormente Megaiópolls, donde se hallaban
concentradas en uu punto fuerzas coosidera-
bies, sostovieron individualmcnte en defensa
de su independencia combates frecueutes y
gloriosos, pero tambien debemos deeir, que
esas ciudades donde mas briliaba el esplritu
guerrero, eran las que tenian mas mezcla de
la raza helénica.
¿Fué de una de es^as ciudades de donde sa-
lió aquel cjército de árcades, qne durante la
guerra tebana, algun tiempo antes de la bata-
ila de Mantinea, cayó de iroprovisto sobre la
Elide, donde se distinguió con intrépidas ha-
zañas, que preaidió violentaroente álosjue-
gos oIimpicos« y coronó la cspedicion con el
saqueo del templo de Júpíter Olimpico? Este
moviroiento parcial y fortuito de aventureros,
qoe la nacion arcadia desaprobó por temor á
sos consecoencias, es laúoica eropresa atrevi-
da y espontánea que presenta la historia de los
árcades, csceptuaodo la ridicnla espedicion
del año 367 aotes de Jesucristo, que terminó
con lu batalla Ilamadastn lágrimas.
Las costumbres, las iDStitucIones, el desar-
rollo iolerior de la Arcadia, ofrecerian, sin du-
da, un vivo interés, si desgraciadamente no
nos viéramos reducidos sobre este punto á
datos insufleientes, á mezquinos pormeno-
res perdidos en los monumentos aotiguos,
bechos tomados el azar y en largos iotér-
valos, sln que las mas de las veces se
tome en coenta la diversidad de las épocas.
Ademas, entre estos hechos, hay unos que se
refleren al pueblo de las cuida^es, y otros i
los pastores de ias montañas, y ya sc deja
conocer cuaota serio la difereocia que debia
existir entre estas poblaciones, de qoe ha re- .
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ARCAWA
lOi
SQltado, qae a^npanáó (odot estos datos sin
distincion de tiempo y Ingar, no so ha hecho
otra cosa que cuadros monstraosos y falsos.
La civilizaciOQ pelisgica, cnya prosencia
atcstiguan las construcciones de Ltcosura y
de Maotinea, se estinguió poco á poco en Arca-
dia, y á escepcion de ciertas ciudades, la civi-
lizacionhelénica no estuToalli muyfloreciente,
síguiéndose de estoqueen un tiempo en que ei
resto del Peioponcso. sometido á los dorios, se
hahia hecho bárbaro, la Arcadia merced á la cou-
quista, quedótalvezciTiIizada; peroandandoel
tiempo, cuando la civilizacion de ios helenos
se desarrolló y estendió por las inmediaciones,
la Arcadia aniquilada se encontró en una bar-
barie relativa. Los helenos civilizados que*Ia
vieroD en csteestado; que en elsigloIV anles de
Jesucristo, ta vieron aiimentarse de bellolas, y
sacriQcar victimas humanas, la creyeron ya á
salvo de la vida salvage. lError fundamentaU
Si en Arcadia se sostuvo por mur.ho .tiempo
el uso de los sacrificios huroanos, consiste en
qoelos profundos misterios de la religion an-
tlgua, cediefOQ alli mas taitde á los misterios
nuevos de los helenos. Los pastores de la Ar-
cadia se mantenian de bellotascomoloscerdos,
dice Filostrato. Si, comian, es vcrdad, la be-
Ilota de la encina, como se come la fruta del
castaño; pero tomar esos hechos que se obser*
vaban aun en el siglo IV antes de J. C, por los
rudimeutos de ana sociedad qae nace, es nna
ílusion dc los antignos, qoe no tolera el erá-
men de la cienciamoderna.
Despues de la muerte de Aristócrates, y de
la abolicion de la monarquia (año 668 de Jesu-
crislo), no se encontró jen Arcadia ninguna
füerza preponderante; de suerte que el pais
qnedó naturalmente dividido en tantos peque-
nos estados, cuantos canton^'^s habia. Dos ó tres
villorros formaban nna cludad distinta é inde-
pendiente, que la aristooracia local gobernabu.
Estas ciudades viviau, á lo que parece, eu bue-
na inteligencia, y la historia no dice que
ninguna de ella.s trataso de establecer su su-
premacia por medio de las armas. Eu rigor las
montañas que erizaban el pais, f^vorecian el
aislamiento de los pueblos,y oponian en cier
tos lugares impeoetrables barreras i la inva-
Bion. Asi, pues, los árcades vivian diséminados
6in otrovíQculo que el sentimiento de lanacio
Dalidad, y sin gobierno central, y solo se
reunian en las ílestas liceas, establecidas, se-
gan se dice, en honor de Júpiter. Esta reunion
constituia nna anfitionia, don9e se trataban,
scgun todas las apariencias, la» cuestioncs de
interés uacional, y las disputos de pueblo á
pueblo. Por el pasago de Pausanias que hemos
citado mas arriba, se sabe qne el aso primor-
dial en las nestus liceas era regar el altar con
sangre hamana, pero á medida qne sc fueron
dulcificando las costumbres, y se reanimó la
fé, y penctró en Arcadia la cívilizacion heléni-
ca, aquellos sacrificios, sostenidos sínduda por
el pueblo iadigena y estaoiOQario de las mon-
tañas del Oeste y del Korté, qaedaron redaci^
dos á envolverse entre tiniebka, y los qne vie-
laban el secreto Introdnciendose en el terapHi,
eran castigadoseu el acto con la muerte. /ot>it
LyikBitemplumq%u>et quis adeeessisHí, mw
pcena erat Arcadum lege (i), Las Aestas iloeas
fueron cón el liempo acompañadas de jaegos
públicos, Qso que los árcades tomaron sin do*
da de los helenos. En estos jnegos se destiae*
ba para el premio del vencedor, nna ermtda-
ra de bronce.
Con ttído, es preeiao no tomar al pie de la
letra lo que hemos dicho de la estFaordiaa-
ria diseminacion de la poblaclon en Arcadia,
pues en el gran valle del Este (IlaDHra de Tri-
politza), las aldeas mas espuestas á la iQTa-
sion de los espartanos, se habian esemado
desde muy antiguo dentro de una muralla co->
muD. Asiesque las graades ciudades de Te-
gea y de MantiQea» constaban, segon BetraboD,
la una de nueve aldees, y la otra de cioco.
Uiiavez rodeada demurallas, Mantinea llegó á
ser bastante poderosa para inqnietar á los ia-
cedemonios, que por otra parte, dice fliiote-
Groix, uo le perdonaban sns aatiguas relacío-
ues de amislad con Atenas. Habiéodose heebo
dueños de Mantinea pormedio de onaestratage-
ma, despues de la paz de Antaloidas, el aAe
368 antes de Jesucrísto, derribaron las mura-
llas, y obligaron á los habitantes á diseffllnarse
en sns paeblos primítivos. La ciudad no faé
restablecida hasta despues de la batalla de
Leuetrd.
En esta épooa, el año 374 antes de Jeso-
cristo, pensaron los árcades por primera vex
en formar una confederacion, ó por mejor de-
cir, Ep^minondas lessugirió la idoa. Por oonse-
jo suyofundaron á Megalópolis, doadereanie-
ron á los habitantes de cuarenta pueblos es-
parcidos en el interior del pais. Licoraedet de
Mantinea trabajó eflcasmente en estrechar los
víoculos lodavía muy flojos de la confedera-
cion. Uaa oligarquia de dies mil ciudadanos
principales, fué iuvestlda del gobierno cen-
tral, que aparentemente ejercia por delegacion,
y del derecho de paz y de guerra. Gelebraban
sus asambleas en Megalópolis, enunvasto re-
cinto lUmado Thersilion. Los antiguos dicen
qne ja asamblea de tos diez mtl ejercia el po-
derejecutivo y]udicial,y este hecbo ha pa-
recido impo^ble hastaahora si, imposibleen
cuaoto á la asamblea, pero no en cuanto á los
diez mil cindadanos privíiegiados 6 prjMta^
tes de que se componia, y que formaban la
aristocracia de las ciudades y de los pueblos
donde estaban repartidos. No soio no es Impo-
sibleesto, sino que debia deser. Los antígoos
añaden que cl poder legislativo pertenecia al
pueblo entero. yno á la asamblea sola,lo cnal
signiflca scnclltamente, qne en ciertas ocasio-
oes, las mas raras qtie se podia, era consulta-
da la democraeia de las ciudades. loterpretan*
(1) ñíg'xnio: PoétiCtÁitfúñ9m, Jt^ M.
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ARGADU— AAGANO
406
éo de este modo el breTe ttetfnesio de los t»-
tiguos, sobre la oonttitiieion de U Arcadia en
el tif^o lY antos do lesucristo, dos parece que
He^ áliaoerfie ioteiigible, y poede ser admi
tido stn escrúpulo.
¿GQioto tiempo duró esta constitucion? No
se sabe; sin du^a estaba abolida caando ios
árcades entraron en la oonfederaciOQ aquea, á
la eoal accedieron desde luego. Kii adeiante se
eonftinde sq historia basta la redueoioa de ia
Greeia en província romana. Obsenremoe, sin
embargo, qne en tiempo de Arato, se ballaba
mia parte de la Aroadia aomelida á la domioa*
cion de loe espartaaofl) y que en Plutarco y en
Mlbio se hace meneiondeQna Arcadía iaoe*^
demonia que invadió Arato, enando ei rompi*
mleQto eon Cleomenos ei S93 anles deiesoerieto.
Ihirante estas diférentes reToiucionea de la
Areadla, contaado desde la oaida de ia monar*
qnia hasta et roomento en que se fundó el im-
perio romano, cada ciudad tuto sa historia par-
íieulv y sos revohielones intemas. Aili, oomo
en fodas partea, las graodes eindades pásaron
de la aristocracia á la libertad democrática, y
ei desórden engendró la ttrania; otras veces la
tirania resoltó inmediatamente de una oonja»
radoa popnlar contra la oiigarquia. Ssta á su
rex aprovechaba la prímera ooasion de venoer
i la deraocracia, que por sa parte nose descai-
daba en ieTantarse y luchar con naa perseTe**
rancía qne sok> podia darie ei esceso de su mi*
seria. Kste cstado de lucha, de anarquia y de
perpétuas lluctaaciooes, eontinuóbajoiaoons-
tituelon federatiTa del aio 370. La incorpora*
doQ de las ciadades areadias á la liga de los
aqieos, íbrtiflcó laoiigarqaia, perosabsistió la
iBoba; macho tiempo antes de Arato, pe habia
ya planteado la coeetloa en an terreno despe-
jado, > la locha intestina se llamaba eoo so
Terdadero nombre la guerra dé Iqs ricoé n de
le^pobres,
De las costombres é inslitaciones privadas
de los áreades poseemos datos muy cariosos;
pero nonos atroTemos á haoer uso de eilos por
Bo seber á qué tiempo ni á qué parte de la na^
dao se refleren, y por lo tanlo preferinios el
sHencio á dar noliciasfálsas. Alganos capítulos
de Poiihio podrian liaceraos creer quc ea su
tiempo por los años 4 50 antes de J. G. se dls-
tiB^nia la poblacion de la Arcadia en tres da-
ses principales.
In Megaiópolis y en las ciudades dc ia
grao llaftura del Este se habia borrado ei ca-
rieter naeional oon el cootacto y la mexeia
deios heienos; estas ciodadeft ao teniao ya
naéadc pctásgicas, asemciándose mas bien á
lae de la Acaya ó de la Klide.
Fero en ias combres de las allas montanas
T en las gargantas de io interior Tivia un poe-
blo de paslores y caiadores, pueblo que habia
pemanecido indigena» á el que ia civllizaefeii
pelásgica, estingnida en tomo sayo, ao envia-
b» ya lai níngnna. y qoe rehasando la cirili-
Mion dei estraogeiot kabia tocUo á caer on ia
barbarie; poeblo Teatido como sus antepasados,
depieldejabuli; rudo y aua feroz. Stn doda
fué este mismo pneblo el que acusó Pollbio de
eaemigo de la música, y el que Filostrato nos
representa como poco superior á sus rcbajios.
Acaso fué tambien este pueblo, donde la cor«
rupcion tardó masenpene(rar,donde reinaba la
hospilaiidad, donde las doQcellas y los manoe-
bos 36 reuDÍau en las fle&tas con toda la libier-
tad de la inoceaoia, y doode ios señores y es-
clavos continuabau sentándose á la misroa
mesa.
Al pie de estas montañas, en los frescos va-
Iles del Ladon. del Erimanto y del Alfeo, y en
el deiiciosd de lCegalópoIis habitaba un pueblo
paslor y agricola á nn tiempo. y añciooado á la
música. rasa de costumbres duiees, que oonser-
Taba algo del carácter peláagico qne no se en*
contraba ya en las cindades. A estc pueblo de-
hemos indadablemente referir las tiemas im¿-
genes de ia Tida pastoril que los poetas anti*
guos lomaron de ia Arcadia.
Sea deesto lo que quiera, iocierto es que
aun en las oiudades fué poco fecuuda en Area*
dia ia ciTilisacion heléoica, y que esceptuando
soiamente la música, no creemos que se dis«
tinguiera idngoM ciudad areadia en las cien*
^ias, ea las artes» ai en ia filosofia.
Flutareo: Yida$ áa Ártdé f ée Piiop$wim,
PausanMft: Ubro VIIL
6. A. fireitenbaucb: uiüoria Íe la Árcadi^^ 1701.
Sante-Croix: De lo$ untigvM gobtfmoi fetteraü-'
wiy de la legitlaeion de Creta, 1791, en i.^
0. MuUer: Bitioria de lat raun y de lot pmebhi
griegot, 3.*edic.,j toI. enS.*
ARGAlSlíO. (Gramó^s.) 'Apr^^cK, antt-
guo; 6p)^o(l«póc, antigua manera ae habíar; de
^PX^ ]»rmet|)to, origen, Ei arcaísmo es el aso
de Toctíi ó frases aBticiiadas por afeetacion,
por capricho 6 por cáieulo. Salustio entre los
escritores laiinos, la Fontaine y Giiateaubriand
entre ios franceses y ei ooude de Toreso entre
ios españoles, ímib usado mueho y de una ma*
nera félia del arcaismo.
Kl areatsmoes locontrario del neologismo,
Y las mas de laa Teceu llega á ser, como este
QQ defecto, caando se emplea sin gusto y con
afeetacion. fiay, sin embari^o, menos ¡ncooTe-
ciente en apelar al prioMro que al segundo»
pues en efecto con el neologismo es difieil no
incurrir en barbarismo, al paso quecon el ar-
caismo se paede obtener un estilo que no estó
desproTisto de gracia y naturalidad.
ARGANO 6 ARGANUM. Llámaseasi toda ope-
taeion místeriosa de la alquimia, todo remedio
«ecreto, cuya composicion se oculta, atriba-
Téndole.gran eflcacia. Por lo demas, este tér-
siino se aplica mas especialmente á la ciencia
fntigua, pueshoy los sabios y los médlcos son
demasiaée fiiósotos para que pretendan tener
ecultes trabajw ó descubrimíenlos que podit^
laa ser óHles á la hamanidad. Asi, pues» sol»
ál efaarlatanlspo^ á iaignoraasia jih codiei«
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ARCANO-AaCEDIANO
408
debemos atríbair el empleode los remedlos se*
cretos, cuya pcrsecacion es del dominio de la
polícía médica, y de las atribuciones de las
autorídades.
ARGANSOX. Brea seca 6 resina, sustancia
resinosa, sólida, parduzca, frágil, que es un
residuo de ia tromeotina comun, y que sirve
príncipalroeQte para frotar los arcos de los ins-
trumentos de cuerdas.
ARGEDIÁNO. {Derechü eclesiástico,) Díóse
autiguamente cste nombre al diácono raas an-
ciano, ó al que elegia el obispo para presi-
diríos, y hoy dia á un eclesiástico provisto en
unadigQidadque leda una especiedejurisdic-
cion. De csta palabra se formó IsTde arce*
dianato, para desígnar el oflcio y su dignidad
y la parte del territorio que esti sujeta á la vi-
sita dei arcediano, cuya estension ha designa-
do el oblspo. £1 origen deesta dignidadsere-
monta el tiempo delos apóstoles, qacoligieron
entre los prímeros crístianos los que eran roas
cülosos y vigilantes para conflaríescl cuidado
de los pobres y encargarles la distribucion de
las oblaciones de los fleles. El primero que se
honró con este tilulo fué San Estéban, á quien
llama San Lucas el prímero de los diáconos.
Sus funciones se reducian entonces á la distri-
bucion de las limosnas; peroel manejo del
dinero y dc las riquezas de la iglesia hizo que
se reputasen muy pronto superiores los *arce-
dianos á los presbiteros, que limitados pura-
mente á las funciones espirituales, como la
oraciou, la instruccion y administracion de
sacramentos, tuvieron menos crédito y autori-
dad: esplicaremos esto con mas dctencíon.
Los diáconos fueron establecidos priroera-
mente para aliviar á los obispos y presbiteros
de las funcioues esteríores del gobierno de la
iglesia: el titnlo de arcediano se dió al que el
obispo consideraba por mas hábil y vigilante;
despues, al tiempo de conferírle este titulo, le
encnrgaban una parte de su jurisdiccion. Asi es
que los arcedianos eran entonces los vicaríos
generales dcl obispo, y ejercian en su nombre
la jurísdiccion episcopal en las iglesias de su
territorío; los consideraban como sus ojos y
sus manos; en la iglesia cuidaban de conser-
var el órden y decencia en el servicio divino;
eran los maestros y superiores de los clérigos;
señalábauies sns puestos y funcíones; si noha-
bia ecónomo, rccibian las oblaciones? y rentas
de la igle^ia, y cuidaban de la subsistencia de
los clérigos y de los pobres; eran los censores
do las coslumbres, y vigilaban para corregir-
' las: advortian á los obispos todos los desórde-
nes, y ejercian casi las funcioues de los pro-
molores actuales para repararlos.
La estension de su poder y de las funcio-
nes que ejercian los colocaba en la gerarquia
eclesiAstica inmediatamente despues del obis-
po.En el Biglo YI les concedieron Jarísdic-
cion sobre los presbiteros, y en el XI eran ya
cemo unos jueces ordinaríos que tenian de ofl-
cio una Jurísdiccion propia y potestad parade
legaria: ejerctan i nombre suyo el mismo de*
recho dé que gozaban como delegados dek
obispo. Mucbos Uivieron tambien pretensiones
de juzgar en primera instancia todos los nego-
cios eclesiisticoá de su arcodianato, y de poder
uombrar unjnez quedecidiese^loperteneoiente
i la Jurisdiccion contencíosa. Pero iprínclpios
del siglo XiII trataron los obisi>08 de reducir i
sus justos limites estas pretensiones de los ar-
cedianos, qne se habidn apoderado de casí to-
da su jurisdiccion; quilironles la jurisdicciou,
voluntaría, estableciendo los vioarios genera-
les, y la contenciosa, nombrando provisoreá, y
redujeron ia que les quedaba multiplicando íos
arcediauatos. Loscinones dc muchos condlioft
sostuvieron i los obispos en su derecho; y
siempre que recurrieron i los tribonales se-
culares quejindose de las usurpacionea de los
arcedianos, los paríamentos las declararon
abnsivas, y redujeron la jurisdiccion de los ar-
cedianos ó sns limites. Ya no ies ha quedado
mas que el derechode visitar laa iglesias de su
arcedianato formar las sumarías del estado en
que se hallan las parroqnias, oirlas quejasque
dan los feligreses contra los curas pirrocos,
examinar las cuentas de las rentas de fibricas,
y establecer ei arreglo en' la recaudadoa y
empleo de sus productos.
Los arcedianos que estin en posesiOD de
hacer reglamentos en el tiempo de su visita,
pueden establecer lo quc les parezca conforme
i las sinodales y costumbres de la diócesis,
relativaroente i los vasos sagrados, los bancos
de las iglesias, ei servicio divino y otras ma-
terias de semejante naturaleza; pueden tam-
bien segun la jurispmdencia de los decretos.
decidir en las cuestiones que mereoen redu-
oirse i proceso; pcro no les es permítido pro-
nunciar snjuicioenias qne pertenecen*i un
tríbunal contencioso, ni sobreios negocioa
importautes que son de la Jurísdiccion volun*
taria, como laAdispensas de proclamas y licen-
cíasde asistiral matrimonio en el tiempo reco-
nocido inbibil por la iglesta. Aunque en ge-
neral perténece i los juecesseculares ladisci-
plina de las escuelas, puede el arcediano asi
como el obispo, preguntar en el circnlo de
su visUa i los maestros y maestras de las es-
cuelas de las aldeas sobre su porte, y aundes-
tUuírlos cuando no esté .«atisfecho de su doctrí-
na y de sus costumbre?. Por lo comun no tie-.
nen los arcedianos derecho de visitar los mo-
nasterios y colegiatas de su arcedianato; pero
si estnviesen en posesion de visitarlos y anre-
glarlos, deberían conformarse con la prictica.
Es permitido i los arcedianos visitar en per-
sona, siendo i su costa, las parroquiasen don-
de son curas losreligiosos, aquellas en donde
lós cabildos pretenden tener un derecho de vi-
sita, y aun i las que períenecen i ias enco-
miendas de la órden de HalU. Por loque hace
I¿ lasiglesias parroquialcs, establecidas en los
monasterios que sonexentosde lajurísdiccioa
de Í08ordioarios,soloei obispo puede visitar*
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ARCfiDIANO-ARCflENA
4Í0
Its en persona. Ifl areedUno solo debe Tisitar
uoa Tez tl año las igte&ias parroquiales, á me-
008 qae ooarra algoD motiYo poderpso que le
obligiie ¿ Tisitar segunda Tez' dentro del mis-
oo. Debe Tisitar todas 1ü§ capiUas domésticas,
7 hacer que le deo cuenta ias cofradias quc
soele haber en las capiilas de los palacios de
los señorcs. Las apelaciooes de lo diFpucsto
eo la Tisita por los arcedianos se debeo presen-
(ar al obispo y no al Ticario general; porque
k» arcedianos son considerados como Ticarios
geomlea del obiapo, y poseea por ütuloei ar-
eedianato, que les da una especie de Jurisdic-
eion. Toca tambien al arcediano el derecbo de
presentar al obispo los que deben ser ordena-
dos, asistir al exámen de los que deben recibir
las órdeneSy y poner 6 mandar poner en pose-
sion de los beneflcios corddos ¿ los que son
iegiümimente proTistos eo cllos. Ei que ejer-
cia actes las funciones de arcediano no podia
ordenarse de pretibitero sin perder sn digni-
dad; despues que los arcediauos se bicieron
ordioaríos y no ejercieron jurisdiccion sobre
iosp¿rrocos, como Ticarlos del obispo, se ies
precisó ¿ qoe ascendiesen al presbiterado, ¿
fln de qoe los p¿rrocos no estUTiesen sujetos
¿ ona persona inferior á ellos por la ordena-
cion: los arcedianos «ieben tambien ser licen*
dados en teologia y derecbo canónico, aon
cuando no tengan que ejercer funcioues de ju-
rísdiccion y de Tisita, 'porqoe son dignidades
de las iglesias catedrales. Aunaue cn lo anti-
goo no hubo mas que un arcediano eu cada
igieaia catedral, la estensioñ de las diócesis
hizoque se diTidiesen en muchos arcediana-
tos, y en algunas dióccsis el arcediano de la
sUIa episcopai toma el titulo de arcediano ma^
yor. Coando ei arcediano Ta de Tisita le deben
recibir con muestras de distincion. üna de las
principales es qoe salgan á recibirie el cura ¿ la
poerta de la iglesia, y qné ¿ presencia de este
se ponga aquet la estola.
Be aqui todo io que cn la partc de discipli-
oa se reíiere á la persona y ¿ la dignidad del
aroediano, segun io espone el abate Bergier
en so escelente Diccionarío dc teologla, cuya
Tcrsion españoia tenemos ¿ la Tista, y que re-
polamos como un Toto irrecusable en este gé-
nero de asuntos, Bi blen sus doctrínas est¿n
ealcadas sobrc ia pr¿cticade]a iglesia francesa,
coyo defecto do se Iia corregido en el arreglo
y tradnccion española recienlemente hécba de
^ interesante ol>ra.
áRCÜ£NA. (baños db) Siluados ¿ modio
eoarto de legua de la Tilla de Archena, ¿ la
orílla derecha dei Segura, proTincia de Mur-
cia. El estableeimiento tiene unas 440 habita-
dones para los ]>añistas. Ki ediflcio dqnde es-
t¿n encerrados ios baüos tiene ia figura de un
reetánguio, caya snperflcie, de unos 42,000
píes, comprende ei manantiai ó uacimiento.
Hay 40 baños ó pilas para hombres y 48 para
nogeres, ademas de un grau baño general pa-
racadaséxo^ sudaderos, piezas de descanso
para despnes de tomado el baño, etc. Hay tam-
bien un i)año especial para la tropa, y otro pa-
ra los pobres.
Nacen las agoas minerales h¿cia la base de
ia montañaconocidacon el nombre de Salío del
Ciervo. El caudal de ellas es constante y con-
siderable, áument¿ndose, no obstante, en tiem-
po de llnvias y disminoyendo con la sequía.
Las piezas donde brotan, y que llaman el Na^
oimiento, distau pocos pasos del silio donde
est¿n los l)año8, poff cuya. causa príncipal«
mente, aun cuandocorren en canales abiertos
para regislro de corto en corto trecho, sc des-
componen tan poco, qoe ni auu de su tempe-
ratura pierdcn sensiblemente al Ilegar ¿ las úl-
timas pilas. Dicha temperatura es de 42^ Reau-
mur en todas las boras del dia, y en las diver-
sas eslaciones del año. Las agoas son perfec-
tamente di¿fanas en ei momenlo que se toman
del manantial, pero pierden su Irasparencia á
medida que emiten el calóríco. Desde que se
produce estc áltimo fenómeno ofrecen un tíso
aaulado, que fc disipa cuando bajan ¿ la tem-
peratura atmosférica, volviendo ¿ rccobrar en-
tonces 80 diafáneidad. Semcjante propiedad
engaña ¿ muchos bañistas acerca de la limpie'»
sa de las aguas; 'pues Juzgan que sirTieron pa-
ra otros las turbias y no las cristalinas. Tieuen
olor fuerte ¿ bueTos podridos, y gosto salobre
distinlo, siendo este último mas intenso coan^
do están frías, y poco perceptible en el mismo
caso, el prímero. No se apaga la luz de una
Tela dentro de las piezas donde nacen las
aguas; pero arde con escasa llama: igual fe-
nómeno ocurre en las de baños, especialmcnte
cuando se usan todas las pilas. Tratadas las
uguas con la tintura de flor de Tioietas, toman
un Tiso Tcrdoso; con la de lornasol se ponen
de un color rojo aTinado. La calse precipitaen
disolucion, mezcl¿ndola con el agua mincral.
Las disoluciones de bidroclorato de barita, ni-
trato de plata, ¿cico ox¿lico y sub-acetato de
plomo, da un precipitado abundante en ci
momentoqoe se mezcian con el agoa: tambien
le da la disolucion de sulfato de cobre, si se
aüade ¿cido bidroclóríco antes de ia mezcla.
El amoniaco líquido pone lecbosa el agua mi-
neral. Los Jaliones son poco solubles en et
agua, mientras conserva una temperatura sn-
perior ¿ la de la atmósfera; y del todo iñsolu-
bles, cuaodo pierden las aguas su esceso
de calórico.— Examinadas qoimicamente estas
agoas, presentan ensu composiclon mudio gas
¿cidu iiidrosulfúrico, ¿cido carbónico, bidro*
cloratos de sosa y de magnesia, carbonato.^ de
cal y dc sosa, etc. Son, por consigulente, sul*
fiirosas termales.
Administranse en baño y en bebida, ca-
lientes y cnfriadas» en estufa, en chorro, cn
embrocaciones, etc. Tienen fama de muy enér- .
gicas, y asi es raro el bañista que las toma
mas de nncTo dias. Su eflcacia es reoonocida
contra la sarna, la tiña, el berpes y demas tí*
cios cul¿Qeos; promueTen bleobechofas retK)«
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AtlCfiBNA— AfiCHIPIELAGÓ
Ui
locioDes en Tarias úlceraa, herídas, ederoaa,
debilidadesconatitucionales, etc. Administradas
fnas, son un purgante suave: en el roismo es-
tadOp y mejor calieotes, son carminativas ó
ayudan i espeler los llatos, produciendo á ve-
oes particulares efectos contra la cardialgia y
otras afecciones gástrícas rebeldes.
Las mejoresépocas de usar estas aguas son
la prim a^era y el otoño; debiendo preferirse
eu estas tcmporadas los periodos mas serenos
y templadoE. El fuerte de la concurrencia (qoe
esdemasde 4,000 personas detodas clases por
quinqueoio) empiesaá flnesdeabril, TerUloán<^
dose el Heno de ambas temporadas en el mes de
mayo y en la úUima quinccna de setiembro.
Los baños de Archena se hallan en un es-
tado tan triste y abandonado como casi todos
los establecimientos de esta dase en España.
El concurrente nohallamas que el manaotial,
pero niBgunade las comodidades y distraccio-
nes qoe tanto cooperan al efecto de las aguas.
El celoso médlco director de los baños ha he-
cho repetidas gestiones para remediar tan
inescusable abandono; y en 4844 casi pudo
creer que iban á Terse coronadas por el mas
feliz éxito. Sin erobargo, nada se haJiecho,
quedándonos solo la esperanza de que tal Tez
pase al dominio de un particular el estableci-
miento (que es de uou encomienda vacante de
San Juan, y se halla adninistrado por la Amor-
tisacion), y entonces el interés particular h'ará
lo que en vaoo se ha reclamado de la admi-
nistracion pública en su proTccho propio, no
menosque en beneflciode la provincia y oon-
* suelo de la humanidad doliente.
Memoria tobre lat agua% mineralet de Arehena^
per don Mariano José Goniilei Cre»po. MaáTld, 1S4i.
Memoria sobro las mísmai ag oas, por doBtNicelás
Sanchez de las Blatas, médico-director del cslable-
cimiento. Madrid, 18i6.
ARCHIDUQUE. (Bistoria.) Es un tltolo que
denoUi una calidad, preeminencia y aotoridad,
qnc elcTa al que lo ha adqoirído sobre todos
los duques. En España se ba usado tambien
este titulo durante ia dominacion de la casa de
Austria y en Fraocia se remonta al reinado de
Dagoberto, en ei que ya se eonoció un archí-
dnque y despues los de Lorena y Brabante. Mas
tarde ha llegado á Tincularse en la casa de Aus- '
tria, siendo uno de los titulos qac adoroan á todo
prlncipe ó prínoesa de esta familia. En su ori*
gen, perteaecia al gefe de la casa, quien
loposeia solo^ ant«;B de Iialiarse en poeesion
de las coronas de Hungría y Bokemia, y aiites
de sentarse en cl trono iroperíal de los Cé6«- '
res. Desde4 4 56, ios duques de Austria, residen- 1
tes á la sazoo en el castillo de Kahlen]»erg, !
adoptaron ei tltulo de archidoques, pero sin
qne pasara i ser heredMarío ea sos casas hasta
la promulguoion de la bnlt de Oro, bo siendo
reconooido por \o% eleetorcs del Santo Imperio
huta 4453, eu vu'tod 'de eapreto mandalo
del emperador Federico III.
ARCHIPltUGO. (ffirtona nmrtA.) El que
manda enelmar; de arque m2tnáo,j pelagag,
mar. Nombre dado á la reuuion de muchas is*
las que puede considerarse como las subni-
dades de un conlineote futuro, ó como un con-
tineute sumergido, que solo. presenta en la so*
perOcie de las aguas la cima de sus montañas,
Asi, en la época en qoe las grandescordilleras
Iltmadas prímiiiTas han surgido del seno dei
Océano, formaron archipiélagos; y el Gjemple
^e las catástrofes que han trastornado nuestro
planeta ofrece al esplrito del geólogo la posi-
bilidad de uoa « reTolucion que presente ua
contineDte donde dhora solo Tcmos un archi'»
piélago, ó quc conTierta en islas esoarpadaa
las cumbres de los Alpes y de los Piríneoa.
Sin embargo, uu heoho que debemos con-
siderar es, que casi todos los archipiélagos qoe
losviageros han observado ofrecen pruebas
iuequiTocas de su formacion ignca: tales son
el archiplélago de las Filipinas, el de las
Sandwich, todos los del mar dol Sur, las islas
de la Grecia, las AntUlas, las Asores y las Caua-
rías. Tanto al Norte comoal Mediodla, todas las
islas presentan indioios incontestables de los
fuegOB subtcrráncos. Pero estáreconocide que
Ics volcanes solo existen á la inmediacion dei
mar; tambien está aTeriguado que son sub-
marínos y que part abrir nuevos respiraderos
pueden Jevantar el fondo de los mares y formar
cráteres en niedio del Océano. Siguese de
aqiü que tales archlpiélagosTolcánicos han de*
bido de surgir del seno de ias hondas y apa^
garse enuno época ya remota, cuaodo ias
aguas al retirarse han. d^ado dichos Tolcanea
eo medio de ooniioentes mas ó menos tssIos y
lejos del Océano. Pero por otra parte la iuspec-
cion de un wapa-roondi y las observucionei
geológicas parecep probar hasta la eTidencia
que una irrupcion de los marea llegó á engo*
Ilir y seocionar ios continentes; asi es qoe la
loglaterra lia sido 'separada de la Fraocia, el
Afríca de la Eurcpa, etc. Preciso es por tanto
admitir qu^ la mayor paríedelos archipiélagoa
qoe conocemos, salidos en un principio det
foodo de las aguas, han foitnado en seguida,
al retirarse cl Océano, varias cordiUeras de
montañas en medio do los continentes, y que
despues de cierto trascurso dc tiempo, Tarias
catástrofes han sido causa de que se hayaa
suraido dichos continentes, cuyos picos toIcA-
nicos forman en el dia archipiélagos. Asi es
que los volcaoos de la AuTernia han ardido en
medio de las aguas de donde lian brotado, for-
mando islas; y bien se deja entender que una
irrupcion marílima que nueTamentc cubrieta
el suelo de la Francia dejaria en descubierto
lascimasToleánicasdela AuTemiay presentoria
¿ íos futuros naTCgautes Tarias islas de un ori-
gen ignee análogo al de algunos archipiélagos.
A mayor abundamiento las invasiones f
retiradas delOeéanonada Uenen deinadmisible,
puesto que nna muUitnd de hechos geoliigicoa
acreditan ia permanenciaperíódica de los ma-
res cn dilérentcs regioaes, y qoe no conoce*
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AItClinBLA6Ó
ÁH
w» las causas <|iie pneAen potier en «coIod hs
foerxasde la naturaíeza.
A1U9IP1KLAG0. {Geogra/la.) Parle M mar,
Mediterráneo contprendida entre la Turqoia dei'
Asia al Este, laTurqirta de Europa al Oeste, v'
)a isla ée Gandia al Sar. Se eotnonica al Norte,
por el estreeho de los DardaBoios, con ol mar
deMirraara. Su longitud de Norte ¿ Surea de
4 50 legnas y 8U latitnd de Bste 4 Oeste de 4 00.
Este gran braso de mar perteneoe tanto ¿ Eu*
TOpa como al Asia, y sn esteoslon, form el li-
mite de estas dos partes del mondo. Bn las cos»
las del Arcbipiélago se eneoentran muchos
golfos, babias. y pnertos segoros y cómodaf c
circunstaneias qoe fayoreoen mucho ¿ tos oms
rinoSp porque esta partedemaresdemuy dift-
cil naYegaelon ¿ cansa de las mochas islas,
islotes, roeas y escollos que se encoentran con
bastanle frecoencia. Es muy peligroao aventÉ-
rarseenélen el invierno sinpiloto, porque«ien-
do su aficbora de poea consideracion, es indis-
pensable coando se lcvantamia tempestad, cosa
qoe soeede con bastaale frecoencia, lomar
precfpitadamente on poerto» ó poners^ al abri-*
go de nn golp^ de tiento en ona ensenada,
Setrés de algona isla. En este caso, es preci8í>
qae una larga esperiencia tenga conocMos los
pasaa ^ue poedeu arrlesgarse, los peligros que
deben eritarse, y eonocer por ia sonda tedos
los sorgideros eu <|o&scpaede ecbar el an-
eia Bin esponerse ¿ ser arr<4ado y estrellado
aontra las rocas de«na costa.
El ArcbipléUgo esel Ác(pQCtoyicsX«Y^ de los
griegos, el JEgatxtm mare Je los romanos, y
¿gnnos antiguos lo liau liamado EXXTivtxóv-
•KÚbcYo^. Iste mar Egeo, que bafiaba en Asia,
las fflárgeues de Jonia ó de Tróade, de Misia,
de )a Lldia, de Garia y de Licia; en Eoropa las
deTracía, Macedonia, Tesalia, Beotia, la Isla
de Bobea, el Atica y el Pcloponeso, fuéel prin-
cipal teatro de la navegacion de los griegos y
de sos cspedidones navales mas memorables.
Cerca de Artemisio, en Eubea; en Salamina vn
el golfo Saronico; cercadel monte Mycale, so-
bre la costa de Jonia; en todos e^tos puntos
vencieron ¿ los persas. Sl paso de las Termo-
pUas estaba cerrado por los costados dei mon-
te OEla y las márgenes del golfo Maliaco.
Las Islasdel roar Egeo pertenecian, unas á
Coropa otras ¿ Asia. Entre ias primeras sobre-
salian Esciros, eélebre, en la bistoria beróica
de la Grecfa , por haberia Tisit¿do Aquiles y
permanecido en ella en su juvenlud. Mas tarde
fué dominada por ios dotopes, crueles piratas
lanndM 4e ella por Gonon, general ateuiense.
Eobea, separada de la costa de la Beocía
por el Eoripe, estrecbo de oincuenta pasos de
«ocho, donde se bace sentir el ílujo y reflujo
del Dar, tenia por capital ¿ Ghalces, ona de las
llafesde la Grecia, y en la qoemurió Arístóte-
les. La isla y ia ciiidad se Maman hoy el Negro-
ponto.
Ai Modiodla ée la Eabea se hallan nume
rau lalas , aproximadas entre si , formando
U4 UUnJOTVCA mut.Aii,
una especie de borrera ¿ la cntrada meridio*
nal del Arcbipiélago y llamedas en otra época
Giclades porque estaban dispuefctns en furma
clrcular ai rededor de Deles. Las príncipales
erau Audros, eélcbre por el templo y Tucnte de
Baeo; Mos, mirada con reverencia porlos
^riegos qno creían haber naoido en eüa Apolo
y Diana, el templo de Apelo era uno de ios mas
SMtuosos y frecoentados de ia Grecia, el te-
soro contenia rlquesas inmensas , ¿ nadie se
esterraba ca aquella isla sagrada, los cuerpos
de los difuntos eran trasladados ¿ Reoca, pe-
<|ueñá isla inmediata; Paros, eélebre por sus
pceciosos mirmoles; Naxos, que producia.viooa
esquisitos; Tberas, que uació dei seiio de los
mares ¿ imputso de nna empcion voic¿Qica y
cnyo terreoo humea aun.
€yteraestaba entre ei mar Egeo y cl Jóni^
oo; Grata confloaba al Mediodia con el mar Egeo
y daba su nombre ¿ las aguas que-se estendiau
entre sns costas y las ¿¿rgenes de las Gi-
clades.
Las islas qoe pisrtenecían al Asla eran Sa-
motraela, oélebre por los mistcrios instituidos
en boDonde los dioses Cabires: su templo ofre-
cla ¿ laidesgracia un ueIIo inviolablemcnte sa-t
grado. Lemnos, frecaentemente espuesta ¿ los
terremoM, to quc did litgar á la creencia tra-
dicional de qoe Vulcano babilaba en ella y ha-
bia establecido 8U8 fraguas, tenia un laberinto
cétebre; se atribuian 'virtndes asombrosos ¿
una especie de tierra arcillosa que se encontra-
hñ en ella. Tenedos, floreciente en tlempo de
Priamo: sus vioos son aun muy celebrados.
Lesbos hizo en otro tiempo gran papel en la
Grecia: su capilal MityleQefoé patria de Safo;
Eresa, etra de sus ciudades, foé célebre por el
nacimientodeTeofrasto. LasArguinusas, en cu-
ya proximldad se dió, el año 404 antes dc Je-
sucristo» uncombate navai entre losalenien-
ses y lacedemonios , se liaUan al Oriente de
Lesbos. Ghio foé m todo tiempo célcbre por sos
vlnos; Gliío, sn capital, fué uoa de las ciudades
qoe se gloriaban de baber sido cuna de Ho-
mero. Samosfué pormucho tiempo un raotivo
dedisidencia entre los griegos y persas; foé co-
na de Pit¿gora8, y Juno tenia en ella nn lemplo
soberbio. A corta di&tancia se balla Icaria, pe-
queña isla que debia su nombre á la funesta
aventura del hijo de Dédalo. Las playas limi-
trofes se desigoaban con la denominacion de
raar lcario.
Al Medíodia se cfitendian las Sporadas, cu-
yas islas conflnan por Poniente con las Gida-
des y por Orienle con la costadel Asia: so pro-^
pia denominacion indica qne muy lejos de estor
cerca unas deotrasse hallan dispersas. En e^-
te grupo es notable Pathmos, pequeña isla lle-
na de grutas, en la qoe se cnseña aun U que
se cree faabitó San Juao Evangelista cuando
escribióei Apocalipsis. Cos, en otro tiempo
Merope, se gioriaba haber sido cuna dc Hipó«
crate«. Rodas, on tiempos anliguos Ophuisa,
fúé oua rep6blica poderosa, quo conservd po?
T. iii* H
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415
Aft<2HlPlELAG0
ua
hrgo tiempo su independcncla, faé célebre por
ta sabiduria de sus leyes. Carpatos dió su Dom-
bre al mar quc ia rodea.
La liistoria nos preáenla lus islas del Ar
cbípiélago Independientes en ios licmpos pri -
mitivos y pobladas de heleuos; con el trascurso
de los sígloa unas pertenecicron á los persas,
otras á los griegos; estas con et goce de su li
bertad, suministrando á la confodcracion he-
Jénica cicrto número de embarcaciones. Siendo
Atenas la república mas podcrosa en ios ma-
res, teoia cou ellas las relacioncs mas direc
tas. Háciaei año 461 antes de Jbiucristo, Ate-
nas sustituyó ct subsidio dc.aqtiellas cmbarca-
ciones con una contribucion en metúlico. M ts
tarde la exigió eomo un tributo, y urrebató á
Dclos cl arca destinuda á los armamentos ma-
rilimos. Los isleños sesublevaron el año 415,
pero al íln los redujo Pericles. Posteriormeute
tuvieron lugar insurrecciones parciales, y al-
gunas se emanciparon Je la suprcmaciA de
Atcnas, produciendo con esta conducta un es-
tado do turbaciones ca^i contínuas. En el año
392, Conon los obligó vlvamente á someterie
á la proteccion de Atenus. Firmada la paz el
año 387; entre los persas y lacedemonios , no
dejó ¿ los ateuienses mas que Lemnos, Esciros
é Irabros. La pérdida de sus poscsiones en el
mar Egeo, produjo la destruccion de la marina
griega.
Las islas del mar Egeo participaron de la
fluerte de la Grecia» y llegaron ¿ sometersc á
los romanos. Con ladccadcncia del imperiodel
Oriente cambiaron muchas veccs dc duefios.
Cuando los cruzados se apodararon de Cons-
tantinopla en 4204, muchos scñores griegos,
iiprovcchándose dc lacoofusion en que se en-
contraba el imperio, so erigieron en sobcranos
sobre el continente, y alguuas de las islas ca-
yeron en poder de los venecíanos. Na.xia llegó
¿ ser la capitai de un ducado dd Archipiélago
qoe subsístió hasla 4 556 ; todas pertenecieron
enlonces ¿ los turcos, y forman con el sand-
jalc de Galipoli en el contínente , un gobierno
particubr, bajo las órdenes del capitan bajá.
Metelim, Scio y Malcronisi, tiene otros duenos.
El nombre de Archipiélago no era conocido
de los antiguos ; algunos escritores han pre-
tendido cquivocadamenle que proveniu de
que los gricgos concrctando generalmentc su
Davegacion ¿ estc mar, le uplicaron la denomi-
flacioti de Apy(ouiziXoi^oQ para indicarsu pree
miueficia, lo cual es uu error: archipiélago es
una corrupcion de ApcY<xtouic¿XaYo<- La mayor
parte de los islas que comprendc, conservaron
sus anliguas denominaciones , desflguradas
casi de la misma manera: desnaturalizado al -
guna vez el nombrc de la capital, se ha dado á
la isla; el número menor loha cambiado ente*
i*amente. Tambien se lia escrito archipelaQÍo
6 arehiptélago, Finalmeute, se lia pretendido
que su nombre sc derivaba de agiu pelagé,
(marSanto). Los turcos liaman al Archipiólago
Ak'degniz (mar Blanco), por oposicioa ¿ Ca- \
radegnizimir Negro. Los rOmanosdistingDiin
en el mar Cgeo la parte septentríonal , mare
Macedonium,úeh meridional, mareGrcecum,
oriccieiido los numerosos puefios de este
mar, un refugio seguro á las embarcaciones
r»equcñas, en lauutigüodad lo mismo que eu ías
épocas modernas, se ha visto frecuentemeulein-
ftíslado de piratas. dand ) lugar ¿ quese le lla-
me et bosque de ladronee,
Las po eocias marilimas de la Europa, con-
scrvan generalmente una estacion de buques
de guerra en el Archipiélago, para proteger
la navegacion de sus súbditos. El capitan-baj¿
hace cii él lodos los años un viage de circun-
valacion, para' exigír et |ributo y limpiar csle
mar dc corsarios. La renta qtie estas islas pro-
duccu se hulia afecta ¿ ia coiiservaciou de la
marinaotomana;desdeque§e disminuyerou por
las ví'jacioncsconüuuas dc uua udministracion
tirénica, cl produclo dc sus contriliuciones no
basta ya para el objeto ¿ que eslaban dcstinadas.
La poblacion del Archipiélago se compone
priocipalmeute de griegos. Algunas de sus
islas , y 'sobre todo las mas |)equeñas, no
cuentan un solo turco entro ^ps habilantes; y
están goberoadas por funcionarios salidos de
su seoo.
Todas estas islas son montuosas ; *en las
mayores hay estensos valles y llanuras muy
regadas y fértiles, consiituycndo sus princi-
pales producciones el trigo, el vino, el aceite,
los higos, el algodon, la seda, la miel y la ce«
ra. La belieza de sus jardines es iiicompara*
ble. La tempcratura permitiria ei ciiltivo de los
vegetales de la zona tórrida , que «umenta-
ria su riqueza. El leolisco, del que se estrae
resina muy buscada por su agradable sabor,
crece en todas las islas, y priocipalmente en
Scio; Onalmente, sc sacan de estas islas muy
preciosos mármoles. Los bosques, quo en otro
tiumpo poblaban las cumbrss de los montes,
fueron devastados hace muchoticmpo, que-
dando aquelias enleramenie desnudas : en las
islas mas pequeñas los babitantes cultivan con
trabajo las luderas de las monlañas; gracias at
clima sus afanes no son infructuosos. La ma-
yor parte de las aldeas y ciudades, se hallan
hacinadas, por dccirlo asi, en las alturas, y
ediQcadus en forma de anfíteatro como en la
autigUedad, habitaciouos intercaladas con edi-
Ocios sunlucsos; la lierra está cubierla de rui-
nas; las casas son geueralmente de mezquioa
apariencia.
Todos los viagoros cstán acordcs en ensal-
zar la bellcia de las mugeres del Archipiéla-
go, qtie muchas veces de^Oguran con sus es-
travaganles y caprichosos tragcs las veotajas
que les concedió la naturaleza.
El gobierno de los turcos ha sido quizás»
mas fatal ¿ las islas del Archipiélago qiié ¿
los demas paises que oprimc, aunque haya
parecido dejarles una sombra de indepen-
dencia. Principalmctitc en las islas mas peque-
úas, 'a suerte de ios habitantes abandonados ¿
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Ilí
AECHUmAGO— ARCHiyO
448
li mlf 0108, era deplorable: •olamente se pro«
caraba atoriDeiitarlos y saquearlos: asi ea qoe
ía Tista de un barco les causaba alacmas
cnieles y se refugiaban en sus rocas. Desgra-
ciadamenle teoiau que lemer olros eoemigos:
los corsarios que recornan aquellos mares
Do les eran roenos funeBtos que los lurcos.
iM menos desgraciados eran ios habilantes
de las coslas de dificil abordage por ru as-
perexa.
Es Terdaderamcnle notable que en tal es-
tádo de cosas la induslria no baya heebo pro-
gresos; en algunas islas, sin embargo, se fa-
brícaban lejidos de algodon, cuya eslremada
flnora rccordaba las beilezas tan encoroiadas
de ios aotigaos. No secuidaban de esplotar los
melales qoo encierran en su seno las laderas ¡
de las monUñas, y las porcelanas abundantes
en lo3 lerrenos volcánicos, y olros produclos
del reioo inioeral. Solo ei mar Ikmaba la
aleoeioa de los isleños, cnyas coslas abundau
en pesca, y en ellas aproTecban lambíen el
coral y espon|as. Nav^gantes fmprendedores,
despreeiaban lo5 peligios de las mas largas
Davefaciones al Nedilerráneo y adquíriau uua
esperiencia que fué úlil á |os turcos, pues ellos
tripularon despues la roayor purte dc los bu-
qoes de la roarina otomana.
En ios úitimos veinle años del ¿^iglo XVIII,
los isleños del Arcbipiélago adquirieron por
el comercio y nna estricla economia, riqueaas
qae los han constlluido aun en estado de cui-
tinir su entendimiento y de ilustrarse. Ilan
tomado una gran paite en los e^fuerzos ensa-
yados por los demas gi iegos para recobrar su
íitíenad; baoproporcíonado marinos á aqutllas
flolas, que ya mucbas veces difundieron la
derastaciOQ en la de sus qpresofes, quienes se
▼eogaroo á su vez, llevando su furor hasla
aqnellas islas. Indignada la Europa liu lcido
coo borror el rclato üe las crueldades que co-
inetieronen Scio, donde lus lurcos degollaron
eu un solo dia cuarepta mil griegos iuofen-
EÍTOS.
La Toz Archipiéiago ha Ilegado á ser en
geografia un nombre comun por el qiie se de-
siíTitan grupos de is'as, y asi se dice archi-
piMago de la$ AnliUas, de la$ Azores, de la$
Canarias, etc. Uii archipiétago se dividc cou
frecnencia en mucbos gi upps; esta última pa-
lalKa se emplea para indicar las islas reuni-
das en corlo uúmero, ó ias de mas importancia
aproximadas entre sl.
ARCHIVO. Mucbo se ha dispotado sobre la
etimologiu de esla palabra , ciiya signiflcacion
compreiide á la vez el edifleio ó parage euque
se conservan documenlos púbücos ó privados
y el conjunlo do los documentos archivados.
San léidoro derivaba lapalabra urcftivode arca,
Tox lalina española, que, como lodos fiabe-
mos, esprcsa un muebie de&tinado á conservar
papeles ó efeclos de ciialqtiícr género, y esla
áltiiaa la derivan olros á sii vez del verbo ar-
cire, oercar 6 eocerrar. Sin eoomerar otros
machos pareceres qne no aot pareceo ma
fundados que el anterior, diremos que las leye
del Código romano designan el arcbivo por la
palabra archium, vi$iblemente derivada de la
grlega arclieicr^ con lacualseespresaba aquc-
lla idea, y cuya radical arche, signiflca lo nri-
mero, io piincipal, y en este conccpio, archivo
es lo mismo qiie matriz ó protocolo de docu-
mentos públicos ó privados. En la antigüedad
se coQocian tambien los archivos con los nom-
bres de chartarium, graphiarium, ^anctua*
rium, facrarium, $crinium, grammatophila'
tium, armarium, La Enciclopedia de derecho
y adminisiraciou españotap la francesa moder-
na, y la dei siglo XIX, y el Diccionário de la
Conversacion traen soÍ)re este asunto nolicias
curiosas é interetianles: á ellas ha añadido el
iluslrado escritor don Cayetano Roselt olras
muchas de sumo prccio en un trabajo reciente-
mente publlcado sobre este asunto, de las que
priucipalmente nos servimos para formor esie
articulo: todo eslo nos ha movido á darle al-
gunaestension, reputundoque no será ocioso
para el esludio de ia hisloria el iiempo cousa-
grado á su lectura.
I El deseo de trasmitir á la posteridad su
nombre y siis hechos es naturai en el hombre,
cuya limilada existencia no se aviene con
las ideas de Inmortalidad que abriga su alnia.
El hombre vive para el porvenir; desea pro-
, longar su memoria mas allá de los limiles de
su vida, y este deseo es fecundo en útiles re-
^ sultados. La inslilucion de los archivos no cs,
I pues, iina creacion de las sociedades mtder-
' nas. Examinando el objeto de estos estableci-
' míenlos se comprende desde luego que debie-
ron exislir desde el moroeuto que bubo ne-
! gocios arreglados .ó por arreglar, enlre dea
pueblos, y aun cntre dosparliculares. La nece-
; sidad de conservar los documenlos rclativos á
estas negociacioues, y los tesfimonios de las
' transacciones que produ]eron, nnido al deseo
! que mas arriba dejamos apunlado, dió origcn
{ ú estos depósilospubticos ó privados, quefor-
man en el dia iosarchivos.
Los arcliivos se mencionan en los anales de
todo5 los puc^los civilizados de la anligOedad.
Los hebreos Te luvieron en un principio en el
arcu y cn el tubernóculo, despues en el templo
de Jerusaleii, y fucron qoemados duranteel
sllio de aquetla citidad por Vespaslano. En el
libro de Esdras se balia una indicacion de los
archivos en donde se conservaban las actas de
los reyps de filedia y de Babilonia. Tertuliano
hubla tambien de los archivos de los fenicibs j
caldeos, y Josefo de ios tirios. Puede, poes,
decirse qiie lia habido archivos en donde quie-
ru qiie se hayu conocido la escrítura , y que
gozaron de *mas consideracion y fueron mas
imporlanleA, é médida que los pueblos se hi-
cieron mas cullos é instruidos. La escritura es
ci grande elemeulo do la civilizacion y dei ór-
den social, y el agenle princlpal de los intere*
ses de las oaciones y de los indivíduos.
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AReWTO
4»
Lo8 egfpdos tavlerott archi'W iwcionales
desde los primeros tiempos. La antigHedad se
balla acorde en este piinto; pues todos los es-
critorcs antiguos que se han ocapado de los
anales egipcios, declaran quc para sus traba-
jos ban tenido á la vista documentos auténti-
cos conservados en los arcbivos. Bstos se ha-
llaban depositados en los femplos y su custodia
se haliaba conflada á lu clase sacerdotal, qae
ei^realidad era la mas ilustrada de la nacion j
no una corporacioodedlcadaúnica y esclusiva-
meute al culto de los dioses; los arcblvos no
podian estar abandonados á una ÍnOuencia ar-
bitraria, en lo coucerniente á la hisloria na-
cional, porque aquella historia estaba escrita
en los monuraentos públicos que adornaban
las principales ciudades dc Egipto. Los bajos
relieves y las inscripciones históricas que cu-
brian las superflcies interlores y esteriores de
aquellos monnmenlos, eran en efeclo los docu-
inentos jusliflcativos de los anales escritos en
jos registros sagrados que se custodiaban en
los lemplos. y por eso han podído llegarhas-
ta nosotros ios fastos de la nacion egipcia, tan
lotegros y autónticos, al mcoos desde una
época ya muy anligua para nosotros, y que es-
cede eñ mucbos siglos á los tiempbs de nues-
tro Occidente, llaniados beróicos.
Si se qutsiera una prueba de la ntilidadde
los archivos públicos deberia buscarse en las
Tentajas que han asegurado á la nacion egip-
cia de perpctuar las pruebas anténticas de su
ilustrücion, sus trabajos, su civilizacion y su
genlo. Los escritores griegos pudieronconsul-
tar eslos archivos egipcios. y los monumentos
que todavia cxisten corroboran á nuestro modo
de ver h exactitud de sus aserciones y narra-
Cioncs biálóricas, y hacen que, como eílos,
admiremos tambien á un pueblo que llegó á
ser tan sábio y poderoso. Se lian hallado en
Egipto documentos blstóricos originales , cuya
fecha se remonta al siglo XVIII antes de Jesu-
cristo: monumentos con noticias bistóricus an-
teriores á esle mismo siglo; y en fin, las Tistas
de las dinastias egipcias desde el principio de
la monarquía de los Faraones, y con teslimo-
nios contemporáneos de los reyei de estas di-
oastias, dcsde 2,000 años antes de la cra cris-
tiana. Sio el cspecial y no interrumpido cui-
dado que los egipcios pusieron en la conser-
raclon y aumento sucesivo de aquellos archi-
vos públicos, la gran celebridad que desdc los
mas hermosos tiempos de la Grecia, se halla
unida al nombre egipclo, cstarla en el dia su-
Jela al Imperio de las conjeturas, y cl escepti-
cismo moderno, en el que no podemos meoos
de decirlo, hay tambien alguna parte dc vani-
dad, hubiera podido negársela . mny fácil-
mente.
Las naciooes asiátícas qne conocieron al
Bgipto, lo imitaron sin duda en esle importan-
tu punio de sus institucíones politicas; y cfec-
tivamente; no puede comprenderse la civiliza-
clon asiria, India, etc, sin documentos piíbli-
cos regnlar y legahDénle reoirido» en aqiielto
depósitos coDsagrados y prolesldos por Ue
leyes.
Los templos fueron entre IM griegos el hh
gar de depósito de los arohivoe de cad» cio-
dad, custodiándose tambien en ellos el teeore
póblico, porque la santidad de aquel lugar lo»
ponia á cubierto de toda vlolacion. L» Oreoi»
entera depositó en ellos, no solo los deeumefi-
tos dc ínterés general ó útiles á las familiM de
los ciodadaoos, sino tamblen los originales^de
las leyes y aati las obra» do los poetae qoe
honraban á su pais. Pausanias reíJere que Its
poesías de Uesiodo se depositaron en el tem-
plo de las musés en Beocia; 7 segun Técito,
en tiempo de Tiberío se ballaroo ea alganos
archivos de la Grecia, docamenios oaya feoba
era 1,000 años anteríor ¿ aquclla' épooa.
Entre las ideas y pensamíentos de eieocls
y de gobierno que pasaron de Grecia á Rome,
se cticntan los archivos , que tambien: lo fae-
ron en esta ciudad los templos, donde se de-
positaron los monumentos escrítos de su his-
toria. ó las actas que debian consenrarse. I40
la dominacion de los reyes es opinion eomun
qne su palacio encerraba los archivos del Is-
tado; y que despues de la espulsion de T^ni-
no, Yalerío Publicola dispuso su traslacion al
templo de Saturno. Los de Jápiter eapileHno,
de Apolo, de Vesta y de Juno en Roma, sir*
vieron asimísmo de depósitos histárlcos y )i^-
diciales. Su uso no se limitó únicamente á li
capital del imperio: J. Capilolino reflere , que
por órden de Antonino Pio se eftablecieron tam-
bien en las provincias romanas. Bstaba cen-
flada*su custodia á funcionarios púMicos, con
anuencia de la autorídad: los reyes mlsmos se
habtan reservado el honor de con.^rrar los
archivos; y durante la república llegd á ser
nna de las atríbuciones de los cónsules que
pasó despues á los emperadores, y por dele-
gacion de estos á los preféclos del tesoro, con •
oflciales nombrados esprofeso para el eximen
y conservacion de los documentos púbUcos, y
su arregto y colocacion en los archivos. Hécia
flues del imperio, un conde era ci inspectorde
los archivos; los emperadores, los reyes go-
dos de Ilalia, los primeros reyes de Francla y
aun de los demas eslados, dictaron medldas
oportunas para cl establecimiento y consenra-
cion de los arcbivos, quc llegaron á ser nn
depósilo de documentos de interés general, á
donde podia acudir todo lo que quisiese con-
sultaríos ó utilizar copias de documentos cns-
todiados en ellos.
El órden y sabiduria que resplandece en
todas las disposiciones económlcas y de drden
Interíor adoptadas cn todas épocas por el go-
bicroo eclesiáslico, nos deja conocer qneJa
autoridad pootiflcia no podia menos de baber
seguidodesde un principlo tan acertado siste-
ma. Y en efeclo, establedéronse por ella des-
de tieropos muy remotos, con cl fln de custo-
I diar los libros sagrados, las cartas de los obt^*
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4H
AAiiñíMú
4fC
po8, las actasde Ioa coaciKos, 7 los aoiDbra-
iDieatos y títuloa de propiedad: el origen de
la iDstituclondetadeadeaediadosdel siglo HI,
jm direccíoii se hallaba ¿ eurgo de uo can-
eiller. Lob obispos» los monaslerÍOB y las igle-
siae aigaieroa aquei ejemplo: los dooument06
que l^ pertenecian se eolocabao ooa gran
CQidado en un sitio segnro y á ciibier lo de loe
aocideotes ordtnarios. Gomo el clero tenia en-
tODces el priTilegio de la iostmccion pública,
loe arcblTOS ecl¿iástícos poseian roaniiscrítos
predoecs, tanto sobrs k>5 ifttereses ciTiies,
cofflo sobre et órden Judicial, por lo que los
menasteríos ée Alemama eran verdaderoe ar*
cblfos de la historia, y lo mismo puede decir-
se de ios de casi todos los demas paises.
Ea Prancia se establecieron los arcbiTos
reaieft desde el prineiplo de la segunda raaa.
H ana\lsta de Metz, dice ea 843, que los ori-
giiiales de !os reglamentos qiio se babian for-
mado en los concilios eelebrados poc órden de
forlo-lfagno, se conserTaban en los archiTos
de palacio. ^sde 845, Lois el Benigao espió
Tiríos decretos para que se deposUasen los
orígtnales en los archÍTos de palacio. Un can-
cHier era el eocargado de espedir las copias
deórden del soberano. Losreglamentos de k)s
•rcbivos realessubsistleronhastael priocipio
de la tercera raza; pero desde aqoeila época
en qae la Francia sufríó graodes turbuiencias
y eooiBoeiones por les exigenoias dc los prín-
eipes estrangeros y de ios señores feudales,
ft paiaeto del rey estaba en su campo, y se
iDtrodujo la oostumbre de lleTav los {^rchÍTos
eon los eqnipages de la córte: desde entonces
estoTleron cspoeslos á toda elase de eventua-
Mdades y á la destruc^ion. Felipe Auguslo fué
serpreDdido en 4 4 94, por licardo, rey de In-
glaterra, cerca de la aldea de Bellcfoge, don-
de perdió con todos su$ efectos, el sello real y
ffas archlTos. Se componian estos, segun el
bistoriador poeta Guillermo el Bretoo, de las
llstas de tos impoestos, eslados de las réntas
del fisco, de los tríbotos de los Tasallos, de
priTiiegios y cargas de los parítcolares y de
10 padrdn de los sierTOs y libertos de la ca-
sa real. El monarea se ocupó con actiTidad en
reparar aquella desgraeia: se recogió todo
eiiaolo pudo hallarse en otros depósitos; pero
•0 parece, sin ' embargo, que se adelantase
Bitebo, atendida la rareza de loa documeotos
reales anteríorea á 4480: no obstante, á aque*
Itas resoloclones de Felípe Augusto, debe re-
farirse el Terdadero orígen del Tesoro dc las
•artas. En 4930, Garín, obispo de Senlis y can-
«Hier de FraBCia, recog'ió todas las carías^.es-
t^tntos ó constituciones emanadoa del rey'
dfóde 4495, las dislribnyó en diferentes titu-
las y encargó al cJérígo Esteban de Guál qoe
las eopiase y abriese un registro de ellas por
órdea de roaterlas. El origiual de uno de estos
reglsiros exlste en la Biblioteca real, que po-
aee Umbien otros dosde la misraa époea. £1
iBtiguo Tesoro é% las carlM teshi on ¡tieraplar \
'de eatos registros de copias. Loi» origlnales
se presume qoe fueron d^osítados eo el Tem-
plo (Teuiple), de üoode iueron trasladados ü
ia Santa Capilla cuaado Saa Luis la maudó
construir; cl Tesoro de las cartus peruiaoeci^^
alli hasta la revolucion: eu on principio de-
peodia de uo tesorero especial; pero despues
en 4 582 fué reuoido aquel titulo al empieo.de
procurador geoerak dei rey ó flscai dei tribu-
ual supreoK).
Todos los grandea eslablecimienlos pi^Ii-
cos siftuiendo entonces al ^empio de la co-
rona, se oouparoo. eo buscar, cooserTar y po-
ner ea órden los docameolos'maouscritos que
les interesabaA: cada uoo tuTO su arcbiTo, y
especialmente los monasleríos y catedrales;
sucedia Qon bastante frecuencia qoe los parU-
culares depositaban alli sus papeles, 6 los ha-
ciao copiar en Los r^istros de aquellos estar
bicciaieotost para recurrir á elioa en caso de
aecesidad; por último, las casas de los grau-
des tenian tambien sus archiTos: la importan-
cia de sus derecbos lo bacia indispensable.
Eo 478i ua trabajo general hecbo en todas las
proTincias de Francia, produjo una lista de los
arebivios 6 depósitos de titulos^ existeotes eo
cada dependencia geoeral, sJíbdelegacion. ciu*
dad, eoncejo, corporacion y caáttllo: ségun el
mii&ino estado el núo^o de aqueljos depósi-
toa ascendia á m\ doso^ntos Teinle y cioco,
de los que la mayor parte ba aido destruida
despues de 4789. No ab&taotc» bay una cir-
cuslaocia que puede templi^ el aeotunienlo
deesta pérdida: en 1763 el ,got>ieruo habia
maodado examioar todoa estos dep6sit08, y
este cncargo «e cooHríé á ips mooges l>eue-
dictínoa y otros hombres iostruldos: debiaa
reeooocer delenidamenle ca^a uuo de los do-
cumoHtos, y siao babia sido Impreso, remitir
á París uoa copia cerliOcada, con el dibujo de
los sellos, st ios tuTiese, y on fae simile de
la letra cou que se hallase escrita Este traba-
Jó dió por resullado la copia de cerca de cin-
cuenta mil documeniQS, que forman eq el dia
uua de las mas rjcas colccciones de la Biblio-
teca real, en donde est'án ciasificados por ór-
den cronológico. Golbert, un siglo antes, ha*
bía mandado bacer este mismo trabajo en los
archiTos del Mediodía de la Francia al con-
sejero Doat, que le dirígió con inteligencia so-
ma y mejor éxito. Esta coleccion, clasiQcada
geográficameote, esiste tambien en la Biblio*
teca real.
Pocos paises de Europi^ eran tan ricos en
arebÍTOs como la Francia: el cuidado especial
qne el gobierno y las cor|)oraciones cientificaa
ponian en so conserracion, y los cuantiosoa
gastos qtie acarreaban ¿ sus poseedores, baa
sido plenamente justificados por las Tent^as
reiteradaa qiie deelios se ban sacadopara i|ua-
trar los anales de aquella nacion. Las inTestit
gaciones no se liraitaron únicamente á I4 ^^9*
c|a; Breqaii»y. biio en Lóndrea trabajog ciMbt
siderabloa qu# ili|raroi «uchoa aüos. y Upo^
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193
ARcmvo
m
de Thell en Roma, f de ellos resoUó ona colec-
cioii de docnmentos blstóricos sacados de di-
versos archivos de loglaterra, cncuaderuados
eu la actualidad en ciento veinte volúmeues en
fblio, y olra en cincuenta, que conliene las le-
tras apostólicas de los papas, relativas á la
bistoria de Francia. Finalmente, con el mismo
objelo se mandó examinar los archivos de los
Paisps Bajos, y una terccra colecclon dc doe-
cientos veinle volúmenes fué su precioso fru-
to: aun existcn todas estascolecciones.
Tal era el estado de las cosas en 4 789; los
sucesos de la época no fueron favorables á mi-
ras ú objetos de sémejante naturaleza; las gran-
des corporaciones fueron suprimidas; pero á
pesar de las vicisitudes de los tiempos,los ar-
chivos que las pertenecian ó que estaban á su
cargo, sufrieron menos dafio del que fundada-
mente debia esperarse. Hombres sábios fueron
llamados á desempeñar las altas funciones del
Estado y usaron de su autoridad transiloria en
beneflcio de lá ciencia; protegieron los depó-
sitos literarios, y variosdecretosregulariíaron
su existeneia. Estableciéronse en un principio
archivos particulares para los diferentes cuer-
pos del Esiado, sc depositaron cn ellos provi-
sionalmente documentos qoenoteoianun des-
líno especial, y por un decreto de la Conven-
cionde U de julio de 4794 seestablecieronlos
archivosnacionales como depósilo central para
loda la Francia. Documentos históricos y ar-
chivoEenleros arrebatados á los paises estran-
geros por las armas francesas, eran remitidos
4 aquel depósito establpcido en el Hotel Soubi-
se, coya cuslodia se confló al docto y labo-
rioso Mr. Daunow, despues de la muérle de
Mr. Camus, que estaba encargado de ella des-
de un principlo. Viéronse llegar alll sucesiva-
mente los arcliivósdel Piamonte, los divcrsos
paises del Norte y los archivos pontiíícios. Es-
tos úllimos dicron lügar á muclias indagacio-
nes, porque en Roma eran 'rcfervados; la parie
relativa á las mislones de Levante compreudia
una mullitud de documentos impresos ó ma-
nnscritos del mayor inlerós. Con todas estas
riquezas los archivos nacionales, y sucesiva-
menlc imperialcs y reales, se dividicron en sec-
ciones aleir.ana, itaHana y francesa. Cuando
por la inconstanci» de la vlctoria, la Francia se
Yió conipelidaá la restitucion, todo loque pro-
cediadel estrangero fué devuelto, y los archi-
yos quedaron reducidos á lo que perlenecia
únicaraenie á Ja nacion francesa. Los archivos
reales, segun la planta qoc se les dió en 4 84 4 ,
cstán divididos cn seis sccciones: Irgislali-
va, administraliva, histórica, lopogiáfica, pa-
trimonial,ódominical yjudiciahesla líltíma ha
sido separada en 4832 y agregada á las depen-
dencias del guarda-«elIos. Los reglaroentos
permlten dar copia auléntica de los doctJiúen-
tos que existen en los archivos, pagando por
]a espedicion los derechos establecidos eo el
arancel: los archivos reales dependen del m¡-
nl^terio de Comercio y Obras púbHcas.
Lanacion Ingleaa ha sido tambien unade
ias en que elgobiernc y los sábiosscbaoocu*
pado con ma^r celo y esroero en la conserva-
cion y aumento de los archivos públicos. Mu-
chos de los de Lóndres gozan bajo este aspec-
tode unajustaceIebridad;eDaquella capital bay
unacomisionrealde archivos, y paratener una
idea completa de sus diversas colecciones y
de todo cuanto el gobierno ha becho en. su fa-
vor, debc cousultarse la obra publicada por
Mr. Cooper, comisario real de eslos archivos,
CQn el titulo de An aceount of the most tmpor-
tant públic records ofGreal Britani and ihe
publxcations of íhe record commissionners:
Lóndres4832, dos tomos en S.^Esta obracon-
tiene tambicn un gran número de dOcumenlos
Iiistóricos publicados por cl autor. Por lo de-
mas, la atencion que todos los estados pcnen
en la conservacion de susarchivospúblicos, no
es mas que el cumpHmiento de un deber dé
primer órden, y el intéres de los particulares
y de las corporaciones se halla en este punto
de acuerdo cou el interés. general. Estos es*
fuerzosdebenaplaudirsey honrarse, con tanta
mas razon, cuaiíto quc el espiritu del ^iglo se
balla muy inclinado á menospreciar laa idcas
y documentos que los pasados siglos liao le-
gado á noesira época.
Despues dc esia esposicion histórica re-
clama nuestra patria el puesto qne le corres-
ponde en et establecimiento de tan necesaria
y útil inBtilucion. Estensas son y detalladas
las noticias que sobre este punto nos da la
Euciclopedia de Derecho y Administracion; pe-
ro á un trabajo doctrinal de tan profnndas in-
vestigaciones nos haparecido masconveniente
enesta parte lalnsercion del articulo del se-
fior Rosell, que mas arriba mencionamos. Se-
guimos, pues, hasta et flnal de este arHculo la
esposicion conlenida en dicho trabajo.
No cs, ciertamente, España,ol paisque me-
nos riquezas dobiera poseer» tratándosc de do-
cuméntos que ilustran las páginas de sp bisto*
ria, por el gran número de fnndac'.oncs mp-
násticas que existían en ella. y que como todos
saben fueron en algun ticmpo cl reffigio dc la
verdadera ilustracion y el depósito de sus le-
soros liierarios; pcro el descuido y h indolen-
cia por una parle, por otra las estranas y fre»^
cuentes vicisitudes de sus gobiernos, y hasta
la dcsmembracion y rivalidades de sus anti-
guas provincias, prescindiendo de las intermi-
nables guerras en que se vcian envueltas,
ocasionai'on en todas épocas trastornos, con-
fusiones y pérdidas que no siempre bástó á
remediar la diligencia de los hombres mas en*
tcndidos y celosos.
Diirante la dominacion de los moros se
perdieron todos ó la mayor f>artede los-pape-
les antiguos, y lo propio succdió con mucbos
de los modenws, pues como el principal cui-
dadode los reycs era contener y espulsar ásus
enemigos, no pudieron designar lugar.fijo pa-
ra su córte hasta ei reinado do Félipe 11, ni
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AftCfllVO
m
los papeles tuvieron mas cDstodia ó archivo
qoe las maoos de los secretarios ó ministros
¿ qaienes eslab^conetido el deepuclio de los
oegocios; y signiendo aquellos sicmpre á los
reyes eo sus espedicioncs y correrías por los
puebloa, 00 cra fácil ateoder á la conservacion
de dictios papeles.
DoD Juao II y doo Enrlque IV mandaron re-
coger algonos en el caslillo de la Mota de Me-
dioa y co el alcázar de Segovia. Los reyes
Calólicos ordeoaroti despues qoc se recooocie-
riD los papeles existentes en ambcs pnntos, y
en Í6 de febrero de U85, espidieron diCeren-
tes reales cédulas, firmadas en su ausencia
por el almiraote dc Castilla, para qne los he-
rederos del doctor Andrés de Yilla!on« que
viyiau eo Salaioaoca, entregasen los regislros
que esiabao en su poder; ydieron otras pro-
videncias para recoger y asegurar los papeles
de los secretarios y miolstros que hubo en los
reioados aotecedeoies, estendiéndose el celo
y vfgtlaocia de estos reyes, no solo á pooer
eo custodla los de sus reales oOcinas, sino á
que los protoeolos de los escribanos públicos
y reales se conservasen como era debido.
El empcrador Gárlos V reiteró las mismas
órdenes para que se adquirieseo de poder de
los herederos de Feroan Alvarez de Toledo,
Fraocisco de Badajoz y los demas secretarios
que babian sido de los señores reyes Gatólicos,
los papeles que teuiao, nombraodo para este
fn á varios sugetos de cooflanza ; mas como
de los díclios Iierederos, unos vivian en Custi-
lla la Nueva , olros en la Vieja, Andalucia,
Aragon y otras partes, no pudo lograrse enle-
nmeote el deseado objeto. Posteriormeote to-
do el furor de los llamados comuneros parece
que se redujo á quemar los papeles de la co-
rooa que pudieron haber á las maoos ; mas,
apagada aqoefla rebelion/ dedicóse nuevamen-
le el emperador á salvar los restos qoe aun
exisiian, practicándose por todo el relno las
nas vivas diligencias, y obteniéndose en 4534
uoa bula dei pontiflce para que todos cuantos
taviesen papeles en su poder los eotregaseo
iomediatamentc , y los que sopiesen de su
exlstencia revelasen su paradero.
Mucbos se recobraron poreste mediOp pero
se echó de menos gran número que ni aun
despoes pudo encontmrse. Entre los lugares
que se señalaron para depositar estos papeleí>,
faé 000 el caslillo de Simaocas , pues coQSta
queea 44 de febrero de 454i se espidió noa
real cédula, mandaodo al abad y prior dol reul
coDveoto de Valladolid que eotregaseo a1 fls-
Cit del coosejo do Gastilla los privilegios de
hidilgnias qoe estabao eo aquei mooaslerio, y
tl alcaide dei castillo de Simancas que los re-
cHHese eo aqoel archivo.
El sedor don Felípe II, qne estableció su
córte eo Madrid , erigió yo formalmcnte los
dot reales arcbivos de Simancas y de Roma,
ocopáodose con tanta actlvidad eo la colec-
cioD de documeotos , que obtuvo felicisimos
resullados; foas aunque dió regias muy acer->
ladas para asegurar *a cooservacioo dc los
papeles recogidos y de los que eo lo sucesivo
se recogiesen, la inobservaiHria de ellas pro-
dujo una confusion imponderabie.
La mudanzu de la córle en tiempo de Fe-
lípe III ocasionó tambien rouchas é irrepara-
bles pórdidas, pues babiéndose formado varías
Juntas parlicuiaresy cada uuo,de sus individuns
pcdia y se ilevaba los papeles de que tenia
oecesidad, y larde ó temprano se estraviaL»an.
En casa de doo Rodrigo Calderoo, sccrcturio
del primer mioistro, qiie como es sabido mu-
rió públicaoiente ajusticiado, se hallaron io-
finitos de ellos , Io.< cuale s se restiluyerou el
año 4622 á sus arHiivos respectivos.
Mayor desórden, si cabe, tuvo ingar eo el
reinado de Felfl)e IV, porque el valiiniento del
condc-duqiie de Olivares, de doo Luis de Haro
y de los demas secretarios del despacho, loff
aulorizaba para disponer á su aotojo de los
papeles que podian ilustrar cualquiera de las
cucstiones de gobierpo, y uinguoo se cuidaba
despues de devolverlos ; llegó el abuso hasta
el punlo de otorgar dicho monarca al n>f ncio-
nado condc-duque la merced de que conserva-
se en los archivos de so casa y quedasen vin-
culados en ella coantos documeptos de aquel
tiempo y de lcs anteriores quisiese retener en
su poder; eo vista de lo cual oo deberá pare-
cer estraño que muchos de los mismos docu-
mentosjos de mas interés quizá, pasasen á
enriquecer las colecciones de los archivos es-
trangeros.
Inútil es añadir qoe la época de Cárlos II,
bajo todos aspectos lan funcsta, no seria mas
favorable á la conscrvacion de estos monU'
mentos; y aunque en 42 de marzo de 4696 se
mandó crear en cada consejo un ofício de ar-
chivero, fué un medio mas bien para dar colo-
cacion á ciertas personas favorecidas, que pa«-
ra poner término á la monstruosa confusion
que se advertla.
Felipe V , á quien es preciso conceder al-
gun influjo en el renacimiento de las lelras,
míró con cierta predileccion esle importante
asunto del órden y custodia de los archívos.
La larga guerra de sucesion frustró en gran
parte sus buenos deseos, pero terminada esla,
buscó noticias , se sirvió de alguuas persouas
inteligentes, y si no hizo cuanlo seria dc ape-
tecer en cosa que requiere tanto escníípulo,
cicU\¡v]ú(] y vigilancia, dió porlo m^nos prue-
bas de qucrer remediar los eovejecidos ma«
les de las épocas pasadas. En 28 de enero do
4 726 mandó á don Santiago Agustin Riol, hom-
bre muy práctico en esios conocimienlos, que
prévias las díligencias oportunas, le informa-
se detenidamente acerca de las-vicisitudes, es-
lado y reforma de todos los archivos de la na-
cion . y dicho Riol, lo ejeculó cumplidamenle
en uu eslenso informe que obra maouscrito eu
poder de uo amii?o ouestro. . ^ .
la paz Interior de que se dlsírulo en lo re|-
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4aif
AftCBlVO
49^
lante del slglo pcrmitió atender á e^te afuinto
con inayor soiicitud, y no tenemos necesidad
dc ponderar el impulso queá este, comó é otros
rouclios ramos del salier y def gobierno fauma-
no, se díó en 1a ilustrada época del ccloso
CárlosIIl, no solo por él, sino por los hombres
integros, laboriosísHnos y enteodidos que re-
glan entonces los deslinos de la nacion. Dea-
graciadamente vino en seguida la guerra de la
independencia, y con ella las violencias y des-
pojos dc un invasor aco^mnt)rado á la victoria,
que apoderándose de todo á titulo de conquís-
ta, destruyó los monuioentos mas preciosos de
nuestras artes y nuestra historia. Dé sino tes-
tímonlo de esta verdad el archivo de Simancas,
cuyos precio^os tnstmmocitos se remitieron
lodos á Franeia de órden del emperador, hasta
qoe por fln, como despues dif^mos, se reco-
braron en gran parteen 4846..
De épocas mas recientes ¿qoé poede aña-
dirse que no seu de todos conocido?¿Qué de los
desórdenes ocurridos en la postrera guerra ci-
vil, de la destniccion consumada y de las
pénlidas en tantos ediflcios no menos venera-
bles por su antigtkedad que por su objeto? A
pesar de tan inntimerables y frccuentes vicisi-
ludes, aun se congervnn cn Espaóa preciosos
mooumentos y riquísimos dcpósitos que dia-
riamente son estudiados por gran número, asi
de naturales eomo dc estrangeros. La antigtte-
dad de al^funos dc estos estableoimientos, ta
Importancia de inOnitos iostrumontos que en
ellos se custodian, y el deseo dc completar en
lo posibie este arliculo aun á ricsgo de pare-
ccrhartodifusos, nosobligan á baceruna lige-
ra mencion dc los dos principales que en tu
actualidad subsisteu : el famoso de Siman-
cas y el no monos célebre ée la Corona de
Aragon.
El prímero se estableció, como dejamos
dicho, en el reinado del señor don Felipe II en
el año 4564, en qoe se recogieron lascapitu*
lacionesde los señorcs reycs Gatólicos, las de-
marcaclones dc Indias, las bulas del real pairo-
oato y otros documentos oo menos importan-
tes que estaban á riesgo de perderse para
síempre en casa de un escribano de cámara
resldente en Yalladolid. El sccretario Diego de
Ayala, oñcíal mayor de la secretaria de Estado,
fué el primero que tovo nombramiento de ar-
cbifero de estc real archivo con amplisl-
mas fácoltades para la conservacion y aumen
to, cargo que pormocho tierapocstuvo viucu
lado en la famiüa de otros Ayalas , liusta que
modernamente , y por fatta de socesion, segun
parece, pasó este de&tlno á otras peráonaá.
En la actoalidüd lo posee don Maauel Garcia
Oonzalcz.
El mifnno Felipe II mandó formar otro ar-
chivo en Roma, bajo la direccion del emdito
luan de fireiosa, ofidal de la secretarta de Es-
tado, ¿<ioieB mandó recoger y remitir ¿ Espa-
paña coantas noticias y papeles de inlerés pú-
pUoo 0 {Hirtíciilftr podieso adqnirir eo aqoollos
estados; y ¿ fuerza de enormes dtspendios y
guiado por sos raros conocimientos, pudo Bre-
zosa reonir ooa preeiosisima coleocioD deins-
triNnentos y notícias, de qoe son admirable
teslimonio los 24 volúmenes relativos ¿ las oo-
sas de Gastilla , qoe con grande estíoM-
cion se deposltaron y deben conservarBC
todavia en el menciomido orchivo de Si-
mancas. ^
Eu él y cn ona de sus salas existen los eiis
importautes dc la corona, como soo los perte^
necientes ¿ sus derechos y regalias, junroen-
tos y pleitos homonages, conquistaa, coiipno,
cartas ejecutorias , bulas de oiaestraBgos, in-
corporaciones de ciudades, poderes ¿ enbajs-
dorcs y ministros, bulas y conccsiones apoe^
tólicas, reformas de retigionet, testaraentosy
oodicilos de los reyes, díspenaaciones matri^
moniales, paces, rompiraieotos de gaerras, re-
noncias y otros muchos, cuya ciHimepacion ae-
ria poco menos que interminable. Ko él se de-
positan tambien multitud de papeles coriosos
causados en el antiguo Goosejo Real de Casti-
lia, enlos de Indias, Uaciettda.Goerra, Estado,
y todos los demas que oon diferentes tleaerol-
naciones han existido en varias épooas cntrc
nosotros. l)c los de la suprema Inquislcion, par-
te obrau en aqnel establecimiento, y parte «o
el ministerio de Gobernaeion de la Peninsola.
La oopia y variedad de docnmentoe, aai oo-
mo la fatalidad de las circonstancias , y la dia-
posicion de nn local mas preferible por la so-
lidez y fortaleza de su oonstraccion que por-
que realmente eea acomodado al objelo qee ae
le destiaa, han hecho qoe el arreglo de los
papeles noguarde teda la claridad y exaetitod
que cn semeiaDtes depósitos se requiereo.
Ademas aqnet punto cs sobrado reducido f«M
el inmenso númcro de manuscritos que ctni-
prende, de tal manera, que ya'eo tiempo úe
Gúrlos 111 se trató de ampUarlo convenientemen-
te, y al cabo foé preciso desistir de estc pro-
pdstto por las dificultades dc la empresa. El^ge-
bicrno debc diapensar ¿ este asunto la predi-
lcccion quc le es debida.
Otro que nos atrevemos ¿ recomendar ¿ so
mucho cclo y encrgia, es el recobro de ímpor-
tantisimos dooumcntos queperdimoseo lagiier-
ra de la independencia. En aquella época arre-
bató de ias alaceoas de Simancas nn tal Mr, Oai-
ter, comisionado al efecto por el gobiemo im-
perial francés, todos, 6 la mayor parte de los
papeles de aquel arcbivo. A consecnencia de
las reclamacioiies que se hicieron por Feman-
do Yll, se recuperaron por fln en 4846 gnxk
uúmero de ellosy pero hasta el presente noa»-
bcmos que haya sncedido lo mismoeon laeer-
respondenoia díptom¿tíca integra segnida en*
tre nuestra córte y la de Paris, y otros íiistfQ-
mentos del mayor iaterés que repetídas feccs
se ban aolteítado.
El archiTo de lacorona de Aragon, foramdo
coo lo8 papcles que se recogieron en Zaragoaa,
VaieQCÍa y otros puotos de aqQoIlas proTinoiti
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l!0
ARCHlVÓ— ARCÍLLA
<30
y cnya fundacloTi perfencce al inismo ticmpo
quela de Simancas, exlste desde ?us prlncípioí
en la ciodad de Barcelona. El órden que desdc
Inego presídió en su colocacicn, y la aclividad
ysingulares conocimientos de su aclual fii-
chivero don Próspero de Bofarull y Mascaró, lc
han colocado en el nivel de loá mejorcs esta-
Wecimieuíos de cste género, y héclioTc dieno
de la elevada repntaclon que ^oza. Los geuorc-;
dieaquellos aniiguos reinosqueen esía úllima
época se hac visto obligados por la Icy á cx-
hibir los titulos prímordiales de sns donacio-
nes, han tenido molivos para formar el julcio
mas ventajoso, tanto de los rcgistros de dicho
esiableclmiento, como del eucargado de su
costodia.
Loí docnmentos que alll se conservan
iraen sn atitigtiedad desde el año $48, es de-
clr, desde la fecha anterior á fa union del con-
dado de Barcelona con la corona de Aragou,
y pueden considerarse divldiítos en cuatro
gmiks spcciones. En la primera obran los
¡nstrumenlos relativosal principado de Catalu-
ña en gencral, y en particular d las primeras
poblaciones de toda la corona de Aragon; las
cóncordlas éntrc aqueUos reyes y los prínci-
pés estrangeros; las capitulaciones matrimo'
niale¿ de sus esposas; los tralados de paces y
alíanzas; lo5 testamenfos f codicilos de los
condes rle Barcelona y reyeé de Aragon, y
muchos mas no menos írtiles á la corona que
á los intere?es de los parlicnlares y al escla-
recimiento de la historía: en la scgund^i scc-
cron están los registros origlnales de todos
aqnellos rcyes desde cl año 4327: en la tercera
losoriginales de los despa'chos y decretos cs-
pedidos desde el tiempo' tié don Alon?o II en
M62: y en la cuarta, papelcs varios, peiga-
mhios. bnlas pontifiCias y otros muchos, que
alzanzan hasta la remola época de los reyes
dé Sobrarbe.
No es oportnno prolongar mas este artlculo
coDla mencion de los dcmas archivos, asi dc
los páblicos que cxisten en las dependencias
y c siablecimientos lilerarios de la rtacion como
de los particulares que se conservan en algu-
nas casas titulares, entre los cualcs haj^ mu-
cho« preciosisimos y dlgnos del esplendor y
famade sus ilustres antepasados. Y pucs np
nos es dado recobrar todo aquello dc qne la in-
coria, la malicia, y las vicisitndes de los tiem-
pos nos han prlvado, conlentémonos con evi-"
tarestas pérdtdas én lo sucesivo, y trasmilir
iotactos á la postcridad los tesoros que pode-
mo^ llamar aun nueslros verdaderos anales dc
liuestros hechos, y vlvo refléjo de la gloria dc
naestros mayores.
ARCBIVOLTA. [ArquUectura.) Arco adorna-
do con mohhiras quc le rodean y decoran por
íaparamento esierior vertiea! y termioan so-
i^ las fropostas del mismo. Algunas veces es-
tán hiterrumpidas por la clave quc resalta algo
IMS y aumenia so dccorücion.
La mayor parie dc los srcos ooñstniidos en
145 lllttLIOTIiCA POPinLAIl.
la nnüpüedad nos ofrecen buetios nioJcIos de"
archivolta \i). ,
ARCILLA. [MineraloQÍa.) Suslancia terro-
sílícica, untuosa aí taclo. fácíl de pulímentar
por cl frotamiento de la uña, pronta á impreg
imrse dc aíruav susceplible cnloncesde tomar
bajo los dcdos las formas mas variables: cuan-
do está seca se adbiere fuerlemente á la len-
gua, y esparce un olor parlicular por cl con-
lacto del alicnto, siéndole esle iiltimo caráctef
comun con los esquistos y con las suslanciaa
análogas que contienen hierro.
La arcilla afecta colores niuy variados, ta-
les como el rojo, el amarillo, el pardo, el gris
y el azulado, quc debe á los Oxidos ferrugi-
nosos: algunas veces está vetada ó salpicada
de pardo sobre un fondo gris. Esta última,
que comprcndc algunos centCsimos de cal, y
se halla abundantcmente bajo las capas de
calsulfaiada de Montmartre, se vende en Pa-
ri3 con el nombre de piedra para sacar man-
chas.
Encuéntrase la arcilla en las formaciones
que mas d¡fierc:i por su posicion ó su anti-
güedad. EI feldesj^ato, CF.ta sustancia tan dura
y tan*abundante en los terrenos primitivos,
espueslo á la accion dcl aire y dcl agua pro-
duce por su descomposicion una arcllla pcr-
fcctamcnlc bldnca, á que los chinos han dado
el nombre dc taolin. Encuéntrase tambicn en
loslerrenosvoicáuicos, asi antiguoscomo mo-
dernos. una arcilla blanca, friable^ farinosa y
de poca Irabazou, adcmas de otra verdczca y
fácil de amasar: estas dos cspecics son el re-
sultado de ladescomposicion de las lavas po-
rosas souicdítias á 1a accion lentu, pcru conti-
nua, dc la almósfcra y de las agna?.
Eu algnuas localidadcs dcl Vivarais, se
observa ei ti áusito de las lavas basálticas á
esta última cspecie dearcillu: este hecho, ob-
scrvado por el sablo geólugo Faujas de Saint
Fond, está consignado en su prcciosa obra
acen a de los vokanes estinguidos del Viva-
rais ydel Velay: ha notado, cerca de Poliguac.
una raontafia que á pai lir dcsde ¿u cima pre-
senla grandes capas de bas;jIlo, á las que su-
ceden unas lavas porosas, grises á amarillen-
tas, ademasde una lava muy bianca, poiosay
ligera, privada del hicrro que contenia, y de
la cual cierlas parles frlables y farinosas se
han convertido en una verdadcra arcilla. El
hierro quc ha perdido se halla dcpositado en
las capas infcriorcs en cmalitcs globulosas, en
íuina de hicrro limosa y blanda, ó cn gcodas,
euyo esterior es de un amarillo ocricnto, y
cuyo esterior está Ileno de una sustaucia tcr-
íosa colorada por el hierro. Debajo de estas
feodas se encuentra una verdadera arcilla
bianca y sóüda, y nnalmentc la üllima capa
cstá formaüa por una arcilla vcnluzca, unluo-
3a, quc se pcga á la leugua, y que parece haber
* (I) Vóasa láDJna d.%Og.a.^lénilDa 3.*, flc, 0.« y
lánaína 39, flgura* 3.* y 4.*
T. III. J)
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AftCILLA
m
Bido colorado por el hiérfo que las agüas han
conducido de las dos capas guperiores á esta
úUima.
De ninguQ modo se puede poner en düda
que esta arcillasea el resultado de lu descom-
posicion de roaterias volcánicas, pues frecuen-
iomente se encuentrau fragmentos delava que
CQ parte lian sufrido esta metamórfosis. Por
otra parte recordamos l\aber visto eo la pre-
clusa coleccion de Faujas. cierlos basaKos que
habian conservado su forma prismálica por
mas que se hallasen totalmente convertidos en
arcilla.
En las formaciones calcáreas, situadas en-
cima de la ^reda, la arcilla constituye cl prin-
cipal depósito dc los terrcQOS terciarios, y en
dus capas superiores cst4 mezciada de hierro
snlfurado piriloso, de maderas fósiles bitumi-
nosas, reconocidas como perlenecientes al ór-
don de las monocotiledoneas y dicotitedóneas;
contíenen á veces ámbar, botun, «lespojos de
animales, osamentas decocodrilos y vestigiosde
mariscos marUimos, juntamente con otrus de
a^a^ dulee. La qne seencuentraenMontmartre,
debajodela masa dearena,solo ha coosenrado
como despojo de los moluscos maritimos suhue -
lla.ó impresion revestida de una pequeña capa
blanquecina, cuya presencia se debe á la sus-
tancia calcárea de la concha. El espesor de los
bancos de arcilla varia desde dos decímetros
hasta diez y seis, cuarenta y ochenta metros.
Lo que acabamos de decir rcspecto á la ar-
eilla de los terrenos calcáreos se reOere mas
especialmente á la Francia é Inglaterra, pues
en Italia no descansa sobre la greda sino so-
bre uu calcáreo tosco y félldo; y segun mon-
sieur de Humboldt, el terreno de la América
Heridional que no leha ofrecido capas de gre-
^a, presenta la arcilla descansando sobre un
^res calcáreo.
Esta.^ observaciones no carecen dc impor-
ta»cia respecto (t la geologia y prueban cuan
abundantemente se halla la arcilla diseminada
&obre nuestro globo; y ademas acreditan que los
depósitos que constituyen su superflcie no se
han efectuado en la misma época en el mis-
mo órdeu para los diferentes puntos de la
tierra.
Eutre las numerosas variedades de la arcl-
Ua, muclias son úUImente empleadas en las
artes y el comercio: el dibujante se sirvc de
una arcilla ocrienta con el nombre de lápíz ro-
Jo, el pintor halla uu precioso color pardo en
el empleo de una arcilla ferruginosa ilamada
lierra de Sienna: otros colores conocidos con
ios nombr<ísde pardorojo, ocrede rua, tierra
de sombra, tierrade Cohnia y njode Ingla'
ierra, son otr.is tanlas arciUas ferruglnosas.
EI escuUor traza su trabajo y se vale de la
«rcilia para modelar sus fíguras. La porcelana
4ebe su finura y su Iiermoso aspecto á la ar
ciila btanca Uamada kaolin, que en otro tiem-
po sc traia de la Chioa, pero actualmente se ^
cncmMitra en difírentes partes. y cone?pecia-]
Itdad cerca áelimgéi en Francia. La vagilli
t)rdinaria se fabrica con una variedad Uamada
arcülq plástiea de la palabra griega pa$o, yo
/brmo, porque se emplea cn todo cl ramo de
la alfareria: la de Montereau slrve para U fa-
bricacion de loza fina, que se llama tierra in-
glesa ó Ucrra de pipa.
La arciUa comun. vulgarmente Uamada
tierra arcillosa, se emplea para fabricar hor-
nos. tejas y ladriUos, siendo su composiclon
de treinta y dos partes de alúmina, sesenta y
tres de silice y cuatro ó ciuco de hierro. Hay
ademas una arciUa que sirve en las fábricas
para desengrasar los paños y darles lustre,
siendo conoctda con el nombre de arciUa e$^
mectica 6 tierra de bataneros. Lo que los farma-
céuticos Ilttman bol de Armenia es nna arcilla
ocrienta. Por último el almayre tao comun ea
España, no es otra cosa que una arciUa que
sirve para pulimenlar los cfistales y que en
este pais mezclan cou el tabaco para darle el
color rojizo que le distingue: esta misma ^us*
tancia se haila aduiterando el pimieoto que
sirve á los españoles para sazooar la mayor
parte de sus manjares. Así es como la índua-
tria huraana ha sabido variar casi hasta el in-
flnito el empleo de una sustancia csparcida
eon tanta profusion sobre la tierra.
AUCILLA. {AgricuUura.) Yéanse los articu-
lOS ABONOS y TEHRBNOS.
ARGILLA. (Ouimtoa.^Losdnrersoscompues-
tos que se han designado bajo el nombre ge-
nérico de arcillas, constan esencialmente de
sjiice, de alúmina y de agua; pero constituyen
varias especies distintas, segun las proporcio-
nes de estos elementos, f segun ia naturalexa
y la cantidad de las ^ustaucias estrañas que
en su estado normal se le asociancon frecueo-
cia. Tienen, por otra partC/ todas las espccies
de arcillas, aunqne en diferentes grados, ua
carácter comun, que consiste en la propiedad
físicaquegeneialmenle se lea reconoeede for-
mar con el agua una pasta dúctil y fácil de mo-
delar: esto es lo que sc entíende por propie-
áaáplástica de las arcillas.
Son csfas, cn su estado de pureza, blan»
cas, gcanosas y untuosas al tacto y tienen la
cualidad dc pegarse á la lengua. La pasta que
de ellas se forma mezcláodolas con agua, es
tan suave al tacto como la masa de harina. Si
en cste estado se les dcja al aire libre, «ban-
donan poco á poco el agua que habian ab-
sorbido , esperimentan una consideruble re-
tracciou y se resquebrajan en todos senUdos,
salvo el ca.'^o cn que ia desecaciou se efectue
con estrema lentitud-
Lspuestas á la accion del calor, las arciUas
pierdcn poco á poco el agua cou que se com*
binaran y sc contraen progresivamente. Puea-
tas en contaclo con un fuego en estremo ncli^
vo, se vuelveo completamente anhidras, y de
tal maneru se endorecen, que de eUas saca
chispas al acero. Por lo demas, cualquiera que
sea ia tennperatura ^ que se las ponga, nnnca
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433
ARCILLA-ARCINIEGA
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entran en (ttslop y si solo esperitDentatt un
prinoiplo de Titrificacion, para la con stroccion
de nn instmmenfo pirométrico, Fe ba nlilizado
H propiedad qae ofrece la arciUa de contraer-
se gradualmente por laaccion del calor.
II ácidasulfúríco, concentrado é hirviendo,
es ei único que alaca completamente la arci-
Ua, 7 ann para ello es necesario qne esté hú-
meda ó simplemente seca, porque e1 ácido sul-
fárico Bo tiene accion sobre la arcilla bien
e^cinada.
Los ilcalis cáa8tico6 determinan rápida-
aente por la Tia seca, la trasformacion del si-
llcato de alúaiina, que conslítuye la arcilla en
doble silicato de alúmina y de álcati.
Otra propiedad tienen laa arcillas, de qne
las arte« han sacado partido, cnal es la de ab-
sorber ios aceites con la misma facilidad que
el agua, y de aqui el nso que de ellas Iiacen
lóe fiü[>rieaDtes de paños, elc.
las arcillas deben, pnes , considerarse co-
00 ooropoestos quimicos definidos, siendo en
efeclo Terdaderos silicalos hídratados de alú-
mina. Por espacio de mucho tiempo ha sido
admitida la hipótesis de que estos elementos de
siliee, aiúmina y agoa, existian en las arciilas
eo estádo de sirople mezcla y no en combina-
cíod; pero ya se ha reconocido lo contrarío. Si
k atúmina eslnviese libre, la arcilla seria ala-
cable por las disoloclones alealinas; y sin em-
bargo, se ve qoe no )a descompone la potasa
eáosticalíqaida. Hiseobservado ademas, que si
se somcte i la accion de esta base nna arcilla,
traiada aotes por nn ácido, y qne por lo tantó
ba perdido una parte de alúmlDa, la potasa
disnelve en este caso uña cantidad de silice
proporctonada i la de aiúmina qne el ácido ha-
bia qnitado; de manera que el residuo de estas
dosoperaeiones sucesivas, es idéntico, por su
composiclon, con la arcilla primitiva. Este he-
cbo proeba evídentemente que la areiHa es un
T^adero silicato.
Raro es qoe las arcillas se encuentren na-*
turalroeDte en el estado de pureza: por 1o gé-
neral estin mezcladas con sustancias estra-
ñas, como son el betun, el graflto, el coarzo,
el áxfdo de bierro. el carbonato de cal, etc.
La presencia de estas snstancias modiflca mas
ó meoos 60S propiedades ; de donde resultan
importantes difereneias entre ias ospecies, y
particolarmeDte coo relacioo al uso que de
ellas baceo ias ailes.
Lis areillas se eDcueotran en todos los
terrenos, desde los carboDiferos hasta los de
áloTion d formacioD reciente» y suelen, en me-
éio de las rocas calcáreas, formar bancos de
eoBBlderable espesor.
ARC1KIE6A. Los que eonocen la historia de
lapasada Incba ciTii, comprenden lo quesig-
Bitoii y Taien las manifestaciooes hechas en
ArciDiega, y la importancla que han dado al
Donbre de este pneblode la provinciade Alava.
Abrigaba e1 ejéreilodedon Girlos en su seno
aBlasrÍTglidadesyémplos como cortesanós le
rodeaban, y en continuada pugoa entre si, dié-'
roula treguas, en tantoquemarchandola espe^
dicion real hácia Madrid, creia cada uno llenar
sns ambicionesen el alcázar de Isabél. Frustra-
da esta esperanza, se desencadenaron los mú-
tuos resentimientos, pusiéronse en juego toda
ciase de miserablesinlrigas, ademas de ias que
eran escitadas por la actividad de un coroisio-'
nado del gobiemo liberal, que tenia tambien
<Ios agentes en el campo carlistu; y con tales
elementos en accion, Ilegaron á comprometer
de tal modo idon Gárlos, que obrando con mas
precipllacion que prudencia, adopló las medf-
das que vamos i ver á continoacion, donde
claramente se maniflesta, por mas que se pre-
tenda 1o contrario, la crisis en que se hallaba
la causa carlista, y el ejército entonces man-
dado por cl infantc dón Sebastian, i quien im-
pllcilamente se llegó i encausar, como vere-
mos despues.
Tenemos i 1a vista el SujÁemento a\ Mé-
tin de Navarra y provincias Vascongadas
del martes 34 de octubre de 4837, y de é1 sa-
camos los siguientes notables documentott.
Alocucion de S. M. « Voluntaríos: La revolu-
cion vencida y hnmlilada, próximai sucumbir i
Yuestro esfuerzosobrehumano,ha librado su es-
peranza en armas dlgnas de su perfidia para pro»
iongar algnnos dias su funesta existencia. Mas
por fortuna estáu descubiertas sus tramas: sa-
bré fnislrarlas. Para rcalizarlo, para dlctarpro-
videncias qne poogan cuanto antes término i
esta lucha de desolacicn y de muerte, he vuel-
to momentáneamente á eslas fldellsimns pro-
vincias: pronto me vereis de ouevoi rtonde, co-
mo hoy aquí, me llaman mis deberes. Yuestro
heroismo interesa demasiado mi paterual co-
razon para que rennncie i triunfar, y si preci-
so fuera i morir entre vosotros. %
«Voluntaríos: nobastabala contlnoadaséríe
dehazañas y dé|»rodigios queforman la bistoría
de vuestras campañns: los cinco últimos meses
Ilevan vnestro méríto todavia mas alli de
cuanto se habia visto; y el cuerpo espedicio-
narío que me ha acompañado ófrece un ejem-
plar sin modelo. Gon solo la tercera parte del
ejércilo que opcra en Navarra y provlnclaf
Vascongadas, se han redooido las fuerzas ene-
mtgas i nn número ya menor de las que hoy
tengo disponibies en todos mis dominios, ba*
beis vencido al ejército revólocionarío en los
llanos como en las montañas, sin artiltería eo-
moconella: Huesca, Barbastro, Villarde loe
Kavarros, Retuerta, serin etemo monumento
de Tuestras glorías: si la falta de muníciones ó
de cooperacion de algun cuerpo, precisó por
el momeoto i ceder terreno, dejisleis harto
^escarmentado al enemigohaciéndole sufrir pér-
dida tríplicada; y en las mismas retiradas on
corto número ha podido marchar seguido, ne
hostllizado, por mas de dobles fuerzas que bo
han osado alHcaros cuando les babels presen-
tado la batalla, que ni un solo tlrohau dispa«
rado contra vuestras masas. Sobre todo hatote
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AftaNIEGA
IM
>echo yar i la Suropa quoinls enemig09 1o son
Í^ los pueblos; qu^ la lealtad y decisioQ de
^stos no puede scr mayor; que $u adlicüiona
Qij persooa y su eutusiasmo por mi justa y sa-
grada causa ba arrostrado la saogrieuta vea-
ganza de sus opresorqs; que solo esperao
vueslra proteccion para sacudir el yu^o que
]os esplaviza, lo mismo en Ara^oo que en Ca-
taluüa, en Yalencia como en Caslilla.
aSi, voluntarios: ni cn vosolros, ni en los
pueblos ha cstado dejái: de estermioar la
Qsurpacion en ese pais dssgracijido, teatro de
8U8 borrendo$ crímenes y de la anarquía que
devora.á sus propios hijos, qoe acabaria por
devorarla á ella mlsma. Causas quc os spn es-
tr^ñas, causas conocidas, causas que vaa á
desaparecer para siempre, ban dilataílo por po-
co tiempo nias los malcs de la patria. Pero el
ensayo está hecho, se Im visto á cuanto piiede
aspirarse, y las medidas que voy á adoptar lle-
Qarán vucstros deseosy la^ esperaD^os do to-
dos los buenos espaúoles.
«Voluntarios: testigo devueslro heróicode-
nucdo , compañero de vuestros sacriñcio^ y
fatlgas, admirador de vuestra resigoacix^n y
virtudes, quiero ante todo daros la muestra
mayor de mi rcal aprecio. Qesiie hoy me pon-
go ávuestro frentey osconducir^ por mi mis-
mo á la victoria. Preparaos á recoger nuevos
laureles: sed dignosde vosoiros roismoa, y coo-
taodo con la proteccion dc nuestra Geaerali^i-
xna, confiad en que vuesko geueral eg vucs*
tro rey.— Cárlos.— Real de ArcÍDiegJ^ %^ (Jeoc-
tubrede48a7.»
«llioisterio de la Guerra. Ezcmo. Si'.*-JD|e*
g^ando el Rey N. S. al regresar momentánear
mente á estas provincias dar á la heróica loaln
tad, virtudes y sacrificios del coierpo de ej^r-
cito espedicionario que ha tenido el honor de
^compañar i su augosta persona uo testimo-
Qio dc aprecio, digno de sa ro^ v^unificeooia,
se ha servido concederle las reoompensas si-
goientes:
«A los dos primeros coQiandaDtesmasaQtí-
guos de cada unade Iüs tres divisiones navar-
fa, alavesa y ejístellana, pertenecienles á di-
tho cuerpo de ejjército, elgrado de coronel, y
i| lo tieoen ya, el empleo de leniente coronel
ipayoT. Si hubier^ algun prioaer c^anda&te
•«tre los dos mas antiguos que fuese tenien*
l^ coronel mayor y tuvi€)se el grado de cor
TOQel, obtendri la efeotividad de esle em-
fileo.
cA )os dos segundos comandantes o)as aur
tigooa de cada una de las tre» divisioae^ re-
faridas, el ascenso á primeros.
(^ los dos capitanes mas anüguos de cada
oiM) de los batallones de aquel cuerpo de ejér-
eUo, el grado de tenientes coroneleSi y si k)
tvriereo , el empleo de segundo ooomuh
4tnte.
«A los dos teoientee mas antiguos de cada
■bilAlioD, 8i tieQen el grado dei ca^itaoee, U
;«fHitividad de lales, y no ieuióodolOi ol gpado;
y i^r ei p^\mo (Men el amiiM i grndo dt
tementes á todos los subtementea m^a tiit(-
guos; asi c^mo los empleos de subtenieoteft i
los dos cadetes de cada batallon que reaQa&
la mayor anti^üedad.
«Un real de velloa diario vitalicio i todos
los individuos deia ola^e de tropa de ioAiaterift»
cabaUcría 7 artiiWia de las tres dívisione»
ciladas q»e hau #eguido cousUotemoote li e»-
pedicíoQ bast^ ej diad^hoy, coQtpreDdiéndofe
en esta clase á los que estén ausentes por be-
rfda^, eofermedfld, comísioa ú otra causn le-
gitima de úrdea de suf gefe«; de modaque so-
lo quedan escluidoe de esta pmI gracia Im
desertores, y los que por cualqutera oftre m-
tivo volunt^rio e«léa separadoe d^ las ñ\m.
«Quincereales deveUoA meBeoaiei á todos
lo^ individuos de )a reCecida oiaae de tfa^
que se incorporen voluDtariameiite i diche
cucrpo de ejército desde el 17 de mayo li^mo
hasla ei 8 de setiembre prdiúmo^ ya prQcedan
de sus casas, de las ülaseiiemigat, é liaaimeii-
te de los prisioneros bechoe ea ia glortoaa ba-
U.IJa de Villar de ios Navacroa; á todof los
que oCrece S. M., el real de veiloQ diario» ai
contiuuaQ sirvieado con buena coQducta iiaala
la coQclusioa de la guerra, ó bastaqoe por al-
gun acto deservicioquedareai ioiUUiaadíts f>jL-
ra hacerlo.
«S. M- ofreceigualpremio i todosto^ iBdi-
vidups de la misma clase de tropa quc haa io«
gresado en ei referido cuerpo ea^^cionario
voluntariameQte, despues del 8 de setiembre
úllirao hasla la fecha, si permafieooa eoastaQ*
temente en \m fiias duraBie la eampa&a.
« Las preseates graoiaa son eateostvas ea Xo*
do á la divisioa de cabeUeria eomapOMtlaata
á la espedicioa referída. Todaa ae eQteode-
rán ain perjuicio de laa reoompeoBai que por
servicios particulares haa correspoodldo ó cor*
respondan á los iadividuoa de las espDeaadas
divisiones , reservándose la sot»rana bondad
"dispeosar olrás especiale&á los gefoB, olciDles
y voluntarios que teoga á biea por su mérito
y circuQstanoias particulaEea. EstareaLreso-
luQioa Do deber^ ejecutarse, respeeto á ios ge-
fes y olkiales, liafita qae se haya beobo efocCi«
vala de H del corriente, qae tiene povobjeto
reipu^erar algunos oflciales atrasadoa ea la
carrera para evitar asi toda ladiftcullad y pertoi-
ciQs. Lo digo á V. B. de real <Mea para qoe
inmediatamcnte lo baga Stiber ea ladel fijérét-
U>» y Qja un brevisimo plazo» para qoe sofor-
mea y lleguea por su oooducto á osta secre-
taria ias rclacioDe^ de loa eooiproQdidoa en la
presenle rcai resoluoioa y-ea la ya eüada del
U. — Dios guarde á Y. E. mochos añoa. — Reaft
deAjrointega %9 de octahre de 4837.«-4osé
Arias TeiJeiro.^Sr. gefe del B. M. 6.i
«jSecrelarlük de Estado y deldeapagbo de la
Guerra.— No salisíecha todavia k augii8ta.m»>
aiOcenci^ dol rey. Questroaeii^rv j el eqnoial
iuteréa oon (^e mtm loe aaonilciQB da do he-
róicflk ey^roíU» Goo laatraciaaquo oomproDde
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437
ARaNlEGA— ARCO
488
1« real órdee de esfa ^efas, se ht serrldo de-I^Mcenos y el pHttldero qtie era el prinerode
tfarart qoe »e abone tri|Hicado tiempo de ser-
tieio, qoe se eoiitBri esi pera lioeRcias, pre-
mios y tedos los demas objetos á que se es-
Üeede el tbono de campaña, y á lodos los ge-
fes, oflclales f deoias elases de iropa pertene-
elentes A ta espedicion que ha acoffipañado á
S. M. mlentrashnbiesen formado partede ella,
qoedaedo eseeptoados de esta gracia los de-
aerlores, aDmyue se faayan presentado á las
aoloridades en Navarra y Provlncias Vascon-
gadas. — De real órden lo digo á T. £. para sq
Isteiígencla^ pnblicaeton en el ejército y eféc-
ies conslgttientes.'-^s goarde á T. K. mn-
chos años.^Reai de irciniega, 29 de octubre
de 4837.— José Arias Teijelrü*— Al gcfe del
E.M.6. delejércüo.»
liada mas que lo espoesto es n^cesario pa-
ra damoster la iBBportaHdq de ios sttcetot de
Arcioie^, origen de otros mas grares. Por de
pronto, Jas medidas qoe tan solemnementc
^reeiá adbDptar den Gárlos, te reduJeroB á pa-
0U- eoo ia naytr ingratilod á sus ma« fieles
«ar?idtre»; y liio, el mat tetimo y allegado á
doo Seb&stiun, fué encauaado y preso, y Zara-
ffe^i, que coa t^fa fbHci4ad y acierto con-
di^o sn espedicioo, que casi aalrO á la real,
fué á dcFcansar de sus servicios á los calabo-
10$ de Arciniega, de ios cuales le sacó Maroto
ea 4839. Asi acostnmbraba proceder dou Cár-
loscoo SU9 me]ores partidarioe; asl obr6 en
esU ocasloD, coaodo deUera baber empe^ado
por corregir, sino á sl propio, á sus mas inme-
diatoi comeleros qneieeomliiciao áua abiamo.
Creyé sa1?arlo don Gários pooiéndose á 1a ca-
beea éel e}ército« en brete sq vleron los re-
SoIHMOd*
Despaes de los deerctos de Arclniega todos
cveian qoe se inaoguraria noeta época, que se
apreadenan las leceiones que diera la espe-
iteBeia, y se corregirfan las faltas cx)metidas;
pero nada de esto se vió: sigoieron, y seau-
aeiitvoa las Intiigas, se oMdaron oostosas
feociOBe» y se ineorrió en roas gr&ndes erro<
res. Siempre ha sido ei mismo don Cárlos. Se
ftíislacim tambien que temeroso el prlncípe de
que el funesto resuitado de le e^pedicion dis-
BilBuyese sn prestigio, y ia confianza que ios-
pÍTBbÉn SBS imlabras, trató de atriboir el mal
éxfto á sos mas leafes servlftores sacrificin-
debs en las aras de snegoismo.
ARCIPRBSTG. {Dereeho ecle$iástico. )fAh^se
este nomt>re en hi prtnHli?a iglesia al mas an-
%oo ó gefe de los presbiteros, asl corao el de
iKediano al prlroero de ios diáconos; apUcase
ea ej dia á un eclesiástico revastido de una
dlj^ldad qnegosa devariosderechos. Delmis-
mo QK>do se llaroa arciprestazgo eltilulo y dis-
trHo del areipresre. Eb Ios primeros sigios de
h igfesia habia tres dignidadés principefes
qte loeran al mismotiempo de la iglesta cate-
dral y de la Igleeia; á saber: el arcipreste,, que
e^ et prindpal dé tos presbtfen» y de lois clé- 1
los clérigos, que mandaba sobre to(k) ol olero
ioferior. Se hiEO referenda áe t^stos tres dig-
nidades en los oánooes aribigos dei coocilio
de Nícea; y el de Mérida. colebrado en 606,
manda qne cada ebiepo tOBga en sa catedral
BB aroipreslB, m arcediano y nn prirokñcro;
ouyas fiineiOBes no dtstiBfue. Gomo el nooriire
de presbilero tiene su origeiide la edad atan-
zada en que dobian haltafse aqveHos qne se
honraban cou este carácter, el arciprestc, que
era el primero de loe preffblteros, debla ser el
de mas edad. Con todo, los obispos dieron al-
gBoas vecaa wta dígnkiafl al oiérito, auBque
regularmente no^uese debida sino á los ancia*
nos. A'emos que á Proterio, electo obispo dc
Alejandria deepnM 4e U éa¿0^icioil deDiósco-
ro en el concilio de Calcedonia, le habian he-
cbo arcipreete de la laUm» iglésia. S^p (ieró-
Qimo pareoe darBOS i onteoder qae eo k igW*
sía l^üaa todw las ae^^ales tentan un aroi*
pre&le sin que hubi^ roas quo uno en eada
wu U>s aroipreátes babian ooupado en otro
lieii>po un rango distinguido en, ía iglesia; eu
su prigen ei arcipreste era la prímeia dignidad
despues del obispo, y ordinariamente tenia el
car^ de vioar io gOAoral, ademas del goblerno
de ia igiesia cuando el obispo eskiba ausente.
AMCO. ^UmMéO^ A ftoda porcion d«
OBB litM OBtva 80 llaraa afo». Ootto eii cada
uuo de los articulos de las dtiüatas Mpaaits
de cutvas, toctiraos óe las propeedades parti-
eolares de aus aroos. {Véa$B elipsb, HiraaB0<9
LA, PARABOLA, CICLOIDE, LOCABlTnCA, tto),
nos concrctareroos ahora especiaimente á los
arcos de circulo y ^t\ ciiante á los teoremas
generales que pcrteiieccn 4 todas las curvas,
nos remitiroos á las palabras rectificacion,
«jp^RVICfia y VOLLMIiN.
Kstá coRvenido oousiderar dividida toda
circuníereucia de cireulo en tfescieiitas sesen-
ta partes iguales (|ue se llamaB grado^; cada
uno de estos divididos en sesenta partes lia-
roadas minutoá, qimiedivklen tambíen en otras
sesenta llamados segundos, etc. Segun el sis-
fema raétrico se prefiere dividlr el cuadrantc
de clrculo cn 400^,ei grado entOO', el minuto
en 400", etc; mas nosotros emplearemos solo
la primera subdivision, porque es la adoptada
generalmeote, y segun la cual se hailan es-
tablccidas la mayor parte de las lablas é ins-
trumenlos de geomelrla.
En el articulo angclo qucda espuesta 1$
docirina de que se deduce la medida de los
ángulos por mediode los arcos decirculo; en
la palabra cverda, los procedimientos de sub*
divisiones de los arcos y de su valuacion en
grados; cnla pálabracfRCüNFBRENciA, laspro-
piedades generales de los arcos de circulo;
ahora daremos aqui los medios de medir lat
ipngitgde^ dQ los ^tco^ segun su uúmjm d^
grados 7 hi m^gnilud de su radio,
Se dtcoque son iguaÍBs do; «rcos coandf
átoñ; el areedlano^^^ue era ei principál de los í rectiflcados ttenen la misma longitad, ^ seme<
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ARGO
4tO
JarUes, cuando Ueneo un mimo númerodegra-
üos, no obstanie pertenecer á circulo¿ diferen-
tes, es dccir cuando son fracciones iguales de
8US respectivas circonferencias.
Se sabe que uoa circunferencia contiene á
sn diámetro el misnio número de veces que
otra contiene al suyo, ó bien que es conslan-
te la relBcion de toda drcunferencia á su diá-
metro. Esta relacion es por aproximacion.
{Véase la palabra gircunfbrbncia).
n— y, ó — Jll ó =¿3,4445926536.
Kste númerotiene por logaritmo, en el sis- 1
tema de Briggs,
%.
,497U987Í7.
Fádl es concebir qne si r designa el nú-
roero de nnldades llneales contenidas en el ra-
dio de nn circulo, la otreufi/'ermdaaSirr.
Y si nn arcoconsta den grados, seenciien-
tra su longitnd por esta proposicion: si 360*
tienen 2icr por longitud, n grados tendr¿«J!I2'
480-
oomo — - es un námero constante te haremos
-"A, y se tendrá A«o, 04 745329252, log. A
»2,2448773676 de donde langüud del areo
de D grado$=anr.
ú superflcie dél secUtr drcular limítada
por este arco es ignal al producto del arco por
)a mitad dei radio, ó
icr n ^ ,
360 *
La del negmenío comprendido entfe este
arco y so cnerda, se obtiene quitando de la
del sector 1a del triingnlo forroado por esta
curva y los dos radios; esta área es.
«-ir'(iin— jan.n).
Müchas veces ocurre tener que valuar el
nÚQjero n de grados de un arco por su longi-
lud ó inversamente, y aunquelo espuestohas-
ta aqui basta para resolver las cuesliones de
esla especie. creemos no será fuera de lugar
roanifestar el medio mas frecucntemente em-
pleado. Imagineraos que se haya encorvado el
raOio ábbre la circunferencia como si hubiera
de ajustarse uno ¿ otro exactamente; este ra-
dio asi encorvado, co¡ncidir¿ con un arco que
interceplará ó abrazar¿ entre sus puntos es-
tremos, y del que puede determinarse el nú-
mero R de grados, R' de minutos ó ií" dc se-
gundos, ó lo que viene ¿ ser lo mismo: este
irco igual al radio es:
R-«5r .29578 kg. R— 4 .75842 26324 4
R'«3437'.746 %. R '=3, 5362 7 38827 9
R"?=206264",? /o^.R"-5,34442 54334 8
Design^mcs t)or X la longttud de uo arco
de drculo cualquiera, el radio por r y por (X«)
(X')> l^'O' e( número de grados, 6 de minatos
ó de segundos; tendremos que se podrá esta-
blecor la siguiente proporcion: si un arco de
R grados tiene r de longitud, (X*») ticnede loo-
gitud X, dedonde r (X'*)sRX. Y se obtendráde
la misma manera para (X') y (k'f), etc, pues
quer(X»)=RX; r(X')=:^'X; r(Vl==R"X.
Si esconocida la longitud ) de un arco, es-
tas ecuaciones determinar¿n (X^), (X'), (X'Ó, é
inversamente, etc... £s digno de observar que
sí), es el arco de un segundo y el radio del
circulo =4, se tiene 4s=sR''x arc de 4 ", de
donde R"= ^; asi pnes
arc.
4
4 4
R= , R^— .,. r'sz
arc. 4« arc.p' arc.4"
Gomo el arcode4' y áñ ^ii son tan peqae-
ños que no difierra 8ensi)>lemeDle de sns se-
nos, se pueden trocar laa dos últimaseciiaGio-
nesenR'«= --R"«.-i_ limitando lo
sen, 4 '' sen, 4 ''
roenos los c¿lcnlos á 8 deciroales.
Asi que, coando entre eu nna ecoacioo
sen. L tang. L, siendo el radio igual ¿ i y el
arco L muy pequeño, poeden reemplazarse es-
tas lineas por L, y si se quiere que L designe
no ya la loogitud del arco, sino sn número de
L"
segundos, seria menester trasformar L eo«— =»
R"
U' sen^ 4 ^') podria tambien esprcsaree en mi-
nutos cambian L en L' sen, 4 ^ Estas trasfor-
maciones son de rouy frecuente uso.
£n lu palabra bbrie y desarroUadas en se-
ries infloitas, espondremos las fórmulas del
arco en funcion de su tangente ó de su seno
é inversamente.
Lo queconcieme ¿ la resoluciondelospro-
blemas sobre valuacionde lalongituddel aroo
de una curva cnya ecuaciony estremos se oo*
nocen y de sus reciprocos, se hallarán eu i*
palabra RBCTincAcioN.
ARCO. (Árquüectura,) Se Ilama aai ¿ una
construccion que en su parte inferior presenti
una curvatura, que recibe los tres nombres si-
guientes: (irco de medio punto 6 semicircuiar,
arco peraltado y arco rebajado.
EI arco de medio punto es el que est¿ for-
mado por un semicírculo; el arco peraltado e»
el que stt altura verticai es mayor que la mitad
del diAmetro; y el arco rebajado es el qoe la
altura vertical es menor qoe ia mitad del'diá-
metro.
El arco oblicuo es aquel coyos pies dere-
chos, supuestos iguales, no est¿n en on mismo
plano, es decir, que el uno 8ul>e mas qae cl
otro.
Árcos botareles, son aquellos qne ordina-
riamente se construyen par^ cootrarestar éí
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AIICO
U9
eaipiite de laü cotístriiecíoQes, y rb (íbloe&n ge-
iieralmente ea el álcrk>r por ser hácladOQde
sueleü bacer el mayor emppje los ediflcios.
iireo rampante es aqnel cayos arranqiies
estin á desigoales alturas.
ARGODE TRfó GENTROS. {Árquü$etura.)Sie
llama asi á la CQnratura de una bóYeda rebajii-
da, cuya altoraes menorque sQsemí-diiroetro
horiKMitaU forma la miiad de una elipse, y por
eonsigoieDte se traia desde muchos puntos del
eentro.
Los areos r$verso$ se emplean en los ci-
mieotos de un ediflcio para contrarestar los |
pontoa de apoyoaislados, y repartir los esfuer- 1
aoi sobre la mayor soperflcSe qne se pueda del \
teneno. j
Los Tomanos hicieron uso de estos arcos
en la ooostmecion de alguaos de sus pucntes,
de tal modo qne la curvatura que I^ daban ea
el <áraleBto, nnida á la del arco » formaba un
circalo completo.
ARCO IRÍS. (Fifioa.) Se Terifii» este feoó- •
meno coando uni nube opoesta ai sol se di- 1
soelTe en UnTia, y para verlo es preciso colo- '
carse de espaldsís á aquel astro: muchas veoes :
Temos dos arcos, el uno interior con colore.^
moy viTOS .y el otro esterior y mas pilido; los
dosse presentan con la niismasériedecolores
que el espectro; pero en el prímero, el rojo es
el mas alto, y en el segundo es el violado. Uno
de los caracléres de este meteoro es qiic el
centro de loá arcos está siempre diametral*
noente opuesto al soi.
Podemos imitarlo artlficialmente arrojando
agoa ai airé, de modo qne se espartti; de cslu
suerte ios sortidores, las cascadas y el rocío
<}ue homedece los prados, nos ofrecen CBte fe-
nómemo, sicmpre qae noscoloqucmos conve-
nientemente para observario.
Ei arco iris resulta de la refraccion y re-
Oexion de los rayos solarea combinados én las j
^otas de agoa esféricas.
Bn efecto, supongamos qoe un rayo de Inz \
dirigido en el sentido S I . {Véa$e el Atlae, Fisi-
em, lámiaa 4 .*, flg. 4 .»), cae sobre una gota de
aflToa esférica: la primera refraccion que espe-.
ricnefite, lo dirígirá báda i'; alii se refractará
de nnevouoa porcion ypasará al aire siguien-
á& l' r'; la que qaeda se reflejari en lo interior
de la erota de agua bácíá i". Aqui severiflcari
1o iBisiBo: saldri una porciou, en tanto quc la
rellexion volverá el resto hicia l''', donde
se prodnciri tamÍHcn un efecto semejante, quc
se repetiri de nuevot y a$í sucesivamente, y '
colocando el (jo en la direccion r" I''' de los |
rsyos emergentes, se perciblrá la série delos ;
colores del espectro solar, i caosa de su dis- >
persioii iVéase Dispersian eo el articulo be- .
raaoGSon .) Lo que hemos dicho para esta gota
de agoa te aplica á todas las que estin colo-
eadas i sn inmediacion, con la diferencia de
qoe los rayos solares podrin caer sobre algn-
iias de ellas de modo que solo haya una re-
Oexioii ioterior, y todos los rayos emergeotc^
qoe lleguen al ojo del éspéciador le ofrecerin
multltud de espectros solares, cuya superpo«i-
ciou coropoodri el arco Iris, Falta demostrar
comó la dispof icion de estos espectros puede
producir un arco de cicrta latitud, compuesto
de fa]a5 de colores, colocadas en el mismo 6r-
den que las del espectro.
Para obtenerlo, consideremos desde luego
con Mr. Biot» un solo rayo incidente d^ color
simple, por ejemplo, ro]o; si acontece qoe es*
te rayo, despues de haber sido refractado cn
el glóbulo de agua, se reflejase uoa ó muchas
veces en su segunda snperflcie y saiiese en
seguida al aire, se ooncibe que hari en gene-
ral, despnes de su emergenchi, cierto ángulo
con su direccion prímitiva. Este ingulo seri
constante para todos los rayos de ta misma na-
turalexa que penetren el gióbaio ba]o la mis-
naa iocidencia; pero cambiando esta, cambiari
tambieo aquel. Para teoer una idea clara dees-
taá variaciones, considercmos primero el ca*
so parliciilar cn que el rayo no snfre nms que
una reüexion interíor, despues de lo cual vuel-
ve á salir del glóbiilo al aire libre {figura A .* ;
entoQces si se calcula numéricameQte el %'aior
de la separacion para muchds rayos incidentes
paralelos , repartidos sobre la superflcie dei
gióbuiri eo pequenas distancias, se ve que la
séparacion comienxa á ser nala ba]o la inci-
dencia perpendicular eu que el rayo atravlesa
el glóbnlo cn su centro; enseguldaaumentala
separacion progresivamente hasta cierto lími-
te de incidencia, que es de uuos 59** y medlo
para los rayos ro]os, dc modo queeQtrando un
pequeño pinoel de estos rayos pararelamente
en el glóbulo en A, ba]o esta incideocia, y ha-
biéndose reflejado una vcz en su fondu, sale
de él igualmente paralelo ou A'', aonque la
direccioQ geoeral del pincel se divide 42*; pero
para las incidencias de mas consideracion» la
desviacioQ disminuye como habia aumentado,
y esta dismiOQCioo coQtinúa husta los úliimos
rayos tangentes al glóbulo; mas si se reciben
todos los rayos emergentes á gran distancia
c'el glóbulo para que cste pueda ser considera-
do como un pnnto, es claro que todos los qae
co'rrespondan á las desviaciones desiguales,
irin separindose los uuos de los olros, i me-
dida que se ale]en del glóbulo. de suerte que
se hanariu al fin demasiado dobijitados para
dar la seosacion del gtóbulo al ojo colocado
en su camino; por el contrarlo podri aun ser
afectado por los rayos emcrgentcs que oorres-
poíi lea ul maxlmum de la desviacion, puesto
que sieudo paralclos cnlre sí, se trasmiten i
eualquiera dlstancia sin separarse, y su cfecto
seri^anto mas vivo cuanto que, si soi^Aie uoa
densidad uniforme, se estrechan y cohdensan
ctiando salen de aquella emcrgencia. Figoré-
monos ahora una fila de glóbulos iguales dis-
puestos circularmente al lado unos de otros,
de suerteque los rayos refractados que de ellOü
emanen, y que suponemos del mismo color,
poedan llegar asi hasta pI o]o; darún la sensa-
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AIICO
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cion de nna Knea liiminosa, y Aiochas hile-
ras iguales oolocadas uoas.tras otras produci-
rán, á caosa de la abertura sonsible de In pn-
pila, una faja de eolor igunl á aquella cn )a-
lítBd.
Las Bifsmas eonsideraciones se aplican á
los casos en que las refiexiones ó refracciones
son mas Domerosas, pues siempre hay para
cada una de ellas cierto Hmile de ittcidencia,
en la qne tos rayoa emergenlesmoy prózimos,
procedentes de nfi miamo pineel, salen scnsi-
blemeute paraldos y poeden trasmitirse i io
lejos sín debilitarse»
Sopongamos ahora qoe nn observador co-
loeadoen 0, (fig. i.*),niiraunagrannubecom*
pueata de multitud de glóbuios esféricos óe
agua; tii^jemos desde sn o}o al centro del sol la
linea SOG, para designar la direccion de los ra-
yos iDcidenter, qoe supondremos desde luego
exactamentc paralelos, la que hace conaiderar
al sol oomo un pooto iBfinitamente lejano.
Hecbo esto asi, se veriflcará al punlo en la
prímera snperficie de los glóbulos una reüe-
xion paroial de todoS'los colores quecx>ropo-
nen la laz incidente, lo que formará una tiota
blanquecina mas 6 menos osoura, esparcida
sobre toda la »uperUeie de la oube; pero ade-
raas de esto, si estásuficioatemente estcndida,
se verán en ella dns arcos concéntricos teñtdos
con todoB los cotoref del espectro; porque si
por eloj^ )y se llcva la recta OV, formando con
OC 00 áoRulo de 40» 47', y se la hace volver
alrodedor de OC, describiendo una superúcie
cóoica, todos los glóbulos de agua que se ha-
Ileo eo la piolongacion deesla soperficie, ten-
drio precisamcnte la posicíon requerida para
que los rayos violados, qoesonlos mas refran^
gibles, despue» dehaber sufridodos refraccio-
neSy y aun refiexioo intermedia, salgan de eila
paralelo», y lleguen al ojo 0, lo cual uo se ve-
riflcará eo oiugun otro ponto de la nube, dc
suerte, que solo en vlrtud de estoa rayos, verá
el espectador sobre la nobe un arco violado,
coyo eje será OC y el centro C. Pero ademas
deesto, verá en ella inflnidM de otros areos
coocéntricos y esteriores al precedente, cada
uno de tos cuales scrá formado por una sola
eBpecie de rayos simples, y ¿ medida que es-
tos rayos seao menos refrangíbles, mayor se-
rá el diámetro de sus arcos; de modo qüe el
mas anoho compuesto de rojo sobido, conten-
drá un ánffiilo ROC de 4í* l'. Por consiguiente,
)a latitud total de la fa^a de cólor será ÍS" 2' —
40» 47' ó 4** 45', y el rojo quedará fuera y el
violado deritro.
]<o contrario sucederá despues de dos re-
fleiiones. En efecto, si Ilevamos por el ojo las
llneas 011, OV, fonnaiido coo OG los ángiilos de
50* 50', y 44** 9', puesto qoese ias hace vol-
ver á los dos>' bajo estas inclinaciones alrcde-
dor de OC como eje, la prioiera encontrará to-
dos los glóbolos qtid despues de baber heeho
Bufrir á loff rayos rojos estremos , dos refrac-
ciones sepattidaB por mediodedos reflexiooea
inlermedias, pucden enviarlos al ojo, parale-
los entre si; y la segunda 'dará el hmile ani-
logo para los rayos viohidosestremts. Kntre es^
fos dos arcos, habrá otros de todot los oolares
intermedios del prisma, y sr cobJuvIO foroNh
rá una segunda laja que teodri de lállM 54**
91— SO^" 50', ó 3"* 40'. Esta faja teodrá sos co*
lores cn un órden inverso de la prlmera, eá
decir. que el rojo estará dentro, el violadofQe*
ra, V ia distaocia de los dos arooa rojos seri
50o*59'^42^ r ú 8^ 57'.
Tales, puea, deberian aer hs diRKnsiobes
y las distancij» de loa dos arcos iris qoe 9p9^
recen en las nubes, si el sol oo fiieBe nat qM
un ponto; pero este astro tíeoe un Mnielf»'
aparcnte sensible, cuyo valor medio poedesa^
ponerse de unos 30'. Segun esto, ti oooside-
ramos los arcoa qoe acabamos de determiiQr,
como prodñoidos por los rayds onaitadoB éd
ccniro del diseo, los myos emaoaéia detes
lx>rdes ó del intorior, tendrio oad> ono pot
eje la linea llevado deade el oótervadbral púii-
to del disco de doode habráo eraaaado. For
coosecueocia, si deade el punto G sa descrifoe
uoa circunferencia de circulo C' C" C'", igoat
al diámctro apareote del sol, viito desded
puoto Q, 00 se fbrmarásolameote alrededor de
este centro unarco violado interior á la úistnt'
cia de 40^ 17^ sioo que habrá taotos arcos,
como puotos bay eo el círculo C' C" C'", qae
puedeo á su vez llogar i ser centros; esdedr,
que se formari ooa faja círcolar violada de
anchura igual al díimclro aparente del sol, y
cuyo rid'io interior será 40^ 4 7'^ 5' ó 40* %\
cl eslerior 40^* 4 7'+45^ó 40* 3Í'. üel misa»
modo elarco rc^o quo se hallaba i 44®«' de OC,
llegari á aer uoa fa^a roj^i cuyo bordq^ioterior
tendri por ridio44* 47', y el eaterlor 4«^ 47',
de suerte, que la aocfaura total del hria em»-
prendido entre estos esircmos. seri 4í* 47'—
40'> 2' ó 3* 46', mayor de 30** que si el sol flo
fuesc mas que uu puulo. Asttamblen lalatKud
del iris esterior que habiamos hallado de 3*
tOMIegarói serdeS^iO'; su semidiimetro
interior que cra de 50® 59' llegaré i teoer
50** 44' y el esterior, quo era de 54** 9' tenéri
54^ 24'; eo fln, la distaocia de los dos irls,
que era al principio de 8** 57', quedari redu*
cida i 80* 27^ pero i caosa de la latitud y 4e
la superposicion de los arcos parciales que los
compooen, serio macbo menos marcados qoe
en la prlmera auposicion.
Hemos demostradoque^encada glóbuloso-
friau los rayos iin uúmero indefloido de refle-
xiones, es, pues, preciso queá cada contaolo te
cscape de la reflexion una parte qoe pasari al
aire, lo que debüita oias y mas el número de los
que quedaocn lo interior; y raiooaododei modo
que io hemos hecho, se conoebiri que los m-
yos cmergentes, qoe despoes de tres reie-
xíones interiores, llegañ al ojo del eppecladar,
i)int«rán uo toroer arco iris esterior i losdemaff,
pero con colorcs tau dábiles, que oo será tí>\^
1)1« sino oimdo, siendo oniy ossora la nube,
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415
ARCÓ=-ARCOS
U6
tengan ana loz moy füertd íos rayos del sol.
E\ arco ins ^ componc de sielé colorc^
UamadoB priwUtívoi, y los cuales se colovan
porel Meo sigaiente: rojo, naranja, amarillo»
Terde, indigro, axol y yiolcla.
Antonio Domints, araobispo de Spalatro, fué
el primcro qñe denoostró que el arco iris pro-
eedia de It accion de los rayos solareá en las
fotasde agnas; perosobre todo áNewton, so-
mos dendored de aüa teoria éiada de este fe-
nómeno.
Bo el lengnaje biblico, el arco iris es pren-
dadealianaa entre Dios y tod hombt-es, por
mediodel cnal, brillando en la^ nubes despues
del dÜQTio protnetió i Noé no destruir de nue-
TO a1 género bumano abogindolo.
En la mitologiaf^ mensagera de loá dloses.
Imio la ci^mi^onaba frccuenteménte comb Jú*
pltet á Mercurio. Los poetaa la representan
eon las alaa briUantes de toda claáe dé cülorés,
seotadaal lado del trono de Juno, cdtaio dis-
poesta i éjecutar con prontitud las drdenés
• de )a diosa.
ARCONTE. (Bist0tiá.)kpy.i6v,elqué íñan-
da, Este nombre era comun i nuevc magistra-
dos. qbe góbemaban la repüblica de Atenas, si
iHen én ^ealtdad este nombre iba esencialmen-
te Qoido al primero de edtos magistrados, inti-
tnlado tambieo fepónymo (iitiovupo^; de tm y
6vo|jitf,fiOm5re), porque su nombre senria para
el det a&o, durante el cual ejercia su ma-
gistratora. Estendia^e su JuriSdlcciOu itodone-
gpdo cifil y religioso, i los pleitos entre ma-
rido y muger y i todo cuanlo dijese relacion
tóQ la matería de succsiones, viudas, huérfa-
nos y menores: áo tribuhal estaba éituadu en
ei OdéoD, 7 tenia ú sn cargo la ínspeccion dé
los joe^os públicos y dc clértas íicáias c'omo
las Dionisias y Targelias. Tenia derecho de
íoipooer penas i los cindadanos que se eutre-
fabao i la embriaguez, comenzando la ejem-
plaridad por si mismo, quien sí se dejaba do-
miodr por este vicio, era condenado i muertc,
probado que fuese su desliz. El segundo arcon-
te teoia el sobrenombre de BagcAeuc rey, y su
Boger BaalXt97a, reina. Tenia su tribunal en
ei Pórtico régio, y sos atríbuciones se esten-
dian & todos los negocios y ceremonias reli-
giosas: presidia i la celebracion de los miste-
rios y sacrmcios públicos, y aun conocia de
algnnos negoctos civiles y criminales, parti-
cularmente del homtcidio, que trasferia inmc-
dialameDle al Areópago, en cuyo tribunal to-
maba asiento y votaba, mas no sin hdber de-
poesto la corona, que cra una de ias insignias
del arcontado.
^ tl tercer arconte se llaroaba poleinarca (de
ió%tp<K, guerra y apxciv, mandar), por ser
priVaUvo suyo ei conocimiento y cuidado de
todoá los D^^ocios y marcba de le guerra, te-
ttlendo tambien bajo so Jurisdiccion i los pe-
regrinos ó cstraogeros y i los domicüiados en
Atenas.
Los seis areoDtei restanteg eran de^igna-
446 WUOTKGA POfULAII,
dos por 61 nombré comun do Ihesmodietas»
OeopooexSe, legisíadores, (de Oeopú<;, ley, y
Ttoi)(jLt, poner), tenian i su cuidado la inspec-
cion de los tribuñales, jueces y magistrados
inferiores, y se oponian i la ratiQcacion de las
Icyes que consideraban peligrosas para eiEs-
tado.
Enunpríncipiolosarcontesfueronperpétoos
en itenas. Despues de la muerte de su último
rey Codro, abolieron los atenienses este titulo
otorgando i su bijo Medon el de arconle (ano
4095 ántes de J C), que no salió dc su fami*
lia hasta la muorte de Alcmeon, décimo tercio
arconte perpetuo; entonces la dignidad de ar-
cottte llegó i ser clectiva, y su duracion se
concretó i diez años. Charops fué ei primer
arconte decenal, clase de arcontado que duró
desde ei año 754 basta el 684antes de J. d. dés*
de cuya'época se alteró la duracíon y el
número, pues se establecieron los anuales y
se crcaron nueve magistrados de esta clase.
Greon fué el primer arconte anual, y la dura-
X^ion no variÓ ya hasta la destruccion de ia an*
tigua.\tenas; esto es, hasta la toma de esta ciu-
dad por Demetrio Poliorcetes, año 296 antes
de J. C.
AHCOS DE TRa'NPO. (Arquitectura.) Los ao-
tiguos consagrabau estos monumentos histó-
ricos i la mcmoriá de un vencedor, de uu per-
sonage distinguido, ó lo elevaban en ocasioa
de un hccho memorable.
Los romanos tenian en nso bacerlos hono«
res del triunfo i los gefes vcncedores, elevan*
do sobre el puente triunfal, un pórlico de ma<»
dcra, bajo el cual pasaba el vencedor con toda
su córte. La parte superior de este eüiGcio es-
taba coronaJa por uua plataforma ó atribuaa,
iobre la cual se colocaban los músicos y los
que llevaban los trofeos. Las caras príncipales
estaban adornadas de imigcnes ó atributos de
las ciudades conquistadas, de las naciones ven-
cidas, de los despojos del enemigo y de pintu-
ras representando las batallas. Del vérttce de
ta bóvcda descendia una victoría alada que co-
locaba una corona sobre la cabeza del vencedor
en el momento de su paso por el arcü.
Estos débiles ediíicios que se deslruyeu
despucs dei triuhfo, inspiraron á los romanos
estos mouumenios que la magniñcencia elevó
en seguida, tanto en piedra como en itiármol
y quc Piinio Ilama movilium inventum.
Los primeros arcos que fueron conslruidos
en Boma, parece uo haber consistido mas
qoe en uua arcada'semicircular, apoyada so-
bre dos pies derechos: tal fué el que se elevé
i la entrada de la via Sacraal censor Fabio. So-
gün Ciceron este raonumento estaba corouado
con la estátua del triunfador y dos trofeos,
Mas tarde se le enriqueció con pilastras, colnni-
nas, coronadas por un cornisaraento, y algu-
oas veces formabanun cuerpo mas avansado
coronado por un fronton.
Sobrcunamedatlade Augusto se encuea-
I tra Indicado un arco dc triunfo compuesto do
T- lu. 40
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447
Aacos
4i8
un gran arcoy dos puertas cuadradas. Algnoos
pnrsentan trea arcos del roismo tamaño, pero
íos que nos pareccn de iiic]or gusto, y que son
los mas generalniente admirados no presenian
mas que el prioctpal eo el centro, acompaóa-
do de dos peqneñas puertas, disposicion que
nos parece mucho mas convcQieoleálaponipa
tríuofal, coDsagraodo uoa abertura prlocipal
al tríoofador, y otras dos á su córte.
Mochas veces se confuudeu los arcos de
tríuofo con laspuertas de entrada á uua ciu-
dad, y esto consiste en que hay uoa infloidad
de poertas de esta clase, que licoeo impreso
el verdadero carácter de los arcosde tiiuofo,
por las ioscripciooes y bajo» relieves con que
estáo decoradas por baber sido construidas eo
mcmoria dc algoo hecho glorioso.
. Estos moouoieotos son por la mayor parte
cooocidos hoy dia, asi que oosotros Irataremos
de iodicar Eolamente su ohgeo, y las prioci-
pales dimeosiooes, para lo cuat poncmos á con-
tinuacíon la descrípcion de los mas Importan-
tcs que han sido coustruidos en la aoligüedad.
Arco de Constantino, Este mooumeoto fué
elevado eo booor ¿ las victorias de este em-
perador, y coostruido en parte coo los frag-
meotos del dc Trajaoo: ofrece uu cootraste
sorpreodeote de la perfeccion del aríe bajo es-
te último, y do ladecadeocia bajo Cooslanlino.
Estearco, asi como el de Septimio Severo,
constade una arcada prlncipal y dos pequeñas.
Sobre cada cara hay ocho columnas que sos-
tienen un grao coruisamicnto, y descansan
sobrc pedestales; todo él rodeado de un átíco
sobrc e¡ cual está colocado el carro eu bronce
del tríuofador. La altura total del arco de Coos-
tantiQo, compreodido el ático es de 66 pies y
40 pulgadas, por un ancho de13pies. Tiene 24
piesde espesor: snarcadapríocipal es de 36
pies bajo la clave, por 20 y 6 putgadas de aber
tura. Los otros dos tieoen 14 pics de eleva-
cloo por 4 4 de ancho.
Fué restaurado por Clemente YII. Rl papa
PioYIIhizo eo4804 quitar ia tierra que lo
cubria basta 1a imposta de los pequeños arcos
y cooslruir el muro de ccrca y sosleoimieolo
que se ve hoy.
Arcode SeptimioSevnro.lsik situado al pie
del Capilolio, y ticoe la misma dísposicion qne el
anterior. Sobre su álico descansa el carro del
tríuofador, y á los eslremos de esle mismo
bay dos estátuas á caballo que represeotao dos
abanderado».
Areo de Galieno, Fué elevado por los cni-
dados dc Marco Aurclio Victor, eo el aoo 260
de nuestra era, tieoe poco mas 6 menos ia
misma disposicion que los aoteriores» cou la
diferencia que los dos pequeños arcos forman
dos nichos, eo los cuales se hallau las figuras y
trofeos.
Areo de Tito. De todos los arcos de uoa so-
la arcada que los romaoos erígieroo eo Roma
y en todos lus puotos doode rcioaroo sus ar-
mas, el mas célebre es el que elevaron á Ti-
to, en merooría de las vJctorias adqniridas en
la Judea. Este monumenlo es tanto mas precio-
so para la historia del arte, por la belleza de sus
proporciooes, su ejecucion y los bellisimos
bajos relieves que le decoran, y cn los que se
reconocen los despojos sagrados del templo
de Jerusalen, tales como un grancandelabro de
siete brazos, las lablas de la ley, etc. La altura
de este monumcnto, compreodido ei ático, es
de 48 pies, por 43 de ancho y 45 de espesor.
Su arcada tieoe 26 pies bajo la clave por 47 de
abertura.
Arco de Benevento. Fué elevado á Trajaoo,
y tieoe tanta semejanza hasla eo los detalles
coo el de Tito, que se cree que no solamente
es una copia, fíoo que íué coustruido^por ei
mismd arquitecto.
Arco de Ancona, Dedicado al mismo em'
perador, y á Marciaoa y Plaulioa, fué elevado
eo medío del muelle del puertó de esia viila, y
conetruido eo mármol biaoco; ios brooces que
ie.decorao, asi como la flgura ecuestre de
Trajaoo, que se elevan sobre su ático, es-
táo cdlocados cn memoria de las guerras qoe *
asolaron á sus conli'arios.
Arco de ñimini, Consta de una sola arca-
da y está cousiderado como el mas antiguo de
los arcos elevados por los romanos: fue dedi*
cado á Augusto eo ocasion del resiabtecimiento
de la via Flaminia desde Rimiui hasta Roma.
Está adornado, cn la parte ocupada ordioaría-
mente por la fama; es decir, eotre la arcbi-'
volta, y el órden que so.stiene el fronten, de
medallas, representando los bustos en semi*
relieves de Jápiler, Venus, Keptuno y Minerva.
Este monumento fué coostruido en piedra de
Istria.
iirco de Verona. La pnerta de Gavins, que
se halia en los monumentos aotiguos de estt
villa, publicados por Caroto, participa del ca-
rácter de oo arco de triuofo. Consta de un
grao arcosobre sus caras príocipales, y uno pe-
queño sobre las luterales. Iloa ioscripcioo que
se ve sobre los pies dereclios ioteríores indica
que fuó coostruido por Lucio Vitruvio Cerdona.
Los fraj^mcutos dc este arco hallados, nos
mauine5tan que sc ha destruido.
ilrco de Suze al pic del mon'e Ccnis. Fué
dedicado á Auguslo. Eslá muy bien conserva-
do y enteramente dcscargado de I#^ conslruc-
ciones quele cercaron por muclios siglos. No
consisle mas que en una sola arcada, cuya ar-
chivolta cae sobre los píes derccho, formaodo
pilaslras. Los cuatro áogulos esteriores del
monomeoto son de columnas coriotias, qne
sostiencn el cronii^amento.
La Italia moderna tambien ofrecc ejemptoa
dc arcos de triunfo muy considerables, eolre
los cuales citaremos el del rey Alfonso en Ná-
poIe«; el de Paladio, constroido al pie de la es-
caíera que conduce ¿ la iglesia de la Dama del
Monte; enBeríin laentrailadelpalaciodeireydo
Prusia, etc, elc. En cuanto ¿ los arcos de En-
sioéú Ántinoe y de Aiejandro, elevados en
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4i9
ARCOS
150
tglpto por los romanos, ptiedc vmé 1a obra
imbUcadapor el gobicrnofrancés.Sobre losde
nGrecia, lalstria y la Dalmacia, se podrá con-
snttar k Stoart y Gasas. En Espáda tambíen se han
consiraido totantes arcos de triunfo, como
podemos ver consultando la obra titulada Via-
ge á España por Mr. dc Laborde, en la que se
encoentra la descripcion de los de Mérida,
Santiago, Alcántam, Caparra en Estremadura,
losdel reino de Valencia, losdeMartorel, Bara,
Gabanes, etc.
Lo8 chinos llaraan paylean á los arcos de
trinnfOv qiie leTantan en memorla de horabres
célebres 6 de algun becho memorable: estos
monnmentos son gcneralmente dc madera, co-
ino ia mayor parte de las construccíones de
la Oiioa y estin multiplicados en todo el im-
pcrlo.
Id Trancia, y particnlarmente bácia el Me-
^odia, bay algunos arcos de tríunfo elevados
por k» romanos, y que no son de menos in-
terés qne los qne heroos referido. Se cucnian
eatre ellos los de Carpentras, de Aix, de Arlés,
defendia el puenfe que se propuso tomar Lo«
renzo; y ballándose á poco frente á frente a!
enemigo, se hizo general el choque. En breve
se dieron los carl'.slas por Tencidos, retlrán-
dose y abandonando á su denodado gefe, que
al ver dispérsion tan completa se laozó cod
mas valor que prudencia en medio de las tropas
euemigas, entre las que quedó prisiooero con
lo3 pocos que le &iguieron.
Los liberales avanzarou sin resistencía en
ningnn punto, disperi<ándose ú sus casas lodos
los voluntarios realistas.
AI siguientediade laaccion, cH2.empren«
dió Lnrenzo su marcha á Pamplooa, donde fu6
recibidocon aclamacioncs, entrando los prisio-
neros de noche para evitarles el disgusto de
servir de espectáculo á la curiosidad pública.
Llevados á la ciudadela formóse un consejo de
guerra, y al dia siguieute foeron sentenciados á
ser pasados por las armas don Santos liadron
y el tenlente don Luis Iribarren, y diez años
de presidio con retencion los sargentos. EM4
fueron fusilados; y sus amigo» y paisanos ]u-
de Auton y de Carvaillon. Tarabien hay, aun- raron vengarlcs. ínútil habria sido este jura
qoe mas noodemos, el de San Remi, el deOran- 1 mento, si los liberales bubieran sabido apro-
ge, el de Reims, el dc la puerta de San Anto- vecharse del trionfo obtenido co los Arcos.
Dio en Pails, e) do )a puerta de San Bernardo, I Anoymediodespues,el2%defebrerode4835,
el de 1t poerta deSan Dionisio, el d'i la puerta se presentó Zumatacárregui frente á los Arcos,
deSan Martin,el delCarrousel,el de laEstrdlay ya fortiflcados, y tomó posicion de las alturas
otros varios no menos considerables-i inmediatas, en dondc colocó la poca artilleria
ARCOS. (AoaoN de los). Mas importante de que pudo disponer: un mortero de á 42, dos
por los resultados que por lo que en si faé de á 6, dos piezas de montaña y un cañon vie-
esta accion, ha dejado nn nombre en la liistoria ]o de hierro de á 8. Mezquioo era este tren de
escrito con saugre para muchos. Teatro los batir; pero bastante para aquellas débiles for-
Arcos de la primera pelea qu^ cnro]eció los tiflcaciones que no se creyó llegasen á ser ba-
eampos navaitos, lo fué posteriormente de otras tidas con artilleria gruesa.
mas ó menos saogrientas. Al amanecer del 23 comenzaron los car-
Acababa don Santos Ladron de alzarse en listas su ataque: cruzáronse los fnegos con
LogroDO el 6 de diciembre de 4833, y el 9 ya buen ánimo; pero eran tan certeros los dispa-
estíba en los Arcos con su gente. Sábelo el vi- ' ros carlistas, que al aproximarse la noche cin-
rey do Navarra, pone ¿ precio la cabeza del an- co de las casus fortiücadas eran prcsa 'de las
tigoo mílitar qnerido en el pais, y ordcna al tropas de Zumalacárregui. De uno y otro edi
brigadier Lorenzoque al frente de nna columua
deloo hombresde todas armas .calga ensu per-
secucion, y le ataquedonde le balle. No asustó
esto A don Santos: espera á su enemigo, y ha-
ce roas, leretaá formal batalla por medio de un
pliego. Herido Lorenzo en su valor roititar, y !
deseando acelerar el momento de castigar al
gefe carlista, mandó sin dar lugar á que la tro-
pa comiese el rancho ya dispuesto, romper la
marcha.
Bsperábale ya don Santos en posíclon ven-
tajosa: dest^có Lorenzo alganas guerrillas so*
breladerecha del eneroigo: dispusoolros ata-
qiiea por diferenles puotos, pero rompíendo el
carnsla nn viviálmo fuego detuvo por algunos
momentos ¿ las tropas de la reina. Dejándose
llevar entooces Lorenzo de su arrojo, se pnso
élmismoal frente de algunas compaiiías del
rpgimiento deCórdobay provinciales deSi-
gQeoza, y mandando echar arma al brazo, di-
rigióse A aqoel pnnto ¿ paso dc carga. Esta va-
flcio llegaron ¿ refugiarse tos liberales en et
hospital, qoe fué atacado con arrojo por el car-
lisla donJuan 0*Donne11, seguido de unbata-
lloii navarro, cuyos gritos de victoria reso-
naron en brcve dentro delospatios del roismo
hospital; pero cobrando nuevo brio los libera-
les, les obligaron ¿ ábandonar el terreno con-
quistado. '
Impaclente Znmalacárregni y exasperado
por la tardanza, y por el buracan qne acompa-
nado de lluvia se desencadenó para bacer roas
dificilessus intenlos, mandóarrojar al foso del
fuerte haces dep'tijamezclada con guindiilaa,
¿ cuyo humo es preferible la moerte, para
prenderles al'tamanccer.
Persuadidos en tauto lossitiados de la inuti-
lidad de sus esfnerzos, les contenla elcrecido
número de beridosy de eofermos que encerrabt
aqoelediflcio, y cradnro abandonar; masno ha*>
bia otro remedio:Ia indccisíoncomprometla mn-
cbas vidas, y al fln se decidió el saCriflcio de
lerosa resoloeion hlso reple^ar ai carllsta qoe | los menos para salvar ¿ los mas. Ayodados por
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4$1
ARCOS^AftipNTES
m
la nocbe y ^n med(o de un l^rrible temporal,
ñfi\\6 de io$ Arco9 h guarQicíon. Hasta des-
pnes dc tres boras qo lo supo Zumalacárregui,
que eovió un destacamento de caballería que
86lo logró bacer al^unos prisioaeros cerca ya
de Lerin.
Equlpages. pertrecbos, municioues, co,-
mestibles, de todo balló gran caQÜdad ei car-
lista en ios Arcos, íqc1usqs450 bocE^res CQÍre
enfermos y beridos.
Para dar mas solemuidad á su conquistai,
marcbó don Gárlos á los Arcos, siendo recibi-
do con entera ovacioa por los carlistas.
ARDALES. (BAÑos de) Situados á 500 va-
rasdela poblacióadeFuentc-AIamo, partidode
Alcalá la Real, proviocia de Jaen. Sus águas
soQ sulfurosas, cristalinas, do olor de buevos
podridos, trasparentes, annquc depositadas cn
la balsa parecen de color azulado. Su tempe-
ratura constante es de unos i 4^* dcl termóme-
tro de Reaumur. Mineralizanlug loQ (^ases lii-
drógeno sulfurado y ácido carbónico: las sus-
tanclas fijas son sulfatos de magncsia y de cal,
. bidroclorato de magaesia 7 silice. Usaose coa
provecbo en las afeccioQcs cutáoúas, en ias
úlceras de naturaleza berpética, en los flujos
pasivos ó por debilidad, ea las tarciaQas re-
beldes, etc.
Hay una casa-bospedería, edlílcadaen4934,
en la cual se alojan los bañistas» que suelen
coQCurrir en número de 4lüO á !)00 duraote U
temporada , que empiez^ el 25 de iuoiq y ^9
prolonga basta mediados de ^ticrobre. '
Bajo la denominacioncomun de &a^<ff 4^^
ÍflleSf sueleQ comprenderge lo^ manantiales
de Frailes, la Ribera y Fueate-AIamq. Este ql-
timo es el que mas particularmeote ^ ll/ama
de Ardalei, y el de que basta abora bemo^ W-
blado espcciQcando sus propiedadr;s fiitc^s» 911,
composicion y sus virtudes. Los tres maQao'-
tiales sc ballan enclavados ea el partido de Al-
calá la Real, y paralos tre^ JuqIo^ tienen el go-
bicrno nombrado un solo médico diredor.
Las aguas de Fraües están á um? 600 var
ras d^ la poblacioa de est^ nombre. Son de
la misma clas^, y tieuea la^ mismas fitroptieda
des y virtudes que ias de iueote-^lamo . iu-
méntase de di,a ea dia el aúx^oero de coqciw-
CBQteS.
Las aguas de la Rivera se ballan á 4 50 Ta-
cas al Sur de la poblacioa ^el mismo oombre.
Gozao de Las mismas virtudes que las die I03
maQantiales de Frailes y Fiiente-Alamo. Kl es-
tablecimieoto data de 4 840, y carece t^^davW
de las comodidade^ Qecesai:t93 para aioÍAr á
lós bañistas. Estos son ea corto oúmero, pues
Bolo se cuentan unos 40 ó 50 ^uranle la t^m-
porada, qiees It misma para lo^ tces maqan-
tiales, 6 sea desde el ^5 dQ Jai^. b^a igual
dia de setiembre.
ARDALSS (BAÑos DS.) ?oUprovlncU(te Itt-
laga, fi\% distaacia dc aOO varas a) l^de
lavtUadeArdales, piu-tidojudici^l áeCm^i^Uh
bay^Moa ftieote de aguas sulforow <ítl|iP^lH
ca3. Estos b^og mq f nti^piislmi^s^ )^bl#ii4o g%-
zado de grao fama ep tiemp^ de U ^omioacioQ
sarraeeou; pero el baber á (r«á cuartos de 1^|
otro maaaotial de íguale^ virtudes y de mayor
caudal, coaoeido por el pago áQAguas ÜeiS^'
da$^ ea el dia baQO»de Garr^raca (Yia^^ CAt-
HATBAC^), y ^demas la oposicioú de lc^ babi-
tautes de Ardalfs k i^ibir ea sus casa^ i ios
eafermos, bicieroQ que e^tos se traslada^n al
referido pago de Asuas Hedioodas, vioieudo %
perder Ardales su aotígua aombradia. ?>or lo
demas, ia eflcaci^ de «us aguss es ioi^Qtef ta-
ble. Si^ teoiperatura Cif de 48** del te^u<^a)e|rQ
de Reaumur; su oiof es bedioado, parecida al
de ios buevQs podrides; soa trasparentes cuaa-r
do recien sacadas, pero al poco rato tom^a uq
color oscuro; su sabor fs algo esUptico, y su
peso es at del agua destilada como 43, 25 Vv
BüD^ralizalas el gas bidrosulfi^co, det cu||l se
estrae V« del volúmea de aqqeUas. Ado^^ls-
transe coo buenps ro^ultados e^ Ia< gaslrodi-
oea^» eo los afectoa nerviosos, ea la opilaciOB,
eu Iqs afectos es^Tufulosos, eu ló^ vicla$ ^oti*
aeos, etc. etc.
AIUMeKTKS. iMAL d« los) (U^na\ fin-
fermedad que apareció repetidas feces bajo
forma epidéoMca en eterta& pfovíaci^^ de Espa.*
ña, Francia y Sícilia, del d¿eimo ^l duQdécima
siglo. Llamóla Saoto Tow^U t^9¿< inftr^fiiU,
por lo'terilbla 4 iocurable; conocióseia ignal-
meqte b^Jo el opmbre df $i4vr^flifí^. "i^f^e-
^ SQfirQ, creyóndose siu dudi^ que este asfft»
teiúa ^lgo de divino; otros la depomiQQroQ
P^gofir^ica, aiQ que nps h«ys sidodado ea-
ooQtrar ei fuQd^meQto de t^l deno(Qin#cioQ, j
a)a^comuQiQaQte»PArfl«>4QU Uw^/vtffl«^s
^an Anion^ por cuanto #e cceia que ia int£rct«
^ion da e^te santp era ei líaico remedia que
deteniasds ^ju^stos efectos. Y coq este iQotifo,
00 podemos meoos de msQCioa^r el origea de
los hfitpiiaUs de Soh Ántotk, que es el siggiea-
te. HalláQdose Joseiln, alemaa oriuQdo de lof
Qpndes de Poaiérea, de la ilust^ casa de Ture-
ua. ea Gonstaniínopla, de vuelta deua viefQ de
ta Tiercfi Saata, pidió y Qbtuvo b^i^ ^ año
de tQ70, ias celiquias de Saa Antoo, qije bSr
biao sido trasladadas da Alejaudiia ¿ Coastao-
Mnopif diesde el siglo YIII. Def>ositario d^ taa
preciosos reatos» Itevábalos, segan costupbre
de k época, en todos sus viages y espedicio-
oea miUtares. El papa y los obispos le iotima-
ron luego qne espusiese cuanto aotes aqueilas
coliquias 4 ia pública veueracioQ eo un lugar
decoroso. Obedecid JoseliQ, y eügió para ta(
objeto le peque^ ciudad de ia Motbe Saiot-
Pidier (Fraocia), de la cual era seoor, y desdo
luogo comeazó ¿ ecbar alii los cimieoiosda 1«
magniQca iglesla deSanAntoBio, que auA SQbr
s\j^ COQ toda iu bermosuca. Poc tquiaUa 4po*
ca bacia estragos la eQfermedftd qoQ m oco*
pa, y fuenoQ i^ fi^iVas las go^tes que ibo» 4 If
ciudad de. lA Voit^» m^ im»>Mw ^ mimr
ciQQ vtai sMtA; m% 9I QtAnmQ de ofdieciwQi Uet-
gáéM'lM^ c«iisi4frft)ri«,quaQatab(aiia
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mmt^
iu
Qilfiiao^.
Qdfiíoj^ f su by^ G4CQ94P» rUM)s c^balleros
4# miu 4^ 1^9 primer^s cas^s del PelQnado,
4td, tliQicroQ Yoto d9 disUibuii' su$ bi^pes 4 Iq$
po|)r?s. y c^BLsa^rseal aerviciQde Sau Aiuon.
icQiqmQfdo Qa&tovi d^ su bijo, y de otrQs ocUp
qili^ra^i 4^ la provincia, hiciero^ l^brfir e,i| la
fiiqQeDi^ CÍQdad de la Molbe un Uospital par^
l«<HbiF é los eDÍermoa de uno y (;ilro scxü, io-
(Mt^^Qs del fuego de ^ao AqIoqíq. i^ Qstos lio^*
piÍaUrios debe la órdeQ ÁQtoQiaQa s^ C9|s(bl,e-
tíffliento CQ el aoQ 409^, biga el o^QtiQcado 4q
Drtaao U, sieudo ^09 lo? fuQdadore^ y |qs
pñoieras inJFofesQS, y propag¿ndos/d Iuq£[qi au
I^Dd^on 4 casi toda Europ^ y parte de Asía y
41^^ ^ íB^Y nator^l que cuapdo ^^ el 900
4|44 s^ ^6t»bleqió ea Esp^ ^^a órdea coq
el ñü 4^ que ^u^ reiigiosoa enferioo^ tvivieraQ
«p objda en que «jercit^r I9 bospiti^^ad. fuQ-
l^ya de mucbo ao^s CQOOCid^ 4tcb^ <^l^nQi«^
Laa fuQd^i/)pe^ español^s sc dividian en
do^ ^o«úei|4aft myore? : 1«^ 4e la Qastill^
^Qdaluci^, Poriuff^l é lodias, i^cqQOCian {^
cypp^ndyVu' n^yor de Q^lt^'Í^fiz; las 49 íi^:
varra, Aragoo, ValeQcia, Cataluña y ^allorQ^^
i ^B pri^ptor geooFai, quf^ leni4 m (esj^eo-
49 en Qlite : t(^á síq depende^ci^ 4el grau
áí^ 4« S^ i^tOkQiQ 4^ li^ diúceáis 4e Vieo^
}¿ reje^ Q^rlos Y de (Ispaña y Fr^Qqsjca I de
fvaoc&a.
Habia en la encaip^ieiuta m^yor dc Castro-r
4in4 TeiQte Y ^s^ jiQ^pltaíe^^ cf^tpjrc^ ^i> I4
M^ceiiilariít geoera) 4e Oiite. y doce e« 1a Nuc-r
1(1 fE^ó;^. Bslos ^ospitaieaduraroQ eo n^estro
M^ 1*73 ^Q^, á sea 4es4e 4244, se^im ilev^-
^ dicho, b4ft9 el 2^ de i^gofttQ 4e 47^7, 09
91^ ^ maQdaron estiQG^ir por breve 4el papa
^g Yl, 4 aolicitnd d^ r^ Gários 111, con oioti-
W d9 Uaber de(^i4o la devocion de los flele^
IP eitos reinos, y de la falta de rentas y bos-
lÍtaiVl^ cQnstiUitiva4ela4rdeQ. En %i de qii^
|o dé 4794, GárÍo# IV por decreto 4e su real
eámara, hizo saber el cit^do breve 4e su s^^q-
M^ al ^ooKtndador y reÍigiQso«^ cog \fh cuat
qpÍMcujBw^di^ su vpluutad.
|s|% ¿Qfero^dad, ilamad^ ain 4u4i f^Qo
^fgfpa4o pvQjp aQtifrasís, ea 4ecir, fuego 0)^9\ax'
% Udériiiüi y execrable, ae oebó repelidus ve-
My co(BÍ9 ^emos dictio, eu Kspaña, Fraaci^
MM y ot«^ regiones de Í4 Kjuropa QccideAtai.
w sfiU4^s erap atcoces. ReftriéQdose un
|^|^FÍ4dor % ia exacerbacion qua 4^ e^te m\
a^^ñmeotlút en ei ducado. d^ IjQreo^ POIF
pos da 4480, (j^ice que los pobr^ Qp^sr-
Wa aodabaa por ^s callea y pla\za$ y %(i^jli^
4 ÍR^ poertas de I09 toaipiois daodft U^llai^c^f
úiTfd^, por(|oe ei mal abrasáoor les devQr^i*
mik§ 9>e<ntm> Y Us eiUrí^Q^ deliiQ(Í£^ tuu-
mie6<«^ ^fi^ifit U'iSí' i^ 9U%m^i4 i))M
« WMNto^4^%il«t|
cirdena<^ avQr^to4a> fl^g^ 4 I09 boesos.
I.0S enferoio^ SiC ^epliaA atoriQieQf^das de do-
lores atroces, y algnu^ ve? 4e convuIsioQes; so
tes ca^u 4 pedazos ias carnes gai>grcQadas y
negrz^s como UQ carhoo. Les apestabuQ borri-
blemeQte los mioMibros, y ^br^sados d^ uu
fne^c^ v^ra? iQvocab^Q U unuerte (;qq)0 uq ali-
viQ para SQS insufrihles piaríirios. U supers-
liciau Qcypó ppr wucbo Uewpo el lugar 4e la
me(Mcitui; y de ^ el Qcpdi^ por todo recurso
á Ift Provid^ncia, p¡4iéndple curaclopes miU-
gros9s> y 4 San Jjr^iofk, sollcit^iQdo su pode-
rosí^ ipterpesiqq para COQ Pios.
Yari^ S014 i^s d^scrlpciones que d^ ^sta do-
lencia se eocu^V^a eu tps ^utores, y aunque
4i8ereQ euóriJÍeQ 4 ÍJíupa^ circuQ§tauci^, en
'el foudo §pn oHif pf^epiíÍaSi. S^pval ^ 00«
Antiquités de Pam, 4U^ 4c eU^: íBuiCbíoiuja
gente, asi 4e f^ris, coqio 4« Tas cercaoias,
mpri(J do \m ?PÍer»^a4 Uqoiada fuegq sa-
grado ó tml 4^ Iqs ^rdleote^. Est^ t^al abra-
s^ba ieQiaipeQle, y coqsuq^í<^ síq que fuese
d94(? ^pUcarie roine4io..M Dep§4^ ^qrviaQ tor
4^ las tp^diciui^....»
La Quifi^QU^ua ^(M^iop det m^^l de lo$
^4iepte$ ^e rex^apta ^ ^o HfSu lleQCi(3Qat4
FrpdOjatrílj?r\8^ Wmc^ % Tíólm que «ííui^i 4e
cercí^ á U iftvgisioa do U>* poxíQandos. Haaul
Glaber cueot^ (We ^tt 992Hmbp Qs^ Fc^wií up»
üxm ipQrtan49.(í ^u^ loaí l\ombre^. Sra, 4ice,
UQ fue|¡o Q(^ltQ, quo ea cuaplQ s^ i^pod^raJtiüa
d^ algun ipiefljiVvíV lo 4)^^J?€^ba 4el cuerpa
d^spue^ de Kqberio coosumiQQ. Q^stab4Qiu(;Qas
vec^:i el ^spajeii) 4* uo» ní?cU^ pftr:> pcpducir
este efecto: alguuos enferoios quedaron priv^-
^. 4e pa^rte d^ susi ipi^m^/pís,
^egu^i h^Gvim 4c Cbab^ai§, cuyo teat^
repr(^ucaMe?!JPra)', g^ijia epl4?í»ií^ 4t fue^ó sat
oró ^rebató e^ 994, c^ ipiiy poca Tiem'-
po 4Q,0Oft perspoa^ eu k Aquitaplaí ej Perl-
gord >' el LimosiiQ^ IJJ n>al ^q decl^raba de im-
proviso, y quemaJÍ^a l«^% ^ftUWW 4 otra parie
del cuerpp, csü'^ivlo 4 pe4^zo$. 4 yepes ?1 CQ-
ferou) m Pfic4ia Dw qui^ uo br^^q (i uoa
pvemn.
Sigetiicxta de Gei»it(Iqars íi?ílere que qn 4 089
^ observó el fuei^o 4e ^m 4utoQ eo la Baja
Lpreoa : íueroQ o^uplvoa Ips lpYadi4í>s , y sus
Wienpbros, QegrP3 Qouio ^l carbon, se aesiiren-
4ian del cuierpo. Mi^zeray ou.enta pl mismo he-
chó, reflriéÍQ^olaat 9áo iQOO, y dice qye ^nlji
Loreun ^e veian por todas píi^^s personas ago-
Qizapt^^ (^ quQ exhalaban ayes espautosos, f
o^ras á qui^Qeael m\ habla devorado los pi^
(í íos br^:;oJ9t ^ uua parte de la cara. £¡q 4498
y 4430^ aeguQ pl prQpio autor» el mal atacat
bü las vmm^ líw^^ preseQiÍQdose coq l^
siip^tam4$ fiiguleQtes: estremecimi^eotos segol-
dos de calor, 4eliriO , pastraGiQP d^ fufirz^^^
violeotos dolores de cabeza y de riñooes, io»
(tara^iaft j a^seesea de laa glMate» *^^^^
estremidades.
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Í55
ARDIENTE— ARDILLA
156
este mal qaemaba los miembros ó el cuerpo con
dolores insufríbles, volvia la piet lívida, y con-
sumia las carnes separándolas de los buesos.
La rouerte no sobrevenia hasta que, despues de
haber stdo destrozadas las estremidades, el
mal atucaba los órganos esencialcs de la vída.
Gausaba primero iin frio glaciat y luego un ca-
lor ardiente. Por último, los autores refleren
tambien que en epidemias análogas, observti-
das en el siglo XII, los miembros se volvian
negros como el carbon, se consumian y se gan-
grenaban. Algunos que babian curado del mal,
disfrotaban Ue perfecta salnd, aun cnando hn-
bicsen perdido una parte de sus miembros,
coyas cicatrices oran sólidas y perfeclas.
Declase que ios enfermos conducidos á la
abadía dc San Ántonio, en el Delflnado, cura-
bao del séptlmo al noveno diá.
Cuando la cpidemia de 4440, en Paris, el
fuego sacro atacaba sobre todas las partes genita-
les, y entonces fué cuando seediflcó la iglesia
de Santa Genoveva de ios Ardientes. En nues-
tra España reiuaba entonccs la misma enfer-
medad, prcsentando como sinloma dominante
las convuTsiones. En 4 230 se cebó en Mollorca
el fuego de San Anton ai mismo tiempo que 1a
peste; é iguat asote sufrió entonces Paris. Por
último, en el ^iglo XV se obser?ó una epide-
mia aniloga en Trápani y en Palermo.
Gomparando las descrípdones que acaba-
mos de citar con las que Gui de Gbauliac, Am-
brosio Pareo y Fabricio de Hilden oos baa de-
]&do de las enfermedades por ellos designadas
con los nombres de fuego de San Anton ó fue*
go de San Mdrcelo, y comparando con el fuego
8acro las epidemias observadas desde 4630,
hasta nuestros dias en Soloña , ei Gatinais,
Guyena, Arlésy Delflnado, en España, Italia,
Suiza, etc. , no se /puede mcnos de convenir
en que ese famoso mal era la afeccion que boy
dia desígaamos con el norobre de ergotismo
gangrenoso. (Véase brgotismo.) A veces se
agregaban i él los accidentes nerviosos del er*
gotismo espasmódico, y la gangrena marcha-
ba por otra parte mas ó menos rápidamente. Bn
fin, siu dejar de pertenecer á un mismo tipo
todas esas epidemias, cada una presentaba ne-
cesariamentc variedades y caractéres diferen-
ciales, como todos los fenómenos y todas las
obras de la naturaleza. Quizós tambien sea
cierto que se iian comprendldo bajo el nombre
úemaídelosardienfes muchas afecciones dis-
tiotas en su principio, pero queterminaban por
la gangrena: sabemos cuanto importa et oo ser
esclusivos en las ciencias de observaclon, y
he aqui una razon mas para admitir esa opi-
nion del profesor Ozanam, de quieo hemos sa-
cado muclio, como sacan por precision todos
los que escriben sobre epidemias.
Addinas de las obras de los aatores cíudos eo es-
le articulo, puedc vers e una intereAantc nemoria del
•bale Tessler InserU eu el RKueil de t* Acaéemia
Jloyale 4e wMdieine de Parit»
AHDILLA. {Historianatural,)Seiuru$. ;QQi6n
no conocc esle elegante animalillo, cuyo ins*
tinto se utilizó para divertir i la Infencía en
una jaula donde el cautivo creyendo ejercitar-
se en cl salto y la carrera no hace roas qoe
imprimir un movimiento de rotacion al citindro
de aiambre en donde se batla cerrado? Su flso-
nomia espresiva, su vivacidad, la gracia con
que endereza y despltga so magniOca cola,
los pioceles en 'que terminan sus inqnietas
orejas, la pnreza de las dos tintas que dominan
en su piel, la fintira de su pelo bríllante, las
arqneadas crínes que forman á modo de unos
mostachos hácia uno y otro iado de su hocico
puntiagudo, su escesiva pulcritud, la graciosh
postura que toma cuando cdme, eí uso qae ha-
ce de sus pies delantcros que le sirvcn do ver^
daderas manos , la destreza con qae se le ve
romper los frutos de que se aliroenU, y de co-
yo contenido jnzga sin equivocarse nnnca eo
cuaoto los ha sopesado, en flo, hasta el débil
gruñido que deia oir y se asemeja i ona espc-
cie de lengoaje, todo iX)ncurre i hacer de la
ardilla el huéspcd mas amable de nuestrob bos*
qoes. Ficilmente se domestlca cuando se caia
muy jóven, y antes qne el ejemplo de los vie-
jos le haya inspirado esa p^tulancia escesiva
qoe ningun otro animal manlfiesta eh el mis-
mo grado.
Las ardillas viven sobre los grandes irbo-
les; los bosques de pinos de las Landás aqqiti-
nicas estin Ilenos de estos animaiillos que oti-
iizan con maraviUosa destreza los conos ó pl-
ñas qoe producen los irboles resinosos; y so
carne blanca , baétante agradable cuando solo
han comido avellanas, adquiere un olor de re-
sína muy marcado donde quiera qoe se alimen*
tan de piñones. Nacidos sobre los irbotes en-
cuentran aili su alimento y abrígo; conforma-
dos para brincar de rama cn rama, su prognrc-
sion no podia ser otra que el salto, y la nece»
sidad de trepar por la corteza escabrosa nece-
sariamente viene i ser en ellos un hibito do*
minaute, queexiírian ademaslasarticulaciones
y Ia proporcion de sus mierabros, asi como It
forma de las garras cortas y aceradas qne son
otros tantos pequeños garnos que sirven al
animal para uferrarse.
No monos se ha preteadido qne la ardillt
trepaba, noporque su disposicion f uese adecoa-
daparaestasfuncioues,sinoporqtieloexigíaasi
la conformacion de su cerebro. Mncho se ht
martirizado i tan tindo¿ ani mules para establecer
esta doctrina, qoe adopUremos cuando se hayt
demostrado que las aves no vuelan porquetienen
alas, sino porqne los cuerpos cstríados estia
conformados de tal ó cubl sueríe. Goando se
hayan separado limina por limina las diversts
parícs del encéfalo en uno de los mas hibiles
aeadémicos de París, i fln de saber en que par-
te actua la fuerza que le hace dar cabríoits é
ocho, publicaremos i voz en grito qoe si los
émulos de Yestris hnbiesen tenido sos estre-
midades inferiores conformadas como las de
unt foct é uoa tortogt mtrltima, oonet hobie»
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461}
ARDlLLA— AREAS
456
seo llegado a1 puDto de hacer UDa plrueta. Co
iDoquieraque sea, la arditla es paralos zoolo<
gUtas el tipo de uq género muy natural, que
Suffoii asegoró ser propio de las regiones sep-
teotríonaics del anliguo y del nuevo conlinen
te. pero cuyas nuroerosas especies se lialian
por el contrario principalmente repartidas por
íos paisea mas cálidos, con iuclusion del Afri-
ca y de la PoIÍDesia. Conácense como unas
treinta, queparafacilitar su estudio se ban sub-
diYidido en tres sub-géneros: el de las ardillas
propiamente dichas, eu que los pelos de la co
la estáo dispuestos en dos ñlas y ademas ca-
recen de abazoues: el de los guerliguetes que
tampoco tienen abazones y si ia cola ciIinUri-
ca; por último^ los tamias tienen abazones.
Nuestra ardilla cooiun se baHa diseminada
eo todo el antiguo mundo boreal, y varia no-
tablemeDte ea cuanto á su talla y pelage segun
. los diferentes lugares. £1 griEiHo, cuyaspíeles»
soD tao esUmadas, no es otra cosa que una va-
rícdad de esteanimal, ó tal vez udo de «us es-
fados en trage de iuvieroo que despues de re-
cibir cierta preparacion curliente, pasa ácons-
tjluir una parte del nuestro En Siberia la ar-
¿Ila adqoiere dimensiones casi duplas de las
que generalmeDte le conocemos. Dícese que
este animal no suspende su viage aunque en-
eoentre el obstáculo de un rio, pues improvísa
00 hagel haciendo uso de un pedazo de corte-
za y entonces su misma cola le sirve de veia.
AREA. {MaUmáticas,) Nombre que se da á
la estensioo superficialcompreDdidaeuciertos
Umites, ó mas bien al Dúmero de veces que
en dicba estension cabe la unidad de medida;
y asi es como decimos: el área de un trliíngii-
lo, el área de uo circulo, el irea de un co-^
no, etc.
Para evaluar el número deunidadessoper-
ficiales coDteoidas en una área convienc desde
laego escoger esta nnidad, i^ aunque pudiera
servir una figura arbitraria, se preiiere el cua-
drado como mas seucillo de trazar y á propó-
sitopara que deél se baga uso eo ios cálculos:
asi es, que si se forma ud cuadrado cuyo lado
sca dc un meiro, ó un pie ó una ioesa, este
coadradc será Ja unidaa de superficie, Hedir
ODa área dada es buscar cuaDlas veces esta
Qoidad se hatlacontenidaen dicba área. Cuan-
, do sc dice que un estadal tieue diez y seis va-
ns cuadradas, queremos signiOcar qnc, cual-
QQÍera que sea el contorno ó figura de la es-
teosion de on estadal, este se puede desconi-
poner eo díex y stis cuadrados iguales al que
Be ha elegido por unidad, que es la vara cua-
drada cn cste caso.
La geometria es la que dos eDseña qué es-
pecie de operacioDCs se debeo cfectuar para
bacer la evaloacion de nna área.
i&KA. (Medtdas,) Cuaodose eslablcció el
iistema métrico, se adoptó por uoidad de me^
dida agraria* un cuadrado de diez metros de
Itfgoiqoe se dió ei Dombre áearaóárea. Es-
fa UAidad eqoiTaJe i cien metroscuadradoa ó ¿ i
cieu cuadrados dc an metro del lado cada uno
deeltos: se subdivide endeciadasYcentiadas,
6 sea en diceáreas y centiáreas, es decir, en
décimas y centésimas de la unidad principal.
Entre los múltiplos del área, solo ^o hace
uso de la hectárea, medida de cieu árcas. Las
superlicies agrarias sb evaluan generalmente
en heclárcas, áreas y ceDtláreas.
Por mayor desarrollo de este articuló pue«
den consulluise los de agrimensura y &i£-
DIDAS.
AREAS. (PRINCIPIO DB LA8) (Mccánica. )
Cuando sucede que las fuerzas accleratrices,
qúe soIicitaD un puoto material, tieoeo roovi-
mieotos iguales y contrarios con relacion i un
puntó lljo, tomado por origeo de las coordina*
das, las ecuuciones del movimiento cooducen
á una consecuencia notable que constituye lo
3ue se üaoia en mecánica el principio de hs
reas, y se puede enunciar asi: lasáreas com-
preudidas entre \on radios vectores que se es-
liendon de¿de cl orígen á tres puntos de una
trayecloria, si sop proyeclados sobreunplano
cualquiera que [lase por el punto de parfidaf
resullan proporcioDales á los tiempos emplea-
dos ea describir los arcos interceptados, cuan*
do el móvilsolo se mueveen virtud de una Im-
pulsiou, ó c.uando las fuerzas aceleralrices
que lo animan Hon constantemente dirigidas
bicia el mismo punlo ú origen. La recfproca
de esta proposicion es igualmente cierta.
NoDOs detendremos en demostrar este teo«
rcma que no es otra cosa que una cQnsecuen«
cia de las ecuacíones de movimiento.
Otro tanto puede decirse del príncipio de'la
conservacion de las áreas, cuyo eounciado ha-
remos únicamente: en ei roovimientu de un
sistema de puntos materiales, UDidosíijumeDte
eotre si sometidos i su alraccion mútua, y do
solicitados por Dioguoa fuerza accleratriz, la
sunia de las áreas descritas alrededor de un
puDto cualquiera sod proporclooalcs i los tiem*
pos empieadoseD describirlas. cuando no exis-
le DÍDguD puDto fijo CD cl sistema.
EI principio de las ireas, recibe eo astro-
nomia una aplicacion de grande importancla.
Como cuda piaoeta se roueve en una órbita
eliptica, cuyo centro es cl sol (al menos si se
hace abstraccion de ias perturbaciones), y co-
mo esta revolucion es producida pór la atrac-
cion mútua que estos dos ustros cjercen cotre
sf, tieoc lugar en estc caso el orfgen de ias
áreas tal como queda espiicado.
Si se imagina una recta desde el sol al
piafleta. recta que se iiuroa radio vector, y si
el pianeta arraslra esta linea en su movimien-
to, formari en sus posiclones ftucesivas secto-
res oblicuos cuya superficíe seri constaDte, si
se coDsidera eo iotérvalos de tiempo iguales
cntre sí. Asi cuando el planeta estémaspró-
xlmo al sol, deberi correr cod mayor ranidez,
para que, eo el tiempo de que se frata, el sec-
lor descrito teoga la misma superficie; y coino
la altura de este sector es mas pequena, in*
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(M
areas-arena
4«é
dlspea¿ab1c ff& liaCfi tpiú Ééa la báse más lar-
ga para qtle élátea permaneíca la misma. Por
et contrario, y por IdéDlica razon, cuanüo e\
pláneta se hafla 6u la parte mns dtstantie del
m\r debctó caminarcoQ maybr leblitnd.
En csta pfopoílclott ée fQtída la primtfa de
lasleyes de Keplero que sd enuncia ási: el ra-
dio vector de ttfi planet^, dest^ribn sirededor
del-sol, áretis proporctotiale^ álos tiempos
empleados cn recorterlas.
^otetlon: Trátéio éé métámtt, 1> edfdoh, t to-
lámooes et t.MSti.
FraMoeur: Ur»m§rafka» 4." edlelo*, I volú-
men eiil.*. litt, pág. tfl y «3.
AftKCHAVALfitA. (HAiQóft i^B) X cortadistan-
cta de la Tllla de Ar^ctiávaleta (provincia de
(Guipúícoa), coti diréctiion 4 íscoríáza, yá 300
pasoá de la Cb^tetera áh lladrid á Francia, S3
encuentfa títi mananttál que, recogido en nnft
ete^ante fuente de pledra, da constantemente
por miuüto 33 cUáilillos de a^ua cristalina á
la temperíilura d6 h 4* del termómelro de Reaü-
mnr, con otor y Sabor á bueVos [lOdrldos. So-
bre este mananiial sé con.nfuyd en 4842 una
boDita casade baflos con 46 pilas y una ancbú-
rosa hospederia coti 8S aposétitos eteRante >
mente decorados. fis unode los estableclmien-
tas minero-módiclnales mcjor montados.
Kste mai^antlat sulftxtoso está mineralízadb
porel gasácldó suIGIitdrico, el gas ácidó (iar*
Dónióo, varloá stjlfatos, carbonatos y clornros
de sosa, cai, magnesia, etc. Sus aguas sorten
belUsimod erectos en la curacion de los herpes,
tiñas, sarna y demas enfermedadeá cutáneas;
en la de las escrdfulas, gota, reomatismog aft-
tignos 7 sus consecnencias; en las anorexias y
dispepsias, y en varias fle^asias crónlcas dct
canal digóétiv^, del ¿paratb re^iratorio y del
géDitoúrinarlo; en Ik mw^ Inveterada f eb
las enfermedadés proccdentes del abusó del
raercnrio, no menos qtie en las aféttiones con-
secntivas á los envenenamientos y á tod cdli-
cos, como temblores, paratt.^ls, éte. Estáncon-
traindtcadas ert los :»u¿6tós pletóricos, y en los
prediftpueátos á tás hemorruglas aetivas.
La temporada dora desdé iunto á ñn^ de
sétiembre. La eoncurrencTa es de utios 300 á
4Ó0 bañistaa, aumentatido cada año. pues Ye-
petimos que eti nneBtró páis es dificlf txidoxi'
trᥠotro estábledmiento dé aguas miner&les
donde b\ Éfñfdrmo reclbia mejór aslstenclá, me-
jor trdto, y pueíia dlventr$e 6ott mas próvecho
pará lá sahid que dcsea. An^élinvaTcta cs, por
otra p^Míf, (ííik ^nfa dft cliúía téttiphdo y saoo,
situadá á la oriltadel Aeva, dtstabte imas 9 le-
gnas de TolOáa, y 2 de tergara.
AfttiNA. Sustandá pedregosü, dttidida en
granosmajr pequeños,ysitt cotitrremcia. Si los
granos ÍQeSén dti póéo votumittosos, ftonque
mocho ftiétiül^ qu^ uúft pTedra pequéfla, tu
«cumulacton forma:ría ifúgarrós. u arena es
maa ó mé6T)S íloá, f los goijarros mas ó
iiie&o$ trt^ffM». otra dbttdtñoA eseiu^den^i
tre ^stas dos renniones de párticn^ai ineobe-
rentes, es que lo^ granos dc gtiijarros soh
redoodos, ó cUando menos, sus átiguloseitéft
despuntados, y su groeso y sú color tarian eñ
pequefios espacios, at paso qne los gtanoá dé
arena conservan cn todas partes »o lortna pH-
mitiva, y pafecénála vtsta ignaMs, ydelmis-
mo color en estensiones inmensts. todo par^-
ce indicar que est(A tienen ua origeo éomuti,
mientras qoo aqucllos noson mas quefragmeá«'
tos de rocas de difbrente liatoraleta, tenidM
desde luegt) y modiflcados por lod Cboqoés y
ffoiaciones que han sufrido durante su trasla^.
cioo. 8e encuéntratt areflas en la superfide dé
la tierra, de lá qúe cubren una parte bástaMé
considerabie, y en el Intcrior, en donde fbhnitíl
masas espesas y de graü estetisiofl ett ios
terrénos de atuvion; las hay tarabién eb lol
terrenos de antiguá formacion. Las ñ^. eitai
•maáas son silíceas, mezdadas por !o cbmttH
con arciiia, y eñ algnnos lugares con cal, eo
estado d« eiátlrcmada diviston, de manera qmii
lavaduras reiteradasbastan para atalar los ^a*
nos diliceos, que presentan entooCcs swi ror-
raas cristatinas. En algnnas costas, y (rort eih
peciaiidad en tas de la isla de la Ascenáioti té
reduceil á arena Cali2a lás conchas de^cM
por las olas; pero los paises areniscoi disétbi*
nados sobre los continentes, y eo cl itatéHiiy?
de las grandes iálasno pueden atribuirse i ^
modo de produccion^ pOrque son cuaríosds^soé
granoíspreaeiitan una forma cristallna regular,
y ningun agente conocido pulverízaria ast ro-
cas de cuarío. Adem^ es sabido que bancoA
de arena de esta Ctase han précedido á lá tot-
mactoñ del asperon, M qne han formádo eft
cierto modo la fábríca, á h queno faltába OMit
quc el cimiento. Si la materia adventicia qtll!
ha unido unos granos á otros, y con^dado
la masa, es de lá misma espécie que los ttk^
nos, el asperoo «s muy dtíro; ftsiliay terH^
prímitivos. Coando una disolucion abundantiS
á(i cal ha tlcnado todos los huecos énité Iftl
pártictitas cuarzosas, 1a crístalisacTon calcfttet
se ha manifbstado algunas Véc6s domiuatidd»
y masás bashnte coDsídcrábles de este aspé--
ron han tomatfo las formas íjaracterísiicas dfe
MboHáto de cal, fiste aspieron resiste á la des-
cOmposicion.mehosótiaiido $u cimiento é&^«
lícéo l*n cua^to al que no tiene sus granbs
unidós stno con an¿ilia, cede mucbo antes á Ik
accion de los thcteóros, y restituye la arétíft
quc te formó, sin emburgo, se hacen coñ él
cdiflcios de larga duracion, como se pnede ver
en lós monnmentos de arquiteclura gótica l^-
vantados en varías ciudades francesaa á laft
orítlas det Hhifi.
¿Ga cieito qoé lna atehas condnbtdás pflfr el
mar á las coshis del ^olfo de Qa^éu^i tfméfflft^
zan, no solo á ias Landas que han íovadtdO, f
cuyft estertltdfiítt bace progresos contihirns. ú-
no tambhm d la dodad de Burdeos, que fll»
resistirá ft esté temibte enemigot Como no sii«
oederíft ^m h»t& dtslitto de oím temtetia dft
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AftENA-AHENGA
,'f.a
siglos quela capitalde 1a GironJa sería ataca \
da por este azote, haf ticfmpo para pcnsar en
los medios de preservarla; pero el cultivo úe
ia LaiKlas exigc cl uso contloao y conslante
de las precanciones indícadas por cl bábil in-
geniero Mr. Brémontier. EnFayos satisf-ictorlos
lian probado ya qoe las arenas de esia parte
de 1a Francia no esperan nras qne cnidados
oportnnos para recompensar el trabajo del cnl-
tivador. Hay tambien una obra bastante buena .
de Mr. de líorog:nes, sofaire el cultivo de las |
irenas de la 9oIogne, en el departameuto fran- ',
e¿8 del Loire y Cher. La industria alemana ha
trinnfado hace tiempo de la esteríiidad de las
tfena» qne ríidean el mar Báltico. Siseesta-'
lileeieran en Africa grandcs colonias eoropeas,
oonsogliirían tambien, i fuerza de trabajo, de
estodios y de tiempo, vencer los obstácoloa
qne se baa opuesto haeta ahora á toda produc-
don Tcgetal en los desiertos areniscos que
esfán al Sur del Atlas. Tal vez no será difícíl
ñeeundar las arenas det Asia entre las cadenas
del Tanro y del Altai; parcce que las cBcasas
pobtaciones de C:»tos paíks han destruido alli
toda la Tegetacion antigu'a, y qne habria qne
reparar boy antes qoe todo, las pérdidascausa-
dñ por tan largti série de sií^losdedevasfacioit.
Ef vMfríérb hace'níuchó n!ío de ta tf f <mtf c«4if •
wké, {VéeÉiéYTtítim.) fntk^ei trabajo de moler,
se necestta noa arena ffna; y qtié contenga ar-
dHla flÜn' üitieÍÉ dé caf cát^nlzkda. Gonóccse
■d^ta^ eí iBo déf \É aféná en otros .varios ofi-
dWs. [fÍmÁM, ctó.y
Eér nloTilidad de lasi arenas ha' dado oca-
d6n á mochas comparácionés^ fácllmente se
eiitiende lo qne qiiierén slgniOcar Cúracf^ret
tlraMaÍ9$t9^é la arena, y^qne^primervien'
to &of fo, ele.
ARfillOfllLLO. (btaños db) Situados en 1a pro-
flocia de (^rdbba, ¿ tres cuartos de legua de
Mbntoro, en nna de las principales cafiadas de
Seita Morena, á laí falda de la elevada Inma
dblCafiac9é1 y mirgenesdel arroyo Arenosillo,
qne es e1 qne les da nombre. EI ediúcio, algo
dleiondo en 4839, tíenc dos grandes baños ó
WAs, nnó para" cada sexo. En 4839 sc cons-
tfóyd una casá de caridad, en cuya fábrica
i^se han reali^^o todavia los proyectos con-
eéMos. llD lejoá" de esta casa ee hatla la dc la
Séíwí, costeada por la señora marquesa de
Meoamejí, y nné, cuando esté conclnida, con-
lendri fS'habitaciones. En el radio de un cuar-
16 de legnasé cnCuentran esparcidas unas Tcin-
lé cám. pero tíñ comodidades nl espacio
patwla amteóclii'y trato qoe piden las perso-
nas detidrifas. No hay , pnes, qoe boscar ea los
tefioa de Arenosillo salones de reunion, ni
JMiQes, ni galerías, ni paseos, ni amenidad
tf distfiecion algnnÉ de his quc en otros pai-
Ms atraén numerosa y lucida concorrencia EI
qné qtiieihr tomar aqoellas aguas debe some-
tme a iAoomodidades y prívacioncs sin cuen-
to; y asi es qne solo acoden ¿ ellas los enfer-
Mf pobres de la prorincia,
m mwormAmvwi.
El desciibriinienlo de la eflcacia (Ií; esías
aguas se atribnyc al inslínto do nna res vacu-
na, que en tsn curó de un arecto hcrpélico
bebiendo cn cl arroyo Arenoslllo. Roferido el
caso por nn pastor, y habiéndose repetido con
bnen éxito la esperiencia en unos perros ata-
cados de areslin, el ayuntamiento dc Montoro
mandó reconocer las aguas por peritos fdcul-
tativos, y en vlsta del informe se conviitió ei
arroyo cn un pequeño establecimiento minero-
medicinal, habiendo empezado la obra en i 820.
Estas aguas son basiante abundantcs y
tienen dos nacimieutos. Soo trasparentes como
cl agua destilada; olor y sabor á huevos po-
dridos, cualidades que picrden cuando han es-
tado un rato cu contacto con 61 aire atmosfé-
ríco. Su tftmperatura constante es de 24^ del
termómetro de Reaumur. Uasta ahora no se
han aplicado á uso ecooómico algono.
Sus príncipios mineralizadores son el áci-
do hidrosulfúrico y el carbónico, bidrociora'-
tos de sosn, cal y ma'gnesia, etc.
Las virtudes de estas aguas, como las de
todos los manantialcs bepáticos ó sulfurosos,
se revelan en el tratamiento dc los vicios cu-
táneos, de las e^Crófulas, de las afecciones dcl
tubo lütestinal, etc. Usanse cn baño y en bc-
bida. /
Goncurrcn al establecímiento uoos doscien-
tos eufermos cadíar temporada. Esta dura el
Irimestre de julio á séiiembre.
ARENGA. De todas las grandes fórmulas
oratorias, la arenga ha sido sin disputa la mas
noble, importante, grave y solemne. 3c la
deflne: «Discurso que un orador pronuncia en
púbiico, ó que iin escritor, historiador ó poeta
pone en boca de sus personages.« No es fácil
designar la elimologia de esta paiabra. Mena-
ge la deríva de la italiaDa aringa, quc liene
la misma signiflcacion: Ferrari de ardngo (lid,
Justa, cátedra, barra.) Despues de las arengas
consignadas en los libros santos, por ejemplo,
las sublimes profecíasdelsafas, Jercmias, etc,
que son arengas del género mas clevado, co^
mo de la elocuencia mas verdadera y mqs ins-
piradora, las primeras qnc han llcgado hasta
nosótros son las du Homcro, poeta igualmen-
te admirable en sus descripciones y en los
discursos quc atribuye á sus héroe^.
! Entre los historiadores griegos, el roas
notable por sus arengas es Tucidides, acusado
por lo demasde prolijidad en este punto. Pero
la arenga que no es prestada, 1a arenga posi-
tiva y real, debe ser boscada en los oradorea
g^egos. Alli vive con toda su vida de auima-
cion; alli sc prcsenta con toda su belleza, con
toda su fuerza, con todo so brillo. Sooora, ar-
mooiosa en Esquines, pero al mlsmo tiempo
incisiva y punzante; vebemcnte, terrible, has«
ta alronadora en boca de Demóslenes, sublcTa
ó calma á su voluntad las olas dc las teropes*
¡ tadcs popularcs, y lieíic en Jaque, sobre sa
mifmo troho, al astuto déspota de Macedonia«
I lios bébltos catoriosde los romanos, |qo«
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AABN6A-ARRNQUE
iU
cuUd08,por decirlo tsi, en lad costumbrefl pú-
blicas, iütroduJeroD la arenga en losblstoriado-
res latiDOS, lo mismo que en los historlado-
res gricgos. De aqui provienen las nnmerosas
obras maestras de diccion oratoria esparcidas
en las obras dc Tito Li?¡o, de Salustio, de Ta
cito y del mismo Quinto Curcio, discursos que
prcsenlan mas ó menos ei sello dei siglo, pero
que scguramente lleYan el sello del estiió del
tutor.
En Inglaterra, la arcnga politica llegó ba-
cc tiempo á sn apogeo. Pero hay otra especic
de arenga que aquel pnis de franquicias y de
Uberlad posec particularmente; ia arenga del
criminal ante el suplick), en otros términos,
la arenga del cadalso.
En Francia, á pesar de las muclias obras
macstras de elocuencia religiosa, judicial ó
parlamcntaria, y aun académica qne posee, las
úniras arengasque verdadcramente estaban en
boga antes de la emancipacion constitucional
de aqucl pati>, consistian en los cumplidos dc
felicltacion ó de pésame qne las sociedades,
las compañSas, corporacionefl y pueblos diri-
giao i 80 soberano, por medio de sus prela-
dos, magistndos, abogados, mayores ó alcal-
des. De esta manera, desflorada, pritada de
aqaella sal itica que estimula, de aqoella sibia
razon que ilumlna, de aquella etocnencia del
corason que conmueve y arrastra, lo perdió
todo, hasta su perfume, y conclnyó por fali-
gar i sus diofies mortales, i los que no ofre*
cia mas qne grosero incienso.
Sin duda la arenga eropieza i recobrar el
caric'^r qnc le pertenere; pero el alglo, aun
ai hacerse orador, no d^a de ser emínente-
mcnte positlvo. Por io tantOt el espirltu dc to-
da arenga debe reasomirfe en esta mixiraa.
«Dabla poco, habla bien, y sobre todo habla á
tiempo.» .
Las improvisadones de los generales de
«"Jércíto, ó de los gefes de una tropa que va
it entrar en combate, han flido en todos tiem-
pos uno de los medios de esciiacion que hn
podido usar el arte de la guerra, y cl de man-
dar. Los himnos de los cantores gricgos, las
escilaciones^e ios hen\áo8eadueeadores {ca^
dtíceaiores), las alocuciones dc los dictadores
y de los cónsules, parlicipaban mas ó menos
de ese género de areugas quc la imaginacion
de los historiadores ha puesto en boca de los
grandes hombres de la antigücdad. En la épo-
ca dc los cjércitos de mediana fuerza, en la
época dei órden profundo, en la época en qur-
ia elocuencia dc la tribuna cra on podcroso
i.'loiúcnto de victoria> cada Jornada dc guerra
tcnia sn aren^a; pero cueot i con dar entero
créiiito i\ esos i)eríodos limados y prolijos, ¿
enMS decUmacionesampulosas, cou que llenan
SU8 relacior.es los narradores do batallas. fio-
raero y Tucidides, Qiiíoto Curcio y Poiibio no
U^ cjicDScan; las areogas del mismo Ticlto son
obras mae^traH poco aprccladas hoy» y Tito
Livfo, cuyo rjemplo piguieron Pablo Jove, )
tantos otros, hubiera debido oo ofrecer i sas
lectores tan vanos adornos . El cañon, el ór-
den minucioso, la inmensidad de los ejércíios,
no permíten ya mas ^ue ei uso de la sencilla
órden d^t dia; y los dos volAmenes de aren*
gas dc Bellefóret han llegado i ser unO de lofl
libros militares menos útile?. Nuestro Solls ea
su Historia de la Conquista de Méjieo, dos
ofiecel)uenos modelos dc arengas guerreraa.
[VÍaU ALOCUGION.)
ARENQUE. (Historia natnral.) El arenqoc
corresponde al géneroeíup?a, yLíneoleapiicó
el nombre de etupea arcsnhus, qoe ha sido
adoptado por todos los autores. Este pes, de
talla mediana, tiene el coerpo comprimido, Á
dorso redondeado, el vientre cortaote, y haata
por la dis(M)sicion de las plezas escamosas ab«
domioales se presenta recortado ó dentellado,
coaodo el abdómen no se halla estendido por
el desarrollo dc los órganos genitales; ao ca«
beza es como una quinta parte de su longitud
total; tieneelsub-opérculoredoudeado, laaber-
tura de la boca pequeña, los dieoles muy flnos,
pero ficiles de distinguir; los oidos somamea-
te abierlos, las deotelladuras de las braoquiai
largas y floas. La alata aoal baslante larga pe-
ro baju, y con diez y seis radios; la caodal
aborquillada, las aletas ventrales debajo del
centro de la dorsal, las escamas graodes, del«
gadaa y ficiles de deflpreoder.
El color del arraoqoe es de uo verde glaocQ
eo el dorso, blaooo los costados y ei vieit*
tre, halliodose todo el cuerpocobiertode au
color blaoco de plata^ perfeciameote brílkmte
y métalico: el verde dei dorso se coovierte
deflpuea de moerto elaoimal eo on azul den*
digo, que resulta mas ioteoso i medida que
hay mas tiempo que el pez ha dejado de vivir.
EI esqueleto cootiene cincuenta y seis vérte-
bras, veinte y una costilla, y un námero coo*
sider&ble de aristas dispueslas con tal regula-
ridad, que mercce iinu escrupulosa atencioo:
el CKtómago cs nn saco graude, oblongo y
puntiagudo, con diez y seis ó diez y oclio apéo*
dices en el piloro; el higado, dividido en dos
lóbulos, C3 encarnado; la hiel es pequeña y se
halla i la iz'iuierda dei estómago; la vejigt
natatorÍH cs muy grande, de paredes deigadafl
y brillantos, y comunica con ei fondo del efl-
tómajío por mcdio de un canal bastante corto,
tos ríñones son crasos, la vcjiga urinaria ea
pequeña; en el tiempo de la freza, laa lecheci-
llas 6 cl ovario, seguo los sexos, soo muy
crasos y ocupao ta mayor parte del abdóoien.
El areoque liabita abuudaolemeote en todo
el Océauo Boreal, en las bahlas de la Orocolan-
dla y de la Islandia, alredeüor de las isias dé
ia Laponia y de las Feroes, y en todas la^ cos-
iáñ dc las islas Britinicas; puebjd los golfos de
la Noruega, dc la Suecia, de Dinamarca y det
mar dcl Norte; existe tambien on ei Biltico:
hállase por úitimo en oi canal de la Mancba y
á lo largo dc las costas de Francia basla et
Loira. pcro no pareqe desceoder i ma¿ coiU
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46»
ARENQUE
(66
lalitad para presentmé en e1 golfo de Gascaña,
7 se sabe posltivamente qae nnaca penetra en
el MediterréDeo» pues ni ann ae balla en ias
ooataa meridionales de España, Portugal y
nrancia. Aigniias ▼eces soelo subír por el Seoa,
y este beclio, may raro en ei diaoparece que
era bastante trecnente en otros tiempos.
Bste pes se alimenta de pequeños cnistá-
0608, de peces recien nacidos, y basta de ia
Iresa de sn especie, de aneüdos y otras mate-
rias animales mas 6 menos sem^antes, y al-
giaas Toees hasta en ei eslado de descomp >8i-
eiOQ. La feoQodidad del arenque es prodigiosa.
Soa mos eomanes las hembras que los machos,
7 se ha calcolado qoe el núcnero de aqueltas
eslá oon ei deestoe en raaon de 7 á 3. Eo caau-
to al número de liueYos contenidus en el oya*
rio de cada hembra, se lebace yariar, segun la
flMgnitcid de ios individuos, desde yeiute y uno
á treiBta y seis mil, y hasta un autor recomen-
dabJe, Bloch., le hace subir á sescnta y
oeboaül.
Cuando un banco de arenqaetf se aproxima
á ia eosta para depositar su freaa, se ve á las
bembraa eatar.mny agiladas; pareeen frotarse
el vientre ó ei ano sobre ias rocas , sobre el
jbodo de arena ó sobrc las ramas de las plan-
las sabmarioaa, y abandooau tat eantídad de
hoevos sol>rc la arena, que cuando baja la ma-
rea se ve ei fondo de .los diques cublertu de un
le^deestos bueyos, que tieno con frecuen-
€ia de doB á cnatro ceotímetrós de espesor. No
se aabeá pñntp fljo el número de dias que los
htieTOS tardan en abrirse: 30 ó 40 ilias des-
poes del solsücio de inviernQ se ve uua prodi-
fiosa é innomerable cantidad de pececiltos
caya loogitnd no es mayor que la de un alfilcr,
j qoe lo6 pescadores dicen ser la fresa det
arenqne: tambien á veces se separan en gran
aániero de muchos mariscos, y particularrhen-
te (te las oslras. Kl arenque crece con rapidea,
puesto que hácia el mes de abrii tieoeo siis
indiyidoos de diez á doce centi'metros, y desde
esta edad se oomieozan á distínguir las leche-
eiilas ó las hoeyas. Al llegar á este tamaño co-
mieasa el areoqne á alejarsc de las costas; pero
eoando hay temporal vuelven nuevameote á
lasplayas.
Istl^ pes se buscado como aliroento, sobre
lodoeo virtod de su abundancia y de su econó<
Bieo precio. Loe pueblos del Norte lo apctecen
B^ qoe los dei Mcdiodia, y eu otros tiempos
era mas estimado que lo es eo ia aclualidad.
Saministra ademas sn aceite , que si bien no
« de noa calidad superior, las naciones del
iorle lo empleao para los usos domésticos.
Principalmente eo ei fondo del mar es don-
de viye el arenqoe, que se pesca ¿ treinta, cua-
renla y hasla ciocneuta brasas de profundidad,
. y en ei tiempo malo descieode mas todavia. Por
el eootrvio en los risueños dias del estio se ve
•algonas Tcces el areoqne en las babias de Es-
otwla oadando laa ¿ üor de agua, que su dorsaí
7 M caadai sehallan fueni del iiquido. Pinnar
refiere que es uno de los mas bello^ especlácu*
los de que se pocde gozar, el ver, en una no-
ühe tranqnila coando la brilla la luna sobre el
horizopte , las columnas de arenques de 5 ¿
6 miilus de longitnd sobre 3 ó 4 dp latltud,
adelantarse sobre ia superflcie del roar : los
bancos diyididos son entooces como tapices
argeotados de ios mas brillantes, é irisados de
manera, qoe refl^an como zafiros y esmeral*
das, hasta tal panto, que la mar parece cubier-
ta depiedraspreciosas: diríase que toda el agna
se hálla eucendida, y las ráfagas fosforesccntes
de los peces contribuyen ¿ acrecentar la bri-
llantez y el coloridj^ de los movientes cua-
dros.
Las bahias eu que se ve algunas veces un
considerable número de arenques por la roa-»
ñana, suelen vaciarse totalroen'e en aquella
misma noche. En alta mar las tropas de estos
peces suelen adelantarse con tai imp.etuosidad
que parecen bendir las aguas, y los arenqiics
saltan entonces ¿ bastante altura para caer cn
las barcas; pero en iQvierno pierden los aren-
qoes toda esla vivacidad. y parecen haiíarso
aletargados cómo todos los animales dc e.sta
clase: sin embargo, resisten bien el frio , por
cuanto se encuentrao bajo los bancos de bie*
lo cn las costas del Océano Artico, y tamhien
se ven en tropas, despucs del deshieio, sobre
las costas de Irlanda.
Las bandadas ó baucos de estos peces, se-
gun varios autores, viajan de nna maoera re*
gular, es decir, como si en cierto modo tuvie-
seu trazado el itinerar^o; pero este hecbo no es
exacto; y no se sabe con certeza ¿ que atribuir
las emigraciones de los arenques, y cómo es«
plicar por qué han abandonaóo de todo puuto
los lugares que en otros tierapos visitabao
anualmente. Gomo quicra que sea, está averi-
guado de nna roaoera positiva la existencia de
los arenqnes sedentarios en número bastante
considerable , y esto principalmente en las
aguas de Europa debajo del circolo ¿rtico. Si-
guiendo, pues la opioion de on célebre ictiolo-
gista, Mr. Yaleociennes, diremos que las emi*
graciones de lós arenques de niugun modo
est¿n demostradas, y quc lo que tan solo pue*
de considerarse como cierto, es que cuando es-
tos peces quieren depositar so freza, se alejan
de los altos mares, y se aproximau por el ooa-
trario ¿ las costas.
EI arenque tiene por enemigos los nnmero-
sos habitantes del Océano, sin esceptuar los
individuos de su especie: el hombre destruye
igualmeote un número considerable. ^
Empléanse en general para la pesca del
arenque iodos los barcos dis^ooibles en la cos-
ta durante todo el ano; no obstánte, ¿ medi*'
da que el pez se aleja, se hace uso de bageles
mas grandes, con la dotacion habitual de diez
y seishombres. Llcgado el bnqueal sitio^do ia
pesca se Uead^ los aparejos, y quedan eu ctí«
ta disposiclon durante toda la nuchc: cuaodo
I se Juzga la red 8uficit;ntemente cargáda, lo cual
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167
AREiNQUE-^-UUEOMETRO
44«
se verlílca en oo espacio de tiempo muy ra-
riable, pcro gencralmente bastaatc corto, se
retiraa tas rcdes, y salen del roar los areoques
en númcro prodigioso, pues algunas veces pa-
san de ciento dies mil. Muchos de estos peces
se emplean /rescos; pero las mas se preparan
al humo ó con salmuera, constitnycndo de es-
te modo los arenques curados y salados; sabi-
do eb qnc se consume anualmente unainmensa
cantidad de estos pececlüos: no creemos opor»
tnno estenüernos mas acerca de este importan-
te ramo : diremos tan solo que la pesca del
aronque era masabundánte en otros tiempos; y
que cn la actualidad se dedtcan fnenos á este
género de industria, lo cual debc ser notado en
la economla doméstica.
Bloch: Bistwria de lotpeeet.
Lacepede: Diteurto aeerea de lat pe$eat en tu
historia de ht peees,
G. Cuvícr y Valeneicnncs: Historia naturat, ge-
neral y partieuíar de lot peeet, ete,
AREOLl^ ó AÜREOLA. Diminntive de aria,
pequeño ospaoio ó superflcle. Comunmente por
esta palabra se entiende el circulo de varios
colores que rodea la luna , lo mísmo que el
que circunda los pozones y los ojos en la es-
pecic humana. Esta califlcacion se ha e^teodi-
do al circulo colorado qne brilla al rededor de
ciertos graoosy como los de la vacona, por
ejemplo; pcro en csta acepcion, como en )as
prímeras, tal vez sería mas exacto Tulerse de
Ía palabra aureola ; tal es, al meoos, lu opi-
nion de Mr. Chaussier^n el tkltimo ea^o de
qoe acabamos de hablar. f utoncés se reser-
Taria especíalmente la de areola para desígnar
esos pequefios intersticios que dejan enlre si
las anostomosas frecuentes, ó llámcnse reu-
nÍonc$ de unas vcnas con otras, las numero-
sas ramincaciones de los vasos capilarcs, y por
último cl crnzamientodc las ílbras ó vasos que
enfran en la composicion de una parte deter-
mtnuda. La disposicion areolar se observa en
el tcjiJo inas ocullo de todos los órgauos: la
flbra ó láminas que constitoye so trama pri-
mitiva y esencial, forman pequeños núcleos, á
los cuaics se asoc¡an,'sc identiflcan en cierto
modo varíos musculillos nerviosos, vasculares,
y las arcolas qoe resoltan de esta disposlcion,
están lienas de una sustancia mas ó menos
ílnida, cuya secrecion SBveriflca por medio de
]os ya citados musculillos vasculares, y aU-
quiere por su morada en ellos, una conslstcn
cia y cualidades, que varian segun la natura-
leza y el estado del órgano ; asi en los bue-
Bos, las areolas formadas por la trama iamino-
sa, sp Ilenan sucesivamente de una sal tér-
rea que les da la consistencia que tienen. Tal
es, al decir de Mr. Gbaussier ia idea que ñehe-
mos formarnos del tejido areolar de noestros
órganos.
AKEOMETRO. (Fisica.) Be ápaioc, It^ero, y
^uxooy^medida. Instrumento qoe sirve para
meair la deosidad relatiYa de los Itquidos en
los cuales se suinerge é iotroduce. 6e le daa
los nombres de péiaUeores^ pe$ajarabe$, ftnth
áoido, etc., seguB sus diferentes uscm. La
construccion de un areómetro descansa iobce
el principio liidrostático siguiente: un cuerpo
'sólido sumergido cn nn líquido cualquiera,
pierde ana parte de su peso igual al del volti-
mcn de diclio liquido dosalojado. Un mitoio
cuerpo sólido se swnerge taoto roas profunda-
mente cuauto omis prqueña es la deosidéd M
liqoido. Poeden compararse las densidadea de
dos Uquídos, segnn lo¿ volúmeoes que deealo-
ja de ellos on mismo cuerpo pan ouuíilenjeiye
Uolarte sobre ono y otro. Sl d^gWBeB por
D y il las deusidades de dos caer^iDS, cu|os
volúmeoes ostéo represeatados pdr V y i^, jr
los pesos por P y p» tencoKís la reiaeion si*
goiente:
• •• V • T
Asi, coando los pesos ion iguaies, baoieiide
P— p, teneoM» tambien 4*... íi\é\\v\l;m
dccir, quc las densidades están en rason invenst
de los volúmenes. Gon arreglo á esta fonna es
preclso constroir la prímera clase de los areé-
metros; pero si desclende el coerpo i Igoal
profaodifad en los dilérenles liqoidos, lo qoe
se puede obteoer hacieodo variar so peso, oo-
touces los volúmenes desalojados soo los mii«
mo.s y se tcndrá Vov , y p >r Gonsecoeodft
t' B; eí; ;P: p; esdecir, qoe las densida-
des están en raion directa de los pesos. Solwe
esta fórmula se funda la coostruccion de li
scgnnda clase de los areómeCros. Beaamé ia-
vontó un areómetro que llevo su oombre y qqe
es el mas usado i pesar de sus deléctos. Por
punto íljo de su escala tomó aga% pora y agoa
salada (hecba coo ooa parte de sal eooioo seco
y noeve partes de aguai. Indlcó por 4©* y 6"
los puotos dcl instrumento que liabia de ea-
mergir; dividió el interTaloen 40 partes igoa-
les, é biso 40 partes semejanles en el resto
de U escala: de este modo creyó poder lieter-
minar de una ves el grado de rectiflcadoo de
lo3 licores espirítuosos y su pcso especiOco.
J. R. Richter fundó U oonstroccion de so
areómeti'o (aicoholóiúetro) sobre el priocipfo
de qne los grados iguales entre dos pootoo
hallados para el peso espedúoo exactaoieoie
determiuadt*, ddu iumediatamente la deusidad:
Itts escalas diferían segun ei estado de purea
del alcohol. Designó por 0** el pooto basta
donde el instrnmcnto se sumergia eo el agóa
pura, y para la determinaeioo del seguodo
punto normal tomó aicobol de 0.8S4 pero es-
pecínco; dlvldió el intervalo en 400* y Mer-
minó los últimos se^uo el cuadrode Xjawtti
sobre los pesos especiflcos de los liquidos es«
plritoosos, el alcohol— 0,794 á 46« R.; det-
pues, se^n stis propias determinaciooeSi ea-
tableció el alcobol riwolato— 0,79t.
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A&BOMETRO
ild
hre el oso prictico se exige geoeralroeute
(pielbsescalas areométiicas deii por centci;i>
ma k» partes de una sostancla cooteuica, por
ijenplo, en una oieacta de alcoliol eo el agnar-
Heote, de la sai en la saimnera, etc; pero no
^eado laa deosidades de las mezclas por
Boa lef geoeral, es preoiso conocer defde lne-
fooM Telacion dei peso especiflco con las par-
lei coastitoyeoteB de ooa mezoia. Como entre
d06 paatoa dadoa^e puedeo gradnar slempre
lii escalaa areométricas para lodo peso espe-
filco, no bay maa qoe besear eatos paotos
qoe perteBecen á las oeiitéstmas lodicadas,
nrearloa sobre la escala y escríblr al ladó
kiB lufOB por déoto. Sea por ^emplo el peso
espeeiflco del agua eo ooa temperatora deter-
■iMila ■■<; eideooa meielade agua y de
0,05 de alcobol=:0,9949, por 0,4 alcohol»
0,MS7, porO,45 aicobol«»0,960S, etc , se
detenBloará eo la eseala areométríca los gra»
des 4; 0,9049; 0,9857; 0,980«... y se escri*
tín al lado 0; 5; 45.... espresaodo por estos
DáBierDBlasceDtésíoias. Halladas de esta suer-
te las ccntésloiaa del alcohol eo e1 aguardieo
(e, es CbcíI deade eotonces caicuiar las partes
liiraotas dei cooteoido; por ejemplo, los litros
eo Doa medida, ó ios heclólitros en ooa pipa é
iodicarlos aobre la escala. So ftn, oo cs diflcil,
COD arreglo á ooa divisiou ya calculada, dlvi-
dr coalquiera oira escaia de uoa loogitud
MeísMer ba traCado la areometrfa con ^oda
«■leD^o. Bste ñsico eocoeotra las diflcoita*
des qoe se opooen á la coostruccioo de uo
ireóaietro exacto. priocipalmente en la forma
tie los tubos de vidrio^qoe oo es enteramente
jBlModrlca, y qoe, sin embargo, se puedeobte-
Der de oo calfbre exacto por raedio de uoa
eleeclon esoierada y seguo lo reclame ei fa*
wio de la escala. 81 los toboe qoe se bao de
eaplear en la coostrocclun del areónoetro no
aoo eiaotameDte cilfndricos, será preciso cor-
regir el error sobi^ la escaia; pero Meissoer
Bo éa f obre este particolar iodicaciooes espe-
dalea.
I*a aegonda fórmola B: d « P: p, sinre de
prÍDeiplo i la coDStroccioo del areóroetro coo
peso. Sales areómetros no tieoeo escaia tíja: ei
pCM eapecifico de los Ifqaidos, se determtoa
f^ losdir.'reoteg pesos de oo coerpo qne se
80061^ de igual Yoiúmeo. Hicholson ba pro-
pMslo bajo el nombre de kiérémetro un ins-
IruBienlo qoe exige para un Tolúroen igual,
pesos variables;
Coosiste en oo ciiiodro cerrado por arriba
l por abajopor mediade rod^jas de boja de la^
la^eDlaestremidadsuperior eoladireccioodel
flie, se fija ona Taríta de laton moy delgada,
•obre la coal se encoeotra eo oo pooto deter-
BiiBado 00 aoillo de hQja de lata r: todo es-
la e^ eorooado de una copa cbata H; on
doBbre soldado eo la estremidad ioferior sos*
tleoe OB estribo y esle oo cooo Toelto ó on
nalto i cuya estieaidid ioférlor está carga-
da de 00 peso. 81 debe serrir para cncoutraf
*el peso c5pecificode losliquldos, convicnede-
terroiuar su pcfto absoliito y aquel de que está
rec^jrgado para sumergiilo hii&ta el anillo r
dei cuello; y entonces aconlecc que los pe«os
especiflcos de los dos liquido? obran como los
pcsos absolutos d^I inslrumentu, cuando seeu-
merge en uno y otro hasta un ponto marcado.
EI invcnfnr no quería eoplearío úoieaments
para ebte ubjeto, pnes debia servir al mismo
liempo para delerminar el peso espedn^ó de
los coerpos sólídos, y bajo este aspecio le
recomk'nda principalmente Haoy para detcF-
niinar el peso especifico de los roinerales.
Si (lueremos obtener e1 peso absoluto dei
coerpo, 00 ner^itamos bacer mas que bus-
car rl pcs-o afiadido ^o el coal se sumerga
ha¿ta Id marca del cuello, echar e1 mlDeral en
la cópa y quitar en seguida ei pcso suficiente
para que cfl InstrnmiíDto se sumerja dc onevo
basta el punto precedente. Pooiendo entonces
este coerpo en el vasito y somergiéodole en
el agna, drsalojará de ella uo volúmeo igual
al suyo. El peso del último debe pooerse en la
copa para restablecer el punto normal hasta
donde sesumerge clinstmrofnlo; este peso A«
vidido por el peso absoloto da ei peso esped*
fico del cuerpo. Asl, pucs, sl se aiimerge cl
areómctro hasta que se salga dei fiol, afiadiéQ-
dole 400 graoos de peso. y echando uo peda-
10 de espato calcáreo eo la copa, se restable*
cerá el equlllbrio, qullando Í80 granog; si des-
pues se echa el pedazo de eppHlo calcireo en
el cnbilete ó vaüito, nñadiéndole 9S ícraoos pa-
ra hacer suoiergir de niievo el instrumento
hasta qoe se salga otra vea del fieU teodre-
15008^^51=1,7173 pawel peso especitíco del
espaio calcáreo, con relacioo ai água tomada
cofflo UDidad eo latemperatura qaetenia duraa-
te ei esperimeBto. Giiando se coooce el vohl-
meo dei aparato y ei grueso del alambrc se
puede, por un cilculo semeiaote al de Fabren-
heit, determinar la exaelitud que es posible
I obteuer. La mayor p rte de estos areémetras
' estio coostroidos deiimliiasde latoo; perose
adhiere fnoUo^ente i ellad ooa capa grasieota
que impide ia adhesioo dei agoa y ios haoe
mocho meoos deUcados; para que estos ios-
tromcutos seao degrao exactitud, es preciso
bacerlos de plata ó mas bico de crí^tal. Algo-
oas veces «• osa por ecooomia uo medio moy
iocierto para cooocer, por ejempio, el vaU)r ^
ooa agoa salada, recooceotraodo esta agua en
tí punto cn qoe oo huevo de gallioa 00 toqoe
eo el foodo; el resoltado qoe se obtieoe de es-
te modo es muy iocierto. Mas segoro es ei
procedimieoto que se osa eo Lóiidres pata
p^obar las salmueras dcstioadasi los areoqo^:
coosiste eo hacer oadar eo esta sahooera 1;»-
litas de eristal coyo peso sea conocido.
GroBuing determioao el vator del aleobol mx
el agoardiente por la teroperatora del licor.gl
1 iostromenio al qoe da ei oombre de slcoholé-
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n<
AR£0METAO~-AR£0Pa60
m
OKjtro, 86 funda sobrc lod priDdpios conocidos
de la vaponzacion y ebullicion.
Eq Üüf Mr. Gay-Lussac puso término ¿ to-
dts las diflcuitades que cada dia se suscitaban
ptra apreciar exaciumente ios aguardientes
del comorcio; be aqui el principio de qne par-
tió parahacer el alcohómetro que lleva su nom-
bre. La fuerxa de un liquido espirüuoso, es
élnúmerode cenUsimos en f)olúmen de íálcohol
ptftfo gue este liquido contiene en la temperatU'
rad«45° centtgradoi. El instrumento que
Mr. Gay-Lussac designa con el nombre de aí-
cohómelrooeniesimal es, en ciianto ¿la forma,
un areómetro ordiuario; está graduado en la
temperatura de 4 50* ccntigcados. Sn escala es
t¿ dividida en 400 partes ógrados, y cada uno
át eilos rep^esenta un centésimo de aicohol:
Ibm divialOD 0* corresponde al agna pura y la
d vision400alalcohol. Sumergido enunlí-
quido espirituoso ¿ la tcmperatura de 45*^ da ¿
ooDOcer su fuersa inmediatamente. Acompa-
ñan ¿ estos aicohómetros unas tablas muy bien
calcuiadas por Mr. Goliardeau; y las cualesma-
Diflostan el verdadero grado en todas las tem^
peraturas y la relacion de los grados corres-
pondientesdo la escala de Gartier y dela de
Beaumé. Yéase aloohohbtrq.
AREOPAGO. [Historia.) El Areópágo era en-
tre todos los tribnnalcs de Atenas el mas an-
tiguo y el mas honorifico. Las sesiones se Yeri-
flcabau en un re<¿into abierto por lodas partes,
tan solo abrigado por un techp rústico, y si-
tuado sobre una altnra ^ cierta distancia de la
^odadela. Del nombre de esta altura areiospa^
tíos. consagrada al dios Marte, se formó el de
Areópago. seaporqueéste iribunal decidia so-
bre las acusaciones de asesinato, sea porque,
segnn la tradicion, M^rte fn^ el primer acusa-
do que compareció delante de este tribunal;
sea en fin, porqne las «masooas, hl]as de Mar-
te» cuando llegaron ¿ sltiar ¿ Atenas , habian
estublecido su cafkipo en aquel parage ofre-
cieiido un sacrificio al dios de los combates.
La feoha del estabiecimiento del Areópago
es incierta: encuéntranse indicios de su exis-
tencia en el sigio de Gecrops, al cual prqba-
blemcnte débe ser alrlbuida su fundacion. Ai-
gtmos autores se ballan do obstaote, acordes
e;n conceder este bonor ¿ Solon, sl bien e8t¿
averiguado que esta instilucion es anteriorá
la época en que floreció este le^isiador; aun-
que lambicn es cierto que por raaones desoo-
nbcidas, aomentó Soion notabiemante el cré-
dito y el poder de este tribunal, oonüriéndole
sobro el gobierno de ia república nna auto-
ridad que liasla enlonces nu liabia poseido.
I^órase tambien el número de los miem-
bros x\ne componiau esta ilustre asambiea:
ooteren algnnos que hayau sido nuoYe, otros
ékoen treinta y uno, y no falta quien pretenda
•nmentar este námero hasta cincnenta y nno,
aiDoeDtarios arcontes. Nofalla qulen afirmo
que esie número era ilimitado, ó qne solo los
. tesmótetaa eran adinitidos; de todo lo cual ae
puede coleglr que debíó de Tariar su constitn*
cion conforme ¿ las diferentes épocas.'
Los arcontes componlan parte del Areópago
despiies de espirar sus fbndoDes; pero solo
despnes de hat^er dado coenta de sn admioii*
tracion. Los ciudadanos recomendables por
eminentes virtndes y nnaiX)ndocta Irreiu'en-
sible, eran ignalmente llamados ¿ esle honor.
El candidato qne, mediante alguna diestra in-
tríga, ó por la inflnencia de.su fortona babia
podído Eorprender la severíüad de los censo-
res, una vei admitidu era obligado ¿ arreglar
su conducta por la de sus colegas, y si oo era
Tirtuoso se veia en la necesidad de pi»reoerlo.
La mas miuima sospecba de intemperanda era
nnobst¿culo8uficiente parala c^on de nn
arconte ep el Areópago. Esta dignidad era con-
ferída vítaliciamentei lo cual, sin end>argo, no
impedia ¿ la asamblea de poder espulsar de sn
seno aqueilos miembros que oomprometiaD
con algun esceso esta honorabie magialratora;
les estaba prohíbido cl reir, como nn iBdieio
imperdonable de ligeresa; ni aon les era dabie
el componer comedias, si bien en los úlHmoo
tiempos de ia república se relijó la rigoro-
sa observancia de estos regiamentoa, has«
ta el punto de haberse sentado eo tao aogosto
tríbuoai varlos bombres deooa condocta re-
preosible.
La alta eoDsideraclon qne durante mochos
slglos disfrutaroD ios miembros del Areópago
era Justiflcada por so oonduota en todos tlem«
pos. Sos decisioneA tenia tal car¿eter de Jos»
ticia é imparcialidid qne ninguna de las parles
tuvo jam¿s motivo de qu€;|a. Ei inocente qoe
erailamado¿comparecerdelanle de eiiosae
acercaba tranquilo ¿ y sin temor; y el colpable«
despoes de su ooodeoa, se retlraba sio mor»
murar siquiera. Este tribunaltenia tan arralga-
da su reputaciOD deintegrídad en los demai
eitados de la Grecia, que de todas partes aco-
dian para redamar sojoido eo toda aoerte de
caosas.
El Areópago ejercla la mas severa iDspee-
cion sobre )a conducta <de cada uno de aos
miembros, y frecuentemeote los castigaba por
las liiltas mas lijeras; uno de ellos, por 4001-
plo, fue castigado por haber ahog^o ¿ on
pi^aríiio qne se habia refuglado eo so seDO*
Se creyóque on hombre cuyo coraaoD era
Inaocesible ¿ la piedad no se podia eligir sin
peiigro para deddir sobre Ja vida de sos se-
mejautes: labumanidadpresidia susjoicios ao
menos que la severa rason.
Este tríbqpai fué el prímero qoe en Atenas
^iercló dereclio de aplícar la pcna de muerte, y
Solon al reorganizarlo le'asignóeloonodmieDto
de loscrímenes y los deUtos de toda especte.
Ei asesinato, el envenenamiento, el robo, el
incendio, elestopro, los «taques dirígidos¿la
religlOD ó la forma existente de goblerno,..eraa
objelo de su vigilancia. Gasligaba demuerte ¿
los Incendiarios, traidores y prófugos: el bo*
I midda iocorría en el mtsoio castígo; pero ae*
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<7S
AA£Ot>A(;i()
<n
gnn otros, fales causas eran ('emitldas al tri-
buoal del Paladio.
Si hemos de dar fé á ciertos autores era
lldto apelar al poeblo contra las decisíones
del Árebpago; pero esta opiaion cstá contro-
vertida: parece, sin embargo, fuera de duds
qoe los mlembros de este tribunal eran res-
poBsables an(e ios bgiostai, siempre qtie en
la aplicaeiOD de las penas escedian los limites
de la moderaciOD. Mas adelante, por el cou-
tnrio, tnYieroa la facullad de hacer nulo el
Joicio de las asambleas, cuando el acnsado,
absoello porei pueblo, les parecia culpable. En
algtmas oeasiones importantes en que el pue-
Md, cediendo á ia elocuencia de pérfldos ora-
dores, se halUba dispnesto á adoptar medidus
eoolrarlas i la dignidad del estado, se \\6 al
Areépago presenlarse en cuerpo i la asamblea,
hácer Qso de sus ioces y dc su noloria pro-
deQcta y coQducirle i la rason.
II ireó|MBgo tenia la inspecoion y la cos-
todja delas leyes, bien asi oomo el manejo dc
los esodales públieos; todos los jóTenes ciii-
dada&os se lialiabaa sometidosi su vigüancia;
ooaibraba imores i los huérfanos, recibiendo
Mdauoo la educacion conveniente i su ran-
go; concedia recoropensas i la virtud, reprl
DíeQdo la impiedad y la iamoralidad;'al efec-
(0 los areopagitas sc hacian acompañar de los
pmmctmamio, ffecticntalmn las asambieH:;,
k» bodas y loa SHcriíÍcios soleinnes, p:ita
nanieoer a( ptieblo eu ios iimíles de la de-
cencia y U moderacion; castigaban la odo-
lUad, la ragancia y el hi^rto: entendiyn
igoaimeiite en ias cootestaciones religibsas.
la blasfefloia cootra los dioses, la fálla de rcs-
pelo á los misleríos, la erecciou de templos ó
de altares, y la iotroduccion de algunas cere*
Booias noevas enel culto divino. Rara vcx iu-
terveniao ea los oegoeios públieos, y tan solo
lomaban parte canncio el peJigro cra inroinen -
le,y para poncrpronto reroedío se hacianne-
oesirias sos euerdas decisiooes; ionexibles y
severos en el castigo de los crimenes, procu-
raban por todos los medios dismiuuirelnúme
ro de l»s falius por la ^eforma de las cos-
tombres y liacisn siempre que la aplicacion
de las penas fuese precedida de avlsos beué-
flcos ú oportunas amenazas.
Tan bucna instituciou no podia ser muy
dondera: celoso Pericles de un poder que tan-
U Fomfoni hacia al suyo, qada omltió para
dsstmirla, y desgrHCiadamcnte sus esfuerzos
Boqoedaroosin fnilo: desdeentoQcescl Areó-
Mo 00 foé otra cosa que no tribnnal encar-
godo de enteader en )as caúsas de asesiuaio,
eavoieoaffiieato, inccndio y olros delitoi que
sctneaban la pena de muerte.
Sossesioaes ea qo principío sc veiiflca-
wt en los dias tl, 28 y i9 de cada mcs, pcro
<8^ se bicieron diárias. Kn circunslancias
t^Qtes, el Are6pago se reunia en el P6rtico
'«'al, y como todos Tos dcmas trlbunales, solo
qn^aba ¿eparado de 1a mncUedomlve df loi^
éspectadores medlante uns cuerda que servia
debarrera.
Era costumbre celebtar las sesiones al ^aire
llbre> en parte para no reunir btio el mismo
techo al acusador y al acusado, y para presér-
var en segoida i los Juecés, cnya persona era
sagrada, detodo eontacto con un hombre pro-
fano y vicioso. La6 eansas »e resolvian de no«
che y en medio de la oscuridad, tanto para pre*
venlr el Influjo que hobiera podido ejercf r la
presencia de los acusados, cuanto para ocultar
el número ó el coatlneole de los Juecei.
Las cansas de asesinato se presentaban
al Areópago por ei areonte rey, qne deponien -
do la corona de m|rto, señal distiniiva de su
dignidad, tomaba asiento entre los Jueces y
' aplicaba con ellos las penas prescritas por las
' leyes, que se ballaban grabadas eu las colum-
j nas que circuian aquel reclnto.
j He aqui el procedimiento nsado por esle
j (ribuoal: rcnniase el Areópago en masa y hacia
I rciirar al pueblo. Si la multilud de ios ne^o-
I cios no permitia dar cuenta da ellos anle todo
; el tribnnal. dividiase este en diferentes sec-
ciones encargadas de décidir sobre clerto nú*
mero de causas. Se prooedia por eorteo á la
formacion de estas secciones y i ladistríbu-
cion de las causas, i fln de poner mejor ioa
Jueces ai abrigo de la corrupcion, y de privar-
les los medios de resolver anticipadamente el
asimlo quc ies iba i ser sometido. I^os Jueces
entonces se colocaban en asieutos de piedra,
cmpuñan'io comoeignodesudignidad unbas-
tou en forma de cetro.
Las partes estendian ia mano sobre los ór«
ganos sexuale.^ de un momeco, un toro ó un
machode cat>rio, proceüiendo por su órden una
InvocacioD i las Furias: solo los paríentes cfan^
admilldos i pedir venganxa contra el asesino;
el querellante debia Jurar que era paríente dei
muerto, y^qiie se haliaba convcncido de ser el
prísionero autor del crimen. El acusado protes*
tHba de su inocencla por mediode un Jurameoio
semejante, y ambos ofrecian su persona y bie-
nes i ia saña implacable de ias Furias, si lo
que habtan aflrmado no era fleimeute ia ver^
dad. Las implacabies divinidades, qpe eran ve-
neradas cn un templo inmcdlato, parecian
rccoger por si mismas tales imprecaeionci*,
y preparsr anticipadamente el supiiclo del
pcrjuro.
Las parles se acomodaban eu seguida eo dos
asientos dc plata: el del acusador era iiamado
de ia Injuria, y el del acusado de la Impudicia,
ó como algunos pretenden de la Inoceneia.
Estas dos diosas tenian altares y templos cer-
ca det Arcópago. £1 acusador dirigia al acusa-
do.trcs preguntas, i ca«ia uoa de ias cualcs
debia dar este últlmo una respuesla prt cisa.
La primera era la siguiente: iHas matadol Ih
respuesla debia ser: H&mataéo ónohé ma'a-
do. La scijonda: iPequémanerahasmatado'í
Y la tcrcera: iQuién te aconsejó quemal'tf^rM'i
En la primí^m época 'i("l ArrOpíiffO !»• PQ^-
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lí»
AftEOPAGO-.A&GELlA
m
u < Fe qoereHabaQ pergonalincDtc: dos Tcces
era coocedida ia palabra al acuisado para de
fendense, j podia aun despoes de la priinera
ftUFÍtaerse al castigo por medlo dc la fuga ó un
deftlierro Yolaotario cuando temia el resnltado
del proceso. Los bteijes de los qiie se apro-
vecbabuu de esta gracta de la ley eran confis-
cados y veBdldos por el ministerío de lotf
poktai. Pero eii lo sucesivo las partes (ue-
100 autorisadaé & eiegir uü jurisconsQho ó
oonsoltor: estosfuncioniriosdependieotes de)
Areópago eran en námero de dlei: les estaba
prohíbido ei bacer oso deefcos exordios, pero-
racioocs y digresiones tan familtares á losde-
mas oradores; debian desterrar de su esfilo toda
pompa iñúlií, 7 rentincUr k esos movimientos
apasionados dc elocoencia ápropósito para bc*
rir TivBraente la imagioaciOD y á estraviar íá»
cilmeute los cBpiritus aceesibles á la piedad.
Suflcíenlemc nte discotido el asnoto, prepa*
rébonse los jiiecrs á dar la sentencia, obser
Tando nn órdni y un silencio tan profundo
qoe sc hizo proréibial, y asi se decia: mo«
iUeticU $n y maft grave que \in wien^o del
Areópago.
Dos urnas de bronce lia lábanse colocadas
á 1a iomediacion del tríbunat: la nna liaoiaiJa
emproiten (In de delantc), ócuros, porqoe los
votos que cooteoia dcbino hacerválidHÍaacu-
sacion, ó bieii tanñton, porque de ella debia
salir la tentendaómuerte del acusado; )a otra
que encerraba los votos de absolucion era lla-
mada usteros ú <>p%$o (la de delr¿?) . ó acuroe y
rieon, urnade ta compasiou. Si iasbolas^T^por
mejor decir, las piedrecillasde queseliacia uso
para esiprfis^r tos sufragios ential)&n en nómo^
ro igwtl iii cada urna, un magistrado inferior
era liamado para deposltar una en la uma de
abioltrcion; esie sufragio se llamaba de Miner
va, en memoría de unsufi-agio semejante dado
por esta diosa que se hallaba presenle al juicio
de Orestcs delante del Areópago. Este secreto
modo devotarfué abandonado mastardc, ylos
votos se daban púbrtcaniente, depositando las
-golias sobre dosmesas, la unadeabsolocion y
la otra de condena. Eu cuanto se proouoci&ba
ia sentencia cl apusado era puesto en libertud
ó coiiducido al suplicio.
El Areópago era Ihimado ademas á pronuo-
ciar en otrascausas, pero eutonces e) juicio era
susccptibie de apelacioo ante los tribunaies á
que correspoodia el conociniiento de cstos di-
ferentcs nf gocios.
Nose podia otorgar coronas por susscrvi-
ciosá los míembros dcl Areópago, puestoque
no lcs era permílido llevarías; pero el reco
nocirtjfentu público les concedia un gaje tla-
madó rreaSf y adem^* tenlan dcreclío á tre?
<ybolos porcada asunto en que habian dado su
snfragio.
Aiinqoe por manejo de Perícles luibíese per-
dido este tritMinat la mayor parte de su impor
tanda, ó mas bien dc su poder» 00 por eso dis
min^iyóla c<ínsiderBf»ion deque (rosabo, y aur»
cootliiuó Justiflcándola durmite muclro tlempo
por )a noble conducta de sus raiCTibros y la
imparcialidad de sus decisiones.
AEETDSA. {AníigUedadet,) Foente de Sid-
lia, en la pequeña peoiosuia de Ortigia, don«
de se hallaba sitoado e) palacio de los reyes
de Siracnsa, á corta distancia de la eludad.
Segun )a milotogia griega, referída por
Ovidio, Aretosa, hija de Nereo y de Doris, era
uoa de )as nioftis de Diana. Bañibase cierto
dia en una fuente de )a Elida, cuando foé des-
cobiería por uo cacador llaroado Alfeo, que at
punto se sintió inflamado de un violento amor.
Asostada la olnfa emprendió la fbga;^ pene*
goiala el caiador, y ya se baHaba á ponto éé
alcansaria, cuaodo Aretnsa imploró el soconv
de Diana. AV mmoento se ba)i6 ooñveitida en
foente y Alfeo fÉé metanorfoseado en rio. Da-
Jo csta noeva forma volvió Alfeo i persegoir M
Aretusa y esta prosiguió so fbga: en coantif
Degó á orilhis det mar se taundló bnscando nn
camioo por debajo de las olas y foé- á reapa-
recer eo )a isla de Oriigla; pero alcanaóla m
amante eo c) camioo y meicló sns ondas con
e) cHstaiino rauda) de )a fuente qoe aroabs*
De aqui nació )a fibuia tan acreditada eii
otro ticnyM) de que Alfeo, pasando por debaja
<le) mar, iba á meiciar sos agoas á las de
Arctosa. Mocbos escritores dan e) bedho cona
positivo, anadieodo qoe se eocnentran en la
foente los objetos arrojados al rio. Plinio en-
tre otros, aflrma eon gravedad, qneen iaépoca
de )a celebracion de )os Joe gos o)impioos, la
Aretnsa esf arcia un olor de astiércol pme-
dente de que )os escreroentos de )os aoittalga
üestinados i tas carreras ó i los sacriOctos m
arrojaban en e) Alfeo.
ARGAMASA. {Arquiteetura.) (Yéase MO*-
TBROS.)
ARGBLIA. (Geografia.) I. lÁmitei, La Af«-
gella ó antigoa regencia de Argel conflna al
N. con e) Mediterrideo, a) 0. eon el iroperio ée
Marruecos, a) E. con e)reinodeTQnes, a) S.ceti
e) de Sahara. De 6^30' de longitod E. i 4* de
iongitud 0. en aoa estension dei40)egQasco-
munes de 25 a) grado. SusJímitessontan dei-
conocidos en e) dia coroo lo eran bajo ei go-
biemo de los turcos; piérdenseen terrenosin-
determinados babitados por tribus casi inde-
pendientes; por )a partede Marroecos las roon*
tañas de Trava y mas al S. el desierio de Au«
gad forman una especie de timite naturat, pe*
ro muy ioexacto. Aiguoos rooros colocan k>
misrao ahora como eo )oa tiempoa de Sbair,
ios iimites de )a Arge)ia y de Marmecos ea ú
cabo Hone; pcro aun en el roisroo litoral soft
rooy iocteriOB Por e) )ador de Tones, i pefar
(le la aniigüedad de los establecimientos fraa*
ceses, tampoco se sabe nada OJaoieote y todos
I08 geógrafos y.vlageros, el abate Poiret, Dés-»
fontaines, Marniol, Pedro Dan^Dappcr, PeyjW*
ncl, Shaw, Shaler, opinan de distiota maoera
. sobfe este punto. Ei capitan Derard, i qiaco se
I debo una curío«« deícrípcioo de lai co«ta5 4o
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«1
AllCCLU
m
lo Argelia. ntarea é&l6 ilmlté éli el cuna) úe\ la-
go dtí ToriegDe, ¿ legua y mediu al E. de la
Galle. Los mapas dirigidos ul depósilo de I4
Goerra, le bao fíjado sacesivauicute en el arro*
jo de SaD MarüD , cerca de la Galle y od et
Ouedrel 2aioft, 42 ieguaa mu ai I. f los álti*
loos prakMigao eate Hinite sigoiMdo ÚDa 11
DM qo% pasa por el Kef, Tibessak y Tuggiirt:
por úHimo, Mr. ^ode, qoe tnooa doU ioslrac-
tifa al flool del tooia príiDero de so obra sobre
la Argctia (4) lia ruproducido y reasonúdo to*
das estaa ofMaiooca, crae qoe debe IJarse su
ténaiBo «o ei oabo Roiioá tros legoasde laOa-
Ue y de la iala Tabarea y en el moote Koomir,
1070 eate ea ooa proloogacioo y su iaacoeai-
Ua arista di? ide el terrltorio ao coestioo.
Por Buiobo tleoipo ba sido Imposibie datar-
itíaar k latítoi de la irgelia de N. ¿ S. porque
oiatooa situacioo ia babia dateriaioado sobra
ú ttoúta saptaRiriooal de Sabara , pero desda
la adnioialraoioo del naríaaal BuaeaHd los 00-
aaclmitatoa geográÜGOs a» bao esteodido ¿
easi teda la Argelia y se hao lltgado ¿ dtsig^
aar eo Mehos pootus las Uorites de Sahara.
In la provtocia cl« Omo se ban btcbo espedi-
dooeslUuda el S. emptaADdo por Tiemoen,
Masttra, Tagademt, sebapasaído feUsoieDte
BMsaMá dt las froottrM de Marfotooa f f&'
atlraáo al i. da Tieiaettt, 60 tl deslerto ; se
ba aatvado la impontate masa del Oaanstrís,
daiD la ▼oalta^ ta qoa divide ¿MtdeahdeTba^
u f MonDlnaéo varíai titaacioQas del attt
Gbélif; em la prtTincia dt GoottaoUaa, ae ba
aoM|iaito É Msilah, vigltado las ptodieotet nerí»
dltoalta de los moolta dt Onanotugab, onieo^
da aatfaaétnte ¿ Ttffecb y Ttbepaeh cao Onel-
ma Y CoDstaotioa, y J^ áltimo, stha tfiplora*
ét vietoríesameote el M dt Bisicra. For esu
parta» alS.de GoDstaDtioa . aa eaeoeatra la
amyor aoebora. da la Argelia.
11. CmuUhmUm géoUgica. (t) Todas les
nootaáas qoe aaparao ti Sahara del Mediterr¿'
oto, forraan U aasa del Átlas, y la divisíon i)e
eatt tn Atlas graode y peqotfto, es aaa flccion
de los gtégfafoa Bnoderbos qoe pareee baber
sidt dcttchada despoes, oomotodatia lo repHe
Mr. Peonitl eo sva 6ltlmos iDforoiesdirígidoii al
BMBiilre ée la Ooerra fraocéa (3). Forqoe eo
nioguDa cordHlera asléo las moutañas tao bien
■aitadaa, qot potda decirso doade et»piesii )a
■aa y doode aeotluyt la otra. Mr. FonrDet hace
sebir eaa disttoolOD ¿ los tltokpot de Tolomeo (4)
y adfltrtt too 9uas% (^ortoaidad qiit esteno ht
ipllQidMi tiee ¿ ta parto del Ádaa qúe llega at
cea raBDB, p«aa> Mr. Bifivler, oo atrí-
(tlSlbarun Baude: ta Argelia, 1 tom. en 8.* Pa-
<« YflMaaaltn fftfmf inflfrrtff rfrrrr* 'Tr^'f
a.aÍQ,«l «stMeto de an« ■jwaaria pPMeatada á U
leatfcala ée Ciencias, nor Mr. Elias de Beaumonl
Mitre la geolo^ de la Argelia.
(3) Véase el efttraelo de este iaforme, ioserto en
la rtlaoioii <ae m ht^o do la sesioa de h Academia
doOiWites dol a» do «aero «e 4ai6.
(4) Téaae «MfnMa. e. «.«
448 BfBLIOTKCA mUUll.
buycsolo á tói aritlguoít sino á los niüdernos,
los orroresqae denuncia (t).
Los geógrafbs uiodernos no cntíendtMt por
Atlas pequeuo, sino esa cordiilera litoral poco
elerada pero cscarpada, que ofrece tantas cor-
laduras, y qoe se estieode desde el estredio de
Qibraltar ¿ lo largo de las costas de Berberia,
atravesaodo el imperío de Marruecos y la Ai-ge-
Ua basta llegar á Tuoes. YoeWeD ¿ eolazar ea»
ta eerdíllera al 0, coo el elevado Atlas de Mar-
roecos y de Fes y la señalao marcadamente,
sigoiendo al E. paralela ¿ la costa básta la pro-
TÍDCia de Titterí, al S. E. de Argcl, y formando
deapues ona corva al S. B. paríieiido de la ca-
dtna de Jor|ara, desigodDdose esta cúrva in-
medtata ¿ los mootes de Ouaouoagah , á tos
ooales se sucedeo ios mtfotes Mosteouab y Au-
rés. «91 se sostlene esta division de Atlus e&
graode y pequeño dice Mr. Fouroel, el prime-
ro daberia estar ya determioado por la conti'
ooacioo de laa crestas que fórman la lineu de
dltisioii de las aguas entre el Mediterr¿oeo y
el Qran Desierto.» Pero, seguo ei mismo es-
ciritor la cadeoa de Aurés, pertenecería en cse
caso por mas de uu lírulo al Allas grande. La
del peqaefío se compone de varias hileras de
ooHoas que se elevao ba)o muy distiotas for-
mat hdcia el imeríor, de ooa mediana altura»
pobladas easii tedas de ¿rbolcs frutales y de
bosques , eorttdos en algunos puntos por cs-
cttrpadas rocas y liet&das crestas. Ei intervalo
qut separa ambas cordilleras casl paralelas
liaaiadas Atlas grande y pequeño , es un pals
somameote OKMituoso , entrecortado de nume*
rosoB valles , de ríos y de praderas : algunos
geógrafds, Rttter por ejemplo, que ha descríto
exaotamente el aspecto orogr¿flco de la Arge-
lia, llama ¿ esta meseta el Atlas tnediano, y
advieríe, qoe con una pequefía variacion h¿-
da la parte del Sor, por lá parte de Constan-
lioa, se eleva cada vea mas y mas eo esteo-
808 terraplenes por la parte de Oeste, dirígién*
dose h¿cia el alto Atlas. Desfontaines graUúa
eo t,4dO meiroi de altura absolota las prio-
cipales elevaclones del Atles mediano, al Sur
de Argel y de Oran; eo oioguna de ellas per-
manece ht oieve todo el afio.
Hasta el dia podia coosiderarse la enorme
masa de Jnrjura, eomo el punto mas alto del
Atlas, ¿ lo menos en el Africa francesa ; pero
segun Mr. Tournel , los montes Aurés deben
ser todavia mucho mas elevados: Ritter ^esig-
na como el car¿cter pnrticular de este moo-
ttuoso pais, sus paredes casi rcctas , formadas
por las misDias rocas y las cartaduras casi
verticales qAe descleoden en picos hasta lo
mas prefaodo de los valles, dejando ver por
ambos lados deesos angostos pasadiios, de
esos beban, como llaman los ¿rabesi csas ve-
tas horizontales que forroan U^ rocas adbe-
ridas.
(I) S0tuei(m de la euettiom ifi Id Argelia, en 8.0
Parls,4S3l.
T. lU. 42
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479
ARGEUA
480
Se ha obserTado que hay ea Berberia ▼aríaa I
clases de terreno; e\ terreno de transiclon, el
terrcno secuodario, el terreno terciario, el ter-
renodiluTiano, lai composiciones volcánicaa
y las diferenies formacionea de ia época ac-
tual. Una esquita trasparente, quo se presenta
en bojaa muy ioclinadas húcia cl horiionte
mirando á la parte del Sur, bastante reiucien-
les y que pasan con frecoencia á formar ona
micascbita ó roca fósil bien caracterizada, com-
poneo la masa priQCipal de ese terreno que
bemos llamadodetrausicion: en una parte de
«quella cscarpada ríbera, la esquita talcosa ae,
carga poco ¿ poco de f^ldespado» el talco pasa
á la mica y la roca viene 4 convertirse eu un
gneiti (4). La potencia del grupo esquitosop^
.«a de 500 varas, la estratiflcacton es muy irre-
$u!ar; las montafias que forma presentan cum-
brcs redondas y laderas muy pendientes, y es-
táñ scparadas unas de otras por valles profun-
dos, eu los cualea corr^u pequéños arroyos
que 80 ¿ecau en el verano, á pesar de qite
los alimeutan infloltos maiiantiales. La estra-
tiüCMCion del gneiss es tambien muy irregiilaK,
no presenta ningnn resto orgánico y laa mon-
taña^ que forma sou meuos elevadas que las
de liis eítquitas; no bay tantos manantiales en
esta parte, y la vegctacion es tambien muy po-
co activa. La musa de montañas del Atlas pe -
queño, particularmeiUe al S. de la llanura de
Mitidja , se compone de margas (i) esquito-
ítas eoteramentc §eme)antes á las de uueslro
íias (3) de Earopa, dUemando con capas caliso*
inar;ro8as. Los restos orgánicos son muy escd-
aos cii cstas rocas, no bay en eilas una impre*
sion vt'gütai cnlre lasliojas de la esquita; lus
espccies lulnerales son asimismo pooo abun -
dantes rn la formacion cali20 margosas del
Atlas, sin enibargo, á una legiia al Surdc lu
garguntade T«!uiali, bay mlnerales de cobre en
abuiiJüncia. Ehtas montanas son aitas, poro
po<*o escarpadas ; las dos vertientes de estas
cordíllerasprescntan vallea profundos y angos»
lus y t;urcos producidos por las aguas que bau
ido trayendo la marga.
Kl terreno tercíario siibatlántico no S3 ma-
niflesta siuo en algunas regiones liácia el Nor -
te, pcro toda la masa del Atlas inediano sc
coiopoiie de este terreno terciario ex;ictamente
igual alque se encuentra en Italía ¿ los dos
lados del Apenino; forina dos cuerpos; el pri-
nicro cumpuesto de marga azul cubierta por
una capa de picaaa arenisca, calcárca, uiternaii«
dii con arenus aroarillas ó encarnadas. La po
tenciadel priiper cuerpo escede á veces de
250 varas y la dei segundo, que no contiene
otros miociales sino algunas veias poco con-
(Ij Koca prÍmiUva compiKFSU dc cuarzo feldespa-
1« y de uira, á qae los franceies lUman gnein.
(31} Marme ea francét Ücrra bUinquiica y gredota,
quo tlrvi} |»ar« bí*neilciiir las Uerra« labrantlas.
(3) JLiai, palabra de origen Iniclés, que se ha ado'i*
ladii pa ra deiii«nar un slstema 4e rocas calcéreas, ar-
ciUoiias y cuanosas, que i« prettfntau frecuenlemeu-
Itf (fi U corteia 6 superficie del glvbo.
slderablea de hierro bidratado, iaria de 95 á.
60 varas. Estc terreno se descubre perfecta-
mente por el lado de Oran, forma la gran ila-
nura que se estiende al Este de esia eiudad; se
eslieude ¿obre los mon^es Rammra, á onas 580
varas sobre ei nivel del niar, y' forma la peqne-
ña cordillera inmediata al camino dé Tlemcem.
Ei segundo coerpo es en esta region algun lan-
to dlferente de la de Argel, se coropooede ca*
pas dc marga y calcéreas, alternando en una
densidad de 40 á 50 varas. Las calcs blanque-
cinas y arciltosas , amarillentas y toscas, oco-
pan la partc inferior ; despues se encueotran
íechos ¿ asientos calcáreos , mezcladoa con
margas amarillas , unas veccs esquilosas, casi
siempre areniscas, entre las que se ballan ban-
coá'de ostras y muclios mariscos; la parte so*
perior de este segundo cuerpo esU formada
por una superflcie calcárea. Jste terreno pare«
ce poco ¿ propósito para la vcgetaeion hicU la
parle de Argel, y por cl contrario, b¿cia la de
Oran son muy fértiies las llanuras ; pero es
nqtable que ei terreno terciario de las colinu
situadas ¿ orilla& del mar, favorece mucho mu
¿ la vegetacion que el dcl interior. flasta ahora
son muy pocas las rocas volcánica« quc se ban
descobierto en Argelia. El abaie Poiret ha eo-
contrado señalea positivas de antiguos volca-
nes eu las inmediaciones de la Galle. Desde
Oran liasta el fuerte de Mers-el-Kebir se vea
entre las esquitás rocas de un gris asulado, que
deben liabcr sido arrojadas alli por algun vol-
can; Desfontaines es el primero que las ba des-
crito» y Hr. Roret las ha estudiado detenida*
meute bace diea 6 dooe años. Fareccii compac-
tas, pero se advierte en etlas una inflnidad de
pequeñas iAminas brillaiitef ; algtinoi pedasos
de estas rocas asuladas esún unidas á uiit
roasa amarillenta compaota: estas rocas asulfto
das y amaiilias son dolomias (4)» que contle-
nen uoa parte de carb^natodo magiieaia.
El terreno diluviauo se catieiidc por to«
da la llunura Mitidja, todo él está formado por
aluviones y compuesto de capas horizootalea
de iiua marga arcillosa gris y de gnijarios re-
dondos, entre los que no se cncuentran nunca
pedazüs grandes. El eapesorNic cslas capas de
niarg4 varia segun loa parages; en unos domi-
na la mart^H y en olros los guijairos.
iiablaiido Saliw de las cercanlas de Tug-
gurt habia becbo la dcscripcion de Los po-
zos arlesianos abiertos por los naturales , á
100 y á veces 200 brasa^ de profundidad. que
sitmiuislraban un caudalde agua considerabte.
Mr. Arago loha dicho tambien en una memoria
c^pecialsobre los (lozos artesinnos, y Mr. Aour-*
nel en ta snya, que bemos c\tado varias vece.^,
insiste muy partlcularroente eu 1a posibiUdad
de estabtccer una línea de estos posos atr«ive-
sando el dcsierto desde Blskra y Toggurt. Ca
(4 ) Dolomía, fspeeie de mármol primitívo de c«lor
blanco y de granos muy flnos que se liaed íoaforts-v
rcnle rosando f oiitra un cuerpo fosfdrico.
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484
ARGEUA
483
iDdadáble. eo sa concepto, qoe Tisia la íq-
flexion de. las capas urciltosaá, se preseotaD
oomo verdaderoa depósitos artesianos, por nna
parte el espacio comprendido entre Conslaoti-
Di y las montañas que domioan al Norte i
Merd^ft-el-GoDzi, y por otra la llauura de
£l-kantara. La incUuacioD defiuitiva de aquelias
ca(MS del terreno bácia el Sur, dice, la compa-
ddad calcárea que forman los bancos superio-
res, la porosidad de la marga intercalada en es-
tQS bancos, todo inducc i c^er qiie liacieado
escavaciones eo el deslerto , se enconlraria
igoa eo el ponto que se deseaso, porqne es ín-
dadable qoepor debajo de él hay uDa corrien
teqoe tiene su origenenel Atlas y quc debe
scguir la direccion de Norte á Sur.
ni. Hidrográfia, La hidrografía de la Ar-
gella es aan mdy poco conocida; el curso de
los aguas eu loa mapas, se halla internimpido
coQ frecuencia por esieosas lagunas. La parte
inferior, que es la única navegable, es la que
se ha podido estudiar en esta parte coo mas
aproTechamieolo y exactitud. Gran número de
rios d^deDdeo del Atlas pequeño, y despues
de habcr corrido por el foudo de un valle pri-
mordUI dc esta cordillera, atraviesan lallanu-
ra deS. áN.; despues. ol llegar al pie de las
colloas que se elevan colrc el pequcñoAtlas y
la costa forman un recodo mas ó menos gran-
de, y se desUzan por entrc una cortadura para
vdver i eotrar en el mar.
Las priDCipales corrientes de las aguas, son
del E. al 0. la Mafragg (el Muthut de Salus-
tlo, següD Mr. Dureau deJa Mklle), quc tiene
su embocadura 5 leguas al E. de Bona, (4) y
atraviesa la llaoura casi paralelaqnente con la
Scylnmse, cstan caudalosa como esta» tan pro-
fonda, y su parte navegable parece quese en-
cuentra mas intcrnada en el continente.
La Scybouse [Rubrioaíus, Pou6pixaxo< de
Tolomeu), eo sq parte supcrior conre desde el
Rord-este al Sud-estC: su ribera ixquierda se
ve rodeada y como ceúida por las últinias emi-
ncqcias de los montes Aouara y Taiaa. A su
derecba se cDcucjitra la cstensa llamira de
Guelma. La contiuuada série de moiitañas que
forma el limite de esta» va dcscribieiido uu
arco basta unirse otra vez bru carneiiie con el
Díebel Talaa, no dejandu sino una estrecba y
profunda cortaduru para el paso del rio: alli
se incliHa este repentinamentc al ángulo dere-
cbo. y corricodo de Sur á Norte, se dirige ¿
Booa, á cuyas puertas desagua en el mar. El
depósito de los aluvioocs de este rio impelido
por los viCDtos de E., baformadouna esplanar-
da en el espacio comprendido entre la aotigua
mpooa y la ciudad moderna, espacio que eo
época mas remota formaba una ensenada del
p>llbde Booa; muchos pnntosde esta llanura,
d'ice Mr. Baude, apcoas estáQ al Divel del mar;
él TicDto ha formado «n la oriUa una barrera
(I) Mr. Garuie bá l^do al lastiuito en 48)8, «mmi
mmri^99^lamkoMdwra4$íaMiifra§9^
de arena, y recibieDdo cslas bQndarts á ud
roismo tiempo las aguas dulces de Edogolas de)
vallede Kbarezas. y las oleadas del mar, qvífi
00 los temporales salvan la barrers, formtD
una mescla, qiie no encoDtraado oorrtenttt, se
cvapora éa miasmas perniciosos, bajo la Id-
fluencia de ud soI abrasador. EsU cs la caosa
de que lascercaaias de Booa, tao saludables ea
otros tiempos, hayau llegado á ser tan Docivas
y pestílentes.
El BQUJimahf pequeóo rio cuya corriente
es may lenta^ va tambleD i verter sus aguas
en la llannra, y entra en el mar á roedia miila
de Bona.
El Oued-elKehir ó Atiwme/ (antiguameote
Ampiaga 6 Fluviui Cirtensii), que baña á
Gonstantína, deserobooa cerca del cabo Boiiga-
roDi, por un valle prohindo sitnado ea frente
de uoa estensa playa que formala costa en es*
te punto, y sc incoriiora eu el mar por la par-*
te del Oriente de ia roisma, despues de haber
corrido cn dire^ion paralela i ella. Algunos
geógrafos dan el Douibre Oued el Kebir, á uq
rio cuy&embocadura se encoentra uias al Nor-
destc enlababfaMersel-Zeituro (puerto dc Iss
OlivRS), y auc Shaw llama Oued-Zoun.
El Bouherakf uno de los rios mas conside-
rables dc la Argelia, tienesu Dacimiento entre
los Zououah; se ilama en .%q origea Nissali, y
separa las provincias de Argel y de Gonstaati<»
na; reclbe frente i BourJ el arroyo Bugdoura;
corre por espaciode 3 legnas a1 Oeste, y
voivleDdo luego al través de las moatañas de
Abdelonairit, en direccioo del N6rte, desembo-
ca eo el mar por medio de ud valle situado al
Eate del rooote Booberak, eotre los oioDtcs de
areoa que las olas le opoDeo coDtiDaamente:
de modo qoe solo cd las graodes Huvias vierte
sus aguas eo el mar, despues de salir de oia-
dre, como lo hace eo los tiempos de s^uia.
Al olro lado del moote Bouberak, deseoi-
bocael I$$er, cuyo curso terroiQa atraTesaodo,
tierras baijas y pobladas de irboles.
Ei Bamise lieoe sa nacimiento en las moD-
taúas de Beri-Yaite á 8 lcguas al Sur; y pasaa*
do por Itts tierras de Megata y de las El-Hotbra,
toma el oombre de Arba'iaaeh'el'Mukdak,
es decir, de los catorceTados. Se ÍDlroaiice ea
la bahia de Argel cerca del cabo Matiíoo, 4 ,000
metros al Oeste de las ruioas Ruitionum; es
poco coufeiderable, do se seca'Jamis, y pueda'
Tadearse por muchos puotos. Eotre el Hamiie,
y el Harrakcb es paatanoso todo el terreno y
sus iDmediaciones sod todas muy mal saoas.
Este últiroo rio sale del pequeño Atlas por an
valle que.se eocuentra predsameDte cd la di-
reccioD del meridianode Argel, corre de S. i
N. atravesaDdo la llanura de la Mitidjah; coan-
4o llega al pie delas coliDas que termÍDaD es- i
ta llanara por la parte del Norte, recibo al
Oued'kerma, que baja del moDle BoD-Zaria, y
describe un semlcirculo corrfendo hicia el
S. E. Ed esie paolo el Uarach forma on reoodo^
1 se dirige hicia el N. E., recibe im segUDdo
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ARGEUA
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Hachuelo que sale dc las oolinas. üespiics ntrn
que Tiene de la llanura, voelve á tomar Ih di-
recciOD del merldiano, y pasaodo poronacor-
tadura de las colinas, ra a precipitarse oasi en
medio de la bahiade Argel. Obistruye en raa-
cbos puntoe sn camino un baDCo üe arena
fünnado por Tas olas que arraslra coofigo to-
dos los afios en la época dc las llnvias.
Kl Maa'el'Zafran, unode losmayoresrios
de la Argeiia, se forma por la reonlon de la
Chiffah y del Oned-Djir 6 Af^oun; reunion
que se vcrifleaun poco al 0. de Roleab; al S. de
la garganta de Teniah hay uoa estrecha len-
gm de tierra Damada Bosque de las Olivñs,
que sirve de arranque á la Ghiffah, que corre
bácia el E., y á los desagUes del Afroun, qne
toitia la direccion del 0., vinlendo á reunirse
al lado opiie.Mo de las Uiontañas en h Mitidja.
Las riberus do la CiulTah son sumamente eleva
das!, sobre todo en lu tiarte dei E., donde por
alguriossilios tiem;u husta 40 metros de aitu-
ra; las del Oued^ por el eonirarfo, no son tan
altas, y están mas 1nroediata:i. Estos do^s rtos,
una veKreunidoscon el nombrcde Mazafran,
oonlinúan su curso hAcia el E. en una madre
do 1a ancbura de M á Í5 metros, á cuyas ori-
llas hay mochos ribazos escarpados; á ona le-
gna de este punto so incorpora al Nazafi'an el
Íouffarik, arroyo de alguna eonslderacion, que
saledei Atlas por la garganta á cuyo frente et-
t¿ Bituada Biidah; desde alll ae dirige rápida-
mente al mar.
Ei rio mas constderable de la Argelia por
el roocho terreno que oorre y la cantidad dc
aguaque ileva/ es ei CheHff, su naeimiento
llamade Sebaoun Aioun (Setenta manantíales)
se encnenira al pie de Ouannaseris. Rl Ghelilf
soperior corre ai Iste por espaeio de 4 3 legoas;
despoes en una eslension de olras 4 § leguas
al Sur hasta las inmedíaciones de la ciudad de
Amura; inelinándose desde este punlo hácia el
Oséano, oorre paralelo á este otras 46 legnas
y reeibe por su derecba el rio Harhin» y íos
arroyos Tagia, y ñou Cena; y de la fsqnierda
el Teddad^ el iér^ou y el Mina. Porúltimo, el
Cbeliff entra eú etl Mediterráneo A una mílla de
distancia al Snr de nn pico quc se ba tomado
machas veces por el cabo Ibi, y que Hr. Berard
propone que se le Ilame Punta de Cheliff ¿ 55
Íeguas al Oeste d^ Argel. El Gheliff no eueoen-
tra obsticulos de arena oomo la mayor parte
da los rios de la Argelia; corre Ilbremente has-
ta el mar; sobro sus dos orillas se elevan gr an-
dés monlafias que dejan eBtre sl anchnrosos
▼alles; á las inmediactones de sa embocadura,
las de la izqoierda Yan aiendo mas bajas pro-
gresWamente, defórma queileganáeonvertir-
se en unas tierras bajas 6 de muy pequefta al-
tora, rodeando asi toda la bahia comprendida
entre el Gheiiff y el cabo Berrat.
GoncIiireiBOB la enameracion de los prin-
dpales ribf fl^Hl^tgelia liaciendo meocion del
Maigkt^m^áo larabien Habra en su parto
soperior, del üto Sototo ea la Inmediaclon
del cabó Begalo, y por últlmo del Tafna, qxte se
cUiendc por una pequeña ensenada ffbnte AU
isla de Are«chgoul ó llar(*.hgouo.
La vertiente del dcslerto es todavia muy
desconocid^ para que en úñ trabajo de taa
breves dimensiones, pensemos hacemn^de^-
cripclon metódicadel nacimiento de tos gfan-
des rios que póf esta parte descienden de las
pendientes del graode Atlaa.
Hay en la Argclla algunos^ lagos rouy eon-
siderables: en los coní!nes de la provincia de
Argel y de la de Gonstantina, háóla la parté
merídlonal de los roismos. seencuentra el 1a-
go Scbottqne seesllende al Üorte cerca de 1f
ó 45 leguas de !a ciudad de Msllah. tste lago^
euya longítud es de uuas 45 ieguas por una
anotiura menor de 6, ocupa asa esténsa lla-
nura que termlna al Sur por la cadena de
fuoiitañas ItamadaSaadah y tnarca con bastan-
te exactitud el puiito en que principla el de-
sierto de Sahara. (Para los árabes, el desierto
príncipia en Msilah; pero estando coltivada la
mayor parte de \t llanura, pare^e mas acérta*
do considerar la cadena de Saadah como el H-
mite septeiitrional). El lago Schott recibe fa»
rias corrtentes de agua bastante eonsiderabfes;
desde luügo el Oued Sedjid, ei K^ab (Rio delos
Arroyos) formado por ia reunion del Oued Be-
nia y d<>l Ouéd Sedfid, el Keab mudade nóm-
bre muchas veces; se Ilama DréM (nombre dd
pueblo eu que tiene sn nacimlento) Selia ai
agroximafsc 4 tasmontañiisdel mismo hombre,
y Lohuran h 4é,000 metroi' de M'^ilah; alra-
víesa c.'^ta ciMdad en* senttdo de sti lon?ttiid
Íse dirige al Sud-Este h&cla el la^i Schm,
I Oued-Bou Saadah es una corrientc de agnas
baslante cohsiderable qne va á fcrmlúar, asl
eomo el Ksab, en el lago Schott.
El lago Melghegh, cuyas aguas son saladas,
eenpa ei fondo de un inmenso estanqoe en el
pairf de Zab, al Este de Tuggurt, y reeibe al
Oued-el-DJiddi (Rio dei Gabi ito) aumentado con
lodos los arrovos que corren de las pendientes
mertdionales aei grande Atlas.
Et lago de Tilteri entre las provinclas «le
Oran y Argel, lo cruza el Ghellff cn la direccion
de S. á N.
Bl litoral d^IMedlterráneo presentatamblen
varios lagos notablefl por mncbos couceptos.
ti terrltorio de la Galle, esiá eircunvalado por
Ires lagos, de los cuales, dos, el de Tonegti^ 6
fon^«(Ouera-Mtaoued-el'Hoat)yel de Bastion
ó lago Salado (el Melah) se prccipítau ea el
tnar, el tercero Itamado el Estanque de BeaU'
marchand y actualmente lago Superior (et Oo-
beira) cierra casí totalmeute el espacio que
dejan entre si los dos primeros, porqne se
encuentra á t mlilas del lago Salado y á 4
del Tonga. Este último es muy profuodo y se
comuuica eon el mar por nn hermoso caoal»
oonvirtiéndose luego en un peqaefio poerto,
donde pueden gnarecerse ias embarcaciones
|do esoaao porie. Bi lago dei BaatioB tieae iifia
'profuadi4ad 4e tres varas eseasas: se intei^
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ARGfiUA
48é
U t legaas co las tlerras y ciibrc ona esten-
^u de t.500 hectireaft; aa estreinldad me-
rídíoiial es oo taltar paatanoa» que aolo
prodiwe ch6pos y lancea elévadislmos, ü es-
trettidad seotentríonil es de nn acce«o flctl, j
•I terreoo ofrece mayof aollder, ilü yti sc en
eoentra nn bosqtie bastante espe^o, fbrmado
de fresnos aüemando con chopos, mlrtos y
laareles y aun al^oaa Tiñas áilvestrea. Rl ca-
■al de ooAanleacioa de este lago con el mar,
qoe ae asemeja á la tntrada de an río, llene
imi Hm gilod de mas de 4 ,000 raras. Pierde
anicha parte de sos agaas en el verano, y d^a
foroiarse ona estiecie de barra qoe se destru-
ye eo el Inviemo. t\ lago Soperior es tambiea
de oo fácil aecsso eo la mayor parte de sos
orillas. ilstas, dice Mr. Kerrís en su Notkia ¡
mi^B d apr^veóhamienló del úireuitó de ta
CftHe, Botida qoe tendrcmos ocasloo de citar j
oOQ ft^eoencla, generalmente limpias de Jun*
eos y malesas tlencn ona pendiente soive hi*
dá ao oentro, y tieoeo ao plso de pledras qoe
poreee de arena y se proionga hasta el fondoa
dol kgna. La elevacioo deeste iago es de onas
40 varas sobre el lago Salado 6 cl nlvel del
Büf y 80 distaocia de 1,500 varas del lago
flaMo ha hecho coocebir la idea de od canal
de eomunicacioo entre ambos, con ot^eto de
tntftoríar por ét la madera. •
A eoatro legoas y media al Sodeste de Bo»
m, d l«go Efaara ecupa iroa sapcrflcle de
10 legoas coadradas al pie del moote tdoogh:
SQ ifÍNBt 6s poco mas elevado qoe el del mar«
Kl vallc de Kharesas, qoe comieosa en liiiea
iMa de Bona al lago, entre el pfe del Kdoogh
7 liB eolinas de Belelida, segan Desfontaines,
st te tnvadido por las aguas defEfkara coaodo
eüe lago se aomenta con las ünrías del in-
vleroo, y de est^ modo es como sds agoas vao
á parar al mar.
Los romaoos hablan hecho oo caoal para
preeaverse de las avenidas del valle Kharesas,
i qoe los árabes han dado el oombre de Ke-
BQ-fyel y coya delineacion esti bien marcada
i dos legoas at Sor de Booa frente al pneote
de ComtantÍDa. Trataron slo doda, dice moo-
slear teide, de qoieo tomamos estos datos, de
dlf dlreceion hicia la Seyboose i las agoas ;
dd Meboodjah y disminuirías eo la mfsma eao-
Mtail eoQ qoe las procedeotes del vallt de i
Cbaretas looDdaban K s muros de Hipoua.
Cerea de dos millas al Sur de la bahta de
Mo, se eocaentra un lago, easl tra braio de
Hlr, qne se prolooga bácia ei loteríor, pero '
qie esiá separado de la bahla por no terreoo '
aMoao de 300 pies próximamehte.
Segoo las antiguas tradiciooes qoe eon se
eooservao eo et ^s, este lago teoia en otro
Itopo comonicacioD con el nur y formaba oo
gnode y bermoso paerío llamado el DjMa.
mmameBte en los alredederea do Orao
exlsteD doe grandea lagos que se secan eote-
Meota en et verane. Bl ooo» silMdo «s la
OaDara i 3 legoas al Sur dela dodad, tiene
modias legaas de estensioo de E^te al Oesfe;
el otro, qiie csl^^un legna y oiedla al Stide«tt<*;
es eliptieo, y su gran cje, colocadu en el senli-
do del merídiaoo. podri teoer hnn» 9,500 va-
ras de longitud. B:stos soii el Sebgka 6 Layo
Salado y el El Meiay 6 Sakinae ih Arzeu.
lY. Vegetacion. Las mootaúas del litorúl
estio llcnas de espeaoa y frondosos bosqaes.
Alli se CDcueutran pinos de Aiepo de ona pro-
dlgioea etevadoH, partioolarmente en el monte
BondJarOah, oo bosqoedllo aislado qoe ocupé
ona áreadc 38,000 hectareas, detaote de l'-i lla*
Dora de Mltldja. Las costombres de los Siete Cu-
bos (Sebba Rouh) entre Jijelli y Gollo, esián
pobladas de arbolado; desde Booa se dlvísa
sobre la ehoa del Bdoo^, el qne se prolonga
hasta el lado opocsto y va i parar i los Talles
de Seyboose. La Argelia posee sobre todo en
abundaOcia dos irboles silvestres, cuyo pro-
dodo es en estremo precioio; la enchiá de be-
llotadolce, y d alcorooqoc. Desfootaines (4)
hahecho una descrípcion detalhida dd prínie-
ro qucpiiebla ininensos bosqoes en his mon-
taAaa de Blidah, de Mascara y de Tlemceui
Pero sobre todo el clrcoiH) dc la Galte es el
qoe produoe las ríqueaas de K» mootes de la
Argefia ()). A f)Oca dlstancia de hi Calle, ef
terreno, cubierto hasta aiii de matorrales y
nialexa, se ve heraBoaeado eon alguuos arbus-
tos. Lo8 frecueotes incendios qoe alli oüorreo
hao perjudicado mocho al desarrollo de estos
árboles. £1 roble alcomoquefío es el ánieo que
ae ha librado de la combustloo, por efecto de
sn corteza poco inflamable. Kn los terrenos
hOmedos y co las orrillas de los lagos Tonga y
Soperíor, se veo renacer los ihimoi blaocoa»
los saoccs, lo< olmos, lós fresnos, los arcea,
los pobos de ItaUa, porqne las agou Hm pre-
servan dd contaghi dd rnego. Slo embargo,
el reble es el qae alH campea sobre todos loe
demas. Bo alguoos sKios en que el terreno es
eojoto, se eDcoeotrao endnas de una especie
parHcnlar llamadas sofl en irabe, alternando
con los rohles. Ooo este motivo, advierte mon-
aieor Berrís qoe la nomendatora de los loga-
res irabes se reststen de las aglonieradoues
de los san^ porqoe hay muthea parages dis-
tintos en Africa conoddos eon el nombre de
Zanhi (sitios de loa san.)
La vegeiodoo del péqaefio Atlas es moy
parecida i la del Medlodia de Eoropa. Los cac-
toa y los osraolos creceo hasta 600 mdros de
attora eo la vertiente del Neríe, pero soo raros
los qne se crían en la éel Sor. Sio embargo,-
por esta parte las higoeras llegao hasta t ,400
knetros de devacioo. Eo las colioas al Sor del
peqoefto Atlas, cuya altora por on térmloo
mcKlio es de 4,fOO varas sobre el oiar, rio se
eneuentran ya ni cactns, ni oaraqjoi, slno al-
Jf) FtoreAilénHeaittewMk.*¥uii»,ilte.
2) Téaae las fMici^i tokre et amrp^eekamient^
éiremto^ hCeÍl*w éMerifcim de oírot beefme
de U Areelia, por Mr. Cerrb. Amntet wíoHiimoi^ oe.
lat>rede4f4S. I«(om.S4.
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^87
A&6ELIA
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guuat oliw una aci yotra allá. La fegeta'
cion en este pals es muy actiTa; las dos lerce-
ras partes dcl terreno á orillSs del mar y al
pie dei pequeño Atlas estin llenas de matorra-
íes de una altura pródigiosa. Los lerrcnos pan-
tanosos, las orilias de los rlos y ias de los
arroyos, estáu pobladas de adclfas. Al Sur del
Atlas pequeño, la vegelacion no tiene tanta
vida como en el Norte. La mayor partc del
terreno es árido; son muy pocas las palmeras
que se encuentrun, y ias enanas formaa gru-
pos muy espesos en medio de las malezas. Los
naranjos aroargos y los limonerós son síItcs*
tres. Se crian en los Talles de las cercanias
de Argel. El granado crecc en mucba abun-
dancia en toda la Berberia, lo mismo que el
madroño. Las viñas se cultÍTan mucho en la
Argelia, pero ias bay tambien silvestres en las
bahias, en los bosques, y aun entre los ma-
torraies. Los plantios de olivas son numerosos
y estensos, sobre todo en las inmediaciones
de Bngia, de Tlemcen y al pie dei Atlas, a
lo largo de Uilidja. Ya no se encuentrun en el
dia sino algunas moreras csparcidas por el
campo, débilcs restos de los numerosos plan-
tios que algunas familias refugiadas de Bspaña
en Argel, pusieron en ia costa y que Gramaye
en cl siglo XYII y posteriormente Peyssonei
ban admirado tanto. El ^JenJo se cria tambien
cou abundancia entre las píantas berbáoeas.
Los umbetiferos crecen basta una altura con-
siderable; el acanto se encuentra en todas las
bahias. Los criptógamos son muy escasos;
apenas se encuentra el musgo y muy pocos
' liqiicns. Por último, la vegetacion por la parte
del mar esti muy lejos de tcner el vigor que
la de tierra intemada en ei continente.
Todavia no se conoce en Africa sino algu-
nos riegos imperfectos eu las cercanias de Bli-
dah, de Tlemcem, de Bislcarab y en la emboca-
dura del Cbeliff . Los qoe hay en las inmediacio-
ncs de Argel y de la tribudcDJebalah, notienen
ningnna importancia en concepto de Mr. Bau-
dc. El mismo indica los trabajos que debe-
rian hacerse para aprovechar las aguas de la
Scybouse y de Mafragg y aun quizá tambien
las del lago Efxara. Gonstantina, dice, está si-
tuüüa en la roejor disposicion para sacar par-
tido de la pendíente del Rummel; y eu la prO-
vincia de Bugia, todas las 6,000 hccláreas
de llanura, puedeu regarse por medio de dos
dcrivacloncs del Souuiah. Gon respecto ¿ la
provincia de Aigel, la distríbucion de la esten-
sa superflcie dc las aguai que bajan dei Atlas
al Mitid]ab, de ias que brotan naluralmente en
los pantauosdc la llannra, ó dc lasque produ-
jese li construccíon de unos pozos artesianos,
seria la nu^or base que pudiera darse al esta-
biecimicnto de la iQduslria agrícola en esta
grovincia. Ningun rio de la Argclia es navega-
le mas quc cn su embocadura y eso en muy
pecos parages: por cousiguientc el sistema de
riegos 110 se op6ne ¿ qne la agricultura apro-
Tcche y uUlice ias agu99 disponible^enlos lar-
gos planos inclinados, cuya estension es des-
de las crestas del Atlas hasta cl mar y el de-
sierto.
Y . DesQrtpcíon de la$ costas. Nos ha pare-
ddo oportuno hacer'en este lus^ar uo resúmeo
de la Descripcibn de»la¿ costas de la Argelia
queha publicado Mr. Berard, y que tan exacUi-
mente mani0esta la imporlancia maritimi para
los franceses de sus posesiones en Africa. To-
mando Mr. Berard por punto de partida la ba-
hia de Argel, describe desde lucgo la parte
del litoral quc llega al Este de esta babia, has
ta la isla de la Galite, y; despues la que sees-
tieúde hácia el Oeste énlre Argel y las islas
Ghafarinas. La bahia de Argel ocupa un espa-
cio de ocbo á nueve millas del Este al Oeste,
y su profuodidad es de unas cuatro millas: no
ofrece fondeadero alguno seguro contra los
temporales del invierno. No entraremos aqMi
en los pormenores de los proyectos que sehao
propuesto sobre el ensanche y mejoras del
pnerlo de Argel, sobre las discusiones que es-
^ grave cuestion ha suscitado, ni sobre la
oporlunidad 6 razones que hayan podido teoer-
se en cuenta para la eleccion entre estos dis-
tintos proyectos: nos iimitaremos á trasladar
un artículo deMr. Bouflls publicado enlos
I Anales tnariiimoi (1). A distancia casi de ooa
{milla de este puerto est¿ el puerto de Bab-
Azouo en una posicion notable. Lt cosla está
¡ eo su prinóipio llena de jocas; despues de las
cuales se encuentra una anchurosa playa que
vuelve al Estc-sud-oeste insensiblemente y que
sube otra vez en direccion ai Nortc, basta el
rio Houniz : alll ya no se cncucutra arena, si-
no una rlbera escarpada (jue, elevAndose por
grados basta el cabo Matifou, forma la parte
de Orientc de la bahia de Argel. Este cabo oco-
pa un espacio de dos millas, y no ofrece mas
que tierras btjas. Hasta cl de Bengut« no hay
resguardo alguno ni fondeadero. B^jo este
nombre comprende Mr. Berard, todas las tier-
ras allas que hay ¿ 24 y .'iO míllas ai Es-
te-norde¿tc del cabo Matifou y enlre las cua-
les sobresalen el moute Bouberalc (800 va-
ras) y la larga y estrecha punta de Deilys, que
protege ¿ manera dc un muelle el buen foodea-
dero de este nombre. Al salir de Dellys, la
costa sigue poco roas ú menos la direccion de
Este y Oeste, sin ninguna sinuosidad notable
hasta el cabo Gorbelin, bastante elevado, de
un color rojizo y f¿cil de conocer, porlas bao*
das incUnadas que formun los diversos aspec-
tos que oírecen las rocasde que se compone. Al
Sur de este cabo, esta ia monlaña Azefoun de
4360 metros de altura. Una larga playa, que
termiDaenunaorillabaJa y pedregosa. formael
cordon de la costa basta el caboSigli, designado
por Sbaw, bs^o elnombre de Ash'Oune, fnon-
Argel, p<fMret,Mon'Luitant, Poiret, GarelUM-
(eneéu, Bemerd, « Báudt, inemieroe, « por Mret.
Bermré^ Jtowf f Deketeanx y £«¿11^. ofieiaUt ée im^
riifA. (Art. marii. y 09lon. Agotla. ISiS, b.*4S.)
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AftGEUÁ
490
kcr y el coal se ha reconocido por el Va- 1
varáe Tolomeo. Del caboSiglialcaboCarbon,
Ja costaslgue easi la direccion de Kste-sudes-
te, Y ofrece & 1a par del niar ona ronraila
perpendlcolar fomiada de grandes rocaa. 81
eabo Carbon está fonnado por la parte Nordes-
te, por un mooton de rocaa criiadas j euya
cnnibreUamada Qooreya,está onas 4 ,000 varai
elefada sobre ei nivei del roar. La co8t>i Yuel-
?e alli háeia el Sur, y formando varios siiiuo-
sÍdiMles al Oeste, al Sudeste y sl ^or, da iugar
i nna bahfa en ia cuat esli ediílcada la cludad
de Bogia y en donde ofrece un abrigo sego-
roentodaa las estaciones. Defcribeen segoida
ona corTa prononclada, hasta el cabo GabAlio,
terreoo baslante elerado que adelanta bicia el
Ilor-BOr-oeste,,y ai Rstc dicho cabo hay Ya-
rias Islas pequeúas llaroadas Islas deCabailo.
Hasta ei puerto de lijeili ia costa no es otra
coBamasqoe una serie de rocas Irajas y si-
toadas eoo nnilórmidad: este pnerto se pareee
al de TripoH en Berberla; pero es mas peqne-
ño y oienosseguro. Es un esoelente fondeadero
en el boen tiempo, abrigado ai Snr y al B$te
por la parte de tlerra, esti defendida del Yieii«
to por ona iloea de rocas que se osliende dei
Bste al Oeste á unas 4 .000 Yaras escasas y la
coostroccion de un rouelle que no dejase 'pc-
netrar eo el puérto sin los vientos dei Bste, en
general poco peiigrosos, permitiria i ias ciii-
itarcacionesinvernar con«eguridad enJijelli.
I^sde a|li hasta el cabo Botigaroni, sigue ln
co»ta casi en linea recta al Kste-Nordefito. Al
cabo Bougaroni le lian dado este nombre to^
pescadores de cornl genoYeses. Los moros le
Itamaron Setba$ 1Io«as(Io8 siete cabos),e9 cl
punto mas septeiilríonat de toda la cústa Ue
Argelia. Bsti ¿>rmadO por nna porcion de tirr-
ras qoe abarcan una estonslon de mas de 4 6
aillasdel Bste al Oesie; so cnmbre mas eievada
tiene 4 ,090 metros^ su superficie, es por io
general muy varíada y en éi se enciientra mu-
choterreiio dcsmonlado. Las inmediaciones de
' la babia de Collo ofrecen nn coadro muy plnto-
resco y varíado, fsc^'pio la peninsnla de Ald-
jerda, qac es de un aspecto bastante triste, y
eu sus oríilas hay muchas rocas qte forman
tubos coroo de basalto. A iababia de Collo sn-
ceden et Bas Ribi que avansa en nna ponta ec-
trecha y se compone de varías eininenciaf,
despues una costa sostenida por grandes ro-
cas, una bahia abiertd*en frente de un valle
lieBO de bosqnes ílamado Aknies. nuevtts y
OMsescarpadaBrocas, uii grandecabo sin nom
bre qoe se estiende frento i ia isla Srigina, la
pequeña ensenada de Stora, que los moros
tieDen por ei piierto mus segiiro d^ la regen-
eia, rodeada de sttios deliciosos é Inmediata i
Iss roifias de ñusicada: el cabo Skiicida (alle-
raeioo visible de Rusicada, Rns Sicada, Ras
Bkida, como io ha deroostrado Mr. Dureuu de
la Malle), noa playa uniforroe de cerca de 6
millas, y el cabo FHília, que por la parte del
mar ofrece oo conjooto de rocas escarpadas y
cortadas i pico. La grande hondonada coro-
prendida eiitre este cabo y el de Ter, se cono«
ce generalroente co.i el norobre de golfo de
Stora. El cabo de Ter esti forroado por nna ma-
sa estrecha y eievada de tierra guamecida
por su base y pot su ciirobre de rocas de nn
color gris y enteraroente peladas. La corobre
mas alta liene mas de 550 varas. Bste cabo y
el de Bougaroni estin cÍBi.^i paraielos: la distan-
cia qne los separa es de 36 millas; empe-
zando por aqiii, 1a costa sigue al Nordeste
liaMa Ras Axin, y en seguida al Sud-Eálo sin
hacer sinuosldadcs: tres millas al Sor de este
úitiroo cabo, hay un ^>equefio puerto qne cou'i
flnu con ona ram'bla profunda: en este puerto
cs donde Mr. Berard coloca el SuUueu de 1a
tabla de Peulinger 6 el CoUosparvus de Tolo-
meo, KocXXo^^tvxpoc (toroo 4.* cap. III) (es aca-
so el C0II0.S Magnns KoXXo^^ÍY^aii KoXX(r{^
que debe aaeroejarse al Socuilu.) La oosta se
dirige en seguida hicia el Nord-este y guariie«
crida |N)r grundes rocas i roanera de rouraila
iiasta Ve¡a netjra, peñas^ cónico seroejaute á
una vela latina. •
Bl cabo de Garde ó Ras el Hamrad (el cabo
Ro|o) esti formado por ia continnacion de una
cresta de raontañas que parte del monte Edou-
gle; en el interior, las tierras de este cubo '
soo estremadaroente iridas. La pláyaque rodca
i ta ciiiüad de Bona Ynelve al Hur, dcspues
de hal>er pasado roas alli dc esta. Partiendo
de la cmbocaduda de Scybouse, se dlríge la
coftta poco i poco bácia el Sud-este, en segiil-
da hicia el Bste, y Yueive isubirde.^piieshi*
cia el EstC'Oord-este, para eoiiflnar 43 ml--
llas mas alli. con ci cabo Rosa, formado de
tiorras de escasa eleYacion. Ln emincnciu del
inlerior,qne forma la roayor paríe de cllas,tie-
ne 400 varas de altnra; pero el cabo mismo,
formado de rocas cortadas i pico, no tiene mas
que lOOvaras: es el punto de la costa de Afríra
en qnesc pesca un hermosislmo coral. La par-
te de ia costa comprendida eiitre ios cabus de
Garde y do Rosa, forma el golfo de Bona. El
cabo Gros ofrece contornos redondo^, peroesti
formado de tlerras elcvadas. A 2 millas de
distancia esti la Calie francesa, estabtecimien*
to antiguo do ta compañia de Afríca. Entrc el
monte Rotoodo y el cabo Rojo, seBaU Mr. Be-
rard los limites de ia Argelia y de Tunes. co-
mo heroos dicho mas arríba. Desde el cabo
Rosa al cabo Rojo, las tierras del litoral soii de
una altura mediana, y estin cnbierías por tor
das partos de espesos matorrales. Vas alli deí
cabo Rojo, ia costa se presenta ya mas alta y
escarpada. EI cabo de Tabarca describe nna
curvatura (\(> la cofta, hicia el Sod-esle que for-
ma iina bahia nias ancha queprofunda, i cnya
abertura csti la isla Tabarca, roca estéríl, co-
ronada dc foríiflcaciones. Esta isla ha perio*
nectde por espacio de muchos siglos i la casa
de losSomellinÍs de Génova. Bn 4738unatrai-
cion la puso en roauo dei bey de Tunez.
YolvieDdo ahora i Argel, y sigoiendo la
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AfeGtíLlA
kn
tosia dcl Este »1 Oesle, éé éneucntra un pro-
tiionlorio (1« lierra que se eftliende al Este üe
íá bnhía de Argel, de la cual es Aboud Zar-
yah, ia cima mas elevada, y la punta roüca
cl estremo mas aaliente bácia el Norte: este
promonlorlo de tierraa for;na el cabo Caxim,
mu8 allá de U puota bi^i uc Raz Aquatblr,
da vuelta á la coata háeia ei Suf y forma ona
enseiMda que termina en la peoiosuJa de Sy-
dy-FerougJ; esta peninsula, cuya anchara «e-
rá de oo tercio de miliai se estiende cerca de
otrt milla al Nord-este, y forma de ette modo
dos bahias muy abiertas. Desde este famto ai-
gue la costa una dírecci#Q geDerat al Sud-es-
le, es pooo elevada y de un aspecto roooótono
hasta kas-el-Amonsab, compuesto de lierras
altas, que ocupao ona supnrficie de Este á Oes-
te, y cuya cumbre prioclpaj, de 4,000 varasde
elevacion, se llamaSchenonnacb EI puerlo de
Cbercbel, siliiado en uim pequeña en&enada
circular, cuya abi*rtara está inclinada bácia el
Nord-et»te, ni> rs en la actualidad practicablc
sino para embairariones pequeñas. ilasla ei
cabo Tunez, la (-o«t4ll»igue una linea caai re-
gular hécia el Oeste, sin iotcrnarse apenas en
el continenle: forman este cabo una gran mole
de piedraSy que sc esliende del Este al Oeste
en una longitud de 3 millaá, frente á la is-
la Colombi ó Palomas, pequefia roca de 30 tb-
ras de altura, y separada de la cosia por me-
nos de media milla. La costa forma nna curva
bicia el Oeste, con una entrada poco profuodi,
l»ero de mucba longilud; Mr. Bcrard creequees
la misma que Sabw llama Magrowa. Hasta el
rabo Ibi la cosla se presenta escarpada, y dc
lierras de poeaaltura; t>eroá su espalda, y po-
co diftantes, eslán las monluñas deCbeliff, cu<-
ya elevacion es de uoas 3S0 varas. Desde la
escarpada y pedregosa punla á quc Mr. Beriir4
llama la piinia del Cheiiff, basU alguna» mUlofi
el Sur deMoslagaoem, la costa sigue uoa dí*
'reccioo conslanle, queeseISor-30*-0e8te,sio
rouchos rodeos. Mas all¿ oirece ia babia de
Arceo uo escelenle foikleadero en lodos tiem-
pos á los ÍHiques mercanies. Gonóeese eon el
nombre de cabo Ferrat ei grupo de mootañas
inlerpuesto entre Us bahías de Arcen y de
Oran. La cumbre mas alta tiene 700'Varas de
elevadon. En el foodo de la grande eotrada
que forma al Oeste el cabo f errat, hay dos
playas de areim entre las cuales se encuenu^
Oran. ía puiita del fuerte lamouna protege el
fondeadero de Orau contra lus vientoít Oeste y
tVord-esle.masaliádeesta punta, la cosla vueU
veháciaei Oeslc, foHBaunacurvaháciael Norle,
y conciuye porunirsealfuerledellerB-el-kebiir,
que se adeiaola como uo muelle, y es el mejor
abrigo qucpuede encootrarseen lodo el litoral
de la Argeiia. La bahia de Mers-eUKebir est¿
rodeada por todus partes de lierras elevadas;
las del Sur, llamadas mootes Raomara soo muy
nolables y fonnan noa cadeoa eo direo(^ del
Oeste al Eske.
Al Este del cabo Folcoo eftlá la bahia delas
Agiiadas; al Oesle del mlsmocubo hayotraman
profuoda. ácuyasorillasbay lambien mucbas
playas y malesas que vao sieodo mas altas se*
guo 008 aproximamoa al cabo Lindiés, forma-
do por tierras altas, cuyas aristas se dirigen
bácia el iQlerior, y van á nnir laoordiileraqne
termína eo Mers-el-Kebir. De este cabo ai do
Tegaio, ia costase dirige geoeraUoente al Spr*
este, y va eiev¿ndose poco á poco; elcabo Te«
galo es uno de los mas salientes ^e la cost^
rouy escarpada, casi corlada ¿ pico» y ai ^e d«
él le encueotrao baooales de Msalto en todo
clase de formas y direcciooes. Mas all¿ ae pr^
senla ei cabo Noé, forouulo porun terreoo ai*
toy cortado¿ pico por la parte dei mar, eom^-
dio del cual-sobresaie 4u moolai^ de Noé. de
uoas 4,000 varaa de altura. Yieoeo por úiiiflM
ei cabo Hooe y el cabo Miionia» de uo iado f
otro de los limites de Marroecoi.
Vi. OimmH y tapograjla. B%¡q ia doiai*
nacioo de los deya, estalHm gobemadas l^
provineias por beys que les pagabao qr Irlbn-
to apual. La regeocia de Argei estaba dividido •
eo cuatro proviocias, de las caales aolo trea
tenian beys; erao estas: al Sur, la provinda
de Tiiteri, que no oomprendia OMsqaedoscia-
dades, Medeab, la capttal, y Miliiaoah; ai Kste
la proviocia de CoosUiotina, separada de In
provinda de Tilteri ai Sur-este por ias peque-
ñas ciudades de Sedi Hadjeres y de Sedi flais-
sa; *y al Oeste por lacordiilera de losBibnnliai-
ta lus aideas Oule-Mansour (la ciudaa de Bogin
y el valle de Ouid Soamar no eatabán com-
preodidas eo eu territorio); al Oeste la pro-
vincia de Orao, llamada eo uo priocipio rei-
00 de Tlemoera, y despnes proviociade Maaea-
ra. Ademas el bey admioistraba dlrectaoMiile
ei piis iMMopreodido eulre eipequeño Atias, ü
our, los oriilas del Chiffah, y laa dei ▲rtachi»
que cireuodabao tres ciudadee: Argel, Blidah j
Coloah.
Provincia de Árgri. La ciudad de Ai«a
está siluada por 3»* 47' y «5'' de laütod Nor-
te y 0*" W W de ioogitud Este, contados por
el meridiano de Paris. Se eleva eo forma de
aofiteatro wúire k peodieote de una coUoa, ou-
ya baae se ioteroa oo ei mar, y sobre la cuai
se eleva ia cumbre 4 50 varas mas que el nivei
de sus aguaa: aféda la Qgura de nn trüngtiio:
su base se apoya en la costa y su cúspide sobre
la «uBai>re misma de ia eolina; en este puo-
to estásltuada ia Kasba, oiudadola qoe servia
de residenciaal dey. «Desde loalto deBoodja-
reah, dice Mr. Baude, lasuperflcie queaepre-
senU ¿ ia visla es de 500 ¿ 600 leguas eaadra-
das; se estlcnde desde el roar ¿ las camtNres M
Ailas, desd^ Deilys á Ghercbel, y se divMe eo
Ires partes muydistintaii, el Sahel 6 proooule- ^
rio de Argel; lailanura y los-oostadoa del átlaa
y ausmalecones. La superflcie del proBOOterio
es de 25 leguascuadradas; subaseeslá bañada
por el mar al Norle; al ^este por el Arach; al
Oesle por la Masafrao; al Siir tiene una rapida
pendieote hAcia la llanura. Sus nunierosas i a-
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ÁReELIA
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fitdas se riegan con las agnas dcl invierno y I
sc secan en el Terano: cl desmontc de Id enor-
memotehadisminuido cn cslremo los manan-
üales.» La yasta llanm'adel Mitidja cstá sltua-
da entre dos cordilléras, cuya dircccion es
próxímament'e dc Este á Oeste; 1a det Sur, cl
peqnefio lllas, es mucho nias baja que la del
Kbrfe: eti esla llanura se encuentran toda clase
dkXemno» . desde el mejor hástaH masrhaló,
segnn la espresion de Ifr. Bande.
Ai príocipio del siglo XVI, Argel noeraotra
cosaqaé el niercado de ta MitiiQa; Ithyreddin
d1fiatrDaro]a II fué sn Tcrdadefo fundador, por
qoe el puerto qne construyó, aunque muy raa-
lo, bastá para darle suma imporlancia (4). Por
liBS demas «su posicion Tnaritimay militar á ne-
diados de 1a regencia, la eonverg^ncia hácia
su mnrosde tas depresiones dei Altas á las Puer-
tas de hierro y á la cortadura de Chifrah, la iD-
mediaciofi de la Mitldja, la del Yalle de Chelirr,
(peTÍenen i ser una prolongacion de ta Mitid-
ja, oonétitayen en Argel tas principales cir-
cQDsranciasque pueden adornará nnacapital.»
ffl camlno reai de Argel ¿ Blida^ se dirige hi-
cta la Mitidja ; muy cerca del paráge en qne
este catnino salc á la llanura, se encuentra ¿
Hi tzqnierda, sobre una pcqneña eminencia,
mui gran ca$a cuaérada^ anti¿aa qninta del
dét de Krgíi); desdé atU é1 cimlno luérce re-
pMtnaádieDle i1 Oeste v tí ¿ parar el OoeiMCec-
itill, sobrcnn -pumtedepiedra; k pot^ae en-
cirtntra el Haoucli del bey do Oran, ilamadQ
a^ porqoe dicho Itoy ^nociaba alli cqande
IfeT«tNi áArgel lo:; tributosdem proTitacla; mas
állá el Oi)ed Boufrarik, y despnes el Donffariií,
aaé es el primcr pueülo qne los francl»es han
eftbbtMdó en Mit4d)a, y que eatá Ae^iñado
á KT algith di* éi centro dé sns esfablecimlcn-
HH en tá Ifanura: cstc pue^o Dcnpa el solar
dDnde hiHH) un m'ércado muy céle^e. Pona m
eoiDnDlcaclon ios apostaderos de Doueirli y Bli-
dah y está fortiBcádo. Et camloo se divide cN
etté {MiDto en dos ramales; nno en dirieccíon al
Oeste pará irá Oran y otro hácia el Sudocste,
que conduce á Btfdáh.
ftsta clodad estA situada al ple del pequrfio
AlliB freilteá la entrada de on Tatie muy pro-
fondo, Inmediato ¿ la montaña. Sos alrededurca
esAiXí bastante ciiitlTados. Las montañas vecl-
nas cstán habiladas por las trilnis de lU iii-
Mefisera, ai Este ; ias de Beni-Sala y las dc Be-
At-MeesoDS, al Ocste. Ksla última tribn llega
Itestael Tallede la Chiffah, en cuyolado opucs-
roemptesaeltcrriforio delatrtbude Monzaia.
Us de Menl-Sala y Beni Messous nollegan lias*
ift et llano j ooflcluten pbr esta parte en el
#oed-Xcbir.
El camino de Medeab sale de Blidah por la
paerta de Oeste, signe ia mátgenes del Oued-
K^blr, püa por la confluencia de este rio con
(4) Yéasa la dflseripoioo de la fucrci y d« It ri'
Jiiet? 49 Affel i prmelplos del sigioXVlI én J. B.
frÉBiaye, Aflricw illiftlra<0 Ubridicm^txe,,ím.
4^9 BtULIOTKCA PQPUUJl.
el de Chiffttli, forma un recodo en e1 corlija de
Monzala y se dlrlge perpendicnlarmente ¿ la
cordiilera del pequeño Atlas, atravesándola de
parte ¿ parte. Ea las montafias que alraviesa
sobresalen y le dominan las de Monsaia, cuya
elevaciones de masde350 Taraseobre el tone-
no del mismo. Por 1a derecba linda con uu pro-
fando valle despues de haber atravesado rara-
blas éllcarpadBB y U^& & la gargantadel Tentab,
cuyos alrededores est¿n poblados de bosques.
AI pie de las montaí^as va costeando nna llanu-
ra e^trecha, en medio de la que hay un espesQ y
hermosobosquedeolivas, subedespoespor una
pehdientesuaTe¿ 1a meseta del Nador, comple-
tamente árida; entonces ofrece ¿ la vlsta del Tia*>
gero un gran valle y en su centro la ciudadde Me-
deah, coDStruidasobreuna eminencia eácarpada
por todas partes escepto por la del Sur, baña-
da por los afluentes del GhelífT ó inmediato al
pantano del Oued-Djir. Una fortaieza romana
ocopaba la parte sopertor de ia eminenda, y
llegaba ¿ la mitad de la pendiente h¿cta el Sor;
loB restos de estas mnrallas BubsistOD todavia.
La clttdad actnal ilega por esta parte basta el
pio de ia eminencia, y se dtvide en alta y baja;
está ¿4,400 metros sobre el niTel del mar; en
verano se siente mucho ealor y en e1 Invierno
hace mucho frio. Los olivos y naraujos no se
crian en este pnnto; los únicos ¿rboles qne se
encuentran son mereras, pcrales y ¿lamoa blan-
cos. Las vlñas son el objoto principal dei cuU
f|Tb. Los francc^es 8 establecieron alli en4840.
Entonces estaba basi desierta, pero e8t¿ de^í-
nada á asegurar la comunicucion y el comer-
cüo cotre ei Sahara, los l>cni msab y Argel. Una
Tia romana, que parte de Medeah en direcckm
primero al Siir y en seguida al Este, llegaba
haáta Gonstantina sinobstáeulo aigiinode&puea
de habér dado vuetta al DJurdura; otra comuni-
caba ¿ Medcad oon Miliane^,
Eiita ültima ciudad, de ta cuai tomaron po«
sesion los franceses el 8 de junío dc 4840, es-
t¿ 8itui|da en ias montañas ¿ 4 ;000 varas próii-
mamcnte sobre el nivel del mar, y ¿ 5 milias de
la Ilanura del Cheliff, cdiDcada en la cosla de
iina roca; la ociilla por 1a parto del Norte el
monle Zakkar, nl Este un leriapleii al cuul doraí«
na, y otro at Oeslc, regado por aguas vivas; al
Sur se cstíende una fértil y hcrmosa vega, cu<
yo limite es el pcqucño Gontas. Ei monteZak-
kardcuna elevacion de 4,534 meMos sobre
elniveldel mar,8e prolonga al Esteyal Oesle
y sus estremidades ilegan hasta ias dos tribus,
ios rigiia y los beni-menasser. La poblacion de
Milianah en ia época de la ocupacion por lof
franceses, podia ser de 7 ¿ 8,000 habitaotes
¿rabes de tribus cncmlgas, los rigba, los i)e-
ni-menasser, los reyra, los lachem, los beni-
xeng-zoD^, etc, y de morosó koulouglis. u
terreno de esta ciudad es sumamente fértil, Lag
aguasqucloriegau tienc.i ¿u procedencia do
cicrtonúmero de mananiiulcs dd Zalíkur al ítor-
te de aquella. Se haquerido suponer que eataa
l agiias Bnyen dedepósitos de las alturasó de Im
^. III, 4a
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AftGELIA
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•MTemas, ftmdindoBeetiiitteel 2a1ckar Jatdáses-
ti cublertode Dieve, y en qoe do disminuyeii sns
Bguu Di 8un en ^ rigor del yerano. La (em-
pentura es moderida, pero variabte; liace rae-
nos calor que en Argel, Bona y Oran; los víen-
toa 8on tambien muf variablea: en un miamo
dia cambia varias veces; sin emnargo, ei cli-
manoesmal sano.Ei terreuoaobre que está
edlficada Miiiauah, eBti formado príncipalmen-
te de depósitos calcáreos cubiertos con una ca*
pa de lierra vegetai en uoas 5 varas de os-
pesor. Gon respeclo á minerales sc encuentran
(^idosy carbonalo de hicrro, 7 sobre todo
fMilfato de plomo mexclados de auiimonio. La
ladera do la roontaüa á que la ciiidad se halla
adaptadu, la forma on carbonato de cal de una
diirexa regular f muy f¿cil de tailar con el cín*
<el. Al Nord-este, ?e cncueotran grandos cante-
tns de mármoles dc diferentes colores y dc un
«jrano muy flno; tambien se han haliado algu-
uos pednxos deun m¿pmol enlerameuteblanco,
que parece proceder de lo alto del monte Zalc-
kar. Todavfa existen señalesde onavia roma-
iia, cn la que conduce álatribudclos righa, al
ilsie de la ciudad. Lo que da* á MUIanah mucha
importancia, es qiie domina la partc soperior
del Gbeliír, y Uis ricas iribus de ia orillá de es-
te rio» asi como (ambien el hallarse situada en
ia linea de comunlcaciou entreÁrgely laspHn-
oipales cindades dc la provincia de Oran.
• Debemos hacer mencion de dos ciudades
maritlmas en la provincia de Argel: Cher<M
y DeUy$, Chrrchel siluada A 48 leguas ai Es(e
de An?el, no ocupa en el dla mas queunamuy
pequ: ña parte del rcointo que ocupó la ciudad
romanN Julia Csesarea: ci diimetro de la actual
es de 100 varas: ei de la ciudad romana era de
(nucho mas de 2,000. Está situada sobre una
pendi«*n(e sep(entríonal de colinas elevadas
1^0 varas sobre el mar, en un pais sano, fér-
U\, ahrigado dc los vientos del Sor por la cor-
dillera dei Zakkar. En ias cercanias hay mu-
chos bosqiie^, ciiltivados con esmero, y rega-
dos f or varias corrienles de agtia, particular-
niPiite porelOued Bellaa y el Oued-d-Haobero,
á ias quejamá.slcs falta. Aiites do que los
franceges tomasen posesion de Chercbel en
1840. '8119 habitautes hacianun c^roeroio de
caboli^e bastante activo con Argei qne coosls-
lia cn frutas, leña ymaderas de comUrnccion.
Cherchei tieiie la vontaja de dominar la parte
ocrideotal del Mitidia, de la qnc solo la sepa-
ran colinas poco elevadas y un intérvalo de 5
Á6 leguas, conocido con el nombredc Sael de los
' Beni-Menad.
El puerto de Cherchel está aaotado por to«
do.« los Yieutos, escepto por los de Oeste, de los
riiales le deflende uiia penlnsula unida al con-
«ifjenlc» r^^r uua playa do arona. — DeUys, en
¿i%be Ttdles, esln siluada á 20 kguas al Esto
>de Arjrel. Ciiando los dos Barbarojas se repar-
-tl^iou Iti Míronria en 4547, Khayroddln fljó su
T«'í»i<lonpia on Dollyg. Monl.^? do Nicolai quola
t'^flus rn 4551 . y G'Bmíiye poMorlorment^, h m
ponderadomuclio la indu^íriay ttrludesde sof
habitantes, pero la opresion de los lurcos, ha-
bía reducido esla poblacloo á 600 vecinos.
Provinda de Oran, Oran, situada á 35*
44' 20'' de iatitud Norte y ¿ 3» 2' 28" de lon-
gítod Oeste y por consiguiente ¿ 76 leguas de
Argel, ocupa ¿ la orilia del mar dos pequeñas
llanuras ó mesetas prolongadas, separadts por
un valle escarpado en direccion de Este ¿ Oes-
te y por el cual corre un caodaloso arroyo. b-
te arroyo tiene sn origen al Sud-oeste de la
ciudad enlacontlnuacionde las montañtsde
Rammra: va á parar al valle del mismo nom-
bre por un acueducto sublerráneo; al sailr del
valle, estearroyo, siempre porbajo do tiena,
sigue al Norte una rambla muy escarpada y ua
pocoanles deentrarcnOran, en un estrecho
liamado La Fuente, partede sus aguas se ea*
capan por una abertura lateral que tiene el
conducto y sigoe corriendo por el fondo del va-
lle, ias demas se reunen al costado occfden*
tal de la ciudad, en un depósito desde el cual
se distríbuyen en segulda. Por mucho tiempo
poseyéron los españoles ¿ Oran y foeron loa
que la fortiflcaron, rccobrándoia y al)andoii¿B-
dola despues varias veces, hasla qne por úlü-
mo en 1794 , ¿ consecuencia de un terremolo
que la arruinó'casi enteramente, selaoedieron
al dey de Argel. Desde Oran se dlrlge nn caoii-
no al Este, que conducc ¿ Arsen y Moslaga-
nem, atravesaudo la aldea de KergueoCa: nn
poco mas h¿cia el Sur, el de Mascara y Argel
pasa por la orílla de esta misma aldca y atra-
viesa el terraplen del cementerlo de Oran. Bl
deTlemcem pasapor iaciudadde Ras-el-Ain y
se diríge al Sud-oeste flanquecndo los montes
Akebet'Aronu conlinuaclon del Ramma. Bü
fuertede iíersel-ira6írest¿ ¿ 8,000 metros
de Oran; ilroaji ¿ 8 leguaa Nor-nord-esle; Moe»
taganem ¿ 25 leguas E.slc y Mazafjran 1 4 3 le-
guas Nord-este. Hace cuarcnta años, dice Mr«
Baude, los terrítorios de Mostaganem, Mata-
more y Mazagran coinprendlau dcsde la embo-
cadura del Cheliff á la de Magla una pobiadoo
de 20 á 25,000 almas. En 4830 eslaba rcdoci-
da á iinH Uiitíid; pero Ías inmediacioncs de M(h-
tagaoem preseutaban todavla cn 4833 et mas
feorpreniJente y agradabte aspecto. Todo ha va-
riado con la ocu|iac¡on de los franceses; en d
dia haii de.^iiparecido los plaiitios y los ríegos.
AImI elKadcr ha hechoquese traslade á Te«
keüerapt (oda la p blacion de Mazagran, qoe
lia ¿ido reemplazada por los refugiados dclas
tríbus de beliiowa, de mekalia, de chourfii y
sobrc todo de la de borgia. Esla tríbo que ha-
bitaba cl terrítorío de El-Borg sobrc el camino
de Moíítaganem ¿ Mascara, en 4 836 faa pasado
¿ la de Musa cerca de Akermas.
La ciudad de Mascara sitiiada eu ia verlien-
te mcridional de las eolinas que limKan por el
Norle la Uanura de Eghrés, está unida ¿ dos
eroiocncias separadas por una rambla, por la
ctial cori e cl aguu en todo tleropo: sc compone
ile rinco phrtos díforontes; la ciu<lail, propla*
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A&OEUA
1«
mente^c^, está lobrela émiMncfa dd Bste.
BeniK>sa8 y abandaDtes agoas ríeigao todo au
ioelo. rrocedeo de uo fDaoaDtial distaote maa
de 3,000 Taras de alii y qoe oo se agots
jiDiia.
Tiemceoi está cdifleada eo ooa peodieote
al pí<( de las Diootañas; se díTide eo coafro
eoarteles; Jeidan, Aio Haood (ftiente veoeoosa)
8idí, Boohameda y Tlemcem. Dotris de la cio-
dad, baj cuatro órdeoes de mootañas de las
cuales cseo Taríos arroyos formaodo Tistosas
easeadas. Uo hermoso Talle, situado al Sor, eoo
trasta siRgolarmente por so Terdor y fertllidad
coo la arídei de las mootañas que se diTisao
en lontanaosa. Desfootaloes dice qne oo ba
▼isto Jamás on pais lan bien regado. y la des-
erípdon que bace de las cercanias de Tlemcem
es eDcantadora (4).
Csta ciodad eslá silaada i ooas 44 leguas
M mar; ftié célebre eo otro tiempo por la mag-
nfflceoeia de sos establecimieotos páblicos,
porla ioteligeocia y ríqnesa de siis comerciao-
tes. Los geooTeses y veoeeianos la frecoenla-
bon en la época en qqe Oran cayó en poder de
lo« españoles. El reino de Tlemcem compren*
dia entonces toda la ríbera del Cbeliff ; y en el
siglo XIII , ann la misma proTincia de Bugia
dependia de aquel. Dirígiéndose dcsde Tlem
oem i los eonflnes de llarroecos, se encuentra
al flD de la bermosa llanura de esta ciudad el
Oued^Zeitoun (Klo de los OÜtos): 3 leguas mas
alli se pasa el Souf'Neurours; y por último
ona legoa despues el Oued Tafna, el mas cau -
daloso de estas comarcas. El pais comprendido
deade e1 Tafna hasta Marroecos, es arenoso,
esléríl é inculto; el Oued-el-Melcbc, que dcs*
agoa en este río, corre al pie de la cordíllera
de ibontañas de TraTa. que se estíende del Sur
al !9orle en nna lougitud de 45 i 46 le-
goas.
Provineia de Comiantina. Esta proTincia
ba sido me]or estudiada y descrítas con mas
exacfltOfVqne la de Oran {%,
El inmenso terrítorio que comprende esta-
l>a dístríboido en cQdiro grande^ üiTisioiies
enteramente geogriflcas y de ningun modo
administrativas ; al Este (Chark) compreodla
(I) VéaM la relaciM dol riaKe del profesor Des-
féirtaiiie* á Arcel y TlemceiD. (Nuevos inales de ios
▼togefl, t. XLVI ) y «iia notlcia del abate Bargé« lobre
TlMice» eslracuda del Üi^rio atiálico, enS-o Pa-
risfail.
(t) Yé^H Dureau de la Halle. SotídaM mbre la
prommeia deComtaiUina,tn%.\ Pari» 4S37. Al gene-
ral baroa Joaclieffeau deSaiot Denis: ContidTocio^
net fodre la provitíoia d$ ContUMíina {Eiptclador
mitÍfíMr, enero de 1838.) Ilres. Puillon Bob!aTe y
Berl>r*gger ban preaenudo, en I89S al Inttlloto
uoas oMiiiorias tituladas las del primero, Qitada to^
hrt ia feografia fitiea de la proeineia de Conttanii'
««« j las tfel seguBdo Deteripeion de laproffineia de
Comttanítna. Por úUimo, se encuentra en U Detcrip-
toan de la titnaeion de lot ittableeimientot franeetet
en ia Ar§elia en 1810, pubiícada en el ministerio dc
ta Gscrra en 4841, ana larga é interesanCe memoria
sobre la organizaoion y «tuacion de esU provinda
en la época de la ocupacíon (pctubre de 1817) re-
dacuda por Mres. Urba|o y Yvamier.
e1 terreiM) entre Constantina y la froatara d^
Tunes; al Oeste [Ouarb), d qoe hay deade
Constantina i la cordillera deios Biban; al Sár
[KtííUth, esto es, la parte qoe esti de frente
mirando en direccioni la Meca); ydespnes
Gonstantina hasta el gran desierto. 1^8 dÍTision
de Sahara era la slgolente: al Norle (Dharah,
es decir, el qne queda i la eapalda, TolTÍén-
dose bicia ia Meca), comprendia lodo ei MtiH
ral. Ilamado Saiiei; y ioego Bona basta Biigfa:
La poblacion de esta proTincia se diTide
en tres rasas disiintas: 4.« los irabes qoe ba-
bitanlas regionesmeridionales; 2.*lo8duioiif9^
establecidos en la sona central; 3.* los kabaf-
hs, qne se ban fljado en la parle septentrional,
sobre ci liioral. Los inibes TiTen en tiendas
de campaña: andan errantes con sns ganados;
ban constmido cludades en los pmitos qne
poeden utilisarse coneste objefo, y coltÍTan
en ellos ias paimeraa y irboles fmtales; des»
precian i las otras dos rasas.
liOS chaonia son agricolas y se dcdic*ii es»
ciusíTamenle al cuIIíto de ceri*aleF ; iiablaii
una iengna distinta do la de los irabes, y prae-
tícan mnj mal el mahometismo. Los kabaylés
son muy industriosos, funden y forjan liierre,
fabrican pólTora y son naturalmente sedenfa-
rios y pacíficos. Loa cbaonla representan la
rasa roas débil. Los kabayios han sabido de-
fender me|or su indcpendencia. Esfa pobla*
clon se hailaba en todas partes diTidida oii
tribos (i); las mas célebres de elias son tas dc
haueuohah, de orígen irabe, establecidas en
la firontera de Tunes; las de haraetah , las do
nememohah, sítoadas al Sur de la ciudad de
Tibessah; las áe*emaul, originarias do las
inmediaciones de Msilab , tribo enteramentc
guerrera que se habia aproximado mucbo i
Constaiitina; los baraniah Tccino.^ da Zemoal
(este titulo haraniah signiflca estfangero r
da i entender que esta tribu se habia esta-
blecido úUimamente en cl territorio); los aa-
mer eheragah, que pnebtan la hermosa llamf-
ra de Mehris y la conocida por Sera de los
aa-mer, al Este de Constantina los ouled-abd*
el-noor, gran tribu de rasa chaouia, los talag-
mah, tambien de raza chaonia, al Sodeste de
Constantina. Los aa-mer gherabab, coyo Taslo
territorio terroina al Norte por el Diebel Ué»
gris y cl Sáél Babour, los oued mokran , de
or/gen ámbe, que son la aristocracia de H
ilanura de la Medjanah. Independientemenle
dc estas graqdes tribus, habia otras pequeflas
eu distintus punlos dc la proTincia , qoe esta-
ban administradas por kaids , y que sc Jlama-
ban tribus de beylik , porque »e rel)elaron di-
rectamente contra el baji. '
£1 Sael, comprendido entre Booa y Bugia,
cuyo nomlMre en irabe signiOca oriUa 4et
mar, esli limitado al Sur por la eordillera de
(I) Yéanselas baresdela adniaimarion de lat
Iribus en U provincia de ConsUnUna. cn U thterif
eion de tot ettablefiinientot franertet m Ár§el efi
ISIO. Página 3t4-3t|,
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49«
^GELIA
-W
nonlaDSs qae «e estieodc siq ioierrupcion
desde '&az-el-Akabah al Iljebel Magbris , al
Norte de Setif, y cuyos princípales pontos to-
man loe nombres de DJebel Metayad, Djebsl
Oubech, Djebel Segaou, DJcbel Khetab, DJebel
2ouagbah , DJebel iras y monles Baboiir: sc
dividian en variaa partes llamadas Sahel de
Skiddah, Sahel de CoUo, Sahel de Djidjeli,
^Sahel Babour, Sahel de Bugia y er4n trcs
los líaidalos. £1 Sbael de Sl^iddah comprendía
el territorío de Slorah; en cuanto al pais de
Gollo, el abate Poire.t (4) dd (tit. 4." pág. A%Q)
vna memoria bastante detallada sobre los aire-
dedores de esta ciudad y sobre el Sahel de
. Gollo, debida ¿ Mr. flugues, agente üe lu com-
pañia de Africa. Nos limitauios á csta iudica-
cion reniiiiendo al tector al origlnui.
Djidjeli, antigua Igiigilis, punto interme-
dio de la costa enlre Bugia y Gollo, lindanles
con un terreno montuoso poblado por ios küL-
baylcsy está ocupada por los franceses dcsde
el 43 de roayo de 4839. Sus cercanias están
. muy pobladas. La ciudad ocupa una peninsula
escarpada unida á la tierra por un istmo muy
bajo dominado por alturas inmediatas , por lo
. cual -se faa establecido en el interior la fortiíi-
cacioo de la plaza. En otro tiempo hacia la
Fraocía nn comercío muy considerubie con
66te pnnto de la regencia, y se apodoró de
él en 4664, poro Ic evacuó al poco tiempo; cn
esta época se habian ya propuesto muchos
proyectos para hacer del mismo un puerto nii-
Jitar. lats¡ ciudades de Collo y DJídjeli y las
'tribus qne habitaban esta paile det Sabel no
reconooian la autoridad dei bajá (2).
Bugía eslá ediQcada ^n donde estuvo la
antigua SMa, una de las principales ciudades
de la Moreria Cesarea de los romanos y dcl im-
perio de ios vándaloi. Los sarracenos se apo-
deraron de ella en 662 y prosp^ró ipuclio ba-
jo el rcinado de los prinoipes árabes de la fa-
milio Beni-Hamah, que la conservaron dcsde
el año 994 hasta cl de 1454. fntooees fué
coaudo Addel Moumen , suitan de Marruecos,
.gefe de los Almohadcs, conquistó el cstado de
Bogia. £n 4240, pasú.esta provincia dei rei-
no de Tlemcem al de Tunez. (n 4 540 la tomó
Pedro de Ñuvarro y en 4555 pasóal poder dc
Jo3 turcos. Entonces corrió su direccion á car-
^ de UB goi^erüador, que tomó el lítulo de
kaid, pura qne era turco: tenia derecho de vida
y muerlo sobre sushabitantes y sobre los ka-
bayles fle las aftieras. Las monlaüas que cir-
cundan á Bngía eslán muy pobladas; en un
radio de 4 2 leguas, se cuenlan 30 tribus. £1
kaid dc Bugia no podia imponer tributos fuera
de la ciudad, sino á la tribu muy inmediata de
..(4) yi(medBerbn-iaóe«nrt(up$eriia$deidetaan'
Itett* Namidia, pw ios añoi iW y «786. iobrt ia
réUgion y coiiumbret de loi moros y de íos árabes
^uinoi: ^ l. en 8.o Paris, 1769.
Jll Véasé la Detcripiioa de la tiiuaeion de loi es-
lectmienlo$ franctui en Argelia en 4838 , p4-
jtilia \ym.
ipula , Iq^ bcDi-misMaoud, los oule4-at»d-|l*
djebbaf, los tcnala, lo$ senhadjab, y en gea|-
ral todas las que puebíau la estension del va-
Ile Oued-Bou-Messaoud, estaban lambiea bajo
su dominio; pero las ' reslantes vivián en coi^-
pleta independencia.(4).
La ciudad d^ Bonat Blaid-eUAneh, eo ára-
be, cstá Riluada por los 36» 52' de latiuid .\or-
te y 5^ 50" longilud Este, á 35 leguas 5or-
deste de Constantina y á 95 al Esle de Argel.
Uemos liablado ya eslensaroente de fo fértil de
la llanura de Bona, cl curso de la ^eybouse y
Muíragg y del golfo dc Boua: no volveremos,
pues, á ocuparoos de lo mismp cn esle lugar.
Bajo la protcccion dc los franci^seá , habita á
los pucrlas dc la ciudad y entre^ los dos rio^,
b Iribu de los beni-urdjin, que e&tableció añi
ei geiieral d'Uzer, cuando d'icha tribú iba hu-
vendü de las porsecncioues de Ahmed-Bey : 'se
ha enriquecido mucho con la ventá de sus gé-
neros.
La pcqueüa ciudad do la Callc siluada á
50 leguas al Este-nordeste de Const^ntina, ba
sido iuccndiadu en 4827. Lo3 franceses )a rc-
cuperuroii e«i 4836. Los primeros eslablcci-
mientos que estos han fundado cn la costa,
datan de la misma fecha quc losde los lurcos.
En 4520, unos negociaules del pais bicieroo
un Iratado con las tribus de Mazoule, sobre la
pesqueria del coral, desdeTabarca hasla Bona.
Selim II, en liempo de Cárlos IX, concedió a ja
Iruncía cl cuinerclo coii liis pjazus de líulfaca-
rc>l, «le la Culle. de Collo, del cabo dc Kos<i y de
Bona; y en ^560 acabó dc conslruir ElBaluaT'
te dcFrancia; esta concesioo se coiitiriió co
4 624 por Amurat. lY. Ei baluarle se Mbandooó
cLesde 4677. .
Boua, Djidjeli y Bugia> íorman, pues, el
litoral de Conslantina. Debemos añadir el nue-
vo puerto de PhilippeviIIe quc esel püerto na-
tuial dc Constantina: t2 leguas separan i <.stai
dos ciudades, y unnque en la actualldad se ha-
ccn los trasportcs á lomo, sus reJaciones ñier-
cantiles son c&da dia inas frecuentes y adqnie-
ren mayor importancia. Desde 4830 hao cej>a-
do enteramenle las comunicacioucs por tierra
entre Argel y Coustantina estableciéndolas por
Bona y PhiIippevíUe : Collo se |^ puesto tam-
bien en relaciones por mar con cste úitimo
piíérto. '
U oiiidad dc Cou^tautioa est^ sLimida por
ios 36» 24^ de lalrtud fíorle y 3* 48' de longí.
tud Este: h^Ilase asculada sobre Ja cuuibre de
una colina bañada easi por todas partes por el
Oned-el-Kebir, que en la parte aHa de la ciu-
dad esía á 600 ples Sobre et nivei de la llanu-
ra y sale de m subterráneo formaodo uoa cas-
cada ^e todofl los viageros lian deBcríto.
(I) Véase 8ol>re K>8 kabayles de las cercanias de
BoRia, un r^pfliilo qae bay al fin de4a Veseripcion
de ta itituácujn de loi eiíubiecimientoi franeetn enfa
Argelia en 1840. Véase i»mhk*n á JoaniPbaraon: Loi
Cabitat y Bvrgia en -8.* Argel IMJ^BIr. Carete ba
prüsentaüo al lR5ti(iito una meinorla sc^re la ciudael
de Ougia (Saldv).
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AHQIUA
CgiütaitfiQ^ eQ vp etptro d^ moTiniieDtQ;
ef QÍ mercndp áe to^os (os pfoc^uclos agrfcolas:
á é\ yan á (lácer sus provrsiones to()a0 |as tii-
Íns por ii\9S retirad^s mie vivan, mas bien
qoe ¿ los mercados de Telagmal), de OuIc<]-
Abd*el-Noiir. de Berdjionah y deSetif li).
StUf, auligua Setifis Cifiimla, eslá siluada
en ooaTasta y fertilisima llanura, regada por
el Oued Boa Sellam; éra unO dc los estabicci
Biieiitos pias considerables que los romanos
ftuidaron eo Afríca. De ella tomo el norobre un^
4¡vlsiOD de la Moreriu. Los hístoriadores ára-
l^ bablan QiDcbo de su pfosperidad y en par-
ticular de sus pluntios de algQ()onero5V«£sla
fecnndídad del suelo se djce en documentos
poblicado^ eo él cuattel general/y k sitoacion
fjmtral áa la dudad llatparop Ia*atencion de
to§ IrfDC^es, que 'colocaron desd'e íuégo nn
|e^|C9ipento ^e 500 á 6Q0 fioiiibrcs: despue s
ÍP alpiácen de Yiveres y paunicion^s, en se-
ipjd^ la cabesa d^ un partído (^ djstrito con-
Jládj é oñ inarisc^l decámpo. por úllimo,' se
cambió esta denominacion de díslrito en la de
aobdifisiop y se instalóalli uu cuerpo compucs-
to <|e ?.60Ó hombres.t En olra paile so dice.
•|4 comunicacioD que mas impoiiaabrir cuan-
to antes, pqra conyertir á Setircn uua posi-
dpD imponrnle es e1 de fiugia. Setif dcbc
abasfeccj^ de Bugia como Coostautina )o
ÍMce de PliiiippeYille.« ^s tribus veciuas son
Mr lo general de un cafácter paciQco y están
«(fdicadas ¿ la labranzá. Los caminos que con-
docen desde Sclif á Constantina no son mas
jue sepdas lrillada3 por )as recuas üe los ára-
s: bay Tarias eutre ellas: una pasa por Mi-
k, Miialah y DJimilah, todo puís montuoso:
topor ^l de loá telamagu, de los ouled-abd-
-QOur, y de los eulmah de bazr.
EQeím^ está situada al Sur, y muy cerca
i orÍUa derecha de la ^eybouse Supei íor, al
p^ de fa alta roontaña de Maouna. Fué cons-
rida eon materiales sacados de las minas de
^tigoa Calama, de que bace meucion San
4gost|n y tambieñ San PabloOrosio; pero el ter-
reno qoe ocupa es el mismo en qiie estinó la
^i|4ad romana. Ifuchas vías ronianas tenían
gt pjinto de partida én Cfilaroa; dos de ellas
m
La ciudad úeJtígilah, situada por 35^ 4t'
30" de blilud Vle y tM%* fóugitud Esle.
eslá diyidida eu trcs cuartelc.'t, di- los cuules el
(nayor bcupa la márgen izquierda y los dos
reslontes la dcrecha del Ouedksah. U guper'-
flcle dc los jardínes cs Ircs veces niayor quc
la que ocupa la ciudad. Esta fu6 construida con
los m9tcrialcs de una ciydad romana dcrruida
vsituada 5,000 varas alfefe/ la an|igna Siur
Ua 0 la Beckilga de los árabes. L09 franf r:*(.s
ss eslablf-cieron.en Msilah en Junio de 4S'it.
Al Sur-sudoeste sc clcva el Djeki Salah, f
(il pie la ciudad de Bou-Saadah, r^n nna po-
blaclon de cercá de 2,000 almas, y rodeada de
iardinesmejorcs y mas grandes que los de Msl-
Idh. En 1u milad dcl camino de cstas dos ciu-
dades,*dlstanles una de otrá de 16 á 18 legnas',
se encucntr^ una eBlacion romana llamada E¿-
Benian.
Recordaremos aqui, á pcsar de haberlo dt-
cho mas arriba, que para los árabes el de^iert^
dc Sa)iaíah ( n'ipipza en Msilah, y que compren^
qen en t\ la iumensa Ilanura que se descubr<
al Sur de csla ciudad, terminada á una distan'
cia de 20 leguas por la cord¡!?cra de los mon-
tcs Saadah. Kl gefe dfc Saharah tenia el lltulo
dc cftfíH elarah'y sú autoiMad se estendla^al
Tíoite, desde lasraontanasde Amé y de Beleí-
mah, que scparan i Sab^rab del Tell, hasta el
{)ais dc Jlsilah (cl Sahara proniamenle dichoes
a llanuia ippuUa; ^( T^|l es |a region d^ laf
colinas); a1 Siir ha$la et paisdc Sonf de Irteá
Órsle, í*f\«!de Tii^giirt qii^ marca el llmife' del
Bclcd-el bjeiiii dc Í\.\a¿, hatta eltenitonodc
h cindad de iglionath. Este leiiitorio, casi tan
^r|iut¡e cqmo la nrovinciaentera, tlenedoacla*-
ses de' pubíücíoUs 'muyviftBÍIrilas; los árabei
nómades, qi:e pasnn ol inv¡ernoen Sabarah,y
•íbs bábítatffes detas pequcfias eiudadesde los
oasis. Z?iVifir<94 eru ía PU/Hal dc íodas estas
pequeñas diidades, onedecía'a un kaid, y el
lerritprlo á que se esléndia ia ^utorldad de estc
oílcial llcvfib^ cÍnombrédeZab (jmlsde oasia,
donde se crian las palmeros con dililcs): at
eneucntwo en eJ^IO ciiftladeB qne fonnan un
ciiculo, eu Qtiyá e'strémfdad xiilental estaba
Bislíurah. %\Zabde Tuygurl cootenia 14 ciu^
I
n|B i Bipona, si^uiendo las dos márgeneá de dados peqne^fre meoosr pobladas. El chaiqu9
Ja '§lvpOD¿e; otra á ConstautiDa, pasaudo alj ^f(^^^f(^l^>'^ciisi{ni3e^n<^iente, ácausa
l^rie del o^nte Maouna, atraves»indó el Ooed-
{b^rff, y sobíendo hasta Amouna por una sua-
.te peodienle. Olras doa, pbr lo menos, se dí-
S'|en báciael Sur, probablemente áZama y Tíf-
t^ y desde alli se ramiOcan hastalo tnOnilo
" r todas aquellas hermosas y dilatad᧠lla-
jas (2j.
(1) Hemos sido muy sobrios en los deuiles lopo-
paieos de Conslaiitfaa pu^iendo remKir »1 leeior A
• deseripcioB exacta 7 completaque Mr.Dureaud
de li MaUe ba becbo deesia cludad cou referencla á
HW aolores ffriegos y latinos, pero sobre todo é los
jNbes Bekriy Edrisi y á los Tiagerus modemosObaw,
IJsiret. Ilebeus^treil v Desrontaíues, p. 40-57 de su
ibra sobre la proTioeia de Coustantioa.
(f) Mr. iucfas preseoló eo 1889 al lostilato ana
de lo distaate que 'estaba de laa uemas. £1 pat#
de Soufñc diridia en 7 gmndes tribos. Las
ciodade^, (ormadas por la leuuion de algonas
cabañas, eran en su mayor parte miserablei,
péro redeadas de hermosos y rícos jardioes.
Lasrelaciones de comercto de ConstaDtíoá ooñ
memoria f cerca de las antigOedades de Guelma. La
obra dcl gencral Duvivier litulada, A¡mnt9i y npim
$obre la purie de Ut Árgelia «1 Sur de Ouetmm aeede
la frpntera de Tunez hatia el monie Aurét ineiuti^
te, etc.cn 4.o Paris, 1811, no se baUa de^cBta y es
muy dincil eneontrarla. Indicaremos tambien para
que pneda formarso^oa idea deeste imporUuitoira*»
bi^. la relaciOB beclia por M. A. C. Cbarl|ar, ««9
publicó el BspeeUdor miiiur de Fraocia. ' ^
(1/ Qefe da ana Iribu cfitre Ws kabes.
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ARGBUA
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el «Jesierto son las mas aütig^uas f mejor e^ta- 1
bleoidas. Eo nÍDgun liempo se lianinterrumpi-
do. poroue los habitantes dcl pais dc Tuggurt
7 del Zab deBislcarah (4 ), necesitan para ellos y
para sus ganados de los alimeDtos de la pro -
TÍDcia de GoastantiQa, sin cuf os granos no
pueden subsistir.
Terminaremos este artlcuio con estas pala*
bras de Vr. Baude: «Si se consideran cn con-
JuDto las base principales del comercio de la ^
regencia, obscnraremos que ei pais está divi- '
dido en tres zonas casi paralelas á la costa, y !
que cada unu de elias está situada de mauera
que por sus recursos y sus necesidades tienen
una mútua dcpendencia de las otras dos. La
primera, bañada por el mar, abordable pormu-
chos puntos, recibe directamente los productos
de la industria europea, qne con el tiempo pe- ,
DetrarÍD á hacer su& cambloíi Uasta el fondo del
Africa; la segunda comprende las mesetas del
iátlas, las llanuras del interior, tan fértile.^ y
abundantes que es preciso para agotar sus fru-
tos Uevarlos á vender muy ie]os de alli; la ter-
cera es aquella region seca, arenisca, abrasa-
dora, qae se estiende hasta las mirgenes del
Niger, rica en preciosos prodnctos, que no
puede consumir por sl misma, y desproTista
de los.articulos de primera necesidad. •
Adema» de las obras que heroos tenido ocasion de
cllar cn este articulo, ctsi lodas posleriores á I8W,
debomos indicar lodavía las síguientes:
Abou-Obeid-Becoí : Zícücrtpcton drl Afriea, rc'íLfia
porMr. Blienne Quatremere,t. XII de las Noticiuiff
ettr'tetog de Manuicritot, ÍH'iU en i.n
Edrisel: Afriea, ed. J. M. Hartmman, en 8." Got-
ting, 1796.
Abuireda: Descripeion de loi paitei de Sfaghrt^b;
leslo irabc con una iraducciin fraucesa y notas por
Cb. Soivci, en 8." Ar(fcl. «3^.
Hartroannu»: Úncriptw locorum inprima expedi»
lione adtertui tureat algrri'*niet obáervatorum á
maio («09 ad apritlem t67K en li.** Londini, 167! .
Roqiieville: Helacion de tat eottumbrfi y gobierno
de loi turco% de Argel, en 8.°, l67.'S.
Oh. Resleliiis: liescripHon hitlóriea y politieadel
reino y la eiudad de Argel, deidelSIO á ilZi Un
8üvo) 3 part^s cn 4.'' Stnckholm, 1737.
Dureau dc la Malle: Viagetálairegioneide Ar-
fel y Tunez en 172* y 1725, por Peyttonnel, y de 1783
17'iS por Dcítfontainei: 3 tomos en 8." Pari'i, 18S8.
D'Avezac: Éttudiot de ^eografia eritica tobrñ una
parte dfl Áfriea SefHentrional^ itinerario de liadji,
Üben-el'Dijn'el'ÁghoHtith, in 8.", 1836
W J.insoii: A view of th^ pretent condition oftke
ilníei of tíarharxj etc. iri |i.^ London, 181 H.
PaDanti: yirraiive ofá retidence in Algier ^\nk*
London, 18(S.
Sbalcr: S/tflc^ ofíAeüÍjff o/'. 4 íffeVr. Boslon, 1830,
trad. cn fran. por X. Bianchi, 183)j.
Grabcr di \hií\^Q'e:CenHÍ ttiHticié geoffrafvei deUa
regensa di .\lgi<:rí, in 8.'^' MiUn, 18'JO.
Arisliile Giiilbert: De la aúoniiatvtn áu nofd de
VAfrique, 1 lomo in 8.", 1838. Ksia contienc la prl-
mera li<<ta biblioifráfíca compleia de cuantas sc haa
pubUc^do aiili¿uJ:> 3 modcrnas sobre el Africa Sep-
lentrionaf.
AIiGKLIA. [Uistoria,] Sl liemos de creer á
(1) y¿a.<e iutbn laSaharah argelina algonos «pon-
tet InU^esantes en el Monitewr «nteerMl del martes
|t de fobrero de 1845; una nota inierta en el número
46 febr.>ri» del B^lriin ie ln ^iedad de Gfografia
{9fko f|M).
Salustio, qaehabla sido gol)ernador de la No-
midía, y que sc apoyaba eii tradtctones popa-
lares y en tos libros det rey namida Hietnp-
sal, toda la rej^íon cooociila actoalmente con
el nombre general de Berbería, y por consi-
guiente, la Argelia. tuvo por primeros morado-
rcs los getulos y libios, pucblos indómiios qne
YiTían sin leyes y sin gobierno, se alimenta-
ban dc la caroe íie las fleras y de la yerba dc
los canipoi, descansaodo donde quiera qae 1a
nochelos sorprendia.
A la muerte de Hércoles, que perecló en
España, segnn la opini )n difundida en Afríca,
su ejército, compuesto de hombros de todas las
naciones se encontró sin gefc; asi es que 00
tardaron en dispersarsc. fintre los pueblos qoe
le constituian, tos medos, los persas y los ar-
mcnlos, pasaron al Africa para establecerse
en las costas del Hedíterráneo. Los persas ae
acercaron mas al Oc^no y ntllizando sos rals-
mos bagelcs construyeron cabañas, contr^e*
ron uQion con los getulos casindose con mu-
geres de esta nacion, y como en sus frecuen-
tes escursiones habian soiido cambiar de tí-
vienda, se dieron á sí mismos el nombre de
numidas, Aun actualmente los edíficlos dé los
paises numidas, llamados mapalos^ se parecen
bastante por so forma oblonga y sas tedios
aboTcdados á tas cárenas de los baqoes.
A los mcdos y los armenlos nniéronse los
libíos, paeblo mas inmediato al mar de Afri- •
ca q^}Q los getulos, que se hallaban mas cerea
(lel sol y de la region del fnego. No tardaron
en edlflcar ciudades, porque conio solo esta-
ban separados de España por un cstrecho, p^
dieron cstablecer con este pals cambioe y de-
mas operaciones comerciales. Los llblo» ailtc-
rat'on in^cnsíblemente el nombrc de los rae-
dos y en suidioma bárbarotes llaroaron moroi.
Los persas fueron los primeros cuj'o poder
tomó un crecimiento rápi'lo. y en brctc
el esceso dc sii poblacion obligó á los j6ve-
nes á separarse de sus padres é ir á ocnptr
cerca de Gartago, el pais qne llcva actualmen-
te el nombre de Numidia.
Mas adelante los fenicios, los unos para H-
brar á su pais de iin esceso dc poblacion, los
otros con ambiclosas mtras, iiidnjeron que se
cspatríaden alg'unos hombrcs ávidos de noYe-
dades y una multilud indiereute: fundaron eo
la cosla níarítima llipona, lladrumeta y Leptis,
y eslas cludades, muy pronlo florecientes, vi-
ñieron á ser el apoyo y el orgtíllo de la pt-
tria. Por lo que respeta á Cartago prefiero no
dccir cosa alguna antes quc decir muy poco.
Sin discutir la mayor ó menor verosimiU»
tud de estas tradlciones, cuya responsabilldad
ni aun es aceplada por sii autof Salustio, refe-
rlremos otra que nos \n sido conscrvada por
Procopio. Segun esle historiador, cn 1a época
de la invasion de la Pdle.'^lina fwr Jcsus (Jo-
siié), hijo de Navé. lotloslos fniebloi '|iic lia-
bitaban en la i\(^ion niarilima, dcsJe Sidon
basta las frontcras del Egipto, y quc obcde-
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Mi
AftOÉLlA
fOA
oiiQ 4 ün 8ob rey, los gcrgi seoi, íos Jebu-
seos y laa demas tribus de que se hace mea-
cioD eo los llbros de los hebreos, abandooaron
su patria, para buir anle ia aegur estermina*
Cora de loa iaraeiitas» atravesaron ei Egíplo,
íueron á establecerae en Africa, cuya costa
aeptentrional ocnparon hasta las columnas de
Bércules y fondaron en esla rcgion un gran
aúmero de ciudades en las que todaTia era
asada la lengua fonicia en so tiempo, es dc-
eir, en ei siglo Yl de la era cristiana. Cstos
ODigrados, añade, liari ediflcado una fortalesa
en el parage donde sc eleva hoy dia la ciudad
de Tigi$is: alii, ¿ la inmediacion de un maoan-
tial moy abundanie„existen dos monoHtos de
mánnol blanco, con una inscripcion eu ca-
nctéres fenicios, qi!# signiQca: Soms lot
queh^mo$ huido la ptrsecucion dtl infamt
Jnu$, hiío de Navé, segun reflere la mlsma
tradic'ioa y roenciona igualmente tales ins-
cripciones.
Islos iestioMmíoi tan formales no han dc
]ado de teoer impognadores, poesto que Gibon
admile la existencia de los monolitos aunque
dnda de las InscripcioneA; Mannert considera
latradleioa misma como absurda, éintenta re-
fotar el pasage entero de Procopio. I^ eomísion
Dombrada por laAcademia de las Inscripciones
7 Bellafi iclras dc Paris para ocnparse dc
rennir datos acrrca de la geografia antigna
del Iforte de Africa, piensa de un modo distiti-
to. «Cierto, dice en sti relacion publicada ru
4^35, la esperauza de euoontrar unos monoli-
tüs tao curiosos para la historia y que se ha-
llan indicados con tauta precisioii |)or uii
aator veridico, por un testlgo ocular, inciecc
qae se hagan %scavaciooe8 y esploracioncs
entre Lambasa (Teiauta) y Tarougadis, donde
sehaliaba situada la antigua Tigisis. »
Cjmo cpiiera qiie sea, cuando los emígra-
des de Tiro alzaron, no lejos del parage que
oeopa actoalroente Tunes, los muros de ia
oiodad que debia contrarestár la fortuna de
loma, loda la region que lleva actualmentc
ei nombre de Argelia, se hallaba ocupada por
los numidas que tenian por veciuos, ai Oesle
ios moros, al Esle losübios y alSur losgetulos.
Cartago vino á ser rica y poderosa, pero
su domioacion en Africa no ha sido |un es-
tensa ni tan incontestablc cr>mo geueralmente
ae cree. Verdad cs que a1 comensar la segun-
da goerra púnica. es decir, en el ticmpo de
SA raayor csplendor, ocupaba todas las costas
de Aíríca dcsde la pequeña Sfrte (golfo de Ca-
bes) hasta ias columua¿ de Hércules (cstrecho
de Gtbraltar) peto como ainbicionaba el do-
oiiJiio de los mares y no el del conlinente,
IkDitibase á ia posesíon de las costas, dejando
i ios Dumidas el interior de las lierras, y ci-
oéndose á imponerles tribotos y reclutar en-
tre eilos soldados, qoe mas de una vez lus hi-
cíeroo goerra coo sus propias aroias.
La domioacion de los cartagineses contaba
ya uu i>f ríodo de bastantes siglo«, cuaiido se í
encootraron en áicilía coh los ronuinos (264
auos antes de Jesucristo), encendióse al ptiuto
la lucha entre los dos pueblos, y sabido es quo
coucloyó con la roina dc Cartago (140 auos
anles de Jcsucristo.)
Despues de habcrsc apoderado de Cartago,
conquistaron los rumanos todalaNumidia, auo-
que sin conservarla, pues cedieron su mejor
parte á Boco, rey de MauritaQía, (jue les Im.
bíaayudado á destruir á su eneuúgo, y uban-
dooaron el res:o á un principe iudi^eiia; ar-
rebataron A Juba esta nueva Nuniidia, rraccian
de la antigua, abandonándola á oiro Juba,
liasta qo^ despues de heredar los estados iílI
rev moro se los dieron ai segimdo Juba. re-
cobrando, no obsiante, la nueva NumiJía. Por
último, ochenta años despiies, ú su lutno fué
rccobradu la Haiiritanla para formar dos nuevas
provincias. de las cuales la mas oriental, Ila-
mada Itauritania Gesarianateraprecisamente lu
fraccion occidental desmembrada no ha mu-
cho tiempo de la antigua Numidia. La Argelia
aclual, eutoucos represeutada por la Nuera
Numidia y la Mauritunia Cesariana reunidas,
sc hallaba coQStituyendo dos provincias su-
bordinadas á un pueblo que no estaba eo
su territorio: cste centro era Cartago, reaUada
por los Grusos, embellecida por Augusto y
hccha capital de una provincia gobernada por
nn proconsul. La Numidia y la Bisacena. am-
bas liniitrofcs de la provihcia cartaginesa, eran
goberua(ias por consuiares; y para completar
la simetria las Maiiritanias Cc¿ariana y Sili-
flana, quesegulau á la Numidia, y á la Tripolio
tana qiie seguia á laBizacena, teniancadauua
ciertosgcfes de segundo drdenque sc IlamaÍMiu
presideutes. Los lerrilorios mas distantes pcr-
tcnecian á otros ceotros; la Tingitana estaba
unida á los destipos de España como ia Cire-
náica, á los destinos de Egipto.
La provincia de Africa, (qne asi se llamaba
el conjunto de las posesiones romanasen esta
parte del munJo), casi porentero en el poder
de los romanos (4), era en liempo dc los ernpe*
radores elgraneio dc Romay de Itiilia, llpgao-
do A cuuvertirse porúltimo, y pordecirlo asi,
en Jardin de Roma: por tanto, tqdos los empe-
radores tuvieron einpeño en asegurar su trun-
qutlídad: sin embargo, nosiemprelo hau con-
seguido, pues las eKacciones de los gobernado*
res provocaron fiecuentemente la rebelion, y
en tiempo dc Tiberió, el levautamiento de Us
poblaciones indigcnas, acandilladas por Tac-
farinas, ostuvo A punto de comprometcr sérla-
inenle á la potencia romana.
No obstante, cuando el imperio de Occídeji«
te parecia desplomarse por todas partes, cl
Africa era mas romana que la Italia: loa oom-
(I) 8e 1«e ea PUnlo que seii prapieurios poiM*Íifi
por si Mloi 1« BUUd del Afriea eaaado Neroa los lil*
£0 luaur. « Bn Uempo de Vefpatiaoo ImI>U en í«
MauriUnia Cesarlana (provincla de Argel), lr«ct> co-
lonias romanas, y doce eo 'a Hümidiaf provinciu d«
Con^iaiitina.
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207
AllGELIA
m
bVrs mas esclarecidos de 1a litoratnra latina
c'n los últimostiempos, le pcrlenecen: citcmos
entre otros áApoléyo,Terluliano,Arnobio, San
Cipriano y San Agustin. Las artes no estabao
meiios ciillivadas que las lelras: en lodas par-
tes cdilicaban cludad^ y monumenlos, cuyas
ruinasann actualmente aMmiran á loá vlr.geio.'*.
BfediTamente se puede lcer, en upa Bis-
tbria de la Árgelia, por el doctor Wagner,
escrifor aleman qne sigtitó á tas tropas fran-
ce.^as en su espcdiciou de Gonstantina, cnal
ptuio ser la admiracion del éjército, caaildo
marcliando por lá antigu^ ca|iltal de Tognrta,
y admirndo dc la IristezH y uniformidad de la
Ca1|e, descubrió de repcnte las nifnasde lá an-
tígua Calama (Gtielma). «Kadib^ diceel narrador^
esperaba este éncüentro: áquellas Inmensas nii-
nas destaradas enla soledad reahimaron elCr^pt-
rlla delejérclto, al cual advertfansólemnemcn-
te, qne anlci! dc la Francla habia existido nn
puebloque hubia conqulstadoy cititizado aque- 1
Ihi lierra, y que no se enconffaba un rineon
del Afirica Soptontiional, po> esléril que pa-¡
reciese quc no prescntase algim monumcnto
imprevisto desdc eí cual Koma cn su dia, ob-
servüba á laPrancia.»
Cuando loá bárbaros desolaron la Ilalia, al-
gnnas tentativas hcchas en Africá para separar- [
sede la meírópoli, fiieron fácilmente repriml-
das, pero en 4^8, Boniraclo que maudaba ch
horabre del empoVador Valentiniano, se rebe- ¡
ló abicrlamente Ibmando en su auxilio á ios
vindalos, ducfios cntonces de la España. Gen-
Ferlco, tino do sns gcfes, hcbiendo pasado el
raar al frcnte de una poderosa annHda, apode-
itSsc de todas li3 plazas qué aiin se haraban
devotas al emperador, y avanzó hasta los mis-
mos miiros de Carlago, que Boiiifacio ccupaba. '
Vtendo este quc en vez de amigos se habia
captado duminadoreit, hlzo inútites tentalivas
para qoe el gefe bárbaro se rclirafee, f^ero no
padiéndolo conseguir, le atacó y fué ven -
Cido.
* Ducños ya dc una de las mas bermosas
provincias dcl impcrio, ostablecléronse en ella
UiS vánd}ilos, hicieron de Cartago su capitat,
T quedaron tranquilos poseedoies del pais por
éspaclo de mas de un siglo. L evaron sns es-
cursiones hasta la misma Italla: Bonia fué fo-
roada y saqueada por Genserico, y vengada
Cartago, se enriqueció con los despojos roma-
ilos. a upaba Gelimer el tit>no que Ind)1a usur-
pado á su sobrino, cuando Jiisl¡nl.nio,qiierei-
naba en Constuntinop'u, resolvió nucvamente
reanir cl Africa al Irtipcrio. Belisario, general
de los ejércítos imperiales, tomó ¿ Cartago,
espulsó á los vándalos, y rednjd todo cl pais
hasta las columrias de Rércules.
Dácia lines del sigio Vll, los árabes, ya
poseedoies del^ Egipto, inv^dieron el Africa
Septetitrioiral, oblígaron é lós crístianosá abra-
Jtar la réligioo de Mahoma, y no tardaron en
eitableter so^re tóda el Afríca roíDiiDa, uua
^ominaclon que i princlpios del siglo siguien*
te estendieron eii España donde fuerofi llamA-
dos por la traicion del conde Julian.
la invasion arábiga trastomó coraplela-
mente el estado poHtico del pais, duerar de-
nominacioncs reemplataron á los nombres ro«
manos, y los conqnistadores tíitteúUnaDes bi-
cíeron desaparecer hasta los úttfasoa vesllgtDS
de las doscieiitas noventa y Ireá igiéílas eipis-
copalés, qiic ya ta persecnción de loB véndab»
habia herido de muerte en soio lofe tlmitefi dei
moderno territorio argeliano.
Tarias dinastias árabes sesooedierob ea el
imperio fundado en AfHca por loá taaaaulfflaDes;
la de los Aghlavitas, cuya capital faé Kalruaii,
y mas tarde Tunez, y lá 4e loa KdriBitas fue-
ron siisUtaldas por la de los FatimHM, qttéoea-
pa(k)s de la conquista 1^1 Egtpto, dé|aroii m
seguida usurpar sus poseáRmes obetéwitktM
por les Zelditas, 6 los euales áüccAieroÉ t» M
provtncfas de Tnnei y deGonMaittiDa, loa lla-
maditas, y en hi de Tlemcera los Yabeditat.
A su vez ías tres éinaMiai qee «óablunds de
mencionar fiieron reemplatadaB por Iob Almo-
ravldes, y estos i sn vez deAtmidos 0off lot
Almohades. La doihinacion pásagera de esldr,
f jé brevcmcnte reeraplaBada por la de los Zll*
nitas de Tlemcem, y los Hafiiltas de Bogia, at«
tcrnativamente dneños de Argel, oonforme at
éxito dc ia gtierra, y aii se conaerváron h^to
la segunda mitad del siglo XVI.
Con 1« toma de Granada ae habia 4e^lo»
mado para siempre la dominacion mo&ulmani
en el terrilorio español: los últimos desoeil-
dientesde los oonquistadores africanos» sc^ie-
ron en la precision de escoger entre el ostra-
cismo y la abjuracton de sus crcenclas, y co«
mo en su mayor núaaero hayA preférido e(
destierro, se refugiaron al Africa. Fernando per-
si^uió á sus enemigos hasla csta tierra estraña:
en i 504, las tropas espafiolas atacaroa y to*
maron el fuerte de Mers-^l-Kebír cerea áe
Oran, y coatro años deapués el célebre carde*
nal Jimcne^t de Cirneros, at frente de ona po-»
derosa armada, seapoderó porsí misraod^es-
ta úliima ciodad; entró en Gartagena cincodias
después de iiaber partido, de|andoáPedro Na-
varro et cnidado de estender una conquista á
la que ya habia contribuido con sn valor y su
destreza. Despues de Itiber sometido todM laa
plazas próxtmasá Oran, Navarro se di6 á la Te-
la para Bngia, d« la cual se apoderó sin U
ménor violencia. Uoa victoria tan rápidia, y que
nada liabia co^tido A los cHstlanos, difondlé
el cspauto por todo el pais; las cludades tecl«
uas enviaron á porfía sus diputados al vence*
dor para implorar su protec^lon y Bometerse á
la obediencia de Fem&ndo: Argel fué la pti*
mera en dar ejemplo; el bey dc Tunes no lar*
dó ett ma&ifestar sú samisioti; y todos b»ia
el soberanade Tlemcera, y los moros de IMts*
ganem, enviaron al general espa^ol stts em-
bsOadores para demandar la paz, 7 para olVe^
cersc i sertribuiartos de la corona de Gaftiila:
todpseitoi aconteci mlentos sucedleron en 4 5 « o •
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ARGfiUA
m
Pero eslas coDqnfstas tan rápfdaraenteefcc-
tnadas por !o8 españoles, las perdieron cón 1«
misrot rapidez: Argel y Toner cayeron nuevn-
mente en poder de los oiaros auxiliados por
tos toreos.
Segun ya hemos Jndicado, los espafioles se
fatbian apoderado de Argel en 4540: para de*
feodersn eonquistaMcfa laparted«t mar, ahsa-
ron sobreuna roca aisIadadelantedeU cindad,
on ftaerte qne dió grande imporlancia al puer«
to, y asegoró duranle algnnos afios sn doroi-
nadon en estos parages, pero trataron la cin-
did con tan escesito rigor, que solo esperaban
los babitantes nna favorable coynntura para re-
belarse y recobrar su llbertad.
La mnerte de Femando , qee BOl>reTÍno en
r546, foé 1a sefial de la rebeffon: loo argelia-
Dos lltmaron en sn autilio á Salem-ebn-Temi, I
prlttdpe áral>e, de gran nonbradla por so bra- !
Tora y talentos milltares, y este, para asego- j
rar m^r la empresa, biso cauM comun eon un
corsario, d primer Barbaroja (AraudJ); estehom-
bre, bi)o de nn renegado siciHaflo llamado Ya-
enb, establecido en Metetina (Lesbos) y tam-
bien pirata , se habia hecho teroible en lodo el
Medlterráneo. Habia perdido un iMraso delante
de Bngia, qneriéndola arrebatar á ios espafio- 1
let, peit) mas afortunado en Gigel acababa de !
apoderarse de este pnnto, de concierto con su ,
benntoo Khairedino , que mas tarde adquirtó
800 mtyor celebridad
Barbaroja se apresuró en acndir é la esei-
ttdon del gefe ó cheik Salem-ebn-Temi; y att-
e6por mtr A Argel, mientrts que el ártbe te
teometio por tierra. Los dos ataques foeron
corontdoB por el me}or éxlto: cl fiierte y la do-
dad foeron tomsdos, ta goamicion espafiola de-
pOBO Its armas, y en tos de qnedar libre Ar-
gel nohixo otrt cosa qoe modar de duefio.
Sin embargo, los dos Tvneedores no estu-
Tieroo por mncho tlempo en uno eordial inte-
Mgenéit. Btrbtro]a se deshizo coanto antes de
SQ rhráT, y quedó únlco poseedor de la ciudad,
Jonttmente con sus tureos, qoe Tinieron á iser
d órigeQ 4e It íniHeit trgelitna.
n hijo de Satem-ebn-Teml, qne á la muer-
te de sn padre se habia refngiado entre los es-
p^es, obtOTO de ellos una trmtda y unt
Mett, bfljo la conducta de Francisco de Vera.
I^ estt flott no tocó A las playas síno para
eitrelltrse en ellts, y Its tropts de desembar-
qoe, tttctdts por Barbaroja mientras que se
cntregaban tl pillage, fueron casi totalmente
deatroidas. RotrdeeiJo por este noeTo sueeso/
BaftMrolt resolTié espols&r oomplettffiente á
les esptñolea de Iss costts de Africa, y proba-
blenente lo hoblert eoosegnfdo, si en ona es- 1
peAielon contrt Tleroeem, no hobfese sido
jnoerto tl eombatir con los espaftoles de Oran
Antet de tbondontr A Argel, Barbarc^a ha-
Bit iltmtdo á Khtiredino part reempltxtrte
dortBte SQ tntencit: A It noticit de It muerte
át 10 hermtno, Khtiredlno, tarobien denomi«*
150 UlliLIOTEU |K)PUUR.
nado Barbaroja, no menos dibll ni menos fe«
mible, le sucedió en et mabdo. Apenas en po*
sesion del poder, se tIó esle amenasado pof
ima flota de Teiute y seis bageles espafiotes
que condaeian sobre seis mil bombres; pero
retardado el desenbarque, se leTantó unt tem-
pesttd que hiso perecer la mtyor ptrte de los
buques y con ellos nnos cnstro mil hombres:
cx)n mucha diflcultad, el resto dc la espedicion
pudo Ilegar i Ibiza, nna de las Baleares, y los
moros quedarpn duefids de Argel y de todt It
costa.
Sín embargo, Khalredino obligado por el
odfo de los irabes y las acometidas de los es-
pafioIe4, Tiendo por otra parte que disminoit
SH ejército por instantes, recurrió al snlttil
Selim I, y obtuTo (f 5t0) en ctmbio de un tc-
to formal de sumision, el titulo de bey de Ar-^
gel, ui socorro de dos mit genfatros, tdemtt
de tlgona artílleria y dinero. Gon esios re-
füerzos el nueTo hey se apoderó def fnerte e»-
pafiol' qne ocupaban todaTia sus btbifantes, é
hiso constroir por esclavos cristlanos, It esoo-
llera que une i ta tierra firme el islote sobro
el oual se destaca.
Bn 4593, el sultan SoUman Ilamó cerct de
él i Kbairedino, al cual conflrió la dignidad áé
capitanpacbi ; i su partida, el bey dejd ét
mando de Argel i un eunuco, renegado sardo,
ilamado HaBsam'Aga de nna braTurt igotl á
80 cmeldad, y cuyos talentos militares pare-
cian recordar los del eunuco Narses. Hassam^
antiguo pirata; continuó, durante so gobiemo,
su plllage y sús tropelias oon tal audacia, qoe
el papa f aulo III soiisitó de Cirlos Y el reme*
dio de estos males.
Tt este principe, faabit consegoido derro-
car, algunos afios antes el poder creado por
Barbaroja en Tunez. MOley-Bassem, refntbt
cn esta eiudad, siendo feudatario de E^pafia,
cuando Khairedinollegói Gonstantinopla toon-
sejd al sultan qoe reuniese i su Tasta domhit-
cion los eslados de Muley, y habiendo segnido
e1 suHan este consejo, confló i so capilao-po-*
chi el mando de nna escoadra por coyo media
en breve se apoderé de Tunez. Dncfio de It
ctttdad y del fuerte dela Goleta, coyas fortifict*
ciones tument^, Barbaroja infestó el mar con
sus piraterias, y amenaaó, no tan solo i It €er*
deñt y la SiclHa, sino tambien i la Italia y It
Espafit. Pero deseando Girlot V, poner eot»
i tales escesós, reunió en Gagtlari, trcinta mil
hombres de tropts esoogidas , i Itt órdtnet
del mtrqoés del Qoasto , disposo qttínientot
buqoes para It espedidon , y periooalmente
se dirlgió con so trmtdt el 46 de Juiio éñ
4535. Despoesde unt fsHz ntTegtcioo, tl IVe«
gtr el empertdor frentt i Ttnez hito desem*
btreor sus tropas, qoe ocoptron las misintB
linets que Stq L^s, segon ob'servtn ios htoto*
ritdoros»
UrtodMoadelfuertedelaGokta, ím%^
do por tttHo, bizo duefio tl empertdor dt Imi
fuerza» ntTafes y del arsena! ; medlaiitt '^
T. lU, 1 1
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M
ÁÍiGISLlX
M
.Mpitolacioii: le foé entregáda la ciodad, y ape-
jnu babia traacorrido on mea desde la partida
4le Cagliari, coaQdoMoley-BaaseiD, sobió sobre
ao troDO, recooociéodoBe noevaroeote feoda*
Mrio de la Espana. Teiote mil eaclaYoa criatia-
nos debieroo so libertad ¿ tao gloriosa eape-^
dicion, coyo regreao foé ciertameote menoa
felia, poes ona Tiolenta tempestad dispersó la
escoadra.
Ki éxito de esta primera espedicioo era de
on íélls agüero para el itorTenir: el emperador
correspondló por tanto á la escltacion del so-
berano pootiflce, y dió órden para qiie se reo-
óieaen en las costas de Espaíia é Italia, dos ar •
madas compoestas de sos mejores tropas, á ias
coales se onió lo mas escogido de la noblexa
íiallana y española. Diütingoiase entre esta úl-
tima HemanGortés, conqoistadordeMéjico, pre-
aeotiodose como volontario cou sos t^ bi-
Jos. El gran maestre de Malta envió qoioientos
caballeros acompañados cada ono de dos com-
batientes. Las dos flotas en qoe debian embar-
carse ambas armadas foeron poestaa al maudo
del célebre Aodrés Doria, repotado pojr uno de
losmas bábilesmarinos deaqueila época (4 544 ).
Noobstaote, los preparativos se habian ve-
riflcado con soma leotltod, taoto qoe oi aon
el emperador mismo se hallaba á flnes de agos-
to en el ponto dc reunion. Por fln llegó á Ita-
lia, y el 46 de setiembre tuvo en Luca una en-
trevista oon el papa, el coal, aunque la guefra
ae bacia ¿ iostaocía suya» ooi^oró al monarca
¿ qoe por mas tieropo no peosase en noa espe-
dlcioD demasiado tardía para quo pudiera tener
bnen éxito. £1 marqués del Guaslo y Doria le
dirigíeron tambien la mísma súplica: todo fué
inútil, y lasdos escuadras se bicieron á la ve-
)a lleguidoel 26 de octubre dclaote de Argel,
i>o sin grandes diflcnltadcs. El desembarco se
hixo Gon órden y celeridad como media legtia
alEstede la poblacion.
Las fúerias reonidas ascendian entonces á
feinte y dos mil hombres de Iníanteria y ¿ mil
y clen caballos; pero el mal tiempo se oposo
al completo desembarqoe de los biigajes, vi-
verei y municiones. A pesar de esta enojosa
Qcurrencia laa acometidas del cnemigo fueron
enérgicamente reebazadas. El ataqoe dado ¿
la píasa era vigoroso y casi compieto; el mo-
narca se babia colocado persooalmente en la
altura de Sidi-Jacoub, qoe domioa á la ciodad,
y donde mas tarde se ba coostroido el foerte
del Smperador; el ataqoe gencral estaba pre-
meditado, y dlspn^to para la mar^nasiguiente,
y todo bacia presagiar el éxito mas brillante,
riiando una tempestad acompanada de granixo
y de torrentes de iluvias se dcsplomó sobre la
arraada sin abrigo, al mismo tiempo que una
iwpetuosa borrasea dispersó la flota. Aprove-
cbindoac fiassaái-Aga de loa desastres de la
armada cristiana para acometerla, hixo vigo-
resai satidaa, y en mia de ellaa destruyó casi
radlealmente el ciierpo de loa caballeros de
Malta.
Habiéndose calmado oo poco el temporal,
ya fué posible reconocer en el dia S9 la pérdi»
da de los dos anteriores, y se vi6 qoe habian
perecido clento ciocoeota boques y ocho mil
hombres. Habieodo ya el emperador perdido
toda esperaosa de poderse apoderar de la ciu-
dad, y ced¡eodo¿ los cod^Jos de Doria, que
le babia escrito» ie decidió ¿ la retirada; pero
detenido por el crecimiento de ias agoas del
Haratch y del Hammiz, hasta el dia 34 no po*
00 llegar al cidx> Matifú, donde le esperaban
los restos desordenados de su flota. Al ver nue-
vamente G¿rlOB ¿ su almirante le confesó que
habia sido castigado por no haber atendido ¿
sus amonestaciones. Se hizo saber ¿ la arroa*
da eo órden general, que el sitio de Argel se
habia suspendido haátael año siguienle» he-
cho lo cual se hizo ¿ la vela para Bogia. Aili
foé donde el emperador, despues de remune-
rar ¿ los oflciales qoe le habiao acompañado en
tan poco afortunada espedicíoii , abandonó la
armada para volverse ¿ España por Gartagena.
Libre yadelos españoles, Hassam-Ag¿em-
prendió una espedicion contra el rey de Tlem-
cem, al que hizo tributario , y murió poco
tierapo despues de haber regresado ¿ Argel
(4 543). La milicia torca eligió al pooto para
reemplazarleonodesüsgefes Ilamado Haggft,
qoe cooservó el mando basta el momento de
haber llegado el noevo pach¿ elegido por la
Puerta: era este El'H<u$am, hijo de Khaire-
dino<45U).
Despoes de la espedicion dc G¿rlos V , los
españoles, no tan solo no ioquietaroo por roas
liempo ¿ los argelianos, siuo que aderoas
perdieron sucesivamente lodas las posesionea
deAfrica. Bugia les -foé arrebatada en 45t2;
por mucho mas tiempo conscrvaroo ¿ Oran y
Mers-el-Kebyr, quelos argeiianosnoconsigiiip-
ron rec^brar Iiasta 4708.
Envalentonados por ia impunidad lo? plra-
tas de Argel, a¿i como los deTunez y iri|N»-
li, aumentaron en número, y se hicieion c;ida
vez mas audaces. Duraote mus de un sigío. iti.
fundieron el terror y la desolaciou haAla laa
costas de España y de Italia, pues deaembnr-
caban de improviso, devastaban ias pohiacio-
nes, reduciendo sus haMtantes ¿ la e^clavitud.
Luis XIV su ent^rgó por último de vengar el
hooor de ia cristiandad: nueve espedicioues se
posieron ¿ la vela bs^o so relnado, desde 4663
¿4668; pero solu la segonda fué aoompañada
del desembarco.
£n 1663, el duque de Beaufort, con seia
buques mayores , y otras tantas galeras, dló
caza ¿ los piratas de Argel, les echó ¿ piqoe
unos veiote bageles, y les obiigó ¿ permane-
cerpor algnnos meses encerrados eo siia puer-
tos, Peroai año sigoiente comenzaroo de nue-
vo sos rapiñas, y el mismo diique de Beaufort
fué nnevamente encargado de redocirlos ¿ ra-
zon. Diez y seis naves foeron ¿ desembarcar
d^elante de Gigen, como onas ciociienta ieguas
al OMe dc Argel; Feis mil hombre qiie se apo«
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ARGEUA
SU
dtfaroD de ia dodad, conatroyerofi mi ella nu
ftierte, y batlevoD on coerpo eotísiderable de
■oroE: 8ÍQ eatergo, poeoliempodeapiies todo
MilModonado.
Eü 4665, el duque de Beiulért enooatrd la
ietaaiifeiioaá la altora de Tmies y la iilao
€ipeiiiDentar taics pénttdas, qoe durante diei
f BÓB ano8» h» conarios de Argel no pudieron
acometer empresa alguna.
In 4tf8l, Doqueste y Toonrille, que serYia
á a» órdenee, deetniyeron casi compietamente
li iola tripoUtaoa delaote de Gliio: ia pai foé
eiiibiecida de^Mies pormediacioa dei gran
stínr.
Al año algoieiite Duqoesne y Tourville se
lÜBaroB delante de Argel coo fuersas consi-
darables: inceQdiaron (res boques argelianop
y bombardeanm la dodad; pero la ni^la esta-
eion íaé cansa de que YOlviese la flota á los
paolosde Franeia» qoe 4 so regreso hiso es*
jeiisKDtar noeras pérdidu á la marina de
Argel.
fin 4683 fué emprendido nuevamente el
hmbardeo: nnas iwmbardas denoeva inven-
dofi, coQStrnidas en el poerto de Toton, ba-
jila direcdon del famoeo Henaod, prodojeron
el nayer efecto. Ya babian derribado la mitad
de iaa babitaeiones, coando el dey ñié moerto,
JaslaBKiite coandose preparab^á capitolar.
II anevo dey fiouaffn, por sobrenombre Jfes-
as-lforfo, qne babia trastornado las negocia*
GisMS de su predecesor baeiéBdolc asesinar,
Uao atar al cóosnl de Francia á la boca de un
caéoo y sacriflcar todos los caotivos france-
aes: sok> la fuga le podo sostraer 4 la exaspera*
cien dei popolachó. 8& suoesor Ibrakim, para
iPiCigoaráLols XIV solieitó soleranemente
el mas borailde perdon por medio de DJafar
Agi; y sin embargo, foé preciso qoe Toorville
ea4M7, y el mariscalde Eslrees en 4688,
•e eocargasen noevamente de castigar á estos
iaoenegü>le8 piratas, arrojando mas de dies
aiH bombas sobre sos bogares» Solo algonos
añcidespoes, es decir, en 4694, es coando el
gebiemo de Argel recoiioció los derecbos de
propiedad de la Franda sobre el litoral entre
Boai y Tbabargah, independlentemenle de la
eoioesioii eselosiva de la pesca dei coral, y del
coiBerdo entre Dona y Bugia.
' Ea 4685 ei maríscal de Bstrc^ babla im-
poeslo la pas, b^o rigorosas condidones,
iloilrípoUlanos y al dey dc Tonea.
Todas estas espedidones fueron honorifl*
cu para la Franda, y gloríosas para su mari-
M*perono dieroo resohado algnno dedai-
^paesto que los argelianos volvian á la
m en eaaoto babian repneafo sos pérdi-
das.
Va heBoe viato raas srriba qoe Khairedi*
*e babia aolidtado la proteedon del sultan:
deide entonces la Poerta habia continnado re
Q^eodo ofldales con d tilolo de pachá, para
Scberaar á ArgeK coyoestadode cosas doró
Msta príocipkM dcl slglo XVII. Bo esta époea I
descoBteatalamilidadei gobenador torco, qot
la pagaba mal, solidtó y obtovo dd gran sefior
facoltad de deghrse on dey ó gde, qoe red-
diendo continuamente en Argel, toviese laad-
minlatrBdon dd estado, pagase ¿ la miiicia y.
enviaae tribotos rcgolares ¿ Gonstantinopla^
en vea de oobrar d soeklo de los genisaroe ar«
gdianos. Bi pich¿ nombrado por la Poerta de-
bia conservar sos liooores y su trataoiiento^
pero solo tenia voto en el divan ooando se le
pedia,ócnando versabala ddiberacton sobro
00 asooto inleresante ¿ la Puerta.
Argd poseia, por taoto, un padi¿ y on dey.
hasta el instante de la devadoo de ÁÜ (4 74 0)«
Este hofflbre, salido de los úlUmos rangos de
la mllida torca, hallábase dotado de nna gran
bravure, y de on carider no menos tenaz, así
es qoe ningon obstAculo le detenia. Habiéndo-
sc orgaoisado un compk>t en contrasoya, no
vaciló 00 punto en apUcar d castigo, pues bi-
zo rodar mas de mil<adecieotaa cabezas eii el
primer mes de Bt) advenimiento. Un rígorsc'*
mejaate prodojo nuevoscomplots, de queelpa-
ch¿ fué d factor príncipat; Ali le hizo pren-
der y embarcar para Goostantinopla, y ciiviá
al mismo tiempo al sultan Ahmed III vaiioa
embajadores cargados de rícos presentes. Cl
divan no pudo menoít de aprobar la conducta
de un hombre que empleaba tiles ibedios dc;
JnstiflcackHi: Ali fiió devado ¿ la dignidad de
pach¿, y recibió la inveslklura de estadignidad
Jontamentecon-tres colas: desdc entooces los
deyes gobemaron dn dar paritoipacion ¿ otraa
aokNridades locaies.
Al coraenurse el siglo XYilI, ralenlras qoe
loi espaáoles estaban ocopados por la goerra de
SQcedon, hdlAndose debilitadas sus fuerzas,
Oran, conquista del cardenal Jimenez, babia
cddo en poder de los inoros. GonsoUdado el
trono de Fellpe V pensó eate monarca en 4 73t,
recobrar esta importante posesion: encargó de
la espedicion al conde de Mootemar, que la.
desempefiócon ona felicidad Jostiflcada por
sos boenu disposidones, so activklad, su
prodeneiayso andada. Orany Mers-el Kebyr
foeron recobrados por los españoles tres dias
d^pues de so desemharoo. El dey Ali qne
mandaba la aftnada mosuhnana, avergonsado
de soderrota, y temiendo la indignadon de los
soyoi, se fogó al interíor Jontameote con su
famUia y sos tesoros.
Bnoomismo dia, en 473t, presendó Ar-
gel ladecdon de cinco deyes, qoe fueroo
asednadosunosdespoee de otros» y sos tum-
bu se vcn todavia fuera del barrío de Bab-eN
Ooed.
Bl año 4775 fué notable por ooa espedi-
don de los espaóoles contra Argel: aonquc
bioB preparada» tovo resoltados desastrosos, j
eorao foé la AUhna tentativa de desembarco
sobrela iOf^a afrícana antes de U comiuisU
francesa, hiaoAlas cipcdiciones un di*'{avof
exagerado. Ei general Oregui qnela mandaba,
fracai^ó complctamrpte cou trclnta inil hom-
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ARGEUA
3M
Bres y eieft ^kem de «üllerit, €oya myor
parte quedó en poder de lot enemífos.
Esdeuotarque el dey Mohammed, qae
'' mandaba en Argel en esta époci, se Mlaba
gobemando deiide 4 766, y conservó el poder
basta 4794, por mas qne bajo eu domioMioD
se hubiese YeriOcado on bombardeo de la eio-
dad por los daneses (477e), la espedidon de
Oregul (4 775) y oiras doa tentati?«8 de bom-
bardeo (4783 y 4784) por el atmirante Baroe-
ló. Mohammedmurió en bu lecbo, eosa raraen
irgel» ¿ la edad de mas de 80 aüos. Haaam,
6u piimer minlstro, le sncedló sin oposidon, y
en cl segundo afio de sn relnado, los españoles
le cedleroD Mers-el-Kebyr y á Oran, cuya rui-
na se babia Tcrlficado mediante un fuertelem-
Wor de lierra.
Bn 4793, habiendo tenido precision la Fren*
eia de suplir con las proyisiones recogidas por
los buqnes, lo insuficiente de la cosecba en
hs proTÍDCIas meridionales, el deyHassaro au-
torizó las esportaciones de trigo que sumlnis-
traron las casas Judias de Bacrl y Bnsnach. La
liquidacion y el pago de los suroioístros que
eontiouaroD dnraDte muólioe afios, y ascendie-
ron á snmas considerables, fueron la causa
primordlal de desaTenencia de la nacion fran*
eesa con Argel, y por consiguiente de su con-
qnista.
En la época de la espedidon francesa al
Bglpto, la Puerta indujo al dey de Argel para
que declarase la guerra á la Franda: los frm-
^ eeses fueron por tanto espnlsados de sos pose-
siones de Booa y la Calle, y el eónaul d«
Fnmcia qoédó reducido ¿ prision. Pero esta
mala inteHgencia do fué moy dorable, por
coaDto UD tratado de pax cod la regeoda qoe-
dó firmado en 4804. Napoleon ezigió qoc no
tan solo 1a Francla, sino tamblen todos los es»
tados reunidos bajo la dominacion franccsa ó
fomprcndidos en sn aliansa, fueaen respetados
por los corsarios: Argel se sometió é esta con-
didon.
Sin embargo, como los dtstorbios p«ilíticoB
7 las guerras que habian desolado ¿ la Europa
durante Telnte afios, habian sido causa de qae
se hablesea suspendldo todos los ataques con-
traArgel,estap<Hendia aproTechó* tal coynnto<»
ra para ponerse en un estado dedefeosaformi-
dable y para llenar su tesoro por las correrias
de Bus corsarlos.
' Despoes de 1a pas genend de 4845, algv-
Desingleseshabian sido maltratados en Bona,
y por lo mismo lord Exmouth fiié encargado por
80 gobiemo de ponerse al frenie denna eseaa-
dra para pedir satisfacclon al dey de Argel. En
las priroeras negociackmes, el almlrante in-
glés habia oonsentido en «oeptar ei arbttrage
de 1a Puerta, ó por m^or dedr, habit eon«-
goldo hacerle aoeptar por d dey Omtr-Ebn*
Mohammed; perocomo elgabio^e^le LdDdres
no^aprobó este conTenlo» otra espedicion eto
maai (brroidable que la primera fu6 dirlgidfrl
coDtra Argcl. El 97 de egoato; la escoadra in*^
glesa, coya toem asotndla i treinta y lielÉ
velas, en seis de las euales ondtaba el ptte^'
lloa holtndés, se preséntó delaato dt Afgel ¿
hisosaberal dey qoe la loglaterra exlgk:
4 .^* la abolidoB liimediata dt la esdafitod de
los europeoe: i.^ pna rtptiaeloa oomirtida éé
los insnltosy peijoldoe qne lot sábditts te-
gleses acababan de espertmenlar enlos etta-
dos de Argel.
Pero como el dey rethtiart edu propo-
sidones con menospredo, el bombafdeo eo-
raeosó inmediatamente. Muy en brefe loa
fnertes y los baloartes de la marlna, asedla-
dos por la artilleria inglesa, qnedaroo sin de«
fensores, y los btqoes andadoaend pQtrlo,
vinleron ¿ ser preaa de laa Ilamat, Pcro tan
briUante suceso se pagó bien caro, pnes
chos boqtes iogleses qoedaron aln fl
y dos nll euatrodentos hombres fotra de <
bate. Sin embargo, como la dndad hablt ts*
frido borriblemenle, rebel¿ndote el pndAo h^
zo que el áej pidiese la pas ¿ lord Exmoiitb,
qoe 00 hall¿ndose ya en eatado de ctmeiixar
un nuoTo ataque, estaba ¿ pnnto de Td?erá
Gíbraltar.
£1 almirante exigié la abolidon abtoltta
d^ ia esclaTitod cristtana, la manomtston tln
rcscate de los caotÍTos de todas las nadones
europeas, la restittdon de ona cantidad eonal-
derable pagada redentemente para rescatar
tresdentos setenta. esdaTos napolitaoot; por
tiltimo, la franqntda de todo triboto pcectdta-
temente impueste al pabellon hdandéi, qte
dcsde entonces debla dlsfmtar de les mismat
Tentajas que d de laglaterra.
El 8 de tefieaibre de 4847, una de esas se«
vtlQdones tan frecoentes en Argd, arrebató ¿
Omar el trono oon la Tida. Gierto et {que bt-
jo sn reinado, Argel babia sido socedfamente
horaillado por los Estados Unidos y por la In-
giattrra, pero habit sofrido estos reTesti eon
la mayor oonstandt, babiéndose repocíBto eoo
toda energia: las lortlflcaoionee de la marína
eran oada tob mas rcumidables, y Iob foocpies
de Afgel soreaban de nttTo d mar.
Sn 4845, nna dlTtsita aBtericaaa ae babia
presentado ddante de Arg^U y w BNHtidDres«
aonque tenian todos sos buqoes moQtadas ea
corsot accedieron easi sin réplica ¿ las prop»-
sidontt de la pai que le faeron dlctadas: ¿es-
to haciamos refereacia al indlcar la humllla.
cion dc Argel por parte de los Eatados üal-
dos
áU Codgia, qne babia becho morir ¿Omar.
le suoedló en d trono: pesaba por letrado, pero
era sangninario y de padones desopdenadu.
Al pooo tiempo estaUé una Oonspiradon cootra
él, por lo cual trasporló de noche, basta tl
Easbah» sn residencia y sas tesoros. Detpoes,
lodeAndose de una gnardia oorapoeata de ¿ra-
bes y de negros, no ocnltó sa dedghio de
ftjodar nna dinasUa boreditaria y eaterminar*
et cuerpo de los geuisaros: ya habia beobope-
recer mat demU quinientos, coande la p^ita
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fl7
▲RGELU
m
Heeó á ponar t¿i»iiio á m pv^HC^ 7 m
Hos8eim^chá-(el-Qo8ayu*ebo-el-Ua9iam)
lc soeedló. Rioo coo It herenoia qae le habiaa
legado suo inredocesores (laa fortiñcaciones de
la sniiia y la realdeocla de U Kasbali), re-
cfaaaó ooa Tilipendio la DOtiflcacioo que aca-
babao de bacerle ea 4849 los almiraotes Ju-
rien y Freemantie» eo nombre del coogreso
de Aqaisgran, y respondló qoe conliooaria
aticando los bnqoes de las poteocias qae cou
éi noesluYiesen coligadas.
Ko 4894, ooa flota ioglesa se preseotó de*
laate de Argel para exiglrle satisfaccion de
algonos acloB de plraterla empleados cootra
sábdltos ingleses, cuya diferencia se terminó
mediante nna negociacion. Desde esta época es'
caaodo las relaciones de la Francia coo Argel
tomaron no carécter de acrltud que prouto de-
generó en ablerta bostilÍdaJ.
•5o füéun becbo aislado, decla en 4899 el
Diolstro de Negoclos estrangeros i la cámara
4e los diputados, lo qoe orlglnd el romplmieo-
to cntre la Francia y la regencia de Argel.
«Xucstros agravios asciendcn A la época
en que se encargó del poder el dey actual,
fiosseim-Paché; pero sobretodo desde 4895 es
coando liao llegado á adqairir mayor gra*
Yedad.»
Ko esla época, contra el espreso tenor de
los tratados, se hlcieroo pesquisas en la casa
cooaolar de Booa, b^o el capcioso pretesto de
cootrabando; Tarias autorisaciooes ilfeitas de
permanecer y comerciar enestaciudad j en las
coslas de 1a provinda de Gonstantina, fueron
olorgadas 4 diferentes negociantes ingleses y
mahometanos; un derecbo arbitrario del dies
por dento foé establecído sobre las mercan-
Giasintroducidas por cuenta del agente de las
conceoiones francesas.
En 4896, algunos buques pertenecientes á
le Santa Sede, pero en los cnales ondeaba el
. pabelloD blanco, tenlendo la proteccioo de 1a
fmiA%, foeron injusbunente apresados y so
resfltoeionrehnsada.Qaedaron eooflscados di-
íiR-entes artlcolos, propledad de los ftaneeoes,
¿ bordo de nnboque español. Asi se Hegaroa
á Tlolar dos prioclpiosque constanteiBQnte baa
•errldo de base ¿ nuestraa transaeciones eon
tas rvgencfas de AfHca: (pn el pabellon fraa-
c¿8 cubre la mercancia cnalqulera qoe ses, y
qoe 1a mercaneio flraneesa es iOTiolable, aon
ba|o el pat>ellon enemigo. Algioiai Tiaitas ar-
bftrsiias y dlferentes gabelaá se ejecutaron
¿bordode k>9 imgelea franceaes. Kl doMinio
de k trancta sobre esa por«jion de territorié
qae oe faalla comprendldo entre la 8eyl>oase y
dcaboRoox^y delacuaIest¿enposesioades*
deMfiadosdel siglo XV, Aié desoonocida.
Daa CBBtidad de dos raillones de francos, resto
da OB efodHo ya reembolsado ¿ clertos Judioa
argtiianos por el abasteclmiento de graaos
Sieaeblio ea loa primeros años de la ropú-
itt, canUdad deposlMa enla cajade los de-
péaüos y oon^aeioooo pai« amortisar loe
créditos franceses de los senores Busnach y
Bacry, en decucion de ooa tran&acciou pasa*
da el 98 de octubre de 4819, cntre los comi-
sarios del rey 7 los apoderados de loa súbdi-
tesargelianos, fué violeQtameote reclamada eu
lérminos muy inconvenientes, asi como el
reembolso de otra cantidad de dos millones de
francos que el dey de Argel acosaba al consul
de Fraucia de haher recibido, como precio de
los pretendidos buenos oficios que habia
prestado ¿ Bacry, prÍTado entonces de su
iibertad y cargado de cadenas por su sobe*
rano.
•Por último, dice oo escritor francé^,
mientras qoe el gobierno se dispooia ¿ dac
¿ estaa reclamaciones una respuesta que hn«
biese contenido la cnnmeracion de noestros
agravioa y el requcrimiento dc tales exigen"
cias, en el dia 30 do abrii do 4897, cuan-
do el cónsul general de Francia acababa dc
presentarse al dey en una ocasion solemuíj
para cumplimentarle, como ea usanza, en la
Tispera de las 0estas mosulmanas, correspon- .
dió tan solQ al acostambrado homenagc, con
un iosalto grosero.»
Kfedivamente , habiéndosc presentado
lír. Delval, cónsalde Francia, en lac¿maradel
dey en el dia de la flesta del Bairam, Junta-
meote con los demas residentes europeo^,
Husaeim, ¿ consecoencia de una discusion, se
eacolerisó de tal manera, que haciendo uso de
su mosqnitero birio ¿ Mr. Delval en el rostro.
Kn4830 tubieudo ¿latribunael minis-
tro de Varina , se espreEó en eslos tér-^
minos.
«Informado el gobierno del rcT del insulto
hecho ¿ nuestro cónsul, le envió la órdeu de
abandonar ¿ Argeli y la &alida de este, en 45
de Jonio, al instante el dey dió sus disposicio-
nes para destruir los estaDlecimientos francc-
ses en Africa, y con especialidad el fuerte de la
Galle, qoe fué despojado compietamente, y ar-
ruinado de todo punto, caando ou 94 de Junio
lo eTacuaron los franceses.
«80I0 entooces comensóel bloqueo que
desde esla época nos eoesta anualmente maa
de siete millooes sin ningnn resultado.
•Kn el mes deJoUode 4899, reconociendo
el gobiemo ia ineflcacia de tal sistema de re«
presion y pensando tpmar medidas mas deci-
sivas para termioar la guerra, creyó no obs-*
lante que antes de llevar ¿ cabo sus proyectoi
debia bacer al dey la última intimacion.
«Mr.de la Bretonniere fué eaTiado ¿ Argel,
lloTando al dey hasta so mismo palacio nues-
tras Justaa reclamaciones. 81 dey rebasó los
Í>acfos que se le proponian, y cuando Mr. de
a Bretonaiere se dispoaia a alejarse del poer-
lo» las batertaa mas próximas blcieroo ftiego
todaa ¿ la tox, sobre el buque parlamenlarto,
á una aeñal dada desde el mismo castillo dei
dey; el fuego duró media hora hasta que 1«
naTe en queMr. dp la Bretonnierc se sle|ab^
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ARGELIA
])uüo pooerse ai fln fuera del aleauce delas ba-
iHS cnemigas.
«Desde eotooccs todo peosamienlo de con-
ciliacioo xiuedó nulo, y el rey debió buscar en
la fUerza de sus armas uoa veog^anza, que
coiisideraciones de nn órden mas elevado lé
habian inducido á suspeuder,»
La goerra contra Argel quédó por tanto de-
cidida, y los preparatlvos de una espedicion
formidable, destinada á veogar la Fraocía y
dostruir la piraterla, fueron comenzados en el
acto y llevados á término con la mas vigorosa
actividad.
£n menos de tres meses, 35,000 hombres
de tropasescogidas, perfeotameote armados y
equipados, abundantemente provistos decuan-
to sc necesita en un pais en que el calor del
dia y el frescor de las noches soo enemigos
temibles, se reuoieroo eo Toloo. La flola quc
debia conduclr al Africa esta bien nntrida ar-
mada se componia de cien buques de guerra,
eii cnyo número contábanse once navlos,
veiDte y cuatro fragatas y cerca de cuatrocien-
tas naves de bajo bordo.
\^\ vice-alrairante Duperrey, coyo nombre
diafrutaba eotre los marinos de una brillante
rcpuiaclon, se poso al freotede este armamen-
to. Kl gencral Bourmont, ministro de la Goer-
f a, tomó por sí mismo el mando de las tropas
de desembapque: eotre los generalcs que se
hallaban á sus órdenes, se citan los tenlentes
generaled fiertbezenc, Loverdo y Escars, los
marlsca'es de campo Acfafard , Damremont,
líiinck d'üzer y Tliolozé; Lahitte/ de artilleria
y Valazé de ingenieros.
ei cmbarque del materíal se hizo en todo
el mesdeabríl y en losprímeros dias de mayo;
en 44 de cste mismo mes, comenzaron á
nnbarcarse las tropa;*; que constituian tres dl-
ví¿ioues, pero esta operacion fué interrumpida
por cl mal tiempo y no quedó terminada hasta
el 18.
Despues de haber esperado por mas do
01 ho dias viento favorable, la flota se hizo á la
vela en 25 de mayo y salló magestuosamente
di>I piicrto dc Tolon. Las alturas vectnas ha-
llábuni-e cubierías de nn* nnmeroso concorso
qtic acudió de todas las partes del reino
para asistir á este magnfflco espectácalo:
en efécto, machos años había que la marina
francesa no habia ofrecido tal desarrollo; asi
es que un noble sentimiento de orgullo presi-
dia á esta fastuosa ostentacion del poder
naval.
Separadas por un golpe de vlento las tres
dlvisiones de ta flota foeron á reuoirse en Pttl-
ina de Mallorca, sin abandonar este punto de
descanso liasta cNo dc Junio.
Dos dias dcspuüs á las cuatro de la maña*
na preseniáronse á 1a vista de las costas de
Africa; cl 43 hallábase la flota fondeada en la
doble rada quc forma cl firomontorío de Sldl-
Perucli, á rinco legnas al Oeste de Argel, y
et t ^, al dcspiioUr el dia, comcngó el desem-
barqoe. El eoemigo cometíó en esta eircunatafr'
cia una falta grave que ocasionó svt roiDa aise-
guraodo ei éxito de la eflpedicion: eo la con-
flanza de poder batir la annada fraDcesa y dc
apoderarse de cuanto en ella babia, la dcjd
desembarcar sin inqnietaria; hasta deiarDiió
algonas baterías de la costa, coodaeieDdo las
piezas i su campo, situado en la liaoura de
St.ioaeli, enlre Argel y Sidi»Fenich, i maa de
media legoa del mar.
EI 4 5 la arroadn liabia desembarcado com-
pletameote; el campo dc Sidi-Feruch, presen-
taba entonces el aspecto de ooa ciudad; iii*.
mensos almacenes se elevaban por fodas par-
tes; las distríbociones eran regolares; el agoa
^e hallaba eo abuodaocia, no faltaban maderas
para los fuegos del vivac; ppr últimó, el esta-
do sanltario de las tropas erá satisfactorío y el
calor soporíable.
U intencion del general en gefe era la de
00 avansar basta que el campo qaedase esla-
blecido y efectuado el material del desembar-
qne; tambien era preciso construir un camloo:
habiase establecido ya hasta la posicion ocu-
pada por los generales Berthezena y LoverdOp
debiendo ser continuado á medida que elcjér-
citp fuese adelantando hácia Argel.
Sin embargo, el euemigo que diaríamenlc
rocibia refueraos, atríboia á lemor la ioaccion
aparenle del ejército francés. Lleno de con-
flanza se puso en movimiento el 49 á los prí*
meros albores del dia y vino ¿ atacar las Uneas
francesas. Rechazado por todas partes. ¿ pesar.
de su vigorosa acometida, f ué perseguido has-
ta su mismo campo, que abandonó cayendo
en poder de los vencedores. Lus tiendas dc
los gefes cran de una magniflcencia notable,
Eobre todo la de Ibrahim, yerno de Husseim-
Pachá que mandaba la armada con el título
de agá, lenia mas de veinte roelros de largo y
se hallaba dividida en varias cámaras adorna*
das de tapice&^ y matizadaa de preciosos co-
lores.
El.ejércUo permaneció basla el 24 sin ser
inqoietado, en la posicion de Staoueli, de I4
coal babia lanzado al enemigo: el general
hasta llegó ¿ recibir de los ¿rabesalgunaa pro-
mesas de sumisíoo que cieríameote distaron
mocbo de ser realizadas, pnes ¿ pesar dc todo
se dió UD nuevo ataque general el 24; pe-
ro los acometedores 00 salieron mc^ libra<i
dos qoe la prteá^a vez; ae desbandaron, y aolo
se detavieroo ¿ doa leguas delaote de Argel.
Eo este combate, qoe recibió el ooaibre de
Sidi-Kalef es doode fué herldo roortalmeote
000 de loa hljos de Mr. Boormonl, miuistro de
iaQoerra.
Los argelianos despnes de la derrota
del 24 se retiraron ¿ nna líbsicion venlajo-
sa donde i^ermanecieron dorante ooatro dias:
atacados durante toda la nocho del qoÍDto,
fueroo arrollados, perdieroo toda laartUle*
ría, y solo tuvleroo tiempo par^ |legar Jiaa-
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A&tiELÍA
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M kw fluiros del cesUllo del Eaperador (4),
qoe domliuiido á Argel defleiule tambiea los
pQHtofl próximos; pero oomo los fugitWos que-
riiH penetrar eo la ciudad, hizo el dey cenrar
laa poertas para decidirles asi ¿ emprender
nnero combate,
Eo el mismo dia el ejército francés ae si-
toó delante de Argel y comeoaó el ataque de
k plaia: de noche qnedó abierta la trinchera
delante del caatillo del Emperador; y los tra-
btios del siUo ocoparon clnco dias: en el cuar-
to ae fljaron las baterias, el fuego se rompló ¿
las tres de la mañana, y ú las diex ya no se
oia el deí tnemigo, los muros dei fuorte estS'
bsn eaai demolidos y ya coroenzaban, pues, ¿
ser batldos en brecha, cuando una cspanlosa
esplosíoa acompañada de una densa nube de
homo y do polvo y seguida de una borrible
ilavia de cenisas, piedras y despojos humanos
ananció qae ya no existia; pues desesperados
loa turcos de poderla defender por mas tiempo
lebabían apllcado poniendo fuego¿ la pól-
Tora.
Las tropas franceses se apoderaron inme-
diatamente de las ruinas, foitificándose en
elliu, Y sc ocoparon de la construccion de dos
baterias desUnadas una y otra al ataque de la
Kasbah.
Ho obstante , la ciudad halUbase llena de
congoja y eonfusion: el pueblo qne temia el
asalto pedia 4 voz en grito que se capilu-
iase: Uusseim-Pachá , envió, paes, un plc-
nipotenciario para ofrecer con ei re^bolso
de ios gastos de la guerra, nnas escusas que
ya 00 eran admisibles. La respaesta del geiie-
ral en gefe tovo por objeto manifestar que la
basc de toda negociacion debia ser la ocupa-
cioa inmediata de la cludad por los franceses.
Has8eim-Pach¿ viendo que se desmoronaba su
reioado , consinlió en una capUuIacion, me-
diaDte 1a coal, entregaba ¿ la armada francesa
el Casbah con todos los demas fuertes qne
dependfan de Argel, y la ciudad misma, cou
tal qne le fuese reservada la libre posesíon de
sos riqaesas personales, asi como la facultad
de retirarse con su familia al parage qoe le
conviniera fijar focra del territorio de la re-
seocia.
En el 5 de Jolio, los fitmceses tomaron po-
aealon de Argel: ¿ su entrada la ciudad distaba
modio de olrecer ei aspecto triste v desolado
de ooa pot>lacion veocida. Las tienoas se ba«
Uabao cerradas» pero senlados los mercaderes
delaote de sus pnertas roreciau aguardar el
ioataote de abrlrlas. Yeianse por doquiera aU
gooos gropoa de oioroa y de turcos, cuyas mi-
radas distraidas annnciaban mas indiferencia
qoe lemor. Algonas masolmanas con el velo
ediado ae deJat>ao eotrever ¿ fávor de las ao-
(4) Ta bMMfl titto qae asle teetie fne adiSoaad
wte la aÍsaBa poileioa en que C¿rlos Y f olocó su
e«artel geafral caando sa íaroHunada espedicion
(^aMn Ircel: en rl paif rerlNa ol noaiibre de Snltan-
talaaí.
gosfaslumbrerasde sus hábilaciones: roasosa.
das las Judias asom¿banse á las azoteas de sus
casas sin que al parecer les sorprendicsc el
nuevo esp€Ct¿culo quc ¿ sua ojos se ofrecia.
Los soldados franceses menos iraposibles len*
dian por todas partes sus miradas ¿vidas y cu-
riosas, y U>do escitaba au admiracion en una
ciudad donde su presencia ¿ nadie admiraba
al parecer. La resignacion antc los decrctos
de 1a ProTidcDcia, tan profundamcote grabada
en el espiritude los musulroanes, cl convon-
ciroiento del poder de la Fraucia que debía lia-
cer creer en su generosidad, eran otras tantas
causas qne escitabau la couflanza; asi es (|ue
no tardó en cslablecersc , y sl despucs se lia
debilitado, la falta consistió cn los que han
gobernado con tan poco tlno una poblacion tan
fácil de conducir.
La conquista de Argel , poniendo fin ¿ la
vergoniosa pirateria que la Europa habia con*
sentido resignada durante trescientos años, va-
lió¿ la Francia roil quinientas piezas de arti-
Ueria, con maniciones para alíroentarla¿t por
espacio de tres años, un tesoro de 50.000.000
de francos y nna inmensa canUdad de merca-
dcrias do toda especie.
Despucs de tomada la ciudad, el ejércilo se
concenlró al rededor, levaotando airinchera-
mientos sobre las poEiciones mas importantes
para ponerse al abrigo del aíaque de los /ira-
bes y de los kabayles ¿ las órdenes dcl bey
de Titcri que aun hacian coprerias y raero-
deos por aquellas inmediaciones.
Al apoderarse de Acgel, la Francia sucedió
de hecho al poder del dey. Ei reponocíinient»
de sus derechos dió Ingar ¿ nn grau número de
espedlciones que estendicrou progresivaroenl*»
su doroinacion eo la Argelia tal como sc liHlía
en el dia. Pero antes de trazar la historia de
los años que han trascurrido despues de lu
cooquista, vamos ¿ presenfar algnnos detalles
sin lo cual quedaría incomprensible la relaciou
de los sucesos.
LUnUada al Oeste por cl imperio de Mar-
ruecos, al Sur por el gran desierto , al Este
por la regencia de Tuuez, y al Nórte por el
mar, la regencia dc Argel, dividida antigau-
mente en varios reinos y despues en numero-
sas proTincias^cuandolos franceses se apode-
raron de su ciudad capital, no ofrecia mas que
tres beylickt, el de Tlemcem al Oeste; el dc Ti-
teri al Sur, y el de Gonstantina ai £ste. Argel
y sus inmediaciones conslUuian una cuarU
division bajo las órdenes inmediatas dcl dey,.
cnya autoridad tan solo se ejercia mediata-
mente sobre las otras tres.
Argel, Uamada Al-Djezair, (la isla) por los
habiUctes dei pais, y que parece ocnpar el si-
tio de la antlgua Icosium, se eleva por escalo-
nes ó gradualméhte desde la orUla del niiu-,
hasu una altura de ciento diez y ocho melros,
medldos ¿ la paerU de la Kasbach que dontina
la ciodad. Sus cusas enjalbegadas ó cnluciilas
de cal brillan á los rayos del so\ y la auuiaiau
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AkCELtA
HH
á lo lcjos. Dosislotes, reQnidos panra formar no
mas que uno, llamado Tulgarmente la Varina,
que á su vei se une á 1a ciudad por medio de
una escoüera, abrigan al Sur on puertccillo, á
contiüuacion del cual está la rada; un faro se
eleva á la estremidad de ia esoollera; algunas
baterias forman un recinto no interrumpido en
lorno de la plasa, y algnnos fuertes poco dis-
tantes presentan un frente armado áé nume-
rosas piezas de artllleria.
Argel comprendealgunos edificios notables;
el mas importante es el Kasbah, en qne habi-
taba cl dey; sns altos muros blancos erizados
de cañones á la entrada de los franceses, en-
eerraban el palacio del soberano, nn polrorin,
nna mezqnita, nná casa de fleras, tartos cnar-
teies, taslos almacenes, la casa de mooeda y
dos lindos jardines.
Dlez grandes mesqnltas eleraban sns mi-
náretes en los diferentet barrios de Argel : ia
mas grande y la mas bella ballábase i la en-
trada de la calle de la Marina: algnnas fueron
demolidas despoes de ocnpadas por los fkvn<
eeses» y otra se ha consagrado al cnlto cató
iico. Ademas de lu grandes mesqnltas conti-
banse como cincucnta capillas Uaroadas mara-
bús en el pais. los cnarteles de los genizaros,
el antiguo putacio del dey cn la parie baja de
la ciodad, y diferentes casas ocopadas por los
gefes de la milicia y por algonos ricos Iiabi
tantes, roerecen ann una distincion especial.
La ciudad en masa se halla no obstante inal
construida: se ve en ella un gran Dúmero
de cailejones sin salida: las calles son lan an
gostas que un camcllo cargado toca en arobas
partes aun en las roas anchas, pues hay algn-
nas en que apenas dos horabres pueden camí-
narde frente. La mas linda y la mas espaciosa,
annque apenas tiene tres metros de latitud, es
asimismo la roas mercantil^ y comuníca ia
poerta Bab-Azoun con la puerta Bab-el-Oued.
Las casas momuas, cnadradas y sin luces i la
calle, tienen todas un patio interior provislo en
los diferentes pisos, de galerlas i que corres-
ponden las diferentes dependencias. Aunque
bien repartidas en general presentan nn in-
conveniente qne por lo demas seria ficil de
corregir, pues por falla de aberturas esterio-
res, el aira circula mal, pero practicando chi
meneas y Yentanas se prodociria una ventila-
cion perfecta. Estas habltaciones asi restaura-
du pudieran igualar en comodidad i las habi*
tacionee europeas quc se construyen á toda
costa , y i las cuales superan en lo piutoresco.
Bajo la domioacion turca, ias autorídades
de Argel solo toleraban On movtmiento silen
cioso; y algunos rastrtllos de hierro que se
dejaban cacr todas las noches , Interceptaban
la eomonicacion entre los dif^rentes cuartelcs.
Pero no es este el Argel de nucstros d^as.
Tomaremos de !a redente obra de Mr. Ban*
de, el cnadro qne hace el antordel aspecto de
la cindad i sn arrtbo.
KEn la fanldad, en la aduana y en la policia ^
se creerta coalqnlera en Enropa, pero fnera de
estos lugares cualquiera pensariafaallarseenim
nuevo mundo: una mnttitud de indiTldtios , di-
ferentes en trages, flsonomias, caractéres, co»
lor y lenguide, zomba alredeíor de nosotroi:
negros, malteses y líabaylos, se precipitan so*
bro vnestros efeclos como loa palanquines de
Avlñon, y solo se esceptuan en qne ofrecen sos
serrlcios en vez de imponertos. Por nnnr dere**
rencia debida i ios nuevos compatriotas, esco-
geis i los kabaylos , que suspeoden Tuestro
eqoipage i unos iargos palos, cuyas eslrcmi-
dades posan sobre sus espaldas y se dlrigen
acompasadamente hicia el at(4amiento indica-
do. Un tnrco , que al ver ei modo de ceflir y
llevar su turbante os hace recordar las escenas
de camaval, corre hicia vosotros y os hzMi
eotre los brazos de nn antiguo camanda de
colegio: al pasar tropiezais con nn Judio qne
mediante otra asociacion ó martdi^e entre d
Africa y la Enropa, ostenta tína grasienta pehi-
ca y un sorobrero redondo sobre nn trage
onental.
«Fn polvo sofocanteoscnrece lascallet don-
üe hay nuevas constmcciones. Mientras qne
atravcsais por entre ona turba de carretas y de
soldados, antes igualmente desconocidos en la
ciudad , y que contemplais el eleganle focado
de las Judías, nna tropa de biskrts provlsta de
odres de aceite, penetra como ona cnña eotre
rqoella multitud. En breve seguis una de las
calles de la antigna Argel: apenas las casas
dcsprovlstas de Tenlanas dejan dos metrot de
latitud para el trinsito, ni las salientes abOTC-
dadas de los pisoe supertores, permiten Ter el
cielo sino es por cortos Intersticios. Esta ÍUta
de amplitud y esta oscuridad , chocan desde
luego i un europeo, pero la Tiviflcante fireseo-
ra que relna eu las calles le reconcilia muy
pronto con nna disposicion tan adecoada u
calor del cllroa. Llegais por último i una pner^
ta completamente arqueada y eseulpida; subls
por una esealera provista de su mosiico de lo«
za hasta un patio cnadrado enlosado de mir-
mol: el harem antes impenetrable i todos ha
sido trasformado en taberaa, y el desttno dado
i una casa refleja toda ona revolucioo.v
AI salir de Argel por la poerta de Bab-el-
Oued, sHuada al Norte, se encQentra et fuerte
NncTO y mas lejos el que los francteses han dts-
tingnido con el nombre de foerte de las Veinte
y coatro Horas: hicla el lado opoesto oxlMe el
fnerte de Bab-Aaoum, y el castiUodel Empera-
dor se eleva al Sodoeste.
El térmioo de Argel ó e1 Fhos es on pais
delicioso que la natoralesa se ha coroplacido co
adomar con sns mas rtsnefias prodneciones:
esti cortado por barrancas tapiiadas por ona
vegetacion almndaote y Tigorosa, y la Tisia se
pasea sobre noa multitnd de objetos i cnal
mas phitorefco. El Fhoa, llnitado por <A mar,
por el Sahel , cordillera de colinas one le se*
para de la MiUdja, y por el Oaet-eI-Bar«rth,
comprcode, comenzando por el Ocst^^ loo
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AK6BtU
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establedmteDtos sigQiented, como solo ^ls-
toa de algaoos anos á esta partc; y soo, e1
eampo y el poeblo de Delhi-lbrahim, el oampo
de Byr-Kadem, el dc Mustafá-Pacüá, y e1 pue-
blo de Kouba^-la QcHDta-llodelo, y por último
laCasa Gaadrada, masallá deHaraclh. Peiie-
traodoea el Sahel y en el c&mioo de Blidah se
mQeDtra el campo de Duerra, y despues,
asDqoe mas tejos, en el MitidUa el eampo y el
poebleGillo de Bouffarlk.
La poblacion de la Argelia serepartló en dos
graDdea clases completamente distintas en
cnaDto á sus costnmbres, sus hábitos, su con-
didOD Boclal y su trage: la uoa habita en las
chidadesy la otra está diseminada en los cam-
pot. Cooata la primera de cinoo elementos
prioeipales: los torcos, los kulubris, los mo-
roa, k» ]adíos y los'negros; ia segunda úni-
camente comprende los Arabes y los berberís-
coa ó kabayles, como actualmente se les
llama.
Los kabayles son los pueblos autoctonos
del Africa3epteotrlonaI: sustribus independien-
tes represeDtaa los namidas, prímeros habi-
tantes del pais. Sia embargo, es de presumir
qoe cada ona de laa inYasiones que sé siice-
dieron sobre el tcritorío afrícauo, vioo á au-
meotar el número de las poblaciones berberis*
cas i complicar k)s elementos que las oonsti-
totao; porque lo¿ antiguos usurpadores del
p^ debieron de hacer causa comun con ellos
para oponerse á los progresos dc los nuevos
eooqoistadores. Por taoto, en realidad pueden
oooBÍderarse los kabayles cumo uiia mezcia de
todaslas razas, cuyo carácter indopendi^ute ha
reslstido á las diversas invasiones.~ Por lo de-
mas, segun Mr. Pelissier (Anales argelianos) su
orgaoixacioo flsica se presta á esta suposicion
porqoe no tieuen tipo bicn determinado: los
rasgoa característicos del Mediodla se encuen-
trao á la par de los de las razas del Norte, y
httta eziste ona tribu qne por tradioion ba coo-
serrado el recuerdo de un orígen europeo.
Lo8 kabayles se hallan estendidos por todo
el territorío de la regencia; pero roas numero-
80S qoe OD cualquier otra parte eo las inme-
dlaciones de Bngia, en aquellas montañas don-
de las prózimas oordilleras del Atlas hanbrin-
dado uo asílo mas seguro á los descendientes
de las antiguas poblaciones, forman un cuerpo
de oacioD que oi los árabes ni loá turcos Iian
podido atacar. Hábiles y laboriosos se dan al
caltivo de la óliva, á la cría de díferentes gana-
dos, especialmeote caballos y asuos, y i la re-
ooleccion de miel y cera: á ellos se debo el
beoeflcio del corto número de minas explota-
das en la regencia; ellos son los que fabrican
Uia armas qoe nos importan de Europa ó de Le-
vaote; ellos son por último los que fabrican
easi toda la póivora qoe se consume en el pais.
Los árabeseo su mayor partedes?ieoden de
los conqiiistadores del Afríca eu el sétimo siglo;
ocopanlas llanaras, y cuanto masdlstantes del
' los para^ en que iiabitan mejor conscr*
4 54 WBLiO TJCCA POHLX A H •
van la pureia de su tipo origioal. Bntre laa
'ríbus árabes, las unas se dan al coltivo de la
tierra y casi son sedentarías; otras se entre-
gao á la cria de los rebaños, viven bajo lien-
das y llevao ona vida nómada: estas últimas
reciben mas particolarmente el nombre de bO'
duino$,
Las tríbus que habltao eo e1 Atlas y en los
cooOoes del desierío, se eoríqueceo por el co*
mercio que baceo coo el ioteriordel Africa, por
una parte, y los estados dQ Tunez y Marruecot
por la otra: habitan generalmente eo tieodas
cuyq coojuoto formao los aduare$,
Estaa ticndas cubiertas con un te}ido de
pelo de camello oegro y pardo, fsstán dispues-
tas en circulo, y de tal roanera, ouc dejan en
el ceatro un grande espacio vaclo donde los
ganados se acomodao de ooche. Los cabalios
estén sujetos con cuerdas tendidas al pie de
las tieudus; las armasy las silias.eFtáo siem-
pre dispuestas y á ia mano, de sucríé que en
caso de alerta, todo ei aduar pueda hallarse 4
cabalio en menos de cinco minutos.
Entre los árabes cultivadores, en la llanura
dela Miti4Ja, por ejemplo, se encuentran pobla»
ciones bastante lindas, llamadas djemaa: al«
gunas de las casas son de piedra, % las otras
Ilamadas ^iir6tt son de argamasa. \}nhauh tie-
nc menos estension qoe un djemaa: todas es-
tas habitaclones, geoeralmente bien situadas,
estin circuídaa de jardines y de preciosos ir*
boles que bacen grata su permanencia.
La distincion dei rango ó de la alcnmia, es
notuda eotrc los árabes: ios guérreroB y ios
marabutei forman en cada tríbu ei órden de
los grandes, pcro aunque un nacimiento ilus-
tre es de gran peso, ia grandoza se halla es-
pedita para cualquiera que posea un cabaiio,
buenas armas y valor para servirse de ellas.
. Los marabutes son unos hombres que se
consagran enteramente ¿ Dios, distinguiéndo-
se por la práctica de las vlrtudes y de las buo-
nas obras: fuera de la gerarqula sacerdotal
son unos santos vivicntes colocadoa por la
opinion entre ios áogelcs y los hombres. Los
marabutes muertos en opinion de santidad son
enterrados con gran pompa: crigense sobre
sus sepultüras pequeñascapillas y al^unas ve-
ces basta mezquitas, á dondc los creyentes se
encaminan en peregrinacioii.
La cualidad de marabut es inherente ¿ las
familias y se trasmite de padres ¿ hijos; pero
cada generaciou debc couquistar mediaote las
mismas virtudes y la misma piedad, la in*
fluenciu religiosa que va uoida ¿ dicho ti-
tulo.
Las artes y las ciencias hao desaparecido
por compieto eutre los ¿rabes: apeoas se en-
cucntran algunos restos de instruccion cinti-
flca entre ios marabules de primer rango y en-
irelos hombres de la ley; pcro la Instruccioa
elomental est¿ difundida, y uo Iny atJuar ó
^ poblacion que no posea una escuela de lcctu«
í ra y de e^crltura. Por lo demas esle pueblo
T. III. 45
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ARGBXU
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tléoe ooa grzúáe aptifnd para los trabajos in-
telectoales, y á ellos se entregaría con boen
éxito 8i 80 carrera se hallase espedita.
Gada una de las tríbos árabes, coyo nom-
bre consta casl siempre de la toz oiUad óJben-
dito (bfjo i^ niño) y de nn nombre propio (X^eni-
Semilin, Oulad'Maadi, por ej^emplo) está go-
bernada patriarcalmente por un cheyk 6 gefe,
recomendable por su nacimiento ó por sos ta-
lentos. Completamente independientes las unas
de las otras, frecuentemente estas tribus se
declaran la gnerra por los motivos mas triria-
les, cuaudo no se haftan mantenidas por un go
biemo fuerte, ó reunidas contra un eoemigo
comun; pero estas guerras son poco sangrien-
tas y de corta duracion, pues se reducen á lal-
gunas correrias y á sorpresasllamadas razzia,
en las cuales se saquean las poblaciones y
aduares y arrebalan losganados.
Los árabcs combaten cusi siempre á caba-
Ilo: están armados de un fargo fusil del cual
hacen uso con marayillosa destreza, de una 6
dos pislolas acomodadas en una especie de
cinttiron, y de un yalagan, sable ó alfange
de que se sirvcn para cortar la cabeza de sus
enemigos. Su manera de combatir se ha mo-
dificado desde el arribo de los franceses, y
sobre todo desde la organizacion de los cuer-
pos regnlares de Abd-el-Kader. Sin embar-
go, pocas veces esperan el choque enemigo,
púes se dispersan al acercarse las columuas
contrarías, panvolver en seguida á hostigarlas
cn sus movlroientos de retirada. Esta táctíca,
que por lo demas es la mejor para ellos, les
ha salido algunas veces perfectamente. A fin
de poder tríbular á sus 'muertos los últiujos
debercs, ó mas bien á fin de prevenir la mu-
tilacion, y al mismo tieoipo para ocuitar .sus
pérdidas al enemigo, todos los caballeros ára-
bos ostán provistus de una cuerda de pelo de
cámello, medianle la cual arrastran los cadá-
vorcs al galope: algunas veces eslas cucrdas
les sirven de armas ofensivas, corao los lazos
de los gauchos de.Buenos Aires.
La poblacioR de las ciudades, consta cómo
ya Iiemos dicho dc lurcos, kuluglis, moros,
judtos y negros.
Siempre en corta número desde qoe se hi-
cieron dueños del pais en el siglo décimo ses-
to, los lorcos se componian de los descendien-
tes de los compañeros de Barbaroja, de escla-
yós adquiridos en Turqufa y vucltos ¿ ia li-
lierlad, y por último, de renegados crlstiauos
(y eslos crau los ma^) que desde que habian
nbrazadoel islamismo, disfrutaban de losmis-
nios privilegios é igual consideracion qwe |os
tnrcos.
Todos los lurcos cran soldados, y cada uno
de cllos podia aspirar á la dignidad de dey,
siendo por lo mísmo muy laro que trascurríe-
?en algúuos años sin que el gefe del Estado
rue?e htacado violentamenle. El gobierno era
despólico, el dey tenla derecho de vida y
tíiu€!ii» Bohrc lodos sus vasallos, pero como|
se deja Tcr, este poder absoluto hallábase mo-
dificado por la revolocion y cl asesinato. Sin
embargo, al principlo un conseju soperior ó
divan tenia la alla direccíon gubernamental y
el poder iegislativo, períeneciendo á este di-
van la eléccion de los deyes. No obstante esti
instilucion, en vez de ser la elcccion el resal-
tado de nna pacifica deliberacíon del divao,
convertiase casi siempre en un tumulto solda-
dcsco. En tiempo del último dey, el poder del
divan solo existia eo nombre.
El dey tenia cierío número de miniatroa
encargados de los diferentes ramos de la ad-
ministracion; pero como la accion de so go-
bierno no podia estenderse directamente sobre
los puntos lejanos, varíos gobemadores, con
el titolo de deys, ejercian el poder en sa nom-
bre en las diferentes provincias. Los beyes, en
I número de tres (los deOran, Titteri y-Gonsttn-
I tina) debian acodir cada tres años ¿ Argel,
< para. dar cuenta de su administracion. Por lo
; demas, su poder era tan ilimitado en sos res-
I pectivas provincias como el del dey en Argel;
i con tal que enviasen cada seis meses ¿ su
' soberano la miiad del tributo con qoe annal-
mente tenían obligacion de contribuir, podian
! administrar el terrítoi io como mejor les viniese
I en cuenta; establecian los impuestos conforme
|á su capricho, y pasaban ¿ percibirlos al
I frente de sus tropas, cuando los kaides en-
! cargados de su recolecion no lo podian con-
' seguir.
I En caso de guerra cada bey estaba obliga-
I do ¿ ponerse ¿ las órdenes del dey, con un
númcro fljo de tropas; y con todas ias qoe po-
dia reunir cuando se trataba de ia defeusa del
pais contra una potencia europea. Guando los
i'ranceses dcsembarcaron en Africa, ias fuer*
zas de las trcs beylias, reunidas ¿ las de Ar-
gel, conslituyeron un ejércilo de 25 ¿ 30,000
hombres.
La milicia turoa .^o hallaba dividida en odas
6 compañías, mandadas por oficiales superío-
res, á cuyas órdenes eslaban otros oficiales
subalternos.
El dey y los beycs tenian para su costodia
cíerto ni^mero dc soldados turcos que cons-
tituian su gnardia: estos genizaros, porque
asi es como se les Ilamaba, disfrutaban ciertos
prívilegios y una gran consideracion.
Los kuluglis procedentes del matriroonio
de los turcoscon las mugeres moras, eranad-
miiidos en ia roilicia, pero sio poder Ilegar ¿
los grados superíores. Hasta comenzar el s¡-
glo XYIl cran tratados del mismo modu que
los tnrcos; pero habiendo conspirado para es->
peler úestos últímos del pais, descubíeríoque
fué su complot, fueron escluidosde todos los
empleos de alguna ímportancía y sometidos ¿
una rígorosa vigilancia. Algunos, sin embar-
go, eleváronse ¿ los.mas altos puestos: eii
efecto, Aschmet, elúltimo bey deGoiistantinQ,
era un kningli.
Los fucrzas militares del gobierno argc-
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ARGELIA
436
linono se Umittbeii ii la milieUlorca, poes
eada ona de las tríboS árabes qoe le estaban
scmietidaa, tenia cierto número de cabaileros
i so dlsposicion.
La maríoa árgelina, tan temible en algon
tiempo, cnando Argel cayó en podcr de los
franceses baliabase redocida á tres fragatas,
nna de ellas en carena, ademas de algonos
boqne» ligeros.
Lo8 moros taabitan en las ciodades y po-
blacioncs circonvecinas, pcro so orígen es
mny difícll de establecer. Ta bemos visto qoe
se llamaron asi los prímeros habitantes cono-
ddos de la parte occidental de la Berbería,
eoyo norabre consertaron en tiempo de los
romanos, tal como lo iodica ei de Maoritania
dado á sn pais. Gonqaistada el Afríca por los
árafcNBS» se establecieron poco en las cioda tes,
de donde los alejaban sos costombres; por el
eontraño, los moros se conc^ntraron en ellas
por lo mismo qoe no debian encontrar alli á sop
Teneedorps. pe aqni sindodanacela costombre
áe darel nombrede moros á todos los habitab-
tea de las ciodadcs, aooqiie á la iarga mocbas
fomtlías árabes hayan debído mezclarse con
cilos. Es de notar qne los árabes, despoes de
baber conqoistado la España, recibieron de los
crirtiani>8 el nombre de moros, qoe conserva-
roo, y b^jo este nombre ya eapolsados de la
peninsola, volvieron ¿ habitar en la tierra de-
808 mayores.
Traiados con desden por los torcos, los mo-
fOB 8on mal vistos de los árabes, que los con-
sideran como poco soperíores á los Jodios: de
dieanse con especialidad al comercio.
Los Jodios, tan ntimerosos como ios torcos
y kw hdugliB, hacen ascender so arríbo al
Africa álaópoca dcla destroccion de Jerosa
len por rito; pero es probable que ia mayor
pnrte de ellos se bayan refugiado en este pais
áeade sn espolsion de Europa en el siglo XIII.
Porlodemasnodebieron estarmas satisfechos
de la hospitalidad de ios deyes que de la toie-
rmcia de Iojb antiguos reyes cristianos: des-
Iireidados por los torcos, no menos qoe por
06 moros y los árabes, veianse aon obligados
eo estos últimos tiempos, como en España
dorante la edad media. á distingoirse de las
demas rakas por ona señal esteríor: solo po-
diaD vestir trages negrós, y sos menores fal-
tas contra el gobiemo eran castlgadas con la
úlOou pena.
En Argel, antes do la conqoista, ies estaba
dealgnado on barrío de la cindad, y prohlbido
como ann faoy dia en Roma, babitar en otro
parage.Los Jodios forman no obstante la parte
mas Indostríosa de la pobiadon de las cindadcs:
^rcian oon froto las artes mecinicas, pero
eooio en todos los paises preferían el oflcio de
dialanesyrevendedores, sibien aigouascasas
jodias despnes de entr^rse al comercio por
wa^jof babian Ilegado á adqnirtr grandes ri-
4ioeaa8. Parece inútil decir qoe la revolocion
4|^oe sinió para derrocar la dootfúacion turca,
fué acogida conregocijo por la poblacion de
los Judios, que creyó ver en este acontecimien*
to la señai de su emancipacion.
Los ne^roa son unos e6clavosane,babiendo
recobrado su iibertad, sehanfljadoen e1 pais,
para desempeñar generalmente los oflcios de
aibañiles, palauqnines» carniceros, etc.
Ademas de la poblacian flja de que acaba-
mos de hablar, las ciudades, y Argel sobre to-
do, encierran una poblaciou flotante ó movi-
bie que constituyen ios berberiscos de 9eni-
Ifosadb, y los biskrís del Zabd, entre los coa-
les se reclutan ios criados, mozes de cuer-
da, aguadores, etc: hay ademas ongran ná-
mero de kabayles y de ¿rabes, ilamados me-
deny (plebeyos) qoe ejercen ia mayor parte de
los oflcios; cada ona de estas razas forma ona
corporacion regida por estatotos paríicolares.
De8pue»de la conquista, uoa nueva pobl»-
cion se ha unldo' á bs eiementos ya tan ra-
riados de la antigua. En 30 de setiembre
de 4843, el número de los europeos estable-
cidos en la Argelia ascendia á 68,444, y
mas tarde aun sc hiso mayor. Pero esta nueva
poblacion presenta á su vez elementos distin-
tos: asi es que en Argel ios franceses son los
^nas numerosos, mientras que eu Oran abun-
dan mas los españoies, f en Bona ios ingleses
y malteses: ia sitoacipn de estas dos últimaa
locaiidades es soflciente para esplicar este do-
ble resoitado.
La reiigionmabometana^dominanteentoda
la estension de la regencia, está dividida en
varias sectas: los torcos y kologlis son aufi-
nüat, es decir ortodoxos; ios árabes los ber-
beriscos y íos moxabitas se alejan mas 6 me*
nos de esta ortodoxia« Por mas qne los árabés
tengan nna féviva, por masqoeestensincera-
mente iigados á so creencia, no ies son estra-
ñas las idcas de tolerancla: respetan todo ado
religioso, cualqniera que por otra parte sea
el cullo que á éi se consagra, pero no com-
prenden la carencia de toda idea religiosa.
Mr. Pelisaier reflere haberse hallado bi^
ias tiendas árabes con Judios viageros c(mioél:
estos hacian sus oraciones delante de ans
huéspedes, acompañadas de mil ceremonias
estravagantes sin escitar el mas llgero indldo
de desaprobacion ó de desden: «ai los árabea
parecian admirados de algnna coea, añade él
narrador, era el observar que yo no tavieae
plegarías para dirigir al cielo, como ellos f
como los Judios; y confleso qne movido por la
clr^nstancia de no querer que aqoelloa hom*
bres formasen mal concepto de mi, y arrastra*
dopor su ejemplo, les di á conocer mediante
algnnos sigoos esteriores, que tambien yo te«
nia creencias y un culto
Ul lengna árabe es la qne mas se halla a%»
fundida; la lengua berberísca se habia entre
los kabayies, ora sola, ora Juntamente con el
érabe; la lengua turca era el idioma oficiai; la
iengua franca, paiois, mesdado de itallano»
proYen¿l j nn poco de árabe corrompido,^ l#
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ARGEUA
99S
empleapara las eomonlcaelanes de los in-]
digenas 7 de loa eoropeos eobre todo el litoral
irgeliano, no meooa qne en las dcmas costas
del MediterrAneo ociipadas por los mosolma-
nes. DespoGS de la conquista, la lengua fran-
eesa se ba radicado en la regencie.
Sitoada en la mitad mas cálida de la lona
templada, pero aon lejosdel trópico, la Argelía
debe á esta escelente posiclou, asi como á la
^lefacion del terreno y á la vecindad dei roar,
un ciima benlgno y salodable, sobre todo en
ks peodientes boreales del Atlas^ Raro es que
dorante el inviemo descienda el termómetro á
jbenos de 40**, y si ilega en el esiio de 2G á
91, los tientoB frescos y las brisas del mar
Tiencn en breve á moderar esta alta tempera-
tora. Las estaciones se suceden regularmeote:
desde abril basta octobre el cielo está cons-
tantemente poro y despoes vienen las iluvias
qoc doran basta el mes de marzo. Los vientos
mas comones son los del Norte y el Noroeáte,
y este últimocaosa durante el invierno yiolen
tas tempestades. El viento del Sur, $imoun de
los árabes, sopla tres ó coatro veces cada mes
produdeodo on calor sofbcante, aunqoe felis-
mente raro es qoe dore mas de %i horas.
No obstante, en diferentes paragcsdel pais,
wias caosas locales de insalubridad contra
reslan de una manera enojosa las veotajas
áel cllma: las cercanias de Booa, y entre otras
laparte septentrional de la Mltidja, están co-
Mertas de lagonas de agoa salada, donde se
venoeva sln cesar el gérmen de esas terribles
y pemlclosas fiebres Intermitentes qoe cada
afto luicen numerosas vlctimas, determinando
por su acomolacioD en los bospltales, esas
•pldemias de tifos y de disenteria, cien veces
Bias temibles qoe et fusil ó el yatagan de los
érabes. Preclso es añadir qoe los soldedos se
Ven ÍÍBtlgados por reiteradas espediciones, y
floe á las privaciones que esperimentan cuan
ioeslAn en eampaña, hacen suceder todo li-
nage de escesos coando regresan á sos aoan
tonamientos.
Sin embargo, es de presomir que se podria
foner remedio á tantos males: la espedicíon
ftNineesa A la Morea, region qoe presenta ona
inalogía completa de clima con la Argetia so-
Bilnlstra on ejemplo palpable deloqoepoe-
den ona bnena administracion y oooscoida-
é06 blglénicos blen entendidos. Durante los
iels primeros meses deía ocopacion laespedi»
tión, eoya Aienaascendia A onos 4), 000 hom-
bres perdló 4 ,f 00 A consecoencia de las ñebres
fntermitentes prodocidas por los pantanos de
Ravarino y dePatras, como qoe algonos regi-
Blentoa se vleron redocidos A la mltad de ao
«fectivo. Bn el mes de abril de 48S9, onaimrte
del ^ército entró en Francia d^ando en el
ptls ona brlgada de 4,000 bombres al mando
del general Schneider. Las prlmeras diligen-
dae del cumandante en gefe foeron el dar órw
denes para acuartelar las tropM, mejorar su
MgünenaUmenticiOi modiQcar su servicio con- 1
forme A las exigencias del cllma, ete. Taa ee-
DMrada é ilusirada solidtod prodnjo los mas
felices resoltados poes no solamente disntBn»
yó la mortandad, sino qoe rcsnlló inferior A la
qoe se advierte en las regiones mas fAvored-
das de noestro pals: hasta el número de eofér-
mos dlsminoyó A oúa proporcion tan mlni-
ma, qoe en el momento de embarcar la bri-
gada para entrar en Francia eu 4833, solo qoe-
dó on enfbrmo en los hospitales y sin embargo,
en los dos óltimos anos de la ocopacioo cl tra*
bajo babik aumentado considerablemeate: el
pafs estaba, pordecirloasi, enrevolueion, y )a
espedlcion reducida A 3.000 bombres necesitó
ocupar los pnntos masdistantes del Peloponeso,
y atravesar por ooosiguienle la penlnsula en
todos ios s^ntidos y en todas las ostaeionei.
Aunque el terreno de la Argelia es bastan-
to vario, las tierras dominantes son ligeras y
ferrugiDOsas, como se deja oonocer i)or su tin-
ta rQ)iza. Goaodo noestAn coltivadasse cubren
de breso, ientiscos, mirtos y palmeras enaoas,
cuyos detritus forman noa capa espesa de bo-
mus que disfraza la natnraleza del fondo. En
las llannras las tierras son,oranegras y fner^
les, ora mas ligeras, perocasi siemprefértiles.
Las rocas qoe constituyen lasmontañas so-
io se han estudiado en algunos pnntos pooo
distanles del#litoral, siendo pfoLable que el
granito forme la principal saliente del grande
Atlas. Los esquistos, los calcAreos antiguos y
de grano tosco, roargas azules y blanquecioas
y arenas masómenos férruginosas se encuen-
tran en las díferentes montañas y en los^iver-
sos terrenos; segun la época de su formacion,
algonas rocas volcánicas se bao observado eu
varias localidades. La sal, coya abundaneia
acusan los nuroerosos manantiales que la tia-
uen en disoluclon» se hallaenrocasdeon gris
azolado, eo Gebelel-Malechch (Montaña de
sal) A tres Jomadas de Bona y otros diversos
parages.
Bncoéntranse en lasmontañas algunas ge-
mas y hasta diamantes: este hecho, anunciado
por Plinio y poesto en doda, ba sido conflrma-
do de algooos años A esta parte, puesto qoe
mochas grandes colecciones mioeralógicas en
Paris, poseen actoalmeote diamantes recogi-
dos en las arenas auriferas dei Oued-el-Ruoi-
mel, qoe corre por Coostantina. Otros rlos son
igoalmente anriferos, y basta parece qoe el
oro afecta el estado nativo en ciertos puntos:
últimamente, ricas minae de plomo, híerro y
hasta cobre, prometen fructuosas esplotacio-
nes Alos qne de ellasquieran ocuparse.
La vegetacion en las cercanias de ArgeL
tiene on vigor notable, debido A la Influencia
de ooa beoigoa temperatura y de abundantes
agnas. Loa terrenos incoltos están cubicrtos de
malezas en medio de ias coaies se elevan pal-
mcras, mirtos y granados, Jootamente con oli-
vos y naranjos sllvestres. Las ciodades y aon
las poblaciones de menos importancia se ven
cercadu de Jardines donde ae osteotan las
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ARGELIA
984
mas bellas flores , y sobre todo la roea, esta
Teina del Oricnte, asi como yergeles en que los
ftutos de Europa madaraD á la par de loa del
Africa* Las cercas, formadas de agayes (pita)
7 de Dopáies, saministran i sus moradores
uoa bebra sólida que empiean en tejidos.
Al comensar la primavera, la Tertiente de
las colinas desproyista de malesas se cubre de
nsa multltnd de gramíneas, cuya altura se ele-
Ta coD frecoencia á mnctios pies, dando un
escelente forrage. La yina, cullivada tan solo
para el fruto, somlnistra con abundancia esce-
tente oTa. Los olivos adquieren en las cerca-
nfas de Argel, enormes dimensiones, pero co-
mo DO están ingertados, soio produc^n olivas
moy peqpeñas qoe do se utilisan ; y única-
menle eo los valtes del Attas es donde este ár-
bol se cultiva y da abundante cosecha de acei
te. Los dátiles madoran mal bajo el ctima de
Argel , Biendo preciso atravesar el Atlas para
obtener este fruto en un estado perfecto de
madurez. El moral es comun anuque no se uU
liza para la crianza de los gusanos de seda.
El cnltivo príncipal eomo en tiempo de los
romanos es el trigo y la cebada; ademas se
eoceeha maiz, nua especie de mijo, el tabaco
y algunas legumbi*es: entre las cucurbitáceas,
tienen h preferencia, los melones, sandias, cala-
bazas, elc, (ambien va estando en boga la
patata.
El kremes, pequeño insecto análogo ¿ la
codiiDilla es comnn eotodo el pais, perosobre
todo hácia la parte de Oran , y somioistra un
predoso cotor de escarlata. La rubia y el
henné, planta de que las mugeres se sirven pa-
ra teñir sus cabéllos y sus uñas, son tambien el
oljelo de un ctiltivo de bastante estension. El
rigodon y la caña de azúcar que no ha mucho
tiODpo se CQltivaban eu la regencia se hallan
tt el mayor abandono. Los habitantes refleren
^Srca de este particülar que en otro tiempo se
habia establecido un molino de azúcar en el
barrio de Hamma, cerca de Argel, pero que la
logtaterra compró, al precio de 300,000 fran-
eoe, del dey que reinaba en aquella época, la
destruccioD de esta indostria, pues temia la
competencia con sus colonias.
Ed las montañas del Atlas menor y sobre
todo eo Bu vertleote boreal, se eDcueDtran al-
gODos bosques, el pino de Alepo, el cíprés y
la encina, el alcornoque, etc, son los árboles
mas comuDes.
Los leones, las paoteras y algouos otros
earniceros del género felix (gato) son comu-
Bes en «I Atlas. La hlena y el chacal reempla-
zaD al lobo quc uo se eocoeDtra en Africa. La
zorra, la gineta y el icneumon se encuentran
tambien, ademas del oso, coya existeoeia oe-
gaba Covler, aoDqne por otra parte es bastante
laro. Entre los roedores, se distingue el ger-
bo, pequeño anlmal qne en su forma y aspec-
to se asemeja ¿ los sarigas de la América y los
cangpros de la Ifoeva Holaoda. Algnuas espe-
0es de mooos, la gacela y el Jabali , comple^
tao la fauoa slWestre de la Argelia. Los ani*
males domésticos son el cabiillo, el asno, la mu>
la, el camello, el dromedario, el buey, el car-
nero y la cabra. El gato y el perro, cncueDtran
tambien asilo bujo la lieuda ó eu el kurbis.
pero este último animal, flel compañero del
bombre eo nuestras regiooes, es desdeñado del
¿rabe qoe reconceotra todas las afecciones en
su caballo.
Las aves son ¿ corta diferencia las mismas
de la Europa Meridionai, si se esceptua cl aves-
trúz que solo se encuentra, no obstante, en los
conflnesdel desierto, y lapintada, que oiiiinda
de Numidia, se balla abundantemente, sobro
todo en las inmediaciones de Constantioa.
Los reptiles son bastaote comuoes, particu-
larmeote alguoas serpientes temibles por sus
mordedoras; el sapo Ilega alguoas veces ¿ una
talla monstruosa, y el camaleon se cncuentra
firecneutemente.
Entre los insectos nocivos, citaremos: las
langostas, cuyasemigracioues, fclizmeute bas-
taute raras, son un azote terríble; losino.«qni-
tos, las chinches y las pulgas, que se multiplí-
can por millares hasta en los mismos cawpos;
el escorpion, cuya picadura suele algunas veces
oríginar la mnerte; la tar¿ntula que causa raas
terror que daño fisico. Las cbarcas contienen
una multitud de pequeñas saoguijuelas casi
imperceptibles, que con frecuencia ocasionan
dolorosos accidentes , asi ¿ los hombres como
¿ los animales qne alH acuden para mitigar
su sed.
Terminaremos esta lar^^a enumcracion ana-
tando dos zodfltos, que formau un ramo de co-
mercio baslsnte imporlaute y son el coral de
Bona y la espooja, de las cercauias de Argel.
Despues de estos detallcs, que en nuestro
eotender no serán considerados como super-
fluos por el lector, voiveremos ¿ la bistoria de
los acontecimieutos.
El geoeral en gefe. despues de liaber dírí-
gido sus prímeros cuidados ¿ la administracion
de la conqiiista, se ocupó de estender la domi-
nacion francesa ¿ las provincias de Goostanlina
y de Oran : ¿ este efecto encargó al geñeral
DamremoDt el ir¿ tomar posesiou de Boua con
ona brígada, y eovió ¿ uuo de sos hijos ¿ re-
cibir la sumisiOD del bey de Orao, habieodo di*
rígido persooalmeDtc uoa espedicioD ¿ Blidach
aunque sin producir los mejores resultados. A
su regreso de esta espedicion es cuaodo reci*
bió la iuvestidnra de maríscal de Fraocia.
SiD embargo, como la Doticia de los acoo-
tecimieotos de Jnlio habia llegado ¿ Arge!
eH 4 de agosto, M r. de Boormont sintió la ne»
cesidad de coDcentrar todas sus fuerzas ; so
apresuró por tanto ¿ decretar el rogreso de las
fuerzas de qqe se habia despreodido coDfl¿n-
dolas al maodo de su hijo y dei geueral Damre-
moDt, como ya queda iodicado. Esta evacua-
ciOD, y la ioaccioD del geoeral dcsde esta épo-
ca hizo aumentar de tal modo la iosolencia de
los ¿rabcS; qae el ejército fué por deelrío aai
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ARGEUA
n*
bloqaeaéo en sus lineas, sio atreyerse á sepa-
rarse de ellas. El 2 de seüeaibre el general
Glaosel, nombrado para succsor del mariscai
deBourmont, llegóálarada deArgel: el dia
mismo de su Ilegada eotró en la capital de la
regcncia, y al siguiente Mr. de Bourmont se
embarcó eii un poqueno bric austríaco, con dos
de sus hijos: cl raayor habia pasado á Francta
para conducir ias banderas tomadas ai. enemi-
go, Y 6l menor habia muerto en campaúa.
EI general Glausel se ocupó desde luego de
restablecer la disciplina del ejército que se
había relajado desdc los últimos acontecimieo-
tos, y despues se dedicó á establecer las bases
princlpales para el gobíerno de la conquista.
Sin embargo. el bey de Titteri inquietaba siu
cesar los pnestos avanzados y asesínaban sus
merodeadorcs á los soldados que podian pillar.
Para dar tórmino á tales sucesos, el general re-
solvió atacar al enemlgo hasta en sus monta-
ñas: una columna de 8,000 hombres con dos
baterías montadas, partió de Argel el 49 de
noTiembre bajo las órdeues personales dei ge-
neral en gefe: atravesó el MitiJJa, se apoderó
deBIidach, que^l enemigo defeodio dóbilmen-
te, atravesó eí pequeño Atlas, despues de ud
sangriento combate en las gargantas de Te*
niah, y llegó detante de Medeah, cuyos habl-
tantes abrieron las puertas al ejército francés.
£a la mañana siguiente, el bey, que habia hui-
do al llegar ias columnas francesas , abando-
nado de los suyos, y lemiendo caer en manos
de los ¿rabes dei desicrto, quiso m^or entre-
girse ¿ los europeos, por lo cual se ríndió pri-
sionero con todos sus genízaros.
Un Dueyo bey fué al punto instalado por la
dilígencia del general en gefe, que dos dias
despues por falta de víveres y municiones efec-
tuó su retirada, dejando una guarnicion en Me-
deah; aonquc permaneció muy poco ticmpo.
El general Glausel tenia grandes proyectos
acerca de la colonia de Argel: mediante un re-
conocimiento de vasallage y un tributo anual
garantido por el bey de Tunei, pensaba ceder
]as dos beylias de.Gonstautlna y de Oran ¿ dos
principes de la familia de este soberano. Ya
se Iiabia flrmado un tratado con los enviados
de Tunez, habianse designado los dos beyes
de Oran y de Gonstantína, y ya el general Dam-
remout habia tomado poseston de Oran, cuan-
do el general Glausel fué Itamado ¿ Francia.
La corta administracion de este general
80 díslinguió por la organizacion de dife-
rentes sorvicios públicos, taies como la justi-
cia, la aduana, el esUiblecimiento de la Quinta
Modelo, la creacion de los zuavos y cazadores
argclianos, la instalacion de la guardia nacio-
nal argeliana, conocida con el nombre de mi*
licia africana, etc.
£1 20 dc febrero de 4831 , Mr. Glausel aban-
donó la colonia llevando tras de si el senti-
'mtcnto del ejércilo, y sobrc todo de la pobla-
cion europea dc Argel , que ya escedia de
Ires mil alrnas.
El general BertheseDe, sucéBor del gene-'
ral Glausel, había mandado uoa divisioii doran*
te la campaña de 4830. A su arríbo, el ^érd-
to de Africa, del cual yarios regimientot ha<^
biau sido liamados sucesivamenie ¿ Fraoda.
tomó cLnombre de division de ocupacion. El
mando de Mr. Berthezenefué desastroso para la
colonia. En un reconocimiento que inteotó so-
bre Medeah, se tíó rechazado por los ¿rabes y
los kabaylos que le pusieron 300 hombres foera
de combate.
Algunos dias despues, habiendo inoorpora-
do el enemigo todas sus fuerzas en número de
40.000 hombres, se cucaminó ¿ atacar vigo-
rosamente las avanzadas francesas; adelantáa-
dose hasta una legua de Argel, y comenzó ona
lucha obstinada que no sostuvo siu diOcultad
la division, reducida por las enfermedades ¿
5,000 hombres ¿ lo sumo. Felizmente los ¿ra-
bes por falta de viveres y municiones foeroa
abandonando el campo, hasta que oq ataqae
general determinó su retirada.
Una espediciou sobre Booa mal coocebida.
y cuyos resultados fueron deplorables, acabó
de perder al general en el espirítn deleJércUo.
Gasi siempre ocupado en rechazar al eoe-
migo, poco tiempo tuvo Mr. Beríheieoe para
dedícarse ¿ la administraciou interíor de la co-
lonia: débensele, no obstante, algunos eatable-
cimtentos útiles, y enlreotros magniflcos cnar-
teles sitnados fuera de la cindad mas all¿ del
arrabal de Bab-Azoun, un matadero en la paer-
ta del mismo nombre, la plata del gobiemo de
Argel, la reparaclon de la escollera que fonna
el puerto, reuoiendo la marlna ¿ la ciudad, etc.
Desdeel mes de mayo de 4834/Gasimiro
Perier, presidente del consejo de ministrot,
querfendo reservarse una ¿mplia influeoda tn
la direccion de los negocios de Afríca, bizo to-
mar al gobierno la resolucion de separar jp
Argel la autorídad civil de la militar, mediaCe
la creacion de un intendente civil independieD-
te del general en gefe. La aplicacion de este
nuevo sistema no se efectuó sin embargo, hasta
algunos meses despues. Las funciones separa*
-dasdelgobierno miiitar y do la administractoa
civil se confiaron al general Savary» duqoe
de Robigo, ministro de Policia en tiempo del
imperío, y ¿ Mr. Pichon, consejero de istado,
que hkbia desempefiado ya varias é importán-
tes misiones diplom¿ticas.
Esta separacion de las dos autoridades du-
ró muy poco tieropo, porque on decreto del 4 1
de mayo de 4 832 abrogó la del mes de didem-
bre anterior, restableciendo la unidad gal>er-
namental en la colonia.
. El nuevo general llegó ¿ Argel con la reso-
lucion bien formada dc no dejar mas que Doa
paríe de las tropas en la ciodad y diseraioar el
resto eo los puntos príncipales del Josh y del
Sahel; dispuso por tanto la formacion de dlfe*
rentes campos; se ocupó tambien de abrir car-
reteras que no existian , uoiendo ios campos
entresi y esteudiéndose desde Vgel á los puu-
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toi mas SroporUBtes ; en Ronba y en Delby-
IbnhiiD, fberon constraidafi dos poblaciones
para recdbir algunos ccntenares de colonos ale-
mAnet.
Sln embargo, noa espedicion sangríenta
coatra una de lastribos de la Mllidja volvió á
eatender la goerra: bicia flnes de setiembre,
lat hostllidades tomaran un carácter grave, y
lagoerra santa se proclamó en Colea. La in-
sorreccion, aunque parecla muy formidable cn
an priocipio qnedó no obslante prontamente
reprUnlda, y la tranquilidad se restableció en
lasinmediaciones de Argel.
Al Kate de la regencia, el emperador de
Karniecos, obligado á renunciar ¿ sus preten-
tionet sobre la provincia de Oran , y espocial-
aente, sobre el distríto de Tlemcem, que códi-
elaba particnlarmente, qniso al menos ejercer
ona ÍnfloeQCiaocnltaen tos asuntos de esta por-
don de la Argelia : se puso al efecto en rela-
don eon el Jóven Abd-el-Kader, que comensa-
ba i darse á conocer y que por so Juventod
parece que debia scr mas dócil qoe los demas
gefes: existia por otra partr entce el monarca y
el jóven emir una especie de parentesco, pues-
to que ambos se decian descendicnles del Pro-
Uu. Abd el-Kader, como hombre hábll, acep-
tó cl patronato que se Ic habia ofrecido, reser-
váodose emplcarlo en su propio engrandcci-
mittito.
Digamos algunas palabras acerca de este
horobre quc ha sabído erigirse en Afríca, un
poder rlval de la Francia.
Abdel-Kader (EIHadJi, nombre que se da á
los mnsulmanes que hacen su peregríDacion á
la Meca) Oolid-Mahiddin pertenece á una anll-
qnúima familia de marabutes, que hace ascen-
der su origen á los califas Fatimitas; nació en
ia Gnedna de Sidi-Mahiddin , ¿ las inmediacio-
nes de Mascara, sobre ci terrítorio de ios
acbemjí. Ksta Guedna era nna especie de se-
minarío en qoo los marabntes sus antepasados
rennian ¿ los jóvenes para instrairlos en las
letras , la teologia y la Jurispradencia. Abd-
el^Kader se educd tan bieu como un ¿rabe
poede serlo, por sii padre, que reconoció en él
ona naluralexa inteligente y vigorosa.
Todavia moy jóven, comprendia todos los
pasages del eoran, siendo mas iuminosas sus
eipllcaciones qne las de los comentadores maa
li¿biles: tambien se entregó con celo al estu-
dio de la elocuencla y de la historia, siendo
aetnalmente el bombre mas ilustrado de su pais,
ventaja iomensa entre los ¿rabes, y que co-
noce perfectamente la hisiLría de su nacion, y
loa puntos qoe la nuestra tiene de comon con
la foya. Tampoco descuidó los eiercicios cor-
pormles» en los cuales sobresale, y pasa gene-
rabneote por el mas b¿bil caballero de Ber-
beria.
At>d-el-Kader es en estremo valienle , y
sía eoQbargo, sn talento parece mas organixa-
dor.qoemilitar.
Kl viejo Mahlddin, padre de Abd-el-Kader,
era snmamente venerado de los ¿rabes: las Irí-
bus pr|)ximas ¿ Ma^ara quisieron en 4839
reconocerle por gefe sopremo; pero pre-
testando su edad avansada , rehusó este honor,
ofreciendo en su lugar ¿ so Jóven hijo que con
el foé agraciado, auuque apenas tenia veinle y
cinco añoB. Poco tiempo despues, la ciudad de
Moscara, qne desde la espulsion de los lurcos
se gobernaba en república, reconoció por
emlr¿Abd-eI-Kader, que desde entonces tn-
vo una conocida ventaja sobre sus rívales .
En el mes de mayo del mismo año, aign-
nos millares de ¿rabes, acaudillados por el
víejo Mahiddiii y su hijo se dirígleron ¿ atocar
¿ Oran. Por mas que éste ataqiie baya quedado
frastrado, Abd el-Kader se hixo distlnguir por
su sangre fría. y aumenló considerablemenle
laconflanxa de los suyos.
Las hostilidades continuaron sln inferrup-
cion hasla flnes de año, época en que el gene-
ral Boyer fué sustiluido en el mando por el ge«
neral Desmlcliel8.
Desde la desastrosa espedicion de Dona,
esta ciudad habia quedado en poder de un an-
tiguo bey de Gonslantina, llamado Ibrahim: si-
tiado porBenAissa, lugar-tenienle de Achmct,
bey actual de la provincía, y reducido al úlll-
mo estreroo, de concierto-lbrabim con aquellos
moradores, pidió «uxillo ¿ los franceses. El dn-
qnedeRovigo acogió favorabiemente¿ losenvla-
dos de Ibrahim 6 hizo partif con ellos ¿ su rcgre-
so, para informarse del vcrdadcro estado de los
negocios al capitan José, mas conocido con el
noDibre de Joossouf. Esle militar, cuyo origen
es incieito« lo mismo que su liistoria, parece
ser italiano de naciroiento. Hallébase en 1830
al servicio del bey de Tunex, cuando por una
intríga amorosa se vió precisado ¿ fugarse dc
su pais de adopcion, arroJ¿ndo5e en braxos de
los franceses, ocupados en el siiio de Argel:
ha sido nombrado mariscal de campo, despuca
de la batalla de Isly, en cuyo buen éxito tuvo
una parte no escasa.
Bujo la relacion, pnes, de este oflcial, el
general en gefe dirígió sobre Bona la polcra
llamada la Fortuna, con algunas muoiciones,
y nombró al capitan de artillería Armandy,
para auxiliar ¿ los habitantes y prolongar
la defensa de la.ciudad basta el punto cn
que fuesó posible enviar socorros mas di-
rectos.
* Mr. Armandy habia apenas llegado ¿ Bona
(29 de fabrero de 4833), cuando Ben-AIssa se .
apoderó de la ciudad, cuyas puertas le fberon
abiertas por sus paríidarios, y el capitan ftran*
cés solo tuvo tiempo de refugiarse en la polcra.
Aon faltaba tomar la cindadela y Ben-Aissaame-
naxaba dar el asalto si no le era entregada: en-
tonces fué cúando Mr. Arroaody auxiliado por
Joussoof y seguido por nn corto destacamento
de marhios, que le habia dado el comandañte
de la goleta la Beamai$e, se introdujo en el
fuerte, no obstante la oposicion de nna paríe
de la guarnicion, éhixoflotar sobresusmbros
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el pdbellon francés. BenAissa, habiendo perdl-
do toda esperatisa de un nueyo triunfo, ae retiró
despuesde baber saqoeado iaciodad, y obligado
á 8US habitaotes á segnirle. Despues de este ac-
to de energia y de sangre fríaque aseguró á la
Francia la posesion deBona, el capitan Armandy
fué provisionalmente uombrado comandante
snperíor de esta ciiidad, y recibió tropas en
los primeros dias de abríl. Poco tiempo des-
pues, el genei;al Monck-d*User» ya conocido cn
ei ejército de Africa , donde habia mandado
una brígada en 4830, pasó ¿ tomar el mando
de la provincia.
Despues de estos bechos de armas, ataea-
do el duqoe do Rovigo por una enfermedad
cruel, obtuvo iicencia para regresar ¿ Fran-
cia. El general Avisard, el mas antíguo de los
mariscales de campo del ejército de Afríca, to-
mó el roando. Durante su breve administra-
cion fué instiluido el Cansukuío drabe, útil
creacion que debia dar ¿ los enropeos, con res-
pecto ¿ sus relaciones con las tribus, una re-
gularídad y una estenslon de qoehasta enton*
ces habian éarecido. EI primer gefe desde esta
institocion fué el capitan de Lamoriciere, cu-
yo nombre debia unirse mas tarde ¿ los mas
célebres hechos de armas del ejército francés.
En los prímeros dias de abríl, el general
Voirol llegó ¿ Argel como comandante inspeo-
tor de las tropas; y debia ejercer las funciones
de gobemador hasta reemplasar al duque de
Rovigo , que muríó eu París en los prlmeros
dias de Junio. Teniendo pocas tropas ¿ su dts-
posicion,ei nuevo general solo pensó en con-
servar lo que ya se poseia, y en mantener
aroistosas relaciones con tos árabes, y ios ka-
bayles, y puede decirsc que bajo su gobierno
es cuando estas posesiones afrícanasdisfro-
taron la mayor tranquiiidad, habiendo sido
empleado cste tiempo de calma en perfeccio-
nar los difereutes estableciroientoa, y mejorar
los caminos.
En Bona, el geoeral Honck d*User» siguien-
do las fflismas doctrinas supo hacerse temer y
respelar de ios ¿rabes, haclendo reinar la se-
gurídad en su provincia, de la cual un nuevo
punto, Bugia, fué ocupado por los firanceses,
despues de una.resistencia enérgíca por parte
de los kabayles.
En Oran, el general Desmichels, luchando
incesantemente contra Abd-el-Kader, que pa-
recia encontrar noeva fuersa en sus derrotas,
hacia ocupar ¿ Moslaganem y Arceu, punios
amenasados por el emir. Sin embargo , desr
paes de un combate decisivo que tuvo lugar el
6 de enero de 4834 , bajo los muros de Oran,
los dos paríidos, igualmente abrumados por las
fátigas de la guerra, preQríeron transigir y se
flrmó un tratado muy ventajoso para Abd-el-
Kadér, que de este modo consiguió una im-
portancia que nonca hubiera conscgnido por
sos armas.
£n el mes de agosto de 4833, habia pasa-
do al Afríca nna comision de pares y dipnta-
dos, encargada por e1 gobiemo de examioar^
pais y de ilostrar la Francia acerca de las ven*
tajas é inconvenientes de sa conquisla. Des-
pues de una permanencia de mas de dos mesto
en Afríca, la cpmision, de regreso ¿ Paris, lo-
metió 80 trabajo ¿ una nueva comision pr«8i<
dida por Mr. Decases, y qne en no largo in«
forme decidió, mediante una mayorit de dies
y siete votos oontra dos, qoo ia Argelia debia
ser conservada.
Despues decste informe y deesta delibe-
racion, apareció un decreto feebado en el mes
de Julio dcl año signíente, mediante el caal se
instituia sobre nuevas bases la alta adminis-
tracion de la regencia de Argel, ¿ la qne se
dió el aombresigniflcativo dePoMttoiMf firtm'
ce$ai en al Norte de Afriea. La comaDdancia
general yla administracion ftieron conflid«s¿
un gobernador general qne debia ^ereer sos
funciones bt^o las órdenes del miniatru de la
Guerra, siendo auxiliado por nn oflcial geoeral
para el mando de las tropas, otro para mandar
la marína, ademas de un procorador general,
un intcndente militar y un director de hacieo-
da. Estos diversos' funcionaríos íormaban un
consejo bajo la presidencia del goberaador, á
que debían asistir los gefes de ios servicios es-
peciales, ci^iles y miiitares cuando fiiesen ob-
Jeto de discusíon.
El conde de Erlon, con investidura de gober-
nador general, y los demas foncionarioa nom*
brados en vlríud del decreto de organixacioa,
ilegaron ¿ Argel h¿cia flaes de Betiembre de
4834. El generalYoirol, despues de baber re-
husado el mando de las tropas qoe se le h^
ofrecido, lo entregó al general Rafatel, y salió
dc Argel en el mcs de diciembre. Sn partida
fué un verdadero tríunfo : todos loa gefea de
las tribus se reunleron para despedirie y ofre-
cerle en nombre de sus administrados, armas
del pais: la pobladon casi entera le acompa-
ñó hasta el poerío espresando bien ¿ laa cla«
ras cuanto sentia sn aosencla : por áltimo, nna
medalla de oro le füé ofrecidapor los oolonoa,
como un testimonio del reconocimiento de la
colonia.
Los tres actos roas notables de la adminis-
tracion del conde de Erlon fueron el estable-
cimiento del régimen municipal en la regen-
cia, la divislon del término de Argel en con-
cejos, y la creacion dc un colegio en esta
ciudad.
Los aconteciroientos politicos foermi poco
ímporrantes eu la provincia de Bona y en la de
Argot, por masquefuesen continnadaa las hos-
tilidades con los hadjntas: no sncedió lo mis-
mo en la beylía de Oran , donde el poéer de
AbdelKader reoibia diaríamente nuero incre-
mento.
Poco salisfecho del tralado concloido por d
^eneral Dosmichels , el gobemador le babia
llamado ¿ Argel d¿ndoIe por sncesor al ge-
neral Trezel, que debla oponerse ¿ todas las
I pretensiones del emlr ; pero por nna contra*
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dicioD, siogiilar mieDtras qne daba instraccio-
069 enérgicas respccto á la provincia de Oran»
sorpreadido él mismo por el judk> Durand,
agente de Abd-el-Kader, dejaba ¿ este úllimo
pasar impunemente cl Scbelyf (para el árabe
era el Rubícon) é iDstalar en Hilianab un bey
ásQdevociOD.
SJQ embargo, como Qna parte de los doa-
rei y ie los esmelas se babian decidido á se-
pirarse del emir, acudieroo ¿ ponerse ba|o la
proteecioD del general Trezel, ^ue escribió ¿
ábd-elKader que debia reounciar ¿ todo dere-
efao de soberaoía sobrc estas dos tribus: el
ánd)e respondló con altiyez que su reUgioD no
le permitia dejar ¿ losmusulmanes bajo la do-
mífiacíoo francesa, y queno cesaria de perse-
gBir á las tríbos rebeldes, aunque estuviesen
encerradas dentro de los muros de Oran. ^si
declarada la guerra por ona y otra parte ya no
se peosó mas quo en combatir, pero por esta
?ei la fortuna fué contraria ¿ las armas frauce-
m: la joraada dcsastrosa.de la Macta (28 de
JODioiIe 4835) costó al ejército 300 bombres
BUiertos, 200 beridos» y la mayor parte de su
material. La coaducta del gcneral Trezel, en
medio de estas peuosas circunstáncias, fué
Dot)le y dígna: en sus partes y en su órdco del
dia, 00 íQtentó encubrir la estension del mal
Di hacerlo recaer sobre las tropas; aceptó la
respoosabilidad y se mostró resignado ¿ accp-
tartodas las consecuencias.
A la noticia de la derrota de la Hacta, el
ooodc de Erlon separó al general Trezel, d¿n-
dole órdcn de entrcgar el mando al general Ar-
iaoges.
Completamentc subyugado por el astoto
ageote del emir, e! gobernador aun tenia la
esperaoza de restabíecer la paz; Abd-cl-Kader
por su parle casi embarazado con su victoria,
se moslraba bastante üisipucsto ¿ negociar. Pe-
10 ea breve cambió la escena*. el condo de Er-
loo fuéllamado ¿1a metrópoli, y la eleccion de
SQ saeesor hizo saber ¿ los ¿rabes que la Fran-
cla estaba decidida ¿ no reconocer en la regen-
da otra soberanía que la soya.
. El maríscal Glausel Ilcgó eMO de agosto de
4835 ¿ la ciudad de Argel, qne el conde de
Brlon habia abandonado dos dias antes. Una
de las prímeras diligencias cíel nnevo gober
oador debia ser la de vengar la afrenta de la
Macta, pero ¿ causadela aparicion del cóle-
ra, sc snspendiá la remesa de los refuerzos
qoe esperaba, por lo cual la proyectada es-
pedieion se dilató basta cl mes de noviem-
brc.
£q esta época, el gobernador se volvia ¿
Oran con el duque de Orlcans, que quiso com-
partir los trabajos del ejército» y 'alli reunió
lastropas deslinadas ¿ bacer la campaña.
Et 26 de noviembre, el cuerpo espediciona
rio, cuya fuerza ascendia á 44,000 hombres,
poblacíoo musuimaaa habia abandonado com«
pletamente.
Dos dias despues, quedó decidído que la
ciudad seria cvacnada ¿ incendiada; y cn efec-
to, en la mañana del 0 despues de haber pues-
to fuego por todas partes, el ejército volvió á
emprender el camino de Oran, seguido de la
poblacion Judia, que dcsde entonces habia
quedado sin asilo; y el 48 entraron en sus
atrincheramientos.
De regreso ¿ Oran, habiendo resuelto el
maríscal una nuevacspedicion sobre Tlemcem,
se ocupó sin levantar mano de los indispen-
sables preparativos, que no se intcrrumpieron
¿ pesar de algunos conatos de transaccion con
Abd-el-Kader, y entró en campaña el 8 de
enero de 4836. El 43 elejército ocupó la cia-
dad queera cl objeto de la espedicion. Sorpren-
dido de la magniflca po.<icion dcl Tlemcem, el
goberaador se decid¡ió¿dejaren estc punto
una guarnicion compnesta de voluntarios, ba-
Jo las órdenes del capitan de ingenieros Ga-
yaígnac. La ocupacion de esta plaza impooia
la obligacion de asegurar las comunicaciones
COD Oran, y por tanlo el general en gefe creyó
qne debía estableccrlaf} por la embocadura
del Tafna y la islcta de Rachgonm, puesto que
solo hay 4 0 leguas de camlno por tierra pu-
diendo hacersc el resto por mar.
Este camino, pues, fué elque siguió elejér*
cito ¿ su regreso, y á pesar de dos brillantes
ventajas obtenidas sobre los ¿rabes debió re-
nuuciar la comunicacion con Rachgoum, y en-
tró en Tlemcem, si biea el mariscul no habia
conseguido el objeto que se proponia, y que
distó mncho de hacer qoe se reconociesc /a
autoridad franccsa cn el pais, no por eso per-
sistió menos en dejai' una guaruicion en el
Mechouar (ciududela de la ciudad). Despues de
haber puesto esta plaza en estado de defensa,
abundantemente provista y conflada al denue-
do é inteligcncia del capitan Gavaignao, el ejér-
cito recobró el 7 de febrero el camino de Oran,
adonde Ilegó cl 42, despues de una refriega
bastante reñida con'los arabcs mandados por
.Vbdel-Kader en persona. Durante su perma-
nencia en Tlemcem, el mariscal agració al co-
mandante Joussouf con el titulo de bey de
Gonstantina, cuyo nombramiento fué el origen
de los acontecimientos quc terminaron dc una
manera tan desastrosa en el año 4836.
AI volver ¿ Argel, el gobernador empren-
dió ioias all¿ del Atlas una nucva espedicion,
dcspues de la cual partió para Francia ¿ fln do
defender los intereses de la colonia en la c¿«
mara dc los diputados: cl gcnernl Rapatel^ que-
dó encargado interinamentc del mando. 'En la
misma época foé separado el general Lucer y
reemplazado por el coronel Duverger, que
acompañó ¿ Joussouf-Bey. EI establecímiento
del campo dcDrean, via recta dcl camino de
divididos en cuatro brígadas, se puso. en mar- 1 Gonstantina, tuvo iugar casi inmcdiatamente.
cba, y despues de varias refricgas con el ene- 1 Al abandonar ¿ Oran, ei mHrt.**caI habladado
i&igo llegóel 5 de dlciembre ¿Mascaro, quela lórdenes al general Arlaoges para ir ¿ estable*
15t UlÜUüTKCA W>VVLAH. T. Hl. 40
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cer no campo'en 1a embocadadura del Tafoa, ¿
ñü de abrir 'comunícacioDes coo Tlemcem: la
espediciOD tUTO efecto, pero fué desasirosa,
y el ejército estrecbameote bloqueado en 8U
campo seballó fuertemeote comprometido.
Goaodo fué cooocida eo Paris la posicioo
de las tropas eu el Tafna, se espidieron las
órdenes oportnnas ¿ fln de que la division de
Oran recibiese sobre ia marcha un refuerzo de
tres regimientos. El geoeral Bugeaud, desig*
oado para tomar el maodo de estas tropas, des-
embarcó el 6 de junio en el Tafna, y entró en
campaña despues de habcr provisto abundante-
mente el campo de viveres y municiones. La
rehabilitacion de Tlcmcem, y una victoriacom-
pleta obtenida el 6 de julio á las márgenes del
Fis:, sobre Abd-el-Kader y los suyos, señalaron
osta ^loriosa espedicion, que estuvo á punto de
derrocar él poder del emir. EH8 y el 49 del
mismoraesentró el ejercito en Orau, y el ge-
oeral Bugeaudsin habertraslimitadosu mísion,
que era puramente militar, y dcspues de ha-
ber dejado cl mando de la proviocia al gene-
ral rEtang, sc embarcó para Argel y dc alli
para Francia, donde le ospcraba el grado de
leniente general.
Pasaremos en silcncio los acontecimientos,
'por otra parte de corlo interés, que sucedieron
eo los demas puntos de la regencia, hasta el
regresodel mariscal, cuya presencia imprimió
nueva actividad á las operaclonesmilitares.
Siendo la espedicíon de Constantina una con -
secuencia dc la aprobacion concedida, aimque
clerlamenle con repugnancia, por parle del mi-
nistroal nombramienlo de Joussouf, el gober-
nador sc ocupó de los preparalivos necesnrios;
perotodopareciaconspirarcoulra eslc proyccto,
»'oncebido con demasiada lijercza, y püpsto cn
cjecucion durante una estacion poco adccus í»,
i'cn medios incompletosy bajo la fé dcun tiom-
hre inlrépido y flel, pero quc sin embargo, no
mercria tau entera conflanza. No reproducire-
mos los Irisles detalles dc esta fatal cspedi
cion: nos conteularemos con recordar ¿ nucs-
tros leclóres que en su retirada tal vez debió el
«*jército su salvacion ¿ la bizarna y habilídad
del comandante Changarnler y á ta intrcpidcz
. íle los bravos del 2.** ligero.
En el 4 ." de diciembre las coiumnas espe-
dicionarias regresaron ¿ Bona, y aunque en
campaña su pérdida no hubia pasado dc qui
oientos hombres cnlre muertos y hcridos, en
breve perecieron en tanto númeio en los hos-
pitales, que la pérdida total piicde Hjarse en
2,000 hombres.
EÍ campo de Ghelma quedó ocupado por ei
í oroucl Duvivier con dos bataUones.
Apcnas cntió en Argel, cl mariscal tíivo
quc ocupnrse do la provinciade Oran, donde
los ncíTocios distaban murho de presentar un
cstado^alisfaclorio. Algunas negociaciones cc-
Irbradas con la casa de Duran, cicrlamentoj
I.f rmiticron avitoallar la division; pero esto I
rra cn perjuicio de los franceses, porqiie las
provisiones que los Duran suministrabao ¿ la^
Iropas estrangci;as eran cedidas pof Abd-el-
Rader, que se proporcionfiba asi, mediante el
cambio, las municiones de guerru que necesí-
taba. EI Mecbuar fué rehabiiitado de la misma
suerte.
En tal estado do cosas, el general Brosard
reeroplazó eo Orao al geoeral de retaog, é hi-
zo ocupar de uoa roauera permaoeote el valle
de Misergioo y,el campo de la Higoera; estos
dos puntos restablecieron la seguridad en las
cercanias de Oran, y sobre todo fueron útiles
á los duares y los esroelas. '
El mariscal Clausel habia abandonado ¿ Ar-
gel en el mas de enero de 4837, c^n la espe-
ranza de regresar muy en breve, y noobstaote
fué reemplazado en febrero por el general
Damremont, que solo liegó ¿ Argel ¿ priocipios
de abril.
Eu tanto que el nuevo gobemador tomaba
posesion de su deslino, el general Bugeaod
Ilegaba ¿ Oran con una autoridad deflnida bar-
to vagamcnte, pero de hecho con independeo-
cia de la del geueral Damremont. La mision
deMr. Bugeaud era la de combalir al emir¿
todo trance, ó bien flrmar con él nna paz de-
flnitiva y conveniente: se estrenó con un ma-
niflesto en quc dirigiéndose ¿ los ¿rabes se
proponia atomorizarlos juraudo una goerra es-
terminadora; pcro apenas se habia estendido
cuando entabló negociaciones con Abd-el Ka-
der por mediacion del inevitable Duran, y el
tratado dcl Tafna fué cl resullado de tales ne-
gociacioncs. Esle tralado fué calamiloso: el
eslablcccr una autoridad cn torno de la coai
se podiau agrupar los ¿rabes, vino ¿ ser para
los franceses un inananlial de embarazos y de
desaslres, y amagó comprometer la soberanía
tle la FYancia en Africa. He aqui los principales
artículos:
Arlículo 4 .« El cmip Abd-el-Kader reconoce
la soberania dc la Francia cn Africa (el emir
rehusó obslinadamente la cl¿usula del tribulo
quc porsi sola estahlocia vasallage.}
Arlíciilo. 2.** La Francia se reserva: en la
provinciu de Oran, Mosiaganem, Mazagran y
sus terrilorios; Oran, Arzeu, raas un tcrriiorio
limltndo al E*ie por el Macta y la laguna de
dondc sale; al Sur poruna línea que parliendo
de esh lagiinn, pasa por la márgen meridional
del lago Sebca y se prolonga hastael rlo Sala-
do ^Ouel-el-MalcIih), cn la direccion dcl Sidi-
Said, y de esle rio al mar, por manera quetodo
el territorio comprendido en este perimetro sca
trri ilorio francós.
En la provinciade Argel: Argel, el Sahel,
elMiiidJa limiladoal Este hastael Ouet-Kadda-
ra, y lo reslante: al Sur por la primera salien-
íe dcl Atlas menor hasla el Chiffah, (aflucnlo del
Mazbfran) incIuyendoGlidah ysu lerrilorio; al
Ocsle por el Chiffah, hasla el recodo de Maza-
fran, y desde alli medianle una línea recla
iiasta el mar, incluyendo Coleah y su territo-
rio, por manera que todo^l terreno compren-
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dido en este perimetro sea (erritorio francés.
Arlic4ilo 3.** El emir adminislrará la pro-
Tincia dcOran, la de Tilteri, que no esta com-
prendida al Oeste en el limite indicado en el ar-
ticulo segundo. ^*o podrá penetrar en ninguna
otia partc de la regencia.
Articuio 9.* La Francia cede al emir*. Rach *
goum, Tlemcem, el Mecliouar y los cañones
que antiguamcntc estaban eu esta ciuda-
dela, etc. etc.
El general dió conocimiento del tratado á
los oflciales generalesy gefes dcl ejércilo quc
parecierbn aprobarlo, y el 1.** de junio se
aTistó con Abd-el-Kadcr. Este habia tcnido
la babilidad de atracr basta el medio de los
suyos al general francés, seguido de una dé-
bil escolta; asi parecia á los ojos de los árabes
como que iba á implorar la sumision; pero
Hr. Bugeaud, por su contincnte altivo y su
coüducta digna y enérgica en brcTC cslable-
ci6 e) ceremooial bajo el pie de igualdad.
En la provincia de Bona, como las negocia-
ciones con el bey de Conslautina bubiescn fra-
casado, quedó resuelta una nneva espedicion,
y el gobierno que hubiera querido poder evi-
tar esta guerra bonrosamente, ya dccidido á
prosesnirla con energia nada omitló para
afianzar su buen resultado.
Desde los primeros dias de agosto, el ge-
nerai Damremont se estableció en Mecjed-Amar
delante de Guelma, con intencion de hacer de
este pnnto su basc de operaciones: hácia flnes
de setiembre todo el personal y todo el mate-
ríal de la espedicion hallábanse alli rcunidos.
El cuerpo espedicionario estaba divídido en
coatro brigadas bajo las órdenes del dnque de
Kemours, del general Trezel, del gcneral Ru-
llerey delcoronel Comves; la artilleria estaba
al mando del general Vallée y los ingenieros
al del geoeral Fieury.
El4.*'de octubre el ejércilo se puso en
movimiento, y llegó el 6 á la vista de Cons-
tanlina. De la misma suerte que en 4836, Ben-
Aissa defendia la ciudaJ, y Achmet-Bey sos-
teuia la campaña con su caballería. EI mísmo
dia del arritK) qucdó hccho el reconocimiento
de la plaza y delerminada la situacion de las
baferias, y el 42 se abrió la brecha. EI gefe
dcl ejército, deseoso de evitar la efusion de
saogre, requirió á l; s sitiados para que se rin-
diesen, haciéndoles vcr cuan peligrosa era sn
situacion. aLosfranceses, respondieron, no se-
ráu doeños de Constantina hasta despues de
haber muertq el úllimo de sus defensores. » A
esta respuesla, el general en gefe esclamó:
■Ciertamente son hombres que tienen denuedo
y corazon: pues bien, si los vencemos mayor
será nuestra gloria. n Pocos momentos despues,
al dirígirse hácia ia baleria de Nemours, una
bala de cañon despedida desde la plaza le dejó
sin vida; el general Perreganx, al inclinarse
sobre él para socorrerle, recibió una bala en
la frente y cayó raortalmente herido sobre el
cuerpo del que habia sido su gefe y su amigo.
Habiendo tomado el mando e1 general Ya-
llée, como le perlenecia de derecho, por sus
buenas disposiciones, se hizo dueño de laciu-
dad, que fué tomada porasallo el 43. EI coro-
nel Comves, aunque herído mortalmente en la
brecha, Invo aun bastante valor para cerclo-
rarse del buen éxito y acudir ¿ dar cuenta al
duque de Nemours, que raandaba las columnas
de ataque. Mas aforlunado el coronel Umori-
ciere, aunquc sufrió la esplosion de una mina,
pudo salvarse de la muerte, si bien por algu-
nos instantes sc habia llegado á temer por su
vida.
Achmet-Bey, seguido de algunos centena-
res de caballeros, huyó hácia el deslerto; y
en los quince dias que sucedieron á la toma
de Constantina m\ichas tríbus hicieron su so-
mision á la Francia.
Despuesde haber atendido é1a adminislra-
cion y á la defensa d^ la ciudad, cuyo mando
confló al general Bernelle, el general eu geí»^
se puso en camino el Í9 dc oclubre cou el
reslo delejército, y llegó siu obstáculo a Bo-
na, donde recibió su nombramlento para des-
empefiar las funciones de gobernador de Ar-
golia. Poco tiempodespues, el baslon de ma
ríscal dc campo le recompensó dcl glorioso
hecho de armas al cual habia enlazado ñu
nombrc.
ün nuevo método de oiganizacion avimi-
nistrativa se inlrodujo en la provincia de
Constantina, y muchas autoridades subalterua»
nombradas por los franceses se difundieron
por todo el pais: con ayuda de estos funcio-
narios elegidos entro las nolabilidades indige-
nas, los franceses tuvieron á su disposiclon
fuerzas agresivas y represivas para subyugar
sus euemigós, proleger sus-aliados y aflanzar
su doniinacion, que sehizo mas fácil medianle
el empleo de la fuerza suficiente al mando de
sus gefcs respectivos.
Elañode 4838 trascuxríó sin otrosacou-
lecijnienlos imporiantes que la ocupaciou do
Storah, qne ofrece un punto de desembarco
mucho mas próximo á Conslanlina que lo cstá
Bona. üna ciudad francesa con el nombre dc
Philippeville se construyó blen pronto á las
inme'diaciones de la ciudad mora. Hácia la par*
le dc Argel y de Oran surgieron alguoas difi-
cultadcs para la interpretacion del tratado de
Tafna: pudiérase esperar, no obstactc, qnc
fuesen orílladas por la convencion soplemen'
taria del 4 de jullo do 4838, flrmada por el
agente de Abd-el-Kader en Argel, aunque estc
último rcbusó raliflcarla. Desde cntonces fué
fácil preveer que la paz no era mas quc una
tregua, y man de un sínloma hacia ya presa-
giar una ruptura próxlma. La admlnlstracioii
de la colonia se aprovechó de ella, no obslan-
te, para ocuparse de hacer progrcsar sus di-
ferentes eslablecimicntos.
Una parte del aúü%4839 se fué do.^lizando
sin rompimienlo de hoslilidadüs. En el mes de
mayo, la ciudad de Gigenfué ocupada: la for-
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Í47
ARGELIA
nn
macion de nn esfablecimiento deflnitivo efi es-
ta plaza se justlflcaba tanto por la necesidad
dc ocapar los franceses ó sus aliados todos los
puertos importantes en la estension de la re-
gencia, y ademas sostener ia ocnpacion de
DJemilab y la consolidacion del poder en el
califatodeMe(]anab.
Sin erobargo, Abd-el-Kader, despucs de ba-
ber reducido la ciuiud de Ain-Madi, y baberse
tercíorado de la asistencia, ó al menos de las
simpatias del emperador de Marruccos, envíó
sus emisarios ¿ la provincia de Constantina á
fin de suscitar en ella enemigos para la Fran-
cia. Las intrlgas de los agentes del cmir en
esta parte de las posesiones francesas hacian
sentir cada vez mas la precision de foriiflcarla
contra las invasiones que la ameuazaban: el
general Galbois se dírigió en consecuencia á
Setif, en donde estableció un puesto.
En el mes de setiembre se veríflcó la cspe-
dicion del Biban ó de las Puertas de Uierro; te-
nia por objeto recooocer toda la partc de la
provincia de Constantina que sc estiende desde
estacapital al Biban, y desde cl Blban al Oued-
Raddara, pasando por el fuerte de Hamza. El
cuerpo espedicionario, separado eu dos divi-
siones mandadas, la una por el duque de Or-
leans, la otra por el general Galbois, y ambas
á las órdenes del mariscal Yallée, se reunieron
en Milab, de cuyo punto salieron cl 18, diri
giéndose por Demilab ¿ Setif . Despues deha-
ber atravesado esta última plaza, separáronse
las dos diYÍsiones: la primera, ¿ las órdenes
del general Gulbois» quedó en 1a provincia de
Gonstantina; la segunda, de 3,000 bombres,
mandada por el gobernador y por el princípe
real ¿ sus órdenessc encaminó hácia el Biban.
El 28 al medio dia, comenzó el paso de
aquellas temibles rocas qfle los turcos nunca
habian atravesado sin pagar tributo, y adonde
jamás habian llegado las legiones romanas:
cuatro horas bastaron apcnas para e5ta dífícil
operaclou. Despues de baber dejado en los
flancos de aquellas inmensas murallas que
elevó la naturaleza ¿ mas de cien pieá, csta
sencilla inscrípcion: \ejéreito flrancés, 4839!
la columna salió al valle de Hamza, y empre-
Qiósu marcba, sin servivamente hosiigada b¿-
Cla Argel, adonde Ilegó el 2 de novíembre,
despues de baberse reunido en el dia anterior
con las tropas que la esperaban en el campo
de Fondouk.
Abd-el-Kader aun na habia declarado la
{;aerra, pero claramente se dejaban ver sus ma-
as disposiciones. Ya en los prlmeros dlas de
octubre, los hadjutas babian ejercido razzias
en las tribus aliadas de Francia y habian su-
cedido varios, encuentros. Por último, des-
puet de repetidos actos de bostilidad, dejando
d emir ¿ un lado toda simulaclon, proclamó
la guerra santa: los establecimientos franceses
íueron atacados en toda la línea, y no obstante,
cl denuedo de las tropas, obligados los colo-
nos ¿ evacuar sus posesiones, se dirigierou ¿
Argel para buscar asilo: los corredores del ene*
gopenetraron en algunos puntos de importan-
cia y las tribus aliadas se refugiaron al campo.
A la prímera noticia de la agresion de los
árabes y de los acontecimientos desgraciados
que ¿ ella se babian seguido, todas las medi-
das necesarías se tomaron en Francia, para po-
ner al gobernador general eo el estado de em-
prendcr cuanto antes la ofensiva. Se espidie-
ron órdenes coii la mayor rapidez para eqni-
par nn uúmero considcrable de tropas y acele-
rar su marcha y embarque, asi es, que en bre-
ve, pudo el ejércilo rechazar al enemlgo por
todas partes.
Los Ilmltes de cste arílculo, ya escesiva-
mente largo, no nos permiten entrar en todos
los detaMes de esta guerra, durantc ia cnal se
han añadldo bríllaotcs p¿ginas ¿ la historia
militar de los fianceses: los soldados del ejér-
cito de Afríca, ciiyas fatigas y penalidades
comparíicron con él los príncipesdelasangre,
se mostraron dignos de sus predecesores, en
Mazagram, en Teniah y cn otros veinte luga-
res. Mcdeah, Millanah, Cherchel fueron ocupa-
dos sucesivamcntc, no obstante la resisteneia
enérgica del emlr y de sus bíen organizadas
tropas. Sin erobargo, aonque la guerra quedó
encendida por todas partcs, en la proviocia de
Argel, de Tilteri y dc Oran, la de Gonstantina
continuó disfrulando de una tranquilidad que
uo llcgaron ¿ turbar nl los emisarios de Abd-
el-Kader ni el mlsmo eniir.
El general Bugeaud llcgó á principiosde
4841, para reeroplazar almariscal Vallée: des-
de su llegada ¿ Africa se apresuró á concen-
trar sus tropasen la provlncia de Argel, me-
diante la evacuaciou de varíos pnntos poco im-
portantes. Se babia contado con so energia y
su carácter emprendedor para obtener un prós-
pero é inmediato resultado, quiso realizar las
esperanzas que eu él se fundaban, y para que
sus golpes sobre Abd-el-Kader fuesen mas se-
guros, resolvió arrebatarle todo lo que consti-
tuia su defensa y reducirle ¿ solo sus-recur-
sos, arrninaudo la influencia que ejercia en
ciertas tribus, sobre todo en la provincia de
Oran, de donde incesantemente sacaba nuevos
recursos para contínuar la guerra.
El año de 4 84 1 comenzó fellzmente por nua
victoría, mediante la cual se apoderó de Ben-
Thamy, califato de Abd-el-Kader, una columna
de cuatro mil bombres, sallda de Oran ú las
órdenes del comandante de la [daza (noche de
42 aI43 de enero ) Al Ilegar la primavera,
dcspues de habcr avituallado ¿ Medeah y Mí-
lianah, el gobernador genetal se puso ¿ la ca-
beza de una espedicion que partió de Mostaga-
nem dirígiéndose ¿ Tekedempt, de cuya pobla-
cion se apoderó despues de una obstioada In-
cha, aunquo los ¿rabes la prendieroQ fuego
antes deabandonarla plaza. Estc prímersuce!
so que conmovió el poder de Abd-el-Kader le
siigirió sentimientos mas apacibles qiie en
otras ocastones: rescat¿ronse machos prisio-
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ARGELIA
850
neros, y Mr. DDpttcbnt, obispo de Argel, pudo
coDsegalr dd caoge que devolvió la libertad á
438france8es.
La colDmna espedicionaria, sín dejar roas
que rninas en cl lugar donde se baliaba la for-
taleza de Tekedempt sc dirigió á Mascara, en-
tró en !a ciudad sin resistencla, y la balló com-
pletamente desierta. Dejó alli nna guamicion
y entróen Mostaganem, despuesde baber sos-
fenido nna reñida Incba en el desflladero de
ÜLb-el-Kredda. Al mismo tiempo el general
Baragnay d'Hilliers enviado al bajo Gheliff,
obligaba al emir á quemar sus plazas fuertes
de Boybar y Tbagas, dando on severo castigo
i la tríbu de los onjad-oaracb que era bostil al
c^ército francés. Estos sucesos no quedaron
sin fruto, pues al cabo de algunos roeses, va-
riastríbos se separaron de la devocion de Abd-
el-^ader, pidiendo á los aliados de Francia
proteccion contra el emlr.
Habiéndose becbo en Mascara el competen-
te número de provisiones, á fln de que en ella
pudiera pasar el invierno una division: tenia
. esto por objeto impcdir á loshacbemes de en-
tregarse al cultivo y conseguir de csle modo
que tan poderosa tríbu, base y orígen del poder
de Abd el-K^der se sometiese, determinando
asl la sumisíon de todas las demas. A 48 leguas
al Sor de Mascara seelevaba cl fuerte deSaida,
qoe por sd posicion era muy iroportante para
Abd-el-Kader y le servia para conteoer el pals
de la Takoubia, que estaba descontcnto de su
yogo. Este fuerte fné tomado y arruinado; el
poeblodela Guetna, cunadelu faroiliudel eroir,
sufrió la misma suerte, y al instanteseis tribus
acudieron á establecer alianza con el ejército
francés, al cual ban servido despues de cons-
tantes aDXiliares en los ataqoes dirigidos con-
tra la gran tribu de los hachemes.
fiabiendo becbo cl cnemígo una irrupcion
contra los aliados de la Yakoubia, quela guar-
DicioD de Mascara barto insigniflcante para de-
fenderlos se vió obligada á abandonarlos á sus
propias fuerzas, el gobernador general slntió
la nccesidad de establecer en esta pJaza tropas
soficientes para dominar el pais. Por consiguien-
le, el general Lamoríciere recibió órden de ir
i instalarse con sn division, y lo haconseguido
despnes de .«lostener un encuentro, en la gar*
ganta de BodJ, con Ben-Thamy, califato de
Abd-el-Kader. Asi colocado en el centro del
pais enemigo, fácilmente pudo estenderse en
wdos sentidos, y despues de muchas espedi-
ciones, siempre coronadas de buen éxito, con-
siguió paciflcar la comarca y atraer bácla si
todas las poblaciones. Las tríbus dcTafüa, asi
corao claga de Gbózel,yano contenidas por el
temor, levantaron el estandaríe de la revolu-
doD coDtra Abd-el -Kader, y nombraron por su
gefeal marabú Abdalla-Ould-Sidi-Gbigr, quc en
DnaeotreYistasotemDecon elgefe de la colum-
na f^cesa y el general Mustafá, proclamó
cadücado el poder del emir.
En ela&o^eacababadetrascnrrír, el pais
babia dado nn gran paso bdcia sn paciflcacion,
pero mucho faltaba todavia para obtenerel re-
snltado apetecido. Aniroado por lasintenciüncé
y por las esperanzasmanifesladas en el discur-
so que habia pronunciado el rey en laapertu-
ra de las cámara^ el gobernador general con-
tinuósuobra. Desde prlnclpios de 4842, elge-
neral Lamoríciere y el gobernador misroo dís-
persaban y perseguian á los árábes en todus
lás direcciones: el foerto de Sebdu, única pla-
za de la segunda línea que todavia quedaba al
emir, cayó en poder de sus contraríos que re«>
cibieron ademasla snmision de quince tribus.
Al mismo tiempo las propiedades de los ára-
bes eroigrados se ballaban sometidas ¿ una
Dueva orgaDizacion.
Entretanto, la decision tomada por la cá-
maru de los diputados, adoptando por último
los proyectos del gobierno acerca del Africa,
vino á prestar nueva aclividad á las opcracio-
nes. Alllegar la prímavera, el general Bugeaud
casligó á los beni-menacer, tribu kabayla dc
las cercanias de Gbcrchel, y obtuvo la suroi-
slon de roas dc vcintc tribus. Diriglóseen se-
guida báciael GbeIiír,yenvolTiendo en un roo-
vimiento concéntricoias montafias que servian
de rcfugio á las tribusno sometidas, libró á la
IlanuradeArgel roedianteesta inroensa razzia,
delasincursionesde los roontañeses, aflanzan-
do las corounicacioncs entre Medeah, Milianah
yGberchel.EI gcneral Lamoríclere por su par-
le acababa dehaccr uná brillanle espedtcion,
y por úhimo, Abd el-Keder se vió obligado y
penelrar nuevameDle cn el desierto.
Dc vuelta ya las coluronas espedicionarías
se ban ocupado de trabajos mas paciflcos. Sc
cmprendió la constraccion del caroino, que
media enlrc Bedeah y Blidah; tarobien se em-
prendió la escavacion del foso de Mltidja. Al
mismo ticropo sc arre«;laban los contingenles
que habian suministrado ios aliados.
El mes de selierobre sc inauguró con una
grande concentracioii de tropas en Mascara y
en Mostaganem, pues se trataba de dar un gol-
pe decisivo ¿ Abd-el-Kader que babia sufrido
ademas la defeccion'de algunas tribus, y dcs-
pues de haber atacado en vano las columnas
del general Lamoriciere, combatió durante dos
dias las del general Ghangarnier; pero habien-
do previsto que se trataba de circuudaríe, ar-
roJ¿ndose sobre los desflladeros del Atlas me-
nor, se dirígióbácia el desieríosobreTuggurt.
El inviemo babia llegado ya, pero Abd-cl-
Kader se babia establecido on las montañas
del Yagrenseris, desde donde dominaba todoel
pais comprendido entre el Gbeliff y la Mina, y
contenla por el terror ¿ las tribus de las inmc-
diaciones afectas al partido de los franceses,
era de temer que ODa permaDeDCia mas dila-
tada en el pais, ie devolviese su anteríor pres-
tigio, por lo cual era forzoso alejarle á toda
costa. üna campaña de Invierno se ba organi-
zado antes de mucho: el resultado de las ope-
raciones correspondió perfectamente ¿ las mi-
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^51
ARGELIA
35S
ras del general en gefe, y en yeinte y dos dias
casi loda la cordillcra del Vagrengens hasta el
Ved-Rilion, el valletodode CheliíT, muchastri-
bus en niasa y la mayor parte de los flitas se
hallaron al dominio del general Ghangarnier,
que no tardó en fomentar una espedicion con-
tra laspoblaciones inmediatas á Tenés, queaun
no babiansido hostigadas porel ejército.
EI año de 4 843 pareció comenzar bajo cno-
josos auspicios: Abd-el-Kader, penetró en el
valle del Cheliff, vió correr háciaél las poblacio-
nes, invadió el agalik de Braz é intentó un
ataque sobrc Cherchel: por todas las partes del
Oeste recobraban las hostilidades un niievo v¡-
gor. Pero los generales de Bar y Changarnicr
se airigferon al instaute al encuentro del emir,
mi^ntras que el duque de Aumale por nume-
rosas ventajas obtenidas sobre sus aliados, in-
deronizaba á los franceses de las pérdidas que
les habian ocasionado las razzias de Abd-el-
Kader. El gobernador se pnso personalmenfe
á la persecucion del emir, custigó á las tribus
culpable? de defeccion, dispersó A los kabay-
les, y úllímamenlehizo que el cmir buscasesu
refugio cn las mootañas: razzias ínce¿antes
vinieron en seguida á conñrmar esle suceso
acarreando la defioittva sumisioo de un grau
Dúmero de tribus. Pcro de todas estas operacio-
nes ejecutadas con audacia y habiliJad, nin-
guna tubo on resultado tan importante como
la toma de la Smalah de Abd-el>Kader.
La Smalaheraunapoblacion nómade,com-
puesta de la familia del cmir y do las dc los
principales personages que seguian su causa,
constituyendo un conjunto de docc á quince
mil personas, cuya guardia se hallaba confia-
da á las bizarras tropas del emir. Encargado
por el general en gefe, de apoderarse de ella,
el duque de Aumale, se encaminó hácia Uessek-
U^Rckai, en donde acampaba. La encontró en
Taguin (46 de mayo) y al punto se precipitó
sobre esta poblacion formada de tiendas, sola-
mente con quinientos caballos y auxiliado por
Joussouf, coronel de los spahis, y el teniente
coroocl Morris. Al c:ibo de dos horas, todo lo
que podia huir se puso cn fuga, interuando
)os rebaños eu los deslcrtos, y trcs mil seis-
cicntos prisíoneros quedaron en poder do los
francescs, asi como las ticndas de Abd-el Ka-
der, su correspondencia, su tesoro, cuatro
banderas, un cañon, dos cureñas y un gran
Dúmcro de objetos preciosos. El gcneral Lamo-
riciere corló la retirada á los fugllivos, é hizo
noevameute numerosos prisioneros y consiguió
unbotin considcrable.Unnuevoencuentro con
los dospojos de la Smalah tuvo lugar el 22 de
Jouio, y nucvamente la fortuna fué contraria
á los árabes.
Terminaremos aqui lanarracionde las ope-
raciones del ejérCito francés on la Argelia:
pues ya tendremos ocasion de ocuparnos de la
campaña de 4844 en el articulo marruecos.
Despues de la tqima de Argel, por varias
veccs sc ha suscila<lo la cueslíon de si esta
conquista era ó no para la Francia nna carga
pcsada, y sí la metrópoli podia, en un tiempo
mas ó menos inmediato obtener algunas ven-
tajas: preciso es añadirque csta cucstion trata-
da eo las cámaras, no poco ha contríbuido pa-
ra complicar la situacion de los franceses eo
la Argelia. Se ha hecho valer contra ia conser-
vacion de Argel, el gasto de hombres y dinero
quc esla posesion ha costado ya á la Francia,
se ha pretendido que en caso de guerra conli-
nental, tendria necesidad csla potenciade ex-
plotar lodos sus recursos, viéndose por consi-
guienle, en la imprcicindible necesidad de
abandonar el Africa; seha dicho por otra parle
quecn caso dc guerra con la grau Bretaña blo-
queado el ejércilo francés de la parte del mar
por las flotas enemigas y asallado de la parte
de tierra porlos árabes, no podria menos quc
rendirse á discrecion.
Pero veamos de disipar una á una las diversas
diflcullades que se suscitaron, y por de pronto
resolveremos la primcra apelando á la histo-
ria.LaprovinciadeAfrica era sin contradiccion
una de las mas ricas y mas florecientes del
imperio romano. ¿Y es de creer que Roma ha-
ya cstablecido su dominacion cn solo doce
años? no, ciertamente. Un siglo y aun mas,
tesoros y armadas enteras^ nada se omitió pa-
ra realizar esta conquista, que fué mas tarde.
y por espacio de cinco siglos, el roas bello
floroo de la corona. imperial. Lleguemos á los
ticmpos modernos, y preguntemos á los in-
glcses cuanlo les han coslado sus estableci-
mientos de las lodias. Mus los romunos de
otros tiempos se dirá, ma¿ los ingleses de
nuestros dias no tuvieron qne luchar con po-
blaciones fanáticas que considcrasen la guer-
ra contra sus enemigos como un acto de reli-
gion, y pudieron por tanto preveer el término
dc la obstinada pelea. Adniitido que estos dos
pucblos se hallasc^j bajo este conceplo en con-
diciones mas favorables que la Francia, pero
no exageremos el fanatismo nmsulman cqmo
lo hacen muchos. Gracias al poco conocimien-
to del pais, los franceses han couseguido le-
vantar en contra suya razas enleras, que por
ser diferentes en sus costumbrcs, lengaage,
intereses.y sectas, se hallaban en perpétua lu-
cha bajo la dominacion de los beyes. En ver-
dad que no conviene á la Francia emplear co-
mo medlos de gobieruo los mismos que em-
plean los turcos, pcro pudiera grangearse la
voluntad de las poblaciones musulmanas, por
la dulzura y los buenos procedimientos. Re-
cordemosantc todoque en ellos el fanatismo es
el fuudamentode la religion, y si vieraa lafor-
taleza á la par de la Justicia y la severidad, para
reprimir los discolos y turbulentos, pronto to*
das estas poblaciones aceptarian la domina-
cion deloseuropeoscomoimpuesta por la vo-
luntad de Dios. Bonaparte, con 25,000 bom-
bres á lo sumo, cousiguió la conscrvacion
del Egiplo, á pesar de los turcos y los in-
¡ gleses. Al Oe¿le dc la regencia, la mala po*
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iií
AÍIGELIA
254
Uüca de Francia ha despertado una nueva am-
bicionqueha creido poderse dispular el impe-
rio de esla parte del Africa, pero en la provin-
cia de Gonstantina nada de esto ha sucedido:
enefecto, Achmet cayó en desí^racia: era mu-
snlman, y sín embargo, ni un solo alfange se
dcsnadó para darle apoyo, y en toda la eslen-
siondelpais, laautoridad delos franceses, sc
vióeslablecida y respelada. iQuerrán lomarse
60 coenta como consccuencia del fanatismo
religioso los merodeos dc los hadjutas y dc at-
gooas otras tribus?¿Y por ventura, los mismos
hechos no se presentan en la Siria y en Arabra,
coando las caravanas de los verdadtvos ce-
j/en/e«, ai dirigirse á la Meca, no pueden atra-
vesar aquellas regiones si no es pagando un
Iributo, ó caminando con escolla que no siem-
pre conliene la rapacidad de los beduinos? Se-^
gnrameote se lia necesitado todo el vigor de
ífehemet-AIi para poner colo á estos esccsos
qoenuevamenle han comenzado dcsde quc él
ha desaparecido de la escena polilica.
Examinarenaos abora el casode guerra con-
tiDenlal. Nadie pnede poner en duda que los
combates soslenidos desde hace quincc aíios
en Afrtca, hayan sido una buena escuela para
el ejércilo, pues no en la vida ociosa do las
gnarniciones se liubiera formado esa valieníe
falange dc jóvencs generales, que son la gloria
y la esperanza dcl paií?, y aunque la Argelia no
ofreciese otra ventaja, cierlamcnlc no es csla
de escaso interés; pero examinemos la cih?s-
lion bajo ülro punto de vlsta. ¿Acaso es insig-
nificauleel soslenpr en Argelia un ejércil ) in-
Irépido y agucrrido, qiie Irasporlado en algu-
nos dias por mar liasla et punto vulnerable dcl
enemigo pueda entretenerle con buen éxüo?
Pregúniesele aí Anstria si cl ejército de Africa
61 llegar á las costas de la Lombardía , no le
caosaria mas recelos que otro ejércilo de igual
fnena á las márgene» del Khin, ó al pie de los
Alpes. Pregántese á la Rusia si veria sin in-
qnieíud que el ejército de Africa descmbarcase
á oriilas dcl Bósforo. La ocopaciun argeliana
dismiDuye los recursos de la metrópoli. ¿Pero
cnal seria la fuerza de la Francia para que su
salvacion depcndiese de algunos millares de
borotres que cuslodian sus posesiones afri-
canas?
Dícese generalmente que el Medlterráneo
debe ser un lago francés. ¿Será preciso para
jostiQcar esta palabra, que abandone la Fran-
cia 200 leguas de costa, que por un lado mi-
ran á Gibraltar y España por Oran y sus puer-
'o^ » 7 por otro á Malla é Itaiia por Bona?
Admítamos la hipólesis de una guerra con la
higlaterra, la España scria en tal oaso aliada
de Prancia ó su encmiga, en cnalquiera de ellos,
dueña asi de toda^esta porciou de mar que baña
las costas de Africa y do £spaña, tcndria á ra-
ya las fuerzas ioglesas. Añadamos adcmas qiie
el abandono dc Argel, suponiendo que debili-
tase dfreetamente á la Francia aumentaria la
fuerxa de sus riTales.
No existe nacion ni pucbío en Ar^'clia; diez
razas diferentes se distribuyen su vaslo ter-
ritorio endonde ninguna domina; ei Africa, por
otru partc,tal como nos lo cnseña la historia,
ha estado siempre sometida á la dominacion de
los eslrangeros: cartagineses, romanos, vánda-
los, gricgos. árabes y turcos, la han poseido al-
ternativamente. Abaudonada por los franceses,
las débiies fuerzas del sultan serán insuQcien-
tes para conservarla: vendrá por lanto á ser-
vir de presa á algun nuevo Barbaroja que res-
tablecerá la piratería, ó lo que es mas proba-
ble y peor aun, caferáen poder de los inglcsea.
Argel parece que ha sido otorgado por
la Providencia para inderanizar de todas sus
pérdida?, y para haccr recobrar á los france-
scs cl rangii que habian perdido ; solo Argel
piiodfí ponerlos en posicion do luchar cou la
ínglalerra, su irreconciliable cnemlga, que lo
es, ho por sistema, no por pasion, sino por-
que cl abalimienlo francés, es una condicion
iodispeusable desu cxislenciíi. Todos ios dias
stí oye encomiar la importancia de las colonias
iras-atlánticas para la mariua francesa, y pa-
rece como que sc mira con desden la co-
ionia dc mas eslimacion que en tiempo algu-
no ha poseido, porque eslando á su alcance,
porqne constiluyendo parle de un inmenso
continenlo , le ofrece por cl dcsarrollo de
su comercio y dc su poder maril'.mo , todas
las vcntajas de los demas cstablecimicntos
colonialos, sin tener ninguno de sus incon-
venienles. La cstension que las relaciones co-
merciales han tomado en los puertos franceses
del Mediterráneo , con posterioridad á la con-
quisla de Argel cs un hccho sin réplica: aban-
dóncse, y muy pronto Marsella, Tolon y to-
do cl Mediodía'dc Francia, sufrirán las con-
secuencias lamentables de esla impcricia, y cl
coniercio quedará reducido á la nnlidad.
¿Por qué mcdios se conseguirá que cuanto
ant;ps la colonia de Argel sea realmenle pro-
ductiva para la Francia, ó al menos de qué
modo sc podrá veriúcar que sc baste á sí mis-
ma? Favoreciendo simulláneamenle los progre-
sos del comercio y de la agricullura , porque
en un pais donde aquel solo cstá sostenido por
los productos de eSla, el incremento qnc re-
cibiria el cultivo de los ccreules, de los olivos,
de las morcras, del algodon, de la cria dc to-
da clase de ganados, y particularmente el ca-
ballar, pudieran influir poderosamcnte en la
masa de las transacciones comerciales. Tal vez
convendria mejor dejar el cuídado de semejan-
tes progresos á las necesidades y á las ten-
dencias de los indigenas, que por su propio in-
terés formarán causa comuU con los franceses
cuando vean que su dominio en Africa es un
hecho ya consumado que deben ac^ptar, sino
con alegrla, con resignacion al roenos.
La naturaleza de este articulo no consiente
mas ámplio desarrollo: el lector que qiiicra
conocer mas á fondo todo lo concernicnte á lu
1 colonizacion de Argel, poede consultar la obra
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ARGELIA-ARGONAÜTAS
m
ya citada de Ifr. Baode, donde este admíQis*
trador la ha tratado con toda U superioridad
de UD bombre acostumbrado á los negocios y
coQOcedor del pais. Igualmente pucde consullar
una obra mas reciente de Mr. Evaristo BaYOUx,
que tiene por titulo Viage polUico y descrip-
tivo al Nortedel Aftica, en cuya obra eu me-
dio de ideas atrevidas, se euoueDtrau detallcs
dci mayor interés y varias consideraciOQOs
que deQOtan grande iQteligeQCia y esteusiOQ
de coQOCimieQtos. El lector podrá tambien ver
coQ fruto la Belaoion hecba por Mr. Blaoqui á
la Academia de las Ciencias morales y politi-
Q^^^QVdsi&.eQbreeleeiadQaolualdelaArqelia.
Eq cuanto á los documeQtos de estadística se
liallarán reuoidos ea la Noticia [Tableaud),
anual que hace aparecer el ministro de ia
Guerra acerca de lasituacion de los estableci-'
mientos franceses en la Argelia.
ARGENTINA. {Botánica.) PlaQta pereone de
la famiiia dc las rosáceas: es astriugeute» vui-
neraria y detersiva. Su Jugo es IltoQlriptico y
sus raices ténues y á veces Qbrosas.
Sus vástagos crecea basta mas de un pie:
tiene sus bojas divididas en cinco gs^os en fl-
gara de cunas; la parte superior de ellas es
verde y la inferior de un blanco relucieute y
como plateado, qne es de donde toma nombre
la planta, cuyas tlores son de un bermoso co-
lor amarillo.
ARGOUA. Es propiamcQte bablando un co-
llar de hierro fljo á un poste , con el cual. se
sojetan ciertos penados para esponerlos á la
espectacion pública ó sacarlos ¿ ia vergUenza.
Eq Francia desde 4 74 9, se ha incluido ea
el número dc las penas aflictivas y corpora-
les, habiéndose ordeaado por uua declaracioo
del 44 de Julio de 4749, que las coadeaaspor
contumacia á la peaa de la argoila fucsea iras-
crltas en uua tabliliu que el Yerdugo debia su-
jetar á uu poste en la plaza pública. En Espa-
fia era la argolla uno de los principales atri-
bntos de ouestros tiempos iaquisitorialefi y
que roas afligiaa á los aiormeotados; pero hoy»
por fortuoa ha desaparecido , asi como todo
<;a8tlgo iQbumaoo y bocborooso. Hace poco
tíempo que auo oo estaba derogado eo Frao-
cia el articulo penal que se espresaba del
modo siguiente: «Gualquiera que haya sído
condenado á uoa de las peaas de trabajos for-
zados á perpetuidad, 6 por ticmpo determioa-
do, ó á reclusioo, antes de sufrir su coodeoa,
será snjetado coo la argolla eo la plaza pú-
blica; permanecerá e&puesto á la vista dei
paeblo por espacio de una hora; eocima de su
cabesa se coiocará uo rótulo que en caracté-
res grandes y legibles esprese su nombre,
profesion , domicílio , condena y la causa de
su senteocia.n
ARGONAlTA. [Hietoria nqiural) Género de
moluscos cefalópodos establécido por Llneo, y
que antes de este grao naturaiista, úq coofundia
con los nautitas, bajo el nombredenautitas ví-
treos. Lo0 argonautas atn^eron por mucbo
tiempo la curiosidad de loa naturalistas, y ya
Aristóteles, Eliaoo y Opiano los babian hecbo
célcbres describlendo las maraviilas ó singu-
lartdadeis de su navegacioa. Tal ves de elios
aprcndió el hombre el arte de dirigir la nave
con ayuda de la vela y del Umon. Por mucho
tiempo se ha ignorado si el argonauta vive su-
jeto á su concba, y este punto ni aun hoy dia
está suQcientemente aelarado. Esta concha
tiene la forma de uoa góndola y una tinta
lactea que le hace muy notable; su ligereza
es estraordinaria, y la cubierta frigil, traspa-
rente y careuada. £1 animal tiene la mayor
analogia de conformacion^con las especies de
sepias, que vulgarmente'se ilaman pulpos ó
pólipos. Entre dps de sus largos brdzos, ó maa
bien de SQs pies, existe una membrana que
desplegan para recibir el empuje del viento;
sus dcmas miembros les sirven de remos y de
gobernalle: con auxilio del aparato que resul-
ta de la reunioo de estos miembros, es como
elevándose el argonauta i la superflcie del
raar, presenta á la ooda la quiUa df su frágii
buque, y remootándose por encima dc ella
atraviesa los mares. Los navegantes lo perci-
' ben frecuentemente viajando como ellos , pero
, nuda es mas diricil que darie aicaace, pucs al
, menor pcligro recogea sus Jarcias y se huadea
' eu las profundidades del abismo. En el Medi-
I terráneo es donde mas abunda, y Piinio, que
conocia este aoimal, se empeñó eo añadir á sa
historia las fábulas mas absurdas: dicc que et
' oautito abaodooa su coocha para preseitarac
eo tierra , y que solo se acomoda en su intc-
rior para trasportarse de playa á playa.
Gon6cense varias especies de cste género
eu las colecciones conquiliológicas , puesen
su mayor parte no son raras : en el Museo de
Historia natural de Paris se encuentran dos
Juntamente con sus habitantes. Guatro argo-
nautas se han ballado fósiles que fueron mo-
radores del antiguo continente.
Despues de ia redaccion del articulo qae
acabamos de insertar, se han practicado naevoa
esludios accrca de este intcresantc molusco.
Mr. Alcides d'Orbigny, entre otros, ha demos-
trad j por observaciones prolijas y minuciosas,
que el argonauta no es parásito, que la concha
en que se aloja le pertenece realmente, sien*
do el rosultado de uoa secrecioo parücular,
cuyos órgaoos parcccQ ser los brazos palma-
dos de que está provisto el aoimal.
Alcides d'Orbigny: Mimografia ifo Un «rfcM-
podof.
ARGONAUTAS. {Sistoria,) He aqui ano de
los asuntos que mas vivamentc han preocupa-
do la atencion dc los bistori^dores antiguos .
Lasversiones semifabulosas, seaii-histórtcafl
de que ban sido objeto los argonantas, varlaa
basta l6 inflnito, si tomamos en cuenta las tra-
diciones y leyendas de ia Grecía antigua. Nos-
olros, sin embargo» no entraremos al babiar
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Wl
AtiaONAUTAS
fiS^
4« los argooaiitas, en prolijas iQYesligaciones
Botrelos mitos y aimbolos de la Grecia. Nos
Uoiilareiios á aflrmar aqoi, como demoslrare-
mos mas adelaate, qne hay en la fábala mito-
Idgica on fondo histórico y real. Desacertsdo
■os pareeeria caliQcar de pura flccion óde ale-
goila astionómica la tradiclon de los argonau-
tas oomo lo hicieron mnchos sábios ea S últi*
no siflo. Bl Yiage de los argooantas es cono-
dido hasta de los niños» y io mismo las sTen-
toras de Jason. por cuya raxon haremos de
allas nna brevisima reseña.
He aqni, pues, el fondo histórieo de la tra-
dicion referida. Jason, hijo de Eson, rey de
Tokos, en la Tesalia, foé despojado de ia he-
rencia piterna por la usurpacicm de Pelías,
hermaao del mísmo £son# Para rescalarsu rei-
BO, ae empeñé cn una empresa iarga, difícil y
hijos alados de Boréas, (ieles y Calos, le tibra*
ron, ahuyeotaDdo á las harpias á iravés de laa
nubes. El profeta, reeooocido á este beDefioio,
dió ¿ los estrangeros ios consejos que les craO
necesarios para llcvar ¿ término sn empresa.
Si hemos de creer ¿ los poetas de aquel
tiempo, la entrada del Ponto Euxino estaba ia*
terceptada por rocas flotantes, las cuales al pa-
sar un objelo enUre ellas, se acercaban y chor
caban con una velocidud tan prodigiosa, quj^
ni el ave mas ligera bubicra podtdo atravesar^
las impunemente. Sin embargo, el buque Ár-
go, por un favor especial de Juno, salió libre
del riesgo, y eotró eu el Faso, en Cólquide, ^in
haber tenido ningun otro accidente digno de
atencion. Entcrado Eetes, rey de Gólquide, por
el mismo Jason dei motivo que le Ilevaba, pro-
metió entregarle el Vellocinn de oro, á condi-
Uena depdigros. Resolvió ir ¿ Gólqoide¿ ro- cionde que unciria dos loros que tuviesen las
bar el VeÚocino de oro, qne habiadej^do alli patasde bronce y vomitaseo Ilamas, y harla
eleolioFríxo. AyudadodeMinerva, irgoscoos- ' qoe arasen una tierra.
tmyó en Arminia el mayor buque que se ha-
bia conocido hasta entonces, el cual del nom-
bre de so autor, fué llamado Argo, Embarc¿-
roose en él los héroes mas célebres de la Gre-
eia en número de cincuenta. Su lista varia se-
gOB las diversas tradiciones, porque cada pue-
blo quiso colocar en elia su héroe nacional.
flay, sin embargo, nombres como los de Hér^
Despues de sufrir esta prueba, 1e esperaba
otra aon mas terrible. £n el campo labrado,
habia de sembrar los dientes de un dragon
muerto en otro tiempo por Gadmo, y de esta
siembra teniau que nacer instant¿neamente en
ves de mieses, gigaotes armados de ponta en
blanco, ¿ los cuales deberia ademas vencer.
Jason cousiguió superar aiDbas dificuUadescon
eulet, Cástor y Polux y Teseo, en cuyo apoyo el auxiiio de Medea, hija de Eetes, la cual se
están de aeuerdo todos los pareceres. , habla enamorado de él.
Ealos goerreros Ilevarou consigo al divino ! Eotonces Eetes se negó ¿ complir lo pro*
y poeta Orfeo. Saliendo de Yolcos, se dirigie- ' melido. Ei Vellocino estaba en un bosqne sa-
ffon primero ¿ la isla de Lemnos, en otro tiem- ' grado, colgado de un ¿rbol y guardado por un
po habttada por piralas. Las mugeres de estos dragon; y Jason conslguió robarlo clandesti-
piratas, irtiladas del frecuenle abandooo en mente, por medio de los eocantos de Medea,
qne ae las dejaba, y de los enlaces que en sus que huyó con su amanle.
largOB viages contraian sus esposos con mu- i EI regreso de los argonaotas no ofrece olra
geres estrangeras, coocibleron uo dia el plan circunstancia digna de atencion, sino la estra-
deasesinarlos, como lo ejecutaron ¿ la vóelta
desos raaridos.
Ssla f¿bula, referida pór Apolonio de Ro-
daa, viene en apoyo de un hecho que suponen
dlversas tradiciooes, ¿ saber: ia frecuencia de
la piraterlaen el Mediterr¿neo en aquella época
de eontinuas emigraciones, hecho que acaso
BO sea estraño ¿ la espedicion de los argonau*
tas, podiendo muy bien haber tenido esta por
ol^o la destruccion de los piratas.
Sin hacer mérilo especial de estas opinio-
nea, es io cierto que desde Leronos, donde lus
mngeres trataron de detenerlos^ remaron h¿cia
laMysia.PerdieronalliárHérooles, quese inter-
oó en busca de Hylas, ¿ quien las n¿yades ha-
bi4n robado, enamoradas desu bermosura. To
ña ruta que siguieron. La tradicion reflere que
no fué por la eotrada ordioaria del Ponto Eu*
xiDO por donde volvieron, slno qoe el navlo
habia hallado otro paso mas septentríooa!,
que comunicaba con el Meditcrr¿neo roas atlá
de Italia. Pero ¿cu¿l era esta salida, este paao
septeotrional de un mar ¿ otro? sin doda que
hallaremos tantos ItiDerarios coroo hubo en ia
antigüedad poetas ó historiadores que habla-
sen de los argonautas. Suponiase que salieroa
det Ponto EuxiDO por uno de los ríos que teniaa
alli 30 embocadura; y como las corrientes de
estos ríos eran desconocidas para los gríegos^
cada cual las dirigia ¿ so manera.
Si nos empeñamos, pues, en descebrir el
verdadcro, camino, tropezaremos con lantos
earon despues en Bebrícia, donde tuvieron un I ilíneraríos coroo hubo eo la aot igfledad poetu
cofflJtiate cn que quedaron vencedores. Amico,
rey de la comarca, dice ia f¿bula, fué muerto
por Polox en el combate del cesto. Segun Apo-
Íonio, bajaron despues ¿ la costa de Bitgamia,
donde tiallaron un anciano, el profela Fineo,
horrlblemente atormeotado por las harpias, ¿
las coales le habia eotregado Júpiter pa a cas-
tigarle dc una indiscreta prediccion. Los dos
453 MaUOTMGA POHULAR.
historíadores ó mitógrafos, que tralaron de los
argonautas. La menos invcroslmil de todas
estas hipótesis, auuque sea falsa eo el hecho,
es la que supooe canalcs de comonicacion cn*
tre uno de los dos grandes rios que se pier*
den en el Medi terréneo, y otro de los que tie-
nen su embocadura en el Pomo Euxino. Tal es
la tradicionde Apoionio de RodaB, la cuai re«
T. III. 4^
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i59
ARGONAÜTAS-ARIA
m
flere qoe el natfo Átgó, perfiegntdo por la flo-
ta del rey de Cólquiüe, eutró en el Ister. y de
alli por un braso deagua pasó á un rio (el Ró-
dano 8ln duda) que desemboca en el llediter-
rineo al Oeste de Italia.
Bn oplnion de Timeo, los argonautas su-
bleron por ei Tanais, dcsde donde pasaron á
mn rlo qoe no nombra, y desagua en el Océ^-
BO. Entraron luego en el M editerráneo por «l
titrecbo de Gibraltar. Pindaro lea lleva al mar
lojo, acaso por ei Océano Indio y cl lago Tri-
ton. tl poeia qne tomó el numbre de Orfeo,
dicequesubieron porel Tanaisal marBáltico,
5 foUicron ¿ Grecia por el estrecho de Gibral-
lar. Kstos lliocrariosson curíosos, porque de-
fldoestran las nociones que tenlan los giiegos
de las comarcas cercanas ¿ su territorio.
Hay indudablemente un fondo de Ycrdad, á
l0 menos un fondo histórico que sc descubre
bajo la f¿bula antecedentc. El hísturiador Clide-
nio, de qnien nos iiabla Plutarco, crcia que el
objeto principal de la e^pcdiciou de los argo-
nautaa fi.é la destniccion de los piratas qiie
infestaban los marcs. Esta opinion se conforma
con la Idea que teuemos del heroismo de los
gricgos. Otroa diccn, por d contrario, qne los
iDismaH argonautas no eran sino una banda de
pirataa; y no andan acertado^ en aplicarles la
icaliacacion injuiiosa de piratcrla. Es cierto que
toB argonautas no dcsaprovccbaban cuando
le let prefl4'ntaba la ocasion de robar los bu-
ques estrangeros; pero la piralcria tal como
ta conoceroos boy, no exisiia entre los grie-
goa en tíempos de los argonautas. Todo es-
trangero era entonccs un cneinigo, todo ene-
inigo un pirata, cuando sc hallaba dentro dc
im bnque. La piretcria no cra otra co.«a que on
aclo natural y lcgitiroo de hostílidad. Asi es
que ácstruir la pirateria era robar y dcstniir
coando le podia el buque dcl cstrangero; de
'CSta roanera se entcndia entonces el dcrccho
Áe gentes y las lcyes de navcgacíoo.
£I roisroo €lidemo opina, que la espedicion
te CMnponia oo 4e uo solo oavio llamado Argo
«ioo de nna ílota, y sc permiiió á Jasoo rcunir
•en clla todos los bombrcs que sc le prescntaran .
•Caronte atestigua igualrocole que la floia de
Jason se coroponia de gran núrocro de buques.
^uede creerse que el deseo de apodcrarse dc
los tesoros de la Cólquide entró por mucho eo
^te arroamcnto. Nada cn efecto est¿ tan avcri-
l^ado coroo la riqucza roelálica dcl suelo dc
«•qoeUa coroarca. Estraboo habladc lasabun-
4anlea míoas deoro y plala quc alli sc encon-
itraban: Pliolo hacc de ellas la descripcion müs
aoagniflca, y cita, como Arrio, cl rio Chobxr
<]ue llevaba orocn sus aguas.Custalhes habla
de torreotes dc oro que corriaíi por el país de
los iomuei y fithirófagoi, pucblos veclnos¿
¿a Cóiquide; y ia mancra quc tenian de reco-
«erlo los gfoseros babitantcs de estas comar-
•f^as, sugiri6 sln du<U & los poctas la fábula dcl
Vollocloo de oro.
fiiodaclon cn diversos puntos de grao número
lie esthblecímtcntos y ciiidades. Es verosirail
eo cfecto, quc acompañasen ó stguieien de
cerca de los navegantes las cmigracioncs de
algunos pucbios, y qoc todas las poblaciones
qiie fueron su consecueocia, sc atribuycsen
mas tarde, como succde siempre, ¿ nn solo
orígcn, ¿ los argonautas. La tradicion refiere
que Jason liizo otro víage adcmas dcl rcferido.
ARGUMENTO. {Lógica,) Dcsignanse coo es-
tapalübra todos los mcdios ¿ propoáíto part
perstiadir y copvencer por medio del racioci-
nio. En esih scntido, sc llaman arguroentos las
prucbas que presenta el orador para deroos-
trar las proposiciones que sosiicnc. En lógics,
cl argiimcnto solo sc difcrcncia del nuona-
micnto, cu quc cl prfmero sc dirige siempre ¿
algiino que se qiiiere persuadir ó inslrulr,
ciiando cl scgtindo no es mas quc la maoera de
couvcncerse éilu£trar¿eábl propio. Hay variu
espccies dc arguinciilos, pcro lodos ellos nose
difcrencian mas qiie en la forma, es decireo la
maocra de prcscotarlos. Talcs soo ei bllogis-
mo, el prosilogisoio, ci cutilema, el epiquere*
ma, la gradacion, el dileroa, U indiiccion y la
annlogfa. Sigiiiendo la mísina elimologia, la
argumentaci'on es la accion de reunir roucbos
argumcntos para refiitar un error que se com*
batc, ó para demostrar una vcrdad qiie se ses-
tiene. En oratorla, sc llama asi la parte del dis-
curso cn qtic el orador sc dedica ¿ ia demos-
tracion dc sus proposiciones y dc sus dociri-
nas, y ¿ la refutncion de las objccioncs que se
lc hacen. Esie punto es el mas iinporíaute y d
mas cscncíal dcl discurso, porqiie si eii él no
sc propusícra demostrar una verdad ó comba*
tir un crror, oo tcndria ni roiras ni objelo. Sio
erobargo, no cs nccesario cmplear sieropro
una argunicntacion lógica y cn forma escol^s-
tica; los g^randes macstros ticnen uua argu-
mcntacion oratoria, varidda en sus gíros y ri-
ca cn sus formtis, qiic la hacc mas agradablc
y armoniosa, sin quilarle nada de sn vigor ni
dc su fiicrza. Mas para croplcarla eon buen
éxito cs noccsario, anlcsdi^ todo, acomodar su
cspirilu á las reglas dc argumentacioo csco-
lástica; porquc üu sc ptiedo apieciar bieo cl
roérilo dic la argumeniacion oratoria, sino eo
tanto que pueden sometcrsc sus difcreutes ar-
gumcnlos á las pruebas de una severa lógica;
lo cual suponc un couocin.icnto profumlo y
práclico del artede raciocinar y dc sus reglaS.
ARIA CATTIVA ó MALA ARIA. Literalmeote
aire malo, Llát)ianse osi cn italiano las cma*
nacicnes pautanosasqucproducea flebres in-
terminai)tes y de mat carácter. El ariacattiva
ejcrcc sus esiragos en tas ccrcanias dc Salooa
y dc las lagtiuas Pontinas, cuyos vapores le-
vantados porcl esccsivo calor del cstío, caen
durante la noche sobrc la supcrflcie de ia
tierra; asi cs que los viagcros cvilan cuanto
pueden pasar dc nochc por aqucilos lugares.
£n las inmcdiacioncs dc Roroa tampoco se esl¿
JéS tradlcion jílríbula ¿ bi argonautas la t coropletAroente al abrigo de esta Influeoda
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26t
ARIA— ARIETE
Ml
qne se deja sentir en 1a parte baja de la ciudad
7 que ba hecho trasladar varías veces la re-
lidencia del Yatlrano al Monte Gavallo.
In una Iragedia rouy notable de Marenco
Baceva. el aiilor, apoyándose para producir su
eatistrofe sobre la Tersion del Dante. hHcemo-
Tir á sn beroina viciima dcl ariaoaitiv^, Pia-
dá Tolemmey, vlctima de las so.speclia8 de su
esposo, es enviada á las lagunas Poutinas, y la
inOiicncia previsla realiza los designos del
celoso marído. Bl aspecto de aquellos lugares
desolados y los estragos que ejerce la cnfer-
medad, ban suminislrado al autDr asunto para
bermo«as y pnéticas descrípciooes.
ARIBTA. {Música,) Diminutivo de aire. Una
aríeta es un aíre dc un solo caiácter: se dice
con bastante frecuencia, ariela marcial; á no
ser en este caso, muy pocas veces se hace uso
de tal espresion. No está admilido docir, una
arieta de espresion, de movimiento agitado,
paes se dice un aire de espresion de roovimien-
toagitado, yaun mas comunmente, sediceun
aire que una arieta marcial ó belicosa, pues
esia cspreslon casi no se usa en ei leoguaje
musiral.
ARIET8. {Arte militar.) Máquina de guerra
de qoe se servian los antiguos para batir uua
muralla ó abrir brecha, trabajo que hoy se
bace con el cañon. La palat^ra aríeie procéde
de la latina arie$, carnero, y se ilamaba asi
porqne la viga que constituye esta máquiua,
tenía en la punta una cabcza de carnero jde
bíerro. Algunosatribuyen la inveucion del aríe-
fe i Epeo, roismo que fabricó el famoso ca-
ballo de Troya. Vilrubio, por el contrarío, dice
qaefuésu inventor un iugeniero strio, em*
pleado por los cnrtagineses en el sitio de la
anligoa Gadea, 600 años antes de J. C. Se cree
qne esta ináquina fué perfeccionada por Po-
lidoro él Tesallense, duraute elsitio que Füipo,
rey de Macedonla, pusoá Bizancio eu 338 an-
les de J. G. Los benedictinos, por su parte,
piensaQ qnela invenciou del aríete es mucho
mas aotigua en el Oriente, puesto que los judfos
del tiempo de David, 4048 aniesdeJ. C, cono-
dan esta máqulna deguerra. Habia tres clases
de ariete qiic se nsaban seguu la importancia
de los casos: unos eran simpleroente llevados
i brazo, olros suspendidos, y los lerceros se
eoloeaban sobre uoos rodiilos. Estos fueron
^pleados en el silio de Jerusalen por Vespa-
siaoo, vténdose uño cuya cabeza equivalia al
gmeso de diez soldados, y el cnal era mane-
jado por ona fuerza de 4500 borobres. Eu unos
arietes la cabeza era redonda para roroper las
píedras, y en otros tenia forma de barreno pa-
ra taladrarlas y desunirlas.
ARIBTe HIDRAULIGO. Esta roáquina, Inven-
tada por Monlgoltter, que la aplicó á su fibrí-
ca de papel de Annonay, eleva paríe del agua
de una caida coalquiera por roedio del impulso
qoe le comuoica el resto de la masa puesta en
movimienlo por sn mismo peao.
Sa efecCo, cua&do cae una masa de agoa ¡
en untnbo, su vlveaa ñé icelera yprodnce ona
cantidad de movimlento qiífl se Irasmite 4 otra
masa de Jlqiiido que lleva me.noa rapidc»; esU
masaadquiere roayor viveia eC^nel irópulso
qiie aquella fuena le da y subo ¿ *ina «1^^*
dependiente de las circunslancias que acom-
pañan á la máqnlna, tales como la ligere':«a do
ia corríente, el tamaño de los tubos, la m^^
de liquido elevado, elc.
La forroa del aríete hidráulico ba varíado;
al príncipio fué constrnido de la manera al-
guiente:
Sea el tobo a (Véase el Atlas, Hidroatálica
é Hidrodlnéroica, pl. Y, flg. 9.^) por elcual »u-
be el agua, y cerradu en su eatremo 6, y otro
tubo ed que suba verticalroenle. Golóquense
dos válvulas, la una e en la onion de ios do»
lubos, y la olra fen el tubo borixonlal. La prt-
mera e se abre de dentro afuera, y cuando el
liquido llega con rapidez le deja enlrar en el
tubo vertical cd. Por el contrarío, la segunda f
se halla cerrada por esta accion; pero, cuando
esta fúerza no llega á cierto liroite, queda
abierta por medio de nn resorte, y se pierde
eb agua saliendo fuera.
Conocidas las diferentes piezas de la mA-
quiua, hoaqui el efecto que produccn: mien-
tras que el agua, que llena el c^nducto a, esXh
en reposo, oprime sus parcdes interlores con
toda la cargu que debe á su aitura en el re*
ceptáculo de donde viene; pero tan pronto co-
mo llega al tubo otro golpe de liquido para
reeroplazar al qiie ha salido por la Tálvola
abierta e, el Uquido anroenta su vivesa por el
efecto de su calda, y esta viveza lle^ instan-
láneuroente á lal grado que la potencia del
resorle no basta ya para roantener la ▼¿ItuIh f
abierla. Gerrada esta válvula, la colurona de
agua se encuentradetenida'de pronto en uo
tubo sin salida, dequc resulta unafuerza que.
obrando en todos sentido.^, obiiga por cbnsi-
guiente ú la vMvuIaa á abrírse y ¿ dejar pe*
netrar el agua en e1 tubo ascendenle ed; pero
desde entonces se debilita la viveza del liquido
y no tarda en hacerse nula, no exiatiendo ya
la presion qiie mantiene abierta la vAlvuIa f y
cerrada la válvula e, y por lo tanto las cofas
vuelven al estado en qiie se encontraban al em-
pezar, hastaque un nuevo golpc de agoa vuel*
va á poner todo el mecanismo en movimiento.
De este roodo snbe el agua a1 tobo ascen •
denle por una siiceslon alternativa de cboqoes
que cierran y abren las válvulas. Aai ae oye
cada vez un ruído semejante a1 de un marli-
llazo y se pueden conlar fácilroente lás pulsa*
ciones de la roáquina. Puede bucerse continiia
la corriente del conducto vertical con el auxi*
lio de un receptáculo de aire g, que interrum«
pe el tubo vertical cd, y cuya accion es fócii
de concebir; [>orque desde que el airecondeu<t
sado por el agua que ee ha íntroducido en < i
receplácuto, ba alcanzado iin resorle suílcien*
te, ejerce sobre la superflcie de esta agu^ la
necei»aria fuerza de presion para obügarla á
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ÍC3
ARIETE
m
tobo
fanxarse , mf sin liiterrapeloD, por el
de ascensioD if.
Habiendo demostrado laesperieocla qoe la
forma que acabamos de describir no era la
mas conteoiente, ae adoptó esta otra.
El agua de la fueote lleffa per oo tnbo de
condQCto en la dlreccioo ab (h miama lémi-
lia. flg. 40) COD cierta vivesa dcblda ¿ la altu-
ra delreceptáculo. El tubode ascensíoocrf, se
adbíere á la parte ioferior del receptáculo de
aire a, qoe está tambieo herméücameote ooi-
do al tubo de conducto.
En el centro dc la base del receptácolo de
ilre, bay uo orificio circolar f, goaroecído de
00 pequeñociliodroporlaparte iofcriory ccr-
rado por uoa válvula. Llámase cuerpo del ariete
éi tobo que cooduoe el agua, y cabcia la por-
cioo del mismo tobo que cootiene las válvn-
las y el receptácolo de aire; g es la válvola
de compresioo ó de salida, y ^ la de asceo-
^oo. Estas vilvolas estáo formadas de balas
sujelas por medio de freoillos, y su peso no
; debe pasar de uo kilógramo (poco mas de dos
libras.) Los oriflcios sobre los cuales se apli-
cao tieoeo el borde guaraecido de cuero ó
de tela embreada.
Las esplicaciooes dadas aoteriormeote ha
eeo moy fácH la ioteligcocia de es!a últtma
náquioa. La columoa de agua levaota la bala
que cierra el brificio g, y se detieoe el dcs-
agtie; pero al mismo tiempo levaoU la bala «
7 peoeira eo el recepticulo de aire y desde
slH al tubo de asceosioo. Dismlooyendo srst-
doalmeote la vivexa del agua asceodeote y de
la qqe afluyc para ecbarU, vueTveo á eaer las
dos balas; la uoa g sobre el freoillo, y la otra
• sobre el orificio de asi^eosioo, y cesando
de eotrar el agua eo e, busca su salida este*
Tior eo 6; pero la viveza de la corrieote no
tarda eo leraotar de nuevo las balas y sc re-
produce la accioo. El recepticulo de aire es-
ti destioado al mismo oso que eo la miqui-
na precedeote.
Anoque se compreode muy bien el joego
del arlcle hidriulico, son, sio embargo, dema-
siado poco coDocidas las circoostaocias de es-
tejoego para proporciooar lasbases de una
leoría matemitica, pues todos los eEperímeo-
tot qoe se han hecho oo hao servido mas qoe
para establecer uoa fórmola aproximativa.
Coaodo se bosca el efectivo útll dc on arlete,
00 es necesario ocoparse en la viveza del mo-
Tlmieoto y en referirlo todo ¿ la ooidad de
fiempo: basta estlmar el peso de agoa ascen-
dida i cierU altora doraote cierto tiempo, que
•e tietie cuidado de iodícar; si p es este peso
y * la altura, el efecto seripX. Sieodo P el
peio del agua dado por corríeote durante el
mismo tiempo, y siendo H la aitora de la caida,
la potencia del motor seri PH. Asi, poes, \\
relacioo eotre el efecto átil y la poteocia ab-
solota seiá w^ w eonsidera al Tolúmen
agoa gastado por I» eonieiité y M a^
elevada por la máqoloa, se téndri lAalHeil
larelacioo^-, llamandof al Triimen eltva-
QH
do y 0 a1 qoe gasta U corrieote, poes se tieoe
la proporcloo 01 q! l K P. Se coeota ordina-
riamente la altura de la columna motrí2 t la
de la columna asccndente partieodo descíe el
medio de la vitvula de asceusioo, por ser el
puoto eo que la poteocia parece obnr contra
la resisteocia.
Eo Fraocia ha sido doode se hao hecho los
prímeros esperímeotos del aríete hidriullco.
Los dos primeros del estado siguieote qoe es-
tractamos det estado de hidriulica de tr. d'
Aubiiissoo, fueron hechos eo4798en preaen*
cia de una comisioo del lostituto; el teroero
se cjecutó eo ta Escuela polilécoica, y e1 coar-
to lo hizo el mismo Mootgolfier coo oo ariete
que había estabtecído eo la casa qoe habiUba
en Paris; los tres siguieotes se hicieron coo
arietes que existeo eo las cercaoias de Parw,
y finalmente, el últlmo se veriflcó coo uo aríe-
te, el mayor qne se ha coostruido eo Fraucia,
establecido por Mootgolficr. hijo, en Mello,
cerca de Clermoot del Oise. El cuerpo, qoe es
de broDce, no tleoe meoosde 0"i,4O8 de dii-
meíro ioterior; sn loogitod cs de 33i*k, y pesa
4 .450 kllógramos.*
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ALtüáAl —
— AfeüÁfeWi*. —
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m. cúb.
4
0,49
3,47
0,285
0,02t
0.84
2
0.49
9.6«
0,239
0,0056
0.47
3
4,89
44 66
0,049
0.00548
0.672
4
2,60
46,06
0,068
0,00624
0.570
5
40,60
34.40
0,084
0,047
0.654
6
0.98
4,56
4,978
0.269
0,629
7
7,00
60,00
0,043
0,00097
0,674
8
44,37
69.44
M40
0,0475
0.653
dej
El término medio de eetos esperimentos
da 0,65 para la relacioo estre el ete^ útii y
la poteocia absolttta del nNlor. Ast, pnee, et
efeeto sería las dos terceraa parlei de It po-
tcocia, resoltado qoe se préseot* raoy poeas
veces eo las demas miqwiaM.
Eo 4804 el célebre hidriotieo Eytelwein
hizo eo Berlin mocbos «perimeotos muy eera«
pletos eoo dos arietes dlimntes. Yarfó soce*
sivameote las dimeosiones de sos pirtee Im-
portaotes; tovo CBídado de averigoar el efeeto
prododdo en cada ono de los casoa y podo
deducir reglas que dan las dlmensionee mas
convenieotes i estas partes part oblener el
mayor efeoto átil.
Estractamos aderaas de la obra precüada
e| ooadro slgoiente quedadelos resultadosde
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z6B
ARIETE-AftlSTOCñACIA
9M
ilgDDOsespeilmeiifMlieclios cmi él myot de
atM d08 irietes, loefo qiie eada tma de aus
parteé habia reellildolad difposidoneéqae fé-
reeieitm mas tefitajoaaa, 4 saber:
LoDgitnddelCQerpo I3«33
NiiDetro 0m0667
Gapacidad del receptécQlo de alre. 0^0088
irea de 1a abertora de la tálvula
de detencioD 0«00Í4
Ifela irea en el prioier esperimeDto
era de 0n0040
i.
í!
6S
54
50
SS
45
«
36
t6
34
13
47
46
14
40
ALTVRA
3.066
3,099
3,057
i,437
2,664
Í,í6i
4.843
4.386
4,543
4.S55
0.945
0,984
0,758
0,604
8,017
9,86
44,78
9.86
44,78
44,78
44,78
9.86
44,76
44,78
9,84
44,78
04,78
04,78
AGUA BN 4*.
i^
0,0484
0,0635
0,0546
0,0371
0,0498
0,0451
0,0404
0,0)38
0,0366
0,0505
0,0491
0,0561
0,0548
0,0446
2L
QB
0,0154
0,01743
0,(M m
0,00767
0,00952
0,00682
0.00478
0,00225
0,00320
0.00295
0,00218
0,00165
0,00100
0.00141
Mgan
ü
S a
0,900
0,873
0,850
0,847
0.845
0,787
0,754
0.672
0,667
0,548
0,473
0,352
0,284
0,181
0,97
0.92
0,87
0,85
0.84
0,78
0,71
0,67
0.6Í^
0,56
0,51
0,45
0,42
0.18
Kytelwein blxo 4 .423 esperimentos. El pri
» de ios que están indtcados en la úKima
es e1 qne te produjo mas efecto, siendo
las 0,90 de la poteDcia absotota del motor. No
bay m4qirina que dé on resnltado tan Tentajo-
80, y el ariete ocoparia indndablemente el
primer rango si su efeeto útil fuese el mismo
en fodea ios casos. Desgraciadamente no sube
teito, siDO cuando es poco considerable la al-
tora 4 qiie debe elevarse el agua. Guando au-
MBta esla altara, disminnyc é1 rápldamcnte y
«•tluye por ser menor que el de las otras
tíéqtims, Para tener una idea de la rapidet
M^qMdfsminQye, basta dirigir la TÍsCa 4 la
paMtf ikiÉ ODlomna de ia tabla, donde por otra
piHe M ban colooad^ los esperimentos por ei
4rden de mifnitnd de las eieTactones compa-
nivaoieDfe con las de las caidas.
lyteiwein bascó la Veiacion que existe en*
tfo 1a pToporeion del efecto útfl con la poten-
efft del motor y ia alfora 4 la cual debe subir
fll agna, y soio podo obtener esta espresion
l,U— 0,2-
-, que tiene el méríto de la
ieDellles, pero qoe es solamente aproximativa.
Slfi ^Bbargo, slmpllñcándola todavla un poco
y d4odo1e ona exaemnd atgo mayor, se podrfa
admitir para los espcrimentos dé Berliu:
CoD esta fórmula se ban calculado los ná-
meros de 1a últlma columDa de 1a tabla prece*
deote; los de la peDÚltima soo debidos al e¿-
perimcDto. Gomo puede observarse, bay casi
igualdad eotre cicrtos limites; pero traspasán-
dolos, bien sea bócia aba^ ó bácia arriba, se-
rán siempre muy conslderables ios resuUados
del cáiculo.
• Eytelweín publicó una memoria donde dis-
cutió las diraensiones mas ventajosas que po*
drian darse 4 las diferentes parles de los arie-
tes bidráuUeos: be aqui sus conclnsiones:
4 .• Una grau longilud dcl cuerpo del aric-
te es Tentajosa al efeclo, y no es preciao re-
ducir esta longitud 4 meoos de las Ires cuartas
partes de la allura ¿ que debe sobir el agua.
2.» El diámetro del cuerpo del ariete «e
dar4 contenicntc por la espresion 4,7l/Q.
pues Q cs el vohümen de agua suministrado
para la corriente del motor en nn segundo
3." El del tubo de asceusion podr4 &er la
mitad menor.
4.* Aanque sea Decesarío al buen efecto
del ariete ei recept4culo de aire, no parcce
que su capacidad tenga influencia sobre este
efecto; esta capacidad se bar4 igual á la del
tubo de ascensiOD.
5.« Las dos vülvulas dcben cslar muy pró-
ximas la nna á la otra, sin que importe que la
dkcompresioo este b4cia arriba ó bácia abajo
deTreceptaculo de aire.
6.** Es csencial que la aberlura dc esla
v4lvula 00 sea mas pe(|ueña quela seccioo, del
cuerpo de] ariete; pero desde el momenlo qoe
ha liegado 4 la estension de esta seccion, ó la
haya traspasado un poco, su aumento no acre-
ceyaelefecto.
J. M. ÜMtKMfler. vartot artícvlof af ©rca del «16-
te bidráalleo en el Dimrio 4$ lof Mimtt, tomos XIII
- XY, 4803, tomo XYIII, fSOB, Y en el Diario di to
D*Aubiiitso«de Voistof. TréM óe Bidréuliom
WAUVaWSWUO ▼OI9RM. Mjm^m^ i»v Mwr w.v.ww
para el utodeUu inaemiorot; i.* edieiOD. Parit, ISia,
ARmOGRAGIA. [Pokiioa.) Vos grícga com-
puesla de mri$Um, mejor, y cra^os, mando.
Como la sociedad se oompone de ciadadanot
que desempeñan en eHa las funciones que lea
son mai propias, segun el mirito y el valer
morai de eada nno, pndiera decirse con arre-
glo 4 ette sistema, qne es el bello ideal de k
sociedad, qae todo cindadano perteneoe 4 la
aristocracia ai le eonsideramos bajo el povlo
de viata s^cial, pnes ai bies tienen deberes,
tienon tambie& dereebos y superioridadrespee-
to de los dcmas. Maa esCe sistema tiene per
fkmdamento la igoaldadrelaliva, esto es el e6*
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267
ARISTOGRACIA
M8
ttbleclmiento de e«da cindadano por 1o que
Tale. sin atender á su clase; y coroo su reali-
lacton cn el órden social es tan dlfícil, sino
imposible, rara vez se da i esta palabru la sig-
nlflcacion indicada. La aristocracia se funda y
establece de ordinario por los derechos del na-
cimitínto, y asi vamos nosotros á considerarla
en eéie artículo, cmpezando por ios distintos
dercchoá qne al hombre deben concederse pa-
ra que la sociedad se sostenga, y manifestan-
do despues de qué manera es justificablc la
distribucíon de estosderecbospor elprincipio
hcreditario. Probaremos lo falso de semejaote
principió, considerado en términos nbsolulos
y procuraremos inJicar los medios que la so-
ciedad debe emplear para anular la influencia
de aqnel y encaminarse & la Iguaidad, qne es
8U fundamento y objeto flnal.
No sicndo todos los hombres aptos para un
mismo fln y cstando sujeta la sociedad ¿ va-
rias clases de servicios, los mienbros qne la
componen se ban de dedicar necesariamente
al desempriño de distintas funciones, por lo
cual las reiaciones que eiitre ellos se estaole-
cen, han de ser tambien de indole difereulc.
Como no es poéible conocer i la simple vista
la aptitud de cada cnal para las fiincioncs qoe
está llamado i deiíempeñar, no puede bacerse
una clasiflcacion exacta basada en un princ pio
sólído. Es, pues, indispensuble para la distri-
bocion de estas funciones, establecer una ge-
rarquía que determine la posicion de cada in-
dividuo. El principio mas anliguo dé la gerar-
auia socíul, esii fundado en el derecho here-
dltario, aunque casi nunca ha sido de una
aplicacionabsoluta, principiode cuyo rigorismo
80 ha prescindido en la sociedad para todas Iffs
funcionesindiferentes, conservindolo solo para
estublecer las que el derecho sobre los demas
bace apefecibles. Sin embargo dcbe preferirse
este principioiqiie, porfaltadeél,8C8u|e>ara i
1 a apreciacion de la gerarquía dc cada cual, el
acaso ó la arbitrariedad 6 ei capricho de otro
bombre. Esindudabledei^e luego la semejanza
que generalmente existe entre padres é hijos,
semejanza que forma un lazo con la cual se
une, por decirlo asi, una generapion i la que
le succde: en lo que, y auu sin eotrar en ave-
guacion de la causa misteriosa de semejaiite
fenómeno, no podemos menos de reconocer ia
alta sabidiiría de Dios, qiie se propuso conci-
liar la uniJad de la raza humana con la de la
familia. El primer fundameoto de la aristocra-
eia consiste, pnes, en ese lazo escncial i la
naturaleza; pero todavia hay otra de graode
ioportancia para su Jusllflcacioo, que es el de
la edncacion, por cuyo medlo se trasmiten tam-
bieo de ona en otra geoeracion de familia los
mismos 8entimientos y principios. Siendo lo
general qiie los bijos se eduquen bajo la in-
mediala direccionde los padres, naturalmente
8e desarrollan en aquellos los mismos inslin-
t08 é linclindciones, que luego ban de ^ercer
sobrc ellos tanla iufluencia en ta edad madu-
ra: por otra parte, el deseo de manlener ileao
el honor del nombre qoe llevan, los aolma i
vencer todos los obsticulos qoe en su Datura*
leza pueden hallar, y i igualarse cnando me-
nos con el autor de sus dias. Estas 8on \u
causas que i faíta de otro principio mas i pro-
pósito para establecer la verdadera clasiflcacioo
de los individuos. han hecho adoptar por base
el hereditario: adolece, sin embargo, de dos
vicios esenciales; consiste el primero en la fal-
sedad misma del principlo roetafísico de qoe
se derivala aristocracia, y el segundo en qoe
por su institucion 4jende constanlemenle i la
estabilidad, es nn obsticolo natural y directo
contra la marcha progresiva de la sociedad
hiciasuperfeccion.
El fuadamento de las genealogias aristo-
criticas esti basado en la supostcion falsa de
que la vida se trasmite solo por vja masculina,
y en otra no menos falsa tambien, i saber: qoe
la rama primogénita es mas noble qoe la ae-
gunda. Ambas suposiciones se hallan desmen-
tiJas por la fllosofia y por la esperiencla. E«U
nos hace ver que los hijos se parecen indift:-
rentemente a1 padrc ó i la madre, y por con-
siguiente el bombre pertenece i la familia del
uno 1o mismo que i la de la otra. «Si viésemos
establecido, dice on iliistrado escritor hablao-
do de este asunto, qne los liijos estaban liga-
dos i su madre por nn conjunto de ralaciones
tan intimas y habituales como las qoe los en-
lazan al padre, nrcesariamente se confesaria
qiie no es una la fuente dei nacimiento en la
especiehumanasino dos, piiesto qne,elrecleB
nucido se asemeja del mismo modo i uno ú
otro de los dos seres qne lo procrearon: cosa
que la esperieocia nos demucstra cada dia alta
é incontestablemente. El bombre, poes, perte-
nece del miamo modo i la famiiia de la ma-
dre qiie i la del pódre. iPriocipio capital, cnyas
consecuenciaa son inmensasl» Asi, pues, 8i el
primer rango de pareolesco tiene dos origenes,
el segundo tendri cuatro, e\ tercero ocbo, y
asi sucesivamenle; el númefo, pues, de los as-
cendientes se aumenta en proporcioo qiie van .
separindoso de 1a ramaprimitiva; su unidad y
suestrictaindividualidad noexisten sinocuan-
do se coosideran sns miembros iumedíatoa
y aunque llevan el mismo nombre eo las ge-
neractones mas distantes del tronco, esto es
soio por uoa convencion bumana, pnesto qoe
cruzándose las familias, como sucéde coastaQ-
temente, ningunopuede tener preiensiooes de
proceder dc una sola sino de mucbas.
Las distlnciones fundadas en la aDteladoo
dei nacimiento, notienen princlpio deequidad,
piies 8u valor consiste solo eu los desigoioa
particulares de ia sociedad que los autoriia; a8i
68 que la naturalesa no crea en e) coraion de
los padres prefereucia entre sus bijos. La aris-
tocracia esti pues fundada en un principio de-
fectuoso en esta parte. La institucion dc la
aristocracia es contraria al objeto de la polill-
I ca social, que es laigualdad. Ademas recibien-
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m
AAtSTOCRACIA-AWSTOTELISMO
aío
do lós aristócralas los beneficios de su posicioD
por solo el becho del nacimiento, necesaria-
mente han de Jiizgar Tentajosa la couslitucion
qne se los concede y se hau de esforzar cn
maniencrla: de manera que aunqne sus sentí
mientos sean olros, el interés particular les ha-
ce resistir cualqoiera mcjora en su pais, si se
balla en conlradiccion con el órden de cosas
establecido. Por eso la institucion aristocrá-
tica está en contradíccion con la ley de rc-
DOTacion y de mof imiento contlnuo á que toda
sociedad obedece, puesto que en ella se re-
presenta y por elia se soslíeoe el principio de
la inmofibilidad.
Puede concebirse á pesar de lo dicho, nna
ilta idea de la aristocroeia s¡ la consideramos
oomo un conirapeso para rooderar el impetu
de la dcmocracia, hasta que lleguela época en
que esta sepa contenerse á si misma. .Su in-
fioencia, pues, debe variar conforme se vayan
perfeccionando laa relaciones que los hombrcs
adquieran . siendo la civilizacion la que debe
ioQuir en la disminucion dc su prepolencia so-
eia], porqoe ni es po&ible disminnirla repenti-
Damente ni tampoco que la sociedad se per-
(eccione de la misma manera.
Las reformas que van estrecbando poco á
poco las reiaciones humanas y esiableciendo
comi)nicaciones cómodas y seguras son ; ei
perfeccionamiento del Icngnaje y de la escri-
tura; la propagacion de la enseñanza; los pto-
gresos de la imprenta; la distribucion de los
productos, y por último, la facilidad en los mo-
dios de trasporte, haciéndolos seguros, r&pidos
y ecoDómicos. Esta época, que llegará sin du-
da, no perleuece á nosotros siuo á las genera-
tiones futuras; pero debemos contribuir por
nuestra parte á adelanlarla todo lo posible. La
estadistica y la economia polllica, ciencias to-
davia nacientes, fljarán ei órden que convicne
establecer en la di¿lríbucion de los trabajos;
pero uo 8on ias únicas que conducen á este fln:
el conocimiento de todas eias cosas, cuya
ciencia es snperior al malería'ismo de los tra-
bajos manofacturados, la investigacion profun-
da del espiríto de las naciones, de su gobier-
no y de so posicion en el mundo , esián inti-
maroenle enlazados con el desarroHo de las
cieociaB. El sentimieuto de igualdad dispone á
kw bouibres á adoptar ona clastflcacion que
Bo eslé basada en el nacimiento, pero ella no
basla por sí misma para formar una regulacion
nerfects
ARISTOTELISMO. {FUo9ofia.) Aristóteles, el
geiiio mas.vasto y mas profundo que ba ilus-
trado ta Grécia, despues de haber estudiado por
espacio de veinte años las lecciones dePlaton,
ereú qeui escucla en un sitio llamado el Liceo,
doode Ülósofaba cod sos oyentes, paseándose,
y de aqni tomó sn secta el nombre de peripa-'
tétiea, de ia voz griega itepma'ceev, que sigui-
fica paséQTte. Siguiendo et usó establecido, en-
sedaba en ella ona doctrina púí>Kca y otra se-
ereta, es decir, daba dos clases de leccionos;
en las nnas se admitia á todo el mnndo y tenian
por objcto los conocimienlos mas usna'es de la
vlda comun; las otras estaban reservadas es-
clusívamenle para sus dísclpulos particulares.
Abrazando lodas las ciencias conocidas en
sn tiempo, AristóteleK las habia dividido en d¡-
versas clases; dándoles una forma sislemática:
lógica, melafísica, moral, política, matemáti-
cas, flsica, historia natural, retórica, poélica,
todo fué objelo de sus investigaciones y de sns
meditaciones, como lo demuestra lo que ha
llegado basta nuostros dias de Ins numerosas
obras que compuso. AI entrar en la carrera fl-
losóflca comcnzó por destruir la obra de todos
los que le hablan precedido en etla, y muy par-
ticularmente la de Plalon, cuya doctrina com-
batió eu muchos puntos.
Creóse un método mas sencillo y al mísmo
tiempo mas seguro que el de su maestro. El
prímero de sus priocipios es que bay una cicn-
cia, contra la opinion de Platon, que no to ad-
mite, no estimando nada como cierto en la na-
tnraleza , y que supone que el entendiniicnto
del hombre se oscurece en el cuerpo al eutrar'
en él; que el conocimlento que licne de todas
las cosas, por la graudeza de su orígen divino
é inmortal. se pierde totalmonte con el eontac-
to de la materia; y que asi la cicncia que ad«
quicre por el uso y la esperíencia no cs mas
que una reminiscencia pura. Aríslólelcs es de
muy distinta opinion; dice que el alma no tie-
ne por si misma ningun principio de conoci-
mientos al unirse al cuerpo; que los adqiiie-
re por los sentidos, que la comunican lo qlie
pasa por fuera, y que de estos conociralentos
paríiculares, trasmilidos por couduclo dc los
seotidos, se forma por si mísma conocimienlos
generales, cieríos y evidentes, que son los que
constituyeu la cicncia. Asi, el método de Aris«
tóteies es contrario al de Platon, que supone
que para adquirir el conocimienlo de las co-
sas, es preciso empezar por las gencralcs, y
descender despoes á las particulares. Arístóte-
lea sosliene que del conocimiento de las cosas
pariiculares y sensibles, se pasa al conocimíen-
10 de las cosas geiterales y materíales, fuudado
eu el príncipio de que nada puede penetrar has-
ta el entendimienlo slno por medio de los seu-
lidos. El órdeo que sigue cs el mismo con que
concibe el enlendimienlo, que no va á la cau^a
sino por medio del efccto. Pero como este cono-
cimientodelas cosas generales, formado porel
de las cosas paríiculares , tiene en si mismo
un príncipio sujcto á error que es la percep-
cion por medio de los seolidos, prociira Aris-
tóteles reciificar este príncipio haciéndolo in-
falible por medio de su Organon universal, en
el que establece e1 arte de lá denoslracion pcr
el del silogismo. Se comprende bajo el nom-
brc de Organon, todas sus obras de lógica, qiie
son hs Categorias, el TriUadodelainterpre-
taoioñ^ los AnaHtico$, los Trágicos y los So-
fismas: todo lo cual constituye la parte instru*
mental de la filosoffa de Aríslóteles. Sin em*»
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S74
AlUSTOltUSMÓ
M
bargo, 68 preciso coDTenÍr en que el objeto
principal de ia lógica no es el dc enseñar ¿
raciocinar, porque esto lo sabe naturalmente el
hombre, sino ei de dur reglas para distinguir
los raciocinios verdaderos de I03 falsos. Debe
tenerse presente, que en tiempo de Aristóleles,
los soflstas babian puesto en boga un método
fulso de raciocinar, que se propuso destruir
dándole ¿ conocer: estc fué el objeto de su ló-
gica. No entraremos en largos detalles sobre la
filosofiade Aristóteles, Umit¿ndonos¿ esponer
sucintamente sns opiniones sobre la DiTinidad,
sobre el alma, la fisica, la moral y la politica.
Admitia un Dios supremo, una inteligencia
espiritual, infinita, invaríable, dotada de todas
las perfecciones, y suponia otros muchos dio-
ses emanados de él. El Dios supremo no se
mezciaba en lo que pasa en cl universo , de-
Jando esc cuidado ¿ los diosea inferiores des-
prendldos de su sustancia, que daban movt-
mlento ¿ los cuerpos celestes, y gobernaban
el mundo, bajo la dependencia del deslino, ¿
quien estaba» sometidos. Gomo todo sucedia
por efecto de una necesidad fatal, Aristóteles
miraba el mal moral como un trastorno iodis-
pensable de qae no respondian los hombres,
y el mal ñsico como una consecuencia de los
acontecimientos y vicisitudes que ocnrren en
el universo. Sin embargo, aunque fatalista, ad-
mitia una providencia , pero una providencia
geueral que no se estendia hasta ios indivi-
duos, porque si se estendiese hasta elios decia,
ó laa acciones serian forsadas, ó siendo casua-
les, 8US efectos trastornarian los desigQios de
esta providencia. Asi, no sabieudo como con-
ciliar la presciencia cou el libre arbitrio en
las accioncs homanas, nicga que la provideu-
cia se cstienda ¿ los indlviduos.
AristiHeles no creia , como otros fllósofos,
que Dios ó los dioses bubiesen sacado la ma-
teria de la nada para fórmar con ella el uuiver-
80: creia que el mundo era etemo; pero no se
esplica con claridad en la cuestion de la exis*
tcncia eterua de los dioscs inferiores y del hom-
bre, lo que da logar ¿ creer que en su concep-
to el supremo Dios habia gobernado en un
principio el mundo por si mismo, y que luego
para qnitarse este cuidado, habia creado de
su propia sustancia los dioses iníeriores» for«
mando tambien al horobre, en cl tiempo'mar-
cado por sus decretos , para hábitar sucesiva-
mente una pequeña parte del vasto universo»
que, seguo aquel filósoro. no tuvo principio, ni
ba de tener fin Jamás.
Para probar la eterni4ad del mundo , sos-
tenia Aristóteles que Dios y la oaturaleza, no
serian lo mejor que hay en él siño íuese in-
mortal, puesto que liabiendojuzgado Dios q'^e
la creaclon del mundo era un bien, babia de-
Jado de crearlo durante toda la eternidad an-
terior. a esle argumento a¿adia el siguieute:
ni el mundo ha i^ido creado, puede ser destrui-
do; porque todo io que tiene un principio debe
teoer sa Oa; el mundo ei incorrnptible é inai«
terable, luego ee eiemo. He aqui como pmeba
que el mundo es incormptible: si el mundo
puede ser destruido, ha de ser por el que lo ba
creado, que no tiene poder para cUo. Eaio lo
praeba Aristóteles de este modo: si se supone
que Dios tiene poder para destroir el mundo,
es preciso saber antes sl el mundo es perfec-
to; sino lo es, no puede ser obra de Dios» pues-
lo que una causa perfecta no poede prodocír
nada imperfecto, y seria preciso entonces que
Dios lo fuese, lo que es absurdo. Si por el coo-
trario, el mundo es perfecto, Dios no lo puede
destruir, porque la maldad es contraria ¿ so
esencia, y el querer destrnirlas.cosas perfec^
tas es propio de un ser malvado.
Para apreciar la doctrina de Aristóteles a^-
bre el alma , es preciso tener presente desde
luego, que en su sistema, todo cuerpo natural
comprende dos sustancias, la nuUeria y la
forma; que la forma de todos los euerpos na-
turales es un ser corruptible, y qne perece re-
gularmenle con ias partes que ie componen;
cs decir, por ejemplo, que un ¿rbol, un perro,
un p¿Jaro , se convierten en otra especie de
cuerpo natural. Gonsiguiente ¿ esto , segun
Aristóteles, los animales tienen nn alma sensi-
tíva, es decir, capaz de discerair, de desear, y
aun de pcnsar, pero sin inteligencia ni ra-
zon. Esta alma es material, sin ser ni cuerpo
ni espiritu; los perípatéticos la llaman forma
8ustancial, que se produce en la materia, y qoe
es moríal y corruptible; de manera que perece
al propio tiempo que la materia ¿ que va nni-
da, y de la cual forma sustancialmente um
parle, se convierte en otra especie de cnerpo
natural.
Aristóteles concede al hombre, lobre loi
animales, el entendiroiento ó la inteligeacia, y
la razon. Esta inteligencia racional, uoOc, afia-
de, ha existido siempre; es una emanaclon, aaa
porcion que se desprende del Dios Aupremo;
en los dioses inferiores, emanados del sobera«
no Dios , es mucho mas perfecta que en los
bombres; y por esta razon bace el filósofo uoa
segunda distinclon con respecto ¿ los últimos.
El entendimiento humano , es activo y pasívo;
y de estas dos clases de entendimiento, ci pri-
mero es inmorlal y eiemo , y el segondo
mortal y corruptibie. Por intelígeucia pa&ivm
entiende las sensaciones, los deseos , las pa-
siones dei alma, que cree deben cesar con
la muerte. En su opinion, estas pasiones y sea-
saciones emanan de nn alma materlal y muy
sutU, ^x^* ""i^^ ^ espirílu divino, y qa« cor-
responde ¿ la forma sustancial de qne ha sl4o
parle; esto es ¿ lo que Uama inleUgencia pasi-
va, que perece con eicuerpo; ai pasoque la por-
cion de suslancia divina que eonstituye la in-
teligeneia activa^ subsiste Biempre dospues de
la muerte, y se reune ¿ su príncipio» es decir.
al Dios supremo, de donde ba salido. Por úáti*
mo, segun el sistema de Aristóteies, á la ntuer-
te de cada bombre, la porcion de la su&taiu^ia
divina ó la inteligenela activa, que duraute so
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A18T0TSL1SM0
m
vidt íMti efttadott^e^ ¿ ^ if nontocia y é ia
itosion de ios seolldos, se te libre de etM iin-
perfeoeiofiieB y ee Yeelfeá oalr á eo priiici(rto.
Como ime fota de agoa, qiait sacada del mar
M cormnpe, 7 oneiada otra vei á él, ▼oelve
i m prfnlClta pvresa. Cn ootnto at alma ma-
toriid é MeRgeoóla paeiva qoe prodooe les
tmtáwaGB, tOB deaeos ▼ lae páeioDes, ee
eoneope, perecey se efapora. Cn ftn, el ooer-
pesedieivelvey ee reoae á 1« oaea de la ma-
iBna.
Peeodiremosde la fiaiea deárietéteies. Se-
g«i M «ÉoMfifia, los principioB de las eoaas
■ftaralco MH e^SBStos entre ei, por ooaMda
desy tjrivacieo. LUma priNoépíbt á oieilae
em ^e 00 son reciprocmBente oaas de olias
aiBO iiae eoa^ existen por «i mieeiu, y de
1* caales«nKma todo. Hay tras pHacipos de
las ceoas ortMraflest dos contrarias fp&e eea la
terma y la fyriTBcton; y an temro ei^etalam-
lileB i loB oti-eB d03, ^e es la mtdeHa; la
ftma y 1a mateña ceostHayoa la oasa. fja
^fadoa es eolo acddental, y «0 enlra ea ia
mateña; 00 tíene oiogtma cooexloa 000 «^.
le qae da origen á las cosbs es 00 poder qoe
a la naleria primera. La malería oi seeogea-
Aavl'ee deslraye; porque es ia primefa, ila
base de tedo. Las cosasee forman eo eo prlo-
dpie ao por sí mlsauB, sioo por oa aoeiéeote.
blas reeelteróo at calK); é ee «esoelveD eo
sqaeila.
Lae eaueas «oo'Coatro: la naterial, de qoe
procede todo: la formal , per la qoe esiete todo,
f^ ea 10130068 de la eeeoeia de oada oesa:
la efioieate, qoe lo prodoce lodo, y la §oal, á |
qeieoTa'áparar tedo La aetoflileaa «• olm
oooca 9iñ ^poaerse algoa fta. |
Tor lo tfoe tooa al moviAieoto, es, dioe
iristételee, ffl ooloqae emaoa de todo eqoeno
que tienc ei poder de obrar. Eo él 00 bay va* \
cáo: ol üBÉQpo es «i oáicolo ó oáaere del mo- 1
TlmiCTto por el cual se distiogoe el movi-
BBiaoto que preoedc del que siirue. Gomo ^
nmriraienlo tteDe flo, es preciso qoe iiaya on
primer motor tnfintto t inmóvil: este es Dtos.
Ko halilaremos dc otras partes de la fisica,
eoe ban eido el aaooto de aiochos trotadoe de
Añstúleles; este exéiBen nos ocuparía dema-
siadOf áoicaa>eot(e luuremos meocion de su
gtftorág wcaNimi ée ío$ mnknales, obra forma-
da b^o uo vasto y estenso plan; todos los se-
res animados, hombrcs, cuadrúpedos, peces,
aothioB, afes, iaaectos, loe preseola et fllóso-
fi> i la -^sta det lector. Esta hiatoría, dice
BofeMi, es tái vez la mejor que tenemos de su
géaero. Por lo «espeotivo á ia moral , Arbtóto-
ies kk tratd mas blen como flhteofo qoe como
dedamador. El último fin del bombre, dice,
d^ Bor so verdadera felicidad. Deapoes de
estalblecer qoe hay uoa félicidad, la hace con-
siatir, DO en los placeres de los scotidos, ni
eo ias riqoezas ú otros bienes eorporales, ni
en loB lionores, 'Blno eo la práctlca de la vir-
titd. La veniadera félícidad, segun t\, es no
454 BIOUOTKCá H)VULAK.
biea genaralaMote codioiado de todo eloiOB^
de, qoe se deaea por éi oiíame, y porel coal
se deieao todes los daaiai b'ieoes. Goaie osta
bieo 00 poode obieoerse siao por medio de la
vlitad^ eapllea io;|tte «e CQtiende par wtod:
ea uoa ioeiiiiacioo al Ueo qoe eooBÍale eu ua
JosteBWdio; igualmeotedistaotedeloedQa pua«
tos eslremos y opoestoseo enode los.coaieap^
ca elfaembrepor esoeao, y ea ol otro por deCeei'
to. f iia ciara y distiotamente eate medio, pór
ta relaeioQ de las príocipaleB vfartades; éi mo^
dera el ^laoer y el doler, y reduee aao y otrp
á 00 JoBte teoiperameoto que coostiloye la vir-
tud. flay eo él uaa propeosioo que aos iocdína
á deaear el plaeer, y otra que tambieo oee ha*
oe lemer el dolor. La teaiplania oiodeiit eataa
dos debilidades, y foraia de eilas ooa fiftad
por ei leg^ierameoto de ooa j otra.
ta firtod es ooa opefacioB libre de la vo-
lomad qae ae decide 6 determioa por el biea»
eligicfido eatre eüe y el mal.
SeapoM de haber estaWeeido la eseacia de
la virtod prívada^ trala Ajristdleles de la virtud
oivH. Smpiesa por la Juaiioia coya oatufoleBa
espláca, y distiBigtte sus claBeB. La tuat^aia ea
geoerai ó partieular. La prímera es la eb^erva-
oion deias áeyes eBlableoidas per la conaer*
vBcion deiasocíedad bomaoa; la sefooda, ^ot
daácada aaoloqoe lecerreapoode, esó^B^
tríbotíva d Qaaaoaieativa; distrUNitiva c^aado
concede los bQneres y les recompensas ea
proporcioo del mérHo; ie luoda eo ooa pixK»
poreíoo feométriot. La JoaUcia es ooaiuoicati*
va, euBode 00 los caoibioe tieoe en coeota
ol valor de lascosaa; eBtáfuodada 00 onaprop
poroion «rítmética. LaeqaidadaedifereociaAl
la jBBiicia; ia eqeidad coiirí^ joe deíeotos 4o
la ley: el bonMire equitatiiie 00 la ioskrprale
oooca eo Bo favor de uoa manera deoiasiade
rígida.
Aristdteiet pasa eo secoida á ias viríudea
«dd eutendioiieoto, y deapoes A las de la vo*
lluiHad. Solre iMvirtodes dei oateodimieolia
pone en príflier iv^r la prudenoia, .porquo
oila cooelituye la recta raaon, sio I» ouai op
puede baber virtud. Pariieodo de esta baae, e^-
plica ias disposiQiones y Uis obstóoulos qiie hay
Quelindividoo para iapriciicade la viftud;ia
roeiície y ia iapacieocia soo ios obiftáooloi^
tasi eofflo la paeieociu y la moderuoioa spo taií
dispoeicíooes tavorabies. Añade que el piaoar
y el dolor son ia matería ordiuaria de estas cos*
tumbres; porquc lo reduoe todo al placer y al
dolor, que soo los príooipales resortes de Í09
movimien^os del alma y ei príucipio maa ge-
oeral de las pasiooes.
Para dar ona idea de la felicidad, qoe es «1
príoolpio y el flu de la moral. Árístóteies des-
cribe laüaturaleiadelplaoerverdadero; yauo-
que coi^aa qut? la virtud 03 el úuico medio
de adquirír la felicidad, dice qjop 4a prosperí*
dad y ias riqoeBas puedeo tambieii contribuir
para cooseguiría y despu^ de:i>aber demos-
I truilo qoe Va felicidad suprema •coosiste eo U
T, ui^ 48
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f7B
ABiSTOTELISIfO
m
wotíOD, li ditfdé en felieidad précUc^ 7 fetiel-
did especiittiYa. lo lo relaiiTo i nuestra coo-
daela ji ooestras aockinea oo basta, dice, es-
peeolar 7 cooocen ea preciso practicar. h»
dlteorsot poedeo baeerimpresioo eo ias geotes
Meo oaeidas, 7 eoceoder eo el corazoo de los
^óf eoes el aoiorde la Tirtod; pero 00 prodocirio
jamás este efedo eo el'Yulgo, qoe oo se ríge
por el recato 7 la TergOeDaa, sioo por el teoior,
7 qoe 00 se abstteoe de cooieter uo crimeo
por ia loCuoia, sioo por el casiigo. Purameote
paslf 0 7 esclato eo todo de sos seniidoe, solo
bosea el placer^ losmedios dc procurárselo 7
00 eTila siDO lo qoe le afecta desagradable-
aeote; 00 coocibe la idea oi el gusto de lo
boeno. ¿Cuil será, poes el medio de pooerio en
perfecta armonia con los hábitos regolares de
la Tida ciTil? Porqoe 00 es posible destruir coo
ezortaeiones las costumbres iOTeteradas.Bas-
taotehacer esel deciüimos áser Tirtuosos
cuaodo oonlamos con todos los recorsos oece-
sarios para ello: eotre ellos podemos eoume-
rar tres prioclpalmente: las disposiciones na-
toraies, la costumbre 7 la iostroccion. Las
disposielooes oatorales oo depeodeo de oos-
otros; son uo don del cielo. La palabra
7 la instruccion no tiepen la misma io-
floenoia sobre todos; es preciso preparar de
antemano el alma del o^ente, como se trabaja
la tlerra si queremos bacer brotar los bueoos
deseos 7 la Justa aTersioo al mal. 81 Tulgo do-
mioado por la iropresioo de los sentidos, no
oy e ni comprende otro lengoaje. ¿Gómo beroos
de disuadir á borobrestan mal dispuestos para
eacucbar el acento de la razon 7 de la flloso-
Ha? La paslon no escocha al racíocinio 7 so o
cede á ia foerxa. Si se quiere que nazca la Tir-
tod eo el corazon del bombre, es preciso que
le preeeda el amor á lo boeoo 7 el borror á lo
aalo, sio coya preparacion es díficil qoe la
boena educadon llegue á su térmlno, aun
•coaodo se empiece desde mo^ tempraoo. Ei
Tolgo 00 eocoeotra oinguo atractiTO en ta fuer-
sa de alma que resiste al dolor, 7 mocbo roe-
iios la JoTeotad; las le^es deben, pues, ante
todo, prescribir cuat ha de ser la educacion de
esfa edad, 7 cuando seha de poner en prictlca.
AcasoDO basten loscnidados de la infancia 7 la
JOTentud; es preciso seguir al horobre en una
edad mas aTaozada. 7 no abandonarle en nin-
giina época de la Tida; resta saber lo que las
le^es pueden hacor. La mayor parte de los
hombres cedeo mas bien á la necesidad que ¿
1« razon, al castigo que ¿ tos sentimieotos.
Asi, algunos creen que un legislador debe ero-
pezar por aconsejar 7 exorlar ¿ la Tirtud, cu-
yas bellezas harén iropresíon en las alroas bien
dispuestas, pero^que debe tambien añadir pe-
na8-7 castigos para los rebeldes; en fin, des-
lerrar para sieropre ¿ Ics incorregibles. Los
hombres pundonorosos 7 bonrados obedecer¿n
^ín titubear; pero el populacbo, seroejanle ¿
I0S anlmales de carga, lleTado por las sensa-
^ooes agradablf s, no se repriroir¿ sino por
roedio de seosadones coolrarias; es decir, por
las peoas opueslas ¿ los placeres que descaa
coo mas afan. Para llegar á ser hombre de
bien es preciso liaber sido bien educado, bi-
ber contraido tnieuas costurobres» abiazar ua
géñero de Tida acoroodado ¿ este prímer paso,
7 no hacer ningona l>ajeza oi por Toluot&d, ai
cedieodo ¿la Tioleocía. Esto 00 puede tener lu-
gar eo el estado social no estando gobernado
por unainteligencia y una coostitucion rectas,
proTistas de una fuerza suflciente qoe fmpoa-
gao la oecesidad deobedecer; esta rueraa coao-
tiTa solo^se eocnentra en la ley qu§ e$ la ei-
prenofi de ¡a inteligencia yde la $abiduría
general. Coaodo manda onosolo, no ordenao-
do sino lo que es Justo, se le aborrece si con*
traha las pasiones; por el contrario, ae tolera
la Ie7, con tal queno perjudtqoe ¿ la eqoídad.
Gonsiderando Aristóteles la politica como
el compleoieoto de la rooral, preseota en ooa
obra, fhito de uoa larga lecturá 7 de laa aia«
yores meditaciooes, los Tordaderos priod-
pios de la legislacioo 7 del órden soda!,
como tarobien la marcba pura de la auto*
rídad legitiroa; el gobierno se establece eo
elia sobre una base flrroe 7 sólida. IsAi des-
arrollada la doctrina del autor de uoa maoera
tao cooTÍDceote» que sus conctusiones, por po»
coque se cstudien, bastan para bacer reouo-
ciar ¿ esos sisieroas erróneos que sirreo de
apoyo al despoiisroo, y ¿ las ro¿ximas pcligro-
sas 7 contrarías ¿ libertad, que han hecho
roucbas Teces sublevarse ¿ las naciooes.
Hubíéraroos podido estendemos mat sobre
la fllosofia de Arístóieles; pero por no dar de-
roasiada estension ¿ cste trabajo, solo bemoa
preseotado, sobre uo asuoto tao Tasto, algu*
oas ligeras ideas, cuyo compleroeDto se en-
coDlrar¿ en el articulo peripatbticos.
La prímera edldon de Ut 6br«$ de Áriitóítíei, 9t
dl6 rn Veoecí« en 1495. 1497 y 1498. por Alde el antí-
guo. cn 8 toroos en foiio. Iji mas compleU de la»
ftuhlicadas de^pues es la de Sylburge, Praacfort*
897, II tomoft eo 4.* La edicion que forma parte de
la cole. cioB de Deux-PoaU corregida por J. Tli. Bub-
le (ITUl y afios sUuienles, 8 tomos en 8.*) no esii
oompleta; la qne publira la Academia de Berlin. <*e Im
rual se ban dado á lui 4 tomon, contieae el testo y
una nueva traduccion latina, pero le falia un conco '
taríü.
II. B. Saint-Hilaire ha empetado una traduceion
francesa de las obras complelasde Arislóteles; ya se
ban publivado mucbos lomos.
En.re los trabajos especiales sobrelas dífereoles
obrae de Arislóteles. se pueden citarr
Bn lógiea la traduceion alemana dc Zelln StuU-
{^ard, 18^: la traduccion francesa de M. B. Saint-Bí-
aire: la nbra deUr. Frunrk, titulada Exámemde
una hiitoria de la iógíea. Patis, 18^ en 8.o, t 1«
memoría de 91. B. Saint-Hilairo. premiada por el lo»-
titiito. 1838, S tomos eo 8.»
En fiiíca, la tradutcioii alemana y las notas da
Weisse. I.eipsirk, 1829, en 8.'
En éi Tratado del cíbIo^ el ooinenlaHo de Pacios.
En la Meteorotogia, ia «dicion de Mr. Ideler, 9 lo-
mos cn 8.* Leip&irlt, 1834.
£n cl Tratado del alma, la de Mr. Trendeleoborg.
Jena, 1833, en 8.*>
En la Hiitoria de lot animalet, 1a edícioo coo tr««^
duccion franccsa dc Gamus, dos tomos cn %.o, f789. j
la de Sohneider, 1 tomo en 8.« Lefprig, 4811.
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877
ABISTOTEUSMO— ARITMETICA
m
Bo Mttámiea^ 1a édieion eon tradnecion j notas
te J. S. de Cappelle. Amsierdam, 18ÍS, en 8.*^
Bn Mft^iitea, la ediclon de Nr. Brandi^. B>;rlin,
108, en 8.0; y doa obras nrtfniíada» ror la Academia
dt Cleneias mot ales y pontíca»: el Exéwun erilico de
¡aMtíari$iea tfe AriitókUt, por Mr. Miclielet de Ber-
ÜB. 1836, en 8.0, v el EnMyo tólnre la metafitica de
Ari lóíelts, por Mr. F4 Bavuisson, 8 tomos en 8.*'; por
AltíBo, la traduccion francesa de la obra del fllósofo
df SCagire, por Mres. Pierron y Zevort. Paris, 4840,
8 toBBOs en 8.*
Bn MhraL la traduccion francesa de Thurot, 2 to-
»os en 8 °, 4833: la edicloo de Coray, 1 tomo en 8.*,
48ÍI. y la de Mr. Micbelet de BerUn, S tomos en 8.0,
1tt».|88S.
Bn la Politim, 1a edicion deGoUHnft, 18S4, en 8.*,
y Us dos tradncriones francesas de Tburot (48Si, en
8.* y de M. B. Salnt-Hilaire (4837, 8 tomos en 8.0)
En la Bconómiea, la edicion de J. G. Sehueider,
«845, en 48*
En Paéíiea^ la edicion del ilustre Ood. Hormann,
4881, en 8.*
Bn Rtíóriea^ 1a de Imen. Brkker, 4S45. en 8.*
Poráltimo, para la Bitíoriadela doetrina aritto-
lAtOB, la obra de J. Launoy, lito'ada, Üe avari Arit-
talttet i» acad^mia P rienti ftprtuna, edicion de
▼Vilteaherg, 473i, en 8.* y los Exámenet critieof to^
hre la eáad y tobre el origen de lat (radueeionet lati-
natdaA '^^
ad y toore el orxgen de tat fradueeion
rittóíetet, por iourdain, 4849, en 8.*
ABTTENOIDES. {Anatomia) ' ApOTacva, étn&u-
io, y 8(¿o<. forma. Asi se líaroaii dos pequeños
earlilagos situados arrlba y delrús de la larin*
ge, eneima del cartilago crícoides. Forroao
parte iiitegrante de las paredes del larínx, con-
corren á formar la lengüeta que presenta la
glotia, y dan iosercion ¿ los múscuíos aríte-
noideos, tlro-arítenoideos y erícoaritenoideos
poaieriores y lalerales, y á los ligamentos de
la gloiis.
ARITMANdA, de¿pc6(xd<;. número, y (xavxeca,
éiifrinaeion. Arte de adivioar con el anxilio
de I06 números. Entre los Judíos roodernos for-
mala segunda parte de la Cábala, de que es pri-
Biera la teomancia. Una de las maneras mas
oooiQoes de usarla es bnscar en el valor nu-
laeral de las leiras de un nombrc la revelacion
*de los acontecimientos futuros. Delermina es-
te T8lor el oso babitoal ó bien se establece
segon el órdeo del atfabeto. Por un cálculo
de esle género se calcola lo que durará la Vi-
dade 00 hombre; se predice, comparando las
tamts por la adiccioD de dos nombres, cual de
las dos personas que ios Itevan sobrevivirá i
la otra ó tríunfará de ella. Se ba qOerido des-
eitbrír por los números el uorobre de la bes-
tia dei Apocalipsis , qoe San Juan designa
eoD el ndmero 667. Segun las siropatías ó
antípatias diversas se ba encontrado este nú-
Biero en el nombre de Napoleon, en el nom-
bre aleman del rey de Roma {KoBnig voun
toi), y en el dcl papa Romiseher Papst.
Kite género de adivinacion fué inventado
por I08 caldeos. Por lo deroas las diferentes
cofflbioaciones de número han tenido en todas
épocu aplieaciones misticas. La doctrína de
I0S pí^rícos es nna prueba de ello, y entre
los oríeotales os todavia moy comun la creen-
cía de qne ctertas combioacioues arilméticas
poseen virto<^e8 secretas é inflnencias podero-
«.Asl lofloáineroa 492, 357 y 846, dispoes-
ito8 en forma de coadrado, HeiieQ el poder 4t
obrar encantos, de cncoolrar las cosas ocoltaf
alejar e1 incendio y hacer inútiles las tent»-^
livas de los ladrones; en fln 80n un taH^roan
casi universat. El número 45 qne se encuentr»
siempre en los goarísmos de este cuadrado, eii
cnalqnier sentido que se los adiccione, es tamr
bien venerable y prc*:ioso para los Judíos. £■
efecto, los dos guarísmos de 45, representao
las dos prímeras letras de la palabra Jehovah,
norobre inefable del Ser Supremo, nombre cod
cuyo auxilio, segun su creencia , seobraroD
los roilagros contados en la Biblia.
ARITMBTICA. Ramo de las matemáücas qoe
tiene por objeto combiiiar los números, segun
ciertas reglas, para deducir resultudos propios
¿ satisfacer á condiciones dadas: estas reglaii
espuestas metódicamente forman on cuerpo de
doctrína ¿ que se d¿ el norobre de aritmética.
Ilo se espere hallar en este diccionario , sea
ias generalidades respecto ¿ esta ciencia, sea
la historía de los descubrímientos coo qoe su-
cesivamente se ha enriquecido: nos limitare-
mos por tanto ¿ espdner aqui las principales
subdivisiones qoe se han formado eu ella para
facililar su estudio, siu perjuicio de que up.
consulten 1 s diferpntes aríiculos en que 8C
trata de cada una de ellas en particular.
En la palabra nitmeragion se eucontraráu
esplicados los procedimieutos mediaute tos
cnales se consigue enunciar y escribir todos
los números posibtes, por medio de uo nú-
mero limitado de paiabras y de caraclérea ó
cifras.
La adiccion, 1a sostraccion, 1a mnlHplicaciiW,
la division, las fracciones comunes, tas decí-
males y la estraccion de raiccs se tratao, eo
aríicnlos separados ; las aproximaciooes son
objeto de otro articulo; por úllimo las propor-
ciones, progresiones, reglas de inlerés, Je
descuento, de sociedad ó compañia, de aliga-
cion conjunta, etc, dan tambien asnnto á es-
plicacioues especiales, clasiflcadas en cada
unode los térmlnos qoe Jas contienen.
Se han publicado un gran uúmero de tra-
tados de ariimética» apropiados ¿ las diferen-
tes clases dc la sociedad que tieoen precision
de estudiar el aríe de los c¿Iculo8. Los unoa,
tales como los de Lacroix, Glairaut , Beaout,
Maudooit, e8t¿n destinados ¿ los Jóveoes qqe
quíeran dedicarse ¿ la ensenanxa ó tomar par-
te en los diversos ramos de ingenieros civiles
ó mílilarcs; olros taiescomo los de Mres. Gro-
dillet. Guerrét„Longoetre, Juwígny, etc, ea^
t¿n mas especialmente consagrados ai comer-
cio y las artes.
EI célebre Newtou; considerando que el ¿l-
gebra se propone y resnelve ias mismas cues*
tiones qne ia arítmélica elemental, pero que es
snsceptiblede mayor desarroilo, prestáutii-se á
la solucion de los problemasde uu órden maa
elevado , di6 al ¿Igebra el non^bre de arit^
méiica universal'. este es el tilulode oua de
ias mas preciosas obraa quese han pubU-
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tn
AUTMETIGA-ABLABAN
m
mA» Mnta <• Mti dtMÍa y baMa abra-
n eii«»tlooés 4« fMOicirte my eompHQa-
iRLáBAH. Hé hé 8fdo to1«Mat» tD k úHi-
gHi guerra éifll én la que ba «dfairído oiui
roidosa oelébridad eu cordtUoni de •oato
Íie separa laa provliidas do Alara j Ouipuaooa.
n qne soa Auestro iBiento taacef la üoscríp-
oioD topográfica de aqoel piDtoreaoo temso,
éHremoa de él una ligera idea para qoa poe-
éan cottpreoderse mejor laa opericioDefl qoe
tamos i referír. A dos legutt escasaa de Vito
Tia comiensa la pendiente de aquelta dilatada
OOrdiltera, coMéría de perenne Yerdor y pobla-
áa de fresDos» secolarea algunos. El lerreno
08 deslgual y lleno de coríadoras, por lo que
rico imposible ooa acelon decisiva; pero muy
propósiio para un oontínuado combale de
iombre á hombre , parapetindose en ias ro-
oas, 6 tras de un árbol, qoe babrá pocos á co-
yo pie no se baya abierto la boesa de algun
español. La clroa, ó cresta de Ariaban , desde
la cuai se desclende por Saliaaa de Lenis don-
le está el nacimlento del pintoreaco río Dera,
08 de grande ailura, y penoio so ascenso. Un
Taliente general del ejército de la reina, des-
oribió con estu poéticaa fríises les montañas
de Aríaban á lu cnales se reflere en sn bríllan*
le alegoría.
•Mfs Boldados bao bollado las nieves do
Mjo, y Ylsto Yolsr las igoilaa á aos pies.»
Siendo, piies, Aríabao on punto sino esco^
dilmente estratéglco, liTorabte al meoos para
oombate de guerríllas , fue elegldo primcra-*
üente por Mina en la giierra de la indepeDdeu
ela, en la cnal la msAana del S6 de mayo do
1844 , los goerrílleros i su mando atacaron
emboscados al maríscal Maaaena» que camina^
ím i Francia eon un creeido convoy mal ad-
quirído y 4 .042 prisioneros ingleaes y ospaño
les« rebultando, despues de seis horas de eonw
bate, apoderarse de todo, rescatar los prísio
iieros , y iiscer un námero considerable de
ellos» perdiendo los franceoea mas de 800 bon-
kies. Herído con esta derrota so pundonor, é
frrílsdo, redoblaron sos esAienos pcrsigoién-
tfole siD descanso; pero soíHendo nnevos gol-
BOs, y oonToncidos de sn impotencia, trataron
00 gaoarío al paríido del emperador coo gran-
iéa pfomesas. tnfrootooBO este roedlo, apolaron
al deseapemdey desbonroso rooDrsa de pre-
tonar so oabesa en 6,000 dnros, coroo si el
Íatríotfsroo espaftol entoi«oa toYiera preoio.
mro hecho igual tíó el año 4843 en el mismo
oltio. Esta Tos aseendian loa ft^oeoses i S,Ooa,
T eostodiaban otro eouyojóBgnñ Talia, at eni-
dado de Mr. Deslaodes, secretarío do José Bo-
naparle, qoe Ileraba ona oorreapondenoia in*
tmaoBie: arlstanle Uts gaerríileroa ospoñoloa,
rsfn mas detencion que la prímora deaearga,
lOB acometen i la bayoneta. Mueren 700 fren-
eeses, caen 460 prísioneros, y pierden el rieo
botin y dos banderas, y los oapafioloa que oon-
dnciaQ. Deslandes quodó ontro loi «uortü; ao
«aposa yotraBseflomcf^ioroiri
envio i Titoría cioco nifios, coyos padroa so i^
nerabaa, y on so pacte al gobiiraadaoia: •wm
angoHtos, ▼lotfnua Inocoatea co lca prímcrea
pasos de 80 rída, haa merccido de nü th\tí<m
lodoa loB seotimioQios de epmpasioo y 4eca-
rlfto qticdlelaDla rdigíoa, lahoMoiéad, odad
tan liema, saerto tan destenturada.... Li» ol-
ñOs por 81 candor tienen sobro mi aloui al ma*
yor BseendieDte, y son la Ooica fticrsa qoe m-
príme y amoMa e! corazon gnerrero dc Crueha-
ga.» Eatap espreslones del segundo dc Mina,
desmfenten la Oeresa qoe se ha sopQCslo i Iob
goerrílferos españoles.
Los gloríosos recuerdosde la gaerracontia
loc fraDcoBes, llamaron i los earíialcs hicia
edte punto, en coanto se fué organiaando ia
Ittchaeo la proYlacia dc Qoipuacoa. Ociih>1o 7*
la eapHaí de AlcTa por las trcpcB de ia leiaa,
las espesuras y l>Msques de Arlaban faeilitaban
▼eotiijofa posicion i sus coatraríos para ^ut-
var en atalaya las tropas cnemigaa. A ecie fta
acudió Eguia, cuando desde Ouemica fué i
Alaf a para estar en aeecho de loa mortorientos
-del geueral en gefe del cjércMo de laahel.
Yillareal de Alava» cuya fdrtiicaoioQ era el
obieto de la BMníobra eonbiBada^qoe Cérden
iba i dirígir sobre Arlaban, esti siloada ea d
camino de Vitoría i Durange, y so poaicico
podia senrir para alejar i lo8caríiatas qoe por
aquella parte aaediaban i Yiloría, y aaeforar
el paso de las tropas i Bilbao. Come Egnla, ai-
luado en Arlaban, podla poseslonarsc de Villa-
real coaDdo ocDociera esle peDsamtenlo de
Córdova , trató este de alaoar á Sgoia ea aos
posiciODes , y evitar por esle medio todo oha-
táculo i las tropas que bo destioaBCD i laiorté>
ficadoo de Yillareal. Pcro difidl la emppoaa,
dispuso el gefe liberal qne la posieiMi foe
ocopabao los carlistas fuese fraDqtoeada dmis-
mo tiempo que con bísarría le atacaha ét
freote.
Bl 46 de enero enprendió la aarBha el
ejército de la reína, dirídido en trce oocrpoB:
el 000 al mando del general inglés Btaos, qoe
con la legioo de sn nacioo y algunos batailoMB
españdes, debia flanqnear por ia dercoha d
enemigo abordando la aícrra por la parle de la
Borunda: olro por la isqoierda i ias órdcMB
del geoerd Bsparíero, desünado i poseBloDaiv
86 y fortiflear i YiIIareel; y cl lorccDC, h^c la
direcdoD de CérdoYa debia ataoar por el oeiilio
dc la liDea. Los ataqnea deblan ser sinnlli-
oeoa, y i este fln se señaid d dla 4?.
Combfnadaa las tropas eapaftolas con las
legiones francesa é íngleBa; BModaodo ona
brigada de aqodiasdOH Fdipe Uvoro; dcc bcr
talioncs dd regimieole de la Príoecaa don ia-
moD María Marvaes, y otra brigada d coroad
de la guardla, oonde de GlecDard» rómpeae d
Qorimteuto oon readodoo y eaporanaas. Cooio
al llegar i ArroyaTe no se hallase auu d eoe-
ffligc, d ardor de Córdova hisolc de}ar en
aqodpHQlo dgmasc^aostfQpas y oAelan^
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AHLABAN
m
! ú MHibrt é^ if1«t9ft sf «w^^iw en 1% c«r-
k iHM ivneéia^ft i U sierra. T4 4€M4e e$te
9 panA» ie ^reto» Us mQs&d«s««rUst«a para «41
lorpMtr k oareba; y Ucvado Cdrdava de su
ém^ de oombaiir, maiidó adelaAtar alguoas
fiaipn, dasdo ál oúamQ tiempo órdea ^ara qoe
k iiffoieseii las trefMS que habhm quedado i
relBiQardia. Smpráose qotíto (uego entre las
iRi|MS isibeliiias qae avaosabao bácia el des-
iliiicro y las qoe deíéDdian taa estrecbo paso,
veemo loe earlistas mamfestabaD pias deseo^
éi reeietirseqae de replegarse, arrolóseá ellos
Ranraes, 7 cayó herido de on balaso en la
leplégaiise loscarlístaa paso ¿ paso para
mejer soeteaerse parapetándose nuevamente
m la espesura y en las eminencias, lo que
iHMii imliitllei las mejores cDmbleaciones de
fl6idova« Sa la altematiya de retirarse sin glo'
rla é veseer. ae decidió ¿ desaleéiM' de aquella
etfáomtít^ formidable al carlisU y ordena á
iffere lo eiecole 4 toda cesta, como sucedió,
^eoeiindeBe al misno tieropQ otros ipovimlea-
lü vidoriosos para las armas liberales.
CoMide esto pasaba á la isaoierda de la
lÉM teAasmeBle defeodida por los carlistaa,
eüee eombatian foertemente eq su derecba á
lü iegiouarios fraoceses quesabian morir co-
me valieotes.
FDne fin lanocfae á esta lucha que 00 es-
lerabeB ios rebeldes; y tanto las tropas qoe
eelraroB eo aecioo, como las que iban llegan-
de del resto del ejército, acamparon,,en las
looas, en las posicioues ganadas por la
\ etrae, y las restaotes inmediatas al desfi-
«paragoardarle.
Geaocidoe los bechos del centro de 1a U-
tea áe operaeiones qoe Ci^rdova habia trasado
en 80 projecto, filtanos relerir qoe á la is-
frierda y i la derecba de la base, tambieo el
iübidode las balas se hacia senlir en las fllas
ie lis tropas de la reina.
li leBieBfe geoeral Lacy Evans habia se-
fiido cea sus tropas la via qne cobduce de
Titoria á Salvatierra, varlando luego de direc-
cíai é ii iiqolerdi. les celadores de Alava
üMiito erroJabaB de Nendijur ¿ Ips carlip-
Im 4oe reforsadoe, les bubieran batido, ¿ no
m ssMrriáee eslos ¿ sn vespor los iogleses j
' il mmido de) brigadier geueral
is BBivo iBteBtae les carlistas posesio-
^-nedeMeodyor, trayeodo para su logro cio-
m bMalliBOi y de 300 ¿ 400 caballos, pero al
iüpmiilui tan arrcjado ataque, foeroo secor-
wslos libeFales por losgranaderosde Wesf-
rtirter> que reclwsaroii denodados ¿ los car-
ilitaspor segooda res. Retiranse eatos i las
iftnrasdeMalariOi, ylos Uberales pernoctan
ea irboto y hoheam, como b bdua dlspu^io
Cándova.
UegaEsBeneroiViUareal vencieodoalgu-
iNobiticBkii: le lEecopoce, y biUaododUlGil
allanar sn finrUQqiOiqo» !a Qomuoic^ lil general
en gefe.
Por lo Ugerdmente espocstp^es flcil cqoo-
cer aue e^ aeioasiado ardor de C(^niova preci-
pUó la operacíon del ceotro, y se frustró el
ataaoe simultáneo para vcncer i los carlistas
eo foa altos de irlaban. Menoscubóse la repu-
tacioQ del gcneral eo gefe; perq se aumentá la
del militar Taliente. D^pues de uoa ooche fria,
lluviosa. y ei^ la ooe el ejercitp de Isabel tii-
vo que vivaquear sin lumbre, ni agua, sufi-ien-
do penalidadeSi amaoeció el dia |7 para tor-
oar i Qutevos combates y ^ nuevos ríesgos.
No pudl^ndp peroianecer Esparterq eo Yl-
llareal, marcbó por la misma sierra de Arla-
bao, flaoqueaodo las posiciones de los carlls-
tas, y eoyolvléodolos por aquella parte de su
linea. Rivero y los demas gefes de divisipn
ocopabao sus aoteriores puestos. Todas' la>
fuersas' esperaban la seftal del combate.
Egoia, porsQ parte, babia estaciooado sus
Iropas en una linea paralela i la ocupada por
jas cootrarias, como indicaoqo qoe podia diri-
girse i cualqulera de los puotos de ella, si
bieo con el so|o ofojeto de encubrír su iotenlo
de atacar reciameote y epvolver la derecha
(|e Ifis ppsiciooes; intento que no solo se diri-
gia i la conocida maniobra de flanqoear las
alturas ocopadas por pn enemlgo faerte, sino
coo t\ flp de bacerse dueño de no puoto des-
de donde era fácU con algun arrojo pasar i
cortar la Ifnea de reUrada del ejército de |sa-
bel, toda ves que por haber Górdova situado el
mayor número de sus tropas bácia la derecha
de la Unea, ni era por partede Egnia descabe>
llado el proyecto, ni muy fácil aaiz¿ i Córdo-
ra e1 frustrarlosi el general carlfsta conseguli
avanzar ai^unas tropas que ínfnndiesen entre
las de la reina el temor de ser cortadas.
Un movimiento poco acertado que Górdova
ordenó ¿ Espartero, fué el preladió del ataque
general qoe empreodieron los carUstas ¿ las
dies y media de la mañana ba]o una dcnsisima
niebla; meiced ¿ la cual intentó Yiiiareal por
los altos de Elgueta envolver la posiciones,
tlegandp hasta tiro de plstola del batallon
frances, qoe por aquella p^rte guardaba el
flanco, siendQil fln recbazadpcuandopreten*
dia llevar i ca)x) las órdeqes de Eguia. Com-
batido tambieo coo bravora el ceotro, faeroo
arrojados coo decision y valentia déi desflla-
dero los carlistas qoe pretendieroo pasarle.
En la izqoierda d¿ Ig Unea era mas vivo
el combale y borrible la mortandad. Los ve»
yeotis qoe maodaba Rivero, tomaroo i coro-
nar la alUira aue habian ganado y perdido el
16 i cosiade sangre, y qoe defeedian oon h^
roicidad el 47 perdiendo mil vidas; reforsapdo
al fln G6rdova aqoellas fllas diezmadas por (a
bravora y tenacidad de ios carUstas.
Evans, por su parte, no se condoda pod
menos biios^ avanzaodo sn flanoo izqnierao^
poscsionindoÍBe de coatro puentes tdbrt el Zp-
dorra cerc» de AiW, Y ostendiendo sos oe-
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283
ARLABAN-ARMA
m
lumnas hasta Marleta, dominando asl toda
aquella parte dcl valle de la Borunda.
£n tal estado, la respectiva situacion de
los gefes liberal y carlista, era por demas cri-
tica. Agotadas las fuerzas de entraml>os, te •
miansemútuameole: lanoche, comosiquisiera
cubrir con sus sombras, en el un campo las
iodecisiooes del jóven candillo, y en el otro
sos temores, Uegó á potier fln al combate.
Eguía replegó sus tropas á las posiciones á que
fué á parar el 4 6 despues de su primera em-
bestida, y Górdova previuo la retirada de sus
batallones á favor de bi oscoridad, yocultándo-
la con las fogatas que dejó encendidas.
Ambos combatientes se atrlbuyeron ia vic-*
toria; y ambos crearon cnices de dístincion; y
en verdad que nno y otro la gaoaron, y uno y
otro la perdieron.
Los resultados^ para la patria fueron es-
tériles, ó mas bieú dicho, funestos. Quioien-
tos carlistas y seiscientos isabelinos, ó lo que
es lo mismo, mil y cien españoles quedaron
fuera de combate. El campo de batalla qnedó
abandonado; y aquellas montañas enrojecidas
con la sangre derramada en dos dias, queda-
roo como uoa linea divisoria para los dos ejér*
'citos: quedaron como puede decirse que esta-
ban antes.
Desde entonces continnaron siendo los
moútes de Arlaban teatro de encarnizados en-
cuentros, como puede verse detalladamente en
la Mem oria del general Górdova, en la Biogra-
fiü de Eguia y en lashistorias de Esparlero.
ARLEQUIN, ARLEQUINADA. {Arte dramáli'
eo.) El papel de Arlequin dali^ de la mas re-
mota antigüedad, pueslo'que los huboen el
teatro griego y romano. Entre los bufoncs
griegos habia ademas del sátiro barbudo, el
sátifo iniberbe, que se presentaba veslido con
una piel de lepn ó tigre muy ajustada al cuer-
po, con una varita de madera blanca en la
mano, un sombrerito blanco ó negro en la
cabeza y nn antifaz, cuyo color imitaba la tez
morena de los campesinos. £n Roma repre-
sentaba este papcl el esclavo, y el bufoo, Ila-
mado sannio, se preseotó en ia escena con el
roslro embadurnado de hollin, la cabeza rasu-
rada, cl calzado sin talon {planipes), y un
vestido compuesto de retazos de diferentes
colores (centuncuíus,) Su nombre procedia de
sanna, burla, mofa y gesticulacion. De estos
dos tipos, idénticos eu el fondo, destinados á
rídiculizar los mismos vicios y defcctos, la
Italia moderna ha hecho su Ariequin; pues le
ba dado la máscara, el sombrero y el sable de
madera del primero, y los zapatos, el vestido
de botarga y ei nombre del segundo (el arle-
qoin italiano se Ilama zanniíííy y la malicia,
la astucia y ia alegriade los dos. En cada una
de 808 individualidades estaba representada
antiguamente una clase: et campesino griego
y ei esclavo romano; despues llegó ú ser uo
tipo de otra clase y fué la personiflcacion de
los bergamascos, como Pantaion lo era de los
veneciaoos y Scapln de lo9 oapoUtanos. Todes
estos personages pasaron á Francia. y Arle-
qoin no fué mal recibido por lo5 franotses,
con cuyo carácter tanto ee conformaba d pa-
pel qoe aquel representaba; jamás bobo en It
esccna ningun personage qoeftiese mejor com-
prendido de sus oyentes que 1o foé Arlaqolná
su aparicion'en el teatro de la Foyre. Esta
buena acogida estimnló á las demas artlstaa y
Arlequin fué representado por cómicos de pri-
mer ói'deo, entre los cuales debemos citar é
Dominico Viancolelli' (4676), Vicentini (17Í0),
Tbomassin y el célebreCarlln (Garlo Berlmasxl)
lasarleqmnadas ópiezas en que Arleqnio
desempeñaba el principal papel, erao venia-
derascomedias 6 simples rcroedos de ellas qoe
el actor se encargaba de ejecotar. Lesagei
Autreau, Delisle Maribaux y CaiIhaTa, presta-
ron á la fantasia de Arlequin el socorro de so
pluma. Eo 4792 los nuevos teatros se dispota-
ron la herencia de lacomedla italiaoa qoe
acababa de morir. En los teatros de Varieda^
de% y VaudevHle, se representaron tambien
arlcquinadas. En el segundo de estos teatros
se distinguió uu tal Laporte, qoe segon dicea.
00 tuvo otros pmfesores qoe un mono y gatos,
con los cuales le encerraba su madre, siendo
tal el estudio qoe hiso de ellos que llegó i
adquirir un gran talento d^ iroitacioo. Los qoe
le conocieron bablan todavia de la perfeccion
con que parodiaba á Talma. Gomo se Tela ar-
lequinada se convirtió en parodia, y por espa-
cio de veinte y cinco años fué inmenso el con-
sumo quc se hizo de este géoero de piesas en
todos los teatros de Paris. Desde ArUquin i
afficheur hasta la piesa titulada: el Nveeiario
y el superfluo; Laporle creó mas de cieuto cin-
cuenia papeles de Arlequin. La abundanda
produjo la saciedad y se pasó á otra cosa.
El ArlequiD, propiameote dicbo, ha des-
aparecido completamente, por mas que lleven
estr" nombre los que vestidos de botarga tomtn
parte en las escenas roimicas groseramente
representadas por algunas compañías de lite-
reros.
ARMA. (Arte mHüar,) Todo instmmenlo
propio para ofender á otro y defenderse. II
desequilibrio ó desigoal distribucion delosin-
tereses y de los elcmentos para adqolrírlos en
toda esta tierra, qoe Dios formó para el sos-
tento de toda la humanidad, constituye i esta
en general yá cada humano en particular, eo
la dura necesidad de cpnservar ó conqnislar
lo quc aquella 6 cada nno de eslos necesita. Kl
cariño patemal, e1 resto fllial, la amistad» el
amor, todos coantos instintos nobles pueo Dios
eo el corazon del hombre para que le sinrieran
de lazo con cada nuo de sus inmediatos y di-
versos semejantes, consoclos suyos en lavida,
para que le sirvieran de eslaÍK)» indestructi-
ble con la sociedad en general, han scrrido y
sirven aun á aqnel para emplearlos en el cs-
I pollo de loa otros y usar, oomo móvil dd
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AftMA
286
egoUoDO eDtronizado desde e1 origen del mun-
£, en coDtra del prójimo y en provecho pro-
pio, el insliDto y los seDümientos que Dios 1e
did parael bien propio y el det prójimo. Un
l»dre para sn familia es el traBunto de lo qne
nn gobierno ó rey debe ser para sus súbdí-
toB, asi como este debe serlo de lo que Dios
es para los crislianos. Pero si no siemprc los
bijos de nna misma familia estáo acordes, en
materias de intereses principalmente, tampoco
los coDSúbditos suelen estarlo nnánimes en
este 6 aqoel. roodo de ser regidos, en esta ó
aqoella opinion. De aqui nace la guerra civil
de las naciones. Si dos famüjas cohabitantes
de nn poeblo suelen ¿ veces, por estrechos
que liayan sido sos lazos 6 intereses, romper
loB Tinculos de su aliansa, tambien dos nacio-
nes de nn mismo continente quiebran á veces
los iaios polílicos que antes las unian. De
aqui nace la guerra estrangcra.
II deseqoilibrio c^nstante de intereses y de
necesídades, el estado violento de la bumani-
dad qiie aquel produce, la inversa aplicacion
qne por consecuencia hace el hombre de sus
iostintos y sentimientos, divide la opinion y
losdeseos, establece la guerra sordaque efer-
resce etemamente en la sociedad entera. Esta
gnerra al fln desembozada se bace necesa-
ría algona \e%, y de aqui nace la ocasion en
e1 hombre de ofender á los demas. Pero al
bombre, en su insaciable odio contra su pró-
jifflo, no han parecido bastantes las fuerzas y
eiemenlos que le dió la naturaleza, é inventó
o(r«8 medios mas mortiferos, y por esto las
armas del bombre admiten dos especies gene-
nles de division: la primera especie dedivi-
sloo, que admiten las armas del hombre, es
en naiurales y aríifieiaUs, se dividen en ofen-
snws y defensivas, cuya divislon comprende
otras snbdivisiones que tambien diremos y
Ibniia ia segnnda especie.
Ármas nalurale$ del hombre. Dios ba dado
al bony>re en el talento, que le sobrepone ¿
los demas seres que le lodean, su príncipal
anna, porquc, materialmente examinado, po-
eofl ▼ivlentes seres irracionales existen iofe-
riores al hombre. Este posee en sus miembros
nrmui naímrales moy débiles comparativamen-
le. Las oñas y dientes del bombre son dc in-
feríor forlaleza á las del ligre; sus pies, pier-
aas y brazos luas menudos, fuertes y ligeros
qae los del leon, y, en fin, todas sus armas
naíuraUs son insuficientes para contrarestar
lasde los seres irracionales y sostener al hom-
bve eii superíoridad ante ellos. Empero el hom-
bie pofiee on arma negada ¿ los demas seres,
pooee la imaginacion, el talento. Este le ba ser-
fido eo U materíalidad para establecer su do-
mioio, j el bombre invenló las;
Arma$ arii/iciales. Imporíuno fuera enu
aKrar la mulHtud de armas qoe desde el orí-
geodel mondo inventarouy aplicaron los hom-
bres para el esterminio de los deroas. Las
aon tan antiguas como cl mundo, y esto
mismo proeba la prímera familla de los hom-
bres Eobre la tierra, cuando Gain mató á su
hermano Abel: la guerraenestaprimitiva épo-
ca ya existia y el uso de las armas aríiflciá'
les era conocido.
Las armas artificiales son para las socieda-
des, como para los individuos, un objeto de
prímera necesidad. La vida de los pueblos es
un combate continoo: pueden perder su iiberr
tad; pero su esclavitud siempre es pasagera si
los poeblos conservan armas.
La historia de todos los tiempos y de todos
los pueblos demuestran esta verdad. 61 poeblo
romano conquistó el mundo conocido en-
tonces; pero se vió cn la necesidad de aliarse
ásus roismos pueblos conqnistados, y porcon-
secuencia de no quitarles las arroas, los pue-
blos vencidos, los esclavos que le hdbian da-
do sus victorías, destruyeron despues el rois-
roo poder roroano que los sojuzgara. Nunca los
pueblos vencidos pueden perdonar á un pue-
blo estraño, por dulce que sea su dominio, la
opresion cn que los puso.
Todos los cuerpos duros son mny útiles
para la fabricacion de las armas» cuya cs la
razon por la que el hierro, el acero y el bron*
ce sou tan usados para ellas. Empero todos los
cuerpos de la naturaleza pueden servir de ar-
ma artificial al hombre de genio superior. Ar-
quimedes en el sitio de Siracusa iocendiaba la
fiota romana por medio de la reflejacion del
sol producida sobre un grande espejo cónca«'
vo. Toussaint-Louvcrture en la isía de Santo
Domingo abandonó á los efectos de aquel cli-
ma ardiente la defensa del territoriocontralos
franceses: en poco roas de dos meses hlzo pe-
recer sin combatir á 40,000 de etlos. La Rusia
venció á Napoleon, no con las batallas, sino
abandonando su ejército á la cruda aridez y
crispante frialdad del clima del Norte.
Las armas aríificiales hemos dicho qoe se
dividen en ofenshas y defcnsivas.
Armas ofensivas. Instrumeutos propios pa-
ra ofender, como la hnza, el fusil, etc. Muchas
de estas armas sirven tambien como defcnsa,
y por eso las armas ofensivas pucden servír
casi todas, segun las circunstancías, dc armas
defensivas á un mismo tiempo. Un sable, por
ejemplo, sirve para berir; pero puedé al mis-
mo tiempo servir para parar un golpe de otro.
Armas defensivas. Todos los objetos dcs«
tinados ¿ preservarnos de ofensa. Ya bemos
dicbaque las armas ofensivas pueden servir á
la vcz como defensivas.
Las armas ofensivas se dividen en:
4.^ Arma demano, Toda arma quese tie-
ne y maneja en la mano, romo el sable, pis-
tola, etc.
Arma arrojadÍM. La que se lanza de le-
Jos para ofender, como el dardo, piedra, etc,
£1 arma de mano se divide en otras do?:
4.* Arma blanca. Es laqoe nollene astu y
ofende sin necesldad de fuego ni ser arrojada,
"l Gomo el sable, la daga, etc.
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ftfí
AftMA--AAMADÁ
t.* Árma Íé füéffb, Lb (rae m dispin por
medio ñe 1a pdtvora coaio el hn^.
Las armaS sedividen táiMea en:
ArmáM mooStHei. Las qne el hdtiibre pae-
de iletar coasigo, como el sable, c1 fo^tl.
/ Árina» inmtfvibles. las (tne sirven alhom-
bre siD que las mueva, eomo el cañon.
Las armas defensivas te dividen tsn dos es-
pecies:
Armai deferiíi^ púfiátitei. Ltt qne e!
bombre puede tr&sporiaf consigo para sn de-
fensa, cemo la corasa, etc. tVéase AHMAMmA.)
Armas defefmv<í$ nopSrtátihS. Lasqve
DO pudiendo ser trasportadas, deflenden at
bombre: \al es loda fonificacion.
Se vte, pnes, como el bombite, poco temi-
ble por lodébU de sns artnas naturates, se ha
becbo iuvencible á lo^ demas Bere^ por medio
desu talento, inventaüdo los anteriores é infl-
nitos insirumenios qae liemoB clasíflcado y
qne se llamao armas.
AMA. (AL) [Artemilitar,) Sirvecomogríto
para avisar á las tropas oontra el enemigo.
ARMA FALSA.(And mtlitaf .) Acometida fin-
gida con cualquicr objeto estratégico.
ARMADA. {MariHma.) Entiéndese por el to-
tal de fuersas marítiínasque posee nna uacion,
y en general cualquier reonion de baques bas-
tante numtrosa.
La igual aplicacion y composieion de eifta
palabra en varias lengoas estrangeras ba^laria
áindlcar pór si sola el predomioio antiguo de
nucstra marina en et mondo civitizado ya qne
la bistoria onivcrsallio lo demostrase. España,
1a nacion marítima por escelencia, sin nras
tíomuntcaciou con el confmente quelosinoo*
(es Pirineos, ha sido en tarias épocas el empo-
rio de la fuerza marititna milttar del mondo,
asi comolo fué de Ta Ylqtmaa mefáltca, y 1o es
ann de la mejor y mas,pr(jbada Infuitcrta ml-
litar del nniverso.
Desde antiguos ttempos, MMdo d snelo
espanol ballábase mahimetfte reparttdo niltad
de lo8 moros y mitad tmtre dii^tnttfó reyesisris-
tianos/la marina españota ha tmrcado triun-
thnte los mas remotos mares y sostenldo eon
énvidiada gloria en toUas partes su nnnca do-
mfnadopabelldn.,
Los turcos y los grtego^, tas costas bet%fe-
rlscas y argeiina, la ItaTia y la Sidilla, el Asla,
la Oceniifa, la Europa eorera vieron 'COn «som-
bro uaestras autiguas armadasynvvtoK y aín-
te ellashiálüesu gr&itn.Tindieronhttmimesel
isado pabellon. No solo do las osadas galeras
españolás recrbieronleyes tasescoadras delas
mas Ibrmidtfbres i)ótencttrs; ^petb tambien á
aquellas debeb sn defimibrímierito yedlturael
mayor número de las islas oceánicas, 188*?!-
lipinas, las Canarias y e1 tnrnen^o codtinente
quehoy Ileir1ieIuombred('<Ametiea, el ciial
debe á'los ^paíñotes, como asimismo ae io
deben la mayor t)arte de las Hl«s hoy cono-
cidas.
Apenas le leerli cn íh bístorta tma pégina
I qne reflera sncesos marítimt» ain qae ea e&a
se vean trlunfantes las esonadras arageaesas,
catalanas 6 eastenanas. Ta ei designri oombafe
que en tas costas de la Provensa sMtuvteroi
contra 45 navios ingleses, solos it espi&o*
les; ya la conquista de las islcs BatettreB y Sl-
cifiana por tos aragoneses, 6 hien 1a espieáí^
efcm de estos t los catalanes eontra torcos y
; gtiego6;eocua1qnier pigina, eneualqoierrai-
glonde la historiavnarftifflamflitarfaalfarenf»
¿ tas esenadras y galeras españolas caai tíem-
pre Tencedoras, y si algona vez venddas.sleii-
do la narracion del ^cembate en qne »ucn«ii>ia^
ron mas faonrosa ^ae 1a misma ticlortÉ. QMi-
; plo y nray recieote de esto últlmo prcseÉte la
honrosa batrila naval del tdbo de Trmfdfygr,
Los buqoes españoles, unidos ¿ los TreBceses,
ataearon denodadamente ¿ la eseocdra Ingfcaa,
y «bandonados en lo reele del eomfaate ^ la
escuadra francesa, qne bvyera IndigtiaflAbcfle.
sostnvleron solos eontra tode el poder maríti-
mo de ta soi^etliit Albion nn horríble comfaM,
pereciendo casi todos elios y caoaiDdo en lae
ingleses nna iimiensa pérdida, y la nms «enÉl-
ble de su famoso almirante fMson, Empere,
Hr. Tblers, autor de 1a obra eontemfM»r¿oeafl^
tulada dHístoriadel oonsulado f del imperto./
se atrevió» sin dndapara ocultarmejor la nm-
gua de sns compatriotas en esta Jomada. é dn-
dar del vaior y^loría de la escnadra lespifiola
Los nnmerosos docnmeatos que «ctoiliMÉie
han visíto con este motivo la tos púfatlca en vlB-
dlcacion y desagravio de nnestra iilln^}ada i
rina, dicen harto bien de nnestra glorla en i .
dla y devuélven ft la impvroial y Terdaflera fci»*
toria de aqu^ snoeBO sa Intnarcesifale vei^fli.
Ya bemos dtadola importaocia (te fosvr-
madas y gafleras espiAOHts 'flesde ttempoa té-
janos. Durante la desaiEftrosa gnBrra de (Hitt
añosqueardid ¿mediaAoB del sigh> XIV, etítt^
los soberanos de Gastitla y Siragoo, las eMO^
das de ambosrehios ^soMuñPieroii eon Tiéída
porfla iramei'osos'combates. Vt comereto y t6»
raciom» que Anrajgtm sostenia oon la Siellia 7
otros-psises, como asimismo los continooBn*
faatos de tos corsarios berberiBcos en las oan-
las de 'Gspaña, 'ObNgnron ¿ Um Boberanoa «de
, Gasiilla y At^h¿ aostenefr pmnaMiteHWK
I escuadras bien apereibldas. Gon In nnloii ea
I e1 sigto XT de las'relnos de Amgon y Casiflto,
oniéroose ambas escfiadras. y oonstituyarM
nna "armada Yormidable. Desoobierto el Numí
1f undo aamenfáse por ta neceBldad de <
' cacioti y 'conservaoion de aqBelloB vastOB
¡ mioios la armado española, hasta el reli
, de Felipe II, dtiranle ol'Ouat'eBta InlhV]!
í ocasion de eodflmmr sobre Iob tDares ol 1
¡ renombre qnc lograron en tietta flrme Im<
t íorzados tercios efq^afloles. Durante estse f^
, nado, tma escuadra<eSpafiola«podar¿B4M^M
puerto deOsthi, deBembarcó«natalia7 *8<il»%
j Roma, un fiierte isjémlto qtie dió la'ley «l pan
Paulo lY. Otra escaadra esoarmefl«6-¿ios tnr-
I cos qne habian embestido la Iski de lNilt«. Um
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Armada
m
armada de dóscientas Velas, casi todas cspa*
óolas, bajo cl mandodel insignc don Juan dc
Aiistria, peleó en el golfo dc Lepanlo con otra
armada turca, fnerte de trescientas vélas,
echaDdo ¿ pique y apresando doscientas de es-
tas,causando mas de Teintey cinco mil muer-
los ó Frlsíoneros á los lurcos, y rescalando
veinte mll caulivos. Olra armada española
de doscienlas velas se apoderó de Tunez en
Berberia. El marqnés de Sunta Cruz, gene-
rai de una escuadra española, batió por los
mismos años, y apresó casi toda nna armada
de se^enta veTas, coq que el prior de Ocrato
peosaba, fortiOcándose en la isia Tcrcera, Iia-
ccr valer sus prelendidos derechos ¿ la coro-
aa de Portogat, recientemente incorporada á
h corona de EspaSa. El mismo raarqués se
apoderópoco despues de dicha isla á viva
lneíza.
Empero, á pesar delos muchosy j)rlllante8
(riaofosdc nuestras invictas armadas que de-
tamos refcridos, de los no menos glorlosos de
miestros célebres tcrcios en Flandes, en Fran-
cia, en Italia y en Africa, y de los inmensos
recorsos que España poseia cntonces, no se
hallaha batitante respelado nuestro pabellon
porparte de la Inglaterra. Esto decidíó á Fc-
fípell, ¿ mandar equipar ia urmada mas po-
derosa qne hasta entonces ostentaron jamás los
mares. Habiendo dedicado á esta aimadu uu
trficalo especial, á ét remitimos á los que |
deseen mas pormenores sobre la gigantesca
¿aanto desgraciada empresa, coocebida por |
aqnel orgulloso monarca para castigar los re- ;
petidos uitrages que recibia de la reina de In- í
S^aterra. Besde cl aciago dla eo qne la Inven' ¡
tfhk sinrió de presa á las tempesiades y los
iDares, nuestra armada herida de muerte con
tan terrible golpe, continuó en mas ó menos
ctecadeocia ai mismo paso qne la monarquia.
tmpero una época de prosperidad y preponde-
nocia la estaba reservada todavia. En ei si-
^h XTIU darante el reinado del benéfico rey
Cirlos III, tomó un gran acrecentamiento, y el
sofde It ^ictorla volvió á lucir sobre los más-
tiles y enteDas de^nuestros bageles. Los arse-
oales de E«paáa y Américabotaron á las aguas
tan prodigioso Búmero de navios y otros ba-
geks que cn poco tiempo la armada española» i
AO aolo cobró todo su antigno es[ lendor, stno
qae por su námero y brillantes aprestos y
eqnfpo, subió á un punlo á donde nunca babia
«to ttegBdo. la prímera armada española
íoc se presentó delante de Arge* ciurante esta
^?OCa constaba de cuatrocientas velas enire .
Wrfos, fragatas y buques de guérra de menor
portc,
La batalta de Trafalgar dió en esta segnn-
di época de esplendor, e) segundogolpemor«
tal i noettra armada, y los mares del procelo-
so cal>o slrvieron de tumba á nnestros mejores
BaTÍos y almirantes. Los arsenales y departa-
oientos de guerra quedaron desde entonccs
tbaDdonados, y los pocos vasos qne se salva-
4á5 miSLIOTKCA IHiPULAh. '^
ron, yucen hoy en nnestros ars^nalep eomo gl-
gantes recuerdos de nuestra antigiia y porleft*
tosa armada. En estos áltimos años ha recibi*
do la marina mliitar un nnevo y regenerador
impulso, capaz, si el empcfio de los gobernan*
tes Do cejase, de devolverla eo poco tiempo
á un estado respetable. Losarsenaleshan vuei-
to á sentir en estos afiíos la bulliciosa anima-
cion de los antes parados operarios, se ^áa
compuesto diques, se acopian buenas maderas»
se construyen ulgunos vaporesy navios, y tal
es el aumento que se va haciendo notar en
nuestra armada, que de unos treíntd ó cuarentt
buques que hace ulgunos años componiao el
totul de ella, cuenia hoy en lotal con tos buquét
y fuérzus siguientes: incluyeudo los destína-
doa al tesguardo de las costas:
Navlos, .... 3 j
Vapores Si5
Fragatas 5
i Corbetas 6 i
iBergantines. . . ; HJ
|Bérgantines-goIe-
tas 3f
fPailebots 4o[
Btilnndras i\ tÜB
iMíslicos 5,
Lugres 2/
IFaludios de 1.*
clasc. ..... 461
Idemdc2.*. . . .* -lol
Trincaduras, fa-|
lúasy efcampa-} US^
VÍÜS
Buques
destina-
dos al ser
vicio de^
guerray
resguardo
delascod-
tts. . .
3
Buques 'Fragutas 5
para tras- J Bergantines. ...
porles. . . (ijergantin-goleta.
2"^"V)Kavio8.' 4)
íintones )»«^^^""«-80Í«l«- ^)
Total.. .... «40 bn-
ques de
guerra.
Inclúyense en estacelacion algnnosbuques,
qnc hallándose ann en astillcro, csián cusi con-
cluidos y próximos para ser botados á lu mar,
Fuerz'tde cañones, guarniciony tripuladon*
Focrza total de artilleria en
-todos los anleriores bu
qnes
Id. de las múquinas dc va-
por. . . 6,602 cabaftos.
Totaldo-í^«;:f^«^^5"^^- 35. -
í^"*^"»-^'-dividuosde
^\ 4,20tí
canoaee.
4pe4rer08*
g
Qion.
iDfanieiiayar^
X m. 49
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»i
AHMAiyA
2M
iUI do-(
cton dei
Qirnl^i
ToUl
tacton
r
ck>u.
(ilterfa de ma-
rioa
Marioeros. . .
ÍEmp^eados de
\ máquiua.. . .
Total de persooal. . .
4.501
9,028
263
il,34ihombre8.
Eáte es el vcrdadero esta'lo actaal de nues-
tra arroada, tenieado en cuenta qiie casi (odos
los buques son nuevos ó renovados, y que su
eonstruccion españolaaventaja ¿ todas las de-
mas en galanura y propiedudcs marineras. Há-
llanse actualuiente en los arsenales varios bu-
ques de mayor porle en ccnstruccion. y los
departainentos y escuclus marítimas están re-
ribieudo mejorasde constderableimportancia,
y se ha instiluido bbjohrillantesbaseseiciíer-
pode iní/€ni#ro? h dráulkos y el deoonsíruc-
tores de la armada,
Armada mercante, En puntoá nueslraar-
mada mercaole, poco ó nada lenemos relaliva-
menle que envidiar á las mejores de Eunipa.
I>lomero80s astillenjs existen eo iiuestras costas,
i)ueoa9 roaderas en nuestros bosques, fábricas
dc jarcias y olavazon, y aquellos hállanife d¡-
rigidos por esperimentados constructores. Ni
l0€ buquea franceses ni ingleses, pueden en
el dla competir en fíuura y galana constrnc-
clon con los nuestros. Un número consldera-
ble demiles de buques españolesde toda ctase,
crusa en el dia los mares mas remotos, y si el
oomercio éindustria en nuestro suelo llegan
i iomar el vuek» que necesitan, es de esperar
que nueslra armada mercante. hoy en tan re-
gular cstado, lU'goe entoucés á aventii]ar á lo-
das las armadas mercantes mas nuuierosas.
Existeo varias escuelas de náutica y pitotugc,
asl del gobiemo como parliculares para la íiis-
Iruccion del pilolo para la armada mercaute.
ARMADA INYENCIBLE. (historia obla) La
tjeeucion de la peuacapital en la persuna de la
<lesgraciada y calólica reina Muria Estuardo,
verlflcada por disposicion de la protestaute
Jbi.1^1 de Inglaterra, la proteccion que esta
concedia en los Paises Bajos á aquetlos iiabi-
lantes sublevados contra la dominacion espa-
líola, y en Portugal al pretendienle de la coro-
na don Antonio; y íinalmente las correrlas é io-
Yasiones del célebre almirante ingiés sir Fran-
cisco Drake, </ue habia inceridiado en Gádiz
parle de la escuadra española, decidieron á
Fellpe II á humillar para siempre el poder de
la Inglaterra y poner fin á sus desmanes. Pro-
pusoesteasuntoal Conse]o de Castilla y fucron
«arioa los pareceres. Idiazquez uno de los mi-
inlstros mas hábiles de su época» opiuó porque
no .sc atacara á la Inglaterra, por ser casi im-
¡jMSÍble lacooquistadeaquella isla^aun cuan-
'doselograradesembarcar ron felicidad en elia
un e]ército respetable, cosa ya de por si diñ'-
cil. Felipe^ qoehabia ya formado su resoluclon
. invariablede atacar á su enemigo, pidió dictá-
^en »1 ilustre Alejandro f aroesio, qoe mania-
ba con bnen éxito la gnerra de los Pai.^es Bajos ,
y de quieu, como de miiitar bizarro eradees-
perar que %iese con buenoi ojos la empresa
graude que su m'inarca te proponia, y en la
que debÍM hacer el principal pa|)el, pues á él,
en caso de Itevarse á cabo, habia de perlene-
cer el maudo de las Iropas espediciouarias. Pe-
ro aquei consumado y hábil capitan conoció al
momenlo lo dificil y arriesgado dei proyecto,
y aconsr-]óásu rey que demorase so ejecucioa
á lo meoos hasta que éi se apoderara de un
puerto en Hotanda ó en Zelanda, que sirviera
decentro á las operaciones de la armada y del
ejército. Felipe II, sio embargo, mandó que
desde iuego se hiciesen ios preparalivos para
reunir en Lisboa una escuadratan grande y po-
derusa como Jamás antes de enlonces habia
surcado ninguna otra los mares, y para qoe
Alojandro Farnesio dispusiera lo cooveniente en
los Paises BaJos para poder embarcar¿e con
siis tropas eu cualquier puerto del Ganal de la
Mancha y desembarcar coo ellas eo la costa
dc Ingtaterra. Obodeciéronse sus órdenes, y á
piincipios d/ mayo de 4588 estaba pronta para
salir de las aguas de Li¿boa una espedicion ma-
ritima, ^rmada, equipaüa y provista coo tal
abundancia y riqueza, que los bistoriadores
contemporáncos nosaben con quc comparar sa
graodeza, y toda la Europa hi llamaba con el
epiteto de la Invencibí^.
«Era, enefecto, dice el historíador italiano
Gregorio Leti, una asombrosa maravilia, y to-
áoa conveuiao cn que en inas de dos sigios, y
aun en todo lo que alcansa la mcmoria de los
hombres, la mar no habia suslentado bageles
de un tamano lau prodigioso, provistos de taa
gran cantidad de aitilleria y de municiones de
gucrra y de una fuersa tan enorme. Bl lama-
ño y la allura de tos bagcles era cosa desme-
surada, y mas parecian castilios (|ue navcs.
Los mas medianos teuiau 60.000 tonela-
das. Yeianse mas de 60 gHleones de nna
construcciou lan regutar como magníflca. Las
galeazas eran de estraordinaria bellet)a, ador-
nadas de cámaras, de capillas, de torres, de
púlpitos pura los predicadores, y de otras írü^
chas cosas de adoriio y com6didad. Lacantidad
de municiooea de guerra tenia mucLo de ia-
concebiblo; habia £0 los almacenes de la e¿-
cuadra 400,000 balas de cañon, de las que iaa
mas pcqiu^ñas pesaban .30 libras, y eran mu-
chas lasquo ascendian al pesodó 400 llliras.
En cuanto á ias provisiones de boca las habia
de lodus clases en tanla abondancia, coiw
apenas se puede imaginar. En cspecial se coa-
iaba con que dar á cada persona $0 libras áe
pan y de bizcocho por mes, y esto por espacio
de seis meses, io cual iiacia en todo 60.000
quíutales.»
La reunioo de la Ittvencible no causaria
hoy I& admiracion que produjo eo el rí-
glo XV, pues los armamenlos navalcs liw
crecido muchisimo en importancia desde eo*
tonces. lo mismo que los de los ejercit05 ler*
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f93
ABHADA
»i
restres, y aqaellos galeones qae tanto llama-
ron la atencion por su grandeza eran poco mas
los roayores que los berg;antlnes de nuestros
dias. Como quiera que sea, aun ahora seria ad-
mirablelaprontitnd con que aquellos aprestos
fueron heclios. Todos los reinos y provincias
ée España acudíeron á la empresa con su con-
tingente. Portugal dio diez galeones de los nhas
grandes, y t palachps con 4 .300 marineros,
3,000 soldados y 350 cañones. Esta division
iba mandada por duque de Medinasidcnia.
Tizcaya habia enviado á sus espensas 40 ga
galeone?, 4 pataches, 700 niarincrof^, 2,000 sol-
dados y 950 piezns de artilleria. Guipuzcoa 40
galeones, 4 pataches, 700 marineros, 2.000.
soldados, y 950 cañones. U Andaluría 40 ga
leones, un patache, 800 marineros, 2,400 sol-
dados, y 260 caiíoiies. Italia IC (raleones,
200 marineros. 2,000 soldados, y 340 piezas
de artilleria. Y finalmente Castllla coutribnyó
para armar y mantener 43 galeone.'^, 4,700
marineros, 2.400 soldados, y 300 cañones.
Msndikh^ la diYision dc Vizcaya don Juan Mar-
tlDez de Ricaldo. la de Guitiuzcoa Miguel de
Oquendo. la deAndalucía don Pcdro de Valdés,
la de Italia Marlin de Ba tendona, y ta de Cas-
tilU don Diego Flores dc Yal'Jés. Ademas de
estas dfTi^iones, hnhia luia de 23 nrcas. con
700 marinems, 3.200 soldados, y 400 caño -
nes. la cual iba á las órdencs .de don Juan Lo-
pez de Medina; otra de 4 galeazas de Nápoles,
remadas por 4 ,300 condénados. y que i las ór-
di^nes de don Diefro de Moncada. conducian
500 marineros, 800 soldadds y 200 cañones:
otra de 4 galeras pagudas por Portugal, maa-
dadas por don Diego de Medrana, y qiie lleva-
ban 900 esclavos, 400 marineros, y 420 caño
aes; y flnatmente, 22 pataches con 550 mari-
neroe, 400 soldados y 480 cañones, qiie reco-
Docian por gefe á dnn Aotonio Biiccado de Men-
doza. Los 48,600 soldadosqiie componen las
samas anteriores iban distribiiidos en 5 ter-
dos, mandados por los maestres de campo
don Diego Pimentel, doaAgiistin Mejia. djn
Alooso Liizoii. don Nicolás de Lira, y don Fran-
eisco dc Toledo. Euibarcáronse ademas mutti-
tod de voluntarios, eotre los que hubia gran-
des y caballeros de las primeras casas de Es
paña, y avenlureros de olros paises, y los sol-
dados qne iban al servicio de eslos. EI total
de las fqerzas reunidas de la csciiadra ascen-
diaá nnos 430 buqiies 46,000 marincros y
48,000 soldados, y 2,600 cañones. El m;iudo
soperior de eslas fuerzas eslába encomenda-
do at fümoso don Alvaro Bazan, marqués de
Saota Cruz.
No nos detendremos á enumerar las canli-
dañ^ de muoiciones de giierra, y de provisio-
nes y riveres que se encerraron en los buqoes.
Basfe decir que el oúmero de quinlales de pól-
Tora era 500, el de qiiintales de baias de mos-
qnete4,000. el de quintales de merhas 4,200.
quc cl almacen de reserva lenia 7.000 mos-
quetes y arcalmces, 40,000 partesauas ó ala-
bardas, y gran número de cnlebrinas*, que c^ :
vino, harinas. vinagre, habas, arrus y denai^ '
viveres estaban en bastante abundaneía panf
proveer á la armada durante seis rocses; y
qne los ntensilios de recomposicion de \os
buqnes y demas, gaardaban la misma pro*
porcion.
Entretanto, Alcjandro Farnesio se prepara-
ba por su parle en Fiaudes paru la grande es-
pedicion. Coii narte del ejército que temaf y
que reservó bajo su órdenes dcspues de poncir
el resto bajo las dcl conde de Mfinsfeld par»
qiie quedaae guarnecicndo los Puises-Bajos, y
con uuevos regimientos alist&dos en Italía^
Alemanla y Siiiza, reunió un eseogido cuerpo
do 30,000 iiombres de inrauteria, y 4,000
caballos, los cualcs se haltat':-) ^n !r;s cor-
canias de Nieuporl, y de Dunqtierque, paerto?
en qiie pensuba Alejandro haccr su embarqne.
Contaba con los buqucs de la Inveneible para
proteger sn traslaciou y la de sus tropas á lo *
gluterra, é hizo construir gran niimero dte bar-
cas chatas, y de embarcacioues de meoor por-
te, de modoqiie sirvieran para el trasfiorte.
pero siu artillarlas, ni armatlas en gnerra. 1^¿
íiándose de los marineros del pais, los hizo ve-
nir del Báltico. No atreviéndo^e á que fuesen
por el mur las barcas. quc habian sido hecha.t
en Amberes, dispuso quedcáde este punto fue-
ran con(lucida.< haata Gante por el Bscaida;
que de Gante se llevaran á Brujas por el canal
queuniaá aquellas dosciudades. y para leri-
Ocar la traslacion desdeBiuJasáKieuportmao-
dó abrir otro canul y fosos, obra eo la qoe tra-
bajaron miilaresde trabajadores. Tomó, en fln,
Alejando Farnesio todas las medidas conve-
nientes para el embarque, empleaodo en todo
la actividad y la habilidad que distinguieron
siempre todas sus empresas.
La Europa loda tenia fljos k)s ojos en los mo-
vimientos de las fuerzas españolas, y á pesar
de que la guerra conlra la Inglaterra no cstaba
abierlamente declarada, y aun se estaba nego-
ciando diplomáticamcnte, para nadio era un
misleriu el objeto contra que se iba ¿ dirlgir cl
rey de España. Podia este estar conflado eii
éxilo de su proyecto. La cscuadrá suita en
Lisboa no soloera laprimera de Europa, si oo
que no tenia ni habia tcuido ignai. Los tercio&
que mandaba Farnesio tenisu acrcditada su su-
perioridad sobre la mayor parte de las milicin^
.desu época. Don Alvaro Bazan, marqués de
Sattta Cruz, cra tenido por el iras hábil entre
los marinos, asi como Alojandro Farncsio, du-
qiie de Parraa, qae habia ernpsado en Flandee
las administraciones anlerinres del duque áti
Alva ydedon Juan dc Auslria, era el rnas gran-
de de los capitanes dc su siglo. Contaba ade-
mas|elipe conlas simpatias de la católioa Ir-
landa.con lasde Jacobo. rey de Escocííí. oa«
turalmente irritado coutra IsíJbel por fa umerte
Ide sumadreMariaEslaardo, y aun con !a do
loscatóUcos de Inglaterra, opriirsidos y vejados
I por el proteslaüliómo. Por otra parlc, ^i Isabcl
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ARMADA
Sdft
tCDla qne desconfiar de sob propios gúbdilos,
no podia en cambio contai- con el auxillo de es-
traQOS. Ed Francia eruFelipe II mas poderoso é
ibfluyente que el misroo rey francés. gracías á
sualianza con la céiebre Liga, y con los oiníii-
poteotes Guisas, sobre los qno ejercia una in-
fliiencia decisiva. En Aiemania eraFeÜpe res-
petado, y los prlncipes luteranos estaban de-
masiado agobiados para que pudieran pensar
en enviar socorros á Inglaterra. En Fiandes,
la administiacion de Furnesiotenia sujetos á
los liereges. Nuuca, pues, secoraenzó espedi-
cioD coD mayores piobabilidades de buen éxl-
to; Dunca tampoco los resultados correspon-
dÍeroD menus á la esperanzas conccbiiJas.
Entrelanto, las negociacioiics liübiun se-
güido su curso; pero ni dieron resultado algu-
nó, Di era poslble que lo dieran, piies de una
y otra parle no se pensaba mucbocnneaociar,
y toda la atencion y actividad estabau em-
pleados en prepararse para la lucha. La reina
Isabel de Inglalerra no se habia descnidifdo en
vista de los grandes annameiitos españoles, y
lás medidas que tomó para derenderse del goU
pe qüe laamenazaba mueslran hasla que punto
iDspiraroD temor á elta y á sus niioistros los
apreslos Davales y mílilares de Felipe. CoDvoeó
no omitiendo nada que podiera hacerlos odio*
sos á los ingleses. Eslos se pusierori todób cóli
tíl mayor ardor de parie de su reina: lós caló^
iicos, de los cnales tenia que lemer mas frial-
dad porque á oadie se ocultaba que noa de las
priDcipuIes causas de la guerra era la cueslion
religiosa, se decidieron tambicD eo su favor, á
io cual coutribuyó la mayor suavidad con que
los calólicos fuoron tratadospor eDtooces. EI
mismo Jacobo de Escocia, ápesardel atr j^
llooomelido c^ntra su infortunada madre, no
olvidó que era heredero iumediato y Decesario
de I^abel, y qoe por lo tanto no le conveoia
que ias pososiooes de esla fuerao iDvadldas ni
meníwjadas por un podereslrangero.
Preparados de este modo los de uoa y otra
parte, y cuaudo solo fallaba ya qne la ¡nven-
ci6/caYanz;iraporeIAilántico para llevará las
costas iiiglesas las fuerzas espedicionarias,
erapezó la suerte á declararse contra loscspa-
ñoles, con la muerte acaecida cn Lisb'oa del
marqués de Santa Cruz, caudillo de ia armada,
y una de ias raejores garaDtias de ta victorla
por sus eniioentcs cualidadeí. No paró aqni la
desgracia, si noque al mismo tiempo faileció
tambien el duque de Paliano, su vice-almiran-
te, y persona ia mus indicada para reempla-
el parlamenlo, se presenló en él en persona, le zarie. La pérdida era irroparable, y Felipe II
plotó coD vivoscolores el peiigroque corria el ' esluvo perplejo algiinos dias sobre eí oombra-
réino, y pidió lossocorros Decesarios de gente niiento que debia hacer. Maodaba, como qiieda
y diuero para resistirá ia cólera deFelipe, y diclio, la primerá division de la escuadra dou
niasta prometió solemDemeDie pelear como un Alonso de Guzman el Bueno, duque de Medina
slmple soldado en estas notables palabras con Sidonia, quc debia este mando mas á su glo»
•]üe terroinó su discurso: «No soy mas que uua rioso nombre y á Ib principal de sii casa, qiie á
muger; peró siento el valor y la forlaleza de su capacidad paraejercerle. Es verdadqueha-
Qii hombre: iré en esta ocasion, con tanto ar- bía prubado en ocasiones anteriores ser ud
<|or como el soldado mas valiente, ¿ arrostrar , bravo militar, y on entendido capiian. y que
los peligros y hasta la muerte; no temeré, si en el año panado habla impedido á Drake que
63 preciso, sacriflcar rai vida por la defensa de desembarcando en Cádiz se apoderara de csla
lanacion," Lascámaras cnlusiasmadasen vista
de laaclilud de ta soberana le concedieron, ea
nombre del reino, cu&nlo les pldió. En su con-
secuencÍH, íiié rcforzada la armada y el ejér-
cito. Se hizo iin ülistamienlo de 80,000 hom-
ciudad; pero estas buenas circunstancias no
impedian que fuera poco á propóstto para su-
ceder al marqués de Santa Cruz, baátaodo para
creerlo asi, el .saber que era esta )a prímera
vpz que el duque tomaba parte eo uoa espedi-
bres, se formó un cuerpo de tropas respetable cion de mar. Y ciertamenle que el maodo de
para la defensa espeeial de Lóndres, se esta- la ínvencible no era cargo de lao poca im-
blecíó eo cl canal de la Manclia una division de portancia que debiera empezarse cod él la
treinta naves para qiie cnizyra entre Calais y ¡ carrera de marÍDO. Felipe 11, siD embargo, se
Douvres, y se leiinió en Plirnouth una escua- j dc(íidió, despues de pensarlo cod madurcz, á
dra, tan considerable como sa pudo, mandada ! nombrar al de Medioasiuonia, gefe de ia espc
por Jord Iloward Effingliam, que tenia bajosus
qrdenes, entre olros lenienles, al terrible sir
Francisco Drake. A la escuadra inglesaque de-
hia bioquear los puertos de Flandespara impe«-
dir el erabarque de Fai nesío y sus tropas, se
reuDió una divisioii de 30 bageles, que bajo la
direccton de Juslino de Nassau envlarOD los
holaDdeses. AI mi.smo tiempo que aumeDtaba
y disponiu asi sus fuerza^, trató Isabel de ase-
gurarse el afecto y el entusiasmo de sus múb-
dilos, y publicó una proclama prodigando in-
sullos á los españoles, achacándoles cruelda-
dicioD, ateDdieudo á sus dislinguidas circuDs-
tancias de valor, inteligencia y DacimieDlo, y
'á la alta'posicioD social de muchos de los que
eo la escuadra habiao de ser sus sulbalteruos.
Para su coDseJero y scguDdo, eligíó á-^JuaD
Marlinez de Ricaldo, mariDO cáperto que mao-
daba las oaves de Vizcaya. Salió, pues la es-
cuadra de Lisboa coo sus auevos gefes ono de
los úllimos dia.'i de mayo, ó udo de los prime-
ros de juuio de dicho año de 4588, que en es-
to no están conformes los históriadores, y na-
vegóháciael Notle con bueu viento hasia Fi-
déa comelidas en América, reflríendo con ne- 1 nisicri-a; pero al llegará esle punto, fuóccu-
¿ros co'ores lcs horrores dc su loqulsíciOD, y I metida de uoa fuerie borrasca, qne ladiaperío
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ARMABA
M8
7 areHó gmn núinero ée enbarcicíoBef . Po*
co^ poco fiieron entrando los Luqoes, legun
cada uno piido, en el puerio de 1a Coriina, es-
óeplo nn oúmero no despreciable de ellos, que
i nieron á pique, ó se estrellaron en las cos-
taade Canlabria y^Guipuzcoa. Fuétan conside-
nible esta prímera tempeslad sufrida por la
Jnvendble, qoe los ingleses se persuadíeron
de que la espedicíon no se haria ya en aquel
aoü, y bttsta pasaron á desarmar algunos de
SQs buqnes mas graudes. No obstanto, el rey
a^emió coo sus órdei^ al duque de Medina-
sidooía para quo la taMfnza fuera lo mas bro»
ve posiblc, y despues de seis semanas, pudo la
escuadra bacerse nuevamenle á la veia, nave-
gando con buen vieoio hácia el cstrccbo de
€alais. El inglés salíó tambien de Plimouth con
sus naves, y el 30 de julio se avistaron las dos
escuadras; pero sin Iratir de atacarse una á
ótra, la española siguió avanzando, y la in-
glesa se colocó detrás. Entonces el duque dc
Jfedinasidonia reunió á los principales gefca
en c-on9ejo, para decidir lo qiie convendria ha-
cer. El consejo se dividió en dos opiniones.
Bon Diego de Pimentel, Flores de Yaldés, don
Pedro de Valdés, Miguel deOquendo, don Aloo-
ao de Leina , don Diego Maldonado, y otrQs,
focron de dictámen de no continuar adelante,
^ arrojarse sobre Plimouth , y desembarcar
4esdc luego en Inglaterra, y dejar á Alejandro
Farnesio el cuidado de trasladarse por su par-
te con 5US tropas á las islas Británicas. Esta
<^iníon era sin duda la mas acertada, porque
i^aba menos en los a;^res del mar. porque Pli-
mouth era el puerto maa acccsible, y porque
oo dejaba tíempo para la defensa á los iogle-
ses; pero olros micmbros del consejo» á cuyo
<lictámen se adbirió el duque dc MedinasídOQia,
aiinqüe no desconociao las ventajas de este plan,
creyeron mas convenieute obedecer en todo
tas iodtriiccíones recibidas del rey, y del con-
sejo de Eslado, las coales dísponiao que la es-
caadra se posiera de acuerdo con el duqtie de
Pirma, auxilíara el embarque de su ejército, y
)q escolUira á luglaterra para que desembaroan-
do en el Támesis se dirigiera sobre Lóodres.
Siguió, pues, la escuadra hasta penelrar eo
d Caoal de la Mancha, y detrás de elta entró
tambien la Inglesa. Gsta última compreodió
bleo prooto que las naves españolas, tan supe-
Aores á las suyas por su graudeza y fortaleza,
ks erau muy inferiores eu ligereza, y aunque
■édecidióá evitar un combate geoeral, formó
el |Uan de seguir. de cerca á su enemigo para
ÍoqQietarlo con escaramuzas, y atacar á los
boqiies qoe luviesen la desgracia de separarae
d qoedarse atrás. Los españoles, por el oon-
trario dese4|)an empeúar batalhi, y formaroo
desde luego sns naves en disposicion conve-
nieute. Caminaban coo este objelo en forma
de medja luna, de manera, que lodos los bu-
qoes ae veian fácilmente unos á otros. Los bis-
toriadorcs reOeren coo miouciosidad el mag-
olico aspecto que [ireseataba una escuadra tm
nnmerosa y de en^baroaeíQaes tan graiides
adelantiindüfie de frenie msgeátuofaraente por
el mar. La dcrecUa iba mandaba por doii Pedio
Valdés , la izquierda por Miguel de Oquendo.
el centro por Flores de Valdés, y la rela¿,uar-
dia por Ricaldo. El duque dc Medinasidonia
ocupuba un puesto en el centro sobre el navjo
San Martin, célebre ya desde antes por haber
sido el que montaba el mar(íu6s de Santa Griu
cuando conquistó las islas Terceras.
A pocodcmarcharde este modo, el vieuto
que soplaba por la popa á ambas e&cuadra¿, y
quc ejercia mas su poder sobre la inglesa por
mas ligera, las acercó, y á pesar de la repu^-
nancia de los ingleses por batirsc, hubo uu
pequeño encuentro, en que sacaron estos loda
la ventaja. Vióse entonces cuanta llevaban {)ara
la maniobra naval la lii^ereza de los buque»
británicos sobre la pesada graodiosidad de loi
españoles. £1 navio quc mont «ba don Pedro
Valdés perdiú su palo mayor en un choque
que tijvo con otro navio, y fué apresado por
sir Francisco Drake. £n manos de eAe misnto
cayó despues otro galeon, que se habia incen-
diado casualmente. Ambos fueron llevados ¿
Plimouth. JiOs españoles uo hicieroo presa
oinguna.
Pocos dias despues volvieron ¿ encontrarse
las dos escuadras, y tambieu de las oscaramu-
zas que bubo salieroo mejor los iogleses. Las
büterias de e:>tos no desperdiciaban bala con-
tra la mole de \oa navios espuáoles. los cnalea
perdian casi todos sus liros por fcr sus bale-
rias deuiasiado all'is y pasar sobre los enemi*
gos sin dañarlos. Habíéndoi^e quedado atrás cl
buqíie en que iba don Juan Martinea de Rical-
do, todos Io5 ingleses le cercaron; pero acu-
dió proutamente el duqiie de Medinasidonia
con so San Martin, ysostuvo victoriosaroente
et ataque de toda ta arroada enemiga , á pesai*
de qus esla redobló sus csfuerzos por apresar
las dos embarcaciooes mas importantes y los
dos gefe priocipales de los españoles.
EI duque de Parma, que babia sido avisa»
dp por et de Medinasidonia , conlestó que
lo tenia todo dispuesto para embarcdrso eu
Nieuport y Donquerque , pero que no podia
saiir á la mar basta que se hiciera alejar.por
fuerza á la escuadra holandesat siluada delau-
te de aquellos pnertos. Las embarcaciones que
él tenia, no serviau mas que para el trasporte,
y 00 habian 'sido construidas para combatir,
por lo que no podia atravesar el canal de la
Mancba sloo bajo la proteccion de la escut-
dra que iba desde España. Esta se adelantó,
pues, y llegó basta la vista de Donquerque,
pero una calma que sobrevino la obligó á que-
dar estaciooaria, y entre las escuadras inglesa.
y la holande.sa. Durante la noche, preparó lord
Howard ocho buques viejos con pez , azufre y otras
raalerias ioflamables, y el viento, que coustan-
(e en perseguir á ios españoies se alzó de re*
pente, arrojó entre sus embarcaciones las ocbo
incendiadas. Para compreQdc? el efoclo qwí
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t99
ARMADA-ARMADOR
30«
prodnjo csta estratAjfema, cs de advertir qiie
poco lirmpó antes liabia prodncido en e1 sitio
de Amberes rosulfados horrib'es y espantosos
el uso de brulotes. Creyendo los españoles qne
eran de la mi^ma i;lase los qiie en medio del
horror dé la noche y favorecidoa por el viento
los habian invadido, 'trataron de salvarse en
la mayor confnsion, \ú ciial ilegó hasta el pun-
to de abordarse unos á olros. Para cohno de
desjrracia, se levantó ona fiiriosa borrasca, y
muclios bnques se perdieron <) eticallaron. Los
ingleses alacarou al dia sigulente, 8 de agosto,
ú lo3 que no habian podido reunirse al cuerpo
de la escnadra, y lograron apresar dos. aunque
no sin trabajo. EI uno fué el San Matco, y el
otro e1 San Felipe. El duqiie de Medinasidonia
acndió á socorrerlos con su capitann, prro esta
recibió tantos balazos, que luvo qne pensar en
SQ propia seguridad. La tripularion del San
Mateo sc rindió á los inglpses; 1a del San Fe-
lipe, mandada por don Francisco de Toledo,
quiso evitar caer en sus manos, se arrojó en
unu lancha , y murió toda ahogada. Ahogddos
murieron lambien los tripulantcs de una galea-
2a ilalíana, qne despues de encallar, quisieron
envió á don Anfmifo Wéiides pñvn qne 1e 1fe«
vara la noticia del resnltado de 1a espedicion.
Este no nos es bien conocido. Ray historiador
(fnehace snbir las pérdidas á 80 na?e8 y 45 OOd
homl>res. Olros 1a hacen consistir cn menos.
De todos modos fiié tan considerable, qiie ape-
nas hubo en España familia aisruna, pjrticular*
mente entre las ctases acomodadas , qne no
huhiera perdido á alguno de los suyos. La
des^acia fué tan general , que se tnvo qne
prohibir llevar tuto. Considérese. pnes, 1a
consternacion qne tr^ por España con sns
noticias'el mensageroWn Antonto Mendex. Cn
Ingiaterra y Holanda, por el conlrario, la ale-
grfa fiié general, se cetebraron fnncipnes, ' se
dieron gracias á Dios, y se acoñaron medallas
que perpetnasen la memoria dei regoci]o de
aquellos paises. Solo Felipe 11 en loda Coropa
supo sin conmoverse la suerté de su esp^Nli-
cion. Deepnes de oir 1a relacion qne Mendes
le hixo llorando, y en medio de la consier*'
nacion de los palaciegos , Felipe 1e c^ntestó
sin dejar que se percibiese en él 1a mueslra
de la menor alteracion , aqnellas nofables y
famosas palabras: «Hahia enviado ml escoadra
Hegar á la escuadra á nado. En nd navio que para castigar ¿ los ingleses, pero |amás pensé
se fué á pique luchando con ios ingleses, pro- enviarla á combatir contra tos vientos y la
puso un oflcial rendirse cuando ya no qiicdaba | mar.» Despnes escribió a1 duqne de Medina-
salvacion , y no solo- no fiié cscnchado, sino ' sidonia dándole gracias por el cclo qne habia
que su consejo fué oido con indignacion, y hié manifeslado en el mando de 1a espedicion. qne
condenado á muertc y ejecutado en e1 acto por solohabia fracasado por 1a constancia con que
haberlo dado. Las pérdidas de este dia y de la las lempestades lahabiao persegnido. U con-
.noche anlerior, fuoron muy graves. Entre los diicta dcFeüpeen esta ocasion es snperiori
Jbuqties incendiados, encaílados y apresados, 1 todo elogio. Sii heróica entereza fiié e1 mayor
los hahia de los principales, y su número no consuelo qiie la nacion eocontró en su dolor..
cra pequeño. En vista, piies,^ de tantos desas- ; Los qiie se complacen en atribuir 1a impasibi-
tres, y de la desconflanza que inspir<iban los . lidád con que snpo la victoria de Lepanto ¿ no
azares del mar, tan constantemente contrarios, movimiento de celos y de envidia h¿cia sn
y sabiéndose aderaas que la reina Isabel se bermano don Juan de Ausfria, no podr¿n me-
habia preparudo de un modo fdrmidable y se- nos de confesar que solo 1a grandeza de sq
guro, presentándose ¿ caballo¿ sussoldados y ; alma basla para esp1iC4ir la serenidad con qae
manteniendo vivo el entiisiasmo dc sus siibdi-
tos, se dccidió desistir de la empresa por cn-
tonccs, y regresar ¿ las puerlos de Espana con
los resto.<« de la escuadra. No pudiendo volver-
se atrás' por ser contrario el vlenlo, y no pu-
diendo permanecer quictos, e1 duque de Medi-
na.sidonia deíerminó -seguir h¿cia e1 Norte, y
Tolver á España dando la vuelta ¿ las islas
Bril¿nicas. Peroapenas habian .indado algunos
dias por aqneilos mares para eIlQ.<^ desconoci-
dos. cambió repentinamenle el viento, y esta-
lló la (empestad roas horrorosa que puedeiraa-
^narsc. La dispersion fiié complcta : las pér-
dldüs y las averias muchas; los horrores por-
que pasaron algnnos buqnes indccibles; los
apresados pocos , pues los enemigos no su-
pieron aprovecharse como debiati del desastre.
Por Ou, despues de mnchos trabajos, y unos
despues de olros , pudo el duque de Medina-
sidonia desembarcar en S-intander, Oquendo en
San Sebastian , y Ricaldo en la rioraña. Este
úllimo miirió pocos dias despues. EI duqne, no
atreviéudose á piesoDtarse delante de Felipe,
oyó 1a pérdida de la ¡nvendble.
ARMADIA. {Marina.) Baisa ó conjnnto de
maderos nnidos ó trabados entre si qoe se
conducen en esta forma por c1 rio y por d
mar hasta su destino eo los arsenales ó asti-
iteros.
ARMADOR. {Marina.) En su nafural y pro-
pia acepcion se da este nombrc al capltan de
nn buque particular, armado y antorfzado para
hac^r el corso contra los de nna poteneia ene-
miga. Tambien sc llama asi a1 que 1o arma j
babilita para e1 misnja oso, y a vecestoman
esta mlsma denominácion los accionistas en*
ire quicnes se divide su propiedad.
Los armadores ó propietarios de esta clase
de buqnes comercian con ellos en tiempo de
paá, y haren el corso en el de guerra: en nnes-
tro código de comercio se prescribcn leyes cs-
peciales y condiciones para e1 régimen de
esta clase de tr¿Qco é industría.
En las costas dc Cantabría, Golaluña y
otras de ia Peninsula se llaman armadores ¿
Í06 que fljustan y coDtratan la martaeria psrs
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3N
ABMADO&-ARMADURA
303
la pem en alU mar, como la de la balleoa 6
del bacallao.
Armar en eoréo, 6 m eorso y mercancia
K armar no buqae en pie dc guerra pura sei
«npleado solo eo el corso, ó cargarle de gé
Qeros de comercio con alguoa artilleria y et
Dúoiero de inariueros conveuieaie piu'a su ma
nejoy ladefensa.
ARMADURA. {AnD {Árte mUitar.) Lo mis-
Doqacarfiia, guarnig: ei coojuotode arroas
defenaiTas que vestian los cabalieros antiguos
euaiKlo iban á pelear.
•^ SoQ inumerables las dislinUs piezas y
adoroosdearma'iuraque, en los últimos tiem-
pos eo qae esta se osaba» ilcgaron a c^nocer-
se. La total armadura de un caballero llcgó á
cooiponersede ias pieiassiguientes, sioincluir
ln aceesorias. Bl escudo. eo cuya cara estc-
rior lletibanse las mnpresas, motes y blaso-
■it. j eo la de adeolro las dos asas que ser-
Yiao ¿ si^etarte al braso iiquierdo para parar
coo él los golpes del armaenemiga. Bl onsco
000 SQ ctmera, nusal y viseraf el cual defen-
dia la cabexa y el rosiro. Ei gorjal 6 gola,
rfura ó guardaeueHo, que defemlia ei cue-
encajado con et casco y la coraza 6 cose-
ku, qne guardaba el pecbo y se eniazaba con
Ae6iMiat espaidar, qne defendia ias eapaldus.
Imguardabraxos, que defendian el antebra-
m. I^ eodaUs^'que encajando con el anterior,
defendian ei codo y encajaban ademas con lus
hrasaks , que guardabun los braios.Las ma-
nspku, que deféndian ias manos, y eran unos
gaantetf de ante fuerte, por la parte de afuera
Íe ia mano guaruecídos de escaroas de acero.
Ltt eseareela$ qoe defendian el vientre, pcn«
diaa del volaDte det pelo por medio de hcbi-
^ f era OD poe^ irias corta que la isqulerJa
laderecha para qae noimpidiese al caballero
noatar i caballo: tomaron su nombre estas
piesas dt; las boisas 6 esearcelas qoe asimis-
BO pendientes de ta cintura lievaban los ca-
btlieros: esearoeUmes llamábanse ¿ las es-
orcelas granáes. Los quifoles, que defendian
los muaios ha^ta Jas rodilius y pendíeutes dcl
peto: las muelerae defendian igualmente los
BNtslos bista las rodiilas; pero no pendian del
peio eomo los qoijotes. Las rodiUeras, que en-
qtjabao eon el quijote ó la muslera, defendi.'in
la rodifla y encajaban ademas con los grebo^
M qiie cu))r4aa eoteramente la pierua: las
grebas dejaban sin eobrír la parte interior de
(i |4emay y la esquineÜa, eaniUeraj carriUe-
fé é espíoiHar^ sojo cubriau la espinilla. Rt
dreboA «^a ptfsar éei tolHilo y cubrír el talon
del pie, y entonces se fijabao ias espnelas en
eiti Atoa plesa. Otras vecds ia greba ó el
greboi Do pasabao del tobiiio. U br^gueia
detadia las partcs Datorales del bombre; pór
tltímú, eompletabaD ia armadura entera del
cabaliero los esearp^'S, borceguies 6 sapatos
faradoi, qvejoobrían, encajaudo con la grcba,
UnU U iiarte superíor del pie. Los escarpes
leriidiiabaa en ponla agtida 6 en pnoU roroa^
en cnyo segundo caso se distingnian con el
iiornbrc do eacarpes depico deánade, escarpes
de pico de paío, Estas moilas de escarpes de
(úcu y cuudrados tomaron i^u orígen, ia prirae-
m deí calzado de ignal foima.que segun so
cree, introdujo Enrique II dc luglalena para
ociiltur mrjoria escesiva loogitud de sus pies,
y la cuai, seguida, como era consiguicnle,
por sus cortesanos, se difunüió ¿ las demas
ciases y se generaiizó cn Europa. Desde una
loogitud de musdedos pies que eru distiniivo
del rey, hastala de medio pie qne usaba Ja
llamada plebe, se adoptuban vaiius otras in-
termedias segun Ja calidad dcl que llevaba cl
caizado. A csta moda sucedió la estrema y
opuesU del calzado de punta cuadrada y largo*
quc es la segunda quedejamos apuntada yque
algunos atftbuyerou ¿ la manía del cuquc^ de
Lerroa por ocuitar la deformidad de los juu-
netes de sus pies« cuya moda seguida por siis
favorílos, avaros dei beuepl¿cito dei roinislro,
pasó, como la anterior, áwer uso entre Jas de«
mas clases. Esla moda sustituyó ¿ la dcl caU
zado de punta en el siglo XV, y duró poco.
Estefué, pues, ei orísrendel caizadoüe punta
aguda y del áepicode paioóánade. Lu pun-
ta dei escarpe se trajo aUlúda. larga y poaliza
alguna vez. para en el moinento de embestir el
caí^li&CQCÍavarla en ei vienlre ó pecbo del ca*
ballo enemlgo y^dej^rseta dentro. Esto fué poco
oomun yaun és iuverosimil; usáronse tamblcu
en vez deescarpes/una^ Uminas quíntupjes
de piel, que encajaban en la f)arte iiiferior de
la greba y defendia el empeine det pie.
Todus las piezas que dejamos t)^ritos
componia la armadura entera y simpleniento
defensíva del caballero. Todas esla^ piQzas
eran bolgadas, con escamas de acero, y tenian
ejes para que fueran giralorías en las partes
correspoodientes ¿ las coyunturas del ciicrpo.
Ademas de ia armadura del caballeiro, se
tenia en ia edad media olra paru defensa del
cabalio, y llamábase lábarda. Esta se compo«
niade ias piezas siguientes: icslera 6 itsluz.
que defendia la leHla del caballo, y lus mas
tenian' unas pietsas tambien de aoero y salien*
tes que ie giiardaban las orejas, lianudas ore-
jeras. Cuando la testera lenia uoa rejilta eu la
paríe correspondiente ¿ los ojos del aoimal, se
ilamaba iesiera eon visera, sci¡un se cree:
tfis/ara (ife unicomio. cuando eu el centrotenia
uoa punU agiida salienle, y tesiera mocha,
ciiaiido ¿ esU faitaban unaólas dosorcJeras.La
tentera aolifi ser corta y no cubrir el hocico del
cabalfOi y esu es ia que hpy se llama propia-
moQte tesiui. La testera 6 iesiuz se unia por
I9 paríesup6rior¿ la capisana, pieza compues-
ta de un escamddo de i¿mioa3 movibles, la
cual defeaidia la parte superíor del cuello del
cabailo. lo es muy segura la sigoiílcacion que
damos de esla palabra. El peiralópeehera, de*
fendia ei pecbo del caballo y se uiiia al cueUo
ó coílera, que le deféndia el cuello, y á Jas
flanqueras, que defeodian los flancos y purle
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m
AaMADOM
»1
ílc lo8 ijare», y enlazábase con hebiUas y cor
reas tambien á la gnipera. Por úllimo, el
guarda'muslo, que defendia el muslo del aiii-
mal. Todas eslas piezas coostituian la barda
dei cabuUo.
Ademas estaba armada la sllla de laminas
dt3 acero, y dividiase en dos cUses: siUa ar-
mada, bridona ó de armas, era la que tenia
loá arzones chapeados dc acero y se empicaba
en batallas y lorneos. La otra especie era la
silla á la gineta, antlguaraente siella oocera,
tcnla el fufcle trasero mas bajo que el delan-
tero y senria para paseo.
Todo el pesado aparato de tanlas pleias
soportaban á mas de sus ferradas armas
ofensivas, los cabHlleros dc la edad media.
Ksta forlaleza de aquellos, comparada á ia de
las acluales generaciones, sorpretide, pero
mas aun parece fabuloso el poder soponante
de los caballos de aquellos tiempos, qiie á mas
de sus pcsadas bardas^ sostenian la acerada
.<rilla V sobre ella al «iballero cubierto de lun-
tas piezas de armadura y arroado á mas con
su malla, sobrevesta, garzotas pesado mon-
tante y ferrado lanzon. En los tiempos acluales
bácese inconcebible tan prodigiosa fuerza.
Ademasdelasanteriormenlede8critas,exis-
tian unsin númerodcotrasarmas.quefuerade-
masiado prolijo enumerar. ho mismo sucedcen
punlo á los adornos y trofeos que cabaileros
y caballos llevaban á goerras y torneos. Al-
gunos caballeroB Itevaban sus armaduras tini-
i:amentc grabadas, doradas y con bordes so-
ffueados. En los ca!KX)s oMentaban riquisimos
plumages, vuelos, UoroneSj garzotas, pena-
ehos y martinetes, que mecidos por el aire,
contraslaban lujosamente con el brlllo de sus
firmaduras, y lo misroo üevaban en la testera
sus caballos. Suprimimos, como dejamos di-
cho, la prolija enumeraclon de otras piezas de
.nrmaduracomo pnuzellas, gocele, oetvés, tar-
;on, pezonera, hombrera, CQrrtllera y otras
(leinnumerable copia. Solo añadiremos qiie
ristre era uiia pieza fi]u en el ludo derecho de
)a armadura para apoyar en ella ia lanza al
acometer, á lo cual declase enrislrar ó poner
en ristreAsi lanza, y volante loda piezadc re-
fuerzo que se sobreponia á la armadiira. Va-
mos ahora á declr algo de ia parte histórica
concerniente a las armaduras.
Hácla el slglo XI fué cuando los caballeros
empezaron á usar la armadura completa que
deiamos dedcrita y á bardar sus (^ballos. Si
bien miichas de estas pl^zas fneron usadas y
conocidas antes, no se llegó á reunir y com-
blnar unacompleta armadnraliasta dícho siglo.
Antlgnamente los espaóoles, los galos y
los trancos, se sirvieron de la adarga de ma»
deracubierla de cuero; pero estt sufrió inu
chas modiflcaciones durante la edad media.
U caballeria llcvaba el escudo grande cuu
drado, los infantes conaerraron la rodela, quc
era un oscudo rcdondo, hasta mediados del
sigloXVlI,
El 090 de los cascos pertenece á la naf
osciira aHtigttedad^ y en la edad raediase dii^
tinguian los signientes:
4 .^ El yelmo, que guardaba la cabeza
y dejaba descubierio el rostro. (Desdc el si*
glo XV se usa el yelmo de fretite en los
blasones.. El yelmo abierto denota antigOe-
dad^ y cerrado modemo linage.) El yelmo
tenia: 4 ." ta eimera, empresa ó divisa qne en
la cima del yelmo llevaben los caballéroB, co-
ya empresa era la figura de un reptil. cuadrú-
pedo ú otra estravagante: 2.» los lambrequi^
nes, airones, penachera^ ópenackos, garsolas,
vuclos, martineles, etc, qiie stiian de la cí-
mera y adornabau el yelmo: 3.^ la visera, qm
se componla de Ires partes; nasat, la qiiedé-
fendia la nariz; visla, abertura horizontaí éií*
te los ojos para ver; y vcnfoUa, parle cercana
á labarbapor dondeVntraba el aire para res-
pirar. La ventalla solia ser independiente de
la visera, y olras veces no: *.•* la cubre nuea
ó guardanuea, qne gnardaba la noca y esti*
ba flja al yelmo. El yelmo se usaba lleno de
ricascinccladuras.
2.? La celadat que no tenia cresta ni ci-
mera.
3.^ El morrion que llevaba la ínf¡(nteria.
era mas abierto que la celada y lenla do$ car-
rillerasquese unianen labarba. Ei morrion cra
muy usado entre los orientales y africanos, y
de ellos se cree tenga suorigen. Su fornia eia
un poco cónica, cou una cresta casi cortaoie,
ala ancha y levantada, ahorquillada y en pun-
ta por delante y por detrás: en la cumbre 6
cima, casi síempre curva, presentaba ya aiia
especie dc gancho, uña ó l)Oton, ya uoa poa-
ta aguda. Tambien^ aunque muy lujosos» solíaB
usar morriones los caballeros para masdesabo-
gar el rostro. Hoy se uí^a en ei ejército españoi
eUascoconctm^ra, esprit, nasal, guarda-auca
y carrilleras, por los regimienlos 4 .* del Rey y
2/^ Reina« que son los dos regimientos de ca-
balleria de linea llamados de carabineros. Loi
gqardias municipales á cabailo de la córte^
usan el casco forrado de piel atigrada eo sü
mitad superior y con cola pendiente de la ci-
mera y csprit. fil regimiento de zapadores lo^
usa de suela con una punta de metai blanco
en vez de cimeEa. Los nombres de yeímo, of->
mete, celada, morriün, boryoña, capúceUjf
S'mbrsro ó capel de ¡ierro, eoquiUo ó eapeHb*
na. bacinete, baneta 6 birrete y easqueU, y
ulgun otro, son nombres de otras armadura&
de c^be^a, que se leen á cada paso ea lai
crónicas antiguas,
La coraza debe traer so origen de loa frss^
C03 bajo el reinado de Pepim el Brtbe. áemé^
mente la llevaron los dós regimientot Rej y
Reina menclonados: lás del piimero endi de
accro y de sneia las del segundo.
Ya liemos diebo que hasta ei ai9)o X.I m fte
vieron reunidaa todas ias |úe9aa de aroiéduTat^
pero desde esta ^poca \o9 cabaHeros iiiw 4
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SM
AlMAWmA-AftülAJfENTO
8M
pelea lo^ Mf erlos dearmas, á )o cual se
deda ir Qirmado de pmta en blanco.
Kii la tafterta Mcional y eu el Iffueeo de
wMbíím 88 conBoran amadnras 7 pieM de
íacalcnlaWe valor, asl por el iatrinaeoo de al-
fimae oono por ao nérlto hiatórieo y arqneo-
láfico. Mre ks iwiiimerableB preeioeidades
i|ae estDs laQseoa ooBtieoen dtareflioe en h
AimeHi MelGBal laa annadttraa enteraa de Fe-
l^ H 7 Heraan Gortés 7 laa eapadas de don Pe-
layo, el Gid (ia Cetada^ la de Bemardo del Gar-
pio, de Piittrro, Heman Gortéa, el Gran Gapi*
iaD,9emi Dliadet GaattMo, Iob 6areilaBos,
tatopiadelaqpiesetonióenPttTÍaal prfeionero
ity de franflla, Francieeol, poes la ferdadera
foe habla faé nna de las presas del saqueo
qvedunaCe la goerra de la iMepeoáencla hi-
deionlM franceses en nueetree mMeos. In el
ÍQseo de artilleria cltaremos el peto qne faé
M cavdieiial GisnerQS, 7 qnetiene en moestras
de SB dopeia wlas aMladuras de balas; ia
espada del eélebre Aliatar, et prisionero en la
batalla de Lucena, 7 la piea del Empeeinado
(dOB laan VartiD) célebre partidario español en
la goerra de la independencto y en las lucbas
etriles.
Varios foéronlos Ingares de Kuropa en
deade se construyeron armadnras y oomo mas
Dotables se menciona i Espada, Flandes, ItaHa
y Alemamia, y el emperador Gárlds V estableció
ao Esp^, de donde salian las me)orcs, fábri
las en Telosa, Fasaplona, Euqnf, YaHadoKd y
Barcelona, qoe fabricaban los mejores broque-
lea. En Fea se eoB;streian armadoras y arroas
aMgoificas y escelentes. como lo prueban las
aiéaieae» y la del rey Ghico Boabdilqueestáen
la Armería nadonal.
Oesde el siglo XTI en adelante caei lodas
las pieias de armadura estaben formadas dé
tres coeirpos: uno interior de bierro doclil y
Bialeai>l«, y dos esteriores de acero, las cua-
les dieren sin duda ocasion, si no a1 tnvento, i
la aplieau^ion de la póhora. Aun ast las arma-
dnras eran infraspasables, pnes si la bala pa-
saba las capas de acero, la interior de hier-
rednlee se dilataba y la recbazaba. Por eso
ftieron tao bnscadas las armaduras á pmeóa de
kaim 6 i prueba dej^ota, como entonces se
deeia.
La intTOdneeioQ de 4a8 arreas de fuego bi-
10 abandonar progresÍTameDtc el uso de las
annadnrBs, qne despnesse quiso reetablecer en
nide. Sl in?ento de las armas de fuego es tan- 1
10 mas impOTtante para la causa det pobre,
cnanto qne nna bala disparada hiere con igual
perigro al nMe y al plebeyo sobre el campo
de bataiia. Las armadoras me}eres, mas com-
plelasy templadas, que antes de la aplicacioD
de la pdlvora usaban los magnates, les dabao
Btta segnidad cesi complela dc la ? ida, mien-
tras qoe el Infelis raesnadero sln mas armas de-
fe»iTa8 qoe sn moftion abierto, y á lo mas
an pelo y ana greba, llegaba rendido de can-
Siaíeio áles eampoB de bataiia é rendhr por el
456 BIBLIOTHGA PWmjJk.
capricho á h>8 iuterfses de sii seáur ingrato^
qne ni aun se dignaba mirarle, e^ Iriffie Iributo
de su Tida. TkTannes en sns ¡k/UoDioñe^ Mobro
lat onlt^fiM armaduraé dlce lo sigviente:
«Las bardas de acero, caparaaones forrados
ie ftierfes pleies, mallas, yelBMM, ete. aerriaa
bien en las antigaas batallas, que solo se ea-
tretenlan coo la tansa y con la espadr. el poeo
peHgro de les caMleros annados las hacla de»
nmsiado largas. Esto se hiBO tan senaible et
ItaHa qne de tOO combatientes bien oniiadoé
y lo mismo §us caballos, apenas en dos bofai
de ooBAbate Hegaban á morir OMtro. Las amMl
de fbego han hecho ínÉtiles ias armaduras y ias
bnrdas, y en el pélígroso cboqoe del caal deset
salir cada nno, baciendo mas rápldos y Bsa-
grleHtos pero bms oortos los combates, ei pro-
digioso número de muertos y heridos y e( es-
panto qne ponen á los demas hace mas pron-
tas las Tictorias. Los cabalios bardados serian
boy inátHesá cansa del escesivo peso de las
piexas §e aquellas: el peso del gioete, de sus
armas y de la silla es el que boy prudencial-
mente poede soportar el caballo desUnado á la
fatlga.
«Lás armas de mullas, cuero batido, etc.
serrian á los antiguos cuando el hierro era po-
eojcoDocído y las naciones no estaban aun 01-
Tilisadas. Las lanms y espadas produ|eron el
uso de los coseletes y celadas; las armas de
fbego produjeronlas corasas y cascos á prtulba
de pelola, ■
Goncluimos dicieBdo que los eepañoles tie-
nen la gloria de haber dado al mundo el dea-
cubrimieoto de cooTeriir el bierro en acero, y
por eso sio duda, habiendo empezado i oon-
tftiifse ia armaduras flnas antiguas ea Efepi>
fta anles que en otra parte algnna, las fibricaB
cspañolas de armas, como ya d Jamos apuDtade,
goxaron la prímera reputacion dei muodo. Esto
mismo proetw no sote una muliitud de citas de
nuestras c rónicas antiguas, sino tambien loa
mismos autore&eslraogefos. Véase en pnieba
de esto los signientee: Jftneralopie de Brard,
Lorignie des art$ por Gogue íkHnemme y
otros.
ARMAMEino. (MiHcia.) Total de aprestoa
de materiales y de armas, que se guarda para
las guerras de mar y las de tíerra.
Si el armamento maritímo de España no ea
mny considerable oomo en iagiaterra y otras
potencias, lo es mas que suflcieBlementtf el
armamento para la guerraen tlerni flrme. Nu*
merosos'aknacenes y depósitos existen en Ba»
I paña, qoe guardan un numeroso apreslo de
armas para iufanteria y arreos para la caba-
iteria. Hay fábricas de anoas y munioionea eoQ
profusion, y establecimientoa de remonta no
solo para la atenclon sioo tambien para el me-
Joramiento del ganado en la caballería.
El materlal de apresto para la maríoa de
goerraexiste en los arseoaétay apostaderoa
uacionaies, y ee demasiado reducldo, al menos
por abora.
T. Ifl. SO
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307
ARMAMENTO-ABMAB
308
No no8 ocaparemos mas de esto» porqae eo
lof artíéolos respectif ob á cada clase de amia
ae tratarán con latltud los pormenores de todo
el mat^al y de estas.
La palabra armamento en particular se usa
lioy en la intoterta del ejército español para
dlstingnlr noo de los tres conjnntos parciales
ea qne se diTide el total equipage del soldado.
j son los tres signientes: veUuario equipo y
armamenio. Al ?estnario corresponden las
prendas signientes: el capole, casaca de paño
y morrion complcto, qne son las prendas Ila-
madas de gránmasa, y la% Uamadae de manta,
qoe son pantaloues, botines, camisas» corbuti-
n«s, zapatos, gorra de cuartel, tirantes, cha-
qneta de abrigo, bolsa de aseo, guantes y to-
balla. Alegtftpodel soldado corresponden: la
mochila con todos sus accesorios, maletin con
la funda, fiambrera, morral (cuando se usa) y
dragonas. Por último, al armamento pertene-
cen: el fusil ó carabina con bayóueta y vaina,
el porta-fúsil, las piedras decbispa ó los pis-
tones (segon la clase de arma), tahall, escobi-
llay agujeta. cartuchos, cartuchera con cl
correage, sabte, cinturon con su chapa las ca-
jas de guerra y las cornetas.
El armamento actual del ejército español,
es en parte inglés, y lo demas cspañol de la
fábrica de Oviedo. Aquel ha qnedado de la pa
sada guerra, y por lo tanto se halla bastaute
delerlorado; pero el armamento español de
Oviedo se halla en muy buen estado y ¿ todo el
ejército se es(¿ distribuyendo armamento de
pistonenlugardel dediispa, que usó hasta
ahora.
La rigurosa polida que hoy se exige en los
cnerpos del ejército hace que su armamento
se ostente en un estado brilianiisimo. {Véaee
FUSIL.)
£i armamento de toda la infanteria espano*
la es fosil y bayoneta» habiendo ya recibido
roucbos cuerpos el fusil dc percusion que ^e
adoptó desde el año 4847. El regimiento^mco
de Granaderoi, y los sargentos de todos ios
demas, usan el sable ademas; cl corrcage es
blanco y la mochila de piel de temera.
En la cabalieria ^panola usan por arma-
mento los regimiéntos Rey y Reina, llamados
de carabineroe, cspada recta y carabina; los
regimientos de laneeros, sable semirecto y
lanxa, Uevando carabioa en iugar de lanxa ias
aecciones de tiradores de estos cuerpos, ios
«scnadrones de eazadores y de remota y el
EeÍahUcimientocentralde Instrueeián. Todos
)0s coerpos usan las pistolas; el correage es
blanco en (odos los institutos, y la montura con-
slste en silla de las llamadas de tejuelo, man-
tá, caparaxon blanco y rendaje negro.
El armaroento de la artllleria consiste: eo
losrtf^ífliMiiilofy 6ft^as fijoi eü carabina
nyada con bayoneta, y machete; el de las
hrigadae momtadae y de montwia en mosque-
(on y machete. Kl correage entodoses blanco.
El armamento del regimiento único de /n«
genieros, consiste en fostlcon bayoneta y ma-
ohete.
El armamento de la GuardiadtÁl, consis-
te en fusil con bayoneta y sable para inl^-
tería, y en carabina larga con bayoneta y pis*
tolas y en espada recta para la caballeria. El
correage en todos es amaríilo. La moutura qoe
usa la caballeria es de las llamadas ¿ la dragona.
El armamento de los earabineroe consiste
en fusil con bayoneta y sable para la infante-
lía, y en carabina, pistolas y sable para la ca-
ballerla, siendo cl correage de ambas negro.
La infanteria y artiUeria de marina u^n
el roismo arroauieuto que la de ¿ ple, UeYando
ademas los buques toda clase de armas para
abordage, etc.
Para el armamento de la infanterta y caba-
llería en la primera y segonda era véase ai*
TB MILITAB.
ARMAMENTO. {Marina.) Aunque por esta vos
se eniiende en rigor la accion de armar uno 6
rouchos buqueSy cnalquiera que sea su objeto^
en su acepcion maaconiun, espresa los prepa*
ratívos mililares que preceden ¿algnn proyec-
to de guerra ó espedicion.
Tambien se llaroa armamento el co^junto
de efectos que slrven para poner iosbuques en
pie de gucrra, y el lotal de armas que lieva
cualquiera de ellos.
ARtf AR. {Arte mmtar.) Antígoamente ves-
tir ¿ otro las armas ofcosivas y defensivas, y
hoy sc dice por ei acto de proveer de armas ¿
la tropa.
ARMAR GABALLERO. {Ántifjüedad.) Dedarar
¿ otro dcl órden de la caballeria. Eotre lo« ro-
manos el misroo principe solia ceñir el cinguio
distintivo ¿ algono que esa proroovido á aita
dignidad, y cuando la proroocioo no era de al-
ta categoria se daba el einguh disliotivo al-
promovido por un magistiado de \á república.
Adem¿s, cmnáo]hsjunta8fiúbHea$ en Roma
dcclaraban ¿ alguno apto pAra el servício de
las armas se sabe que el padre ó on paríente
del recluta le adornabacon el escudo y le en-
tregaba su espada. Este era ya el distintiro
de la varouil edad, desu aplitud para lasarmas.
Luego que entraba en las fllas del ejército se
lesurtiade todas las armas, ¿csto se dice adop-
tarse in mUUum, de donde provino la fórmu*
la de la edad media adobare müitum, müét
adobatus (por adoptatus) cuya fórmula sigQl-
flcal)a armar caoaUtro con todas armas,
Ademas, entre los godos se daban por los
señores feudales armas ¿ sus vasallos para que
estoviesen apercibidos ¿ ia gnerra, lo que v«-
lia entrc ellos tanto coroo dedicarlos ¿ la gner-
ra y haccríos sus soidados. Los godos, como
los demas pueblos del Norte» tenian, cuando
aiguno carecia de sucesion ensu famüia, la
costumbre de adoptar ¿ huérfanos, ¿ lo
cnal Ilamaban adopcion per arma. Los Jóve-
nes deseaban, pues, ser ¿loptados, y de aqoi
tomóorlgen las coBtumbre de armar cabaUero,
Los cristiano?, que recibieron eata costumbre
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ARMAR-^ABMAS
340
pigaDa 7 no podieron arrancarU ñe nüi, eomo
tampoco otras mudias, no tovieron mas re-
eoreo que darle cierta Indole religioaa agre*
gindole ciertoa ritos qne se conservaron.
Armébanse los caballeros durante ta edad
Dedia ante ei allar, y esto se hacia por me-
dio de noa solemne ceremonia religioaa. Aais-
tian al acto muchas personas de mas ó menos
distincion, segun la calidad del caballero qoe
iba i armarse é del padrino que le armaba tal.
Tomábaae al profesante sobie los Bvangoiios
Jaramento de no cometer cobardia ni villanía
algona, de amparar i los débileá y de todo lo
principol que manda nuestra iglesia. Jurado
qae habia el caballero, el sacerdote bendecia
)as armaa» y el padrino (qne debia ser ya ca-
liillero), se ias ceñia, caliindole tambten la
espuela de oro, y dindole antes con la misma
espada dn golpe en el pescnexo y otro en las
espaldas, i lo cual llamaban petoozada y espal-
d<arazo. Lo primero era el Jurameoto, lo se-
goQ 'o la confirmacioo, y despues que el pa-
dríoo, diciéndole una exhortacion y oracion
qoe babia para estos casos, le cenia las arroas
beodlfas y le calzaba la espuela, el cabaliero
qoedaba armado y admitido por consiguientc
Gi la vida de caballeria. Para ser armado ca»
Inllero necesitibase antes haber acreditado
Irien 8U valor, su noblexa ó sus virtudes» y ha-
l)er aervido como page de lanxa, escudero ó
donceJ i otro caballero. Autes de la ceremonia
él cabÉllero sufria sus pruehas, como eran la
de velar 9us artnae, y otras mucbas penitencias
aiortiflcantes. Incorporados por Feruando el
Citélico los maestrazgos de las cuatro órdenes
Dilitares á 1a corona, y estinguido despues el
cspirítu reltgioso-aventurero de la edad media,
qoedaron estas costumbres olvidadas, y ya en
el dta solo se usa esta cereroonia con los qne
secruzimde algunas de diclias órdenes, 6
para los qoe reciben algona grande cruz, de-
biendo ser armados por otro de la misma ór-
deo en qne ingresan.
Los armados caballeros de la edad media
toroaban, segun las circunstancias, las varías
deDomlnacÍones siguientes:
CabalUro de espuela dorada, el hidalgo
qae era arroado del modo que queda dicho.
Ciéballeronovel, el que ann no tenia divi-
a por DO haberla ganado en batalla.
CñbaUero pario, el que no siendo noble
gozaba por el rey el ítaero de no pagar contrí-
IneioD (ffiofi pechar) j otras exenciones de los
hidalgoo.
CúbaUero mesnadero, el caballero que des-
cendia de gefes de mesnada (qoe era el
coBtingeDte de tropas qne daba c&da pue-
bto.)
CahaUero de premio, el que debia siempre
teoer armas x cabalio para la guerra.
C abaUero de cuantla, el cabaliero ríco de
las cootas, qne debia mantener tropas para re-
diaiar á los moros en trance de rebato ó cor
Caballero de akrde, el qne aíempre deM
pasar mnestra ó revista á calÑillo.
Cúbaüero en piata, el qoe salhi con gar*
rochon ó rejonciilo itorear en plaza.
Estas y otras denominaciones tenian los oa-
balloros antignamente.
CabaUero. (PorHHcacion,) Foerteqne en ona
plaza ótrínchera se constmye dominando la
fortiflcacion para enfllaría y defenderla.
ARIIAR LA BAY0N8TA. (Arte miHtar.) 81
movimiento ó el acto de colocar el soldado la
bayoneta en el fosll.
ARMAR10 DE HIERRO. (BisUma.) Se ha ha-
blado mucho dei armarío de hieno colocado en
uno de los corredores de las Tullerías, y he-
cho por un mecinico liamado Gamin , bajo la
direccion de Luis XYI, que era tambien bibil
cerragero. Este armarío conslstia en nn agu*
Jero hecho en el espesor de la pared goanieci-
do por una puerta sólida de hierro y oculto por
la tapicería. Guando la Asamblea legisíativn
mandó hacer una visita i la real ciroara, el
obrero que habia trabajado con Lnis XVI , re-
veló la existencia de aquel armario, donde se
encontró multitud de piezas que no se im*
primieron basta 4793, y de las cuales aignnaíí
ofreeen inteiés. Estas notas secretas prueban
coropietamente las relaciones de Luis XYI con
los emigradoB y las potencias aliadas, y formau
tres.Yolámenes en 8.^ impresos en caractéres
flnos y compactos.
Ei resúmen mas coropleto de todos los do*
cumentos hallados en ei armarío de hierro es
el qne facílitói la Asamblea nacional el dipu-
tado Gohier, encargado de presentar un infor-
roe Bobre este asunto. Flnalmente, el armarío
de bierro no contenia tantas piezas curiosas
como se dijo en algon tiempo; pero si las sufl-
cieotes para probar que Luis XYl no se adhirló
Jamis decorazon iio» príncipios revohiciona*
rios, y que por el contrario, favoreció, aunque
tímidaroentc, con la intencion y de hecho. los
proyectos de los eroígrados» y protegió i los
cneroigos de la Francia.
ARMAS. (i4rte milUar,) Las tropas de una
nacion en general. Dicese ias armas de Fspaña
vencieron i las ármas de Franoia en Pavia, etc.
>ARMAS. (PASAR pon las) (Arte mUílrir.) Fn*
silar á alguno.
ARMA6. [Véase blason.)
ARMAS BLANGAS DE TOLEDO. (P4MUGA db)
(Véase bspada).
ARMAS. {Historianatural.) Si algnnas cría-
turas han sido abandonadas en la natoraleza'
sln medios de ataque ó de defensa, hay otrae
qoe por el contrario, fueron provJstas dc ar-
mas temibles. Los anímales y las plantas prc^
sentau on gran número de ejeroplos de espe-
cies favorecidas y que no teniendo qne temer
cosa alguná de las razas que amcnazan sn
existencia, tienen por el cdntrario la fainiltad
de atacarias 6 de preservarse de sus acome-
tidas.
Tal vez pareaca eslraño, al primer golpe oe
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8114
de destrnccioD qae empleea eon cicrto diseer-
nlnJeDto: niida, sio embei^, m mm «sacto.
La dionea (dfansa mitcie^h), eiitre otras, aabe
retener las moac^s qoe ae poaaii imprudeote-
mente sobre sus tiojas. Bsla plaate está pro-
lista en sn estremldad de dea piaietas» gMrae-
ddaa do cerdas paBUDtes 6 de garfiea. Des-
graciado el insecto que Itega i paseK ao^e
]ft plaata traidora y cnyas palelas están abicr-
tas 7 como en emboscada, poea al pnnto se
eierran para inmolar ia tietima. lias espinas
mas 6 meoos duras« senciiias ó raaosas, los
atuijones, que son espioas no adberentes á la
madera, loe pelos susceptibles de desprenüer-
ae de la superflcie de las boiias y de producir
en ia pi«i de los animales una sensaeioii ar-
dienle, completao cl aparato defensivo , 4 les
armas de los Tegetaies.
En el reino animai sobre todo, se multipli-
cao los aparatos. Bo el rango de lo» primero¿
citaremos, entre los mamireros» las uñas y los
díenles. En las beetias caruicevas, estos dos
. medios estáo siempre eo relacion, es dectr qiie
con el gusto de la came , los dientes y las
ndas se bacen cada'vex mas temibles, en pro-
porciones semojantes. Las oñas retracliles ó
garras son inseparables de uo sistema dentarjo
compieto y Tigoroso: lales uñas resultau inú-
tlles al rumiante. por ejemplo, que no ba de
bacer uso de ellas para desgarrar ¿ una presa.
laeeptúase el elefante y el dugongo, cuyos in-
ekivosse convierten en armas, s¡end4» en geoe-
ral los oolmillos 6 caninos los que constituyen
la Cneraa principal de sus mandlbulas. Bl auer-
00 mísmo del narval» vnlgarmente Uamado
onicornio de mar, es un diente cauioo, cayo
escesivo desarrollo se verifica eo oo seotido
'vertical. Los dieotes del caroicero no estáii in-
4l9peQsablemcnte subordinados ¿ las garraa^
pue:>to que los animales desdentados tienen
uóas moy grandes; pero eotonces estas uñas
00 estio dispuestas para coger y matar otros
poimales, sioo mas bieo destioadas á escavar
latlerra 6 bieo á levaotar la oortexa. De todas
laa ooas, las mas peligrosaa aoo los espoloues
del oroitorlnce, porcoyalonfótüdatraviesa oo
oanal daatioadoioooducir un liquido empoo»
xodado: este estraño carácter hacer qoe se pa-
resca á la vibora oo aoimal qoe tleoe lo cabeza
Plvttcida'á.uBa ave. Las vibona tieoeo por ar-
mas dos dieotes particulares, ó mas bien, doa
eolioilloa aitoados h^<áa la pórte media del pa-
Mar» cootra el qoe el aoimal los tiene gene*
rafaoente tendidos, pero que moviblea coo el
hoeso maxUar, poedeo eoderezarae para iofii-
trar eo laa heridad que ocasiooao uo huou>r
veaeooso.capaa de causar lamuerte.
' iioa eoeroos soo asimismo anoas ofeosivas»
particolarmeote para el toro y el riooceronte.
Uoa austaocia aoáloga al cueroo y coostituida
por consolidacion del pelo, forma las armas de |
los erizos y pnerco-espines, las cuales coosis- 1
tea eo puas mos ó meoos f uertes. %í aoima( que i
m
laa tíene, poedeeBdeiaiaiteé foionM, pe»
no laoaarlaa como dardos aegoo el virisa pisii^
sa. La piel eodorecida de los amMdittas tm*
gada de algooas aales calcáreas, íerma ál n-
dedorde aticoerpo coraaaa impeoetrablea^ pe-
ro eslaa coraaas aolo Birven de defieoaa» sieoée
por ol Gootrario ofoosivaa eo lea paoge^oes, y
fatagines, que estáo oobiertos de escamaa oar^
taole&, susceptiUes de herír ooaiido el aoioal
Jas eodereza.
Bi pioo y las garras soo laa principalea ar-
mas del ave: algiioas. talea como cl caoi-*
cbi, Giertoa pluviales y el eaaoar , éeiieo a4r>
mas verdaderas nñas que ■aeeo eo la ealre*
mitad del aloo. Las gallioéceaa estáo adeoMs
provi»taa de espoiooes qne en el galio todavia
800 mas temibles que el pico.
Eo los repiiles. loa dieotes aeo eoo fipe-
cuencia muy fuertes, y el eeoodrüo bajo oüe
concepto^ está tao bioo armado como el tigro.
Ya liemos vialo que los colmMloa nnirrnfaíkM
de ciertai serpieotes vieoeo á aer ao iiaa ter-
ribW medk) de ataque. El coerpo eotera de las
ospecies no veoenosas. resolta á au vea ao
medio do destruccioo: por owdio de ana ro-
pIiGgues es como las boas y laé gfaodea eolo-
bras eolazao sus víctimaa, laa aprleion. laa
abogao y les quebraptao loa Imtaes.
Tambieo los peces estáo provistos de dien-
tes mas ó menos temiblea, pero en ao OMiyor
parte tieneu ademas otraa armas. El pes espoda
y el pez sieiTa Ueoeo GuebUlaa agudaa é den-
tadas en la o^remidad de Ueabeaav cuyoeoft-
tervajíilares se proiongao paro foroar ealas
partes. frecueotemeotje tao fuoesias á loa gran-
des ceticeos. Oiraa muchas espodes estén ar-*
madas de espínas eo todo el aoefpio, ó de eo-
cudos que no soo otra oosa que d¿BBtea ünbí*
dos eo la superflcie d» la piol. Otroa tieiieo ra*
dios acerados eo las aletaa, y el aoioMl loa
tieode ó los eodereaa á su albedrk) cooio oi
puerco-espin. Estosradioa pareceoserveoooo-
sos en el vivo ó peje araña: al menoa ka pioo-
duraade eatepez caoaaooo dolor inoepor-
table.
£n los siluros y eo oiertas baUestaa, el pri-
mer radio de laa aietaapeetoniles y és k dor-
sal se hoodeo ó ae eodereaoo mediaote oo
mecaoiaoK) aoo mas siogular: awrtoáes de
dientes ¿ modo de los do aierfo» estoo rodioo
se mueveo como hqias de aothlllo mijftm^ al
maogo por medío de un resorCe» Uoo familio
de laa rayaa tieno un agnijofr.oo meneo leoMWo
en sn larga cola, que nunca hiere impnoeaieo-
te su presa. Se poede eeoaidewir ol apaiiuo
eléctrico de las Ireoiielgas y de loa gibMile»
como armas ofeosivas. fta variaa espeoiea» loe
placas ó escudos que cubreo el cuerpo eo tode
ó eo parte, soo armaa defeosivaOi Ba loo eoflres
el cndurecimiento do la piel ka sirvo do cor»-
za. Algunoa gieodes higaFtoa tienoo eoife los
reptiles los mlsmoa medioa pasivoa, per» se-
guroa de defeosa» tal Gomo las tortugaa.
las armas die los iosectos s<m muy vaii»'
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Ml
AIMAS
M
diKtMBMtB86ii6iiliMaliM tmmméOm-
lai fMliDgidas en eoeraos iudosos eo el
átm voliiCe, mmj cortaitM ea nucbofi gé-
MKM dcitoiicteret. Bl lórei é eoreelete ee pro-
)i0|i4iioéo<l6 caemoieD algBBe, iieroU-
\m proloBgiCtoMS io& eeno el doble picode
IM f&Iüi y el cueo de los casoeres fB lae
Mes, nMB ble& ans exiberiiicta y un iocon-
vMíeDte, qoe medioe de alaqtie ódedefeDse.
]M aKoyoiies slr? eo barto meior fMra aplacar
kiaiade los ioseclos qoede ellos estéo pro-
YiHoi: estes agiiiJODes, geiierahBeBte situados
«laestreBiidad del abdóBieD, puedeB ser tít'
eHmeDte estudiados en los apiarios.
fio los crustácepslas piBsas les sirvea par-
tiMlanaeBte deiarmas ofeosivas» mieDtras que
loa isbierta sólida prolege sn coerpo coolra
tadeilaqae de aos seme^aBtes, iDas do eeatra
Im éiioles de Blguttos peces 6 G|mtra el pico
dilii lepias qoe triuDfao de s» doreza. Bste
pieeii ifBalmente an arma podero'sa: sitoado
m ú eeotro de lee brasos del aBlmal, qoe se
line deellos pora abrasar su vietinM, peoetra
kmtg lii coDdias; j coibo ai la aaturalesa bu-
biiK qBerldo proteger las sepias y otros cefti-
Upidoa, cuyo coerpo es blsodo, cootra sus
awaeposos enemigos, did á Diucbos de eUos
w neroiBterior lleno de bbb austaBeia negra
y eipeca, qoe esparcida ea el iBStaBte M pe-
li|to.fonDaák> l^iosaBaoubeoscaray eome-
m dd la cobI sabe sostraerse; el bedioiido
laadi 00 medío aoálogo: caaodo ies aoieaa^
laaliBB peligFO despreaden una orína de lal
BOdD fétida qoe el olor aleja al eneiaigo.
Mo todoa los maríscos tieoefl aroue delen-
fint y cscadea protectores, puesto qoe mu-
ém da ellos están coDteoidos eo el interior
dií aaiBial; ^ro ob el interior de su concba
9 ibilgaB estes débiles aoimalillos que sod
iniapacaa de defeDdevse volyieBdomal pormal.
BemasiBdo IrágileB cb la mayor parte de
los molQseeB terrestrespam pooerse totalmeo-
te il abrígo de sus eoemigos, preeervaBmeJor
iloicoBchlferos; la mayor partede esto^ úl-
tfm eosi Dada UeiieB que temer de los demas
iBbifBBtes de las agoas coaiido do sob sor-
IKtBdidos^ 6 coaodo despoes de eatreabierta
«flMBiMi caloároB Bo se espoDeD' ¿ que les
viidadeeerniclaalgBQcaerpeduro coloea<-
dsiBlfefOB vBlTas. Refiéreseqne depotíta&de
"iMpieireoilM emre los dos bBtieates de la
oitaif.aeooBao los moBOB moy aflcionBdoaásir
MaBeia, leeimpiden cerrarse, y laa oo-
MsiB temer de qoedm preses* DBdoso eo
Velos monos se alimentan de ostras» y mas
WiM iBii qae teBga» bastBDte iastiBtepara
fvpwcoDlra eUaseBlosardldesqoeaDte^de
<*ttveBQioa dola pdbrora se usabiB eo IobbI-
wpvi impedir la aooion de oicrtas flaáfai*^
o^degaenB.
CbopBdores, garflos y pelos^ arma» los ga^
^ iBleBtioaleB y loa eqoinodermos, de los
algmioB eatáB oamertoB de
Bo el oéBiefe de esto% el eqBiBfiD eomnn
se distiBgoe por sos puas, que ebcan h la ma-
oerade ks do los peocB y pBerco-esplDes, pero
CBya fragitídad resnltatanto mayor, cuunto q«e
soB mas pontiagodis. Las cianeas 6 medttsai
tieBeB por ariBas ob liomor acre y ardiente
que lascireundaB, y qoe pvoducieedo eo lapiel
del bombre la misma seosaoioB que la ortiga,
les ba hecbo llamar TuAgarmente ortigas de '
mar. Las ceMillas pétreas de los pequeftos pé-
lipos quehabitan entre las producdOBesmadre»
p¿rieas y loe corales, lei sirveB oomo astlos
defensivos, en H foBdo de los coales se bunde
el aoiBial iDquieilBde, coroe las lortogas en su
escodo 6 Cibierta ealcirea.
No debeflMs olvidar iok reptiles al eitar les
aoiflMles Biejor defendidoB, poes do solamen-
te las tortugaB estáo geoeralflBeDle eonforma-'
das de manera qoe poedan despreciar todos los
ataqees, sine que el bembre toaró de ellas el
uso de las araMS dcfeBsivas, pues parece que
: la costni calcérea de las cspedes msyores han
I sido loB primeros escados de que se sirvieron
¡ Duestros padres eoaado fodavia efau 8alva<f
gea.
ARIIAS. ^oiiBRBB DB) (IMorKi.) Los escri-
tores doB generaloiente este aombre i todos
los soldadoB regvlarmente arraados que ser-
vian en laa guerrasde la edad media. 8in em-
bargo, la palabra Jbom^ras dt arma$ no tleBO
solaoMBteesa acepcioB general é indetermiBa-
da, siBO que .^e apiica, particQlarmente m lea
siglosXH, Xlll y XIV, álos hombres de noble
raaa que los docmnentos contemporáneos lla-
man ordinariaraeBle mUiies, chévali^r$ ea-
franc^, y oabMertts en espaúol. Queriendo
Gárlos vii regtitariser he BHÍh^ en Francia,
mandó al priccípío formur quincegraBdeseom*
pimias de caballeFla, que son canocidas eon el
Dombre decompañiea de ordenaBsa. Gada com-
pania oonstaba de 100 laosas ó cabaHeros, y
cada cMlero lletabe consigo chico personas,
tres aniDeros, im contüUet (I) y un page. Los
1 00 boflibrea que formabafl lo mas escogido de
la compañia eran h>s únioos qoe se Itaroaban
hoifibres ée amras. Perteoeciao k la nobleza.
«Loa gendarflses ú bombres de armas, dice el
padreDanielen sn Bialerúi de ídi Milicte A*an-
ee$0, eran gentiIeB-hombres y contlnuaron
siéndolo aon en el reinado de Luls XII. Esto fhé
lo qne el oabBllero Bayardo bixo declarar al
eaq^radOT Maaimlltaiio eu el sitio de Pádaa
que este prlncipe kabia poeato cob los fraooe-
See. MaitmllhiBO^ propeso k los comandanios
franceaes que dieran otro asalto á la plasa por
tmdiode bbb gendanwBy laaqoenetes. Bayar-
do B6 opoao» ategandopor rason qne no habia
en las compañias de ordenaasa det rey perse*
Bas qae do fiéeram gefMH-kambreM; y qoe si
ol emperador qaeria que ia geDdarmeria fran-'
eesa86 6B0argBBedeeste asrito, eraprecis»
que fhese acompañada de la suya y no de sos
(1) Sokiado que oHba del eitoqac.
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315
ARMAS— ABMENIA
346
lasqDenetes (4).« EDtra los allegados de losj
bom^res de arnias babia tambfeo mnchos sol-
dados que perteneciaD á ilastres familias. Mon-
thie nos diccque bízo su primera compaña en
1a compañia de los geiidarmes del maríscal de
Foix en calidad de arquero, Por lo demas, los
arqueros, el page y (odos los qoe servian como
subaUernos, se preparaban, si poderoos espre-
samosasi, por mediode un duro noTiciado en
losgrados inferiores, ¿ ser eilos tambien bom-
bres de armas.
Los decretos de los reyes relativos ¿ las
compaüias dc ordenanza, no tienen número,
y cada edicto hizo en la organiiacion primiti-
yaalguoa roodiQcncion importante. En general
los reyes restringian ó aumentaban con esi09,
decretos el número de tos que acompañaban ¿
Vjs hombres de armas; pero llegó un dia en
que fué lan escesivo el núroero de estos, qne
8i hemos de creer ¿ Fleuranges, unacompañia
de 4 00 hombres de armas en tiempo de Luis Xll
coroprendia algunas veces hasta 4,900 ca-
ballos.
Antes de Cários VII no habia milicias ver-
daderamente regulares y permanentes; empe-
ro no sucedió lo mismo cnando este rey creó
las coropañias de ordenanza. Los hombres de
armas debian estar siempre bajo pie de guer-
ra con un equipo completo, y daban guarni-^
cion ¿ las cíiidades de las fronteras. Guando se
trasladaban en cuerpo de un punto ¿ otro, se
arregUban sus roarchas por etapas, deterroi-
nándose de anteroanó lo que debian toroar pa-
ra la roanutencion de sus horohres yde sus ca-
ballos. Tenian, hasta cierto ponto, un vestido
uniforroe, las revistas de las coropañias de or-
denanza se hacian cnatro veces al ano, había
dos generales, ¿ las que acosturobraba asislir
nn roariscal de Fraucia, y en las cuales se pre-
sentaban los horobres de arroas equipados con
su arroadura coropleta como si fuesen ¿ roar-
char ¿ la guerra. Las otras dos rcvistas eran
particulares para cada coropañia, y se hacian
en presencia.de un coroisario. La compaBia no
se presentaba con arroas, sino soiamente con
ia librea dcl capitan. Los hombrcs de arroas
baciun ademas frecuentes ejercicios.
Las coropañías de ordenansa adquirieron
gran cclebridad en tiempo de Carlos YII,
Luis XII V Francisco I, y en las guerras de Ita-
lia fué priDcipalmente donde roas sedistingnió
la gendarmeria fr^ncesa; pero desde el reinado
de Fr&ncisco 11, cayó ep una completa deca-
dencia, y desde flnes del siglo XVi cesó de
estar en uso la palabra de hombres de armas,
Las palabras gendarmeria y gendarmes se
conservaron mas tieropo; pero acabaron tam
bien por perder sn priroera significacion.
ARMENIÁ. (Geo<;ra/Ía.) Esta vasta provincia
del Asia Occidenlal» ocupa uua estension de
S50 legoas de Norte ¿ Sur, desde la Georgia y
P¿S.M4. '
el pie del C¿Qeaso» basta las Ilanoraa de la Me-
sopotamia; y 300 del Este á Oeste, desde la
embocadura del Kour, en el mar Gaspio, haata
las orillas del Eáfrates. Bs nn pais oortado de
altas montañas, algunas de las coales, tal od-
mo el Ararat y diversas ramiflcaciones dcl Tan-
ro, esün cubiertas de nieves pérpétuas. Rie-
gan esta provincia rouchos rios oélebrea, eotre
otros, el Tigris, el Eúfrates y d Aras: el «ire
e^ generalmente frio, y el clima dnroen elpais
montañoso; pero mas soave en los valles y tla^
nos donde se cogen granos, frntas y algoíiioD.
Los naturalistas creen que el albaricoqne es
oriuhdo de la Armenla.
Las montañas encierran.minas de oro, co*
bre, plata y otros metales, y ^ laboreo forma
uno de los raroos mas Importantes de la ín->
dustria. Tarobien se encoentra sal gemma y
fuentes de na(ta. Los babitantes se dan ¿ si
roisroosel qiurobre de haY y¿ supalsel deBais-
dan; pretenden que la palabra Armenla proee-
de de Aram, uno de sus antiguos reyea que te
hizo céiebre por stis grandes conqnistas, y ¿
quien los escritores gricgos llamaron ArroeQ.
Los armeDiosson geoeralmeDte berroofios: tle-
DCD los ojos y los cabellos oegros, la mirada
viva, la Ddríz aguiieña y la tez algo morena.
Las mngeres son notables por la regnlaridad y
delicadezade sus facciones. El armenioes fra-
gal, econóroico, bospitalario y agradecido;
8U corazon no abriga el ruinsentinliento de la
venganza: es grave y probo; demuestra auma
habilidad en las especulaciones coroerclales,
y se distingne sobre todo por su aroor iofati-
gable al trabaio: su deseo de ganancia le ba-
ce avaro; es pausado, tranquilo y reflexiyo;
no brilla por el valor, y tiene mncho opego ¿
los usos de 8U8 antepasados; es amaote de so
familia y sobre todo deaosbijos. Las mogerea
no salensino cubiertas, y viven muy retiradas.
Generalroente se tacha ¿ los arroenios de gas-
trónoroos y de rouy aflclonados al vino, y es-
pecialmentealdinero.
Lqs geógrafos armenios, asi como loa grie-
gos y latinos, dividen generalmente la Arme-
Dia en dos partes: la Gran Arrocnia, cnyos li-
roites hemos descrito mas arriba, y la Peqoeña
situada al Occidentede la grande, y laenalse
subdivideen primera, segonday tercera. Agré-
ganse¿ esta tambien 1a Cicilla y la estremldad
septentrional de 1a Siria. La Péqneda ArmeDla
estaba limitadapor el Pontoy porlaGoroageot;
la Grande era limitrofe de la Mesopotamla, de
la SirU, de la Media, de la Albania, de U Ibe-
ria y de la Gólqnlde.
cLa Armenla, dice Mr. SaintMartin, no ba
representado Jam¿snnpapelnotable en lasre-
volnciones del Asia: colocada casi siebapre en
nn rango secDDdario, participó del destino de
los poderosos imperios que se sucedieron en
aqueUabermosaparte delroundo.* En lostiem-
po6 antiguos la Armenia fué gobemada aigQ-
nas veces por reyesindependientes; mas porlo
geoeral fuerou alterDaUvamente vadallos de
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8W
ARMENIA
348
]o6 ttirios, de los medos, de los persts y.de
losmacedomos. Entre los primeros, Tigranes,
que reiDó bácia el afio 530 antes de Jesocris-
to, dió i conoc^r los armeDios á )as uaciones
estraogeras. Genofontenos hababladode este
priofipe.
Despoes de la muerte de Alejandro, 1a Ar-
meoia, libre por nn momento, fné sometida
despoes i los reyes de Siria, y i la caida de
Anüoco el Grande, Artaxias, ¿ quien aqoel mo-
oarca babia nombrado gobemador, se dcclaró
sobmio de ella« Jugoete de 1a poiitica de los
reyes partos, que eran sos parientes, y de la de
Jos romaoos, los reyes de ia Armenia ▼íeron
805 estados asolados por aqoelhis dos po-
teocias. Establecióse entonses la division de la
Anoenia en grande y pequena. La Indole dcl
gobieroo ponia á los reyes de Armenía en la
imposibilidad de resistir á los enemlgos qoe los
atacabao, poeslamayor parte de ios valles quc
eompooen el pais, estaban sometidosá ona es-
pecie de grandes vasallosqoe no reconocian
la autoridad del monarca Sino coando la obe-
dieociacoovenia á sos intereses privados: casi
siempre servian ¿ los proycctos de los estran-
geros cootra su patria, importindoles poco que
surey ocopase un trono envilecido, siempre
qoe ellos podieran coqservar sos privílegios.
KiStoera el régimeu feudal en toda so deformi-
dad. EI nómero de estoa peqoefios prlncipes
erataoconaiderable, qoe en el ^iglo lY de noes-
tra era, se contaban en Armenia mas de ciento
seseota familids sob^nas, atgonasde las cua-
les podian rivalizar en poder con ios reyes.
Todos los acontecimientos que afligieron ¿
la Armenía, son suOcientemente conocldos por
los bistoriadores gríegos romanoa. En Táci-
fo poede leerse la relacion de las victorias de
Gorbulon; ei poder de Farasmano, rey de Ibe-
ria; el estabiecimiento de su bermano Mitrida-
tes sobre éi trooo de Armenia y su desastroso
^t las faaxañas militares, los talentos, ia
crueldad y los reveses de Radamisto, bijo de
farismano, y por á timoel adveninüento de Ti-
ndiies, beroaaoo de Yologesio, rey de los par^
tos, qoe pareció poner término ¿ las calamida-
des de la Armenia. Pronto volvieron ¿ empeiar
its goerras; Trajano la redojo ¿ provincia ro-
iBooa y le dió sos reyes. Recobró so iudepen*
^'eoeía y sopo defenderla contra los reyes par-
tot. En 650 la conqoistaron los ¿rabes y cam-
^ aitemativamente de soberano, entre los
cualea se tíó flgorar ¿ los mogoles y ios tor-
oos, sieiido por último dividída cn mochos pe-
Qoeños príneipados. Poseyéronla despoes los
V^nm haftta 4552, en coya época Selim II,
^Aerador otomano, les qoitó la mayor parte
deeUa.
ia Peqaeña Armenia tovo sos reyes partico-
^ttes, eocoyonúmero figoró Deyótaro,cliente
de Ciceroo, y loa eoales eran vasailos de los
romanos. Al decaer el imperio de Oriente pasó
¿iotpersasv y despoes ¿ ios ¿rabes, y mas ade-
laote participó de la soerte de la Oran Arme-
nia. En 45ti, Selim II la couvirlió en provincia
turca.
Desdc la destniccion total de los rcinos y
de los priucipados de )a Gran Armenia por
los emperadores griegos y ios soltanes turcos,
las divisiones territoriales de aquei pais ban
esperimentado cam|i)ios oonsiderablos, pues-
to que no queda ya ningon vestigio de las
denomioaciones nacionales, que estaban anti-
goamente en uso, y que se eucuentran en los
antiguos libros armenios. Portodas partes los
nombres ¿rabes, persas, turcos ó georgianos
han becho olvídar los quc se conocian en los
tiempos antiguos. Actualmente esta dividído
el reino entre los turcos, persas, rusos, y al«
gunos principes kurdos independientes.
Adcmas de toda la Peqoeña Armenia y de
la Gilicia, donde*existieron los últimos rcyes,
poseen los turcos la parte occidental de la
Gran Armeoia, que se estiende desde ias mon-
tañas de la Georgia al Nofte hasta lasde la lle-
sopotamia al Sur, y desde las m^rgenes dei
Eúfrates al Oeste hasta roas all¿ del lago de
Yar y del monte Masis ul Este. Este ejpacio de
pais cst¿ dividido en cinco gobiernos ó bajala-
tos que son Akhal-Tzikhé, Kars, Arzroum,
Amid y Yan.
La parte de la Armenia que cst¿ en poder
delos rusos se encuentra al Nord-este y com-
prende h)s territorios que conquistaron anti-
guamentc ¿ los armenios jos reycs de Georgia
ó los persas, y los cuales se eslienden ¿ iu lar-
gor del Kdur. y dei Aras. Hace poco tiempo que
existian todavia en la parte moutañosa de la
Armenia situada al Oeste y al Sur del Kour mu-
chos pequeños principes armenios tributarios
de los persas, que tomaban el tltuiode melik'b,
derivado del árabe, y que signiQca rey. Los
persas no tienen ya en la Armenia sino la par-
te del Aran al Nortedel Aras, dondc se encuen*
trdn las ciudades de Erivan y de Nakkdjevam y
todo lo que csl¿ al Sur hasta el lago de Our-
miak y ias montañas de los kurdos.
Los cantones de ia Armenia situados al Sur
dei lago de Yan en direccion del Kurdislan y
del Tigris, est¿n sometidos ¿ diferentes princi-
pes kurdos.
Todos los paises comprendidos bajo los
nombres dc Grande y Pequeñu Armenia, la Gi-
licia sobre el Mediterr¿neo y el Chirvan sobre
las orillas del mar Gaspio no ticnen mas idio-
ma quela iengua armenia, ¿escej>cion,s¡n em-
bargo, de la de los torcos, qoe sq\o usan co-
moumente los mosolmanes, y ann mucbos de
estos han adoptado el armenio volgar, que no
es otra cosa sino una mezcla dei armenio llte-
ral algo alterado y del turco.
La lengua armcnia pertenece ¿ la clase de
ios idiomas indo-germ¿nicos. Es ruda y abun-
da en coosonantes para formar los enlac^s y
trabazones; aparte de una cantidad de raicea
qne denotan su origon, ofrece muchos puntos
de contacto con la lengua finesa y otras que se
I hablan en el Norte dei Asia. No es, poes, 8or«
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tíMsm
SM
prcudente ouaado 86 atíiade «1 orígOD de q¡ae
procede, é1 hállar eo sus formas gramatictles
y en su siRtaxis maa semeiaDia con las lenguas
de Europa que con las que UaaaiQOs orienta-
les. tLoé armenios, dioe Mr. Klaprotli, leyeron
y tradideron los libros griegos, caldeos y per-
sas, Y de este modo conierraron una parte de
la historia del Asia Occidental; su propia histo-
ria se remonta al ano S407 antes de la era
cristiaoa y concluye en iOSÚ de dicha era;
época ea que cesaron de etistir come cuerpo
de nacion, y en que una parte se esparció por
el Asia y Europa. Kosotros conocemos moy po*
co su litevatora, 7 puede suponersn con algim
fundnmettlo, qoe I06 conyentos de su patria en*
cierran nuehos maunscrttos absohilamente
ignorados.»
Al dispersarselos armeníbs por los diferen*
tes paises dc la Europa Oriental y del Asia, lle*
Yaron á ellos su lengoige. Se cree que su ná-
mero en Turqi^es próximamentede 4 .000,000;
cuéotanse poco mas ómenos 160,000 en Per-
sia y acaso otros tantos en Rusia y ^tras par-
tes, porque en muchas provincias de estoe di-
ferentes estados se encueutran ármenios, y
principaimente como comerciaules residen
muUitud de elios (^n todos los paises compren-
didos entre la frootera del imperio chino en
Asia, y las márgcnes de) Támésis en Europa;
abundan en Egipto, y 'eu la India. Ban adopta-
do, en la lengua de que se sirven ordinaria*
mente para sus cartas y cn algunos de sua li*
bros modernos, muchas palabras áitibes, per*
sas y turcas. Donde quiera que se han fljado
en gran número han establecido imprentas pa^
ra publicar las obras de k)s escritores de su ua-
cion» y demuestran el maVor celo por el culti-
vo de las letras.
^ajo este aspMo aon menos conocidos que
como comerciantes de una actividad increible.
A e¿ta uaeion laboriosa debc la Turquto parte
de sus manufacturas, y los turcos le conflan
la fabricacioa de la monede y la direccion de
sus moliBOs de póNora. Los armenios deben
á su moderacion y á su probidad haber conse-
guido moBopoJiaar los empleos de losbaoqueros,
de los ministros y de ios príncipales persooages
del imperio, y supiantar á los judioa en este
ramo de comercio, sí bien con sus conf ratioB^
pos fiineatos, porque muchas veces el banquero
paga con su cabeza y con la conlscacion de sus
bienes, la fama de rico que le atribuycn. Loe
armenioíi, naturalmente pftsiñcos y timidos,
detcfitau las rcToluciones, y verian con dolor
la aúd<i dei impeno otouMiBO* No inspiran en-
Tidia á. loa toreos, qiúenes para^racteriiarloa
de una manera tan exaxrta como espresiYa, los
comparan á los eamellos, animaies de suyo
útUes y pacifioos.
Las caravanas. qa^ Tienen de la Indía y
atT«Tiesao ia Persia, el Aaia MeMor y laa dife-
rentes profiMiasdel imperio otoaaaDO» se com-
ponen en gran parte 46 comeioiaDtea anne-
nios: Tieaen tambien maehos en laa qne de
difer^tes pnntoa dél Oriente Uegni á loaia.
Dnt cartade recomendadOB de un eeMástlee
armenio dhrigida ásni oorrettgiOBarios, es díi
mocha ntüidad al viaseio qiie se proree ét
ella para reoorrer los ptlses mts rsniotos psr
donde se hallan dispeiBOS.
In efecto, no ane menos estredwwte i
los armenios eotre si el Tincolo de nna wüsm
religion, que el de on lengnsje eomnn. Sn ios
tiempofi mas antiguos sigiüeroiysin dndt Itde
los partos, es dectr, probabiemeate ubb mes^
ola de ias opiniOnes de Zorotstro, naoy alte»
radas con el oolto de las divinidades griecu
y otras suptrsticiones hnporttdts de It flirit.
Veianse en sus tempios Hmltitud de iaaágeMB
de dÍTiaidades, á las cnales stciifletbtB aaá^
males, lo onal no se practieabt cb It nHsiBB
de Zorotstro. Et ei ado276, baioel reiBBdBdB
Derstt ó Tiridates II, predicó 8ai| Gre^orio el
Ilumhiador, la fé cristitot en ArmeBit, qa^
no llegd á esttbiecerse síbo despBCs de unt
resisteocia obstinadt por porte de los stcerd^
tes idélatras.
Los armenlos han perseTertdo en Ib re)i«
gion cristiana, y pertenecen, oomo los JtooM*
tas y los coptos, i It sectt de los eotiqneesé
monoflsitas; desecban el colto de Its ímáge-
nes y celebran pocas fi^stas, pero eo ctmM*
tienen muchos dits de ayuno rígorost, y se^
gun dicen algunos esoritores, obserTtn boii
tanta eflcacia esta prictica, qne ai oirlos kt*
blar, cualquiert dirit que todt la religioB 00»-
sistia en ayuntr. La misa se oelebrt en tmi-
guo trmenio, y como esta lcngot diflere úelm
oueTt ó Tulgar, el pueblo no eotienáe íbcil-
mente la litorgia. Sn trtdnocion dett MUb
se ha heclu) por It del griego dc los SetenlB.
Estin somctidos i dos patriarcas inriB^^ptlee:
el ono toma el tUulo de eaiálieo y rtsíde m
el couTento de Bdcfamiadsin, en la Grtn Arnie-
nia, y el otro esol de Sis ^ GHIcia, capítti M
último reino de la Peqoeitt Armeait: lostia»*
lares residian en AJepo.
El clero se compoae de eslos dos pttriBF^
cts, de los arzobispos, obispos, TerstbicdeB 6
doctores, stcerdotes, seglares ó moiiges. Jú*
gunos arsobispos ban tomado el tilBle de pa-
triarcas; muchos olHspos ctreoen de dióoetiB
y. habitan en los montsteiios de qne soo tbe-
des. Ls coalidtd de dector es ttn grtnde emre
los armenios, qoe Ui dtn oen Its misntts ee-
remonias que se coofleren Its órdeoes stgrB»
das. Bstos Tersabiedes dicen oiss moy pooes
veees, pues su priociptl destiao es It predie^
cion, y jusgan las diférencias fMse Boteifwi
entre ios particultres. Los stcerdotes seglBKB
se casaa, del mismo modo qne en It IgleBiB
griega, peco no puedeu pasar i segOBdBB
nupcits; mnchos ^eroeo ont profesioD iitrB
gtnar so vidt. Los moBges, como todÓB loBael
Orieute, son dei órden de Stn Btsilio, y bbl
régimeneseslremtdtmette aostero.
El cooTento de Edehmiadito está 9 iegi«Qs
de ErivtB en Persit y lo rodet no pne^Iu: los
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AEMEinÁ
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\mm\b\\mBn Oitch-kfifisé (Iíb Tres 1gle<>-
sl9$.] l\ eoQventa es es^ctoso y bien eoM^
troMo, 7 TtD eon IrecQeiieift ¿ él aniclns et-
raruias para pmetiear aos devooieaes; es
dMir, fMniMDftwme, eoaoigar y recU)lr la
benAcÍMi del padriorca. Si»)atdi0es soo raoy
mtMáe^ f éatáa Uen ooBsertadoe; ie igleaia
pitriiMfll sekallaedtllcadi enmedio de nn
iMMMO nHo t dedicada á San Orogorio el
llkmiiiaditf; lo» arneBios ereen qoe oeope el
alsiBO liigar ei» qoe letacridtar ae apavectd á
^nei apéáo^de se pais, y por le ttnto Ja tí-
'ám eeit i^omcioa proihnids.
Todiii Ws ármenlos qoe reconocen a! pa>
Mm de IdciiiiiiedziB, le |tegtn un frHniio,
OHiy eieaBe é la Terdad; pere qoe afesdid^ ai
gtw t»Me»o de aifiietlos, prodnoe una smua
oaasldembne. h» personae acomodafdaa )t dao
nm, y raeUto JonaHvos de todoe Kn viageros
q^e ?Miao el oooTento; pero no pCMr eso es
110 rfice, peirqoe emplee la roayor parle de
tmjeüiMS m so^ener i ios pobres áe sv eo-
Bdchmiadzin está eii im campo kermoso y
fértfl. Ibofnefori, quc lo ba exsmiflado coroo
iMiirieo, diec que entre los vegeiáies ótiles,
Mo se eebs do menos ef oIívd.
la protlcatdád dei monte Araral, anmenla
iaveaerdcton ée los ansenM al leTritoriede
NebBÍadsiB. Toumeflawt, que intentó ioútíl-
Bsste subir é su e«mbre, bob d» uoa Iroena
deeeripeioúp de é1. So fennai es estraorünaHa,
ysu altara giganteoca; etéTase sobre ona baso
iBBemw, pfimero en peodleáte sBave, y des-
poes sé separm tm dos par^ee, nne de tílas
SMB baji qoe laoira; la parte siiperior es muy
esearpeds , y está eaWrria de iHeves pcr pé-
taas. Al pie del Ararel, se esüenden pantonos
f arenates ; despnes presenta on oonton de
pefiascos, algoBo de los coeles se desprende
de ves 00 eoBwlo eon bonifaie esirépHo. H¿-
cia la Bdtad de le pendiente se abre un abit^
sui iniDeBser, eo el cuai las irieves derretidas
eBCBeniCB» iM reeepÜoBÍo qne generalroeote
ertá Hcno de htelo. Los pestores cooducen sos
rsMoe i la nayor altnra qne poeden para
psBeHos «l abriffe de ios ataques de ias fieras
qse inteitBa aqeelia oomarca.
iloB pertó de los armenios estin uiiidoS . á
laMesia iÉHne, y sotneiidos aUrsobtspo de
ISsutobivBtt setare el don, coionia armenia cn
prano para It posterid&d. la lenüMid del me*
vimiento inteleetaal en aquei pais, enida i la
IndÉftfrencia con ^ lis pdncipes miraEuiB los
Joielos del porvonir, han dejado mey oecoroi
loe Beontectmieotos que precediero« á k ere
crütiana, y si los poebloii cireuBveoinos, ^
deoB, siríos é griegos, no habiesen provisio
de hiitoríadores i aquel piieblo alrasado, le
béstoria armenia hakiria qtüedBdoeompletameiH
te desconipida para aosotros. liaa adeiaoie
los autores nacionaies trabsjaron sobre estü
documentos; pero ningirao precedtó i fa eri
crísttána. Segun ellos, el orígen de su naoion
se remonta i la época qne siguié iom^b^iate*
roeote al diluvio, y en lo cual »e senaia lafor*
maoloB de Ibs principales monarquioa del
Orieote. De eltos tonnreroos la relaoion de
aigonos de los acontecími^tos que marca-
roo los primeros tiempos de la Itistorta ar-
menia.
«El tercer palríarca despues de Jafet en*
gendró tres hijos, Asicaoas, Riphad y Thor^om,
y como poseia eo propiedad y personalmeDte
el pais de los tracios , Jusgó conveniente divi*
dir en tres lotes aquel reino y sus demas poso*
siones, para d.trlas en herencla i sos tres bi*
Jos; tesfaflBento que se llevó i debido cfeelo.
I>e este modo did la Sarmacia á Askanac, que
al priocipio babia iaipnesto sn nombre ¿ nues-
tra nucioo; Ripiias récibió el pais de los sara-
noades, y en cuanto iTborgom, babiéndose
aprofnado despues la Armenia , y sieudo por
coosigniente el soberano de clla, tomó el
neaM[)re de su dinasila aqnel reino que hasü
entonces llevaba ei de Aokttoaa.
«Resoéta, pues, que descendemos i la vea
de Askanaz y de la casa de Tborgam^ úaioo
medio de creer en la autentloidad de las tni(á-
ciones concérnientes i los primeroa geíes de
nuestra nacioB , aunque aligiinos adopten so-'
bre esle punte una opinion diférefite.
«Las sagradas lelras guardan un sileneia
absoloto hasta los tieropoa anteriores á Thur-
gom, y despues no han Juagado oonvenienle
dar á conocer cl origen, la suoeáion y estatle
de sus deáoendiemes , ni enumerar todos los
reyes de Armenta 0 decirnos como fud reglda
ulteríormente por los s¿trapas ; pero uo tal
Mtrtbas Gatina, naturai de Siri», fúó por Orden
de nuestro rey Vagarschag i vi^i^ar íos arclu-
V08 de los reyes de Poraia. Bolado de aasaci-
li BeqoeÍB Hoeia : feneralroeBle se ooBfiero I dad y de penetracíon y versado ea Us ietraa
erta dtgniésil iun reügioso domieico.
J^t^ ieHowiieftort, de €hardi»»det»TcrtiiM
jéfjSníer.
mnm'iui hiMtórieasu geo§rá/iea$ tohr$ la Arme'
•w>p« BaiDt>narUo. París, fStS, S vot.
ii«<app|^lola,dc J. KlaproUi.Parí8,1Sa3, i vo-
ealdeas y gríegas, descubrió en eiías despuea
delargas invesiigaciones un libro auiéotico qoe
AlüJaodfohiJodoNectanébe, habiaroaudado tra-
ducir del caldeo al griego. Aun cuiíndo conte-
nia mechas noticiás sobre la historia de otros
varítis peebios, Mar-Abbas las acspreció como
estrañas ¿ su trabajo, y recogieodo iluicamen-
te io qne conoernia ¿ nuestra nacion , vino 4
Ípresentarlo ¿ Vagarschag.
«Gracias ¿ él, uuestra hic^toria ha sido co«
nocida y ha adquirido una adteHtioidad inda*
dabie. Asl sabenios que el hermoso y valieatt
457 aiSUOTItCA r01»ULAIt. T. 111. 2i
sée ¡é 4TetniUntf emimmSk'ei ée Imim-
««f«et de Letanle, por de Moni. (Richard-Siinoa.) Pa-
m^MBI, 4 vol. en M.*
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ARMENÍA
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< héroe Hiig» de entatnra ^gantesca , era hijo
déThorgom, quefué e< primer gefe f Mre de
Dueslra nacíOD. La liistoría nos enseña tam-
bien, que, de acuerdo con la raza prímiiiva de
los gigantes, trabajó en la construccion de la
torre, monumento colosal del orgullo quc los
hombres en sos pensamientos estravagantes
imaginaban poder acabar ; pero, segun la re-
ladon delas Sagradas Escríturas, permitió Dios
qoe soplara vn viento terríbie 8ob|^ aquella
tonre y la derribase , poniendo asi en descu-
bierto la impotencia de su trabajo.
•Poco de^pnes Nembrbd, que es el misroo
peráonagequeBél, hombre orguilosoy empren-
dedor, quiso, levanláudose de.<mesuradamen-
te, doininar, sobre toda la raza de los glgantes.
Pero nuestro robucto Haigno dobia lu cabeza,
y se sostrse á su obediencia, marchando rá-
pidamentc bicia nuestro pats. con su liijo Ar-
inenag, que habia tenido cn Beibilonia, y se- gham conslmyó dcspues un edíOcio raslo y
8u nombre llaroó Masig; todo el llanó qoe se
estiende alrededor tomó el de Masisodenu
Despues de alguoos años engendró ¿ Kegbam,
y al poeo tiempo terminó sus dias.
«Kegliam vino ¿ eslablecerse sobre el lado
Nord-esle de un pequeño lágo, y babieDdo edi»
Ocado alli pueblos y quiotas, ilamo coa sn
nombre ¿ la montnña Kegbam , y la orílla del
lagu donde habia liecho aquelUs couslrticcio-
nes tomó el nombre de Kcrarcuni. Tuvo dos
liijos, Harma y Sisag ; señaló al prímero por
resideqcia ia ciudad de Armavir, y le coníió la
administracion del reino. En cuanto ¿ Sisag tu«
vo el pais que se estiende desde la orilla del
lago al Sud-este, hasta la iianiira qiie atravie-
sa e) Araxea, cuyas agnas rápidas se precipi-
tan con estniendo por la aberlura estrecha de
una caverna, de doude proviene que muchoa
hayan llamado ¿ este lugar Karavagh. Ke«
hermoso, qiie se llamó al príncípio Kegham,
y despties le dió el príncipc Oiiarnig el tiom-
bre de Quariii. MurióKegham, y su hijo KaAna
gtiido de sus híjas, de. sus nielns, de siis cría-
dos, y de otras personas esh-uñas agregadas ¿
SQ persona; y como Nembrod, ó por olro nom-
bre Bél, le segiiia con stis soldados. hombres ! engendró ¿ Ar¿m.
h¿bile8 en óibparar flechas y en manejlir la es- ! «Se cuentan de Ar¿m multitud de hechos
pada y la lanza, se encontraron en iin valle gloriosos. Su valor gtierrero ensancbó lai
como dos torrentes furíosos qiic se precipilan frotiteras dc la Armeiiia en todas direcci nes,
con estmendo. Ilevando ¿ todas las almas el , y ¿causa de las.acciones ilustres de esle hé-
terror mas profundo; pero del arco dc nueslro roe se debe que las naciones vecínas nos iia-
Hajg sale uua flecho de hierro Iriangular que
atraviesa el pecho de Nembrod, y va ¿ clavarse
despues de la tierra. afí, pucs, habiendo ma-
tadoBaig ¿ Bél, reinó sobre el pais que le lia-
bian legado sus padres, y de su noinbre lo lla-
men de su nombre armeulos Eate phncipe do
se apodcró solamente de los paises que era
fácil conquistar, sliio tambien de la Gapadocia,
que sometio ¿ viva fiiensa i4).i»
Los asiríos no habían renunciado ¿ aus pre->
mé Haig, ocup¿ndose en arregiar sus estados, { lensiones, y el vencido Belo no se llevó al ae-
y de^pues de hbber vivido muchos años, mu-
riójrasmitiendo su reino ¿sii iñjo Armenag.
' «Unico y pacifleo poseedor de la Arme-
nia, ñ¡(} Armenag su residencia en una llanu-
radeaspecto agradable, la ctial estaba cer-
eada de uua muralla de altas montañas, de ne-
▼ada eima , y regada de ríos , ciiyas agims
bullícioaas la coitaban inüllrándose en las
tierras, y la atravesaban en toda sii longilud.
Habiéndose despges edlflcado uua ciiídail cer-
ca de la montaiia situada ai Norte, la Ih mó de
sti nombre Arakadi, y el llano que se estíen
<)e¿ su pie tomó el de Arakodzoden. Tuvo un
li^o ¿ quien llamó Armais, y murió despues de
haber vivido algunos años mas.
«En esia misma llanura, dondo se encnen-
tra una pequeña colina cerca de las márgenes
M Araxes, fué donde Armais ediflcó una ciu-
áMá y un palacio, obra admirab'emente ejecii •
tada con piedras de gran sotidez. Llamó ¿ la
ciodad Armavir. Los demas pntigiios historía-
dores han conlado circunstanciadamenle todas
las hazafías debidas ¿ su valor. Hall¿base
ya en una edad muy avahzada, cuando tuvo ¿
au hijo Amasias, y despQesMvió todavia algt^
liempo y murió.
«Amaslas se estableció en esia misma cíu
pulcro la ambicion de sii raza, pues Semira-
mis quiso agregar la Arroeoia ¿ sus demas coo-
qiiistas, y he aqiii la relacion que hace el his*
toriador Moisés de Klioreii de aqiiclla espedi-
cion, de sus motivos y resultudos.
«Pocos años antes* de la roiierle de Nino,
Ara gobcrnó como soberano su patría, habiea*
do obtenido do aqiicl príucipe el mísmo favor
que le habia dispensado sii padré Arám; pero la
impúdica y voluptiiosa Semlramis, que bacia
miichos años habia oído habiar de su hermo-
sura, ardia en deseos de apoderarse de so per-
^oiia, aimque sin atreverse ¿ emprender nada
abiértamente ; i)ero despties de la muerfe 6
mas btcn.de la fiiga de Nino ¿ la isla de Cre«
la, como yo creo (2), dando Semíramis rieoda
suelta ¿ su pasion envió nnensageros al henno*
se Ara, cargados de dones y présentes , y loa
cuales debian cmplear la si^plica y la anieDaaa
paru obHgarle ¿ pasar ¿ Nínive, bieo fuese pa-
ra casarse con ella y reinar en todo el pais
qtie adroinisli'Hba Nino, ó solamenle para sa-
(I) Jiian VI: Bittoria de Armmi*^ mMiMrrito
armenio de la Dibiioicea real, a.* 91, pag. If . fS^ia,
17 y M.
( ; } El hittoriador habla en doa ooasiones dífcTeo»
teii de ese desii< rro voluotario dc Nioo ¿ la isU d«
Cn*ta, para no ser tesliitn de los esce^os de la mM
dae dpAnnavir v ediílCíS murhas caFas al t-»^". P«r« «o scr tesii«« oe los escc>os oe la mwi
aae ae Annavir . y eaiiico rouj;»a8 CBFas ai ,„ espose. No dicw en uoe auloridad apoya esia opi-
{Mp de la montafta slloada al Hediodia , que de 1 qío* ^ue soio eo ^l eneootraaios.
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ARMENIA
326
kdHCf ffii amor y volverse ptefOeimente á
809 e^tados con rícas preseas.
«Gomo los mensages se repetlsn sin qiie
ire diera so contentlmiento» Semiramis moató
eo eólera, puso lérmino á las negoeiaclanes,
y i la cal>esa de fnersas considerables logró
alcansar con marchas forsadas al prínelpe en
Annenia. A Jozgar por las aparienofas» no era
80 inleocion matar ó perseguir n Ara, sino so-
■teterle y obligarle á la fuersa á que accediese
á SDS ímpnros deseos. El ardor de su pasion
era tal, que cnaodo se hablaba de él caia en uo
eomplelo delirío como si le vlese. Llega, pues,
precíptladamente ¿ la llanura denominada
Aremf , det nombre de Ara, y despnes de ba-
ber fomiado sns Iropas en batalla, recoroiendu
á Kus geiierales que tomen las medidas posí-
bles para conserrar la fida al principe; pero
coando sc tmbó el corobale, e1 ejércilo de Ara
fné derrolado, y pereció él roismo en la pelea
á manos de uno de los hijos de Semiramís.
Ssla, sin hacercaso de su victoria, eovia al
eampo de balalla bombres para que bosquen en-
tre los cadáveres el de su querido amaote. En-
coolraron á Ara entre los valieotes que ha-
blan sncumbido, y Semiramis mandó que lo
Itevaran á sn patacio.
•Ciiando tas iropas de los armenios, deseo-
sasde vengar la roueríe de Ara, vinieron á ata
ear en otro combate á la reina, dijo esta: «Hc
BModado á los dioses que cierren sus herídas
y le resncilen.» Muchas Veoes en el esccso de
aa pasioo, recurrió á los encantos de la hecbi-
cería pard volverle á la viila. Cu8odo la putre*-
Ikccion se apodcró del cadáver, mandó arrojarlo
7 ocultario en una gran huesa. Despucs, te-
Bieiido en secreto ¿ uno de sus favorítos. ador-
nado como Ara, esparció este rumor: ul^s dio-
ses han curado las heridas de Ara, le ban re-
meitado, y han colmado * mis deseos. He aqui
perqne mcrecen recíbir mayores honores,
pufólo que se han mostrado tan propicios ¿
Bueftrc» voios. » Erígióotra cst¿tua ¿ los dioses,
y la bonró ofreciéndola mucbas victímas, que-
rieodo liacer creer ¿ todes que tos dioses ha-
biao resucitado ¿ Ara. Propagando este rumor
' eo ia Anneoia y acreditándolo entre el pueblo
fiiécomo apacigoó lagiierra. (4)»
La rasa Haigaoa reioó eu la Armenia cerca
de diea y oclio siglos. Hé aqui la lista ée loa
prtiictpes pertenecienles ¿ la misma.
AntesdeJesocristo.
2407 Haíg.
20i6 Arraenag, sn hljo.
4980 Arroais, sn bijo.
4940 Amasias, sn hijo.
4908 Kegham, su híjo.
4858 Rdrma, su hijo.
48S7 ArArosubiJo.
4769 Ara, subijo.
(I) Xoiiés de Sboren, Ubro. I., eap. XII.
4743
Gaatos, sn bijo. '
1745
Anouschavan, su hQo
4664
Bared.
46lt
Arpag.
4568
Zavan.
4534
Farnaces 1.
4478
§00«.
4433
Uavan«g.
4403
Va^chdag.
4384
Haigag 1.
4363
Ampag I.
4349
Artraag.
4334
Schavarsch I.
1346
Norair.
4304
Vesdain.
4489
Gar.
4485
Korhag.
4467
Oronles.
44)4
Biidsag.
1447
Kelag.
4497
Horsi.
4494
Zarmair.
4484
Interrcgno.
4480
Schavarsch H.
4437
Berdj 1.
4404
Arpoun.
4075
Berdj 11.
4035
Paaoug.
985
Hoi.
944
Hoiisag.
940
Ampag II.
883
Gaíbag.
»38
Farnabaces I.
805
Farnaces 11.
765
Sgaioríi.
748
Biroir.
700
Hratchea, sn bijo.
678
Farnabaces 11.
065
BadJoideJ, su hijo.
630
Gornhag, sii hijo.
644
Favos, sii hijo.
605
Haigag 11, su liijo.
569
Evoranl I, su hijo.
565
Tigranes 1, su hijo.
540
Vahakan, sn hijo.
493
Afhavan, sn hijo.
475
Nerseb, su hijo.
440
Zareh,suhtJo.
394
Armolí, so hijo.
3S5
Pailiam, sn hijo.
374
Van, su hljo.
354
Vahé, su hijo.
D(!sde 1a mnprícde Ara (4743 antesde J. (Ll,
hai=ta Baroir v748 antes deJ. C), todosestoi
príncipes permanecieron tríbntarios y dtrpeD*
dienles de los asiríos; pero Barolr repre^enlé
un gran papel en la conspiradon de Varbag,
gobernador de Medla (el Arbaces de los grie-
gos) contra Sardanápalo; el imperio de AsiHa
fiié derrocado y ia Armenla qnedó indepeQ-
dlente. Los úUimos soberan* s de esta famHia
sufricron ofra dominac4on, la de los persas.
Tigranes 1 babla ayodado á consoUd* iMe
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3*7
ARHBiiU
nneTo iroperío: aliadode OlvolMbiaeoiilfflNiido
poderosamente ása vlctorla «obre Astlages,
. rey do ios medos. Digaroos «na palibm de
Vabakan, hijo dc Tigranes (W mles del. €.),
t8D afaroado por sp fuersa y por sus haKafias,
qne oqiipa en los antiguoa oaolM nacion^ts el
lugar dcl Hércules de los griegw Despnos del
reinado de este héroe fué cwiDdo la áraoteDia
se soroelió á la dominacioD persa.
GiiandoAieJandrosustituyó sapodor yeni-
do del Occidente á la gran mouarquia BBiática,
la Armenia fué comprendida tñ la oonitnisia, y
por un momento tUTo al coftquistador por li-
bertador; pero Alejaodro no admitla rlvales y
laArmenia fué admiuistrada por un fiimple
gobemador. En la particion que hicieroi los
Eocesores dcl béroc macedonio, fué compren-
dlda la Armenia en el lote del que obtvro la
Siria; pero Arschag ó Ar^acg puao (lu á la do>
mioacion griega cn Asia, y reinó á ta vea sobre
lo^ medos, los persas y los babitonios, ooio-
cando sobre el Irono de Armenia áau hermano
Vagharschag,
E^te reirió con prudencia y babllidad; lun-
dó ciudades, promulgó leyes, e^abteció el
órden en las dignidades dei estado, en la ad-
ninistracion del palaclo y en las relacioncs
enlre IdS ciudadanos. Se atrajo asi los bom*
bresdistinguidosyy civilizó á ias hordas sal-
Tages, llamándolas ¿ parlicipar de las iFenta-
]as que concedia ásus súbdítoa. En fln en los
Teinte y dos años que pasó sobre el trotto, uo
hubo dia en que no labrase gloria paim él y
prosperidad para su pueblo.
Los desceudicnl'es de Vaghftrachag recba-
saron á los griegos hasta mas alla M Eú-
fira^es. Uno de los índividuos de csta casa,
llamado Vagharschag, cooiasii fuodador, reci-
bió por patrimonio la Armenla, y en sn perso*
na comienza una nueva dinaaUia, que sttbsislió
hasta la usurpaciou del trono de Persia fior los
Sasanides.
A los antiguos enemigos de la i^meoia
habian sncedido otros. El ioiperio del mundo
sofiado por Alejandrohabia tocado ¿ la repú-
blica romana, y la Armeaia se eoeoniraha es^
puesta ¿ peligros cootinuos por sq odka á los
romauos» dice T¿cito, y por sn rivalidad con
los partos. TigranesU adqoirtó noabrectorio-
80 enire los principes de esta ftuniUa; oonquis-
tó la Siria» vencló ¿ los partos y oquilihró la
fortuna de Roroa. Fué infimo y Ael uliiidbo de
Mitrfdates, el mayor eoemigo que tuvo el pue-
Mo-tey. áriamtde, k\io sneesor 4e Tjgra*
■es, fiié oorprendldo por M tiiQo ioloulo y ll^
v^'captifo ¿ Alejaodda, donde le deeapiAma
pnra sstiafácer on oaprícho de Cleopatrs. ta
ArmeBia, sobmIMs ¿ los roroanos, oootinuó
ricodo sdroinistrsda por sos prf ndpes ooDtiar-
Mdose» gobemadores, moy semejantas ¿ los
preeitasoles qaoRMMenTiaba ¿ias provincias
soDqnistadiS.
«n ioiisrtuite csmbio üba ¿ sebrevenir pa-
is li ámenis, uB esBbio que ort sepfiesentiB
en Mo el iD«ido. H Sristlanisnid ihi i i
plazar á las creeseiaB» ó mas tím ¿ I
tioiones pagBMs; iKPO«olesisteMM'lle Iss
«SBsecoeocíaadeeBta refosBut^idígBfliosKinié-
nes fneronloBpitee«pes><yBSoeBpsiBB*ltroBo
de Armeaia'tede ártaBaeés tesu áiebB éps-
Ga,y otiywnQflri)resosDBoeai
te por loe hiMoriedoies griegos jf
AntOB deJ.C. ao Artaxfs ÍU
¿ ks IropasroiDBOM qoeiisbia df^ado <
dS. Tifraoea U, flo hcriBano.
4 •« Tigraoes lil, so hljo, deslroDBdo f vbs-
isblec'ido por ioa rooianos.
<S. árCavafide U.
2. Srato» Tiuda de Ttgranes tti.fDespBBS áe
nn reinado de osrta ducBeioB ae/«i6 BÉUgadBi
Bbdioar.
Despnes de J. C S. AriobmBiBfB, priMipe
medo, ¿ qBloB los fomanoa áeoHnfei lef ,
4. Artavaade lU 6 ártriiaoes» aa É^^* ém-
trooado sl pocoiieaipo.
ft. Krato vMhrc ¿ snbirBl trsBO. A bb nsMr-
te sigue BB ÍDterregBO.
46. Vaooaes, rey de Iob partos, W|o de
f rabates IV. fopulsaiie psr ArtshaB m, füé é
buBoar un asUo entre los armsBioB i^ le oo-
locfíroD en el trooo, dooáe bb pads fBnaflr
varse.
47. loterregoo.
49. ZeaoD, ht|o de Poiessoo, roy deitaslB.
Fué corooado por Germáaioo y iomó Bi Baai-
bre de Artáxiss.
23. TigraoesiV, hijo de Alejsnüm, i|«B 4o
ftíd de Herodes, rey de Iob jBdtoe. bt éieron
moerte por órden de Tiberio. '
35. Arsaces U, hijo de ArtaÍMn lil, mf #e
líes p«rt03.
45. Mitridates, padte de MasoiBOOi, Bsqr
de Iberia. Fu¿ muehas «eoes doBtrooado fiar
loB partos y restablcoido por Jss nmiaiios, hiaa-
ts que le aBesinó su sObrino iUéafliisto.
54 . Radamisto, bilB de FarasflisnD.
WL Tiridates I, padre de Yeii^eaio 1, 009^
de ioa portoB. Faé destraaads BuiohBB inBoes
por los romanos.
60. Tigranes Y, bijs de Al^isndeo» ée U
ftsa^eHerodes y sobrino de TigrBassÍY. Los
parlos le deatronaron.
Olt. Türidatea es restaUaoidB ea el trooo
porérdeo de Henen. Pareee qae veíBó MbbIb
ouce añoa. Yéu8eftaint*MaitiB, JfsmsrÍBBpftsü
la Ármenia, 1. 1, pág. 440.
Abgaro esCBbseaei ttraBBtusndo'el eria-
liaDismo pcDetró por primera ves en Armediia.
A su muerte fué reparíido el cSiBO BBitrB aa
hijo Anané y Sanúérou^^ sb sobffino. te «m-
bicioD de este último eooeodió te ipism eiH
tre los dos prímos. Trianfó la sttia caoaa. ' Sb*
nadroog se apoderó de Sdeaa y desSsBydlB
posterídad de Abgaro. Boranta so reíBBéo de
30 aftos se manchó con toda eiase de nrlaie-
nes y fué perseguidor aeérrimo 4is la tBticioo
naciente. Por último muríó on una cac^ia.
BvtírmaU, doiafanWs (tkUos^sBSQideB.
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am
•ftr,f«ro DecMtofH^iiibl^al trMnimii^rítl y m
«NNilró ]n«i»üBf0i»l>lecoB VoeAfmemos. Pasói
Pap en lugar de sv fjAdoe Arsobpg, reem-
f Uzáudole 4es|»ies oon Varatditímtiábiésadpse
negado Yarazdat ¿ recoAoeer Ja.seiberaiila ú^\
emperador, le dealrom^ Teodoaio, le envif^ al
dosKarroy reiwrlió laAmDemafeDtre l»e.do8
ikilo04e YttQaidiit. AMOtoag y YagbafaokHig,^-
^rando coiao báml polüloD ^ la .riv^Mdikd y
)a opo»0iiiD de iaiteiiemlendcíaofes^tif^-
mentei raya ¿ los dos principes, y debilitafiiMi
pv^rflkHi«Uoenle^1M>4or. £o On, un iratAdo
concluido eotre el imperio y la Persla* dió á
6i4«iiBa ^^Ia3 dos^MHtenciaa la nitad de la
▲f monia, Mii ^mtogo, Sohahpour y Fr^ai-
Schabauh conserr aron el tttulo'de rey; pero eV
bijo de eete^ltiffM) paraocacácter J»iusco y sos
actoa de ciiffesioo dió ¿ his .venkideiios dujBños
del juúa uo .preteato ftwa qnitiir ¿ la oacion la
«parienQia 4e independenota que ie fioedaba:
en vista de las quejas y reclamaoiooes de sos
{aAWHoa, loé oooerrido.por el rey de Persia eo
)a lort«k«a ^el Olvido, concluyendo de este
Mi -aéo 1 98 4e auoiira ena sneedH) Kk0$rm) 1 9iodo ton Ameola 1» raxa de loe Arsaoides. He-
4 ^n^mbíe Vagliavach. Duraiileflo reinado (Si^} mos nombrado alguoos pvlnclpes de esta fami-
ta S&aanidae reeinpla>s>ron «n ¿Forsia álaan- ,iia y veltirido «arios de los ,aoontecimieotos
tigiia dinstla de los irBaeídea. KhomDvf eite« í 400 eeo^ibttjrerQn ¿ au eloKaQion y decaden-
aeciaá^siaúlttintlamllla; uompreDdieodo^que pcia. üe aqui^bora la Usta.dc los priocipcs Ar-
eHe cambio politieo amenasaba á él y ¿«u tei- sacidea por ^l iDrden de su suoeaion.
io, dedaió la goerra á ArtBibW, nnevo vey de AntesdeJeaiicrl3lo..^. Ajrscbam,bermaQO
Itenía, ie venció y ie obUgó ¿ hnir ¿ la lodia. de Ttgranes 1 reinó en Edesa por ^eo de
Afflaibir vengó su dcrrota can ooa Iraiolon. Uo Qrodes l, ney 4e .los parlos. Josefo y Mol^^ do
li neidié. •Qoüi ^eüialr ii mm ^de
droog; pero nn niño se escapó mHigiQsame»-|
iü, été eendaoida ¿ la oMe ^eitef de FecBia,
f Jnbianéo ^ioedBdo liieoiDpleto et criiaan de
Irovant de]o nn vengador ¿ sus tviolln».
iAtidaiG^, ^an^aamabaal ni(o, sc
lüDO iianbre, *y entonoei maneM leontna iol
Dsurpador, ¿ qulen sostenian los romaaoe y «1
KQr.de Georgia. SraviMt foéfrenúidoy muarlo, y
ArdMchy, piCÍQco poseedordel troio i^ieMila
jBcoiupiiaiado, reioé .OQmo prlaoípe aálilo y
lilieB^ €aDi«vo las loivaaiODei de ios rolaooi
f át olroa jinebloa del C¿doüo qpe ameaiiihin
¿ U Armenia é hizo despues alianu oon dlofi;
pero fiié vencido per los ronMOB, y vlendo
Ir^iDo vaiver viclQriam) cd «iáicito qoe contra
él habla enviado, ^odo agregar á su aabre-
aanbre de Bdrttao el de .dmMeo.
rí^ftoiiei, JHio de Ardase^, M nae feKx
al fnaoipio cootra estoe etomoe «aemígos,
fvea veoeló ¿ Seferiano, gaberaadar 4e li Qa-
fadoeia; jdü VierD, envii4> por IfeffQoAaralio,
jopiré r lengé eatadercoii
Ail lAoig, eoviido por éi, vtno ¿ pedir asilo ¿
AnnoDla y aaeaiDó ¿ iíboarov. El afiesioo lué
■■arto eon an familia, efllvíndose eolo jid ni-
áo,ei cDai faéeonducido ¿ (Ies¿aea é ioslrui-
do en la fé crístiana, en taoto que Tirtdates,
made^haarav era oondBcido ¿ Roma, m edu-
caba segun las coitnmbros ffomaDü^ obteDia
aata Jegionee «IgODOs «tvbNiCDS milílares y
ocopaba sa trono qoe le devoiivia DioeleoiaiiD.
€BDde los primeroi aatoe de su poder fué
«madar arro^ eu oDaoisterna al predicador
fliegDno, 'h^ de áoag« Al cabo de caloree
añosTiridateoayóanfermo, .y deaaociado^a
por loi aiédieos, iaé mllagroiamente carado
^iflregorío, ¿ qoleB habian sacado 4e la ela-
Ima. tevifftfósa «utooeaa al iCvisiJaiilsBap y
BHldwbielreinOíiigBióJaieioni^o. Grogoria,
ytelol ya de la Armenia, fué apeUMhdo el
La nueva religion debia paesfar otffOB aer-
Maailos^eyes deánnenii^^iiiiesKbmrov,
«|»de firídalas, debid «i teono al.pitciaroa
:4íboirov habiaaidodealaoQadOtpor
g, preiacto de ieldigaiao, y ifuérfosta-;
ftpor Bl aaiparadar íteBtaDeiOt¿irsBgos
did pitriaroi. • ,
ihVdB, sD sQoeior, reQUDOió ^ emAiaffgoi
14 /¿ deCristo, y martirizó al patriarca Houeig.
^ itrüfcfl^ ie soblevó QODlre YalentiDiaao, yl
^klivo, graoiaB ai patriarca Nersós, qna.reeoD-|
cillaeioD qoe no duró nroclió tlaiBpoi. Ya)a«tei
Kboren le llaman tambien Monobraes y Mano-
vaa. En )a oréoica airiaoa de Dionisio de Télr-
Mahar es liamado Maauu Safelol.
4 0. Maanu , .bijo de Safelol .
Despoe.s de J. C. I^.ibgiffo, hi^ de.AiES-
^ellidado ipor los sirios Oucbama (ei
negroj ,y ^Eioobaces por imtfii, cQmo l^s de-
mas prlocipes de su.fafnllia.
32. émné 6 (¿óapouo^ hiio de Abgarq, rei-
nó eo Sde^a, «y &KMidrQDg, jbijo de uoa her-
mana de Abgaro, reinó en nna parte de la Ar-
meoiaTde la,A4iabene.
36. Sanadroug mandó dar la moerteal bi-
Jo.de At>garo:y>ieiBó so(o. JoseCo llama¿ este
principe Izato. Los desceo^eotes de Abgaro
continuaron reinando en EdesalMtfo su auto-
cidad.
58. .Evoiwit, .4eseeo4lente por su madi^
de la pasa de \m Araacidea, «se apoderó des-
jwes de SanadroDg, de la porcioa de la Arme-
Dia^que.ie perieaeoia. J^ÍB descendientes de
A^gPBirOty i4e Uato dSaDadroogcQntinuaron rei-
nando en Edesa y en la Adiabene. Evorant ofir
lendideD imperioaobre toda la Armenia des-
pvoes 4e la aiBierte de ^Eii^dates I, bermano4e
Vologesio I, ffey,de ioapartas.
7a. lAf^aachés III, Ih)o de Sanadroog, ns
rostablecidfi «obre el trono de au padre.^r
Vok>gQSio<l.y.reiDa sobre toda la Armenia.i(^
cgcú^ teJiaman Bxcedar^ ó Axidaras. fíié
_, ^ .^ . .__ PMKta^ ;¥»c^ flütobloádo y destronado ;pBr
ValaBtiBiiiio,y envld tcopi8.¿¿raei|4ie w^vm, ly tnvo^or ooaipeüdor.aun prw
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331
ARNENIA
cipe parto llamado Parihamas'tris, que fué mn*
cbas veees colocado en el trono por los reyea
parlos Y destiluiüo por Trajano.
m. Ardavazt IV, hijo de Ardasches 111,
que solo reinó algonos dias.
424. Dirán I, su bermano. '
Uí. Tigranes IV, su herroano; este rey foé
destronado por Lucio Vero, que piisoen su lu-
gar, por los añoa 164, á un tal Soheme, des-
cendiente de olra rama de la familia de los Ar-
sacides.
4 78 . Vagharsch ó Vologesio, hijo de Tigra-
nes VI.
493. Gosroes ó Khosrov I, llamado Meds (el
grandc). su hijo, asesiuado por Anag, princípe
Arsacidd de Persia.
232. Ardeschir, primer rey de Persia, de la
raza de los Sasanidas, se iiacedueño de ta
Armenia. que queda sometida á los persas du-
rante 27 años, bi^o su reinado y el de su hijo
Scbahpour I.
259. Dertad ó Tiridates II, apetlidado Mf dz
(el grande), hijo de Cosroes, fué restablc^ido
por los romanos en el trono de su padre. Kl
general Ardavazt Mantagoumi, que le habia
educado y sacado de las manos de los persas,
fué nombrado sbarabied y tuvo bajo su reinado
Dua partc miiy priiicípal en el gobierno. Sin
duda es el mismo que un tal Artabacdes, qne
Trebelio Pollion {in Valer.) llama rey de los
armenios.
31 i. Interregno despues delamuertede
Tiridates. Sanadroug, principe Arsacida, usur-
pó enlonces el tíiulo de rey en cl Norte cíe la
Armenia, y Saguor, de larazadelos Ardzrou-
nios, hizo otro tanto en el Mediodia; pero su
usupacion fué muy breve. '
364. Cosroes ó Khosrov II, apelUdado
P'hok'hr ((^1 peqneño), hijo de Ttridates*
3?5. Dirán II, su hijo.
344 . Arsaces ó Archag III, sn hijo.
370. I^ap, su hijo, ilamado Para por Amia-
no Marcelino.
377. Varaztad, hijo de Anob, hermano de
ArsHces III.
3S2. Arsaces IV y Valarsaces, Vagars-
chaí? II, hiJodePap.
383. Arsaces IV, solo.
387. Divídese el reino de Armenia entrero-
manos y persas. Arsaces continuó gobernando
la porcion occidental, como vasallo dei empe-
rador de Gonstantinopla. El rey de Persia,
Schapour III, dió la parte quc le habia tocado
á Khosrov III, descendiente de otra rama de la
raza de los Arsacides.
389. Despuesdela rouertede Arsaces IV,
el emperador griego dió el gobierno de la Ar-,
menia griega al general Kazavon, hijo de
Sbantarad, de la familiade los Samsaraganes,
descendiente de la raza de los Arsacides de
Persia. Este general ee sometió pronto á Kos
rov 111, que se reconoció entonoes tributario
dcl imperio; pero esta conducta desagrado al
rey de Persia, Bahram IV, y Khosrov fué des<
tronadoyenceiTado^n U fortileia d^ OItMo
en la Susiána.
392. Vrham-Schabou 6 Baharan-SchapoQr.
hermano de Khosrov III, colocado en el trono
por Baharan IV.
414. Khosrov ni, rettablecldo despnes de
la muerte de su hermano por el rey de Persia^
Jezdedjerd 1.
445. Schabouh ó Schapour, hijo del rey
Jezdedjerdl.
429. Interregno. El patríarca Sahag II y na
^bríno el general Vartan,de la rasa de los
Maroigoneanos, príncipede Daron, goberiuirea
la Armenia.
422. Ardasches IV, Ilamado despnes Ardas-
chir, hijo de Vríiam-Schabouh, es colocado en
el trono por el rey de Persla, Bahran V.
428. Es deslronado por el mlaino prfncipe
y qiieda destruido el relno de los Arsacidas.
Knlonces se veríOcó la reparíicion deflui-
va entre el imperíu y la Persia. Esla ob'avo
la parte oríental, que era la mas rica y ber-
mosa. El rey de Persia dió su adminislniclon i
nn gobernador á quicn nombró fnariban 6
iguarda de la frontera. Di^sde 428 ¿ 632 se fíO*
cedieron veinte gobernadores persas. Hc aqai
sns nombreit, con la fecha dcsuelevacion:
428. Veh Mihir Schahpour, noml>rado por
Baliran V. El príncipe V&han, de la rasa de los
Amadunios, fité encargado dc la administra-
cion int^ior del pais y Vartan Mamigoneiinos,
príncipe de Daroii, apellldado Medz (el gran-
de), desempefió por espacio de diez y niieTe
añosel cargo de sbarabied ó generaUsmo.
442. Vtfsag, príncipe de ios Sionnieses,
nbmbrado maraban por Jezdedjerd 11, rey de
Persia.
455. Adrormist-Arschagaro, persa, nom-
brado tambien por Jezdedjerd II.
464. Aderveschitasb-Iozmenteao , persa,
nombradoporPyrouz.
481. Sahag, asbied ócaballero, de la rasa
de los Pagratides. Se rebeló contra los persas
y muríó peleando contra ellos, despues de tia-
ber flrobernado un año y siete meses.
483 . Schapour Mihraneam , persa, nombra-
do por Fyrouz, gobierna dnrante seis meses.
Nikhor^VeschpabS'Tad, persa, nombrado lam-
bien por Fyrouz, gobiema por espacio de csa-
tro meses.
484. Antegan persa, nombrado por Ffrom,
gobierna siete meses.
485. Vaham, apellidado Meds (el graode).
de la raza de Ibs Mamigoneamos, princlpe de
Daron, hljo de Hmaicag, hermano ee Vartan ^
Grande. Habiase snblevado contralos persas y
obligó al rey Balasch á nombraríe marsbaii.
Fué despues confirmado cn flu dignidad por
Kobad, hermano .de Balasch é hijo de Ff-
ronz.
544. Vart, 'hermano, de Vaham. Se rebeló
contra Kobad, que le destituyó y llevó prisio-
nero á Ctesifonte.
515. Pourzan, pcrsa, nombrado por Kcdnd.
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m
ARMENtA
334
518. MeJeJ» priocípe do la raza de los Ke-
Doooios, norobrado por Kobad y conflrmado
por sa bijo Chosroes el Qrande ó KosroT-Aoon-
schreTan.
548. Tensctaaboub 6 Tenscbahpoar, persa,
cotocado tambiea por el mismo rey.
552. Yesehiias Yahran , perta, nombrado por
el mismo rey.
558. Yaraatd , persa, nombrado tambien poi
Gbo^roes.
564. Soaren-DjihrTeFcbnasboQben^ persa,
9»beroador nombrado por el roisroo rey. Mu-
ridi inaaos de Yartao, pr1nci(>e de los marai-
gooeaoos/ qne se habia siibletado.
574. Yartán, deuomloado P'bok'hr (el pe*
qieno), priocipe de Darón , de la raia de los
Maoiigoneano5» btjo de Yasag, bijo de Yart,
priacipe independienle sostenido por los grle*
gos: pero al fln fiié destiluido por los persas.
578. Míbrao-Djihrvegbon, peraa.nombrado
por Chosroes el Grande.
593. Seropad , apellidado Pasmaiagbth (cl
Tictüriofo). de ia raaa de los Pagratides, matz-
lao de ArmeDÍa y del pais de Ycrgan , nom-
bndo por Chosroes 11 ó Khosrou Peiwis.
604. Daviü, principed^ ia raia de los Sa-
barhiioios. norobrado por et mismo rey.
6S5. Yarazdírols, de la raza de los Pagra-
íide.s hijo de Semptid, nombrado tambien por
Kosror Perwiz, gobierna por espacio de t^iete
aaos. •
Eotre las vicisUudes qne cambiaban la
sofrie de la Aimeoia, una 5ola cosa quedaba
ooosiaote y uniforme, ta persecucion. Molivá«
bala eu hi parte sometida al imperio , uua leve
difergencia de doctrinas. y en la parte some-
tida á la Persia , la difcrencia completa de
creencias. Bn el año 442 Mihir Nersch, gene-
ral persa, fué enviado con muchos Sdcerdotes
T so'dados para converlir al magisroo á los
priocipes del pais. Mucbos se roanluvieroq^flr-
nes, pero otros aposlataron. S^ejante debi-
lidad iodigna al pueblo que corre á las armas,
rechaza á^ los idótatras , derriba los templos y
^iestniye las fortalezas; pero como el enemigo
era tan poderoso , no esperaba que durascn
sncho 808 tríunfos. Yendidos los sublevados
?or el emperador Marcio, á quien habtan pe-
dido socorro y que qoUo mejor Imtar con los
persas paganos que con los armenios hereges,
lúderon, sin embargo, resistencia» y reunidos
Itajo las órdeocs de Yartan , consiguieron al
priQcipio ona victoria completa sobre el após-
tataYasag^ pero el t de junio de 454 , abru-
iBadoB por el líúaero fiieron derrotados ¿ su
▼ez ea las llauaras de Téflis. De 66.Q00 bom-
haes leuttidos aiii, solo escaparon 700 , pues
Í08 demas marieroB en el momento de la ac
<^ 6 perecleron poeo dcspues ul qiierer ha-
^n^ paso por el ejército eiiemigo que tenia
hioqa¿Mlos en ma íortaleia ¿ los restos de
«qoel ejército.
Kl apóBtata Yasag , íiié investido del go-
bieroo dei pals, pero »e aumeataron las des* T
gracia» de Ú Armenia, y Sabrg, de la familit
de los Pagratides, que obtuvo la dignidad de
marzban, apenas podo alijerar aquella ptsada
carga. Por lo demas los padecimientos de aquel
desgraciado pais debian bacerse mas dificiles
de soporlar.
«En aqiiellos dia^, díce Juan el Uistoriador,
aparecióBIaboma, audaz inDOvador, qiie se de-
cia enviado de Dios para predicur las verdades
de la fé de Abrabam , y de la ley de Moisés.
Injosto en su justicia , deshonrado cn siis bo-
nores, perjuro en sus juramenios, siis ofren-
das no podian ser gralas á los ojos de Dios, y
su piedad era cruel. No podiiT ser de otro mo-
do, porque Jamás et bijo dol ef^clavo ha podido
ser el heredero del liijo libre, y el fiel Jamás
ha podido ceder siis derechos al incrédulo.
«I>as fuerzas del ismaelila eran gran les, y
derroló ¿ todas las tropas del emperddor Herá-
clio. Pronto fué invadido al campo del Ararat,
y Toóm fné lomada por asalto, perdiendo la
vida iin número conslderable de habitanles, y
35,000 fueron vendidos y condncidos á la Siria.
«Habiase esiinguído tottilmente la fiierza de
la nacion, cuando fué desgarrado el velo som-
brío del Sur. y se levanló conira nosolros un
viento mortal y abrasador, que secaudo todas
las liernas plantas del Jardin de nnestra igle*
^ia, las marchiió con su aliento: entouces al
cabo de pocos años se apoderó de todo cl pais
la raza de los iKmaelitas, dei'pues do haber
sembrado eij el Norie la confusion y el desór-
den. Anle esle espect¿culo , sobrecogidos da
éspanlo Teodoro y olrosgrandrs , se sometie-
roü ¿ aquellos bandidos, baciendo pacio con
lamiierte, y alianza con el inflerbo. Habian
abaodonado ei parlido dei eniperador, que des-
pues de haber reunido un ejérciio numeroso,
acudió presutoso ¿ Armenia paia soineierios;
pero solo encontró obediencia en los georgia-
nos, lo cual redobló la cólerade Conslan.iuo dc
talmodo, que pensóesierminar nueslro pais.
Afortunadamentelassúplicas del palriarca Ner-
sés cambiaron la resoluciou del rey, que vino
entonces con sentimicntos paciflcos ¿ la cíu-
dad de Tovio , y se hospedó en ei palacio pa-
triarcal (4).»
Los ¿rabes se hicieron dueños de la Arme-
niadespues de algunas balalias, y volvieron
de eila lleTando con&igo en rebenes ¿ las mu-
geres, ¿ los bijos é hyas de los principes del
pais. Apenas habian partido, cuando el putriar*
ca Ncn:és volvió á su silla. Los armeiríos se
.^metieron al emperador, qiie permitió que
Hamazasb, Mamigoneano, priocipe s¿bio, Ii¿-
bil y valiente, tomase el titulo de curapalato,
y gobernaso la Armenia. Enlonces se iulrodu-
Jo ladiscordia entre los érabes; el emir fiié
muerto reemplaz¿ndole Mava, que hizo reioar
la paz en su imperio, y la Armeoia gozó de un
instante de reposo ; pero esta caHna no del)ia
de ser dnradera. Sempad el Pagratide era cu*
(1) Juaa, patr., pig. 469, 174.
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AAmsmñ
m
ropalWo, cMiid»eteanfa mM ttpalf, eoiiio tanAicB ioftrieada on aqaeHa» cfioocaaMa
prefecto ú oadigan a1 emtr lenraii, qoe empe- tioe ae Teriflcabaii eo nooibro áe liiboiM. AéI
ad de nuevofHs peraecttcionea. tomdU Isla de
Setán, siftia<hien el lago de Klieghao , y ei*-
tregó á la muerte 6 ¿ la esdaTiHid á gran nú-
néro de cristianos. Las persecuciones oonti-
nuaroo durante el oatifkto ée Al)d-el-llelei (85
de la era de los árabes), ée Velid j de Omir.
Bajo la administracion de eete últlmo se íosd-
taron cneafiones rengiosas eft la Armenia, y
los persegirtdos, dignos de la compaston áe 1«
bistoria, mientras sofrieron ]nn(oa contra e)
enemigo cooHin, parece qfoe se propnstero»
alejar de eUos la piedád, f mereeer sit di^
gracia, llamando nnoa aobre otroa la oólera de
sus verdugo9.
«Durante el patriaroado áe Elías, nn tai
Nersés, arzobii^ deAttwnia; estraviadoporun
orgulk) ímpfo, sedeclaró paHidario de la secta
de Galcedonia, y habiendo gaoado ¿ lapHiice*
sa, quc estaba entonces eooargadB del gobicfr-
no do aqnelía proviocia, trabajaron de comon
acuerdo en precipifar al pais en la escandalotfa
heregia de Leon, que solo veia en lesucrtsto
un bombre. flabiendo Hegado eat^ becbo ¿ no^
ttcia de los grandes, lo particlparon al gmn
patriarca Hersés, qne á pesar del ceto qne des-
plegó, y delas mfuchasoartas qoe les eorióen dos
ocusiones diterentes para esplicarles la verda'-
dera fé, no pudo apattarlos de su fbneato emor.
Bnlonces el patrlarca poniendo en éjecucion
lo8 eonsejo^ dc su prudencia y longanimldad,
escríbió uua carta aloallfi Omar ooncebida en
estos términos: «Tenemos en noestru pais un
prelado y um prínoesa <fne saHéadiose d^ hra
vias de la sumlsion qne deben ¿ ▼. H., rdMi-
san tambien obcdecernos ¿ nosotroB, que cK
tamos siempre tuestra MMbre e» noeslraa
plegarías, en tanto qoeetlos tratan de'.^meter
nueslro pais al refdie la cludad'de Kom», y 8i
no 08 dais príea ¿ separarlos de aqa#, se ea-
tender¿ncon losromanoe^eR loqoe' coMieme
á los tribntos y ¿ los dem¿sr reglamenios.»
«Al reoiblr el caKfa esfa eatta, traté^ eoa h
mayor distincion al en^lado del patríarca, y
érmismoledesrpaobé aigefé'de sttseQnocoa,
con la órden de traerle inmediatamente ¿ los
d08 cnlpaMes^. Cnando Ilegd ¿ Armenta, seapo-
deró de sus personas, \ob cargó de cadenaB, y
haciéndolos monnnr en cameMoo, se volirté al
palaclo del califa. Be eata snem la pmdoDcia
del patríarca, ale|<yde sn rebeño la mnerte ea^
pifitoar, hacieRdo oaetigvr ¿^l^RféfTy ¿' la
pitecesa. En seguida oHMagnfr ¿ otro arsobls-
pe, y )e oolooéenHogwdelbefege (t).*
Vése, fnieg, asi por ei heehe, coa» por f a ma
nera aprt)bativa'Conque earefendo, baata dtonde
poede Itegar eFAmütlsme religioeo, mas ren-
coroso eii general oontra lai heregia que con*
tra el ateismo^oM»docti!ina*oomplelmetile á\h
erente.
La codlciií'dle loa dMAte ^irtpals ettaba
(I) Juto,pttr.
e8, qtie el oadlgan lebM^ ■■Mié defoltar
inas de cuarenta frailes del convento éa ta
GregoHa en la provlnoia de Mtrevan. paia
apoderarse de laa rlfvesas ée hi figMaw ifigiH
nw sobrevivieroa, y apeloddo 4 h Ibga , ae
ocaltaron en las mpntañas.
.Deeate moéo'pasaroD iMclioeat^os, Hs
armenios luchando parcialmente contra laepO'
8ivm, d soMOitóodoee ¿ eNa> poraefirfdo» plbr
lo8 árabes ó pov los gríegos si lcs [
corrow El oúmero de lea mártlres qiaa i
y sigoió al aflo ^Ofide la em Armiñila,
de ¿ deoiia eincoenta en niMr sola provmoia, y
es de adftrtir qne sionffre ealan to eiibiiaaa
mas príncipales. Stn embarge, om faaiilíav Ü
de l08 Pagrflides, se levantaba aobre lea ral*
uas de ki arisloeracla, y ecbaba loa clmieDliK
do nn pe^r qne sirvid para deleiidtsr los úMr
mos restos de ia nacion«tididw
Bn 8119, A€kod ei Pagratide, reclb»6 eVM-
lo de Principe d$ hi ptineipet. Snpo Mmla*
neiBe en perfoeto eqoilibrtó eotre el evapcm
dor griego y el calita ¿rabe, y aeaijó porqia
le reconoeieran ono y otro cemo rey. Sa ci^-
tal era Oars, lars ó Garants, siUiada sebriel
río Alohourcan, en e1 pais de Vanaat.
afbrtonaée fué Sempad, hi}o de Aobud;
tuvo qoe lochar eotttra la eavMia de loa grafr>
^es, loB cuaf^s acabaron por prestar contra él
8us socerros al geueral ¿rabe Yoessonf. VeBdJo
Sempadmiirióca cautiverio. QoeHendo vengarle
sn hljo Acbod, llamado Bra%o áe héirrú, áfimh
tó ¿ Yoossoof, teiaó poeiflcamettte, y eataUOi-
ció de plano sa preemineieta sobre les fdi»
clpes 8US vmIIos, por lo qoe le dleron el títnle
pomposo de Beg d» Iwreym. Bato el reinade
de Apea, ao bcnnaiio, loe emlrcB ¿robea y ksb»
d08 del Dlarbekve se snMovaroA y oonqoifla-
ronunc iadependencla qoe algnioB no boi
peitildo desde ai^ella época» Acbod IU, byo^
Apaa, prepardei fln del poder deaii ruK
nombrindo ¿ 8u hemnmo rey de Kara, y ákt^
diendo de ei^ modo su poder, cnya unídiíi
oasiabtt ya ia»to trabajo coofervorae. Sbfl»»
pad If . Irtio de Adiod Ift, tavo tambieii oñ re**
nado bvniante» pero deade el Dooieirto <e m
meerte la mooan}ttla lestanrada fiié de bmiI á
peor. Bn I70t ftié aBOainado Kakig li^ ^ Iw
griegos en 1« (brtaSesa de Qlbistra, qoedasdB
cempietaaeine esUngoida la mooarfnla de Um
PagratMce en ArmentH.
Despue6deJoBaoriato74a. AclMidvl#»dar
VaBBg, aembradO'palrícki y gebemadordé to
Armenla por Merwan^H, Mtiido eMk dels'a»
sa de loB OmmiadaB.
708. Senpad, b^o de A'iNd,fii&Mi4¿ |io-
leando contra los ¿rábes. *
7SI. Aebed,at)emdadMe8a«er,ciiiiivM-o,
«orbljoi.
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331
ABMENIA
36»
SSO. Sempad, deDominiido el Gonfesor, sa
bijo. Sutnó ^l nurtirio en Bagdad.
859. Achod, apelUdado ei Grande.
890. Sqmpad 1, llamado el Mártir, su hijo.
944. Acbod 11, Brazo de bierro, su hi)o.
921 . Acbod, hermano de Sempad 1» se Ifó-
oededvar rey en Toria con el i^poyo de los
árabes.
928. ^>as sncede ¿ su hermuno Achod U.
952. A'chod III, Ilamado el Misericor^ioso.
977. Sempad n, llamado el Dominador.
989. Kakid I» apeliidado Eey dc los reyes,
hermano de Semofd n.
4020. Juan, Ilamado tambien Sempad, hi-
jo dc Kakíg 1.
4040. Inlerregoo.
4042. Kákig U, hUo de Achod IV.
El terror quc los turcos Seldjucidas le ins-
pir^an, sugtnó ai rey dcl Vasbouragand la
idea deccder sus eslados al emperador Basilio,
bajo condicion de que le daria en cambio la ciu-
dad de Setese. Apenas los gri^gos habian
sentaiib él pift sobre esta Uerra, cuando trata-
ron dc anmentar sns posesiones ü sus es-
pensas. 1n eíecto, Con^dntiuo ttonomaco se
enconfré du^o de toda la Armenia; pero los
griegos se ?ieron pronto obligados á cedcr su
conquista á los turcos. J^espncs de los tqrcos,
e«|iiilsail(^ por David U, rey de la Georgia, tocó
i loB mogoles, mandados por I^lngulz-Khan,
CDnqnfetürla Airmenia. Del anliguo poder na-
cioiial Bo quedaba ya mas que un pequeño
p^ncipa^o, fundado enlás ^#¿ant«s det Tau-
rú, por un tal Rhoupen, cnaüdo fiié estinguida
la raxa de los Pagratides. Los principes do es-
ta casa se aliaron con los gefes latfnos que la
crozada atrala al As'ia y los áuxili^on con to-
do 80 poder. f«a casa de k» Rboupenios sub
siatió cerca de cnatro slglos, y dió veinte y
cnalro príncipes, que reinaron por el órden si-
1222. Interregno.
4224. Iletlioun ó naylbon I, Iiijo de Cong-
Iaotino, s^or de Pardserpert, desceQdiente de
a familia real.
4 267. Leon III, sulújo.
Haytüon U, su hijo, abdica.
Teodoro II, su hermaoo.
Uaython U, restablecido, vuclve á
4289.
1293.
12í»5.
sdidicar.
4296.
4298.
4300
DespQ^ de iesocristo 1080. Rhoupen 1,
apeOidado Hédz, é1 Grande, parienle de Ka-
kSg n, último rey Pagratide.
4095. Gosdantino ó Gonstantino I, su hijo.
4400. Thoros 6 Teodoro I, su hiju.
4423. Levon ó Leon I, so hermano, lleva-
do prisiooero á ConstantUiopla, doode muere
en su cautíverio.
1138. Interregno.
4444. Thoros ó Teodoro U, Iiijo de Leon I
4468. Tomás principe latino, suegro de
Thoros II, gobierna con el titulo de oaile ó
regente.'
4 4 69. Meleh, hermano de Thoros U.
4474. Khoupen U, hijo dc Esteban, herma-
nodcThorosU, ydcMeleh. .
1485. Lcon U, apúllidado ci Grande» her-
mano de Roupen U.
4 198. Es corouado rey por Conrado, arxo*
bispo de Maguncia.
4249. Z^ibel ólsabeU su hjja.
4220. Felipe, sn marido, hijo ^ Bohe-
mondo IV, priucípe de Antlóquia.
453 BIBUOTSCA mÚLAII.
Sempad, su hermano.
Gonstanlino II, su hermano.
Haython 11, restablecido nuevamen-
|e, abdicapor tercera y últiraa vez.
4 305. Leon IV, hijo de Teodoro I}I.
1308. Oschio, hermano deHaytbon U.
1320. Leon V, su hijo.
4342. Constaniino III de Lusiüan, llamado
antcs Juah, (cn armeuioDjivan,) hijo dc Amau-
ri de Lusiñan, principe de Tiro, bermano de
Enrique II, rey de Cbipre, y de una hijH de
Leon lU, rey üc Armenia.
4343. Guido, (en armcuiano KoviJon ó
Gid), su hermano.
4343. Constantino IV, tambien de la casa
de Lusiñan.
4363. Intcrrcgno.
1365. Lcon VI, paricnte de Conslanlino IV.
El flu dc csta razu fiió cl mas miserable dei
mnndo, pues desdc I^on IV, llovieron sobre
ella todas laa calamidades y principalmcnle
en el rcinado de Lcon VI, úllimo rey, parece
que el destino se iiubia propucsto acabar con
ella.
tEI relnado dc Leon IV fué breve; este prín-
cipe pereció en 130S con su lio Helboun, por
la perfldia de un gencral mogol, IJamudo Bi-
larghou, que mandó ascsinarlos. El hermano
de Hethoun Oscbin, condestablo y principe de
Gaustchoy, se puso inmcdiatamenteá la cabeza
de lastropasparrvengarla mucrte de su sobri-
no, venció á Bilarghou, leespulsó dela Oilicta
y fué proclamado rey. Miirió eu 1320, dcspues
de un reinado de doce aúos y alguuos meses,
no dejando mas que un Iiijo dc dicz anos de
edad, liamado Leóo, que habia lcuido de una
hija del rcy de Chipre, de la ca.^a de Lusíñan.
Las diácordias civiles, las invasiones dc los
mamelucos, de los tártaros y de los turcoma-
nos, acabaron de reducir al último estremo ()\
reino de Armenia, ya cousiderdblcmenie dcbi-
Íltado á fuerza de incesantes devastaciones y
saqueos.
«A la muerte de Leon V, los graudes de Ar-
meoia ellgieron por rcy á Juau dc lusiñan, so-
brinodel reydeChipre y aliado dc ia raza real,
á quien uieron cl nombre de Cousiantino lil, y
•Íe coronaron en la ciudad de Sis. £stc prlncipe
no reinó mas que un aúo; sc condujo tan mdl
y se hizo tan despreciable por su bajeza, quc
tos noblesse rebelaron coulra 61, le maiaroo y
llamaron al tcono á su hernuino Guido, célebre
en cl imperio por su valor. Ku 4 345 eiigieron
otro prlncipc dc la easa dc Liiísinau que reinó
bajo cl nombre dc Coiistautino lY.
T. in. 22
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339
AftMÉNlA
3(0
«Muerto esfe, fué elegido por consejo del
p&pa Urbano V, on principe de la casa de Lu-
slñan, que llevó el nombre de Leon YI y fué el
último rey de 1a Armenla. Apenas se sentó en
el trono, cuando los egípcios entraron en Gili-
cla, y para oponerse á su marcha envió contra
ellos á sn condestableLlbarid, qne fué yencido
y mnerto, despues de haber becho prodigios
de Talor. Leon entonces pidió humilde la paz
al snltan de los mamelucos, que se la conce-
díó, exigiendo de él gruesas sumas de dinero.
Pero loformado despues de que el rey de Arme-
nia babla enviado embajadores á Europa para
oscitar á los priuclpes crístíanos contra él, re-
soWió anonadar el reino de Armenia, y al cfec-
to dió á su general Schachar Oghli, la órden
de entrar en la Cilicia con numeroso ejército,
mandándole ademas que persiguiese al rey á
todo trance y sin ningun género de considera-
cion. Los egipcios penetraron sin diflcultad en
la Cilicia, tomaron é incendiaron el año de 4 371
la cindad de Sis, vencleron al rey Leon y ¿ su
general Schahan, principe de Gorigos, que
habian acudido á atacarlos. EI rey fné herido
y obligado á refugiarse en montañas inacce-
sibies, donde permaneció oculto mucho tiem-
po, hasta*el punlo de que se llegó á creer qua
habia muerto; pero cn 4373 volvió á laciudad
de Tarso, precisament<> en los momentos en
que sn muger Maria iba á casarse con Olhon,
dnque de Brunswick, que debla ser coronado
rey de Armenia. Leon tratd de entablar nue*
vamente negociaciones con el sultau, que se-
guro del resultado de aquella lucha, no qurso
oir ningona proposicion. Los egipcios empren-
dieron de nuevo la guerra con mayor furor
en 1374, desvastaron ei pais, tomaron todas
las cíudades y todos los castillos, y obligaron
en fln al rcy á enccrrarse en la fortaleza de
Gaban, con su esposa, con su hija y el princi-
pe Schahan y sostuvieron un sitio de nucve mc-
ses, hasta que forzados por la faltade viveres,
se entregaron á discrecion. Este triste aconte'
cimiento ocurrióel año 1375. Leon Vlfué con-
ducido con su familia á Jerusalen, y desde
alli al Gairo, donde quedó cautivo por espacio
de sels años. En 1384, obtuvo su libertad por
la mediaclOD de Juan I, rey dc Gastilia. Pasó
entonces ¿ Europa, dirigiéndose primero á Ro-
rou y despues á España, ála córte de su liber-
tador; despues se encamiaó á Francia y fljó
ulli sn residencia (4}.»
Destinada la Armenia á servir de victlma á
todos los perseguidores y de prcsa á todos los
conquistadores, no podia evadirse de caer en
poder de Timour Leng ó Tamer!an, quien se
lanzó sobre ella, despues dehaber conquista-
do la Persia y laSiria. En 4&03 Shahabbas
reuoYó la matanza y el saqueo en Julfa, que
tomó por usalto, Itevándose consigo á toda la
poblacion, concluyondo cntonces para la Ar-
menia, cuanto pudfera semejafsé á ofia nacío*
nalidad, ó á un gobierno independieute. Per-
tenecia á la Turquia y estaba dividida en roa-
chos bajalatos, á cscepcion de las partes
orientales, sometídas á la Persia. A principlo
de éste siglo, la Rosia, dueña de la Georgía,
ha penetrado en las provincias armenlas; po«
see ya una parte de ella, y si se atiende ilos
frecuentes castigos que iroponen á los arme-
nios, á 1a conformidad de religion entre estos
y los rusos y á la ambicion paciente é ince-
sante de la Rusia, no seria dífícil creer qne
antes de mucho tiempo se haga rusa toda ia
Armenla. Ya se han veriflcado importantes
emigraciones de uno á otro pais, y las riqae-
zas llevadas por Io.h emigrados á sa patría
adoptiva en cambio de su hospitalldad, hacen
comprendcr las inmensas ventajas que la po*
sesion completa de la Armenia reserva pan
en adelante á los czares.
Memoriai hiilórieaty geográficat tobre la Armt-'
nia^ seguidas del tesCo armenio de la Bittoriadtkt
principet orpelianot. por Bsteban Orpelian, y deel
de las Geogrufiat atriDQidas i Ifoisés de KtioreD y al
(4) Saint-Msrtin, Mtmorxat tobre la Ármepia,
.400.
doctor Vartan, con ona traduceíon francesa j b
por Mr. J. Saint-Martín, 1818-20, 3 vol. en 8.*
Invetiigacionet curiutat tobre la hittoriaanti§u
del Atia^ sacadas de los mauuscrítos orientales, por
Chahan, Cirbied y Saint-Hartin , 1806 en 4.*
Detcripcion de la antigua A rmenia, por éi P. U€
Indiidjian (en armenio). venecía, 1835, 8 roi. ea t*
MosisChorenensis: Hittoria ArmeniacaAib. III.
Lóndres, 4739, «n 4."
Hittoria de Ármenia: por Fausto dc BizanciO'
Conütantinopla, 17^, en 4.*
Hitioria de Armenia: por el patriarca Juan Tl:
llamado Juan Katólrcos, traducida det armenío, por
Mr. J. Sainl-Martin. 4841, en H,"
El retlo de la Hittoria de la Armenia ^i de la
Georgia, publicado por Schamir (eu armenio). Ma-
dráí, 4775, en ♦.•
Hittoria de lotarmeniot* porelP. MiguelTchant-
cbian (en armenio). Venecia, 1784, S.rol. en 8.*
Compendio ttoHeo topra la nasione armene, di
G. Serpos. Venecia 1780.
^ Vahram*tChronicln ofthe Armenian kingdoaia
Cilicia, during the orig. Armenianf uith noteteM
iliuttraliont, by Fried. Mewmann. LóHdres, 4841,
en 8.»
The Hittori of Varían and íhe battie oftke Ar-
menian, by Elissus. L6ndres, 4830, en 4.*
ARMENIA. [Lengua.) Los armenios, que se
Ilaman á si mismos haiks, deslgnan su idio-
macon el nombre de Icngua baicana ó liaicia-
na, y pretonden que la habló, no solamenle su
antepasado Ilaig, biznieto de Gomcr, bijo de Ja-
phet, sino tambien el mismo Adan, y que por
consiguienlc no es un idioma de composicion
secundaría, ni de los que, segun la tradicion
bíblica, se formaron simultáneamenle enla
época de la confusion dc las lenguas y de la
dispersion de los constructores de Babel; sino
la que enseñó, ó porlo jnenos inspiró el Cria-
dor ú nuestro primer padre. Segun ellos, la
lerigua primitiva debe, á pesar de las revolu-
ciones del globo, baberse conservado, desde el
dia de la creacion delhombre, en aquel palsde
Ararat, donde se deluvo el arca despues dd
dlluvio, y donde, antes de la cuida de Adan,
habia existldo el jardin de Rden.
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3i4
ABMENIA
342
Los partidaríos de ese sislema citan en apo-
yo de su opioioo el nombre de rouchos lu
gires célebres de la Armenia, nombre del cual
deducen un sentido que está en relacion á la
lez con la tradicion local y con la relacion sa
grada. Erivan (aparicion), es segun dicen, la
prímera tierra que vió Noé elevarse sobre las
aguas al retirarse estas; Nakbdchavan (prime-
ra mansion), cl lugar donde se ÚJó aquel al salir
delarea; Agori (el vástago del sarmienlo),
donde plantó la \id; Harant (el campo de 1a ma-
dre) el lugar de la sepultura de ia muger de Noé,
seganda madre del género humano; y Arnoio-
dea (el pie del bombre), el lugar de la sepul-
lara del mismo patriarca.
Si dejamo^ á un lado el testimonio do los j
irmenios» no hallamos en su lengua ni en '
las relaciones delos autores de la antigüedad, ,
sino noticias muy vagas 'cuando no evidente-
mente falsas. Asi Hcrodoto en el libro VII de
sa historia, nos habla de los armenios como dc
uaacoIoDia de frigios» y£strabon e*D cl li-
bro I de so Geografia nos dice que los ar-
menios, los sirios y los árabes tiencn grands '
relacion entre si, tanto por su lengua comopor ,
sos costQmbres. El sábio Yarron admite, sin
embargo, 1a existencia dc un idioma particular
á la Armenia; porque en ellibro IV de su
Tratado de la lengua iatina, al investigar la eti-
mologia del nombre del rio Tigris, le da un
origen esclusivamente armenio, por mas que
este nombre pueda esplicarse igualmente por ,
el persa. 1
Eotre los modernos, Andrés Acolúth, autor
del Obadias armenus, que ha sido la primera :
pmebade impresion armenia hecha en Alema- <
nia, piensa quc el armenio debe ser idéntico |
al antiguo e^ipcio, suposicion que desecba
Leibi^tz con mucho fundamento. Calmet en su
comentaríp del Génesís, hace derivar ei arme-
nio del hebreo, al paso que el jesuita Besnier,
en on discurso sobre la ciencia de las etimolo-
gias, que ha colocado al frente del díccionario
de Menage, pretende quc los armenios se va-
naglorian de haber comcnzado la antigua len-
goa de los partos. Veys^icrc de La Croze cree,
poT el coDtrarío, hallar en ellos la leqgua de
los medos. Verdad es, que, segun lo han veri-
ficado los bermanos Whiston, se consigue es-
piicar por el armenio, muchos térmmos que
Herodoto, Genofonte, Estrabon, Quinto Curcio
y Plinio daban como médicos ó persas.
Diremos de paso, que por el armenio se
iusUQca tambien el aserto de Saluslio, cuaudo
üice cn su historiade la gucrra contra Yugurla,
qne el nombre de los moros es una corrupcion
del de los mcdos.>Con el mismo auxilio sc ha
Ipgrado poDer de acncrdo de un modo muy
plausíble las dos relaciones de Josefo y de Syn-
ceiie cuaDdo dicen: cl uno que Gomer fué pa-
dre de los celtas, y el otro que lo fué de los
capadocios.
A pesar dc la oscuridad que envuelve su
ori'gen, 6 tal vez á causa de esla misma oscu*
rídad, no se puede dudar qne el armenio os
uno de los idiomas mas antiguos del globo.
Schrceder hace del armenio una lengua en-
teramcnte aparte, y Cirbied lo declara «una
lengua aislada, sin fusion y sin mezcla con
niuguna otra lengua. » Pcio volviendo á su aser-
cion estos dos autores nos dicen en seguida,
el prímero tque se pueden sacar del armenio
tantas palubras que han pasado al Iicbreo, al
caldeo, al siríaco, al porsa, al turco , al gríe*
go y al latin, t^mo se han sacado del ^-
breoif y el scguodo «que las lenguas antiguas,
con ias que el armenio tiene mas conexion,
son los diferentes idiomasde la^citia, las len-
guas persa, sanscrita y griega.t Adelung, au*
tor del Müridates, al mismo tiempo que no
ha querído rcconocer en el arménio rclaciou
con ningun olro idioma, le da en su clasiQca-
cion el lugar que ocupa en cl n^ipa el pueblo
que lo hablu, y sabido es, que cslc pueblo, que
linda por el NÓrlecon la region caucasiana, por
el Sud-este conQna con el dominio de la raza
persa y por el Sud-oeste con el de la raza se-
milica. Pullas, en su Vocabulario comparado de
las lenguai del gloho, coloca á este enlre los
dialcctos lurcos y los del Cáucaso; pero cslc
lugar que lc designa podria convenir á lo sumo
á alguno de los dialectos mixtos de los ar-
meuios modernos. W'hillian ione& {Asiatic re-
seharces, t, III, pág. 42; dice, que la base dcl
armenio es el antiguo persaque pertenecc como
ei zendo al origen indio.
las relaciones que presenta con el zendo
el idioma que nos ocupa, se esplicarán fácil-
mente, si como pretende Anquetil Du Perron,
se propagó esta lengoa antes de la era cristia-
na por la Georgia y por el Aderbaidjan, es de-
cir, por la mayor parte de la frontera oriental,
y septentrional de la Armenia. Por lo demas,
es cierto qoe existen en el armenio multitnd
de voces de orígeu zendo, las cnales no pare-
ce que las haya obtcnido por medio de la lcn-
gua dc la Persia moderna, puesto que entre es*
tos términos no hay ninguno que se pneda re-
ferir al pehlvi, que es otró de los elementos
constitutivos del persa.
Klaprolh, en su Ásia poliglota, hace del
armenio la sesta y última rama asiática de la
familia indo-germánica, y encuentra en ella
ademas relacion de parcntesco con las lengois
íinesa y algunas otras septentriooales. En esta
familia indo-germánica clasifican tambien los
seoores Pelermann de Berlin, Neumann Wbin*
dischmann de Muuich el idioma armenio, re-
conociéndose asimismo en sus raices numero-
sas relaciones con las lenguas medo-persas.
Basta ^rigir la \ista al vocabulario arme-
nio para reconocer en él mnltitud de radica»
les que le son comunes con el sanscríto y el
persa; y no se encuentran voces lomadas con
posteriorídad á la ópoca en quc se üjó U len-
gua; porque eslas radicales se rcQeren ú idcas,
cuya espresion pertenece al fondo de todo
I idioma y formau los nombrcs de una mulütud
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943
ARMENIA
m
de objetos que corresponden á las ^rimeras
sensacioaes 6 á las primeras necesidades del
hombre , y en gran parte tambíen forman los
térmiDOS que espresao las primeras relaciones
sociales, cuates son ias de la famitia. Los nom-
bres numerales prescntan semejanzas tan va-
rias como admirables. .
Por otro lado, á consecueucia dc la domi-
nacion sucesiva, tan pronto directa como iu-
directa de los aslrios, macedoiiios, romartos y
parlos sobre el suelo armeuio, y tambien á cau-
sa de habersc incorporado á la nacion miichas
tribus dc raza estrangera, tales como las de los
rzerounis, qne se declan descendientes de
Sennacherib, la de los kentounis qne descen
diau de \os oananeos, ia de \ospacradonis que
cran hebreos, !a dc'los anadounisquQ oriundos
de la Palestii\ii hablan emigrado en otro tiem -
po al Asia, dc donde á La sazon Ilegaban ; la
de los mamigonios que veniiin de las fronteras
de la China, asi como en toda la poblacion de
la Pcqueña Armenia, donde autes de Arau, que
hizo su conquísta, se hablaba un idioma dife-
reulc det de los hijos dc Haig, debió introdu-
cirse en la lengua armenia desde una época
inuy remota cicrto número de términos caldeos,
siriacos, gricgos, latinos, persas, tártaros, etc.
Bslas voccs tomadas no fueron, sin embargo,
tan uuTnerosas que alterasen de uua mancra
notable la nsonomia de la lengua naciQnat.
Gualquiera que sea, en efecto, el número de
las palabras armeoias en las que podemos ^n-
contrar vestigios de una derivacioo estrange-
ra, es evidente que, foera de este fondo exóti-
co, queda lodavla á esta lengua una cantidad
considerable depalabras que la pertciiecen en
propiedad y cuyo foudo indlgena es la parte
mas imporlante de su vocabulario. Asi, pues,
la lengua armenia es en último resultado una
de las qne preseutan en su composicion mas
homogenidad , y como consecuencia de este
hecbo puedc citarse que el pueblo que la ha-
bla ha ocupado slempre, desde el principio de
los tiempos históricos, el mismo suelo, donde
ha conservado hasta el dia, á falta de tiaciona-
lidad politica, el tipo primitivo de su raza.
Nada parece corroborar la asercion de Herodo-
to respecto á esa emigracion de ftrigios qoe su-
pone fueron los primeros habitantes del pais
de Ararat.
EI armenio coenta cerca de cuatro mil rai-
ces qne, en Ja composicion de las palabras,
se combinan entre sí segun las leyes regulares
semejantes á las que se observan en el sans-
crlto, griego, aleman, y por úllimo en todas las
leuguas sintéticas. La nomeuclatora qoe resol-
ta de las combinaciones mas ordioari&s de es-
tas raices es bastante rica para qne pucda el
armen io, sln necesidad de emplcar elementos
estraños, tradocir todas las espresiones de las
lenguas de los poeblos sos vecinos.
Gicrto es que hasta en los mas antfguos
autores que han llegado á nuestras manos,
encontramos empleados cierto número de es-
préslonetr griegás; ^ero este Üéclid lió pmebi
pobreza de la lengua, siuo f ue, debiendb II
Armenia su edncacion literana principalmenté
á Ifl Grecia, resutta de aqui' en Ibs escrítores
un gusto á veces desmedtdo por el helenismo.
Por otra porte, üos amiieilios prefleren tambicii
con ñ'ccuencia reproducir los nombi^es pro*
pios de los griegos tí^ducietido las raices, eñ
lugar de pronunciarlos.
Ss Cvidente, sln embargo, que la itdluendA
gríega se deja sentir á cada paso, cn la for-
ma con que conocemos la lengua arUnetiüi. Es-
ta innoen'cia es admirable en ia limttadidn dél
scntido de las palabras, porqne al' lado de cada
término griego se puedé colócat' ÜH término
armenio que le corresponde exatitatiiente! asi
por la estenslon como por la comptiBnsion.
Por lo demas nos faftan monumentos para
scguir, porolro iliedio que per conjetoras, las
dífercutcs faces por que ha pÓLsadoel idloma dc
ta ArmeBia; pues lós masantigudSqheposeemos
son postéríores á las mas importaiítds de las
revoluciones que ha podido safirir, y no eiiste
ninguno donde podamos observarlos tal coroo
era antcs de haber esperímentado la accion
griega.
Si las fkmosas inscrípcibnes dtfnelfbrmes
de Van deben espHcarse por el armenio; comd
pretendcn algunos sábios, será preciso recons-
truirío en ese estado primiHvo para intetitar,
con alguna esperanza de éxfto, la acláradou
de sus misteriosas columnas.
Las ínscripciones armenias quc basni'allo-
ra se conocen, no of^eceH mas inrcré^ al'filé-
logo qne al anticnarío. Eo 48Y8' dfólvlaprbth la
traduccion de veiote y ocbo, qbe hablan sldo
recogidas en dfrerentes puotos de la Annéoia,.
T Saint-Maríin en 4834 la de tres qoe acababan
de ser descubiertas en las ruinas de la atftiguif
cíudad de Botgharí, en Rusia. Todas eatas ins-
crípcfones se hallaban en las iglesias ó sobre
los sepulcros crístfanos , y la mas antigaa
data del siglo X de nuestra era.
La numismática no arroja mas luz éobre la
coestion qoe la epigrafia. Las monedas anne-
nias mas anUguas qoe sc conoceo, y lás cna-
les alcanzan solamente á la época de los Arsa-
cides, conticnen leyendas gríegas. Las en qoe
se lee el armenio pertenecen al reino de la Pe-
qoeña Armenia, ó Gilicia, f solo datan del sl-
gioXI.
Girbied pretende, annqne no se sabe sobre
que datos se funda, qne en noa época^mas re-
mota, pero qoe no deiermina, se distingoiaa
en el armenio seis dialectos príndpales , qae
eran el de Ararat, el gordiano, el agovanio, ei
kukaríano, el dialecto de la Pequeña Armeoia
y el persa-armenio. El segnndo de estos so-
puestos dialectos no era sio doda otra cosa qne
€l caldeo, qoe todavla hablan hoy los habi-
tantes de la antlgoa provtncia de Oordjaik, so-
]gun nos dice Mr. Bogenio Boré en sus Metno^
tias de uñ viagero en Oriente; el ttsrccro era
Ln idioma ignaimente distinto del annenio, j
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846
$irticálar áfos aghuanos 6 afbanes^» póeblo
qoe babitaba al Nord-este de la AiineQia.
KI diaiecto del Ararat ha sobrevivido á los
•Iros tres, perpetuándose solo en el armcQio
literal, tal como le cooocemos por las produc-
cíoDes lilerarias de laArmenia cristlana. Sin
embargo, parecía en un principio qué la nueva
ícilgion debia serle fatal; porque los griegos y
lossiriosquehabiaQ sido instrumento de la
conrersiOQ de los hijos de Halg, aplicaron por
lirgotiempo y á porfia sus lengua^ fespecti-
visálosritosdelcristlanismo, con esclusion
de la lengua nadoQaL Esta fué reintegrada eu
rás derechos al priQcipio del siglo V, merced
alcelo piadoáo y patriótico de dos poQtiDces
iriDeBios. La rersioQ completa que hicieroQ
4e los Iib{t)8 saQtos ñ¡6 lá leogua, y el estilo
tÍBestos fieles Iraductore^llegóá sereí único
niodelo quc copiaron en sus escHtos los Iltera-
tOSqaélossigaieron.
la proonnciacion del armenio ño es' muy
agradable á los oidos de lós euicopéoá, no taillo
por la moltitud de coQsonantes que se sif^uen
^o la intermision áe niogtíi^a voCal (porque
^ acumolacion no tiene en la boca de los na-
donales la nide^ qne podria esperarse), sino
mas bieo por la firecuencia de las d^piradás,
Leobre todo de Tas articdTtfcioney silbantcs, y
i soDido^nasales qne se encucntran eú elláá.
A esto se agrega un acento pronunciado, que
cargando uoiformemente sbbre la última ^ilaba
delas palabras, produce por sa misma ftrerza
QDa moQotonia molesta y cansada.
Sl alfabeto de los armenios, tal como e:itis-
(e, data de principios del sfglo V. Antes dé es-
la época se servia aquel pueblo para escribir
sü idioma de los caractéres do los persas, de
J¡» slrios y de los griegos. Sín embargo, es-
w^alfabetos no estában bastantemente gene-
nNMospara representar todos los vaiores de
ur pronunciacion armenia. Un sacerdote Ila-
oado Abel trató de aplicar á la lengua haicana
■08 earactéres que liabia inventado el obispo
j'iniel. Parece qne este alfabeto, como el de
iis iengoas semiticas, qne el inv OQtor habia
foaado sin dada por modelo, solo se compOQia
oe coosonaotes; ast es que no pudo, todavia
siUsfacer completameQte en este estadoálos
vmenios, ¿ qoien sedocia lúucho mas el sls-
taoagráflco de losgriegos. Mesrob cómpletó el
ilfíibeto nacionai con la invencion de siete le-
fi^ voeales, qae segun la tradicion, le fueron
reveladas por el cielo. Esta adicion, cnya fe-
cbaaeíljaen eiaño 406, hisosnbir á 36 el
^fteade ios caractéres armeníos. En ei si-
gfr^Xttae agregaron otras doa, desCinadpe
P^i^MÍiiieote á ia traicripeion de laa páia-
bras griegas, donde ee encontraban la amffa
j ^pi. k escepcion de on número miiy re-
M<fo de caractéres, qae parecen reoordar las
lelFBs aendas, y aun algonas letraE col>hta(S,
hsfonDaa de este alfabeto no parece que hayan
Mdotomadas de ningon otro conocido.
loavmeQiosbao conservado eo sa alfabe- j
to el órdcn dcl de l'os griegóá (á lo menog para
las lclras quc esprcsan valores análogos.) De-
bemos con todo observar quc sc íia verilicado
frccticntementc una susUtucion dc las suaves
y las fuertes y reciprocamenfe. Dc cste modo
los armenios de Constanlinopla y del Asia Me-
uor pronuDCian como p, ft, /, las íetras quc
correspondcn á beta^ gammay delta, y como
6, g, c/, las que correspondc á pi, kappa,
taü. Eu las parles orientales de la Armcnia se
eiicuentra, segun dicen, nna pronuDciacÍon
cónformc a la de los griegos.
Las letras armenias, se cscriben, conio las
Questras, dc ízquierda á derecha, y prescnián
hoy dos órdencs da caractéres dislinlos, Las
mayúsculas fcproducen siempre sobrc poco
mas ó menos la forma de las de Mesrob; pcro
las miniisculas cuya inlroduccion no data mas
qne del siglo XI, se sicparan de cl!a considera-
blemente. La escritura cnrsiva modcrna diíic-
ra lambien mucho dc la de los anlignos ma-
liuscritos, nne han servido do raodelo para los
caractéres ae que se hace uso en la irapresion.
La ortügrafía armenia está en perfecta armonla
con lapronunciacion.
Los armenios empleabán atítiguamente pa-
ra escribir multitud de abrcviaturas, algunas
de las cuales perteneciali al gónero geroíílífj-
co. Estas abrcvialuras hacen muy dificil la lec-
tnra dc ciertos manuscritos antiguos. Su uso
es mucho mcnos frecncritc hoy, pues se linii-
ta", principalmentc rn los impresós, á supri-
mir algunas vocales ó íínales que ei lector
jf^uede suplir fáeilmente.
Del ibismo modo (|ue los áÍKos ^ griegos,
y la úiayor parté dé Io§ (^ti^blos oriéntales, los
armenios se sirvcn de los caractéres alfabéti-
dóS en Vdz de tfúmeroá, indicando entonces,
con unarráyitá boi'izonfal colocada encidaá, ia
nueva funcTon que tiene qniie desenípeñar.
Para la transcrípcion del turco y del pérsa,
en lo]?ár del alfebeto árabe usado por los ma-
sulmanes emplean eT snyo propiá.
Ito es fácil conocér si el sistema gramati-
cal de los armenios, se aproxima mas al de los
otros pueblos del Oriente, que al de los griegos
y latinos. He áqui efn pocas palabras los ras-
gos principales qne lo caracterizan. La distln-
cion de los géneros no existe en éi, y oo tiene,
asl en los nombres como en los verbos, mas
de dos números. La declinaclon ofirece dies
casos, que se disüngucn asl por las tertnina-
ciones como por ios p^efljos. Tiene ademas de
los seis de los griegos y latinos, el instramen-
tal del sanscrito y del rnso, el local 6 iocativo
del sanscrtto. y en fln, ei narrativo y el clr-
cunferencial qoe le son particoiares. Los gra-
máticos admitensiete, ocho, dlea y hasta vefo-
te decIinaciones« y ademas de los prooombres
que son, como en toüas las leogoas, mny ir-
regnláres, áé encoentran afljos persooa/es qoe
afectan sobre todo á los nombrea, ordi^aria-
mente con el sentido posesivo.
En arpaenio, como en persa, el verbo suir*
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347
AHMENIA
348
taotivo forma la base de toda coDjugacion, y
sc encQCotra, á lo menos por sas consouantes,
en las terroinaciones de todos lus tiempos. Los
verbos tienen tres modos personales, el indi-
calivo, el subjunlivo y el impcrativo. Declínase
el infinitivo, y el participio esademas suscepti-
ble de los tres tien^pos. Sc cuentan cuatro
conjugaciones regulares, y se distingucn ea-
tre si por la vocal de la terminacion del inflni-
tiYO, la cual sc encuentra tambien eu la pri-
mera persona del presente deindicativo. Una
de estas conjugaciones forma, propiamentc ba-
blando, la voz paslva y media.
EI ícnia ó radical de las palabras, se estrae
en los nombres del caso genitivo, y en josver-
bos, del tiempo prclérito ó aorislo.
La gramálíca armenia presenta ciertos ras-
gos que !e son parlicularcs. y que no se en-
cuentran en ninguua otra. Tal es el empleo de
la articalacion k, asi en los verbos como en
los nombres, para indicar el pIuraL ¿No parece
que esto demuestra una cspccie de lucba entre
dos síslcmas de gramáticadiferentes, la una
indígena y la otra eslrangera?
Lo que mas dificultad presenta en el estu-
dio de la lengua armenia, es la nataraleza va-
ga de su siutaxis, la poca fijeza de las leyes de
concordancia y de régimen, y la liberlad que
se toman los autores de someterse ó no á ellas
segun su capricbo, libertad que peijudica
coustantemente al analisis.
Por ia construccion, el armenio literal se
aproxima mucho al griego, pues la frasc ar-
roenia puede imitar la frase helénica en sus
giros con tal fidelidad, que se puede decir con
verdad que las traducciones armenias son an
Irasunto flel de los originales.
Las reglaa de la versificacion armenia son
muy sencillas. Las primeras poesias no esta-
ban rimadas y aun el ritmo estabQ fundado mas
bien sobre el número de las silabas que sobre
su valor prosódico. Los versostienen de cinco
á quince sílabas y hoy son rimados.
Este cambio en la poética de los armenios,
parece que se debe al contacto que en ia edad
media tuvieron con los árabes.
EI armenio, tal como hoy lo habla el pue-
blo, es muy diferente de la lengua de los li-
bros, io cual se concibe fácilmente, porquelas
relaciones frecuentes que la nacion tuvo con
lospersas, árabes, tártarosy lurcos, debieron
dar lugar á la introduccionde multitud de pala-
bras exóticas en la lengua usual, concluyendo
ppr dividjrla de nuevo en muchos dialectos.
Cirbica flja cn 30 el número de los que ya
exiátian eu fin del siglo XIY, cada uno de los
cuales era designado por el nombre de la pro-
vincia donde se bablaba. Schrscder no admite
mas que cuatro principales, á saber : los del
AsiaMenor, de Siounik, deGoghtban y deJuIfa,
En la obra titulada Mi$sionary researches
' iti Armenia, y publicada en Lóndres cn 4834,
los si'ñoresSmilh y Dwight reducen á dos el
número de Ips ilialcctos de la Armeuia moder-
na. El uno, el de GonstaDtiQjopla, es comun á
todos los armenios que habitan el Asia Menor
y auD la Siria: esle dialeclo es el mas mixto de
los dos el otro. el de Ararat, se habla en las
provincias rusas, antiguaroente provincias pcr-
sas: este se aparta mucho menos de la3 formas
del literal.Díccse que entre las dos regiones, eu
las partes montañsosas de la Armenia Central y
en ias gargantas del Tauro, lugares ioaccesi-
bles á los estrangeros, se conserva la lengua
haicana cn algunas poblacioncs en ua estado
próximo á su pureza primitiva.
£o el armenio vulgar ha desaparecido una
parte de las inflexiones gramaticales, supIiéQ'
dolas con el empleo mas frecuente de las par-
tículas. Ademas, cierlo nümero de términos de
la iengua lileral han quedado fuer^ dé uso y
han sido reemplaza()ps por los términos corres-
pondientes, tomados de ía lengua de los nue-
vos poseedores del suelo. La sintaxis del dia-
lecto occidental está calcada sobre ia sintaxis
turca, cuyas construcciones largas ba adop-
tado.
lA)s armenios instruidos admilen entre la
lengua antigua ó literal, y la lengua vulgar quc
hoy habla el pueblo, un idioma intermedio, al
cual Schraeder da el nombre de lengua eclesiás-
tica ó civil. En el foftdo es et mismo idioma li-
teral con alteraciones hechas solamente en la
gramática, ó si se quiere, en el idioma vulgar,
á escepcion de los términos de introduccion es-
trangera. En este armenio moderno mas casti-
gado están escritos los periódicos que se pu-
blican en Esmirna, en Yenecia, etc.
Las nnmerosas colonias armenias estable-
cidas en el estrangero han adoptado en sus
relacionea con los pueblos en medio de los
cuales viven, el idioma de estos, conservando
entre si como uo lazo comun la lengna nacio-
nal. Asi es que fuera de la Armenia hablan to-
davia el armenio un número considerable de
íamilias en casi todas las (áudades comercian-
les del Asia rusa y del Asia otomana, de la
Arabia, de la Persia, del TifrlvestaD, de la lodiá.
principalmente en Madrás y Calcuta, en la In-
do-China y hasta en el imperio chino, en
Transilvania, en Gallitzia, y en Crimea. Puede
citarse alguna de estas colonias que ha con-
servado su lengoa eu un grado de pureza ad •
mirable. He aqui porque los armenios de Astra-
cansejactaudehablar con mas pefeccion sa
lengua hereditaria que lo hacen lioy los habi-
tantcs de las ciudades de la Armenla.
Fr. Rivola: Grammalica ofmena, Milan 1634, en 4.*
Cl. Galanus: GrammaticcB tl logica ituUtucvmet
lingucB lititraUt armeniaú^s.Roma, 164$, en 4.*"
j. Ago: Puriiat Aaifoca. teu gramwuiiiea añne^
nica, Roma, 1673, en 4.**
J. J. Sctirosder: Thcsaurus lingneü andqucB arwu^
niccB ei hodiemm. Amslcrdam, 47il. en 4.*
Mckhiur de Péiro: Gramálica armeuia, oecriu ««
armcnio. Venccia, 1770, cn 8.*
Belland: Ensayo tóbre la lengu4i armenia, Pa-
ri8,l8«, énS.*
G. Avédikian: Gramáiicaar9ienia,£scritaenmr^
I menio. Vcnecia, 1815, en 8.*
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Uí)
AtiMENlA
3S0
Grbicd: Gramáitca de Íá tfmñua afmenia. Parfs^
4ttS,eB8.o
Michel TchamtehiaD: Gramática armeniaf eo ar-
Denio. VeAeeia, 4831, en 8.°
J. 0. Peterminii: Grammatiea linguw ormeniaea.
Beriin, 4837, eu 8.o
Id. BrevU tíngum armeniea grammaticat lite-'
ratura, Ckresiomathia eum glotiario» Borlin, 4844,
eoH.»
Fred. Wiodisehmam: Die Grundtage der Arme^
•iiehtn in Árieehen spraehttamme. (fileiiiorias de la
Academia de Municb; 4.* clase, A.* vols., S.a part.j
Fr. Rivola: DirJionarivm latino-armenum. Mi-
Ub. 1634, en follo y Paris, 1633. en 4.o
Kierze Sóvicz; Dietiontrium latino-armenium.
BooM, 4605, en 4."*
J. YiWosU: Dietíonarum novum latino^rmeni-
ewm. Roma, 4741, en foUo.
.Mekhitan Diecionario de la lengua armenia anti'
fi(« y modenui (todo armcnio). Veoecia, 4749, i vol.
ea 4.*
Pascai Aocber.* Dieeionario franeét-armenio y
ermfio-franeée. Veuecia, 1843, 4847, 3 yoL. en 4."
G.Avedikian: Cascbiadour, Sourmeílan y J. B.
Aaeben IfueeoDieeionariode ía lengua armeniaan»
«^««(lodo armenio;. Venecia, 4836, 4837, 3 vol. en 4."
„ P. Aucber: Diceionario francét'ormenio^urco,
Teoeda, 4840, en 8.0
iRMEKIA. [Litepalura.) Las producciones
del género Hterario de la Armenia, en la época
|>agana, se han perdido indudablemente para
siempre, y todo lo que Ci noceremos de ellas
serán los fra^eotos insigoiQcanles de auti-
gnos cantos populares que nos hau conservado
SiIgQDos de sus primeros escritores cristiauos.
Estos cantos eran cróoicas, que se recitaban
al sonido de los inslrumenlos de música, y Ira-
zaban la hisloria de personages poco conocl-
düá (Je Jos historiadores de la naciou, pero en
los cuales se puede recouocer , como observa
Vr. NeuQQasiii , algonos de los hérocs de la
f'popeya persa de Chah-Nameh. EI canton de
Coghleu era célebre por sus tradiciones , mas
íibutosas qoe históricas. Háblase tambien de
pocsias naciooales que por mucho tiemp^ re-
pitieron los inontañeses de Daron; pero asi los
nnos como las otras han caido hoy cn un com-
plelo olvido.
Lo3 primeros monomentos escritos , cuyo
hlolo á lo menos ha llcgado hasta nosotros
«w el nombre de aus aulorcs, son posteriores
á la eslincion de la dinastia nacional , la de
los prÍQcipes de la familiu de Haig , y el pri-
mer nombre es el de un estrangero, un sirio,
^•Apas-Cadina , ó Mar-Ibas de Catina. Uácia
nedíados del siglo II antes de nuestra era,
^e sirio, Tersado igualmente en las letras
griegas y caldeas , íué por órden de Vagars-
chag ó Valarsace, primer rey Arsácida en Ar-
n»enia, á leconocer en los archivos de Ninive
todo lo que se referia á la historia de ia na-
cion anncnia. A las nociones que sacó de ellos,
prjncipalmente de una antigna historia, tra-
ducida, segun su relaciony del caldeo al griego
porórden de Alejandro el Grande, añade él,
tomando tos datos de algunas otras fuentes y
aprorechando ademas los que 1e suminislra-
ren ras propios conocimientos personales , la
historía de tos bechos ocurridos desde el tiem-
po de Alejandro hasta el en qoe él escribió, y
compuso un volúraeli que im6 en caractérea
iirios y grsegos; pues la Armenia, como ya
hemos visto, no tenia todavía en aquella épo-
ca alfabeto particnlar. Los armenlos ven en
este Mar-Apas al padre de su historia, á su
Herodoto , y sobre los datos de su libro han
recoustruido los diez y ocho primeros siglos
de sus anales. Desgraciadamente se han sus-
citado dudas sobre la autenticidad dc este mo-
uumento, dudas á las que da gran peso la au-
toridad de Mr. Esteban Quatremere.
EI segundo autor es Lerubna, que escribló
la hisloria del rey Abgar y la de su sobriuo y
sucesor Saüadroug, ambos, como él, contem-
poráneos de Criato. Dícese que la obra de Le-
rubna se hu conservado en los archivos reales
dc Edesa, so ciudad natal, por espacio de mu-
cbos sigtos.
En cl reinado de Ardaches ó Artajerjes T,
Olimpo, sacerdote pagano, agregado al tem-
plo del castillo fuerte de Ani, en la alta Arme-
nia, escribló un libro sobre el culto de los
Idolos fam()sos adorados en Sinope, y por
los años 24 0 , Bardasano de Edesa, de quien
hace mencion Eusebio de Cesareu en su His*
íoria echsiáslica (libroIV, cap. lll), eslrajo
dc los archiYOs de aquel 'mismo templo dife-
rentes documentos relativos al colto pagano
que en él se practicaba. Compuso ademas en
siriaco una historia de los acontecimientos de
su época.
Vicnc en seguida Ardlte, que sacerdole paga-
no al principio y convertido despues y consa-
grado oblspo en 300, por San Gregorioel Ilumi-
nador, escribióla vida del piadoso patriarca, asi
como la de sus hijos. En íin, podemos nombrar
á Corobuto, quc persa de nacion y secretario
de Sapor, compuso en griego una hístoría de
este prfncipc , de Juliano el Apóstata, y de
Cosroes, rey dé Armcnia, y tradojo á la misma
lengua los escrítos de 'su compatriota Bar-
suma.
Aunque los armenios reivindiquen como
perlenecientes á la primera edad de su litera-
tura todas las obras que acabamo^e citar , se
vc que muchas , ó son debidas á estrangeros,
ó están compuestas en una lengua estrangera.
Sea de esto lo qne quiera; no quedan ya de
unas y otras, sino vagas indicacioncs en ias
de la época siguiente.
En cuanto á los archivos dc que sc trata,
y que se conservan, segun parece, mas comun-
mente en los templos , su composicion no es
mas conocída que la época de su formacion, y
hace mucho ticmpo qoe están destruidos ; por
que en efecto, trabajo hubiera costado salvarlos
de todas las causas de destruccion, que se han
sucedído sobre cl suelo armenio, durante tan--
tos siglos.
Vemos en primer lugar á Nino , segun re-
fiere Moisés de Khorene, mandar quemar las
colecciones de anales compuestos antes de su
reinado; y despues , en 302, á los oblspos des-
trulr igualmente por medio del foegotodos los
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libros que trataban del (5uUo de los idolos. Los
documenlos hlslóricos de que liasta entonces
liaOian sido únicos depositarios los sacer-
dotes paganos, se cncontraron cnvuültos en la
proscripcion.
Ochenta aíios despues, el apóstata Merou-
jan obtiene de la córte de Persia y liace eje-
cular por represnlias, la Órden de entregar ^las
llamas los libros que contenian la doctrina de
los cristianos, Kl rey de Persla, Yesdegüerd li,
rcnueva esle edicto en 439, y manda incen-
diar muclias ciudades, en cuyas iglesías liabia
bibliotecas considerablcs. Ku 4064 Alp-Arflan,
segundo sultan de la dinastia de los Seljucir
das, saqueó la antigua ciudad reia] de Ani en
el canton de Chirag, provihcia de Arárat, don-
dehabia, segun dice, mil iglesias , píi las
cuales «e conservaban multitud de manuscri-
tos rauy anliguoa. En 4 4 44, los preciosos archi-
vos de Edcsa fueron reducidos á cenizas cuan-
do Omad-Eddin-Zeiighi, prlncipe de Mossoul,
se apoderó de la ciudad. En 4292 al demoler
Kalil-Aschraf, sultan de Egipto, el caslillo de
Romela, dcslruyó las riquezas literarias que
los patriarcas liabian llevado aljl CO'n su silla
desde 1447. En fin, en 4402, Tiii|our-Lcng(Ta-
merlan) hacc pasar h Tartaria cnantos manus-
crilos armcnios pudo rcunir para encerrarlos
en la ciudadela Ue Samarcanda.
EI abate Garabed, cu una nota que iione ú
continuacion dc su Historiadeí levantamiénto
nadonalde la Armenia cn elsiglo Vcontra lá
tey de Zoroastro, traducida dc Ellseo, nos dice
que un armenio , natural dc Ispahan , Rbatca-
düurHovanisien, liabia logrado en 4835 pene-
Irar en ia eucva donde hahian sldo arrojados
eslos libros. Eutre otros títulos leyó en ollos
cl de una Hislüria de los antiguos héroes
de todaa las nacionespor ios pontifióesdel tem-
plo de Diana y de J&arte , historia' redacta-
da en leugua armenia, y transcrita en qaracté-
res griegos.
A tantas causas de violenta destruccion es
preciso añadir el cuidado quc toraaban frecuen-
lemente los armenios para sustraer ios libros
de las manos de los infieles, y ocultarlos en las
* paredes y en los sepulcros, donde han sido
presa de los gusanos y de la humedad, y en
íin, la costumbre que todavía existe de enter-;
rar, por una estravaganle supersticion, los ma-
nuscrilos dificiles de descifrar.
A pesar de la pérdida de tantos volámenes,
ucaso liaya algo de cxagcrado cn decir, como
lo liace cl patriarca Juan en nna carta escrita
desde Etichmiadüin, en 4833, á CIüsísÍus, pro-
fesor de dereclio de la univcrsidad de Dorpat, é
inscrla en el Dorpaser JahrbUcher del mismo
afio , que tiapenas Iia Ileí,^adD á nosotros un
librü enlre aú\.^
Lo que todavia sutt^iate dp la Uteratura ar-
menia no dáta nias qüé del siglolt, y segura-
mente es bastante para bacernos sentir lo que
ae ha perdldo. Esta literatura presenta, sin em-
bargo, un caráótejr siágularmcQte uniforme y
esclnsiTO. Todas las ohras de qne se compope
.tienen una direccion religiosa, siendo los tn-
tados teológfcos los que forman en eirala clase
de escrifos mas nnmerosa. 'lia historia, que
Ocupa eu etla el segundo lugar, es tratada
Biempre bi^o el ponto de Tista moral, ó por
mejór decir, b^o el punto de Tistá 'eclesiis-
tico.
3i la literatnra armenia es esencialmeDte
cristiana eñ el fbndo, en cuanto i la forma es
frecuentemente , segon ya henibs' iDdicado»
casí griega. 8u las esciielas de Atenas , de
Gonstantinopla y de M^andria faé doDd^ ios
escritores de los primcros Biglos del ciistianis-
mo perfeccáonaron su educacion literarla. Gnal-
quiera (tue'séá la falta de originalidad qne ha-
ya en bus prodacciones intelectoales, esta na-
cion se recomienda al filólogo por el gran
ntoero de^autores tán aprectabies por la é(e-
vacion del pensamiento, como por la sencUIe^
del estilo. «La Armenia desde el siglo T
al XY, dice el abate ViUofroy en nna carta pti-
blicada por el Diario de Trevoua, en 4735,
I prodojo mas literatos relativamente qnetodala
Europa durante este tiempo.» El estilo de los
I armenios , sencillo á la Tea que pintoresco,
conserva algo de las dos escnelas del Orienie
7 del Occidente. Acaso tenga mas calor que
pureza; sin embargo, no se encnentra en él ese
abuso de la metáfora, y esos estravios de ima-
ginacion que tan comunes son en los escrito-
res de las demas naclones asiáticas. Los histo-
riadoresno sé presentan siempre ilustrados por
una criUca muy segura; pero tienen an caric-
ter de rectítud 7 veracidad, que les granjea la
estimacion del lector.
El académico Saint-yartin, á quien se debe,
' segun hadicho Mr. Neve de Lovaina, tla prime-
I raaplíoacion de las ciqueza&deia liistoriograíla
armenia á la ciencia histórica» reconoce y $e
complace en proclamar en sus Memorias sobre
ia Armenia, «queloshistoriadoresarmeniossa-
ministran grandes Inccs y noticias importaa-
tes para la historia de los griegos de Gonstaa«
linopla, de los rcyes dePersia y de la dimusUa
de Ibs Sassanidas, de los árabes musuUnanes,
de los turcos Seldjucidas^ de las cruzadas, de
los mogoles, y en general de todo el Orienie,
desde el principio del sigloIV.»
EI primer eácritor que se presenta en el ór-
den cronológico, es San Grégorio el Ilumina-
dor, quc convirUó al rey Tiridates, annque la
autenticidad de los sermones que se le atrtbu-
yen, pueda suscitar alguna duda.
Agatangcs, secretario del rey Tifidates, ha
referído la vida de este príncipe y la mision
apostdlica de San Gregorio. Algunos críUcos
^uponen qne esta obra foé escrita oríginarla-
menté en gricgo, y que ei testo armeaio iip ^
mas que nna traduccion.
Taosto dc Bízáncio, qne cita Procopio, f^p^
|Unuó la relacion dé Agatangeshastael año 390.
Zenob de (jla^'"escril)ró unáhistoria dé la pro-
Yincia de Darbn/y S.antiago dp NLsibe, su cu(i-
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AftMÉKfA
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teiDiMiréiieo, dej<^ onKibro de homílias dogmá-
ílcas j monües.
Ei patrtarca Heraés el Orande, que éitare-
nos en aegiilda, oo ea aiitor mue que de algo-
DOB caeriloa aseétieos; perotQvo por discipulo
i\»m4á firaitde y á Mesrdb, y eaie es sn maá
i)riiJaote titalo literario.
Mtoa do9 eserilores aft^reo el síglo T, que
seaaaafderaeci&Mr ki eááé ée orode hi litera-
ton armenia. Con el auxilló é¿ aaa discípiiloH
nüoettir htm ei Antigao Téstameato, y Hes-
rafc el Hacnro^ 7 aniboa de connm acuerdo ar-
reglan el tnreviario, la Ktnrgia j el catendaHo
detíififitóéé. Loa traduotores de la Biblia, no
habieMio teiiidó at priocipio á au disposición
ei lesior griego, pareoo qae empréndieron sn
tzáiDecioÉi aobre nna Tersion siriaca, oomen-
itedoia' por óo ejemplar aotéottco queobtufie-
roB del téree^ stnodo generat de Efeso. Pero
coBK> tanpdeo eata rez quedó el trabajo con-
cfciido» ftié rdieeho de nnevo cnando los dia*
cípoles de los doa santes doeiores pasaron ¿
Atajaodris para perfeceionarse eu et conocl-
miecto de la lengaa griego^; ast que lafradac-
dettdefliiltiva no pudo concinirse sino por'los
£sfa Tersion de los tibros santos tiene la
Taol^a dd halierse heclio antes de la época en
qoe la igleaia de Occldente ado^tó la Ynlgata,
y m tf aotfllo de testos y comeiitarioa qoe ya
no poaeefDoa. Kn et Anttguo Testamento solo
po^ su medio poede restabiecerse de una ma-
nera salisracioria el leeto de los Setenta, y en
ei Mefo se nolan diferentes pasages qne no se
eocaentraa ya sino en la version sirioca. Ha-
btndo liOcrcse, en unaf carta a1 padre Leu-
fant, del trabajo de Mesrob y de sus discipn-
ios, i6 ttama la réina de todas las versiones
det üfoevo Testamento, y no creemos inú-
(il observar aqni que la version de esta Bi-
btia, ioipn^ en ei siglo XYII en Hotanda, por
Biandado M Uscan, Obispo de Erivan, habia si-
do ^terada por varias correcciones hechas cn
lafolgaCa.
Discípalo y colaborador de Isaac y de Mes-
rob, Moisés de Khorene es el mas célebre de
tos eacritofeir de Armenia. Gon la historia que
^rlbió, ha erígido un monumento eteruo á la
gloriade so naclon. Acaso ha admitido con dc-
nastada fatilidid clertas autorídades; pero se-
gun ei tono de l^ena fé qoe reina eaioda su
relacton, nO podriamos, del mismo modo que
te hawr sn conctenaudo tradoetor, Mr. le Vai-
ilam de rioríval, admitir con SaintCroix, au-
tor det J^áimetí. crittoo de los historíadores de
At^auítrb, qoe Mofsés de Khorene haya su-
poesHip loa docamentos bistórícos Los tres ii-
bm qne poseetnos, abrasan la historia de la
oacíoo deadc su orígen hasta ei año 444 de
nuearra era. 81 IV <|oe contcnia naevos por-
nienores sobre la caida de ia monarquía de los
ircbalgoutil, 6 Arsacldafl do Afitíenia, parece
qoe se ha perdido.
Moiséa de Khoretie, cto taffrblctl afUtor dé mS
459 U4mMyritCA HOKrLAa.
tratado de retóríca, asi eomo de ons vlda áñ
Sanla Rhipsina y de sos compañeraa vlrgeneif
y mári^res, que vetférán ftíuchos loaarmenloo.
Se le afríbuye adcmas im tratado dtfgeogrsñ^,
cofttra cuya autenticidad iia becho Saiot-Mar«i
trn fnertes objedones, la tradácrion dé uht
vida de Alejandro el Graode, coyo dr!|fihir gWo*
gd se h^ perdido, y por áHimo, iad^ái cróáf»
cft de Snsebio.
Mambié, apellidado Terzanogh 6 el Lefctor,
hermano de Moísés, tradojo diferentcs autüréir
clásicos griegos, y dejó algunos escritó? ré^
ligiosoá. Yesnlg ha compuesto una reTutaeíoa
de las príncipales ctcencias religiosas, opueaíi;
la^ al cristianfsmo. Hállause en su libro pro-
fundas notfcias sobre el magismo. Eliséo, ed
quien los armenios venásu Xeuofonte, ba es-
críttf con tanta pureza como elocuencia la áis-
torhi de ia guerra qne sus corapatriotirs sostu-
vleron por la defensa de su fé contra los per-
sas, ba|o el mando del principe Manfgonío
Vartan, de quien aquel escritor efa secre-
tarío.
Davld de Herken, llamado e1 Fílóá>(íy 6 él
Invicto, es antor de un tratado dé fllttMfta, eü
que combate las opiniones dc los i^irróóiánonfi^,
y de una tradnccion dc Arístóteies
Lázaro dc Parbe ó Pharbe, qoe cótitiitu^
hasta 845 la retacion de Fausto, es sobre' todó
apreciable por las noticias que daaoerea át ló#
primeros pogresos de laliterárura arniénttf.
En fln, la mayor parte de los padriefi dcfM
iglesia griega, han sido tradacidos por Iba atf-
tores de aquel siglo.
Él siguiente es casi nulo para ?á hÍstoria'H-
teraría, pues dcsde el couciiio dé Calcedoblif,
la polémica rcligiosa se apotferaba cada dm
mas del espirítu dc los armentos. £a caeaiioa
de la unidad ó la dualidad de la nahirafeía dé'
Cristo, dió lugar entonces á niultitnd de obtaü
ilenas de vicíosas sutilezas, y taO^medranas^ éü
ei estilo como en la concepcton'. Se puéde d»
tar solamente el discurso de Juañ de OÍotin cbol^'
tra los monoflsitas.
Despues cn la formacion det ctslna', segoitf
observa Mr. Boréon sus Memoria^ dé m üM-
gero en Oriente, los armenios césarón depár-
ticipar de la vida intelectual y del^ móvimiéoM
cieniíflco dc qne cra i'inicx) foco éi Oocidená.
El solo heoho notable de esta ^poca es cfl ea^
tablecimiento de la cra armenia, cuyo princl»
pio fljó cl patriarca Hoisés de ElíVatt en 14 dé
Julio del a$o de Cristo de 55^.
En el siglo VII, Ananiasi de Chira^ cbápkt*
so unaobra sobre los diferentes ramosdelaa
materoáticas; Juan Mamigoni ptosigtiid> UtstÜ
el año 640 la relacioií de Zenob de Glag, ▼
reflríó con la historia de ia.provincia de Dároov
1a lucha que dura todaVia ébtre los prínófodli
armeoios y losperítas; y eufln, Moiaéa de-Oid^
gant escribió uoa historia de loa AguvaOOa.
EI silgló Vlir.no noS piesenia ningun escrf-
tor digoo do nl&dciou; en él IX, despuOá dél
patríaria Zábtírí'Ji^' de &ig. autor át d08 éactaf
T. III. %i
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355
A&MENIÁ
386
sobre el conctUo de Calcedonia, asi como dé
un comeDíario de los cualro Evaogelios y del
Cánlico de los Cánticos, y Machdols de Elivar,
á quien se alniiuye la redaccion del rítual ar-
menío, todavía enusoentre los cismálicos, ve-
mos apareccr al historiador Jaan YI, llamado
lodavía Juan Galhoticos, csdeclr, el patriarca.
La historia nacional, que se del)e á este últímo,
V que termína en la m-!a:- rlr! siglo enqae vi-
vió, ea sobre todo preciosa por el anímado
cuadro qoe traza de los acontecimientos coq-
temporáneos.
Debemos citar despues de él, á Tumás Ardz
rounl, autor dc una historia de los principes
de este norobre, la cual llcga hasta el año 936
de Jesucristo, y está enriquecida con muUitud
do hechos de un iuterés mas general.
£1 siglo X, nos ofrcce á Leon Yerets, que
escribió uoa historia del imperio de Mahoma y
de los califas; á Gregorio de Nareg que los ar-
menios se complacen en comparar á Pindaro
y Tibulo,y cuyaselegiassagradasestán llenas
de Eublimidad y de gracia; y á Esteban Assolik,
autur de una historia de Armenia que concluyc
cn el año4000, y es muy estimadapor laesac-
titud dc las fechas.
En el sigl ) XI hallamos á Gregorío Makis-
droa, erudito gramático y poeta á uo mismo
tiempo, autor de muchos escrítos de teologia y
de úlosofía, y de diferentes traducclones del
gríego y del siriaco. Dlcese que compuso cn
tres dias un pocma de mil versos sobre el
Aniiguo y Nuevo Testamento. Eo la historía que
nos ha dejado Arisdagues de La^diverd, la cual
parte desde el aúo 989 y concluye en el de
4074, el autor hace una pintura muy interc-
saote del saqueo de la ciudad de Ani.
Llegamos ahora ¿ la época mas fecunda de
la literalura armonia; al siglo XII, época no
meno.s^notable por el móritoifue por cl uúme-
ro dc las obras que produjo. Los convcntos de
laArmenia, principalmentelos de Sanahiu, de
nalbat y de Sevan, fueron cntoaces un plantel
deescritores vcrdaderaraenle sublimes. Nom-
braremos en prímer higar á Ncrsés de Cla,
apellidado Chenorhali ó el (iracíoso, que fué
á un tiempo poeta y prosistadistinguido, y el
primero, segun algunos, que empleo la rima
en poesia. Se le debe, eotre otros escrítos,
vna cronologia en verso de los reyes de Ar-
penia, un poema sobre la toma de Edesa, y
una magoiflca plegaría dividida en veinte y
cuatro partes, correspondientcs á cada una de
laa horas del dia. Oti o autor del mismo nom-
bre, Nersós de Lampron, obispode Tarso, com-
puso muchos escritos de teologia y devocion y
jneiece un lugar honroso como orador por el
iutereíantc discurso que pronunció en el con*
'cilio de Ronclu en 4 179 con el objeto dc con*
'acguir la reunion de las igle^ias armenia y
griega.
Kl tratado de crooologia de Juan el Diácono
mi contemporáneo, no existe boy.
Matep de Urha, Itam^do Mateo de Ede^a, es- 1
cribióuna historía de lo.'i prídoipés íacrasides,
poco elegante, pcro flel. Esta historia, que no
compreode mas que un período de 80 años,
desde 952 hasta 1432, está» sin embargo, llena
de preciosos pormeoores sobre ias primcras
cruzadas. Gregorío Yerets la continaó despues
basta44d6.
Sarouei Yerest de Ani dejó ona eróniea imi-
versal que abraza desde el príocipio del raoo*
do hasta eIaño4479.
Mekhitar, ei Médico, compoao tm tratado
sobre las fiebres, estractado deios eacriios de
los médicos griegos, árabes y persas.
En fln, debemos aL fabulista Mckhitar Goss
ó Cocbe, á quien sus oampatríotas CQmpaFui
con|Esopo óFedro, una coleccion de cleoto oo-
venta apólogos, Ilenos de gracia y originalidal
Al siglo siguieote pertenece Mekbitar de
Ani..Su obra sobre las antigUedades de la Ar-
menia, de la Persia y de la Georgia, qne por
mucho tiempo se creyó perdida, se eocueotra
en la biblioteca de la residencia patríarcai de
Edchmiadzin, y es uno de los manoscritos mas
preciosos que en ellas se encuentran.
Arisdaguesel Gramático^ ha dejadouo beea
tratado del arte de escríbir, y Juan Yaoagaoó
el Genobita, una hisloría de la invasion de los
tártaros en el Asia OccidenUi en 4236, obra
que desgraciadamente se ha perdido.
Yarían de Partzrpert, apellidadael Graode,
es acaso uno de ios prímeros historiadorea de
su nacion por su conocimiento del árabe, dd
persa, del mogol y de otros muchos idiomas
del Asia, asi como por la faeilidad que este oo-
nocimiento le da para sacar de las fueotes orí-
ginales los hechos relativos ¿ las naciones es-
trangera.s.^La hístoria oniversal de qoe es
aotor, alcanza hasta el año 4 267. Es probable
que la coloccion de fábulas medianas que lle-
va su uombre no le pertenezca.
Gniragos de ICanlsag dejó una historia, que
comprcnde desde ei año 300 iiaata 4 260, y es-
t¿ llena de noticias iuteresantes sobre los sar-
racenos y t¿rtaros. La historla de la irrupcion
de ios t¿rtaros por Malaquias el Mooge Ilega
hasta4272.
El ^ocrelario del rey Leon III, Yabram de
Edesa, llamado Rapoun, ó el Maestro, cooti-
nuador de Nersés de Gl¿, escribió en verso
una crónica de los reyes armenios de Cilicia,
quealciuftza hasta el aúo 1280.
Juan de Erzinga, ¿ quieo los armenios Ila<-
mau el úlümo de los antiguos doctores de so
iglosia, y que enseñaba la gr¿matica y la eio-
cuencia en la escuela dei famoso roooasterío
Tzortzor, ha dejado ademas dc ias obras aacé-
ticas muy estimadus por sus compatriotas, ooa
traduccion de la gramática de Dionisio de Tra-
cia, y un tratado de astronomia.
Esteban Orpelian, arzobispo do Sioooik, es-
cribif^ la historia de aqnella provincia; pero se-
guo Mr. Sukias Somal, La Grose y dc^poes de
él Saint-Martin, le han atríboido infoodada*
meote ona historía de los orpeliaoos.
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AHMENU
358
U el títh UV ailfttíaMMi á iioa niie?i hi-
flbi de las optafoiies leligtoMS, y á um se-
goiida deeadeiicU de la» leUas. La dieideiicia
qae se soselld eii aqaeila época, no veraaba,
liB eabargo, siiio sobre una caestion de for^
■a. Los ÍMnnaaoa onidoa, nooibre q«e babian
loaiado alganos mlaioneros dominicoa eatable-
Mos eo Armenia en el mooasleno de Giahug,
j ea lapiofiDda de Sioonik, qaerían sueUtofar
ll Titonaeiona] el romano, ó á io menoa baoor
adoptar, traducida literalmente del latin, la
Htargia de los cristianoe de Occidente.' A este
déeto eoaieasaron por poner en amkonia mol»
lilod de obias medtanas qoe babian aido esori-
tasen el latin'tárbaro de la épooa, y coya ma-
yor parte eran prodoeciones de la escoela es*
eoláitica. La coUora de la leogua laüna, que
lÉbiiQ ^brasado ooa fenr or loa partidarios de
los henoanoa oaidoa, efercia so iofloeocia so-
kelosdemaa estodioa, y latiaizaba, por deci^
lo ifl, ia leogoa armeoia.
El rito nacional tenia por defooaores á los
dilefistaSf^asi Uamados del monaaterio de San
loitisio, ó de Dater, de que era abad su gefe
Gngorio. Saloe. por equilibrar laiaíloencia de
las adf ersarios , eacrtbieron por su parle ona
Mdtitod de folletoe con que ioondaron el pais.
Anfeas soeiedadee riTalíxaban en pedanlismo
T Bial gosto en todaa sus prodocdones.
Los únicoa autores de eate siglo , que de-
taos citar de paso» aoo Aitoo , priocipe de
Rgia estirpe« que poblicó en franeós, bijo el
tfálo de Hitíoria maraviUoia dfl Gran Kan,
cariosas noticlas aobre laa naciones oríenta-
lo, principalmento loa tértaroa ; ao pariente,
el re^ Aiton II , qoe murló aiendo religioeo
fraaciscaao y dejó veraos, notas sobre la Bt-
Ma |el fué el que aomeiió la ▼ersion armeoia
álaceBSora de Romaj, y difereotee documeo-
los reiatlYos ¿ loe oegoGioa, abi políliooa oo-
noreligiosoe de aa época; y en On, Sempad,
geoeraliaimo de Leon 1. La historía que deíó
ote último, comieosa en ia época de la dea-
Iraocioude Ani, y llega basta la en qoe ea*
eribid el aotor.
bi el siglo sigoicnte no tenemos qoe citar
Basqoe doa oombres: eo primer lagar el de
Teoiás, abad de Mediop, que escríbió noa his-
loriade las espediciones de Tamerlao, y de los
aeoatecimienlos sobrevenidos despoes de la
BQertedel conqaistador hasta 4447, y en se-
laodo logar AmirdoWat, ó AmirelBoalat, mé-
dico de Amasia» hombre igualmentc f ersado en
^ eeooeimteulo ddamieoio, del gríego, dei
sulaco y del árabe, que publicó bajo el pere-
S^Utolo de ImUií á ¡o$ ignaranle$, una
^Meeeioo de tratadOB sobre los diferentes ra-
nwsdela medicfna.
, ^r ia disminucion del número de los es-
crítofBB ae to, qoe la Armenia se resentia de los
motedmientoe, qoe acababao de dar en Gons-
tantinopla on goipe tan fátol Alas letraa gríe-
lo tl aigk) XYl SQ^ ballaioes di««da 4e
meoeion ¿ Tadeo de Sebasle y Joan de Zwm,
aae d^aron lo reladon de los becboshistóricos
de que Aieron testlgos.
Sin embargo, en el discorso de este siglo
foé coaodo se iotrodqto en Armenia la impren-
ta; acoBtecimlento qoe despertó eo sos habi*
taotes la actif idad intelectaal.
A príocipioo del siglo sigoiente se impri-
mia ignalmente el armenio en Gonstantioopla,
en Julpba cerca de Ispahao» en Lemberg (Polo-
nia), en Amsterdam, en París, en Marselia, en
Milan y en Lioma.
In este mlsmo siglo XVII no yemos apare^
cer en la escena literaria siao pocos persona*-
ges nueYOs , y ningona obra verdaderamente
imporíante. Gitamos^sln embargo, latradocoion
hecha por Esleban dc Potonia, sofore una ter^
sion latina de la historla de la guerra de los
judios por Josefo» asi oomo de laa obras de
Dionisio el Areopagita, y la coroposicion por el
mlsmo de una gframática y un diccionarío de
au iegaa. Digamos tambien qne Arakel , de
Taoris, dejó una historia de su tiempo (üesdjs
4604 hasta 4662); que ^omidas Keomurdji,
martiriado en Gonstantioopla en 4707, escri-
bió ona cronologia en verso de las naciones
armenia, griega y persa» j qae sn hermanío
Jereoiias á^ nnas Memorias bistórícas.
Et siglo XVllI es para las letras armenias Ía
época del renacimicnto. Citaremos en primer
lugar ¿ Malaqoias^ apellidado Diratson, 6 el
Glerígo, el patriarca Abrahan 111 y ¿ Tambori
Artio, que eaeribieroo, el prímero, con algnnas
momorías histórieas, una crónlca de los pa-
tríarcas armenios de Gonstantinopla; el segod-
do nna historía de la goerra de los turcos y
los persas, eo 4734 , y el tercero la vida de
Tbabmasp-kouU khao, y apreaurémonos ¿ Ue-
far ¿MekhiCar de Pielro, ilamado tanbien, por
el logar desn nacimiento, Mekhltar de 8e»
basle.
Iste escrítor , mas qae oomo tedlogo , gra-
in¿ticoy lexicógrafo, señaia nna era noefa
cooM) fuodador de eaa s¿bia sociedad de reli-
gtosos armenios, que, establecidoa por él en
la isla de San L¿xaro, en Veneeia, prosigoen
hoy todavia eon aBimosa perseverancia la
obra de la regeneraehm intelectnal de su pa-
tria. Geloses propagadores de las ciencias en*
tre el Ana y la fiuropa, tan pronto oflreceD ¿
nuestras estudiosas investigaciones algan*nne-
vo resto eacapado de las roioas de la aotigoa
civHisacioo de Oriente, oomo obligan ¿ so ao-
tlgoo idioma naciooal ¿ plegarse bajo sn plo-
ma b¿bil para tndoeir ¿ sos compttriotas al-
gno ooevo aecreto de la dencia de la loro-
pa modema.
En laimposiblildadiecitar todosloslrabi^oo
de hM mekhitaristas, nos limitaremos ¿ meiH
donar aqoi, ademas de las obras qne debemos
consignar en el botetin bibliogr¿flco coloeado
al fin de eate articolo, la grande hiatoría 4e
Annenia del padre Migael Tchamchlao, f>«[^*
I some con método todos los tndMQoa de ios lilo*
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u»
▲BM£NU
m
U emtole geofpaíUk de ia irmaÉi ai|%iM y
moderna del padre lDd]i4]iaB> f m ii, U« ao-
tlgftedadea de ámeftiadel miaso antor, eolec-
cion de memorias iBtereaajileü, qoe Aeagm-
oiadaroente le ioipidió la miierte oooriíoar en
nn plan generat.
Nb liay ra«o jie ooiiociiiiiealoK, qiiemerced
i k eatudiOBa activldad de los padres, no haya
■ido tratada en lengoa arroettia. No p^dBmos
liacer otra cosa qae remitir i los eaiálogos de
U hermosa imprenta del conTtoto a1 caffíoao
teeto qne qniera eonocer loe pormenores de
eelas pablieadones.
Ai lado dc los nekliilarisÉus cilarenM» tam-
blen ¿ Jorge Ogholkian y á José de Pietro, que
tai escrito la historia de la revoiucioii turca
ct tiempo de Selim UI, y mencionaremos, en
in, La$ munas del Árarat, tindo volúmen de
poeeías de los discípuloa de la escuela Laza-
ref, enMoscou, publicada en 48SO, eomo nna
prueba de lo famillar qne es bof todaTia á la
joTentnd armenia el noble idioma de sus padres.
Hemos pasaio en silencio mullitud de es-
eritos ascéflcoa y dogmáticos; pero no debe-
mos omitir cuan magestuosa é intoresante es
li litnrgia de la Iglesla armeaia, en la que la
pintora de las grandezas del ciisUanismo ha
OonserTado todos los brillanies colores del ge-
Bio oriental.
Preciso nos ha sido pasar ligeramenle so-
iire las traducciones, tan elegantes como cer-
veetas , heclias por los armeoios, de ias pro-
^ncciones ie la Oreoia, asi proftma nomo oris-
tlana. Sin embargo , la mayor parte de estas
tradocciones sou de una feoha mny antigoa, y
Idgunas easi contenporáheas del teslo origi-
nil, y pueden preslar i los éruditos eoropoos
verdaderos servicios, permitiéndoles restabie-
eer eon so aoxHio mudhee pasages , qoe de
otro roodo hacen incomprensibles la pérdída ó
tl estado tmncado de los testos oHginaies. Re-
eordarenos de nuoTO aqoi ia importante Ter-
Slon armenia de la eróniea de Eosebio, sobre
la cual hao hecho simultipeameote eu 4848
ios Iraducciooes latinas los sábios dectores
armenios Zofarab y Juan Bautista Aucher, y ci-
leremos tambien ie este úUimo la Iraduecion
ét dyértotes fratarlos dei plfl|U^co judio Pid-
loBt cnyo orlginai cooipieto no ha podido en-
eontrarse.
Ta heraos diobo ea otra parle cuan grinde
6S la facilidad que presente la lengua aroieiiti^
para dar (odoa ios detalles de ia iaonomia de
loa atttorafi griegos. Heneioifinemoa aqui ia
exlateiicia de uoa tradocaion de Bomero en
beximetros armenios.
k las íflft^entas aineniaaqiie Iramoa Indi-
eado mas arnba; debemos aiMir laa «stabietí>
ÍM en Biflyrna, Madris, Galcota, Viena, San
tetersborgo, Moseoii, Tiflis, Goocha, y Nakhd-
«bhan. Las ediciones de Yenecia sobroaaleo
laBto por la correccioB de ios testos, oomo pgir «
la beuoA de- los tipos.
MfíUáuá ée obne, im 4f éaa 41»
oitodi», no 96 han i«pne<0 ioiikT^ y la e^
ieocia de Quicb«a aMouscríioe aisü aleiip
pmbleaitica. j)e8giioifldameBte lot ■riaBss
armeoioano pueden jcoaocer eT^irii— ic k
eelenaiiMa <}eUs riqBests^te faBn e«nttrvaáo.
porque iat fetaits pfettnimriopes i|ae üiMoi
i la naeioo , pnrfiibtn i eadt una ie ias áos
aeetaa de eatólicos y citmitiatt it «itradt ep
hs ooBvenios y la adqnisioioli ée laa ooleecit-
nes de ia ntra.
En 48ai Tisüó Mr. B»é la bibllBtBsp «I
, fidohmladein^ oof 0 ottáiogo fobüeé Mr. iioi*
I aet en San PetersbBrgo. fiste eaeüoB» Bt taB-
, tiene mas que 4i4 númeios de tbma armetiai;
muohas de eiias sin embsflgo eiiB deBotood*
ia^ hasta ahora de Its acmeiiitB.
Otro catilogo interesante es tl ie Its h*
bros armenios, íormadt por lOQdabaatief, agR-
gado al departamento asütiet dei BÚBiiÉcrio
de Negocios estraogeres é» Ras^ Caie eati*
logo ha Hdo pebiieado en 4 889 , y comprende
288 artieolos. Entre los diea maaotDñlet qao
se indicao cn él hay una Bs^ooíob dd ¿h
ran compnesla por Esteban de PoIbi^ ob 4 Ttt,
y ana esplicacion de los pasages üfloüts do
David el Fiüsofoy cuya feoha ea ie 174B.
La Bibüoleca reai de Farís pttte eorta da
200 manuseritosarmenioa, aotque Bioy po-
cos son de gran Talor.
La coteccion mas rica et iBdoitblaBraBti
la del oonvenlo delos nekhltarislas, pQBSlo
que el oámero de Vos manusofilae, que coBtie-
ae ascieBdo i 4,5ee. Bs setsible que noso
haya impreao su eatilogo.
Lo quo hemos tliebo de la litetalura arme-
Bia basiari sin doda para dar una idea it sa
importaucia, y haoer oompfender al ieeier
que, auQ sio contar con el ibterés qoe naii-
ralmente ioapira nna lengua, ouyos origfenes.
dejan todavia un campo tae vasto i Ibb inTes-
ligaciones del leogaista, exitte en armenio ona
masa bastanle conalderable y preoiota ée es-
. erítos para prometer iBq>lia reeempeBsa i 1u
I invesligaciones del filós(^o«
Sukits Seiaal, arsol»i»po da ÍiouBili, ftbad aewral
il« lo» me](l)iurista«: úwidro dakie itpet^ M Q9^ mu-
iori mMÍcamente trM^otH inarmm^ TeB^i^, qb $**#
48S8.
Id. Qvimáro detU ttoria teMmM^ éi Armtmia.
Yenf«ia, en |J>, 40».
E. Boré: De la Isnauay i^ ia lílerMfrm onMtM.
en un voliimen Utulado: Sat^ lázarn 6 kmoria 4a la
$ocie4Md religiotm armenia 4e Mehkiieír. VeDedi,
1085; eapitalo reprodncüoi ea «SaS, en a Onfmert
piUoretqufí,
Carl. Frieá. líeumium» tértuch einer Geuhiek^
dtr ameni$éhm Hirrainr, ielpskk, en 0.*, fasS<
U Vamant de FV^riral: Ctuide:^de Imlitermtmm
armenia, en un volúmen tituUio MtkhMaifietaa 4*
San Láxarti, 1840.
Qi«MoppeGappelle..ti: £'jlniieii<ei (oh tr. liUerm»
íur^ et artí, ) ^(orQi¥H«t 3 toI «n S.* ia«MtSB.
ARMKMIA. (Sétígkm,) La primiUva reKgcon
'le ArraoDia se fundó en las creencias que
tSbeii^ia, Mta de JtplKt, te^ lesptGÍo de
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Ml
AMlifflHA
MA
Moio «D el reeto áel Buiédé, ee eerrompieren
Nt emnoiis: el BtMmo kKredeJo en él eus
Moleí;el«agl»in<>, refeaeraáo porZoroaBtre,
tnMeB tetrodDjo aUi aa cntto al AKgpe y á lee
MtfM. La ladia cjerolé e» él niMi Iiiittear4a
pedtfosa. Por «Itiae, In(J6 del eielo et erit-
ti»í6B»e, y Hevé á la AroiMiia U itoftraeleB,
h civilliacioo y lae ideas de KkerM, oMt-
«áodola á defeoder sa iDdepeDdeBoia al mte-
m tteoipo qoe 8U fé ceotra la anit>icieD y la
iDloIiraooía 4e los persas.
Ulüsloria atrilMiyeáSaD^regorio, llaMdo
fkJhmmador, la floria de iMéer iiitredttcido
üii Armeiiit las priflMres locioDes dei eris-
tiaoísiBe; pero segoB la tradkion, Abgar, rey
deldesa, se poso eo eomanicaeioD eoo Jeso-
«iBto, qoíeo le eovié á Tadeo, noo de sus
seinla y dos dlseipolos, para litmrle de ima
oofBnBOdad ioeorfible.
too qoien qoe sea, Gregorio, li^o^fle oo
tsl Aoag, éoviade por les SassoMee para ase-
síair á KliesroT, rey de Anoeoia, se libró del
easl^ que babía loerceido so padre, fué per-
iegHide por Tiridato por so oreeocia, le euré
eo seguida mflagrosameole, y le persoo^d A
qoe iÍNrazase el cristiaoifloie, qoe tíoo á ser
deiáe eotoQceo fai reKgiott del Mado. II pa-
Irtmdo se mantofo largo tíempo eo lo fetDi^
tíideOregorio.
lo lioto las taPOgios oaoiao en todas par-
ies; li de Betiqufo era ooa de los mas geoe-
rtimoQle diftmdidas. €ondeoado por et enorto
eoociKo ecoménlco de OalcedoBia, fbé defen*
<iUa eo un coneilio reuoido en ToWn, por el
Püriirci Asclidorag, que se decloró oblerta*
Mite 00 üiTor de las épinieDes atacadas. Mu-
düi do sns SQcesores profesaroo su dootrioa,
^ que por último eo ^, Bsrou-Bsdras la
«0 eoodcoar y TohW á k)s armeolos á la fé
^ Gilcedooia. Sin embargo, cieo anos des-
P»cs, bijo lis drdcncs de Omar, y coo hi asls-
iocla de los califas, nn patriarca celebré no
epoeiiio compuesto de oblspos armenios y si-
^08, eo el que se dedaró qne Jesucrísto no te-
Dia mas qne noa solay úoica naturalesa, y una
wla y áoieo Toluntod; nna natnraleso, ísom-
9^a de la oaturalesa dirioa y la oatDraleza
«noina, sio mezcla ntngnna; y como en los
«nlos nristerios, h mezela del agua y del Tlne
isüiciba las dos naturalesas de Cristo, se
prohibió esta roezcla en un sinodo; y por un
•ÍCC80 de seTerídad, se prebtbit) tambieu el
^de los pescados, del aceite de ollro y del
^ eo his dias dc ayuno.
Jwoiv, Jmasdaser (el Püttaoft^, inipngmSí
TO etTores de aqoellos obispos, y sostuvo h)
fftoridad del concilio de Galcedonia. Bl mooo-
MsmoioTadió el patriarcado y se maotqiTo en,
« hMta 86«. Algunos pitriircas one Inteota-.
n>Q por todos los medios que estaban A sn al-
m^i icreditar las decisionesde Galeedonia.
raeroo cspolsados. Otros, para fácllitar la reoí
wi de la igleaia aTmeoia coo la law», tras^
lodafett UstUa pitiliraaU o^a oIikM. Ite 4 1 79
bo^ grante oegoeiacioBes porn rcooir la
iglesiB de AfaMoia á ia iglesia griega. El pa-
triorca ft^fono Vf, o^r6 á este Po dos ooo*
ottloi OB IfbOBiglo* ^^dQ te^i^ s" residencia;
pero 00 dieroo resullados salisfaotories: la
■fayor ^ie de los obispos de la AmviBia, se
reslotlereo á eBtrar en aopmodo de oiBguBa
oÍBse een loi gviegos-
Lb mlsae «ioedió des|Mies eon los latinos,
Rn Sls y en Tarait se eolú>raf oo mocbos ooo-
eiHoo, qae tefaiBaroD sio tiaber podido incor-
porar por confMo la iglesia de Armeola á
la ooBMmieo voaMoa. Bo itU Qiogono vn
ABasarxBlot, fljd su resldencia en ^, residen*
cia que eseogievoo tombieo sua suceaores; y
eo IM1 se eetebffóuB otBdHo pov tseiBto y
seis BlispeB, éles vertabieds & doetores y sieto
abBáes, ob el qoe oe adoplaron )os siele eoo*
eillOB oeQBiéDieiM. ^e Qlragos ó (hríaco, ftin-
dé OB 4441 00 ouevo patriarcado en Edch-
miadslo; t deede aqoella époea, loi armenioa
reeonoeioion ademas de aqool potriarca, olros
des gefes espMlBales, ooo que estA eo Ada*
■Mit id pie dél naoBto Tauro, y otro eo la isla
de Ag^mar, eo nedio dol lago de Yao. Csla
dtvisieo dol patríorcado fo4 el origeo do mo-
cbos dlslorbloo y desunlODOs; oodB potriavca
Booria tenev el velieorlo q«o ooDtieoe la mooo
déreebo de Sao 6refforio LoBsavoritch, como
hi iHsignia de su digBldail; y 4o aqui presi-
Bieron uo sin ntimero de decepeioiioo y ée si*
BMBias.
La diferencia esenciai qoe oxiste enlre ia
igiesia iatina y la armcnia sobre la fé, es que
esto no adnlte las deeisiones M cooclUo de
Galvedooia. Su doetrtna so oooíevra eu esta
ftrmula que los erdeoadeo estte obügados á
proBHBCialp anles de la ordeoaclOB: ■€roemo6
que Jesuorísto es obo pepsooa y uoa Baturaieaa
compuesta; t conformáBdooos eou los santoe
padres, despreohmos y aborreeemos el con-
oilio de Oalcedonh, y h coito de Leon á
ftBviaoo: hnaooios aoateBsa A toda secta que
iBtvodnce docoatoralesas.»
Bs verdad que en h ttturgio, los armeoios
NO liao adoptodo h odieloo de hs palabras /h
thque al simbolo; pere el dia de Peoteoostéo,
eaBlao uoa proeo en h qne ae encoentraB es-
taspahbras: «SnBod, Seoop, Señor de vlrtB-
des y verdadero Dios, manantial de la lui y de
Tida, Bsplrttti Santo, proooiloBlo del fadreifM
4tfo.»
Sus slete saoramentos, que ellos llaman
mhterk», Henen la parUoularidad, de que
en el bauHsmo, bañan ai niño tres veces eo h
pih baoHsmal, á cnyo octo sigoe iomedlolB-
mente et de la oonñrmooion: en la cemooiofi
ba^en ns<> deÍTino sin mesolo y de poo ferBieii-
tado qne empapan en él al dárselo á loe oqh
molgantes; por últiffio no dan la eotrooaB oi.
clbn toos (^ á los eolesiAsticos, y esto dospBoo
de sn moerte. BeTereociao a los santos y sbb
tmágeoes, poro ooofeeii en ol porgaloflo. Soii
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ARMBNU
364
WM rigfdos qoe lo» griegotea stis ifiiBOs, 7
5i no celebnn taotas flestas tieoeii tl meoos
mas deYocioo. Bn TurqQíacelebcaa el serYicio
dÍYioo casi siempre de oochc; la misa se dice
en armenio antiguo, y solo asan ei modemo
en el sermon.
Sugerarquia se diferencia muy poco de la
de los gríegos. £1 gefe de la jglesia» el cot^
lioof, tiene su silla en Edchmiadiin, cooYento
sitoado al pie dei monte Ararat, cerca de Bri-
▼an, capital de la antigna Armenia persa, de-
pendiente en el dia de Rosia. La iglesia de esr
te coQYento, fundada por Gregorio Nacianceno,
fné ia ÚQioa eo la que los mahometanos per-
miüeron qae hubiese campanas. Ei aceite sa*
grado que fabríca ei cathólicos para Yeoderlo
al clero, las frecaeates peregrinaciones de
armenios, caando Yan á Bdduniadsin, qoe to-
do armenio debe Yisitar ai meuos naa Yes ea
50 Yida, le proporcioaaa ios soflcieates medios
para ateoder á los gastos dei culto, y maate*
aer esceleotes escuelas aormales. Alli es doo-
de pooen en posesion de sus dignidades á los
patríarcas de Jerusalen y Goostauliaopia, á los
obispos y arzobispos de Armenia, y cada tres
años los confirma on su dignidades, ó los rele-
Ya. Los eclesiásticos soo, ea cuanto A sa raa-
go y ministerio, en un todo iguales ¿ los sa-
oerdotes de la iglesia ortbodoxa. Los monges
fiigucn la regla de San Basilio. Los v$rtabyid$,
especie de sábios graduados, forman una cla-
se aparte, y se dedican prlncipalmente A las
ciencias. Los legos están obügados á casarae
una Yes, pero no pueden contraer segundas
nupcias.
El Diccionarío teológico del abate Bergier,
en la Yersion española que tenemos á ia yís-
ta, de las siguieotes noticias religiosu sol>re
los araeníof en su articulo de esto nombre, .
que merecea alguna coasideracioa por lafuea-
tede donde proceden.
EicríBtianismosecooserYóentre los arme-
ivios, pero con mucba alteracion entre ios cis-
máticos. Segun el padre Galauo, Juan Hernuc,
armenio católico, asegura aue siguea la here-
gia de Eutiquio, respecto a la uoidad de na-
niraleza cn Jesucristo; que creen que el Espi-
ri4u Saoto no procede mas que dcl Padre; qae
las almas de los Juslos oo eatrao en el paraiso,
ni las de los condeiiados en el iaQerno aotes
del juicio fínal; que níegan elpurgatorío; que
eeparan dei número de los sacrameutos ia
Goutírroacion y laEstrcma Uncioo, concedeu al
pueblo la Gomimioa bajo las dos especies, la
dao á Iq$ aiQos aates de que teogaa uso de
razoo, y por último, pieosau que todo sacer-
dote paede absolveriudifereatementetoda cla-
«e de pecados; de manera que no hay casos
leservados oi para los obispos, ui para el pa-
pa. Miguei Lefebre, en su Teairo de la 7ur-
fttia» dice, qoe los armenios son monoflsitas;
es decir, que no admiten en Jesucristo mas
que una aaturaleza, compuestade la aaturale-
ifdiYina y 4e I9 bumaoa^ sin qoe por esto se
mesdee. El miaBio aotor atede qoe los ai-
roeaios recbazaodo el pargatorío, 00 dejaa de
orar y celebrar mlsaa por los difuntos, cayas
almas creea que esperaa el dia del Juicio en
ua higar ea doade los Jostos esperlmeataa
sentimieatog de alegrla coa la esperapsa de
la eleroa felieidad, y los oialos impresiooes da
dolor, temieado los supücios qoe ooaooeo ha-
ber merecido; que otros pieosaa qae do hay
iofierao desde qoe Jesucrísto lo destrayó ba-
Jaodo A I06 limbos, y qae la príYacioo de
Dios serA ei soplicio de ios reprobadoa; que
la Estrema-Uacioa ao la adaünistran luce cer-
ca de doscientos años, porque ei pueblo cre-
yendo que este sacramento tenia la virtod de
remitir por si solo todos los pecados, babia
tomado de aqai motiYO para descoidar de tal
sueríe la ooufesioa, que iaseosiblemeate ho-
biera sido abolida de todo puoto; qao auaqas
QO recoQOscao el prímado del papa, le llaniaa
00 obstaaie eo sus libros el pastor aaiversal
y Yicarío de Jesucriato: que estáa de acaerdo
coo los griegos sobre el articolo de la Euca*
ristia, escepto que oo mesclao el agaa con
ei Yiao ea el sacriAcio de la misa, y qae osaa
eo ella paa sio leYadura para la coasagracioa
como los catdlioosw
Sia embargo, Galaao y Lefebre, atribayea
A los armeoios cismAticos errores de qoe 119
soo culpablea, 6 que al meoos ao soa coom-
oes eotre eilos* El padre Lebruo, aotes de relé-
rir su Uturgia, prueba que A escepcioa de ia
heregia de los moaoflsitas« 00 se les poedc
imputar aingaoa opiaioo eoterameate con^
traria A ia creencia de laiglesia católica; qac
estAn de acuerdo con nosotros eo el aúiaeffo
y oaturaiesa de los sacrameotos, sobre la pre-
seocia reai de Jesucristo eo la Eucari&tia, so-
bre la traasul>staaciacioD eo el sacríflcio de la
misa, el culto de los saatos y el orar por los
difoDtos. En Yano han tratado los protostaotes
de eocootrar eotrc ellos sus propios errores»
00 hao podido bailar ainguo Yestigio. Sia em-
bargo, los armeaios cismiUcos se eocoeatraa
separados de ia iglesia romaoa hace mas de
mil y doscieotos aoos.
Sio moUYO fuodado para ello hao sido aca-
sados por BrereWood, de que faYoreciao la
opiaioa de los sacrameatarlos y de qae oo 00-
oiiaQ ios auUnales que la ley de Moisés coa-
ceptuaba como iomuQdos, sio teoer ea cueata
la costumbre de todaslas sociedades crisüaaas
de Oríeots, que era oo comer saogre ni carnes
sofocadas, en lo cual, segua el espiríta deU
prímitiva iglesia, oo bay supersUcioa. Bay
graodes ayunadores, que si ios oimos, creea
que io esencial de la religion conslste en
ayuuar.
Tieaea mucbos mooasteríos de la órdea dc
Saa Basilio, cuya regla observao ios cismáti-
cos; pero los que están reunidos A la iglesU
roinaoa abraaaron la de Santo Domiogo, deide
que los domioicos eoviados A la Armeoia por
Joao XIII, coQtribtyeroa mucho para oDiriM
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AllMENU-ÁItMlNIANOS
m
i la Santa Sede. Eitt»ilnion ha sido rota y re-
iioTada moebad yeoes, sobre todo en el cod->
cUio de Floreoeia U^o el pontiflcado de Ea-
genio IT.
81 ofldo edesiástlco le reia en la anligna
leogna armeDia, mny difereote de lamedema
qaenola entleiide el imeblo. Kn la miama
la^atieoentoéa laBiblia» tradocida segon
laTersoDdelos SetenU. Loa.qae eatinsQje-
toialpapa reian tambien el ofldo eo esta
leBgoa. r Ueoeo la misma creeocia qoe la igle-
siacatóliea, sin nlDgnoa meioladeloa erro»
les qne profesan los cismátiooe.
Haremos notar, por úHimo, que enlre los
aneBioa es mas reapetado el titQÍo de verta-
M 6 doctor, que el de obiapo; le cooflereo
oen las miamas eeremonias que ae dan las ór.
denea sagradas, porqne tegnn elloi, esta dig-
nidad representa la de ie80cri8to, qoe se lla-
mabaraWódoctor. Estos Ycrtabieds tienen
el dereebo de predicar sentados, y de llcTar
ona emi semeionte ¿ la del patriarca» ai paso
qnek» obispos tieoen ona de menos distincion
7l>re<fieandepie; la ignoraneiade los obis-
poaha procnrado esta consideracion á los doc-
torei.
ilMIHO. {Teenolopa.) Despoes de la in-
▼eadoodela pdivorase éiYidió ei arte del
arniero eo dos ramos; elarmero propiamente
dieho, eontiDoó fabricando las arroas blancas,
y el areabucero empesó á fabricar las armas
^ foef*o, eomo arcabuces, fusiles, pistolas, etc.
No d oombre de arraas blancas se comprcn-
<ie laiaoxa, el sable, la espada y la bayoDeta»
poffiqoe estaode templado y broñido el acero
deqoe se fórmon, liegao á ser Datoralmeote de
oablaooobriUaate.
La lann ó la pica es la mas seocilla de to-
dasanoas, y probablemeote la mas antigoa: se
fonoa de on pedaso de acero ó bierro plano y
paotíagodo, eoea|ado por medio de oo cubo ó
te ooa espiga eo el eatremo de ooa rara de
Mdera de dos metros de largo* Sieodo la
inua ooa anna qoe se fabrica oon prontitud y
tedo SQ 080 tan fácil, es la que se preflere
piraaroiaren pocotiempo QDapoblaoioo qoe
<e leraota en masa. Los franoeses á Imitacíon
^ lospoiacos han formado en diferentes épo*
e« coerpos de lanceros, es decir, regimientos
eaya arma príncipal era la lansa; hacian el
ntnkio de cabalkda lijera y oombatian oon
^ Isosa como d oooaco ooo ia pica. 11 anoa
de ene no es otra cosa qoe uo daTo de od de-
ciai^ de largo plantado eo la puota de uo
B^de dos metros y medio, la arroja desde
es eootra el eoemigo y la retira por medio
de 8oa coerdo coy o estieiDO tieoe agarrado.
iss espadas son de dos clases, de hojas
PiiBas ó trlaDgolares. La espada no es mas
<|oe ooa amM de paroda que el oflcial lleva en
tiempo de pas; en la goera se sirre dei sable
destioado ol co^po de tropos qot manda.
Hay mnohas espeeies de aables; los unos
mree(4Ni y los otrosaoncorros; los qoe pre-
sentan eu sn snperflde dibujos ondeados ó
Termiculados, toman el nombre de $ables de
Damasoo. Uoos y otros fiirTeo para anuar res-
pectiTamente los difereotes cuerpos de caba-
lleria, la artUieria de á pie, de á caballo y la
infanterta. Laespada delos aotíguos coDSistia
eo ooa hcja de dos fllos casi paralelos, ood
uoa moidorita eo medio. La puota era prra-
fflidal.
El pooal es oo arma porameote defeDsiTa
qoe solameote sinre para pelear ouerpo i
cucrpo, coaodo los qoe la empleaohaD perdi-
do ó roto su arma ofensiTa, la hoja es de dos
deoimetros de larga, es puotiagoda, tieoe unot.
ó dos fllos y ooa empuñadura como no sable»
y se llora en el dotoroD. Esta anoa, comun
entre los orientales y particularmeDte eDtre,
los tuTcos, se osa poco eotre las tropas eu-
ropeas.
Losofidalesde lamarina española llevan
un punal ó machete de un solo fllo, de que se
sirTen para cortar en caso de necesidad los
cables en las maniobras. Los artilleros y sapa*
dores franceses usan tambien de esta arma.
{Véa$e ABMAS ■lancas.)
ARM1NIAN08. [Hitíoria religioMa.) Esle
nombre se da á la doctrína de Arminio, célebre
ministro de Amsterdam y despues profesor eo
teología de la acaderoia de Leyde y dc los armi-
nianos sus sectarios. GalTiDO, Beza, ZaDqoio y
otros, habiao establecido dogmas demasiado
seTeros sobre el libre albedrío, la predesUoa-
don, ia JustiflcaciOD, la perseTeraocia y la gra-
da, los arminianos tuTíeron sobre estoa puntos
opiniones roas rooderadas y aproximadas enal-
goDOS puotos á las de la iglesia romana. 6o-
roar, profesor de teologia en la academia de
Groninga y calTinista rigido, se lerantó oon*
tra la dodrina de Arminio despoes de muchas
dispotas qne toTieroo priodplo eo 4609, ame-
oasaodo eooeoder la goem cítíI eo las Pro-
TiDcias UDidas: se di^cuüó la materia y se de-:
ddid á (aTor de los gomaristas, por el síoodo
de Dordrécht, celebrado eo 4648 y eo 4649.
Ademas de los teólogos de Hohinda, asistieroD
á este siDodo diputados de todas las iglesias
reformadas, meoos de las fraocesas.
No es posible compreoder bieu ei estado de
la coestiooqoehabia quededdtr, siosaber que
les teólogos adheridos á las opiuioues de Cal-
TiDO sobre la predestioadoD, do estabao de
aeuerdo; porqoe los unos sosteoiao, como s«
maestro, queDios abatemo, auo aotes de
prereer el pecado de Adao babia predesUoado
uoa parle del género homaoo i la feliddad
etema, y otra parte á los tormeotos del iDfler-
Do; que por coosiguieote Dios teoia resadto
de tal modo la caida de Adao y. habia prepa»
rado de tal snerte los acootecimientos, qoe
Doestros primeros padres oo podiao meoos de
pecar. Estos tedlogos fueroo llamados eupra^
lapsarioi, porque sopODiao ooa predestioadoii
y una reprobadoo absolutas antelafaum 6
eyfrahfewn; opinion horrible, qoe pinta k
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367
ÁlÜlttKlANOd
M
DI03 como el fflis ioiasto J mu crael de toAos
lot tlrsfMS. Otros deoita que »io6 bo j^edeter-
minó posmfTOieate It caMa de ká^tk, que aolo
la (Vermiltó; <|se por esta cdda hnbréiidose coi^
Tertido iode el ^nero hvnatio ta ana raaBi
de perdicion j óoodeiiaclott, reaolvtó Mob 8t<
car 110 eierto o^mero de ho»1>rés y cdndtteir*
I08 por 909 grcctiB at reioo etemo, al paao
que dela á I08 demas eo esta masa y ies re-
hesa las graelas Moesartopara sahraórae. Ási,
seí^ eitos te<>h)909, la predestiMMiíMi y hr
reprohaclon se terlftcaü $mormklfm»m ú imfrm-
lapium, y por eslo fucrott RaoMdos supaAf.Ap-
SAaios 6 tNraAiiAPSAMoe» Tease esta paiafera.
Estos dos parttdos se réooreroa hi^OFel oom-
bre de gommrisimt para ootdenar A im ariBi-
oiaooe.
Redoclase por eilionces la dlspota ¿ eiaco
puotos príncipales: el prímero era reiatiTO ¿
la predesHfneion; elsegondo^la ooiversali-
dad dé la redencion; tercero y cuaito* que
siempre se trataban ¿ hi tex» correspondiaa ¿
ta corropcion del hombre y so confersioo; el
qnioto era conoernteote ¿ la persef eraMia.
Decian los arminianoi acerovde \m predes*
ttnaeioD tque no se dehe recoflocer eo Dios
iiiai^n derecho absoluto, per el ceil baya re^
sBeltodar¿ JesaoríiKo ¿ solo les elegidoo, oi
dar¿ellosúnteamcnte, por medio de oiaro*
cacion eOeas, la fé, la Justiflcacion, ia perso-
ferancia y la gtoría; slno qoefha dado ¿ Jeiia-
ciitto por redetUor comoo ¿ todo ei mmé). j
resuelto por este decreto ]ustiflcar y salv ar ¿
todoe k>6 que crean eo él, y al misaio ttempo
daríes ¿ teJos los medioa snOeieBleB parasaK-
varse; qoe nhi^ono pereee por ne (eoer eetos
oiedios, stoo por ahnsar de eltoe; que-la elec-
(úoo ahsoluta y precisa de los partioQlarea se
hace eo vista de so fé y de su perdeferanoia
fiitora; que no existe aM.^'qoe eleceion cMéi-
(ional, qne la reprehaelon se verlAea del mi»-
Vio mode, en flsta de la infeiickhid y de la
persef eranoia en ei maL w B«te sisleBUl estaba
ert opostetoB diHcta, tanto eoo el de toe Si^
¡irtüfmrios, como con el de los infrdaip'
sarios.
Los priueiptos acerca de la rniifersatidtd
de la redeocioo, eratir «rqoe ei precio pafado
per el bijo de DtesBO solo es aoAciente para
todos, sino actoahnente ef^iéo para todos y
cada ono; que nlngofle est¿ escluida del frota
de la redendeci por on deoreta aheoiuto ni de
oCro modo ipie por m oitpa.» Doctrína det to^
éo dlféreiite de la de Celf ino y de los ^ome-
rtetas, qfieestaMeelaR cono <iBg«Mt Indodahte
qoe Jesoerislo ua hBi]i«ert(> en seotldo altnino
pertoB réprobos, sinelpo^ lei'predeefinadeB.
Acerca d0 los putftos teroero y coerto^ des-
poes de haber dleho que lar fracia es nec^^
rta pantiedo Me«, no s«4t pam aoaharle, slfio
tambien para oemÍMtarte, aftatflan qoela ffra-
ola Bo es irvesiallhle, ea deeir^ qse 89 pwBde
reslstlf ¿ eRr, sesteMaa qveamiqae la fracia
seu di«a dBslgBalMwite, «Woa úmé sMlüt ona
suíctente ¿ todos aquellos ¿ uaiéfiSs bt sldo
anoociado el Br aogeiio, aon a I19 que 00 te
confierteo, y la ofireee con un deNe sincerof
formal de salf ar ¿ todos. Es indigDO áé DiM;
decian, el apareotar qoe qoiere saifr, 7 ei
ei fh«ée no qoererio; ei indocir seoietaBKBli
¿ los hoisbres ¿ los pecados qoe prohibe f^
bHeaflKnte:* dos opiolonBeB moAstnmas qw
imrododeron tos prtmeroB refBraiadereB. km*
oa dei qninto, es decir, kobre la pereeranaeíi,
deeiaD^ «qae Diee da ¿ Iob ferdadetos ielef,
regeoeradoB por so graehiy medtos para eoa-
serf arse en este eetBdo; que poeden peider h
ferdaden fé JisUfleaáte, ó inoorrtr ei peeito
ineempalibleB oon la }08tiflcacioB;aanQolei
crimenes atrocss perserefar y morir eá éthe^
lefBotarae de ellos por la peoilBneia, y sta
que, 00 obslante, la gracia tos ohhgBe á !■-
certo.» GoR eate oploton deBtniiaD ia ác tn
calfinistas rigldos; ¿ Báber^ qoe et hoDSre
ana f ex joetiaeado ne poede perderht gndt,
ni lotai ni flaohBeBie, eB deeir, ni abeolol»
meote por deffo tiempo, ni para siémpre f
sin qae foelra. Los anninlmios han sido üa-
raados tambienramoiilaiUes/ por oóa deoBnái
ó represeotacion que dirígieron ¿ tos estaáos
Oenerales de \m mf ineias UnfakB eo 4Sf I, jr
60 la ooal espBsieren los prtBolpales artfcoiii
de 80 ereeneia y prtncipios reMgioMs Mi-
meutates.
Bi sinodo de Dordrecht condenó solemDe-
meote sos ohieo arNoolos de doctrioa; leles
prtfó de sus plaaBB de ninistros y de sas eá*
todras; y se decidió qoe en adelante ntosBOO
fuera admitido ¿la fhnoien de enBeñarsto tínv
siiscrflo¿eeta eondenaelen* los gOmirishSt
f uprotopf artoi hicieron los nayores esANrM
pare qoe se aprobare ^el alnodó so opteloo
oeu respeto ¿ la predeBtioachm, pero oo lo
podieron coDBiegulr: tos teótogos ingleBCS }
otros, 80 oposieron ¿ elto; asi es qoe la do^
.na establecida en Dordrechl es k de los i**
fralmpnrio». Lob decretos de la asanbles ie
Dordrecht ÍBeren recibidoe y adoptedos porloi
'calfinlatas deFranoia en un Btoodo BaCicMM
ceiebredo eú CbareuUm en leftd.
LosarntittiBttosltovaron desde so eoed^
naeroB so Btotoma mis alü de lo qoe héHt
becho el misoio Ároihiio; cayeron en el past-
nismo, y se ooerearon mQcho i toe bocíbí<bo«,
prtncipalmeme coando tofieroa por gefe á S*
í itten EpiBcopto. Ouawdo loo calTinislas tes m-
^ saa de reoof af una heregiaaDtigQa, ooá^tm^
ya eo tos pelogianoi y en los semipelsgtSMIi.
repHean qoe la símpto autorklad de tos bnv*
bresiiopaede pashr por oim proeba legttiiii
mas qoe tm hr IgiealaroaMma; qoe tos cdri*
nistaS ralsmoB hitroiBjeroff en la reHgiea otra
maoerade deeftéir los difta'eiioiaiB;qhexfBM^
ta el hacer f«r (fñe nnt ophafoo lia iddv M*
deoada, sine qoe es preeisG demostrar q^
est¿ oioideoaéff conJastleia.FQOdajdoi m é^
prtneiplo, q&ém est¿n en esMo de refntir
los caifhilBtas, les annhitoBOs soprtmian MS*
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AtlMINUNOS^^^MONÍA
m
tantas artiCBl66 de religio&, á qne los priae-
ros Hamtn fuñiúmiñ$Ml$$, porqoe no ite eii^
eaeulrBn SQfideoteoieBte espllcados eo la E»-
crilira. DesecbaD ooa despreeie loa oaleoifr
aws y las confesioaes de fé áqte qoiereB
atSBerse los e alvinistas. Por eso estos en el
stooáe deDerdrsctit infloferen idocIio para qne
se fslaUeoiera la Becesldad de deoidir Us di-
fereDCto de religion por fia de autoridad,
relfteiidadeestaniaBeraá los prlnoipios de
)os eatélieee; contra los onales deolamaron
Los armiBÍaBeshaB abaBdoBadoladoetrÍBa
de se prioier maestro sobre la predestiBsoion
y eleeeioa heehas ab <ai0mo, en coBsecuen-
eia de la prerlsioB de los méritos; Ipáseopio
k iDveDlado que Dios bo dige á ks Amos
iÍBe ea tieflipo y cBaBdo oreen aclealmeBte:
ÍsigaD qoe la doctrint de la TriBidad no es
neeesaria para saÍTarse, y qne no eziste ea la
iKriiBra ningaa preeepto qne nosmande ado*
r«al Ispirito Saato. Por tmmo, m gran priB-
dpio ee qoe 80 del)en tolerar todas tes seotas
cristlaiMB, porque dicen qae ealre les eristia-
aosaoa los qoe haa abrasado la religion raas
verdaderay la roas conforme á ia palabra de
Dios.
AiülRo. (IffsCeria mímMl,) Feqoefio ani-
■ai de ia teHHa de los eamtnNros, tribn de
los dlgitigrados, gropo de los dlgittgrados ver-
TÜDmes, 6 deaB sek) diente tabeieoioso.
Bl armifto perteBeee al géaero hediondo 6
snfeto (jnOortiM), qae eompreBde le oomadre-
)8, el kBToa, el Teso, etc, recibe el Bomhre de
paforiiss karmelUmu9^ mtuUia karmmea, Li-
Beo; mm$hlm Ma, Gesoer; amMa, iuffon.
üapoeo Buyor qoe hi oomadfeja, el armiño se
halla en las partes temphidas de ubo y otre
caalioale, aonqoe sin enüwrgo es pooo co-
MB en todos ios paisesá no ser en los frios;
ea elTerauo adqoiere onatiBta bermejs, pero
ea iBTierBo su pelage es de ob hlanoo laoto
■sspBroeoántoqoe masrigorose cs elcKf*
B»: la estremidad de so cola qoeda sierapre
aegra.
Kl ariDifio tlcBe ias mismas costombres qos
b comadreja, ¿ la cual se asem^a mucho, auo-
foe tleDe oonstaBtemeBle la poola de la cola
de mi Begro iBleoso, y blaoca la estremidad
dslas orejas y de ias patas. Es, sln embargo,
<isaB earácter mas arisco, poes Tireen los bos-
faes mas inaocesibles, sin sceroarse en tion-
pa algBBO á los lugares habitados: se tíimen-
tt de ardlllas, ralas y peqoeños mamííeros,
7 haMi alguoas Teces se aTentora á penetrar
p laspraloe y pantaDos, para basosr haeTus,
i qne tieae suiaa aflcion. IjO mismo qoe ia co*
Badreja, se eria bíen es la domesticldad, y
^•ita se haee mas familiar y mas adicto al
bambre. 8in embargo, á pesar de ao bellesa, el
Bttl eler i)ae exhaia haeeqoe se ie bosqoe mny
pm. tap|el,qBehaee raacho tiemposeem-
piea eo adomarel maato de iesreyes y mag
doctored, e4, como se sabe, el objeto de un co^
m$Ttáo hnporttBle, sieodo estlmada eolre las
maspreciosa, sobre lodo, coando tieoesu pe-
eoliar y desUimbradora blaacura, que pierde
Bsas ó Bseoos al paso quo enTcjece para tomar
UM ÜBta alge aaMrUleota.
Eneuéntrase ei arvüno enFrancia, peroaun*
qne as estima so pid, no tanto oomo la pro«
eedeiite del Xort», porqoe nooca es tao bUo-
ca, y porque ademas ann en los mayores fríos
cens^rTa siempre una Ugera tiota amarilienta
que le bace perder una parte de su ralor.
ARMONU. {Múeioa.) Esta palabra. tomada
eo 80 senlido absoloto, sítto para espreaar la
coberencía y las rolaciones intimas que lienen
entre at Us d|ferei|tes partes de que se com-
pooe un lodo.
Dicese por ejemplo: amcmia de ios cuer-
poe oelestes, la artnorUa del unirerso, de las
leyes, de los pueblos, delas familias, etc, etc.
Taabien se dice: esta poesla es armoiitosa,
el colorkio de e^te cuadro es armonioso, uoa
Tos ormoiiíoio, sonidos armonio$o$, y por lo
tanto oreemos que sin dejar de espresarse cou'
Teoientemente, st podría decir, ia melodia de
esta piezH áer música ea armonio$a; porque
una meiodia se forma de una seríe de sonidos
difereates, asi cjomo una piesa de verso se for«
ma de uoa serie 4a muchas palabras difereo-
tes. y puesto que poderaos decir de esta: esta
TersiflcaciOQ es armofiiosa, crecmos que se
poede decir lambieo csta mclodía es armo^
nio$a.
8q noestra música modema sc emplea par-
ticolarmenle la paiabra armonia para deaig*
nar la oiencia de ios acordtts, porte del arte
qoe losantiguos iiamabao im/onia, euteodico'
00 por esta palabra lo aue iíoy auereroos es*
presar por la de armoma, es decir, ia coaTe-
nlenda y las relaciones de mucbos sonidos
distintos oidos slmultáneaoiente. £s probable
que esta maoera de califlcar la simultaneídad
refular de los sooidos, h^ sido la que ha hc-
oho decir á algunos eruditos que los autiguos
desooQOCian lo que entendemos por armonia
musical. Enefecto, puededesde luego asegu-
rarse que su sisiema no era igual al ntiestro;
pero 00 por eso podemos negar que tuviesen
en su música cantos ó melodias acompañados
por otras melodias ó cautos difercutes; porque
esto sería desmenlir los roas célebres escrítos
de la auUgüedad. lovitamosálas personasdes-
preocupadasque lean coo atenciou 1o que so-
bre este asooio se dice eo los comeotarlos de
Porflro sobre ias Ármónica$ de Cuclides, y
ae coQTeocerán de que, poe&to que los antiguoa
haciao uso eo su máslca del efecto producido
por la reonion de muchos sonidos distintos
(^dos simultáoeamenle, tenian tambien lo qoe
oosolros liamamos armon<a. «Lattn/bntoes
la oadencia y mescla simuitáueas de dos soni-
dos diferenles, del graTc y del agudo; porque
es preciso que ios sonidos, producidos á un
aates, aai como el trage de los magistrados y ttempo» caosen al oido el efecto dc un solo so
4G9 lfllll.IUTECA KlfUl.AA. • T- Ifl. t4
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374
ARMONIÁ
87«
bido, de soerte que nosobretttlga tii predo-
mloe el agudo, ni el graTe tampoeo; pero que
sea tal la fuaion, qne de los sonldoe mesolados,
no'se olgaal nno dominar al otro, ni la fbersa
de este paresca superior ni inferior á la del
otro. Kn efeclo, si en la percnsion simultá-
nease oyese e1 graye antes ó despoes del agu-
do, semejante sonido no seríaya sinfónico
(á lo menos anUs 6 de$pu$s de h perseoucítm
del oíro sonido) (t).»
Dejamos á los horobres imparciales que
Josguen del ralor de nuestra obsenracion, li*
mitándonosjiqoi á tratar de la cíencia de los
acordes, tal como se pretende deslgnarla con
la palabra armonia, (Vettse acobde.)
En música la palabra fundameníal sirve
para indicar el sonido grate de donde se ha
partido pera formartales 6 coales acordes, bien
sea en so órden primitiTo ó en sos taría-
ciones.
Los acordcs se componen de una reunion
de diferentes intérvalos: el nso ha establecido
qiic se rcpresenten las relaciones dc estos dt>
ferentes intérvalos por medio de guarismos. EÍ
unisond se representa por 4 , la segunda por
un %, la tercera por un 3, etc.
La nota mas {rr^ve de nn acorde, cuando
está en su po^icion natural» es dedr, en pro-
gresion de terceras, como dó, mi, $ol, se llama
nota fúndameiUal, Gada inténralo espresa la
dístancia que hay de un sonldo á otro. Kbí se
llama segunda el intérvalo que se encuentra
entre un sonido y el qoe está mas próximo á
él, tercera el comprendido entre dos sonidos
separadospor on tercero, cuarta el qoe com* 1
prende cnatro sonidos y asi socesivamente. ^
Un intérvalo en coanto á sogrado de estension
es diminuido, menor,mayor, 6 aumentado,
y en cnanto el efecto qne produee en nuestro
oido es consofiaíUe ó aisonaníe.los intérva-'
los consonantes son la tercera, la cuarta, la
quinta, la sesta y la octava; y los disonantes
6on la segunda, la eétima y la navena. Los
acordes que nocontienen mas qne los intérva
lOB consonantesson acordea,cofiaofian(f5, to
dos los demas son disonantee, Los intérvalos
y acordes tienen la propiedad dé trasiomarse;
ea decir, que todas las notas que los compo-
nen puedcn colocarse enuna posicion superior
ó inferior respecto onas de otras. Desde loego
se concibe la inmeusa varíedad qoe debe re-
soltar de esos numerosos cambios, porqoe la
armonia de los acordes pn^e presentarse á
nucstro sentido auditivo bajo tantas formas
cuantas notas entran en la composiciondelos
acordes. Los intérvalos consonantes son agra-
dables por si mismos, y los otros solo pueden
serlo por ciertas combinaciones con los pri-
meros. Signese de aqui necesaríamente qne se
puede hacer una progresion de consonancias
lan estensa como se qoiera, pero qoe no se
pucde emplear sino nna disonancia á la vez,
(I) Tomo 111. p.S63de U caleccion de WiO¡5.
teniéndo eoidado de talvaria 6 t^^úíllreria con
una consonancia. La notá disonante dd)e des-
cender de on grado invaríablemente. Bsto es
¿ k) menos io qne deeian los maestros anll-
gnos; pero lofl modernos, meiot iostruidos ea
loB secretos maraviUosos de la armonia, dicea
qne una nota disonante pnede resoÍTerse de
tres maneras igualmente buenas; quedándoae
en el nüsmo grado, subíendo ó bajando. To*
dos los accMrdes se derívan de un solo aoorde
por escelencia, qne se Ilama ocdf^ perfeoto,
Compónese denna tercera y de nna qointa, y
añadiéndole una tercera menor se obtíeoe d
acorde de aétima dominante. Los demas no
son sino modiflcaciones de estos dos acordei
principales sobre los cuales dcscansa el sis»
tema entero de la armonia, cualesqniera qoe
sean las formas oon que hayan qocirido reves-
tirlo el genio, la preocopacion ó la incorregí-
ble rutina. El encadenamiento de los aoordes
esti encadcnado sobre las uotas fhndamenta-
les espresadas ó sobrcentendidas, porqne por
mediodei trastomo deque hemos hablado,
poeden colocarse estas notas en otraa partes
distintas que la base, y deben prodneir entre
si los intérvalos que prescribe la esperieoda,
el oido y ei gusto. Asi, pues, si bacieodo oir
socesivamente mncbes aoordes* se tieae coi-
dado de observar las reglas dadas aobre U
mardia de las notas fondamentales, podemos
estar segoros de qoe la armonia qoe resolle
será no solamente agradable, sino tambiea
exenta de gravedad y rica de eíecto. Gonóoese
desde Inego ia venti^a de on sistema tu seii-
cillo, y coando se sepa que se aplica am
igoal éxito al encadenamiento de ios acordes
mas complícados y disonantes, y qne no hay
00 pasage de noestros autores mas difioUes,
que no se poeda aoalixar y espUcar claFa-
mente con el socorro de las reglas qne emanan
de él» no podemos menos de admiraraos de
qne no se adopte este ^istema para la ense-
ñanza de las escuelas públicas» aonqoe lo osen
la generalidad de los artistas.
En la armonia hay notas estrañas á Um
acordes, sobre ios coales no bacen raas qoe
deslizarse; estas notas se colocan ordinaria^
mente en ios tiempos débilesde la medida, 6
rodean ¿ otras notas inteligentes de un aeoF-
de, formando una especiedeadonio mdódioo.
Ll¿manse estas notas notai depaso 6 apoifütu^
ras, Hay of ros tambien que se encuentran en
los tiempos foertes y qoe se llaman sutpeMÍo^
nes: sn nombre denota bastante qne sospen-
den la nota integrante de nn acorde dnraBte
cieHo tiempo de ia medida para bacerla oir
en segnida.
TalessOB los materialespropios para ooaa*
trulr et ediflcio de la arfnofiia muiioai; pera
las reglas que sirven para seguir ei arte de
empleariosconvenientemente se hailar¿aeom«
prñididas en los articulos ooiUPOBrrosL, com^
POSiaON, GONTIUPfTNTO.
ARMONfA. (¿íhfralura.)Uarmonia escier*
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371
AIÜiONU
374
te toorde de las pnrtes qoe ooDeorren ¿ for-
par mi eoi^inito regQlanneote agradable, pro-
6^1» encantar los 8entido8,jqaeg08taoclel
m y de la simetria.
lo la natoralesa, la annonia resoita de ese
saUiaieespiritQ de arreglo qoe ha coloeado to-
éas las obras de la creacion en el ipgar pre-
cioaoqoe conviene á cada ouü y las ha enca-
deoado con leyes inmotables y ctn roiras ile-
nas de profondidad, coyo sentido por mas ó
BMoos tiempo igoorado , se reTela todos los
dlas á Boeslra admiradon. Ko la música, la
armonla pcoTiene del felis empleo de las re-
^as» combinadasdetal modo qoeprodoscan
eo el oido mas delicado el me^lor efecto posi-
ble« y dd acorde hibilmente dispoesto de los
ioi¿do6 eon el sentimiento qoe espresan. Ko
las artes del dibqio la armonia nace de ia per-
fecta simctria de ias proporclones, de la per-
foecioo de lás formas, de la hábil colocadon
ée Is sombra y de 1a los , de la fosion de las
tiolas, del tono general y de los contrastes, y
sobre todo de ia ooidad de accion, de moTi-
BltBto y desentimieolo, condicion necesaria
CB toda obra artistica. Fioalmeote en el leo-
muit la armonia resolta de la felis aHaosa de
Ms aoBidos, de la diestra combiqacioo de las
palabras y de las siiabas mas adecoadas para
reerear ei oido, y ai mismo tiempo del acorde
de la palabra con la idea y del pensamlento
eon la espresioo.
Seria moy difícil esplicar por qoe misterio-
sa iBÍloencia sigoe la armonia del esiilo ordi-
Btfiamente á la armonia de las ideas, bacien-
do grandes escritores de todos los grandes
peoaíidores, asi como lo seria tambíen demos*
trar por qoe áecreto poder eocoeotra la verda*
dera ioapiradon con tanta oportonidad sos
Biigicas espresiooes» y trasforraa cn cantos
BMlodioeos, fácilmente y sin esfoersos, los
seBÜBiientos qoe qoiere hacer pasar del espi-
rito del poeta al de sos oyeotes, pero el hecbo
« derto. Sin embargo, este don no es general,
y hay escritores, qoe sin doda por falta de oi-
do» 00 ban llegado jamás ¿ esa traduccion casi
BTOsleal del pensamiento, qoe añade tanto en-
eaalo ¿ la gracia, lanta elevadon ¿ la grande-
sa y tanta fuersa interesante al sentimieoto.
La iDteligencia y la preconcepdon de este po-
der de )a armonia son las qoe han formado y
pntido las lenguas, medido haeta la prosodia y
almetrísado hasta el vereo ios caotos, informes
al priodplo, saiidos de esos admirables iostro-
BMBtos. Loego qoe se ioveotó el verso, se le
perféodooó uoieodo el número ¿ la mcdida y
laadenda ¿ la simetrla. Sabidoe soo ios ma-
rarniQsos resoUados ooe obtovieron eo esta par-
teksgriegos. coyo leogQiiJe tao rico y sboo-
ro Be prestal>a lan perfectameote ¿ los melo-
dioses ea^chos de la poesia, asi como tam-
hlen los romanos, fldes imitadores de los
gríegos.
ilgonas Tcces la armooia del estilo , prin-
cípdDÍeale en los verBos , afecta derta tea-
dencla ¿ [ffesentar las imigenes por medio de
los sonidoB y con el aoxiUo de las alteracio-
nes y de las ooomatopeyas. Asl, por ejemplo»
el célebre poeta cobaoo Heredia dice «i oao de
sos mejores sonetos:
El rudo hendw de la eorlante prora.
Esto eslo qoe coostitoye la armonia imtta*
tiya ; pero para qoe esta sea digoa de elogio,
es absolutameote preciso qoe sea mas bieo
hija de la iosplracion que del estodio.
ARMOinA IMITATIYA. (Betáriea.) Los aott-
goos ademas de la mezcla de sooidos , em-
pleaban los acentos, por medio de los coaies
alsaban la toz en ooa silaba, la ba|aban eo
otras, ó la sobiao y bajaban en ooa misma.
Si las leogoas roodemas carecen de aceuto ele-
meotal y prosódico, tienen por lo meous su
modulacion natural. La interrogacion, la ad-
miradon, U conminacion.... coú las entona-
ciones é inflexiones que les son propias, su-,
plen por el acento de los antiguos. Asi, fiues,
la armonia del estilo en nuestra lengúa no de-
pende, como en aqoella, de la mescla de soui-
dos agodos y graTes, siuo de la combiuaciun
de los sonidos lentos ó rápidos, uuidos y sos-
tenldos por arliculacioues íAciies y di¿tiutaé.
En la natnralesa es en donde debemos bpscar
los principios de la armooia dei eatilo. Gada
pensamiento tiene su estension , cada im¿-
gen so, car¿cter, cada movimiento de a)ma su
grado de fuersa y rapidcz, y cada uno su ien-
goaje, 30 giro y so sooído, correspondientes
¿ las ideas qne espresa. Asi los objetos agrada*
bles y soaYes se piDtar¿n coo sonidos agradar
bles y dolces; ios desagradables coo ¿speros,
los ientos y iltos con grayes, los moyibics poc
sonidos delmismo género. Por la analogia dc
los sonidos podemos espresar objetos de tres
especies: primero, otros sonidos: segundo, las
pasiones y conodmientos del alma: tercere,
el moTimiento. Primero, por los sonidos se
poeden represeotar ó imitar ei mormorlo dc
on arroyo, el roidodel trueno, el siibido de
los Vientos, el balido de ias OT^as, y todo lo
qoe se comprende bajo el nombre genérieo de
onomatopeya.
uLa abeja sosorraodo,
El trueno horriionanio retombaodo.»
^Bompa el eietoenmü rayo$ eneendido
Y eon pavor horrisono eayendo
Se demdaee en hórrldo estampido.B
^ * Herrer.
Ei sonido de la caida y ei golpe de uu uui-
mal corpolento se oyeo en esle verso:
•St0mitmt, twammitqmé trmm$ froemmbU kttíiH
El de los remos y proas quehtenden elmar
en ia asperssa de las sflabas^
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375
ARM0N1A--^AMIUELLE
376
•••••••••••••^••••••cTbfliili^filé dfjlffcíf*
C^fMmlMMi fMHf rotmiqme thridmUihm$ 9^uor,»
Segando: el ionido de lis palabras repre-
- senU las pasiones ó las comnociooea del alma.
A las pasioDes violeotas coDYienen sonidos
ya fuertes, ya precipitad08« y ahogados; á las
ideas melancólícas, modidas ientas; álas de
importa&eia, sabidoria, mafniflcenda, reposo
y satísfaccioD, sentencíasrotondas y nomero-
sas; á la impacieocia, al lemor y á las pasio-
Des mny f ivas, periodos cortados, como se ve
por estos ejcmplos de Fr^ Luis de Leon y de
Vifgilio:
•Ácude, acorre, vuela, a/c»
•Me me: ad$un <fui feti: inwke ewM>trÍiU ferrum^
iQh Ruiulil mea prau$ emñi$: nihil itíe^ %ee autus,
rfeitpoíiui.
Teroero, las si^abas largas espresan la di-
flouitad y lentitod del movimienlo^
•Oüi nUet iése magna tn brachia tol^.n
tíiAtetantee v&mo$, tempe$taU$que Mnora$, »
•Ter MM oonnaU imponere PéÜo 0$$am.^
Virg.
•Subo eon féiiKo pe$o anebratUado
Por e$ta aUa, tmpinadm, aguda eierra,
Del gelpe yée la earga maUrmiaáo,
Me altó dj^éfki*»
Herrera^
Las breves denoUn la oeleridad y viveza
dd toovimfento.
éQuadruped$/Mepmtfemtfmi$m quoH wñfuiü eem-
fum,9
•Cmlevhito relámüago briUafúci^
Rodéaee en la cumore.*
NiDgnno ignala ¿ Virgilio en la poseia imi-
laliva. ¿DeKcribe la carrera de las galeras? el
▼erso es ya vivo, ya pesado; se preolplta god
Ié de Gloauto, ó oon la de Moestéo; se rooape y
arrastra con ta de Sergesto. En la looiM de Da^
les y d^ Eutelo, los versos pidUn todos los es-
fucrxos, todas las aotitodet de loerobQstos at-
letas, y pareeen evitar 6 Mener los golpes da-
dos alteroativamente por ellos: levantarse con
la flexibílidad de sos brasos, ó caar oon el pe
so del cesto; en una palabra, todos los novi*
mientos se hacen imágenes. Aquf se alzan,
alli se encorvan, allá se encogen, aqui se alar-
gau, alli se detieneo, y acnlli se apresnran.
ARMORIGA^ {Oeografia hietáriea.) De lapa-
labra gala armor que slgniflca fnariftmo: es-
td ^alabra en breton vulgar tieoe la BOsma
siglilficacíon. "Báse convenido en dar el nom-
bre de i^ifncfrtca ¿ la única provincia de Bre -
M«, y 8in embargo» esU pakbra tovo anti-
gnamente una signiOcaciou muoba maa esten-
«a, puos se ipHoabfl an gOMvd i todas ks pio*
vindas llnitrofes det Ooésno , ngon lo de-
mnestran mocbos pasages de loe comenUrlos
de Gésar: Universis eivitatibos, qu£B OceaaQBi
attingont» qnoaqne, Gallorom consuetudine»
Armotie» appellantnr; et phis loln: C<Btereque
civiUtM posite in olümis Grilios floibos, Ocea-
no conjonote, quae Armoricas appeilaotor, etc
(J. Oésar, f>ell. gaíl.)
Guaodo los romanos, duenos át las Galiai,
arreglaron so gobierno, dleron ei noinbre de
Armórica ¿ todas las provincias oomprendidss
en la comandanoU qne lenia ¿ sn oargo la de*
fensa de las costas y el cnidado de la mariaa
raílitar de aquelUporcion del impario. Bsta eo-
mandancia deslgntda een el noflabre de Tra$'
tu$ armoriéafM , seealewlia sobre las dos
AqnlUnias, U Senonesa, y Uflegnnda y Teroe-
ra Leonesa.
En los prímeros años del sigló V, coando
cl impcrio esUba desolado por el doblo «lote
de la invaston b¿rbara y de la gnerra dvil, las
provincias armoricanas se soblevaroD, e^Mil-
saron ¿ los maglstrados romanos y se coiistl*
tuyeron en una especie de repáblieo; pero loa
armoricanos, en guerra siempre, yn oon los
b¿rbaros y con los romanos, y {)erdleiido ca-
da dia terreoo , acabaron por iDcorporarse en
496 en la moniatpiia de Glodoveo. Re aqoi eo*
mo el historiador Procopio da cuenu de eete
hecho histórico:
«ITabiendo Invadido los vUlgodos ei impe
rio romano, snbyogaron ¿laBspaña, asi eon'
las provincias de las GalUs , sttiiadas al otr
lado del Ródano y las hideron tribnUrlas. Lo
arborycbe (armorioafio^) anxiliaron entonces
con sns ftiersas ¿ los romMos; pero ftaevov
atacadoe por k>s franeos sns veeiim, qne vlen-
do qne habian roto oon el imperio, y qneftoR'
do someterlos ¿ su obedienoU, comenarai i
hacer correrías por sn territorio, haata qne
consiguieron atacacloe enregla: losai^orycfas
mostraron gran valor, y sostnvieron vtgoroea*
raente aquella gnerra; pere los fíranoes , vien*
do qne de nada les serWa la fbersa , lcs pro-
pnsleron ona alUnsa, ¿ qoe aocedleffon loe
arboryehs de boen grado, porqoe anos y etroe
eran crfstUnos: de esU snerte se enoontreron
reunidos en una soU nacion, y se acreceoté
su poder. Entretanto los soldados romaoos qne
esUban estacionados en las orillas dei Loira,
no pudiendo volver ¿ Roms, nl qneriendo pa*
sarse ¿ Itis arrianos, sns enemigos, se eatre-'
garon ¿ los arboryehs y ¿ los ftrancos eon ans
esUndartes y el paU que gnardaban.»
ARMUBLLE, 0RZA6A, MARISMA. {ÁtripUt
horten$i$.) PlanU ánua qne crece espooUoee-
mente en el campo, y qne se levante ¿ la nlHi-
ra de dos pies.
Toomefort U colooa en U seccion t.^ de
U clase 5.* qoe eomprende Us ñotes apétalae
ósio péutos, con estambres , cuyo plstilo se
eoovierte en ona semilU cubiorU por el cális,
attriplee hoirtensis alba $ivé palUde mtems^
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3W
ARHmLE— ABOIDEiUS
378
listo \i daiMoa m It péll|iniia avnoeda.
8118 Aores, hermírocHtas ó hembras» es-
tíi sobre e) mismo pie, tas ptimeinB coloea-
das ea «iia cápeula dlvidlda en cinco partes, y
las segméaa eo un cália dividldo en dos íólio-
Usplmis, rectas, ovales, agodag y compriml*
dtf. Sbi bujas son estriadas, friangalarés,
Uaoqoeclnas j bastante parecidas á los del
peril, annqne mo]r pequeñas. 8n raiz flbioaa y
deonpie delargo.
Ista planta, originarit de Tartaria y cnHi*
TadaennnestroBjardineBi tlene nn saboi^ insi-
pdo y es diBolTente> refrigerfinte y de poco
aümeDto. So semilta es inodora y tiene on
gaata Daoseabimdo y algmi tauto aere> espe*
eiainiente ooando ee freeca.
ARilEDILLO. (BAñoe VB.) Á 7 legnas de Lo-
groBo, provincla de oBte Dombre, partido ]ndi*
ciaí de Amedo, y término jorisdiccionai de la
Yina dé Amedilio, se baHan eBtos bañoa taH-
9M, eoyomaaa«tiaI bmta alpiede nna mostaáa
de 400 f aras de eleyacion, y qne da unos tres
cáBtapDS por segnndo. La HKmlalla matrls eon*-
ÜeBe canteras de mánBol, yefio y bierro en es-
eoria, y de igoal indole gcoldgica bb el terre*'
Ropor donde e*>rren las agoas: todo es told^
ttieo, 7 está impregnado de laa mlsmas salee
que ooaduce en disolneion el Hqnido termal.
II estableciBiiento ó oasa de bíaños ee poeo
netalile: eontiene trelnta y eoho babitaelones y
diez bafios. De estos, nnoB don de ignra cua-
^oogay otroB Gircnlares: en cadauno imeden
biñarse comodamente éeia personas á la vez.
Ka tres de dichos bafioB hay la conTenleDte
diepoBiclon para los golpea ó chorros de dife-
reole feerza y calibre: y por último» hay dos
gnndes estnfas, y un estanque de gradoaeien.
Kxamlnadas físieamente esias aguas, se
vtti trasparentes» y son muy saladas, sobre
todo coando están frias. Tienen la alta fem|)e-
'Mm de 4S* del termómetro de Reamnur en
^Bdas las estaefones, con absolnta inéependen-
ete de ÍBB viclsttiides atihosféricaB. Su grave-
^ especifica es á la del agoa destllada como
Mlneraliiaii ^stas aguas mny partícalar*
■enle el Mdrodorato de soea, el de magne-
iii, y ei sntñito 7 carfoonato de cal, pertene-
tedepor eonsigniente a1 grupode las saHn^
'i^dncÍorñiaB. No se estracn para puntos dis-
taes, y BOlanente eerca del raa&antial )as
>•» loB eDfemios en bebida» bafios, cborro y
ertob.
8o8 virfodes son Terdaderamente mar&Ti*
HoBisen la coracion de lae gastritls orónioaB,
d^liMeB de estómago, entero-mescnteritis,
MsMinio, iDtermitenteB Bostenidas por in-
'^viBs ^i bjgado y dcmas Tiseeras abdoraina^
los, cloroeis, amenorreas, paralhiis genenDes
7 pmtiales, oenralgrafl articnlares, gota, reu-
in, ftc EetáD contraindieadas en )os indiTS
«loas DiDy pleióricos, en ias afecciones aeom-
pafiadas de flebre, en las hemoptisiB».y en Iob
fve podeccD berpea d enipctoneB antiguas.
La temporada empiesael 15 dejunio, y
eoncloye el *0 Je setiembre; pero la ópoca mas
conveniente es en Julio y agOHto. Concurrea
annalmenteáelte eflcacisimo manaDltal de sa-
lod, nnas ochocientaspersonasde todas clases;
pero serla doble mayor al menos su número, st
hubieseon camino earretero que á él condujese
desde Logrcmo.
El establecimiento toto el tftulo de real, y
fué patrímonio de ^a nacion hasta Jalio de
4836, en qne el gobierno lo cedió á la villa de
Aroedillo, á cnyos propiofl pertenece eu ct dia.
DutHptUm áé toé feaím hñ^i ds Arnedilto, y
anéliiü de tvi Mptmt, p«r don Pedro Gatierrei Buc-
úo.Bltdrld,l8o7.
Bntayo tobre la^ ñgua$ iñ AnuidiUo, Madrid,
ARO. II aro es uno do los mejores medios
' gimnAsticos para desarrollar las gracias de la
infancia, y qne estA perfectameoteiotroducido
¡ en 8U8 Juegos; tambien se usaba con el mismo
objeto entre los antiguos, que lo mezclaban
en todos sus ejercicios: pei^ parece que no
lo hacian giraí como nosotros sobre su e|e, y
¡ se Hnitabáti á agitark) sobre sn cabeza, A lan-»
zarlo y reeit)ir1o en unas taqnetas, poco mas
d menos como liacemos con ei volanle. Qe aqni
bfl éetallefl (pie acerca de esto se encnentran
en ona BecopÜácim de atttigUedades. «Este
^rciBio era dé doz espectes, ona de las cua-
les se llamaba criceladia, de dos vooes gríe^
' gas qiíe slgnifican agitacion del aro, segun
Oríbase: el que se dedicaba á sn roanejo ó
l^lereicio, tomaba ou grande aro, alrededor
áéi cual habia una poreion de anillas; lo levan-
taba en el aire, y lo hacia darvuellas trasver-
satmeate sobv sti cabeia metido en una varí-
ta. Sl moTiqjiento comnnicado á el aro, era al-
gntfas veces muy rápldo, y eotonces no se ola
el ruido de las sorlijas que giraban en la cir-^
conferencia; otras veces se Ic agitaba con me-
Dos violeneia, A fin de que el sonido de las
anillas prodnjese en el ántmo una agradable
Bensaclon.» Bsia rtfleiibn de Oribase nos en-
flefla qné el Jt^ego éé\ m eüa mi ejercicio ca-
^iíf de crtnfríbnff A ^ satrtd. La Mrá especle dft
Wo er a el tmhn$ ée les gtfégos y de lo» f o*
BttADros, mas (mqoéfio (ftte el que se usabn en
el ejercicio que acabam(# de descrlbir. Jewo-
foflte hace meflcfon de éf, habtando de una
Mlarina que fomaba en la mamo doce aros,
le« echába al airé, y Ids recíbia bailando at
$m de tma ffatuta N^ dlce én el pasage cl-
llldo #ef fa^ sortlJiHflS que adomaban la cir-
OüDféireíicia del trochwí, pet6 se habla de ellaA
Ml ^tf^M/B é^f^áttraü^ de tfafcfar.
AROIDEAS. iBtftámcá.) PfafBtOS mOlíiOi^aié'
46#eart, vivacés, de ralz generalmenle tiAer-
etfloBu y ttítitúñB, de ht^as freenrtrtemenW fj*
(ficHieír, 7 a!¿unas veces áltemas en el taWo; <f6
fí6m dífepuewas en espAdices ch-cnidaff géné^
^taWreiW* éle ntef espala défofmA vrifiablc. f#-
I iM Bévei Aon onfsexoafes monoicas y eatift
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379
AROn>EAS-AB0MAS
3M
ckflprovlstas de cubiertas flonles, ó bien sod
liennafrodítas, y eotODceB estáji guaroecldaa
de uu caliscoD cuatro, cíoco ó seis divisioDes.
Bu el prímer ca^o, los pistilos ocupao la parte
ioferior de la espadice y debeo ser coosidera-
das como otras taiitas flores bembras, mieotras
que los estambres forman igual oúmero de flo-
res machos, sin qoe haya indicio alguoo de
cubierta floral propiameote dicha. Eo el seguo-
do caso, se balla uo pistilo ceotral rodeado de
seis estambres y de oo peliaoto formado de
seis escamas opuesias ¿ los estambres; sio
embargo á pesar de esta aparieocia, puedeo
conslderarse las flores bermafroditas oomo
uua coleccioode floresuoisexuales, poestoqoe
cada cstambre coo su escama coostituye uoa
flor macbo. y el pistilo ceotral uoa flor bem-
bra. El arum, tipo de la famllia, ofrece uo
ejemplo de monoécia, y el acoro uo ejemplo de
hermafroditismo.
El ovario tieoe uoa sola cavidad, sieodo d
fruto uoa baya, y coo mas frecueocia ooa
cápsula.
Mr. Richard ha dividido la familia de las
aroideas eu tres tribus: las aroidea$ verdade-
ra$ (tipo arum), las oriantaeeai (tipo oron*
(ium), y las pisiiáceat (tipo pistia). El trab^o
raas completo y el mas recieote acerca deesta
familía es el de Mr. Schott, por el coal las aroi*
deas represeotau uoa clase compoesta de coa-
trofamilias: las ctc/ántos, hspandáMeoB, las
aráceaSf y las acaroideai.
Las raices tubercuiosas de la mayor parte
de las aroldeas cootienen uoa grao caotidad de
técula que puede resullar alimeoticia, cuaodo
por medio de manipulacionos variadas, pcro
fundadas todas en la torrefaccioo y el lavado,
6C ha desprendido del priocipio ^cre y oiusti-
co coD que se halla mezclada. No obstaote, ias
dos especiesmas usadas comocomestiblesmaa
bien io son por sus hojas que por sus raices:
perlenecen ambas al géoero caladium, y soo
conocidas vulgarmenle enlas Indías y eo Amé-
ri( a con el nombre de col caraibe.
Las aroideas sumioistrao pocas susfaocias
medicamentosas, pues la úoica plaota de esta
fcmilia usada en medicina esel aeorue calamue
{calamns arotnaitcus.de la materia medical):
es aromátipa y ligeramente estimulante. A los
(allos del acorus quefee bace macerar enaguar-
dieote debe la de Dantxick su olor particular.
De un aspecto generalmente triste, laa
aroidcassolo UguraoeDlosJardioesi causa de
la cstrañesa de su forma ó de alguoa otra par-
ticuluridad, pudiéudose citar el arum mueoipa*
rum, cuyo nombre índica sos propíedadea; el
artiiR draounculus, los caladium eofdifi^úm
et hicolor y el calla ethiopica*
Las flores de ciertas aroídeas presenfao oo
íeoómeno notable, observado hace ya bastao-
tes años, por Lamarck y Bory de Salot-YlD-
cent, y de ouevo comprobadp muy recieDte-
mente por Mr. Broognlart: despreodeo eo ia
de caiórico, poeato qoe aagim loa lUtiBos ei-
perímeotos practlcadoi» k bola de (» temó-
metro, sltoada eo la parte soparior delasei-
padioes de variasflores de anim piúxiBaieB-
tre 8l, iodioó ooa elevadoo de ten^eraKiii
qoe varia desde 7 i 41*. Mr. Brongilaitqoe
maltiplioó estos esperioieotoa eo las drctáifl-
taodas oias favorables, atriboye este dasprei-
dimieoto de calórioO ¿ ooa fonDaoioo de iddo
carfoóDico, y veeo él uo efeoto antiogo il de
la respiradoD de los aoimalef .
AAOMA. Esta palabra vieoe directameate
del griego apo(jLa, perfbme. U&nu»e asi blea
sea 00 priocipio particuiar, vehicoU) de Im
olores coDteoidos eo laa plaotai y los deaai
coerpoB odoriferos, sea laimpreaioo amdaeida
el aparato oUatorio por laa partioulas nil«tti
de eatos coerpoa, volatUisadii y divküdiihii-
ta el iDfloito. BiU iegaoda opioloa ea iasii
geoeralmeote admitida eo la aotualidad, aia-
qoe oo eaté üDckwada por mi oompletoeir-
Üdombre. Ko efeeto ciertaa aoalaodai, taleioo-
mo ei a!aüade,DO resoltaDieDiiblemeDteodi-
riferaa sioocoiodo se eombiDaD coo el ib»«
oiaco; otras pareoeo oo deber aos emiaieio*
oes iiDo á Doa combioadOD particolar coa á
azoAre; el tabaoo debe uoa parte de m dori
las aalea de amooiaoo qoe ae le meiclaacDU-
doae ^para. Loi aotigQoa coDsideraodoel
aroma oomo oo priodpio particolar, le Umm-
bao es pífthi rector; babiao aido ioduddoi a ei-
U creeodapor U preseoda recooocida eoloi
aromaa, de oo aodte voiáül qoe, despoei de
estraido, coostitoye lo qoe se llama ana eiea*
cia. Uoa coaa baaUDte notable es que moohtf
plaotas cuyo olor es demeaiado foerte, diB,
coaodo aedestUan ood agoa, oo liquido iaoda-
ro» mieotras qoé comaoioao d olor qoe les ei
propio, es dedr, so arooia ó períbme^ al leeile
eo qoe se ias bace raacerar.
AROMAS. (r«efiolo9ta.)Lo6 arooiassoDHi-
taDOiaa qoeeaparoeiiaD olor maaó meaosiia*
ve y se empleao eo medicameotos, goiiif»
cosméticos 6 perfomes; U mayor parté so n^
cao dei reioo vegetai y oontieoeo oo aceite 0
eseoda oioy oferoaa á U coal debeo saspfo-
piedades aromiticaa. Son tauto mas peoelna-
tea y suaves cuaDto maa caüdos soo loa cUmas
de qoe prooedeo; rarasveoesae empleaBioloi
y eo 80 eatado oatoral, lo maa comuo eaaa-
diflcarloa préviaoieote y meaciariosoDOSOoa
otros paraprododr olores maa soavea ó fMr*
tes. Geoeralmeote se ioa dispooe baio fonai
de Jabooei, pütas y pastUlas; otras veoei lif-
veo de baae á las eaeodas, tiotoras etc; piio
oomo el priDCipio aromátioo ea eo geDerai a^r
fbgu, ae oaao vadjas cerradas y alaod^lqifii
para los coerpos oloroiOi voUtiles, ó se eipo-
Deo solimeote á oo calor moy moderado.
Bi Dúmero de anNoas de oaturalesa lOÍiBii
ea moy redocido: tdes soo ei aimiade, el !»•
bar, la algaUa, y d castoreo; pero los qoa is
aacao dd reioo vegeUl aou maa oomeroioif
época 4e ia fecuudadoo uoa optable cantldad | poea se eocOjeDtrao 09 laa (lor^ de las piii-
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9M
AftCMAd^AftPA
382
lag, eD l06 eilloei, en las hojas, en 1a oorteia
yeD las raices. AÍganas veces todas las partcs
de ima planta aon aromátloM, como eo el oa-
itt4D, ó bien notieoemas qne ona sola» oomo
lanís en ei lirio, li flor en el rosal, ctc.
Los aromas mas estimados y usuales son
ellocienso, la mlrra, el estoraqne, cl bei^ui,
lof bélsamos, U TilAUIa» la ftiadiana, la amba-
liUa, la eanelay el palo de ¿loe. A este núone-
reperteoeoai tamMen el cabu&ns aromáticus,
kJODoia, el genglbre, la cedoaria, elamomo,
iiBioscada, el macias, el albeli, el pimiento,
eibetel, el chissang y la pimienta redouda y
iafgi, i que podemoa añadir el anís, el hinojo,
d eüantro, la angéUca, el tomillo, el romero,
el espliego, la sahrii y otros muchos yegetales
áemiestroscllnMB.
Piradesarrollir bien el olor de ciertos aro-
BII8 es pieelso comblmuios con otras sustan-
dis fflis aclifas; asl es oomo el ámbar gris,
poeo aromátloQ de soyo, toma un olor muy
prooonciado oq cuanto se le mescla con el al-
niicle ó el amoniaco. Bsto esplica por qoé los
paftuolstas d^an por ilgun tiempo el almis-
de en ileali toiilil á fln de aumentar
perfiune, y por ia misma riion las oDss po-
MQas 6 oieKÍas de dilere&tes aronus, dan un
olar tan esqoisito en tirtod de li fermentacion
y combinadon de sus principios.
ABPÁ. (BitUiria nmímd.] A. Lamarck es
áqoien debemos la creaclon del género irpa,
sropo natnrai de la clase de ios moluscos qoe
Uoeo eontendió con los budnos. La eonciia
de lis arpas es oyaladi, iboUgidi, y está
iuimecidi de cordoncillos longitudinsles pa-
nleio8ycortintes,queleihin vilido elnom-
bre qoe redben: so espáre es eorti; su sbertu-
n, qúe está eseotidi por debijo, cerece díe^-
ml; li columela iisa esti spiistidi j es pon-
fligodi ea SQ hise; Cireoe de opércnlo» pero
nple, guimecldode grin cuitidid de flbris
■ojr resistentes , no puede entrar por oitero
ci b condia y poede asl reemplissr ii opér-
eok). 11 inimii de li irpi, que no se hacono-
sldo histi estoa últimoB ttempos, se isem^i
aiQeho il de lo8 bocinos, y nus todiTii il de
ios tODdes. Sn cibesi es 4e meditno toIú-
Mi, está sostenldi por un cnello estrecho y
M htforci liácii ideiínte en dos isrgos tentá-
9á» eónicos» sóbre los cuiles están situidos
Im iíos en el costido estemo, en uns diliti*
dMqae está prúximii li bise. Ei manto que
vevliti d interior de li condii es ámplio; su
^nét liqnierdo se mnestrs hAdi el esterior,
Uiraido á enbrir li dilitidi si^ierflcle bsmi-
Ma f lnfllante que taplsa li .ioperflde inte*
'lor éi ll oondii; hácli idelínte este minto
1 cn nn tnbo Cimoso, hendido, ci-
ttKneeo y abierto en su estremidad snterior.
islo siflm pasa por li escotidnri de li conchi,
ystnre parm dirigir d agui wdtat ei 6rgano
mnqolal, ^ple esenorme, glossoide, estA
«nanrtiado lida adelante, y naturaimente
Ü^ñáido ea dos partes muy de&igoilei.
Las arpas son ünos tindos mariscos de mn«
cha valia entre los aficiouados , tanto por la
clegancia de sus ibrmas y la viyacidad de sos
colores como por \á delicadesa de sn carne.
Bstos animales se encaentran en los lugares
pedregosos A profundidades de mas ó meuos
consideracion bajo ei nivel del mar, al abrígo
de los ataques del hombre, aunque espuestos
A los de una inflnidad de enemigos no menós
temibles. Coando un peiigro inminente les
amenaza, están dotados de la facultad dc on-
trar casi totaimente en sns conchas . á acep-
don no obstante, de la porcion de pie que le^
sirve de opérculo; y hasta en casos de peiuiria
y mediante uua propiedad que le es peculiar
pueden somirse de todo punto en sus coocbas.
Unicamente se conoce un número bastante
limitado de las espedes de este grupo; on el
estado vivo se hallan en los mares de la India
y del grande Océano; en el estado fósil, algunas
espedes muy poconumerosas se hallan tan so*
io en los terrenos teroiarios de las cercanias
de Paris.
Gitaremos no roas que una especie: la arpa
dentrada{arpa ventricosa, L. A. H.) que es an-
chi y de Yientre ibultado; sus costados sa-
lieates y muy liMs, cubiertos de maucbas cua-
dnmgulares de mi precioso color de rosa pur-
púreo que altema con otros de color empaila*
do ; arista muy aguda en la parte superíor,
debojo de li cual so halla otra menos saliente;
el intérvalo de sus aristas está cubierto de es-
triis loogitudinales; color blanco violáceo con
manchas bermejisas festonadas; la culmela es-
tA teñida de púrpura y de negro bríllaote. En -
cuéntrase este maríscoen el Océano de las 1n-
dias.
De Lamtrek: Animaua $an» vertebret.
G. Cavier.* Megn$ aiHmol.
Oaoy et Gaimtrd: Voyage de VAttrolabe, tou* Utt
or^t ae Dumont d'UrvHU. (Zoolosie.)
Goerin MenevtUc: ieonographie au regne aniMul
deG.Cuvier. ^^ t^ »
ARPA. (Aítísica.) Instrumento de músiea de
grandesdimensionesydeformatríaogoIar,coro-
puesto de cuerdas un tanto elásticas, dispuestas
verticalmente para pulsarlas con ambas manos,
y sacar de este modo sonidos. EI orígen del
arpi estA envuelto en la mus grande oscuridad.
Todos ios instrumentos de cnerdas de que ha-
cen mencion la Sagrada Escrítura y las obras
de los antiguos, tieoencierta analogia genérí-
ci con el irpi, tal como puede considerArseii
en su estido de sencüles primitiva. Todos
Siben qne el rey David cantaba las alabanzas
del Señor acompafiándose con el arpa ; pero
si no noB es iufiel ia merooría, el testo sagra-
do dice tambien que David baiiaba delante del
Arci il mismo tiempo que tociba el arpa» lo
que dertamente no hubiera podido hacer coo
nn instmmento de las formas y dimensiones
de las arpas que én la ictuiiidad conocemos.
¿Ooé podremos dedr en consecuencia respecto
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At))>A— AtlMíO
mí
.al 01 igeD del arpat Nada, bído qoe ae ba hecbo ae qnlercn emi^ear muchu ¿ la vei en e) <
mencioD de ud iDStrumeDto de esle bombre en JUDto de la orquesta.
todo tíempo, eo todafi partea; pero que D¡Dgu-<
no sabe exactameDte de doodc procede, dí
quíen le ba iDveDtado. I
El arpa está compucsta de tres piesos priD*
cipales , reuuidaa eu forma de triÍDgoio , á
salier: la cansola, la oolumna, y el cuerpo $0*
noro. Estas dos últimas pieaas estin reDuidas
en su parte iuferior por otra pieaa llamada
cubetaf que forma el b^jo dél ioatrumeDto. Bi
cuerpo soDoro es uDa caja coavexa, fobricadade
«ja(
1 la I
ARPEGK). (Mútiea.) Se ácríw de la pala*
bra arpa, 7 se usa para ealillear los paragn
CD que se imitan cod difereQtefl ioslmnMiitoi
de coerdas los arpegioa qoe ae cdeoiitan geoe-
ralmeDte eo el arpa, 7 que sieado mas propias
de la Daturalesa de este instramento qoe de It
de ttiBgun otro, ban rectt>¡do el tttulo ds ir-
pegios para reeordar su origon comQa.
Ei arpegio se forma de sonidos , que le
Ofen UDos triis otios y perteneeen á la anno-
madera, mas ancba en ta parte bija que en la nla dei acorde, en el que se bace uso de él por
'alla, y cubierta con una plaucba de piDO, qne , el i>rden y la misma sueesion de iDterrnlos de
se liaroa tabla de armoma, sobre ia cual están que se compone este aoorde.
íljos ios botones, que sirven para atar Uis ctier- , iRPBO. (Marina.) iBstruraento de hient
das. l^ consola es una banda ligeramente en- semejante en su forma á un anela peqoena lis
corvada en forma de $, y goarDecida de clavi- oepo, con cuatro uñas, garfios ó gaadioe. nsa-
jas, por medio de las cuales se subeu las coer- do en la guerra maritiaui pora aferrarse éoi
das fijadas á la estremidad opuesta sobre la embareaoiones en on abordage. Tambiea sade
tabla de armonia. E$ta consUtuye la parte su- destinsrse este iDstramento para raslre» t
perior del inslruroeDto. En flo, la coTumDa es buscar od ei foodo dei aar loa ol^clos perdi-
un rooDlante sólido ó bueco, segun qye el ar- dos, nniéndolo á nn cabo qne se liace pasar,
pa es seucilla ó de moviroiento. El arpa aoti- oon el movimíento da la embaroadOB á qiu;
goa no tenia en uo principio mas que trece está hecbo ürme, por el parage donde ae cree
cuerdas, que estaban anudadas «egun el ér- se encuentran tales objetos.
den natural de ia gaauoa diatónica: sucesiTa-
meute se la fueron añadieifflo muchas mas;
pero á pesar de todas estas adieiones era im»
posible roodular cou uu iustrumento los me*
diostonos nalurales de la gamma. Lucas f^o-
Dio Eustaquio, caballero uapolitauo, y cbambe-
lan del papaPio V, ímagiDó para obteoer todos
eslos roedios tonos de la escaUi poner al arpa
Guando uoo de lot bnqoes conyiiilientesre-
sublve terminv la iocba por aeáio del abor-
dage, tcnicndo ya diatribuida la geate» aai de
maniobra como ^o peleo , provisla de pislolas,
ohuaos, hacbas y sabies, dispueetos los arpeos
unidos ¿ fuertes cabos, se emprende el movi-
miento oon ei apar^o mas manefable y ta vela
absolutameate neüesaria, jugando entonces hi
setenla y ocbo cuerdas dispuestás en tres hi- arlilleria oon nayor frecueucia; y ouuidoel
leras. La priroera compooia cuatro octavas, buqoe se encueotra ¿ convenleiits drstanda,
la scgunda hacia los roedios tonos, y la terce-^ se lansan aqnelios oon deatrexa ¿ U pme dol
ra era la octava del primero; pero las diflcul-
tades iDsuperables que pe s|guiWD ¿ la fje-
cucion de la roúsica eu ud initruroento tan
complícado, cootiibuyó rouy pronto ¿ que fue-
se abaDdonado este peosaroiento, y se inveotó
eo scguida el arpa doble, quc era verdadera*
rocDte UD iDstruroento coropuesto de dos ar-
pas Juntas; pero que taropoco luvo mas éxito
que el arpa triple ó de tres hiteras del cham-
bclan napolitano.
En flu, ¿ principios del aiglo XVIO Hoeh-
brucke inventó ud arpa roecánica que se hacia
roover cou los pies y qoe dc aqui tomó el oora-
brc de pedalo: esta arpa mec¿Dioa fué perfec-
cionada por Narderoann, célebre arpista de Pa*
ris; pero últiuiaroenle prevalecieron las que se
usan boy, y qne son admitidas eo todas par-
tes, tanto por su seDCilles, ouaDto por su ar-
moDia. £1 arpa es sio disputa uuo de los ins-
truroenlos mas agradables y dulces que se co-
nocen^ pero es rouy difioil obtener de olla noa
gran variedad dc efectos. E| arpa se emplea
generalmente para el solo y raras veces para
la orquesta; sin embargo, puede producir muy
Imen efecto en este últiroo caso , en raxon d*)
la diferencia de su timbre. Este efecto ser¿
mas seguro todavia, si en ves de on arpa sola I
cofitrerio doñde pnedan haeer prtsa mas íáeíl
y segora, teaapdo inmedialameAte los calxis ¿
que e3t¿n unidos para detenerk) ea so mtfdia
y eonseguir el Qontacto. MomeBtoterrible, ospe-
rado como la soñal del asalto, y qoe se anoB-
cia por el ohoqtte tremeado de los osscos y el
estmendo y crujido de las maderas.
Se cree qoe eí uso del arpeo como me^
de proporeiooar el abordage» data éesde la
primera goerripÚDica, ocurrida por el año 2740
(ii68 aotes de J. G.) Eocendida esta goerra
terrible entre cartagioeses y romanos, y Yiéa-
dose estos tan inferiores en ei arte de peieff
en la mar» despoes de improvisar en el es-
pacio de dos meses una escuadra bien tripnla-
da do 4S0 galeras, de tres y cinco órdeues de
remos , idearon ona espeeie de arpeo ¿ qoo
dieroB el nombre de cuervo. EstebleciatHi en
la proa de eada galera ona máqnipa <pie Bor-
via para iaBsario sobre ias enemigas, j ea*
g^oh¿ndoia8 por oste medio, propomiOBatiatt
el abordage ¿ i»s roawBas. De este aiodo el
conbate marítimo, en qoe eraa OMiy aopefi»*
res los cartaginoses, venia ¿ reductrso ¿ nna
pelea de eoerpo i ooerpo, en <|Be llevaban ia
venti^a loa remanos acostombrados ¿ kidiBr ea
tíerra flrne. La iñvendon del cmrvo uíiú ¿
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NB
AMKÚ'-^AmAS
««leral 4& It eMntdra romaiia, noa
oompleU ▼íetoria sobre hi eartaflResa oiattda*
da por stt aloDlraiile Aofbal, j esta Vlotoria fué
lesQida d& oNicbQs, y eotre ellas de ona naTor
lobreoteaesooaítrapRtoica, «usQumeroaaaaD,
qoe BiaBdaba el^aka^nte Hannon.
funbíen en la edaé roedla; en )a qne e1
aonbale entre tos galevai se lemiiaeba y de
eidiOi por lo conHni, por nedlo del abordagt
eada nm arfiMuln. pvoTfala de sn aefrtfclo es-»
polooacefido, esoogia sn adversarlo, y al oaoo
do qae doi palacRnes de loe anHgooa liempos
ooniaa i rieiida anelta y lania en ristre áen-
eoatcarse oq nortifero cltoqoe, los bnquei
eooniigos^ morldoa por mucbos y vigoroso-
SOB renKroi, tooudNm un arraaqne violento,
eoipleando gran deátrexa en el nan^ del
tiBMiB, ya para eaqnivar el eapolon ooutra-
rio, é ya para olaTar el snyo en la parte mas
déittl de la opoeata nave. Usábase tambien de
liB eoervoa ó arpeos, y ya ana vez aferrados
loabaqoeaeonDkalientes, seguiase ana loeba
al anna blanca> 4e que era teatro uao de loe
doa» en ki qse sotoel núoMro y el valor ded-
dion de la vletorit^
De este góoero fUevon lofr innnmovableB
eoBihates daáés por nuestra mtriBaoontrt stp-
raeeaoa, ingteees, franeeses, bolaadeBeB^ nt-
poüianoi y poftugneses, aoa detpues de intro*
dBddo el oio de la moeqneterla, aiendo en la
flwyor ptrle noeitrt It pret; y los nombres
de loa LMrúra, Ni^, Bmxéms y otros mu
OÍM» hérees, recoerdtn y ttcstigotn los copi^
S08 laureles cogidos por los mtrtnos csptño-
lesentqneltas ildoB.
fm entre tanlti victorits descoeUa por so
loportaBela, asi como por su influencia en los
destíooi y aan la llbertad de Eoropa, como imo
de loi tiBri)ree raas glorioios de nnestra btaCo-
lii, la gran bttalla de Lepanto, Incha gi*
SBitesea, iomenso abordago, en doode mas de
^trodeniaa clucueata galeras y bnques ar-
Badoa dl&{iiittrou entre st e1 imperiode Ia3
<^f y en qoe ftoé al fln ahatido para siempre
ei iQsoleote orgollo de los oteratnoi; triunfo
qnetteró al teoiplo de1a inmortalidtd los pre
ohvet Bombres de d<m Juan de ÁuHrUí y de
tanlQs liéroei espafioles y aliados que en aqne-
^ célebre Jorptda se distinguleron.
Lofl reeoerdofl g]ori0808> los estimulos dd
hoQor ntciontl- ayndadoe y sostenidos por la
diiciplhit, pueden priidoclrhéroeien coalquie-
ra de las oaciones que hoy flguran en el vtsto
tittro del Océane. Hay, sin embtr'go, autores
qna» ileTtdoi dc un^scusablo araor por su pais,
aeadeltBltn á ctliflcar en relterados eseritos,
^ respectiva aptitud y grado de valor de la eu-
y^ elvaa oadones para este género decom-
ntte; y cediende deede iuego generosamente
It prtaiBeiamtritimt y It sup^iorldad en el
Btneia de la artUleria á los ingleses, se de-
darao Mdeüamente i si propíos, sin rirales
y €0010 los mts tploaptrt et tbordtge. 11 0 pen
tBmoo^ la oplaioo de eüoB escritores tnn
464 MÍUOTIWA VOFUUtt*
eeses deln eonilderarse comonBldlo sitape^
lacion. NosetroSy sin negar dvator guerrero de
que iodndablementc esti dotada so nacion,
soüendremos con cl testimonio hiatórlco do
nnestras eomnnes contlendas navales, qoe le^
marioos espaáoles han sidoen todo tiempo» no
solo por oi pasagero ardor del-eotusíasnio, ol
por ios apremiDs de nna sovera disciplioa, si-
noper nn valornatoral y reflexivo, tan vaiieo-
tes 6 laipetnosos éo el alaque como los príme'»
roi aoldadoB det mnndo.
Gondairemos este articolo dlciendo, qoe,
eon posteriorídad i la ópocade su invencion, se
ha empleado laintleQ el cuervo, ó sea el arpeo^
en la defensa de las plazas terrestres. Una
enorme ¡Milanca de prlmera espeeie, coostmi«
da de mtdert flierte y eHistica, se situaba eo
los adarves de la muralla, reclbiendo el movi*
mieoto de uoamáqoint. Del braso esleríor de
esttt palanca pendia una cuerda y de su estre*
mo el caervo, Comooicaado á la paianca cier*
to movlraiento» hacitn qne esle instrumenlo
recorriese cen eeleridaa la parte del campo
enemigoque seliallabadebi^ del muro, yal
ftsar la tierra coo una especie de oscilacion,
enganchaban los hombres y los eñüCtos de
goerra: entonces Ibs del muro biOaban ei bra-
20 ioterior de la palanoa, suspeudtendo por
este medieaei homhre ú objeto enganchado, y
al iiegar al muro se apoderabm de sn preea
ioisitltdos. Sd htso uso de este ingenio, no
solo en los ttedios de It edad anPgua, sioo
tambioD en laa gnerras feudales.
ARFIAS. Los prímeroB navegantes pelasgos
ó helenoe, qoe sitlieron probablemeole de Ar^-
goi para reconocer el Ponto Buxino, cnya ex'ia-
tenda habia ignorado la Europa antcs de la
roptura del Rdesponto y dei Bó^foro, quisie-
ron saber por qoé caminos las aguas desbor-
dadas qoe habian desolado el Arehipiélago,
habian podido penetrar hasta alli, dando nue-
vas foraias á sos costas. De gdfo en golfb, y
de cabo cn cabo, Ilegaron por un nuevo estre-
cho hasta la resldencia del anciano Fineo, rey
de Trada, coyos estados se estendian en la es-
tremidad de la tierra conoctda hasta ios confl-
nes de las regiones en que el impetuoso Bo-
reasreinaba, como todossabon, sobre los vien-
tos. Fineoerael únioode los príneipes gríegos
qoe pedia dar algunas noticias sobre el pro-
blema geogriflco que los argonautas iban i
resolver, y estos coosiguleron que les diera
guíu qne los condujeran por entre las quebra-
das rocas. Estes argonautas encoutraron al
desgraciado roonarca atorraentado por las ar-
pias, que hi antígttedad nos dice que eran hi-
Jas de Ncptimo y del Oeéano y qjae los poelas
inos rf'presentan como mónslruos alados, cu-
biertos oon andias cscamas, de fueríes brazos,
provisíos de terribles garras, y concluyendo
•en cola de dragon; con la frcnle armada de
^amenasadores cucmos, y con las facciones y
iel pecho de mugcr iiorrible. Estos monstroos
ÍHflestaban el pais, y turbahtn ios fesiines del
T. 111« 25
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387
ARPIAS— ARQOEOLOGTA
rey. U preíencia de los guerreros riiadosde
Fioeo, arrojó á las arptaa á sus goaridas.
jiRepresentaii las arpias mitológiGaiBeDte á
esos facioerosos que Mr. PouqueTille Uania
piagiarios, pero qne el DicdODario de la len-
gua designa cdn loanombres de/oiironaa, car»
iarios ófÁtatasJ ¿Serian «us alas las velas, y
6US escamas de pez, y la cola qne les sirvede
timon, aigniOcarian quelos vientos y las agoas
favorecian sus incursiones? Acaso abiden su
roslro y su pecho á esaa flguras qoe C'Oronan
'la popa de las embarcaciones de gnerra. Y fl-
nalmenio, los cuernos y las garras, ¿serian los
medios de ataque y de raplna, usados por los
bandldos? Esta es la opinion de Banier, qoe
parece roias yerosimil qne la de Leclerc, de
%'ossio y de Pluche, los cnales creen que las
arfiáas eran iangostas. Bl oroitologista Yieillot
faa hedio de ellas una nueva especic, clasifl-
eáodola enlre las de ias águilas: cl tipo de es*
las es para él, y para Guvier, el falooharpya,
de Uneo» la gran águila pescadora, ó destruc*
toi a de Qaudin, ó ei izquoñtzli de Fcrnandea.
Yolviendo & la fábuia, añade qoe Getes y
C'a\(^, hermosofl helenos, bijos de Boreas y
6r4tia, los cuales tenian tambien alas, lo que
Mdka que tambien visjaban ayudados por
(o« vlentos de donde ellos procedian, persi-
guieroo A las arpias hasta ias isla^strivales,
endondese refugiaban; y'sobre las cuales
Eocas y sus troyanos fugitivos ias volvieron á
enconlrar poas adelante con rebeños qoe ies
^ertenecian. Hoy losviageros qoe pasan cerca
4e aquellas islaÍB, no encuentran en ellas ar-
fáM, ni rebañOB, ni aun yerba para alimentar
«m «ordero; lo cual prueba que las cosas han
4»mbiado mucho en los mares de Grecia, pües
liaata los piratas han desaparecldo. Apolodoro
coenta qoe una de ias arpias» persegnida por
Los dos hermanos voladores, cayó en el Tigrís,
en las costas del Peloponeso, en donde anti-
guamentese hiso lamhien la pirateria, pero ya
RO se oia hablar de ella en tiempo de Gapo
il'Ietria.
ARPON. (Pesoa de eeiáceos.) El arma que
arrojada por on marinero vígoroso y hábil, ase-
^nni la tiresa de una hallena tan voluminosa
*ooino una nave, es el arpon; un hiarro ancho
éí\e fónna de flecha, cuya punta esti bien afila-
As, adherido i un mango sujeto ¿ una cuerda
Uiíga, -es lo quercompooe este instromento de
t1ei¿niccioD, cuyo efecto ha sido lan funesto
i los gigaotes de los animales marílimos, y
que hadismiiMiidol^rodigiosamente el námero
de aquellos colosos en todos los mares del he*
iniBferio boreal. El arponero tenia hecho su
:aprendi2age anteriormeote; debia conooer las
4}2Mte£ del cuerpodel animai en 'qoe el arpoo
iMce (UAa herída mortal, y no podria serarran-
<cado por ios violentos sacudlmientos del heri-
4o, que Iniye y arrastra consigo la cuerda fa-
4al, y la tencha en que estin sus matadores.
lia dlstancia áeñée Uk que lanzaba so arma ora
f>r6ximaineote la m\mk é qne ei soldudo ro» t
mano hada nso de ao venablo {¡^lm) emn
el eneraigo; pero el peso dei arpon escedia ea
tres ó coatro iibras al dd fnkém; su hierro en
moy-ancho, y sedebia hundir ¿ unagraQ pro-
fundidad en las carnesdd oetioeo; ademas^ U
cuerda, arrastrada por d proyectil, dismiQQia
la vdoddad dd golpe, y d arponero habría
perdido completamente su objeto si sos fuer-
zas no hobieran sido mayores que las del aol-
dado romano. Enla actoalidad, d artedel pes-
oador ballenero ha hecho grandes progresas, f
so resultádo no dcpende ya de; la foerza de aa
soio hombre: el arpon es lansado por la pólvo-
ra desde ooa dlstanda mocho mayor, y diri^
do con mas ^gurídad por un cañon, cuyafor-
ma y dimenaiones son i propósito para este
UHo. Se tiene, poes, todo lo necesario para 8e>
gir esterminando loe grandes cetioeos, basta
que esta^splotacion d^e de ser provechosa,
lo coal 00 parece mny lejano. El eoisferio
austral se agotari bijo cstc puDto tambiei;
sus marcs, frecuentados por los buques balle-
neros de todas las naciones^no pnetden bastar
mocho tiempo i uoa concurrencia tan foeite.
De este modo e1 arte del arpon^t), liegado al
mas dtapunto de per£eccion qoe puede aleaa-
zar, habri apresorado elfin de laÍndustrttqBe
le daocopacion: observadon ignalmenteapli-
cable al aríe del casador y i bqs armas. ¿Ko
podria estenderse tambien i las artes de Ja
guerra, aunqne las materíassobre que se ^-
cen se hagan cada vez maa abuQdaDtes, y las
pasiones que ias provocau no pierdan nada de
su actividad?
ARQUEO. iMarina,) .Asi se denomioa ia
operaelon que se practica para medir y cako-
colar geométrícamente iacapaddad deunaem*
barcacion, cOmo dato necesarie para cooooer
d etpacio de so budega eapresado en toaeta*
das, y deducir d número de quintales de peso
qne pueden en ella colocarse, sin pei^tuidode
su flotadon y régular andar. Este cilculo se
ejecuta bajo dertas reglas y por facoltativos
antorísadoá al efecto, cuyos certiflcados hacea
fé en el comercio y enlos aetos Jodiciales. De*
be advertirse, que la toneiada, oonsiderada
c^mo uQidad de medida, tiene dos signtflca*
cíones distintas; una que se refléré al peso» y
otríki la capacidad. La priraera oonata de SO
quintaleü, y -la segunda de 8 codos cúbicos dé
ribera. La estensioD lincai de. eata dase de
codos» equivale i 24 polgadas y 0 lineas de
Borgos.
Se llama tambien arqueo, 6 quebraato, hi
corvidad que forma la quilta y cl caaco dd bo«
que; vido que puede proceder de diferentes
causaa.
ABQUEOLOOIA. Todoslosconócimientoslui-
manos han hecho en ei espado de doa sigiOB
progresos memorabl^, y eatos progresoa soo
el eftfcto seguro del perfeeciooamiento de los
méiodos 6 dd arte de estudlar pafa couocer.
ta arqueologia, i su renactfflíento en £uropa,
debiósufrír, como laademas deiicias, el ioflQ*
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3M
ARQUEOLOGIA
390
Jo de las eqahroeaeioiies y de los errores de la
épeoa. Preciso es no acosar al espirllu haroano
qoe laoxándose coo laudable ardor bici;) la lux
dode qae cotoinbró sos primeros rayofc, cor-
lió á su objeto siu ocuparae en marcar su cti-
Dioo; sia esplorarlo ateotamente, aguijado
ooiDO eslaba por el deseo de tomar posesion
del domlnio eotero de la inteiigencia. Apresu»
Témsc, pues, los prímeros obserradores i
eoostruir los sistemas geoerales, despues de
Uber reconocido apenas algunos beclios par-
fieulares, y la inOuenoia de lasideas del siglo,*
aeiuoslróbabitaaimenle aunen estos recono-
diiBlentos aislados. Los inTeDtores y los qoe
les imUaroti, los origenes y sus derivaciones,
todoíuésonldadido porel efecto de una sola
idea, y las antiguaasodedades, sus monamen*
tos y su fama reducidos á las estrechas pro-
pordooes de un lipo preferido» no encQiHraron
yaeniá escala de ios tiempos'sino ei mezquino
poeilo concedido á este mismo tipo. Todo foé
coicietado i la miídad, á nna sola foente co-
mm, los pneblos, las costombres, las creen-
das, ia¿ insütocloiies y las leoguas^'pero csto
10 áié para la cieocia sino noa foente de error
■úrerMü. Ladoda, caosa tao poderosa de ios*
troccieo, Ilaoió pronto el exámen; estc enge»-
di6 la crítiea; las analogias y las diférencias
afiarederon oon todos sua caractéres ; el mé-
todo ias elasiaed en famiiias, y estas fámilias
Aieron olras («ntas sériesdeheehospuestos en
toda suerídencia. HastaentOBcesnoconoció ei
ts^ríiñ honumo sns rerda^eros aoales, sus
obras príroitívas, en las diferentes regiooes
doode baÍMa ejercido simoltánea 6 sucesiva-
Mte 6u poder; la arqueologia, recogiendo
reiigiosaffleolo los restosmateriilesdeaqoeUas
obrasaotiguas, scdedicó prooto á descobrír
taribien eo elios Ips Testigíos de las aotiguas
Ideas y los procedimientos de las artes que sir-
vieron á k» hombr^ aotiguoe para maoiféstar-
lasytrasmitímoslas. Taiesel oobleobjetoque
Iaarqaeo1og1o>^ebe proponerse, y én esta al^
tara jBo tieoe por motivo una simple satisfac-
cioode lacuríosidad, sino qoe busca enia
Ivga esperíeocia de los poeblos aotiguos
^jemplosó eoücñanzas útiles álas naciones
Qodñnas; escodríñli la fuente de todos los
bieoos inodelos, y saca por oonsecaeocia que
lilasdeociasde observacion debená los úlli-
■06 siglos importantes mejoras, soío á los an-
tlgDOB podemos pedir los verda(íeros modelos
eoiasartes útiles y en lae bellas artes. Sobre
etta tambieD ftinda la historia sus mas posili-
, vas ceftidombres: la arqueologia le esplica los
nooQmeotos de ios hombres, y la historia.eo-
coeatra en elios lospríocipes y los puebloa de
qtte lieoe fltte babtor, lu ^ca, el lugar y las
SMiQBes oe cada uoo de ellos. Rl mooumeoto
mas oseoro esta ligado á on hecho de la aoti-
goa tíríliMcíoo» 7 el filósofo que trabija por
la bomaQidad oo hace todo lo que debe para
awpttr so adaioD, si no cooiDiaa con los .
toopoapieseiitttilasn^lSÍOocipósiüTas qoei
estén grabadas sohre los restos de los tiempoe
pasados.
La arqueologia, le revela estas oociooes, y
para veríflcarlo regtstra eo el polvo de los
puebloa primitivos, los cuales trasaron so liis*
toríaeo sos propios n)oniimeotos: los tem-
plos de sas dioses oos revelan sus creenclas;
ias obras públicas, sos oecesidades sociales y
losmedios qoe sopleron inventar para ll^-
varlas i cabo; sos moebles y sus ateosilios,
las costumbres y los gustos iodividuales so-
bordinados i las costumbres generales y i los
gustos nacionales; su iqjo oos prueba sus rí-
quezas y el estado de so ecooomia pública, j
por úitimo, ias obras maestras de sua aríes y
literalnra todo ei poder dei estudio y de lo
imagioacioo.
Uo atractivo irresistible oos conduoe á esos
tiempos oscoros para la misma liiitoría, j
este alractivo nos domioa porque á cada pa-^
so eneootramos lo qoe oos ioteresa en el mas
alto ^rado, el hombre. Y este gusto tao oo«
ble eo so objeto oo es uo vaoo egoismo, sioo
el laodable orgoUo de ia ioteligeocia qae se
boscaisi mísmo ividameote eotre todas U»
geoeraciooes estiogoidas y doode qoiera qoe
puede manifeslarse; qoiere reooostruir sog
proptos anales, y demostrar qne fué con&tan«
temcnte, i lo menos por sus esfuerios y por
sus votos, flel i si misma y i la divioidad
que la did el poder y marcó sus limites.
£1 mundo, eo otro tiempo habitado por hg^
oaciones qoe yacen hoy b^o ei ñielo quc sos*
teota las oaciooes vivieotes, és el domioio de
la arqoeologia. Su estudio esiomeoso, y el que
qoiera recorrer sus catninos easi bonádos ne*
c^ita dc 00 guia hibil y segoro. Las tradi-
ciones de la bistoría bao consenrado el re-.
cuerdo de los hechos de los pasados, y la críti-
ca arqneológica ha dado icadamooomeoto su
verdadero órígen. Asi« pues, el anticuarío de
nuestros tiempos entra en la carrera con lo
esperíencia de los que le han precedido eo
ella. Dos objetos debe propooerse: adqoirir
toda la ciencia de sus aotecesores eo esta cla-
se de estudios y esteoder el dooiioio de esta
ciencia pór sos propios esftaenos. A ello
pueden estimolaríe el atractivo qoe natoralo
mentc inspira este estudio y los hecbos gene-
rales y característicos eo h rída de ias aoti-
guas naciones qoe' oo poede meoos de revelar*
le. Bajo un solo aspecto, y el del arte propia*
mcote dicho, le mostrariqoe cada poefolo adop*
tó por rasones qoe oo podríao dedacirse, ott
estilo que le fué propio y qoe cooservó por on
respoto reflexivoi aos aotiguas costambres,
como para perpetoar&e t>or inedio de las ideaa
naciooíalcs y coosagradas, ó qoe abaodooó
coando deteoido en su marcha oatoral por ooa
dooatoacioo ooeva, tuvo qoe renoociar i oii
Uempoilaexisteociasocialyisus progresoo
eveotoaiea eo las artes. Ki Rgipto es el ejem-
plo del pcimec drdeo^de cons, y la Etroria del
segQOdo:eloDo, oooqolstadoforloi peraoy
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m
ARQUEOLOfiU
por 1o8 griégoe, hiso r^spetar sos hábitos y
síguió trabajandoá vista dc ttus domiBadores
como en tiempo de Sesostris; la otra dejáodo-
86 llevar dftla infltiencia de las colonias gríe-
gas.de Italia, se pcrdió en seguida bajo los
golpesde 1a espada romana. La Grecia por el
conlrario pasó por todos los grados de períec-
donamiento de las artes desde el mas grose-
ro bosquejo basla las mas soblimes concop-
Gioues. lie aqui tres bechos caracteristicos en
)a bistoria dc tres poeblos célebres. Asi, pnes,
la arqueoiogia debe enscñar el cstilo de cada
pnebio y aun las épooas de cada estilo: In
liistoria escrita, ios preceptos rccogidos por
la critica literaria y el estudio de ias lenguas
antiguas son los dcmas medios que con el
conocimieoto del arte guiarán al aQcíonado y
al sábio en ei estudio y conocimiento de la
anligüedad. La geografia, ia cronologta y )a
hlstoria de ias rellgioues y de las costum-
hres antiguas deborán complelar ceta ense-
nanza,
La palabra arqueoiogia en la geaeralidad
de su acepcion y segun su etimologia {ar*
ekios, antiguo; y hgos, discursoS oomprcn»
de el estudio de ia antigüedad toda entera por
medio dc los mooumeiitos y de los auteres.
Limitaáa, segun ha qiierido el uso, ¿ )a des*
crípcion de los moiuimentos, el nombre de ar-
queografia conrendria mejor á esta cienda,
considerada paTa este úoieo objelo; pero seria
oasi ociosa una distincion demasiado absolota;
el rerdadero arqneóiogo no puedo pasarse sin
el socorro de los autores clásicos para espli-
ear los mooomenlos, y á su vez los monumen-
(as esclarecéQ gran nómero de diflcultades ín-
Holubles sln eilios en los testos de los escrito-
res aotiguos. riOnforméroonoB, pues, con él
uso adoptaodo ia paUbra arqueologia.
La arqneologia diflere esenclalmentc de la
hUiória dd arte de los autiguos y de la erti-
dicion. La prímera nos enseña los ensayos
eontemporáoeos ó snccsivos de los anlíguos
pnebios y sos osftiersos para reprcsentar los
objetos que compoocn cl univcrso materíal,
los que cl espirílu del bombre creó desputs de
IMos; cómo desde una imitacion servil se cle-
vó liasta cl bcUo ideal, que añade ai univcrso
las bellesas, de las qne no encierra un tipo
eomplelo, y cóme cou el ausilio de la . alego-
ria.ydelos efectos m^icos de uoa lengaa
convencional, supo rcali^ar todas las creaeío-
nes del gcBio. La segunda se reflere mas par-
Hetilarmente al testo mismo de los escrítos de
los antignos, los interpreta y poríflca de las
manchas quc la ignorancia y et error utroduje-
ron en ellos; y si es yerdaderameote fllosófica
deduce de la coraparaclon de hecbos ooAstantea
7 bien observados cual fué el e^tado real dei
eapfrítu y de las costumbres de los horahres
de la antigtiedad. La arqueologia se limita á
descríbir yá esplicar.Ios mooumootos que
áquellos hicteroo. No hiiy, pues, que coalun-
4írla coa la faiat^ria dfli arte, ni 'CQta ia ^xw^*
cion, poes aon cnando eatts tros génefOfl de
eonocimientos se ayndan é ilnstran mátnamen-
te, cada ona de cilas se propone nn ofojelo
espccial y tiene sn sistema, ?us preceptos y se
nomenclatura propia.
La utilidad de la arqueologia esti den»-
siado probada para qne nos dotenganoe «qn
en demostraría. Sila cs el goia mas ilei para
la historia de los tíemfios antiguos, y á menos
de negar la utiiidad áe la hbtoria, no poede
ponerse cn duda lade ia arqneoiogia. Para Iob
si^km anteríores áHomero, toda ia hisAoria
cái¿ cn la arqoeologhi; las relaclonea aboodaB
sebre ios ticmpos qoe signieron áaqoel genio
sin modeio y shi rival, pero ei estiidlo pio-
fuudo de estas relacionea deacubre en ellaa á
vecesloBTesligies deatgunas inflo^cias ^foe
mostraron al escritor UTerdadalli dondo Mf
esUba, ó bien bajo otra forma de ia qne ^
nia cn rearidad. Lof raonumeDtos, por ei een-
trario, no aon de ningun partido: ioc heebos
qoo enuDcian itcvan consigouna seociHa cer-
tidombre, y si cenlradicen al hiatoriador, ie
coBdenao cemo cnlpable de error 6 de meati-
ra. Por su tcstfDDonio se aolaraó engrandect
la historia anOgoa; pare les hoaibres célebfce
OBCuentra en eilos sus nombres TerdBderos,
sa retrate; pera loa poebios, su origen, 8«
opiníones, au religlon y su culto, sa denela
civii, politica, económica y admtnistratiTa, siis
progreaofi en los coBOCÍBHcBtos átikn á ie d-
viliiaoion, sns oootumbios páblicasy priTa-
das, su régiraen geaeral, en fin io qoe Ueieron
por ia verdad y ioa errores que ne pndionHi
evitar, para los iogares, los docuBentos «o-
téotieos, de donde ia geograña saca las m-
ciones importantes q[ue le fáitarían sin ao bd-
xilio, y para ios Üempos, ias épocas eierflas
que como faros lumiBoaos dlsipan Qna patte
do las linieblas con qne la sncesioo de ios si-
glos envoivió los viejoe aoales del esplritu
humano, y uosaefialan al misme tlempo sns
progresos.
Propónese, poes, la arqueologia traiar ei
cuadro dei estado social por medio de loa bk^
Bumentos, debiendo ser el verdaderoebjeto de
su esttidio el liombre y sus obras: todea Iob
mouumcntos, aun los ma¿ cómones y groBe-
ros, depoucn dealgunos hoobos, y elconjon-
to de eatos liechos fónna la estadlstlca nioral
de liis aiitiguas soeiedades. Gonsiderada des*
de esta altura \a arqueoiogia mercoe el nombie
de cicncia; su utilidad es desde inego reeooo-
cida, y pronto nos cautiva ia váríedad de les
medios propios^ara so estodio. Klia noB ha-
ce vivir y conversar con todos los hombm
grandes y poeblos de los tiempos pasaées;
bnscamos'nueslra iiistoHa en la soyv, y no nm^
bemos reelstir al placer de eomparar nneotmB
creencias con ens opínioaea, nueatroa gnsloB
con SBB usos, y noestraa espenunas eon sns
destinos.
Mnehos métodos se presottan para el ei-
tadiodeiaarqueoiegÍBt elono eaam>ldfíoo
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Ml
éMxmoMiauL
y«l ohpo aBameo, y ambos, «l se Mvn; pe*
sHBen algunos puntosesenoial^.
El método cronológico consisto od tratar
los mominíientos de cada nacion en particolar,
segon cl órden de prioridad que la liistorla ies
Mgna; pero estc método, aunque mas c6»o-
do, no carece de graves iticonTeDieQtes; se
sabTi desdc Inego si se qotere, 1o qoe hideron
los egipcios, y dcspoes los griegos, y hiego
Iw romanos; pero las analogias que deben
saearse de estas esposiciones, qne abrazan
iHtfos objetos diversos, serftn Decesariamente
IMBOB provecb<»a8, porqne snseleBientos esta-
rao mas dispersos, y este trabii}o del espiritu
q«e bosea con tanta avides los origenes en
Iks analogias, y las singoiartdades en las de-
estemétoéó •M«Mefiará 1o qne se lia beabo en
cada pats en las circunstancias compnes á
todos, y en ias particolares á cada uno, y co*
mo las diféreBtcs artes coocurrieron á la rea<
lisacioD de eátas miras análogas ú opuestas.
En efecto, cada monnmento es e1 prodncto
de uD ofAo arte ó de nncbos ála tcs; pero 1a
olase y d desttio de cada flmmnento se re*
fleren nas partleulamiente á uno soio, y aun-
q«e nn templo baya sido erígido con los auxi-
lios oombinadoa del arquitecto, del pintor, det
escuKor y del graba^or, el arquiteeto bizo mns
qoe loe otros, y por lo tanto, como obra do
arqnitecAnra debe ser mas particularmente
consideraiáo. Sn esie príneipio ballamos otro
*» clasl-
_ medio de compietar nuestro método: 4 .'
scmeianras, nM por ío mísmo mis^penoso é Ucando todM tos mowmeotos serJn ei arte
ito de sn encanto, como qee los ha ejecuiado: 1.- considerándolos
ineíerto, y perderá tanto
de 8u certldBmbre.
B1 mélodoanalitieo, tratando de cada ason-
to en partlentar, Telativamenle á todos los
pnd>l05 á la yez, annque menos defeclnoso
qoe el prímero, esti demasiado sujeto ai arbi-
Iriodei arqneólogo, qne comensará á sn anto-
]o por tratar ó de la religlon, 6 del estado de
hs artes, ó de los usos oiviles y Tnllitares, de
los roonninentos funerarío5, ó dc los monu**
meBtos religiosos. ISste plan poede agradarpor
8B generalidad y por la lilinertad misma que
deja al escritor; pero donde nos faltan tos mo-
namentos ¿qné podrá decir el arqneólogot La
eiencia no abarca mas que lo.^ becbos conser^
lados por esos mismos monumentos; ella re-
coge csos hecbos, los coordina, los intcrpreta,
V estas iuterpretaclones son las que van á to-
mar su puesto en los difbrentes capftulos de
iahistoria misma de los antiguos, no pcrdlen-
do de Yista que la ciencia se compone soln-
neBle de estas interprefacioncs, se coucibc
que su teorla no debc vcnir tino despues de
estos hechos, y que debc cstar snbordinada á
SQ6 fesoltados, fundados sobre ia naturaleza
misma y la divcrsiüod de espresíon dc lo5
BKMiomentos.
Greemos, pues, podcr satisfaccr á las cott-
eondiclones mas precisas.ndoptaudo un métoüo
qne sea ann mismo tiempo cronológico y
aialftico. El misrao asunto será considenido
A diférentes puebios á la ves; pero segun su
aBfigttedad relliiva. Este método conscrvará
el drden de los orlgenes y de las modiflca-
eioues; estat^ieeeré la ,conveniente distincion
entre los primeros maesf ros y sus discifiulos,
y eiAre la inTencion y la iniitacion mas 6
menos eompleta, nos mostrará las prácticas
de todo géncro, recorricndo cl mnndo con las
«íeoias, c5porta<!as por las croigfaciones de
los ÍIÓBofbS Tíageros, y cuando se obscrve el
BJfemo oso é !a ves en dos pueblos de época
diafjnta, la bistoria escrita nos csplicará ordi-
naríamenie el itempo, las causas y las cir-
cnostanctas de aqoella comunicacion, ó si la
hSaiorla calla, la arqoeologla suplirá tal vez
aste eUeacio y Ueonrá stu lagonas. Asl| pues.
co-
HM) aagradoa^ civiles ó mllitares y fuDorarios,
snbdiTiaion que pcrtcneee tguaimente á cada
una ée ias grandes diTisiones fundadas fobre
la diversidad de las artes.
El cuadro slgnienle espiicará por comploto
naeetro peDsamieato.
4 •'* ÁRQUITIG-
Tumu . •
(Honumcu-
tos rcHgio-
sos, clviícs,
1 mílltares, fu-
vncrarios,ctt|
).' EscoLTt'BA idem.
3.^ PiNTUBA. . idem.
í
4,* Gbabado.
Sobre píe-
I dras flnas. .
Iiiiícripcio
t'nes
Min^llas, ca-
sas,templos,co-
luronas, obclis-
cos, pirámides,
tcatros, sepul-
cros , caminos
páblicos, etc.
fistáluas, bus*
los, bajos relie^
Tes, etc.
Frescos , es-
culturas pinta -
i das, cuadros po-
I brc picdra , ma-
i dcra , lienzo y
' papiro ; vasos
pintados y nio-
^ sóicos.
Pledrasgraba-
das en bucco y
en reücvc.
Gra-,
b a -
d a s .
Tra-
z a -
d a s.
Matcrias,
alfiibclós
lcngiias ,
abrevia-
turas, sc-
llos, clc.
Medall^s.
Epocas, malo-
rias , atfabetos,
I lcriguas , raonc-
Idas ó meJallas:
í orientales , gric-
' gas, itálicas, lo-
mauas, gálicas;
^abreviataras.
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3^5
AIQOBOLOGIA
m
Riisle nna clase áe momumintús qoe ne
teDian este carácter en la antigüedad y que
abimdañ en toüas las colecciones públicas j
partícnlares; bablamos de esa multitad de ob-
Jetoa aniiguos que fueron de uso general y ser-
vían para el arte de alimeotarse, veBtirsc y
adomarse; para lasnecesidades y comodida-
des de Ja vida doméatica, para hs ceremonias
de ia religion, parael artede ia guerray para
lo8 rilos funeraríos. Estos objetos, son, como
los demas, producto de nu solo arte ó de mo-
cbos: pero las artes que los han produoido, sr
teréa i las leeturag y á los viagea» baaU Uh
mar una tintura de estos diferentes coootí-
micntos en las obras de los sábios que los ban
resumido, Juan Álbert Fabricius ba dado un
catálogo de ios libroft relativos ú las autigOe-
dadea, bajo el titulo de BiblioUca anticuaria
(uo vol. en 4.^ Hamburgo 4760.)
El conde Gaylos eo su Colecoion de anti»
gUedadei, en siete vols. eo 4.* no ba seguido
una marcba metódica; pero su obra está lleot
de observaoiones cnríosas sobre los mobo-
menios» y de pe()neños tratados particalares
muestran en éllos, no como objeto sino como 1 sobre diferentes asuotos relatívos a la biatoria
medio, y he aqui la razon por que ban podido de las artes eotre los antiguos.
ser eliminados de la d'asiflcacion adoptada para
los monumentos de mayor importaneia, á lo
cnal nos ha obligado tambien Ja varíedad iofl-, esta parte. Ei grao Tesoro de las anUgUedúdei
nita demuebles, armas, uteosiiios, pesos, me- '-"' " * " " ' ^" "- ' '
didas, etc. I^a estensioo sola de su oomeocla-*
torabasta para justificar el partido que bemos
tomado de formar coo ellos una clase geoeral,
eoteramente distinta de las otras.
Para bacer un estudio particular ycom-
pleto de la arqueologia es predso ante todas
cosas, poseer bien no solo las lenguas ao*
tiguas sino las modernas, á On de no dar
por nuevo lo que ya está descrito, y sobre
todo el anlicuarir) español debe tener un cpno-
cimiento profundo del árabe, á causa de los
mucbos monumentos quelios dejaron en su
larga dominacion: es uecesarío ademas apli-
carse ¿ la historía en gcneral y conocer la de
La Hisioria dd arlo de Winckelmao, he-
cba con mélodo, es verdaderamente cTásica eo
griegaey de Oroevius, y el Teeoro de la$ anU-
'gUedades romanas, de Gronovius, bod iomen-
sas colecciooes de oionografiassobre diferen-
tesasuntosde laaoUgüedad, auBquecspoco
metódico el órdeo coo que estin reuoidas.
La úoica obn geoeral sobre la parte de ias
costombres y usos de la antigüedad es la del
célebre Montfauooa. Utulada: la AtmgUñ^
dad esplioada (cioco vol. eo folio y supie-
mento.)
£1 Dicidonarie de aniigkledades, qoe for-
ma partedo la Enciclopedia metódica y que es
debido al sábio Mongez puede ser útil para fa-
cilitar las investigaoionés por su forma lats-
made diccionario. Rl Diccionario abrepiado^
laGrecia y Roma en parUcular: |)ara esplicar de anligüedades de E. J. Moncbablon, al qoe
jos monuraentos de los tiempos Iieróicos con- precede un pequeño tratado Utulado: Obsfr-
yiene no ignorar nada de cuanto pertenece^ vaoionessobre elestudio delasoHligUedades,
las diferentes partefi de la mitología; es pred- es úUI por su forma eleraental; peroeo el dia
so pasar despneF á la bistoria del arte, de los puede reemplasarle con vcntaja ei DicoioHorio
artistas y de susobras; conocer las raedallasy elásicodelasanligüedadesgriegasyromatuu,
lasiiiscrípciones, haceruua leclurarazonadade de William Smitb. (Lóndres, 4845, en 42.« cod
los cláslcos, y estar iniciado en el conocimten- grabados intercalados eo el teslo.)
to de la mecánica y de la poéUca de las artes. . Muchos autores hao escrilo sobre las dífe-
Sicndo el principal fin de la arqueologia ¡ rentes partes de la arqaeulogia; pero pocos se
ilüstrar la hisloría, puede dividirse en dos han ocupadodedemostrarsu uUlidad. A.L. Mi-
grandes secciones, la primera por lo que res-
pecta á las nociooes que dan los escfitores an-
tiguos independiontes de los monumentos y
que auxilian su esplicacion á que puededeno-
llin publicó el aúo de 4 796 en París una iutro*
duccion al estudio de la arqueológia en la qoe
no solo ppndera los goces del estudio de esta
ciencía, sino quedemuestra que el estudio de la
miMTse arqueologia literaria, y la segunda antigüedadesinaispensableaunaJqucsolobiis-
que se saca de los raismos monumentos y de I ca una instruccion fáciiy vulgar* Ku efecto las
todos los objetos Telativos a las artes, la cual í obrasde los buenos escriíores antiguos y loo-
puede designarse con el üiulo argueo%ia dernos están llenas de alusiones á las costum-
artistica. A la primera pertenece la teogonia, | bres, i los usos, ilasopiniones y ó lareligioa
la íopografia antigua, la ética, la literatura de los pueblos aniiguos.
anUgua eo gcneral y el cooocimienlo de la an- '
tigüedad por los autores; y i la segunda la
arquitectónica, la pldstica, la grafica, la
gliptica, la numismdlica, la epigráfica, la
toréniica, la dacthytiótheca, la iconologia,
simbologia, la diplomdtica, \á herdldica, y
otras auxiliares: estas dos divisiones son las
generalmente admitidas en las obras elemen
tales de la ciencia.
Cuando en la arqoeologia no se busca mas
que la suflcienle instruccfop para dar mas in-
La arqueologia, seguo ya heoios iodicado,
abraza las difereotes partes dei arte, y el qoe
la estudia observari desde luego la arquilec-
tura, que le arrastra i iovesUgaciooes sofcfe
los difereotes ediflcios de los diversos pue-
blos, sobre sus proporciones y sus adoroofi.
Examioari en prímer lugar, los templos, los par
lacios y los ediflcios públicos, y eo seguida los
edificios particnlares. En los de los persas^
egipclos, adrairari la grandeza y solidez, des-
'collando entre los de estos últiraos, las piraml*
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397
ARQCBOLOOU:
SM
des, 108 obettscos, tos colofos, e) laberiato»
loB sobterráaeoB, etc.
f ntie lo£ gríégos se enciieotra el estádio,
doodese daban los jaegos celebradoa por Pia-
daro; el bipódroflio y los gimaaAioa doadc se
^erdiaba la ja?entadrloa teatros, tos templos
y ios sepuleros.
IrHre los romanoa se tea ediOcios desco-
Docldos para los griegos: los anflteatros, los
baños, las poertas de arco en la entrada de ios
poentes, 4os arcos de tríanfo, las basilicas
doDde se administraba Justicia, los aiojones ó
colanmas millarias.
Gomo las obras del arte se ban hecbo pata
enbeiiecer los templos, los palacios y demas
ediícios, pasamos natoralmente á ia escultura,
en qoe se distingnen las estitaas y los bujos
relieTes. Bn ella sedebe ezaminar lo qoé tiene
relieioo con la e$UUuaria, con la pláttieaj qae
es el arte de modelar (de irXa(«>, flngo) y.con
ia torentka, qne es el arte de cincelar ó es*
eatpir (de tope6fa>, torno, térekro.) Se boscan
ias matérías de qoe se han servido los anti-
gios escoltores: el mármol, la piedra, el barro
y la cera; se examioao sas iastromentos, sus
Kocedifflleotos y el estilo de los difereates
paeblos ea las distlatas épocas. Se ad(iuiere
eoBociffiiento de la vida y de ias Obras de los
priocipales estatuaríos, y se aprende la sigai-
ÍcaciOD de los términos empleados para defl-
Bir las esfitnas , segun sns trages y atrí
la pinlura nos eondace i consideraciones
reiativas i sn orígen, i la fabrlcacion y al em-
pleo de lOB colores, i la manera de pintar so*
itreoiinnol, marfll, madera, lienso, al fresco,
i al eBciiistico. Se ^iprende ta bistoría de las
diTersastscnélas de la Jonia y del Atica y de
H» piBlores que las han hecho céiebres. Se
aprñde i conocer las pinioras mas cnriosas
Haitite en Iob edlflcios antigaosf y cuyo es-
lodío ha sido siempre tan útll i los arlistas.
El grabiidü en piedras flnas ó gtiptiea, roe-
reee on articulo aparíe en el cual trataremos
de los oamafeos, etc.
liOB maááieos noe ofTecen asuntos de ob-
Mrracion aobre las roaterias de qne se compo*
060, sobre el arte de arregiarios y los asan-
IM qoe refNPesenlan y sobre su uso para ei pa-
"^010010 de loB temptos y de los comeáores.
LoB vai0$ Bon intf resantes por sii forma
clégBite y siiigular, por los relie?es é las pin-
taiu qoe ios embeilecen. Losde barro, llama-
dOB^pcNrmuchotieinpo, anmfne impropiamenle,
elrascos, y que se deben llamar gri^os» nos
dsA Ma klea del gosto delos artistas mas an-
tigaos, y slrTen para compielar el circulo de
hM coBOdmtentos mitoló^lcos, y de los caates
daremos on ariiculo en sn logar.
iQB vasos de sardoais^ nos presentan sus-
taBCias de inflnito preeio, cuya patrla y nato-
nleBaBoo toda?ia oo problema parabs na-
tonHstai y antfeuaríos. Los vasos de poree-
liBB y de.crtstal nosdan nna idea de lahaUli-
dad de loB antfgños en la imHerade trabt(|ar
el Tidrio.
Los iMtrumento9 religiosos, miiiUres, ci^
▼iles y domésticos, forman un estudio interc-
sante para la ioleiigencia de los anliguos au-
tores y para la de la historia; elios adornan los
gabinetes de los curiosos y coatpletan las co-
lecciones de antigttedades. Eotre los mona-
mentos religiosos, citaremos los aitares, las
limparas, el hacha {secéepita) que serria para
degollar i las Yietimas; las copas ó tazas (pa-
tera\ paru recibír la sangre; el prmfeneuium,
qaeerauoBTasUadecobresin asas, y de que
nsaban en los sacriflcios de Opis, el $gmpu'
Uum Y aepérgüle para recibir y echar ei agua
lusiral. Entre ios ioslrumeiitos militares, se
distinguen los cascos, las espadas, ios esco-
dos, ias enseftas; etc. Entre los ínstmmeatos
civiiefi se cueotaa ios caadelabros, las limpa-
ras, ios anillos, las armHae 6 braxaleteB, las
fibulas 6 hevillas, y los diversos adoraos del'
vestido de los hombres y de las mugeres; en
fln, los ffloebies y oiensilios de cocina.
La numismálica ó ciencla de las medaiias,
ilustrada primero por ios ospañoies, entre Iob
que fué el primero el célebre prelado Antonio
Agustin, y despues por VaiHant, Spanheim,
Pellerín, Eclchel y Sestini, merece un artículo
particular, y pertenece al número de las cien-
cias que en nuestros dias han adquirido gran*
de importancia por la aplicaeion qoe se ha
llegttdo i hecer á la astronomia, i la historia,
á la crouplogia, i la iconografía y i laa artes.
La iconoarafta es tambien una parte moy
ioteresaote de la aatigOedad. EI ilustre Ylscon-
ti le ha levantado un monumenlo digoo de su
importaocia en sa preciosa obra titulada íeo-
nograpa griega y romana^ iaterrumpida i
causa de su muerte, y contiauada por el sibio
HoogeB. ' \
{VéaeeRPiQtjunA y diplomatiga, gliptica,
NUmSIIATlGA, iGONOLOGU, SIHBOLOGIA, HERAL-
mCA, ETICA, TBOGONIA, DAGTHTLIOTBCA) VAS09.)
A las obras iodicadasen este articulo, agre-
garemos solamente:
O. MiUer: JTimtMil (l« arqueologíat tradaclda al
fraooét por Hf . NiUrd; 3 vol. en 48.
Baii^sier: Elementot de arqwologia maeional,
i vol. en tS.*, 184 J. '
Qnatremfre de Quinc;: Dieeionario de muitec^
tura; 3 vol. en A.*'
La Hitloria y la» Memoriat de laÁeademia de lae
Interipeionet y Bellat letrat de Paris. * •
Las Metnortat del Intiituto de Franeia.
Las Memoriat de la Academia céUica y de ta So-^
eiedad real de Uft Anticuariot de Franeia.
Las Memoriat dela Sociedad arqueolágica de
Lóndrei.
Las Memoriat dé taAeademia dé antieuarioi det
Iforte, en Copenhague.
El Boletin y los AnaUt, del InsíHuto de corret^
pondeneia arqneológiea
La Bevitta arqueológioa do Parit.
£l Diario arqueológico de Bhlin.
Las Memoriat de ta Academia imperial de arqueo-
togia de Sem PeUrekurgo.
Lns de la Aoetiiimia efrquieof/ágiea dé Átenat.
Las de la Socieáad de ítrqueotogia de Bétgiea^en
Jkmlfmt.
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AfiQUEOIjOaiá^^éBQtnJAS
4M
Ltccvmeg de ar^MMlogta dti aíeman i£tchenhuit§*
publicadas por Craner in Paris, 1798.
Traiadu elemental de. íií-í/wcüíootu, por ChaiDpO-
lltoii Figeac, 3 volúnienes 16.° Parls, W« y U4i.
Elfmentoi de arqueotogia, por Antonio Nibbi. Eo-
ma, 4828.
teccionei fílemeniaki de arqueologia, 3 tomoá 8.
Perugia, 4833, por Vcrmigiioli.
Curso de arqueologia^ por M. Raoul-RochetU}.
Paris en 8." 4828.
IHceionario de arqueologia, porcl padre Pelisco,
3rol. S.^Paris, 479ÍÍ.
Dieciouario manual para el etludio de aniigi^^
dades,p(H don Felix Poníoa Cobriun y don Juaquio
Maria Bover d»! Uossi'Uñ. Palma, 4816.
Simbologia arauvoíógira. Gatanleria etpañóla^
por dnn Basitio S<n>iislian Caslellano:»; 4 tomo eu II.*,
en Madrid, 4848.
leoiKtlúgia criUiana y geniilica^ y timhologiige'
furat, por doii Busilio Seba<itian CaslelUoos a« Lo>
sada; I vol., en 8.^ Madrid, 1851. .v. ^ .
Ademas de eslas obras generates, cada irna
de laa partes dc la ciencia tiene su bibliografía
pecuUar, de ia qne daremos raion al tratar de
ellas en sns voees respectiYas.
En presencia de la mayor part^ de las obras
citadas en este articulo, y de olrasnttehas, se
compnso la sigoiente, que ea la únloa obra de
arqucologia en generat qoe hay en espaííol, y
eu la que se puede ter la bibliografia mas oom-
pleta de la ciencia en todas sos partes:
Camp9ndio eletnental de arqueoloaiñ lUeraria y
«rféiHea, por don Botilio Sobastian Castellanos de
I^otada, biDUolocario-onticuario y conoervador do los
museos de medanas, v gabinotes de anUgtledados do
la Blblioteca Ñacionaf, v casa del Excmo. seftor du-
que de Osima y del Infa '
Md.iaU.
ifantado, s tomos en S.* Ma-
iM de Osima j del
'd. lau.
Árquisola§ia artitíiga y wonuaieiiÍAÍ, por ei mis-
mo autor; 1 lomo en 8.*, lladTid» 1848.
ÁRQU1JA8. (AcciüN DB) Medáaba el m«B8 de
diciembre de 4834, cuando las tropas do G6r-
dova dlvididas en dos columnas, marcbaban
en busca dol enomigo. La primera mandada
por el brlgadier Oráa, debia caer sobce el pne^
blo de Zúñiga, con objeto de reoonocer, balir
y dominar el bosque dc la derecba, y ent ol-
rer al propio tiempo las terriblcs posiciones
del pueblo de Arquijas. Oráa con su respetable
columna llevaba instrúcciones paro emprender
desde luego un ataque vigoroso, en la seguri-
dad de qne Górdova, qne dirigia !a segundai
embistiendo por el centro, eotretendria á los
carlístas hasta el momento de la llegada dc
aquel, cn cuyo instante atacaria á la Dayone-
ta, y dando por supuesta la dcrrola del ene-
migo , haria entrar á la caballeria en acclon
para arrollar los rebeldes.
La sefíal del combate general que diese
Gí^rdova» debian ser nnos dlsparos de cañon.
Una tercera coJumna, ¿ las órdenes del go-
neral don Felipe Ribero, atacaria entonoes por
uu vado que se eneuentra en el moliiio de Z(i-
ñiga.
Por último, dos brigadas al raando de ioi
coroneies Rarrona y Gurrea, eataban oporto*
nanente dialrlbiiidas, completándose asi cl
ptan del goBeral «D gefe^ me|« eoaWnado W
ejccutado, como veremos.
Lloga GtMoTB i la ermita de Arquíias, tomi
poaesioQ de la altnra, silúa ventaJoaameDte i
retaguardia y ob eacaiones ei mayor groaflo
de ias tropas, oeloca al pie de la ermita doi
piesas de montaña ,^ eucierra en suoercaloi
equipages, y nianda ocupar con Ires oompa-
úias el puente de tablas.
Los carliaUis por au parle ppeaeotaban caa^
tro batallones en la márgen de la ermitt, y
Junto al puenle de Orbizu: la eabaUeria estibi
en este punto y en Robiendo, ¿ la olta partt
del rio.
Rompeo el (uego ¿ taa doee y media del
dia: y contestado en breve , se hace nulrido.
Peleaban animoaos los rebeldes gnarecidoí de
los ¿rboles y graudea peñas; pero auracBtado
con la resialencia el ardimieDlo de los leaks,
se arrojaa al rio sin el apoyo de una columni,
haciendo por dos veces retroceder ¿ loa cariii-
taa hasta las miaoaas creslas, y aue mas aUi
de 8US altaa posicionea; leniendo al flo que le-
ürané y oontinuar el fuego basla laa coalro.
Las tardanaa de Or¿a impacientaba ¿ Górdo-
va porqoe frustraba su pUn; y lo eslabi 6B
efeclo. Kl h¿bil Zumalacárregui habta adivhia-
do suintento, y destacó contra Or¿a iadiviBiOB
de retaguardia al mando de ttarraldc , qie,
aunque rechaaada, le entretuvo driigándola ¿
penetrar en Záñiga. Aprovechando Zoinaiac¿r-
regui la falta de Oráa, ocupó so lugar conta
Górdova, quien tuvo que marchar por Mendoia
y Naaar ¿ hacer noche en loa Arcoa, ¿ doBde
Ilegó ¿ las nuove de la noche, sin otra novedad
que las pérdidas esperimentadas duraole eidia,
que no fueroo leves, aaoendicudo en uao y
otio bando ¿4,000 bajas.
Otra vez el 5 de febcffro del año 4835, lle-
gó Zumalac¿rregai ¿ las aUuraa de Afquüai.
No era entoneea Gdrdova su conU*ario, éralo el
general liOrenso, que ansioso de pelear, inlen-
tó desde hiego saWar ei rio que se le presen-
taba dclantc, poseaion¿ndose del paente,- qBO
no pudo tomar por estar bien defendido.
Lorenzo eUgió para punto de ataqae el ya
célebre pueute de Arquijas, SantaGruz deGaoH-
pcsu y lofi rooUnos de Santa Gruz, mas oonaí-
derando que el puente seria el sllio donde vaa
saugriento fuera el combale, quiso evilar la
pérdida de aoldados hacieDdo usode lu artiile-
ria que Jugó sobre aquel punto. Los prayeo-
tiles no abrian paso, y la lucha era cada vea
mas porflada y reñida en tau rediicldo parige;
entonces Ix)renao laniáise ¿ la cabeza de ub
batalion á abrlrse paso con ia punta de las ba-
yonetas, y lo aoasigui<^ merced al acieiloy
rapidez de la operacioB , huyendo el enemi|0
despues de baber perdido á su brig^dier.
Notícioao de este sueeao ZumalaG¿rfegai,
y al ver el espanto de los suyos , voela coia
un batalioD de guias de Navarra, ¿ dispotir
rcsoeltamente ¿ Lorenzo sn cbstosa Tidoítiu
El dioque do aquellos dos b^talkmei^ gHi«*
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M
AEQÜUA8-.AiMJtIlTECT0
iM
éo eada hho por el prineiiMl ctodillo de sa
bando, fué terrible. Cruzábanse con Baña las
biTODetaa, porque alli no se gastaba pólTora;
heríanse de maerte, y todos por su parte rtva-
Usaban eo dejar alroao á su reapeclivo gene-
ral. Paro íué la vieloria del earliata; y el llbe-
ral, abrumado de cansancio y de fatiga» de)ó
sembrado de victimas el terreoo ^e babia
eooqaislado tan caro» llevándose 300 heridoB,
r dc^aado i ^unalacárregui dueña á mticha
coBta, de aquellas terribles alturas en las
qoe creyó Loreozo poder enionar himnos de
trionfo.
ABQDIHANDRITA ó ARCHIM ANDRITA (/Tm-
ímar^igioaa.) Término denva<^o de uiávSpa,
recioto, c^nvenfa), y ompleado para deaignar
al soperior de tin convento grtego, partioular-
laeBte á on prior de primera dase 6 de un mo-
oasierio de primer órden. cono por ^emplo,
el del monte Atbos é de San Salvador en Mesi'
oa. II trage de nn arqoiaandrita consiste en
repa talar larga y ancha, llainada mamdyaB, y
beebade pafio negro. Lleva ea la mano oii bá-
coloy on rosario; ona crua de or^peodiente
de iDa eadena del mismo metal |^e sobre so
EM. Coando celebra elofloio ae pone el fhé-
on, rica Testidura sin maogas, y el 0pigo»
Mtm, pedaxo de tela cnadrada, si^eio i la
eialBra, se cubre la cabeaa con un ' bonete
adoraadode pledras preciosas. Kl arquimandri-
(aaereviste de este trage en elsantoario mia-
Bo delanle de ios fleles, y con la cara vuelta
Ueta el Oriente,
la Roaia liay priores de muchos gra-
<lor. Qo prior es un aiqQimandrita, ót^men,
ó tímlel,
hm úitímo, debemos decir qne este titolo
de arqoimaodrita se lia hecho estensivo ¿ toda
etase de soperiores cclesiAstlcos, habióndose
dado algnnaa yeces ¿ loa arsobispos, aon en-
tre loB latinos, y en este sentido lo hallamos
ea la vida de San Severo, obispo de RAvena.
ARQUIMIMO. De dos palabras griegas,
qoe lignifican prineipol é imüador, Llamá-
iNifleasi en Ronaa ¿ ciertos sugetos, cuyo ofi-
óo consistia en remedar los modales, los gea-
toi, y hasta el eonido de la voa de ios mnertos
¿ ^ io6 vivos. Empleados al prindpio única-
■aote en el teatro, se les adniiUó despuea en
los festínes, y se concluyó por bacerles re-
KeaoitBr papei en loa íuDeraies, en los que
wmiaaban dctrAs deialaad, con lacara cu-
Mena con oq antifai qne representaba las fac«
eiOBeB del dilnnlo. M ientras la fúnebre comi-
tfn camiaaba ai comp¿s do nna mi'isica lúgu-
iMe el ar^otinimo se ^forxaba oon su pantor
niaafortpreeentarel paso, los gestos, las
poitans del difiinto, y hasta reprodu^endo ¿
MHido lo qoo kobiera podido decir ó hacer
de Bolablo ea aa ^da, y usaodo algunaa ve-
OB en oBta oeasion ée nna iibertad de-critica
f 4ie iiOB parece eatraña, pero qoe seesplica
Mi pot lafl oeBtombres j las preooopaciones
dalaépOBa.
4€Í MMJOHKA H>rVLAI|.
En los funerales del emperador Yespasla*
00, el arquimimo Favon, encargado de soguir
su ataod, preguntó ¿ los qOe presidian. la ce-
remonia cuanto costaria: «Cien mil sestcr-
oiosB le respondieron. «DAdmelos, dijo Favon,
V en seguida arrojadme sin cumplimíentos ai
Tiber. » Aluaion atrevida ¿ la notoria avarlcia
del eraperador difunto.
£n el reinado de Tiberio, otro arquimimo,
encargó ¿ on muerto ¿ quien acoropañaba ¿
l^ hoguera, que dijese ¿ Augosto que se ha*
bían oWidado de cumpltr los legados qoe ai
morir habia lie^ho ¿ los romanos. TlbeHo, al
cual se dirigia esta acusacion alegóríca, man-
áú ilamaral drquiroimo, bisoque se le pagat
se inmediatamente la parte que le correspon-
dia en los legados de Augusto, y despues le
envió al suplicio eocargAndole (fne anuneiaso
de sn parteen el otro mundo al divino Aogusto,
que al fln se habian empezado ¿ pagar en ea*
te sus disposiciones testamentarias en favor
del poeblo.
Balbaena en sn Diooionario latino defloe
el-arquifliimo con estas palabras: «81 gefe ó
raaestro de los mimos que en las comedias an-
tiguas entretenian al poeblo con visages y
ademanes ridicolos.»
ARQUITECTO. (ÁrquiMura,) La arquitec- .
tnra exige una grao reunion de conocimientos,
y el bombre que la ejerce debe haoer un es*
tudio profbodo^de la teoria y de la prAotloa
de este arte. Sn apoyo deesta verdad, pode*
mos citar ¿ Platon y Giceron, que coando qoe-
rian designar nna ciencia de un vaslo estudio,
la comparaban cou la arqnileotura,' con la me«
dicina 6 oon la Doral.
Llamado ¿ dírígir no solamente losobre-
ros de toda especle, sino los artistas de todo
género, el arqnitecto deberá a<lquirir un.grado
de conocimlentos suflcientes para haeerles co*
operar ¿ la ejecuclon de su pensamiento; y
obtener un resultado general hijo de su buea
Juiclb, y que no podría^ veriflcarse slno do
una sola y única voluntad. Esto est¿ cooforroe
con Vitrubio, el solo arquitecto de ia antigUe->
dad que nos ha dejádg un tratado completo do
arquitectura, del quenosotros imlicaremos no
solamente sus cualidades morales, sino los
cónocimientos qoe se deben adquirir de aquei
llbro eoH las modificadones que Irae consigo
el siglo en que vivimos*
Este aotor recomienda al arquitecto la fl*
losofia y la moral, persuadido de que su con-
ducta fundadaen laequidad y ei desinterés,
pnede por solo esto méríto adquirír la estima-
cíoo y eonflaoza de sus conciudadanos, cuan-
do ha desempeñado con probidad el eocargo
qne barecibido. Prevenido contrala avariciay
sus TileB especolacion^, YJtrubio dice que no
debe teoer otro objeto qoo el interés de otro y
su propia reputacion.
' lBstraidoenlaJurispnidencia,deber¿cons-
truir segon las leyes dei paia que habiU y de-
feeder cl iiOeréa de sos oíieolea ooatra kM vo*
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403
ARQUITECTO— AROürrECTURÁ
404
€lD08, 7 eTitar en \o posible los pleltos. La
historia ie dará nn conocimiento profnndo de
las coBtumbies y osos de los antig^uos. Las no-
ciones de fisiologia, de fisica y de quimica,
le hará conocer ia natnralesa y ias propiedades
de la materia, y el medio de suplir á los mai
teriales que él podria encontrar en tal ó caal
país.
Debe tcner nna ^ran habilidad en el dibnjo,
pues no solamente el arqnitecto coordinará to-
das ias partes de sn composicion, dándole el
sspecto, el carácter y las proporciones qne le
son conTenientes, sino que esplicará y liará
comprender sn pensamiento at qne le ha con-
flado sus intereses; subdiTidiri sus trabajos,
7 los distribuiri á los distintos braxos que se
han de emplear en elloa aisladamente, pero
qne tienden todos á un mismo objeto.
Auxiiiado de h geometría, podráiiacer las
nlvelaóiones de las aguas y de los terrcnos,
para construir un ediflcio, ylefacilitará medio
dc ejecutar las oparaciones de estereotómia,
aplicables al corte de piedras ó al trasado de
carpifiteria qne se va á hacer ejecntar. La
aritmética le será indispensable para el desar-
rollo y aplicacion de las operaciones geomé-
tricas. La óptica ó perspectiTa le darán elme-
dio de prodocir las ilnsiones del todo y detallcs
de su composicion, yje barán Jusgar de ante-
roano el efecto queprodncirá despues de ejecu-
tado. La mecinica, fuodada en los principios
de la geometria le proporcionará los mcdios
roas ficiles para bacer moTer Ida masas.
Pithéus ¿ue construyó el templo de Niner-
taén Prienne, dice en su tratado, quc el ar*
quitecto debe ser mas Lábil en las artes y en
ias ciencias, que el que depende de ellas y las
profesa especialmente. Yiirubio.masindulgen-
te no exige mas que el estudio de la pintura y
de la escultura, ayudodo de la astronomia, de
la medicina y de la música, bastando sólo unos
eonocimientos superflciales: la roúsica, para
disponer un teatro scgun las leyes de la atus-
Hca; la astronomia, para sitnar un ediOclo se-
gun la postt^ion que le es mas conyenicnte; la
roedicina, para apreciar Ja clase de gasei que
poede haber contiguos i ia habitacion. Kstos
rasonamientos, fundados en 1a corta duracion
dela vida bnmana, no nos debcn ser aprecia-
hles ahora en rason i los progresos de las
ciencias y del desarrollo de las artes mecini-
cas é industriales.
Si Dos hemos abstenido de hablar del ge-
nio del arquilecto, roenciouando las cualida-*^
des que particnlarmente 4e-deben distingnir,
es porqne hemos supuesto, en ei qne nos pro-
ponemos pormodelo, onalma sensibleyfuerie,
bastante flexible para recibir las emoctones
qne esperimenta, y bastante fuerte para resis^
tir al acarreamiento que Irae consigo noa ma-
la imitacion. Nosotros le hemos supuesto ar-
mtrado por nna pendiente que le ha inspirado
)a natoraleia, animado de este foego creador
qné puedc sok), gniado por )a raion, bacerle roariscos, y en segnida buscar en Ifüi grotM 6
creer prodncciones dignas dela admiraclon de
la posterídad.
En esta sitoi^cion, y despnes de haberie
entregado en las academias al esludio de lu
ciencias qne le hanjceñido la frente con la co*
rona mereoida por sus talentos, ie segnlremoe
al centro de la Greda y de la Italia, donde )a
mnniflcencia del ^obiemo, ayndando i sas
necesidades, le proporciona medios de esto-
diar los monnmentos que estos paises encier-
ran. Alli le yeremos, iniciado en losnsos de
los antignos por el estudio de la historia, bos-
car y descubrír en las rutnas casi informes é
insigniflcantes para cnalqnier otro, los secre-
tos de nn arie qne estos pneblos han llefado
al roayor grado de perfeccion.
Este ee otro estndio al cnal se deberi en-
tregar nnestro arquitecto, yque leofreceridi-
flcaltades no menos grandes: ¿habla de los
monumentos de la Italia modemar¿Qué de ob-
Jetos de medilaclon no ballari, cuaodo, recor-
riendocsta tierra clisica, la encuentre cnt>íer-
tadeedifldpselevadospor Vi^ola, Balta^ar
Peruzzi, rhladio y sns célebres conteropori-
neos? Entonf^s cs cuando usando de una vell-
giosa observacion, deberi, pordecirio asi, sa-
carle el Jugo, comparando los preceptOB oon
las produccioncs, y tratando de averígnar los
roedios que ellos han empleado para produclr
tal ó cual efccto, aprenderi qué partido se ha
de sacar de la arquUectnra de los anlignos, y
qné se puede esplotar para aplicarla i los iisob
moderaos. Dejando la paríc del gnsto, por oo
decirde la moda, i ia cnai, por deagracia, el
arquitecto en todo tiempo esti sojeio, desco-
briri todavia los^ grandes maestros i través de
las estravagancias del Bemin y de Boromini.
Tal debe ser la educadon del arqnitecto, y
tales son los que forma el gobierao en la Bscoe-
la especial de Arqnitectura, dotada de profeso-
res de todo género, 7 en la qoe despnes de
ezaminados 7 aprobados los alomnos, recibeo
un titolo, el cuai ies antorisa para ejercer cste
noble arte, siendoso cometido ejecntar los
correspondientes diseños, dirígir lasobras 7
tener i sus órdenes todos los operarios.
ARQUITBGTURA. La arquitectura es e) aHe
de edificar conforme i ciertas reglas 7 propor-
ciones adecuadas al carictcr 7 destiuo de loa
ediflcios.
Creada pari satisficer nuestras prímeras
necesldades, la arqnitectura es eonsiderada eo
casi todos los puebios eomo el barómetro del
estado de culturay la espresion mas propla del
pecnliar ingeniode cada nho. y si la oscoridad
de los tiempos no nos permue recooocer sa
origen, podemos, ^n embargo, remootindoaoo
i aqnellas sociedades, descnbrir ahoia los úpom
qne les sirvieron de base. Bn efeoto» si nos-
otros nos representamos al hombre en la oala
do primitivo, le Teremos errar por ias rilierao,
trepar las rocas, aTaiaottrae sobre loa
les, ó sambnllirse ea ias agoas para
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405
ARQUITECTÜRA
100
en el seno de las sehas 1a seguridad y e1 re-
po90. Aqui amoniona piedras para hacer una
iDDralla delante de sa reliro; aili cruxa rama*
ges, para resguardarse de la intemperie y de
las fleras, que tratan de disputarle su alimen-
tó, dquizás de arrebatarlo la existencia. Mas
tarde oo duda en alMudonar estos primeros asi-
los para fljarse en las orillas de un claro arro-
70 y cnltivar y reprodocir con mas abundan-
da lis plantas sustanciosas qoe la naturaleaa
leproporciona.
Sf; en este iugar se apodera dc es(e noevo
j precioso dominiOi y eie?a la prímera caba-
oa, doode se acrecienta su familia, y donde
la necesidad de vivir en sociedad le hace agran-
dar y moltiplicar sus babitaciones. Todos estos
eslbenos, reonidos por uu interés comun, ó por
OD seotimieoto mas dulce» le obligan luego á
explotar los bosques, y rodar de la cumbre de
las montañas trdzos de piedra, que su genio iu-
veotiTO le hácen de dia en dia compouer xon
mas babilidad. Entonces nace la arquitectura
qoe en todo se aleja de sus primeros modelos,
eoDservaodo entretanto en los pueblos mas
ciTiliiados la espresion de los tipos primitivos
qoe parece nos descnbren ahora su origen.
Resulta de ona profnnda combinaclon de la
teoria y dc la práctica, que nosotros ensaya*
remosel medlo de seguir la arquitectura en
80 progreso, pero no trataremos de defloirle
Im|}o este doble producto 6 momento doode
ella ba alcauzado el mayor grado de perfec-
eíoo.
Lateoriaencierra los principios del arte,
kpriclicahacesu aplicacion. Gonsiderada ba-
ío el primer ponto, como uua combinacion de
los medios que la naturaleza ha ofrecido al
bombre para proteger su debilidad ó suavizar
80 eiistencia, pide qulzás mas imáginacíon
qae ias otras artes, para imprimir á sus pro-
docciones un carácter tal que no encuentre
otroejemplo cd la naturaleza, y que elórden,
la inteügencia y ia armoniá reinen en toda
eUa; mientras que en la plntura y la cscullura
sacao no solamente los modelos que ellos re-
presentan, sino tambicn la espresion de los
sentimientos que les hace animar los sugetos.
Trataremos de encontrar en el arte de la ar-
qoitectura el 'genio y el giisto que le consti-
(oyea.
Esta es la fuente fecunda del genio que la
irqollectura ^acada la iovencion conforme las
leglas coDstituye el gusto, y sin auxilio del
eaalno engendraria frecuentemente mas que
prodocciones estravagantes. El gusto y scnti-
lúento de convenienclas, preside á la distri-
bacion y á la relaclon de lasmasas con los de-
talles, ycoordioa los principios de eqnilibrio
COD los encantos del arte. £s tal su influencia,
qoe iqMfftado de la ruta ordiilaria, uu arqui-
tecto poede dolciacar ó infringir la monotonia
de ía regia, y ayudado de una transicion qne
tísabe hacer casi insensibie, aproximar las
Ivmas opuestas d distintos coloresi tal que
una sibia y profonda combinadon qne no pre-
senta por la justa disposicion de todas aos
partes, mas que la apariencia de una creacion
fácil, constituya el gusto. en una palabra, qoe
dé la úllima mano i la obra. Dc la reunioo del
genio y del gusto, resulta cl carácter que es
la espresion de la arquitectura, fondada por
unaf parte sobre la utUidad y la dtsposiciou de
un cdiflcio, y por la otra sot)re la sensacion
que debe hacer esperimentar au. aspecto. Por
medio del caricter, la arquitectura iniprime en
uo monumento un sentimientode severidad, de
nobleza ó de eleganciai viniendo á cstablecer
una distincion positiva entre la habitacion ru*
ral y la habitacion de villa» la casa de un rico
y cl palacio del soberano, y la prision y la man-
sion del placer.
Si los ejemplos que acabamos dc citar en"
cierran oposiciones tales que sea dificil errar
en las composicioues qoe eilos presentan, hay
otros muchos ediflcios qoe ofrecen una inflni*
dad de degradaciones intermedias muy difici*
les de conocer. Desgraciadatnente muchasve-
ces, por ejempl0)*se confüudeia puerta de
entradai unaciudad con un arco de triunfo,
la casa de detencion con la prision, la capilla
con la iglesia, y en íln la iglesia parroquial
con la basilica. En este caso que la teoria es
insuficiente, el arquitecto no tiene mas guias
que esta finnra de Juicio y este dictamen poco
comun que le hacen apreciar su Justo vaior*
y lo indícan el tamaño sin exageracion, la
simplicidad sin mezquindad ó la riqueza sin
profusion.
Bajo el segundo, conceplo, la prictica dela
arquitectura consistc en la aplicacion de los
principios del artc, y.no se pnede alcanzar sino
ayudado de las ciencias exactas y naturales,
qoe someten i su poder las producciones de la
nutnralcza, para hacerlas concurrir á la ejecu-
cion de los pensamientos dei genio. Por esto
no han clasificado sin razon los autiguos la
arquitectura en la altura de las grandes cien*
cias.
Garaeterlzado por un genio que le es pro*
pio» cada pueblo le mauiflesta en las artes que
cultiva; sea que él 1a haya recibido de la na-
turaiesa, seaque la baya desarrollado por su
civilizacion, siempre se le conoce por su ar-
quitectnra, como por sus poesía: asi le esficU
al ojo prictico seguirla en todas las regiones
donde ha elevado monumentos; bien que haya
espiotado su propio snclo, ó que apropie laa
producciones de paises mas remotos, como la
piedra, el mirmol, los metales, etc, que in*
dican su presencia y llevan el sello de su ca-
ricter, de sus costumbres, de sus usos, de su
ciYilizacion, y en una palabra, de sus facul-
tades.
Nosotrosno prétendemos dedocir de esta
deflnicion del genio, que todos los pueblos ha-
yan tenido igual grado de perfeccion en suu-
quitcctura; pero, que guWos porun seM
mieato de conTenienda partlcalar á sos hmr
i
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4«7
ABQÜITECTORA
m
sldades, liao teodkio á oo mismo objeto por
otminos opoestos y medios diferentes, por los
ooales han dado curso á la imaginacion, en la
aplicacion á su clima y á las producciones de
sn stielo. Ksta venlad la creeroos tanto mas
fbodada, que apropiando cada dia las concep-
ciooes á nuéstros usos» oos imponemos la obli-
facion de reconocer el grado de superiorfdad
que ha adquirído, al menos en algunas par-
tes la arqultectura.
No conTenir en 1a utilidad, propiamente di-
eha de la arqnitectnra, seria demasiado absar-
do; mas si pior la ntilidad, nosotros entende-
mos las Tcntajas, los goces que eila nos pro-
oura» la carrera se desarrolla prcsto á ouestros
ojos bajo el roas vasto 7 mas brillante aspec
to, 7 con Tcnts^as que las otras artes no le
poeden conteatar. Asi es que la Teroos erigir
femplos á la DiTinidad, palaclos á los sobcra*
Dos, monumentos honoríficos en memoria de
horobres ilustres óde acclones célebres; cons-
tmir las fábricas, las máqulnas, fiientes de la
iodnslría 7 de la prosperidad de los pueblos;
lcTantar niurallas al rcüedor de las ciudades 7
Tillas, parii protejer c-I comercio; dlsponer los
drcos y los teatros para los placeres, los acoe-
duetos y paseos públicos, para stiministrar el
agoaconabnndancia.
Tales son los principios que nosotros tra-
taremos de desarrollar eo los articolos á los
eoales nos referimos.
Este seri el lugar mas oportuno de dar
una idea general de la bistoria de la arquitec-
fura, empesando por tas de la India y del Egip-
to que se mirao como tas mas autiguas; pero,
deblendo ocnparnos particnlarmente bajo un
fitnlo especial de todas ellas, no - trataremos
aqui mas que de ia de los griegos, en qne la
helleza forma el regulador de 1a teoria y de 1a
práctica de esle arte basta los tiempos mo
derno;*.
Los dorios parece liaber Hido el primer
poebto de la Grecla, qoe determina las pro-
porciones del órden que iiias en uso estuTo en
toda la Grecia, iiajo ei nombre de dórieo, y ad -
Ipilrió una perfeccion tal, que ningun pueblo
le pudo sobrepujar. El dórico, esclusivamenle
émpleado en los monumentos etruscos. indi-
ca bleo positiTamcnfe que ctiaodo los pelas-
^s trasportarou á Etruria las artes de la 6re-
cia, esle órden era solo conocido en Atenas:
Éolamente que cllos le adapturon uiia base. En
este eslado fué cuando le int rodnjeron en Ro-^
roa bajo el oombre de toscano.
Ed tiempo de Perlcles, Atenas se habia he
cho el centro de las ciencias y de las artes,
7 habia dejado fijos los tres órdenes que des-
puos sirvieron de base i la arquitectura: el dó-
ríco. el Jónico y el coríntio.
Eo el año 61 4 antes de la era crístiana,
Tarquino hixo Tenir etruscos para construir la
gran cloaca conoctda hoy bajo el nombre de
.^loaca maxima, y para leTantar pórtícos a1-
Tedador dé la plaaa pdblica, dé laé esoue^
\m, etc. Bstofl fberoo eo Room los prtmeros
monomeotos que ao hicieron en píedra qoe me-
reicao sereiiados. Porque, segon la reiadoB
de los hlstoríadores, ios icmplos 7 las habita
ciooes particolares no hao sido cobiértaa has-
ta entooces mas que de rastrojoi 7 ardlla.
Tarqnioo el Soberbie, sobríoo del anteríor,
eleTó el teroplo de Júpiter Capitolioo.
AuguBto, que Tlto LiTio ilama el restaura*
dor de ios templos, trajo los mas célebres ar-
quitectos y escultores dela Grecift, 7 prestóasi
a^oda i las bellas artes, para cobrír los hier"
ro^ i donde ee encadenaban los romanos.
Oespues bace Tenir de la Sicllia y del Egipto
loe mirmolea maa preciosos para constniir los
roagoiflcos roooomeotos que inmortaiisao sn
siglo, ^deloscoalespodemos citareofDo^ni-
plo el templo de Júpiter Tooaote. Bsta es la
épocamas iiríllaote de ia arqnitectora romaoa,
quecomo dice Vitrubio Poltion eo so obra, oos
trasmite los princtplos ó medios por los eotlei
el arte habia ilegado i nn atto grado de perfec*
cion.
Bajo Tiberío 7 Clandio, la arquitectora eni*
pieza i degenerar, bajo Neron, el lujo 7 la pro-
fusioo la elcTan aobre el gusto, aserclon Jos-
tiflcada por la descrípcion del palacio qoe baca
coQstruir coo el oombre de Caaa Dorada que con-
prende^ lodo el monte Palatino, 7 la paríe del
Viminal ho7 ocupada por el tempto de la Pu.
Trajano llama por algun tieropo la arquitectora
i su primeraporeia, comopoidemos joxgarpor
los fragmeotos que restao del arco 7 del foro
que fueroo IcTaotados; mas loego decae des-
de el tiempo de Adriaoo, bajo el coal se iotro-
duce el gusto de ia arquitectora de díférenfes
pucblos somelidos entonces i la dominacion
romana; y por úlliroo sucnmbc bajo Galíeno.
La traslacion de la silla dol imperio roma-
no i Blsfliicio, eü sin contradiccioo, i lo que se
ritríboyc este aoiquilamíento de las artes eo
Roma. En efeclo, ¿cómo podrin ellas sostener-
se cuande Constanfino y sus sucesorcs, oo
contentos de Üevar el pequeño nombre de ar-
tistas qiie tenian eiitonces, hlcieron demoler
algunos monumentos para lleTarse ias colam-
nas ylüs roáriDoles quc los decoraban? Si se
nne á estos motiTOS ias incnrsiones frecaeotes
de los bárbaros en este imperío desmembrado»
se sorprenderi dehallar aun hoy dia roioas
ioteresanles, y una enorme cantidad de deta-
lies preciosos que se hao escapado del estrago
de I0S siglos y de ia barbaríe de los Tiodak».
El gusto de la arquitectora romaoa, altera-
do sobre so propio suelo, oo poede resistir á
uoa coloniiacioii si peligrase por ella. El lq}o
asiilico y una ordenacion sin reglas ni príii*
cipios te hacen presto sucombir, 7 se to oai-
cer la arquitectura biiaotioa, resultado de es-
ta reunion, en la ctial la habilidad M ohrero
sustituyei lacicncía del arquitecto.
El primorinoniimento considerable qoe se
conátroyó de esta clase, fnéla basiliea deSni*
ta 6ofía, coustruida por Jostioiaoo ep el 9|*
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109
ARQÜITECTD&A
440
gio TI, y qie 86 eonsidera con jasta raioD oo-
mo l< príocipal obra del Bajo Imperio. En e\
trascorso de los sigloa X y XI, los arquitec-
108 gríegos levantaroD sucesivamente las igle-
siis de San Márcoa en Venecia, San MiQiato
eo FloreDcia , y la catedral de Pisa, para la
CQal fioscfaetto hizo venir loa mármoles del
AÍKca. La torre de Pisa fué elevada en el sigto
slfnieo'e; en el XIII, Jacobo, arqnitecto floren-
lino, coostruyó Nuestra Senora de Asis, tan
eoDsiderable por la disposicion de sus dos pi-
808, como por la riqueza de las pioturas grie-
ÍH qoe la decoran. En esta misma época Ar-
DolptK) di Lopo eleva en Florcncia la cúpnta de
Santa tfaria de las Flores , y Pablo Barbetta
ooostr4]ye Santa Maria Formosa en Venecia, la
trqailectura de este úllimo monumento es nn
elo^io del género bizantino adoptado por
aqneilos que nosolros acabamos de cilar , y
scaproxima ya á la antigttedad. Roma no se
<jwdó alras bajo este produclo del arle; la Mar-
diione eleva la capilla en mármol de Santa
Maria la Mayor; y el gnslo de la arquilecliira
ac reparte de dia en dia en el veMo de la Euro-
pa. Cáríos V bace trabajar en el Louvre, empe-
sado por Felipe A«goslo , y en el (mlncio dc
Sdo Germanen Laye, queCárlos Vlbizo auraen-
lar coosíderablementc. Kn Inglaterra, Bduar-
<lo III üace lcvantar el píitacio de Windsor. A
la Ilalia le eslaba rcservado dar á la arqnitec-
tura uo nueco lusire; estc es el qoe en el al-
glo XV produjo Brunelleschi y Leon Baotista
Alberto. que los primcros estudiaodo á Vitrubio
empesaron á dibujar y medir los monumenlos
inliguos de Roma. Gracias i la proteccion in
medmta y al guslo de los Médicis, la arqui-
lectura alcanzó presto este grado de pef fepcion
y soperíoridad que bizo por segunda vez con-
ziderar la eiudad de Roma como la reina det
Biaodo; estos son los que (razaron la marcha
qoe con tan bueo éxito siguieron el Braipante,
Sao Oallp, Baltasar Peruzzi , Serlio, Príeto Li-
gorio. Vigoola, Palladio, y este es ei resplan-
dor de las vivas luces derramadns por estos
eélebres arquitectos y que ia Francia debe
por Qn á Filiberto del Orroe, iuan Bullaut, Du-
rercea, Mansar^ y Francisco Blondel.
ISPLIGACION DE LAS LAMINAS DE ARQUITEG-
TÜRA.
LAMinA I.
Orden egipeio.
Pig. r* Plantade on ángulo del pórlioo
del graa templo de Edfou.
fí^. í.* Fachada del mismo pOrtico , to-
mada sobre el áogulo.
Fig. 3.* Elevacion ó alzada del ingolo su-
períor del gran templo de^ HBrmonthis.
Fig 4.* Par e de una (merta del grao
taoiplo Pbil». Se veq eiioima trea fraDdea
moldoraa deooradaa de globos aladoa, qne se
encoentran, seroejantemente colocadoa en to-
das las poertas de los ediflcios egipcios.
Pig. 5.* Decoracion esterior de los muros
de intercolamnio del gran templo de Phil».
Fig, 6." Gapitel y ba?a de iino de los cdi-
flcios del Mediodia en Phiise.
Fig. 7.* Planta y alzada de uno de los ca«
piteles del pórtico del gran templo de Edfou.
£1 capitel de la fig. fl.^ ofrece una dc las
variedades que están mas en uso en la arqui-
teciura egipcia, es una imitacion det cáliz de
una flor, qoe sin duda es la del lotus. El borde
del ciliz es circutar y cortado en lóbulos cou-
vexos, formando upa série de pétalos que caen
al rededor con grácia. Gn otros capiteles el
cáliz está rodeado de hojas de palmera como
en la fig. 7.^, ó de hojas de plantas acoátlcas.
Estas dos variedades de capiteles, que son las
mns coosiderables , coriesponden á la bclla
época del arte. Segun sea el destino de estos
capileles, caisi s*^ les rccubría de geroglíflcos
esciilpidos y pintados de colorcs variados y
brillaules. Ca tercera variedad, qué es bastan-
te rara, eA la que tieue los capiteles de las co»
lumnas del gran templo de Tcntyrís, en Dende-
rah (véate la fig. t.^ de la lám. X.) Está forma-
da de una roasa rectangular, sosteniendo so*
bre cada una de sus caras una cabeza de Isis
en relieve, y sobrepuesta de una paríe que fl-
gura una puerta piramidal; algunas veces la
cabeza de isia eati reemplazada por una de
Typhon 6 genio del mal, llamado asi entre los
egipcios. Las colomnas soo de forma ligera-
mcnlc cónica, pero sín grada. La parte in-
ferior está decorada de triiogulos curvilineos,
entre los cuales sc encoentran adornos forma-
dos de lotus y olros slmbolos; por último, des-
cansa aobre una base cilindríca , y general-
mente lisa y de un diimetro considerable.
Lo^ detalles representados en esta limina
comprenden casi todo el slstcma de omamen-
tacion del estilo egipcio , quc fué consagrado
desde, los primeros tiempos , y continua, por
decirl'o asi, invaríable.
LAMINA II.
Orden dórico.
Fig. 4 .* Fachada del ingulo occidental de
uno de los templos llamados Propglos en
Atenas.
Fig. %.* Detalles de la revnelta dcl ángulo
del fronton del Parthenon eu Atcnas.
Fig. 3.» Detalle de «n capllel del Par-
thenon.
Fig. 4.* Detallc de ias arinellas del mia-
mo capitel.
Fig. 6.* Orden dóríco del leatro de Mar-
eelOf en Roma. Este órden qne ha sjervido de
tipo al dóríco romano, conserva auo, en algu-
naa partes, la pureza del arte $nef^, y reune
á la &oUdes la elegancia.
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144
ARQÜITECTÜRA
44S
Pig. 6.^ Detalle en grande del cornisa*
mento, del capilel y del plafon bajo el alero.
Fig, 1.^ Cornisamenlo de nn órden dóri
co descubierto en Albano, cerca de Roma, y
planta del plafon del alero.
Ftg. 8.* Angulo de un órden dórico pr¡-
roitivo de 1a Sicilia.
Esta lámina cncícrra los tipos principales
de esle órden, quc fué creado por los griegos,
y conslituye clla sola el esUlo de la arquitec-
tura» y quizás cousiderada como la espresion
mas verdadera de la fuerza, de la solidez, de
1a purcza y, de la severidad. ■
La fig. 8.* nos nlanlflesta el carácter que
tuvo el órden dórico en los primeros tempios
conslruidos cn Crecia; es decir, anleriormenle
al siglo VI antes de nuestra era. Esle ca-
rácter ha sído cooservado en una época pos-
terior en Sicilia, en algunas partes de la Ita-
lia y en Egina, doode la encontraremos en el
templo de Júpiter, y cuya construccion no se
remonta mas allá del siglo V, y se conoce éo-
mo el tipo del estilo que se considera hoy,
por esta rason,' bajo el nombre de esUIo egi-
nético,
Este fué entre los famosos ediOcios cons-
truidos en Atenas bajo la adminislracion dc
Perlcles, el órden dórico que reunia mas per-
feccion. Las figs. l.« y 2.* pueden dar una
idea de la belleza de ¿us proporciones , de la
linura de sus detalles y de la pureza de sus
formas. Casi todos los ediQcios de esta época
están coostruídos en mármol blanco; asi á
causa de la riqneza y bcileza de la materia
cmpleada, se hizo entonces un uso menos
general de ios colores que en ios tiempos
primitivos, que eslaban construidos con pie-
dracalcárea porosa, y revestidos de estuco
coloreado. Los magniflcos adornos que habia
pintados en los templos hechos de tobá, fue-
ron dcspues esculpidos en ios templos de
mármol, donde las grandes superflcies lisas
quedaron apnrentcs.
EI órden dórico fué casi solo cmpleado por
los griegos , los cuales de sus costumbrcs
simples y severas habian in-pirado el gusto
de todo to quc es digno y magestuosd. Los
romauos, por el contrario, en el gusto mas
móvil y suotuoso, se acomodaban mejor á una
arquitectura mas rica y mas risueña, em-
pleando muy raramente este órden, dándole
uu carácter muy diferente, alargando sus pro-
porciones, multiplicando sus detalles, y ele-
vando, en nna palabra, el típo de simplicidad
y de nobleza que los griegos le habian sabido
imprimir. Estas son las partes de que se com-
ponc la columna que Ilevan variaciones mas
notables como se puede vcr comparando las
fgi» l.* y 3.*, donde se ve que el dórico de
iosromanos no tiene relacion conel de losgríe-
gos mas que en los triglifos y las gotas; la cor-
nisa forma enteramente otro perfil, y el capitel
es en un todo diferente del de los griegos.
LAMINA UI.
Orden jónico.
Fig, 4 .* Visla del ángulo al Nortc del pór-
licó de ErecteOf cn Atenas.
Fig. 2.* Detalle del coruisanipnto del mis-
mo pórtico.
Fig. 3.* Detalle de la base dc una co«
lumna.
Fig. 4.* Fachada del órden jónico del lea-
tro de Marcelo, en Roma.
Fig. 5.* Detalle del comisamento del mis-
rao órden.
Fig. C^ Gornisameuto del templo de la
Fortuna viriU en Roma.
Fig. 7.* Capitel visto defrenle y de perfit,
de la iglesia de Santa Maria Trattavera, ea
Roma.
Los griegos no )]icieron un uso muy fre-
cuentc del órdcn Jónico; y casi se pnede cí-
tar que seis fueron todos los ejemplos que bu-
bo deeste órden en toda la Grecia propiameo-
te dicha. Los romanos no lo emplearon mas
que accidentalmente. Se le cncuentra eii Roma
en el lempio de 1a Forluna viril, en el tealro
de Marcelo y en las termal de Diodeciano.
En las colonias griegas de Asiase le ve emplea-
do en los templos, sobre todo eu los de la
Jonia, donde se cree haber sido empleado por
primera vez.
La invencion del órdenjóntco noes tan an-
tigua como la del dórico; pues no data mas que
del año 660 antes de Jesucristo; antes de csta.
épocael órdendórico esel que solo secmpleaba
en la construccion de los templos. En el princi-
pio del siglo VI, antesde nuestraera, es coaodo
empieza á desarrollarse esta arqnite'ctura roas
risueña y que conviene mejor que la arquilec-
tura dórica á los gustos y á ias costumbres de
los Jonios, entre los cuales reina un espírito
menos severo, un pensamiento. mas decidido
que entre los griegos de Europa por las for-
mas elegantes y graciosas.
£1 órdeú jónico varia poco de carácter en
los edificios del Asia, tiene bellas proporcio-
nes, pero está sobrecargado de una oroamenta-
cion de mal gosto, y frecuentemente ejecola-
da sin cuidado. En la Grecia propiamente dicba,
es ficil buscar el bello tipo de este órden; alli
conserva en efecto la nobleza y la simplicidad
del dórico, aunque tiene mayor elegaocia y mas
ligereza. EI de Erecteo , qne representa la
fig. l.» es el mas rico que los griegos lian
empleado.
Lo3 romanos como se ve en la fig. 7.*, bao
reunido ¿ la ríqueza de omamentaciou del ca-
pilel Jónico, el cornisameoto de la fig. 6.* muy
sobrecargado de detalles , que 1e bace formar
un todo muy pesado, y no reune la esquisita fi-
nura del cornisamento griego. La columna, co-
mo se ve en la fig. 4.* es poco mas ó meuos
como la griega; el capltel corto dedlmensiooes,
! ba perdido la semejanxa del qae está formado
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ARQÜITECTÜRA
m
7 no reDoé e1 aspecto de 1a solidez y elegancia
qne presentan todas tas partes dei órden jóni-
co erapleado por los griegos.
LAMINA IV.
Ordenes ctmntio y compuesio,
Pig. 4.* Vista en alzado dei ángulo del
pórtico det Panteon, en Roma.
Pig, ^^ Detalle en grandc del comis&men-
todel.órden del mismo pórtico; pianta de los
modillones y sofltos de bajo ia corona.
Pig. 3.* Elevacion por mitad dei capitel y
. de la basa del mismo órden.
Pig. 4.* PJanta de la cuarta parte del ca-
pitel.
Pig. 5.* Gapital y basa compuesla del ar-
codeTito.
Pig. 6." Planta de la cnarta parte del mis-
m capitel.
Pig- 7.* Cornisamento del órden del mismo
arco; planta de los modillones y de los sofitos.
Pig. 8.* Basa compuesta.
La arqnitectora cofiniia no constituyó Ja-
ois un tipo particnlar en los bellos tiempos
de la Grecia; no estaba considerada en este
pais sino como an accesorio del iujo, y no se
re en nlnguna parte como ordenacion comple-
tadenn edificio. Losdos sotos ejemptos de es-
ta arqoitectora exifften aun en la Grecia propia-
Biente dicha, son en el peqoeño monomento de
Lffsierates, en Atenas, y en el templode ilpo/0|
ea Phigalie; no es empleada maa que aistada-
nente y como sobordinada ¿ las otras partes
del ediflcio. No foé mucho tiempo despues la
iaYencion, pnes data del sigloIY antes de noes-
tra era, en que se Tcel tipo corintlo detenerse
ante las formas canónicas, y escluir eu su em-
pleo el de olro órden. La historia antigua atri-
ÍHiye Bu invencion á Galimaco, pero esto no es
cierto, pues lo qoe hizo fné perfeccionar al-
gonaspartes desu omameíitacion. '
Foera de It Grecia, es fácil encontrar los
fliodelos en los cuates cl arte se conTino en re-
coBOcer las regias del órden corintio, se le
eDcoeotra frecuentemente en Asia, doode está
aioy sobrecargado de adomo, y donde se tra-
tóde perfecclonar otro tanto aun so tendencia
tttnral en la decoracion. Bl máximo de rique-
u T lujo se encuentra en los monumentos de
Balbee y Pedmira,
El órden corintio pertenece ála arqoitectu-
n romaua, como el órden Jónicb Ala arquitec-
tora del Asia Mcnor, y el Orden dórico ¿ la ar-
qniteetora de la Greda. UL'fig. 1.* ños mani-
^esia el^car¿cter mas beilo qoe los romanos
impriiBieroD ¿ este órden, antes qne el dema-
sMoamor al lujo nd alterarse con detalles n!al
mofiTados, 1a pnreza qoe en no principio no
nchilan SQ riqueza y so elegancia.
Ati es, qae este amor ai IqJo, con la nece-
sidad de fórniaa QQeYas, da ortgen ¿ el órden
desigiHido oon el Bombre de comp^esto: Me 6f-
den no posee ningun carácter queio sea propio*
pues eso no es mas que un compuesto de órde*
ncsjónlco y corintio, de los cualesse haapro,
piado las partes mas ricas y mas adornadas*
En el siglo XV este órden fué señalado por la
primera rez por los arquitectos que estudiarn
los monumentos de la antigüedad, y le mir*
ron como moda en la época del renacimiento.
Este órden fné empleado por primera tcz
enel arcodo Tito, y sehaadoptado conprefe-
rencia en los arcos de triunfo, aunque se en-
cuentra ahora en hs termasde Diocleeiano, en
las de Caracalla y en el pórtico de Octavio,
No liene la gravedad, lasiraplicidad, la unidad
de carácter del Panteou y dei templo de Anto-
nino y Faustina. La profosion de sus adornos,
repartidos sin razon sobre todossusmiembros
y cjecotados con negligencia, le da pesadez
y le quita ia pureza de las líneas.
Esta es 1a razon por qne se considera el
compuesto como una ordenacion particular; y
no es en efecto mas que una varícdad del co-
rintio, eo que la elegancia y la senciilez no
es suficiente ¿ la magniflcencia y al lujo de
los emperadores. Esta combioaclon de dos ór-
denes, en que los elemeulos bellos que ellos
roismos tienen no reunen de natural mas que
el ser semejantes^ es ya un paso cn ladecaden-
cia del arte y presagio de declinacion de Id ar-
quitectura romana.
LAMINA V.
Orden morisco.
Fig, i.* Representa uoa de las arcadas
del pórlico que recorre el patio de tos leones
Uel palacio de 1a Alhamhra,
Fig, 2.* Decoraccion de las arcadas de la
sata de las Dos Hermanas,
Fia, 3.* Decoracion dc un arco de la sala
de AÍbercad,
Pig. 4.« Detalle del capitel y de la basa
perleneciente ¿ la fig. 4.*
Fig. 5.^ Gapitel del pórtico del patio del
Estanque,
Fig. 6.* ' Trozo do una fachada en la sata
de la Me%quita.
Sl ss quicren tener mas detalles^ véase la
palabra arabe.
LAMINA VI.
Orden gótico.
Fiq. 4 .* Representa nna de las arcadas de
la nave de la cafrdral de Bayiona.
Fig, 2.* Campanario de oiia iglesia de
Ruen.
Fig. 3.» Campanario tomado de la catedral
deFribourg.
Pig, 4." Floron enquétermlnanordinaria-
mente estos campanarfos.
Pig, y^ Pechiiia de la catedral de Colonla,
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ABQOtTBGTUHA
M
Fig. 0.* r 7.* Cai^tel de eKe edlflcio.
Fig. 8.^ Parte de una Tidriera de la mis-
ma catedral.
Si 86 quieren tener mas detalleSi Yéase el
artlcuto GOTiCA [arquiXecXura.)
LAMINÁ VII.
Ordisné% dñl renaámiento,
Fig. 4.* Orden dórico de la galeria del
Lonvre, lado de U ribera.
Fia, i.* Orden jóoico det pábeUon de loi
Helofei, en las Tulteriai (Pam.)
Fig, 3.^ Carlátide de la tribuna de Jiian
Goujón, en el Louvre.
. Fig. 4.* Orden del palacio de GáliUm.
Fig. 5.* Gornisameoto del gran órden del
pórticodeEcouen.
Fig, 6/ Capitel de la casa de Francis-
Gt> I, en Orleans.
Para obtener mas dctalles, véasc el articu-
lO RBNAGUUBNTO.
LAMINA VIII.
Monwmenloi oiltieoi y de la antigua Galia.
Fig. i .* y %.* Roea de hu hadae de Bag-
neuw, cerca de Saumur.
La fig. 4 .* representa la planta« y la/(p. t.*
una vista de esta galeria cu6t>rta, la mas con
siderable que se conoce por sn esiension y
/ conservacion, y por la dimeosion de los troaos
qne la componen. La abertura de este monu-
mento está practicada al Sud-eate, y formada
por do8 gruesas pledras que no dejan entre si
mas que el espacio de una puerta ordiuaria.
Estas piedras tiene unos 1 '/9 pi^s dc aitura,
el espesor varia desde un pie hasta S Vi • La
longitud del monumento por el esterior es
de 6% pics. Gada uno de los dos ladoa mayores
está formado porcuatro piedrasque componen
una longitud total de poc > masde 45 pies. Uoa
sola piedra forma el fondo del monumeuto, y
se estiendc en la mayor longitud. Bsta piedra
tiene mas de 25 pies delargo; es por cl eslilo
de las que forman los grandes lados, inclinada
en el interior del monumento. Las dos piedras
delafachada tienen una posicion perfectamon-
te vertical. El techo está compuesto de cuatro
piedras, la mayor tiene 25 pies de loDgltud
por %t de ancho y 3 V^de espe&or. Ksta enor-
me tabla está ni)ada en toda sa longitud, y
sostenida por una piedra eu su estremo, aisla-
da en medio del monomento y de 4 piea de
larga por 4 Vs de espesor. Sobre la planta se
ve fig. 4.% el lugar que ocupa estapiedra. Dc-
lante dc la entrada, hácia cl ángulo orieatal,
bay doa piedras do unos 4 ples de.altara.
Fig, 3.* y 4.* Planta y corte del Túmulo
de Ñew'Grange, cercade Drogheda, enel
condado de Meath> en Irlanda.
laaUuradeestemoimm^a^eadeS^VaPtea;
está rodeado en 8q base de an gran número do
piedras muy gruesas. El interior repreaeata
una larga galeria, cuya entrada está pracücada
á mas'de 47 pies en el foudo de 1a cueva; esta
galeria, dc 36 pies de larga por 4 de ancho,
termina en una sala de forma octógona.deuna
altura de 43 pies, y termtna en una especiede
cúpula formada con piedras aproximadas por
fuera del muro. A los lados de la sala hay trei
ceklas irregulares, qne no tienen mas ancha
que el oorte de la piedra.
Fig» 5.* Piedra de poca b'nc de Perm*
Gayreeh (lados del Norto.)
Ebta piedra tiene cerca dc 50 pios de largo
por !25 de espesor. Su superflcie, naturalmea-
te aplastada, ofrece una escavacioa centrai j
una cspecie de canal ó vertiente quc parece
hecha por mano del hombre; de donde se si-
gue que esie gran monumento ha podido ser-
virde altar. La superflcieinterior presenta ana
forma mamelonada, por la puota de la coal la
piedra descansa sobre una roca mas gmesa
que ella. El equilibro es tan perfecto qoe bb
solohombre puede fácilmente hacer balancear
esta masa con un peso valoado en 500,000 ki-
lógramos. *
Fig. 6.** Menhir tallado eo forma de cmi
en Karnac.
Fia. 7.* Piedra de poca baee de Weit^
Hoadley, en el condado de Sussex, en higta-
terra. Esel masconsiderablodelosmonamea-
tos de este género que posee la Gran Bretaña.
Mr. Tbom Powal, en una noticia inaerta en et
tomo Yl de la j'Urqueologia valúa su peso
en 500 toneladas.
Fig. 8.* 9.* y 10. idoloB galos del mnseo
de Avignon.
LAMINA IX.
Templo de Tentyrii.—Pylonei del templode
Aroerii en Edfou.
Fig. 4 ^ Planta del pórtico del gran templo
dc Tentyris.
Fig. 2.* Elcfacíon de la fachada del mis-
mo templo.
Fig. 3.* Planta del pylonc del gran teoh
plo de Edfou.
Fig. 4.* Elevacion dc la fachada del mia*
mo pylone.
L s tcmplos egipcios estin casi todos cooi*
truidos poco mas ó menos por un niismo pla*
no; las partea esenoiales conaisten en oba
série de puertaa magnilicas, de pórticos, de
grandes salones decorados con bijoa relieves
que repreaenlan escenai retigiofiis ó comba-
tes, y en el esterior escnlpidos en relTeve.
El pylone, actíesorio ordinario de ioat
plos e¿pcio8, varia en noinbre y ea dioen-
slones. Gomo ae le ve en la üg. 3/ ea oa doble
maoiso de forma piramidal, dejando un eapa^'
cio entrc aua partés. Los pylones airvea ó ée
obaervatorioódemedio de defem; Miobe
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▲IQIIfYBCftAi
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pardM ucúetm ewsadas, saa en naoda
l08 Bndios/sea 61 los dof. Laflearas estin
eonolM de loe templos, cubiertaa de edomoi
ydeooradasai los diu de fiesta de Biástiles y
knideiolaf. Detaote de k>B pylones se to aí>
ginaB feeesi coao ea el tempto de KanMhC, oaa
KaeB úáM de eafligea; deiVQea ae lialla el
perlitUoqDecoBSisteen on graa patio rodea-
dadipórtiooB; eote es el proiiaof de los tem-
plosgiiegos, ensegoidahaf onagran sala,
lifpostrlo, ó naos, i la qae preeedeotra pieaa
IsnerahDente úh peqneñas dimen^ones» di-
Tidids en bóTedaa, y qne sinre de santaario:
eita disposteioii esti generalmente adoptada
ea los templos eglpelos, ooando laa diferentes
pirtessesoeeden enetmlano órdenqneel
qBinosotnn acabaBoa de indicar.
tAIONAX.
MmHo y ühado <M PMrikenmi, m Áienm.
II iémpiode Mmerva ó Parthenon fuó le-
nnlido por JPttriolea en la cambre del Ácrópolis
de Atenas; la ^eeoclon fué oonflada ¿ ridias»
leaieDdo befo su direccion Iob mas bibiles ar-
fBiteetesdo la época, Ictynns y Gallicratés. Hi-
lalo construir en belló mirmoiblanco, sacade
de ia montaña Pentelica. 11 templo es dórico
selisiyio, períi^roéhypetro. Sn longitad, to-
■ida desde el ingnlo de las tresgradas que le
Mstfenen,es de416 pies; su aacho de65 pies,
ihededor del templo reina nn peristilo com-
paeslo de cnareiita y seis colomnas, ocho en
cidafaehada y dieay sieteencada ono de los
oostados. Kstaa cokunnas no tienen basa, la al-
toia cempf ondido elcapitel^ es de poco mas de
3( pies, el dUmetro es de uno83 pies; las de
Ws iogóloa 8on mas robostas y el diimetro es
iBi poco maa creoido. Todas estin estriadas con
iri¿iB TÍTBB en toda la altura. Sostienen nn
conisBMBlo qae tieae 4 4 pies dealtura, y que
ao es menos admirable por el caricterde sos
perfiles qoe por la beUeaadel mirmol de qoe
eni fiorÉaado. Encadauna de ias fachadas el
pórtieo ea doble» his colomnas del segundo
pdrtieo eleradas sobre dos gradas» son de un
diáaetro naoB pequeño que las del primero, y
10 corresponden todas perfectamente con su
eje. Sstas IrregolaridadeB que la teoria con-
deaa, son insensibles ea hi ^ecacion y coa-
eorraipor el cootrario ha bacer el efecto de
iaaiirse.
El hiterior del templo estidiridido ea dos
part»; la primera,ó Tcstibulo, esti sosteaida
foraets eolonaaa sobre dos cuerpos; hi se-
gvida 6 la eeUa, tiene Teiate y cuatro colom-
nas, oAce ¿ cada lado, coa uoa ea cada estre-
nidid. Alginiosdiceaqoe las colomaas, ea lu-
fur de ser en aúmero de sels ea esta parte
90 líeBeB maB quecnatro.
4G3 BUHJoraoa muLAn.
tAlffiU JU
Tmplo de Ántonino y Faustina, en Roma.
Fig. 4 ^ Flaata del tcmplo coa U restaura •
cioa del peribolo.
Fig, 2.* EleTacioa de la fkchada del
templo.
Fig. 3.* EleTacioa lateral, 'faacieBdo Tcr el
friso y el muro hendldo de la eeüa.
Fig. 4.* Uedallas de Maroo-Aurelio.— Eá-
tas medillas han ser?ido en la restauracioa y
en la oraameatacion de| fronton.
El templo de Antonino y Fauetina, que
existeaun casleatero en el Campo-Yaccino, en «
Roma, fué constmido por Morco-Aurelio en ho-
nor de Antonino, su predecesor, y de f ausU-
na, sn esposa, hiia de este principe. Despues
ha sido couTertido en iglesia y Ileva hoy ei
nombre de San Lorenzo en Miranda.
Bste templo, aunque de peqoeñas dimen-
siones, esde un gran interés por sn conserTa-
don, sn simplicidady la severídad y la puresa
desn eatilo. Sn constmccion es de una perfec-
don quo se encuentra rara vei en los monu-
mentos de esta época* EI estilo es oorintio
oroetyto jf exaityío. Sns columnas de una be-
ila proporcton, loa capiteles talFados en mir-
mol blanco, asi como las basas que reunen la
sencUIes y ia bellexa. Ei comisameuto es uno
de los mas sencillos del órden corinüo, y no
IIcTa ni denticuIosnimodiUoaes.EI friso, eje"
cutado de ua modo admirable, esti compuesto
de grifos, de adornos y candelabros de mny
buen efccto y qae ofrecen mucha Tariedad. En
una palabra» este templo es uno de los tipos
mas bellos de arquitectnra corintia. Descansa
sobre un esülobalo, disposicion que se en*
cuentra en los templos primiüvos, y que faé
generalmente adoptada oesde el Üempode Do-
midano, cuyo reinado tocaba ya los últimos
beUos dias de la arqnitectura.
LAmNAxn.
Basüicade Pompeya.
Fig. 4 .* Planta del gran edificio dd foro
de Pompeya, que se desigoa bijo él nombre
de BaiiUca de eüa vüla.
Fig. 2.* Gorte trasversal de este edlflcio»
supuesto eu su estado primiUTO.
Fig. 3.* Gornisamento del prhner órden
de la tribuna del fondo.
Fig. 4.^ Uitad de capítel T de bua del pri-
mer órden de la tribnna del londo.
Esteediflcio no esti conforme de todo pan-
to con la descripcion que Yltmbio noi ha de-
jado de las basUicas romaoas, y con las no-
dones qne nosotros bcmos encontrado sobre
la disposicion general de esta clase de monn-
mentos.
Las basilicu en efecto, eran unos Tastos
edlfldoB doode Iob magtetnidoi rendiat JilBtl*
T. m. tl
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419
aaqüitegtura
m
cia, y donde los Jniisconsultos trataban sas
«sontos y consnltas. Tenian una gran nave en
el centro y de cada lado nno ó mncbos pórti-
C08 á dos sitios divcrsos; estaban cubiertos y
alumbrados por los lados. Los marcbantei ocn-
paban los pórticos inferioreá. La estremidad
opnesta á ta entrada, estaba terminada por un
semlclrculo donde se colocaba el tribunal. Bs-
ta era á la rez un Ing^ar de comercio y de jns-
tlcia.
La basiUca de Pompeya no tienc semicir-
culo; la estremidad, como se yt por la planta,
está ocupada por un departamento decorado de
columnas, y no parece que baya podido tener
nna galeria supcrior. Por esta razon alganos
autores yen en cste edificio no una basülca,
8ino el cofñüium^ donde el pueblo se reunia
para nombrarsus magistrados; segnn estos
autores, el sitio del fondo estaba destinado á
los qoe dirigian las elecciones.
De cnalquier modo que sea^ este edificio
tleñe mucba semejanza con lasbasllicas roma-
nas, pues las primeras iglesias cristianas no
son mas que una imitacion» y á las cuales se
lesf ba impntado el nombre y la dlsposiciun.
La basilica de Pompeya fué descubierta en
4843. Toda la parte snperior está destruida
basta la mUad de la altnra delgran órden; pe-
ro todos los elementos de 1a restaoracion de )a
fig. %,* están colocados en su terdadero lugar.
Gomo ia roayor parte de los ediflcios de Pom-
peya, está constnjida de peqoeños trosos de
materíalrecubiertos deestnco pintado: su lon-
gitud total es de unos 400 pies, por 78 de an-
cho. Su entrada priocipal esti en el lado del
foro. CiDCopuertas conducen Jesdeel vestíba-
lo que precede á la gran sala. Este vestibulo
esti ricamente adornado, á Juzgar por los pe-
destalcs y nna estátua de bronce dorado en
/ contrada en las escavaciones. De las nqinbra-
das y prcciosas ruinas descnbiertas en ei in-
terior se snpone que lu decoracion de esta
parte del ediflcio, no es, ni menosrica» ni me-
no8 Tariada.
LAnmA xm.
lyleiia de San Marcos en Venecia,
L08 TenecianosIcTantaron en la mitad del
aiglo IX, la prlmera basilica dedicada ¿ San
llarcos, pero este edificio füé destrnido por un
incendio en 976, y el dux (4 ) San Pietro Orseo-
lo« empieza algnnos años despncs la recons-
troccion, qne no faé acabada basta cerca de
un aiglo despuea bajo la admiDistracion del
duz Morosini. ^te Uamó á Yenecia para diri-
gir lostrabiOos» un arqaitecto griego llamado
Cbristabulns, de la misma familia que el ar-
anitepto del mismo nombre qae babia por ór-
den de Uabomed II, trasformado en mezquita
1«) Bm. SMiibre 4el f e(c de taf replibUeu de ¥••
HMUyGéoeva.
la basiiica de Santa Sofía en Constantiiiopla.
Gomo se Te en la lámina, ía planta de la
iglesia de Sau Mircos ofrece en toda so pore»
za una cniz griega, en la estremidad de eada
unode los cuatro brasos esti sobrepaesta imt
cúpalarodeada en su cintnra de Tentanaa oo-
mo en Santa Sofia. ta interseccion del cmoe*
ro y de la naTe, está, como en casi todos k»
edificios religioeos de la mlama época, eoro*
nada de nna cúpula que tiene mas eleraciOD
qaelasotrascuatro.
San Mircos contiene los mas ricos y maa
bellos adornos de la an^igOedad, y esti cona-
trnida de preciosos materiales de diTersas ^o-
cas y de distintos estilos, que le dan nn ci*
ricter original y un aspecto pintoresco, y se
Tc i la Tcz la degancia griega el lojo bízin-
tiño, IrseTeridad romana y toda la Iraagina»
cion de la escuela Teneciana. Sus bóTedas de
oro, sns adomos de mirmol los mas Tailadoi,
8US brillantes compartimientos, sns ricos mo-
Biicos, sna columnas de broncc, de pórfldo,
de alabastro, de serpentina, prodacen el efíee-
to mas pintorescoqve uno se puede imagioar,
pero como en todos los edificios deestaépoca,
no es ficil poderse fljar en los detalles.
Alganos autores, y particalarmenteYanri,
ban encontrado en la iglesia de San Mireos,
el modelo mas bello del estilo bizantino; otros
por el contrario ban encontrado nn cstilo en-
terameote original y niegan la inflnenda de
la arquitectura gríega sobre los monuraentoa
de la Italia. Sin adoptar de todo punto estas
opiniones, cuando se ban Tisto los edifldoi
cristianos construidos en Oríente en el prüncr
periodo, es decir, anteriores ai siglo YI, no se
pueden negar y reconocer los primeroe ele-
mentos de una arquitectura en qne el carie-
ter debe ser necesaríamente modiflcadopordi-
Tcrsas escuelas, todas nacidas de las feoriai
romanas, y de las necesidades del resto de la
iglesia latina, que no puede acomodarse á loa
ediflcios en que la planta y la ordenacion ofire-
cen disposicionesparticulares al ríto dela igle-
sia gríega. Sin dndaalguna los edificios cria-
tianos de Italia tienen un caricter qae le es
propio, pero es ei mismo que el de los ooos-
truldos cn Francla, en Inglaterra, en SicUia, y
en los cualesbasobresalido siemprela inflaeB-
cia bizantina. Por otra parte, en Venecia no
debe admirar esta inflnencia, sobre todo cnao-
do se sabc que las construcciones ban sido
confiadas i arquitectos gríegos.
LAMINA XIV.
Igleeia de leoire.
Este ediflcio, uno de los mas completoa y
de los mas interesantes del departamento del
Puy-de-Dome, forma parte del monasterio de
San Austremon; fué constmidopor el abad Qtl«
bert, y consagrado por Beroahl, obispo de
AuTergne. Algunaa partes de las coiiBtmocio*
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ARQUriEGTUKA
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aei qoe eaen en la faehAda delOeste, pareceo
dauia época anterior al décimo siglo, perose-
gan ooacrónlca del siglo VI, cooservada en los
aidiiTos de la vilia de Isoire» liacén remontar
kfottdacion ai.principio del siglo lY.
Ista igiesia ofrece ono de los mas belios
(jemplos qoe se conocen de los üpos roma-
aoe. Las bóredas de la gran naveson ojivales;
pero no hansido constroidas basta el siglo XI 1.
la regularídad del esterior es considerable,
Bias en el interior el trabi^oestábastante des*
emdado: las.colomnas son de diámetros dife-
rentcs y sns altoras desigoales. Los materia-
les empleados son, el asperon de grano groe-
so para las masas, y el calcireo para los ador
sos. Los mosáicos del esterior están becbos
eoD escorias eocarnadasy negraa.
Como éta mochas iglesiasde esta época, los
puameDtos son apareotes, y lasjootas goaroe-
ddas acQsan la forma de morriHo; las aberto-
ns de las andamiadas son casi visibles. Este
odiíldo padeció coosiderablemente en tiempo
de la revolocion; y el abandono en qoe le tu-
Tieron despoes le bizo llegar á un estado casi
de niina. Está clasificado entre ios monomen-
tosbistóricos, y algnnas partes sehan rostan-
lado con bastanlQ ioteligencia.
Fig,4,^ Represeota ono de los capitelcs de
la nave lateral. Los restantes, qoe son por el
mismo estilo, representan monstruos, esfin-
ges, etc.
Fig, %* Gapitel de una de las capíllas ad-
yacentes; representa el Divino Pastor IlQvaodo
laoT^a descaminada. Esta alegoria está exao*-
tameote aegon la representan en la iglesia de
Isoire, en la cual bay ona gran variedad en la
composicion. Las bojas de los capiteles están
geDeralmeote quebradas y'de poco relieve;al-
gOQas Bon de muy buen efecto, aunque el tra-
b^o e» tosco y bastaote descuidado.
La lámina de]a ceoocer la altura de esta
ígjesia del lado del abside, con las capiUas ad-
yacentes y la decoracion en mosáico de quc
hemosbablado antes.
LAIflNA XV.
Catedral de Reirra.
Esle edificio es uno de los monomentos
mas bellos de la arqoitectora gótica del si-
líoXIII, foéestrenadoen 4244 .Constrnida esta
catedral desde los primeros siglos de la era
erisliana, ba sido destruida y vuelta i levantar
nmcbaa veces. Qoemada en 4240, fué, en fio,
Tcedificada tal cqpio está boy por el arquitecto
Kflberto de Coocy.
La longitud total del edificio es de 438 pies,
porda de ancho y 425 de altura hasta la cu*
¿ierta. La portada principal de la iglesia está
compoesta de tres arcadas en Q]i^al> la <}el me-
dio nas ancha y maslarga que las otras, y de
doB írontones adomadoa con muchas flguras. El
nop do btfcadadolpedio ^de 35 ^, 7 el I
de los otros de 24. Mas de 530 estitoas gran*:
des y pequeñas hay distribuidas en esta
portada.
Las torres eslán compuestas de arcados, de
pilares, de capiteles, de pirámides; la luz en~
tra por unos calados, y termioan en uoa espe-
cie debonete coadrado: cada ooa tiene 24 pies
coadradoa; alrededor de los capiteles bay 35
estitoas de obispos. La torrAneridional mas
baja que la otra, no foé acabada hasta 4480.
La coUerta de la iglesiaNes de plomo. A su
estremidad esti el campamrio del Angel, asl
Ilamado por la estitua en que termina; este
campanario tiene 35 pies de aliura y 35 pies
en su mayor diúmetro; 22 ptlares eo arcos bo-
tareles ódobles arcadasreinan alrededorde los
muros de la iglesi^.
Eola parte lateral ixquierda del edificlo hay
dos pnertas de U mismaaltora yaochoque las
dosmas pequeñas de la portada principal, y
cobiertas igoalmeute de ricas escolturas. Un
gran número de ventanas y tres ócuatro rose*
tones dan paso i la lux, i través de las magnir
flcas vidrieras ; el gran roseton de la portadá
principal es una obr^ admirable por so trabajo
y buen gusto.
LAimfA XV).
Iglesia de San Vicenie de Paul, en Parii.
Esta iglesia, empezada en 4824 , noha sido
concloidahasta 4844, porqoe los tcabajosban
sido largo tiempo interrompidos. A parte de
arqoitectora esti ooy completamente termioa*
da; la ornamentacion ofrece aun algunosblan*
cos sin Ilenar.
Ei edificio esti construide sobre onierreno
elcTado mas de 29 pies sobre el nivel del soelo
ordinario; se sube por dos largas escaleras y
por dos rampas dispuestas de modo que so
peodieote es bastaote soavc.
La facbada tiene 433 pies delongitod; esti
precedida deun pórtico de 6 columnás, al coal
se sube por 45 peldaüos. Estepórtico contieoe
dospuertas latorales, y la principal eq el cen-
tro. Esti revestido de bronce, y contiene cn
doce níchos las figuras que representan los doce
apóstoles ; encima de la imposta se eleva una
figura mayor que las anteriores, y es la imi*
geo del SaWador. La columnata esti termioa**
da por uii frootoo adomado de escoltora qoe
representa San Viceute de Paol con la Fé y la
Caridad. K los dos lados de la lachada se ele-
van doscampanarios de una altura de 4 94 pies.
Hay en cada uno un nicbo donde estin de pie
en un lado San Pedro y en el otro San Pablo; en
un lado hay un reloj que indicala hora, y en
el otro un equivalente que marca eldiadel mes.
Los campanarios est&n ligados entresi hida
el tercio delaaltora porooaterrasaTOdeada
de 00 parapeto sobre el coal se elevan laa es«
tá^s de los evangelistas.
laa fáchadaa laterales, de ooa lODgttad d$
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m
ARQUITECTDftA
Ml
313 pies/estáo deeoradaB de pilafitras. La fá-
chada posterior, decoradade la misma maDera,
está algo mas elevada por un seguodo órden
de pilastras que coronan un fronton formado
por el piñon del remate de la gran nare.
El interíor de la iglosiaofrcce coatro órde-
oes de columnas distribufdasdos á dos, de de-
recba á izquierd|, y dividieodo toda la longi-
tud del ediflcio en cinco partes,en qoe lacen-
tral presenta la uavc , las dos divisiones in-
termedias la niilad de los lados, y las dos úU
timás Iss capitlas, en número de ocbo. Kl coro
ocupalostres últimosintercolumnios: una ar-
cada de 72 pies de aliuraindica la entrada. Por
una disposicion particular, el cpro empieza en
]08 costados , y ocupa toda 1a longitod de 1a
iglesia, menoa las capillas. Forma un semicir-
culo sostenido por catorce columnas de órden
Jónico, y con la bóveda ticne U4 pies de des-
arrollo en so base.
Todo alrededor de la nave y del abside, se
desarrolla en el órden inferior un fríso de unos
i 0 pies de altura, sobrepuesto dc un segundo
órden de columnas corintiasque sostienen
otro friso y que forma , encima de los lados
laterales de la uave , tribonas altas , y en la
entrada un departai^ento para el órgano y la
orquesta.
El plafon de la nave tiene 400 pies de ele-
Tacion, y sigue en sn forma á la del remate.
Por último, 4 derecba é izqnierda del san-
tnario, están las dossacrístias y en los ángu-
los de la ilbecera , dos entradas particolares.
Lo8 tres intercolumnios, por los cuales se co-
monlca cada lado con las entradas y las sacris-
tiu están ccrrados por medio de unas rejas.
LAMINA XVII.
La Álhambra en Granada,
El palacio de la Albambra es un monu-
mento del periodo árabe que no cuenta menos
de seis siglos de existencia , y que eocierra
un númeroinflnitode edlflcios suntuosos. Nos-
otros vemos la continuacion de este estiio en
los monumentos de Venecia, de la Lombardla,
de Florencia, de Alemania, de la Francia y de
Inglaterra, en los cuales se ba modiflcado de
todas maneras y constituido este titulo adop-
tado cn Occidente por roas de cuatro siglos con
e¡ oombre general de lambardo y gótico,
Esta lámina nos bace ver una seccion dada
por el patío de los Leonet, y una elevacion de
este patío en sentido de su loogitud; debajo
de esta elevacion sc encuentra la planta gene-
ral del palacio con sus dependencias.
Las figs. i .* y í.* presentan la planta y el
alzado d^^la fueate adornada de leonesque se
Tj? M |í céniro de cste patlo.
""í^l^lé palio, como se ve por la planta, tiene
ítífftrracbde oh paralelógramo dc unos 4 00^^ ples
de largo por 64 de ancho, cón pórticos cü-
biertos , dando comoi^cactón á lós dépítrta*
mentos del pahcio , eom iiidieaa la dlapoal-
cion de la pfaiota general. Los pórticos delas
estremidades son mas anchos i^ie Km de las
partes laterales, j dan paso A dos salones ca-
biertos formando ona enpecle de antestla. De
la fbente que ocapa el centro del patio, par-
ten dos canales qiie dlstribuyen el agoa á to-
dos lo8 sitios necesarios.
Kste ediflcio, ono de los mas ricos del es-
tilo morísco, da ooa idea de toda la magnili-
cencia oríental, por la ríqoeza, la profosion de
escnlturas, la moltiplicidad de adomos, reco-
bieríos con ona varíedad ininita de coloras,
ia ríqoeza de los mármoles, la ingeniofia dis-
tríbucion de ias aguasqoe seelevan en medío
de los salooea baciendo mil inegos dlfereotes,
los vasos adomadofl de flores con varíedad de
formas y de colores, todo contriboye á formar
una arqoitectora al mismo tierapo qoe eiegan-
te, severa. {Véase para mayor claridad el ar-
tiCOlO ALHAMBiA.)
LAMINA XTin.
CoitíUo de Bomten, cerea dé Parii.
£stc castilloestá constraídopor loa.diae-
ños de Juan Bullant, bajo el reinado de Fran-
cisoo I. Forma na cnadrado perfecto de t3^
pies de lado, flanqoeado por coatro pobeilo-
ues y on gran foso alrededor. La faehada del
lado de París, presenta on póríico decorado de
órden dóríco y Jónico, con on ático cobiefto
con nna cúpula. Un patiocasi cuadradode 47t
pies de longitud por 457 de ancho, eatA for-
mado por ios cuatro cuerposde hablttdoa
qoe reuoen los pabeliones de los ingolos. La
puerta del fondo estA compuesta de ona arca-
da y dos columoas ddrícas con sos pedestalts
y coronada por un cornisamento. Por último,
los dos cuerpos laterules ofrecea dos pórtleoa
qoe son los gefes de la obra por so grada y
elegancia como se ve en la lámina.
El castillo de::Ecouen, aonque ba soíFido
mucho eo la revolucion, es aun nno de los mas
belios modelos que existen de ia arqui Ceetv-
ra del renacimiento.
LAMmA XIX.
CaitiUo dé Madrid, en^el hosque de BoUmia^
oefeade Parü,
Francisco I hizo construir este castlllo, al-
goD tiempo despues de su regreso de Kspana.
de donde se cree le füé dado este nombrew Se
ignoía qoieo fUé el arqnilecto qoe dió el pla-
00. Lois XVI le bizo demoler algua tiempo
despucs de sn advenimiento. Ira ono de K»
mas antigno9 y mas beltos modelos de arftii- :
técHaraMtenaciimeníQ. : r * *
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ARQCITBGTD&A
4M
wasM XX T XX {émplieada.)
fai§oio del ümre , en Parie.
II origen del Looyre , una de las mas cé-
]ebres residenclas reales» es muy antiguo; ba-
jaFelipe Augosto no fué mas que una casa de
reeveo; este principe lo hizo una fortaleza que
foidemolida en 1528. En 1541 , Francisco 1
ftodó an nuero palacio que construyó sobre
el mismo terreno del castillo de estilo gótico,
60 ei que foé recibido Gárlos Y cuando atra-
m6 la Francia para ir á Flandes. Enríque II
liiio eoDlinuar por Pedro Lescot, la obra em-
peiada por su padre*
La magniaca estancia del Louvre, tal como
bfenos boy, empieza por la facbada de un pa-
bcio, comprendiende solameute los tres cuer^
pos avansades, eoronados de frontones circn-
lareseomo se ve en la lámina 20 duplicada á
iiqDierda dei gran pabellon central. A esta fa-
ebda se onió socesivamente el gran pabellon
dd oentro para completar la simetria , y por
áhiiDo, los otros tres lados para compleiar el'
eerradodel palacio. Estas diversas reformas y
aimentos foeron empezados por Enríque II,
cooUaaadas por Enrique iV, por los dibnjos de
SerHo; por Luis Xin por los planos de Mete-
ao, Dopeyrac y Lemercier; por Luis XIT, qne
hi2o empezar por los planos de Bernini y de
FerraQlt, la facbada de la colomnata y las alas
dealrededor; en fln por Luis XY, que lo dejó al
CDidado de los eortesanos y de los hombres
defator, los cuales se ocuparon poco en aca-
hv los trabaJoB , y los confiaron á Oabríel y
Soif8ot, pero no debieron ser enteramente
temiDados hasta el tiempHO de Napoleou.
Kn sa facbada, el palacio del Lonvre ofrece ,
dossistemaBdiférentesdearquitectura; eluno
dcbido á Pedro Lescot, bajo el reinado de Fran-
cisoo ( y EBríque'^ II y qoe se estendió por todo
^ lado oceideBtal , el otro debido á Perrault,
ooDstroido cinco años despues y que compren*
de Io6 otros tres lados.
El lado occidental que se ve en la limina 20
^Hcada, presenta dos órdenes de arquiteotu-
KiflMiy rícas, coronadas por nñ drden ático de
*sy boen cfeelo: este úUimo piso con pilas-
IM salientes, ba sido reemphzado en la obra
^hrranlt, por on tercer órden que corona
^ balaostrada.La flacbada de Lescot ofrece ia
Meia earaeteristlca unida en sns detalles á
^ qae el gasto tiene de puro, de sencillo y ele-
^te. Ui& diTidido en su altura en tres partes
bieii distintas. El pabellon del centro presenta
cvatro. Estas diTisíones maniflestan claramente
^elesterior lospisosdel interíor. elbajo es dc
drdeneoriBtio, el príncipal de órden compnes-
^, ef segondo de un órden ático, y el tercero
tttá deeorado eon nn órden de caríátidef .
Toda esta facbada está cubierta de atribu-
tos, de gOBios, de flguras alegórícas de Us ar-
iw, de ia»deBcias, dekigoem, deláTicto-
lú» de la aboAdaDcia^ etc; eii la^par(6»iupeM
ríores, los gropos de genios sostienen gnirnal-
das de frutos y de flores enlazadas de cifras y
de simbolos. Todo esto, coronado por nna cor-
nisa llena de riqueza, y decorada de mascaro-
nes, de antorchas y medias lunas, es de un
efecto muy armonioso. Las caríátides encima
del áiieo tambien le dan nn aspecto severo é
impooente.
Por toáas partes se encuentra en este edifl-
cio la asociacion y la armonla de dos grandes
taleatos reunídos. La escuUura de Juan Goujon,
auaqne^lgona vez subordinada al ediflcio, es
libre, oríginal, Ilena de gracia y de potencia;
parajuzgar bien del efecto de esta famosa obra
de arquitectnra, será conveniente ver todas los
planchas de mármol Ilenas de adornos y los
nicbos cubieríos de estátuas.
La planta del palacio del Loovré (lámina 20)
'cs un cuadrado perfecto; y se entra por CBolro
grandes vestíbulos , que corresponden á los
cuatro ejes y están perfectamente orientados
con los cuatro puntos cardiDales.
Et piso bajo está reservado para las eólec*
ciones de antigüedades , para los vaciados en
yeso, los mármoles, los talleres de ladríllo; en
el piso principal son grandes galerías de cua-
dros de escuela moderna espaüola , la galería
egipda, el museo de dibojos hechos por gran-
des nuiestros; el segundo piso eontiene el mn-
seonaval, depósjtos y habitaciones. A estos di-
versos pisos se sube por dos magniflcas esca-
leras colocadas en las estremidades de la fa^
chada oríental.
LAMINA XXk.
Ca$a gólica en Nuremberg.
Esta casa, que es actualmente el presbite-»
río de San Laurent, revela en so constmccion
la obra de épocas di versas, aunque poco lejanas.
Las partes m^ antiguas datan de 1439 , otras
son de 1480. En 1836 el rey de Baviera hizo
restaurar esta casa, de modo que se reprodu-
Jera absolutamente su estado prímitivo. Esta
restauracion f ué hibilmente ejecutada por Kari
HeidoIoíT, autor de una obra sobre los adornos
de la edad media (Nuremberg, 1845.)
LAMINA XXIt.
Ca$a de arriendo en Paris.
EspliGaoiondelaplantadelfisobajo, i.Pa-
so de la puerta cochera.— 2. Consergeria.—
3. Veslíbulo y gran escalera.— 4. Salas con-
tiguas á las tlendas.— 5. Tiendas.— 6. Antesa-
lade la tienda.— 7. Cocina del mercader.-^
8. Patio.— 9. Cocheras.— 10. Cuadraí.
Esplicacion de la planta del piio prniei'
po^— a. Vestibulo.— 0. Antecámara.— «. Sala
decomer.— (í. Salon príncipal. — e. Dorroitorio'.
— /1 Retrete.— í/. Cuarto para un criado.— *.
Codna,— I. Comunes.-4. Bscalerade eervicio.
«491, OQardaropv.
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427
ARQDITEGTÜRA
m
UMiNA xxni.
Circo de Cttracalla, en Roma,
Ssta lámiDa contiene la planta del clrco y
dos elevaciones anteriores. AC, BD, son las ca-
ras lateralee reanidas por una parte circular
qoe se llama meniana (AeB); por el otro lado
están unidas por una fachada unpoco mas rec
ta donde se encuentran las carceres [d) — a,
spiua. — b , c sitios ó recintos reservados » si
tuados al lado de cada meta 6 timite, y puede
servlr igualmente áepulvinare-^d, carceres . £1
ala que las contiene no es recta, pues descri-
beuoaporcion de circuloon poco oblíci^o con
relacion á las caras laterales , y cuyo centro
corresponde al punto f, que es el centro entre
el primer limite y la cara recta. Las carceres
8on en número de doce.— «, puerta tríunfal.
De las dos elcvaciones, la que está encima
de la planta representa la fachada donde están
las barreras; está precedida de una puerta en
sn centro, y i sus dos estremidades se leyan-
tan dos torrcs cuadradas.
la otra representa la porcion Uamada me-
niana , las gradas que la gnaruecen , y la
puertatriunfal.
Si se quieren tener mas detalles véase cl
articulo GiRGOS. (Arqueologia.)
LAMINA XXIV.
de arctta. 81 inférior está decmdo de pilig-
tras toscanas , y el superíor de semi-coium-
nasempotradas» igualmente toscanas, y termi-
nan por uo estilobato corrido, EI aufiteatro tie-
ne al rededor 60 arcadas. A las estremidades
de los ejes se encuenlran cuatro puertas pñn-
cipales , la del Norte solamente está adomada
de un fronton. Sn altura total es de 75 pies,
Tiene en sn interíor 32 órdenes de asientos.
que pueden contener 17,000 espectadores. Se
entra á estos asientos por tres órdenes do vo-
mitorios, sltuados á las estremidades de las
escaleras que parten de los pórticos. Todo ai
rededor.del ediflcio y encima del ático, estáa
dispuestas á distancias íguales 120 caiteUs
destinadas 4 recibir los pilares que sogtieoeo
la vela; las figs, 1.' y 2.* hacen rer losde-
talles de esla disposicion.
De los grandetf acueductos snbtorráoeoi
ballados bajo el mismo ediflcio, y otrasdispo-
siciones inútiles para los espectáculos ordioa*
rios del circo» se supone que en algnoas oca-
siooes la arena ha sido reemplaaada con agoa
hasta la altorade 7 pies, suficiente'paralas
maniobras de las pequeñas galeras , j i cofo
espectáculo se le debe el nombre de nmt-
maquia,
Para obtener mas detalles véase el artíco*
lO ANFITEATROa.
ÍAMINA XXV.
Anfiteatro de Nimes.
EI anfiteatro de Nimes es uno de los mejo-
res ediflcios de este género que se conservan
de la antígüedad; da nna gran idea de la poten-
da de la colonia romana que se estableció en
estos contornos un siglo antes de nuestrt era.
No se puede precisamente fljar la época de
la construccion de este ediflcio ; algunos au-
tores le suponen deltiempo de Agrippa, otros
de Antoninoel Piadoso. Uoa inscilpcionhallada
en el interíor parece señala por limites estre-
mos de la época de su construccion del ano 77
al 82 de la eraVsrístiana, "és decir en tiempo
áe los reinados de Yespasiano, de Tito y de
Domiciano.
La planta del anfiteatro deNimes presenta,
como se ve en la lámina, una elipse perfccta,
coyo eje mayor, que va de Oríente á Occiden-
te, es de 470 pies, y el menor de 370, toma-
do esteríormente.
La planta general de la lámioa XXIV está
tomada en cuatro alturas diferentes.
La paríe a á la altura del último escalon
de la última gradería.
La paríe 5 á la altura de la segonda gra-
deria.
La parte e á la altura de la primera gra-
dería.
La paríe d al nivel dcl suelo.
Gomo se ve por la facbada , este ediflcio
est^ compoesio en el esterior do 4o% <ird^e&
Teatro de Eerculano,
Fig. t.' Planta delleatro en dos alturas
diferentes. La paríe de la derecha es una plao-
ta con seccion horiaontal á ia altura de la pd-
mera cavea; la parte de la izquierda es ooa
seccion á la altura de la cuarta grada de h
segunda eavea,
Fig 2.* Gorte trasversal del teatro , y vis-
ta de la fachada reslaorada de una mitad de la
escena.
Fig. 3.* Gorte trasversal del teatro, y vista
de la cavea.
£1 teatro de Herculano foé descobierto m
el año 1720, oscavando en on punto á la odlla
del mar, cerce de Póctici. Fué hallado i mu de
36 pies bajo la lava. El priocipe EUxBuf, y Kffl-
manuel de Lorraine habian adqoirído los tecra-
nos que cubrian este ediflcio , é hicienm 4e-
cutar nuevos registres, y despcjar las partes
mas importantes de este teatro , en el cbal se
encuentran diversos objetos precloeos.
EI descubrimiento del teatro de Hercolano
f ué muy importante , pnes dió i oonoccr inas
estensamente la forma de los teatrps antigoos,
y los magniflcos detalles, con el gusto y el
género de su decoracion. Gomo eate ediílcio
no ha sido despejado enteramente de la lava
que le cubría , no se ha podido registrar del
todo, pero se ha hallado lo soficiente paii po-
der reunir loa elemoPtOi dp ona buena res-
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ASQÜITEGTURA
m
Metettro eM •doroaáo de ircadts y de
eahuDiias corintias en el esterior. La parte in-
lerior está inlacta, asi qoe en el proiCéaio se
eoDflerran las estátnaa de ias musas enlsron-
ee aoe adomaban loa nicboa. Sn diámetro úni-
do á la aitnra de la <ima grada es de 280
pies, 7 poedecontener 40,000 espectadores.
Uaa particttlarídad ofrece este edificio, y
esoD edicolo colocado sobre so eje, mirando á
li eioena, y mi la parte snperior de las gra-
Mas: este peqoeño templo osti sin dnda des-
tteado á reclbir nna dÍTinidad, ona estátoade
Uoo, balladaal ple del muro delpuiptliim, po-
drimoy blen baber tenido este destino, poes
lesabe, en efecto, que Baco era la diTinidad
proleetora del arte' dramiUco.
Iste teatro es de una gran magniflcencia,
kM'moros estin re?estidos de mirmoies taria-
dos, de estncos cobiertos de arabescos; i los
dos ladoi de la escena estin las estitoas eques-
ires de RoniQS Balbus, padre 6 bl]o, estitqas
qoe se han encootrado intactas.
LAMnaXXTI.
Teatro de Bwrdeoi.
Ista lámina presenta d ediñcio en so plan-
tay facbada.
Isle teatro, cpie tiene nn caricter Terdade-
riflieote monumental fué cbnstruido por el ar^
qtüecto Luls i flnes del úlümo siglo. Es el
a»s Tasto y el mas proploda todos losque bay
en Franeia. Tiene un órden de pórticos forma-
do por arcadas, sobre los pilares de las cnales
le elefa im órden de pilastras coríntias qoe
coge toda la altora del piso bido y príncipal.
iDcima de este órden único reina nn itico,
qoe le dm mas altora y qoe la disimula en
parte la vista de iascubicrtas, siendo moy ne-
eesaria esta mayor altora para el Juego escé-
oico de las decoraciones*
Ksta gran cublerta no es de on boen efecto
en k fachada de la limina XXVI ; pero en la
^eeocion nna gran parte desaparece i la tIs-
la. Todo esto ediflcio esta perfectamentc con-
eeUdo, en las necesidades, en las exigencias,
ea los aceesorios» v esti moy bien combinado
T coDctflado con el caricter moonmental del
Hano. Se poede proponer este mounmento por
■odelo, como el mas apropiado i ios usos del
leatro modemo.
LAifiNA xxvn.
Tkermas de Tito, eiiñoma.
THo, queríendo alejar loo trístes recoerdos
de la úliima eropcion del Tesnblo y de un ler-
riUe locendio qoe babia destmido ios prínci-
pales ediilelos de Roma, condbió el proyeclo
de eoBstnilran vasto ediflcio qne ponturíera i
bifes.salaspara laa repreeeotaciones drami-
tleas y tberroas snntnoeas. Isle ediflcio ñié
constmido sobre tas minas del palacio de Ke-
roD f que un incendio habia destraido , como
pars bacer desaparecer basta el reicnerdo de
los tiempos pasados.
Este inmenso ediflcio da una ídea de la
roagnificencia romana y de este lujo prodiglo-
80 que presagia una decadencia general. Pué,
no obstante, construido en ona época en que el
arte babla tomado un caricter grandioso y
magoifico, y donde se empleaba, adenuis de U
necesidad, ciertasformasYaríadosy elegantes.
• Sobre todo, en las tbermas, que debiaa
prestarse i las dlversas exigencias y i las ver-
daderas necesldades, es donde los romanos han
mostrado comprender ei bien estar, las como*
didades, y ban sabido conciiiarlo todo, y dis-
ponerlo cooTenientemente sin sacríficar nada.
Kstos ediflcios son sobre todo sorprendentes
por la elegancia y la solides de su constrnc-
cion. Aigunos pueden recibir mas de tres mil
bañindose i la ves, y ocupan una superflcie de
masde 400,000 pies cuadrados.
Por la planta de esta limlna se ve la es-
tension de los establechnlentos de este géne-
ro; esta planta se compone de dos cercados
comprendidos el^uno enelotro. El prímero
contiene los pórtioos para ponerse i cubierto,
las salas para los atletas, las bibliotecas , tea-
tros para las representaciones dramiticas y los
eombates de gladiadores, las escuelas, las eoM- .
droi guaroecidas de bancos, donde los filóso-
fos y ios siblos se reunian para disculir. La
segunda comprende los baños propiamente di-
chos, y contiene la sala en la i nal se desnudan,
llamada cntre los romanos apodyierium ; otre
sala donde se nntan de olores y se perfuman»
llamada unctuarium. En seguida esti la sala
donde hacen ejercicios antes de entrar en el
baño y que llcTa el nombrede coryeeum 6 de
spharisierium; despues siguen las oa¿(/arta 6
salas de baños que tienen este nombro y al re-
dedor de las cuales estin las gaterias. Despues
del baño pasan i una sala de un temperamen-
to agradablc, llamada tepidarium, por que pre*
Tiene para pasar i la sala del baño frio, llama-
da frigidarium. Esta última sala es muy es-
paciosa porque se bañan muchos á la tcz y
esti rícameote adornada con coiumnas y esti-
tuas. Ademas bay otra sala con tubos para los
baños de Tspor qoe lleva (ú nombre de euda"
ria, y piesas subterráneas destinadas i calen-
tar las salas y que se designan con el nombre
de hypooaustes,
Los antíguos habian reunido en estos edi-
ficios, todo lo que puede agradar i la Tista y
recrear la imaginacion. La decoracion es es«
piéndida, el paTimeoto de mosáico con roir-
moles de colores, los techos cubleríos de
roagnificas pinturas, las salas y los pórtioos
adomados de tableros con bajos relieves, de
bustos, de estituas, de los roejores maestros
de todas las artes. En las thernuts de Tito fné
hallado el farooso gropo de Laocooo, el tron-
co aoygoo, el toro Farnosio, etc. Los gladia*
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«34
dores deeorabtii las thenni^s de CaraeaUa,
Para mayor estenaion j detalles v«^ el
articolo BiÑos.
LAMINA XXVni.
Büños del MofUe de On»,
Eiplieacion de la plania d^ pi$o bajo.^
4*. Paseo COD fuentes de agua miDeral para el
uso de los qoe quieran beber.—* 2. Baños de
pies.— 3. Vestuarios.— 4. Baños de vapor.— ».
Caños de yapor y friega». — 6. Sitio para ias
oalderas que reducen el agua á vapor. — ^7. Ga-
ños ascendentea internos.— 8. Grandes esca*
leras practicables para las habitaciODes de los
porteros.— 9. Sala de espera.—íO. Fuente de
i^uaoaliente d^ Ramoud. — 14. Acueducto de
desaglie.— 42. Puentes de agua fria.— 43. Ma*
nantíal de agoa caliente de Lésar.
Eiplioaoion de la plantqdel pito prífwt* ,
pal.—a, Saladerennion.— &. Aatecémara8.-<-
e, Sates de jQego.->e{. Salas de ooiifiulU.—
e. Galerla en la cual están caatro de los por-
teros.
LAMINA XXIX.
Monumentos triunfalen.
Pigs. 4 .« y í .* Planta y ele^acion dei arco
de triunfo de la plaia del Garrodsel, en Paris.
Fig$, 3.* y 4.' Planta y elevaoion del arco
de Tito, en Roma.
Ft^. 5.* Goluinna del Grande cjército , en
Parts.
Pig. 6.* Obelisco de liOoqsor.
* Ademas, pueden verse los articalos aegos
DB TEiinm) y obbusgos.
LAXmA XXX.
AlQUmXÍTülA
Pig$. 7.* y 8.*
Itl
S^tero para mtaiÉlia.
LAIONA XXXn.
Fuentee.
Sepulcroe antiguoe.
Fig$. 4 .* y «.• Planla y elevaeion del se-
pnlcro de Teodorico, eo Rávena.
Fig$. 3.»y4." Sepulcro de Arius Diome*
des, en Poropeya.
Fig$. 5." y 6.* Sepolcro de Nevolia Tyche,
en Pompeya.
Fig. 7.* Sarcófago, en pórfido, del sepul-
cro de Santa Gonstancla en Roma.
Fig. 8.* Sepulcro etrusco, en Gometo.
LAlflNAXXXI.
Sepúlcro$ modemo$.
Fig$. !.•, 2." y 3.« Sepulcro de Gasimiro
Períer, en el cemeoterio del padre Lachaise, en
Parls.
Fig$. 4.* y 5.« Sepulcro del mariscat Le-
f^vre, en ei mismo cementerio.
Fig. 6.* Sepulcro del mariscal Kaafleiia.
Fig. 4.* FutBte del mercado de los loo*
centes, en Paris.
B^ fnentefaé conatroida en 4550 por fe-
dro Lescot, y adorbada de escnllures por ian
Oo^jon. Esta sitoada od el áagulo que fonua
las calles de San Denis y Pers, y do tenianai
que tres aroidas cuando eo 4788 ae demolié
la igtesia de los laoceDtes, y se traspMó aa
nedio de la plaia añadiéndole un ciiarto lido.
Mrcs. Poyet, Legrand y Molinos» feeron losen*
cargados de este trabajo, y el moaameoto foé
dispuesto como se le enoueotra hoy.
Fig. 2.* . Foentes de los Gampos EliseoB^
en Paris, por Mr. Hittorf, arqaiteeto.
Fig$. 3.* y 4.* Fuente dela plaaa Loovois,
en París, por Mr. Viscoatt, arqoitecto.
Fig. 5.* Fuente de la calle de Sévres, ea
París.
Pig$. 7.» y 8.* Fuentes arrimadas á ia
pared.
LAIHNA XXXIII.
Ho$fModeSan Miguei, en San Mamái.
BepUcacion de la planta dd pieo heie.^
4. Yestíbulo.— 2.— Gafina.— 3. Gonfeslooal y
saoristia.— 4. RelectoHo.— -5. Goeloa.— 6. Lt-
vadero.— 7. Refectorio paralos críadosde ser-
vicio. — 8. Paoaderia. — 9. Garnioeria.— 40.
Despacho del eoóoomo.— 44. Biblioteca.— 48.
Laboratorio de farmacia.— 43. Baftos.— 44.
Lenceria.— i5. Escalera de sorvicio.
LAMINA XXXIV.
Mereado de San Oerman, en Pari».
La fig. 4 .* representa ia planta del i
do; la fig. 2.* presenta una fachadm y la elevik
cion. II ediflcio es en su todo un partIeMgfi«
morectángtilode 830 pies, por 370. Lat csras
de los grandes lados tienen oada umk S4 ▼anof
ó puertas, en forma de arcadas; las de los pe-
queños lados no tienen mas que 47. Las gale-
rjas están abiertas con respecto á los ooaM
puntos cardinales , por entradas principalei
compu^ta cada una de trea vanos y merctiáaa
en eí interior por dos órdenes de guardacuH
tones (4 ). £n cada estremldad se encoeDtrui doe
vayas de desempeño correspondloites al eie
de cada nave, y oolOGadaa ea los pab^knies
cuadrados (%), forBaando nna aalida fieU Ucia
el cuerpo dei ediAcio. Las vayas eatán cole-
cadas bácia el lad» del patio. Las plaias de loe
vendedores en Dúmero de 368 estin dispiiee-
tas en cnalro órdeDes, Bn el ceiitro del pali»
TedaDgolar (3), que eocíerra el edllclo, m
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i9á
AAOtJItfiCtVIU
m
étn una bonftÉ foeote (4). iiitM este pttio es-
(aÍM Heno de btrracas, y se le ha reemplaaado
por elcgaotes Üeadas eubiert» de sioc y aepa*
ndas por pasagesde crístales.
il Sor del mercado se elera el departamen-
to de las eamloertes, qoe tieoe lais mismas for-
itttf T las fflismas dimensiODes qne aoa de las
dssdel edilleio geoeral. Ks yracticable en so
cenboportres poeilas (^ie dan pasoáan res-
tftalo(í), en d fóndo del coal liay noa peque^
üilbéBte; despoes se entre en lascarmee*-
ifB m pmr dos ptiertasde hierto. k los lados
áé k fmáe hay dós éseateraá qoe eondocea á
n5 wlanos.
%i. 3.« f 4.« Vercado de ftan-Düier.
P^i.5.*f«.« PescaderiadeStraidmrg.
LAiniVA xxxr.
MaUém de MMtmartte, en Paris.
Plantá, 4. Hatadero.«-^t. Corralde bnefes
jorejas.— 3. Gorral del fliatadero.-^4. forte-
rfc, coDserges y empleados.— S.Departamen-
l^de los agentesde la admiidstracioo.-^e.
Cdderas paraderretir el sebo.— 7. Gocheras j
coadws.— 8. Picaderos y e8tanques.-^9. Be-
pModetriims.— 40. Sitioparalas vacas.-—
It.Boyerías.
ñg. t.* Seccioa porltacorralesdebbe-
Ttt y OTclas.
Ftg. 2/ Seccion por el matadero.
Pig. 3«* EleYacion dd matadero.
Víase para mas clarldad et arliculo matí-
aiaos.
LAimiAXxm.
PetíuMario 6 prüim^ eehilar eegun el tiete^
•a de Penmvania, por Jír. BUment.
E^ieaeion de la planta.'^ . Paüo de en«
Inda.— >2. Pabelloaes á ambos lados, coote-
meodo el ono el cuerpo de guardla, y el otro
d eaartú ú^ conserge. — 3. Admhiistracion.
"^. Círaii sala central ée inspeccion , ea el
eoHrode la ctial está el despacho del director
icnieodo tista átodos *<hi pnntosde laprisioo,
r endma la capilta para la celebracion de la
^, pndietkdo ser vista desde todas las ceU
^.—5. Paso con locotorios celolares.— 6.
tSrtDdes galerias de serricio coo escaleras en
^ fondo para facilitar el serricio de los tres
Pfeosde ceíldas á la tea.— "7. Paseos.— 8. En-
^tsda á los paseoB con cámara que permite el
Pisa 4 li Tea ¿ los dos patios álos coales coo-
^act.^. Cámino de ronda hiterior, qae sepa-
n los omros de la detendon de los de cons-
titeíon; y cnyo ittaro etterior tiene en cada
^ngDlo ona torre de obsenraeion.
ÍM tres Bgtoras qne contiene la lámina re-
prttenlaD» la l.'^lapUmta, laS.* el cortelon-
gttKllBal y ta 8.* ^ corte trasverSal de las
eeldas ordioaritt. Sl ledio es fiMftfiiüe y ae
464 MBUOmAISSI^
lea quita de d!a nara df^ 1a oeüi ia>re; la
paerta de ias oeldas tiéne otra eaterior qne
permite abrirse bajo an ángalo tal que I09 de-
tenidos puedan todos ver al sacerdote que
oficla en el oentro del ediñdo , sin verse los
unos á ios otrof » y tienen ademas nna reja In-
terior fon su postigo i disposidoa át los
guardianes.
LAKINA XXXVIL
Ca$adelúbor,modeiodeBatilbeaiHet.
LtB elevadones de esm limina represea'*
tan sa eonstniccíon. 0el lado de la entrada se
elevan dos cucrpos de casa separados por la
verja que sirre de paerta. EstOs cuerpos de
habitadon tienen cada uno dos pisos, uno ba«
Jo y otro priodpal. El de la derecha sirve de
habltadon para el regidor; el de la iiqaierda
contiene nna letícerfa, nn almacen, on latade-
ro, un fhitero, y endma nn gran almacen 6
gránero de trigo , y en el remate on granero
para avena. Sa arqultectora es may recomeo*
dable para la gravedad y simplteidad de sos lí-
neas, que es todo el mayor eioglo que se pae-
dehacerdeella.
Kn la otra flgura se ve el palomaf , qoe se
eleva encima de la lechería, entre doe oons«
troccioaes destinadas i servir para guardar las
mieses.
La roísma limioa preseota la plaota de la
casa de Rambouillet, cuyas coastrucdooesfor-
man an paralelógramo dlspuesto álrededor da
un vasto patio.
4. Sntrada principaL— il. Saladecomer.— •
3. Godna.— 4. Gabinete del regidor.— 5. Dor*
mitorio.— 6. Homo.— 7. Iiencería.<^. Alma-
cen.— 9, Lavadero.— 40. Prutero.**-44. Lefle»
ra. — 12, Gorral para vacas.— 47. Ojadre.— 14.
Guadra enfermeria.— 4 5. Otra cuadra mas pe-
qucña.— 4 6. Guamés.— 4 7. Herreria.— 4 S.Gar-
releria.— 19. Sltiopara goardar las mieses del
trigo.— 410. Almacen para giiardar las miesea
de la aveoa.— 24. Soportal de díchos almace*
nes.~22. Gobertixos.— 23. Cochera.-^. Csia-
blo de poeroos.— 6. Gallioero.-'C. Gercado.—
d. Palomar y lecherfa.— e. Sltio para deposi^
tar el estiércol.
LAJIINA XXXVm.
Apriscos 6 majadas,
Pig$, 4.* y 2.» Planta y elevadon de las
construcciones que sirven de habitadon al g»-
nado lanar. Eadma de ids apriscos se halta ei
granero con raices y forrages, construido so-
bre las mismas proporciones que el piso infe-
ríor, y bien oreado, para impedlf qu^el alimen*
to del ganado tome mal gusto y pierda sos
cnalidades.
Ftos. 3.» 4.» Astiileros y pesebreraa. Kn
el piidftefo de estos ejeoiplos el aMttero ae
T« m% 28
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AR^TECTÜBA
436
^ya sobre on peqoeao muro; tieDe el pese-
bre formado de madera de una sola pieza,
abondado en forma de cucbaron y sosteoido
en toda su lungitud cn un tablon sobre el coal
reposa el peldaño ioferior dcl astillero; el pel-
daño soperior est4 sostenido en su ínclina-
Cion por dos triángulos de bierro sujetoa á
unapiesade madera en todala longltud y que
descanaa de plaia en plaza sobre dos postes
^erticalcs. En el segnndo ejemplo el astillero ó
balaustrada está apoyada sobre dos postes en
formf ^p armadnra, y tienen sos pesebreras
formaáas de dos pieaas en qoe la una consti-
tayecl borde, y está sostenida en sn separa-
cion superior por dos simples triángolos.
EtUMo para cerdos.
s Pi0s. 5/ y 6.* Planta y elevacion. En el
centro dcl establose encuentra nna cocina con
su cbimenea y fogon, donde se cuecen los ali-
mentos destlnadas á los animales. l^ techum-
bres para los cerdos, formadas de un dobleór-
den de celdas, opuestas unas á otras; est¿n
precedidas de un peqneño patio donde el ani-
roal Ta ¿ tomar so comida colocada en una ar-
tesa semi-interior y semi-esteríor comun á las
dos celdas. Deiante de estos órdenes de techos
bay od patio ¿cielo abierto, en el cual bay una
G^rcii. fil suelo del patio como el de las cei-
das, é8t¿ dispuesto de modo que todos los ori-
nea seau red^dos en un mismo sitio.
Figi. 7.* y 8/ Yista, perspectiTa y corle de
la abertnra practicada en el- muro interior de
las celdas, encima de las artcsas; esta es un
postigo conpemios debierroy goznesfijos 80«
bre la traviesasupcrior, tenieudo en medio un
ccrro]o con su grapon recibido sobre el borde
estefior de la artesa: este postigo est¿ siempre
entreabierto, dejando circular el aire por enci-
ma sin permitir la salida del animal.
Puertas y harreras ruraks,
Pig. 9.* fiarrera sostenida por un lado en
un moro, y por ei otro en cl peqneño límite de
ona empalizada. ün pasador moTible de bierro
atraTCsado por dos anillas , sirre para tener la
pnerta cerrada.
Pig. 4 0. Pnerta con plunchas formando on
cercado sobre pies derechos y fljosen la tierra
y sostenidos de arríba ¿ abajo por nn travesa-
fio. liOS pies de' la puerta cuando se la abre,
qoedan sosténidos por una rueda colocada en
cada boja. *Lo misnio que la anterior, esta
puerta se mantiene cerrada por medio de un
pasa^r ^ cerrojo atraTCsado por anillas de
hierro.
LAMINA XXXIX.
Esiabhs.
. : %«. 4.*, «.• y 3.» Planla, vlsta perspec-
tiva y corte de nn establo económico por mon*
sicur de Yalcourt. La construccion esti din-
da cn su Iongitu(lpor on pasage de servicio,i
los dos lados del caal hay dos órdenes de es-
tablofl de animales; estos colocados cara ¿ ci-
ra los uoos de los otros, dejan uc espacio en-
trc si y el mnro, destinado ¿ dejar paso por
medio de on pequeño l)adén ¿ los oriaes. La
cübierta del tejado que seapoya sobre losma-
ros laterales, tiene de altura seis pies y es de
rastrojos. El caballete e8t¿ formado de Doa
pieza de madera de pioo, sujeta con sos dos.
estremidades en unos piñones, y softteaidade
distancia en distancia por dos postes obliCQOg,
apontalados como los brazos de ou comiiis.
EI interTalo de cinco pies, dejado entre si en
la base roarca la loogitud dei paso que diTide
el establo. Los astilleros e8t¿n fljos en estos
postes; tres travesaños redondosrecibenlos
hosiUos, asi como el fondo 6 plancbas dODde
caen las semillas. Las artesas est¿n sostenidai
por unos pequeños postes colocados de plaia
en plaza. k fln de procurar onabnena Tentila-
cion, hay en medio del establo una cbimeoea
que se puede abrír pormedio deunacoerda j
una polea. La parte superíor del ediQciofoima
cl grauero , y hay tambien un almaceo de
forrages con dos pequeñas puertas ó dait-
boyas.
Las /ig$, 4.* y 6.^ representan los detalles
de algunas de ias disposiciones qne bemos
descríto.
"Piedras de moíinos.
Fig. 6.* Cabeza móvil qne sube ó bíja á
voluntad por medio de un largo tQrniIlo de
madera y de dos tocrcas, distantes la aaa de
la otru y clavadas semejantemcnte en el c^.
tro inferior y superior de esta cabesa. Se le
hace mover por medio de un montante 6
meda.
Fig. 7.* El origen dé este caso es holan-
dés, y su snelo y su cabeza son moviblesy se
fljan ¿ la ^ltura que sc ven , por medio de
anillas de hierro sóli^amente sujetas ¿ los ¿o-
gulos del armazon y clavijas introduciilas ea
los sei5 postes que le sostienen. Los postes
e8t¿n guarnecidos de piancbas de hierro por
debajo, ¿ fln de que los insectos no paedao
trepar.
Fig. 8.* Esta forma se monta y se Jes-
monta como on mueble. Est¿ compuestadeaa
Irozo circular de madera de seis tal>leros desr
cansando sobre los pies, un poco elevadosdel
suelo para que la humedad no pueda pefjadi-
car ias mieses ordenadas sobre el aparejo.
LAMINA XL.
- Consiruccton de faros.
Fig. 4 .* Faro de Eddffgstone, ¿ 3 legQis
de Plymootb» constniido en4756.
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1»
ARQUITECTORA
m
Pig, 2.^ PliDta de las primeras hüadas.
Fig. 3.' Planti á la aUora de la esoalere.
Fi¡. 4.* Planta i la altnra de Ta llntema.
Fú/. 5.^ Planta á la altura del último crn-
caiD.
Fig, 6.' y 7.* Planta y elevacion del faro
iéloabo de la Hogue, cercade Gherboug, cons-
tntído en 1832.
Fia. 8.* y 9.* Planta y eleyacion del faro
dePlanier , cerca de Marselia , conatruido en
LAMINA XLI.
Alumbrado de los faros,
Faro eatadriáptico de primer órden, por
Mr. Fraocisco Jenne, constmctor en Paris.
Iste foro foé admitido en la eaposicion de
losprodnctos de industria en el afio 1844.
Para obtener mas deialles, véase el articu-
lOPAROS.
UÜUNAS XUl Y XUII.
Construecion de lo$ puentes»
• LAMINA XLIV.
Puentes de piedra,
LAMINAS XLV Y XLVI.
Armaduras de hierro,
Fig. I .« Armadura de hierro en la iakHia
ie la Magdaleña, en Paris. Conjunto de nna
de las formas. En los puntos aaa están las ca-
denas recibiendo las formas entre si y soste-
mendo ei cmzado , sobre el coal parten las
liojas de Qobre formando la curvatura.
Fig, 2.* Detalle del encuentro de mochas
píeias en el punto M de la fig. 1 .*. Este es el
ensambhige dei ballestero con el tirante Terti-
eil b, con el gran circulo e, con el segondo c
y la cadena d.
Fig, 3.* Detalle del encuenlro de muchas
pieias en el punto N de la fig, 1.* Este es el
ensamblage del otro ballestero con el tirapte
terticaT b, con el gran arco de circulo e, con
el legando c y con el primero h.
Fig, 4.* Montante vertical incrnstado en
el mnro , eneaiando el ballestero y ei primer
irco h, y recibiendo el madero del gran arco e
cneipnnto I.
Fig, 5.^ Confunto de una de las formas de
\a armadura ae hierro delMercadonuavo de
la Magdalena, en Paris»
Pia. 6.* Armadora ó forma para un snelo
de ladrillos cmzados. Esta forma esta compnes-
ta de dos barras» la una a en forma de arco y
reeíbido por la otra 6 qne sirve de cuerda de
este arco. Csta armadora tiene en toda so lon-
gíftnd Eiete bridu c, ó peqoeñas piexaa qne la
'dhideB en ocho paries ifudes: «omo estoto
barras podrian aproiimarse, se ha cólocido «b
ellas en medio de cada pedaso ó brida unos pe*
queños pilarotes de hierro que impiden el se»
gundo efecto. Estas armaduras están atadas
entre si por ocho órdeoes de T'irotllíos d, EuCI^
ma de cada armadura se tieno colocado un ti-^
rante e de hierro liso» que se engaocba, asi
como ia barra derecha de la armadura, en iámi
misma áncora colocadt en la estremidad dei
muro.
Fia, 7.* Puentedel Carrousel. t^onslrúido
por el iogenlero Nr. Polonceau .
LAIUNAS XLVU Y XLVIIl.
Puentes de hierro,
LAMINA8 XLIX Y L.
Puentes eolgantet.
Para obtener una esplicaden deestas lámi»
nas, véase ei articolo poiNm.
LAMINA U.
Puertat de esdusae 6 canaUs,
Pig, X^ Planta de una pnerta de esciusa
en dos alturas diferentes.
Pigs, 2.*. y 3.* Elevadon de los dos iados
de esta puerta. ^
Figs, 4.* y 5.* Córte de esta pnérta.
La figura que ocnpa la parte iMja de la iá*
mina, represenla la bóveda de piedra taliada
que recubre el canal de San Nartin , ba)ó ia
plaia de la Bastiila, en París^ Las aródaa qoe
se ven en la parte superíor de esta flgora soa^
tieoen la colomna de Julio.
Véase el artículo bsclusas y canalbs.
LAMINA Ltr»
Diferentes géneros de eonstrucoion de muros,
Pig. \.* Sistema poligonal , fonnado con
piedras poligooales, taliadas en prisinas irre^
gnlares.
Esta flgura representa nna parte de ias
morailas de Fundi, en ei rfino de Nápoles;
las piedras de estas mnrallas tienen de S Á
9 pies de tongitud por 4 ó 5 de altura. Los
muros de la antigua villa de Cora, cerca de
Velitra, y otros muchos de las ciudades etms-
cas, están constraidos de la misma manera. En
CorUma hay piedras que tienen hasta 20 i>ie8
de longitud.
Fig. 2.*, Constrocclon doble, formada de
piedras de igoalcs dimensiones, coiocadas dos
á dos en la longitod y una soia de tlson sobre
el espesor del moro; el intervalo que ha^^ en-
tre esUs piedras esti relleno con mampoft^rié
menuda.
^Fig. 3.^ ilaoatnioeieiefiregQlafy'féniiidt
t
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4S*
AIQIHTBGTDBA
#H
te péadM de todas diaeBBiODes , recortadas
«I hilidas rotas, en forma de dientes ó muea-
cat, en todoa seQtidos.
Se liaD reoDido en esta figara todas las ir-
regolarfdadea qae se encoentrao eo la cooa-
tracdoo de edificios aQtigaoa , constraidos en
piedra tallada, y aobre todo los maros de cer-
raoiieBto de la ciadad de Roma. Tambiea ae
eocoeolran de estaa irregalaridades en las
conatroociooes moderoas, porqae la piedra Ira-
vertioa no se balla en bincos oemo la piedra
de Parls, y que so espesor nria en cada troso;
de soerte qoe para emplear esta piedra se veo
obligados á bacer las igqalaciones y las mues-
cas qbe hemos dicbo , como se poede Ter eo
elteatrodellanelo, en el €oUeeo y en San
Pedro en Roma.
Fig. 4.* Ogm ^mrtnm» 6 aistema de co-
locar las pledras de todas formas.
Se atribaye 4 log etmaeos la ioTencion de
esta especie de mamposteria, que parece ba-
ber sido imitadade dertas canteras, donde
las piedras se enooeotran asi dispuestas ni-
turalmente.
Los iDgulos y \(» esqotoasos de los muros
construidos de esta manera, tienen necesidad
de ser raSonaéos por aos doe paraoeotos , y
dispuesto este refuerzo por biladas boriaon-
tales, como se te enia figora que repreaeota
nn esqaioazo de los moros de Pompeya.
Los meQomentoe roas antigaos de Rofna
estin eoDstruidos con el opos inoertum; tales
soD, e^ otros, el templo de Yeata, la Tilla
de Ificena, lacasa de Qoiotilio Yaro ea TítoIí,
d temple de la FoitoDa en Preoeste.
Fig, 6.* CoDstniccioieocadcoada, formap
da de piadras alteroatiyamente mas altas para
iBcroslarse \u nsas en las otras.
Este ^emplo eslá sacado del teatro de
Maroele en Roma.
Fig. 5.* Opui retieukUwn , ó trozos con
earas coadradas aemejanles en forma al en-
rejado.
Rste fénere de eonstraccieB estOTo muy
en uso en Roma en los últimos tiempos de la
república. üna gxan parte de las ruinas qne se
eDOoentraQ eo Us iomediaciones de Roma, es-
tili coDStraidas de este modo por ios para-
DMDtes esteriores, el ceotro está relleuo de
|P41o BMDQdo. La cara cuadrada tieoe ordina-
liameDte unas 4*palgadas de lado.
FÍM. 7.V «.•, 0.' y to. Oirersos ejem-
plo« oe todas ciases de coostrucciooes.
LAMINA LIIl.
Cmiinoi oMtiguoi y modemes.
Fig* I .* Qw camino antígoo en Uano.
Fi0. 2.* Gran camino anUguo, con sub-
lerrineo aobre la pendiente de ona montaña.
FÍ0. 3.* 6ran camino modemo.'
. f%t4.^ q¡i»ci9rtao cqAaBafQi^esps*
tenifflieBto, aobee la pendieiiU ^ rm^mmfih
na á las márgenes de nPi liím^
Fig, 5.* Gabnda eeqaieda en eü eaife-
drado.
Las cifiras 1, 2, 3, 4 y 5 de la /l^. 1.* n^
presentan las diCaróntes capas de qoe ae cüíh
pone el macixo de ktf vias romanas. fstaa ci*
pas soo eo oúmerode coatro (las /ffs* 4 .* y 2.*
indican dos manerM diferentea de oenaMr.
la primera) ; estas se llaman sir^íwaum, re-
dtia» nueleus, jnmma ermsta 6 fttiwHMwi
dofium. Rl espesor lotal es de onos 3 pies.
Laprimera capa está formada de nno 6 dos
órdenes de píedras pUvaas, cokioadas con no
baño de mortero. La segonda capa ó riMÍtit es-
t¿ íórmda de mampoateda de inyo meuido
bien batido. Sobre esta capa ae eatieiide fl
nnrfstM, ^e es pna eapecie 4e aigaoiaaa 0001-
poesla 4e arena groesa de rio polKriaada,
mesolada coo cal recieotemente apagada. Li
piedra ó snmmuai darsum está coioeada a<H
bre el nocleo en él coal se la apisona.
LAMIffA LIV T LV.
CarfdMéria.^ArtMduroi divortai.
Fig. 1.* Armadora diYidida eo dos parles
sobre la altora, j Qpnveesla de nn gran ti-
raote sobre el coal se ooen los dos macbones;
tieoe do? mpdillooes coloüados baio el tiraote
qoe sirren para reforzarle, oo madero qne en
sa áogulo recttie los dos foladoa del cabriol,
y ooa Jamba atada para descargar el tirante.
Pig. 2.* irmadora de la sala dei graii tca-
tro de Torio.
Fig. 3.* Irmadura de la basüica de Santa
Maria la Mayor, eo Roma.
Fig. 4.* Gorte tomado oerca de on filso
pendolon.
Fig. 5.* Corleen direccion de la longilod
deona forma.
Fig. 6.* Planta de on tinoUe conipneato
de dos pieaas.
LAMINA LVt T LVH.
Fig. I.* Armadora y tecbo de tea
ceoes de TÍYeves militares en Paris.
Fig. 2.* forma de la armadQni de Sanla
Sabioa, od Roma: l Jabalcon apayado ea el
pendolon 2, y ooido ai cootrapar 3, qoe sm-
tieoe al par basta casi los dos tercios: el medio
del tiFanle est^ sofitenido p^r oo estribe de
bierro 4, QJo al peodoloo; lu estremidadea cle
este üranle están fortiilcadaa por noaa zapataa
de madera 5 , qoe doblan la estremidad del
tiranle y están onidaa al par y al tiiante por
onas ligadnras de bierro inclinadas 6«
Fig. 3.* Fonna de la armadori^ de Sao IQ-
nieto en Piareacia: t , especie dc sapata patm
soportar ei pesa4el tinnte; 2, oartelas deiur
dei4«4or9iito> qno ilemasde#Uge^r el por
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w
^iQBiB^nrQiu
m
mü liimU dmtm etí^ earpiQteria aparf ote
eD e) monameDto,
Fig. 4.* Forma segUD el sisteiBa de) cor(H
ae) £d7; la gran eerdia eati formada demu-
dus maderas aoperpoestas y curvadas aobre
e) pltDO.— F»^. 4 a. corte )0Dgitudina) de )a
pirte soperior de la armadura ^Fig. 4 h,
planüliu Qoidaa y elavadaa eatre si^ sobre \aa
emlesTieae ¿ descaQsor todo el sistema.—
Fv. 4 c, corte de uoa parte del centro.
-f M. 4 d, «, f, formaa de difereates pie-
9S8 de iúerro empteadas en esta coDstruc-
cioo.
VAmSk LVIU.
CQrfmlaria.^Pared$sék fHfubra, <ooJkw,ott-
Fig. 4.* EleTacioD de uoa pared.de ma*
denen,liac))ada.
Fig, %,* Tecbo QOD carreras colocadas ^^
bresoieras.
Fig. ^* Tecbp cod carrcras eesambtad^s
e&)o9tirantes.
Ff^. 4.* Detailes de eo^sambtaduras del
toclio represeotado eo )a Fig. 2.*
F^. 6.* Estribos de bierro para sosteoer
iascarreras.
Figt. a, b, c, 4, e. Diversas easi^Dbla-
doras.
Si se quiereD obteoer oias detalies respeo-
to¿ las iámiiias W, Vi, Vil, LYUy |.T1)I Téa-
se el arUculo abjiadura.
LilllNALIX.
Carfhtíma de 'ia¡krm^SMamblaifl$. f«er-
9, $9aakra$, eta.
^^wp wvwHOI^9^,
Fif, 4 •* PiaDta de uua esealera de earaoo).
Fig. ;.* E)eTacioD de esta esca)era.<— a,
K e, deta)le8. <
Fiff, 3.* P)aDU de una Teotaoa cod per-
líaiias y Tae^os ioteriores.
Fif. 4.« EievaeiOB de esta veDUiíia.
F^. 6.« VueJo partido.
f y . 6.< tloa boita de peraiaoa.
Fí^ 7.'' Flaota de um puerla de dos ho-
Fi§, 9.* Blevacíoo de effta puerta.
IfAWNALI^.
Carpiníeria de taUer.
Fig. 4.* ¿ 40. Diversos slstemas de ob*
aambiadaras.
Fm.*44. petalle de laopDatrDccimde ppa
Fig, 42 y t| )SlevMiaa y perti de uaa
siUa de coro.
Para obteoer mas detaltes 8o)>re las )¿roi-
oas UX y LX Téase el articuto GARFnrmu
Di XALLBB.
LAIMNA LXl.
Yéaee e) articulo csaRAaiMA.
LAIUNA LXJI.
Cu6ierto.
Fige, 4 .« y t.« inteflxas aDtlgufS en m¿r*
mo)
Fig. 3.' Gubiertas con tejas antiguas, en
Roma.
Fi§9. 4.« y 5.» Piantas y corte de las tejas
que eompoDeB esta cubierta.
Fiff,6.^ Cobiertade tejas plauas ordina-
rias.— a, pecfil de esta cubierU.— b, c, d, de-
lalles de uaa teja.
Fig. l^ Cubierta coo tejas erusadas e, f,
y,deU))e$.
Fig. 8.* Plaota, perfi) y eleTacioD de Us
tc^aB Damadas cobéjas.
ARQUITEGTURA RURAL. La boodad de Does-
tffo cUou y U forma y sistema de coltiTO ge^
Deralmeiite segnido eo España, bao sido, sin
doda» caosa de) atraso cod que eo este paU,
eiDiDeotemeDle agrieola, se ba]ia )a arqultei^-
lura rura), elemeDtodel bieoestar de uua im-
porUnte y moy numerosa parte de ouestra po*
bUdOD. Las medldas )egU)ativa8 que eo estoe
ó)timo8 añoB hao poesto los bieoes de Us co-
QHiDidades religiosas eo maoos de particula-
res, hao proporelonado ¿ mucbos de estoe
akjamieBtOB qoe, sino reuDen todos los r^
qoUitOB qoe coostitByen lo qoe se llama uoa
casB de Ubor bieo mootada, tienco a) menoe
los de capacidad casi siempre» y coo frecueo-
cU los de salobrídad, comodidad y agrado.
BideeBle ponto de TUta ba mejorado noUble-
oMiite )a condicioD de muclms de ouestros )a-
hradoroB.
Estos edificios, bien que por lo regolar
falte, comBhemos dicbo, tMStantc para qi|e
de elios poedadecirse que soü perfectOB, to-
dsTUUles eomo 800, ofreceo, comparadoB
eoD U mayor parte delos que fuera de esU
daBeD exUteo y bao esistido hasU e) dia, tco-
tijasde mocbUimacoDfflderaeioB. A escepcioD,
pues, de los aotiguos cooTentos y de alguna
que otra casa gnuide mas 6 menos bien ade-
coada ¿ Iob u80S agricoUs de este ó aque!
terrHorio, puede muy bieo asegurarse qoe co
EfVafiB Do existe propUmente )o qoe, como
arce, se efiUende y coooce por arqoitectura m-
ral. Estose coBCibe coaodo sc pieosa qoe eii
U casi totalkUd de ooestro pais, los labrado-
res TÍTeoeD poblado, clrcoDStaocU que por sí
BoU ofnoB QD obBt¿culD iusoperable para que
lascasaseD^oe los labradores babitao cop
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(43
AflQülTECTüRA
M
ftos fámillas, y eneierran sus frutos y us ga-
Dados, sea lo que, con arreglo á los bnenos
principios del arte, deben scr. Donde los la-
bradores Tivcn en las ticrra? mismas que cul-
tiTan, son tan malas las casas, cuando mere*
tjen este nombre, en que viven 6 mejor dicbo
vegetan, que bien puede declrse que es nece-
saria en esta parle una refurma radical.
Eu los tiempos pasados, cuando cada uno
tenia ó tomaba del comun aquella estension
de tierra que para hacer su siembra ó apacen-
tar sus ganados le bastaba; eu aquellos tiem*
pos en que no se conocia entre esta clase de
gente mas ley que la de la necesidad, ni mas
necesidad.que la de sallr del dia, la situacion
precaria dcl labrador, la vida ambulante del
ganadero^bacian suncientepara el primero una
cabaña, é inútil para el segundotodo otrogé-
nero de habitacion; pero hoy, en quc los pro-
gresosde la civilizacion, el derecbo depro-
piedad, la division del territorio y el aumento
de poblacion han creado nuevas necesidades y
con ellas nuevos intereses que desarroliar y
3ue defender; hoy que todo tiende ¿ hacer
esaparecer de nuestras costumbres agrícolas
las antes imperiosas leyes diotadas en favor
de la ganaderia trashumante; hoy qué se em«
pieza á comprender en España lo que el ade-
Íanto de la civilizacion ha ido haciendo com-
prender en los dcmas paises de Europe, ¿ sa-
ber, que ganadería sin cultivo y cnitivo sin
ganaderia son dos problemas» económica-
mante hablando, insolubles, y que los bene-
flcios del labrador que vive fuera de su flnca
8on limitadisimos comparados con los que ob-
tiene el que vivc en ella, fuerza ser¿, en inte-
rés de 1a agricuitura, atraer ¿ cstas ¿ los que
las han de esplotar, y al efecto indicarles los
mcdlos de construirse en ellas olojamicntos
en qne con el menor gasto posible, se reuna
lamayor suma deventajas, comodidades y
aun goces que sea dable.
Bien sabemos que es en eslremo diñci),
por DO decir de todo punto imposiblc, obtener
la aplicacion inmediata de las m^oras liigié-
Dicas, iutelectualos y económicas que recla-
man todos ó la mayor partc de los ediflcios
qne en la actualidad sirven de alojamiento á
los moradores de nuestros campos; pero ¿tan
molesto seria ¿ los dueños ó ¿ los esplotantes
de flncas (esplotantes ¿ virtud de contratos
Jargos, se entiende) trazarse desde luego nn
plan para la reconstruccion de los ediflctos
que fuese degradando el tiempo, ó la creacion
de nueva planta de los que se reconociesen dé
necesidad ó ¿ lo menos de marcada uUlidad,
en los parages donde no los bnbiose? Decíinos
esto último en la persuasion de qu« solo
en nn sistema imperfecto y antieoonómico qne
por la fuerza de las cosas tiene qne desapare*-
cer en España como ha desaparecido en otroe
paises, es admisible la hipótesis de la esplo*-
tacion dc una finca por qnien no vive drátro
deeUa. . . ,: , .
Partiendo, pncs, deestas bases, yempé'
zando por decir, que lo mismo en las coogtruc-
cienes rústicas que en las urbanas, todb está
sujeto ¿ los accidentes de clima, suelo, situt-
cion topogr¿flca y económica de la flnca, con-
diciones particulares del que en ella ha de
viYir, etc, etc, vamos¿ indicar las reglas
en que principalmente se funda el urte d qne
se ba dado el nombre de arqoitectnra mral.
Dicho hemos ya, ó de ello ¿ 1o menos se
desprende, que considcramos la agricuKQra
como la combinacion de dos elementos, que
son cultivo y ganaderia. Glaro es, pues, que
ademas de la parte destinada #80 habitadoi
y la de su familia, debe el agricnltor reuoir
en su establecimiento las dependencias nece-
sarias para ol ejercicio de sn doble induslríi.
Antes, empero, de ponemos ¿ haoer la des-
crlpcion sumaria de esta nueva granja ó al-
qneria, es nuestro ¿nimo decir algnnas paia>
bras relativamente al sitio que para sn cons-
truccion debc elegirse, tomando en cuenta el
suelo, la esposicion y los medios de Uegar á
ella, con la dednccion de estas importaotes
cuestiones y de las necesidades agronóraicas
que de ellas son resuUado: vamos ¿ entrar en
materid.
Ante todo, y en cnanto posible sea, debe
buscarse para la construccion de nn estableei-
miento del género del qne nos ocapa, el terre-
no mas céntrico de todas las lierras de que se
compone; viendo, sin embargo, de no alejarse
mucho del principal camino carretero qoe por
alli exista, ¿ fln de que pueda llegarse espcdi-
tamente ¿ la casa en inviemo como en verano.
El terreno sobre el cual se edifique cuiden dc
que no esté demasiado elevado, ni taropoco de-
masiado htmdido; ocupe, en una palabra, nn
nivel medio entre estos dos estremos, preser-
v¿ndose de esta manerade los inconvenien-
tes de las grandes seqnfas y de las inundacto-
nes. Procúrese, sin embargo, que sea en sitio
donde haya aguas corrientes y soplen vieotos
puros y templados.
Gerca de la habitacion, y por la parte de
viento que mas incomodé' ó perjodiqne ea It
localidad, higase algnn plantío de ¿rboles, en
la inteligencia de que estos son indispensables,
ó ¿ lo menos en estremo útiles, bajo diférea-
tes aspectos. EIIos, en efecto, independieote-
mente de las fratas y otros prodoctos qoe daa,
ofrecen la triple ventija de enrarecer el alre,
de recrear la vista y el ¿nimo y de servir de
abrigo contra 1a intemperie al bombre y á los
animales. A falta de aguas corrientes, coos-
trúyase, si esto es posible, no lejos (pcro oo
tampoeo mny cerca) dela casa, nn estanqoe qoe
al mismo tiempo qne sirva de abrevadero pan
los ganados, prodozc^ pescado para bI conso-
mo y la esp^Iacion; biei^ qne ¿ esta;rent2]a
renunciarí amos gnstosos en caso de no poder
renovar las aguas de dicho estanque con aguas
^pluvialeaúotraft procedentesdealguñ ponto
fmaselevado, ódeno tenorlafaoüidaddeva^
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445
ARQDITEGTÜRA
446
diiloeiiandD i8i canTiiüese; poes dnlos ptra-
ges ácajas inmediaciones bay aguas estanca-
(Us, SOD por lo comun falales para la salud loa
luasMs que in?adeo la atmósfera y de que se
originao caieotoras y otras enfermedades tan
^igroHas para los iUHnbree como para los
aaimaies.
De la direcciou qoe al ediflcio lia de darse,
debe rMoltar quela facbada principal se balle
ó il soi poDiente ó mejor aun ai saliente. Por
este meifio se evitarin ios d^ectos de los gran
des frioa y de los estremados calores. A uno de
los dos iodicados Yientos debeo eo lo posible
estar las habitacioues. En esta parte, sin em-
bargD, nada bay fljoé inTariable.Dét>ese» pues,
al proceder ¿ edificar, tomar atentamente en
cQCBta y ea consideracion las circonstancias
üe la ioóalidad.
Debe, pues, una casa de labor, para reo-
nir los requisitos apetecibles, compooerse de
las dependencias siguieBtes:
Kúm. i.** Casa-liabitacion: esta con sóta-
aos, planta baja, y en caso de necesidad se-
gaodo piso.
Núm. %.• Dot alas ó pabcUones hiterales
imidos entre sibáoiaia parte opoestadela casa.
Rúm. 3.^ Otro cuerpo de edificio de igual
forma esterior y dimensionis que el pfia>ero;
perocoo distinta distribnciOQ y con destino 6
dlstíoto objeto.
Esta reonion de ediOcios oo oompone en
xetlidad masqne on solo, coadrado ó rectan-
golar, dc mas ó menos diroensiones» segun las
necesidades de la esplotacion, y coo uo patio
en su centro. De coalqoier roaoera que sea, de-
be dicbo establecimiento para Iteoar bien so
objeto, reonir en aqoellas grandes dependen-
cias los accesoríos sigoientes:
Núm. 4 ." Sóianós. Ademas de la otilidad
quepresenlau para el establecimiento de bode-
gas y almaccnes de una porcJonde objetos que
temen los efectos de la intemperie 6 del cam-
bto de eslaciooes» soo oecesarios ios sótaoos
para saniflcar ias habitaciones bajas, búmedas
de lo coBtrarío. Züguan. Ssta es una pieaa
grande á la eotrada de ia casa y coo paso al
patio rectangoiar é intcrior del e<üflcio. Debe
estar dispoeeto de manera qoe eo él entren
dbaUerias, y aon si es posible carroages. De*
'ÍKser graode> claro, venUlado y alto de tecbo.
Guamés. Sate debe ser tambien ciaro y Teoti-
iado, y estar sltnado ¿ proximidad de los coar-
ios de los mozosy y al n^^smo tlempo poco dis-
tiDte de laa cuadras. Con esto se dice que su
süaaeioD cs hácia ono de loa ¿ngoloB qoe con
ia caea-haÍMtacion forman los doa coerpos ia-
(érales dei ediflcio. Cooína. Hadeseranchay
espaoosaj, proporeionalmeote ai oúmero de
penooas qoe f ivao y se oaanteogao eo la ca-
CuarUn de lo$ inosoa. Estos debeo estar
■ea la plaota baja del eittfloio de bábitacioo«
JM> lejos de ias cuadras y teoer Tista al paUo
iBteríor^ Gceenioff loútil bal>lar de-las demas
.Rieaaa. acoe6oria& qoe tn dicha plaota ba}a
poeda haber« Si la explotacion es pequeña, no
se liace necesario que en la casa liaya piso
príncipal, asi como siendo eUa moy Tasta y
mochos los miembros de la famUia dei gefe
de la casa, poede hacerse preciso qoe haya
hasta piso segondo. Por lo qoe respecta á la ,
parte de habitacion ninguna regla flja poede
darse sino es qoe en lo posible esté espoesta
al sol saliente, y sobre todo qoe desde ella se
dominen y yigileu las demas dependencias de
la flnca. Kn la parte mas alta de este ó de coal-
qoiera de los otros coerpos del ediflcio, poede
baber, y hasta es conVeniente qoe tiaya» on
palomar. {Véase palomar.)
Núm. 8." Los coerpos iaterales del ediflcio
destinados á coadras, establos, paríderas, pocil-
gas, galUoeros, etc., etc, (véase estos voca-
blos)deber¿nestardispoestos demaoera qoe en
cada ona de estas oflcinas encoentren los ani-
males qoe en eUas seliayan de alojar, la mayor
canUdad posiblede desabogo, abrigoyoomcKli-
dad. Enla partesoperíoade estas alas, lo mismo
qoe en ladel coerpoprincipal, deberáhal)er gra-
neros (vtoeGRANBROs) áteja vana sl%e qoiere,
pero qoe tengao á lo meoos la elcvacion sofi-
ciente para qoe aon én la parle mas próxima á
lapared, qoees natoraimentelamasbaja, poe-
da on hombre aodar y trabajar sin necesidad
deagacharse.
Núm. 3.** En la parte paralela y simétrica
al coerpo priooipal ó casa-liabitacioD coo la
ooal podrá comooicarse esta por pedio del
patio coadraogolarqoeformao dichosdos coer-
pps y las alas', deberá haber on cobertizo ú ti-
nado, que ya poeda ser^r á encerrar los car-
ros, arados, aperos, l^a, y otros objetos para
el servicio ó consumo de la casa, ya para al-
bergar animales en los momentos ea queen
las ouadras ó establos sea eseesiYO el calor.
Las indicaciooes generales qoe acabamos
de hacer, iMWtan ádar á comprender el objeto
de este arUculo. En otros especiales iremos tra-
tando socesiva y detenidameote los mochos
pontos de dctalle qoe abraia en todas sos de^
pendencias ona casa de labor.
Foerade la casadelabor propiamente dicba,
y por separado de ella, hay algona que otra
dependencia, á cuya clasepertenecenlosapris-
cos, de que oos vamos i ocupar.
D^aodOf pues, para sus respecUvo^ luga-
res laesplicacion mas detailada de las cuadras,
corrales, establos, gratleros y demas depen-
denoias y figregados de una casa de labor; va-
mos ahora (pues ast lo ofrecimos al hablar de
aprisGos) áindicar las príncipales rcgias qoe
eo la coQStroccioo dc estosdeben teuersepre
seotes.
Dél>e8e eo primer logar darlesmocba ven-
tiiacion, y al efedo procorar redocirtos i ona
especiede cobertixo abierto, ó tínado, sostenido
por Tarios postes, mas ó menos grande segoo
lo reqoiera el námero de reses qoe en él de-
ban encerrarse, y de un simple tejado qoe por
lo comun es, y en eUo jio hay .¡oconTcaientf,
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417
ARQUrnUmAA^HUlAABAL
»M
de p4i, espadafla 6 eneaé, Los hoecofl entre
poüe y po6te poede enbrine con sanos, (fue
es \0 basUDte pftra resgearder de los grandes
frios ¿ nn ganado qne como el lanar los feme
poco. Los postes colocados para sostener el te-
jado por una parte y porotra estos zarzos, de-
ben tener de seis ¿ siete pies de altura, estar
asentados (caso de ser de madera) aol>re on
pedestal de piedra, ordenados en dos fllas ge-
neralmente paralelas, ¿ diex pies de distancia
onos de otros, y unidos entre si con vigas y
maderos de 1a misma longitnd, ios cuales for^
maWinnn techo repartido en trozos dedies
pies de largo y seís ó siete de ffente. En me-
dio de este espacio se^colocauna escalera tras-
versai doble, y ¿ cada lado un portaHllo(4) de
dos pies de ancbo para poner en los entrepos-
tes y en toda la longitnd dei portal otras esca-
leras, de modo que bay coatro fllas de ellas,
por ser d<^le h de enmedio. Estas escaleras
colocadas contra la pared formaudo con ellaen
su paile inférior el Térffce de un ¿ngulo bas-
taote agudo, est¿n dispaestas de manera (en
loa paiBes^i menos donde la principal^ comida
de ias reses de lana aon el beno, el trebol, la
alfilfay otros forrages an¿logos) (¡oe ecbados
estos en el hueco que queda entre ellas y la
pared, pueden Im animale* irlos aacando hilo
¿ hilo digámoalo asi, sin inflcionarlo eon sn
tabo ni desperdiolarlo por ningun concepto.
Un cobeiliio como el que acabamos de des-
crlbir, qncL os ¿ 16 que, queriendo hacer bien
hi cosa, est¿ redocldo un aprisco de campo,
06 preCeribie ¿ cnalquier otro género de ha-
bitadon para las reses lanares; 3u construc-
elon, si bien menos costosa qne la de los esta-
blos y portales, exige sln embargo, nopoco
gasto, y boeno aeria, siendo posible, esonsar*
lo; porque aun cnando sn tccfao sea de pa]a,
siempre necesita lenerbaslante fortalesa para
resistir ¿ las ventlscas, y de coalquier mane-
ra que se construya, exige no pocos gastos
de coRSertacioa. Por estas razones, es ¿ ve-
des mas convenlente dejar las resc^ en nn
aprisco al raso y sin techo algnno. Bste apris-
co se forma en un corral, y se le da el nombre
de K^ñscodwnigtíeo para distinguirlo del que
se bace en el campo.
La esposickm qoe ¿onos y otros debe
darse es la del Mediodia, y el terrenoqne para
80 constmccion se elila, conviene que esté en
punto elerado y alguh tuito en declive» para
qoe con fácüidad poeda darse salida ¿ his
agnas y evitarse los encharcamientos. El si<»
tlo qne en nn aprisco necesita eada cabesa
de ganado lanar es de seis ¿ ocho pies coadra-
dos, si bien poede en caso necesario» redodr-
se algona cosa, aobre todo no trat¿udoB6 de
reses de moy grandes dimenslones.
ARQÜITBGTURA IIAVAL. (JíarifMi.) Se d«
e8tenon^¿ ladenciaósomadeconodfflien-
tt)Jl«iicr: iraduodoii 4« AlTat«iGnerra,piiae«
fi^Micitfii, fcHa lt| p¿g. Iia>
lo teórieos y pr¿elieoaqoe eensfltayen el aite
de construlr embarcaciottet. Tambien se Ui-
kna Cofiafrtiocúm naval,
ARQUITRABE. (AtmdtéeiHira.) 8e llani arf
¿ la parte Inferior dci comlsamento^aedea-
cansa sobre el capitel de la colonma. TamMea
recibe este nombre la moldora qoe hay ¿^
bi^o de ias oomisas y da meMa ¿ todo el edl-
flcio. Coando las mokhiras del arqtTitrabe ei^
tan intenrompidas eon nnt Uipida, reoibeerti
el nombre de tniff ttado.
' ARRABAL. Biaomentode la poblaoiOD^Iii
progrésos de las ártes, de la Mostria júá
comereio, y hr credente prosperMad de ln
cindades, obHgan ¿ aos haMtantes ¿ leTMr
nuevaa constmcdones foera dei estredK) fe>
cintode sus murallas. A estoa aumeDtos pra-
gresivos, hechos tambien ¿ menodo ooBolt^
to de no pagar los derechos de poertae, se bi
dado el nombre de nrrelbaU$, Oon él tieoipt»
baciéndose ias partea eslerlorefl de las otadi-
des tau conslderaMes como «stas, y ¿ veees
mas, ae las han incloldo denlro, y la coMh
bre les ha conservado un nombre qoe ya ao
les conviene. Asi socede en Parts con los Iw-
rios de San German, San Antonlo, etc., qoe se
han seguido ll«nando arrabales, aoaqoe fer-
man parte de la miana ciodad.
Los arrabales de algonaa ctidtaleshialkH
gado ¿ tener mnchaimportanda. Los de Vieaa
sontresveoes maseatensosqoe ioscoartelesde
ia misma dndad. LoadeLéttdres y Parísteatt
cada vez mas desarrollo, aofnqne presentindilfr-
rendas notables en favorde los prfaneroi, ttt
Hmptos, de Gonfltrocdon tan ele^^tnte, de ai-
peolo tao campestre, mientras qne h» de Piria
se distinguen por nna irregnlarhhid de omI
gnsto, auoque por lo general est¿n Uen coai-
traidos, por nna sudodad qoe no habla ea fi^
vor del esplrHo de llmpleia de sos habitiB-
tes, y ademas por ona monotonia de eoler
blanoQiso ó amariHento, y por ona fiiHa ciá
absofota de toda daae de ¿rboles. Son parte
de la mlsma ehidad, pero con grrandes desrea-
tajas. Sus caUes prindpales son domhiio ctti
esclosivo de taberaas, ¿ donde el poeblode
Parf s va ¿ reunirse semanalmente* En la siB-
grlenta historia de la primera revolocion (»
cesa paeden verse loa pormenores de la ia«
floenciaqne la pobladon delos anUgoos im*
balea de Paris» tnvoen vartos anoesos de aqa^
na época. Ei to de jonio de 479«, 8,000 hoa-
bres armirios ¿ qoe ae habia ^gro^ado aaa
torba de mogeres del poeblo, saHeron M
arrabtl de San Antonio, agHando bandensea
its qoe se ieian tnscripcioiiea borrtbles. M
hoida onieDaBadoralbadirighln porel oefba-
cero SanCerre, qoe despnea fhé genertl de la
repAbUca. Invaáé ta BaladelaAsaodileacetf-
tlHiyente, por la qoeeatnvo desÉlaBdodora^
Irea boras, y se dlrt^ despoes al palado ¿a
iis Tollerfaa, ooya entrada fértó ptra peta-
trar haala la haMttdOB de Ldt XTI, qoe la fi^
dUóeta «iiaoatanty eaergiaTetdtiluiaaMüfl
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lU
ABRABAL-ARRAS
m
b^cas. En aqoelUi ocaslon fué coatKfo co*
locó 6obre sa cabesa el gorro rojo que le
prMeolé en )a punta de nna pica uno de los
fariosos que )e rodesban.
ARRA8. {LegUUieHm.)l9, vot griega arras,
qaeequtvale á prenda ó sefial, se ha lomado
ealre oosotros en diferente^ Hentidoe, pnesto
^ eooel^a se ba slgniQcado to prenda qne se
din lo8 contrayentes para el mejor curopU-
ftieoto de su contrato, y tambien las donacio-
iCB qoe e1 esposo hace á )a ctposo por razon
ddcasamienlo. Las leyea dePartidodieron ge-
Mralffieite á ettas üttimasel nombre dedono-
aiMet frvpUmupcias; perolas de Toro Itama-
te asi i las que hocian tos padres i sus hi-
JoiMeonsMeraeionat mvtrtraoniode eStos, y
asi es cofflo ae llaman tambien cn la ac-
taalidad.
fara espooer tos princlpios fundamentales
de etta mtleria eon la claridad y preclsion
qoe requiere ona obra de esta especie, la divi-
^rmms det nN>do signiente:
4.** Qué personas pueden ofrecer las arras.
S* á qué otrfts pueden ^er ofrecidas.
3.** Aqo6 caatidad pueden ascender las
trraa.
i.** De qué mododeberi entenderse laofer-
ticoaDdodc lugar i doda )o pactado en las
eapilulacioiies matrirooQiales.
ft.^ In qiié bienes pueden constituirse.
6.* A quieo compete la administracion dc
loB Meoes dados en arras.
7.* Goando y en qué forma las gana la
mQger.
Bigaroos, poes, dos palabras con ia debida
separacion sobre cada uno de estos puntos.
4 .■ Qué perionasfmeden ofrecer lasarrai,
— Poede bacerlo et esposo, ofi eriendo^ dando
6 aQmentatide las arras antes y despues de
reríOcado cl matrimonio, pues su constitucion
Boesdenacíon simple, sino pfopfamu;)ota«:
eova doctrina tiene lugar aun cuando sea me-
Dor de M años, sin que deba por esto ser res-
ülQido, pues bace lo que cualquiera mayor y
pradonte. Esto se enticnde cuando no tiene
corador, pues si lo tuviese debe interTeuÍr su
aulorídad, sin cuya circunstancía seria nnla la
donacion y promesa, á no ser que se conlirme
per sn stiencio despues que llegne á la mayor
«M; y tarobien cujindo la donncion consisle
en dinero ó en cosasqueguardÚDdolasnopue-
4en conserTarse; pues sl fuesen bienes raices,
Ao basta la concurrencia de fu curador, por
ser indispensabie ia licencia ó decrelo judi-
cial; sin embargo, si este no interTiniese y
traseorríeden cuatro años despues de huber
cumptido el roenor los 25 sin reclamarla, se
coofirma y queda encaz, como sncede en la
eoageoacion de uua cosa inmuebleqiie^e ha-
ce por Iftuio oneroso.
í .• A qué personas ptDsden ofrecersH las
arras. Puede cl iiovlo ofrecer arras i so f utu-
ra esposa, no solo siendo soltera, sino tam-
bíeB «iendo tiuda, sin ninguna diferencia;
465 WlfLIOTKCA H>I'ULAU.
porrfue no se deben por derecbo, sfno por
pacto voluntarío y contrato celebrado ei4ft)
los dos, que debe observarse, por no" haber
prohibicion de que se las den ú ofreican. Dete
lencrse presente que annque la ley 3.*, tlt. f .•
lib. 3.^ del Fuero Real, hace mencion de k
manceba, qne entonces llamaban tsi A )a Ifue
ahora dencolla ó soltera, no por eso quiso o»»
cluir i la viuda, ^ino qne osé de esta pi^
bra, porque stendo mas las solteras qoe las
viudos quese casan, se ofreoen con ttai fre-
euencia i aqueilas. Pero debe adYertirse, qoia
teniendo la rouger hijos de doa ómaa roaridoi,
no haa de peroibir loa del uno ^artede lasar-
ras que et otro le ofrecló, aino lletar caía
uno las prometidas por su respectiro padre.
3.* A qué cantidad pueden aseender lot
arras, Cuautas veces se case el marido poede
ofrecer en arras i cada nna de sus esposas la
décima parte de lo que le haya quedado det-
pues de deducidas porso órden las anteriores.
Aun cuando el esposo puede ofreoer arras i H
esposa uoesti obligado i hacerío, como creen
algtmos, antes bien ha sido severanente reprt*
mida por las leyes laescesiva liberaltdad que
tienen aquellos eo el momento de enlatart^
con el objeto de su caríño. La ley 4 .*, ttt t.*
lib. 3.*del Fnero Real, si bien permite qoeel
novio pueda dar ú ofrecer i la novia la deeioit
parte de sns bienes por viadearras, neqniero
que escedan estas de dicha cantidad, esten-
diendb esta probibicioo al padre ó madre del
novio. Esta ley no se puede renunciar, y el
escribano qoc autorita instromento cen etla
renuncia incurre en perdimiento de su oÉcto,
del cual oo puede usar mas, so pena de falat*
rio. Esto dcbe enlQnderse aun cuando la pro*
mera se corrobore con Juramento, pnes eslo
podri dar mayorvaiidcz i un contrato que por
derecho sea válido, pero de ningun modo lA
que os nnlo, como opuesto i una ley prohli^
bida por 1a utilidad pública. La lcy 7.* de To*
ro, tit. 3.^, lib. 10, Novisima Recopilaciun, dif»
pone que el consejode cimarano pueda dispea*
sar la observaocia de ia del Fuero, y que part
quc sc cumpla esla con toda exactitud «el et*
críbano unte quien se otorgaren las escriturati
(cnga obligacion dedar cucDta delos talescoo*
tratos á lojasrtcia deliugar donde sehiciereH/
y cl escríbano de ayuntainiento tenga un Ubro
donde se tome razon de dichos contratot y
de la canlidad, dote y arras, y iajuftliciahaga
averísuaciou si esceden estas de la cantidad .
prefijada, y ejecnle la peiia y aplíoaciou liecha
para la cimara.» La décima parte que puede
el esposo dar ú ofrecer eñ arras i ia esposa,
debe enlenderse, no solo de los bienes que
tenga cuando conlrae elmaírixonlo, sinotam- '
bieu de los que pueda adquirír despue.s.
4.* De qué mododebe entenderse la oferia
cuando dé lugar é duda lo pactadoen las «-
pitulacionet matrimoniales. Deben enteaderse
ofreciüas las arras en los térroinos en qae (•
fueroncnlascapitulaciones, y eüioucet puedo
T. lU. ÍU
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454
ARRAS
459
pODerse cnalquiera clase de condiciones qne
HO estén espresamente probibidas por dcre-
cho. Si el esposo al tícmpo de ofrecerlas es-
presase «qne en el caso de que su esposa
iQuera antcs que él, ha de entenderse nola la
oferta, y no podérsele exigir su importe aun-
qoe deje berederos forsosos: ó siendo vindo y
teniendo hijos del anteríor matrimonio, dice:
que si su esposa falleciere antes que él, se
entienda nula la oferta, y no pueda pedir-
pele Jamás su importe por los herederos le-
gítimos ni cstraños que instituya, y solo por
moerte tenganderecho á él Iob bijos qne pro-
creare en ella;» estos pactos ó cualquiera otro
de los permitidos, deberán obsermse, pues
las arras se consideran como una donacion, y
en estas es libre el donante de imponer las
condiciones quc le parezcan. Ofreciendo el
noYio á so futuraesposa cantidad cierta en ar-
ras, confesando que cabe en la déciroa parte
de los bienes libres que entonces tiene, ó en
otro caso, haciéndole la consignacion en los
qne en adelante adquiera, aunque no cupiese
en ella cuando contnjo matrimonio, ú alliem*
po de sn disolucion tienc cabimiento, se le
debe aplicar, óloque de ella quepa, del mismo
modo que cnaudo ninguno tiene y ofrece la
décima de lo que adqulera. Pero si en la es*
critura de promesa no habló de sus bienes
presentes ni futnros, y solo di|o simplemente
que ofrecia en arras á su esposa tanta canti-
dad, y al tiempo que se la prometió no cabia
en la décima parte de sus biencs, ó por ser
pobre no tenia ninguno, no valdrá la oferta
en ladécimadelosqne despuesadquirió; pues
en ios contralos siempre se presume que cada
ono qniere gravarse á si y ¿ su heredero cn lo
menos que pueda. Esto sc lia de entender aun
cuando para el complimieoto de la promesa
obligase sos biencs presentcs y futoros; por-
qoe estas palabras, qoe soelcn ponerse en to-
dos los contratos, se rcfleren á la segorídad y
mejor ejecocion dc ellos; pero en mancra al-
guna deben senrir para alterar lo pactado, am-
pliándolo contra la cspresa voluntad dc ios
contrayentes. Si el marido fuese engaüado en
|a cantidad qne la niuger ofreció Ilevar en do«
te, ya sea porqoe efectiTamente no la llevó 6
porqoeaonqoepareica importaría enlos bienes
60 qoe consiste, segnn su valuacion, resulta
lesion en esta, como sucedo generalmente, no
esti obllgado ¿ pagaríe enteramente loqueen
compensacionde ladote qne prometió Ilevar, le
ofreció enarras ó poraumento de dote; yasi le
competirá escepcion de retencion de ello hasta
enla cantidad cn que fué engañado por ei dolo
cometido. Pero debe esto entenderse cuundo la
oferla se hizo en consideracion á la dote; mas no
cuando sebizo enalencion á sus buenasprcn-
das, como regularmente se hace; y asi tendrá
derecho á ellas en cste caso, hasta en lo que
qoepan con arreglo á la ley del Fuero, auuque
00 se veriflque la promesa ó uinguna dote
Meve, pues é coanto se obligoe el hombre, ¿
tanfo qoedaoblígado, y so volontadsedebeob*
servar en cuanto no ss oponga ¿ las leyes.
5.* En qué bienes puden constUuine los
arras. Aunque el novio no tenga bienes librcf
cuando se casa, pocde ofrecer arras ¿ la no*
via; no de los vincolados ni de ios sojetos ¿
reslitucion, sino de su osofructo ú aproveeba-
miento. Para haceresta regolacion se tendr¿
presente so liqoido efectivo prodocfo anoal,
deducidos losgastos, y los años qne podr¿ vivír
el novio segun so edad y robnster, y atendído
esto se formar¿ un capital al roodo de cea-
80 vitalicio personal, y como si foerade reo-
ta vitalicía, al respecto del interés que tienea
los censos por ona vida. Por ejemplo, prodo-
cen los bíenes 6,000 realea anoales liqoidos,
y se calcola que el marido puede virir diei
años, que por 6,000 en cada uno, componea
60,000 reales los réditoa ó renta de los dies; en
este caso se forma capital de 6,000 qoe son
la décima de los 60,000, los que si quisim
podr¿ prometer por via de arras ¿ so nioger
fotora, y si se conceptoare qoe poede tener
vida mas larga, ppdr¿ ser mayor lapromesa pro«
porcionalmente.'Lomismo podr¿ practicareoo
oira renta, encomienda ó pension vltalicia de
que goce, y con las preseas y vestidoB qoe
dé ¿ la novia; advirtiendo qoe la coota de es«
tas 00 debe eaceder de la octavaparte de lado-
te. Si el oovio no viviereeltiempo regalado,de-
ber¿ coutcntarsela novia con la respectiva par-
te que qnepa en el que vivió aqoei, porqoe no
pudo ofrecerla mas que orras antes y despoes
de casarse: escepto qoe cn esteintermedio ad«
qoiera otros eo qoe qoepa lo ofrecido, y los
obligoe tambien ¿ su satisfaccion, poes en es*
te caso lo dcber¿ percibir de todos la cspoaa;
pero si de otra parte toviere el marido bienei
en qoe qoepatodo so importe, se ledejar¿ in«
tegro ¿ csta.
.6.' Á quien compete la adminislracion de
la$ arr'as. Esta pertenece al morído durante el
matrimonlo; pero como la moger adqoirió de-
recho desde el momento eu quc se le prome-
tícron, 00 podr¿ aquel 'eoageoarlos ó disipar-
los eo manera algona, ni aon con conseatl-
raiento de esta. Coando el esposo no qniera 6
no poeda ofrccer arras ¿ so esposa, puede dar«
le Joyas para su adorno, cuya donacion se Ua-
ma CQ latín sponsalitia largitits, y entre no6«
olros vistas, y se diferencian de las arras en
que estas regularmente se ofreccn y no sc dan,
y las joyas sc dan francamente por el novio ¿
la novia antes de casarse. EI importe de (oda«
estas cosas Juntas no debe esceder del de la
ociava parte de la dote verdadera, nomerada y
00 confesada. Todos los contratos, pactos y
promesas que en contrario se hicicren, soa
nulos, y cl esceso se debe aplicar al fisco. No
se puede renuncíar la ley que lo ordena, y el
escribano anto quien se otorgue la escrítura
tíenc obligacion dc dar cueuta de tal contrato
¿ la Justicia del lugar en que se celebrare, j
esta dc ejecutar la pena y su aplicacion. Lo6
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ARRAS— AB&EBÁTO
454
ttoreaderes, plaieros y loDjistas ni olro géne-
ro de personas, por si ni por ioterposicton de
otras, poeden en Uempo aiguno pedir, deman-
dar oi dedacir en juicio ias mercaderias ni gé-
neroa qoe dieren al flado para bodas á cual-
qoíer persona, de cualquier éstado, cantidad ó
epDdtcion que sean.
7.* Cuando yenque fotma la$ gana la mth
ger, Disuelto el matrimonio por moerte de
algimo de los tónynges, 6 en coalquiera de
ioi casoa en que gana el marido ia dote, pue-
depedir laraoger ó sus beredcros lasarras que
leleor^ecieroB, ó la donaciondequeacabamos
debablar, pero no ambas cosas, pues ae lo pro-
Idbelaley 3.*, lit. 3.^ lib. 40, NoYisima Reco-
pnaeion,qoe flja eltiempo en qnese debe bacer
estaeleecion. «Perosi coaiquieradeellos murie-
ae despoes de consumado el matrimonio. quc la
Dogery sosberederos ganen todo lo que siendo
doeposados le hnbo el esposo dado, no habien-
do arras en tal casamiento y matrimonio; pero
8i arras hubiere, qoe sea en escogimiento de
la moger ó sos berederos, ella muerta, tomar
luarras ó dejarlas, y tomar todo io qoe ei
laarido hubo dado, siendo con ella desposado;
loeoal hayan de escoger dentro de yeinte dias
despoes de reqoeridos por ios bcréderos del
narído; y sino escogiesen dentro deldicbo (ér-
wiDo, qae los dicbos berederos escojao.» Des
poes de haber eiegido no podrán Yariar, á no
•er que la elecclon no haya tenido efecto por
algoir motiTo fondado. Gualqoiera esposa de
presente ó de futuro disuelto ei matrimonio,
gaoa y debe llevar la mitad de todo lo que an-
tes de consumarlo le dió su marido, si la besó
despues de desposada, ya sea ó no precioso,
preeeda ó no el beso á la dooacion, y elto sc
baga i la noYia en so casa antes ó al liempo de
la boda ó velacion; pero si la besó antes del
desposorío, no ganará nada como en pena de
haber fallado á su recato. Si el marido no la
besó nada gana ni debe llevar, antes bien, to-
do debe volver á los herederosde este; ni tara-
poco cuaodo por su colpa no se celebró el ma*
trimonio. Todo esto debe ontenderse, no solo
coando la esposa es donoeila, sino tambien
caa&do es viuda» ya porque la ley no distiogue,
pees diee , «cnaiqoiera esposa de presente ó
ftrtoro,» ya porque en esta se debc suponer
igoal pudor y bonestidad que en aquella, y por
eonsigoiente queda avergoosada con el óscolo
reeibido, motivo qoe tuvo la ley para conceder
4 la espoaa la mitad de lo qoe el esposo le dió.
Asi como el esposo poede ofrecer arras á ia
esposa, tambien esta siendo roayor de veiate
y eiQco añoB y libre, ofrecer dotacion á aquel,
poes ningona ley se io prohibe ; y en este caso
qaeda obligadoal complimiento de su promesa.
0e aqoí lo qoe noestra legislacion nos ofre-
ee de notable , y. vigente sobreeFte asonto:^
eslraña legislacion ciertamente, como pro-
doeto de disposiciones dadas en diversas épo*
cat, snJMistenles aon, á peiar dé su incoheren-
Aa y fidu dehomogenekiad. Acaao tienen
bien en esta parte noestras leyes e) defecto de
que adolecen én otras materias: es á saber, la
falta de aquella claridad y preciston que fuera
de deitear, y que cs muy üificil pedir á unn le«
gislacion compoetila de tan varioií, contra«tic«
torios y confusos elementos.
ARRAYAN COMUN, mihto, muiita . arrai-
JAN. Tournefort lo coloca en la scccion 8.* dc
la clase 24 de los irboles con llor en rosa, cu-
yo calís se convierte en fruto , con semillas
correosas, y lo Ilama myrtus eommunis iláli-
ca. Lineo lo clasiflca en la icosandria, moiio*
gínia, y lo llama myrtui eommunis.
Su flor se compone de cinc > pétalos blan-
cos, dispuestos á manera de rosa , ovales, en«
teros, metidos, como tambien un gran uúmero
de estambres, cn un calis de una sola piesa,
dividida en clnco partes agndas , y que com-
prende el gérraen en su base. Su frulo es ona
baya que tiene tres celdillas; y enclerra semi-
llas arríñonadas. Sns bojas perennes, casi ad-
berentes ¿ los tallos , son sencillas, ovaladas,
lucientes y olorosas. Su raii leñosa y muy fl-
brosa.
Bsta planfa es un arbosto de 8 á 40 pies
de allnra , y muy vestido de ramas flexibles.
Originario de la Enropa austral, de Asia y do
Africa, abunda en nuestras montañas meridío-
nales, y se cultiva en nnestros Jardines.
£1 arrayan en los paises donde creoe
hasta baoerse árbol , se carga de muUitud do
pequeños ramos y de ramas qne pierden sus
hojas ínferíores, ahogadas por la multitud de
las superiores, de manera que sotb cs verdeel
árbol visto por ia parte estorior.
Ademas cxisten otras varias especies de
arrayanes, entre las cuales citaremos, 4 .** cl
BEABANTiGO (nigriea gale), de dos ¿ tres pies
de altura, con bojas de figura de hicrro de
lanza, aserradas por su m¿rgeo, y que da por
fruto uoa baya» que puesta ¿ bervir, arrojauna
sustaocia semejante ¿ la cera: S.® ei moeuno o
MORiSGo [myrtue beUieá)^ coyasbojas son mas
pequeñas que laa del primero ; el bománo,
{myrlus romana); el de tabbnto (myríut (a-
renlina); el italiano (myriue üálica); el pob-
TUGUBs {myrtuseneytamea); e\ bblga [myrtue
belgica); y el db hojas puntugüdas {myrtuM,
mueronata,)
Todas estas especies difleren algo entre sí,
tiien en sus hojas, biea en su froto; etc., pero
las diferencias no son de bastante importan-
cia para que hayamos de ocuparnos de ellas.
ARREfiATO. Desaparicion momenl¿nea de 1«
razon. EI arrebato es efecto de la mala edoei-
cion, de la falta completa de prudencia, y á
veces de un estado enfermiio. Fuera de algu-
nas raras ocasiones, en que el car¿cter se abre
paso por todo, las personas de mundo, cuando
est¿n en sociedad, consiguen dominarse; tie-
nen quo sufrír los Inconvenientes de clortos
ataques, los recü>en con tanta sangre fria,
consigoen de tal modo poncr las aparienciag
¿60 íavor,y semoestraD tan traoqnüOB y
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ARRBBATO^ARHEBOLEBA
m
¿(«interesados en su propia eansa, que se les
P« la razon casi sin oirlos. En ciianto á esa^
lequeñas contrariedades qne se atravicsan
■esperadamenle en las relaciones cnotidianas.
re esfucrzan por ser los priDieros en reirse de
ellas, ó encueutran ininediatamenle mii rnao-
nes para consolarsev y las esplicau ¿ todos los
que se ballan presentes.
Las mugeres qoe desde su mas tiema in-
íancia ban sido conducidas ¿ los salones, ha-
cen mas que contener los movimientos de su
corazon, los disfrazan ó Ougen segun su vo-
4untad: aunque sean preaa de los odios, ó de
)as rivalidades mas declaradas, no emplean
todos sus esfuersos siuo ea íalsedades, que
cubren con nna dulaura tan coinpleta, con una
nioderacion tan perfecta , que ongañan ¿ los
tastigos qiie no est¿n en ei secreto. Se liacen
daño entre sf, y unas ¿ otras, basla en el mo-
do de besarse.
Sucede diariamenle que bombres ¿ quienes
nada podria exaltar, se entregan en so Interior
4 los arrebalos mas terribles por un ligero con-
tratieropo,ó por bacer que su voluntad domi*
ne sobre objetos de eecasa importancia. Si se
contcmporiza con elijs, olvidan lo que tanto
los ttlborotó al principio, y con un poco de
perseverant'.ia y tacto, se les insinúa un deseo
completameute distinto del que tuvieron pri-
mero.
Se ha visto ¿ algunos hombres, rcvestidos
de nn poder inmenso, disimular arrebatos tre-
mendos ¿ la simple relacion de inconvenientes
que se les hacia. Queriaii hacer sagradas sus
órdcnes, é inspirar ¿ todos el terror de la obe*
diencia: era la cólera de un dios Justamente
irritado; pero como no ienian ninguno de sus
atribulos, esdecir, como lesera imposible pe
nctrar, sin auxilio ageno, en el fondo de las
cosas , se les ha ocultado toda la verdad para
cvitar el contacto de sus arrebatos. Asi han
desaparecido mncbas fortunas colosales.
Eá una dote preciosa en el orador y en ei
abo^ado saber flogir bicn el arrebato en algii*
nas circuMtuncias; pero ann dei seno de este
calor no deben salir aino golpes bienmedidos;
hay qtie herir ul coolrario siu Ilegar ¿ iospirar
eo su favor h compasloo ¿ los quc oyen, pues
deotro modo, dejaráo de estar de parte del
que habla.
Los niños que son educados en el seno de
las fatnilias ricas , en doude les miman de-
roasiado, coutraen un habito de arrcbatarse,
(le que la desgracla los cnra despues ; pues
cuando se necesita ú lus hombreSi no se cuida
mas que dc ganarlos.
Las personas de nogocios no padeceo ar-
rebatos sino muy raras veces; perderiau con
ellos todas sus ventajas, el aplomo, el discer-
nimiento y la ilccion.
U«y cicrlo arrebato de las paaiones quo on
la jiivcntud es á menudo aouncio de grandes
talentos^ ain que scan su prueba. Guando este
frc^báto.paaa pfontQ, lérUliza ^l ffiissno geolo;
si dura ^emastado irasta hasta la ioteliftii^.
ABRIBOLRIiA CONUN, vabayilla db Kocat,
b€lla de níKhe {hdU dú ntist). don mbgo.íw-
ra6i/ts jaiapa.) ¿Ouién no conoce esla plaiita
cuyas hermosas y abuñdantes flores, blaDeas, ]
enearuadas, amarillas 6 listadas tieneu la par*
ticularidad de abrirse solo ¿ la eaida de U U^
det Esla plania, d« bello porte y rico follaKe,
crece en todas partes, en loi^ )ardlne«.lo iitti*
mo que en lus campos, donde desarrolIáadoM
completamente, hace un magníflco efeclo. U
error croer que las raices de ia arreboUraioa
lus que produccn lajabpa. Este medicaaieots,
muy conocido jf freeneDtemente empleado. es
por el contrario producto de uii cont^eivuiitt:
sin embargo, las raieei de la arrebolcra do sob
tan inocentes qoe poedan dejarse á dispcM»
de los niños ni al alcance de los aoüBalef,
puesto que contieoeo, lo Bismo que sn sevii*
lla. una materia feculosa, blanca y DMy aboa-
dante, qiie indddablemente seria ooafeiiisoU
separar del principio acre qtie la aeooipafit-
La arrcbolera se multipiica do semilia, la eusl
ae siembra en prímavera sobre capas de es'*
tiércol, ó simpletamente en la tierra si U es-
tacion est¿ adelaatada y algo caliente el sueU.
En los paises mas c¿iidos se reproduee por ú
misroa todos los años de la semiila seca qoe
de la planta se cae, tambien ee multipliGa par
medio de sus raices, que arraucadas en otoáo,
podrian .consenrarse en sótanos, y voWersei
plantar en primavera; pero este sistema se li-
giie rara vei» y á él en lodo caso es prefeiii)l«
éi de ia siembra.
ABiEBOLEiu BiBRiDA. {MirabUishibrida.)
Oe unas semillas que le fueron dadas por Mr.
Lepelletier, y que eran por su formann lénni-
no raedio entre la arrebolera ordinaria dequo
se ha bablado y la hnpfiora de Méjieoáeqv» |
luego se hablará, obluvo en 1807, Mr. Tollard,
de Paris, una plantYmixta, ¿ la ciial se ilióel
nombredc hibrida, por cuanto, en efecto» es el
producto de la fecundacion de la una por U
otra. Siémbrase del mismo modo, reprodúce*
sc con la misma facilidad, y contribuyeal or<
nato de los jardines no menoe que las deoMS
variedades üel gónero mirabiiis.
^ AHRfiBOI.ERA DB MEJICO Ó DB PLORES LAROAS.
[Mirabilis tangiflora.) Si \tM llores do e^
planta son meno5 briliantee que las de iasdai
variedades anteriormente descritas; si sos ét-
fusos y torcidos lallos le quitao parte de la gt-
llardia de las arreboleras inodoras, no por eso
deja ia lontjifloYa de ser muy apreciadaácaon
de sus Oorcs blancas, dispueslas en tubos de
5 ó 6 pulgadas de iargo, y cuyo saave y deli-
cioso aroma ticne cieria aaaiogia con el dei
a^har.
Las raices y la semilla de esta planta titfleo
los núsmos príncipios que ios de ia arrebolera
comun ; sus Oores no se aércn tampoco loii
que á la caidaée la tarde» y lod procedimies-
tos para su reproduocion aoa lo6 mismos qoa
loa^uo part lit «traa boiMf iiMüooáo,
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I»
AimatAinBNTo
im
ÚHmn. ÜBt ét hs acepciones de esU
pilabra s¡gD{flc& , btcn una oordUlent contí
Bna de peñascos , bieo uni cadena de rocas
^eodistanles ias unas de las olras, que ape-
Dissobresalen del nirel del mar, en cuyas ori-
llis te esiiendeo. ün arrecife ofrece á veces
on buen fondeadcro, un pucrlo en elcual pue-
deo los bu(fues peroiaaecer con seguridad,
dlsposlcion Tentajosa que particularroente se
eaciientra en los sitios donde existen rocas
soeltas y qne sole dejan iibres entre si espa-
dos dc reducldas dimensioues. Tío hubieran
wHas islas del gran Océano Equinoccial ofre-
cido á lo8 naTegantes inas que inhospltala*
rias costaa, si en tomo de elias no hubiesen
losarrecifes formado cói»odos< puertos, y pro-
corádoles al ralsmo tlcmpo ios rccursos de
iraa fácil y abondanto pesca. Por lo general
parece qu»- la formaclon de loa arrecifes sea
posterior á la de las costas que hordean. La
BMfor parle de k)s reconocidos por los natu-
nlistas , compónense de rocas raadrepóras,
•iinqüc estén situadas en derredor de islas
franilicas. Probable e», pues, que algunas de
^s eostas qne actualroente carect'n de una es
pecied^cintura Ueguenáscr, alcabodealgunos
siglos. k) que son ahora las i>las quc acabaroos
demeocionar, si los movimientos del mar, y
los trabajos de los hombres no pusiesen á
eilo obstáculo. Ni es ciertamente tal obra su-
perior ai poder de esos gusanillos marinos,
qne dcsde ei fondo de los abismos del Océa-
BO han eleTado á nna altura Rupcrior al niyel
de las oguas , eolumnas de varias leguas de
diámelro, y rormado las islas bajas de la Oc-
eeania, de que se ha posesionado el hombre.
iQoéserian , al lado de e>tas inmensas cons-
tmcciones Ías femosas pirámidcs de Egiplo?
Aon no ban eesado del todo las formaoiones
sohmaríoas qoe cubreo una parte tan cousi-
derabfe de la tierra : rocas análo^s crecen
aetnalmente en los mares, y aun puedcn redo-
varse las circunstancias qne han contribui-
do al dcseubrimieiito de lae q^ie hoy Tcmos.
Lm Istas bajas, cuya formacion se debe á las
wadrepóras, nl tienen ni pueden lener arreci-
h$; pnes roal podian les animales que las han
eonstroído , llevar ¿ cabo una obra empezada
^Bobre noa beae demasiado estrecha: para re-
tístir á todos los elementos de destruccton, no
ae neceeilaba nada raenoB que la rasta estcn-
sfOB de la base que forma el fondo del Océa
no: motes laa grandes efitnn nccesariamente é
ttDcha éistaocia unas de otras.
En otro sestido llámase arrecife una espe-
cie de calzada compuesta yade un flrme ó c¡-
miefitode piedras gruesas colocadas de canto
con la ponia bácia arriba y cubierlede guljo,
afoieiidriUa ó píedra cascada y menoda, yade
m maefzo formado esclusifamcnle con esla
dase de raateriales , en cuyo caso se llama
ctlzada, arrecife ó camino áia Mat-Aifvm. El
gmeso 46 esta obra no eseede por lo comuB
tfe ooa tercie i «k» pahnet.
Ko es fácil cstablecef , bI ann de una ma-
nera aproiímada, el precio á quc cn Espafla
sale la vara euadrada de nrrecife, carretcra fir-
recifaíJa ó á la Mac-Adam , pero de cálculos
pasados en datos exactos y conformes, rcsulta
que ti\ Francia una calzuda de este género dc
una lercia de espesor cuesla seis realr«? por
vara cuadrada; á saber, cualro de piedras y
d08 de mano de obra. De algunos años á csta
parte, para consolidar la superflcie de los nr-
recifes recien construidos y facilitar el pa<o
por elios álos carros y caballerías, sehaceuso
de una raáquina llamada rodillo compresor,
ARRBLDE. [Pondus quadrilibre.) Pesa'de
cuatro libras que comunmenle se usa patB pe-
sar carne.
ARRENDAMIENTO. [Leyislacion.) Enlre lo-
dos los contratos bilaleralesque seconocen en
la práctica, y que son de nn uso mas frccucn-
le en las Iransacciont s comerciales de ía vida,
ninguno hay de tanfo uso y de tan freci»rntc
aplicacion cpmo elconlralo dearrendamiento.
No hay de seguro en la sociedad persona al-
guna que no se halle unida á otras muchas
por los vinculos de este conlrato , ya verse
sobre flncas públicas, sobre las urbanas, sobre
la induslria ó el trabajo dcl hombre. Y es in-
disfiutahle la utilidad que A todas las clüses re-
sulla de esla especie de contralo: ólharonsfr-
vado en circulacion los grandes capilales, ba
proporcionado á la mayor parte de los hom-
bres nn asilo y un depósilo para sus bienes,
y ¿ la clase roeneslcrosa raedios para sacar
lo que necesita de lu opulenta. Se puede dcfl-
nir: «un contratobilatcral, en qué porel uso de
una casa ó ciertas obras , se da una raerced
determinadu consistente en dinero contado.»» ^
De aqoi se inflere que son requisitos indispen-
sables en este contraio , el consentiraienlo, la
merced y la cosa, en lo que se parece al de
compra y venta, diferenciándosctan soloenque
no es perpétuo , ni Irasflcre el dominio y la
posesion verdadera. I.a palabra arrendar slg-
nifica el acto de dar y recibir un arrenda-
mienlo, lo que tambien se veiiflca en la de ar-
rendador y arrendatario , y ))ara mayor clail-
dad llamaremos dueño ai que da cl arrenda-
miento, y arrendatario al que lo recibe. Por
la deflnicion que acabamos de dar del arren-
damiento, se coraprende que este puede ser ó
de cosas ó de industria; los esplicaremos,
pue?, con arreglo á esla divislon , clasificando
los primeros bajo cuatro punlos de vistadife-
rentes, de los cuales en ei primero espondre-
mos los principios conceruientes al arrenda-
miento de cosos en general, cn el segundolas
i-eglas peculiares á los arrendamientos rústi-
cos, en el tercero las reíativas á predioa urba-
Hos, y en la cuarta lasdisposiclones pcculiares.
á los arrendamientos de renlas públicas y con-
cejiles.
Respeoto del primer punto, diremos, que
pueden darsusbieoes en arrendamiento, y
ear trrendaewloa de loa airenee todaalas per?
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i59
ARRENDAMIENTO
i60
sonas babil¡tada8 para cootraer, y asimismo»
pueden ser dadas en arrendamicnto todas las
cosas que ^están en el comercio, muebles , rai-
ces ó semovieutes que no se consuman por el
uso , y aun las incorporales , cuyo uso pueda
trasferirse, como la porcepcion de frutos en
el usufructo, én los términos quc en su lii-
g^r dejamos maoifestado. El pago 6 merced,
que como bemos dicbo, ba de ser en metáli-
co, debe tener proporcion con el provecbo
que sc saca, y por su defecto podrá rescindir-
se el contrato en que intervenga lesion en
roas de la mitad, por análoga razon á la que se
veriflca en el contrato de compra-venta,donde
espondremos la naiuraleza de esta lesion, y las
accioncs que de cUa nacen. (Véast gompiia-
VRNTA.)
No coucluye el arrendamienlo de cosas por
la muerte de los que le celebraron , poQS que
es trasmisible á los herederos, del mismo mo-
do que lo son las otras coovenciones. Sín em-
bargo, este principio no tiene lugar eu los qoe
las adquieren por titulo singular, ni en los be-
neflciadosy sucesorcs á un mayorazgo, que no
entran como berederos del úUimo qu.e los po-
seia; pero ias mugeres casadas, los menores y
los prelados tendrán que pasar por el que res-
pectivamente biciecpn sus maridos, guardado-
res ó predecesores en representacion suya ó
de su iglesia.
De todo cuanto lievamos dicbo basta aqui,
se infiere que si cl dueño vendiese la cosa an-
tes de flnalizar el tiempo del arriendo, el com-
prador pucdeecbar alarrcndalario; pero abo-
nándole la parte del pago correspondiente al
tiempo que le faltaba. No podrá despojársele,
sin embargo, si en la celebracion dcl contrato
medió pacto de queno se le ecbase, ó si lacon-
vencion fuese becbaportoda la vida del arren-
datarío ó para siempre. Ko mediando probibi-
cion espresa , ei arrendatario podrá subarren-
dar toda la flnca ó parte de ella por igual óme-
nor téfroino que él !a tiene, y para el mismo
uso, con tal que no perjudiquc al dueño ni á
otros arrendatarios. En los arrcndamientos rüs-
ticos bay en este puntp la limitacion de que
bablaremos.
El dueñode la cosa está obllgado por este
contrato á entregarla y pei-mitir que use de ella
el arrendatario por el tiempo convenido. Sino
pudiesehacerloporprobibicion legal,caso for-
tuito ó motivojusto, queda disuelta laconven-
cion. Si el dueño impide eluso» bien por si ó
bien por otro, deberá resarcir los daños que
ocasione, y ganancias que perdiese el arren-
datario; pero si lo hiciese otro por justa causa
que aquel ignoraba al tiempo del arrenda-
miento, cumplirá con devolver lo qoe recibió.
Debe manifestar los vicios ocultos do la cosa
quc arríenda, quedando, segun la naturaleza
del contrato, sujeto al total saneamiento, pagar
las cargas y tríbutos qoe graviten sobre la
flnca, y repararlii de modo que quede espedito
^n uso, y flíalmente, abooar las m^orashjBcba
por el arrendatario qoe qtteden sobsisteDtei
despues de conoluido el arriendo, á no baber
pacto ó costumbre contraria.
El arrendatarío debe cuidar de las coais
qiie recibe , de modo que no se deteríoreo:
prestar la culpa leve por versar el cootratoen
utilidad deambos cootrayentes, volverlascon
cluido el térmíno para que se hiso, debiendo
reintegrar á sn dueño de los intereseii y per-
juicios que pot so omision le irrogase; por úl-
timo, debc satisfacer el pagoeu los plazoscon-
venidos; uo habiéndolos, con arregloi la cos-
tumbre, y eo defecto de esta al fln dé cada año.
Estas disposiciones y aun ias denominacio-
nes mismas qne vulgarmente se daná loácon-
tratantes, varian algon tanto coandosetratade
los arrendamientosrústicos. Para examinarlas
pasemos al segundopunto de los qoedebenos
considerar en este articulo.
Se da el nombre de coUmoel que recibeen
arrendamiento un prédio rústico. En él estáo
tácitamenle nfectos á la responsabilidaddelar-
rendamiento y menoscabos de la oosa losfru-
tos que prodoce, y ios que existen en ella. Do-
rante el arrendamientoseobservariescrupulo-
samente lo pactado, y el dueño, ni aun con el
pretesto de necesitar para si el prédio, puede
despedir al arrendatario, sino en los casosde
no pagar la renta, tratar mal la flnca ó faltará
las condicipnes estipuladas. EI arrendataríopor
su parte uó puede subarrendar ni traspasar el
. todo ni parte de la flnca sin aprobadoo del
dueño, pero sin venderó ceder al precio quele
parezcá alguna parte de los pastos ó fruto^, &
no ser que se estipule otra cosa en el contraio.
Como ha de baber proporcion entre el pago
y el uso de la cosa, segun dojamos dicho mas
I arriba, si los frutos se perdiesen iutegrameDtc
por caso fortuito y estraordinarío, nadadeberi
pagarse por el arriendo deaqnel año; pero si la
pérdida cousistiese solo en paríe, estienelec-
cion del arrendatarío, ó dar el precio del arríen-
do, ó el sobrante de los frutos , deducidos loi
gastos. Este príncipio no es admisibie cuando
provenga de culpa ó malculüvodel arrendata-
I río, ni tampoco coando la cantidad de fmtos
! cógida en unaño satisfaciese ei arreodamiento
y espensas de los dos» aunque ya se hubieso
remitido la de uno, ni cuando se hubieso pao-
tado que en todo evento se haria ei pago inte-
gro. Del mismo modo si escedieron los fríitos
en un año mas del doble de lo acostumbrado,
deberi duplicarse tambien ei pago , si d aa-
mento no provino de la industría del arrenda-
;ario.
Cuando los arrendamientos se bacen por
determinado tiempofenecenconeste sin neoe-
sidad del mútuo desbaucio, y sin que poeda
nuncael arrendalaríoalegarposesion contrala
voluntad del ^ueño, perosi aquel permanecie-
seen la flnca tres dias ó mas despues de coo-
cluido el término con aquiescencia de este, sc
, entenderi renovado el contrato por otro año, y
8C0U las mismas cohdiciones del anteríor. ^ip^
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464
ARRENDAMIENTO— ARREPEN TIMIENTO
462
hiceD siD tiempo delermiDado durarán i yo-
lontad de las partes , pero caalquiera de ellas
qoeqoiera diEOÍTerlos, podrá bacerlo avisaodo
iia otra un año antes, y el arreodatario nuoca
tendrá derectio algitno despues qtje el dueüo
loluyadeBhaaciado.
Todvria mas bceves y sencillas son las re-
glas qoe nuestra legislacion tiene estabiecidas
para ei arrendamiento de los prcdios urbanos.
El arrendatario de estos, á quien se da cl
Dombre de mquUinOf annque no esté complido
el térmioo de ia convencion, puede ser des-
baoeiado de la cosa por atguna de las justas
ciosas mareadas por las leyes. Son estas , la
de necesitarla cl ducño para vjvir él ó alguno
de SU8 \ú¡os; la de querer reediflcarla , ia de
qoe el inqoilino biciere mala vecindad , 6 no
pagase á su debido tiempo el importe de los
arreodamientos.
Rcspecto de las casas de la córte , cuyos
arreodamiehtos se reputan perpétuos, hay va-
rias disposiciones particolares, fundadas parle
en 00 derecho municipal no escrito y parte en
ia ley de que no noa corresponde hablar en una
oI>ra coyo objeto es comprender los priucipios
faodaffleolales de nuestra Jurisprudencia. A ios
qoe deseen mayorcs metalies sobre esta mate-
lialesremitimog ála ley 8.*, tit. 10, lib. 40, de
U NoT. Rec. Su8 disposiciones , sin embargo,
Dorigeo ya sino en los arrendamientos hectios
aotes de la ley de 9 de abril de 4842 , que ha
veoido i hacer eo este punto bastantes varia-
ciooes, estableciendo la doctrina que vamos ¿
espooer en el párrafo siguiente , y destroye
todo cuanto en contrario seballa anteriormen-
ie ordcnado.
liOs dueños de los ediOcíos urbaoos los
poedeo arreodar líbremente , y poner en sus
coDlratos las condicionesque quieran. Conclui-
doel tiempo del arriendo, acaba este sin nece-
sidad de mutuo desbaucio. Has si no bobiese
fljad^ tiempo, ni pactado deshaocio, ó cumpli-
do el tíempo OJado continoase de becho el ar-
reodamirnto por consentimieuto ticito de las
Pflrjes, el dueño y el ioquiiino tendrin la obli-
Sat^D dc avisarse reciprocamelite , segun la
coKoiobre que csté en oso en ei pueblo, y si no
Ia hobiere, en ei plazo^ic 40 dias. En todo lo
<i<!Oias se arrcgTa el arrendamiento de flncas
ari)aaa5 i los principios generalesile la legisla •
aoD 8(^re este contrato. (Véa$e inquilinato.)
los árreodamientos de las rentas púbücas
T coocejiles e¿tátt asimismo sojetos ¿ dispo-
sieiooes especiales* Como no es este ei logar
de ocaparnos de tan interesanto materia, solo
direDws que en nuestro articulo adminis-
TtAaoN bicimos ya presente que en la dispo-
sídoo de los bienes públicos se procedia en
coo/ormidad de lo que previenen los reglamcn-
los admiuistrativos. Estos establecen reglas
para los espresados arrendamieutos , tanto
aoerca de sus formalidades como de las perso-
Dtt autorisadas para hacerlos y de los efectos
<^1 contrato, y lo que es mas, despoes de ce-
lebrado dan á su vez lugar i la licilacion, aa-
mentando la cuarta, décima ó vigésiroa parte
del arrendamiento. Detenernos cn csto seria
separarnos de nueslro propósito, que no se
dirige á tratar de la legislacion administrativa.
En el consabido articulo tendrin nuestros Icc-
tores el punto dc partida para lo que deseen
saber sobre esta interesante materia.
En conclusion, digamos dos palabras sobre
el arrendamienlo de industria.
Por la defloicion que bemos dado del ar-
reodamiento, se deja comprender que no solo
pueden airendarse las cosas , sino tambien la
industria dc las personas, A esta clase se redu-
cen las conveDcioDes celebradas con los do-»
mésticos, obreros^ artesanos y eonductores por
tierra y mar, que por cierta canlidad nos ofre-
cen su industria y su pericia. El arrendatario
seri el que hace el pago. EI que lo recibe debe
procorar la utiiidad del que le paga , i qnien
deberi resarcir los daños quc su omision le
ocastona.
El contrato liamado comunmente c&ra es
de la clase de los arrendamientos anteriores, y
es el que se celebra con un arquiteclo ó inaes-
tro de ofiras para la constrnccion de nn edifl-
cio. Es prcciso quc este subsista sin falsear
quince años despues de concluido para que
pneda refutirsele de bien becho , y no sicudo
asi, i no ser por caso fortuito, deberi reedifi-
carlo i su costa el que le bizo 6 sus heredcros,
pudíendoel dueñodisponerque sea reconocido
por peritos. Los que se encargan dc eaias
obras, como por lo respectivo i su oflcio, tie-
nen la obligacion de saber el valor de las que
ajustan, no pueden alegar lesion ó engaño.
Sobre este ponto se éncontrarin mayores de-
talles en los articulos especialmente consa-
grados i la materia que forma objeto del
mismo.
Por ouestra parte solo añadiremos que et
antecedente articulo es nn exacto y díminuto
bosquejo de la legislacion española vigcnte ea
asunto de anéndamientos. Estas no soo , sin
embargo, sino las bases fundamentales de la
doctrina, cuyos pormenores deseiivolveremos
separadamente, por no dar demasiada cdension
al presente trabajo eo los articulos colono,
INQUIUNATO , PROPKS , PRBDIOS RUSTIGOS T
URBANOS, SUBARRI^NDO^
ARREPBNTIMIENTO. Con esla palabra se de-
signael pesar de haber hecho una mala acciou.
Demóstenes estaba cif gamcntc coamor^do de n
la corlesana Lais, y habiéndolo esta pedido
cien dracmas en pago de los favores que aquel
solicilaba, este grande hombre volvió i sa
razon y esclamó: «Noquiéra Dios que conipre
tan caro un arrepentimiento.» Sabia muy biea
Demóstenes que cuando su pasion y sus de«
seos se bubiesen satisfecbo , aquellos favores
no le ofrecerian sino recuerdos sin atractivos;
que la razon recobraria su imperio y que en*
tonccs diría en el fondo de sü conciencia icuiu
loco foi en ei inatante en que puse mis riqne*
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463
A&ftEX^BNmimNTO
Ít4
zas al pie del ídolo, para adornarla á loa ojos
de la niultitud y enorgulleceria con mi6 bo-
mcnages! Enlonces inundaria su alma un pcsar
amargo ahogándola con las lágrimas del arre-
peníimiento.
Cuando un hombre ha coraelido un crtmen
por satisfacer una vfngonza , al pronlo en-
cueolra muy grata esta satisfaccion; y si le ha
cometido por veualidad se aturde con cl fruto
de su maldaJ. Pero cuando se ha apagado el
fuego de la venganza ó cuando se ha gastado
el oro, asalla conliuuamente á su memoria la
vida del hombre que inmoló y el raoüvo por-
que derramó la sangre de un hermano suyo.
En medio del silencio y dcl recogi.niento , un
pensamiento doloroso le agobia sin cesar : al
prii^cipio es un simple pesar; no es ya el te-
mor á la jusiicia ultrajada ó al casfigo que le
amenaza, es un principio de rcnordiraieBto lo
que siente su alma. Poco á poco su coneiencia
se conmueve , se le aparece la sombra de ía
víctima que viene á defendcr su causu; eslas
fuertes impresiones se disipan al cabo, y Iras
ellas lenlo y silencioso aparcce el remordi-
raiento. Si el alma del culpable cs débil , en-
tonccs tiene miedo, tiembla, quisiera no haber
comelido el crimen , y en medio de su lerror
se detesta á st mismo , maldicc su existencia
y el punto á donde le condujo su fatai pasion.
Pero si el alma del culpable es fuerte y enér-
^ica, reflexiona y se dice á sl mismo : «He
obrado mahv y quisiera á toda costa librarse
del peso que le oprime; tanto en uno como en
otro caso , el alma^está ya poseida del arre-
pentimiento. S4 el mal ea reparable, el hombre
que se arrepiente lo reparará ; si no lo es , el
hombre que se arrepíente éstá medió absuelto.
Porque el arrepentimiento es el pesar amargo
y rcflexivo de un alma que ba coQietido una
falta y quiere repararla.
Et arrepeotimiento es el último graüo des-
pues de la piedad, del temor , del pesar y del
remordimiento. «Estas lágrlmas , dice Rous-
seau, son de pesar, pero no dearrcpenlimien-
to.n Es unade las cosas mas admirablcs haber
heelio del arrepcntimiento nna religion y un
merito, siendo eslo una de las iustituciones
raas bellas y nias nobles que ba podido crcar
ona religion. El cristianismo que llamó á si á
los pccadores y gentiles , ha llaroado y admi-
tido en su aeno al arrepentido , correspon-
diendo asi á una necesidad de nuestro cora-
zon.
El arrepentimiento eslá ya próximo á la
confesion del crimen. El honabre que sc arre-
pienle quiere encontrar-un alma en quien pue-
da desahogar la suya para raaoifestarla su ver-
gUenza y su sentimiento. «Vosotros qne habeis
perdonado mis estravios, dice el fllósofo de 6i-
Bebra ¿no perdonareis el rubor que produce el
arrepentímíento?» Eo esla par te la religton ca-
tóliea ha satisfecho perfectamente las necesi-
dadea del coraaoa dcl borabre; le ha iropaesto
la üOBfeskm coido m deber, y cuando ei arre-
pentimiento es slncero, entonces le absoelfe
de los pecados comerados.
Antes de qtie el cristiaDismo difuBdieseen
el mundo su luz benéflca, no conocia el hon-
bre este sublimebautismo del arrepenlimieDto;
porque el úitirao limite, como elde lasdeani
pa5iones dei^corazon hitmano era el de los re-
mordimientos; y como entonces era uoacto
generoso ellibrarsedc una vida que Beconii(te-
raba insoportablc, se evitaba el pesarde baber
delinquido por roedio de nn suicidío, y el ar*
repeotimiento era estóico. Hay muohos tuioi-
dioa qne la historia ha caiitloado de magBÍal*
mos y hcróicos , y en el fondo bo eraa otrt
cosa mas que el sentimiento y el pesar de oat
faita llevado al iiltimo estremo.
-• O'ie no se plerda nunca de vista nna coo«
sideracion importante : esos frecueates suW*
dios en que la sociedad se ve dicimadapot
sus propias manos , y que se atribuyen a la
desesperacion, no son otra cosa sího remor*-
mienlos y pesares que no ban hallado el coih
suelo del arrepenllmieiilo. La sociedad eofO*
jece: no tiene ya la tozania ée la )uveDlud coq
su poesla, su religion, sus creencias y aqoel
amor juvenll deraadre: ha llegado, perotntei
de tiempo, á la edad madura , á la que le ban
condttcido Io5 desórdenes, los crlmencs.la
inmoralidad y la falta de creencias. Co cada
dia qoe se va agregando á estos liempos, la d^
pravacion la envejece un slglo, y correiposoi
agigantados hácia su decrepitud. Acaso antes
de llegar á estt, el recuerdo de tantos criiBO-
nes , de lantos horrores y tantas faltat, dea-
pierte en clia el peaar y el remordlroienlo.
¡Ojalá que nazca en el corazon de la sociedad
un arrepentimiento sincero, para que me-
reaca ser absuelta y recobrtr bu primitifa pa-
rezal
ARREPSNTIMIElíTO. {Legislaaiún.) Comopor
esta palabra se destgoa el peaar de hater h^
cho alguna cosa y el deseo dc anularit , dea-
hacerla, (Vremcdiar el mal que creemos baber
hecho , en sentido legal se denomina de este
modo al desistimlento voluntario de algun ac-
lo que nos habíamos propuesto llcvar ¿ cabo.
El arrepentimiento , enlendido dc esia suerto
y aplicado á los hechos y doctrinas legale»,
tiene lugar principalmente en los casos qoí
vamos á enumerar y con los resultados (jao
indicaremos.
En lo civil son frecuenles y variados los
casos de arrepenlimiento. Puede haberio en
los contratos, i\o despues dc perfeccionadoa,
porque enlonces amba& portes pueden scr obli-
gadas á su cumplimiento , sino anles de q«e
se lleve á efecto lo en ellos estipolado. Del
misrao modo pucden arrépenlirse y apartar-
se los miembrofi de iroa sociedad antes de qae
se coocluya el negecio ó tiempo para qoe «
reunieron los aaociados, abonándose á los de-
mas consocios los daños y perjuidos que cao*
saresu separacion: asi como puede baberar*
repeatittKinto por Jtiata otttsa tn uiui doMeiM
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Ml
AEREPENTDnENTO-ARRESTO
•M
despaes de heeha^ aan cnando sea entre ana-
rído y moger.
Bn lo8 Cestamentos ó úkimas yolantades sa-
bido cs que el testador puede arrepenHrse á
eada paso, y reTOcar, mlentras vi?a, todas las
dhposidoaes que toTiere hedias , modíflcáa-
dotas porotras poBteriores; aonque haya eeta-
lrte<^ todas ias etéasuias de firmesa y de ir-
reroeibilidad ímaginables.
En las coatíeodas Judicfales paede el actor
arrepenlirse y deslstir de su deroaada despues
de cootestada, si liicn esto requiere el consen*
(ímteflto del demandado. Puede asiraismo ar-
repentirse esle último y rorocar su coofesion
antes de la seDiencia , coando falsamente hu-
bíera coafesado teaer en su poder )a cosa quc
se le pide, y puede tambien arrepentírse cual-
qaiera de I» dos partes cuando se hubiere de-
ferido Juramento á alguna de ellas, ó, lo que
es igoat, cuando se hubiere con?en¡do en cs-
tar y pasar para so declsion por lo que decla-
nre una de ellas bijo ]uramento, si antes de
llegarcste caso» hallamotivo cualquiera de
lis partes para pensar de otra manera. Este
arrepeotlmiento, sin em)>argo» uo teudria va-
ior alguno despues de recibido el Jaramento ¿
qae sc deflrió.
Ko los delitos cabe tambien el arrepenti-
o^ato en diversos casos y drcunstancias, y
con distintos efectos, segun que el deiincuente
se arrcpienta antes de poner por obra el dcli-
te, despnes de haber empezado á ejecutarlo,
dorante su encaosamiento , ó mientras cumple
la condcna impuesta por el mismo. El que ha-
bfendo pensado cometer on delito, se arrepien-
teanles de haber empezado á ponerlo por obra,
no tiene pena algona, porque la ley no castiga
lospcnsamientos sino elhecho papible. EI qoe
se arrepiente despues de haber empexado á
poacrlo por obra , caando el delito es de los
nwy graves, y qoe iwr lo taoto Son casligados
eoD una gra^fsima pena, merece el í»stigo que
eMé scñalado por la ley á los actos prepara-
torios ó precedentes que hubiese cometido, en
'o9 coales ptiede haber mas 6 menos delio-
enencia, segan las circunstancias: en los deli-
^ de poca trascendeneia , la opioion comua
es qoe estos actos no mereceo pena alguoa.
31 el arrepentimiento se notase despues de co-
netido e1 detilo , por hechos mareados y evi-
deates, que no dejen duda alguna de la since-
ndad de este sentimieuto, debe tenerse moy
ea coenta para la iroposicion de la pena, por-
qae eoastltuye una grandisiraa diferencia cn-
tre un reo de esta espeefe y el qoe apareee
inpivido y cofnosatlsféebo dehabe^delinqui-
do. Por éltimo, et arrepentf miento manifestado
despoes debafoerae impoesto la pena al delin-
ciienfe y en el tiempo en que este sufre su
eondéna, strre para qoe se le haga alguna re-
haja en el tlempo qoe esta debia durar.
Estos 80n , pues, los easos mos marcados
ea qoe, el airrepentlmiento se admite cn laa
aaettiimes legales, prodncfendo efoelos maa
4Ga mjlUOTKCA mULAR.
ó inenos conaiderables, ya en el órden cítU»
ya en el procedimiento criminal.
ARRE3T0. {Legislaokn) Aonque las pala-
bras arresto y prision son sinónimaa para la
generalidad de ias personas , y auu el mismo
Diccionario de la leogua eo so defiaicioii de la
que nos ocapa, lo ha declarado asi de no mo-
do teminante, la prictíca, sin embargo» ba
distiiigaido may marcadameBle el uso de eitaa
d08 palabras, para espresar cob fa primera la
simple detencion de la pcrsona sobre la qoe
no recaen méritos para redocirla á fftmn; f
con esta última palabra el acto de despojar á
uoa persona de su libertad, apoderándose ma-
teríahBente de ella, y llevándola de ordinario
á cárccles 6 establecimientos públicos don<Íe
se custodian los presos. Sl arresío^ poes, ea
menos qoe lapmion; es una mera cíelencion:
toda peraonaprasa está arresiada; pero no to-
da persona arrestada está presa. Coando et
juez en las primeras diligeucias de un suma-
rio cree conveniente apoderarse de una perso-
na contra quien resultan sospechas, lo manda
Ilevar á )a cárcel ea calidad áedeienidoéarreS'
tadq: y g^Ia instruccioa del sumario cooíirma
las sospechas coocebidas cootra él, provee ao-
to maadando que se eleve á prision formal el
arresto que sufre el cousabido preso en la
cárcel 6 en el parage en que se encuentre.
fistas ideas nos pareceu bastaates á estable-
cer la dilerencia que separa á la prision del ar-
resto; Hay, sin embargo, casos en que el arrea-
to sigmflca una prision; pero aun en eate eaao
signiflca un género dc prisioa mas decoroea
y llevadera quela ordioaria. Cuaodo á una per-
sona se la reduce ¿ prision en su propia eaaa,
suele intimársele ia órden de que permanezea
en elia a^restado: lo propio se dioe á los aatli-
tares cuando se les reduce á prision: todo dU
manado de que, como llevamos dicho mas arri-
ba, el uso ha declarado la palabra arresto, si-
Dónima de la de detfineion, purgáodola asi de
e^a odtosidad que recae sobre ia prision , j
quc no puode menos de recaer, asi porque es
uoa justiflcada y completa privacion de )a li-
bertad licl hombre, como por el lugar en que
de ordinario se constituye al verdadero preeo.
Tamos, sin embargo, una vez hecha esla ao-
oesaria y precisa distíacion, ¿ hablar de los «r-
restos en una linea eu que i>arecen coofondirse
con las prisiones, porque las leyes que han
babiado de ei uno» lian solido haeer esteASivas
sus disposiciones á la otra: mas uo por esto
creamos que la ley confundo entre si dos co*
sas realmente distintas: preeisameiite ea la ley
la que con mayor cuidado las distingue , al
bien lia dictado análogas disposiciones sobrc
dos cosas análogas de suyo, salvas las dife-
rencias que las separau.
Gomo ol arresto y la prision afectan á la
seguridad y á la libertad de las personas, la
ley ba concedido á niuy pocos funclOBarios el
derecha de arrestar ¿ loi demas , aunqoe apa-
rezcan delincuentes: aolo el rey 6 los joeoea
T. ui. 30
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i67
ARRESTO
M8
que lo repFCScnUo puede decretarlo solcmae*
iDeDtc: es^ es al menoB la legislacion consig-
iioda en la.s ParUdas, en las cuales, asi como
en la Novisima R- copilaciou, sc liiso escepcion
de ette principio respecto del falsiGcador de
moneda» desertor de la miUcia, ladroo público,
incendiarío nocturno de alguna casa, del que
corte Tiñaa ó árboles, ó pegare fuego á las mie-
ses, del raptor de doncella y al blasférao; á
todos los cuales, y no á ninguna otra persona
ni en ningon otro caso, poede cualquiera ar-
restvó preoder sin que preceda mandamieoto
del Joea.
Maa «uando un Joez ejerce Jurisdiccion»
aonqoe no sea toda la necesaria para conocer
y Joxgar de un hecbo criminoso que se persi-
gue, tiene la Cicuitad dc arrestar en ciertos ca-
sos, i ese mismo, á qoien como acabamos de
decir. no es competente para Juzgar. Asi el
Jncx inferior poede, baüáodolo infraganti,
-prender ai delincneote aobre quien no tiene
Jnrisdiccion y remitirlo á su Jues: y otro tanto
puedc bacer el de cualquiera Jusgado con los
reos prófugosde otroi» que puodan ser habidos
en el suyo. Esta doctrina no es esleqgva ^ los
Jneces eclesiásticos para apoderarse oe los le-
gos 8in el auxilio de los Jueces seculares, ui
á estos para arrestar i los eclesiásticos sio co-
nocimiento de aqoollos; la necesidad de distin-
gnir coidadosamente el fuero de cada cual. y
de respetar en toda sn est^nsíon la linea que
nepara las funciones del sacerdocio de las del
•imperío, ha dado origcn á esta mútua restríc-
don, qne se obserTa slempre en la práctica.
Añadiremos á todos estos puntos una escep-
ciOQ de bulto establecida por una real cédula
no derogada; á sabcr; quc es necesaría la au-
torixacion del rey para arrestar á magistrados
y gefes ó cabesas de pruvincia, partido ó juz-
gado.
Son notables, porúltimo, losarticulos dela
Constitocion de 18i2> vigentes» como todoes-
te código en cuanto no lo deroga el posterior,
y segun los cuales» ningun espaiíol puede ser
preso sin mandamiento del Juex por escríto,
aonqoe todo cludadano puede ser arrestado in
flragantif y conducido á la presencia del Juez.
Lo es tambien el decreto'de 4 7 de abríl de 4 82 1
restableddo eu 30 de agosto de 4836, en el
qoe se declara qoe se ateota oontra la iibertad
individoal, coaodo ei qoeno es Juez arresta ¿
nna persona sin ser tn firaganii ó sin prece-
der mandamiento del Juez por escrito: incurw-
ríendo en todos estos casos en quince dias de
prision, resarcimiento de todos los perjuicios y
pérdida dei empleo, sihobiese procedido co-
mo fonclonarío póblico ; no compreodiéndosc
en esta disposicion i los ministros de josticia
ni A las partidas en perseeocioo de malhecho-
res, coando detengin i nn individuo sospecbo-
iK^ oon objef 0 de presentarlo i ia aotorídad qoe
ba de Jnxgarlo.
Heeha esta esposiclon de las personas qoe
poeden arresur i otras y ias oondiciones de
legalidad con qoe ha de verlflcarseel arreito,
pasaremos i coosignar los motivos qoe se
coosideran soQcieotes para decretar losar-
restos.
No es, sio embargo, posible, que toqoemoi
000 y otro ponto, sin que coosignemos, may
de paso y como un becho que no debe pasar
desapercibido, ona observacion que nosparece
importante. Nosotros tratamos esta materia e&
el sentido estrícto de la legalidad y del dereeho
constituido : bacemos abstraccion de la práoli-
ca, en que á todas horas se veriflcan arrestoi
por personas desaotorízadas, y sinfuodado
motivo. Las necesidades de iaconservacioaao-
cial ó las qoe poV tales se reputao , haa dado
i la facuitad de arrestar y i los motim por-
que puede decretarse el arreslo, on easaoelie
ilimitado, cuyas consecuencias no nosdetea*
dremos á juzgar. Las personas que hoy diade*
cretan y llcvan i cabo arrestos, son mochtt
mas que Us que uuestras leyes han conocido.
Los fundados y poderosos motivos qoe el dere-
cho constituido tiene por necesaríos para pro-
ceder al arresto de un ciudadano, no se repo-
tan hoy como necesarios para la adopcioa de
aqueila medida. Esto no obstante, volvemos á
repetirlo, nosotros consideramos esta maleria
bajo el aspecto de la legalidad y no en las aber-
raciones á que puede dar iugar la arbilrarie-
dad y el capríchoi
Solo nos del)cremo8 condoler al exam'marla
bajoeste conceptodequeambascosas hayan da-
do márgen la vaguedad de nuestras disposicionei
iegales desde las épocaa mas remotas i qoe po-
demos Ilevar el estudío de ias solemnidades
requeridas para el arresto, que nuuca irio mas
alli de la iegislacion de Paríida. Dos disposicio-
nes contiene sobre este punto el código Álfon*
sino, de las cuales una establece que seaa
puestos en priaion los acusados de crimen qoe
merescan pena de muerte ó perdicion de miea-
bro, y otra declara que i todo hombre acusado
«de yerroqueoviessefecbo» lo puede arrestar
ó prender el Juez ante quien íuere acusado.
Goncibese ficilmenle la muiUtud de arbi-
traríedades, de injusticias, de atropellos á qoc
pudiera dar iugar tao vagas é iodeterminadas
disposiciooes. Goando una simple acosacíoa
podia servir de fundamento para decretar uo ar-
resto» no es neoesario pregontar si se dictaria
este mandamiento contra mucbas peráonasqae
no lo habrían merecido, y en favor de las coa-
les acaso declaró el Juez, despues de encaroe*
larlos por largo tiempo, ía absolucion qoe ga-
ranlizaba su completa inoceucia.
Fué neccsarío un largo abnso de estas ía-
coltades, un largo reinado de 1« arbitrariedad
Judicial, tan funesta en los tiempos i que ooi
referímos como lo es boy dia en este ponto la
arbitraríedad civil, para que ¿ íuerxa de recla-
maciones y de qoejas ilegase por fio i estable-
cerse un sistema en esta parte, adoptaodo para
proceder i ios arrestoslas bases sigoieotes: i.*
Qoe coQstase de on modo inequivoco habeise
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469
ARRE8T0
470
eoBetido e1 dellto: 9.* qae sea este de algnna
gnTedad: j 3.* que haya datosparacreer qaien
essnantor, comolos'que paeda saministrar
aoi pm^ semi-plena, ó nn indicio Tehemen-
te.Agregóseáestapráctica la de no deeretar
irresto ni prision por delitos qoe no merecen
pentcorporal ó afllctiva siempre qoe dieseel
reo nn flador de estar i derecho, ¿ satisfaccion
deljDsgado.
Desgracladamente no sc adelantó mncho
ons en esta parte con 1a pnbUcacion del regla-
mento provisional para 1a administracion de
Josticia, e1 cual solo estableció en su articu-
lo 5.^ qne «por ahora y hasta que haya alguna
ley qne establezca oportunamente todas las
garantías que debe tener 1a libcrtad civil de
]oi españoles, ánlngunode ellospodrán po-
aerlo ni retenerlo en prisiou ó arreslo los tri-
boDales, sino por algnn motivo racioiial bas
tante, en que no haya arbitraricdad.» La va-
gnedad de este articnlo nos obliga á recurrlr
á otras faentes de doade derivar 1a actual le-
gislaciOD: y enefecto, va que uo las ofreceeste
articnlo, lasofrecemuy abundantesy completas
eldecreto de 4 4 de setiembre de 4 820, qneen 30
deagostode 4 836, rccibia fuerza y vigor por
no det'Teto especial. Son tan interesantes las
disposiciónes del referido decreto, que mercceu
trasladarse integras, como nn documento úni-
eo qnizá de su clase entre nosotros, que de-
muestra el celo que sus ilustrados redactores,
Ios;señoTe& condc de Torono, don Juan Manuel
Lobrié y don Ifarcial Antonio Lopez', desplega-
roD en esta parte, para qne no quedasen nunca
alarbitrio de la autoridad los preciosos de-
rechos de la segnridad y de la libertad del
hombre.
<La3 Córtes, dice, despues de haber obser-
vado todas las formalidades prescritas por la
CoDsütucion, han decretado lo signiente:
Articulo 4 .^ «Para proceder á la prision de
eoalqaier español. prévia siempre la informa'
áoHsuwuiiriadel hecho, no se uecesita que es-
ta prodozca ana prueba plena ni semi-plena,
del delito, ni de quien sea el verdadero deiin-
eoeDte.
Art. %.^ «Soloaereqaiereque por cualquier
medio resulte de dicha infarmacian sumaria,
primcro, el babef acaecido un hecho que se-
gui la ley , fnerestca $er oasUgado eon pena cor-
poral; y scgando, qae resalte igualmente al*
gon motiTO ó indicio saOciente, aegiin las le-
yes, para oreer que tal 6 cual persona ha co-
metido aqael hecho.
Ait. 3.^ «Si 1a nrgencia y compUoacion de
dreanstaiicias impidieren qae sepueda veriQ»
ear la informaclon eumaria del heoho qne debe
síeopre prec^er, ó el mandamiento deljuez
foretcrUo, qne debe notiOcarse en Waelo mú-
mo de la prision, no podrá el joez proceder á
ella, pero esto no impide (Toe pueda mandar
delener y cnstodiar, en camadáe detenida, ¿
eoalqoierapersQoaqaelepareica soípeehofia, ¡
mientras hace con la mayor brcvcdad posiUe'
la precisa informaeion iumaria,
krtA^ «Estadetencion noesprision, ni po-
drá pasar á lo 'mas del térmlno dc veinte y
cuatro horas; la persoiia nsi detcnida deberá
ser pnesta cn la cárcei hasta que se ciimplan
loK reqnlsltos qae exlge el articolo 987 de la
Goastituclon.
«Rl espresado articulo constitucional, tam»
bíen vigente, dlce: qne ningiin cspañol podri
ser prcso sin qne preceda ínformacion 8uma<-
ria del hecho, y por el que merezca ser cas-
tigado con pena corporal; y asi mismo un man*
damleoto del juez por escrito que sc notificará
en el acto mísmo de laprislon.
Si arresto no pnede veriflcarsc, hablando
en rigor legal, slno en los casos y coo las cir-
cnnstancias qne acal)aroos de esponer, tam«
bien son necesarias ciertas formas para lle*
varlo á cabo, sobre cnyo interesan'e pnnto no
han guardado silencio nnestras leyes. Gomo el
arresto va siempre precedido del mandato del
jnez, á no ser habido el reo in flraganH, debe-
rá ante todas cosas notlflcársele aqnel roanda*
to, porque de otra suerte no poede gradnarse
de fnerza la resistencia que oponga. Deberi
tambien el que lo arreste usar coo él de bue-
nas maneras , uo insultarle ni denostarle de
modo alguno; permitirte que vea y hable i su
famllia antes de marchar, y conducirlo en se»
crcto ¿ su arresto ó prision, porque no se añi-í
da al mal quede snyo produce la privacion de
libertad, la pena acaso inmerecida, de la ver*
gOenza pública, qne se iropone i todo el que
se lleva arrestado de un modo solemne. Ls
ml^ma Gonstitucion de 4812, antea citada, se
estiende en algnnos porroenores interesantee
sobre este punto, consignando la obligacloa
que tiene todo aquel i quien se intimare coa
arresto en virtud de mandatojadiclal deobe*
decerlo sin rcsistencia, pero estableciendo al
pi'opio tiempo que el arrestado aea conducido
¿ la presencia del jaez y este le reciba ded^*
raciob dentro de vcinte y cuatro horas, siendo
necesario an auto motivado para constitulr el
arresto en pri$ion,s\ el Joez lo creyese con*
veoiente; y no pudiendo el alcalde recibir al
rco en calidad de tal preso sin el referido auto
motivado.
Gomoei arresto se Teriflca mncbaa veeet
en circnnstancias estraordinarias y dificiloa;
se snsciia con motivo de él algnnas cuestio-
ncs que no carecen de interés en la prictica;
Talett son: 4 .* si puede matarse al reo i qoien
se va ¿ prender y se deflende con armas: 2.* at
eljuez que perslgue i nn reo pnede cogerlo
cuandohaentradoyaenterritorio de Jorisdle-
cion estraña: 3.* si puede arrestarse, y camo,
al reo que se refogia en una igleala ó en caaa
de un embajador estrangero: 4.* si el Joei pne^
deofrecerun premioal que le preaentenH
reo vivo ó muerto.
Respecto de la primera cuestion, no Tad*
taremos en aflrmar qoe debe prooederae OOD
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ARIfflSTO
41»
aiima ctrconspeccion y cantela con el reo qae
80 defiende, puesto que el sentimiento áe la
deíénsa es natural éimpulsiTo; y acaso acaso
procededelaprofunda cooTiceioTi de inocencia
qoe abriga e1 qne va á ser preso, adcmas de
que 8U füga por el momento deja siempre la
esperanza de que pueda ser aprQhendido en
olro lugar. Solo deberá, pues.Tecurrirseal me
dio de matar a1 que 8e defiende con armas,
caando sea evidente su delito, y por él meres-
ca la pena de muerte. Respecto de la segunda
coestion nos decidimos en todo caso por la
aflrmativa: el juez que persigue ¿ un reo, tie-
ne indudablemenle derectio á aprehenderlo,
aunque sea en territoiio de estraña jurisdic-
don, porqoe este pequeño escrúpulo en una
apreliension de importancia causaria mas ma-
les qnc bienes á la administracion de Justicia:
)e que en tal caso deberá hacer el juez perse -
guidor es dejarlo ¿ disposicion del juez del ter-
ritorioen quc le aprehendió, para reclamar
Inego su entrega por medío de requisitorla, y
aun si hubiese peligro oo 1a lardanza, puede
witicarse dosde luego la captura, dando des-
pnes aviso al juez dd territorio. Aun espon-
dreraos mayorcs detalles sobre estos puntos
en )os artículos fuga y resistrncia a la jus-
TICIA.
Las coestlones 3.^ y 4.* las reservamos-
tombien para dilucidarlas en los articulos asi-
tO, EMBAJADOa y PROSCBIPCIOIV.
Réstanos esponer abora la parte penul de
la legisIacioQ quc no8 ocupa. Si los arrcstos
llegales eslán prohibidos, indudablemente son
nerecedores de pena. Y en efecto la tieneny
niuy severa, iropuesta por un decrato de 47 de
abril de 4SÍ4, tambien reKtablecido en 30 de
agosto de 4836. Kste decretoha sido la ley vi-
gente, el testo daro yterminante ú que se han
alenido en la parte penal las decisiones de los
tribunales, como para la parte disposiiiva y de
procedimientos lo ha sido y lo es todavla, cl
dtorelo de 1 4 de seticmbre de 4830 inserto
inas arriba.
No todo elespresado decreto de 17 de abril
ae ocupa de loa arrestos ilegalef: versan sobre
late punto losarttculos desde cl 27 al 33, am-
bos ioclusive, cnyas disposiciones, como aca-
bamos de decir, han sido la pautu dcl derecho
^f ente cn esla materia hasta la pubiicacion
del oódigo, y lo son (odavia en cuanto los bre-
xcB artículos d^ este sobre la materia no ban
alterado lo dispuesto en cl referido decreto.
He aqui los espresados artlculos, cuyo testo
nierece ser conocido.
krt, 27. No pudiendo el rey privar á nith'
gi^n iwiimduo de su Ubertad, ni imponerle por
8i pena alguoa, el secretario del despacho que
firme la órdoo, y el jucz qne h ejecute, serán
mpoüáables á [¡^ nacion, y uno y otro perdc-
i¿n el empleo, quedarán inhabiiitados perpé-
tnamente para obtener oflcio ¿ cargo aliguno,
j i<esarciF¿ii ¿ la par^ agraviada todo$ los
peiJttlaioB,
Art. 28. Bs reo tambíeii del propio ate&ta«
do» y snfrírá la misma pena, el Joei d magis»
Írado que prendaómande prender ¿ cualquier
pspañol sin hallarle detinqniendo tii fr^ganU
0 sin observar lo prevenido en el arlleiüo 287
de lu GonstitucioB.
Este artículo k> hemoa iasevtado raas ir*
hba.
Art. 29. Aténtase tarobíen contra U lihtü-
tad individual cuando el que no es juez arres-
ta á una persona sin ser en fraganti, ó sia qae
preceda roandamiento del juez por escrito,
que se notiflque enel acto al tratado como reo.
Cualquiera que incurra en alguno de estus dos
casos suírir¿ qaioce dias de prísion, y resar-
cirá ai arrestado todos los perjuiciós; y si hu-
biese procedido como empleado públicp, per-
der¿ ademas su empleo. Esta disposicion no
comprende ¿ los ministros dejusticia, ni¿ las
paríidas en persecuciou dc malhechores coan-
do detengan ¿ alguna persona sospechosa pa-
ra el solo efec'o de presentarla á los Jueces.
Art. 30. Gométese el crímen de detencion
arbitraria: i.'' Guando el juez, arrestado uo
iodividuo, no le recibe su declaracion den-
tro de las veinte y cuatro boras. 2.* Goan-
do lc manda poner ó permanecer eu la cár-
cel cn calidad do preso, sin proveer sobre
ello auto motivavjo, de quese entregue copia
al alcaide. 3.** Guando cl alcaide siu recibir
csta copia é insertarla en el libro de pre-
sos, admite alguuo en calidad dc tal. 4.* Guan-
do el iueB' maoda poner en la carcel ¿ una
persona que dé Oador, en los casos en que la
loy no prohibe esprcsamente que se admita la
flanza. 5." Ctiando no pone al preso en li-
bertad bajo flanzu, luego que en cualquíera
estado de la cansa aparece que no pucde im-
ponérsetc pcna corporal. 6.* Cuando no ha-
ee las visitas de cárcelcs prescritas por las le-
yes, ó no visita todos los presos, 6 cuando
sabióndolo, folcra que el alcaide los tenga pri-
vado:> (ic comunicacion sin órden judicial oen
calabozos subterráncos 6 mal sanos. 7.* Guan-
do el alcaide incurra en eslos dos áUiiiios
casos ú ocultc algon preso en his visitas de
cárcel para que no se presente en cllas.
Arl. 34. El raagistrado ó Jues que conieta
este delito por i^norancia ó descuido scrá sik-
penso de emplco y sueldo pdt dos años, y pa-
gará al preso todos los peijuicios. 8í prooedie-
30 ¿ sabieudas, 8ofiir¿ eomo provaricador |a
pena de prívncion de empleos, sucldos y 1m-
nores, é inhabllitacioa perpótoa para obteaer
oflcio ni cargo alguno, ademas de pa^ ioa
perjuicios.
Art. 32. El alcpide ú otro empleado qae
por su parle iucurra en ol raisroo crimen, per-
dcr¿ tambi^ eL emploo, pagará al preso todos
los per>ujoios, y será encerrado eu la cáfcel
por otro tauto tiempo y con iguales prisiooes
qae las quc sufrid d injustameute deteoido.
£s Indudable qoe estas disposiciones b^
sido ^u parte modificadas por el Códifpo peiMü
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Ajms^o
m
^rigeole; pero decknofl m patte, for<}ae m el
Gódigo deroga las leyea que uo le son contra-
ms, Di timpoco puede dejar de idmUir como
soplemento Us leyes que veraaB aolNre ppntos
an él DO previstos. Esto es todavia mas evidcn
te leápecto de todas las leyes que mas arriba
heoios citado bablando de ia parie de procsdi-
9Íctíos antes de ontrar en la parte penúl de
esta oateria, porque el artieulo 57 y último
de ía loy provisiooal que prescribe tes roglas
pn la aplicadon del Código, dico que «que^
(jio ea su fuer^a y vigor ias Íeyes que actual
meAte ngeo sobre el procedimiento en cuanto
aase oponga ¿ las mianas veflas.» Bespecto
de ia parte penal, que es la quo en este mo-
ffieiUo Dos ocupa, solo diremos que el Gádigo
peoal contiene jai siguieotes disposiciones
qoe eo el libro Xül, inlituiado: «De los dcli-
tos cpotra la libertad y seguridad, » ooupan
todo ol capitulo 4 ." que lleva por epigrafe: Dé
tenciones ilegaies,
ixL 405. El que enc«rrase ó detuviese á
olro privándolQ de su libertad, gerá castigado
COD \á peoa do prisioo niayor.
ín la misma pena incurrirá ei que propor'
cioDase lugar para la ejecncion del delito.
Si el culpoble diere libcrtad al eucerrado ó
deteoido deotro dc los tres dias de su deten-
cion, siQ ))aber logrado el objeto que se pro^
posicra^Qihabersecomcnzado el procedimien*
to, Us penas serán las de prisioo correccional
Tmulta de 20 á 200 duros.
Art. 406. £1 delito de que se trata en el
artícQÍo auterior será castigado coo la pena de
reciusion tempocal: i .® Si el encierro ó deton-
cioDbQbiercudüradomus de veinte días. S.'^Si
se hubieren ejecotado con siroulacion do auto-
ridad pública. 3.* Si se bubierGucausado lesio-
aes graves á Ui persona encc^r^ ó deleHida,
ó se la bubiere amenazaao do muerle.
Art. 407. El quefuera de lus casospermi-
tidos pqr la ley apreUendiese á una persona
para presentarlA á la autoridad, será casligado
coo las penas de arreslo menor y multa de 5
á 50 duros.
Dct^ tenerse presopto al exaiBinar el testo
de esios articulos, que ouando se comete la
detencion ilcgal por empleados públicos, bay
que aleaerse á laque se dispooecn el (itulo 8.^
W tnit« de los abui^oft contia particulares.
Yéause en nuestro articulaAHuso {le{fisUHÍon)
ioscinco últimos articuíosdel capitulo S.* iu*
secto ea ei miauia» DeJ^mos advertir ademas
que estostres artículos ban recibido aclaracio-
Des iaiportai^os en las reglas 25 y siguientes
de la ley provísionai anles citada, que traslada-
ntoe i conlinuacioo por ser el dereQko uovisi-
m CD esta interosante materia.
Bc aqni, literalmente irauscritas^ l^s ^^e-
sada^ reglais:
25. Para proccder á la prision de una per-
sooa espreciso que cl delito quese le aAifibuya
lenga señalada una pcna mas grave que la de
eoafljuuDiento mmff (^ westo ma^or^aegun,
lasesddlAS gradualeadel 8rticulo79. Bsceptúase
de esta disposicioo el delito de vagaocia, res^v
pecto del que ^iempre babrá lugar á iaprtsion,
oualquiera que sea la pena señalada por el G6-
digo. Esceptúase íguaimente ia prision por
via de sustituoion é apremio una vee impuesta
esta peiia.
26. €ii«lquiera persooa piiede detener y
entregar en lacáreel ádisposicion detjuea
competentc á los reos cogidos in flraganti^ ¿
los qae tengaii contra si un mandamiento ile
pri^on, ¿ los que se bulúeren fugado de la cái -
cei ó de algun estaolecimiento penal, i los quc
yen4« presM se fugaren, y ¿ los que fuereii
sorprendbdos con efectos que coaocidamente
prooedan de un deUto.
27. Los jueces y tribonalcs, y las autori-
dades y sus agentes están obligados ¿ detener
6 raandar detener ¿ las persouas que, segun
fundadosiBdicios, fueren reos de delito de cuya
perpetracion tuvieren conocimiento. Lo misoM)
deiieráb baoer oon los reos responsables dc
faltas, si fueren peraoiias deseooocidas.
2^. Todo el que áetaviere ¿ una persona
liene la obligtdoo dc conducirla ó haeeria
ooudueir inmediatamente ¿ la c¿rcel,entregan-
do al aioaide uua cédula fírmada ea que espre-
se el motivo de la detcBCion. Si no sopicre es*
cribir lrmar¿ la cédola el aleaide con dos tes-
tigos. fin caso de suma urgeocia bastar¿ qiie
bis autorídades ó sus agenles cumplan con U
mencionada obligacion en cl término preciso
de dos días.
29. lia auloridad gubernativa ó agcnte de
la misma que detuvieren ¿ una persona, bi
poBdr¿n ¿ disposicion del tribunal competente
dentro de veinle y cuatro horas. Guando por
una causa irremeéiabie no se pudiere verificar
asi, so maaifea(ar¿n por escrito al juez ó tribu-
^al las rasones que hayan mediado para ello;
pero nunca podr¿ el delenido permanecer ¿
disposicion de dicha autoridad por mas de tres
dias, sin que la misma incurra en responsa-
bilidad.
30. 1 las veinte y cuatro horas de haberse
puesto al dfitenido ¿ disposicion del juei com-
petente, deber¿ decrelarse su prisioo ó soitura.
Eu los casos en que asi no fuesepoaible por la
complicacion de los hechos, por el número de
los procesados ó por otro grave motivo, que
deber¿ bacerse coBstar en el preceso, se po-
dr¿ ampliar por dicho juez la delencion hasta
tre5diiis.Pasado csle térmiBasedecretará pre-
cisaroente la prisioB ó soltora.
31. Cuaado kubiere motivo racionalroeoie
fMudado para oreer ¿ una persooa oulpable de
áelüo ([ue mereaca pena mas grave qoe las es-
presüdas en la regla 25, decretar¿ el juez la
piiaion QQ auto DiotiYado, y espedir¿ manda-
uúento por escrito.
32. 1/)$ alcaides de las c¿rceies no podr¿n
r^iUr en claee de presa ¿ niBgooa persoBa sio
Oiandafliüeato por escrita deljuez de la causa.
Tmi^W^ pod^ recibir ¿ Biaguoft pevsuua en
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ARBESTO-ABRIBADA
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clase de detenida, 8iD0 eon las fonnalidades
prescritas en la regia 28. Im alcaides darén
inmediatamente caenta de la detencion a1 juez
de primera instancia, y donde baya mas de
uno al decano 6 al qoe liiciere Yeces de tal.
Gon la insercion de estas reglas acal)amos
dc dejar consignado en este articulo todo cuan-
to nos ofrecd de notable la legisladon española
sobre la interesante materia que ha sido objelo
del mismo.
ARRIANOS. [Hitíoria religiosa,] Secta de
hereges qoe se forroó bácia el año 355, y que
se Uamó asl de su Tundador Arrio. Negaban que
existiese diferencia alguna entre Iob obigpos y
los slmples sacerdotes, doctrina que Arrio ha-
bia proclamado sin duda alguna por el despe-
cbo que le causó el que se le negase la silla
de Sebaste, al mismo tíeropo qne se nombraba
á nno de sus amigos palriarca de Gonstantino-
pta. Los arrianos condenaban ademas el ayuno,
las festividades, las ceremonias de la iglesia,
y decian que eran inútiles las oraclones por
los muertos, cuando no fuesen peijndiciales á
estos. Llamaban anticuario$ á los cristlanos
fielesála tradicion. Loscat6lico8 combatieron
siempre podcrosameute esia secta, la que por
otra parte no fué nunca muy numerosa ni snb-
sistió pormucbotiempo.
ARRIBADA. (Derecho mereanüL) Llámase
arribada á la cntrada de la embarcacion en el
puerto. Distinguense estasenYoIuntarias ófor-
zoaes, designando con el primer nombre las
que proc^den de la Toluntad deliberada del ca-
, pitan» y con el segundo las que son efecto de
algun accidenle del mar que leobligue ¿ veri-
ficarla. Aqui solo vamos á ocuparnos de las ar-
ríbadas en cuanto tienen relacion con el co-
mercio y con la legislacion de aduanas.
En este concepto, pues, diremos que ha-
llindose designados por la ley de aduanas los
pnertos por donde se han de hacer las impor-
taciones, deberin dirigirse á ellos los buqnes
qne las verífiquen, procedentes del estrangero,
estándoles espresamente prohibido arribar á
ningunaplaya» puertoófondeaderu queno es-
taviesen habilitados al efecto. Pero esto no
siempre puede ejecutarse porque, como ya
hemos dicbo mas arriba, pneden ocurrir su-
cesos que obliguen al capitan á recalar en
cualqnier punto en que sea posible veriflcarío.
Kn tales casos, si la arribada foriosa tuvlese
Ingar enun puerto habilitado, presentari elca-
pitan su maniQesto con arreglo á los prínciplos
de la ley de aduanas, sobre el que no se le
admitirá ninguna rectiOcacion. Guando para
tomar viveres ó reparar averlas solicitase el
capltan que se le permita descargar ó vendcr
algunos cfectos de licilo comercio, el adminis-
trador de la aduana debe concederla, despues
de presentada por el consignatario la declara-
cion correspondiente, llev&dose á cabo todas
las formalidades prescritas para el despacho
de los géneros licitos, y satisláciéndose los
deredios qne adeuden. Y ciiaQdo la anüMMk |
forzosa oconriese en pnertos no habilitades 6
en calas» en los que fondease alganbuqaeeoB
cargamento de géneros estrangeros por suce-
SQS estraordinarios de temporal y averia, sele
conoederán todos los auxilios que su situacion
reclame, sin perjuicio de asegurar losintere^
del país por medio de las oportunas precaucto-
nes. Ni bastarán estas tan solamente á IleDar
el servicio por parte de his antorídades ó em-
pleados de la hadenda pabtlca; sino qne uoa
vez prestados dichos auxilios adoptarán todis
las medidas condocentes para hacer qne d
buque contioúe en marcha y no permanesei
anclado en el pnnto donde arríbó, para lo coal
pueden emplear caantos medios estén á su al-
cance, incluso el de invocar el aoxiiio y la
cooperacion de la fnersa militar.
Los administradores de las adnanas deben
contríbair con sus anxilios á salvar los carga-
mentos de los bnques en los casos de naofra-
gio, que aunque distintos del de arríbada, qne
forma el principal objelo de este articolo, cree-
mos, sin embargo, deber mencionarlos por li
iutima relacion que tienc con este último, ba-
Jo el punto de vista en que aqni los tratamos.
En los casos de nanfragio, pnes, hará cuanto
de su parte esluríere por salvarel cargamento
depositándole por cuenta de los interesados en
almacenes custodiados con llaves dobles, de
las cuales recogerá una el admtnistrador. Yi-
rios son los casos que en tales circunstancias
pueden ocurrir: si el buque se salva y se babi-
lita de nuevo, recogerá sn cargamento siQ
gravámen de ninguna especie; si se inntilizare
ó perdiere, y los propietarios qnisiesen volver
á embarcar los efectos en buques de bindera
nacional ó estrangera, debe concedérseles sin
entorpecimiento algnno, pero oon las indecn-
nisadones y abonos que sean del caso. Poede
suceder aslmismo qne los dueños de los gé-
neros salvados quieran despacbar de entnda
una parte de ellos: y en este caso se los trasla-
dará ¿ los almacenes de la adoana para qne-se
abonen los derechos, slempre qne. sean de los
de licito comercio, pues los ilicitos se les obli-
gará ¿ embarcaríos de nnevo. En esfos casos
sesnpUcarálaformaciondelmanlfiesto ¿ que los
dneños se hallan obligados, de la manera qne
permitan las circnnstancias estraordinarías en
que se encuentran. Por últtmo, es rauy faetiUe
y puede ocnrrírf¿cilmente, qne sea Decesario
vender una paríe de los géneros probifoidos
para satisfacer los gastos qoe ha ocasionado el
nanfragio; y en tal caso, se dará cuenta al in-
tendente, para qoe Justificada la necesidad,
consulte ¿ la direccion general de adaanas,
cuya resolncion es necesaria para la decision
de la venta, ¿ menos que los destine sa ^com-
prador ¿ laesportacion al estrangero ó & Amé-
rica, pnes en este caso se goardar¿n en los al-
macenes de la adnana hasta qoe se verifique
sn embarque con arreglo ¿ lo prevenido por
las leyes.
He aqui la doctrioa legal y eorríente en
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177
AR&IBÁDA
478
asvto de arribtdas, cn e1 concepto en qae
hisia aqoi las heinos coDSiderado , y tal como
se desprende de los articulos 488 y slguientes
de la iostruccion de adoanas, y el 34 de la ley
sobre la mtema m^teria.
VamoB aliora á considerarla bajo su aspec-
to mercaotil, en cuyo conoepto ufrece todavia
nayor ioterés. Paréoenos 1o nias conveniente
á esle flo, insertar ¿ coniinuacion la interesan-
te parte dcl Código de comercio» que se ocupa
de las arríbadas forxosas, y comprende los ar-
tfcolosdesde el 968 al 984, ambos inclusive.
Solve ella baremos despaes algunas, observa-
rkwescoDdaceutes á Ojarla ó esclarecerla.
Los espresados articulos en los que , como
beiDos dicho se contiene toda laleglslaciontfe
ku arribadas for%o$at, con cuyo epigrafe se
eocabesao, son los siguientes:
kii. 968. Serán justas causas de arribada á
disiioto ponto del prefijado para el viage de la
nave; 4.* lafaltade vlveres. 2.* El temor
fondado de eñemigos y piratas. 3.^ Gualquiera
accideote en el buque que lo inhabilite pora
eontiQoar la navegacion.
irt. 969. Ocurriendo cualquiera de estos
oiotivos que obligue ¿ la arribada, se exami*
aari y calificar¿ en junta de los oficiales de la
oave, ejecutándose lo que se resuelva por plo-
lalidad de votos, de que se har¿ espresa é in-
diYidoal mencion en ei acta que sc estenderá
eaelregistro correspondiente , flrmándola to-
dos los que sepan bacer|o. El capitan tendr¿
voto decalidad, y Iom interesados en el carga-
oeato qoe ne hallen presentes, asistir¿n tam-
l)ien ¿ la Juota sin voto en ella , y solo para
iostrDirse de la discusion , y hacer las recla-
Biaeiones y protestas convenicntes ¿ sus inte-
rsses, que ae insertar^n tambien líteralmente
eolamisma acta.
Art. 970. Los gastos de la arribadaforsosa
ser¿D slempre de cuenta del uaviero ó fle-
liAte.
Art. 974 . No tendr¿n el naviero nl el capi*
tao respoasabilidad alguna de los perjuicios
qoe poedan seguirse ¿ los cargadores de re-
soHas de ia arribada, como esta sea legítima;
peio 8i la tcndrán mancomonadamente siem-
pre quenolosea. '
Art. 972. Tendr¿n por legitima toda arri-
hada forsosa que no proceda del dolo, negli-
teneia é imprevision culpable del naviero ó
del capiian.
Art. 973^ Nose considerar¿ legitima la ar-
ñiiadaea loscasossignientes: 4.^ Procedien-
do la falta de viveres de no hacerse eí aprovi-
Bkmamlento necesario para el viage , segun
nao y costumbre de la navegacion, ó de qne
se hubieseQ pcrdido y corrompido por mala co-
loeatknk 6 descuido en su bnena custodia y
aonaenracioo. 2 ** Siel riesgo de enemígos ó
piratas no hobiese sido bien conocido , mani-
flaato ylandado en hechos positivos y justifl-
cables. 3.^ Goando el descalabro qne la nave
pade^» tenga origen de no baberla
reparado, pertrechado , equipado y dispuesto
competentemente para el viage que iba ¿ em-
prender. 4.® Siempre que e1 descalabro pro*
venga de alguna dis]fesicioa desacertada del
capitan, 6 de no haber tomado las que conve*
nian para evitarlo.
Art. 974. Solo se procederA ¿ la descarga
en el puertode arribada, coando sea deindis-
pensable necesidad hacerla para practicar las
reparaciones que el buque necesite , 6 para
eviiar daño y averia enel cargamento. En am«
bos casos debe preceder ¿ la descarga la au-
torizacion del tribnnal 6 autoridad queconosca
de los asuntos mercaotiles. Ea puerto estran*
gero, donde haya cónsiil español , ser¿ de su
cargo dar esta autorisacion.
Art. 975. El capitan tiene ¿ su cargo la
custodia del cargamento que se desembarque,
y responde de su conservacion fuera de los
accidentes de fuerza insuperable.
I^rt. 976. Reconociéadose en el puerto de
la arribada que aiguoa parte del cargameoto
ha padecido averia, har¿ el capitaa su deolara-
cion ¿ la autoridad que couozca de los ne-
gocios de comercio , dentro do las veinte y
cuatro boras, y se coDformar¿ ¿ las disposicio-
aes que dé sobre los géneros averiados el car*
gador ó cuatquiera representante de este que
se balle presente.
Art. 977. No halI¿ndose en el puerto el
cargador ni persona que lo represente , se re-
C0D0cer¿n los géneros por peritos nombrados
por los jueces de comercio, ó el agente consu-
iar en su caso, los cuates declarar¿n la claM
de daño que hubleren encontrado cn los efec-
tos reconocidos, los medios de repararlo, é de
evitar al menos su aumento ó propagacion , y
si podr¿ ser ó no conveniente sureembarque y
conduccipn.al puerto donde estuvlesen ^nsig-
naJos. En vista de la declaracion de los peritoa
proyeer¿ el tríbunal lo que estime mas útil ¿
los intereses del cargador, y el capltan pondrá
en ejecucion lo decretado, qqcdando responsa-
ble de cualquiera infraccion ó aboso que se
cometa.
Art. 978. Se podr¿ vender con intervencion
Judicial, y en pública subasta , la parte de loa
efectos averiados 'que sea necesario para cu-
brir los gastos que exija la conservacion de los
restantes , en caso que el capilan no pudiese
suplirlos de la caja del buque , ui hallarse
quien los prestase ¿ la gruesa. Tanto el capi-
tan como cualquiera olro que haga la anlicipa-
cíon, tendrá derecho al rédito legal de ia can-
tídad que anticipe , y ¿ su reintegro sobre ei
producto de los mismos géoeros con preferen-
cia ¿ los demas acreedores de cualquier clase
que sean sus créditos.
Art. 979. No pudiendo cooservarse.Ios gó-
neros averiados sin riesj^o deperderse, ni per-
ihitiendo su estado que se dé lugar ¿ que el
cargador 6 su consignatario den por sí las dis-
posidones qne mas les convinlesen , se proce-
derá á venderlos con las mtsmas solemnida-
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AHRmADA
im
des iMrescritas eB el articolo anterior, depoul-
téndose aa impone, dedocidos los gastos y fle-
tes, á dispoáicion de los car^adores.
Art. 980. Guando teí^ el motiTO que obligó
á la arribada foraoaa, no podrá el eapitan dife-
rir la continuacion de su viage , y será respon-
sable de ios perjuicios qae ocasione por dila-
cion voluntaria.
Art. 981 . Sl la arribada se hubiese hecho
por temor de enemigos ó piralas, se deilberMrá
la salida de la nave en ]unfa de oficiales , eon
asistencia do los intere^dos en el cargamento
que se halien preseñtes» en los mismos térmi-
nos que pura acordar las arribadas pre? ienc ei
arliculo 969.
Los precedentes articulos dan niárgen á al-
gnnas observaciones y consideraciones dignas
de apontarse.
Enumera el 968 como justas causas de ar -
ribada la falta de viveres , el temor fundndo
de enemigos y piralas y cualiiuiera acciderfte
que inhabilite al buque para continuar su na-
vegacion. La catiflcacion de jxístas pudicra
dar lugar á creer que queda al arbitrio del
capitan en tales casos el veríncar ó no la arri-
bada, y deesla ídea pudiera nacer unajuris-
pnidencla perniciosa, constituyendo en la cla*
se de voluntario lo quc realmente es obliga-
torio para el capitan cn los casos indleados.
Pero no pucde ser esta de modo alguno la in-
tencion de ia tey, si se tiene en euenta que
la seccion cn que se contienen dtchos articu-
los se titula, como antes hemos dicho, de kts
arribadas fórzosas, y que el inmediato, ó sea
cl 969 , principia con estos patabnis: «Ocnr*
riendo cualqulera de esrtos motivos que Mi-
§ue á h arrfbada.... etc.» Por este úliimo ar-
tículo se ve que la ley no ha querldo dejar
al arbltrio del caplfan un negocto en que esián
Interesados et natiero, los cargadores y aun
los individuos de la tripulacion, sino quc aun
en el caso en que cree qne debe haccr arri-
Ibada, ha de reunk Junta de oflcial'es eon asis-
tencia de los interesados en el cargamento,
decidiéndose á pluralidad de votos, sicndo de-
cisivo el del capitan en caso deempate, y asis-
tiendo los demas interesados sin voto , y solo
con el objeto especiflcado eu cl mismo arlíco-
lo. Debe añadirse que, veriQcada la arribada,
el capitan se presentará al cónsul espanol en
los puertos estrangeros ó al capitan del poerto
en los españole», para declarar las causas que
Te han obligado á hacerla, y rccoger el certi-
(icado que espresan los articulos 650 y 651 ,
que insertamos enotrolugar. (Véase ckpítají.)
A pesar de lo que dice el artícnlo 970, fun-
dado en 1a doctrina de que los gastos produ-
cidos por averias simplcs debe sopoHarlós el
dueño de la cosa queocasionó el gasto ó recibió
el daño, lajusticiade 1o dispuestoenélhasido
fuertemente combatida por algunos escrilores,
porque no . parece qne pnedan (Tontarse por
averlas simples ios gastos de 1a arríbada oca*
slonada por teraer foadada de eoeiBlgos ó pi*-
ratis. Siendo comnii á eDintos tta}in en h m-
ve el inteiés per salvar á e^ta y al oarganeii-
to, parece qoe debfera set de cuenta de todos
los gastos estraordinarios de estas arribadas,
y satisfaccrsü á prorata, como averias groe-
sas 6 comunes. Véasé sobre este pnnto nues-
tro arlfculo avbkia. No pensamos lo mismo
respecto de los alimentos de los pasageros y
sneldos de la tripotacion, siempreqae los ajos-
tes se hayan hecho por una-caiUidad alsada;
porque en este contrato el navlero 6 capitaa
cetebraron un oontrato aleatorío , en el coal
tomaron á m pérdida 6 benefldo fa mayor 6
menor duracion del viage , y todos los gastos
qiie en éi pudieran sobrevenir. De este últioio
príncipio, sin embargo, haremos nna escep-
cion en el cat;o de que los pasageros saltea á
tierra , pues ei capitan solo está obligado á
mantenerlos á bordo.
Et arilcuío 971 envoelveen sos dispostcio-
nes üti príneipio de Justicia, establécfendo ia
diferentc responsat^ilidad que tiene e1 naviero
y el capitan en el caso de ser ó no ser legiti-
ma la arribada. Solo advertiremos que ni el
uno ni el otro puedeu escusarse eotre sí recí-
procamcnte, puesto qoe sobre el prlmero pesa
U responsabilidad civit de las indemBisaeio-
nes á favor de tercero á que ia condncta def
capitan haya dado logar , y sobre el Begundo
pesa 1a qne le correspoode coflio gefe y direc^
tor de la nave. Sobre este particnlar entrare-
mos en mayores detalles en noestro articoio
KLETAMENTo. f^ dos artfculos qne signen i
este vienen á ser como su complemcBto, poes-
to qtio dcterminan los casos en qoe lasarribo-
das son ó no legftimas.
Respecto del articoto 974, solo deberemos
observar que los gastos ocasionados en dea-
cargar y voiver á cargar las mercaderías , no
deberán ser satisfechos por las mi.nmas per-
sonas en los casos de qne la descarga se bagB
por dispostcion de los cargadores y con anto-
rtzacion det trlbonat , 6 sin intervencioa de
unos nt otros, ó con el mero objeto de faciU-
tar las reparaeiones del boqoe; poesto qne,
como se deja inferírf¿cilmente, en lodos estos
casos trcne por móvit el interés de persooaa
dislintas. La dispoííicion delaríiculo 975 Tieiw
á demoslrar que en todos estos casos la res-
ponsabiKdad de los cfectos que cooipooen et
cargamento pesa sobre el eapítan , sin que
pueda considerarse exenfo de esta responsa-
bilidad durante el desembarqne ; pero fíieni
siempre de los accidentes de una fuena lnso*
pcrable, en cuyo caso no se le podria bacer
cargo, porqué nnnca se Impntan al capitaD k»
daftos ocasionados por nna fuena qne oo ae
puede evitar.
La regla establecida por el arttcolo 97«
tendri siempre lugar , aunqueel cargadcMr bo
se halle presente. Sobre este ponto debe «de-
mas tenerse en coenta lo prevenído en el ar-
tioulo 670, que liisertareaios ea el aftienlo ea-
pfTAN. tí oomplemento de la dlBpMieioB n*
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ARRIBABA^^ráJUlONIZ
teritr 18 eBeoeiitta éo elarlieQlo que sigoe, ó
sea el 977.
JSi 9^, al pemitir la veota de los efectos
averiados para los casos que ea el mismo se
iodiciD, pone, como paede versCi el medio ée
k subasta en iugAr secundario, porque es el
Ms roiooso para los doeños de los efeetos.
Por tso estabtece ias demas díeposioioDes qiic
seTeo en el mismo» dirigidasá facilitar el an-
tidpadel dioMO por parte dei capitaa ó de
aitercerapenona.
La dispMitien del articulo 079 dejA lugar
é pRgaBtar qué ietes hm de deducirse del
iiiforte de las Teotas, si los oontratados por
iDdp el f iage, á solo los que conrespoadeD has-
tiel poerto 4e ia arrii)ada. U señor Sseridie
en soIKccionaríodejurisprudencia dtceqoeco-
0» It oeeesidad dé Tender ios géneros aTería-
dos proeedc dOBB acaecimiento de fuersa ma-
J9t, j como por otra parte ya iio se veriflna
10 trasporte al paerto de su desUno, parece
loBaturai que asi como elcargador pierde sns
Beroaocias, ó almenosla mayorpartede au
nlor, pierda tambien el capitao ios fletes qoe
oorrespoDderian desde el puerto de la arribada
hasta el de ia consignacíon, y perciba sola-
Beate los devengados desde el puerto de ia
ttrga basta ei de la arribada. Los articaies
'^'if J sigQieates del Gódigo, quc insertaremos
eo la pd^ra WLmtéUEirto, nos dará alguna
om }m sobre esta materia, y á la mbma pa-
labrareferimos áuuestros lectorespara apnntar
algooas obsenraeiooes aobre el articalo 980,
que está relacionado con el articulo 766.
li 084 coQtieoe una disposidon á todus
iQcet justa y rasonable: faltaudo á su obser-
vandi, ei capitaa se baria responsable de los
parjtdcios qoe áobreTisiesen por las causas es-
pnsadas od mismo.
iRRmA. (Accioif db) Fonesta fué para la
ciQsa libenü, i pesar de ser inleriores ias
faeraas de 2umalacárregui á las que guiaba
O'Doyle. Engañado este por alguDOS dtsparos
7 descargas que mand^ baoer aqoel á sos tro-
pisfiagiendo ud ataque á Salvatierra, salió 0'
üoyledei CABtoD de Alegriaooa 3,000 bombres,
^ pitzas de á lomo y unos 400 cabailos, en
tesea de la laceion, que le esporaba en buen
órdea de bataila oeroa de Arrieia, aldsa situa-
dacasi sobre ia carretera que desde Salvatier-
nviáVitoria.
ATaoaan los carlistas y maoda O'0oyle
^per el foego i su escasa artiüeria, que
<N^ó el toiemigo; adelantando sus flias
y lUffleiitaDdo el estffépilo del cafioñ y de la
fotUeria ooo aciaauiciones de eotuaiasmo por
GoDOcieBdo O'IKiyle qae era preeiso conte^
oer á tada costa i aqooiios soidados atrevidos,
^^taea i su eiieoeatio ai 6.^ de tínea, quees
deibecbo y arroUado, y tras él todos los que
coB^KmiaB la brigada, que no podieron é no
«pienaa resistir ei knpem de ios CKlistaa. M
propío tiempo que esto sooedia, alacaba Itor^
4G7 ttimJOTIiCik POVULAIU
ralde por relagaarüa é lasrota» fllas Uberalod,
y para mayor iníbrtuoio, Zumalacirregui, ^l
frente de su escolta y de un escuadron navar-
ro, se arrojó bacieodo una borrible mataoaa,
y oebÍDdose con furor la lanza y el sable if:
ios suyos en las confusas y remolioadas ipaAas
de 0'ik)yie, que cuando mas eafuersos )mlf
por ordenar á sus soldados, perdió el oaballo,
y rodeado de eaemigos cayó prisionero; sieo-
do pcrscguidos i muerte los fugitivos, baat#
que ia nocbe pueo Úo á esta espeoa de car-
oioeria*
Gsceptuaodo 500 bombres, que se reüigia-
roQ eo ArrieU, todo Lo demas se perdió.
iRRQGANCU. (JUgi»la9iQn.)\é¡atA»Q^m*
ARRDGANGIA. La arrogancia no es aa defoth
to; en machas ocasiones es mas bien un seo-
timiento que aumenta la fuerza y la grandeag
del bombre ó del ciudadauo. £1 nuis severo
moralista do condenari la arrogaocia, ^ii^
conforme i las causas en que se funde. A^,
pucs, cuaodo se trata de sostener la dignidM
de 00 pueblo, de delender aus derechos ^ coo*
servar ilesa su nacionalidad» uosolo es peroU-
tida la arrogancia, sino quees uoa oblj¿ac¡o#;
aonque la arrogancia se manifiesta mucnw ve-
oes de una maoera decidida sin que d^ ello «e
apercifaan los mismos á quieaes impuli^ ^
sentiaúento, con todo, si ia moderacion ia 4i-
rige, va deredbameate i so objelo; y a» m^,
trionfa de ias diúcuUades como por ^sait^. u
las capiUles bay uo géoero de srro§¡iiBOÍa
qae pesa sobre todas las clases d^ U «pcie-
dad; de ella se ballan poaeidos los m^goaiyas
4ei igio y de U bolsa: ufanos m^ Ja oio-
nipoteDcUde susdoblones, mirao coo de|-
precio por U Urde i los núsmos que JbaA .de-
sollado por U mañana. Llegan basta aponmr
como protectores de Us cieocias y las j»rtea,
pero coB ia coodicion de haccr un 4esw^o
de las obras y dei ingenio, de .luieo se bapnn
procUmar ios Meceoas. Todos ioS' que s« qo«
eoeotcan en Uo elevada situacion ya la de-
ban i su oacimiento, ya sea á su íortuoa, le-
jos de bacer alarde de arrogaocU, deben átn^
aroiar la envidia con su afabiUdad y fioos xpo-
dales. No basia que por mcdio de los beD^üqips
se aproximen i aquellos i quteoes #u.pbye
coustituye en otraesfera, es preciso,qoeU coo*
flaoza y U amistad Ueoen U distaocia que los
separa. £n ocasiones dadas, se arrostrao ios
mayores peligros por medio de uaa repeotiaa
y bien enteodida arrogancia. impooe Ules
deberes y predispone á (ales sacriUcios. 4110
hace retroceder ba¿ta U ipsolencU de U fi^r*
za triunfante. Tcoian en otro tiempo ios om-
geres, Un alta idea de las virludes que i su
sexo estin recomendadas, que bacUn de eitas
un objeto de arrogancia. En este sentido, Uik
bia para ellas cierta gloria, por lo meuos asi !o
espresa en sus obras U senora .marquesa ^e
Jjambert, que ba sido U muger de aias taleoto
do su tiempo.
AREQfilZ. .(AQcipN£S4>p) JL las dos 4#Jli4ltr-
T. Ul^
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AUIONIZ
481
áéiei t9 de mano de 48f5defetii8ab«i en ks
iDmediaciones de ArrODis lastropasde Alda-
ma, quíen no mIo pretendia dar tregoa á la
fatiga del soldado, tioo informarse de ia ver-
dadcra posicion del enemigo; érdua empresa,
porque rara Yei adquirían noticias exactas los
¿íie combatian 4 don Gárloe, teniendo qoe adi-
Tinar 1a sitnacion de los facciosos, moy cerca
generalmente de los mismos: al menos, asi
sueedia en esta ocasion.
Eraprendió al fln ona contramarcha Aldama.
á la media borase dc]aron ver en las cimasde
la derecha algunos carlistas, y entonces cono-
ció Aldaroa qoe los enemigos que boscaba por
otra parte los tenia á so flanco. DesTentaJosa
la posicion de las tropas de Aidama, vió^ en
)a neeesldad de tomar prontamente la de-
fensiva.
A la priroera dÍYision dió órden de pose-
sionarse de la cordillera de la derecha, lla-
ve de la posicíon que debian ocopar las fuer-*
sas enemigas; la brigada profisional fué ¿
situarse en la ermita de Arronis, y Aldama
con nna compañia pasó i rcconocer la aU
tnra dc la isquierda , sigoiéndole de cerca
los batallones prímero del Rey y tercero de So-
ria. Incaramibanse estas fbersas conbneu áni-
mo; pero al Itegar i la cúspide de la montaña
se encontraron con que un batállon estendido
en guerrilla, y cinco detris en columna, des-
cendian con Zumalacirregui: ibaresuelto i ^r-
rollar i los soldados de la reina.
Indiscnlpable fué en Aldama no llefar des-
plegadas en guerrílla la mayor parte de sns fner«
sas, mixime yendo i reconocer el terreno.
Por esto tuYieron que retirarse aqnellos dos
batallones, refbgiindose i la reserra, fija eu la
ermita de Arroniz.
A este tiempo era ya formal el ataqoe, y la
caballeria carlista trataba de cargar i kis sol-
dados que nudo replegar Aldaroa, quieu logró
ir sosteniendoe! fuego. Al verZnmalacirregui
lo poco que adelantaba, hizo avansar algunos
batallones para envoiver la isquierda de la li-
nea liberal; pero se estrelló tan acertada dispo-
sidon en el valor de un batallon de la Guar-
dia y de varias compañias del C.*' de ligeros.
Ixasperado Zumalacérregui, formó mas deno-
dado empe&o, y ordenó bajasen de Montejurra
nnevas y numerosas fuerzas qne decidieran el
combate, ya muy reñido. Este refüerso hacia
snmamente critica la posicion de Aldama que
veia perdida la accion, y esterminadasu divi^
sion valiente. En aquel trance aparece el co-
Tonei Ribero, t le salva. Gon la brigada de su
mando, llega i tiempo de oponerse con valen*
tla al paso de los enemigos, desplegando al
efecto un batallon, coyos füegos oontuvieron
moy en brevo el arrojo de los cariistas. Con un
nnevo refuerzo de infantería y cuatro piezas de
montaña, decidióse Ribero i atacar ai enemi-
go, y le cargó contan buen ézito i la bayone-v
ta bajo loB fuegos de la aríillería, qne deapoes
dc balir y arrojar al enemigo de la primera po*
sidon le hizo ccjar y boir de o(ra linea donde
intentó rchacerse y resistir.
Mocbo contribuyó a1 tríunfo de Ribero U
segonda brígada, que adelántó con acierto ai
batallon segundo de Zaragosa» hadéndole
marchar por las alturas de Arellano con d fln
de envolver el flanco del enemigo. Dos ba-
tallones de la Guardia proviRdal permaoede*
ron escalonados en reserva.
En retirada Zumalacirregni, le sigoienMi
con ardor los Uberales hasta lAi^iin y Urbiola,
por la derecha la primera brigada, y por d
centro y por la izquierda algonas oompaúiai
de cazadores. La noche puso por fln térmhio i
tanreñida ysangríenta iomada, en laqneqoe>
dó leveroente herído el general Aldama, qoese
retiró con sus tropas sobre Arroniz y Allo.
Próximos el uno delotro, no pasaron lano-
che tranquilaambos combatientes, y i laanio-
ra del siguiente dia, cuando las troipas Uberi-
les practicaban el reconodmiento dd campo
de batalla, se presentaron las masas carlistas
posesionadas de las alturas de qne habian si-
dodesalojadas.el dia antcrior; pero nierasei
gran número, ni pretendían al parecer otra
cosa qoe un reconodmiento, por lo coal se
deoidió Aldama i encaminar sus pasos bida
Sesma para proteger el triste convoy de 300
herídos qoe retiraÍMi de un campo teñido de
sangrc generosa, donde qnedaban 79 moertos,
sin contar los contraríos cuya pérdida seeqd-
libró.
Otra accion de importancia, tambi^ en el
mismo sitio de Arroniz, hnbo el 4 3 de se-
tiembre de 4836. Hallibase OriaenlosAr-
cos, cuando recibió la notidade qoeen laSo-
lana se organizaba una division espediciraa-
ría para i^tilia. Propúsose atacarla en sos
fueríes posiciones y destmiria en snnadmien-
to. Asi lo manifestó al generai Lebeaox, me
porhallarse eo Lerin y en Besma con coatro oa-
tallooes dela di^ision francesa, la de la Ribeia
y la prímera brigada de la cuarta, podia cood-
ynvar eflazmente i su fptento.
AlasSdelalmañana del siguientedia 44.
partió Oria de los Aroos, con la prímera bri-
gada de la division de vaoguardia, y segonda
de la primera, al mando del brigadier don Ra*
mon María Narvaes, y del coronel don NicoÜs
de Minuisir.
A la vista ya de Arrooiz, sorprmdiúle i Oria
encontrar en doá lineas d creddo número de
doce i catorce batallones qne*apoyaban so de-
recha en el pueblo de Rarbarín, y la izqnlerda
on cuarto de legna mas alli del de Arroniz, pre-
dsamente sobre las ctíebresaltoras que fbr-
roan los estríbos de la no menos célebre oor-
dillera del MonteJomL La escasa foena de
Oria era impotente oontra lá qoe aqoelUs li-
neas desplegalnnt pero la llegíada oportonade
Lebeaox permltió ordenar d combate. PriDd-
piado, deféndieron con brío los carüstas d
pueblo y la ermita qoe lo domina. Grande, es-
traordlnaría fné su bravnra, pero fné soperior
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ABRONIZ— AAIOZ
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li de bs cooip^íiis de oisftdores y de tlrado>
mdel 6.^ ligeros, provincial de AtíU y goiis
de la esoolta del geoeral Oria, y apoyadas es-
tas faeraaa conveDientemeote por lai aoxilia-
rea firanceaas y 1a artilleria, arrc^aron al enemi-
go de S08 Teotajosas posiciones, coronándolas
ios nnevos dneños con el mayor entusiasmo.
Holo habian conqnistado todo : la isqnier-
da de la linea eariista resistia aan con éxito,
oerGed á lo montnoso del terreno ; pero cedió
al fln , .y bnyeron aos defensores á ocaltar su
derrota en Estella, dejando ea poder del enca-
neddo Oráa las seis emineooias qoe el enemi
go ocnpaba en ei Montejorra.
Doscientas ba]as por cada parte, 00 prisiO'
■eroo y 40 pasados por parte de los carllstas,
bé aqni el resoltado personal de la acdon que
froBtró la espedidon proyeotada.
ARROZ. {Orixa saHwa.) Planta graminea
qoe prodnce el fnito del mismo nombre. Lineo
U daslfica en la b^andría moooginia, y Tonr*
nefort la coloca entre los cereales, seccion 8.*
de 1n dase 45.* ' -
Corapónense sns flores de seis eatambres de
eolor de púrpara y de on solo pictilo, sos se-
Billas , encerradas en una panQja , son OTala-
das, trasparentes y blancas , estin metidas en
noas cipsnlas bastante separadas entre sí, qae
son acaoaladas, vellodas y termlnadas por nna
arisU. Sns tallos acanalados crecen h¿ta 3 ó
4 pies, y soo delgados; sus boju, largas, an-
goBtas y altemas , terminan en pnnta y abra-
aan el tallo por su base. Sa raiz es flbrosa y
semejante á la del trígo.
Esta planta , oríginaría de las Indias , se
cnhlva en el Piamonte, eo Yalenda y en otros
pnntos de la costa oiediterrinea de Italia y
Sspafia.
üoa de las condiciones mas indlspensables
pora otytener boenas cosecbas de cereales , es
qne esté perfectamente sano el snelo en que se
cnttlTan» pnesto qne el esceso de bumedad de
b tierra pone on obstácnlo infencible á la
vegetaclon de todas las plantas de graoo fkri-
Biceo. Lo contrarío, sin embargo, sucede con
d anrox, qoe ni gcrminar, ni desarrollarse , ni
saxoaar paede, como no se le tenga constan-
temente sumergidb en agua, y en agua que se
renaeve con frecuencia. En algunos paises
montnosos del Asia eziste , sin embargo , ana
varíedad qne parece ser nna escepcioa de esta
regla. Llámasela arroz de seoíno , y durante
mncho tiempo se ba creido qoe podia cuHivar-
se en las mismas condidones qae el trigo; pe-
ro boy es cosa poco menos qne derooetrada ya,
qne si bay alguna especle de arroz qne no ne-
eeslte agna basta el pnnto de estar siempre
nadando en ella, nobay espede qne pnéda re-
sístir, ni aun por poco tiempo, i una comple-
ta seqoedad. Ateniéndose, poes, á lo qne en la
aclnalidad existe y á lo qne á todo el mundo es
dado ver , diremoe que el arros es una planta
eiencialmente acuáticay qae exige pocos es-
tíéreoles y qoe da prododos oonslderables.
Esto no obstante, todos los gobieroos de £a-
ropa se ban opoesto mas 6 meoos abierta 6
enérgicamente 4 su oultivo , cada vea que sc
ha tratado de ensayarto. La verdad es qne por
donde qoiera qne se ba introduddo , ba diea»
mado las poblaciones drcunvednas con eu-
fermedadest contra las coales son impotenteb
todos los recorsos de la medidna. Kl cultivador
de arros, cargado de adiaqoea precoces, pas» .
á veces de la adolescenda á la decrepitud, siu
llegar uunca á la edad normal de loa paise*
sanos. Temporal y transitoriamente, puede siu
embargo , aoeptarse el cultívo de esta planta,
qoe por la drcoostaoda particular de ezigir ni*
veladooesbechas con mucho coidado, es uo pa-
so dado para la saniacadon y aprovecbaroienlo
nlteríor de los terrenos natnralmente panlano»
sos; poede aceptarse, dedmos, con condidon
de que en el período de tiempo roas breve qoe
sea posible se rednscan estos terreoos á oa
cultivo menos pernidoso.
Los destinados ¿ la siembra dei arroa, de-
ben ante todo estar perfectameute nivelados:
para bacer la operacion mas sendlla y menoa
costosa, sedivide el campo en cuadros ó amd-
gas de mediana estensioo, rodeadas por un ca*
ballon de tierra destinado á rdener las aguas;
becho esto se da una ügera labor.
Hácese por lo comun la siembru desde prí-
meros de abril basta mediados de Junio. Por
los campos, cnbiertos á la sason de uua capa
de agna, pasa entonces un caballo tirando de
ona especie detríneo que larevuelve: inmedia-
tamente ddrás de este caballo llega el sembra-
dor con la seroilla que edia al vuelo. Las mo*
léculas terrosas suspendidas en el aguu , bas-
tan para cubrir el grano, cnando por su pro-
pio peso so depositan en el suelo. Por cada U^
nega de tierra se empiea para eata operadoa
fanega y media ó dos de grano, el coal se ten-
dr¿ antcs cuidado de poner, durante unos dias,
paru que se binche , en un foso lieno de agaa
estancada. Para favorecer la germinadon, bay
cuUivadores qoe , dando salida á las aguas in-
mediatamente despues de la dembra, dejan al
sol qne caliente diredaoiente d sudo ; mas
no bien se muestra el gérmen, es preciso tener
cuidado de ecbarle encima una capa de agna,
cuya altura aumenta ¿ medida qne erece d ta-
llo, sin pasar nooca de nn pdmo. Goando ya
empiesan ¿ formarse las cañas de arros, enton-
ces es tiempo de escardario, penosa operadon
¿ la cual proceden nnas mugeres , que des»
calzasy metidas huta media piema en d fan-
go, vau reconriendo los arrosales y respirando
las mefiticas emaDaciones de aqoelkw sitlos,
donde oontraen enfermedades qne soden aca-
bar con ellas.
«Mucboseban exagerado, dicemoy oportu*
namente d entendido agrdnomo f^ancés nuni*
sieor de Gasparin^ Iss ventajas del cnlüvo dd
arroz. Kste coltivo paga moy poca mas renla
que la qne puesto ei terrtno en otro estado,
podria sacarse de él, y 80 prindpd mérilo ooa-
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487
AUm^BSENilL
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giMe en la snpreeimi Aéí Hbrbeeh^. TambieD
Éér\ñ muy fteil probar quo een tos elementos
necefarios para el cultivo dei trroz , caal son
ei riego y el clima, se podrifl, mereed á nn sis-
tema de agricultura bien enfendido^ obtener de
Ía tierra productos rouy snperiores á k)s del
airros, 8in esponer pot>(«€ione8 eoleras á los
l^lgrod que ofrece etta iabor. Y no bay do*
da de que si los gobiei^oes de Kuropa exigie*-
9en de los propietarios de arroiales qne pa-
gasen los gastos de médlco , botica y hospi-
tales, qne ocasiooa m caltlvo y qoe atendiese
enal debíera á laa viudaa y á )os huérfaBos dc
las vicffmas de la itiealobridad cansada por él,
no hay duda , digo, q«e edtoa gattos absor-
berían con mncho raae las gananeias de diehos
propielarios.»
Tx)s productos de la coveclia de arroji sou
mrf Yariables ; lo re^lar es de diez y sels i
diez y t)cho veoes \a slmieAte. Gomparado con
el que da el trigo, este resuitado e« verdadera-
mente satisfactorio por lo qne respecta á la
éflntidad de graoo; pero no asi por lo qne rea-
pecta á sus elementos milrflivoe, enyo aoalísis
heeho por el sefior Payon ba dádo los resulta-
dós sigulentes:
Almidon.. 86,9
Gluten y albumina 7,5
Materias crasas <. . . 0,8
(iOma y a^ucar 0,5
SustttDcias ienosas • . 3,4
Sales calcáreas y potasa 0.9
Total 400,0
ElarroB, plantade suyo poeo exigente,
ttéde y proepera en oualquier terreno que fio
•e.balleenteramente esquitroado, y á esta ven*
taja agrega lade hacer fertiles los terrenos mas
flojos.
Su grano es muy nutritivo y en roiiclias
partes se haee con él nn pan que gusta tauto
y es tan satndbble eomo el de trigo.
Tiene la coalidad de temptar In sed, el ca-
lor dei coerpo y el ardor de ia orina , si bien
á veces constriüe algo el vientre y carga el
estémago. La ieche del arroz es un alimcnto
Ugero, refyescantOi agradable y basta curativo.
£o Madagascur, en Bengala y cn la Chioa,
se cultiv.m cinco esfiecies de arroi, tres que
erecen en el agua y dos sin ella. El grano de
de esta última e>pecie es mas aabroso y roenos
vlseoso qne el de la acnit'ica; cocido se bincha
menos y tiene uo gastillo á aveilana , rjzoo
por it e«al se come si se quierc crudo.
El arroz llamado de secano es bastante pa-
reeidoála avena; comoella, hecba unaespiga
anracimada , de tres á cuatro puigadas de loii-
^ltiid, la caal contione de treinta á cuarcnta
f naaos, y cooio eada plaota echa roucbos ta-
U08« ereeso qoe^da maa 4c ctento por uuo.
So taHo se eleva hasta dos y medio ó tres
pita w ta.80B« lérrida, y SQ paja es baeoa pa*-
ra el ganado wofto^ La reeoitertoa ée iKt
arroz se haee en dicbo paia como en ei Batt»
tro la del trígo. Segado rctoáa ona yerbt ea-
celente para loo animtles*
lia harina de este «rroi bo st poede dibí-
clar con otra ni hacer coa elia pan coeido il
bomo , porque m so esponja nt férmeota; pert
el grano shrve para aaa BraUitud de bbos, ade-
mas de los coBOcidos en Europa.
áRRUMAGB. {Marina.) La dispeaiGÍOR y
buoB órdeo en qne se eoloca la ettiva ó cargi
de nn boqne. (V¿m$ bstiva.)
ABSENAL. (MariM.) liUgar eerrado é cer-
cado contiguo al mar en alguñ pnerto , deade
se construyen, reparan y conservan lotbtge*
lea de guerra , sns pertrechoa y anBameolt.
Se ha creido por algunos etimologtatat qae dt
palabra arsenal ea oorrapdon de taratantif
que es eomo se decia antignaraeote, de ooya
voz se formó darsenal, qiie despues perdió It
d inicial , asi oob»> dánena de tarajma,
nott^es todot de orígen aribigo.» Pero otrot,
caliacando de mala la ortografia de esta pala»
bra, i^enaan qne debe escriblrse areenaé, por-
qoe la paiabra, dicen, proviene evidentcBieBte
de aracnavaUs , fortaleza naval , é mas Mea
ars navalis. Ambas esplicactonea son ingenio-
sas y plausibles ; pero creemos mas faodada
la prímera , atendiendo i la analogia de etta
voi con otras de orígen y sabor aribigo en
qoe abnnda nuestro idioma.
El dettiBo de un e^ablecimiento de esta
natorateza exíge la reonion de obras bidráa-
iicas y civlles de grande consideraeion , como
gradas de coustruccton » diques de carena,
obradores de toda especie, fábrícas , almace-
bcs prcvistos de pertrechos y municiones de
guerra , parque de artilleria, depósito de ar-
mas, de viveres, y, porúltimo, todo cuaiHoen-
tra en la construccion y armamento de on
buque de guerra. Un arsenal de marína debe
contener adcmas , cuarteles para la Iropa y
marinería, un hospttal y casa de presidio ó
dcpóf^ito de forzados destinados á ios grandM
trabajos y faenas. Grecroos que la deserípcioa
sncinta de uno de los uaestros , bastará para
dar una idca d(; lo que son estoa imporíantes
esi^blecimientos, y la haremos del arsenal de
CáUiz, por ser su departauiento el primero de
onestra marina.
Se deja cntenrler que una rada segora y un
bucn puerlo , son las condtciones principeles
que determínan le cleccion del punto adecaa->
do para situar lín arsenei maritimo. Mos
como á eslas condiciones han de aeompañBr
otrds indispensables que se reBeren á sn po-
sicion relativa, geográfica é bidrográfieamefite
contiderada, he aqoi ta razon por qué el tiTse'
nal del departaraento de Gádiz , tiene la vea-
taja de ser el primero de la marína militar ea
la penlnaula, pues reune, si no todaa, el mayor
número de esias coodiciones , entre las coa*
ies debe contarse su, privilegiada aitoaeioo,
oaBi eqnldiatante de iótestreaMt litorateBile
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ARfBNAL
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aQ09llft, T n posfdon vmuMm la
oÉide amboe mares, OoéaiDe y HoáHerráfieo.
Part esUbleeer el arseaal do eate doparta-
oeiilo íoé esoo^ido eUitio'llamádo de la Car-
f§ea^ coiDplelasieBte atalado por medio de ioa
caaos de agua del mar que io ciñeD. Sa füo-
dadoa data del año 471K> y está situado eomo
á ffleooa áfi uoa roiüa al fiíorte 'da la ciudad de
Saa Fernaikdo ; oeH^ ud espacio Uaiio cua-
draDgsiar, ouya superficie mide unas 949,580
var» coadradaa. Sa terreno ae compoae de un
fasso siietto y arciHoso, pod» á propósito para
laa grandes y namefoaaa f undaciones que eran
jMoeiarias, y que solo han podido lle^árse á
oatmi costa de «ucfaa iBdustría, oooatattcia y
gaalofide consideracion. Sin duda, raaooes
poderoaas, idemaade lasque antea indicamos,
en!re eliaa, la de ooupar un iugar de Tent^o-
sa Y ücil defensa en ei fondo de la l)ahia, de»
biúon tofluir para la eieeoion de este'local.
coa preferencia á olros cuya contigiüidad al
poerto y ctiidad de Gádiz presentat)a conocida
ooQTenieocia. En efecto, no pueden descono-
oerse laia ventajas de lu situacion en este e on-
cepto; lofi caños principales, que io ciñen bñ-
ñaado wa cuatro frentes, le sirven de muros^
y UDa moltitud de ellos que en irreguiares
direcciMies lo resguarUan por la parte de tier-
ra» coDSlttuyen on antemural verdaderamente
iaexpogiMibke en tiemiK) de guerra.
Para ei paso y coflMinicaeion con la isla
faditana , liay eu el caño ó braao de mar que
deella \o separa, dos barcas ó l>ombo8 qoe
Ittsan de ona i otra orilla por medio de anda-
ribeies , cuyos estremos están fi}08 en bateas
destíoadM al embarco y desembaroo de las
personaa y eíéclos , firmemente asegiiradas.
idemaa de la natural defensa qne ofrece sn
sitMGioB, tleoe este arsenal ouatro batertaa
DMMHadaá t (i dispueataa i reotbir la artilleria,
siefido la principal y mas notable la iiamada
ébSan Eomanó del Peurque, cuyos fuegos
dafienden la avenida del canal de entrada,
por la parte de babia, y Itay , adeoMS, tres
balandraa situadas en la de los oaños nombra*
dos de ia Cruz, PuerioHital y Cádii. Gste úl*
üioo sirve 6 baae ias funuiones de dirsena
para loe boquea 4 flotei ó quc.bajan dcl puerto
para repararse cn el arsf^nal.
Do3 son ias entradaa de este vasto recinto,
uaa llamada Puerla de Tierra^ que raira i la
dodad de San VerBando, y slrvo para el trán*
sito eomun , y otra que se deooaMaa de San
FernondOf qoe da sobre ei mueile dei miamo
noiDbre, destinada esclusivamente al servioio
de ioa tNiquea de gaerra , y paw la inlrodBOi-
eioD y salida de loeefectoa y materiatest Bn am-
bas puertas se ejeroe una escrupuloaa v^4lan-
oJa respecto de las perftanas y «féctos^ por rae-
dio de iDdividuos de la guardia de antenedes:
ooa y otra son de belio aspecto, y au arquilee-
tura noble y seneilla, y del carácter que con-
viene á sa destioo. La de tierra tíene una ins-
cripcioa que iAdioa ia foolta de an coafHr^*
cion , y eft It de Saa FemaDéo le lee eate
veraoklino:
Tu regere imperio /lo^ltf , niipanicB, mememto.
Bl queoonoibió y acoMejó ponor esta cli-
sioa ieyenda en la pnerta de la mar de este
arsenal, fiió síb doda nn bnen esftañol, josta-
mente engreido con fa» antignas gloriie de sn
patria. Verdad es qoe ei apóstrelé que encier*
ra ffié dirigldo per el poeta de Mantm i Ita-
li« cooo Beñora del orbe; pera sn apiicacion á
Espafta ttene harta üscutpa cn la o^ortuaa y
fnndada aittaéon qoe qmao hacer aqirel patriota
celwo, traHndose de ma inscripcion para k
poerta de entrada de un arsenal de la martiia
eapanoia. álgnnos estrangeops podrin leer, en
b«en bora, eon deadeñosa sonrisa este orgn-
II«SQ recueráo: esto lo ballauMM muy natural;
pero no faltan algnnoa eapañoies ¿ qitleDes
tambien pareee aoM^erMlo ei pensamiento y
alflrnn tanlo aabtütoao. A pesar de )a opi-
n\ún de unoa y de otroa , ereemoa que esta
(M>nraefDoraciOB es jnsla y oportnoa» y que se
ÍMlia cii el iBgar mas adeaoado para desper*
tar en todo buen eaptóol el sealimiento de nn
noblc orgnUo y aquei entnaiasmo por nuestras
liasadas glorias que estimola i la imitacion, y
ea el origen de grandes y aitos hecbos. For
otra parte , bleo poede tolerarse este engrei-
mieBto i la nacion que adelantó i todas en
arroio y perieia uintica, que in'.entó y e]erció
la navegiicion de altnra, apUcando á oita la
prímera, segun toda probabilidad , lus pro*
piedades de la agqja magnética {véaee vñis^
JCLA); i la qu9 bizo el primer viage de eir-
cnmnavigacion; licito le seri osientar, decimos,
aqnelia leyenda i la que con sos armas y de«
nuedo adquirió el seáorto de los mares en las
aguas saogrientas de Lepanto; y, por últímo,
bien pnede pcrmitirse este altjvo lengoaje i
aqnelia nacion, qae cuando las deraas apena^
se ooopaban de la navegacion y del ooflicrcio,
abria nnevas sendas para todas, y canfiuista-
ba iftmensas regiooes para sn melrépoli y
la civilizaciOD. Sin embargo, si el gran Su*-
lly, i qnien ci poderio y pretensiones del rey
üe Espana inspiraban aérios temores de que
inlenlase algim dia haeer al papa eu eapeUan,
entrase boy por csta puerta , podrfa contem<-
plar Inmqutlamente el verso latioo: ol leon es-
paiol tto amedrenta ya con sub nigidos.
8e ba dlcho que la puerta de un arsennl es
la frontera de un mondo, por separar la vida
maritima de la vida vulgar, y e«te pensamien''
to no careee do exactitud. Pasado el rastrK
lloen itQ arsenal marftimo, todo e?, en efecto.
vidfi y movimiento en lo tnterior. Aqiiella agí*
tucion de tantos hombres simultáneamienle
ocupadjB en vioientoe y rnidosos trabajos,
aquel eoneterto de operaelones, bajo ima apa*
rente ooifasiOD, solo prodocen al que por
primera vca \»A obaerva, un grata senttmiento
do admiracte y pomplaodneia, eon 1« idep ^
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494
ARSENAL
491
poder y gnmdeia á qac puede llegw uiia na-
dOQ ilustrada, celosa de su independeDCia y
de su bonor, y que procura á la par su proa*
peridad.
Eotrando por la puerta de tierra, que» como
bemos dicho, es la que da frente al camino de
comuQic^cion con la ciudad de San Femando,
y sigulendo por la diestra mano la orilla del
caño principal , se encuentran, despaes del
parque de anclas, nueve gradas de constmc-
cion para diferentcs clases de boques» de las
cuales algouas han sido recienteraente rcttau-
radas. Yénse despues, sobre la misma orilla,
los tres grandes diqucs de carena , que son
entre las obras bidráulicas» las princiñales y
mas dignasdeexámen; dos destioaios para
navio8,yel terc«ro para fragataa. Paraea-
traer de ellos el agua, despues de iotrodnci»
do el buque que se ba de earenar ó repi-
rar, cerradaa berméticamente sua pnertas, ae
emplea la accion de una gran máqoina de Ta-
porde simplepresion atmosférica, qne fcmeio*
na en una casa coDstruida entre los doa di-
qnes principales. La coostmecloii de eatos di-
qnes ba sido nn Tcrdadero trionlb de la dencia
hidrinlica, cootra la resisteoda y propeosioo
iovasora de las agnas, y, mas que todOi la blao-
dura é inconsistenda del terreno. Bstán cons-
tmidos de blanca y sóiida canteria, ingeniosa-
mente tnJ>ada, y admirau por sn solidei, sime-
tria y suntuosldad. Son tambien notablea las
disformes pnertas , que semejantes 6 las de
las esclusas en los grandes canales de na-
▼egaclon , cierran é ietorceptan la entra-
da al agua del mar, contrareslando el grande
esfuerso de este elemento , á favor de so for-
ma conTcxa. Próximos á los diques estin los
linglados bijos los cuales se construyen y oon-
serran las embarcaciones menores, y tambien
los destinados á los aserradores.
Frente de los diqoes y mirando para el
canal, se tc una linea de edifldos que contie-
oen los obradores de berreros, carpinteros de
Mtmco, (asi llamados para distinguirlos de loe
de ribera, que entienden esclnsifamente en
lo concerniente á la construcdon dc lofi bo-
ques y su arboladora , en tanto que aquellos
trabijan en los repartimientos interiores y toda
obraacoesoria), faroleroe, tomeros, oMtooeros,
coostruetores de remos y de bombas bldráo-
lieaa de todo géocro, cerraieros, anoeros, to«
neleros, de piotura y eseoltora; y eo todos ae
advierte el órdeo y distribudoo delos trabiúoe,
y el perfeoto resultado qne es capaz de pro-
doclr la sUnultinea y bien oombinada coope-
radon de tantas profesiones indepeodientes,
qoe coBcnrreo coo sus prododos y artefados
¿ la habiHtacioo y perfeccioo de los bageles
de goerra.
Gootiooaodo eo la oiisma direccioo, descn-
bre pn^ximos el visitaote los graodes tioglados
donde se guardan y eonserran Tcotiladas y
ea perfedo estado de seqoedad las maderas de
ploo, asi eopieias de flgora, coaM eo madrea
y tablaioo. Slguiéado la lioea de los dlqoei,
se pasa por no poeote de madera m cido
perpendlcolar al caoal priodpal qoe sorte de
agAa al llamado di^ de maderéiy espede
de balsa ó fosa destioada i la ooDserriidoa
de las piesas de roble; piies esta naden,
de uo nso tan predoso en la oonstmcdoo n*
Tal, aumenta sn dureia y sos iHieDas coalidi*
dcs sumergida eo el agoa dei mar. Este ciio
corre paralelameote y oootigoo i la libriei
de jarclas , edifldo digno de la coriosidad de
los ioteligentes por su eatreraada loDgitad,
bueoa coDstraccioo, miqotoas y artífidos qoe
contieñe. Es oo proloogado paraldógrin»,
diTidido loogitodioalmeote por largas hiler«
de postes ó colomoas de piedra. qoe íonBia
coatro oaTcs i lo largo del édifldo, doa*
de se pradicao todas las operadODes de U
eordeleria, desde el aspado del ciñamo, nstri-
liado, ^ torcido eo filisticas ó cordODes, histi
la completa coDfeedoo de la cabulleria de to-
dos gmesos y meoas, y de loe cables.
Ko el mlsmo ediflcio bay ooa piesa deiti-
oada al alqoitraoado de la fllisüca, opendoo
qoeprecede i la corcha ó torcido de loi oordo-
oes. Esta operadoo se pradica badeodo piiir
por debalo de uo tbrao giratorio de flerro, co-
locado eo el fondo de una gran caldera lleiii
de alqnitran hirTiendo , grandes maios de
aquella , que se someteo segoidaoieale 7 por
el mismo motor, i derto grado de pf^oo,
que la despc^a de la caotidad sopérfloi de
aqoella resiua. Una parte coosiderable de iqod
Tasto ediflcio, fué destmida i priDClptos del
siglo, por UD espaotoso incendio que redojo í
cenisas inmensas cantidftdes de ciñaoio eo
rama qne se hallaban en él almacenadis; sieo-
do ios caosantes del estrago algnnos inditidQOs
qoe se iotrodQOian fartiTamente para robir
aqoel material, y qoe boyendo con aturdhnlea*
to eo ona de soaeacorsiooes ooctoroas, hobie-
ron de abandonar alguna Tela enceodida eo
medio de aquella masa de materias iofliBia-
bles. Uo ado tremeodo y oiefflorable dej^
da fbé ejecutado eo los perpetradores de iqoa
crimeo qoe fberoo luego descubiertos. Aqo^
lla ala del edifldo, gradaB al abaudoDode
ouestra marioa, ha permaneddo afroiaadi
desde la época del ioceodlo, para cayaediB-
doo fbé oecesario emplear la artilleria. M
fibrica Tieoe i fonoar d segondo lado del
coadríloogo qoe bace la plaota del arseoal.
Eo el tercero, qoe es perpendicolar al qoe
acabamos de descrlbir, y por lo taotoparaleloa
primero doode estáo los diqoes, se eocoeDtf»
las bermoaasiuNMt ie whokdwa, protoogi'
do edifldo de plaota paralelógrana, difim
traSTersalmeote porparedeade niediaoerta,qpe
formao dies y aiete oaTcs , destioadas U m^
yor parte i la coostmcdoo y conserracion de
los palos de diTcrsa forma y dimeosiooes qoe
ooostitoyeo la arboladura de los boques; pv|e
importante de la construcdon naTali T<n|^
rigeo y eJeootanboiDbres espedaleadedieados
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AaSBRAL
494
i este niiio. Por el eeDtro de cada ntta de ei»
lis DiTes corre, en el senUdo de so respectiTa
longitud, 00 caoal estrecho de canteria qae
comujiicii con el caño esterlor paralelo al edi-
ficio, qae aisla en bo forma cuadrilátera todo
el iTseDai , 7 por él se estraen 6 introdacen i
ílote los enormes palos de tos navioa , 7 por
medio de aparejoa colocados i lo largo de es-
t08 cuales , hechoe flrmes en los postes. se
luspenden 7 Taran en el obrador para hacer en
ellos los reparos 7 composiciones necesariaa.
l8las Dayes edificadas en la época dcl fomea-
to del arsenal , son do escelente fibrica. La
príoefa, i la parte de Ponie&te , es sobre to*
do adiDirableporsuatrevida constrnccion, an-
cbora 7 armadora de su techo de forma elipti-
ca, 7 aun segnirian escitando la admiracion de
loi ioteligentes , si una mano mas aaoladora
qoe la del tiempo no se hubiese adelantado i
este en sos estragoa. En la gnerra de la inde-
peodenda , 7 dorante el asedio de las tropas
fraocesas i la isla gaditana» por el año de 4 84 1,
k» iogleses, entonoes nuestros aliados, hicie-
nmdestecharla 7 arrancar de este 7 de otros
ediOcios importantes del arsend , las maderas
7 lablason, dejaodo so interíor á la intemnerie,
10 pretesto de aplicarlas i la formacion de ba-
tertas, esplauadas 7 otras obrasde fortiflcacion
cootra cl eooion enemigo. iTríste necesidad,
y iiogDliir eoyootora qoe daba i los iogleaes,
íos antigoos émoloa 7 adTersaríosde ooeetro
poder maritimo, la ocasioode exigir 7practicar
eooio 00 serdcio lo qoe habia sido siempre el
objelo coDstaDte de sos proTocadooes 7 de los
eoBatos, la destrocdon de noestros arseoales!
Redeoteraeote se hao hecho en estas pre-
eiosas naToa importaates 7 bien entendldas
reparadones, constro^endo en ooa de las ma-
Tores nna noeva sala de gaUboi, Se da este
Mibre iuna pieaa de grande estension, sobre
coyo paTimeDto de madera pintada de negro,
se hace el traaado de las pieaas curvas 7 de
llgurairregular que entran eo la constrocdon
de las embarcadones, 7 por éi las plantillas ó
psdrooes, segoo los coales se hao de labrar.
Itespoes de los diques, obradores, fábrícas
T ediAciOB qoe lileraiqeotehemos mencionado,
es 000 de los mas notables 7 dignos de exi-
■en el almaeen atneral, asi ilamado, porque
00 él se goardao Tas materías, efectos 7 pertre-
^ neoesaríoa para el armamento de los bo-
^pies, colocando 7 clasiflcando ordenadamen-
le los objetos s^n so oatoralesa y volú-
Biai. Este gran edificio ocopa 00 espacio con-
siderable sobre el coarto kdo del coadrílitero
delarsenal, dandofireote i las oOcioas de la
coaiandancia general delpunto, sub inspec-
dOD de pertrecbos , comandancia de ingenie-
ms 7 otras, 7 tambien i la entrada del gran
patio 7 obrador de Telas. La poerta de San
lemaódo , que Tiene i estar en el centro de
este coarlo lado , ocopa el promedio entre el
^lniace& general 7 didias ofldnas. Sn este
Creu dc^óaito se guardao, 7 por é1 se sumi-
nistran , todoa loa materíales que se cmpleao
en los obradores, aai eomo la moIUtud de ob-
jeios 7a elaborados que se destioao al serTi-
cio de las embaroaciooes, 7 tambieo i su de-
coradoo 7 omamento.
k faTor de nna bien entendida distribodoo
7 del conderto con qne se hallan colocados
tan nnmerosos 7 diferentes objetos, se puedcn
practicar en pocas horas, trabajos que pare-
cen imposibles i los que no tieoen idea del
espirítu de órden 7 actiTidad que reina en toáo
lo que concieme al serrido de la marína. El
bicrro 7 el cobre, estos utilislmos metales, se
Ten alli en todas formas; en lingotes ó gali-
pagos, 7 manofacturados , desde la pieaa mas
complicada 7 de diñcil trasporíe, hasta la mas
sencilla; desde el pemo de'ma^ores dimensio-
nes, hasta el cUto 7 la aguja nuis sutil 7 di-
minuta. Vénse tambien alli colocadas en nu-
merosa estantería todos los tejidos necesaríos
para el servicio interíor 7 esteríor del buque,
desde la graesa 7 rígida lona que se emplea
en el Telimen , hasta la seda , el labrado da-
masco 7 el delicado encaje destinado al serTi-
cio de los altares.
En uno de los departamontos del almacen
general, esti la salas de armas, pieza dispues-
ta con ingenioso artifldo, donde se tcu mo-
chos miles dc fusiles, graonúmero de lanzas,
choxoB, hocea^de abordage, trabocos, esmerí-
les, peqoeños obuses, probetas ; en tanto qne
en las paredes 7 los tedios, reTestidos de ma-
deras baraizadas, de adornos dorados 7 tro-
feos, aparecen en caprichosasflgurasde soles,
estrellas 7 semidrcolos, innomerable cantidad
de pistolas, espadas 7 de armas blancas , de
diTcrsas especies, asi antiguas cqmo moder-
nas, 7todo pronto iser empleado en caso de
necesidad.
No lejos del almacen general, contiguos 7
i lo largo del muelle de San Feraando, se en-
cuentrao los almacenes llamados del ewduido
7 el de beíunes, 7 los destinados i los buquea
que se ballan en estado de desarme ó de care-
na, en número de cuarenta , en los cnales se
deposita, con absoluta separacion é indepen-
dencia, los cargos, peilrechos 7 efectos que i
cada uno pertenecen. Detris delalmacen ge-
neral e^i el gran obrador de recorrida de apa-
rejos» 7 siguiendo esta direccion, 7 en el es-
pacio que queda comprendído entre el prímero
7 cuarto lado del cuadrtlitero del arsenal, se
haita el parque de artillería 7 sus obradores 7
oflcínas respectiTas.
£n la parte alta del ediflcio , que con la
puerta de San Fernando constitn^e uno de los
príncipales del arsenal , están las oflcinas de
contabilidad 7el obrador de instramentoa niu-
ticos. Este interesante talier , 7 el depósito de
instramentos que leesanejo, sebacennotar
por sn buen órden 7 aspecto. Se tcu alli co-
locados eo hermosa estanteria instramentos
de obserracion, comooctaotes, sextantes, dr-
culos de repeticion; multitud de agujas oiuti-
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AftSlfflAt
m
ots de Yaria y cnriMi OMUkuceion: btróme-o
4n»8, bitácoras oonuiMS y de Iqe fofleja, am-
pollelas , «lc. EDtre taatos ol!^el»s sobresalea
una ingeniosa máqutna difisoria, q«e airTc
para graduar los arcos de circulo de los ius-
trumentos de observacion , constroida y per^
íecdoDada por on bábü profesor y niaestro de
aqoel obrador, y dos imanes de graade fuersa
atractlva, uno natural y otro artiflcial, ad-
mirables porsu eoostmccion y bellesa, y por
«1 delicado guslo con que están raoatados, for-
mando uno de los priBCipaíefl ornamontos de
«quel interesaiite depósMo.
MenoioDaremos para coostpletar ceUi ligera
descripcion , la Machina , ó gran cabria para
arbolar los buqnes, montada sobre nn casco de
uavto áflote, y entre las obras civiles, la her-
mosa iglesia parroquial, las ochenta y dos ca<-
•sas destinadas para aiojamiento y üJ&cioas
de los gefes y subaUernos del arseoal; el
colegio de guardias tnarinas embaroados , los
coartcles de artilleria é infanteria dc marlaa,
«1 de marineria, el hospital, la casa de con-
tinados, Hamada de CutírO'íorrei; los gran-
des aljibes, para agua llovediza, capaoes de
contener 434,744 arrobas; el acueduoto re-
<;ieotemeote coBStroido para condudr des-
de la poblacion de San Gárlos ias aguas po-
tables para el coitsomo del arsenal , sin otras
lábricas y construcciones de menor ouantia, y
'objetos digttos de conmemoracion, y cuya des-
crtpeion nocabe en im articuk) de esta naUi-
raleza. -
Nuestros arsenaies de Ferrol y Gartagena,
perféctamente situados» dfeon especiales y
peculiares ventajas, debidas ¿ su respectiva
localidad y oondiciones hidrográficis, con
otras circu«st«DCi«s que los haoen dignos de
ser comparados con los mejores del esu*ange-
ro. El de Ferrol paede cousidcrarse ol primero
por lo que respecta á ia constntccion, tanto
por la baratura de la mano de obra, oomo por su
inmediacion á los montes que pioveen con
^ abondancia las mejores maderas oon meuos
costoso trasporle. Giertamentepudo haberse he-
chounamejoreleccionenaquellapartc de nues-
tras costas para establecer el departamento y
arsenal; pero con el auxilio de ios vapores,
nada hay que prive ya ¿ su puerto de ser con-
siderado como uno de los mayores y mas se-
gruros de la marina militar de España. Su ar-
aenal es ademas notable por la solidéz y mag-
Diflcencia de sus ediflcios y «u escelente esla-
do deconservacion. Enlresugmejorasy adelan-
tos, deben contarse la escuela de maquiaislas
y la factoria de máquinas de vapor, reciente-
mente establecidas.
fil arsenal de Gartagena, auHque de menor
e^tension, es admirable por lo bien siUiado de
sus edtfidos y U cmaoia y eonoe&traoion
de todas sos (¿bricas y depeBdenoiaB^ y, sobre
' todo, por so magotfica d^rseDa que vieiie ¿
ocupar el eentro. 81 puerto es«I prtooipal y
HMioréel Modltmáiieo, y iio«b ««ceiano ci-
tor a« cüsioa eelebrtdad pairA ^bar sa pree-
miaenoia, y la importttiicia que est¿ llamado 4
aloaniar en lo fuiiiro aquel departameoto de
ouestra marina. EU'Oate arsenal hay unaesoe-
kiite f¿brica dejarcia& yotradetejidos, donde
se elaboran en la actualidad de uno y otro gé-
nero, los que sirven para el surtido de todaii
armada naval, empleando como pfimeras mi'
terias ios cáñamos del reino.
Ademas de estoa arseBales, se cueoUa ei
k»dominio8 de España, losde la HatMot,
Gavtte, Fuerto mco y ifahoD.
Lo6 arseuales maritimos de la Gru Bttti-
m, 800 CH todo éignos de su pfepoteoeia v-
vai. Los principalcs son en nDmero de seis:
Deptfurd, Woolwich, Gfaatham , Sheeroesi,
Portsroouth y Piymouth.
Ademas de estos arsenales deprimerórdea
tiene otros eo ias diversas partes del rauado,
sujetos á so doDiuio. Les de Franeia se di-
viden, segun su importanoia en dos cUieg,
oorrcspondiendo ¿ la |)rimera los de Breet,
Tolon y Rochefort , y ¿ la segunda los de Li-
rient y Cherbourg» coütando odomas en un ór-
den infeKor y eomo accidentales loa de Doa-
kerqoe, ei Havre, Saiut-Servaa^ Nantes, Boar-
deauz y Bayona.
Bn las demaapoteBCias estrangeras los iT'
senales mas Dotables son, en Portuyal el de
Lisfooa; enlUdiü, Villafranoa, Génova, Speuii,
Lioma, Giviu-Vediia, N¿pole8, Ancona.Yene*
cia y Trieste. En varias isiaa del MediterriieD
Porto-Ferrnio, F^ermu, Malta y Gorfó; ea ile-
mama , Danttiok y UamboFgo; en <i reinode
hsPaiiM Bafes, Amberes, Flessinga, HelTat'
Sluys, el Texel, etc.^enMuunarMi, Gopeihi-
gue; en Suecia, Gf/rlscroDe; eo üufta, SaaFe-
tersburgoyGronatad (en el Báltlco), y Sebisto-
pol (eo el mar Negro) ; en Turquía, Gonstanli-
Dopla; en Bgiplo, AÍ^andria; en ios JSKodtf
BerheriicoSy Taaeey Tripoli, etc.
fin los Estados ÜDidos de América ooeata
stt marina muchoe arseoales, los masnotables
SOB los de New^¥oii¿ , Bostoo, Baltífliore, ete.
Las nuevas repúblioas establecidas ea
nuestras antiguas colonias, conUenen cierlo
número , oomo el de Veracrus (en M^ieo),
PuertoGabelIo y Gartagena (en Tierra Firme),
el deGallao (ea el Perú), Valfiaraiso (en GliÜe),
Montevideo y Bueoos-Aires (eu el río de U
Plata.) Los prinoipales arscnales maritiBOS
del Brasil son los de Bio Janeiro y Bahia o
San Sulvador.
ARSfiNAL. {Arquiiectura,) Este odiflcioqDe
¿ imitacion de los anüguos, oosotroshemaiet-
locado en nueatras ctD<fiulesfortificadas, seoo-
poae dc un patio principal, alrededor del coil
bay una porcion de pórticos destinados á ra-
ciblr ia artilleria oonfeccionada y clasifieaii
per sérias , tal eome los cañoDes, morteroi,
oboses, arcones, oarruages de tfasporle,elo.,
de una saia de armas para que oouteoga les
fusiies, las anaas l»laacas, y toda espeeie 4e
fornituims; y de oo pabeiloa pm adiüniitn-
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Ífl
ARSÉNAl^AJlSENICO
m
d(»,c(mbftb)tatíoil para el admínlfitrador 7
empleados.
Ed otros patíos secoDdarios deben estar los
telleres de carretería, cerrajerla, fundlcion, 1
carpmtería, almacenes de materiales; y en 1a
parte mas aisladatin pequeñd almacen de pói-'
Ton.t3te edificiodebe estar colocado á la ori-
üa de an gran rio, para faciHtar los traspor-
tes de materlales y armus á los pnntos del rel-
no eo qoe faeren necesaríos. Sns moros de
0erramicBto deben éstar en cnanto sea posible,
Todeados de nn canal.
Kntre los ^rsenales mas notables que Ée
fiiDedea dtar^ tnerecen particnlarmenteía aten-
cionloB de Parls, Estrasburgo, Metz, Lilte, Be-
sineoo, Perpiñan, en los cnalcs se fabrican ca-
Bi todas las armas del reino.
Amnd de Vmecia^ constmido en 4 337,
por Andrés de?isa, está dispnesto de tal ma-
nera qne ^rre de arsenal de tierra y mar.
L08 dos leonee de mártnol blanco qne decoraban
lapaertadel Piceo en Atenas, fueron traidos por
los ?ienedanos, y colocados delante de la pner-
taprincipal.
Arsenal de Lóndres, donde se yen en una
sala de armas de 34 pies de longitud, 100,000
fosiles colosados con un órden admirable. En
este arsenal se conservan los despújos de
lafiota Inveticible de I0& españoles, destina-
da á sobyuear la Ing'Iaterra, las banderas, los
cracifljos, nacbas de armas y dardos enve-
neuados de esta espedidon, y se conserva con
Qo itienos interés, la seríe cronológica de
trmádnras de los reyes de la Gran Bretaña,
desde Goillermocl Gonqnistadorhasta Jor|^eII.
ArtenaldeÉerlin. Su posicion sobre^Ias
ofilks de la Sprce, le facilitan las provisiones
rbs esporíaciones, y te daft una superíorldad
coosiderabte aobrelos ediflcios de este género.
ARaÉNIGO. {Quimiea.) II arsénieo es nn
co&po'sólido» deungrís de acero brillante
cuunto efllá reclientemento preparado, sieado
friable, de teslura escamosa, y su densidad
de 5,7. Gareee de sabor, y desarrolla por el
firQlamiento un ligero olor de ajo. Ei arsénico
se soblima r&pidamentc bajo 1a influencia del
cüor, porque la témperatnra de su volatiliza-
<^n diflere tntiy pdco de la temperatnra de so
Anion. Solose liqnida él arsénico esponiéndole
i un caloT rú]o, al mismo tiempo que á una
f^ertc presion en una vasija bien cerrada. EI ar-
tMco se empaña ál aire y ¿e cubre de un
poltillo grrislento, quene esotra cosa que una
neicta de áóido arsemioso y dc arsénico. En
«*fertbs pQHtos de suanperflcle se notan man-
chts blanqnecinas cotnpuostas casi totalmente
«ieicido arsenioso. Pueslo en contacto con un
coetpo en ignicion, arde al aire como si foese
fnea y esparcieudo tma Inz azulada apenas
vbible duR&nté el dia, pero que en la oscori-
dicf se asetn^a peftectamenle á la lua dcl fós -
teto. Al ardcr asi, á ioá 480" sobre poco mas ó
niciios, esparceun olor particulát que récue^da
cl dd á}o 6 leldeifdsfoto. Esteolor se desarrolla,
168 HBUOTKGA POPULiUI.
como el de otras muehas snstandaa, én^tto*
mento mismo del paso del arsénteo al estado dé
ácido arsenioso, ó viceversa, cnando e1 icldoar-
senioáopasaal estadodearsénico. Deestainan)^
ra el olor aliiceodel arsénlcono peftenec^ ni i
estc metalreducido á vapores,niál áddo ktse-
nioso: perténece slalintérvaIo,pord6ciHoaá1,
inapreciable, qne constituye el paso dc un está-
do á otro. Gúatido se tiencencLma del arsénico
catdeado nna cápsula de porcelaua ó cualquier
otro cuerpo sólido, senotaque los vaporesqné
se condensan á tn inmediaclon del arsénico,
forman úná capa resplandeciente á modo de
un espcáo, y de un gris mas ó menos oscuro,
(arsénico metálico), mientras que á mayor dis-
tancia esta capa es blauca, (ácido arsenioso.)
El arsénico acompaüa, juníamente con ú
azufrey el selenio, á un gran nümero de me- .
tales, lales comoel hierro, el cobre, el plomo,
el cobalto, el nlqoel y cl anümoDio (arseniu-
ros.) Éncuéntrase el arsénico en el estado d^
arseniato de cal, en diferentes localidades don^
de se halla el fosfato de cal, y somorfa con^
arseniato.
Guando 80 calclna al liire nn arseninro de
cobalto ó de hienro, se obtiene un desprettdl'*^
miento dc ácido arsenidso; y este, ntído i uiiá
base V calentado con carbon, da ei ár^énid^
que llega á condensarBe en recipientés fHot^.
Fármula dcl arsénico. As ó Al^ (étottK^
=940, ú 84.
El arsénico, lo mismo que el antiaciotiid,
hace los metales muyqnebradizos» sietidbbási-
tante para conseguiHo una corífstOoa caútídad
de arsénico. Gon el cobre da un arséniaro blan^
co conocido en otro tiempo con el nomblre úb
cobre blanco, empléase un arseninro de f¡\!^
mo, que contieue muy poco arsénico, patt co-
lar las municiones dc caza. Algunos de eHM
arsénicos metálicos pueden combinarse fson,
loB arseniofos alcalinos, para formaf arsMtt^
ros dobles (arsenio-sales.) Sometidos i la toiw
refaccion, exbalan los arseniuros un oXtít é^
t¡¡o; despréndese icido arsenioso que se éépo-
siia bajo laforma de cristalesblancossot^reM
cuerpos fríos, y se prodocen sub-arsenf^tod.
El icido azótico conceotrado é blrviefldOtSi'él
icido esta en esceso, convierte los asenint^
en arseniatos, y lostrasforma en arsénttés, *ñ
el icido no entra con esceso.
Compuesio de arsénico y de éxiffeno.
Existen dos y acaso tres comtónac'Kme* de
arsénicoy de oxígcno.
I ." Acidoarsenioso. EI icido ar8enloso(<ft»f-
dode arsénico, arsénícoblancü,mata ratoneé),
se vende en el comércio con el nombre de ar-
sénico. Se le obtiene en grande, por la tor-
refaccion de los arFenioros, en las fibrlcai db
vidrio blanco de coballo; los vapores bláncott
de ácido arsenloso qoc te despnenden, vienéii
i condensarse en largos tnbos de cblnen^,
llamados en aleman giftfi^ge. Se le ebúem
T. m. 3«
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499
ABSENIGO
lUUl
ademas tostando directamente el arséDico en
contacto del aire. Tauto en uno como en otro
caso, e1 áclüo ar BenloBO tiene el aspecto de un
polvo blanco seinejante á la harina. Espuesto
al calor roju en vasijas cerradas, el ácido ar-
senioso en polvo se sublima y se condensa en
la parte superior de las vaayas, bs^o la fonna
de una masa vitrea, trasparente, amariUenta,
7 <ie una densídad igual A 3,73. Pierdepronto
Eu trasparencía, y resulta opaco y denn bian-
co lecboso, al misrao tíempo que disminuye de
ftensidad, porque de 3,73, esta necesidad que-
da reducida á 3,69, sin que por eso liaya cam«
biado dc composiclon.
£1 ácido arsenioso es dimorfo: cristalisa en
tetraedros (por laviaseca), y en octaedros (por
la via Immeda.) El ácido arsenioso apenas cs
solubie cn el agua ú la temperatura ordinaria,
pues cicn partcs de este liquido solo disuel-
ven una eu frio, aunque disuelven diez si es en
catíente. l.a adicion de nn ácido, porejemplo
e! clorbidrico, aumenta su Bolubilidad en el
agua. Una disolucion saturada é birviente de
ácido arsenío«o fMridido ytrasparente, median-
le el enfríamiento dejadepositarcrislales, ca-
da uno de elios acompañado de una ráfaga de
luz bastantc intensa (en la oscuridad), para po-
der leer la bora en un reloj. Redisneltos los
cristales, es de notar que ya no producen es-r
te fenómeno luminoso. La disolucíon acuosa
de ácido arseníoso, enrojece débilmente la
tiotura de tornasol, tiene un aabor astringente
y metálico qne luego se convierte en dulzaino.
El ácido arsenioso espuesto al calor, se
volatiliza sin pasar por el cstado liquido in-
termediarío. Los vapores de ácido arsenioso
tienen un olor aliáceo mas ó menos decídído,
]o que depende, no como algunos se imagi-
tkVi, de la presencia de algunas particulas de
firsénico oo oxidadas, siuo de que el ácido ar-
senioso se reduce en parte, oucontrando en el
aire algunas moléculas dc suslaocias orgá-
olcas.
Gomo ei ácido arsenioso se forma á una
temperatora elevada, es indescomponible á
esta mismatemperatura: es por tanto un com-
poesto estable. Siu embargo, cuando se con-
aerva este ácido pulverizado envuelto cn pa-
pel, se notan en este al cabo>de cierto tiempo,
tarias mancbas parduzcas procedcntes de al-
gunas particolas de ácido arsenioso reducido.
Asi del mismo modo que cl arsénico se oxida
¿ la larga en el aire búmcdo, del mismo mo-
do tambien, y por un efecto inverso, el arsé-
nico oxidado se desoxida en contacto de ona
mtaocia redoctiva (rica encarbono), por efec-
to del tiempo, y bajo la influencía dei aire bú-
medo. Galentando con carbon muy dívidido
«1 ácido arsenioso en polvo dentro de un tubi-
to de cristal, se ve alarsénico depositarse ba-
Jo la forma de capas negruzcas en las paredes
del tubo; aimismotiempoquese sienteelolor
característico del 4o. Pero para que todo el
ácido arseniosofledescomponga conelcarbon,
es preciso retardar la volatiKdad del primero,
tratándole con potasa 6 con sosa, absoluti»
mente de la misma suerte que se fija el ácido
fosfórico eu una base, á fln de retirarel fósfo-
ro calclnado con ei carbon. El ácido arsenioao
es muy soiubie en el ácido clorhidrico, y en-
turbia el agua de cal: el precipitado blanco
que se forma de arsénito de cal es soluble sii
efcrvescencia en los ácidos asótico y clot-
bídríco.
£1 ácido sulfliidrico no prodoced^e.sde la^
go prccipitado en una disolucioo simplemente
acuosa de Acido arsenioso. EI precipitado ami-
rillo (oro pímente) solo se forma ai cabo de
muchas horas y hasta de muchos dias; pero
nna ebullicion prolongada, activa su forou-
cion, mientras que añadiendo á la disolacioa
acuosa alg;,unas gotas de ácido clorbidrico,
el precipitado amaríllo de sulfuro de arsé-
nico se forma en el acto, siendo este precipiti-
do insoluble en el agua y muy soluble es
el amoniaco.
£1 ácido arsenioso no produce predpitido
en una disolucion de azotato neutro de pliti,
siendo preciso añadir préviamente potasa pi-
ra obtener el precipitado rojizo de arseaito
de plata.
Unido á la potasa el ácido arsenioso di coa
las sales de cobre un precipitado verde qoe
con el nombre de verde de $(^ele, se emplei
en pintura. En contaclo del cloro búmcMÍOi el
ácido arscnioso se convierte en ácido arséni-
co, á consecuencia de la descomposicion del
agua. que cede su oxigeno al ácido arsenioso,
y su hidrógeno al cloro.
£1 ácido arsenioso es un ácido débil qoe
neutraliza mal las bases.
Pármída, A8 0*s=an equivalente de ácido
940,084 (A)
arsenioso 300 (O')
4 240,084 AsOV
2.*' Acido arsénioo, Este ácido diflere del
precedente desde luego, porque es muy sola-
ble en el agua, y ademas porque enrojece con
bastante intensidad la tintura de tomasol. Se
necesitan seis partes de agua fria y dos de
agua caliente para disolver una parte de icido
arsénico, su densidad es igual á 3,4. A li
(emperatura rojo-oscura, se fundc en uua ma-
sa vítrca, que ticne mucha semejanza coa el
ácido fosfóríco fundido. Escediendo en algoa
tanto ios limites de esta temperatora, no se
volatiliza, pero se descompone al calor rojo,
en oxfgeno y en ácido arsenioso; se descom-
pone como en este ijdtimo coando se lc calieola
con carbon pulverizado. EI ácído s'olfbidrico no
produce en el precipitado alguno si no es al
cabo de quíncc á veinte boras. La adicioo de
una corta cantidad de Acido clorbidrico hace
eata prccipitacion instantánea; y como el ád-
do arsénico resulta mucbo mas soluble qoe d
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S04
ARSENIGO
50«
iddo arseDioso, pareee mas TeneDOSO qne
este úKimo: oentratiza bieo las bases.
Fámtíh. As 0*, análoga al ácido fosfó-
riwíPhO').
Se plirepara ei ácído arsénico tratando una
disolucciOD de ácido arscnioso con doce partes
dekido axótíco y ana parte de ócido clorfaí-
drico, baclendo qne se evaporen para qoe el
eieeso de estos ácidos se desaÍQje.
Segnn Darcet, si el ácido arsénico concen-
Indo se calienta con el alcohoi, da un ácido
coopoesto de nn equiTaiente de éter 7 otro
egainJente de agua, reemplasable porun óxi-
dometilico. Es el ácido arfmiovimoo 6 arse-
tMto ie eter, qae tiene por fórmula: As* 05,
cro+Ho.
OxidodearUnieo.
Iste óxido acaso no es otra cosa que una
neiclacn proporciones Tariables, de ácido ar-
MDioso y de arsénico metálico, puesto que se
oQDTlerte en estos dos cuerpos cuando se llc-
ga i someter ¿ la accion del calor: sn nombre
de matamoicoi es suflciente para indicar sus
piopiedades deletéreas.
Cmpuetto de arsénicoy de azuflre.
ÍAB solfuros correspondientes ¿ los dos
gndos de oxidacion del arsénico son:
!.• 11 sesquisulfúro (oro pimente auripig-
nmtwrri), Sele encnentra cristalizado en ma*
«8 foháceas de color amarillo y lustre naca-
ndo, en flungría, en TransiÍTania, cn Yala-
<Itiia 7 en todas las minas ricas en arsénico. Se
fe prepara calentando una mezcla de ¿cido
"senioso 7 de azufre, ¿ una temperatora in-
ferior ¿ la que se necesita para que estos cncr-
posse fondao. Asi obtenido, es de un amaríilo
ioannjaflo, de an aspecto de porcelana, semi-
^nsparente, no crístalizado, 7 casi siempre con
Mola de cierta cantidad de ¿cido arsenioso.
^tUtimo, sele obtienepor laTiahúmeda,
Pttcipitando nna disolocion de ¿cido arsenloso
por él htdrógeno sulfurado. Fórmula. As S'
uátogo al ¿cido arsenioso.
tl oro pimente es una snstancia Tenenosa
Wse empléa en las manufacturas de tclas
PfBMas, 7 entra en la oomposícion del coli-
no de Lamftraoe.
y Sulfurocorrespondientealácidoarsé'
»». U pnlTeruIento, de nn amarillo claro,
ranble, Tot¿til 7 mu7 soluble en los sulforos
^eilmos, con los cuales tbrma wlfoeaks ab-
soIotaiQente como el ¿cido arsénico produce
w^-MÍe* con las oxi'hasee,
Cmposician. As S», an¿loga ¿ la del ¿ci-
do arsénico: se obtiene precipitando una diso-
«Klon de ¿cido arsénico por medio del hldró-
geoo Eolfarado.
Ademas de estos snlfbros, se conocen:
W proto-sulfúro (rejalgar, arsénico rc^o,
«lifirode fnbf), sehalla en crístales semi-tras-
parentes, color éo aorora, en ki China, en el*
Japon, en Bohemia, particnlarmente en los pro-
ductos ToIc¿nicos; esfnsible^ ▼oI¿til;despues'
defondido se conTÍerte, porelenfriamieüto, en
una masa Tílrea trasparente y de fractura con-
cdidea. Se le prepara destilando una mezola de
¿cido arsenioso y de aznfi^. Pórmula. As S*.
Mezclado con tres partes 7 media de azofre
(en peso), 7 doce partea de salitre, sirTe para '
prodocir los íUeíjos bkmoos.
Hemsa^sulfúro. Estesnlfuro seobtienetra* '
tando el rejalgar con la potasa c¿a8tica: en
csta accion, la potasa se apodera de una párte
del arsénico que disuclTe, mientras que la
otra parte se combina con el esceso de aznfre*
Es de color negmzco, de nn brillo met¿lico, 7
sometido ¿ la destilaclon, da desdo luego, re«
Jalgar, 7 despues arsénico. Fármuh. As S*.
Emmea-sulfuro. Este sulfuro es de oolor
negro como el precedente. Fármula. As S*.
El azufre parece ser snsceptible de combi-
narse en todas proporciones con el arsénioo.
Los snlforos de arsénico se combinan ¿ sn Tes
con un gran ni\mero de sulfnros met¿Iico8, ta«
les como los snlfuros de cobre, plomo, anti*
monio, cobalto, etc. No es portanto de admi-
rar qne se encuentre el arsénico en muchoi
productos químicos impnros.
Compuesto ie arsénico y de elor(^
M\ cloro gaseoso se combina directamente
con el arsénico en polvo para prodocir un clo-
ruro dc arsénico, cn^a accion es acompañada
de calor y de luz.
C/oruro (mantccadearsénico). Se presenta
bajo la forma de humo blanco, que se conden-
sa en nn liquido incoloro, de nna densidad
igual ¿ 6,3, y se congela ¿ los «9». En el agua
se descompone en ¿cido clorhidríco ¿ ¿cido ar-
senioso que se precipita desde Inego, pero que
en breTe concluye por disolTerse en el agna,
asi cargadade ácido clorhidríco.
Fórmula. As CI 7, ó As«Cl', aoAlogo al ¿ci-
do arsenioso. Si el cioro predomina, se tendr¿
un cloruro (clorído) mny ToI¿til, qne por sa
composiclon As Ci* corresponde al ¿cido ar»
sénlco.
El hromo se comporta con el cloro.
El fluor y el iodo 4an origen ¿ compnestos
an¿Iogos ¿ los que prodnce el doro.
Compuestos ie arsémoo y de kidrógeno.
Hidrógeno arseniado (hidruro de arsénico,
arseliuro de hidrógeno). Ei hi^rógeno forma
con el arsénico nn compuesto gaseoso ¿cido,
insoluble éinflamable. Este compuesto arde al
aire con una Uama amarilla, qne se trasformi
en agua y en una mezcla grísienta de arséni-
co y de acido arsenioso qne se deposita sobre
los objetos fríos. El bidrógeno araeniado es de
on olor nanseabnndo que recnerda cl olor del .
fósforo, siendo bo densidad de tfi, en ^ ei-
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AasmcQ
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t»iio 4e. pam^ 60 oiu^ jeoBUkd omor coandji^
estó mezolado con el hidrógeoo, lo qoe casi
Biempre acootece: tiene mucha semejanza con
el hidrógeno aatÍmoDiado; á una temperatura
bi\ja, el hidrógeno arseuiado toma el estado U-
qoido, y al atravesarpor un tubo incandescente,
80 deacompone en bidrógeno y en arsenico.
Es un gas estremadamente venenoso: respira-
do> atfiiqne sea en poqqeaa cantidad, produce
una constriccion bastaq^ fu^rtc oq la gargan-
ta y un rebelde constipado del bijo Tven^re.
Coflnpo^iciott. Cica partes de hidrógeno ar-
spniado constan de 4os partes de hidrógeno y
ivciventa y ochode arsónicOp sieado su fórmula
As H\ anáioga á la dei ácido <Mrséoico (As O').
S(3 prepara ei l|idrógeao arseniado tratando
nna combioacioa da arsénico y de zinc con ei
icid.o suifúrico est^ndido ea agua. El aparato
e% que se obtieoe recibe ^I nombre de ap^jcato
de MsirsU. Bste aparato, en el foudo, no es otra
C094 qne un frasco 4 quese adapta un tubo áaU
gado, por el cual se despreudeelgashidróge-
i^ arseniado. Guando s^ encieude este gaiS, y
ae pre^^nta é, una distancia conTeniente de la
ll^n^ una cápsula de porcelana, se obtienen
mi^chas pardas con brillo inteoso, no volátiles
e^ frio, solubtes en el ácido nítrico y coloran-
do (asi disuelta) cl nitrato de plata en rojo de
ladrillo (arseniato de plata). Con auxilio de la
llamadel ({aa l^dffóge^QaraeoÁado^ e^.coo^ se
ha llegado á comprobar en los cadáveres los
n^nores iAd|ciQ8, de ^rsénico á causa de un mi-
Tenenamiento* ^
Compwslosde arsénico en el esiado desales,
\ /' Ar,'yamtos. ^on unascombioaciones po-
co estahles en las (]uc el ácido arsenioso está
débilniente iinido á la base. Los arsenUos son
generalmente insolublcs en el agua, siendo
tan solo bastaatc solublcs los de potasa, soüa
y amoDÍaco. Los ácidos los descomponeu y
prccinilan pt ñc'nhi arsciiiüSO si las disolacio*
ne^ sbn muy concentradasu
£i ácido sulfliidrico no los precipita eu
amariUo sino cuandp el liquido ha sido prévia-
mente acidulado. Los arsenHos alcalinos pre-
cipitan el azotato de plata en rojo pálido (ar-
senito de platsO precipitan las sales de cobre
en verde (verde dc Scbeele, arsenito de cobre):
calentadas con carbon dan arséuico que espar-
ce un olor de ajo. EI residuo de la calcinacíoa
es un óxido, si la baae ea irrednctible por el
eirbon (arsenito alcalino^ ó un snb arseniuro,
8i la base ea reduotible (arftenitos metálicoe).
V^ Ársenialos. Los arseaiatos son mucho
mas eslables que los arsenitos y sin embargo,
rara vez se sostienen neutros. Los arseniatos
que casi ^iempre son básicos ó ácidos, tienen
1a misma corpposicion y muchas veccs la rais-
roa forma de cristaliz^ciou que los /osfatos,
Lqs. arseaiatos alcaliaos soa los que úaica-
m^qte SQ disuelven en el aguu. Lo miamo que
^^S^Pt^í^» ip% araoi)fat08 iQSolqbJe^ diau^-
ven en no eaoafla d^ &cido. (arseBÍatofi i^doi.)
kos ácidos no )og enturbian, por mny oooceih
tradas qoe estón las disolaciQiies; y ei kiáo
sulfhidrico no los precipita en amahklo aiao 6i
con la adicion de algonas gotai dA ácldo cior-
hidrico. •
Loa arseniatos alcalinos precipitan iasia-
lea de plata en rojo de iadtíUo (arseaiato do
plata) prccipitan ias sales de cobre en «loi (ai-
seniato de cobre) caientados oon el carboi se
comportan como los arsonitos. Iia preseaeia
delas materias orgánicas retarda, dnnalaai
tiempo mas ó meooa largo, la aocion de loft
reactívos sobre log arsenítos y los ara^niiM.
ÁRSENÍQO. (rooMoalo^ta, mdicim ks^
La atencion delos quimicos, con míQtive deai
procesos desgraciadamente célebre endemasia
en Parfs, se ha flja4p recAeMlmaAte sobre elen-
venenamiento que el arséuico determina, y se
ha practica4o un graunúmeEQ de triMea pira
la ilustracion de la^ diíereotes cneatioaea qn»
se han suscitado acerca del particular: el r«i^
in.eB de eatps trabiúos ea lo que noa piepoea-
mos somcter ¿ ia visla del lec^or.
Accion delarsénieo ydesus oowynw^itofciié
la ecanomiaanimaL
El arsénico probablemente no es veneDoso
por si mismo, pero no podria ser ialrodocido
en la economia animal sin traafomiarse e« aa
compueato venenoso. (ó;(ido ó ácido.) De todos
los compuestos de arsénico, ei ácido ane^
nioso no es el mas violento, pero es ei qoa
mas enveuenaroientos ocasioua. en el hookbn:
igualmente parece ser uu veneno para los ani-
males, y no obstante se dice que á peaar del
nombrequelievade mataratones, pocas veoos
dcja sin vida k estos auimales, por caanto vo-
mituu con facilidad, pudiéndose decir ouo
lauto de ios gatos y por la misma caus».
La dosis de ácido arsenioso necesaria para
matar un hombre todavia no ha sido biea dottr-
minada, uunque se imagina que son soiiaienleft
de 4 á i decígramos (de % 4 4 granos.) Bl éció»
arsénico y el cloruro de arsénico en razon de
su solubilidad son muchomas temiblea qneal
ácido arsenloso. Por la misma razon, ias sales
que forman los ácidos arsenio&o y'arsónico ao
fon menos deletéreas. Peco el ma& peligroM»
tal vez de todos estos compuestos, es el pr oto
ar^eniuro de iidKáQen/o 6.lMdrógeQ0 arseDÍca-
do, que so introduce en la econo^a animai noc
las vias respiratorias, obra casi iooediaU^
mentc sobre ei sistema nervioso, dostruye óal
menos ataca profundamente la inoervacioa» y
delermina asi unamuerle cLarta. Todo&lotíde-
mas compuestos arsenlcaiea ejerceo la in¡i»ma
accion aunque enlun grado mas débil, obraodo
por lo misn)0 en dos cooiceptos: iocalmeote en
primer lugar, á la manera de los cáusticos y
por eso ae emplean algunas veces. en cirugia;
despues generalmeote, pas§p4o poc ab^oroion
911 el torr^e olftcul^t^rio. ^ peqiHW^ donii
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Ammm
SiOft
ioimiteníes , om cootra Ws i^feociooes cuti^
Deas, 6ÍQ que su accioa terapéuüca b«ya sido
bieo determiDada. II liquido arseoici^l de
Fowler (soluciou de arsenito de pot^sa) es el
nu usado entre \ob medicamentos de este
géDero.
El enfenenamieDto por el icido arsenioso
e$ geoeralmeate el mag 009100 « y por tanto
Qos ocuparemos de él con mas especialid^ en
io que Dos resta de este articolo.
StntotMH. Si m tiombre tomase diaria-
mente pequeñas dosis de arsénico, pudiera
«loeder qoe ü cabo de cierto tiempo uto ospc-
rweotase otra cosa que una. iBJQamacioo mas
(ü menos viva (Viase agua toi^ana.) Per6 coqi
fpoGoeueia, la dosis es bastante fuerte , y ea
este caso los sUilomaa varian sc^guo la doai«
del Teoeno ÍDgerldo, y aeguj) lafuerza, cl tem*
perainento y las demas condiciones parlicula*
reg qjue; pcej^enta el sogelo; a$i es que ori^ soo
mj Yioieatios ^ ora poco pronuDciados. Algu-
W persooas solo sienten mal estar, coa Yómi-
to 6 siD él; las d^mas esperimentaA náuseas y
Tómitos, cólicos, contulsioncs , y alguD^ yc-
cesoD estado tetáuico» en breve seguiüo dala
nuierte: en alguDOs, despu^ de las aáusea^ y
I08 Tómitos t sobreviene una erqpoiou ma^ 6
BKQo&análoga á la de la oscarlata y qoe per*
Bi^ l)asta la muerte. Un siutoma qué se nota
pvticiUarmeQte en los perros, es la suspeu-
5iou de la secrecion urioaria.
AuU^sia. I^as alteracioDes do soq cods*
tantes: ya seencneBtran en d estómago ulee-
ridoocs, ya simples rubicuodeees, ioyecciou
j oada mas. Las válvulas det cora«on estáu
rojas y el tejido de este órgano ílojo, embian-
^¿ááo, etc. Eq todos los casos , estos heclios
demiiestran qne el veneoo uo ob^a tao ^qIq io-
ctlmente, sino que eierce uoa accioa geuieüal,
hiFostéaica, estupefactaria, adÁnüroica, loraoeo
es deducir que el arsénico se ba trasportado á
todoel organi&oao, y en efecto, se le kalla 90
tiQ solo ea las vis¿ei»w» , sii^ tambie^ e« I09
músculos, e« U, sangrQ, en ú orina» ctc... con
Oiiiio del aparaía de ^rsb es codao sq obtie<*
nen estos resultados.
lUmdmf antidoU)$
Goando no se sumiuislra remedio aiguao
Hpuei» estableeer la re^la sigujente : si el
▼aaeao oo k¿¡k sido atitsorbido , si la n^turale^a
laluespelido por medio 4e los vómitos, las
^Hagas, etc., la curacion es la regla y La muer-
tela.escepclofl; peco todo Lo. Qoatrario se veri-
flcacuaudo el veaeno se ba absorbido. As^,
poes, todos los, estaorzos del médico debea di-
rígúsc hácia uno de los objetos quc vamos á
iqdíear , ó faciHlar la espulsion doi arsóoieo,
<^ tníilorQaarle eu un compuestio iasoiublA, y
pvi mas seguridad, bacer de niK^do que tam-
Mea esie se espela. Ki bidratp^ de pecóxidíO de
uarro salis^ hasta cif rto puuto 4 uoa 4^
estjw ccmdiciones : forma oen el icido aise-
niQso un oompoesto insolobie, pera desgraoi%*
dameute es indiipensable administrat cantida-
des eDormes de este cQntraveueno, por poco
considerable que sea la cantidad de sustaueia
veneiKN»a que se ba ingerido. La relacion del
6sido de hierro debe ser á la dei oxlgeoo co-
mo Z% Í i; qutaredecir que para ueutralisar 8
gramos ó 2 dracmas de ácido arsenioso se ne-
cetítaa 256 gramos de peróxido de hierro (mas
de media libca). Este medio es por taoto issce-
lenle aio duda ¡ilguna, pero tan solo cuando el
arséoico se ba tomado en pequeña dosis.
Ep Quauio á la segunda condicion se procu-
ra ateuder á ella baciendo uso de \m eméiicos
y los purgantes , en una palabra , de los eva-
cuautes.
$Á scfbreviepe dqspues uua viva inflamzi'
cio9 1 el trat^ieqto anUflogístico debe ser
empleado cpu §oergia ipero qué Uacer contra
el arséui^ absofbiAo? ^ bau acouseiado >os
t(iiíico§, los diXu^ibles, \o^ calipautes, los diu-
réticQS y otros m\ u^dicamei4tos mas. Si el
veo^eoto i^a sido acrf^r^^o á la circulacion , el
méúiiCQ debe obrar, sin duda; pero es bien di-
ficil que obre racionalmeut^ , pues la «()cion
deH ^repeno^desafía i todos ios recuraos del ar-
te; eu «stos casos, es sabido, el arséoioo mata
com<^ ui^ pu9a(.
Modo dé hal/kir e( veneno,
ÍM malerias orgánic^» auaque no couten-
gan ni un solo itomo do ácido arsenioso , se
comportan algunaa veces con muchos de los
reactivos comunes de este ácido, con corta di-
ferencia ó absolutameote lo ipisipo que eat^
cuerpo. Pof otra pürte, si se intenla aislarie 4e
e&tas,iaaterias, trasfQrmándole ea proto-arse^
niuro de hidrógeno ó bldróg^uQ arsenieado,
el líquido hierve ó busbujea de tal modo ea
el stparato, q«e luiy espo#iciop de pcrder uoa
gran parte de éi. Es por tauto urgente destruvr
de to4o punto estas materías, ó al meuos car-
bonisarlas, á aa de ponerse al abrigo de tan
grandes incQflyenienles. Esto sc consigue mt^
diante \a, iuoinecaoiOD^quese debe ejecutar coi^
grandesprecauciones, pero conmasf^ecuenci^
se conducen al estado conveuieDte , por una
$érie 4e oper^ciowes, coptefítépduse con cy-
)>onizarlas.
U primera de estas operficioues^ es decir,
laincioer^ioD, seifádescritaeuotra parle; ocu-
pénumos de la oacboaizacion, que es suQcieu-
le en la geoeraüdad de I0& casos.
C^rbqnimdún. El meior procedimiento de
SarbouizACÁoa es el que se ejecuta por medio
el ácido sulfúrico. Fara mayor claridad , su-
pougaraos quese toraan 50 gramas de raateria
^nimal ^lida, que se certa. eu raenudos tro-
W y se reune en una cápsula de porcelana.
tot otra pa^le, se toma icidosuUúrico cuyo pc-
$0 sea cumQ el de uoa sesta parlo de la mate-
lia qM§ m b^ 4e sujetar a) psp^iuieuto; ^§ d^-
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507
ABI^MTGO
508
ramasobreesta, yse calienta el conjantoá
QQ fuego moderado liasta la complela eyapo-
raciOQ del líquido, sirviendo de guia i la ope-
racioQ el abotagamiento ó dilalacion do la ma-
teria; cuanto mas se oianiQesta menos se debe
calentar, y vic^versa. El carbon que resntta de
la operacion debe ser seco y friable , pues si
resulta craso es forzoso añadir nuevamente
ácido sulfúrico, etc.
Retírado el carbon del fuego , se le tritura
en un mortero hasta que esté completamente
pulverízado; despues se le humedece oon so-
flcieQte oantidad de agua regia compuesta de
tros partes de áoido nltrico por cada una de
ácido clorhidrieo, y se calienta y agita de nne-
vo basta que la desecaciOQ sea completa.
Cuaudo ya eafriado se anadeQ al nuevo residao
de 4 5 á 16 gramas de agua destilada, hecho lo
caal se filtra hasta tres voces , y los líqaidos
reuQidos se ensayan en el aparato de Marsh
modiflcado, cuya descriciOQ daremos mas
adelaQte. Si se recoQOce la preseucia del ar-
séQico , se procede eo gnmde como para el
eQsayo cq pequeño, cnidaQdo de redacir todos
los liquidos á uq volúmen determiQado por el
del frasco del aparato.
£1 empleo del ácido eloro-oitrico en este
procedimieoto , tieQe por objeto trasformar e1
ácido arsenioso, si eziste , en icido arsénico
muy soliible, y de todos ios compaestos arse-
nicales el mas sensible ai aparato de Marsh.
Incineracion, En ciertoscasos dificilmente
se obtiene un carbon seco tratándole por el
ácido salfúríco; para orillar los inconvenientes
qae de aqui pudieran resnltar , se aconseja el
uso asimismo del ácido sulfárico , pero en
cantidad igaal ó superior á la de la materia
qae se haya de easayar. Se calieota , y se
añade ea segnida por fragmentos nitrato dc
potasa. Fácil es preveer lo qoe acontece : ei
ácido azótico en estado naciente y anhidro no
paede subsistir, y abandona sn oxfgeno al áci-
do arsenioso qne pasa ai estado de ácido
arsénico muy solnble : este se combina con
nna parte de la potasa del azotato, y se halla
en el estado de arsealato de potasa, en medio
de nn resíduo blanco y crístalino, formado en
gran parte de sulfato de potasa.
Áparatos de Manh, del In$tituto , ete, -
El proto-arsenioro de hidrógeno, es des-
componible al rojo sombrio, en hidrógeno
puro que se desprende, y en arséoico metálico
qne fácilmeQie se coQdeosa. iQflamado este
gas es bicQ seQclilo recoger el arsénico, por-
que , en efecto , el elemento mas oombustible
que es el hidrógeno, arde el primero. Si por
tanto se colocaen la ilama un cuerpofrío, el
arsénico se deposita en él en gran parte en
estado metáiico. Pero siempre qne se despren-
de el hidrógeno de un liqoido qoe contenga en
disolucion un compuesto ozigenado de arsé-
uico, se forma cierta cantidad de proto-arse-
Qioro de hidrdgeno , que se hace pafente por
las rcaccioQes precipitadas. Tales son los prín-
clpales fuQdameotos cq qoe se apoya e1 apa-
rato de Marsh , asi como sos modiflcaciones
mas recientes.
No descríbiré aqui el aparato prímitivoqoe
por moy imperfecto qne paresca , hace honor
al qoe lo ha inventado, y por otra parte ia es-
plicacion de las láminas correspondientes á
este articulo , le dan á conocer suficientemen-
te, pero es necesarío qoe ÍQdiqoemos eon mi-
nociosidad coiles son sns inconveQientes prin-
cipales:
1.** Debemos recordar qoe si los liqoidos
soQ viscosos , como siempre acootece , y si la
materia qoe se ha de easayar ha sido simple-
mente hervida en el agoa, el desprendimiento
del hldrógeno determina la formadoQ de ona
aboQdante espoma qne hace perder tiempo , y
muchas veces matería. Yerdad cs que hasta
cierio pnnto se pnede preveoir tan enojoso
resultado, por medio de una capa de aceite, y
qne se sabe en el dia evitarlo, ann con mayor
seguridad, mediante ona boená carbonizacion
de la materia orgAnica.
«.• Si el cuerpo frio qoe sc opone i 1a lla-
ma es on plato ú otra vasija de porcelana , en
ella se coudensa el arsénico bajo la forma de
manchas, y Jostamente de este modo de ope-
rar emanan los roayores fnconvenientes del
aparato. En efecto, ciertas mancbas qoe se lian
designado con el nombre de manchas de gra-
$a y qoe se poeden obtener con cames sanas,
simolan algonas veces hasta cierto ponto las
manchas arsenicales, al menos en coanto á los
caractéres ftsicos: lo mas frecoente es qoe ao-
lo estén formadas por carbon dividido , mas ó
menos brillante, y algonas veces tambien por
ona mezcla del mismo carbou y de solfito y
fosflto amoniacales. Gierto es que nna buena
carbonizacion hace tambien desaparecer esta
causa de error.
3.® El liquido sometido ai ensayo contiene
ciertos metales en disolucion, por ^emplo,
hierro en estado de clomro, anthnonio , ete.,
pudiendo resultar manchas qoe imiten mas ó
menos al arsénico.
4.^ Podiera acontecer qoe algonas goted-
Ilas de la disolocion del zinc , acarreadas por
el gas , prodojesen manchas igualmente paie-
ci£s ¿ las dei arsénico.
Ha sido por tánto indispensable modifiear
el aparato para recoger, en vez de mandias
qoe tanto indocen á error, un anillo bien mar-
cado de arsénico metilieo , y disponerle por
consiguiente de manera qne se poeda obrar
sobre mayor porcion de líqoido i la vez, poes
el primitivo aparato de Marsh no permite qoe
se efectúe sino es en cortisimos Tolúmenes.
Mochos son los aparatos qoe se han inventado
para alcanzar este fln, de los coales solo eita-.
ró los de Mr. Orttla y los de la comision del
instltuto. Mres. Flandin y Danger han propnes-
to asimlsmo on noeyp aparato con el cual trasT
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ABSIQQCO
54«
ÜMman inmediaUmeDte en áeido «rsenloioel
anéoico separado del hidrógeno.
Por eritar repeticiODes no describiré aqui
todosestos aparatos (Yéase la iámina II de Qui-
micayla esplicacion con qae termina este
articuio)i pero A tln de difündir claridad en la
qoe sigue, espondré sumariamente la disposi-
cloa del que fia sido recomeudado por el mi-
aistro de J^tida. Este aparato, que es el del
Mítuto, consta de un írasco cerrado con nn
tapon de corcho, en el cual se han practicando
dos agiúeros; el nno de ellos da paso á un
tnlK) de seguridad bastaute ancbo; el otro ¿ un
tobo doblado en ingulo recto cortado en biíel
por la estrcmldad que sesumerge en ei frasco,
7 soplado en bola por debajo de la curratura.
Laporcion horíaontal del tuyo encbufa por
medio de un tapon , en un tubo mas grueso
lleno de amianto ó de coton. k ia otra estre-
midad del tubo grueso se adapta igualmente,
por medio de otro tapon, un tubo mas pcque-
ño; este de nn Yidrio poco fusible y dc un
diimetro como de dos i tres milímetros, es
paotiagudo en su estremidad, y se ve rodeado
de una hoja metálica en una parte de su lon-
^tad.
Asi dispuesto ei aparato, se introduce en
el frasco zinc en hoja, aguas y ácido sulfúrico
puro: d gas hidrógeno espele ci aíre, y lo
reemplaza en el aparato. Kntonces sc calienta
por medios de carbooes colocados en una par-
rilla la parte del tubo que está guarnecida de
la boja metálica; una pequeña pantalla, colo-
cada en esta parte, impide al tubo que se
caliente hasta una di'stancia escesiva; des-
pnes, por medio de on embudo de cuello es-
trecho, sc introduee en el tubo de fteguridad
y de maoera que corra á lo largo de sus pa-
redes, el liquido que se ha de examinar, que
es, como ya lo hemos dícho, unadisokicion en
el agna destilada^ de los productos de la car-
bonUacion ó de la incineracion. Se tiene cui-
^o de evitar el acceso del aire qne pudiera
determinar esplosiones.
Si acontece quc el desprendimiento del gas
resolte mas moderado se añade un poco do
kido sulfúrico, etc. Para CTitar todo desper-
dieio, ei Tolúmen total dei liquido no debe su-
pcrar i las tres ó cuatro quintas partes de la
^ra de la vasija. Siel gas cootieoe arsénico,
^ Tiene ¿ depositarse bajo la forma de anillo
^áude de la partecaldeada del tubo, y enton-
ces es fácil comprobar sus propiedades.
Antes de pasar ¿ las operacione» siguien-
t^ eiaminemos las Tentajas de este apa-
rato.
Eecordaré desde iuego la necesidad de unu
boeoa carbonizacion, cualquiera que seael
aparato que se haya de usar: diré tambien que
^ nnos y otros el zinc en hoja es mejor que el
<ioc en granalla, uo tan solo porquc con el
pfimero el deprendimiento del gas es el mas
l^to, y tai yea por consiguiente mejor dirígi-
do, aino tambien porque el zinc lammadu
e8t¿ erideiitomente priTado de arsénico, to»
da vez que este hace quebradizo al otro
metal.
En todos los aparatos» antes de ejecotar la
operacion con las materías sospecbosas se de^
ben efectuar con solo el hidrógeno, ¿ fin de
cerciorarse qoe el zinc y el ¿cido empleadoa
no contienen arsénioo. He aqui ahora las Tenta-
Jas que lleTa el aparato del Institoto al de
Marsh:
I. Las dimensiones dcl prímero permiten
operar sobre cantidades dei liqnido nmcho mas
considerables, y por otra parte, el tobo rec-
to permite añadir ¿ Toluntad nuoTo llqnido.
II. El líqoido del frasco, arrastrado por el
gas, ToelTe ¿ caer en gran parte, en razon de
la bola y del bifel que presenta el tubo con-
ductor; el gas solo se apodera por tan-
to de una pequeña cantldad de líquido.
III. Esta cortisima cantidad de líquido ar-
rastrada es retenida necesariamente por el
amianto ó cl algodon, que atraTiesa el gas co-
mo si fuese por tamiz, j por consiguiento
los metales estraños, ¿ escepcion del antimo-
nio» no pueden Ilegar al tubo de reduc-
cion.
Si hubíese antimonio con el arsénico, en el
tubo de reduccion, se separaria f¿cilmente el
primero, CTaporando el agua regia hasta la
sequedad: el arséoico pasaria al estado de ¿ci-
do arsénico, muy soluble en el agua; y el an-
timonio, al couvertirso en ¿cido antimónico,
quedaria b«^o la forma de un polvo amarillento
é insoluble.
IV. La hoja met¿Iica que rodea al tubo doo-
de se deposita el arsénico reparte mejor el ca-
lor en la parte calentada, y la pantalla, segun
se ha dícbo, ie impide estenderse ¿ demasiada
distanda: de esta manera el arsénico se reune
en un mismo punto en la parte anteríor de la
caldeada.
V. Va no se deposita el arséoico bajo la
forma de mancha sino en la de anülo met¿Iico»
pues las manchas, aunque sean puras, siempre
dejan algo que desear aun para el quimico mas
háibil. Gon ei anillo met¿I¡co ya no hay vacila*
don, pues desde iuego se pueden reconocer
sindiacullad los caractéres siguientes:
4 .^ La Tolafilidad de metal obtenido.
2.^ La transformacion del mismo metal en
un polTO blanco (¿cido arsenioso) cuando se le
calienta en un tubo abierto por sus dos estre-
roídades y mauteoido en una posicion iu-
ciinada.
3.** Un precipitado amarillo de sulfuro de
arsénico, haciendo pasar una corriente de áci-
do sulfhidríco en una sblucion dei polvo blan*
co obtenido, que se habr¿ preparado con ¿cido
clorhidrico.
4." Un precipitado Terde de arsenito de
cobre por el sulfato de cobre amoniacal, en
una segunda solucion del mismo poWo.
5.« Un precipitado rojo de ladríllo de ar«
seniato de plata por el nitrato deplatanentro.
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%tí
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cfñ Qtiá dtüoüicloii de ábflo arfiMcd, oblenSda
dlíolviendo üna porcidh del ftMéiittJb met&lieo
en el agna régia.
6 .• ATsénico metSllco tetlvlflcado, sea
del áeido arsenioso obtenido en el segando es-
perimeato sea del arseniato de potaí^ obtcni-
do en el (piinto. Esto se boñáigne fácllmeate
Introdaciendo el prodocto mezclado de flujo
negro (dos parieS de cremor de tártáro y una
de nitro) en un pequeño tubo dilatado en üta
de sa6 estremidades, Siendo puntiagndo en cl
otro, y calentado basla ei fcalor rí>Jo, becbo
lo ctial et alrsénlco pasa á condebarse en Ya
parle angosta det tnbo, con todos *ns caracté-
res ñsicos.
O^a iet cotnprobados todos tesloé catactfe-
res, ya no se puede snseftat dadá fandada
aeet'ca de la prescncia del arsénico, y por tafl-
to se paede asegonrt* qae bubo enveuená-
miento.
Argénieo hottmtl. %l aparaio ñe qae acaba-
mois dé hMüt es de tal modo sensible, que
ftcilfflente Sfe puede comprobar por su taedio
la presencia en üb liqaido de üna mtnonésimft
parte de icido arsenioso. Por lo demas no es
de temer quc se encuentre tan escasa cantidad
cn los fcadáveres de los Individnds envenena-
dos, pues esto no pone restrfccion algana á lo
dlcbo precedentemente, annque los condace
de un raodo directo al arisénico notmái: pues
bien, este aparato tan delicado, tan sensible,
destruyó t^dicalmente la opinlon que se co-
mentalia i difnndir, qnb los bttesos del bom-
bre y los üe mucbos animales de qué se atl-
fnenta conttenen areénibo. 1ñ toá químlcos
que este bechb ban anutfciado, batlaron atsé-
ttlto en las materias que han bujetado á su
exámen, es potque fos bombtes v Ids ánitaa-
les, cuyos cadávetfeé hati sido él oDjelo de sas
Investigadónes, babián vivldo eti cohdiciones
tales que el arsénico consiguió penetrar, ann-
que en may débil dosis, en sü economfa; pcro
lo qne bay de cierto, ló qac ba stdo démostt'ado
pOT númeresos esperimenlos, es que no se ba
estraido un solo átorao de araénico de los hue-
sos humauos, de los de buey, camero, elc,
tomados al acaso: no bay por tanto arsénico
normal
En cuanto al arséoico que penetra en los
cadáveres por via de inflltracion, lodavia no
hay un soio esperimento que corrobore esta
opinion, y por otra parte, la teodencia de los
ácidos arsenioso y ar^énico á formar compues-
tos insolubles con las bases terrosas y metá-
licas y lá insolabrfdad de los arseniuros, son
otras tantas razones para que un práctico no
tenga que temer sem^ante romplicacion en
una cuestion de envenenamiento por el arsé-
nico.
iHterminar este artículo haremoé notar,
qne si no es posible á un quimico ejercitado
el engaf^arse en tales investigacioncs y llegar
a^ á un falso resnltado, nn hombre. porinsttai-
do q(st seti 8i est.^ poco babituado á esto^ espe-
rlmentos qne exQetl tAa gtan ddieadeKajf
ana estremada precision, üo podría, sln espo-
nerse á rnia severa critica aceptar ia mision de
pcrito en casos de presunto envenenamieDto:
fácil és pcrsaadlrse por todo lo dicho qoe (ro-
dieran cometerse errores, y en medicina le-
gal los errores tfenen consecaencias tel^
ribles.
Las flguras l| .», í .«, 3.*, 4.», 5.* y 6.« Ae
la limina Ví (Atlas, láminás de Qaínñca) repre*
^entan los ai»ratos qne se acaban de descríbir.
He aqni las divcrsas partes de qae constan:
Tignra^ .*-^AparatodeMtính.
&B, tubo de vidrlo encbrvado en eifon, de
tO Ü 25 mitímetros de diámetro, t sbierto eo
ira estremidad A.
G, tubo de cobre gaamecído en c de nna
llave. y termtnado sapetiorraente por üni
abelrtura circular muy angosta; eücaja eali
parte inferior por medío de an tapon, en lape*
qnefia rama del tobo AB.
D, lámina de zbdc, sospendida algODOí
cehtímetros por enclma de la curvatun.
Asi dispuesto el aparato se vierte el Uqoido
Sospechoso por la fama mayor de AB, despoes
de haber afiadldó ácido sulfúrico, que, con el
concurso del agua, obra sobre la lámioi de
íiuc; hay, por consigaienle, prodaccion dc
hidrógeno que dcpHme la colamna de Uqoido.
Se abrc entonces la llave c, inflamando el gls
qae se desprende, y si contiene hidrógeno at-
senicado, se obtf ene an depósito metáUco de
afsénico que se presenta á la tlama.
Í^igura ^.^^Aparato áe Mres. Plandin |
Danger*
A, ffásco de ancbo goUete, corrado por oa
tapon qne presenta dos abertnras a, b, de Ui
cnales launad, da paso á un tuborectoc,
termihado snpertormente cn embndo, y la otn
6, á nnpequeño tubo pantiagudo por dondeft
desprende el gas que se iuflama, sicndo ea
este frascodonde se opera la reaccion indicadi
mas arriba.
B, tubo de combnstlon en el cual el arsénl-
co se condensa bajoei estado de ácido arsenio-
so: este tubo encaja por medto de un tapoo,
en un condensador C.
C, condensador cilindrico en cuyo terdo
inferior se advierte unatubutadura 6 goliete d,
que rccibe una de las estremidades dei tobo en
combustion, y que termina en la parte bsja pot
un CODO cnyo verticé está abierto.
í), refrigerante Tleno dc agua destilada: en-
caja por sn estremidad inferlor, puntiagndi,
en la parte cóoica dél condensador, cuya aber-
tmra cierra,
S, pequefía cíipsuiade porcclana destlnldl
átecitíir el liqnido quese aglomeríi en cl coa-
densador, y qae se deja pasar tevántándo ^
refrigétftnte.
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ARSENttO^ARTE
«U
Ssta BOdiíloacioii del opanto de líarsh tíe-
oepor ol^eto olrteDer eo rez de maDCbas, todo
d arsénico en estado de ácido aneoioso, sien-
do sufidente U inspeccioD dd aparato para que
iloiliiente se comprenda esto.
figwra B^-^parúto dtlprofmor OrfHa,
A, fraseo grmde de dos goUetes, ea el onal
eeefeetDalareaccion.
B, C, D, tDbojde redoceion enconrado en
áagolorecto, ^ oaal contiene en a cierta can*
lidad de anianto qae éetiene el liqoido en el
eMo<)e abflorcion.
E, cépsola de poreelana.
P, lániparQ de espiritu de vino.
Me aparato tiene por objeto obtener á la
par an anillo de arsénico mctáltco en el tnbo
por la parte 6, y mancbas iguaimente metáll-
cas eo la cápsnla hácia la parte o.
Figura k^^Áparato del Imtüuio.
A, ínsco áe ancha abertnra, cerrada por
nedio de on tapon con dos a^iriijcros.
B, tobo recto de un ceotlmetro de diáme-
tn>, qoe desclende por onadedichas abertoras
eisi basta el íondodM frasco.
C, tubo de on diimetro mas peqoeño, en-
e^ado en la segonda abertura: estádoblado en
ngnlo cecto y presenta una dílatacion esféri-
ci en la porcion vertical, y por la parte infe-
rior termina en btfel. La porcion horizontal
encaja en nn tobo d mas ancbo» de la longitud
de tres centlmetros y lleno de amiaoto.
E, tercer tubo qoe encaja en el tobo D,
por medio de on tapon, tiene muchos dedme-
tros de longitud , termina en una pnnta sutil,
r está gnamecido de nna hoja metálica a, en
ef esptcio como de un decimelro.
F, pequeña pantalla con dos agujeros para
darpasoal tobo.
Figura 6/— r»^ de Mres, Flandin y
Danger,
Sirve para la reduccion dcl ácido arsenioso
por el flujo negro: al efecto ae cíerra á la lám-
}Wñ la estremidad a, despoes de la introduc-
óon de la mezcla, y el arsénico se cundensa
en la porte mas sutil.
Figura 6.*— >rii6o de la eomision dei
IneUtuto,
Se emplea para el roismo esperimento y
ea igoalea condiciones.
ABTAZA. (ACCioN de) llallábase el general
Kodíl el 34 dc Jolio de 4834, á ias once de la
numana, muy descoidado con sus tropas en ei
ÍBdicado ponto cuando fué sorpreudido por
el infatfgable Zumalacárregui. Cou tal ene-
mlgo, sl quier estuTiera distante , no era dis-
colpa , Dí ia fatiga de his anteriores narohas
4C^ UUtUOntCA 1K>1'ULA11.
Diel ardleote sol de aquei dia. Tanto que«
maba para los unos como pdra los otros, y Zu-
malacárregui, siu embarge, sube sigilosamen-
te al poerto deArtaza, observa el descuido en
qoe se ballan las tropas de Rodil y coocibc el
atreTido plan de sorprenderle peoetrando bas-
ta los mismos alQjamientos. Ordeoa con acier-
to sus tropas y á la cabesa de dos compañias
de guias y los J)ataliones 4 .**, 2." y 3.*» navar-
ros, aTanza hicia su enemigo»«guíado de dos
paisanas rouy afectos, que condujeron á los
graoaderos dél primer balallon navarro á una
avanzada de 20 bombres y dos caballos, sor-
prendida porno estar con ia vigilancia necesa-
ria. DisparároBse sin embargo algunos tiros , y
algan fugitivo espardó la alarma cn el campo.
Loa cuerpos de la division de Espartero f ue-
ron los qoo antes quc nadie se presentaron al
cooabirte al mando del gefe iolerino de brigada
el eoroneldon JulianOlivaresMaozanedo. Aesta
fuerza sigoió el mismo general Espartcro, con
otras el primer coroandante don Cesareo ü^rranz
con dos l^atallones; detrásLorenzo con los su-
yos, y por último , Rodil con lo rcstante del
ejército. Trabóse entonces la lucha con ob^ti-
nacion por ambas partes ; é hlzose en breve
gcneral. A pesar de ser muy favorable á Zuma-
iacárregui ei terjeno, fuó dcsalojadode ól: re-
tirándose primero á io mas alto del puerto , y
de alli hasta ias vertientes y desfliaderos del
de Portuchá , donde la noche y la tcmpestad
que sobr&TÍnieron terminarou un CQmbate tan
sangriento y sostenido.
Rodil acampó en cl conquistado terreuo de
Artaza, y Zumalacárrcgui donde le cogió la oo*
ciie. lx>s dos , sin embargo, se creyeron victo-*
riosos , y asi lo aounciaron á sus rcspeciivos
goblemos en dos pomposos partes. Rodil os-
tentaba entre sus trofeos nueve cargas de mu-
nicionesenacémilas; Zumalacárregui armas y
otros efectos. El primero se posesionó dei
puerto conquistado: el seguodo, vivaqueó en el
campo donde tambien habia luchado con fuer-
z^is menores. £1 triunfo sin embargo, fué dcl
primero: era mas ventajosa su posicioo y la hu-
biera cambiado gustoso Zumalacárregui por ta
que ocupaba. Este fué ei único rcsultado mate-
rial de esta accion en que tanta sangre se dcr-
ramó. Ya lo hemoa visto en las anleriorcs y lo
veremos en la mayor parte do las sucesivas: un
puerto, nna montaña, una pequeña eminencia,
que despnes de tomada se vuclve á abando-
oar porque es inútil conscrvarla, es casi sienv-
pre ia causa, y el motivo de tanta sangre der-
ramada.
Desde este aconteeimiento formó Rodil otro^
coocepto de ios carlistas, á quienes ya no des-
preció como io habia becho hasta enioncct>,
creyendo estcrminarlos con batidas, bandos, y
alocuciones.
ARTE. La paUbra urte cn su primitivo sig-
oiflcado , denota cl mcdio de accion de los ór-
ganos movidos por la voluntad sobre la natu-
raieza esterna, tienc uua relacion ctimológica
T. ui. 33
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ARTE
546
muy ¡Qmedfata , por una parie eoo el Terbo
griego airein , que sÍguiOea toma, empresa,
prÍDCipio de accioir, y por otra con la palabra
latina artus, que designa los miembros , íns-
trumeutos necesarios de la voluntad. Estapri-
mera y general acepcion ha pasado sin atterar-
se á nuestro idioma, con la difereucia de que
implica cierta ideadehabilidadydestreza: asi,
caando decimos las artes mecánieas, entende-
mos por tale^el conjunto de procedimientos
propios para la accion mecánica, y Justificados
por la csperiencia. Esta complicidad, introda-
cida cn la idea prímitiva , conduce al sentido
flgurado de 1a patabra arte , que hemos lomado
igualmente dcl latin; en ese sentido» arte se
cambia cn destreza, en habilidad, y por esten-
sion en aHlflcio y astucia ; bajo este punto de
Tista, la pa1dl)ra arte pertenece ¿ )as ciencias
morales, como bajo el otro , entra en el domi-
nio de las exactas: ambas acepciones son
estrañas al objeto de este articulo. En el sen-
lido mas general, el arte diflere de 1a ciencia
1o qne la teoria de la práctica , y es tan inse-
parable de aquelia, como ia práctica de la teo-
rfa: empero de la manera que pensamos cou-
siderarle» ci arteesunafacultad completamen-
te distinta de la ciencia. Es unaabstraccion di-
flcil de comprender , y coyo equivalente no se
encuentra en las lenguas antiguas, porqne es
agenaá los simples desarrollos del espírituhu-
mano: por eso los antiguo^ como los modernos,
en una época no muy lejana, lomismo decian el
artedel pintor ó el del escultor, que el dcl
ebanista ó albañil, y únicamente bajo el punto
de Tísla mecánico de la pintura y de la esta-
luaria,decian: el arte del poela ó del orador, en
una acepcion menos material , mas positiva-
niente inmediata de la de habilidad, pero slem-
pre en vista de una cierta combinacion, ora de
sonidos, ora de palabras , de un arreglo ma-
terial.
De ahi ha Tenido 1a costumbre de indicar
especialmente por )a palabra arte , á que se
aplicaba desde entonces una signiflcacion mas
alta, la facultad comun al poeta , alpintor, al
músico; de ahi el uso establecido de con.side-
rar aisladamenfe las artcs que se dirígcn á la
imaginacion; Ilamóseles liberales 6 bellas artes,
en oposicion ¿ las esclusivamente mec^nicas.
Las.príroeras satisfacian necesidades que se
pensaba no debian pertenecer sino ¿ hombres
libres y dotados deuna alta cultura inlelectual,
las segundas, conÉCCuencia de necesidades
vulgares y materíales , dcbian ser patrimonio
de lo& csclaTos; es decir , de hombres que no
conociesen mas necesidades que las dc la ma-
tería, y que conel objelo^de satisfacerías traba-
jaban no solo para ellós , sino tambien pa-
ra )as clases ignorantes de la sociedad. Se sa-
be cuanto esta distincion, en la qne se encuen-
tra el primer gérmen de la idea vinculada hoy
¿ la palabra arte, ha conserTado e1 sello de la
antigua organizacion de las sociedades. 1
Pero e1 arte» tal como se eDtiende en la ac- 1
toalídad, no es solamente la prodoccion denaa
obra cnalquiera, destinada á cautiTar la imagi-
nacioo, no es tampoco la habiUdad quecoDSis-
te en satisfacer cumplidamcnte esa necesidad;
es algo mas que eso, esel móTil, el resorle
oculto que hace que la imaginaci<m humana se
sientaconmoTida, satisfecha, arrebatada porla
imitacion de los objetos esteríores: es el prio-
cipio que determina en unos la referída imitt-
cion, y que obliga ¿ los otros ¿ aceptarla como
un placer. El arte no es, pues, ya el coniQDto
de los procedimientos maftríales que el pintor,
el escultor, el arquitecto, el músico ó el poeli
est¿n oblig^dos ¿ emplear para llegar al resol-
tado de la imitacion; esos procedimientos, y
sobre todo, his leyes sobre qoe est¿Q bandos,
constituyen la ciencia y la apUcacion de elk
el arte no empieza hasta e1 momento en qoed
empleo de aquellos realiza la imitacion, crei
la obra y la hace capaz de obrar sobre la ima-
ginacion. Ya uo indica el medio de accion de
los órganos sobre hi naturaleza esteríor , &ioo
cuando ese medio de accion tiene la imitacioD
por base y por objeto 1a oecesidad de afecter
agradablemente nuestra imagiuacion.
Analizar completamente el príncipio deesa
uecesidad, sería resoiver el problemadenoes-
tra organizacion. Por lo tanto, en ia imposibili-
dad eb que estamos de resolverío, en la inoer-
tidumbre en que nos dejao los diTcrsos siste-
mas de la sicologia, nosbasla y debe bastamos
el conñrmar dicha necesidad como nn hecho,
y señaiar qué papel desempeña enel desarrollo
individual y social de laespecie hnmana; noes-
tro punto de partida cs como nn axioma ea
las ciencias exactas , desproTisto de proebas,
pero rigorosamente aceptado por laconcíenda.
Estamos tanto mas autorízados, para no empe-
zar nuestro exámen desde mas lejos , cuanto
que on los diversos sistemas de filosofia se ha
evítado la cuestion del principio de ]asartes,ó
se ha ligado ¿ ciertas ideas de severa moral, de
conlemplacion del bello absoluto , 6 pesquísas
sobrcel ideal, sin las cuales, 'como se verimas
abajo, la mayor parte de las artes pueden exis- |
tir, y hasta cierto punto desarrollarse cn oa
pueblo.
El príncipio determinaute de la imitacion^
como eiorígen de la palabra, ha sido rechaiado
por muchos 8¿bios en la filosofia ^e la historia,
como si elprincipio de uoa cosa, por débit qoe
se 1e suponga, por progresivoque sea^udesar-
rollo, pudicse concebirse independientemenle
de un principio deterqainante. La teoría de la
escuela de Ficbte, es la única que ha esplícado
hasta cíerto punto 1a necesidad y facoltid de
)a imitacion en el hombre. Procuraremos alfiii
de este articnlo, darnna idea de los trabajos coo
que los discipulos de Fichte han intentado es-
plicar el orígen dei arte: peropor mas ingenio-
sas quc sean sus reflexiones, temeriamos dar-
las por base ¿ un relato, en el que pretende-
mos no admitir mas qnehecbos palpables y ea
cierto modo materíales.
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W7
ARTE
S48
8m de estolo qoe 86 qoiera, y si noselevt-
iMspor el órden lógieo á la cuna de todas las
arteB, TeremoBquela £acuitadde la Imitacion se
■anifeitó al principio en el bombre por cl or-
Dito; nadie nos negará qne* la necesidad de
adonuur no «ea coesistente ¿ las necesidades
maleríales deexistencia.Tan Intima y necesa-
riaesestanecesidad, qoese refugiaen el indi-
lidoocoaodola sociedad no ia salisface; entre
ooBOtros, donde una parte de uqoella se consa*
gia á alimentar los placeres de noestra imagi-
natíOD podemos conseguir y ejecutar sín or-
oato QQ cuchillo para cortar la came, un vaso
pira Gootenerbebidas; pero el salvage no bará
DB cachillo y un vaso sin adomarlos ¿ su mo-
do.'eotODces únicamente cadaindividuo aislado
yobligado ¿ satisfacerpor si mismo ¿ casi to*
das SDs oecesidades^ tiene so parte deorgani*
adonartistica, no solocomo impresionablesi-
00 tambien como productiva. En las socieda-
des intermedias como las de los antiguos grie-
gosy romanos, el individuo no rouniaia accion
al estado pasivo, y la mayoria comenzal» go-
aodo de las producciones de la minoria. Solo
eo noestra organizacion modema, y cuando la
eoikesion siempre creciente dei vinculo social,
haoemas y mas posible ladivisionbastael inflnito
de ias íacoltades bumanas, se comprende que
poedan existir individuos agenos, no ya ¿ la
prodoccion sino basta ¿ la percepcion del arte.
isi» pues, lo que tenemos ó queremostener
ilavista» no debe bacernos considerar como
voa escepcion, vna de las leyes mas esenclales
de U organlxacion humana; bablamos de la ne-
oesidad de satisfacer ¿ la iroaginacion por la
imitacion de los objetos esteriores; necesidad
<]Qe nacida, como hemos indica^o, con las ma-
teriaies» proceden en cierto modo de estas úl-
timas, ó al menos por completa que en su eseu-
eia la supoDgamos, aun cuando re«;íen empe-
iadb»¿desarrollarse, noseenríquececon nuevas
aphotíones, sino ¿ roedida que aquellas se es<
Ufloden ¿ mayor uúmero de objetos, por los
idelantos de la sociedad. Aplícada ¿ los trages
yiios otensilios prímiüvos, pide prestadas sus
prodocciones á la misma natoraleza; los frutos,
ias piedras, ias conchas, las flores, las hojas no-
tabletporsaclegancia órareza ó bien imita estos
^TersosobJetos porlos procedimientos dei teji-
do»delgrabado, de la pl¿8ticay del dibujo. Desde
eotonces la imitacion estiende sus adquisicio-
oesá los mismos objetos que ba fabrícado el
hombre para sus primeras necesidades, como
las coerdas, las telaSt las armas ofensivas;
obietos que puede aqnel imilar de una manera
^lada, confüsa, pero ¿ los que con mas fre-
cocncia les imprímir¿ un sello simétríco, que
colocado eu el órden intelectual, es tam-
bieo Qo prodocto de la imitacion. Desenvolve-
rmos mas adelanteeste fenómeno esencial
goe nace inmediatamente de ia idea de finito
qoe se propone el bombre on todas sus obras.
Tal es la concentraciou en un solo punto do la
impresioD dc órden y arnM>nia que la oaturale-
za producesobreél, esel coeoiosdelosgríegos
qoe se compone ¿ la vez del universo entero y
del ónJen imitadodeeste.EI mismo pensamien-
to nos obliga ¿ bacer abstraccion de ciertasfor-
mas de la naturaleza esterior, como la redon-
dez, el semicirculo, el cuadrado, el tri¿ngulo,
etc, que representan claramenle ideas de lo
flnito, y porconsiguiente de órden y simetría.
Si se meídita con atencion sobre eslo, se verá
que los salvages, no en una vida tranquila, si-
no en mcdio de las angustias que sufreo, prp.-
sa de todo linage de necesidades fisicas, con-
cíben y ejecutan el ornato en un sistema com-
pleio, y que nosotros, bombres civiUzados, no
haceroos mas que reproducir y copiar.
Esta proposicion es una verdad evidenterel
hombre es ornamano antes de ser alfarero ó
berrero; porque traza adoroos en la madera de
sus armas con el fllo del pedernal, y baceotro
tanto con bi calabaza, primer vaso de que se
sirve. Despues deloroamano viene elarquitec«
to; la arquitectura, como la palabra parece in-
dicarlo, no es elresultado dela neccsidad que
esperímentamos de constrair una casa, porque
somos arquitectos mocbo aotes qoehayamos
ediflcado laprimera, y encambio podemos con
las ramas de los ¿rboles, con las bojas, cou las
pieles de ios animales, crearnos abrigos eqoi-
valentes ¿ ias casaspara satisfacerlanecesidad
fisica, mocbo antes que bagamos obras de ar-
quitectura, quetiene su príncipio en lanecesi-
dad que siente ei hombre de recordar ciertos
lugares, ciortos bechos, ciertas ideas. Gon cs-
te fln colocamos en un parage fljo una masa
durable ó fundamos un monumento; palabra
que signiflca advertencia, recuerdo. Greadaasi
la arquitectura, desde su orígen, y tanto
como lo permiten la ñaturaleza de los malería-
les empleados, y de los instrnmcntos inven-
tados por ei hombre, recibe al ornato por auxi*
liar, pudiendo permanecer eslraña ¿aqucl.si
cootinua siendo nómade; vive con su existen-
cía imaginaria, sin quc se aplique ¿ las babi-
taciones, £i ei hombre, aunque nómade, con-
trae la costumbre de volver ¿ los mismos lu-
gares; y se alberga bajo el mismo tecbo qne
él desde que su morada se bace flja 6 inva-
riable.
Aqui se presenta una nueva ley intelectual
que ocupa un gran lugar en e1 desarrollo del
aríe. Para abrcviar lo que nnestro asunto en*
cierra de sobrado esclusivo, fllosóflcamente
hablando, nos ba8tar¿ dedr, baciendo esclu-
sion de toda creencia en una intervencion di-
vioa, que el sentimiento religioso en la buma-
nidad, y la creencia en Dios, que es el roóvil
de ese sentimiento, provienen directamentedo
la necesidad que esperimentamos de esplicarnoa
Ía causa de todos los fenómenos que hieren nu es-
tra vista. Por io tanto empleamos el sencillo me-
diode animardichacausa, personificarla y atri-
buirla ¿ los rasgos del hombreal propio tiempo
que ella nos presta acciones an¿U)gas ¿ lasqne
produce el individuo. Ei aniropomor/imo t9.
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t)ues, el resaltado obligado de esta operacion,
y trasforma desdc eotonces la plástlca, y casi
iomediatamente la pinttira, de procedimientos
secundarios quc eran, en formas esenciales
del arte. Compréndese por otra parle, cnanto
las fases liistórícas del desarrollo de este úl-
tirao cn todos los paeblos, tan curíosas y dig-
nas de estudiarse, cuando queremos darnos
cueuta de la organizacion intelectual propia de
cada nacion, importan poco para ei conoci-
miento de la teoría general. Asi, que tal po-
blacion nacientc baya limitado la casualídad
suprcma á la forma de aire y esplritu, que
olra haya preferido las imágenes del sabels-
mo, que alguna triba nóraade haya fabricado
dloses errantes como ella, hacléndoles parti-
ciparde todas las fases de sn vida; que otra
baya fljado eo las gnitas dondc se ocultaba,
moles en las quc ha impreso bien ó mal las
formas humanas, son cuestioncs muy acceso
rias paranosotros. No prelendemos establecer
con csto que el antropomorflsmo sea uoa ley
absoluta de la organizacton humana, apunta-
mos únicamente bajo qué forma se presenta
todas las veces que existen coodicloncs fa-
Torablcs ásu produccion.
Por consiguiente, para ceñimos á las cir-
cunstancias en que el desarrollodcl arte reci-
be una cstension real, admitíroos un pueblo
agrícultor con moradas Ojas y cubiertas. Este
pucblo concibe el antropomorflsmo mas direc-
tamenle que nlnguno otro: desde que sc ha
hecho uu dios á su imágen, Ic desea una hu-
bilacion semejante á la suya: do uhi cl primcr
templo. y casi siemprc la prímcra estátua.
Aqui el arte es ya tan completo como puede lle-
gar áserlo enadelante; posee todas sns formas
esenciales yse desarroUaen cl senlido mas na-
tural, mas rico y elevado. La estatuarín,. bajo
sus fases plásticas, roetalúrgicas, esculturates,
segun los materíales que suministra el pais,
ocupa la clma de la escala: la arquitectura, re-
ducida del carácter de espresion esencial a1
dc sccnndaría, completa la idea qus ha sumi*
nistrado la primera; la pintura, quc al príncl-
pio, simple colorido, solo era el auxiliar del
arquitecto y del diseñador, se cambia casi in-
mediatamente por la idea abstracta del cootor-
no, y el sentimiento de los fenómenos de la
perspectiva en una forma de arte, de espresion
completa. Nada hay en los prctendidos deaar-
rollosdelarteentrelosmodemos, quc no pue-
da referirse á esos rudímentos, en aparíencia
toscos, que se encuentran, no solo en el ori-
gen de los persas y egipcios, gríegos y etrus-
cos, sino que tambieu entre todos los pueblos
qoe han ftindado la sociedad sobre las bases
de la agrícultura.
Bo vista de esto, no puede negarse que el
deMrrOUó del arte seadistinto de la satisfac-
cion de las necesidades fisicas; y debe con-
cedérscnos al mismo tíempo, que esta es una
condicion necesaria del mencionado desarro-
llo. Asi el omato se comprende sia el sentl-
miento reHgioso, y coma «ímple aeeeMrio;
pero accesorio forzoso en las ieyes de la es.
pecie humana, de la satisfaccioii de las neoe.
sidadcs físicas. Laarquitecturaes el signo ine.
vitable de 1a uecésidad de la memoria, y deii
vuelta á los mismos lugares, feoómenoi q«e
aparecen cuando elconocimientoy lapráetíet
de la agrícaltura eoimmican á las neoesidsdff
físicas un carácter cnteramente noevo de
exámen y delicadexa. La estatnaria y h pl».
tura, que no es mas qiie la sombra, y con»
1-1 aparíencia de h prímera, sc elevan Bokm
sobre las necesidades materiales, por la seiw
cilla razon de qne el hombre, cuando practlii
esas formas del arte, ha Ilegado al poiito de po-
der separar detodas las deMas neoesldadts, ea
ei tiempo y en el espaeio, la satisfiiccion de Its
íntelectuales.
Jnlencionalménte hemos dejado áunl^
do en las reflexiooes que preceden, las (br-
mas del arte que se dirígen al oido y noi los
ojos. El motivo de esa omision existe paranea*
otros en la misma esencia de la imitackm, i
la que hemos ligado tos principios de accioo,
y el estado pasivo del arte. T cn efecto, si
éstudiamos con algun cuidado ta iroitaciOB en
sl misma reconoccremos en ella dos mórílcs»
y en cierto modo dos leyes; la primera, siiBf le
y directa, que nos arrastra á copinr los o^tos
que nos llaman la alencion; la segunda, mis
abstracta, que nos conduce á imprímirálos
objelos que imitamos uo selfo de órden y «i-
metría. Esle segundo móvil liene bu pHncipie
en luideadc flnilo que uaturalmcnte vemosi
través de todas nuestras obras, y por lanece-
sidad que esperimentamos en determinarías y
circiiuscríbirias en medio de una natoraleu
que nos da la idea de la perfeccion, sin presen-
tar lliniles á nuesiros ojos, elegimos la foriBi
de que se ha hablado roas arriba, tales conio
el cuadrado, el círculo, el tríáogalo, etc. De
tíste modo tiu sido como despues de haber he-
cho desempeñar nn papel á eslas (brnms en el
ornato. hemos eslablecido las raas regulares
de ellas, como el cuadrado, el círcato, el pa-
ralelógramo, como bases de la arquitec-
tura.
La idea de fin y simetría es igualmcfite
comun á la cstatuaría y »i la piutitra, y proJa-
ce directamcnte cn ambas el sentimieuto de
lo bello. Se concibe q»ie en estas formas dd
arte, basadas sobre la imilacron directa, ocu-
parrunlugar accesorio el segundo móvil, esea-
cial eo las que se dirigen al oldo, pnes es,
por declrlo asi, )a úuica causa dc la mááica;
porque la imitaeion de los sonidos uaturales
es, en cierto modo, la ocasion y no la causa
determinante de ella. Ei principio de simetría
ocupa un lugar eqnivalente en la poesía, no
siendo el empleo de la palabra en el orígen de
l03 paeblos, mas que la satisfaccion de HBa
necesldad flsica, si se la considera aparte M
rítmo, de la cantldad, y otras condiciones
mas 6 menos Yaríables de la poesia. Esta úStím
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áin
ohiwneioD espltea p«r^ la ntem», cmo
JBitnnneDto literario» precede 4 la prosa ea
tedos los poebios y eoiiio la etocueneit no Ue-
giá ser un arte, sioo entre los de una civi-
Maeioo muy adelaatada. Neeesitase un pnrti-
eilir grado de esmero para qoe laa formos
Taríables, impreTistas dei diacurso, puedan
sqeUrse á reglas tan ▼ariables como dlaa,
piroflusceptíblesde arreglo y siraetria.
Laesposioionqueprecede, poedeserTirtam^
Uia psra resolm una cuestion que Temos
fBscitarse diariamedte. 8i se reconoce que el
arte es ooa facuitad eseocial del hombre, un
Rrodacto directo del organtsmoi, debemos de-
doeir qoe es espontáneo neeesariamente, que
por lo tanto, su espresiou es aompleta desde
qoe la materia emplenda por aquel ae plega
á so TOÍQotad. Basta que los instrumeotos de
qoe 86 Tale deatmyan las resisteocias de la
nateria, cambiando su forma en el sentido
qoe ét se propone; y poco importa que la ac-
eion (le esos iaatrumentos sea leota y diricil,
eeo tal qoe estén en couiunicacion perpétua
oeo el pcosamieato del arlista. A la verdad,
el bombre no debia valerse mas que de su
flOBo, si su maoo oortase el mármol como
elaijora laarcilia. Ei cincel, el pincel, sou para
SQ mano un socorro necesarío , pero ya un
obstácolo á la libre muQifeslacion del arteque
00 acepta lo ^ moldcs sino como una necesidad
Dias peligrosa 9un, debemosconvenoernosque
elarte nose eoriquece moitiplicando los me-
dios (ie reprodoceion, porque no tiene ningun
ioterésen reproducir una mismaobra dosó mas
veces. Los proccdimientos de multiplicacion
800 basta perjudiciales, si se atiendc á que por
nias perfectos que ios supongamos » se alejan
BOi y mas de ia obra que ha recibido direc-
tamente la Impresion del peusamiento nrtisti-
co; oiucho mas, cnando la manera de hacerlo
>ltera el pensamtenlo. Gompréiidese desdelue-
fo á cuaotos noevos peiigros el progreso
coflstante de la industria esponc al arte ; cual
es la causa que los arlistas é industríalcs es
tén ian poco conforraes, estíos creyendo siern*
prei á niedide que multiplican por cualquier
nedio las obras del arte, servirle por la pro-
pagacioo fácii y proota de sus produclos , y
aqoellos viendo su peusamiento cada üia mas
P^ido y (lettcotofido por la occion muda é in-
iotellgible de los proícedinientos industriales.
Lo que hemos diclio basta aqui de la teoría
del arte en geaerai y dcl príncipio de cadd
Boa de las arles ea particolar » acaso haga
compreoder por qué esa teoria y esos prlnci-
pio9 00 haii podido verse libres de las nnbes
qoeles enTOlvian, y diíucidarse olarameote
botU ahora. Y en efecto» tomando por punto
de parlida, como se ha dioho casi siempre,
el scntimiento y la espresion de lo bello , los
foe han eegoicb e^e sistcma, se han privado
ToluntarlMoente de ciertos hechos capitales
para la intetigenoia de la GnestioD, ó selia da*
do (ormeDtoiíaesplicaiBLOo de ellos. Se con-
eibe ^ dertaa pMdnooioBee, artíeUcas ski
dispota, no tengan por móTiI maa que ciert»^
demostracion dc la destresa manual ó la satiB-
faccion de ona necesidad de i» menoria, II-
niño ó el salTage, qoe imitan groserameate
on animal, no obraa b^o la iapresion de ia<
pesquisa de lo bello; imitan poraoiente por el
placer de imitar. Por otra parte , el hombre
primitiTO que cotoca 6 talla una roeaeoael ob*
]eto de que le nirta para sos neeesidades 6
recoerdos, obra con un flo racional no aensi-
bie. Bl mismo hombre que tiaaa en un cuadro
la forma áe su casa, obedeoe á la idea^ bo de
beilcxa, sino simpleniente de órdea y regttla-»
ridad. Los hechoe primordiales deL arte perte-
necen , pues , separadamente al primero y se-
gundo mÓTil del priucipio, que heraos llamade
de una manera absoluta» el principío de iml-
tacioBb Bl sentimietito de lo bello no es mue'
que la mczcla de esos dos oaóvilea ta propor-
ciooes diversas; pof k> tanto, no puede con«
lundirse con el principio absolato de irottar»
ciooy porqoe ol (irímero para existir aecesita,
de ia accion coieetiva de los dos móitíea»
mieniras el segundo existe sin cualqoiera de
los dos.
Se conclbe tambiencomo los fllósofos, que
se habian acostumbrado i mirar el seutimien*
to de lo bello como un eiemento simple dei
espiritu humano, se han Tisto arrastrados i
considerar como ána condicion forzosa del ar^
te, la pesquisa de un tipo ideal de imitacioi^
de cada cosa. Dobiendo ocuparnos en otro lu-
gar de la teoria del ideal en laa artes, aos
abstenemos de empezar aqui su analisia. So^
lamente notaremos , para hacer mas eTidente
la demostraciou que precede, que la pesqniaa
de uo tipo ideal en las obras de la pintnra y
escultura , ha sido el que ha hecho predemi-*
nar el piincipio de la simetría, á espensas de
ol de la imitacion propiamente dicha; mien-
trasque lafalta casi completa de ideal, perte-
nece i los que se han consagrado i la simple
imitacion, despreciando i la Tez la simetria;
do lo que se deduce que el ideal es una cua*
lidad mas necosaria i cada arte distínto^ cuan*
to meuos absolutaraente obligatoria les es \ai
obligacion materíal. Gasi toda lamúsica, ia
poesia considerada corao ritmo, y la elocuen-
cia como periodos, viven caei esclusivameale
del ídeal ; tambien la arquitectura participa
mas 6 menos de sus condiciones, seguO esli
mas ó menos emancipada de tas necesidades
raaleríates. Peroe»uu error completo, y on er-
ror por deSgracio deraasiado general,creer que
la escultnra y la pintura puedeu perfeccionarse,
abandonando el terrenode la iraitaciou siraple,
para buacar esclusivamente un tipo ideal dp ca-
da uno de los objetos que imita: esta opinion.
que tat vea pueda prevalecer en el terreno filo-
sóüco , doude no se lieneu por llmitt*s el aU
canoe de la fuefaa humana , sino la esten-
sien posible de las ideas, esta opinion repf)-
timos, debe rechaiarse en la práclica , por-
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ARTE
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qae no produce mas resaltados que dejar ig-
norar al artista los recursos de la naturalesa
y la multipiicídad inflnita de los accidentes
que se dcsenvuelven cn su seno. Cada artista,
en particular debe persuadirse, antes de lodo,
que en la imperfcccion inherente á los órga*
nt>s del hombre mejor dotado, lo que este to-
ma por ínvencion, no es mas que un recuerdo,
que en todo coso, por rico y exacto que fuese,
no podria suplir á la obsenracion constante de
la naturaleza , puesto que cada objeto en ella,
y cada aspecto en el mismo objeto, prodocen
accidentes enteramente nuevos, y cuyoestu-
dio puede conducir al descubrimiento y á la
reproduccion de una nueva belleza.
Se comprende, con doble motivo» por qué,
absteniéndonos de cntrar en la cuestion de io
)>eIlo y lo ideal, dejamos ¿ un lado el exámen.
de la opiniou emitida por Platon , relativa á
la ídentídad absoluta de lo bello y de lo bue-
no ; identidad que corresponde á la palabra
griega to kalon ; esta cuestion, cuyo estudío
seria muy importante para la sicologia y ia
moral, es, en nuestro concepto, enteramente
distinta de la teoria dei arte y no podria su-
ponérsele conexion alguna con dicha teoria,
sino en el caso que se continuase consideran-
docl sentimiento de lo bello, como c1 princi-
pio absoloto dei arte, y á nuestro entender
bemos ya demostrado que ese sentimlento era
de origen complejo, y que se le podria elimi-
nar en muchas ocasioncs, sin que por eso puc'
da neg:arse la presencia del arte.
Quizá en vez de vernos espresar en este ar-
ticolo nuestra opinion personal sobreel origen
y la teoria del arte , habria preferido cl lector
encontrar en él una esposiciou de las doctri-
nas filosóQcas, por medio de las cuales se ha
intentado en varias ocasiones resolver la cues-
tion. Pero convencidos de su inutilidad, resol-
vimos sustituir nuestra manera de ver las co-
sas, al sistema quc generalroente se cree que
existe en las obras de los fllósofos estéticos.
Trabajo costaria creer, en verdad, sin haberse
antes asegurado de eUo por si mismo, el po-
co coidado qne la mayor parte de esos fiió-
sofos se han tomado para dilucidar el principio
determinante dcl arte.Todos casi sln escepcion
han admitido su existeneía eomo un hecho
accidental, dependieote, histórico, sin aperoi-
birse que su falta seria , por decirlo asi , una
negacion de la naturaleza humana. Por eso
Lessing y Winckelmann, á pesar de todo su
genio, son inferiores , no obstante , al padre
Andrés , autor del tratado Sobre lo beüo , en
cuanto á que este último busca , asi eo los fe-
nómenos naturales, como en las dísposiciones
del espírilu hnmano, el origcn del arte; mien-
tras que losfllósofos alemanes reconocen sola-
mente en él uoa esperiencia legada por la an
tigna civilizacion.
Preciso es, por consigoiente, á pesar de la
invencion de la palabra esthelica que debemos
¿ Baumgarteo, á pesar de las oumerosas pro-
doeciones que ia Aleoianíi ba yisto aptreeer '
bs^o el mismo titnlo , ¿ pesar de ias c¿tedn8
creadas en el siglo XYIII eo todas ias univer-
sidades alcmanas, ¿ pesar de la antorídad de
nombres tan respetables como ios dc flerder,
Juan Pablo, Burger, etc; preciáo es recouocer
que la indagacion de la verdadera teoría del
arte ha permanecido agena ¿ la AiemaDia , y
que a1 menos los francesefi, como el pidre
Andrés y aun Btleux, han tenido el méríto de
creer que podia existir on principio abiolat«
del arte. Burlce tambienlo bacreido; perosQS-
tituir el sentimiento del terror al de lo bello,
era restringir el circalo mas todavia que m
predecesores, y relegar f uera de él on Dúioeio
inmenso de (enómenos, qae son la inconse-
caencia inmediata del arte.
Asi, pues, la estética no ha sido l^asta rich -
tc mas qne la critica esperimental , decoiada
con otro nombre mas elevado y sonoro; éipoc
la omision absolata qne hizo del arte en sa sis-
tema, dió lugar aldesarrollo de 80 única teoría
esencial, la única que hayi visto la las has-
ta el presente. Todos conocen la separaciot
absoluta que este fllósofo estableció entre el
mundo real y el ideal, entre el ^o y el no fo.
Varíos estéticos alemanes , ¿ cayo f reote mar-
chan los dos Schlegel, Solger, rieck y Hovalis,
concibieron ia idea de esplicar el arte por d
princlpio de Fichte. Atribuyeron su origen ¿ It
tendencia necesaria que nos arrastra ¿ anoüt-
dar el dualismo y ¿ crear una rv^alidad confor-
me al idealismo. Ese combate, en qae se et-
cucntra empeñado el hombre, y cuyo resultado
es el antropomorflsmo, basta, segan los preci-
tados filósofos , para esplicar todas las forroas
dcl artc. Eso es lo qae Federico Schlegei ila-
ma la ironia, y io que nosotros nos seDÜmot
inclinados ¿ Uamar la eon^a^eaeüm.
La infloencia de la escuela de Fichte ht des-
aparecido ante la filosofia de sus sucesores;
se ha abandonado el duaiismo , y la teorit del
arte fundadaen ese sistema ha debido sucom-
bir al mismo tiempo. Adoptando por el con-
trario una identidad absolnta dei mando reai y
del ideal, los innovadores no ban conocidoen
el arte mas que la espresion de esa identidad,
idea que, bajo el aspecto arUstico, no ht reci-
bido hasta hoy ningun desarrollo, pero que te*
nemos tanto mas derecho ¿ esperario, coanto
qac, segun las opiniones de Scbelling yHegel,
el arte lo mismo qne la religion y la cicnclt,
debe considerarse como un resultado Dccestr
rio del espiritu hnmano , coya eTolucioa esti
sometida ¿ leyes inmutables.
ARTE SAGRADO. A los sacerdotes dd Bgiplo
y¿l08 IniciadosdeTebasydc Menfis podc-
mos atribuir el conocimiento del arte sagrado,
que practicaban aquellos en lostemplosdoode
habian estabiccido sus laboratorlos.
Guanto mas iimitado es ei d<Hninio de los
bechos bien apreciado , tanto mas vasto é ili-
mitado es el campo de la imaginacion. Al ^
tablecer los antiguos sos creencits cosmo^
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ARTE
526
Bieis y siinbótieas, hablan partído dealgunos
hechoB reales y Datnrales; pero pronto qoedó
eoToelto este redücido número de hechos en
tasnobes de las doetrinaa especulativas y
mteücas. El laboratorio' del templo habia dado
elbecho, y la imaginacion del sacerdote la
teorít. Ssta es en parte, segun nuestra opi-
Dkm, la faeute Terdadera de toda la ciencia
gtfogliflca de los sacerdotes del Egipto.
Elqoimico agrega y desagrega, combina y
descompone la materia en qne opera. El inl-
dado del arte sagrado estaba persuadido de
poder bacer en pequefio lo que el Demiurgo ó
el Díoscreador habíahecho en grunde; y á ios
ojos del Tulgo, el sacerdote no era solamente
elreprescntante, sino en oierto modo un com-
peodio de la Divinidad. La opioion que acaba*
mos de emitir será confirmada ^r los docn-
meotos que alegaremos en su apoyo.
En la antigüedad, y aun en la edad media,
todos los conocimientos estaban reuntdos y
coQfQndidOd büdo la denominacion gcneral de
fllosofia; pero io que era fácil hace tres mil
iDOs, seria hoy casi imposible.
Borremos por nn momento de nuestra me-
moria todos los desoubrimientos hechos du
rante el pcriodo de tiempo que nos separa del
reíiMdo de GooBtantino ó de Tcodosio el Gran-
de; trasladémoDOS por un instante con el pen
samiento al laboratorio de Zosimo ó de coal-
qoiera de ios grandes maestros dei arte sa-
grado.
4.** Se calienta agua coraun en una vasija
ibierta. El agua hierve, redúcese á un cberpo
aeriforme (vapor) y deja en el fondo del vaso
oaa tíerra pnlverulenta y blanca.
Couclusion : el agua se cambia en aire y
eo tierra. Suponed que no tuviésemos ninguna
idea de la existencia de las materias quo el
igoa tíene en disolucion , y que despues de la
vaporizacion se deposítan en el fondo del vaso;
¿qoé objecion tendriamos que hacer á aquella
coQclusion, qne segnramente ha prestado su
apoyo i la famosa teoria de la trasmutacion de
los elcmento»?
Ko faltaba mas que el fuego para que la
tnsffiotacioD fuese completa.
2.* Se pone un hierro candente debajo de
Boa campana sostenida sobre una cubeta llena
de agua: el volúmen de agua dismlnuye; ín-
troducieodo debajo de la campana una bujia
eodende inmediatamentc ei aire que se halla
deotro de ella.
Conclnsion : el agua se cambia en fuego.
Esia conclosion era rouy natural en ona época
cn que no se sabia todavia que el agua se com-
pone de dos cuerpos aeriformes (oidgeno é hi-
drógeno) qae el uno de ellos, oxigeno, es ab-
sorbido por el hierro, y que el otro, hidrógeno,
se 'mtrodQce debajo de la campana tomando el
logar del aire atmosférico que habia encerrado
en ella, y que el hidrógeno es el qne se en-
cieode al eonlacto de una Ins,
3.* Se qaema (calcina) piomo 6 cualquiera
otro metal (escepto el oro y la plata) al con-
tacto del aire; inmediatameote pierde sus pro-
piedades primitivas , y se trasforma en una
sustancia pulverulenta, en una especie de ce«
nisa ó de cal. Recogíendo estas cenizas, que
son resultado de la muerte del metd, y ca-
lentándolas en un crisol con granos de trigo,
se ve al punto renacer el melal de sus cenízas
y volver ¿ tomar su fcrma y sus propiedades
primeras.
Gonclusion: el metal qne el fuego destrqye
es revivificado por los granos de trigo y por
la accion del calor.
¿No es esto obrar el milagro de la resor-
reccion en pequeña 'cscaía? Nada habia que
objetar contra esta conclusion, puesto que se
ignoraba completaroente el fenómeno de la
oxidacion y la reduccion de los óxidos por me-
dio del carbon ó de un cuerpo orgánico rico
en carbono, tal como el azúcar, la harina, las
semillas, etc. Los granos de trigo eran el sim-
bolo de la vida , y por estension, el simbolo
de la resurreccion y de la vida eterna, no tan*
to porqneservian de principal alimento al hom-
bre, cuanto porque eran empleados para resu-
citar y reviviúcar los metales muertos ó redo-
cidos á cenizas.
4.^ Se calcina plomo argentifero en cbpe*
las hechas con ceoizas ó huesos pulverizados.
El piomo se reduce á ceniza, desaparece en la
sustancia de la copela, y al fln de la operacioa
queda en el fondo de la copela uu boton de
piata pura. Habiendo desaparecido el plomo
sin que el operador supiese por qué ni cómo,
¿qué cosa mas natoral que dcducir la conse-
cuencia de que el plomo se habia trasformado
en plata?
No ha contribuido poco ciertamente esta
opcracion para acreditar la opiniou autigua de
que el plomo puede trasformarse en plata.
Los fenómenos tan notables del iris y dcl
reldmpago que presenta la plata sometida á la
copelacion , debian tambien ocupar singular«
mente la imagiuacion del artísta sagrado.
. 5." Se echa ácido fuerte sobre cobre ; el
metál es atacado y desaparece al cabo de al-
guntiempo, produciendo un licor verde tan
trasparente corño ei agua pura. Sumergicodo
en este llcor una laroinita de hicrro, se obser-
va que el c«)bre vuclve á presentarse con su
aspecto ordinarío, al paso que el hierro se di-
suelve á su vez. ¿Qué conclusion mas natural
y sencilla que la de que el hierro sc trasforma
en cobret
Si en lugar de la disülucion de cobre se
bubiese empleado una disolucion de plomo, de
plata ú oro, se bubiera dicho que el bierro se
habia trasformado en plomo, plata ú oro.
Asi, pue3, la famosa teoria de la trasmuta-
cion de los metales adoptada por los aiqoimis-
tas, se funda sobre algunos bechos reales, pero
no comprendidos y mai interpretados. Por lo
demas, esta teoría, considerada haio ei punto
de vista de la cicncia de entoDces> no era taa
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mm.
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hracional eomo hoy oo8 piíiecñ, E1 jmnto de
partida de todo raaonamionto era k ol)serva-
oion y 1a imitacion de la natoraleia. Lüs roeta*
les eren asiwilados á verdaderos seres anima-
dos, teniendo como los vegetalesy los anima-
les su vida pr^pia; porqiie 4a diTision de los
coerpos en opgánicos é itiorgánicos , diirision
qne no tiOBe ningnn valor filosófioo, es de fe-
cba moy reciente.
¿Qné se ve en la natoraleza? Trasformaoio-
nes. Les escritos de los quimicos amiguos es-
tán Ilenos dc aiusioQfs misticas y aJegórícas
sobrela germinacion, generadon, trasfórma-
cion del grano en planta, de las floresen fm-
tos, etc. ¿i debemos censurarles porqne hu-
biesen estableddo la teoria de ia trasmotacion
sobre un slmple fenómeno de cambio ó de sus-
titaclon qoe aliora se espllca, pero que enton-
ces era imposible comprender de ia misma
manera qoe hoy?
Borlarse oomo se ha beoho de la teoria de
la trasmutacioD, es, no solamente injusto, sioo
rldiculo y absordo. Hay una eonsideraoion que
deberla hacemos estreoaadamente pmdentes y
clrcunspectos en nuestros Joidos , y es , qoe
8i estamos en estado de apreciar la insuficien-
cia ó falsedad de las doclrinas de noestros pre-
decesores, lo debemos á ios descobrimientos
faechos durante todo el espaclo de tiempo que
Bos separa de ellos. Y nosotros ¿no establece-
mos todos los dias teorias á las que probable-
nente tenemos tanto apego como los antlgoos
á las snyas? y si ol mondo no «e ba de acabar
mañana, ¿qoién tendrá la absorda pretension
de creer qne nnestros contemperáoeos han
prononciado la tiUimaJpalabra de la ciencla, y
que los que vengan despues de nosotros -no
tendrán ya ningun hecho que descubrir, nln-
gun error qoe TecHficar, ninguna leorta que
establecerf
Yolf emo8 ¿ 1o quehemos dicho mas arriba:
fii qoeremos joagar ¿ noestros predeeesores,
es preeise colocamoa bijo so ponto de vista y
no condenarlos, jaigéad(^oB a1 travésdel pris-
ma denoestros conocimicntos actoales. Guiados
de este principio debemos abordar la faistoria
de las ciencias , como la bistoria en general.
Lo qoo acabamos de decir de la teoria de
la trasmotadon de los metales , pocde aplicar-
se igualmente á otras muchas teorias que ha-
bian tcnido por punto de partida hecfaos reales,
pero mal eomprendidos , por falta de otros
descubrimientos que faltaban por hacer toda-
via, y que entonces era casl imposible preveer.
6.* Los vapores de arsénico blanqoean e1
cobre. Este hecfao conocido faacia mncho tiem-
po, dió in¿rgen ¿ moltitod de alegorias oscu-
ras y enigmas mistícos sobre el medio de
trasformar el cobre en plata.
El asofre qoe ataca ¿ los metalos, qoe los
ennegrece y trasforma en prodootos ordinaria-
nente negros, polTeralentos , era nn coerpo
tan miaterioso como el arsénico. Gon el aso-
fre ie coagirtaba (solidWcaba) el vierciirio.
7.* Goando se hace caer ei nepoBrio ei ils*
Tia tina (estrojAndoIo en rnia v^iga ó ea m
mnñeca de trapo) sobre aziifre ftmdido, se ob-
tiene ana materia ntgra, Calentada esta mate-
riaen vasijas cerradas, se volatíliza Binaltenff-
ee y se trasforma en unafaermosa matería rofa.
Apenas se ereeria qns estos dos cuerpos sea
idénticos, si no se supiera qoe están {¿rmadOB
exactamente de los mismos elementos, de la
misma ca^tidad de aiufre y de la misma can-
tidad de mercorio.
¿Debemos, poes, admirambs de que nn fe-
nómcmo tan cstraño, que ¿ nosotros mitiiM
nos pare«:e hoy inesplicabie, embargase li
imaginacion de losqnimicos antigoos, quetan
fádl acceso daban ¿ todo lo que pareoa ma-
ravilloso y sobrenaturai?
El ne^ y e1 rojo no son nada roenos qoe
los simbolos de las tinieblas y de la luz, del
prindplo malo y del prinoipio bueno; y la reo-
nion de eetos dos principios represeataba ea
el órden mural al universo Dios^ esa idea pan-
leistica que indudablemente ha contribaido
mucho ¿ establecer el famoso priocipio adop-
tado por los alquimistas de que todos Uawf-
po8, y principalmenie todos losmeUiUs, ttantn
por elementos el azufire y el mercuHo.
SJ^ Guando se analizan las sustandas o^
g¿nicas calent¿ndo1as en un aparato destíli-
torio , se obtiene un reslduo sólido, liqoldos
que pasan ¿ la destilacion , y espiritus qoe se
desprenden.
Estos resnltados venian en apoyo dela an-
tigua teoria, segnn la cual la tierra , el üpaa,
el aire y el fúego, formaban losetntf ro tkmití^
del mundo. El residuo sólido (cnrríion) represeD-
taba la iierra\ los llquidos de 1a destilacion re-
presentaban el agua, y los eapiritos el otre. Ka
cuanto al fuego se le consideraba mocbas
veces como medio de porificacion y otras co-
mo el alma 6 el vincnlo invisible de todos loa
coerpos.
Los esperimentos y las operaciones qne be-
mos indicado y cuyo número seria inútil mQl-
típlicar, eran conocidos hacia ya largo tiempo;
los sacerdotes de Isls y los iniciados en el ar-
tesagrado debian tener diaríamente ocasioa
de ejecutarlos en ios laboratorios de sus tem-
plos Pero gnardémosnos de creer qoe lo«
maestros del arte sagrado hnbiesen espoesto f
descrito sus esperimentos , como lo baria oa
profesor de quimica de noestros dias. Todo
estaba envuelto cn misterios, y su ieagoiije
simbólico qiie tenia probablemeote grande
aualogla con el lenguaje gerogUfico , no era
comprendido sino por los inlciados , poes es-
taba probibido bajo pena de moertc revelar los
misterios ¿ los profanos.
ARTE MILITAR. (Arie mHiUar.) El conjBBla
dentifieo-artlstico de cuanto condeme ¿ la
goerra.
He aqui la definicion mas exaeta qoe acer*
tamos ¿ dar ¿ 1a fccundisima palabra de qae
se trata. Remos Ilamado eienHfiofHpnUtí^ al
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AHTE
»30
«Wianto de His refiiB y táctiea deia guerra;
porqoeel arte miUtarlo es todo, es cieucía y
es arte i la vez: ciencia porque &ú las cieor
ci^ nalorales, como las abslractas prestao (
fqoel coDjunto de reglas sus inveDtos y teo-
remas; es arle, porque á lapar las arles iibe-
ralos y mecáDicais concurreo pooitivainente de
uaa mauera morat, especulativa ó aplicada ul
eooJuDto de los usos y Gostombres militarea.
í eo efecto, las ciencias abstractas cou'^
curren como eiemeotQ iadispeDsable en el co-
Aoeiffliento, aplicaciones y progresos del arte
aUitar. Ki álgebra, la geomciria analitica, los
eilcQlos direfeDCial é integra], nos lian bcclio
coBOcer la Doecánica especulatÍYay resolver sus
iotriDcados problemas. Eslos problemas nos
¿«D dado mil verdadcs que ignorábamos. Nos
\m dado á coiioeer el péodulo y las leyesde
so «seilaáoo; por ellas hemos llegado á de-
dueir la ? eU>cidad de lo^ proyectiles; dichos
problemas aosban enseñado á calcular y pre
reer la velocidad de los cuerpos en el vacio
y eo un medio resisteote, y desde entouccs las
(rayectofias que deben descrihir los proyecti-
les oos han Bido conocidas, apreiidimos á lan
lar coa acierto las bombas. ¿a mecáuica apli-
eada nos ha 4ado elemeotos para usar el vo-
laule, las ruedas hidráulicas, en Qn, arliílcios
ioagotables, que nos han facilitado las má-
qaiiias oecesarias al progreso de las artes
iDeoánicas. Las artes mecánicas, bijas legilí-
fflts de la cicDcla del cálcuLo abstracto, nos
ban dado toda clase de productos de industria
para la goerra. Las artes niecánicas nos han
iiáú la parte material de construccion para ca-
daiBTento. Nos baadado las cureñas, las lan-
tts, todos \09 eíectos mecánicos necesarioa al
arte militar.
Las ciencias naturales influyeo nada roe-
nos y de OD raodo principal en el estado, pro-
greao y aplicaciones del arle de guerrear. La
ííaiea no« ba becho conocer en la óptica los
Tocos reales y virtuales de las lentes, la refle-
xion de la loz y del calor en los espejos, las
ieyes de la irradiacion solar, y Arqnímedes,
calculando la convexidad de las plancbas mc-
tálicas bruDidas, con relacion al foco, inventó
los espejos astorios con que abrasaba la flota
roflMBa. La acústica, utra parte de la fisica^
oos ha easeáado á calcular las distancías dei
^emigo por medio del sonido dcl cañon, asi
cofflo ia dptica nos lc^tftiseña por medio de h
ÍBZ de sus vivaques. La quimica nos ha dadoel
conociooieDto de las partes integrantes de ios
coerpos Daturales, el azufre y el salitre nos han
dado ia p6ivora y la póWorahizouna revoiucioo
n^tíc^l ea ei antíguo arte de la guerra, y es
hoy 80 elemento indispensable. La quimica nos
ha dado los coerpos naturales para la verda-
dera mezcla y composicion de bs colores, que
sirven á la pintura; el conocimiento de lá cal,
dd ycso, del asfalto, de los glútenes, y se co-
aotíeroQ los elementos durables para ia es-
coitura y arqniteetara; aacieroa bajo uni; iü"
470 UIllLiaTlíCA mULAU,
áfiU ducable y completa Uis artes liberales.
Las artes liberales nos han dado las cons-
truccionej) defcnsivas eu la arquitccturu, ios
recuerdos de las glurías pasadas, que son el
incentivo del espíritu en los pueblos, cn la
pinlura y escoUura. •
Hasta la filosofia con su lógica, al dirigir
la mente al térmioo de la 7crdad baslardeada
por las pasiones y ambiciones dc los bombres,
ha encendido odios, sostenido dlscusioncs, y
las discusiones de alta consccuencia rara vez
han dejado de remitirse á la guerra, al arte
militar, baslael dia por lo menos. La admiuis-
tracion, lamedicina, lalegislacion civil y re«
ligiosa influyen directamente eu el artc mili-
tar; porque los e¡¡ércitos hun teuido siempre y
ticnen hoy admínistracion especulativa, su ad-
ministracion sanitaria y sus administraciooea
religiosa y legal.
Todo cuanto existe tiendc nias ó menos
clirectamenteá las leyes ó neccsidadcs del arte
militar. No hay cieucia ni hay arte que ho
preste algo á aquel vasto arte euciclopedico
de todos los demas y de la ciencias. Por eso
hemos Ilamado cienlíflcp artisticoal conjuuto
de las reglas, artiúcios y prcceptos de aquel.
Esto en ciunto á la estensipn de la palabra.
Si abora pasamos á la influencia que haya
ejercido en las épocas y loshombres, tendre-
mos que dar al arte militar una importancla
igualcaente traecendcntal y profunda qne laau*
terior. Busquemos, pucs, su importancía en la
historia y veremos que la historia de lodas las
naciooes no es otra que la historia del arte mi-
litar. £n efecto, despues dc la agricuUura, que
es la cieocia de hacer vivir á los hombres, es
el mas antiguo el arte de dcslruirlos. En la
primera gencracion del mundo nos dice la Sa-
grada Escritura que existió un Caiu que matóá
su hermano. He aqui el instinto de la gucrra
tan antigua como el mundo. Del siglo X de la
época anterioráJesucristo, datala primera no-
ticia, que se ha podido deducir, del arte de es-
plotar la minas, fundir, forjar y tcmplar los
metales. Mcdio ¿iglo dcspucs se crec que cm*
pezaron á coostruirse las cspadas, Iudzcis, dar*
dos, arcos y flcchas, todos urtifícios para matar
con vcntaja, no solo á los bestias fcroces, sino
tambien á los hombres. Sin rcmoiUainos á las
edades fabulosas hallaremos prucbas de la an«
ligUedad de la guerra. Basta recordai* que en
la infancia del Egipto, uno dc los pueblos mas
antiguosdel mundo primero couoci«lo, los íig*
oatarios del estadose ballubau cavididos.en
tres clases generales, de las cuuUscomponian
la primera los sacerdote.-), lascgunJa los rcyes,
y la tercer clase componiu la roilicia. De esta
lercera clase se deducc que los egipcios ten-
drian sus medios de ofensa y defensa constan-
temenle preparados, por consiguienle, que no
carccerian de ejército, y que eslc, cuando asi
formaba clase general y priucipal en el Estado,
debia ser numcroso. En efecto, en la historia
delEgiptoseiee yaen ticmpo dci patriarcaJo.se
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5,14
ARTE
tsü
nn comandante dela milicia, qoe representa la hoy gran parte deln his(oria aQtigua. Despnes
Sagrada Escritara como nn personage de con-
sideracion, que ejercia ona e¿pecial jorísdic-
cion inherefite á su clase. Leemos tambien
como Faraou persiguió á ios israelitas, cuando
sopo su ^lida de Egipto, con fuenas conside-
rablesde á pie y de á caballo: de estas últimas
se ven ya numerosas citas desde el siglo XV
de lu primerá era, considerándole como coer-
po reglado, integrante de los ejércitos, princi*
palmente entre los egipcios y asirios. Las an-
teriore.^ citas de la bistoria de Egipto prueban
la antigtledad del arte militar y que diclio pais
es uno de los prímeros en que dicho arte hizo
muchos progresos: si bien nada se conoce de
los reglameolos relativos al arte militar entre
los egipcios amtes de los reinados de Faraon y
de Sesostris. En tiempo de estos reyes, prín-
cipalmente de Sesostris, ol ejército egipcio es-
taba perfectamente organizado, y era famosa
sobretodo la caballerla.
Las prímeras guerras de que babla la his-
toría griega, no eran mas gue incursiones de
bárbaros, sin mas objeto que talar la tierra,
hacer esclavos y mcrodear rebai^os. Las ciu-
dades estaban abiertas de murallas. Amfion,
que reinaba en Tebas el siglo XV antes de Jesu-
crísto, fué segun se cree, el prlmero que iroa-
ginó asegurar Iñen su capital, cercándola de
ronros flanqueados contorres de trecho eu
trecbo. £1 sitio y toma de Troya (1084 antes
de J. C), tanbien cantados por Homero,
nos proeban lo qoe era dorante esta época el
arte militar entre los griegos. Todo el saber
dela goerra se redocia ¿ formar campamentos,
conocer los diférentes géneros de armas ofen-
sivas y defeosivas entonces en uso. Los car-
ros, caballos qoe los arrastraban y manera de
gol>emarlo8 eran entonces los mas brillantes
alardes entre los hombres.
Pero ya poco despoes del año 2000, apa-
recen los ejércitos permanentes entrelos egip-
cios. Hasta entonces todos los hijo^ de una na-
cion babian sido soldados en trance deguerra.
Las naciones y pueblos entonces constltuidos,
segonla tradiciondelaSagradaEscritura, con-
jetoras y relatos histórícos mas fondados, eran
los sigoientes: los chinos, qoe por sn lejania
del Oríente» Occidente de Asia, emporío enton-
ces dc la ilostracion del mondo, no pudieron
ser estodiados y aon hoy nos son casi desco-
nocidos. Los egipcios y (mnos coya anti
güedad data del año 800; \osjudlos, sirios y
griegos, qoe se conocieron desde el año 4 000;
despoes los fenieios é italianos, segondo poe-
bloconocidoenEoropa; despoes e\Asia Menor
qne hácia el año 4 SOO, dió orígcn á ios troyanos,
lidios y frigios, Poco antes en la Grecia (año
de 4400) habian aparecido como poebtos inde-
pendientes los atenienses y lacedemonios, y de
M misma.Grecia se formaron, poco mas de 100
añOB des'pnes, los tebanos, dorios, corinlios,
Argos, Myoena, Beocia, y otrd sin número de
repúblicas, cuyas historias militaros ocopaB
del año 4 800 apareció la Sir ÚBentrelospuá)lo8
del mondo. Eo dicha época acaeció la gtMm
y destroccion de Troya qoe hcmos citado.
Hasia ahora los ejércitos se componian en ci-
da poeblo de toda la poblacion capai de llenr
armas y qoe solo se organizat)a en nian
coando ocurría la goerra. Eo elsigloXVde
la antigoa era (siglo XV antes de J. C.) Moí*
sés salió de Egipto con e1 pueblo de Dios ik
tierra de promision, y de este poeblo ea el
año 3000, como de la Siria antes, nacieron los
poeblo israeUtasj judáico, los coales loe-
go vinieron á confondirse entre los antigoos
asiríos, qoe hobiendo ya dado orígenilos
medos (cuyo prímer rey fué Arbaces), soben-
nos ya dc la Persia, se reunieron á ellos d^
jando el ya independiente pueblode Babikmia,
cuyo rey Nabucodonosor destniyó la ciodad fe-
nicia de Tiro (construida en el ano 1744 de h
antlgua era) y conquistó á Jerosalen, ciodad
cnyo orígendata del siglo XIII (siglo XVn mt»
de J. G.) constroida por los fenidos.
Porlosaños de2400habian apareddo ya
los cartagineses con la fondaeion de Cartago
por la reina Dido venida de Fenicia. Pooo
despues empiexan en 1a historla los maeedih
nios, pneblo de Grecia. Aparecen \osjpersas bi-
cia el año 2200, y treinta años despues, se Aid-
dó por Rómulo y Reroo la ciudad de Boma y
aparecen ya los antignositalianosdivididoseo-
trelos pneblos romano, etruseo, sabincvoli-
eo, con la ciudades Crotona, Tarento, Cofw
y otra porcion de aquellos, qne luego cooqais-
tó Roma. Por la misma época aparecen en la
bistoría del mundo la Cerdñña y la Córee§s,
las cuales, esta antes, y despoes aqoella. pa-
saron ¿ dependerde los cartagineses. En)390
apareció la Bytinia, que luego pasó, sobre deo
años despnes, con los frígios y los griegos
del Asia Menor, qne yahabian reonido la Ar-
gólide, 1a Dóride, la lonia y tenian las ciada-
des de Cunes, Larisa, Mileto, Efeso y otras,
al poder de los lidios conqoistadores y orígi-
narios tambien del Asia Menor. Poco antes de
esta época, en el año 2430 de la antigoa era,
568 antes de Jesucristo, 200 de la fondadoa
deRomay563delasolimpiada6 (ku olimpia'
das nacieron en Greeia y empexaron á «m-
tarse desde el año 3228 del mundo^ 776 oa-
tes de y. C. y 24 antes de la fUndaeion dt
ñoma) aparecen los gautas con la dudad
de Marsella, colonia de los focios de Greda,
y España, en donde entrarou los cartaginesei,
hallando en ella ya las galeras feuidas y sos-
teniendo al paso guerra contra los fódos. An-
tes que los ganlas y españoles aparece la 7r§-
eia en Grecia y despoes de aqaella el Epiro i
mediados del siglo XXY de la antigoa era(8i-
glo Vantesde J. G.)
Hemos hecho el ligero, pero traba}oso,Te9&*
men bistóríco anteríor para referimoa á las
guerrasé Inyentos militares tan remotof,y'
para dar una idea del plan general de diTidoa
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533
ARTE
m
bistórica, qoe de ahora mas peiisamos obser-*
m en el trascorso de esta obra, para la clasi-
ficacioD cronolOgica de los ioventos y efemé-
rides militares, loscualesoonciernen ánuestra
seccioQ en esla Enciclopedia.
DiTidíremos ia bisloría militar del uniTer-
so, primero en dos grandes eras que son las
fiigDieotes:
4.* Eaa. Desde la antigiUedad mas
remota del mundo basta lave-
nida de Jesucristo 2996 del di-
lüvio; dura 2998 años.
1*Ebí. De.^de la veuida de Je-
socristo 2998, basta los tíem-
posactuales4854; dura. ... 4854 años.
Dividiremos tambien la historia miiitar del
mnüdo en seis épocas, de las cuales corres-
poBdeo á cada era las Ires signientes:
^4.* época. Desde el
origcD del mnndo
basta cl año 2480
enquellegaranlos
per$a9d8umayor
poder; dura. . .
^^épooa.Hesáe^m
hasta el año 2676,
enqueAlejandroel
Grande venció en
Arbelas; ÚQra, . .
3.*^f)ooaDesde2676
¡ htLstsí el año 2998
\ enquenaeióJesu*
V cristo; dura. . . .
«.• Kea.
{Anie$ de
J.C.)
2480 años.
496 afiOB.
322 años.
2.* ÍBA.
{Ü9ípuei\
<íe /. c.)
\
•^ épooa. Desde el
nacimienio de Je-
suerieto hasta ei
año744,6n^e/o5
árabesinvcuiieron
laEspaña;á\m. .
i.'^époea. Desde744
hasta elaD0 4492,
en que los ár<ü>es
fueronespulsados
deEspaña;áaf9í. .
(.*¿pooa.Desde4492
ha8taelaD0 4854,
que es el actual;
dura
74 4 años.
778 años.
3J59 años.
Guaodo nos reflramos, durante la narracion ,
i la primera era, usaremos los años de ella,
«Qtendiéodosc que todos ellos se refleren al
«stema cronológico mas general. Coando ha-
Diemos de íos aconteoimientos de la seguoda
pi Qsaremoa el listema cronológico que
boyrige.
Lasraiones quehemos tenido para hacer
tttnlerior division en era$, y las subdivisio-
«es de estas eo épocas, son las sigulentes-
4^ Ifemoa aujetado laa grandes «roi fm-
Htares á las eras cronoiógicts de la historia
por la facilidad en los años; pnes bajo esta di-
vision concuerdan exactamente uuestra fechus
con las de la historia general.
2.* Heraos.preferido lu divisiond^^ en la
primera era á la primcra época; porque en elia
se contienen las innumerables gucrras dc los
pueblos primilivos, en gran parie no bien co-
nocidoshoy; y la hemos terminado en la.do-
minacioo de los persas, porque este pueblo,
con sus vasias conquistas, envolvió todas las
co.-ítumbre8 y civiliiacion de aquellos bajo el
imperío de Ciro, antes de Cambises, los Darios;
Jerges y Artagerges despues.
3.* Cnandolos macedonios, bajo Alejan-
dro, llpvaron á cabo sus graudes conqnistas,
envoWieron á 5U ves la civilizacion del Asia y
del Egipto, trayéndola á Europa. Por eso he-
mos terminado enAlejandrolasegundaépoca
de la priroera era.
4.* Eemos terminado la segunda época en
el uacimiento de Jesucristo, ya por dar lugar
al mas grande suceso del cristianismo, ya por
la faciüdad paraespresar nnestras fechas exac-
tamente concordes con laa de la bistoria.
5.« Hemos llevado la primera época de la
segunda era hasta la irrupcion de losárabes en
España; porque de estemodo sujetamos lahis-
toria militar á los grandes sncesos de nuestra
historia nacional, y damos á estos su mcreci-
do lugar.
6.« Hemos terminado la segundaépoca de
la primera era en la espulsion de los árabes,
por razones iguales á las anteriores, en primer
lugar; ademas por la casi igual duracion do
siete siglos de esta época y la anterior; porque
desde la salida de los árabes data* la fecha de
la ariilleria en Enropa, y por consiguientc la
nueva íodole del arle y método de gnerrear, y
porqne la dominacion de los ¿rabes es la mas
rica fuenle de las glorias militares de España,
á lo cnal pen&amos especialmente referUrnos en
toda lu segunda era.
6.* Desde la efipulsion de los irabes basta
nuestros dias, es el inlérvalo que liemos dado
á la tercera y últipia época de nuestra divl-
sion; porque los invenlos y reformas raiUlares
son mas numerosos por sernos mas recientes
y conocidos, qnedando ademas enlre ambas
eras generales una perfecta símetria en cl nú-
mero do épocas, lo cual bace mas fácil y com-
pronsible nnesfro raétodo.
Primera era. La sucinta historia que de-
jamos hecba del mundo, desde su mas remota
antigüedad hasta el siglo XXV, es precisamen-
le, segnn la division que bemos hecho, el ori-
gen de los primeros pueblos durantela prime*
ra época de esta era. Dnrante esta época ocur-
rieron los sucesos que noa reflere la Sagrada
Escritnra, la salida de Moisés dc Egipto con el
pueblo de Dios; la persecucion por Faraon;
lasguerrasde David yguerrasde los filisleos;
el Eitio y destrnccion de Troya, ya citado;
' la espedicion de los argonautas; sitio de Te
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ARTE
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hz9; gnerras de 1a Lidla eontra gnegoé, biltnlef
y frigios; los reiiiados de Auacarnes; Sardaná-
palo on Asiria, Salmanas»r y Senacherib; de
Faraon y Sesostris en Egipto; de Medas y Adya-
tes en la Fi igia y en la Lidia, y de olro sinnú-
mero de reyes que sostuvieron duranle esla
ér>oca nuraerbsasguerras.Laclvilizacionen es-
tos tieinpos, si bien de muy dislinlaliidole que
)a de tiempospoaleriores,hallábaseensnapo-
geomoyprincipalmenteentrelosbelicososasl-
rios, los indiistriosos fenlcios y entre los ¿ábios
eglpcios. Enlre eslos nació el arte de explo-
tar las minas. el de fundir, forjar y tomplar
los principales metates, y hAcla el slglo XXI,
al fln del cual se cree que 'se construyeron ya
espadas, lanzas, arcos, flechas y toda especie
de armas ofensivas y defensivas. usadas en-
tonces. Poco despoes del ano ÍOOO, fueron
creados eotre ios mismos egipcios, los ejérci-
tos permunentes, á loscuales se daba su soeldo
asi cn paz como en ?uerra. En el siglo XXIII,
sostuvieron los fenicios nna bátalla naval, ha-
bicndo dado sus naves una vnella al rededor
del Africa. Antes áe\ siglo XXIV ocnrrió la
caiiiiviílail de Babilu.ña y la conqiiista de Je»
ro^alen Víleótruccion de Tiro por Nabucodono-
sor, hijo de Nabopolosar, reydeBabilonia. Do-
rante eslas goerras aparecieron mullitud de
ingenioB para batir las murullas cercadas, los
cualeslungo pasaron á Europa por conducto de
los griegos, conquistadorcs nl íln de la segiin-
da épocu. La caballeria militar entraba ya en
las batallascomo parte integrante de losVjér-
citos, y se creeempezó á formar cuerpo espe-
cial entre los asirios y eglpcios en el trasciir-
80 delsiglo XXII. Los ejércitos, piies, se cotn-
ponian en la.primera epoca de infanteria,(]ue
cra comohoy el arma principal, de cñbalíeria
y artillerUí, 6\ hemos de Ilaraar asi ol arte de
los ingenios qm usaron en los sitios. De rslos
SPCüiiocen muchos que nsó Nabucodonosor cn
los sitios de Ttro y Jerosalen.
^ La láctica que cntonces usaban los ejércl-
tos, e1 arte militar tal cual se hallaba, es fácil
de. deducir. Los ejércitos, compuestos fiñ su
mayor parte de infaotería, se embestian en
musas compactas, conservando mientras mar-
chabaii al combate sii alineaciou, y distribui-
ílos en tres grandes pelotones, de los coales
dos componían lan alas y otro el centro, los
hunderos y saeteros empezaban el combate
'Siiplicnduánueslras actualcs gnerrillas), lan-
2undo piedras y sactas, y dandolugar alavan-
ce de las masas. Estas se acercnban á paso
ronipasado,Bechocaban y semezclaban en des-
órden con las enf'migas, repartiendo la moer-
te y el desalieDto en ellas con tas lanzas, cs-
padas, mazas y toda la clase de armas. Estas
mortif(*ras batallas de horrible roatanaa y gri-
terU. se decidian por aquelios que al cabo de
miichas horas de pelea, quedaban eu mas nú-
mei»: los vencidos hoian sin órdcn, y la ca-
balleria los perseguia y destrozaba. Por eso
laa guerras do U anti¿ttedad se decidiau en
anft 8ola batalla, y la suerle de las naciones
pendia de la del ejército qne levantaban. Esto
en ciianto á 1a táctica en las batallas. Eo coao*
Ui á los siliosse establecia en torno áiaeiodad
suiada una especiede bloqoeo por el ejército
sitiador, quc siempre era roas numeroso que
el sltiado,8e calcultbanlas probabilídades qoe
teoian los sitiados para ser socorridos; previs-
tos y allanadoslos obstáculorf esleríores secom-
batia la plazacon ingenioi para abrirbrecbaeo
los morOS: váaSf ARTILLKfllA DBTIERllA,pr»ffl^
ra época iUistoria de la) . despnes de eslar abier-
ta aquella, ó antes, se asaltaba laciodad. Eoes-
tos asaltos comoen las batallas, el combateem
al arma blaoca é iba aeompañado de horrible
griteria y roatansa. Loa sltiados eran todos
pasados ¿ cuchillo sin compasion, ya qoe la
ciudad no fnes^n tarobien entre^da al piliage
y ¿ las llamas.
En estaépoca brillaron pr¡ncipa1meDte,eo-
Irelas demasnaciones ilustradas, laAsiríapor
su poder y estension, laFcnÍcia por sa comer-
cio, y sobre todo el Egipto por su sabiduria.
Egipto era ei emporío del saber en la príniere
época, y como prueba de ello ha dejado á li
posteridad, cuai si foeso por olvido, suspiri-
mide*^ su laguna Meroe, su laberíoto, sus obe-
liscos, sus momias y otro sin número de im-
pereceileros monumentos de sabiduria.
La historia de la guerra es la historía de
las naciones en esta época y posteriores. Kl
derecho del mas fuertts se consideraba como
ley, y la nacion que ahuyentaba ó venciaal
ejército de un terrítorío vecino se lo adjodica-
ba como súyo por derecbo do conqoista.
Las ciencias y las artes, qne entonces flo-
recian, no baslaban con su poderosa infloen-
cia á mo<lincar ias easi bárbaras costombresde
aquollos pueblos nacientes y riTales. El i>xito
<le las guerras se hnilabá sobordinado al mayor
númcro, á la superior destreza, y masqoe todo
al valor de los combatientes. El arte militar
carece de reglas especiales en cnanto estas
pueUan encomeodarse ¿ lo que hoy Ilaroamos
táctica snblirae, en cuanto á la feliz eoinbUia-
cion de \añ distintas arroas y elementos varioi
de In giierra. Uno de los ingenios <|uede8de
roediadoa de estu época se usaron en las bata-
llas fueruu los elefantes cargados con torres
guamecidas de hombres, que arrojaban dardos
y saetas. Los elefanles coiocados en la príme-
ra linea eran aguijados contra las masas eoe-
migas y las desordeuaban. El ejército se halla-
ba dividido generalroente en tribns, yenestas
habia sus seecioncs equiTalentes á las roilia-
rias, centurías y decurías qne usaron despoes
los roroanos y qoe se llaroan hoy batallones,
coropañias y escuadras en ios ejércitos.
La Chinaenlre tanto y la Indiacxistian co^
roo imperíos independientes y desconocidos
entre si y de las demas naciones as)¿tfcia yel
Egipto; la Grecia seorganixabaentonces en fo*
finidad depeqneñas república^ y las demasna-
cioBei de Boropa, todavla en sn iaAocla, eran
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AHTE
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eo peqneño número conocidas, y esto por los
/enícíos, cnyo espíritu de comercio lcs babia
llerado al través de las inares basta la Espafía,
la Gaiia y )a Bretaña.
Los fenicios establecieron colonias cn di-
cbos pahes (en España, Cádiz, Cartagena, Sa-
guDto, Martiedro , Betanzos y otros) y los ío-
eíos, poeblos de Grecia, colonizaron tambíei>¿
Marsella y otros pneblos. Cuando los cartagi-
neses, llevados tambien de sn espiritu aventn-
rero y comercial, vinieron á España, sostivic-
ron con los fenicios qjie se Iiailalian eu Cádiz,
unarefricga, en qne aqnellos nsaron conlra los
moros el ariete, primeringenio que Yieron los
espanoles, y cuya invencion noestro padreMa-
riaDaatribnyeal artíflce Pcfasmeno, natural de
Tiro.
Los ejército? para las batatlas Ilevaban car-
ros falcados con cuatro ó mas caballos defren-
te y olros carros mayorcs tirados por diez y
seis ó mas bueyes. Estos carros gnarnecidos
de hoces y cnchillos , llevaban lorres con
archeros, y asi hacian tanta carnicería cn las
derrolas Mncho sn^ípendo la imn.íTÍnacion Cl
coDsiderar conio paiscs tan ppqiieños relativa-
menle saraban á rampnüa c|órrifos lan nu-
merosos. La Asiria por rjenip'o cnyos limiles
se sopone ron fnníiamonto que no eran mas
qoe Ía paiti* romnrrn>li'la entre el Eúfrates
y el Ti'jri;: '-n c\ piifito í n que estos dos rios
dejaii Ij Mi'í'ipniamia hasla el punto donde
se juníau , sacaba á campaiia ejércitos de
4.000,000 y de 4 .Í00,000hombres. Esto se es-
plicu por dos cansasreconocidas: primera, por-
quelos ejércitos en la primera época se proveian
con levas generales en la república, y segundo,
porque al reunirse los ejércitos destacaban co-
hortes espedicionarias, qiieinvadiendo los pai-
ses vecinos, desprevenidos aon, arrebataban
coosigo toda la ^cníe apta para 1a gnerra, á cu-
yos forzosos se unian muchos voluntarios ava-
rosdel bolin que seesperaba, y queera por ley
enaqneilots tiempos el prcmio legul éinmedia-
to del qne vencia.
Este era pues el estado, militar priucipal-
meDte , del mnndo civilizado cuando bácia
mediadüs dcl siglo XX XVI se desencadena-
ron como un torrente los ejércllos dela Per-
$ia y anegaron casi todos aqueilos paises. Las
armas conquistaÓoras unas vrces, y afortonadas
otrasde Ciro, adqnirieron ó snjetaron en dicho
siglo la mayor parle de estos pueblos y les ar-^
rebataron lo mejor de su ciTiÍizacion y de su
gloria con su poder é independencia.
En e1 año 3455 del mnndo Cambises reunia
pneblo no conocldo, qtte lcjes de ser sds con«
quistadores foeron los imitadores de gran parte
dc sns costumbrcí, que debieron copiar y es-
tudiar, segon se deduce de la semejanza de una
parte de su clvilizacion, con la qne despnes se
halló entre los indios por los griegos bajo
Alejandro.
Segunda época. EI po3ery la gloria de los
persas se haliaba en su apogeo, y las ciencias,
Ías artes y basta la religion se modiflcaron y
enriqoecieron con todo lo mas escelente toma-
<ln de los inmensos poeblos y paisos depen-
dientes ó Iributarios. Eutonces se creeqne na-
cieron entre los persas las cartas geográflcas,
las calzadas y postas reales, y otro sinnúme-
ro de adelantos, habíendo el arte militar subi-
do ¿ una considerable altura. Existian los ejér-
citos permanentes y lacaballeria persiana lle-
gó ¿ un grado de perfoccion admirable y se
bizo famosa en el mundo entonces ilustrado.
Siq embargo , en los trances de guerra se reu-
nian aquetlos ejércitos ínnumernbles como he«
mos dicho en la primera, época por medio de
levas voluntarias 6 forzosas.
Por los años 2500 ¿ 2600, coando Jerges in-
vadiólaGrecia, Ilevabaseguntodos los historía-
dores entre infantería y caballerfa un ejércilo
de 2 644 , 000 bombres y añadiendo ¿ este núme-
ro loscríados, vivanderos etc, Ilegaba el total ¿
5.000,000 de hombres, con 30$ naves decom-
bate y 3,000 de trusporlc con todo el séquito
de carros y todo género de bagages é ingenios.
Cuando pásó el Ilelesponto, en lo cual tardó
siete dias y siete noches, mandó azotar el mar
por no hatüérsele mostrado bonancible y arro-
jarle cadenas eu señal de esclavizarlo; el mis-
mo Jerges lloraba pocos dias despnes viendo
desfllar su innumerable ejército, y habiéndole
preguntado: «¿Por qué lloras, Jerges?» dijo:
«Porque estoy pensando en que de aqui¿ cien
años nlnguno de tantos hombres Yivir¿.» Es-
tos gnwdes ejércitos se gobernaban por medio
del despotismo mas cruel. La muerte era una
fortuna para el que por castigo 1a recibia , sl
oquella no il)a acompañada de horribles supli-
cios. Todos los pérsas y naturules dc sus iu-
mensos dominios nacian soldados, y bajo nin-
gun concepto se esceptuaba ¿ persona alguna.
Padres, hijos y parieutes de nna misma fami-
lia, lodos empnñaban y manejaban las armas,
y esta era U inagotable fueuledel alistamien'
to de los ejércitos de entoDces.
Durante la paz, conservaban todos sus ar*
mas para estar proutos á lagucrra, y durante
esta , récibian lo necesario para su alimento
á soimperio dePerstael de los medos, asiríos, j diarío, pero ningun sueldo; pues era su única
fenicios, bubitonios , en los cuales se habian
ya embcbido los pneblos de Israel y Jud¿, el
Egipto, laljdia, la Frígia, laSiria, la Jonia, la
Dóritie, toda el Asia Menor, la Bitinia, el Ponto
y otra ])orcioD innomcrabie de pueblos y ter-
riforios. Los persas llegaron ¿ penetrar tam-
bien, scí^n se cree, en la India por el Norte, y
ündnda ballaron tan graode y tan sabio aqud
rccompensa, la parte , que segun ley, corres-
pondia ¿ cada uno del botin qne se bacia. Las
leyes de la guerra eran entonces el derecho
del mas fuerte.
El ejércitü se hallaba dividido entre los
persas en naciones , y e1 contlngente de cada
una en tribus , y estas en otras snbdivisiones
equitalentes i lasactoales de los regimientos.
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Guando se alzaban goerras, los gobernadores y
soberanostributarios, aprontaban alemperador
de Persia un ejército, y tenian por cuestion de
bonor el presentar nias numerosas buestes,
para lo cual vigilaban con suma escruputosi-
dad la puntualidad y exactitud en las levas se-
gun la pobiacion.
Las armas defensivas del e]ércilo persa,
eran en la cabeza, tiaras ¿ prueba de cucbiHa-
da, una cota de malla, escamas, perniquetes,
brazalctes y escudo. Las arma$ ofensivas,
cran los dardos , flechas de caña que se rom-
pian cn )a llaga al berir, arcos muy largos,
espudas corras, y bondas. Tsaban como bardas
degucrra en su faniosaca6aWírrw fuertes pieles,
mancJabuD sus caballos con sunio brio y dcstre-
za, Ilevando dardosy espadaslosgineles. Cuan-
do huian, disparaban flecbas con mucho acierto
coutra los que los perseguian, y este modo de
pelear lo babian tomado delospartos, asi como
)a táctica de su caballeria lo babia sido de los
egipcios y asirios, y todo lodemas delomejór
que ballaron en los paises sojuzgados. Cubrían
8U8 armaduras con finísimaspúrpuras y tejidos
vistosos, que daban á sus ejércitos un aspecto
marcial ¿ la par que deslumbrador.
En punto ¿ ingenios de batir y combatir,
poseian de los primeros, todos los que cono-
cieron despucs los griegos, que los tomaron
de los persas. Como ingenios de combatir,
ellos se cree que inventaron los carros arma-
dos, deescelenle uso en las llanuras, loscua-
les eran tirados por caballos ó bueycs, y lle-
vaban fuertcs torres con saeieros , que espar-
cian la muerte á arabos íadoseu lubuesteene-
miga. Ademas, tenian en sus ejércitos elefan-
tes con torres y saelcros como los carros. La
tdctioa cra singular. EI órden de marcha en la
guerra presentaba un magniflco espect¿culü.
Entre todas aquellas inmensas huestes iba el rey,
generalisimo nato de las tropas, rodeado de su
magniflca guardia, ricameote enjaezada. Un
¿guila de oroíba comoestandarterealdelejér-
cito, y delante del rey el soberbio carro del Sol
tirado por seis caballos biancos. En el séquilo
inmediatoal del rey iban los hijosy mugeresde
los altosdignatarios del Estado, que eran los del
ejérriio, única grande clase de aquel en tales
tiempos, y esto era muy útil , pues al pelear
delante de lo que mas amaban, lo bacian con
mas denuedo y no les quedaba otra altemativa
que morir ó vencer. ' '
Llenaban su centro y sus alas, en las cua-
les Jugaba con preferencia su brillante c.aba-
lleria, que era lo meior dc los persas. La iu*
íantería acometia en niasas , y las alas la sos-
teniau siroultáneamente. Pura marcbar dividian
tambien el ejército en vanguardia, centro y re-
taguardia, con semejantes condicionesá lasde
la táctiCQ actu;}l.
El ejército, pues, se dividiaen infanteria, ca-
balleria y ara'I¿ero«, Ilamandoasi ¿losqueguar-
neciunloscarros3ae/ero5, cuyo pesado bagage
y brusca embestida equivde en comparaciou t¿c-
tica, ¿ noestra actualartiUeria. La infanteria se
dividia tambien en tropa de Unea 6 batalla y
en tropa ¿i^era, eu la cualservian los honderos,
saeteros, etc. Huchas tropas griegas servian
¿ sueldo ó formadas de voluntarios , y estos
componian la mas formidable fucrza de la io-
fanteria, asi como los persas lo erau cn la ca-
balleria. EI numeroso tren de sitio y bagage,
se servia por soldados que equivaliau á nuei«
tras actuales compsñias del tren.
EI rey tenla su guardia, que equivaüaá
las guardias reates de nuestras monarquias.
En aquella scrvian los distinguidos por rau y
valor, y vcsUan con todo el aparato desluin-
brador de la oriental magnifioencia , foroiando
siempre en torno del rey.
Ya hemos dicho cuán severa era la ilúet*
]ilina. Dábaseles al principio por alünento pao
y yerbas, y por bebida solo agua, y esto tenian
ciue ganarlo con violentos y gucrrero;} Qerci-
cios. EI qi^e esla escuela no hubiese sufrido,
no podia obtener ascenso alguno. La maríoa
persa era numerosisima y bríllante, como que
dominaron el Egipto, la Fenicia y las islas Jó-
nicas.
Los impueslos fueron por muchotiempo
voluntarios. Despues fueron forzosos, y udos
terrítoríos pagaban en frutos naturales, otros
sustentaban por semanas ó por meses, segun
la cantidad de contríbucion , ¿ la córte impe-
rial. La Etiopia pagaba en oro, la Arabia cn
aromas y la Cólquide en doncellas.
Estos eran los priiicipales puntos de su ci-
vilizacion, formada de todas las distintas que
hallaron en los pueblos que sujetaron. Asi co-
mo las leyes y costumbres, tomaronlos inven-
tos, las cieocias y las artes; y el pueblo persa
llegó ¿ ser el emporlo del lujo científico y ar-
tislico, y aun comercial de todo elmundo co-
nocido entonces. La fundicion de metales, los
artefoctos, las sedas , los ediflcios , todo llegó
entre los persas ¿ un reflnamiento singular.
Los persas eran entonces los ídolos y los re-
yes del mundo couocido. Este era, pues, el es-
tado del ejército persa, su forma de alist»-
miento, armas, organizacion, sueidos, ascen-
sos, disciplina, leyes, t¿ctica; el arte miiitar,
en flh, de la primera época, pues que todos ios
mejores usos de los distiotos pueblos concur-
ríeron colectívamente ¿ formar cl graude ejér-
cito del imperio que sojuzgó ¿ todos, y reasn-
mió en si la civilizacion de todos en un solo
coojunto. /
Peroen tanto quela sabiduria, la civiliu-
cion y el lujo, tomaban tanto incremcQto en*
tre los persas, nacian en la Grecia y se orga-
nizaban como por encanto una multitud de pe-
queñas repáblicas , cou lodo el entusiasmo de
su renacimiento, austerídad de su iadependen-
cia, ambicion de su gloria y con mortal rívali-
dad por lo taulo h¿cia la Persia.
ÍDistintas veces los ^ércitos persas inva-
dieron la Grecia, ya con el pretesto de esta ó
la otra repúbiica; pero en vea de pueblos so*
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ARTE
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I y acobardados por ra inferiqrídad, en-
coolraron odos liombres, que, al escucbar «las
gaetas del ejército persa , qae viene sobre
TOMlros.oscurecen el sol» respondian: mejor,
m eso pelearemos á lá Mrnwa.
Distintas yeces los persas intentaron suje-
lar la Grecia con ejércltos y armadas como la
deJergeáque bemos citado; pero asi en Ma
ratoD comd en Salamina , en las Termópilas
como en Atenas , nunca hallaron mas que el
escannieDto si vencedores, la muerte si ven-
cidos. ^
La civilizacion de los griegos babia sido
fomada de las naciones del Africa, como bere-
derosqne babian de ser de su grandeza y opu-
iencía. Toroaron de Fenicia e1 alfabeto; la geo-
melria, la astronomia y la mágia de Persia y
BabiloDia. Todos los grandes legisladores y
bombres de gobiemode la Grecla, fneron an-
tes graodes generales , porque en esta época
como en la primera y aun en la siguiente , la
grandeza en la poiitica, era consecuencia de la
graodeza militar adquirMa. El célebre Solon,
Milciades, Arlstides, Temistocles, Ciroon, Pc-
ricles y otros en Atenas; Lisandro, Galicrátidas,
jr Leonidas en Lacedemonia ; Pirro en Epiro;
Mitrídatcs en el Ponto; Filípo en la monarquia
iittcedóoica; FilopémeneSi Arato, Epaminon-
das y otros innomerables generaies, poKticos
i la vez y legisladores , son la pnieba mas
palpítante dei lazo indisoluble que en la his-
toria de los pueblos unió siempre á las armas
y Ja potitica. al arte del gobierno y ai arte mi-
Utar. La bistoria de ona nacion, repetimos, no
es mas que su historia milftar.
Despnes de la batotla de Salamina, los ate-
Dieoses rccelosos siempre de los pcrsas, que
contionamente los amenazaban con sus innu-
roerables ejércitos, pensaron ya en sostener
ni ejército pernMincnte, pues las levas gene-
rales con que en Grecia se levantaban repen-
liDoroente los ejércitos , daban á estos poca
foerza de organizHCion y esponian el pais á
troa repentina invasion. A Aristides confiaron
Í08 atenteDses la reparticion de dinero y gente
ciHiqoe cada territorío debia contríbuir, y aquel
biso la reparticion con un acierto singular. Es-
to acaeció el año 4 520, basta el cual entre los
ateDiensesel ejércitose levantaba en lostrances
de aporo repentinamente. Los atenienses pa-
gaban de ixupue^to el diezmo de sus rentas.
Las leyes generales de los atenienses so-
bre la guerra, eran las mismas que les dió So-
km. Enlasguerrasciviles, «el ciudadano que no
lomaba parte para remediar, segon su opinion,
las calamldades de la patría, era condenado á
destíerro perpétuo y á perder todos sus bie-
nes» cuya ley aunqne injusta i prímera vista,
M ba acredítado como sábia en el discurso de
iog siglos, evitando ia pereza de los ciudada-
OOB y la bamiUacion ante el partido siempre
activo de los ambiciosos. Ademas, el atenien-
S6 que DO qaeria ir k la guerra» deserta-
te de ella 6 tte portuba con cobardia, no po«
dia ya llerar jamás corona ni guirnalda, qné
era un grande honor, ni ser admitido en asam-
blea alguna soiemne. Ei botin ora, como entre
lof> asüticos , el premio del soldado. Gomo re*
pública que Atenas era, su gobierno no podia
declarar la guerra sin consultar ai pueblo. Los
atenienses nsarun mucho los ingenios militares
y cuidaroD de fortlficar su puerto del Pireo en
Atenas.
Los lacedemonios tenian desde su legísla-
dor Licurgo dividido supais en treinta mil por-
ciones y Ta capital Esparta en sei^ mil. De es-
ta distríbucion participaba el ejército, que se
componia de tribus. Esios tenian poca marina,
porque en sü austcridad decian que el comer-
cib con los estraños corrompe las costumbres.
Lacedemonia no tenia cíudades muradas. Los
muros eran los pechos de sos hljos, siempre
sóbrios y valientes. Dormian en campaña ar-
mados : la vanguardia nunca Ilevaba escndos,
y prívados de esta defensa sabian qiie no po-
dian entregarse al sueño y al descuido. Por la
noche resaban , scgun sus rítos, siempre los
soldados. Guando iban á acometer, el reyofre-
cia á las musas sacrificios para que el éxito de
sus armas mereciesela gloria de la posterídad.
Los poldados coronados de flores y al compig
del himno de Castor, que las flautas tocaban,
acometian cou denuedo. No perseguian al ene-
migo mas que hasfa ver asegurada la victoria.
Llevaban ¿ los muertos teudidos sobre los es-
cudos el despejar el campo de balalla.
De la Tesalia salia la mas escelente caba-
llería de la Grecia, por lo cual era muy busca-
da para los ejércitos.
La CUicia era el foco de la piratería, y
ella, asi como Atenas (desde Temistocles), Ro-
das, Gbipre y el archipiélago Jónico, poseia ia
mejor marína de la Grecia.
Los macedonios , el pueblo de Alejandro,
eran valientes, dóciles, y desde tiempos remo-
tos se habian sujetado ¿ la mas severa disci-
plina militar , lo cual los hizo con ei tiempo
invencibles. La guerra con sus vecinos fué
para ellos una ocupacion nacioual. Todos na-
clan soldados y no tenian mas educacion que
la de las armas.
Las fortiflcaciobes en csta segunda época,
consistian en dobles y tríples rourallas en tor-
no de las ciudades, y en fuertes ciudadelas coa
.macizos torreoncs que flanqueaban aqnellas.
Los ingenios del Asia liabian pasado ya todos
al dominio de los griegos, y los combustibles
en la defensa de las brechas y en los asaltos
eran ya neceshríos.
En el discurso de esta época la marina
tomó gran incremento y empezaron ¿ surcar
los mares las galeras de cinco órdenes de re-
mos, inventadas por los corintios. Las arma-
das rodias, jonias , cilicias, atenienses y co-
rintias, cuájaban en esta época los mares de
Levante ademas de las innumerables naves del
Asia.
Darante estos tiempos empiezan ¿ aparc^
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543
AftTE
W
cer ItB fálaoges de los disUntos esUulos grle-
ños, CQlendiéDdose eotoQces por falange [fa-
inx) cualquier cuerpo de tropis. Despues las
falanges recibieron una organizacion particu-
lar, como veremos.
El ejército lacedemonio sc ballaba dividido
en loeiiaaias ó rcgimieotos de 400 á 500 bom-
bres, de los cuales, segun se crce, pertenecia
un regimiento á cada tribu.
En Atenas existían diez regimicDtos, uno
por cada tribu. Las principales ordeoauzas de
estas milicias de los principales estados grie-
gos, quedan ya referídas. Los gricgos cn su
príncipio no tuvieron mas que dos especíes dc
inrantería; los hoplües, que era la de linca, y
los psUites, que eran las tropas ligeras. Cono-
ciendo despues la necesidad de tener uoa in-
fantería intermedia , de mas movilidad que ia
de Íos hoplites y de mas coni^isteQcia qne la
de los psilites, organizaron la Ilamada de los
peUa$íe$, por la pequeñarodelaredonda ócua-
drada que llevaban y se llamaba pclla
Desde entonces la falange de los hoplites
formó el centro en las batallas , los peltastes,
¿ quieoes dividieroo en cierto número de sec-
cioncs, cubrló las alas, y algunas veces formó
la reserva Los psilites siguicron preátando su
servicio , equivalente al de ouestras actuales
^rríllas.
Estas tres cspecies de infanteria tuvieroQ
iguales reglas de formacion y subdivision, de
manera que cada division dc la faUnge de los
boplites podia ir seguida de una division de
peltastes y deotrude psiiites, y soio se dife-
rcQCiaban en el fondo de la hiCera; pues la fa-
lange de los bopiitesteQia 46 boiubres defondo
y 8 solo las demas tropas. Yamos abora á dar
una idea de la oélebre orgauizacion de ias fa*
mosas falanges que despues se formaron, prin-
cipalhieDte por Filipo de MacedoQia. Ei ele-
meoto principal de la formacion de la falange
era el fondOt á que llamaban lochos 6 tichos, y
cada hilera de los 46 bombrcs qne constituian
dicho fondo, era mandada por un ouragos
(cícrra-hilera) , que equivalia á los sargentos
actualcs. Dos hileras formaban uua düochia
mandada por un düoquUa (subtCDieDte). Dos
diioquias forroaban una tetrarohia mandada
por un tetrarca (tenieote). Dos tetrarchias for-
mabau la texiarchia (equivalente á las centu-
rias despues y hoy á las compañías), la cual
mandabu un taxiardia 6 oenturion, De dos
taxiarchias se compouia la syntagia 6 xeneh
gia , cuyo gefe cra el primero que formaba
fuera de fllas é bileras y se llama ooenago. Este
tenia á sus inmediatas órdenes un ayudante,
un ouragos {sargento), un porta*pendon 6 al-
fórez, uu trompeta y un heraldo.
El cuerpo menos numeroso que podia ser-
Yir de cabeza á la falange para formar, era la
xenagia, la cual formaba un cuadro de 46
hombres de fondo y otros tantos de frente.
Dos xenagias componian una pentecoxiar-
cka», dos pentecoxiarohiAS uaa okHiiwnfhia,
dos cbilüurcbiis una morarehia ó tálarchia, j
dos merarchias una falange eimple de 4,096
hombres.
Los xenagos, los pentecoxiari^MS y 1«
chiliarcas eran loa ofieiates superiores de b
falange simple Los grados superíores á eatos
eran de clupe de generales. Gada falange sin-
ple estaba mandada por un falangarcha (ge-
neral), que teniu bajo sus órdenes un merardta
(brigadier.)
La difalangarchia 6 falange doble se oon-
ponia de dos falanges simples ; y de dos ft-
langes dobles ó difaiangarchias 1« tetrafaloñ'
garchia 6 gran falange de 46,384 hombres.
Este era el grueso del ejército, maodado
por un general en gefe que teuia ademas b^o
8US órdeues otros oflciales geoerales y los
ciierpos de pcltastcs y psilites, que ya hemos
dicho se dívidian en secciones.
No era miicbas vcces una sola la falaiMpe
en cada ejército gríego ; pues ia esplicadoo
que hemos dado se refíere á una falaoge coil-
quiera, de la<^ cuales podia haber varías ea
cada ejército. Esto eo cuauto á ia infanlma.
Tambien ia cabaliería fué organisada sobre
basessemejaates, y se ballaba bt^o la depci*
dencia del general en gefe de cada ojércilo.
Ge'ueralmeDte el elemento de formaciOD de
que se parUa en )a prácüca para el órdeo de
batalla, era para los hoplitas de la xenagia
de 2,564 bombres; pam los peltasleB y los
psilites, qae teniao solo ocho hombres dc foQ*
do, servia de base elemental de formacioD, la
centuría 6 taxiarcbia de 4 ,284 hombres.
La base de formacion para la cabalierta
era la hypparMa, que oonstaba <le 51S caba-
Ilos mandados por un hypparcho.
Ia proporcion en qu¿ entraban en k cooh
posicioD de los ejércitos la infaatcHa y caba-
llería se sojetaba á la clase de pais que se iba
á combatir y á la clase de sus geutos. Los te-
salianos fueron los griegos que sobrepi4aron á
sus compatriotas en la inteligencia y destrea
de siiscaballos. EI número de falanges simples
ó dobles que se habian de presentar al eDemi-
go, depeDdia de la táctica qae Juzgaba el ge*
neral en gefe mas oportuna al lerreoo en qae
se iba á dar la batalla.
Esta fué la orgaoizacion de aqaellas céte*
bres falanges que Ilevaron las armas de los
griegos hasta la Escilia y la Indla. Filipo. rey
célebre de Macedonia, y discipulo del gran Epa-
minondas dc Tebas, y padre de Alejandro el
Grande, fué el que primero dió una completa
organiaacion á la falange macedonia, que me-
joré despues Alejandro. Las armas de los ho-
plitas ó fiüangitas, erau la espada corta, puñal,
la pica de 20 á 24 pies, el casco, el escudo re-
dondo y el cnadrado, la corasa y las polainas
[enémides) de cuero que cubríau hasta deb^
de ia rodilla. Los peltastes llevaban iudistinta-
mente el casco 6 el gorro arcadio, piai de 42
pies de longitud, puñaU escudo redoDdo ó caa-
drado y mas pequeño q«e el de los falaogitas.
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M
AATB
»4í
LeB psUites no lleTabao mas anaas que el pa
ñel, el arco, flecbas y la houda. fil falangita
enparada ocupaba en la fila seiá pies de fila y
otros seiB de fondo; pero en ei órdeu da com-
iiete 00 ocopaba mas quetrcs pies, y al cargar
seio TBinle pulgadas; porque ei falangita se
cerrat)a eo masa basta que su escudo empal-
maba (eytuijnsiiUMB) por el lado derecbo con el
bordedelde sn «dyaceate á la derecha, y por
d lado izqoierdo eooijando en el borde del fa-
liDgita iomediato á su iaquierda, para lo cual
iDonen á la Tez el brajio y el escudo, y estos
eslaben construidos eu la forma necesaria.
Aei formaban sobr^ sua cabezas una terrible
DBTalle. Semejante Orden de formacion. y el
lleTar sienipre eo ta primera flla de la falange
los aoldados meiores, y el no presontar al
eoemigo mas qne el flanco iaquierdo cubierlo
cooioseseodos, baciaioespugnables las falan-
gesyles aBegnraba tavictoria.
fiajo bases seroejantes estaba formado ^
baUmn HOgrado de Tebas, cpmpuesto de la
mubrítlaoteJUTentuddela capltal beocia, el
. coal fué Toto despoes y destrosado por la fa-
iioge maeedonia mandada por Alejandro. El
btíaUon Mgrado se eomponia de los jóTenes
mea ardieotes, hermanosde armas, que aK in-
gresar en las sagradas fiias hacian TOto y ju-
rameuto de morir juntoa en traoce de combate.
Bsta roemorable batalla, que decídió la suerte
de la Grecia, ea la cuai niandaba Filipo á los
macedooios y so bijo Alejandroel ala isquier-
da, acaeoió en Qtkermea, y fuó la primera en
que ]ogó Alejaiidro dcspues de su glorioso
baQttsmo militar en la liiria.
La famora relirada en Persiu de lo$ diez
mtlgriegos cod Xenofoote, prneba la superio*
rídad de la táctica griega.
Caando losr roacáSonios, en quienes Tamos
á reasomir todo el ^rte militar de la segonda
^poca, llegaron á orgaoizar bajo Alejandro sus
falaoges Tictorias, cOmponiase sn ejército de
macedonios en dos torceras partes, y eo la
otra teroera de grtegos auxiliarcs mautenidos
por las repáblieas que se unieron contra Pcr-
sia, y de estrangeros á sueldo. No lleTaban
losdemas otra recompensa que el aliciente del
botin, como succdia *in los eJ6rcitus de la pri-
nera época. La mayor parte de la caballería
era estrangera, y tesaUana principalmente,
^iendo muy poca la caballerla maccdonia.
Coando on soldado perdia en el combate su
'^Io, era obligacion de su centurion darle
otro de so propia caballerlsa, por la ra2on de
<[Qc el pdblico interés es antes que el lujo del
particolar. Los veteranos é iOTálidos tenian
señaladoe sus premios. Los oficiales del ejér-
cito no podian ser Juzgados mas qoe por un
conseio miiitar, como sucedió cuando Alejan- .
dro eondenó á su oapitan Filotas, paralo coal
se Tié preoisa^o á entregarle á unoonsíjo de
Snerra de miiltares.
Táctíea. La falange campaba siempre en
^ centro, en un ala la cabaileria y em la
474 UlllUaTlSCA POPULAll.
otra la tropa ligera ó psilites. Kste órden se
observaba en cuanto era posible en las mar<«
ciias, y cuando se rompia y derrotabu al eae*
roigo y la caballerla y tropa ligerale perscgnia,
siempre qucdaba en elcampo de batalla la fa-
laoge para imppdirqu^se rehicierael enemi-
go y quQ 36 mezclasen las alas Siempre
abrian un foso alrededor dei parage dond<^
carapaban, cada tienda de campaña gnarecia
dos soldados. El rey tenia dos tiendas. pnra
descansar la una, y para recibir la otra. Ni
equipages Uijosos, ni niños, ni mngeres ?e-
^uian al ejército. Cada soldado Ilovaba lo que
necesitaba y se Ilevaban pocos bagajes. Lle>
vábanse toda clase de inyenios de batir que
se babian copf^do del Asia.
Hemos dicho que al principio se llamó fa •
lange, falanx, á cualquier cuerpo de tropas;
pero despuesqueseorganizaron las maaas. cn-
ya organizacion hemos rcferido, estadenomi-
nacion se aplicó particularmcnte á aquellas.
Los griegos, qoe habian traido á siis escue*
ias ios conocimientos gcomtMrícos de Ior per-
sas y egipcios, aplicarou dichos principio.^i al
arle militar quetoílo lo absorbia, y de aqiií
nació latáctica y las evolucionef^ ralculadas y
simultáneas, maniobrando desde entonces las
tropas sobre elterreoo. £1 arte de lagnerrase
modificé y empezó la estrategia y la táctica
particolar. El éxito de las bataUHs no estuTO
ya subordinado solo al valor indivídual y nu-
méricodel soldado espresamenlf'; mas qiieto-
do, el éxitode una batalla, dopendíó ya de la
oportnnidad en lasevolucione:; y üe lu sabídu^
ría del general. Aquel c|üe con uh movimienlo
rápido é impreTisto sorprendia at otro por el
flancOf retaguardia, ó lo embarazaba de algim
modo lo ba&tante á dar tiempo k quc 1a caba-
lleria ú otra tropa carí?árse y esparciese el
desúrden, era el que \encia. Su sistema de
táctica quedó subordinada, pucs, a las leye.^
de la geomctria y de la mecáuica, io cual
se acomodaba mejor tambien al espiritu grie-
go de sislema y de cálculo. Toda la Grecia
era táctica, porque toda ella aprendia en lases-
cuelas la mecánicay lageometria. Cadaciuda«
dano conoció su deber y su puesto en la falan-
ge, pero no sabia mas; porque aislado el fa*»
langita era tan nulo, como invencible pefean-
do en la falange. Una de las primeras con¿e-
cuencias de la mecánica, (lue dirigia la tácti-
caentonces, fué el órden profnndo ó defondo,
que daba mas fuerza de empuje ¿ las masas
de los falangitas, y que por U poca ostension
de su frente, permitia al ¿eucral, no soiamen-
te reTistar todos los ofícialcs .«limétrícamente
colocados, sino tambicu toda la estension quc
SQ ejército ocupaba.
Segunda coosecueucia derirada de la pri-
mera fué el uso de armas de gran longitud,
qoe utiUzaban mayor número de íllas y el re-
cogimiento eslremo en la (lla para cerrar mas
yaumentarasi clefectodel cboque, estrechan-
do mucho las fiias do la falange. En cambiq de
T. lU. 3¿»
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U1
ARTE
518
esto e1 falaogila, mal cublerto por on peque*
ño escudo, y embarazado con su larga pica.
ÍDÚtil en el combate coerpo á cuerpo, lejos
de poder intentar cosa alguna por si, no podia
defeoderse aislado ó £n pequeños pelotooes.
Numerosos ejemplos ae esta obsenraciOD pa-
teotiza la historia de estos pueblos) y eotre
otros la batalla de Taorasiniíl, perdida por
Pirro; la dc Ginocéfalo, perdida porFilipolI en
Macedonla, y la de Pydna,*perdida tambfen
por su bijo Perseo. La falange, uoa Tez rota ó
difidida por un accideote del terreno, no po-
dia resistir á la carga de oo cuerpo regnlar-
roente aguerrido.
. La fuerza y division de la falange foé eo
cada eslado de Greciá, acomoda'da al oúmero
dc tropas y á la indoie de la orgnnizacien po-
litica. I^ que era comun en todas las falanges
griegas era la aplicacion de la geometria al
arte de combatir, y la embestida y pelea en
masas iodiTisibies, la táctlca.
Las maníobras de las falanges se reducian
¿ las sigiiientes: ewversionei individualés
para la marcha del flanco.
Canversiones por seeciones para la forma-
ciOD de columnas, las cnales se dcsplegaban
por moTimientos de flanco.
Ordlen de dos frentes, que se formaba de
dos maneras, ya haclendo una roedia ? nelta la
roitad de las hileras, ya reuniendo dos sec-
ciones de las cuales la una desñtaba por el
flaocoderecho y la otra por el Izqoierdo, ha-
cieudo de manera que los tmrcígos quedasen
en el centro# Si las dos seccionea se rennlao
por la cabcza, qucdando las colas equidistan-
tes, la etolucion se ilamaba embolon: si ai
contrario, las secciones se renni&n por ia coia
á esta se Ilamaba ccdemboíon.
Los griegos tenian tambien su formacion
de cuacfros ycuadrilongos. A estos, qoetenian
dos caras opoestas mas largas que las otras
dos, namabao plcesion, y á los cuadros de
caras iguales denominaban plinthion,
Para hacer frenle á relaguardia los griec^os
usaban las contramarchas por bileras y teuian
tres maneras de contramarchar. La primem se
ejecutaba haciendo media vuelta el primer hom-
brc de cadahilera, despues desfllaban por so
derecha los restaotes eu cada hilera, á colo-
carse dctrás de aquel por su órden. Kn la se-
^nda manera, el primer hombre de la hilera,
despues de dar media vnelta, marchaba en 1(-
nea recta háciael ouragos de su hilera, reba-
saba de él enooa distaocia longitodioal igual
al fondo de dicha hilera; los demas de esta,
que le habiao segoido, se colocabao detrás de
él, y el ouragos daba su media Tuelta y queda-
ba eambiado el freote. El tercer método de coo-
tramarcba consistia cn ejecotar cada hilera su
contramardia hasta que el primer hombre de
la bilera ocupasc el Ingar que aotes ocopaba
el ouragos (último de ia hilera) el coal ocupa-
ba á su vez el lugar qoe teoia aotesde la con-
traroarcha el prlmQr hombre. Las demas hlle-
ras, que habian eJecQtado parcial y sioniltá*
neamente el movimiento, qoedabao con la
eToluciou hecha, y la contramarchapor consi-
guiente quedaba ejecutada.
La caballeria y tropa ligera tenian tambiei
sn táctica partlcular pareclda ú la que acaba-
mos de esplicar.
Ademastuvo despues Al^andro so goardii
real, á cnyos soldados dió escodos de plata,
por lo cuai se llaroaron agiráipédes.
Este era, pues, el estado del arte miiitar
en la segunda époea de nuestra divisioo. Ati
como en la primera época, el alistamienlo era
volontario ó por levas foryosas y el servicio
militar obiigatorio ¿ todos; la recompensa erael
botin. Como en la primera época los cjérdtos
llevaban en la segunda époea bqs Ingeolos (el
magnánimo Demetrio, hiJodeAntigono^secita
en la historia despnes de Al^andro como giaB
íngeniero) carrosytambieneleíántes; perote>
iian nna cosa nueva, qne era la aplicadon de
las leyes matemAticas á la goerra; tenian lis
masas, las falanges, con las coales la segnnie
época militar, representadaen el ejérdtomaoe- .
donio de Alejaudro el Grande destmyó al graa
ejército de la prímera época mititar, inoone-
rablemente nras ríco, soberbio, noDseroso y que
peleaba eo so pais coo el gran emperadorte-
río III Godomano ¿ su cabesa.
Asi como hemos referido la primere época
militar ¿ los persas dominadores, referiremos
ahora la segunda época ¿ los macedooiosooD-
qoistadores, los cuales reunieron en sa ejérci-
to la sobriedad de los espartanos, la OBion tác-
tica de los de Tebas y el entosiasmo de los
ateoieoses, coaodo Ateoas, Tebas y Esparta
aran los tres paises mas esclarecidos de la
Grecla.
Alejandro el^rande desde Macedonia, pe-
qoeño riucoo del mundo, con solo nn ejérctlo
de 30,000 iofaotes y 5,000 caballos caaado
mes, socuodó ¿ so padré en el atrevido pro-
yecto de derrocár el soberbio iraperío de ios
per&as, cuyas fleduis osoureeian elsoli quieo
adoraban, ylo puso en pianta confiado eo la
superiorídad de la t¿ctica de sus falauges y eo
la debilidad de la molicie pcrelaoo. Aiejaodro
pensó bien y obró mejor. Poeos años despoes
el vasto imperío de Persia, con otros roucbos
paises, rindió ¿ los ples del grande cooqiii^tft-
dor sus opuieatas ciudades, sus innumerrflHes
ejércitos y susnotridos tesoros: consus 3á.000
hombres derrotó Alejandro ¿ 440,000 persas
que le espeniban en las ríberas del 6r¿oico y
pasó ¿ cuchillo OD coerpo griego toziliar det
rey persa Varío, el coal se defeodió teoazoiea-
te. Despoes de tomar sobre la marcha to-
das las dodades, gaoó cerca de la ciodad de
Isso otra gran batalla cootre Darío enpersooa,
pasando ¿cochillo ¿ otro coerpo aoxHíar de let
persas foerte de 20,000 gríegot^, los coales
ejercitaron demasiado ¿ ia falaoge aotes ée
deiarse vencer. A este signieroo otros DBChos
tríunfos segoidos de un stnnúoMro de coai-
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519
ARTE
m
qoittas. Ubatalia campal de Arbelas, paia la
qoe Darío reQoió en vano todo el poder do la
P&sia^ deddió ci desUno de Alejandro. La fa-
laDge macedoBia, que babia decidido cod glo-
ría loa combates anteriores» no desmintió en
este decisiTo trance de poder á poder la in*
TeDCibilidad de su táctica. Dário fué derrotado,
80 familia, sob tesoros, so ejérciio y sus do-
DBOios, todo qnedó en poder del vencedor.
Alejandro oou su ejército babia costeado el
Mediterrineo, atravesd el Egipto, se eotró por
Iqs arenales de la IJbia, vió el mar Rojo y el
graode Océano Péráco, penetró por la India,
atacó á los escitas y vió el mar Gaspio y la la-
gonaMeotis. Todo cayó bajo su planta victo-
liosa precedida por la nutrida falange macedo-
Dia. En la India bali6 dos reyes poderosos, Poro
y Tixilo. El primero le abrió paso en sus esta-
do8, el segundo le resistió. El ejercito griego
podo eatODces admirar la alta ilustracion de
aqod gran pueblo lejano, y basta eutonces no
viaitado, y si lo babia sida, muy de paso pqr
loa persas y algun otro pueblo belicoso. EI
aspccto de tan gran pueblo embotó las puntas
de 808 armas; porque alli, aun mas que en
Igípto, encoDtraron una rcligion dulce y sá-
bk; on politeismo poético, que en sus princi*
píoo generales era, aunquo mas grande, algo
pareddo al soyo. Gomprendieron los griegos
eieapiritu y la aparicion de losdioses india-
008 con aqaella vivacidad y entusiasmo que
loB distinguia, y aquellas masas dc bombres
goerreros y destructorcs que fueron alli, como
eo todas partes, á llevar la ruina y el saqueo,
caBbiaroi) so ^encono en admiracion cuaudo
ítíktou e\ Ramayan el Mahabbarat, el Vedan-
tay los demas sábios poemas de los indios, voi-
vieron á Eoropa, y trajeron el mas rico manan^
tial de la civiiiiacion, que desde entonr^s fué
derramindose por nuestro continente. Prueba
irrefragable de los grandes elementos de civi*
liaeion que en si prestan los ejércitos á la
pwde sus peligros y devastaciones.
T$rcera époea, Muerto Mcjandro, su vasto
iBperío se dividió y subdividió cntre mticbos
de 808 generales; la Macedonia quedó como
estado independiente y glorioso hasta que en
tiempod^reyPersco lafamosa falange fué rola
ydestrozada por Paulo EmiUo, célebre general
de la repúbliea romana, á quien por este he-
eho dieron el sobrenombre de el Macedonio,
Coando Alejandro babia llegado al apogco
deau glorla, ya cristia como formidable la
repábllea romaDa, qoe habia reunido á su go-
biemo todos los estados italianos, despues ven-
cidoilos cartagines^s, su república rival, y
qoe se habia hccho podcrosa düsde la batalla
eampal de Zama dada por dos grandes y es-
trat^icos generales, Anibal de Gartago y Es-
ei|non de Roma, al cual dieron por esta viclo-
lia el reoombre de el Áflrioano .
Las mtas cooquistas en Asia de los grie-
fos, Sglpto, la Garia, la Frigia, la lAcia, la Me-
dla,la Pereis, ia Panfllia, U^ Siria, la Pafla-
gonia, laFenicia, la Htinia» onas antes y des*
pues otras, todó fué quedando bajo la depcn-
dencia romana, hasta los mismoh estados de
Grecia, Atenas, Esparta. Corínto, la Tesalia,
Macedonia, Boecia, todas vinieron á ser casi
colonías romanas.
En vano Gencio, rey de Ulrfa. Pirro, vey dc
Epiro, Perseo rey de Macedonia, Mitridates el
famoso rey del Ponto y otros, se opusieroncoa
mas ó menos fortuna al torrente dcl Occidente
romano: todos mas ó menos tarde pagaron coa
la muerte ó la libertad la grandeza de su es-
píritu patriólico é independientc.
Gon la libertad gríega llevarou á Roma sus
ejércitos las artes y las ciencias florecientes
del Oriente. Todo cuanto de los pueblos asü-
ticos trajeron i Europa los griegos, emigró
á Roma, cuyas letras y civilizacion recibieroa
unu cultura superior, si bien nunca fueron Iob
romauos tan felices y espontineos de espirí-
tu como los asiáticos y los griegos. La flloso-
ña, ia elocuencia, la medicina, la retórica«
la gramática, y muy particnlarmente el arte
militar en las teorias generales de la tictica,
pasaron entonces de los grlegos i los roma-
nos, que ya poseian la Siciua, la Gaula, la
Gerroania, gran parte del Afríca, la España y
la Bretaña, de cuyos pueblos semi-birbaros
tomaban tambien mndias de sus armas y
costumbres para poderlos vencer en sos con*
tinuas revueltas y turbnlencias belicosas.
Asi como hemos r^erido toda la historia
del arte militar en la segnnda época i los per-
sas en los tiempos de Giro y Gambises; el es-
tado del arte militar onla segunda épocailos
macedonios, bi^o Alejandro, vamos i enToIver
todos los conocimientos y estado del arte mi-
litar de estatercera época en los ejércitos nw
manos que reunieron en si, y comLinaron en
sus huestes lo mejor de la millcia, en los mu-
ohos piieblos que conquistaron.
La marina militar romana, que uació im-
provisada en las guerras púnlcas* contra los
cartagineses, escelentes marinos, era podero-
sa en uúmero é inteligencia, poseia fnertes ga-
leras de tr&s y cinco órdenes 8e remos, per-
fcctamente defendidas y trípuladas.
Los ingenios de batir y combatir dcl Oríen*
te, fuerpn todos tomados por los romanos, y
por ellos mejorados y adelantados (Véase aa-
TiLLRRiA, primeraépoca). La primeravez quo
vícrou en Italia los eleíantes» cuando el desem-
barco del grao Pirro» rey de Epiro, los ro-
raaoos huyeron y fueron vencidos; pero des-
pues d'e vencer i este, i los Caríagineses y
asiiticos, no solo sablan'ya mantener el órden
y la ofensa contra aquellos animales formida-
bles cargados de torres y saeteros, si no que
los mismos romanos los usaron at freute dc
las masas con éxito muy afortunado. Los carros
de Asla y demas ingenios de combatir» eran
tambien muy comunes en los eJércitosromaiMMU
Sos ejércitos se componian de ingenleros^
iofantería y tiBballeria.
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554
AHtE
SU
lo8 iDgreniéros formdban cuerpo espccial,
sl bién no teniau nombre distinti^o, pero si
8uá toycs especíatcs. Esco^ause de ios dcma$
cuerpos del ejército aquellos mas dieslros y
robnstos para las máquinas, y poniunse á su
cabeza oflciales distioguidos V esperimenta-
dos. De los romanos pasaron'los ingenios al
ifominio de los españolcs (que ya conocian el
ariete y'otros desdc los rénlcios y cartagine-
scs), & los ^nulas y demas paises sojusgados.
La primpra oríjayilzmMon del ejércilo re
gtado de los romanos, det)íó ser desde luego
en legione.4, cuya denomlnacion derlvaroii
del verbo romaiio déenlonccá, ólalino, tagere
¿lejlr , ¡jji ¡ solo se cscoglan para las ar-
mas a(]ueltos ciudadanOl! mas aptos por su sa-
lUd í^ iiitereses, Oues no tenian al princlpio
snefdoalguno. U fégiúií, pues, en sii oríg:en fué
ct ctíerpo mas considerable de su milicia. La
leglon se coraponhi de hiftintería y caballería
eñ uámLTu induterfnttíado, y ▼arlabte segun la
necesidad. La Itíglon coustaba de diez cohor^
tes, cada t-oliorte de tres manipttlos, y cada
manfpulo lenia dofe ücnluHaé, cadá una de
las Cuules crjiistaba por 1o comun de cien
soldadus, conio nuestras actUales compañlas.
Gada centuria se ditidia {iú á'iet decuriaa de
á dici !::iíi3brJ8. Cada decuria estaba raan-
dada por un decutión, eqoivatente á nnes-
tf&É actua'és Cábos de escuadra, cada centoría
en roandada pór oti cenluricn, équivalente á
íine^ros capitaüeá.
' tóda laatrteríOr dftision y sübdivlsion del
eférCfto romano, era absolutamente indepen*
Aente de la orgánisaciou espllcada de las cé-
tebres falanges griegai.
La infantería romana se hallaba dívidida eb
VéUiBB, aUadós, ptin^et y ftiários. Los
Delites equftallan á nueslros actuales cazado-
téÁ» y eranlos prímeroa quese adelantaban
ofendiendo con hondas y pledras, arcos y fle-
chas ó dar^ps. EscOgianse entre la gente mas
pobré de lá república, y podian merecer con
sn fator y viríQdes militahes, los grados del
e}éreíto, y emfüeos de la repúbllca.
los aHádús craü una clase sufierior á los
veUtes, pues cnando estos se distinguian snfi-
efentemeote en las guerras. pasabafl á la clase
deást*Édos, Loshastadofl como los velites, pe-
Mbaft en dlípersion, y cuando la batalla se
habia empeñado, hulañ á retaguardiá de las
cdhortes en masa, para dar lugar á que estas
acometfesen, pero formahan flla como los prín-
eipes y Iríaríps en el órden regolar ds las
batallas.
los pthteipes formaban 1a clase inmedia-
ttmente superíor á los oHados, y peleaban
enlioea. traian lanzas y las armas propias
del comnate de hueste i hueste, y se escogian
'de los astados acreditados y veferanos.
Los iriarios seguian cn dignidad á los as-^
Mos, peleaban cn línea, y se escogian de los
principes.
Todw ostM clases péftian de emolacion
noble en el ejéreito romano. De Cidi seeeüKi
de aslados, principes y triaríos, se formatna
di'^z subdivisiones, qiie eran los wuaúináos, y
oa<!a unode estosse subdividei» eomo hemog
dicho. Los manipnioa de tríaríes, que ocBpi-
ban la tercera flla en la batalla, lenianlami-
tad de fuerza qne los asUdos y príocipes. U
fnerzade ioa velltes era varíable, segon Ui
circunstancias, pero cuando menos era igotl
á la de los manlpulos de astados, y de los
principcs. Cuatro manipolos reunidos, uoo de
veliles, ide dos centurías á 00 hombres), ÍÍO,
uno de «stados 4fO, uuo de príocipes 420, y
otro manipulo de tríaríos 60, compooia io
quefe Ilamaba una cohorte, fueríe de 429
hombres, equivalente á nuestros aetuales ta-
tallones. Esta era la organiaaoion eqaitileote
á la actual de batallones y eompañias copiada
por nuestros miliUres.
Dicz cohortes de 4%0 hombres compOBian
una leífion, fuerte de 4,t00 cnando nieiiQS,
oquivalentc á las actuales djvisionés. Caaodo
se uecesitaba, era aumentada la fuersa de loi
manípulos, y por consignientetle las cohortes,
y las legiones solian liegar ¿ tener 8,000 j
G,000 soldados. La infanteria de los espafo-
lOB aIiado& era á la par de la romana li
mas famosa de la tereera época\ U caballola
tenia sus decuria^ y orgaulz&cion aem^aole
á la de la infantería, y eqnlvalente relatitt-
mente á noestra actual organizacion de regi*
mientos y e^uadrones llamados iurmas^ Laca-
ballería de Numidia, que tolUn tomar i aneldQ
los romanos, era ia mas fareosa enesUfefcera
época militar, asi comoen Uprlmera4o(ta6iaaBi'
ría, egipcia y persa, y en la segnnda U teBoUa-
na; asi por el tigor é inteligenciadesoscaba-
ílos afticanos, comoporladestreaaéimpeUdc
los numidas. A cada legioo de 4,900 corres*
pondian 400 caballos, y generalmeQtesem-
gulaban 400 caballos por cada 1,000 iDftetes
como ahora.
La infdntería y caballería romana teoian
cabos mayores y 'oabos menore$ qn« iMda-
ban, como hoy tos gefes snbalternoa y de tw»
pa, ia seccion de las cohoríes y de Ua oea-
turias.
Ei generalisimo del ejérclto, era el ^
tador de la repúbllca, que solia nembrar otro
para la cabailcría, reservándose alempite)
mando snperior de la infanterfa; uti legade
mandaba un ejército cuando opéral>aii Taríos
de la repAblica i la vez en las proTÍncias; ma
ódoslegioneseran mandadas porati eóñmd. H
cargo de prefeeio era eqnftalente al de mies-
tros gefés de estado mayor. Los (H6iifioi ftl-
litares eran para los cónsules, lo qoe en el se*
nado los tríbanos dei pnebio. A eistos debUa
consultar todas la decisiones de U gtierra.
Los tribnnos ademas entendian eii el gobferao
interíop de Us coborteB y manfpielos: eadt
cenÍHrim mandaba una centorfa, y teoia á su
órden dos eaboe mayores pm Beeondtfr Mf
órd^nesen la oentnrU. Gadi dóoam 6 áacnnMi
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AATB
554
(eqsirtlente á toa ae(D&)c8 mgentos) , manda-
IiaeD elórden de tmtalla 40 hileras de á tres
(30 lioiDbres). Un cábo menor, (equiTalen-
te á los actuales cabos de eacuadra), cubria
enelórden de batatla a1 decauo ó decnrion.
II gefe que dlsponia el órden del campo se lla-
iitaba metator,
CadalegiOD teniauna bandefHCon un ágDiIa
áotrosignoen un asta, signiAcando lavictoria,
yal Oticial qne la llevaba llamaban vemliario
é Hgnifero, de signum 6 sefial. Algunos han
(fDerido derim el nombre actual de alférez,
de lü frase antigna aquilm fhrens , (porlador
deráguila); pero en el dla se ha hallado por
elimologia mas exat^ta de aquella palabra , la
Toz bebrea ol-faraz.
bwcOnsQtes tenlan so escolta particular,
áqoellamaban guardia consular, compucsfa
de tropas escogidas y á ellos adictas.
La maqQiDariB cqnÍTaliente á nuestra ac-
laal artilleiin, era servida por seccíones espe-
ciaies, coya ofganizacion no se conoceá punto
flo; pero se Babe era escogida de los cen»u-
riones, y mandada por oflciales veteranos é
ioteligeotes.
l\ aliatamiento entre los romanos se hacía
del modo aiguieole. La república estaba divi*
dida en tres grandes gerárqulas, senido, ór-
«« teuestre yplebe, de las cnales solo daban
tropas laa dos últtmas. El órden ecuestre, com-
poesto dc los ciudadanos mas csclarecidos,
íicos y robostos, era el que por lo general da-
^ la geote para la caballería. La plebe servia
«n la iofanlerla por lo comun, y de esta los
meDos acomodados ó mas viciosos , destiná-
Iimse á las escuadras maritimas; pues la guar-
nitíoB de las galeras al principio, no se consi-
deraba mas que como lo inflmo de la milicia
eiHre los romanos.
La edad Inferlor para el senricio , era la de
íWea y siete arños cumplidos, y la duracion de
esfe, era de diez años en la caballerla , y de
'eiBteen laiofanteiía, coya épbca concluida,
Io« emeriios, que asi se llamaban los qne ha-
tón cnmplido su empeño , marchaban á aus
wgares. El servicio militar no era de obliga-
^o constante, pnes los allstados seguiau en
Ms casas , y debian pr^senlarse en caso de
I*«>nami«Tito por los pesquisidores, que en ta-
tes casoe rccorrian los carapos para correr
arífo.
Cada año sollan formarsc en Koma cua-
^ legiones de tropas de á 4,100 hombres, y
'100 eaballos. Cada legion teni^ seis tribunos,
por io qne bajo ia dependencia de los dos cón-
sules de la repOblica, exlstian generalmentc
^einte y cuatro tribnnos, aunque e<le número
M tan variable segun las urgencias, como
elde Ía6 legiones que se alistaban. Cuando ha-
Wa de bacerse el alislamiento, los treiuta y
dneo^pregoneros de las trctnfa y cinco tribus
eo que estaba Roma dividida, anundaban á laS
trtbua respectivas, el dia y hora de la reunion
ptra él aiiAtamiento, asi como el lugaf de ht
eleccion, que solia fier ei Capitolio, donde es-
faba el templo de Júpiter, y alguna vezel cam-
po Marcio 6 de Marte.
En el dia y horu citada acudian los cónsu-
les, ocupando en el punto de esta sus sillas
curules , y aparte de estos sentábanse los tri-
bunos por órden de legiones y categorías.
Reunida ya toda la jnventud apta para las ar-
mas, sorteábase pot los tribunos la tribn que
primero habia de dar conüngente, y aquella
á quien dicha snertecabia, entraba en el tem-
p!n, donde el alistamiento se hacia Lostribu-
nos de esta tribu , que teniun los padrones ó
tablas en donde constaban todos los Indivi-
duos de aquellos con lo que poseian, IlamDbaO
por su nombre á cuatro dc los ciudadanos , y
de estos elegian uno primero los tribunos de
la prlmera leginn, desi^ues otro los de la se-
gnnda, otroluego los de la tercera, y por ál-
timo, elegian los tribnnos de la coarta lcgion
ei que quedaba. Sacaban loa mismos Iribunos
otros cuatro segnidamente de la misma tribu,
y en esla segunda cuaterna euipezaba á elegir
prlraero ia legíon segnnda, despues la lercera y
cuarla, y porúUimo, la primera legionque enla
anterior cualerna habia escogido antes qne las
otras. Los tribunos de la mlsma legion conti-
nuaban por este órden de eleecion hasta com-
pfótar el contingcnte respectivo de su tribu,
60 cuyo caso esia se retiraba ya. Luego sor-
teábaseolratribu, la queentraba en eltemplo,
y eraquintadaigualmente, y asi delas deraas,
hasta componer las cuatro ó mas legiones,
qoe se alistaban. Esta era la eleccion para la
iofanteria de las legiones.
La caballeria (equües) se escogia de la in-
fanterla, entresacando de toda lalnfanteria ya
alistada 300 del órden equestre para cada le-
gioo, los cuales, asi como sus bnenaa hacien-
das, constaban en las lablas de los censores.
Asi se organwaba la admirable caballeria ro-
mana, de donde salieron taotos brillantes ge-
nerales. Luego fueron muy raros eslos caba-
lleros romanos, pnes cl órden equestre no po-
dia dar gente ¿ tanta legion como habia que
levantar.
Los alistados hacian ires juramcntosentrca
distlntasépocas: l.* el de la obediencia, que
se hacia en el mismo dia de la eleccion y en
el roismo leroplo. Kn este dia juraban rennir- '
se, separarse y hacercuantoel cónsnl lesman-
dase y no faltar á la república hasta la muer-
te. 2 • EI dia en que á cada uno se le designa-
ba su cenUiria y decuria, Juraba no abandonar
su lugar sino para herir al enemigo, y 3.** el
primtr dia en que campaban, juraban no co-
raeter hurto eu el ejércilo ni en diez mil pasos
al contorno, ni á cósa alguna tocarcuyo valor
escediese al de un sestcrcio.
Cuando Roma llegó á estender mucho sus
conquista*, crecio la dillcultad de componer
las cohortes de solo ciudadano» romanos comó
en un principio, y asi dividieron su ejércilo en
mmúiaiíifbana, qae era la de los cindadanos
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ARTE
KM
{urbs-eiudad) yentntiteía legianariaf qae
era la de las provincias dominadas. Los esda-
vos focron tambien alistados en épocas de apu-
ro, como para )a batalla de Gannas contra Ani-
bal/en tiempo dc Marío, etc. El ejército roma-
DO elegido anualmente al principto, llegó áser
permauente, porque los pretores y cónsules
({uerían siempre disponer de sus tropas en prd
de su atfvbicioo. •
Escipioo at ir coutra Numancia creó para
su guardia, una cohorte compuesta de 500 de
sus roas aliegados, y doaqul tomaroQ despues
su origeu las célebres cohortes pretorias, An*
gusto tuvo 40,000 pfetoriafws, y parael res-
guardo de Roma nombró 6,000 que dividieron
en cuatro coliortes dc 1,500 y ilamó fm¿icúi
urbana, Dcsde ios tiempos dc Tiberio existia la
cab^Uleria pretoriana , que aumeotó tambien
Augusto. La cabíUieria singnlar exiatió tam-
bien desde Tiberio, y su instituto principalera
goardar la ciudad. Desde Vitelio quedó el ejér-
cito romano dividido en milicia urbana y mi'
licia pretoria.
Desde el tiempo de Mario se abolieron los
manipuloSf y las cohortes se diTidieron soio
en centurias. \
La caballeria Ilegó á dividirse en los ejér-
cilos romanos, en pretorianat singular , ata-
riadelas cohortes y auociliar (de las nacio-
nes ostrangeras.)
IhmÁbanse vea)ilacione$ las legiones com-
puestas desolo cabalieria, y ieyiones las ya
esplicadas. Los romanos tuvieron tambien spíh
iarios, íguales á los que diremos en la siguien-
tc época.
Cada cónsul roandaba dos legiones ; aon-
que alguna vez maodaron mayor número de
ellas, ^eguo la nccesidad. Los cónsules nom-
braban los gefes , centuriooes y oflciales. Los
centurioncs uombraban los decoriones en sus
respectívas centurias, y proponiao para el as-
ceoso de velites á astados ó de estos á prin-
cipes, etc.
Un capitao geoeral (imperator), nombrado
por los cónsulcs, mandaba cada ejército indo-
pendiento y llevaba por distintivo de su auto-*
ridad el paludamento y clámide militar (que
era un manto purpúreo), .isi como el caballo
encubertado de oro y grana.
Cada ala estaba mandada por un prefecto,
y á la tropa de dichas alas se Ilamaba iropa
alar 6 aíarios. I^os tribunos qaandaban toda
nna legion; pero despues estuvieron indistin-
tamente distribuidos en las cohortes.
Los legados se dividian en pretorios, que
solo mandaban una k'giou, y en consuíares,
qoe mandabau todo el ejército.
Existian en tiempo de los romaoos duques
iduque de las Galias, duque de la Mesia) , los
cualcs mandaban en los paises y proviocias
de frontera y derivaroo su títulp de la paltbra
dux, con quc los romanos designaban al gefe
dc nn ejérpito ó tropa cualquiera.
Los condes [comes''0ompañero) fueron en
un prlncipk) nna eftpecie de amigos famiUires
de los generales, áquienes acompaáabany
aconseJalMn en sus campañas : eo tiempo de
los empertdores romanos pasaron á ser em-
pleos militares, eqoivaliendo su servicio &I ac- ,
tual de los buenos ayudantes de los generaies
entendidos. Mandaban las provincias lcondes
de las provinoias , condes de ia muicia) y
despues que Gonstantino los dividió en tres ca-
tegorias, las tropas de su maodo se dividieron
tambien enpokUtru», comiialemes y pseudo*
comifa¿^nsf9,subdivididosenHparteiiiefptn
guardar las riberos de los rios , en coilrtca-
rios para los campamentos, etc
Los maeslros de la milicia eran uua espe-
cie de legados.
Maesiros de oampo ó prefeetos de los rea-
les erao los que corrian cou el modo y forma
de campos, viveres, fprrages, etc.
El prtmoce^ ó pnncipe seguia ai in6iMo
en categoria.
£1 sehador müiiar seguhi arpnmoeexto.
£1 duoeruirio que mandaba doscientos, y el
eenturtofi, segoia al senador.
£1 ótarc^ cuidaba do los viveres y sueldos.
Ei ctrcttor, era el que btcia et servicio de
rondas ó rondines.
El tyron, era el ftoldado bisoño.
£1 ejercicio de las armas se bacia casi to-
dos los dias en el campo de Marte , iDmedialo
á la ciudad, lo mismo en tiempo de paaqueen
el de guerra. Los soldados estaban obligados
á tener siempre sus armas en bnen estado de
servicio. En los sitios y en vtriaa ocasiones se
obligaba á estos á hacer circunvalaciones, ca-
var fosos, etc, y durante la paz se utiliaabaB
sus brdzos haciéndoles construir caroinos, edi-
flcios y hasta ciudades enteras. En las ma^
chas Uevaban los soldados viveres para quince
dias,y mas, sus armas y sus diversoa útiles,
tales como una hacha, un martillo, etc.; poes
los que se escogian de las centuriaB para aer-
vir como ingeoieros, corrian soiameote oon la
composicion y Juego de las miqoioa^ y aon
con su construccion, cuando ocurria. Llevaban
tambien los soldados romanos ona hos para ir
al forrage, una cadena y nna marmita, ooa
otras varías herramientas , cuyo peso y el de
BU8 armas, no les impedia haeer largas joroa-
das. Cuando las tropas levantaban aus tiendas
del campamento, marchaban en órden al com-
pás de las trompetas. Al primer toqoe todos ios
soldados abatian sus tiendas, y baclan sa halo
ó zurron. Al segundo toque cargaban eatos en
los bagages, y %\ tercer toque se veian desfilar
las primeras fltas , despues los aliados del ala
derecba con sus bagages, luego la primera f
segunda legion; los aliados dei ala isquiefda
despues, de suerteque el órden de lá mardia
era la misma que el que tenian en ei eampa-
mento. La caballeria marchaba unas Tecesooa
las alas, y otras en la retagnardia. *
EI órden general que observaba en las ba-
tallaa el ejército rom^o ora el ^igtüeote; ol
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ARTE
658
total del e]ército se dividia en caairo grandes
partes, tres de ellas para e1 combate en línea
yuna para pelear en órden abierto, cuyo servi-
do descmpcñaban especialmente los velites
eon sus hondas y flechas. Las trcs partes prin*
cipales de coroliate compooian el cuerpo del
eentro, y dos cuerpos para las alas ó cuernon,
colocadas á la misma altora quetl c«ntro para
sostener sus ílancos. En cada cucrpo se forma*
ban tres fllas. Componiau la primera los maoí-
pulos de asiados, con ia distancia de tres pa-
808 cada uno de su inmediato. Gomponian la
segonda flla los principeSf colocados unos de
.otros á igual distancia, y cobriendo los claros
de la primera fila. La tercera flla se formaba
por los tmrtos á igual distancia unos de otros
en frente de los claros que dejaban los princi-
pes en la scgunda flla, y cubrieudo á los as-
tadoí.
Este era ei órdcn en cada uno de los tres
grandes cuerpos de batalla, en el ceutro y en
cada cuemo ó ala. Los vélites formaban ai fren-
te en dispersion, provocaban el combate, y
cuaodolas masasavansaban, corrrian á guare-
cerse á retaguardia dei centro y alas, rellrán-
dose por los iDtérvaios enlre el ceutro y alas,
cnyos inlérvalos cubrian tambien en caso ne-
cesario para impedir la separacion de dictias
partes.
La cabal'eria cubria las alas colocadl á rc-
taguardia para protegerlas y cargar por los
intérvalos de ^llasy el centro, asrcomo los vé-
lites á los que intentasen separardichas partes.
Los elefantes, cuando los habia, se colocabaa
al frente en toda la eslension de la linea de
balalla. I/)s ingenios sesltuaban ¿ retagnardia
* del centro para no caer en manos del cnemigo,
y delrás de.i ceutro el generalisimo, legado ó
cÓQsol (segun el ejército) con su guardia parti-
cuiar y escogida qne le seguia en la batalla.
Kate órden de batalla, si bien igoal al de los
gríegos eu nucstra segunda época, por la dis-
tríbucion cn centro y alas, era distinto entera-
mente y oHginal de los romanos; puesaquellos
liician depender ei éxito del combafb, mas que
en la destreza de los falangitas en el empuje
bnisco de sus cerradas falanges, mientras que
los soldadosromanos, tomando la distancia de
tres pasos de hombre á hombre para manejar
las armas, hacian depender el éxito, mas que
del ehoque de las iKasas, de la destrcza indivi-
dual y apoyo reciprbco del soldado.
Ordenada como queda dicho la batalla, los
romanos resistiau con áulmo sereno el empuje
del enemigo, hostigado por lostiros y provoca-
ciooes de los vélites, que se habian ya gua-
recido á retaguardla. La prímera flla de los
astados recibia ei choque coa ias pontas de
SU8 lanzas. Si esta flla era rota, corria ¿ reor-
gaoisarse á retagoardia de los tríarios en su
príoiitiva fdrmacion, y la flla de los príncipes
reslstia el ehoqne: si esta era tambien derrota-
é%, los bien acreditados tríaríos sostenian al
eaemlgo, y loa principes en tanto seformaban
á retagoardia de bs astados ya preparados
al combate. Este era el órden de combate.
Cuando el enemigo intentaba separar el centro
deunalajacaballería qoecubriaá esta, car-
gaba sobre aquel con ímpciu, hasta rechazar-
le. Csaban los vélitos puñal, hondu, con la
cual tiraban piedras, y hasta bolas de plomó y
hierro, arco y aljaba con siete flechas, rodela
corta y casco. La demas infantcria usaba lá
lanza, pilo, que cra una especíe de dardo in-
ventado. por los mismos romanos, y la espada
Ilamada española por ser invento de los espa-
ñoles. Solian Ilevar envenenada la puota de la
espadu para hacer mortales las hcrídas. Lleva-
ban pendíeote del cinto la espada por medio de
una correa. Estas eran las arroas ofensivas. Las
armas defen&ivas eran el casco, semejante al
de ouestra actual caballería, el cual cubrian de
cuero para que resbalasen los dardos del ene*
migo. EI pectoral era una planchade metal de
un pie en cuadro, que por medio de correas se
sujetaba al pecho. La ocreaera uua especiede
botin forrado de hierro que cúbria la picrna de-
recha hasta la rodilla, para defenderla cuando
se adelantase para herír al enemigo. '
La cabalieria ilevaba casco, coraza y escu-
do, como armas defeusivas, y como ofensivas
la espada larga» lanza grícga de dos moh^rras
para tener siempre una punta, auoque el asta
se roropiese; y la aljaba concuatro dardos.
Solianllevarelefantes quesacaban del Afri-
ca y del Asia en sus guerras con aquellos poe-
blos, asicomo los carrosfalcados.
La maquinaria (que lomaron casi toda del
Asia) era numerosa, y despues de perfeccio-
narla y aumentaria, fué tomadapor los pueblos
que dominaban. {Véase ARTaLERU, primera
épooa.) El personai de ella era mucho menos
numeroso que el de la actualartillería. Usaban
comoingenio de sitio y de campamento, las
minas (cuniculi) y contraminas. Hacian ias
primeras cavando hasta debajo de los muros
ó campamentosenemigos.las llenaban deazú-
fre y otros combustibles, y la esplosion dc es-
tas hacia el estrago. Para hacer las segun-
das cavaban por muchas paríes hácia donde
creian que minaba cl enemigo, coigaban dentro
de sus escavdciones vasosde metal, losque re-
sonando á los golpes cuaudo elencmigo mina-
ba de cerca» deifcubriau sus minadores. Tam-
bien usaron las trincheras contra el cnemigo
y las plazas, las cuales hacian sobreponiendo
cestos llenos de tlerra por el estilo de nues-
tros actuales eestones y gabiones, Un prefec*
tq era el encargado de la aríillería, como
oflcial cientiflco, y con él iban siempre cierto
número de centurionesy tribuuos, que equiva-
len á los actuales ayudantes y oQciales de es-
tado mayor. Este era el ejército que mandado
Ííov Paulo Emilio. rompió y destrozó la famosa
aiange macedonia.
EI ejército romano al príncipio, como he-
mos dicho, 80 elegla eutre los ciodadanos que
podiun YiYirsin trabijar, de lo cual so deríyó
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ARTE
m
el nombre de legim del verbo tegere, elegir;
el ejército, pues, en su principio notenia suel-
do alguno desde que Eoma era república y se
habiau esterminado los reyes. Al fln del go-
bicrno de CiDCinato, sobre uua rivalidad de los
ardeates y aricios, pueblos vecinos á quienes
servian los romanos de mediadores, el ejército
se insiibordinó por primera vez matando á su
general. Desde entonces se introdujo la paga
en la infantena para tener un derecho ú que
el ejército no viniese á Roma á mover alboro-
tos, teniendo con qu6 sostcnerse en el invier-
uo fuera de las ciudades. La caballerla, com*
puesta de ricos patricios, continuó sin sueldo.
Los soldados al entrar en cl servicio, juraban
ante sus estandartcs no abandonar las fllas
hasta que el dictador los liccnciase dcspucs
dela gnerra. El general del cjército era el
dictador de la república» el cual nombraba
los principales para el ejórcito, iiicluso el car-
go dc gsneral de la caballeria cuando no lo to-
maba tambien para si. Podia el dictador dccla-
rar la guerra y hacerla pa«. Fara ser dictador
se necesitaba haber sido cónsul, y el pueblo
1e elegia.
El que llevab'a el águila [signifero) nunca
debia abandonarla, como la senal (signum)
que guiaba á la victoria á los soldados, los
cuales morian antes de perderla. Mas de una
vez sc distinguió una legion defendieodo su
bandera, y por no adjudicar á todos la corona
mural (que se daba á los que primero subian
á un muTO asaltado, y por otras acciones dis-
tinguidísimas) se ciño á la bandera, de lo cual
se dcrivan nuestras acLpalcs corbatas de San
Fernando. En los primeros auos de Roma se
estableció que los romanos en trance de guer
rd se reuniesen en cierlos puntos, en los quc
para que no fuosen equivocados con otros,
se Icvantaba un palo, que en su estremo su-
perior teuia un haz de yerbas signiflcando
ía reuniou. De aqui tomaron orígen para los
romanos las águilas invQnciblcs que llevaban
á los combates. En los campamentos se hacian
rondas, y estcuso, lo mismo que el quién vi-
ve, provienc hoy de ios campamenlos romanos.
En tanto, or^anizarou los romanos en to-
dos sus dominios una especie de milicia pro-
vincial, la cualformaron de sus aliados. Espa-
fia fué uno de los paises en que mas se fo-
mentó esta institucioiv y entonces se perfec-
cionó por primera vcz la organiz acion, antes
defectuosa, que teniau los ejércitoa dc España.
Los españoles siempre fueron famosos para la
guerra y mucho mas para la infanteria. Los
romanos los enconlraron sin mas armas que
la espadacorta, que eralainvencion de losmis-
mos españoles/ algunaquc otra armade mano,
no general eotre ellos, y la rodela de cuero
larga. Eran, principalmente los mallorquines,
muy diestros en el manejode la honda, y
tanto que con solo sus bondas rechazaroa una
fuerte espedlciou de cartaginesessobre la isJa.
Los españoles erau de un valor y fldelidad cs-
traordínaria; pero anfe« qne los romanos loi
dominasen ignoraban la táctica militar. Ser*
torio y Yiriato, dos graodes capitanes, apli»
caron la táctica, principalmente el primero,
entre los españoles y con mucho éxito, poes
de sus lejanas facciones llegó á temblar It im-
perial Roma.
A pesar de la concislon que not es preciso
usar en la reseña universal que estamos ba-
cienuo del artc militar, nos parece curíoso co*
piar algunas dc las fuerzas cspañolas que ser-
víau bajo el imporio romauo en sus últimos
años, y es el siguieute; teniendo en coeota
que al servicio de todo el imperio romaDO
existiun de 60,000 á 80,000 españoles.
En el imperio de Oriente,
Victores.— Auxiliar. — Cohorle 2.'— ii«
tarum,
Prima itálica.— Legion.— .Ua 2.*— Fi$-
panorum.
Cuarla itálica.— Legion. — Ala 4.* — Bi^pa'
norum.
Taharsini. — Legion.— Ala 4 .*— Fioloria-
rum,
Rianenses.— Legion.
En el imperio de Occidenté,
Branchati scnniores. — Auxiliar. — Tetxia
Flavía Salutis.
Ascaríi Juniores.— Auxiliar.— E^ií¿9 Brt-
chiati seniorcs. Vexilacion.
Segucienses.-— Anxiliar. — EquiUa Sagita-
rii Cordiceni Vexilacion,
Ursarienses.— LegiOB. — ürsarienses /•- '
nioret,
Prima Flavhi Paci.— Legion.— Cohorte t.*
Ihspanorum.
SecundaFIaviaTirtolis.— Legion. — Cohorta
celtíbera.
De los romanos recibieron loi españoles ka
táctica, lo8 ingenios y toda sn ciTiUzactoo.
Distiuguianse los espaúoles en los ejércitoi
romanos porsu valor y fldelidad.
Cuanto llevamoB dicho basta para fonnar
uua clara idea del alislamiento, orgaDizacioft,
táctica y buen órden de los ejércilos romanos.
EIIos tenian por aiiados las mejores tropis
del universo, su espíritu pafHótico y 8QS hom-
bres eminenfes, cuya enámeracíon es la de
casi todos los genorales; su gobiemo, qne te-
nia equllibrados los poderes del poeblo y los
patricios, y mas que todo su fortuna, los hlio
¿rbitrios de los destiuos del mundo. Ellos te-
nian la cabaJJeria asiria, persa, tesaliana y
numida, elJos Iji infanteria española, sos in-
genieros e^clarecidos, los elefaotee del Africa
y susejércitosdírigidosporunahabilfliiaa poU-
tica que lo conqutstaron todo. Sumarina, oon-
fmesta en un principio de Umga$ ^bárrü^,
uego de ias ¿érotirfuwdei Adriitioo, de Uu f»-
lera$ UrirefnesAA Coriatio, despoes de lai de
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M
ÍXSÉ
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todos óideiefl, Uegó & tui grido di9 espleDdor
admirable. La fortiflcacion qae en la primeri
época empeió por «tmpiea parapitoé qne se
defeDdían eo la esúahaa con dardoe y coM-
bostibles, qne tiivo deapues mataoane» para'
ddéoder mejor á tbs sitiados, tarra$ deopnes
fBtu flanqiiear loa frenfea , eabot ó HTt$Oññ$,
émnas, aspiderai y tatra$albarrams, iie-
g6 Info loe nuBBteOB á mir grado de pe^foeoion
«iperior al de kisegiinda época. Las m¿quia«'
lirribles, Yoa arietea, las mantaBi loateatodoe,
lo8 caervoa, la eatapulta, que no aoto arrQ|abat
proyectile», j^ qoé haflta soHa lanaar á la
plaza desda el campo^ ó redproeattente, losi
eaerpos de Ma prisiAnerisv hicieroD dar ma-
yor estenssaQ al sMknn^ de la fortiaeacioii!
y particulanBeote ár la eienóiá de loe ingenios.
Í48 nitiaa proporeieolHroii el iimnlo de poñor
ki DomUas en euentoe^ ábrianse largaa g»-
leHas desde el eampo baala lamtiniUa, se oa»
fiba el eimlento deeslay OQbrleMÍo con maii-
tasálosmioaderes, y se iban snpliendo los
cimlentos qoe se earabanv con puntaies 6 otte»-
(of. Preodiasdeii feego, hQian loe iageoierofl,
y loege qoe loe puntaleir se qaemaban k> su-
teiente á: debiUlapse para ao poder sosteuer el
nuro, desploDiábaae esle y eon él tedos aus
éefenseres.
Isle taé, poes, el arte militar de noestra
tercera época, al fln de la cual, año 299g del
dihiTio, Bcaecidr la grande efemétlde dei cris-
ttanián», coyo sooeso da ún tambien á la pri-
Oiera era müUar, segno ia diviaion que deja-
moa becüia.
SiQOHi>A BnA, Primera época. En la épooa
del natíimiento de Jesocristo empieaa nnestra
tegmda era miiitar. La repúblioa romana
se haUaba en on grado emtnente de rique-
aa y cultnra. Las ciencias y las artes florecion
en hs aBademias romanas, y la literatura grie-
ga, traida i)or smi efércUos Tictorioepa dei
Kgipto, de la Persia y de la India ¿ Europa,
foé á 80 ve» trasplautada á Roma, en donde
se culUTaba y florecia. Tan prodigioso era el
aúmero de loa fllósofos como el de ios gran-
des capitaoes romanos. Horacio , Virgílio,
Ciceron , Ovidio y Gaton, Tito Livio ,. Tácito,
sino riTalisaban seguian al menos las glorio-
sa? huelias de Homero, Píndía'o, Aristóteles
f PUtoO: Paulo ^miUo, Escipion, Pompeyo y
César Tencian á su Tez á Perseo con su falan-
ge, y á los grandes Anibal, Mitridates, Ario-
Yist y Pirro. Entre tanto valor , tanto lojo y
soberbia, bastaba, empero, un simple y poco
costoso laurel doblado ea forma de corona;
00 homlnre que precediera á cualquiera de
ellos toeando una modesta flauf a, para premiat
á un béroe» para qne aquellas sienes gloriosas
y aquellos acerados á la par qne fieles coraao^
nes paipitasen de animoso eotusiasmo. tCain
grande es nna nacion quesabeaostener entre
Bos pneblos el aUento mofal, hijo de la noblt
glorial
PeroenmediodesQsprosperídadeny sus
4 It HltfUüTlflUA WVMUIIU
oaoqoisUH, Romá no gouba oon traiK|QiUdad
de sas tritnftM» La guerra elvify que babie de^
tenide en so infoncia su engrandeoii&iealev
no ée^ por eso de persegoirla en la época de
su presperidad. Las paslooes de loa Imsbres
aiesipre aon las nUsmas, siqoiera se iiallen
ana 6 meoes niodificadaa. I^ ÍQcbas pangriGB-
taa de Urn sabiaos, de loa voUoes y Coriolaoea
se reprodajeron en ia segonda époea, ya ba-
Je lea Marioa y loa ^laa^ ya b«4o los Cóaares
y Pompeyos, y entre los Ikotos y Caaioa. la
repüblka foé eeoatituida en imperio absoluto
ba]o Cétar, y perdida ya U fó y ei eapirila de
§0 libertad , aomadebia^ eaer. Roaia no foé
grande sino desde la eatirpacionde soa rayea,
y desde la muerle de los Tarqulnos; como re-
públiea llegé al apogeo de su gloria; volvió ¿
ser monarquia, y l&carooina empeaó ¿ mioar
los cifflienloe de'&o soberbio ediflcio. Alguoos
emperadores bueoos hubo en suerte entre ma-
ohos maloSi El grao Teodosio». Trajano y etros»
hlcieronflorecer el imperio; Gonstantinoei Grtto-
de, vencieodo ¿ IfajMooioel Tirano, abrasócon
todo su íatperio la iey de Jesas, qua Ic babia
predicho, in hoc eigno vinces, y los sagrados iá-
baros sirvieron de doaei al magnificetrooo de
Dios en U tierra.
El imperio romano, andando ertiempo, se
diTidió en doa clases, imperio de Oriente, con
todos los dominios dei AsU, y Enropa orienlai,
el Asia; la Siria, el Egipto, la lUna, Feoicia,
Palestina, ia Tracia, ia Peraia, Gbipre, Rodas,
la Iboedonia, lo Acaya» ia Armenia, el Ponto»
la Gapadocia> U GrccU» y el imperio de Occi-
deote. A este pertenecian U Itatia, U Sioilia
y demas islas Uaiianas, oi Africa, U Bretaña,
U Galla y U España. El primer emperador de
Occidente fué Honorio, siéodolo Artadio dei
Oriente.
E.sta division fué para el ilustre iaiperio
romano la señal de ^u ruina. A principios dei
siglo y se deaparramaron como un torreote por
toda la Eoropa, todas las naciones bárbaras dei
Norte, que muy numerosas, sino tantácticas su3
huestes como Us roniaDas, se a[}Oderaroa úe
los mejores paises, inclusa Pioaia, pusieron en
contribucioo ¿ Honorio, el empGrador de Occi-<
deote, exigiendo Aiarico, rey do los godo¿,
para sl, entre otroa paises , una grau parte de
España; Us Andaiucfas y ta Lusitani^ fuüroa
invadidas por los vAndaLos, siliogos y suevos,
pneblos que habían veniilo con los godbs.
Uesde esta- época la Instoria geoeral dei
arte militar, queda particularizada en España.
cuya historía cs laque mejor reasiiiue en tü-
dos los sigoientcs siglos, lagloria y el artcmi-
litar del mundo que mas civiUzado estaba.
Con U irrupciOQ de los godus sobrefino un
rotroceso general eii las ciencias y en ias ar-
tes. Gasí todos los ingenios , leycs y regime-
nes miliUres de los romanos quedarou oívida->
dos, si no de£truido£. Sin duda cooocieron los
,godos esto mismo, y lejos de ser crueles co-
me conquistadores y como bárburos, se cou^
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mgraron á addptar lo que les pmM tnejor de,
las leyes de los vencidos, 7 esta frátemidad!
qne establecieron les permitió mezclar sos ra-
sas con las de los españoles, y etemizarcomo
lo bicieron, sn domfnacion. Esta es la praeba
de que el dominio de las armas siempre ha
acatado el dominlo de la inteligencia. Los g^o-
dos, sin embargo, traian sus leyes y sns cantos
y 6u poesla era mas libre, de mas aspiracion
que Ui de los romanos, modiflcados por la in-
ílnencia del cristianismo.
Entre los godos todos nacian soldados. Es-
la ley les pareció buena, y por eso al sonido
4le la ordea mandaron que todos acudiesen á
lasarmasen cada territorio, fnesen ancianos,
Jóvenes, esclavos, obispos, ó cüalquiera otra
clase. Esla costumbre se conserva eu Catalu-
ña para llamar á somaien. Despues organiza-
ron el ejército á semejanza de los romanos.
Las principales dignidades militares que crea-
ron fueron los duques, eondesY fnaeslrosde la
rMÍima'y ¿ estos seguian en dignidad los gar^
4ingos, tiufados , miUenarioe, quingentarios,
-eentenarios, deeanos y eabos, casi como en
los ejércltos romanos.
Los duques eran los gobernadores de las
Vrovincias, y gefes en la guerra de sus con-
lingentes respectivos. Gada duque debía sa-
l)er á punto fijo siempre , la gente de armas
•qoe teoia su provincia, sin omitir hombre al-
^no, y presentarsc con su gente donde y
«uando el rey se lo mandase.
Los conaes ejercian iguales atribuciones
qne los dnqnes, pero esto solo en una ciudad,
y bajo la dependencia de ellos.
Los maestros de la milicia eran una espe-
€ie de prefectos que corrian con todos los
preparativoB de la goerra cuando se bacia
leva.
Los cabos mayores dirigian el ejórcito en
x^mpaña.
L08 gardingos eran los generales gefes de
i|os spatharios (de spatha, espada) ó catafrac-
tos , especie de goardia real qne se escogia
«ntre los mas fieles y valicntes de la infante-
TÍa y caballeria. Este cüerpo se derivó de los
armigueros 6 escuderos de los reyes,^ á qule-
ocs estos acompañaban siempre para vestirles
las armas al entrar en pelea. A los gardlngos
solian Ilamar cofides de los spatharios. Los
«patharios se Ilamaron despoes cohortes pre^
ierias.
^l tiufado ersi cl gefe de 4,000 caballos,
cl cnal era preferido al miUiario, que era el
gefe de í,000 infantes.
Los quingentarios mandaban pelotones
<le 500 hombres, y los centenarios de 400.
Los decanoa mandaban 40 hombres, como
los decurioncs romanos.
Cada centenario raandaba diez decanos y
100 hombres, y un número de cabos meno-
xes correspondienles.
Gada qiiingentario mandaba 500 hombres
eon ciuco ceDteoarios y cincoenta decanos. '
AR1E Hi
Gada miliario maodaba dos qaÍDgentariM
etc.
Guando estas gentes invadieron el Medio-
dia de Europa, venian vestidos los mas coa lu
pieles de fleras qoe usaban en sus bosques y
cordillera», y algunos señores, entrc ellos,
vestian las pieMs de bierro que pndieronhap
llar antes en las batallas. Despnes usanm
los godos , como armas defensivas , las eo-
tas, coseletes, petos, lorígas, y ias demas
piezas que progresivamente foeron adop-
tando hasta la edad media. Gomo anMS
ofensiva les eran peculiares la lanza y el to-
nablo, y despoes usaron la adarga , dardo, ea-
pada corta ó española, chnzo, cimitarra , po-
ñal, ballestas y arcoa flecberosmoy Iargos,eI
escramo (cuchilio agudo y pequeño pecuUar
suyo.) Cnas ianzaB Ilevaban con un garfio y dos
aletas en forma decroz, en la garganta de la
moharra; llevaban otras, que no eran otra coa
que un palo agnzado por un estremo, y eodoi^
cído al humo para herir, y por el otro estremo
rouy abuitado, para utUizarle como maza. God
los garflos de la lanza eoganobaban y arrastn-
ban hácia si al enemigo, ¿ quien acababan coa
la segur, que era una pequeña hacha de dos
cortes. Estas annas las solia llevar la iufanle-
ria. La lanza , el venablo , la segur y el ea-
cramo declan los godos que era invento
suyo.
La caballeria, que era lu foersa principal,
usaba iguales armas por lo comun; pero la ea-
pada era larga y de dos fllos, en cuyo manejo
eran losgodos escelentes y diestros. Muchas de
estas armas , que eran toscas, las mejoraron
copiando las de los romanos y españoles.
Todo godo nacia soldado; pero sin permi-
so del rey, duque de la provincia, ó conde de
la ciudad, no podla Uevar armas en tiempo
de paz. Los diK|ues y condes cuidaban de qce
no fuese débil la gente que se escogia para
la guerra. Guando un mozo era deciarado ap-
to para la guerra, su paríente mas respetabte
y cercano le ceñia las armas, cnyo faé el ori-
gen de armar cabatlerós. {Véase ARHAa.j El
trage del soldado no era uniformc, cada nno
concnrria como mcjor podia; pero no saiiai
Jamás dejas armas dichas, poes no conocian
otras.
La caballeria se componla de ios mas
ilustres por su valor y nacimiento y cra la fuer-
za mas numerosa y príncipai de los godoe.
La infanteria era en menoa número; pero
ambas armas componian siempre ejércitos may
numerosos. No tenian táctica marcada, oi moii*
mientos prcvistos, peleaban derramándose ooo
furioso valor por todas partes; pero posterior-
mente fueron tomaudo el centroy alas dei
órden de batalla de los romanos.
Cuando los godos hicieron su invasion no
conocian los ingenios de batir y oombatir; pe-
ro luego loB fueron tomando de los romanos,
y el primero fué la catapulta, la coal modifl-
caron. Se lcs atríboye la ínvencionde los ag*
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965
ARTE
56fr
]9rt$ ó torres de madera rodftdflt ndbre poli-
nes, taotoó mas aitas que k» muros aitlados,
pira po4er \os peooea pelear euerpo á ciier-
pocoD los de Ua murallas. £d los sltíos usa^
|«n loda especie de oombostiblea y artifloios
qoe fueroQ aprendiendo; pero no la mina de
Io8 romaooB. Apeoas usaban ingenios en las
IwlallBs. GampalMm atrittotierándose, 6 por k>
oeioscaTaodonn foso en tornoalcampamen-
to como los romanos, y con centioelas que
TigütbaD. Era punto de bonor salir cada sol-
dado, cuaodo babia leva, armado de todas ar*
mas, y bien montados, hácia el punto de reu-
DJOD. Gada mesnadero (les damos este nom-
breqoe despoes tuvieront porquesus funciones
9e ^e gue eran iguales á las de aqueüos) acu-
diacon au contingente al parage qoe el rey,
ddaqae de la provincia ó conde de su distri-
to le babla marcado; el rey era ei generaiisimo
del ejército godo.
La táctica que seguian en las batalias no
era en un prtocipiomas que un torbellino sin
órden ni concierto, en qoe la caballería acu-
chillaba, elínfaote beria, y todos sin organisa-
ciOD Qi mas elemento de yictoria que su valor.
ÁlaTistar aleQemigo, el rey, que iba delante,
tocaba nna t>ociDa, coyo sonido repetian con
oto bociBas á sus gentes los coudes, duques
ydemasgefes álaves. Uevaban, segunse cree,
porbandera una cabexa de caballo enastada en
on palo, y vueltahácia elenemigo. Despues to-
dos acometian, se mezclaban con el eDemigOi y
aqoei era el vencido, que veia al cabo de
fiiQchas horas de pelea, meuos hermaoos de
armas en el campo. Se di6£: que autes de ata-
ear se colocal» delante cl rey con su guardia
de fipatharios, despues toda la caballeria, que
era el elemento principal entre ellos, y despues
de aquella la infaDteria; pero en el modo de
aeoroeler y pelear primiiivode los godos, cod-
vieDeD todos. Asi como los iogenios y muchas
eostumbres, los godos toroaron despues la di"*-
TisiOD en centro y alas bajo idénticas bases y
táctica de combateque los españoles, imitado-
res de los romanos. £sta primera época es la
mas pobre de iuventos y de adelantos para el
arte militar. Gon la irrupcion de estas tribus
bárbaras sofrieron las cienGias, las artes y
hasta las costumbres un relraso diimasiaüo
grande. Estos pueblos reconocieronla superio-
lidad de los vencidos, y losestodiaron. Por cso
el arte railitar volvió aun antes de la venida'
de ios árabes á recobrar su pasada altura.
Lamarína de los godos (que no la coDOciün
al venir al Mediodia) fué tomada de la de los
romanos. Al cabo de mas de un siglo de do-
mÍDacioD, aparece elrey belicoso Walia, man-
daodo una espedicíon uaval coutra el Africa, y
despues Wamba derrotaiylo cn 672 nna ar-
mada de 4 70 velas sarracenas. La marina godu,
empero nnoca fué formidable. La fortiflcacioo
oada adefantó,
cuando se desplomaroo sobre el Mediodla. R
vcneno que desde JuHo César corroia los vastos
ciffllentos del imperio romano, las intrigas des-
pues de los dos tutores de Arcadio y Honorio^
f ueroo parte sobrada para que unos hombrcs
que sé lansaban al combate como una nubc,
en copia innumerable, dando terribles alari*
dos, sin táctica ni ob|eto fijo, derrocaran aquel
imperio ya vacilante desde queloscorazones de
los verdaderos tríbunos y patricios habian do-
jado de palpitar.
Los godos despoes tomai-on de los lomar
nos las banderilb, y con estas sustituyerou á h>
cabeza de caballo, que segon ee ha cscríto»
llevaban eoastada en un palo. Comoésta, modi*
ficaron mucbas costumbres, aprendierou otras,
y ya hácia la roitad de la dinastia de sus reyes
entre Ataulfo y Rodrigo, el pucblo godo era.
unpueblo hispano-godo, sus costumbres y leyes
erao buenas y sabiaSy las artes empezaban á
apreciarse. Rodrigo, al fin, atacado por loa
mores invasores, no pudo, aunque peleó por
seia dias, contener 1a mina de su palria; lo«
árabes se apoderaron de ella, y para el arU
miHlaT tuvo princípio la segunda época en 1a
segunda era de la bistoria.
Segunda época. En el año 7 14 los hijos de
los numidas, de los árabes, de los gétulos y má-
sUos, invadieron á su vez el territorío de fis-*
pa¿a, abandonando sus. ardientes climas» asi
como siglos antes habian abandonado los ra-
yos del Nortesus heladosyermos. Ya distinta^
veces habian intentado los hyos del Profeta
apoderarse de la Peninsula; pero unas vecea
rechazados y otros faltos de direccion é íbIq-
ligencia, babian tenidoque desistir de su amr
biciosa cmpresa. liOs pueblos que en esta épo«
ca invadieron ia Penlnsula erao bravos, só-
bríos, infatigables, endurecidos desde su in-
fancia en los mas duros trabajos, no temian ia
sed, ni el bambro, ui la rauerte, porqueMaho*
ma, su sabio profeta, les habia enseñado 4
considerar la vida como un tránsito al £den
de las huries cuando morían peleando contra
los enemigos de la fé. Este pneblo se hallaba
dividido en innumerables tribus, ardientes,
supersticiosas, y dirigidos por grandes adali^
des que eran á la ves soldados y geoerales.
Gu vano el rey hispano-godo Rodrígo, k^
pieseutó un ejército numeroso eu perfecto ópr
dqn de batalia. Giuco dias consecutivos pe^
Uíaron los hijos delNorte con los hijos del Me>
diodia. La caballería goda hizo prodigios de
valpr coroo que defendia sus tierras; pero se
balló con otra caballeria mas numerosa y
dietitra. EI centro y las alas del cjército godo
pelearou duraute los cinco dias con sumo valor,
recibieudo las sucesivas acometidas de aque-
llosejércilos sin táoticani órdeu de corobate;
pero inuumerables. Ya sea porque las alas de
los godosílaqiiearon, ó porque la tenacidad
belicosa de los moros no les concediese la
Goanto beiiios didio basta para lormar una I victoria, al sesto dla fué derrotado el ejércifo
idea de lo qoe era& las tríbus del SepteotrioD | godo, y Rodrígo, cou lo ruas ilorído de ao ca-
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M1
AaiB
iMllerki, M é hftMter e1 IMo M Ho Goadt-
IHe, testi^e de «q rafna.
ÍÁfB raom, despnes 4e eeta batalla» ae
apoderaroD eo peeos añoa de las ciudadeB go-
das, y solo don Pelayo» relirado á las moDta-
ñH de Astorías, pudo cob «Igunos f|ee )e si-
fpiieron, emprende^ deede alli 1a reconqoista
de flapafia. AlgoDos godoa ee retiraixHi tambieB
i las mont&fias de Ifamra.
La téciica de los moros no se redooia á
mas qoe acomeier al enemigo oon animoso
iKpetQ dando (erríbles nlaridos, i eaya f ri-
tería llamaban 4ili4l y algnzara. MeaelébaD-
86 despues con et enemigo, y en sns filas
esparcian la matansa y el desórden. Iste
era el prímitÍTO modo de pelear de los go-
do6, pere ni estos teniaD la sopersfietosa reli-
glot) y ereeDdas de los moros, o¡ tampoco ona
oabatlería tan escelepte. Los meroe creian flr-
mettieDteqoeel quemeria en buenapeleaoon-
tra los enemigos de su fé, U^a imnediataoreD-
ié 4 gozar en on paraiso de hermosos énge*
tes en tlgtira de donceltas.de puros ambftentes,
íl^reB. aromas, y de euanto el sablo Hahoma
supé hallar para aedueir á ms tribos árabes
y bárbaras é imbuirles sus creenoias, en ks
coates se envolrían grandes tirtodes, inclosa
la liospHalidad, en qne se íiizo lao lamoso el
]meble del Profeta. La cabaHería árabe se
eseogia entre to priaclpales farailias. Los
MoiaB, Aiarqoes, €omeles, Zegries, ÁbeDcer-
rages y otna Irtbas y fomilias innamera-
bles qoe del Alríca vinieron ¿ Hi oonquista de
ispafia, -eran ks qoe siempre pro^yeron
la brínante eaballería mabometaoa. Sus ca-
ballos nnmidaa y ¿rabea soo tos mas esce-
teHles qoe exiateD en el muodo por so do«
cHidad éinteRgencia^casi igual ¿ lade los sol-
ifades. ies ginetea erao diestros y animosoe
eomo S06 caballOB» acometian en tropel; si no
lograban romper 1a fllaenemiga huian para
reliacerse» y Toivtan ¿ la carga, basta quc io-
graban penetrar en el eenlro del eoemí^o.
CiHooces, abriendo brecha ¿ eo iofáotería es-
i)arcien eon esto por todos lados la matansa,
y todo este hacian dando terríbles alaridos
een los qoe aturdiuQ ¿ los eoemigos y elec-
trisaban ¿ los combatienles. La fnersa prínci-
fal de los ^ércitos noros era, como queda
dicho, la eaballería. La iofantería era menos
«omerosa y estaba serrída por 1a gente Ilana
de ias ciadades. Todos los moros eraii solda-
dos» iM tropan lleTabaa ielies , trompetas,
añafiies, sistros, tiorbas y abóes para llamar
Ins tropas, darías corapás para marchar, y mas
que todo, para aumentar la algazara iofemal
de los ooBibates. Los walieSf régtUo» y gober-
nad(»re$ de ias ctodades, maodabao siis res*
pectivas tropas y preseotaban los contingen-
tes de SU8 gobiernos cuando habia guerra, en
ei parage y hora que les mandaba ei rey, que
era el generalisiroo uato del ^ército. Alman*
aor [el Víetorioio)^ Abderramen, Aben-Houd,
Abdalla y oCroe reyes y waliea érabes son oé**
lebrei por ao vidor, lo tüliela é mm vfda-
ria8;perade niog«odae«abeqaeliaya qaa»
rido eatableoer en d ijérsilo te tietiea de las
masas y el órdeaaidado ea ioa oooAatM. 11
vigor, al ardiaiieato é incoDfltaooia alempm
ioquieta de los moros, so podia taoipooo lo-
lerar aqoel órden, qoe preacrlbia te ImmvíII*
dad, el silaDelo y U noda fríaldad ama loa
peligros. Laprísoipal divlsioo delpoebto ¿ra-
be y del moro desp^s, foéei tribm dirlgidas
por el mas anoiaoo 6 mas vaUante, qoe eiael
gefe de la tribo. Loa aoldadoa 4e laa triboa coo-
.<crf aban sas amaa au pas. Ko teniao en oa
príncipio e|érclto permaBeiite, porqae este se
formaba de repente eneasoa de gnerra. Loa ai*
ños V ios viejos Bolkb sersoldados, porqoelas
gnerrasde los moros eran steapre, ooaM> qoeda
dicho, coestion dereligloo. 8eio6ranadalleg¿
¿ preseotar €0,009 soldadosda aolosareciato.
Las tropas en campaña se mantenlaD del pllla-
ge y merodeo, y volvian, eonolaida te goarra,
¿ Bus hogares sío qoe eoBtaaan an aoto aeqof
ai seberaoo. Bl únioo ^jército qoe eatoa saate-
nten era un cverpo agoerrído y veterano de
oaballeria, mandado por los tUoaiáét 6 gober-
naderesdelas ferhileias Irentertaaa y por e&«
pifanee, Bombrados por el saberano y ^egifdea
entre tes mas valientes de cada triba. Bl QDÍoe
gftlardon que el monarca daba por aos serri-
cíos ¿ estos caballeros, eran ona peqoeña ba-
bitaciOD y uo peqoeño campo en te nilsma
froDtera, soflcieote ¿ so aobsistencia, la de aa
familia y sn caballo. Este sistema de paga ka-
cía qne, al defender estis tropas tes fronteraa
contra los espafiolea, defendieeen so propte
hacienda, y por le tento qne deaplegaseB
mas valor in los coml>ates y maa vigiteiH
cia durante la pas. Bate caballerte era bri-
ilante.
Los ¿rabes tuvieron mucbos y baenos Ubros
del arte mHitar, entre los cuales ea el maa ee-
tenso y luminoso uño que segon creeDaoa mt
existe eo nuestra biblioteca, j coDv^ria ad-
quirir, asi como otros mnchoe de todos los ra-
mos. Er^te libro trata con toda esteDsiOD del «r*
te de ffutrrear de los árabes y arroja no^a
lus sobre las costurabres de sos antigooa eoe-
raigos los persas, abisinlos, nobianos, ete.
Existen dos* €}emp1ares do eete obra, tegon
dice Mr. Reynaud, en la bibHoteca de Leyti«,
y e8t¿n demarcados con iosnúmeros92 y 4M.
Est¿ Incomplete y se copid esta obra en el
año 1 3115 de noestra era.
Los ¿rabes tenian varias especies de espa-
das distinguidas con los nombres de yematti,
kalaitat iHdvia,8erendib^ seltnanita, 4amm9-
quina, egipoia y franta ó enropea, y asi patra
el manejo de estas coroo para ei de las lanMs,
tenian una t¿ctica aniy esfeBsa. Teniaa leyef^
railitares muy sabias y ona orgaaiaadoB bee*
tante bien oonoebida, ooyos priDc^os ear*
gos eran los siguientes.
Cl efiHf , qae era el generat en gefe de ca-
da^érelto, flevaba d fo/^, (peadon éi '
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íom
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cIdco aloaides oon sof fobto».
Sl ideaide, qne lleraba ^r diatíitivo qo
*dm (gtnoD) f DiaDdaba á ciooo oakibis cod
sai secoioDes.
£1 nakib , qae IleTaba por distiotivo ooa
Uwa (eoseña) roaodaba á dooo arifes ooo ius
geates.
£1 arif, qoe Ueraba por disteUvo ua hmd
AaDdera) teoia á au eai|^ oiDeo nadlres cod
flKseociooes.
Bl nadir, qao Ueraba por disliotlvo nna 'ik-
U (gioeta) mandaba oche soldados.
BedQcieodo á avuneros el aoterior cuadro
ée gefes resolta to sifiriiieote:
£1 mtr, eqoivaleñte á los cóosQles rona-
Bos y generales actaales, maodaba*
GiDeo akaid^s, 25 tkikibs, 4S5 art/M, 6%5
naiirut J 5,000 soklados.
Ademas , existian varioe arratoeñ en ios
«CDadrooes > que afndabaa á los aloaides j
■akibs, y eqoivalian á noestros capitaoee* Lo
fse hoj m plaoa nia^ror ae conpooia prioci-
palmaile eo los (^ércitos árabes de tos sir
gaientes:
El emir'ol^iMéil (hoy gefe de estado ma-
yor) mapcabe el logar y (vrú&a para campar.
II endr de los rayib, qoe daba órdeoes j
ihpeDia los logares para forragear.
El dái, qae era el heraldo de) ejérctto.
loi nnir'al'tebifah , que se sitDaban ¿
vaaguardia , reta^ardia y oostades de las bi-
iefBs para faacer guardar la ordenanza » y lo
iBismo 80 loft escoadrmies.
hoskadi, qoe corriancon la admioistm-
oloD de Justicia en efejéreito.
Ademas habia un pagador y utros eficiales
decoeola y rason para d áiüan (oficina), mé-
dicos y cimjanos y alfaquis, qoe esplioaban
«n las aoleniaidades religtesas el AioQrmt y
wueánes que UamabM á la oraoieQ.
Los waUe$ roaudaban tas trofMS de las fren-
teras, y los alcaides de ks guadast (cindades) y
4e las akazabas (fortalesa^.
A cargo de les watíes fronleriBOs oorrian
los aprestos para la guerra , cabaliefiais y ba-
giges, conservacion de las lortifleaciones,
yagar ¿ los adalides (eapfas), y eiploradores,
la recluta de las tropas, el cjercisio de estes
en el maneju de las arroas en los infantes y la
caballería , cuider del rcievo de las tropas dc
leis en seis meses, qne estavleseD bieo paga-
das y alojadas separadaamUe para no moiestar
i tos vaor^éores, qoe oo robaseo ni íaltasen ¿
la ordeuansa , qoe no toviestn mucho oro y plata
^ losarreos para no encodidar al eoemigo, y
otras mucbas obiigacioues, como que los wa-
hes eran en Ins froiHeras lo que ios adelanta-
dosde los cribliatios y los capUaoea geoerales
de aqoellas en la sctualtdad.
La eaballeria é iBfanteria estaban baio e1
mismo piedc organizacion, y en las divisiooes
cnaodo el ejército era mtty nuQMroso, habi|
viTios evi«r«a.
Iios itdidJdeB dclas íroo&ms deMan eer de
la leia Boble de msüm, segoo las leyes ¿ra-
bes, y esto que epuotamos sirve para oo coo-
fuodirlos 000 loBe^^s. á ios ooalestratan de
viles ias leyes ¿rabes. Por lo tanto esta falta de
distiooien, que se observa sobre adalidcs y es-
pias en Peresde Hita y otroscronistns cristia-
nos, debeatriboirse al todavia no exacto cono-
cimioQto qne aqaellos tenian de los moros. Asi
ooflso los oFMkNM» de los moros estos ae ser-
vian de cristiaoos apóstatas y Judios 6 gente
maU, para el eervicio de ospias. Losespias eran
uoa espeoie de escuchas avaosados eo el pais
enemige ó cerca de sns tropas para lotioiar ¿
ios vralies bqs movimientos. Los espioradores
reooooolaii el terreno.
El wali podia hacer algaradas eo losterrí-
torios cristiaoas para eosancbar ios domioios
y hacer bo(io; peroosto debiahacer sin salirse
de las leyes estabieoidas sobre este punto. Gl
botin se dislribuia del modo siguiente: un
qolote para oi rej, segun ley dei Aleoran, Lo
restante distribuia el emir entre todos segun
su grttduaolon y merecinúeotos en la batalia;
pero cada uoo debiacargar ooo la parte qae le
hahia tocado.
Otras miichas 8¿bia8 leyes ycostombres
ppolijas de eoumerar, teoiaii los moros.
Las armas que usal>a la calmUería erao la
gumia (el punal), la tenza coo cola de crin dc
varios colores cn U roobarra, cimitarra de dos
cortes, alCaBge y sable. El alfange era rauy co-
mon y mas corvo que el sahle ; la cimitarra
era on alfange afilado por el eorte y por el lo-
mo, el cnal esip-imian vivamentc a derecha é
isquierda.
La infantería ¿rabe usaba Uaumia, la cn*
cfailla y i^na pica. Estaba tenida como armt
poGo prelerente.
La caballeria vestia eon casco, y ¿ este ar-
roüado el turbaute, doliman de maogas an-
gostas, calaones aochos , borcegui de color
vivo geoeralineote , alquicel, y capa rica de
seda; sobre este trage se ponia la oota de
malla, que al volver de la guerra se quitaban,
asi oooM) el casco, dejando solo el turbante.
Lastelasque usabaneran riquisimas, Ilcvaban
tombien adargas de gran precio, de las cuales
las me^iores selorjabao en Marroecos»
La iDfáoterla, compoesta de la geote del
poeblo, iba casi desnuda.
Los anteriores trages y armas no eran uni-
formes; pues cada tribu ponia punto de honor
en presentarse mejor quo las demas. Lainfan*
to»'ia sepr^ísentaba eomo podia.
Al rey bacian guardía ías tribus de caba-
Ileros OMS ilustres ; los Abencerrages fueron
los que roas desempeñaron cste servicio. £s-
ta especie de guardia real ucompañaba siem-
pre al rey y usaba un lujo verdaderamente
orieutul.
Para los sitios usaron los principales inge-
nios, quo tomaroii de los godos, pues cuando
li^jMoo ¿ Sspaoa au pr|Ddpal modío de ftta*
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qnc eran la escalada y el incendio. Déspues
tomaron y usaron muchos ingenios áelosgo-
dos españoles, cuya arma fué muy poderosa y
de gran importaucia en sns ejércitos. A me-
diados del siglo XII empezaron ya á usar la
artiUeria por el iUTento de ia póÍTOra qoe po-
seyeron los primeros y guardaron para
8i. Desde esta época el arte de los sitíos,
qne fué muy prlncipal entre ellos, ylas gran-
des pelotas de hierro qne arrojaban , segnn
las cróoicas refleren, en las plazas y en las
batallds. les proporcionaron un elemeuto segu-
ro para vencer. Tnvieron desde entonces gran-
des lombardas , airaque pooas, y con ellas
guarnecian los puntosmasinieresantesde los
muros y batian las plazas. (Véase artilleria,
segunda ópoca. )
La táctica. pnes, de los moros, dependia
únicamentc del impetn de sns pelotones , qne
se desparramaban por el campo y enTolvÍan y
atnrdian a1 enemigo con sn mucho número y
▼oceria. La caballeria atacaba con impetu tí-
goroso, y luego que las fllas enemigas estaban
rotasy quc era el primer periodo de so táctica
de ataque , mezclábanse los soldados, y desde
este momento pendia ei éxito del valor indivi-
dual de los soldados en cada hneste.
Usaban los moros de empailzadas en sos
campamentos y soUan rodearlos con cadenas
para impedir nn ataque de caballeria. Sus for-
tificacioncs eran muy macizas, los frentes es-
taban flanqueados con torres y tenian todas las
demas defensas que fueron tomando de sus
enemigos. Llevaban banderas y estandartes
cpn una ínedia luna, simbolo de su ley como
la cruz entre los crisitianos.
El modo de pelear de los moros, la táctica
de dispersion y las malas armas y defensa de
la infanteria esplican las grandes matanzas,
que scgun refieren las crónicas, hacian en
ellos los cristianos, que en ei momento en que
los obligaban á huir, destacaban sobre lossol-
dados desparramados su buena y nomerosa
caballeria , qne los acucbillaba y obligaba á
arrojarse á los precipicios y los rios. Alguna
exageracion debe exisür, empero, en esta cla-
sc de matanzus.
En lantoel espiritu de religion, quepara la
guerrase habia estendido entre los moros, fer-
mentaba tambien en los ejércitos de la Gruz.
Pon Pelayo sostuvo con éxito desde sus esca-
brosidades los derecbos de los godos, y desde
entonces empezaron á aparecer los ejércitos de
los godos reglados oira vez. En estos tiempos
aparecen los cargos de alféret, furriel y sar^
gento, lo mismo que los atamhores y clarinos
on lastropas. Eslos sederivaron de las boci-
na^ qiie hemos dicho usaban los godos, y
aquellos de unos panderos que se usaron para
anmentar el bélico ruido dela pelea; pero ya en
tiempo de los romanos en España , un pueblo
celtíbero enemlgo de ellos, tnvo, aegun citan
algunas crónicas, un (Uambor, cuyo parche se
habia becho de la piei de su gefe, muerto en
pelea contra km romanos, para^tarmtf ooa
su sonido á la venganaa en el comb«te.
El eepíritu de religion ereó despnes entrc
los crístianos las órdenes de caballerfa de San-
liago, Alcántara, Galatrava y despnes Montesa.
Sns caballeros eran monges y soldados; de-
bian pelear contra los moros, y fucron, como
veremos, nno de los brazos mas poderosos dsl
ejércíto cristianó. Este se habia ido hacieüdo
formidable desde don Pelayo, y los díTenoi
elementos de conquista crearon distíntos es-
tados y distintos etementos para Espaia.
Cuando se liegó á organizar la corona de Cas-
Hlla, el ejército se componia de las sigoieBtes
especics: 4.* el contingente de los pueblosde
reiUengo. Estos eran ios pneblos conqaistados
por ei rey de lamorisma, y que habiao segoi-
do naturalmente bajo la dependencia red:
2.* el contingente de los señores feodales.Ss*
te se formaba con las gentes de los territorios
dependientes dc ios señores qoe los hab^
conquistado, con las gentes pnnütíTas de sb
casa, que los faatnan poblado ó recibido de ia
muniflcencia de los reyes, ¿ los coales se tta-
mabau pueblos de señario 6 de soiarMüo-.
3.* los contingcntes de los pueblos de 6e«
hetria, loscuales elegiansus autoridades y ge-
fea independientes, y gozaban este foero, yi
por cesion de los reyes, ya por derccho depo-
blacion 6 de conquiala; 4.* el contingente de
los territorios dei clero ó de abadengo, ca-
yos gefes eran monges ó elegidos por es-
tos: 5.* el contingente de las órdenes milita-
res, las cuales babian sido creadas por los re-
yes para hacer guerra á la morisma. {Véase
ALFBREZ, ALISTAMIBrfTO, ORDENBS MIUTAIBS,
QÜINTAS.)
A estos conliogentes Uamaban meciiadas y
se reunlan eDdondeel rey losconvocaba, man-
dadas por suscapitanc^, ó sino los tenian porel
alférez mayor de lospeones que los regim^i-
taba y alístaba por compañias. La cabalierU
era el arma preferente, como queda dicbo, en
el ejército godo, y se componia de la noblesa
y de los mas reteranos y acreditados»
EI ejérclto asi reunido era mandado por el
rey en persona^ y obBerraba la tácüca de cen-
tro y alas en las batallas y todo io demas qoe
qneda dicho relativo á campamentos, sltios y
batallas.
La maquinaría, cuyo nso se restableció en
Franeia cuando las crusadas, formaba ud coec-
po separado; aunque no tenia gefes desÜDados,
y se servia en casos de necesidad por los mas
esperimentados. Los godos en csta época oa-
cian todes soldados, y los respectívos s^ores
de los pueblos, geíes de las behetrias , gober-
nadores y alcaides del rey y maestres de ias
órdenes miUtares corrian con presentar sus
mesnadas, de donde vienela contribuoionqiie
hoy sattsfacen al Estado los titulos de GastUla
por razon de ianzas. ^
En tanto, las ciencias Y ^^ ^^^^ ñorecian
con asombro entre los árabes: ¡a geoniedia.
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k arqQiteetora, la astrooomla, la qaimica y la
Dedicina tenian Damerosas escuelas entre los
moros, qiie formabaa sus bibliotecas y sos-
teDiao lucrativo comercio Con Leyante, cuyos
call/as, apoderados ya del imperio roroano de
Oríente, erau siempre sus aliados. Diclias es-
eoeÍBS produjeron á los sábios moros Aber-
foes, Rasis y Abeosoar, y produjeron la Zeca
de Cdrdoba, la Giralda de SeYiUa, la Albarobra
7 GeneralifedeGranada, el Miquelete de YaleoT
cla. En f U8 cantos preralece el espirita de dig-
oidad altiva, alegrla y viveza de su ra2a; los
cieDtos árabes y orientales nuoca morirín, y
sns romauees dejaron á los godas al género
métrico especial , con que cantaron al gran
coloso de 8u época, al Cid. A los moros somos
deodores de las primeras leyes de bumanidad
efllasguerras.
loteramente distinla era la poesia que se
desarroUó en los pueblos godos y germanos.
Los poeoDas dc Arturo, y de la Mesa redonda, el
antipo cauto de los Niebbeiungens y el poe*
ina especial del Gid, son los monumentos de
esta época lileraria. Graves, como la altivez
iDsiiotivii de estos pueblos» vagos como la so-
ledad de los bosques, fueron los cantos de los
germaDos; y fieros, altivos y atrevidos é inde-
pendieotes los de los godos. GarlO'Maguo des-
pnes dc haber detenido las victorias de los ára-
bes» á pesar de haber sido derrotado por los
españoles en Roncesvalles, convirlió su córte
Sennana on una sábia aca^emia de las cien-
^ y de las artes, dando orígen á los célebres
poemas posteriores ¿ su época. £i Gid, Garlo-
Magno y las cruzadas son las fueutes en donde
bebió su indole é inspiracion toda la poesia
de la edad media.
£i ejército cristiano ya estuvo en esta se-
gonda época dividido y subdividido bs^jo bas-
taote buen píe de organizacion.
fiallábanse mandadas las compañias por
^ffüanes, que nombraba el rey, generalmen-
te entre íos alféreces mas antiguos y acredi-
tados. Cada capitan elegia el üAférez para su
compañia cntre los mejores sargentos. Los
^Qtnlo$ se elegian tambieo por el capilan, y
^ismo lo8 cabos , todas las cuales clases
existian en eada compaúía con atribuciones
semejantes á las qoe posteriormente tuvieron
eo (<¿ tercios y tienen en el dia en l<)s regi-
oúentos. i^s capitanes de las mesnadas de
I^lria, eran eiegidos en sus mismos pueblos,
asi como las demas autoridades. Los seóores
leadales Dombraban para capitanes de sus
BBesnadas solariegas al caballero, page ó vasa-
IIo qne mas era de su confianza. £n las órde-
oes miiítares habia cargos por anügiiedad y
por cleccion entre todos ios caballeros en ca-
da una. Ademas cxistian los generales , {{mq
nombraba el rey entre los mas íamosos caba-
Ueros y capitanes, y estos tenian sus tenien-
U$. flabia sns aposenladores para proveer al
a^jamtento de las tropas. £1 pendon de cada
máoacU fiolarie^, real ó de bebetria era IIci
yado por an alférezó smiiero, El pendon real
era portado en las batallas por al alfirez del
pendott real, que era de alta categoría en la
milicia. Esta era la oflcialidad de los ^ércitos
en la segunda época. Ademas los reyes tcnian
¿ su lado durante las guerras algunas compa-
ñias, que servian al que mejor les pagaba, y
vagaban por el Mediodia de Francia princi-
palmenle» á las cuales se Ilamaba compañias
blanoas ^ brigantes , etc. A todos estos ele-
mentos reunian los reyes españoles cristianos
uua multitud de caballeros que por espiritu
religioso veniau como en cruzada á ayudarlos
en Us campañas contra los moros« y que so-
liau traer consigo pages armados y roonta-
dos , y algunos tambien genle de armas.
La marina militar de los moros fué bastan-
te numerosa, pero siempre inferior á la cris-
Uana» principaimente á las armadas catala-
na, aragonesa y oasiellana, qae llegaron hasta
prestar su victoríosa ayuda coutra los turcos y
los griegos, á cooquistar las Baleares y Sici-
lia, y á derrotar la armada árabe varias veces,
y una de cilas al frente de Gibraltar. Laredo
construyó las dos fragatas que rompieron las
cadeuas del Guadalquiyir cuando la sitió y to*
mó despues Fernando el Santo. La costa de
Gautabria se bizo famosa entonces por In bue-
na construccion de sus buques y su buena
marinería.
. £1 arte milítar todavia en esla época, su-
fria ias consecuencias de su retroceso cuando
la irrupcioo.de los godos y despues de los ára-
bes, ambos pueblos sin la táctica, organi*
zacion ni discipüna de los romanos. Con la úl-
tima legiou de estos yacia todavia sepultado ei
arte militar. La regeoeraclon por todas partes
se resentia de aquel atraso violento, y mucho
mas porque los primitivos adelantos que se
iban recooraodo, se veian modiflcados por la
indole diferente de los últimos pueblos domi-
nadores.
£n tanto, los moros ébnos de poder y de
fortuna, no supieron, como losgodos, mezclar
sus costumbrcs y su saogre con los conquista-
dos; pues su religion no era comun como su*
cedió á aquellos , y los creyeutcs de Muboma
eran demasiado fanáticos y altivos para des-
cender desde luego basta sus vencidos. £1 puo-
blogodoespañol, pur consiguiente, vlviaeula
calidad de esclavo, y la esclavitud recooocida
pronto ó tarde ronipe sus cadeuas.
£1 lujo escesivü que se desanolló entre los
moros en sus monumeutos y costumbres, ago-
taba el crario á la par de la guerra sin tregua
que les hucian los cspauolcs, quitándoles sos
mieses y cegando lamejor íucnte dc produc-
cion y riqueza, cual era entonccs la agricultu-
ra. £1 gobierno despótico de los moros no sa-
bia aprovecbar en pr<3 del £stado los clemen-
tos de sus súbditQS, y el gran capitan luego que
ía guérra concluia, el bucn ciudadauo cuaudo
la guerra empezaba, y el rico comcrciante
despues de esplotado, quedaban olvidados sin
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iAU
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tffsé ét Estado estiírttrfáirir str eistyfritti y aéelati
taiñletito para prosperidad eonnifi detenaeíiofi.
Por últtmo, )as anterfore^ causas, trrridaff a) iii^
caDsablé vigor de sus enemigos , y prifieipBk
mente á so propio espiritn inqat«0' y celoso
que les hacia inudar de reyes, diTidir territo^
rios, y consigutentemente activaí et Aiego de
la guerra civil y de la discordta, fueroa los que
arrutnatOTí ai pueblo árabe-españel, hacíéndcf^
le ttialgastar sus fberzas é implorar n(r poeas
yeces 1a mcdiacion ó la ayuda de los enemigos,
<iue debiera deslruir.
I7o carecíeron tampoco de fBcekmes niime^
rosas é irreconciliables los pueblos espaftoles.
Tambien llegaron hasta el punlo de ofrecer y
' dar su.^ armas ú los hi|os de Agar eontra les
misnios hijos de la Cruz; pero esta, qneera la
enseña constantc áe sus banderas Macía mas
de siete siglos , xfaostróse por fhi triunfante
para siempre en el afio 159?, enqoelosreyes
Calólicos Fernando é IsabeK con todas las co-
ronas de £spafia yu reunidas, metieron en Gra-
nada trinnfantes sus lanzas y banderas, qoc
llevaban la sagrada enseta de Jesns.
Desde metliados del siglo XI, en que los
árabes trajeron ú Espaüa la pólvora, usadades-
pues por los españoles á príncipios del si-
glo Xll, la arlilleria foé introducténdose pro-
gresivanicnte en los ejércitos, y efeetnando
una rcYolucion radical en el arte de la goerra;
de ella nos ocoparemos ya lo bastante (Véa$e
artuxbbia), y en la época siguicnte diremos
algo de so importante trascendencia en la
guerra y en la miltcia. Les reyes Gatólicos
usaron ya ias Umh€trda$ conTra^ los moros de
Baza, y del año 459ie data tambien en España
el ejército permanente, quc ios mismos insli-^
tuyeron. Desposeidos y esterminados como
nacion en España los enemigos de laCmz, las
órdenes mllitares fueron disneltas, qnedando
al rey sns fortalezas y territorios y los maes-
trazgos de aquellas, qoe se reasumieron en la
real persona. £1 ejército ya empezó en esta
época á tener bases y leyes fljas; y sfe reformó'
completamentc el arte milttar.
Tereera época, Traldo á Bspaña por los'
árabes el inTcnto de la pólvora y su aplicacion
á la arttlleria, empezaron á usarde esta en la»
batallas con grande admiracion y grave daík)-
de los españoles que no conocian aqoellas má-
qoinas. Hay quien dice, que los moros osaron
en la batalla del Salado de artillerfa, y las ra^
zones en que esto se funda son innegables
en vista de las crónicas que refieren aqoella
batalla, en donde habia ingenios cou que los
moros arrqjaban grandea pdotas de piedra
con grande cstampido, todo nemejante á lo$
rayos de la tempeUad,
Sea de csto lo que fnere, la artilleria ya foó
muy usada por los reyes Gatólicos, particular-
mente en los sitios de Ronda y Baza , como
queda dicho. Si bien la fortiflcacion iio varió
por aquella época su sistema antiguo, la tác*
tlca áfyl aUque de reTolnclonó complelamoAtQ
por cT n»o <la aqtfétk lerrtble ann». \m iDiqut>
nas teiYibles aut«B en nno, elariete, laeatapai-
ra, ftieron desapareciendo suceBivameute^basta
ser á ültlmoa del siglo XV enteramcDte reeih
plazadas por la afrtilteria. Las torres maciziai
que antes costaban tanta ssngre al scr asalti*
das, ahora eaian desplomadas á merced de ioi
tiros del eañon celocado á larga distancia. y
qoc^ por consigaiente evitabii< ia mortaadad.
Los campos de batalla, ée lo sangrientos qoe
antes eran peleando los hombres coerpoácuer-*
po, se eonvirtierofvahora en palenqae, eadta*
de, dándose la muerfe á distancia y no eDtraa*
do porelemento principatde vietoriaelimpeta
de ias masas, el triunfo se subordkiabaaltaleD-
toestratégicodel general antes queal vaior gro*
sero del soidado. Todo el arte nailiiar se revo>
lucionó. La táctíca dc ataque se rednfo ya á n
pian estratégica combinaNio. En 4 476 asaroa yt
los fhinceses coutraPueiiterrabia los zigsagif
Y en tiempo ée los reyeo Garóiiooa se usana
estos 000 las eai>a$ 6 trincheras para llegar k
eubierto basta la plaza.
Basta estaépocala táctiea de sitio sebibli
redttcido á fortifiearse en el campo conara li
plaza , privarla de toda olaae de socorros é
asattarla. Besde esta épooa^ la artilleria se eo»
cargó de desplomar los moroa y aportillar Iis
m^ores fortalezas para reducir al aitiado k li
snmision.
Bn 4503 Pedro Navarro, famoao ingeiáen
eapañol, apUcó con éxito la pólvora en la miBi
quehizocontraCastel-dil-OvoénNápoles, ydes-
de entonces ya se^ practícaron como ingeaio
principal de la guerra las minas , contraoinB
y todo el arte de gnerra sobterránea.
La fortiOcacíon por consiguiente safríó taa-
bien una completa revolueion. A los antigvNS
matacanes, torreones, etc, sustltQyeron loi
parapetos á pruefoa de cañon; las torres y do-
fensas adquirieron mayor solidez y ensaodie
para resistir mejor el choque de lás balas, ina-
cbo mas impetuosas qoe el ariete, y cuyosar-
tílleros no estaban como aquellos gaareddoi
de los tiroa de la plasa. Las torres antigoii
mal llanqueadas entre sf, y demasiado estr»-
cbas para permitlr el juego de yarias piens
á la vcz, dejaban á su^ frente sectores inde-
fensos por ruyo ospacio podíanse sio peligio
hacer escaladas. Bste inconvenieBle, prodflio
ei primer adelanto eo laiortificacion.
Constfuyéronso desde entooceá salieites
todas las torres de flanqueo, estas fuer*n fl»-
diflcadas, dieron origen á los balaaries, loe-
go nacieron los medios baluartes, y despacs
las tenaza$, oabaUero$, homab0q%ies y las de-
mas obras esteriores. Las altas moralias dd
sistema antiguo presentaban bianco fáeil al ca-
ñon enemigo desde los primeros disparoa, y
los muros por esto se construyeroo de poca
altnra. Luego vinieron los glasiM ó ctsp/oM-
da$ para ocuitar sMjor el asieoto de los para-
petos al fuego del enemigo y para maliipll-
car ao^ ü loo ftiogos. Do^prás bq nsarai las
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571
AKtÉ
578
/lee/^iHinefa», \osantecámino$cubiertú9,]M
obrasttvanzadas, traversas, caponeras, abro-
jo$;ie uülizaron lo3 aDtiguos potosde lobo y
pregresivamenle &e fneron muitiplícando los
mediofl pnru aumentar la defensa úa los atrin-
cheramientos. Toüos estos elementos de forii-
ieaeion fuerondespues felísmente combinados
IHn-YautMD, Golieorn, Gormontaigne, Derrera
Garch y otros iosígnes capltanes, llegando
i ftner el arte militar eo esta parte la gran
l^feccioo quehoytíene. (Véase fortifiga*
Qoy.) Con igual celeridad fuó adelaotaudo la
irtilerla. (Véase iiRmLBRiA.)
Al paso que el iitaqiie» la artilleria y la for-
tiflcaclon, adelontó tamblen la táctica de de-
km, y ia láctica y estrategia moderna, taa<
déodose las g^erras cada dla meuos san*
grientas desde el uso de la pólvora.
La infaoterla y caballerla por estas épocas,
recibieron en España nna organizacion per-
maBente. Permanentes eran ya los ejércitos
de easl todas las nacionefi de Europa, y los
reyes Católicos iDsti uyeron los batallones de
raiiicias provinciales, lo cual, y todo lo dcroas
p^eneciente á las tropasespanoles, y que en
esta redena general del arte militar, tenemos
qoe tocar ligeramente, esplicaremos con mas
esteosion eo su Ingar. En 446ise qoisieron ya
formar cuadriUas de hombies permancntes,
pero la nobleza feudal logró impedirlo. (Véase
EiBacrro, infantkiua, caballekia, artille-
m, GfOEMEROS.)
La prlmera institucion mililar permaneute
en España, ademas de las órdenes militares,
(JBecoroo hemob dicho,8e siiprímieron, fueron
lo8 guardias de Caslilla. Mas adelante llegó
la institucioD de tos famoáos tercios, nombre
que ya se daba antes en gcneral á las divisio-
nes militaresquesaliun ¿ pelear. El empleo de
tetiienies aparece en las orgauiiacioDeá du las
cusdrillas y compañias desde los reyes Caló-
Ucos.
El Dombre de tercios se aplicó indistinta-
mente desde los reyes Gatólicos á todatropa es-
pañola que se ballaba sirviendo en los paises
estraüos en donde se hacia la guerra.
Mas tarde en el año 4509, don Juan dc
ÍQStiia, en la ^uerra que hacia contra losroo-
n^cosdelas Alpujarras. empezó á organizar
i» compañtfls de los pueblos, bojo el mismo
Pie de los tercios que habia traido para dichn
^erra, de los cjércitos españoles de Flandes
y Nápoles.
En esta época existia en cada ejército on
wpitón §eneral, euyo cargo se derivó del ya
^iiDguidu de coodestable de Gastilla.
üíi tenUnte general por lo menos, auoque
esletltalo lellevaban sololos tenientes de ca-
fñtan general de la arlillerla.
ÜQ maestre de campo general, que sustl-
^ en las necesidades ai capitaa general.
Aqoel cargofué creado en tieropo dcFeiipe li,
7 et^faiia á U» actualcs gefes de estado
niayor.
473 UUSUOTJfCA POl'UtAn.
ün teniente áe maestrede eampo general 6
sargento general de baialla.
£1 cuartel-maeslre qiie corria con el alo-
jamiento en cada ejército.
Uq gran^preboste, que corria con la parte
iudicial del ejército, y tenia para su goarda
una compañia de peones y otra de á caballo.
Esie cargo se oreó lambieD en ticmpo de Fe-
lipe II.
Un ^titon, qoe lleyaba la bandera real» en
tropas doBde ei rey ó un capital general maD«
dase.
Cada tercio efttaba mandado por oo maeS'
tre de eampo, que tenia como segundo gefe
iuroediato á un sargenlo magor,
Et persooal de cada compañia era el si-
guiente:
Un capitan, qne tenia ona gineta (especie
de pica) por distintivo, corriacon la reclutapart
su compañia, y proponia los alféreces y sar-
gentos de elia al rey, para su aprobacion.
El capitan tenía un page para llevarte la pica.
Un teniente, que sustituia en ias oeceai*
dades al capHan, y llevaba por distiotivo uoa
alabarda. Este empleo no aparece en la or-
ganizacion de los lercios; pero si muy parti-
cutarmente en las milicias provinoiaies ó re-
servas.
Un alférez, que equivalia al actual teoieote
en su compañia, se debia eiegir por el capitan
entre los mejores de su compañia, y Ilevaba
una alabanla por distiotivo.
La voz alféres tienc su origen en la rait
hebrea pharaz, de la que salió lapaiabra phe^
rez, (que equivale á dwc militum, gefe mili«
tar), la cual fué usada en la edad roedia, y en
el mismo sentido que la de general, escri-
biéndose entonces at pherez del misiBO roodo
que la raiz primitiva. Estos ñlphéreces 6 gc-
nerales, degenerarondespueseii susatribucio-
ues Iiasta ei dia. (Véase alfbrbz.) Algnnos
han buscado, equívocadamenle sin duda, ei
origen de esta palabra en la raiz arúbiga farat
y otros en la frase romana aquilceferens ijfor'
lador del úguHa.) La primera que hemos da-
do 86 crec que es la etimologia roas exacta
de la palabra alférez.
A ias categorias dichas scj^uia en órdea
inmediato en cada compañia.
\Jq abanderado, que con igualesdistidtivos
y exenciones llevaba la bandera de cada com-
pañia, y cquivalia á lo que hoy es cl aiférez
y subteniente en cada una de aqueilas; uq
sargenlo, cuyas atribucioncs cran iguales á
las de ios actnales y ilevaba alabarda; un dú*
mero indeterminado de cabos de escuadra,
En cada compañiu habla 120, 460, 200 ó
mas soldados piqueros, eolre los cuales habia
generalmente para cada t20 piqucros 40 arca-
buceros, ios cuales se llamabao ia manga de
arcabuceros, y cubrian ei freote y áogulos de
ios cuadros.
Yestian estos soidados delos terctos el
trage del pais: calson corto y aocho acoclü«
T. III. 37
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ARTE
580
lUdOy de colores, medias y zapatos ó botas
de campaua alta, de ante, y sayo ó ]ubon de
manga ceñida; aunque en el trage de córte se
usaba doble, y bastante ancba la sobrepoesta,
abierta desde la sangria del brazo, y sin puño
é bocamaoga. Sobre este yestido se ponian la
coraza, que era de hierro ó de cnero, y en la
cabeza un casco de hierro con pequeña cime-
ra, asi como la espada que cada cual tenia;
pues cl armamento hasta años despuesnocor-
rió por cucnta del gobierno.
A cada soldado se daba cierta cantidad de
plomo, y él hacia sus balas, por cuyarazon ni
efitas cran buenas ni se sostei^a el fuego con
tanta viveza como ahora. Ademas no tenian
cartuchos y graduaban los soldados la pólvora
para cada tiro.
Guardias viejas de CastiUa se denomina-
ba entonces la caballeria ordenada semejao-
temente á la iDfaoteria; cada compañia tenia
por lo comun 400 cabailos, y ai cargar los
cuadros y masas» un número marcado de
«quellos en cada compañiaembestialosángu-
Jos, usando con preferencia la pistola. En
•tiempo dc Felipe IV se permitió de reai órden
•á la cabaiieria cl uso de las pístolas.
La gmrdia real entonces no llegaba á 300
liombres entre ia guardía española ó amarílla,
ia gnardia alemana, los escuderos á caballo y
archeros deBorgoña.
La artillería estaba encargada á oflciales
distinguidos y alguna tropa yeteraua. Los gas-
tadores y et cuerpo de iogenieros estaban to-
4aTia unidos á aquella.
Desde la época de Giríos I (V de Alemania),
se aplicaron ¿ las grandes secciones de los
ejércitos en campañalos nombresde vanguar-
dia 6 fnanguardiaf batalla (el centro) y re-
4aguardia. En estos tiempos, en que aon no
•existia el ministerlo de ia Guerra, todas las
•Glases, tropas y asuntos de la miliciadependian
•de un cons^o de guerra real, que se compo
nia de un número indeterminado de genera-
les, los coales fueron en tiempo de Felipe II'
ndocidos ácoatro, mas el capitan general de
artíUeria y el cofnisarto general de la tn/an-
t&ria y cahaüeria, Un secretario y un fiscaly
equivalentes ¿ los actuales del Suflremo cón
%¿jo de Guerra y Marina existian tambien en
el Cons^o de Guerra real, Los alistamientos
en cada compañia de los tercios se hacian por
el capitan, á quieu el mucho órden y número
^n esta parte, servia de particular recomenda-
•cion. Para las milicias se sacaba por voluntad
<ó por suerte uno de cada diez, y esto ya desde
los reyes Gatólicos. Los que debian admitir
cn losterciosespañoles debianserlode nacion,
y para esto servian los que vagaban engan-
Gfa¿ndosc en los ejércitos de Flandes y N¿po-
les; aunqoe esta clase de aventureros no era
oomun cn Españapor la poca aflcion delos na-
tiirales¿ la emigracionde sufértilpais,decuya
diflcnltadparaalistarvienesin duda la frasetan
comoo imer unafncaenFlandcSf para sig-
niflcar una cosa útit y dificil de consegoir,
pues las continuas gnerras de aquellos paises
hacian muy necesarios por sn proverbial valor,
fidelidad y por su nacionalidad ¿ los soldados
españoles, que eran los mas dífíciles de con-
seguir. Los tercios de Normandia, Sicllia, Ni-
poles, etc, hallaban mas f¿cilmente la gente,
porque de dichos paises eran mucbos los
aventureros. Gada compañia Uevaba el nom-
bre de su capitan y su bandera, ademas dd
guUm real en cada ejército y de la bandera
general en cada tercio. Los tercios españoles
eran mandados por el maeetre de campQY los
gefes de los tercios tssirangeros empezaron i
llamarse coroneles en tiempo dcGirlosI (Y de
Alemania), cuya denominacion existia yaeo
las tropas suizas. En las campañas del dDqoe
de Alba, en Ilalia, empezó ¿ estendersela pa-
labra coronel entre los gefes de terdos espa-
ñoles, y estos entonces oomenzaron ¿ Ilamar-
se corofte/ioa; las cuales despues de bastaotec
años recibieron el nombre actnal de rcgi-
mienlos para ios cuales sirvieron tambien de
base. Un tercio bien reguiarizado constaba de
4,200 ¿ 4,600 hombres, distríbuidos en diei
banderas ó compañias, de las cuales el tnoei-
tre de campo y despues ooronel, mandaba U
primera, ei sargento mayor la segunda y las
demas los capitanes del tercio. El número de
compañiasde cada tercio variaba de diez hasti
veinte; pero el número regular eran diez, qae
luego por real órden llegaron hasta doce.
En elaño 1567 foeron revistados por el
duquede Alba en Alejandría de Palla, conmo-
tivo de la próxima guerra. Los tercios, si-
guientes: ^
t .** El tercio de N¿po1es, con 4 9 banderas,
3,230 hombres, mandado por el maestre de
campo Alonso de Ulloa.
2.** EI tercio de Sicilia, con 10 banderas,
t,620 hombres, mandado por id. JoUan Bo-
mcro.
3.^ El tercio de Lombardíacon 40 bande-
ras, 2,200 hombres, mandado por el id. Sao*
cho dc liOndoño.
4.^ El tercio deCerdeña con 40 bandens,
4 ,728 hombres, mandado por Gonzalo de fira-
camonte.
Total de los cuatro tercios 49 bandeias y
8,778 hombres, loscuales, ¿ pesar de losnon-
bres estrangeros de los tercios, eran todos es-
pañoles.
Existian ademas 5 compañias
de lanceros ¿ 100 hombres. 500
Id. 2 compañias de arcabnce-
ros ¿ 400 id fOO
Total de la caballería. . » • . 200 cabaDos.
La sustitucion de la anterior füeraa se hizo
durante la guerra con tropas ¿ sueldo estran-
gehñ y con banderaslevantadas en los Paises
B«Jos entre los naturales.
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581
ARTE
m
NtdieyaeQ esta época podia sin órden ó
penniso del rey regalarisar y levantar tropas,
paesaqoel nombraba los capitanes, estos liactan
la reclota con arreglo á las instruccioocs (fue
pira ello recibian, y formadas sus compañias
coD ei número marcado, el rey ies abonaba el
biber det total conitantemente, cuidando di
dios capitanes del reemclazo de las bajas por
8i y de la propoesta de los alféreces y sargen-
tosparaellas.
Ya creemos haber dado bastante idca sobre
ei estado y organísacion progresiva del ejérci-
to españül durante los siglos XY, XYl y XVII;
bemos dado á conocer, aunque ligeramentc, la
fortiflcacioo, )a táctica é indole de nnestros ter-
dOB, de noestra caballcria y artilleria, vamos
abora á concluir con esta parte para despues
tntar en sentido general de la bistoria del ar-
(emiütar en estSLÍercera época, última, segun
BBestra primitiTadivision.
A medida que fné adelantaudo el uso y co-
Docimiento de la pólvora, ia fortiflcacion y las
táeticas fueron reduciéndose, bien que adqui
Tiendo mayores dimensiones, á un número de-
tenninado de reglas íIjas.Bn realórden de 28 de
joniode t(i3S, Feiipe lY, rey de España, ade-
nas, de fljar en doce el número de las compañias
de cada tercio español, cada una de 230 infantes
con la plaza de un capitan y sn page, un alfé-
res, on al)anderado, un sargento, dos atambo-
resy nn pifano, furriel, barbero y capellan, en
lotal 250; de fijar eu quince el número de estas
en lo6 tercios estrangeros; ademas tambien de
prohibir que cada capitan mande dos compa-
Dias á la vez; mandaba qne no usasen estan-
darte las compañlas de arcabuceros; que cada
soldado tuviese sn camarada para la economia
del rancÍH); que no se sentasc plaza á soldado
tlguio español sin cédula para ello del rey ó
del eapitan general; que el cargo superior man-
dase al inferior sin dislincion de naciones,
dando en igualdad de clases la preferencia á los
españoles» asi en individuos como en los cuer-
pos dei e]ército, ctc, elc.,y sobre todo en
dícha real órden se prescribió á los capitaues
U esplicacion de las voces que se habian de
nsar á las tropas, cuya voces solo eran las
signientes.
4 .* A las armas.
t.* Marchen,
3.* Formen de tantos por hileras.
4.* Arbolar.
5.* Silencio.
6.* A ia derecha.
7.* A la izqnierda.
8.* Media Tuelta á la derecha.
9.* Idálaizquierda.
40. Reháganse.
4 1 . Mltad de la derecha ¿ ia derecha y mi-
tad de la ixqnierda á la izquierda.
\t. Id. de la derecha ¿ la izqoierda y mi-
tad do la isqnierda ¿ la derecha.
. 43. Hileras, mitad de la derecha, media
Tneita á la derecha.
44. üileras, mitad de la iaquierda, media
vuelta ¿ la derechu.
4 5. Hitades de ias bileras, abrao opuestas.
46. llileras, mitad de la derecha sobre la
derecha y oñtad de la izquierda sobre ia iz-
quierda.
47. Perfilarse ó perfilense las mangas.
48. Hilcras, ¿ seis (ó al número que tuvie-
sen) sobre la derecha.
49. Hileras ¿ seis sobrc la izquierda.
20. Hileras segunda y cuarta, doblen el
frente ¿ la derecba (ó la izquierda): si tuvie-
se ei escuadron seis de fondo se dirá: segun-
da, cuarta y seslu, doblen el freute.
21. Los que doblaron el frente, ó el fon«
do, etc.
2i. Truequen los oostados (puestos ú iii
gares.)
23. Observen las distancias.
24. Derribar picas.
25. Galar picas.
26. Ocnpar la distancia do pelear.
27. Caiarcuerda.
28. Dar la carga.
29. Glaven las armas.
EI claven cuerda equivale ¿ la actoal voz de
formen pabeUones; pues entonces se formaban
estos cou los arcabuces at¿ndoles h¿cia la boca
con cuerda y dando base ai pabellon separan-
do unas culatas de las otras; los mosqoeteros
clavaban en hilera sus horquiUas y sobre eilas
aflrmaban los mosquetes, y los piqueros ¿ di-
cha voz clavaban en tierra los regatones de
sus picas.
I^s armas de fuego en 4632 tenian ya su*
ma importaucia en ios ejércitos, y por eso en
cada 420 soldados se solian tener 80 piqueros
y 40 arcabuceros.
£1 servicio de plaza, campamentoSi rondas,
bonoi es cou las armas, todo era ya igual al de
nuestros dias, ¿ mediados del sigio XYll.
H¿cia el año 1684 se sustituyó en Iosejér«
citos á la cuerda-mecha de las armas de fuego
la llave de rueda; á la qnc sustituyó la de pati^
lla, iuventada por el español Juan de Hoces, por
cuya razon dicha Ilave, que se adoptó en todas
las nacioncs. se llamaba llave á la etptñola.
Yamos ahora ¿ decir algo sobre el órden
t¿ctico de los famosos ejércitos españoles cn
el periodo que nos ocupa de la tercera época.
Aotes de todo haremos mencion de las ban-
das como distintivos en estas épocas: una
banda de derecha ¿ izquierda, era Hevada
por los generaies y gefes: los capitanes la Ile-
vaban de izqnicrda ¿ derecha.
£n cl órden demarcha, cuando el ejército era
grande y el pais despoblado ó escaso de rc-
corsos, el ejército marchaba dividido en sec-
ciones distantes uoa Jornada una de otra, do
manera que labatalla ó cenlro pernoctabaen el
alojamiento que la vanguardiaó manguardia ha-
bia dejado aquei dia^ y la retaguardia en el que
la batalla dejara. £n lavanguardia solia reuolrso
la mayor parte de las tropas Ugeras y los bata-
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583
ARTE
B81
' llones de gastadores pcrtenecicntes á 1a arti-
lleríu para allanar los obstáculos, compODien-
do paentes, ctc, y algunas piezas ligeras de
artillería á vanguardia, solian irsiempre man-
dadas por el maestre de campo general se;jni-
do dc 6US ofíciales y compañia de á caballo.
Sn la batalla iba la parte sólida del ejércilo, \o»
hombres de armas, la cabaileria é iufantería
prlncipal, la artilleria, etc. En posde la arti-
llcría y su tren. con ia escolta correspondienle,
solia ir el graii prebosle con cl bagage, per-
trecbos, etc. la retaguardia era igualmente
numerosa que la vanguardiay batalla. Enc^tos
tres cuerpos iban compafiias de corredoren ó
esploradores para reconoccr los barrancos, era-
boscadas, etc, trabajando porlus flancos. Los
capitanes tenian obligaciou de proveer de
gnias ó prácticos del pais á sus compañías, pa-
ra que yji en cuerpo con las dcmas, ó solas, si
eran destacadas, no carcciesen de nolicias del
lerreno. Las compainas solian marchar por bí-
leras de un frente de 90 liombres, lo cual era
f¿cil; pues la de los tercios y coronclias mar*
chando unidas entrusi y Ilenando un fondode
60 hombres, compoiiiun 1,300 bombres, que
era próximamentc untercío. A esta formacion
86 llamabaeua(¿ro de gran fondo. La caballeria
gaardaba siempre una formacion análoga á la
de la infantería é iba, para roayor seguridad
de an ataque impreTÍslo, á los costados de la
tofaotería. Este era generalmente el órden de
isarcha, poea segun las oircunstancias del ter-
reño, situacion ú objeto, Tariaba aquel.
Et órden para dar una batalla en pl si-
glo XYI era el sigoiente: antes se revislaba
el número de fueraa de cada compañia, y lue-
go 86 dedocia el total con que se contaba. El
^ército 80 distribuia por ei capitan generat,
aeonsejado del maestre de campp, eo tres par-
tes, el cuerpo derecho, el del centro y el de la
izquieráa. Esta dí¿(ribuciou hacia dicho gefe
eu prescncia de las listas hechas de los (ercios
y escuadrones, y segun el terreno para gra-
duar la fuerza que se habia de destinar ¿ cada
punto.
En lamitaddel sigloXYI, las armasde fue-
go, aunqoe muy usadas, no habian su&tituido
completamente á la pica. Las formaciones de
los tercios 6 coronelias paradarla batalla, se
hacian unas veccs en cuadros de gente ó de
testreno, que coosistiaa como los actuales, en
presentar igual frentc en las cnatro caras: tam-
bieu usaban las maias de gran frenU\, qiie
eran lasque presentaban, por ejeinplo, en un
tercio dc 4 ,i00 hombres, uii frentc de 60 por
nn iondo de ítO, v por iillimo se usaban tam-
bien las matae de gran fondo, que es el drdeo
que hemos esplicado para las marchas. A estas
fuerzas. que eran todas de piquero:^, se agresra-
ban ÍBsguarniciones, que era In seccion dc ios
arcabuceros encada tercio, y aquellas se Cí^ten
diau en hileras por los ángulos dc las masas ó
ciiadios. De las guarniciones se lomabaii las
fnangae, queerao pelutones de arcabaceros, los
cnales se distríbnian eomo nncstras gnerríHtt
actuales, en parejas de á dos hombres eqnidis-
tantr's, alacaban de frcnte, y cuando las nasas
cerraban con el enemigo, se replegabao i dí
punto marcado á relaguardia ó á los eostados
de cada masa, y estas y las guarnlcionei,
al cfectuarse el choque, disparaluin sns area*
bures á quemaropa. y haciao un efet:lo IM
terríble, que conlribuian raucbo siempreal
éxilo de la batalla. Los roaestres de campoó
coroneles, y los sargentos mayores leoian el
rleber de conservar sus tercios bien :n«lruidos
on todos tos nu)Timientos y evoluciones. Desda
principioá del siglo XYl se conocian y usabaa
enelojércilo espadol los rooTÍmientos y cto-
laciones regulares. La caballería %e fonnaba
tambien en (res porciones para proteger en la
retirada los tres cucrpos principales de la bt-
lalla. Los arcabuceros se eslendian por los eos-
tados dela línea de batalla, y cuando seda-
ban las carfrns, ya sc ha dicho eómo, se sepa-
raban 45 ó 20 de los coslados y cmbéstian per
los flancos, para lo cual era muy úlil la pislo-
la. Vn escuadron volantc iba síempre ilai
inmediatas órdenes del capilan general para
dar un golpe de mano en doude noas falta hi-
ciese. Los fulconetes de la aríilleria Jngabaa
avanzando ol frente, solian seguir i los ter-
cios al cargar haciendo fuego, lo cual prodncía
un efecto muy bueno. Los falconetes se reli-
raban á un puntode retagiiardia como las gaer*
ríllas. En el centrode la línea de batalla,4e-
jaban los escuadrones nn espacio para la arti-
tlería, y atli se colocaban de frente las pie-
zas que prímero habian de jogar, seguian las
Jemas en column^, y todas con la fuerza des-
tinada ¿ su esrx)lta. Detrás de la artilierla íba
et bagagc siguiendo á los carros de monicio*
nes y dn perírechos, el gran prebosle, el caar-
tel maestre, oficialeB dejusticia y deni»era-
pleados de esla clase. A relaguardia y á dis-
lancta conveniente para revisar de noa ejea-
da tüdo el ejército. iba el capitan general ooo
los generales á qnienes no habia cabido logir
en la forroacion de la balulla, la compañia ét
oOciales distin^oidos y .^lüados montados, el
escnadron volaule y U escolla del roaealrede
campo, quc roas que oadie debia vigtlar la
buena coiocacion de los tercios. Encendida la
pelea entraban en ella lodos los gefes y ofi-
cialcs alentando con su cjemplo y sus vooes,
cargando con sus escuadroues donde roas pre-
ciso era, y cambiando, segun la necesWad,
algunas masas de un punto á otro; annque es-
to pocas veces y con gran peligro; pues el soW
dado aturdido en el corabate no conserva toda
laserenidad necesaria para eToIocionar l)aio
el fuego del enemigo. Esle era el órdeu gcne-
ral; pero asi como abora, el plan de balalU v;*-
riaba segun el terreno, clase de enemigo. eic,
Elórdendé rcvisla, ique aun nose couo-
cia la netiial dcnominaeion de fiarada) era en
una llnea generalmente prolongada. Eq )os
flancos se situaba la caballería. U iaíaBteffift
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ARTB
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H ooloeaba en linea en el centro con dieabi-
leras de foudo, r de frente lo que alransaba ca-
áa tercio ó coronelia. Al frente dcl tcrcio ó es-
caadroD se coiocaba fuera de hoea la bandera
6 e^fandarle de cada uno escoUada por dos
soldados. A doscientospasos de la líuea defor-
Biacion se colocaba la artiilería dividida cn
beterias y piesas, y con el correspondiente
Dúmero de sirvienles y escolta. £n la misma
línea y ¿ vanguardia de cada ala solian colo-
carse iseis pieias, iuego un par á cada lado de
h linea yendo bácia el centro, iuego á igual
distancia quc las primeras y lus anteriores,
otras seis pieias, y en el centro de esla liuea
sTaozada, toda la demas artillería y sus sir-
vieDles. Todoesto, asi como losórdeues aote-
riores, era muy variable.
Desde el tiempo de los reyes Católicos, ias
tropas llevaban el peso al compás del tnmbor
y de los pifanos, asi como la marcba por hi-
leras, lo cual trajo de Italia Gonzalo de Ayora,
capitan de la guardia amarilla. Costó bastante
iBtroducir entre las tropas este adelanto de
lanfa iroporlancia para la táctica, pero ya en
tiempo de Felipe II se habia arraigado.
Desde el año 4C32 \28 de junio) reinando
Felipe lY, se introdujo ya para los cargos mi-
litares como imprescindible el permiso real.
Para que en nuestra ojcada sobre el arte miU-
tar UDiversal. aunque li^'era, no se pierda epi-
sodio aiguno de importancia, vamos á dar una
idea de la ciencia de la guerra tal eual se ba-
ilaba entre los indios cuando la conquísta de
América, concluida por el inmortnl español
Bernao Córtes en el añode 452t en cl iraperío
de Mejico; por Francisco Pizarro en el año
de 15i6 en el Pcríi, ácuya conquisla se siguió
ioiDediatamcnte la de Chile y dcl Paraguay.
CuaDdo Ilernan Córtesemprendió laconquis-
tadel ifflpirío mejicano Iialló cn él un pueblo
TalieDtc, dócil y bastante bien goberuado; |)e-
ro muy menos rico quc el eur<ipeo en iluslra-
eioD y saber, y por consecucncia, comparativa-
meDleal nuestro, casisinartemilitar. Losejér-
cilos iudios eran muy numerosos; pero poco
temibles por no poseer táciíca alguoa de com-
bate; pues, salvad algnnas zalagardas y estra*
tagefDas ingeniosas, todo su sislema se. redu-
ciai abogar con la embeslida de mucbos la
bueste del eoemigo. peieando con valor. Como
>nnas arrojadizas usaban los indios la piedra,
dardo y flccba: como armas de maoo el cbu-
20, la espada, la azagaya, lamaza, el bacba,
elcuchillo y el palo. Estas ofensas les fueron
ioútiles por la terrible ventaja de sus conquis-
tadores, que peleaban con armas de fuego y
desbardtaban y di<:zmaban á las masas de ata-
qae antes dc que pudieran llegar á las manos.
Como armas dcfensivas usaban algunos indios
(pnes los mas iban casi desnudos) una especie
detejido ó camison, que les guardaba el cuer-
po de las flecha:^. Los españoles les Ilovaban
ia Yeutaja inmensa de su trage y de sus arma-
dwas contra Us que se que^bon Us flecbaB
de los iDocentes indios. Los españoles tenian
la caballerja , con que desbarataban y hacian
pedazos á aquellos, que ni aun conocian esta
arma. Durantelos combates, los indios cuida-
ban mucho de retirar los que caiau muerlos ó
beridos para que los demas no desmayasen y
el enemigo no se alenlara.
Las distintas naciones qne entraban en 1a
composicion de los ejércilos indiot» se distin-
guian por los colores de los plumages é iban
mandadas por sus caciques, que eran comogo-
W t nadores de las proviocias. Losprincipes, los
iv^es aliados y los caciques lenian obligacion
de concurrir, con la genle que el rey de Méji-
co les pedia, al lugar qiK; se les mandaba. £1
cj^rcicio de las armas era mas bonroso auu
entre los mejicanos que el sacerdocio. Casí to-
dos iosnobles seguian esta carrera y todos ellos
apronlaban al rey los conlingentes que les cor-
respoudian segun sus bienes. Los Jóvenes me-
JicaROS,despues de recibir iainslruccion y edn-
cacion elemeutal, (|ue se les daba en dos cla-
ses distintas y sucesivas, pasaban á la tercera
clase, que se reducia al ejercicio del salto, la
carrera, cl pugilato, la esgríma de todas sui^
armas, y á todo cuanto conceruia al arte de
guerrear, teniendo que sufrír el bambre, la sed ,
la intemperíe y demas privaciones propias de
la milicia. Los hijos de los nobles, que al salir
de los semiuariosprcferianlasarmas á lascar-
reras civiles y al sacerdocio, entraban eo una
cuorta clase mas peuosa todavia é ingresaban
en los ejércitos, teniendo que llevar al bombro
sus armas y bastimentosparaque perdiesen la
vanidad, seacostumbrasenal trabajoyconocie-
sen las penalídades de la carrera que querian
emprender, exigiéndoles para ser adniitidos en
las armas quc no mudasen elsemblanle.al bor-
ror de las batallas, y que dieran alguna prue-
ba de valor, lo cual cslimiilaba á los reciutas,
qnc por eslo solian ser valientcs hasta la teme-
ridad.
La guerra era entre los mejicanos la mas
honoríflca carrera, y por etla subian los plebe-
yos á ser nobles, y unos y otros asccndian i
las mas allas dignidades. Todos los puebloste-
niao su guarnicion militar determinada, y los
soldados gozaban sus fueros de distincion
eutre el paisanage.
Los ejércitos, que nl llamamiento del rey
reuBian íos caciques donde aquel se lo orde-
naba, eran numerosísimos, y sedice que llega-
ban á constar en lienipo üe Muteznma, último
cmpeiadorde Méjico, de 3,000,000 de bom-
brcs solocon las Ituesles üe treinla poderosos
cac{</u<?ssuyos, cadaunodeloscualesdicenque
podia presentar 400,000 hombresen campaña.
Üemas de estos 3.000,000 habia el ejército
que podian leunir los olros cact^u^^, bien que
ineuas poderosoíí que aqncllos. Los ejércilos,
pues, sereunian con facilidad por medio de los
caciques, que cuidaban, como los duques y
conües enU-e los godos, de tener siempre bien.
apercibidos sus contingentes. £1 rey era el ge«
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AETE
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neralisimo nato del cjército del imperio, y si
alguna vez (may rara) faltaba el rey, supHale
en el mando dol ejército uu capitan general,
que el mismo rey nombraba, y yaá aquel ya á'
este los coct^ues obedeciao, bien que sin per-
der el raando en gefe de sus respectivos ejér-
citos. Eu las batallas se desbacian al momento
los mejicanos de las armas arrojadisas y cer-
raban cuerpo á cuerpo y arma á arma con sus
^encmigos; aunque preferian hacerlos prísione-
ros á matarlos, piies de aquel modo presenta*
ban mas victimaspara los sacrificios á sosdio
ses. No por sacriQcar victimas y no poseer la
escritura y la pólvora, eran rauy iuciviles los
roejicanos, pues á mas de su boudad y talenio
naturales, sabian esplotartodaclase de minas,
aconar oro y plata, trabajar las piedras precio-
sas, tejer telas, todas de nua especie de algo-
don que daba el pais, bacer caUadas, fa-
bricar armas y otros muchos conocimientos
en que no cedfan á las naciones de aquende
los mares.
En los ejércitos tenian varias órdenes mili-
tares para alimentar el espirítu y el booor,
mny semejantes á las que en España exis-
tieron con tan buen fruto contra los moros.
La primera órden miiitar de Méjico se compo-
ntd solo de los nobles de real alcurnia, de la
cual tomó el mismo Moteznma el bábito para
darla mas lustrc. Traian los de esta órden ata-
do una parte del cabello con una cínta roja, y
entre las plumas cou que adomaban la cabeza
unas borlas tambien rojas, que pendian sobre
Jas espaldas mas ó menos, segun las hazañas
del ordenado, las cuales se contaban por e1
número de las borlas, aumentándose la canti-
dad de estas a1 paso que las hazañas de cada
uno, con lo cual en el mismo distiotivo de la
órden se comprendia la gerarquia de cada uno
en ella.
Oiras órdenes mililares, auuqoe inferíores á
esta,habiaenel impcrío deMéJico, que asi como
la anterior, habian sido por Motezuma insti*
tuidas, como eran la de la$ dyuilas, la de los li^
gres, la de los leones. Los aOliados en ellas lle-
vaban pintados en tíl manlo de la órden un
águila, un tigreó unleon por distintivo, segun
la órden.
Para dar la batalla el ejército se ordenaba
deirente, aunque sin alas; pues el éxito de la
victoría ñe subordinaba al empuje de la muche-
dumbre y al valor y destreza individuai. El
capitan general con su numerosa guardia era
Ilevado en unas lujosas andas de roioioy se s¡-
tuaba en el centro con el estandarte real en la
mano; pues solo á él se conflaba esta honra, y
esto en trances de mucho apuro, pues la pérdi-
da del estandarte cra para los indios la pér-
dida de la batalla. La forma del estandarte era
mia red de oro macizo peudientc de una pica,
en el remaie muchas plumas de varíos colores,
1o cual enccrraba su misterio y superíoridad
entre tos muchos penachos, plumas y tintes
que us^ban aquellos ejércitos, de cuya orga-
nizacion intcríor y gerarqnla apenas se cono-
ce mas que lo que queda dicho.
Las ciudades de los roeiicanos estaban
casi todas fortificadas, y su sistema de for*
tificacion, ademas de utilizar los rios y de-
más accidentes del terreno, consistia prínci-
palmeote en lo siguiente. Laís ciudadesestaban
rodeadas de una especie de muralla becha de
gruesostroncosdeárboles clavados á lamanera
de nuestras estacas, y apretados eij^e si de
modo que las junturas sirviesen ¿ los defenao-
res para disparar sus dardos y flechas. No nsa-
ban lorres pam flanquear, traveses ni otra de-
fensa alguna. Al llegar á cerrar la muralla
cuando concluian estas forliflcaciones, conti-
nuaban fijando los últimos troncos en tierra,dc
manera que, separados por la parte de adentro
de los primeros ya clavados, formasen una es-
pecie de curva en espiraló caracol queveniai
dcjar la enlradadelaplazaenformadcuDacalie.
fin esta calleópasadizo situaban losindlosdosó
tres garitas ó castillejosdemadera, quediflcai-
tando el paso al enemigo, servian tambien de
abrigo ¿ los centinelas y defensores. En las
calles de la ciudad construian muchas barríea-
das y en el centro de ella tenian su plaza de
armas.
La marina indio-amerícana laformaban sio*
náfflcro de cunoas mas ó menos grandes, des-
de las cuales lanzaban los indios sus flecbas,
dardos y piedras, si combatian de lejos; pues
en los abordages, .usaban las mazas y dcmas
armas de mano.
Méjico y alguna otra gran ciudad tcnian
doble recinto y murallas de piedra y argama-
sa con castillejos que las flacqueaban, ó cer-
raban el paso de una calzada» una garganta ú
otro accidente delterreno. El gran territorío de
Tlascala estuvo cercado todo, y pordonde
no habia montañas, de nna muralla somejante
¿ la de la China.
Este, pues, era el poder y orgaDiAicion
militar del gran iraperio mcjicano. Pero aqnc
llos numerosos ejércitos, aquel órden tan si-
bio, aquel valor tan grande y el amor á la in-
dependencia patria cedieron ante la artillerit,
caballeria, la t¿ctica, y masque todo á ia poH-
tica de un pnñado de bombres, acaso menos
grandes, pero mas s¿bios que ios mejicanos.
Tan cierto es qoe las cienclas y las artes con-
curren X)omo elemento único y segaro dc la
víctoria en el arte militar. Ademas con las ar-
mas se esclavizan las naciones, con la sabia
politica se conquistan. Hernan Górtes, mas qne
¿ los tríunfos de sus soldados, ¿ ios de sa bá-
bil politica debló la conquista de Méjioo.
£1 Perú, Ghile, y el Paraguay teoiau ooa
organizacion militar poco diferente de la de
los mejicanos, y fneron por Iguales raaones
bien prento sojuzgados.
Yaque hemos habladodel aricde la goerra
enel Asia, Afríca, Europay América, pudíéraoioi
deciralgo sobreios usos militares y ejércitos
de esa nueva parte del mundo liamada Ocea-
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ARTE
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fiia; pero el estado de iDCivilisaciOD en que se
hallan todtTla estos paises y las pocas partica-
liridades qne ofrederon aqoelios en so des-
eabrimicDlo nos obligan á continnar el relalo
iaterrampido de la terc^ra époea müitar qoe
008 ballamos refiriendo.
Coocluidas' estas particularidades necesa-
rias á la bistoria particular del arte militar en
general , pasaremos á dar una idea del estado
general de Eoropa en esta tercera época para
tocar asi, aonque lígeramente, la gran historia
del arte militar en los tiempos modcmos.
En la primera mitad del siglo XVII la Eu»
ropa ae hallat>a dividida en Tcinte y cinco es-
lados 6 oaciones, oonstituidas del modo si«
goiente:
Seis naciones de primer órden , que eran:
/ laEspaña, la Turqnia, la Sauta Sede, el Santo
Imperio (Alemania), la Vraucia y la Gran Bre-
taüa.
Ocbo naciones de segundoórden, que eran:
Teoeda, loe Cantones suizos , Holanda , Dina-
marca, Soecia, Hungría, Polonia y MoscoTia.
Cioco potencias de tercerórden: la ix)rena,
Saboya, Toscana, Génofa y Malta.
Por último, seis estados de cuarto órden:
Urbino, Mántua, Módena, Luca, Ragusa^y 6i-
nebra.
Estos Yeinte y cinco estados bajo la forma
poUtica contenian:
Cioco monarquias electivas: la Santa Se-
de, el Santo imperio y los reinos de Dinamar-
ca, Huogria y Polonia.
Doee monarquias hereditarias: el imperio
tarce, los reínos de España, Francia, la Gran
firetana y Suecia, los grandes ducados de Mus-
coTia yToscaoa, los ducados de Loreoa, Sabo-
ya, ürbiDO, Mántua y Módena.
Ocho repúblicas: Holanda, los trece canto-
nes suisos, Yenecia , Génova , Ragusa y Gi-
nebra.
Por último, Malta, que era una especie de
repúblíca militar y eclesiástica á la vez » en
la cual uco de sus cabaUeros era obispo á la
par qoe principe y tenia nn couYento por pa-
lacio, la mar por campo, una Isla por abrigo,
ooa galera por arma, la cristiandad por patrla,
por cliente el cristianismo, por medio la guer^
ra ylacivilisacion por objeto.
' Las dos repúblicas de Andorra y San Ma-
riDo se omiten por pequeñas.
Las ciDCO monarquias electivas estaban
iotervenidas ; el papa por el sacro colegio y
los conctlios; el emperador de Alemania por
ios electores y las dietas; el rey de Dioamarca
por las cinco órdenes del reino; el rey de
HoDgría por el palatinado que Jozgaba al rey
coando ei poeblo le acusaba; el rey de Polonia
por los paiatinos, los grandes scñores y los
ooncios terrestres.
Las dooe monarquias hereditarias eran ab-
tolutas, meoos la Gran Bretaña, limitada por
las doB cámaras del pariamento , y la Suecia,
eoyo tnmo fué clectiTO bastaGustaYO Yasa y
estaba limitado por sus doce cons^eros, por
ios Tizcondes de los terrítorios y por eí co-'
mun casi soberauo de Stokolmo.
De las ocho repúblicas, cuatro eran arísto-
cráticas; Yenecia, Ragusa, Ginebra yMalta.
Treseran mixtas: Holauda, GénovayLuca. Una
sola era popular , la Suiza. La Suiza y la Ho-
landa eran federaciones y ya queda dicho lo
couTeniente de Malta.
El Santo Imperío era ona federacion de no-
Tcnta y ocho estados, que bajo distintos géne-
ros de gobierno componian la Alemania, go-
beroada por el emperador. Este no tenia de
renta como emperador muchos millones; pero
como rey de Bohemia y archiduque de Austria
era mucho mas ríco. Soio de la Alsacia, Sua-
bia y el pais de los Grisones sacaba casi tan-
tos millones de renta como en Alemania. El
ejéicito reunido de Alemania en trancede
guerra general era inmenso; porque la fede-
racion loeratambicn en territorio y poblacion.
Llegaba á 200,000 hombres, que equiva^en hoy
á on ejército de 4. 000,000 desoldados.
El duqne de Saboya era poderoso. Era
marqués de Suza, Gleves y Saluces, conde de
Niza y de Mauriana y tenia mucha renta. Era
aliado de los suizos, que deseeban un vecino
tranquilo; lo era de la Francia que le necesi*
taba para tenerle como frontera contra los
principes de Italia y compró su amistad ¿ cos-
ta del marquesado de Saiuces; era aliado tam-
bien de la casa de Austría, que le necesitaba
para que diese paso ¿ las tropas del Milane-
sado contra los Paises Bajos, y en fln, lo era
asimismo de la Alemania como descendiente
de l03 prlncipes de Sajonia. EI duque de Sa-
boya era iuespugnable ; pero como tenia pre-
tensiones contra la república dc Ginebra, sobre
el Monferrato contra el duque de M¿ntua , y
sobre la Acaya contra la Soblime Puerta, no se
hallaba muy seguro.
EI gran duque de Toscana tenia uu pais
que se Ilamaba el Esiadode hierro; una fron-
tera de fortalezas y otra de montañas , roillou
y medio do escodos de renta, mucbos millo-
nes en su tesoro y dos miilooes de Joyas;
38,000 iofanles, 500 caballos , diez y nucTe
galeras y galeones , su arsenal eu Pisa, su
puerto militar en la isla de Elba, y en Liorna
su homo de galleta. Era aliado de la casa de
Austria por matrimonio, del duque de M¿ntua
por parcutesco; pero la Córcega le indisponia
con Génova; la cueslion de Ilmites con el du-
que de Urbino, meaor que él; la rivalidad le
iudisponia con el duqoe de Saboya mayor
que él.
£1 defectode estas montañas era el hallar-
so abiertas por la parle de la Santa Sede ; el
defecto de las fortaiezas era de que estas ea«
taban constmidas, mas blen quc para una
guerra estrangera, para la guerra civil contra
el pueblo. EI defecto de la autorídad en Tos-
cana era el hallarse fundada sobre tres repú-
blicas antigoas, Fiorencia, Siena y Plsa.
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ARTB
BM
El daque de Mintua tenia esta fórtfsima
ciudad mas antigua que 1a de Troya. No se
podia entrar en ella mas que por puenles;
tenia este duqu^ sesenla y cinco ciudades,
500,000 escudos dn renta y la mejor CHbaile-
rla de llalia; pero como marqués de Monfer-
ralo, sentia el peso del duque de Saboya.
El duqne de Módena poseia á Módena y Be-
gio; pero como candidato al ducado de Ferra-
ra, senlia el peso del papa.
El duque de Urbino tenia un pais de 60
millas de largo por 35 de latilud, siete ciuda-
des, trescíentos castillos y 4,áOO soldados
uguerridos; pero comu recino de Ancona sen-
tiael peso del papa y le pagaba !2,240 escudos
anuales.
En el centro mismo de la deliciosa Italia
tenia su síllatemporal el papa, quetenia ensu
mano derecha las llaves del paraíso, sintiue
esto le impldíese tenerbajosu mano iaquierda
1a llave de la Ilalia inferior, á Gaeta.
Independientemente del eslado pontillcio
el papa era señor, director y sobcrano de los
reinos de Nápoles y Sicilia, deJos ducados dc
ürbino y de Parma, y hasla Enrlque VIII habia
recibido el homenage de los reyes bretones
por la Inglaterra y la Irlanda. El papa era tan-
to mas dueño de Ilalla cuanto que los reyes
de Nápoles y Milan erau los mismos de España;
qiie siempre se hullaban en esta. Su grandeza
moral era inmensa; respetado de cerca, vene-
rado de lejos , pródigo , sin perder ni apostar
nada , árbilro de dar dignidades iguales á co-
ronas, pudiendo dar sin pérdida, recompensar
sin gaatos y casligar.singuerras;él gobernaba
á todas las princesas de la cristiandud con la
rosa deorOf que leredituaban hasta 220 escu-
dos, y ¿ todos tos principes con la espada de
oro, que 1e rendia á su vez 940 escudos. Para
bacer arrodillarhumildemente á los emperado-
res dc Alemania le bastabapresentarante el in-
menso ejércilo de aquel los bonetes y los plu-
meros de so guardla suiza, que le costaba 200
escudos anuales.
En la penumbra polar de Europa vegetaban
á demasiada dislancia del centro dos naciones
poco importantes. Dinamarca, que en el siglo
XVI envió para proteger al rey de Escocia 400
buques y 40,000 soldados, y laSuecia, que
tenia 32 banderas de á ^OOinfanlcs, 43 com-
pañías de caballería , 50 buques de guerra en
la paz, 70 en tiempo de gucrra, y daba al real
tesoro sobre 100,000 thalers. láSuecia brllló
poco hasta que deslumbró á la Europa en tiem-
po de Cárlos XII.
La Inglaterra para el continenle era en
esta época una isla grande y nebulosa, cujos
disturbios interlores tenian una causa poco co-
nocida todavia para la Europa.
La Suiza daba sus tropas ¿ sueldo al quc
las pagaba bien.
La Francia tenia una gran importancia mi?
lilar.
El rey de Rusia era para It Soropá un per-
sonage medio asi¿tfco casí descoQoeido, y il
cual se colgaban todas las qnimeras de loi
, cnentos orientales. Su dominio era la RusU
Blanca, esdecir, ia Rusia rubierla denieve.
El rey do Polonia mandaba cn la Rasia Ke-
gra, esto es, la Rusia mas fértil, que es en
donde no fee eterniza lá nieve. Era pobre,paes
no cobraba mas que 600,000 -escudos anuales,
y laLíthuanla le desbancaba. Su únlca inniate«
rla eran algunos regimlenlos suizos y alema-
nes; pero en cambio su caballerla, compuesta
de 400,000 polacos y 70,000 lilhuanienses,era
escelente. Eala caballeria, quo defendia unt
inmensa frontera contra las naoiones cíviliia-
das del cenlro de Europa, organizada á la tar-
ca, salvage, feroz , violenta en sa acoroetida,
se parecia ¿ la caballeria olomana » como el
pprro lobalo se parece al lobo. £1 eroperador
cubría lo restante de aquella frontera terrcstre
desdc Knin, sobre el Adriático, basta Szolnock,
cerca del Danubio, con 20,000 lansquenet¿$,
defensa insuflciente para la guerra, y fatigosa
al imperio durante la paz. Venecia y Malta ca-
brlan la cosla 6 frontera roantima del conti-
nente europeo civilizado; pues Génova , siem*
pre humillada, vigilaba sucostacon solocoatro
galeras, mientras que dejando podrirse otras
veinte y cinco galerascn su arsenal, se acogU
bajo el inmensü poder del rey de España.
Malta tenia tres baluartes: sos fortalesas,
sns galeras y el vator de sus caballeros , tan
Invicto.^ en la ticrra como en la mar. Uoa ga-
lera de Malla, que uunca llevaba mas de 16 ca-
ñones y 500 hombres , ataceba sin vacilar á
trcs galeones turcos.
Veoecia, opulentay atrevida, sostenida por
sieteciudadesfuertcsen Lombardía yenlalfar*
ca, dueña del Frioul yde lalslria, del Adriitieo^
coya cuBtodia le costaba 5,000 ducados aona-
lcs, bloqueando á los uscoques con cinco fiss-
tas siempre armadas , establecidas en CorfA,
Zante y Gefalonia, y en todas las islas de la
costa áesñe Zara hasia Cérigo ; con un ejércita
de 35,000 lansquenetes , saizos y griso-
nes, tolal 60,000 inrantes: con 4.500 lan-
zas, 4,000 lombardos de cabailerta ligera , y
3,000 cdtradiotes alemanes, total 5,500 caba-
llos; con cuarenta galeras brillantemente ar-
madas, equipadas y guarnccidas, sleropre sobre
la mar, veinle de ellas de graa porte ; con sa
admirable arsenal, úuico en el mundo, endon-
de guardaba doscientas galeras, obreros ca-
paces y snflcientes ¿ botar ¿ la aíta mar treio-
ta buqnes en diez dias y con nn armamento
suflcíentc ¿ todas las marinas de gnerra , en
la gran barrera contra la Turquia ; paes aon
cuando perdió ¿ Andro yParos en ei Archiplé-
lago, conservó ¿ Candia, llave del m -r Egeo.
Va homos dicho algo sobrc la inQneBcia
polilica y militar que ejercia el papa. Ademas
tenia una dc las Marcas de Italia, Ancona; uno
de los cuatro ducados lombardoH, Espoleto; po*
seia ¿ Ancona , Comachio y las bocas del Póo^
sobre el golfo de itnecia; CívUa-VecliU sobrc
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MS
Ajm
m
d D»r Tirreoe. El EsUdo PoDtiflcia cooprea-
dia la caropiD^ de Roma y el palrimonio de
Sau Padro, la Sabinia, la Uiubria, es decir, to-
(U ia soabra del Apenioo; la marct de Áncooa.
la llQnaiiia, oi duo^do de Ferrara, el paiá de
Perasa, el fioloi^a j algo de U To^c^a; uqa
ciudad (le primei órden, RoiBa; una iüem de
^|au4o, BoIoaU; of'bo idem de terccr órdeu,
^rara, Peroaa, Ascctli, ADCpoa, Forli, Rávcua.
ftruio y YitertH); 45 piaxas de tqdos loa órde-
168, entre lan cu^les se contabau Rimioi, Ce-
aeoa, Faeoa^ y Sapoleto; 50 obiEpadq^ y
BD miilon y m^dk) do babiiantqs. £1 papa po-
s«ja adenas en Fwci^ el coodado Veoeüluo
qoe leoia poi corasop el palacio-fortalesa de
ÁTinoD. Si papa aembcaba indulgenciag y r&-
Mfl^a ducados. SistoY decia: AíUntras no me
foke una pluma ao me faltará dinero. £u
efeefo, en ^Iob cioco años iitesoró este papa un
gria capital en el castillo de San Angelo. Lus
cootribucioDes de los (icles sostenian al papa
uo ejéreitodo %5.0OO hombres en la Marca y
la RomaDia; 25.000 eo la campiüa de Roma y
ei patrimooio, mtlad en ias fronteras y mitad
ea ftoma. Podía aumentar este armamento. A
eaie boeo ejércilo auádase la Umbria, fortale-
2a aatural eu que Anibal se forliíicó, y luego
lasoostas coDstaotemeote batidas por los vieo-
tos de toda 1« Italia y quq daban dpfensa al
P^ por todaa partea con la tempestad. £1
pa^ , asi fortifleado, ati»J>a coustautemente
ia goerra contra los turcos. Desde que los tur-
^ka oodearoQ eo £uropa, los papas se que-
<labaD siu un cuarto y sin un soidado por
/aTorecer las ligas que se formabau coutra
aqoelios. Paulo 111 en laliga de 4542 contra los
otomaoos envió á Cários I de £spaüa 4 %(iOQ in-
faotes y 500 caballos.
£ste era el estado politico y militar de la
niayor parl^ do Europa; pero á esla amenaza-
I>au á la par dos tqrribles colosos» el uno que
qoeria imponer ia barbarie del Asia, el otro
lareligion con^tituida en tirania; el uoo eu
^eote, en Occiueote ei otro. la Turquia y la
^spaña. Ambos poderes lenian detenido en Eu-
nipa el progresQ de las luoes y de la libertad.
^ turco, bárbaro, impetuoso en la acometida;
el cspañol pülitico, sagas y reservado.
U Turquia dominaba en Africa, en Asía y
euEuropa. JEii Africa poseia á Argel, Tunesf,
Tripoii y ei Egipto cntero desde Alejandria á
Sieoa, esto es, loda la costa desde el peñon
de Yelez basta el istmo de Suez. Desde aüi se
sumergia eñ la Arabia Troglodita ; desde Suez
«¿re ei nmr Roio hasta Suakem.
En Asia poseia tres de las cinco tablas eo
qoeTolomeo la dividió: la primera, la cuarto
y U qninta.
Poseer la primera tabla, cra poseer el Pod-
to, la Bitiata, la Frigia^ la Ucia, ia PaHagoniai
ia Galacia, la Pamfilia, la Gapadocia, la Arme-
Dia Menor, la Garamaoia , todo el trapecip de
Tolomeo, desde Alejandreta basta Trebisonda. :
Poseyeodo el turco I» cuarta tabla, poseia'
4 74 lujiuoTJicA mvuu.
4 ^ifMre, ^iria, t^^lestina, toda la ribera desde
pasado Tirámides ^asia Alejundria» la Arabia
Desierta Ja Arabia Petrea, la Mesopotamia y
Rybilouia {BagadH,)
Coo la quiota tubla perteu,eciap al lurco
todpA Íqs paises compreudidQi^ eiitrc la liiiea
que de^de Tr^bisonda se tira hácia el Norte,
basta ia Hermanossa de Tolomco y hasia i;i
Bósforo Cimerianu, que ilaman los italia-
110? Boc^ de Saq ^uan, y ta linea que, pa^au-
do la Arabia Feliz, se tira de^de Sucz á la em-
bocadura dcl Tigris.
Ademas de est^s tres regioDes inmeusas,
lo4 t^rcos po^eian la Qran Armenia, y todo lo
que Tolomeo pone eu la tercera tabla de Asia,
basta los cooflnes de la Fersia y de la Tai-
taria.
£n Europa poseía el sultan; del mar Adriú-
tico, desde ia ^lida de Kuin por cncima de
Ragusa, ol Arcbipiélago, la Propóntíde, el mar
Negro hasta Caffaen rtimen ; ' antigua
Teodosia; la Alfa Hungna hasia üuüí]; la Tra-
cia, hoy Roroelia; toda la Grccia, esto es, la
Tesalia, U Macedoiiia, el Epiro. la Acaya y la
Morea; casi todala lliria; la D<ilaiacia, la Bot-
nia, la Servia, la Dacia y la Biiigaria; ia Mol-
davia, la Valachia y U XiaQsilvauia ; todo el
curso dcl Danubio desde Watzen h^^ta su em-
bocadura.
EI gran señor poseia eo total 44.280 mi-
llasde costa, y eo soperflciedc liprra 1.203,249
miilas cuadradas.
P{ira ipoagioarse biei^ la indole y siloacion
de estecoloso, usar^mos de la imágen exacta 4el
célebre Yictor Ilugo. «Imagiuese un gigante de
900 lcguas de ancho y de 4,400 leguas de
loogitud, acostado vieutre abajo al tr^vés del
mundo antiguo, su talon izquierdo en Africa»
la rodilla derecbasobrc el Asia, un codo sobre
la Grecia, otro codo sobre la Traci^, la sombra
de su cabeza sobre el Adriático, d Aiistria, la
Huugria y la Podolia , avanzando su mons-
truosa cabeza tau prouLo sobrc Veuecia , um
prontu sobre Polonia, tan prouto sobre Alema-
nia y mirando siempre á la Europa.» £sta e^ la
mas exacta flgura del iumeuso y bárbaro pue-
blo del gran señor á principios del siglo XVII.
EI otrocoloso, eiprincipal, era Kspañ^i;
peuíusula baúada al Levaute por el Mediurrá-
uco, al Orieute por el Océano , scp^ad<i dei
Africa por un cslrecbo brazo de mar , y del
resto de Eoropa por una alta cadeua qe monta-
ñas. España contenia diez y ,ocho r^iuos, á
quieues imprimia su unídad.
£3paña poseiaadeinas á Serpa y Táuger, que
son los ccrrojos dsl estrccho de (iibraltar; y i^i-
gunqueria abrírlodcerrarlo, el M^ilUerránco era
un mar óuu lago. EsíKinaropurlíulas flotusdo
la Peuinsula por vcintc y orho grandes punrloíi
metropolitanos, y ademas tenia Irciota y :>íete
sobre el Océauo.
Poeeia eu Afríca gX pcJQOu de Velcz, Meli-
lla, Oiran, A(az^quivir, que es el mejox pqerto
4el Me^il^rráoeo, Ni^agan j tqdft la C9s|a ^(^-
T. UX. 38
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de el cabo de Aguirra, basla el cabo Gaatdafaí,
las islas Canarias y las de FerDando Pó, Anno-
bon y Corisco.
Poseia en Araérica nna gran parte de la pe-
nínsula septentrional, la costa de la Florida,
la Nueva España, Yucatan, Méjico y el cabo de
Califomias, Chile, ei Peni, el Brusil, el Para-
guay, todala penínsulaMeridionalhastalosPa-
tagoiics, lus Antillas.
En Asia poesia España á Ormuz, Dlu, Goa,
Malar-a, qiic son las cnatro plazas mas fuertes
de la coslu; Daman, Bazin , Zanaa, Giaul , el
puerto de Colombau; los reinos de Gananor,
de Cochin y de Colan con sus fortalezas, y cb-
cepto Culicut, toda la ribera del Océtno de las
lodias, dcsde Daman á Melipur.
Poseía en la Oceania las islas Filipioas y
las Marianas.
Las islas que posela España en todos los
mares , eran las tres islas Baleares , las doce
islas Canaria.s, las Azores, Puerto Santo, Madera,
las siete islas del dabo Yerde, Santo Tomás, la
isia de Dtos , Mozambique, la Isla grande de
Baaren, la isla de Manar, la de Ceilan; cuaren-
ta de las.islas Fílipinas, de las cuales la prin-
cipal, Lnzon, tiene de largo 200 leguas; Cuba,
Puerto Rico , Santo Domingo; las cuatrocien-
ta^ islas Lneayas, y las islas del roar del Nor-
te, cuyo númcro no se sabe.
Esto era tener por snya toda la mar, casi
loda Ib América, y en Aírica y Asia casi todo
lo que el otro coloso no poseia.
£n Europa poseia España , las Islas de Cer-
defia , Sicilia , quc tienen mas de reinqs que
de isías; tenia la Italia por sus dos estrémida-
des, por el reino de Nápoles, y por el ducado
de Milan, que eran ambos suyos, el Rosellon,
el FrancoGondado, Flandes, que eran el pode-
roso brazo con que ceñia, y tenia siempre sl-
tiada á la Francia.
Ei rey de España por si solo, era mas rico
que toda lacristiandadjanta. Nada mas que su
renta ordinariaanual era incalculable.
España necesitaba ligilar á Yenecia, veci-
na rival por una parie, y cubrir de tropas la
frontcra de Saboya por otra para prevenir al
duque, sostenerlafortaleza de Fuentes para con-
tener ¿ ios soízos y grisones, enlretener y re-
parar las buenas forialezas del pais, y en par-
ticular Novara, Pavia y Cremona. Como esta
cindad era importante, sostenia en ella una
goarnicion española de 600 borobres de ar-
mas, 4,000 ginetes, (caballeria ligera), y
3,000 infantes, sosteniendo en buen estado la
forialeza de Milan, en la que se trabajaba sin
cesar; el Milanesado costaba anualmente ¿
España 800,000 dncados. Con solo los subsi-
dios de la Iglesia, el rey de España manle-
nia cifen galeras. Todos los paises pagaban
mucbo y bien: ei solo producto de la oruzada
Talia por la renta de un reino. Añádase ¿ esto
la renta de las encomiendas, las o^ducidades
de los estados y bienes, las alcabalas, los ter^
cios, las coDfiscaciones, iosdones gratoitos de
los puebkw y fendos, etc., ete., y setendráuBi
riqucza imposible de imaginar.
Ademas, lo que el sullan de Oríenteerapor
la cabalieria , EspaÁa io era por la infanterii,
y por eso se decia: á caMleria iurea, infai^
tma española, E1 soldado español era gravc,
diligente, impertorbable en los cboqoes, oono-
cedor de sn posicíon con rcspeclo al eaemigo,
oportuno en su furia é impetu» fiel ¿ sa capi-
tan y á su filu. sin jam¿8 distnerse, sin olfi-
dar nada , sin disputar , sirviendo bien con
todo, sufriendo eo silencio el frio, el calor, el
bambre , la sed, las enfermedades, la pena y
la fatiga, marcbando ¿ manera que otros coib-
baten, combatiendo como otros marchao y h^
ciendodelapacíenciael fondo de todo, ydel
valor el desahogo de tapaciencia. He aqui bie&
descrito el peon castellano, qne abordó el
Afríca, veneió ¿ ios moros, dominó su cobU,
sometió la Etiopia y la Cafrería, tomó ¿ Mala-
ca é Islas Molucas, quc conquistó la anligtu
Inditt y el Nuevo Mundo. Ya bemos dicbo lo
baslante sobre la organizacion de los famosos
tercios en cuyas fllas servian tales soldados.
A la infantcria española segnia en celebri*
dad la iofanteria walona, y la infanteria wi-
lona era tambien del rey de España. La caba-
llerfa española no oedia ¿ la turoa, y eralame-
jor montada de Europa. Tenia los hombres de
España, los caballos de Córdoba , Borgofia y
Flandes. Los arsenalesdel rey católico estaban
Ilenos de rooniciones. Solo en las tres salas
de armas de Usboa habia eoseleles para 15,0<M
infantes, ycorazas para 10,000 de caballería.
Sus fortalezas eran sin núraero por todu
partes, y diez deellas, Colibre, Perpiñany
Salsas at Mediodía, (rravelingas , Dunkerqae.
Hesdin, Arras, Yalenciennes , Fillppevillc y
Mariemburgo al Norie, eran los centinelas de
la Francia. La artillería española era la m^jor
en fundicion é inteKgencia. Españaposeia ade*
mas los mas grandes capitanes, ingenieros y
almirantes. Don Juan de Auslria , el duqne de
Borbon, Fernandez de Córdova , (el Gran €a-
pitan), el marqués de Pescara , Portocarrero,
Pedro Navarro, el'duque de Alba, el marqnAs
de Spinola, Farnesio, Barceló, GiroD, marqués
de Santa Gruz, marqués dc Mondejar, marqués
de Medina Sídonia, y otros mil se sucedían
unos ¿ otros, y aparecian como por encanlo.
San Quinlin, Pavfa, Breda, Lepanto, Otum-
ba y otros roil lugares dicen mas que todo el
valor dc nueslros solJados. La armada espa-
ñola era inmensa, y para formarse nn peqoe-
ño cuadro del podcr maritimo de España, bas-
tar¿ que se lea la bistoria de la armada, qne
hemos escrito, aunque no pertenecia ¿ nues-
tra seccion miUtar, terrestre prlncípalmeote,
{Véase aiihada.) Las flotas espaDohts cuajabaa
todos los mares, y la lengua castellana se ha*
blaba en los últimos oonfines del mundo.
Aderoas de estas fuerzas descubiertas, Es-
paña tenia sus fuersas ocultas. Sa soperficíe eca
grancte, pero su profeodidad ere iomeoEa,
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ptfqne k) que se veia de 80 poder en e1 mun-
óo no era inas qoe on ligero alarde de la in-
mensidad desconocida de 8us recursos y per-
trechos. Poede decirse que en esta época ba-
bia maá de España escondido que io que sc
veia y se admiraba.
£spaña tenia aliado? á los príociDCs de Ita-
Ha por los matrimonios , á las repúDiicas mer-
cntes por el comercio » al papa por la reli-
gion y por cierta indole de mas católica que
la misma Koma, al mondo entcro por el oro,
del cual tenia la llaYe. La América era la gran
cai|a, £spaña era el cajero. Gomo reino de la
casa de Austria, ella dominaba á la Alemania, y
laarrastraba sordamente ásus intereses.
Mas que por su poder, España cra aun mas
lemida por su politica. El poder es el brazo, la
politica la mano.
La Europa armada como queda dicho, ape-
m podia soportar el peso de los dos imperios
gigaBtescos, Sspaña y Torquia: comprimiüa
por la primert al Oriente, y por la segunda al
Occidente, la frontera europea se retiraba de
dia en áia bácia el centro. La mitad de la Po«
kmia y de la Hungria estaban ya invadidas por
el coloso de Oriente. La órdeu mediterránca
de Sao Juan de Jemsalen babia sido llevada
bajo Cárlos V de Rodas á Malta. Génova, cuya
dominacion babia llegado al Tanais, y que ha-
bia poseido á Chipre, Lesbos, Gbio, Pera y uo
pedazo de la Tracia, y á la cual habia dado el
emperador de üriente á Hitilene, babia relro-
cedido aote los turcos dc posicion en posicion
T se reptegaba hasta la Córcega.
La Eoropa, sin embargo, resistia. £1 Santo
Imperio, la Potonia, la Elungria, Venecia, Roma
y Malta eran el enemigo constante que atacaba
á los turcos. Francia , loglaterra y Uolanda
apenas podian entretener los ejércitos y es-
coadras de Espaúa.
Pero la Turquia, á cansade la inmensades-
proporcion de sus eslados, del despotismo del
grao señor , poutifice y emperador á la par, de
las revolueiones del Serrallo y de su palacio,
de la esciavitud servil do su pueblo, dcl abuso
eo las colonias militares, de la falta dc palrio-
tismo consignieote, cayó de la alta cumbre de
so poder, y á pesar de su famosa caballeria y
de sn gruesa artilleria, fué vencida psr Sobies-
tí y desmembrada por el mismo espiritu de
l08 poeblos 8oju2gados.
Espaóa cayd tambien. El naufragio de la
¡nvefusible fii6 la antorcha que sirvió á las bo-
dis de la Inglaterra con ei Océano.
Bn España, el escesivo dominio y riqueza
del clero con la Inquisicion y sus rentas, (en
tiempo de Felipe III, solo el arzobispo de To-
ledotenía 200,000 ducados derenta, sobre
10.000,000 de reales.) La profunda miseriade
lis clascs ioferiores, agoviadas con los im-
poestos de bulas , contribucionés y liroosuas
qae los clérigos les exigian , el mal gobierno
de las inmensas colonias , (el Nuevo Mundo no
teoia mas qae dos gobemadores, el virey del
Perú y el virey de Méjico), la intolerancia re-
ligiosa, (todo clero pobre es evangélico; el clc-
ro rico es mundano , politico é intoleraote), Ja
eoormidad de la deuda pública por las dilapi-
daciones de la córte y las espedicioues mili-
tares inoportunas , la mala dislribucion de las
posesiones demasiado Iejana.s, la naturaleza
cn fin, del podcr militar español, que dependia
priDcipalmente de su inmensa armada, fuerou
causa de que Espafia no pudiese jamás repo-
nerse desde la pérdida de la Inveucible, y ca-
minase sin Interrupcion hasta el eslado de
postracion eu que la vemos. Flundes llegó i
hacerse independiente, asi como Portugal, des-
pucs de largas gucrras provocadas principal-
mente por la tirania clerical dc que participaba
el gobierno , imponicndo inquisiciones y sub-
sidios onerosos á los infeliccs pueblos. La Ita-
lia, y mastarde el Nuevo Mundo, se bicicroQ
ind?pendientcs. Felipe II, que al saber el fln de
la armada Invencible , solo dijo: Yo no la ejn^
vié d pelear conla tempestad, sino con loe m-
gtesefí, de]ó eibansto al erario y comprome-
tida nuestra tranquilidad, dejó preparada la
ruina de España. Felipe III, que cuando el
marqués de Spinola, que sitiaba la importanti-
sima plaza de Breda , le escribia noticiándole
las imposibilidades del sitio, solo supo contes-
tar al márgen como nn idlota : Marqués , to-
ma á Ureda , aceleró la ruina de la monar-
quia. FelipelY, quecuando recibió la terríblc
noticia de la pérdida de la importantisima plaxa^
de Mons, dijo frotándose las manoséignorando
hasta que aquella plaza era de España: Ese po"
brecito rey de Francia... aceleró mas la rui-
na de esta dci^dicbada monarquia. Por fin, Car-
los II, que ereia qoe el chocolate de los con-
ventoá le libraba de las brujus y los demooios,
coodujo la oacion al estado mas deplorable.
Pero la Providencia uo habia decretado que
España hubiese llcgado á ser borrada del ma-
pa universal. Felipe Y, el animoso, con solo
una parte de Espuña y la Francia, venció k loa
ejércitos y escuadras de Alemania, Ilolanda,
Portugal y gran parle de la Peninsula, y arro-
jó del trouo español la enervada dinastia de la
casa de Austria. (Veflse AcaoN. Arte mititar,]
£1 ejército español reorganizó sus abatidos ter-
cios, formó sus regiroientos, organizó su arti-
Ileria y sus milicias, constrnyó su armada, y
el pabellon español volvió á dominar en todos
los mares. {Sigto XVÍIL)
Durante este siglo y siguiente, la Rusia,
que hasta entonccs habia sido tenida por ona
nacion inmensa de bárbaros mas idiotas é in-
civilizados aun que los turcos, apareció bajo
su czar Pedro el Graude, tan graude como ya
lo era por su terrilorio. Pcdro el Grandc visitó
los mejores arsenales y establecimientos mi-
litares de Europa, y organizó en su imperio la
marina y la administracion, elevúndole á un
grado superior de cultura y civilizacion.
La Prusia apareció graude y culla en el si-
glo XVIII bujo Federico U el Grandé. Este gran
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5Í>!I
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«M
i*cnib hixo aparecer cn su réinb él arte milí-
(?>r eii todo su csplendor, aplicó la alineacion
CDn reglas íljas , y la artillería montada en su
ejércllo. Las cienriafí y las arles brotaron bajo
sn sábia niano , y hacen hoy de la Prusia un
carapaniento paia la gnerra y nna sibia aca-
dcmia en la paz. Fedencd II dejó á su rauerte
Ileno sii tesoro , y sin írrarar á los pueblos,
níi ejército afraerrido dc 70,000 bombres.
Peéde el siglo XVI, Gustavo Wasa babia H-
bradodel ominoso yní?o de Dinamarcaá laSué-
cia; y esla nacioii empc/ó ácoularse, desdeia
época de aqiiel, enlre lospuebloí» organiiados.
Suí brillantes ttinnfos raiiitares fueron el pre
sagio de los qiie consl^uiü en el sigloXVÍl el
fnraorlal Gustavo Adolfo,
üuranle el siglo XVIII al anitnoáO Felipe V
sucfedicron Luis I y despues Fernando VI, rei-
miüos ambos dc muy cOrta duhiclon. Pero
cn 1*759 subió al Iroiio el graiide Gárlos III,
y ést'e concluyó la obra enipezada por Feüpe V.
Cíirlos III , adenias de hkW^r dadb ü Bspaña
cuanfos establecimientos, rcformas y acadé-
miafe rttlltís se cnénían hoy, orgahizó los cuer-
poáfdcidtüliVos mlliiíin^s, arrcgló la deuda,
séínbrú la pmsperid;¡d cnn su buen ítobierno,
y fclevó Uái coDio lanacion, la marina á un
grado de esplendor qne nnnca babia bobraio
dééílt; el áño Í588 en qnc naufrag^ó la Inven-
tiihló con todo nfiestro poder é importancia
polítíca. Si todos ios reyeá bubiehin sidosiem-
pt-e para sus pueblos lo qtie fué Cárlos Hl pa-
ra España, no tendriamos materia para escii
fiir el présenle artlculo, No ob.stanle , áe vió
óbligado á sostener algunas feuérrás, perOglD-
riogafe: sohreArgel, cuyoapiratas tenian cua-
jndo el Medilerráneo, llevó 300 veUs. Despues
Sitió por mar y tierra, aunque sin éxito por la
Stiperior inteligencia de sn gobernador inglós
Élliot y por la fortaléza de la plaza, á Gibral-
tar. contra la cual se u^aron por primera vez
las balerias flolalites , que por no scr incoui-
bu^tibles fucron iucendiadas contra todo cl
dcrécho dé Jeutes , pot- la b&la roja de los iii-
¿leses sitiadoé. De este rey datan las princi-
pales ordenartzas y i'tltitna orgaiiizacion del
ártual cjér6itó español.
Sücedió á Cárlos III eb 4'?6fe, su bijo Cár-
ló^ IV , 6 por méjor décir . el que heredó to-
doá los reyes de esté Siglo , Napolcon Bona-
^khé, que fué el gran Uborto de la revoluciou
francena.
Asi cbrao la primera epoca miütar nn Ciro,
ffey de Persia; la segunda época en Alejandro
de Macedoniá; la tercei- epoca en César, en la
primcraera; yen la segundaeralaprimeraépoca
cn Wamba, el arte militar de la lercera época,
áe ccasumió totalmente con todos sus elemen-
tos en el gran guerrero del siglo, en Napoleon
Bonaparte. Napoleon utilizó para la guerra
cüaoto de bueno, cuanto de útil y de grande
babinn tcnido lodas las épocas, y de este con-
iiinto corapuso el sccreto eslratéglco con que
á sus pies sns coronas y battdetas. Hapoleoa
dotado de nn golpe de vista militar inimagina-
ble, media én un instante toda la estensioo dél
terreno, las ventajas del enemigo, el espirita
de sus soldados, la importabcia de cada posi-
cion, la caotídad relativa de cada arma y bas-
ta la valia.de cada uno. EI toi\ m infanterfa
rompió la infanteria austriaca, atmanaypro»
slaiia. Cob su caballcria bizo hnir á la caba-
lleria de la gnardia imperial rusa y 1a célé-
bre de los mamelucds. €on su artilleria eargó
á escapc y destrozó loá cbadros , ábríó brecha
en las maá famosas murallQS ; con sos inge-
uieros minó, fortiflctí y destmyó como nadie;
con recursos de bnena polttica Wéo reyes dc
Suecia y Nápolóá h dos de sns isoldados rasos,
Bernadotte y Mut-at; eoft recarsos de mala
poUtica hizo que España le airvies^ en m
guerras con ejércitos y (tnte perdíeaé én Trt-
falgar su ahnada , dló el tnono de (ella ft sa
Iiermano, y se ipoderó de laá Ilaves y bahiir-
les deEspaña, Barcelona, Pámpldna yFigtíe-
ras. Todo sirvió á este hombre éstraordinario.
Las guerras, éti tiue sts discülia e1 de^tiao de
una gran nacioti, erati resueltaS por él en dbs
sola^ batallas á lo mas. Napoleóti acométil
im tertitorlo, Vetlcla al pHmér ejéreito qtífe
se le presentába feñ la frontci'a, defctrozándt>tó,
aniquilándoie, y anteá de que éste se hobiett
repuesto marchaba á dar leyes á la capital:
si esta se rcsistia la entrabá k viva foem.
Una batalla bastaba á este hombre part en-
señorearse de una nacion. El dominó toda It
Buropa vieja, la refnndló, y de esta ^efimdi-
cion bace la En^optt actoal , qne atin no seht
rcpnesto de su espanto
Pert) este coloso de fortnna cayó ; porqae
todo cOUcliiye en ta tierra. Vencidos sns cjór-
cílos en España por las armas y en Rnsia por
la inlemperie, se vió al fin conflnado en laisla
de Elba. Annhuyó de alli, fué á Francfa, ar-
rastró culislgo elejérciio; pero la mala estrtUa
qiic ya le precedia, le hizo morir para siéiliprfc
en la balallade M'atsrloo. viéndoSe precíSádoá
entregarsc en raanos de sus ehemigos , ifat h
Ilevaron á la remota isla de Santa Elf»na,tt
donde mnrió. Asiacabó éstehombre, antéqniw
rindiel*on .sus coronas todos los princípcs dfc
Europa.
Desde la ópoca de Napoieoh nacid la ar-
tilleria á lomo, que él habla nsado en (tllil-
De Espaúa toinó entonces el arte miHtar de to-
das las naciones la táctica del órden .iblerfo,
conocido bajo !a denominasion española d«
guerrillas,
La única nacion de Europa , i roas de ís-
paña y Rusia, tjue Napoleon no sojiizgó, foé la
Inglaterra. Conociendo quc cl poder de esfa
reniota region consistia en su comferclo, 16«^
vencerla haciondo cerrar todos los püertos drl
mundo á su comercio y embislléndola por me-
dio de un inmenso pucnte flotante desde el
Paso de Calals á aquella isla, cuyos proyectos
hizo dosplomarse loé mafe altos tronos y rodar I conslitoyefon el eéfébnfe tktémát^ontinen^
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AKTB
609
fM JñÍMBttk, Astdla eb»o U «Dtígaá CafU-
^f i qoien hoy sosütiiye en sa indole y posi-
eíoii eon lat demas naciones^ ñupo alejar la
^rra dc sn estéril pais, prótnovlendo el in-
Tieto espirilu militar é independíente de los
éspañoles, á quienes en?ió dnrante I& guerra
ié h independeneia sus geuerales, sus armas,
sadinero, Eusejércitos y su politica. la Rusia
ftié tarobien la qúd mas pattido sac<^ de 1a
oUda de Napolcon; pues conservó cl despotis-
Éfy de su gobiemo y la integrídad de su in-
meoBO territorio. En la actualidad, la Rusia,
GOii SQS inmensos paises en Europa y Asia, sus-
Ntoye á la Turqnia; la Inglatertti suslituye en
poder á la £spana. á la que ba arfebalado la
Iftdia asláticaá la Jamiica y otras poscsione&,
Hevando su soberbio alarde hasta poner sus
ainafi en la llave dd estrecho dél Mediter-
rfoeo, en Gibralfar^ situado én cl territorio
Mtieñol.
U Rusin posiee lo signiente: c órtcse sobre
el globo del mundo un segmento imaginario,
qoedando la vuelta alredédordel poloArtico.
86 desarrolle dcsde el cabo Norte europeo al
eibo Norte asiático, de Tornéa ul Kamtscbatka,
dc TarsoTia al golfo de Anadyr, del mar Neprro
•I mar de Okbotsk, yque, al Poniente, rasando
la Suecia, bordec el Báttico, dcvorandb la
Monia; al Meüiodia entrando en la Turqnia,
ibsorbiendo el Cáucaso y el mar Ca.spio, inva-
diendo la Fersia, siguiendo ia larga cadena
qac principia en los montes Oüralcs y conclu
fé en el cabo OrieniaJ, costee el Turkeslan y
Ii China, evite el Japon por el cabo Lopatka, y
partiendo deenmediode Europa, vaya á tocar en
él estrecho de Behering y la América á través
del Asia: aderoas de la Polonia, acumúlese en
este segJRento la Crimea, la Georgia, el Cbir-
nn, el Imireteo, la Abascla, la Armenia y la
Siberia: agrápense tambien en dicho segmen-
to la« islas de Nucva Zembla, Spitzberg, Yaigati
y ICalgooeb, Alond, Dahgo yOesel, Clarke,
San Mateo, San Pablo, San Jdrge, las Aleutia-
Ms, Kodiak, Sitkü, y el archipiélago del Prínci-
pe de Gales; esta r^H la Ruáia, qné contlene
•0.000,000 de habiiantcs, y que bajo su
iguíla de dos cabezas, como la de Alemania,
Wede reunir ua ejéfcilo dié 4.400,000 hom-
kres. La Rusia con et Austriü y la Turquía,
formau en la época actual el baluarte de la
DDvarquía.
U Inglatérra posee la Escocia y la Irínnda,
hA Hebridas f los Orcadas; con el grupo de las
Mis de Scfaetland sepora la Dinamarca de las
istasde Feroé y de Islandia, cicrra cl mardel
Korte y observa a la Succia. Con Jersey y
Ouerneaey eierra el canal de la líancha y ob-
aerva á la Francia. ^artc de aqui á rodear la
pemnsnla ospañola influyendb en Poilngal,
que e? como una colonia suya, posee á Gibral-
tar, llave del Medilcrráneo, en el cuhI enlra na-
ra dominar en la Górcega, Cerdei^a y Sicifia, 1
poseyendo, contra esta yTunes, léislade Halta:
tab^ Italta y Afríca posee A Gorfá, defide don- j
de Tiglla !á Tofqnia cerrandb él mfer Adriático;
San Máoro, Cefalonía, y Zante le sirven para
vigilar'la Morea, poseyendo asi el mar JoniO;
dcsde Gérigo vigila á Candia, bloqueando ei
Archipiélago. Desde aqui hay que volver atras,
porque el Egipto cierra el paso y el istmo de
Sucz no se ha cortado todavia. Rodea el Africa
por San James á la embocadura del Gambia,
dcsde donde espla el Senegal francés; posee
¿ Cacheo, Sicrra Leona, el cabo dc Corso; se en-
tra por el Océano Atlántico y cncucntra supa-
bellon en 1a isla de la Ascenslon, Santa Elena,
y desea á Fernando Poo {de Eipaña) cuyo
triángulo de islas entra en el golfo de Guinea.
Apoyada asi, se ha apoderado de la punfa de
AÍHca, asi como de la puuta dc Europa. Desdc
t\ cabo de Africa sube hácia el Norte por el
otro lado de la peninsula africana, y aborda las
Mascarcnbas, la isla de Frencia, y Puerio-Luis,
desde flonde liene en respcio á Madagascar;
posee la^ islas Seichelles, desdc donde manda
toda la costa oríental del Cabo Delgado al cabo
Guardafui. Aqul ya no liencroas separacion del
Mediierráneo que c1 mar Rojo. Despnes entra en
Asia, y desde las Seichellcs va á las Laqucdi-
vBs; despues ticne todo el Indostan, ^.alcuta,
Madrás y Bombay. tres provincias gra*'des co-
mo imperios; siete reinod, Napaul , Oude, Baroda,
Naypur, Nizam,Maisur y Travancora. Toca á
la Rusia, y el Turkestan chino la scpara. Dueña
del golfo de Oman qne Ümita la inmensacosta
que posec desdc Hayderabad hasta Trivande-
ram, observa ú laPersia y Turquia porel gol-
fo Pérslco, que puede cerrar, y al Egipto por el
mar Rojo, que poede igualmcnte bloquear. En
el Indostan tiene á Ceilan, y desde Geilan se
deslisa por entre las islas de Nicobar y las An-
dammanas, desembarca en la Indo-China, y ya
posce el golfo de Beugala, con lo cnal da la
iey al imperio de los Birmanes. Los montes
Mog^ 1e abfcn la peninsula de Malacaen donde
se esliende yseconsolida. Desde Malaca, obser-
va á Sumatra; desüe las isles dc Singapur ob-
serva á Bornco. De este modo, poseyendo el
cebo Romanfa y e1 cabo Comorín, posee las
dos puntasdel Asia, asi como posee éGibral-
tar, punta de Europa, y la pnnta de Africa.
Aetualmenle ataca constantemcnté á la China,
dcspues de haber querido enervarla en vano.
Desde Malaca atraviesa el grupo de las islas de
la Sonda, y posee loda la Nueva Holanda ente-
ra, qiio eS todo un continente fÓrtil y virgen,
el cual vigila y guarda la luglaterra atrínche-
rada en la isla del Dicmcn al S<ir y cn las islas
Balhurst al Korte. Aderaas signiemlo la ruta
de Cook, dejando á la izquierda los seis archi-
píélngos de la Oceanift, dobla el caho dc Hor-
uos, uavega á lo largo de las costas de la Pa-
tagouia y del Brasil, dcsombarcado bajo cl
Ecoador en el vértlce de la América Meridio-
nal, en Stabrock, crea la Ooayana inglesa. Si
da nn paso, se apoJera de las itslas del Viento,
que cierran el mar de las AntUlas; si avanza
aM sé apodelra de Us Lucayas, que son la
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603
ARTE
m
barricada de) golfo de Méjico. De las Yeinte y
cualro Anlillaí pequeñas posee doce; hay
cuatro grandes Antillas, Guba, Santo Domingo,
la Jamaica y PuertoRico; la Inglaterra tiene
una, la Jamaica, desde la cnal espia á las otras
tres. Luego en el medio mismo del istmo dc
Panamá á la entrada del golfo dc üonduras,
posee el establecimiento de Baliza entre las
dos Américas. Héjico tiene en espectati?a á la
Inglatera. LosEstadós Unidos, cuya naciona-
lidad la afrcuta, es la nacion que la impone.
Desde las isias Lucayas, sosteuiéndose en las
islas Bermudas, sostiene á Terra-Nova, que es
la estacion de su último esfucrzo. La Inglater-
ra, estendiendo su brazo, se apropia á la vez
todo el Norle de América desde el Océano Al-
lántico al Grande Océano, las islas de Nueva
Escocia, el Ganadá y el Labrador, la babia de
Jludson y el mar de Baffin, Nueva Norfolk, la
Nueva Galedonia y los arcbipiélagos de Quadra
y de Yancouver, los iroqueses, los chipeouays,
los esquimales, los kristinales, los koliougis,
y al abrazar á los ougalacmionis y kitegos,
se detiene ante la Rusia, que mientras aquella
va por mar, viene esta por tierra á encontrarse
con su coloso rival bajo las uieves y auroras
boreale.^eI polo
En resúmen, la Inglaterra posee los seis
golfos mas grandes del mundo, que son; los
de Guinea, Oman, Bengala, Méjico, Bairm, y
Hudson; abre y cierra á ¿u antojo nueve ma-
res, el mar del Norte, el de la Mancha, el Medi-
terráneo, cl Adriálico, el Jouio, el Egeo, el
golfo Pér.sico, el mar Rojo, el de las AntiIIas.
Posee en América un imperio, la Nueva Bre-
tafia; eo Asia otro imperio, cl Indoslan; en el
Grande Océaoo un mundo, la Nueva Holanda.
Adcmas posce Inglatcrra innumerables islas,
que la sirven para su sistema de dominacion
uuiversal, como otros tantos navios anclados
cn los puntos donde ella necesita tener su pa-
belloo.
El pueblo inglés, aunque no soberano en
supropio pais, gobierna feudalmente 2.370,000
escoceses, 8.280,000 irlandeses, 244,000
africauos, G0,000 oceánicos, 4 .600,000 ameri-
canos. y 424.000,000 deasiáticos; de manera
que 44.000,000 de ingleses poseen sobre la
tierra 437.000,000 dehombres.
Sus escuadras son innumerables.
Este es el inmeiiso poder de la nacion que
sustituyó á la España de Gárlos V y Felipe II;
pero cn la lierra todo cae. Gayó el Egipto, la
Fenicia, la Asiria, la Siria, y por último la Per-
sia; cayóAtenas, Esparta, Tebas, Tesalia, ypor
último la Macedonia; cayó Gartago, cayó Ro<
ma, Turquia y España; tambien la Rusia y ta
Inglaterra habrán de caer, y una de ellas, al
menoscaerá muy prouto; porque el mundo
iutelectual se halla dividido por una barrera
inespugnable en dos grandes ideas, la Euro-
pa vieja y la Europa moderna; el estacioua-
miento y el progreso.
La Rusia, ayudada por el Austria y la Tor-
quia, cs el gran baloarte de la monarqote:
la Franciasecundaba por la Alemania sábia, poi
la Italia, cansada del dominio tiránico de los
cardenáles del Tiber; por la Polonia, que sos*
pira por su libertad; por la Hungría, que sus-
pira por lo mismo; de la Grecia, que desea
conservar la poca que tiene, y amptíarla; por la
Bélgica, estado moderno y grande; por iaPra*
sia, Dinamarca.y Suecia, que temen eldcsbor-
damiento de la Rusia, y por la España,que seet-
tá regenerando, es la potencia que represenU
la Europa modema.
La Inglaterra atiza la guerra europea, y de
nada se ocupa mas que de esplotarlo todo en
pro de su comercio.
La Europa moderna tiene como ccntineli
avanzado contra laRu.sia, ¿latiranizadaymal
subyugada Polonia, y á la sabia Alemania; tiene
contra el Austria los estados entnsiastas de
la Italia, y la heróica Uungria y la Alemania;
contra Turquia tiene ¿ Yeneda y Greda, en-
tusiastas y celosas ambas de sn libertad.
La guerra europea está abocada. Los dos
colosos beligerantes se aperciben, se acecbaa,
pognan á su vez por organisar su inmenao
poder ocultamente para desplegarlo ondia ea
el gran campo de batalla, qne decidiri la
suerte del mundo. ¿Quién vencerá?... En tan-
to la América se está organizando bajo un sia-
teroa populur en repúblicas. El comercio, los
caudaies, las cíencias y los hombres van á
buscar alleude los mares el recurso queacaso
les niega el conlinente europeo. ¿Ser¿ que la
guerra continental habrá de dar por resultado
la ruina de la Europa para que la América k
sustituya? Napoleon dijo: De <iqui á ctncsente
años ioda la Europa aerá republicana 6 eo-
sara. Iloy los cincuenta años no hau pasado,
faltan veinte. La gran batalla continental está
próxima. Las naciones se estin organizando
para concurrir al gran campo de batalla. Aca-
so los despojos de este habr¿n de ser las pren-
das de la elevacion futura de la América. EI
porvenir del mundo deber¿decidirse muy proa-
to con las armas, y ¿ resolver el gran proble-
ma esta esclusl?amente liamado el arte mi-
litar.
Cuanto úHimamente hemos espuesto, es
absolutamente necesario, porquedesde que ia
ciencia politica moderna ha aparecido» sos pro-
fundos arcanos hasta ahora se han hecho p¿*
blicos en los campos de batalla. En cuanto tl
arte mílitar de esta ieroera época solo hemos
escrito io perteneciente ¿ la organizacion del
principio de ella, cuando el sistema miiitar an-
tíguo no había aun desembarazado el arte; pero
de todo lo perteneciente ¿ los detalles de este
arte» propiamente llamado moderno, nada
apuntamos en este articulo, porque todo se ba-
llará bien detallado en los demas de arte mi-
litar, cuya seccion nos est¿ encorocndada.
He aqui concluida la r¿pida ojeada que be-
mos pasado sobre la historia del arte militar,
sin habemos detenido apenas eo los sucesos
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ARTE
606
de dla. U estension de este articulo, trazado
XDoy á 1a ligera, dice harto bien lo mucho qoe
abraza la cieDcia de la guerra; porque ella,.
basta el dia no es otra cosa que la historia dc
iospaeblos y de loshombres.
Recordemos ahora cuanto dijimos a1 prio-
dpío de este articolo sobre la dependcDCia in-
mediata de todas las ciencias y artes hácia el
arte roiUtar, y los mas timidos no podrán me-
oos de recoDOcer quenn arte que ha hecho trl-
butarios soyos los grandes inTentos de todas
las ciencias y las artes, una parte de los conoci-
mieDtos humaDOs que ha hecho de la hlstoria
de todo el rouDdo una crónica de sqs sucesos
esclosiTamente, bien merece, ya que no ocn-
jw el primer logar ftntre las ciencias y las ar-
tes, al menos ana distincion especiallsima.
Ko condairemosestas líneas sin que consíg-
nemos los nombres de los masilustresy céle-
bres capitanes de todos tiempos, rindiendo á
oombre de su posteridad un profundo recuer-
do de gloriosa veneraciou á sus inmortales
talentos, tan militares como politicos.
CAPrrANES SABI08 B ILUSTBS. Primera era,
Primera époea. Busiris, Faraon, SesostriB, en
igigio.'^Moisés, Josué, Sanson, Saul, David,
ionathás, Salomon, entre los judíos. — Reson,
Alaael, en laSiria.— N¡no,Semíramw(reina),
Anacarnes, Sardaoápalo, Salmanasar, en Asi'-
ria,— Arbaces, Dejocés, enlaMedia. — ^MidasT,
Gordiano II, en la Frigia.— Adyates y Creso,
en la Lidia. — Dardano, llo, en Troya.— Perdi-
cu, Filipo II, en Macedonia. — ^Egeo, Teseo,
Soíofi, Milciades, Conon, Cimon, Temisto
des, Áristides, Pericles, Fodon , Alcibiadcs,
Cabrias, en Atenas.— JEÓípo, Xanto, Epami"
nondas en Tebas.— Agesilao, Anaxandro, Leo-
nidai, Pausanias, Agis, en Lacedemonla.—
Claucoy Aristodemo, cn Corinto.— Agamenon,
eoJtffeeoas. — Remo, Rómulo, Tarquino 1, Nu-
ma Pompilio, Anoo Marcio, TuIoHostilio, Co-
riolano, en Roma.-- Táonlo, en la India asiáti-
ca.— Círo, ios Daríos, los Cambises, los Jer^
?es y Ariajerges, en Persla.
Segunda época. Alejandro el Grande, Ca-
sandro, los Demetrios,Fiíopefncfi, Perseo, en
Macedonia. — Enmenes, Atalo, en Pérgamo.—
Prnsias, en Bílinla.—ifttrirfaeeí VII el Gran-
de, en el Ponto.— Seleuco y algunos Antiocos
cn Siria. — Los Plolomeos, en Egipto.— Ario-
barianeSy Arquelao, en Capadocia. — Hannon,
ffiroílcar, Amilcar, Anibal, en Cartago. —Pír-
ro, en Epiro.— £scí'pton,Á¿ptílo,PaulóEmil¡o,
Mario, SílB, Pompeyo, César, Lúculo, Ocíflt;io,
Antonio, L^pido, Druso, Tiberio, en Roma.—
Yugvrta, Masilva y Masinisa, en Numidia.—
ArtpiimedeSf Agatocles, en Sicilia. — Ariovist,
en la GermaDia,— Mandonio, Mendivil, Serlo-
rto. Vitiato, enEspaña. — Arislóbolo, Herodes
el Grande, entre los judíos.
Tercera época. Los Decios , Germánico, los
Fabricios, Teodosio, Metelo, Gonstantiuo, en
Roma.
Segunda era. AtarioOf rcy delos godos.—
ÁtHa, rey de los huuos.^Wamba, Recaredo,
Pelayo, Alonso 111, Nuño Rasura, Lain Calvo,
Fernan Gonzalez, Rodrigo Diaz de Vivar (a) á
Cid Campeador, Alvar Yañez, Garci Perez de
Vargas, Jaime el Conquistador, Fernando tl
Santo, Alonso X el Sabio, Alonso XI, Ptrez
Portocarrero, Guzman cl Bueno, Pedro I el
Justiciero, Alvaro de Luua, Fernando d Cató-
tico é Isabel, marqués de Cádiz, Ponce de Leon ,
alcaide dc los donceles, Alonso de Agnilar,
Garcilaso de la Vega, Fernandez de Córdova
elgranCapitan, PedroiVavarro, Padilla, doña
Moria Pacheco, Bravo, Lanuza, Maldonado,
Juande Acuña, duqoe dcAlva, Famesio, mar-
qués de Pescara, marqués de Santa Gruz, el
cardcnaIGisneros,duquedeMediuaSidonia,Gár-
los V (emperadorde Alemania), Hernan Cortés,
Francisco Pizarro, Nuúez de Balboa, SancholV
de Navarra el Sabio, don Juan de Austria,
Pedro Giron, Felipe V el Animoso, Gravina,
Barceló, Cárlos III, Riego, Zumalacárregui,
en España. — Muza, Tarif, Abderrahman eí
Grande, enlaEspaña arábiga.— Aferoüeo, Car-
lo-Magno, Franciscol, Napoleon, Murat,etc.,
en Francia.— Feí/ertcoeíGrandc', en Prusia. —
Gustavo Wasa, Gustavo Adolfo, en Suecía. —
Elliot, Wellington , en Inglalerra. — Guillcrmo
de Nasau, en Holanda. — Pedro el Grande, en
Rusia. — Washinyton,en losEstados ünidos.—
Cárlos Alberto el Grande, en el Piamonte.
(Murió en Portugal año de 4849.)
ARTE DRAMATICO. Los griegos al insütuir
sus juegos, fueron los invenlos de los pri- .
meros espectáculos de que tenemos noticia, su
orígen, su pompa, las relacibnes que puedan
tener con los nuestros, son objeios que sín
duda merecen echemos una rápida ojeada so-
bre ellos.
Los juegos inveniados por los griegos eran
gimuásticos ó escénlcos; destinados los prime-
ros á perfcccionar los ejercicios del cuerpo,
como la carrera á pie, á caballo, cn carros; la
lucha, el sallo, el arrojar el disco, ctc; los se-
gundos se referian á la escena, es decir, á
las piczas representadas en los tealros.
, Instituidos en su orígen estos Joegos en
honor de los dioses, empezaban todos por sa-
crificios; dividíanse cn olimpico.<i, piticos, ne-
meos, intmicos, elc: al principio los vencedo-
res solo obtenian una corona de olivo en Io-j
Juegos ollmpicos, de laurel eu los pílicos, y
de apio en losuemeos óíslmicos. No se admi-
tia en ellos á ningun estrangero; uüa cuna hu-
railde ó probleraálica, era im obstáculo que
cerraba igualmenle la entrada de la barrera á
los pretendienles.
Aunque los pormenorcs relativos á los jue-
gos gimnásticos parezcan estraüos. á nueslro
asunto, es preciso lener en cucnta que no se
puede juzgar perfeclamente acercadel sistema
dramálico de los griegos, sinoen vista del co-
nocimiento de las coslumbres y guslo delpue-
blo para el cual se componian sus piezas tea-
trales: asi, el conocimiento, aunquesuperücial.
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ARTe
6M
de 8U9 0esta3 y gimnasíos, prueba el valor
que los grlegos. ^han á las formas dcl cuer-
po, aL desarrollo de toda^ )as cualidjides fí^i-
cas del hombre, á la uobleza de sus propor-
cioues, á su belleza fisicai en fio, por la cual
se Yierou conducidos ¿ la indagacion de su
belleza moral. Si es cierto que la tragedja ba-
bía llegado ya entre los poetas griegos á un
grado tal dc pcrfeccion, que no ba sjdo supe*
rado ni aun igualado luego, no puede atribuir-
se esta perfeccioq, en uuos autorcs ¿ qulenes
no ge les coQOce ni guias ni modclos, mas que
al conocjmiento y a1 amor de lo bello que los
Juegos gimnásticos habian desenvueltp en su
alma. Se pretende que lcaro, el primero que
en Grecia cullivó la viña eo los alrededores de
Atenas, babiendo eocontrado un dia un macbo
de calirio que le coniia ias uvas, matóle y se lo
dió ¿ ^us peones, quienes adoruados de pám-
panos se pusicron á bailar cantando ^lredor
dor. Esla diversion se l^izo de moda en la Yen-
dimia; ei cabrio fué anualmente sacrifícado ¿
BacOi y los bimnos que sus sacerdotes le diri-
gian dcspucs, sc Damaron trag^^os 6 cautos
sobre e| cabiío. Un tat Epijenes imaginó dar
.una nueva forma á esle canto monótono y poco
variado: puso ¿ Baco en escena y le hizo ba-
blar en djáiogo. Thspis seapoderódc la inno-
vaciou y compuso algunas piezas que iba re-
prescntando dc pucblo en pueblo, sobre una
especíe de tablado con rucdas, desde el cual,
embadurnado el rostroconbeces, coronadode
vid y yedra, represcnlaba sus obras con algu-
nos compufieros.
£1 eí:pectácuIo agradó. y agoladas en breve
las aventuras dc Baco, Thespis trató asuntos
agenos ¿ cste dios. Solon reprendió al poeta
por su innovacion, y Diógcnes Laérce nos
dice que se le prohibió componer nuevas Ira-
gedías. Thespis vivió en la LXI olimpiada.
Pareceque la prohibicionfuérigorosamen-
te observada; pero decayó tamaüa severidad
hácia la LXVII olimpiada, pucsto que Frinicu,
ateniense, inventor del verso tetrámetro, cora-
puso, scgunSuidas, nuevetragedias, delasquc
solo se conservan los litulos. Fué el primero
que introdujo en el teatro personages de mu-
gercs. Alceo, otro poeta aleniense de la mis-
maépoca, componia tambten tragedias, y ocu-
paba, al dccir de divcrsosb¡storiadores,eIpri-
mer lugar enlre todos los Irágicos de su tiem-
po, aunque menos fecundo que Cherilo, aulor
de cibnlo cincuenta tragedias, de las que trece
fueron coronadas. Se pretende que fué este úl-
timo quien hizo decorar la escena y que los
actores visliesen el Irage propio de su ca-
r¿cter.
£1 bailc, que hacia parte dc la gimn¿stica, y
que sc introducia en todas las ceremonias reii-
giosas lo fué por consiguiente en 1a tragedia.
La quironomiaf unadelaspartcsdelbailc, que
consistia comolo indica sunombre, en losmo-
vimientos y acciones de la mano, fué estudia-
da por todos los actores.
l^ tragedla, qne es sd origoi solo era it
canto ea booor de Baco qae se repetía eo coro,
00 perdió nonca del todo sn primitiTa traa, ro-
presentada por el coro que se conserTÓ síob*
pre. Lamúsica, por coKSigoiente, formabipar-
te esencial de la tragedia; ea tienpo de Thcs-
pls, cl corofué interrumpido por on interloeo-
tor, y prooto alcanzó aqoella oo grado mas
aliode perfeccion; el diálogo, de secondarto
quc era, se hizo la parte mas iBportaote, y
desde entonce s el coro 8ok> foé on acceBorlo,
aunque siempre interesado es la acdoo; y
coaodo cesan de obrar los persontges piind-
pales, él se ocupa dc lo que acaba de soceder,
de lo que tieoe que tewer ó esperar; en ddí
palabra, Ilenaba todo el tiempo qttelosactorei
no estabao en la esoeoa, y les acompañ^ i
veces en sus quejas y pesares; raion ñradada
eo el ioterés que poedetonar el puefoio en los
infortunios de su rey. Las demas Teotajas dd
coro se reducian ¿ variar el especUculo por el
encanto dela másica, mieotras elbaileteoiael
de amnentar su pompa y añadirle esa solem-
oidad propia de las ccremooias reügiosas.
Esquila, Sófocl€$ y Euripidet, coyas obi»
hao Ilegado eo parte hafita noaotros, oos de-
muestrao el grado de interés ¿ qae ae habii
elevado la tragedia entre los gríegos. Esqollo
fué el primero de sus aotores dram¿tico8 qoe
conocemos,qoe dió ¿ latragcdiala fonnaadop-
tada por sus sucesores y que oosotros hemoi
traiado de imitar; mas aotiguo que sos riTales,
las producxsiooes de so geoio conserrao tan-
bieo un car¿ct<r mas seociIlo,ma8graTe, nus
beróico en fiu. Sófocles eomunieó é la esceaa
mas regularidad, nobleza y decencia; saca n
in e és roas de la piedad que del terror. Koii^
pides no se encerró estrictamente en la teada
trazada por sus predecesores, aT^toró algo*
nas escursiones fuera de ella y engrandedé
cl dominio tr¿gico. La pasion bajo so ploraaes
mas desordeoada, su cootioente esmeoosdíg*
no, y el seutimiento palético de que haee
alardc cstá lomado de los acontecimieotos de
la vida comuo, con prefereocia á los qoe so-
ministran la historia ó la mitología. En soma,
y aunque esta clase de paralelos pequen sieiB-
pre por algun flaco, acaso seria poaible indi-
car ¿ nuestros lectores la diferencia qoeezisle
cn el taiento de los tres tr¿gicos griegos cott-
parándolos en su órden cronológico, coootros
modernos, como Corneille, Racine y Aificri.
Guando la tragedia tomó ona forma rega-
lar eu tiempo deEsquilo, en la LXX olimpíada
y no antes, U costumbre de representar, oh
briéndose los actores ei rostro con una mís-
cara, se estableci<) gcneralmente. Las que ae
empleaban para las representaciones escéaioas
eran una especie dc cascos que cubríantodala
cabeza, yqueademasde lasfaccionesrepresea-
taban la barba, los cabellos, las orejas, j has-
ta los adornos que las rougeres acostumbrabaa
gastar en sus pcinados. Acostumbrados ¿ la
disposioion de las peqoeáas saks 4e luiaslrai
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Afilfi
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MrM, f¡% lof pmiilea dMmtar M }iiego
dilB teoDonHa dé los tctores, áiridlineiite po^
dgnoseomproBder las YeBtijas de esCa clase ée
náiearas; pero sl coosideramoB qoe los tea-
tTM wlifooa eran circos imneBsoB, bíq techo,
ea lo3 que algBnoa espectadoMs eatabao «epa-
la^ ae ia eaeona inas*de éoeoleBteB paaoa,
nooDecereBios <|Be los ÍnooBYenieafea que les
aifil)Blinos debiat deBaparocer; aüadamosá
csta qae la oBBoavidad de la másoarB sonHa
pwa aBmenlor la foem de la toi del actor, al
|Mo quB ocaitabB el Btmblaiite de los qne de-
iéaipékfbaB t)Bpel«B de mugBres, á quienesoB-
tiba probibidodedioaraeallBalro; yesflo, que
li BáscarB ayBdBba á baoerrBco&ocer al béroei
Hfa iBooomlB perteneoia é on tipoeonocido,
ytaa^decer bo eBiBtura^ sin ronper Ibs
gra&das ^fBpofOÍoiiea que dabaB al actor sqb
illos borcegBiBB j la amplitiid de sub vestidaf»
ia8.l8teB6oadoptBdopor el pueblo mas sen*
siMe é la beüexa, bo debia ser lan absurdo
«mdo loa romaiieB aeeoBfonnaroQ áéi, y ba
eHido en Tlgor basu el sigla pasado b& íb
ffm ÍNiqieeBB, fmportado de lulia por ol car-
teal Richelleo.
Ademaa do sos irBgedíBS, loripides rob
ba dejado una piesa Batirica, perteneciente al
9^Btro qoe los griefos ilanBbaii mimos, inti-
talada Sl Cielip$. Rs la únlCB qne nos ha
qiedado de esa especie, pero baau pBra dar-
aas BBB idea de seniejBntes obras. fil BSQBto
eüi ttxDBdo de k Odfeea de Homeio , y 1b
MtfM BB t^ peligro qoe eoire üiiBes ea la
Snrtade FoliféBM y losmedios qQeenpleapa-
nsaiir de ella. Soripides ba segaido exacu-
inenlB 1b miBina BMrofaa det pocma» bacíendo
ademBB iatertenir é SUeoo, prisionero del C/-
dopBBDtesqiie elrey deftaca, y especiede
giBflfBBO á menQdo obsceoo, borracbo y cobar-
de, qoo coBMMicB sa Jotkdidad i la acdonc
miiea BB Boble y gra?e; el coro, compoestode
>itiroB compañeros do desgreola de Sileno,
tiene bdb graredad borlesca adaptada al ca-
r^cter del i\é¡o qne lo dfrige. Yéaae, poes, con
ounU Iklsedad se ba pretendido qflNe los anti-
faos Do conooUn lo grotesco en ^ontraposl-'
eion i lo BQblime. üna nultitod de monomen-
los BOB prtiebBn lo contrario : sbs gabineles
eoBsenraii miscaras eBcénicas , biscas, toer-
tis, etc.; Blgunas piniQrBS represenUn perso-
DigBa de teatro JorobadoB, barrigones y con
otras partes del coerpo desmesaradas. Sn la
escena de oti mime, cnyo asQnto son h)s amo-
raa de lúplter y Alcmena, pinUda en qq vaso
Srtego, lÍBBBBdo etrusco, se to al primero y é
Kerátfio, dlseñBdos oon rasgos grolescos. Al
dedr de Plotarco, los griegOB tenfaB dos cla-
ses de müno$^ «do qoe partioipBban de k In-
doie de U «imedU, y oiros^^oOones y obsoe-
DOB« SohoB á» SiracBsa pasa por el iDTeotor
da hiB deoeaiesy de ios caales Platou hacU sa*
ketarB fBTorita. I
Lbb dlTeraas eUmolBgÍBB qoe Iob griegBsí
du i It pBki^rB Bome«B, praebBD qiie no 00-'
175 BIBUOTKGA POPIIUJU
nockm elorlfen ^eoUa. J^areee indodBbleqoe
U BOBwdia áMó sq nocimiento i los ioforaBeB
poemas quese CBBtabBn eon rooliTO de iaiei-
dimk; k lioeocia de estas poeslas, compucs*
tas por aMeaoosébrios, obligó large tíempo á
los iMgktrBdos i no permitir qne peoetraseD
00 el reeiBlB ds ks ctodades, y hasU la époea
de Pisistralo, k oomedia no tuTo una íorma
regukr, gnaias al Uleoto de ^üiiartdfi qoe
ooneigulo ddrsela* ^ptoonno y FormiB, poe-
tas siciÜBOOB le socedieron, y Crutes despoBB
de elloi, k cograBdecid en un teatro mas de-
centc» y k trató segon Ibb neglas liiTCiiladaB
por IsqoMo en k tragedia, Biodelaodo sus tra-
b^ sobro el Margytis, poema saifa-ioo de Bb-
mero» oomo Ssqoilo ae bobia formado con k
Iliada. Esta fué propiamente la época del obqI^
mienio de k antlgaa coBiedk griega, qae data
dei siglo de Perieles, y que Aristókaes lleiréá
88 perüeceioo en k LIUULV oUmpkda, es decir,
coatfocientosocheaia añoe, poco mas 6 aieiiOB,
aates de k era cristianB. Preoiao es coná^ar,
00 obiUDte, qae eoBBdB bo lector eapañol se
pooe i leer bqs coaMdias sio estar prBvanido,
80 BdBMra mBcbo de encootiorse ooo obras
qootan poea aem^anoalienBnooulaBqoeeo-
tre Dosotros ÜCTan el mismB ooflibre: io que eo
ellaB coBBlitoye el asaoto oo es el doBBrrollo
de OD caricler, de ona gTBdoBa aioatora, ol
las peripedas de aoa intriga de
ooéolranse i meoudo cosas eslraiogmes, «w
pareocD SBoederse sio eokce oi plBB, bm-
Berías ioéeoeDteB, siliFas oBotralosiodiwidoBB
mas apieciBbles, meBoiadBs con oopob eo Ibb
qne briMa k Bias belk pooBk, k nms BBBB OM-
ral y k mas hibíl potttica. Babekk en ürBO-
oia y Quevedo en Espafia, salfo iasüÍMüDulBfl
itr inrma, flnnlni ilnn iinniri qiw BftoioÉBMiu
aoalogk eoo ArktdfaoeB.
Dd misiDO modo qoe ks liiglBBB ba-
blan imgtoado aooiOBBB propiBi pnB doBBo-
Tolver y esdUr los eeoliiüeotoB ooIiíbb y pa-
nerososdel coraaoD hwoBBO cüo «foda 4e k
poesia, ArtetéfBDes OP k eoqiled idbs qpie poa
pooer eo traspareDCia k parU ilcioBa y lidiQO-
k de BQOStra e^)ecie, pBrodiaDdo iBoapBBio-
cesoroB, atryirayeodo otro Bentido á ios aoBBOB
de Bsqoilo, SüackB, y BBripidas, oBolmoio^
dose en lo demaa i ks ftmias de ktragedk,
y apoderiodoeedeloB coros, dekdaBcaf lée
todo so espectioolo. La loaligDMad del poelB
cómlco coDSktk priocipaliDeDte eo kimeo-
doD d elecoiOD de ks peiSBOBgCBqooJinaiB-
ban el ooro. Asi, por ejemplo, Iios ooiei;, tm
las coaleB baoe conferBari Séorales, oon el
eoiblema de ks espeoQkciooes iockfln de k
filosofk; y por esB k aoligua cBBMdk^giiesa
tomaba sa ooiBbre<dBl miamo eBrcjpaetfoqoo
coDSÜtak el alma y ]a{iarte oias paoBaoiey
ohiBtoBa de eik. Mo erao BOkmeolB IosIibbMs
qoÍeDes flgarabBD oo bub obras, sIdo aoo Ibb
dlOBes, y hasU ks séres'lmagioarloBT OBbBB-
nBl«rBleB,<OBfOBe>Be «o ¿oioÍMrpail»«i£os
fúimm, etc. loi hoBri^roB paesios eo«i
T. m. 39
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m
ABTE
6»
tntD lo8 primeros, los mas honrados entre sos
oonciadadauoB; nada se respelaba. Asi la anti*
gaa comedia, le]osde limitarseá presentar ca-
ractéres generales, pintaba á cual ó tal IndiYi-
dao, y no alcanzaba la semejanza sino aumen-
tando, exagerando los vicios ó defectos del
original. Sócrates (ai La$ núbes, aonqne ridi-
cnlizado , es sin duda el mismo Sócrates que
nos ban pintadp Xenofonte y Platon; Yemos
alli su mismo giro de espíritu, sa manera de
faablar y raciocinar; pero está exageradisimo;
lo que no es estraño, si recordamos que el
mismo autor ha dicho: que es propio de la co-
media hacer aparecer á ios hombres mas malos
de lo que realmcnte son, alpaso que la trage-
dia los muestra ba]o nn aspecto mas la¥o-
rable.
ÍA comedia actígua snbsistió en toda sn li-
cencia hasta los tiempos en que Alciblades
gobemó ¿ los atenienses; maltratado este en
nna de las comedias de Eupolis, se dió una
ley que prohibia ¿ los poetas cómicos, no solo
hablar mal deunapersona Tifa, sino hasta
pronnnciar sn nombre. Nada perdió la malig-
Qidad con esta prohibicion, pnes Taliéndose de
máacaraa y disftraccs, los personages ridiculi-
sadoi estaban tan marcados, que todos los
espectadores los nombraban al verlos. Tal fué
la comedia intermedia ó de transicion , en la
que todaYía Ariatófancs encontró medio de sa-
tisfacer an númen satirico, 6 sea vis eómica.
Los magiatrados, Yiendo que los poetas habian
elodido la ley, promolgaron otni) quedesterra-
]>a de la esoena toda imitadon personal, y en-
camlnaba la comedia hácia la pintnra general
4e las costumbres. Apareció este reglamento
poco antes del reinado de Alejandro, y la eo-
m$dia nuwa tomó bajo la pluma de Menandro,
ias formas que ha conservado luego.
Menandro nació en Atenas en- la GIX olim-
piada; compnso ademas de sos piezas teatra-
les diferentes obras en prosa y algunas poe-
aiai, dirígidas ¿ Tolomeo; adqoiríó tal reputa-
cion, qoe los reyes de Macedonla y de Egipto,
le eoTiaron varios dipotados con un buque,
ptra obligarie ¿ qoe fuese ¿ sn córte; pero él
rehosó sos ofertas. Desgradadamente, solo
qnedan de este iiustre poeta algonos fragmen-
t08 en forma de citas, hechas por autores que
iian f iYido despues de él: asimismo, la come-
i3ia latina los ha aprovechado con gran fmto.
Terencio les debe mas de nn argomeoto , y
808 obras poeden por lo tanto, damosona idea
annqne incompleta, delas del poeta griego.
La tragedia , los mimos y la comedia, sin
eontar con los jnegos ginm¿8ticos no satisfecian
ann la pasion de ios griegos por los cspect¿cu-
los: tenian, ademas, las diceliai, piezas libres
y obscenas; las magodias, especie de panto-
mimas modas, en que los gestos solos espre-
iaban la accion: y la hUarodia, género inter-
medio entre la tragedia y la comedia, y qoe
tal res podrit oompararse con nnestros dramaa.
▲thoieo cita nna de estas últtana8 de nn tal
Bhintonf intitnlada Anfltrion , que muy biea
podrla ser el original de la pieza de Plaoto imi*
tadu por MoHere. Tal vez la hilarodia se limi-
taba ¿ la representacion de las aventuras agrt-
dablcá acaecidas ¿ los héroes ó ¿ los dioses;
como no ha llegado á nosotros ninguna , so-
lo podemos formar cdhjeluras acerca de eUa.
Entre los griegos, faYorecidos por la bon-
dad y la dulzura del clima, la vida Interior eia
secreta: las mugeres estaban encerradasen k)
interior de sus casas , y los hombres pasaban
su vida al aire libre; por eso» el lugar de la
escena era siempre el pórtico de un templo, de
un palacio ó un parage público. El teatro esta-
ba dispnesto de manera que permitiese ver al
mismo tiempo el interior de los edificios por
las puertas ú otras hendiduras: de suerte qoe
el lugar de la escena podia cambiar reaimoite
para el espectador, aunque con la misma de-
coracioo, medida muy favorable para ia obser-
vacion de la unidad de lugar. La sola presen-
cia del coro hubiera impeíido ¿ los gri^os in-
fringir esta regla, porque no saliendo nnnca
del teatro una vez que se habia apoderado de
él, habria sido imposible suponer que la esce-
nahubiesecambiado deiugar, mieotras aqnel
permanecia en su puesto.
EI uso de las fiestas y espectáculos entre
los romanos, data de la fondacion de Roma^
poesto que vemos veriflcarse el robo de las
sabinas ¿ la conclusion de una fiesta, dada ia-
tencionalmente por Rómulo para atraerlaa ¿
sus nuevos dominios. L1am¿banseeonsiiaileies-
tos Juegos, y se daban en honor de Meptono:
mas tarde se distinguieron en dos clases, oom-
preudidos unos en el nombre de cireen$ei y
otros en ei de eac^nteos. Se ve qne esta divi-
sion estaba establecida conforme ¿ la adopla-
da por los gríegos. Los romanos tenian gran-
des juegosy ludimagni, y losjuegosgrandiai-
mos, ludi maxime, que no se reproducian en
épocas regulares, sino que los reyes, ios cón-
sules, los emperadorcs, y aun los particularea
ricus los daban al pueblo para oaptarse su be-
nevoleticia, ó con motivo de acontecimieiitos
importantes. Sin embargo , hasta el año GOI
de Roma, los Juegos cscénioos no se estable-
cieron regularmente en aquella ciudad, ¿ ooft-
secuencia de una peste que la desol6 y qne
creyerou que cesaria instituyendo nuevoB
Juegos en honor de losdioses. Es ciertoque ya
los versos fesceninos, especies de s¿tiras diaJo-
gadas y obscenas, sebabian representadomn-
cho antes de esta época; pero fué tal el des-
enfreno, qoeseprohibieronsus reprcseDlacio-
nes sopena de moerte, por onaleydatada
del año 302 de Roma.
Tito Livio uos dice qoe los Joegos esoéfift-
cos, establecidos mas tarde con motivo <ie la
menclonada peste, se redudan ai priocipío i
simples coros ejecutados poresdavosetnisooa,
que bailaban al son de la flauta. A estos I
qoe agradaron mneho ¿lajuveotodi
onió ella sns versos fesceninos satiricos, j
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ARTE
644
esteelúnieoespecUCQlo escénico en nso eu-
trelos romanos casi darante 220 años; es de-
dr, liasta el coosulado de G. Glaudio y M. Tu-
dítano, en coyo tiempo apareció el poeta Lttno
Ándrónieo, e) piimero que supo tratar asuotos
regolares: al meoos asi io aseguran Tito Livio
jralerio.
hrecióle á los romanos demasiado gra?e
este razoDable espectácolo y renovaron en for-
nadeintcrmedio sosantigoas farsas fesceni*
m, gDsto depravado qne duró largo tiempo,
ytaDto, que la Hecyra del mismo Terencio, fué
iDterrampida para dar logar á los bailes en
licuerda 7 á los combates de los gladiadores.
n poco gosto qoe manifestaba el pucblo ro-
maoo por los piaceres del esplritu, no impidió
iNevio, Bnnio, Accio, Pacubio, Lusilio, y por
último, á Plauto y Terencio, representar sus
prodoccioues ; apoderándose cl último de los
aigameutos de Menandro, protegido por Lelio
f Esc¡píon»Mos dos hombres mas ilustrados de
so siglo. Solo nos qoedan informes fragmen-
tos de los poetas cómicos anteriores á los dos
últimos, cuyas comedias poseemos; pero jux*
gamos que los romanos conocian diferentes es-
peeies de obras teatrales, cnyos nombres han
llegado hasta nosotros , como las atellanas,
¡éens satiricas; las paÚiatoB^ qne versaban so-
bre asDntos griegos ; las prcBtextako, en las
qoe los persooages se elegían eutre los patrí-
clos; las rhirUaniccB , de un cómico patetico;
las túbernaria , cuyos asuntos estaban saca-
dos de las tabernas y flgones, etc-
Yahemos visto como los daozantesvenidos
de Toscana, aparecian en los eotreactos de
las comedias para divertir á la multitud, que
apenas encontraba uo mediano placer eu aqne-
llos espectáculos razonables. Hasta el rcinado
de Angosto, la farsa de esos danzantes del ca-
récter mas bajo y del género mas libre, era lo
Adíco que gustaba, hasla qne aparecieron Pi-
kdes j BatUOf esclavos de Meceoa.s, traidos de
CiUcia á Roma. Estos dos bailarines estraordi-
narios, fandaron e1 artc de la pantomima, y
determiDaron cl gusto de los romanos por el
referído cspectácolo , que les hizo abandonar
todoA los demas.
La coraedia se aclimató eu Roma mocho
despoes qae la tragedia: el poeblo romaoo no
nació con el iostinto poético muy desarrollado,
y solo faépor iroitacion, como la comedia re-
golar, la tragedla y aun el baile nobie y dra-
mático, seconuatoralizaronen eILacio;poreso
no consigaió dar á sus tragedías una ílsono-
Bia oadonal ; todos los asuntos que Irataron
sus poetas fueron griegos, y entre las trage-
dias que nos qnedan de Séueca.el énfasis y
la bipérbole reemplaia ála nobleza delossen'-
tifflJeDlos» espresados con tanta gracía y poc-
sia por los trágicos griegos. En vista de esto,
opioaiBOS qoe no debemos insistir mas sobre
clteatro roroano, quenoofrece, esceptuando
algaDas piezas de Plaoto , ningon carácter orí-
El arte dramitico, qne entre lós antíguos
se fondó sobre la religion» tovo un origen se-
mojaote entre las naciones de la edad roodia»
si se puede llamar arte á lo qoe inspiró aquc-
llos ensayos dramáticos, informes y toscos»
en los qoc se represcolaban, coo el oombre de
misterios, algooos pasages del Nuevo Testa-
meuto. Si hemos de ateoeroos al dicho de an
célebre escrítor, algonas plezas que cita se
representaron en Paris eu el transcurso del si-
glo XIII. Es Indudable que ai veriflcarse en es*
ta capital la entrada dc la reina Isabel de Ba»
viera en 4 308, se representaron públicamentQ
misterios cuya descrípcion nos ban trasmiti-
do los historiadores cootemporáneos. Sabemos
tambien que cnaodo Enrique V, rey de Ingla*
terra, vino á Paris á tomar posesion del reino»
asistióá otros, dados enPoissy, poco dei-
pues de la época precitada. No existen en Fraii«
ciü documentos auténticos antes dei año de
i^Ot, cn qoe el rey Gáríos VI» autorizó por le-
tras patentes á una sociedad de vecioos de Pa-
ris para tomar el titulo de Cofradee de la Pa*
9ion, y ies concedió el privilegio esclosivo de
ejccutar uisteríos ; pero es evideote que el
privilegio se acordó mucbo despuesque los in*
teresados lo disfrulaban.
La historía del conciUo de Gonstanza nos
enseña que los misteríos se introdujeron en
Alemania en 4417 por los obispos ingleses,
quienes hioieron representar delante del em-
perador el dcl nacimíento de Jesucrísto. Sir
Walter ScoU pretende ademas haber visto uoa
proclama 6 anuncio de uno de estos espectá-
culos, ejcciitado en Ghester en4270.
Era natural pensar que el drama rejuvene*
cido, debia reaparecer en Italia, eu los mismos
lugares donde dejó escuchar sos últimos acen-
tos; sin embargo, parece qoe el prímer dra-
ma cristlano qoe apareció alli , se titulaba:
DcUa pasUme di nostro Signor GesU'Christo,
por Giuliano Dali , compuesto en 4 445. Pero
si la Itatia no tuvo la gloria do ser la pri*
mera eo el órdeo cronológico, quc puso en
escena los asuntos sagrados, al menos debe
considerarse como la nacion qne renovó la co-
media autigua por medio del cardenai Bibíeoa»
autor de la Caíandra, becha y representada en
1490. Dos afios despues, Cárlos Virardo, arc^
diano de Gesena, compuso uo drama histórico
en latin Sobre Ía espulsion de los moros d^
Granada; primer ensayo del género románti-
co, es decir, sin intervenciou de on poder
sobrenatural , sín imitacion de la antigf]iedad,
sin snjecion á regla alguna ; en íin , la Sofih
nisbe del Jri^no , representa la en 4645, re-
novó de nuevo en Italia Us armonias dcla mosa
trágica, /{usceUert componiacasi al mismo íiem*
posu Rosmunda, y ambos tovieronmochísimos
imitadores. Latragediaclásica y regular encin-
co actos y en verso, y con coros, fué casi es-
clusivamente tratada, con esclusion de losdra-
mas históricos, ó de cualquier otro género no
imitado de los aniigoos.
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615
AHTB
tH
Ktttpero en IK mlsma é^bea, bortbréá de
estmordintrío talento soBtenian eo España e1
niievo sistenm dramátteo. Lope de Vega , qae
conocia las regtas de Áristóteles y de Horacio,
en liigardeoonfonDarse á ellas, quisomas bten
segnír el impulso de sii gonk>, al par qne obe-
deeia al gusto de su nadon por to ronnncesco
T al e«piritu dc la catwlleria aTcnturera de sn
tlnn|K>: qniso y supo montonar hitrígas sobre
intrígas, y hacer gala en sue comedlas de nn
estrépito y ostentacion, que no por eso les
qvita ü la mayor paríe el grande interés que
t^enen. La fecunda rtqnexa de su imaginacion
seduce basta tal punto, que el espectador bo
se apercibe de la iBfferosimilitnd de loa sucesof
qie acumuU , sino despoes de la representa-
cion6 ea la lectura, y caando procora darse
eaetita en el silencio del gabinete de las im-
precROnes qoe h» etperimcmado, cntonoes
fefcoioce las impfopledadef;, los anacronisroos
T baBta c6tiaTagancias que preceden á la ae-
cion, ó qne deben refíultar de ella; y sin era-
b«rgo; sobre estemodelo seba formadoeltea-
tro inglés. Ihiestro Lopo raurióen 450^, y Kur
primeras ptesasregnlaresinglesas, Férred and
Férrex, tragedia, Gamñner'Gwtt0H*snt9ále (la
agnja de Gammer-Gurton) comedla, sc repre-
seiniaron, )a prímera en 4 504 , y la segonda en
4hl^. Sir Waller Scoit hace la slngolar obser-
▼«elon, que la trngedray coraedia ingiesas mas
antlguas, son )as dos obras moy notables, y
qi^ cada nna Kene el caráetcr espedal qne te
cnimdo toe cofMea óbláfÉéim, ^bfaWeiea
de Gáríos Vl el priTÍtglo de qae lieraos hakla-
do maa arríba. May ptonto ffatigéffe el pábliea
de aqiiellaii represeotadanes formales y gra*
res por su objeto, y loa cofrades se onierOBá
loB Chicos de buen humor, {enfMs ions smii,
Jóvenes liberíínos, gentes de chlspa, feniUn
bajo las órdenee de on geft*, qee babia todÉdo
el nombre depránc^ deieeUnnUr, eoope-
uian y represootaban pieaas proiuiaB cen él
títnlo de tonteriae, moratídúdee y fmas, Til
fiié el orígen oaearo de la eaeen» fraQceu: ao
obstante, se recoDOce en él los rndimentos is-
formes de los dWersos géDerot <fe dnmas, qoa
desde ia mas reinota antlgtledad taan adeptada
altematiTamente todos loii pueblog; Asii po-
dría ya establccerse un par^elo esfre loe mis-
teríos y la tragedia; entre las tonterlaa y í
y lacomedla; entre hn morattdadBs,
la mayor parte do las anéoMa» <
neas, y e) drama hietóricer.
Solose conocia esta espedede ebraa» eo-
tre las qoe bay ona, la faraa de IkmtíMií, qae
es una Terdadera obna maestra , ooBOdo el «a*
tudio y obserTaoion de la Itteratara dislea ai
reeomendO únioameiite en et MlBBdo ée Fi»
clseo I, prodocieiKlo en braTe SBioBBdoa f^
toa eu roanos de JodeHe, la Pemse, Ibalf. ]m
goerras de reHgion, loa dtatmrbloa de la ügs,
pusieron un dique ¿ sn tuoIo, y ya la ceotun-
bre de imitar ¿ los intlguoB era eonnn ¿ Gar'
nier, Teofiio, Bofrdi y otroa coando Roeroo y
98 propio; es dedr, qoe uo hay mescla de có- 1 Comeille produjeron las prlmeraB obras caa
mleo en la prímera^, ni de \o trágico en la ae- 1 Qoe se honra el teatro flrancéa. Bsti ImltaoíoD,
gnnda. Loe nomerosos imitadorcs de estos dos sin embargo, no era tan rígorosa comoalpríB-
BMdelos no foeron tan escmpoloaos como sus
autores, y Shakspeare signió el ejemplo de sns
antecesores inmediatos: sus obras hicieron
época en la htatoría del testro inglés, y sancio-
BBren el desórden qoe eacontró establccido.
in Tano Ben Johnson, sn contemporáneo» qtii-
ao voiTcr ¿reducirel teatro ¿ reglas roas seTt-
ras; e1 talcuto ¿ menodo sublime de sn advcr-
sario, mas oonibrme con el gusto de la multi-
ttid en un siglo poco llostrado, triunfó y basta
sanctonó sus errores. Shakspere tItíó de
1564 ¿4646.
Votvamos al teatro fínncés , que dejamos
en los misteríos , de los cuales algunos ban
Hegado hasta nosotros, f que no son mas que
nn pasage ó epiaodio de la historia sauta, día-
logado de nn modo b¿rbaro y poco dígno del
objeto qne el autor qiieria presentar á los ojos
del púbiico, Bin invencion y sin órdcu. Con to-
do, estos ensayos dram¿ticos, si es qne mere-
cen csc nombre, comuoicaron al pueblo el gos-
to del teatro; y como solo se representaban de
Tea en ciiando, en la época de las solemnida«-
des reiigiosas, los aficionados reontdos en los
Juegos de pelota ó eii otros espaciosos locales,
qoisieron continoar sus representacioues, que
1a aiitorídad prohibíó al punto» ¿ causa de la
aantidad de los asuntos, resenrados únicamen-
te para Yss flestaa de la Iglesiat EiitonoeB foé
clpio ycomolo fué mastarde» ¿cbosb ddjaí-
cJo qne el cardenal Ricbelieu forsó á 1b ieade-
miaá pronunciar contrael Cid. Los aolons
dram¿ticos se habían perroitido HbeitBáes bar-
to grandcs. Habíanse abandonBdo en paita
Ibs foimas griegas y latinas, y paredapfe-
Taleccr el gusto modiflcado delteBtro eiipBlul,
cuando la critica de la s¿bia acadtmia iBTBcd
y proclamó la QbserTaeioe rígorosBdelos pr»*
ceptos de Arístóteles. El mismoGorneillesBS^
metió¿ sufallo; convino en que habÍBpeea-
do por ígDorancia , y se puso ¿ ettadiar les
príncipíos que no conocia, y qoe no se aCreríó
¿ infríngirenadelante. La opbiion deJa Aeade-
mia fué desde entonces noa regla tnTBriBMe,
no solo para los aiitores fraoceses qtie s» sa-
cedieron ¿ Gomcille , como Radne, MoHeie,
Grcbilloo , YoUaire y demas poetaa dram^tioos
de scgundo órden» sino qtie ademas et impolae
que dió al teatro francés del siglo ée Lols XIY
se hizo sentir en los estrangeros.
Era muy iiatural qne los alemaoes, ane ea
esta época caredan de un tcatreuadoaBl, iail-
tasen y ann tradujesen al que entottces BÍcBn-
zaba mas faTor en Europa: lo mlsmo Bcontedé
en Italia, donde Goldoni tomó por BBodele á
Moliere; y hasta los ingleses, tan orgvtloMis
con raxon de su Shakspearo, deshiBibradM por
la aureola de gloria literaría (jne respiandMii
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Áxm
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mUMeébítí Fmaia, M mítotamtou da-
nÉé la mítad dcl sigto pando, oon inaa ó
■enos rigor» sigiúeiido los oooMjos de Pope
7 io8i|ieinplo8 do ádisicoo, 4 loa priDOiplos qoe
Arístóleles bal)ia eonsagrado,
8i los eetraDgeroa conoolaD entoaces bas-
Imle ei teatro fraocés para intontar elevavae
i 80 altora, preeiao ea coorf eoir qte el oonoci-
■iento del drasM efltraogero estaba raoy poco
geaeraliaBdo ea Praiicia. Voltaire ñié el prime-
1» 908 00 aqoella época proDonció elnombre
dc Sbalupeore: Letoursiatir poblicó una tra-
teeion eompleta de sua obn». Fri4d$l, Jun^
iir y UebiniUé trad^oroD dei alenaD las
ebiudiamátieascoD qaeJLaafki^ y CMketn'
sayaban da^ nna flsooomia nueva i so teatro:
¡Jk§M$t Tertió del español al franoés las pi^
SBBBas DOtables deGatderoD y Lope de Vega.
U padre Pfeoiare, miaionero de ia Gbioa, nos
dSBcabrió la exisleacla de on tealro cbino^ eo-
rísndo ¿ on amigola tradueciOB deono de sue
draaiBs: titolikise este ei Buérfánodé lao<»9ñ
ds TdtM, y rormaba parte de ooa eoieceien
tn coarentamlteooes, qoe cooteaia cíea iHe*
las teatrBlea, eompoestas daraole ODasola di-
aastia. loaobiDoo do distÍDgueD la comedia de
lalrBgedia: el oanto se mesóla ood sos dratnas,
Afidldoa en mas ó moDos partes, pero qoe
aonea pasao de cIdoo: áDicameote los repre-
Bentan las coropañfas ambolantes que van doo-
és las liaman, ▼ ejecutan á cleccionde los es-
IKtadoreg y od el acto, la plesa de sn reper-
lorío, ordinariameDte muy rico, qoe ellos ee-
cogen. El námero de soa piesaa teatrales es
iDcalcolable. Toda aoécdota capai de servir de
Bsaalo á od coento ói uDa ooveta, todo aeoo-
leciniieDtobistórlco, poesto eo diálogo, paede
qiarecer eo su escoDa; puea el teatro cbino no
pareoe smeCo á nlngona de las reglss que ba-
eeo taa diff cil este arte entra las naoloDes mo-
deraas.
La inesperada revelacion de semejaales
obras, no menos raras que desconoeidas, sugi*
rid la idea de noevas formas y Qombin?)ciones
dniBéticaa, de qoe se apoderaron Diderot. Hét-
eler, Sodaino, y por úlHmd Beumarcbais; tal
foé ol pruBier impulso dado al alstema qne do
ba nocbo Dumas y Vlotoir Hogo incentaron ba-
oer preralecor eo Fraoda eu eontraposicioa al
^AríOétolea.
La poseaioif de las Indiaa Orientales y el es-
Mia de la leoffua delos aotiguos iadus.bide-
üaeoaooer á los iagleses quc los indios po-
aeta tamMen ud teatrot eo ctiyos mlsteriM
■a bemo» atdo telclados basta abora poco. El
arte dranDétlco pareoe qne exitte entre ellos
deedo la oahs remota antfgOedad; y lo qae dis-
ttague au leatrode todoa los demas. es qoe las
Vieaas qno conocomos eatén aserltas todas eo
muerUo, idioma especial de la génte ilostra-
da, doBcooocido al poeblo: biis produoolones
draiDÍticas debian ser por consiguiente ínle*
toligibles para ia multitod y el patrímonlo es-
|M«» de laa €M|t» pri«M«|i«dáa da la |É«i>
Parecé tamMeii qoa m nepreaetttadoaíea sé
vcríflcaban únicamente ea laa ocasiones SO'*
lemaes, y oud la mayor pane se compooian
para ona soia vez. Esta doble drcimstBDCia es-
plica por que soa mas largas que tas nuestras,
al miaow tiempo que da ana esplicaeloa satisftic-
torla del corto oúmero que nos qneda de obraa
de esta clase. Sus autores baceo poco oaso de
las unidades. Las obras Indicas, no obstante,
que tratan de la poético, dividen sus dramas
en bastantes elases, para iadicarDos al meaoa
qiie, Do carecen de variedad. Las piosas men*
cioDadas ofreoea el equlvaleote del drama pro-
piameote dicbo, de la ópera, de la paotomí-
ma» etc. Bl BBas aDtigno de los tratados de ta
literatura dramitica de la lodia data del si-
glo XI, época eo que ya deellnid)a el aríe; por*
qoe, y le mfsmo ba snoedido en todas partes,
taa so)0 ott eircuastaocias tales, ta antoridad
del erftloo reemplaza al genlo det aotor que
erea. El fla qoe se prepofila el artedramillco en
la India era eminentemeote peiigioso y morul:
el béroe debe ser na dios 6 uo moaarca; los
seDdmleotosesppesados, poros, nobles, tegifi-
mos y conformes á los priaciplos fündamenta-
los de la rellgioa de Brabma; ooa iDÍDuefosa
teoría dramitioa traza severos limltes al poeta;
el draroa debe teaer diea actos; cada acto oo
debe abrazar mas que la accion de un solo dla;
pero por )a elasticidad de la regla, )a duracion
de todo puedeser de diez afíos, latitod que es-
taba eompeosada por restricciones, á ías que
00 compreodemos qoe pndiesea someterse los
autores. Les estaba probibido, por ejemplo, po*
aer imprecacioaes en boca de los actores,
mostrar al público condeoacioaes degradaatea,
bablar de los iafortnaios aaciODales, flgurar
combates ó caricias, eosefiar do personage
dormido é eomiendo, etc, y sobre todo, no
les era permitído cnsangrentar la esceno, al
bacer desaparcoer uo personage durante el
oorso de la pleza, por ana catástrofs cnal-
qoiera. Estas reglas, como beraos ya aotado,
se ban beobo despues de las obras y coa ar-
regio i lo que cada una ofreeia de masperfeo-
to, de raodo qne las que poseemos parece qoe
no estinmuy cooformesca uo todo coa ellas.
No pnr 6so su estndio es meaos iateresaate,
en cuanto nos prueba que aiogna arte, ea nio-
guD tlempo ni ea nin^^n pais ba podido ma<«
nilestarse Jamis siA que no se baya iateDtado
clasiflear sos preceptos.
Cno de los earactéres priocipales del dra-
ma indico, es eslar compuesto de gralredad y
trístesa, i la vez que de alegria y locura.
Nofica corrc la sangre al es desgradado el
desenlBoe. Sobre eslos dos puntos, autores y
orfticos pstán sfempre de acuerdo.
EI drama de 5aibní aia.traducidodelsans-
crHo al Ingiés por noraeio ^Vüson, y a1 fran-
cés por Mt. ée Sorsum, puede dar nna idea
del dramaberóico delalndia. Hr. Scblegelba
croido encontrar en é! uoa analogia taa cbo-
cafflé potki^fSodtpolM^tíOBéé Sbakspear« qne
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ABm— ARTEIJO
«20
ha sospechado sin rason qoe el tradnctor ha
añadido algo á su modelo.
Lo8 iDdios tienen el drama pagtoral, y to-
oavia hoy los habitautes de CeodoU consagran
una noche todos los años á representar la
pieza de Fayadera^ especie de idilio interpo
lado con cantos. En suma, lo que conoceroos
de la literatura dramálica de los indios, es, á
pesar de lo que nos ofreee tan opuesto á nues-
tras ideas, iDflnilamente soperior i los infor-
mes ensayos dramáticos que poseian los pae-
blos roodernos antes dol siglo XVII.
Terminemos nueslro articulo con una rá-
pida ojeada sobre el eslado aclual del teatro
en las diversas nacioncs iilerarias de la Eu-
ropa; El teatro alemaii, merced á los esfuer-
aos de Gcethe, SchiUerj y otros autores menos
célebres, ha adquirido en nuestros dias una
verdadera importancia. Gon todo, debemos ha-
cer notar que despues de haber ahandonado
enteramente la imitacion del teatro írancés, á
la del español y á la de Shakspeare deben los
aleroanes el nuevo aspecto que han consegui-
do dar al suyo. Esta asercion, que declararoos
exenta de reproche por nuestra parte, en nada
rebaja el mérito de los citados escritores: úni-
camente queremos indicar de una manera mas
clára y precisa, 1a diferencia del sistema dra-
mitico que han adoptado. Igual determinacioo
parece que han tomado los que actualroente
escriben en Italia para el teatro: todas sus úl-
tiroas obras tlenen una tendencia shakspeari*
na. En Inglaterra prevaJece el principio sos-
tenido por lord ByroO, que se declaró alta-
mente en favor de las unidades. Otro tanto es-
ti sucediendo en España despues del desbor-
damiento y ias aberraciones del romanticismo.
De todos estos bechos irrecusables ¿oo po-
dria deducirse que el movimiento que hoy se
realixa en la Uteratura europea, lejos de indi-
car la fatiga é ineficacia do las antiguas leyes
que la rigen y la necesidad de nuestras emo-
ciones, como se ha prctendido,,maniflesta una
favorable reacdon al clasicismó? EI arte dra-
mático es de las artes liberales el que se plie*
ga mas arbilrariamenle i las uuevasnecesida-
des de la sociedad.
Gousiderando el lugar que debe ocupar el
arte dramiltco en las bellas artes, haremos no-
tar qoe habiendo debido ser el primer lengua-
Je del hombre la eroision del sonido antes que
estuviese acentuado y articulado, es probable
que la música, que el canto modulado, haya
precedido i la palabra, empleando luegola
poesía para dar cadencia al discurso segun el
ritmo. Tau pronto como se ha eroitido el can-
to, la gesticulacion, es decir, ia danza mimica
ha venido tal vez iovolontariamente i añadirle
naeva espresiou; y de estas trcs partes distin-
U&, la música, la poesia y la dauza, reunidas
y coiifundidas, nació el arte dramitico. La ar-
quitectura, la escuUura y la pintura, debieron
manifestarse posteriormentc; porque en un cli-
ma tibio y i^Áv^p comoel úp la India y 6re-
cia, cuna de las artes, laDeeesidtddeiinalii-
bitacion regularmeote eoDstmida, no debióha«
cerse senUr hasta muy tarde. Las artes deldi-
bujo, desünadas i embellecerlas ó i perpe*
tuar e1 recuerdo y la imágen de los dioses y
héroes, adomando loatemplos, suponenya ub
pueblo mas adelantado en la civiUzacion, ona
toogonia, una historia. No noa es dado apoyar
con ninguna autoridad esta teoria oompl¿a«
mente racional; pero la observadoo la conflf»
ma. En las naciones moderaas, particnlanneB-
te en las del Norte, donde todas las bellas ar«
tes han sido importadas, donde el gnsto i eHas
es casi siempre el frato del eatudio, ó al me*
nos de una larga costumbre, r^pararemos qnt
son tanto roenos'apreciados del vulgo, coaato
resultan de la civilizacion mas adeiantada de
los poeblos en que han nacido. Aaí, segnn el
sistema que acabamos de estableoer, iosgrie*
gos han empezado por el canto, por la raM-
ca, que como se ve, es el arte que el poeblo
mas eatúpido concibe con mas facilidad: todos
bien ó mal canlan; aon sensiblea á la tnnooia
quelos anima y les bace marchar ó aaltari
compis; la poesia los conmoeve mudio menoe;
y algunos son compietamenteineptoa para ias
artes del dibujo, porqoe sus senüdos embota-
dos no han recorrido todavia la aérie de lu ar-
tes que los griegos atravesaron casi simolti»
mente. Peroel urtedramitíco, pudiéodoae coa-
siderar como la reunion de todos ellos, poes
hasta los del dibojo concurren i la ilusioo es-
cénica, hiriéndoles por todos los senUdos i la
vez, les interesa y conmneve. Nadie igDora
que el pueblo laUiio, tan poco sensible cooio
los modernos i las beilasartes, tenianun gosle
desenfrenado por los espectáculos dramitioos.
La pantomiroa roimica, primera eepresion de
dicho arte, era principalmente el objeto de sa
prediIeccion« Cook, Ija-Peyrouse y otros via-
geros, han encontrado reprerientaciones aoi-
logaa entre los salvages, desde Otaiti, hasta
el Kamschaska.
Micntras que en Europa los espectieaios
escénicos hau sido ei patrímonio casi esdosi-
vo de la clase Uustrada, la belleza poética en
su prindpal encanto, y la que los aotorci pro-
curaban reprodiicir. A medidaque la aflciOBal
teatro se ha hecho mas popular, bo lia bastado
la belleza poética, ha sido necesario echar
mano de impresiones mas fuertes y de pinti-
ras mas reales. Se ha querido hablar ikis
ojos, etc, etc, nos heroos vuelto mas roaa-
nos y exígimos imperíosamenteque se oosdi-
vierta. Los autores» deben sin doda, acepHr
la condicion social en que nos eooootraflMS
colocados» y saUsfacer los deseos de la geoe-
ralidad que ha de Juzgarlos; pero oo olvidea
que es predso guardarse de ir moy iejoe, y
de sacriflcar i ineonsideradas y valgares eii-
gencias las etemas ieyes del buen gusto y la
razon.
AETEIJO. (BAÑos ob) En el poeblo de eele
noQbre, i doe leguas de ia Goruda, hay o^
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AHTE1J0-.ARTEMAS
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maaitíal de agQisdiras, qa^ saben á legía,
7 despiden an tofé desagraflable que plerden
i poca diBtancla del manantial. Hay tres baños
eayas temperatoras aon 18, 30 y 30*. Aunqne
BO ban aldo analisadas con rigor. parece qoe
eoDtieBen ácido hidrosalfúrlco, hidrocloratos
de sosa y de magnesia» y se les atribayen
mucbas, propledades.
Este raanantlal tiene nn médico director,
qaien coldatambien de las agnas de Garballo:
asi es qae la denominaclon de estas aguas es
ralfrarroente la de ¿^oñot da Arte^o y Car^
kuüo.
Carsalu), poeblo tambien distante mas de
dos legaas de la GoruAa > abunda en agaas
mioerales, y las mas notables son las de cua*
tro posos que ae baltan en ona alqueria Ila-
mada Brañal. Son claras, de olor faediondo y
labAr á buevos podridos: la temperatura del
OBo cs de 30*; la del otro de 29, la del ter-
cerode 95 y la del últhno de S4, con la dife-
rencia de nn grado mas ó menos segun el es-
tado de ia atmdsfera. Gontienen ácido hidro-
SBlfárioo, y acaso nn poco de ácido carbónico,
bidroclorato de eal, carbonatos de magnesia
yde cal, y snlfatos de las mismas bases.
Por supnesto que nl en Arieijo, ni en Gar-
bdlo bay mas establecimlentos que unas mo-
destas casitas, cuyas comodidades son harto
I para Itamar concurrencia.
Áüumt ir M9$ minerO'medieimalet ¿9 Arteijo. por
dM ÍUriano José GonMÍez y Cretpo; en ol Bolelin
deMedicina.lUdrid.iasO.
ARTKRIAS. {Anatonda.) 'ApTt^pUt, arteria,
de á^p, otra y TiipsTv, oonservar. Con efecto,
JoB antigHOS cretan que las arterias, ordina-
riamente Tacias despaes de la raoerte, no con-
teDiao mas qoe aire durante 1a tida , y por
esta razon habian llamado traquea-ttrtiria al
canal que eonduce el alre de la laringe á los
bronqaioB. \m arterias son vasos qoe llevan
1a sangre del corazon á loe dÍTersos órganos,
y están divididas en dos sistemas: las una^
qoe son ramiflcaclon de la arteria pulmonar/
coDdaccn á los pnlroones hi sangre negra y
desoxigenada, despedida por el ventriculo de-
leebo; y laaotras, nacidas de un tronco co-
oiBB, llamado la ñorta (véase esta palabra),
sinren de canal á la sangre roja qne se diri-
ge á todas las partes del cnerpo. (Véase gib-
CDLACIOIf.)
Las arterias son tobos que van decreciendo
sáempre en graeso, á medlda que se apartan
de sa pnnto de orfgen. Por lo tanto se pnede
eoosiderar cada tronco arterial como un seg-
meiito denn cono muy oblongo. El calibre y
kus peredes de cstos tnbos no dlsmlnuyeu pro-
poroionalmeBte de diámetro el nno y las otras
de espesor; es dedr, que las arterias de pe-
qaeño calitoe tienen , i proporcion , paredes
resistentes quo las de nn calibre mayor.
grQeaodelasparedesvariatarabien se-,
gnn las regiones, en general es mucbo mayor
en las partes declives, como en los miembros
inferiores, y sobre todo en el pie: y es al con-
trerio poco considerable en el sistema de la
arteria pulmonar y en las arterías del cerebro.
La resistencia de estas paredes y su elastid-
dad son tales, que aun estando vacias, no se
reunrn ó pegan una ¿ otra, sino qoe dejan
siempre abierto el callbre, ó como se dice, la
tuz de la arteria.
Las paredes de las arterias están formadas
de tres tánicas distiutas. La esterna, ó cetulo'
ea, está formada de filamentos inextricables y
como borrosos: es la mas gmesa y resistcn-
te, y ademas Inesten8ible. La túnica subya-
cente, ó túniea media, ba sido Ilamada mem*
brana propia de las arterias ; y su grneso es
tanto mayor, á proporcion, cuanto mas peqne»
ño es el vaso- Sus flbras son amarillas, esten-
stbles, muy elásticas, yestán.dispuestas circo*
larmente; pero su disposicion hace que la lú-
nica media se rasgue fácilmente por un es-
fuerzo de traccion eh la díreccion del eje del
vaso, y se corta bajo una presion circular, co-
mo, por ejemplo, la de una Ilgadura. (Véase
LiGAODRA.) La túnlca interna es de la natura-
leza de las serosas, y es continua con la qne
tapisa las cavidades del corazon. Las mismas
paredes de las arterias reciben sus vasos ar-
teriales y venosos, que han sldo llamados vo-
sa vasorum. Nó se ban encontrado en ellas
basos linfáticos , ni tampoco es cierto que les
estén destinados los nervios ganglionares que
las acompañan. Kn ei vértice del ángulo for-
mado por dos arterias quc divergen, la tttnica
interua forma un pliegue ó una arísta semicir-
cular, que rcsulta de replegarse sobre si mis*
ma, y que se liama espolon , porqoe conx> el
espolon de nn macbon de puente, divide la
columna de líquido que viene del tronco sa-
perior.
Las arterias nacen del tronco prímitivo
como las ramas de un árbol, habiéndose dado
el nombre de árbol vaseular ó arterial al cou-
junto de los vasos; pero esta espresion dista
mncho de ser rígurosamonie exacta. Asi como
las ramas se separan, las ramiflcaciones se
aproxiroan y se aDastomosan, comprcndiendo
entre si espacios areolares que forroan como
las mallas de una red. Se llama anastómosis
(véase esta palabra) la oscuiaciou de las arte*
rías, y por estension el ramo arterial que pone
en comnnicacion i otros dos. Las arterias se
separan del tronco origioal ó se auastoroosan
formando ángulos varíables. Has ó menos
flexuosas, segun que son mas ó menos téoaes»
tienen siempro una longitud mayor que la de
los miembros ó de los órganos que recorren,
anu coando estos se hallen sometidos á la es-
tension ó á esfuerzos de traccion; y algnnas
veces sus grandes sinnosidades no tienen nin-
gnn objeto apreciablo.
Ninguna parte de la economia está sujeta
átantas anomalias como el sistema arterial.
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«»3
Aíi'mm^AjnBB
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Lag arterias tenníBim por ranm capHares
que son codUquos cpa los ^ 1^3 sq^^b.
Se ha llamado coftal arierial upa ramifiea-
ciou de laarteria puimooar que, eu el féto, va
á abrirse en la aorla debajo de l.a arteria aub-
claria isquierda, y de este modo poue eo co-
municacíoa durante ia vida (eta\, los dos ais-
temas arleriales. (Véoite ciftcuLAciOK.) El oanal
arterial se oblitera despues del BaetmieiHo , j
forma una especie de iigamenlo.
Laa artarias están sujetaa á frecueDles en-
fermedades, que revelao, durante lavida, sin-
tomas Biaa 6 monos gravcs , ó despues de la
rouerts» un eaiado palológico de loa vaaoF.
Ádemaa del aoeurisma, de los accidentea irau*
raiiicüs Y de las ulceraclonea ó rupturas por
causa fBorbosa {véúse ABmuRisiiA, abbidas b«
LA» abtbbub)» ías enfermedades mas oomunes
de las arterias son la inflamacioD aguda ó ar-
teritis, que bo debe confuudirse coa ia colo-
racion roja de las arteriaa por un efeclo cada-
vériGo baatante comun; la dilaiacion , la eslre-
ches y la obliteracion, las degeneraciones ate-
r^Hnatosa, esteatomatosa y ósea , y el desar*
rollo de entosoarloe que han aidó observadoa
en las eoncrcciones fibrinosas que iienen tapi^
sadas ias dilataciones arteríales: un gran nú-
mero de esias enfermedades, y sobre iodo, la
obiiieracíoB y la osiQoacion, dan lugar á la
gangrena eBpofiiánea ó scnil. {Véas$ gan*
fiBBNA.)
ScÉrpa: Sull' aneurifma.
Boargery: ÁnatomUde fkgmtM,
3j6cl«rd X G. pérard:D^c|.4« mféicme» 2»> edkíon,
arl. ABTERB.
ARTERIOEOMLV. (Cirf^a.YApvtJ^iaL^arieria,
Tciiustv, corUtr. M% voa» emplieBda á vcceaen
Bi seutido de anatomia de ias arterías, se uaa
casi esclusivamenie para indicar )a sangrja
praCticada en ua vaso de eslc órdea. La arte
riotomia se praoiica oasi ÚDicamenie en la tem-
poral y en la aorícuiar poslerior; y aun pue-
de decirse quo ea operacion boy dia inusitada,
despues de haber estado muy en boga bace
dies é doce años para combatir ciertaB oflai-
mias. Antiguamenie, pues, para abrir la arte-
ria sc bacia una incision irasversal que la cor-
laba por completo; en seguida se detenla la
sangre por medio de un vendage de lazo cm-
sado, llaouido \&%oónudo de imbalador, diya
coBlríccion y peso, incomodando roucbo al pa-
cieBie, y provocando ona cogesiioii sangni-
nea báoia la cabesa, debia deeirair en mucha
parte el efedo que se esperaba de la sangria.
Sn Buesiros dias, si por acaso ocurre esta ope-
rBCion , se abre U artcria simplemeBle como
BBa vena, ea deeir eon la lancela, y para deie-
aer ia sangre se comprime Hgeramente el vBtOi
por medlo de una compreaa gradoada y de a1-
gunos circulares de venda. Aan eate aimple
vendage incomoéa bastaote á las eBfermos.
Por lo demas, es bBrto dndosoiiQe ÍBBilerio-
fomia tcoga wmttí^ BlgiBS sohn la i
4e) brazo oportunameute gradBada.
ARTCS. ^BBUUAA) (Viase BELLASAnBS.)
ARTK3 Y (Wmm. De mayor utílidad positi-
va, y de mas aplicacienes prácticasqBelaslta>
ilas artes, ias artes mecánicas han oco^
siempre un lugar preferenle cb k viüa de lo-
das las sociedades. Kn las uaoiones moderaai
sobre todo, y con mas espeeialidad detde la
última parte del siglo XVlii, so ififluencia la-
bre «H órden socinl ha ido em progresifo lu-
meoio, y Im b«clio ealnordinarios adelantoi*
Débese en gran parie este efecto al mayordea*
arroilo que de tres sigtos aoi hao adqalrido
todos l08 ramos del saber» cob alguBOS de kB
cualea estAn Jaa artes y ofidos iaümaBMBte li*
gados. fialre lasciencias qoe mascontacto tie*
Ben coa los ofloies y artes, paedaa citarse li
geometria defcrip|tiva, )a flwcAniOB» la físiei y
la quimica. Tambiea es frecaeBte ver ¿ las ar
tes y oQcios, auxUiaodo A sa ves el adeianli*
miento dc la oieBCia. Las miqutius para diii*
dir el circulo, por ejemplo, y para hendir lai
ruedas dentadas, haa ooniribuldo al perfeoeio-
OBmieaio do la geodesia. La astrooomia, k
navegacion, basia la fisica y Ib quimlca Ims
deliido beneflcios ¿ las artes.
Supaestaesta cocrei^KuidenciB efitreeipia'
greso de las eieBCias» y ei de las Brtes nñeér
nicas, fAcíl es oompreader por qoé hao áét
tan rápidos los incrementos que ea ios úllimoi
liempos haa lomado U» úilii&as* La gran Bial-
títud de bombres ssperiores que despues deii
propagacion de los libros por medio de Ui iflH-
prenta, han cultUrado é ilustrado las cienciai,
han provislo de influiloe medios de accio& i
las artes. Galileo, Descartes» Newlon» eBseDaa
ia íisica y la niecéoica, y oon sa mzUío Iii
artes se desBrroUaa. La qttlmica, porfeoeiaBa-
da hasta el piiBto de poderse llamar bbb ckB-
cia Daeva, ee psesta A multitud de apUeadi*
nes prActícas para blanquear ei lino, el ciia-
mo, el algodoD, el pepel» eic, parB forfloar tin-
tes, y para BHiHitud de otroa usos. ToricelU
inventa el bar6metro, Pascai la preasa hidráa-
lica, Othon Oueriolc la máqoiQB neomAtica»
If uechembroedí el pirómetro, FraiüüiB oi p«a-
rayos, Oaivani la eiectrícidad Bnlaisl» VoHa
lorroa la pila nngnética que lleTB so noobFe;
y todos estos iostrumenios y aparatoB, y oHoi
mnchos, ó hacen nacer ó progresar A otm
tontas artes y ofldos.
Pueden dividirse las artes en trea «alBf»*
riBS espeoial^; artes agricoias, qne soo las
que ouentan espeolaimeate coa los pro^aelos
que da la tierra, y se proponen por obltíB sa
collivo; artes quiBiúoas y fiaicas, qoe sob Itf
que eroplean por agenies el calor » ia lus, ta
electricidad, etc, yartes mecAnicasó deoM-
culo, cuyo luDdaroento esiA en ia habiiidad de
la mano, de las mAqumas y de ios ioBlmaMB*
tos, y suelen llamarse tambien oon bus Iíb»
oneBcia artes BaBaufasturerBS.
HeflMBCilado lasDiAqiáBas, y BBlottaB eitt-
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A^T&S
6Í,6
MAb é habUi aqiii opoilaoameiae 4e Ja
caestton de si sob útiles ó pe^ijuciiciales á las
iodnstrías y á los trabajadores» bí dó toviera
logar inas propio el exáiseD de este punto eo
atros articotoB de pu^trp Diccionario. En este
«Qpoaato, ^astaró ooq ^ue aqui dejemos con-
8i¿iado qoe la qleikcia (la fallado ya dcú^iiva-
laeote esta coeatiiOD, y que no es posíbl^ du-
dir TOSooableBi^nle de la grap uUlidad de las
néqoiDas, taoto para el resultfido general de
Im prodoctos, cooio para los mismos trabaja-
dores. Fre&eiii4iendo de Que lo becbo por me-
dio de móqujna es siempre mas flno, menos
eoslQSO, ^y 4e couclusioo mas pronta que lo
tnd>a]ado ¿ mano: prespindieDdo uimblen de
qne atgonas máquinas son irreemplazables por
A tiat^jo mooal, ya por su escesiva peque-
fiea, fa tambten por otras rasoues, y de que
otrps OD ^ex de bacer innecesario el trabí^o
del bombre, son las que ie bacen posible, y le
dan vida, de modo, que en todo caso babria
qo9 bocer una clasiflcacion de lasmáquinas en
direreDtes categorias, sumamente dificil; pres-
eMiendo de otras nucbfiS considcraciones ó
cval mas eyidentes por el núsmo estilo, toda-
vfa aoD, reapectp de aquellas máquinas que á
primera vista sustituyen el trabaio del bombre,
y por coDaecoencia dejan á este s^ ocupacion,
es lo ciocto qoe en,ttiUmo resultado producen
baeoos eíeotos, y lejos de disminuir ei uúme-
ro <ie brazoe trábaiadores, lo aumenlan. Laes-
perieocialoba CQnflrmado aaisiempre.Endon-
de mas aboDdan las fábricas y las máquinas,
mayor es el nümero de los tr&bajadores ocu-
pados, poes el desarrollo comunicado á la in
dostna oniversal por el perfeccioDamiento de
«Bo de sfis ramos, es siempre fecundo en bue-
Dos reeidtados, y mucbas Yeces la estiocion
de noa clase de trabijo manual, sustituido por
las Biáqoinas, vaaegoida del nacimiento de
Boeras iodostrias. Buen qemplo de esto, es lo
qne socedfió con motivo del descubrimiento
de ta impreota; los mucbisimos copistas de
■aoascritos que eo toda Europa ballaban su
subsisteDCia en esta ocupacioo, la perdieron
pof el pronto; pero otras mucbas oacieron del
deaarrollo de la imprenta, que da boy trabajo
¿ uo Dámero de personas incomparablemente
miyor que el que vivia de copiar manuscritoSi
aores de >a intencion de esta prodigiosa má-
qofiui.
Kl estodio de la ciencia económica ha pro-
doeido ootables cambios en el modo con que
ia ley coosidera boy á ias artes y á los oflcios,
■Hiy distioto sio doda de aquel con qiie la con-
sideró eo otros tiempos. En ouestro^ dias pasa
coBo no azioioa qoe la mejor proteccion que
i la indostría puéde eonceder el legislador cs
d^arlm eo compieta Ubertad. Ko basldo asi en
épocas anteriores. Desde mocbos siglos atrás
ha ▼enido la ley interviniendo eu los oflcíos, y
organixándolos en gremios, y legislando sobre
eiioB y sobre cada ooa de sus partes, de mpdo
qaeel iodQtfirial, en ▼«& de eosanbbar oicam*
476 UUnJUTUGA Fopuum.
Sa de ^u actiTidad 7 de su ganancip, y de Qar
nicamepte á su habilldad ei precio de su tra«-
bajo, 00 tenia que bacer mas que ceñirse ó Í68
limites que le fljuba la ley. Ni podla dedicarse
á uu oflcio si 00 entraba prímero en el gremlo
de la clase de industríales que to cultlvaban,
ul podia jponer libremente precio a1 fruto de
sus' afaoes. Soo notables en este punto aigunas
leyes dadas en nucslras antiguas córtesporal-
gunos de nuestros reyes. Don Pedro e1 Cruel de
Castilla, promulgóenlasde Yalladolid de 4381
un ordenamiento de mencsirales, en el cual or-
gaoizó el trabajo con tal raimiciosidad, que
parec^ imposible descender á mas pormeno*
res» Su bermano Enrique II, dió en las cortes
de Toro de 4369 otra ley almotacenando 1<H
co$ai, es decir, pODiendo precto y tasando los
productos de todos los oflcios, y sefialando lo
que debia darse por recorapensa al trabajo de
coda clase de iudustrial. Máodase eo ella que
los ulfayates ó sastres veodaD la ropa que bf-
cieren cd esta forma; los peliotes, tabardos»
sayas, capirotes ó calzas con fbrraduras á to
maravedises; los misraos objetos sio (brros, ¿
45; la saya abotooada, á6 maravedis. De h
roisma manera se senala endicba ley el pfecio
del trígo, de la cebada, de los paños, de las st-
Ilas, de las espadas, de las tejas, de las aza-
das, de los cuchillos, de los zapatos, cn una
palabra, de todo. De los jornalea cttarefflos los
de los labradores: desde 4 .^ de Dovlembre hasta
4 .* de marzo el jorDalero eropleado en la la-
braoza debe gaoarS maravedlses, y lajornale-
ra 4 5 dineros, mandando ademas dicba ley qae
óadie emplee mas de doce obreros á la ^ek,
para que haya obreros para todos. Gomo se vé
no piden una cosa nueva los qtie en la actua-
lidad tratan de organlzarel trabajo.
Hoy dia todas aqocllas dispósícianes ban
desaparecido. Los precios de las cosas y de
los jornales se hizo poco á poco libre por sí
fflismo. Losgremios y corporactonesriDdustria-
les han sido suprimidos iuego que la ecooo-«
mia políttca ha hecho proclamar la libertad de
la industria, ó cuando raenos han perdido áu
forma antigua y sus privilegios, quedando so-
lo para objetos que en nada afectaná ta fiy
culfad que cada individuo tiene de emplear Hr
esplotar su trabajo como mas le conyenga; y et
estado dcja enteramentelibres á las indüstrías,
no concediéndoles raas proteccion que aquetl^
que se reduce á faciUtar las mayores eomnni^
caciones á los productos, ó ¿ asegurar lá pro-
piedad particular de los invcDtos. Goo e1 prí-
mer objeto celebra esposieiones generales de
la Industria: con el segundu concede pririle-
gios de invenoion y de introduccion. Las es-
posiciones de la industria son la revista gene-
ral del estado en qtre se htrlla esta, pasadamas
que por el gobierno por lia misma industría, y
por el públíco cn generaL Los privUcgios ^
invencion y de introdnccion aseguran ia pvo-
piedad de ío inventa^o ó de lo iutroducldo al
t|mn4or é imroduclor de un pbjeto de.ai(e jü
T. IH. 40
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627
ARTES-ARTESIANOS
6tt
oflcio, estimolado de este modo á unos y á
otros; perocoroo por sii misma lodole y natii-
raleza se resista todo objeto industríal á ser
propiedad permanente de nadie, los privilegios
DO sc conceden mas que por número limitado
de año8, que varia segun su clase y circuns-
tancias. (Véanse los articulos economia poli-
TICA, CONSERVilTOBIO DE ARTES, ESPOSICIONES
OE LA INDUSTRIA Y PRFVILEGIOS DE INVENCION
E INTRODUCCION.)
ARTESA^'O. [Teenoloaia.) Dos cosas son
necesarias ai artesano: deslrezaéinstruccion.
La primera cualidad es pocas veces un don
de la natur^iexa, pues mas comunmente es
íruto del ejercicio y del trabajo, y he aqui la
razon por qué todas las artcs tienen so apren-
dizage, generalmente largo y penoso. La des-
treza, pues, sc desarrolla con la práctica, y
aunque cierta disposicion de los órganos sea
mas favorable á ella que otra, todos pueden
aspirar á adquiriría á foerza de laboriosidad y
paciencia. Taii cierto es esto, que hombres
pocofnvorecidosde la naturaleza, y hasta mu-
tilados, han adquirido una destreza estraordi-
naria, viéndose áalgunostrabajarcon los pies,
escribir y dibujar con tanta facilidad como se
pudiera bacer con la mano; á otros coscr y
hacer calceta, aonque sin dedos, tocar el vio-
lin siendo mancos, etc. Estos ejemplos prne-
ban basta qué punto el trabajo asiduo puede
dar destreza ai hombre. Por el conlrario, la
ociosidad y la pereza producen efectos opues-
losy engendranuna torpezaincreible. La des-
4reza en los obreros es una cualidad preciosa
{Mira el ejercicio de las artes y uno de los ele-
mentos de la prosperidad manufacturera.
Al primer golpe de vista parece que la ins-
traccTOD es para ellos de menor importancia,
i>ues destinados ¿ ejecutar siempre las mis-
mas opcraciones, se cree que no necesitan de
grandes conocioiientos. Este es un error que
coDViene destruir, porque á no hacer de ellos
máquinas animadas, es preciso que adquieran
derto grado de instruccion proporcionado á
)as dificultades y ¿ la importancia del arto que
deben ejercer. Yed cuales son los efeclos de la
ignorancia: el obrcro poco ó nada Instruido do
tiene celo ni emulacion, y no conociendo mas
que su práctica ciega, se previene contra toda
iDDOvacion y rechaza obstinadamente las roc-
joras industriales masfelices: unafábrlca com-
■^puesta de obreros de esta clase no puede ha-
cerel menqr progreso. Yiviendoen talleres
Uenos de sustancias combustibles'ó inflama-
h\eñ, asfixiantes ó deletéreas , su ignoran-
€¡a le espone ¿ mil peligros (4 ) y ann su iropru-
Jt ) De todoi los heebof qae podriamos ciUr sobre
e panto, no hablaremos mas qae de ano solo ocur-
ridorecieDtemeDteenParis. HallábaDsedos albafti^
léfl oeapados en eompoaer un poio: ano de ellos oa-
7*asflzladoporel gas ¿cidocarbÓDicoque habla aUi
«I abundancia; y su compafiero, cn veK de sacarlo
inmediauimente de aqaelsiliomortal, preocupado de
laideadeqneelfnegoUporifica todo,fie apretura
á eneender lnmt>re #a el íondo del pozo, consume de
dencia puede comprometer la fortoBa de los
empresarios y de las numerosas faroílias qoe
de ellos dependen.
Elobrero iustraido, por el contrarío, lleno
de amor ¿ su arte, iotetigente y Iaborio60,ao«
xilia eflcazmcnte al empresario, sln dejarse
intimidar por los obst¿cutos 6 por la novedad
de los procedimientos; comprende al paoto
el objeto, los medios y los resultados de los
trabajos; conoce las dificultades y sabe veo-
cerlas ó eludirlas. Prestando ¿ todo ateneiOD,
coidado y diligencia, trabaja mas prontoyrae-
Jor, sin demasiada molestia, y procora que oa-
da salga de sus manos sino con la perfeedon
posible. En fin, s¡ es cierto que el estudio dol-
cifica lascostumbreséinspira sentiroientos oo-
bles, enla clase artesana es donde mas se de-
Ja sentir su feliz influencia; este es el úoioo
medio no solo de hacer mas productivo sotra-
bajo para eilos y para sus maesfros, sinotam-
bicn de hacer reinar la paz y la moral en los
tatleres y restablecer la oonflanza co las em-
presas iudustriales.
Pero como es difícil que ios mismos irte-
sanos sean los qoe conozcan la necesidad de
instruirse, ycarezcanporotraparte deiosme-
dios necesarios para su educacion, toca ¿ kn
fabrlcantes y empresarios satisfacer esta ue-
cesidad, sln que por esto crean qoe es uaa
carga que se quiere imponerles sin ningQm
indemnizacion. No,todoJo contrario, ellosse-
rán los primeros en tocar sos ventajas, poes
semejante acto de beneficencia, ser¿laprrada
mas segura del buen éxito, de la duracioo, y
decimos mas, de la preeminencia de sos mar
nufactnras. Ya en muchas ciodades manofK-
tureras, particularmente en Inglaterra y Frao-
cia, se ban asociado ios princlpales fabrí-
cautes para fondar ¿ sus espensas escoelas
elementalcs en las que, ademas de la escñta-
ra y del cálculo, oonocimieutos indispcnsabtas
hoy ¿ todo hombre, se enseñan tambieo los
elemeutos de dibujo, física, mec¿nica y qoi-
mioa; ciencías tan necesarias ¿ la pf¿ctica de
las artes indostriales. Los pueblos qne formeo
somejantes establecimlentos obtendr¿u ias ma-
yores ventajas para la prosperidad nacional;
verán desarrollarse r¿pidamente la habilídad
indastrial y Ilegar ¿ scr, por dedrlo asi, hc-
reditaria; en fin, adqairiun una soperioridad
marcada, que ¿ los demas estados C03tar¿ roa-
cbo trabajo seguir y mucho mas alcaozar.
ARTESIANOS. (pozos) {Te<mohgia.) Hon-
dando verticalmente el snelo basta Ja profoii-
didad suficiente se encnentran algonas veees
corrientes de agua 8ubterr¿nea, qne suben ¿
la superficie por e) canal qne las ba abierto
la sonda. Estos surtidores ó ftientes asoeDdeB*
tes han recíbido el nombre de pozos horatUh
este modo las úUimas porciones de aire respirable j
00 tarda en sucambir él mismo vicUma desu íffnora»-
oia. Mochos easos aa&logos áeste han ociiiTido taa-
bien eo Espafta, donde por desgracia está nas atim*
sada la iniiraccion do ios artesaoos.
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ARTESIANOS
630
dot,jim freenentemeDte de poxos artesia-
n», del Qombre de Artois, provincia donde
tt bao ocupado mucbo en boscar estos saltos
de agua. A pesar del nombre modcruo que
llevaD estos pozos, fueron conocidos por los
aotigüos, pues Olimpiodoro, que florecíó en
Al^dria á mediados dei siglo IV, describió
poiosdeeste género, abiertos en los oasis para
las Decesidades de la agricultura; su profundi-
dad llegaba algUDaa veces basta 6G6 varas.
Plreeetambien que ios pozos artesianos esta-
ban enuso en algunas partes de Italia, cn Mó-
dena por ejemplo, dondc un agua subtcrránea
Teoia á aliioentar las fueníes de )a ciudad. Kn
fraociael poso boradado mas antígno do fe-
cbaconocidafué construido en 4126 en Li-
\lw (Artois) en el antiguo convento dc los
cartu)os. Eu On, bace mucho tiempo que exis-
tea poios boradados en el desierto de Sahara.
fleaqoi algunos pormenores sobrc las fuentea
artesiaDas mas notables.
la sétima corríente de agoa hallada en San
i^lás de Aliermont, cerca de Dieppe, despues
de ooa sonda hecba con el objeto de buscar
m oiina de bulla, estaba ¿ la profundidad de
^ pies, Y Kubió basta la superúcie. j
La fuente de Cibewick, en el parque del du-
qoe de Nortbumberland brotó ¿ la altura de
nasde tres pies sobre el nivel del suelo y tie-
ne Qoa prorundidad de 567 pies.
Li fueute mas profuuda del departamcnto
de Calais es la siluada entre Bethune y Aire;
sus aguas saltan á mas de 7 pies de altura
despues de haber recorrido un taladro de 450
pies de loogitud.
£1 pozo del matadero de Grenelle tiene
i,644 pies de profundidad; su oriGcio superior
esde 9 pulgadaü de diámetro y en el fondo de
4 V«f está encañonado de bierro rauy fuerte
tusta i ,54 4 pies. Uáciu fines del año de 4 834 se
attjudicó á Mr. tfulot ia empresa de perforar
loi pozosbasta 4.200 pies; los trabajos empe-
ttron en primero dc enero de 4834 bajo la di <
recciondeMr. LuisMulol,hijomayorde Mr. Mu-
lol y concluyeron el 6 de febrero de 4844 . El
8 de diciembre de 4 836, la sooda liabia ya
peoelrado hasta 4,449 pies, habiendo atravesa-
do SDcesivamente la capa de tierra de aluvion,
las arenas, lo6 bancos opuestos de greüa y si-
iei, y llegó á una greda dura, verdosa y muy
compacta. En el mes de junio de 4S40, la soo-
da habia penetrado basta 4 ,398 pies y seguia
^vesando el banco de greda. Este pozo
medido ála altura del suelo, da 4,450 azum-
bres por minuto; á 63 pies sobre el suelo da
ooas 700 azumbres.
El pozo artesiano que los señores Fabre y
Ksperiguets horadaron en Bages, cerca dc P?r-
piñan, da 4,000 azumbres de agua por minuto
7 el que abrieron eu Rivesaltes 800.
La fuente ascendente que Mr. de úourssee
ba horadado en Toors eu el cuartel de caballe-
ria. da, medido á unos 6 píes sobre elniyeldel
loelo, 555 azumbres de aguapor minuto. Esta
agua procede de ona profondldad de 399 ples.
En loglaterra se cita 1a foente de 1a fábri-
ca de planchas de cobre de Mertoo, cn Sorrey,
quc dá 450 azumbres por minuto.
Aigunas fuentes artesianas presentan en las
variaciones de su nivel una concordancia no-
table con el i1u]o y reflujo del mar; asi el nivel
de las fuentes artesianas, abiertas en las in-
mediaciones de Abebille sube y baja con la
marea;enFu1ham,cercadelTámesis, hav unt
fuenlc horadada á Í94 pies de profuodidad,
que da por miuuto 484 ó 436 azumbres de agna
por mínuto, segun es alta ó ba]a la marca. Eq
el iiospital mllitar deLille existe un pozo bo*
radado, cuyo caudal de agua varía en seis
horas de 33 á 24 aznmbres por minuto; en las
seis boras sigulentes la cantídad de agua qoe
arroja la fuente ascendcnte, aumenta en U
misma proporcion.
La temperatura elevada de las agnas arte*
sianas es uno de los fenómenos mas impor-
tantes de la fisica del globo; esta temperatura
crece en proporcion i la profnndidad del poao
horadado; ias aguas del poso de Grenelle tie*
nen unatemperatura de 37°, 8, de que resulla
que si se toma por punto de partida la precio-
sa indicacion qne da ia temperatora oonstante
de las cneva& del observatorio de Paris (ll^ 7
¿ la profundidad de 84 pies) se cncoontra qne
una elevacion de un grado ocntigrado ea la
temperatura corresponde ¿ on aumento de pro-
fundidad de 93 pies 8. Bste calor intenso pro-
ced^, segun Mr. Poisson, de qoe uuestro p1a«
neta ba atravesado las regiones de una tem-
peratura elcvada, donde se ha oalentado basta
cierta profundidad, de modo qoe aonqoe se
haya disipado el calorde ias partes Boperfloia^
les, ha quedado el de las capas profündaa,
Discurríendo asi, deduciremos qoe basta m
periüdo de algunos centenarcs desíglos paraes-
plicar los cambios de la temperatora probados
por la £:eo1o;;ia y la hisloria natnral. fósil. Ka
la antigua hipótesis del calor central, seria
preciáo remontarse ¿ millones 4e millones de
añus para encontrar en las regiones septentrio-
nales una temperatura conveniente á clertos
seres organizados que se sabe han vivido eu
ellas.
Esludiadas bajo ei puoto de vista quimico
las aguas de los pozos horadados, sou en gene-
ral muy puras; debemos, sinembargo, esceptaar
las que están situadas entre capas arclllosas,
en cuyo caso son casl siemprc de mal gusto
y olor desagradable. Las capas de arcilla qne
atraviesan contienen ¿ poca distancia nnas de
otras grupos de pirítas ferruginosas que las
vician totalmente, por lo quo se debe evitar
cuidadosamente la mezcla de estas aguas con
las de las capas de caliza gredosa.
El analisis del agua del pozo de Grenelle,
comparada con la dei agua dcl Sena, demnes*
tra que la primern encierra cerca de la mitad
menos de sales caüzas y no conticne sulfato
dc cal, compucsto de los mas petjudiciales en
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G34
ARTE^IANOS
muchas aplicaciones usuales; asi forma en los
geuerudorcs nienos incrustacioues que elpagua
de! Seua, recibe mcjor el jabon, no se altcra
como esla por la cbullicion y da los prccipita-
do3 mucho nicnos considerablcs por diferen-
tes reaclivos, principalmíinle por el nitrato do
pla(a,cl cloruro de barium, el fosfato dcamo-
niaco, el amoniaco y el oxalato de amoniaco;
merecería, pucs, la prefcrencia para mullilud
de usos y para la prcparacion de diversos pro-
ductos quiniicüt; pero dcsgraciailameule en
l03 prinieros ticmpos Ik'j^aha á la superficie
del suclo cargada dc canlidad enorme de are-
na (12 pies cúbicos por lermino medio al dia.)
En ñu, por mcdio del encañooado intcrior se
ba logrado conlcner esta emision casi coutínua
de arena.
Cien mil parles de eslaagua liltraílahan
dadoá Hr. Payen i^n reslduo de U,30, com-
piuesto del siguieote modo:
Cérbbnalo de cal 6,80
Idem de magnesiá. 4,k%
Bícarbbnafó depbtasa 2,96
Sulfato de potasa 4 ,ío
Cloruro de potaííiuiii 1,9
Sílice 0,57
Siifitancia amariHa. . - , • o, 2
Materias oiigdnicas azoadas. . . . .^ . 0,24
U,30
La prcsencia del carbonato de potasa es-
{dica la ausencia delsulfato de cal; 100 lilros
de agua contienen 4 litro 80 de gas (4), com-
puesto de 0,4 5 de ácido carbónico y de 4 ,65
de aire, en el cual el oxigeno y el ázoe eslán
en l» relacion de 22 á 78.
Desde los primeros analisis, el bicarbonato
dc potasa ha dismiouido uu poco; el volúmen
del gas ha disminuido tambien en la retacion
<j(e 22 i 48. Ld labsorclon del aire esterior y
éel oxlgeno en mayor proporcion es muy rá
plda.
El agoa del Sena de París deja un residuo
de 48,5 por 400,000, es decir, cercadeGO
por 4 00 mas que cl agua de pozo de Gre-
nelle.
Las aguas de algunos pozos boradados se
emplean como fuerza motriz para dar impulso
á los molinos, fábricas, etc. En Torting, ccrca
de Lóndres, hay una fuente ascendenle que
hace raover uua rueda de Ires pies de diáme-
tró, la cual pone á su vez en accion una bora-
ba destinada á elevar el agua hasta el último
piso de una casa qne consta de tres.
Las aguas artesianas son útites tambien
como medio de salubridad y para regar; su
^temperutura conslante permile aplicarlas al
movimicnto de ias fábricas y molinos durante
los inviernos roas rigurosos, bien sea direcla-
(i ) Uq litro equivale i poco meaos do medit atum-
mente cuando son muy abondantes, bieii ib-
directamente para derretir los bieloa qae im-
piden el movimiento de las roedas bidráalicas.
La circulacion de eatas aguas pordentrode
largostubos hidráulicos, ha permitído sosie-
uer á una temperatura bastante elevada, loi
invernaderos y loátallcres, y su pnresábaett»
tado el descanso fbrzado de laa fibrícas de
papel en la época de las grandes lluvias. Los
berrizalcs artlflciales dc Krfort alimentados
por un pozo artesiano, prodneen, segun pare*
ce, cerca de 4.300,000 reates alaño.
¿De donde viefie el agna de los pozos arte-
sianos? Por mucho tiempo se ha creido qoe el
agua del mar se habia Inflltrado hista el inte-
rior de los contincntes, y formado aiK ooa
corriente liquida casi á la altura del nivel del
Océano, en coyo caso e^a preciso admitir qaa
los agnasdel mar perdiah sn sálattlbrcen aqoe-
lla larga inflltracion; pero \ós hechbs ban des-
truido esta teoria; asi se encoentra en las orf-
llas del Tolga una inmensa eSfensioo <fe ter-
reno, cuyo suelo está mucbo mas ba|odel
nivel del mar liegro, y sin embargo, este pak
no está innndad(», lii es slquiera pantanosó.
Quedaba por oira parte que esplicar la exiil-
tencias dc las fuentes sitnadas á ^raiide altora
sobre el nivcl dci mar. Entonces se trasfoma-
bá el globo en nna especie de alambiqoe, j
su capa terrosa cn una esponja, en la qoe ve-
nfa á condensarse el agna vaporizada por el
calorcentral. ¿Peroquerelacion habia entoo-
ces entre las grandes seqnias ó tas gnndes
lluvias y la cantidad de agna dada por ooa
fncnte? En fln, no hace mucbo tiempo todavfa
que se han quorido bascar las aguas de las
foentcs artesianas en estanqaes ó cuencás
interíores de increible capacidad, donde se
habia reunido la masa liqaida que tenia aati-
guamente á los terrenos de sedimeoto eo
suspcnsion ó en disolucion. Bn esta lúptHaís
aqucllas cucncas se vaciarían al cabo ée mi-
llares de años, y tal vez estariamos en vfspc-
ras dc ver sccarse todas las fuentes artesianaS
unas cn pos deotras. Vamos á cttar dosbe-
cbos quc no^ tranquilizan sobrc este partieo-
lar: la futntc artcsiana de Lillers ha brotaéo
constautemente á la misma altura áohre d dí-
vel dei suelo y la cantidad de agua que éa cada
veinle y cuatro horas, no ha vartado Jaraisd#-
de su coústruccion, despuesdesiete slglos: la
mismo sucede con el pozo artosiano úéi moo^
terio de Sau xVndrés de qoe habló Belidor baee
ya mas dc un siglo. Pasa boy por eosa aveii-
guada que las corrientes de agna fnleriores
están alimentadas por el agna pluTíal qt)e cor-
re al través de los pozos ó de las hendidoras
del suelo hasta encoTitrar alguna capa de tfer-
ra impermeafole; y preciso es dtecí? qtie eíla
esla imica cspilcacionadmisibte. Para compie*
taría cxaminemos de que manera pciedeu las
aguas pluviaies existir ó circuhir en los diü^
rentes terrenos de que se compone ti oorte^
de nuestro globo.
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(sn
AAtmkn&B
tu
Lo8 temiHM primHffos, H\ei totáo \m
ffranüoi, los gjneiss, las sefpeníina$, los póT'
fJos, los eeguitas, elc. , son poco y raras re-
ccR esfratiflcados, pues eslán bundidos en to-
das dírecciones y no parecen snsceptlbles de
dérfoeotes ascendentes; abnndanen estos (er-
renos las corrlentes de agua; pero son poco
importantes y se encuentran á eortas distan-
dás de la region en qne sc ha vertficado la tn-
ÍltracioB de hs aguas pluviales.
En los terrenos seeundarios forroados de
capas cóncaras y sobrepoestas , algonas de
€Wtó capas se componen de arenas muy per-
neables, preseotándose desnudas en las fal*
d)s de las coDi^as , donde reeiben las agoas
pfoTiales, y coando estas capas tienen gran
dfeclive, las corrientes de agua quc alH se fór-
nin, se mueTen con gran celeridad liácia las
partes bajas, desalojan la arena én la direccion
en que se presentan y forman de este modo
rios subterráneos.
Oiro tanto podemos declr, anñque én mas
pcquefia escala, de las corrientes de agua qoe
se eocuentran en los terrenos terciaríos ó de
tormacion mas redente, y la observacion con-
flrma las consecuencias sacadas de la forma y
de la naturaleza de las dos especies de terre-
Bos estratíficados. Un simple príucipio de hi-
drostálica uos esplicará la fnflüencia de la ma-
fea en el desagoe de algmios poios per/o-
rádos.
S¡ hacemos en la pared de un vaso, lletío
de Hqoido, mocios agujeros, cuyas dímensio-
nes comparadas con las del vaso .sean muy pe-
qoeñas. his presiones ejercldas sobre cada
ponto ddvaso algo separadode aqueñas aber-
toras, segairán siendo Ío que eran enel esta-
do de equilibrío; pero si una de estas ubertu-
ras 68 algo mavor , lodo cambiatá, y si csta
«berlüta disminuye de líamaño, fa rapidet del
desagOe aumentará al puñto en !os demas.
ísto mfsmo sucede en el caso que Aos ocupa;
Hevar el alta mar al encuentro de un r'ro sub-
terráneo es dísrainuir la canfídad de agna que
cf rio podrta abandonar ptít la via qne le ha
CTcado la iiatoraleza; elefeetaet precisamente
el que se hubiera esperado de una disminudon
de abcrtitra, y fa consccoefnéia debé ser la
Klisten locafidades, éá Tonrs, porejetoplo,
doiide pueden mtrftipticarse y aproximarse
ctttnto se qoiéra, tos pozos atlesianos, y por
eí contrarío hay otros puntos donde se perjo-
<Hfan recfprocamente con sil aproximacion: la
teorta precedente esplicá muy bien estos dos
wsiilt«!o8 opoestos.
La perforacloo de un pozo aftesiano exige
Mles de todo el cstudro de ia constítocion físi-
ca del suelo donde se quiera establecerFo; el
iBgeoiero debe recoger lodos los datos que
puedan iodicar cual esia Irabazon de esteter-
Ttno con los que le circundan. Recorriéndo la
soperficie , dcberá obserrar si existen cíapaís
pifliM gredosas en las paites IM el^tiidaa ó
it ep poooespeBa )a vegietal qoe pneda ocMr-
las: ei>tonccs e) fontaoero sondeador se aaegn»
rará por meéio de alguoas sondas provtsiona-
lcs,ó consnltandoMa Kucesion delascapaa
atrávesadas por foe posoc mas proftaodos del
pats, si la caiisa gredosa se prolonga debejo
dc los terrenos de trasporte , de que ordtnaria*
mente está cobierto el fondode aqoellOB valles.
Explorando de este modo el pais, sl recotoce
que el terrenotiene mochas relacíones con los
rn que se bon descubierlo las fuentes ascen-
dcntes, podrá entonce» cmprender los traba-
Jossque exigc su perfbracion, por mas qne no
esfé moy seguro del resultado. La condrcion
mas favorable es fá de los paises compoestos
de greda y de terrenos terciaríos; actoalmenfe
se cenocen posos artesiaoos, abiertos en los
terreROs lerciaHos, en la greda, en los cafixos
ooHticps del Jura, en et asperon abigirrado y
eñ el de bérña^uera.
Por regla general, siempre que se eneuen-
tre piédra caliza gredosa muy bomogféfteu^, se-
rá ttecesafio meter atti la sonda hasta queM
observ e afguno varíacion en la naturaleaa, por-
que se sabe por esperíencia, que donde se
encuéntran casi sfempre las sgnaE subter-
rinears es en la sobr cpObloitHi de los df ferentes
terretws.
El estodio general del pais en que se eje-
cutan los trabajos dc un pozo horadado , puede
suministrar dátos preciosos ; el pozo de 6re-
nelle nos ofrece un ejcmplo notable. Desde
4829 se proposo Mr. Watferdin averíguar si se
podrían obtener füentes ascendentes sobre la
superflcie del suelo; para esto era preclsó po-
der observar diroctamente las ca^ por donde
empiesan i flttrarse las agnas qoe forman hi
corríente subterf inea; para ileg«r i este resul-
tado Ir. Walferdin, sub(6 !a pendieute natofal
que sfguen las .nguas en la soperflde de h,
tierra, pendlenie indicada por el corso de las
fuentes del Ifame y del Sena; reconoció queen
el Hmite de la groda, en h dlreccloft Sodesto
de Paris, fos terrenos de gault y de arems ver-
des quela sonda atravesó últfmamente, aparo-
cen en la sopertlcie de la tlerra cerca de Lu-
signy, i onas tres legttas de Troyes, y i üÉa
altura de 446 i 465 pics sobreel nivel de mtfr,
y despues de liáber examinado el nivel ^l
suefo en Gfenelfe , qne no es mas que de 4 40
píes, pudo deducir que las firentés ascendeñtes
se clevariau irremisibTemente sobre la soper-
Octe del suelo. Buscando pc¥ otra parte en la
dlteccion del Sudeste ó en ht del Ifordeste de
PaffíB, Cual era ía allora del nivel del mar de
las princfpaíes corrieotes de aguas soperflchi-
fcs, qnyas pérdidas é tnflltraoiones podrían
alimentir las corríentes sublerrineas, recono-
ció igaalmente que habia en aquetla dfreccion
mesefas efcvadas, arcillosas y areoosas, muy
superíores al nível del suelo de Grenefle y
sQscepttt^s d'e producir corrientes de agaa
subierráiíiea.
Sucede águnM Yeces , qoe éniiqné obí
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635
A&TE6IAN0S
m
corrieDtede agua no parezea quc debe eletarse
en el pozo perforado, basta, sin embargo,traer
el liquido por medio de una bomba, para obte-
ner un snrtidor ó fueote ascendente.
PerforaeiondelospozosartesianoB, y colo-
oacion de lostubos. La sonda de qoe se sirve
e) footanero, se compone de tres partes princ«-
pales, lacabeza, la caña ylos útiles. La cabeza
es una barra de bierro de mas de 6 pies de
lar^^o y de una pnl$;adade escuadria; su estre-
roidad ioferior termina eu un anillo, ysu par-
te infürioreo ona borquilia, á la quese adapta
la primera barra de la caña.
La caña 6o compooe de un número indc-
termínado de barras que tieneu casi las mis-
mas dimensiones que la cabeza ; estas barras
terminan en borquillas macbos y bembras
construidas de tai suertc» que aqucllas barras
pneden aduptarse indistintameote las uaas á
]as otras, y se fljan por medio de tornillos y
tuercas.
La cabeza está atadaal cable deona cabria
por medio de uo doble estribo que permite ¿
la sonda girar por si misma sin retorcer el ca-
ble quje la sostienc. Una doble cigüeña de ma<
dera ó de bierro facilita el moYimiento de rota-
don; en medio dc esta cigüeña bay un vacio
rcctangular, destinado ¿ dar paso ¿ la caña de
la sonda, ¿ la cual se ata de una manera fija
por medio de una cuña de madera.
Los útiles que se adaptan ¿ la sonda del
foDtanero son varios; sin embargo, se pueden
reducir á cinco clases , * segun las dife; entes
capas de terreno que mas generalmente se
encuentran.
4 .'* Pdra atravesar las capas de tierra ve-
getai y algunas aroillas poco pegajosas, se
emplean barrenos grandes, compuestos de un
ciUndro de bierro colado, uuido ¿ un fondo ó
suelo que presenta la flgura de una corona cir-
cular, casi cerrada , y cuyos bordes libres es-
t¿n cortados eu biíel. Estos barrenos, cuando
sus dimensiones lo reclamany están sostenidos
por aros de bierro; comunmente est¿n forra-
dos de plancbas de hierro colado , á fln de que
el agua que se introduce no pueda desleir y
ecbar al foodo dcl agujero las sustancias de
que est¿n cargados.
2.^ Para atravesar y quitarla piedra caliza
grodosa y lasarcillaspegajosas, espreciso ha-
ber rccurrido sucesivamente á muchos ínstru-
mentos. £1 primero de que se hace uso es un
semicilindro que tiene la forma de las gúbias
de los torneros ; despucs se le reemplaza con
instrumeDtos de flgura de corazon , de dos
trazos reunidos h¿cia el fondo, y cuya distan«
cia intermedia es ^ada vez mayor. Estos bra-
zos son torcidos para quc puedan cortar y di-
vidir en todos senlidos la arcilla que sale adbe-
rida ¿ los brazos y al maogo de aquel instru-
menlo.
3.^ En los terreuos que cubren las rocas
gredosas , se encuentran frecuentemente en
capas bastante regulares, goijarros cilindricos
que es preciso atravesar y sacar. Se íntroda-
cen primeramente nnas arcas en las capas ar-
cillosas que est¿u encima , coa el auxilio de
nn instrumcnto de la misma forma que el ao-
terior; eIdi¿metro deesteinstrumeolo es siem-
pre mayor que el lado del arca que se quierc
introducir , ¿ fln de poder mover 6 dividir la
árcJllaen unalalitud casi Igual al círculo cir-
cunscrito ¿ aquella arca. Este instrumeuto ba-
ja en el arca siguiendo la diagonal, y penetre
fácilmputc en la capa arcillosa por un movi-
mieuto de rolacion. Para subirlo se lira del ca-
ble¿ que estáatada la sonda, y aunquecstc ins-
Irumento esl^ siempre sujeto debajo dcl arca,
se puede sin embargo , baccrlo volver , y so-
birlo en la posicion que tenia al bajar ; como
el cable est¿ siempre tirante, en cuanto el ins-
trumento so halla en el plano de la diagonal
del arca, se desprende fácilmente. Al salir fuc-
ra no trae comunmente sino muy poca arcilla,
pero como la deja caer en el fondo del agujero
ya practicado con los instromentos arriba dcs-
critos , se la poede sacar entonces sin difi-
cultad.
Terminada esta primera operacion, se eoi*
plea la barrenilla para desunir las picdras, y
dei doble sacatrapos para echarlas fuera ; los
nombres de eslos iostrumentos indican poco
mas' ó mcnos su forma.
4.** Se presenlan lambien arclUas muy dii-
ras, masasde asperon yotras piedras rebeldei
que es preciso atravesar, cuaudo su estensioo
DO permite romperlas, se ronipea las piedras
con tíjeras de ¿ngulos agudos ú obtusos ; eslas
tijeras son sencillas ó cruzadaá. Para romper
las arcillas muy duras se emplea el Irépaño,
quc cs uua barra de bierro cuya seccioo pre-
senta una S, ó bienun cuadrado algo deforme,
cuyo contorno se obtendria cou cuatro SSSS
prolon^^adas dc modo que formasen cuatro fi*
los encorvados en el sentido del movimieoto.
Siemprequc lostcrrenos quc haya queatra-
vesar sean duros y no contengan agua, e3
prccíso echarla de vez en cuando para qoe Ud
iustrumentos no se calienten, pues siu es-
ta precaucion perderian su temple y se des-
truirian.
5.^ Se puede en lln, llegar ¿ capas dc are-
nas movedizas, cuyas moléculas tienen noa
adherencla demasiado débil para que se las
pueda sacar con los instrumentos de primera ,
clase. Usase entonces si las arenas est¿n mez-
cladas con tierra , de un embudo de bierro,
por medio del cual pasa una caña que termioa
en espiral, y si son fluidos de una superficic
belicóide, encerrada en un cilindro de hierro»
el cual se halla roetldo á su vez en una caja dc
bierro rectangular: esta superficie helicói-
de termiua en una espiral destioada ¿ pro-
ducir el efecto de un glosopetro ó lengua de
serpiente.
La sonda del fonlaoero presenta alguoat
partes accesorias: la llave de detcncion para
suspender lasondaea ^l agujero porforado
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tól
•ÁKTESIAWOS
mi
coando sedeflfinnan Yas diférentes barras, ma-
éos arranoa-sondas para sacar las sondas
TOlBS desde lo ínteríor de los agujeros perfo-
ndos. Algnnos de estos instnimentos cogen
los pedozos de sooda por frotacion, otros tras-
fórman, por declrlo asl, en tornülo la parle
de estos trozos, sobre la cual ejercen su ac-
cioD, yhacen entonces eloflcio de tuerca. Es-
ta operacion es algunas Teces mny larga y di-
fícil. En et matadero de Greoelle exigió nuere
meses de trabajo coosecotivos. Por último, el
foDtanero usa tambien un manubrio mayor que
el ordinario, y el cual adapta al troncu de la
sonda por una estremidad corva cn forma de
gancho.
£1 encañonado delagojero de sonda, seha-
ce por medio de tubos de ma4era, de hoja de
lata, de hierro colado ó de cobre. Esta opera-
cioD es muy sencilla cuando ei pozo atraviesa
mi terreno muy sólido; si se encuentran capas
de arena, se debe antes de ejecntar ei encaño-
nado, contcner su empuje por medio de arcas
6 tobos de bronce; como estos últimos exi-
gen menos espacio, se tes da k preferencia en
)&8 perforacioües importantes. En Artois se
eoplean tubos de 3<n,33 de longitud, 0nB,49
de diámetro eslerior, y 0»,06 á 0», un 06 de
espesor. Los empalmes de los tubos se sostie-
neu por medio de yirolas de hierro; la que de-
be penetrar en la roea , cstá armada de nna
zapatilla de bierro.
Los tubos se introdncen con precaucion á
ftma dc golpes de maza, el primero está cu-
bierto con un tapon, y recibe directameute el
cboque; es muy importante moderar la pcrcu-
sioD, pues de otro modo bastaría alguna resis-
lencía viva ocasionada por los cantos para
abrirlos.
Fácil es concebir como la llave de detcn-
eíon facilita la maniobra para la bajada de los
tubos.
KI encañonado de maderá no es tan defec-
tuoso como se podria creer. En LiIIers existe
hace nnos 700 años, sin qne baya sido pre^
ciso reparar mas que el tubo esterior que sale
del suelo.
Cnando se emplean tubos metálicos, el agu-
jero de sonda tiene necesariamente 0n»,16 á
0»,47 de diámetro, y los cilindrosque sein*
trodocen en él Om^ooo de espesor, y 3°» de
longitud.
Efeclúase la roaniobra descríta mas arriba
parahondir estos cilindros, de los cuales se
cueigan previamente cuerpos pesados» como
por ejemplo balas.
Los tubos de bronce resisten muy bien á
la percursíon , y se puede, sin cambiar el diá-
metro de los cilindros, sostener nna capa d^
arena de 30 á 40™ de espesor.
Despues ei baber atravesado las arenas, se
continúa el agujcro de sonda , por medio de
las arcillas y dc la tierra caliza, dándole un
diámelro de 0^,108, de&pues.ae veriflca otro
encañonado de hierro ó de cobre de on^,09'7
de diámetro ínteríor , y ésteBdiéndose desde
la superflcie del suelo, hbta el nacimiento de
agna pura.EstostnboseslánsoIdadosunos con
otros por medio de un hierro candente que se
introdnce en lo interíor hasta el punto donde
se Jnntan. Cnando es'án deflnitivamente en su
lugar, se Ilena enlonces de arcilla, ó con nna
mezcla de ceniza, ulla, 6 cal viva, el espacio
que existe cntre los cilindros de bronce y ei
entubado interíor, á fin de que no quede nin-
guna espeeie dc comunicaciouentre los terre-
nos soperiores é inferiores.
EI entnbado intcrior puede presentar difl-
cultades cuando se veríflca en grande escala.
El pozo Grenelle nos presenta uu ejemplo. Ha-
bian introüucido en lo interior de los antiguos
cañones on sistema de tubos de cobre de 0^,03
de espesor, y Om,24 de diámetro, clavadoa
unot en otros ; esta operacion ocasionó i la
Ilegada del agua ascendente, muchas suspen-
siones momeotáneas, de las que la mas larga
duró tres dias, y los tubos se apiastaron toman-
do nna deestas dos figuras.
^
^
Guando ocurre semejante contratíempo.
cuesta un trabajo ínmenso el sacar los tubos, a
cansa de no poder penetrar en ellos ios útiles
destinados á esta clase de pozos.
Ei pozo de Grenelle ha costado á la muni*
cipalidad de Parísmas de 500,000 francos, y
se emplearon en sn construccion siete aí^os de
trabajos no interrnmpidos.
En España se han hecho tambien varios
ensayos de pozos artesianos. fil primero de
que tenemos notícia es el qne veríficó el señor
Garreta eu los últimos años del reinado de
Fernando Yll, eu las inraediaciones del real
palacio y sitio liamado Campo del Moro ; pero
ios resultados no debieron corresponder á la
empresa, puesto que se desistió de ella al poco
tiempo. Actualmente se cstán perforando en
esta córle dos pozos, uno en la Plaza del Rey
por cuenta de uoa sociedad particular, y otro
bajo la direccion y á espensas del conocido
capitalista don Manuel Mateu en el patio de so
propia casa , sita en la calle de Espoz y Mina.
Hablaremos solo de este último por ser el en
qne están mas adelantados los trabajos, y por
consiguiente el que hasta ahora coenta con
mas probabilidades de bnen éxito. El señor
Mateo , con un celo y una constaocia que ie
honran, lleva invertidos en los trabajos de sa
pozo mas de cuatro años y un capilal conside-
rable; áitimamente ha reonrrido al gobiemo
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«1«
ARTEglál^QS^^TIGAS
m
l^diémdoloqueiKMnbreoiiacomi&io» deperi*
fonas ioteligentes ^oe pase á au cm i exa-
minar los trebitioe y «I iweto si«leme que i$
diseuf rído para atrtvesar JaB rocas mae duras
del terreno terciarío y secondarío, y ai, eome
esdeesperar, mereciesen aquelle3 ia aiH-o»
bacion de la oomlsion, se le conoeda el cor-
reapondiente priTilegio esclusivo por quinoe
años, Qou arreglo ¿ la iey.
Paradar á.conocer el sistema iuTentado por
el señor llate«, ao pedemos bacer oU-a cosa
mejor que trascríbir sus propias palabras» to*
madas de la .esposicion que ha presentado al
gobiemo en solicitud del enunciado priv41egio,
y de la que ba tenido la amable atendoa de fisi-
oilitareos copia.
4<os ingeoieros de mayores co«oQ&mien-
tos, dice el señor Mateu, baoe nuiobo tiempo
que ae oeupan en buscar un sistema que reem-
place al de ia barra, único que se cofloee bas^
la el dia para Uegar á ia profundidad de 3,269
pies ¿ que ba saltado ei agua en Baviera. To-
dos convienen que el mas ¿ propósito seria el
sistema de percusion á la cuerda, ó II¿mese
sistema cbino; ya porque ouando bay que
atravesar una capa de roca es muy diíícil, sino
imposible, bacer la percusion con una barra
de 2,000 6 mas ples de largo, tanto por la di-
flcultad de mover on peso por lo menos de 4 ,000
arrobas, como porque ¿ cada golpe est¿n es-
puestas ¿ romperse las roscas que unen esta
larga barra y qne ona vez rota cs moy difícil
estraerla de una profundidad tan grande, fal-
tando ei espacio necesurio para introducir los
útiles que son menester en esfiioperaclon, de-
biendo maniobrar en un reducido di¿metro de
Aitú 46 ceotímetros, quc generaUnente tienen
ostos pozos. Asi que todos convienen en que
el sistena dc perqusion ¿ la coerda, despren-
diendo de eUa ¿ laalturaconYeniente la barra-
cucbilla que debe abrír el pozo, volverla ¿ co-
ger y soltarla consecutivamente, y en caso de
rotura estraer sin diOcuItad la partc que baya
qucdado dentro del pozo, con las demas ber-
ramientas, seria el mas ¿ propóstto para esla
clase de obras, tan dificiles como costosas.
Mr. Degousse y Mr. Herauld, bablando de este
sistema en so esceleote obra de pozos artesia-
nos, couflesan qoe varias veces ban intentado
resolver este problema, pero qoe no han podi-
do lograrlo, ¿ lo menos de una manera comple-
ta y satisfactoría.
•«Sin que yo pretenda colocarme ¿ la altura
de personas tan entendidas, pues no reuno sos
vastos conocimientos, creo baber dado con tan
útil é interesante sistema; descobrimicnto, no
debido ¿ mis escasas iuces, sino al estudio
pr¿ctico de cuatro años que Uevo invertidos en
la perloracion de un pozo que tieoe en ei dia
746 pies de profondidad y entubado al dl¿me-
tro de 47 centimetros interior. Gon este siste-
roa podré Uegar ¿ una profuodidad de 8,000
pies, 6 lo que cs lo mlsmo hasta enoontrar el
aguai la jteippecatura de lOO^ isbwresafDde
las rpcas maa doras dd Cerfe&o lerdariQ y laf
condario. Mi barra-cucbiUa de ocbo émsm
rpbas de peso^ segun coavenga, cae desde )i
elevacion de 6 centimetros hasta la de 3 ó mif
meiroB, y en oa minuto repetíré estos golpei
basta cuarenta veces , segun sea la elevadoi
que convenga dar ¿ la barra-cochiUi y li eo»-
siguiente oaida. Le doy el movimiento de rota-
cion proporoionado ¿ la velocidad ó leoUloá
del trabajo; con este mi sistema se recoge #
paso qoe se trabaja el detritos goe ba produci-
do la percosion, y si durante estas opericio-
ncs ge me rompiese la coerda, dentro de dop
boras sacaré de la reíerída profúndid^ de 711
pies la coerda y el instromeoto de percosioa
clavado en el fondo del pozo.
Este sistem%{(qoe hasta boy se hibU piaf
seotado cpmo problem¿tico, queda ¿ mi eotaii-
der resuelio, y de oonsiguiente ve^pidis lia
grandes diflcoltades qoe se preseotaban pii^
abrir oo poso ¿ foerza de años y dioero de qdi
grande profondidad. y por lo taoto creo de ai
deber poner ea conocimieDto del gobieroo dp
S. M. un descubrímiento que tantos bies^l
puede prodocir ¿ los poebios y ¿ ios partiea-
iares.»
AHTESON. {JbrqmUGíura.) Se Uama m i
ona techombre labrada coa dertas labom
que ímitan la flgura de qi^ arteea, de donde
ba recibido este nombro. Tambien se llaan
caseUm, y su flgura es cnadrada ó poUgo&i,
rodeada de molduras por lo comon coo soi
florones deotro, y que se poneo ordinaria^D^
te en las i)óvedas y voeltas de los arcos.
Guando oo techo est¿ labrado con casoto-
nes, 6 adornos con florones, redbe el noiab9
de artesmado 6 enoasetonado.
ARTIG.\S. (begiones) (Gtografia.) l\ú\iB
Fleoríeu que propuso é hizo aceptar las mis
importaotes reformas en la ciencia hidrogf^
flca(4), coosideraba el Océano como la oair
versalidad de las agoas qoe cubren mas de li
mitad de la sqperflcie del giobo; despoes divi*
dia la masa de estas aguas en dos OcéaBOS
priDcipales , qoe tenian por limites los coati-
nentes, y subdividia uno y otro de estos Océi-
nos en tres zonas correspondientes ¿ ias doi
zonas templadas y ¿ ia zona tórrida; en coaatp
¿ esa porciou de esfera que qoeda ¿ cada iado
al Norte y ai Sur, coya combre y centro maR^
un polo , y que cst¿ limítada por an cirealo
polar , observaba que ocupando los bieios, ¿
(4) €. P. €l»ret Flenríea pibUoó. eoBO essaUi»,
el riage al rededor del mundo, de lUrelMBd. á M7*
relaeion babU unido una CarU gtmeral^tu 1« qa*
camblaba U divUion hidrográfica dol clobo. y U m-
mmelaiura genttraf y ^rtieolar de U '^^^'^'T'^'^f'^
al mitmo tiempo esponia eo ona memtoria aiglilíidi
loK moUvos de enUs alleracionei. Ln oiciu de w
longitudes, despoies de babcr oido In leeiora de ta
menoria, nowbró usa comUíon compuesU d« toiiá-
bios Mecbaio, BoijgaimTÍIIe y Buaebe, para f ""^
U, 7 de conformidad con el dicUmen de ta c -^
aprot>6 compleumente U noera divUioo hidrofréaft
en su sesion dtl 14? entoseea ti aSe ¥UI4o U n9^
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ám
pHpébiaoiflBle , ó «at pttBteá^l mbc
rei^OBesile lospalos, oodi^U sacar dé este
JMcboiadeaoiDiiiflf^ioD aplioflMe á las poroio-
jies del Océiflo que oabiea flqueiiis estremidv
4tf dei jg\pbo ; y eo SQ flODflecueDCifl ^latma
(M$ino GkeáQlártáfíQ^ ni eue rttdfla el poio
«i polo Auatfti. jiEstfls do6 poooiooes dol gloly)
iaBÉqoeo, dioeiei aiiflaio fliitDr, eDC«redas >qd
iaBclitulQs prtoffla, aoDqíie siUifldflS jOd cor-;
«ifKuideDClft diflecQD eseDcifllmeDte ea sudis-'
poaicioD: al üorte ias tiems ae Kocopa, iae
dd Asia, desde ia Nueva iSeaibla hflsta Sulfl-
gipskoi-Noas» las de la Afaéríca nMS flrriba de
4a lMliiade.|áírio, á las eoflies debe Dgregarse
el Spítzberg ó ifliflaligi»6nMBlflDdia, y Ifl pflr-
ta nepteotriootl de la Nneva, formaD reuoidas
uflcof^aote de cosiae.de las qve iasnias dia-
tuHes del eoDtro ódei polo^seguD los oouoei-
mieotos qoe faflsta ahora heoios podido adqui-
rlr, 00 b^iao de ia 70 paraieia , y auD aiguDas
deeHasse elaTao basta iai84. De este oiodo/
BeeootteDtrael O^éfloo OiaciAÍ árticoeDcerrfldo
ea iifliites muy eaiceoboB, poesto que oo co-
nwqiofl coD ei Ooéaoo Atláotico, sído por el
CMiai que dejao eotre 9i las coatas de ia Lapo-
niay de ia Niieva Oroeolaodia, y eo que jestáo
iatereaiadas las iaUs del Spitzberg y de la Is-
iaBdia; y con ei Gtaa Ooéaoo por el úaico es-
toaobo dc Bebriog que separa ios dos contioeo-
tes. Nó sueede io misioo en el bemisíério del
Sor; pues un niar Yasto ocMpa la junu austral.
Si Doa eoioopmos eo ei polo y dirigimos nues«
Iras miradas cireularmente sobre el espaeio
eoHipreodido entre eale ceotro y la 50 parale-
ia, no descubrioios niogon Testigio de tierra
eooQoida; si estendemosia vista bastaia 30,
fiercibimos solameote aiguoos fragmeotos jó-
lidos.... todo ei restoes mar, todo esjigua.
PodemoSy pues, decir que ei bemisferio aus-
tral es el verdadero dominio del Océano , asi
como elbjemisferioboreal es el dominio de la*
tierra.» Ia acumulacion ile los.bielos, coma
* observa espreeam^nte Fieurieu , es el rasgo
caracterí^tico 4e ios mares porales. £n gcnc-
ral los bielos raaríoos (4) oacen ai parecer bá-
cia k» poios á medida qp/s ia salumbre del
mar dismifluye y que el movimienlo de rota-
cioQ de cada punto del globo se bace menos
rápido. Hácia los 40* de iatitud se encuentran!
ya grandes pedazos de hielo flotantes arras-
trados sin duda por las corrientes quc yan del
poloal KcQador(S). A los SO*' se cubren co-
(i) 6obrelM^iel«»manoM,vé«a»«IUbroXXXiII
^ €w|nndio4» to «M0r«fííi «MÍoarMif de ííalU^
Bnm (i!4icioo.dmMr. Biiot.)
tl> liOit iPBAgr^f— ü&tuak cprri— fef jwtar>« ai mo-
vÍBiMitojqiie llMa loo nures de los Miofl bicU el
EcQador,yl«ietfUc^deetle iumío: «Todlos los dias
jwrompaaott Vao ra]|áMOolaaes«iia enoraae canlidad
<K liielb, domierte4pie ka mareSipoUcas lieaaa sioflB-
PMMaeapocabtindamola deai(ua de aoe tieodea á
dasetryarse; y eoiBo.al aaaa ht^ el Eeiiadortiaue
«nor sav/Hbid.espooifiea; y.pototro parle , Ueia-
pm«iaii, «Mity fuasia bajo la JMia. lArsida , absiNrbe
oaa boeaa parte de ella, es necesario qae lis
4 77 ttmUOniCA 1H>MJUU.
ABfllWiS
i(l0«bialo las oríllas del mar; y á ^os
10® SOQ piuy nomerosos loá híelo^ flot^ntcs y
de dimeeaÍaDes euormes, y á las 80 empi'eza^
ios eampos finaies de liielos (i). Es notable
que kis \Mú$ se acnrautan mas al Ocstc q^c
al iado ep«estOw f 1^0 e>:to se ha deducidu f^e
iiaf .no .mo^imieato de los mares polares ii\
Isie, ai,4»»al oliedeceo los hielos, á menosque
00 baya Yientosjó corrieQtc^ contrarias. Mon-
aieur de loiiFernorn , ilustre navegaute dina-
marquá3 , concebU <le la mapQra siguieote el
movimiento anual de los hielos árticos (2): las
grandea estensione^ lié^ ^r Bl^nco y las In-
mediacioQes ^el Spjtjiberg ^ cubreo todos Iqs
inyi^raos de bielQS por la intensidad dei fr|o,
y estas maaas destacadas en témpanps mas/í
menoegraikles por el.ipOTimíento del mar, dc
las íuertes tenipestades , de las mareas alt^,
ó por coalqiiiera otra ciif^sa desconocida , tp-
man entonces el camino del Este háqia el Oes-
te, y coando encuentran las costas orientales
alNordeste de la Oroenlapdia, mas alta que el
circulo polar, siguen forso^meutela direccion
de eata costa basta el c^bo Jarewell, ,e;streii^i*
dad meridionaí de aquella grande p^ni^suia.
Alii nna parte de losbielos da ia vueJ^a al cabo
y entra en el estrecbo de Davis; pero la rpaypr
parte se arroja cooitra la costa de labrailor y
tamblen bicta Terrauova , discmiuándOfie en
segoida ea el Ooéano , donde se disuelven
avanaaado bácia el Sur; pero Jamásse v^en Uie-
loB en la mar del Norte ni sobre la costa oc^-
dental de la Noruega, ni alrededor 4c Ifis ÍsVjis
Shetland y Feroe. ^tQs bechps ;^|esliguan
Tuertemente él doble efecto de las dos corrien-
tes generaies que van, launadel Gste l^áciael
Oesle, y la otra dei Norteal Sur; per.o ^i^go^a
circunstaocia es mas decisiva apbre este,p|irti-
colar que la acumulaclon dc los blelos sotire
la costa septentrional de la Islandia , colocada
veciiias acudan p#ra rejUhleccT.el.equiUiu'io, cuyo
ninvimienio se ptopai^a de una regiud ^cuá^ica á otra,
y dee^te raodo á cada instanle suti iinptilsadas las
Hguas (tircumpolan's á diri^irsf^ al Eeqaüor.i) Geogr.
de M;itle-Brun. u li, p. 375. Pero preciso e^ dpcir
queesia eáplieaoion no satiárace á tr)(|os compMa-
oneiile. Se comprcnde que eii cl esliola fusion oc los
bíeioshácia el polo (leiermine uua co>Friente4el ?^pr-
te al tjur. cocriente susceplible dt.i ^er deivi«ida,f|¿e^
ia direccionset^un la forma de las Cü^lai' ^pbru que
$e dirige; pero evtá probado quc en los raoscs dc eue-
ro, fehrero, marzo, ahril y oiayOt cuando la tetnpera-
lura medía es de ^Ii grados.^^e observa cl rai^mo 1^9*
ctio. y entonces es menos facíl de cspUcar; a>i es que
bombrc'semíuunlex sc preguutan qué causa puede
producir esegrande movimienlo de las a^uas,,y^e
aonde procc<Ien las que debcn reemplatarlas eo iíiíi
latiluiles superiores quc abandnnau. [Véa*c [iti arti-
íulo de Mr. Uaussy sol)re la relacion det vi^L'e qiie
hizo cl capilanBack, en 183íí y 37 á lascostas del inar
Artico, inserto en los Analé's mtrititms, 4834, no-
viembre, n.^Si-.)
(1) Se ba notado que en el hemUferio auslrallas
hirlus floiantes, \o mi»mo que Ips fij«s, .estabau^injs
próximos al Ecuíidpr en.unos i0*;rjiíjos.
(á) Veau' el Eitraclo di'ldiarin dn unviageji^^f^p
-«ft I7HC, en busca de la cutia ot'lt^nlal de lá Grf^^-
,landia, bajo loi fíri tjrnths ^f laiitud, (lublic^do po
^lmis
por
•€l múuQo Jttr.,fle Ifowcrnoru en l^s A^fik* »4f:ÍlÍHUif
T. 111. 44
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643
AHTIGAS
m
sobre el circnlo polar, nolejofl de laOroenlm-
dia. Esta isla forma por 6u pofiicion iin obstá-
catb á l05 hiclos que vienen dei Norte y á los
qne proceden del Nordeste, que aeumuliadose
entonces contra Ía costa septentríonat, se des-
prenden despues de ella por la fnersa de las
corrientcs y pasan al Oeste de 1a Islandia entre
psta isla y la Groenlandia; pero la eo«la meri
dionul no deja verjamás hielos flotantes en e
raar y eFto no por su mayor elevacion en lati-
tud (cerca de 64*'), sino solo á causa de su po-
sicion.
Esas corrientes regulares ayudadas fre-
cnentcmcnte poruna dulce temperatura y por
la agitacion que produce ei cnorme volúmen
de agua, que todos los años vierten muchos y
caudalosos rios en el mar Glacial boreal, son
las quc producen los desbielos Qjos y arras-
tran fuera de los canaleslos hiclos qne cubren
lüs (ierras. Esa movilidad de los hielos árti-
cos es tambien la que ha permitido á los na\^-
ganles esplorar hasta los estrechos mas angos-
tos del mar Polar boreal, y llegar por este me-
dio á alturas considerabies; ella les inspira la
coníianza y perseverancia, prometiéndoles una
vuelta segura y casi siempre ficil. Un solo
ejemplo podrá 'demostrar lo mucho que cam-
bian los hielos , y^ cuin ficil es aprovecharse
de sus ínmensos rompimicntos: la costa orien-
tal de la Groenlandia, bloqueada durante lanto
tiempo por loshielos, y que tan universaimen-
1e iia sido declarada inaccesible, se ha encon-
trado abordable en estos i'iltimos tiempos (4).
Ei objeto principal de los esfuerzos de tos n^-
vegantes que esploran en todos tiempos aque-
llas regionés irticas, fuécl descubrimiento del
paso Noroeste, es decir, de una comuoicacion
del Océano Atlintico con el Gran Océano atra-
vesando el continente misrao de la Amérlca
((} EUibro queconUenelasiiocionesmascünipie-
tas, y sobre toUo mas meiódiearoente espuestasíiúbre
las rcííionés árticas,á pesarde su fecha muy aniigua,
■esel libro delcapitan Scoresby, tiiutado: An aruúnt
ofthe arderegions tcith á hutory anddescription of
thü northernwhale fishery, Edinib. I*i2í>, 2 volm.
«n 8." Esle libro fué objeto de un infoTnic quc ppc-
senlaron al baron PortaU ministro de Marina y de las
Colonias los señores Rosily y RoSíel. ( Véíinse los Ana-
lesmariliraos, 1820, 2.*part., p. 700, 712): sepun la
autoridad de eslos jueces üusires, recomendaremos
aqui particularmi'nte álaatencton dei leciorelprimer
cap&tulo que coutiene reflexiones g«?nerales sobrc las
reRÍODes y mares polares, el cuarlo que traia de los
faielos de la Groenlandia, y en Keneral de tos hteto9
de lo8 mares polares. fil autor deíine en «Itos coti pre-
Cision diferLMitL's formas bajo las cualesse presentan,
yestas dcfinicionescontribuycn no poco á la ctaridad
dc lasespiicaciones que da s'obrc la formacion de to*
itas estas especies de hielos. En et capitiilo 5." habla
Scoresbv de la lemperatura de lasregíones polares, de
los fenámenos producidosen la atmósfera por las na-
fraccionesestraordinariasquc hay en aquellos pnra^
ces, de íoavienlosqnereinanenaqucllasreponeshe-
fadas: el susto y úllimocMpilulo dol primer volümen
complcta la descripcion dc las re^iunes árticas pre-
scotando un ensayo sobre la zoolopia de los paises po-
lares. Iguales observacionesse encucnlran en las in-
teresantes retaciones de Parry, de Ross y dc Back;
pero la forma metódica adoptada por Scoresby, per*.
Diile coQsultai §u libro con m.is facilidnd y prnvecha.
Septentrional, por un estrecho ó canal qnese
sopuso largo tiempo debe existir, y mas ttrde
por el pelo Artioo. Los ingle^^es han sido kM
que príncipalmente se lian entregado á esta
investigacion, y se ha dicho qae querian n-
ber únicamente si se podia ir i la Ghioa porel
Norte, es decir, en un tiempo mas corto; pero
es dificil de creer qne este Intcrés comerdal
haya sido el único món\ de su estraordioaria
perseverancia; era imposible que este pasoes-
tuviese jamis practicable para boques mercan-
tes, pnesto que no hnbieran podido alraveaa^
lo Bino durante un mes en el año , y es mas
ezacto decir con Mr. Dumontde ÚrTille, qoe
el interés de las ciencias y de lageografia so-
bre todo, ha guiado constantemente i los ia-
gleses á estas aventuradasespediciones.tan
pro[>ias en efecto «para ilustrar las cuestiooes
mas grandes de fisica terrestre, obsenrar esos
dias sin fln 6 esas noches de tres meses qne
ilumioan ias auroras boreales (4); estudiarla
formacion de los hielos , la influencia de qd
frio inaodito sobre los cuerpos inorginicos y
organixados, la inclinacion de la brújula, qoe
se abate i raedida qne se avansahicia el poio;
saber cuales son las plantas que puedeu ge^
minar, florecer y dar fruto en ei corio espacio
de un eslio de seis aemanas , y ios animales
capaces de reslstir un frio que hiela ei mer-
curio: tales son los grandes probiemas pro-
puestos al qoe se siente poseido de ia nece^-
daddeconocer (2).»
A principios dei siglo XVIll (3), era toditit
desconocidatoda la costa Nordeste del Asia, su
cabo oriental, el estrecho que la separa de li
América, del mismo modo que toda ia costa
Noroeste de la América, deade el cabo Meodo-
cíno. No se sabia aun que ei coQtioente de W
Améríca Seplentrional no depende de el dd
(1) Véasc una nota de Mr. Viclor Loltio, tcoiente
de navio, sobre lat auroras borealet , ÍDserta ea los
Analet tnarüimot, diciembre, 1039, n.** 77.— Mr. Eu-
genio Petilon, eneHrgado del senricio cn )fiqo«*iaa'
(Terrauova) leyó 4 la $ociedad de geografía enTraa-
cia en su sesion del 6 de roarzo de 1040, una Soliei»
tobrt lat aurorat boreal»t.
fi) Véate un articuio de Mr. Martin sobni ci ?ia'-
ge h Islandia y Groenlandia, eieculado duraoie los
aftoi i9ZÍ y 1836, en la corbeta la Reeherehe, niAnda-
da por Mr. Trébouart, eto. en los Aoales ■larii. v co-
lon, enero, 4S38, 9.* part. o.o 4.
(3) Enlre 4305 y 4507 ojecularon los inglescs Jife-
rcntes viages alNoroeste paraencontrar, se^un dieeñ,
un camiDo á la Ghina ü los 60 y 66° de Intiiud N.;pero
fuerondetenidos porlos liielos. Enuno de csiosvia-
ges díó Juan Davis su nombre 4 ese estrecbo qoc sc-
para la Groeolandía de la tierra de €uniberlaDd. Ba
4610 halló Hodson el estrecho que lleva nu nombrc,
dobl6 el cat>odei Priuisipe Enrique, y faé defeeniiio ea
el cabo de la Reina Ana, es decir, 100 lecuas mas
: „ . n ilegado sns Dredeoesores. T
de 4645 á 4646, Mzo J. Bania tres nages p«ra eao
.De*-
lejos de donde haManTlegado sns i
de 4645 á 4646. MzoJ. Bafrm tres vl
irar este mismo paso Noroeste', y penetré basu lo«
78* en la bahia deTomasSnith, mas nrriba del es-
trechode Baffin sio haberlo coosegaldo. (Vém»§at
Compendio kittórito crauológieo de lea prweéfolM
waget dodeteubrimietUo por mart deode cl oie ttOO
antetdeJ. Chatlajfrinetpiotdeltiglo XlX^eoirmt^
tado de lot Anaie» wsMriUmoo^ P«rí% iai|»reata reai.
48ÍB>.
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6i5
AHTIGAS
m
Asia; pero ias regkmes árticas, sobre todo, y
entiendo por estas laa del Norte de Iméríca,
toda esa paite qne se eBtiende al Eate desde
d cabo beladodeCookhasta la oosta de GroeD-
landia. no babia podido ser esplorada. Hasta
el ano 4 7*73 no se sabe qne los navegantes se
hnblesen dirigido á aquellas regíones» pues
Roggers, Roggewin, Losier Bonvet, Byron,
Waílis, Carteret, Boogainville y Gook en sus
dos prímeros viages, se dirigieron todos hácia
)a mar del Sur (4); pero mientrasque Cook Ira-
tabadeaproximarsealpolo Antártico, elalmi-
raotasgodelnglaterra decidió qoe se intentase
HDB emprcsa análoga al Norte, y se ensayase
el paso al Océano Pacifico por el polo Boreal.
Sl capitan Phipps, despues lord Molgrave, y
miembro del almiranlaxgo, fué puesto á la ca-
besa de esta espedlcion, y partió en la prima-
ven de 4773. Hiioruta directamente al Norte,
háda la costa oocidental dei Spitzberg; pudo
prolongar toda aqoella costa basta entonces
mal conocida, y levantó una escelente carta;
eocontró los prímeros hielos á los 80^ de la-
tltod solameDte, coando lo comun es que se
presenten eotre la 72 y 75 paraleia» y liegó
basta los W* cerca de la Peqiteña TaílQf pe-
qoeña isla muy baja, inmediata á las costas
ttpteotrionaies del Spitzberg; pero como se
apvoximase la mala estaciou. tuvo que pensar
60 volver sin que pudiese llegar al punto de
80 víage \%). Mucbo ticmpo bacia quc domina-
ba la creencia de que el continentc de la Amé
ríca Seplcntrional estaba dtvidido en dos por
00 estrecbo qoc abríéndose en unpoutocual-
qDiera de la babia de Hudson ó de la de Baf .
flo, terminaba en otro punto de )a costa Noroes-
te de la América en el Océano Paciflco; los que
tenian esta creencia se apoyaban eu la famo-
sarelacion de Barthelemy deFuente(3), que
(1) No debemos omiUr sin embargo, el vUge dd
Banioés Verdun de U Crenne, tenientc de navio,
Bieiibro de la Academiu de Marina en 4771, uno de
Mt que mas bao servido al progreso de las cieucias
|eogriflea8 y aslrondmicas. Al fln de su viage hizo
■r.de Verdun ruta desde las aguas de Terranova
liieiaU laUodU para probar Umarcbade los mons-
tnMB marinos basta bajo el circulo poUr; csploró
cati la tereera parto de Us cosus de U IsUndla des-
de Patrix-Piord basU Us isUs Westmann y levantó
«na caru cuya exactitod escita todavía hoy U ad-
■iracfeo de los iDteIigen:ea.
(ly Voyage to Ibe norlb pole, by J. Phipps. Lon-
ooB, IT74, en 4.**, traducido al francés en iTTS.
(3) A prineipios del siglo XVIIl cundió por Euro-
pa U reUcion de una espedicion becba en iM, por
aaalmirante iUmado Bartolomé de Fonlo ó dc Fuí'n-
te; esu rcUcion se publicd en forma dc carU por
pHmera vexen Lóudres, en 1708, en un periódico litu-
UéoMeMoiriofiheCuriout, y fué por miicho tiempo
oueto de la'^ invesUgaciones y de los esludios de los
négrafos. Guíllermo de Lisie, eotre otros, y Felipe
Baaehe. en 1753 y 47S3 ioUnUron conciliar los des-
eQbrioiientos de tuente eola cosu Noroeste de U
ABérica con lo que ya se conocia sobre loda la parle
sepceotrioaa) de «quel conlineute; otros decUraron
q«e aqueUa carta era supuesU y apócrífa, y entre
estoa se cíu á Reinold Forster, que acompafto áCook 1
eoso sesando viage, y que publícó uoa Húioria de 1
Un éeicubrimietUos ydelot vwget heehot ai Norie; 1
pero Fleorieu en U admirabU íntroduccion que afia-r
suponia baber penetrado en aquellas aguas.
El gobienio iogléa, seducido por los resoltados
que somejante descubrimiento podía teoer, en-
cargó esta ves aicapitan Cook (4776) el iiiTes-
tigar la apertura de aqucl paso en la costa No-
roeste de la América, sobre todo, bácia los 75^
de Utitud; despues de baber permanecido mu-
cbo tiempo en este tercer viage en el arcbipié-
lago de ia Sociedad y de los Amigos, fué ¿ ata-
car la costa Noroeste de la Amérlca, pero so*
lamente ¿ los 44^45' de lalitnd muy lejos
de los limites de las posesiones españolas al
Norte dela GalifornU; entoncescomenzó ¿ cos-
tear subiendo siempre al Norte, pero las ráfa-
gas de viento y las corrieotes contrarias le tu-
vieroQ s¡empre¿ demasiada distancia para que
pudiera cooocer que aquellas tierras no eran
el continente dc la América, y si una larga s6-
rie de islas como lo reconocieron mas adelan-
te LaPerouse y Vancouver. H¿cia Ia60 paralor
la descubrió una vasta babia que llamó £n«
trada delpHndpe GuUkrmo y buscó inútil-
roente alguna comunicacion de esta babia coq
el interíor de las tierras del mismomodo des-
cobrió mas al Norte una anchaentrada que pa-
recia prolongarse mocho h¿cia ei Norte, y por
UQ momento creyó haber encontrado el famo-
so paso por el cualdebia llegar atravesando el
continente de la Améríca hasta la babia deBaf-
fln; por el brazo de mar (la.erUrada de Cook)
iba estrech¿odose cada vezmas,y sc termina-
ba en la embocadura de dos ríos. Sabido es que
partiendo dc la entrada de ()ook la costa de
Améfica bajo la forma de una larga peninsula
vuelve y se prolonga at Sudoeste» conlinuada
todavia por la cadena de las islas Aleutiuas.
Costeó, pties, esta peniusula, y esta serie de
isias, y al Norte deia peninsulade Aiaska des-
cubrióla gran6a/tta deBristol, y ¿ la 65para-
lela (como ya hemos dicho, cáte era el punto
que seguu sus iustruccioues debia esplorar
con mas cuidado) la bahia de Noriont cuyo-
(iió á ia relacion de Marcliand, v que ya hcmos ciU-
do. vo!vi6á empozar esta discuslon, y atribuyendo al
oditor ínglés toda la patte romancesca de U carta de
Fuente, demostró la Kran yeroaUAiUtud de Ins desco-
brimicnlos quc en ella se meocionan. Si Fuentc no
encontró el paso del Noroeste, como él mismo lo de-
oUra. añadiendo que oo cree en su existencia (U
que se babia escapado Ul vex al editor inglés y tam*
bien á todos losque se'apoyaban confiados en U opi-
niondoFuente), descobriéefecUvamcnUtoda U cos-
ta de aquella parto de U Am6rica y abrió el eamíno
al ilustru Yancouver. £1 caballero Lapie quiso tam-
bien esplícar ioii ílL'scubríraientüs ilcl alnaiTanlr Fm n*
lc, comparándolns con las t'Siilorcicintu's niodernas
dc Roas y de Funx; y este mi>mo trabajo tiltilailo:
Memoriat tobre loi vitujes practicados por el Océano
Glaeialáriieoal yorle de. la Ámérica Sepíenlrv'nal
é inserto en el tomo Íl<)o los ^ufvm Anaíeidcviagen
(p. 5-56) Iraió tamhitMi, üegu» Amoreli. y Walckp-
naer, de vengar a Maldonuito y al capitan Bcrnardo
(ie Us sospecbas de quc tanlo tietuno habían sido
bUncoestos primeros naveiíantcs. A esla meiuona
aftadió una carla para dar á conocer spgun Kis rela-
ciones de Maldonado, del altniranle Futfnle y del ca-
pitan Bernardo, los riescubrimií'nios recientes, la
confiffuraciou de los paises ínrocdiatos alOcéuno Ar-
tioo, asi como las comunicat iones que presentan en*
treel Océano Attániieo y el tirati Oc6ano.
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64t
imKm
fottdb8eeDcontró(ó<!ayfiie<irrádo;«B flú.desi-
pfté^ dé baber Hegadoá la éatrettoidad madoe-
cfdiéntal dé fa Amériea (eabo del PriDcipe de
Gale¿;), déjónquéliasagoas, eortTencidodequé
00 existia él estrecho que bbscaba (4).
El capitan Glerlí que, deftfnies «íe 1á mnérte
de Cooit, tomó el mándofde i¿ espedicfon, qui-
80 éni ef estfo de 477d d«V lil fttéJtapof elirofMf
at cbntiñeoté atnérlcánb i gfanar é1 Oeéano
Atlántico pasando pot^ él polo Artfeo (pues ya
no podia' creer en !a exi^ocfa del eanal at
travésde la Araéricá.) Llc^rthasia los 'ÍO^de
IsRífod, pero no phdb atráveaiár lá Tastá llunú-
rfl de bielos moVfbles qoe se estendia sin
iñtervalo 1 >k^ U cosíti 'lr Asía hécia lat
América.
Sin embargo, como acontece siémph!, «e
rónnnció difícilrnente al anti^riioérror, y cn las
irtstrucciones datíiig á La feroiis<í se foNia á
hScér mencion eSfíecial de iina e'otradá qritj
deáembocaba enr lá cósla ?íoroe>té'd'eléAm'éri-
caycomiínicabactín M balrííi «I'^fWdlWri. DeÉ>¿-
irios decir qtie Cool; rio habia tcnfd'offenfrpo de
preslTir á está invosítijííicion totfo el cüTdádo'
poííibli'; lo mismo íucedió á La Peróusé, y el
capitan inglcs Vancoiiver fm^ el ÁffiÉnóqüe i^
cibióel encarffo de resolver nqudlit interesan-
tecnestion(479M
No es esta la ocasion de aTKilÍMr íóñoü los
p^^menores 06 sti é«ploracion sobre la costa
Noróeste dc ta Améríca, desde el caboMendo-
' cino íiásta la cofrada dc Cook, csploraCion qoe
durótres aíios; nos basla reconlar qoe consi-
g\s\6 demostrdr dc una maneiA frrecitsabie,
quc entre las 40 y 62 paralelrt, no etiste nin-
gun paáü, que átravcsando el cdntfnerote con-
duzca desde él Océano PacifiCo al Aflán-
tíco (2). P'éro como efectivamenle esta prime-
rá ópiiiion descausaba sob; l '^n fóndo de vér-
^d se \á fi^ódificó féfffcmerfte, sosteniendo
desdc énióAces que el paso dei Noroésfe exfs-
(T¿ sobr^ latffMtf^ mtfcho mas altás qne fas
que tocó Vancouver, t que cuanto mas se apro-
xfínase ál polo, nias proBttbilldad habria de
éésenbrirlo.
Conviené i'cfétff aTtOra las nismerosas es-
pedíciobes qúe los fngleses, siü cansarse ]a-
más; enviaroo á ias regionea árticas, y los
rrrodigiós &e persétéráneia y de ralor qne
luefon necesarios plfiTa comprar hi apariencia
sola de un iriunfo, auoque tambien, debemos
coofesarlo, la soltfCiOn de los problemas cien-
ffflco^ roasiolérésantés. I^orotra parte era ne-
eesano corregir l& gran imperfcccion de Jas
(I) Bntonces pit6 A las islas ^odwicti para inYtir-
oar coO ÍBtencioD de continaar en la primsvera sas
oocracltftlc^ pn el Norte; pcro es Mbldo qüe fné aSe-
slDsdo por tosnaturales etl4 de febrerode I77&.
(Si Hemos tomado casi testaalmente esto rápidf
resúmen de los priocipalcs resuludos de los viaKcs
del slglo iTtlI. del escelente trabajo del cab;iltero
deFremÍnvilIoJnserto en \o$Análé9 MarÍtimoi bafo
esto título: Exámen tumafio dé lá$ etpedieionet^ae
fof desc^iwíieníoty dé loi progretoi 4é lá gMr^^
ecrtaadelosaaraidel Hisrlé; 6iidMo,lia^
ta f S48 ik> liahiM ptrá giifaraopiMr afieilH fe-
ligrosas afoad omeDfli qse ka eartas groié*
ras de fós pacrones hólaatdeMi y da Im imki-
éoresde ballenas.Paréoeoosoportnéodar a(|ai
on reaúineir de lot oonoelmleBtQe geogrifloes
qoe se poseian soM las refioBtes bdreate»dB
4818, épocánotttie pwriaaflelon^easdei*
arrolió á las ^jiedidieoéa: lifbnas (4). Ra tB
éesef s eotonces fflugúna neiieia potitlTa se-
bre la Groenlaadia, eaimlaltteaté libre ni
eosfa oriental (1), eümpi^odlda ciitre la H
ñaralela y el otrsiiio padkr y iMiSha toaeoM»-
lle liaee mas de coaM slglos per el obstáeolo
de los hielos; no se safefia áüir ^ Masar del
áopuesto ésti^o desooMérta en I87S pdr el
eaballérd Üirtln MblsSRr, i tos aif> 48' y ei
direecldn de! BsteaKtesie, demedo qneáepi*
raba del eontineuSa á h eStreoMid; fifttidiaad
de la Groénlaadiái^ lafpselrivir dél eaié n-
retl^Tt, pttmá rtierldlonalde laGravslaiidiasa-
bre laeual teafün smeobargi^ árali^áeartodoB
ÍoB bo^^baifeiveroí/ qtíe so dirlgian al Me-
óbo de Datis, «e habia Mo deiermlaáda pgt
Aftigoha obsei^iraetoil fifdrosa; la ooata ériei-
iai, taif ^óoeffMteénlcxÍes tlem(lei, doade
/1) réatetetfhemoHáeeéréamieiéhmcimoliek
kiáro0rafim de kn láaru »orMer por el cab«Uit« ét
la ?oix deFremiaville, tenionte de oavio, iBseriaco
los Analet Maritimo$ de ISSO (par. 1.* p. 5-») Li
inlettcloii particolar de eila memorté tH iBfere^r
k\ rey Lois XYIII mi la csploraci«Dde li oMUorieii-
Ul de la GroenlaDdta y llamar la atoBcion dal Wl^^
00 sobre e1 restablecimÍeDto necesarío part la mi-
elá ét lás fcrandes peseas del norte« Tá em 1181« ll^<
de iérguelen hábia iMtrcdo dar al||Haa aelifidai i
tsto importaDte parte del eomercio maiitimo, pcie
no se pas6 mucho tiempo sitt voWer i caer vft U
misrha nei^b'gertcia.
(1) fitisiian ea éMM nraT rem«U eoknln ealt-
pees florecientee ea U cosu orieatal^e ia Groealat-
di%, pero iina revolnciou fisfca tÍuo á interrumpif «^
I40S toda comunicacien eatre esUt coloniuy la iN-
namarca so metrópoli, acumalando los bialos ca
aqueltas áKntt. Bl gebieriio dfiiiaiafi|fiéa e*^^
direremes épocas espedtefonespara indaw Ío**^
gios de a<|oenas colonías groeHlaeMbi, pért MW
foeron éniorpeddas par el mismo ebiiaMta. VaNal
es úue se liiio, eon baru (recawseta, aias <fa« lüi^
rfgian la reconTcncion de halkn'se désalMtailoíde^
8i«do pTonto; aquélla eoniftdticia de los iMei Sir^
paeio de cuátfo sfglos, és liiliudés poea etftadaii
es leqoe ha shcédftlo en esios aitiwos ilsSrtiul. fm-
te el Ettracto de la reiaeiondeuú ffietgah^ahútmrm^
dendeS.M. íHÜamMuétn . <9atante H 9%o 17« aM«
el deecalirimitnia de la eomofieniaí déia CVórtijiig
dúi f <le (o« («¡foréf (lofMie le *if^io flié SsMMPll
forinadot lot etiablecimieikiot enrqpoaii €10., iüMW
eo los 4^ile« Jfarillfrlos (aflolñet farrt. I.M. U
páff. 7-SlJ, pof- ISri Lowenonr, «ft^iiaiiaearaiatt**-
rcctor def depAsHo de his oariai de la mrlAa, M)-
(8) Por mocho tl«mpe se hft sosleeMe qiieéri M-
se cQililo rtñtte rorbwiet a«erei de eaie «Mredfe;
qoo flo lo bábn recdr^ide Sa asa ^^^éáéimj
qoe reaimente lio era mas qoe aaa baMa afeiaeaa.
Eñ efedo, deSpues deél, ftittfoa aav>e«e*ie M Mf-
dd ét^resdr tai Mttft rieffat á 1* %atraSa ertaMali peia
cdMft á\&t ffr. de ft>¿thihyfll«, esU úé pMhria f^
sftlvtrtúéhteqnéelestfeché niftsé «da i>MikJ^
kiUméntéduod^sdedT^ déi atfMfft ISW^
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Mniovi9
m
» ImMbi taoMI» d0ide 4 7U
etliU0oimienlos eoaiüiiertblev, do eiv m^or
ceaodda á eeoaa sia daée de k mMHid de
eMeatd^sy oorUKterisqBepreseali.Lo teieo
qne se Teia entoncee trazado sobre las certas,
de DB Tasto pais qoe se prolooga at Norte Je
la aDtigQa GroeBlaadia ht^ deba|i> del p^
een el nombre deA^wmi OroeiiftsiitfMi, se babia
hetede meraoria, y en cnaato á la kilandia
iMfeia stdo ra obteto de mwchos escrH«B 7 tra-
b^os, pero los asaareoieaies^ los de Anderson
y de Horrcbeiwi, careoiaB de exaetitiid y era
pvaeisoateBerse á \MCarki99^ré la Itlandia
dék céiebre Baalcs. U3 prlmeras eartas de este
paiB debidaa á tos bolaBdeses no mereeian la
menor cooHaDza, y aoa la cpie el misfiio rey
de DiBSBiarca habialiedio letantar eri 4724, y
qoa SB babia feprodiicido en la biérofrrafia
franeéaá eeiaba llena de faUas, puea se flffnraba
en ella la istandía coa dema^ada esteosion
dd Oesteal Iste y se babía disminuldó indebi*
danrate sb esteasioo de Norte á Snr; las km-
gitades era muf defeotoostfá y tsBibieB los
Idtttodea; asi es qae Patrli-Hord, situado á
hm W 35' 45", estoba alli marcado á ios
66^ XO'* Ifo era nejor la CBrlB dc tslandia qtic
)evBntarooen4774 los Ingeaieros dinamarque-
sés Srfebsen y Scbonnlng (4); en fin el úOfco
trBbe)oque se podia coasultar oon toda áegn-
rídad ^obre ta geografia liloral de ta islaadta
se d«bía á 1a espcdicioo franeesa dd Tnarqoés
dé Verdande la Grennc, de que ya bemos be«
cbo roencion; pero el reconoclnHento se habia
heeho solamente sobré la esteiision de costas
cemprendidas entre Patriz*«?iord, 6 mas exac-
Uoiente, entre Lns-Bay, y las tslas Westraann;
es decir, la tercera parte poco mas ó menos dei
lüoral de la hlandla BSpVeciso afiadir qúe
mas idélante. cn 4SÓ5, la rragataSifanareGo-
nocíé toda la parte del Bsto deSde LangaBods
hasfa el estrecho donde d marqués de Terdon
hi^tli cotiidDzado üus rrabajos (2). El SpiUberg,
ÍBiigB tiempo frecoeotado solaoleote por h>3
bn^ed baflenefos holaifdeses, Irttta mo re-
ctitlocido, en.4773, cn su parle occidenlal y
srtitBntrional por ei rapitan Phipps, qoeieTSB-
10 iw eaHft cofl íñuc^ eííTCtitml; perp todtj cl
rtólo, el Waygáts, lá eosla orícQlfH, 'U gran
pentesnk del fistei el estrecbo 4e Walter, y la
Tlerrade los Bstsdos, fluedaba pot rectíacar, las
Cbrrientes no hablan sido tra2adas sino por uo
cáboio RproiiBiado; tas latittides estaban a»al
dMminadas, y no se habia indícado ni ann
aproximaiirameute nioguua longitud. La ver-
dadera posioion de la isla de Jeaii Ifayen era
todarfa moy hicteila y dispirlHda (3). Como fee
vé, 4oedaba mucho ^ue bacer para completar
el reeoBO<^niienio bidrOgrMoede las costos del
(•) Bl caboNsrle esiá MirGStfo eii má eana 4 tos
BS* de laUtad, »ietido asi que eSlá sKirad«i é los
mrm.
fl) L«sirabaiotlieche|ébMoSeia9{ré«wl>oe*
ran BIHvMsi á#f Ut. de ítSMiHmf .
(S) EsU iflla fué deseQbierta snfAI « |M7I* Sé
OeéBnr BbvcbI^ apBrle d» Ibb coestiosee tan
iapoiílaBtea do fisiea lerreÉtre y de aslrone-
DBlay tfuala cieoclB ssoderBa babia preiBOfido
y óeseabB resoWer.
Bead» 4B48 comieBsa Qoa nueva série ro
lalerf Ém|iidB de Ttageft 4e esptoraciem , todos
desgraeisdosy oomo los qae babian praoedido, .
por cninle no alciBzaban ek eOjeto propaesto,
es deeir^ el desenbnmlento del páso Nofseste;
pero todof sada ves me}or dlrígidOB y roas
protetbosoa. Puede decirse que la gioria dc
eitios esfuersos y pregresos pertenoce eádusi-
vaflseBte álos navegantes ingleses. Blprlmm
deellos que abrió este camiuo, largo (iempo
abandonado, fné Joba Boss (4); peroeejusto
nombraf at qae contriboyó mas poderosamen-.
te á Inpulsar al gobiemo inglés á que toomse
eslB resobieion^ y fué e1 sábio Barrow, cono*
cido tambéen por viages iaiponantes {tj, Kl de
Ross tuvo por resnllado establecer de ona ma^
nera eierta la extBténeia de nn mar Interlor,
llaaiado baAia dé Baffki (3), aunqoe de fomfa
y dkaensiones moy «áfereotes du tas qoe mar-
caban tas antrgoas cartas. Sobió hasta los Iñ^*
de lctittfl, y fMmetri en ei oeireebo k nna dis-
tiinüa de 90 millas; pero babla de}ado pasar
la esteúsioa (iiTorabte, y sorprendldo por loe
hiolos, se apresoró á volver al estredio dé
Davis. Asi. poes, se di6 poca importancia á 1a
útil comprobacioD q;ie habta liecho de los des-
cubrimientos de Bttffio, y no se vló otra cosa
qoe el ttalogro de la empresa principal, y
Ross fué acnsado de neglis^oeia y ma-
la volnotad. Las instrucciones qoe habia reci*
bido del almirantasgo llevabaa ya oierto can&c-
ter de resolooion tomada de antemano, y por
lo tanto féeron mey mal acogidas sus aserclo*-
s de que no exisUa á todo lo largo de la
costa de la bahía de BaíTin ningnna abertura
qoe pudiesa servir de paso. Suscitóse sobre es-
te asonto noa eontroversia nniy viva á qne
contríbuyó á dar animacion ia severídad de los
|)eriódicos. Publícóse aclemas un anónimo con
1a relacion de un oficlal de la espedicion, que
siipenia qite el capitan Ross no habia visitado
con bastante caidado aigunas de aqoellas abev'-
turis, y qiM para la mayor parte de los ofl^
*
latitad; ^ro las cartas bolandesas do esUo acordea
acerea de so lougitud; la caru de la hidrograna rran-
cM la coloca á loe 41* Oaste y ias iogletM á los S.*
inaB al Oeste.
(4 ) Véute Áw9m9$ of d^eootrf *mkId *y 0flier óf
tke aámH^Oi^t in kiM majtHy^i thipt ítaheUm mnd
Akrander for thé purpon of exmoring 9mffim*t
J9(f y énd 9Í^virÍM Mi tké ffMiMy of á Fhrh
Weti patioge. London, 4SI9, i vol. en 4.*
tS) BstfSir, eoire olran obras eonpuao Á •ronoUt-
gicalhiitoryofvoyagmintkenriicrégionB; Loodoa,
IStS, ea S.^
(3) Scbldo Oi qoe ÉHichai oerflonafl habiai dada-
do de la extflMicta de ciU baliía. vioDdo flu foiícion
ubMÉol drtatmloada queoada ffeógrafodll>uJal>a su^
cnntornos seKun su f apríobo. Roafl se lelicluba mn^
cboea BarMicton do haber podidoflacará lus los
flOrrielOfl domaílado deídwiocidofl ée ob aaveffaMo
«ndM. ypMbar^ve lofl deflcnbriniMitofl deBaffia
no^bMb •eriMwieeradoicoDioaa frnntamnée m
iAaalBavtflii.
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664
ABTIGAS
ciftles que servían bajo sus órdenes era evi«
deute )a probabilidad del paso. El resultado de
eata controversia fué la aalida de otra espe-
dicion, destinada á demostrar efectiTaineDte
los errores y las lagunas que se creian encon-
trar en las investigaciones de Ross. EH8 de
roayo, 4819, sedieron i ia vela loa briks de la
niarina real el Beóla y el Griper, al mando
del teniente William Edward Parry, y veríflca-
ron su vuella en noviembre de 48*0. Parry
siguió por el estreclio de Davis y por la bahia
dc BaiTin, la misma riita que Ross; pero penetró
450 leguas mas lejos al Oeste que suprede*
cesor (t). Persuadido de que el paso de Lan-
castre [% estaba iimitado por tierras como ha -
bia dicho Ross, peeetró en ói en ia primera se*
roana de agoslo, 4849, y descubrió al Norte
del estrecho un canal muy ancbo: las tierras
qoe limitaban este canal al Oeste fueron llama-
das New-Devon (3); despues enfrente de este
canal, es decir, al Sur del estrecho de Lan-
castre, encontró otra grau boca, casi tan es»
tensa como el estrecho mismo, y por la coal
snbió á gran distancia. Esta boca recibió ei
nombre de Entrada del PrUieipe EegetUe.
Mas lejos, avanzando hácia el Oeste, eucontró
sucesivamente doce islas (Grupo de la Ñueva
Georgia) é invernó en un puerto de la parte
meridional de la mayor de estas islas, que fué
llamada la isla de Melviüey en bonor de lord
MelviUe, primerlord del almirantazgo (74* 47'
de latitud Norte y 4 10** 47' longitud Oeste de
Grenwich) (4). Dcspues del deshielo la espe-
dicion ?e dirigió al Oeste, y Ilegó pronto á
Jos 4 4 3® 47' Oestc, pero sin poder avansar mas:
el hielo por la parte del Oeste tenia mas de
40 pies de espesor, y unespacio de30 leguas
separaban todavta este punto del estrecho de
Behring(5).
Como se ve, esta espedicion, annque no
coronBda por un éxito completo, prestd ^an-
des servicios á las ciencias geográficas, pues-
to que resultaba de estos últimos descubri*
roíentos, que el continente de la América no
tiene la esieusion que hasta entoncesse le ha-
bia supueí>to hácia el polo Boreai, qoesuseos-
tas septentrionales, auuque hayan quedado to-
davia inaccesibles, esceden solo en pocos
(í) Bl capiUD Ross DO babia paaado delossa*,
(meridiaDO de Lóndres.)
(5) Parry di6 al paso de Lancaitre el ooiDbre de
eiUrecbo de Darrow, eo bonor del subseerelario del
alniraotazKO Que le habia dadoel plau de aquttUas
eapedicíones bácia el Norte y Norocste, como ya be-
mos dicho.
(3) La tierra situada en rrenie de New-Devon se
Uamó jVueoa ó Iforh-Sommeriét,
(4) En frente de la isla MeWílle, Parrv, que basU
enlooees no babia vislo por el ladodel 8ur mas que
bielos, de^oiibríó una cosU qoe se estendia hácia los
145* de longitud, y que podia ser ona puoU de la
Anérica; Uamóia tierra tU Banki.
(6) A coBsecuencia de eaU prímer viagt foé as-
aendido el tenieolc Parry al t$rado de eomandante, y
U trípulaeion gaoó el premío de a,0Ü01ibras esterli-
nas prometidas i ios príoieros Davegáotes que lle-
gasen á los IIO*de loDgitudoocideDUrde|5reenwieb.
grados i las latHodes gepleBtrionles 4e Eoro*
pa, 7 800 menos elevadas que las oostas de
Asla; Y por últinio, queel marde BaffiD fonBs
realmente naa de las partesdet OcésnoAr-
tico ^4).
SiD embargo, el paso no se babia encon-
trado, y ademas el mismo capltan Parry ha-
bia declarado qne» aon suponiendo su existeo'
cia, seria etemamente imposible atravesario
por una laiitnd en qne la navegacioD, ann en
la estaeion mas favorabie no podia ser mas qoe
de vcinte dias á lo sumo, siendo asique la cs-
tension de este paso exigia por lo menos, do-
ble tiempo; remmcióse, poes, á busearlo al
Norte do la seteota paralela; pero se conserva-
ba la esperansa de hallarlo mas al Sor, pene-
trando por nna de las abertoras de la coslaoc-
cidental de la entrada de la bahia de Hodsoo,
por ejemplo ó en la entrada de Gbesterteld.
Eo mayo de 48Si partió la teroera espedi-
cion inglesa, mandada tambien por e1 capltan
Parry, empleando casi todo el esUo de aqoel
año eo examinar ia bahla de Wag^er y al^ooas
otras entradas (irUets); pero se vió que todos
eran golfos profundos, limitados por el conti-
neote de América y no pasos que podiemi
conducir al mar Polar. El capiUn Parry inver-
oó delante de la pequeña isla Winter (66* 44'
de latitud N., 82« 53' de longitud 0.) Bn ia es-
tacioo de 4 82S. los boqucs llegaron á la lon-
gitud de 82* 50' y á la latitod de ee"* 40'; pc-
uetrarou eo un eslrecbo que condneia hácia el
Oeste, y las observaciones particolares unidas
al informe delos esquimales (%, hicieroo creer
ú Parry que este estrecho (3) separaba reai-
meote todas las províncias septentrlonales del
(1) VéasouDanolasobreestosdeseubríBiieBtMbe-
obos en los mares árticos^eidfteu la Academía de las
Ciencias en su sesion del iO de noTÍembre de ISM por
Mr. Moreau de Jonnfes, eorresponsal deU Ar^demla.
Entreotras observadoBes curiosasrceocidas porPar-
ry en aquel primer viage, es preciso menciouar la si-
([uiente: despaes de una navegacioo de loa miUas ea
a mar interior, la brójula esperimenlA nn« Tariacian
de ISIS^ al Oeste; pero á disUncia de ISO miUas oms
lejoi, la variaoion era de 19B* al Estc. ScguD esto,el
buqne debió girar al rededor del polo magnétieo, t U
siiuaeioo d<) este polo, que basta eatonees se habia
querido adivinar por los cálculos, quedó casi deier-
minada por una observacion dirceta. (AftaletMorilí-
mot, 18». a.* parte» pég. M3).
^J Esu espeücion pooo proveeliosa pnFalnieeo*
grafia, recogio interesantes obaervaciODet sobre lat
costumbres, la religion, los usos y la lengna dc las
csquimalos. Ya la relacion del tenieote de arlilleria
Eduardo Sabine, que sirvió á lasórdciies delcapitaa
Koss, conlenia nociones interesantes aobre nlñBas
familias dc los esquim&tes con quienes la c^pedicioa
osiuvo en conlacto, pero Parry y aus compafieros n-
vieron macbo Uempo en medio de aquel puebl«, y
pudieron estudiarlo mas á rondo. Un Decho qae no
conirlbuvó pocoá dirigir siempre la invesUgacíoa en
busca del paso Nortc, fué la semejanta qne ae eo-
coutró eatre Ips eaqoimales de la babia d« Baffia, y
ios naturaies >iae otros navegantes habian vislo ea
la panc del estrecbo de Behring: en esu seBBcjania
se vi6 la prueba de uo origen comao y deaatigaas
relacionea sin duda faciles do resublceer.
(3) La única prueba que adojo Parry eo opoya
de 1« opinioB de que aquella onlrada era aa veréo-
deró estrecbo, fué que el flojo veoia del Sodoeett, y
- ile.
olrefluJodelSsdeaU
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ARTICAS
6&4
QOBtiDeiiteanierieaiiu; peroloshÍeloBle deta-
Tieron á distaDCia de 4 5 mlllae, y babieodo es-
petido dorante unmes qne serompieaeu, voi-
fió perenadido de qne habia encontrado el ver •
dadero paso; aonque perauadido tambien de la
perpetoidaddel obstácoloque impcdia doblar
la pDDta Noroeste de la América (4). -
Al mismo tlempo ios Ingleses y canadieoses
liil)ian emprendido un viage por tierra combi-
oadocoo ia espedicion del capitan Parry: debia
dirígirse atraTesando los lagos, rios y Munnras
dc la América Septentrional hasta las costas del
nar Polar (%, para reconocer sos eostas y co-
iocar en ellas señales destinadas á guiar ¿ tos
navegantes. El capitan franlíiin fué el encar-
gado de los preparatiTos y del roando de esta
espaiicion: desde 1819 se dirigió á la factoria
Blretto del tlempo de la niTegacloD del oapl-
^rrr, to ompleó ñi reoonocer las cosui y las
« ya visiUdas por Middleloa y olros DaveKantes.
tao Parry
Niddletonéra todavra olra deesasnumerosas vlctimaa
de la incTediilidad pública , eomo Barau y Untos
otros rebabiUtadof por el tiempo. Bn la MgDnda mi-
tad del tizlo XVIIIf formó /o eompanta de la hahta
ie Budton, un esUblecimiento para el tráflco de las
pieies.y habia obtenido an privllegio esclusivo que
fe BToduela lnmenBos beneficios, pero al recibir este
pnrilecio se babia obligado é buscar el estrecho de
Aoían, y un paso por el Horoesle, y llegó á sospe-
ebarse qne qucría impedir estos descnbrímientos
«■erosoa para ella. Sin embargo, se la compelid al
cooipUmlento de aquelU obligacion, y Hnight, uno
de SDS agentes, f ué puesio al ftenie de una nueva es-
'pedicion que tnvo un éxilo desastroso; poco Aiempo
despnes el almifanUxgo, á iDsUgacion de Dobles, en-
ri6 a Middleton. oAcial muy distingoido, para explorar
cí paso conocido con el nombre de Bten-venido, y
sitaado en la babla de Hudson. Mlddleton verificó
proDU» su vlage, pero volvló diciendo quo loa hielos
obstruian la entrada del esirecho, y que no habia
podido atravesarlo, si bien habia observado una cor-
liente. qoe segun todas las aparienclas, venia del
illáotíoo. Aicanos oompafteros de MíddleUn le de-
unciaroordiciendo queesuba ganado por la com-
paftia, lacnal seguia en su propósito deoontrarUr
u emprcM. Entonces fué cuando so manlfestó en to-
da la oadon an verdaderoentnsiasaiopara el logrode
aqoella empresa UnUs veces frustrada: abríóse una
tDscrícion cuyo imporie Uegó á subir á SSO^OOO fran-
•ns desUnados para otra espedicion, v el paríamento
por su parte voto nna suma de 800,000 francos para
neompensar la trlpulacion que la Uevase á cabo.
Pniftr6oe tambien este viage, conflrmando de este
Bodo el Informo de MiddWton sin ilustrar á los cs-
piritns obcecadot sobre el verdadero méríto de aquel
oavecante. Ross habU sido causa de qne se hiciera
|«sUeU á Bafftn. v Parry fuéel quo rohabilÍt6 á Mid-
dleion. ( Véast loi 'ilnolef moHlimof 4881 , i.* part. vo-
!éDienl.»,pág.íM.) , ^ , ^ „ „ ^
(f) E<te viagc recordaba los de Hearne y Maken-
iie. Bn %W, Heame habia seguido el cursodenn
rio qne Ueva hoy su nombre, y d« esU mndo habia
noftado á la noar. ( Véase Sam. ueamejimrney.from
PTim^'of'WaUt^fwt in Budton* t bay, ío the «or-
ierm Oetmn. London, 1705, en 4.*) Slr Alejandro Ma-
kensieencontró IgualmenteálO^al Oesle de Mon-
treal otro rio que tamblen le condujo al mar. ( Viafet
firwh Mnníreal to the Frosen ond Paei^e Ocean, by
Ai€x Mackenie. London, 1801 , en 4."* fiste doble des-
mbrimi^aio babia cambiado todas las Ideat sobre la
foogran« de la Améríca Seplentríonal y demostrado
do mnn oMfiera evidente la exlstenola del mar Polar,
al mismo Heiopo se habia heobo mas verosimil que
DDDC»; qne por este mar Polar se podla pasar del
Atláiilioo dI gran Océano, y eslo en ana latitod,don-
ét el pDoo debia ser fácil y seguro: esU última pre-
sDoekNi era falsa eooMi se verá por la relaclon de las
ttfcéMoaea siguieoles.
de Tork en U cosla oeeídeDtal de 1a bahfa de
HudsoD, reiinió alli á los bombres qoe debian
acompañarle y llegó portierraal establecimien-
to de Garoberland-Hoosc, formado por la cam»
pañia de la hahia de HudiKm; desde alli se dl-
rigló por los camiDOS pracUcados ya para ei
tráflco de las pieles, bácia el fuerte de lajSm*
pre$a, sitnado sobreel lago del Esclavo. en don*
de pasó q1 inTierno de 4824. Y mientras qne
Parry, que se habia embarc^o el 3 de mayo
de dicho año, llegaba á la babia de Baínn,
Franklin b3j6 hasta la embocadura en el mar
Polar por ei rio dc Coppermina (Mina de Cobro);
y dirígiéndose entonces hácia el Este, las dos
canoas de la espedicion costearon las playas
del continente amerícano desde el tO de Julio
hasta el 19 de agoslo, y corríeron uua esten-
sion de 550 millas: el cabo doode se detuTie-
ron, reclbió el nombre de Turri'again (cid)o
del Regreso). FraDklin temia no p5der regiesar
por mar hácia la embocadura del Coppermina,
y llegó solamente hasta la entrada del rio
de nood, qoe volvió á subir, para dlrígirse des*
de alli al fuerte de la Empresa. En csta nave-
gacion por la mar Polar reconoció muUitud de
islas, separadas del coDlinente por on canal de
muchas miilas de lalitud donde la mar estaba
espedita y oavegable. La coKtá que visitó no
liasaba de los 68** de latltud, siendo por lo lan-
to roas meridional en siete grados que la linea
de navegacion seguida en 4849 porel capitan
Parry: pero estos dos reconocimientos hecbos
paralelameute á tau graode distancia el uno
del otro no habian demostrado si existia enlre
los 68* y 75^ de latitud algun medio dc comu«
nicaciOD marítima.
Oe vueltaá Inglaterrael capitan Parryacor-
dó cn frecocntes comünicacioncs con el go-
bierno británico el plan de la cuarta espediciou
al polo Norte, y'concebido siempre con el mismo
objeto: estaba vez dcbia dirigirseprimero al es-
trecho de Lancastre, y desde alli penetrar en la
Entrada del Principe Regente, que babla des-
cubierto en su primer viagc y que soponia de-
ber comunicar con el mar que Hcarne habia
visilado: tambien esperaba arribar al punto
que en vano habia bu.«:cado por lu babia de
Úudson. Este plan toiiiu udemas la ventaja de
poderse combiuar con las operaciones de
Pranklin; que iba á ser enviado de unevo al
priocipiar la primavffra dc 4824 á ios rios Cop-
permioa y Mackeosie (4 j , para rec^nocer el in-
térvalo inmenso que los scpara. EI 4 de Juiio
üe 4824 habian dejado la coslu occidental de
la Groenlandia las borobardas cl Hecla y la
Fury para entrar en los hielos del estrcho de
Davis: el 43de uoviembre penetraron en el
estrecbo de Barrow, pasaron el invierno en ei
puerío Bowen en la costa oriental del estrecho,
y duraute este tiempo esploraron la costa ai
Norte, hasta ei cabo Yorck; y al Sor hasta la
(4) Antes de t ii parilda babia sido nombrado Par-
ry hldriftriifo del 'oUBÍranUsgo, y Franklio capltaa •
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ASftOS
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bábtoFitsgarald. «ItoaAa t)ft)#lM9)* ftOfde
Jatítnd. El22Jolio dems comfiniarQváfeQo-
nocer la pun(«Qpue6tih4ei leBtfleQho; pei>oeo «f •
U» •Dperaciones ki Fwry l«é 'wrMiiiedai 1a cee-
ta Y d(98trozada (i); y >d Bech, jd^aalAo^ltpa-
so del Prfocipe Regente el 4 .^ de iseiíeiDbte,
nokirió á Inglaterra. Geaoo seTe, aqueUa fioeva
. iaveatigaciou añadió muy :peoo á 4os qmiocí
mientofi geogréflcos^ pecosi ganacon mueho
otraa cienciae (2).
id mismo liempo que ae aabia la Tuella del
capitan Parry, 80 secitúan inoticiaB faforak>le6
de la espedioion por tiofra: elcapitaa f ranklin,
el doctor Ricbardson y elteniente Back noha-
biand^ado lalnglalerra bastael 464e^eb«ero
de 11885; «l 34 de Jullo salian del fuerte Reso-
luciun, airafesaban el lago del BsohtTO ypor
!a estrcmidad Nor-oeatc del lago, «ntraban en
el Mackensie ó Grande Rio, oomo le llaanao los
caxadores. M 7 de^goBtollegaronal fuerteNof'-
inan, situado á 574 miUas del fuerte Reselu-
cion, y muy ripidamente á corta diBtancia del
lago dcl Oso, donde debian invemar. Kn lanto
que el doctor Riobardson roconocia lae orillas
de aquel lago mas prdximas al Goppermina y
(t) Om e«ru esoriia en aqoeni épooa por uno
de los oficiales de la «tpediclon, decia qae hadendo
esciirsion á la isla Nortb-^moMraet ae babia dis-
tinguido (sio decir en que direccioo) una mar abierta,
yque se eiperaba penetrar en eUa, cuando la des-
graoia aoaeoida é la f^ury bizo necetario el regreso.
(8) 'kntre los esperimentos becbos con las plan-
cbas metálicas del profesor Barlow, se observaron
mucbos fenómenos magnéticos muy curiosos. Bn el
primer tiage de Parry, cuando llvgaron al 78" de la-
titud» se perdbió por primera «ez quo ka potawHa de
direccion de la brújnla se débilitaba tanto, que-se
babia neutraiizado completamente para 1anave«acion.
El doctor Bariow supo remediar este incouTeniente,
colocaudoel centro de uoaplancha debierro>enlaJi-
nea de no airaccion del bierro del buque, y á distan-
da convenieate detrás y debajo d^ la espisa de la|
agoja de la btviufai oaooatro qne'la agdfa noso-
lo continuaba obrando vigorosamente on las regio-
nes polares, sinoque indicaba corrcctamente el me-
ridiano magnéUoo en los otros marcs, por haber-
la puesto al abrigo de la alraeeion delos bierros
dfll buque. Bmpleando y ensayando estas planctias
se obtuvieron resuitados eotoramcnle nucvos é incs-
Krados ««n la ciencia magnélioa. ( Yéase en los Ana-
I marüimo». 1835, parte 9.* t. II, pág. 483; on ar-
ticulo sacado del Correo, p<ri6dico iDwés, ea que el
tecretario general del almirantazgo. Mr. Barrow,.
«andó pubucat el resultado de las dlferentes espe-
dicionc^ becbas al |>olo Norte, j que eomo es sabido.!
él mismo babia estímulado) For otra parto el capi-'
tan Parry habia traido de esto tercer viage muchas
piedras y otros minerales, que fueron sometidos al
examendelsibio profesor Jameson de Edimborgo:'
de este exámen sac6 Jameson mucbas conclusiones
interesantes y seguras sobre la bistoria antigua dei.
globo: sagun su opinion antes^de de la formacion del '
carbon «kineral, las colinu primititas alimontaban
una abundante vegeucion de plantascript6gaBas,y
belecbos arborcscentes sobre todo, cuyos prototipos
le eoouentran hoy $olamente en las rifgtones tropica-
les del globo: lasaguas del Océaao contenian p6Hpo8
caai semejantes á los delos marea del Eouador: antes
Jf durante la deposicion de las capasterciarias, aque-
las regiones hoy heladas, estaban cubicttas de bos>
ques de árboles dicoliledones, aagun la pmeban las
madcras f6siles dicotiledooes encoatradas en eootac-
to con aquellas capas en la babia de Baffia, ea la isla
da|lelfUlQ,«n la deJlyam^lfafüB jmw ateabo York.
gDe d tiÉMe iaflk^ataMida ol fiMHa Bni'
kiiiieB<el^todaade«lfie<Mlago éelOio
deeemboea <ea elüadieoaie, el oapilan baiófl
rio<|ae4esa90a«en4ri asarporoMiehoe braias
attchiirasos díbujando una verdadera deHa de
tlerra de alof íob; ^D«j prottfo arcibó¿la4a|a
de la BaUma ée MackeBiie, j ai locar á-erta
isla encoBln^ qiie dagua era Mee, bcdio qoe
Maokeniie no babia meDOieMdo, /toaáendp lia
doda, (YoeBe negase por esto (|Be kibia U^
do al Océano. FritifckiB<faé mas k^^ basta oaa
iala aitoada ¿ los 69* M^ de 4alHad Horte j
^dft^" 44'de loagüud Oeeie de fireenwtcb. qae
fecibié el noaibre de Parry; 7 ea el latérraia
quesepara estas dos Iglas, ¿tres o»ilaa de ia
últioia recoBOCié la4iiiea de setaracion de ias
aguas duices f .de las saladas; 7 desde la iaia
pudo di8tin|uir el mar Polar rodando mages-
laosaBiQDte aus olas, libces de tii^QS^ aobne la
enaies JugabanMlenaB negfas 7 4ilaDoai ti).
Al aproximarse el iuviemo, FranlcUn vomé
¿ tomar U rata del Sur. £1 98 de }aaio de 4816
partié'OOB el tenieale (Back, .para iré espiorar
el Utoral del mar Polar al Oeste de la etnlmt-
dura del Maclceoaie, en tanto qne el doctor i^
chardson.seguialtts costasai Bste eolre esie
rio 7 el Coppermina. Desgraciadamente tmp
que deleftepse mucbo Uempo Franklin eo á
brsso occidental dei^Mackeosle por a«s diflcal-
tades con'les esguiroaies, 7 el46de ageata
DO habia aun saivado U mitad de la disUnda
que separa clMackeBsie dei cabo de ios Hie-
losde Cook; sim embargo, en la superflcie d^
las aguas dulces se formabaun nuevo hielo, el
sol ba}aba al honsonle, los p¿jaros Tiaj^erss
emígraban, 7 los esguimales dejaban tanibiei
las orillas dei mar; entonces deiiió pensar ea
la vuelta:'habia andado una esleDsioD de ms-
tas üe ytk mitlas sin ver una ensenada, jm
abrigo doade un buquc pudiese anciar coa se-
gurtdad (2).
(I) Obaerr^se alli abundancia de balaa ie aa
oior nuiy datanaiable» oÍreiiaalaAoia aouda jafar
Maekonsie,«n ia.orilÍA del Maekenf ie Ínfariar ▼ ^m-
probada tanbien por Franklin, por laa Mwca #
ia roea corria iambiea on liquldo ígualmoale
miaoao. Hiiaae la fnmcba con «Ma variedad de cbi^
boa rósil, pen» se ¥i6 qoe daba foao calaT, y aaao^
venia de ningunaBodo al senricio de |a jrragoa.iiÍ
dociorBichardion lo Yié uuabíea ea dilaieates pai^w
de las costas qoe esplorabaal mifOK» tíeaafo. fm
oira partc la eotla de la i^ Parry eslaba eabMrU
de piedraa graniticas y euanos y de un agreüdo ét
bomt>lenda y Mdapato.
(i) Todo el liempo que duré caU aavafttciea ¿ la
largo de las coslas del mar polar. eatuva cl cieia a^
capoudo|i»r ana niebla muy espeaa; «tU aaiaia b»-
biioal 4e U atmdtfara esalmaspéligraio panla
aavogacioo de loa roaras de bido. En la priaMraaa^
ploradan.deJ^MakÜA alKau 4eVGopper«úaa «1 cMa
j^babU ceaa4o lie «alar 4«spai«4o, y airibuU Um-
U 4ire««aeUaUaoiiftfica jpor u paruaitoada al Oaa-
udeiaiaoicoasie, á'ka lienras ba|«a y báuacdaa^P*;
se eaoeadea deade U Caidaide ias manuáaa battanii
«ar, á U ptoa pwíundldad d« ea|a éllia»a, Itmm
parmiuáloa buaooa auaUaerae á aauanaa 4»-
laaoia4e4á6millaadelaoriUa,T en Baála,mü>
OMrmo 4ebial«iqifeiorvi«oUai«l HogeafipiiiP
eoiilra la liwra (taade p«fmai«aen «4lian4ia» J
aqui procede on coniinuo deapiaadiaiaala 4e
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w¡
AAIIGAA
lUtfi
KeDdftli ae dirifieron por el paso oriental deJ
MMlcaoáie , y el 7 de Julio lle^on al agwi
ttUda; el canai deseoibofsjt ea freote de la isla
JUobürd; desde al4i eoDUBuandosttuavegaciaa
al Isfce, atravesafQa un grupo de isla», eo freu-
te de las enales ie ahre un gnn lago que se
eMÁeade sobre un buttn fiondo, ¿ uaas 440 mi-
iliail Siur, y eoouinioa oon ei MaciceMie y los
demas rio» deá inftenor; (a direodon de e^ta
Mta eootinúa al ^desle tiasta el cabo Ite-
ÜiQrtt iW W de latitttd y k%V 35' Oeste de
CUeeBWiQÍih que ea el puoto snas sepleiitriooal
¿ 9^ llegó 1¿ espedioioB. Deade este cabo se
dirig» h oo«bi siB tnterrupcioa ai Sadesta has *
la ei Copperoánaí, á dotnde llegoroA ol 8 de
«0MtD» un nea deapae&de iiebcrilejado el Ifac*
iceaBie. Ea eete espació de tiempo haJDia se-
guida Ifteapodicáoo una Unea de coslas de 90S
fflülas sio hat)er sido detenida positivamente
por los litek». £• el NoMe la alta mar parecia
Ubre; pero nas alJá de la embocadiira del
Gof^erjntna sa tí6 eatonderse eti aqueila di*
reocioa una costa. oouy dyatada que foé llaaia->>
da Ti0irr<k db WoUoétftn, y que se soponia de-
bw reuBirtne al Norte coo la tierra de Banlís,
6 «iguofi parta do las playas del estrecho Bar-
row [A),
Kqs oWidábamofi decir qoe eH 9 de mayo
de 4W partió otra espedicion maudada por el
capitaQ ieaehey para llevar al csbo Helado de
Ceoii pruviaiones para ei capitou FraDÍciin y sus
ooiopáoeros en el caso de que bubieaea podido
ilegar hasta aquella estremldad de la costa
Serte de la Ajnériea; el eapitan Beecbey lle^ó
á On de Jullo de 4496 cerca dei cabo Helado.
Ki allérea EJsao, enviado por él, avanió unas
ISimiU&s hasta los 74", i4' 39" de Jatitud
Norte, y 456** 24' de longitud Oeste de Green-
wicb; ea daoir, á 460 müias del punto donde
se b:d)ia deteoido ei capitan Fraulilin(2).
nt, ^ne detaaidas héM» el S«r por 1«8 MODUfus ve-
QMft, fe esAacioiMiii y coadensan eo nieblas sobre
^ ^uella tf oOa. Loi trabajo» maKoéiicos del ca-
Ptao f raokUo tuvferoo um ittportaocia particular
*oir« todas tos ol»iervaoiones, v dediúo de mulUpli'
¡j*das tsiMríeBcias, que los eambios atmosféricos io-
S«)í6B eoMiafarsJilemeate sobre la iDciioacioo do la
as^ia, puetto qae uaa ráfaga de viento, una borras--
<*• uoa ieau»Mtad de nieve la bacian t ariar de una
■aaera notable; peroque Ddientras durabao perma-
¡¡ecia 1a af aia estacionaria; tamtrieo estabJeció la in-
Htneia doía aurora boreal sobre la direccion de la
^oja oontra el pareoer de los capitanes Parry y
íortet.
(4) £n toda esU esleosion de costas. balló el
«oetor Biebavdsen inmensa oamldad de leAos fioUn-
tss, y publieó esu oaservaoion » ereyendo que si
posterioroMnle navegaba por aqnellos mares un bu-
loe de vafior, sería muy úUl satter que eatre el eabo
m Bathsrst v el llaakeotie se ptdia proveer fácíl-
•eBleée toiU el eombuttible neeesano.
(i) EtUespedicioikdelctplunBeechey rtcorda-
« Itt etpediriSMi nwat de OtU de Kouebue, U-
aiOBU ét otvio áe la Marioa imperiaU 4815-1848, y
del etptUo WatHjeO, ea I8M, ptra el d«acui>rimieB>
^ de an pasoal NorU de la América por el ettrecfau
deBehrlBfvhabiéadoseeombiiitdo la últimaco« la
«•pedioMNi d« Pairy ton U espenwxa de qat se t»-
ctatracMB. Bl » do agotU de I SiS dispuso ei gobiei-
178 inilUOTIKA mULAIU
JLd gmm eantiaB det paso Koroaete ae lur
llaba entoaees ceducida á sus verdaderos Undh
iet: ^se puede navegar desde el Atlántico al
firaa Océano, y reciprocamente dando la vuet-
ta á laa c«j8t.is polarea de la América? Los dos
puntas eslremos del paso eran ya conocidos:
ei eapitaa Iraoklia habia dejado por esplorar
una parte muy peqaefia de costas, y probado
que la roar polar estaba iibre de hielos durante
un espacio de tiempo suflciente para que tm
buqoe pudiera dirigirse desde el mar Paciflco
á una de las baknas del AtJántico (4). Pero es-
taba deoiostrado Umbien que el descubrimieo*
to deOaitivo y compieto de semelaute paso, no
padia preséar ningunautiltdad aJ comercio (%).
£1 aiffiiraDtaaga se decidió entonces á no lle-
var mas lejos las taotativaa, y ei quinto viage
al Norte, que se preparó en Inglalerra en 4 82|S
á propoesta de la Sociedad real de las €iencitt!:
de Lóndres, tuvo un fln difercnte.
£1 objeto principal de eata nueva empresa
era tocar ei polo partieaéo del Spitzberg (3) , y
conooer el ponlo de los hielos perroanentes
mas próximo at etrpulo ártioo para obtener de
este BMdo la solucion de una cuestion i^tial-
mente ímportante» á saber; si es cierto, eomo
auchos navegantes, y últimameete Wedctel,
habian anunciado, que los pokos no eatán cu*
biertos de hieios , y que elovándose á oierta
00 ruso la salida de una espedieioB cieotífica, coni^
puesu de dos buques de guerra y mandados tambien
por cl capiunOtio de Kottebue. Bsta espediclon, cií-
Sot preparttívos btbia dirigldo el céttbre almiraAie
Tttsenstern, debU penetrar al Nordesu lan leios co>
mo ruese posible, y en el caso de que fuese detenída
f>orlos hieios la navegacion de los tfmndes buques,
o haria un desUcamenU á bordo de ftaúItrBf , ó bBv->
cos kamtcbadales por eotre los bieio& y U ribost,
donde casi sicmpre bay un canal libre.
(0 Véa$e Narrative á iecond expedition to tñt
ihoréM ofihepolarwea by J. Franklin, LóiNrfes,4aaB,
y Ifarratifíe of a voy age to Ihe Padfíc «n^ Beerinqey
itrait, to eooperate toith the polar expedtlioni... 6y
Beechey, Lóodres. tS3l. Véase sobre esta úHima re-
lacion el esteeso y lumíBoto laformt de Mr. IhiBMOt
de t'rbiUe ínserU «o el Botetin de la Soeieáad gea-
0rri/lca,mayo,483l.
(3| Muchas personas en InKlaterra vieron coB
sentimienu cesar esUs empresas; los periódicos te
espresaron formalmenU soiire ette punU; seguo eU#s
el paso no era impracticable, y si la Inglaterra no
queria aprovecharse de él, el hermino y rival Joúa-
tkan^ como diccn los ingloses, uo desperdiciaria dste
medio de estender y acelerar su navegacioB por ttdos
los mares. £n efecU, el congreso de los EbUdos Uni-
dos no peroló cste onjelo du vlsta, y en diriembrc de
18*25, decidió quu un itottp de guerra, haria el reco-
nocimienU de las costas NtroesU, y basu se propuso
una enmienda para que la espt'dirion atravesase el
estrccho de Behring, y ganase, si la mar esuha libre,
la enirada dei Piincipe RegenU óel ettrecho de B.ir*
row, y desputfS eldeDavis, y volvitse á nat de lt«»
poettos de los Estados tJoidó». La tnmienda fué dtt'
ecfaodt; pero en Ibglaterra st ettisidtraba solo f sU
resolucion como aplazada.
(S) Lot conecimlentos geogrtCcos se Bmiuban
todavia en aquella época casi esdusivaniente á las
eosUs ocoideBUles del 8pitsbcrir, y se áeAtkm es-
piorar las oostas ortenUles coB la esperaiia de ba*
llar por aquei lado abufidaotes fonuos de pesea» |o
ciial mteresaba nuieht al otBMreio ingltt, porque Its
Biaret situados al Oesu del Sfüabcrg estabaB
ptetameote eihButios de pesoa.
T. III. ii
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659
A&HCAS
m
atton no te eDcaeDtran mu qne mares libres.
Bligióse á Parry para dirígir tambien esta es»
pedicion; el Heeía debia iievarle hasta los 79^
W de latitad, á la panta del Spitxberg , Ua-
mada Gloven-Cliff; y tenia qae atraTOsar el in-
tervalo de 200 leguas que separa aquella pun-
ta del polo, en dos barcos ligeros cubiertos de
eoeros, como los haidares rusos, y guarneci-
dos de patines como los tríneos para poder
viajar sobre elbielo en caso de necesidad.,
Esta espedícion al polo Nordeste e¿ notáble
é intcresantc entre todas por las nociones com-
pletamente nnevasqoe divnlgó sobrelas regio-
nes árticas, y por lo mismo bemos creido de*
ber bablar de ella coo algunos pormenores (4).
il llegar ¿ las Sicie Islas al Norte del Spitz-
berg , el capitan Parry las encontró cerradas
por los bielos, continuó su rnta hácía el Norte
al través de los hielos rotos esperando llegar
¿ un gran banco dc hielos, de que sin duda
los prímeros no eran mas que fragmentos des-
prendldos; de este modo llegó hasta los 18**
5^ di'^ sin haber hallado io que buscaba; te-
miendo entonces venie enyuelto por los bielos
á una latitud tan alta retrocedió h¿cia el Sur,
y fué ¿ anclar en una bahfa de ia costa scpten-
iHoual det Spitiberg para hacer entonces uso
de los barcos l'EtUrqiüe y VEffori. £1 %K de
Junio de t8S7 volvió ¿ partir dejando parte de
8U8 provlsiones en ia peqneñ^ tsla de la Tabla,
que es la tierra mas septentrionai que se co-
noce. Laego qoe los barcos estuvieron sobre
el hielo convertidos en trineos, no camínaban
sino de noche y descansaban de dia (2); sabi-
do es qoe en esas altas regiones no se pone el
£ol dnrante el estio; pero por las noches « co-
mo el sol est¿ raas cerca del horiionte y cs-
parce menos lus, se evitaba por este medio el
reflejo de lus nieves polarcs, tan molestas ¿ la
Titta« Por otra parte, en ias horas mas frías la
nleve estaba mas dura y sostenia mejor á los
trineos, no ofreciéndose mas iDConvenieote
que el de hs nieblas que se hacen mas espe-
sas ¿ medida que se enfria el aire. fíuando el
mar estaba bastante libre, escogian para hacer
«Ito an témpano grande y unido, sobre el cual
halaban los barcos ¿ fin de preservarlos de los
cboques peligrosos, y alU eran colocados el
uno al lado del otro, vuelta la popa al viento. Es-
tas continuas macíobras, ¿ las que seguian las
de cargar y descargar los barcos con tanta fre-
cuencia, constituian ei trabajo mas penoso de
la espedicion. Despoes de estos hielos duros é
irregnlaresenoontraronotrasériede tómpttioi
de orígen y estructura muy diferentes, poes sa
superficie estaba casi completamente cobierta
de agujas de hielo verticaies como de 40 pñl-
gadas de largo y roedia de gnieso, y pantia-
gudas por los dos estremps; estas aspereas,
cncubieríaa gencralmenle por nna capa de
nieve espesa, pero muy blanda, y la existcaela
de promontoriob mas ó menos elevados (1),
hacian estremadamente dificil ta operacion de
halar los barcos, y moy lenta ia mardia:
los mejores diaseran aquellos en qoe se babte
avanxado caatro ó cinoo millaa b¿cia el Rorte;
pero k) mas coraon era no andar mas de 'tres
millas; errores cometidos al calcolar las dls-
tancias recorrídas veuian ¿ aomeDtar estOB
trabsjos. El 22 de jonio, coraenxanm los bielos
¿ estcnderse y consolidarse, aonqne sln for-
raar esas vastas tlanuras ilaraadas por lot n^
vegantes catHfMM de kielo; y Parry coDdbló por
uu momento la esperania de avansar desde
entooces con mas celerídad ; pero habieDdo
toraado el dia 26 la altara del sol , y balladD
que la latllad era de 8S* k' 23'', reconoeió qoe
hacia cuatro dias qne, auoque segno aoa <¿l-
culos debia baber reeorrído 19 miilas (ceiti
dc 6 leguas) h¿cia el Norte, habia retrocedido
3 miilas poco mas ó menos b¿cia el Sur; qae
de este modo la deríva de los bieloa arrastn-
ba ¿ los barcos en direccion oontraría nai
r¿p¡damente de lo que podlao avanxar h¿cia
80 objeto (2). En vista de todo eato, era ya
inútil la perseverancia, y estaba coocluida de
hecbo la espedicion. Esta babia tocado los
%%^ 45' de iatítud y 49« S5' al Este de Green-
wich (40* 55' al Este de Paris); bali¿baae en-
tonces ¿ nna distancia de 57 legoaa de las oos-
tas septentríonales del Spitsberg; y para Hefar
al polo, hubiera tenido que atravesar toiMa
un espacio de 203 leguas , ó 008 mülas. H
regreso (3) fué tal vex raas penoso; el 94 de
(1) La eambre d« esios pre«enteri— ce altaAai
veces de D á 25 plet sobre el uivel del nar, y detAt
alU descuhrian el pats lot •lleíales 4c U etpedkiea-
Segunel testimonrodel eapiUn Parrv letacoaUcM
muobas veoes incurrir . enire esuo esplorarÍoBes dte-
rUs, en un error qoe haB oometido hetuumjmsnif
los navegaotesque han oliservadolos bieloo desde It-
los y desde un punto elevado* De esto modo obMni
Pbipps los bielos al Norlr dol SpiUberR desde ooa al-
tura de rauchos oenteoares de pies sobre el Biveida
mar, v desde aque lla elevaeioo no distiBgaió i«s da-
siguafdades de la superficie, sino solaBeote uoa apa-
rieocia de lUoo coniinoo» sin beBdidoraa, oin asfC-
retas, y prolongado hasu los Umites dcl boritonie.
(1) Véaoselos^iialesiiiaHl<flNOf<ietaiS,a.*par-
U, t. II, p. 4i-e6. y la coleecion de viages del capiUn
Farry titnlada: FoyBfs for Iks difcoesry ofA nwrtí^
W€tifM$mg9 from Ms AtUmllic tolhePoicifU, by eapt.
PBrry, Londoo, ISSI.
(%) Sin embariío» el capiun Parry cooflesa en sus
relaciones que se vl6 muy embarazado para 6jar ^l
Insuau dei paso del so) al meridiano, y por ooasi>
guiesu el pnncipio del dia, que los crooómetros no
podian Indiear, y que dorante todo su viage, foé su-
mamenu dincil dístingBir las dos épocas dol dU y
do U Bocbe de ooa manera posiliva» lo qne di6 lugar
á orroros ineviUbkt de deUUe en su dUrio.
{%! Parece que el movimiento de los hioUs bkii
el Sor, era por fo mooos de eoatro nülUs por dia,osB-
tribuyendo á acelerarlo el vieotolforUqve aspUbi
bacia algonos dias.
(3) En osU lygreso observó Parry, pere oob aUB-
na oirconsUBCia nueva y mas en mBdc, H fc.aéw
no de la oUve teblda do ro|o. qoe baMa I'
aUncíon en los viages anUriores: esU eol
ncira en la nieve hasu una prerandidad de i
pulgadas, lUoó una botelU deesUnUvc |
aUncíon en los viages anUrieres: eale eolor r^« P*¡
ierla al abalisis qnimico, y ni aua oon ciaBiiUo de
Usmejores Uotes se pudo dutinguir niogaBa SBf-
tanoia rc^a quo diese su oolor al agua ceoleUda. U
bUvo asi eooerrada soU esUbe teaida cb perte; mio
las mauebas qoc se vciaB ob cIU «ran ■Hiy BouMsSb
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6M
^ARTIGAS
m
t\ eairitin Ross , debUdlrigirse al estrecho
de Barrow y por It entrada del Principe Regen»
te ganar la costa de la Ainérica, reconoeerla
completamente , sobre todo en aqaella parte
que los capllanes Franklin y Beechey, no ha*
bian podido esplorar ¿ pesar de sus esfuerzos.
La espedicion pasó cerca de cuatro años en
los hielos ; nos contentaremos con reasumir
aqoi los príncipales resultados de sos in? eatl-
gacíones segun carta escrita por el mísmo ca*
pitan Ross, en 4S33, al secretarío del almiran«
tazgo. Eo prímer lagar citaremos cl descubrí-
miento del golfo de Boothia, dcl continente y
del istmo deBoothiaF6lix(t), yde multitudde
islas;' ríos y lagos, asi como la ceríidombre
adquirida de que la punta del Noríe de la Amé-
rica se estiende hasta los 74" do lalitud Nof'-
te {%\ y por último citaremos como reaultado
de aquella espodicion las eBcelentes observa*
ciones que se hicieron de todo géoero, pero
muy paríicolarmente sobre el magnetismo y la
determinacion exacta del polo magoético (3).
Bnrea li «doitDÍttroeidB feneral de eem«t y la eor-
poraeioB de los eoinerciantes 4e CopenkaKiie, abrie-
roD cooearso tobre rtta ettetUoD, pero aÍeiBpfe síb
resaludo. Eb fln. eo mi Mr.ClandiolfaTUDHÍortk,
0, dospnes de nna anseneia de <(4 dias,
HegaroQ )as trípnlaciones reunidas ábordo del
Heda» Este viage fué josgado de Tarios mo-
doe; á.onos les pareció demasiado peligroso,
á otrofi completamente ioúUi ; pero correspon-
dióeo lo posible á las esperansas del presi*
deole üei consejode ia Sooiedad Reai qoe ha*
bia eoDSiderado la proposidoo de semejante
espresa oomo la inspiracion mas notahle del
aipiritu de descobrimiento: el doctor Breweter
bibia anunciado de antemano, que la espedi-
doD al polo resolf eria imporíantes cuéstiones
relativas á la atmósfera en las altas latitudes y
il estado magoético de Us rcgiones potares;
qoe terminaría las obserTaciones que queda-
btn todavia por hacer sobre el paralelo Spita-
berg, region particularmeotc interesante para
los íiflicos, como igaaimeote distante poco mas
ó menos de los dos polos magnéticos y de los
dos merídianos mas frios ( i).
Hemos dlcho mas arríba que se habia tís-
to en ÍDglaterra con pesar, que el almirantax-
go renoociase á proseguir la inTestigacion del
piso al Noroeste de la Améríca. A prínciplos
de 1829, annnció la OoóHa lUeraria de Lón-
én$, la próxima partlda de otra espedicibn dl-
rigWa por el capitan Ross, el mlsmo que habia ^-^,^0 íeüd'lre-eelondel realeuerpo dearunerfa;
precedido á Parry en los mares áríicos, y he- élmlé á Mdmlnlstraeion general de correot aniio-
cbo i espensas de este ilustre navegante y sos
amigos. üna graode uovedad recomendaba
este riage, y era que por prímera ves se iba á
eoplear el vapor en ana navegacion por los
hiclos {«).
iamiBe de Untee deaSgttalof. Parry aeonipafló su íb»
wme coo una notieia sot>re la produeeioB sinfular
IkiBada por algunos naturaiistasproloeoceiit ninalU,
Par oUm^pmnmella nivalitf y flnalmente, «redonteo-
•u.— fdoae OB arUr^lo UtuUdo, ÜeUnievé enemma^
derftf la$refione$ ártieat, 9e§un <a MeMort«del|»ro-
femr Agmrdk de Luné, tíver den in der polar-zone
inundeBen t >tben Schnee, é inserta en el Boleiin de
fa Seciedmd de ^•^•fim, t. Y I, pág. MO, Ma.
(4) Bl doctor Breweter pensaba que la situacion
da esta paralela, con rclacion i las corrientes ma{;né«
■cai del globo puede iofloir en su temperatura, y de
asleniodoesplicaba por qaóenlascostas de la Norue-
pydel Spit£berg ae goza de un invierno tan roodera-
M comoeo naesiroscltmaft templados. Las numero-
tas obsenraciooes dc Parry slrvieron á este sabio pa-
n deteraiiiiar ka posicion magnéUca de estas regio~
aes, y estabao perf«íctamente conformes con los cál-
calos pablicados por toweU en 4776, en cuanto que
on uBos y oiros «pare< ia quc la cireuofereneia re-
^orrida Bor el polo magnétieo es la 76 paralela.
(1) J&l espitan Rossera muy conocido en aqnella
^poea pocU pabliRacion de un escelente Tratado de
«if sfdietofs por el wpor^ y bacia ocho 6 diei aflos
qoe nohabia eeaado de entregarse i esperimciitos de
eile géoero. El narío La Vicioria^ á euyo bordo iba,
atlaSa constraido con toda solidet y con arreglo á
frocediiBientos qne le ponianen esladode desattar el
■elo. Los remoe eran de una forma enteramente nue-
*a, y su coiMtmecioB era tal qoe la presion de los
¡nbs debia levanUr el bnoae en tcx de romperlo.
8n caso d<* necesidad se podlan qoiur al momeiito
■a remos y quedaba beebo nn nuque grieso dis*
pnestu á narcnar convelas. La máquiiia era de alU
Faaion y no tenia cafton. Aquel cra el primer ensa-
ya, y deade entonces en tooos los países del llorle,
las ingenieros dc marina no cesaron do ocuparse en
aaie ImporUnte problema: construir on Tapor qne
fndiera abrirae un camlno por e1 bielo mas espeso
aan U eelcridBd ordiBaria.P«rtteaUnDeBle ob Dfaia*
delo de Tapor eonstrnido de hlerro, eayas méquinaa
debian tenerla fuena de 810 caballos, y que fué ob-
Íeu de un dicUmen muy favorable dado por ubb
anU de meciBÍeos y eonstmctorea de buqnes.
(1) Los descabriinlentos de U espedieioB comen-
xaron al Oesu del eabo Parry; sl|EuÍeron muy de cer-
ea U costa occidenUl, y baiaron ai SndoesU y al Oea-
lc basu baber pasado el 731* de laUtud NorU y el M*
de longitud OesU, donde ae enoontraba nna Umensa
lengna de Uerra muy irregular cubierU de niete 7
rodeada de roeasen aireooion al OesU. La espedÍciOB
sedetUTO( .-.-..
Ueslremo4 ,„. _ . „
formes que pudo adquirir de los Indigenas, eompren-
di6 que babia ya tIsU el oooUnenU de Améríca; sn
í para invernar enel PaerU Felii en el p«B«
10 de aquella nueva tUira, y segun los in-
sobnno el comodoro James Roas, se dirlgU al Sudi
le para comprobar U existencia de dos graudes i
res. el uno al OesU y el otro al EsU séparados por
nn estreebo rouy angosto; eircuBsUnela qne les na-
bian comunioado los esquimales. Bnefecu, halló uii
istmo de 5 millas de Utitud entre Us dos Oceanos, y
examinó cuidadosamente las cosUs hasU una clerta
estension. Bl nombre de Boothla dado á todo^ aqae-
llos niievos descubf imientos, reeordaba el de Mr. Fe»
lix Bnoti),comercianU de Lóndres, que con rara mtt-
niOcencia habia Umido por fo cneola los gastos do
laempresa
£1 que quiera sabercon exacUtud todas las inves-
tigaciones deln espedicion, puede consuiUr una car-
u cscrita por el capiuo Ros^ , fecha en el Ball, ba-
hia de Baffin, en setiembre de f S3S, al capitan Jorfe
Bllint, secretario del almirantazgo, An. marit. fSSS,
9.* série, t. U. p. 519-14. y U Corfa de tot deseubri^
mientoi del capiian John ñott y del eomodoro Jamet
Roitentat regionu ártirat, inserU en los líuewt
Anale» de viaget, i. II, del año 1835. La misma re-
Ucion de esU ImporUnU viage se UtuU: Narratitñ
ofa térond eofage to teareh á Norik^Wett pattage,
andofá retidenceinthe aretie regiont, duringtha
gearty ISM, 1880, 1SS1. 1881 1SSS, hg tir John Rott.
eaptain in the royat navg, L6ndres,l835. Foé tradu-
cida al francés el mismo afto bajo la dlreccion del an-
torporJ.B. Defaucompret. •
(3) Bsta estremidad Nordesu de U Amirica, ostá
marcada porlaisla de Leopoldo, situada á losTS'*
SS' de laUtod, t 90* delongitod OesU 4 la entrada
del estreohodeíPHncipe Begenu.
(3) LaUerra en este sitlo, 70» ff ir delaütoC,
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ARTICAS
6«!
La 7116118 del capitan Ross y de sos InfrépU
do6 eompafieroa f ué acogida con la mas TÍTa
y g:enerosa simpatia: hacia niucho tiempo que
ya no se 1e cpperaba, y á principios de 483S,
el doctor Richardson y los capitanes Back y
Frankiin habian presentado al almirantazgo un
plan de viage en basca de la Vidoria ; ¿ este
piHyyecto inspirado por un noble sentimíento
de humanidad, seagregóolpo dc espíoraciones
nuevas, y por itltimo et capitan Backrecibiá el
encargo de realizar ono y olro, y al efectíyEe
dlrfgló en abríl de 4833 por la ru(a ordinaría
de 1o8 cazadorcs y meroaderes de pieles, es
decir, por el río Fraooés, los grandes lagos, el
lígo Vinepeg hastael gi-andedel EscIavo,don-
de estableció sus cuarteles de invierno ; y an-
tes de abandonarlos recibió la nolicia del fetiz
regreso de la espedicion de Ross dedicándose
cmlooces esolusivamenie á 1a parte científlca
de SQ mision : sus descubrfmtentos tuvieron
utta importancia parlicutar, por cfnanto rectifi-
caron los del capítan y dei comodoro Ross , ó
mas bien las conclnsioneá que estos ilustres
mv4t$^ü\Bé habiaa «;iCado de gus ob^arvacio*
D68. y i\ne roaa aniha berBos reproducido.
fiÍ7acjüliode 4834, d'T<iha Mr. Backel
fu«rtc Beliance, y ¿e tuubaroó ea cl rio Thle-
weeehodezeth , qne aeguii ia direcdl^n de su
cijTso supertor, debia o-oodiicirle al mar cerca
ásü goiio de BaÜiursI, deácubierto por el ca-
pitan FrankWn; pero cete ríoá lo« éü^ 40' de la
ntnd Norte y 406* S«' dc longilud Oestc, vuel-
T6 rápidanitíQte hácia el Egle y so eusaoclia y
ftrria una saoeaion de lagos luas ó oiefros
cous¡deral)les; despucíi mas adelante so incTi-
nahácia el Sudcsle, y por último, no lejos del
foudo de la bahia del VVager , corre hácia el
ÍCorle entre montaftas de granito El c/.ipitan
Uüáck Ueg4> al mAür por esla vía á ]o¿ 67" 7'
Norte y 94*» 40'' Oefcfce; y tíó separarse las m^-
ta?í por ambos Iiidos desde la cmbocadiirü k-i
lio, 4as del Ooste en direcaou al Norle, y la^i
éei £*te bácin d Ba<e y el Nordeste. No pjdo
seguir la costa oriental y se diri^io á laopues-
ta tratuiivU> ck aprcukíuijtf-se lo mas posíble al
ptinto tiiiRia io jRÓéf PiUar James Koss's Fur-
thvs, fcíí la caita del almiranlazgoi; de esle
modü llt-gó á los 68** 45" Norle y Or»-» 12' Oes-
ÍM' Xo M" Oi'Stc di' Gicenwlch, cs muy baja cerca
0 lacosu, p^ro & una uiilla eo lo inlerior, se eleva
t-n ríhnza^ tti' 50 A CO pics de íilliira. 'El siiiu de nues-
traobser%acion, tlice Mr. J.C. Uosí», cslabn lan cerea
det piiilo niii^iicttco, (tiio Us usoaüos inedios que te-
niji á rai dispohiciou mtr n*riuiUan delcrminarlo. La
incUnarion indicada por mi a^iija, era de 89" 59';
QO se nt'ceiU'iba , pucs , ma:» que un minuto pa-
ra que fuese vertical ; eu lanlo (|uc la proximi^
daddeesti^ polo. );i quc no su exislcucia posiliva,
en el punlo t-n que fHi.-)ba[uos, era ademas condrma-
da por ta ifi.i(MÍ(>n loul de lis difere.utes agujas heri-
/.orilaWs que ciiloncos posoia.» Levantóse en aquel
silio un i'ioDlon «It- piedra^, debajo del caal eolerrO
|Ir. fto$» mia e.-ga de i'^'taño qiie eonlenia los pornie-
Bore- i\p <iu (Itíscultrimicnio y de 1a loraa de posesion
.doi polo tná^tuéUco, asi como del tcrrilorio adyar^»-
tc, en nombre dc U Grau ^rclaña, y 4Íet rcy Gui-
te, desde donde m estietide la ^Ma sobre tm
horizonte muy despejado. Héofa e1 ÜnmorTies-
te se presentaban en derediora al Horte doK
grandc3 puntos axnfes qne tal vex serían 1s-
la« (4 ), y cn el Norte no se yeiB Tnas que agua,
btelos y cielo {t}, flácia el Este aparecia uoa
peqneña isla diatante onas %0 mfllas; al Sste
Vi Sudeste y al Sor del Este. hasta la eosta
oriontal. la niar estaba llbre, rlniendo la cor-
riente de la parte entre «H Worte y el Oeste j
arrastrando algunos pfnos de m^ especie bas-
tante comun en las orillas del rto Haclcensie,
y qne sin duda procedian de él. El capitan
Back no fué mas lejos; pero los resoitados de
aqtielia corta esploracion tenian grande io-
portaucia, puestoqne habia bastado paramos*
trar qne !as tferras desool^lertas por los sefio-
rea Ross do eran tierras continentafes , sioo
soiameDte un grupo de isfas.
En otro viage (3) , qite «tguié InmeAata-
mente al de que acabamos de hablar , et capi-
taa Baclc qaiso, desde 1a tehia fteimísa , r
deapnes de baber atrafesado el espacio de fier-
(4 ) Coaido «I eapiui •RottlleKé i U f>«ne<l« eo»-
ta IJamada fk>M*8 Fnxtliest, tegwa la «t ^oradot ái
8u Bobrino, tuvo quo atravesar uo esLrecbo de]aii4*
al Sur ó á su izquierda, las istn que tal vez seríai
iat «ÍMnas qiie el capllaQ Back dbtÍR^uió al Norte
desuúltúiia posicion.
(3) 6e cree Reneralmente que el mar visto pM
alli por Mr. BaoK es la estremidad meriodional del ca-
natdel Príoeipe ReRente y que el ThteweecMesel%
deseniboca en el caiud directamente al 8ur del istiio
de Bootb; asi el mar se esienderia mas báciaelOesia
de lo que marca el capitan Ross. Parece igoalmenle
probable que toda la co5ta desde elcabo Tumafiio,
osU u*ida«o« la erUia merMtoBal $éí eeaal del m-
c¡;>e Begenie: las posicioDes reíeridas por el eapUtt
Back ocvMQ casi^ medio ée esle espacio j dc esü
suerto se iialiarieU coüa reiNMda slo lai^iMas al Ser
de U l«err« dei oapiiaa Aoas. Bq onaut* á eüo peai»'
sula de Bootlüa, si, cmbo aoao duda, éecerabeca ei
Thleweecbotiezeta en el caoal del Príncipe Ref eHr,
no jpuiMÍe dcniecun modo estar nnida ftt eentMenie
al Éste
il Kste: ypor «ura perVQ.coinola tiem mas oecidsB-
lal de Aír. Back. el cabo Richardsoo, W*4r lorts v
»6* i2 Oe^te, «*ftiá á 80 millas al Sodoeate de la fe«-
ta d<í lierra mae oerideaUl, i la qoe la Beethia csie
unida inaeUíatameot(>, y las eorrieolM pasaa éh
largo di; rsie cabo vinieodo del NeiiMroestr, oe ha-
bria dejado Mr. Bick de obserrar wn cambio de Íi-
reccion de las cerrienteseu tan^ifqnoAoaapaoia.^^
dad csaue no fiié hasta eicabo Biebardse«;pefaeS'
tuvolubaiiUntecerca paraqoepudioscTeraialtiha-
biese hahidouMa pro1ong<trtofi oualqaiera de afoctli
punia de tierra al Norle. y lo únioe f|ue «iófa^ reli»>
ceder la tierra al Nnroeeu». VMsepaoa aRO* poroMBa-
res sobre los resultados del viage del oapiUB Rackoa
ostracto del Nauiirfd maijroamé ias^rtn ea«iBolelii
d') la Socit dad de GeoKra^ia, 41.« $órie, t. IV, pefjini
196-200: V uu ariieulo de ios .Vifeeof 4fft«iaid8 via-
K'.'S. '..LXIX. p. 73.
(3) Nurratioeofanexpediki^mina.M.S. Terrw,
underíaken with a oieto (o^eo^rofiti^ecil diumtmy^
ihe Árclie $kores, t» 14« years 183«. lilT.AyadpHea
liack. B. N. , commander 9f lAe esfédili*»^ «r. Daas^
did cu 'nla de esla publieacion en el cuaderoo tle o»-
viemt>re de i9S» de los Analee MarUimoe^ ^úm. MJ
«El placer puro, dice, ^ue liaai* esperimeotar la reia-
jcion franca y soncilU del capitan Baok n» €A eJ úwam
fruto que se'puede sacar de la lnctura de esU oIm«.
•pueé se encuenirao tambieo en ella nMiUüud deo^
servacioocs muy iuteresaiiies «obre ia faraaacieo f
cootesLura de los faielos, soUre su espesor y :iobre |a
iépoca en que oaea las primeraa liuvias aa aqaeilaa
regionBiJboMidap^ etc.»
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AineAs
m
n fie 1a fB^tnt dd ttiir ^tseii^ieilo por ^ cn
W4, iimegijlr e) fecowMldkMiile dé la ooaia
flipteDteíoiwl óe U Amérfea, y agregar la
pirte etflorBdii for e) cafilan Hess; pero áe*
taiide y enoerrade por los hielos mictitras
4aié el ioTienie, ao |Hide lognir el objeto
qee ae babia propaesle, y ea rí¿or aquella es-
pBdieion no prodo|o mas teeeHado ^ue el re-
coDOciiBlealo de oaa peqaefia porcion de
«la aebre laiBl« ftoolbenipleo, desáe los
ir 40' áe latitod, y ^?"" 50^ de loogitad bas-
lttaeiS*40' delatitud. y 84** 30' de longi
toi, y adefaes el Térror Blgoló esta costn sin
dba gaia qoe U corrlente, arrefltmdo por los
falelos á que eetaba sejeto. 11 oapltan Back, á
oeaer per este elietécilo proiengado hebria
larUleado ta ia eaifbuoadnra del gran rio del
Pescado (el TbleweecAiob^xeCb), su uoion
aoB ona eaadrtUa de sae oompatriotaB, proce-
ámaa delotratiéDper la tierra értioa, y de
irte modo se or^ qoe no qnedMla nlngona
li^niM en la geograffa de la costa Bopteiitrio-
oilde li Amérlei. Los señoree feter, W. Deare
jTooiés Simpson (I) bijaraa c1 1t% dejenio
di 4430 el carao irapetuoeo del Goppermina,
yel 4tt dejaoio, eolemente despues de mu
obo trabejo llegaron al cabofiarrow: desde Id
aMo de Bii cambre pedregesiTieron con asem-
bfo la inflfieMa eitenBion det golfo CoroM
ekm, abierto en parte cn o) mismo sltio don-
ót el iño anterior babiaii podido pasar á pie:
«I tO arribaron »1 oalho Ftawklin, y el f7 y 98
doMaron el o^ AMandro, Desdeeste cabo,
aitoado á los 6ir tMi^Korte, y ^Oe*" 40' Oeste,
basta otra pmila notable silneda ¿ los 66** 33'
Inrte, y 9$^ 40'0e3te, fbrma la costa una
YiBla bahta qne se estiende hácfa el Sur hasta
les éV 40', donde vnetve repentinamente bá-
eia «I 3k)rte« Bsta grae ensenada, de que ya
faabia visítado una pequeíia parle Mr. Stmp-
Boe el año preced«Tie, eá de Tonna njiiy es-
CDUdü: la coEla preseo&a uoh Aerie de peque*
áas baluas ée^wmk^s «nas de a>lra6 por largas
fe)a6 de tierm, y comprfndttmdo tiifliillo oú-
mirro de islas. Gn rie <^ e^ 4o8 F^ces too
aaobo eoma el Copparaiiiia, 4ieiie su enibeca*
daraá68*'5'Norl^ y 404" 45' Oeste. il ver
hw Tia^eros dirigiri^ U cu«t4 r^tiUimeiite al
<i) FáwetemlflüoiiTOdaeuda pvrMioa vfaV9-
•■»■ el fuerle ilnpMii el 40 de odubre de IB3S. y
liiMfliili á iM 'MAofes ffot^ernaSorís é ifNliv4duos dv
M luau de la eooHMiMe ie la l)«bía de Hudsoii.
émHet mmrléimoi^ 4840, •>«jo, oéiiiero SC. «Kos Tf-
«aciaiDoe, ae diee ««i eau carta, de baber aveii^
i^iido á la espedicion vufo y liaber asegnrado á
**<■*>■ pMa «1 iMAor del d«ioobriinieQio del |mao
*vie,fibjoto4c laa toveaiinciMiea de todas las na-
oaDi-s maríiimasen elespaoiode IressialAS..^. pero.
aMen , el nalofcvo de ia -empresa de) raphan
mtk, el abaiúBiieiiftii de loe (befnbres j ta falu de re-
gjraoa^ y la neoesidad de emHNrtrar otra invemada.
a*ca«w(ittpeiiaab4« uM B«eva«eMdíeionron elob-
J^ée «uBÍnar rl colfo de aooHrÍa, cujo circdl-
«• baMa rl esiarcbo líe 4leda, üegon las rrlapionrs
^J^ANiMnalM., M^ebe ser menor de aoB á »00
¡••••i.» áe«Bpaa«ba á eele infbnne un plan pro-
fv^aifaar IIt« OiiBpfDu paM^aoOlüírtaB fnipoitai)-
•«Irabajo.
!for(e, ie^^e el fondo de ta ^n ba^ia, 09-
peraron ser conducidos basta n\ cabo Felix
dcl capitan James Koss, pero el 10 ^e agostQ
hallaron de repente on cstrecho que corria al
Sur del Bste, «y la rapidez de ta corricnte de
Ih roarea, diceu^ apenas dejaba dudú sobre
la existencia, mas ailá de estc estreche. de nn
mar ablerto , ^stendiéndose veroslmiJmeote
basta U embocadura del gran rio del f escado
de Back, esto estrecbo tiene 40 millas de an-
chura en sos dos eBtremidades^ pero en ine-
dio se estrecha, y no tienc mas que 3 millas. »
El dia 4i de agostolos impnlsó al Sud-oeste
una violenta tcmpeslad, y despues de haber
pasado la punta Ridhardson, y la de Ogle de
Baclc, se refogiaron cn 1a costa detrás de la
pnnta Pecbel. El 46 cesó ta tempestad, y pn-
dieron ^anar entonces la isla Montreal, en cu-
ya costa septentrional bpl^ron un dcpósito dc-
jadopor ta tripulacion del capitan Back cin-
co anos antes: «Dn ^sle raodo la difícil tarea
qne baWan emprendido en IS36 cstaba ente-
ramente termlnada. •
Nada hemos dicbo basta sdiora sobre la
pesca de la ballena, que formó siempre el in-
fcrés posilivo de las esploraciones árticas. Sa-
bido es qne los vascos fuerou los primeros
qne hicieron de esta pesca una verdadera iu-
dustria y que se dedicaron á ella desde el si-
gto Xn al XVl, al principio únicamenre en el
golfo de Vízcaya, y ilespucá en las agoas det
Ganadá y de la Groenlandla (4). Todavia al
principio del sigloXVIt, los inj^'lesesy holan-
dcses se servian de marineros vascos, bretones
y normandos. Mny en brere estos dos puefotos
casl Bolos, 86 disputaron el monopolio de esta
(1 ) En los prineree eí glot de la eri cristiaaa abon*
daMD las baUenaa eo lu ooaUs de Kapaña, en aI
mar Itojo, goltó CaoUbríco, Mediterrineo, la Manr
clia V los imares qoe baftao las cosUs septentrionalos
de las islas Brilénlcas. Bo lea tiglos VIII, IX y X. y
aun á principios dal XVI, eran comaoea eniot nBaree
de Flaodes; eo el XIII se pescaban en las cosUs 4f
Portugal; en4300 y en el siglo XVI frecoeniaban las
oeetesde la Viaeaya; en nn, en el diaeurao del sí-
glo XVIl.aeias balUba todavi.^ en abandancia ea
las eercanías do las islas Hebridas La ballena
abandooóentonceslasbahias y cosUsuuo frecuen-
tadl>a eii «leo tiempo para refogtarse en íos marea bo-
reales; pero perseguida Umbieo y bostigada síq cesar
en ealte nueve asilo sein^enió mucbo mas en los ma*
1^9 poTares Los puotos doade hoy se encueotran
Us batlenat son: eo el hetmsrerio boreal las agua^
del CaDadá y de To.maoova, Us coslas de la Groeor
fandia, donde se pesca en primavera, el e&trecbo de
Davis.lababia de Baffin. \o^ marei del SpiUl>crg, el
gran Oi'éano Bnrcal, donde la pi'sca se verifica desde
el .mi'S de ah^l ai de ^goslo, el esuscbo de Bohrini;. y
las eostas dnl Kamicbatka: y en el bemisrerio meri-
dioo;il I06 banrosdel Brasii, Uü cusUí de la Palaso-
nla. losmarebquticircunUanelcAbodeHomosalOes*
te y al Sur. la^ aguas de las fslas del nuevo SbeUaod,
las'rn^-tiis dc£hile v del Perú, los mares del Japou^
lus costas Noroeste dt la Kut;va Holanda donde se en-
caenlra el cacbalote en invierno, y las demas espe-
cics de hallena en las otras ei>Ucioaef, las cercania^
dc ia i<da X^oU.tn, la$ aiMusdi' U ÍsU do FraneU, 4»
la babia di; L^gAa, d^Í caoal de Mozambique, donde
abun<Jaii iaft baJli<>oas dfíMÍe «1 flMa ^e mayo hasu
9etteii>k>r6. les marei a1 EsU delef |>ode Bwiena Htpe-
ranta, y ofi flo, ia ootuoocidental Oe Airiea, Pablo
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«67
AETIGAS
ees
rica pesca (4); los holandeses rormaron en laa
{tlayas del Spitzberg, de )a isla de IfayeD, de
a Islandia, de 1a Groenlandia» del estrecho de
Davis y de 1a islade Anisterdaai vastosestable-
cimieDtos para derretir la grasa de ballena de
que sacaron mucbantilidad. A causa de las re-
Tueltas y disturbios qne signleron ¿ la guerra
de América y ¿ la reifolucion francesa, quedó
reducida ¿ ia mitad la pesca holandesa, aumen-
tándose en otro tanto el ix>mercio inglés. En
4846 el gobierno de los Paises Bajos, quiso
reanimar estas espediciones tan provecbosas
por médio de primas considerables, y se for-
maron tres compañias, una en Rotterdam, otru
en HarliDgen y otra eo laNueva Holanda; pcro
como los balléneros hoiandeses babian tenldo
cerrada la mar por mas de veinte años« y en esle
intérvalo de tiempo habian perdido todos los
conocimientos prácticos, no duró ninguna de
estas compañias; en 4828 solo salió de los
puertos de la Holanda un buque ballenero, al
paso que desde 4826 ¿ 4830 salieron para los
mares del Norte 432 bnques ingleses. Hoy son
tamblen los ingleses, y con ellos los america-
Dos, los que hacen mas en grande la pesca de
laballena. El gobieroo francés quiso en 4783
levantar un poco estaindustria, yaunen4786
promovió cl establecimieoto en Dunquerque de
una pequeña colonia de f 00 nantuqueses, isie-
ños umericanos muy biíbiles pescadores, con
36 barcos pertenecieotes ¿ los mismos; pero
pronto la arruinó la guerra de Francia é logia-
lerra, al mismo tiempoque paralizaba tc^os
los esfuerzos de 1a raarina francesa, y ha&ta
ei año de 4846 no pudo emprenderse con al-
guoa utiUdad \n pesca^e la ballena. £1 go-
blerno estableció para los armadores primas
en dioero, proporcionadas ¿ la importancia
del buque, á la dislancia que habia de recor-
rer la espedicion y al número de marioeros
franceses y empleados en ella (2), y no dcs
cuidó nada por asegurar el resultado y prote-
ger ¿ los barcoe balleneros; asi es, que on
4 833 se concedió al comercio como medio de
represion contra la indisciplina de las tripula-
ciones de aqnellos barcos, el envio de buques
de guerra ¿ lae aguas mas frecuentadas por
los pescadores franceses. Julio de Bloseville
Tlby, Btanual tobre la pesca é$ la ballena. Analet
marilimot, 4838Jnoio núm. 80. Fi^a<«tambion uua
Ifoiicia sobre la Groentandia^ ieguida de re/kxionet
tobre lapesca de la ballena. y los turlidoresdeagua
que se ven en medio de los eamposde hielosflolantes,
Cnr el doclor EuKeoíoRobcrl. (Ébidem, IS43, Dovíem-
rr, núm. 91.)
(4) Hubo ademas otros pneblos del Norte de Eu-
Topa que tomaroD tambien paite en estos monopo-
Üos, particuUrmente los bremcses^los bamburgoses
y diuamarqiiese^. Despues de direrentes reyertas
muy graves, coiieluyeron por rcpartírse lascostat, y
aque la pesca, lieeba en sana pai. ocupó frecuenle-
menle a la vet cuatrocientos barcos de todas oa-
cíoncs.
(5) Véanse la^ ordenanzas reales de 8 de febrero
de 4816, U de febrero de 4819, 44 de dictembre de
4831 . 8 de febrero de 4898, 94 de febrero de 4815,
9f7 demayo de 4898.7 de dictembre dc I8S9 j U ley
delS|deabrilde4883.
fué el prlmerQqne veeibió el enoarso de pie-
teger ¿ los btrooe balleoerofi en las coslis de
Islandia y el de inteotar la aproximaeioa y 88«
ploracion de las costas de la Groentandia, y al
ofecto recibió de Mr. de Rigiiy ei mando dél
bergantin de goerra la LUlmse con aotoriia-
cion de hacer en las latitudea elevadas obser^
vaciones magoélicaa que tanla utilidad babini
de prestar á la Academia de laa Gieacias.
El 99 de Julio descubrió la LUÍoéié um
40 leguas de la costa occidental de U tSroea-
landia mas allá de lo8 últímoa deaoubrimifB*
tos de Scoresby deade Io8 68^ 34' ha8ta los 68*
55'delatitudNorteyde8de 27*47' hasuk» 18^
V de longitnd Oeste. Varias causas obltganNi
eotonces ¿ Blossevillei «rribar ¿ Itcosia ssp-
tentrional de Islandia en Yipaa-Fiofd; pero ao
lardó en volver^ darse ¿ lavela, esperandolia-
llar los bielos mas divididoey Áivortble8 ¿sos
¡nvestigacíones; deade el 5 de agosto oo volvló
árecibirse noticia Buya (4 ). Jostamente alanoa*
do el gobieroo sobre la saerte de la UUmm
envió en su busoa el 7 de mayo de 4834 li
brick la Burdele$a, maodada por el tea'iefite
de navio Dutailles (i), y despoes eo 4835 y
4826 ¿ la corbeta la Recherche^ maodada por
el capitap Trébouart (3); pero oo se logród
objeto principal de estas investigadooes; oa
juex de grande auioridad eo seoiejante mite-
ria, el capitan sir John Ross, atriboyó el mal
éxito ¿ que el buque se habia dado ¿ la vela
demasiado tarde; ¿ qtie oo se habia enviido
mas que un solo buque, y en flo ¿ quelas ór-
deneá dadas obligaban al cooiandaDte ¿ vol-
ver siD invemar ó sin dejar para inveraar eo
la costa ninguna partede la Iripulacion (4). ¿a
Recherche en susdos espedicioneallevalMODa
comision cientiflca, llamada de Islandia y
GroefUandia y presidida por M r. Pablo Qú'
(4) TéaseloayliuaMm«rtlÍjiioiilel83i,€ieMias
y artes, 1. 1. núm 9, t. II, núm. 19. pesde la easta
septentrional delslandia, dirígié Jnllo de BlosseTÍBe
á Mr Daperry, uaa earta qoe coatenU soa primeras
observaeiooes magnétioas. Yéaae cob este maü*a
una memoria del Mbio comandante de la eorbeta U
Coneha, leida en la Sociedad fliométíea e1 47delaUo
de 4844 é íoserta ea los Ánelet wsmrUimot de jitia
de 4841, núm. 45.
(9) Véase un estracto de la comnDÍcacion diri|i4a
al mÍDiflro de Marina, por Mr. DuUillea, y feehada
ol 43 de seliembre de 4834 en los aiMÍes mmriHam.
Afto 4844, Cieucias y artee, t. II, o4bi. 48. (Véaie
tamblen el mtracto de uoa caru del céDsal de Fia»
cia «0 Batoeolmo al mioistro de Nogodea eatraDfs*
ros, y la cual cooUene pormcnores aobre el ieiee-
brimiento de una oaja, que sio dode pertcaeeié •ai
bríck la LilUnte, en los AnaUt ntnritimút, 404,
Gíencias y artes, i. II, núm. 48.)
(3) Véase en los Analet MorilMMis, 48ia,GieDeia«
^ aricf, ull, nüm.sa, e" * '
por el capitüuTrébouart.
'" Véase uoa memoríade sir Jobn Ross,
y aricf , t. II, nüm. 68, el inforoM dado al m¡eát»>
íT el capitüuTrébouart.
(4) Véase uoa memoríade sir Jobn Ross, toért U
nueva etpedicioni á tot maret peíarea en htta éeU
LUloite^ luseru en los AnaUt ■Mnl<iiies,4888«Cieo-
cias y artes, 1. 1, núm. 88. La epioioB del eapitao
Ross, era que auo no se babia reeuelte la eucaiiaR
dc la existencia de la trípulacion de U LiUoite, fnm
no se babia practieado U SHfieiento iBveatigaciai;
qoe era muy posible resolver esu probiwa é iedl-
caba los mediof quo creia maa á propMto peta "^
gurar cl resolUao de otn Uuutivo.
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AETlCAS-AímCÜtAClON
m
BMvd. Wk eomlifon esploró la IsliDdia en
Cisi toda sa estendon, y recogió macbos do-
comentos sc^re k hlstoria nataral, eetadisti-
n, medicina, meteorologia, física, astronomia,
lüstoria, lengaa y literatora de aquelia region
tiD fasta comointeresante (4).
Despoes de eata larga aérle de esploracio-
qescientilicas parece qaeel ardor dc los nave-
gantes se entii)ió por algan tiempo, ó por lo
Deoos 00 se yoIvIó á hablar de nnevas espc-
(Ueiones ¿ aqoeHas agoas hasta el h^o de 4 845
60 qoe salieron de éreenwlch pnra los mares
irticos dos bnques, el Enbo, sn capitan sir
Jobo Fraaklin, y el Ttrror, su capitan Grozier;
pero esta eapedicion ha sido mas dcsgraciada
qoe todas ks anteriores, puesto que en estos
Bonentos no sabe todavia el gobiemo inglés
el paradero de los espedicionarios, á pesar de
ÍMÍer enviado en su bosca diferentes bnques.
AATICO, ANTARTIGO {Cosmografia.) 'Apic-
to<,oio, y ává, óorUra, opuesto. Kl poloArtico
es el qoe se encnentra próximo ¿ la constela-
cioo de la osa; es poes el polo Norte, y per
eonsiguiente éitteoes sinónimo de septentrio-
aal; asi se dice el círcnlo polar Artico y laa
Üerras árticas. Antártieo por oposicion slgoi-
flca lo que está al Sur y tlene la misma signi-
ficacion que austral. Mr. Dumont d'Urville y
Bu recientemente el capitanRoss, han pnesto
foera de duda la existencia de un continentc,
0 i lo menos de tierras antárticas, cuyaexis-
teneia solo era antes soepechosa.
ARTIGUUCION. {Bisioria naturaL) Entlén-
dese generaJmente por esta palabra el lugar en
qaeloshoews sesobreponen, seaquese ejer-
ctte no 'movímienlo ójuego reciproco, seaque
las partes articuladas pcrroaoezcan siempre en
ia mlsma poslcion. Las suturas del crAoeo,
eonforflie ¿ esta deflnicion, son tanto articula-
ciooes como las de los codos ó las rodillas: la
pilabra Jnntura parece espresar mas particu-
iamieote las articulacionea inroóviles, aunque
en et lengoaje vulgar se aplique ¿ las articola-
ciones mas snsceptiblea de Juego. En los ani-
gan ¿ loshoesos, sea que clrcuyan ¿ los cón-
dilos en forma de c^psulas.
Las articulaciones no se ballan solo donde
existen huesos, pues se encuentran ademas
en varíos seres desprovístos de esqueleto. Los
aocrídos, los insectos, los crustAceos, los arac-
nldos y los gusanos intestinales son ariicula»
dos. {Viase andi al.) Tambien muchas plantas
est¿n provistas do articulaciones, ¿ que deben
lassensitivas y el hedylarum girans la movili-
dad de sus hojuelas. Muy mai baríamos en
confundir con las aríicutaciones los nudos de
ciertas gramíneas, y las secciones qne inter-
ceptan los tallosde otrasmnchas plantas, puea
no hay aríicolacion donde no existe solucion
de continuidad.
La articulacion se ositica algunas veces, y
Ilegando ¿ desaparecer se ankHosa, como SU'-
cede ¿ los tarsos de los perezosos y llronei,
¿ las véríebras cervicales de los delfines, y en
los huesos del hombre mismo cuando por mn-
cho tiempo se halla prívado de la facultad de
darles Juego. Los nudos de los vegetales no
puedeo ser considerados como articuUcionoa
anquilosadas, pues nunca han sido movibles,
ni aun en su estado de imperfcccion.
Es preciso distiogoir el aríiculo de la arti-
culaclon por mas que uoa y otra palabra se .
confundan en el lenguaje comnn, aunque set
entre naturalistas ejercitados: el aríiculo con-
siste en nna solucion de continuidad separada
por ona dilatacion 6 por tabique. Asi que, un
tallo que los botánicos Ilaman aríiculado, no
lo i!8 tal, cuando la planta no debe ¿ esta con-
formacion cierta roovilidad. Pcro en ciertas
usneas, en ios poiiperos llexibles, hay verdade-
rameote aríiculacion: esta se halla diferen-
temente constituida en la generalidad delos ca-
sos, y tíene lugar sobre un e]e flexfble, cuya
superfície coríiciforme est¿ intermmpida por
secciones que no estorban so roovimiento.
ARTICULAG10N. {Ánatomia , Mediemá.)
ÁpOpuv, ariieulo, juniura, co}/untura. Entién-
dese por articutaoion la union ó el roodo de
o»leB, las arliculaciones óseas est¿n ineorpo- 1 cooexion de dos ó mas piezas óseas, sean 6
radas por vigorosos ligaroentos, y unldas por 1 no móvibles launa sobre la otra. De ahi la á\a»
cartilagos, sea que estos últiroos se interpon- tincion de tres clases de aríiculactones: las roó-
viles {diarirosis, 8ta ap6p<&b>), las inmóvüea
[sinartrosis, 9úv...) y las mistns (afi/farfraatt ,
á{X(p(....) Estas últimas están caracterízadas
por la presencia de una siistancia intermedia
adhcrida á las superílcies óseas« y bastante
flexible para permitir ligeros moviniientos ¿ las
partes aríiculadas.
La diarírotíf comprende: 4 .** la«iartrof/»
6 arílculacion de nna cabeza saliente con nnn
cavidad profunda (la cabeza del fémur con la
cavidad cotiloWea de ia pelvis); «.• el gingU»
mo, que solotiene roovimiento en dos sentidos
opuestos (1a articulacion del codo, de la rodi-
lla); y 3.® la artrodia, que presenta una salida
menos pronunciada que ia enartrosis (aríicula-
* cion de la roandibula iofcríor con el temporal.y
Las atfiarlr(»m se dividen en si»f ura y «n*
(i) Véaie «l iuforme de Mr. Pablo Gaimard, diri-
Kido desde Reyliiavili riglaadia), el3l de a^osio de
tOa. al Qiinistro de Maiina« eD los AnaU:$ mariUmo$
defaas. Cieneias y artes. t. II» núm. aO. B:ita comi-
ilaB cieiiUflea ae componia de los 8re«. VictorLoUío,
Eageaio Robert, Raoul Aogies, LoiaBevalet, Javicr
Ifannier y Augustolfeyfr. Las otMenracioDes fisicas
7 attronómicat debldas á Mr. Lottin, y las col'ccio-
Bet nolÓKicas, miiieralófioas y ÍMiáoicis, debidas á
Mr. lobert, ofrecon partionlarmeDte grande interés,
paei solo laa muestras geológicas recogidas, ascen-
«an á maclMM mUlones, j comprendian los minera-
Ws mas preelosos de ia Islandía: el sururbrandur 6
«adere r<MI de Vopnaaordur y de HufaviÍK, los |»ro-
doetos de los geisírs del Sur y del Norte, laobsidiana
deHrebntinahriggor, el azuf^ de Krabla, el espaio
da HolgaaUdir, un apreciado de loafisicos, las con-
flhas 7 Im boesos f6síles, la madera petriflcada de
lofarilc, las esUlictÍUs de las famosas grutas de
iortabelür, etc.
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07«
AamjDUOGUHr-AaTICilí^
«»
atanadwra» oombres que eqoivaleB á QDo^de
UDicion, 7 que se Dotm particaUrmeote en:
los liuesos del cfáneo: en QxmQMa ó sioiple'
iustapoüicion de Us supcrílcies; y en gónfo$U,
emiococia recibida en una cavidad prorunda
(como la de los dientes en los alvéolos.)
Kl coDjunto de los niedios de unioa de los
huesos por medio de cartllagos, de membra-
m$, de ligamentos, ó de músculos^ ba reci-
hido el noinbre de únfi$is, igual nombre se ha
Uado en particular á ciérlad articulaciones li-
gameotosas, como por cjemplo, la 9infi$i$ <Ul
púlns.
Las articulaciones con movimiefito» es-
tán tapizadas interíormente por una membra-
na Ilamada sinovial, que forma una cápsula
articuUir^ y que facilita el juego de las partes
pór medío del iiquido viscoso y filajQQentQSO
{situ>via] que scgrega.
Las articulaclones están espuestas it un sin-
DÚmero de alteraciones que Dobaremosmasque
iodicar suraariamcDte; la torcedura ó disten-
sioD do tos ligamentos; la didstasis ó relaja-
j^on de la articulacion; la luasacion ó disloca-
ciOD dc las parles articuladas; las ccntusiúnes
y las heridas, cuyas resultas suelen ser gra-
visimas;,Ia ^tdrartr osis ó bidropesia dc la ar-
ticulacidn; las coficrectones sinovialfis 6 cuer-
pos estrafios articulares (cálculos, cartilagos,
huesos móviles); la artritis aguda 6 reuma->
iismo articular, acompañado muy comunmen-
te de endocarditis (iuflamacion del coraisoa y
de sus membranas); )a artritis crónica, oon
el tumor Uanco y la anquilosis, que son sus
coDsecueucias; la cams, la necrosis de las
supcrficles articulares, etc.
ARTlCtlLO. [Legislacion.) Mucbas signiílca-
ciones puedc tener e&ta palabra usada en sii
sentido iegal. ArUcuIo se denomina general-
mente ácada una de las disposiciones que
contiene un código, una ley ó un reglamento;
¿ cualquiera de las preguntas que un iftierro-
gatorio contiene; á cada una de las disposi-
ciones ó puntos contenidos eu los tratados de
paz ó capitulaciones de plazas, y cn los diccio-
. narios á cualquiera voz que se consulta sepa-
. radamente. Nosotros, sin cmbargo, no vamos
á considerarlo aqui sino en otro sentido bajo
el cual forma el articulo una partc importaatc
del procedimiento, ó mejor dicho, forma él un
procedimicnto por sl mismo. Hablamos del ca-
EO en qutí al discutirse en juicio la cuestion
principal, nace ó se introduce en clla otra se-
cundaría, que exige suspension de la prímera,
hasta que recaíga resolucioo sobre la segun-
da, ú la cual se Ilama articulo de previoyes-
pecial pronunciamiento:
Este afticulo es proccdente, siempre que
la cuesUon iDCideotal que se propoue es de
tal naturaleza, que su decisioo influye directa-
mente eu el curso del punto principal, y es
necesarioporlomismo, quese suspeada aquel
. hasta (^ue se resuelva este. Diseie entoDCCs la
deuonunacioD que icabamo» óa decir, pQrque
;al projjmier 1« 9«rt« itátnmátí Ia coeaHoa
'incideiitalr que e» objeto éel oitsmo, dice qoe
«sobre ella CorBia arUcuIo de ptévio y ea^
cial proDunciaDneato^» ea (lecir, que bade
díscutirse y faiiaree é prooQDCiarac prévia^
mente 6 en procediBkieato espKiai y separado
da la cuestion pnAeipal.
Estos articulos reciboii luego deoomiu^
cion especial, aeguD sea ei objeto ¿ la OMltna
de los mismos. CuoDda w haiU vacanle oi
mayorazgo, el que se cree .eaadorechftáéi
suele acudir al tribiiDai (Adtendei qwa m^Ksli/s
á correspottderle eotrar eo au poseaioQ, se le
confiera desde iuego 1a admiDíatrAeion dol
mismo, y sobre eato íoroM artioulo, á que se
ba dado ei nombf e de artiouiiúdc admkátím^
don de mayorazgos, Guaodo ia partedeoiaor
dada contesla ¿ au disoMDda por ud oicriU» ct
que siD reconocer eljoez lajuriadlccionpHt
a^iuel caso le hace preseolQ qua d^be te<
oersepor iuhibida oa ei ODoochiMDto deaquel
negocioy mandaodo que ai el aotor tieDe qoe
pedircoiMra él lo hagaaBle Juea cotfipetente,
sobre lo cual sLempre se foriOA el arláo«ilo, dáse»
le á este el Dombre de ar(ícuJo inhi^ilorto.Si
el deauDdado creyese mas bieo qae do dehe
cqotestar ¿ la demanda entablada cootra él, Uol-
dado OD cualquiera de los motivoa qoe pan
ello recoDoce eiderecho, y pidealjAieiqoead
lo declare, forDMnido articulo sobre este pwto
recíbe e&te ei noaibre de aríiGulo de úioontef-
tacion. Los dos úIüdk» soo eo la práctica lof
maa cooocidAs y frecueules.
Déjase conocer desde luego, quo ai tavieae
cada litigaDte ia facuitad de introducir artíco-
los de esto géoero sobre todos loa puDtoe y
eh todos los estados del pleito, que tuvieoe por
conveniente^ la administracioD de Jusücia ae
veriaeatorpecidahaatalo iaiiDito, y losprooeéi*
mieDlos iudiciales do Uegariao Duoca al tér^
mino apetecido* Desgraciadamente eata paiie
de nuestra lcgislacion se resiente de alguaa
vaguedad, porque el Reglamentoprovisioual por
ra la adniinislraciou de jiisiicia se Umita á de*
cir cn la regla tercera de sn articulo 48 que
no se admiUráa olros articulos, aino los qoe
las leyes autorizan» y solo en el tiempo y for-
ma que ellas prescriben; y precisamente las
leyes á que se rcfiere el reglamento son las
mas.imperfectas y menos acomodadaa á las oe-
cesidades de la práctica. Discurríendo sobre
este punto el señor Bravo Murillo cn sus Co-
mentarios al Rcglameuto provisional, iBserios
en el Doletih de Jurísprudencia, hace con sn-
ma oporíuDidad las reflexiones siguieates:
«Moy pocas disposieiones icgales, 4ice, pe-
dréDCitarse, por Ibr cuolee so liallo prcTenido
qué sobrecicrtos y dcterminados puutos se dé
eutrada ¿ ua artioulo de previo y espacial pro-
noDCiamieoto; muy poeas, si acaso algiiDt,
que determinen con clarídad y especiOcaciOD
la manera de sostaDCiar aqueilos artáoaÍDA;
algoaas hay caya dlsposicton iDducv necesir
riameate á Uiformacioa de un arUcoIOf. 001194^
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ttt
AÍTBObÚ
m
DO It iMrran^ tti fenniDinlemeote ni itBen'
fiifi}era 4eaqiieila psUhra, y en esle caso se
hallan. ¿ Duestro pareoer, lof qiie hablan de la
resiitucion in integrum, y otras 8einejaote&.
fio ttlot caaóe se admiten los arliculos; se ad-
nitefi porpródiQa racional y juala de los tri-
booalest en otros , reapecte de los ctiales no
taaydiapaflieion ksgalt eomo sobro Miiidad re-
címmAi, no de la seoleocia, pues de sii nuii-
dad i»o hablan ias leyeí), sioo de una parle , i>
detodaslaa aeinaciones auteríorea á la épo-
caea qoe se pUlc, ciiaiquiera que sea ei esta*
do de aqQellni ; solHre reposiaioB de tenteii<>
ciat iptierloeiilüriat; aobrt qut se recthan ó do
los aotos á priieba, bien en \n prlmera, kiieo en
la SGKuiida iiasUnoia, y sobre otros ptitrlos se-
BCjaiBlea. ta* ÉlUmo , en otros casos se da
eotrada i Its artictilos de prévio y espccial
pftMuiQOiamí6ntotobrepunt08()ae no mereceii
esta sustaQMCiaciOQ aislada , y que pudieran y
det>(eran «eolilarBe al mtamo tiempo qiie el
pQfitu pHoeipal , y eo esta parte reconoce*
mts qoe Fe haa iotrodoeido aboeos eo la práo-
riea, cuya reforma leria lan convenienle oo-
ino éiflcil ée hacer sio reforraar al mismo
iíe9po la legistaeion.»
Sl señtr Brav^ M ártllo se eaiiende en segui-
da á denoatrar qoe ofrccia numerosas diflcuU
tadts en la práctica la cjeciicion del principio
de 9te ao ae admilan olros articulos de prévio
y especiBl pfORUQeittmteuto , qoe los que como
tales reconocen ks leyes, pnes estas no eon-
sideran eoti esie carácter á muchos qnt uo
poedeai meiioa de tenerlo, y creyeodo que la
ley Biereee ioterpretacion eo eata parte, espo-
ne au opioloa de esta manera. «Pdra que lot
artJeulos se eutlendao auloriaados por la N*y^
Bo es necesario que esta iise la palabra ar¿i-
cait itífrévi^ yr^nwnciamÍKnto : basta que de
10 doctríKi ^ieral se deduzca que el punto
qoB da moliro al arlicuAo eiija una austancia-
cion préria y separada del puntopriadpai. Asi,
attnqoe las leyes no K» autoriceii, usaodo de
aqaella^ patabras, deberán sustanciarse en ar-
tícalos prévios laa solicitudes de reposicion,
demilidad, de restHucion , de escepcion di-
laioria, y otros semejantes. Respeclo de las
demas» qoe por 1a doctrioa general de tas le-
Tes no exigen la sustauciacion de un articuio
prério y «eparado, loqueel reglamento dispo-
Be, eo nuestro sentir es, no que se califiquen
desde ioegro, porque esto seria peligroso cuan-
do e&igen conoeimieiito de caiisa, siuo que se
sostaocleB al mismo tiempo que el punto prin-
cipal, lo coal puedehacerse tratandode io prin-
eipri ea e4 coerpo de k>9 escritos , y de los íu
ckttntea ptr medto de otrosles, y que ilustra
do de esta flMoeni el punto , sin oecesidad de
liaber fonDade un ariieuk) pr^vio sobre él , se
deeida |M>r et |uez.9
lato ei, en efecto, lo que ensenan laa aa-
oaa ifoelríflas, y lo <|ue »e praelica y debe prac-
tiotrae M la Jiuisprudeocia de los tribunaietí:
eaeUs ae ptraÍHleú «on eata CttaHdad 4c Baa*
179 iiiiiu(iTiiCi\ muuu.
peosion del ffnnto prindpal, les artíoilos q«fe
csiin espresamente auloriBados por U ley. eo-
mo la escepciou dil;atorirf, y otros, que, jumi-
que no lo eslán, iufliiyen tan direetaotetite eo
la etiestion principal» qtie ezigen U susfieusion
do ella: ios (\m uo exigenunadeclarocitnpté-
via, se suiianeian i la ycscoo laeitestion pri»-
cipai, pfoponiéodolos por medio de olrosies,
los cuales falla el Juez de la maoera (\Me coo*
sidera jiista.
ARTICULO. (Qrtmáltoa.) l\ articulo et oaa
de las partes 4et dkcurao, cuya difloultad ae
ba coQOOido raas tarde y coya oaturalefa Imi
tardaüo mas eo delermiaarse Vamos i esponer
Goa ia ddMda teparaoitn lodo cuanto se refle*
re ¿ la oaiaralefa y ^ferentes es{i^ies del ar^
ticulo, las ideas accosoriaa que i él se Jiiota«ft
sii sintaxis 6 medo de ufario, y U utilidad qae
piicde proporctonur al discarso esta t)urtc de ia
oracion.
I. Naluraleza delartieulo. Todos sabt^
mos que se tlaman ailiculos ias palabras, tí,
la, lo; uno, una; todos sabcmos tambieo cuaof
do se debeo nsar» y cuaodo dbben omitirae; f
sin embargo, algunos gramáticos , qae hao^o
profe^ion de conocer la naturalesa de eada p»»
labra, no dan sino deflniciooes vagas del artif
cuio, íreeuentBmeote opuestas las uoas á laa
otras. Esto es to qoe se notá ya eo ei nniifcaa
mismo. ariieulo, aHiiulue, ipOpov, es «lecir,
pequeho miemtro, pcqueñapartedeidiacurio^
deuomioacion que no hace cooocor sioo uoa
circunalancia eoterameQte indifereote « y qoo
nada uos initruye sobre la naluraleaa dai
mismo articulo Lasdefiuicioues de los gramá-
ticos 00 soB mas instructivas; unos se evKáem^
lan con decir que el ariieulo es unapariic9M$
anodida ú una (.alabra para déni4ar ei §éntrp
á qme pcrienece; coroo si el articulo iofléalAa^
que nu varla nunca, cualquiera que seael gé^
uero ó el número de la palabra , no fuese m
verdadero articulo. Aigunos escritores fraiice*
ses nos ilostran uo poco mas» cuaQ<k> 4iceo
«que los artlcuios son abjetivos quemodtficaA
á los sustantivos y lios haeen tomar en nm
ace{>cion particuiar, indivjdual y personalr* f
que «el arUculo cs uu udjelivo que deteiinioa
uii nombre para que so ie cpnsidere eu to4a
su estemílon, óque conlribuye á reslrin|;irio.i»
Sin embargo, ia primera de esias defluicionod
deja m'jcha vaguedad , y podria ai>licarse io
mismo á un grau iníraero de adjeti vosóálas fra-
ses incideiite&; y la seguuda Uaria lienar á la
misma patabra dos funpiones disiia'.as, puest^
que el arUculo, yaanunciarla toda la esleosioo
de uoa palabra, ya no indicarici ^ino una parte
de ella. Mr. Laveaui, en .hu Difxíonario rasona'»
do'de las diicultaUes de la leugna franeies^^
despues de habcr dcscrito todaa e^taa dotim^
ciones, propoBC una nueva: «ElarUculo eiuna
palabra que , pue^ta delante do olra» anuaáa
qiie la última, suscepUblti de dirersas acc|H
ciooes gramaticaieis, se conaidera en la íra^
como ofi suaUuiivo cuya aignifieacitio ^ijriíl
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675
AllTlCÜLO
ÍTB
tener distintos grados de esten8lon« y que esta
efitension se determina alli , por las circuns-
tancias couocídas, por la palabramisma sin mo-
diflcaciones, 6 por ias modiQcacioiies qiie la
reslringeii.» Gonflrma esta deflnlcion con grao
número de ejemplos, á los qoe se aplica pcr-
fectamenti^ No obstante, es susceptible quizás
dc mas prectsion y aun de mas concision.
Vavú conocer la verdadera uaturaleza del
arUcuio, rreeroos qne cl mejor método es po-
ncr á la vista algunos ejcmpios cn que no se
usa el arliculo, y otros, en que se eucuentre
'siempre esta palabra, observando lo qoe se
aíiadc en cada caso á la significacion.
¿Porqiié sedice poriarsectmo hmnbre, ha-
blar sin afeelacion, obrar con prudencia,
tener hábitos de muger, ^cribiendo todo eslo
sin artículo? Porque se supone el articuto de-
iantc íle todos los nombres que se usan como
atributo: yo soy ofieial, es verdad , ¿sois hom'
breJ Porquc en todos estos ejemplos el nombre
no se consi(Jera, comodicen los lógicos, sino
ba]o el aspecto de la comprenslon; es decir,
de una manera'abstracta, para designar sim-
plemente una cualidad ó un conjunto dc cuali
dadest sin ocuparse en las sustancias en que
pneden residir. Por el contrario, siempre que
emploamosel articulo: Ua Uegado una persona
amigavuestra, vengodelcampo; su primer
^fecto es liacernos conocer el norobre á quien
precede como la espret-iou de una sustancta, y
hacerío satir dc la forma abstraeta bajo ia cual
se presenta á nuestra vista, cuando pronuticia-
mos solo estas palabras; hombre, prudencia.
Podremos, pues, decir que ei primer efec
to del articulo es suslantificar en cierto modo
tes palabras á que va unido; es decir, bacer
qne se considere como una sustancia, como )a
espresion de un sor real, una palabra que lias-
tt entonces , solo designaba cualidades abs-
tractas.
Pero como los seres reales, son necesaria-
inente uuo ó muchos, el articolo deberá, por
lo roismo que sustantifica una palabra, ha-
cer que se le considere bajo el aspecto de ia
estension; esta cs una segunda propiedad esen<
olal del artfculo, pero no es sin embargo, con-
secuencia de la primera. Sino determina por si
mismo el número de individuos dewque se
trata, nos enseñará al menos que se trata
de seres que pueden ser numerados, que tie-
nen necesidad de ser determinados, y nos ad-
vertirá qoe debemos determinar su número.
No podemos» pues, decir qoe el artfculo ejeou-
ta porsi mismo esta determinacion; porque el
mísmo artículo el designa en nuestra lengua
ya on solo individuo, como en este ejempio,
¡4sol, la iierra, ya una clase entera, como el
hombre es morlal,
Reasumiremos, pues, esta discusion , un
poco larga fal vez, pero necesaria parala oscu-
ridad que reinaba sobre esla maieria, dicien-
do: «que el artioulo es una palabra que puestu
delante de ofra palabra, indic^ que esta debe I
considerarse coroo la esprésion de ODa SQstaa*
cia, y bajo las relaciones de la estenMon, de-
Jando que se determine csta estension por
otras circanstancias.»
Lo que presentamos aqui bajo ona rorma
un poco nueva, es lo mi¿mo que nos banen«
señado ya otros escrifores reconociendo enios
noinbres una significacion indeterminada, la
que ticncn sin el arlícolo; y otra déterminúda,
la que les da el articulo. . Hemos creidOi sÍQ
embargo, quc no puede decirse que el artlco-
io dctermiua por sl mismo la estensionáel
nombre, poesto que puede emplearse indistia-
tametite para una estension univcrsal, parti-
cular 6 indívidual.
Por lo que acabamos de decir, se veqoe
el artículo no es una de las partes eseociaks
del dlscurso; no hace, como el adjetivo , sioo
modificar el nombre. ksi la mayor parte deloi
gramáticos no hacen de él sino unaespecíede
adjetivo 6 modificativo , distinguiéndole del
adjetivo propio 6 califiicativo por el nooibre
adjetivo dHttrminativo 6 deÑnitivo 6 ffspO'
sitivo, 6 Ilamándole pronombre.
El artfcnlose distlngue fácilmente ddad-
Jelivo ordinario, en qne este espresa una coa-
lidadque parece tener una existencia propiaen
la sustancia, micntras que el artfculo no e8«
presa sioo un modo de ver de nuestra imagtoa-
cion. Asi, uada significa por st misniocaao-
do está separado del nombre, como las cooso-
nantes no pueden formar sooidos sin las vo-
cales. Se ha comparado ingoniosamente^ ar-
liculo á los lictores de los cónsoles romanoj,
que sip tener ningun poder por si mismos, no
bacian sino annnciar al magistrado supreoo.
Es tan cierto, que el artículo no es uno de los
elementos esenciales deldiscurso, que enmo-
chos idiomas no le hay» como en cl latinyel
persa; y tan clerto es tambien, qoe no espresa
Fino un modo de ver de nuestro pensamieato,
una modiflcacion que damos ¿ ona idea, qoo
en mochos idiomas y dialectos, como eo el ras-
congado y el danés, se nsan como artfcolOB.
en lugar de palabras separadas . termlnaciOQes
que se añaden al fln de las palabras. de ia mis-
ma manera que para e.'*presar la modificacioa
del nombre, terminamos ios &ii8tantívos por
una s,
II. De las diferentes espedes de artki^
los. Conócense generalmente dos ciases dc
artículos: el articulo defloido, ei. la,lo,jé
indefinido un, sno, tirui. Un escritor moderao
ha hccho conocer perfectamente ia difereDCía
que hay entre estos dos articolos. Coando ea*
conlramos, dice, algun individuoqne nolieoe
nombre propio , nos contentamoB eoo desig*
narlo refiriéndole á \t cspecie á qoe pertene-
ce; por ejemplo, cierlo ol)|eto se prescnta i
nuestra vista cou una cabesa y mlembros, yle
oimos ladrar ó relinchar , si no lo cooocenios
dc antes, decimos: es un perro, uñ eabaih.
Habiaroos visto ya este animal, lo conotía»os
por algunos caractéres individuales y ento*-
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•77
ARTICÜLO
ftW.
oei deeloMM: u $lperroó $1 eabaUo de fUlano.
kíiwn,se refiere á nuestra primera pcrcepcíoD,
5 sinre para desiguar los iodividuos descono-
ddos: «¿ espresa una seguiida percepcion, y
de^Da los iudividnos ya cooocidos. £ála dis-
tioeiou nu se aplic^rá á e.^tas frases: el niño
ityoloso; $1 vi^o ei avaro. Será prcüiso al me-
losuiadir que losarticulos el, hs, no espresan
Qoa segDoda pcrcepcioD, ó un objeto ya coqo-
cidOi sino cuando el oombre va seguido de
otnspalabras que lo determinan, como en es*
(06 ^empios: ias oaUes de Cádiz soa mas lim -
piasque las^c Madrid.
Vucbos giaoiáticos franceses no comprcn-
den la palabra uno en el número do los ailícu-
loi, liacieado de el'a solo ud uombre nninenil.
Sio embargo, uo se puede »egar qne cuaiido
decimos, he visio un hermoso eaballo, U pa-
labra un do sigDiOca lo mismo que en esla
frase: icuántoe eaballos titne vd^ tengo uno,
Los mismoagramáticos, por el coutrario,
han becbo eotrar en la clase de los articulos uu
Bóoiero coDsiderable de palabra3 que no UeDeu
alli colocacion geoeralmente: unescritor fraD-
cés Mr. 3eausée, ha becho un cuadro muy es-
(eoeodetodas la^ clases de articulos, y despues
deél, Mr.de iacy, distiogue el arlículodetermi-
Datívoel, la, los, y el articulodemo8trativoe«(0,
ésht estoe, Si se compreDden en el nombre de
articulo, lodas las paiabras que raodifican el
noiDbre considerado en su estension, será
preciso coiocar eu esta clase, no solo las pa-
labras que improyiameote se liaman pronom-
hre$ demostrativos, sino lambien los Dombres
Domerales, y ias palabras todo, cada, alguno,
lÚMguno: en cuyo caso el articulo será sioóoi-
mode adjelivo deterroinalivo.
lU, Jdeasaccesoriasdelarticulo, Auncuan-
do la funciou esencial dei articulo sea sacar
loé nombres de la forma abstracta para pre-
seotarios como sustancias. se le puedc sinem-
baigo añadir, como á todas las clases de adje-
tivos, ideas accesorias, que se espresen por
alguDas ligeras modiflcacioDes en la forníia de
lapalabra.
Asi el arttcdlo recibe, como los adjetivos
oidiDanos, modiflcaciooes de géoero y de nú-
mero, el para el masculioo, la para el feme-
süio 7 lo para ei oeutro en singulur: los, las,
pva el plonii de todo género. Ks evideote r|ue
el gén^ y el número del articulo dependeo
del sostautiTO á que se reOere, y difícitmente
se coDcibe conio se ba podido decir ({ue ei ar-
Ueolo és ana paiabra que sirve para diterminar
el género y el oúmero dei Dombre , sieudo aüi
qoe es neeesarío cooocer este de aotemaoo
pcra emplcar tal ó cual clase de articulo. Es,
>io embargo, iDdudable que en los idiomas eu
qoe et género del nombre uo se Oja por ona
leroiinaciOD seDSible , esta palabra puede ser-
túr pora dar á coDOcer el géoero al que otga uo
Bombre por ia primera ves. Gousiderado bajo
eüe puntode vista, el articulo poede ser de
flMic]^a utilidadpara lo$ e&trangeroa.
El arficulo es ademas sosoeptlble de caooi -
eo los idiomas que cooocen la declioaciOD: y.
Hsi esqiie eo griego se le declioa 6, xoO, tu),
TÓv. PnJiera decirso basta cierto punto que e)
ariiciilo tione rasos en españo), aunque uingun
nomhre los recibe en »iis terniinaciones. Del,
Ifi, al, m\ el geniUvo» dativo y acusativo del •
arliciilo el, y cn las cuales seve combinada la
preposicion con el artículo (de ¿l, áét,) Del mls-
nio modo, en cl latin y en el (irriego los nom-'
bres, en los casos oblicuos, no son sino espre-
siunes abreviadas de uoa roisina cosa y de la
relacion quetiene e^tacosacon otra.
IV. Sinlaañs del artieulo, ómanera de
usarlo. De la naturaleza del artíciilo, tal como
le hemos dado ¿ cooocer, coosideráodolo co-
mo uoa palabra üestinada á áiisiaiilifícar, y i
anunciar qiie el nombre se considcra bajo el
puuto de vista de la estensioo, se derivao cíer*
tas reglas que la gramática general prescríbe i
todas las leoguas. Entre ellas poedc^scntarse
como general, que el artículo debeomitir.'^e de-
lanle del nombre, siempre que csti destinode
á espresar una cualidad abstracta, ó que reaU
mente considera tal el entendimiento. Por eso
eu gríego, en espaúol y en todos los idiomas,
el urticulodesaparece dehintedel nombredes-"
de qne &e le emplea como atrlbuto. Asi sucede
en eütas espresiones. Auguito se huoia ado*
rar como dios. ün rey, no por ser muypode-
roso, deja de ser hoMbre. Desaparece asimismo
en eslas otras: o^ascofno^omOfe: ser tratofto
como rey; porque en ellos solo se tiene pre-
senle la cualidad abstracta de hombre y de
rey. En esias locuciooes: El Café, comedia;
El Trovador , drama; La Eneiaa, poema; el
articulo sei;ia completamente inúlil deUintc de
las palabras comedia, drama, poema, porquc
110 se coosidera ¿ino esta coalidad de la olifa»
por la cual se dlstiugue de las demas.
Tambien será completamenle ioúUi cl arli-
culo cuaudo por otros medlosse baya iudica-
do de una manera clara y precisa que ;^e trata
de un ser verdaderu, de una cualidad ubstrac-
ta; se podrá, pues, y aun se deberá suptimirlo
deianle de todos los nombres propios. Si esta
regla purece qne puede ofrecer alguna escep*
cion, es porque los uorobres que ahora consi-
deramos como propios , ban sido por mucbo
tiempo abstractos y geuerales, y se oecesita
unir á ellos el arUeiilo para sustantificarlos ¿
individualizarlos. Ksto se hace muy senslble
eo la lengua griega, en la qne, si bien todos
los nombres pro|)ioB están precedidos del arti*
culo, es porque lodos espresan alguoa cualidad
que poseian eo muy alto grado los prlmeros
griegos que usarou aquellos nombres. Ejem-
plos: *0 <I>tXticiioc quieredecir afidonado dcu"
bfslto$: '0 Ai¡iJLO<rc¿vit<, la fuerza del puebh:
'0 8e(ji((rcoxA7(i< , ta ghria de lajusticia. La
aplicacioD de esta regla tambieo se deja codo-
cer en espaool , porque se ve qúe los únicos
uombres propios ó de apellidos que llevan ar-
liculos son los que sirven al mismo tiem|Jo p^
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AOTIOeLO
ra desigiiar db§elos» eiHiYidi«)ts ó f>rofl»ionPs:
per e}em|)lo, ia Cruz, la Cnnal, Ui Moneda,
la Zarta, del Robh , del Pino, del Romero;
apeltidos todos muy usuales y coiiocides eutre
nosotros.
Podrásc asimisraosuprimer cl arlículoenan-
do el nombre vaya acompafíado dc nn adjelivo,
qtie 5ín relacion con el susianlivo, demueátre
sufldentemenlc que el nombre qne caliOca se
cenaidera como una anstancia; lo cual se espli
ca por este modo de hatilar: he leido buenos
libros; conozeo períonas amabUisimas, y otms
ieste tenor, sicndo en tal euso de todo punlo
iodifereDle, qiie el adjctivo Taya antes ó dei¿-
pues det sustantiYo.
Por el contrario, debcrá usurse el artlculo
siempre qnc un nombre cnalquiera, aun cnan-
eó Eca abstracto, se considere en la locucion
6 fraae como «na snstancia ; y esio sucede
slempre que el nombre ea el siigcio de la fra-
8t, y que i él Be reflere nna ciiaiidad cnal-
qniera. Asi declMos: el hnmbre es mortal : la
ómsidad cs madn de todos los iücios: elpoe-
ma ée Virgúio lUva ia palma sobre hs demas
pítenms lafinos.
^ovao e) artioulo por si solo no determlna
k unidad, la plura44dad, ni la universalidad,
han de ser otras eirconatancias las que nos han
de enseñar ¥,\ el Mitnht ann en síugular, ns-
preta h «lasetnteni ú el indivldut; si en plu-
rar designa toda k olaie é selo uiia pane. Po«
deaioi:, Blii enbargth deeir qtie cn general el
articklo el. cuaiido el nombre (pie lc precede no
Tt acompai^ado de ninguna señal de delermi-
naoton. espreaa la dase entera; por ejemplo:
dhombré es Siipériorá h heslia; qne cuaado
va segnido dei pronombre coHjuntivo, ó de un
nombre que esti onido i él por una fireposi-
cmn, espresa el individno: ejemplo: el rey de
España es $1 hsredero de sus mbueios. Siieede,
mm ombir^o, aignnae veces, qiis el nomliie
pvecedido M artíenlo designa, aiin sin rstar
aegutdo áa niiiguna señal de delerminacion,
nnfeolo individuo; esto suoede ouando e! indi-
fidoo potee por escelencia la cualidad desig-
Mda por ei norobre» ó cuando las círeunstan'
ciasdel tkmpoódet lugarindioan bastante-
mtnte q4ie ne puede Iratarse sino de iin solo
MidiTidiio. Asi es, ^ie los gri gos designaban
á Bomero, fiuripiáee y Demóstcnes , por los
Komhres de el poeta, ¿i trátjieo y tl orador: y
asi 'es que cuaudo nosotres d<^eiinos el rey, la
wma, »e comprende perff^ctamente que quere-
nm hablar del rey ó de *a reina actua).
Las brovea observaetcjnes qite anteceden
bastar in para enseñar el verdadcro nso qiio de-
be haocrse del arliculo, y corregirá los crro-
res de los qoe croen que en ^iHtmática la ra-
MM pnf de «ervir dc guia tan^ coHto et uso.
ün cmbarfTO» nínguna pHrte de «ttestra lengua
oCrccc mas di(lciiltaded i los estrangeros , y
esta consiste en que, adeanas de que el mayor
ndmoro de los gramáiicos no han cuidado de
rtitoauirse iMsta el exáoien du la nahiralesa
del artisnto ptrt deriTtr it ttlt ttánm lis
regla<%que dan aoerea de ét. el nso Tleite«|iii,
como en las demas partes dt la lengoa y de lá
ortografia, i violar i cada instanie las reglu
de analogia, y snstituir sns estraTagtntes ca-
prichos á las leyes de !a rason. ¿Por qoé, si*
no, se ponen los arliciilos deiant^ 4e lotMii-
iii'es de paises como la B^pdM, la Franeia, la
laglaterra y no se poneirdelante delAa nom-
bres de ciudades, eomo Madrid, Semliá, ¥&■
ieneia.
V. atUidaddelmrlUmló. El arilcnlo, eoao
nias arriba hemos obierTado, no te encittntra
' en todos los idioroas y no es nno de lot tie-
mentos csenciales del tengnaje. Eslo es lo que
! ha dado origen i prcguntar si esta ptlabra ot
era inútil al discnrso, si no se podria pre«-
cindir de tlla, suprimiHt, ün ^itaf por eioá
los idiomas que se sirven de ellt nadt de st
claridad y de iii tlegtncit. Hú p«od« negaiBe
qne esa multitud dt articulos, de prtpoticio-
nes y de parliculas de toda clase, qot nnestro
idioma lleva sieropre (ras de si, le dan tlgata
lentittid y pesadcz. Esto se nota todtTit nas
t{iie enire nosolros, entre nuestros Ttelnos Iti
franceses, cnyo lengUDJe abundt en loniiiBt-
rables partfciilas de esle género. tsio ts ita
duda lo qoe ha hédio deeir i Jnlio Csctligeit
hablando de nnestro artíciito, oltotiMiiltTiit-
cissimctdtfilft^ tns/rttmeii(ttm. En d estilo li-
miliar en que se permile tuprímirlo tlgnna
Tez, en nada pérjudica esta sapresion i U ola-
ridad; por el eontrario, la espresion gtta m-
chas veoesen graoia y TiTaddad. Bn It itnyw
luirte de los pruverbios y dt lot dldioa tqI«
gares te le tiipriine frecnentemtnte: Mtt itle
pájaro on mano (|tie 6ttífre volando.
PónganseltB i estos adtgins tos trttoults;
se verá como pierde la espretion en enerfii,
y como 86 Hos presontan ro :8 largu y embt-
razosas.
Esio no obsianfe, es innegable i}nt el tat
dcl articulo tient sus Tentajas, qne. á pttir
del abiiso que de etios se htct, tettttrfan pst
que debiéramos conserviiríos, si por tl«« pan>
: ic se tiene en euenta qne lodos Itt ttfütrsos
; de (03 grainátlcos no sot etpte«t pvt <
i la tutoridad del oso.
Qmeni pmesarbürimamít tt >»«,
«Qiie es el irbNre, el Jnez y In ntrat dtl
lengiiaji;.K
¡ Por otra ptirle, alf unos granilltos inM-
I genies han liecho conocer It «ülidad det till-
culo en algnnos ejcmplos en qne litn piictlt
en parangon el latin con el letguajc dc las
nacionet moécrnaB. Esta stia pregunta iStíns
rtsJ puede entendersc y tradncirte de ires
maneras dittintas. iBs refft Mty «» vefft SsM
el reyt U espresiun Da miki pamm ptdri
sfgniUoar: dame pm, dame unpan, dsimsé
pan. Qomoeslos pudieran clltrse iiHiMnierableB
ejemplos. ^n^Mgtmot, puei, em ^fsñ si ^
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ARTICULO^AinLLERIA
«W
artfcolo baee perto áÍoiidlomM <|m Í6 ittafi
algio de cia concísion j rapídesqne ^e admtra
ea foa qiie no lo nfan, contrtbnjre lambien é
daríes clarldad. y que por este mediu lea ba-
ce masá propósito para conseguir el objelode
todo idionia, quo cs el de espresur con lldetí-
éad el nensamienio del que habla ó ea-
cribe.
IBTILLEBIA (4). (^rta müUmr,) Arte de
eNislniir, conserfar y bacer uso de lodas
lasarmas, máquinas y municiones de guer*
ra.-*Un Ireoeoalquiera de piezas de todosca'
libres.— >EI euerpo mllitar deslinado al servi.
oío de la arUUeria.
Tres son, piies» las deflBiciones generales
dt esta paliibra ea el arte mititar. De ella va-
lios á ocnparoos y para eato uos taldremos
tambien de ella tlteruaiirameiile en bos Ires
signiflcarioiies.
Slimoi^im. Uncbos y del todo aventurj*
dos son lo6 orígfao^diMinlosqne puodeii dar-
se á la palatira arlitíeria. Uoos la baceo dtri-
w de la Tos ertiHator, lacoal dícen eqoiralt
á la frase eé> arU {dól arie) y eslos apoyan sii
opinion eo la bipótcsis dt qne el nombre
mtUUria se dió desde anlti de la invencloe
de fais pieaas á los que eorrian coo los in^-
Dlos 6 máqulnas eu los eiércitos, ai'iadteodo
qae iuego esla pülalira ae afilicó por esoeleu-
da á lo» caDonea cuando fiierot iiiveDtados.
Otrofi enidttos derivau caU paUbra de la
frate fambieu latinu anloUemdi; algunot(iáB-
la SQ ortgen en las palabras itaiiani$ mrie gl¿
•ra^ y uo fallO quieela dcriv&sede la vos ar*
tiUer, qtic' supotien se usd aDliguameiito eo el
babia firanfesa y que boy no gota signlfioa-
cion algiioa.
Pero la etimologia de la palabra artiUeria
es lo mas cierto que i>ea taa oscura como el
nao tn todot los graiidet cjéncftos 4e lea 1n-
geo'its primero y de.^pues de los caíitnes, «1
arttf de cnyt constriKícioR y servicio se apüca
bov en todas partes e¿4a vos.
Mitítíria aútigiua, Si bemos Úe aplicitr cl
ttnbre úe arliiieria ó lok aiitignos ingenios
psra balir lin ranniltti», aM octno é bt oaño^
HiqttepofiteriocmeatCHustitn veron aaquelltt,
lahiFtoriadeestiiarma éAe divídirae en 4os
épocat principales: la ooa qiie corFetpeada á
lit dittlotos aparatot dt lot liempos anterio-
RB ai dasetiiriinieirto y apliracion de ta p6l •
vtrt, prtptarnttite llamadtt tiijfefitoi, y hiotra
parte U quc atañe ¿ aquclla Uesde ei uso de
Ittctiones iitstt irae.sirps dttf , á U cual se
Ha«* tmtrifiraga {derribatorret), despues
lamemtim jlorfnafilo) y hoy aríUíeria.
^tmera épeca, ^sde ios tienipos mts rc-
molos «pireceu iisados Itt itgonios tn \oé
ffondes qórciicjé de todospatsts {itradtrribar
^ aasluertes oraraltasy allantriiütmattnae*
(IJ £n «ütti y loé posterioires articuloJi.hMU el4e
^iMeriü e trangrra, incitnite , sot)re«*miéoaa$c
qaeaot rerertoMM i la artiUeria dtsltiva.
cesMflti obttienles. Bt efeelo, Hahuetdeno-
sor. rey de Ba;bilonla. por losaños 4 >t de ftomt
(620 anles de J. C), empleó en k)f sitios de Tl«
ro y lerosaloB poderesos ingeuios. Posterior-
mente en lat anliguas tnrbolencUs qte oonr-
rieron en la cludad deCidisenlrecartagineses
y fénidos, aquelloe usaron eon éxMe lot in*
genios y tomaroa de los últitios U dudad por
fneraa de armus. Kuestro bistoriador el padrc
Mariann, hablando de estoal princlplo de sa
»:)ra diee: en e$te eerco pretendieronatgunat
que Pephaemena, un artilwí natural de Tiro,
inventó de nuevo para batir lo$ mnros el tn-
genio que ttmman ariete, La duda que revela
sobreestoel liistoritdoraldecir, pretendieron,
moestra que en ello cabe alguna incertldum-
bre, y ul deeiri<4 nueoo indic'i tambien qiie el '
iugeiíio llamado ariete habia sido osado por lo
roenos ya ea tlempofi mas rcmotos que ios de
fenieies y cartagitetes en Eepaña.
En efecto, parece iiidiid:ible qoe los pHme-
ros ingenios laeron Invontados por las nacio-»
net Bslátíeas y usados en lot silios de ciuda-
des, asi oomo cn las bttallas. Ho putde ase«
giirtrse ia clase ni núoiero de los ingeniot
4|ue entonees se ustban y solo se dcduce per
U leetura de las bistorias belicosas de aqueliot
ptisesqiie U raayor parie dc las roáquinas, eu-
yo antiguo uso hey se conoce, erao usadas yt
en los ejéreitot ée U mas remota antigttedad
dei Asia. A losencargados de U coaservaciou.
constrtodon y empleo de est.s máquioas Ha-
mábase en general ingenieros, cuya denomi*
nacioiiv por constgoieHle, comprendia tambien
á los que boy Uamaraos artülaros ennuestrot
ejércilos. Al tren de los iogenios que se Ueva-
ban para batir lUmábtae me^iiiaria, y al trte
é ingeuios tutigaos de batirse daboy el nom-
bre genend de iBoüore^/ioa ó fittro6a<ialma«
Et iiso de los iiigeolos, propios para lansar
piedras, dtrdoé y proyecliles se pierde en It
mas remola aetigttedad, y tuvo orígen, oomo
queda dicho, en las tacioues del Asia. Dc eslat
\)¡tíó despeeseoosa civiltztdoo, tal enal estt-
btt ;ideltDttdi, el coAodmietto y uso de los
ingenios, á los demas ejércitos, j sc biio ya
taoy getertl.
Im remanos sobre todo, si grandes eoo-
quisladore^, mas imittdores aon de lo boene
qoe de cietclas y arles encontraban en lot
pueblot qee aoinxgabaii. fueron Kw qoe reo*
nietide cnanlos ingmioe habia conocidos antl-
guonieoltí, los reoü^pron, adelaolaron yapli-
caron con superíor éxito y tcicrto.
IHn^na ebranos haii dejado los anügaos
roMianoá por donde se trttsrotta i ooestraedad
(íl üslado (íomp^lo y adeUulosdeU maquinu-
riu. Be Us tiihtonas de siiá í^iierras puédense
univamLnte entrrsacar alguuDS daloji, por«-
moote cpisódicoá, qtie babieodo sido con bas-
ttt&lc trtbaio reimldos. bos dan oooociuiieiito
de alguaos mgenio$t que foeron los mas uta-
dos y qiie suciiitaroenlM describiBeawe como
sigtlé.
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683
AIITILLEIUA
•M
DÍTidiretfios oon lilpsio y nuestro Marin 7
MendOBa los ingenios en dos clases, á stber:
arHficiosY iiros.
En generalá lotar/t/kTtof de batir llamaban
armatoateM, Lod principales annatostes cnyo
uso boy se conserva eran los Eigoientes:
Laa vineas 6 vinas. Gonsistia este ar^
ti/ieio ó armatoste en dos tablones Terticales
unidos por la parte superiorcon un tablon for-
rado de fucrtes pieles incombustibles á los ii-
ros. Servia como blindage á los Ingenieros al
acercarse á ias murallas defendidas. Tambien
se usó mas peqiicña para los centinelas, de
donde se dcrivan las actoaled garitad. En la
edad media se llamaroo causia ó catti.
liOs fÁutos. Son una especie de vineas,
En la edad media se les llaroó ieffoay algunos
I08 llamau spaUones.
El testudo, tortuga ó testudinis. Bste
armatoste era parecido á los anteriores y ser-
Yia para blindar los arietes.
El ariUe. Gomponíase este iogcnio de on
aparato de roadera compuesto de dos arma*
lones separadas y que servian de apoyo á los
d08 estremos de un e]e del cual pendia por
medio de una cadena una gran viga equilibra*
da conrelacional punto de suJecion,por laca-
dena. En el un eslremo tenia esta viga noa
gran masa de lilerro de formacualquicfa;pero
qne generalmente concluia en una gran cabe-
la de carnero (aries) de dondetomaba este in-
genio el nombre de ariete. Esta viga estaba
fbertemente abrazada por aros de bierro para
que no se bendiera á los repetidos golpes del
ariete contra las murallas. Para bacer uso de
esta máquina se la acercaba at moro liasta tal
punto, que haciendo oscilar como un péndulo
Ía vigu con la cadena que la sostcnta, aqnella
al ir bácia la muralla estrellaba la oabeza del
aries enastada en su estremo contra la fábri-
ca, la conmovia ó la boradaba, y porfln la de-
roolia. Empleábanse en este ingenio muchos
bombres por la gran fueria de brazos que exU
gia el poncrla enacclon. Este Ingenio se teoía
sobre polines sobre los cualcsse le hacia rodar
para trasportarle.
La caíapúlta, Gousistia como el anterior
en dos pontones verticales tijos y uoidos en
sn parte superior por una fuerte tabla de ma-
dera. En su parte inferior contenlan una espe-
cie de tomo conun cric ó gato óun fiador para
liacer que aquel^irasc; con el tomoempalma-
ba fnertemente el brazo de ia catapultat qne
tenia en su estremo /a euehara, que era una
cavidad eii donde se colocaba la piedra, coro-
bustible á otro cualquíer proycctit qiie se laor
xdba dentro de la plaza. Por medio del tomo
ó molinetc citado sc hacia girar con violencla
el brazo y con él la cuchara, quc arrojaba con
la fuerza de sii impnlso el proyecUi á la dis-
tancia conveniente. Tambien estoa ingenios
eran trasportados sobre polioes ó medas fuer-
tes y pequeñas.
timriete, pues, era el ingenio áque prlo-
cipahneute susUtoye boy ia bata rasa del ca*
fk>n; T la catapolta la miqoioa, coyos efectos
suplen hoy, aooqoe coo mas estrago, nuestros
inorteros y obuses al arrojar las bombas y gra*
nadas.
Ei cuervo, Este ingenio se usaba en las
plasas sitiadas, porlosdefensore^. Consistiuea
un aparato á manera de caballete sobre el qiie
tenia apoyonnalarga Tiga en forma üe palan-
ca: uno de sus estremos miraba á la parte de
adeniro y tenía nna larga maroma flja. El otro
estremo de la viga miraba al campimeoto del
sitiador y llevaba fija otra maroma que eo el
ostremo oscilaote teoia un garflo á maoeca
de cuervo, de locual tomaba diogeniu .<u de-
nominacion. Soltábase con rapidez la marona
de la parte de adentro del moro, el peso del
brazo esterior ioclioaba violeotamente la vi^
ó palanca, el cuervo colgado osdlaba al mis-
mo tiempo rasando al soelo y engaochaodoal-
guna persona ú objeto la arrastraba adeotro
del rouro ensu ascensionripida.prodocidapor
el esfuerzo con que de la maroma del otro es-
tremotiraban los sitiados. (YéaseARMSO.)
La battesta, baUeston. Bra un aparato for*
madopor doabrazoa eocorvadoe violeotanieu-
te por raedio de una coerda elástica. Gon et ba-
lleHonse arrojabaoá gran distancia haces de
dardos» ó on arma cualquiera arrojadiaa y pon-
tiaguda. El onagro. Erauna btáista degrandes
dimensiones. El agger. Goosistia en ona graa
torre portátil de madera que rodaba sobre au
polines y que goarnecida de gente eacogida
era empujada sobre los moros, icuando no bo-
biese foso ó este se lograaecegar.^ La guami-
clon del agger á la misroa altnra que la gen-
te de la barbacanadel muro acometido, pelea-
ba, incendiuba lafortaleza y abria iaspuertasi
los demas del ejército.
iM esoorpiones, manubaüisteB óbaUeS'
tones. Arrojaban saetas acanaiadas, ea ei
canal de las cualea se pontan ponzonas paii
causar heridas envenenadaa.
Las escatas para asaltar. Dnas se po-
dian doblar, desarmar y enfoodar, y se llaaM-
bao plieatites. Otras eran decoeros ooeidoa y
con nna untora en la superflde para qoe 000
aire se podicrao inflar, y elcvindose fadlita-
seu la subida. Otras eran de cuerda, tejidas ooi
garflos para tirarlas y dejarlaa oolffadaa dci
muro, i las cuales llamibaae retiouMas. Por
último, los speetatores qoe eran de ona sola
pieza y fljas.
Los totenones. Bste amuUoste 6 tmgeme
se hacia clavaodo eo tierra y vorticoloseote
una viga ó dos apoyadas una en otra y bien
fljas. Se colgaba otra vtga del estremo snpe-
rior i manera de palanca de priroera especie.
Bn un estremo de la viga colgaba pendieaie
por cuerdas onalabla en donde »e pooiaii tres,
cuatro y mas soldados. BaJando el estresio
librc de la viga pendiente, el otro sobla coo la
tabla y los soldados al nivel del moro y aqoe-
ilos leiovadiaD.
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6tt
ARTILLEIUA
6M
Loslifoiprineipales faeroa los signientes:
La honda, igual á las actoiies. Fijando
en la mano los dos estremos y acomodaDdo
en las zapaiülat de la honda la fnedraó oanto
euaiquiera, se da uq foerte impulso á este
tirOf f soltando ono de sus estremos de la
maoo, se colociba el proyeclilá gran disfaQCia.
Rnbo tres clases de himda. La acibocta, usada
eo li Acaya, que tenia en el medio tres ramO'
ki ó lapatHíai para sujetar la piedra. El ces-
trofendwtt, queusaron los romanoscouiraPer-
seode Macedonia, yque arrojal)a saetas. El
fustibaio, que era una lionda que se disparaba
por medío de un palo i que se ataba. Tambicn
pareceselIaniaroníi6n(ia óHbralia unas lion-
das que Ügiban piedras de i lifara, y /i6rato-
ret lo qoe las usaban.
Los sudea. Estos tiros eran unos made-
tM de punta endurecida al tüego.
Los faeeo. Hachones encendidos.
Lo3 herrados. El asta, ia pica, etc.
El verutmno. ün dardo moy flno para tras-
pisar.
La ge$$a. Tiro largo de hierro, mayor
qtte las espadas. Los romanos lo tomaron de
Ibs gaulas.
Loego seguian la ira^iila, las sequree, las
Mcofuu, los wtartikarlnitui, las haUabardas,
. los aeUdee, los ptumbatet y otros mochos <•-
fot que fuera prolijo enumerar. Cootra las mi-
qnnu» usaban dos especies de f\áegot de arii-
fcio. Ya unos roanojos de esparto embreados,
qoe arn^aban desde los moros; ya uuas saetas
qoe eo sn mitad llevaban lino ó estopa com-
bDstible, y la cual encendida y despedida
blandamenie del arco, mataba y abrasaba.
Ademas de e.^tos y otros artiflcios que hoy
se va^ü tamblen para aumentar laresistencia de
tfortiñcaciones, como a6rq;oi, possos de
, ete», Qsaron ios romanosias minat, i
que llamaron cunieuUf como mas adelante di-
ftmo&.
Ademas tambien de estos ingenios de la
latigna anttteriaetíBX\mke\tettudo,e\ nliopef
j]i8m4qu%natoompuettat, que eran oata-
puUat modiflcadas por roedio de una guia en-
la cacbara para arrojar los proyectiles directa-
mente y no por eleracion coroo aquella. A ios
arietet é ingenios que se acercaban i la mu-
nlla y debian ÍMtirla bajo sus fuegos, se cu-
bría con una especie de caseta de madera qne
senria de biiodage i los artilieros y i sus In-
geoios, y que como qneda dicho, se llamaba
vinea.
* Ta hemos dicho que los antignoa no nos
iuni tranniHdo obra aigQna sobre sus miqui-
Bis, y solo por lo taoto podemos dar una es-
casa diflnicion, y nos vemos condenados i la
igDoranoia de la infínidad de ingenios que los
antignos ejércitos debian ileTsr.
Los grtegos fueron los primeros que del
Asía tonraron y loego trasraitieron el uso de
mchosiDgeniosilaEoropa, y particulannente
álofi roBianos.
Arqolmedes en el sitio de Siracosa (t06
años antes de J. G.) in? entó nnos grandes in-
genios, que arrojando por proyectilesinmensas
moles de roca, describian una trayectoria an-
tes calculada, y cayendo sobre los Tasos de la
flota iitiadora, los sumergiau en e\ fondo de lu
agnas. Los delalles de estos ingenios, de
efectos tanto mas sorprendentes quo la eato*
pulta, no son hoy del todo conocidos. En este
mismo sitio apUcó para aÍMrasar la flota ro-
mana los etp^ot uttoriot aquel gran filósofo,
lumbrera de ia física y de la meánica, y hon«
ra eterna dei snelo siciliano. En ia toma de ia
ciudad rottríó este saLio despnes de haber in*
ventado mas de cuarenta miquinas, y esclare*
cido el orbe con la lus de sus portentosos des-
cubrimientos.
Por el pirrafo que heroos citado del padre Ma*
ríana^ y por las roejores y roas antígaas cróni-
cas, se sabe i ciencia cierta que en Espaia se
conocieron y usaron ios ingeniot ya en el
tlempo de la doroinacion feoicia, y esto es bien
evidente, pnes los feoicios, hijos del Asia,
grandes comerciantes y sabios» qae hicieron
la guerra eo ei pals de los hijos de Tubal, de-
bieron ciertaroente valerse de su arte milltar
para vencer, y los españoles no dejarían de
copiar algunas de aqueilas roiquinas.
Los roroanos trajeron i España sus ^érd-
tos é ingenios, y no cabe ya duda alguna de
que en Us guerras de turdetanos, celttberos,
de Scipion, de Anibal, Sertorio, Viriato, en los
sitios dc Sagonto, Nnroancia, Bgesta, etc., se
QsaroQ toda elase de ingenios. Asi signió la
artilleria antigqa de esta época sin qae sufde-
se mas alteracion que algun adclanto ó uodl-
flcacion en ia roayor perfeccion 6 segnrídad de
las miquinas ya conocidas. Los romanos y los
paises qae sometieron usaron la artillería de
ios íngenios en sus ejércitos sin distincion de
paises.
Algunos creycron que la dotacion de geU'»
te paraelseniciode los tn^0nios era casoal
é indeterminada, por cuanto suponeu que á
aquellos acudian en trance de ataque los roas
aflcionados, los roas desocupados y con ellosal«>
gnnos tribunos. Esto ni es factible en ejércilo
alguno y menos en el disciplinado y bien orga-
nisado de ios romanos, ni es creible que ua
anna tan útil como ia artilleria estuviese de
fan lastimosa manera desatendida. Desecbada,
poes, esta fálsa opinion, y segun otros auto-
res (algunos roroaoos), roas fundados y dignos
de té, se dedace que en cada centuria se/cs-
cogiao ios soldados mas vigorosos, booradoB
é inteligentes, cuyos elegidos, regimentados é
instroidos despues, coroponian ia fneraadear*
tillería del ejérdto. Estos artilleros tenian ofl-
ciales espertos y escogídos qne ios dirígian y
enseñaban. Bajo la dominadon de Vejecio,
por los años 390, habia un prefeeto dei cam«>
pOy que era como ei comandanle general del
arma de artillería, al cual seguian aigQBoa
centofiones y tríbnnos, que le ayudaban en
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W7
AHTILLmA
6tt
SQf Irab^. Deftpnes de este gfelé soHrior
8e|;Bian UD cenliiriofi en cada cohorie, t\ eu9\
dirigia le artiHeria de (a miaaia. Ua tribuno
C(iercia (aflvbien ina»d« y éireccioa en oada
tegloa aobre ia artitleria de las dieze«bortes de
cada um de qiie aqne Jas constaba. Udotacion
4e arlillería para cada coborte, consistia en ona
grtB oatápultu Y ^^^^ omaqrot ó 6al/estoffiet
Por iodiefao m cenelbe bastarHe bteA el
eatado de la antigii| urtUierU, De ella se nsa-
ba «ieapre conM parte Mdispensable ca los
sitios, y alguna tcz, bien que «uy rara, en Iqe
baktüai campaics. Los dos ouerpos, qtie hoy
llevanel Qombredearlilkría é ingcnieros, eraa
etttoMes nn0 aolo dislinsuido y compiiesto de
gctttt osperta y escogida. Ademas de los mn-
chos ingenios de aparato que entonces erao
usados, se apticabau en loa sHios etroB mtl me-
dioa y artiOcios, como los eonbustíbles, ete.,
que f a hemos descrjlo.
Pero las oaciolies del Norte inutdaron si-
gk>8 despties la Enropa Mf^ridioDal, con sus in-
nuaaerebles bandas, y como parte*muy |)riR-
eipat ae peeesiooaron de la penliisula españo-
la. Los romanos habian difundido sii arlillería
militar ptr todos aus dominios, astcoaao antes
la tomaron ellos de los grtegos y eslos de las
uaciones del Asia. Auoqiie etiemigos loa godos
de lo8 rocnanoB, no deiaroii por eso de apode
rarse de sus íoventos y eatudiar an soporíet
civiliaacion.Los m^nios paaaron, pucs, á los
ejéreitosgodos, principalmente laostopttKa,
por HMdio de ia cual se adelantaron basta i
arrojar e« vez de piedras diversos y terribles
corabustibiies sobre las eiudades <|oe cercaban
A los godos se atribuye el iftveMo y uso de los
^gsre» i> torres de madera que dejamos des«-
crltas. Tambíen á los artUleros godos ae atribu-
ye el ingeaio de laiiattr las baroas cargadas de
combttstibies oootra las naves y puenteaeneroi'
gos para abrasarlos. Eslc fiié, pues, el eMado
de 1« aaiiguB arttílariadesde la dominaoioQ go-
da. Estos tomaron los iogenios (oomo olroe
muchos uaos y leyes) de los rooaanos» y \o»
nsaron. príncipaimente la cataputía y lo8«^^-
re$ Y íanchas incendarims, aaabos ioveutos
suyos.
lieade que ios árabes invadieron la penin-
sula ibérica, soiAisgaron ¿ los godos. cuyii ra-
sa se habia confondido ya con la espanola an-
tigua, la artillería recibió grandes aumentoi;
ea su eeoelencia y personal en los ejérciios,
y «ei siguió basta que la pólvora se ínvcntó
bácia el año 4330,segun uoos, por Gonstanti-
uo ABchlften de f ríbourg; segun otros unr siglo
despues, el año 4434 (Laporte Epükéte»), por
alDKmgealeman BertoMo Scbwarts. Los Ingle*
ses qiiisieroB teoer tambie& la gloría deeatein-
veito y (alsaineRleqttiaieroBatribuirla iim frM-
ciaoaooinglés el aao -1 WK, llanado Roferío fia-
con. Algnnoa Quisieion daresta i^ioria á Afqni-
mtúHf qoe lanaaba lea rocas aobre la flota
rooytBfl; pero !• maa eierto es que tal iaveiito
partaMaeal«m#enMbr¥itBy de loa olMMMk
oomo tambieii la arttlltrla, 7 eslo M ea e1
año 85 de léaucrísto» hacienído Ib gutrra á los
tirtaros.
Se^unda época, De todos raodos, luegoqoe
la pólvora f'ié iiiventiida, el sistemt de guar*
rtar fuó caiabiadu radícaintente y el arte aBti«
tar vidse revoliidooado. A los temibles y saf
grientos cbtqnes de las antiguas y pid«olei
masas, sustituyó una táctica roas sábia, ineool
sangrleiita y subordinada al taWnlo eslraté^
co «nles que al valor individuat. Loa eaáoBes
desde enloiiees poco á poco sustitttyeroB i iai
antigttos ingenios.
La aplieacion de la pólvora i laa armas dt
fuego tampoco puede AaltrmiDar^t liD coBlia*
dioeiobes ni en L cfaas ni en Ingar^ Se sak;
sin embargo, que los árabes usaroo armasda
fttego aiites que otra micion, y el cabaUero Flo-
rían, aulor muy erudito. en su Bistoria á$ k»
á abe»» dica asi: «Lo fottaieaade Algecíru, d
baluaríe de Granada y el almaeen de los so-
corros que recilna de Afitca fué M^iadopit
los caslcllanos (4342 de J. G.) llucboá cabailt-
ros franceses, ingleses, y navarros viBieroa i
estc silío, en qm uioroa /oa morot de eamim:
y es lavez primera que se habla de ello» tB
ta hi»téria; porqwt la battltj de Creeif, dend»
staee^ra ^ehs teman loe in§lfí$es, »e éié
cuatro año» detpues* E», pae», á lo» meroi é
qtMnes »e debe, no la inveHoion de ia pikma
que »6 atrébuy» d b» ohino», at francisoem
alemanSehwart»t alinglé» ^ogerio Bacon^9i*
no ta terrible inveneion dt la arliHeria, 8$
cmstante á to menos que lo» moros han fundi^
do los primerot oamue»,
Nada meior se piiede contcslar, ningoD da^
to mt^ puedeconiradecir á los qne preieDdea
qiie el cañou se usó por piknera vez eu la be*
talla de Creey qiie ganó el rey dc Ingtateiní
Küuardo III, sobre el dc Fraacia Felipe de ^w^
lols. EMa batalla sedióel año 4346 y el titit f
Joma de Algeciras porlos caslellanos, á pesar
de la artilleria árabc. acaeció en cl de 434t
como el cabtllero Floiian eopiadt oot dioi.
Aderaus los mismos escriUN-es estrangerot cat*
Uesau que lofi irabes en el aúo 960 se btlit-
roB coo armas de fuego en los alrededoret dt
la Meca. (Diciionaire desdale». El'maiaiahia^
ioritídor árabe.)
Si, piies» los árabcs usaron y aplicaroa It
póivora ea Europu antes qiie naUi^, es natiirat
y hasta segiiro que la aplicacion de la pólvoiB
á armas mayores que ias qiie ya usabao, i Ít
arlilicría, es esclusivamenle suya. Que losifB-
bes conocieron y usarou la pólvora autes que •
olro ptteblo eii nucstro continente es mts i|at
proliablc y aun seguro. En efecto, Beguu íb
GODStaale Iradit^ion de los chinos y declaraoíBB
de varios y doetot escrUores de AleipaAiB, «alt
sostuvo antiguaraettte con los chiootuRBB-
mercio ooolinuooomuaicMdose aoibot pueblos
por la Arabia Felis. Cuandoel padre Herratia tt*
grea6 de sus mitiones cristianas dela .GIhbb
trajo, ademas de lanoticía dc que M la Cbiaa
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A&TOXEfiU
oustia aitílbria aiHisaa, eieo voMnneaea im*
¡mo$ á prioeipios éel aiglo X , segoo roauitó
(le las nolicias qoe aili toroó dicbo oelesiásti-
CQ. TuvoimprentuEuropadesdeei sigio XV; y
éofde esta ^poca, eo qne Buropa empesé á im-
prin^r, iiasla el sigio XVI en que se ímprimió
la hi6(orla de Ja Ofaína que hoy usamos, y en
qaeacaeció el tegreso del padre Berrada, no
paiará tieiopo sndoiente á que desde Álemania
liegase basta la ^iuoa ia invencion alrílHiida á
GatieiBberg. El invento, pues, de la imprenta,
m eoiDo ei de 1« p6lvora, qne los atemanes se
atriÍK^rett ly qae no coneeden ios cliinos) pudo
muj bien iiai>er sido tomado por ies contiauas
reiaciooes cemereiaies de Ciiina y Aiemaoia por
la Moacovia y AralMa Feli£ (cuyo coiaercio uflr-
BMn amlios paises) por ei fmile Schwarts y ei
artifita Goltemberg, lo» euato dieron como au*
708 estiis inveotofi para goaarde elemorenom-
bre. Es, pues, lo seguro que el emperador de
ÍQs eiúooa VKey inveRtó, ó al menos aplicó p6r
prioera ves la póivon» en ia guerra eoutra los
lártaros ei afio.85 dt Jcsucrislo. La noUcia del
\múe ia pólvora ia trajo á Europa tambieo, se*
gnB Ufaoo» fray Andrés de Aguirre, proviociai
de la órdeo de S;in Agostin , que eo carta al
maestro fray Pedrode Ro}as, su amigo» le euen-
laque eo aquel imperio vió piezaade artiHeria
antiqui9imas de muy galana keehura y garbo,
(uidé hierro ooma ae Itronee, con la mttmoria
del üño de eu fundaoion y Ui emtkura del
nmbre, armme y blason del rey Vitey iu tV
ventor, Pray Gonsales de Mendosa dice, como
testigo que foé , la graode admiraoion de ios
portogueses cuaodo por primera ves foeron á
Ca&ton (antes que los españoles) y tiailaroB ar-
tiUeria nmcbo oms antigua que la de Eoropa,
eo doode fbé iotroduoida por un aiemao, oiuyo
nombre no dedara la historia. Esto se escri*
bjó eo ei siglo XVI, época en qoe estaba verífl-
cando la artillerit uo cambio radicel eo el arle
de la goerra, y )a cirooosta&cia de oo ser e<mo-
cido el iovenli»- prueba barlo bien la nsurpa*
cioo de los alemanee eo este iovento. Ninguoa
cróoica de aqueila época dice el nombre dei
iofeotor y solo si qoo fué ua inglés unos, y un
aieman los otros, segun la opinion de oada
croBista. Véanae las crónicas de aquella ópo-
ca, qoe nada dieen, y Júaguese despoes de la
veracidad sobre el iBveoto que se atribuyó á
S<^arts, qoe luego se dijo. Por estas y otras
mocbas razones, que ya suponemos innecesa-
riis despues dc io dicho, creen actualnaente
oiQChos doctos y arqueáiogos quc ta pólvora
seinvenló en la China, año 85 de Jeeucrislo,
paf su emferador Vüey, y qoe los aleflaaneft,
eo eomereio ooo aquel imperio por el interroe-
<üa de la Mosoovia y Afabia*Felii , la diAuidie-
ronpor Ettropa aai coioo el usq de la imprep-
ta, coyos iaveolos so atrib«.yeron.
Guanto llevamos dioho compruebamas k
idea de que los ¿rabes, por cuyo inlemedio
ooBoderoii lapólvora los alemaneSyla conoeie-
ron taBü>iea y podieroB faaberia osBdo , oomo
480 mitUOTIfiGA mULiül.
dícen les franeeses, el a£o W ea los alrote»
dores de la Meca.
Dalos muy grandes alegan algnnos par|i
ereerque Arquiinedes en el sitiode Siracosa m
valió de la pólvora para Ninsar sus enormes
proyectíles; pues don Diego de Alava, escritor
eo ei sigio XVI, cüa en prueba de esto á los histo*
riadores latinos Vallurio y VHrubio quedieenq«e
Arquimedes imventó un inslrumento dehierro,
que arroiaba ^ deepedia de si gruesas pieérms
con natcho ruido y grande estampido tenie-
jante al que hace unafiezade nmstros üewh
pos al punlo que ta dtsparan. £1 ingenio qae
us6 Arquimedes no se coBoee; pero que nsase
la pólvora no se cree probable, y muy biea
piido ser la foerza impulsiva del proyectíi qa
efecto de ia presion del aire en algona roáqui*
ua ú otra combinacien.
Pero volviendo ¿ la biatoria de la artiiieria
en España , quede sentado que los árab^ la
tomaron de la Ghina y la trajeron i Europa en
los sigios de la edad nedia. A cada paso en las
narractones de cercos en nuestras erónicas es«
panoias se hailaa oscura y episódioaroento ci-
tados ciertos ingenios raros y no eoooddos,
que con grande loz ó estampido iansaiMn
cícrtos proyecUles do piedra ó hierro, qoe mu-
lihiban y destruian horrorosamente. Eo Uem-
pode donPelayo, primer rey de la dinasllade
ia restauracioo espa&ola, seeita entre loamo-*
chos 7 nuevos inventos en el arte de ia goerra,
uoa portentosa máqnina do terribles efectoe
y de uao sorpreodente que por entonees apa*
reció. Goando los crisUanoe en 4 418 si(tanMr4
2arsgosa, llevaron entre otras ttoa podf rosB
máquioa qae despedia ttuenos y haeta reteow
blar al impetu de eiios los mufos alaoadot*
Alfonso I, llevó A los sitios de Zaragoaa y Tb<-
dela de Navarra uoa larguisiflsa piesa UuDadB
lombarda(^ esplica muy bien los Irti^BOf que
citan noestras eronicas. Esta pteza ttískt bof
en nuestro rooseo de artüleria y la époea do
su coBstruccion perteoeoeal sigío XI, ai ciiah,
como alsiglo XH, perteBecencasí todas luaa«
ligoas pieaas que se guardan en dicho OMMto^
Las CFónicas dicen tambien que ios érabea ttsa«-
ban ingenios iroposibies de resistk para Ibb
ciistiaBos, antes' de cilar las diclias mAq^ts
de trueno, y estoínétca lo que4€(|aflmapttnla-
do sobre el primitiro uso de la artitleria por ioa
árabes, de los cuales tomarlan ios espafioieB
algunapieaa yaen ona victoria, yaeola foaiB
de alguna fortaleaa, si bien tendi-ian fot abaB-
dooar el uao Inegoque seles acaiMse la péivot*
ra, qoe no sabtan Itbricar, lo misoaqoe otits
mocbas eosaa de ios ilastrados ^abea saaene^
migos, deias coBlta los cfiatiafnoa m aabian oi
conocian. Parece qut i la ptílvora llao»Bban
entoaces nafta segBu ae deduce» al leef, át
las detouaciones pareoidas á unaienspesiad^,
quo re6ereB de aqueüaa Báqoinaa desooBOtfc»
das las eróniqas.
Babemos tambien qno anUguaflMDíe se
uaabao como proyeoliles DBaaesltra8:de fliár-
T. lu. U*
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m
ARTILLEWA
m
lD0ly piedras, dé donde de cree qoe viene ¿
ciertos cañones el nombre de pedreroi, cciyos
proyectítes eran de un peso estraordinarío y
^ne despues fueron reemplazados por pelotas
de plomo rellenas dc hlerro. La hlstoria, pues,
de la artillcria en los tiempos medlos, apare-
ce oscura, y esto se esplica bien; pues siendo
€8te invento importacion esclusiva d^ los ára-
bes Intercsados en el monopolio de un ele-
mento de vicloria tan poderoso, ó impidieroo
6u dirusion ¿ los sábios y escritores suyos de
entonces, ó los españoles, menos ilustrados
que aqucllos, destruyeron en sus conquistas
señales y fündiciones por donde pudferon ha-
bensc apoderado de este invento mucho antes
de lo que dcspues lohicieron. Estoesplica me-
Jor que nada la oscuridad y concision que al
hablar de la artilleria y fundicion se obscrva
en los artistas ¿rabes y despues en los ale
inanes.
De los varíos modelos mas anti^os de
piexas que existen en nuestro rico niuseo de
artillería se deduce qne al principio se fabrí-
caban las lambardae y demas piezas de arti-
llerla, uniendo diferentes barras de hierro
(pues la aríilleria de entouces loda era de
hierro) largas igualmente, y de una y mcdia ó
dos pulgadas de ancbo con cierta cunvexidad
por su centro , las cuales unidas unas ¿ otras
yabraxadasfueríementcpor muchosanillos de
hierro sobrepnestos por mas robustez , com-
ponian la superficie inlerior y esteríor de las
plezas euya longítud era muy varíable. A la
etma que hemos cilado se unia fuerlemente
nna reikímara de once ó mas pulgadas segun
la lombarda 6 pleza, y de los aros de la pieza
salian nnas foeríesargollas para sojetarla pie-
sa ¿ la cnreña ó torre sobre que era condnci-
da ¿ los puntos convepientes.
Al prlncipio ia artillería presentaba gran-
des inconTenientes para ser bien servlda , ya
por la clase de proyectiles infórmes que en
ellas se usaban, ya por la poca facilidad de sus
annaduras paru el trasporte. Las píesas se car-
gaban por la recámara en donde se colocaba
de antemano la carga, y para acelerar sus dis-
paros se dió ¿ cada pieza dos rec¿máras; una
de las cuales cargaban uuos artilleros mientras
otros disparaban la carga introducida en la
pieza ó lorobarda por medio de la otra rec¿-
roara. Poco inQuyó al principlo la artíllería en
el arte militar. Gada ejército ó division solia
llevar nna, asi como antiguamente se llevaba
nna sola catapulta. Alguna vez se usaron tron-
008 de ¿rboles horadados en vez de piezas de
hlerro y cauones de gmcsamadera, pero fuer-
tementeabrasados por anillas de hierro.
Pero cnando la celerídad de loe disparos y
lafabrícacloDdelaspieias aofué perfeccionan-
do, «l 080 de ellas se generalizó con mncha ra-
pidei, y, maa qne por sus estragos por el efee-
to moral de terror que esparcian las detonacio-
nes, dieron no pocas veDtiijas ¿ los ejércitos.
• £n el tr¿n8it} del aiglo XI al siglo XII 8e
usaron ¿ roas de las anteríores otras pienit,
quellamaron ccrbatanas, y sustitoyeDdo esen-
cialmente á la calapulta dieron origen ¿ nofis-
tros actuales inorferof . Estas se construjeron
ya de nna sola pieza, y arrojábanse por medio
de ellas, balas hechas de pi^ra y mortero (de
lo cual puede veniríes el aetoal nombrc) por
olevacion, de esta época datan los fuegos cor-
vos. En nuestro mnseode artillería existenaa
cuya ánima est¿ formada por dos cilindros.
El uu cilindro tiene dos pies de arísta por do-
ce pulgadas de di¿metro, cnyo cilindro sosti-
tnyó ¿ la rec¿mara postiza de las Umbariaí
por contener tambien la carga. Sobre este ci-
lindro, se prolonga en la misma pieza el otro
cilindro con igual longitud que el anteríor por
veinte y dos pulgadas de diámetro. Tcnian las
lombardas y cerbatanas su correspondiente
oido para prender fuego ¿ la f>ólvora; pero Us
cerbatanas adolecian de nn grave inconveoieD-
te. El oido caia sobre el cllindro estrecbo (qoe
llamaremos de rec¿mara) distante unas cioco
pulgadas del estremo posterior de la piest.
La pólvora ardia en efecto; pero entre esta,
dentro del cüindro de rec¿mara, y cl proycctil
dentro del otro cilindro áquien esfe a]ostabi,
quedaba un espacio de aire que, al veriflcarse
el disparo. irregularizaba roucho la segoridad
y direccion del proyectil. Para obviar este io-
conveniente llenaban al cargar, el cillodro-
rec¿roara, de pólvora » y luego introducian el
proyectil, procurando en lo posible su cootac-
tocon la pólvora. Este roétodo exigia, tarobien
roucho gasto de aquella, que entonces en de
roasrara fábrícacion. La cerbatana, que lieoos
descríto y que nos suroinistra cl orígen del
roortero en nuestra patría, sirvíó en 4084 pan
la toroa dc Madríd al rey Alfonso T1 de Cis-
lilla.
Las balas de piedra, qne se labraban anü*
gnamente para proyectiles antes de scr opadu
las de hierro, fueroii ilaroadas 6o^nof, yiieiB'
pos despues se llaroaron pelotas las balas de
hierro; bien que esta denominacion está apli-
cada con mas frecuencia en nuestras crónicas
¿ las balas de los arcabuces y luego ¿ las de
los fusiles. En 4257 los moro.s de Niebla sitia-
dos por don Alfonso ei Sábio le arrojaron peto-
ta$ de hierro y saetas con tiros de fuego ^
haeian truenos, La lombarda cou que dispara-
rou eii este sitio los moros fué tomada por los
cristianos y usada en el cerco, sin éxito. qoe
despues pusieron ¿ Algeciras. Existe tambieo
en nuestro museo de artilleria. Esta lombarda
consta, ¿ roanera de ccrbalana, de dos cilio-
dros, aonque roas largos y roenos anchos. Se
conserva colocada sobre dosl>anquetas de ma-
dera que la alzan del suelo y ¿ las cuales está
stjjeta por fuertes amarras de graesa cuerda.
Sobreelcnreña]e y forma del nsadoeotoo-
ces poco se puede decir. Puédese asegorar
que las piezas se aflrmaban en fuertes vigas
para resistir al ímpulso de los cooibastiblesin-
flamados dentro de ellas. Acaso la forma de
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ARTIUERIA
69«
cnreDa qne bemos deficrito , (coQstruida para
el museo) será un flel rccuerdo de las cureñas
anliguas A priDCipios del sigloXVI ya fueioo
de madera lierrada casi iguales á las de plaza
actoales.
Las cureüas se coDSlrnyeron en el si-
glo XVI en Ifálaga, y las maderas para ellas
setraian dei SotodeRoma, un bosque de An-
dalucía próximo á Granad^. Las demas atara-
lanas se proveian de bosques mas cercanos.
Despues de berradas y guarnecidas, los
precioa de las cureñas de Máluija eran los
sigoienles:
Mrs.
37,600
24,000
Rg.
1,402
705
Mrs.
32
30
Cureña pai"a cañon. . .
Id. pararoediaculebrina.
W. para sacre (pieia de
20 quintales de peso,
6 libras de pelota y 20
decargadepólYora). . 20,000 588 8
Id. para falconete. ... 46,000 470 20
Eu 4594, clcapitan Garrera, leniente de
capilan general de ia artillería en Pamplona,
proposo una modifícaoion económica en las
coreñas de la artilleria de plaza. Esta proposi-
cion fué aprobada y las ruedas de las cureñas
se bicieron cnterizas, es declr, sin rayos, las
caales duraban mas qiie las otras, y fueron
hechas y bien embreadas despues.
Las cureñas de hierro estuvieron en uso en
ei siglo XVI, y se construyeron en Burgos en
tiempo de Garci-Carreño, cuando solo era este
tmiwUede capUan yeneral de artiüeria (1555),
al cual se dieron 200 ducados de merced por
su nnevo invento ó ingenio de bierro para en-
eabalgar artitleria en cureñas y ruedas. Por
00 documenlo de 6 de mayo de 4 557, consta
qoe el peso de dos ruedas nuevas de hierro,
dos tablones deid., para una cureñacon sus
teleras, pcrnos y charnelas para fljar dichas
teleras eo los lablones , y á raas un eje de
hierro, fué el siguiente:
Liltrag de
46 opia>.
Las medas de hierro 4,228
U» taWones, pernos, elc -Ij82
^' «je 228
Tolal peso de una de dichas cureñas. 2,633
Consta lambien el peso de otra cureña, que
era de 3,553 libras de 46 onzas, equivalente á
la anlerior en magnilud, pero que era de ma-
dera.
Comparando este resultado con el anterior,
se observa quc las cureñas de bierro, tal cual
»c inventaron, pesaban meoos qoe ias de ma-
aera 94 5 libras castellanas. Las cureñasde hler-
ro eran utilísimas; pero por ser mas cara^que
ias de madera, sin duda fueron estas las únicas
que siguieron usándose.
En pnnto á la peloteria ó baUrio, ya henioii
diebo que lás primeras balas usadas fueron de
piedra y de enorme magnitod, á semejansa de
las qoe lanzaban ias catapuitas antes de ks
piezas de artilleria que las sustituyeron. Mu-
chos picapedicros j^eguian á ios ejércitos pa-
ra labrarlas. Luego se usaron las de plomo;
pero como estas se aplastaban contra los mu<«
ros, se fundieron las pelotas con un alnw ó
dado de híerro que les daba ia consistencia no*
cesaria. A cstas debieron seguir las de metal,
debronce ó de hierro fundido. En Fuenterrabia
y Mallorca se construyeron en una.oca8¡oii de
apuro, pclotas de bierro batido, que se dejaron
por demasiado caras. De Alemanla y de Flandes
era de donde se traia generalmente cl balerio»
para evitar lo cnal se instaló lu fundicion de
Egui en Navarra. El precio de cada bala de
piedra salía á 30 maravedises, y de 6 á 44 ma«
ravedises la libra en las de hierro.
Para la goerra de Gataluñaen el siglo XVU,
se establecieron fúbricas de balerio en MoliDa '
de Aragon y en Liérganes. Las especies de ba-
las qne se fundian éran las siguientes: balas
rasas, de cadeoa, de diamante, de navaja y dc
cabeza de perro. Las primeres se cargaban á
40 maravedises libra, y las deroas á 27 mare-
vedises, precio de fibríca.
Las fundiciones de artillerin, antes de lu
guerras de Granada, no tenian lugar determi-
nado, y los maestros do fondicion y fundido-
res de campanas las fabricaban en dondt mas
preciso era y se tuviesen mas ¿ mano las pic*
zas. Despuesde dichas guerras aparecen yacs-'
tablecidas las fábricas de Medina y Baza, j h¿*
cia el año de 4500 lade Málaga, situada enpa-
rage á propósito para las coslas y presidio^.
Luego se instiiuyó la de Sevilla, y despues de
ia ocupacion de Portugai se iostaló la fundi-
cion de Lisboa, aprovechando los materialcs
de la que ya habia anteriormente en esta ciu-
dad. En Máiaga , Sevilla y Lisboa debicron
construírse ias piezas de bronce en el siglo
XVI. £n4535 se quiso pooer otrafündicion en
Burgos, pero so cree qne no llegó ¿ efectoarse
por enlonces. En Egni, como qneda dicho, ae
in&tiluyó fábrica de petoteria en el año de4 535.
Las piezas se fundian en hueco sin asas
hasta 4540, en que se las añadió fedro Fer-
rafi en Málaga para qne se montasen mas 1¿-
ciimente. Para asegurar elmoldedelánima por
la parte estrema inferior, se U86 ona argolla
de hierro con lies brazos, que se ponian eu
ei grueso dei metal de la culaU, entre el fogon
y el iugar.de la bala, qne se denominaba diee*
tra, la cual , por gastarse de la hcrrumbre
pronlo, y por otras causas , ocasionaba que
ias piezas reventasen.
Sea por estacausa, por ia desigualdad de la
fuerza de las pólvoras, el peso de la bala, ma*
la caiidad y ágrio de los bronces, ó por intro-
dncirse metales campanües y fusiera, los go«
bernadores y aicaides no hacian mas que po-i
dir el reemplaio de mucbas pieas <|uo en wati
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«95
ARTItLERlA
m
aiftillos reTentibtn; p»r lo eual de Flandes y
ilenania se contrataron fondldores, pues en
tttos paises »e hallaba nias adelantado ol ra-
flw de fundicion. J418 fábricas mrjoraron y los
mterinles qne se eropleabao eran de los pon-
t06 y en las cantidadcs slgfUieotes: cobre de
SttogrlH. estaño de Inglaterra. De 8 á 40 par--
IdB de bronce, por 400 de estaño, y 90 á 92 de
cobre. A los fundidoresfie abooabapormenDi
el 3 por 4 00, y en las fibrlcas dei rey á 46 rea-
les ó 544 marafedisés por quintil. Los faQdÍ-
dores estrangeros venian por aaedio de con-
tratas, y i ellos se agregaban como ayudte'
tos. aprendices españoles. El peso de las pie-
zas y cálculo de las cargas en estofi tiempos
era como sigoe:
eiase de pieta.
Pe<o de la plexa.
Peio de U
pelola.
Garga de p61-
▼ora.
i 1 1
Alcaoce.
Caóoo serpentí-
no reforiado.
Canon senciilo.
Medio cañon. .
GO á 64 quiutales
60 id. próximamente. . .
40 íd
36 libras.
36 id.
46 á 47 id.
25 id.
46 id.
8 á 9 id.
6 id.
3 id.
24 libras.
24 i 30 íd
46 id.
46 id.
H id.
6 id.
3 id.
500 i 550 pasos.
600 id.
líedio cañou
serpentino. .
Gulebrinas.. . .
45 4 47 id *. . . .
60 i 80 id
Mas cargi piri
Hfdias cuJebri-
nas
30 á 40 id
mas alcanoe.
700 id.
Sacre
48 á 20 id
400 id.
lalconete. . . .
40 á 42-ld
400 id.
Medlo fálronete y esraeril {eran dé la oondician qu4 lo$ querian haeer,)
En el c^tiiio de Durgos se instruian los
A|H'endieeS de artillero , aprendlendo i tirar,
hMtá qoe Tino do Miian ei profesor de artille-
rla, el docto Jolian Firroflno, en 4588, al coal
éti 458f 86 scfialaron 30 escudos al mes para
qfiié ensefiase 200 artttleros, Itevando su es
eoela á Sevillfl, eomo asi lo blzo, y Itamando
á todos los qtie quisieran aprender (fratis ei
arte de artitlero , gotando los que fueran á la
eftMieta de lós mismos fuerosque los.artitle-
Mb de laii fronteras, de coya escueh, primera
dé ArtiIIerla en España , se hablará mas ade-
littte
Ya qne nos bemos ocnpado de la historia
del eurefiaje, petoteria y fundicion , diremos
tambien algo sobre fuegos artiflciates.
Los fuegos artinolales usados, eran \os si-
gnlentcs: alcancfa^» granadas, borabas, bas-
tones de fuego, lanaas de fuego, otras para
tirar con cafion , otra llamada ingel, y otra
eficadenada.
Las alcanclaB sirticron eomo granadas de
Aino hasta despues del afto 4536, eo que es-
lis se intentáron y usaron en el sltto de kr\éñ.
Eran unus tasijas de barro con cuatro asas, en
etda una de las cuales se oolocaba una mecha
áe azufre qne comunicaba al mixto de que es-
taba rellena la alcaucia, ouyo mixto compo-
nian 10 Hbn» de pditora, por 2 de salitre,
tina de resina bien molida y una de sal.
La granada se hacia con cuatro cuartero-
nei de cafiamaso, i manera de pelota de vien-
to, amarrada fuertemente poruuhilodeacar-
reto, hacléndole cuatro agujeros, qne se tapa-
boB oon Utoqoes, embreindola despues muy
Meb y dindole bafios soceaivos de salitre der- 1
MtfElo y anlkremoUdo, hasUi qm lleoise exao< I
tamente la cavídad del iníma de la pieza ne
debia díspararla. Despnes se le qoitabao m
bitoqucs, se cebabau los agnjeros con pólvora
fina, y al ser disparada, se prendia el mixto
qoe encerraba, y quemaba donde caia.
La bomba era un madero de una vara de
largo, y nuas seis pulgadas de grneso, aserrt-
d(j en oruz hasta tres cuartas de 80 loogttod,
que se vaciaba interiormente y se atrínealM
con varias ligaduras. El hueco se llenaba de
c^pas do mixto y pólvora de nn dedo, ecbat*
do tambieu pelotas como huevos , de mixto,
liasta rellenarlo completamente : se tapabl
despues, iutroduciendo hasla abajo una vari-
lla cilindrica, ae cebaba coo pólvora Ooa y i
una pulgada de la parte delantera se pooia la
mecha. La bombi estaba sujeta A'Ubb latut
por un taladro abierlo eu la pditc raaciza, yoQ
hombre podia Ilevarla eo lu mano. Tambiea se
íntroducian pedazos de vidrio, plomo y alam-
bre picado.
fil baston era semejante, aunque nMé pe-
queño. Su iongitud era de dos brazas y reile*
no tumbien en parte de mixto.
La laiiza dc fuego era Igual A la ordioarta,
á la cual se Ic adaptaba una culza Junto al hier-
ro; e¿ta sc rellcnaba de mixto y se le dat»
fuego por Junlo al hierro por un agHjefo y cc-
bete de azufre.
Tambien se envolvian pedazos dc piedra
en un cafiamaso faertemente, y se embreaban
hasta ajustarles al ihima de la pieaa.
Bstos y los demas mixtos, todos pifecide^.
debleron 8er iaa primeras aplicaeíoned de la
pólvora.
Tambiea eopiaremos algo de la cuerdi*
diecha, por el mucho gmno qae de etla ie biio
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697
AátlLLÉRlA
69¿
^ rame en Tez de la picdra de ehispa y
ifctünesqüehoyseuáao- Duratíte lodo el si-
glo XTI se us6 la cuerda-mecha p«ra todB cla-
se de armas de fuego , costando 20 realcs el
qointal, de solo cocerla.Despues sepcrfeccio-
Bó so elaboracion y se llcgó á arreglar su cos-
teásolos 2 reales por quíntal cocido, en tiem-
pode Felipe II. La cuerda-mecha sc usó para
Ú armas dc fuego {irnenos de mano) al prin-
típio con el bota-füegOf y despues con el $cr-
pintin. Bn el reinado de los reyes Católicos
[tigh. XV) se iutrodujo ya la ilave de rueda
con pie de gato , y á esia se adapirt el peder-
íial {euarzo silex.) La llave de rueda se aban-
donó otra vez, y volvió el serpentin paha los
Ifcabuces, acaso por la coraplicada construc-
tíon de los muelles nccesarios á la llave de
rueda.
Pero en el siglo XVI ya cstuvo deflüitlva-
tt^nte adoptada esta, y siguió hasta nuestros
dias, quedando solo paralu artilleria la cuerda-
necba.
Los catalanes fueron los primcros que en
España adoptaron y estendieron las armás dc
íaego cortas, denominadas pistoíetes'. esiaft
Táriaron mucho dnrantc los siglos XVI y XV H
en lODgitad y caiibres, y tomaron ¿ pVopoN
cion que variaban los nombres de pistones,
earabinas, bi'acarrMrtcs, y en general pedre-
fuiles, nombre derivado dcl pedernal que te-
nlan sus ilaves. K eslas armas llamaron los
catalüues ya cilados xispas ó ehispas, y con
ellas se annaron dcsde entonces hasta el dia
l0£ somfjtenes y mii^cletes,
En nuesirascrónicas delos siglos XI y sl-
gnientes, se encuentran repetidos á cada paso
mil nombres de máquinas desconocidas, que
fodos confirman la certeza del uso de ia artiíle-
ria en España en el tlempo qüe escriblan. Zn-*
riía Iiabla del atamie del castlllo de Albero
WIIO) y dice que de Huesca se hizo traer un
fiínebol, con el cual se arrojaban mll piedras
por cl dla, y nuínientas por la noche. Tamblen
se ciian los atmajaneqües, algntradaS yrfeíi-
^s, en el cefco dc Kequerin (1221), trabucos,
ttiangauel turquesco, mantel 6 Qáta, etc,, etc,
Desde la mitad del siglo XI, en que los
irabes inirodujeron la pólvora en España, se
usó la arlilleria, principalmenle en las fochas
y lugares siguieules, á mas de los cifados.
Btt 1084, Alfonso VI de CastlHa conlfa los mo-
rosde Sadrid. Én 1 1 18, los crlMianos espaflo-
\ti contra los moros dc Ziragoza. En 1148,
contra los ospañoles y normandos, los moros
siíiados en Lisboa. fin 4323, la plaza de Mctz
coníra el arzobispo de Tréteris, duqne de Lo-
Ttna, y e\ rey dc Bohemia. En 1327, Eduar-
do III dc Ingtalerríi. contra los escoceses.
Hacia 4339, los er.coceáes ronlra el castillo
de Slirling. En 1340, los habitantes de Ques-
Bols contra los franceses. En 1342, los mo-
fos de Algeciras cootra los castellanos. Kn
1346, lo8 ingleses jugaron seis piezas cod-
tra los fraoceaes eu la batalU de Grecy, va-
Tias en et sltlo de G&Iais. En 1366, los vene-
cíanos en et ataque de Cldudia'Fossa usaron
ya balas de plomo y pequeñas piezas fabrica-
das de foertes listones de hierro enlazados con
aros del mismo. Por lo qnc respecta á Espaúa,
queda ya dicho que las lomhardas Jugaron en
tos cercos de Madrid, Zaragoza, Tudela de Na-
varra, y sobre Córdoba y Algeciras se arroja-
ron tirbs de Ihieno con faegoproducidopor la
nafía. En 1& époCadeFernandoIVí/ Jímpiaza-
dn rey de Castilla , Jugaron sobre la plaza
dü Gibraltar, qoe fué tomada de los moros,
muchosingeniosy máqninas de truenos, yesto
ya fué el año 4308. Diez y siete añosdespues
dice la crónica de Alfonso XI, el Bueno, que
Ismael. rey moro de Granada, tomódeios cas-
tellanos la ciudad de Baza, lá cual atacó cob
máqninns 6 ingenios, que lanzaban globosde
fuegó ton grandes truenos, iodo scmejante d
lo$ rayoít delatempeslad.
Pero antes de pasar adelante» daremos una
nocioti sobre Una pieza de artillerla parlicular
llamada cómpago, que reune en cierto modo
los terHbles efectos de la mina subterráoea ya
conocida y usada de los romanos , segun ma-
niíleáta eferudito llarin y Mendozaen su BiS'
taria de ia müioia espanola, quediceacumu-
laban azufre yoiros incendtarios, que seapre-
taban fiiertemente en la mlna para producir al
inflamarse mayór esplosion.
fil cómpago, mortero-lombarda, córiao,
cártago 6 cuartago se forniaba dc dos brazog
en ángu lo recto iSalas creeque.los dos brazos
fbesen dos cañones independientes) y este ca-
ñon se llevaba, segun Diego Ufano y otros,
sobre una cureña con ruedas , compuesia de
dos tablasde madera unidas, á cadauna de las
cuales correspondia un brazo det cómpago. Los
siiiadores se acercaban al muro amparados ea
una cspecie de toldo ó blindage que los cubria
de los dardos del enemigo. Asi cubiertoa, ho-
radaban el muro con picas lo suúciente para
enterrar denlro de él uno de los brazos del
cañon, quedando el olro brazo fuera y al ni-
vel de la tierra en donde lambien lo enterra-
ban para que no fuese visto, pero dejando el
oido en Comuntcacion con una guia de pOlvo-
ra que vertian hasta un punto seguro, desde
dondé, pfendiéndole fuego, se comuuicaba al
cómpago cargado y enterrado eo el muro.
Aquel disparaba ó reventaba y el muro se re-
(lucia á rninas. Esíamáqiiina, empero, fuése-
gun pureCu poco usada por la diQcultad para
cl disparo del recodo del cañon, que como
qncda dicho, sc cargaba por la recámara. Por
el tiempo en que esta picza fué usada ya se
conocia y Usaba síempre la fundicíon en solo
iina pleza de la artillería en vez de la pieza
irulependlentede larecámara, ya en-desuso.
La invencíon y puiilos dcfundicion se pierde,
en cuanto h su orígen y primeros ensayos.
Todas las piezas dichas eran de distintos ca-
libreé; püéS ^ue los bolaños se labraban se-
guu h cavldad de cáda pieza.
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699
ARTILLERIA
700
Cuanto bemos dicbo bc reQere á la bistoria
oscnra de la artiUeria, que alcaoza desde 1a
aplicacioD de la pólvora é introduccion por los
árabes basta 1a roitad del siglo XIY, en que
empczó á estcnder¿e en Eitropa el uso de
clla. En 'el siglo XY la artilleria española
era ya mny conocida y de grandes calibres.
En el archivo de Siroancas existe, entrc otras,
una contrata de reparacion y construccion con
niaestre Jácoroo, año de 4 430, en que se ajusta
la construccion de dos borobardas de cobre
que lanzasen piedras de 5 quintales j otras
dc roenor calibre. Los señores tenian artille-
ria en sus castillos. En ios sitios de Málaga y
Baeza y en las guerras dc Granada se usarori
grandes lorobardas, algunas de las cuales con-
serva nuestro museo de artilleria. Algunas
lanzaban pelotasde420 libras. Antes de la
fuudicion de Hálaga existió otra en Baza: los
malerialea de esta sirvieron en gran partc á la
de Málaga; unas piezas eran constmidas de
liicrro & martillo, otras de cobre, (á que lla-
maban piezas de metat\ y otras de metal de
campanas. En este tiempo debieron dirigirlas
fundiciones algunos oficiales , cuya organiza-
clon se pierde á principios del siglo XVl. Fran-
cisco Ramirez, de Madrid, era en 4478 obrero
mayor de tos alcázares de Sevilla y sus atara-
zanas. [Luego en las guerras de Granada fué
capitan, gefe y director de la artllleria.
Dcspues de las gucrras de Granada la arti-
lleria se reorganizó y su instituciod fué ya
mas forroal. Se nombraron para su ministerio
particular, veedor, pagador y procurador. En
Baza y Medina cxistian fundíciones de artille-
ria y dióseles un gran impulso. Se fundó des-
pues ladeMálaga.
Aunque no dcQnitiva y sólidaroente consti-
tuida aun la artilleria, tuvo ya desde el citado
Francisco Raroirez de Madrid un gefe prínci-
pal, cuyas atribuciones principales, si no tan
estensas, eran semejantcs á las de (os direc-
tores actualcs del arroa. {Véase oficiales y
TROPA DE ARTILLERU.)
La artilleria se coosideraba entonces como
una cosa pertenecieote al patrimonio real y
como cosa propia de S. M.; pero desde Tade-
ño de Génova y Mlguel de Herrera (año de
4628) secolocaron ya al frente de esta arma
gefes de alta graduacion y coocepto, lo cual
prueba cl lugar importante que la artillería
íba ocupando. En iiempo del gefe distinguido
de artilier ja don Juan Manrique de Lara, año de
4 55 1 , se adelantaron muclio las fundiciones y
se usó una nueva construccion de artilleria
acaropanada , que se desecbó muy pronto y
boy no se conoce. En 4572 los individuosque
coropouian la artillería eran ya deslgoados
con c.Iara distincion de eropleos, segun se de-
dncc de la cédula de capitan general del arma
dadaádou Francés deAlava. Enesteüempoera
coando Felipe II sc dedicaba á mejorar el esta-
do del ejército > se dió la primera ordenanza
del arma particular al capitan geoeral, la cual
forma boy parte de las vigentes. Del contesto
de estas instrucciones se deduccn las ca$atde
munieion, que entoncesbabia, y eran lasocho
siguientcs: las de Burgos, Pamplona, Fuenter-
rabfa, San Sebastian, Málaga, Cartagena, Bar-
cclona y Perpi&an, que eran todas plazas &i
costas y frouleras, para pruvecr á ia armada y
al ejérclto. Se deduce igualmenle de eslas ins-
trucciones que habia coíías de municion y bo-
/erioen Gerdeña, Matlorca y la Goleta. Qoe
babia fábrica de salitre en Tembleque y otros
puotos. Qiie en Burgos existian 60 arti-
Ileros ordinarios retevindose cada coatro
roeses y permaneciendo los ocho rcstantes
dci aúo en suscasaá. Se prerenia que doce ar-
tilleros residiesen en Málaga y que previDieie
los que Juzgase necesariosdichocapitau geae-
ral en Gidiz, Gibraltar y otros puntos. Tam-
bien se deduce de este documento que en dicho
añode IS'?^ ya existian cuatro tenieutes de
capitan general, de los cuales uno residia ea
Burgos, otro en Paníplona con el distrilo de
esta plaza, y las de San Sebastian y Fuenterra-
bía: otro cn Málaga, que comprendia i Carta-
gena, Cádiz , Gibraltar y demas puntos del
reino de Granada; y el cuarto en Barcelooa,
que coroprendia i Pcrpiúan, Rosas y castiiiofi
de las fronteras.
El número dc tenieotes sc f ué aumentando
con el tiempo, crcándose en Lisboa dcspues
de su ocupacion, en Aragon en 4 592; en otras
partes y en la armada despnes. Ea IS de
marzo de 4 574 se dió el citado don Francésdc
Alava, otra inslruccion de la cual se dedace
que en Guipúzcoa y Yizcaya se construian ar-
mas y berramientas para el ejército. Qae I08
salitres se recogian en el prioralo dc San Jaan.
Durante el mando dceste don Frances de Alavi,
que fué el primer capilan general de la artille-
ríaen el eJércitodePortugal, se establecióca
el mismo departameuto un lenienle de capita»
general, mucbas mejoras eu todo el ramo ea
España y la. casa de monicion en Lisboa. En
tiempo de su sucesor don Juan dc AcuñaYela
(desde t58G) se montó la fondiciou de cañoDes
én Lisboa, y este digno capitan general trabar
J6. aunque infructuosaraente, para el establed-
miento de escuelas pricticas y teóricas del ar-
ma dc artilieria.
Scntado todoesto.v olvamos á tomarelhi-
lo de nuestra historia, dificil por los moobos
datosque detautas obras rennimos, y masqoe
todo por la oscurídad de la prímera época de
la artillería.
Las primeras piezas de artilleria en el m-
glo XJV, fueron los/a/ootietes, piezaspequeóas
usadas en todas las foríitlcaciones* Los prime-
ros couocidos en España se guardan eu Dues-
tromuseo de artillería, yson toscos y dehier-
ro dulce; perolos queexisteo delos aossiglos
siguieutes son de fabrica mucho mejor, lo coal
pruebaqoedurante este tiempo la artilleriaade*
lantó considerablemente. EI método defundicioQ
en esta época cs poco conocido; pero debió ler
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lOi
AtlTILLERÍA
702
laboradacioD delos/híooiielefelprocluctode uq
asidoo traba]o, pues todos son ya de uua sola
pieza. Kd vista de nucstras antíguas recáma-
ras y por otras consideraciones se cree que los
calatines postizos de ia artilleria, cuya iaven-
cion se atribuyen los franceses, debe pertr;-
oecer á los españoles. Estos falconetes giraban
sobre un cje vertical para apuntarlos á donde
convenia, y los que hoy se conservan tienen
Spies de longitud, 6 pulgadas de diámetro
por la parte del oidoy 3 por la del cuello de
la boca, dc lo cual se infiere que la superficie
esteríor de las piezas ya entonces se estrecba*
ba gradualmente desde la recámara hasta ta
boca. Los falconetes del siglo XV foeron ya de
bronce y ée 5 pies de largo por 3 y medio y 2
y medía polgadas de diámetro en la rccámara y
bocarespectivamente. EnelsigloXVIfueron los
faíconetes de bronce ó de hierro indistinta-
mente, salian perfectaraente traba]ados y lle-
^aban bien grabado el nombre de sn autor y
época de fabricacion. Su longitud era variable;
pero todos calzaban bala de 2 onzas; pues sus
ánimas eran cilindricas de igual diáraetro y
solo variaba ei espesor de la fundlcion.
I.os fusües de muralla con cnlatines posti-
20S, invencion atribuida á los franceses , fué
usada eii España á principios del siglo XIY,
los cuiles debieron ser abandonados por los
de una sola picza, quc necesariamente se fan-
dieron á (ines del siglo XV. El cargar por la
recámara se desecbó en esta época en virtud
dc I9 nucva fundicion de la artilleria de una sola
pieza.
Despues de todos estos adélantos apareció
una pieza de poca estimacion, nue fué pronto
desechada, ála cual se Ilamo pndreTo, cuya fi-
gura era cónico-truncada por et estilo del oóm-
pago descrito, pero que, á la inversa de éste,
Devaba so oido y recámara cn la parte estre •
cha, en donde enlazaba una argolla para suje-
tarlo'al disparar. Obtuvo poco ésito.
Despties se inventaron los mosquetes de
mecha, por cuyo medio cada soldado llevó ya
ona máqiiina independiente. Estos se difcren-
ciaban muy poco de la caja y earUm del actual
Ibsil, sl blen por ser mas pesados exigian una
horqiiilla para ser apoyados al disparar, por
los mosqneteros que los llevaban. Llamábanse
de mecha por llevar una de estas eccendida,
preodida en una rueda, á la que se hacia ro-
dar por meüio de uo tíador y conducia la me-
cha á la cazoleta, en donde la pólvora ardia y
producia » como ahora en los fusiles, el dispa-
ro y esplosion. Se inventaron ó se usaron la
primera vez estos mosquetts por los reyes Ga-
tólicos, en el sitio de Granada, año de 4 494 .
El guarda-almacen det ejército daba á cada
soldado el plomo ó estaño necesario y cadauno
de estos bacia por si las balas para su mosque-
te, por cuya razon los proyectiles siendo in-
formes , los tiros entonces eran muy incicr'
tos.
Et orgiillo feodal de aquella época creó
luego una especie rara de artilleria. Los reyes
y grandes señores, en alarde de su poderlo y
rlqueza, acumulaban grande copla de mate-
riales para la fundicion de algunas piezas
grandfsimas, en cuyos cascabeles hacian flgu-
rarcabczas horrorosas de animales ftíroces, y
á las cuales dieron nombres de áspides, baéi-
UscoSt dragones, culebrinas, serpientes, etc.
Estas eran arrastradas sobre los carros que las
c^nducian por trcinta y mas pares de mulas, y
con ellas artillaban los puntos donde mas con-
veniente les parecia el terror de sus ene-
migos.
Las grandes piezas antiguas eran arrastra-
das sobre polines por rauchos bueyes y á la
pólvora y balas se llaraó hasta rouciio despues
municion y peloteria.
Gárlos I, (V de Alemania) terminada ya la
gnerra deloscomuneros, hizo su entradatriun*
fal en Valladolíd con setenta y cuatro falco^
netes, tiros y trabucos, arrastrados por siete
pares de mulas cada pieza.
Todas las piezas descomunales del si-
glo XVI, que arríba hemos descrtto , se com-
prenden hoy bajo la denoraínacion general de
culebrinas y las mas memorablcs fueron las
signieutes: Elserpentinde Málaga, San Juan
deAlmarza, La Victoria. La Pimentela.Nues-
tra Senora de Guadalupe (se fundió cn el sl-
glo XVll), y Gran tiro doDio. Solo laprímera
que estaba en Málaga, pesaba 150 quintales y
calzaba bala de hierro de 80 libras. La segunda
estaba en Mazarquivir, tercera y cuarta eo
Mílan, etc.
tn estos tiempos habia en Málaga una es-
celente fuudicion, que dió piezas de todos ca-
librcs á los cjércitos españoles que pclearon
en Flandes , Milan , Lepanto , el^*. En esta fá-
brica se fundló el famoso Serpentin de Mdla'
ga, y existió en e1 lugar á que hoy se dice
Atarazanas,
Pero tantas piezas de tan diflcil trasporte
por su escesivo peso y de tan dificil abasteci-
micnto por lo respectivo á la peloteria, que no
hallando un calibre dado tenia que ser cons-
tniidaconespecialidad para cada pieza, lapoca
influencia moral qne ejercia cn los hombres,
ya mas ilustrados, la mayor ó menor longitud,
este ó aquel nombre terríble de cada tiro,
oblígaron á reducir en cada naciou los cali-
bres de las piezas á un número detcrminado,
el cuai sirviese de norma al calibre que habia
de darse á los proyecliles. Y asi fué que el
rey Felipe 111 en 4609, mandó rcducir en sns
reinos todos los distintos calibres que liabia,
á los cuatro únicos siguíentes.
Cañon debateria: de 40 libras de bala, 48
calibres de longitud del ánima y 63 á 74 quin-
tales de peso.
Medio cañon: de 24 fíbras de bala, 4 9 ca-
libres de ánima y 44 ¿ 42 quintales de peso.
Cuarto de cañon: de 40 libras de bala, 84
calibres de ánima y t3 quintales dc peso.
Piezasdecampaña: áe 5 libnus de bala.
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703
A^miKRU
n
32 caUbres de inima y 24 á 25 qoiptales de
peso.
En el añp 1739 Ia9 cargas de pólvora ae
regularon segtin el calibre y objeto que se tra-
t^ba de batir . £n este tiempo se empezó á traba-
jareii Francia para la separacion de laartiMcri^
de $itio y de campaüa. Las piezus de campaña
fueron y bqb ordinaríamente de brpRce y dc
los calibres de 4, 6, 8 y 42 fíbras de bala. La
artilleria de ^itio y la de plaza son de los ca-
libres SQperiores de 24 y 36. En 1782 se usa-
ron por primcra vezlqs baterias (lotantes, in-
sumergibles é iucombustibles, contra la plaza
de Gibraltar. En 1792 se adoptó en Francia la
artillerifi morUada, que organizó Federico el
Grande de Prusia en 1759.
Pero Tolvicndo á la interrumpida bistoria
cronológic^ de la artiilori^ de i|ue$tra palria,
antes advertiremos que en los tiempos anterio-
res í- 1609 se abandonaron rauchos ingenios
de arlilleria, algunos dj& \os cuales y%ms á
referir.
Uno de estos ingenios era compuesto de
tres cañones que» tenieodo tpdos una $ola re-
camara disparaban á la vez, si bien el cajáon
del medio lo bacia algunos minutos despues
con mas estr^pito y egirago quc $i4s dos adlá-
teres, por el mayor calibre que se le daba.
Otro iugrnio se conoció, que era uua rueda
horizontal en cuya Qircunferencia $e aju$taban
ocho caiíones. Esta rueda gíraba sobre un fuer*
te pivote que la sostenia en su centro y se
clavaba eo tierra. A la rueda se daba vuella y
al ir cn su revolucion presentando al enemi-
go los cañone» de su circunferencia » estos
eran dispara/ios mientras los demas se carga-
ban. Otroingenio consistia en una disposicion
semejante á la anterior, que en vez de te«er
ocbo cafione^ IJpyaba seis pequeáos, sujetos á
un fuerte y graa Qoao cn vez de la rueda del
anterior.
Pero estos y otros ingenios fueron tap po-
co i'itiles, que los mismosestrangeros, que en-
tonces tomaban todo de nosolros para crear
una bríllaute artilleria, los desdeñaron y no
recogieron. En un manuscrito latino que obra
en la biblloteca dcl Escorial desde la fundacion
del monasterio, se contienen los dibujos y clara
de^cripcion de estos y otros ingenios de arti-
lleria poco conocidos.
De los antiguos tiros artiQciales solo se
osa hoy alguna vez el petardo^ y esto para
abrir alguna puerta, barrera ú otro no grande
obstáculo, disparáudolo sobre este.
Desde el siglo XV el arma de artillería fué
perfeccionándose considerablemeate.Los mon-
tajes en que se montabaxi la;5 lombardas y
demas piezaa al jugar, se sustiluyerou con los
afustes de güalderas en que se apoyaban los
muñones adaptados en lafl mismas para el
efócto, y esta meloca proporcioaó el mas f4cU
arrastre de laartiUoráasobre ruedas, elahorro
de gente para traaportarlas y la facilidad de
apontarlaspic^aaieQte oQuwaíqiuera dircíHúpn.
EI eslado preciiada de la «rliU^ eramf
gue sufíciente para destruir y espantar lasia-
íormes multitudes en loscomba^es; pero cuafr
do la discipUna y el saber fué trayendo alarte
m'.Iítar el órden regular en la edad feodal, la
arlillería tuvo que orginizarge bajo una ticti;
ca C'special adecuada á los adelantos de aque-
lla y cada uua dc las subsiguicntes épocas.
Ya antes del año 4609, cn que losealibre«
se marcaron, las píezas de mayqr cabidaeraa
sicmpre reunidas generalmente para trabajar
y disparar sobre el centro. A las piezas lae-
díanas Ilamaban de cam/xiña y las dividiau ea
dos seccioncs que solian jugar una á cada ala,
y alguua vcz ambas con La infaAteria. Los
patconetes Jngaban en los flaucoa del ejército
como artilleria ligera y seguian á los arcaba-
ceros á las cargas para abrir brecba ea las
raasas enemigas, en lo cual daban muy boc-
nos resultados.
De esta época datan los tiros de metralla,
usados por primera vez en la batalla de iían^
nan entre suizos y franceses el año 1515.
Hasta aqui (.«iglo XV]] todos los inTenlos
nuevos en la arüllería y cuanto desdeeste si-
glo se invenló cn ella hasta nuestros djas,
solo fueron modificaciones y perfecciones da
cuauto ya invenlado estaba.-
Los cuniciUi de los romanos, las minas,
conocida ya la pólvora, recibleron un graode
incremento, siendo la primera de pólvora qoe
sc usó con mucho exito, en los muros de ii'
poles (torre del Huevo), puesta en accion por
Pedro Navarro, ingeniero cspañol (11 de joDÍO
de 1503).
Pero Ilegó en el siglo XYl el reinado de
Cárlos 1 (V de AleniaHia) , cuya entrada en Va-
Iladolid qucda referida, y la artillería SQfrió
una gran paralizacion en sus progresos por á
decceto que este rey dió de volver á fundir li
arUIIeria de muy gruesos calibres, para que
sus balas no pudieran recogerse y servir á las
piezas del enemigo y ofendiesen mas de lejos
y mas pronto por consiguiente. De nosotros
rccibian entonces los demas paises el prin*
cipio de todos sus adelantos , y este nuestto
retroccso iufluyó cn la artiUeria de todas las
naciones europeas , como se habia echado de
ver. Asi siguió nuestra artilleria, basta queea
cl reiuado de Felipe lil se marcaron otra vez
sus distintos calibres4al como en la esencia se
usan en el dia, ú bien perfeccionados con los
adelantoshechosdesdc entonces.
Ya en esla épcca habian inventado los
obuses los españoles {antes del siglo XVI y no
en el últiroo tercio del XVII como sopooea,
y con eUos las naciones del Norte), y losobii-
ses tenian de longitud dos pies y medio de
recámara cilindrica, y los muüones cerca de
la niedíania háoia la boca y en la f^ja aUa.
{Lechuga^—Discurso dt artiüeria, pubiioad^
en leil.—C^sor Firrufino.—^Perfectoarti^
llero en 1626.) Dichosobases disparaban balas
baecas y gcaoidas; estas eran igiuJei á te
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Itt
AftttLLEMJ^
706
qne dfsparan ncmstros obases actOBles. Cl mor -
tero tambíen estaba ioTciitado y se usó la pri-
mera rez el año 4484 en el sUto de Ronda
porlosreyes Católicos. {Memoriaítilüsiradas,
preseotadas en el 8i|^lo XIX á la Academia de
la Hístoria. en Espada.) Los españotes en las
gnerras de Flandes nsaron los morteros y dls-
pariron homba$ en i 588, con todo lo cual se
reslituye á nuestra patria el lionor qne algunos
iBleotaron usnrparle, escribicndoqueen 1529
feé la primera vea qne se osaruD bombas y
esto por los turcos en el cerco qae pusieron á
Rodas.
£1 maríscal de Sajonia inventó la amuseta,
qaesirTió (aunque luego se abandonó), en los
parapetos princípalmente. Podiaesta pieía ser
trasportada por tres bombres, estaba flja en su
c^ja, secargaba por la recámara, y tenia cin-
eo píes de tongitud.
Eq 4756 86 adoptó en España on nnevo re-
glaioeDto de balerio, vientos y calibres.
Tederlco et Orandc^ en 1759, dió su prime-
ra orgaaizaclon á las baterias de artilleria i»->
gera, cnya utiüdad la bace hoy necesaria en
todo ejército.
£( marino espafíol Rovira inventó y< per-
feccionó á flnes det sigfo XYIII, y principios
del XIX su sistema de artillería de grandes ci-
libres, para arrojar proyectílea buecos hori-
zoatatmente.
La arti/Heria á taballo se organizó en Fran-
cia el año 1792 como qneda dicho.
£q 484G el capitan general español de la
annada, don Joan Roiz de Apodaca, conde del
Tenadito, nsó con éxito en la gnerra deHéjioo,
nn cañon que se cargaba por la culata, inven-
tadoporél.
En 1819 se probó en Madrid otrocañon que
tambien se cargaba por la culata, invenlado
por e1 general de artilleria Navarro Sangran.
En 48^2 el comandante de artilleria fran-
cesa Paixhans, publicó su ststema de cañones
bomberos imra lanzar granadas en sentido bo-
Tizontal, seoiejante al de Rovira, pero perfec-
eíonado.
En4832, 4835, 4839 y 48U, sufríó el
CQerpo español de artillería, varias modifl-
caciones, hasta qne en 4843 sereformó como
sem,
Aun caando se ha nsado tanto en nuestra
época como en los siglos anteriorcs, el trasportar
en alganas ocasionesáiomo piezas ligerasde ar-
tiilerla, no se ha perfeccionado y regutarízado
este sistema hasta bace pocos años. En Espa-
ña en doode por coofesion de los mismos es-
trangeros, se ha llevado la artillería de raon-
laña á nn grado de perfeccion estraordinarío,
y creadas conio permanentes las brigadas de
monfiiña ó de á lomo en 4839, han sido arma-
das sus baterias con obuses de á 5 pulgadaa,
y Henado en noestro pais con esceso, cnanto
de ellas se ha exigido.
En 4849, los austriacos sitiando á Yenecia,
ensayaron eon mal éxito e1 lanxar bombas iih
484 inilUOTlfiCA m*llLiUl.
eendiarías sobre la plasa por medio de globos
aerostáticos.
Ademas de todos los dichos y otros ade-
lantos, se han becho modemamente algnnof »
que iremos dando á conocer por su órden en
los slgoientes artlculos. Lo qne quioran sa-*
bef mas detalles, pneden acodir al Memorial
kistórico de ia artiüeria de Salas.
E3taes,pues, lahístoríaen general de laar-
IIMerfa. PorellavemosquedesdeelsillodeAlge*
ci rafi ( 1 342) en que la historía habla esplicitame»
te de los cañones (ira6e$ porprímeravez, mn-
ehos de losifiventos principales que se hieieroa
en ella, se deben á los cspafíoles, qoe precisa-»
mente desde los reyes Gatólicos, en que aquella
arma empez6 ¿ usarse mas, fué coando imptt-
sieron sn dvllisacion al mundo.
ARTILLERIA. (oficialbs t tropa dc) Va«
mos á dar alganas noticias bistóricas sobre el
aniiguo persooal de ariitleria. Ya hemos dioho
eomo la maquinaría foé servida entre loa ro«
manos, y despues entre los españoles. Tam-*
bien queda cspresado el gran embaraao quo
caosaba en nn príneipio elserviciode las Mfn*
bavdas, porsn mucho peso y dincil trasporte.
Pero al paso que las toscas cureñas antignas
fneron sustituyéndose con los afostes, y loego
con las cureñas rodadas, al paso tambiea qua
las fundlciones y fábrícas ftieron adelantando,
y por conslguiente perfeoclonándosela artilte*
ria con tantos adeiantos, el persooal delos que
la servian foé tomando ona organiBacion mas
completa hasta el bríliante estado en que boy
se halla.
Antes del sigk) XVI, y desdeet año de 4 47S
eo qoe foé declarado permanente en Espafia
olcuerpo de artilleria^ era casi todocompues-
to de paisanos, y constaba: 4 .* de nna secdoa
especial de contabilidad, compoesta de confa-
dfires, pagadores y mayordemos, cuyas obli-
gaciones eran igna es á los que deserapeñao
hoy eslos cargos: t.^ de nn tribnnal especial
dejusticia, oompuestode nnprf6o$/e,algunos
subalternos de la ctase de oflciales, y algonos
soldados, qoe vigilaban en ias bataliuel buen
t^den y servicio de los aríilleros.
fil cuerpo propiamente dicho se compoBia
de las ^guientes olases:
Un capitan general de artillería.
Dos tenientes generales.
Gierto número proporcional de genUtes»
hombfes, qne equivalen ¿ los actnaieB oOciaies
del arma.
M. de condestaldes, qoe son los sargeotos
y cabos actoales.
Conductores, se llamaba i los oflciales y
sargentos.
Artilkros,
Petarderos 6 maestros de petardos, sol»
dados escogidos para disporaríos.
Marineros f cmlafaUes (pootoneros actua-
les), los que goar4abao tos pnenles^
Minadores, IgualeseBuntodoátosdebof
eD ti eoerpo de iogooieros.
T. III. 45
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707
ARTILLEBIA
708
Gastadores, como loBactaales iban delaDte
para allanar obstáculos.
Harnicures, qae no siendo soldados, aya-
daban al artillero cn sas faenas.
Obreros, (zapadores actuales), que se ocu-
paban eu las minas y fortiflcaciones, etc.
Furrieles tnaycres y menores, que dlspo-
nen los parques y alojamientos como nuestros
actuales aposefUadores,
Tenderos^ los cuales debian armar y desar-
mar las tieudas para las mnniciones, para el
general, elc,
Gü-maestres mayores y menores, los ao-
taales capataces de fortiflcacion.
Ingenieros, oflciales encargados de dirígir
las fortiflcaciones.
Tracistas, oflciales empleados en dirlglr el
servicio de las piezas.
Para lograr plaza en el cuerpo de artiUeria
los aspirantes eran (examinadoá por los genti'
leS'lunrthres, si pretendian entrar en las clases
de tropa. Este exámen versaba sobre el cono-
cimiento de las piezas, modo de conservarlas,
apontaral blanco, elu.,y noera riguroso. Los
que aspiraban á plazas superiores desde fur-
riel arriba eranexaminados por un oficial ge-
neral del arma, y con todo rigor, sobre mate-
rias de mas estension. El que salia aprobado
de sn eximen reclbia el nombramiento de su
empleo, y cumpUdo su serficio podia reen-
gancharse ó servir á un rey estrangero, sin
mas exámen, presentando su despacho. Tenian
los artilleros buenas recompensas, sn orde-
nauza, contabilidad y jnzgados especiales, y
no podian revelar ¿ otroa sin órden de su gefe,
eosa alguna del artede artilleria, lo coal cum-
plian bien para conservar sus locrativaE plá-
zas. Los artiUeros generalmente no eran sol-
^ dados y solo si hombres contratados. Por eso
no podian coger boUn, pero tenian otras me-
Jores ventajas. Guando la arülleria Jugaba so-
bre una plaza arUllada y esta era ganada, se
imponia á la guamicíon el rescate por dinero
de las piezas tomadas. Todo el valor del res
cate se repartia entre los arUlleros que se ha-
llaban en el sitio. Lo mismo s^ üacia con las
piezas cogidas en el campo de batalla, en cu-
yo caso, el rey mismo las compraba y graU-
flcaba asi ¿los artUIeros. Gomo la mayor par
te de estos no era militar» acompañábalos
siempre alguna fuerza del ejército, que escol-
taba las piezas; casi siempre ^esempoñaban
este scrvido los gastadores del ejército, cnya
comision se consideraba como muy bonrosa.
Los tlros de las piezas se contratabcn en
este tiempo ysepagaban del tesorodel ejércí«
to. En las batallas se colocaba la artilleria an-
Ucipadamente, y los tiros se retiraban, para
acndir sin embargo en trance de necesidad,
aunque casi siempre en los apuros se traspor-
taban ábrazo las pfezas, que entoncesno eran
de gran peso, al menos las de campaña. Este
f tté el personal del coerpo de artillería espano- 1
la hasta elsiglo XYI e&qnellegó á oompoMr- 1
se dc tref eapüanes generates, nno pan cida
uno de los ejércitos en España, Flandea élU-
lia. Las atribuciones de estos gefes (las cuales
diremos despues), eran muy parecidas á lu
que hoy goza el director de esta arma. Cadi
ono dc los ejércitos dichos, tenia dos ó tres
tenientes de capitan general del arma. Sus
oblígaciones erán las de mandar una grao
seccion del arma que tuviese que segregarse
del ejército. A los oflciales actuales del arma
de arUIIeria llamábanse entonces gentüeS'
hombres, y á cada uno de estos, distnbuidos
segun el número de plezas ea cada ejército,
correspondian tres de estas con la correspoo-
diente dotacion de condestables y arUIIeros.
La denominacion de oflciales se dié ¿ Im
maestres y oflciales que, como hoy, serviao
entonces en las maestranzas, derivando aqoe-
iia palabra de ofido. k\ cuerpo de oflciales se
agregaroo despoesloscaporaíes, deloso/ícioiet
citados se distinguian los verdaderos faculta-
Uvos con la denominacioo de ofieialespreemi»
nentes. Todos los oflciales /úndidores, herre-
ros, haclieros, etc, gozaban sueldo de60 ma-
ravedises diarios, cuyo sueldo les fué despoes
aumentado y mas ¿ los fundidores, que enn
el ramo principal de laarUlleria.
La tropa aoUguamente se hallaba dividida
en¿om6ar(feros, pqlvoristas, tiradores, orH'
üeros y ayudantes, y distribuida en las tres
clases siguientes: 1.* artiUeros de pUats y
fronteras: 2.* arlHleros ordinarios: 3.* orfí-
Ueros meritorios.
1." Glase. Los capitanes generales del ar-
ma proveian las vacantes de esta clase, que
era inamovible de los puestos que guaroeda.
Segun la importancia de estos eran mas ó me-
nos grandes los sueidos de esta clase, que en
permaneote.
2.* Glase. El capitan general proveía y II-
cenciaba esta clase, quc se componia de sol-
dados voIunUrios escogidos enu-e las com-
puñias de infanteria, cuya saca no podian im-
pedir los capitanes de ellas. Gada cuatro me-
ses era relevada una escuadra, que siempre
residia en Borgos.
3.^ Glase. Artilleros meritorios, De los ve-
cinos de los pueblos, que eran ya oflciales át
regla y comp¿s, y que querian alistarse en la
arUIIeria, se formó esta cla&e« en donde goia-
ban losaüstados desde su entrada el fuero mi-
litar y preemínencias del arma; aunque no
sueldo. Asistiaiv¿ las batallas y siUos con la
artilleria, para que Ipego de iostruidos sofl-
cientemente, cntrasen en los ejércitos ó amü-
da ¿ servir de oflciales en las dos aateriores
clases gozandodel sueldo desde entonces. Mas
de cincuenia meriíorios exisUan en ll¿laga.
Los sueldos de los arUIIeros eran oiayores
que los de la infanteria, peroes seguro qoe no
bayan escedido durante el siglo XTl de 18 á
26,000 maravedises.
LosartiUeros residian ordinariamente en
la cUidadde Bnrgos» de doode, por la
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709
ARTILLERU
140
de las pagas y negarles e1 poeblo alojamientos,
m saticron á Tivir en los contonios con on
real diarío qoe las justicias les adelant«ban
eoD el descoento correspondiente al redbir aos
pagas. Guando eato socedíó eran 60 los arti-
Ueros qoe habia en Borgos.
Este era el estado del coerpo de artilleria
en el sigto XYI. Para dar ooa clara idea del es-
tado é indole de este coerpo en aqoella época
eopíaremos algooos datos de los apuntamien'
to$, (estraclados en el arcbíTo de Simancas). da-
dos para redactar ona instroccioo , al capitan
AndrésBiezraa, en 4584, qoe debla mandar la
artilleria dc la espedicion al estrecbo de Ma-
gillanes, la coal no se Terificó al fln por ias
iTerías qoe sofrió en la navegacion.
En díchos apontamientos se prescribia qoe
Ao'Irés Biezma habia de levantar á soeldo de
S. M. H artílleros y 24 a/odantes, on maes-
tro carpintero de blanco con dos ayodantes, ou
maestro carplntero de lo prieto con otros dos,
y on maestro herrcro con Ires, señalándoles
loeldo segoa ei ponto en donde debían re-
sidir.
Los oflciales de la casa de contratacion de
Indias debian dar 42 arlilleros, de los del
tereio y escuela de aqoella ciodad ó los que
podíeran completando el número sobre estoi».
Qoe no se tolerasenvicios de religion, con-
testura y condocta, y qoe los viciosos sc sos-
titoyesen con alistados aptos.
Qoe las vacantes se proTcyeran con espa-
ñoles aptos, y qoe el Tcedor y conlador asen-
tase á estos por so norobramiento ; pornue el
recibirlos ó despedirlos babia de estar éucar-
gado á dicbo capitan, como sucede con los de
igoal clase en ínfanleria.
Qoe á los soldadosde infanteria, qoe qoi-
sieren serrir en las Tacantes, no se pnsiese
ímpedimento por sos capitanes ni por los go-
bemadores de las plazas qoe goarneciesen.
Qoe de los crlmenes de los artilleros po-
diese dicho caqltan dar parte y acudir al go-
bemador de coalqoier fuerte.
Qoe se apontasen en los sueldos de los ar-
fiUeros las fallas de los foertes sin permiso.
Qoe 80 hicieran cobertizos de madera para
la«Ttílleria y cabalgamentos contra el sol y el
agoa, y descansaderos para las piczas para qne
no atormentasen las cureñas.
Qoe tUTiera proTision de madera seca para
las compostoras de las coreñas y aprestos qoe
se deteríorasen.
Que como el dinero en estos reinos se dis-
trtboia por el capitan general ó sus tenieutes,
te advirtiera á dicho capitan Biezma de donde
lo tomase y como dcbia administrarlo.
Qoe las armas, pólTora, cucrda, plomo y
demas útiles se abrigase y coidase bien.
Qoe de los dicbos 24 artilleros escogiere
para eaparal de todos al mas apto, y qoe to-
Tiere dos ejercicios cada mes flgoraodo le car-
ga para no gastar pólvora como se hacia en
flganaa plans*
Ooe aai eomo ae haoia en todas partea de
España, el capitan Biezma se posiese ¿ las ór-
denes del gobernador del ponto en donde se
hallasc.
Apunlamiento último. Qoe el capitan pu*
diesc lloTar ¿ las Indias ona esclaTa y coatro
criados qoe decia necesitar para so serTicio.
Estos apontamieotos dan ona idea bastante
lominosa del estado de la artilleria desde sa
creacion y dorante el siglo XVII basta las re«
formas modemasqoeen él sehicieron.
Ca¡ntane$ generalen, Las principales atri*
buciones del capitan general de artiüeria de-
bian ser: regolarisar la admioistracion y lle*
Tar la coenta del material, íhndiciones, apres-
los de armas y casa ó casas de monicion: flr-
mar las nóminos y libramientos de los pagos
y haber qoe todos obserTasen 4a8 instracdo-
nes y cédolas qoe emanal)an de la aotoridad
real en todos los dlferentes ramos. Dedúcese
qoe las instracciones qoe recayesen sobre la
artilleria no debian entonces ser mochas, poes-
to qoe el capitan general no tenia ayodantes y
solo qoisá on secretarío.
En las listas anoales dol coerpo de artille-
ría constan algonos nombres relatiTOs ¿ cs-
ta épooa y de los coales no se halla docomen-
to algono. Nosotros copiamos ¿ coutinoacion
la relaoion de los qoe coostan como oflclales
directores del coerpo de artillería desde el
sigloXV.
Desde Hasta
DÍegoRodrígoezZa-
pata ( encargado
del aríillería.). . 4406 4407
Fernan Gotierrez de
Vega. (id.). ... 4407
Micer Domingo Za-
carías, (maestro
mayor del artille-
ría española). . . 1475
Ifaestres Alfonso y
Tom¿s B¿rbara
(roaestros lombar-
deros) 4477
Francisco Ramirez, dé Madríd, obrero
mayor desde 4478
Comendador de Tortosa, Mosen San
Martin, capitande aríilleriaen. . . . 4604
Diego de Vera , capitan de artllleWa
desde 4487, gefe dela artilleria qoe
llevó Pedro Navarro sobre Oran en
4509, pasó ¿ Bogia en 4540; mandii
la artiHería del ejército de NaTarrs
en 45t3, pasóla ¿ Francia crazando
el Pirinco; mandó la espedlcion con-
tra Omich Barbarroja en Argel, año
de 4 54 7; mandó la resenra del cuer-
po de ejército que atacó la isla de
Gelbeseo 4590; defendló Talerosa-
mente ¿ Foenterrabia de donde era
goberoador contra los franceses en. 45^2
Gabriel Fodltto de Martmengo (a) el
FDe QStos
rno seba»
Jla noticia
¡ en el ar-
LchiTo de
tsimancas.
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711 AlTItmU
prwr ée la Yark^ , lOBhrade per
Cárlos V» (I de España) capitan ge-
necal de arlillería on 4 52Í
Joan de Terramonda, fué arüllero y
liegó basta capitan generai de arti-
lleria en 451*
Don Míguel de Herrera, capitan genc-
ral en 4528
Los dos tenicntes del anterior (Fraocia-
co de Aojas, Oarci-Carreño) capitaoes
generales ínterinos hasla 45i8
Don Pcdro de la GueYa, nomlMrado en %
de raayo de 4543
Lois Pi3año, ingeniero célcbre y tenion-
tedecapítan general en 4545
Garcí Carreño, capitan general en. . . 4554
Don Jnan Uanrique de Lara, capilan
célehre en. - 4554
Don Francés de Alava, oapitau gene«>
ral en 4571
Bon Juan de Acuña Vcla, capitan gene-
ral en 4586
7«
Despues de los dichos sigue un larguisi-
mo catálogo de capltanes generales de arlille-
ria cuyos titulos de linago no bastaria á conte-
ver la estension de nuestro arlicuio. Desde 4744
ya settgrrgó al diclado de capitan general el de
coronel general de los bataUones de esia ar^
fna. En 4731 el conde Maríani fué ya el prl-
iner impector general del anna ae artitleria.
En 4756 el condc de Aranda fné dircctor gene-
ral de arlillería é ingenieros. Despues volvie-
ron á ser diferentes ambas direcciooes y asi
conlinuanhasta el dia.'
Ttnientes de capitan general. Ya hemos
dicbo en la historia dc la arüllería como en
4471 existian ya cuatro tenientes de capitan
gcneral ea Burgos, Pamplona con la subins-
peccion de su distrílo y laa plazas de San Sc-
bastian y ruenierrabla, otra cn Málaga con la
deCudi/., Gibraltar y plazas del rsino de Gra<
nada, y otro en barceiona con la de Perpiñan,
Rosas y frontera. nernos dicbo tambien como
sc crearonen Lisboa, despues desuocupacion;
cn Aragon en 159¿; eii otras partes y cu la
armada despues. De su prímilivo cargo de sub-
ÍD^pcctores descendieron con el tiempo al de
comandantc? , aooque conservando su clase y
tilulo de tenieuie^ dd capitan general de la ar*
liUeria, Da manera que en nn principio hubo
uoosolo, de^pues en 4 518 Francisco de Rojas
y Garci-Carreño fueron los dos tcuientes de
capitan general príoicros á las órdenes de don
Miguel dc Herrcra capilan general.Sus princi-
pales obligacioncs eran: residir en sus distri-
tos y ejcrcer las fuociooes dol capitan general
en ausencia de este , visitar las plazas y fun-
dicionesde sus distritos. Kn mucbas ocasioues
se encargó el de Burgos del exámen y recono-
ciuiento Ue las armas.
Cuaudo llegaron á cinco los tenientes de
Otpilan general gobernaba cada unosu distríto
ó depurtamento, dos 4e <^Hq$ siloados en Móln*
I ga y Liidtoa, poiitos prineiMlM ^6 la íoBdidoii
de las piezas, otro en Pamplona prdiimo á 1%
frontera y fundicion de balerio que existia en
Egui (Navarra) y dos en Barcelona y Burgos,
como punto de costa el primero y de subio»-
peccion central el segondo,
Se hacia su nombramiento á propuesta del
consejo, mediante papeleta (propuesta) rubri-
cada por el capitan general, que proponia á
los que merecian mas su couOanza ó que habian
servido eo las campanas de Flandes ó Italí^i
cuyos propucstos debian scr capitaues ó baber
sido artílleros anteriormentc. El capitaa ge-
neral proponia tres y el rey escogia uoo de la
terna.
Sus sneldos fueron cortos al príncipio;
pues en tiempo de Garci-Carreño solo cobra-
ban 75,000 maravedises anuales (100 duca-
dos) algo mas que los capitanes de infanlería.
Desde 1 de abríl de 4564 por real cédolase
les aumentó á 30( ducados anuales , cayo
siieMo gozaron basta fln del siglo. Hobo ma-
chqs cólebres y entre eilos se distiQgoícroa
los siguientes:
Garci-Carreño (que luego fué capitan
general) id. en * 4518
Francisco de Rojas, id. en 45|S
Luis Pisaño; teniente de capitan gene-
ralen 4541
Femando de Acosta, gcfe de la artille-
ría en la guerra de 4594 , gobcroa-
dor de Jaca, prímer teoienle decapi-
' tan general de Aragon en 4593
Beuedicio de Rávena (iogenieio.) Id.
en el siglo XYH
Otros muchos tenieiUes de capitan general
tuvo el arma de artillei^a ; pues segun fueroa
creándose mas departaroentos y aumentándo-
seelcuerpo, aquellos se multiplicaron. Yahe-
mos dicho que despues quednron reducidos de
subinspectores que eran, á simpies comandan-
tes de los distrítos.
Capilanes de irinchera y azadonai'osigaí-
kidores,) Segun los datos sacados del archivo
de Simancas , esta institucion fué muy aQli'
gua y pcrteneció al cuerpo de artilleria eooa^
do esta arma y la de iogeuieros eran una sola.
Se suprimieron cn tíempo de Miguel de Herre*
ra, por existir muy pocos, ser viejos y ser tao
poco necesitados cn la paz como lo erao mu-
cho en la guerra. Los últimos se creeque foe-
ron Juan Maríiuez ó Nuñez de Giazabal, que
cobraba por su cargo 40,000 maravedíses aaua-
les y obtuvo eu 4536 retiro con 10,000. y
Juandc Zuríta, que sirvió mucho y bieo enMe*
líüa, Oran y otras paríes. Este cnerpo en los
siglos XV y XYl fué muy úlil para el trasporte
dc la artilleria, allanamieoto de obstácu-
los, elc. Exifitian en las guerras de Granada,
Africa, Portugal, etc. Sus sueldos fueron pro-
porcionales ú los trabajos. Este cucrpo se des-
liacia ea tiempo de paz. En ^1(91 el C9pit«9
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7«
ARTILLBWA
7i4
gmeral de 1« artillerla doB laan de Aeona Y#-
la, íormó para el ejército de Aragon ud ciier-
paeompuesto de 4 .500 azadoneros, ln 16558e
loplió la vacante que liabia de eapilaa geoe-
lal eon ouaJuDta de tres vocales y ud secre-
tario bajo la depoodeocia dei Gonsejo 8upremo
deGuerra.
£q 1658 el cuerpo de artUIeria se compo-
iiade45 lenieDtes generales, 13 veedores.
4)eooladores, 8 pagadores, 40 niayordomos,
<8 íenliles-liombres, 43 cabos, 54 1 artilleros,
tupemumerariot iáem 34,400 ayodaotes de
artillero. Escepto los teoieotes geoerales de
Kstremadura y Cataloña, qoe depeodiaQ de sus
fcspeclívos capitaoes geoerales, los deoias to-
oíeiites generales dependiao de la juuta dicba.
En 1669 se maodó que los vireyes de Na-
varra fuesen á la par capitaoes geoerales de la
artUlería en aqnel vireioato. Eo 1702 los cm-
pleos auperiores del ejórcito despues dcl de
capítao gencral y maestre de campo general,
cran los generalcs de la caballeria y artillería;
cuyos Dombramieotos solo podian recaer en
loi teDienles genorales del ejército ó marisca'*
ksdecampo.
£o 4702 se creó on batallon de arcabuce*
fOff, á quieues se dicron arcaboces como los
que ánícamenle la artilleríu babla llevado bas-
ta entonces. El general de la artillería era co-
roael de cste batallon y proveia por sí y por
propuesla las vacantes, cuyo es el orlgeb del
Utolo de coronel geoeral de la artilleria que
le da á los generales de estecuerpo.
Eo 4705 se crearoo eu Málaga 400 artille-
/00 y 5 genliles-hombres hooorarios sio suel-
do. £0 4.** deeaero de 4706se dió ou regla-
meDto de la gente de artiUeria qne debia lia-
ber en los cuatro ejércitos de Andalucia, Es-
treDiadura, GasUlla y Galicia, y adenms para el
personal de los de Aragon, Kotre Tajo y Sierra
de Gata, coyo total asccndia ¿ io siguieQte:
SumaatUmor. . ; 67
Ayudaotesdeid ; %
logeoieros 4
Sargeotos 23
Cabos 44
ArtiUeroa. 238
Total 565
TeBieoles de arliHeria.
Cümísarios provinciales.
Id. ordtnarios
Mayordomos
Sargentos
CaboB
Artilleros
Carpinleros
fferreros
Tesorero
Tolal.
Fuerza personal de las plazas.
Teníentes de artillería
Comisaríos provinciales. ...
Id. ordinarios
Fd. estraordinarios
Goarda-almaceoes 6 mayordomos.
4
4
4
4
5
40
36
4
3
_4
75
4
3
42
48
Jl\
«7
Eo 4707 se arregló provisiooalmente la
(uerza de cada compania deartilleria del mo-
dosiguiente: oo capitao, 2 teuieotes, 2 snb*
teuieutes, 4 sargeDtos, 4 cabos primeros,
4 id. seguodos, 40 obreros, 40 mioadores,
40 bombarderos y 62 artilleros. Total 449 bom-
bres.
Eo 4 709 se declarú la eqoivalencia de los
cmpleos de artilleria en el ejército, ¿ saber:
tenientc dc artilleria equivale á coronel de
ejército; comisario provincial ¿ tcníente coro-
ncl; el comisario ordiuario ¿ capitan; el comi-
sario estraordinario ¿ teniente; el apootador
equivalia ¿ alférez. Eo 4710 se creó ooa plaoa
mayor, compoesta de oo capitan general, ofl-
ciales de las demas clases y algunos capitanei
dc carros: creóse tambien un regimiento con
el tílulo de Real arlillería de España, y 36 com*
pañlas con las que se formaron 3 batalloDes
de ¿ 4 2 cada uno, de las cuales 3 eran de ar-
tilleros, 8 de fusileros y una de minadores.
Cada compañfa de artilleros constaban de un
capitan, 2 tenientes, 2 subtenientes, 4 sargeo-
tos, 4 cabos primeros, 10 obreros, 40 bombar-
deros, 72 arlilleros yun tambor. Total 406.
Cada compañía de minadores constaba de
oncapitan, un teniente, un snbtenieote, 2 sar-
gentos, 3 cabos primeros, 37 minadores y on
tambor. TotaUS. Cada uua de fusileros se com-
ponia de uncapitan, un teniente, on sobtenieo-
te, 2 sargentos, 3 cabos, 2 carabineros, 45 fosi*
leros y un tambor. Total 56. La plana mayor
del regimlento se componian del coronel, te-
nientecoronel,UDsorgeuto mayor,y3 ayudan
tes mayores. Se mandaron establccer cualr»
esouelas de artilleria en Aragon, Estremadura,
Andalucta y Galiciapara1ainstrucc¡onpT¿ctica»
y tres para la teórica en Aragon, Estremadura
yAndalucia. £n4743se incorporóla capitania
general del arma ai ministerio de la Guerra.
£n 4745 exisüan en la plaza de Ceuta una
corapaúia de artilleros de 56 plazas y otra de
minadores de 74 id. En el mismo año se au-
mentaron 40 artillcros por compañia enel pri-
mer batallon del Regímiento Keal de artilleria.
En setiembre dcl mi.?mo so rcdiijoelregimien*
to Real ¿ 3i'compañia8, las27 dc artiUeros,
2 de bombarderos y 2 de minadores en dos
batallones. EI primer batalloo teoia 45 com-
pañlas y el seguodo 46.
£d 4748 se creó uoa coropañia de obreros
en Cataluña y eo la cual babia carpiDteros,
aserradores, caldereros, toroeros, armeros, dos
fuodidore» de balas, etc, Eo el ipismo aoo 39
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745
ARTILLERU
m
^onnóel f ercer batallon del regimtento Re«1 de
artilleria con 42 compañias, 40 de artilleros,
una de bombarderos y una de minadores. Ade-
masdeeste regiroiento quedaron las compañias
deartiUeros y minadores de Geuta, Oran, Longon,
Málaga y Almeria, y las de obreros de maes»
tranzadeCeutay Oran, cuya organizacion se
ignora,
En 4720 selimitaron á los inspectores ge-
nerales de infantería las facultades sobre los
oflciales de artilleria, y en dlciembre del si-
goieute año se redujo el regimienlo Real á dos
solos batallones de k doce compañias. En 4 728
se declaró á este regimíento la antigüedad de
creacioodetdemayodc4740, yla delosofl-
ciales de estado mayor del arraa foé declarada
inmemorial,
En 4 732 Fe creó el empleo de inspeelor ge-
neral de artilleria eon el título de primer te^
niente general dela real artiUeriade los ejér"
cüo$, provincia$, plazas ypresidioi de Efpaña
é islas adyacentes^ cuyo cargo se dió al tenien-
te general brigadier, conde de Mariani, corooel
del regiffliento de artilieria, debiendo estar sn-
bordinado al capitan general deesta arma.En
4 734, asi como yu cstaba agregada al primer
batallon del regimiento la compañia de mina*
dorcs de la plaza de Longon, se agregó la de
Oran, y cn 4736 sereformó la de obreros de
maestranza, reduciéndola ¿ un sargento y
4 5 obreros, la cual maodaba un oflcial del es-
tado mayor elegido por el coroondante de ar-
tUlería de la piaza.
En 4744 se forroó el estado mayor de
artUIeria, y quedó constando dei persoual si-
guiente.
Tenientes generales. .
Id. provinciales. . . .
Id.comisariosid. . . <
Gomisarios ordinarios.
Id.eslraordinarios. . ,
4
40
46
40
50
|d. delioeadores 20
Total, oflciales 440
Este estado mayor ó plana mayor escogia
sus oflciales de todas las armas dcl ^ército
preflriendo álos del regiroiento de artUIeria.
£n 4 748 se reglamentaron las tres coropa-
ñias de artilleros inválidos de Gatalnña, Andalu-
lucia y Galicia, y se redujeron á 425 bombres
cadauna, inclusos los 5 oflciates.
En 4748 se dejaron 43 compañias ¿ cada
batallon del regimiento Real de artilleria. En
4747 lascompañias de dotadon de Oran se
Ilaroaron provindales y se anroentó untenien-
te y un subleniente ¿ cada una.
En4764 se concedió ¿ los inspectores ó
tenientes generales del arma 1a facultad de
ejercer en su cuerpo las facultades de los do-
mas inspectores en sns respectivas armas. En
e1 sigoiente año se prescribiO ¿ los oficiaies del
estado mayor e1 mismo oniforme qne UeralNUi
los del regimiento.
En 4 756 se soprimió e1 cargo, entODces ti-
cante, de capilan general del arma, y se sosti-
tuyó coq e1 de director generai, En el misoo
año se redujo el regimiento Real ¿solos dos bi-
tallones de ¿ 689 plazas.
En 4768 se anmentó o1 regimiento de tr-
tilleria con dos batallones de ignai número de
compañias qoe los otros dos, de ¿ 700 plazas
cada uno, formando los cuatro batallones im
total de 2,800 phsas. Sc rennieron ademas
las varias secciones de regimiento, estado oi-
yor y compañias provinciales bajo eL solo tito-
lo del real coerpo de artílleria. Se abolieroo los
nombresde tenientes generales proTindales,
comisarios y deliueadores que distinguian ¿ kts
oficialesKy fuéron susUtuÍdos con losde ooro-
nel, teniente coronel, capitan, tcniente y sob-
teniente, quedando ei núinero de estos en U
proporcion siguiente.^
Coroneles 44
Tenientes coroneles » • • . 47
Gapitanes 70
Tenientes , 70
Subtenientes 84
TotalpersonaIdeoficiale8en4762. . . 255
Eo el mismo año cou motiTo de 1a goem
de Portogal se formó en Badajoz una eompa-
ñia de artilleros provinciales de 79 plazas, qoe
en4765fuédereai órden conslderada conio
del cuerpo de artillerla, anmentada y Uvsiada-
da ¿ Valencia de Alc¿ntara en 4766, y sepaca»
da luego de la artiliería en 4767.
Los cuerpos de arülleria é ingenieros foe-
ron separados para formar dos distintos en 24
de setiembre de 1763.
En 4765 se aumentó nna compañia ¿ cada
uno de los cnatro batallones del regimiento,
parapoderrelevarlas compañiasde arUUeria
que se ballaban en Puerto-Rico, Habana, Tefi-
cruz, y Gartagena de lodias.
En 4769 se declaró el cuerpo de arttUeria
como de casa real, y se 1e señaló oniformede
gala.
HasU aqui hemos copiado casi exactameB-
te las reforma« qno snfHó el caerpo de arti-
Ileria; ahoravamosá desentolTcr en 1o qne bos
resta tan solo las principales Tarlaciones defli
personal.
Entretanto e1 cnerpo de arUUeria en Amé-
rica se hallaba organizado en compañias soel*
tas, como antes ei de España; pero en 4775
se reunió la inspeccion geneiíd del arma en
América ¿ la de España.
A k artiUeria de Amérícase coneedió la
misma antigttedad que la que gozaba la de Es-
paña, 7 para mandarla se destinaban por tortto
los oflcialcs desde España.
En 4787 se componia e1 coerpo dearUfle-
ria eu Espafia de un re^^to de sete Mt'
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in
ARTlLLEtaA
748
Uones, qoe eoQ los demas tfMidian al nú-
mero sigoiaile.
Ofidales Tivos 305
Deinválidos 45
La oompaflia de cadetes dc Segovia. . 400
Seis batallooes de á 700 hombres, el
reffimieDto 4,200
La compañia de artllleros provincíales
deBadaJos 76
Invüidos dé las tres compañfas. . . . 360
Total de hombres, inclosos losofl-
ciales 5,056
Bespnes se formó en Sevilla ana compañia
de pontoDeros de dos oficiales y 67 hombres.
En 4804 de los capítanes y condnctores de
carros se formó una clase partícular compuesta
deSicoDdnctores, cuyas vacaotes llenaban
los buenos sargentos deicoerpo. En 4848 80
formó en Tortosa una compañia de 447 arti*
lleros. Exislian las de Mallorca , y foeron ao-
mentadas con 400 artilleros eo el mismo año.
Kn i de Jolto de 4802 se decretó la orde-
Daoxa qoe hoy ríge principalinente.
Componiasd entonces el pcrsonal del coer-
po en £oropa del modo sigoiente.
Ginco r^mientos de artillería de á pie.
Cloeo compañias de obreros.
Tres eompañias 4)as.
Coatro id. de artilleros inválidos inhibUes.
.
Gada regimiento de tos cinco dichos se
componia de tres brigadas, dos de division y
ona de parqoe.
Gadabrígada decoatro companías, tres de
á pie y ona de á caballo.
Las coatro compañtas de ias brígadas de
parque eran de á pie.
Esta es, poes, la época de la institocion
de la aríilleríaá caballo en España (4802.)
Redociendo, segon la fuerza prescrita en
el citado decreto , esté cstado al número, re-
soltaqoe eo 4802 cl personal de artillería en
Espana ascendia en los cinco rügimientos bajo
ei pie de guerra á:
' Hombres.
20 compañias de parque de á pie,
á 405 2,400
30 id. de á pie, á 405 3,450
a¿l40 id. de artillería montada,
8 1 á 86 850
g>)5id. deobrerosá405 525
*-<3 Id. flja8á405 345
I 1680 caballos para arrastrar 60
g I pioxas.
Totalen4802 6,940
*^i T una compaáia de iDválidos
de405. 7,045
Para mayor iDteligeDcia reasumiremos to-
do lo qoe dejamos dicho, y algo qne hemos
omitido en el sigoiente coatro sinóptico.
ÍÍÜADRO fflSTÓWCO-SINÓPTIGO GENERAL DE LA ARTILLERIA.
La historía de la artillería, dividida
en dos grandes épocas, cootieoe. ...
r PRIMERA IVOCk.-^Maquinaria.) Desde la mas re-
\ mola aotignedad basu la iDveDcion de la pólvora.
I SEGÜNDA EPOGA.— (iir/t/fcHa,) Desde la invencion
\ do la pólvora basta noestros días.
ArOGA. (MAQÜINARIi Ó POLIORGETIGA.)
Se descoDOce la fecha de los prímeros iogeoios, los coales se
osaroD por los e^jércitos de las naciones del Asia.
Aoo 4 32 de Roma (620 antes de /. C.) Nabocodooosor comba-*
^ te las ciodadcs de Tiro y Jerosalen coo poderosos ingenios.
I Los griegos toman del Asla los ingenios de batlr y los perfec-
Siglos auteríores á la jciODaD: de aquelles los recibeo los romanos, y de ostos son toma-
era cristiana. y de esta los ydos por uha gran parte de las naciones aue domioabao.
»iglo.M,ll,ui,IV,V,VI,VllA ^
YIiI, IX y X j UsaD de tnpmtoj los cartagioeses y feoicios en sos discordias
Isobre lapiasa deCádis, antes de la venida de los romanos á Es-
fpaña.
ÍArtificioi 6 arnuUottes. Vineas, plotos.
arietes, cnervos, catapultas, t^allestas, ona-
gros. manganas, mantas, etc.
Ttfos. La honda, los sudes, Uces, herra-
dos, gessas» oarciabárbuJoSf pJombates, etc.
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. En el siglo IV t\ cocrpo de maqiiinaría enm 1o8 romanos 71
1 86 escogia entre las centurias y tenia organizacioo espedal.
Gon 1a irrnpcion de los birbaros del Norte, se pierde el cono-
lcimiento de muchos de los ingenios; pero estos son luego reco-
Ibrados j mejorados por los godos.
giglos anteriores á la / Desdeel año 85 deJ. C. se conocia y usaba la póWora entre
era cristiana, y de esta los/ los cbinos, con quienes sostcnia comercio continuo la Alemanii
siglosl, 11,111, IY,Y,Vi,V!l\porla Moscovia y ArabiaFeliz.
Y1II, IK y X I Los irabes se apoderan de aquel invcnto.
IiDictionaired^
Dales, Artillerie\
{El-maicin,hii-
ioriadoT árabe.)
Los irabes perreccionan y aplican la póivora Uasta meditdot
' del siglo XI , época en que la introdocen eo España.
ftlOUlfDA BPOGA. (TÜRRIBRA6A, despues ARTILLERIA.)
L08 irabes usan la pólvora (nafia) en varios sitios y batallas,
contra los espeñoles no sometidos.
Lorrihardas de fnerro hecbas de vartaB pieias, aros y 000 re-
|cimaras postizas.
Bolaños, pelotas, {Manieion y peloteria,) (Los proyectiies soa
SiGLoXI. . /depiedra.)
(4084) Alfonso VI de Gastilla cerca y tomai Madríd de los mo-
Iros nsando de la lombarda, primera artmeria mtrt los crtsiionos
I españoles.
Invéutase las cerbatarhas (de ona pieza.)
Se efectúa ona revolocioo jradical en el arte de la goerra por
[ el oso de la artilleria.
SlOLO XII.
El coreñage es rooy tosco.
Embarazo para servir las Umbardas por so moeba carga y di-
Jficil trasporte.
Se invenla y usa el cómpaao.
(4448) Usan los cristianos íombardas contra Zaragoza.
(4 4 48) Gontra los españoles y normandos defienden los moros
i Lisboa. con artllleria.
(4257) Fáodense cerbatanae, pero se ignoran los logares de
Uundlcion.
ÍFabricanse lombardas de ooa sola pieza en forma de cerbataiu.
(4257) Los moros, sitiadosen Niebla por Atfonso el SabiOt se
defienden con artilleria.
A los bolaños sostitoye la bala de bíerro.
Fosiles de meoha con cnlatines postizos.
SiGLO XIY / {\^09) Femando IV sitia con lombardas y toma á /Jibraitar.
] (13a4)£lrey moro de Granada viene sobre Allcaute con ar-
] tUIería (Zurita.)
{iZtí) Los moros deflcndcn de los castellanos á Algeciras coo
^anUierto. (Primera cita de la artilUfia en la Hiítoria vnivirsaí^
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TÍÍ
ARTILLBRtA
729
SlGLOXIY.
SlGLO IV.
Dlfüniclesepor Eoropa el conectmteDto de la artUleria.
(134$) Batalla de Grecy, en la qne usan cañones los ingleses.
lofencion y oso de los falconetes.
f Bl eoerpo de artilleria, por el todavia escaso conocimiento de
\ella, sehallaen on estado imperfecto en España; aonqoe maoda-
Jdopor «scogidos oflciales.
Tráense para el coerpo de artilleria de España artilleros es-
trangeros á soeldo y son interpolados con los artilieros españoles
\ menos espertoe qoe ellos.
Los falconetes son gtratorios sobre on piTOte vertical para fa-
cilitar la ponteria. Fóodese artilleria de ooa sola pieza con gran
I tralMijo horadando el ánima.
Ciiltf&rtnas.
(4444^ Jugaban cn toda Eoropa 3,000 ó 4,000 colebrinas.
(4 475) Se declara ei coerpo de artílleria en España perma-
nente, nombrándoseya oncapttoncfe ar(<¿íeria, eo tiempodepai.
(4 480) Axcahuctt.
(4 484) Usanse los mof toros, qoe ya estaban en España inveu-
tados y osados, por los reyes Gatólicos en el sitio de Ronda.
BúVíhat.
Mejóranse las fondiciones.
Fúndense fosiles de ona pieza sola y sostitoyen ¿ ios de rc-
cámara postiza.
Falconetes de bronce.
Coreñas rodadas.
Pedrma cónico-troncados.
Magniflca fundidon de artllieria en Málaga y se graba cn ias
piesas el nombre de la fábrica.
Gapitan general.
Oflciales.
Gondestables.
Gondoctores.
ArtiIIeros.
Empleos en el arma de artiIleVÍf|?ífiJJ^^^
riaaHtesdelslgloXYl ]l'S^^',
lObreros.
J Petarderos.
Calafates.
i Forrieles.
\Pagadores» etc, etc.
Buenas fondiciones en Eoropa.
Los españolesusan ohuses ytiran granadas como las de oues-
troe dlas.
Se establece el cargo de capitan general de la artilleria en
lEspaña.
^ j (1503) if¿na«, porPedroNavarro, ingeniero español, conlra
^*^^^' \e\ caslillo del Fucw en ífápoles.
(1545) Se osa de la metraUa en la batalla de Marlgnan.
(15í2)Cárlos I haceso eolrada en YalladoUd, con uume-
' roso tren de arttllcrla. Cada pieza venia tirada por sieté pares de
molas. El corefiagc todo es rodado.
(15Í7) 8e osan tno$quetes con korquiUa.
(1 535) Fmidacion de la fábrica de peloteria de Egoi.
(1540) Un artillero espafiol propone á Gárlos I el oso de cohe-
18S
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723
ARTILLERIA
m
SIGLO. XVI.
SlGLO XYII.
siQLo xym.
/ tes de goerra, yaconocidos en los slttos, para combatir y deaor-
I denar á la cabalieria en las batnUas.
(4543)Empiesa á usar pistolas ia caballeria.
(4565) Insütacioiide la célebre fimdicionde cañones de bron-
1 ce en SeTilla.
(1577) Los polacos diaparan balas rojas sobre DaDtzick.
(4 580) Valturius perfecciona y usa las bombas. Se levantan en
lEspaña ocbo compañias de arcabuceros como los qae va babia
■^n Flandes.
(4588) Usan bombas los tercios españoles en Flandes contra
/Watendock.
(1589) Enrique IV deFrancia, empleá los petardos para sor-
Vprenderla plaza de Gabors.
Azadoneros españoles {inymieros.)
f Tres capitanes generales.
i Seis ó nueve tenientes generales.
. Personal del cuerpol Gorrespondiente número de gentiles-
[ de artiileria \ bombres (oflciales.)
' Ordenanzas particulares del cnerpo de
artiileria.
Los iDgenieros españoles, aunque agregados á la artilleria,
\ independientes.
(1647) Gélebres escuelas de artilleriaen Burgos y Milan.
(462!2) Se SDstituye el mosquete al arcabúi.
(1633) fiombas lanzadas con acierto en el
sitio dc la Motba.
(1640) Se inventa la bayoneta en.Francia.
(1670) Seusanlos fusiles en Franca en
vez del mosquete.
(1674) Morteros á la Gobeoro para laoar
grauadas.
(4676) Cara&tna.— La nsan cuatro en cada
compaóia en el ejército francés.
(1693) Los franoeses usan ya los oboses eo
la batalla de Nerwinden.
Gruesa, que dispara sobre él centro.
Medianaf que se repartia en dos secciones,
La artilleria de los \ ""^ ^ ^^* *^®' ^
distintoscalibres esl^'dera, que jugaba por los flancos, y se
divididaenEspañaenl , componia de falconeles. ^
i.umo ^uEéOi^aua cu^ ^ abaudoua el tnaento de tres eañones, la
ruedadeochofakoneteSfid.elcanodeseii
\ fakoneteSf y otros ingenios pooo útiles.
Gañon de bateria, [n-
. bufo antiguo.)
En 4609 se redujeron todos los cali*lMedio cañon (crepanie
bres á los cuatro siguientes en España,/ id,)
(reai órden) JGoarlodecañon.Bana'
cos id, ó corcobados.)
Piezade campaña.
/ Se regulan las cargas de póWora para la artillería, segun é
calibre.
Para fuegos directos, el peso de 1a carga Vt delde la bala.
Para los fuegos curTos se disminuye la pólvora.
Gasi todos los cañones son de bronce.
Piezas de sitio y plaia, de á S4 y 36.
Id. las demas, de á 4, 6, 8 y i%.
Se perfecciona el
arma de artillerla.
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726
ARITLLERIA
726
SlGLO XVIII.
SlGLO XIX .
(4744) Se crea independlente el cuerpo de ingeniérosen Bs-
pana, separándole del de artilleria.
{4 754) Escnelas para 1a artillería en Barcelona y Cádiz.
En la mitad del siglo se usa la arlUlería montada por Federico
V el Grande.
(4767) Instilocion del colegío de artilleria eñ Segovia.
(4782) Baterias flotantes nsadas por los españoles contra Gi«
brallar.
(4784) Fábrica de munlciones deOrbaiceta.
(1792) Se adopta en Francia la artilleria montada.
(1794) Fábrica de fusiles en Oviedo.
El oflcial de arüllería inglés Shrapnell , inventa á principlog
de este siglo unas grauadas rellenas de balas de fusil ; y da su
nombre á este nuevo proyectil.
(4802) Ordenanza d^nitiva del cuerpo y organizacion tam-
bien deflnitiva de la arlilleria á caballo en España.
Se cntrega el cuerpo de artUleria de la fábrica de pólvora de
Murcia.
(4 803) Fundacion del rouseo de artiUeria en España.
Congréwe perfecciona los antiguos cohetes de guerra.
(4 807) El arUllero español Navarro Saogran inventa el rfo-
hle'Obus.
(4808) Se manda en Francia qne en la composicion de la pól-
vora^ entre en cada cien partes 75 de saUlre, 42*/a de carbon,
y 4 2 /, de azufre. Estas proporciones son las mismas usadas en
España en el siglo XVI, y abandonadas despues.
(4809) Brigada manlobrera de á cabaUoen Sevilla.
(4844) Oboses de ViUantrois en el siUo de Cádiz, fundidos en
Sevilla.
(4844) BrUIante estado del cuerpo de arUUeria español.
(4846) üsase en la guerra de Méjico un cañon que se cargaba
por la culata , inventado por el general de marina Ruiz do
Vpodaca. ^
(4818) Nueva organizacion de la arUUeria española.
(4 84 9) Pruébase en Madrid un cañon semejante al usado en la
guerrade Méjico, inventado por el general de artUIeria Navarro
Sangran.
(4840) PfliccAans publica su sistemade cafíonc«-6otn6cf of pa-
jfa arrojar proyectiles huecos horizontalmente , semejante al de
Robira^ pero perfeccionado.
(4823) Disolucion del cuerpo dc artiUeria en España, quedan-
do algunremanenleen Cataluña, Valencia, etc.
(4828) Seorganiza el coerpo de ariilleria en España, exls-
tiendo ya las baterias de 1a Guardia real y reinsUtnyéndose des-
pues el colegio en Alcalá de Henares, de donde en 4837 pasó á
Madrid, y en 4 839 á Segovia.
(4829) Se vaelve en España á fabricar la pólvora con las mig-
mas proporclones de 75 partes de salitre, 42*/, dc azufre, y 42*/,
de carbon que eu el siglo XVI.
(1832) Braconnot descubre un producto inflamable, obténido
tratando el almidon por el ácido azóico, y siguiendo Schoenbein y
Pelouze en diferentes puntos estas investígaciones, inventan años
despues el algodon pólvora.
4832 c Alteraciones ejecnladas en la organizacion del
4835 < cuerpo de artiUeria español, y creacion en el último
4 839 (año (4 839) de las baterías á lomo.
4844 í ^uevas alteraciones ejeculadas en elcuerpode
4843 {vlUlcriay última orgauizacion del colegiu de Se-
\govia.
(4842) AboUcion de las baterias de la Gnardia real.
(4844) Restablecifflieoto de la íábrica de Trubla, constroyéii-
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727
SlGLO XIX
ARTILLERIA
788
dose en ella los cañones de hierro para la marina 7 las eostas, j
i toda cUse de proyectiles y efectos de bierro colado.
I (4847) Se adoptan las armas de piston en el ejército español,
ly se funda eo Sevilla laescuela central depirotécnia y la f¿brica
[ de chimeneas y cápsulas.
(4849) Se encarga ei cuerpo de artilleria de las salitrerias y
Iminas de azufre del reino y de las dos fábricas de pólvora ciril
[en Granada y Ruidera. Yanos ensayos de los anstriacos para lan-
I zar bombassobre Yenecid por medio de globos aerostáticos.
Cada compañia de á pie teniatreiniaplaxas
menos en tiempo de paz: las montadas lo
mismo.
Personal de gefes y ofidales,
Generalcs (un diréctor geneial, cinco
subinspectores de departamento). . . 6
Brigadieres, gefcs de escuela 5
Goroneles 47
Tenientes coroneles 26
Sargentos mayores. 5
Gefes de brigada 45
Gapitanes primeros 68
Idem segundos 70
Tenientes 74
Subtenientes 4 33
Gefes y oflciales, total 446
El cuerpo de artillería en Améríca se pro-
veia de oflciales del de España, y en 28 de ju-
lio de 4803 se dió una real órdcn para que alii
fuesen un determinado número de capitanes
prímeros sacados todos de los que procedian
delcolegio de Segovia, y prescribiendo las re-
glas para los ascensos al pasar á Ultramar, ñ-
jando de estancia en aquellos paises diez años,
y previniendo lo que debiahaccrse con losque
regresasen. La oflcialidad de artilleria en las
islas Canarias se proveia por los oflciales mas
niodernos del cuerpo en España , ios cuales
debian ir sin ascenso á uquellas islas, que-
daodo estas agregadas al departamento de la
Coruña. En 4C de marzo de 4804 se previno
que el ascenso á sargentos mayores se hiciese
con los capilanes primeros del cuerpo por
aptítiicl.
En 4806 (48 de marzo) se adicionó la orde-
nanza de 4802, constiluyendo el personal del
modo siguiente:
Cuatro regimíenlos de á dos bafallones, ca-
da batallon cuatro compañias de á pie y
nna monlada. Ei 4.*^ regimiento era todo de
á pie.
Dos brigadas en Ceuta y Jtfallorca.
Ouince compañias fljas de diferente fuerza.
ün regimientofuéá Barcelona, otro á Valen-
cla, á Sevilla uno y otro á la Coruña. En Sego-
via quedaron tres compañías de á pie y una
montada, cuyo destacamento daban los regi-
mientos.
Se suprimierím los gefes de bri|ya44, los,
capitane^ segnndos, y en lugar de los prime-
ros se crearon los sargentos mayores.
Las compañías quedaroná 453 y 463bom-
bres. Quedó el personal siguiente:
Mariscales de campo subinspectores. . . 5
Brigadieres, gefes de cscnela S
Coroneles 13
Tenientes coroneles 33
Sargentos mayores 5
Capitanes 70
Tenientes 84
Subtenienles * . . 85
EI personal anterior era todo facoltativo, y
compone un total de 34 0 oflciales facoItatiTOS.
£1 personal do las compañias fijascraei
siguiente:
Capitanes 44
Tenientes 25
Subtenieutes 42
Oflcíales práclicos 78
Id. facultativos segun la anterior re-
lacion 340
Oflciales deartllleria cn España (4806)
con 6,550 hombres en tiempo de paz, -
y 8,4 50 bajo el pie de gnerra, total. . IS
En 45 de abril de 4806 se institnyó el as-
censo de los oficiales basta coronel inclQSÍTe
por antignedad rigurosa^ como hoy se balla,
y el asceoBo á gefes de e^cuela por elccdon.
£n 27 de febrero de 4809 se formó nna bri-
gada de á caballo y dos compañiasde tren.La
brígada constaba de dos compañias, y cada uoa
de estas de un capitan , un teniente , 3 sobte-
níentes, un trompela , un sargento primero,
5 id. segundos, 8 cabos primeros, 42 id. se-
gundos, y 87 artilleros primeros y segnndos.
Foerza totai de ia brigada de á caballo 288
individuos de tropa, 8 oflcíales, nn comandan-
te y un ayudaote.
Cada Gompañia del trenconstaba de
Capitan 4
Teniente. 1
Subtenientes 2
Clases 33
Soldadoá .' 400
Total de i8i|i , "437
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«í
Aimunu
730
A fines dc la guerra de la iAdependeiieia,
eD el aDO de 4844, el caerpo en España se
componia de la fuerza sigtiieDte:
La compañia de cadetes del colegio. * . 450
Regimientos de á pie 5
EscQadroneB de artilleros á^ caballo. . . 6
Gompanias de obreros de maestranza. . 5
Compañias fljas de guamicion t4
Batalioneii del tren 6
En 4847 se reformó la organizacion del
personal, yotraTezen 4848, quedando en es-
ta fecha compuesta de la fuerza siguiente:
EB48tO se lormó en Gádiz el S.'regi*
BieDto de artilleria bajo la baae y fuerza de
losdemas.
Ea 44 de octubre de 4840 se aumentó en
den oficiales la dotacion del cuerpo de arti-
lieria, de los cuales fueron: once de la clase
de coroneles, doce de la de tenientes corone*
les, veinte y tres capitanes, veinte y siete te-
Dientes y Teinte y siete subtenientes.
En 82 de noviembre de 4840 se crcaron
das escnadrones de artilleria á cabailo, uao en
la divisiOD alicantina y otro en U mallorquina.
En 4 84 3 se crearon cinco batallones de tren
d$ artiUma, primeros en Ispaña, en don-
de aquella se arrastró basta entonces con mo*
xos y ganado por contrata.
Artiiltfrofl.
Cinco regimientos de artiUería á pie
(de á doá batallones) 2,435 i
CioeoescuadroDesdtíátrescompañias 975 f con 900 caballos y 60 piezas de á 8 y obuses
CiDco batallones del tren de á tres / de á 7.
compañías 450|con 4 45 mulas ó caballos.
Dos brigadas con quince compañias
fljas 4,440 i
Total 5,000 con 4,045 mulas y caballos.
üoa compañia de cadetes del colegio. 400
Subinspectores, mariscales de campo. 5
Gefesde escuelas, brigadieres. ... 5Í
Coroneles 3o(
Tenientcs coroneles 40 )
Comandantes 4o|
Capitanes ^Oí!
Temeotes 404
Snblenientes * . \4q
403 oflciales facuItatiYOS y400cadetes.
Capitanes del (ren v compañias fljas.
Tenienles de id. . '
SDbtenicntes de id ,
Í6\
52 1 437 oflciales práclicos.
60 1
540 oflciales en total y 400 cadetes.
Tolal personal dcl cuerpo en España en 4 8 48 5,640
A consecuencia de la lucha entiH3 los par-
lidos realisla y liberales, de los cnales este
nab¡a dominado desde el año 4820, y al cual
habia sido muy adicla la mayor parte dcl
cnerpo de artiUeria, Fernando VII espidló
nn real decreto en 4.** de octobre de 4823
declarando duIo todo lo creado y practicado
desde 7 de marzo dc 4820 y disoWiendo el
cjercito. El coerpo de artillerla quedó tambien
disoelto por consecuencia, y su direccion ge-
neral foé agregada al mlnisteriode la Guerra.
5010 quedó un pequeño remanente de los qoe
Habian abrazado el partído rcaüsta, y ias
peqneñas partes quequedaron enloncesde per^
fional, se llamaron en Cataluña seecioMs, y
despnes cuadros, En Valencla les qoedaron ias
denominaciones de regimiento y escuadron.
En 4.« de octubre del mismo añoBe nombró
oirector ¿ Qn coronel qne babia aido dd estjn-
guido cuerpo con d objeto de reorganizarlc.
En 4824 (23 de abril) se crearon ya tres
batallones de artilleros á ple, tres compañias
montadas y una de treu, subsistieudo otras dos
compañias de á caballo que habia formado el
baroD de Broles, y sobre las cuales se organi-
zó en 4 .• de mayo un escuadron ligero de ar-
tillerla para la Guardia real, el cual se consl-
derócomo anejoála division de caballeriade
aquella y le dieron tres compañias con seis
piezas cada uua. La fuerza dc cada compañia
de estas fué la siguiente:
Compañia,
4 CapitaB. . . .)
4 Teniente. . .[4
% gubtem^ntes J
oflciale^ con 4 caballog.
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731
ARTILLEBIÁ
7»
7 Sargentos.
2 Trompetas.
84 cabos y artilleros. ton 63 caballos.
í)4 Total del personal. Con 67 caballos y 6
piezas.
3 Gompañías.
282 Total personal de las compañias, con 204
caballos y 4 8 piezas.
4 2 De plana mayor.
294 Total personal del escnadron (boy estin-
giiido) de la Guardia real. Estos oflcia-
les aunque despues pertenecieron al
cnérpo, eran supemumerarios hasta
()ue Yolvian ¿ él.
Plana mayor.
Primer gefe
Segundoidem
Primer ayudante •
Segundos idem 2
Capellan
Círujano .
Picador .
Mariscal .
Sargento brigada.
Cabo de trompetas .
SiUero-guamicionero ,
"Í2
Desde 4823 se trabajó sin descanso para
la reorganizacion del cuerpo de artiUeria
crcaudo algunos cuerpos como base. Los me-
Jores oflciales que babia tenido en mejores
tiempos vagaban en ni mayor parte dostem-
dos ó impuriflcados por so adhesion á la Difr-
roa libertad y verdadera independencia, qoe
tan bien habian sabido defender sns dos bue-
nos hermanos de cuerpo, los capitanes de ar-
tillería Daoiz y Velarde, en 4808. Ifnchosse
vieron precisados ¿ ir ¿ ofrecer á otras nacio*
neslosmismos servicios que habian empleado
por defender del yngo estrangero ¿ au patria
y al mismo rey, que con tanta iugratitud les
pagaba. Algnnos vohleron, por fln, ¿ Espiáa,
se puritícaron y reingresaron eitsu coerpo
cuando se voWíó ¿ organiiar.
Por fio, en 3de Junio de 4828 se orgaDiió
deflnitivamente ei cncrpo de artilleria, quedaa-
do en el estado signiente, sin inclnir el ya
creado escoadron de ia Gnardia.
Tres regimientos en Barcelona, SeTÍlla y
ValladoUd.
Dos batallones en Valencia y la Goniña.
Dos escuadrones en Sevilla y Valladolid.
Cinco compañias de obreros cn los doco
departamentos, (4." Barcelona, %.• Sevilla,
3.** Valencia, 4.** Coruña y 5.® Segovia.)
Cada batallon compuesto de 5 companias,
4 de artllleros y una del tren.
Cada compañia de artilleros de 66 plazas.
Cada compañia de tren de 50 plazas.
Cada escaadron 3 compaoias.
(iada compañía 66 hombres y 48 caballos.
Cada compañía de obreros, de un maeslro
mayor y 46 plazas.
Dos brigadas de Hallorca y Geuta de á S
compañias, y 4 0 compañias fljas: 920 plazas.
4,4 33 de tropa y obreros con 534 caballos
* y mulos.
Personal de oficiales facultativos,
Sub-inspectores, mariscales decampo. ; 5
Gefes de escuela, brigadieres 5
Coroneles ;....!! 24
Tenientes coroneles * * . 32
Comandantes , \ \ 10
Capitanes * [ 71
Tenientes ....!.!*. 57
Subtenicütes !...!.'!! 84
Total de otíciales facultativos ""I05
Oflciales de artlllerfa y de la Guardia real. (Su-
pernumerarios) 12
307
Personal de oficiales práoticos.
Capitane» 19
Tenientes ! ! ! ! 2C ■
Snbtenientes. ! ! ! ! ! 36
Tolal de oflciales pr¿cticos . "^
Idem facnltativoB. !!!.!! 206
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m
ABTILLERIá
73*
Total de ofleialeti de trtinerla 376
CapeUanes 40
Girujanos 40
Total penonal. 396
Ofldales (sapernamerarios) de la Gaardia real. . . 42
Total personal en 4828 . 408
Soma el refúmen anterior 4U3 delropacon 534 caballos y mulos.
Ooardla real 294 Id con 204 Id.
£n4828existianen£spaña deartiileria 4835
con 735 caballos y mulos.
Ko se incluye en este estado la compañia
de cadetes de Segovia por no baber sido reins-
tituida hasta el siguiente año. (Véase artillb-
aiA.) (Colegio de)
Ta hemos dicho en punto á la artiUeria de
América, como proveiah sus Tacantes de ofl-
ciales del cuerpo de £spaña, y lo mismo las
de las islas Ganarias, bien que á estas últimas
iban lo3 oflciales sin ascensos. £n 4807 se
aprobaron los reglamentos de artilleria para
las Américas; pero no pudieron publioarse por
los apuros de la guerra , hasta la cooclusion
de esta. £n 4843 se publicaron, y por ellos
qnedaron di?ididas todas las colonias de
América, Asia é islas Ganarias en los doce de-
partamentos sigaientes:
Méjico.
Yocatao.
Habana.
CarUgena de Indias.
Garacas.
Goatemala.
Puerto Rico.
Buenos Aires.
Lima.
Ghlle.
Filipinas.
Islas Canarias.
Lossiete departamentos mas importantes
se pusieron á cargo de subinspectores, siendo
el áe Méjico mariscal de campo como los de
Espafia, y los otros seis brigadieres emplea-
dos. Los demas departamentos estuvieron man-
dados por coroneles , escepto el de Yucatan
qne tenia solo un teniente coronel. £n cada
departamento se estableció una maestranza y
una compañia de obreros, cuyafuerza, asi co-
mo la organizacion del material en América,
consta en loscitados reglamentos de 4843. £1
personal del cucrpo de arüllerta se componia
del número slguiente:
Personal facultativo.
Snbinspector, mariscaldecampo. ... 4
Brigadieres, id. con letras de serricio, , 6
Coroneles 9
Tenientes coroneles 47
Gapitanes 37
Qficiales facnltatiTos "^
Personal de ofkiales de las compañias de ar^'
tilleros veteranos y de milicias,
Gapitanes. 43
Ayudantes mayores 42
Tenientes 79
Snbtenienles , 93
Oflciales prácticos 227
FacuIt^tiTOS 70
Total de oficiales en América 297
Fuerza de tropa,
Vetert- Hilieit<.
no8. noi.
Sargentos primeros 43 »
Idem segundos 242 »
Trompetas 9 »
Tambores 447 »
Cabos priÍQQeros 306 260
Idem segundos 332 524
Artilleros primeros 3,392 5,789
Idemsegundos > »
Gonductores primeros ^ 4 »
Idemsegundos 4 6 »
Total de tropa en América. . . 4,457 6,573
£ste era el estado de la artilleriaen América
hasta su emancipocion de la metrópolí es-
pañoia.
Pero emancipados aquellos vastos dominios,
nuestrocuerpode artilleria quedó reducidodes-
de e1 año 4 820 y siguiente á provecr tan solo el
personal de las islas Aotillas, Filipinas y Gana-
rias, únicas colonias que quedaron á nuestra
metrópoli. £n el trascurso de los años des-
de 4800 basta la fecha sehicieron algunos in-
veutos y acaecieron algonas novedades en sii
organizacion, de las cuales hemos dado noticia,
siendo la que actualmente rige, la que deter^
minan las reales órdenes de 7 y 30 de noviem-
bre de 4843, modiflcadas por otras espedidas
despnes.
£n el año 4842 fué disnelta la artUleria de
la Goardhi real.
En cl año de 4839 se crearon en £spaña
las baterias de á lomo 6 de montaáa, eziatieD-.
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785
do en 1a actaalidia docei qae compoiiai tres
brigadas.
£1 caerpo actaalde artillería en Bspaña, se
compone de:
Oficiales facultativQS.
Director general
Mariscales de campo, subinspectores de
los cinco departamentos del arma que
son: 4.*» Barcelona: í.** SeTilla: 3/Va-
lencia: 4.' Coruña y 6.** Segovia. . .
Brigadieres, gefes de escneia de los
mismos
Goroneles
Tenientes coroneles. ...*...'.•
Prímeros comandantes
Capitanes * . . .
Tenientes -
Total
ABTILLBRIA
7M
Idem prácticos.
Gapitanes. • •
Tenientes. • .
Subtenientes.
Total..
5
38
&6
27
450
%b%
528
48
24
36
78
RESUMBN.
Oflciales facultatiTOS 528
Idem prácticos 78
Total de ofieiales de artiileria en Espaüa. 606
La fuerza personal de tropa en España
consta de:
Plam.
Ginco regimientos de artillería de á pie;
de los cuales el 3.** y 5.» consta de
tres brigadas de á cuatro baterias ca-
da nno, y los tres regimientos restan-
tes de dos brigadas de ¿ cuatro ba-
terlas cada uno 4800
Giuco brigadas fijas de á pie de cuatro
baterias, escepto una que solo tiene
dos 4800
Tres brigadas montadas de ¿ cuatro ba-
terías 4308
Tres brigadas de á Umo ó de montaúa
de ¿ cuatro baterias 4380
Ginco compañlas de obreros 345
Guyo número compone un total de 9,603
plazas de tropa; temendocadabatería68 mnlas
7 44 oaballos para laa baterlai montadas, y 32
mulos y 6 cabalios para cada una de montiña.
£n las islas de Poerto-ftico, Gobi y Filipi-
im, eiifiten:
OficiclH faotíiMiim.
Ifaríscal de campo, subinspector del de-
partamento de la Habana 4
Brigadier, idem del departamento de Fi-
lipinas 4
Goronei comandante del departamentode
Puerto-Rico 4
Goroneles 7
Tenientes coroneles 44
Gomandantes 5
Gapitanes ^
Oflciales facultaUvos en UUramar, total. 59
Oficiaks prácticos.
Capitanes 4 8
Tenientes 62
Subtenientes _M
Oflciales pr¿cticos en Ullramar, total. . . 438
La foerza personal de tropa de artilieria
en Ultramar, es la siguiente:
'Un regimientode dos brigadas
fijas de ¿ coatro baterias cada
, una ^
ífubt S ^^' brigada maniobrera de cua-
' tro baterías de montaña y nna
montada 576
^Una compañia de obreros. ... 63
Guya füerza compone un total de 4 ,634 pla-
zas de tropa.
Una brigada de ¿ pie de cnatro
baterias 400
Una secsion de obreros (que no
calculamos en la tabia si-
guiente) ^
Paerto
Rico.
Pílipi
nas.
ÍUna brigada de seis baterias de
¿ pie y una de ¿ caballo.. .
Una bricpida de tres baterías de
¿ pie y una de montaña. .
Una compañía de obreros. . .
El regimiento
de ¿ pie. •
Brígada ma-
niobrera. .
Lacompañiade
obreros. . .
/ Cuba.
Totaldefuerzal
de tropa de )
artillería en^pnerto ( La brígada de
Uitramar. . i »ioo- ( ¿ ple.
fpuipi. í^^^'*^^^
\ itts.
^■r
Pltus.
lao
450
45
991
576
46
4,613
400
das y
obreros.
los
4,275
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m AintLiiiii
Tolal de ofcíalef (en Ultramar). ... 197
tülal en ültramar (áin incluir los de la
direccion, etc) 3i85
*m
Eo cada uoo da los departameiilos de Ul*
tramar exiate ua arsenal de coii«tniccion ó
maestransa de artilleria, conatruyéndose toda
dase de cureñas, mixtos, etc.
Total de flavu de tropas en España,
€iDco rcjpmientos de á pie. . . .
Cinco brigadas IQas
Tres brigadas monladas
Tm id. de montvfla
Cioco compañiaa de obreros. • . .
4 800
1,800
f,308
l,3Í0
345
9.60.Í
60C
40,m
3,4B5
Total
Tofal de oficiales
Torat de fuerza (sin iocluir capellaoes,
dnijana*» armero^, etc)
Id. ya calculodo en Ullramar.
Tolal personal de la^atlillería e^pañola
(sin los agrega<lo8 á laa planai mu-
yores). con 4 .200 mulos en España f
el equivalenle en ültramur, 210 ca-
ballos de dolacion en las batertas
de España,el correspoodieole de ül-
tiaaiar y los de silla de los oOeiales. 13,184
H total üe oficiales de artilleria, ademas de
ballarM repartido eo los reglmieotos y baterias
y en ios departamentos, io está en la dlrec-
clon y Jiifitas superiores facnltativa y econó-
mira del cuerpo, museo, archívo facullativo,
subinspecciones, comaudancia^ dcl arma de
las plaxas y detalles dc siis parques, colegios
y fábricaB, prestando los prácticos únicamenle
aos serricios eo las bftgadas fljas.
La dotacion de fneru de los rAsnectiTos
cnerpos es atlemasde la delcolegio. (Véase ab«
mLEMA.) (Coleífio di) la sigaiente:
Plana mayor ds eada regimienlo.
Coronel
Tcnienle coronel. . .
Teiileutc habilitado.
Tambor mayor. . .
Saslre
Zapatero
ToUi. • .
Píana mayof de eada kt igada.
Comandante
Segundo id
Ayudante.
Capellan
Gírujiino. .
Sar8:enlobrigada
Cabo de tumbores ó coroetas
ToUi.
Pkma mayor de eadabrigada montmdmóda
eada una do momíaña,
Teniente coronel, primer gefe
Comanüanle
Segundogcfb .
Ayudantes *• .
Capellan ,
Cirujano
Picaílor
Sargeoto-brlgada
Cabo de Irompetas
Total iO
BOCACIOff M LOS mBOIllIKfTOS, BUOABAl T eOMPASÍlAS BB OBBBBOÍ.
Begimientoi de d pie.
l\ !.• «.*» 7 4.* regimieolos de á ple, constan cada ono d« dos brigadaa de á 4 baterfss
cadanna.
. Et Z.* y 5.*' id. de tres brigsdaf . ^ ^
Cada brigada monUda, y lo mismo cada nna de las de aootaóa, consla de 4 baterias.
Las brigadas tUas, escepto ooa que eoBsU de 2 batcrias, tieoea la misma organisadoo que
las de los regimleotos de á pie.
Gadabateriadeá
pie consta de.
1 100 ludividuos de trupa.
.103 booibjres.
DviacioB de ca&oiusf.
f Segoo el servicio de loa sitios y I
^tallas.
Tlros.
1 eapltan. • . • )
3 teBteotes. • . . (
4 Bsriseal.
109 individuoa dBtropB.
4 14 hombres.
4 oílciales.
Cadabaterismoii-
iBda coosta de
493
12 cafiones de i 8. \69 mnlas.
f t^buses dc á 0 V, ps. f I4^caball0f.
^4 y los carros de mu- L8?total dci gs-
olcisBtzs oecesariQs 1 oado.
T. UU 47
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739
ABHLLEBIA
Ufl
Cada batería de
moDtaña cod8>
ta de
::|
Tlro«.
4 eapifan..
3 teDicntcs.
1 m&riscal.
1 445 individuos de Iropa.
UiO hombrei.
4 oOcÍales.
jo obnses de ¿5 pulga- i32 mulos.
Í' das y las cargas nc f 6 caballos.
cesariasde municio- ¡ ^^ total dd ga-
nes. I nado.
Cadacompañíadej
obreros constaV
^e .-•]
:!
4 capitan..
2 tenientes.
63 indíYidnos de tropa
^Fbombres
3 oflcialea.
Ta qneda dieboque los calibrea osados ac-
tnalmente en España son: cañones de á 24,
46, 12, 8y 4:moilerosde A44. tíy 7 yobu-
sesde ¿ 9 y 7 largos y corlos, 6 Va largos y 5
cortos.
Para el mejor desempefio dcl servicio de la
artilleria se liulla subdiTídida la peninsulH é
islas adyaceutes en los clnco departamenlos
eiguiehtes con sus maeftranzas respectivas:
Barcelona, Sevilla, Valencia, la Coruña y Se-
govia; cade departamento esiá mandado por un
mariscal de campo snbinspector, que se eu-
tleode directamente con el director general eo
todo 1o facuttatiTO del cuerpo, y |M>r un briga-
dier, ^fe de escuela, que tlene á su /^rgo la
instniccion teórica y práctica. En las plazasde
considoracion y capitalcs de dístrílo hay un ge-
fe, comandauie de artilleria en ellaF, y si las
atenciones del servicio lo exigeu, un oOcial
encargado del delall.
La fabricaciondetodaslasarmasy municio-
nes parael ejército se halla ácargo delcuerpo
de artillería. En ias fundiciones de Seviila y
Trubia, fábrícasde fusiIesdeOviedoy Plasencia
{GMipúz4Ma), en la de armas blancas de Tole-
tlo, en la de municionesde Orbaiceca, en la de
piedras de chiíipa de Logroño, en las de pólvo-
ra de Murcia y FHipinas túnica de Ultramar) se
hallaii dirigiendo los trabajus, construcciones
de ediOcios para fábrícas y reformas, oOclales
del cuerpodearíilleiiaconel correspondieute
número de aríiOces y obreros bajo su dcpeu
dencia. En dichos establecimientos sc halla un
coronel ó tenienle coronel dcl arma como di-
rector, y los oOciales necesaríos del cuerpo ¿
susórdenes. Asimismo corre el coerpo con la
instroccion de los cadetesdel colegiodeSego*
Tía. única fuente para losoOciales facu tatívos
delarma. Los sargbntos deartilteria, de sobre-
saliente y nunca desmcnlida couducla, inieli-
^nciayactividad, puedenser ascendidos iias-
ta capitanes inclu^ive del cuerpo; pero ¿ esta
clase, conocida cou la deuomiiiacion de prác*
í¡eo$, no se la destina mas que ¿ las briga-
das fljai.
El armamento de los regimientos y bríga-
das Ojas es carabina rayada con bayoiiela y ma
chete: el de las brígadas montadas y las de d
lomo ó de montaña es mofqueton y machete.
Sl correage dc toda la tropa es bliaeo.
El actual uniforme del cnerpo consiste eo:
oasaca con solapa aziil turqiii; cueil , viieiUtf, .
forro y vivos encarnados; pautalon aziil turqal,
boton dorado pequeño, bumbas en el cuello,
dragonas encarnadas, cliacó acampanado ooa
chapa y carrilleras delaton y p'umefocDcami-
do. Esceptiiados los caf os de Fervicio de ar-
mas iisan los oOciales, que son dc la clase U-
cultativa. sombrero apiiutadocon galondeoro.
Lo3 oOciules usan las cliarreterls duiadascooM)
el boluu, y espada ceñida los de 'os reginiienloi
de ¿ pie y furrugera con carluchera y sablede
mootar los delas brigadas montadas y dc oioo-
laña.
Goncluiremosestearífculo, ya qnedelper-
sonal liemos tratado, con la siguientc relacioB
de escrilores é inventores quo ccpiamos ea
paite del Memorial hlstórico de laarlilleria
española, ríudiendo usi un tributo debidode
respeto ¿ aquellos quc en este piiatu han luo*
rado, honran hoy, y honraráo siempre niies*
tra patría.
Escritorei i inventores de la arliUeria en Bh
paña.
~ Dicgode AlaTi (poblicó tariuobfas ea
tiempo de Felipe II).
Fiancisco Barra (publicó en 16(S.)
Jiian Bayarte (brílló en 16C6.)
Fernando del Caslillo, escritor.
Padre Tom¿B Gerda briiló desde 4758.)
Andrés Gerou.
Andrés Garcia de Cóspedes. Florcciódes-
de4606.
Cosnie Damian de Gomica. desde 1799.
Francisco Giscar, desde 18^.
I.iiis Goüado, desde 4564.
Francisro Datoli, desde 4807.
César FirruOiio, cn 46SG.
Sebaslian Fernandes de Gamboa. en 1671.
Aulonio Gunzalez (inventó las reráannf
eliplicas en ios morteros y los muitonei paia
los misinos en la rulata.)
Stbaslian de laabaini y Azagra.
Grístóbat Lechiiga. [Su fama es vniversm
por sus esclarecidoa inveutos.) '
Morasca.
Murla, céiebre escrUor de aitilieria. (%
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711
AKTILLEBIA
m
ntv9 tu óbra dete$tú éJi la úeadmia de orti^
UeriaefiSegovia.)
Andrés Uufios.
Pedro NaTarro. (fíélebre ingeoicro de h
edadoiedia.)
OJriozola.
Juan Sanchex Recienle.
Rios.
Fraxno.
Bouligni.
Roca.
Rovira.
Sans.
Dtego Ufanp. (Be gloria Qoitersal.)
Lecrecio ibañez.
ht?é Diaz Inraiile.
Lázaro de la Isla.
Ruizde A|)odaca. Capitan generai de ia ar^
inada española.
Navarro Sanffran , generai de artillefia.
FeirerdeCouto.
Salaa.
ApeiiH.
Marfiiiéft de Tiluma.
ARTILLER1A. (calibrbs, alcangbs t honta*
6C8 ACTVALBS PARA LA) Despui^ dc liaber es'
poevto lodo lo príncípiil de la liistoría del nia-
teríal y personal de la artilteria, Tnixsosá espo-
Ber loe detal'es mas neresarios de la actual.
Desde el reiiuido de Gáijos L (V de AlenuH
Bia) los rstraiigeros cran nuestros imiiadores
eo todo io peitenecionle á la aríillería. Los
eaíkioes cortos y alijerados , el cañon de tro-
zos, l«s recámaras cónicas, las recémaras
eKpticas, los moríeros (invenlados en tiempo
de los reyes Católicos), las bombas (usadiis en
Fiaodes). los obu^cs. armas de cliispa, pucnles
de tela para pa^r ríos, son cosas lodas cono*
cidaa eii E^^paiia anlcs de lo qiie se cree eu las
naciones eslraof^eras, é inTenladas la mayor
paric tm nue:$tra patría. Pero la decadencia
progresiTa de la moaarquia espaóola duranle
el reinado de la casa de Auslría, trajo iambien
ei decainiiento de la arlillería en ella.
Desde Felipe V, se empezaron* á copiar en
Xspaña basla los nombt es de la artillerla fran
eesa, ias roedidas y loda clase de reformas , lo
eoal se debia al mucbo influjo de ios iugeoie-
ros y artllleros fraoceses qne dicho F^lipe Y
tenia eii ?u ejército desde la guerra de suce-
sian. Gríbeauval determinó por este tiempo
la longilud de los obuses á trcs calibres, eoa
atencion á qiie alcanzasc bieo el brazo para
oargaríos, dábdotes ftmblen su montage espc-
cial, y esta artillería se introdujo en España, ea
donde recibió despues considcrables mejoras
por los oflciales deartillerla española. En 47S8
se esiableció por real órdcn la pniebadc fosa^
qiie coosistia en empotrar las piezas aseguran*
do su culata á un poste para que no retroce-
diesen, y haciendo con 2 ó 3* dee'evacinn Ires
disparos.dc prucba. Para las do á 24, 48, 46 y
42 se ponian al prímer liro Vi del peso de la
bala de pólTora; para el segiiudo l^dQió.f
para el tercero todo el peso de la bala. Para
las de á 8, 6, y 4 se ponla siempre de pólvor»
el peeo de la bela, y en estos y aqnellos ona
bdila eocima dc lá pólrora. Los raorteros y pe«
dreros se probaban con toda la carga que cb-
bia en sii recimara. En ^'i^Sseabolió la prue*
ba dc fosa y sc mandaron probar para lo snce*
i^lTo los cañones montados en sus curejias, ha-
ciendo con ellos cinco disparos por la borísoo*
lal, los dos prímeros con */« del peso de la bala
en pólvora y los otros tres con la oiitad, coyo
prueba era roas suave*
En 4743 se redujeron de real órdeo todos
los calibres á los cinco únicosque ya babia eo
Fiancia. á saber: de i 2t, 46, 42, 8 y 4 \$f
go?» y los morterosde i 44 y 42 pulgadas,
Kn 4*756 se espidió uo reglaoieoto de ba*
lcrío, Tieiilos y calibres.
En 4 777 se inslituyó eo Rneoos Aires oues*
tra prímera artillería i caballo, que loego ee
esiabieció definiiivameote eo E^paña. Para esto
y la pólvora v¿a$e el cuadro sinóptico ante-*
rior. Ya queda dicbo como ios cañooes de i24
y 46 como dc sitio, los de i 42, 8 y 4 corao
de campaoa, soo los adoptados actualmeote en
Espana, asi como los oboses de 9 y 7 iargos y
coríos, 67) largos y 5cort06y eo iosmorleros
los de i 44, 12 y 7 pulgadas. Abora pera abre-
viar vamos i referír eo la &iguieote tabla el
peso y alcances medios de ias piezas, cureoas
1 y aicances coo rclacíon i los disUntos calibres*
Tabla del peso de las piezas de arUlkHa , *d$ sus cureñas rsspectivas y akanees medios de
oquellas.
CAUMIBS.
24 de sUio. . .
46
42 (de l'ñtttUa).
8 {i\e id.). . .
4lld.) . . • .
PE80 EN UBRA8.
delas pieias.
6.435
4.350
2400
4 382
680
de Itf curelat.
2 320
4 920
4.076
4.362
932
6 000
8 000
5 000
4.500
3 000
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743
ABmLERlA
7li
. 9n •] ptfo de tas entñat no ta calcolodo
e) do los oniMMM».
Cadacuíkin Uene sn atacador«e8cobillon,
^ tienc el largo del ánioia, y nedio calibre
Bas para inaBe|arlo.
La tropa ae municioDa en la relacioa ai^
gQionte:
A»A1IIES DB MLYOEA.
fpsP. carabiiui. pift^U.
Pnseba de Ofdenansa* . 16 4% 8
kleaii ordinaria. .... 43 9 7
Caria idcm 7 6 V, 4 V,
Por )a figara cóoica, indispensable eo loda
ama de feego, debe cortarse la Hnea de mira
000 la qne reeorre la bala oii dos punlos. Des-
preciado el primero nor m proxiiniiia'l al arma,
sedice «I tesmndo dg punto tn blaneo; ieo<
9ia dediioida de la graredad de la bala y reais
tottcia del medio quc lia de reeorrer. E« preci<
80, pufs, apiinlar mas allosi el objeto eituvie-
se f'jera de eata dlslancia, y mas bajo si estu<
viese mas próximo.
La l'iga de que se fabricaa boy las picxas de
ardlleria es de 400 partesdo oobre y 44 de
estafio. (F¿as?FUNDiaoN.)
Las píeaas se tafitean con el eompás cur?o
eon el hilo y agiija; qiie dividldo cn tantas
partes igiiales, nuiestra como se bacen los ti-
ros seguros, desde el mas corto basla el mas
largo; per«|iie el cañon , qiie dispara su pro •
yectil en lu direccion de un plano langeute á
SB anima, hace el liro mitad en linca recta y
mitad eii our\'a. para calcular lo cual sirve lu
qiie qneda dielio pocas lineas antes. Los liros
se dirigeii con e) ciuidrante> y para conocer lo
mariao del metal de las piexas airve la regla
terela.
El diámetro de los proyectlles hiiecos roar-
ea el calibre de los ubuses y roortero^, y el dt*
los eaíkmes márrsto el peso de las balas qiie
ealsa oada uoo. En la prueba de carga mayor
para cada piesa, cl pese de la pólvora igiial al
ée la bala, en iin tSro ordinario, puede líevar
de carga cn |i61vora la mitad del pe^o de la Im-
la y Vt de diclio peso para hacer brecha. La
artilleria se caga lambien con cartuchos, ba
las de barra , de tijera, y en&idenadas. A las
piexas de bronce suele darse por cada 40 II-
bras de bala, una de viento, y ¿ las piexas de
Jiierro dos. Loa cañones se refrescan con vi-
nagre y agiia.
Los afiist^ y eiireñas actualcs estin arre-
glados por la movílidad que ba de tener y es-
fuerso «yie lia de iiaeer la piexa» segun sea dc
sMi» fplasa, de batalla ó de montaña.
¿IT1LLER1A. (GOLBGio db) Ta queda d1-
cfao como eran ezaroltiados los que antigiia-
mente qoerían pertenecer al cuerpo de artiile-
ria; como los capilanes generales del arma tu-
irleroB 1» provision de Iss plasas de oflciales;
eoew^ Uempo denrrulloo se lasUtuyeroo
y sbelieren derpoea eseseVasiMnlciieas SB Serl*
Ihi, Lísboa y en Burgos. eiistlendo enMitaa nia
<le SOO alumnos en el Fielo XTII. Dtcbo qne-
da tanibien, coroo en 4'í40 se mandaroo eri-
gir esciielas pricticas de artilleria en Aiigoa,
Andalucfa, Estremadura y Galicia, y teóricas
en Aragon. Estremadura y Andalacfai. Despues
en 43 de agoátode 4763 se espidió nna real
instroccioD prevlniendo las praebas de neble-
xa que debian bacer los pretendienles i eiba*
lleros cadeles del real cuerpo de artitleria, y
demas circunstancias requeridas paca ser ad-
mitidos.
Publicada esta real cédola, y separadoi
poco despues los ciierpos de artilleria é ioge-
nieros, el dia 46 de roayo de 4764- se abríóen
Segovia la acadeiuia de caballeros cadetei , y
80 formá de los prelendientes ya reunidósuna
compañia, compuesta sei^nn reglsmeBio, da
53, oon 2 brlgadieres y 4 snb-MgadierfS, la
üual fué mandada por un capitan, un lenieDle
y iin subteniente , quedando suprimidos los
caJelcs qiie habia en los batallones de artille-
ria, y iio debiendo ascender ya á oflciales del
anna roai que los cadeles aprobados eo d
colegio, y algunos soldades dUlingaidoi.
Tambieu se concedieron para qiie maniobruni
coroo loi baiatlones, áo$ banderas á lu coatrs
compañtas do artilleros alli deslaeadas, las
cuales en 4 770 se sugtitiiyeron con cuatro de
artilieros vi»lunlarios, maiidadas por oo to-
nienle coronel y un ayndanie mayor, Useua-
lesen 4784 formaron el quioto bBlallon dal
regiiiiienio.
En el año 4781 se aomentó hasta 4 tO pta*
xasel número de la« que debis conieaerla
coropañiadecadelesdel colegio, aomeniaodi
tambien iin tenlenle y nn eiibtealeote,
Kn I.® de enero de 4804. se espidió el re-
gfaroento deJ coleglo, dejando et nAniero de
plasis como estaba, nombrando directi^deM
al principe de la Pax, y fljando ciiatro aftesde
estiidto, á cuya conclusion eran prvBMTides á
sublenientes dd arroa.
Pero la glierra de la independenola imse ca
gran coiiHicio al gobienio de entoitoes , j e(
colegio tiivo qiie ser trastadado i Sevilté, en
doDtle ca 4840 fiié dtsuelto por la entrada de
los fraiiceses en dicha plaxa. Luego se ^tnaó
en Malion, al paso que stirlia tamblea i la ar-
lílleria de oHciales el colegio ya antes esfalile-
('ido en la isla de leon. Eu 184 1 fué traslaJa-
do de Uahou á Palma. El colegio estuvo en las
islas Baleares basttf 4844, en que regresó 4
8(>govia, en doiide habia nacido oiocoaita
afios antes. En 13 de febrero de 4846, se ins«>
tituyó la jiiata superior facultativade arlilleria.
En i3 de agosto de 4849, so varió el curso de
esliidios, yseauadieron dlex roeses mas i los
eualro añoi« ya roarcados.
Ett 4823 fué disuelia la compafiia de eade*
les i conseeueocis de la disoiodeD «lel (
deartillería.
Eajuniode l8S9soroorganis6 Isi
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Vi»
|i|^ity;Hf/^
nt
üaiscatanm» odetis M mte tlgiiieiitt:
CO.
Cadel6ff»diTididofeoH brifMÍÍer.
S brígadas oom- 1 4 sub-brigidier.
pue¿taeadanD«de(S7 cadetea.
Í4 Goronel, capitao de la compañia y
dírectordeestadiot.
t Gapitaues; e1 uoo ayodaote ouiyor
y el otro leoleal^ de la cooipañja.
3 Teoleolea; cl uoo ayudaote aeguo-
do y ]08 olro¿ doa aubteoieoles.
frofeao- i ^ ^^^^f príoiero (el ma$ ürUiguo.)
^' \3 Ayodaotes de profesor.
4 Gapellao*
4 Cirniaoo.
4 Maeslro de equitacioo coo 6 ea*
balloe.
t Tanibores.
4 PJfaiio.
4 Profeaor de esgríma.
Por Oo 00 6 de didembre de 4843 recibió
al eolegio de artUleria de SegOTia la sigoieoke
orgaolsacioo, que €S la que Uoy ríge.
Se diTidieroo los eadetea del colegio eii
éoe clases, la de inUrtm, qoe era la úoica que
aotea babia, y la de estemoi. £1 oúmero de
loB priraeros p«ede llegar á aer de 460 (80 de
oáoíero y 80 supernumerarios) y ei de los et-
lemos es iodeiermioado.
/Mffmof. Loa üe número pagao desde aa
ootrada eo el colegio 8 realea diarioa, pues á
estos abooa el gobíeroo el haber de su clase de
eadetes. Loe segiuidoa pagao 43 '/9 rs* diaríos,
por 00 diafrutar haber cooio caiieles.
Deiieo teoer oias de trece aoos y oieoos de
dlea y seis y preseotar alguiias prtiebaa de
Doliteaa; ser examioados de medio aoo pudieo-
do liactrlo de uoo y medio ó dos y medio, eo
eoyo exámeo si fueseo aprobados, paaao á
esludijir el siguieote ado correspoodieote.
In loa dos príoieres aoos sol^ sir? eo como
oolas de aprubacion las do 6110110, muy bueno
y nAttWíliemie, la de medioBO slnre tambien
eo tudos los ciirsos sigu'ieoies, y eslo es geoe-
ral para ioteioos y esteroos.
gl gaate oiedio 4e 110 cndele inletno de nú-
mero eo los eoatro añoe de colegio ea ei al-
guieole:
Ffaosas.
fMa HlMnos. ....
Faramoebles. . . .
Iqnipogedeeotrada.
Goatro años i 90t0.
Totai de gasto. . 48,674
Sl estraordinario dcrotoraa, llbroa, etc. ba-
ce 00 tolal de SO.OOO rs. Yelloo, qoe esel coste
awdio caicolado para «0 cadete mf#nio« que'
DopieffdeeMayaeltroeikf toi 1
reglameolo; poea si bteo lot fradoa da 1
auto 800 de deYolocloo coDdiciooal,
calcularse como pérdida por gastos impre^
vistos.
Auoqne seao oflciales del ejército los qoe
iogresao eo e! eélegio sen eoDsideridos ebrao
sirapielesoadetes y oo poeéeD llerar la elHirre*
tera. Los qoeceocluyeo eoD aproTeebamieoto
los cuatro aoos de estudio deotro del colegio soii
asceodidos á subieoieDtee aiumoea de la es«
cutila de aplicacioo de artillería, coo el baber
de tates, y pasao á ia claae de eetemoe, eo-
traodo á estodiar coo la prooiocioo rcspec-
tlf a de dicboB esterooi los dea aioa mlaitei
00 la escoela de apiicacioD, coye plao de ea-
tudios se diri eo su lugar.
£niemo$^ Loa caodidalos á la clise de ci*
detes esteroos oo bao de teoer menos edad
qoe lade dies y sels aAos oi eaceder de Telo*
te. Su Dómero ea iideteroHoado y Deeerilaa
pre^olar tambieopmebasdoDobleaa. 8e aA»
mileo paísaoos y militares; pero estos, aooqoe
seao oaciaies, oo gosas lasdistiideoea de ta«
les si bieo lltTao la charretera, OHaodo los co*
detes los cordooes. 8e lee exige laaMeo «g
! equipo eompteto, se les probibe trage de pal*
sano y se los Tigila i todas borü por nedie de
visitaa domicüiariaa becbai' por loa prelesopai.
Se les ex'igen 60 rs. adeiaotadoi por aemeatri
para gaslos del establecimiento.
Niogun eaterno se adaUte como oo SDÍra al
meoos el cxámeo de aio y medio t co él obleo»
ga los ceoBuras diehas y eotm • eakidiar el
segiiudo semeslre de seguodo ado en ei eo*
legio.
I Los qne qnierao examioarse de ési íAü
I y medio bao de mereeef Ina eeDSiifai dicbas.
Los qiie ademaa quieran examinarie da Irü
' aoos y medio piiedeo pssarloa oblenieDdo It
censura de mediano; pero esta Tenta]a i m>»
die, auoqiie ae ofrece, ae coscede; pues se la
olega la aprobacioo eo loa prfmeros ejercicioe.
Los que pierdao doa etirsos seguidea de on
mUmo año soo echados del coleglo, si la poN
dida ooes efecto de ladesaplicicioo.
Gada adose divide eo doa coraoa seBMStm»
les y la distribuGioo de mateffits ea ia sigDieDli.
PLAN »S BSTüDIOi»
4,448
4,043
800
k,(m{pf6mimemtnit.)
44.080
PrÍBierdii.
Primer lamea^a.—- Lcer y eeeribir eott
boeoa ortografia. — Gramitica eaalclboa. -^
irítmética.*-Traducir ei fraocés.— Baile.
Septim/osefnas/re.— Algebra ioferier (ibst*
!• ioa lo§edriímoo.)
Segunionño,
Primer jesi^a^rf.— (ieometría.—6eogra-
ria.— HiBloria.
Se$Mni$ Msiaslra.— TrlgoiioiDelria.*
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747
AnmLEBIA
7»
netria prieliea.— PtrferéManle de élgebra con
)a leoria geDcral de ccuacioDes.— Dibujo topo-
griflco.
Tercer año,
Primer $eme$tre. — Séries. — Geometría
aDalflica ile dos y tres dimenaiones,— Dibiijo.
Segundo semestre. — Cáiculo üiferencial .—
Geomelría descríptiTa.— Sombras y perspecti-
?a lineal.— Dibiijo geomélrico.
C»arto año.
Primer eemestre. ^Ch\cu\o Integral.— E«-
titica.— Fiiica {noeiones qenerolen y lo$ cuntro
fiuidos impopdertil>tf$.)'-^Qiiim\cn [ka$ta ta
teüTÍa de ta combuetion inctusive.) — Dibnjo.
Segundo semestre.—binhm'ic», bidrogtáii-
ea, hidrodinámlca.— Qiiimica {htieta el estaño
tiic/ttKtra.)~Uineralogia (hasta eotutuir tt yé-
fiero stikaío,)— Dibujo.
- Los cadcte8 qnc ban carsaJo con aproba-
eion los anteríores años soo ascendídos á siib-
tenient^s de ia escuela de aplicacion de arti-
liería con el baber y coosideracion de taies:
8l aqnellos son iiiternos, SHlen del colfgio y
pasan con los esternos á 1» escueta de apíica-
eton, y si no son aprobados despues en csla, 6
por cualquiera olra circunslancia, se les reco*
gen sus reules despaclios y qnedan en la clase
que tenian anles de ingresar en el cologio.
La eseueta de aptitacion dura dos años y
dnrante ellos estiidian los alumnos las sigiiien-
tes malerias, asistiendo á la roaeslranza del de-
paríamenlo.
£iettc(a de ap/ieaeion.— Mccánica aplica-
da.-^Forlillcacioii permaneute y dccampaña. —
Aríillería.^Giencias naturales. — Táctiea stibli-
me.-^llanejo de papeles y documeiitacíon. —
Práclicas de levanlamiento de planos sobre el
terreno y dc aríiileria.
Ooncluidos eslos esludlos los snbtenienfes
alomnos son asccndidos á ta clase de tenienies
de aríilleria con la antigttedad que en sii pro-
inocion se les debe dar segun el puesto y notas
quc en etla ban merecido en los cursos ante-
riores.
Llegada esta época son destinados iodistin-
tamenle á los dirersos institutos de urlillería
ARTl LLERI A . iprbbiiinbncias del cuerpo db)
Constituido el cuerpo de arlilleria, auoqiie no
deflniliramente en sn príocipio , turo por su
in^lituto facultatiTO y especial baslantes prec-
minencias» deioscualessonlas príncipales las
líguientes.
Que el capitan general era el único árbitro
(salvo el parecer dn\ rey y su consejo) en ad-
niitir ó desecbar ios artilleros, fundidores y
todo el personal de su arma.
Qiic la aríillería, armas, mulniclones, etc,
qne en cnalquiera ocasion se diesen, babian de
iftUr del pbder de los mayordomoa solo por
cédnlas reales dirígidas al eapitan general éd
arma, y en casos repentinos esta proTeia por
medío de sus tenientes i los imprevistos qoe
ocurríeeen. Los lenlentes babian de cursar las
órdrnes y el contador de artillería tomar ra-
zoo, que debia dar despiies á S. M.
Que ei dineio que se necesitase para el roi-
nisterío de arliileila lo dieran los pagadores
con órden del capitan general.
Qiie ia contabilidad fiiese independiente de
las demas armas y roinisterios.
Que el capilan general 6 sos tenieDtes pro-
veyesen por si ó personas de su coerpo en los
delitos de los del cuerpo d^ndo coenta al coo-
sejo de guerra.
Qiie los ariiHeros ordinaríos eran declara-
dos permanente gente de guerra, y en sn con-
fcciiencia gozasen fuero militar y uso de
armas.
Qiie en las plasas no fc les emplease en
guardias ni fdccion alguna para poder siempre
acudir A 1a aríilleria.
En 4 de jtilio de 4584 y en otra real céda-
la de 4 593 S3 declararon ¿ esle cuerpo las mis-
mas exenciones que las qne gozaban ias aua^
dias por sus ordenanzas,de no poder serejeeo-
tado niiigun individiio on sus armas, perfooas,
miigeres , ni en sus veslidos, canQa, ni socldo
ni alcance por concepto al^nno.
En 5 de agoslo de 4 5C7 se declaro qac á
todos los artiileros , sus ayudanles y onclalci
mayores y menorcs no sc les piidiefe oWlgtf
á ser receptores de cnizada, mayordomos dc
depósilos, ni propios, ni oflcios, ni ofidosfon-
cpji'es con varias penas que en la cédala de
dicha fecha sc dccian.
Goza tanibipn este cuerpo desdc el liempo
QC lüs reyes Caloücos de un mlnisterlo de
cu( nta y razon enieramonle sepando de loi
demas. En tiempo de estos coiislal>a yadcfwi-
tadorcs, pagadores, mayordomos y sus lenien-
tes, algiiaciles, etc, y eslos cjercian el rargo
de couduclores. La cuenta y razon esluvo ea
Burgos, que era la capilai de GastlHa, basiaqae
.«e trasladó con la córte á lladrid, siendo gf fe Je
ella don Jiiun de Aciiña Vela. Este roini^teno
cou iguales atríbuciones al actual, sigiiió me-
jorándose hasla Uegar al bocn estadoenqae
hoy lovemos.
EJercian Juzgado prí? allvo, eomo qceda di-
cho, el capilan general y sus lenienies sobfe
ñus siib(»nrinados, y por cédulas de 43 de nia-
yo de 4 596 se iroponian 60,000 Bianivedises de
mnlla para gastos dela artítleria al qiieooar-
kasc en algun modo directa ó iBdireclaiDeBti
esla franquicia , coii otras pcnas y embargos.
Losdichos y oiros varíos fueros y preeffiioen-
cias hu disfnitado sieroprc ot cnerpo dc arli-
llería. Seria tan prolijo como no muy nece»-
rio el citar las fetbas de las reales órdencs
qiie recayeron sobre eu sistema de administn-
cion y personal, por lo cuai nos ceñireroos á
su actiial orpanizacion.
El Jusgado prhativo (refonnado en 4^»
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74Í
ARHLLE&U
750
signe boy como oua de las preeraiBeDcias de
la artlilerta; como Li cual le tieneo lambien los
coeriM)sdealabardero8é ingenieroa. Sus ludi-
f iduoa gozao de su fuero especial y la Juris-
diccion de cada uno deestos tres cuerpoa tie-
ne derecbo de atraccion sobre la de todas las
demas arniaa. Los tres reciprocamente »e
atraeo ejk el órden siguiente: el Juzgado de
alabarderos atrae á losdos rcf'lantea; y de es-
tos dos atrae al oiro cl que primeio empiesa á
conocer de una causa. La arlilleria tieue eo
esie ramo:
I . * Dn Juzgado siiperior de apelacion que
forman el dircclor general del arroa, on ase
Bor y un ftscal, ambos úliimos, letrados.
8.** Jtixgados parliciilares cn las eapitales
dc departamento y de dielriio, cuda una de laa
cuales cousta del subiiispeclor dcl orma, uo
aseíior y un (l^al, ambos úitimos, Ielrad0(>.
3.** Juigados subalternos en virios puotos,
y en ellos cjeroe veces de subtnspector el co
roaudante de artitleria de cada punlo. Las
obligiiciones de estos jiizgados son ei conoci-
mlento en todas ias (tuiisas qiie comprendao ¿
iodiTiduos de su cuerpo.
El cuerpo especial de cuenta y razcn que
tiene el arma de ariilleria, está tambien ba
Jo U direocion del gefe superior del ar^
ma, y á este mlnisterio corresponde la ad-
minir'tracion de lo pertenecienle á la artílle-
ria. Su personal se compooe en ei dia de un
iniendente ó minislro principal, G comisarios
de gucrra y artilleria de primera clase, 20
de segunda, 37 onciules primeros, 85 se-
gumlos y el número de oOciales lercetos y
meritorlos que el direclor del arma tenga por
convcniente. El unirorme actual de los em
pleadüs de este mioisterlo coQsiste en: casa
ca asiil turquí, cuello, vueltas y vivos encar
oados, paolalon aziil turquf, espada de ceíiir
y sombrero apuntado con galon de plata, co-
mo asimismo de plata ias bombas del cuello y
de las vuellas. £1 uniforme de diario se reduce
¿ levita azul tuiqut sin vivos, con bolona-
dura y bombas en el cuello blancas, y sombre-
ro apimtado ó gorra de visera y galon de
plata.
£u f .^ de diciembre de 4 *4) de declaró ó
los empleados de este minlsterio su tarifa de
Boeldos y el personal siguiente:
Contadores provinciales 7
Guarda-almacenes provinciales 44
I<!cm ordinarios 20
Id. por comision. • . • 4
Tceüor de las fábricas y almacenes de la
Cüsla de Sanlander 4
Conlador de Ips fábricaa de Plasencia. . . 4
Ayudanles de conlralor 5
iú. de guarda-almacen 23
Tolal de emplcado| 69
Sa 10 de febrero de 1751 jse suprimieron
lasoQcinas de veeduria y contadurla generalde^
artlllería delacórtey seembebieron en lai
intendcncias y coo adurias de ejército y pro-
vinciis, de donde se debian pasar las relacio-
nes mensuales de exislencias, iutervenidas por
iin conlralor de artlllerla, al miuiaterio de la
Gnerra, para lo cual ee destiuó á este mini^e*
ho un oflctal del arma. En el mismo año se
maddó qiie los contralores fuesen los qiie pa*
saseosiempre la revisia de comisario á los ofl*
ciales del arma.
En 1760 se creó la clase de guarda^alma*-
cenes estraordinarios, se delerminaron las
obligacíones de todos los empleados, la autori-
dad que compelia á los intendentes y coman-
danlesdc artiileria, el légimen de la contabi-
lidad, el gocede sueldos, y seaiimeutó el per«
sonal liasia el número de 438 plazas. En elsi-
guieuieaño se reuuió ladircccion al miuislerio
de la Giicrra, y el rey se re^ervó la direccioa
y mando para comuuicar sus órdenes por el
miníslerio.
Despues de varios aumentos y altemalivas
qoe sufrió el miuisterio de cucnla y razon,
vlno á qiiedar por real órden de l.** de mayo
reducido, en 1803, á los nombres y pcisonai
siguieotes:
Gomisarioordenadorde ejército, minis-
tro príncípal 4
Gomisarios de guerra, de ejército y de
departamento 5
Coniiaarios de ariilleria bonorarios de
gucrra 47
Guarda-almacenes ordioarios 17
IJ. estraordiuarioa 50
Total de índividuos ' 400
En 4843 se instituyó en América este mi-
nisterío y se comptiso de 8 comisaríos de
guerra, 16 id. de aríilleria, 47 guarda-alma->
cenes ordinarios y 39 eslraordinaríos.
En 4845 los guarda-almacenes ordínaríos«
estraordinarío:^, pagadores, etc, se mandó
fiiesen llamados oflcialesprimeros,seguodosy
terceros del miniáterio de cuenta y razou de
artillería» siéndoles seiíalado coroo ¿ los de-
mas de su ramo, su uniforme y distintivo res-
peclivo.
£n el año 4842 recibió cste mini¿terio es-
pecial 80 última organizaciou, quc redujo el
personal al nárocro y clase ya espresados.
Varías fueron ias preemineiicias, coroo que*
da dicho, que se coocedieron al cuerpo de ar«
üllería.
De2 de Julio de 4802 data la ordenansa
aclual que le ríge, príncipalmente con la nue-
va constitucion de 48 de marzo de 4800, lea-
lesórdenesde 7 de noviembre de 4843, 45
üe febrcro y 24 de Julio de 4844. 25 de mar-
zo y 48 de setiembre de 4848, y 42 dediciem*
brede4849.
Loa oliciales dsl cuerpo de arUlleria goiaa
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V5I
MtmLBMtA
m
desde I ioe de mi eMYafan de eseeoso rlgoro-
80, que les e? Ha toda clase de Injuitieiat.
No baceo servieio do plaaa cod loa de in-
Itoteria y caballeria.
Eligen en los depósiloa de qniiiteB loa pri*
meroa entre todos los demu cuerpos del ej6r-
eito.
Un cabo y cnatro bombres de artHlerfa
fdrman cuerpo, y la Infanteria necesíta coa-
tro ooRipañias de un mísmo cner|)o, aunque
este número siempre es muy varlable.
Todos estos y otrosmas son tos privileglos
de qoe goaa el cuerpo de artfHería en Espafia,
consignados todos en sus ordeoanzas y reales
órdenes citadas.
ARHLLERIA. (bstablbciiiibntos qubdb-
PBXDBN DB LA) Eo la capilal dc cadtt UDo do los
cinco departamentos se balla la maestransa
prindpal del mlsmo con la conYcniefile dota-
cion de oflciales. y vamos á describir, aunque
ligeramente, las fábricas que dependcn en ea-
da una de ellas del cuerpo de ariilleria, al
Goal eslán encomeodadas todas las de armas
Y raunioioncs que nsa el ejército español. Ta
queda dlclio la celebridad de nueslras anli-
goas fündiciones, oon las caales solo y ape-
nas competian las de Alemania. La fundicion,
boy esllngtiida, de Milaga, fué de las mas fa-
mosas eo Europa en tiempo de Gárlos I y de
aos sucesores. Brillaron en tiempo de Feli-
pe III tas qiie entonces habia en Burgos, 8an
Sebastlan, Lisboa (perlenecienle i Bspaña en
aqucllaépoca), y Barcelona con las de Uirech,
en nueslros dominios de Flandes, y la üe Cre-
ma y Mllan en la parte de Iialla qoe entoiices
poseiamos. Otra existió en Yaleacia» pero de
eata se conocen pocos detalies. Solo ae sabe
que esla y la de Sevilla eran de brooce. En
Baaa existló olra fábrica muy bnena, de la
cual, queda ya dicbo, como h>s niateriales
iirvleron despues para la de Málaga en el
aflo 4500. Ya queda dicbo corao en Bgul {Na'
varra) existió /Abrica de municüm y petote-
ria. Mlentras que en Bspaña era tan bnllante
ei estado de las fundiciones, en el eslrangero,
y muy particolarmenleenFrancia, apeuaspo-
dían fimdir una buena píesa de silio, como k>
atesiiguan las pniebas de cañones qoe hicie-
ron en Douai en 4786. Los ingleses no Aieron
entonces mas afortunados.
Pero lodavia tomaron mas escelencia nnes-
tras fundiciones desdequeseusaron lo* abun-
dantes cobres deAméricayRioTinto [AivialU'
cia), cn vea del que anles se traia de Suecia.
Bn tiempos de tanla prueba para la artllleria
Do se ponia i prueba en España mas qoe una
piesa de eada fundieiOB.
A las fundicíoDes y arUlleros españoles se
deben casl todas las aplicaciones de la arlHÍe'
ria, oiiya mayor parte han qnerido usorparnos
los estrangeros. Bl cañon oorto y alijerado,
e4 caiiofi 4e Irosot, las reoémaroM eóñtcae, loe
morleroe, lae bombae, loeobueee (en 4044 eoh
eímmbveéomortme eMre keee^eiñ^fm), lae
jjfobetae parajmulbé,HMcmñu y olras mf
ebas apllcaeioiies y m4quinas, son eselosifa
invenloé apKcadoa por loa espáñoles, aüí coao
el prfmer uso de ta mina por Pedro Navirra
eontra Kipoles, y las balerias fiotantes eonln
eibraltar.
YamoS i hablar sobre nuestras aehiales
fundiciones y fábricas de armn. advirlieBde
antes qneen las nia«wtninsas de arHilerit (qae
seei^trfecieronen4796), se eonstniyen e^
lentes malerlales y cuanto constiluye el boea
estado de esta dase de establecimientos.
Fandieion de SeviUa, Ittan Morel, fuadi*
dor en 4505, poseia en SeviHt y en el aclaal
logar de la f^iddicion, nn homo para foa^
arlilleria de bronce, el cnal era pfopiedid sa-
ya, venJlcndo sn artiileria al rey de Bspañt.
II ci.ado horno foé aumentando en fiima, es-
celencia y estenBion bajo la dh^ccioa de vi-
rios duefios que lo benefictaron, segim coasta
de algunas esoríturas que se oonservan, hasU
el año de 4634 en qtfc Ui compró la hacieoda.
En 4768 se establecieron en el sltio de loi
Teatinoe, raiquinas para barrenar y lomearlt
artllleria. En 1777 vino i poder deS. H. la
4 779 se eoostruyeron ya las roiiinflnas de saa-
gre para lo raismo, y ya en el 4 768 se haliia
anmentado el ediOcio con otro oontigoo, eoa
otra partenneva. En 4784 seediflcd de ooefi
[ilanta la parte llamada hoy de los A/imoe, coa
ia mllad del frente principal de la ftiodicioa.
Bu 1790 ae dió principio al edlflcio que bof
exisle, y se concluyó liicia el afln 4 793. Esta
fibricaesrauy boena, ydesde 4777 hasia48lt,
en que concluyóla guerrade ta Independeceli,
fiindk^ iofinidad de plesas. Solo en 4794 úü
eMa ftindion 448 piesaa de todos calibrea, f
440 en el de 4795. Los franceaes doraate n
infnictuoso sitio i la ciudad de Cidiz, deado
4809 i 484«, instiiuyeron en la fibrica deSa-
villa hi fundiclon de sos o6iMes de ViUantreií,
y seguia blen; pero al abandoDtr dichas tro«
pas i Sevilla en 484« dejaron la fibrica inaü-
Hiada. Se compuso y volvid A IrabtMir baf-
la 4847, eu que se parallsó. Yolvió en 48)1 á
lrab«]ar basta 48«3 en que fué paraliaada oini
ves. En 4824 volvieron i continuar en didtt
fundicion los M«ba{03 hasU el punlo de llevar
fundidas hi librica. desde su esisteocia basta
30 de abril dc 4830, 7,777 piesas cn total do
todos calibres, y desde entooces siguíó la fá-
brica en un eslado creciente de bríllaaicSy
sieiido en el dia la úutoa que Sorte al cjéreíio
y maríoa de piesas de bronce, pues la de Bai^
celuna se halh paraliaada. Tiene la fondicioB
de Sevilla dos raolinos para. laa lierras de los
moldes, ladrillos refractarios, etc, coo sas
lavaderos» taUorde attnos y fundicloo de bier-
ro, lafundidonchica, laller do molderta, M.
de ferrorla, gruneria, miquinas y carpinleria,
con oiras muchas dependencias.
E^ fundidor de los obuses, VtUantroie, Ila-
mado Pedearros tomd p^uiido con los france-
e«h OMBdt oaloi^ dejaBdo dOiSMdittlada Ja
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tss
ARTILLBItfA
1U
fimdíek», se reliraron á Frtneia, y alli á imi-
tadoD en od todo de la de Se?iUa, conatruyó
por encargo del gobiemo la fundicion actual
de fblosa. Kl citado Pedearros era nalurai del
Talle de Aran. (Gataluña.)
8n la fát>rica de Seyilla se funden toda
clase de raorteros, obusee ordinarios, á la Vi'
Uantrois, cañoBeit de todos calibrea, inclQSOs
los á ia paixhann, que son los obuses de
á 9Jarg08.
JSxiste en Set Ula tambien un buen parque
de artiUería bien profislo de aimacenes gran-
des y cómodos.
Fábrica de fusiles m SeviUa. Tambien
existe en esta cindad una buena fibrioa de
fbsilesqoe ha merecido en una esposidon
pública en París oficio de gracias á su director
en 4849.
Escuela de pirotécnica, En !a casa de pt -
roiécniea se balla la fábríca de cápsutas, chi-
BieDeas para ios fusiles de piston, que ya tie-
ne gran parte del ejército, y en ella se cons-
truyen todos ios fuegos arüficiales que nece-
sita y pueda necesitar la artilleria espadola.
Foé creada en t847, época en qite se empeió
á dar armamento de piston al ejército es-
pañol.
En la maestransa se construyen muy bue-
nas cnreñas, toda clase de montages y se
reeomponen toda clase de armas. 8e baUa en
raay boen estado, sobre el solar de Jas an-
tlgaas atarasanas y se construyó en el
año 1783.
Fábrica de armas blancas de Tokdo, Es-
ta es única de sn espeide en Espada, y sus
armas desde tiempo Inmemorial son bien £á-
mosasen todas partes. (Véate bspadas.)
Rn 4 777 sc bixo cargo de esta fábrica el
coerpo de artillería.
Fábrica de armas de chispa en Oviedo, £n
44 dedidembre de 4 794 se fundd esta fábrí-
ca eon el objeto dc qoe hubiese una ai menos
en España lejos de las fronteru. Las miquinas
de barrenar se establecieron en Trubia, Grado
y Mieres, puntos mejorcs para el carbon ve-
getal. En Trubia exist'um en 4828 coatro bar-
renas y la miqnina de amolar bayonetas; en
Grado tres barrenas y en Mieres otras tres.
Kd OYíedo se hallan ias saias de eximen y
depósito de armas, oflcinas del director y em-
pleados, almacenes de hierro, acero y lo de-
mas necesario. La consignacion de esta fi-
brica era de 9.i79,242 rcales 30 maravedises
anvales.
Los bayoneteros y baqneteros dc 1a fibríca
de fosiles de Oviedo se ballan establecidos en
el pneblo de Trobia, coya fábrica ntiiiza las
agnas del rio del misroo nombre. En este es-
tablecimieulo, que &oIo dista nna y media i
do6 leguai de Oviedo, bay seis barrenas verít-
cales, y se aproveeba el agua para mover
«a rueda de Poncelet qoe mueve las n6evas
máquinas qoe atii existen para barrenar y tor-
aear lot ciriioBes de foaii, para abrir las ros-
434 lOUUOTKCá muLAii.
cas de las chimeDeaa, los oidos, etc. Se está
trabajando en la constmccion de fraguas, etc.
para reunir aUi todos los operaríos de Grado
y Oviedo.
Esla fibrica se instituyó en Oviedo, porqiie
Ips franceses i flnes del siglo XYII se apode-
raron de la fibrica de £gui y Orbaiceta próxi-
mas i la frontcra.
Fábrica de fusiles de Placencia, Esla fá-
brica depeudia anUguamente de La compañia
comercial de Garacas y pasó despues i 1a pro-
piedad del gobierno, halliodose en el dia sita
en el magniflco ediflcio llamado la Casa Real,
en donde existen muy buenos almacenes, ofl-
cinas para inspeccion de armas, etc. Esta fué
famosa eu el mundo miUtar por la escelencia
de £us armas de fuego, príncipalmente en los
años desde 4800 i 4808, en que losalmaceoes
llegaron i contener 30,000 fusíles de depósito
ademas 'de los que remesaban. Perdló su apo-
geo eüta fibríca en la guerra de la independen-
oia, en quelos franceses la desroantelaron, y
casi completó su ruina la última gucrra civil
contra los carlistas que la poseyeron. Hay en ella
un comandante de aríiUería dlredor, y varíos
depeodientes; pero la fibrlca de Oviedo es lu
que principalraente surte al ejéreito.
Fábrica de mmiciones y cañones de hierro
i'Ailado en Trabia, Ocupa este establecimien-
to bastante boen ediflcio coo bnenos talleres,
hornos, miquinas, almacenes y dependencías.
Se fundó en 4794, se abandonó despaes y se
restableció en 4844. Se construyen muy bne^
nos cañones de todos calibres, aprovechando
el escelente hierro y minerales de sus inme-
diaciones. Sus cañones sirven para la marina
y las Gostas, y sus proyectiles son úüles para
toda clase de aríilleria.
Fábrica de mmiciones de OrbaicHa, Po-
co despnes del año 4784 se fondó esta fi-
bríca en susUtucíon de la anUgua de Egui ya
cHada, en cuyos montes se liabia agotado ya
el combustible. Guando empesaba i dar bue*
nos resultados fué quemada por los franceses
en 4794 cuando invadieroo la peninsula. En
4300 se empezó i reediflcar y en 4804 empe^
zd i dar moniciones hasta la guerra de la
iudependencia on que los franceses se apode-
raron de ella y la mejoraron para utiUdad de
su ejército. A la conciusion de la guerra volvió
i quedar abandonada hastaei año 4828 en quc
volvió i fuucionar, recomponiéodose lo dete-
ríoradb. En 4833 cayó en poder de los car-
listas, que la dejaron desmantelada i la con-
clusion de la guerra. En 4844 se dió príocipio
á su rehabilitacion y desde eotonces suminis-
tra municiones abnndantes. Tiene fraguas,
homos y esti bien abastecida de lo necesario.
Fábriea depMvoraen Murda, £sta se
haUa sitoadaen las inmediacionesdeto Nosa, y
la elaboracion y afloacion de los salitres se ba-
ce eu ona fibrica, que se balia en Murcia i
cargo de nna compañla, y sita en on boen
ediúcio con espaciosos paUos , almaceDet,
T. lU. 48
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755
AftTILLEBlA
7Ü6
etc. Se constraye ea dqaella fábriea ésce-
lente pólvora para e1 ejército, lo coal la ba
dado lajasta celebridad dé que goza.
Fdbrica de pólvora en las lilas FHivinds,
Existe esta, como las anteriores, bajo i& de-
pendencia del cnerpo de artilleria.
Existen en España otras dos fibricas de
póhora tambien á cargo del cuerpo, para el
consuiño de la Hacienda, las cuales se ballan
en Granada y Roidera.
La fábrica de piedras de cbispa en Loja;
ticneboy menos importancia que antes, por
estarse dando al ejércilo armas de piston; la
í¿brica de cápsulas de SeYilla Ya soslituyendo
i lu anterior en su importancia militar.
ARTILLERIA. (muséo db) Este rlco estable-
cimiento cuenta de antigüedad cuarenta y ocho
años, deade el año 4803 (i9 de marzo) en que
se aprobó so establecimiento en la c^rte bajo
la depcndencia y á cuenta del cuerpo de artí-
lleria. Las prímeras preciosas adquisiciones
que bizo fueron sacadas del gabinete de má-
quinas del Buen Retiro, y consistian en varios
modelos de fortiticacion y de plazas. Ademas
80 compraron ¿ la Yiuda del cétebre general
Hontalambert, bastantes modelos originales que
consenraba, y estos, asi como los anterlores
modelos, se reunieron en la casa Ilamada de
Monteleon, en la cual se hallaba * entonces el
parque dc artilleria, defendiendo el cual mu»
rieron cinco ados despues los célebres béroes
españoles Daoiz y Velarde, capitanes de ar-
tilleria.
£1 museo, desde 1a época citada, se fué en-
riqueciendo con nuevas y numerosas preciosl'
dades, adquiridas nnas y construidas otras en
las maestranzas de artillcria.
En 4816 fué trasladado este museo al pala
cio de Buena-Tisla, y en 4 827 tuvo que des-
prenderse de una porcion de modelos dc for
tíflcacion para el museo de ingenieros que se
estableció ep dicho cdificio, y del cual se tra
tará cn su Iiigar.
Sin embargo dc esta pérdida, cste estable-
cinriento se ha enríquecido progresivamente
con nuQvas adquisiciooes hasta Ilegar al bri
llante estado en que hoy le vemos.
El museo de artillcria se trasladó al anti
guo palacio del Reliroenel añode484l,y
ese es el lugar eu que hoy se balla.
Entre las innumerables preciosidades his-
tórícas y artlstlcas que en él se admiran, cita-
remos príncipalmente las siguientes:
I .^ Una coleccion de máquinas antiguas de
batir murallas, hechas demadera.
S.** La espada del célebre Aliatar, el moro
caudillo en la famosa batalla de Lucena.
3.* La pica que usaba e1 famoso guerrílle-
ro español don Juan Martin (a) el Empecinado,
durante 1a guerra de la independencia.
4.** ün escelente modelo de ona bateria de
piezas ligeras de hierro batido, construida por
los carilstas en Oñate durante la última gnenra
CÍYÍl.
5.<^ üna cortza que lICTaba el cardeaal ii-
menez de Gisneros, la coal ae ve aboUadt de
un balazo.
6.^ Las vendas qne cobrlan las beridas de
Daoiz y Yelarde, recogidas cuando se traslada>
ron sus cenizas al actual mausoleo tituUdo el
Dus de mayo.
7.^ Lombardas qoe tronaron en cl siglo XV
contr^ la morisca Baza.
> S,** Olras id. usadas en siglos'anteriores,
culebrinas y otros ricos modelos de fuodicío-
nes antiguas.
9 ^ Yarios modelos de bulto, escelentes, de
varias plazas de guerra.
40. Yarias armas usadas por les indios
americanos y por los asi¿ticos no cítíUu-
dos.
4 4 . Tienda que usaba el emperador Cir-
losY.
4 'i, Bala de piedra [bolaño) de ¿ 24 polga-
das y de 4 8 arrobas y 4 y Va libras de peso,
usada en el sitio de Algeciras en 4342.
Eslos y otros objetos innamerables, á eoil
mas preciosos, posee en la actualidad estees-
tablecimiento, qoees, ¿ nuestro débil eDtender,
uno de los museos de sa clase mas ricoe e&
Europa, y que quedar¿ ¿ la posteridad como nn
monumeuto imperecedero de las antigoisglo-
rias españolas.
Gabinete tofiográfico. Este gabinete, qoe
contiene tambien, aunque moderno, bastantes
preciosidades, fué formado y se haiia tambieo
en laactualidad bajo la dependencia del caerpo
de artilleria.
Desdeelaño 4849 sehallaencargadoade-
mas, como queda dicho, el cnerpo de artüleríi
de las salitrerias, minas de azufre y de las dos
f¿bricas de póWora destinada ¿ usos civiles,
las cuales sehallanea Granada yRoiden.
(Jdancha,)
ARTiLLERIA. (tactiga genbral db) La arli-
llería, qne en sus principios fué coosidenda
como arma auxiliar, es en el dia paríe mof
integrante y necesaria en los cjércitos. Esti
armu ha ido adeiantando r¿pidamente en todas
las naciones de Eoropa. Si un general ataease
hoy ¿ un ejército con soio infanteria y caba-
lieria, y sin ariilleria, seria sin falta derrotado
por el otro, si la tnviese, Eu todo ejérciiose
necesita infanteria, caballería y artillería. 5a-
poleon, dcsde su brillante campaña de Italia.
estableció que para cada 4 ,000 hombres debei
Jogar tres piezas, una en el caropo dc batalia,
otra en el parque y otra en el depósilo; pero
esta relacion varia mucbisimo segun las cir-
cunstancias, pues el mismo Napoleoo en n
última campaña usó mucbasmas piezasqneea
las anteriores. Segnn los t¿ctico8 modenos la
relacion citada debe ser de cuatro pieiaspor
cada 4 ,000 hombres, locnalsupone laoctafa
parte del ejército para el personal deartillori»;
perd esta relacion repetimos qoe es moy n*
riable.
NapoleoD, bablaodo de la aitillerii decii:
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787
ARTILLERIA
758
«La artilleria es hoy el verdadero porvenir de
]os ejércitos y de los pueblos , puesto que se
usabaoloscaDonazostanto comolos puñetazos,
y aáadia que asi en ua campo como eo un sitio,
el arte de la goerra coosiste boy en reunir mu-
chos liros sobre uo solo pucto; que eo la con-
fasioD de nna bataiia las masas mas ordenadas
y eompaclas debiao ser de seguro derrotadas
por la artilleria. Hé aqui, decia Napoleon, cual
ka $tdo elsecreto de mi iáciiea, Hemos visto,
añadia, ocasiones en que el eaemigo hubiera
ganado la balalla: ocupaba uoa buena posi-
cioD con una baterla de cincuenta 6 sesenta
bocaa de fuego, y en vano se lehubiera inten-
tado atacar ni aun con 4,000 caballos y 8,000
infanies; preciso nos fué una bateria de igual
foerza para proteger el despliegue y marcha
de laa columnas de ataque. El pretender apode-
rarse de las piezas con un golpe de mano al
arria blanca es unaquimera; esto podrá algn-
na vez tener boen ézito, puesto quo existen
mocbos ejemplos de plazas tomadas por medio
de DD golpede mano. En las primeras campa-
ñafide la guerra de la revolucion, la artilleria
era lo mejor que tenia la Francia. Yo no sé de
QDa solaocasion cn qoe, doranteestasguerras,
veiDte piezas bien colocadas bayan siüo toma*
das á la bayoneta. En ia acclon de yalmy, en
la batalla de Jemmapes, en la de Nordlingen,
en la de Fleurus teniamos oosotros (habla Na-
poleoo) una artilleria superior á la del enemi-
go; aaoque solo teniamos dos piezas por cada
4,000 hombresgeneralmentc; si bien esto con-
sistia en lo nray oumerosas que eran nuestras
tropas. » Esto dijo el capitao dei siglo, y nada
qaeda ya que decir sobre la importancia de la
artilleria.
Los grandes ejércitos de las naciones se
dlviden en cinco grandcs categorias: t .** ínfan-
teria: 2.** cabaUeria: 3.® artilleria: 4.® ingenie-
roa: 5.^ marioa. Yamos á ocupamos csclusivu-
mente del tercer elemento de las arroas; de la
artiileriade tierra.
La artilleria tieoe sa táctica especial. Su
dase de formacion puede decirsc que es la
guerrilla; pero sin embargo, daremos á cono-
eer lo que se llama formacion en líneay y en
columna. Sn táctica equivale áladelnfantoria
7 de caballeria, diQriendo de estas por la par-
licular forma de sos carros y cañones.
La formacion de la artiileria en linea cs la
qne tienen las piezas con la dístancia de diez
pasosdeejeáeje.
La formacion enoolumna csaqueila en que
las piezBS se colocan unas despues de otras.
8sta clase de formacion solo sirve para mar-
cbar y para ocultar al enemigo lá fuerza que
realdieote tieoe una division 6 nnejército.
El árden disueUo, qae es el que se usa en
la artilleria, es aquel en que las piezas se co-
locan segun las exigencias del terreno, en cuyo
caso las piezas avanzan mas ó menos segun
lis cireanstancias.
El etpaeio relativo qoe la artiUeria ocupa
con reladOD á aa calibre y proyectiles/es el
siguiente:
1." Lainfaníeria, ó mas bien el soldado
de infanteria, ocupa un cuadrado que tiene
de lado de 4 8 á Í4 pulgadas.
2.** El soldado deoa&af/^ria ocupa un rec-
tángulo , que tiene en la linea de frente unas
30 pulgadas y en la del fondo unas 90 .
3.^ PieM deartiUeriaoc\ip3L un rectángulo
que tiene ^ikZ pies de batalla y 9 ó 40 ve-
ces la batalla de fondo.
Para restablecer los principios que deben
ezistir entre las tres armas, es preciso aten-
der al terreno en que deben operar, la clase
de hombres contra quienes van á combatir
y el objeto que ileve el ejército. Sin embargo,
Napoleon decia que, siendo la infanteria 4, la
caballerla es^, la artilleria<, ingenieros ^
y para trcnes ^, cnya máxima debe conside-
rarse como la fundamental.
La rcciproca necesidad de las trcs armas
cs bicn conocida. Si por ejeroplo pelease solo
infanteria contra infanteria, la una venccria á
la otra; pero esta volveria ¿ rebacerse y el
combate se haria interminable sin qoc la caba-
lleria cargase ó sin que la desordenara la ar»
tillería. Caballeria solo contra caballería daria
un resultado semejanle , síendo lo contrario
cuando pelea en unioa con otras armas , que
esclla enloncesqnien decidela derrota delene- •
mígo. Artilleria cootra artilleria, ó mas bien,
sin infanteria, ningun resultado daria, siendo
asi queesta armahahecho, porsuinmensa im-
porlancia relativa» nna revolucionen el arte de
la guerra, dando al mismo tiempo á las guer-
ras término mas pronto. Yése , pues , cuán
esencial es la cooperacion reciproca de las
tres armas.
Ya hemos dicho qne la táctica de artilleria
no es otra en el fondo que la de infanteria y
caballeria, variando sus maniobras por la for-
ma particular de ella; nna baterla equivale cn
evolucion á un batallon ó escuadron; sus sec-
ciones equivalen á la de aquellos. Gada bateria
maoiobra á la voz de su capitan ó comandante»
marcba en linea para hacer fuego y se forma
en columna por piezas, por secciones de dos
cañoncs ó por medias baterias para trasladarse
mas fácilmente de un punto ¿ otro. Guando la
artíUeria desplcga lo hace por e1 mismo órden
cou que lo efectúan las demas tropas, ejecutan-
do sus movimientos de flanco y sus cambios
de freote en igual forma.
Puede marchar la ariilleria de ¿ pie casi
siempre al paso de la infanteria aun en los
malos terrenos; pero la de ¿ caballo no puede
scguir á la caballeria cuando estu maniobra al
galope; pues el ganado de tiro siempre sc ve
un tanto dcteoldo por lu resistencia de los car-
ros ó piczas que arrastra. Este no es gran in-
convenienle, porque la artilleria ligera oonca
sigue ¿ la caballeiia en sus cargas. La ariille*
ria de ¿ pie va siempre al lado de sos piezas;
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750
AMULÉMA
7M
pero 1a de á caballo las sigue, ó precede si
quicre ocultarlas á 1a vista del enemigo. Los
soldados de tren condocen las piezas y carros
de municiones; aunque cn aigunos paises los
conductores son artilleros ai mismo tiempo.
Un cajon colocado sobre el armon de la pieza
lleva el númcro de liros para cada unu al em-
pezar el combalc raientras no Uegan los car-
ros de municiones , y porqne no á todos los
terrenos sc acomodan los carros. Los carros dc
inunicíoncs se colocau á cuarcnta ó cincuenla
pasos ó menos (si se puede) do las piezus. Se
dcstina á cada cargo uu sargcnto (en aiguuos
paises un oflcial) para distribuir las municio-
nes á los artilleros, mientras que otro las lleva
y distribuye at artillero que carga. A cada pie-
Z9. se deslinaa ocho artilleros. Los dos que
atacan la pieza y se liallaQ mas iomediatos á
las bocas se llamaii primBras artiUeros de la
dereckaydo la izquurda; \os úos que sígueo
se llamao artiUeros segundoSt de lus cualesel
de la derecha da fuego á la picza y e1 de la
izquierda pasa á los primeros las muníciones
para cargar: los otros dos se Ilamau artilleros
terceros: el de la izquierda tapa el oido micn-
tsas se ataca y'el de la derecha tienc lu palau-
ca: el cuarto artiüero de la izquierda pasa al
seguado las municiones y el ciiarto de la de-
recba las trae del carro y corre con el armon.
Total, á cada pieza ocho artilleros.
A cada pieza están asignados los carros de
municiones necesarios á abastccerla durante
una larga batalla. Los cañones de á 4% llevan
3 carros con 72 tiros cada uno: los obuses
otros 3, llevando e.«t03 58 tiros cada uno, si ei
obús es de 6 pulgadas, y 75 cada uno si aqucl
68 de 24 pulgadas. Nunca se tiene cerca de la
pieza mas que un carro, y cuando alguna pieza
ó una secciou esdestacada tampoco Ileva mas
que un carro ó las municiones del cajon del
armon. Los otros carros quedau de reserva,
fuera dc tiro encmigo.
Esta re$erva queda mandada por un oflcial
que reune bajo su mando : 4 J* los carros de
municiones de la iufanteria y caballeria de la
dívision á que la batería corresponde: 2.^ los
repuestos de cureñas, ejes, lanzas, etc: 3.**
una fragua completa: 4." los obreros de la ba-
teria que deben hacer las prontas recomposi-
ciones del atalage, aunque sca en el campo dc
batalla: 5.** los arlilleros y soldados del tren
que están para el reemplazo de los de batalla:
6.** los caballos de reserva. Cada carro de mu-
niciones debe Ilevar 47,000 cartuchos y 4,700
piedras dc chispa (ahora por adoptarse el pís-
ton, los millares que de estos sc marqueo),
cuyos efectos remite á los de la batalla por
dio de los tambores y cometas, que son ge-
neralmente los que desempeñan este servicio.
.Mucho mas pudiéramos decir sobre la tác-
tica do artillería. Para abrcviar concluiremos
esponiendo los «iguientes príncipios tácticos
generales. 1
piezas que no hagan efecto á 800 pasos 1a bala
rasa. para que la metralla de ctase meditoi
cause el mayor daño posible.
2.** Que se combinen piezas de ligero y
groeso calibre para ganar las posiciones y
dcstrnir los puntos que forliflqoe el eoeDÍgo.
3.^ Que se flje un Justo medioentre los ea-
ñoncs y obu&es para que ambos jugando á no
mlsmo ticmpo den boeuos efectos. (Algnnas
veces sc forman baterías solaroente de obnsei
de 6, 6 y 7 pulgadas y su efeclo es terrible.)
4,'* Que una parte de las piezas tengao on
movimiento rápido para poder entrar pronta-
nicnte cn la linea con e1 odjeto de aumeotir
el fuego ó disminuirlo cuando conYenga.
5.« Debe haber próximamente nna segon-
da parte de obuses, una cuarta parte de caño-
nes de á doce, dos cnartK de los de á odio y
una sesta parte de la artiUeria total para ta ar-
tillería volante.
Ataque, La artilleria cuando avtnsa debe
hacerlo bácia un terreno en donde pueda des-
plegarse paradlrigir desde alli sus tirosoon
el acierto y paciencia que son necesarios á
esta arma , cuidando de no destacar sio pro-
teccion de otra arma una sola pieza ; poes It
audacia casi nunca es ventajosa á la artilleria.
Su fuego aterra a1 enemigo, insplra coDflaota
á las tropas que apoya y cubre sos movimien-
tos. Al principiar una accion no debe presen-
tarse al enemigo mns que una parte de la arti*
lleria, y cuando aquella se halla viTaraeDteeii-
peñada en lo recio de la batalla debe Jogtr
todo el grueso de esta sobre e1 punto ó puolos
principales de ataque. La artilloria ligerase si-
toa detrás de 1a caballerta á quien sostieDe;
pero cuando esta carga debo segnirla prole-
giéndole su3 tlancos y abriendo brecbt eo 1t
flla ó cuadro enemigo que eoflle desdc olro
punto que el atacado por la cabalteria. Sobre
todo al paso de los ^desflladeros, cuando It
caballería tiene qoe pasar y desplegirse tl
frente del enemigo, la artillerla ligera prestt
á aquella grande apoyo tirando sobre aqael.
La artíllería ligera sostiene á la cabtllerlt
que vuelve rechazadt de nna carga sin elec-
to , y cuando aquella triunfe y persiga , It
artílieria debe seguirla para en todo casoBOS-
tener so relirada. La artilleria destinada i la
vanguardia sigue á distaucia á las tropts tvto-
zadas para no caer con eltas en algona m^
bosoada, y cuando esto sucede, se adeltott el
gefe de ella , reconoce el terreno, y con trrc-
glo á él hace avanzar, siloa y jnega sas pie-
zas sobre et éoemigo. Eo el attqoe de lot
atrinchcramlentos tira bala rasa la trtillertt r
arruina y desmorona los parapetos: dirige i
los terraplenes sus granadas y con éllas iocai-
dia los repneslos y poblaciones, en coyo caso
sirven las piezas de á 4í y oboses de 6 pol-
gadas generalmente.
Defensa. Para la defensa de nn ^rcito ett
una retirada ó combate se situa It arUllerít es
4.^ Quejamis deben llerarse á campafia I buenas posiciones, desde nlli tiratt m tae^
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761
ARTILLBUA
/tTB
g(f8 y iira granadasi las bondonadas, bosques
6 puntos de probuble ó posible emboscada. Si
está á campo raso se euelen construir espal
dones para su defensa y de los artilleros, y en-
tonces tira por las troncras, á no serque laba
tería sea á barbela, en cuyo caso, st bien los
artilteros no están del todo cubiertos (véase
B.ÍTEBIA) apuntan mejor las piezas. Si la arti<
lleria deflende algun cuadro juega principal-
mente desde los ángulos por ser puntos de
menos fuegos, y por lo tanto mas débiles,
apontando sus tiros en sentido de ia capilal,
que es la linea ideal que matemáticamente di-
Tide cn dos partes igoales el ángulo del cua
dro. Ia artilleria de á pie es mejor para la de-
fensa que la ligera, por la menos probabili-
dad de buir que to la artilleria de á pie, quc
carece de caballo. La arlilleria debe dirigírse
contra los desflladeros ó al menos cruzar sus
fuegos sobre las salidas de aquellos. £u las
retiradas se divide generalmente la arlilleria
en dos partcs, la una va á la cabeza y la oira
ála cola dela columna; esta bace alto y dis-
para sobre el cnemigo para relardar su marcba
y dar lieropo á la retirada, y va sostenida por
caballeria. La arülleria de la cabeza toma po-
úcion á la eotrada ó salida de los desflladeros
y demas accidentes del terreno sospechosos,
para sostencr la retirada contra el enemigo.
La arlilleria bace lambien algnna vez sus re-
tiradas en escalones, ya por balerias ó fraccio-
nescualquiera, conteniendocon sos fuegos las
cargas del enemigo.
ARTILLERIA £STRANGERA. Ya que bemos
eaplicado la artiilería con la mayor estensioo
que nos ba sldo posible dar con reiacion al tre-
cbo de qne disponemos en la Enciclopedia, pa-
saremos á dar un conocimiento, si bien á la lí-
gera, deJa artiUeria de lasdemas naciones.
ARnLLBAIA FRANCESA. (CUERPO DE) LSS
tropas de artillería siempre ban formado en
Francia un cuerpo considerable, aunque no
retinído basta épocas posteriores, y exislieron
dicbas tropas desde tiempos anteriores á la
íirrencion de la pólvora. La artilleria fraocesa
Do formaba antes del rey Luis XI unsolocuer-
po: se ballaba diseminada en muchus dívisio-
nes maudadas por oflciales llamados grandcs
maeslrei de la artilleria, entre los cuales no
existia gerarquia ni conexion alguna. Luis XI
reunió eslos cuerpos independicnles bajo la
direccion de on solo gefe, á quien dió el ti-
tuio de tnaestre general. Desde 4479, en que
se adopló esta organizacion basta 4 545 se
cnentan siele maestres generales de urtilleria.
Franciscol dió en 4545 el título de gran
maeslre al maesíre general y leconflrióel gra-
do y denominacion de capitan general, qoe vi-
Do á ser uno de los primeros cargos de la
Fraocta. Bstc gefe disponia del mando de todas
las tropas de iufanteria y dirigia todos los tra-
bajos miliiares asi de sitios coroo de roarchas,
campamentos, etc. Ademis se unió al cargo
de capitao geuerai de U artiileria el cargo de
gran maestre de los alabarderos, qoe mientras
subsistió este cuerpo. estuvo siempre someti-
do al gefe snperior do artilleria. Dcsde 4545
hasta 4 599 se cuentan diez capitanes genera*
les de artillería; el illtimo de estos fué Snlly,
en favor del cual erigió el rey Enrique IV la
capitauia general de artitlerla en cargo de la
coroua. A Sully sucedió en el mando su bíjo,
despues del cual este cargo pasó sucesivamen-
to á ocho Utulares basta 4 755, en que fué 8U-
primido este honor, babiendo sido agregadas
al roinisterío dela Guerra, lasfacultades y fun-
clones de este cargo.
Para suplir la falta del capitan gencral se
puso ¿ la cabeza de la artiUeria un teniente
general con el tltulo de primer inspector gene»
ral de artilteria y de estos bubo tres hasta el
año 4 789, en que este cargo fué abolido tam-
bien. Se volvióá crear el ano 4808 por un de-
creto de los cónsules y subsistió basta 4845 y
durante este tiempo fuc desempeñado estc car-
go por sei3 titulares.
Gárlos YIII dió á los destacaroentos suizos
la guardia de la artilleria, que síguió asi basta
la gucrra con cllos, en cuya época los suce-
dicron los lan$guenets. Goncluida la guerra
Yolvió á confcrirse á los suizos la gnardiade ^
la aríilleria basla el reinado de Luis XIV. Este
rey por su ordenanza de 4 668 reformó toúos
los cañoneros diseminados por las plazas, é hi-
zo levantar seis nuevas compañias de artillería;
en este tiempo se creó ya el primerregimiento
del arma. Este se compuso de cuatro compañias
de ú 400 plazas y tomó el nombre de fusile'
ro8 det rey, porque estos fueron los prímeros
á quienes se dieron fusiles en Francia; pues el
mosquete era todavia el arma ordinaria de la
infanteria franoesa. Este regimiento fué el
primero tambien que us6 las bayonetas poco
despues. El cuerpo de arliliería se aumentóen
4672 con 22 compañias y fué dividido eu dos
batallones de á doce coropañias de fusileros y
iina de granaderos cada uno. £n 4677 se le
añadicron cuatro batailones roas, con lo cuai
quedaron seis batallones; pero el 0." fué refor-
mado en 4679.
Aotes de la organizacion de los fusileros
del rey, los trabajos de los arsonales y parques
de artilleria estabau, como en España, encar-
gados á obreros libres á quienes se pagaba un
joroal, y solo alguuos servian en el ejército
en liempo de guerra. En esta época no babia
en Francia mas que dos compañias de bombar-
deros, que no pertenecian á los fusileros det
rey. Luis XIV en 4684 creó 40 compañias y
formó el regimiento real de bombarderos, el
cual se aumentó con dos compañías en 4686.
En 4689 se.formaron seis compañias de carUt"
neros y se reunieron á lasseisexistentesya. Es-
tas nopertenecian al reginiiento dc lusileros del
rey; pero por sacar de este cuerpo sus oflcia-
les, eran miradas como parte de aquel cuerpo.
En 4694 se restableció el 6.^ batalion de fusi-
leros, tü esta época constaba ei cuerpo de ar«
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763
ABTILLBIUA
76i
tilleria A'mesa de 6,480 bombres, y despoes
se fué aumeDfando eo la proporcion que
Yeremos. Luis XIY cambió en 4693 el nom-
bre de fxisUeros en el de artiUeria real, Eo
4695 se le agregaron las doce compañias di-
seminadas de cañonerot, £n 4 705 se añodió
nn segundo batailon al regimieuto de hombar-
deros.
En 4 702 se habia levantado una compa-
ñia franceta de cañoneros guarda-costas del
Océano, lu cual tenia 6 oflciales y 200 hom-
bres. Despues se creó otra igual en 4695, y
otras dos en 4705 y 4706, cuyas cuatro com-
pañias ccmponian el total de 24 oflciales y 340
hombres de tropji. En la muerte de LuisXIY el
cuerpo dc artilleria se componia de un gran
maestre, 60 tenienles del gran maestre, (de
]a.cla&e de generales, brigadicres ó coronelgs),
60 comisarios estraordinarios (de clase de pri-
meros capitünes), 80 oflciales apuutadores (de
clase de lenientes), dos regimientos artiUeria
y 6om6ar(/6roi, con un total de mas de 6,000
hombres.
Una compañía de cañoneros goarda-costas
con 206 hombres.
Guatro compañias de obrerosminadores con
364 hombres.
El rey era el coronel dc 1a artiUeriaybom'
barderos, el gran maestre su tenienie, y los
inmedíatos Ilevaban el titulo de tenientcs co-
roneles. Los oflciales de artillerla en la paz
estaban repartldos C'On' los cañoneros por las
plazas de guerra, á cscepclon de algunos c^
misarios estraordinarios y oflciales apuntado-
res que estaban empleados en las escuelas de
artilleria.
Por una real órden de5 dc febrero de 4720
Luls XV hizo incorporar el regimiénto rcal de
artilleria el tregimiento de bombarderos, Iss
compañias de minadores y la de cañoneros
guardacoslas. Eotonces aquel regimiento qoe-
dó compucsto de 5 batallones deá 8 compañías;
cada compania se dividióen 3e6cuadra8, la 4.*
de 24 cañoneros ó bombarderos; la 2.* de 42
minadores ó zapadores y 42 aprendiccs;la3.*
de 43 obrcros en Iiierro ó madera, y 42 apren-
dices. Los 5 batallones quedarou inídependien-
tes entre sí y se decidió que el teniente coronel
de cada batallon tuviese la clasede teniente dei
gran macstre; la de comisarios provinciales los
dos primeros capitanes; los demas capitanes la
de comisarios ordinarios, y los tenientes la de
comisarios estraordinarios. Habia 2 cadetes por
compañia. En 4755 se Ilevó hasta seis el nú-
mero de los batallones.
En 5 de mayo dc 4758 se dió al regimiento
de artillerialadenoroinacion de cuerpo real de
artiUeria. Los seis batallones se redujeron á
igual número de brígadas dc á 800 hombres
dividídos en 8 compañias de ¿400, á saber:
una de obreros, 5 de cañoneros y 2 compañias
de i)orobarderos.
En 4760 ue agregó una compañia mas de
Bapadores. <
En 4764 1a arttileria de marinafaé remiida
al cuerporeal deartilleriaY se crearonsepiia-
damente tres nuevas brigadas. Los mieadores,
que en 4 758 babian sido separados del coerpo
de artiUeria, volvieron ¿ ser incorporados y
fueron colocados á continuacion de las briga-
das destinadüs al servicio dc tierra. Bo 4762
una séptima brigada se creó para el mismoser-
vicio, y en 4 764 se soprimió uua de las tres
brigadas deslioadas al servicio maritimo.
En 4765 fueron convertidas ias Bietebrlga<
dascn otrostantusregiraientos deartilleria, qoe
tomaron los nombressiguientes: 4 .*de La Fére,
2.« de Metz, 3.® de Strasburgo, 4.*de Gremh
ble, 5.* de Besanum, 6.** de AwDona, 7.* de
TuL
En 4 784 se creó on cuerpo real de artilltm
de las cotonias, compuesto de un regimiento
de veinte compañias de cammeros-ótmióarde-
ros, y de tres compañias de o6f0ro«. Eo 4791,
los regimientos de artiUeria cambiaron los
nombres que tenian por sus números simples.
En el mismo año se crearon dos compañias de
artilleriaá caballo, qucmny pronto seanmeo-
taron hasta treiuta, y en 1792 seformaron ooe-
ve rcgimientos que se designaron por sus dó-
meros como los regimientos de ariilleriaápie.
Uo decreto del 8 floreal, año III de la re-
pública, fljó la composicion del cuerpo de ar-
tilleria en ocho regimientos de á pie, ocbo de
á caballo, doce compañias de obreros y oa
cucrpo de ocho coropañias de pontoneros. Eo
el año YiII de la república (43 iiivóse),Iosoóo-
sules organizaron los carreteros de la artille
ria en un cuerpo á que llamaron bataUona
del tren de artiUeria. Hasta ocho llegaroo e^
tos batallones por dccreto del 4 6 tbermidor,
año IX. La organizacion del caerpo de artílle-
ria en ei año X, 48 vendimiario, era la si-
guiente:
Ocho generales de diTision (ono'de ellos
prímer inspector.)
Doce generalesdebrigada (seis iospectorei
generales y scis comapdanles de escuela.)
Trelnta y tres gefes directores de brigidi.
Treinta y siete gefes subdürectores de bt-
tallon.
Ocho regimientos de á pie.
Seis regimientos de ¿ caballo.
Dos balallones de pontooeros.
Ocho batallones de tren.
Quince compañias de obreros.
Trece compañias de cañoneros YeCeraoos.
Gientotreinta compañias decañonerosgoar-
da-costas.
Trescientos no? enta y nuere eropleados pa-
ra el servicio del materíal.
Las compañiait de minadores babian sidose-
paradas en el año II de la artiUeria, para hacer
partedelcoerpo de iogenieros.Por laorgaoiia-
cion del 48 vendimiarío, ydegpucsdealgonas
reformas dorante el año X, el cuerpo de arli-
lloria (comprendlendo ¿ los oflciales de todas
grados y empleos) se composo de t9>838 b^
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765
ARHLLERIA
766
elptede pai, y de 129,497 iMjo el pie de
guerra.
Ed el año XI fué restablecido el tilulo de
coroDel, suprimido eo 4793, y que se había
sustituido cou el de gefe de brigada. Ademas,
en el mismo decreto se redujo ei número de
gefes de batallou á cioco por cada regimieoto
de artitleria á pie, y se volvió á crear la clase
de mayor eu los regimientos á pie y á caballo.
En el año XUI dc la repúblíca, el coerpo de
artilleria coustaba en Francia de 43,598 hom-
bres bajo el pie de pas, y bajo el de guerra de
52,429 á saber:
Pie de pax.
Hombres.
Esfado mayor de oticiales 440
Artillería á pie 4Í,742
Id. á caballo «,73«
Id. de la guardia dc los cónsules. . . «46
Pontoneros 4,092
Obreros 4,005
Id. delaGuardla \ 49
eañoueros veteranos 4,386
Armeros 99
Escuelas de aplicacion 94
Examioador de los alumnos 4
Escuelas de los regimientos 33
Smpleados 398
Id. de la Guardia 9
Tren 7,646
Tren de la Guardia 464
Cañoneros goarda-costas 4 «,400
Td. sedentarios 3.488
Total 43,598
Pie de gueira.
Hombret.
Estado mayor de oflciales 449
Artlllería á pie 47,840
Id. á caballo 3,584
Artnieria de la Guardia 246
Pontoneros 4,6«0
Obreros 4,500
Id. de la Guardia 49
Cañoneros veteranos. . .' 4,386
Armeros 99
Escuela de aplicacion 94
Examínador de los alumnos 4
Escuelas de los regiraientos. . . . •. 33
Empleados 398
Id. de laGuardía 9
Tren 9,584
Id. de la Giiardia 464
Cañonerosgoardacostas 1«,400
Cañoneros sedentarios 3,388
Tolal 5«,429
Las goerras continuas hicieron aumentar
consídeniblemente la artilleria desde esta
ópoca hasta 4844; si bieu el sistema de orga-
nizacion no se aiteró mas que en la artilleria
de la GuBrdia^ que se compuso «si'
ÁriüUria de la Quardia impiriai,
Hombres.
Eátado mayor 66
Arüilería á cabaHo 6«4
Id. á pie (guardia antigua).. ..... 744
Obreros pontoneros (id.) 454
Veteranos 62
Artilleria á pie (noeva Gnardia) 4^960
Estado mayor del tren coo sus em- ^
pleados 403
Tropas del tren 3,950
Tolal.. .'.....-... . 7,663
Despues de estos cambios y ios anmentos
bechos desde el año XIII en lodos los cuerpos,
la fuerza total de artillería francesa en 30 de
mano de 4844 era de 403,336 hombres bajo
el pie de guerra.
Guando la organizacion del ejército bajo
el píe de paz cn la primera restauracion, la
artilleria fué reducida á ocho regimientos de
¿ pie, cuatro de á caballo, un batallon de pou-
toneros, doce compañfaa de obreros, ocho
escuadrones del tren y diez compañias de ca*
ñoneros veteranos. En 4845, cuando la se»
gonda reslauracion , se mandó que íos regi»
mientos tomasen, en lugar de sas utimeros,
ios uombres parüculares signientefl:
Regimientos de attilleria ápie.
De la Pere.
De Metz. '
De Yalencia.
De Auzona.
De Strasbnrgo.
De Donai.
DeToIosa.
De Reunes.
Regimientoi de artilkria á eaballo.
De líetz.
De Rennes.
De Strasborgo.
De Tolosa.
£n 4820 se soprimieron de real órden las
legiones departamentaies , y los nombres de
los regimientos de artilleria se sustituyeron
con los números otra vez.
La organizaclon de 4845 subsistió hasta
4 829 con cortas diferencias. En esta época se
dió (5 de agosto) nueva organizacion al coer-
po de artiUeria, y fueron snprimidos los regi*
roientos de artillería ¿ caballo , siendo reuni-
dos ¿ los de á pie, cuyo número subió á dief ,
conteiiiendo cada uno tres baterías ¿ cabalio,
trece baterias de ¿ pie y un depósito.
£o la dctuaiidad, ei cuerpo de artilleria en
Francia se compone, poco mas ó menos, dei si-
guícute persoual:
Siete tenientcs geuerales.
Doce mariscales de campo.
Guarenta y ocho coroneles.
Ciento treiuta y siete gefes de escoadron.
TrescientOB Teiute y seis capttanes pri-
meros.
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767
A&TILLEKÍA
7«S
Doscientos séseitta y tres capitanes sa-
gandos.
Doscientos diez primeros tenieotes.
CieDto sesenta y siete scgundos id.
Ciento diez y oclio subtenientes.
Calorce regimientos de artilleria.
Un batallon de pontoncros.
Doce compañias de obreros de artillerla.
Seis escuadrones del tren de los parques
manflados por
Uo teniente coronel.
Cinco gcfes de eácuadron.
Veinte y un capitanes.
Veinte y tres lenientes.
Veinte y tres subtenientes.
Los calibres de la artillería francesa se
toman en la misma relacion que los de la ar-
tilleria española. Como cstos, dlviden sn ar-
tilleria en artiUerla de sitio, ligera y de cam-
paña, y en artillería de posicion y de reserva.
Las escueias de artiUeria franoesa son niic*
ve, ásaber:
La de Donai, creada en 4679; de Metz
(4802); de La Fere (del reinado de Luis XV);
de Strasborgo , de Tolosa, Rennes , Vincen-
nes, Lyon, organizadas bajo el impcrio; de
Besanzon en 4 834 , la cual estuvo antes en
Auxona. Una existió en Grenoble, y fué supri-
mida dürante la revolucion.
La esouela de apiicacion de artillería é in-
genieros, se formó de la de Chalons-sur-Marne
y de Metz, en 4 de-octnbre de 4802, Y á ella
van los alumnos aprobados en la escuela po-
litécnica , para servir despues como oficiales
de artilleria ó ingenicros, en el ejército de tier-
ra, ó como oflciales de artiUería en la ma-
rina.
En 4 807 fundó Napoleon el museo de arti*
lleria, bastante rico en la actualidad.
Bajo la iospcccion del cuerpo de artilleria
se hallan en Francia las fábricas de pólvora
siguientes: la de Bouchet (Seine y Oise), la de
Esquerdes (Cálaish la de Saint-Pons (Árden-
nes), la de Metz {Mosela), la de Vougec (Cot-
dOr) la de Saint-Cbamas (Bocas del Ródano),
la de Tolosa [Allo Garona), la de Saint-Medard
[Gironda), la de Angulema (Marante), la de
Ponte, de Bure (Finisterre) , y la de Ripaull
(indre y Loirá): total 42.
Existen tambien siete de salitrc en los
pnntos siguientes: Paris, Lille, Naiicy, Marse-
Ua, Tolosa, Burdeos, y RipauU.
La fábrica de cápsulas se halla en Parls, y
la escuela pirotécnica en Metz.
La artiUeria francesa se balla en muy bueu
estado.
En Francia se determina el caUbre de los
cañones por el peso de sus balas , y el de
los obuses por el diámetro de sus bombas ó
granadas, lo mismo que en España, deslg-
nándose en las demas naciones el calibre por
el peso verdadero ó cooveDido de sus proycc-
tiles.
Los franeeses tienen tres cdibrcs en aos
cañones de batalla, á saber: el de á 42, el deS,
y el de 4, poes el de 6, adoplado en 4803, se
ba abandonado. Los obuses son de dos clases,
los unos do 6 pulgadns (diámetro del proyee-
til), y los otros de 24 , porqoe sns granadas
tíenen cl calibre de las balas de cste peso.
El proyecUI dei obus de 6 pulgadas pest
23 libras, y 44 el del obus de á 24.
La artiileria de á pie usa todos los ca-
Ilbres.
' La artilleria montada solo usa el cañoi
de á 8 y el obus de á 24.
ARTiLLERiA RUSA DE TnsRBA. La artiUerla
rusa posee muy buenas piezas del año 48H,
época eo que fueron fundidas casi todas las
quc hoy usao. Tiene un material de arUlleria
escelente. El fuego dc la artillería rosa es bien
sostenido; pero la instruccion de los oQciales
no es sobrcsalientc. Cuando los artineros ea
uoa accion han gastado las municioQes to-
das, puedea huir y abandonarla. EI oOcial que
pierde una pieza en accion de guerra es exho-
iierado.
Estas penas y leyes bacen que la artilleiit
esté bicn provista , y el f uego sostenido. Li
artilleria ligera Ileva sus artiUeros moDtadoi,
y no corto número, que sirve de reserva, la
sigue á pie.
Los rusos tienen cañones de dos calibrcs,
el de á 6 y el de á 42. En los obuses tieneD
tres cilibres, y los cargan con proyccüles de
46, 8 y 3 libras de peso.
Se sirven de balas huecas para las piesas
de á 42, y de balas comunes, que pesan 4 U-
bras, en sus obuses de á 3, á los cualos Ua-
man licomes. Usan mocho las baterias de co-
Letes ¿ la Congrcve.
AI freiitc de la arUlleria rusa se balla im
gran maestre; cl cual suele ser, como en Pru-
sia, on príncipe de la sangre, cuyo gefe di-
rector se entiende con el emperador en eoan*
to concierne al personal, ascensos é instrac-
cion del cuerpo, y con el mayor general y el
ministro de la Guerra en los asuntos de sos
ramos rcspecUvos.
El cuerpo se dlvide eo artillería de cati-
paña, y arUIIería de yuarnicion.
El primero está repartido en divisiones, y
hay unu ea cada cuerpo de ejército, mandKh
por un oflcial general del arma. La division de
arUlleria del cuerpo do la Guardia impe-
rial, del cuerpo de granaderos , y de los de
linea se compone de una brigada de artille-
ria á caballo, dividida en cuatro baterías, y de
tres brigadas de arUIIcria á pie» dividida cada
una en cínco baterias.
Las divisiones de arUlleria de los cuer-
pos de caballeria de reserva y dragooes se
compouen de dos brigadas á caballo cada di-
vision, y á su vei cada una de estas coosta de
cuatro baterias.
La artilleria de gusmicion se compooe de
todos los oflciales empleados ea los estaUed-
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769
ARTILLERIÁ
770
mleotos eneomendados al cuerpo, de dtez 7
seis biigadas fijasy de á cuatro y seis eompa-
Dias cada nua, y de cuarenta compaiUaa de
obreros.
ABTILLERIA AüSTRIAGA DB TfERRA. El per-
sonal de esta arlitleria es escelente; pero el
material se rcsiente de la escesira econorofa
del gobiemo.
Uaniobra perfectamente, y sos olclales
900 muy instmidos. üsase raocho en esta ar-
tilleria de los cobetes ¿ la CongreTe, de los
eoales tiene mucbas bateria^, porqne aqne^
llos les sirven ¿ la ves de bocas de fnego y
proyectiles; pnesto qoe poeden llevar consigo
uoa granada, sin perder nada de su foersa
depercosion, siendo su Tiolencia igoai ¿ la de
ooa bala. A los que corren con el servicio de
los cobetes ¿ 1a Congreve Itaman raketieti.
k la cabeza de la artilleria austríaca se ba-
lla un director general, qne asi como en Prn-
tíB y Rusia, suele ser on principe de la
saugre.
Se divlde en artilleria de campaña, de
fkaa y direccÍQn del mateHaL
La artilterfade campaña consta del cnerpo
de bambarderos, de cinco régimientos, y del
cuerpo pirotécnico.
II coerpo de bambarderoi, dedicase mas
especialmeote al servicio de íoe morteros y
oboses» eonsta de nna plana mayor y cinco
compañiaa.
Cada regimiento de artillería de campaúa
coosta de cuatro bataliones^de los que uno
tieneseis compañias, y los demas cuatro. Ks-
tos cinco regiroíentos poeden dar el senricio ¿
ciento ochenta baterias.
Ei cueriK) pirotécnico se consagra al ser-
Ticio de sus respectivas baterias, y muy prin-
cipalmcnte¿ la confeccion de los cobetes ¿
la Congrefe.
£1 personal de la artillería de plata eat¿ com-
poesia de los que ya no son aptos parael servi-
cio de la de campaña, y desempeñasu servicio
pariicnlar en las plasas ruertes; tiene ¿ sn cnr»^
go la administracion del material de las armas
de todo ei ejército y la fabricacion de la pólvo-
ro. Esta parte de la artiileria se halla distribui-
da en catoree distritos. .
La direccion del malerial tíene ¿ sn cargo
la construccion y recoqiposiciou de los mon-
tages y carruages de la ariilleria de campeña,
Y consta de un gefe y cinco compoiíias de
obreroS.
No tienen artilieria montada, propiaraente
dicba; pues aus artilleros ligeros cabalgan
sobre una especie de cajon llamado wurts.
Usan cafionea de cuatro calibres, que dis*
tinguen con loe nombres de ¿ 48, de ¿ 42, de
¿ 6 y de ¿ 3: los proyectilesde cada piesa, sin
emlmrgo, pesan algo menos que ios que indi-
ean aqueiloa calibres.
Usan solamente nn obns que se carga con
uia granada de 44 iibras.
Cada piesa tiene de dotadon para el tiro
485 tnnLiaTucA i*onrLAu.
caatro bestias, y cada esatro pieias lievan de
reserva un cajon de monlciones.
ARTiLLimiA PRcsiANA M TiBRaA. Como en
la rusa yaustriaca se nsan mneho las bateriaa
de cobetes ¿ la Congrcve. Prusia es en donde
se vsó, anles que ea otra parte, la artillerla
mvntada, qne institoyó Federico el Grande en
el ejéreito en 4 709.
Tiene la artiileria prusianapiesas mnyblea
construidas y nn persoial inm^orable; pero
el materíai se resiente, como en la anstriaca,
de ia escesiva eoonomia del gobiemo.
Usan en lot caAones calibres de ¿ 49 y
de ¿6.
Para los obuses nsan dos clases da proyeo-
tiles: loa inoa qut peean 95 libras y los
otros 44.
Sehatla la artillerfa pmsiana biúo ladíf«e*
cion de nn imptetor aen$rml (qoe snele ser un
príncipe de la sangre), y se ecMBapone de ont
plana mayor de oflcialesy nna brígada de la
^rdia real, oeho brigadas dei ejército y dos
coropañias de aitiíloleros. *
Cada brígada coosta de una plana mayor,
ona compañia de obrtroa y tras batalloiies, te*
niendo cada batalloo eoiáro baterias de ¿ pidy
una de ¿ caballo.
Las compañlas de obreros prestao sns ser*
Tidos en ios establecimientos de instruccioo
del arma.
Las compañias de artiAcieros se ocopan eo
confeccionar toda ta clase de mixtos de guttrra.
ABTILLBMA INOLBSA DB TIEMU . Fosee UO eS«
celente material; pero las escnehis de esta ar-
ma est¿nbastante mal organizadas, y el cnerpo
de aríillería no es mas que una m¿quina.
Usan mucbo tambien los cohetes ¿ la Con-
greve, príncipalmente eo la India para espan-
tar los caballos y elefantes de aquellos sus
enemigos. En la India suelen cargar laspiesas
de menor calibre sobre los elefantes.
La aríilleríade ¿ pieinglesa es muy velos,
porque en caso necesarío se suben los arti*
iieros al cajon y al carro de moniciones.
Usan ios ingleses cañones de ¿ 6, de ¿9
y de ¿ 42, pero las balas pesan, como las de
ios austriacos, algo menos de lo que maniOes-
tan sus caiibres nominales.
Solo usan un obos qne cargan con granada
de I3¿44libra8.
£n ia aríillería de montaña nsan cañones
de 3 y de obuses cuyos proyectilespesan cer-
ca de 6 libras.
ABTILLEBIA HANNOVBRIANA. UsaO lo mÍSmO
que la ariilleria inglesa.
ARTiLLBiuA SAJON A. Sc halta organissda y
atendida con ona minuciosidad escesiva.
£1 gobiemo sajon ha comprado en el pre-
senteaño de4854 al consejero KObn, el «e^
creto de la coostmccion y uso de noos cobe*
tes de goerra qne él inveutó, y qne sc disparaa
por nn tubo de hoja de lata de 5 Taras siijooa»
de longitud: lieTa granada de 4 libras y me-
dia, que forma la cabesa dei cohele, carga de
T. ui. 4f
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T74
ARTILLEMA
77Í
S>8 libra y rooorre en nn legando escaóo nna
trayectoria de 300 faras. Sq longitud, inclosa
la granada, es de 4 4Vi pnlgadas. El aparalo de
tiro puede fácilmente ser trasportado por un
hombre.
AnmLERiA PORTUGUESA. Es eo corto núme-
ro, pero escelentc; poede asegurarse que
es el arroa que mas honra á su pais, ya
por su instruccion bastante buena, ya por el
buen órden y exactitud que em aquel cuerpo
se exige.
ARmLERiA BBLGA. Estc cucrpo, crcado en la
época fflodema, desde la emancipacion de
la Bélgica, ha copiado casi toda su or*
ganizacion, de la que tiene la artilleria de
Francia, su nacion Tecina. La artilleria belga
es á la francesa lo que la hannoveríana á la
inglesa.
Desde 4833 existeen Bmselas^nna escuela
militar muy buena, que surte de oflciales al
ejército de llnea y á los cuerpos de artiUeria
é ingenieros, dando ¿ estos nna instruccion
mas vasta? Tiéne fundicion muy buena de ca-
ñones en Lieja, fábrica de armas, escuela de
pirotécnloa, fábricas de pólvora y se halla di-
Tídido el país en cuatro divisionesterritoriales
de artilleria: ezisten cuatro regimientos coa
cinco baterias rodadas y seis de sitio cadaooo,
á escepcion del primer regimiento queademas
de las seís de sitio solo tiene caatro bateríaa
rodadas: tiene tambien el cuerpo de artilieria
belga una compaüia de obreros, olra de artille-
ros-armeros, otra sedentaria de artiGces, otra
de pontoneros y un escuadron de tren.
En el pie de guerra la fuerza efectiTa de
artillera belga, cs de 8,056, hombres, 703ca-
ballos de silla y t.iZt de tiro, pues usa tiros
de caballos. fiajo pie de guerra» el tren de ar-
tiUeria forma cuatro coropañíasy constade44
oflciales y 349 hombres, 45caballos de siliaf
396de tiro.
£1 mayor de artilleria belga Bormaoo, esel
quc en 4 842 inventó uua nueva y admirable
espoleta metálica, que tanto para las graoadas
coroo paru las bombas, se cree sea iumejora-
ble. La artilleria usa los calibres frauceses,
iguales tambien á los de la artilleria espanoia.
Para dar una idea del brillante estado que boy
tienen, y á que podrán llegar los establecimieQ*
tos de la artillerla beiga, cscribimos el si-
guiente cuadro.
24 oflciales y empleados de plana mayor del caerpo.
208 oflciales de los regimientos.
o Aiti> íartilleros de idem con 793 caballos de siüa y
»'^^*'j 2,432 detiro.
fFuerza efectiva de arli-
Total (Fueriadel tren
llería 8,286
44 oflciales en el tren.
34 9 hombres con 45 caballos de silla y 396 de tiro.
333 horabres con 45 caballos de silla y 396deliro.
'Fuerzatotal de la artille-
ría belga 8,389
La fundicion de Lieja ha constraido y ven-
dido al estraogero desde 4840 hasta fln de
4849 las piezas de artillería siguientes:
AHolanda 467
A Baviera 388
A la plaza de ülm 487
AladeRastadt 436
A la delfaguncia 424
• 60
55
55
43
46
42
2
4
44
A 1a Confcderacion Germánica.
A Egiplo
A Schlesvlg-Holstein
APrusia
A España. ...
A los Estados Uuidos de América.
AWurlemberg
A Suiza -
A difcrentes particularcs
Total de piezas 1,557
} oflciales y artilleros con 748 caballos de silia
( y 2,728 de tiro.
Ei peso del hierro empleado en estas pic-
zas se calcula en 37.000,000 kilógramos, y
eí ingreso producido por su venta asciende á
44.800,000 reales veilon.
Tambíen se han construido y vendido con
igual destino 30,963 proyectiles de diversos
colibres. •
Ademas con los conlínuos ensayos que «
practican, la artillería belga va mejorando ca-
da dia, y es el pais en donde actualménte se
veriflcan raas inveotos y mejoras.
ARTILLERIA NAPOLITANA DB TIERRA . Esta ar-
ma, asi corao el ejércilodeNápoIesen general,
ha recibido cn los últimosaños un gran impulso.
En el recinlo de Castelo Nuovo se hallaa
reunidas en Nápolcs la fundicion de hierro y
de bronce. Hay en dicha fábrica varios horoos
dc fundicion y lodo lo neeesario. Para las faa-
diciones se emplea en clla hierro viejo é in-
glés, con lo cual da rauy huen prodBClo. En
dicho establecimiento se funden bombas y
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m
ARTILLERIA
T74'
'granadas. Con dos máqoinas de vapor de fuer-
xa de 42 á 45 caballos sc barreoan y tomeao
laa piezas. En este edificio existe on raa-
seo y biblioteca regulares, y un gabinele de
qQÍmica, pobre. La niaestranza de artilieria se
haila tambien dentro del recinto del castillo y
asimismo nn parque pequeño y nada notable.
Los carruages de batalla, copiados del mo-
delo francés, son bonitos, pero carecen de la
fortaleza y sencillez de los españoles. No usan
en ellos rastra y si solo cadeua de Tetenida
en el lado derecbo del roástil. Pequcúas dife-
rencias de los carruages de batalla tienen sus
canos 06 municiones. Su atatage es igual al
espnñol, pero infcríor en calidad, limpieza y
nniformidad. Lo único notable en la artilleria
napolitana son los carruages para la conduc-
cion de hertdos y enfermos, los cuales son muy
cóiiiodos y bien distríboidos.
Sus cureí^as de plaza son pesadas y ma-
las. Para los liros de piezas usan los caballos
y para los carruages mulos ó mulas: los ca-
ballos son de poca alzadi, pero fuertes j
7aliente3. El ganado mnlar es muy indómito y
malo.
El personal se balla dividido en artilleros
del tren, artllleros de á pie y artilleros á ca-
ballo.
Los primeros están encargados de los car-
ros y sus ganados; los segundos de dar las
guarniciones de Nápoles, Gapua, en cuyo cam-
po bacen hoy cjercicio dos yeces á la semana,
y alguna otra plaza ó castillo. De los terceros
existe nna batería á caballo aneja á la Guar-
dia real.
La artillería, como todo lo demás del ejér-
cito napolitano, posee magnificos cuaríeles y
está bien atendida.
De la arltllería de tierra de las demas
naciones de Europa (menos de )a de los Es-
tados Unidos, qne casi toda es marítima) no
bacemos paríicularmencion, por la moderna
organízacion de unas, por la lejaua de otras y
por el atraso tambien en que algunos paises
se hallan.
No conclniremos todos estos artículos de
la arttlleria sin reclamar la beneTolencia de
nuestros lectores, ya por la mucba conci-
sion que hayamos'tenido en mucbas oca-
siones, ya por la falta de método espositi-
vo en otros parages; pues siendo la artillería,
príncipalmente su historia, materia comun á
muchas naciones» y, por otra parle, tan deli-
cada en puntoá la verdad y fecba de sus inven-
tos, nos ha sido preciso, c^ ei trascurso de ia
narracion, faltar alguna vez al órden deri-
Tado de los siglos, para no omitir cosa ai-
gona notable , no fattar á la verdad y no es-
ceder al pequeño trecho que un solo articulo
debe ocupar en una enciclopedin. La historia
y estado de la artillería , ademas , tomada la
palabra en toda su lalitud, no se hallaba en
obra alguna compietamente tratada y menos
en Sspana; el qoa suacrü^, annqae míutar^ no
períeneoe á aqoella arma, y esto, nnldo á h!
multitud de autores que ha tenido que esto-
diar, algunos de los cuales vaú al pie de este
párrafo , al prefijado tiempo de que ha dis-
puesto y teniendo en cuenta la estension del
asunto, le hace esperar que este trabijo será
mirado, sino como una obra del todo comple*
ta, como nna praei>a al menos dei deseo ar-
diente que le anima por la verdaddela histo-.
ria en general, y en paríicular de las esclnred-
das armas españolas. '
Obras prhicipalmente consnltadas para los.
anteríores aríiciüos de artillería.
Marin y Mendou: MiUeia de lot aníiguot etpa-^
ñol€$.
PadreMariana:HiflorM-9efi«ral4Íe Etpaña.
El cabaUeroFiorian: Compendiodela historia d$
lot úrabes,
Didoi (Fréres): EneiehpodiefMdemi,
Ferrer: Állmmdel ejéreUo eepaüol.
Salai: Memoria l hittórieo de la artilleria,
Dietionaire det datet, áe Gabríel: Organixaeion
del ejéreito, (PubWcééa «nk>s CienTratadot,)
Payeni: Énfance de l'Eepaane,
Aparici: Doeumentot tacaaot del arehivo de Si"
maneat. (Publicados on e1 Memorial de ingenierot.)
Hetúmen hittórico del arma de ingemierot, (An4-
nimo.)
Memorial de artilleria.
Dirtionaire de la eonversation et de ia leeture.
J. N. Serbel: Etplieaeionét de túetiea tublime en
el eolegio geueral militar. (Inédiiaf.)
Jacquinot: Curto del arte y de la hittoriamilitar,
" Alvear y Lara: Apuntet tohre el ettado del ejército
belgaeniM.
Xaisné: Aide'memoire dugenie,
6. Pioberl: TraUé d*artilíerie,théorique ét prae^
tique,
Monlecuouli:
Arte univertal de ¡a guerra.
ARTILLER1A. {Mariná,) Bdio estadenomi-
nacion se comprende en ei lengnaje marítimo
el conjunto de bocas de fnego 6 cañones pnes-
tos en bateria, que componen el aparato de
gaerra ó armamento del bageli y en estc con-
cepto su númcro denota su poríe y es la es-
presiou de su fuerza. Tumbien se designa pof
esta palabra el arte de manejar y servirse de .
estos instromentos de destmccion. Finalmente,
se da este nombre á un cnerpo de tropas, de
antigua creacion en España , qoe despues d#
varías reformas acaba de constituirse con la
deuomiñacion de brígadas qne antes tenia»
siendo su destino hacer el servicio de sn ar-
ma en ios buquesde guerra, y en losdeparta-
menios. Este cuerpo tiene un estado roayor
facultativo 'y una escuela, llamada de condes-
tablcs, en la cual se enseñan ios principios teó-
ricos y prácticos del arma.
Aunque los medios de agresion y defensa
que se emplean en la guerra maritima, sod
en gran paríe ignales á los dol cjército de
tierra, la artillería es , no obstante, su arma
roas esencíal y poderosa. y la que por lo co^
mun decíde del éxito en los corobates. Es
por lo tanto dei mayor interés para las nacio-»
nes roarítimas el procurarsn perfeccion, adop-
taodo los adelfmtos y mejoras que otras haa
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T75
ARTILLE1IA«*ARTISTA
776
Mrtdoeido en esta arna terríble, á fin de po-
der equilibrar aoa ▼entajaa eo la lucba.
Kneatra artiUería Daval, qae tu?o tarobien
ati époea de crédito, y que proporcionó no po^
eoa tríanfos á nuealra maríoa, ha seguido en
80 fatal decadeneia la saerte de este ramo del
fistado, en tanto que otraa naciooes, mas aten-
tu á aoa intereaes y previaoras, hao hccho no-
ttbles adelaotos, utilizando, y aun apropián-
doae/los frutos de nuestra esperíencia. Asi,
paes, el nucvo sistema tormentario que taota
eelebridad ha proporcionado á una de las roas
disünguidas capacidades roilítares de la épo*
ca, el general de artiUería Paixhans, es una
reproducdon del aistema español rovirianOf
nú ilamado por su autor, el gefe de escuadra
ycomisariogeBeral de arílllería don Franeisco
Xavier ñovira. Consiste esta iono7acion, que
e& probable condusca eosa gradual desarrollo
á una complela revoloeioo en el armamento de
le« buques deguerra, ensustitulrá tas antlguas
piexas graesas, otras de mayores calibres pam
arrojar proyectiles huecos en vei de balas só-
lidas. Aunque el general fraocés, en la obra
qoe ha dedicado ¿ espooer sus príocipios y es*
períencias con el título de NouvelU force ma-
ritime, no haya hecho mencion de ias piezas
de eate géoero que la armada española moota-
ba cuando estavo enBrest, (añode4799),
ea indodable que fueron alli conocidas , y
may probable qoe su noticia hubiese llegado
al conocimiento del aotor. Bn tal concepto, ya
aea que el sábio estrangero conoclese esta
parte tau eBencial, que ea el fondamentodesu
sistema, ó que ignorase su existencia , en el
primer caso no ha hecho mas que dar un pa-
io adelantado para aplicarh) coo ventAja á un
ilsteraa bleo concebido, y cuyos resultados soo
ifloaleulables; y en el segundo , es Justo reco*
Booer que tuvo ooa inspiracion igual á Id del
ÍQventor de la artilleria roviriana, quedaodo
fiiempre á favor de este la gloría de hüberle
precedido coo ooa anticlpacion de muchos
■ños.
Tal ha sido, en suma, la auerte de muchos
inventos españoles, y Rovíra no ha sido mas afoi^
tooadoque \oMBla$co de Garay con lapríorí-
daddesuidea en aplicar el vapor ¿ fa navega-
cíoo; quo Lui$ CoHado, iogüolero en gefe de
Cirlos y, eo la invencion de sus oohetes per-
feociofiados en época posterior por Googreve;
que Salvá con su telégrafo eléctríco y otrot
mochos españoles que sería fácil cítar y cuyo
coBcurso demuestra (fue eo España ao ha
faltado Jao>á8 amor ¿ las ciencias, ni quien las
CoHive con proveeho y utilidad. ( Véase
CÁÑON.)
ARTISTA. [Bellas artee.) De pocas palabras
ae habr¿ abusado taoto como de csta, y por lo
mismo creemos indispeosable (IJar bien su
verdadera deflnicion»^ara contríbuir por nues-
tra paríe al remedío de un mal oue por des-
gracia se ha generalíaado demasiaao, y evitar,
U es posible, ^ue c^ adelaate aigiii JlaoiáadoT
es arifstas indistiotamente d arquitecto, él es-
cultor, el pintbr y el mal comediaote, el bai-
laríoy el litiritero. EI ioglés Harrís en eo Le-
xloon define al arlista : una persona que tiene
el poder de llegar d$er la eaueade aígun efeo-
to, eegun lo$ priñcipioe, y un si$tema coa/fr-
mado por la esperiencia. Dificil es dar aoa
deflnicion mas oscura. Por lo que hace ¿ nos-
otros, Itamaremos arlista al que profesa uo ar-
te liberal ó uo arte mecánico qoe depende ia«
mediatarffente de las cíencias y de las artes
liberales. Asi escomo el aríista ocupa , segun
uosotros, uo poesto intermedio eotfe el s¿bio
y el aríesano ú obrero. No siempre es Acil es-
tablecer una demarcacion 0Ja entre los artis-
tas y ariesanos, que los griegos oonfuodian
bi^o el nombre de xtxvíxiK. y los romanoa ba-
Jo el de artifex, y nuestra deOoicion nos pare-
ce que marca suflcieotemente la diferencia. üa
arquitccto es uo isrtista, cuyos talentos derí-
van inmediatameute de las cienclas matem¿U-
cas, y un albañil es un aríesano coya manode
obra deríva del arquitecto. ¿ quien est¿ cooh-
plelamente subordinado. El Diccionarío de la
Academia española deflne el aríista dicicodo:
«tEI que ejercita algon arte ; el que estodit el
corso de las artes. »
Algunos lexicógrafos prefcnden que el ar-
tista es aquel cuyas operacíooes son nMS iote-
leetuales que raec¿nicaa , y que por sus tra-
bajoa se aproximan mas al sAbio, en Unto qoe
el obrero, es aquel cuyas operaciones son po-
raroente mec¿nlca8. Pero ¿dónde se encuentra
uoa aplicacion positiva deeste príncipio? ¿Ca¿l
es el obiero ¿ quicn oo se exíja iuteligeocia
para sus trabajos? ¿Y en qoé arle liberal no es
mas ó meoos necesarío el mecanismo? Asi,
pues, insistimos eo nuestra prímera definioíea
sin que creamos necesario declarar soleome-
mente que reconooemos la superíorídad de loi
s¿bios sobre los aríistas, como la do loa artis-
tas sobre la de los artesanos: creemos taa-
bien que no baya escritor de bueoa fé qoe las
haya puesto eo duda» sin esoeptuar ¿ Roosseaa
que ha sido el autor mas favorablo al sisteiBa
que da la preferencia ¿ loa obreros; pues h
preponderaocía que les dió , no fué con res-
pecto ¿ su mérito , sino ¿ su uUlidad en aaa
nacion. Tambien distinguió los estados peqoe-
ños y pobres, donde el lujo, consecoencia na-
tural de las aríes, podia ser fonesto , al paso
que el lujo moderando el esceao, es útil y ne*
cesarío ¿ una gran poblacíoo. Eo efecto, si no
oousideramos mas que la utilidad, tendríaaDOS
que dar al zapatero la preferencia sobre el
pintor y el escultor; pero sin perdernos en es-
ta cuestion inútilmente agitada , exanünemos
cual ha sido la parte de esUmaotoii y de io-
fluencia que los artístas han obtenido ea los
diferentes siglos.
Nadie duda que al príncipio de c-ada im-
perio ban obteoido los aríesaooa la preféren-
cia, que los artistas apenaa ban eocontrado
medjí»deexiil&r, yqoeiossábioslw ^aUdo
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777
ARTISTA
778
rednddosi la milidai], óprifados de toda con-
sideraeloo; porque las ciencias no ban dado
los priDCipios de ias artes, sioo despaes de ba-
berlas observado largo tiempo. ¿Liiego los ar-
tistas han precedido á ios sábios? Esto seria
coDtradictorio , puesto que ellos son los que
ban aplicado los principios de las ciencias.
lofl arlesanos son los qne natoralmente y sin
estudíos, ó bien por una rutiua irreflexíra ban
dado lugar á las ciencias, snministrando matc*
ria á las obsenracíones de los sábios, qne en
segoida ban dirigldo á los arlistas. Ha babido
ocsas antes qne bubiese arqoiteclos: pero solo
eon arregio á los planos de los arquitectos
han sido construidos los palacios y udomados
por los artistas. Es casi imposible hablargene-
raimente de los artistas sin alguna confusion
con las otras dos clases de la industria bnina#
aa, pnes la bistoria de esta es realmente la de
los artistas.
La industría del bombre ba tenido épocas
de progreso y de Ticisitúdes. En los 4656años
tratcurridos desde la creacion del mundo bas-
la el diliiTio, nada atestigua la existencia de
los artistas. El arca de Noé, tal como la des-
cribe la Sagrada Escritura, no hubiera podido
ser coDstruida sin qne mucbas artes bubiesen
ilegado á su perfeccion, pero este monumento
00 existe, y todos los dcmas, si ban existido,
se perdieron en el dilnfio nniversal. Scgan di-
ce Boffon, tiasta hace cerca de treinta si^os,
no se reunió el poder del bombre al de la na-
tnralesa, y se estendió sobre la mayor parle
de la tierra. Los tesoros de la fecundidad es-
taban hasta entonces escondidüs; el hombre los
sacó á lus; snsdemas riquesas, enterradasmas
profondamente, no pudieron ocultarse á sus in-
▼estigaciones y ban Ilegado á ser el premio
de sus tralMjos. En todas partes, cuando se ba
eoQdoddo con prudencía, ba seguido las lec-
ciones de la naturaieza, aproreciiado sus ejero-
plos, empteado stis medios y escogido en su
iomeosidad todoslos objetosque puUierun ser-
Tiríe y agradarle. Por su inteligencia, los ani-
iBales ban sido domesticados, subyugados, do-
mados y reducidos á obedecerle siempre. Por
sus trabajos han sido desccados los pantanos,
cooteoidos lof rios, descuajados los montes y
eoHiTados los eríales.
He aqoi el coadro de la prlmera industría
de la scgunda edad del nwiido; pero todavía
110 vemos en esta 6poca la prueba de la e^'ii-
teDcia de los aríistas, como encoutramos en
ella la de la exisleocia de los artesanos. ÁTau-
ando mas, reconocemos el origeade las len-
guas y la primera cuna de las artes en Egipto.
Lo8 obeliscOs» las pirómides, ellago MoDrísJos
magníOcos palacios de Babilooia 7 de Nínive,
lasf&brícas de cristal de Sidon, alestiguan la
existeucia dc las ciencias por nedio delos
iDonQmentos de los artistas. Esta es su prime-
ra época. Yerdad es que se atríbnye á un tiem-
po muy anteríor la inTencioa dela esfera eo- 1
tre los ebii^os; pero ¿por Teutnri se ba esta- 1
blecido de naa maaera nray cierta la oronolo-
gia de este poeblo?
La Sagrada Escrífura nos presenta entre
los hebreos en aquella época un cuadro eo el
que los artistas brillan en el prímer rango.
Aquel pueblo no cultivó Jamás las ciencias,
pero los trabajos de sus artístas nos autorlsan
á creer que sábios estrangeros les habian Ile*
Tado sus principios y sus prácticas; porque
las arles son las ciencias practicadas. Desde
los tiempos^de Hoi és, conociau los Judios el
secreto de bilar el oro, hacer flguras, Tasos y
todaclase deadornos, y aunque probablemen-
te no tiiviese David ei talento de los artistas
mas bábiles de nuestros dias, sabia, sin em-
bargo, lo bastante para calmar con sus armo-
niosos acordes el furor del primer rej de los
judios.
Las bellas artes que una colonia de Egipto
lleva áGrtícía, esparce prooto en ella la mas
víva claridad. Thales, Anaximaudro y sus dis*
cipulos dan los principios del aríe de hs ob-
serraciones astronómicas y de el de levantar
ias cartas geográflcas. Inmediatamente los ar-
tistas les proporcionan ios instrumentos; los
obreros no trabajan ya sino bajo sus órdenes.
Hiparco y Sulpicio Galo, adivinan los eclipses
y se inventu el astrolabio. La gimnástica» el
baile, lamúsica, todos los Juegos establecidos
por Soloo, encuentran hombres que concurren
á las miras dcl legislador. Apeles, Zeuxis, Fi-
dias, Parrásio y Praxiteles, llevan al mas alto
grado la pintura y la ertcultura. ün pequeño rey
de Pérgamo, Atalo, inventa el arle de hacer ta-
pises. Pythias, Mentor y Estratónico se ilustran
en cl grabado en piedras finas. Callicrates y Fi-
lon reduccn á principios la arquitectura, y los
ariistas levantan palacios á loa reyes y tem-
plos á tos dioscs.
De esta suerte se ilustraban y se bacían
honraren Grecia losiartistas, al mismo tiern*
po que Roma, puramente militar, desdeñaba
todavla las arles. En fln, penetrandolaelocuen-
cia en aquella noche oscura que envolvia á la
Italia y á las provincias somelidasá sos armas,
lievó la luzáellas, y los romanos aprendieron,
de los mismos pueblos que tiabian conquistado,
á amary cultivar á ias artes. La arquiteclura
sobre todo fué cultivada enlre ellos con muy
bueo éxito, y no se poede dudar de que los ar-
tistas gozaron en los reinados de Tito, Trajano,
AutoniGO y Marco Aurelio, dc la Justa conside-
racion que se les debia.
£n Italiatambien; peroenelsigloXVI,cuaD-
do las artes y Ins lelras salieroo ai fln de su lar-
go sueño, fué donde se ilustraron Rafael, el
Pussino, Migel Angel, Leonardo de Vinci, elCor-
regio, Primálico, Julio Romaoo, Pablo Verone-
30, TicianOfcClTintoreto, Filiberto de Lorme,
Lescot de Giagny, Palladio, etc, cuyas obras
maestras causan todavia ia admlracion de los
inteligenles y aflcionados, y son el objeto de
los coDstantes eatudios de los artistas.
Era» poes, inconte^t^ble en Itaiia ia glorla
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ARTISTA— ARTRITIS
780
de los artístas cn la época en que el cristí&-
Dismo disipó las tiDÍeblas de ia barbarie . El tiem-
polrascurrido desde el establecimientodel cris-
tianismo eu Europa hasta un siglo despues dc
Jesucristo, es la cuarta gran éj)oca del raundo,
coDtando desde el diluvio; pero solamente la
tercera de los artiftas propiamente dicbos. La
guerra, enemiga de Iasartes,las abogó al prin-
cipio casi complelamente. Los templos, los cir-
cos de Atenas, de Corinto y de Tebas, no exis-
tian ya, y apenas se encontraban algunos ves-
tigios. La Europa somelida al yugo, solo pedia
á sus babitanles hierro para romperlo. Sin em-
bargo, en medio de esta triste oscuridad brilla-
ban de.vez en cuundo algunos rayosde luz. El
templo de Santa Sofia en Constantinopla, ates-
tigua que la arquilectura no cstaba auu olvida-
da. Eu el siglo IX vió la Francia erigirse igle-
siás cuya arquitectura gótica escita todavia la
admiracion púbüca, y en el XVI se perfeccio-
nóel grabado en madera de que los naipesfue-
ron primer monumento.
En ios reinados de Leon X y de Francisco I
despiden una luz vivísima los trabajos de los
arlistas. A la voz de Colbert se multiplican en
el rcinado de Luts XIV. Los pintores, los es-
cultores, " los arquitectos, los relojeros y los
mecánicos hacen maravillas, y si en el reina
do siguiente presidc un gusto menos puro á
los trabajos de los arlistas franceses, la gene-
racion que le sucede ve nacer, á los primeros
aceutos de la libertad, artistas que en todos
géneros se han aproximado á la perfeccion.
Para lahistoria de las bellas artes en Espa-
ña, véase el artículo bbllas artes.
Es ihdudable que debemos á las ciencias
nueslro primer homenage por las bellas ar-
tes, que tau grande ínfluencia ejercen sobre la
felicidad y sobre los goccs de los hotnbres;
pero seríamos rany injustos si negáramos el
segundo á los artistas, cuya mano nos pre-
senla estos dones. Lo seriamos tambien si nos
olvidáramos de los artésanos que hacen los
' instrumenlos de las artes. Asi, pues, debemos
repartir Dueslra admiraciony gratitud eptreto
dos ellos.
Creemos haber dicho bastante para justiíi-
car nuestra deflnicion y cl alto aprecio que
profesamos á los arlisJas; estimacion que en
todos liempos fué el jnsto galardon de sus tra-
bajos. ¿Por qué ya esle nombre no halaga tan-
to á los verdaderos artistas? Porque este títu-
lo, como lanlos olros, se ha prodigado rldícu-
laroente, y acaso sca preciso acusarnos á nos
otros mismos por el poco aprecio que hemos
hecho de los arlesauos. IVo haciendo á eslos
lajusticia que^ se les debia y condenaudo al
desden los oflcios dignos de la considera-
cion de los hombres á quienes son üliles,
hemos obligado á los que los ejercen á salir
del tercer rango, donde yebieron permanecer
con honor, y á usurpar el nombre de artisias
Estos á su vez, no están contentos con el se
gundo puesto, que ya no ocup«Q e$cluslva-
mente, resultando de esto que 1a iDdostria pa-
rece no tcner mas que dos clases* cuando la
naluraleza ha marcado tres muy distinlas: I.'
la de los sábios, que han recogido las obserra-
cioues y dictado los principios de las artes;
2.* la dc los artistas que los han aplicado, y
3.^ la de los artesanos que han preparado ios
materiales. La industria es una en sus Ires ni-
mos, y estas clases se deben mútuamente
consideracion y apoyo. Los artistas serían
simples obreros sin los bombres sábios eo sos
arles; ¿pero qué serian los sábios sin los artis-
tas? ¿A dbnde nos couducinan los datos iDte-
lectuales de los unos sin la mano de obra de
los otros? En vano el estatuario mas sábio vc
el Laocoonte en un trozo de mármol, si no es
hábil artista, si su cincel no desarrolla ca
Miuel roármol el magniflco grüpo coyas pro-
porciones ha concebido. Es evidente qoe los
obreros bastarian y han bastado á las necesi-
dades de la humanidad; pero ¿cuál es la socr-
te del bombre rcducido solamente á satisfacer
las necesidades de la naturaleza y sos prime-
ros goces? A los artistas ha debido en todos
tiempos su fellcidad y su gloria.
ARTRITIS. {Patoloíjia.) otpepTxK, de&pOpov,
articulacion, Llámase artritis la inCamacioo de
las arliculaciones, designándose tambieo cod
este nombreel reumatismo articular y la gola.
Describiremos separadamente las dos varieda-
des de la artritis, y aqui hablaremos solo de la
inflamacion que resulta de otras causas.
La intlamacíon de las artieolaciones paede
residir bien fuera de la cavidad articularen Ibs
tegumentos y á una profundidad variabie, biea
en 1a sinovia y en los tejidos á queestáad-
herida, ó en las estremidades articulares de
los huesos. En cuanto á los cartilagosque for^
man las soperflcies articulares, no están acoi^
des los autores, pues al mismo liempo qoe
unos los crcen susceptibles de inflaoiarse,
otros los consideran como una sustancia aná-
loga al esmalte de los dientes y en cierto mo-
do inorgánica, creyendo qne solo pueden so-
frir los efectos mecánicos como los del frotede
la maceracioo, pcro no esperim^tar los fenó-
menos de la inflamacion, puesloque notien»
tejido celular, ni vasos, ni nervios. Ua becbo
mas positivo todavia es que la sinovia no re-
viste la superflcie de eslos cartilagos y se de-
tiene en su circunfereocia.
Si la inflamacion no ocopa mas que los te-
jidos subyacentes á los tegumentos podrápre-
disponer á una enfermedad del artejo; pero
propiamente bablando no roerece este nombre
sino cuando cl tejido celular profoodaoiente
situado entre los ligamentos y los tendooes y
sobre todo cuando la superflcie osterna ó ce-
lular de la sioovia, y probablepaente tambiea
la superflcie soroao sc inflaman, ó flnalmente,
cuando por uoa de las causas que vamosiio-
dicar, las funciones de esta serosa soo torba-
das y modiflcadas como pueden serlo las de la
pleura, pefitoneo,etc.
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It^i
ARTMTIS— ARZOBISPO
782
Las caosas de la artritU sod: 4.^ los agen-
tes esteríores, cuyo efecto pede afectar á las
partes esternas solaniente ó á toda ia articula-
cíod: la arlrítis es entonces ideopática, si el
SQgetogoza de buena salud en lo demas: 2.'' ei
metastasis ó la estension de una afeccion
que reside en olro punto, como las enferme-
dades delapiel, la blenorragia, la sifilis, la
ílebitesja infeccion purulenta, yacaso sea ne-
eesarío añadir á estas causas la intoxicacion
por cierlos metales como el plomo y el mer-
cario.
la artritis por causa esterna cs mas ó me-
nos grave, segon que procede de dilatacioo ó
de fatiga, como de un esguince ó de una marcba
forzada, de berídas causadas directamente al
artejo ó en sos inmediac'.ones (arlrítis trauiná-
tica), y segun que estas berldas penetren ó no
en la cápsqla articular. £s mas ó menos rápida
en su marcba; unas Tcces cuando es entera-
meote agnda, bastan dos ó tres dias para coo-
docirel mal al úllimo grado, y otras los fenó-
meoos mórbidos se si^uen cou lentitud. £s
sobre todo violenta y dolorosa cuando la arti-
culacion está abierta por una berida. (Véase
LLAGAs de las arliculacionef,)
Mr. Velpeau nolala artrílis seguidade cau-
terísmo ó de las operacioncs que se practican
en la uretra. Se puede comparar esta artritis
¿ la que sobreviene en ciertos casos de ble-
norragia y á la quc determina la plebitis.
Cuando á la artritis sigue blenorragia puede
ser considerada como un efecto metastático ó
de simple reaccion sobre la scrosa articular.
La artritis queprocede de los partos puede
tener tambien causás esencialmente distinlas.
La plebitis uterina, la suprcsion de !os lóquios
ó de la secrecion láctea, la repercusion de los
Südorcs abundanles que sobrevienen siempre
en las recien puridas, pueden determinar en
ellas la afeccíoirde que bablamos. Ifay pocas
mugcres que babiendo tenido bijos no hayan
estado espuesfas á dolores reumáticos; ya vol-
veremos á tratar de estc asunto cuando ba-
blemoa del reumatisrao.
I^aartritis por infeccion purulenta es rauy
ÍQSidiosa; las mas de las veces sc es9apa á to-
dos los niedios de invesligacion y se mani-
fiesta apenas por algunos dolores pulsativos
enlaarticulacion.
\a artritis propiamente dicha es siempre
ona aficion séria. Guando el mal no interesa
.<mo á las paHes esíernas y superficiales, se
cera generalmentc con mucba facilidad, pcro
deja algunas veccs dolores que persiste» largo
tiempb. Coando la supuracion sobreviíine enla
articolacion^ es iroposible evitar la anquilosis
mas ó menos comp!eta. Esta lerminacion es ge-
neralmente la única esperanza del enfermo
cnando se ha abierto la articulacion, aunque se
hayan oblenido curacioncscomplelas y sin de-
formidades en este caso. Las demas artritis se
eoran tambien fácilmenie, escepto lasque pro-
ceden delaplebitis y delainfeccionpuruienta.
Los antiflojísticos aplicados con energfa,
son el mediomas poderoso que se puede opo-
ncr á 1a arlrílis aguda; mas adclantc se obtie-
ne un resultado á veces maravilloso de los ve-
jigatorios. Por lo demas ía naturaleza especí-
fica de la artritis dcbe dirígir necesaríameute
al médico en la eleccion del tratamiento.
^usi: Artroracologitt..» Viena, 4717, 4.*, fig.
Vclpeau: Diccionario de mediciña , 3.* erlicion.
artÍCUlo ITVFLAMACION DR LAS ARTICVLACIONBS.
Rochc: Diccionario de medicina y de eirugia
prácliea^ arlicuio artritis.
ARVEJA. [Lathyrus sativus.) Planta ánua
de cuya raiz nacen varios vástngos parecidos
á hojas: estas son largas y estrechas y nacen
de dos en doscon un zarcillo en medio. La flor
es blanca y el fruto leguminoso.
Tournefort cuenta variasespecies; dc ellas
son las principales la blanca y la negra.
La prlmera es uu escelenle forrage de mu-
cha importancia, tanto porque es muy propio
para utitizar los barbecbos, cnanto porqoe
piiede sembrarse hasta el mes de junio, si asi
Ío exigcn las circunstancias; pero la mas apre-
cíada cs la segunda, de la cual dice Mr. Le-
blanc Üuvernef.
«Su forrage no solo es mas nutritivo y mas
sano para el ganado vacuno, sino mas abun-
dante y mas productivo. A estas ventajas agre-
ga por otra parte la de poderse dar impune-
mente al ganado lo mismocn seco que en pie,
sin esponerlo á los accidentesque suelen oca-
sionar otrasplantas. La arveja vegeta indistin-
tamente cn todas las tierras, y prospera mas ó
menos segun su calidad, no babiendo ejem-
plo de que se pierda enteramente eu tiempos
de sequía. Por úllimo, como planta anual, la
arveja ncgra merece tambien la preferencia
pues que se combina con mas facilidad con los
diversos síslemas de cuttivo que ticne cada
cual que adoptar, segun las circunstancias at-
mosféricas de las cuales dependemos aun mu-
cbo mas que de nuestros cálculos, etc, etc,
Las arvejas cocidas sirven lambien para
alimento de las personas, y en medicina tie-
neu asimismo úiilescrapleos.
ARVEJA SILYESTRE. {Lathyrus latifolius,)
Planta perenne muy parecida á la anterior, de
la quc se diferencia principalniente en que sus
hojassonmus anchas, en que ios zarcillos ua-
cen de des en do?, y en que las flores son ma-
yores y do un herraoso color dc f.úrpura.
ARVEJON. [Véase AhMomA,)
ARZOBISPO. (Derecho eclesiástico,) De esta
mancra se Ilamauu preladametropolitano que
liene varios obispos sufragáneos, y es el gefe
de ellos; al prímero de los obispos de una pro-
viucia eclesiástica. Dícese que San Atanasio
fué el primero que empleó la denorainacion de
arzobispoconel obispo deAlejandria, pero si
el tílulo es del siglo IV, la dignidad y la juris-
diccion tienen un origen mucho mas antigoo.
La escrítura y la tradicion nos cnseñan que
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t83
ARZOBIBPO
781
]08 apóstoles y m dlscfpalos han residido en
las grandes ciudades, de^de las cuales envia-
ban otros obispos á las ioferiores. Estas consi-
deraban á las primeras como á sus roatrices,
en el gobierno político ya se lesdaba el nom-
bre de metrópolis, y los obispos que residian
en ellas se llamaban tambicu metropolitanos
por cl carácter de supremacia que teoian so-
bre ellos.
Fuodada la iglcsia entiempo de loscmpc-
radores romanos siguió siempre ladívision dc
las provincias dc aquel imperío; tos obíspos
establecidüs en las ciudades mayores ó mctró-
polis se fueron llamando poco á poco raetro-
politanos ó arzobispos, como que tenian en su
Jurisdiccion y territorio á otros obispos. Las
revoluciones que hubo en el imperio y el csta-
blecimiento delos pueblosdel Norle, que repar-
lieron entre sí suá provincias, no alteraron en
nada esta division. Las ciudades que los roma-
nos habian llamado metrópolis hao conservado
easi todas sus titulos y sus arzobispos; .solo
algnna que otra se erigió despues en me-
trópoli.
Para ser arzobispo se reqniere la misraa
edad y las mismas cnalidades que para los
simples obispos : tiene que desempeñar )as
roismas funciones; está obligado, como ellos,
á residir, y no se diférencia de los últimos mas
qoe en el usodel pátio y en la formade su con-
flrmacion, pues en lodemas los obispos tienen
toda la plenitad del sacerdocio. Los arzobis-
pos disfrutan, sin embargo, por su cualidad de
metropolitanos, una preemineuda de honor
sobré los obispos de sus provincias. Antigua-
roente asistian á las elecciones de sus sufra-
gáneos; cooflrmaban ¿ losquehabian sido elec-
tos, y los consagraban despues de haberle
prestado el juramento de obediencia. El dere-
cho de visitar las iglesias de sus provincias ha
caido en desuso; pero no se les puede oponer
sobre este último articulo mas qne la prescrip-
don, porque no hay ley alguna que les haya
despojado de esta prerogativa aneja á su dig-
nidad. Los arzobispos puedei^ cetebrar depon-
tiflcal en torilas las iglcsias de su provincia y
poner&e el pállo; lievar delante de si la cruz
arzobispal, como que es la señal de su autori-
dad; pero en ningun caso puede ejercer la po-
testad de órden en la diócesis de su sufragá-
neo sin permiso de esie. Pertenéceles el dere-
cho de convocar, de acuerdo con el rey, el
concilio de los obispos de su proviocia, seña-
lar el sitio en dónde se ha de celebrar, y pre-
sidirlo. Convocan tambien lasjuntas provín-
ciales que se celebran para nombrar los dipu-
tados que han de asistir á las juntas generates
del clero, designan el lugar y el tiempo de
las juntas particulares, y las presiden. Segun
]a costumbre que se ha conservado en la igle-
sfa de Francia, y que menciona el abate Ber-
gier en su Diccionario teológico, edicion es-
pafiola, de )a qne tomamos todas estasnotí-
oias, 8e lea deben dirigir ¿ Iob arsobispos las
bolas del Jobileo para qae Its einrieD i sos sq-
fragáneos. Los que tienen motivo de queja por
lo8 reglamentos de sentencias dadas porloi
obispos, vicarios generales ó provisores, tie-
nen que acudir al arzobispo, ya sea por loqoe
pertenezca i la Jnrisdiccion voluntaría, ya ála
contenciosa. Los metropolitenos no puedeo co-
nocer en primera instaucia de los negodos
cuya decision pertenece i ios obispos, aon
cuando los interesados en el negociocon-
sientan cn ello, por que i nadie le es permiti-
do Fustraerse de la jurísdí'Ji^ton ordiitariaf
trastornar el érden público de las Jorísdiccio-
nes. Como los cabildos ejercen la jurisdiccion
episcopal en sede vacanle, los arzobispos no
pueden conocer do asuntos eclesüsticos eo \is
diócesis vacantcs, mas qoe en caso de apeia-
cion de lo qne hayan decidido tos provisores 6
gobernadores del cabildo ó este pieno. Coao-
do el obispo se descoida en conferir los beoe-
flcios despues de los kcís roeses de vacaote
que le están concedidos por el conctlio dc Le-
tran para proveerlos. bien sea qoe el benefl-
cio pertenezca á la libre colooacion del obis-
po, ó que lo debiese conferir por derecho de
devolucion, toea*aI metropolitano el provee^
los en ios seis meses signientes al dia en qoe
el obispo pndo libremente disponer de ellos y
86 descaidó en hacerío. St este conflríese ai
benetício antes que espirasen los tres metei
del oblspo, la provision sería nnla de dere-
cbo, y la negligencia del obispo oo poedeha-
cerle válida. Tambien provee piexts eclesiis-
ticas en los graduados en el caso que baya io-
Justícia de parte del obispo, todo lo cual de-
mueslra inequivocamente que i la preeminen-
cia de honor va aneja in preemiuencia de
autoridad. Los vicarios generaies de los arzo-
bispos, como que representao al prelado, qae
les tiene confiada su autoridad por lo períeoe-
ciente i la Jurísdiccion voluntaria, puedea
conceder testimoniales cuando ios obispos
las han rehusado sin razon, conceder dispeosas
y ejercer los demas actos de la jurísdicctoB
voluntaria en el coso de apelacion, y tambiea
conferir los beneflcios vacantes por devolu-
cion, 8i il arzobispo ies ha espresado espe-
cialmente en su nombramieuto el dcrecho de
proveerlos. Cada melropolitano debe nombrar
un provisor para juzgar de ias apelaciooes de
las scntencias prouunciadas ea los trtbunates
de tas provincia?. Este debe lener las eoalida-
des que se requieren por los cinones y ks si-
nodales para los provisores de los obispos; es
á saber, que sea presbitero nacido ó naturaii-
zado en el reino; que tenga el grado de Ucen-
ciado en derecbo ó en teotogia, y qae no aea
consejero de ninguna Jurisdiccion real. El ar-
zobispo puede revocarle cuaodo lo Juzgoe i
propósito siu espresar la razon, con la obUga*
cion de registrar la revocacion por el secreta-
río de registros eolesüslicos de 8U didcesis,
No paeden los arzobtspos ejeroer 8as Ahh
ciones arquí^scopales sin baber reeü)ido el
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7M
ARZ0BI9P0— AS
m
péütM gonó FOntlSoe* Ed iaotifederi eato
uii éislnitiTo án houér cob <|ue GoiMtantiBO
«fnidé ai papa 7 á los pstriarciis de OrieDte,
segan dicen ovchos Uteratos. Los emperado*
les permiUeroa despaes qne lo lieTasen todos
los obíspos griegos. Pero eo Occideote, los
papas, qoe erao los únicos que tenian este
aerecbo, le lo concedieron i los arsobispos,
7 too tamblen i algunos obispos. li prioci*
pio lo hioieroo con el permiso de los empera-
dores; pero despoes no usaron de éi porque sc
crejeroo eon este derecbo. Procoraroa persua-
dlr i los obispos que sin esta condecoraclon no
podian ejeroer los derechos de su potestad >
Íorísdiceioo; y ann Saa Gregorio Vil quiso
obligarlos i qoe fooeen i podirk^i Eoma en
persooa. El palio ea una íaja de lana blanca
sompueBta á%\ Tellon de dos coraerps mante-
nidos Y apocentados por onos subdüooBos
apostólicos, y esquilados por ollos mismos.
Dicht f^a tiene tres cruces negras, y esti pe-
gada i nna especie de collar que se pone so-
bre los hombros fermando dos cstremos cot-
gantes de casi on 0¡c de largo, i los cuales
atéflpegftdtfs üttn plancbitas de plomo redon-
dis, eubiertas de sedmyée ooalro cruces e»-
etnad». It pidiodebe esbir toeSKlo i los oaer-
po$ de los santos ipOstoles San Pcdro y San
Piblo. Iset stmbolode tapleiiitad del süer-
dodo, dela independeiciadd arsobispo, y de
ii dependeacis de sus snfmgineos. Bl acto de
remiiirselo es nna espc;cie de conflrmacion de
los derechos de los metropolitanos; es tan
personal al arxobispo que la ha obtenído, que
le le dejan despnesde sn muerte, revistiéndo-
le con él antes de darle sepoltura. Cnando el
papa se io envia i. on arsobispo, no sinre mas
qoe para la iglesia donde esli nnmbrado; de
suerte que si lo trasladan i otra silla metropo-
hUoa. tiene que pedir otro nuevo.
ÁRZONES. Uámanse asi los fiistes Irascro y
deUinlero de la silia dc roootar. Cobarrobias
dice qoe se les di6 este nombre porque soo
beehos en forma de arcos, ó del verbo ar/to,
ftilia, porqoe los arsooes coartan y / aprietan
al que va en la silla. En aribigo se llaman
ázitarras.
A3. [AfUigUedades.) Los romanos emplea-
bao esta palabra de tres maneras: 4.* para de-
signar una nnidad cualquiera, considerada
cooÉo diTisible: 2.^ paradesignar la miidad de
pesoóla libra:3.*'paradesignarlaMnidad mas
aotigoa de moneda. Trataremos de cada una
separadaroente.
I. A$, nombre de una unidad cualquiera
eomiderada'comodivisihle, Dábe^eel nomi>re
deas itodo entero constderada como divisible;
i toda ooidad de mcfcüda, de peso» de mooe-
da, etc. La Ubra, el pie, la yugada, el sexta-
rio, etc., tomabanel norobrede as, cuando se
los oponia i sus fraccionos 6 divislones. Apll^
cibase este nombre tambieü á los capiietes,
álas horencias, ilasoasts, i lefrfiindiit«ote.,
M fln» i todo lo qce podia dividirse. Asi es
W mKMxtcx poiarLA&«
ceiao 1t eapresloe e fmmh0ti$ qniete éeeir iie*
redero de 1« toUKdad.
Gomo se empleaben freeaeBteinenle loi
mnltíplices del as, se les daba taablen loe
Bombrei de éupondimt 6 dipomiim$ (diporidlo)
(^e veHe dos asee i hbras; iuUrtiui ^esler*
cio)3adei ases y flBedio; Ir eassú)«i4res ases;
^tMlrdfitisascdatro eses, etc» y asi snoesit»^
loeDte basta cefiliiisif é eien ases.
El as, esatquiera fuese le oelded dei reel
qne represeotase, qnese dividii en doce porteir
llaoiidainc8daeee4eelbsoBBe(ant0M), y bw
difefeeles frtceiOnes dei as»ó loe diversoe
metuplioes de le enf bMtn reeibido noni*
bres psrticvltfe6«
U iiguiseie teMe pressÉtt eelai divl*
aioQes.
AS« 4i OBS.
Deux 44
dezttus 40
Bodrens 9
Bes 6 dei. . . « i
Septenz 7
Bemli (raedii lítnte) 6.
Qiiincenx . . • . 5
Tf ieni. ^ 4
Qoandrans 6 terBseiae. 9
8ezl«is t
üncia /. ♦ 4
Dibase elnombrc de iescimciaionty me-
dlionze.
Subdividíase tdemas ia onzt y contenit.
t Semiunciae.
3 DuellsB.
4 Sicilici.
6 SeztulaB.
n Scrupult(scriptQl«óecilfWtf.|
48 Oboli.
444 SíliquaB.
De las fricciooes del ás se hacia el mismo
uso que del as mismo» es deoir, qoe sú aplict-
ban i toda especie de ob}ela diviiil>ie, ¿ im
bien cualquiera, i una lierencia» i un libro.etc.
A3i, ew dodrante hm'es es el qiie hereda9 on*
aas ó düodéclmas, es decir, las '/«• Ksto puede
servir para espKcar muchos pasages de uotorcs
anlí^oes. Ciceroe ee su ofteie» Frcr CoHstga
0. YÍ, dioe: TeBtaniento facto moritur ntulier;
facit heredemexJeunoeetsemiuncia Cacinam^
exduabussexlutisSr. Pulcittium; jEbvAi^sex^
tulamad5[fergit, io cuai quiere decir, segon
las espiieeeieoes-pfeecÍdeBtcs, que sieudci lato*
lalidad de la berencia ea as ó 4f onsas, Cecina
heredaba once duodécimas y media, y por eoft*
siguiente solo quedaba media onsa, ó' mcdia
dooddcima, y como segun bemos risto, la
onza se dtvlde en sets gewtutaf, 6 seslas par«
tes, f ilcioio tomaba dos sextulos, es deeir doi
sesUiptrtei y KolHiciOttBieztui<>6 ueeseeie
ptrte.LaspartesdeFulcinioyde EbuciOi onidas
r. m. w
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787
AS
iUmlUdótreisestupirteB deonsade GedDa»
íorman U onza entera, y por consigoiente toda
UberencU, snpuesto qne Gecina recibe las
otra8 44 onzas.
L08 romanos contaban tambien loa inte-
reses por medio del os y de aus fraccione$, y
los pagaban rogularmente en laa calendaB de
eada mes. La8 Uyes deUs Doce Tablas, no
permiUan recibir de interés mas que una duo-
décima parte del as al mes; un as al año por
cien ases; de aqui las espresiones: Fienu$ un-
ciaron, usarceuncioB. (Yéase Horacio, ArU poé-
tica, Y. 327.) Posteriormente fué reducidoel in-
terée á U miUd, esto es, í una media dnodécima
parte, {temiunda); pero ai fln de U república
y en tiempo de los primeros emperadores, se
tomaba frecuentemente un as de interés al
mes por 400 ases, y por consecuencia doce
al año; de este modo al cabo de cien meses se
paga por razou de intereses una suma iguai al
capiUI, por lo qoe se dió i este género de usu-
ra ei nombre de cmtisima. Los usureros ro-
manos subleron algunas Teces los intereses
basU dos, trcs y aun cinco ases al mes. (Gi-
ceron,, Fafr. m. { 70; ad Att,, YI, ep II.) De
esta mUma manera es preciso entender Us
espresiones: usuroB- guincunces, trientes, per
tneíMem ea¡ centum a$$ibu8, es decír, intere-
ses de las cinco duodécimas partes, y aun de
U cuarU parte al mes.
11. A$, pc$o. Ei as (a$ librali$, Ubra roma'
na), era la nnidad de peso entre los romaoos.
Reducidoal peso españoi lalibra romanaeqai
valeiunos 6,942 granos, esto es, suponien-
do cada granola 576 parte de nna onza.
Las medidas de longitud, de capacidad y
de peso entre los romanos, guardaban iniíma
relacion entre si. El ánfora ó cnadranUI, era
un Taso cúbico, teniendo cada uno de sus la-
dos un pie romano, y que lleno de yíoo pesa^
ba 80 libras romanas, segun on anlfguo ple-
bUcito ciUdo porFesto: Quadrantal vini ocUh
ginta poníe $iet .En las monedas por ona ley
de Goostantino (dei año 325), se mandaba qoe
cada $olidu$ aureos pesase 4 escrúpulos, y
qoe 72 formasen U libra. Asi, pues, el eánt-
pulo era la 288 parte de U libra, de soerte,
que para conocer el verdadero peso de U li-
bra, basta conocer el peso del escrúpolo, y
mullipIicarlopor288. EnEspaea eadn escrá-
pulo pesa 24 granos.
La libra romana seguia todas las diTisio*
nesdelas, [véaseAS, unidad cualquiera); las
mas usualeseranlaoDza, 42/del as; la doella
i de la onza; el silicos, í de U onza; el escrú-
puío n de la onza, m del as. Se halla algo-
nas Yeces cl óbolo, miUd dei escrápulo, y ia
sUiqua, tercera parte del óbolo.
La sigoíente tabU presenU los pcsos prío-
cipales de los romonos y sus relaciones eolie
si, empezandoporiosmaspequeños.
PESO DE LOS ROMANOS.
1 '■
Siliqua
X
' *^
3
Obolns.
\
6
2
Scrupu-
lum.
\
42
4
2
Seml-
sextoU
SextuU
V
24
8
4
2
V
36
42
6
3
<v.
SiciU-
CU8.
\
48
46
8
4
— I"
2
^v.
DuelU.
X .
72
24
42
6
3
.2
^%
Semi-
uncia.
\. .
444
48
46
42
6
4
3
2
üncU.
\,
4728
876
24
444
72
48
36
24
42
Ubra.
As (4).
^
472800
57600
28800
44400
7200
4800
3600
2400
4200
400
g
(I) La1ibr«,comoio4«p1asunidad«s,fte'ditldiaeDlS partes 6 oouf . (VéawlttabU sffoieaie')
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789
ÁB
m
omsiONIS DB U UBRi ROMAllá.
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ün-
eia.
2
Sextam
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Qoa-
draiu.
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Decons
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Libr
(As)
6
4
3
»v.
2
<v.
*'l.
IV.
*'/u
///, ^5, motieda llamada tambien ats as-
fipodium y libella. EI peso y valor del a$ y
de todas ias monedas de qne es base, varian
frecoentementc, de snerte qne es imposibto dar
unasota yaiuacicn, y en la de lassumas enon-
dadas por los autores antiguos es preciso di3-
tlnguir las épocas á que estas monedas perte-
necen.
/. Pormmores hift&rieós sobre la$ monedas
romanas,
4.* Valor vrimitivo del a$. Eloses la
lirinera BMmeda, y la Anlcaque al principio
emplearoD los romanoi. Era ée cobre, pecaba
nna libra y por mncho tiempo no tuvo señal.
Et queposeia 400 8808 poseia realmente 400
libras romanas. Servio TuUo foé el primero que
dió forma y señal al as, pero sin disminuir sa
peso. Handó representar en esta moneda una
oveja ipecus) de donde el dinero acuñado [as
sigkatuf) tomó el nombre de pecunia, AI mis-
roo tiempo se acuñaron multlpiices y fraccio-
nes dclas, el dispondiuf(6os ases), elguatrus*
sis (cufltro ases), cl semissis (Vs as)f cl triens,
guadrans, sewtans, semiuncia, sextula, etc.
(Véase I ASf y sns divisiones: PHnio^ Historia
natural, XXX1IT, capftulo III.) Todas estas mo« ,
nedas tenian realmente ei pesoqoe indican sus
nombres. '
I
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m
Afi
Tll
t.** RBdueciiM y alteraeionei delas. Una
iDoneda tan peaada, no debia tardar en liacer-
•e incómoda, y en efecto» segun dice Tilo Li-
Tio (libro IV, capitulo IX) eran neceüarios car-
ro¶ Irasportar las roas pequeñas suroas.
Redújose pues el pesu, pero sin reducir su vu-
lor, cambio que sin embdi^o, se verincó mny
tarde. Segun Plinio (Hhioria natural, XXXIil,
capitalo III) el peeo del as, fuédisminuiüo du-
nnte la priroera guerra púnica (co'menzada eu
el aoo de Roroa 490, 294 antes de Jesucristo).
pues no pudiendo la repiSiblica sufragar ios
gastos, se mandó acuñar ases del peso de un
$extan$ (dos onsas, la sesla parte de la libra),
por cuyo medio el Estado gaoó cinco sest^s
partes en cada as. En un lado de la moncda es-
taba representado Jano y en el otro la proa de
una nate. Has adelaote en tiempo de la dicta-
dura de Quinlo Fabio Haximo, cunndo Anibal
asediaba á Roroa (por los años 537 de Roma,
247 antes de Jesucristo), se redujo el as ¿ una
ooza y se le dió por cügié un carro de dos ca<
ballos (biga) 6 de cuatro (quádriga), por lo que
las piezas de moneda fneron llaroadas bigati y
^uadrigali (sobreentendiéndosc nummi.)?o-
co despues la ley Papiria (563 de Roma, i 9t
antes de Jesucristo) la redujo á rocdia onza, es
decir ¿ la vigésimacuarta parte del peso pri-
mitiTo. Sin duda liubo cntre estas reducciones
otras intermediaS) pero abandoffaroos puestra
ÍDvestigacioD, porque¿ nad^ importaote nos
coDdociria. Lo qae si conviene notar e$ qne ¿
pesar de estas disminuciones, eí as conservó
casi siempre el mismo valor.
3.** Moneda de phia, denario, Cuando la
república empezó á enriquecerse se aouñaron
monedas de plala. Segun Plinio {Bi^toria na-
iural, XXXIll, capltulo III), las primeras moue-
das de plata fueron aeofiad^s lel ' aáo de Ro-
roa 485, 969 antes de Jesucristo, en el consu-
ladodeQuioto Qgúlnlo y e. Fabio Pictor. Cre¿-
ronie enlonces el denariue ó denario qoe valió
40 ases; el quinariu$, 5 ases, y el eexleT-
tiu$ ó virtoriatM, 9 ases y Vi Cuando el as fué
Tedncido ¿ una onza ei año 537 de Roma, se dió
al deuario, que hasla eatonces babia valido 40
ases, et valorde46, aanque conservando el
mismo nombre. Sin embargo, el denarío con-
scrvó en ciertos casos su valor primitivo;asi es
que en el sueldo de Us tropas no vuiia mas
qu« 40ases.
4.^ Se$íertiu$. Despucf dc ia introduc-
cion delos denarios, adoplaron los romanos la
maoera de contar por $e$tercio$ en lugar de
contar por a$e$, Ciertoqueel sestercio era una
moiíeda real; pero &e la empleaba tambien co-
mo moneda de cueota. Yalia en su origen
S ases y *L; despues cuando se dió al denario
el valor die 4C ases, elsestercio valió constan*
temcnte 4 ases ó '/4 de denario, por consecuco-
cia al deuario v^ió siempre 4 sestercios.
5.* Manera dc contar itor ie$tercio$, Has-
ta l»000 se contaban ios se^tercios enun-
cUndo slmplemeotc la suma dc quo setrAlaÍM
delante de la palabra sestereio, $e$terHi (n
culiDo) ó nummi; m cenium $e$teriii 6 nunh
mtsss400 sesterclos. Guando sellegaba ¿4.000
en lugar de 4 ,000 seslercios se escribia soia-
menle sestertium (uombre neutro, delaote d^
cuil se sobreentendia pondo); en plural teeier-
tia. Esta misma suma sc cspresaba tarol^n por
miUe mtertii ó por 250 denarios, puestp qoe
el denario valia 4 sestercios ó por 1^0 aprii ó
a$$e$, porque en su origen el a^tercio xalii
2 ases y Vj- Cuando el númerg p'asaba dc | ,0j|0
seañadia dehmte de $e$iertia el númerocoal-
quierade 4,000. Ai^i pornjcmplo el n^Aerode
centena sesrercia— 400,000 sest^rcios. fastif-
do de 400,000 se cambiaba tambien la maDen
de contar; cnaudo seteniaqueesitresardiez ve-
ces, vpinte veces, cien veces, una son^ áe
400.000 scitercios, se sobreentendia centena
miUifi, cien mil, y se espresaba solamenlcel
adverbio numeral. Asl aic}e$ sestertium por
sesitertiorum qneria decir* 10 veces 40^,000
sesiercios ó 4 .00(i,000 de seetercios. El mismo
6istemaseseguiaparae$presarlas sumas deas;
ccrie m»i¿fes=mil vecesden mitó 400.000,000
deases.
6.^ Espreeiones abreviadae de lo$ sesier-
cio$, Co la escritura, y sobre todo aa la§ mo r
nedas, empieabau loa romanos para espresar
los scstercios forroas abreviadas, cuya esplici-
cion croeniosindispensable.
La plabra sestercios era reemplazada por
ü. 6 H. S. forma corroropida de l S. S. [\ibr§,
libra, semis, es decir í libras y Va-) Asi mim
B. é H. S. queriadecir 4 ,000 sestercios; ieeies
H. S.aeííecies sertertium por sestertioraai (ao*
breentendiéndose cetitena miUia), es decir,
4.000,000 de sc§tercios; mHlies H. ?.«idü
veces cjen mü sestercios ó 400.000.000. Coo-
viene tarobien observar que H. S. M. G.>«4,400
sestercios y que por el contrario H. S. M. C.«—
H. 8. mii/íe$centi>ses décir 4 4 0-O00,000dcíes-
tercios. Cuando los niimeros romanos están se-
parados por puntos en dos ó tres grupos, el de
la derccUaespresa las unidades, el segundo los
niitlares y el terccro cien mil, óasi lU. XII. D. C.
H. S. qoieren deeir 300,000+4 t,000i:6ll
H. S. 0319,000 sestercios.
//. Valuacion del e^yde Ifls monedae ro-
f]$ana$.
4.^ Condici<^e$delavahuicim. Paracal-
cular d valor actual de ia antigua oiOBeda 4e
los romanos, es preciso asegurarse ante todaf
cosas de su peso y de la ley de ia- plata qao
contieoco.
A. Peso del denario. Denarios coimitf-
re$. Los anticuarios saben mny bieo di&tin-
guir loB deaariQs comularee (ú a<Hiáiáo ea
tiempo de los cónsules) de los denariosimpe"
rialee (6 acuñados en tieropo de los empen-
dores), puet estoa eran de meiios peso ; peio
sd ignora el peso de los primeros deoarios qaa
íocroo f cute(to k¿C4« el a»o 4c 9Qm ^
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m
AJ5
m
Pjur lo qo« haee «l denajrio fiansolar no ealáD
tfilí^nmenU de acuecdo acerca de su peso.
Greaves (Grcbvius), despues de haber pesado
ms de 400, y ann de los mae pesados, les da
porl¿rminomedio75:58graaosde Paris; Eduar-
do Bernard 74,36; Arbuthnot 7i^49; Barré 75;
BoQtc-roue j Eiscnsclinaid 74.28; Oberlia 74;
Pauetou 75. U; Romé de r4:tie 74 graoos. Este
^ltimo da (Tabla X) 4 pe»o de 63 ^^uarios
coos'jiares, coiya 8uiDa«=^4604, 5 graDOs; lo
que coostiLuye por peso medio de cada uoo
7^.04 granos. Ed KLn lír. LaroDoe buscó do
báce mucho tiempo coo exactitud el pcso del
denario. y de 3,350 deoarioscoDSulares que se
encueotran eo la eoleceiOD de Paris, pesó
4,900. dejando los 4,350 restaotesque no esta-
bao bien cooservados; bacieodo despues la su-
ma de los pe£os dados por todos los denarios
balló por término medio 72.983,556 graoos,
en Qúmero redondo 73 graoos, como peso del
denario consular, cs decir, del denario tal co-
mo quedó, poco mas ó meaos, basta el fla de la
república.
Denarios irnperiaUs. Pero dcsde el tiempo
de Augustü fué dismiauyendo cada vez mas el
peso del deoario, y ya ea el reioado de Tito y
'de sus sucesores tuvo de 9 á 40 graoos me-
008 de peso que ea tiempo de la república. Al
peiar Mr. Letronne con exactitud los deoarios
de cada emperador encontró los pesos medios
sigoieales:
lü el reinado de Augnsto 74 , t
En ei de Tiberio 69, 8
Eo el de Galigula 70, 4
Eo el de Neron 65.85
Ba el de Galba 63, 8
lo el de Othon 62. 8
lo el de Vltelio 63, 4
Eo el de Vespasiaoo '63,45
Eu el de Tito 63. 4
fio cl de Domiciaoo «;3, 8
Segun GbrDello Gelso, médico del tiempo de
Aogusto. la ODza debe teoer 7 deoarios (Oe re
med., V, cap. XVII), y la libra 84.* Escribonio
Largo. ad. Callist, y Plinio, Hi$t, nat., XXXIII,
cap. IX, diceo testualmente la misma cosa.
Soponiendo , pues , el peso del denario=373
granos y multiplicando 73 por 84 (aúmero de
los denarios contenidos eu una líbra romana),
tendreraos 6,432 granos, número muy próximo
¿6.460 que damos á la libra, y cuyaligera di-
ferencia se esplica fácilmente, asi por las al-
temcronesqueba debido hacereltíempo en los
denarios que tian llegado hasta nosotros, co-
mo por la pocaexactitud cod que ios antiguos
pesaban &U3 monedas y por la disminucion
que habia podido sufrir el peso del denarlo ep
la época que escribian los autores citados. Los
escrilores posteriores dan raochoe mas dena-
rfos á la llbra; Galieoo cuenta 96; y en efpclo,
se ha Tisto que los denarios de aqnella época
Do pesan m^ ^ue 6? y ^ granos.
B. Undbh plat0. Durante mnebo tiem-
po, despues de la épooa en que sc posieron
eo circulacioD las mooedas de plata eu Rbnm
(485 de Eoma) la plata fué estremadamente pn-
ra, y asi se conservó basta el tlcmpo de los
primeros emperadores; pero en el de Séptímo
Severo, por los años de 4 93 y ba]o el reinado
de los emperadores siguientes , se alteró la
moneda de una maoera escandalosa, hasta el
pontode que en el reinado de Alcjandro Seve^
ro los denarios no tuvieron mas que una terce-
ra parte de fino , y solo una qulnta parte en
tiempo de Galieno.
iias v^iacioues que hemos notado en el pe-
so y en la ley , produjeron necesariamente
variaciones en el valor.
Áureu$. Las monedas de oro son mny pos-
teriores álas de plata. Plinio {Ilist. nat. , XXXIII,
cap. lU), dice que no fneron acuñadas sino se-
seota y dos aúos despues, es decir. hácia 567
de Rofoa, puesto que las monedas de plata fue-
ron acuñadas el año 485, y aüade que el es-
crúpulo de oro (vlgésima cuarta parte de la on-
za), valió 20 sestercios.
Se distinguen tres clases deaur^us; la pri-
mera contieae los que fueron acuñados en tiem*
po de los oónsules, y los hubo de diferentes
pesos y valores. Los mas antiguos no pesaban
mas qua un escrúpulo (la vigésima cuarta parte
de la onza y las 288.* de la libra), y llevaban
losguarismos XX, es decir, quevalian 20 808-
tercios. Acuñáronse tatnbien nonedas qne pe-
s^ban dos escrúpulos y tenian XXXX (sesier*
cios), y otras de tres escrúpulos con las cikag
LX (sestercios), Qoedan ya muy pocos aureos
de eata prímera clase, y eotre los qq# qoedaQ
no se encuentran posteríores al Ao 705 de
Roma.
La-segonda clase contieae los qae lierMi
acnñados desde la dtctadara de Gésar hasta et
relnado de Gonstantlao , y qne no contenian
como los anterioref , un número redondo de
escrúpulos. Quedan muchos de estos aureua
desde Julio César hasta Garacalla.
La tercera clase contiene las piezas qno
desde Constantlno hasta el fin del imperto fue-
ron ácuñadas bajo el nombre de sóltao.^ 'aureus;
oooteniao, eomo las primeras un número áe*
termioado de escrápnlos, qae cra 4. 0e acu-
ñaron tambien demi-sólidus, asi como piezas
que vallan 4 «/j. 2*/,, 4Vj. 7 y htsta 9 sóiidus.
El peso de los aureus acuñados en tiempo
de Gésar y de los cmperadores varió con fre-
cuencia. De La Náuze, Paucton y Romé han lie-
cho mnchas claies de ellos, pero de una manera
arbitraría. Los mas antiguos son los de mas
peso; los de Jiilio Gésar, Bruto, Gassio. Lépido,
Anlonio y Octavio tienen de 453 á 454granos.
El peso del aureus, disminuyó poco á poco y
en uoa proporcion casi igual á la disminucion
del dinero. Plinio (Historia naíwral, XXXIU,
capUulo Ill)dice que 40 aureus componian
una libra, quo sin dudu se refiercn al tiempo
4r fiíW- ítt «to^íi* i8uUil»lícaii4o por |0 el per
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795
AS
m
80 medio de los aureus de aqaella época» qae
es segun las iDvestigaciones de Mr. Letronne,
453,25, seobtiene por resultado 6,430 gra-
nos, lo que es casi absolutamente el peso qne
80 hadado al as libra, 6,648 granos. En tiem-
po dePiínio senecesitQban 45 aureus para for-
mar una libra, y el aureus de aquella época no
pesaba mas que 4 37« 3 granos (número que
multipllcado por 45 da 6,478,5, quo como se
ve se aproxima tambien mucho á los 6,460
granos, peso de la iibra romana.)
La íey do los aureus era muy snbida, pues
el oro que se empleaba en ellos, era casi ente-
amenlepuro, desdeAugustohasta Domiciano.
En cuanto ¿ la relacíon del antiguo aureus
eserupúlans- con el denario, nosesabenada de
cierto, aunque PUnio (Uistoria naíural, XXX,
capltulo III) nos dtce que valió al príncipio
HO seslercios 6 5 denarios; pero conocemos
muy impcrfectamente el valor del denario eu
aquella época, y por otro lado nos dice Ptinio
(libro 49, cupitulo I), que en otraépoca (quon-
dam) el escrúpulp de oro no valió mas que
4 denarios, lo que estableceria entre la plata y
el oro la relacion de 43,7 á 4. Una ley inserta
en el Gódigo Teodoslano (Xlll, titulo 2.* capí-
tulo 4 /'), manda «que se den 5 solidi aurei por
el peso de nna libra.» Asi la libra ó tSS es-
crúpulos de plata valen 5 solidi ó fO escrápa-
los de oro; lo que establece entre el oro y la
plata la relacionde 44,4 ¿ 4. £n fln, sepue-
de couocer claramente la relacion del aureus
con el denarío por los testimooios de los es-
critores que vamos ¿citar.
Tácito (Hi»/orí¿7libro I. capítnlo XXIV) di-
ce que Othon dió 4 00 sestercios ¿ cada solda-
do de la cohoríe de servieio ; Suetonio ha-
blando del mismo hecho, dice que dió nn aureu^
¿ cada uno. Rquivale, pues, el aurens ¿ 4 00 ses-
terciosó 25 denaríos. La misma conclasion
resulta del pasage de Xiphiln. {ad Dion,
CasSy I, capílulo XXXXXV); de Zonas X, capí-
tulo XXXVI, y de Didlmo {apud Priscian.)
Asi, poos, admitimos que en tiempo de los
emperadores el aureus valió 25 denarios ó
4 00 scstercios.
En España hubo tambien antignamente noa
moneda con el nombre de aureo, que despaes
se Ilamó cscudo. Su valor era aproximada-
mente de un ducado.
Las dos tablas siguientes presentan todas
las monedas romanas comenzando por las mu
pequeñas, y dan ¿ conocer sus relaciones en- .
tre si, y las variaciones que snfríeron.
MONEDiS ROMANAS.
/. Monedas segun el palor que tuvieron elas y el sestercio hasta el año 536 de Roma,
w (94 7 íintM Aa Jíi»uí>rittn\
\
remneias
\^
s
Sembella.
As, libe-
Ila, assi-
pondium
4
2
V.
8
4
2
Dapon-
diU8.
\
40
5
«7,
^v.
Sestercio,
nnmmns.
\
20
40
5
«V,
5
Quioaríus
6 victo-
riatus.
\
•
40
20
40
250
5
4
2
Denaríus.
Aureus ó^
1000
500
125
400
50
25
^
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Googk
w
AS--ASA
m
IL Mimeda$ tmanai Megun «Itialor que tuvieran el aty el sestercio desde el 536 de ñma
ha$ta 710 (34 antes de Jesucristo.)
\
renmcíQfl
\
2
4
Scmbella.
\
2
Asjibe-
lla, aisi-
poodioni.
\
<í*/.
^6V
3V.
DapoO'
dius.
\
46
32
8
4
8V.
Sesterce
oummus.
\
46
8
2
Quioarlus
ouTiloria-
tus.
\
64
32
46
6
4
2
DenariQS.
V^
4600
800
400
m
400
50
25
Aureoson^^
solidos. ^^
II denarío cambíó mocbas yeces de valor
despues del año ,270 lo qoe es )o mismo eo
los ;reiQados de ÁQgusto, Tiberío, Glaudio, Ne-
roD, Galba y Domiciano.
Observacion genefal sohre la evaluaeion de las
tnonedas,
Para bacer las valuaciones precedentes de
ias moQedas antigoas, oos hemos apoyado so-
lo en e! valor de 1a plata (metal) que entra eo
1» piezas de moneda; mas para cooocer el va-
lor verdadero é intrínseco de las monedas,
seria necesarío conocer el precio de las mer-
. cancias, y príncípalmente de lasmas comunes
é iodlspensables; pero nada mas dincil que
^fablccer estos precios, poesto que va-
rían segQQ los paises , y eo qq mismo país
segQQ los tiempos. Yerdad cs que Paucton'
(Metrol. , pág. 444) niega qoe los anligQOs
liubiesen podidó comprar mas raercancias que
nosotros por un mismo peso de plata; pcro en
este poDto le contradicen la mayor parte de
los eeonomistas. Sin entror nosotros en eslas
discQsiones, citaremos mucbos objetos. La
ley Aterina (año de Roma 300) estimaba- una
oveia en 40 años, y on boey en 400 ases
ÍAalo Gelio, Noct. Att. XI, cap. I; Pest., Foce
Peeulatus.) Ciceroo (Verr. III, cap. LXV) der
sigoa el precio del trlgo eo Sicilia en 2, 3 y
4 sestercios la fanega, lo que supone e) precio
medio en 3. Segun una ley del emperado*
Valentiniano III (año de J. G. 446), se debia
dar por un solidus aureus 40 fanegas (modii)
dc trlgo, 270 libras (romanas) de came y 200
sestaríos (sextari) de vino. En fln, el solidus
aureus, que como hemos díclio constaba de
4 escrúpuloü, contenia, y por consiguiente
valia, 57,6 escrúpulos de plata , es decir,
4,232 granos.
Mr. Say ba hecbo en su Tratado de econo»
mia poHlica, lib. I, cap. XXI, ; 7.«y 8.* edi-
oionae 4810, escelentes observaciones sobre
las precauciones que deben tomarso para va-
luar ias monedas antiguas*.
ASA. (Anatomia,) Esle nombre se da á to-
da porclon de inteslino, de vaso ó de nervio
que describe un arco. Asi se dice asa intesti'
nal, asa nerviosa, asa anastamótica,
En medicína operatoría se llama ásade
hHo, QQ hilo al coal se hace trazar on arco
para circunscríbir alguna parte, sobre la caal
sequiere practicar una iigadart.
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193
ASALtO
A8AB01. Kl asidorgeQeralmente indica nna
Tarilla de madera ó metal. En sentido íl]g:arado
se da este nombre á el espadín qne osan para
ciertos actos de etiqucta las persouas cuyo
carácter y pusilanimidad de espiritu deja eñ-
tender que no sabrian mane]arlo ofensiva ni
defensívamente, ni darle roas empleo que el
que lessirTa de adorno y dislincion. El asador
Terdadero consisle en una varilla de hierro
lar^ y angosta, parecida á la hoja de una es
pada, que termina en punta por un lado y por
el otro en una sorlija ó manecilla , y que sirve
para envasar la carue y asarla dáodola vuel'
tas sobre el fuego. Al principio fué esta la
única especie de asadores; despues se inven-
taroQ otros que consistian en un tambor gira-
torlo, dentro del cual se encerraba un perro,
quieu deseoso de escspar, le bacia girar sin
descanso; y últimamente, los adelantos de la
maquinaria ban facilitado la ínvencion de lo«
asadores de movimiento. Sabido es que estas
miquíoas consislen en una combinaolon de
ruedas movidas por un peso ó resorte , como
los relojes, de que se diferenciao por el re-
gukidor, que es un volante en lugar de un ba^
lanc-ion ó péndola. Sl árbot del volante ebtá
torneado á rosca, en 1a aual encajan los dien-
tes de la última rueda. Se han adoptado estos
con preférencia á todos los demas, en rason á
que cada diente de la rueda bnce que el vo-
lante dé una vnelta entera; sin embargo, eomo
estc gira ftmasiado apftsa, es menester vol«
verlo i armar dos, tres 6 mas veces antes que
86 ooQCluya de asar la pieza' que conlleoe.
Otfo inconveniente de este sistema es, el exor-
bitante peso que sc necesita para vencer et
cboque de los dientei» dc la úUima rueda con
la moesca del caracol del volanle; coo el ofo-
Jeto de evitarlo se ban inveutado asadores de
viento, es decir, que se mueven por la cor-
riente ascendente del aire que pasa por cl
cañon de la chimenea caando se enciende
fuego en ei fogou. En esta clase de máquinas
el volante es cl que recibe el movimiento y lo
trasmite á las ruedas. Para formarse uoa idea
de dicho voUnte, es meoester fl^urarse uu
pequeño molino de viento con diez ó doce as
pas, y que este se mueve horizontalmente en
el caúon ó luvo de la chimenea. Estos motores
bacen girar muy bicn el asador, y no tieoen
occesidad de mootarsc de nuevo; pero no se
pucden usar mas que en chimencas de caño-
nes muy ancbos. y ademas, se neceslta gastar
demasiado en cl combuslible quc sostiene et
agente que les da movimiento. Hace muy po-
cos mcses se ha descubierto un asador cuyo
regulador es on liquido: cuestan mucho mas
baratos qne los antlguos; son manuales (sean
de pcsas ó de resortes) y no bay necesidad de
armarlos mas que una sola vei para asar doi to*
do una pieza.
ASAFÉTIDA. (J^ateria tnédica) Zumo resi-
noso qne sale por incision del coello de la raii
y de la raii miaiia do ia /emla mmhfmtida,
planta dela famlliadelas umMíferas, qaeere-
ce en e1 liloral medilerráiie» del Aaia y del Afrf*
ca, en Pcrsia, etc.
Elasafélida en lágriroas (qnees 1a mases-
cogida) se presenta en forma de pequeñas nt«
sas granuladas, de un blanco sucio, semMras*
parentcs; su sabor es plcante; su olor fberte, f
un tanto parecido aldel ajo. Se cooqione de 61
partes de resina, 36 degoroa y dé basorina,'y
3 de aceíte esencial. Es caal iosohible ea i
agua, pero se disoelvebiefien e1 vínagre, el ai-
cohol debllitado y la yema de huevo. Es é^«
mulante, antíspasmódica y vermifegat se ad«
ministra con profecho paralas afecciones ner^
viosas, sobre todo cn las mqgeres Ut déeitei
de X)»', 5 á 5 gramos.
No obstanee el ingrato olor del a:9afétlda«
olor que 1e ha becho dar el nombre de estiér*
ool del diabh (stercus diaboli) , los oríental^y
y en particufar lospersas, loosan hafcitaalmeiH
te, empleándola como condimento, y hasta) se*
guu dtcen Tonmefórt y Gbardln) mitan coneni
el borde de loe vasos eú que bebeo para dar
roas sabor y pcrfuroe a1 Hquldo contentdo.
ASALTO. {Árte militar.) Acomeiimiento \m*
peteoso y repentioo conlra los muros de coal*
quler fortaleza para apoderarse de eila proD'^
tamente y á víva fuerza.
Derívase esta voz det verho Tafíno salio, ü^
ire, (saltar.) Guando una fortalesa enemiga es
de necesidad absoluta para un ejérclto belíge^
rante, y lo perentorio de laa cirouostaooiaȎ
un descuído cualquiera en dicha fortaleza acoo-
seja la posesion de etla, un coerpo de tropas,
oue se marca de antemano, asiilta la tiasa
0 fortificacion, Tambíen se hace el asatlo eif
él ataque formal de las plazas cuando, ya es-
tablecidaa las baterias , ban abierto suOcieDlB
brecha para dar paso A las tropas asaltaBtea.
Para este trance terríble se escogen ó sorteaa
la parte de tropas que debe tr, y alguna vet
tambieo se ofreccn premios á los que se pre-
sentcA para dicho peligro , en cuyo caso al
asalto se hace por voluntarios. En cualqaiera
de estos casos, á la tropa, que marcha á hacer
la escalada de los parapelos ó á franquear la
breclia , so llama siempre la columna d*
asalto,
Eq este articulo tenemos qae considenr
separadamentedoscasod, el uno el del ataqoe,
^u el cual direroos algunas de las príncipalef
disposicionos que deben tomar con aniicipa-
cion las tropas que acometen. y el otro el áe
la defensa, en lo que harcmos lo mismo respee-
to á las tropas acometidas. Considerareoios
arobos con bastante brevedad ; pues en los ar-
tículos ataquie y defensa de las plazas, se ace*
bará de esplayar esta maleria.
Tropas asaltantei, Cuando se va i asalUr
un punto forliflcado, es preciso ante todo
calcular la proximidad del cnemigo que paede
sooorrerle con respecto A la doracion del asal*
10, tomar laa príncipales avenidas de aqeel»
conflariaslasMiQle eo el baea áaliio de loe
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801
ASALTO
m
M^ados. Gonfar oon qne 1a gnarnicion del
pimtoes débil, poca, ó estaren ioteUgenciacon
algnna parte de ella para qoe ests^ franquee
algana barrera, etc. Decidido elasalto, sedivi-
den las tropas en tres secciones principales:
nna de reserva, qne Tigile las avenidas proba-
bles del enemigo ¿ socorrer el puoto, otra
seccion de reten en el campo para soslener ó
secundar el asalto, y por ültimo la seccion ó
eolumna de (ualto, E¿ta ha de ser blzarra y
escogida de coalquiera de las maneras que de-
Jamos dichas. Se escriben los nombres de los
asaltanles con lo que cada pelolon tiene que
ejecutar, 7 asimismo se da la órden del plan
dcasallopor escrito. Debentenerse biennota-
das 7 conocidas las partes y particularidades
dei logar 6 fortaleza qoe se va ¿ acometer. Si
esta fiiere nna cindad ó villa se practica todo
scmejaotemente. Las tropas para dar el golpe
se conduoen hasta el campo del sitio separa-
das ó UDidas, segnn convenga ocultar mas ó
nenos al enemigo dicha clase de embestidas á
las coales, si son r¿pidas y bicn calcuiadas»
soele llamárselas golpes de mano, A la tropa
se provee de todo lo necesario para franquear
los obst¿coios qoe hubiere; con los petardos
se rompen laa paertas cerradas; se quiebran
ias rejas y cadenas y barras con siérras, limas,
martillos sordos, agua fuerte de tar^ntulas ó
de lagartijas, etc- ; para romper estacadas, ca-
ballos de frisa, etc, sirven sacos de tcla cou
iueeDdiarios, cuyos sacos atados por la boca
aJ estrecDO de on paio abrasan toda claHo de
artiücios defensivos de madera; para pasar so-
bre lós abrojos, pozos de lobo^ etc.» se llevan
lablones que se tienden sobre aquellos. -fii ios
fosos soD de agua se llevan fagiuas para sobre
ia marcha cegarlos por donde hubierc que
asaltar; si son cenagosos se Ilevauzarzos; y por
óltimo, para destruir las talas, y cstacadas,
allanar los pasos, etc, se llevan gastadores ó
zapadores, los cuales sc colocan entre la van-
goardia y cenlro de las cokmnas de asalto,
Si bubiere que salvar murallas, las tropas de-
beo ir provistas (cuando aquelias son al|a8) de
boenas y mucbas escalas, y si los parapetos
son bajos, de pueotes rodados giratorios sobre
QD eje, los cuales sirven para cubrir con su
tablon del fuego del enemigo ¿ los que los em-
poj^n, y ya cerca del parapeto, lanzados con
foerza, van ¿ posar el eslremo saliente en la
cresta de este, y el otro estremo en el borde
del glasis, sirviendo en esta forma de puente
para asaltar.
Los asaltos y muy pr'incipalmente las esca-
ladas, se flguran por vurlos sitios, ¿ mas del
verdadcro por donde se piensa penctrar, para
dividir de este modotodalagoaroiciouy ocul-
tar roejor el verdadero ponto de acomeiida. A
este se llama ataque verdadero y ¿ los otros
ataques faUos. En lasescaladas.y muy parti-
euiarnicnteenlosasaltosdebrecbas, lastropas
duben componerse, ya que no en so totalidad
de nna parte de granaderos, para lanzar grana-
4 87 UinUÜTISCA PütULAU.
das de mano sobre las mnrallas al acercarse á
tiro. Asaliada la pleza y poseida, segun las
circunstancias y carácter de la guerra, suelen
entregarse al saqueo, en cuyo caro (poco co-
ann por fortiina en la actoalidad) se roarcan
las casas roejores para los soldados quo han
afroQtado el mayor peligro, y las domas sc sor-
tean. Para el saqueo se señalan con anticipa-
cion las horas del dia quc debe durar y los to-
qocsque han de servir para empezar el saqiieo
?r retirarso despues. qnedando enlrctanto un
üerte reten sobre las armas para cvitar una
doble sorpre.«a del enomigo.
Las escalas deben ser de la medida de la
mnralla, fuertes y f¿ciles de Ilevar. Si el asallo
se hiciere de noche, se arrlroar¿Q al muro sin
rumor. Suelen llevarse aquellas hechas do va-
rios pedazos, que se juntan en mayor ó menor
Dúraero segun la altura de lamuralla. Dcben
tener sus garruchas cncima y puntas dc hier-
ro en sus pies.
Llegados ¿ 1a brecha, los soldados rompen
el fucgo con vlgor y serenidad, avanzando sln
ceder ante el enemigo. Si el asalto fucre por
cscalada, varios tiradores apostados dísparan
sobrc los flancí'S y defensas dc la muralla.
Las plazas pueden tambien 'ser en lugar de
asaltadas tomadas por sorftresa, y esto se eje-
cuta principalmente en los casos siguieules:
pordefectos quetiene la muralla, por roturas,
por ser aquellas bajas ¿ tan débilcs quc se
pueden romper y abrír fácilmente; entrándose
por las troneras en las plazas bajas; {)or las
enti'adas de los rios; por descuido de Ías guar-
dias; embarazando que no se puedan cerrar
las puertas ni levantar los puentes; por inteli»
gencia, apoder¿ndose dei cuerpo de guardia
príucipal con gente que se bace entrar ¿ la
desfliada ó escondida en carros, barcas <> tone-
les; á tilulo de rendirse ó embozados; en trage
de campesinos, mugeres, mercaderes, enfer-
mo5, frailes, soldados de la goarnicion, etc
Puedetambien pegarse fuego ocultamente 4
los burgos ó mieses del campo de la plaza y
mientras de esta salen ¿ apagaríe, sorprender-
se la puerta de ella. Puedeo llamarse afuera
los de adentro con algun pretcsto y cntrarse
despues con ellos. Sabíendo la hora ¿ que de«
be entrar en una plaza una partida del cnemi-
go, fíngir que es la misma. Falsificaudo una
órden que mande salir de la plaza toda 6 parte
de la guarnicion ó que haga introducir gente.
Hacer alarde aute la plaza de haber ganado po-
co antes trofeos, banderas y prisioocros para
intimidar¿ la goarnicion. Alzandosonoraalar-
ma poriina parte para eotrar secrctamente por
otra. Poseyendo inteligencias con babitantes
comprados, de quieocs \m precaucion se ten-
gan podcrosos rehenes. Ganando algunos cen**
tinelas iroportantes, abriendo despues las c¿r«
celes y armando los prísioneros. Gorrompien-
Uo (uunca enveneuando) las municiones de
boca y guerra ó cortando antes ias aguas. Por
T. ui. 54
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803
ASALTO
«04
últlmo, leDiendo preparada 1a guarDÍcioD cod
discordlas contra los babitantes.
Las anteriores y otras íDDumerables son
las estratagemas mas propías para facilitar el
éxito de un asalto, escalada ó embestida de
DDa plaza» para dar con éiito un golpe de ma*
no, Para las sorpresas es uecesario aproximar-
ae de nocbe j calcuiar la duracioD del ataque
de tal maoera, que en caso de desgracia pue-
de bacerse autes del dia la reürada, evitaDdo
asi ea lo posible que la pérdida pueda ser de-
masiado grande. Por último coovieDC batir i
)as patruUas y roudas que se encueutreD, cod
arroa blanca para no alzar cstrépito, cuidaudo
aderoas del mayor órdeu eD todos los movi-
mientos y emblstiendo con estraordinaria ra-
pidez y vigor para que con la menor duracion
del ataque, sea menor 1a pérdida de gente. Las
capitales de las defensas son los mejores pun
tos de asalto, asi como del ataque, por acu-
mular menos fuegos.
Tropa$ üKaUadas, Ed los medios gcDera'
les que acabamos de espouer para allaDar los
obstáculos las tropas aealtautes va eDvuelto el
número y clase de aquellos que deben teuer
acumulados por preveDClOD las tropas asalla''
da$, La guarDicioD de uua plaza, fuerte ó pue-
blo debe maDteoer siempre la mas estrecba
vigllaDcia. Lo8 fuertes destacados de las pla-
zas, sinren ademas para coDteDcr el impetu
del eDemigoy dartiempo.al socorro dela pla-
za. Ningun gobernador puede entregar uDa
plaza siD que al meuos baya sosteDido aDtes
OD boqroso asalto. Debe cl gobernador de un
poDto para uo ser sorprcDdido destacar esplo-
radores y espias, que i cada momento le den
razon de 1a posiciOD y situacioD del eDemigo,
tCDÍeDdo de aDtemano meditada la defensa que
mas le conviene segun la forma de ataque que
podiere recibír. Debe teuer establecidos centi-
nelas en ingulos y puntos avanzados y de do-
minio para celar el campo. La guamicion de-
be tener puntos designados, empleando una
parte para el servicio diario de vigilancia y la
mayor parte dedescanso para iiue se balle bien
di5pue¿ta cn una sorpresa. Debe teoeri los ha-
bitantes bien repuestos de viveres y armas
para ayudar en caso Dcces^ario, derríbando y
quemando en el campo todo lo que pudiese ser
útil al enemigo.
Desde que se avista al enemigo i tiro de
cafion empezari i Jugar la artilleria, y despues
la fusllería dispuesla en varías Olas, diFparan-
do las que esliD eo el parapeto, y cargando las
armas para maa granear el fuego, otras fllas
colocadas en la subida interior y piso de la
obra. El fuego debe segoir sin interrupcion,
coDtiDuaDdo durante ei asalto. que se tira-
Tin graDadas, bombas, resloas birvieDdo, bar-
riles y botes de metraiia colocados eo la bre-
cha, etc, etc.
Cada cuerpo ó peloton de babitaotea debe
teoer de aotemaDO marcadoa ios puotos y M-
neu Interiorea de retiradaparaQneyeDto.De-
be el gobemador dislriboir i lot de 1a brecte
(si el aialto es de brecba) rodelas y mantel^
i prueba de bala. La guaroidoa puede repa^
tirse para mejor defeosa en seia partes del
modo siguieote:
Dos seatos pueden estar en el coerpo de
guarüia príocipai para acudir doode mejor
coDviDiere.
Ud sesto puede repartirse por los poestoi
que 00 fuereo atacados.
, Tres sestos sirveD para la defensa de Im
trcs puDtos que siempre se deben presuponer
atacados.
Un seslo (de 500 soldados por cjemplo) se
dividirien 40 partes.
Dos décimos se poodrin en ia brecba paia
tirar y defenderla.
Tresdécimos mas atris para sostenery
relevar i loa prímeros.
Dos décimos i los flaocos y lagires dt
donde se descubre la brecha.
Tres décimos forroados en 1a plasa dd
baloaríe ó i los lados sobre el terrapleD, ca-
biertos por el parapeto.
Ix>8 habttantes poedeo repartirse en igaal
proporcioD, y, meoos los destioados i lade*
feosa, los demaa pueden servir para echar
fuego, piedras, llevar munidones y dems
efectos.
El goberoador de ooa plaza debe tener con
elcapitan general de so distrítod gefediredo
uua contrasena mútua particolar, para distin-
guir los verdaderos oflcios de los falsos, y no
verse eogañado por la astucia del enemigo.
Reducidos los defensores al último estre-
mo, debe el gobemador reonir en oon$tjo i
todos sus gefes subaiternos y consultar sa pa-
recer despues de esponerles e1 verdadero es-
tado de la plaza, etc. Gonviniendo el conse/oet
capitular se escríbe el acla detallada del sitio,
los soldados perdídos, causas para la reodi-
cion, etc, flrroando dicha acta todos los del
coniéjo y los príncipales ciudadanos. Se toea
llamada y se hace la tregua para capitular eo*
viando al campamento enemigo ó recibieodo
en la plaza á los pariamentaríos, que deben
entrar con los ojos vendados, y doblando por
prevcncion lasguardiasduranteel parlaroeolo.
El gobei nador por ningun conceplo debe sa-
iir de la plaaa. AJustada, bien determioada,
aceptada y flrmada por ambas parles la capi-
tulacion mas ventajosa qiie se pueda por par-
le del vencido, «c cumpliri exaclameote, exi-
giéndose rehenes de U una parte i laotra, los
cuales dcben ser devoeitos iomedialameote de
cumplida aquella.
Las capiiulaciones mas ventajosas soo: sa*
llr la guaroiciOD libre» tocando ias ca|as de
guerra, baa^eras desplegadas, fosilesarmadoi»
cargados y cebados, la artiilcá^ia y el treo eon
las moDiciooes oecesarias, carros y bagage
para cooducirloseDferfflos; laescolia soficien-
te basta e1 logar qoe se seoale por tai camiao
7 en el tiempo mnrcido, dc}aDdo rebeoes paia
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ASALTO— A8AMBLEAS
806
1i tegnridad de It emlta 7 restilacion reci-
proea de prisioDeros. En estos gloriosos casos
de capitolacion áebe salir la goamicion en el
órden siguienle:
4.** I^mítad de ta caballeria.
t.* La infanteria llevando en medio ei ba«
3.^ Los gefes soperiores con la otra mitad
de la caballería.
La escolta llena nna parte á vangnardia»
otro enmedio de la infanleria y á retaguardia
la demas; pero esle órden, asi como el ante-
rior, no es consiante en cl dia. Por sábia pre-
caodon deben tambien tenerse en los puntos
del campo mas ¿ propósito al eoemigo algn-
nas fogalai ocultas, que cn estos traoces de
aporo pueden Tularse 7 destrosar á los asal<
taotes. Para evilar los asaltos por sorpresa se
debe Yigilar si los quc acostnmbran ¿ salir de
la plaxa pueden dar sospechacon su conducta;
tocar alguna alarma falsa para ler si todos acu-
den pronto¿ los puestos sedalados, 7 tener cui-
dado con los raslrillos y puertas fóriándolos 7
diape¿ndolo3 contra proeba de petardo; re-
foraar las partes flacas con estacadas cubrien-
do las puerlas con fortiflcaciones esteriores 7
doblando á la entrada las puertas con rastri-
iloe, estacadas, cadenas sarracioescas, caba-
llos de frisa 7 pnentes letodizos. Se cuidar¿
igoalmeote de no hacer las entradas 7 puen-
tes muertos en Itnea recta, d¿ndoIes algun
coerpo de goardia en medio; de fabricar las
poertas en un ¿nguío saiiente alronerando sus
freotes para la fusilcria; de tmer apuotados
contra las partes mas sospecbosas pedreros
cargados de baias 7 clavos. Contra los asaltos
por escalada se previene gran copia de vigas,
piedras, combustib!es, etc, fosos con ngua,
falsas bragaSy.euoetas, cootraescarpas, reves-
tíDiÍentús 7 estacadas, las cuales entorpecen
el arrímo de las escalas; de balas encadena-
das; se rorope el hieto que hagan las aguas de
los fosos en inviemo, con coyos medlos gene-
rales se asegura un punto contra cualquiera de
los trés asallos de brccha, por $orpre$a y por
embestida, asi como de la parte de inteligen-
da que en la plaza poeda existir con los ene-
mlgos.
Coanto bemos dicho es mu7 vago 7 geoe-
ral; pues todas las preC'aucÍones de un gober-
nador que deflende ó de on general que asalta
dependen de la astocia 7 del talento de cad^
000,7 ^ 1& astocla 7 al taleoto no puedeu
sedalarse reglas ni imponerse limites marca-
dos. La ordeoaoza del ejército español tiene
indicadas leyes numerosas sobre este punto,
pero no por ser en mayor número dejarán de
ser iusuficientes, segun las varias circunstan-
eias, asi ¿ los qne asaltaren como ¿ los quc
gobiernen las plazas asaltadas.
Los asaltos fueron muy comnnes en los
«Dtiguos tíempos; en los coales entraba por
caal todo en la goerra la intrepidez de cada
lao, 7 el arie de eUa no se ballaba como dea*
pnes, 7 mo7 príncipalmente desde el intenfode
la póivora, sujeto ¿ un vasto sistema de c¿lculo
y pcrícia. Los ¿rabes erao moy dados ¿ esta
clase de peleas en los sitios, coya particola»
rídad cra consecuencia inmediata del car¿cter
inquleto, altanero é impetuoso de aqucl pue-
blo tan singular y poético. El asalto dc Tole-
maida por los cruzados es uno de los mas fa-
mocos de la edad medía.
En las guerras modernas son de los mai
célebres los asallos de Sau Juan dc Acrc, Tar-
ragona, Aslorga, Tarífa, Badajoz y Ciudad-Ro-
drígo por los fraoceses en las guerras de Na-
poleon, y otros iuoomerables por los españo-
les en la última y desastrosa guerra civil.
Tambien suele aplicarse la voz asedio al
sitio formal de tína plaza. (Véatise ataqub,
SITIO.)
ASAMBLEAS REPRESENTAin'ES. {PoHltca.)
No hay en el mundo mas que dos clases de
gobiernos posibles; los que se rigen por una
sola persona y los qoe son dirigidos por na
cuerpo colectivo. A veces soccde qoe el go-
bierao de ono solo se balla coadyuvado mas 6
menos decisivamente por una reunioo de per-
sonas enviadas por el pueblo, y en ooo y en
otro seotido, ya cuando gobieman por si mis*
mas como si obran en una esfera inferíor ¿ on
gefe supremo, como que en ia realidad son
delegadas de aquel se ilaman por esto asam-
bleas represcntantes.
Puedc decirse que boy Tivimos en la épo-
ca de las cámaras electivas, que se conocen
en muchos estados en cuyos negocios ban in*
fluido poderosamente, y por lo tauto conviene
saber lo que deben scr estas asambleas, pues
es iunegable que influyen poderosamente en
la sucrte dc la nacioncs. Yamos ¿ enumerar
sus inconveuicntes y su^ ventajas, empezando
por reconocer sus peligros y sus vicios, y lue-
go tratarcmos de las ventajosas consecucncias
de estainsiitucion.
Una asamblca es una agregacion de hom-
bres que se adopta ó desccha, por mayoria, las
proposiciones qoe se someten ¿ su delibera-
cion. Estc derecho de adopcion ó de uegativa,
en la mayoría de \zs asambleas descansa so-
bre el derecho qoe se atríboye ¿ la mayoria
en general. El derecbo de la mayoria no ea
realmente sino el de la fuerza; luego la fueraa
se dir¿ no es on derecho sioo un hecho.
Este argumenio no tiende ¿ contestar sa-
tisfactoriamcute el principio de que en toda
sociedad bien organizada, la minoria debe
obedecer ¿ la mayoría; porque si se estable-
ciese lo contrarío, adcmas de que la injusti-
cia no seria menor, babria entonces un impo-
sible; pero resulta de esto que si las decisio*
nes de la mayoría son necesariamente las úoi-
cas legale.^, ellas puedcn, sin embargo, no
ser siempre legUimas. La mayoría puede ser
ignorante, iojusta, apasionada; puedc conver-
tirse en sanguinaría 7 en feroz; poedc agitarse
oontra las ndnoriaa» oomo loa dtopotaa le agi«
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8o:
ASAMBLEAS
m
tan cootra los pueblos; y entonces e1 gobíerno
de la mayoria no es menos opresivo qoe la
tiraoía de un hombre, y no tiene mas titulos
paru ser respetado. Estos escesos de la mayo-
ría puedcn cometerlos las asambleas, cuai-
quieru quc sca su origen; y aun ias asarobleas
bajo cstü concepto son mas temibles que las
mayorias populares.
Los bombres rcunidos en gran número son
impulsados por los movimieDtos generosos; de
ordinario la compasion acaba siempre por
vencerlos, si no les mucve mas poderosamente
)a voz dc ía justicia; pero esto se veriflca siem-
prc que obran en su propio nombre. La mu-
chedumbre sacrifica sus inlerescs á sus emo-^
ciones; pero los representantes dc un poeblo
no se creen autorizados para imponerle tal
sacriflcio; son, ó se dicen contenidos por el
sentimiento de su mision legal: y á la manera
que los ministros de un rey sou ordinaria-
mente mas severos y desapiadados que e! rey
mismo. asi los niaudatarios del pueblo son
siemprc mas sevcros y mas crueles que el
mismo pueblo. Poroira parte, no hayque ba-
cerse ilusiooes, por mas que la mayoria fuese
en cl fondojustay razonabie, esla razony
esta juslicia pueden scr garantías muy iosu-
flcieotes. üna miooria bien compacta, que tie-
ue la vcntaja dcl ataque, que alemoriza ó se-
duce, argumcnta ó umenaza sucesivamente,
domioa tarde ó temprano á la mayoria. La
violencia reune á los hombres, porque los
ciega en todoloque no es su pcnsamiento*
priocipal; h moderacion los divide, porque
deja el espiritu abierio á todas las coosidera-
cioues parciales. La Asamblea coostitoyenfe
fraocesa estaba compoesta de hombres esti-
mables, los mas ilustrados de Fraocia: ¡cuáo-
tas veces, sin embargo, decretó leyes repro-
badas porsu propiarazon! No llegabau á cien
hombrcs ios queen la Asamblea legislativa
querian destruir la Oonstitucion de 1794; y
sin embargo, ella se vió precisada ¿ seguir '
una conducta opuesta á sus voluntades y de- i
seos. Las trcs cuartas partes de la Convencion
se habian horrorízado dc los crimenes que
manrharon los primeros dias dc la república;
y los aulores de eslos crímenes, aunque en
escaso número en su seoo, no lardaron en
subyugarla. Una asamblea entregada á si mis-
raa y siri represion que le venga de fuera, eB
de todos los poderes el mas ciego eo sosmovi- ¡
mieotos, el mas iocalculable en sus resulta- !
dos para los miembros mismos que los compo-
nen. Las asambleas tienen otros vicios análo- 1
gos á los que aplican los publicistas algunos
remcdios.
El primero de ellos es la indicacion clara y
prccisn de los limites de quc no puedan es-
traviarse sín salirdc su esfera, y sin esceder
su competencia legal, que puede tomarse has-
ta cicrto punto de la competencia del que le
ha dado.su poderes. El pueblo no posee, co-
mo tampoco posee el indivlduOi ol derecho de
hacer leyes injastas; es decir, leyes qnealen-
ten contra los derecbos personales cfoe cadt
miembro de una asodacion se reserva al en*
trar en ella. La mayoria no esü antorisada
para Bujctar á la minoria en sns opiniones, eo
su iodustría, eo el ejercicio inofensifo de sos
facoltados. La roayoria se convierte en tiri-
nica, cuaudo atenta á la libertad de la minoria
ó de uno de sus miembros, sin que la ley le
haya autorízado para eilo, ó cuando ateota á
su f ida sin que los Jueces competentes bayaa
pronunciado una sentencia conforme á leyes
I auleriores. La mayoria carece en este seotido
I de facuitades de dar á las leyes efecto retroac-
I tivo. Ifay, en fln, otrascircunstancias qoe poe-
I den desvirtuar ia legitimidad de ia mayori»,
siempre que despreciando las leyes presciode
de ellas, y entonces se bace dé^)ota y tiriin-
ca. Toda mayoría cuyas resolnciones esceden
los limites indicados, sea usorpando los dere-
chos individoales, sea promulgando leyes re-
froactivas ó iojustas, y atribuyéndose el poder
Judicial, podria llegar ¿ scr una mayoria fac-
ciosa y criminal, cuyos actos vendrían á ser
atacados de iiegitimos.
Para disminuir cstos abusos, ademas de
liabersc fljado con ciarídad ias atríbuciones de
las asambieas, se adoptó tambiea la precau-
cion de dividirías en dos secciones, qne disco-
tan separada y succsivamente, y sin que teo-
ga valor decisivo niugun acuerdo á qne no ba-
yan coocurrido ambas seccioues ó cuerpos lla-
mados c¿mar8S.
Esta division en dos secciones separadis
crea dos cuerpos quetienen interés en sosteoer
sus dec;isiones respectivas; y hay en este easo
una mayoría contra otra mayoría. L« del coer-
po mas nnmeroso, uo siendo sino una mayo-
ria de convencion, es decir, facticia» en coin-
paracion con la nacion entera, no se atrevei
poner en duda la legalidad de ia mayoría me-
nos oumerosa qoe le est¿ opuesta.
Hay por último on presenrativo cl mas ei-
caz contra los abosos de las asambleas, este
es la facultad de disolucion, conferída ¿ on
poder estraño ¿ los debates de las asambleas
y ¿ los actos que pueden hacer esta disolocion
necesaria.
Esta es la teoria comun en materia de
asambleas representantes; y los estados curo-
peos que son regidos por los gobiemos lla-
mados representativos, casi todos, con rarisi-
ma escepcion, poseen dos c¿maras en donde
se discuten y analizan las leyes; y en todoi
exisle un poder moderador que decide los con-
flictos que se presentan entre el poder ejecn-
tivo y el legislativo, unas v eces separando ¿
los consejeros de la corona qne no se bailea
en armonia con el pais, otres disolTieodo es-
tas asambleas y consultando al pueblo por me-
dio de nnevas elecciooes.
Este es tambien ei principio admitido
por noestra Gonstitucion vigente, qoe esia
4e4845. Por eUael poder legislatiro reside
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ASAMBLEAS-ASBBSTO
840
efi las córt«g eon el rey. Estas córtes sehallaD
diTÍdidas en dos cámaras ó asambleas; la una
de diputados que nombra el paeblo por medio
de lus electores; la otra se compone de las
emíoendas ÓDOtabllidadespoliticas ócieDtifl-
cas, disllDgQiéndose de la popular en que es-
ta es Dombrada como se ha dicbo por el pueblo,
por el tiempo de una legislatura que dura
ciDco anos, á no ser que autes se disuelva; y
lo8 índiTiduos de la otra son nombrados por
decretos especiales 7 su cargo es vitalicío.
Bstas cámaras son iguales en facuitades.
El CoDgreso de los dlputados se compono
de los que Dombren las juntas electorales en
la forma que determine la ley. Por cada 60,000
almas de poblacion, se oombra un dipntado, y
para serlo se necesita dísfirotar larenta pro-
cedente de bienes raices ó pagar por coDtri-
bociODes directas la caDtidad qne la ley elec
toral exige, que esá saber, 12,000 reales de
reota ó 4,000 de coDtríbuciones. Quedau suje-
los á reeleccion los dipotados que acepteu
distiDCioDes, comisioDes coo sueldo ti otros
empleos que no seao de escala eo la carrera
EI Seoado, que es otra de las asambleas
en que están divididas las córtes de España,
ae compoDe de un Dúmero ilimitado de iodi-
viduos, cuyo oombramieDto pertenece al rey.
Solo pueden obtenerlo los españoles mayores
de treíDta aoos de edad, que teDgao 30,000
reales de reala ó sueldo, y perteoezcan ¿ las
clases de presidentes de algun cuerpo cole-
^islador, seoadores de las antignas córtes ó
diputados Ires veces admitidos en cllas; los
DiÍDislros, consejeros, prelados, grandes, ca-
pitaoes ó tenientes generales, embajadores,
presidentes, DQinistros ó Üscales de tribunales
sopremos; los titulos de Castilla con 60,000
reales de reota; y los que un año antes pa-
gasen 8,000 reales de coDtribucion directa y
bayan sido seuadores ó diputados á córtes y
proviDciales, ó alcaldes de los pueblos de
30,000 almas, 6 presideDles de juotas ó tribu-
Dates de comercio. Las coudiciones Decesarias
para ser Dombrado scDador pueden variarse
por una ley; su nombramiento, como ya se ha
dicbo, se hace eo decretos especiales espre-
saodo el título cn que se funde. Ademas de las
facultades legislalivas correspoude á nuestro
Seoado joxgar á los miDistros. cuaDdo ñieren
acusados por el Gongreso de diputados, co-
Docer de los delitos graves contra la persona
y dignidad del rey o cootra la seguridad del
Estado conforme á lo que eslablecen las leyes,
yjozgar á los individuos de su seno en los
casos y en la forma que aquelias determinen.
Ademas de estas circunstanMas relativas
á cada uiio de los cuerpos deiiberuotes y olras
dispoEiciones en nuestra Coustitucion qoe les
soD corounes, el rey puede suspender y cer-
rar las sesiones y disolvcr cl Congreso, con-
vocando empero otras córtes. Estasse reunirán
eslraordinariamente luego que vacase la coro-
Da ó se imposibilitase el rey para gobernar.
Gada udi de ambas asambleas ftirma so regla-
mento interlor y califlca las elecciones de sus
iodividuosó examina los documentos para su
admision. No puede estar reunida la una sin
estarlo al mismo tieropo la otra. Sus sesiones
son públicas, escepto en los casosquerequieran
reserva; no pueden deliberar juntas ni cu pre-
sencia del rey, teniendo con estc la iniciati-
va de las leyes; sus resoluciones se toman á
pluralidad absoluta devotos. EIGongreso nom-
bra su presidente, vice-presldente y secreta-
rios; e1 Senado los secretarios únicamente,
siendo facultativo do la corona el nombramlen-
tode presidenteyvice-presidente de entre los
roismos senadores. Las córtes ademas reciben
airey, isu sucesor y á la regencia, el Jnra-
mento de guardar la Gonstitucion y las leyes,
resolviendo cualquiera duda sobre la sucesion
á la corona. Tanto los senadores como los di-
putados son inviolablesporsus opiniones y vo-
tos eo el ejercicio de su cargo, sin quepuedan
ser procesados ni arrestados durante las sesio-
nes^ i no serlo in fraganti.
Todavia aDadircmos mayores detalles sobre
esta materia, en los varíos y muy disUntos
puntos que comprenden, cuando lleguemos i
los articulos congrbsoee diputados, sbnado,
COBTBS.
Gon estas iodicaciones se presenta m me*
dio dc comparar las teorias generales de los
pohlicistas con las disposlcionesde noestro de-
recho público, bastante análogas con aqoellos
en esta matería. Hay algonos qoe tratan de
poner ohsticulos i la reeleccion de los miem-
bros de las asamblcas; péro esta idea es Qna
cxageracion republicana y peiigrosa. 8i esta
reeleccioD se prohibiera, la disolocion de las
asambleas seria rouy inconveniente i los pue-
blos; la eleccion es para esteblecer el imperío
de la opinion pública, 7 esta opinion se suce-
derla como por eucanto oada vez qne los
pueblos al elegir sus representantes tuviesen
necesidad de enviar personas nuevas ilas
asambleas.
Asi, pues, resnlta de todo lo dicho, que
para evitar los abosos inherentes á la indole
dc estas instituciones poiiticas, es menester
especiflcar bien sus atríbuciones, dividirlas en
dos cámaras ó secciones distintas, establecer
la posibilidad constante de su disolocion, per-
mitir la liberíad en 1a eleccion y reeleccion;
con estos elementos y otros anilogos y con la
publicidad de ias discuslones, estos cuerpos
podrin funcionar desembarasadamente y con la
tranquilidad que permiten las reuniones dq-
merosas.
ASARTA. {Véa$9 nazar.)
ASBESTO . {Historia natural.) Esta sos-
tancia coDOCida tambieo cod el Dombre de
amiaoto, (véase esta paiabra), ofrece uDa con*
teslura muy varíada: flexible y brillante has-
ta el punto dc asemejarse i la mas preciosa
seda blaDca; dura, quebradiza , y teñida de
manera qoe se poede coDfundir con los íirag-
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81«
ASBESTO— A6CXNSI0N
M
mentos de madera redaeidos á astilla, se dís-
tíDgue bajo estos dos aspectos por los carac-
téres mas opiiestos; piies ora preseijta la te-
noidad y la blandura de la hebra mas delicada,
ora la contei'tura leñosa, y algunas veces la
doreza sufícientepara rayar el vidrio. Ya com-
pacta y elástica como el corcho, ya en masas
de un blaoco sucio, semejante i la pasla de
papel secaote, ya cn pnorciones de (llamentos
al parecer tejídos, recibe de los antiguos mi-
seralogistas los diversos sobrenombres de cor-
cho de monlaña, cuero fósil y papel fósil. Si
la Yariedad que se encuentra en los fllaroeotos
quebradizos y duros ofrece algnna semejanzu
con ciertos trozos de anflbola, el polvo de es-
tas dossiistancias fácilmente las da á conocer:
la dcl asbesto cs suave y untuosa, la de la.aníi-
bola es áspera y seca al tacto.
El asbesto se halla en las montañas grani-
ticas de Inglaterra, en Francia, eo los Piri-
neos, en Saboya, en Córcega, en Síberia, eu la
GbiDB, y generalmente cn la majror parte de
los terrenos primitivos. La Córeega, sobre
todo, le contiene en abundancia; el pals de
Tarento prodoce particularmente la varledad
sedosa, cuyas fibras tienen cerca de un ple
de longitod. £1 que se coge en los montes
Urales de la Sibería ofrece la particuiaridad de
ier conpacto al salir de sos laderas, y de re-
sultar flexible y sedoso coando está ímpregnado
de la humedad del aire.
Este mineral ocupa filones en las montañas,
j nonca está mezclado con la sustancia dcl
granito y del gneis, {véa$9 rocas), en medio
de la cual se le balla mas frecueutcmente, sien-
do por tanto sn formacion posteríor á las de
estas rocas. Los fragmentos de asbesto que
con tanta frecueneia se ven en el interíor de
los cristales de cuarzo y halino, (crístal de ro-
ca), anuDcian que las cavidades en que se ha
depositado, se han llenado de uu liquido que
coDtenia la silice eo disolociou, y qiie se ha
evaporado dejando que la cristalizacion se
operase tranquilameote y con regularídad.
Desde la antigtiedad roas remota, la incon-
bostibilidad de esta sostancia hizo qoe se ie
diese los nombres igualmente impropios dc
amianto y de asbesto, de las palabras gríe-
gas, amiantos, poro, a$be$to8, íoestingible.
Bra preciosa para ios antlguos, qoe emplea-
ban sus íilamentos p&ra fabricar tejidos que
servian para envolver los cadáveres consumi-
dos por las llamas, lo coal impedia qoe sus
cenizas se confundiesen con las de la hoguera
ó píra.
Se puede ver en la Árttigüedad e$pUcada,
por el sibio benedictino, Bemardo de Mont-
faocon (t. I, pág. 31), que en 4702 se descu-
bríóen una viña, nolejos de la puería Mayor en
Roma, ona grande urna de mármol, en la cual
ae haliaba una tela de amianto de seis pies y me-
dio de longitud sobrc cinco de auchora, qne
se asemejaba i un tejido bardo de ciñamo
do de seda: eontaiia Tarios hnesos y on cri«
neo roedio queroado, y se depositó en la bl*
bliotecadel Yaticano.
Como los anüguos bacian venir de Pertía
el asbesio pagindole i un precio ezorbitaB*
te, la costumbre de quemar los cuerpos en te-
Jidos de esta sustancia, no podia estar en bo-
ga siDO enlre las gentes ricas. poes tal era el
valor de estas telas, que Plinio las considera
como esclusivamente reservadas para la se-
pullura de tos reyes. El asbesto mas flno ser-
via para fabrícar manteles y scrvilletas de lujo
que los convidados arrojaban &I fuego para
límpiarías» y tambien se hacian mecbas para
alimeotar las iámparas sagradas.
Mucho distabaPlinio deconsiderar el amian^
to como un producto mioeral, pues por el con-
trario le clasifica entre las sustanolas vegeta-
les, y le liama lino inalterable, linumvivumf
(véase libro 49, cap. 4.*) Compara sa Talor al
de las perlas fioas, y añade, que en los abre*
sados desieríos de la lodia, se prepara etít
lino al calor del sol para qoe poeda soportar
el del fuego. Es de admirarla facilidad con qoe
los antíguos daban fé i las íibulas Dnas absor-
das; pero lo que prueba sn aflcion por lo man-
viiloso, es qoe el naturalista romano, cree, ba-
Jo el testimonio dei médico ánaxilans, qoe in
irbol rodeado de un tejido de amianlo poede
ser derribado sin ruido i golpes de bacba,
siendo» sin embargo, moy fácU comprobar et
Iiecho.
Esta sustancia se tiene por ino^mbostible^
pero es de notar que esta espresion no es ri-
gorosamente ezata, pues cada vez que safre
la accion del fuego, píerde nn tanto de su pe-
eo. Por otra parte, espuesta i la ilaoia dei s^
plete se funde en un vino negrazoo; pero loi
icidos no la pueden atacar.
ASCEND1ENTES. Asi sedenomiaa i lospa-
dres, abuelos y demas progenitores de qaieDCS
alguno desciende, y otceridaneta i ia séríe de
estos mismos progenitores. Para todaslascoes-
tiones que versan sobre la mayor 6 meoor
proximidad ó grado de relacion qoe une i los
descendientesy los ascendientes, lasobligado-
nes legales que los ligan entre si, y i los de-
reebos que de onos en otros se trasmiten véaih
$e lOS artlCUlOS ALIMENTOS, HEEBDEROS, HEBEH-
CIA, HIJOS, UNEA, PARENTBSGO, SCCJBSiOIf y
TEdTAMENTO.
ASCENSION. (Fie$ta mstiana.) La palabra
ascension se aplica i la elevadon milagrosa
de Jesucristo, cuando sobíó al clelo en pi^
sencia y i vista de sus apóstoles. El dia de b
Ascensiou esuna flesta celebrada por laiglesia
diez dias anles de la Pascua de Pentecosiés,
en meiuoria de esta elevacioD, cnya festividad
fué instituida por los mismos apósloles. Ha
babido mochas opiniooes, y por consigoienie
muchos errores, sobre el hecho de esta asceo*
3 sion. Los apeiitas creianqne Jesocrlsto d^ so
, I cuerpo en ios aires (San Agmtim dice qoe pre-
asBqae cratan soaTe y ontooea como m ^Ji- 1 tcDdian qoe esto se Teriíloó aobre la tiem) 7
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813
ASCENSION--ASCENSIONES
844
qDesoUósin eoerpo al cielo. Coido Jesacrlsto
Bo babla (raido su cuerpo dci cielo , slno que
lobabia recibido de los elementos del mondo,
sosteBia qae ai Tolver ai eielo se io babia
restituido á estos elementos. Los seieocfanos j
los líerDisaobs creian qne ei cnerpo de Jesu-
cristo Do sobió mas alto qae hasta ei sol, y que
alli quedó en depósito. Se fnndaban sobre este
pasage de los salmos: ha colocado $u tabemá-
culoen el sol, San Gregorio atribnye la misma
opioion á losmaoiqueos.
ASCENSION (dbl sol ó db una estrblla.)
(Áitronomia.) is ei arco dei Ecuador coropren-
didoentreel principio del caroero (aries) y el
grad«) que atraviesa ei merídiano , al mismo
líempo qiie el sol ó la estrella. Si ia esfera es
neta ú oblicua, la ascension del astro varla
segan el grado de declinacion, y esta varía-
don se mide paríiendo de la ascension, es de-
eir, de la del astro en la esfera recta. La di-
üerencia entre este término fl]o y una ascen-
tionoblicua, es la difereticia aBcemional, ( Véch
Se ASTRONOMU, GLOBO y E8FBRA.)
áSGBNSIOMES ABROSTATIGAS. [Fisica.) El
peosamiento dc inveniar un artiflcio con cuyo
aoiilio pudiera el hombre remontarse y soste-
nerse cn el alre, atravesar rápidamente el es-
picio siQ lo8 embaresos que encuentra en
ei soelo , 7 dominar , en fln, aqoel elemento
como domina la tierra y losraares, bapreocu-
pado desde muy anlíguo el espiritu bumaoo,
Datoralmente orgolloso y avaro de domina-
cíon. La idea sobre todo y el deseo de elevar-
se á las reglones atmosférícas le ha atormen-
tado como si sintiese rebajnda so digoidad de
verse tan apegado á ta tlerra.
A este efecto no ha ccsado de discorrir los
medios que podría emplear para consegnirío.
II ejemplo de las aves era el que natoralmeote
babía de despertar la primera idea de la posi-
bilidad de un aparato semejaote parasorcnrlos
alres. Es lan natoral este dcseo en el hombre,
que acaso no ha habido nadie que no haya
envidíado muchas veces el vuelo de las aves,
qne no haya soñado alguna vez que volaba.
Hobo, pues, hombres que pensaron sériameu-
te eo csle medio de ejecuclon supliendo á la
naturaleza el artiflcio. Si la célebrc teotatíva
. delcaro fuésolo unaflccion mitológ4ca ó una
fábula alegórica, prueba al menos que buMia
en ei pensamiento de los hombres como una
idea holagüéza la de volar con alas aríiflciales,
si bien el Irágico desen^ño que inventarou
como reroale de la temeridad, demuestra tam-
bien que roiraban el proyecto como de impo-
slble ejecucíon.
No basló, sin embargo, á acobardar á otros
hombres el roal éxito de la prímcra tentatlva, ó
real ó fabulosa, y el pensamiento de las alas
artiflciales no seai^artó de su imaginacion; y
2o que es mas , todavia no han renunciado á
éí, porque todavia ia mecánica no cree haber
«gotado 808 recorsos, aou sio saltr de esa for-
m. Ea tiempos quepodemos ilamarmodernos
se ban hecbo diferentes ensayoa con éxito mu
6 menos desafortunado ó felii.
En 4 460 un matemitico de Penisa llamado
Juan Bautista Dante seelevópor mediodeunas
alas desde una torre á la altora de 300 pics,
y dicen qoe atravesó varías veces ai vuelo ei
lago de Trasimcno. Pero babiendo querido dar
otro dia este especticulo á los habitantes de la
ciudad, cuando se baliaba á bastante altura
sobre la plaza, se le rompió el resorte de ona
de sus alas , y cayendo sobre la igiesia de
Nuestra Scñora se fractoró nn muslo. No nos
ha quedado notícia del aparato de este artista.
Bolorí, relojero itallano, en el siglo XVI, so
hizo lambien conslruir nnas alas artiflciales,
oon las coales se arrojó de lo alto de ona tor--
re; despoes de haberse cernido en el alre al •
gun tiempo, atravesó tres veces los brazos del
Sena. No nos dicen si fué siempre igaa|mente
afortunado.
En ei siglo XVII un tal Beinier se elevó á
mas de 400 pies sin desgracia algona.
Dos ingleses, Gook y Olivier, consiguieron
en 4 600 remontarse ¿ bastante aliura y soste-
uerse algun tiempo en el aire con el auxllio de
unas alas qoe llevaban en brasos y piernas.
Desforges, de Etampes, en4772, constru-
yó primero una góndola, despues uo aparato
con alas, figoraodo las de ios insectos ; pero
ona y otra tentativa le saüerou desgraciadas.
Un año despoes Baqueville se arrojó tam*
bien armado de alas desde una ventana de sa
casa de Paris, y habiéndose remontado sobre
el Senacayó como otro loaro, rompiéndose las*
tlniosamente una piema contra un barco qoe
tropezó en su descenso.
£n 4 797 Galais subió sobre una columnt
colocada en medio del Jardin Marferf, y se Iftn-
zó al aire guarnecidos ios hombros con dos
alas que movia con los brazos y pies, Ilevando
.idemas una colaabierta en forma de abanico;
el resultado de su empresa fué eslropearse
tambien en la caida.
Mas afortunado Degen, relojero de Viena ,
despues de algunos ensayos felices, se elev6
en 484% en losjardinesde Tívoli, en París, á
4 80 pies sobre ios mas altos ediflcios de la ca-
pilal, y fuó á caer sin contraticmpo á Ghatenay
¿ tres leguas de la ciudad. En su aparato en-
traba yaun pequeño globo aerostático.
De la famosa roáquina inventada por Hen*
son en 4843 hablaremos luego mas detenida-
mente.
En estos ensayos se ve el genio del hom*
bre pugnando incesantcmenle por veucer las
diflcultades de la naturalesa, y no queríendo
renunciar nunca á su deseo y afan de domina»
cion. El sistcma de las alas, sin embargo, le
habia dado muchos escarmientos y escasisi-
mos resultados. Bl problema de dominar Iob
aires estaba muy lejos de resolverse, y el hooH
bro incansabie eu sus tentativas, discurria en-
tretanto otro sistema, otro aparato, otro mcca-
{ niimo qne sustitaür al ineficaz de las alas. Ho
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815
ASGENSIONES
846
pndiendo 6l hombre coQverüráe en ave» teo-
tó hacerse naTegante, y le vino la idea de los
globos.
£1 iDglés BacoD, á priDCipios del sigloXYII,
faé ei primero que concibió el proyecto de los
globos aerostáticos, propooieDdo hacerlog^ de
cobremuy delgados y vacios deaire.
Ed 4 670 el sábio Jesuita Francisco Lana dió
un paso mas en el proyecto de la nayegacion
aérea, constrnyendo una naTeciila con su vela
y cuatro globos Tacios de aire. Pero la idea de
servirse de una vela para dirigir aquel aparato
como se dirige un naTÍo en el mar, se vió que
mi iiusoria, porque la barquilla aerostitica y
los cuatro globos de la Tela sumergidos ente-
ramente en el aire tenian que seguir siempre
la direccioo de la corriente atmosférica, cuai-
quiera qne fuese. La dificultad de sostenerse en
el aire estaria Tencida, pero la esposicion era
grande y el riesgo de una catástrofe no podia
ser mas inminente.
A principios del sigio XVIII otro ]esuita, el
padre Gusmao, portugués, se eleTÓ en Lisboa
á presencia del rey Juan V, en un globo de su
construccion, hasta la comisa de )a torre del
real palació, en que tropezó ¿ causa de baber
tomado una direccion oblicua por descoido de
los que tenian las cuerdas. No obstante , el
aeronauta btjó sin lesion alguna. Prometió
despues que subiria sin el auxiiio de las cuer-
das, y que aun baria volar á los que no qui-
Bieran creerlo» lo cual le yalió que le trataran
unos de hechicero, otros de impostor, y por
úUimo, la Inquisicion le hisoarrestar y lecon-
denó ¿ un ayuno rigüroso. Asique se víó übre
no quiso permanecer mas en Portugal, y se
vino ¿ España, donde murió ¿ poco tiempo de
pesadombre.
En 4 755 Galien de Avignon recomendaba ya
el uso de un globo de tafetan henchido de aire
mas lijcro que el de la atmósfera.
Ilabiendo descubierto el inglés Gavcndisch
en 4766la gran lijereza específlca del aire ín-
flamable, el doctor Black de Edimburgo discur-
ri6 que una vejíga liena do este gas se eleva-
ria ¿ los aires , y Gavalo bizo con arreglo ¿
este descubrimiento en 4 782 varios esperi-
mentos.
Llegamos ¿ la época en que clesfuerzo hu-
mano logró dar el paso mas avanzado h¿c¡a
el descubrimientoque tanto había atormentado
el geuio y la ambicion del hombre. Dos herma-
. nos, EsTBBAN Y JoSE MoNTGOLFiBR, fabricantcs
de papel en Annonai (Francia), pueden decirse
Jos vcrdaderos iuTentores de los globos aeros-
t¿ücos, y de esta gloria hacen no poco enva-
necimiento los franceses.
Caicularon estos dos insignes genios que
seria posibie elevar ¿ grande altura una masa
de gran peso lleuando su interior de un fluido
mas lijero que el aire atmosférico. Por de pron-
to no liallaron otro fluido con estas condicio-
nes que el mismo aire atmosférico dilatado por
medio del calor. Haciendo aplicaciou de este
prineipio, eoDStrayeron' nn g1(^ detela for-
radode papel, de 35 pies de dí¿metro, llevando
un brasero encendido para enrarecer en el in-
terior del globo el aire atmosférico , y se re-
solvieron ¿hacer el primer esperímento públl-
co en Junio de 4783 en Annonai, ¿ presencia
de los diputados de los estados particolares
del pais» y de una muchedumbre de especta-
dores. Subió en él Esteban Montgoifier, Uevan-
do consigo nn carnero tívo. Elevóse el globo
¿ muchos centenaifes de toesas , y al cabo de
algun tiempo descendió ¿ tres cuartosde legua
del ponto d^ partida, sin que ni el aeronaota
ni el carnero hubiesen esperimentado ei De-
nor mal ni la menor averia.
Alentado el intrépido y entendido Hontgol-
fler con el feliz resuitado de la pnmera empre-
sa, fué ¿Paris con objcto de lucir su inTencio&
¿ la Tista de los hombres mas s¿blos, de qnie-
nes esperabale ayodarian tambien ¿ estendery
perfeccionar sus ensayos. Dos amigos de \u
ciencias quisieron participar de su gloria y de
sus peligros, y se asociaron al atrevido aero-
naota en laascension que dispuso en setiembre
del mismo año desde ios jardines de la Moette.
Eran estos el marqués de Arlande, y Püastre <fai
Rozier. Los tres viageros atraTosaron oon feli-
cidad el Sena, y fueron ¿ descender apacible-
mente del otro lado de Paris sobre el camíoode
Fontenebleau. £1 rey quiso que se repities^
estas esperiencias eu el palacio de Versalles
para tener el gusto de presenciarlas, y el éxi-
to volvió ¿ darnueva gioría al afortonado Moot-
golfler. EI rey honró con el cordon de San Mi-
guel ¿ Esteban, y señaló 4 ,000 francos de
pension ¿ José, su hermano mayor, y compa-
ñero de sus glorias y trabajos. Se les habíaa
ofrecido otras recompensas, pero sobrevino U
revolocion, y niaquellas tuvieron logar. ni
eilos le tuvieron tampoco para llevar adelante
el pensamiento en qoe trabajaban de apiicar ¿
sus globos el Tapor, que tantos milagros ha
hecho despnes.
La invencioui sin embargo, no era todavía
ni era fácil que fuese perfecta. El fuego rarifi-
cador era un elemento que esponia ¿ mochos
riesgos. En ona de las ascensiones babia mal-
Iratado el globo abriéndoie namerosos agoje-
ros, y quemando aigunas de las cuerdas, lo
que puso ¿ los viageros en mas de un peligro.
Pero el descubrimiento de ios Montgolfier pro-
dujo ei saludable efecto del csUmuIo^ y no tar-
dó Gharies, aventajado profesor de ñsica, en
ilenar de gas infiamabie un globo de 42 pies
de di¿metro, embelunado de uu bamiz resino-
so, que cn dos mínutos se elevó ¿ una altan
de 480 toesas, se perdió entre las Dut>es, y ¿
los tres cuartos de hora fué ¿ caer á Gonesse,
5 leguas dc Paris. La esperiencia del gas infla-
mabiü 6 hidrógeoo, anímó ¿ Gbarles ¿ ecn-
preuder una ascensionen companiadeRobert.
Su globo tenia 26 pies de diáBnetro, era re-
dondo, y becbo de tafetan barnizado de gooia
el¿sUca. A la parte superior del globopuso ooa
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M
fttnM qae m podii ibrtr éMde la Iptrqnini
jmr medto de «oa cnerda^ ^ra dar satida al
bMf^fStoo ooando te quíslera deaoender.
n 4.*'de dieiembre del mismo afto ellado,
86 veríflcó la aseension en medio de los Jardl^
1168 de lae Tollerfas» Bl ^lobo se eteré rápida-
lieme 4 BBa altura de 300 toeBoa, y bien pfooto
flelf perdíOdeTlsla. Los aeronaQtaaebsertaron
MeDtaiDeRte el barómetre, que nnnoa mareO
fttnoe de tO*, fueron peco á peeo arrojaodo t^
do el laatre de la barquiiki, f deeeendleron fe-
HsmeDtc en lleeie. Apeoae Roberl habia saHado
i tierra, ouando alijerado de repente el globe
da aias de eíiieo arrobae de peso, se elei^ por
>l oisme de oo aalto A Qna aitora de 000 toe*
818. Gbariea, qoe habla quedado deatro, ho-
btera ieraltlrlefflente perecido ei no hobiefa
eanserfado baatante sereoidad para abrir la
Tilf ala^ iotrodncir aire , 7 reatableeer asi el
equilibrio eon el faa. Al eabo de media hora
etyé el globo en an campo A raedia legna del
pooto de ia segunda aseension.
fOrmAroDae entoncee een este motiro dos
pariidoa, é digaaoe eseuelas de aeronantas,
mies por el 8Í«teoia del aire eararecido al fae-
go de Vontgoüer, etros por el mdtodo del hi-
dr^eno de Gbarles. Entre bs ímitadores que
tatieroa pronto estoe navegadores de los aires,
íbé uno de los mas eélebres Jaan Pedro Bian-
ébard, fiaturaideKormandia. Este bombre sln-
galir ao era nl quimlco ni mecénico, era un
horebre iliterato y rado» qne casi no sabia es-
eribír. T sin embargo, biao en este género lo
qoenohabia hecbo nadie, y aun le debló la
eieneia nao de los deseobrímrieiYtos mas útiles
éimportentea^ ei de loa para-caidas. De entre
las madns aseensiones que hiso, cilaremos
80I0 lae raas notablea. Tal füé la qoe reríflcó
en 4789, eievéndose en Bourres iTnglaterra),
en compafiia del doctor inglés Jefferies, atra-
▼estndo eo tres horas el canal de la Mancba,
7 descendiendo á nna légoa de Galais (Fraocia)
despues de haber corrido no pooos riesgos.
Bste fiage le valió el apodo de don Qtttjote de
ki Maníha, Pero lo cierto cs qne i este nueTo
«Oaijote de otra Mancha, le erigió la ciudad de
Calais una eatAtea de márraol en el Ingar en
qae haibia descendido , y adesMs le dld una
iratHlcaoion de 42,000 francos, y el rey le se-
fialó una pensien de 4 ,tOO. Kn sn décima qutn-
laascension, que Teritlcó en Francfort, mere-
ei6 qoe el embajadur de Rasia le presentara
al pueblo ensu balcon entre doe hacbas deoe*
ra encendidas: sn carraage fué arrastrado por
hombres haatael teatro, donde 1e ibau Ilevau-
do de palco en palco : alli te regalaron eajas
de oro, reloies, bolsillos y medallas, y por 01-
ümo, 80 Imsto fué eoronado sobrc cm trono.
Cnéntanse mas de aesenta asoensiones que
blio Wanchard, en Francia, en Inglatenra, en
ffoianda, ea Alemania, en Bélgica, y basta en
les Setados ünidos de América, en aiguna de
las ewieB llegó á lleyar basta dies y seis eom*
pefterot detlage. Kn 470) (bé arreiladoea 01
4ti8 IIUIUOTHÜA POVVLAtt.
84«
Tltol y ebeerfado en m» foHateca, eotno so^
pecboeo de liaber propagado tos irrincipios <lé
1a refolaeion: pero reeebró prooto su líbertad.
For Ottimo, habiendo heoho su étiima ascen*
sion en la Haya en 4008, aoomefido de ona
apoplegfa, eayd nalpairade desde nna altura
de 00 pies, y á pesar dO loe anxilioa qoe ie hi*
ao stMDinistrar ei rey de Helanda, que era eb-
tencea Luis Bonaparte, mnriO en Paris de ae»
re8ulfasen4809.
Blancbani habia intentaéo, como beraos
dlcho, nn pora-eaidas, y habiendo sabido cuan«^
do se ballaba ea Amériea que Oarnerin se apro*
piaba eate descnbrimíento , regresé de alli ea
1798, y sostuvo en los períOdicos una polémi*
ca eontra sn rival; y para dar ona prnebe de la
oonflanza que lenia eo este utensilio atititiar,
biso nn desceneo ó para^idas en 4 790 en
TÍTOll.
La felia traTeeia ejeootada por Blanchard y
leíferios de un lado á otro del caoal de ia
lancha, alentó á Filastre du Roaier y Romai*
ét tentar la misma espedioion en seotido Inrer*
so, esto es, de FranOin 4 Inglalerra. Befos dos
alreridos aventureros imaginaron dee fíoboa
sobrepuestos uno á etro; el aoperlor )o ilena-
ron desdeluego de gas, ef luferior le iben lle-
nando i medlüa que sobia, por medio del
carbon encendído. Roaier osperaba peder diri»
gir asi mejor so globo y baeerle sobir y bajar
á su volnntad. El ensayo lea oosté la vida & loa
dos acronautas. El carbon que en la region úk*
ferior ardla lentamente, á raodida qoe el giot>o
ae elcvaba, iba entraodo en ana eombustioa
acüva/y por OHimo, se incendidel giobo áaif-
do con los do3 aeronautae en tierra.
La viuda de Blancbard, María Uagdalona
Sofia Armant, qne babia aprendido deau aM^
rldo el arte de navegar por los aires, ilogO á
hacer mucbas mas ascensiones que éH, ha-
biéndose familiarizado tanto con el giobe, que
ya hasta se eehaba á dormir en la bartfuiUa,
desaOando asi los peligroa y azares de loa elo*
raenlos. Su fin, sin embargo, fué deaaatroso.
Bn 6 dejolío de 4349, badendo su 07.* aa'-
cension en el antiguo Tivoii de Farts, en ona
barqullla brillantemente iluniinada y emiNiv»-
sada, se le inflamó el glebo y eayé miierta a»-
bre el tejado dé uua fiasa. Ya en 484S, aacen-
dlendo en Turio, le habia sol>revenido nna ho^
morragla, y baJOcon uba capa de hielo en el
roetro y las manoa. Y en Nantes en 4817 bo-
biera caido en un iage si ei giobe feiiameMle
no 80 le hubiera enredado en oa árb#l. ba ia^
trepidez de esbi nHtser ae hizo proverbiai «1
sutlempo.
Fecondos fooron en empresaa aefestittcas
los úHimos aHoftdeiaigio ]lYtti y loBprimel^
del XIX, eon étito aianpre vario: talee oiaao
las de Guyton-Morveau y Bertrané en Bijoo, de
Mooney en Alemania, de Teatúen Parta, f va-
rias otras, en aiguna de laa ouaies el aer«oa»-
ta deapoea del ambiente puro de ioa 9kt» do
Iaatffi0síéraaap«rior,b46 aio qiNrerá fit^
T. m. 5i
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ASCEmam
m
hv laB aguas salobres. det oian Pero (odas es-
ias oaTegacioaea aéreas do babian servido
para otra cosa, que para hacer los bombres
alarde de su arrojo, y para ofreeer agradables
y sorprendeotes espectácuk>s i la muchedum-
bre , siD resultado algono de positiva otilidad
para las cieocias oi para las relaciones socia-
les de los hombres, si se esceptúa el descobri-
miento de las ventsgas del hidrdgeno sobre el
aire enrarecido por el calor, y la invencion
del para-caidas para evitar algunas catástro*
fes. Mientras no se descubriese el medio de
dar direccion al^globo, escasos ó ningunos
eran losservicios que de la aeronatacion podia
reportar la bumanidad, y si grande el peligro
üe que la vanidad hiciera muchas victimas.
La Francia de la revolucion trató no obs-
tante de utilízar los globos en provecho de la,
república, haciéndolús servir para reconocer
k)s movimientos de los eiércitos enemtgos.
El célebre Monge fué cl que conclbió esta
Idea, que examinó y aprobó una comision en
que se ballaban Bertbolet» Fourcroy, Guyton-
Morveau y la mayor parte de los sábios de la
época. En tlsta de su dictámen el comité de
Salud púbiica acordó se llevara á ejecucion, y
se formó una compañia de aeronautas milita-
res destinados á hacer globos y á diirgir eus
maniobras, poniéndoles solo la condicion de
DO aervirse del ácido sulfúrico, porque la ca-
restia del axufre, destinado i la fabricacion de
]a pólvóra» no permitia entonces emplearle en
otros usoB. El primer ensayo de esla estraña
miqoina de guerra se hizo en 4 794 en el sitio
defensivo de Maubeuge. Los austriaoos que si-
tíaban la plaia, contrariados por el espionage
que ejercia sobre sus trabijos el capitan
Gontelle qoe montaba la barquilla del globo,
avanzaron dorante la noche unapiezadeidiez
y 8iete> la apoyaron en el fondo de una ram-
bla, y dirigieron mucbos disparos i la maqui-
jna volante, pero ninguno 1a acertó. En el mis-
mo año se hizo uso del globo para ei sitioofen-
sivo de Gbarleroi» y pooos dias despues, hizo
on gran servicio en la t>atalla de Fleurus, don-
de ei capitan Goutelle estuvo nueve horas en
el aire esplorando los movimientos del ene-
migo, y oontriboyó al éxito de la Jomada.
Aun bizo mas este ^fe dé los aeronautas
militaros en el sitio de Maguncia. Golocado en
su globo i la altora de 300 metros de la plaza,
^cobrió todaa las disposiciones de los sitiji-
^08, 8US reservas, sus baterias cubiertas y sus
puntos de resistenoia, á vista de cuyos servi-
eios el conité de Salud púbiica creó el 14 de
bromai;io dcl año IV una segunda compañia de
aéronaotas destinada i seguir las operaciones
del e]¿rcito del Rhin, mientras laantigua per-
manecla agregada al de Sambre-et Meuse: es-
ta mlsma hize despues parte de la expedicion
deEgipto. Pero este método de esploracion
tné por últlmo abo1i(k> en vista de las grandes
diflcoltades y riesgos que ofrecia, y de la in-
netsa canti^d de áliles, opecarlos» eqnipa*i
ges y medios de neparacton qne arraslraba
consigo la máquina; lo qoe unido i otros in-
convenientes que se habian esperimeotado,
obligó idejar de contarla entre losinstrameiH
tos de guerra del ejército francés.
Un íámoso aeronauta de aquel tiempo,
Mr. Garnerio» natural de Parls, qoedesde 4799
habia hecbo varias ascensiones, habia ya pro-
poesto tambieu al comité de Salod pública la
aplicacion de los globos llamados cauUvos i
la observacion de las operaclones militares»
previos ciertos ensayos y maoiobras en los
jardines del Luxemborgo, de coya idea naeió
mas tarde la Eseuela aeronáutíea d» MeuéuL
Este Gamerin obtuvo dei comité la arríesgt-
da comision de inspeccionar el cuerpo de e]ir
cito del geoeral Ransonnet, y de dar cuenta al
tribuual del espiritu del ejército y del de lot
habitantes de las fronteras del Norte, Garoerio
se preseotó en el campo de Marchiennes, doo-
de tovo la desgracia de caer prisionero de k»
iDgleses, los cuales le entregaron á k» aos-
triacos, y eslos le enviaron i uiia fortaleza de
Hungria, donde le tuvieron i8 meses en rigo^
rosa caotividad. En esta prísion foé donde, se-
gon relacion del niismo, le ocnrríó la idea dei
para-caidas, ya ensayado por Blanchard, y qoe
perfecciooado despoes ha sido de tan gran re-
curso i los demas aeronautas.
Recobrada su libertad, volvtó Gamerín i
entregarse i su ejercicio favoríto de Im oave-
gacion aérea, franqueando i veces distandas
de masde 400 leguas por k>s aires. Sa noo-
bre se hlzo célebre en el Norte, donde no obs*
tante halló un temlble competidotr en et profe^
sor Roberston, qoe lleoaba ya la Alemania coa
el ruido de su fama, y que se disponia á baoer
un viage i San Petersburgo para dispntaríe la
palma de 1a aerostacion. GaraeriD tOTO sas
polémicas clentiOcas no solo oon Roberston,
sino tambieo con el sibio Baader de Monicli
sobre el cilculo de hi evaluacton de las altms
por el bardmetro.
Pero la hUtoría curíosa de Garoerín oo-
mienza desde que se puso en contacto con
Napoleon. Era la flesta de la ooronacion del^
cmperador en diciembre de 4804. Para solem*
nizaría se habia hecho venir i Paris i Mr. Gar-
nerin. El célebre artista preparó un globo gí-
gantesco, al cual suspendió una corwa ilumi-
oada con 3,000 vasos de colores. Un poco an*
tes de concluirse los fuegos artiflciales, el gi-
gaotesco globo con so corona ae remontaroa
magestuosamente desde el itrio de la igiesia
de Notre-Dame, en medio de las aclamackMies
deuogentio inmenso, yinasde 60,000 cobeCes
disparados en todas direcciones iluminaroB el
espacio con sus llamas y le hicieron resooar eoa
sos chasquldos. El globo nave^ba oon rapidez
asombrosa , y al dia slguientc los babitantei
de Roma vieron asomar por el horízonte aa
círculo^adiante que bsjaba avanzando ea di-
recckm de la ciudad. Pronto estuTO sobre ias
cúpulaa de San Pedro y del VoUcaDo; liego
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ni
ASCaZNSIONES
8i<
aplaDindote de repente tíbo á tbflsmarse eo el
kqso Braeciano, de]aDdo rastros de su paso en
)a eamptña de Room. Sacáronle del agoa, j la
BigpieDte iDscripcioo qué lleyaba se iroprimió
y difQndió por toda llaiia: Parit, el 26 Jb frU
mario, año XIII, Coronaeioñ del emperador
Napoúon por iu Santidad Pio Vlh
Uot circunstancia casual, é indiíerente al
parecer^hiioqoediese Napoleon grtnde impor*
taocia, y liasta una interpretacion politica al
gld)o perdido. Sste globoai rosar la tierra se
habia detenido udos minutos precisamente so*
bre el sepalcro de Neron: despoes empujado
por el vieuto liabia Tuello á contfnuar su ruta,
pero dejando en uno de los ángulos del viejo
moottmento nna porle de ia corona . Los dia-
rios italianoe reflrieron este iocideote, comcn-
tindole atgunos con maiiciosas reflexiones que
Do d^ban de ser á propdsito para picar al
emperador. Llegó tódo ¿ oidos de Napoleon^,
qoe no fué l)astante grande ó bastante disimu-
lado paraocoltarei mat efecto qne aquel suce-
10 le produjera, y manüó espresamente que
no se le bablara del globo de Mr. GaraeriD.
Desde eotunces oquel Napoleoo que taoto
aotes habia encomiado eWalor de Goutdle, ge-
<é de los aeronantas del ejércilo; que taolo ha-
bia recompeosado los esfoerxos de Monge y de
Meosnier para perfecdonar los globos husla
poderlos emplear eomo máqulnas de guerra;
qoe hatria hecbo elevarlos en Egipto para mos-
trar ¿ los ¿rabes la superioridad de las artcs
de Europa sobre 1o8 procedimientos groseros
dei Egiplo degenerado, cayó en una complela
indifereocia hácia el arte aeron¿utica, y desde
entODces la escuela de Meudoo quedó abando
lada tambien; todo porque un fragmento de la
corooa del emperador habia quedado en la tum-
ba de Neron. Sabido esque aquel grande hom-
bre tenia una boena parle de fetaltsta. Garne-
ria no toItíó ¿ ser eropleado del gdbierno. Es-
te faomo aeronaota morld en Parls en 4823.
Su hija adoptiva Slisa Garaerin hizo tam-
bien algunas asceDSiooes eo Paris. En ooa dn
ellas mieotras el gloiio se estaba reparaodo de
iDa averia qoe habia sufrido en una corta su-
bída hecba pocos roomentos antes, y cuando
ia aotorídad y su familia la estaban dlsuadien-
do de que volviese ¿ snbir, la cnerda que su-
Jetaba el globo se soltó de repente, y con»eD-
ló ¿ elevarse la m¿qoiDa cod una rapides
asombrosa* Uo müitar qoe se cncontraba cer-
ca del aparato, se vló cogldo entre las cuer-
das por ona de sus espoelas, y arraslrado por
ia vioieficio de la m¿qolDa iiasta la altura
de 13 pleo, dedonde volvió ¿ caer. La Jóveo
qoe 00 estaba preveoida, cayó precipitada-
«leDle en ei foDdo de la barqnilia. «iKstoy
perdida!» gritó la descoosolada Blisa. Graode
Itaé eotonces la confusion, y general el pavor
de los espeeUidores. Si globo se remontó ¿ oua
allora formidable. Ta nadie esperaba que se
lalvara Im iorortonada Jdven, cnando con sor-
pntay coft JúbUo uoifenal m vió dospreodor
nn para-caidas, desplegando sus Tastas alas y
balance¿udo8e migestuosamenteb^cia la tíer-.
ra. La señorlta Garaerin y so para-caidas des-
cendieron fellimenteentrelos aplaosos y gritos
de la mollitud, en el recinto del Gimnasio nor-»
mal del coronel espanol Amorós, sitoado oo le-
Josde la barrera de Greaelle.
Bo ei misrao año de 4804 eo qnehizo Gar^
oerio 80 célebre viage deParis ¿ Roma, se ve-
riflcó la célebre asceosion de Gay-Lussac y
Blot, la mas útil ¿ las cieocias de cuaotas hastt
entoncesse habian practicado, porlas esplora-
ciones y etfperimentos fisioos qiio aquelioii
ilustres profesores hicieron ¿ nna gran altura
do la atmósfero. El puntode partida fué el con-
servatorio deÁrtes deParis.Ellos llevaroncoo-
sigo relojes, termómetros, barómetros, blgró*
nielros, brújulas, papel y l¿pis; y ¿ la altora de
lt,000 pies se pusieron ¿ hacer sos observa-
ciones con la misma serenidad que sl las hl-
cieran en el gabinete de su casa ó en el labo^
ratorio delcolegio; ópormejor decir, quíenlas
hlso fué Gay-Lussac, porqoe Biot padeció uo
aturdimiento queleturbó la imaginacion. Gay^
Lussac, pues.observó quela influcnciamagné*
lica obraba sobre la brújula lo mlsmo poco
masó menosqueenla tierra. Elhigrómetrose*
ñaló ona seqnedad sieropre creciente, y la tem-
peratora que habian dejado en la tierra ¿44*
de Beaumur estaba alii ¿ SVs* Pero carecien-
do de todos los instromentos necesarios pa-
ra sosinvesfigaciones, y halI¿ndose Mr. BíoIy
indíspuesto, acordaron bajar, con ¿nimo de
hacer otro dia una esploracion mas detenida '^
¿ mayor distancia.
Gay-Lussacvolvió ¿ sublrcn efecto ¿losSS
dias, provLsto de todos los instmmentos que
necesitaba. Esta ve2 se elevó ¿ la altura de
cerca de 7,000 metros (sobre 25,000 pies cas*
teliaoos) y estuvo cerca de cinco horas ha-
ciendo sns observaciones. El termómetro se-
ñalaba ¿ aquella altura 6^ bajo 0, y de mas de
reinte observaciones atroosféricas que el iius-
tre ñsico hizo ¿ diferentes distancias resultó
constanteroentc que el aire pierde un grado
de calor por cada elevacion de 474 metros. Un
frio esccisivo y una respiracion dificultosa fuc-
ron las únicas molestias qne esperimentó el
entendido aeronauta. Referiremos una curio*
sa anécdota que mas adolante pasó á Gay-
Lnssac con motivo de sn ascension.
Yisitandoel año 4890 el duqoe de Angu-
lema la Escoela poUtécnica de Paris, entonces
gobernada militaripente bajo la proieccion de
esto principe, le dló gana de hablar ¿ Gay-
Lussac de su memorabie ascension de 480*4.
«iOh Bios mio! le dijo el dclfln, iy cómo os de-
bió ineomodar el calor all¿ arribat Giertamen-
te, señor, contestó Gay-Lussac, que no sabia
que respouder ¿ una observacion tan peregri-
na. Sin embargo — Yamos vamos, 1e In-
Iterrumpió el principe; no me ocnlteis que de-
btsteffl esperimentar nn color estraordinario:
preoifiameDto itto cerct del 8ol..!t £1 iiustte
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Itt
)Hr»fiMor tíM, y 7« M dtj« eaieoler h alta
ide» que loraiirto de lei eaaeeimiefltós ñsicot
M proleoler de la esouda.
Dícese que Briochi, astróoomo milaBés, se
eloYó en 480$ á Boayoraltora lodavia ^ee Gay-
LQ$8ao, ptíea supooeo que ee remootó á H;i6%
metros, que es la mas alta asceosioo aerostá-
tiea de qae se tíeoe noticia. Sospechames si
eo eslo íiabrá aiguoa exageraaioo, porqoe ¿
$,(M>0 metros el aire es ya tau ligero y raro
Que 00 es fécil pudiera respirar el observador.
No Qos deteodremos eo dar cneota» oi es
poMble darla taropooo, de taotas asceosiooes
aerooáuticas como se iiao hechoeo los áltíraos
tiempos y eo opestros diaa; oi aoo siquiera tra-
bajaremos por recordar los oombres de los
aeronautas que se bao limitadei dar á les pue
bips ei espeei¿ciik> de un hombre /qjue se eleva
eo 110 globo ¿ roas ó meoos aUura, que |Mrme
nece en el aire alguoas horas, y deseieDde ¿
pe^ueña distancia.despues de enaeorta nave
gacion aérea mas ó menos íelis. Y eitaremos
eplo algUQOS de los que han logrado hacerse
uo Qombrecélebre, ópor sus largas y aventu-
raüas espediciones. ó por el uúmero de ellas,
é por los especiales eooociroiefltos cieutíOcos
que han manircstado, ó por los ensayos úliles
que han hecho para ir daodo ¿ este arte difi-
cll la perféccioQ qoe tanto se aneia y apeteee.
Tai es el farooao ¡ugléi Ur. Green, que lle-
vfl hecbos 975 viages a^eos, notables mucbos
de ellos, asi por Ías largas distaocias que ha
recorrído, como por los inoiensos riesgos y 4i-
ficultades que ha tenido que superar. Eo el
que veriíicó en 4836 partió de Lóudres en su
globo ¿ la caida de la tarde del 7 de oovlem-
bre, llevaodoporcompañerosdeviage iHolIood
y Menic-Masoo, provisto de pasaportes para
(odos los estadps de Kuropa» y surtldo de vi-
vercB y provisiones por si teflia que estar ai-
gun tiempo sobre el mar, si la corriente del
aire le arrojaba' en aquella direccion. £1 globo
se elevó r¿pi(jaraeQte, y el viento le iba lle-
vando sobre el mar de Alemania. Mr. Green
descargó la barquilla de ona parle de sulastre,
y r6moot¿ndose el globo ¿ las regiones supe-
riores de la atmésfera, oncootró otra corriente
de airc que le hiso volver alrás, dirígíéodole
¿ Douvres, quc erapredsameote íoque el aero-
nauta bascaba. Propúsose desde alli atravesar
el estrecho, y locoosiguió, llegandoyadeno*
che oscura ¿ Galais, del otro iado del caual.
BI viento arrastrabael globo haciéndolemarchar
¿ mas de 10 leguas por hora. A media ooebe
estaban los viageros sobre Lie]a, eo Bélgica.
Al amanecer se cncontraron sobre el Rbio, y
¿ las siete y media de la mañana descendieroo
en uu campo dcl ducado de Nassau, en Alema*
, nia, precisamente ¿ dos legoas de Weilberg,
donde habia desceodido el célebre Blaocbard
cuaodo hizo sos asceoaiones en Francfort, eo
4785. Estos atrevidos navegadores habian re*
CáMrrldo eerca d^ %00 leguas, j baU¿dose io-
ttfo territorlo de (^ÍQPo giw}e« Ml«to 4e
Boropa, ¿ BMf: fnglitOTi, I^MeÍft, iáigki,
Pmsia y el dnoado de Kflisafl, y pMtdo per
eacimi de moliitad de eiodite, Lóadrei, lo-
cbester, Giotorbery, Dottvrei, Ciiflii, Iproi,
Goirtriy, UHe, TourMy, Briselü , Himvr,
Uei», Spe, MalflMdy y fiol^lentsa.
Por úlümo, Heiisefl y Beale ea Ingliteni,
Befresiie y Eolriot •■ Firii, Ifoni ifl Ililii y
otros liborlosoi y efllendtdoi raecáoieoi y
aerooiutas se ooapai et el dii ée loi DMdiis
de perfecoioBftr el uift de liflivegicíofl tém,
y eada oaodeelloi oree haber ImlM yael gtai
dMcubriaitBto Iras de euye Intti^ «ndafl
nfanados haee siglos Iob bombres, ¿ isber, d
dedar ladireceiofl eeoYefliente¿loiglflboi,é
¿ otro coalquier epftrito qflt ie eonplee peri
sorcir los aires. Mas eome dos hiyuMM pre-
poeste tritar separadioieBte de li porte reiati*
vi ¿ la direeCiofl de los globos, reeerTimos
pira eolofloei der ufla idei dei epirito y pre-
codimieote eon que Cidi uoo de Mtei iioüri»
dos ñsieos, se propme lograr tia ipetedáo
ol^eto. Deremos ahora brevemente algflflas
noUeiM aeerca del mecinlsao y de li prapi*
rieion de los globos.
üfli vei lieohi ia reseái histófioi de estii
m¿quiBi8 aéreas, piseaei ¿ tnitir todo le ro-
litívo ¿ Bu constmooiofl y prepirMftOB.
U teeria de les glebos y de Us aseeBSio-
OM aerost¿tieai m bien ieBoilii y eil¿ al ú'
ciBM y cempreosion de los bombrM «im r««
dos. No hay oadie qoe igoore qne ofl cierpo
eoalqoiera sobreflada en todo flaido qoe sm
fluspeMdoqoeél; lasimplcviitaeoscfiiilifli-
flM observador esti iey fisiea di li nitanloa.
Y bflto mejor sebreflidir¿, caaato sm flMyer
y mas peMda la colflmoi de fluido qae teagi
debajo de si. loútil m pooer ^)e«H'los ém le
que se ve ¿ todM horM y todM los diM.
8iendo, puM, el ilre itmoslérioo oa floide
pMado, el¿stieo, ydeooflslgaleote eompeeii*
ble y dilaliblQ, todo euerpo qoe ea tgaydid
de velámoB sm nus ligero que él, b MbreM-
dir¿, y aun M elevará basta eoeoDtmrafl sin
menos deuM y piMdo, eon eoyo ▼oléaMB y
gravedad m ponga en eqoilibrio. fliMdo m
que las eapas ioferíorM del iire itoMMÍérifie*
soo nus pettdM que Im inperioMi, ooflMqM
MlM grivitin Mbre iquellM y Im cooipri-
Bien. Asi un pte cóbieo de iire tomBdo oa el
foodo de ofl valle, poM madio ibm qBO otM
pie cábico de aire tomado eii U eaoibre da bm
alU raofltaña. Sobreeste prínGipioMt¿ füfldaéi
la construcGiOD de Im fiobM.
Gaafldo no se Mooeli el bidiiófaM, m Ue*
flibin como bemos dicbo aa U reaeii lüslé>
ríci, del mUmo iire itBKiaféríoo, eflrireeiÉa
y aljjerado por medio del ftoago. Baatabi esii
pori qoe el globo Meleriri por eíeeto del m^
nor peao del iire interíor Mlentado, raapecte
al aire Mteríor frío y Qataral. Mm loego qM
Giveodiscb deseobríó qoo ei gii iflflftmiUi d
hidrógeflo era iobre qoÍQM vaaM ibm ligiM
q«# ai ftire fttmoiférlao» oaMoaié düflM i
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m
áaamaKfíiBs
SM
aáipítarie pAra d m ᧠log gMoe aerMtáti-
c^, ma preferencia al g%s «sado por líool-
golier, ya por su mayor Ujereia, ya porqae
eoa ól se evitabao los iDCcndios y averias , á
que eoD el fuego estabaa contioaamente es-
poestos los globoa y los aeronautas. En el dia
no se emplea otra eosa que el hidrógeno, por-
qtie es ei menos pesado que se conoee^ auo*
fue 00 deja de ser tambien algo costoso.
Gomo podrá scr agradable á muchas per-
sonas saber ei ODodo de Ílenar uo globo , es-
poudremos breYemeute el procedimiento que
Nemplea, tan ingenioso eomo senciilo. Co-
Bcattse unos cubos ó toneies alrededor del
globo Tacío, que cueiga de una cuerda que le
sosUeoe perpendicularmente. En cada uno de
estos toneles ó cubos se colocan pedacitos ó
Jinadoras de hierro, con una dósis correí<pon'
diente de agoa; viértese eu elios poco á poco
icido sulfúrico; cerrados los toneles l^rméti-
eamente, se descompone el agua, combinán-
dose su oxigeno con el metal» el cual oxige-
aado se une ai ácido, y forma sulfato de híer-
roó aioc, mientrasque el hidrógeno del agoa
quedando en libertad , se desprendc y ea io*
tfodaeido eo el globo pormedio de unos tubos
de bc^a de lala que comunican coo él.
La proporcioo de las sustaocias es la si*
fuieDte: por diez iíilógramos de raspaduras
de bierro; se echan coareota á coareota y eio*
€0 kilógrémos de agua, y poeo mas de Yeinte
ét ieido sulfúrico ó aceite de vitriolo , eon lo
qee se oblieoen sobre cualro metroe cúbicos
de gas.
Visleose loe globos, ó bien coo tafetan de
seda baroiaado, ó bien coo la pelicula del io-
testiao recto dei buey, la cual se prepara te-
Biéodela en remojo en agua tibia por espacio
de aéguoas boras » á fln de ^oe adquiera la
elastieidad Deeesaria. Goostráyese on molde
de yeso 6 de otra maleria para dar la forma al
gMo, de la capacidad que el aerooauta se
propooga. He aqoi las ooticias que sobre este
partioular aáade el eoteodido Toroeux. La eo-
«ollora de los glol)os» dlee» se hace de tafetan
eagomado, ó mejor de tafet<ia barnisadoeo ca-
Jíeole coo uoa mescla de aoette de lioasa de-
secaote y de eautehuo (árbol de América), di-
sueito eo eseocia dc tremeotina. Se ha susti-
luiáo taoitúeo el barnis sobre las dos caras de
goma eléstica por uo barois de copal, ó sim^
plemeote por uoa mezcla de eseneia de tre-
flieotioa y de aceite desecaoter haciéodolo
herYír coo litargirio. Tambieo se ba cB>p)eado
recieotetiusDte eoa éxito ooa envoitura de tela
liopecmeable de Makintosh, obtenida por la
ioterposicion de üna capa de cautchuc entre
dos piesaa de seda.
A la parte snperior del globo se caioea uoa
vilvoia. qoe raanejada desde la barquiila eon
ooa coerda, sirve para dar libertad al gas , y
di8minuirle gradualmente i voluntad delaero-
asuta. Uo globo que baya de arrastiar coosigo
é 00 bombre y ao bar^oUk* oo pneda tiMr
meoae de «6 á e6 piea de iMgiM, ytígmos
mas de latitud.
Pudiéramos ficilmeote estooderoos sobre
la oaturaleza y propiedades, asi del bidróge-
00 eomo del aire almoeférico, ignalmente qoe
sobre ios difereotes principios y sisleraas de
la oavegacioo aérea que baata ahora se cooo*
cen, y sobre ias tres dases de globos que loi
facultativos distiogne& á saber, cautivos, esta-
ciooarios y libres. Pero el qoe desee ootioiai
mas estoDsas sobre la materta, puede eoosul-
tar loe tratados de quimíca, la Mmoriaiobft
lo$ g¡obo$, escrita por Ferry, y dada eo la Re*
vista eociciopédica del aoo 4826, ei tomo XI
de las Memorias de la Academia de la$ Cien*
cias de Paris, 1a Descripcion del ghho de la
Aeademia de Dijon, por Guytoo Uorveau, la
sesieo de la Sociedad Philomitica de 43 de
abrilde 4Bi4, eo qoe se leyeroo los ouevos
priocipios de la navegacion aéroa, y los lumi-
nosos esoritosdel ilustrado Ifr. Transoo, ioser>
tos eo el tomo XII del Magasin Pittoreique,
en que Irata la cuestioo de los globos de ooa
raaoera tao nueva como iogeoiosa.
Diremos dos paiabras de los pannsaidaa.
Necesitabao los aerooaotas el auxilio de ooa
máquiua eo que poder descender en el casode
ocurrir algnn accidente al globo, y desceoder
de manera, que oponiendo á la oolomna de
aire una ettensa superflcie, el descenso foesa
tan lento como senecesita para caer el coerpo
de UD hombre sio lesioo. loventaron, puea,
esta miquina, y ia llaraaron para-caidas. He-
mos dicbo eo la parte histórica, qoe Blaoobard
y Garoerin se disputaroo la gloria de este lii-
vento; siu embárgo» segun una noticia qoe oe
lee eo el tomo XKXYI de los Anales ie quimi"
ea, la ioveocloo del para-caidas se debe 4
Mr. Leraoroaod, y asi lo reciamó éi i la ica-
domia de Lioo. Lo que creemos es, que cada
UDO de eatos aerooautas ioventó ao para-eai-
das mu ó menos perfecto. Blanchardensaydel
suyo con buen resultado. Gamerin y su faija
bicieron varios desceosos eo para-caidas; niaa
como auD se siotieroii algunas oscilaciooes y
sacudidas violeotas, por efccto de la deroasia*
da acumulacion del aire deb8)o de su superfi-
cie, se ba perfecciooado despues y ocurrido i
estos ioeooveoieotee, practicaodo eo el ceotro
del para-eatdas, ona especie de diimeDea de
tto metrode alta, por doode el aire puede s^*
lir siD perjudicar á la resisteocia que domioa
ia viToxa de la deseeDsion.
Tarabien se cuentan viciimas de ios pera-
caidas eomo de los globos. El aeronauta io-
giés Gocking^ habiendo salido de Lóndres en
un giobo eo 4836, probó i cierta distancia
des la oiudaddesfcnderen un nuevo para-cai*
das de su invencioo, y ei ensayo le fué fatal.
Una suscridon que se abrió en favorde la viu<*
da y de sus bijos, publicaba el resultado trigi-
oo de la teotativa de Gocking.
Toomoos igaalaente qoe meodooar todo ^
lo aue ooocieroe i la dlrcceioo de eotosf loboi
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837
ASGENSIONBS
«8
y he aqm prédBamente el gfan proUeiiie en
cnya resoiucion ban trabajado incesantemente
lo8 iDg^nios, pero sin resnltado po¿itivo que
sepamos hasta abora. Con raxon ba sido el ob-
]eto de tentativas y ensayos inflnitos, y de los
desvelos de los sábios. Porqne en efecto, de
que se baga ó no este importante descubri
miento depende» ó qne la inyencion de los
globos aerostáticos quede redncida i uua fun-
cion de puro espectáculo» en que algunos
faombres lucen sn intrepidei ¿ !a presencia de
nna mucb^dumbre curiosa , pero sln froto pa-
ra las cieocias y para las relaciones sociales,
6 que se baga la revolucion mas grandiosa
que puede concebirse en favor de la huma-
nidad.
•Ya la imaginacion, dice un escritor mo-
derno, sc admira á 1a vista de un marino qoe
confla su vida á un frágil leño , y se abre so-
bre los abismos del Océano un camino basta
ias comarcas mas apartadas. ¿Qué sería si el
hombre reCorriese á su volnntad las vástas
regiones del aire? lYer ya ¿ sus pies revolver-
se unas sobre otras silenciosamente esas nu-
bes gigantescas, esas montai^as movibles que
el calor del dia levanta en el borizontet iba-
lancearse blandamente en nna region de paz
y de luc, y desde aquella altura dominar la
tempestad y el rayol jó ya cuando la nube se
tbríera ¿ sus miradas, ver pasar r¿pidamente
y huir las ciudadea y los campos, losrios y los
mares y los montes coronados de sos verdes
ílorestas 6 de sus nieves eternas, y al cabo de
«tgunas boras de un viage sin fatiga, descender
dulcemente en algnn vaile risueño de Grecia ó
de Italia!»
^Desde luego qne el aeronauta, observa
otro autor contemporáneo, sea tan poderoso
como aparcce uo buen piloto manejando so
bagel, elarte militar podr¿ complicar sus teo-
riaf. Eutonces podrán crearse aplicaciones
que la Imaginacion no coocibe abora ni tiene
la roenor idea para trazarías. Podrán ser tan
grandes y sorprendentes , como grandes se-
lán los que sin tos mezquínos recorsos de los
construclores de la torre de Babel, babrán con-
scguidoocultarse en la region de las nubes y
caminar en ella con planta segura, y de coose-
cucDcias calculadas. Proyectos gigantescoshay
indicados si se Uegan ¿ sustituir por los glo-
bos de seda los metálicos, y se consigoe dar-
tes direccion é impulso por medío del vapor.
Kl hombre en este caso, dicen ios que est¿n en
el proyecto de la invencion, habr¿ cambiado
lafaidel roundo, consider¿ndolos como ins-
trumentos de guerra; pues calculan que una
armada de globos de 450 caballo*s , podria sa-
iir de Europa incendiando al paso ias pobla-
oiones y buques enemigos, hasta anclar en
Pelrin á los pocos dias del orígen del mo-
vimiento. Podría hasta desarmar el cieh: en
decir, estaría cn su mano modiflcar el estado
eléctrico de las nubes, qoe tanto influyen en
]$8tempestades...»
Nosotros inenos «fidoiiadoB qne los anto*
res de este pensamiento , é considerar estoa
grandes descobrímientos como medios pode*-
rosos de gnerra y de destmccion (qoe harU»
nos sobran, por desgracia con los inveotados)
creemos tambien qoe la direccion de los gio-
bos prodociría consecnencias incalculábles , y
que 1a Imaginacion no poede abarcar, en be-
neficio del géoero bumano, ain saiir de las re*
laciones sociales paciflcas, siquien no se los
considerara sino como roedios prodigiofloa de
corouDicac4on y de trasporte.
¿Pero se resolver¿ on dia este problemaí
¿0 ser¿n siempre infructnosos los esfdmosde
ios hombres? ¿Ser¿ qoe la Providenda liaya
dicho al geniodei hombre, corao lcha dicboai
Océano: «Estos son tus limites y nonca los tras-
pa9ar¿s?B Ello es que elmundo está en espeo*
tativa de este gran descnbrimiento; la po¿bi*
iidad Bo puede negarse: la esperanza entre»
tauto no puede faltar; si sucederi ó do, solo
Dios puede saberlo.
Es lo cierío tambien, qoe entretanto loi
B¿bios trabajan» roeditan, inventan, y los hay
^n la actualidad que créen tener ta evidencia
de haber hallado ya el medio de domi*
nar los aires,/y de navegar por los espaeios
atmosférícos con toda conflanza y segurídad.
Gada cual e8t¿ persuadido de que so invento
es el mejor, y su proyecto el mas fealizable.
Oúmplenos abora ¿ nosotros dar una breve no-
ticia del aparato y sistema qne cada uno Ueoe
propoesto para la realizacion de tan gigaotes-
co plan.
fin abríl de 4843 se leia en el Times de
Lóndres: «Podemos anunciar ¿ nuestros leo*
tores que» merced ¿ la constancia y asidoo
trabfltjo dc Mr. HenBpn, y despues de inflníto
tiempo y repctidas di>8ervacione8, ha logrado
este caballero resolver el tan apeteddo pro*
blema de la navcgacion por el aire. En efeclo,
iu roalizacion no puede considerarse sino oo-
mo el fruto del mas sagaa estudio de las kyes
de la naturaleza, y de la mas atenta obser-
vacion de los fenómenos qne de ella se oc^
siouan, debiendo considerarse en este omni*
bus aéreo en ei acto de atravesar el espacio,
que no es nus que un p¿Jaro de colosales dí-
mensiones. El resultado de la perseveranda
del aotor ba sido vencer las diflcultades teoi-
dashasta hoy por imposibles, yqoebyHaa
hecho creerirrealizable esteprecíosodescttbri*
miento, por cuyo medio es imposible calcolar
hasta donde podr¿ eatender su poder la homa-
nidad. He aqul algonos detalles relativos ¿
los medios de accion de este omnibos aéreo.
«Sn príocipal estension ó^volúmenconsiate
en un tendido que ilamamos las alas» debisfr*
do, no obstante advertir, qoe en logar de mo-
'verse como las de las aves, estas pennaoecen
tirantes é inmóviles. Su dimension es estraor-
dinaria, pues llega ¿450 pies de largo y 3a
de ancho. En el acto del vueio se llevaa aa
poco de lo» estremo», IncUntodoae «deoas
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KN
ASCENSIONES
830
liádi tdeiante. Bn el espaeiaque puede eonsU
dererse nsedio de elias» está suspendida la
eija ó coche destinado al trasportc de Jos via-
gefOB y raercancias, ocopando el lugar qne en
an péjaro corresponde al cuerpo. ▲ la parte
pofiterior ae liaiia nna colade 50 pies de largo,
á la cual puede dirsele un moTimiento oscila-
torio de ascension y desceoaion, paru reguiar
lá ele?acion det vuelo, y debqjo de ella está
el timoQ que airve para la direccion iiorízon-
tal. Sobreel aparato» y en posicion vertical,
bay OQ lienso para impedir ias oscilaciones
laleralea. Una máquina de vapor da movi-
mienlo ¿ dos roedas colocadas cada una á un
iado del timon, las cuales constan de seis ra«
dios en forma de aspas de mulino, cuyo oflcio
es conservar la velocidad adquirida, anulan*
do ia resistencia del aireatmoeférico.... Gaicú-
lase que esta máquina tendrá ia fuerca de
veinte cabalios. Ei modo ingenioso con que
Mr. HensoQ ha alcanvado la reducdon dei pe-
80 de la máqoina, consiste en la nueva forma
dada al condensador y á la caldera. Gompóue-
ae esta úitíma de uqos 50 conos huecos y
troncados que se colocan inversamente so-
bre ia superficie de la caldera, y presentan
dqos 400 pies cuadradosá ta accion del fuego.
Si condensador consiste en una porciOQ de
pequeños tubos espoestos ¿ la corrieote del
aire que ocasiona el vuelo de la miquina, ha-
hiéndoso observado que esto era lo suficiente
para el objeto apetecido. Es digno de admi-
racion, que ia miquina con todos sus anejos
eomo agua, combustibles, viageros, elc., no
escede todo Junlo dcl peso de COO iibras. La
estensioo y superficie que abrazan sus alas y
eota, ó sea el arca de todo el aparato, mide
QQoa 4,500 pies cuadrados, y el peso total
que soBtiene^ es aproximadamente de uuas
3,000 iibras, Uevandohasla enesto unanota-
Me ventaja ¿ los p^aros, pues es f¿cil obser-
var que por cada pie cuadrado le correspon»
den doe tercios de libra.»
COQ esta miquina creia estar segnro el
Üostte ñsico de haber alianado las dificuitades
€00 que habian tropezado toda^ las empleadas
liaata ei dia. Ei error, decia éi, de todos los
mventores de miquinas aéreas, est¿ en baber-
ies querido dar la fuerza necesaria para po-
nerse por si mismas en movimieuto, elevarse
y sostenerse en ei aire. Para obviar este ín-
coaveaiente, el célebre mec¿nico discurríó
que la impotencia dei arte la podia suplir la
Baturaleza; y que ¿ la manera quealgunas aves
se elevan con diflcultad de la tierra, y para
lomar ei vraelo se arrojan de lo alto de un ir-
bol 6 de oaa roca» pero nna vea hnpreso el
movintieQto leses ya f¿cii couservarie, aumen-
tar sa viveza y remontarse ¿ lá roayor altura,
asi su máquina, nna ves lanzada al aire des-
de la estreinidad de un plano ioclÍDadoy pues-
taen movimiento, adquiríria la ceieridad ne-
oesaría para poder sostenerse en la atmóafera
9» todo el resto dei viage; celeridad queapa-
garía poco ¿ poco ia resistehoia misma del aire
no teniendo la miquina de vapor otro objeto
que reparar esta misma viveza que fuese per-
diendo.
¿Pero cuál ba sido el resultado de tan en-
comiado invento, que ciertamente pudiera ba*
ber inmortaliiado ¿ su autor? IjOS sucesos es-
tin demostrando todaviu la impotencia y fati-
biUdad de los cilculos humanos.
Yieno luego otro inglés, Mr. Green, el mis-»
mo de quien dijimos en nuestra Reseña histá'
rica que lleva hechas 275 ascensiones aeros-
tiUcas, y bajo la base de que sobre las capas
inferíores de la atmósfera hay nna corríente
constante de aire que víene del Atlintico y de
la direccion Oste ó Noroeste, y suponiendo
qne una vez Uegado i esta corrtente es muy
ficil el viage de los Estaüos Unidos i logta-*
terra, ba inventado una mdquina, con la cual
asegura se eleva 6 desciende el globo ¿ vo*
luntad del conductorqoe vaen la barquilladol
mismo. Consiste su mecanismo en un eje mo*
vido por varias ruedas, y en cuyos estremos
se QJan dos alas de determinadas dimensiones:
ademas liay otra ala en una de las estremida«
des de la burquiila para servir como de Umon.
La diferente inclinacion de estas alas hace
que el globo suba ó baje ¿ arbitrio dei que le
diríge, y de consiguiente puede ir ¿ huscar la
corriente atmosféríca que le convenga, sin
necesidad de dar salida al gas para bajar, nl
dismiQuir el lastre para snbir.
Mr. Greeu dice tener tal segurídad en su
aparato y procedimiento, que ofrece poner de
sn parte 500 Ubras esterlinas (sob're 2,500 du«
ros) paralos gastos dcl viage, y depositar
ademas otras 4,000 libras, que perder¿ si le
sale fallida su empresa. £1 proyecto de Green
Uene ahora en espectativa como tuvo el de
Henson.
£1 genio del hombre se afana en todas par*
tes por lograr ia resolucion del gran proble*
ma. A flnes de 4846 presentó el señor Muzzial
congreso cientiflco reunido en Pisa, el modelo
de ona m¿quina que ha onsayado¿ presencia
de los sibios de aquel congreso, y con la
cuai apUcando un nuevo príucipio de fisica,
diríge i su voluntad un globo aereost¿tico, ya
sea en ei aire tranquilo, ya en las corríentes
atmosféricas. IjOs mas disünguidos físicos de
Italia aseguran que el ensayo salió pei^'cta*
meote. Filtale la sancion de una esperienda
en grande. £i señor Muzzi vuelve, pues, ¿
ponemos en espectaUva.
Mas modernamente todavia, ¿ príncipios
del m&s de setiembre de este mismo año»
Mr. de Fresne, de París, presentó un barco
que navegaba por el Sena ann contra viento y
corriente, sin remos ni vehis, ui mas motor
que una rneda aerea colocada en el sitio ea
que por lo regular se coioca la vela. EI inven-
tor, puesto de pie en ia popa del baroo, co-
municaba al aparato un movimiento de rota*
cioadaderecha ¿ iiqaierdat y ei barco cami-
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«84
iBCHMnONBS
Itt
Btín 8in otfo knimlso. Sl utor eree <|Q6 este
motor atmosférico podrá ficilmente aplicarse á
dar direocion i los globos, pues si enoQentra
en el aire, dice, un punto de apoyo suAciente
para ?eQcer la resistencia de un cuerpo tan
flenao eomo el agna, y sapcrar la acdon del
viento y de la corrtente, con nnclia mas ra-
aon podri tiaoer mover un cuerpo que flote en
ei mismo elemento en qne obra el aparato, y
qne debe presentar una resiateneia macho
menor.
Pero hé aqni que el inglés Mr. Baale, con
Dotleia de este esperímento becfao en ei Sena
y la proposicion de apiicarle i la navegacion
atmosférica, reclama como snya esta inTen-
eiOB, ydice queyaen diciembre de 4836,
presentó i nna comision de la Sociedad de
Artes nn gloJK) aerostitico eu forma de uo
eüindro proiongado, i cuyos lados babla dos
rnedas aéreas, que moridas desde la barqnilla
impeliaa por el aire el aparato en la direccion
qse se deseaba.
Sanaon, de Galígoy, el general Oesnbinslíy,
han trabajado en el mismo seatido; y porti-
eularmeote Mr. Bulríot, que ba eonstruido un
gtobo Tolante, espeoie de navecilla i e^yot
iados bay coatro paletas Imitando las aspas de
nn molioo de yiei^o, qne ei aeronauta bace
mover por medio de nn meeanlsmo interíor
cuyo aeorelo liene él solo. La resisteneia del
aftre i cada golpc de paia qoe le aaota, refleja
sobre el globo y le hace maretiar hicia ade^
lante, absolatamente oomo un aye que vaela ó
e«no an pea que nada. Bl ensayo de este pro-
cedimiento, si no ha dado todo el reanltado
fae serta de esperar, al menos no ocasionó
ningunaceidente.
Dedúcese de todo eate, qoe en todas partes
y en todoa tiemposbasta la actualidad, no ban
cesacto ni cesan los fisicos y mecánicos de
apnrar los recorsos de su ingemo para dar di-
reeeion i ios globos ó inventar otre medio se-»
goro de viajar por los airee, sln que hasta
•hom topamos qne al Iravés de la eonflanaa
%ae eada cnal haya er^do ó crea deber lener
en an invento, hayan los resultados coronado
todavia ios desvelos y llenado las esperanias
deninguBo.
Asi las cosas, se presenló de improviso en
k paieatra un español, que con uoa conflanaa
que asombra, y con noa arroganeia qoe sor-
prende, no solo asegoró haber tenldo ia for-
luna de resolver el gran problema, sino que
desde luego se oomprometió i ejeuatar mas de
lo qne nadie se ha atrevido nnnca i proponer»
ofreciendo solemnemente i la reina y %A pais
qse si le facllitaban los aoxilios peconiarlos qoe
Beeeaitabc, haria en od aparate de aa invencion
el viage de Gidis i Madríd, atravesando por
loB aires la distaoieía de maa de eien iegnas
<|ae sapara las dos poblaeiones, en el espacio
de dj»x boras, y qne atracaría al balcon prin-^
oipal dei real palaeio.
lateeapafloi,! qiMdelilmaiimbBeovpniH
diéoal públido y forprendeii taB^íeBéta
sibios, esel señor don Pedro Montemayor, ve-*
oino y abogado es Medina- Sidonia. He aqni la et-
posieion que eonfechs^ ^ de oetatyre de 4841
dirigió i S. M. la roina.
•Señora: denFedro Montemayor, veciBOdi
Midina-Sidooia, provincia de Gidia, i los K. P.
de y. M. con el debido respeelo eepone: qoa
despues de dlea años de asiduo Irab^o y da
repetidas esperíencias, ha encontrado reaola-
eion al problema de la navegacioB atmosféri-
ca, por medio de una miqnina moy sendlla t
qtie llama Eolo, porque con ella ia gravedad
venoe al vienlo, propiorcionando on punlo de
apoyo lan sólido que pasade 47,000 lib. la
fuerxa que puede considerarse reanida en eia
pnnto segim los prínoipios de moeiniea y ff-
aica. El Bolo, pues, señora, domina complela»
mente la atmósféra, y se distingne de todos
l08 otros medjos empleados para ceiiBegiirio,
en que tiene ponto de apoyo y bb motor sia
peso baslante poderoso para salvar 1a dtstaa-
cia que separa i Gidis de Madrtd en el eorla
tiempodediei horas, no oensamieodo mm
foena qoe la de dos hombres que ejeenteBÍIa
vox del director tas maniobras propias de ea-
da caso particular.
«Gon él tomari e1 pabeilon de GastiHa po*
sesion de un nuevo elemento al modo que ei
los tiempos de doña Isabcl I tomó posestoa éa
nn noevo mundo, y el que esponc, pol>re taa-
bien y desvnlido como Grístóbal Golon, imple*
ra en esle sfglo la soberana proteceton de
V. M. conflado en que sn súplica no poede ssr
desatendida por ia ilustre descendiente de
aqoella reloa, qne en el siglo XYi costeó la es-
pedícion de ese atrevido navegante, aun empe-
ftando para ello sas albajas. No se pide abova
taoto, seflora, pues conmenos de 45,00d pe>
sos fuertes sc poede constmir un Kolo ctpn
de ser armado con dos cañones de i cuatro gi*
ratorios, sin qoepor esopierda nada desove*
locidad; pero elqoe espone ha consumido el
pequeño capltal de que podia diaponer, en las
costosas esperíeocias becbas para oblenereie
resultado, y hoy, reducido á los prodoetoe da
SD bufele de abogado, bien eseaaos en esfe
Jo^^o de prímera inatancia de entrada:^
A. T. M. rendldamente supliea se digne tontf
bsOo sn real proteceton este invento y nandar
que se le anticlpenalgonosrondoseonloscBa*
les poeda construir on pequeño Bolo capas de
eonteneral menostres hombres, y el YtsMé
estiba indlspeasable para la eslabilidad, en eo»
yocaso, isaodo el pabellonde Gaslllla es M
popa d<ei i6i9mo, tendri el aHo honor, si ?. 1.
lo permite, de besar sn real mano despnes de
baber probadolaverdad de loque deja espae»-
to navegando desde Gidix i Madríd, y ad**
cando en el baleon príndpal de ese reri pala-
cie, i menos que ¥• M. no tenga i bf en maB-
dar otra cosa i este ílel vasalto y hoflailde sar-
Tiéor (|Qe negaá Dioigoarie ia preoioiB riü
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ABGfeMtOMBd
8SÍ
te T. M. iirac^os afioB Mirl Ueii de It monar
i|Ote. ledloi'Moiila I9 de eetobre de 4847
•'«Mora.— >Á. L. R. P. de T. M.— Mre Mo»*
temiyor.»
laa mottes f prioeipios ett que este nuevo
aerettaiite fondaftá la aegorMad qoe manliesta
cn les reenltados ée en pfocetoieato y apart«
t^i loe eeplanaei misnio eA an escrilo qae con
ü propia fécha dirigló á loi peridftcos de la
eapftal, 7 decia asi:
«Para que fto se me tadie de litno ó teme-
rirto por el áitfevimteiito de liamar la atencion
ie traealrt retna liáoia ima mftqnina, cnyo re-
nHade jQBgatAn mueiras impoelMe, detto al
pttblice la espnéaeion de algnnos pormenores,
yen aUigiifia ocasion m^or pudiera liaeerio
enando Tde. me thorran la mitad del trabajo
eon la iBserelen del artlettie antes citado.
áeeptande, peee, oemo verdadero cuantoen
ese arUenlo se ^ee, debo fijar la idea sobre la
Savefacion atmosfftrioa. H efecto útii de esta
«B ei de trasportar un peso desde un punto á
otro con 1a mayor ydocidad j baratura poai-
Meé, de forma qne si el lole fuese mas caro ó
iBdQviese menos me la loeomotiva de un fer-
ro-oarril, seria preierible estesiatema de tras-
portes, élnütilpeiisar en elotro, eomo objeto
de eepecnlacion; 'pero 70 he consegutdo que
nis Kolos cnesten menos 7 onden mas. Yea-
noseémo.
iAI modo que la ventaja de nn ferro-carril
sobre.una earretera, conslste en que ta resis*
leDtía de loe carriles de hierro es muchisimo
neoor que la de la carretera, asi tíimbien la
vent^a de ia navegacion atmosrérica sobre la
navegacion maritima, estriba en queel aire pe-
sa cereo de 70e veces roenos que ei agna, 7 ia
resistencia vencida por la proa de una fjragata
aerá 700 veces raa^or que la de mi Rolo en
ilfaaldad de velocidttd y de volAmen ; pero la
í^gata flota sobre la superflcie de un iiqoido
de ma^or peso qoe el suyo, sumerglendo so-
lo Qua pequefta parte de su casco, y el Eolo no
poede elevarae hasla la superflcie de ia atmós
fera, sfno que nada lodo sumergido junto at
foodo. Esta diferenciB la produce tambien uuy
irande en la resistencia, porque permite pres-
eindir del desnivelamiento que causan ios bu-
qoes en la superflcie del mar 7 del vacio que
forman con sus popas; mis Eolos producen al
eoQUvrio con su movimiento una corriente de
airede proa á popa crue fmpide la formaeion de
eate vacfo llenándoto , 7 eomo segun ha de-
nostrado Mr. Arban, es posible sostener flo-
tante ei peso que se desea trasportar, no in-
sisto aobre esto, maoho mas despues qne he
▼iato las fórmuias del articulo que vds. inser-
tan y qoe 90B exactas á no dudarlo.
«Sin embargo, debo afiadir que mis Eolos
tiMien globos ó capacidades llenas de hidró-
feno pnro, qoe tienen otras capacidades A qne
Vame gasOmetros, complefameBte vacias, y
^499 mnnmfíA yoi'XJUdi,
Iotras en fln á qne tlaitto áéreotribsos , llenaa
de aire comprímido; que los globos, gasóme^
tros 7 aéreotribsos comunican entre sl por tu«
boB qoe terminan en dos bombas impeíentes,
7 qoe el Juego de estas bombas permiten po-
ner el Eoto en un eqniHbrío tal con su atmós-
fefa, que asclende 7 balancea á babor ó es-
tribor para correr de boiina todo io que se ne-
eesila en cada caso parlicular.
«Está, pnes, salisfecba la prímera condi-
cioB, que es la de haccr flotar el peso traspor-
tado, 7 salisfccba de tal modo, que ei mismo
peso so oonvierte con el )uego de las bombas
en un agente poderosisimo para la dlrecciou,
no ddXendoomiÜr que nunca se pierde ó suel-
ta gas como basta aqui se ha becho , io que
properclona una grande baratura, porque et
hidrógeno puro es tal vex la sustancia mas ca-
rnr de todas las que entran en la construccion
de un Eolo, 7 seria costosíslmo el tener que
haoerlo de nuevo para cada viage.
«Puesto quetenemos 7a al Eolo flotante vea-
mos cuál es ia rcsistencia que ba de veocer
con BU proa para caminar horízoiitalmente. Si
Ilamamos p A la superflcle de su mayor seccion
vertical ú opneata al movimiento en pies
coadrados de Borgos y v A !a velocidad , serd^
R c p V ü, siendo R ia resistencla y c un nú-
mero constante cuyo valor se ha de dctcrminar
per esperfencia. Yo h'e encontrado pura planos
delgados de on pic cuadrado de Burgos, ese
número igoai A 0,0015 1. b., 7 como segun los
autores qoe ban tratado esta matería, la resls-
tencia disminuye ó aumenta con la diferente
figura del cuerpo chocado por el vicnto , he
eoconlrado tambíen para el valor del coeficien-
le de lit figora de la proa 0, 4 para los costa-
dos 0^.7 y para los aereotríbsos 3.
«Conocida la resistencia, se necesita nn
motordefuerzasuflcieute paravencería en ca-
da caso. ¿Podrán serlo el hombre ó el vapor?
De ningun modo, porque cualquiera de esos dos
motores pe?a lo menos siete veces mas quc la
fuerza que devuelve, es decir, que aunque su-
pongamos que un Iiombre pueda dar una po-
tencia mecAnica espresada por 20 libras ele-
vadas á tín pfe en un segundo de tienipo , I0
que es muchisimo, como saben los ingenieros
mocánicos, síendo su peso A io nicnos dc i 40 li-
brus, se necesilaria un vdúmen para hacerlas
floiantes , quc en su mayor seccion vcrtical
presentaría una superficie tan grande, queaplí-
cAndole la fórmula de la resistencla, resultaria
esta mucho mayor que las 20 libras dc poten-
eia aun para una velocidad de 3 ó 4 pies por se-
gundo , la cnal es casi cero comparada con la
de mis Eolos que han de ser de un graüo del
meridíduo por bora. Igual raciocinio se uplica
con mayoría de razon A las máqninas de va-
por, y asi vemos que las locomotiTas con su
tender pesan mas de 50,000 libras, micotriüi
que su fuersa en caballos de vapor estA apeaas
repraentada por 7,00 Ubras elevadaa en un
pie en uo segundo, lo que ha permitido A Mr.
. T, III. 53
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835
ASGEMaONlES
8t6
Samoda el reemplaEarlas cod la pi^sion del aire
en los camiDos llamados atmosféricos. De 8(|dí
resolta que es otra condicion esencial y sme
qua non, la de qne el motor empieado en la
uavegacion atmosférica tenga muy poco ú ca-
si ningon peso, á cuya condicion no satisfoce
otro motor algono roas que la graTedad, foersa
gratuita, repartida con grande profosion en la
naturale2)s», la misma qoe auima on salto de
agoa , y la misma qoe permite al ágoila cer-
nerse por los aires, del modo qoe dice el arti-
colo que vds. han insertado.
«A esta áltima proposicion parecerá onapa-
radoja, pero como el espllcar el voelo de las aves
scriaesplicar mi secreto, roegoáqoien esto lea
que suspenda su juicio hasta que yotenga fon-
doB con que demostrar prácticamente miteoria,
pues entonces verá, que ese voelo, al qoe lla-
mo mi secreto, es moy parecidó al fenómeno de
la caida de ooa manzana, la coal, siendo oca*
sion de que Newton encontrase la ley de grave-
dad, oada enseñó, sin embargo, á los moclios
millones dc hombres ¿ coya presencia babian
caido al suelo manzanas maduras. Hace tam-
bien mucbos siglos que las aves surcan los ai-
res delante de los hombres, pero ninguno ha
esplicado aun mecánica y fisicamente su vue
lo, al mcDOS que yo sepa: si, poes, me atrevo
yo á dirigirme hoy, como lo hago, ¿ noestra
augusta reina solicitando'su real proteccion, es
porque nü m¿quina es de aquellas que despues
de vista esclamar¿ cualqoiera: eso yo tambien
lo huhiera hecho, y tendré qoe repiicarle para
volver por mi honor con la anécdota del e(|Qi«
librio del hoevo sobre ona de sos pontas qoe
se atriboye ¿ Cristóbal Colon.
«Por último, la tercera condicion sine qua
non de la navegacion atmosférica es el puoto
dc apoyo, que debe ser superior ¿ la potencia
y ¿ la resistencia. En efecto, toda m¿quina,
por complicada que aparezca, es reducible ¿ su
elemento, que consiste en una sola palanca, la
cual ¿ su vez se reduce ¿ solos tres puntos,
que son: el de aplicacion dc la poteocia, aqoel
qoe veoce ¿ la resisteDCia, y el pooto de apo«
yo: si este oo es mas poderoso qoe los otros
dos, la palaoca no poede obrar; asi, poes, ten-
go eo mis Eolos on ponto de apoyo en los aé-
reotríbsos proporcional ¿ so volúmen, y qoe
siempre es mayor qoe la potencia y la resis-
tencia onldas.
•Esplicar eslo tampoco es posible, porqoe
ese apoyo e8t¿ tan ÍDtimameote ligado al mo-
tor, qoe casi se coofonde con él, como se con-
funde todavfa en la navegacion'maritima el
puuto de apoyo con la estabiiidad sin embargo de
ser cosasno solo distintasslnoquecasí meatre-
vo ¿ asegurar que son opuestas, porque cn mo-
cbos casos creciendo el ono mengoa la olra (4).
«Roego ¿ vd., por fin, señores redactores,
etc— Pedro Monteffiayor.*-Medina<Sidonia 30
dc octubre de 4 847. i
(I) No debo habUr mai claro: qmi poiesi atpen,
En vista de Qtio y otro dorámenfo pareee
que el gobierno de S. M. resolvió fáciUiar
al señor Montemayor los fondos necesarioi pa-
ra llevar ¿ cabo su atrevida empresa, con It
debida intervencion para que se invirtiesen en
el espresado objeto y eon ía posible eoonomia.
El gobiemo no biso en esto si no Uenar el ddier
de proteccion qoe le incumbe, asi como defaió
tambieo procurar remover coalesqQiera c^
t¿colo8 qoe podieraa opooersc ¿ la realiza-
cioD del gigantesco proyecto del scñor Monte-
mayor.
¿Estar¿ acaso reservada ¿ la EapaSa la glo-
ria de qoe ono de sus hijos sea el.afortQBa4o
despejador de esa importantisima y misterioia
incógnita, tias de la coal han corrido infroe-
tuosamente tantos años como tras Qna sombrt
vana multítod de s¿bi08 de los paises mas avaa-
zados en la civilizacion y en laa ciencias fisicas
y ezactas? Grande seria ciertamente la gloria
del pais, y mayor la del afortonado mortal qae
podiera decir al mondo: «He aqoi hallado y ^c-
cutado lo que tanto se boscaba y apetecia:
xiesde boy la regioD de los aires ba entrado «
el domiDio del hombre.i»
La proposicion , poes, no podo ser mas
arrogante, y aonqoe nosotros creemos qae
so rcalizacion est¿ dentro de los limites de la
posibiiidad » nos hubiéramos oontentado eoB
ver al señor Montenmyor presentarse sobre el
horízonte de Madrid, aonqoe no llegar¿ ¿ atra-
car en el balcon príncipal del real palado, lo
cual creemos bastiuría paradarle no escasagio-
ria y mocba prez.
Para qoe se vea basta qoe pQnto raya ia
confianza que el señor Montemayor tiene en
SDS Eolos, Do podemos renunciar ¿ trasmitir ¿
nucstros lectores otro escríto que po^terior-
mente dirigió ¿ los periódicos este ya céle-
bre aunque futuro aerooauta. Ei qoe sigoe es
aoD mas notable, mas corioso, mas original y
entretenido que oioguDO de los aoteriores. IH-
ce asi:
«Animado con el favor que me han dispen-
sado ai dar cabida en su aprcciable períódioo
¿ mi articulo sobre oavegacion atmosférica, lea
dirijo el siguiente para rectificar una eqoifo-
cacion que padecí en aquel, y para hablar de
una de las piezas de mis Eolos, sobre la coal
ba recaido ya un prlvílegio de inven^on que
yo ignoraba, porque estraño ¿ la poÜUca, oo
leo períódico alguno, y asi podr¿ soceder qoe
iguore lo que se me conteste, tanto sobre ml
anterior articulo, como sobre lo qoe pafio¿de-
cir en este, si algon amigo no se tonu la mo-
lestia de advertirmelOy como ahora me socede.
«La rectificacioD recae sobre las tres capa-
cidadesqoe llamo globos» gasómetros y aéreo-
iribsos, pues oo debe eDteoderse qoe en lot
gasómetros se hace Donca on vicio absdloto,
sino solamente de 4/3 de atmósfera, y en caioa
de aporo en qoe sea preciso vencer on hara-
can de 4/2 atoAÓsfera, ni tampoco ha de creer-
se qoe los aéreotribsos son capacidades oena-
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887
ASGENSIONBS
838
dai, eono los redpientos, por ^emplo, de qae
babk Mr. Amaad en sq memorU impresa en
Ykís en el año 1844 , puee mis aereotribBOs
estÍQ en contaeto con la atmósfera, aunqoe
algnoi Tei se enciernm si lo exige )a manio-
bra. Por último, nn Bolo no se parece á nada
de eaanto haata aqni se ha Tiato ó eacrito so-
bre ascentíones aeroetiticas, siendo igual en
el aire á nn boqne de Yela en el mar, qoe sin
geDtepara lasmaniobras carece de impulso y
de direcciOQ. Por esta causa tengo tambien mi
tripolacion completa y oompuesta de Jórenes
telientes que, tranquilos como yo sobre el re-
sohado esperan con impaciencia misórdenes,
y me preguntan cada dia de correo, porque al
paso qoe serán moy buenos aeronautas, son
tambien escelentes calafates para la construc-
eion de un Eolo, cook) que hace ya algun
tleiijpo mo acompafian en todas mis esperien-
cias y trabajos.
f Ihiade las piesas de cada Eolo es un apa-
rato 6 máqnioa eon ei coal fabrico el hidróge-
Do poro feacándolo del agoa. Este aparato se
GODstroyó en Medinahace coatro años por el her-
nuoJosé (leRibasyporelcarpinteroGayetano
Castellcty habiéndose encendido en la habita-
don de una casa propia de las señ(»ras de Bu-
Iroo oontiguá á la herreria, á qoienes pagué
el alquiler correspondiente, y aunque creo
iBposible qp^ie la invencion del señor don Yi-
cenle Galderon se paresca á 1a mia, pues ni
teogo el hooor de conocerlo y hasta ignoraba
qoe el gas sacado del agoa se hubiese aptica-
do al ahimbrado, sin embargo he creido opor
tono descender i tantos detalles y hasta ci-
lar nombres, para qoe no entienda ese eaba-
llero cuando sepa que dentro de cada Eolo se
fibriea d gas necesario, que yo le he osurpa-
do su invencion.
•Dejar de poner yo mi miquina ó aparato
es imposible sin trastomar todo mi plan de
Davegadon, pues constroido uoa ves y puesto
flotante qq Eolo de suflciente magQitod, es
eoBio on beffgantin en el mar, qoe ona vea bo-
fado al agua ya no necesita volrer i tierra
en mochos años, y antes al contrario, hnyede
eiia, porqne todo su peligro esti en la eosta,
en los escoUos; asi tambien coando yo temo
algon peligTO es solo i la entrada y salida en
las ctodadee, porqoe entonces se me querri
exigir k> que un bergantln no puede hacer en
el agoa^ y es que me eneallejone en términos
de BO pcÑder maniobrar, porque al fln seri for-
losodescender (ilo menos al principio) en al-
gonaplasa ó calle, y k>8 marinos saben muy
bien qoe por ancbas qúe ellas sean, siempre
resnltarian rooy estrecÁias en el mar si se vie-
sen encallejonaidos en ellas sin haber podido
antes tirar slqoiera on ancla. Por esta raaon
dye i 8. M. (Q. D. 6.) en el memorial de 39 de
octobre, qoe atracaria al balcon principal de
paiacio» pnes recoerdo qoe ono de los ladosde
la Flaaa de Armas da al campo, y pienso entrar
p«nr él ces la m^or veloddad posibie y atra*
car loego al balcon por medio de ono ó dos
bicheros.
«Llevo, pues, mi miquina de gas para re-
mediar una aTería sin necesidad dedescender;
de forma que aunque tenga bojo demis pies e1
Océano y me encuentre i 500 millas de tier-
ra, si entonces se me rompeuno delos globos,
yo no caigo, porque remedio la averia en el
aire, y mis aeroQaotas soQtambieo por la mis-
ma razoQ calafates eólicos; pero esto coqozco
que neceaita algnna aclaracton.
«Un Eolo se compone de dos aparatos dis-
tintos completamente iQdepeQdientes y sepa-
rados: coq el qqo se ascieode, coq el otro se
descieode; y eo ambos casos siempre hay la
mlsma direceioo. De aqui resulta que cuaudo
UQO de aquellos apacatos trabaja, el otro está
iaerte y plegado, de forma. que es absurdo
Bupoper que ambos se puedeo romper i un
mismo tiempo, porqae no puede haber efecto
siQ cauaa, y suponer que piezas destinadas i
ejecotar un trabajo cualquiera se han roto du-
rante el tiempo en qoe estin scparadas, es sn-
poner un imposible.
«Eso seria lomismoque decir sehabia per-
dido un bergantin en el mar porqueuao de sus
palos se bubiese roto por descuido ú otra cau-
sa; pues cooservandosano su casco, si ie fue-
ra posible colocar el palo en su sitio como co-
loea una pequeña vela qne se ha roto, es evi-
dente que podria seguir navegando i sa desti-
no. Asi, on Eolo, si tiene la desgracia de per-
der uno de sus globos, pone otro con las mis-
ma facilidad que un bcrgantin su vela, soste-
niéndose mientras trabaja la miquina de gas
en ese otro aparato que dije hace poco estaba
inerle, con la ventajá sobre el bergantin de
que pueda continuar sncaminoduranteeltiem-
po en que se esté remediando la averia.
«Pero supondré todavia mas para qnifar
hastael maspequeño asomo de miedo. Imagi-
nemos que hay un dia tan aci^go para mí Eolo
que mientras aticndo i la averia del globo ro-
to, se rompe tambien el otro aparato: ¿caeré
yo eQtOQces coq mi tripulacioo i ser pasto de
los peces ea medio del Occéaoo? Tampoco, y
aqui es donde se siente la absoluta necesidad
que tengo de mi máquina de gas.
«Repito que ignoro absolotamente como lo
fabrica el señor don Yicente Galdcron; de mi
sé decir que despues de hecha la descomposi-
cion, aproYccho la fuerza espansiva de los ga-
ses debida al calórico de que entonces se en-
coentran cargados para roover un émbolo muy
parecido al de las roiquinas de vapor, y que
en ese caso estremo que antes he supuesto,
aplico la fuerzade cuatro ó cinco caballos, que
méproporcionaroi roaquinita al punto nece--
sario para no perder la velocidad inicial que
ya traia, quedindoroe eneste caso poco mas ó
menosy como el Ariel que se ensayó en Ingla-
terra. Es indudable queperderi por gradosve-
loddad y altura, pues creo haber probado en
mi anterior artlcolo qoe ayudado solo de ona
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m
ASGENSRKNBI— ASCENSO
81»
miquiaa de vapor ea impMÍUe volar; pere
ten{;o calculados los Ueinpos y volúmeoes de
fal modo, que aotes qse mi Eolo pueda tocar
i la supcrflcie del agoa ya eatará remediada la
primera avcria, y con el globo bencliido de
gas podré continuar mi viage, reroediando en
seguida con despacio ycomodidad lasegunda,
y sin baber tenido otro qnebraato que un po-
co de alíjo eu el laslre, que se compone en u>-
dos los Eolos de carbon de piedra, algun agoa
y otras sustancías, cuyo nombrecallo por te-
mor de perjudicar tal vez al señor don Vicente
Calderou, si acaso nos bubiésemos encontrado
en los mismos medios de descomponer aquei
liquido.
«De lo dicbo resulta, que me coQvieue en
viages largos alcansar gr^ndes aliuras, y oo-
mo scguntodas las observaciones quebepodi-
dorccoger, e&to no ea posiblepor rausadel es-
ceslvo frio que se sicote luego qno se encuen-
tru uno fucra del alcance del calórico radioso
que la tierra despide, tienc roi maquiuiti'de
gas el tercer empleo de servirme de calefac*
tor 6 estufa, para locual los tubos de la qbime*
nea y los dcroas que de ellasalen, sonlascua-
deruas y varengas de rai navecilla ó buque,
como yo le llamo.
«Si agregamos, en fln, quc yo no hede co-
locar pieza alguna eu su sitio sin baberia so-
roetido antes á una presion dol^le de la que de-
berá sufrir segun mi cálculo, creo se coaveodrá
cooroigo en que ningunode los mediosdetraa*
porte conociQOs ofrece mas garantias dc segu-
ridad queun Eolo; en efecto, si una señoraqoe
paseaenel pradode esta córte, tiene la desgra-
cia de que se salga del eje una de ias rueídas
de su lioda carretela, infalibleroente tpca en
ticrra, porque no bay otra carretela debajo
quc impidasu caida; peroeo mis Eolos exiate
esa seguqda carretela, y si ella tambien falta,
se di^pone de la fuersa dc cinco oaballos de
vapor. y si estos no se aplican oportuuaroea-
te porque la trípulacioo ba perdido el valor,
última cualidad que debe perder un liombre; y,
amiUnada ycoofusase dejavenir ¿ tierra, aun
le queda un para-caida para caUa bombre, y
si tampoco acierlan á desplegaríos, todavia es
muy üificilque peligrensicaenen tierra fir-
me, porque mi buque lleva dos zuncboa de
acero templado que ban de caer forzosamentc
debajo, y ó se baa de bincar en Uerra ó han
de romperse: si lo primero, todo el golpe se
reduce al sacudimiento dc esos mueiles; y si
lo segundo, uo se recibe mas golpe que un
vuelco desde la aliura cn que se bayan roto los
zuncbos basta el suelo, cuya allura no puede
csceder de dos varas.
«Qucda de vds., señores redactores, su
agradecido servidor q. s. m. b.— Pedro Mon-
temayor.^Mediua-Sidooia 43 de novicmbre
dei847.»
EI gobierno aceptando las proposiciooes
4el seúor l^ontefpayor, faoiUt^ fí ^i^ lo4iv|-
duo loB fottdoa Bec«iaHoi i lá ctetoeioo doM
gran proyeeto.
SUuóso el mroBanU eo mii kwal á propó-
sito de Yalverde» éié prineipio á nit tareas eoa
iodeeible ardor; elloieilegó á ettar may ade-
lanUdo, es decir, Ileg6 easi i an complidotér-
miuo; pero sin qw liasU abora se baya sabidt
la causa, loa trabajoa del aeñor MoBtoMyor se
hAñ paraliaado, liailindoae ei aermasta ei
Madrid,*y en ia actaalidad úDieameote oeopa-
do en dar leecionea de aeroataetou ea ai ite-
neo cientiflco y iiterario de la córte, i eoyas
conferenclas aoode mucha geaU, mai pereo*
riosidad que co» inteoto de iBatruirBe es k»
porraenores de U navegacion aérea. Sía en-
bargo. el públieo eapera ann con ioiU U re*
solucioo de este proMema.
ASCENSO. Enel órden civil, JodieUl ymili-
far es ei paso de db individtto de U posicioa
queocupa i otra maa elevada en la esoala ge-
rárquica de lot empleoa de U daae i que per-
teoece. Esl^ asceuso 6 subida esüeode el oir-
culo de aus atribucieaes y aumeota ias veaU-
Jaa de que gozaba; bay, poes, para él iiMiera,
taoto ea nl esUdo morai cemo en ei eaUde
flsico.
Las reglaa que determioan el mede de as-
c^nder en las dftferéntes dases de eoipleos, ce
nn esiado social bien organisado» no d^en
quedar abaDdonadas i los capricbos del Uver
y de U arbltrariedad, oomo no debeBoerlo las
demasinstitoeiones de Usociedad. Por eioeB'
trario deberian fotmar en cicrto mede perts
de U ley fundameotal é carta seoial, puesle
que establecen U serte de iaa reladooes de Us
ciudadanos y ia nacioa eeeoerpo, do soto eoi
respectoi las atribodooes deqoeeetin iofes-
tidoa, sino tambien al empieo de so tiempe y
de sus facoltadcs.
Greemos io&til repetir que no se ooeierea
los emfleos pAblicos, psra qne el qoe \m eb-
tenga adcUnte al asar eo se carrere, sios
solamente para llenar las fundoees sedaieB
que lc impoueo dcberes, y bo le oooeedeB vea*
tajas sino para indemoisarle de estee miüüs
deberes. Hay, pues, eo la cdaciee de bb em-
pleo un contrato sioalagaUüoo qee ■atqup se
estó espresado testoaloieBte, no por eso deje
de ser menos real y obligatorio^ segun iu U*
yes de la equidad. Por un lado U BeoieB ee*
tablece Us atríbudones» fija los éekeres qse
han de lleeareo y deiermiBa las venlijas fie
slrven de iodemniaacioo i lu obügadooes, y
por el otro, el ciudadeao se somete i los de-
beres impuestos, promele UeBsrlosy aoepUU
inderonizacioB. I^as dos'partes eatio itfadaa
por condicioeea qee en tasto qie se eeiDplaa
por la «na soo obügalorías para la otra. Pare
que UB contrato sea veoUJoso y deraders, íoh
porta conibioar de tai snerte ei imterés de aaK
bas partes, qoe Bioguna de eiUs SBÍra omos-
cabo. Asi, pues,*la uadon debe por on lade
esUr scgura de qoe el ciodedaBeiqaieBOOi-
fleie nii empieo tieae lede U aptitod neofiiii»
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8M
ASCBNSO
842
im^ereer sas atrilraelones y com^lir eon scis
Meres, y por la otra el ciudadano qne en
rafODde eeta aplttod deseropefia un destlno,
del)e estar segnro de qne llenando las obll^a*
dOBes qoe 1e han sido Impuestas, nada podrá
prirarle de las Yentd]a« que son inberentes ¿
ellas.
La relacion constante qne debe eiMr en«
tre )i8 ofoligaciooee qne aoompadan t^n em-
pieo, y las yentsjas que deben resoltar de sn
ejerddo, nos llera ¿ examinar en primer In-
gar de qoe naturalesa pneden ser las uúas y
lasotras.
Las obligaciones ó deberea an^os á nn
empleo son, aimples ó complexos. En el pri-
iDer easo el cindadano qoe esté investido de él
no Hene otra obligacion qne la de llenar cier-
tos deberes y trasados por los leyes constituti-
m do )a nacÍOD, qne reqoieren de su parte
ademasdelas cnalidadeslnorales cierta per-
técdOB de las facnltades de )a inteligencia,
peroqneno roquieren ningnn estudio especial
y no le impiden seguir la profesion á que se
ha dedlcado, st ba abrasado alguna. En el se-
goDdo caso los deberes impaestos son de tal
íadole, qne sn ejecucion no pueda realizarse sl
el eiodadano á quien se le Impone no ha ad-
qairido la apititud suflciente por medio de co^
Doeimientos especlales, cuyo estudio es mas ó
meDoe largo. En este caso, el empleo que ejer-
oe puede constituir nn estado distlnto que re-
oiiaia la aplicaeion áa todas sus facaUades, y
qoe la separa hasta de la poaibilidad de seguir
otro. fii se le priYase del primero.
Fieil es Ter que eo el primero de los dos
casos qoe acabamos de indiear, el ascenso en
)a esenla gerárquica de cada olase de emp)eo,
Doesnasque el resnltado de la confiansa
eeneedidaal ciodadaoo que le ejeree, y la na-
cifiD qoe se k) ha conferldo, no tiene otrts
oblig^ones paracon él qne la deconsertarle
sa enpleo por todo el tiempo qne la ley ba
qnerlda, sierapre qne cumpla Oelmente los de-
beres ane)os á sn desempeño; pero no suoode
lo Bismo en el segondo caiie, príncipalmente
si se Irata de empleos etiyo ejeroicio reqniere
cenoeimientos especlales qne no pncden ad-
qvirirse slno por estudios seguidos, y qne re*
claaiaDdo la aplicacion de todaslas facultades
iilelecldales y de todo el tiempo del que se
eatrega á dlos, llegan ¿ oonstitnir on verda-
dero estado para él. En este caeo las garan-
tias que la nacion dcbe al que llena sns miras
sirriéndola, aomentan en estension y dura-
doi; porque no es solaroente nn ciudadano
tpto para el deseropeño de ciertos deberesqoe
no )e apartan de 5a carrera ordínaria al qoe
laBacionilama ¿ a» serTicio, sino nn cioda-
daoo que profesa lui eslado especial, cuyo
ejerciclo entra eri el número de iae fancioiies
del 6rden sociat y cuyo conocimienlo es lu
condicion sine qua non de) empleo.
Resotta, pues, qne cualqoiera que abraoe
OBo de esioi estadof especiales^ habré intre-
cido bien de la sociedaden el sefitido de haber
Ilenado nna do las primoras obligaciones del
ciudadano, la de scrútil ilapatria de una ma-
nera caalqniera; pero se le debe raas que un
agradecimiento estéril, y esto es lo qae vamos
¿ probar en pocas palabras. El goce de los
productos del ejercicio de las facultades fisi-
cas ó intelectuales del clndadano es su propie-
dad. El derccho de propiedad no es en si mis-
mo otra cosa qae el derecho ¿ este goce, que
la sociedad debe garantir de nna manera eom-
plctaen la estcnsion de los Hmites pnestos por
el derecho de otro, y que la ley fundameotal
debe sanclonar; es decir, qne ningun cluda-
dano pueile ser despojado del ^lodo, ni de nna
parte de su propiedad, sino en Tirtnd de las
prescrípciones de )a ley fandamental del Es-
tado. InOérese de aqui, que para los empleos,
cnyas funciones reqnieren la posesion y el
ejercicio de un estado especial, la nacion debe
¿ )os individnos que est¿n investidos de él, la
garantia de la continuacion de estas fonciones
de )a misma manera que ¿ todas ias deroas
propiedades. Eslableciendo )as condiciones,
sin las cuales no pueden ejeroerse )os emp)eo8
de esta especie, ha admitido tambien la nece*
sldad para )os aspirantes de adquirir )a pro-
piedad de un estadodeterminado, y se ha Ira-
pnestoel deber de garantir su posesion.
Esta garantia coraprende no solamente la
conservacion del empieo obtenido, slnO fá«-
bien nn derecho ¿ un aseenso suoesivo hastAel
escabn gerArqulco mas elevado en a c)ase
dt) emp)eo. Enefecto, )a progreslon ascenden-
te de )os empleos de noa roisma clase, no es
otra cosa qne )a progres)on aseendente del
desarrollo de los conocimientos adqohridos
por Diedio de los estadios especiales qoe han
debido preceder ¿ )a admlsion a) gradoqne
ba servido de ponto de paríida. Asi pnes, la
proffiocflon ¿ cada gradoascesdente, no es mas
qoe e) prodncto de este desarTo))^ sucesivo, y
bajo este titulo, es nna propiedad de él, qne
lia alcanaado el grado de perfeccionamiento
exigido. Aqoi ei interés Dacionalest¿ de acuer-
do oon ia Justicia. Se conccde comunmente el
aseenso ó ia promocion gradaal ascendente
por dos titulos distiotos. El unoque se Dama
áeantigüédad, y el otro quc se llama de má^
rito 6 esíroofáínarío, y que harto frecaenle-
mente pudiera llamarse de favor. La division
cs racional en si misma; solo sus aplicaciones
son casi siempre errdneas, por qne se separan
de Io3 príncipios qne deben servlríes de base.
La antlgüedad de ejercieio de un empleo,
cuando se ha desempeñado bien, y ha resul-
tado de él ¿ lo menos una mejora bajo el as-
pecto del desarrollo de los conocimienlos prác-
lioos, es ciertameote un lítuio. Largos servi-
ciosbechos ¿ lapatria, son inconteslabiemen-
te para c) ciodadano qne )o8 ha prestado, un
derecho adquirido ¿ las recompensas, y la na-
cion no puede neg¿r8cIo. ¿Pero esla recom-
peait delK ser üemprt un asoeBso ({ue exi(e
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843
ASGENSO
8it
snperioridad de íaoultades inteleetuales? El
interés nacional qoe es el buen ejercicio de las
funciones confladas, podría algunas veces ser
laslimado. Por otro lado, el aumento mas r¿*
pido de los conocimientos teóricos j prácticos
da tambien a1 snjeto que los reune, el dcrecho
de reclamar su producto, que es el ascenso; y
aun el interés nacional viene en apoyo de es-
te derecho; pero ¿este derecho debe escluir el
de la antigüedad? Lo que acabamos de decir
mas arriba no lo permite.
Es, pues, preciso admitir las dos especies
de ascenso, pero con una modificacion que no
peijudique n¡ al derecho de ios individuos ni
al buen cjercicio de las funciones que tienen
que Ilenar. No' estableccremos ia proporcion
que debe existir entre ia promocion de anti'
güedady la de mérito^ puesto que depende de
la relacion enlre los conocimienta') teóricos y
los conocimientos prácticos qoe bay en cada
clase de empleo; pero sentarcmos el principio
de que el ascenso por autigüedad, cualquiera
que sea la porcion que se le atríbuya, no debe
darne entre los mas antiguos, síno ¿ los que
son capaces de ejercer las funciones del gra-
do superior. £n coanto ¿ los que de este mo-
do quedasen escluidos, el único género de re-
compensa que podría concedérseles despoes
de nn tiempo dado, no podría consisür en una
mejora de su situacion fisica, porque la eco-
nomia no feolo pecuniaria, sino politica, no
permite qiie un empleo sea ocupado por quien
no sea capas de desempeñarlo. En cuanto al
ascenso por rason de mérito, su tíiulo mismo
indica que no debe darse sino á los mas acree-
dores por sos servicios y conocimientos. Por
tanto no debiera veriflcarse nínguno de estos
dos ascensossino despues de un e;ic¿men, cu-
yo programa deberia ser naturálmente algo
mas estenso para el mérito que para la anti-
güedad. Eneste último caso» la promocion
pertenece al que es digno de ella; y en el pri-
roero corresponde al mas digno.
Nos íalta examinar cual debe ser )a mane-
ra dc veríflcar el ex¿men. Para qne su resul-
tado sea coiiforme con la verdad y la Justicia
es evidente que conviene apartar de él toda
preocupacion de dominacion, de arbitrariedad
ó de favor. flay indudablemente gefes que es-
t¿n exentos de estos dofectos, pero no ppdr¿
menos de convenirse en quc para evitar todo
error vale mas conflar ¿ otros el juicio dei
cx¿men. El medio masseguroen nuestro con*
cepto seria recurrír al roedio mas antiguo, que
es al mismo tiempo el roas natural y equita-
t\yo: el jurado.
Cada candidato seria entonces examinado
por las personas establecidas al efecto y con
arreglo ¿ los programas fijados para cada gra-
do en presencia de un Jurado que fallaría so-
bre la admision del que debe ser promovido
por antigttedad ó preferido ¿ los demas. Este
Jurado debería componerse de gefes qoe to-
vkeraii el grado ¿ que el ciindidato aspiraba.
Greemos qoe este método seria, no solo el bms
ventajoso para el estado y los indiTidnos, siao
tambicn es cl mas conforme odn la impareiali-
dad y la Jostida.
ÁSCENSO. (ArU miUtar.) Desfgnise oon
esta palabra el adelantamiento que redbe ea
la carrera miiitar el que es promovido ¿ snpe-
ríor emnjeo.
Las -«ferentes gradoaciones en España de
la gerarquia militar son para la clase de oi-
ciales las siguientes: subteniente, teniente,
capitan, comandante {én infinteria se sobdi-
vide estagraduacion endos: primero 7 segnn-
do comandante), tenientc coronel, corooel,
brígadier, mariscal de campo, teuiente geee-
ral y capitan general. La clase de tenientes y
subtenientes se incluyen bijo la denominacion
generai de fuballeriioi, la de comandanles
(primeros y segundos en infánteria), teniente
coronel y coronelbajo la áegefes y ¿ lade maris-
cales de campo, teniente 7 capitan general se
llama en general clase de generales, Se llama
por escelencia claees generales ¿ las de sar-
gentos, subaltemos, capitanes, gefcs, 7 des-
de coronel inclusive hasta capitan general.
Las diferentes gradnaciones de tropa sod:
cabo segundo, cabo primero, sargento segan-
do 7 sargento primero, ¿ cu^as gradnacioaes
se aplica en general la designacion de daseí
detropa.
Ademas de estos empleos efectivos exisle
para cada empleo el grado del inmediato m"
perior, cnyos grados sirven ¿ los qoe los dis-
frutan para llevar ia insignia distintiva de di-
cho snpcrior empleo, gosar fuera de focdoa
las consideraciones 7 venlaj&s de esta, 7 al re-
cibir depnes didio grado como efectivo, tener
devengada toda la antigOedad en didioem-
pleo, pero mientras dura cl grado, el aoeldoy
servicio de cada graduado, se sujetan solo ¿ la
gradoacion efectiva. Todos los asceoaos soa
graduales y sucesivos, aunqoe alguna ves se
haya olvidado esta circnnstancia. El osooho
en las elases de tropa ¿ cabo segondo ae haoe
esclusivamentepof-elecdon; pero ateDdieodo
en lo posible ¿ la antigaedad. El capilaa de
cada compañia propone ¿ su coronel aquettos
que Juzga mas aptos de entre los qne lo soU-
citan en la soya respectiva, 7 dicho coro&el
flrma el nombramiento de los promovidos, si
es que aprueba la propoesta. Para que seaa
ascendidos ¿ cabos segnndos necesitan los
soldados sufrir precisamente un eximen de sa
aptitud, que hace ei teniente coronel ó qntea
ejerza sus funciones, 7 aquel consi&te en cer*
ciorarse dc que nada igooran de todas las
obligacionesdel soldado y cabo 7 deooe saben
leer 7 escribir regularmente. {Tratado ?.* d-
tulo 2.** de la Ordenanza, Real órden de %di
diciembre de 4 804.)
Paraascender¿cabosprimero8, sargeatos
segundos y sargentos primeros, se atiende ¿
la antigttedad sin defectos 7 en parte ¿la elec-
cion, cuando conviene dlstinguir ¿ uo indfvÍT
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ASGBNSO
846
doo de sobreflalientes enalidides [artieülo 2.«
de ku MigacUmes del cabo.) LoscspitaDesha-
een lambieo para sn respectiva compafiia la
propnesta de los cabos primeros y sargeu-
tos segnndos qne Juzgan mas aptos entre
todos loB de sn reglmiento; ó brlgada (si son
de artilleria) debiendo dar la posible prefe-
renda i la antigüedad. Los propuestos deben
snfrlr tambien ante e1 teniente coronel del re-
gimlento el exámcn de sn apütnd, que consis*
te ea conocer todas las obligaciones de las
elases inferiores» la snya actnal y )a qne pre-
tenden, debiendo ademas los sargentos pri-
meroe, coyo ascenso es mas diñcil, conocer la
coBtabilidad de compañia, procedimientos mi-
Ittarcsy tictica de compañia. las obllgaciones
de cada nna de estas clases están blen marca-
das en la aetual ord^nza.
En cada compañia de infanteria existe un
sargento primero, tresid. segondos, cinco ca-
bos primeros, y clnoo id. segondos. 8n las
denas armasdel ejército, tienen las cloBes sn
dotaeion relativa. Los aargentos tienen nom-
bramiento del director general del arma, ¿ cu-
ya snperior aprobacion remiten los coroneles
y gefes de los cuerpos las propuestas de di-
^as cUues snperiores entre la tropa. Los sar-
gentos primeros entran-enescalafon, ypor an-
tlgftedad son ascendidos ¿ sn tiempo ¿la clase
de oflciales, siendo preferidos ¿ los cadetes
para el ascensoen igoaldad de circnnstancias.
Los yrados se dan tambien ¿ las clases de Iro-
pa, de manera que existen cabos segundos
gradoados de cabos primeros, etc. Estas cla-
ses son Indispensables en las compañias.
Los ejércitos de todas épocas tnvleron es-
tas clases; (váaee ARTBHiUTARlyusaronsiem-
pre para el ascenso en ellas de un método
eqnivalente al anterlor.
En el afio de 4847 ae mandó organizar en
cada cuerpo una escuela llamada regimenial
para qne los candidatos al ascenso foesen, an-
tes de ascender, bien y uniformemente instrui-
dos; pero estas solo llegaron ¿ plantearse en
algnnos cuerpos, en donde dieron muybuenos
resnltados. Yéase en el periódico La Revista
militarúe 40 deabril de4850, tomo6.«númo-
ro If pigina 392, el proyecto para una eseue-
la general central de clases para la infanteria
permanente, cuya realíkacion creemos de ab-
solnta necesidad para el eiército.
ilseefisofn la ela$e ae oficiales. En los
cnerpos facnltativos miUtarea , qoe son los de
arüUeria, ingenicros, cstado mayor y marina,
d ascenso, segnn sus especiales reglamentos,
es por rigorosa antigOedad, y aunque con op*
don ¿ ascensos en infonteria y c¿alleria sin
el sueldo de estos.
En estados mayores de plaza las dos terce-
ras partes de las vacantes se dan ¿ los getes y
oílciales del e]ército qoe las solieitan, y de la
oln tereera parte una mitad al ascenso por
anttgüedad y la otra mitad ¿ la eleccion.
La infánteria y cabaUeria se rigen por la<
real Instniccion de 26 de abril de 4836, por la
coal se previene que los ascensos por regla
general y constante, sean por aatígOedad,
siempre que esta se balle acompañada de la
aptitod necesaria para Üesempeñar el nuevo
empleo; pero que el paso de una clase gene-
ral ¿ otra, como de la de sargento ¿ oflclal, de
la de capitan ¿ gefe, y de la de tenlente coro-
nel ¿ coronel inclusive arriba, sea por eleccion.
En la guardia civil las dos terceras partea
de los ascensos son por antígttedad , y la otra
tercera parte por eleccion en las clases de so-
baltemos, dando de las vacantes de gefes la
mitad ¿ la eleccion y la mitad ¿ la antígüedad.
En el cuerpo de carabineros la tercera par-
te de las vacantes de todos los grados deben
darse al ascenso por la antigüedad, otra terce-
ra parte al ascenso por eleccion, y la tercera
parte restantc ¿ la colocacion de los oflciales
dc las demas armas del ejérdto que lo so-
lidten.
£n el cuerpo administratlvo del ejérclfo el
ascenso es por rlgnrosa antigQedad dentro de
cada una de las cuatro clases generalesen que
se balla dividido; pero el paso de una clasege-
neral ¿ otra es por eleccion, dd)iendo recaer
en individuo que se balle en la mitad mas antí-
gua de la clase inmediata inferior.
En el coerpo de sanidad militar se proveen
dos vacantes de cada tres que ocnrren, por an-
tigttedad; la restante por eleccion.
No est¿n sujetos ¿ las disposidones ante-
riores los mÍUtares promovidos sobre el campo
de batalla, los propuestos para el empleo in-
mediato por los generales de losejércitos, ylos
que por recompensa de acciones de guerra se
mandan ascenderde real órden. Al primerca-
so se llama ascenso sobre el campode hatalla,
al segundo por ftrofrtiesta particular, y al ter*
ceró por accionde guerra, -
Todas las vacantes ocurrídas por muerte en
acclon de guerra ó por prlsioncros, se proveen
por todas las dases inferíores ¿ aqudla suce-
siva y relaUvamente dentro del mismo regl-
miento en que aquella vacante ocurrió. A este
ascenso se llama vacante de sangre,
Los oflciales generales, hasia brígadierin-
clusivo, pueden hallarse en activo servicio ó
de cuartel: los oflciales, desde coronel incln-*
sive abajo, poeden hallarse en activo servicio,
en comlsion acUva t de reemplazo. (Real órden
de 8 desetiembre de 4843). La prímera sitoa-
cion corresponde á los que se hallan en las fl-
lasómandando cuerpos, segun sn dase; la
segunda ¿ los oflcialcs qne, no baciendo sa
servicio en las fllas, le prcstan en comisiones
especiales, como los empleados en ministe*
ríos, inspecciones, colegioá mllitares, proyec-
tos, eto. , y la tercera situacion corresponde ¿
los qne se hallen como en depóslto, esperan-
do vacante en d cjército ó ¿ que los destinen.
Esta úlUma y deplorable clase dc reemplazo
cobra solo la mitad del snddo. No se puededar
grado sobre grado,eB dechr, un snbteiiienle
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M
Ao poede ftener tffWo de eipitan hasU aerte-
niente efectivo, etc,; aanqae lu paaadaa y re-
cientes gnerras alteran bastante en la actuali*
dad esta utilisima medida.
fiomo DO sea por antigttedad, gran (áyor é
heeho mny especial, en la actualidad se sigue
el método de dar al promof ido, en la primera
propuesta el grado iomediato, en la segunda
la croz de San Fernando , si no la tiene (via$e
OaDBNRS T CONDBGOUACIONBS MILITiAES), y CU
la tercera propoesta ia efectividadde didio em-
pleo inmediato, de manera que los no favore-
ctdos ó afortunados tienen tres obstácolos ia-
termedios para conseguir el ompleo inmediato.
Ademas, únicamente en el arma de inlan-
teria se ha creado desdeel año 4843 la clasc
anómala de segundos comandantes , interme*
dia entre la de capitanes y primeros eosan-
dantes para evitar ia rapidez escesiva en les
ascensos.
Pero á pesar del anterior sistema general
deascensos, estos sehan a^ludicado, principal-
mente en estos últimos años, con tanta prodi-
galidad, que los disUntos gobiernos se ban
visto precisados varlas veoes á nombrar, si
bien hasta hoy sin fruto, comisLones de gene-
rales para que se redactase una nneva ley mas
sábia que la anteríor y mas respetada. £n el
presente año de 4854 se halla nombrada con
este objeto una junta de generales, de ia cual
esperamos. imparcialmente, algo; pues todoi
los generales y brigadier que la componen
merecen mucho en nuestro humilde concepto.
por lo tanto nos permitircmos tan solo las si-
guientes indicaciones.
KI ascenso es la esperanaa y gran estimulo
del militar; pues no puede serlo bueno ol que
se ve postergado á otros de menos mérito pa-
tentemente. El sístema de eleccion absoluto
supone desde Inego el favorítismo; pero abre
campo á los militares sobresalieotes. Ei si5te-
ma de antigüedad absoluta cierra campo á los
sobresalientes; pero da porvenir ai desvalido
de favor. Combineose estos dos sístemas stn
que se peijudiquen, y exigiendo en la elecciou
mérítos bien patentcs y públicamente probados,
en la antígüedad los conceptos de cada uno,
cuidando de no encomendarlos á la arbitraríe-
dad de un solo gefe. Calcúlense seguu ia do-
tacion actual de cada arma el númerodeascen-
sos probablesanualmente en cadaclase, y de
aquel dése la primera tercera parte á la anti-
gttedad, la otra tercera parte at mérito deguer-
ra, y la úUima tercera parte al mérito paríicn-
larcientiflco, entendiéndoseporeste el quecon-
traen losoflcialesprofesores cn loscolegiosmili-
tares, los quo han levantado cartas geogróficc-
militares, losque han propuesto suficientes iu-
ventósómejoras útilesen lamil¡cia,etc. etc. Ga-
da seismeseshigase infaliblementelapropuesta
de las tres clases estríctamente con arreglo i
las vacantes que hubiere que proveer (pues la
clase de reemplaae debe desde luego desapare-
cer para siempre.)Todaalas propoestaA deiiérí*
to de goerra ópartteoiares, qne'se hiibieféafe*
cibido dorante el semestre deberin faaber úio
encarpetadas religiosamente por so órdeo ni*
méríoo, y al elevar Us propuestas el direetar
de cada arma al fln dcL semestre al minislerío»
acompañará los espedieotes y fandamefitosáé
cada niia con su pareoer» no ineloyendo abflt*
lutamonle mas qne elnúmero relalivo al de lai
vacantes. Loa que ei mioisterto no lovlere á
bien aprobar se sustitalránenaqaeUa propoas-
ta semestral con los siguientes, por órden na-
tural en las propoestu primerae, y que ha-
bieren quedado eomo eseedcntes por aqoet ae*
mestre en la direcclon respeetiva. Los qai
queden en on semeslre escedcntes lomaráa la
prímera antigüedad en su clase para la pca*
puesta del siguiente semeBtre. Soprimaaie \m
segundos comandantes áit tnfanteria; pues mo
de estoa que hoy manda á na oapitan de cabi-
llerla en una aocíou qae gana, eete es premf*
vido á prímer gefe y manda mañtM al misna
que hoy le maodó en didia gaoada aecisa.
Considérese la dase de subtenientes y teniei"
les como un aprendiaaje para la de capítaa,
primer descaaso de la oarrera, y calc&leoie al
teniente i lo somo seis afios de empleo y caa-
tro al subtenieute; pues el maximam de días
ados ea mas que suftciente para on fobalter-
00 desgraciado y no es Justo se aepolie eter-
namente en his compañias á algunoa qoe seo
regulares esperanzas para la millcia, y sa
abandonan por el olvido en qoe se ven y nio-
gun estimuio que tienen. Suprímanse loe ^ro-
doB sustituyéndolos oon condecoradones, y
adjudicando el empleo en casos rauy espeoíi-
les. Si óe una de las tres clasesde las propoes-
tas no hubiera bastantet á llenar el copo sa-
mestral de dicha clase, se dará este defidt ei
favor de la clase de antigüedad.
Para los ascensos de generales téngaae e&
cuenta lo sigulente. Unbrígadier» por cjempli,
manda uua brígada que se compone lo meoos
de dos batailooes y estos lo menos de dooe
companías , y tambien lo menos de ciDCoeB-
ta y seis oficiales , por consigoiente , si ea
los ascensos se debe conservar la relacion de
la organisacion aetaal, procúrese qoe exisla la
equivalencia de que por cada aseenso á la da-
se de generales teogan Ingar ciucaeota y idi
ascensos desde gefes ioclusive ab^)o
subteniente, observando igoal regolaridad i
méríca y relativa de organizacion para (
las demas clases. De ningon modo poeda oi-
cial alguno ser separado del servido sia toba-
bilitacion bien probada, sohcitod suya ó nsth-
lucioo deun consejodeguerra impardal. fiatis
cortas indicadones nos bemos permitido bsMr
á tan respetablcjunta de geoerales distíagoi-
dos, síquiera porque ellas sean hyas de noes-
tro ardieote interés por el bioneslar detodOB
los actuales militares.
Loa ascensos militares se dieron en tod»
las prímeraa épocas ante lodo el valor ioM*
dod y despoei ¿ la inteiigeQebi, popohridid
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Mft
ASGBNSO--A0CBTI8IIO
«59
7 BMMMfe NfQB k fndole polftiea de etda
Meioft. !■ E8ptóa kM reyes nombrtbeD eipi-
tmt á los mejores aMérecet éet ejdreito ó á
•qaelloe mat rieot, ilostret, iretertuot, rtTori-
tos ó InttllffeDtet qut let oTirecltD mu probt»
Mlidadai ptrt tllttar Itt eotiptiitt ttgoD el
tkim% que et olrtt dpoett regit pert lot
a)litamientot.(f^4anteALPBftBB, kunAMsmrro,
AiTt ■n.rTAi» 9i§w%da 0rm, Urtma éoocüMM
seioret fendtlet, lot tbtdoDgot j ttt behe-
iríat eleglto tus etpittnet entre lot mtt i pro-
póiilo en aot metntdtt. Pero ya durtnto
noestru goerras ea FUQdet, Peltoe lY en f8
dt]niiio de 4tat, espldlóima retlórdeD man-
iando á lot ctpitanea qne dejatea de elegir
por ft á lot oioialet de sot eomptfiitt; puet
aittt btbíto de propoDar tvt elegldot t It
real aprobacioo. kú se practioó deade eotoo-
em eon mtsómeDOB vtrledtd, htbiéndoto eo-
oiTMdo detpoet Itt ordemuiitt de preseribir
aet leytt á los ttceDsot, lat ootlet etpertmot
vtr dtotro de poco teerltdtmeDte redtottdts
r rettglottmeBte retpettdtt.
áSGKnSMO. \B§Uqvm.) Etlt Toi se deriTt
dilt ptlnbr» griegt «Kxctac, qoe qolere deeir
«^tfcilMft, ífe6e^ador, qpe proeede de
9wie$, traoajar, fjercer. Utmábtse tsi i los
qot tbrtitbtB OD géoero de Tidt mat auste
la, y que por consiguieate se ejercHtbaa mas
m la Tbrtud , é proeortbta tdqoirirla y trab»-
JabtD «00 nts efictcit ptra ooDsegoirto que
ei comuQ de los bombres. Sd este seotido
podit llamtrse ttcetts eotre los judios á los
eaaniet, y eatre iot fllésolot á lot pUtg6ri<
eoi. Lot crittitoos dtbtn el misme 4itulo eo
los pctoeroe tíempos á los que se distiDgoito
de lot deoits por It tusteridtd de sus cos»
tombres, y se tl^teDitn de ciertas cosas, CO'
Bo dtl ttoo y It ctroe. Detde que la Yida
■tBástiet se eoosideró ea OricDte como It mas
boBrost y perfectt, te coDtenró el oombre de
ú9e$taB oBtre lot mooges, y sedabt particoltr-
mente ¿ lot qoe se relirtbtD á lot desiertos y
se dedicaban esclusittmente á it roedittcion,
á ia lectnrt, é los tyonot y demts mortiflct-
deoet. Ttmblen se di6 este tltulo á uoas re-
Hgiosat; y de tqui se ht iltmtdo ascetma á
todoi lot BBonasterios, y eo ptrticultr á cier-
tat etstt e» que htbit rellgioiot y tcólitos,
eoyo dettiDO ert enterrar ¿ los muertot. lotre
lot gri^^ le oonoce geuertlmeflle cooel
Bombre de tacetas ¿ todot los mooges, ttoto ¿
los aoacoretas y solitarioscomo¿losceDobita8.
Mr. de Taloit eo sos ootas sobre Eosebio,
y el padre Pagi» obserTao que ea ios prioieros
lieBipot, el Bombre de ascetas y el de moo
ges no ertu ainóuimos. Slempre hubo ascetas
ea la iglesit, y la Tidt DKwklict no se con
tiderd hooorittet hattt el siglo IV. Biogbtm
htce Botar modits difM'eBClti eotre 'ioi ts-
cetBB y lofl antigoot mooges, ont de elitt et
qa» lofl atcetts TÍTiaQ cb latciodtdet, y entre
ailoB btbia persoott de todt coudiciOB, toB
cttrl^OB, y no segBitB otiBi regltt ptitltal»-
490 IBIIUOTISGA KOHJLAiU
ret qoe Itt leyet de la igMa, mientrte aue
loft moDget TÍTÍtB en la soledad: eraD todos
legot, al OMUOB eo lot prinoipios, y esfabaa
soletos ¿ reglat etltbteeldaa por sos funda-
dores. Do aqul tIoo ei liamarse vida a^eéUca
It qoe obterrtbtD tot oristitooe ferTorosos.
Bl tbtte FIOBf y ea to obrt Coftumbree é$
los cristiamu et bdo de lot qoe m^r hñ
detertlo It Tida atcéttct y dado ¿ ooaocer ¿
lot qoe It prtetictbto: «Htbit, dice, cristitDOS
que praoticabaa Toluotaritmtate todos lot
ejefoiciotde pealteueit, tta etttr obligados ¿
eilo, Bi esduidos de iet stcrtmeotos, siao
para imlttr ¿ lot preíeltt y ¿ Sto Juto BButls-
tt y seguir los ooasejot de Sta Pablo, ejerci-
t¿odate ea It pledtd y otttigtDdo lu cuerpo
para redocirle ¿ serTldumbre. Lltm^btose ot-
e$te$, es deciry ^ercittDtet; ettos se eDcerrs-
baa comuDmeate ea las casas , donde TiTian
muy reliradot, tgregAodo ¿ It frogalldad or-
dÍDtrit de lot criititaot, tbitloeacit y ftyu-
Dot eitrtovdlotrios: toi prioclptles ejerciciofl
ooDiistiui ea It aomphagia 6 tlimeattcioa
lect, OB lot ayuoot do dos ó tres ditt tegui-
dos y too de lemtnu eotertt, en tleTtr sietiK
pre 00 cilido» dormir ea el soelo , Tokur mu*
cbo, leer coo tsiduidtd la Sagnida lieritort,
y ortr tto de cootiouo coaio ert posible. Orf<^
genes prtdicó por tlgon tiempo esto géaero
de Tida, y mocbos de tqoellos ttcetas fooffOB
deepueij obispos y doctores liniosos. Todot les
tscetas TiTito eo cootiaeooia, y los eríttíaBOt
OB generaU tpreeitban muebo ettt virtod re-
comendtda por Jetucriito y por lot apóstoles»
A tanto llegó el aprecio qoe htciao do etta
Tiriud, que se reflere el ctto de uo JÓTea do
Alejaadria eu tiempo ddl emperudor Aatooiao,
cuyo Jóren presentó un memoriai al gober-
oador selicitaodo el permiso para qfoo uo d*
ra^BO fe hidese eoouco; otrot muehos hioie-
roD ceDSigonalsmos esta.mutilacioD, y (aaeo-
muD Uegó ¿ hacerse, qae se tíó procisada la
if leslt ¿ espedir uoa iey para reprimir ai|Neá
ceio iodiscreto.t Pero aquello era un deplora-
bie abuso del ascetismo.
Segoo Mosheim, es iDdadai>le qoe el aace-
tismo dió origeo al establedmieato de la Tida
moa¿stica, por lo que se llamaron asceteriat
lodoo lot monastertofl dd Orieote, y eu parti-
cular k» de mogeres. Esto no to niegt Fleory;
pero fuad¿ndote eqoiTOCtdameote Mosheim ea
el tbuso, critict la iostiCucioa dideadQc «Til
ht sido el orígeo de aqoella muititud de Tolot
y de ceremonitt tuiterti y sopersüdostt qiio
htn mtrchittdo it tendllet y belieat de It ro-
iigion crlititat, coaM> ttmbien del celibalo de
lot sacerdotes, de aqoeilas mortiflcadonea,
penitencias infraetuosas, y de aquellos epjam-
bres de f railot qoo priTto ¿ It sociedad de tos
taleiitos y de au traba|o para adqoirir Bnapet^
feeóion imaglnmria. Tambieo el asflñlianM Un
dado origeB ¿ la diaüudon entre la Tida laé»
rm y la Tida nústkm y otra poreioa doeoatt
amncjtotet.*
T. ui. 64
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854
ASCEnSMO— ASaTIS
852.
Llámase teotogia {Ucéiica la doctrina qae
enseña los medios de ejercitarse en la Yirtud,
de fortiúcarse en el bien y de resistir á tbdas
las teotaciones y á los estimulos de 1a carne.
Tambíen se aplica el adjetivo ascético á mu«
chos libros de ejercicios espirituales como los
A&célicos ó tratados espirituales de San Basi-
lib el Grande y otros santos padres.
XSGIDIA. {Historia natural.) Esta palabra
vicue de a^piiSiov , pequeño odre, ó bien de
acTtiov, odrCy eiSoc, forma: enforma de odre.
Género ó mas bien familia de molnscos acéfa-
los, sip concha, i los cuales se da el nombre
de tunicarios, porque su manto constítuye un
saco, que representa en cierto modo la concha
de las bivalvas, y en el interior de la cual se
halla otro saco mas delicado qne contieno los
órganos de la respiracion, circuJacion y nutri-
cion del animal.
Lá estraordinaria organizaoion de las asci-
días llamó la atencion de Arietóteles, el cual
las designó con el nombre de telhyas que le
fuó cónserrado por los naturalistas modernos.
No obstante, hasta estos últimos tiempos reioó
un gran confusion en la historia de estos
animales, y solo con diflcultad lus trabajos
mas recientes han. podido dcterminar el lugar
que les corresponde en la clasiflcacion zool6-
gica, pueslo que los unos, como Cuvier, los
colocan en el rango de los moluscos, y los
otros, como Mr. Duvernoi, los admiten entre los
pólipos. Dejando aparleestasdiseusionescien-
tíflcas que carecen de interés para nuestros
lectores, nos limitaremos á dar alguiios deta-
Ues acerca de la organizacion , la vida y las
costombres de estos seres singulares que vi-
ven fiolos ó en sociedad, que son simples ó
compueslos.
Acontece algunas veccs que un observador
descubra á orillas del roar en algun cuerpo
sólido constantemente bañado por las aguas,
odres informes, los unos son duros y coriá»
ceos, cubiertos de arena y hasta de pequeños
roariscos; ios otros son blandos y gelatinosos;
hay algunos que brillan con los mas vlvos co-
lores; otros sontraslúcidos y apenas colorados;
son inmóviles, ó al roenos no ejecutan otro
movimiento que una ligera contracclon de su
oriúcio, ora doble, ora sencillo, que se cierra
bmscamente y despues se abre de nuevo con
lentitud para renovar el agua neccsaria á su
existencia; pero si se cogen bruscamente, se
contraen en seguida con fuerza, y lanzan á lo
lejos el agua que contienen, formando un chor-
ro prolongado. Esta propiedad, su forma
oblonga y sn color, han sido causa de que los
habitantes do los paises en quc se encuentran
les hayan aplicado ciertas denominacionesgro-
seras que los natnralistas han disfrazado con
los equivalentes latinos ó griegos.
La cubierta esterior delas ascidias, su odre,
eetá reforzada interiormente por olra membra-
na delgada que le da, como ¿ lus membranas
resosas dc las vértebras, el aspecto de una bol-
sa sin abertura, en la cnal están eDcerradas
las visceras, que se componen de una membra*
na recticiílada que hace el oflcio de braoqoiaB
ó del aparato respiratorio ; de uu intestiao
replegado sobre simismo, el cual parte del foo-
do mismo de la cavidad respiraloría, que si^
ve tambien de boca , para dirigirse al ano; de
un vaso voluminoso cuyas contracciones de-
terminan la circulacion del líquido nutricio ea
todas las roallas de la red branquial; por últi-
mo, entre los dos orificios, de un centro ner-
vioso, de donde parien los hacecillos nervio-
sos en diversas^dirccciones.
Las ascidias simples son fljas; las ascídias
compuestas son libres en los primeros tiempos
de su nacimiento y despucs vienen ¿ fljarse
en algun cuerpo sub-marino para estableoer
una nucva colonia.
Los viforos, género muy cercano ¿ las as-
cidias y que forma con ellas un grupo comoo,
presentau una particularidad notable: en el es-
tado aduito son libres, pero en el roomentode
su nacimiento muchas Tcces esiin rennidos
entre sl formando una larga cadena, y deeste
modo nadan durante mucho tiempo. Pareceoo
obstante que los individuos asi agregados des-
pues de quedar libres, producen hijuelos qoe
no están rcunidos á modo de rosarío y qoe
lien^n una forma diferente de la auya; pero
que estos iiIUmos dan orígen ¿ unos seres qoe
son semejantes á los primeros en su modo de
presentarse como ensartados; por manen
qne se veriflca en estos animales una de las
mas slngulares alternatiYas , pues las mtsoias
formas y el miscAo modo de existenda no se
trasmiten de>uDa generacion ¿ otra, ^no qoe
se reproducen á la segunda generacion. (Vihie
Edwards).
Las pirosomas, otro género del mismo gro-
po, est¿n reunidos en gran número y foroum
un gran cilindro hueco, abierto por una estre-
midad , contractil y boyaote sobre las aguas.
ASCIOS. {Cosmografia.) 'A, privativo, ««,
sombra. Llámanse asi los pueblos qne habi-
taii entre los trópicos bajo la zona tórrída, y
que no hacen sombra al medio dta en ciertos
dias del año en que el sol se encuentra pre*
cisamente en 6u cenir, es decir, que ies enría
perpendicularroente sus rayos. Los qnc habi-
tan esactamente bujo los trópicos, no son as-
cios síno una tcz al año; en cuanto ¿ los qoe
habitan entre los trópicos, el fenómeno se ve-
riíica dos veces a1 año.
ASCITIS. {Patologia.) 'A<ndTTj(;, ascitis, dc
ttTxóc, odre, peHejo. Este nombre. que los an-
tíguos dioron ¿ todas las hidropesias del ab«
dómen, ya no se usa hoy dia mas que para de-
signar la hidropesia del perítoneo. La asdtis
es enrermedad bastante coraun, sobre todo en
ciertos paises. Sc la ebserva eu todas las eda-
des, y determinanla muchas causas diferentes.
Ha sido llamada esténica 6 activa la ascitis que
sobrevicne por la influencia de la írritaciOB
directa ó indirecta del peritoneo, como las qoe
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853
ASQTIS-ASaEPIADES
854
se obserraD en eiertns afecciones de los órga-
1108 abdominales , y en esta clase C'Ontamos
h ascUis acompañada de hiperlrofla del bazo,
yseguída de fiebres intermitentes, óque sigue
¿ la repereusion de tkn exantema, ó ála supre-
sion brusca de la traspiracion de un exutorio ó
de Qoa bemorragia. Rn las personas de cons-
titocion profiindamente alterada por el escor-
boto, el cáncer ó la slfllis, coando la hemato-
sis se bace mal, ó cuando la sangre está empo-
brecida por abundantes hemorr£gias, la ascitis
scbrefiene algtmas leces como las demas hi-
dropeslas, y entonces se Ilama asténica 6 pa-
sfta. Pueden determinarla los obstáculos qoe
diflcQltan la circolacion venósu del abdómen
ó del pecbo, y sobre todo el eslrecbamiento ó
laobliieracion de la vena-porta, coroo loha
dertostrado Mr. Bouillaod. Finalmente , la as-
cltis es una de las consecoencias mas frecnen-
tes de aquella alteracion particular de los ri-
ñones, caracterisada dorante la vida por la
presencia de la albámina en los órloes, enfer-
medad que Bright ha sido el primero en des-
cribir, y qne los señores Martin^Solon y Bra-
yer ban estudiado en Francia bajolos nombres
de albuminaría y de nefritis albnminosu.
La ascitis que resolta de los obstáculos qne
le oponen á la circulacion venosa def abdó-
men, y por conslguiente á la absorcion del li-
qoldo contenido en la cavidad perítoneal , es
iodadablemeute pasiva; pero ¿se la puede asi-
milar aqnella qne se observa en ciertas cloro-
8Í8, y en algunos otros estados morbosos?
Gomo mochas veces la sccrecion de la serosa
flobreviene al fln de ciertas arecciones, ó in-
terviene en un estado de estrema debilidad,
00 viene á ser mas que una aberracion de la
accion vital. No se consideran como pasivas
la neuralgia, cl reumatismo y la artritis con
derrame, qoe sobrevíenen en las cloróticas;
y 8in embargo, si la serosa de las articulacio-
nes poede ser asiento do la reaccion, lo mis-
mo poede veríficarse indudablemenle en la del
abdómen. Por lo demas, es un hecho constan-
te en las enfermedades que matan por estenua-
cion, qne estos esfuerzos dcsesperados do la
accion vital , qne obrando violentamente ora
aobre on órgano ora sobre otro, tienden al pa-
recer ¿ ocurrir con la euergia detal ó cual fun-
cion con el desarrollo de tal ó cual órgano, á
la insuflciencia ó ¿ la destruccion de los de-
mas. Por otra parte, las funciones de la piel se
hallan casi siempre turbadas en estas circuns-
tanoias, ó bien en los últimos momentos de la
vida, la escitacion morbosa de un órgano se
trasporta brnscamente ¿ otro.
Es posible tambien que ¿ la manera que sc
dtscomponen ciertos órganos, y desempeñan
mal sos fonciones, como el estómago , por
ejemplo, al sistema venoso sea tambien ¿ ve-
oes insuflciente para absorber el liquido eiha-
lado. Entonces se ver¿n aparecer )os mismos
feDómeDos qoe en los casos de encontrar obs-
tácnlos i9 circatadon venosa. Istas cuestiones,
todavia mny oscnras, son dignas del interés
de los observadores, y no es posible darles
una solucion declsiva. La ascitís es ¿ menvdo
oscura en sns principios; y roucbas veces va
precedida del aoasarca de los roi^mbros'. infe-
riores, el cual la acompaña hasta cierlo'^rado
de su desarrollo. La traspiracion se vuelve ca-
da dia menos abundante , luego aumenta de
volúmen el vientre, las funciooes de la respi-
racion, de la circulacion y de hi digestion se
perturban, la sed se hace mas y mas imperío-
sa, y la deraacracion de las paríes soperiores
al abdómen, contrasta con el edemade las re-
giones infcriores. Los órganos abdominales se
ballan muchas veces dislocados.
A veccs el alivio ó la curacion sobrevienen
á consecuencla de una abondante cvacuacion
de liquido por c¿maras ó por las vias nrínarías
y la traspiraclon. Obteoiendo resuUados an¿*
logoshan surtido buen efecto algunasvcces
cieríos purgantes violentos en manos de los
cbar!atanes: pero ¡porunode estos casos raros,
cn¿ntos desenlaces funestos que buen culdado
ponen en callar>
Otros mucbos roedios se han empleado con
roas ó menos éxito contra la ascitis; pero ge-
neralmente no cjercen accion sino cuando se
dirlgen á la causa primitiva del mal. Guando
fallan, y cuando la hidropesia ha llegado ¿
distender el abdómen cn términos de compro-
meter las funciones esenciales ¿ la vida, se
proporciona al enfermo un alivlo que puede
durar roas ó menos tiempo , evacuando una
parte del liquido por roedio de una operacion
que descríbiremos en otro lugar. (Véase para-
cENTESis.) La comprension ha sido empleada
con algunos resultados en los casos de hallar-
se los órganos del pecho en estado uormal.
Seuncrl, Meibomio, Sthal: Di$serUU,de hydrop,
aicUe.
Lettvrc: Diss. iur l* hydropesie aicile, Tesis do
Paris, 1820, núm. 337.
Bncheleaa: De la eompreition partieuUére^
mcnt dan$ l* oicUe; Arcb. gen. de medeeíne, i. 04 .
pAg. m.
ASCLBPIADES. {Botánica,) Este nombre vie-
ne de Asclepias, que fué ei de un médico
gríego que practicó en Roma h¿cia los últimos
tiempos de la rcpública, y de una familia de
médicos que se decian descendlentes de Bscu-
lapio. Us asclepiades, separadas de las apoci-
neas por Brown, forman una familia de plantas
dicotiledoneas y corola monopétala, hipoge-
nia que presenta los caractéres siguientes:
c¿Iiz persistente de cinco divisiones; corola
tambien de cinco divisiones que alternan con
los lóbulos del c¿Iiz, presentando la forma de
campana, embudo ó rueda, y ofreciendo en sa
garganta cinco apéndices peiatoides y cónca-
vos que van ¿ soldarse en parte con los es-
tambrcs; estos, en número de cinco, reunidos
por los filamentos y por las anteras, formando
Qna suerte de tobo que cubre el pistilo y fre-
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S65
ASGLEPIADBS--ASEirrAMIENTO
mntemente se liielda por su cstremldid ooo
•i esti^a; tnteras de dos ea^idftdes qoe oom-
prtBden iin polen en masia séiidas, como en
Ías firquideas, y de la míema forma que en el
iaterior de l# eavidad; oada giándula potinica
tiene en su cxtremidad 6 parte terminal una
gláodola qoe ae soelda eon ia de la masa po-
Unica inmeditta ; ovario doble ; dos estilos
cortoa, coronados por estigmaa siffiplee; froto
lóraudo de dos fbliculos obloogos ; puntiagu-
doe, generalmente dilatados, que le ibren por
Ma Bola parte, y oomprenden muchas semi-
liis coronadas de pelos fiiios j sedosoe, é im-
brieadas alrededor de voa placeota libre.
Las asclepiades son entre todas las plantas
de corona nonopétala , iaa que tieoen mas
ooiiplioado su aparato estaminal. Su organi*i
MCkm estrafta » y por conaiguiente la difleoi'
Uó de eaplicar como se fécundan estas plan
tas, ba entretenido lasagaeidad de un gran
atkmero de sibtos , y entre otras de Brown
y de Brongoiar , cuyos preciosos trabajos
Mprendidos y aoguioos al mismo tiempo,
ban dado á conocer el modo de impregnacion
ét\ lóbulo en esta famiHa.
Las asclepiaded ban sido divtdidas ppr
Brown en varias tribos, cuyos caractéres faan
sido tomadoB de la posicion de iu masas poli
nicas, de ia forma de las coronas estnminales,
de la iKistenoia ó de la ausencia de apéndiee
ao laa anteras. He aqoi ios nombres de cstas
trfbos: ceropéglas, gonolóbeas, ozipetáleas,
aaelepiades propiamente dicbas, periploceas y
secamóneu.
Todas estas plantasson herbiceas, camo-
saa ó frotesoentes, con firecoencia Tolubles ; do
hojas opoestas, simples no recortadas » de in-
floresceneia. generalmente interpeclolar, mul-
tiflora, algunas veces uniflora, en umbelas, pi-
ñas, oimas» panicolas, etc. Habitan principal-
mentc en ias regiones tropicales de ambos
continentes. Las especies del géocro ascU-
piM$, Upo de la familia, son en general origi-
Mrias dei NoeTO Muado ; una > sin embargo,
Á. vineetoxiu, se halla frecueotemeote en
Francia; otra que ea la acurúS5at;tca , se ha
multiplicado en todos los pontos del globo
tntre los trópicos; una tercera llamada impro-
plamente Á.syñaoa, puesto qoe trae sn orí-
gen de los Estados Uoidoi, se eocuentra en
algnnu partea deSuropa, se designa con el
oombre de apcctnaa de nata, algodon sHveUre,
ivéasi apoginia], Tarias especíes por último
se cuiiiTan eo k>s jardines como plantas de
tdomo.
La familia de ias asclepiades de algonas
susUtncias medicamentosas , la escamonea de
Ksmiriia es snministrada por una eapecie del
género fimp^oca óiecamoiMi. Las raícea de
mucbos de sus géneros tienen propiedadea
eméticasy y otrás üuministran un Jugo abnD-
dante parecido al de ia goma eláatica.
ASSOHAmA. (Véas$ iHBotcáDA.)
iSSDia (irü mUiim,) teeo ^ ae poM
á ona plasa A distaneia y ftiafa de tiro deea-
fion, cerrando todu ias aTenidaa y pasoa dr*
cunTecinos, para prÍTirla (te íqzüíos. (Faati
BLOQÜBO.)
ASfieURAGION. {Leguíúcian.) Gontnlo por
ei coal toma uno A au cargo, mediaQte dálo
precio 6 premio conTenido, las p6rdidaa ó da*
ños que pueden esperimentar laa oobís ú bie-
nes pertenecientes A otro. Aonque li miyir
parte da los autores de eocidopedías eapidi»
las tratan aqoi de lo qoe corresponde A esk
interesante materia, como.las ieyes y les c6-
dtgos le dan ei de 8$gwro, óeotUraío dasMii*
ro, y asi se ie liama tambíen en ia prActioi,
resenramos esfa materia para ocoparaoa ds
ella estensamente en su lugar oporloBo. (F^
$e SBGUBO.)
ASEMTAMIENTO. ( YU DB ) {Lagiilaúioiu)
LIAmase asi A una ciase de procodimieiite aa-
torizada por la ley , y qoe puede tener ingar
en la prácttca , coaiido entabiada Gontra aBi
persona ona demanda cítíI ordinarfa, oita AI-
timano oonteste A la demanda ó «inenrraea
rebeldia,» espresándonos en tórmiBos fom-
ses. En este caso autorisala loy al demaodai-
te para qite elija entre dos medloB el qne la
pareaca maa conTeniente; ó la proeacucton dd
negocid, sigoiéndoee por todos sos trAmítes,
dándose los traslados, y ooliflcAndose las pro-
Tidenciaa en los estrados del tribunal , qoe le*
presentan al demaudado {véam BBBBi^ia), ó
lo que se llama la vim de a*oñiamimto, qae
eonsiste en poner desde luego al demandaBti
en posesion de la cosa qoe pide , coando la
demanda Tersa sobre acoion reai, ó de BlgoBOS
bienea muebles ó raices del reo haata la om-
tidad A que ascienda la deoda, cuando la de-
manda es por aoeion personal.
Gompareciendo el reo A conteslir A It de-
manda dentro de dos meses eo la acdoo re^
y de uno en ia persooal, A que han qvedado
roducidos los de un afio y cuatro meBea ras-
pectiTamente fljados por laa leyes de Partida
que establecieron este reourso, purga Ib rebel-
dia, hablando en lenguage foreose» y ae le
devuelTen los bienes siguiéndose el Degode
por SQS trámiíes eo Juicioordinario. Katos sob
los beneflcios concedidos en este caso al da*
niandado rebelde; pues pasados estos ténBiaos
el actor ó demandante se considerm Terdadaco
poseedor de ios bienea que se le haB entrega*
do; y si bien poede entablarae oiiestioB por el
demandado aeerea de la propiedad bo pttaAa
perturbarlo de modo algono en Ib poeeaioB de
los mismos.
TodsTÍa sc conoqden olroa beneOciM il ae*
lor contra ei demandado rebeide. t^oaiido el
asentimiento se hace por bocíob peraonal, é
despues deotn mes de haberae Terifloido» el
actor. no satisfecbo con la poaoBloa de losbie-
nes del dendor, preflrteae qoe aeTeDdaBeB
públioa subasta, aatia&ciéndosele el Importe
de la deuda y eostaa ooaBiOBidBB, poede pt*
dirloBü, y hibrá dt eoQcedéritlt tl jatt fot
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891
ASENTAMIBNTO^-nAffliniSTA
8tt
I eo el fiegodo, Teidiéadoee vm noevot
ktaes dei deador ú demandado, si los que
eatrcgaron príoiero il acreedor oo beelafteo
para CQmplir por completoaqaellas atencioDeB.
Ademaa, el ador, oo solo ea completamente
árbitro de eiegir la Yiade aseotamiento ó la de
pmeba segun leoonTenga» «no que todaTÍa le
eooccde la ley que adoplado ooo de eatoe nke-
éloo, poeda dejar el seguodo y tomar el pri-
Mfo eo ooalquiera esta^ eo que ei oegocio se
toeiieDtre.
Una ley de la Koffsima Reoopilaoi on, pro-
Mbe qoe poeda scguirse h via de aseotamieo-
to eo las caosas de «00 marat edises abajo, y
cstá prohibida por regia geoeral en los nego-
eios de comerdo, seguo s^ deduce del articulo
469 de la ley de 94 de Juiiode 1830.
Goocloiremos advirtieodo que la Yia de
aseotamieoto está muy eo desuso enla prictí-
ea: la cestumbre uocionada por eila siempre
qoe el reo no compareoe, siendo citado i Joi-
eio d 00 cootesta i la demaoda, es la de acu-
sarle la rebeldia y segoir la caosa coo los es-
trados del tribuoal. Véase sobre e&te puoto el
arliettlo citado mas arriba.
ÁSBRTlMifiNTO. {Filoiofia,) Llimase asi el
acto por el cual el eoteodimieoto recoooce por
Terdadera, bien sea uoa proposiciony uoa per-
eepc'ion, ó una idea. De aqui resulta, que el
aseotimiento forma oecesariaroeote parte dei
Joioio. El asentimiento esespontineoó irrefle-
siTO, iibre ó oecesario. Is llbre, cuando no
es impuesto por la evidencia, y necesario
eoando no podemos rehusarlosin ponemos en
eoBtrftdiccion coo nosotros roismos. Los estói-
coo qoe opiuaban que un acto espontineo del
es^to, el cuai oo esotra cosa qoe el asenti-
miento, era necesario para conrertir en cooo-
clnneotoe reales las imigeoes puramcote seo-
sitiles, foeron los primeros y tal ves los úlii-
mosootre los filósofos de la aotigfiedad, que
dieroo ai hedio de qoe trataroos uo lugar im*
portaoteen la teoria del eonocimiento.
AfilNTISTA. (Ádminiitracion.) Asi se Je-
Aomina al que hace asiento ó C'Ontrato con ei
gebiemo con el objeto de suministrar viveres
ú otros efectos para un ejército, armada, plaaa
6 presidlo.
Á esta clase de contratistas son comunes,
aooque eo diféreote aplicadon y escala, las
disposiciooet geoerales y iospriDCipios de de-
rtdios que dejaroos coosignados respecto de
los oba$Ucedore$ y los a6astof . (Yéaose estos
orticuloe.) Compréodese esto licümeoie, te-
Bieodo eo coenta que los asentistas soo una
dáoe particular de aluMtecedores: asi, pues, i
lo dispoesto por las leyes acerca de csto ha-
bri de recnrrirse en las cuestiones que con ellos
oeorran, despoes de coosultar y teoer presen-
te, porqoe esto cs antes que todo, las dispo-
sicioBes especiales qoe les conciernen eomo
tales osentistas y vamos i meocionar^ y los
térmioos eo que *e hao esteodido los cootratos
oelcbrodosceaellos. AdoioMebea tooonopre-
seotes enestos casosleo regUffleotof do pro-
visiones de Mde Jolío del aio 4800.
Casi todas las disposiciooes qoe versan so-
bre el compUmiento de las obilgaciones de los
aseoUstas, y de la Imanera de haoerlas el^ti^
vas, recouooeo por bose el fiiere militar, qoe
ui ellos, coroo todos los empleados eo e( ser-
vido de viveres y provisiones dd ^érdto, go-
sao eo sos persooas durante so empleo en los
casos relativos i la provisioo» pnes eo los de-
raas oegodos se liaiUo sometidos i los tribo-
nales ordinarios. Hemos dicho en sos personas
porque oo se estieode i sos áunUlas y criados,
al réves de k) que sucede de ordioarío eo esta
dasede fueros privilegiados»
£o virtud de este ñiero conoceo de sos cau-
ssB eo primera instanda los intendentcs dd
clército, y cuando ioe asentistas ó empleados
en este servido estuviesen foera de las capi«>
taies donde resideo ios iotendeotes de ^érci-
to, debiao cstos deiegar sus facultades eo ios
de provincia, cuando los habia; y en defecto
de elios» y de consiguiente por regla general
aliora que oo ios bay, eo coalqoiera otro oá-
nistro ó abogado de ciencia» establecido en ei
pueblo dODile tenga su fadoria el eocargado
de la provision. En este caso, la {wrte agra-
viada podri apelar desus providencias ante d
iotendente de ejército respectivo; perocoando
ta Jurisdiccion de este se ejerce en primefo
instancia, lal apelaciones suUrin en lo crimi-
nal al sopremo coosejo de Goerra, y eo io d»
vil i la ,sala de Justida dei consejo de Ha^
denda.
Dedúcese asimismo dei goce dd foero mi-
litar por parte de los aseotistas, qoe los re*
cursos de todos aqodlos que se siotieseo per^^
Jodicados eo la calidad 6 caotidad de las pro-
visiooes ó por coalquier otro motivo se cre-
yeseo eoel caso deelevar qoeju cootrad
asenlista, debeo dirigirse al intendente de
ejérdto ó sus subdelegados, sln qoe la tropa
pueda proceder desde luego por si misma i
levantar aotos y i practicar averiguadpnes ó
informaciones aomarias: el intendenie seri el
qoe con conocimiento de causa podri resol-
ver lo qoe estirae Justo contra el asentlsta,
ó bien imponer pena al delator d resultare fál-
sa la queja dada conlra elasentista» conde-
nándole ademas en ios perjuidos que i este
hobiese origioado.
Deberaos advertir eo coudodoo, que los
aseutlslas y empleados eo la provisioo de vi«
veres de los presidios, gosan del misroo feero
que los dd ejército, y los de la armada disfru-
tan el fuero de marina, correspondiendo i los
iotendentes de esta d conocimiento de sus
causas, con las apelaciones i los tribunales
correspondientos.
Hemosconsideradoesta materiasolo en su
parte legal, porque ei considerarla en su parte
econdmicanos llevaria al tcrreno de las doctri-
nos y de ios prindpios de la cienda adminls-
tiotfva, agono dd carictor d^ 0üos arücolos*
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85»
ASENnSTA— ASESINATO
860
Nos bastará decir, que este sistema, qae en
Francía y én España ha estado en boga por
mncho tiempo, se huüa hoy dia completa-
meute desaotorízado despues de haber euri-
quecido á muchos asentistas. ]a esperíencia
ha hecho conocer una vendad que la simple ra-
zon bastabaácoroprender y alcanzar, á saber:
que el asentista da por coatro a1 ejército, lo
qoe compra por dos: y como los sumintstros
son siempre por cantidades cousiderables, re-
soltan de ellos pérdidas considerables para el
Estado.
ASESINATO. (Legislacion,) Atentado conlra
la vida de una persona, ejecutado con preme-
ditacion y alevosamente, esto es, sin que pre-
ceda pelea ó ríña; tambien se da este nombre
al homicidio cometido con las anteriores cir-
cunstancias mediante dinero ó cualquiera otra
relribucion.
En el lenguaje ordinarío se confunde casi
aiempre bajo el nombre de muerto el asesina-
to con el bomicidio; pero en derecho, este úl-
ümo crimen escluye toda idea dc preroedita*
cion, y se considera como efeclo dc un arre-
bato de cólera; mientrasque el asesinato ocu-
pa una idea flja al que le comete, y este pre-
para deantemano todo lo necesario para lle-
rar á cabo el crímen qne intenta, dispone la
emboscada, apercibe las armas, espla á su
victima y te da la muerle.
El asesinato, resultado de las pasiones mas
violentas, alimentadas por una viciosa educa-
cion, es tan antiguo como cl mundo, y ame-
naza durar tauto coroo éi. «No habia mas que
Ires hombres sobre la tierra, dice un exagera-
do misántropo, y uno de eltos asesinó á su
hermano.» Desde entonces basta nuestros dias
ocopa desgraciadamente el asesinato una pá-
gina en la historia; pero se ha observado de
una manera consiante, que en los siglos de
mas ignorancia ha sido mayor el número de
asepinos.
Epocas ba habido en que se ha llegado
basta el estremo de díscutir lógicamente y á
sangre fria, si podia baber casos en quc fuera
el asesinato no solameote disculpable, sino
aun legitimo: asi que se ha visto con sorpre-
sa á varíos autores de otros tiempos enuroerar
las ventajys que resultaron del asesinato de
tales á cuales persouas constituidas en eleva-
da categoi'ia y de graude influencia politica:
DO siendo roenos estraño que muchos Juris-
consultos, cuyo voto es muy respetable eo
materías de derecho, hayan avcnturado la opi-
niOD de que un príncipe puede deshacerse do
un enemigo cualquiera, valiéodose para ello
de un asesino. Gausaria horror en la acUialidad
el qué adoptara ó emitiera semejante máxima,
lo cual prueba al meuos que la bumanidad no
siempre degenera.
El horrible principio que acabamos de in-
diear, tan cómodo ciertamenle para losreyes,
parece qoe fué presentido por nn príncipc ma-
boiQetano, gefe de uoa m|serable trlbu refü-
giada en las montañas del Asit Menor, el coal
á pesar de no tener eJércUo nl fondos de qae
dispouer, supo hacerse temible al nrando ea-
tero convirtiendo á cada uno de sus sabordin»-
dosenunasesino. Habia eonsegoido estable-
cer pordogmareligrioso,eldeseo deuoavidafQ-
tura Itena de delicias; y por dogma politico la
mas absoluta sumision á sus menores caprí-
chos: de modo queno teniamasque desigQarlt
victtma para ser esta inmolada en el momento;
acaeciendo en el tiempo delascruzadas» época
en que vivia aqnel gefe» la muerte violenta de
varios principes crístianos. Del nombrede esta
tribu, qiie fué destruida hácia principios del
siglo XIII, procede la palabra asesino.
Siendo el asesinato et mayor de los críme-
nes, parece que debe eastigarse con la mas
grave de las penas; asi es que en todos loi
pueblos se castiga con la muerte, lo cual e&
su orígen no era mas que la aplicacioQ de la
máxima la sangre pide sangre, Una de las le-
yesde la ^ovisima Recopilacion, prevíene tqoe
el que mate ¿ otro á traicion ó alevosamente,
sea por cllo arrastrado y ahorcado, y ei rey
haya todos los bienes del traidor y la mitad de
los del alevoso; > advirtiendo que todo hombre
que hiciere muerte segura incurre ea caso de
alevosia y pierde la mitad de susbieoes para la
ciroara y «que se dice segura toda muerte aue
no es hecba en pelea, guerra ó ríña.» Otra ley
rccopilada di^pone «quc el que hiere'áotro
por asechanzas ó sobre couKeJo ó habla hecha,
muera por ello, aunque el heridooo muera de
la herída.» Otra ley lambien recopilada, orde-
na, qoe «elque matase á otro ¿ traicion, dada
y Qtorgada tregua y seguro, ó por aseehauza,
ó en otro cualquiera caso porque deba ser coo-
denado ¿ moeríe, si despues que fuese conde-
nadoentrase en la córte y cinco leguas en con-
torno, ademasdela penacorporaUpierdalami-
tad de sus bienes parala c¿mara.> Finalmeote,
otra ley de la misma Recopila'*/ion manda «qae
el que matare ó hiriere ¿ otro con arcabúz ó
pístolete, por cl mismo caso sea liabido por
alcYOso y píerda todos bus bienes; ia mitad
para la c¿mara y fisco y la otra mitad para ei
heredero óherederos delmuerto.»
La atrocidad del crimen eu cueation y la
circnnstancia de hallarse de acuerdo la legis-
lacion de todos los paises reUtivameDte ¿ la
^pena que debe Imponerse al asesino, nos sa-
gieren algunas reflexiones que vamos ¿ espo-
ner ¿ continuacion.
Si es evidente que cualqoieni homidda vo-
luntario merece la última peoa de la ley, por
haber privado ¿ otro dei mayor bien qne poseia
que es la vida, creemos qae no es digno de
conservaría el que voluntariamente y con pre-
meditacion.hayaarrebatado á su semejaate el
bien inestimable de que gozaba, y qoe eo ei
becho mismo de haber cometido oi crimeo, ba
incurrido en la pena del talion, é iodioado ¿
la sociedad el castigo qoe debe ImpoDerie; y
es Decesario ademaa que ii ley proceda contn
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AS£SINATO^ASESINOS
m
él COQ todo rigor, por U premedilacion qae
antecedió al hecho y por las precauciones que
lomó para impedir que buyera sn TÍctima ó
que se dcfendiera eu el acto de atacarla. Ánn
esmayor el crímeu, enelcasodecometerlo el
asesiDO medtaute dincro ó cualquiera otra re-
Iribucion, cuya circunstancia demuestra un ca-
rácter vil y deprayado; pues iodica que tieoe
mas lugar en su corazon el interés de la paga
que t03 sentimientos de humanidad que le im-
prtmió la naturaleza, y pareee que el teroor
deperder la vidaes lo únicoque puede conte-
ner en sn estravio á hombres tan desmorali*
zados.
Áumenta por otra parte elpeligro y el
miedo consiguientc áél, la circunstancia de la
retríbucion; porque si cualquiera hombre se
compromete á satisfacer por el dinero el odio
y la vengaDza de un rival ó de un émulo, la
codícia de un heredero, la envidia de otro hom-
bre de la misma profesion de la victima, etc,
todos los que consideren tener causa fuodada
para desconflar de uq enemígo suyo» sea el
que quiera ei motivo de su enemistad, deben
temer con justa ruzon á un asesino. Auoque
la eobardia ó la debilidad de sus adversarios
podria desYanecer cl temor de ihuchos, la idea
de qoe existen hombres capaces de vender á
otro su valor y sii fuerza, ios lendria de con-
tiouo sobresalladoa, imagioando quesus ene-
jnigos pueden ^eeutar contra ellos, y por me-
dio de tercera persona, lo que no se atreverían
á inteutar frente á frente y por si mismos; y
el peligro será tanto mayor, cuanto mas pode-
rosos sean sus enemigos y mayor la recom-
pensa de que puedan dL<;poner.
La aplicaciop de la pena de mueite á los
asesinos, tíene ' ciertamente alguna apariencia
de justicia por recaer en un delito tan odioso;
pero si se cocjsidera que una socíedad entera
que se pone de acuerdo para quitar la vida á
uo hombre bajo formas legales, presenta un
espectáculo tan triste como inátil; si se tiene
preseote que sufre esla misma sociedad lapér-
dida de dos iodividuos, á saber, la viclima del
crímen y el agresor ¿no seria posible para sal-
var estos inconvenientes, fíocontrar otra peua
que, siQ detrimento de la sociedad, evitase cl
crimen por una parte, y por otra colocase al
&sesino en tal posicion que no le fuera dado
causar daño á sus semejantes? Hemos indicado
ya las causas que comunmente determinan
este horrorosocrímen, y creemos que los hom-
bres afeclados de las pasiones que á él han
dado lugar, temerian por el mismo hecho la
buBiiUacioD, las privaciones de ciertos place-
res de la vida, como el de la sociedad, ei tra-
bajo p^Doso y forzado y un cautiverio perpé-
tuo. La rauérte, pena que comunmente se im-
ponc á los asesinos, es un mal pasagero, un
mal que sufren muchos con ánimo serenó,
porque jno cs muy dificLi tener valor por al-
gunos momeatosy por algnnas horas; un mal
que creen machos como la teraúnaeion de sus
padecimientos; pero la tida solltaria, austera,
deshonrosa, del hombre á quien se condena á
perpétuo encarcelamiento,¿ silencio forzoso y
no interrumpido y á un trabajo del que apenas
descansa, atormentando porelcontinuorecuer-
do de sus crímenes, y habiendo perdido hasta
la esperanza de volveral hogar doméstico y de
vcr ¿ su familia y ¿ sus amigos, seria un tor-
mento oontinuo, on mal muy grave, capaz dé
abatir al mas furiosoy desnaturalizado asesino»
y le liaria envidiar la suerte de los que la ley
lleva al cadalso. Engenio Sué ha pintado con
los mas vivos colores el horror qoe causa la
pena de reclusion perpétua ¿ los hombres
mas idcntiflcados con el crímen. Es de desear
que llame la ateocion de los legisladores y de
los inlérpretes de la ley esta horrorosa pintu-
ra, y tenemos la dulce esperanza de quealgun
dia set)orrar¿de loscódigos criminales la pe*
na de muerte.
£n Francia era antiguamentc máxima de
derecho público que el rey, ¿ pesar del supre-
mo poder que ejercia, no tenia el de induUar
de la última pena ¿ los asesinos; asi lo juraba
en laceremonia de su coosagracion, y creemos
que la causa de este Juramento fué el recordar
los legisladores franceses que las antiguas Ie«
yes tasaban en 200 sueldos de Paris la vida
de un franco asesinado por un noble, y qui-
sieron impedir al rey que cediese ¿ ias instan*
cias de una familia poderosa cn favor de ua
asesioo; pero en el dia no tiene ya restríccion
ninguna la prerogativa real de conceder in«
dulto.
No es comnn que se cometan asesinatos
por venganza personal» pues el hombre ticne
repugnancia ¿ veríer la sangre de sus scme-
Jantes, y mucbo mas cuando existen tribuna-
les que puedan vengar las injurias que reci-
ban, y castigarle si ejerce la Justicia por sn
propia mano. La principal causa de los asesi-
natos suele ser la indigencia desesperada; y
del>e procurarse mas bieu que castigar estos
crímenes, evitaríos por medio de una buena
educacion morai y religiosa, qus instruya al
hombre cn sus deberes, de una s¿bia admjnis-
tracion, que proporcionándole medios de*sub-
sistir, despierte y mantenga el amor ú tra->
bajo; y en fio, por una prudenle graduaciOQ
de las penas.
Respecto de las que nuestra legislacion es-
tablece para el castigo de esta clase de delitos
véase el articulo hohicidio.
ASESINOS. {Historia,) Los Asesinos ó Is-
maelitas de Oriente eran uoa rama de los is-
maelitas propiamente tales. No descendian,
como se ha creido por mucho tiempo, de Is-
mael, hijo de uuu mugcr llamada Agar, escla-
va de Abraham, sino que procedian delos tmo-
mies, que era una de las cuatro sectas chiitas»
Los imamiescreian enlaexistenciadeun imam,
que habia desaparecido en tiempos antiguos,
y segun ellos, la descendeácia de estos ima-
nes debia perpetuarse pormediodeuna filia-
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ASKSINOa
m
ckm MMeslTt liaita e) BaobnieDla de im pos-
trer /mam, qne ▼endría álttmrtoide laobser-
laac^a ée todas lat loyee. De ro seno attteroB
tdemas dos tectat secundtríaa: uoa de ellat,
qoe era )a de loB sebHns, coyat Aoclriaat pre-
tétabaa los isouielitas, babia recibido este Bom-
breperqoeDorecoiiociaDiiws qoe slete imDes;
itaber, Ali, Hassüi Dotsein, AU-SeinolabidiD,
Mobammad , Bakiery I^afer-Sadik j sa bijo
Itmaei.
Sl ftradamente y orígen de la rama de los
,i6maelitat dcl Oríeote era Abdallab, qne se ée-
' cia bi}o de Mabomed, bijo de Itmael: este, qoe
proftoaba lat doctrínaa de Karmath, llegó ¿
tentarse en el trono el año 909 de Jesucríslo,
i97 de la begirt ; empesó con el nombre de Obei-
dallab-llebdi iaséríe de los catifasegipci06,qae
Inoea siiblr Igaalmenle su orígeD basta Is-
mael, bi}o de ^afer-SadiÍL y de este úitlmo has-
ta Fitima» hija del Profeta, por coya rason te-
iiian tambien elDoaibredefalimtat. Su doc-
IriDa se propagaba por medio de los mlsione-
Dflrot Uamadot daít, qoe teoiao ademas el .
cargo de bacer qoe &os adeplos sosloTieseo b ^
«torpacioo qoe babla oolocade i iot Fatlmitaa
eDeltroDOdeEgipto,
Atríbáyese i ono de estosdias, lastaD Bcd
Sabahlomairi, bijo de Ah, chiita ortodoxo de
Beia, la ftiDdaciOD de la órden de los asesiaos.
PerteDccia i la secta de los ioMniles, y cnaodo
)áfeD habia estudiado en Nicbabor bi^ la di-
recdoo del famoso Mooafek Nichi^arí; mas
adelaote cootr^lo amistad ood od ismaellta
que le dió algunas nociones de su do<;trína y
trasfomMy sus prímeras eondicionee. Gonslde-'
ró como OD aviso del cieto la enférmedad qne
padedó poco tiempo despues; y iuego qoe hu-
bo adqoirido oompleto coDOdiilento de aqoe-
lla doctrina, qoe le proporeienó otro ismaeHta
i (mien coooció despues, hiao qne le conflrle-
se la dignidad de dai ismaeiiUi un misiooero
Uaaado Momin. Despues de la mueríe del aol-
XMXk Selcyucída Arp Arslan, marchó al Gairo,
doode relDaba entonces Maiek-Gbali; pero des-
terrado de la córte recorrí6 diférentes proTÍR-
cias,^ propagando en todas su doctrína; úhima-
mente se fljó por espacio de tres años en Ila-
magbn, y desde alli enTió i todos los alrede-
dores y en paríicular i los de la fortalesa de
Alamont, dais hibiles y elocuentes.
Bstafortalesa, en donde estableció el cen-
tro de su poder, babia sido fundada en ei
año 246 de la hegira, i 60 leguas al Norte de
Karwin, por Hassao BenSeinBakeri. Habiendo
vdittsado entregarla Ali Mebdi, qoe la goberna-
ba en nombre de Malek-Gbali» se apoderó de
eila Rassan por una estratagema el año 483 de
la hegira (4090 de nuestra era.) Sa prímer cul-
dade fué, no sotamente abastecerla y fortifl-
oarla, slno estableoer tamblen sobre bases s6-
Mdta so sistema polltico y religioso, qoe se
encerraba eq esta mixima foadameDtal: «Na-
da bay verdadero nl qoe se prohlba; todo es
Maa para baetff efecttn) el peder qoe ba*
'bia imaginado, do bastaba dlsclpliDar ialell*
geocias degas, sioo que era preclso ademas
araar brasos qoe le soetoTieraD.
Con este ttn establecló uaa gerarqula y dl-
Tidló el órden en difei^ntes seocionet: la da*
sifieacien material de rqs indiTldDOS tal eono
Hatsan la babia concebldo, pretentaba tiel»
gradot: 4.*el gran maettie que se Uamaba
Sidna ó Sidney (Daettro señor), 6 Cheik-el-DÍe-
btl (ei Yi^ ó el prtaclpe de la Moolaña.) Ste
embargo, do foé rey dI prínclpe, eo la aeep-
cleo comun de la palabra, poes el úiiieo titolt
que toffló fué el de theikh; asi que su gobier-
ne no debla ser el de an reino nl on priDcipa-
do» sino el de nna cofradia, ona eongregadoa,
uaa órden, y tolo por equÍToeadon ban podt-
do decir los bistorladores qae la órde» de lot
ascsioos (bé gobemada ea so ortgen por ooa
dlnastia bereditaría: 9.^ al gefe pHñdpal fo-
guian iot faU-kMrs ógrandes príoret, logar»
tenientes en las trot proTlnclat del érden, tl
DJebal, el Kohittan y la Slria: 3.'» lot ilaii 4
■uiettrot ioldadofi: 4.* los reflks 6 compafia*
ros: ni estos nl los siguientes gesaban dd prt-
^egio de la inlclacion: i.* los oeáims 6 adie>
tos; estos eran los guardlas de la órdeo: 6.* lit
ÜLiks aspirantes é noTidos: 7.* loe ^hmu,
lleTÍbase al lado de esta gerarqnía coae
paralelamente, olra del lodo etpirítual: segna
eila baUa en cadageneracion siete espede dt
personas diferentes unas de otras, i cay^ ea»
beza se ballaba d imaa estableoido por Dltt.
Eo estt doctrína, qoe tenia tantot gradtt
coaao la de Abdaliah Beo Kaddab, se eoontft-
ba repetido con flrecuencia el número 7.
Kl catecismo, llamadOil9Ídbtiuwntib(etoo-
dmiento de sn Tocacion), qoe Hatsaa btMt
dado i sns dlsdpalos^ tambiea se dÍTidia ta
siete partes: la primera contenla preoeptos ge-
nerales sobrelaforma simbólica; la seguodaal
temis, ó arte de lograr la conflansa de latpep'
tooas; enla tercerase procoraba sorprendery
adormecer la intdigenda por isedio dd eseep-
ticismo; la cuarta trataba de las formalldadet
del Jurameoto; la quiota enseñaba i dlstiogafr
las dlferentes opiniooes de los boabres céle-
bres(teddlis); la sestaque sellamabal^, teila
por objeto aflrpiar ct la té, y la sétlmaen fln»
llamada tmml, Tersaba sobre la interpretaeion
alegórioe.
Rsta era la dodrína de Hassan-Sabab. qnt
la supo propagar y defender con bnen éxHo,
taato por la fiiersa de las armas como por me-
dío de numerosos asesinatos. Hassan maríi i
la edad de 70 años despues de nn relntdt
de 35, el año de 54 8 de la begira» ó 4 4a4de la
era Tulgar, desigoaado para sucesor ^yo i
Kia-Buzorgomid, uno de sus grandee prioret.
El reinado de este, que fué de 44 tños y
3 dias, se biao ootable por sos largas y
sangrieotas goernui y por aaesíDatos deoD
gran oúmero de príadpes y booibret edebres.
Kl sooeto nuHi DDtable deaqoelpertodoAiéia
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tom ám k roftalm da %\tmúm\ <afio IIV ée
la licgíra), (lorel suUmii MüImiiuU que la perdié
pae^ tlefii|»o despues. Mohamaied, liiio j »uce
MT de Buiurgn, hiauf nr4 «u rf íumIii ron d
Metn^to do üoi califa^: duranle 5u gobkrno
adquirió el poder de la órdeu uii f rande iurre-
■leiito, aiiiM|iu' estabci de coatlouo anienaxiida
por laa arma:» dt loa dos prinelpta iHaa pode-
rosoé del O'ienic, (iiie ^mu líiiretldhi y »ii >o»
brloo TiiHuff-Salalieddin, ▼ul|rarmfut« Süla-
éiño. Kste éilimo Uié e( qiie destruyó la diuas^
Ha de Hmi Faiiniitas y la rama dt loi isinaeU*
las de 5ccidcnto.
DRranie el retnadn del c«.irlo irnin Bfiae stre
Samfi II. hiio de Moltauiiaed. se Ycrifldü) tiua
reroltteion religio.'^a euiro iiiMriiniHilu fii¿ #1
aiaoio, pues k-jos de o«ultar id purbk» lus mis
teríos de ia doetrina fei-refa, Utt desrubrió y
peroaUiA siilemeiite lodo lo que hasla eiitouce^
era pndiibhki; asi qiie lus l^nwelitus, falii^fe-
cbos de él y conteiitoi coii poderse cntreiCM- á
Uklo ff^Mi de d«*ftórdeiteii, le apellidaroa. Ala-
Sikrichefts telam (S4lud a su memoritt )
Hassiin il iiiurió en L<Hiii>er, «iciiuia ^e sn
laíipriMJeBcia. á loa cuatru años ile reinaitu é im-
puliKi üel piiñal de un cuftatio. Muhamuied 11, sa
saceMir, cuiiocié nacrr y morir i uiia porcton
de poetas y de sábifjs ilus'ie^: eii esta époi*a
fneren tambieu uoiiibtcs y uiirocrosas his esfie*
4lriefics de SalabiHldiu: y é esie peiiodo dcbt*
ffferiiae thmbiea cl aiwiiiaio de Conraiio.
marqtiéá de Tiro y de lloiiffrraio, y la iti^fada
á ierustfieii de la fam<i«a eiiibaja<ia dcl gran
prior de Sirhi, que ca^i todos I<k» historiadorcs
lian alribiiido al misnio Vifjv 4^ iu mtmtoña
Despiiesde un leinado cN' 36 iiñoi», fiiéeu-
▼eneiiade llohimimeil II i>or:iu hijo Düelaleddin
que 1e snceilió ( ño 4 fi? de Jesurri>to): citie
fran maeHre quíi^o restablocer, al lueuos en
afiarieriáa, la verdMlera religíOH y acomodarla
eiitenioieiite i tas rt^idas le> os clel i^Umismo,
lo que le valió el nouibre de Nuevo MusuUmn,
y despiiet deun rcinado de I i .tños dcjt) el potler
en roaiioé de su hjo Alaedüiu, liohamined III,
euyo carácter afeiuinado prepiiró -a dcslrio'cioii
de la órden. Fue cste asesinatlo el año 654 de
Im heglra» dc órden de &u h^ Rokiieddiu IChur-
Chah, que fnéepiépruoo y últiaiogian maesire
de los asesiuos.
Despiies dc 47t años de (Xi¿lencia fiié drs-
tniida la Ordeu al Uero empuje de ta grao iii-
var^lun mongólira, qiie dirigia 0<iiakii, lierma
no de llaugú Kban, peiccieiido R' kiieddin al
bierro de los >o*thidos mougoW, y coii él con-
eltiyó 'a órdende tos aíe:<inoi(. Aiin cxi^ten, fiu
embargo, alguitoc de stis de^ceuttieiites ron
kis nombres do ko$ttiHi, towéd'jnii y kké-
úrwiit', pero his aiHif uasdoctriBas do la 6rd«n
ae haii perdido ONieruroent»'.
ASCSOII. (í/yi>/cctoff.) Utrado qiie acoo-
soja á uii Juex4ego pa*a la atimluiMmcíou de
}«slieia. Esla combiitack)u de dos peisonas pa-
ra el conocimieiitv dt los negoaioé Judiciak^
«• fieftfario en la ma^or ptrie de los fuerob
4 94 lailUOTIiCA t^FULAU.
^ALIO
«spM*kilai« %ñ k silioli . ptr Hnfik^ af é«
posible qiie la aatoridad Jiidtoial militar eftté
entrcgada á uii letrado cstraño á la millcia. ni
hunpoco qiie se eoalie á un miiilar, qite iio tie-
na por lo rcgular ni est¿ obligado á lcner íoii
conoelmieutos proAindos do qie dcbe estar
adomaito iiit Jiif a Rara coaciihirlo loda, fe po-
ue ul lado del gefe mMlar tm leirado: este le
tkrifoen sus UXh^, y aquel da autoridad al díc-
támen de sn ciaisejero.
Los a^esoressoa de Tarias claüo.*; iinos los
norabra oljiiea lcgo. of ros el gobierno siipremo.
Uiias veccs pnedetl joei stfiararse de sii dictá*
rocn, otras nt Las leghid para larcciisacion de
los asi sores suekm str las mlsmas qiie rigeii
para recusar A losjueresordiaaritis. El nániero
<ki aiief>ore« era en his siflos pasad s inuc-ho
reayor quetu la acttialldadi ya porqiie eran rou-
riios maa los fuerus especiale?, ya tambien por-
qiieera niasconHNi no exi((irse para kisempteos
^a fiialkiad de letrado. Eo estc último punlo
habia no \erdadero abiiso, y los corregimieb*
los de los puebkis, por « Jempk). y otroi cargos
iHiriiniente Jiidie:ale« sednban con mas frecuen-
cia qiie i Jurlscoti5ultos i militares. los cuakn
no fHodÍBU meuo¿ de ascsofar?e. Uoy dia. mii»
cbos de los fueros et*peeiules Imn ttiih) supri-
midos; eii otros !a circunslaBcia do letrado es
Goiidk'kMi nocesaria para el Jiies, y la admi-
ukstracion de Jusiicia del fiiero eoMiunesli es-
rlutfiramenle i cargo de los tribunalej'. Q«e«
tlaH Htn embarg o , asesores de varias clases»
aiuique no lodos soii conocidos bajo este ttom-
bre genérico: eii la mHichi, \m e>CBf(»le. no se
llamaii asesores , sino otidiloretf de §ueTfa.
Entre los romanos kis asesores eran los
Jut isconsullos qne fornMibau cl consejo de k»
magisbatlos y los auxiliaban con siis consejos
en las decisioites que debiau tomar. Los ase»
iores no lcnian por *\ .mismos uiiig iiua Juris*
dicekin. (Véase el Üiyento, \úwo I, litu'o últi'-
mo; el CóJig*K übro I, li:uío 6 1 , y lu Noctiet tiO
de Jiistiiiíaiio.)
ASFHTO ó B£TUN U KJDEA. {GMh(fim.)
tt uita suslauc'ui betumiiiof a, cs decir, liquida,
blanda ó ^ólida, sienip e liqutdable por el ea-
lOr; eombiiSMÍilc cuu liunio siu rcslduo, qao
pesa de 4 á 4.6» do cokir ncgro y brillauie. Bl
jtsfiilto es eouiHu eu los pai^s rolcaBixadoft
uiimiue tambten se encueutra en otios doi:de
110 « xii>te iina sola hiielhi de %okane.s eonio,
por cjeti plo, en el moutf Jura. Eu Qreda y eu
el Asia MeuiH- se pa*seiiUi el asfaito cn la su-
lierlhrie de k» lagOiS, de tionde sc saca stimer-
gieiido ramas de irb jl; sc encuetilra gran c&a-
lidad eu las agiias del inar líiieilo c|iie lia to-
niado el nombrt dei lago Ai^rtko. \mí ceroauiis
det Ct'Xiiambo, en cl Perá, sumlaiátraii una
ijraB caiitidad de atifiilto. ^
En Fraucia el beiun se prefCBta raraa va-
rca hbrt en la nattiralcsa^ pues oidinariameQ-
le Unpreg ua rotas porosas, vakes, tiorras cal-
oáreas y a(4itrouee&, de donüe sc e:Mrat por
el cak)r. Undioa ▼•Ises eo la parto voioaBteada
7. ui. tt
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8r;
ASPAtTD— ASFIXIA
de la Anvemia, y aan aitprmfica e n Puy de
Cranel y de la Puix, Chiinuineie, etr., oslón
Impregiiadoa ('e asrallo qiic Fe CFpldln. Eslas
siislancias ae enciientraii en gran raiiltilad en
Piiy de la Poix, y pasan por las iKMididnras dc
las rocas para espareir^e en la siipeillcie, de
tiierie que no se piiede andar por encima sin
e5ponei¿e ¿ qiic^ar pegado al suelo. Ai píe
del moiitecilíó exifte una íiiente cuya agua
Ileva cieila Cünlidad dc betun. En Alitacia, al
pie de los ix>5qur8 , impregna el asralto las
arenas del tcrreno terciario ; (lero donde pp
encuenira tl ai>falio mas afamado es al pip
oiieiital de la cndena del Jiirat en VaMravery y
en Pyriroonl, cerca dc Scypsel. Aqnl rn miiy
reducido e.-'pacio se enaientia el asfalto infil-
trado con tal abnndancia en ei terreiio calcá-
reo poroso» qiic resiilta ima ma?a oFciira,
tierna y casl fusiblc al fuego orüinaiio. El hs
fiilto tiene roucbas aplicaciones. Eii miirhos
paiscs, y en ci niiestro recieiitemcnte, sc ba
empleado para forroar esplanadas, aceias y
toda claee de pavimentos. Tambien se cmplen
coroo alquilrin f enlra en ia composicion del
lacre y bamices negros; se fábi ica con cl iin
color Itaroado momia , cnya siistancia parect*
ser la misma qiie iisaban los cgípcios para cm-
balsaroar los cadáveres.
Los geótogos ban propnesto mticlias feo-
rias para esplicar la formacion del asralto.
Unos lo cnnsideran como resnltado de la des-
cooposicion de las mtitei ias vegetalcs escoi>
didas cn las rocas; otros creen qiic puede pro-
venir de la accion dcl calor intcrior sobie lai<
roasas debuHa» qiie de este modo quedan des
filadas; en fin, algiinos otros 0|<iiian, y ostu
opinion es la nias ruudada, qiie el asfaltu es
una siiStiincia mineral qtie |feilenece propin-
roente i la lierra y la Chliaen los itgenles vol
cinicos qiie la bañinfiUrado en cicilo itiimcro
de picdras y roezclado ai agua dc cierlas
fuentes.
ASFIXIA. [Patohgia ) 'A(«pv{ía, de a. / n-
ratña, y de *ípüY[i.oc. julso. Lús aiitiguf»» de-
signuban con c&te iiombie el e:^tado dc nmrrio
aparente. en el ciial cl pulso no se dij)i hentir.
Roy dia se comprende í>hJu cI nombic de asll-
xia. el efecioqiie prnduce en la ecomimfa Ih
suspensionde los fenómciios de la re^^pirHCioii.
A la misma espccie de afeccion se refleren las
a.«^flxias por falta de aire. por tin aire impropio
pura la lespiracion y por ii«s gai^es delcléreo.<.
Sin crobargo. los gases dcletéicos cau.<iin
la muerte mas bien por into.vicacinn qiie por
asflxia; y cieemos, con miiclios uiilorci:. (lue
debe rolocarse esto variedad de la asIUia en
el envenertomtento por lus fja»e»*
Causui dc la af^fixia. Lá siiFpension de los
fenómcnos mecánícos, ó de los fr'iiómenos
qiilroicos de la respi acion delorniíniin la u?n
xia. En el primer cnso sc piiede observar >a
inacciun de los músciilos iuFpiradores, ocasio-
nada por la paralisis de cslos músculos, como
•n ciertas beridas y en ciertas afccciones de la
médiila; por la Incrcia, ccroo en la asflxia por
el fiio; y por un obsléciilo mecinico, como la
proFioii ó las apretiiras cii iin lngHr de murlit
('onciirieiicia. la (iresion dc un hiindimiea^
lo, elc; la |>euetrHCion de la< vfsceras abdo-
minales en el peclio; la rormaciou de uii der-
rame ó la enlmda de cierla- caniidad de aire
en la cavldad de las plcuras, y la bepatiiacioa
dil pulmon.
I.a asfixia pnrla cesacion dc los fenómenos
qufmicos de la respiracion, piiede prorenirde
dos caiisas prim'ipiilc.-: 4.*dc un ob.<tá(iiio
n^ecáiilco á la entrada del airc eii las vias res-
piratorias. como la obliiracion de eslas tím
l»or un ctierpo estrhño. porprcMliiclo.^ mnrbosoi
(í por uii cstado palológi(;o dc la laringe, la
sumersion y la Oí^iran&iii'acioii con ó sin sus-
pen.'>ioii: 2.* dc la iiinif r.<ion en iin airc iiioy
enraiocido ó cn gases iinpn>pios p;ird maiite-
iicr Ih vida, romo ol izoe, cl btdrógono y el
protóxido de lixne.
DuraeUin Jel i viila en el e%lado de a%pxe.
En [TOiieral con cuanla roas ItMititiid se v. nflia
la Hsfixia. por iHUto nias licmpo ctnserta d
individiio la fdciiltad de p<Mler ser llaniado al
tstado normal. y vice-versa,
1.08 aiilons han preseiitado dc direrentes
modos la ttuiia de la asfixi t. la do Biclial. se-
nerelmente ndiuiiida buy nia. se funda cti los
Ircs principios sigHientf.^: 4 .* diirante li as-
fixia no qiicda iiitiTriimpidu el paso de la
fbngro al tiav^s dol piiliiiun: 2.* el corBioa
('Oiiiimia coiitiay^nfJo«c por aliruii tiemjK) dü«
ninlo ta asnxi» y ilospide la sangre no osige-
nada qiie iecilu*del piilmou á la aorla y á sus
divisioues : 3.* la sangre nrgra caroce dc li
propiedHd de oscil^r Ua coiitraccioiK*s dc ios
óigimos, o.4docir, deulímeiitar la acciou ner-
vinsa, y do thi lu miioite apareiileon iinpno-
cipin, y liif go lu rcH*. Se lia rombarid» y sos-
iHiiiio olieiiiütivamouie este iiIIíiihi (iriiicipio.
Ui*. Il<)g(*n(li. . a.«imilando los coléiicoá á los
ni<flxia<Jos. a:íegiim qiio, pueslo que se oliscr-
vHba en ollos, al nii^mo lienipo qiie U ciaao-
sis, la iiitogiidad dc la inteiigencia y Ib rcga-
larídad dc los niovimientns , la .«aiigre negia
i>odia e.^citar los (SrgHno.< lo mittmoqne la roji.
Parece, por olia paito. que Mr. Bracliet lia
cvídeuciado, con osp(*ri(uentos |>óblicoH. qne
liHCÍendu llegar i'iniciimonte saiigr^ iiegra á
iino ó miiclios miisculos. sc determina ia pa-
rallsis ile es'Of. Crecmns qiie ?e lia adelaiiiado
i dcmHSÍHdo al qiierc r identificar á iin cul^iico
cianosüdo fou vn a.«fixiadu. En el coli^ico
éiompie bay refpiracioo. y nada pnKbaqne
la sanure qne le ciatiofa, ubre cunio osritaate;
poiqiic si Ins mo\riuleiitu8 son regulnres. la
fiiMza os niiiy poca en (M; su iutr^bgeiicia se
hallü iiilacta, es venlad. pp m tatnbim lo es\i,
liHSta cicrto mnmonlo, cu lodu iiidividiio qtie
vc pro<bicirs(^ en él uiia asfixia lenla. Asi, ea
rigor. 8C pudia inveitir la ciiesliun. y encoo-
traren el cólera tin an^timenlo en favor dc lae
ideaa deBicbat. Por otra paite, los c»pcritiieB*
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86»
ASFIXIA
879
tos dc M r. Brachcf , annqne prrcIoiio«, lifneir
Decesarinmpiile ei doreclode lodas las viviseC'
ciones, qiie iinas veces prucbao deniasiado, y
oiras deiiiasiado poco.
Laaylixia, t^egun obsen*a Mr. P. Berard, e?
Qo ei^laüo en qiie cl animaíno &e lialla eiicier-
to moilo iii niuerto ui vivo; y es tomo iin reloj
qiie lieiie ciierda ; pcio cn)o péodulo uo e&lá
cn rrovinru'iito.
Lm 90corroi ^wtf deben dorfe en ca$o Je
atfxia, dííieien hCffnn las circniistaiicias qiie
U iiayan moiivado. Yamo^. piies, á indicar fo-
ninameiite los 50( ornis que recloma la asflxia
]miJo5iis direrenleá rorniaH.
La aüflxia (|iie provime de la iioraUnts de
k» múirulus ittspiradures, determinada por
una eurermedad orgáiiica, et*, en gHueral, sii-
perior á los rerur^os del arlv. (Iiiaiido la aKflxia
prüíi(*iie del frio odela iiterc*a dehs múfcu-
los, cciiio cii los ncieii nacidos , los primeros
neüios qiie deben cmpleariic soii rricciones
ciiér»ricas9obre toüo el nierpo y serialedainen-
tc siibrc la.s patcde¿ del lórax y dol alMÍómen,
T a'giinos escilantes admini:(lrados al interior:
á c^to8 mclios debeañadirsc ta manlobra qiie
Tamos á dc.'U^ribir, y qiio es la mas poderosa
para poiicr dc iiuevo en mnvimíento el meca-
nifmo de la rc.^piracion. Aco.<ta<lo el enrermo
boca arriba, y ú)¡[m laiito liáciaelcoskido dc*
reclio, cou la cabfza y \a^ e^paldas un poco
mas altas qne ia pélvis , se cogc con ambas
maoos 1« pared aiilei ior del abdómen á la al •
tiira del om^ligo; y tir'indo ruertemonle iiá-
cia arriba, se le inipele despues liasta la co-
himiia veriebral , niientras qiie olru iier^na
aprieta con Ihs dos maiio.s los lados dit peclio
hácia los lii|K)cóiidrio$. D3 esle inodo f'C pro-
diice, en las cavidades tóraco-abdominalcs, iiii
movimieiito deespanrton y de depie¿ion, aná-
Ipgoai de iin riieile, y (|iietiene por crecloso-
liciiar y fa ilitar miiclio la espansion dc los
piilniones. Esia nianiobia Ci; eti gcneial do!o-
rosa |iara el enreriiio, y dt'terii iiia mncbas vc-
cesen ól uiia cxa^peracicm dc que no debe
Jiacer.<e ca^o , ciiaiido ba recobrado sus seiiti-
dos. Síenipreqiie la afUxia no baya sído cau-
sada por nu cuerpo estraño eii las vias aéreas,
debc em|ilearse desde luego csle medio, mien-
tras^e aplican los demas auxiiios nece^arios,
menos dtiraule algiina operacion qtie cxija in-
movilidad. A esle medio se lia piopiie<^to ui*:a
dir olro, üei'tinado á producir lambicn iina
ref piraclon arliücial ; y cs la insiiflacion puU
monar, practlcada ya por medio du un ruelle,
ya tan solu con lu boca. En los casos de a.^flxia
de los recU-n nacidos re lia etnpleado princi-
palnieiile esle medio riindado cn la esfH'rien-
cia de VeiFuno, qiiicn despnes de lii«b< r abit-rto
el pecho de uu animal, lc hacía icspirar por
moiíio de nn fiiellc adaptado á la tráquea. La
in^iflacion es un recurso mny íilil , pero qiie
debe usaree con prudenda. Mr. Leroy u'£tio-
kf ha demoslrado que las Tejiguillas polmo-
^§¡ts ^ i^ugabau) por oi cftfueiso de im d^-
tenslon arfiflr lal bastmte débif ; y por conse-
cuencia se debe proceder á la insuflacioD con
mticho miramiento, y no dar á la columna de
aire ningun violeoto impulso. Eo fln, se ba
propnesto lambien el nso de 1a electricidad,
qiie ha surlido bneiios efectot en manos de
Mr. Leroy d*Eiioles, en e«>perimeni08 sobra
los animales. pem qiie solo piasde emptear.<e en
los hospitalespáblicof^icansadé la iuiposibili-
dad de procnrar^e en todas partes doude uno
se enciientre el aparato oeoesario.
Practicase ¿ veces la operacion del eropie-
ma para contener la asflxia Inminente ó prln*
i^ipiada en cuso de derrame pleiirai , dándose
liiego mncha prisa á rennir 0 á obturar las lie-
ridas peneirantes de pecho. En caso de asfixia
por presvjn ó apretura conviene quitar desde
liiego lodo cuanto pneda diflcultar la respira-
cioii ó la citcutaoion: ios vcslidos serén abicr*
toft ó aflojados y desabrocbados con bo*gura;
se quiiará todo lo que piieda ser f»insa decons-
tric« ion, por ligera que sea, como la corbata,
las ligas, el cor)<é; y sc desabotonirin ó corta-
rán los puños y el cuello de la camisa. Se ha-
rán sobre la cara aspersiones de agua fria con
vitiagre. Algunas veces es útil la sangria; y á
tiNÍos estos medios se añadcn los ya indicados
cu la asQxia por inei*cla de ios mi'iscnlos.
En la a$fixia por un cuerpo estrañOf 6 por -
productos morbosos qtie obstmyen las Tias
aéreas, de.«pucs de haber empleado todos los
medios indicados para quitar loqiie se oponga
i la eiilrada del aire: si no se logra se debcri
tiracticar, sin vacilacion, la traqueotomia. £s
e.-ciicial no tardar miichotíempaen recurrir á
esle niedio, fobre lodo en tosuiños, y ciiando
la asflxia f e ha deciarado bruscaroente.
Eii la asfixia por sumersion, es nccesario
desnndar conipietamente al aliogado y envol*
verlecon una nianta de lana, ó con una siba-
na caliente; despues se le tieude boca arriba
(iii poco sobre la derecha. con la cabexa y las
espaidas nias altas que la pelvis: se quilan
cuiüadosamcnte de la boca y de las fosas na-
saies aqtieilos matcrias qiie pudiesen obiFtniir-
las. comoson la lierra, la espuma y lasmuco-
^idades; se escítan la boca y las fosas nasales
('on las baibasde nna plnroa; se fricclonah los
miembros y el cuerpo con un estropajo de la-
na, y ee prodigan los demas socorros, cuya
mauiobra liemos descrlto ya. Las laTativas de
tabaco, emfdeadas en otro tiempo, estón pros-
critas con rason, i causa de ser mucho mas
pcligrosas qiie ú'iles; pudiendo ser reeoiplaza-
das 'sicmprc ventajoyamente por las lavativas
con adirion de 60 i 400 grauos de sal mari-
iia. Los ahogados apenas tragan ugua; y aun
df Fpues de rauertos. eulra muy poca en sn ea«
tóniago. Con razon debe deplorarse la birbara
prictica y la ignorancía de aqnellas personas
qiie, para hacer qiie los abogados restituyan
el agiia que no han bebido, les cuelgan con
la cabeaa liicia abajo , con lo coal en breves
miotttoft itfabaa de aiflxiarJM j éft nuUirtop,
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m
ASFnnA-*ASIA
tm
M 1a a^xia es ^l nMtMn éé h ntranfru'
ífeiui» por ^n^peiMion é fHir pimp(e e(»iistiic
9tfHi deln frar^iit», N>:(«i)cornNi ffinídfbHii d«r
9Q soii ¿ cona üiferenria Í0£ inisnios i|ue eii pi
C9«o de snmmion; wHarocBte qne en ffi dt*
kncer f ntrar m calor ct cnprpo por mcilio lie
fomf n(}ieioB€ii 0 de mantas calientcs. se debe
ai coiHrario. ei^ponerlc nl lire. y rostentarae
c«Q friceiontrif». tn e>i« especie de «stfiia. tn
Biof Ha fS miielia^ rocrt étü desde los prHne-
ros socorros, los oiialrv, fw otra f«r1e, no di
fiffmi de tos qiie h inos ftndiralo mas aniba.
Por áliimo. en la asflsia por lnwráion en
rni aire enrarecido ú aiteradi) por tin gas im-
pfop'io ptra la respirjcien, 1o primere cpie de
be liacef-se es sactr ¿i1 enfermo «1 aire tibre. Se
1« (|«t)tttn tos vcsltdns, se le •ciiesta roflDO so ba
dkbo mas arrUis, se nroyeota emi fnen» por
itiodio de tina aspersion. a^ija Irin avinai^ada
soére loda h sttpet^cte éel ciierpo; si hay In-
gar se le saaera, y wn empleaii las friccioiies
y las dcfmis maiHubnK indii*ada<.
Lm cnestiones de mediCTnd le^al rcff rentes
á k aéíixia tendrán sii lufrar <cii liis artí^xilos
SUlffiilSfON, SOSPCmVO?! T eSTRA?faOULACIO?l«
Lanel i: P« $uhUsiui$ wt§i4iÍM, Roait, 17GS. y
en Op. omt^
Portal: Ob*frvat'oniur le» eff t$ H$t vapeurt me-
jiAMfiuv.Pirí , irrs y 48SS. ea I ¿.*
MrAy <1'B !•«€•: Mt^htr.^ < #iir I' útfM9Í9,
Orfjii: See nre 4 Otmmer ^'r MsrsatíJUM emP9iS'
mmt^i «tt ñfpfiyxiee*, Patij». ISíi.
Mt IteTtrgiec Meáetineiejñte.
i6f i. (Ctografio.) Este continenteqnefonna
It mayor de las ptrtes del roundo antiguo, es-
tá situado al Sblo M BiKOfia, de It qiio te sept-
ran los montes y d rio Oirol, <l uiar Cdspio,
el mar Ne(;ro, el cstrerh i de Conslantihopla,
ei mar de Ifórmtra, los ••fdtnelojí, et An-.lii-
pié'tgo y Ifediterrineo; por el mismo Ifk) oc-
ddenlül, el istmo de Siiez y el golfu Aráiiigo,
férman el liraite entre el AiMa y el Africa ; al
8iif está limitadt el Asit por et mtr de las fn
dias, y al Este por el O^atio Orieiital qne per
tineoe al Grtnde ttcéano, el estrecho de B di-
ring, qne se tbre entre el Ai^t y U Américt.
pone en comnnicaoion tt Graiide Oj^ano ct>H
- el mar Glacial, euyas aguas bufian el Asit por
el Norte.
ei Asia se estiefide desde los ii** liii«fa Iom
%W^M fcongitudorlental, y deáde t^ IS' á
76*' 40' de latitiid septentrional. 9h mayor lon-
frHud 4el Bslett Oesle ee de 3,7t0 legiiai>, y
st mtyor Ittitiid de üorte á Sur de 4 910'
Ctlctíitse sn superftcle en 4 .576,600 leguts
cutdradts.
El Asia ti^ne dereclio ¿ intereEtrnos bajo
mtichos tspectos; tlli es doode las trtdiciones
y ios oiOMimentos liistóricos coloctn It ctifia
ilel género hiimtne, e4 origen de las primenis
sociedades, el ntctmienlo de Its trtes, dc It^
floncias, eo una ptltbrt, de iiyesireis conn-
oifBfenttr« del Asia procoden hi mayor ptrte
4t ^asMOiiislc» 4M«sttMt|«e«i|4Wii4ültfl
iinlverso c Ha t\ hombre pora siitt«fi y rrerfo;
indig nas del Asia »on lambien easi to4ii8 lus
veaetales qcie slnren para el afímenlo tl'^l hoin-
brc y ilc los aniina'e^í q*ie le roletn; del km
iian siilldo esas hordas num«fn>sas de piieblos
iue en diferr-ntes épocas han eainbiado y tris-
lornado la fazdelaiiiiguo mmido; en el is'it
en ftii, htn nacid<) Its reliirioil^s dnffniiAtlrts é
las qiie el liombre ha sumetido sn eret^-fa.
Komhremo* en primer hti^ar los tfiferen'es
palses qiif* eiicierra tquH himenso e^tinfiile:
la R isla fiiSfHs fti.la la ptri*> iw^etit'-loiial qiie
oompreiideta Siberla y et Cimtchatki y mn-
eliaii islas. euire otras «tna parte de l<is Coiiff*
h^. Tieiie tHinbleu alOost') n\n porelon dn la
sleppj de \m Itrff^liis at Iforde^ def mar Gas^
r>io, y ademas at inr de1 C^i(*a:iO 1 1 ^hht^,
el Djsrhestan. el Cliinran y parte de fa Arroe-
nia. fSt tinper1o«i4omanidomlna sobre tola el
A#ia flenor, ia m-tyor partH deta Armenia,el
KourdlidiHi, tt Uesopotamla, la Siria, laf«les-
tína. Itodas y olras hilas del Arehipiéfaso y
ChtfH-e
Lis dpmas provlacia« det Asit d<M 0.«iito tl
tií(^, son la Ardhia. hi K*rsit, el Ttirkes'an. f«
Grtn B ikaría, el Afghaifi'ttan, «I BtHiiti^histift,
tMSIuihy, (H paiA de los ^eikei, d 9ep4l, él
Iiidost.fii' , refiarfiilo entre la Gm^i Bretahi y
iniif Ims pi iiicifies iiidií^tMias. la ísla fle OilaR,
las Vakhtas. tas L'iko.li^'as. los "S cohtr y hs
Andarttan; e I imperit) dt; lo^ B rtnanes y de Its
fx^tieiVis p>»i<ies comprendldos f fHrt esle es^
lalo y el Indostan; Siam, Na'aca, H A«-
nam, laChÍiia y stis istas, laCoret, el fwlsdt
los Uandcliiies; en e1 intedorli Mongoltt, It
peqii'^ha Bnkaria y elTibet; y tl B^e del fon*
tiiientt el Japon, leciO, Tarnkai é lilts Kot*
ríles.
Ta h^mos nombrtio nnt ptrfe de 1o« mt*
res qne limitan el Asia. algiinos de los eoales
le soii cxNnnu'*s conotras fiartesilel mnndii;eQ-
tre tos que l>* son peciili«»res citaremos el msr
de Arabia ó deO nan, qiie es fmrte dcl marde
las Indias y furma entre la Arahit y ta Fersfa
f I gotfo Pi^rt^lco; e1 de iengala septra A Itsdes
peuiiHiildS dc Iti li'Ht. Bii ei O^étiio oríentil
debemO:^ clt ir el gotfe de Bhim, eiitre It pe-
ittn&uta de MalHra y ei Anntn; el goffo de T>in*
kin , entre (Me pals, que es la parte sepien-
trional del Annam, la oosta sndoeste de It Chl*
na y la isla de Dainan; el mtr de Clmi», á lo
largo dc It co^la oríenttt de este fmperío ; d
mar Amtríllo, entre la Cdina y la Corea; el dt
Gurca, entrecse pals. et lapon» leso. Taraksl
y el pais de los Mandchiies; la mancht de Taf-
taria es su parte sepleiitrioiMit ; et m» dt
Okliot.<k. fnlreel palsde los Mtndchnes. liSI-
berit, el KMntchalka, las Kotfriles, Tarakai é
leso; mas al Nordesle 1« ctienct def Nefie. 11*
mlttdB tl Sur por el trdiifñéltgo de tos A*enM-
nos, forma fn la f«sta de Asia el golfb de Aot-
i^ y cnnrNinict por ef estreche de Bfhrfnf,
f*nyt IttHnd ^esde 44 legnas eon el oKirélt»
ci«l: «üeintirlleMttii 90^ ét Ittamsl^
L
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fr%
ARA
fTt
7 del f art 90brf> e1 limite bortnU (le Eiirop«, y
efU cermtlo al Norle por \ué islsi Uatlioii.
La superOcÍe del Ai^ia T>re¿enia ii»meii}ia«
eadetian de montañas que arrancan deide el
monte IJa sobre et eátrecho de |o.s &ardanelos,
y farraa como iin promontoho avanzado que
perteiieee al Taiiro, ciiyas ramifleaciones »e
eflllendeii solire toda la snperíleie del Asia
Meaor. fil cerro príncipal se aproxtma hácia
l^ ty de lonffitiid al áiiífulo 'iel llediterrineo
donde está la isla de Ctiipre y cstieode bácia
el 8iur siis ramlUcaciones, de queforman pvrte
d Ubano y lo4 monles de la ^«losliiia, y lle-
gun tiasia los conlnesi del Afríca, donde se lc-
irmtan el Sínat y el Oreb, prolongándose de^-
pues por la peninsnia de Arabia. £n la loma
del Tauro q*ie descritte hd ia los 33* de lon-
gUuil entre el A<*ia Menor y la Mesopotamia
moclias eiirvaetiicia el üorte, nacen los Tcbet
dir ó motitafias de la Armenlü; estas ciibreR al
OfSfe las oriilas ori«ntales det mar Ne^ro, y
al Bste se unen al motite Pdmtraki, ctiya pro-
lengaeion va á unir¡ie coa el fiiicaso, qne le
wira sus cimM oubiertas de níev(3s perpetiias
entre el mar Nc^ro y el mar Ga!»pio; al Siirdol
Pambakl se iiiien los montes de \á Armenia al
iieTadii colosD det Ararat que desCaca al Siir
Ía ramiflcacion dcl Klreu'l. en iu Uesopotamia.
y al Siideste los muiites Demabetit, qiie Jimi-
lan al Surel mar Caspio. Hácta h)s 55** de
lüNf ilnd eorre esta radena al Siir hasla la 35*
paratela, sii^iie de>spiiesal Esle bajo el nombre
de ntontes del K'iorasan que bicla los 61** de
longitiid tocau ei HiDdoukooh, al Norte del
Afglianistan.
Ct Elrend, qife ilesciende por et Snr hasta
lai llanuras de ta Persia, se aproxinia en sii
estremidad meridioiial i ios inoMes BaklrtcH.
qne eorren a1 Eáte i poca distanda de la costa
del Golfo Pérsico, y se iincn cerca de su cs
t emldarl i los monttíH del Ifekran y mas al
Horle i los montes Vakheti: estos dos ramales
que se estlendeu sobre el BehHcliistan, termi-
iian al Cste ilos 6i** de longHiKl y eiilre los25^
ó ?8* paralela en tos montes de Giiizneb; di-
rtgense estos desde el Siir a1 Horte asi coroo
los montes Soleiman. y van á confundirse en
lasremiOcacioiies nfieridionale.'tdel Hiudoukouh.
A Í05 73* de hmgitnd, lu cadeiia príucipal,
qne viielve repentinamente a1 Sur y se proloa-
ga dcspues al Suüeste, toma el norabre de Hl-
malaya, qiieconttene alguna de las mas altu&
eimas del globo. El Hlma'aya qiie ümila el
TiM por el Strr, ttene por avansadas por cl la-
do del Indostan las montados de Cftchemira,
del Hepal y del Boutan. Has al Sur se elevan
los monles Tindiüh en las llaiinras det Indos-
tan. bajo et trópico de Cincer; una de sns ra-
nittea H>nes se diiige al Ncirle hieia las tter-
rw afiM qne separan el pdis de los Seikes det
hidoelan; otra va i imtriie al Sndoeste eon ef
aowbre de fnootaf^a del terar y bi^o ^ ^
ptffticlAiM kw^biiMy ftm fo^MtíMtai por
el lado ooddenlil do 1« penitiQte de lalndit f
sestlenen ima mesett timitada al Bste por lof
Ghates orientales: los Ghates correii mas aUi
del cabo GomoHn liatta la ista de Geilan. Uo
poco al Morte dei punto donde. las montafiai
det Bim^layH se dostaean del Hiodoukoub, kM
monles de Ngari sicuen parileiamanie sii di«
reocion hasU los 7t** de loogitud, donde i«
dividen en dos ramales, los nooles de TsQog
y los m'^ntesde Khor. El primero sereuoelii*
cia los SB* de longitHd OOQ la oadeaa priaci-
pal qne viielve de pronio al Hordeste y toiM
el Bombre de raoAtaAas de Vei.
Loi roontes de Yei, qne arrancan del Ti"*
bet, eiivian al Snr mucbos ramales que formaa
los montes de los Mogs, en el Imperio Bir'*
mafi, el AmJoa y el Baian-Rhara, de qiie so«
ramiAeaeiottes las largas cadenas de los mon*
tes de Siam. qne se proiongan hasla el caha
RomaniH en el eütremo roeridional de 1« pe»
ninsida de tfaiaea y las deAnnam.
En la 3B« paralela dirtgese la cadena prtn^
cipal at E4e, y en los 440* de iongitud hace
un re 'odo y viielve al Oeste; poeo antes envia
al Sur U ca'lena de Viin-4ing, que separa la
China del Tibet; al lle«ir i los conflnes sep«>
leNlHonates del Arniam. el Yun LiRf daoNgM
al Ma^Tian Ung, que paHiendo del 0{*ste M
Bste, forma el limile entre Annam y la Cbina,
y mas al Norte, nace el Nan Uog, que se es*
tiende en la parte mcrldioBal de aquel gran
imperiO y despues dehaberdescrUouna siniMM
sidad al Norte.tomiolnonibreHle Toung«Liag.
Desile el roismo punto desde donde corro
cl Yun-Ling al Siir. parten bieia d Norte log
montes det Clien-SI, atravesando la parte oc^
cidenial de 1« Cliina y estiendea al Bste ei nm
mal del Pé-Ling.
La cadeoa prineiptl 6 loi montei de Vei,
que forraan nn recodoat Oeste bHJo la 15* pa-
raleia. taman el nombre de Kouen-Lun. y se
dirigen en segtiida al Norte, volviendo al Este
alrededordel lago Khonkhou Noor; otroramai
corre al Nordeste y »e Junta bajo la 38* parale-
lu con la cadena de los Tsoun-Ung qoe vie*
nen det Este; i*ennidos estos dos avansan al
Nurte, y bajo \h 40* paralela llegan i tocar loi
montes del Tangoul; estos van á juntarse por
el Nordestecon losNomkhoun, qne dirigiéndo*
se del Noroeste al Sndeste ae unen al In-Chan
ea la 4t* paralela; alli el In-Gban, que vien«
del Siir, describo nna enrva y vuelve al Sudes*
te, donde bajo el 440" roeridiano y ia 44* pa-
ntlela vuetvc ol Norte. Sus ramiflcaciones al
Este ciitmm laMongolia y la China SepteotríO'
nat bajo el nombre de Sian Py, do Yan y de
Chan-Si. Avansando el SiinPy, al Este se une
al Chanyan-Aiin, alta cadena que se eleva. en-
tre el pois de los Maodciiues y la Corea, y cu-
yos raroales se estieodeo por estus dos re^*
giones.
Hiehi 1i 4ft* paralda. el In-<kfiB, qne es ia
cadéni piínoipal. tomi el norobre de Khincüiu
iÉ^MioBgiil ÜMle? biiUii ft1*.pttctlal»
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875
ASIA
876
TQelve ol Siidestc hasla la eosta; ba]o e1 430"
mrrídiano loca on Ioh montcs de )o8 Lamoiits,
qiie 56 diríirrn del Siidoe^te al Nordei>te, en*
\laiido al Noroestc d ramal de los montes Al-
dam. y se piolonfsan liasta la estreniidad Nur-
dette dcl Asla. doiide ¡¡e dividen en dos brazos;
cl iino ae dirlsc al Siir y forma la cadena del
KamiHiatkn. y el otro al tsle, terrainando en
el T('lioiii¿koi enfrente de la cosla de la
Améric».
Lh rndena del Khínírpin toca al Oes'e bajc
el 4ÍC** merídinMfi y lu 53* paralela eii'aü mon
ttmMS dc NíM'tchins^k» las ciiales se iincn bsijo
eMIG** nicridijino cun las montañasde la Dau*
ria, qiie diri}tÍéiidose del Nordcbte al Siidoeslc
se dividcn cn dos ramales; cl uno qtie pHrle
liócia elNoitiChte y hC apioxima al lagn Baikal
y del pc qiicñoAltni, y cl ntro büja liasta )a mc-
9Q\'d dci pai6 dc loáKlialkhas por los moutes
Kcniaí.
Voivamos ahoraálas montaúas dcl ÍTIndou-
koiih cn loiiiteiiordel rontiiiente: el Tsoiing
Liiig sc proloncn bI Norocsic scpiiranco la
Graiidc y IVqiu'ña Biikaria; b»jo el 69** meri-
dÍHiio y 41* paralcla cnciiciit>a á lus Thian
Chan, qiie m' diiif^cii at Nordcstc; cnviando al
Sur \m ramal li^cia los moiitcs de Tiingoiit. sc
Junia bHJ4) la 45^ paralela y 93* ineridiaiio. coii
d Nomkh^iira |)or lu dciecha, y coo el Grau
Alti i por la izqiiicida.
Kl Gran A tai forma iin niido, cuya prolon»
gaciun ?e nnc por cl Noití con el Peqneño Al
tai. |)or cl Estecon cl Nonikhoun, y por cl Snr
con los moiitcs de la Dziiiigaría ó Tatbagatai.
por cl lado del Ocste siis ranialcs mucho mas
))ii]o9 Fc iincn á las moiilañas del pais de los
Kiighiz. fiue bajo el 50** mcridiano y 4*' fiara-
)cla bican cn la ca<leua del Oiiial. ciiyas cituas.
dcscribieiido una hiica dcl Siir á Norlc, formau
)a scp;iracicn cutre el A-ía y la Euiopa.
Corrieiido cl Pfquf'úo Allai al Nurdcslc.
donde desciende Iráoia las llunuras de ia Sibc
ria, cnviu al Este la cadena de los moutes Taug-
1)011, á los ciialcs FC une, dando orígen ai
Kangtfai, ciiyas ramincacioties avaozan por uu
lado liácia la Daouria y por cl ulro liácia cl
Nomkhoiiu y cl Gran Aliai.
Estas va.4las cadenas dc montañas qtie por
sus ramiflciicioncs se enciientran y criizan en
muchos puntos, daii con esto tin carácter par-
ticular al aspecto del Asia, qiie presenta en $u
superflcie muchas colinas mas ó mcnos eleva
das, y cuyas agua? iio ruedan hasta el Océano.
Porolro lado muliiiud de rios corren por los
vttiles de p:randci cadenas, y rompicndo algu-
iias veccs por los obstáciilos que la natiiraleza
les oponc, llegan al mar, los unos despues de
)i8bcr descrito nurocrosas sinuosidadcs y los
otros mas directametite. Citaremos cn el Asia
Itfetior el KisiMimak qite dei^agua en el mar
Ncgvo; en la Mesopotamia el Tigris y el Eúíra-
tes, qiie Falicodo dc la Arroeuia Jtintau sus
aguasantcs de desembocarenel golfo Pérsico;
^ el Ipdostau el Siodli, que sidedclllbeú
corta c) nimataya y llcga por mntbos pmifos
al mar de las Iiidias; el G inges, cuya fucote
está al pie meridional dcl liimatayn, y qae an-
tes dc entrar en el go!fo de Bcogalt se rcune
al Brahma-Poiitra, cuyas agiias viencn dd Tl-
bct; en clpais de los Birmanc^, losdos Iraoua-
dy: encl reiiio dc Siam el Mcnain, y eo el
Annam cl Mckan, que descic^den de las allii-
ras del Amdoa al Sur; en la Oliina el Yan-Tsn-
Kiam; y el Hoiuing Ilo qiie salen, el uno de
los Tsoiin^-Liug y el olro del Koiien-Lun, y
desMguan cn ei mar de la China, á po'*adislan-
cía iino de otro; cn cl pais de los Maiidchiies
cl Amiir <') Ile Loiing Kiaug, que llcga del pais
ilc los Kha^kas, a una bahia al Siir dcl mar de
Okhot^k; en flu, cn la Sibeiia cl Lena, el lcni-
sci y el Ob qiie dcscienden de las monlaois
de Daoiiría y dcl Altai cn el mar Glarial.
Eiitre los rios del A:Ma qite no van liajcla e)
Océano, b»Aa ciiarclUik.quevienedcl Oarai
y ilesngi a cn cl mar Ca>pio; cl Djihoiir, que
^alc de la cstreiuidad Norle del flimalayn y et
SihiiundclTliiacliar,quedesembocanen el mar
de Aral. Estos dos lago^» son los mas con5ide-
rdhles dcl A-^ia. Debcmos lambicn cilar cii la
Armenia los lugos de Van y de Oiirenia; en la
Paieslinn cl mar M'icrto; en el Tuikestan el
KiibHn-Koulak y cl Tcmoiirion; el lang-Norouk
cu clTibet, y cl KhoiikonNiNiren la MogfiHa.
Todos estos ía^os y oiros miichos, espaicidos
sobreia superflcie del A^'ia Ceiitral. ticneusala-
das 8U8 ugiias, y lo mismo siicede con la ma-
yor fiartc dc los dc Persia. El Baikal |ior ei
roiitrarío. y algunos otros en el Surde U St-
beria tieuen sus agtias dulces.
El pais alto dcl Asia Ccnfral. comprendido
cnlre las 3^' y 60* paralelas, y enire los GC** y
448** merídíaiio, célácoríado por miichas cvit-
iiaa de montañas y colinas, cutre las coalcs se
e«tienden f6ríiles vallcs; las Ihinuras, por ei
c^ntrario, no presentatí mas qiie lerrenos are-
nosos ó gredo^o5, estérile.^, gcneraimciitc sa-
lado«% dunde no crecen ma8 que arbustos y
peqiieñas planias espinosas y sccas. Por lo
comun estos llanos son verdaderos desiertos;
tal^s son el Chamo ó Gobi en el Esie de la roc-
setd; la sál>aua de loí< Kirgbiz, cntrelosmontes
de la Dzungaria y el Oiiral; la sábaua delUnba
mas al Norle; la Arabia, la Persia,%l Tar-
kcslan y cl Noroe¿te dcl indostan son tani-
bicn deiieitos arenosos como el Sabara del
Afríca.
En murhas montañas del Asla Occidenlal,
príncipalmenle cn Palestina, en el Kurdistaa y
en Persia se ven vestigios de autigiios Yuk»*
nes. Hátlanse terrenos calcinados eu la costa
mcrídional del Asia Mcnor, en Bakou sobre el
mar Caspio, en UesticmidadSodeste del Cáu-
caso y en las montañas cerca de Alepo. En la
cadena del Thiam Cham, ¿ los 43** de latiind y
87° dc longitud liay un pico que arroja coos*
tantemcttte humo y llamas; lo mismo sbc«<í^
cou otra montaña alOesley aiguoas de la ChH
w, eo ü», i» pcuiQMk 4ei pljHtclutfo 7 ^
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trrt
ASIÁ
aié
risB dc Ifts islas Konrili?s, leso y las islas del
Japon Foti lambieri volcanes encendidos.
El Asia os menos rica qne las demas par-
tes det nnindo en metaloá |irec*.usos. Sin cm-
bargo, la Ghina, el Japon y el Tibel tieiicn
minüs do oro. I.as bay dc piata eii Siberia^ en
p| Annam, en la Cbina, en el Japon y en Asia
llenor. La Cbina ticne minas de mercnrio, y
cn la Siberia. 1a Cliina, cl Jjpon y Asia Menor
las hay de cobre; la Siberia, la Armenia y al«
g:iinos otros paises tienen minas de bierro. y
la Cbina, ol Japon y Malacade plomo y estaño.
En c;iinbio el Asia abunda en piedras precio-
8:1?: en el Iiulostan se encuentran díamantes,
y las demas piedrasen esta misma provincia,
en el Cpilan, en el imperio Birmau y eu las
Tccinas montañas del Baikal.
La dispo:^icion dc las montañas sobre la
snperflcie dol Asia, influye poderosHmcntc en
el clima de aqiiel coniinentc. Lis llanuras al
Sar del llimalaya y de sus ramiflc^icion s son
muy cálidas, ul paso que á los 30** de latitud
te vc nieve en las alias llaniiras al Norte de
díchacadena en el mes de agosto: porotro
lado, icnicndo sreueralmenle todos los paises
al Noitedc la 504 pHralela su iiiclinaciou bá-
ciael ptilo iKireal, sii teinpeiatiira esrnas fria
qiie U (le los pai^^cs dc Giiropa en la inisuia
laliliid. Todn la paite oiieiilal, peitenccieute
i \n zona lemplada, es tambien mas fiia qiie
on Kiiropa; las llaniiras dc la zuia tórritla S'ui
niuy cálida?, y las de 1a zona (emplnda al
Oestc íjozan de iin clima dulcc. La reveibera-
cion de las arcnas lo liace ali?uua-* veceo eítce
8ivamente cálido. Eu el ccntro cl frio cs muy
agiido y cl rlima varíhble.
Aleii'lidn csla graii tliferencia dc clima, no
es cjílraiio cnron'rarla tambicu niiiy con^ide-
ratile cn las produccioiies vcijelales del Asia.
La partt^ borcal no prodiice mas qne mus„'o y
mczquinos arbolillos; en cl MediodLi, por cl
conlrario, crccc naturalmente el cafe, e1 azú-
far, los dátiies, cl algodoii, la pimienla y
niuíiituJ de plunias aromática::. Los pai;<e^
templados producen lodos los granos que sir-
ven al allmen*o del bombre, y todos lo5 árbo-
les friitales: el Asin cs cl quc los ha dado al
re^tlo dtl ini'.ndo. Ei tc cs una produccioo pe>
culiar de la Cbiiia.
Sccree que debcmoslambicnal Asia niics-
ti'os 8i)in>ales doméstifos: el caballo y el as-
no vagan todavia en sii estado salvugc por Ids
estepas dcl Asia Medin: bay camclios busta
loá 5ó^ dc latituil; las cabias del Tibet dau la
laiia de que sc rubriraii los cbales; los cua-
drúpedos mns nolates vou la cabra dc almizcle.
el toro de cola dc caballo, cl rinoccronte, ei
elefüiite, el leon, el ligre, mucbasespecies de
monoá y cl oso. Bu cl Nertc inflnidad dc ani-
Jnales pequeúos, de iobos y zorras dan picies
preciosas.
Las aves doméslicas qnc se conocen en
Enropa, los pavos, los faisanes y otras mii-
ebas úiiled, soo oriundas del Asia. J)e esie
continentc proccden tambicn los gusanos de
scda. La famosa pesca de las perlas se veriQca
en el golfo Pérsico y en las co^tas de Ceilan.
La especie bumanaofrece en Asia dosdc
sus principalcs lazas, la blanc» y In amarílla.
La primera cs mas numero^a en etOeslc, y It
.<egunda en el Esle; los pueblos limttrofes es-
taii mtiy mezclados, dc siierte que es difícil
mucbas veces determinar la raza qiic domlna
entre ellos. Ilay ademas negros iQdlgenas en
Ceilan y cu olras isla:Í.
'Si caüflcásemos á los babilantes del Asia
segiin las lenguas que liablan, ballaremos qiie
la raza blanca comprende los puebloá del Cáu-
caso, georgianos, arabes, tiircos, tiircoinancs,
kirsbiz, bdclikiros. uo^'ais. iak<iutes, rusoi*,
griegos. armeuios, per.^as, bjiikliares, aíglia-
iieses. beloiicbies. cliiiiguleses y seikes. los
pueblosdc raza One¿<a, tales como I03 sirianos,
los vogoiileii, los tcbouvaches y los osliake.^
dcl Obi. A 1a razaamariHa portencccu los mo-
gole?, loiigufscs. knurilíos. ioukaglpres.samo-
yedos, koriukos. kHmtcbadales y tclifnikichis;
los Japoneses, córeos, cbinos, ainmitanus. li-
l)Otano.<, f-iame^es, birmancs y pe^uanos. Pa-
rcí'e qiie los malayos dcbon su origeu á uua
mczcta de las do¿ razas.
Eiilrc IrtS telitüiones dogmílicas. quc han
narido toilas en Asiu. Iiay t'rcs: cl Judaismo, el
ciistianismo y cl islami^mo, que se ha propa-
gado por las demas partes del mundo; Us
otraí», por cl cenirdrio, no rcinan mas qwe en
aqiicl contiiionte.
Los jiidtos, en escaso número, fnrman pc-
qiieños eslailos indcpendicotes cii Arab a; liá*
Mause diseminados en muchos palses, y los
hay tambien en la China.
Los griegos. ruso«, y pnrle de los piieblos
flne^cs souietidos á los msos, los georgiauos,
armenios y maroiiilas dcl moiilo Libaiio. son
cristiatios: existcu tumiiien c •mituidadcs de
esia rcligíon euire olros pueblc>?,en cl impe-
rio otomaiio. cn Persia, Afghíjuislan, Indoslan,
Coohinchtiia y China.
La religíon dominanle dc los turco$!, nra-
bes, persas, afghane.<cs, bcloutchic*. b kha-
ros y lamayor parlede los malayos, cscl isla-
mismo, qiie profe^au lambien muchos princi-
pés y h ibilaiiles del Indo^tau, de loá turco-
manes y Ins kirghiz, y de casi lodos los puc-
blos que hablau los dialeclos dcl liirco.
El brahmismo es la rclision de In mayorl i
de los hltidiio*, y el bouddlilsmode tina parte
de los indiios, chiiigiilcscs, birmaucii, ana-
mitaiios, chinos, japoneses, mogoles, mand-
chucs y tibetano.s.
]joü seikes, dnisos y yczidis, y algunos
otro; pucbloá, tieueu rcliirioncs parlicularcs.
En la China y el Japon huy lambieu religiones
cuyos seclaiios son casi tan numerosos como
losde Bouddha.
En fln, muchos pneblos de 1a Siberia y del
Asia Orieotal, tieuen por religiou el cbama*
nísmo.
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m
A8U
ttt
S&diaail calotttir tm exaetttnd el nárnero
de k>ü babitftntcs del Asia; Cdlcúlase ordinaria-
mente ea unoa 500.#00,000.
Lo« pticbloi de ka llaiMiras haeeii todarii
la Tida bóoiade qoe ies prescrítie la naluraleM
de in pais. Loa de ias regiooeá borea'ei no
caentaQ oen mas medioa de 84ibftiaieiicia qiie
U caia y la peaca, y en laa dcmas proviiiriaé
esti cultivado el terreuo conforme al elima.
JUmque la Europa deba á loa asiAlloos muelins
de sus ariesusuales, los ha dejado muy atria
con la iatrodoGcion de lua máquinas eo sus
m^nuCacturaB. Los aslálicos estáa generalmen-
te dotados de una leQiitud de eapiritu que
eternisa el imperio dc la rutina, y por eao liaa
quedado las artes en ei ponto á queliabiaii lle-
gadodesde la mas remota antigiledad. Por es-
ta mísraa razon ta orgauizacion poiíiioaha su*
frido muy pooos cambios en Asla, a9i es que
desde el príncipio de los tiempos lústéricos
vemos en aqyella nacion grande^ imperioi,
todo como en nuestroB dias; las refoliicionDi
han sido muy frecuenles; pero los asiátioos ae
ballan gebernados de la inisma manera, ea de-
cir, por la Toluntad de un soio immbre. Guae*
do derribaa á un dóiipota, ie sustituye olro. y
si un soberano adormecido en la molicie pier-
de sns eatados, pasan á un nsurpador que muy
pronto se sumerge ün las delicías de su ser-
ralio, y cnyos descebdientes aon desireiwdoe
á su ves Les puebios cambian alli de soberaiie
BiQ pesar y sin grandes disturbios.
PorCtesias y Herodoto tuvieron losgrii'gos
ooticla de miichas regiones del Asia al Ebte.
af Norte y al Sur de ia Persia. Las campenas
de \ieJandro les dleroH á eooocer la Indía* ha-
ciéndose mas frecuentes sus reiaciouea oon el
Asia liiteríor. Por medio de caravanas iiacian el
comcrciu que ies proporciooaba las ricas mer-
cancias de la India yde los paises vecinos: re-
dibíantas tambion en Rgipto por medio de las
naves que costeaban el mar de las Induis y el
gotfo Arábigo. Sn et siglo I dc la era cdtfliana
se atrevió Ripalo á atravesar, alt*jándose de tas
costas, el espacio que separa la entrada del
golfo Arábigo de la costa ae Malabar. Poco á
poco se estendieron los conocimienlos; ha-
bianse yaobtenido nociones sobre Geilan y to-
dos los paises que rodean el golfo de Bengala
hasla U penlnsula de Malaca. En cuanto á lo
interior del continente las noticias quc se re
cibian daban liigar á muchas fábulas.
Las crusadas pusieron ála Europa en con*
tacto roas directo con ei Asia, y probablemente
á este frecuenlc Irato se debe la invcncion de
la pólvora, del cañon y tal vez la de la impren-
ta. En el siglo XIII enviaron ios papas al kan
de loa tirtaros embajadores que dieron roas
DoticiasBobreel interior dei Asia Mas adelan-
te ei veaeciaQO Marco Polo la reoorrió has:a la
China: á este viagero célebre debemosSas pri-
meras oociones detaliadas de aqucUoa vazitos
paises.
Uqo de esos acoQtecimieQtos qoe caoibiaii
la Cas denna parte 4el oSAdo aeftdé e1 inM
slglo XV. Kii 14^8 habiendo dublado VdSK») dt
Gama el eabo de Bueiia Esperansa, arríbó á la
coaia de M.iiabar, y desdc aqiiel momento se b'i-
so comun y habilual la navega'Mon de lo^ en*
ropeo^ áia liidia, sienttosiicesivameniédeacii-
bieitas la^ costas dei Asia y hisislasqnela ro*
dean. si bien algunos puutos no fiieren rtco^
no(;id08 ha<ta Uiieá dei sig'o XViÍl. Bu cu«nt#
al itilerior d I Asia no sabuino:» todavla aceroa
áa algumis regiofie.H sino lo que ioeflMS en la
reiacíon de Marco Polo.
ASI\ ME.10R. [Gi^grñfti.) (4). «La fceogra^
fta compa ada dei Asia Meuor. dioe Mr. L^
tronne (3)» presenta lodavia mncha obscuri-
dad, á |»csar de ios e^fiieiaos que lunUt*
clio para csclarccerla los viageros y geé»
grufos, y la causa es qiie l.ia milicits dadas
por ios autores anligHOS aon ineoniplelas 4
Insuíicientes. El tienkpo ha deslnildo l< ma-
yor parle de las < b as hislórícas 6 feográRcas
que Iratabait de aquetia region c^lebre y ■•
nos quedan mas qiie las iuÜcackMiei qiie daa
E:iiratMin, Pliuio, Tüiomeo, Esteb.iu de Biun*
cio» ta tabla Teolosia ó de Peiilii»ger, los Itt*
neraríos iiamadoa ite AiiiuQiiio y de ierusalen,
el Synecdcme de Bierocies, tas noliciab ede-
siástica^ y las aclas de lo;^ ooncilius, de qae
Weakeling ha lieclio lan juicioso iiso en sa
hermoso comeu'arie sobre SyneLdeme y lus
llinerarios. Todavia uos qiieda ia relacíun dt
algunas efpediciones mililaies, á saber:!.*
e1 diario qne Jeuofonte \W\é del caminp qui
siguióGiro el Jóven de Sardis é Cela&iie á lca-
nium, (Goigny) y despues por la Licaonia y
parte de la Capadocía, atravei^iido el Taoro;
3.* el eamlno de A'ejan Iro por el Asla Meiior
de¿crílo por Airiono: 3.* la- bi^toria de las
giieiras romaiiaseu Asia, contadas por PnlibiOk
Tito Livio y A|)iano, y príncipalmenle la rela^
cion que nos ba dade Tilo Livio de Uis mar-
chas del cónsul Manlio por la Frigia, ia Paia-
piiyria, (Selalia ó Zina) la Pi>ídia y la G liada
hast)i Auctra: 4.* la marcha del empersdor
Aiejo Gumneno» de GoustauUnopta á Icoqíubi,
(1) Enlrd lat antiKuas rartat del A 4« Meaar aac
bastara ciur la de Telomeod- S<*roul y la» de FeliM
detaRue (I53t). deN.SauHon (ICU.de J. Ciitlcll
da Vi)cnola (4B«(6),de >. Viscbi-r; la de Aiivi e le«
vanuda en 1740, para la hiiioria anticua de Rellia,
y sobre todo,la qtie él lia liiulado: mA9ii9qu9vml§»
Minor dic.tmr et Syrio Imbuta geogi mp*i *, a bsa-
lum ptr fwdntfti iiemU elabor*ilm npere, tifmmiaHmé
ta anlt^tti geographia, arémo I7ai» y que eulTv ea
la edicioii en íolio de la Geografia anligua comtpeO'
diada. Entre las cartas modrrnas 99 o haremM nea-
eion de la Bainia«*a qiie se publtca actualmeule ea
B;rlin cn easa deSimm Sditopp. y que te litNla:
líarle ovii Klin-Aiiea tniworfen uni yrteiOnrf
nack éen nenetíen und zmverímnñgMlen Qmtllem^
kaoípí tmekUck nacS di-n in den iakren, V Sa-a»^
Ííaroti e. Vintkr. Pitcl^ und barou r, Moilkt'mU
1811-43, roA a. Kiprft, A. Sckm.ikom, K.ISoJ^,
aatgefarkítn rt cognotcirangen towié nackd' n ktO'
ted ncuen n Reitoroai^ten Vorzügiiek dtn eagiander,
BtU carta tiene teit hojat, y qurdan dot iK»r pabll*
car. Lt re tucriou en dos boias ha aparccld* l>«je d
tltulede Kaiiedtt Tmrki chen Míekt im Jiiitt-
(i) i>iaria4a «titéMot Julie.uaa.
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M
ASIA
m
m w diptdlcloii odotra k>8 taroos , contada
por sa bíja Ana Comoeao» á todo lo cual es
preciso añadir el periplo aBÓDimo, tíamado
SiMÜMmno d9i groH mar , que contiene la
descripcion de ias coitas dei Medlterrinec';
pero de estas distiDtas fuentes geo^riñcm no
podeDOfi sacar desgraoiadameate sino noti-
das iocompletas que de]an ccmdo estaban roul-
tilud de lagunas ; porqoe no solo no dan ¿
conocer sino «na parte de las ciudades que
aDtlgaamenlie comprendió aquella region, si-
BO qae con este auxiiio no se poede deterroi-
nar la posieiOQ sine de un número mtty timi-
Isdo. Asi, pnes, sobre el mismo terreno es
dofide neceaitaMOS ir á buscor las ftndicacio-
aes Decesarias para supHr la falta de laentes
qoe aeabamos de recordar. A recoger estos
datos se ban dedTcado lus viageros qne des-
poes de Tavemler, Toumefort j Pablo Lucas
en 4706 bau reoorrido aquel pais en dtferen-
tes dírecciooes, tales como Olter en 4734 (4),
Pocockeen 474«, Niebobren 4706, Browoe
y Olivier en 4797, Seetsen báeia la misma
épooa 7 Browoe por segunda ves en 4 804 , sin
baUar de las eseursioaes parciales ejecutadas
á Jfisia, Lidia, Jonia y iSarla'por Smltb, Wba-
ler, Spon, €hlsbull, Pocodce, Picettini, Cban-
dlery Gboisenl-Goufrier ; de la del capitan
Beaufort á Garamania 7 de la arqueológica
de Mr. Fellow en Licla. Eotre los viages re-
dentes que mas ban contribuido ¿ p^eccio-
nar ia geograf ia antigua del Asia Ifenor, dc-
beaos contar los de Ifacdanaki Klnnelr en
4843 y 4844, deRichter y del coronel W. Mar-
Un Lealce en 48t3, de Keppel en 4834. de
Amndeil en 4828, de Fellowen 4839 7 dc loe
franeeses Atejandro de Laborde 7 Cárlos Te-
xier, C070B viages se están publicando actoaU
meRte; del teniente coronel Callier, cuvos
exceleiiies materiales, iDédHos aun en parte,
ban servldo para las últimas cartas del coro-
nel Lapie; por últtmo, el viage de Mr. W. J.
Hamilton, que se publicó en 4842 , 7 cuyu
obra contieue multílod de icvcstigaciones y
observaciones intereáanles, á las cuales bay
que agrc(;ar ia abondante cosecha del sábio
Mr. Ph. Le Bas. La roayor parte de estos via-
geros ban fljado su atencion en las inscrip-
ciones 7 medallas, qoe son en el dia las dos
foentes princlpales de donde se poeden sacar
naciones muy útiles para la geografia an-
tigua.n
Bn tieinpo de Estrabon se Hainaba .4stato-
da la parte del contlnente que se estendia al
Norte, ó como él mismo dice, dentro de la ca-
dma del Tauro, e» dedr, ki peninsula fonna-
da por el istroo que sepura el Ponto Euxino,
el mar de Cilicia y estc propio istmo.
Esta peninsula , que Uerodoto llama pais
(4) Ollerera toeoo: la oórle de FraBCia le envió á
FtfMa cn 47M. Segun el lesiirooDio éel corooei Leo-
■e, BU relacioii es principalmciite preeioüa, porque bc
compoDe en su roayor partc do noliciafl eétract«dat$
4e lo« me^ores geógrafo» orieniales.
495i lUltUOriSCA IH>l*ULAn.
allmde el Halyi, comprendia, «partlendo des-
de el Grlente, á paflagontes, írigios 7 llcao^
nios, Inego á los bltiníos, ¿ los roisios, y la
provincia conoctda con el nombre de RpiGteta,
desptits de la cual vienen la Ti*oade y el He*
lesponto; en seguida por el lado dermar los
eoHos y JonioB, poeblos gríegos» los carios
7 los lictos, 7 en medio de las tierras, los li-
dios (4).» En cnaoto al istmo es preclso ]4m-
lar la Capadocia al Ponto para comprender blen
el pcnsamiento de Strabon , asi como la GHi-
cla. Esla es la qtie propiaaienie llamaroos el
A$ia MauiT, es deeir, todo ese pais mootaño-
so qne domina ol mar Negro ai Nortc y el
Mediterráneo al Sur, y al Este las llauuras de
la antigaa Mesoi^olainia (el Dscbastreh) 7 dc ft
Siria. «El Asia Menor, dice James Brant (2),
uno de los últlmos viageros que la ban vigita.
do, con.cisle en una gran masa de montefias
sosteniendo ona meseta qne presenla una sé-
rie d« llanuras vastas , fértilee y dirigidas en
general del Et te al Oeste. En su parte roas ele-
vada naoen los rios grandes de la Armenia, de
la Anatolia y dc la Mesopotamia; el Kour 6
Cire, el Aras, el Tscboroeh (Acampsis), el Ki-
siUIrmak , el rio mas considefable del Asia
Menor, cuyo curso sintiMo atraviesa U pe-
ntnsula en casi toda eo latitud; y co íln, cl Ti-
gris 7 el Eufrates. Enlre el marNegro y el pie
de las roontañas rcina generalrocnte un espa-
cio de terrenos unidos, mas ó menos anclios,
que algunas veces, como en el Dscbanik, can*
ton bañado por el mar Negro, se desplegan en
vastas lianuras. Antes de llegar á la meseta
central se encuenlra una triple cadena qne
corre del Esle alOestc. El Tschoroch marca su
estremidad cerca de Batoum, donde se pierde
en cl Euxino, á los 44* 30'de longitud Estede
Greenwich. Alli está tombien la estreroidad
oriental del Asia Menor. >
Trascribimos á continuacion , segun Mr.
Texier . y conservando sus propías pa4abi aa,
una esposicion sumariadela oonstilucion geo-
lógica de aquel pais (3).La peninsula del Asia
Menor, dice, cstá limitada al Norlc y al Sur
por dos zonas calcáreas que corren ai £ste y
Ocstc. Los terreuos volcánicos forman una zo-
na iotermedia que la corta tambieo iojigUadi-
naJraeote. Comienxaen la costa Norte dei gol-
fo de EsmÍFQa, eu las inmediadones de Ko-
glieri, y so estiende basta Kara-Hissar (cl Cas-
tillo Negro); asi iiamado por uua inmeusa ro-
ea traquitica que se eleva en la llanura. I.os
terrcoos traquílicos siguen una direcelon ge-
(1) B:^bon, Ubro XU, trad. fraiic p. 3 dc ia 1«
parte del tomo tV.
(3j VéaiMe lot ñutot Anidta dt lot ai»ge§, t.
LXXVll. pég. 86.
(8) Véaoselos líuevot Ané.l$§ de hi tUtúet, t.
LKXl V, p. 878^ y la aenorta do Mr. EUm de BtMi.
Bont, preseauda á la Aoadeniia de iat CieiiciasM»
bre Ut( ioveaigacioncs i^eolóf^icas. eiecutadaa por
Vr. Ch. Texier en alflnnas partes «iel Asia MeMr,
durante la primera niitad dei afto 1835. ibid.t. LUJ.
p. isa.73.
T. in. 5G
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883
ASIA
88i
neral del Este al Oeste, y fonnan la liDea sep-
teDtrional de la Gapadocia. Tambleo hay de es*
tos terrenos al Sur de diclia pro?íDcia en el
grupo aislado del moote Argeo, el mas alto del
Asia Meoor, i 4 ,000 toesas sobre ia ilaoura dc
Gesarea, que lo está á 500 sobre el nivel del
mar. La cnmbre de esta montaña está siempre
cnbierta de nieye y es de traquitis antigua;
pero las corrientes de escorias y lava ban for-
mado en los costados mnltitud de promon*
torios. El llano está cubierto de tofos volcá-
nicos. El límite septentrional de estos terre-
nos escl curso del Ualys, y al Sur se esliende
hasta el valle de Urgub lleno de conos de po-
mez. Ociipa el centro de la Gapadocia una lla-
nura de 4 20 leguas de largo por 50 de ancbo.
El terreno está impregnado de sales, y en me-
dio de esta llanura hay un gran lago 6 panta*
DO salado. Como segun ia forma del lerreno,
añade Mr. Texier, ias aguas de las lluvias y de
las montañas se desvian fuera de esta meseta,
se ha Uegado á creer que aquei lago no cs mas
que el residuo de otro salado mas vusto que
ocupaba el centro del Asia.
Los terreoos de micaschista componen to-
da la cadena del monte Tmolo al Sur de £s-
^irna. De esta mootaña sale cl rio Pactolo,
qne por arrastrar en sus aguas muUitud de pa-
Jitas de mica, decian los aotiguos que lleva-
ba oro.
Toda la ribera asiática del fiói^foro (4) está
formada de colinas en las cuales domina el
terreno calcáreo. La cuenca de Nicomcdia en-
cerrada en este reciuto os de asperon rojo y
de granwacke; pero la cadena calcárea se pro-
longa sin ioterrupcion basta el cabo Jenis-
chebr, cerca de los Dardauelos, si bien en al-
gunos puntos esta roca está cubíerta de ter-
renos terciarios que forman á vcces mouta-
ñas muy elevadas. La peoinsula de Cbicico sc
une á las formaciones de calcárea , mármol de
)a isla de Mármara. Encuéntrase alli un peque-
ño grupo, cuyos ceotros están formados de
granito; pero ias rocas de fcldespato son mas
raras que las demas en este <:ontinente. La
(t) * «El eximeii geológico de los terreDos, dice
Mr. Texier, no ba conflrmado una opinion general-
mente acreditada por las antiguas tradieiones y que
ha prevalecido hasta nueslros dias. Creiase que la
abertura del Dósforo se tiabia efecluado á consecuen-
cia de un fuerte sacudimienlo de la superficie del
Slobo, y que invadiendo las aguas del mar Negro el
[elesponto, babian causado el diluvio de Samoira-
cia. Pero sin examinarel canal de los Dardane los, cu-
yas dos mérgenes son en efecio dc lerreno terciario,
ilcbe notarte que la costa curopea del Bósforo desde
Bojukderebasta elmarNegro. se compone única'
mente de iraquitas y rocas anélogas.Estas traquitas
aon de fondo azul con crisUlet blancos y sc encuen-
tran cn una laUtudde mucbaa leguas basta Belgra-
do y Kila. La costa asiática por el conlrario. desde
el nontc Gigante basta Fanakart, se compooe de cal-
eárea do tranticfon. Asi, pues, es indodable qoe Ja-
1 etudo unidas etus dos orillas, y si la laií-
ihan t
lud del Bósforo, ba cambiado desde los uempos mas
remoios, puededcducirse porei conirario que ba dit-
mlnuldo á causa del cnsancbe y diiaucion de las ro-
cas traquiticas de la cosU de Europa.»
forraacion mas cstensa de este géaero es el
monte Olimpo de Bitinia, cuyos caractéres
ofrecen numerosas Tariedades de rocas. So-
biendo á las regiones soperiores del Olimpo
se eocueDlran ejemplares de granito, y de cal-
cárea de transicion, unidos entre sl de tal
Buerte, que bace suponerque bnbo faertes
sabudimientos en una épocaen que no sebabia
endurccido completameute aquella calcirea.
EI rio Ssakarija , que tiene su origen en
Galacia, corre por medio de una aDchorosa
cuenca de arcilla de muchas leguas de latitud;
su direccion es del Este al Oeste hasta quc lle-
ga á las pendientes orientales del Olimpo, doD-
de vuelve al Norte. Los terrenos de so caenca
inferíor son de arcilla plástica, y los de la
cuenca superior de arcilla gredosa. Esta fonna-
cion cubre la capa de magnésita, e8poma de
mar que se esplota en las inmediaciones de
Eskiscbehr, y se saca de poxos que tienen de
50 ¿400 pies de profundidad.
Toda la Setalia {Pamphylia) está fonnada
de mootones de arena y piedras siliceas ó cal-
cáreas que se prolongan haata los vailes dd
Tauro. £n fin, esta larga cadena del Taoro
que limita al Sur el Ásia Henor y se prolooga
sin inlcrrupcion desde Makri hasla el Eúfrates,
es toda de calcárea terciaria. De todas las ca-
denas de aquella region, el Tauro ea ioduda-
blerocnte la mas modema.
Capadocia, Empeaaremos la descripeioa
de )as provincias del Asia Menor, cooio ha be*
cbo el mismo Estrabon, por la de la Capadoda
K a7:7ra8oxla«
La Capadocla cs una vasta meseta (4), qoe
ocupa loda la parte centra) del Asia Menor, lla-
nura inroensa sin ¿ri>oles y sin agua , por la
cual se viaja dias enteros sin encontrar un ser
viviente. Los pueblos 'diseminados á largos
íntervalos se componen de montones de roise-
rabJes cabañas de lierra. üu pozo abierto ea
las inmediacioncs provee de agua á ios bom-
bres y ¿ los ganados; pero los árboles no cre-
cen eu aquel terreno ingrato, siu duda por las
sustaucias salinas de que está impreguado. EI
cllma, abrasador en estío, est¿ sujeto á nota-
bles variacioncs, pues durante muchos meses
se cubre de nieve la tieiTa. Se entra en esle
pais dcsde la ciudad moderna de Jusgat (baiia-
lalo dc Ssiwas); peroai ilegar ¿ las orillas del
río Ualys(KisiI Irmak) se vc cambíar el aspec-
to del terreno, y en lu^'ar de las llanuras de
arcilla masó menos ondulosas» se encueQtraa
montañas volcánicas de la formacion mas es-
trafia. El río corre con estrépito por nn valie
muy esirecho, cuyas paredes son verticales y
se componen príncipalmente de prísroas de
basalto (t . Mas all¿ del Haiys cortan el soelo
(1) Véase el Fragmenio de un viapé á Cnaéom
leído en la sesion general de la Socicoad de beopa-
na el 10 de diciembre de 4B88, por Mr. Cárlos T»-
xier; é inserto en el BoleUn deU Sociedad, toaia *»
de la sesunda séríe, pigs. 570-73^
(2) Véanse los rariosos pormenores qtie el Vnp
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ASIA
886
barrancos profandos j lo cübren pedazos de
lava qae han arraí^lrado las aguas; pero las
cimas de las montañas están CDltivadas y cre-
ceD en ellas los árboles. ATanzando bácia el
Sur se Te estenderse á su pie toda la llinara
de Cesarca, á esta ciudad cn el ccntro y detrás
las nevosas cumbres del monte Árgeo, volcan
estinguido bace mucbos síglos; pero cuyos
costadoshan sido posteriormente levantados
por faegos subterráneos, coroo se puedc Jus-
gar por los gropos de montañas redondas que
hay á su pie. Cesarea (Kaisarijeb) era la capi-
tal antigua de Gapadocia.
Los limites de este pais, segun Estrabon,
eran al Sur la parte del moote Taaro conocida
coo el oombre de Tauro Cilicio , to) KiXfjLltp
^(ojjiévep T<jí»fM|); al Esle la Armenia, laCol-
qaide y los pueblos situados entre estos dos
pa ses; al Norte el Ponto Eoxino hasta la em-
bocadura del Halys y al Oeste la nacion de los
paflagonios, y la de los gálatas , estable
eidos en la Frigia, basta la Licaonia y la Gllicia
Uamada Traquea. En los primeros tlempos fué
habitada la Gapadocia por los sirios, que Uero-
doto (I, 72) Ilama leuco-sirios y Apolonio
(VII, 72) auríos; mas adelante formó dos sa-
trapias del impcrio de los persas, y los mace-
donios erigieron estas dos satrapias en reinos,
4.^ la Capadocia propia, llaroada tambien Ca-
padoeia del Tauro, icpoc tw Taúpt}) , y Gran
Capadocia, iízyáh\y RairaTcBoxtav; 2.® El Pon-
io ó la Capad¡ocia del Ponto Euxino, xov 8¿
nóvTov oí 8é tVív 7cpó< T(p HÓATCf) KaiTica-
Wlav. Durante el maudo de los últtroos reyes
dela Gran Gapadocia (4) se dividió el reino en
diez prefecturas ; la Jtíelitene (2), MeXiTTjvi^; la
Calaonia (3), KaTaovía; la Cilicia, KiXixia; la
Tianitis (^) TuavTTtc, 7 h Garsauriiis (2),
rapoavpT-í<. veciíias todas al Taiiro; despues
l;i Lavmiasene, AaoumaSi'tVTi; la Sarganause-
ne, SapYapaSrivi^; la Saravene, EapauTivi^; la
Chamanené, Xa[iavT)VTÍ y la Morimene, Mopt-
[jLT|Vii, Mas adelante los romanos agregaron
o(ra prefectura, formada de la parte dc la Ci-
licia que comprende á Gastubala , Ciblstra y
Derbé, y flnalmenle el úllimo rey de Capado-
cia, Arquelao, recíbió el afio 734 de Roma de
iManos de Augusto la Armenia Menor, la Cilicia
Traquea, á escepcion de la ciudad de Seleucia
sobre el Calicadno.
En tiempo de Tiberio fué cuando la Capa-
docia quedó reducida á provincia roinana, y
scgun el testimonio de Sesto Rufo, capitulo II,
dió el emperador á la capital el nombre de
Cesarea cn honor de César Auguslo, su padre
adoptivo. Esta ciudad muy autigua se Uamaba
al principio Mazaca, MáCaxa (3), despues eu
tiempo de Ariaüaies Y, Éusehia; frecuenlemea-
te se reunian estos dos nombres, y para ma-
yor precision se recordaba casi sierapre su
posicional pie del monte Argeo (4), sicíxXiiffiv
meMo d4 un viage á Capadoeia conticne acerca de
m caUcumbas de las mirgenes del Halys.
(I) Yéasc la hisloría de íos reyes de Capadocla en
ooamemoria del abateBeUey tuulada: 06i«roaeio-
OM iobre la kisíoria y loi monumentoi de Ceiarea en
Capadoeia, (Hfstoria de la Academia de las loscrip-
eiones,t.XL, p. m-48.)
W La Melitene, segun Estrabon, tocaba al Este
ao el Búfrates qoe la separaba del canton armenio de
la Sofeoa, y at Sor en la Gomagena, pais de cuya
ferUUdad disrrutaba eUo. Bste es ei úoico canton de la
Capadocio, dice. doode se veia eo todas parles árbo-
les frotales; bállase alli tambieo hulla, y ese vioo co-
ooeido con el oombre de monarita, que compite coo
los mejores de Grecia. Hoy es Melattjah rsaojacalo
de la Turquia Asiática) en la parte orieotaldeíbaja-
lato del Marascb.
(8) La GaUooia, dice Estraboo (t. Xll, c. 3. g. 2)
es nna llanura baja y espaciosa doode se crian toda
elasc de árboles, y esU rodeada de monUftas, del
Amanus, ramificacion del Tauro cilieio al Sur. y del
AntiUoro al Norte. La única ciudad imporUnte era
Gomaría. en las monUfias del AoUtaoro, ilustre por
so iomeaiacion al Umplo de Belona y atravesada por
elSaro, que desde alli se diríge á los valles dei Tauro,
ilas llanuras de la CUioia y al mar. La parte Uana de
la CaUonia e^Uba bafiada por el Piramo, rio cuya
faeota y curso descríbe Estrabon largamente (ibldem
$. A). Refiere ademas el mismo autor (capiUilo 1, 6 a),
qoé los aotiguos separabao oomo uo pueblo dife-
rente A los caUonios dc los oapadocios y qoe sin em-
iMrgo no existia ya en su tiempo ninRon vestigio de
esu diferencia en so leogoa oi eo sos costombros. En
iina esploracion del ptis epmpreDdldoentre AlbistaD
y Ualpb, cl teniente coronel Camilo Cailler pudo cer"
riorarse ár. que lodas las carlas daban nütinas falsas
sobre aquella parte de la Capadocia y de la CataoQia;
que se cunrundiau en ellas lascuencas del Uélas, dei
baro y del Piramo, asi como las difcrenles cadenas do
moniañas que cubren al pais, y porúUimo, que era
preciso deátruir casí loda la stnonimia establecida
entre los nombres antiííuoii y modernos; recoBÍó lo-
dos los elcmcDtos de eslas importanles rectificacio-
nr^5; pero basia ahora no ha publicado mas que una
pequefia parte. (Véase el Boletin de ta Sociedad de
Gcografia, tomo UI, 2-* séríe, pág. 262.)
(1} La Tíanitis, scgun Estrabon, era un pah fér—
til y casi todo Uano. La ciudad de Tiana e^stabi si-
tuada bajoaquella parte del monte Tauro, próxima
á Iu5 garganUis Gilirias y edifícada sobre un cerro lla-
mado !a Calzada de Semiramis. Tenia tambien el
tiombre de Eusebio del Tauro. Se^un Mr. Ilamilton
[liuevot Ánaiei de mane$. t. LXXXl, p. 186J no cabe
duda de que el pucbio de hiliia-hisar ó Honisse-'
hitmr, á 2 millas de la ciudad de Bor,ocupa el sitio
de Tiana; cstá edifícado sobrc una pequeña altura
cn medio del llano y próxioio á un lago de 30 á 10 pies
de diametro, cuya a^ua lurbia y salobre parece hcr-
vir en la superfície, y brota enmeüjo con gran ruldo
á !a altura de un pie próximamenle, circunslancias
3ue recucrdan aque! lago de las cercaníaü de Tiano
escrito por Filostratoen la vida de Apolonio {Ub. 1,
cap. VI), porAmianoMarcelino, (Ub. aXIII, cap. VI
g. 19) bajo el iiombre dc la fuente de Ásbam^o, v ta{
vez tambien por Estrabon (lib. XII, cap. U» §. é.)
(2) La pcqueí)^ ciudad dc Garsaura cstá situada,
scgun Kslrabon, en la froDtera do la Licaooia y de la
Capndüci;!.
(3) Moisésdc Korfiene atríbuye 1a fundacion de
esta cíudad á un principe armcniu, líamado Mcscbak
ó Mazak. 3/$ehak ó Majak, en armenío signifíca pro-
piamente un tabrador, y se puede creer que se dio es-
te nombrc á la ciudad i causa dc su situacion cn me-
dío de una férUi UanHra.
(4) El monle Argeo, dice el abate Üelley, eslá rc-
presenlado en mucbas raedallas de Cesarca eon las
aberluras hechas pir el Tucgo; el pie está cubierlo
de paslos y monle. Los capadocios iributaban á esta
•nonlaiia lmnoresdivino8;s>eKun Máiimo de Tiro, era
cl simulacro dc la diviniUad por el cual prestabaii
juramento, Spo; KaTriraoóitatí y.a:GEÓcy.ai6pxoi,
xa» ayaAíxa; cn fin, cn algunas njCtlallas sc vc tam-
bien un lemplo al pie de la montaña.
Los lurcos llaroan hoy Erdschisrh-Dagh á 1a par-
le seplenirional del monie Argeo, que es el punto
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ASIA
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^ irpó< xTo *ApY«t(|> Irritado Jalia&o porque los
liabitantes do Cesarea babiao deatruido eo su
ciudad el lemplo de la Fortuna, quiso, aunque
inútilniente, rctirarles aquel nombre.
Scguu Estrabou, Mazaca eslaba situada so-
bre uu terreno poco á proiwsito para una ciu-
dad, pues curecia de agua y uo estaba arau-
rallada; adcmas el terreno que la círcundaba
cra ebtértl é impropio para el cullivo ; pero
boy liene fuentes y baños, la ciudad está de-
fendida por uua fortateza, obra de los sarrace-
nos, y el suelo provee sulicientemente á lae
nccesidades dc la ciudad, donde parece que
despues de Estraboo so ha íormado una capa
de tierra vegctal (4). Laforma del gobierno ro-
rultiJKiaiiif, (\ i'iise la n-ianim li-' la a^cension qoe
híío a él Mr. HamiUon en 29 de julio de 1837, en lo5
ynetxm anateideviit^es, l. LXXXI, p. I7M3). Algu-
noi estríbos voleanicbs sc deslacan de ta monlifta y
á au pie se eütienilen pequeftas llanun^s panUnosas,
atravesadas por rulzadas v puenlosiii mal estado.
Mr. CflHier obsenra (Boíeítn (k' la Snrifffadde Geo^
9ra/'ia,||.8 série, l. lll. p. 160 Ljiie <>^t;i cleTadaaion-
laAa colocada cn el centro di*l Asia Mi fioryqüe se
ha tieitlo bCr cl punlo de divi^ion de In^ rios que de-
sai^Kan on los airercnles mareg, no lo^ da nlngun
aíluoiue, y esle herho tan conlrario á \ui reglas ge—
ncrales. ha provorado por su parlCt cücrupuloioses-
tutlio:» topográflcos. Anteriormeniocslabande acuer-
do lo?i (feóiraros en colocar ea los costadot ó al pie
ílel montc Argco la fucnlc de un rio, cuyo cur9o se
dirigia del 0-^*10 al E^te para juntarse con el Eúrra-
tes 1)0 lejos dc Mclacia v en let onoiir n« este rio el
Melas de Capixdncia^ sol>re el cual da K^Crabon por-
nicnorcs (lib. XII, r.2, ga.) Por ind.ni.is, todoálos
gcdsrárosraodernoslttercator, Ortelius» AQville,Mao-
nert y Bischoff , sicuiendo la indicarion (l« Sstrabon*
rcproducida por Tolomeo, han representado ó descri-
to un cur:>o oe agu^ que parte de las ítimediacionet
de Cesarea y corrc á unirse con el Eiifrates; cn fiii,
las relactonés de l'>s viutceros mas acredilados, Kiu-
neir V Leako, hnbian conflrmado esta optnioB; pero
Mr. Callier, dcspucs de hacer un recoriucimiento to-
pORráílco de las ccrcauías de Cesarea, se convenció
()e que todo e1 pais biluado al Norte del loonte Argeo
forma parto de la cnenca dcl Haly» y el del Sur de la
del iMcditerráneo; queporcnn'jecueñcia el fíolfo Pér-
sico no recíbe de (ti[uel monlc nin^iin afluenle: mas
artclante auxíliado con las nucv^s observaciones tle
Mr. HamiUon y con lasque él miümo provocó de par-
le dc los scfVores Ainswnrlh y Civrac, dumostró de
nna maiiera dcfinitiva en dos disertaciniies ínsertas
en el lioietin de ta Socüdnd dc Geitgra[la (11 série,
I. X, p. 161-70, y l. XVI, p. .-tO-IU): i." cl error de la
evislencia de un rio que tcnia su orÍK**n ceica dcCe-
sarca, y eorria hácia el EúfraLes: 2." la neresidad
de rerliiicar el leslo deEslraboii, Cümo Mr. Faloou-
ner hahia prapnesto aniesqur nadie y dccambiar la
palahra Eurrates en 1a de ilalys cn cl pasa^o donde
h.ibla ite hi cmbocadura del Mclns, v 3/* la identídad
dr! 11 ! s '■ los griogos eon cl K m < -.; ' guafugra)
de los (urcos.
(I) Biislen tambieo cn los alrededores dc Cesa-
roa, se^un Mr. Callier, muítitud de pueblos, cuvo
suelo es mny férlil; pcro las partes maá altas de la
llanara estéo lodavia boy eiibierias de productos
volcánícos y siguen •iieñdo estériles. En cuanlo á los
volcancs de que babla Eslrabon, pudieron haber
exisiidocn losuarrancos escarpados que se atravie-
san á poca distancia de la ciudad en el camino dc Al-
bislan. Estos barrancos, en erecto,son dc naturaleia
volcanica y deben alribuirse i algun saciidimento
interior ó ;il enfriamiento de la maicria. Asi, pues,
parece (\\ik* la accion de los volcanes so manifesló
tainhien en ticmpo dc Estrabon.
. A muy coria dislaocia Sudoette de Cesarea co-
mienfa el largo vaile de Ungiib, cayo atpecto es-
traoriliaario dctoríbié por pniMra tok cn 4711 Pablo
i#W6» «UMtbre mmj i^MMHie, 4io« llr« S|rnett f^
mano snbslstiá én Gapadoeia hasta el retaido
de Diocleciaoo (4), y iuego coaudo se dividió
el imperio ea cuairo prefeeturas, fué eom-
preDdida eo ia dióeesis PoDtica (prefectara de
Oríenle) ; pero el emperador Yalente la diTidid
en dos provincias , cuyas metrópolis fueroo
Gesarea y Tiaue ; esta última safrió olra des-
membracioii por parte de Jiisltniano. resuitaD-
do eatODces una tercera provincia de Capado-
cia, coya capital fué Mocesus, antiguo castillo
qne hizo ciudad bajo el nombrc de Justini^
nópolis, Segun Heraelio toda la Gapadocia y sa
capital Cesarea fueron comprendidoa en el
Thema de Armenia. Hoy es esta ciudad aoo de
los grandes depósitos de comercio entre la Per-
sia y la Turquia; su poblacioa se compone de
griegos, armenios y turcos, y ae calcala, ae-
gao Mr. Tezier, eo aesenta mil almas, poeo
mas ó menos.
Bs de notar qoeGesarea, la antigua Masaca,
110 presenta ruioas dignas de atencion; pero H
mlsmo viagero lo atribuye á qne los materíales
suministrados por el mismo pais no son mas
que variedades de tofo volcánico tieroo, que
no puede resistir ¿ la accion de los sigtos.
Ponío {%', Antes del reinado de Mltrida-
tcs el Grande » se estendia el Pooto desde el
Balys hasta los tiberaneoos y armenios , y
ro mucbo nias desacredilado.» En nucstros dias Ca«
llier.Texier y llaroilton ban visitado loa mtsnMW lo-
garea y hecbo jusiicia i la eiacijlud de tu dcserip-
cion. cEI terrenoquecompone esle Tall« es ▼olcáaict
y tlene la singular pfopiedad de descomponerse ea
conos por la acciou dc las aguas; de suerle qoe el
Tondo del valle esta ocupado por una mviUlod íbm-
merablc do conos dc todos iamaftos dispuesios sm
órden y enclavados generalmente unos eo otros. Al-
gunos de estos conos Uegan i Ui altura de 400 y mas
pies, y son blaiicos como la nieve. £n estos lugares
desierlos fué donde los antiguosestablecieron una de
las oecTépolis mas vasUs y ourÍMas del Afia MfMT.»
( Véase el BúMinde la Soeiedad de Geogrmfim^ llsé-
rie, t. X,p. 370-78.)
( I \ Véanse las Obierraffionee del abaie Bcrry as-
kre la manera eon qne lot kabiloMiee 4é Cmmrm m
Capadoeia eoniuban lot afiot de roimado áo to» em^
peradores romanot. (Mcmorias de U Acatemia detos
Tnscripeiones, t. IXXV, p. 6iA-»9.)
(9) Estaantiguaprovinciaesunadelai|Mrlesdd
Asía Menor que han side menos esploradasM ■oes-
iros dias. Asi, pues, cuando Mr. Ainwortk aBaneii i
la Socicdad de Geografia en carta de St dc i«ü
de iHtn su proyeeto de viege a Orienta, Hr. Cn-
Uier lelnvitó particularmente a aleiartede kMonmiMS
frecuenudos hasta enioooeftpor los europcos v a tí-
siUr las porciones de la Bitinfa, de U Paflagonfa y dtl
Ponlo.comprendidas cntre las orillasdeimarlleñoy
el gruB camioo de Goo»untlBO(>la en Porsia por Boli,
Tossia, Amassia, Tocat, Sivas, eic., iliatraiio ya
perrecumente trazado por Mf. Bcniaid, iBceaiefo
geógrafo agregado i la embaiadm del gcneral Oar-
danne. Reoordaba aue no exislia para esi« pab ouo
camino qiie el segoido por J. M ikiuiieir, desdc Ba^
mamli á Somsonn por CosUBri>al, y el do Mr. Fonm-
nier, desde BaitMit i Sivsk per Cara-Hissar. Bcee-
mendaba en fin» ea la esfloracion de TaUca dc Halys
el curso superior doi rio d.'sde la altura de Co»SRa
hasu so ongen en los montes Paryadrea y Im valim
lateraVesqao descioodea del Udo delNorie. {HokHm
de la Soetedad de Geografia, II séiie, t. X. p. ISÍ);
CTO en 1837 habia comentado el viBge do aa <
li«U, Mr. Sugeoio Mot«, encBrgado de aaa i
cioBiiflca por erministio ée iasiraedua péhlici y fcr
U AcadamU da tos iBseripcioBM y Baálas laifos, y «
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A9IA
890.
emprendía ademas alleDde aquel rio, todo el
ptts hdista ÍQMistris, y algUDOs cantoaes de la
PaflaguDia. Aquel priacipe agregó cou sus cod-
qoislas al OccideDte toda la costa basta la ciu-
dad de Heraclea, y al Orieote todo el pais hasta
la Góiquide y la Pcqueña Aroienia. «Eo esta si-
tuaciori, aüade EstraboD, (iib. XII, cap* 3.** g. 1 .^)
eiicoutró y toroó Pompeyo su reioo despues de
haber derribado ú Hitridates. Dió ia Armeaia y
la Gólquide á los principes que le babian ayu-
dado en ia guerra, y dividió el resto eo ooce
gobieroos, que reuuió á la BiiiDia para bacer
de eila uoa sola proviDcia romaoa, escepto los
gilatas á qnieaes devolvió sus tetrarcas oa-
ciooales.»
Estrabou comlenza la deacripcion del rei-
Do del PoQto por ei panto mas occidentah fle-
raclea (1), dice, posee un buen puerto, y fuó
ademas nna ciodad coDsiderable, puesto quc
pudo fundar coloaias. Goberuábase por sus
propias leyes, si bien por espacio de 84 años
tuTo sus tiraoos {1), Mas adelante recibió una
colonia romaoa.— Despues menciooa ú Ticium
TÓ Ttseov, pero eomo uu pueblo sin importan-
eia, y el rio Partenio, que marca la entrada
de la PaAagonia. Eala provincia estaba com-
prendida entre el Parlenio al Oeste, y el Haiys
al Este, el Ponto £uxino al Norte y la Frigia
al Sur. Estrabon ladivide en dos parte3, el in-
terior de las tierras, tVhiw óf***^ > y eliitoral
xiSvéTciOaXáTTTi. fcl litoral (3) fué sometido todo
á Mitridates; pero gran parte de lo ioterior
qoedó independicnle.
El geógrafo griego trata primero del reino
dei Ponto, y cita sucesivamcute alleode el Par-
tenio la ciudad de Amastris, k[t.^(npi<:, asi lia-
niada del iiombre dc su fundadora (4), muger
de un tírano de Ileraclea, y situada sobre una
península; despties una playa estensa de mas
de 400 estadios, el Egialus, con un puebio del
mismo Qombre. Al otro lado está Garambis,
promootorio eonsiderable que avansa al Norte
hácia el Quersoneso escítico. Esle cabo, añade
EsUuboo, y su opuesto, Kp(oC(jL¿T(»Ttov, dividen
al Ponto Euxino en dos mares. Despues de Ga-
rambis se cncuentra á Giooiis, KívwXk y An-
rehcion publicada en Parit en 184« bajo €1 tkulo dc
Correipondencia y memoria de un viagero en Orien-
**, conlíütie acerca de todos eslos paises pormcno-
resqaemasiabajo dareroos estractaaos.
(I) Hojr es Eregii, sanjacalo del AnadoU.
(%Í Véaae la Hiátcria de Beraelta por Memnon,
ugun el estraeto que Fncio nos ka dejaao, por cl aba-
le uedop en el tomo XIV de las Memtirias de la
^^^^^}o, de las Inseripcionet (p. 379 833.)
Qi) Véase el Periph del BuMnno, ial cowio se pue-
Je presumir aue lo describió Salustio, al /ín del H-
•ro 80 íte su Historia, restabtecido sohre los frag^
neníofque not quedan deél, pov et prosidcnle Bros-
5*' (*•'' parto) en cl lomo XXÍ V de fas Hemorias ie
t^táeademta de Inseripciones, p. 475-38.
Ki '^^i'** dicha ciudad con la reunion 4fí cuatro
pocbioi; de ires de loscuales hacc mencion Uomero
en la eiiumeracíon dc los paBagonios: eran Sesamus,
^T,7a|xo(;; Cylorum, KÚToopov Cromma Kpó>|jLva;
wcuafio, TiciKm, ae sepafé al poco tiempo. líe \o$
JBequedaronreuiüd^í, SManoftformó la ciudadala
ae Amasiris.
ticinolis p AvtixIvcdXk,^ la peqoeDa ciodad
icoXiYvtov, Uamada 'A^oívou, xet)^oc y Arme-
06, ^p(iivT), aldea perteneciente á los sino-
pios con uo pucrto.
k 60 estadios de Armene esta Sinope,
Siviúin), «la mas considerable de todas las ciu*
dades del pais, fundada por los milesios y que
por medio de la marina que babia formado,
llegó á bcerse dueña del mar hasta las islas
Gianeas (eu la entrada del Bósforo) y aun mu-
cbo mas allá. Durantc largos años se gobernó
por SU9 propias leyes; poro siliada y tomada
por Farnaces, quedó bajo au dominio y el de
sus descendientes basta Mitridates Enpator, y
por último, pasó al de los romanos (i). Mitri*
dates la habia becho su capital. Situada sobro
ei istmo de una peninsula, tiene dos puertos
colocados á los dos lados del istmo con arse-
nales de marína. Rodean á esta peninsula unas
rocas que dejan entre si unas caTidades en
forma de gamellas de piedra que los babitan-
tes Ilaman X<7tv(xl8a<. £stas cavidadcs se Ile-
nan cuando el mar está altu, y bacen la penínp>
sulainacccsible.» Sinope recibió uua colonia
romana.— Mas adelante está la embocadura,
,deIHaly¿ iü) y en seguida la Gadilonilis, es
celente pais muy.llano, la Saramene y Amiso»
cíudad considcrable situada á 900 estadios de
Sino|)e, fundada segun Teopompo, por los mi^-
lesios, somelida despues á un principe de Ga-
aadocia, y llamada del nombre del Pireo,
ieipata, por una coionia de atenienses. Mitrí-
dates la eusanchó y adornó de templos; apo-
deráronse de ella sucesivamenle Lúcuk) y Far-
uaces; Gésar le devolvió su libertad; pero Aoto-
nio la entregó de nuevo á los reyes del Ponto;
en ílu, Augusto logró afianzar su estado de
tranquilidad é indepeudencia.
Tmiscira, á unos 60 estadios de Amiso,
«es una Ilanura quc por un lado baña elmar,
y domina por el otro una cadena de montañas
arboladas, de donde descienden muchos rios.
fin la reunion dc todos estos rios, se forma el
Termodonte, que alraviesa el llano. Otro rio, ei
Jris, casi tan considerable como el Termodon-
ie, que tiene su origen vn el Pouto mismo,
atrdviesa la ciudad de Comaua la Pónlica, y la
féilil Ilaoura de la Daximonitides del Eslc al
Oeste, vueive al Norte cerca de Gaziura, des-
pues olra vez al Este, se junta con el Seylax y
con otros mucbos rios, y pasando á lo largo de
(1) Véase una diserUcion del abate deFontcnu
sobrc una medalla de Gordiano Pio sobre ta hisloria
de Sinupe,dünds fueacuñada etta medalta, en el
vol. Xde UiMemoriasdeia Academia detas Ins-
cripciones, p. 4a5-S06, y otra del abato Bclley Robre
las Eras de la eiudad ydela colonia dc Sinope, en el
vol.XXVidela mismacoleccion, p. 456-74.
(S) Aqui dcscrilM} Eurabon cn pocas palabras rl
cursu de c{>te rio que debia su nombre á las salinas
por donde pasa. Tienc su orígcn, dice, en la Gran
Capadocia,cerca de la Póntica y en las inmediacioDcs
de la Camiseue; recorre larso espacio cn la direccion
dül Esto al Oeste, y volvienüo despues a 1 Norie atra -
vie^a el pais de los gálatas y el de los paflagonios
y Mpara 4 ealoa <le ioa lcuco-sirios (Ubro XI
íapTlfi.Sia).
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ASIA
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)os müros de Amasia, ciadad mny faerte, que
es el lugar de mi nacimiento, añadeEstrabon,
entra en la Famaréa, donde reunido con el LU
co, que Yiene de Armeniu, atrarlesa la Temis-
cira para ir á desembocar en el Ponto Euxino.
Esta multitud de rios hace que esta llanura
esté stempre verde, y que se puedan aposen-
tar en ella nomerosos rebaños.— Pasada la
Termiscira esta la Sidene, llauura regada tam-
bien abnndantemente, aunque sin ser tan fér-
til (1): encuéntranse alli sobre 1a cdsta algunas
plazas fuertes, tales como Sidé, Ghabaca y
Fauda. Alli terminaba elterrilorio de Amiso.»
Has aliá está Famacia (2), peqneña 'villa forti-
llcada, y despues Trapezus, ciudad griega i
unos 2,200 estadios de Amiso por mar; en se-
guida comienza la Gólquide. Trebizonda, la
antigua Trapezus, puede decirse que fué nna
ciudad importante desde sn fundacion, pues
nadie ignora que en tlempo de la denominacion
de los romanos en el Asia Menor pasaba por
esta ciudad el camino de su comercio con la
India, y en una época mas reciente trasporta-
ban los genoveses los productos de la lodia,
desde Ispahan á Trebizonda, desde eate ptmto
por Gaffa á Orimea, y despues por Constantino-
pla d Europa. Las relaciones comerciales de
Trebizonda con Europa cesaron en la época de
la espulsion de los genovesesde Caffa, y dela
conquista de Maboma (3); hasta 4830 elco-
mcrcio de esta ciudad célebre consistia úuica-
mente en la esportacion de alguuos productos
dei pais á Gonstantinopla, en la importacion de
hierro de Taganrog, puerto niso en el mar
de Azof, y en el cambio de sal, azúfre y plomo
por los productos brutos de los cantones bár-
baros del Cáucaso y mullilud de esclavos. Hoy
todavia la importancia deesta ciudad está toda
en su posicion; pero cuando quieran los go-
hieroos turco y ruso, podrá ser ono de los al-
macenes de comercio mas ventajosos, sin coo-
tar la utilidud de su tránsito por la Armenia y
Persia. Trebizonda está ediflcada sobre el de-
clive de una colína que da frente al mar; una
ciudadela constmida sin duda por los genove-
ses, sc eleva por eocima de la ciudad; pero
cstá en muy mal estado, y dominada por las
alturas vecinas. Mas arriba de la ciudad hay
un puerto pequeñoque se cree haber sido des-
tinado á las galeras de remos; pero no hay
puerlo para los boques de gran porte, sirvién-
doles dc ancludero en el estio una pequeña
babia abierta en el estremo oríeDtal de la da-
dad: despnes del eqoinoccio de otoño se diri-
gen las embarcaciones tarcas y europeas i
Plitana, muy boena rada abierta á 7 millas
poco mas ó menos al Oeste de Trebixonda (1).
Al Este de dícha ciudad comienza una larga
costa de 60 leguas, que concluye cn la fron*
tera rusa, y eu la eual se snccden los distrítos
deYomurih, Surmenab, Of, Rezah y Lazistao,
comprendidos todos generalmente bajo esle
último nombre, i escepcion det de Of. Las
montafias se elevan desde la orllla de la cos-
ta hasta 4 y 5,000 pies, y estin cubiertas de
espesísimos bosqaes de castaños, hayas, do«
gales, alisos, ilamos, sauces, olmos, fresooa,
arces y abetos en las partes roas altas. Bste
pais montañoso esti poblado de ana raza de
hombres muy robustos, laboríosos y valien-
tes y muy afiamados como soldados. Todo es-
te pais corresponde i 1a antigna Gólqolde, des-
crito por Estrabon al principio de su libro od-
ceno, y oompone hoy nni^ grtn ptrte del baja-
lato de Trebizonda. El Tschoroch forma el li-
mite entre este bajalato y el de Kars, y i oDas
ocho horas de distancia de Yatam, sitaado ea
el último, esti el Ifmite de las posesiones ni-
sas, formado por el Katil-Sou, río quc sa-
le de las montañas corríendo al Este y al Norte
de la bahía de Batum, y limitando al Snr aoa
vasta llanura (2).
Mas arriba de Trapezus y de Famacia, dice
Estrabon, se enóuentran los tibarenes, los cal-
deos, lossaoios, Ilamados antlgnamente macro-
nes, y la Pequeña Armenia; tambien se hallaD
cerca de este sitio los apaites, antiguameote
cercites. Todo este pats csti alravesado por el
Seydises, monte habitado por los heptacome-
tes y que va i nnirse con los montes M(^bí-
cos (Georgianos), situados mas arríba de h
Gólquide, y por el Paríadres, que se estiende
desde las cercanias de la Sidene y de la Te-
mlsclra hasta la Pequeña Armenia.
La Pequeña .irmenia era un pais muy ríoo,
gobernado como la Sofene por príncipes parti-
culares y conquistado mas adelante por Mitrt-
dates Eupator, que mandó constmir alli grao
número de castillos fuertes. En esta misma es*
tremidad del Ponto, noa dice Estrabon, foé
donde sostuvo en último lugar el csfuerzo del
ejército de Ponpeyo para huir en seguida al
Bósforo.
Estrabon pasa despues i describir la parte
(1) Esle es el saodjacato de Dtehanik,
(2) Estrabon hacc de Faroacia y de Ceraso dos
ciudadcs diferenles; pcro segun Arríauo, Farnacia
era el nombre quc llevaba en su tiempo la ciodad
de Ceraso. y era una oolooía de Sinope.
(3) Véase la cróniea de Trebizonda, compuesta eo
griego por Miguel Tanareto y publieada por primera
vei eon arreglo i uo manuscrito de Venecia por
Mr. Tafel i continuacion de los opúscalos de Eus-
taihc, en tSSa.^Véase tambien FaÜnurayenGetehi'
ehteder Koiterthumt Von Travcxunt, etc., Muncben,
1827 cn 4.*, y un arliculo de Mr. Hase aeerca del im-
Serio de Trebixonda, en el Diario de lo$ Sábioi
e 1828.
(1) Véasc los viases i Orieote emprendidos per
órden del gobierno francés desde el afto 1880 basta
el de 1S29, y desde 1830 i 1833 por UfoBUmer, trtf
volúmenes en •.*, y principalmente el viage á «oa
parte de la ArmeoÍN y dol Asia INenor hecbo en fSIS
por Mr. James Brant, cdnsul de S. M. B. tn ErzerM.
{Nuevot analet de Íot xnaget, i, V, p. 3S.)
(2) Véase uoa estensa notieia de Mr. Koelar acer-
ca de LatisUn en el Diariode la Sociedad Geofréfiea
de Btrlin (j8(8-4S.) SeRun é\, dos sibios prnsianet.
lossefioresftocb y Rosen recorrieroo la mismaeo-
marca y recogieron latmas ioterosaotet obterrafio-
nessobre laspoblacitBetde raia getrgiaM, llaaa-
das laset.
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893
A9IA
894
interior del Ponlo: mts arriba de la UaDura de
Temisciri ae estendia el mejor canlon de aquei
Y&sto reiDO, la Fanarea, gran valie iimitado ai
Este por el Paríadro, al Oeste por ei Uthrus y
el Oplilimus, atraTesada por el Lico v ei Iris,
eo cuya coníluencia liácia ia mitad del Taile se
leTantabaia ciodad dc Eupatona , llamada por
Pompeyo Magnópolis, á 450 estadios al Norle
de Cabira , donde se veian ei palacio de Mi-
tridates, su molino de agua, su vivero y en ias
inmediaciones sn parque y sus minas. Pompe-
yo dió ¿ Gabira ei nombre de DiópoUs, que ia
reina Pitodóris cambió en ei de Sebaste (4).
Xstareina, contemporánea de Augusto, poseia
el pais de los tibarenos y de los caldeos, los
terrilorios de Famacla, de Trapeaos y de Co-
maoa dei Ponto (2), la Fanarea, la Zelllide y la
Megalopolitide. Pompeyo fué quien dió el lítu-
lo de ciudad á Zela y á HegaiópoUs, reuuien-
do á ellas olros mucbos pueblos pequcños, co-
mo la Culupeney ia Gamisene, en las fronteras
de la Pequeña Armenia » y tambien la l^aTi-*
niasene.
fioDn, Estrabon descríbe esta parte del
Ponto comprendida entre todos estos paises al
Sste, lós territorios de Amiso y de Sinope al
Norte y la Capadocia, la Galacia y PaHagonia
al Sur y al Oeste. Al Sur de Amiso y basta el
Halys se estendia la Fasemonítide, llamada por
Pompeyo Neapolity, y cuya parte oríental esta-
ba ocupada por el lago Estifano, verdadero
mar, rodeado de escelentes pastos y dominado
por el fuerte de Cizárc.
*Amasea patria de Estrabon, eslaba üiluada
en on vallc largo y profundo, alravesada por
ei Iris (3) ; mas allá de este rio se ensancha el
(Ij Véase uDa memoria del abate Belley, sobre
lu medallat de PUodorit, reina del Ponto, viuda del
rey Polemon, contemporáneo de AuKfasto , en el to-
Bo XXIV de las Meimoriat de la Áeademia de lat
Jnteripeionet. Sebasle es boy Ssiwas. Esta ciudad,
dice James Brant, esti sltuada eu una llanura dc
4 á 6 millas de laiiiud, por 16 i SO de lon^itud, nota-
ble por sut cotechas de graooc de superior calidad,
7 re(^da por el Kizil-Ihnak, quc aunque A eorta dis-
tancia de su orígeo, es ya un rio conslderable. Ssi-
was ocupa una vasta superficie, pero su circuito en-
cierra raucbas ruinas. Su poj^icion es escelente para
el comercío, y su entrada es muy fácil viniendo del
mar Negro, síéndolo mucbo mas por el eaminomili-
tar qoe Recbid-MohameUBajá ba hecho construir:
por Ssiwas se va Umbícu á Melatija, Cbarput. Diar-
bekr y auu Bagdad. La di»tancia de Ssiwas a Kalsa-
rijch. es de unas 8i millas: saliendo de Ssiwas se de-
• ja la lianura dcl Sur, se atraviesa un pais unido y
cortado por cadcnas de montañas , en gencral poco
elevadas. Los campos estin muy bien culiivados, y
el pais mas poblado que en otras partes. Véanse los
S»rneoorcs que da Elitrabon acerca de Comena del
OBlo, distinte de Comaoa de la Gran Capadocia,
(libroXIl,cap.3,93S|.37.)
(t) Véase el teiio de Cstrabon aoerea de Amasea,
(llÍ>rodlll, cap.3,§89.)
(3) Co estracto del itincrario de Mr. Bugenio Boré
dara hastanie luz sobre esta descripcíon del Pooto y
de U Paflagoniii que hemos estracudo de Estrabon:
Umemos por punto dr- parlida i Erógli \Heráctea
PMica vel ad Lycum,) Saliendo de «sia ciudad que
rodea uu delicioso pais, se dirígi6 Mr. Boré al Sud-
tste, y remonlóel valle del Licocuyasfuentes viósa-
Ur de on eerroelevado. A onalegoa de Tscbarscham<
i>eh, vi6 uiMf ruloas que reconocióier las de Clau''
valle y fónna una ilannra, iiamada ChiliocO'
mon, ¿ ia que siguen ia Diacopene y 1a Pinio-
lisene, dos cantones muy íértiles que riega el
Haiys. Al otro iado de este rio, es deciren Pa-
flagonia, señala Estrat>on una elevada montaña
de dificii subida, el Olgassy, rodeada de un
pai3 moy fórtil y ÍMStant^poblado, ei Blaene y
la Domaoitide que atravie^ el rio Anmias. En
este canton fué fundada la ciudad de Pompe-
yópoiis. En fln, la parte Interior de la Paflago-
nia que tocaba en la Bitinia» llevaba ei nombre
de Timonüide.
Bitinia, «Es muy diflcii, dice Estrabon.
marcarcon exactitudios límites que separan a
los bitinios, misios y frigios, » y en muclios
parages se que)a de ia incertidumbre dc estos
límites; asi es que coloca á Cades, hoy Kadus^
en la Frigia Epicteta; pero añade que scgun al-
gunos esta ciudad perteoecia á la Misia ; por
su parte Plinio coloca á los cadueni, que son
los KáSoide Estrabon en ia Lidia. Estrabon no
sabe si la Meonia ó la KatalceÍLaumene debe
alribuirse en su totalidad á ia Lidia, ¿ ia Frigia
ó ¿ la Misia; mas antiguamente, en ticmpo de
Genofonte, parece que íormó parte de esta úi-
tima proYincia. Toda la Olimpenete que en los
tiempos primitivos dependia de la Misia, for-
roa en ia carta de Tolomeo una parte de la Bi-
tinia (1); sin embargo, parece que en tiempo
de sus últimos reyes (2), ia Bitinia se esten-
dia de Norte ¿ Sur desde ei Ponto Euxino hasta
diópolit, pasó e1 Jilíos {Billeut), e1 río mas ancho y
rápido de Bltinia, fijó la posicion de rtnot, v llegó i
Bartan, |>eqoefta dodad turca, de agradable at-
peeto,quesegunsu opinion debesu nombreal rio
Partbenius. Eiamlnólasruinas intereaantesde Amas-
serah (Amastns), y arríbó por mar al puerto de la
antigoa CiUira, i coyas ruinas dan los turcosel nem*
bre de Kydros. Luego que regresó i BarUuse dirigl6
al Sodoeste bicia TCattamuni, y entró iurgo en 1«
PaOagonia por uncanton movalto. Kastamuniesla
anUgua Germanie&polit, (Vease ona memoría del
abate Belley sobre la Era de lat eiudadet de Oerma'
nieópolit. y de NeO'Claudiópolit en PaJtagonia, en
cl t. XX A ae las Memoriat de la Academia de tat Int'
erMM;ioii«s.)Tasch Kuprisia ba sucedido i Pompeyé-
pofis, y son numerosas las ruinas que aUi se eu-
euentran. Mr.Boréno atravesó el Djanik, y marcbó
al Sur hicia Ladík, coyo nombre anuncia una loo*
dieea; despues de tres boras de narcha por la mon-
taña eotró en cl lerritorio de Amasiah, y reconoGl6
todo el cuadro trazado por Estrabon. Desde alU fué
i buscar la antigua cíudad de Magnópolit, y la des«
cubrió en una llanura ineulu qoe baña el Iris. Pas6
despuesi Ziverei, quo es el lugar Uonde murió 8an
Juan Crisóstomo, y muy cerca de alli observó el
síiio qoe ocupó Comana, en medio de coUnas desnu-
das y irídas. Üesde alU pasó i Xokat, que en la épo-
ca de Tournerort era el centro del comercio del Asia.
Mas adelante dcscubrió 1a Armenia, provincia muy
diferente del Ponto y de la Paflagouia. A una lesua
Nord<rste de Sslwas concluye la Capadocia, y empíe-
sa la pequefta Armenia» donde Mr. Boré buscó laa
fuentes del üco, y las ruinas de JNicápolit , ciudad
cdiflcada por Pompeyo i 9 miUas de aguel río, y no
eucontró ninguna de esUs dos cosas sino despues de
muchostrobajos y fatigas. £n el pueblodo Fireo, leyó
distinUmentc el nombre de Nic^polis cn una piedn
parUda. Desde aUi penetró mas adeianie cu la Ar-
menia.
(I ) Letronne, Diario de lot Sábiot, 1848, pig. 887.
(ii Véase acerca de losrtfyes de Biíinia, tres me-
merias del abate Sevin en los tomos XII» XV y XVI»
de la coleccioo út la Ácademia de la» imcripeionet.
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él rio Rtndaco y Monte Olimpo y de Este ¿ Oea-
te desde el río Partenio y ta cafaena de moatn*^
ñas qoe la separaba de la faflagonla y de la
Galacia hasta el Bósforo de Tracia y la Propon-
tlde. Porapeyo cambió estos antlgnos límites y
agregó á la' Bitinia las cindudes de Amiso,
Sinope, Amastris y toda la costa hasla el ter-
ritorio de Heráclea , es dccir, !a parte de la
Paflagonia de que se habia hecho dueño Mttrt-
dates. Augasto reunió ademas al gobiemo de
Bitinia el año 747 de Roma las prorincias qiie
Pompeyo habia dado en soberania á los princi*
pes de la raza de Pilemenes, y la ciadad de
Amasia, que desde lamisma época habiatenido
reyes particuiares.
Este goblerno faé comprendido por Angus-
to en la particion del senado, y conflado á los
pretores qiie por decreto de este príncipe lle-
val)anel título de procónsules; pero entiempo
de Trajano fué gobemada dicha provincia por
un lugarteniente del emperador , y esta nucva
forma de administracion duró sin duda hasta
los tlempos de Diocleciano y Constaolino: cn-
tonces 1a Bitinia fué la prímera de las once
provincias que compusieron la Diócesis Pónti-
ca, y no tenia ya en esta época la misma es-
tension que en tiempo de Augusto, pnes habian
separado de ella á la Paflagonia, de que era
metrópoli Gangre, y la provincia de Heleno-
ponto, asi Ilamada dc Heleoa, madrc de Gons-
tantino (metrúpoti, Amasia.) En el reinado de
Yalentiniano y de Valente se dividió la Bitinia
propiamente dicba en primera y segunda &'-
íinia, teniendo la uua por oapiüBl ¿ Nico«iedi«
y la otra á Nicea. Como se ve por las actas del
concilio de Calceáonia, Tcodosio el Jóven des-
Hiembró tambieQ de elia toda 1a parte qoe cstá
al Este (I) del río Sangario, y formó con ella
una proviQcia, la Honoriade, dequefué mctr6-
polí G^attdiépoiis. fin cl siglo X la parte mcri-
dional de ia Bltinia con algnnos paises recinos
y Nicea por capilal, eslaba comprendida en ia
cuarta tfaema de Üriente ilamada 'O^/Uuov yrla
parte septcntrionai (cabo Nicoraedia) en la the-
ma Ilamada 'Oim^áxcúv (2).
Describiremos primero el rio Sangario (3}:
este rio, dice Mr. Hase, el mas conslderable
de la parte Nordeste del Asia Mcnor, entra eo
Biliaia en la confluencia del Bosavik-So, cerca
de la antigua estacion de Dablffi, despnes de
haber forroado desdc Pcsinunte el limite me-
ridíooal de esta provincia. La abundaucia de
sus agnas, la anchura de su lecho y la eleva-
(1) Nícea 110 rué mas ane una m:tr6poU de sesun-
do órden, y 1o8 bonores de U prímera mctrópoli de
tuda la Bíiinia esluvieron reservados á Nicomedia,
antiKua capiul y Tesideaeia de los rejes, fiíicomedim,
Ékth^niw, cono dice PHnio.
(ft) Véanse las Obtervíieiimei del aba4e Belley »o-
bre la provineia de BiUnia en ta historia de la Aea-
dHnia de iat tmcripeiiHieg^ tomo XLII, pá^, M.
(3) Este es cl órden quc ba seguido Mr. Hase en
UB ÍHuaorlante trabajosobre la geografia comparada
dela Biiinia, inserlo en el tomo XtX de la Huloria
dai Sajo hnperio de Lebeau, edicion de SainHiartíii
7 de Mr. Bres set, menor» (pág. IÜ8*8Í6.)
cion de las montafias qae estoedhaii casl pof
todas partes su curso, hacen qae sea «1 rio
ímportante. La prímera cindad modema qae
se eneuentra bajando el rio es Sugueod é Sn*
ghud (*), celebrada por los escntores oríenta*
les eomo la cuna de la mooarquU otomana.
Bespnes de baber recogido, continúaMr. Hase,
dos rios que descienden del S«doeste, e1 uoa
procedenle de Biledjlk, yel otro de Aine-Genl,
ct Sangario eesando de incHnarse hácia el Oe-
cidente, forma un rccodo que dista apenas 8
legnas del lago Ascanlo. Mas abejo, en ei sttio
donde este rio se encueotra mas próxino al
lago Sophon , recibe un rio que viniendo del
Sudoeste parece ser el Melas de que habla Pa-
cbimero : cerc^ de )a confluencia habia aa
puente antiguo conslroido por ÍostiftiaBo y
ttamado lIovtoYétpupx por I^achimero. Desde
aqui hasta laembocadura, reconocida pormon-
sicur Jdubert en 4 64 4 , no tenemoB síno datos
muy ragos sobre el curso del Sangario. 8tco-
ronel Lcake coloca á Claudi4^polis , la antigaa
Bitkynium, sobre este rio á unas 5 legnas det
mar, y apoya su opinion en el testímonio de
Pausanias (Arcad. cap. IX^) y de Bstebaode Bi-
zancio; pero Mr. Hase preílere la bipótesis de
Anville, segon la cual Claudiópolis e.staba en
la estremidad oriental de la Bitinia, al Sor de
Ttum. Despues del Sangario» qoe fué nna de
las últimas barreras del vacilante imperío de
los Láscaris y Paleólogos, se encuentra la en*
bocadnra del nipío (Iioy et Milan), y 400 esta-
dios mas lejos el pucrto de Liltima, de ^qae
habla Arrío en su periplo del Ponto Etixioo (I).
Siguiendo siempre la costa del Este al Oeste
se encuentra sucesivamente la embocndora áe
olros tres rios pequefios; Ilamadospor losanti-
guos el t\da\xn, Galé y Lycus, los cuateshao si-
do reconocidos por Anville y por Mr. Lapie;
pero ningun viagero moderno se ha remontado
liasta la cabeza de sus valles superíores.
La ciudad dc Ueráclca está situada en e1 si-
lio donde el Lico desa^ua en el mur. fin fia,
siguicndo siempre el litoral, dejamos á niies-
tra derccha el cabo Posidium, la Gmta Profunda
de Aquerusia (Rrusa), Tium é Tius y la eraboca-
dura del Partenio, que, como ya beraos dicho,
raarca la frontera ori-^nlal de la Bitiuia. «To-
dos cstos lugares fueroo célebres en los tieoH
pos clásicos; pero los autores bizantinos no
dau uinguoa noticia nueva sobrc esta parte de
(1) Sobre una colina conligoa á efla ciadad, •stá
el sepnlcro de Ali-Osman, Tandador de la dinasda
otomana. La ciudad faé oonoedida á Erlo|i^l« padrt
dc Osman, sultan de Konieh, porsusserririotiBilU*-
res, y Uegó á ser la canilal de un pequefto esiada.
que comprendia «•! pais Tecino hasia Angort ea el
£ste, y por e1 lado opnesto todo el lerrítorio moaU-
Aoso rntrelos vanes del Sangario y los del fleraHifl.
(e1 Sarabal), y del Meandro. (Leake, I^uevot amaim
de lotviaget,i,Xt\\%l pág. SlOySÍO.)
(S) £n cl siglo XIV era todavia frccuentadn, aia*
de nr. Hase, ptiesto que se le designa con el aoabrt
de Lirio en ia carta catalana publicada por losscto-
res Buchom y Tastú , en las JfoHeiat y ettraelet ét
iot manMter%to9.
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laeetta, niiiirélis montifias intérioves, teif
todavia poeo coneeldaB.» aontleiie deicrlbir
aqni con letralon ^ parte del ütoral oonipreii-
dida enlre im eiBboeftdiira dei Rindaoo y la del
Sanfario. Ráliaiise en la BHiDia^ dlce (Ub. XII,
eap. 3«*, trtdooeioÉ* liaDeeaay, litiiadao sobre el
estrecho, la ciodad de Galcedosia, Imdaia por
les BKgareoaea, y la ▼illade erisópolíe. l^ene
despoea la coela de tos caloedoniosy conoctda
OOB el WMDbre de goKo basta eeoa (Gaoiidia),
y fiio form parte do la Propóntide. Sobre este
goUo cali ediíieada ftieoBMdia, asi lÍMMda de
m foiidader Nieomedes L Otros iwichos escri-
lares dela anOgtkedaé, ooasa Pliiiio el Jó-
Tea (4 )^ Filaaliatb, LibaDio, Ámleiio MareeliBo,
PlKMopio y Míeéfarov m» baa d^ado istecesaQ-
tea ponKDores sobre esta eiodad. Sa nombre
HiodeFDoes IMmid (2). Sobreestomífimogol-
fa, conliB#i Bslr^D, está tanblon la ciudad
de Astaco, fundada por los aMgareDsea y los
alenieDaes. lamedSatamente despoes dei golfo
Astaeeno, Yiene olro golfoque aTansa las tier-
ras hácia el OrieDte, y sobre el eoal está Pra-
aiade, antigDanieDte ilmnada Gios, al pie del
moDte ArganlboDiom.
Nicea, al primtípio Antigonia, capitftl de ia
Bítlnia esfaba sítuada sobre el lago AseaBio eo
medio de ana estensa y fértil Uanura, pero
poco sftBa en estio. Is longitud de este lago es
de 4 0 á 4 8 millas y so latitod de 4 á 5. Giñenk)
por tres lados colinas escarpodas y pedregosas,
delvis de las coales se leTantan las cimas dei
Olimpo. Mr. Lealíe visitó las roinas de Nicea en
4820 y hatló las morallas, las torres y las poer-
tas antigiies miiy bien eonservadas; «Sn eons-
tnicclon, dice, se parece á la de los muros de
CoDstaDtinopla y data de la misma époea. El
imik torco, aoDque poeo coDSiderablehoy, foé
no logar importaotc en los primeros tiempos
de la histopift otemana; pero jamás turo la es-
teBsioB de la Nicea griega (3).»
(f ) PliDio et Jév«» en éw eartas dirigidAS al em*
p«ra4«r Tr«)MM, le propoae abrir ao canal de eo-
mnDÍcaiSÍoB eotre el mar y un gran lago sitnado en
la inacyiiacion de Nieomedio: loa comentadoreg. á
eseepeloo de Ortetio, habian oreido que se trataba
del lag* de Lieea 6 del Ateanio separado dei go^o
de Niconedia por nna «leTada oaéeoa de moniaAas;
pero Mr. de Hamer demostr4 hasta la evidoncia la
laisedadde esta interprotaelon, ensn Ñetation d9
«M €$ewr9wm d$ C9ñ$ÍaiUinopUt é Br»sa, al monie
€Himpo, á Nieém y á Nieomedia, (Yéanse los Nuewi
amaies de lofwaoei, t. V, pág. 843 y 339. ) Plinio qneria
babUr dél lago ramadoboy lago deSabandJah, y es
notable que nineun geógrafo aotiguo lo haya nom-
Brado. Amiaiio Maroelino habla solamente de él,
(llb. U?i, cap. VIII), bajo e) nombre de LaeasSn-
nontensls; Mr. M aoner crce que ett4 tamblen desig-
nado con el nombre de Boane lAm/ne, por Evagrius,
(lll«i. Becl. II, eap. XIV.) Bste es el lago P/imfin dc
€edrenas, y flegun las in^estifaciones de Mr. Hase,
pareceqiie hnbia tomado desde e) slglo X.I, el nombre
de lagobaam. (V4a8e «n los Jhtetoeanalot de lo$ eto-
get una nota de Mr. Walckenaer aotMre este asnnlo,
(tomoLXV, p4ff. tlS.)
(9) Véasesobre el estado presente de esta ciudnd,
y la anii{ena Nioomedia, nna eoria dirigida por mon-
sfeur Teiler 4 llr. Qttiiot, é Inierta en ol Mhnitor de
44 de jnlio de 1834.
(8) Véase umbien sobre Hieea am Benorta de
493 UIUUOTlICiV ft*OPULAtt.
Alwra 8i pvthnos de k astremidad occi*
dODtal del aaiigario para dirii^nioi del Ocete
al Este liiGia ei río, teremo» desde luego at
BMBÉe Oümpo, pmilo cenlral de la Bltioia, se*
pararlo del mar. in sa faida occidentiil es doa-
éeticMiso ortgflD et leai^ y ia mayorpar*
te do loa torraalea qtie eBgrnesan prento el
SangHrío predpÉlándose cn el fondo de sn va-
lie pedvegosa y salYagi (4). eait en ei centro
de ia CQenea supei lor ü ieai-Bu, cerca de «n
lago termado por los numerosos afluentes de
esie ríD, se eBcntalra boy la eiudad de Aini»
Gbeol (S), en las isnediacloDes de la antigua
Modra, cuyas mlaas no ba encoutrado todavía
ningun viagero moderno. Un poco mas arríba
de Leelcttb, Ja antigua Leurm, ostán intemim-
pidas las montañaa paraleias á la orilla izquier-
da dei lent^So por on barranco proftindo don-
de corre on rio que sale del lago de leni-
Gbber. La ciudad modAroa qoo lleva el roismo
nombre, sttuada i medio eamino de AiDi-CheoI
á Nicea, parece ser la fortalexade Betocoma de
les bioanttnoa. Oolocadu en ei punto de en-
onentro de los cualro caaHooe que oenducen
¿ ella desde Nicea, Brasia, AlDi-Gbeol y Kski-
Cbebr, aqnella pim seria toda<via boy un pun-
to estratégico Qotabie entre el Bangario y la
Propóntide.
Al Sudeste de la gran masa del montc Qlim-
po que domina ¿ Brusa, se destaca uoa cade-
na, que los antigBoa conftiBden coo el Ottmpo
proptaroénie dicbo, y es el Toumandj'dagh*
separa el valle superior del Bl^ndaco de ei de
leni-Su, y siguieudo una dircccioB semtciroa-
lar, forma el límfte merldleDni de h BiHnta
basta la orílla del SaDgarío, que la corio junto
á la anUgoa Tottseum, entre Oosüeo y Nicea.
La embocadura del Bhindaco enlos tiempos
HDtiguos servia de limite entre la Kista y la
Bitinia. Este rio, dice Mr. Oase, principal re-
cfpiente de las aguas roeridionaíes de la Bifi>-
nia, es como el tronco doDde viencn á cnlazar-
se todos los rios qne descendieudo del pie 6
de las gradas intermedías del Pedasos y del
Temnos, entre el Asepo y las cadenas del mon-
te Olimpo, refluyen en esta vosta coefica flu*
vial. Estos ríos, que son cuatro, llevan huy (os
nombres de Ball-Kessrí-Thai , Sn-Senglierten,
Zendja y Niloufer. Todos, á cscepciou del úl-
ttmo, Ileganal Rbindacopor laorílta izquierda.
y la coenca hidrográUca que forman está fueru
de los limites de la Biiinia. El Rhiudaco, á la
salida del lago de Apoloni», toma hoy ei nom-
Browne ÍDserta ea el lomo 11 de la coloccíon de Wal-
poltf; la relacioa del viain de Mr. de álMnmar, ya ri-
tada {Jíuevo$anmie$ de (ot vieifee, t. V, pég. 290-310.)
Y la caita de Mr. Texierque arabamosde iodicar.
(4) «Presuroo, dioe Mr. Base, qne aI leéi-Su es ei
rioquelosbiiantinos llaraan GalluM (libro Xl|, ¿, 7,
parte IL pág. 380, edicion de Coray) y Pytbica», 6
»00 prababiemenie debe eseribirse Pyteemi^»
(9) Seeun Mr. flase, sobre el mismo sitio que oeu-
p6 Aini-Gbefld ó en sus cereanias, era donde se eth-
contraba la rorlalesa de Meiangia, de que bacen men*
eion multhud de esoffHor«s defdeCoMlantino PoriQ-
mgeneto basta PacbiaBero.
T. 111. 67
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ASIA
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bre de rio de MokbalidJ (4) y mas arriba lleva
el de Edreaos-Sii. A tres legaas de este puoto,
remontando el rio, so llega al lago de Apolo-
nia (2), dejando ¿ corta distancia sobre nue»-
tra derecha la ciudad de Lopadium, actoalmen-
te Loupad: fortiflcada por Juan GomneDO, fué
oontada defipnes entre las plaias importantes
del imperio y hoy todaTía es un núcleo de ca-
minos ootables entre Bali-Kessri , MokhalidJ,
Mudamia y Brusa. Las fuentes del Rbindaco es-
tán comprendidas en una especie de cuenca
abierta al Noroeste, sostenida al Este por las
pendieotes del monte Olimpo y cerrada hácia
el Sur por la gran cadena llamada Garmé en
la edad medía.
Galacia. Ai Mediodia <le los paflagonios,
dice Estrabon (3) estón los gálatas, los cuales
se dividen en tres pueblos, los trocmos, los
tolistobogios y los tectosagos. Estos Ires pue-
blos hablaban ia misma lengua y eran gobcr-
nados del mismo modo (4). Antes de la reduc
cion de la Galacia, ó Galo-Grecia ¿ província
romana por Augusto, los trocmos ocnpaban el
pais que conflna con el Ponto y la Gapadocia;
Eslrabon señala alli tres plaxas fuertcs , Ta-
vium (5), Milbridatium y Danala. Los tectosa-
gos erau veclnos de la Gran Frígia , y an for-
(1 ) Próxima á la conDucncla del Rhiodico y de las
aguas réunidasdel Hacesto y del Ball-Keesri-Tchai,
se T6 laciudad turca de MokhalidJ, que no se Uamó
asi hasta el tiempo de la oon<|ul8ta por los aflos de
1826. segun nos lo dice el principe Ganiemir. (fíiitíh'
ria ael imperio oiomano. 1. 1, pág. t6.) En cuanto á su
uombre blzantino es difícil decirnada que no sea por
conjetora. Jorge Acropólito habla de dos plazas,
Berbeníacum y Gharioros quedebiaueslarsiluadas
cn las cercanias, y que una u olra ocupaba tal vcz el
lilio donde hoy se halla Mokhalidj. mola de M. H.)
Recieniemente Mr. Le-Bas, eu un rragmento de su
ViagealAría Menor inserto en la Uevitla de Pilologia
Ít. I, Pág. S7 y 46) ha tratado de establecer la ideuli-
lad de HokhalidJ 6 Monkalitch con Ancira de la
Abasitido, distinffuiendo espresamente esta nueva
Áncira de la de Frigia (lo que ningun intérprete de
Estrabon habia pensado hacer j; pero esta opinion ba
liido desechada generalmente , y en nuestra opjnion
con justicia, porque falsea arbiirariamente el pensa-
mienlo del geógrafo griego. (\>anso los Nuevot Ána-
ies de lot viaget, série 5.*, 4845, t. II, pág. 29. y la
discusionde Mr. Leirunne en el Diario de los Sábios,
484S, pág. SG1--563.)
(2) La ciuaad de AbuUionle, situada sobre una
pequefia isla cerca de la cstremidad Nordeste del la-
go, y reunida á una pcninsula estrecha pur un puen-
te demadera, estA, a no dudar, edifleada sobre el si-
tio de ApoUonia ad Rjfndacum, Mr. Hamilton fué el
urimero que rectificó la coitfíguraoion del lago dc
Apolonia, defectuosa en todas las cartas anieriores.
73) Libro Xll, cap. V. Véase Umbíen A Plinio,
Historia naUiral, lib. V, oan. XLil. Pur lo demas Es-
trabon, Plinio, Tito Livio y Justino, no están de acuer-
do entre si, ni sobrc el número de los pueblos galaus,
ni sobre los paises del Asia que oeuparon.
(4^ Gada uno de estos tres pueblos estaba dividi-
do e'n ouatro ieírarquiat; cada tetrarquia tenía su
tetrarca particular, un Jucz y un general subordina-
do al tetrarca, y dos lugartenientes subordiuados al
general. Un cooseio comun compnesto de 300 indivi-
duos, juz)¡aba delos homiciJios; los demas uegocios
eran deeididos por los telrareas y los Jueces. Bii la
época en que vivia Estrabon resumieroo la sobera-
nla tres Jueces, luego dos. y ppr ültimo, Deyotaro
(5) La posieion de Távium no está todavia Qjada;
Mr, Texicr creyóreconocerla en fifez-Keni (Véaiise los
talexa era Ancira (4). Los tolisfobogfos coofi^
Daban con ios bilinios y con la Frigia Epfctela,
y habitaban las ciudades de Bloueiom y de
Peium. Kn esle canton estaba tambien la cia-
dad de PcsiDonte, centro de qd oomereio con-
siderable , al pie del monte Dindimo y cerca
del rio Sangario (S),
Ei gobiemo de ía Galacia estovo encomeB-
daro á los lugartenientes propretores basta el
reinado de Diocleciano: Gonstantino U colocó
como segunda provincia en ladiócesis Póntica,
y Teodosio el Grande la dividió cn dos, segim
Malala: la prímera Galacia gobemada por dh
consular comprendia siete ciodades, segan la
noticis^de Hierodes, ydies, segun eipadre
Lequien en su Orten» r}%ri$Hanu$ (l, pig. 455).
La segunda Galacia tenia por goberaador on
prcesei y contenia nueve ciudades de laa qae
era metrópoli Pesinunte. Segon Hericieo la
Galacia faé comprendida en la thema de los
bucellarii, la sesfa parte del Oriente, segon el
Porflrogeneto; Suidas llama tambien i los gl-
latas buceHarii.
Licaonia. AI Sur de la Galacia describe
Estmbon un lago salado llamadoTatla (3K de
grau estension, y mas alli de este lago elpaii
de los Orcaorici y de Pitnissus y las llanoras
montuosas de los licaonios , lugares frios y
desnudos, privados de agua, pero ricos en re-
baños. Sin embargo !a peqneña ciudad de Ico-
nium (hoy Konija) estaba situada en mejor pais
y cerca de dos lagos, ilamados el mayor Kora-
bis y el otro Trogílis (4). El limite de la Ca-
Nuevos anfiles de lot viaget^t. LIV, pág.Sft3 yel priBBer
tomo (lc su DescripcioH del AtiaMenor^ pág. m-ttl);
Ifr. Hamilton marca et sitio de la capital delos troe-
mos en B 'gaE-Keni, loRar cubierto de ruioas, per»
de la época siria y qne Mr. Texier opioa ser PténoB,
(Rí-searche in Asia Minor, t. 1, pág. 398.)
(i) Véaese las Ohservaeionet del abale BeUef
aeerca de la hitíoria y lot monumentos de la dudad át
Aneira en Galacia, on el t. XXXVII delas Jfe«ort««
de la Aeademia de las Inseripciones (pAg. S9MI8.}
E$ estrafto que Estrabon haya hablado tan brefe-
ntente comolo ba heeho de aquella cíodad, sobre la
cualnoshan d^ado escelentes pormenores Passft-
nias y Tito Livio.
(3) Véase la disertacion de Mr. J. Fant; Utnlada:
Funf intchriflen^und Funf SUidíe ti» KletMitien,yf
un articqlo de Mr. Letronne sobre esia dlsertacioo en
el Diario de lot Sábiot (julio, IS4S.)
(S) En la carta de la Turquia asiálica por Mon-
sieur Kieper, se Ilama este lago Salxtée dat^tekUH,
aEstá, dice Mr. Ilamilton, (iV«iefof Anaies de letTÍa-
ges, t. LXI, pág. 473-74) i 5 miUas Oeste de Kotdi-
Issar, y tiene, scgun dice,30 leguas de circiMiferen-
cia. Uoa incrustacion salina, oeulia easi compleia-
mente los restos de una caliada, construida por 6r-
den del suIUuSelim, sobre un braio del laiio, j en el
piuUo i doode ilegué á la orilla de esie lago, eoositte
su lechi en una cortesa espesa de sal sófída. La sal
es un monopolio dcl gobierno. y esti arreodada par
26 bolsas al año (IS,S0O realesl por el baiá de Koni-
yeb, que saca de uiilidad 84 bolsas (47400 reales.) So-
10 se recoKe la sal en ouatro punloa biijo la inspee-
clon de los recaudadores. £1 agua es Can salada, qae
niios peces oi ningun otro animal puede «ivlren
ella; los pájaros no se atreven tiquiera A tocar cfU
agua p<>rquesus alas se pondrian ticsas al pnoto» j ae
cubririin de una capa salina.»
Estrabon dice exictamente lo mismo. (Libro XUt
cap. V^, IV.)
(4) Ej segundo de estos lagos se llama boj una*
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padoda y de la Licaonia pasaba entre Goro- sas, Amblada, Anabiira Sinda, Aarassns, Tar**
passns, pneblo de los licaonios, y Garzanra,
peqneña cindad de Gapadocia qne distaba 420
estadios. La Isánrica, dependia de la Licaonia
y era nn canton del Tanro qne se bizo famoso
por la larga resistencia qne hicicron á los ro-
manos losbandidos qne lo habitaban. Todo
este canton estaba cobíerto de fortalezas; pero
Bstrabon distingue solamente en éldos pueblos
con el nombrede Isawa; la antigua y lantM-
oa. Gerca de lalsáurica, ó en este mismo can-
ton, segun Esteban de Bizancio, estaban tam-
bien Dcrbé y Lystra, famosa por ios actos de
l08 apóstoles(4).
Pisidia. Los pisidios ocnpaban las cnm-
bres det Tauro. Artemidoro, citado por Eslra-
bon, hacia la siguiente enumeracion de las
dudades do Pisidia: Selgé, Sagalassns, Pedne-
lisáas (2), Adada, Timbrlada, Gremna, Tityas-
▼ecesSeidi-Cher, y otras lago de Soghla. y e) primero,
•itaiado mas al Nurdeste, lago de Beg^Cfhehr, Bl lago
de SoglUa se seoa, segun diceo, con mucha frecaen-
cia, porqae su agua se escapa por una salida sub-
terrinea al ple del Tauro Eotre los dos lagos bay
una cadena de altas colínas, t el rio, por mi^dio del
eaal so comunicao, da un rodeo al Norte. El agua
del lago de Beg-Chthr^ esenteramente dulce, y Pa-
blo Lncas confundia ciertamente este lago con otro,
cnando dice que tió en sns orillas sal amontonada.
Cootiene mochas islas, sobre todo en su parte sep-
tentrional.^Nota tomada de la l^oticia del viage
hecho alAsia Menor por llf r. Hamilton en 1KI7. ( Nue-
9úi Analet ie lotviaget^ t. LXXXI, pág. 198.)
(1) Debemos i Mr. Hamilton el descubrimlento de
lasruinas de Lystray de Isaura: «el 8 de agosto, di~
ce, visité ias ruiiias de Bin-Bir-Kilita (lasMil y una
iglesias) sobre cl Karadagh. 6on muy prociosas, y
cebren una grande esleosion do terreno; pero k es-
cepcion de al^unos grandes sorcófagos y sepulcros,
que se asemejan á los de Hierápolls, pareren perte-
Becer ¿ la pnmera época del cristianismo. Se compo-
nen principalmonte de restos de iglesias biaantinas
que e^identemente son de mucba anligüedad y muy
coosiderables. Todas sin escepcion, fueron ediflcadas
de pórGdo gris y rojo, sacados de las colinas inmedia-
tas. Mo inclíno á creer que estas ruinas son las de
Lyttra, que coroo ya sabemos, era una sede episco-
pal eo tiempo de los emperadores bizantinos, circuns*
íancia qne concuerda muy biencon la existencia de
iaotai wlesias arruinadas, al paso queDerbé, que
hasta aíorase ba sqpueslo baoer exislido aqui. no
ettá meocionada siquiera en las notioias eclesiás
.licas.»(lbid. pag. 1S9.)
Las ruinas de itaura la dudad nueva edificada por
Aminus (Eatrabon. lib. XII, cap. VI, $111) están
en las cercanias de Hadjilar. La ciudad eslá sítuada
sobre el punto roas elevado de una cadena de colinas
qoese diríge de Noroeste áSudestey deja á la vista
abarcar lasUaourasde Konija y el lagode Beg-Cbebr,
eíAenla murallas macisas flanqueadas de allas torres
exágooas, muy bien construidas y de un estilopor-
ticular de arquitectura. (HamiUoo, ibid. pág. 191.)
(S) Mr.Pellow (véase á jouma Written auring
m» excurtion in Atia Minor, 1S3S. Lóndres, 18 i9.
en a.^ y an aeeouni of diteoveriut in Lyeia being á
journal Kep during a teeond oíceurtion in Atia Mi-
nor^ %HAO, Ldndres, 1841, en 8.") á quien ftocos viage-
ros instruidos habian órecedído en Písidia, (véase
sln embargo, la ebra de nn ministro anglicano, el
B. P. J. Arnndel, títulada: A veiU iothe teven ehur-
ehe$ of Aiia With an exeurtion into Pitidia-, Lóndres
MiSen 8.^, desGubríó las ruinas de esiaidos intere-
santes ciudades Sagalattut y Selga^ al diñgirse de la
eiadad moderna de Jsbarta ila de Adalia. Sagalas-
sos oeopa eo un lugar, llamado por los turoos Bou*
bassns y Termessus. Estas cindades estaban
sitaadas nnas sobre lo alto de las montañas, y
otras descendian por ambos lados basta lad
Uaonras de la Panfllia ó de la Miliade. Los sel-
gios eran el pneblo mas considerable de la
Pisidia; eu capital Setga, Uegó , segun Estra-
bon, al mas alto grado de prosperidad; estaba
Bituada en un pais admirable. Pocos caminos,
dice este geógrafo, condncen á la oindad y al
territorio de Selga; porque el pais es montaño-
so y cstá cortado por precipicios y barrancos
que forman mochos rios, entre otros el Euri*
medonte y el Gestro, que descienden de las
montañas de Selga y van á desagttar en elmar
de Panfllia. Rsta posicion tan fuerte protegió
por mncbo tiempo la independencia delos sel-
glos. Los cantones Tecinos de este pueblo eran
loB catennios, y homonadios.
Misia y Friyia (hoy partedel sandjacato de
Kodja-ili y sandjacato de Khodavendkiar.) Es-
trabon, como yaheftios dicho, semuestramny
indeciso sobre los verdaderos limites de la Mi-
sia; «con todo, dice, en cuanto es permitido
conjeturar se podia colocar la Misia al lado del
mar entre la Bilinia y la embocadura del Ese«
po, hasta el monto Olimpo, en casi toda la lon-
gitud de este (4). Alrededor de ella, pero en
lo interior de las tierras y sin comuDicacion
alguna con el mar, está la Frigia Epicteta (2);
que se estiende hasta las partes orientales del
lago Ascanio y del canton del mismo nombre.»
Ademas, distingue la Misia Olimpena, que
conflnaba con la Frigia Bpicteta y con la Biti-
nía, y cuyos habitantes, segun Artemidoro,
procedian de los misios , eetablccidos al otro
lado del Danubio, y la Misia situada cerca de
la Pergamene y del Gaico, y estendiéndose
hasta la embocadnra de este rio y la Teu*
trania.
Lo qoe caracteriza al pais de Mísia, dice
plos y otros tres grandes edificios públicos «donde
todo respira el gusto del antlgno arte griego, sio oa->
da qiie revele una époea romana y bizantina.»
(Raoul-Rochett, Dtarto/íelof Sábiot, ms, p. »79.)
En el pueblo de Bojako, situado h S4 millas Sudoes-
te de aquel punlo, rocibió Mr. Fellow la indicacion
de ruinas considerables que debian encontrarse i 10
roillasNordestesobrc una cresta deroca de una altüra
prodigiosa que domina perpendioulaimente un vaUe
rico y proftmdo, todo lleno de pneblos; alli reconocl^
las ruioas dc la anligua Selga, es decir, un monton
de tfrmplot, de teatrot jf edi/leioi que riválisaban en-
tre ti en nwgniñceneta y gutto, y nn recinto de tor-
gat muralt >i eaificadat con grandet trozot depiedra
tegun él tittema llamado etc/dpeo.'Dirigiéndose al
Sudoeste encontró tambien Mr. Pellow. dos ciudades
antiguas i las que atribuyó los nombres antiguos de
Itindut (Sindé, de £strabou) y de Pesnelittut: U
primera era una cindad grícga de una época antigua,
y la serconda pcrtenecia i una época romana.
(1) LibroXll,cap. |V,g5.
(3) Esu es la quo Estrabon llama en otra parte
la Prigia Heletpántica (libro XII, cap. Y, fi 10.)
Prusias. el que acogió i Anibal despues de la derro*
ta de Antioco, habia cedido por un traudo i los re~
yes de Pérgaroo la Frígia Helespóntica, llamada mas
antiguaroenie la Pfqueña Frigia: estos le dieron el
droum, unasiiuacioninuy escarpada sobre elTauro; | nombre de Frigia Epicteta, es decir,coiiOMtila<to6
us ruioas inmensas consisten en síete ú ocbo tem- adquirida. (Estrabon, iibro XU^ cap. IV, ^ s.)
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Ml
VB Tiagero moderoo (I) es el marcado desliii*
de y diTUioii de los ribazoa y TAÍles; apeoas
se eneucDtra aoa roea 6 uim ondulacion de
terreüo en los Talles, los cuales estin límila-
dos por cadenas do monUéas escarpac^, cu-
y« gran uniformidad de soperOcie, sugiere la
idea de qiie estos Yalles fueron antigoamenle
lag'os; su suelo es sumaiaeole fértil ea trigo,
algodon y tabaoo.
Los antiguos puebloa reuQidos alrededor
del monte Olimpo ó M\m» mw Olympus,
diclui Mysius (Plinio» lib. V, cap XL.) estfi*
ban al Norte: los bitinto^» ios duliones que ba-
bitaban el Esepo por qna parte y el Rbiodaoo y
el lago Dascylitís por la otr« eo lufi iomedia-
ciones de Gbizico y los mlgdonios, que se es-
toodíaa á la iumediaoion de los primeros bas-
ta el territorio de Mirleo; del oiro ladoaalabao
los misios y los pueblos de la Frigia Kpicteta.
La primera regioa del Qlimpo termioa en
nna gron mesetade praderu abiertas por todos
lados, i escepoion del lado*del Sur, donde esti
oerrada por altas rocas. Esta es la princi-
pal eslacíon de los turcomanos, pastorea
qnt habitan el 011 mpo durante los seis meses
de eslío, y la reaidencia del gefe deestas bor-
das, eyidentemente de una raza distinta de la
de lo8 turcos de hoy. La segunda region del
Olimpo esti cubierta de hayas, plnos y abetos
qne se derribln en la esUeion de las lluTias y
del deghielo de lat nietes, para arrojarlos en
el Valle de las Maderai, por donde desclende
el Niloufer avrastrindolos. La cnmbre se diTi*
de en doe cimas, la mas alU se llama el Prai'
U. «Desde aqoi, dice Mr. de Hammer (2) se
perdcrla de tísU hasta lo inflnlto, sino la cir*
oonscribieran toda alrodedor murallas de
montañas; al Sur lasde GoothaU, desdedonde
80 observa la luna para caloular con exactítud
la entrada delmes de ayuno y del bayramqae
le signe; al Este la de Catirli de doole cima;
al Oeste la de Bo%agui, separada del Olimpo
por el Talle de Adtanos, j al Norte las lejanas
playas del mar de Mármara. Todos los valles
grandcs y profupdos del Olimpo ae prolongan bi-
cia el Nordeslo y todasluaguasdescienden por
estcladopara unlrse despucs al Niloufer (4).
La ciudad dc Brusa, la antigua Prwta, eslá al
mismo pie del Olimpo, tu6 Olimpo eondila,
oomodice PHnio; se compone de la ciudad
propiamente dicba, del castillo y dc los arra-
bales; lodo rcunido forma una hilora de easas
de nna legua de largo , fljada sobre la (ütima
pendiente y adberida como un ceñidor al pic
de la montaña (4). En las ínmediaciones del
(I) Nm$90t anaiet de lot viaget, t. LXII, p. 183.
(f ) Idem., t. y, p. 904, 96.
(8) VA NUoufcr es el fforieius de loi antlguos, te-
guD AnvUÍe. 6 «sl Bhymat, seguo Mr. Lapic; nn pasa-
M de Anno Gomieno, podria hacer crcer aue á fines
detsigle Xl.era conocido con el uombre ae Vampét,
(4) Véase en los iVu«oof ^nalet de los viagety t. Y ,
m. W -884. la larga é {nteresante descrípcion que ha
dado Vr.' de Hámmer. acerca de las aguat, paseos.
^aot^SBiei^éita», easoelts, oonvefiiosf mabéoleos
OUmpo ittdka laUrabMi it exlfteiiciA ie trai
lagos: el Dascylitis y mas arriba dos coiisidov
rubles, Ilamados el uao Apokmiaíi$ y el otro
MilelopoUiis (4)» y cerca de estos lagos colooa
las oiudades de Dascyliom, XileCopolis y Apo-
lonia del Rbindaoo (3), pero parece resoltar de
las observaoionds reciontes de lot soioras
Texier, de la Guiobe yde la BonrdQBaTA, qae
ba babido oonfosioo ofi todos esloo aonbrei,
porque no existoo en ostas aomarcaft «aa qoe
dos lagoa, y no es do guponer qne htya des*
aparecido el otro deapuas dei imperio romaio.
Bl lago do MUetopolis, llamado hoy Maai-
yas Gol, eslá tres leguas de aaoiíiio, al Snr
de la ciodad modorna de AindiQjik todi Uena
de fragmentos antigooa prooedeiites de lu
ruioas do Cbisioo, que los torcoi llamAn laU
kia. «Ghixifio, dioe Estraboo, es aoa iak de k
Prepóntlde, onida á la tierra finne por dot
puentes. Su suelo es escelente y tiene 500 es-
t^dlos de circuito. Gerca de los paeoies esU
la ciadad que llova el mismo nombro 4e lais*
la, Una parte de la ckidad está ea el llano y ia
otra contigna ¿ la Pio4ad l)amada moote de
loa Osos; otra mootoña llamada Dindyman la
domlna; aqui es donde está ediflcado c^ templo
de los dioses llaioadQ Dindimena^* Cbi^cobas-
ta el tiempo de Estrabon babia penBaaecido U-
bre, lo3 romanos ia habian tratado eoo mocha
distiocion y babiaQ agregado á elia i^uchoter?
ritorio: los obisicenos ocapaban ea la Troade
e1 pais Bituado allende el Ese^, é inmedia-
ciQoes de Zeleia, la Uamira de Adrastea, nnit
parto del lago Dascylitis y una porcion oonsi*
derable del pais ie los dolioaes v de los mig«
dQuiQS basta los lagos MitelopoiiUs y Apohh
niatis.
Estraboa meociona tambien en la iala de
Ghi«ioo el monte Artazé, qoe se levaota por
eocimade una cindad del mismo noiBbre, y bd
lejos de alli el cabo Melanos, enbierto boy de
ruinaa, aunque poco antiguas.
de esta ciudad oélebre. Prusa, Mgna el teali^— ia
de Plinio, etiaba cn Bilinla (libro V¿ eap. aa.) Por
oira paile,B»lrabon,sin dedr poettivaMaU qM eto
tuTiose siiuada en la Misia»coBM se ve ea la traáne-
don franceoa (l. IV, parta t.«. p. as). U eeleci al Die
del OUmpo Uamado Misio, cn la froBlcra de !•■ M-
5Í0S y misíos. Bn sn oonseoieaóia beaios ercMe m
eber separar la mencíon de esu ciaáaá dc U dd
Olimpc. Por lo dcmas, debcmos deeir. q«c U OUs-
Sene era un canton dis tinto de la Mida, nna ccpcsie
e pais rago entre dicha prcvincia y U BíübU; Bs-
trabofi parece decirU cspvesaBeBtc (libro XB,
cap. Vir; fi 19.) ,. w ^
H) Paulmter de GfttHtemesnU penscbc qac cslc
lago era el ArtynU ds Pllnlo; oritmr (BbyDdMM)
ApolonUUíS,Anvllle ha creldc (Geoirmfia mUipta
t. H, p. n) que el Artinia dc ^lÍntocorrcspoBdUmaj
bien al lago de Apoloniá. '
(i) Véase la cpiHion de Mr. LeBac. sobrc U vcr-
dadera pcsli^ÍOfi <ie Apoloaia en U k^vitU depM»-
giat 1. 1 p. 4a-4á, opinfon que pcr lo denics se cccaea-
tra ya espresada, aunqoe mas bre venacnlc, ea «aa
nola de la traducoion fraceesa dc Bstrabcn. (T. I»,
parle i.a p. 116.)
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M fvtiB •opeiier áe It lAtia oonH^eiidU
4m cnntofies^ el ▲hreMeae, es decir el va-
Ue Buperior del Macesto, aAi^Dte priocípal
dél Rhindaco y de la Moreoe. RecienteBieote
Mr. Le Bas, á imitacion de Mr. Haae, tomd al
primero de eatos caotooea por objelo dc sus
i9Testigaciones, y descubrió ea ól el sitio de
las antigflas ciudapes: fiadrioHÍ ad OUmfmm,
patria del retónco Atistidesy es ias roinas de
Bflki-Klisie, cerca de la aldea Bejjé á 2,000
▼aras del Rhindaco, ai pie de la verUeote me-
ridional de nna DMntaña, y parte de eüa en la
lllLiiora; y PmMnenuM ó Pmanenum, ciudad
célebre en la anlig&edad por un tempio Tene*
ifdo de Esculapio, y basta flnes dei siglo XIII
por ooa igiesia dedicada á 8an Migoel, segun
Jorge Acropolito, eo usa fortaleaa iumediata
á Kestelik eo la uuion del Adranas-su, y del
SeiidjaD-so(4), Tambien debo comprenderse
00 la Misia otro canton, la Abaotide de SstraboB,
eoyo ferdaderp ooml^e era Abmiide, auDquc
írecQentemente se ba atribuido á la Frigia {%);
ea eete cantoo es doDde el Macestó (boy Su-
íU'ghérlé) tenia su origeo, y estaba situada la
clodad de Ancira de Frigia, ilamada por Estra-
boo noXlxvi) 4>pvYiaxVi y tambien ÁYicopa x^c
^ ASa&TtSo^y y sin duda tambioD las de Si-
oao (3) Kadi y Blaudo (4).
Ed la FrigiaKpicteta, dice Eatrabon, se eo-
caeotrao las ciudades de Axaoi (5) (hoy Tchava-
dere), de .Nacolela (6)» de Gotieom (hoy Ku-
tahia), de Midesomde DoriluoBm (7) (boy Eski-
Sohebr.)
AI Mediodia de la Frlgia BpicteU está la
éase U Bevití» de fíMQgU, 1. 1, p. aOl-aU.
éaie el articulo 3fa ciiado de Hr. Letroone en
W Téafc ,
t^Diariodeht 5tffrtof. (1845, p. 501-63.)
fc(S) Mr. HaniltoD, Ifuevot «malet de lot 9iaget,
LXXI. p. laa, vld en la parod de una meiqoita en
maveur nna ioscripcion griega en que se vcia la
palabra S6vao<, despues de 61 Mr. Lc Bas, volvió á
▼er la inscripefon, y sac6 de ella la misma conse-
caencia, á aaber: que la ciudad de SimaTenl 6 de
SimaT, ocnpa e1 fíUo d« 8inao. Bsia posicíoo deier-
mina seguramente la de Ancira de Frigia, Ilamada
AYXvpa Savíov en las Adat dc lot coneiliot, en
Klisie-Koui, pneblo ediOcado cerca de la oriila occi-
denul de au lago de dondo sale el 8imaveul-au ó
Macesto.
(4) Blaudus. sei^un los señorcs Kiepert y Le Bas,
{Revitia de filohgia^ t. I, p. SI5-n9} oo puede ser
mas que Belai 6 Balaty cuidad algo al Norte de Ki-
lich-Keolyde Simav.
(5) Las bermosas ruinas de Azaoi están descritas
•a •! apéodiee del viage de Keppel donde se cncueo-
pan los planos del doeior Hal|, ol mismo que las ba-
bia descuUerto. Detipues las han visto umbien los
aeftorefl Laborde, Gallier. Texier, Uamilton y LeBas.
(6) V6ase en ia Mevuta de fHologia {uh p.3S3
540) la relaeioB de la escivsiou dn Hr. Le Bas ai va-
lie de Amtth, situado á S ú 8 leguas de Sioao. á
iffnal disunoia de Coticum y de Ayani y pertene-
ciente sin duda comoe^us eiudades á la Prigia Epio-
teta. Bste sábio bareconocido en la foruleza do
▲moth la antigua ?<aco)eia, qot: basU ahorii se creia
•sUr el Oeste 6 8udoes(e de Gett«iim« cerca de Do-
gánlu, doode s« eueucotra el roonumenio ilamado
tepalero de Midat.
(7) Véase para el itioerario del cuerpo de los cru-
aados, mandado por Boomundo y para la sitaaetou
«ueu del c«mp« de baulla de Dorilea lo« pormcBe-
re« topográflcos recogidos por Hr. Jaeobi de boct
Gan Frigria (4), en la qoe Bstrabim diatiogue
la Ps^area, que conílaaba con la Pisidia, y los
cantones ée AmoríQin Eumencia, Sinnada, Apa-
mea Kibotos y Laodicet. La Frigia Parorea es-
tá atravesada de Sste ¿ Oeste por una série de
aitaa collnas, ¿ cuyo pie y por ambos lados
se estienden grandes Ilanuras; en 1a del Norie
estaba 1a ciudad de Pbylomelium (boy Ak-
Cbebre, seguu HamiUon) toda situada en llauo,
y en ladel Sur Aotioquia, sobrc una colina.
•La pcqueña ciudad de Sinnada eslá siluada,
segnn Estrabon, en !a estremidad de una Ha-
nura de $0 estadios de longitud y plantada de
olivos; y mas all¿ de esta Ilanura se encuen-
tra el pueblo de Docimia y lu cantera de már-
mol de Sinadico; los babilantes del pais lo
llamau minaool docimito (2).» Apaoiea era la
plaaa de comercio mas importante del Asia
Meoor despues de Efeso, y estaba situada en
la cooflueocia del M¿r&ias y del Meandro. Los
aotiguos creian que estos dos rios salian d«l
lagü AulocrenM, situado sobre ia coüna de
SetoasB. Esta colina sostenia una ciudad cu-
yos babítantes fueron trasladados por Aniioco
Soter, ¿ la oueva ciuda4 de Apamea, asi Ilama-
da del oombre de su madre.
Gerca de Laodicea, el Meandro rccibe las
aguas del Gapro y del Lico, lo que bizo dar ¿
esta ciudad el nombre deLaodicea de Lico (3).
Mas arriba est¿ el monte Gadmo de donde sale
este rio; Tolomeo y Filostrato colocan esta ciu^
dad en la Garia, Estcban de Bizancio en la Li-
dia y Estrabon en 1a Frigia, dcscordancia que
proviene siempre de-Ia misma causa, laincer-
tidumbre de los limites de aquellos paises de
que ya hemos bablado.
TodalacuencadelMeandro.ymuypartJcular-
mentedel caoton frigiollamado^axaxexau^jiivi)
presenta cstraños feoómenos voic¿nicos. Es-
trabon los ha descrito (4). Mr. Hamilton vivió
algun tiempo en Koulah para examinar con
cnidado todo aquel canton, é hizo muchas es-
cursiones para reconocer la estcnsion de los
diversos torrentes de lava que han corrido de
los tres conos ó crátercs modcrnos, corres-
pondientes ¿ los tres antiguos de que habla
Estrabon. «Por lo deroas este es el rasgo carac-
teristioo de la Frigia: todas las llanuras que he
visto entre el Olimpo y el Tauro me parecon,
dice Mr. Fellow (5), segun mis observaciones
de Ur. Callier, é insertos en su nolicia de la earta
qeneraldel teatrode lat Cruiadat^ p. 19.
(4) Véase la memoria dc Mr. Kieper, qne acom- ^
padai ladiserucion dcMr. F. Vranz. (Funf int-
ehriften und fumf ttaedle tn Kleinatient.J
ÍS) Véane para la poslcion designada una me-
mori^del coronel Lcake cn los líuevot anatet de tot
viaget, l. XIX. p. 302. . .,..,.
(3) Piiniocoloca k Laodiceaaorillas dcl Lico, mny
cerca deí Gapro y de oiro rio el Asopo.dc que no ha-
re mencion niogun olro gcógraro: impotita et Lyeo
ftumini. lat€ra adtuentibut Asojpo et Capro. A&ade
que Laodieea se Uamaba anles Hhoat y masaniigua-
meuiQ Dioipolit. ., ^,,,
íi) Libro XU. cap. 8,gny I8y lib. XIII, cap. 4 ",
¿ 14.
C5i NHev»t aiuilei d$ lot viagttt \. L^II, p. 185
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907
ASIA
m
y las relaciones de lo8 demas Tiageros, in-
mensas mesetas cubiertas de toba voMnica
amoDtonada por una corriente impetuosa de
una porcion considerable dc piedra pomez
y de una cantidad innumerable de fragmentos
de ágata y de lava. Ceñida por todos lados de
cadenas de montañas, la Frigia solo presenta
terrenos abrasados, por cuya rason abnndan
poco los vegetales, que consisten en cebada y
trigo, ocupando el mayor espacio los pastos.
Cerca del Tauro se coge mucho opio (4); pero
en aquel pais elevado y poroso son raros los
rios; hay pocos árboles verdes y su aspecto
generai es salvage y triste. »
Troade (hoy sandjacatode Biga).— Despues
de haber descríto )a Frígia, vuelve Estrabon á
la Propóntide y ¿ la costa vecina dei Esepo.
tUomero, dice, nos da á eotender que los tro-
yanos dominaban desde las cercanias del Ese-
po y de la Ghizicene actuai hasta el río Gaico,
y que su pais estaba dividido en ocho ó noeve
principados; pero los escrítores pesteríores á
este poeta han cambiado los limitesy los nom-
bresde aquel pais,dividiéndole enmayornúme-
ro de cantones. l.o que príncipalmente, añade,
ha dado iugar á este cambio, es el estableci-
miento de los griegos eolios que se esparcieron
por casi todo el pais que se estiende desde la
Ghizicene hasta el Gaico y tambien por el pais
comprendido entre e?te rio y el Hermo.» Del
roismo modo que Homero, reunió Estrabon
en una niisma descripcion la Eolide y la Tpoade,
y nombra en primer Ingar ¿ los troyanos ó
licios afnes que habitaban 1a Zeleia y la es-
tremidad mas remota del monte Ida y cerca del
riu Tarsio, y despucs la llanura de Adasea,
atravesada por cl Granico en casi toda su es-
tension, con las ciudades de Príapo (/Tara-
bugasz) de Adrastea y Parium {Kemer ó A'c-
mars.) Como Priapo y Parium estaba situada
Lampsaco en ias orillas del mar. En tiempo de
Estrabon era todavia una ciudad considerable.
Yienc despnes Abidos (rutna sobreelcabo Niá'
gara), sobre el estrecho que une la Propóntide
y el Helesponlo, propiamente dicho; alli fué
donde Jerges habia echado un puente. En ñn,
mas allá de Abidos so halla Ilium. «La anti-
gua llium 1%) no cstaba, dice Estrabon, en el
sitio que hoy ocupa, sino 30 estadios mas
arriba al Oriünte hácia el Ida.» En cuanto al
llium actua), se dice que no era antiguamente
mas que una pequeña aldea con un pequeño
templo de Minerva; pero que Alejandro despues
(1 ) La ciudad de Aíioum-Kara-Hissar, cuyo noro-
bre si;|¡nifi(!a CattiUoSegrodel Opio, debe eata deno-
minacion á la gran cantidad de adormidcraS'Uegras
que sn cuilivan en su territorio. El cultÍTo de 1a
adormidcra comienza desde las moniaftas de Kedous
fFris;ia E^ieta.) Yéase sobre cste asunto los Kue-
vos aruiles de los viages^ t. LVI, p. d48.
Í'l) «El silioquo ocupó la ciud&d doTroya, dice
Mr. Uoiix dc RocbeUe en una notícia leida a la 8'»-
ciedad de Geografía el S dc julio de 1840, cerca dcl
Simoisy de lasiuentes del Escamandro, no ba vuello
a ponerse en duda desde lai crudilas obras que
poblicaron el coud* do Ghoiseul, Goufiñer y Lecbe-
de la victoria del Granieo Id dió ricas ofrendas
y el nofflbre de cindad con la Hbertad y mia
inmnnidad completa. Despues la encerré U-
símaco en un recioto de 40 estadios y an-
mentó su poblacion. Sin embargo, en la épeot
en que los romanos pasaron por príroera Tei
al Asia, la naeva Ilion no era mas que ima tío-
dad muy pequeña, y coando comenzaba á pros*
perar foé destmida easi completamente por
Fimbria; pero Sila, j sobre todo César, la le-
vantaron de sos minas.
Despues de Abidos se encoentra el cabo
Dardanis y la ciudad de Dárdano (rutfM» cma
de Howtkeu, sobre los Dardanelos), sitaada i
70 estadios de Abidos. Entre cstos dos loga-
res es donde desemboca en el mar el rio Ró-
dio, en frente de Ginosema en el Qoersoneso
(el sepulcro de Hécuba.) Sigue despnes RbOB-
tiom, ciudad sitaada sobrc una colina, inme-
diatamente dcspues uoa ríbera moy iM^a, sobre
la cual está el jEanteiwn (templo adonado
con el s^pulcro y la estátua de Ayax), loego
las ruinas de Sigeo, el naustatbmon, el poerto
y campo de los Aqueos y las bocas del Esea-
mandro. Tales son, dice Estrabon, los diferen-
tes lugares que ocupa aqnella costa, y pasa*
dos los cuales se encuentra la llannra de Tro-
ya, que se estiende hasta el monte Ida al
Oríente, en el espaciode mochos estadios (4).
Despues del cabo Sigeo y el sepatcro de Aqni-
les, sc encnentra en la parte de la costaopoesta
á Ténedos y el sitío Ilamado Achfieinm; despnes
Alcjandría, en la que fueron incorporadas las
pequeñas Yillas de Laríssa, Golona, Gebrena y
Neandría. Despnes de haber doblado el cabo
Lectum se ve abrirse el golfo Adramito. Aunque
toda lacosta, desde Lectum hasta Gana, lleva-
ba el nombre de golfo de Adramlto» sin eoi-
bargo, este nombre se daba mas particolar-
mcnte á la parte del golfo comprendido entre
el cabo sobre el cukl estaba situada la ciodad
de Gárgara y la de Pirra; dcspues se Uanió
golto Elaitico á la parte comprendida entre el
cabo de Pirra y Gana, nn poco al Sur de la
embocadura del Gaico (Bakher Tokai,) Sobie
toda esta costa desde el cabo Lectum hasta Ci-
na, dlstingue Estrabon á Asso, en una fíierte
posicion, Pedaso, Antandros, la ciudad de Le-
leges, Adramilo (Landramitisj (Eiiermúi 6 Ainr
valier. Esta ciadad se baUaba A algunas mHlas lel
Helf sponto sobre una meseta inmediata al pneM»
de Bournar-Bachi. » Uevaba ol uombre de Hím;
Pérgamo, que era la dodadela, esUba situada sobro
la cresu de las rocas quo se esüeoden á lo largo dd
Simois. EsU allura mas 6 menos e-Marpada. doniM-
batodala ciodad, á la que protefia por elladodci
rio, y todavia se encuentran vestigios de las fortil-
eacioncs de que esuba coronada.
(1) Yéase á Bstrabou, 1. XIII, cap. I, $.33-4); d
Viage á la Troade de Lechevaller; el Vimjit pinioruee
de la Greciaáe Choiseul-Goufner, t. 11, p.SOSysft-
guientes: Us Observatúms on tke Topogrupki oíike
plaim of Troy, por James Regnell: la obra de U^ix
Ulü\ñúñ JHe Ébene-wm Troja; la de W. Gell rof^
grmphy of Troy: el trabajo publicado recioBtemeBle
por Mr. Mauduit compleU las inve^Ügacleoes úf Un
demas viageros.
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909
ASIA
910
miti), oayo territorio dependia de la Misia, Pi-
tana {Safiderli) cod sqs dos paertos, Elea (C?ai-
kí), que serria de puerto ¿ los tiabitaDtes de
Pérgamo, y GaDa, sitaada en freote de la punta
meridional de LeBlx» (4).
R$ino$dePérgamoydeLÁdia(%), (lioysaDd-
}aeatos de Carassi-Saroulüian, Saghala y Ai-
din.) — ^Eatte los lugares que ▼amos ¿ recor-
rer, dice Estrabon, Pérgamo ocopa en cierto
modo el primerlugar. Es ana ciudad célebre y
que (loreció mucho tiempo bajo el gobierno de
los reyes Atalides. Estaba situada sobre la cum-
bre de aua montaña de forma cóDica. Al Este
de Pérgamo y sa llaDura, se eocuentra Apolo-
nia en una práicion elevada; y al Mediodia mas
allá de una cadena de montañas dírigiéndose
hicia Sardis, pero un poco ¿ la isqoierda, se
haila Tiatisa, colooia macedónica, que algunos
autores consideraban como la última ciudad de
)a Misia hácia ei Sur: hoy es Akhissar. Mas
adelantc se suceden las llanuras de Sardis, del
Hermo y del Gaistro, las mas fértiles del roun-
do: «Sardis, dice Estrabon, es una gran
ciodad defendida por una fuerte cíudadela al
pie del monte Tmolo» de donde sale el Pacto-
k> (3), pero todoa los paisesquese estienden al
Sur entre el monte Tmolo y el Tauro se hallan
de tal modo confundidos unos con otros que
es muy difícil deterroinar con exactitud lo que
pertenece ¿ la Frigia, ¿ la Lidia, ¿ la Garia ó ¿
la Misia; y lo que no poco ha contribuido ¿ es-
ta confusion es, que ios romanos en la distri-
bucion de estos pafses no han tenido en cuen-
ta la diferencia de las naciones , sino que las
han dividido enjurisdicciones, cada unade las
coales tenia uoaciudad principal doode se ad-
ministraba juslicia.» La llanura de Caistro, si-
toada entre ei Tmolo y el Mesogis, tiene por
prolongacioD ia llaDura Cilbiana, que se dividia
en Ciíbiana superior (fuentes de Caislro) y
Cilbiana inferior (cercanías de Efeso); seguian
despues la llaoura Uircania, asi Ilamada por
los persas que enviaron ¿ ella una colonia de
hircanos; el campo de Ciro, la Ilanura Peltina,
qoe perteoecia á la Frigia, y por último , la
Tabenc.
Jonia, Caria y pais allende el Tauro.—
«Nos falta habiar, dice Estrabon, de la Jonia,
de la Caria y de la costa allende el Tauro, ocu-
pada por los licios, panfilios y cilicios; de este
modo completaremos la descrtpcion de la pe-
Dínsala comprcndida entre el Ponto-Kuxirio y
el mar de Isso »
Toda la costa de la Jonia tiene por limites,
por nn lado el cabo Püsidium de los rotlcsios
y las raontañas de la Caria y por el otro ¿ Fo-
cea y la embocaáuru del Uermo. Al prlncipío
(0 Yéase la descrípcíoo de U isla de Lesbos eo
EsiraboD, 1. XIU, cap. IL
(3) Véase accrca de los reyei de Pérgamo } los de
Lidia la$ mcfnorias del aba(e SfrviD en la Coleccion
de la Academla de las Inscripcioues, t. V y XII.
(3) Yéase acerca del Pactolo las investigaciones de
Bartbclemy, en la coleceion de la Academia de las
InscripcioDOS, t. XXI.
ocupaban alli los oarios todo el pais donde es-
t¿n Mileto, Myus, Micale y Efeso, y los leleges
el resto de la costa hasta Focea, la islade Quios
y la de Samos. Eas doce ciodades jonlas eran:
Efeso, Mileto, Myus, Lebedos, Altabosco, (Co-
lophon), Priene» Tco, Eritrea, Focea, Clazoroe-
ne, Quios y Samos. Mas adelante fué admitida
Esroirna en esta asociacion, en la que Mileto
y Efeso ocupaban el priroer rango. Ue aqui,
segun Estrabon, la descripcion detallada de
esta costa, considerada de Sur ¿ Norte partien-
do desde Mileto: el golfo de Latmo, donde es-
t¿ Ueraclea; el pueblo de Pirra, la embocadura
pantanosa del Meandro {ñuiuk Meinder); Myus
¿ 30 estadios mas arriba sobre el rio, incorpo*
rada ¿ Mileto entiempo de Estrabon; la tilla de
Timbria con su caTcrna dedicada ¿ Caronte, la
ciudad de Priena (Samson) y el monte Micale»
(hoy monte Samson), montana toda cobierta de
bosque que se inclina h¿cia la isla de Samos (4 ),
formando el cabo Trogylium (hoy Budo); mas
allú del estrccho que separa ¿ Samos del mon-
te Micale y sobre la costa efesia est¿ el Panüh-
nium, (hoy Tchangli), punto de rennion ge^
neral para los jonios , donde se celebraba la
flesta llamada Punionia; siguen despues Nea-
poUs, (hoy Scala Nová); Pygela, ciudad pe-
queña , con un templo de Diana Muniquia;
Panormo con otro templo de Diana Efesia, y por
último Efeso (2). Sobrela misroacosta, un po-
co roas arriba del roar, est¿ tarobien Ortigia,
bosque roagniflco forroado de ¿rboles de todas
especies, y principalroenfe cipreses, atrafesa-
do por el Cenchho y doroinado por el roonte
Solinissus (Kutchnk Meinder) (3). Mas allá de
la ombocadura del Caistro hay un lago forma-
do por el mar, y Ilamado Selinusia, y despues
de este otro qoe comunica con él. Vienen en
seguida al monte Gallesium y Altabosco (rut-
nas al Norte del cabo Karu Aghadjik), con
un bosque dedicado 4 Apolo Clario ; Lebedos
{Xingi) ¿420 estadios de Altabosco, y ¿la
misroa dislancia de Lebedos, la ciudad de Teo,
situada sobre nua peninsula {Boudroun cerca
de Sighadjík), como Mionesa, colocada entre
estas dos ciudades; mas lejos los calcidenses
y el istroo de la península de los teyos y erl*
treos. Estos, dice Estrabon, habitan cl interior
de la penin¿ula, y cl istmo est¿ ociipado por
los teyos en la parte meridionai y por los cla-
zoroeiiios cn la parte septentrional. Aiites de
llegar ¿ la ciudad de Erilrea se encontraban la
Tilla de Eré y la alta raontaña de Corico, ¿ co*
yo pie estaba cl puerto Casystes (el Cisso de
Ti(o Livio) y oti'o puerto llamado puerto de
Eriirea {Rytré), Despues del Corico está la is-
la de Halouneso y despucs el cabo Argennuro,
quc forma con el Posidium de la isla de Quios
(1) Véase acerca de Samos á Estrabon, L ZIV,
c. L g 14-SO.
(i) Véase acerca de Efeso á Estrabon, libro V,
cap. hS ^-M-
(3) Yéase uiia oota de Hr. TeKier $obre alfuno$
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9H
ASIÁ
•M
tin estreeho qne tíe&e #0 efitadk» de la-
mud(4).
La peiilDsala de 9aB Jaan, donde aotigiia-
inente estnvo Clazomene, se halla sltnada cn
medio del golfo de Esmima, cerca de las islas
y tier ras que forman la habia de Onrlac. «Ista
cindad, enotro tieropo importante, fné al prin-
cipio eonstrnida sobre la tierra firme, y algu-
nos viageros, creyendo ver al Snr del golfo,
en e1 nombre de la aldea turca de Keli$men9,
un derivado del de Glazomene , pensaron que
csta ciudad habia existido en el oismo sitio
dc la aldea; pero el testo de ios autores que
han hablado de ella, dice qne la clndad estaro
ediflcada delante de ocbo islas, y que los ba-
bitantes, espulsados por lo^persas, se refugfa-
ron en la que estaba delante de la ciudad, y fl-
jaron en ella su residencia, y como la poBicion
de esta isla está perfectamente conocida, re-
snlta que la primem Glasomenc debiú estar
edificada en frente de la isla de San Juan, en
la llanura qoe es hoy la dc Oorlac (%).» Despoes
de Glazomene , dice Estrabon, se halta on tem-
plo de Apoto, el golfo y la dodad dc EsnHrna,
edificada á fO estadios de la antigua, parte so-
bre nna montaña y parte en ia llanora oerca
de Meles. Signen despnes de Esmima, Leucffi,
{ruinas sobre la bahia de Agria) y Foeea, (hoy
Phokia,)
Estrabon describe en seguida lo interior de
lastierras de la Jonia, desde el EfesohastaAn-
tioquia y el río Meandro, pals habitado igual-
mente por una mezcla de lidios, carios y grie-
gos. La primera poblacion que se encuentra sa-
Uendo de Efeso es una cindad eolia, Magnesia, á
orillas del Meandro, mucho mas próxima al Le-
teo, que procede del raonte Pactolo, y desagua
en el Meandro; estaba situada en una llanura
cerca del monte Thorax (3). Despnes de Mag-
nesía, tomando el camino que conduce á Tra-
lles {Ghiuzel Hi$sar), se deja á la izquierda el
monte Messogis, y á la derecba se estiende la
llanura del Meandro, coroQn á loslidíos, caríos
y jonios de Mileto y de Myus, y ann á los eo-
íios de Magnesia, asi como tambien todo el pais
que se estiende hasta Nisa y Antioquia. La pri-
mera de estas ciudades estaba á la falda del
monte Messogis, y un torrente la separaba por
lugñnt atUehelémieoi de la eotia de A «ta, inserta en
ei Bolelin de la Soeiedad de Geoqraña^ série a.«,
t. XX, p. 252-65.
(1) Yéase Eittrabon, lib. XIV, cap. I, 9 35.
(2) Yéanse !«• NaUu de llr. L. de B. Robre (7<a-
someneeii les Analet marilimot, diciombre 1814.
(3) Eo el año de 1842 el miiiislro de lo Interior de
Francia eovló una comision cientifict al Asia Menor,
Sara recoger ios Iragmentos de eseallura proce-
entes dei templo famoso de Diana Leucofrina, en
Hagnesia del Meandro. Bstos fragmenlos traslada-
dos ¿ Francia á bordo de la corbeta, l*Expitd%tive,
f ueron depositados en ol Luu vre. ( VéansR las Contide-
raeionei arqueológicat y arquileeiónieat de mon~
tieur RaouC-RoeheUe, tobre eltemplo de Diana Leu'
eofrina reeientemente deteuttierto en Magnetia del
Meandro^Diario de lot SábiotJ, octubre de 1845.)
Mr. R. w. Hamilten fué el primero que visitólas
ruinas de Magnesia en Inek''Jbazar, j detietibrió los
restot de aquel templo.
decirtoasi en dot eMades, qoe ae <
baa por mediode on pneote (4 ).
Caría, (Moy sandjacito de Menteefaa {% M«
aHi del Meandro se eatraba ea Caría. latraboa
marca en la costa el cabo Fcesidium de los ■!•
ieslos eomo 1« eelrenidad septentriooai de
este pais, y en )o ioierior de las tierraB la e»>
tremidad dei nonte Taoro. Estraboo describc
en primer lugar la parte de k oosta qoe di
frente á la isla de lodas, y qse estaba caa-
preodida entre el foerte Daedala y el mootele*
nix; los puntos importeotes qoe meodoaa,
son: el golfo Glauco, el cabo Arleoiialo, ladi«
dad de Gauno, domioada por el foerte loÉio
y provista de ona arsonti de marioa y de oo
puerk) que se podla cerrar (iíafa Ágaieh), H-
silis y ei rio GalMs, la tilla de Fisoo y la ñ-
bera esearpoda de Lorima. En freote del Feoii
y á coatro estadíos de la eosta se rt la isla de
Blcosis (3). Despoes de Loríma estáo el eal»
Gioossema y la isla de Symé. Yieoe eo segiiidi
nido (rutiia« €$roa dd cabo Crio) eon sos doi
poertos, nno de eiloe, destioado á las trírenes,
poede cerrarse y tiene una dároeoa adondt
eaben Teinte bageles. DelaaCe de €oido iiay
una isla de uoos 7 estadioode clrcufto, eo fo«*
ma de anflteatro y unida á la lierra flrme por
00 mnelle qoe eo cierto modo haoe de Coido
ooa doble elndad. Halieamaso {Bo^drouñ) st
llamé primeromente Zefira, y era el logor do
residencia de los reyes de Garia; mas adelante
está el cabo Terraerinm, situado eo frente áú
3candarinm , promoutorio de la islt de Gos. A
los cabos Astipalea y Zepbyrium, dependen-
clas del territorio de los mindios, sucediaa
las ciudades de Mlndo (Mentecba) y de Bargi-
lia (4). Entre estas dos ciudades esti el poerto
Carianda con ona isla adyacente del mtsoM
nombre , de doode era orínodo ei blsloríader
Scylax , y por último laso estaba siloada ea
una isla muy próxima al continente. Mas ade*
lante se estcndla el cabo Possidiom de los
milesios.
Bn lo interiorde las tierras conviene oom-
brar con Bstrabon tres ciudades uotables de
Caria: Melazo (5), situada en una Uanora fér-
til y domínada por uoa mootaña de donde sa-
caba mucho y escelente mármol blanco (Fiseo
le serria de puerto); Estratónice, eolonla ma-
rela
Bstrabon.lib.XIV, ftaa.
Véase ias invettigaewnet del alate Sevia se-
bre la historia de la Caria, on el t. IX de ia ooleo-
cion de la Academia de las Inseripciones.
(3) Véase Bstrabon, lib. XIV, c. 11, $ 80-14.
(4) Vease una Pfoticia de Mr. E. de Cadalvear,
tobre las ruinas de Bargilia, in^erta en el Botetinde
/a Soeiedad Geografiea, séríe S.*, t. VII, pig. f 57-01.
Gerca dc BargUta e^Uba el templo de íhMm Cim^
diade.
(5) Entre otros templos, liabia ea esta cindad ■■•
dcdícado i Júpiter Cario, eomun á todos los carie%
que admitían tambien en él i los Udios y misios á tí-
tulo de pueblos liermanos. Bn cl terrílorío de Kscra-
tónice, otro templo consagrado á Júpiier Crisaocreo,
servia de iagar ae rounion & los carios, qoe forst-
ban ana asociacion UiBada igiiaUBeiite Xfu&t^-
pecov.
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MS
A8ÍA
944
«edéniea y Alabai^, •sitotdaal píe ée des oo-
tinas dispcreataa de tal soerte qne le dan la for-
■tt de un jomento con albarda (4).»
Licia. — «DespDesdeDoddala, que perteneoe
á los rodios, dice Batrabon, está la montaña de
Ucia» llamada tambten DsedaU, y donde empfte-
u la costa de Licia, qoetlene 4,7i0 etUdlos de
longitud (2), áspera y de difícil subida. Los II-
iáo», diforenciándose enestode sus Tecinosde
la Panlllia y de la Cilicia Traquea no habian
aprof eebado la foerza de sos costas para en-
tregarse i la piratería; por el eontrario foeron
célebres en ia antigüedad la moderacion y jo»-
ticia de este pueblo (3) , y su conducta había
nerecido qne ios romanos lesd^áran su liber-
tad y 808 leyei. Lasseis ciudades principales de
la confederaetoo lieU eran Janto, Patara,- Pina-
ra, Olimpo, Mira y Tlos.>
A contiBuacion del raonte Dédala cita Estra-
bon en primer iugar á la peqoeña cindad de
Telaü80(hoy Meis), con ei cabo Telmisls y un
poertA (4); en segoida la mootaña esearpada
del Anticrago ; á so pie en on valle profundo
elfoerte Garmileso, y por último, el monte
Grago con snsocho clmas y uoa ciodad del mis-
mo nombro. Pinara está debajo del Grago y on
laedio de las tierras (5). Sigoe despues el rio
Janto {Elchén Tehi) llaraado antiguamenle Sir-
bes; sobiendo por él, dice Estrabon, á la dis-
taocia de 40 efttadios se encnentra el templo
de Latona y 69 estadios mas arríba la ciodad
de ios jantios, ia mas considerable de todas
las de la Lida (5). Despoes de! Janto está Pata-
ra (7) {Patera), coyo nombre cambió Tolomeo
FiUdelfo en ei de Ar$ino$ de Licia (sín em-
bargo, el nombre antigoo es el que ha preva-
leGido) Mira (8) estaba situada sobre una alta
(f ) BttrabM, lib. IIT, cap. 4f , S S0.
(S) Ssu meéida t o esiieoéc» seguo GotsellÍD, d«s-
ée el foodo del Kolfo de Macrí doode esiaba Dédala,
hasta el promootorío forniado por c1 monte Clímai,
doBde torminaba la Licia. LostTSOestadiosmarcados
per Estraboo, son esiadios olimpieos» y Talcn 57 le-
Íaas, que esia dislancia Utoral de los puntos preee-
entes.
(3) Véase Bstrabon, lib. XIY, cap. 3, $ 2 y S.
(ij Scilaxcomieoza de la misifta maoera la des-
erípoioode la cosU de Licla: TeA(&tSSó< xaU({xV-
(|) Mr. Fellow ba descubierto «I sitio y las ruloas
de Pinara en las cercanias de uu pueblo de la cade-
oa del Grago Uamado Minara. Téasc Raoul-Rocbet-
te. (Diario d$ lot SákiotAM, páff. S9S.)
(A) El descubTimiento de las ruloa« de Jaoto« es
debido á Hr. Fellow, que las ba descríto en su via-
p. EeUs ruioas son todas, a1 parecer, de una misma
ipoca, que no puedemenos de ser muy antigua.pues
la niayor parte de las muraltas esUn oonstmidas se-
gun cl ftistema cíclópeo. Los sepulcros, cuyo uúmero
es, por dectrlo asi.infinito, tieneo todos inscripciones
en caraetéres nclos. fVéase ei Diario de lot Sahiot^
I84t, péff. 807-9«.;
(7) Mr. Fellow visitó en sus dos viages las ruioas
de Patara, que cotrespondcn eoteramenle á la Im-
porUneia de uoa ciodad qoe se sabe fué uno de los
prineípaleft aeienUs de la eiviliiacien beléniea en la
Licia. Raoul-Rocbelte, Jbidém, páK. S86. Particndo
deesla ciudad, es prcciso tomar por guia en et es-
tadio de la geograna del Asia Menor, el trabaje dei
capiUD Beaufort, sobrela Carameii^a. {Nuevot jtnO'
t€sd9 lo» viagtt, l. V.pág. 5-iai, y Vl, p4g. ft-Ti.)
(8) Mira es uua de las ciudades de la aotigoa LU
494 uiuuomA poruLAU.
s
«olina á to ettadios 8<rt>re el nivel del mar» y
la peqoeña ciudad de Limira (Phinelra 6 Finlca)
á 20 estadios debfljo de la embocadura del Lf-
mlro. Bn el Intermedio se encuentran muchos
pnerfoa, a&i comomuehasislas'adyacenteff, en-
tre otras Meglsto, se^n Scilax (hoy isla, Cd^-
Mofiio), y en lo Interior, Felo, Antifelo y et
▼alle Oalmera. Signen despnes el cabo Sagra* *
do y las tslas Quelidonias. Entre el cabo Sa-
grado y Olbla estaban Olbusa, Olimpo, la mon-
taña Ilamada (ambien Olimpo ó Fenico, dea-
pnes la nbera.Corico. Faselis, cludad consíde-
rable con sus tres pnertos y un lago (hoy
Tekrova) estaban debajo del monteSolima. Se-
gnn Bstrabon, Faseiis pertenecia erectivaments
á la Licia, annqne sln formar parte de la con--
federaclon; pero Plinio, Dionisioel Periegeto y
Esteban de Bísancio señalan esta ciudad como
la primera de la Panfllia.
Pan/ilia (sandjaoato de Teke-lll). —0/6ia,
cludad muy fnerte, se presenta en primer la-
gar; el coronel Leake coojetura qne la hermo-
sa posícion que ocupa boy Satalia no puede
convenir sino á Olbla (4), la cual seríatambien
la misma ciodad que Attalia. Satalia, llamada
Adalia por los tnrcos, estaba edificada en se-
micircuJo alrededor del puerto; entre otras rni-
nas es notable un acueducto, todo destruido,
cubierto de malczas y que se prolonga tan le-
jo3 como los arrabales. El riode Pala^Satale»
lia desegtU en el mar cayendo perpeodicolar-
mente desde lo alto de una ribera escarpada, y
esta slngularidad, dice el mismo sábio, parece
probar que es el Catarrhactei de les anti-
goos {tj. Mas lejos al Este, dice Beaofort, he-
mos hüllado dos rios considerables, el Oestro y
el Euriroedonte: el primero tiehe 300 pies dc
latitud y el segundo 420: el estado de estos
rios ha cambiado mocho desde el tiempo de
Estrabon y de Pompooio Mela, que nos mues-
tran el Cestro como navegabie, y desde el liem-
po de Cimon y de Anibal, quienes segun el tes-
timonio de Plutarco y de Tito Livio, navegaron
á gran distaucia por el Eurimedonte (3). Sigue
una costa arenosa, que tiene alguuss miltas de
longitud, hasta Eski'Adalia (Attalia la Vieja),
la antigua Sidé, ciudad sitnada sobre unu pe-
nfnsnla baja, rodeada de mnrallas construidas
con pocasolidez por la partedel mar; pero mny
fuertes por el lado de tierra y todavia bien con=
servadas; en t*l estremo de la península habia
dos puertos para los buques de poco porte; hoy
eslún obstruidos de arena. A pocas miltas mas
cia que conservan mas monumentos de su anligoo
esplcfidor. Se eslendia á la falda de una monUAa,
á cuyo pie bay un teairo, acaso el mayor de loda el
AsiaMctnor. Diariode tos Sábiog, I84S, pág. 400.
(4) Véanse los Ifuevot Anatet4elot riaget, I. XX,
pág. 175-n.
(a) Véasel6tdm.pAg. 177-78.
(3) Bslnibott menciona la ciudad de Pergé, á €0
estadios de la embocadiira del Ccsiro. y la de As«
poBdo & la misma disUncia; es dech-, 4 6 6 8 milias
do la del Eurimedonte, y mas arrtba csiA tambÍHa
R. Pedneliso. (Véaase ios Piuovoe Ancdet de lotvia-
gct, U XX, p4g. 47»-7».)
T. Ul. 58
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945
ASIA
m
allá del Sidé está la embocadura del Manaygat
6 Menougatsu (antiguamente Melas): Estral)on
iDdica UD puerto eD su embocadura ; pero la
costa no es mas que uoa playu arenosa. Sigue
despues una pequeña isla cerca del cabo Kara-
bournou (4) toda llena de escavaciones y ci-
míentos de casas: eo otro cabo, llaroado en al-
gunas cartas Tolemaida, ballóBeaufortrestos de
murallas ciclópeas, y aqui es donde coloca la
ciudad de Tolemaida, la única que Estrabon
mencioua entre el Melas y lo^ confines de la
Gilicía. El promontorio de Alaya descuella en
medio de un istm6 bajo, separado de la mon-
taña por una vasta llanura; el lado oriental,
sobre t\ cual eslá colocada la ciudad, es tan
escarpado quc podria convertirse f4cilmen-
te en una forlaleza inespugnable. La vista ge-
neral de Alaya, dice Beaufort, concuerda exac-
tamente con la descripcion sucínta que Eslra-
bon hace de Goracessium, primera ciudad de
la Giliciu Traquea (2), y los estribos áridos del
moute Tauro, que en aquel sitio terminan en la
.ribera, indican suficientemeote el prínciplo de
aqnella costa elevada. La cumbre de una alta
roontaña cónica á tres miUas Nordeste de Ala-
ya y á dos millas del mar, prescnta las ruioas
de una ciudad antigua, en la cual hubiera re-
conocido Beaufort la ciudad de Laertes, patria
de Diógenes elBiógrafo, descrita por Estra-
bon, si esle mismo autor no dijera espresa-
roente que era la tercera ciudad al Sudeste de
Coraccssium y no biciera de ella un pucrlo.
Avanzando al Este se encuentran oclio ciudu'*
des y .villas abandonadas generalmcnte , si-
tuadassobre colinas y ediflcadus sin duda so-
bre las ruinas de ciudades mas antiguas ; en-
tre otras existia alli indudablemente el Sydré
de Estrabon, que Tolomeo llama Syedra. A po-
cas millas de las últimas ruinus, la costa, pe-
dregosa hasta alli, presenta una Ilanura cuiti-
vada y regada por dos riacbuelos. Por un lado
)a montaña y él cabo de Selinty descuellan en
niedio de la llanura y por el otro formaa una
cadena de riberas cscarpadas. Selinty, dice
Beanforf, es indudablcmcnte Selinus, que á la
rouerte de Trajano tomó el nombrc dc Trajanó-
polis. En seguida Ilegóá las ruinas de una ciu-
dad untigua, que en sii opinion es la Antiochia
ad Cragun de Tolomeo; mas lejos al Este una
aberlura en las montañas, da paso á un riachue-
lo en cuyas márgenes hay cabañas de pasto-
res y ruinas modernas: este lugar, Ilamado hoy
Charadrant conviene euteramentc al fnerte
Charadsus, colocado por Estrabon enlre el Cra-
(I ) Mr. Leake dice, que siendo el caho Karabour-
nou ó Karahouroun e1 único punto nolable de esta cos-
ta. debe serel Lcucothelus, AevxóOetovávtpwwi^ptov
del estadiasmo, aunque el nombre moderno Kara,
significa negro, y el antiguo Leueot, blanco. {Ibidem,
pájE. 181.)
(S) Los antigoos geógrafos no están de acuerdo
sobre los Hmites de la Panfilia y de la Giiicia. Eslra-
bon los colof a en Goracessium; Plinio en el rio Melas,
que c&tá á 36 miUas mas al Oeste; Pomponio Mela en
Anemavium, i 50 miUas mas al Esl^, y Tolomeo se
etpresa de una manera oscura.
go y ADeidorlua sobre una costa áspera lla-
mada Platanistps.Beaofort descnbe despoes las
ruinas mencionadas por Scílax, Plinio y Tolo-
meo, pero qoe no lo han sido asi por Estrabon,
ni por Pomponio Mela, á pesar de sa importan-
cia todavía aparente. Este es el antigao Ane-
mour de los turcos; el promontorío sobre el
cual está situada es el mas meridional delAsta
Menor y sin duda alguna el Anemuríam de los
antiguos (estenombre procedesegun elmismo
autor de que aquel es cl punto de la costa nus
espuesto al viento.) EI castillo modemo de
Anemour no está distanté de la embocadnradel
Serek-Ondessy , río rápido quc parece ser él
Arymagdus de Tolomeo, Gomo ¿ dos legoasdel
castillo desctibríó Beaufort en lo iDteríor sobre
la cumbre de una colina ias ruinasde una ctu-
dad (acaso el Ajidus de Estrabon); maslejos al
Este de una pequeña penínsnla alta y cuhierta
de ruinas interesantes hay una pequeña ense-
nada que parece haber estado mas estendida
antiguamente hácia lo interior de las tierras:
aqui esdoude Beaufort coloca el ArsinoedeEs-
trabon. Desde el cabo Kizliman, promontorie
escarpado, cuyos flancos perpendicolares es-
tán formados de c-apas calcireas y se dirigea
al Noroeste bajo un ángolo de 50^ cootinúa
siendo la costa alta y pedregosa. KMindrek,
puerto bien abrigado, pero muy pequnño, es d
anliguo Celenderis, (Meletnis dice, que PaleO'
polis era el nombre mas usado.) Es probable
que la Afrodisia de Toiomeo se enoontrasetara-
bien en irquellas costas. La peninsula del cabo
Cavaliere forma el último y mas proemínente
de aquella larga séric de promontorios nota-
bles; al Este de dichocabo hay una isladei mis-
mo nombre, y algunas millas mas lejos la isla
Provensal, hoy inhabitada, pero que se cree ba-
ber sido habitada , ^ai como ia peniusula ad-
yaccnte, por lu órden de los caballeros de Sao
Juan. AI Este del cabo Cavaliere se alcja la cos-
ta de las altas montañas, sucediendo á estoa
montcs escarpados unasérie de puntas tiajas.
con lo que cambla totalmente el aspecto geoe-
ral del pais. Los restos de Seteucia están es-
parcidos por urfa gran estensiou de terreno.
cerca de la orilla occidental del Jhiouk-SoiH
you (el Calycadnus de los antlgoos.) La cindad
moderna no es mas que un monton de cabaüas
dc madera y tierra. En «seguida se vc aranzar
hácia el mar una estensa Ilanura de arena, in-
menso terremonlero formado por el Jliiouk
Souyou; en el punto en que este llanosejunta
al Este con la línea prímera de la costa, esián
las ruinas de una gran ciudad, cu la cuaí se ha
reconocido á Neápolis de Isaura. Beaufort Ile-
grt despues á h'orghous y Kalales, dos casli-
llos rninosos é inhabitados, eluno sobre elcon-
ti.ncute contiguo á las ruinas de una ciudad
nntigua, y el otro situado sobre ona peqn«a
isla próximo á la costa; esta pequeúa isla pare-
ce corresponder á la Crambusa de Estrabon, y
el nombre de Korghous es una corrupcion cvi-
dente del de la ciudad de Corico.
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947
ASIA— ASIGNADOS
918
Ayaseh es el Dombre dado por los babi-
taotes á un monton de miserables cbozas cer-
cadas de ruinas de Qnaciudad, qi^eba ocupado
ima estension considerable de terreno 7 que
seguramente es la Sebaste de Tolomeo. Estra-
boD, dice Beaofort, coloca uDa ciudad y el pa-
lacio de Arquelao sobre la isla Eleusis, situada
moy cerca del continentc. Hoy no se distiugue
Dinguna isla sobre esta parte de la costa; pero
enfreDte de la ciudad se eocuentra uua peque-
ña peniDSula, cobierta de ruioas y reunida
ála playapor un mismo bijo fonnado de are-
nas, lo que puede bacer presumir que esta
peninsola fué en otro tiempo la isla de Eleu-
sis y que el ísIdh) se Im formado recientemeD-
te. El rio de Gbioux, quebaña las murallas de
Selefkéb, atraviesa al Norte de esta ciudad dos
ó tres cadenas paralelas de moDtañas, que cer-
ca íie Alaya se aproximaD oblicuameute á 1a
cosla. A dos millas mas allá de la puDta, si-
toada como á cuatro miilas al Este do Alaya,
está el riachuelo Lamas, el autiguo Lámus,
que seguD EstraboD , separéba la Ciücia Traqnea
de la Cilicia Campestris. Alli eo efecto cesa de
ser escarpada )a costa y se Teo suceder yastas
llaDuras esteodiéndose bastael pie de las mon
tañas de lo interior, que se alejan cada vez mas
de la eosta avaDzaodo hácia el Este. Eo ñn,
pareceo ser las benrosas ruioas de Soli ó Pom-
peyópolis, á las cuales da Beaufort coo algu-
na perplejidad el nombre modernode Mecet-
lou. A corta distaocia de alli está Kezeloo, la
escala ó puerto de Tersous, la aotlgua Tarso.
Pocas ciudades del Asia Mcoor, dice Beaufort,
fueroD mas célebres que esta. Ei rio de Ter-
BOU8, el aotigoo CydnxíS, do es hoy oavegable
siDO por barcos pequeños; un poco mas lcjos
esti )a embocadura de otro rio, que tiene270
pies de anchura y uoa eotrada muy dificil; el
mas oriental es el Seyghouo, qoe atraviesa la
ciodad de Adaoa, y es por coosigoieote el Sa-
ros de los aotiguos. Eotro el Cydous y el Sa-
roB forma )a cosla uoa puota larga y areoosa
qoe poede ser el segnodo Zephirium de Estra
boDó promootorio de Ammodes meociooa
do por Mela. Eotrela embocadura del Seyghouo
y las rocas de Karadacb se cueotao 25 millas
Mas alládel rio se estieodeouDallaoura desier-
ta, mezclada de areoales y lagos 00 poco pro-
fuodos. Uuos de estoscomuDica con el mar por
ou caoal estrecho que tieoe de loogitud tres
coartos de millay áe aDchura200 pies. El cabo
Karadach es ona roca escarpada, de coior blao-
co y de 130 pies de altura. Esta es la primera
ioterrupcioD de aqoella costa baja y areoosa
que comieoza cerca del Lamas. Los geógrafos
aotigoos bablao de dos ciodades sobre esta
parte de la costa; Mallos y Megarsa, la prime-
ra sitoada sobre uoa emioencia cerca del Pi-
ramo, y la segooda eo las iomediaciones del
mismorio, y porconsigoieote moy cercala uoa
de la otra; las ruiuas halladas sobre el eabo
de Karadacb, soo iododablémeote las de Me
gars^; Mallos debia estar sitoada eo )a falda
septeotrioDal de la moptana, ¿ CDyoplecorria
probablemente el Piramo, y el distrito de Ma-
Ilotis, comprendía sio doda toda la série de
colioas bajas que se estieodeD á uoas 40 mi-
Ilas Nordeste del cabo.
L& eotrada del golfo de Isktoderoom está
sitoada eotre el cabo de Karedach y el cabo
Hyuzyr, el Rbossicos Scópolos de los aotigoOB.
La altura del moote Piería qoe se levaota eo el
último cabo, es de mas de 5,400 pies. Eo esta
mootaña es doode empieia la alta cadeoa qoe
mas al Nordeste tomaba el Dombre de moDte
Amaoo y formaba iaseparacioo de )a Cilicia y
)a Siria.
ASIARCA,eD griego a<tapxe<, de A^ta, Asia,
y apxe, gobieroo, aotoridad; titolo de dd ma«
gistrado que se elegia cada aóo eo el Asia Me«
oor bajo íos emperadores romaoos, para pre-
sidir los Joegos sagrados qoe celebraba la
proviocia eo hoDor de los dioses ó emperado*
res. Era oo cargo muy ooeroso, por que el
asiarca estaba obligado á bacer )os gastos de
)a funcioo. Necesitábase, por )o taoto, ser
muy rico para aspirar ¿ ó); pero eo cambio,
dabael prím'er raogo al ciodadaoo revestido
coo semejante dignidad, mientras dorabay
auD déspues de coocluir su ejercicio.
ASIENTO. (PRiTiLBGio del) Comercio mari-
timo.) CoDtrato ooeroso por el cual alguoas
poteocias, abosaodo dc la debilidad de ooestro
gobieroo, obtuvieroD Bncesivameote el dere-
cbo esciusivo de iotroducir cierto Dúmero de
miles de oegros en ooestras coIoDias. Despoes
de la Holaoda, obtuvo la FraDc|a, por e) tra-
tado celebrado coo Espada eo 4704, e) dere-
cbo de ejercer este mooopolío, dei cual foé lue-
go desposeida en 4710 por los mao^os de la
Inglaterra, que hizo de tan odioso privilegio
ona delas cláusulas espresas del tratado de
Utrech. Eo este aoo fué coaodose creó )a com*
pañia inglesa del Sur para el comercio con las
coloDÍBS españolas. Por este asieoto 6 cootra-
to, solo la compañía teoia el príviiegio de in-
troducir 4,000 negros cada año, y es sabido
que ¿su sombra, dieron los ingleses mayor en-
sanchc al contrabando con que en todo tiempo
bao infeslado nuestras Amérícas.
ASIGNADOS. CoD este oombre se coDoce
uoa especie de papel mooeda fraocéSy coya
fuodaciOD se debe al desgraciado Bailly. Caao-
do la Asamblea coostituyeote de Fraocia se
ocupaba eo 1790 de la eoagoDacion de los
bieoes públicos y dei clero, proposo BaiDy ce-
der los bieoes ¿ las muoicipalidades de los
pueblos coo el objeto de coDservarles so valor
iotegro para que las compraseo eo masa, y
las veodieseo despoes eo peqoeñas partes. Las
monicipalidades hobierao dado eotODces al
tesoro boDos ¿ largos plazos, y coo estos va-
lores quebabiao de reuoirse veodieodo las
flocas, se habia de pagar ¿ los acreedores del
Estado. Adoptóse tao s¿bia proposicioo, aoo-
qne coo graodes modiflcaciooes, apoyada por
Mirabeao, de Pethioo y otros oradores; y por
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9<9
ASiGNADOS^ASILO
990
último e1 49 de abrit út 4790 decretó la Aeam-
blei la primera emision de lo:^* asignados for-
lOBos, aimque contra ia opinion de Talleyrand
ydelabate Maory por falor de 400.000.000
de francog, con un 5 por 400 de ioterés que
no llegó i pagaí%e nunca.
La hipoteca de estos asigoados era el ? alor
de l08 bienesnacionaUi; segwi ia ley podian
)M tenedores conTertir el valor de ioe aaii^aa-
óos en otro vator real ea flueas; j segun se
fiiesen Tendiendo estas, y los aaignadoa vol*
vleffen al erarlo, debian ainorthatse y quemtr-
ee. Kstono iiegi^á reaüsarse, porque desgra-
ciadamente el gobieruo no tenia prestigio, y
he dodaba del éxila d« la rerolucion j de las
veotas; de eonsigtiiente no pudo cOBsegoirse
etobjeioqaese proponia la Asambieai quo era
el de qm» el Kstado |iag»se á todos sus ecreédo-
re6, y se creaseD oonstderables recuroos sin
neeeildad de acudir á otierosas conthbucio-
nes, Bi dercbajartos vatores que poseia. «Los
ssfgnados, dice Mr. Ttiiers, pcrmaneoian en
Ctr^ulaeiOQ como una lotra de cambio protes-
tada, y perdian de su valor por ia duda y res-
petod'e le caotiú«d, quedaodo slcmpre el nu-
merario como úoica UBedida reai de los valo-
res.n loútilmenle decrelú la Gonvencion que el
qoe carobiase cualqHicra eantldad en mctálico
por oira mayor en astgnados, sufriria la pena
de seis aftos d« presidio; inútiles fueron los
eef^rzos que biao decretaodo on empréstito
forzoso de 4 ,000.000,000, permutable por fin-
cas, con ob)eto <le acelerar la veuta de los l>te-
nes dot clero: eitableciendo rífas terríioriules,
aboliendo tedas ias.compañias que tenian titu-
losal portador, no'pudo triunfar de (a descon-
flanza generat; no* consiguié qne snbiesc el
valor do tos aslgnados. ni pouerie ai nivel de
los objetos de eomercio. Fu6 necesario rebajar
el precio de estos, y la Gonvencion no dudó
en adoptar tao Inaudita medida, estableciendo
en 4 793 el máxiaium de suvator. En aquella
época .se ballaba, sln embargo, muy lcjos
dc escedcr, ni uun de oubrir el importe de los
asignados ya emiti()o8, el de las fincas que ies
servjan de bipoteca. Bourdon de l'Oise, y olros
individuos ée la Gonvencion, que habían hecho
}% vaiuacion de los bienes nacionales, los cal-
cularoueo 10 lOOO, 000,000 de francos; pero
el total de ios asignados no Itegaba entooces
A 4,000.000 000 yestaba con el noiQerario
en razon de I á 6.
La caida dcl gobiemo era inevitable, y los
grandes ^astos que cra necesarlo hncer para
mantener catorce ejércitos y las dilapidaciooes
de todas clases que arruinaban al crario, no
pudieroo detenerle al borde del precipicío. Lx)s
Impuestos recaiidudos con díOcuttad y que se
pagaban eu papei cubrian escasameute 1a cuar-
ta ó quiota parte de io que empleaba la repá-
blica en gastos estraordinarios de guerra men-
Mialmente, y era precise cubrir la dlferencia
ereando nuevosaaigoados que envitecian cada
m9 manfn ntor. ll gobierno, no caicoiandb
bien esta baja, creia favorable qie se anmeD-
(ase el valor nominal de las flncas.porque veia
en la alza el medlo de retirar de drculacioQ
mayor número de asignados, y de crear por
consiguiente otrossinaumentar la Boma. Pcro
tan frecuenles se hicieron las creacioncs, qae
ni ias bríilantes victorías qoe oonsiguió el
ejérciio, n¡ cl aumentarse las renlas de los
bienes naclonales, ni la aboticfon del ttáti-
mnm y el establecimiento de las cédolas hipo-
tecarias, pudicron evitarque los aaignados
perdiesen cada ve« mfs de su valor, y era ya
imposible restablecer su curso.
En 1705 la circnlacfon deloa asignados aa>>
ccndia á 90,000 000,009 de fhuioos, y su hi-
poteca habia disminuidoconaiderablemeDtepor
ia venta de los bfenes qoe se babia efectuado,
de raodo que bajaroo los asignidos basta 1,450
de su vator. La escasez y necesidad de nume*
rario era gencral; ei comercio no podia reali«
zar susventas al esterior, y los estrangerosno
querian dar letras de cambio sobre Francla; ios
capitalistas, los propietaríos de bienes raioes,
y hasta el gobierno mismo, esperioienlatbafl i
cada paso pérdidas de raas consideradoo.
Asemejante situacion, que noera ya tole-
rable, vino á poncr colmo el gobierno del Di*
rectorio. Entonces se hlcieron creaciones so-
bre creaciones sin la menorreserva. En los pri-
meroe mesesde 4 796 seerearon 90,000.000,000
de francos, que escasamente prodQjéron
400.000,000 en efectivo. Los productos de las
contríbuoiones no eran mas que asignadoa: d
público despreciaba una moneda que le era
ioútil, pucs Ilegó á tdestremo, que era nray
comun pagar 400 frencos en asignados por oo
par de bolas, y 7 ú 8,000 por un vestido^.
A pesar dei descrédito en que cayó seme-
jante moneda, aun conservaba partidaríos qoe
engrosaban lá pandilla de agiotistas, y vanos
patriofas, mas ardientes que ilustradós, ciama-
ban pof que se erapleasen todo géoero de me-
didas, por violentas que fuesen, para restabte-
cer el crédilo dc Jos asignados. Prevaleció por
íln la razon, y se inulilizó la lémína de los
asignados el 30 plovioao del año IV (19 de fe-
brero de 1796). En las mcmoTias del mioistro
de Hacienda, Haincl, consta queel totaide kw
asignados creados desde su origen asoendla i
45,578.000,000 de francos: en la época de su
abolicion se babia reducido, por baberentrado
de nnevo en el erarlo, á 36,000.000,000. ülti*
maraenie al hacer la liquídadon de los asig*
nados, se vió que la cantidad que habia en
circulacion era de 24,000.000,000, y Itqnidada
esta al 30 por 1 00 de su valor, se conviríió en
800 000,000 de franco» eo líkimiafos.
En el arlfculo papel moiveda se encoenfra
esplicada la teoría de esfe ageote ficücio d<
los cambios.
ASILO. (DEHBCHO DK) Bl dcredio de asilú,
derecho sagrado dé Jos pueblos de la anbgflé-
dad, exlstedeede lo« tiempos mas remot» en
todas laa naciones; este dereebo ee coloc6eé al
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984
ASILO
m
sAiomismodeUsciadadcfl, alfrentedeldereoho
comun. El asilo en el órden }adicial es la grao
caesiioD entre la ley y la gracia, coroo opor-
toaanieDte ha dicho Mr. Vallou. Por eso es de
somo interés oonoccr las distintas soluciooes
qiie se le han dado en las divcrgas épocas de
la historia, y particularmente lo que esia ins*
titucion es hoy dia en España. Hay una rela-
cion Intima y uecesaria entre la cxistencia de
este derecbo y el estado social de un pais. En
las naciones eu que la ley reiigiosa es al mis-
mo tiempo la ley ci? il, no sc reconoce el asiio
cootra ei derecho comnn. Asimismo en los
ptises en qne la ley civil es íuerte y respetada
oomo en Roma, el derecho de asilo no poede
ser síno una eseepcion muy rara. Pero se con-
cibe qoe donde el derecho comun no encuen«>
tra saneion humana, donde la ley es insufi-
ci«Dte contra toda clase de violencias, el de*
recho de asilo, derecbo de gracia y de escep*
cioD, debe colocarse ai frento de la ley y aun
triunfar de ella, sobre todo cuando opone á la
füerza material, la foerza moral que le da una
religiou respetada, siempre que la ley nu lo es
Eato sucedia en la edad media. Se concibe tam
bien que este derecho haya sido mas ó menos
poderoso en razon á la mayor 6 meoor foerza
que baya tenido el poder religioso, de manera
qne sus principios, admitidos sio oposicion en
onos liempos, hayansido abandonados cn otros
para recobrar despues su faerza y desaparecer
por último, no sin disputar el terreoo las roas
veces á el poder temporal» bastante ruerte por
otra parte, para acordar á la ley una sancion
eficas.
Las legis^aciones antiguas ofrecian un asi^
lo al acusado que no se atrevia á comparecer
ante la justicia, al esclavo que temia la ven-
ganza de su señor, y al deador insolveote. E8«-
te asilo era un templo á el recioto sagrado de
la cindad. No oos ocuparemos ahora de loa
asilos de la antigüedad, limitándonos á dectr
qoe existierOD bajo la influencia del paganis*
mo, coroo roas adelante bajo la del cristlanls-
rao, si bien este derecbo toraó bajo la nueva
religion un carácter rouy dislinto. En la anti-
gttedad estaba redueido úDicamente al recinto
del lugar sagrado: en el moroento que el fugi-
tivo pisabu aquel suelo estaba libre de toda
persecucion, durante el tiempo que pudie^
se permanecer cerca de los altares; pero en
ctianto 80 veia obligado ¿ abandonarlos , te-
Dia que dar cuenta de su crimcn á la justi-
cia : el respeto á la divinldad en su tcmplo,
era lo único que detenia los pasos de ia Justi-
oia* Asl la Fantidad del asilo, reconocida ge-
neralmentc en derecho, era violada de hecho
muchas veces , si bien de una manera indi-
recta. No se arrancal)a de su asilo at crlminal
refugiado cerca de un alfar, pero se empíea-
bao toda clase do subterfugios para hacérsele
aÍMndonar, ó bicn se tapiaba el tcmplo, y se
le dejaba morír eo él de bambre. Por lo demas,
Bo 66 precisameDte tata violadoD indirecta de
los asilos anfignos lo que los distiDgae de los
modernos, porqae estos tambieo bao sido vio-
lados directa 6 indirectamente. Lo que pria*
cipalmeote los distiDgue, es que ei asilo eotre
los cristiaoos no se limita comotel de los pas
ganos, á los muros del templos, á la piedr*
del altar, ei sacerdote es un^asilo como lo ea
el mismo templo, y asilo que algunas veces
se presenta al culpable que no Jia podido Ile-
gar al iogar de su refugio. So esta época do-
cesitaba eo efecto el altar ia proteccioo de
los sacerdotes. Las iglesias eran poco respeta-
das, si su muda latercesioD do tcDia elocucD-
tes iDtérpretes , como Agustin , Ambrosio ó
Gregorio. Gorriao los perseguidos á la iglesia,
preguntaDdo por ei obispo, echát)anse á sus
pies esdamando: «Scñor, amparadme contra
los qoe me oialtrataD y me quiereo Ilevar pre-
so.v (4) Y el obispo se apresuraba á ioterve-
Dir en el caso , y tomaba bsyo sa inmediata
proteccion al qae habia busoado un asilo oa
la casa de Dios.
Mcdiaban entonces estipulaciones entre el
sacerdote protector de los refugiados, y el mi-
nistro del 8ol)erano pidiendo la ejecucioD de
las leyes.
No puede meDos de recooocerse eo el asilo
cristlano uo carácter mucbo mas moral que el
del asilo pagano. Este asilo no eximia del pago
de su deuda al deudor, al criminal de la imposi-
cion de la pena, no combatia el derecho, com-^
batia solo la violencia del castígo. «Ei castlgo
asi como el perdoD, do ÜeoeD mas que uu ob*
jeto dice San Agustin, corregir al delincueote.»
Tal fué el principio que la iglesia cristlana
quiso introducir en el derecbo coaiun. Perdo-
naba si, pero con las condicioDcs de penitea*
cia, satisfaccion para io pasado, y eDmieoda
para el porvenir. No pedia para el culpable
otra gracia, sino la de que no sufriese muti-
lacion ó muerte. aQue pfgue , que se le per-
done la vida, ó se le remita ia pérdida de
miembro, y que se entregue despues á la jus*
titia.i» Estas condiciones concilíaban perfec-
taroentc las dos cosas, el dcrecho y la gracia;
pero esta conciliacion no era compatible con
la dureza del derecho romano y la violencia
caracteristlea de aquel pais tan hoslil á todo
lo que tenla tendencia á evadir sus reglas. No
podiendo la iglesia bacer que sc adoptase es-
te prlocipio en el dcrecho comuu , tnvo que
coDtentarse con esas prohibiciones que daban
lugar á los abusos, y aun provocaban las vio-
lacioncs.
Hasta los tiempos de Teodosio, ol ejerci-
cio de este derecho inherente á la iglesia, no
nos ofrece sino una continua sórie de violacio-
nesdc parte del poder civil.
La primera leyque hacc menciondeelIas,e8
una ley de represion. ün conciiio de Africa fué el
primero qne pidió, áconsecuencia deuna ruido-
sa violacion de asilo, que se dieseá la ccsturobrc
(1) Bén Agustio. Ih Yerb. apo$t. I&
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9Í3
ASILO
924
lasaneion dederecfao. Honorio elodióla deman-
da, declarando que se respetasen los privilegios
d^ laiglesia, y es que Roma adoptando los prin-
cipios del cristíanismo , no por eso abdicaba
snsfueros. Si4os emperadores concedian gia-
cia á los que suplicaban, no querian qoe cons-
tituyese un dcrecho. Otorgaban únicamente á
)08 obispos el derecho de interceder , y ann
les imponian ciertas formas legales con suje-
ciou á las cuales debian ejercitarlo. Gierto es
tambien que daban mucba estension al lugar
privilegiado ; comprendiendo no so!o la igle-
sia y el santnario , sino tambien el cercado
de la iglesia, y todo el terreno desde los mu-
ros del teroplo á la clausura esterior, los ba-
ños, losjardines, las casas, etc. Sin embar-
go, uo se entendia el derccho de asilo con
los Jodios, om el homicida, el raptor, el adúl-
tero ó el deudor al erario público. De esta ma-
nera, al paso que se daba ampUiod al asilo, se
reducia el número de los que podian acoger-
seiél.
Mas llega el tlempo que la iglesia habla
con otro pueblo roas dócil i su voz. Los birba-
ros penetraban en el imperio, convertidos de
antemano al cristianismo. En medio de la vic-
toria proclamaban como asilo la basilica de
los Santos Apóstoles en Roma; y «estos vence-
dores, fundaban destruyendo.» Este refugio,
dice Sozomeno, libertó i Roma de so completa
ruina, porque volvióá poblarse con los mnchos
á quienes habia saivado el asilo.
En la ley de los visigodos vemos ya in-
equlvocas muestras de la influencia eclesiás-
tica. Unode los concilios de Toledo, am-
plia hasta treinta pasos de las mnrallas e1
asilo que puede darse á los criminales, á
los dcudores, á los esclavos, mas no para
sostraerse á la accion de la ley: serén entre-
gados á la Justicia , pero no se emplcará con
ellos la violencia, á no ser que se defiendan
con ias armas en la mano. Solo los sacerdotes
son los quc deben entregar el deudor a1 acre-
dor, e1 esclavo á su amo, el matador álos pa-
rientes del muerto. El sacerdote debe eer tam-
bieu quien imponga las condiciones. La peua
de muerte no se comprende entre las espia-
ciones del bomicidio! se respetará en todo ca-
80 la vida del matador.
Tal fué en todo tiempo 1a miston santa y
humanitaria de la ilustrada iglesia española,
impedir las violencias y la efosion de san-
gre.
No era menos poderosa la influencia de 1a
religion sobre los demas bárbaros. Una !ey de
Luitprando, rey de los lombardos, condenaba
sin distincion algona á una^ severa pena al
amo que arrancaba de la iglesia á su esclavo.
La ley de los alemanes exigia del amo an-
tes de quc se le entregase el esclavo re-
fngiado, una garantia del pcrdon que esti-
pulase. «Si un culpable, dice la ley de íos
bávaros, se refugiase en la iglesia, que nadie
9ea osado estraerlo de ella desde el qiomento
qoe pase los umbrales, hasti que él aTiaeimi
sacerdote ó un obispo.» /
La ley Sálica nada habla acerca del asilo:
pero la iglesia daba á los francos el medio de
los coñcilios cuyos decretos aceptaban. El
coocilio de Orleans, convocado por CIovis (544)
dispone que «no sean entregados los refbgia-
dos sin que preceda un Juraroento sobre los
Evangelios, que les garantice de no snfrir la
pena de muerte, la motilacion y otras seme-
jantes, de suerte, no obstaute, qne convoigan
con la pcrsona ofendidu, en una Justa repara-
cion.»
Si la persona perjndicada do admltia la
satisfoccion ó rehnsaba el Juramento, librean-
tonces el sacerdote de toda responsabiiidad,
estaba como comprometido á favorecer la eva-
sion del que pedia gracia. Al propio ticmpo
los concilios condenal)an todos los medios de
eludir la ley, el engaño para obligar ¿ aban-
donar el asilo y el respecto dc mala fé, qoe
venian á convertir la iglesia cn una circeL
En España, como hemos observado mas
arriba, vemos introducido el asilo cn el Fuero
Jozgo, aunque no con tanta estension como
la que recibió despues por las leyes de Parti-
da, á consecuencia del espiritn decretalista
que tanto contribuyó á la formacion del códi-
go de don Alfonso. Tambien hablan del asilo
V de las personas que tiencn derecho ¿ él, tas
íeyes 2.* y 3.*, tit. 2.* Ub. I, del FueroReal.
El Código de las Partidas loestablece como una
conccsion debida ¿ la santidad de los templos.
Su ley «.«» tit. 4 4 , Part. 4 .• se esplica asi. «Fran-
queamiento ha la eglesia et su cemenlerio en
otras cosas demas de las qne dice en la ley
ante desta ; ca todo homc qoe fuyere ¿ ella
por mal que hobiese fecho, ó por dcbda qne
deblese , ó por otra cosa cnalquier, debe ser
hi amparado, et non deben ende sacar por
fnerza, nin matarle, nin darle pena ningooa
en el cuerpo, nin cercarle ¿ derredor de la
iglesia nin del cemeoterío, nin vedar que doq
den de cqmer nin de beber.»
Yeambs ahora coales son las iglesias qne
gozan de esta prerogativa, en qué delitoa no
tienen lugar, y del modo de proceder en los
casos de asilo.
Eñ la antigüedad eí número de las igleáas
que gozaban del derecho de asilo estaba en
proporcion con la influencia que e1 poder
ecIesiAstlco tuvo con el real, pero en los últi-
mos siglos se hizo estensivo ¿ todas las igle-
sias y demaslugaressagrados, cnalqoiera qne
fuese su clase. A consecnencia de los peijoi-
cios que ocasionaba ¿ la moraUdad pública la
frecucncia de los asilos, que protegia, aunque
Indirectamente , la impunidad, se redujeron
los lugares inmunes por el brcve ponliflcio de
42 de setiembre de 4772, que se refería ¿ las
bulas de Gregorio XIV, Benediclo Xlll y Cle-
mente XII, en el qoe se mandaba ¿ todos los
prelados y ordinarios ecle8i¿stícos del reiDo,
quc cn el término de nn año señalasen eo cada
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ASILO
logtr pertenedente isü jurísdieciOD, ono ó
dos lugares sagrados segun la poblacioo» en
donde solo se habia de guardar la iDmunidad.
Plura coDiribuir á que se lleTase á efecto el
roencionado breve, se espidió la real cédola
de 4 4 de enero de 4 773, mandando ¿ los Joe-
ces qoe cumplieran é hiciesen cnmpiir el con-
tenido de hi real cédula, y procorasen cooser-
Tar la armonia qoe debe rcioar entre las au-
torfdades de una j otra sociedad, y encargan-
do á las eciesiástieas que por su parte coucur*
ríesen desde loego al cumplimiento del breTe.
Kn su consecuencia, se señalaron en cada pne-
blo, ai arbltríodel diocesano, uno ó dos tem-
plo8 como lugares de asilo, y si no hnbiese
mas que la iglesia matrís, esta es la señala-
da, mandando terminantementequeno puedan
servir para gosar de asilo las iglesias rurales
ni las ermitas, en que no se guarde el Santi-
simo Sacramento.
Partiendo del principio de que no pueden
gozar del derecho de asito cierta olase de de-
iitos, atendida su gravedad, se escluyeron
delaregla general las siguientes: la deser-
cioo; pero ¿'los que se acogen al lugar inmu-
ne solo se les podr¿ imponer ia pena de con-
tinuacion en el servicio de las armos: el asesi«
nato en despoblado: el robo en caminos pá-
biicos: el de lesa magestad: el de conspiracion
contra el Estado, ya paratrastornar el régimen
del gobierno establecido, ya para cambiar de
dina8Ua:elde bomicidio premeditadoó mutila-
don de miembroen lugar sagrado: el de talaó
incendio de campos ó heredades: ei de alevo-
sia: el ile beregia ó apostasia: el de falsifica-
don de letras apostólicas: el de hurto ó false-
dad comelidos pqr empleados en los montes
depiodad ó bancos públicos, de los fondos
pertenecieotes á estos: el de falsiOcacion de
moneda de oro ó plata: el de burto y fuerza,
llevándose ¿ los hombres, obligando ¿ sus
paríentes ¿ que los rediman con dinero, ó
cuandu amcoazan ¿ cualquiera persona que la
ban de mutar ó quemar sus heredades si no les
entregmi una cantidad cualqulera: el robo
Doctumo eon instrumentos: el de falsiflcacion
de escríturas, cédulas, cartas, iibros ú otros
escritos de la mesa y bancos púbiicos como
libraoias, órdenes ó mandamientos contra los
fondos de aquellos: elde quiebra fraudulenta.
el de defraudacion por los encargadus dc ven-
tas púbiicas: ei de resistencia á la autoridad, y
el <1e estraccion por fuerza de algun reo del
asilo.
Ei breve pontiflcio de Clemente XII, ele-
vado ¿ la clase de obligatorio en la ley 4.* tít, 4.''
lib. 4 .® de ia Nov. Rcc. establece que Io3 reos
de homicidio meoores de 25 aoos y mayores
de 20, ya sean eclesi¿sticos ó seglares, asi
como las demas personas que hubieáen auxi-
iiado al matador con coosejo, mandato, favor
ó cooperacion, y los qoe le hubiesen inducido,
siempre que por cualquiera de estos actos re-
soltare muerte, estáncomprendidos en la cons-
titncion de Benedicto XHI, por la que se esclo-
ye del derecho de asilo ¿ todos los que come-
tieren homicldio pensado ó deliberado. En el
mismo breye se manda que los senteociados y
perseguidos por delito dehomicidio, aun cuan-
do este se ejecute en peodencia con armas ó
instromeotos proporcionados por su naturale-
za para matar, de niogooa manera goceo dei
l>eQeflcio de iomuoidad, ¿ menos que el ho-
mitídio sea casual, ó ea propia defensa.
Despues de estas noticias sobre la historía
y lanaturalesa yestension del asilo entre nos-
otros, no creemos ageno de Interés lo que se
refiere al procedimiento eo las causas en que
medtare esta circunstancia importante. Y
tanto mas nos interesa conocerlo, cuaoto qne
los procedimientos que hao de efectoarse en
los casos de asilo, sin doda deber¿n ser distin-
tos despues del Reglameoto provisiooal para
la administracion de 'justlcia, de aquellos qoe
se guardabao segun la real cédula de 44 de
noviembre de 4800; ¿ pesar de que eo aquel
nose baya acordado niogooa variacioo espre-
Bamente; y para que pueda comprenderse con
facilidad la rason en que nos apoyamos para
sentarel principio de que en el dia debe pro-
cedersQ de diferente modo en los casos de
asilo, referíremos sucintamente la doctrína de
la reaicédulacitada.
4.** Se previene por esta, qne cnalqniera
persona de ambos sexos, sea del estado y con-
dicion que fuese, que se refugiase ¿ sagrado,
6eestraer¿ inmediatamente con noticiadel rec-
tor, p¿rroco ó preiado eclesi¿stico por el Jues
real, bajo la competente caucion de no ofeo-
derla en so Tida y miembros, y sele pondr¿ en
c¿rcel segura.
t.^ Sift dilaciOD se proceder¿ ¿ la compe-
teote averigoacion del motivo 6 causa del re-
traimiCDto; y si resullare que es leve ó acaso
TOlnotaria, se la corregir¿ arbitraría y prodeo-
temeDte, y se le poDdr¿ eo überíad, con el
aperdbimíeDto que gradue oporíuno ei juoz
respedivo.
3.* Si resultarc delito ó esceso que cons-
tituya al refugiado acreedor ¿ sufrír pena for-
mal, se le har¿ el correspondiente sumarío, y
evacuada su confesion, con todas las cttas que
resulteo, eo el término preciBO de tres dias,
se remitirán los aotos ¿ ia audiencia del ter-«
ritorío.
4.** Eo las audiencias se pasará el sumarío
al dict¿men fiscal, y con lo que opine y resul-
te de lo actuado, se providenciará sin demo-
ra segun la calidad dc ios casos.
6.* Si del sumario resulta que el delito
cometido DO es de los esccptuados, ó que las
prnebas Dopuedenbastarpuraque el rco pier-
da lainmuDidad, se le destinar¿ por providen-
cia, y cicrto tiempo, que nunca pase de díez
añosy ¿ presidio, ó se le mnltar¿, ó corregir¿
arbitraríamente, segun las drcunstancias del
deliDCuente y calidad del esceso cometido.
1 a.^ Guando el delito sea atros, y de los en
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921
Ásn.0
M8
que por dereoho no deben lo8 reos goatr de la
inmuDidad loeal, babieodo praebas suficieDtes,
se devolverán los aotos por el tribwoal al juez
inferior, para que con copia autorizada de la
calpa queresultay oflcioen papel simple, pi^
da (sin peijuicio de la prosecucioQ de la c«Q*
sa) al juez edesiástico de sr distrito ia coiisfg-
nacion formal y ilana entrega, sin cauoioo, de
la persona del reo ó reos, pasando al mismo
tícmpo acordada al prelado territorlal para
que faciiite ei pronto despacbo. <
7.'* £1 juez eclesiástico, en yista solo de la
referida copia de cnlpa que le remita el juez
secular, provecrá si ha ó no lugar la oonsig-
nacion y eutregadel reo, y le avisará ímnedia-
tamente de su determinacioa con olicio en pa*
pel simple.
8.® ProYista la designacion del delinooen*
te, se efectuará la eutrega formal dentro de
24 horas, y siempre que en ol discurso del
juicio desvanezca las pruebas ó indicios que
resulten contra él, ó se dismiDuya la grave-
dad del delito, se procederá ¿ la absolucion ó
al destino que corresponda.
9.^ Yeriflcada la consignacion del reo, el
Juez secular proseguirá en los autos, como si
el reo hubiera sido aprehendidofueradQ sagra-
do; y sostanciada por todos sos trámites, y
determinada la causa se ejecutará la senteocia
con arreglo al derecho.
40 Si el juez eclesiistioo eo vista de lo ae-
tuado por el secolar, denegase la coasigna-
cion y entrcga dol reo, 6 procediese á infor-
macion de instancia ú otra operacion irregu-
lar, se darú cuenta por el inferior al trlbunal
respectivo cob remision de autos y demas do-
cumentos correspondientes para la introduc-
cion del recurso de fnerza, de que se barán
cargo los flscales en todas las cansas; para lo
que el juez pasarálos autos á la audiencia del
territorio, y esta se los devolverá fiualizado el
recurso, y entalcasoeltribunal, en dondeseba
de ocultar la fuerza, iibrará la ordínaria acos-
tnmbrada para que el juez eelesiáslico remita
igualmente los autos, citadas las partes» ó que
pase el notario á hacer relacion deellos, segun
el estilo que en su razon se haya introducido
en los demas recursos de aquella dase, á fin
de que con inteligencia de todo se pueda de-
termioar lo mas arreglado, sin que deha esco-
sarse á ello el cdesiástico cou pretesto ai-
guno.
4 1 Decidido sin demora el recurso de fuer-
za» y haciéndola el eclesiástico, se devolverán
los autosal juez inferior, y esle procederácon
arreglo á 1o establecido en el número 9.**; pe-
ro no haciéudola en lo sustanciai, providen-
ciará desde luego el tribonal el destino com-
petente del reo ó reos, conforme á lo preveni-
do en el número 5.*
42 Cuando el reo refugiado sea eclesiásti-
co y conserve su fuero, se hará ia estraocion
y encarcelamiento t)or sa juez competente, y
procederá en la causa con arreglo ¿ Justida,
auxiliáiMkNse por el brizo leglar ea todo lo
(|&e neoesite y pida.
Temos, pues, que cuando es preciao im-
poner correecion arbüraria, se verifica sin qae
haya neoesidad de recnrrir ¿ otro tribmial,
segun los prindpios espnestos de ia real cé-
dula; pero si se tiene en cneota ei Reglaaeoto
provisional, no ^ posibie qoe se ^ecute la
pena correccional, puesto que babieado de im-
ponerse esta en aulo de sobresdmiento, será
índispensable que se consulte corao todos»
porque no ha dedejar áe pasar la causa porlos
tr¿mites que la ley dispone, por el hecho solo
de que el reo se haya acogido ¿ asilo. Oei
mísmo modo, con arreglo ¿ la real cédala« en
los casos de delitos de pena formal, desp«ei
de evacuada la confesion y las dtaa hecbas
en ella, debian remitirse los autos¿ la aodien-
cia territoríat para los efectos qne dejamos
manifestados; pero en la actualídad ha caa*
biado la organizaeion de los tribuiiales, que-
dando todas las causas sometidaA al (X)nod-
miento esdusivo de los jueces de primera
instancia, sin que interveogan en ellas las an-
diencias basta que sean remitídas para sustaa-
ciarse en segund^ ó tercera instancia, ó bien
porqueseentablerecursod* fuerza; de manera
que, como despues de recibida la confeEioo y
antes de imponer la sentencia dura aun la pri-
mera instancia, las audiencias no podr¿a non-
ca intervenir en las causas sobre delitos, cn-
^s reos se hayan aoogido al asilo. Dedáeese
de aqui que los jueees no dcben remitir los
autos ¿ la audiencia del territorio mientra do-
re el sumarío, siendo su obligadon Ilevar los
procedimientos adelante, si ya estuviesen
príncipiados, y si no lo estnviesea formar las
diiigencias consiguientes en cuanto le sea
entregado el reo, prévia b correspondíente
caucion, sobreseyendo cuando el reo apare-
ciose inocente ó solo mcreeedor de alguaa li-
gera correcdon, ó continuando el proceso por
los tr¿mites regulares hasta la sentencia de-
finitiva; y si la sustandacion del delito exigie-
se esle órden de procedimientos, del>er¿ con-
sultarlo despues con la audiencla terrítoríal.
Si d delito fuesede los esduidos del asilo, de-
ber¿ el Juez, despues de haber oido al prooM)-
tor fiscal, exigirdel juez edesi¿8Uco la coq«
signacion y eutrega formal del reo, sin qne
proceda caucion ni coodicion alguna, porque
lajurisdiccíon real debc quedarespedita en se-
mejantes casos, para poder imponer ai reo la
penaquc merezca, aun cuando sea la de muer-
le. Gou este objeto debe formarse copia auto-
rizada espresiva dcl tanto de culpa que resul-
ta contra el reo, y sio peijuicio de continuar
basta elestado decondusion poraiadefinitiva,
remitírla al Juez eclesiástico acompañada de
oflcio. Si por oposicion de este bubiese qae
usar del recurso de fuerza, caso de hallarse
terminado el sumarío, se sospender¿n los pro-
cedimientos en cualquier estado qoe se en-
coentren. Luegoqueel juez edesi^stico bayi
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ASILÓ
980
reooDOcido It copia aotorixada del tanto de
oalpe, deberi aoerdar lo qiie crea oonforme á
derecho, dando aviso desde luego al joez de
primera iDstaocia de si se halla ó no dispuesto
¿ entpegar e1 reo. En el primcr 'caso debe ha-
cerlo dentro ^e ka vetnte y Gatáro lK>ris si-
guientes al ayiso; pero si se negase ¿ la entre-
ga 66 procederi al recnrso áe ftierza en, los
lérminos que hemos roani<tostado.
Hemos babiado hasta aqui del asNo sagra-
éo, 6 sea del qoe se puede obteBor acogién-
üose ¿ ta proteccion 'de la iglesia. Pero hay
otra clase de asiilo, qiie couiiste para el reo en
refugíarse á un pais cstrangero, mucho mas
frecaente f ueado qoe «l aoterior, en estos
tlempos en que las ref ueltas poltticas son tan
coRtiMadae, y los aiedios de oomonicaeion
tanfácilesy espeditos.
Los reos de coalqoiora clase de delitosque
«eaoejan¿ pais estrangero, no poeden ser re-
clamados por las autoridadcs de su pais, para
qoe se haga sn estraccton, ¿ no ser qoe medie
«n cmivenio particolar de nacton ¿ nacion, en
qne se haya estipulado asi, como soccde entre
las de E$paña y Portugal» eomo resulta de las
leyes3/, 4.« y 5.*,til. 36, lib. XII de la NotIsí-
ma Rec. las coales marean qne deben ser estrai-
éo9 y^ntregadosmútuameotelosbomicidascon
armasde fiiego, lossalteadorés decaminos, los
reos de lesa magestad ó que atentasen contra
k seguridad esterior del Estado, los que lleva-
sen cosas hurtadas ó robadas, los empleadoa
defraudadores de haoienda ó que no diesen
cueutas, los mcrcadcres y sus factores qoe
qoiebren fraodolentamente, los raptoresTdemo-
geres casadas y solteras, los escaladores de
cárc^les para sostraer los presos, los felsifica-
doree de raoneda, los reos de oootrabando y
los deserlores del ej^ito de mary tierra.
Para consegoir la cstraccion los Joeoes de pri-
mera instaficia se dirigtrán al gefe mtlitar de
la proYinoia limitrofe de Portogal, en la qoe se
crea qoe se halla ei reo. i\ propio tiempo,
acompañar¿ tcstlmonio en qoe conste la clase
4el delito, la gravedad de los cargos,y coantas
drcoDslancias sean necesarlas, a la aodieocia
terrltoríal, para qoe si considcra'qde el recorso
e6t¿ instroido en soflciente forma, remita las
diligencias con.sn informe fondado en los tra-
tadoscxistentesalministerío dc Gracia y Josti
cia, porcuyo conducto se dirige despoes al
competente del reino de Portogal. 81 las ao-
dleucias Jusgasen que la reclamacion no es
prof*edente, dlctar¿o so profidencia con ar-
regio ¿ derecho.
Las cóf tes de España y Francia cclebraron
tambien on tratadoen 4775, en el qoese con-
Tino qoe siempre qoe se pasasen dc Espi^ ¿
Francia reos de losque mas abajo espresare-
mos, fuesen arrestados, enoarcelados, mante-
Dldos y condocidos hasta la frontera de la par-
te qoe los recobra por cuenta dc esta, entre-
géodolos y cons!gn¿ndolos en eliá ¿ los gefes
ciTiles, y coh prefcrencia ¿ los miUtares, sin
499 MULIUTISGA POPUUII.
otra formalidad que el correspondiente recibo,
ni mas premio qoe el de tOOrealessi ei reo
foe8e«spaik>), y 50 libras tornesas si ftiese
francés. Est¿n eoBifu-endidosen eUaso da res-
tltoeion: k)s delitos de robo eo éespoblado,
los ejectttados oon violeooia 6 fractora, loe
hechos en casas 6 iglesias, et de inoendio pre-
«ftedltado, ol de rapto de vtttda 6 doncella, el
de estopro, el de atesinato, d de labrícacíoa
de monoda, y el de robo do caodales públicos.
%k los delicQentes que acabamea de espresar
hobiesen tomado asilo en Igtesia iranoDe, se-
r¿o restttoMos con ooBdieUm de qoe oo han
de ser casiigados coo pena de moerte, como
00 k) hiibieran sido ai 9e lee hobiera preao en
igleeta ea España. Todo el dinero y efeolos
robados qoe 9% encottrasen ¿ los delicoeAtes
al tiempo de prenderlos, han de ser religiosa-
mente entregados coq sos personas, y en par*
ticular si el reo foese ladron, todo el dinero j
efeotos qoe hobiese robado, descootando los
gastos dejüsticiaqoe deber¿n hacerse constar
comolegiUoMS. En4838sehixo estensiva ia
sostraccioa mútoa ¿ los reoa de qolebra frau-
doleota.
Eo 3de raarzo 4e 1797 se oelebró olro
oontrato entre SS. MM. espanola y narroqoi,
en laqoese previene lo atgoie&te: «Ei arresto-
ejecotado en G¿dlz por indicios de Judaiamo
eu la persona de nn Mrraqoi por aquel comi-
sarío inquisidor del Santo Ofieio, ba pfoduoido
qoejas muy vivas de parte de tos pdocipes
marroquiesy fdndadas en nttestro últirao trala-
do de pas ooo aqoel reino, en ei coal estipok>
qoe se eniregaeeD reciprocameole los reos de
ambas partespara ser jozgados segoo sos le-
yes pairías. Esta disposicioo tomada por am-
bas oaciooes, es eaterameate ¿ favor de aaes-
fros españoles; poes sio ellas se verian ¿ cada
paso raotilados y atropellados por U legisla-
cion marroqot, y por lo mismo debeacr obser-
vada por noestraparte con la mayor escrupo-
losidad, parapodert>edirla reciprocidad rau
exacta de los moros, qoe basta ahora do la
hao quebraotado cn los repeiidos casos que
hao ocurrido. Peoetrado de «stas reflexiones,
y coidadoso de conservar ¿ mis amados vasa-
llos 00 beneflcio tan importante, me he servi-
do determiuar, ooosigoiento ¿ los tfatados,
qoe en caso de comeler deüto algon marroqoi
eo estos reiuos, «e ledeleDgaiDmedlatameot^,
y coD ei somario qoe acredite oi crimeo, se
le remita al pOerto mas oereaDO de aquel rei-
DO, COD eocargo ¿ ooestro comisiooado en él
de entregarle ¿ sn gobierno para qoe le cas-
tigne segoneos ieyes, evitaodo asi lasdesave-
nencias qoe con este pretesto podrian aosoitar-
se entroambosreinos.»
El asilohasidoobjetode largas discosío-
nesentrelos pofaiUciatas: los mas de ellos lo
combateo acalopadamente, Cundándose ea qoe
ni la iglesia ni cl pais estraño debeo servir de
asílo at delincoeote para libertarse de la pena
que por on dellto Bierece. Esta dootciaa, coaiir
T. ui. 59
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934
ASILO— ASmPTOTA
m
do se trata de Io8 delitoB comunes, es eDtera-
mente admísible. La sancion del asilo en
estos casos, no tiende mas que á faTorecer
la impunidad del crimeu. Has no podemos de-
cir otro tanto respecto del asilo aplicado á los
delilos politicos. Hoy dia, en que las contl-
nuas reYueitas del mundo tienen constante-
mente armados unos contra otros los partidos
en que se dividen las nacioucs, en qne el des-
tíerro Jas vejaciones y lamuerte son el fu-
nesto resnUado de estas contiendas, destruir
el dereclio de astio sería privar á la liuma-
nidad del único remedio que puede aplicar á
esta clase de males.
ASlMiLAGION. (Fisiolofjia.) Entre las sus-
tancias de diferente naturaleza que nos rodean
y que penetran en el organísmo, bay unas
que pueden concurrir á formar nuestro cuerpo
6 que son buenas para la nutricion, al paso
que'otrasno pucden en manera alguna asociar
sus moléculas ¿ las que componen nuestros ór-
ganos. Las primeras pueden ser y son gene-
ratmenle asimiladas en proporcion de nuestras
necesidades; las otras se mantienen separadas
de no&otros, ó si penetran en uno de nuestros
aparatos, se muntienen estrañas ¿ la sustancia
dcl órgano: es solamente de advertir que en-
tre ostas últimas, ias hay que son inertes, y
otras ejercen una accion nociva ó provecbosa.
Tómese, por ejemplo, raiz de regalicía: la nia-
teria azucarada y los priucipios solublcs que
conlinne serán asimilados, y despues de haber
Íórmado parte integraute de nuestros órganos
r¿n ¿ quemarse en el pulmon, donde ser¿n
escretados. La parte teñosa pa8ar¿ del estóma-
go ¿ loB intestinos, y saldr¿ del cuerpo sin ha-
ber cafii sufrido modiflcacion alguna. Si se in-
giere bierro en el estómago, se dlsuelve en par-
te, pasa al estado de lactato, es llevado al tor-
rente de la circolacion, se hace parte integran-
te de la sangre, ¿ cuya coloracion contribuye;
de la sangre pasa ¿ los cabellos y ¿ las partcs
velIosaB eo iosindividuos morenos, y se junta
en una palabra, con la masade hlerro cxisten-
te ya cn la economia. Si en vez de bierro se
ingiere en el estómago mercurio en eslado
met¿l¡co, pa8ar¿ por el tubo intestínal sin de-
Jar buellas sensibies; pero si est¿ dividido,
como en el ungUento mercurial, 6 bien reduci-
do ¿ vapor ó convertido en sal soluble, obrar¿
de uu modo particular sobre diversos órgauos
8ln que por esto se trasforme en sustancia or-
gánlc^, y al fln será eliminado.
La asimilacion es, por tanto, el fenómeno
esencialde lanutricion. Este acto importaute
se onlaza con otros, como la abMrcion y la
reabsorcion. Nos remitimos ¿ estas palabras
para todo lo que, en la asimilaoiop, se reúerc
á los feuómenos que designao.
ASIMPTOTA. {Matemúlicas^.) Para que dos
Hneas se Ilamen asimptotas la una de la otra,
es necesario que se estiendan basta lo infini-
to &cerc¿ndose mas y mas, de manera que
pueda hallarsé un punto en que la distancia
que las separa sea me&or qno coalqoiera can.
tidad dada. Por ejemplo: cuaBdo la Mpárbdi
se reflere ¿ su centro y ¿ sus ejes, su ecQa.
cion es
-±^i
-•=^H)
Ahora bien e£te último radical aumeota
con X, dc manera, quesi se hacc crecer ¿ x des-
de x=»a hasta lo inflnito, este radícal se
acerca cada vez mas, y tanto como se quien
¿ 4 , que es ei Hmile de la espresioo. Asi, laor-
denada y de la curva se acerca siu cesar ¿
ser igual ¿ yc
. b
=±--x; es
a
decir, que la rama
de la hipérbolequo seestiende en la regionde
las y positivas, seacercaindeflnidameute¿te-
nerla ordenada
y«H — X, de ona recta Ca»
a
(Véase el Atlas, Geometria, l¿mina i.* flg. t3)la
otra 80 acerca ¿ la recta Cg, cnya ecnacioa
b
es y-= X. La hipérbole tiene, pues, por
a
asimptotasdosrecta8f¿ciles de constmir, con
arreglo ú sus ecuaciones. Ellas se cruzan al
ceotroC; y llevando¿ laesta'midad A lasorde-
nadas ADo-AK'— b, los puntos li y D, quees-
t¿n sobre las asimptotas, determinan su po-
sicion.
Tienen estas rectas algun^ propiedades
notables.
4 .** * Sus enctyes CG, GG son asimptotas de
las de la hipérbole, que e8t¿n en l^ region de
negativas.
2 .^ Si la curva se reflriese ¿ dos diámetros
ovalados (véase esta palabra y la de hipeb-
bole), talescomo CM, Gn (este último paralelo á
la taugente tt' en M), como la ecuacion de U
cürva se conservaria la misma
a'* y«— b'V«-a'* b*
se tcndría la mismaconstruccionque hemos visto
mas arriba. Gomo CM.«a', sisetomaMt=Mi'»
al di¿metro ovalado b', los puntos t y t' cs*
tar¿n sobre las asímptotas, y detenninar¿n sa
posicion.
3.** La parte tl' de loda tangente compreiH
dida entre las asimptotas, se divide en su me-
ú'io M por el punto de contacto: dedúcese es-
to lo que acabamos de ver.
4.'' Las distaocias bc, fg, compreudidas
por dos partcs entre la curva y las asimptotu,
y contádas sobre una linea recta cg perpendi-
cular al eje Cx, son iguales entre sí. En cfeo-
to, desenvolviendo en séries, se tiene
(-5)-
ía« .4.X*
De suerte, que multipiicando por — x ptra
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9321
ASIMPTOTA
934
lcner la ordenada p6 posiliva delaciirva,8eve
quB csta ordenada se compone de la pc de la
4 ba
asimplota, menos la série- —-|- elc, que por
coDsiguiente representa la distancia bc, Pero
la ordenada negativa pf da la misma série y la
misma diferenpia por valor áefgi de donde se
deducc que bc=fy.
5* Esla propiedad concurre asimismo en
toda secante aa', cualqulera que sea su direc-
cioD, á saber: ab=a' b', porque liay siempre
una taogente tl', paralela á esfa recta, y refl-
riendo está curva á los diámetros ovalados GM,
Mt, la ecuacion de las hlpérboles permanecerá
slempre dcl mismo modo que sl las coordena-
das fueran rectángulos: el razonamienlo ante-
rior subsistlrá pues, y se Uegará á la conse-
cucucia ab=a' b'.
6.* De aqui se deduce uu medio sencillisi-
mo de traiar «na hipérbole entre sos asimpto-
tas , cuando se conoce uno soto de sus pun-
tos, corao 6: por este punto 6 se llcvan varias
reclas ¿ volunlad, aa' eg, se toma a'6'«ia6,
gf=zcb.,.. y se tendrán otros tantos puntos
b', f.... de la cturva, los cuales á su vez, po-
drán dar otros nuevos por el mismo procedi-
míento.
7." Para referir la hipérbole á sus asimpto-
tas, tomando por ejeslas coordenadas CP=x',
PM=y', es preciso hacer una trasformacion,
(Véase estu palabra.) Llamemos x el áu^ulo
xCg=xCa. Las íórmulas que sirven para hacer
el cambio de ios cjes se convicrten en el pre-
lente caso cn
x=(y'+xO«co8. a, y=(y^— x') sen. a;
y oomo tang a= — , se tiene
a
cos a— V/
(a*-fb*)
7, sen. a=V/
(a'+b')
' • Tal es la ecuacion de la hipérbole referida
¿ sus asimptotas; m^ es lo que se llama la po-
tencia de la hipérbote. *
Y en efecto, sin conocer coal e?» la curva,
m* m*
cuya ecuacion es y'=-7 , ó x'=-7 , se ve cla
yimente que cuanto mas crece x', mas dismi-
nuye y', y reciprocamente: y esto hasia el
panto qae sequiera: resulta, pues, que el ejc
de las x' y el de las y ' son asimptotas do esta
corra.
* La abcisa CE=x', y la ordenada EA«y' de
la jeslíemidad A soo iguales á m; porqne por k,
se tiene y=:o, de donde resuita y'<=sx'. Asi,
eltri¿agoloCEAes isósceles, la flguraCEAF es
UD rombo y se tendrá que GE^^EA
m«V,V/(a«+bV
Lo« valores anteriores áesensLy co$ a dan
a=i2m cos a, b«-4m sen a,
ecnaciones que nos dan ¿ conocer, los serai-
ejes a y 6, cuando se conoce, á m y a, es de-
cir, cuando se da una hipérbole ontre sus
asimptotas.
8.** Multipliquemos miembro por miembro
las ecuaciones x' y'=m', y sen 2 a—
2 sen a cos a; el priraer produclo x' y' sen
DCD es el área de todo paralelógramo CMPQ.
formado por las asimplotas, una abscisa cuííI-
quiera y su ordenada; el seguudo producto es
2 m cos sen a. m cos a=»— ab; esta arca es,
pues, constante é igual ¿ la mitad del rect¿n*
gulo de los semi-e]cs GA, AD.
0.® Siendo los ejes Cx, Gy , la ecuacion de
una tángente cualquiera tt' al puntcHÍ, cuyan
ordenadas son a y C, es a* y C — b'xa=— a'b*
(véaso TANGENTE); por consiguiente.
a* b'a
CO-^,lang.O=^.,
Hagamos recorrer al punto dc contaclo U
todos los de la curva de A hácia m, b a
creccrá, Cü decrecer¿y el punlo 0 se acercará
tanlo como se quiera al cenlro C. Por otra par-
te, como a y 6 son coordinadas de un punto de
la hipérbole, se tiene
b
b V—
5=±7V/(aW)«±-a 4--:
a a'
resnltapues
tang 0=
±b
A»/
(- í)
Asi poes, cuanto mas crece a, y mus se
±b
«wv.^v. .« .-...,^ V. -o > — , mas se acerca
a
el ángulo 0 ¿ DCA. De aqui podemo» concluir
que las asimptotaa son íos Hmites de las tan»
gentes de la hipérbole: toda tangcnte forma con
Cx un ¿ngulo mayor que DCA; y no se pucde
llevar una tangentc paralela á una recta da-
du Cn, sino en cuanto esta recta, pasando por
el centro C, se comprende en cl ángulo GDC,
Cuando la hipérbole cs equilátera, ¿ saber
a=b, corao CA=AD=AD', los ¿ngulos ACD,
ACD' son de 45® y las asiraplotas son perpen-
diculares una ¿ otra : la polcncia vicne ¿
ser iafi y la ecuacion x' y'=fa^
Hay un.gran número de curvas qoo Uencn
por asimptoras pna recta; por ejempio la loga*
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ASDfPTOTA-^ASIRIA
ritmiea (Téase esta palobra) coya ecuacion es
yasa' , cuando se considera su parte situada
bácia la rcglan do d» uegativa^ ¿su ordenadai/
que decrece indeQnidamente á modida que
aumenta x, puesto qne y-oa-'sa— : aslel
eje dc las x es asimptota de 1a corva.
Sin detenernos en mulliplicar losejeraplos
de este género, generaliecmo^ esta teoria , y
demos los medios de encontrar todas las lineas
rectas ó curTas, qoe disfrutan de la propledad
de scr asimptotus de una cnr?a dada.*«Sea
y-«Fx la ecuacion de esta última: siempre es
posible desenvolver Fx en série segun las po-
tencias descendenlesdex: y toda vez que, por
suposicion, la curva se estieodc basta lo infl-
bHo, admiUremos como caso general, que es-
te desenvolvimieuto contiene poteocias nega-
tivas de x. Pianteemos, pues, la ecuaclon
y^Fx do-in curva propuesta, en la forma
y=sípx+Ax-»-fBx-»-fctc.
crecieudo sin cesar los esponentes mn y
comprendiendo <px todos los términos en
que X liene potencias positivas. Consideremos,
pues, la curva cuya ecuacion es y=«ípx, y
comfMirémosla con la propiieáta. Es claro qiie
coanto mas se aumente x , mas pequeños se
ir¿n baciendo los términos Siguientes de nues-
\ B
tra Bérie, puesto quevuelven á-— H — ► -f etc:
asi lasdos ordenjdas y=Fx, y=^x. se acer-
can tanto como sequiere á laigualdad, y las
llncas áqne pertenecen estas ecuaciones cum-
plen con las dos oondiciones que caracterizan
á las asimptotas, de acercarse c^da vcz mas
una á otra y no separarse sino á la menor
distancia imaginable: i/ai<px es pues la e cua-
cion de una asimptota de la curva propuesta.
Sl cpx no exisle, de raanera que el desen-
volTiniientocompletoestá fórmadodepoteocias
iiegativas, la asimptota esel ejc de la x, cuya
ecuacion es y»o. Este es el caso de la logari-
ténvca, cuando x es negalivo.
Ciiando <px es una constante a, y'c=»a es la
ccuacion de una paraleía al cjc de las x: esta
paralcia es la asiroptota.
Cuando <px tieue la forma <px-f 6, la asimp-
tota es,una Ilnea recta , ciiya ccuacion ea
ü«a.r+6, y qne es muy fácil de constrolr. La
hipórbole que sc reflere á su centro y á sus
ejcs, entra en este caso particular: y se ba vis-
to en loque dejimos dicbo sobre este punto,
una aplicacion á csta curva del método gene-
ral qoe esponemos.
En fln, si y=fx contiene x elevado á po-
tencias superiorcá á la primera , la asiroptota
es una cnrea, cuya ecuacion es y=ípx, y cuya
forma y situacion conrelacioná losejespuede
por lo tanta encontrarse, y tambien aus pro-
piedadef.
Inútil creemoB obaerfar que todo kx qae
acabamoa de decir de 1a ecoacion ywFz pnede
decirse asimismo del deseuvolvímiento del va-
\orx, sacado de esta ecuacion y reducidoi
série, segun las potencias decretceites de y.
Uay mas: no solamente y^^i es la asimp'
tota de la corva propuesta, sino qne si afia*
dimos á <px iino ó muf bos términos en qne la
variablc x vaya afeciada de csponentes negati-
Tos, esta ecuacíon perteneceri todavia i noa
asimptota; porejemplo, y=sBfx-f ax-*— ^x-f-.
Eo efecto: se ve claramente que cuanto mas
crcce X, mas so acerca la ordenada <px, como
observamos masarriba. Asi, toda curva tiewt
una infinidad de asimptotat á aqudlas «ie sui
ramasqu6saestÍ4mden indefinidamente»
Apliquemos estas consideraciones á tlga-
nos ejemplos.
k
La carva, coya ecoacion es F»*y/ (x*— ?)
se forma de cuatro ramas simétrlcas con rela-
clon i sus ejes: y desenvoiviendo en serie, ya
la X, ya (a ¿, se tendri
y«-lnt-*+ x«*a-f4--y-'-f
Asi el eje de las x (yeaso) es una asimptota:
una paralela áiasy(xema) lo es asimismo: ll hi^
péi'bole construida sobre losmismos ejes coor-
denados como asimptotas, y coya poteocia
eslc
H)^
es asimismo, etc.
Sea la ecuacion y'— axy-f x'—o: la curva
esli dibujadá (/S//. 44): tiene nn nudo en so
orlgen A y los ejes son tangentesde este nodo.
Se haliará, pues,
y ^— X— a— a'x- *
La recta FC ciiya ecuacion es y=— x— a,
es asimptota: se las construye baciendo ABb
AG=:a. Ademas, si se toroan los tnes primeros
téiminos dc este dcsenvolvimiento, se encuea-
tra que ía curva cuja ecuacion cs
xy-fx'+ax+a'=BO
es tambien asimptota: es una bipérbole UM,
cuyo ceutro eslá en. ol punlo C, siendo Ia3
asimplotas CF y CD; AD^a, Dl—la, danil por
uno de sns pontos de donde se tirac^ fic^-
mento todos los otros.
ASfRlA. [Geografia é hi^éaria.) Tres no-
narqoiasqoe direrianentre si en podoryei
estension ilevaron sucesivamente el oonbre
de imperio de Asiria.
Bl prtmero de eslos imperies ftededos por
lolo, cerca de veinte sigios antee de nuestra
era, y aumentado por Nino y SeminnMt, se
estendió por todis ias provincias dei Asia eo-
tre el Mediterráneo y el Indo, desapareciendQ
con Sardanipalo.
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ASIRU-ASMA
938
El segundOy llamado tanbleD imperio de
NÍQÍve, débil desmembramieñto dcl primero,
halió sinembargo, en sus propios recursos los
medios de lucbar con éxlto contra los medos,
verdaderos herederos del primero, y luego los
de dominar en la Media y Babilonia. Los dos
puntos culminantes de la cronologia de este
imperio, oscurecido per las conlradicciones de
loft bistoriadores son los reinados de Phul y
de liabonasar. EI advenimiento de este úllimo
al trono á principios del año 747 antes de Jc-
Bucristo, es el punlo de partida de la era que
lleva el nombre de este príncipe.
£1 lercer imperio na fué, por decirlo asi,
mas que una continuacion del segundo, cuya
capitalidad se trasladó de Ninive á Babilonia, Y
lerminó en 538 cn el reioado de Ubyuílh (el
Baltasar de la Sagrada Escrftura) con la toma
de Babilonia por Giro..Ninive habia sido dcs-
truida 80 años antes por Giaxares, rey de los
medos, unido á Nabopolasar, que se hubia su-
blevado contra Saraco , hijo de Nabucodono-
sor 1. Durante el seguudo y tercer imperio dc
Asiria, fué cuando los judios tuvieron que lu-
char contra los soberanos de Ninive y Babilo-
Dia. El cautiverio de Babilonia empezó en 605,
antes de Jesucristo, en el reinado de Nabuco-
donbsor II, bijo dc Nabopolasar.
£q Ios reioados de Nino y de Semíramis,
el primer imperio de Asiria comprendia, ade-
mas de la Asiria propiamcnte dicha , en las
márgenes del Tigris superior (parte del Kur-
distan) ; la Siria de los rios, entre el Tígris y
el Eúfrates; la Mesopotamia de los griegos (al-
Djpsyreh^; la Caldea ó Babilonia ^Helleh); com-
prendia hácia cl Norte la Armenía , las comar-
cas roontúosas que se estienden basla el Cáu-
caso (Georgia); ia Media (Irak adjeni): hácia el
Oriente abrazaba tod¿s las (^rovincias situadas
entre elTígris y el ludo. (Korasan y Afghanis<
tan), entre las cuales los autores no señalan á
uuestra atencion hácía aquella época mas que
ei reino de Bactriana, y por el lado del Occi-
dente, el Asia Menor, 1a Siriu con laFenicia y
la Palestlna, el Egipto con la Etiopia y la Libia,
y en fin, h patle oricntal de la Tracia.
El segundo iroperio asirio ó reino de Nini-
ve, reducido á la Siria propiaracnle dicba, á
consecueucia de la dostruccion del primero,
recobró en el espacío de un siglo la Mesopota-
XDÍa, la Siiia, la FeDicia, la Paleslina, la Idu-
mea ó Arabia Septenlrional , la Babilonia con
ftu capital, y en íio, la Media y Ecbataua.
Cuando despues de la destruccion de Nini-
ye se formó el tercei^ imperio con ía reunion de
la Asiria y de la Babilonia, se estendió con las
cooquistos de Nabucodonosor II, sobreelEgip-
to y todas las proviocias situadas á lo largo
de las co6tas del mariuterior iMedilerráneo)
desde el golfo de Iso (mar de Cbipre), hasta
la gran Sirie (golfo de Sidra.) (Véase babilo-
íilA, GALDEOS y NimVE.)
Berodoto: lib. 1.
Gtesias: Péniea, edicíon MaUer en U Biblioteea
griéM, pubUcada por \w seiores Bidot
Eiiodoro de SicÍUa.
Berosí : Chaldaorum hiitorio
qu<B tupcrsunt.
Leipsiclt, 483JJ, eo 8.« ^ , . ^ ^ ,.
J. Periionii; Origenet BabylomoB ei JEgypttacíf^
Leideii,47a6,avoLcna' ... ,,. .
J. Fr. ScliroBerl: ímperium Babylonw et Jrmt, cx
monumentit antiquorum etcerptum, Francíorl, 1736,
en 8.» ...
Glaudiua James Riciu Two memotrt on the mmt
of Babylon, en S,*
Observationt conneeted wtth attronomi( and an^
eieni hittory taered and profane on theruxntofBar'
bylone, at reeently vitited and detcnbed by tt, J.
Hich, by Tb. Maurice, Lóndres, 1816, cn 4.« .
yo\nty. Jnvetiigaeionet nuevat tobre la htttorta
uurlos Lenormanl: Curto do hiitoria aníigua^ et* ,
plicado en la facullad de letrat de Parit. en 8.^
Heeren: !dea tobre la polUica y el eomercw de w«
pueblot de ta antigMedad^ tomo 1.
ASMA. [Patologia.) 'ASOixa, sufocacion. t\
asma es una afeccioi;i por lo comun apirética,
de accesos periódicos, y en la cuat la respira-
cion es dificil, frecuente y fatigosa.
Los autores han descrito un gran námero
de asmas que hoy dia se reducen ordioaria-
mente á los dos géneros siguientes:
4 .** El a$ma sintomático, causado por un
vicio orgánico en el torax ó en las visceras que
contienc esta cavidad, ó por el ohstáculo que
puedan oponer las mismas vísceras el desar-
rollo de las del ahdómen. Concíbese fácllmen-
te que estas causas son tan solo ocasionales, y
que no pueden originar el asraa sino en con-
diciones enteramente especiales; el asma pue-
de ser una de sus consecuencias; pero comun-
mente dan lugar á una simple disnea. Aun se
'puede establecer que el asma sintomático es
primero una disnea, un sintoma propiamente
dicho, y que luego pasa á ser una enfermedad,
ona neurosis, cuyos accesos puedeu depender
de una exacerbacion de la afeccion principal;
pero que á veces no tienen relacion sensible
eu su marcha con la de tal afeccion.
2.® El asma esencial 6 idiopático, es de-
pir, que no puede referirse á ninguna otra Ic-
kon que álas'del sistema nervioso. A este gé-
uero de asma se ha dado particularraente el
epíleto de nervioso. Se le debe considerar sin
ia menor duda como raas puramente nervioso
que el que depende de la afeccionde un órga-
no estrano al aparato de las sensacioncs; sin
embargo, uno y olro son uua misma neurosis;
solamcnte que *Ia causo mas ó menos directa
es conocida en un caso, y difícil de descubrlr
ó desconocidacn el olro
La anatomía patológica tiende cada dia á
hacer nula la distancia entre eslas dos varie-
dades.
Tanto para la una como para la otra, las
causas diieciaí} de los accesoe son á menudo
oscuras, ó están poco relacionadas con la gra-
vedad dc los sintomas, como en las enferroe-
dades nerviosas en gcnerai. Asi un eslraYio en
el régimen, una leve emocion, un cambio de
f («mperaiura, die poskiim, el pasa de la lui á
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939
ASMA-ASNO
^iO
la oscuridad , etc, bastan para ocasionar un
acceso de asroa. Laennec consideraba el catar-
ro pulmonar crónico, como la causa mas ordi-
naria del asma: la acumulacion de las mnco-
sidades en los bronquios, y la hincbazon de la
mucosa dcterminan, segun Mr. Ferrus, el asma
húmedo, en el cual el enfermo espele al fln del
' acceso un Ifquido viscoso y nacarado. Sin que
pretendaroos negar que el catari;p pueda pro-
ducir el asma, ¿no se puede apelar de esta con-
clusion apoyada en el principio pofí hoc, ergo
propter hocl El elemento nervioso se encuen-
tra en ciertas afecciones catarrales de la mü-
cosa brónquica, é indudablemente, la obstruc-
cion de los bronquios por mucosidades ó por
cualquiera otra sustancia no puede menos de
aumentar la ansicdad del asma ; pero el uno
existe tan frecuenlemente sin el otro, que no
creemos se balle resuelta la cuestion.
^n resúmen, creemos que el asma es cau-
sado siempre por una lesion, ó por un desór-
den de los órganos nerviosos ú otros. La impo-
sibilidad de cerciorarnos en ciertos casos de
este desórdeu, no autoriza para ponerle en du-
da, asi como no estamos autorizados para con-
Fiderar la euagenacíon mental, el histerismo
y todas las neurosis, como no procedenles de
un desórden matcrial, aun cuando basta abora
no podamos mucbas veces señalar este desór-
den en la autopsia, ni casi nunca apreciar sus
conexiones con la enfermedad.
Se han descrito con el nombre de a$ma
agudo ó espasmódico 6 de catarro sofocante de
ks niños, rauchas afccciones entre las cuales
la única que mas se acerca al asma no es al
parecer otra cosa que esta afeccion, observa-
da en la niñez. Por lo demas es muy rara.
El pronóstico del asma no es en si muy
grave, á lo menos en la edad aduKa. Es enfcr-
medad frecuentemente muy penosa, pero que
raras veces amenaza 1a vida del enfermo. Los
accidentes que sobrevienen deben referirse ca-
si siempre ¿ las afecciones de las cuales es el
asma sintoma mas ó menos directo.
Los medios. que mojor efecto surten con-
tra las enfermedades nerviosas , es decir, laí
antl-espasmódicas, producen igualmente con-
tra el asma los mejores resuKados. No los de-
tallaremos aqui , porque no escribimos para
los médicos, y ningun asmático ignora el me-
dio que mas le aprovecba en sus accesos; y tan
solo diremos al enfermo , que mucbas veces
los reraedios quo le parecen mas opuestos, son
para el médico succedáneos; y que mudar de
mcdicacion, siguiendo cicrta marcha, esá me-
nudo el medio mas seguro de obtener buenos
resultados contra las afecciones nerviosas.
Ferru$:7Hcl. 4e Médeeine. arliculo a8MA.
Bríebeteaa: Sur la tnaladie appelée ASTHMRtHir
les auteuni Arehivet genera¡e$ dc méd.^ lomo \x.
Sestié: Det Dytpnéet periodiquci, tésis para la
agregacion, Parls, 4833, en 4."
ASNO. {Agricultura,) Los servicios que el
OuHiyq en grande reclama del caballo y dej
bney los e.'iperan del asno la propiedad en pe-
qucño y el cultivo de las tierras flojas : (am-
bien en los paises de mucho viñedo encnentran
en él un buen auxiliar que no podria ser vcn-
líyoí«amente reemplazado por ningun otro. So
sobriedad le. hace compañero del pobre, cnyos
trabajos comparte: como rcra vez estáenfermo,
resiste mejor que el caballo las altemalivas
de frio y de calor, esti dotado de una inleli-
gencia mas viva de lo que generalmente se
cree, siendo fácil de alimentar y susceptible
de encariñarse con sn ducño. A pesar de todas
estas buenas cualidades que debieran csteo-
derse por via de la cducacion, pocos animales
son tanto como él víctimas de la negligenciay
de los malos tratamientos. Esta carencia de
todo cuidado. Esmerados coldados, nna bue-
na higíene , una pnidente direccion impresa
á la multiplicacion y á la cria. de la espeeie
del asno, serian tanto mas necesarios para
prevenir su bastardeamiento , cuanto qne el
clima de una gran parte de España le es me-
nos favorable.
El asno, cn efecto , es oríginario de los
paises cálidos: la Inglaterra, Dinamarca, Sue-
cia , Holanda y Polonia poseen moy pocos,
mientras que son moy abundantcs eo Persia,
Arabia, España é Italia. El asno tiene nna nl*
zada tanfo mayor y es tanto mas vigí'roso
cuanto que habita en un pais mas cálido: tam-
bien dcl clima dependen su fuerza, el color dc
su pelo, la duracion de so vida, su mayor ó
menor precocidad relativamente á la genera-
cion, su vejez mas ó menos retardada, y sus
enfermedades. Los naturalistas le creen orion-
do de Arabia, de dondc habrá pasado al Egtp'
to, Grecia é llalia: la Francia le tiene de esta
última region ó roas bien de la España, pero
es indudable que su organizacion solo adquie-
re la plenitud de su desarrollo bajo la influcn-
cia de un sol ardiente, y que degenera á me-
dida que se va aproximando al polo.
Las formas innobles del asno, degradado
por la domesticidad y por la incuria de los
propietarios , distan mucho de encontrarse &k
el asno silvestre , ni en aquellos cnya raza se
ha perfeccionado por cruzamientos bien cal*
culados y por un buen régimen higlénico. El
asno silvestre tiene mejor presencia qoe cl
doméstico, veriflcándose lo contrario en la es-
pecie caballar: tiene los miembros mas flnos,
la aposlura mas o-guida , la oreja nna tercera
parte mas corta , movible y atenta al menor
rntdo, la frente mas ancha y mas aplastada
entre los ojos: el color, uniforme como en las
especies silvestres, es el que se llama decafé
^con leche; la raya negra crucial es bien pro-
nunciada, el copo de cria en qne termina U
cola tiene ta longitod de 408 á 4 6í mitíme-
tros, siendo su talla igual con corta difercncia
como la del caballo del Oriente, y su agilidad
casi tan grande. Enouéntrase todavla en el
centro del Asia entre los 20 y los 40* de la-
litud.
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944
ASNO
m
La pereza, la lentitud y 1a obstinacion que
80D los caractéres distintivos de las raxas bas-
lardeadas, casi se desconocen en aquellas que
se lian mejorado por la industria del bombre.
Cicrtamente el asno no tiene la noblesa , el
fuego, la perfeeta docilidad de un caballo de
raza pura y bien amaestrado; pero es mas pa-
ciente, mas pacifico, mas sobrio, mas robusto,
mas dispuesio á piegarse á todas las situacío-
nes en qne pueda hallarse: nacido para recor-
rer las montañas cscarpadas y los seodcros
escabrosos, su pie scguro y ágii franquea con
segurid^d los pasos de mas peligro. £1 asno
tiene mas coostancia para Irabajar que el ca-
ballo» sufre con mas resignacion los castigos
que se le imponen, se contenta con el alimen-
to mas tosco , aprovecha la yerba que miran
coB desprecio los deroas animales, resiste me-
Jor lcs tormentos del hambre y de la sed;
sos sentidos son mas activos, su oido roas de-
licado y su visla mas robusta ; tiene ademas
nenos que temer los ataques de la fluxion pe-
riódica; por último, ¿ todas estas ventajas se
agregan en el asno una estrcmada fliiura dc
olfato. La sequedad y el espesor de los tejidos
cotineos dci asno, le inducen á rcvolcarse con
freeuencia en el polvo, para abrir los poros de
la piel: asi es que los baños frios cn invieruo
ie son muy provechosos, siendo mas sensible
¿ la picadura del bipogosco ó mosca cbata y
el ataque de los demas insectdls alados, que ¿
los golpes asestados con mas rigor.
La iongevidad del asno es de 30 ¿ 35 años,
pero su vida media no cscedc de 4 5 ¿ 18, sicn-
do su talla muy variable, pues sc encucntra
desde ía aUada dc una cabra baüta ia dc un ca-
ballo de mediana magnitud.
La alzada del asno del Mediodia se eleva des-
de uu metro ¿ un mctro y 40 céotímelros, ó un
meiro y 50 centímctros: esta raza es notable
por su estraordinario vigor, la solidez de sos
articulacione¿9 la amplilud de sus Jarretes , y
su piel de un gris negruzco: cl pelo de los ani-
males de esta raza es muy lanoso y de una
desmesurada longilud, pues tiene 25 centiroe-
(ros, sobre todo en la region abdominal. Todas
las forinas del animal est¿n como sepultadas
bajo esta capa lanosa que parcce aumentar pro-
dlgiosamente cl volúmen de todas las partes
del euerpo.
Los macbos qoc se destinan ¿ la repro^uc-
cion^ no se Ilaman garaúones como en cual-
qniera otra parte, siuo animales, Su natural es
perverso y aiisco, asl es que^e sujetan en es-
trcchos establos dondc solo puede acercarse
el hombre quc loscuida, y si pudieran reunirse
resultarian combates ¿ muerte. AI régimen es-
pecial á que están sometidos los garañones
del Mcdiodia deben la mayor parte de sus cua-
lidades y dc sus dcfcctos. Desde su cdad mas
temprana , el grano, y particularmente la ave*
na y lás habichuelas forroan la base de su ali-
mentacion. Este régimen ardiente les espbne ¿
los estragos de la heroaturia ú orina de sangre,
qne hace perecer las tres cnartas partes antes
de cumplir tres años, siendo por lomismo muy
subido su precio comercial.
Los garañones comienzan ¿ servir ¿ los
cuatro años , su mayor pujanza es ¿ los ocho,
y 8u servicio dura basta veinte y cioco ó
treinla.
A los dos afíos el asno se halla en estado
de engendrar, pero la edad que mejor convie-
ne ¿ su propagacion es desde los tres hasta
los diez años. La burra cs todavía roas precoz,
aunque sus mcjores crias las da desde los sie-
te ¿ k)s diez años. En general el asno padre
dura mas tieropo que el caballo padre, y cuan-
to mas adelanta en edad mas ardiente parece;
pero es preciso guardarse de abusar de este
ardor : un buen garañon bien nutrido puede
cubrir tres Jumontas por dia durante todo ei
liempo de calor.
Es indispensable para la mejora y la con-
servacion de las razas, tener suroa cuidado
con la eleccion de los reproductores y no ad—
mitir ¿ I^ monta sino animales blen conforma-
dos. Los caracléres de una buena conforma-
cion son los siguientes: tesiículos regulares,
cabcza corta y cuadrada, orejas largas y poco
gruesas, ojo vivo, narices abiertas, el cuello
largo, crncero poco redondeado, linea verte-
bral poco salienle, riñones rectos y con proe-
minencia de las apóflsis cspinosas, grupa po-
co saliente, muslos bien nutrídos , piernas se-
cas, anchas y tendinosas, pies pequeños pero
sin tendencia al escarzo.
La burra roejor dispuesta es la que más se
aproxima ¿ este género de conformacion: liene
cn general los costados menos salicntes y el
vientre mas colgante que el garañon.
La monta se hace generalmente en los roe-
ses de mayo y Junio, y algunas veces desde
abril; cuanto mas proiito es mejor, porque en-.
tonces est¿n los asnos roas vigorosos y pueden
resistir mejor todo género de fatigas.
Como los asnos padres son generulracnte
de un car¿cter arisco, han d^ tomarse algunas
precauciones para el coito: asi es que un hom-
bre sujeta ¿ la bnrra por el ronzal, y otros dos
conducen al garaúon, al cual se le ayuda en el
acto de la gcneracion agarr¿ndole por la cola.
£n algunas partes el asno padre esl¿ cncerrado
en unacuadra de dondc no sale sino para cubrir
las hembras, Iiecho lo-tiual se % v.ouáem ¿ la
mas coroplela inaccion: no bace ejercicio sino
girando sobrc sí mismo en la celda donJe est¿
encerrado. Hay muchos de estos garañones de
uu carácter tan arisco quc ningun palafreoero
quiere esponerse ¿ conducirlos: se hace entrar
la hembra ¿ eropellones cn su establo y se ha-
ce salir cou cierta prccaucion cuando la áionta
ha terminado.
Esta operacion (ambien algunas veces se
hacc en libertad: para esto se deja al garañon
en un recinto bíen cerrado con la cantidad de
i burras que debe cubrir. EI asno acaricia ¿ las
' hembras unas despucs de otras , y coucluye
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m
A8N0
Mi
por cubrir á la q«e m^or le ajrada, hecho lo
ooal se ie lleva ¿ 1a caadra hasta el dia si-
guiente ó dos dias despues en que se le saca
para los mismos fines: una ? ez fecundada, ce-
Ba el calor de la burra: cntonces ya no quiere
admitir al garañon, lo rechaza j se deQende de
él Tivamente.
La burra liene necesidad durante la gesta-
cion de un abundante alimento; y el m^or que
puede suministrárseleen esta épocaes el heno,
la airalfa, el salvado, la cebada ó la avcna que-
branlada ó molida: es preciso no hacerla tra-
ba]ar dcroasiado, porque de olro modo aborta-
ria. Por la misma raxon se ha de procurar no
darle golpes en el vientre, nl el agua escesi-
vamenle fria, ni permitir que paste en el pra-
do durante las primeras horas de la mañana, á
menos que ya el sol haya disipado el rocio.
Desdc el seslo mes el vientre de la burra
comienza á decrecer notablehiente: en el dé-
cimo asoma la leche á sus tetas, y á los doce
da á luz un hijuelo que presenta en primer lu-
gar la cabeza.
Pocas veces la burra engendra mas que un
pequeñuelo y nuevamente Tuelve á entrar en
calor siete dias despues de su parto..
Los asnos son muy cariñosos para sus
herobras y con especialidad para sus hijos : la
burra es igualmente buena madre, la cual la-
me al pollino cn cuanto acaba de nacer.
Un aliroento sustancial y de buena caU«-
dad es tndispensable á la burra cuando cria á
ñn de que reponga sus fuerzas: es útil sumi-
nistrarle por espacio de cuatro ó cinco dias,
ogua tepida quc contcnga un buen pnnado de
harina de trigo: igualmente es esencial enviar-
Ía á pacer en campos de buenos pastos, no tan
soloporque layerba fresca contribuyeal acre-
cimiento de leche, sino tambien porqoe ol
ejercicio y el alre libre la couservarán en
buen estado de salud, y todos los dias deberá
almohazarse.
Al cabo de seis meses se puede destetar el
pollino, y esto es de precision sobre todo sl la
madre está preñada, á fln de que mejor pueda
nutrir al hijuelo que traeen su seno. ün cuar-
to dc quilógramo de heno le es suflciente du-
rante los dos primcros dias, cuya cantidad se
ha de ir aumenlando progresivamcnte; el sal-
vado, la cebaj^ y la yerba fresca Ic convienen
tambíen sobremanera, y ademas es preciso
preservarle del frio, la helada y la Iluvia.
Generalmenle á los dos años y medio se
caslran los pollinosy poco ticmpo'despues se
les acostombra al trabajo: al principio es in-
dispensable usar con ellos la mayor dulzura á
fln de no exasperarlos; cuando ya eplán habl-
tuados al trabajo se les híerra y entonces ya
no se dlstinguen dc los demas.
Las herraduras del asno deben ser ligeras,
de hoja delgada, sin lo cual sus movimientos
seriau mas lentos, y sus cascos roas fácilmen-
te destruidos. k contar desde esta época ya no
requiere forrages escogldos, pues se conten-
ta con cardos j olras yerbas de poeo precio
que rcbusan los demas animales. Síq emter-
go, conviéne que su olimento aea proporeüo*
nado á su trabajo , y darle algonas racMOoes
de grano, cuando se exigen de él grandes es*
foerzos.
Tal como ya qneda indicado, k duradoa
media de la vida de un asno debe ser de trefft-
la y seis años; pero pocas veces llcga i li
mitad de esta edad, pues el esceso de los tre-
bajos y los matos alimentos son generalmeDte
causa de su mnerte prematura.
Las burras ó asnas son mas bnscadas por
loB cultivadores que los machos de so especle
aunque tengan menos talla y vtgor. EI asuoso-
lo es útil por su trabajo, mientras que lahen-
bra, aunque haga todo el sefvicio que se le
exige, da creces á su doeño con la veota ée
sus crias, y á veces un beneficio bastaote coa-
sidorable por el producto de sn lerbe, coyas
cualidades refrescantes ejercen la InBpresfoa
mas favorable sobre los órganos dtgesHves y
pulmonares cuando padecen una iFrít«cioa
prolongada.
Pará tener leche de burra de buena eoili-
dad se ha de procurar que sea jóvea, que ei-
té recicntemente parida, se ha de evitar el
accesodel macho, dejándola paceriibremente
en buenos pastos, y suministrándole de noche
cebada ó avena y algo de forrage seco.
La piel de asno, á causa de sn dureza y sa
elasticidad , se destina para una mnllitud de
usos, pues sirve para hacer cribas, tambores y
zapatos; bañada con una ligera capa de yeso,
entra en la composicion de las carteras, y esti
misma piel es la que sirve á los orientalra
paru preparar la píel de zapa. EI estiércol de
asno tlene las mismas cnalidadeá qoe el del
caballo y conviene perfectamente para haoer
camas 6 semilleros.
El asno no tan solo es átil por los prodoc-
tos que no6 suministra, sino ademas on na'
nantial de riquezas por sa alianza 6 crusa-
mlento con la especie caballar, resoltando de
esta union un ser bibrido que recibe cl nom-
brc de mula si es hembra, y de mulo 6 nMCho
si su sexo es masculino.
EI baron BHTestre: Cur$9 eompUiú dé «fricsll»-
m, ediHon de DetcrviUe, 43 volumeDes e» •.«. 4M
A Domoussjr: Traiado compieto de latparaéúh
en^."
Grognier: Curto de mulUplicaeUm y pfr/femiM-
mienio ó mejorti de lot prineipalee ammmUt éomñ
Ocot, UD volúmen ca8.o, iHiÍ.
Diccionario utual de cirugia ude medieina vett-
rinariatt dos rolámenes eo 8.^, 1 196.
Presat: Cata rútUca del tiglo X/X, cvatre roUt-
menes en 8.°, 1638.
ASNO. {Hísloria naturaL) Bajo el aspcdo
agronóroico le hemos considerado en el artí-
culo anlerior: deblanios ocuparnos de él ahora
bajo el ponto de vista zooióglco; pero creemos
queserá preferible hacer su descripcion co el
artículo cABALLo: en efecto, elasno noes mas
que unáespccie del géncro caballo.
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Uü
ASOClAtlON
iU
ASOCIáGION. (PoHtiea.) LansocíacÍonesTina
de las primeras necesidades de la rspecie hu-
nmna. Holoella puede proporcionar al liombro
ios medio:^ de suplir á ia di.bilidad de su natn-
raleza. El hombre aislado nada puedc; desde
fnuy anti^no se ba dicho que la ntiion consti>
tuyela fuerza. Lanecesidad dehacfT comu-
niás his facnttades hnrnanas cs h q'.ic ha pro-
Tocado y organizado las agregaciotíes de las
fomflias, de las qne han venido las ciudades á
ser una consecuencia, asi como lo son de estas
'los estados. Suflcientemente nos revela k his-
toria que al poder de la asociacion se deben
todoslosprogresos religiosos/civiles, cienti-
ficos é indostriales.
El espiritn de asociacion establece relacio-
nes entre todas las elases de la sociedad para
ayudarse y protegerse mútuamente, para inter-
▼enir deon modo directo en sus intcrcses, y
Cnalmente para repartirsef^n una moltitud de
drculos qne todos tlcnden al mismo objeto, no
síendo otro que el desarrollo de los estados, y
el acrecentamiento general de su blenestar y
de su riqueza. Difícil es determinar el origen
del^spiritn de«80Ciacion; eutodoslos poebios
ba debidoextstir, puesto que forma una tan r^n-
siderable paHe deso órden social; pero en los
tíempos modernos, sobre todo, es cuando mas
gr&ndemente se ha desenvuelto. La religion
crístiana que renne los hombres bajo la iU'
floencia de los mismos deberes, temores y^és*
peranzas, foé unode los principales móviles de
las asociacionés. Las vanidades hnmanas, las
distínciones frÍToIas de rango 6 fortuna, des-
aparecieron ante mas pDderosas consideracio-
iies. La desgracia y larazon iluminaron los
horobres sobre sus interesescomunes, los aso-
ciaron y dieron á sns instituciones ese carác-
tcr de union y benevolencia naturtles, contra
los que vienen A estrellarsc generalmente los
esfnerzos de los pertorbadores.
Los antigtios no podian conoccr y apreciar
las vcntajas de la asociacion. La división en
sefiores y esclavos bacla depender las tres
cuartas partes de la poblacion de la otra'. Es-
tableciendo nna especie de sociedad feudal
donde sc conocian moy pocos rangos y distín-
cioncs, no tenia por consecnencia necesidad de
Cümbioacion alguna para reunirlos: su admi-
nisiracion, sin embargo, era enteramente gra-
tiiita y municipai. Glerto número de ciudada-
nott, aunque poco considerado, se consagraba
at comercio, y segnn una ley de Solon, exís-
lieron varias compañias de negociantes bas-
tante parecidas ¿ algunas de nuestras socieda-
des. Jenofonte propone tambien para la esplo-
lacion de mioas la organizacion de compañias
por acciones, añadiendo que una empresapar-
ticnlar seria una cosa demasiadamente aven-
tnrada. Segun Tito Llvioy Suelonio puede
crcerse que los autiguos eonocieron, aunque
de nn modo imperfecto, las compañfas de se-
gnros. Tenian ignalmenle sus asociaciones de
beiicficencia en Atenas y su ci^aoomun, á la
\^Ú lUUUOTISU M4i;i^.
qne cada cnal contfibnia casi de la misma ma-
nera que se verifira on las nuestras deahorros.
Sns miembros se obli<raban á sostenerse en sus
díísgraclas, á la defenjia en sus procesos, y á su
reunion contra los golpes que pudleran diri-
girseles.
Tanto en los antígnos como en los tiempos
modemos vemos ¿ )os hombres formar diver-
sas ásóciaciones, ya en interés de )a masa, ys
eii cl de los particnlares; pcro de todas ellas
ninguna mas neccsaria ni mas gencralmente
conocida que h inunlcipal, que muy bienpoe-
de considerarse como la base de las demas.
Esta admhdistracion en comun de intereses
iguales se encuentra siempre y en todos par-
tcs. ¿Cómo podria estar asegurada hi propiedad
particular si la colectiva Oo io estaba, si ¿ las
sociedades» consideradas como individuos, se
las respetaba menos qoe á los individuos mls-
mos? Es tan natural la organizacion de cMd
primera base del órden social, tanto en sus
causas como en su objeto, quex!asi en ningu-
na parte differe ni ami en sus rcglamcntos.
Desde el tiempo mas rcmoto so gobemaban ¿
si mísmas las ciudades de la Grecla, eran swi
propios legisladores, como dice Demóstenes.
Roma, desde ^u fundacion, introdujo igual sis-
tema, y io miraba como lan inherente ¿ los de-
rechos y necesidadesde los hombres quejamás
pensó en destruirluentrelospueblosqoe agre-
gaba a1 imperio; ^empre les dejaba sus leyes
y usos, cpn objeto de sacar mayor partido de
su alianza ó sumlsion. Estas cludades ó comu-
nes, compuestos demuchospueblosse gober-
naban por un magistrado bsjjo ei nombre de
arconte, pretor ó tríonviro, al cual estaba ad-
Junto un consejo con et nombre de ^enado 6
curía, encargado, de concierto con é1, de tudos
siis intereses, representando en pequeñoia
admmistracion de Roma, compoesta eila misma
de un senado y dos cónsules. La cnría era el
coosejo municipal igualmentc elegido por los
nolabies del tcrrítorío: la decision era de la
mayoría así la solicitud como el dccreto eran
enviados, lo mismo que en e1 dia, ¿ la auto-
rídad superior para so sancion..
El estado de los comones, ó mas bien de
las asociaciones municipales bajo la república,
fué siempre independiente, y su administra-
cion regulada por la ley Julia\ pero bajo loa
emperadores tuvieronque luchar contra las
invasiones del flsco y hasta Trajano no les
foé posiblc recobrar su libertad, y la entera
posesion de sus propiedades. Éste principe
les concedió quc dispusiesen ¿ su antojo de
sus reotas para mejoras. Constantino despoes,
cn odio ¿ cuanto habia sido creado por la re-
públíca. despojó de sos bienes ¿ las municipa-
iidades, y su hijo los díó al clero. Juliano re-
paróeste vej¿men: Yalenliniano volvió ¿despo-
Jarlas; pero Teodosio reposo las cosas en su
antiguo estado. Las asociaclones municipales
y h existencia de los comunes se conservarou
tneiBiÚ<>Ámperío, aunqoe coühis modifica-
T. III. 60
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W7
ASOaACION
m
Giones del régimen adminlstralivo de JusU-
Diano. Obispos y otros eclesiásticos presidian
en Italia los consejos municipales, los condes
reemplazaron en las Galias á los pretores ro-
manos, perosiempre con municipaies elegidos
por el comun. Tal era la costumbre de mas de
ciento cincuenta cludades conquistadas por
Clovis. Las dejó subsistir asi, y se conaervu-
ron bajo las dos primeras razas, y aunque per-
didas despues por las invasiones del feuda-
lismo, siempre han quedado huellas en casi
todos los pueblos de Europa. Nápoles en lossi-
glos IX y X tenia un cuerpo municipal, cón-
sules electivos, y un gefe de la milicia móvil.
Luis el Gordo las restablcció en Francia. Sus
sucesores lo imitaron declarando libres á ios
vasallos de sus dominios particulares, permi-
tiendo álas ciudades, ba]o su inmediata juris-
diccion y á las domas poblaciones conslituirse
en municípalidades y comunes. Estos comu-
nes tuvieron pronto leyes cscrilas, magistra-
dos, milicias y sindtcos encargados de es-
tablecer y percibir los impuestos y cotizacioncs
municipales, formando una asociacion que co-
mo individuo, pudiera obrar en bencficio pro*
pio. Segun el U80 antiguo tuvieron un primer
magistrado y un consejo; el maire reempla-
zó al pretor, y los regidores á los decuriones.
La revolucion francesa que debia ser favo-
rable á las asociacioiieB municipales, violó to-
dos sus derechos, atentó á sus bienes decla-
rándolos nacionales, sin que nada escapara á .
este nuevo género dc físcalia democrática, has-
la qne todo volviá á restablecerse por el nue-
vo paclo del soberauo.
Por lo tocante á España, gobernada csta
pof trcs procónsules romanos en el reinado
de AugustOy y despuespor cinco en.el de Adria-
noy que regian las provincias do la Bética, Lu-
sitania, Galicia, Tarragona y Cartagena, se di-
vldia cada una cn ciudadcs, que ademas de su
capital, tenian sus cantones dependientes. El
prefecto de ias provincias comunicaba eon
homaparala centralizacion del gobierno, tras-
mision de órdenes y tríbutos, &¡rviéndose de
Íos procónsules decada provincia. Un senado
hereditario compuesto de los palricios y la cu-
ria y un cuerpo municipal elegido por los
propíetarios de raices, que divididus en decu-
rias ó distritos nombraban sus decuriones, re-
gian unidos á la ciudad, compitiendo, sin em-
bargo á los últimos, la ejecuciou de los re-
glamentos municipales, y el cobro de contrlbu-
ciones, levantamientos de tropas y demas ne-
gocios semejantes. Roma solo habia rescrva-
do una autoridad indirccta para la percepcion
del censo, fuera de la cual les daba toda am-
plitud para su gobierno interior. Estas espc-
cies de impuesto^ formaban el ccnso; el ter-
ritorial que satisfacian todas la clases de pro-
piedades, el personal ó capitacion que gravitaba
sobre todos los individuos, y los de aduanas,
peages, trasportes militares, viveres, y otros
de consumo y scrvicio del imperio. A las ciu- 1
dades se permitia tener sus tthi^i (^^^^"1^*
res, arbitrios ó propiedades comunes cob por-
miso del emperador. De aqui trajeron orfgen
las behetrids, no desconocidas todavia en al-
gunos pueblos de Castilla la Yieja, poco are-
nidos con la admision de nobles en sus mom-
cipios, y que se mantuvieron independieoles
bajo la dominacíon goda, hasta que vcrificada
al fin del siglo XV ia toma de Granada, des-
pues de unidos bajo un mismo cetro AragOD jr
Gastilla, fueron completamente destruidosy
aniquilados por la corona. No estenderemos
mas esta breve descripcion histórica, cayos
mayores detalles quedan reservados para el
artÍCUlO ATUNTAMIENTOS.
Los intereses generales de los pocbloi
fueron siempre el principio de las asociado-
nes, y los particulares de los ciadadanos sn
resuitado. A tan fllanlrópicas reuniones se de-
ben los límites del poder, el comercio, la ia-
dustria, la creacion dcl crédito público, laco-
lonizacionde capitales estrangeros, lostraia-
Jos de utilidad general y ei progreso de las
luces.
Desde los tiempos mas remotos, y en cisi
todas las naciones, se conocea asociaciODes
de crédito ó compañias de banca, asociadooes
de trasporte y cambios, ó compañfas de come^
cio, asociaciones de garantia ó compañías dese-
guros Para formarsc una idea de 1o ventajoso de
ta^es sociedades, es precisorepresentarse álos
hombres entregados á la incerfidumbre de las
produccioues, á pesar de su trabajo é inteli«
gencia. Las raejores ínstitucioncs no puedeo
responder, ni al culti vador de su cosecha ni al io-
dustrial de su venta. Una y otra están síeropre
á merced de los acontecimientos. Pero por
mcdio de las asociaciones, el banquero les
proporciona fondos, el comercio salidas, y d
asegiirador garautlas. Todas estas combini-
ciones, como ya hemos dicho, han tenido la-
gar, annque imperfectamenie, entre los aa-
tiguos, y solo en los tiempos mod^mos bto
Ilegado al alto grado en que hoy se encoen-
tran, con especialidad en luglaterra.
Si el principio de asociacion eptre los hon-
bres presenta el mas beilo espccláculo cuando
se trata del dcsarrolio dc sus facultades y bien-
estar de sus famílias, {cuán grande y mages«
tuosoaparece cstendiendo la csfera de sos
relaciones al mundo entero, haciéndole gosar
de las producciones de todos los climasl Aon
esmas grande y terrible, á pesar de esto,
armando ¿ todo.un pais cuando de su defeosa
se Irata. La asociacion militar es ei comple*
mento de las municipales é indnstriales y aot
garantia de paz en el inlerior y en el esterior.
Ella es la que en la mas remota antigOedad
armó los hombres de todas las Dftciones eo
defensa de lo que poseian, formando ona masa
tan difícil de calcular corao de vencer. Aao-
ciaciones militares fueron sin dnda los pnme"
ros ejércitos que encontraron en su eoergia
un fuerzaigual á la disciplina, y en sa dúoic*
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9i9
ASOaAQON
950
ro un valor goperíor al lalento. La Decesidad
de unajusta defensa íué sin duda alguna su
orígen. Aun poeden hoy confiiderarse como
asociactones de igual género, las miUcias en
loglaterra, la landwehr, y ia landstrum en Ale-
mania, los pospolites en Rnsiu y Polonid, y
la guardia nacional eu Bspaña y Fraucia.
Los colegios de sacerdotes egipcios, de
levitas, de seclas ile fliósofosen lalndiay Gre-
cia fqi^ron los primeros modelos de las asocia*
ciones académicas y literarias. Reunidasen
los bosques de la Academia y bsjo la sombra de
Tuscnlum nos enseñaron ¿ soportar las penas
de la vida y á goaar deso bienes* Lafiloso-
fla anuncióal verdaderoDios: estecon losapós-
loles regeneró el mnndo. Las primeras reii-
niooes literarías, comosocedió enGrecia, eran
mas bien escueiaa que academias. La union
exi^lia entre maestros y discipulos, pero. no
asj en laü doctrínas. Los ceios y laenvidia ha-
bitaban en el Pórtico, eael Liceo y iaAcademia
y dividian lossistemas. Tolomco Lago, despues
de la muerle de Alejaudro, y Carlo-Magno, des-
pues de los siglos de ignorancia y barbarie
qiie sigoieron á la decadencia del iraperio ro-
maoo, fucroo los vcrdadcros creadores de las
asociaciones lilerarias. Ei soberano de Egipto
fuudó el museo de Alejandrla y el monarcu
francés estableció una acu<lemia en su palado.
Desde esta época el amor á las letras penelró
])or todas partes y las ucaüemias se multipli-
caron en toda Europa.
Siendo la desgracia tan antigua como el
mondo, en todos los puebios fué conUudo el
gobicruo de la roiseria pública á las asocia-
ciooes de beneflcencia. Todos los sercs coq-
sagraron uua parte de su tiempo al bienestar
dc sus infeliées semejantes. Fuerle con la
uBion, elanoyo y simpatia^ gcneralcs cada in-
dividuo, ignai á toda la asociacion, tuvo por la
díclia de los demas el misiuo interés que por
la suya propia, de aqui el gi^n número de so-
ciedades paríiculares para las diver|us espe-
cles de males que afligen á la humanidad, y
esa mulütiid de establecimientos fllantrópicos
esparddos «obrc la inmensidad del globo, don-
de la roiBeria halla un asilo y la enfcrmedud
carítativo albergue, donde sedifundenideasde
religion y de moral, donde se prodigau cono-
cimieiltos útiles, y mil y mil otros quc fuera di-
ficil enumerar.
La asociacion, aunque tan podcroso ins-
tromculo de orgaoizacion, puede iiegar á ser
eo malas manos uua formiduble palanca de
destruccion. Abandouada á torcidos iustinlos
poede derribar cl misiuo edincío quo tau po-
derosamente hubiacoutribuidoáformar, man-
chando con un honible caos ias maraviUas tan
dichosamente creadas, Es, pues, indispensable
que en toda sociedad sábiameute constituida el
ejercicio del derecho de usociacion sea regu-
Uirísado y sometido Ala vigilancia del gobier-
no. No es posible que las asociaciones formen
estado en el Odtadomismo; ni sean un cuorpo
vivo en el coraxon de la nacion. Elderecho de
asociacion debe estarcomo otro cualquiera,
ajustado á reglas qoe le impidan degenqrar
en abuso.
EnRoma, qnenosha legado la mayor parte
de sus leyes, nosepermitia á los ciudadanos
la fundacion de sociedades, colegios ni clase
algtma de corporacion. Solo podian exístir en
virtud de un senado-consulto y mas tarde con
el permiso del emperador: de otra manera
erau reputados ilicitos y debian disolverse.
£s necesario tener presente qúe estas dispo-
siciones de las leyes romanas eran indepen-
dientesdel objeto de las asociaciones; por muy
inocente que este fuera, no por eso el colegio
ú congregacion eranpenos ilicitos, puesto que
no estaban legalmente autorisadas.
£n cuanto á uuestra legislacion actual so-
bre asociaciones remitimos al lector al artícu-
lo SOCIEOADES
ASOGIAGIOÑ DE 1DEAS. iLógica.) Llámaso
asi en psicologia la facuUad que tienc nuestra
alma de unir cntre si dos ó mas tdeas, de modo
que presentáudose uua á la imaginacion, la
otra ó tas deruas se presentan tambiei igual é
infaliblemcnte; ó bien ya la accion de esta
facultad ó el rcsultadodc eslaaccion, esdecir,
el enlace intimoque seestablece entre las iüeas
capaces de producirse unas á otras.
El hecho por el cual se nos revcla la exi¿-
lencia de eata facultad que reside en nosolros
y dc sus eféctos es un fenóroeno bien conoci-
do de todop U vista de un objeto despicrta
en nuestiB alma las ideas dc muclias círcuns-
tancia^ qoe hnn acompañado á su percepcion
anterior: no puede percibirse ningun olor, ni
oirsc niuguna composicion músicaU sin recur-
dar una iníinidad de ideas adquirídas algon
tiempo antcsy ó scn&Acioues esperimentadas
con anterioridad. Cuando vemos dos personas
Juntas, sidespues encoulramosalguna de ellas.
la idea de la otra ocupa al momento nuestra
memoría: y sin uingiina intencian por niiestra
parle) las ideasde objeto, de olor, de la músi-
ca y de la pcrsona, se unen á las otras ideas,
que por decirlo asi, Jas acompañun y llegan
á haccrse inscparable^.
Esta doble propiedad de nuestras ideas, se-
gun lu cual producen otras en nuestra imagi-
nacion, y son á su vez reproducidas por aqtie-
llas, no es tan solo peculiar de algnnas de
ellas: ninguna se encuentra aislada; por cl
contrario, todas se haliun iutimamente unidas
eutre si: tul idcu nos sugiere otra que la está
asociada, aquella, olru, y asi succsivamentc;
por manera ffke deben considerarse nuestros
pensamientos como grupos ó cadcnas, de las
que no puede el entcndimíento ciaminar un
eslabon, sin recoiter todos los otros.
De aqui proviene que en la meditacion» por
poco que la rcflexiou pierdu dc su teuucidad,
como la idca que cntonces uos ocu|)a se lialla
asociada ¿ otras mas ú menos estrañas á ia
cuestíon nos ímpele húcia ellas, estas hácia
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934
A80CIIAO0N--AS0NÁDA
051
otms» y proDto dlfa^a laintcllgencia, y se se-
para coDsÍderablcnientc de ¿u objeto. £1 feuó-
nieu(i de 1a distraixion, cnaudo no es efecto
dc una causa csterior, no (iene otra ¿iuo la
que (|ueda indicada. De aqui nace tambien esa
re¿ularidad y ese encadenamiento reai, que
uk«ervamo8 en las ideas, y especialmente en
lasque enapariencia son mas desordenadas,
y que se nos presentan en nuestros ensueños
é ilusiones. Asi es que raocbas veces durante
el sueño voivemos á empezar nuestras tarcas
dei dia, creemos que ejccutamos las mismas
acdones, que venios las mismas personas,
que recorremos los mismo^ sitios; eu una pa-
labra, se vcriüca eu nuestra imaginacion la se-
guuda representacion de la misma pieaa, y to-
dos los actos y escenas se suceden poco mas
ó roenos en el mismo órden: tan fuerte es la
asociaoion recientemenle ^stabiecida entre
las ideas del dia anterior.
La asociacion de las ideas, origen dedis-
traccioues para el fiiósofo, poue á disposicion
del poeta y del artista, materíaies abundantes
y de sumo precio: al rededor de la idea que ie
preocupa,^ienen á agniparse otras, anterio-
niente asuciadas, á la primera, y solo queda al
poota la eloccion y ei liábil cnlacc de cslas
ideas accesorias con la idea principal.
No dcbc creerse, sin embargo, que todas
las idcas de la inteligencia ptieden ejercer esta
espccie dc alraccion sobre las demas: nuestro
podcrde asoclacion, aunque obre comunmenle
sin participacion de la voluntad, no por eso
deja dceslar somelidoáciertas reglas4^ leyes,
y no puedc enlazar sino las ideas que tienen
entre si cierla relaoion. Tales son las s^iguien-
fes: 1.* ia de simu/íofiatViad. En virtud de es-
ta especie de asociacton, cuando se ven uuidas
dos personas ó dos ot^etos, cuyas ideas fior
consigniente se lian introducido siroullánca •
mente en la inteligencia, sise presenta la idea
de affuella persona ú objetu, peusamo^ dfisJj
luego en el otro objelo ó pcrsona: 2/ la de
sucesion. Guando recordamos ó prescnciamos
un suceso igual cn todo á otro qtie liemos vis-
to autes ó despues de ól, la idea del príroero
uos lleva ordinariamente ¿ la idea del seguudo:
3.* la de $etMJan%a. Las ideas do dos pcrso-
nas, de dus sucesos, de dos paises, de dos
edificios, niuy parecldos ó semejaDtes. rara
vc'¿ se presentan ¿ nuestra iniaginaciou la una
sín la otra: 4.* la de oponicwn, Asi que nos es
muy dificil en eldia sef>urar en nuestro pen-
samienlu las ideas de virlud y de viciu, de
piacer y de dolor, de paz y de ^uerra.
Nu inlenlaroos aqui liacer unéenumeracion
completa de lu¿ relaciones; seria uua cropresa
irrealizable» porque nuestras ideas pueden te-
ner entre si reiacioiies muy numerusas^ y aso-
clarse de modoa diversos. Slii embargo, debe
establecerse entreestas relaciones una dislin-
cion fuudameiital: las que acabamos de citar y
otrjs semejautes se coociben instantáneameDle
sin esfueizoysin tiabajo prelbninari dependen
de ciertis circniiilindia eslerioret» en ealre-
mo varíables, por lo 4ue se les lia dado, asl
como en las asociadones qoe de ellas re«il-
lan, cl nombre de aecidmtales. Las otnB por
el contrario, exigen para preaentarse cierta
aplicacion del ániroo; su existencia j su des*
cubrimienlo no dependen de los caprichos de
la casualidad: estus sou las relaciones de causa
¿ efecto, de raedios al fln, de premisas á con-
secuencias, ctc, y se llamau retaciooes c^-
ianU$, y á las asociaciones (|ue de ellas se de-
rívan, asociacioaes siitemálicas ó fisicae. Los
que naturalmeote ó por coslumbre no atienden
uias que ¿ laa reiaciones de prímera espede
y asocian en oonsoeuencia sus ideis ,for-
man 1a claae de los bombres de taleoto y de
los poetas; ¿ eiios pertenece el don de la ia-
provisacioD, las mel¿foraa ingeniosas, lascon-
teslaciones ó respnestas vivas y agodas, y loi
cbistes y gracejo que formaa ias delicias dela
conversacion: pero loshombres aeostombrados
¿ no buscar sino relaciones constantes, y ¿ no
formar mas que asociacionos sistem¿ticas, ga-
nan eu juicio lo que pierden eu ingeoio: estos
son los hombres reflexivos y los filósofos.
AS0CIAC10N6SNEKAL DGGANADEROS. [Véth
Se GANADBRIA.)
ASOCIAGIONES GREIÍIAUS. \Véa$eGKBMm.)
ASONADA. Gon este nombre se designa toda
junla 6 rcuniou tumuUuaria con objclo de bos-
tilizar al gobierno é deperturbar elórden públi-
co. El lenguaje comun le aplica tambien los
norobres de alboroto, bullicio, sedioion, motio,
rebelioUyConmocionpopular y tQmNlto; pcroea
reaiidad es raarcadamcnte dislinla laBignifica-
cion detodasestaspalabras: en nuestra legisia-
cion críminal de boy dia no so encuentra siqaie-
ra la voz osoiiada, reflríéndose el Gódigo Peoal
para todo lo que dispone en esta matería, ilas
paiabras re6eiion j $edicion, bajocuyos epf-
grafes establece las disposicdoues relalivasá
estc asuulo. Nosotros procuraremos dar oaa
idea de lo que verdaderamente sc entiende por
asanaday advirtiendo desde lOego qoe es on
tanto va^ la siguifleaciou de esta paiabra; j
espondremos las disposiciones de niiestra le-
gislacion críminai antigua, ó sea ladeParüda
y de U Novisima Recopilaciun sobre esia mate-
ria, porque la mencionada legislacion recooo-
ció este delito baju el espresado nomtwe? dao-
do de él una idea bastaute esplícita y dela-
llada.
Eu el lenguage vulgar, >i voz eísomúdú »o
aplica ¿ esas turbaciuues cscitadasd por lasdi-
seusiones civiles, ó por la aversionqoeinspi*
ra una medida adoplada por la autorídad pt-
blica. Estas turbacioues pueden ser pruvoca-
das, ya por el euardecimiento de una Clase co-
yos iulereses bau sido lastimados, ya por ia
exasperacion popolar, 6 ya eu flo por las oia-
niobras de una faccion» por la impradencia o
por las iQjustas exigeocias del poder púbüco.
La asooadsDO eDvuelveDecesariameote la idea
de uoa resisltiicia 6 d&on ataque ¿ maoo ar.
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958
ASONáDA
m
mida. Part qne tiaya aaonada basta qne ona
parte del pneblOi mtts ó meoos nomerosa, se
reooa tumuUoariaroente y atente cootra 1a paz
pública, manifeatando eu las plaias y en las
calles su desconleoto ó sn foror. Las asooa-
das son mochas Yecea teotativas de sedicioo,
de roTuelta, y aon de revolocion fomal. Si Ja
asooada se apacigna ó se disipa, no es en rea-
lidad sino ooa torbacion imsagera. Rn eate
caao no ha llegado ¿ tomar el carácter de se-
dicioo, de perturbacioo ó de ataqoe contra el
órden establecido. Puede» sin embargo, correr
1a saogre eo una asonada, coando la escita el
furor y la sed de nna Tenganaa , como se ba
Tisto no ba mucbos años cn Jos Kstados Uni-
des» cuando los furiosos partidarios de la ea-
clavitod asesinaron á los negros y ¿ sua pro-
tectores. La efnsion de sangre poede llenardc
luto á la sociedad en nna asonada, y no pocas
veoes de sangre iooceote, cnando la foerxa
armada interviene para contcner la asona-
da. Si se la alaca, ó si se entrega ¿ una cólera
ciega y desenfreoada, graves desgracias, y oo
pocas veces las mas atroces cnieldades, hanln
gemtr á la bumanidad y provocar¿n la indig-
oacion de los hombres de bieo. La asonada oo
ea una señal de revolocion sioo coando el des*
conlento, la exasperacion y la resoluclon de
ona resístencia ilevada al eshremo son senti-
mientos casi un^oimes eo el poeblo. La disi-
dencta mas violenta no prodoco ouoca sioo
asooadas» conmociones y revueltas, ¿ no ser
que su furor llegoe á pooer las armas eo la
mano á nn gran número de agregadop, en
cayo caso prodoce ias goerras civiles, el mas
terrible aiote qoe puede alligir ¿ on pais don*
de no se bayao estioguido aon los seolimien-
los de nacionalidad y de amor patrio. Por me-
dk>de asonadasfué como el patriciado roma-
00 Ilego ¿ bacer asesioar ¿ los Oracos, coyas
leyes atacaban ¿ la vez so avaricia y su poder.
Lm asonadas del Foro prepararon la sanproloa-
ria dominacion de Mario, y la dictadora de Gé-
sar. En Broselas y en las otras ciudades de
los Paises Bajos, los coareola años de insur-
rceeion y de goerra qoe arrancaron ¿ nnes-
tros dominios ias Provinoias Uoidas no fueron
eo un priocipio mus qoe asooadas. La Conven
cioo dc 47iMívino ¿ parnr por uoa séríede
asouadas dispoeslas de aotemano , y cada vc2
nwB ameoasadoras, ó sofrír el yugo dal partido
jque batHa ioaugurado su dominacion \wr los
asesinatos de setiembre. La asonada de los
obreros atacados en la prensa, di6 en 4830 la
señal .de esta insorreccion popular» que en
tres dias operó noa revolucion , la prímera
despues de tantoa siglos, en la que la multi-
tud abandonada ¿ fí misma hiso osteotacion
doraote uua larga y saogríenta lucba , como
asimismo despces dc alcaozada la victoría, de
oood senumieotos de homanidad y de nacio-
ualidad ¿ loda prueba.
Ya io beroos dicbo mas arriba, y lo volve-
ha tomado entre nosotros en el sentldo lc^al
en una siimidcacion roas lato de la que tieoe
realroente: la ascnada, conio se iuUere de la
esplicaciou qoe antecede. es un motin bulli-
cioso, perono siempre es uua rebeliou, niuna
sedicion abierta: es muclK> roenoa qne todo es-
to, al paao que es mas que el tumuito y el bu-
llicio y de distinto género qoe la coomocion
popular» porque poede moy bieu veríOcarse
ona conmocion sin ese estruendo y aparato
ostensible, ¿ que mas propiamente se da el
nombre de asooada. Eso no obstante, la aso-
uada faa sido objeto, no solo considerada eu su
coojonto, sino aon en algouos de sus deta-
lles. democlHM disposlcioues notubles de nuc¿-
traantigualegislacionyespeclalroente dela de
Partida. Distinguense en ella: 1.** los casos eo
qoe la asonada se diríge contra los roínistros
do jnsticia, en el cual selcs imponia la peoa de
dieaadoe de galeras óde presídio. y lacontis-
cacion de la mitad de los bienes ¿ los autores
del delito; y la mitad de eMae penas ¿ los
acompaóantesy cómplicesdelosdeliDcnentes;
y 2.^aqnellos en que tiene por objeto danar á
los particuiares, qne se castiga con pena ar-
bitraria, ademas del pago del duplo al que re-
cibió daiío, y del co¿drupio al íisco. Al repi-
que de campanas con inteneion de fomentar el
tumnlto, se imponia la sevensima peua de
moerte y conflscaclon debieoes. Asi se dednco
todo de varias leyes ioscrtas en los titulos 4 4
y 42, libro 40 de la NovísimaReeopilaeion.
Pero entre las leycs patrias sobre esta ma-
tería, mereeen ann mas especial mencion oua
de las Partidas y otra de la Novisima Recopi-
lacion, qoe pareceo escrítas, la piimera parn
esUblecer el derccfao penal, la otra para mar-
car ios procediraientos en éstegéoero de deli-
tos. Trasladaremos, poes, integra la ley 46 ti-
tolo 26 de la Partida 2.*, documento noUbley
C4irioso por mas de un concepto, cuya ley uo
carecf) de ioterés eo este lugar. Uela.aqui:
«Assooada Unto qaiere dezir, como ayuu-
Umiento que fazen las gen!es nnos cou olros,
para fazerse mal: e asi como aqueilas quo soa
fedias contra los enemigos de fa Fé, ó del Rey,
ó del Reino, Eon¿so pro, e¿ subonrra; otrosi
aqoellas que se fasen entre los de la tierra,
son ¿ desbourra, e á daño. E esto poamuchas
rasones. Primeramente , qne fazen pesar ¿
Dios, tirandol aqoellos qoe serian, para íazerie
servido contra losenemigos de su Fé»faciendo
que se malen vnos con otroe. K deshonrra fa«
zen otrosi grande á su Seiíor, non quericnd^
recebir enroienda por é1, del tucrto quc les ti-
cieron, roaspor fucica lu quisieron toroar por
si misfflosatreuiéndose en su osadla, e en su
poder, e non en lajusücia, quepor el Rey ha»
iie auer. E sin todo esto, facen otrohi graitd
daño eu la lierra, lomando 1o de su Scnor, que
ellos deuen guardar, e de otros nuichos. que
noo lcs racrescieron mal, porqu« los fazen au-
dar pobres, e malandante^: edetal cosa coroo
mos á repetireu este lugar. La voz asouada se leata, pe^ machu á Dius. E lo estrauurun tanio
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965
ASONADA
980
1o8 SaDtos Padrés, que 1a iosticia espirltual de
Santa Egtcsia üló por descomulgados i los qoe
esto Oziessen. E los Antiguos, quauto á lapCDa
temporal pusiéroules, que perdiessenamordel
Rey, é que los ecbasseo del Rcyno, estrañáD-
dolos del, por ci estraDamiento que ellos y
meticran, faciendo y e1 daño, que deueo facer
en tierra de los eDcmigos. E sin esto touieron
por dcrecho, que pechassen de lo suyo á siete
dobio la roalfetria que fizlessen. E si el Rey
fuesse á ellos, o otro por su maodado, e do lo
quissiesen dexar, que los pudiessen matar, ó
prendar, ó tollerles quaoto que ouiessen, como
¿ cneroigos conoscidos del Rey, e del Reyno,
en que son uaturales, e doode moran, e esio
sin caloña Dinguna de omeziilo, díd de pccho.
Otrosi de los sns bienes que les fallassen eu
inuebles, que pagassen los malesque ouiessea
fecho, como dicho es. E si esto non complíes-
sen, que pudiessen luego ▼ender las hereda-
des, tanto dellas, que íiziessen ias entregae. E
los que lo coroprassen, que lo ouiessen segnro
del Rey e de los del Rcyuo; e todo al que fin-
casse, fuesse realcogo. E porque ouieroD este
fecho pormuy estrano, mandaron que si acaes-
ciesse alguna vcz que los de la assonada 11-
diassen, que nou fnesse osado Dinguno dé ro-
bar, Din de partir entre si ningnna cosa, de lo
que en el campo yoguiesc. Ga pues que dod Io
ganaran dcrechamente, no tunieraD por de-
recho, que lo partiesseu; e pusierou por pena,
que el que lo fiziesse, que tornasse cod siete
¿ taoto.»
Vese, pues, que la ley de Parlida castiga-
ba á los que habian tomado pnrte en una asona •
da, condenándolos á perder ia gracia del rey,
á ser echados del rcino y «^ pagar septuplicado
el~daño quc hicieren, añadicndo que si el rey
ú otro por su órdcD les iDtimascD que dejen la
asooada y no lo hicieren, pneden ser presos ó
muertos, y prívedos de cuanto tengan. La
ley 2.», tiU 10 de la Partida 7.*, añade todavía
que aun cuando de la asonada no se siga daño
alguuo, sin embargo, ei autor de ella reciba
la misma pena qoe el que hiciere fuerza con
armas; esto es, destierro perpétuo á una isla,
y confiscaciou de todos los bienes, no tenien-
do ascendientes ni descendientes basta el ter-
ccr grad».
Hay ademas sobre este asunto algunas otras
leyes recopiladas, que no mencionamos porque
son pecuUares de ios tiempos en qne se dieron,
pues suponen parcialidades y bandos que aho-
ra no se conocen; pero cqmo mas arriba hemos
dicho, no queremos oroitir la insercion de la
ley 5/, til. 41, lib. 42, de la Nov. Recop.
especialmente consagrada á tratar de los pro-
cedimientos eii materia de asonadas, y que
despucs de estenderse en algunas considera-
ciones preliminares sobre la materia, estabie-
cecomo las priucipales lasreí^las quesiguen.
«Luego que se advirtiesc buHicio ó resis-
tencia popular de muchos ¿ los magistrados
para faltarles ¿ la ob^dlencia ó impedir la eje-
cucion de las órdeoes y providencias genera-
les, dc que son legílimos y uecesarios ejecuto-
res» el que prcsida la jurisdiccion ordinaría, ó
el quc haga sus veces , hará publicar bando,
para que incoutinenti se separan las geotes
que hagan el bullicio; apercibiéndolas de qne
8er¿D castigadas con las pcDas cstableci<i3s en
lasleyes, las cuaies se e]eentar¿n ensus per*
sonas y bicnes irremisiblemente, en caso de
no cumplir desde Inego con lo queselesman*
da; declarando, que ser¿n tratados como reos
y auioresdelbullicio todos los que se encQen-
tren unidos cnmimero de diez personas.
«Igualmente deber¿n retirarse ¿ sus casas
cuantas por curiosidad ó casoaiidad se balla-
ren en las calles, con cualquiera otro motivo
ó prestesto ; pena de ser tratados oomo ioobe-
dientes al bando , que se deber¿ fijar en to-
dos los sitios públicos.
«Se mandar¿ tambien qne incontinenli se
cierren todas las tabernas, casas de Juego y
demas oOcinas públicas.
«Como en tales ocasiones suelen los revoi-
tosos apoderar&e de las campaoas y pooer
coD su toque en confusion ¿ los vecinos, pro-
fanar los sagrados teroplos con violencias, y
lal vez con efusion de sangre , cuidar¿n las
Justicias, los p¿rrocos y los snperiores ecle-
&i¿sticos, de resguardarloscampanarioscoDse-
guridad, ccrrar los conventos y casas de sos
habitaciones, y los templos, siempre qae pro-
dentemente se tema falta de respeto, profaoa-
cion ó violencia en la casa de Dios.
«Las gentes de guerra se rettrarán ¿ sos
respectivos cuarteles. y se pondr¿n sobre las
armas, para mantener su respcto y prestar cl
auxilio que pídiese iajusticiaordinaria al ofl-
cial que las tuviese ¿ su mando.
«Todos los builiciososque obedeciereD,re-
tirándose paciflcamente al punto qae se pobli-
que el bando, qoedar¿n iudoltados, ¿ esoep-
cion solamente de los que resuUareo autores
del büllicio ó conmocion popolar , poes eo
cuanto ¿ estos do ha de tcDer lugar indulto
algUDO.
«Publicado y fijado cl bando, cod compre-
hcDSion de coanto qoeda espuesto, y cod las
deroas precauciones que dictase la presencit
de las cosas, cnidar¿D las josticias de ascgo-
rar las cárccles y casas de reclasioD, para qoe
no haya itíolencia algona que desairc sa res-
peto y decoro, que deben mantener en todo so
vigor.
• «Sin pérdida de tiempo procederán á pedir
el auxilio necesarío de la tropa y vecinos, y á
prender por sl y demas joeces ordinarios ¿
los bolliciosos inobedientes que permaneicta
en su mal propósito, inquietando eo lacalle,
sin haberse retirado, aunque no ten^an mas
Celito qne c1 de su inobediencia a1 bando.
«Si los bulliciosos hiciesen resistencia á la
justicia ó tropa destinada ¿ ao auxilio, impi^
(liesen las priiiioncs ó intenlasen la libertadde
los que se iiubiesen ya aprehcodido, se osara
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9M
ASONAfiA^ASONANCaA
988
coDtra ellos de la faeria, hasta reducirlos á la
debida obedieocia de los magistrados , que
nanca podrán permitir quede agraviada la au*
toridad y respeto que todos deben ¿ la justi^úa.
«Pondrá ei qne presida la jnrisdiccion ordi-
naria el roayor cuidado en que los demas
jucccs y partidas cuiden de conducir los pre-
sos con toda seguridad á las prisiones con*
veoientes; procurando evitar toda confusion,
y que los vecinos honrados eslén separados
de ios culpados, para que contra estos sola-
mente proceda el rigor y autoridad de ia ]us-
ticia.«
Postcriormeute) y como las continoas lu-
cbas de los partidos durante la revolocion hau
dado origen á frecuentes asonadas, motines y
conmociones populares, dictáronse algunos
otros realcs decretos con el propio espiritu y
lendcncia que la lcy de la Novísima fiecopila-
cion, cuyas disposicíoDCS quedan inscrlas. En-
Ire estos son los mas notabtes, ánuestrojuicio,
los dc 20 de dicicmbre de t838 y 44 de enero
de 1840 , en donde se bacen á los jueces y á
los alcaides los mas estrechos encargos y pre-
venciones para qoe procuren sofocar estos
movimientos poputares donde quiera que se
prcsenten. I^ disposiciones se refleren prín-
cipalmente á la parte de procedimientos; en
cuantoá la legislacion penai vigente sobre csta
materia , hemos dicho mas arriba que la es-
pondreraos en olro lugar, cn el mismo en quc
el código dc 4848 la coloca cspresamente: tra-
taremos, pues, de este asunto que servirá
como dc complemento á este pequefio trabajo
en los articulos rkbelion y sedicion.
ASONANCIA. {Literatura.) £s la correspon-
dcncia dc un souido con otro, ó la mútua cor-
respondencia de dos sonidos. En poesia ,es una
semirímaadoptadapara muchas coropo&iciones,
y qoe se eroplea en los versos imparcs, dc mo-
do qiie tiabrá asonante siempre que dos pala-
bras terminen en unas mismas vocales, cou-
tando desdo la silaba en que cárga el acento;
a¿i por ejemplo, primavnra y etema son aso«
nanies. Cuando los versos terminan cn vocal
aguda, basta la idenlidad de dícha vocal, ó lo
que es lo mismo, no importa que el un verso
terminc en vocal y cl otro en consonante, co-
mo por ejemplo, amor, durmió, En las voces
es<lrújulas, siendo tan poco perceptible la pe-
núltima silaba que ni siquíera se cuenta para
el número de lasque componenel ver¿o, puede
formarse asonancia, con tal que sean unas mis-
mas la vocal úllima y la acentuada , y por esto
soD asonantes máscara, sátrapa, binévola y
acérrima, Uanto y cántico. EI asouante se des-
tiua mas particolarmentepara lascomposiciones
cortasyde género ligero, y sn orlgen sedebió
fiin duda ^ la facilidad que con él hallaban los
poetas para espresar sus ideas, segun opinan
los señores Uermosiila, Salvá, Gil yZárate, y
otros autores no menos acreditados quehan es-
crito sobre el arte poética. EI señor üermosilla
repruel>a altamente que sc emplec^ el usonantc
en todas aquellas composiciones en que á lo
grandioso de los conccptos debe correspouder
una brillantc» poroposa y diflcil composicion,
y en apoyo de esta asercion dice que ningun
poeta griego ni latino escribió odas, epopeyas,
sátiras, cpistolas y elegias en versos yárobí-
cos, pues todos escribieron las odas en cstro^
fas liricas, y laepopeyay demas composiciones
nobles en exámetros puros 6 mezclados con ei
pentároetro en las elegias.
Para mayor claridad dc cuanto hemos es-
puesto, varoos á presentar tres ejcmplos de la
asonancia en los versos Ilanos, agudos y es-
dríyulos.
EJEMPLO PRIMBRO.
Sicndo yo niño tiemo,
Con la niña J)orila
Me aodaba por la selva
Cogiendo florecillas,
De que alegres guirnaldas
Con gracia percgrina,
Para ambos coronarnos,
Su mano disponia.
Asi en níñeces tales
De Juegos y delicias
Pasábamos feliccs
Las horas y los dias.
Con ellos poco á poco
La edad corrió de prisa
Y fué de lainocencia
Saltando la malicia.
To no sé; mas al verme
Dorila se reía,
Y á mi de solo bablarla
Tambien me daba risa.
Luego al darlc las florcs,
El pecho me latla
T al ella coronarme
Quedábase embebida.
Uoa tarde tras esto
Vimos dos tortolitas,
Que cou trómulos picos
Se halagaban amigas;
T de gozo y deleite,
Cola y alas caidas,
Centellantcs sus ojos
Desmayadas gemian.
Aleutónos su ejemplo,
Y entre honestas caricias
Nos conlamos turbados
Nuestras dulccs fatigas;
Y en un punio cual sombra
Yoló de nuestra vida
La niñez; mas en torno
Nos dió cl amor sus dichas.
Melendez Valdes.
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'030
AáONANCIA-ASPAftAGlÑEAS
<jéó
LA FLOR DEL ZÜRGVEN.
Parad, airccillos,
No inquietofi toleis,
Que en plácido suefiu
Reposa roi blen.
Parad, y de rosas
Tejcdme un dosel,
Puesyace dormida "
La fhr del Zurgum.
Parad airecillós,
Parad, yvercis
A aquella que cieero
De amor os canté:
Aquella que aflíge
Mi pecho, cruel!
La gloria del Tormes,
La flor del Zurgitm,
Sus ojos luceros,
Su boca un clavel,
Rosa las megitlas, *
Sus trenzas la rcd
Do diestro amor sabe
Mil almas prender,
Si al viento las tiende
La flor del Zurguen,
Volad á los valles;
Veloces iraed
La esenc*a mas pura
Que susfloresdén.
Vereis, ceftríllos,
Con cuanto placer •
Respira sn aroma
La fioT del Zurguen
\m¡A.
III.
Al E. S. C. de R.
Eres rico y eres tltulo;
Tienes mas salud que un cuácaro;
Tú índependencta es sin limite
Como la que gosa cl pájaro;
Que las rentas de tus vinculos,
Gracias al Snpremo árbltro,
Te aseguran mesa opípara....
¡Dios lalibre de parásitosl
Y ni pende tu bucólica
De los Vioios y los BArtulos
Niestás sujeto á la férula
De Dingun gefe ni rábano:
Mi folletinista ó dómine,
0 pobrecoplero escuálido,
Teme carecer tu estómago
Del indispensable pábulo:
Ni obedeciendo, por último,
La ley de caudillo bárbaro,
Expuesto al plomo y 1a pólvora
Vivaquear en los páramos.
En lazo de amor reciproco,
Gomo el olmo con el pámpano,
Sois otro signo de Géminls
Tu moger y tú en el tátamo.
Tu muger, mie bella, y-*¡pásmate!
Llega ?u viitud al máxiimm,
Hoy que tanta mala pécora
Ks de Madrid el esc^ndalo.
Solo á tu fortnna próspf'ra
Falta UD infantuelo oáDdtdo
Que ailá en hi vejez deerépita
Te sirva de flrroo báculo.
En quien consisie el fénóoieoo,
Yo no lo sé, volo al cbápfro,
Quc en cuestiones tan recónditas
Teroerarios son los cálcukiB.
Mas si gutta eavat tdpídem,
Como dijo. . . . Sardanápalo.
Conflanza en Dios y.. . réeipe
Y erre que erre, y boeD ánimo.
Y si no gusta el Altísimo
De concederos on párvolo ,
Quizá es aborre benéflco
De pcsarcs un catálogo;
Que vale mas infroctfféros
Correr de la vida el tránsito
Qne engendrar coqoeta frivola .
0 rapaz viciORO y zángano.
Breton db los Herrbros.
A8PARA0INEAS. [Botániea,) Esta paldira
procede del gríego, acirapaYo, espárrago. Esta
(ámilia, estableeida por Jusslen, y qne Di fli-
flere de las liliáceas y de las asfodeleas sioo es
por el fruto, lia sido desde su creacion objeto
deuD estudio proKJo. Asi es qoe Koberto Brown
ha separado desde Inego los géncros qne como
las dioscorea y tamus, tienen ovarlo fnfero,
y estableció la familia de lasdloscoreas. El mis-
rao flábio formó hi famllia dc las esmiliceas y
ona parte de las que tienen el ovarío libre, y
ha reunido las demas á las asfodeleas. Por úl-
timo, muy recientemente,Mr. Bicbardbaincor-
porado ¿ las lilióceas (véase csta palabraj lo
que quedaba de la familia de las asparagtnea»
segun los trabajos de Mr. Brown. Giertamente
nos hubíéramos dispensado de bablar de esti
fttmilia convertida en tríbu, sino toviese por
tipo el género asparagus, alcnal pertenece el
asparagus officinales, espárragocomon qne se
cncuentra en el estado silvcstre en toda la
Ruropa, y cuyos brotes Jóveues se come& anfes
de ramiflcarse.
Los caraclóres del géoero asparagus son
los siguientes: caliz tnbuloso , dividido snpe-
ríormenie en seis i^artes iguales , y formando
un perianto campanlforme; seis estambres so-
Jetos al fondo del cáliz; un estilo y un estigma
trígono; íina eápsola de tres cavidtdes, cada
ona de eilas con dos semillas : niDguna de
ellas crece en el Noevo Mundo; cerca de dos
tcrceras partes se encuentran en el cabo de
Buena Esperanza; ocbo solamente se hallan en
Europa; las demas pertenecen á divmas re-
gioncs dcl Asia.
La áüica especic digna de interés es la que
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Hi
ASPARAGINEAS-ASPID
002
ya hemos mencionado y qne no describlremos
por ser g:eneralmente conocida.
Segun Teofraslo, los griegos conocian los
espárraí^os, á qiie cran los romanos sumamen-
te aflcionado6, por lo cual se esmcraban cs-
traordinariamente en su coltivo. Vemos enPli-
Dio que los de Ravena eran los de mas nom-
bradia y los mas grandes, pues bastaban tres
para componer el peso de una líbra.
Ademas de sus propiedades coméstibles,
los espárragos poseen algunas otras qne los
# han hecho admitir cn la matería medical. El
olor fétido qoe comuniCan á la orina, y que
se convierle cn olor de violela por la adiclon
de algunas gotas de esencia de tremeutina, ha
hecho pensar mny fundadamente que no care-
cen de accÍOD sobre la secrecion urinaria; por
conslguiente han sido incluidos entre las cin-
co raices aperitlvas mayores y empleados fre-
cuenfemenle como diuréticos. Los brotes tier-
iiosobran como sedativos sobre la circulacion,
y parücnlarmente sobre los movimientos del
corazon, preparándose por sn medio un jara-
be conocído con el nombre de jarabe de pun-
tas de espárragos.
Rübiquet y Vauqnelfn han descubierto en
los vástagos del espárnigo una sustancia azoa-
da que despues se halió en tas raices del mai-
vavisco, de la regaliza, de la consuelda raayor,
de la palala del gornitogale y en la belladona:
es la asparaginea, ó asparamide que parece
ser el rcsulfado de la descomposicion de los
príDcipios azoados que contienen los espárra-
gos. ÍA asparaginea es sólida, dura, quebra-
diza é incolora; cristaliza en prismas rectos
romboidales; es soluble en cincucnta y ocho
veces sn peso de agua é insoluble en el alco-
hol; cnrojece sensiblemente el papel de torna-
sol; su saljor es fresco y nauseabundo; trata-
da por cl ácido nttrico desprende cierla canli-
dad de amoniaco. La accfon de la asparaglnea
sobre la economia animai todavla no está bien
determinada.
ASPECTO. Esta palabra es la traducciou de
aspeclus, conspectus y pro$pectus. En las artes
se emplea para indicar lo qnc la vista percibe
en ci campo: asi decimos: on parage de agra-
dable aspecío ó de terrible aspecto; el rio que
se ve serpentear en la llanura, da á esa cam-
piña un aspecto lleno de encanto; esa campi-
ña, ese jardin, son notables por la variedad de
aspectos que se encuentra en ellos á cada pa-
so; ese monuraento no es beilo bajo ningun
ofpecto. En la marina dos agrada ver descrip
ciones eiactas de todos los aspectos de una
cüsta, A fln de podernos servir de ellos como
puntos de rcconocimiento.
En términos de jardinería, aspecto setrue-
ca en sinónimo de disposicion; para un almen-
dro el aspecto de Levante es preferible al del
Jtfedlodia.
En la astronomia, la palabra aspecto se
eroplea para designar la sltuacion de unos as-
tros respecto de otros: los astrólogos veian en
497 IflVUOTltGA mutiüi.
I los Thismos planetas benignos y malignos as-^
pectos. Tambien se emplea esta palabra de un
modo flgnrado: esle negoclo, esta empfesa se
presenta bajo un malisimo aspecto.
ASPID. [Historia naturaL) Serpiente rauy
venenosa citada frecuentemente por los anti-
guos, y célebre sobre todo por la rauerle de *
Cleopatra. La historia reflere, en efecto, que
esta reina temiendo caer viva en el poder de
Augnsto, que se proponia hacerla servir para
su triunfo, y querlí^ndo, no obstanfe, en con-
formidadcon suscostumbrcsvolupluosas, pro-
porcionarse la mucrlc mas dulce , recurrió
para dársela á la mordedura de un aspid, por
la creencia en que entonces se estaba de que
el veneno de esta serpíente no causaba dolor
algnno, sino que esparcia en todo el coerpo
una laxitud grata á la cual sucedia el sueño, y
por último la muerte. Cualquiera que sea la
certidumbre de esta historia, puesta en duda
por bastanles antores, por mucho tiempose ha
esfado en la incertidumbre acerca de la especie
á que pertenecia la serpiente de que se trata.
Por último, despuesde variaiinvesligacio-
nes y diserlaciones, los naturulislas se pusie-
ron de acuerdo en ei dia para reconocer el as-
pid de los antíguos cn la culebra hazé de Li-
neo, que pertenece, como ia ñimosa serpiente
de anteojos de las Indias, al género naja, sin
ser menos temible que ella, segun los esperi-
mentosdeForskael.
EI doctor Schlegel ha publicado en el ílaya
en 4837, una obra títulada: Ensayo sobre la
fisonomia de las serfñenies, que comprende nn
largo artículo acerca del naja hazé, y de éí
estractaremos los pasages mas ínteresantes.
«Sabido es, dicc, que los monuraentos de los
antiguos egipcios están adornados y como cu-
bierlos de caractéres gerogllficos, cntre los
ouales se distinguen las flguras de diversos
animales simbólicos. La del bazé perlenece al
número de las que se haílan mas frecuente-
mente repetidas. Se ven tambien pintadas de
color sobre los sarcófagos, y sus eflgies fundi-
das en bronce, en forma de brazalete ú otros
adomos, han sido cstraidas de un grau núme-
ro de hipogeos donde se encuentran las mo-
mias. Esta serpientc se representa con la ca-
beza hácia adelante, el cuello dildtado y el
cuerpo erguido: los anflguos egipcios crcian
quetomaba esta aptilud para vigilar los cam-
pos en que habita, y la consagraban en con-
secuencia un culto religioso como á ' un dios
protector. La alta veneracion (|ue hácia ella se
sentia, se maniflesta por la circnnstancia do
esculpirse en el frontispicio dc los templos
un globo sostenido por un aspid, cuyo carác-
ter sagrado se advierte en un gran número de
medallas en una época posterior. Una flgura
de aspid coronaba la diadema real ; sujeta al
rededor del brazo era el distintivo de la gran
sacerdotisa; y ton estos adornos distintivos
fué paseada en el triunfo de Octavio la eflgie
de Gleopatra.
T. lU, 64
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063
ASPID— ASTENIA
9«4
«Los juglares del Egipto moderDo, y par-
ticuUrmeatc los del Cairo, se Birven de esta
Berpieote para bacer sus]uegos de manos.
Las vueltas que le hacen ejecutar, consisten
principalmente, como elios dicen, en trasfor-
m^r el Iiazé en baston y en obligarle ¿ que
haga el muerto. Guando quieren obtener este
cfccto le escupen en la boca, le obligan á cer-
rarla, le estiendcn sobre tierra, y despues co-
mo para darle la úUima órden, le upoyan hi
mano sobre la cabeza, y al punto la serpíente
queda tiesa, inmóvil y como poseida de cata-
lepsiia: la despiertan en seguida cogiéndola
por la cola y arroliándoia fnertemente entre
sus manos.
«Mr. Geoffroy Saint-Hilaire, queha visto
maniobrar ¿ estos Juglares durante su perma-
nencia en Egipto, se ba cerciorado que cuidan
de arrancar ¿ las hazés sus colmillos veneno-
sos antes de domesticarlas y acostumlArarlas á
susjuegos, yqueles es suflciente coroprimir
con alguna fuerza la nuca de cstas serpíentcs
para dejarlas inmóviles. Varlos autores clási-
cos hablan de unpueblo conocido con el nom-
bre de psilos, que antiguamcnte moraban en
la Lidia, siendo célebrespor sus conocimientos
en cl arte de curar la mordedura de las ser-
pientes venenosas, cuyos dañinos efectos no
tenian que temer; los Juglares del Gairo presu-
meu ser descendientes de los psilos , y se
Jactan de haber heredado de sus mayores y
poseer esclusivamente cl secreto de domiuar
ios animales.»
EI s¿bio naturalista qu§ acabamos de citar,
ha observado tambien las costumbres del hazé
en el estado de libertad , y he aqui como se
espresa: «el hazé se halla difundido por Egipto
con bastante abundancia y habita algunas ve-
ces en las cuevas, aunque mas frecuentementc
en el campo: asi es que los cultivadores loen-
cuentran ¿ menudo, pero aunque no ignorau el
peligro de su mordedura, no les impide su
presencia acudir ¿ sus trabajos ordinaríos:
conocen bien los hábitos del temíble reptil » y
saben que nada ticnen que temer de él sino
cometen la imprudencia de acercarse dema-
siado.N En efecto , mientras so manlienen ¿
cierta distancia , el hazé se contcnta con no
perderlos de vista irguiendo 1a cabcza y pre-
sentando la apütud enque las ílguras 4/ y 5.*
{Descripcion del Egipto, Atlas, Reptiles, I¿-
mina Vll) le representan. Se vé medlante estas
ílguras, añade Mr. Schlegel, que los hábitos
del hazé son absolutamente idéoticos ¿ ios del
naja de anteojos, al cual por otra partc se ase»
meja estraordinariamente. Tiene casi la misma
talla (cerca de dos metros), y solo diflere por
la careuciado rasgo que en forma de anteojos
se halla en el cueilo del primero: diflere ade-
mas por un cueilo menos dilatable, por un ho-
cico mas cónico que termina en una placa
proeminente bastante abovedada, y se prolon-
ga enlre los frontales antcriores, por un nú-
mcro mas considerable de I¿minas abdomina-
les; últimamente por la sésta placa labial que
es moy ancha, no dividida y sube hasta detrás
del ojo.
Esta misma especie se balla en el cabo de
Buena Est)eranza, pero con diferente sistema
de coloracion,
Encuéntrase en algunas partcs de Franda,
y particularmente en los bosques de Fontaine-
bleau y de Montmorency, ona variedad de la
vivora comun ¿ la que impropiamente se dael
nombre dc aspid. Sin embargo, Mr. Schlegd
pretende que es ona especie d¡stinta« y la des-
cribe con el nombre de vívora aspid. Esti es-
pecieó variedad se encucntra tambien en Itt-
lia, y es la que ha servldo para los esperí-
mentos de Redi, Gharas y Fontana, acerca dd
veneno de la vívora.
ASPID. {Materia médica.) Nombre Tnlgar
de una especie de esplicgo ó alhucema^ de la
cnal sc estrae un accite vol¿tiI conocido con
cl nombrc de accite de aspid.
ASPIRACION. {Aspiratto.) Accion dc atraer,
de absorber el aire, opuesla ¿ la respiracioo.
En fisiologia , csta palabra es sinóDima de
inspiracion, que es mas usual. Bn física se
emplea para designar la accion de las bombas.
En bot¿nica, indica la accion por medio de la
cual los vegetales absorben el aire que nos ro*
dea. ^n términos de gramática, la aspiracion
es una manera de pronunciarfuertemeote algo-
na vocalr precedidaporciertaslf.lras, comopor
ejemplo la h. Sirva de ejcmplo cste conocldo
vcrso de Fr. Luis de Leou dc la Profecia del Tajo:
«Gon la hermota Cava en la ribera,*
en el cual es forsoso aspirar la h de hermosa y
pronunciar jermom para que ei verso tenga la
medida exacta. Por estension , se llama aspi-
racion cn la música la prolongacion del canlo
de la nota inferior ¿ la superior. En fln, se lia-
ma metafóricamente aspiracion, ei deseo de
conseguir algo, y el impulso, la eIe?acion dei
alma hácia Dios.
ASTA. {Véase cubrno.)
ASTENIA. {Patohgia.) *A privativa ffOavo^
fuerza, El asténico se halla en la condiciom
mas cercana ó próxima á la enfermedad. Bs-
te aserto de Hipócrates índica bastante claro
que el padre de la medicina consideraba laas-
tenia coroo una falta dc resistencia ¿ la inva-
síon del mal, y que para él esa palabra no te-
nia el sentido de díbilidad absoluta y postra-
cion que despnes se le ha dado. Brown la etn-
pleaba para designar el grado de fuerza infe-
rior al que conslderaba como normal , y qoe,
variando segnn un gran número de circunstan-
cias, era por necesidad arbitrario. Para él la
astenia era lo inverso de la hiperestenia.
Hoy dia se llama astenia el estado en qoe
unoó muchos órganos no pueden deserop^ur
8US funciones de una manera complela , sin
qüe por esto medie enfermedad ó csceso al-
guno que motive tal impotencia.
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965
ASTENIA— ASTERIA
966
La falta de laz y la Süstraecion de calórico
6on causas de astenia. Esta precede y acom-
paña á las escrófulas, á la opilacion y á todos
esos males que asedian al infeliz qne se a]a y
marchila en un aposunto roal ssino, ^n nna f&-
brica ó en una mina. A veces tambien se igiio-
ra la causa de la astenia: el indlTiduo 8e Tade-
bilitandOy y no cs dado apreciar la caasa de
tal depauperacion de füersas.
liOs remedios de la astenia son el aire libre,
el éjercicio mnscular, y alganos tónicos opor-
tunamente administrados.
ASTERIA. (Hi$toria natural) Asterias, es-
trella. Los antíguos autores designaron con
este nombre, segun Aristóteles, todos los zoó-
fitos Yulgarmente llamado^ estrellas de mar, á
causa de so forma mas ó menos estrellada, y
Lineo los colocó entre los moloscos; pero se-
gau ios trabajos de Lamarck y de Cuvicr, es-
tos anlmales pertenecen actualmente á la fami- 1
lia delos equinodermos, de que forman la fami< 1
lia de las esteleridas, compoesta de cuatro
géneros, á saber, las asterias, las comátulas,
las eurialas y los opuros.
Las asterias de que aqul se trata tienen por
caractéres! cuerpo suborbicular, deprimido
y diTidido en su circunferencia en ánguios,
lóbulos ó radios dispuestos á modo de estre-
lla; faz iDferior de lok lóbulos ó de los radíos
proTista de un canalito longitudinal , guame-
cido hácía cada lado de espinas movibles y de
agujeros para el paso de pies tubulosos y re-
tráctiles; boca infcrior y central en la rcunion
de ios surcos inferiores.
El tacto está muy desarrollado en las aste-
rias: en cuanto ¿ ios dcroas sentidos, si bícn
es cierto que son evidentemente sensibles á la
luz, á los olores y al ruido, todavía no se han
descubierto en ellas órganos partículares para
la vista, el olfato y la audicion. Sin embargo,
Itr. Erhemberf; creyó haber reconocido en las
asterias violáceas un aparato para la vislon,
que consiste al pareccr en pequeüos puntos de
on rojo vivo, situados en la faz iuferior de 1a
estremidad de los radtos , y en ios cuales
concluye on fllamento nervioso , qiie corre
¿ lo largo del radio, sicndo túrgido co su es-
tremidad.
El sistema tegumentario dc las asterias
presenfa variaciones bastante numerosas cn la
forma de las espinas y de las placas ú oslcu
los qnc solldiflcan sn cubierta esterior, lo qne
constituye otros tantos carnctéres por mcdio
de loscuales se ba establecido su clasiflcacion
£1 nnmero de sus radios varia igualmente, y
en aigunas especies la formacion estrcllada
desaparece asi por completo. Debajo de cada
uno de estos brazos ó radios , cualquiera qne
sea cl número de ellos, existe uoa ranura ó ca-
nal correspondiente ¿ los ambuiacros de los
equidnos, y por ia cual salen una ó dos hile-
ras dc apéndices tentaculiformes , indisUnta-
mente Ilamados pies ó chupadores.
(Mros chupadores contr¿ctile8 , llamados
cirros , existen en diTersoA pnntos del cuerpo
de las asterias, y hacen parte de sus órganos
respiratorios. Mr. Erhemberghareconocidoque
estos animales e8t¿n provistos de pelos Tibr¿-
tiles en su faz esternu, y ha notado que la
circuladon se efectiia en su interior por me-
dio de canales bastante complicados, que ban
sido descritospor Tarios anatómicos.
La boca de las asterias se halla siempre ea
el centro del caerpo, segán hemos dicho mas
arriba: está ó no proTista de dientes, y con*
dace ¿ traTés de nn tubo corto que represen-
ta al esófago, hasta el estómago, desde donde
se dirígen por los radios ó brazos unos cana-
les muy ramiflcados en su parte lateral, y que
no carecende aualogfa con el órgano hep¿tico.
Lamouroox creia que al mismo tiempo serTia
de ano, raientras que 0. Fabrícius haciaflltrar
los escrcmentos ¿ traTés del tubérculo óseo del
dorso, Ilamado tubérculo madrepóríco. Pero
parece, segnnlasobservacionesdeMres. AVieg-
roann y Yan Beneden, conllrmadas por las de
Mres. G. Muller y Troschel, que cste tubércu-
lo óseo presenta, en su parte opuesta ¿ la bo-
c^, un oríflcio que no puede ser otra cosa que
el ano, como lo habia supoesto Bosc antesque
ellos: sin embargo , no en todas las espe-
cies existe, y la preseucia ó la ausencia de
este oríflcio sirvo para separar las asterias en
dos grupos.
Las asterias ó cstrellas de mar, son todas,
como su nombre lo indica, habitantes dc las
agoas marioas, dondc se mantienen ¿ diveri-HS
profundidades. Muchas de entre ellas son iito-
rales, y frecucntemcntc quedan en seco sobre
la playa ¿ consecucncia del reflujo. Sclo se
aliroentan de sustancias animales, y sou muy
Toraccs: algunas veces sc las sorpreude co-
miendo moluscos, y en las costas dcl Mcditer-
r¿nco sc ven algunas quc hasta atacan ¿ la
mactre lisorj, especic de roarísco vivalvo, que
envueÍTen en parte con su roembrana estoma-
calpara chuparlo enseguida, introduciendoen-
tre las dos vulvas la espccie de trompa de que
su bocu cstá proTista. I<as mayores tragan al-
gunas veccs animales enteros: Mr. Pouchet rc-
flcie baber cstraido diez y ocho conchas Ila-
roadas vcnus, cadauua dc seis líncas dc largo,
del estómago de unagrande asteria que disecó
á OMlIas üel Mcditcrr¿neo.
El doctor Spis, siendo de opiuion conlrnria
¿ Laroouroux, cree que las asterias son lierma-
frodltas. Sus ovarios consisten en dos cucrpos
oblongos', raroosos, comparables por su formu
¿ un racimo de uvas, y flotando por epcínia de
los lóbulos bepáticos en cada radio del ani-
mal.EI órgano macho, segun el autor precita-
do, se Iialia siempre cn clmismo lugarento-
das hs especies, cualquiera que sea ¿u forma:
es el tubérculo esponjoso y redondo situado
en la faz superior del cuerpo, ccrca de la reu-
nion de dos de los radios. Prcsenta algunas
modiflcaciones, segun las especies, y ha sido
I ilamadpporlos autores tobérculo madrepóricOt
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907
ASTEHIA--ASTERISGO
»68
Ya hemos vlsto mas arriba que este tubércak)
cubre el oriflcio anal: cs algunas veces doble
poi' acaso, v segun Gray, debierau considerar-
se como olros tantos tubérculos madrepóri-
cos las promincncias de forma anáioga, que
en iiúmero dc doce ó Irece se nolan eu ei dor-
so de Ins asterias echinitis de la América del
Sur. Como quiera que sea, h vlsexualidad de
las asterias, aun con el carácter divico que do
les suponia Mr. Spis, uada tienc de improbable,
pucs los equidnos y difercnles otros animales
radiarios la hau ofrecido de uua raanera evi-
dente.
No tenemos otras nolicias acerca del des*
arrollo de estos zoófitos , que las suministra-
das por Mr. Sars respecto á la asíeria sangui"
nolenta, que tuvo.ocasion de observar en el
instante de su nacimiento. Los aoímales de
esta especie lienen enlonces cl cuerpo de-
primido, redoodpado y provisio de cualro
apéndices ó brazos muy cortos, cuya estremi-
dad tiene la forma de mazn. Cuando ya han
crecido alguo tanto, se disnngucn en su su-
perficie superior algunas papílasdispuestas'en
dinco séries radianles Estas jóvenes asterias
se raucvenleuta, pero unirormemente, en linea
recta con sus cuatro brazos aoteriotes. Su
movimiento se veriflca probablemente por me*
dio de los pelos vibrátiles; sus brazos pucdcn
por otra parte servirles para íljarse ó para ar-
rastrarse sobre la areoa ó contra las ro'cas. AI
cabo de doce dias, los cuatro brazos del cuerpo,
que hasta allí habian sido redondeados, co-
mienzan ácstendersc. Pasados otros ocho dias,
lasdos hileras de pies lentaculiformes se des-
euvuelven en ambulacros l>aJo cada radio, pu-
diendo servir para el moviraiento del auimal,
contrayéndose alternativamente, y haciendo
oflciode ventosas: porúUimo, eo el es|)ac¡o de
nn mes. loscuatro brazos primitivos dcsapa-
recen, y el animal, primero simélríco ó bina-
rio resulta radiario como lo son todas las astc-
rias en la edad adulla.
Al Ilegar á esta edad, alguoos de cslos ani-
males se mueven con bastante rapidez, bien
sea nadaodo ó arraslrándose ; pero eo geoeral
son muy lentos en sus movimientos, y Reau-
mur, quc ha observado su progresion, lades-
cribe asi: «Cuando las aslerias quieren andar,
dice, eslienden una parte de los tontáculos del
radio mas próximos al parage á donde se en-
caminan, se aferran con sus tentáculos, y
atraen cn seguida su cuerpo, maniobra que
repitcuhasta llcgar al parage que desean. Es-
ta manera de audar, añade, es, scguu sc deja
enlendcr , estremadameille lenta , asi es que
necesilan rauchos dhis pararecorror cortisimas
distancias.»
Todas las especies se soslicncn en el agua
formaudo con sus radios ligeras onduIacion(íS,
pcro ho pueden quedar suspendidas por mu-
cho tiempo, y anles que nadar mas bien pue-
dc ciecirse qiie son arrastradas por lasolas.
Ciiando picrdcn alguno dc sns radios, io
I que acontece coq baslante frecneacU á ciQsa
de su fragiüdad , en breve lo recobran, paes
apunta otro en su lugar* duraote el estio, ocbo
dias son suflcientes para reparar su pérdidi:
mas tiempo necesitan eo el invierno, pero co-
mo en esta estacion se mantienen en el foodo
del roar, se hallan espuestas á meoos acciden-
tes. Las espinas de que está armado el cuerpo
de algunas de ellas,se rcproducen coola mis-
ma facilidad, y siempre hay una porcioo dc
otras pequeñas, siempre pró^imas á salir para
reemplazar álas que se desprenden.
I^da se 6al)e de positivo acerca de la geoe-
racion de las asterias: sin embargo, es iodo-
dable que soo oviparas. Sueltao hácia media-
dos de la primavera su freaa que parece gela*
tina, y eo nuestras costas se ve nadar sobre
el agua hasla mediados del estio. Es tao veae-
nosa, dice Breynius, que bace hincbar la mano
del quela toca, y origina la muerte deloscua-
drúpedos que la comen. No obstante, las alme-
Jas, asi como otros muchos mariscos» senutrea
de ella impunemente, en cnyo caso su came
resulta venenosa para el hombre, lo que es-
plica como mucbas nersonas ban podido espe-
rimentar sintomasae envencnamiento despues
baber comido almejas. £1 vinagre, seguo Bosc,
es el antídoto de este veneno.
EI niímero de las asterias que quedan en
seco porel reflujo es^an considerabieen cier-
tas costas, quc la industria humana ha pro-
curado utUizarlas, hahiendo acreditado la espe-
riencia que da por descomposicion unesoelen-
te abono que mucho liempo ha se usa para es-
tercolar ias tierras f particularmente eo Kor-
mandia.
Lamarck ha descrito mas de ciiareota es-
pecies de asterias que despues bao sido re-
partidas co grau número de géneros , para los
cuales es preciso consultar las obras de mon-
siures Biainviire, Nardo Agassiz, HuIIer y
Froschel. Cilaremoa como tipo la as/eri a rojisa
(asteria rubens) diseñada cn la Enciclopedia
metódica (tabla 442, flgura 3.*, 4.* y 246;
4 4 3, flgura 4 .* y 2.*) Esta especie es la que se
esparce sobre la tierra en reemplazo de estiér-
col, especialmente en algunas coslas de Fran-
cia. Sus radios, en número de cinco, rara vez
de cuatro ó scis, son lanceolados y están co-
biertos de tubérculos espinosos.
Varios tcrreuos terciarios y secondarios
suminislran ^ibundanles despojos de astctij»^
fósiles; las mas enteras y la^ mcjor caracteri-
zadas se ballan en las canteras de la Toríngia,
los esquistos de Soleubofen y de Peappcnheim
y las canteras de Pirna , Chassai Sur Sooac,
Malesme, Coburgo y Rotemburgo.
ASTERISCO. Esta palabra derivada dcl grie-
go accepDc sirve para designar una eslrelli-
laC), quese empiea en tipogrufia para mar-
c^r las citas de las notas que se ponen al pic
dti la págiña. Se usan tambien para iudicar
las lagunas ó los nombrcs quo se omiten. Los
aotiguos criticos empleaban uq asteríscoóuQa
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m
ASTERIBGO— ÁSTOftGA
m
enu (Obelut)psn designtr los errores eolos
roanuscritos. Otros por el cootrario se servian
de é1 como signo de la exactitud y autentici-
dad del texto.
ASTILLERO. {ñlarina.) Sitio destinadopara
constrnir y carenar embarcaciones de todos
portes en paertos, playas ó rios. £n lo antigoo
se decia iikcahlentarazana, aíarazana, taraza*
nal y atarazanal. (Dicc. Marit. Esp.)
ASTORGA. Partido juJicial de ascenso en
la proviQcia de Leon, audiencia territorial y
capitania general de Yalladolid, diócesis de
su nombre. Forma esle partido judicial 21
ayunt«roientos, siendo muy considerable el
uúmero de pobUcion que los componen.
Los vientos que en este pueblo reinan con
mas frecuencia, soo el Oeste y Norte, de dondc
resulta que su atipósfera es clara y despejada,
yel climafresco y saludablc, siendo segura la
lluvia cuaodo la combaten los vientos del Sur.
£n todo el térmioo del partidojudicial de
Astorga, no hay mas montaúas de considera-
ciou quc el elevado pico de Teleno, y algunas
cordilleras destacadas de este, y de las que lo
separan del partidojudicialdePooferrada. To-
do el partido judicial se encuentra surcado
por grandes escavaciones dc mioas anliguas,
á los que subian las aguas por cauces que boy
se coQservan, especialmente en el referido pi-
co del Teleno. £1 arbolado de los montes va
desaparcciendo enteraoiente á impulsos del
baeba deslructora y de la voracidad dc los
incendios que los pastores alizan para acabar
con los arbustos en que se abrigan los lo-
bos.
Ix)s rios que le baoan forman deliciosos
valles, dejanao entre sí lomas correspoodien-
tes, que por lo regular estáu cultivadas basta
cierla altura. Su terreno producc muy bien el
centeno y la patata, y en el foodo de los va-
llcs scdu liQO en mucba abuudancia, y aigun
trigo y cebada: se cri^ ganado lanar ordina-
rio, bastaote cabrio, el suticiente vacuno y al-
gun caballar.
Naceo en este parlido Judiciai los rios de
e1 Eria, el Dueína, el Turienzo, el Porco«, el
Tuerto, que se incorpora con el anlerior for-
mando uno soloen cl lugar de Otero deKs«
carpizo; y el Orbigo, que nace cn el partido
judicial de Murias de Paredes, entrando en el
de Astorga porel pueblo de Llamas. Las aguas
de cstos rios correo por vegas, que no siendo
demasiado cstrcchas se aprovccban enteramen-
te en el riego de prados naturalcs» algunas le-
gumbres y mucbo lino. Dícbas aguas por lo
comun soQ potables, habiéodolas tambien fer-
ruginosas en los pueblos de Yalbueoa, Zacos
y Nisini, que causao buenos efectos en las obs-
truccioues y olras euferroedades crónicas.
Atraviesa este partido judicial de S. E. á
N. 0. E. ia carrctera dc (jalicia.
Astorga es ciudad con ayuntamiento y ad-
ministracion do rentas suballerua. So halla sl-
tuada cn un alto, miriida por el N. E. y S.; y
al nivel del terreno si se mlra por la parte
delO.
Cucnta dentro dc sus rouros con 330 ca-
sas, 487 en el arrabal de San Andrés, 182 en
el dc Puerlo Rey, y 427 en el de Rccliviu; las
primeras ticoen corounnieute 4 4 varas de al-
tura, siendo con pocas esoepcioue? de buena
distribucioo interior: las callesque dichas ca-
sas forroan, son cómodas y en estremo liropias:
hay 9 plazas públicas, cinco de las cuales son
de bastante dimension, y soloIaiíat/oróCons-
titucional ticne soportales erobaldosados, sien-
do todas las casas que la componen de dos
pisos y dos órdenes de balconcs de hierro. En
estaplaza, cuya flgura fornia un cuadrilongo,
se encuéntran las casas consistoriales y la
carcel pública.
Existen en Astorga dos hospitales y un hos-
pióio, cualessoo, el de San Juan, cuya fun-
dacion se ignora por haberse quemado su ar-
chivo en la guerra de la indepeudencia, y cl
de las Cineo Llagas, que laroblcn se ignora la
época de su fundacion por su remota antigüe-
dad. £1 hospicio fue creado con real licencia
eu cl año 4 799 por el dean de su santa igle-
sia catedral doo Maouel de ReviIIa.
La iglesia catedral se reediOcó por segun*
da vez á fiues del siglo XI, y la que exlste ac-
tualmente, de bella arquilectura gótica, prin-
cipió á construirse en 4474, contiuuando la
obra hasta 4704 en que se concluyó la seguu-
da torre, que es dondehoy se hallau las cam«
panas. Tiene ademas cuatro parroquias: Santa
Maria, hijuela de la catedral, con el anejo de
Santa Coloma; San Bartolomé; San Julian, con
el anejo de San Miguel, y San Andrés: las cua-
les son anteriores en su fundacion al siglo XII,
y aunque dc buena fábrica no merecen espe-
cial mencion.
Esta poblacion se halla hermoseada por al-
guQos paseos, coroo el de la Alameda y otros;
contándose como priocipal entro ellos el lla-
mado Nuevo 6 el Jardin, que se halla dentco
de sus muros; cs un cuadrilongo situado al
Orienie en el paragc mas elevado del muro,
de uuas 4 50 varas de largo y 44 de ancho. las
muralla que cercan lo ciudad están entera-
mente derruidas, contáodose en ellas cioco
puertas de ^rco para entradas de la pobla-
CÍOQ.
Término, CoDfloa esta ciudad coo los
ayuntaroientos de Carneros y Briroeda al N. ;
COQ los de San Justo y Nistal al E. ; con los de
Picdralba y Celada al S., y con los de Yaldc-
viejas y Val dc San Lorenzo a! 0. La cabida de
su lérmÍQO eo fanegas, es de unas 2.600.
Calidad y circunstancÍAS dcl ttrreno. Todo
es llano, á no ser unas pequeúas porciones
denoroinadas el Ciervo, la Lomba y Barrero-
Blanco: lo hay flojo, secano y de huerla; to-
dos en su clase bastanle férliles. De primeru
calidad pucdeu calcularse unas 4,000 fanegas.
Producciones. Abuudan el trigo, la ceba-
dii, cl cculcuo y garbaQ?os; y cn mcnor csc^-
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974
ASTORGA— ASTRINGENTES
m
la los guisaDlofl, lentejas, cañainoiies, Hdo,
patatas y Dabos.
¡ndmtria y comercio. Redúcese á la fábrí-
cacion dealguDas telas de lieDsocomDD, eD lo
cual se empleaD udos trcinta lelares. El co-
mercio se reduce á la importacion de paDOs y
otros géDeros de seda, laaa, leDcería para el
consumo del pais, y á las del cacao y azúcares
qne se introduceD de CDCDta de ios fabricaDtes.
Ferias y mercados. Los martes de cada se-
maua se celebra dd mercado, y el 24 dc agos-
to una fería.
Fiestai, La de Santa Marta, patrooa de
Astorga, la celebra ei ayuDtamieDto para ma-
yor solemDidad, cd virtud de bula, la cuarta
dorainica de agostü ; y la de Santo Toribio de
Liébana, que es el patron del obispado, el lu-
nes de.la Pascua de Resurreccion.
Poblacion. Guenta 1a ciudad de Astorga
con 4,472 liabitantesy 634yecinos. El partido
judiciai, quees de ascénso, comprende 450
pueblos con 7,774 vecinos, y 33,523 habi-
tantes.
Historia. Ocúltdse cl origen de esta po-
b^acion en la oscuridad de los siglos anterio-
res á la historia, y al presentarse en esta con
el nombre de Asturíca, es ya flgurando como
cabeza de una república llamada de los ama"
C08. Augusto la concedió el apellido Augusta,
Piinio la califlca dc ciudad magniñca, y dic^
estaban adscritos á elia los vardulos y los
cautabros,
Su nombre de Asturica vino á decirse As-
torga cuando fué elerada á silla episcopal en
tiempo de los godos. Los historiadores que
refleren haber mandado Witiza la demolicion
de las fortalezas de casi todas las ciudades de
sn reino, cuentan las de Astorga entre.las que
no sucumbieron á esta disposicion, por con-
flanza que tuviera dicho rey en su fldelidad ó
por resistencia que opusiera á su mandato/
Yeremundo, hermano del rey Alfonso, se
hizo soberano independiente, el año 873, en
Astorga bajo la - proteccion de los musulma-
nes, despucs de haber escapado ciego de
Oviedo, donde con sus otros herraanos sc ic
sacaron los ojos por la trama dc muerte contra
el rey de que se les casllgara. Kn esta l)obla-
cion se manluvo sicte años, hasta que fué
precisado por Alfonso á huír y guareccrse en-
tre los sarracenos. En Astorga fué donde cn-
cargó Alfonso á su hijo el ejército contra los
musulmanes en 984, y fué una de las ciuda-
des de quo sc apoderó Almanzor en este mis-
mo año, aprovechando las desavenencias de
los crístianos, el cual derríbó sus mnrallas.
Esta poblaciou sufrió varíos sitíos, de ios cua-
les tríunfó siempre, hasta que en el sitio que
le puso Alvar Perez Osorío, tuvo que ca-
pitular, no sin habersc defendido con dc-
noedo pormucholiempo. En4844 fué recon-
quistada por los fiaDceses, de cuyo yugo se
libertó en 4842. En csteúltimo sitto súfríeron
sus habitantes lodos los horrores de ia goerra,
y en preroio de su valor y constancia ddíó esta
ciudad á sus titulos de noble y Ual el dc be-
nemérita de la patría; y para inmorta'izar la
fama que adqoiríera en tan famosa lucha, se
la concedió Ja ereccion de nn monumento en
laplazapiíblica.
Despoes, en las goerras civiles que taoto
nos han aflígido, Astorga no ba vuelto ¿ suífir
desgraoia alguna procedente de fQena ir-
mada.
Hacc por armas la ciudad de Astorga, qdi
rama de roble, como simbolo de sa forúleza.
Historia eclesiástica. A mediados dei si-
glo XIII preséDtase ya esta dadad con plebe
crístiaDa perfectameDte orgaoizada, con miem-
bros eclesiásticos y cabeza pastoral, cuya dig-
nidad pontificia establecida anticipadimente,
supone una crístiandad mas antigaa; tenieodo
su origcD muy cerca la predícacion de los
apóstoles.
Obispoflo, EI de Astorga es snfragáDeo del
arzobispado de SaDtiagp, y coDfloa cod las
diócesis de Oviedo, de LeoD, de Zamora, de
Braganza (Poríugal), de Orease y de Lago.
El clero catedral coDSta del Illroo. senor
obispo, de trece digoidades, veiDte y dos ca-
DÓDigos, diez raciODeros caatores, ao roaestro
de capilla, doce capellaDcs de coro y demas
sirvíeates aecesarios. Por las sinodales de
esta diócesis está mandado que en cada par-
roquia baya un sacrístan, peroson may pocas
las que ie tienen por falla de recursos. Tam-
poco se conoc^n en ella niDguna capilla ni
ermíta de propiedad del Estado, siendo todas
las que hay de patrunato particular.
ASTRAGALO. {Diversasacepcianei.) *A8xpá-
YaXoc
Anatomia, Ilueso del pie, sitnado en la
parte superior y medla del tarso, y unldo por
medio de uoa aríicolacion al hueso de la pier-
Da, de modo que su paríe media cstá enclava-
da eDtrelosdosbuesos del tobillo. Elastrága-
lo del caraero es el que los niños emplean en
el juego de la taba.
Botánica. Géoero de plantas dc las fa-
milias de las legumíDOsas que cueDtao Dume-
rosas especies eatre las cuales hay algoDas
que dau la goma Iragacanta.
Arquitectura. BaquetiUa que une el capi-
tel á la columaa; moldura que se eDCoeutra en
el arqailrabe. El aslrágalo está labrado aJgo-
nas veccs en bolas ó cueotas dc rosario re-
dondas ó ovaladas; así es que los operarios
lellaman frecuentemenle rosorto. La caña de
la columna está unida al aslrigalo por roedio
de una rooldurita que tiene ia forma de un
cuarto de círculo cóncavo con on fllete enci-
raa. Parece que este adorño fué eropleado en
los roonuroentos roas antiguos.
Artilleria. En los cañones se da cl nom-
bro de aslrágalo á un cordon ó fllete qoe ador-
na la pieza A dos ó tres decímctros de la en-
trada.
ASTRlKGEIíTES. (Medicina,) Dzoitringtre,
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AáTWNGEfíTES-AáTBOLOGlA
974
estrechar. Asi se Uaman los medicamentos qne
Caosan aoa eapecie de crispacion en las par-
tes con lascuales sc ponen en contacto, y que
disminuyeu las evacoaciones estrechando ó
constriñendo los oriflcios por los coales se
Yeriflcan. Losaütringentesaplicadosal esterior
se llaman mas particularmente eslipticoÑi los
cuales tienen en gencral una accion mas enér-
gica que los astringentes que se adminlstran
al interior. Los tónicos son astringentes en dó-
bil grado.
Los astrigentes prínclpales soq los ácidos
muy diluidos, las sales de plomo y de alom-
bre, los preparados del hierro, el tanino y el
ácido agállico, y por c^nsiguiente todos los
f egetales ó productos de los vegetales que tie-
nen estas dqs sustanclas, como la nuez de aga-
Uas, el cachuude, la goma trioo, un gran uú-
mero de corteaas y de raices, ios membri-
llos, etcetc.
ASTROLABIO. (Astrofmnia y marina.) Ins-
trumento en forma de planisferio. El astrola-
bio represenla los prindpales circulos de la
esferu ccleste, «obre el plano de uno de sus
circulos máximos. Consiste en un disco hori-
zontal de metal, graduado en su circunferen-
cia, sobre el cual están montadas dos alida-
das, armadas dc pinulas ó antoojos, nna flja y
otra movible» por cuyo medío se obliene 1a
mcdida exacta de cualquier ángulo. Gon este
instrumento, que fué muy útil en otro tiempo
á los astrónomos y navegantes, se reBolvian
mecáuicamente casi todos los problemas de la
trigonomctria esféríca; pero ya es solo un ob-
]eto de curiosidad, aunque aplicable á opera-
ciones simplemente geométricas. So uso cn la
navegacion, dicen, foé debido á los médicos
Rodriguez y José, grandes matemáticos, á
quienes Juan II, rey de Portugal, habia invi-
tado para que iostruyesen ¿ sus pilotos en su
manejo, con el objeto de aplicarlo ¿ la n¿uti-
ca. Sus lecciones fueron seguiuas de tal snceso,
qne por su modio llegaron losportugueses mas
all¿ dcl Ecuador, y Jaime Canuto descubríó cl
reino del Congo.
El priroero y mas célebre de los astrola-
bios fué cl de Hiparco, eu Alejantfría, qulen
verincó con su auxilio varías observaciones
astronómicas, llegando ¿ descobrír 4 ,022 es-
trellas fljas. Ptohmeo, que lo empleó con el
mismo objeto, hizo en él importantes modifi-
caciones. Siu embargo, cl astrolabio de los
astrónoroo?, do ora cual convenia ¿ los nave-
gantes. Rstos io simpllflcaron varíando su for-
ma; lo osaban snspendiéndolo por on anillo, y
á pesar de lu imperfecto de su constroccion se
vaiían de él para tomar la altura. Andrés Gar-
ciü, cl padre Foumier y ei padre DeschaUes,
han escrito particularmente sobre el astrola«
bio marino.
ASTROLOGIA. Nombre formado tlel gríego
«CTpov, y XoYu<; discorso, deberia signiflcar,
slguiendo el scntido dosu etimologia, clc^no-
cimiento del cielo y de los astros; esto era lo
que signiflcaba en su origen; pero despues el
valor de esta palabra ha cambiado: sc ha dado
el nombre de astronomia ¿ la verdadera clencia
de los aslros, y bijo <^t nombre de astrologia,
Y especialmente astrologia judiciaria, no se
ba desigoado mas que el arte embüstero de
predecir el porvenir por el aspecto, situacion
é influencia de los cuerpos celestes. £1 origen
de la astrología se reroonta ¿ la maypr anti-
güedad, y se une intimamente al de la astro-
nomia, quo indudablemente le debe sus pri-
mcros progresos. La opinion comnn es que
nació en Galdea; sin embargo algunos autorcs
la creen oríginaria del Egipto, y en efecto,
gracias ¿ las infatigables investigaciones de
un horobre, cnya pérdida lamentan las cien-
cias amargamente, monumentos cuyo inmuta-
ble testiroonio no puede ponerse en duda,
prueban hoy de nn roodo incontestable quc
este antiguo error del género humano existia
en Egipto en los mas remotos tiempos. Aludi-
mos ¿ las Tablas de la saltda de las constela^
ciones en todas lashoras de cada mes dd año,
descubiertas eu la tumba de Rhamses V, por
Mr. Ghampollion, el menor, y en las coales se
puede ver, como en la astroíogia moderna, la
influencia ejercida sobre las diferentes partes
delcuerpo porcada constelacion. For lo demas,
Diodoro de Sicilia dejó dicho ya que habia
grabada una tabla seméjante de ia salida de
las constelaciones y de su influencia, sobre el
famosocirculo de oro de la tumba, de Ozyman-
dias. Desde el Eglpto, la astrologia pasó ¿ Gre-
cia y desde alli ¿ Italia. Los romanos, cuya
reiigion consagraba la ciencia de los augures,
eran necesarlamente inclinados h¿cia las creen-
cias astroiógicas, las profesaron con ardor;
pero parece que en mas de una ocasion los
adeptos ))icieron un abuso escandaloso del po-
I der qoe ejercian sobre cl ¿nimo del vulgo,
pues los emperadores, por edictos rcpctidos,
creyeron deber desterrar de Roma ¿ los astró-
logos ó ¿ los matem¿ticos, como entonces se
los Ilamaba indistintamente. Despues de la cai-
da del imperío romano, cuando las invasiones
de los b¿rbaros hubieron destruido en Europa
todoel poderintelectual, las tradicioncs astro*
lógicas, como todas la ciencias de la misroa
clase, fueron cuidadosamente recogidas ycon-
servadas por los ¿rabes, que no cesaron nunca
de confundirla.s y de cultivarlas simult¿nea-
mente.Las trajeron consigo¿Espafia, y cuan-
do ¿ floes del siglo XII empezaron ¿ disiparse
las tinieblas de la barb¿rie en que estaba su-
mido el resto de la Europa, con los ¿rabes es-
pañoles fué príncipalmente adonde fueron
¿ estudiar los hombrcs de geoio que querian
reanudar el hilo de los altos conocimientos
humanos roto desde hacia tanto tiempo, y de
alli trajeron el gusto por la astrologia Judicia-
ría, qoe con la astrooomía, la medicina y la
ciencia de los nombres formaban entonces un
todo, por dccirío asi, inseparable. Si sc estra-
ñase qoe tales bombres hubieran podido dar
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975
ASTROLOGIA
m
sinceramenle fé á leorias, cuyo absurdo nos
es hoy tan evidente; si fuera preciso esplicar
deque mo^to pudieron nacer y perpetuarse
tanto Uempo en el espíritu bumano las vanas
crcencias de la astrologia, se podriaresponder
on Bailly que los astros, y particnlarmente el
sol y la luna, tienen una inflooncia tan direc-
ta, lan innegable sobre las estacicnes, latem-
peratura y la fecoudidad de la tierra, que era
nalural pensar que todos los astros habian si-
do creados solo por su rclacion con los hom-
bres, y con el globo que habitan, y que pues-
to que tenian influencia sobre la tierra, debinn
tenerla ignalmente sobre las costumbres de
los bombres en general, y de los individuos en
particular. «?or otraparle, diceVoUaire, laas-
trologia se apoya sobre bases mucho mejores
3ue la m¿gia. Porque si nadlc ha vislo duen-
e$, ni brujas, ni demonioSf ni espiriíus ma-
lignos, se ha visto á menudo cumplirse las
predicciones astrológlcas. Si de dos asfrólo-
gos consnltados sobrela vida de un niño, dice
el QDO qoe llegará á ser hombre, y el otro que
no; si uno anuncialluvia, y elotro bnen tiera-
po, es claro que habrá im profcta, y aun pres-
cindiendo de esta alternativa, pueden no tener
el don de engañarse siempre. » Nuestros lec-
toresverán sin duda con gusto que les espon-
gamos sucintamente algunos de los principios
dc una ciencia á la que han concedido toda su
conflanza Graso, Pompeyo, Gésar y tantos
hombres grandes, en los tiempos antiguos y
modemos. Las reglas de la astrologia, que se
pretendian sacar de la naturaleza de las cosas,
eran en el fondo absolufumente arbitrarias;
estas reglaSy pocas en un principio, no tarda-
ronen complicarse: cada uoo delos miembfos
del cuerpo humano foé gobemado por nn pla-
neta. Ei mundo y los imperios esluvieron
igualmente bajolainfluencíade las constela-
ciones. Seve en los admirables secretos de
Alberto el Grande, de que modo Saturno do-
mina sobre la vida, ias ciencias, y los edifícios:
el honor, los dcseos, las riquezas, la limpicza
en el vestir dependen de Júpiter, Marle ejercc
su influcncia sobre la gucrra, las prisiones,
los matrimonios y los odios: el Sol esparce con
sus rayos la esperiencia, la felicidad, las ga-
nancias y las herencias; las amistades y los
amores proceden de Venos: Mercurio envla las
enfermedades, las pérdidas, las deudas , pre-
8ide al comercio, y a1 mledo; la luua domina
sobrc las heridas, los sueños y los robos. Los
dias, los colores, los metales estáii igualmen-
te sometidos á los planetas: el Sol es benéflco
y favorable: Júpiter templado ybenlgno: Marte
ardiente: Venusfecunda y benévola : Mercurio
inconstante, y la Luna melancólica. Las cons-
telaciones tienen del mismo modo sos cualida*
des buenas ó malas. Los astrólogos miraban
como uno de los principales misterios de su
ciencia la virtud de las casas del Sol. Para
construir estas casas, hacian una prímera di-
TiMon del dia en cuatro partes, separodas se-
gnn creiau por los cuatro pontos angulares, e3
decir, por 1a salida del sol, el medio del cielo,
e! oiccidente y la parte ioferior del cielo estas
cuatro partes, subdivldldas en otras doce. son
las qiTe se llaman las doce casas. Lo peor es,
dice Mr. FernaDdo Denis, del coal tomanos
esta deícripcion de los misterios astrológicos,
qne las propiedades dc estas diferentes casas
varian segun tos pueblos y los aulores. Tolo-
meo y Heliodoro las consideran de dos mane-
ras contrarias: los griegos, los egi pcios y los
árabcs, no las ven dc im mismo modo.
La operacion mas importante, y ai mismo
tiempo la mas comun de los astrólogos con-
sistia en formar un horóscopo. He aqui de que
manera lo haclan por lo regular. Despues dc
haber examinado atentamente las constelacio-
nes y losplaneias que regian en el cielo. com-
binaban las consecuencias indicadas por sos
virtudes. Tres signos de 1a misma especie en-
contrados en e1 cielo, formaban el ctspecto
trino, que se repulaba favorable; eí aspecto
séstuple era mediano y el aspecto cuaarado
malo. Olras veces el astrólogo,«despoes de ha-
ber hecho doce friángolos, ya enfrc dos cua-
drados, ya entre dos círcnlos pnestos uno den-
tro del otro, y de haber buscado el estado del
cielo en ta hora en qne lapersona habia naci-
do, profefizaba las consecuencias que se des-
prendian de 1a combinacion de los planctas.
Para comprender mejor este último método,
vamos ¿ copiar uno de aquellos famosos cna-
drados ustrológicos, cuya disposicion variaba
probablementc á voluntad del astrólogo.
4. Casa de vida.— 9, de riquezas.— 3, de
hercncia. — 4, de bienesmatrimoniales. — 5, de
legados y donaciones.— 6, de disgustos y en-
fermedade§. — 7, del matrimonlo yde las bo-
das,— 8, del espanto y de la moerte. — 9, de 1«
religion y de los vlages.— 4 0, de los empleos
y de las dígnidades.— 4 4 , de los amigos.— 19,
de la prislOD, y de la miscria violenU.
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977
ASTROLOGIA— ASTRONOMlA
978
Darante el sigto XYI fué cnaDdo la astro-
logia Jodiciaria adqiiirió todo cl desarroUo de
qtie era suscepHble. Ademns de los cuadrados
de la iclase del quo acabamos dc representar,
babia adoptado una multitud de sigoos de ori-
gen orieotal, qne formaban ana especle de al-
fabeto de idioma particular, cuyo conocimíeoto
exigia largos y profundos estndios. Pero en to-
dos tiempos ios que iian cnitiTado esta vana
clencia (y hav entre eilos mas de un hombre
de genio) debieron encontrar ámplia recom-
pensa de sus trabajos en la inmensa influencia
qae se les concedió siempre» aun en ios tiem-
pos mas oercanos al nuestro. En la antigüedad
los hombres masilustres y mas instruidos pres-
taron fé á las predicciones astrológicas. En las
épocas modornas, para citar algunos ejemplos,
Ciríos y de Francia, llamado el Sábio, era de
tal manera aflcionado i la astrologfa, que funr
dó nn colegio para que se enseñara públíca-
mente en él esta ciencia, y colmó de beneflcios
á maese Gerrais Chretien «médico y astrólogo
aoberano del rey Cirlos Y,* seffun laespresion
deSimon dcPhares, en sn Catdlogodelos prin-
cipalesastrólogoB de Francia, Estas disnosi-
ciones fucron conflrmadas por una bula del pa-
pa Urbano V, que lanzó pena de escomunion
contratodo el qne ae atreviera i sacardeaquel
colegio los libros y los instrumcntos que ser-
vian para las oi^eraclones astrológicas. Matias
Corvino, rey de Huogria, no emprendia nada
sin haber consultado i los astrólogos. Lnls Es*
forcia, duque de Milan, se guiaba tamblen por
sus couaejos. Luls XI dobló la cabeza ante sus
sopuestos oriculos. EJercieron estos tal influcn-
cia sobre Catalina de Médicis, que por la
prediccion de uno de los muchos astrólogos
qne habia traido de Italia, abandonó las Tuile-
rías, ((ue acababa de constniir con grandes
gastos, 6 hizo ievantar el palaclo de Soissons,
en donde erigió una columna observatorio que
existe aun en aquelia ciudad Junto al mercado
dc trígo, y en ia cnal interrogaba i los astros
sobre sus destinos futuros. Estos ejemplos de-
bian hacer gran impresion sobre ia multitud.
Asi que cuando Stoffler, uno de los mas famo-
sos matemiticos de Europa, predijo por la ob-
servacion de los astros un dtluvio universal
para ol mes defebrero dc 4524, todos los puc-
blos de Asía, de Europa y de África quc oye-
ron hablar de esta prediccibn, quedaron cons-
terñados. Todos, i pesar del arco iris, espera-
ban un nuevo diluvio. Yaríos autores contem-
porineos cucntan que los habitantes de las
provincias marítimas de Alemania se apresu-
raban i vender á vil prccio sus tierras i per-
sonas que se aprovccharon de su credulidad.
Todos se proveian dc on barco como de nn
arca. Un doctor de Tolosa llamado Auríol, hi-
zo construir una inmensa para él, su familia,
y sus amlgos. Las mlsmas precanciones se to-
maron en ana gran paríe de Italia. Al fln Ilegó
el mes de febrero, yno eayóuna gota de agua^
Jamis hubo mes mas seco, v «"•»'•» «^* ^eron
VJ4 iuiiuuTiSG<\ mui
mas apnrados los astróldgos. Sin embargo, no
fneron por esto abandonados ni despreciados;
pues casi todos los prlncipes, ann los mas
ílustrados, continuaron consnltindolos. Enri-
que lY mandó al famoso Lariviere , su priroer
médico, que hiciera el horóscopo del Jóven
princlpe, que despaes se llamóLuis XIII. EI ce*
lebre doqne de Walstein fué uno de los mayo-
res ñiniticos por las quimeras astrológicas.
«Corao se llamaba príncipey dice Yoltaire, creia
que el sodlaco se habla. hi'cho espresamente
para él. No eitiaba nna ciudad, no empefíaba
ana batalla siao despnes de haber celebrado
sn cons^o con el cido. Pero oomo aquel gran-
de hombre era muy fgnorante, habia estable--
c4do por gefe de su consejo i nn bríbon italia"
no, llamado Juaii Bautista Seni, al qne pagaba
uo carruage con seis caballos, y daba el valor
de 26,000 libras de pension. Jnan Bautista Se-»
ni no podo prever nonca qne Walstein sería
asesinado por órden de su gracioso soberano
Feroando, y que 61 regresaría i pie i Itaiia.»
Hombres, cnyo caricter parece que debia ha-
cerlos superiores i esta supersticion , como
Richelieu y Maiaríno, consoltabaD i Juan Mo*
rin en calidad de astrólogo, y en algnnas roe-
morias sobre la Rusia se ve qne la ulrología
tuvo parte alg o despues en las decisiones por
que se gobemó aquei imperío. Hasta e1 sigio
pasado ^o dieron i la astrologia los progresos
de las cieoeias, y con especialidad de la fllo-
sofia, un golpe dei que nose ha ievantado: lan
cierto es csto, y tan general era todavia el
crédito que se daba al poder de las clencias
ocultas i flnes del siglo XYII, que cuando en
4666 Colbert fundó la Academia de Ciencias,
creyó que debia prohibir esplicitamenle i iot
astrónomos que se ocuparan en la astrologia
Judiciaria, y i los quimicos que buscaran la
piedra fllosofal. En los momenlos actuales es
todavia honrada ia astrologia en China, enPer-
sia, y en casi todo el Oriente. Aunque la doc-
trina de Mahoma le es contraria, cuand<) se
trata de empezar una guerra, el cieloesel pri-
mer libro que se consulta, y en una de las últi-
mas guerras de la Turquia contralaPersia, esto
era lo que constituia el objeto de ia mayor par •
te de las cartas dei sultan al gran vi5ir.
ASTRONOMIA. Determinar las leyes del mo*
vimjento de los cnerpos ceiestes, sus distan-
cias reclprocas, sus dimensiones y su consti-
tucion fisica, laics el objetode la astrooomia.
Abraza el univtírso y compreiulo pnp consi-
guienle el estudio áe la Tierra, ese giübo que
nosparece lan grande, y quc sin embargo no
es mas qne uu ijunio matcriai ou la inmensi-
dad que nos rodea. ¿Qiié es en efecto un diá-
metrp do 3,000 leguas qiie liene nnestro pl*-^
ncLa, comparado con la üístancia que
para de las estrellas , distancia
22.000,000 000,000 de leguas
pr6xima? Como la aiayor parte de
nas cstán poco acostumbradas á
valor de los uúmcros muy grandi
T. III. Ci
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979
ASTRONOMIA
980
nxejor áe üar una idca dc csa distancia es dc-
cir que la luz, que anda 77,000 leguas porse-
gundo, emplea 40 añosparallegardesdedicba
cstrella bhsta ncsotros, ó ea otros términos si
esta estrelia ilegára á apagarse, la veriamos
todavía en el cido durante los 40 años si-
guientes á su desaparicion. EI bombrc se ano-
nada con el exámen de estoa becbos y se ve
obligado á reconocer que bay un ser superior,
cuyo poder es inflnito.
Pcro si el estudio de la astronomia puede
dar una idea dd poder del Griador, conducc
tambien ¿ demostrar basta donde pnede iiegar
In inteligencia del bombre. ¿No es, en efecto,
sorpreudente que bayamos podido determinar
cl volúmen y la deusidad del Sol , de la Luna,
de la Tierra y de los demas planetas, cuando
se considera que la Luna, que es el astro mas
cercano ¿ nosotros, est¿ ¿ 96,000 leguas de
la Tierra, y qne Urano no e8t¿ jamás ¿ roeuos
de 626.000.000? ¿No es una maraviila dc la
inteiigencia bumana que bayamos logrado un
conocimiento tan exacto de los movimientos
dc los astros y que sin verlos podamos indicar
con certidumbre el lugar que precisamente
ocupan en el cielo en un instante dado?
La astronomia es, sin contradiccion, la que
entre todas las ciencias naturales ba llegado
al mas alto grado de «xactitud ; pero solo de
cuatro siglos ¿ esta parte ba sido cuando ba
hecho grandes progresos, gracias ¿ los csfuer-
aos reunidos de los hombres de ingenio que se
han sacedido durante este perlodo.
Cuestion mas curlosa que úlil seria averi-
gnar como nació la astronoroia. La historia de
los primeros bombres quc ban habitado nues-
tro globo est¿ cnvnelta cn tinieblas impene-
trables, y por consiguiente no puede servimos
de guia cn esla invesligacion: con lodo, si nos
limitamos ¿ conjeluras, debemos pensar qiie
las primcras nociones que los hombrcs ban
tenido de esta ciencia, han procedido de la cn-
riosidad y quc las necesidades de una civili-
zacion mas avanzada favorecierun despucs su.s
progresos. En efecto, cuando los hombrcs v¡-
>rian del producto dc su cazu, sus necesidades
y sus h¿bitos Ics bacian sin duda indifercntes
¿ los fenómenos que ocurren en el cjclo; pero
'cuando pasaron dei cstado de cazadorcs al de
pastores, sus nuevas y mas tranquilas ocupa-
cioncs debieron llevarlos ér 1a conteraplacion
de lo» astros, pudicndd hacer eutonces alga
nas observacioncs groseras; raas adclante en
íln, roultiplicándose las necesidades del honi-
bre, se vió obligado para satisfacerlas ¿ en-
tregarse ¿ los trabajos dc la tierra, y el inle-
rés qnc tonia en conocer la vuella de las cs-
tacioncs, le condujo ¿ estudiar los movimien-
tos dcl sol. Desde esta época empezó solamen-
tc la astronomía ¿ ocupar su lugar enire las
ciencias.
Reroontándonos tan solo ¿ 3,000 años an-
tos de Jesucristo, es como poderaos enconlrar
las buollas dc la astronomia enlre los cgip-
cios, caldeos, indios, chinos y t¿rlaros; pero
ya la ciencia se haliaba en el estado de hecbo
adquirido, y los pueblos donde existia igno-
raban como bubian ílegado sus padres al co*
nocimiento. de las nociones que les babian
trasmitido. Lo que bay de cierto es que tos
pueblos mas antiguos conocian los siete pla-
netas, el Sol, la Luna, Marte, Mercurio, /tí-
piter, Venus y Satumo, puesto que dieron sa
nombre ¿ los sicte dias de la semana. Igual
aplicacion se encaentra enfre los chinos, in-
dios y egipcios, y es curioso que hayaD con-
servadotodos el mismo órden, sin qüe hasta
ahora se haya podido descubrir sobre que est¿
basado. Este hecho parece índicar que sos
conocimientos astronómicos les ban sido tras-
miiidos por un mismo pueblo mas antigao
quc ellos, y es probable que ese pueblo que
de lal modo comunicó sus conocímientos á los
demas, habituse en el Asia, porque enesta par-
te dei roundo es donde mcjorse ha cooscrvado
la astronomia; mas en aquellos tiempos remo-
tos en quc no sc conocia la escritura y qoe
los bombres no tcnian para trasmitir sus co-
nocimientos otro medio que la tradicion y loa
geroglíflcos, se concibe muy bien quc las tra-
dtciones alteradas ó los gerogltflcos mal io-
terpretados bubicsen dado lugar ¿ Dnmerosas
f¿bulas que se refieren ¿ los fenómenos astro-
nómicos, y para no citar mas que algunas d¡-
renios que Hércules era el simbolo del Sol y
sus docc trabajos los doce signos del zodtaco.
Las nueve musas reprcsentaban los nueve mc-
ses del año durante los cuales trabaja el hom-
bre cn la tierra, y las tres Gracias los tres me-
ses dcl dcscanso, del amor y del placer.
Hemos dicbo que cn Asia fué donde se
conscrvaron raejor los conocimienlos aslronó-
miros; |)ero no por esto se dcbe inferir que la
astronomia ba hecho grandes progresos ca
aquella vasta porcion de la tierra. Los indios y
los cbinos son pueblos poco progresivos, y
apenas han avanzado en el largo perlodo de
cuatro ¿ clnco mil años.
Los indios tuvieron desde época mny leja-
na conocimientos bastante cxactos sobre esta
ciencia; asi, por ejemplo, habian medido la
obl¡cu¡dad de la eclíptica y fijado la duracioa
dcl año en 365d¡as, 6 boras, 34 ' 4 5'', loquees
muy aproximado ¿ la verdad, puesto que se-
gun los c¿lcuIos mas recientes, el año medio
se compone de 365 dias , 6 horas, 48', 49"
y 7'". Los bramas conocen el gnomon , y
por medio de cste instrumento determinan \¿
latltudes y oricntan muy exactaroente sus pa«
godas h¿cia jos cuatro pnntos cardinalcs. Eo
fln, calculan pronto y con bastante exactitod
los eclipses, el di¿metro del Sol y el de la La-
na; pero al lado de cstos conocimieDtos adml*
ra ver nna ignorancia lan profunda de las caa-
sas y tan groseros errores: creéo, por ejem*
plo, que hay nueve planetas, los siete qoe ya
bemos citado y otros dos, qne miran como
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1)84
ASTRONOMIA
983
4iBgone8 InviBiMes, y qae son los qvta proda-
oen los ec1if>86i.
Eo Chioa, Pjohi, que segiín U bís4ori8, co->
menzó U séríe de los emperodores en 2952
116O6 aflles de Jcsuorlsto, 60 dedfcA o1 cMudío
de los fenóinofios celestcs; se pretcude quc
formó ias Ubla'^ nstronómieas. Por otra parte
es «qiiella ópoca lenlau ya los cbfnos nociones
bufante aTBnsadas sobre la d1ob& óiencia,
paesto qae conoeian la época de los solsticios.
Boang-U, que reioó en 2697 antes de Jesa-
erísto, Intentó un instmmento qae, segan
dicen los bistorladores, podia dar los cuatro
pimtos caixMaales sin mirar al cielo; este
iQStraraento es sin duda la brújula. En e) rel-
nado úe€hoU'kang{%^B9 antes de Jesacrislo),
bobo an ecllpse, el prlmero de qae hace men-
eion la btstoria, slendo notable por cuanto ba
permitldo comprobar la exactitud de la cro-
nologia cbína. Desde Fohi hasta 500 años an-
tes de Jesuoristo tuvieron los cbinos en gran
aprecio ¿ la aslronomia; pero despues de aque-
ib época fué desculdada, y aon et año 246
antes de Jesucristo niandó quemar cl eropera-
dor todos los Hbros de biütoria y de astrono-
mia; stn embargo, poto tlempo deepnesres'
lableeió iíeoa Pang las obsenraciones astroitd-
micas.
La blstoria de la astronomia entre los cbl-
1100 ofrece poco intéres, á caasa del curáeter
emioentemcnte estaeionario de aquel pueblo;
pero I06 pocos becbos qne bemos citado
bastan paru demostrar qne en una época muy
remota tenian Eol>re esta ciencia conocímien*
tos que refHlan una ciTilizadon bastante
avanaada. Coando losjesuitas peoetraron en la
Cbifia tmportaron alli los conocimientos euro-
peoi; pero despues de sa espulsion volvieron
á caer los cbinos cn su primera ignorancia, y
«wntinuan considerando ios fenómenos astro-
Btoicoe como signoe de la voluntad celeste;
dan gnmde impoiiancia ¿ los ectlpaes y acom-
pañau SQ aparicion oon maltitnd de ceremoniaB
ridicBÍaa, y aun cuando losliombres instrui-
dos conooen ya la caosa de ostos fenóroenos,
Do por eao ban rennnciado ¿ esfas ccremonlas,
loeual se atribaye alrespeto profundoqtie He-
uen ¿ los antigaos naos.
Los caldeos fueron célebres en la antigUe-
dad por sns conocimicntos en la astronoroia;
Eubian, en efecto, pcedecir los ecJipsesde Lana
y teaian idoas may eiactac sobre los cometas,
poeste qoe los consideraban como estrcllas
erraDles ó planelas. Es probable tamblen que
iMtfoiesen medido el globo, pues decían qiie
seria preciso un aüo paradarlavuelta al mun*
do caminando sin delenerse, lo que es mny
aproximado ¿ la verdad. Sin embargo, espl¡>
rai;an con imperfeccion y tenian una idea
muy falsa sobre la luz de la Luna, pues creian
que este aatio era la mitad oscuro y la mitad
Inminoso. Se cree que Bdofbéel iuTenlor de
kk ostronomia en Caldea.
ncrmds, caldeo, pasa por haber importado
en Etiopia b¿cia el año 3360 antes de Jesu-
cristo, el conocimiento de la astronomia, sien^
do Atlas ¿ quien se atribuye la inveacion dé
la esfera, de donde nació la fábnla de Atlas
cargado con el peso dcl cielo. E1 aoo rarió
cunsiderablemente entre los egipcios, por lo
que es muy dificil sa cronologia: tuvieron añoá
de dos, euatro y seis meses; sin embargo, se
reílere que desde tiempos 1é]anos dieron at
año 360 dias; pero interesados como estaban
en conocer la daracion exacta del año ¿ cansa
de las innndaciones del Nilo, obáenruron muy
pronto que el periodo de 360 dias no corres-^
ponde exRctamente ¿ üna revolncion completa
dei Sol, y ia agregaron cinco dias que faeron
llamados epagomenes, Ifas adelante añadieron
otro dia mas. Por otra parte es Incontestable
qne conoclan la marcba del Sol, puesto que
Scbemschit inauguró la construccion de Per<*
sépolis el dia mismo en que el S0I enfraba en
el signo de Aries y comenzaba un período as-
tiondmico. Todo el mundo sabe que las pir¿-
mides de Egipto est¿n orientadas b¿cia I08
cualro puntos cardinales. Los obelisoos que
abundaban tanto en aquel pais servian de gno-
tnos. Los egipcios hicieron ademas uso de es-
tos ioslrumentos desdemuy antiguo, asi como
de las clépsidras. Sabian que la lierra es rc-
donda, y conociao la causa de las fases y de
loseclipses de la Luna. El misterio de que se
rodeaban los sacerdofes de Egipto, pudo bacet
crecr por algun tiempo que eran may sáijíos
en astronomia; pero lioy es cosa averiguada
que no estaban mas adelanlados que ios demus
poeblosdela antigüedad, y loquesin dnda
rontribuyó á cxagerar su reputaoion, fbé cjuc
eran los'maestros delos íllósofos de ia Orecia.
A prlncipios de nuestraera, 1a astronomía firé
descuidada en Egipto.
Ilemos pasado ona rápidarevista ¿ los puc-
btos mas antlguo.^; vamos ahora ¿ dar^cono-
cer los idcas emitidas sobre la astronomia por
los prtncipales fílósofos de la Greciu,
La astronoroía enlrc los griegos es rauy
reclente, pues solo data del siglo XIV anies de
Jesncristo. Aicco ^despucs Hércolcs), fOéelque
les ilevó el cooocimiento de la esfera; ya he-
raos diclio nmsarriba como esta inveDCiuiJ di6
lugar ¿ la fábnla de los docc trabajos de Hér*
cules. Aimqne importada del Asia esta esfera,
fué por roucbo'tlcropo iroperfecta, y hasfaef
tiempo de Ilesiodo no fué reformada, dándola
cntonces doce meses de treinta dias cada tmo,
con un mes Intercalar cada dos afios. Aun asi
esle año cra muy inexaclo, sin erobargo, se
cooservó hasta el tieropo de llorodoto; Solon
remedió el mal, introduciendo el uso de los
mescs de ?9 y 30 dias alternalivaroente, si
bien eela correccion fué adoptada solamente
en Atenas.
El pi inicr astrónoroo que produjo ia Grecia
fuó Taies de Mileto, que nació el año 644 antes
de Jesucristo. Bste fllósofo pas(^ ¿ iostruirse k
Egipto, y ¿ su vuclla enseüó ¿ los gricgos lo
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ASTRONOMU
»84
qne habis aprendtdo en so viage; sín embargo,
Eus lecclones dieron poco fmto y fueron oIti-
dtdas despaes de 8u niuerte.
iiribúyese á AnaxíDaandro la inTencion de
la esfera, del zodiaco y de las cartas geográ-
ílca6, y á Anaximenes el descubrímiento delos
cuadraute^; pero es probable qne estos cooo-
ciraientos Tioieran del Asii 6 del Igipto» 7
^uese dióel oMnbre de ioTentor ¿ los qoe los
importaroQ en Grecia ó los reprodi^oroo ea
ella.
Pitigoras fué tambien ¿ iostruirse ¿ losde-
mas pueblos, tíi^ó por la India y el Egipio y
trajo de aquellos paises algunos conocimientos
astronómicos. No encontrando oycntes cuando
volvió ¿ Qrecia» pas6 ¿ buscarlos i Italia. Este
íilósofo sabia que la tierra cra redonda, y fué
el prímero que dincurríó que estaba habitada
eo toda su superQcie.
Entre los disclpulos de Pit¿gora8 debemos
citar como los mas avenlajados en la astrono-
mia, ¿ Bmpedocles y Fik>lao: este último co«
Docia ei moTimieato dc la Tierra al rededor
del Sol.
Meton, ílnsofo ateniense» propuso un cido
de 4 0 años solares, durante los cualcs tras-
curren 19 años luuares y 7 mesesintercalares.
Se componia si periodo, contando los neses
iJDtercalares, de )35 meses, de ioa cualea 140
lenian 39 diasy 435treiBta. Este ciclo se apro-
ximaba mucho ¿la verdad, y fué adoptado en
todas las ciudades 7 colonies grlcgas; sele
dió el nombre de ctcfe 6 núnmo de aro,
Demócrito fué el prímero que oonsideró la
Via lactea como un monton de estrellas, y por
anatogla peasó qoe los oometas eran producl-
dospor la reuniofl de muebos planetastan
inmedtatos que solo prodocian el efecto de uo
astro ¿ los ojos del observador.
Auaqne Ptaten cultiTó poco la aslrooomia
debemoa decir sio embargo que emitió la opi-
,Dion, rouy notaUe por la época eu qoe Tivia,
dcque los cuerpos celestes habian sldomovi-
dos en la linea reeta, y qao este noTimiento
se habia becbo ciacular por la accion de la
graTcdad.
Losgriegos, de qoienes acabanoe de ha-
blar, fueron roas bien ilósofos que aatréno-
raos, pues apoder¿ndo8ede ios beehos ya co-
Bocidoseo Asiaóeo Egipto, timlaroa deee-
plioarios 6 dedooir ú» ellos coosecuenciai; pero
hicieron moypocas observactonea. Sin embar-
go, uo se púede aplicar esta roconTenctoni
Aristóleles que hiso obserTaciones muy exac-
tas; asi redero baber observado un eelipse de
Marte por la Luna y la ocoltacion de una eslre-
lla de Geminis por Júpiter. Aqoel gran fllóeofd
sabla qoe la Xierra ee mas peqneña que el 80I;
perose le padoKeeonvenir pot haber comba-
tido el sistema de los pitagóricos que hacian
girar la Tierra al rededor del Sol.
nemospresenlado brere y socintamente las
ideas que sobre laastronomia ban emitido los
príncipaleB fllósofbsque hao Hustrado ¿ la Oro-
cia; Hegaaoé ahora ¿ ona época oélebre ei
lahistoría astrónomica; queronoi habUrdo
la esoiiela de Alejandría.
Los primeros astrónomoi do esta eocoolt
que tenemos quo citar, son: Artatlloa p Tino*
cbarii qiie trataron de determinar ol ntio do
las estr^las y ei noTinftento do los planelas;
bicieron auHilod é% oboerraciooes j nn tra-
b^ sirTieron éespoes ¿ Hipareo. Arístaroo,
que TinodospuesqiMellos» es ei primero qie
h&io obserTacionoi rasonadas, pues traló de
deteminarei diánolro del Sol, y ñienaes
cooTonir quo lo oooaigoié, ¿ lo menos en todo
lo qoe le permitieron los instniniealos de qoe
se soTTia; halló que dicho di¿melro erak
7^* parte del droBlo qno descrihe aqnel
astro. Baloresoltado esnotable; porq«tantei
de él no so lenia aino ideas mnyineiao*
taa sobre las dinenaionei dei Sol y de ia
Luna, y sobre las dftslanclaa ¿ qtio se kailaB
eslos utros de la Tiorra. Arísterco ndoptó ia
hipótesisdel roorimiento de la Tierra, y foé cea
eslo motÍTo actisado de impiedad por el oatdi-
00 Gleanto.
Se oree generalmente qoo BFatósteaes, so-
cesor de Arístarco, (oé ei que inventd la es-
fera armilar; pero aea do eslo io qoe qniera, el
resottado fué que por medio de esfe insin*
mento proonró defterninar la obiicoidad de la
ediplica, y aun acoroettó otra operacloa ans
atroTida, cual fué la de nedir el globo terret*
tre. Bl método de quo se sirTié es el misno
que 60 ha empleado en los lierapoa modemos;
coosiste eo medir la distanda de doo pnnm
situadoa aobre in mismo merídiano, y deler-
minar despueo ei ¿ngnk) fómado por laa dos
vertieales que pasan por estos ponloo, porne-
dio dcl arco qoo interoeptan en ei eieio. li
Egipto, paia llano, BMdido en todas direecio^
Bespora los trab^Joa de la agrícnllHFa, le sir*
vid admirabiemente on eata operacloo, qne 4^
cotó con tanta fetiddad ooanto pemilia ks
iostrumentos oonocftdoo hasta entooces. bane-
didahalladaporEratdateoet, osde S50,##«€B-
tadlos. Eate gran homhoe so ocnp6 tambiett de
formar un catálogo do las eatceHas; pero bnMen»
do perdido 1a vista ¿ la edad de8t anos, y ae
pudiendo reslgnarse¿ Tivir sin Terelcíela,
se dejó norír de hambre: habia eonaignado
sus observaciones en obras qoe despoes se
han perdido casi oonpleennente.
Entre los aaU^nomos que signleroii ¿ Bi^-
tóstenes, debemoe eitar ¿ Conen de Sanos,
quedescubríó ona ooñoteiodoa, ¿la coaldió
el nembre de Cabeüéra de Bermioe, y ¿ Aps^
lonio de Perga, que qniao esplicar iao eslxño-
nca y retrogradaciones de lea planetas; dle-
mos tamhien ¿ ArquimOdes, amiqne no haya
fomado partede laeaeaela de Amandría;eoff9-
Iroyd ana eaferaeii qoe oataban rq>reHentadoa
los siete plaaetaa con sno ^iocidadea reiativa.«.
Liotfamos ¿ ffiptrao ane se poede coaside-
rarcomoel mayor asMnoroo de laaatigOe
(|id, y por lo tanto oaeenos deber esteadcr-
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ASTlONOmA
»86
BM 00 poco acemde loi trab»)M de este hom^
bre de geBto, qiie rIhiibó le attfonoHiii en bii
ooa}mito,7 qne segiinel mélodo •doptadodes-
poes por Descartee, comenad por someier al
aDaliela los trabijos de au» predeeoseref .
La prímera operaaioiiqQeempreDdtd Hipar*
eo, fué conprobar 1« oMieMad de la ecMpti-
ea dada por Eratóetettes; H hallé buene y la
adepld; qiiiso detfpues determioar la duracion
éei año, midieiHÍo el ialertalo que sepára dos
pasos soccsivos M So) por el nismo selstl-
efo 6 por el misoM» eqirinoceío, y para diTidir
el error, operó eobre mecbas revolBCiones.
Istas obsertociOBeB le cottdoleron á recoBocer
que el afio no eslá dltidido en ciiatro partes
ilfoales por los solsticies 7 loseqaiBoccios, 7
para dar cventa deesta desigBald&deD iamar-
oba del Sol, supoao qoe eate se Mvia sobreun
elrcirto escéntríco , 7 lleTando mas lejos sos
Mtestigaciones, reeenooió igQalmente qne los
dtas sondeslgoales, esdedr, que el intenralo
que separa los paaod sueeshres del Soi por el
mlBDto merldiano BoeacoDstatte. Despúes de
haber liecbo malttlnd de obsertaclOBes, formó
Hiparco las tablaa del aiovimleBto del Sol , y
eemo no IgDorába la iaperiecctoB de loe mé-
todoe qne babla empieado, lioiité á 600 aMs
la exactllBd deestaa tablas.
Aplicdee l|raalraente al esMio del mot i^
Briento de la lm$, 7 vi6 q«e eete astro no
correspende a) misrao punte del cieiopara dos
obBervadores coleeados cd lngares dltoreatcs
del globe. Esla obserfacten le condu}o al dea-
OBbrlaiienfto de U paralage, 7 por conaecoeD-
eia á presentar sus obeervaeioffes cobk) si se
hubtesen becbo enel centro de Ih Tierra. Ua-
Mendo desonbierto la paralege quiso servirse
de eUa para determlBar la distaBcia entre los
plBBetas 7 la Tierra, pero la iB^>erfooeleii áe
soe InstrameDtos m> le perraülé apUcar este
aiéeoda sino i la Lbbq.
Hlparco dWidié el cielo en ooarenle^nueve
eeniAelaclones, dooe de eiles en 1a eciiptica,
^fékM 7 nna al Norte^ dles 7 séis al Meüedla;
esta es 1» esfeva de los ealdeo» ipie modlflQó
OD pooo, 7 á hi ct») añadló la Oabellera de
Bevenice. Bn fin» preTedó \%i constotaciones
«obre un plaoo^ coroo Aaxxlmaodro lo babta
hecho para el globo terrestre. Murló el año IS5
BDt«a de lesuerlsto.
Deede ilparco beslB Tolomeo, oo eneootra-
mos oingeii astrdnomo uotable. Citemoe sin
cinbargo á Posidonio qne atribuyó á ia refirao-
den la dlfereiicia de diiraetre* qoc preeentan
e) Sol 7 la tona coando eaün cb el horisonte
7 en medio de so carrera; sospacbó tambien
ki iufioenck de esloi» dos astros sobre e) (éné-
neiio de las mareas.
Antes de bablar de Toiomeo, eenvieiiedar
á conocer la rdormii íntrodoelda por iulío
Céaar en e) caicndorlo ; esta reforma es un
becho bastante notable cn la historia de la aa-
treFnorola para que no bagamos aqui meneion
áe ^. E) calendar'io dado por IHunia, efu muy
oempltcado 7 ademas Inexaolo. íb)Io G^ co-»
oeeió la oecesidadde pooer el afie civU eo re*
lacioB con e1 mavimiento dcl S0I , 7 ¿ este
efecto abrió uo coocurso para fijarla doracioB
del aiío. Sosigraes, que babia vcoido espre-
sameote de Aleiandria ^ gaeó e1 premio 7 dió
al aoo d65 dia 7 ud coartai,. eadccir, qoe de
coatro anoB los tres prtmeros se coroponiab
de d65 diae 7 el esarto Ue ^. £1 ano refor<^
HiBdo Uevó el oombre de año Juliano.
Toloraeo cpie fermioa la série de los astró*
nomoB que tanto iiustrarou la escueia de A)e*
jaodria, es céid»re por e) sistema de qoe se
Talid para esp)icar )as revo)uciones de )os
onerpos eelestes 7 qoe pennaoecid basta Co-
pérnloo. tSa esle sialema Salumo es e) planeta
mas distaDte de ia Tierra; vieoen dcspues Jú«
piter» Marte, el Se), Yeoos, Mercurio 7 la Lune.
La tierra ismóTÍ) ocopa el centro de )a esfera
oeieate, qoe i^raodo del Esto a) Oesle veriffüa
su revelucioD en veinte y eiielro horas 7 pro*
doee la sueesioii de los diaa y de las noelres.
Gada planeU tieDO ademas su movimienle qoe
lees propio« Tal cs en pocas patobras e) siste^
ma de Tolomeo, sístema qiie exlstia antes que
él/ pueslo que fué el de los caldeos.
Tolomee» obruido en sentido iovetse que
liparoo brató maa bicD de esplioar loe hechas
qoe ebeertaffios; sin embargo, se aplicó ¿ la
iirve^tigacion de la paralage do la iuna y del
80Í é imagínó uu inslrBroeDto para eatae ob-
servadoaics. Aunque muy inexacta 1« deter-
mínacioa que hiso de k distaseia entre el Sol
7 iB TierBa, fuó aio ottbargo, la D^)or Iiasta
Dooilogo GassiDi.
ToioDieo coDSigoó sus trabajos y los de
sos predecesores eo ooa obra que lleva el noni-
brc de AlBMgesto, y quepor mucbo tiempo ha
«osado de grsD cekbrldad. eompnso Umbien
uoa geograHa, en k que dió la posicien de
I08 lugam conooidos entonees por medio de
solai^tid 7 )atitBd. Este bombre nolable
raurió á la edad de 78 años, y con él acabó la
gleria de la escoela ée Alejaodria.
ftespoes de Tolomeo quedó oompletan>€Ble
descaSdBd& le astrooomía ; )a iova^eD de kis
bérbaros eo Earopa , )8s giterras eoDtíDuas de
qoe fué leatro 7 el íoceodio de la bibliolecade
Atejandria fBeroo Otras taiitas causas qoe se
epusieroik á ios progreses de las deDCias ; sin
embargo» los árabes conituttaroB ocupiodo«e
eo esta ciencia; p(^o no hlcloron descubfl-
roientos; y su priucipal niérito es baberuos
coDservrdo ies conodiiDÍeBlos adquiridos por
\os aDtÍg1IO€i.
Eoei siglo Xlil fué cuaado los sébiüs vol-
vieren ¿ etilregarsc al estndío de la aslrono-
mia, y el rey de Gastilia Alfonso X, apeilidado
el ásti'ónonM», el Filósofo ó ei Sábio , se ocupó
miicho eii e»ta ciencia y quiso ««orregir Uis
obücrvacioiies do los aotiguos; a¿ efeolo icup-
oió lodos loe sibios cooocidos entonces, ttiibas
jó coo ellos. y coBSignó los resultados de. la-
invctiti^ciuues que hicicroujunlosen unaco-'
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»87
ASTRONOMIA
kccioD ¿ que se dié e1 noiiibr« de TMas iél-
fonsinas, ( Véaie alfonsinas. ) hibliciromo
estas en 4252, el üia misiDOde sn uflveDiBiicn-
to al troDO.
Por la midtna época vivían Alberto el Gran-
de, obispo deRatiabona, qne escribió algunas
obras de astroDomf a y Rogerio Bacon, monge j
doctor de la unlversidad de Oxford, Un célebre
por SU8 conocimientos en las cienciasinatemi-
ticas, que fué considerado como el milagro de
8U blglo. Escribió sobre la astrooomia y anun-
ci6 la necesidad de reformar el calendirio.
Sin embargo , la astronomia haeia im)Cos
progresos y basta el siglo XY, no empieza pro*
plamente hablandola renovacion de esta cien-
tla, debiendo atribuirse en gran parte ¿ la in-
vencion de la imprenta. El primer astrónomo
quc se dió ¿ cooocer faé Juan de Pvrbacb» qoe
nació en 4 323 en la ciudad de este nombre.
Despues de haber viajado por itaHa para ins-
truirse, toIvíó á Yiena, y comenzó nn compen-
dio del Almagesto, que su muerte prematura
le impidió terminar; no tenia mas que 28
ados y ya habla adquirido una gran reputa-
cion.
Despues de Purbach, vino Juan Muller, co-
nocido con el nombre de Regio*Montanus.,
Desde la edad de quince años estudió bajo la
direccion de Purbacb, y ¿ ejemplo de aomaes-
tro biso on víage ¿ Italia para adquirir los co-
Docimientos qne la Alemania no podia pro-
porcionarle; volvió en seguida á Noromberg,
donde le ayudó en sus trabajos Waltherus,
que poseyendo cuantlosos bienes, podo men-
dar construir todos los instnraientos nece-
sarios ¿ las observciciones astronómicas. Es-
tos dos hombres trabejaron juntos y füeron los
primeros qno dieron la verdadera bora por
medlo de la altora del Sol y de las estreiks;
compusieron tambien las efemérides para el
espacio de treinia años. Regio-Montanus ob-
«ervó cl cometa que apareció en 4472, y quiso
Hjar como para un planeta, so distancia y su
tamaño. Merece citurse esta observaeion, por-
<|ae fué 1a primera de este género que se hizo
en Europe, Gomo su predocesor Regio-Monta**
nus, fué arrebatado á la ciencia aiendo toda>-
tla jóven, pues solo conlabo trolnta y nueve
años cuando lc sorprendió la muerte, es decir,
que sü hallaba en la ^dad en que liabíendo ad-
quirido el bombre la suficiente esperíencia,
posee ann en toda su fuerza sus facuHades
intelectuales-
El impulso estaba dado. Anment^base e1
uúoicro de las observaciones y se construian
con mas pcrfccclon y exaciitud los instrumcn-
tos astroDóroicos; no se necesitaba mas qoe
un hombre de genio para dcstruir las teorías
qnc los siglos habian consagrado y para leer
la verdad co el crelo; Gopi^rDíco fué ese hom
bre.NacidocD 1473, oyó liablar en so juvcDfiid
de la gíorla que Regio-Monlauus Iiabia adquiri-
do por sns trabajos aslrouómicos y coucibíó el
fJesep de iguularle, cmpezaudo, como sus
mseslros, por haeor él ▼lagecttsico de 1a Ha*
lla, y detnella ¿ so patria, habiéndosele coa-
ferldo una canongfa se entregó enierame&to
¿ su cstudio favorito. El sislema ü*; Tolomeo
le pareeia deniasiado complicado; la nalurale-
sa prooede por medios mas sencilloii. Copérui-
co lo ooaoció, y babieBdo sospechado cl crror,
era imposibie que ayudado de su geoio oo lle-
gara ¿ deseubrír Ja Terdad. Tolomeo habia co-
locado* el centro del mando en el ceutro de It
Tierra; Gopéruico le desaloja y Irasporta al
centro det 8ol; hace gtrar la IKerra alrededor
de su eje, y ya no se necesita para esplioar el
movtmiento diomo haeer mover en uua sola
masa el 8ol, los planelas y los miHones de es^
trellas qveaiembran hibóveda celeste. No fal*
tan pruebas para demostrar la verd«i de estc
sistema, y k» descnbrímicBtos posteríores no
hieieron mas quo conflrmar los que habieo
convencido ¿Gopémico. Para hablar solamente
de los mas scncillos, citaremos ki dioiiQncion
de la gravedad de los poloft en el Ecuador y el
aplattamienlo de la tierra. ¿Se qoiere otra Doy
fácii de confirmar por la esperienoia? YaoBOB ¿
indicarla: si la Tierra tiene un moviflDiento de
rotacion alrededor de su eje , todos Iob ponlot
del globo deben parüclpar de este moTimien»
to y teuer una celerídad tanto niayor eoaDto
qoe est¿n sitsados ¿ mayor distancia del ejc
de rotacíon; para ios puolos siluados en u«
mismo radio, creee la celerídad eoo la dis*
tawáadel centro. Supongamos, pues, dos poB-
tos situados en mi mismo radio» el jdqo en la
superflcie de ia Tierra, y e1 otro en iolalerior,
y un pozoquepuaieraeHcomunicacion losdos
puutos; si dlísde el prímero de eslos punlos
sb dejara eaer on coerpo pesado, este cuerpo*
si so^o estttvtese sometido ¿ la accion de la
gravedad, deberia encostrar en su caida eifie-
gun(to punlo; pero oomo al caer halMria partici-
pado del movimiento de rotacion de la Tierra«
habr¿ adqutrido ona velooidad del Oeate al Este
mayor quo la dei segundo ponto, y en ves de
encoiitrarle deber¿caer al Este; eslo es lojqae
se ha eomprobadopor la esperieoeia.
Acabamos de hablar del movimiento diumo
de la Tierra; pero aderoasde esle movimie»-
to hay otro de traslaciiHi , en viríod del ooal
efectóa en un año sa revoloclon complela al-
rededordel Sol; durante esta revolucion, el
eje de ia Tterra conserva una direccion cocs-
tanle: tal es la esphcacion del feoóneoo de las
estaciones.
Gepérnk^ no se iimitó ¿ indagar caal era
el verdadero flsovimiento ée laTierra, ainoqoc
llevó tomblen sns invesHgaciones ¿ lo¿ demas
asiros; reconoeió que la Luna es un satéliteda
nuestro globo, con el cual cst¿ enlasado gi*
rando alrededor de él; en los planelas vid glo-
bos seroejantos al nueslro, que tenian como éi
un movimiento de rotacion alrededordel Sol,y
cuyas revoluciooes nos parecen tau comptiea*
das porf|uc no ostamos en el ccnlro de fu m*
vimienio, y porque cl lugar desde doode las
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ASTRONOMU
m
obierTamoft cwbia iamLiea de poaiciou ¿
cada instante.
Copéroico dedicó toda su vida ¿ destroir
esa coroplicada reuoion de eaferas movibles
que Tolomeo habia Imaginado y que los siglos
babian consagrado, y á elaborur ei sislcma
que lleva su nombre y cu^a verdad ha sido
demostrada deunamanera tan iocoiiteslable
quc seria dar ona prueba de la mayor tgao-
rancia qucrer boy combatirlo. Compuso sobre
Ía astrooomia una obra en la que espuso los
principios qoe bubla descubierto; pero esta
obra no apareció hasta el año de 1 543 en que
faileció. Kste grande astrónonu) babia perma-
Docido oculto toda su Tida» y hasta despues de
so moerte oo comenzósu gloria.
Apenas habia muerto Gopérnico, cuandoen
la ciudad de Knudsturp en Escania nacia al
ronndoun hombre que debia innaortalixarse
tambieo por sus traba)os sobre ia astrooomia.
En eCeclo, eM 3 de dicíembre do 4 546, nació
Tycho>Bnibé. Destioado por sus padres ¿ la
jorisprudcncia, fué enviado ú Copenhogue para
estodiar la filosofía» y alli se decidió 5u voca-
cioo, pues fué testigo de un cclipsc de Sol que
ocurrió en el mismo momento eo qoe lo habia
anundado un astrónomo, y lleno de admira-
cion, concibió el deseo de aprender la astro*
oomia. ITabiendo ido ¿ terminar sos estudios
¿ Lelpsiclc, se puso ¿ estudiar eo secreto su
ciencia favorita, y ai regresar á su patria,
Tiendo que su familia la deéprcciaba, se refu-
gl6 eo casa de nn tio suyo, donde pudo en-
tregarse libremente ¿ ios estudios que habia
elegido.
Uoa ooche, antes de cenar» se puso ¿ roi-
rar el cielo» con objeto de vcr si podia conti-
nuar sus observaciones despues de la cena,
distinguiü una nueva estrella; sube iumediata-
roente ¿ su cuarto» observa ai nuevo aslro, y
detcrmina su posicion, que continuó sieudo la
misma hasta el año de 4574; su hrillo, compa-
lable al princípio con el de Venus, cuando e£t¿
mas cerca de la Tierra, dísminuyó poco ¿ poco
y acabó por desaparecer. Este fenómeuo no
habia sido aun observado sioo por Hiparco.
Habieudo concebido Tycho la idea de re-
hacer todas las observaciones de sus predece-
sores, fué ayudado en su proyecto por cl rey
de Biuamarca, qoe le llamó ¿ su patria y le
ofrcció la ista de Hueoe, donde mandó cons-
troir una magniQcacasa, que recibió el nom-
l>re de Uraoiburgo» dol¿ndola de una preciosa
coleocion de ínstrumentos. Alli fué donde Ti-
cho emprendió el trabi^o que habia proyec-
tado.
Su primera operacion fué determioar exac-
tameote la latilud de Uraoiburgo, operacion
qoeie llevó á medlr la iofluencia de la refrac-
don. Bo seguida se apiicó particnlarmente al
estodio del movimienlo dei M j de la Luna.
El sistema de Copérnico no había sido ad-
mitido todayia generalmente, y Tyclio tuTO ia
desgrocia de ser contado eo el oúmero de los
adversarios de este sistema: sin embargo, no
adoptó el de Tolomeo, y obligado á dar el su'^
yo supuso la Tierra inmóvil cn ol centro del
mundo, los cinco nlanetas y los cometas gira-
bau en rededor del Sol, y eran arrastrados con
é1. £1 solasi escoltado y la Luoa, erao tambien
arrebatados con la esfera de las estrellas, que
verifican una revolucion enlera eu vciote y
cuatro horas. Disculpemos, sin embargo á
Tycho por no haber querido adoptar el sis-
tema dc Copérnico: suponiale contrario ¿ los
priocipios de Ureligion.
Perseguido Tycho despues de la muerte di 1
rey de Dinamarca, se refugió en el Holstein»
donde el emperador Rodolfo le dió una pen-
sioo coosiderable, y por anxiliares de sus
tral)ajos ast#ooóroicos ¿ Loogomootanos y Ke-
pler. Murió en 4604, ¿ la edad de 55 años. Ty-
cho no fué fllósofo ni fisico, como lo prueba
su slstema, tenia todas las preocupaciones de
su época, puesto que creia eu ia astrologia y
la defendió; pero fué grandc observador, é hi-
zo dar ¿ la ciencia un paso inmenso, perfec-
cionando los roétodos de obsenraclon.
Este es el momento de hablar de nn he«
cho, t&n Importante eu la historia de la as-
tronomia, como en la de nuestras institucio*
oes civiles; aludimos ¿ la reforma del calen-
dario que veriflcó Gregorio XIII. Sabido es qne
el año Juliano tenia 365 dias, con los años
bisiestos cada cuatro aoos. Desde la época en
que este año habla sido adoptado, el equlnoc-
cio de la primavera no correspóndió ya ¿ la
mtsma época del año civil, y en 4582 cayó
ea 44 de marzo en tcs del 24. Largo tiempo
hacia que se habia reconocido esta Tariacion,
y qneriendo Gregorio XIII corregir el error,
mandó suprimir diez dias en el año, y pasar
dc8deei4de octubre al 45,decidió adcmas,
para lo futuro, qne de cada cuatro años uno
solo fuesc bisiesto. Esta reforroa fué adoptada
desde su origen por todos los católicos de Eu-
ropa, y maa adelanle por los protestantes. Los
rusos y ios turcos no la han admitido.
La opinion de nn hombre como Tycho ha-
bria bastado ¿ conmover el ediflcio que Copér-
nico habia levuntado con tanto trabajo, ¿ no
existir en aquella 6poca un hombre de genio
para consolidarlo y continuarlo: este hombre
fué Kepler, quc no contento con admitir cl sis-
tema de Copérolco, quiso ir mas lejos: tan
buen flsico como astrónomo, estaba conven-
cido de que los movimientos de los astros se
regian por leyes regulares, y sc puso ¿ traba-
Jar con infatigable coustancia para descubrir
esas ieyes quc él habia sospechado. Yeinte y
cuatro años de su vida empleú eu esta inves-
tigaciun qoe vino ¿ corooar el éxito mas com-
pleto. Citemos estas leyes; son tres, y se co-
nocen con el nombre <le leyes de KepUr.
1 .* Las órbitas planetariai ion áipses, cu-
yó foco ocupa el sol.
i.* La áreas descritas ^tor et radio vec'
tor son profforcionadas al ttempo.
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' ASTRONOÍÍtA
M
3.* Lo$ cuadrados (k los tiefiipos de las
revolucionss pkmetarias, son entre si como
loi cuhós de Uís grandes ejes de las árbiias.
Kepler dió á coDoccr estas leyes en una
obra que tHoIó: Armónifía del mundo, y en cn-
yo prefacio se lee: «esti echada la suerte;
entrego al pÑblico mi obra; poco me iroporla
que sea leida por la edad presenteó por la pos-
teridad, bien pnede esperar á su lector; ¿no ba
esperado IMos 6000 añosá un eontemplador de
808 obras?»
No son estas leyes e1 único titolo de gloria
de Kepler, poes abordd las euestiones mas
eleradas de la mecinlca f de la fislca, y se
encontró firccuentemente muy cerca del obje-
to que Newton dcbia alcanzar mas tarde;
buscó las leyes de la refraccion, cuya influen-
cia e&tudió primero en el agua, y despnes en
el aire.
Al mismo tiempo que lCepIer vivla Galileo,
que como él fué tanbuen físico como astróno-
mo; todo el mundo sabe las persecucioncs que
tuvo que sufrir por Uaber admitido el sistcma
de Gopémico y la esclamacion ¿ pur si muove,
que se le escapó cuando le oblígaron ¿ abju-
rar sus opiniones. La ciencia debe á este gran-
de hombre dos instrumentos que apresuraron
singularmente los progresos de la astronomia:
el péndulo, con cuvo auxiUo se Ilcgó ¿ medir
el tiempo tan exactamenle; y los lentes que
aumeutando los objetos han permitido dar mas
precision ¿ las in?cstlgaci0Dcs del astrónomo
y han ensanchado el espacio en quese ejercen
estas investigaciODCS. Éstos instrumentos no
fueron inútlles en las iñano.<i de Gafíleo, pues
le sirvioron para reconocer las desigualdades
de hi superflcie dela Lona, las oscilaciones
aparentes de este astro, ¿ las cuales se ha da-
do el nombre de libracion, las manchas dcl
SoU y en fln la extstencia de los satéütes de
Júpiter. Tambien es probuble que hiciera uso
del péndulo en sus investigaciones sobre las
leyes de la caida de los cuerpos.
Hasta entonces la Francla no habia tomado
parte cn los progrcsos de la astronomíu; al
fln va ¿ llevar su picdra al cdlficlo, el príme-
ro que se presenta es Gassendi, que sc distin-
guió por sus observaciones sobre el diámetro
del Sol y por sus trabajos históricos; despues
Yiene Descartes, ese gran fllósofo, que destru-
ye todo para reconstruirlo todo; partiendo de
un número reducldo de principios que le pa-
receu verdades incontestablcs, como la Impo-
sibilidad del vacio, lainercia de la materia, etc. ,
quiere, marchando de consecuencia en conse-
cuencia llegar ¿ 1a soluclon de las cuestlones
mas dificiles, y si no lo ha logrado, ¿ lo me-
nosha dado prueba de rara sagacidad y ha
destruido las preocupaciones, obligando ¿ los
hombres ¿ no admitir mas que lo que les esl¿
demostrado. Descartes no era propiamenle
bablando un aslrónomo; sin embargo, presló
grandes servicios ¿ la astronomia con el des-
cobrinüento de la fuersa centrifüga y con la
apRcaciou del ¿Igebra ¿ ia geometrfii, y por
080 hemos creído que no nos era posible p^
sarlo en,8ileneH).
Gopémico habia descnbierto el verdadero
sentido en qoe se ^fectnan ios movimlentos de
los coerpos eelestes y Kepler babia llegaéo ¿
determinar ias leyes generales qae rígen e>>
tos moYlmientos ; pero estafoa reservado ¿
Newton designar la eaosa. Jótcd era todavia
coando estodfando la accion de ta gravc^
en los coerpos, pensó qoe esta Aiem podrit
obrar hasta cn la Lona, y reconocid qne Bopo-
nlendo qoe la gravedad e8t¿ en rt«m inversi
del cuadrado de la dislancia, ella es la qoe re-
tiene ¿ la Luna en su órbtta: lletando mas le*
Jos sus invesUgacienes demostn^ qve It fuena
atractiva del Soi sobre los pYanetas y de estos
aebre sos satélites, dlsminoye como cl coadra*
do de la dfsfancia. Partiendo de este príodpio
fué como liegó Newton ¿ las coosecoeoeitt
mas notables; probó que la accion de uncae^
po sebre nh punto esteríor es la misma qie
si toda 80 masa estoviese reonlda eo so cen-
teo; demostró qoe el moviaaiento de rotaeion
de la Tierra al rededor de so eje había debido
prodocir on aplanamiento en los poloft; qoe la
precesion delos eqninoccios era debMa¿ la
acciondeiaLnna8obrela7ierra,y por úUhno
qoe la doble atraccion de la Luot y del Sol era
lacaosa de laa mareas.
Kepler habia dicho qoe las carrts deacri-
tas por Io8 plaqetas 8on elipses; eslo sería
cierto hablando de nn planeta que ae moviera
soto alrededor del Sol; pero la presenda de
olro planeta ó de un satélíte ocasiont ana UJe-
ra perturbacion en este movimiento y deatniye
la senciilezde las leyes deKepler. Newlon tbor-
dó 8in resohrer la coestion de las pertQrbtdo-
nes de los planetas; btstante habit bedra ya
para inmoríalisar so nombre; ¿ loe Eoler,
d'Alember^; Glairaolt, La Graoge y Lt Haee
d^ó el cotdado de completar bu obrt.
Hoygens ñié el émoio de Newton y sOflM*
tió eomo 61 al anaiisis las coestiones mts eie-
vadas de la mec¿ntca celeste ; foé itmbieQ ob-
servtdor y se le debe ei descobnmiemto dd
anillo dc Satumo, de un satélite de este pltoe-
ta y de la apHctdon del péndolo ¿ iot re-
lojes.
Sn la misma époct vivit Domlngo Gtssiti,
que descnbríó tambien eoatro satélltes de St-
turoo. Dedicóse especitlmente ¿ estuditr It
forma de la Tierra: midió en Francit nn aree
de siete grados del merídiano y resollé ée €8ta
medida qoe la iongitod del grado dtsminQit
aproxim¿ndose ai Ecoador. Mas tdolantequisie-
rón los 8¿bios franceses complettr el inibi^
deDomingo Gtasini, yal efecto füeron enYlt*
dos al Perú tres geómetrts, la Gondtminep 6o-
dín y Bongoer; otros cottro, Maopertoid, Clti-
rtolt, Lemonnier y Lecamos recibieron ta ibI-
slon de pasar ¿ b Ltpooia. El tpltntmieDlo át
It Tierrt, deducido de estts dtferentes aaoü
das Qofué el mismo, poes varitbt eatre tí y sb
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w¿
ASTRONOMIA
m
Sin embargo este último valor es el Doas apro
zimado ¿ la terdad, pueBto que los cálculos
mas recieDteshan dado ^j^.
Hemos llegado h una cpora en que la cien-
cia hace rápidos progresos, debiéndose no pe-
queña parte de ellos ¿ la precislon con qne se
constniyen los instmmcntos, si bien' hay que
atribuir la prineipat ú tos geómetras. Kl objeto
que nos hcmos propnesto en esta noticia de
trafar cspecialmente la astronomia práctica,
Do nos pormite analizar sus trabajos, que pa-
ra ser btcn comprendidos ezigirtan mncha
amplitud. Limitarémonos por lo tanto ¿ indicar
ios principales descubrímientos qne se han
hecho de sigloy medio á esla parte: el prime-
ro que se ofrece ¿ nuestra memoria es Halley,
que obserta el cometa de 4G80 y predice sti
Tuelta paru flne8de4758 ópríncipios de 4759,
y en efecto aparece en marao de 4 759; viene
despues Bradley, que descubre la aberracion
de la luz y la nutacion, esa ligera Tacilaciou
regolar, én Yirtud de It cual describe el eje de
la Tierra en el espaclo de 4 8 años y cerca de
7 meses una e lipse cuyopeqoeño eje snbiien-
dc un arco de46", 004 y el gran ejeuna elip
se de 20'^ 433. En el ato de 4784 añade
Uerschell un plaheta al sistema de los antiguos;
los onos le dan el nombre de Uranus y otros
el del astrónomo qoe lo ha descubierto. Tam-
bien anunció Uersebell que eseoltaban ¿ este
planeta nueve satélites; pero hasta ahora no ha
babido mas qne dos, cuyaexistencia hayasido
cUraroente demostrada. A principios de este
siglo han venido ¿ aumentar nuestro siátema
planetarío cuatro nuevos planetas, notables por
su pequeñes y por la gran inclinaciou de su ór-
bita tobre la ecitptica, y son: Ceres, descubier-
to en 1804 por Piazai; Palas en 4802 porOI-
bers; Juno en 4803 por Harding, y Yesta en
4807, tambien por Olbers. Astrea, descnbierto
en 4 846 por Mr. Enke, completa et sistema de
estos ptanetas telescóplcos situados entrc Unr-
teyJúpiter. En fln, mas all¿ detlranuá y en la
estremidad de nuestro mundo solar se ha pre-
sentado otro astro ¿ las miradas dc nn astró-
nomo, guiado por los c¿lculos de un gcómelra;
tal es el planeta Leverrier, observado por pri-
mera vez el 43 dc setiembre de 484U.
Para terminarestaesposicion nos falta ci-
tar los nombres de los astrónomos que se han
distinguído cn cstos últlmos tiempos, y son:
Euler, d*Alembert, Clairault, La Grangc y La
Place, de quienes ya hemos hablado; Jnan Ja-
cobo y César Francisco Cassíni, hijo y nieto de
Domingo Cassini; LacaUle, Zach, Enke, Bessei,
Bailly, Lalande, Delambre, Bouvard» Sabary,
nerscholl, Arago, Levcrrier, etc.
Ya hcmos deniostrado por que faces ha pa-
sado la astronomia para Ilegar al grado de
exactitud que hoy tiene. Procuraremos aliora
dar una idea general de esta ciencia, y como
el movimicnto de las estrellas es el que pre-
senta nias sencillez, hablaremos prímerode
cste roovimiento.
ttiO UUILIOTUC^V POl'VLiViU
Guando el sol trasponc el hórizonte y su-
cede la noclie al dia, si el cielo no esl¿ cubier*
to de nubes, distinguimos en la bóveda celeste
iofloidad de pnntos bríllantes, ¿ que se ba
dado el nombre de esirellas. Pueden verse
tambien de dia, |)ero con el auxilio de un an-
teojo. Estodiemos su marcha. Yemos que gran
número de ellas se levantan en el borizonte y
se mucven siguiendo una curva an¿loga ¿ la
que describe el Sol durante el dia para venir
como él ¿ hundir^ en el Occidente; que otras
permanecen coostaolemeQle CQcima del hori-
zonte y recorren una curva ccnada, que en al-
gunas de estas el movimiento es apenas sen-
sib!e y casi nnlo, si no se observa con el auxl-
lio de un insti umeufo; pero un hecho general
muy notable es que las estrellas guardan en-
f re si la misma distancia, de suerte que pode-
mos suponerlas fljas en una esfera movible y
que para conoccr ias leyes de su movimiento
basta observar una sola de ellas.
EI instrumenlo quc sirve para esle objeto
es el leodolUo, que se compone de un eje ver-
tical, el cual sostiene nnUmbo verUcal dividi-
do y un anteojo movible en un plano paralelo
al dcl limbo. Un índícc micrométríco que gira
con el antcojo sirvo para indicar las diferentes
posiciones que oi-upa cn estc plano ó si se
quiere sus diferentes inclinaciones sobre el
horízoDte. Todo estc sistema sc mueve tam-
bienai rededordel cje verticai, y son indica-
das sus posiciones por medio de un segundo
Umbo que es horizontal. A favor de cste dobie
moYimiento puede d!rígirse cl anteójo ¿ cual-
quier punto del e^pacio.
Si se observa una estrella con este instru-
menlo, se ve quc sale y se pone siempre en el
mismo punto del horizonte, y notando su po-
sicion ¿ diferentes horas, se observa quc se
levanta, duranle la mitad de su carrcra, des-
aparece durante la otra mitad, y que el plano
vertical quc pasa por el vérticc dc la curva es
constante, cualquiera que sea la eslrelia quo
se Iiaya seguido. E&te plano Ileva cl nombre
de Moridiano.
Tríagamos ahora sobre una esfera flja laa
curvas descritas por diferenles estrollas, y ve-
remos que son círculos paralelos, de donde
doduciremos que la esfera sobre la cual losiie-
mos supueslo fijos, tiene el movimiento dc ro-
tacion alrededor de un eje, cuya direccioii po-
dremoíí deiermioar tomando ei medio dc la
distancia que separa ei punto mas bajo dei
punto mas alto del circulo dcscritopor una de
ias estrcUas que quedan constantemente cr.-
cima del horizoote. Este ejese Uama (ije polur,
y desde el momento que conoccmos mi pui^i-
cion convienc modifícar el teodolito, danJo ¿
sn eje, que era verlinal, la direccion dci eje
polar; esta moJiflcacion nos pcrn)itir¿ sop^uir
macho raas fácilmente los muvimieLtos dc las
estrellas: en efecfo, bastar¿ despucs de hab( r
dirígido cl anteojo hácia ona de eilas haccr
girar todo el sistema alrededor del eje sio mc»
T. lu. 03
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995
ASTRONOMIA
m
xer e1 anteojo, qtie de este modo descríbirá on
coDO cuya base será el circulo recorrido por la
estrella.
Autes de ir mas lejos es necesarío dar al-
gunas deflDiciones.
Llámase ecuador cl circulo perpendicnlar
al eje de rotacion y que pasa por el centro.
Los polos son los puntos donde el ejc
atraviesa el cielo.
Los planos que pasau por el eje llevan el
nombre de planos acimutakfí, y sus ángulos
96 Ilaman admutes,
La perpendicular a1 sltio de observacion
corta el cielo en dos puntos: el Cenit, que cs-
tá encima de nosotros, y el A^adtV que está
debajo.
La diitancia cenital de una estrella es el
éngulo dela vertical conel rayo visual dirigi-
do hácia esta estrella.
Prosigamos ahora nuestro esludio del mo-
viroiento dc las estreHas, y con el anxílio de
nn reloj bien arreglado» midamos el iutervalo
quc scpara dos pasos sucesivos de una estrella
al mismo punto, y hallaremos que este iLter-
▼alo es constante; el dia sidereo es el que dí«
í1ore4'de1 dia solar medio. Podemos igual-
mcnte desconocer que la estrella describe
arcos igoales en tiempos iguales, es decir, un
arcode 45** en la vigesimacuartapartedel dia
sidereo. Resumiendo, pues, diremos que las
estrellas descríben circulos cuyos planos sun
paralelos al Ecuador y qne su movimiento es
uniforme.
Ahora es muy fácii medir la distancia que
separa dos eslrellas; sirviéndose, por ejemplo,
del último instrumento que hemos descríto, y
observando el intervalo que separa el paso de
las dos estrellas por el mismo meridiano, se
tendrá el ángulo qoe forman los planos acirau-
tales de estas estrellas, y por las inclinaciones
ját\ anteojo sobrc el plano del Ecuador, se ob-
tendrá su distanciu del Ecuador. Llámase de-
clinacion de una estrella, el arco de meri«
diano comprcndido entre elcírculo descríto por
esla estrella y el Ecuador. La dcclinacion pue-
dc srr austral ó boreal. Ya hemos visto como
«e determiuaban los úngulos formados por los
planos aclmutales dc las estrellas; eslos ángu-
ios pueden contarse sobre el Ecuador partien-^
do de un punto fíjo, y se les da el nombre de
mcension recta. La posicion de una esirella
{^obrc la esfera se halla completamente deter-
minada desde el momento que se conqcen su
declinacion y su ascension recta; es pcr lo
tanto niuy frecuente é imporíante en astrono-
mia la determinacion dc estas dos cantidades.
iüstrumenlos especiales sirven para obtener-
las; para las ascensiones rectas se eroplea un
anteojo quc se mueve en el plano merídiano
del lugar, y lleva el nombre de anteojo meri-
diano. Para las declinaciones se usa un 'an-
teojo quc se mucvc sobre un limbo vertical
cuyo plano pasa por el eje de los polos. Gomo
es muy importante que no varie la posiciou de
este limbo, se le ílja contra una pared, por 1o
que se le hadado el nombre dectrctilo mural.
Si observamos ahora e1 Sol, vemos que tie-
ne sobre las estrellas un roovimiento retrógra-
do del Oeste al Este, y que eu declinacíon es
seis meses boreal y otros seis austral. Pasan^
de un hemisferio al otro, corta el Ecoador en
dos puntos que se llaman equinoccio, porque
entonces el dia es igual á la noche en loda la
soperflcie del globo. La revolucion anual del
Sol, sc veriflca en un plano que Ileva el nom-
bre de ec/ip(tca, j cuya inclinacion sobreel
Ecuador es de 23 27'. Lq3 puntos ea que el
Sol alcauza sn declínacion máxima se llaman
soUticios.
ObservemoB mas atentamente el 8o\, y ve-
rcmo^ que su diámetro aparente varía, y que
cn cstio, por ejemplo, es mas pequeño que en
invicrno; de estas varíacSones de diámetro po-
demos deducir las distancias relativas entre
este astro y la Ticrra cn las diferentes épocas
del afio, y figurar sobre uu plano nna curva
semejanle á 1a que describeen el espacio.
Esta curva no es otra cosa mas que una eUpse,
cuyo fbco ocupa la Tierra. Llámase apog&) el
punto mas distante de la Tierra, y fterigio
el punto mas próximo. El Sol estáensn apogeo
el 7 de Julio, y eu su perígeo el 4 .*• de enero,
en cuya última época Iiace mas frio en nnestro
hemisferio, lo cual procede de que estando el
Sol entonces muy inclinado sobre el borízonte.
ilegan sos rayos á nosotros muy obhcuamen-
te, y de que una mismaporcion de la sup^-
cic del suelo recibe una cantidad mucho me-
nor que en estío en que su direccion se
aprozimamas á la vertical. El intervalo qoe
separa dos pasos sucesivos del Sol por et mis-
ma eguinoccio ó por et mismo solslicio, es el
ano medio, quese compone de 365 dias, 5 bo-
ras, 48' y 47".
Acabamos dedecir que la distaocia dcl Sol
á la Tierra es variable. Como este astro sigue
eu su movimiento las leyes de Kepler, y por
consiguicnte las áreas que describe son pro-
porcionadas al tiempo, dcbe moverse con tan-
la mas lentitud cuanlo mas distante está de la
Tierra. Puede observarse eu efecto que el in-
tcrvalo que separados pasos sucesivos de esie
astro por ei mismo meridiano nd es constante,
que es mayor en invierno que en eslío, y por lo
tanto noson iguales todoslos dias solares,
siendo esta la razon porque el medio dia rae-
dio dado por los relojes, difíere casi siempre
del medio dia vcrdadero, es decir, del mo-
mento en que el Sol pasa por el merídiano.
La distancia media del Sol, calculada segDo sii
paralage, esde 38,000 leguas, y como subliea-
de un ángulode cercade 32', siguese de aqoi
que su volümen es 4.300,000 veces lan gran-
ce como el de laTierra.
£1 Sol presenta en su superficie mancbas
que por su movimiento desde un borde al olro
del disco» han permitido averiguar que gira en
el espacio de veinte y cinco dias y medio al
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99';
ASTRONOMIA
998
rededor de un eje, cuya iQclinaciOD sobre la
eclíptica, es de 82^ 40'.
La Luna tiene como el Sol un movimiento
retrógrado del Oestc al Este; pcro es raucho
mas rápido, y b&s(a la ainiplc observacion dc
algunas horas para notarlo; asi es que no em-
plea mas qne 'il dias y ^ para Tolver á las
mismas estrellas, es decir, quesi en la pri-
mera observacion se halla en el mismo plano
horarlo que una estrella, 27 dias y ^^ despues
se encontrará en el mismo plano con esta es-
trella. Este intervaio se llama mes periódico;
pero como durante estc ticmpo cl Sol ha retro-
gradado , necesita la Luua algo roas de dos
dias para volvcr al mismo punto del cielo con
relacion al Sol, entodo cerca de 29 diasy me-
dio: esto es lo que se llama mes sinódico. ia
Luna nos prcsenta siempre la misma faz , lo
aue prucba quc vcriflca su rotacion alrcdedor
de su eje cn el mismo tíempo que su revolu-
cion alrcdcdor de la Tierra. El plano en que
ella se mueveforma unángulo de 5^ 8', 49'',
con el plano de la ecliptica, y los puntos cn
que su órbita encucDtra la cclipticn, se llama
nudos. Lü posicion dc los nudos oo es cons-
lantc, pues varí.i de una lunaclon á olra, y
vcrííiran uoa revolucion cntera en el plauo de
la ecliptica cn 48 años y 7 meses y medio;
asi ía cnrva que describe este astro alrededor
de la Tierra no esuna ecllpse, sino una especie
dc cspiral. Podemos , siu euibargo, para mas
scncillez supouer que la Luna describc una
elipsc en uu plano inclinado sobre la eclíptica
de 5**, 8', 49", y que tiene un raovimicnto de
rotacion cn virtud del cual vcriflca una rovo-
luclon cnlera cu 48 afios y 7 meses y mcdio
llasta ahora no hemos descrito mas que los
mGviiiiientos aparentes; fácil cs deducir de
ellos los moviniicntos verdaderos. A la manc-
ra que cuaudo bajamos un rlo en un barco nos
parece quehuypn las orillas en scntido con-
trarío , del mismo modo tamblcn uos parcce
que la Ticrra está inmóvil y que los astros gi-
ran alrededor de ella; sin enibargo , nada de
csto ííUcede; la Tierra por •?u rotacion alrede-
dor de su eje del Oesle al Estc , produce el
movimieuto dlurno y por su revolucion alre-
dedor del Sol, el movimiento anual. Hoy son
ya incontestables estos hechos, y si no pre-
sentaraoü aqui las pruebas es porque ocupan
su lugar en otras partcs de esta obra. Añada-
mos que la Luna gira alrcdcdor de la Ticrra y
es arrastrada con ella en su revolucion alre-
dedor del Sol.
Los planetas son globos análogos al nues-
tro, muévense alrededor del Sol describiendo
elipscs, uno de cuyos focos ocupa este astro.
Los planos de cslas elipses, están poco inclina-
dos sobrela ecliptica; Uáma'C Zodiaco la zo-
na de la csfera celeste en la que se efectuan
las revoluciones de los planetas. Debemos sin
embargo, esceptuar los planetas telescdpicos,
cuyas órbitas se apartan mucbo de la ediptica.
Los plaoetas, colocados en e1 órden de sa
distanciadelSol, son: i/«rcurto, que es clmag
próximo á este astre ; slguen despQCS Venus,
la Ticrra, Marte, Ástrea, Vesta, Juno, Ceres,
Palas, Júpiter , Saturno , Uranus 6 Hers-
chell y Leverrier, Entro estos planetas cuatro
están escoltados dc satélites: la Tierra tiene uno
(^nc es la Lnna, Júpiter ticne cuatro, Saturno
ticoe siete, ademas de sus dos anillos, en fln
Uranus tieue dos bien probados, y cuatro cuya
existenoia es todavia dudosa.
En otra parte darcmos á conocer los difc-
rentes elemcntosde los planetas. {{Véase el ar-
ticulo PLANBTAS.)
Adcmas dc lo8 planetas y dc las estrellas
hay otroa cucrpos quc circulan en el inrocnso
espacio que nos rodea; cstos cuerpos soo los
cometas. La rapidez con que se mueven y la
rareza dc sn forma ban ilamado en todos ticm-
pos la atenclon dc los hombres y por largo
espacio han sídocausa de terror y espanto. Hoy
son mas conocidos, pues sabemos quc descri-
ben elipses alredcdor dci Sol; perocomoestas
elipses son mny cscéntrícas y no las vemos si-
no en uua pequeña porcion de su carrera , es
muy dificil determlnar exactamente sus ele-
mentos. Estos elementos se hallan por otra
parte frecueutemeute alterados por las perlur-
baciones á que cstáo s^jetos los cometas , á
causa de la poca densidad de la materia que los
constituye.
Es indudablc quc pura complctar estaespo-
sicion conveudría dar á conocer las desigual-
dades del movimiento de la Tierra y de cl de la
Luna, hablar dclasestrellas dobles y variables,
de las nebulosas, del fenómenode las maroas,
de las parelias, dé las auroras boreales, de los
aerolitos, etc.
Empero estos pormenuresHoslIevaríau dc-
roasiado lejos, y por lo taoto tenemos (luc re-
mitir al lector ¿ los articulos especiales, en los
cuales hallarán tratados con estension estos
asuntos.
Esplicacion de las láminas de astrotwmia,
Láminas I y //.—Sislema de Gopérnico y
tamaño comparativo de los planetas. (Véuse el
articulo PLANET/VS.)
Lamina ///.— Planisfcrío celeste (hemisfe-
rio Norte )
¿ámt>ia/r.— Planisferío celcste (hcmisfc-
río Sur.)
Lámina K. Fig. 4.*— Figura del Sol visla
con el telescopio. {Véase el urticulo sol.)
Ft^. t.^ — Decimatereía nebulosa de Mcs-
sier.
Fig* 3.'-^uincuagésima una nebulosa de
Messier.
Pig. 4.*— Vigésima séptima nebulosa de
Messier. {Véase elarticulo estrellas.)
Láminas VI y VU, Fig. 6.*— Imágen dc
la Luua vista con el tclcscopio.— Las demas fl-
guras deesta lámina están destioadas á maoi-
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000
ASTRONOMfA— ASTÜRIAS
im
festar el papel qnc hace este astro en noestro
siiítema planetatio; daremos su esplicacion en
los artícnlos luna, eclipses cIc.
Lámina Vlll. Fig, l.*— Comcta de4680,
deserilo en la Hisloria celeste de l/emounier.
Fig, 2.*— Cometa de 4744 observado por
Chezeaii.
Fig. 3.* — Cometade 1844 eo 27 de agosto,
segun los astrónomos dol observatorio de
París.
Fig, 4.*— El mismo cometa en 40 de se-
liembre siguiente.
Pig, 5.* — El mismo cometaen 19 deoctu-
bre. (Véaseel articulo couetas.)
MoulueU : Hiitoria dt Uti matmálieai, 17Si9,
4 vol. en 4.*>
Delambre: Hittoria de la aitronomiat 1817-1 831 ,
.1 vol. en 4.*
Bailly: Hiitoria de ta attrowmia moJertta, 1805.
9 Tol. en 4.0
Maibieu: fíittoriade la ailrotwmia, 1837, eu 4.''
Lalande: Tratado de aitronomia, 3.a edicion, 1793,
3 vol. eii I."
Delambre: Tratado compUtvdeaitronomiatei^riea
y prdctiea, 1814, 3 vol. en 4."
Biot: Tratado elemental de attronomiafitica^ 1810.
El marauésde laPlace: Etpotieion det tittemadet
mundo,-'Mecánira celette.
Franosur: üranograha ó Tralado tlemental de
attronomia,5.* edlcion, 1837.-^4 «(ronomúi práclica,
i.* ediPion, 1840.
Sir J. F. W. Herfcbell: Tratado de attronomia,
traducldo del indlés porMr. Cournol, 1836.
Piazii: Leecionei clementatei de attronomia, Pa-
lermo, 1817, 3 vol. en A.**
Uccionei de aitronomia, esplicadas en e1 Ohserva-
torlo real por Mr. Arago y recogidas por uno dc sus
discipulos, 4.* edicion,1H45.
ASTRONOMÍ^ NAüTiCA. {ñfarina.) Se llama
asi la partc dc esta ciencia útíl y ann necesa
ria á la navegacion. A favor de h brújula, y con
una auxiliar tan poderosa, fué como nnestros
narinos llegarou á enseñorearse del Océano, y
püdieron emprender y Ilevar á cabo sns admi-
rables descubrimienlos. En una obra dedicada
á presenlar nociones generales en todas Ius
cicncias y materias que constiluyen el snber
bnmano , creemos que bastará para dar uua
idea de la utiltdad y necesidud de la aliaoza
entrc aquellas, el siguiente trozoquetomamos
del discurso de introduccion de una obra im-
portante, destinada á 1a práclica de la navega-
cion, fruto de los estudios yesperiencia de uno
de nuestros mas distinguidos y laboriosos
marinos.
«U aguja, dice, nos guia, nos muestra el
rumbo qiie deberaos seguir; pero no nos cn-
seña ni las distancias de las coslns que hemos
abaodonado, ni la de las tierras adonde termi-
nan nuestras esperanzas. El hombre en uua
máquina débil , con sus bienes , con su vida,
que es el mayor de todos, eslá como suspcnso
sobre un abismo: solo ve un horizonte no iu-
terrumpido, un mar uuiforme; y liabiéndose él
mismo condeuado al destierro, no sabe donde
sc halla. EI ooDodnftiento del lugar que ocupa
enlonces, esto es, la lalitud y longitud , que
puede iguorar siu consecuencia en sus hoga-
res, y aun en los campos desiertos, le es aqoi
de unaabsoluta necesidad... notieneotrorecar-
80 habiéndose privado de todos , que eomo en
tanlas otras circunstancias,' fijar sa oonfiaosa
en el cielo, en donde registra los misnios as-
tros (|uc veia en sn patria, que son los únlcos
amigos que le quedan. Sabeque no allerausQ
movimíento, conoee sus lugares, tomasuaJlo-
ra sobre el horizonte del mar, y esta altora
moslrándole á qué distancia está del Ecoador,
le presenta uno de los datos que necesita. Pe«
ro hay tantos lugares en esta mlsma distan-
cra , qnc sin desviarse ni acercarse á aqucl
circulo máximo, puede dar la vuelta entera al
globo y describir un circulo menor paralelo á
él: de aqui se deduce que necesita conocer
ademas la dlstancía andada desdeel lugar don-
de* partió, que es la diferencia que hay en lon-
gitud desde el meridiano que corta sn paralelo
en el lugar en que se encuentra, y cl estable-
cido por priroero. Averiguado esto por los mé-
todos que la astronomia ba puesto á su alcan-
ce, si luviese un plano, uua snpcrflcie que le
representase la relacion de esle punto queba
sacado, qnc es el de su situaciou, con los del
continenle que busca, disipadas todas las di-
Ocultades, seria hacedera cualquiera nave-
gacion...'»
Don Viceutc To6ño de San Migucl: Introdueeiem
al derrotero de tai coslai de Etpaña, etc,
ÁSTUR1AS ó ASTURA. Dióse este nombrei
uiLa de las grandes regioues en que se dividla
la primiliva Cspañu. No encoulramos dificultad
eu creer que esta denominacion seade origen
^riego, aunque algunos historiadores quicran
^derivarla del idioma de los cui^l^aros.
Se halta situada al N. de la Peninsula á 1o
líiríío del Océauo Cautábrico, entre los 8** 5' y
40" 23' de longitud oriental , y los W 57' y
43'' 38' de lalilud. Debe á esta situacion, á su
uUura sobrc el uivei del mar, y á la particnlar
estructura de su variada superQcie , un clima
beiiigno y templado, si bien algo humedo por
las frecuentes lluvias; y es mas que otros, pro-
penso á variaciones atmosféricas. Combatida
por los vientos, dividida por montañas que
íos adelgazan y quebrantan su fuerza, cubier-
ta por todas partes de arbolado que purífica so
atmósfera, y hallando las aguas sobran*
tes de sus campos fácil entrada en los rio- ,
disfiuta la region asturiaua de uu lempera-
mento saludable y tan á propósilo para la ve-
gelacion como para la vida. La duracion mayor
de losdias en este pais es de díez y seis horas
y media, aunqne no eu todos sus puntos se go-
za el mismo benetlcio, pues en algiinos lerre-
oos siluados en lo profondo de valles estre-
cbos y dominados de elevadas sierras, uo apa-
rece el sol basta las nueve ó las diez de la ma-
nana, mientras que en las vegas de lo interíor
y en las estensas llanuras de la costa . sc deja
verdesde qne saje hastaque seoculla.
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tm
ASTURIAS
40 03.
Los aires del E. y N. E. reinan con mas
frecaencia que los demas: el último asegrura e1
buen tieropo y despeja la atmósfera comuoi-
cando á las campiñas aquclla animacion y her-
roosura de qu'e solo puede formar idea quien
haya respirado el arabiente restaurador que en
ellas se percibe duranle el eslío. Por el contra-
río, ol N. cruzudo y destemplado acompaña ca-
8l slempre las tempestades y oscurece las cos-
tas, pero rara tcz las corobate on el estlo, y si
cstenas durante el invierno, aparece solo por
iotervalos. El 0. es tambien bastante frecoente,
particularmente en el estio, y por su buen
temple y suavidad es muy deseado de los habi-
tantes como un benéflco auxiliar de sus fae-
nas campestres.
Término y confines. Como la natnraleza ha
marcado los Hmitcs de este principado, casi
ninguna variacion ha sufrido en las distin-
tas ópocas en que se procedió á dividir el ter-
rltorio espafioi. Se estiende este término 4í
leguas de E. á 0. y 45 de N. á S. en su mayor
ancbura, ocopnodo una superfície de unas 388
leguas cuadradas, que presenta la ílgura de
una faja cstrecha y dilutaday mas comprimida
por el lado del E., qne por su eslremo occi-
dental.
Guenta Asturias con una ciudad , qne es
Oviedo, con 56 villas, 668 feligresfas con sus
hijuelas, y 3,665 lugares; hallándo.sc distri-
buidas dichas poblaciones en t5 parlidos Ju-
diciales.
La costa sc halla sembrada de arrecifes y
pefiascos, en pocas paries accesible á las em-
barcaciones y combatida de los vientos del
Norle. Todos sus puertos tienen barra. En
ellos sobresaleu alguuas puntas poco uvanza-
das en el mar que se doblan con facilidad y
gnarnecen las ensenadas formadas á su abrigo.
Solo el cabo de Peñas, entre las rias de Avilés
y de Perán, sale fuera de la costa con una
convexidad de 4 leguas, presenlando el as-
peclo de un promootorio escarpado y peñas-
C060. Los de Torres y San Lorenzo que la si-
gucn en los dos estremos dc la ensenada de
Gljon, son despues los mas notables de lo
costa.
Rio8 y arroyos. Todo el lerrilorio asturia-
Do se halta surcado de rios mas ó meuos cau-
dalosos, cuyas corrientes se aumentan confor-
me se acercan al Océano, dondevan á perder-
se. Tiencn su origen los mas cousiderables en
las monlañas del Sur y dcl Estc, y reciben las
agoas de otros muchos del interior, y de los
iofinitos arroyoá y fuentes que serpeutean por
los valles. Los rios mas príncipales que en el
terrilorio uacen ó le atraviesan, son ol Nalon,
el Narcea, el iVaria, el Eo, el PHoña y el
SeUa.
Aguas minerales, Se encucntran en'el prin-
eipado varios sltios con aguas termales como
las de Priorio y Buyercs. Las primeras situa-
das á uua Icgua de la capltal del principado,
que lo tfe Oviedo, y las segundaá en la feligre-
sía de San Bartolomé de Nava;, estas últimas
han adquirido roucha reputacion en estos últi-
mos añü«.
Caminos. Los que cruzan esta parte de
España se hallan en un regular eslado escepto
las coraunicacioues interiores, ó sean caminos
vecinales, los cuales est4n en un completo
abandono. Uno 6 dos caminos rcales atravie-
san cl Principado, pero ea no muy buon esta-
áo, especialmenle el que desde Sautarider cob-
duce á Gulicía» que casino pude tran^üurse eu
el inviemo.
Preducciones, Este pais cucnta con divcr-
sidad de vegetales, debido sin duda á la tem-
planza del clima y al conjunto dc elenieutos
con que la naturaleza lo distiugue. Los árbo-
les silvestres del Norte se encuenti-an con fre-
cueocia como producidos por la misma natu-
raleza. En las tierras panilicables t^e coge hoy
dta con mucha abundancia el trígo, hastu el
puulo de ubasteccrá sus habitantes y estraerse
alguno para las provincias de GHÜcia. La priu-
cipal cosecha consiste en el maíz, aiimenlo
comun de los labradores. Tampoco es meúos
imporiunte la cosecha de habichuelas, patatas
y guisautes, geCieralizada en casi todos los
conccjos de este Principado. Las hortalizas y
iegumbres son comuoes en todo el pais, y sus
frntas de muy regalado gusto. Dilalados plan-
tios de manzauos, que en el pais llaman puma-
radas, se estienden desdc Llanes hasta Avilés
en los concejos de la costa, y ocupan muchos
terrenos del interior: la raanzana que produce
es la mas esqoisita de España, y reducida á
sidra cuando hay abuodante cosecha, consli-
tuye uno de los ramos mas principales de la
indnslria agricola, pues ademas de que esla
bebida fermentada cs la ordinaria en los astn-
rianos, se estrae para algunas provincfas limí-
trofes. Los mootes de robles y castaño? que en
las parroquias rurales proporclonan carbon
para lodo el pais, mucha corteza para tas fá-
bricas de curtidos, y madera para la conéiruc-
cion civil y náutlca. Ademas cuenta con va-
rias plantas medicinaled, como son, el maáá,
la zarzaparrilla , la dulcamara , etc, etc, y
otras varias plantas con aplicacion á la in-
dustria.
Los pastos y ganados son en estremo abun-
dantes. Hay diferentes prados naturales cn las
camperas de las montañas del Sur y del Este,
y á lo largo de la costa , los cuales se repro-
duccn sin nlngun cultivo. Susténtase con es-
(os pastos nn considerable uúmero de ganado
vacuno y caballar, repartidos de tal raodo por
la naturaleza, que pueden aprovecharse eu el
verano los frescos y sonibrios de los puerlos
secos, y eu el invlerno los abrigados de la
marina. Por esta razon ha sido slempre la in-
du^tria pecuaria en este pais uno de los prin-
cipalcs elementos de la riqueza : no so-
lamente deja grandes utilldades á los gana-
deros , sino tambien á todos los labradores),
enlre Iü¿ cuales bay rcpartido m cousiderable
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4003
ASTÜRIAS
4004
número de ganado vacuno deslinado al cullivo
y á la leproUiiccion de su especie.
La caza cs tambicu abundante, á pesar dc
que por el impulso dado á la agricultura en es-
lc pais, ha disminuido el número de las Geras
que antes se albergaban en los terrenos dema-
siado quebrados, restando solo algun Jabali»
algun ciervo, algun corzo y algunos osos y
cabras monteses.
Industria fahril y manufacturera. A pesar
de los recursos que ofrece el terreno de Astu-
rias para crear una agricultura floreciente, es-
\h destinado por la naturaléza misma á coas-
tituir un pueblo industrial. Su situacion geo-
f^ráflca, su numerosa y robusta poblacion, la
fuerza motriz de sus rios y arroyos, el com-
bostiblc que le procuran sus bosques é ina-
gotablcs minas de carbon de piedra , todo en
fin determina nuestro anterior aserto. La fabri-
cacion del cobre, los lienzos y mantelerias, las
colcbas y sayales , las tenerlas de becerros,
las innnmerables fragoas en todas las feligre-
sfas para clavazon, cerraduras, berrage é ins-
trumentos de labranza, las alfarerias de Cece-
da, Alfaro y Avilés, la fábrica de ioza ordina-
ria de la Pola de Siero, la de papel de Pianton,
la de armas en Oviedo, la fabricacion de la caÍ,
y por último, el ramo minero, forman el todo
de la industria de los asturianos.
Comercio, EI marílimo y esterior respec-
to de los paises estrangeros, y de distintos
puntos de la Peninsula, consiste en la esporta-
cion de avellanas, azafran, castañas, carne
salada, dulces, embutidos de cerdo, garbm-
zo?, barina, habicbuclas, manteca de vacas,
carbon de piedra, cobre, aceite, viuo, escabe-
ches y toda clase de tejidos y de bilados. La
intrcduccion consisfe en los aguardientes de
caña, azúcares, cacao, café, cera, hierro, loza,
maderas, quincalla, bacalao, cueros al pelo,
arroz, cebada, y lejidos de seda, algodon y
dc hilo.
Ferias. Las principales sou las de Oviedo,
en los dias de la Asuncion, Todos los Santos y
Sau Mafeo. En algunos otros pueblos del prin-
cipado las hay tambien , pero nunca de tanta
importancia corao las dc la capital.
Monedas, pesos y medidas. En este pais
B€ hace siempre uso de la libra y arroba del
oiarco de Castiila, escepto en algunos articu-
los de consumo, como son, carne, tocino, pes-
cado, manleca y queso, en cuyo tráflco se em-
plea la libra de 2i onzas, con la cual tambieo
se pesa el lino. La fanega asfuriana está con
la de Castiila en razon de 4 á 3, ó lo que es Jo
mismo, tres fanegas asturianas, equivalen á 4
de Castilla. Las monedas y medidas de longi-
tud, dc tiempo, etc, sou idénticas á las de
Gastilla.
Carácter y coitumbres. Kl asturiano es
robusto y sufridu, firme en sus propósilos, y
amigo dcl trabojo, si bieo le emprendc no coa
mucha actividad y eucrgia. Vive sóbriamenle,
y su honradc2 y leáltad ge ban becbo prover-
biales: ama con entusiusmo su pais, y se coiD'
place con los gloriosos rc<;uerdos de sus an-
tepasados. Tienctalonto é iroaginaüion, y na-
turalmente es pehsador ; mauiQesta grandes
disposiciones para las ciencias ab:>!iuctas, mu-
cha aplitud y destreza para las artes mecani-
cas, suma facilidad en concebir, y estremada
profundidad en sus couceptos. El idioma toI-
gar del pais, conocido entre sus naturales con
el cstraño uombre de bable, es coo corta dife-
reocia el mismo quc habiaban don Alonso X,
Bereeo y Segura: este dialecto Ilamó muy par-
ticularmente ia atencion de Jovellanos, que se
propuso estudiarle, no como objeto de una vana
y estéril curiosidad, sino como un estudio im-.
portante para la hisloria do la lengua, para la
restauracion de rouchas desos voces yaperdi-
das, para fijar la etimologia de un gran número
de ias usuaies. y para iovcstigar ia indole y
cultura, y las vicisitudes y variacioncs de los
pueblós que nos han precedído.
Pobtacion, El núraero de vecinos del ter-
ritorio asturiano ascieude ¿ 444,895, y el de
almas ¿ 540,000
. Historia, Uno de los reinos que maa hau
flgurado eu nuestra historia es el de Asturías.
Muy conocidos son sus límites. Los astures, to-
maron su nombre, no de Á$lyr, escudero de
Memnon, como algunos han supuesto, sino rosi
probablemente del rio Aslura, liamado Eztula y
Estola en la edad media, y actualmentc Ezla,
Cerrados por su á£>pera y elevada cadena de
monlaúas casi iuaccesibles al Sur, y I^s om-
bruvecidas olas del Océano Cant¿brico al Nor-
te, al favor de sos encumbrados riscos, selvas
iutrausitables y caudalosos rios, apeuas eran
conocidos de los estrangeros antes de las vic-
torias de Augusto: aunque ya era célebre sa
nombre por la pasion que tenian ¿ las armas:
con pocas necesidades, y casi aati&fecbos de
su suerle, constituian an pueblo pastor. Ta
vez descendicntes de lo» antiguos tigures, y
amalgamados despues con ios cettas, teniaa
sus coslumbres , sus h¿bit03, y su manera de
vivir frugal y sencilla. Yalientes y eiiorxadús
amaban cou pasion la libertad , y hacian pro-
fcsion de la guerra. Defendieron su iudepen-
dencia con heróico denuedo, si no siempre con
éxito feliz , conserv¿ndoIa por largo Uempo.
No sufrieron ci yugo de Cartago, auuque se les
ve flgurareu la historia sirviendo eu sus ban-
deras contra Boma, ni tampoco sucumbieroo ¿
esta ciudad hasta los tiempos del imperio. Po-
co despues, y sujeto el resto de la Peninsula á
la dominacion de Octaviano, consiguió Publio
Carisio un triunfo sangriento sobre los astu-
rianos, dcbido mas bien que al valor ¿ la for-
tuna y al número de los combatientes. Deade
entonccs, reducidos los asturiauos trasmon-
tanos al iraperio , un decreto dc Augusto les
obligó ¿ dcsccnder de sus riscos para íljarse
en los Ilauos, y recibir asi mas f¿ciIaieo(e !§
cuitura romaua.
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4005
ASTÜRIaS
ma
Invadido el pais porlos árabes ápriocipios
del siglo YIIl, babia perdido con su existencia
politica 8u esplendor y su gloria en la deplo-
rable Jornada de Guadalete. Los godos, esca-
pados entonces al furor agareno, i)uscaron y
encontraron auxilio en las montaños de Astu-
rias, y reunidos i sus esforzados nalurales
proclamaron rey i Pelayo, qoe lucbó y íriunfó
de tos irabes en GoTadonga; victoria inmortal
y presagio de mil beróicas empresas, acaban-
do por lanzar al otro lado del estrecjio, á los
fii)os de Ismael. Desde esla época empezó on
Astuiias una nueva monarquia sucesora de la
gótica y formada de sus despojos. La ciudad
de ÜYiedo fué fundada por don Frneia para que
sirviese de nsiento á su trono. Alonso cl Casto
fué el primero que la (Ijó para su residencia,
babiendo residido alterDativamente sus ante-
cesores en Cangas de OniR y Pravia. La re-
noncia de Alonso III, apellidado el flrandc, en
favor de sus bijos, dividió sus estudos: Garcia
obtuvo la Galicia, Ordoño iLeon, y Fruela á
Oviedo. Este, en qoien volvieron í unirse, su-
cediendoi sus bermanos, consideró polilica
la traslacion de su córte á Leon, que Ordoño
babia erigido en mctrópoU de su reiuo. Euton-
ses quedó Asturías reducidai una provincia,
pero conservó todavia por algun tiempo el ti-
lulo de reino. Algunos pretenden que, como
nna memoría de su prímitivo gobiemo y su-
prímacia, conservó desde aquella época su an
tigua Junta geueral, cuyo orígen se pierde en
ks tinieblas de la edad media.
En4t45fuémuy notablc la reunion que
bubo en la capital de Asturias (Oviedo) para
asegurar el órden público yla prosperidad
de los particolares contra los malhccliores y
poderosos. Despues de la ereccion del Príncl-
pado de Asturías tomó unas formas mas estu-
bles aun y regulares. Consiguió entonces dc
Felipe II la autorízacion de sus eslattUos, y al
través de las vlcisitudes y cambios politícos,
que desde entonces se sucedierou, ilegó hasta
nueslros dias como un venerable recuerdo de
las libertades de nuestros mayores, y una ins-
titucion proleclora de los grandcs intereses dcl
pais, aun bajo los monarcas mas celosos de su
poder.
Desde Fruelall, fueron perdlendo los ana-
les de Asturias el interés que basta entooces
escitaban. Epocas bubo, sin embargo, en que
vino á realzarlos la bidalguia y bravura de sus
naturales. Alonso, bijo de Fruela II, balló aqui
acogida y parciuies contra Ramiro II. En ias
discordias promovidas durante el reinado de
Ramiro III, la lealtad asturiana no le abando-
nó Jamas. A ella acudió viendo dcvastado el
rcino de Leon y desmanteiada su capital por
las armas de Aimanzor; Asturias vino i ser el
aoterourai del trono amenazado y el refugio
de 808 defepsores. En las parcialidades que
agitaron el reiuo i la muerte de Alfonso YI,
siguió la província de Oviedo el partido de
doíia Urraca: so bijo Alfonso Vll luvo que opo-
nerse poco despues a1 alzamiento de Gonzalo
Pelacz, y coando muy desaconsejadamente d¡-
vidló dicho príucipe el reino entre sus bíjos,
toc6 i doña Urraca, llamada la Asluriana, ei
gobiemo de Asturias cou el dielado de reina.
£1 infante don Alonso lo obtuvo en seguida
de su padre don Femando III, el cual bubo de
combatiren el príncipio de so reinado una
numerosa parcialidad, que lanto en Asturias
como en Galicia se oponia i reconoceríe como
sucesor en el trono.
Losdos hermanos don Pedro el Crnel y
don Enríque, conde de Trastamara, hallaron
partidaríos en las guerrascivilesqueuno con-
tra otro sostuvieron. ,
Los dislurbios promovidos en el reinado dc
don Juan I, probaron no solamente la adbesion
de los asturíanos i sus monarcas, sino el ge-
neroso ardímiento conque sabian sostenersus
fueros y liberíades. Este soberano para dar
mas lustre al matrímonio de su hijo primogé-
nilo el infante don Enríqoe con doña Gatali-
na de Lancaster, erigió á favor de los augns-
tos desposados, y como titulo de bonor y dis-
tincion particolar de los berederos de la coro-
na, el Principado de Asturias, Desde esta no-
table creacion basta el reinado de los reyes
Católicos, bubo algunos dislurbíos en el pais
debida i la condicion que tenia su ereccion de
priucipado, cual era la de péríenecer i la corona
toda su Jurisdiccion y rentas, villas, iugares,
castiUos, etc, etc.
Cuando el duque de Anjoo fué llamado al
trono de San Fernando por el testamento de
Caríos II, y una sangríenta lucba desvió de él
la casa de Austrla, el marqués de Santa Gruz
acaudillando lasbuestes astnrianas, acreditósn
pericia mililar y el valor de sus conciudadanos.
Pero la gran prueba de cuanto era este valor
y la decision civica de Asturias, estaba reser-
vada para el siglo presente. Uou prueba de ello
es el pronuncíamento heróico contra cl impe-
rio francés, coando se derramaban sus ejérci-
tos por las sorprendidas é inermes provincias
de España en 4808. Resistiendo la opresion es-
trangera, supo acreditar estc pais tau deses-
perado arrojo con toda clasc de sacrifícios,
que casl raya en lo fabuloso. Bsfableció una
Juntasuprema, organizóel levantamiento, abrió
un puerto i los ingleses, soUcitó y obtuvo sn
amistad despacbando comisionados i Lóndres
que le procuraron cuantiosos recursos, creó
veinteregimientos, fomentó lainsurrccclonde
ias provincias limitrofes, y fué tal la actividad
con que se preparó i la defensa, que paríe de
sus soldados pudieron asistir i la bataUa dc
Rioseco.
La condocta qoe ha observado en los acon-
tecimientos posleríores, es do todos bien co-
nocida, para que nosotros nos detengamos en
reseñarta.
Enlre los mocbos bombres ilostres que pro--
dujo, se cuentan el cronista Pelayo, Feroando
doque de Estrada, Andrés de Prada, Alonso
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4007
ASTURIAS— ATAQUE
im
Martiti, AIoDSO de Quinlauilla, Pcdro Henendez
de Avilés, el arzobispo de SeYilla don Fernan-
do Yaldés, el pinlor Garreño, el estatuario Bor-
Ja, el poeta Candaroo, doo Alvaro de NaTia y
Osorio marqués de Santa Cruz, el cardenal
Cienfuegos, ei arquitecto don Dlego Villanue-
ta, ei célebre Campomanes, el esclarecido Jo-
veiianos, PerezYiliamil» Ceai^ Bermudez» Marti*
nei Harina, Canga Argttelles, ei conde de To-
reno, y el virtooso don Agustin ArgUeiles, que
fué lutor dc S. H. ia rcina doña Isabel 11.
ATAQUE. {Arte militar,) Entiéndese cn ge-
nerai por cl acto de acometer una plaza, un
e)ército,una tropa,ybasta unindividuo cual-
quiera. — Impropiamentc suele usarse eáta pa-
labra como sinónimo de accion ó escaramuza
dc alguna importancia.^Dase lambien esta
dcnominaciou á la trincbera que se cava en la
tiorra para la defensa def soldado ante una
plaza sitiada.
ATAQUEDE LASPLA2AS. [Aríe milHar) Ina
plaza bien guamecida y abastecida, no puede
en buena ley de cálculo sucumblr álos efec-
t08 de un golpe de mano (véase asalto), por
atrevido y bicn conducido que fuere, y asi es
que cuando á un general se hace necesaria,
por su conveniencia cstratégica en el pais de
la gucrra, la popcsion de unt ciudad ó punto
fortiOcado cualquiera que tenga alguna im-
portancía, debe aquel decidirse ¿ atacar dicho
punto con todas las reglas del arte militar, que
le bagan asegurar dicba conquista.
Atacar, pues, una plaza no es otra cosa
que practicar todas aquellas operaciones, y
combinar todos los me<3io8 convenientes ¿
abrir brecba en sos murallas para penetrar en
Bu reciDto y hacerse dueno de ella. La espe-
cie. forma y combinacion reciproca de todos
Í08 trabiOos ofensivos para conscguir la con-
quista de aquelJa es lo qne únicamente cons-
tituye lo qtie se liama teoria del ataque.
Historia. küies del iuveoto de la arliileria,
el ataque de las plazas cra mucbo mas largo,
sangriento y diverso que en la forma actual de
dicbos ataques; en el artlculo smo db las pla-
ZAs nos ocuparemos del anliguo sistcma dcsi-
tios, (véanse artb mjlitar. — artilleria) re-
duciéodonos en eslc articulo ai método actual.
Aun despues de la invcncion y uso de la
artilleria, los sistemas de alaque de las plazas,
adolecicron durante algun ticmpo de bastan-
tes defectos é inconvenientes mucbas veces
insuperables. En los liempos anteriofes ¿ ia
mitad del siglo XYII no existia aun un sistema
determinado, seguro y uniforme para los ata-
<]ue8. El sistema de eslos variaba, y siempre
depcndía de las idcas y genio dcl gefc que los
dirigia. Los sitiadores generalmtnte se aeerca-
bau la plaaa por caminos cubiertos quc ape-
nas podian defenderse cou los reductos y for-
tines que se conslruian para su amparo ¿ gran-
des distancias de las plazas. Por estos cami-
1108, que eran estrecldsimos, se iban acercan-
do los zupadorcs ¿ la plaza, cuya guamicion,
bien amparada á relaguardia por las obras de
aquella, podia bacer salidas» atacar ¿ los silia-
dores, y destruir en un golpe felíz ios traba-
Jos de inuchos dias. Los p^obernadores de las
plazas. acostunibrados á dcfenderse atacando.
y casi scguros de ver coronados sus esfuerzos,
no podinn desaicntarse aiite los progresos
del c^mpo enemigo, y si este llegaba ¿ pooer
sns fuegos eii los fosos ó en la brecha, qoe
hubiese abierto en las defensas de la plaza,
(1o cual sucedia dcspues de mucbo tieropo y
penofas fatigas) tenía aun que luchar alii cuer-
po ¿ cuerpo y armaá armacon nna guamicion
bien provigta, parapotada y no desalentada.
Las tropas armadas con picas atravesaban rá-
pidamcnte el cspacio que separaba ¿ las l)ale-
rías de silio de la plaza, ccgaban el foso con
las fajinas qne lievaban para conseguirlo, lle-
gaban al pie de ki brecba quc se babia abierto
y empeñiban aquellos combates mortiíeros y
decisivos. El arte, pues, de los sitios antes del
siglo XYII ostaba reducido ¿ abrir brecha, ce*
gar el foso y dar el asalto. Ejemplos de lo san-
griento y defectuoso de aquellos ataques, pre*
sentan los sitios de Hets« en 4522; de Siena,
cn 4555; de Ostende, en 4603; de la Rochela,
en 4627; de Lérida, en 4647, etc. Eu esla
época, las plazas se defendian generahnente
tanto ticmpo cuanto tardaban los gobemado-
res cn agotar sus municiones y soldados, por
lo cual los gefes cntendidos no recomcndaban
otra cosa para aperctbir bien unaplasa que h
suflciente guaruiciou ¿ todas sus atenciodesde
defensa, y viveres snfícientes para un año ú
ocho meses al mcnos.
Antes del empleo, en los ataques, de las
parslelas, el arte de defender las plasas era
mas ventajoso que el arle de atacarlas, y It
superioridad de 1a defensa se fundababa prio-
cipalmente en el uso de ias salidas como priiH
cipal elcmento. El arte, pues, del ataque no
adquirió ventaja alguna sobre el de la defensa
de las plazas basta que se conocleron los ine-
dios seguros de diflcultar durante los primeros
periodos dei sitio é imposibililar despues las
salidas de lossiliados, lo cual se consigoíó
desde que se conocieron los cfectos de 1a za-
pa, evitando la cnQlada de los fuegos del si-
tiado por medio de los ramaUs de la$ /rtii-
cheras en zig zag.^
fiien que inventadas las minas en 4 503 por
el inmortal ingcnicro español Pedro Nararro,
contra N¿poIes, esto solo facilitó la apertura
de las brecbas con mas prontitud que bajo el
antlguo sistema de poner en cuenlof; {vca^e
ARTE MiLiTAR. Segunda era. Tereera époea.)
pero no evitó la efusion de sangre y la esce-
siva dificultad en la toma de las plazas, si
bien dió origen ¿ la guerra eMerránea,
Pero ai paso que los frentes del Eistema
antiguo de forüficacion, mal flanqoeados en-
tre si para los fiiegos de la artilleria, fiieroo
mejor¿ndose, las obras del ataque füeron ade-
lantando ea perfeccion al par que las de la
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<ft<0
defensa y nació el dso de los espaldones en las
bateiias de ataque para el ampuro dc las piezas
con otras utilísiroas apUcaciones. Lucgro en el
arte de defender las plazait las vontajas dc
flanqueo de las torres trajerou la Idea de su
construccion con los ángulos aTansados hácia
la canipaña , de doodc nació el unír los otros
ángulos ai rouro por medio de dos muros per-
pendiculares, lo cual dió origen ¿ los baluar"
tes. Lo3 baluartes por su utilidad rcoonocida
fneron estendiéndose , llegtron á constituir la
lodole esenciai del sistema modemo de forli-*
iicacion y ya ¿ roedtados dp| siglo XVI el ma-
yor número de las dosc'Mtas ocho plasas y
'villas fuertes, qoe existian en los Paises fia'»
]os, pertenecian al nuevo sisteroa, apellidán-
dose como por desdcn á las que aun no lo es-
taban, foríificadas ú lo antiguo,
Este nuevo sistema de fortiQcuciou ^ qne
dió ¿ las fortalesas roas poder ofensiyo , pro-
porcionando toda especie 4e ofensas y en*
filadas en el campo de la plaza , arrastró, por
decirlo tsi. la Idea de las paraíclas en ei arte
dei ataque , las cuales usaron ya los turcos
en 4667 delantede Candia, deduciéndose dcs-
pues para enlazar dicbas paralelas y desenfl*
larse del fuego de la plaza los zig zag, de quc
ya hemos haolado.
En 4673, Yauban, en el sitio de Maestrícht,
aplicó en las obraa do ataque las tres parale-
las, que son la base esencial de su mélodo de
alaque; y proporcionando a1 sitiador con sq
anterior sistema el dirígir sus ataques con un
frente sieropre mayor que el del enemigo , y
enire olras ventajas la radical del nuevo sis-
tema cual fué lade proporcionar al sitiador
una barrera contra el sitiado y la ya caái im-
poftibilidad de las salidas, que constituian an-
tes .su eleroento de superioridad. Este inmortal
iiigeniero fraocés invcDtó y aplicó despues, cn
4688 coolra la plaza de Filisburgo, el tiro á
rebote con éxito sorprendentc, y enríqueció
ron sus inventos el arte roilitar hasta la época
de Hu muerfecn 4707 (43 dc roarzo.)
Del año i673 data, poes, ei sistema roodcr-
no de ataque de las piazas, del cual nos vamos
¿ ocupar.
Las plazas pueden ser atacadas dc cuatro
distintas maneras: ^-^P^ sorftresa. {Véanse
ASALTO, SORPBESA.) 2*' PoT bloqueo. (Véase
BLOQiTEO.) 3." Por cañoneo ó bombardeo.
(\y-ase BOMBARDEO.) Y 4.^ En las forma^,
Ataqueenlas formas. L1¿raase ataque en
las forroas ¿ aquel eo qne el sitiador eropieza
sus trabajos desde c1 punto cn que el fuego
de la plaza no puedo aun ofenderle: dichos
trahiyos se continúan hasta que aquel llega a1
último recinto de la plaza.
Preliminares, La duracion de los ataques
varja segun la naturaleza y disposicion de ias
fortifleaeiones, segun el terreno y otraB cir^
cunstanciBS. Gnando un general se dedde ¿
alacar ona plaza, debe con precision ante todo
catcolar el licmpo que poco mas ó menos le
^OO WmOTtStiA POPULAU.
podr¿ costar y ¿ este cómputo anticipado es lo
que se llama duracian probable del sitio. Du-
racion del sitio, slmpfemente es el tiempo
que este dura , y diario de ataqueses\a me«
moría y plano que diariamente dan ¿ conoccr
los progrcsos del sitio. Por regla buena y ge-
neral debe siempre presnponerse coroo de re-
t^ular snfldencia en et ataqtre bien combinado
do una plaza ocho ó diéz veces mas nomeroso
el sitladorqne e1 cjército ó tropa sitiada.
Los ataques se ejecntan por medlo de tra-
bajos de distintas especies de cnyo núroe-
ro Bon los nrincipales las trincheras, las
paralelas 6 ptazas de armaSf las baterias, los
OMballeros de trinchera, hs alojamientoSf hs
pasos de foso, y las minas, para la constrnc-
cion, de cuyas obrasse emplea prindpalmenfe
la zapa. Todos estos trabajos y medios de
ofender constituyen 1o que se llama el ataque
industrial de una plaza.
£os príncipales medios qoe se cmplean en
el ataque actaal de lasplazas consistcn: 4.*'en
elegir uno ó dos frcntes de ataque: 8.^ en
apagar los fuegos de las baterias de estos fren-
tes: 3.**en hacercaminos que conduzcan¿ cu-
bierío hasta e1 pie de las murallas: 4.* en
abrír las roismas muralias haciendo en ellas
breChas pi acticablcs.
Todos los trabajos preparatorios y de de-
talle producen las baterías, con las cuales se
bate al frecte ó frentcs dc ataqoe, y las para-
lelas que sirven de amparo y plaza de armas
al sitiador que va acerc¿ndo8e roas y mas ¿
la plaza. Abierta ia brecha» el siiiadori ocho
6 diez veccs mas fuerte que ei sitiado, sabe
que la toma de \h plaza es segura y que no
puedc ya ofreceríe gran rosistencia la gnar*
nicion inferlor en número, en provisiones y
¿nimo que él.
Tomada ya la resolocion del ataque deuna
plaza cualqniera y calculado el armamento de
ella , ó lo que i's 1o roismo , su provislon y
apresto en fortiflcaciones, viveres, materíales, «
hombres y caballos, 1o prímero quc debe ha-
cersc es fa corobinacion, disposicion y distri-
bucion de ios medios de ataque, cuya deno-
roinacion general se da ¿ la organizadon y
reunion de todos los objetos necesaríos para
emprender un sitlo.
Los mediosde ataquese componen de ma*
sas activan y ejecutivas, como son los hombres
y caballos, y de roasas ineríes y preparadas,
quc son las mñquinas de guerra, cañones, ba-
las, bombas y otros proyectiles, fajinas, pl'-
qoetes, salchichones, gaviones y zapas . pa-
las, etc. Todos esk)s útílea ó roasa inerte, se
reuncn en gran copla y constltuyen los gran-
de^ parques de artiilcría é ingenleros, que dit-
rantc el ataque, se establecen en puntos bien
elegidos ¿ la inroediacion de las obras y fiiera
del alcance de las arroas enemigaf. 8e reunen
las compañías de aríillería y obreros , las de
zapadores y mioadores qao deben segnir ¿ los
parques, siguiendo los dos últimos iostitutos
T. itf. 04
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im
cl parque de ingcnieros y quedando las dcmas
brigadas de iogenieros en el cuarlel general
para marchar al primer aviso y con dos car-
ros ó furgones bien montados y cscoltados por
algunos zapadorcs del Iren. Dichos carros de-
hen contener: 4 .** todos los instrumentos geo-
désicos y topográflcos para el levantamiento
de planos, reconocimientos, etc: 2.** los pla-
nos, cartas, etc: y 3.^ zapss, hachas, pa-
las, etCvCon todolo cual acuden ádonde mas
preciso se hace durante los trabajos.
La espericncia ha fljado en unas 700 varas
la distaiK;ia á que deben establecerse ias ba-
terias üe cañones y morleros , parn que sus
tíros scan deacierto y efectos eflcaces. Lasba-
tcrtas dc obuses se sitnan á 350 varas de los
blancos, y los pedrcros, cerca de las obras, á
70 varas lo mas.
La^ baterias son directas , quc tiran á toda
carga, ó dt cnfilada, que tiran de rebote.
liHS iMilerias directas fueron las únicas que
sc usaron hasta que Vauban Inventó la segun-
da especie , como queda dicho. Se díce que
un tiro es á toda carga cuando» cargadas las
píezas con e1 máximo de carga, sc hieren los
objetos segun la direccion de la (rayectoria, y
se aplíca igual denominaciou tambien cuando
cl objeto eslá á la distancia de punto en blanco
y á la pieza se echa dc carga la tcrcera parlc
del peso de ia bala próximamentc. Se Ilama
tiro á todo akanoe á aquel en quela pieza, car-
gada con el máximo, se halla apuntada bajo el
mayor ángulo que perraite la cureña. El tiro á
rebote está fundado en 1a propied&d que tienen
los proyectilosde reflejarse dando muchosbo-
tes ó saltos sucesivos cuando el áugulo de
caida ó de incidcncia es muy pequeño y de
ccrca de unos 20**. Estos tiros se hacen sobre
la prolongacion de las crestas dc las caras y
alas de las obras y cayendo en los adarves re-
corren, botando y rebotando, dicbas alasy des-
truyeii el montage de toda la artilleria que
. defiende los terraplenes. Para tirarbombasde
rebote se montan los morteros sobre cureñas,
ó se sujeta la bomba á la boca de los^ cañones.
A1 tiempo que se hacen los tiros do rebote,
disparau» bajo un pequcíio ángulo de eleva-
cion y en direccion perpeodicolar ú las caras
de las obras, las batcrías de cañones, morteros
y obuses, producicndo estas dos especics de
tiros £ombinado3 la pronta destruccion de los
mas íuertes muros y baluarles.
Las baterias de cañoues de grucso caübre
de 36, 24 y 4G, colocadas á 420 varas de dis-
tancia , tirando con e1 máximo de carga , se
apuntan de manera que próximamente roar-
quen con sus tiros sobre la muralla las dos
ranuras veriicales que comprenden la brecha
calculada ó parte que se quiere derribar; des-
pues se z{ipa e1 muro, como á una cuarta par-
te de Eu altura , por una profunda ranura ho-
rizontal, y se tira despues con salvaa á dife-
rentes alturas sobre esta última ranura hasta
que se desploman, cegando e1 foso, e1 parape-
to y el revestimienlo. Esta breefaa se hace
despues practicable disparando sobresucús-
pide buena copia de bombas y granadas.
Las minas sirven muy especialmente para
1a apertur'á de las brechas. Para hacer uso de
ellas se empiezaabricndo á cañonazos un agu-
jero al pie de la muralla, en él seintrodoceun
minador para abrír on ramal de mina en e1 es-
pesor del revestimiento hasta encoutrar el ter-
raplen ó mas adelante, segun la allura de la
escarpa. {Véase FOBTiFicAaoN , minas.) Lnego
se ponen á trabajar dos mioadores á derecha
é Izquicrda y hacen dos ramales i lo targo
del muro , los cuaKSB, segun las reglas del ar-.
te, prolongan mas ó menos; al estrcmo de ca-
da ramal establecen un hornilio capaz de con-
tener la carga que se ha conceptuado conve-
nienle, ponen e1 estremo de la sa/cAic^ enel
ccnlro de las pólvoras, cotocan el ramal,
apuntalan lo» ramales de la mina, liacen salir
ai foso el otro estremo de la salchicba, le pren-
den fncgo con un mixto, arde, se comunicael
fuego á las pólvoras, que se inflaroan y despi-
den el baluarteúobra bajo que están, dcjando
el foso cegado, y por señal dcl baluarle sola-
mcnte e1 embudo de la mina.
De todo lo dicho se deduce que e1 ataqoe
de las plazas se reduce á abrir 1a brecha, con
el mayor amparo posible del sitiador, para pe-
nelrar en ellas, y que todoslos trabajos coodu-
centes á esle objeto componen lo que se llania
teoria del ataque,
l*ara el mayor órden cn las memorias, tra-
bajos y preparativos se ha dividído e1 aite
esencial del atuque y la defensa de las plaias
en tres periodos. Algunos autores fljan etpríu-
cipio del primero despues de la embesttdura,
otros despues con otras variaciones ademas;
pero la division mas cómoda á nuestro relalo
y masgencral es lasiguienfe.
Primer periodo del ataque, Gomprende lis
operaciones prellminares del sitio y la erobcs-
lidura de laplaza hasta la apertura de la trin-
chera.
Segundoperiododelataque, Gomprendeto-
dos los trabajos desde la apcrtura de ia trín-
chera hasta el establecimicnto del sitiador ai
pic del glasis 6 tercera paralela.
Tercer periodo del ataque, Compreiide los
trabajos dcsde la tercera paralela hasta la ren-
dicion dc la plaza.
Primer periodo, Todos los preliminares
quc dejamos esplicados sobre la disposicion
del pcrsonal y materíal de los parques dc arti-
lleria é iogenieros, etc. ; corresponden i esle
primer periodo.
Cuaudo un gefe ha calculado bien y deci^
dido el ataque de una plaza y para ^ecatarle
se halla con su ejército al frente de eila , la
prímera operacion ostcnsiblemeDte ofeosiva
que tiene que hacer, es 1a embestidura de la
plaza, la coal dd)e ejecptar con el mayorsigi-
lo y rapidea. Emhestir una plaza es arrollar
todos los destacaroentos y obstácolos de sos
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ATAQüE
40U
contornos para estableccr uüXorJon áe tropas
alredcdor de aquella, que por este raedío que-
'da privada de comonicacion con el esterior de
su rccinlo. La embeslidura suclc iiacerse coo
■5,000 ó 6,000 cazadores y rabalícría ligc-
ra, seguldos de las brigadas dc ingcnicros y
zapadorcs del treji para facilitar sobre la mar-
^cba el principio de los primeros trabajos, le-
Yantar planos y bacer los primeros reconoci-
mientos topográflcos é iodispensables. fimbes«
lida la plaza, se gaarnecen con dcstacamentos
jodos los puestos, aldeas y puntos de sospecba
ó ventaja miiilar, que se hallen á 2,800 j 3,000
Yaras de la plaza , á cuya cadena de puestos
de Tigilancia se llama cordon dturno. Eslos
pucstos, situados fuera de alcance del cañou,
uo podrian, comolobacen de dia, impedir de
Docbc hx comunicacion de los sitiados con los
cdnfldentes de afuera, y asi cuaudo la nocbe
cicrra, sc aproximan á unas 4,400 varas de la
plaaa y forman el cordon nocturno, el cual
dcpcnde dc los accidcotes del terreno y mas
que todo de la pcricia y sabiduría del general.
Durantc la noctie prosiguen los ingenieros
con mas cxactítud y proximidad á la plazasus
reconocimientos, y antcs de romper el alba,
eslos y cl cordoo nocturuo so retirau á los
pueslos que ocuparoo dnraulc cl dia. La cm-
beslidura sc empieza dcsde una dislancia dc 3
leguas dc la ptaza simuUúneamcnte por varios
destacamentos distribuidos de antemano, que
deben cnibestir á una seiial convcnida dc cua-
tro cafionazos lí otra cualquiera.
La dt.racíou dc la embestidura se calcula
por lo comuu dc cualro días, durante los cua-
les y los íiguicufes del priracr periodo, dcbeu
los ingeuicros lcvantar los planos, redactar
sus raeuiorias y no perder de vi¿la las noticias
y dutus ó planos topográfícos dc la plaza, que
pudÍLMan aules baber reuuiiio, para <iue el co-
maudanto gcueral de ingeuieros los preíicnle
al gcncrai eu gerc ásu ilegada al canipo, antes
ó dcspucs de la cmbeslidura.
Luego que llegue el general cn gefc, debc
disponer cn visla de los antcriores datos y ao-
cidentca del terreno, las lincas llauiadas dc
circunvalacion y de contravalacionf la pri-
mera para rccbazar cualquier ejércilo que |)U-
dicra veuir eu socorro de los siliados, y lá se-
guuda para araparar cl ejércilo contra las sa-
lidas que pudicra hacer la guarnicion. La liuca
úc circunvalacion debe contener uu cordon
de destacamenlos en los lugares en donde la
natoralcza no presentase uu accidentc de de-
fcDsa natural, comolas rocas, pautauos, etc,
y se eligcn todos los punlos áladistancia mc-
dia dc 3,600 varas de la plaza. La linea de
contravalacion ,se eslablcce bajo principios
equivalentes^ mirando bácia la plaza y á unas
2,900 varas de ella, qucdando eotre dicbas
dos lineas ekcspacio iutermedio de 700 varas
para cl establecimiento de los cuartdes , que
soo los^untos de estacion de cada caerpo del
cjércíto inarcados segun el plano del ataque,
y comunicados eu lo posible para la protec-
cioo y apoyo reciproco del campo. AI ejército
que guaroece especialmente la circunvalacioD
para recbazar cualquier socorro á la plaza,
se llama cjército de observacion, y á todo lo
rcstante ejército de sitto, cuya division cons-
tituye lá primera y principal de la tropa sitía-
dora. Duraote los dias de embestidura se de-
tienea cuantos paisanos se hayan á las maoos
para que luego sirvao, á la par que los solda» '
dos, en la construccíon de las obras. El campo
de cada especie de arma se forma á 240 varas
á retaguardia de la circunvalacion, enel terro-
no que mas coavenga, y biea guarnecido de
ioranteríu. Estos campos se trazaa por el co-
mandante general de ingenieros y gefedees-
tado mayor, en el plano generaK
A la inmediacioade los puotos de ataque y
sin que el euemigo los conozca, debea sitaarae
los parques de artilleria é iageoieros, cubriea-
do sus caropos con algunas obras dcstacadas,
bien dcfendidas por^ infanteria de linca y ca-
ballcria ligera, cuidando de hacer entre aquc-
Ilos corairaicaciones bicn espeditas.
Duranle estos dias se mandan zapadores
acompañados <Ie paisanos á bacer cortes de
árboles en los bosques mas inmcdiatos, para
tcner proutamente rcuuidos estos materialcs
indispcusables para emprcndcr el silio. Para
lus iineas ya esplicadus sc empleau, con algu*
nos zapadorcs que los dirijan, los paisauos que
se ban dctenido para los trabajos y los solda*
dos de infanleria nccesarios, á quiencs asi en
csto como en la construccion de cestones, fa-
jinas, ctc., se paga uu tanto rclativo al Iraba-
Jo que presentau, con tal que sea de recibo,
pues si fucre desecbado pierdea la gratiüca»
cion. La estension total de las partes dc las
lineas, sin comprender la contravaladon , se
calcula para uu sitio formal de 30,000 ¿ 36,000
varas, las cuales pueden coucluirse en ocho 6
diez dias por 20,000 obreros, armándolas
despucs dc rastriUos, caballos do frisa, csta*
cadas, etc, y guarnecióndolas de barbetas y
cspaldones con embrusuras. En una plaza que
haya exigido 20,000 varas dc circunvalacion,
nccesilau lo meuos 40,000 hombres para dc-
fcuder estay 40 000 para reserva y vigilaocia
dc ja contravalaciou'.'total personul nece.^^ario
para sustencr un sitio formal 50,000 hombres.
Ilecha Ih cmljestidura, ciiyaduraciou se calcula
dc cuatro dias, y las lineas ¿ cuya duracion de
obra hcraos calculado dicz, resulta que autes
de empezar ¿ abi ir trincliera deben pasar ca-
torce dias , duranto los cuale^ se acopian los
materialcs, se hacen corles y talas, se distri-
buyen los cuarleles, reconocen los ingenieros
cl carapo acercáudose bieu escoltados á ia pla-
za cn cuanto les sca posible hasta la distancU
de 4,800 varas de ella, y cn fln, sc traza y
decide ó aprueba por el gcneral en gefe el
plan general del ataque,
Decldido el plan de ataque y redactadas
todas las memorias, planos, accidentes y cuan'*
;
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ATAQÜE
404«
)o se haya poditJo reunir relativamenle á la
plaza atacada, parapetado ya en su9 lineas ei
ejército sitiador y reunidos todos los mnteria-
lesparu el sUio, clgcneral, oyendo el parecer
dc loá gefes de arlillería, iofcenleros y cblado
inayor, decide el frente 6 frentes deataque]
que son aquollos puntos nias débües y de me-
jores accideotes al sitiador y ventajas para la
xapa, que presenta la plaza/cuya elecclon del
frenle esmuy delicada, como que de ellade-
pende en gran parle el buen éxito maa ó me-
Dos prouto de ios trabajos de sitio. Por ser el
perímetro de iina plaza rauy estenso, y de
cousiguiente imposible ei atoque por todas
partes, se elige un punto para la brecba, que es
el que se Juzga de mas fácii allanamieuto. Para
ocuitar mejor al sitiado el punto elegido, se
suelen emprender simultáneamente ataques
sobre dos puntos diferentes, de los cuates se
llama el uuo ataqae verdadero, y cl otro ata-
que falso.
Determinados ya los frentcs del ataque,
enfrente del oentro de uno de ellos, á 4 ,450
varas y al abrigo de Io& fuegos de la plaxa, se
estabiece el depósifo general de ingenieros,
en el cual se reuneu todos los litiles necesa-
rios para la trincbera; inmedialo áeste se es-
tablece tambien el depósito general de artille-
ria, al cnal se llevan los gaviones, cestones
y demás materiales nccesarios para la cons-
truccion de las baterlas, hacléndose a1 mismo
tiempo los salohichones. Al mismo ticmpo ios
ingenieros por mediodel grafómetro, dougiíTs,
teodolito, brájula y demas instniinentos de
topograffa trazan lo qoe se Ilama el plano di-
rector de los ataques , qne es el plano qne
contiene el qne se ha formado ya en el ler-
reno y que encierra dentro de sus limites to-
dos los trabajos que van á ejecutarse coiitra
Ja plaza. Para trazar cste plano f;obre el ter-
^eno se marcan con toda precaucion sobre cs-
te las proloogaciorjes dc las caras y capíta-
)es (4) de todas las obras, cuyas liueas se de-
terminan por visnales y operaciones trigono*
ro/'}!ricas. Sobre cada prolongacion se plantan
dos piquetes, que se llaman plquetes de di
reccion, á 60 varas el uno del otro, y se mide
la difctancia qne media entre ellos y las paites
Balientes mas avanzadas de los eaminoe cu--
biertoi; la posioion de estos piquetes se senala
on el plano y se les da la misma acotacion
que lienen en el terreno, cuyo polígono, for-
mado por los piqueíes de direccion, que abraza
todas las prolongaciones de las capitHles y
oaras de tONdas las obras del freiite de ataque
sirve de base á todas las operaciones grétlcas
y sucesivas en el sitlo. Dicbas operacioiies
debeo bacerse por todo el contorno de la pla-
la para no declarar el verdadero frente de
alaqae al sitiado. U determinacion de las ca-
(4) La capilal dt una obra csla línoa ideal quc
tnatemáUoamente dlvide en dos partes igualcs ua
ingulo saKentc de aqiielta.
pitales puede &er aproximada, pero de uingnD
modo la prolongaclon del frente de )as caras,
qne son, como luego veremos, de suroa tras-
cendencia en su exacta determinacion.
Sübre este plano marca el general el pro-
yccto de la trincberd, que debe constitnir U
primera paratela con sus ramales dt comu"
nicacion que se abren ¿ retaguardia de ella.
Tr»zado por el general el proyecto de la prl-
mera paratela, se preparon todos los roedios
y úliles nccesarios : del depósito general de
ingenieros (colocado en el centro de los ata-
ques) se sacan durante la noche los úliies, fa-
Jinas, etc, necesarios para formar cinco de*
pósitos parciales en las prolongaciones de las
cinco capitales del frente de ataquo (pues en
sentido de las capitales cs en donde tlene me-
nos fuegos y ofensas el siliado), dando á di-
clios depósilos 4,000 ¿4,400 varas mútuamen-
te de distancia. Las intersccciones en el pla-
no director de la paralela trazada por el ge-
neral con las proloiigacÍone¿ de las caras y
capitales, antes trazadas, &e marcan sobre el
terreno, por los iugenieros, con piquetez;, lo^
cnales dau la direccion sobre cl terreno dc
dicha primera paraleia. Los dos gefes de in-
genieros y estado mayor combínan des^de lue*
go el número de soldados trabajadorcs nece-
sarios á la abertura de la trinchcra y las tropas
de infantería y caballería que deben cubrir el
trabajo. El número de trabajadures se gradoa
¿ raaon de nn hombre por cada dos varas, y
así, dividiendo por dos la estcnslon total eo
varas, de la paralela trazaüa, se ticne ei nú-
mero neceBarlo de trabajadores : á estos se
añaden los qne se necesiten para abrir rama-
les de comunrcacion enlrc los depósitos y
dicha priniera paralela. Para la proteccion de
los tial)aJos se gradúa un b'itallon por caüa
500 ó 600 varas, aumentándose este uámero
con la caballería ligera neccsaria.
Todos estos preliminares desde la embesti-
dura (sin contar la cual, duran diezdias) haslt
el momcnto deempezar los Irabajos de trinchera,
son los que constituyen el primer periodo deí
ataque. Lu Irinchera, que noes mas quc el nom»
bre, en general, qnc se da ¿ todus los parape-
tos óataquet', tomadesdeel perlodo siguienle el
nombre dc paralela en las ireü Hneas 6 cuatro
princípales; porque cada una de estas tineas se
couslruye paralelamente á la del desarrollo cs-
terior del frente que se ataca.
Segundo perxodo dt-l aíaque [V. Deferml-
nada ya 1a abertura de la triuchera {véanse
TRINCHERA, ZAPA^, distrlbuldos los Irabaja-
dores, marcados en el lerrcno cou piquetes |K)r
los ingenieros los trabajos que se ban de ha-
cer, formados los depósitos particulares, etc,
la nochfe víspera del dia resuelto para cous-
truir la paralela, marchan seis, ocho batdliO'
nes, ó la tropa que, segun la importancia del
(4) Desde 1% abertura
imer» paralela.
de U trineliera haéta !a
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mi
ATAQÜE
4048
fiitio y número del sitiador, se mareará, á si-
tuarse con sigiloá tomar poslcion á unas ÍÍO
Yüras delaote del terrtno donde debe coos-
truirse la paraiela, los cuales deben sostcnor
lo8 trabajos y no dísparar armas de fucgo; des-
tacar avanzadas que silenciosamcnte, y en un
caso b\ arma blanca, so apodercn de las pa-
truUas del sitiado quc á aqnclla distaiicia de
la plazapndieran discnrrir.
Todos los irabajadores ya uombrados se
distribuyen en brigadus, cadaingeniero sc cn-
carga de una de estas y la conduce en una so-
la /)1a al piquete ya colocado en la direccion de
la capital cn cnyo sentido toque marchar á di-
clia brigada; ^I iogeniero hace que sus truba-
jadores marquen succsivamente, cchando ca -
da uno su fajina en tierra, la parte de paralela
que áaquelja brigada loda construir; lucgo que
arroja al gíielo sa fa]ina cada trabajador dcbe
acoslarse silenciosamente á so laOo: estc mé-
todo i)ara una brigada se practica á un mismo
(iempo por todas las demas, de muncra que la
parali la queda ya trazada en tierra por las ia-
jinas'. E! comandantc de ingenieroá, despucs
de rcctlOcar y ver (|ue está trazada dicha lineii
correctamente y todo bícn dispuesto, da la ór
den de trnbajar, la cual repite con la voz ma-
no$ ála obra óal trabajo cada ingeniero ásu
brigada, y todas estas le empiezan, cuidando
de dcjar cada trabajadorenla paitedc parale-
la que le toca cavar, la berma heclia v fofmar
eldecliveiriteriorde la trincberaóparaíela. Du-
rante la noche se encarga lambien nn ingeniero.
dc establecer y hacer cavar las comunicacio-
nes de la paralela á los dendsitos, y al rayar
el alba ya se tieue contra la plazh un abrigo,
sino muy sólido todavia, lo bustante para de-
fenderse á cubierto en nna salida las tropas,
qne dorante la noche habian campüdo avanza-
dae de la paralela, las cnales se reliran antes
del alba á gnareccrse cn ella. A c.'^ta hora
acudcü nuevos trabajadores, en relevo dc los
de la noche, Ilevando rada unodos fajina?,
con las cnales dan mas espesor al parapelo re-
cieu hecho, forman las banquetas, rectiflc^n
laspartes defecluosas, y todo efto á pcscr del
fuego vivo quehagaUi pluza. Eu la misfma ma-
fiana los ingcnicros y artilleros c'ecidrn Ja si-
tuaoiou de íus bateiÍHd de rcbote cn los pun-
tos de inlerseccion con la parak-la de lu pio-
longacion de cada cara de los baluartes aiaca-
dos. Las baterias piira no cnlorpecir en las
trinclieras dondc í^eriun de niis fácii esiahle-
cimiento, se situun y trazan sobre el terrcno,
á pesar del fuego de la plaza, á uuas 70 ¿ 90
varas de cllas eslableciendo hasta la paralela
comunicacioncs por medlo de ramales Las cir-
cun:;fancias del terreno sc apTovechan para
]as batcrias si se presentan con uliiidad; pcro
si. lejos de eslo, imposibilitasen 'cl eslableci-
Diiento de Ins hutcrias, estas se establecerán
en las paralelus que despucs se construyan.
Dcspues de determinado en el plano director ei
proyato de las bateiíds, al roniper la noche
se trazan ostas sobre el terreno en el lugar cor-
respondieule levantando el ingeniero una per-
pcudicular cn el punto marcado de la prolon-
gaclon de la crcsta de la rara del frente ata-
cado; perpendicularmeute á esta anlerior per-
pendicular se traza con tfavjones el espaldon
de la batería y dclante y paralelamente á este
se traza tambien con gaviones la linea estc*
rior, cuyasdQs últimasmarcan el espc^or de la
batetia, que se ponen ínmcdiatamenfe ¿ cous-
truir los trabajadores, segun la cs'rnsion ¿
derccha é izquierda del piquete printtrramente
clavado dcterminada por el ingeniero, cubiién-
dose dichos trabajadores, si la fuslleria y me-
tralla de la plaza es muy viva y certera, con
una gavionada que antcs se construye al fren-
tc de la bateria. La longitud del espaldon de
unabalcria dcpende del núraero y especie de
las bocas defnego que desde c^lla deben tirar.
Sieodo el objeto de uua batcrfa eníilar lascres-
tas de los baluartes y dcstruir con el rebotc y
tiros directos el rodaje y material de arlil!cria
en los terraplcncs osi como inqnietar at silia-
do en los fosos, camiuos cubievtos etc, se co-
locan cn cada una de ellas grneralmente: 4."
dos ó ties piezas de sitio de á ^2 ó 16 interior-
mente á la crcsta del parapcto para batir dc
rebote al adarve: 2.® dos morteros por la par-
te esterior de la magistral para tirar ambos ¿
lofí foso;;. y 3.® dos obuses degrande alcancc
iuleiiormeute á la prolongacion de la cresta
de la esplanada para tirar de rebote al camino
cubierto y dcstruir las estaradas, bnrreras, etc.
de donde se deducen 54 á 60 varas para ci
frente de cada una de estas baterias.
Se calcula en nnas cnarenta horas de tra-
bajo la construccion completa de nna barcria
de rebote; pero si se levantan las esplanadas
de los cañones 2 */« ó 3 pies del suelo (lo cual
hace nias certeros íos tiros) .«c larda mas. Ge-
ncralmcnte se establccen en el terreuo n&lurnl
las esplauadas de cañoncs y obuscs, y mas ba-
jo las de los morteros.
En cada batei-ía suelcn reunirse piezas de
una fola ciase, y cnlcnces aquellas se dividcn
en dos especiesgencíales: t.* baterias de ca-
ñoncs y obuses: 2." batcríuS demorteros y pc-
dreros. Las primeras licuen por objelo hacer
callar las dc.la plaza y abrir brechas. Las ba-
tcrías de moiteros y pedrcros tienen por obje-
to el hacer iuguarneciblcs las obras sii¡a<jas
dcstrozando á los defensores y detener á las
tropas sitiadas en las saiidns. Los m< rteros
sirven ademus para iiicendiar la pobIi;cion,
dcítruir los almacenes y qr.cmar los poIvorincF.
Las balerías de cañoncs destinadas « ha-
ccr callar la arlirería dc la plaza son de dos
especies: de á todo alcance y de rebote, todo lo
cual dejaiuosdicho en otro lugar. Algunasoca-
?ioi:cs ocnrren en que, ya por las dillciillades
del lcrreno ú otra circunstaucia, no piieden
entilarse !as creslus, para cuyo efccto se ne-
cesita siempre mucho cuidado é inteligeucia en
ia siíuíicíon dc las btlcrias. A priiicipit'S dcl
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1049
ATAQUE
4020
año Í809 losfranceses llegaron al pie del re-
cinto de Zaragoza sin babcr enfilado nna sola
de sns caras. En e1 sltio de Turtosa los ata-
ques habian llegado mas allá de )a crcsta del
c&niino cnbierto sin qjie hubiese jugado nna
sola bateria, babiendo Ilegado los miuadores á
la escarpa antes que el cañon hubiese abierto
la brecha.
Las baterias de brecha se colocan en luga-
res desde donde se vean bien los frentes de
alnques y puntos de brecha, siendo mas ac-
tivas y mejorcs cuanto mas cerca se pueden
situar dela plaza.
Las bateriasdemorterossnelen ser fíjas en
UD mismo sitio durante todo el sitio, para to
cual se construyen en puntos dc donde no sca
prcciso mover aquellos.
Los pcdreroH y morteros de granadas tie-
nen un alcance muy corto, por lo cual no se
lós coloca mas que en las trincheras rouy
cercanas á las obras, y mas ordinariamente en
las prolongaciones de las caras. Se los mtiUi-
plica cuanto he pueda para lirar sobre las bre-
chas en los momentos del asalto y contener
las salidas de los sitiados. La estension de la
priroera paralela, debe quedar de unas 2,460
varas, y contando la proiongacion de las alas,
de 2,900.
Estas son las principales condiciones y el
objeto de las baterlas de sitio y de la primera
paralela. Cuando los Cdminoscubiertos sobre las
capitales han Ilegado á roas de, 250 metros, sc
principia á la zapa volante la segunda paralela.
Dícha segunda paralela se situa á tiro de fusil
<^e la priroera para que pueda ser profegida
eQcazmenle conlra lassalidas dcsde lascgun-
da paralela; los trAbajos sucesivos ya no pu^-
den pjecularsc újas que á la zapu volaute ó
zapa Ilena.
Para proporcionarse el rocdo roas espedito
y amparado de avanzar hácia la plaza en sen-
tido de lus capitalcs se iroaginaron desde el
orígen del ataque, como dejamos dicho, los
ug zag, los cuales vienen á ser unas trin-
cheras de tal modo dispuestas, que sus partes
todas se hallan desenfiladas de las salicntes
mas avanzados. Cada zig zag, corta á la ca-
pilal, y sesepara de ella de 36 á 60 varas, lo
roas, y la prolongacion de cada uno dc aque-
llos ])asa á la dislancia de 36 á 48 varas del
saliente colateral roas avanzado, por cuya ra-
Kon resulta cada raroat desenfllado, y la cabcza
de la trinchera lo roas avauzada posible Iiácia
donde se quiera llegar. Este avance es roas ó
menos grande, segun es roas ó roenos agudo
el ángulo en que el ramal corta á la capital,
el cual va siendo roas obtuso cuanto ross van
acercándose á la plaza los zig zag. Cuando se
ha llegado á^unas 70 ó 90 vaius de los salien-
tes, no es pósible caminar en zig zag, y en-
lonces se hace la trinchera cn líuea recla há-
cia la plaza, y se cubrc con un parapeto á ca-
dacostado, y su frente por roedio de /ramcs,
sobrc Ips cqalQs se hacc qna gavionada para
desenfilar la trinchera que qneda a retaguar-
dia. Este roélodo de trinchcra rccta, pndtera
nsarse en los silios eu vcz de ztg zctg; pero
se ha prefcridü siempre este por eslar mucho
menos enlllado y descubicrto. La salida de ca-
da ramal de zig zag hácia la plaza. se cubre
prolongando elraroal siguieute uuas 5 0 G va-
ras, cuyos recodos facilltan tarobieu la comu-
nicacion. Este es el roedio que se emplea ante
las plazaspara llegará cubierto dcsdela primc-
ra paralda á construir la scgunda. Dnrante la
segunda, tcrcera, cuarta y quinta noche se
cjecutan las baterías de rebote y directas, tl-
rando sobrc todas las dcfensasdelfrentc desde
el tercer dia. Desde la segundanoche dcbcn lo$
ingenieros cropezar á trazar á fdjina los pri-
meros ramules de zig zag para llegar á la sc-
gunda paralela, para lo cual se neccsítan al
menos cinco dias. >
Al Ilegar Ibs raroales á dístancia de 360 varas
de Ja primera paralela, es necesarío ya esta-
blecer la segunda para la protcccion de los tra-
bajos sucesivos. Si lostrabajosde la segundapa-
ralela pudieron protegerse con tropas á vaognar-
dia por no hallarse estas al alcance entonces
de la fusileria de la plaza, ahora quc las obras
están al alcance de aquella, se hace preciso
protegcrlas por retaguardia, para lo cual sc
cuida de que siempre diste cada paralela de
su anterior inmediata menos quc del camiuo
cubierto de la plaza, para que los sltiados no
puedan invadirla antes que los de la antcrior
paralela socorrer á csta.Cuando los ramale¿ de
comunicacion Ilegun al'punto de la segunda pa-
ralela, lossiliados haccn salidas vigorosas para
destruir los trabajos, por cuya razoo se dcbeu
coloCar á vanguardia, y pecho á ticrra desta-
camentos que contcngau á los que hagan sa-
lidas, llegado cuyo caso Io& trabajadores se
retiran poco á poco para no impedir el fuego
de la paralela, la caballerla rodea las trinche-
ras y corre al galope á cortar la retírada de los
sitiadosá Ía plaza.Ias tropasdc la paralelasa-
len al paso redoblado y atacan la salida de
frente y,á la bayoneta,
La construccion de la segunda paralel» se
ejecuta de un modo eqnivalente ¿ la de la prí-
mcra, solo que cada trabajador Ileva un gavion.
Las alas de la paralela se cubren con destaca-
nicntos, para proteger los trabajos, tientre en
tierra y á 50 pasos.
Cuando en las alas de la primera paralela se
han podido establecer las baterias de rebote
contra las cara» de la media luna y deroas
obras colaterales, se procura que la prolungacion
de las alas en la segunda paralela no oculte cl
tiro de dichas bateiías; pero si estas no pudle*
ron ó pensaron establecerse en lasegunda para-
lela, estadebe abrazaala prolongacion de todas
lascaras de lasotras colateralea qne tieneoiu-
nuenciacnlosíitaqiics. Lae¿tension dela segun-
daparalela, gcucralraentc viene á sereuelpri-
mer caso de 2,160 varas, y de 2,900 eo el se-
gundo, para cuyo trazado sc necesitarán 4,500
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ATAQUE
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gaviones y 2,400 trabajadores. I^ara cubrir los
flani 08 de la sf gunda paralela de las salidas de
los siliados, se termiuaD pcr dosredoctospenta-
fzronales, qne se trakan tambren á la zapa volan-
te, y en cada uno de los cuales secolocancin-
co 6 scis piezas de peqneño calibre que harán
eon metralla los aprocbcs dc los flancos. Al
romper el alba debe estar la paraiela en estado
de recibir ¿ los soldados, los trabajadores se
relevan con otros, de los que cada uno Ileva
dos fajinas para coronar los gaviones , cuyo
coronaroiento se hace el quinto dia, perfllando
en el misroo la trincliera y construyéndose an-
tes ¿ la zapa Ilena 1o qnc no hubiera podido
acabarse dorante la noche. La segunda parale-
la solo se diferencia de la primera cn tener
roayor latltod de fondo, la cual es de unos 8Va
¿ 9 pies.
Én esta segunda paralela fc estableccn las
batertasde redoble que no se hayan colocadocn
la priroera, y estas pueden copstruirse, yes lo
mejor y roas pronto en la roisroa paralela, de ma-
nera que su tiro no embarace los ataqoes, un
poco adelante de la paralela, en cuyo caso su
construccion se retarda un dia, y es mas peli-
grosa, ó de1t¿s de aquella lo suflciente ¿ que
no impida la paralela sus tiros. En la sétima
y octava noche se construyen las nuevas ba
lerias, se concioycn y arman los penlágonos
de las alas, se acaban las dos grandes coníuni
caciones que uneo las paralelas, y en la roaña-
na del octavo dia Juegan ya las nnevas bate-
riasal tiempoque las ya establccidas.
Desde la tarde del dia 7.*^ deben los inge-
nieros, con sus escuadras de zapadores, haber
salido de la seguoda paralela ¿ la zapa Ilena
h¿cia las cinco capitales á la vez del frente
atacado, haciendo de noche y de dia esle ca^
mino en zig zags deseoOlados de los salientes
ecbando roano de la zapa YOlaote, bajo la pro-
teccion de ias nuevas baterías , en todos los
instantes íavorables para acelerar el trabajo y
ftdelantar las trincheras que al octavo dia lle-
gar¿n por mcdto de dos ó tres zt^ zagn ¿ los
puntos de las capitales distantes 440 ó 450 va-
ras dc lossaiientes. Las tropas de la segunda pa-
ralela protegen estos trabajos corriendo ¿ sos-
tenerlüs cuando los sitiadoM hacen salida; pcro
llegados los ramales á ia úKima distancia di-
cha, la paralela protectora queda demastado
]ejana¿ retaguardia para proteger estos traba-
)os, por cuya razon se eslablecen como apoyo
las fnedtas ¡taraltlas ó medias plazas de ar-
was, quc sou unas defensas que abrazan las
prolongacíones de las alas del camino cubier-
to, y se hace que contengan tarobien las de
Mos flancos de los baloartes ataoados para en-
Marlas con las baterias de obuses y morteros
que en dichas semi'plazas de armas se colocan .
Estas iemi'paralelas se trazan en la novc-
na nocbe , se conttnoan los ramales
las alas dc la tercera paralela, encorvadas hácia
los rednctos de la segunda parale'.u, para qne
aqnellas alas se ha Ilen flanquoada-:. Por el dia
se perfecciona el ^rabajo, se construyen las
baferfas de obuses que debeo tirar al dia si«
guientc, los ramales se confináan mas corlos
y desenfllados hasta 96 varas de los »alientes,
y al caer lanoche de esfe dia 9.**, se empieza la
tercera paralela, (lue debe estar concluida en
toda !a décima ydias siguientes, trasportándose
para esto todos los materiales ¿ las semi-plazas y
ramales, y guameciéndose para proteger aqoe-
lla de infanterfa estas, las alas de la segunda pa-
ralela. y loquedeestas va hechoen la tercera.
Iia caballerfa acude fambicn, y durante la no-
chc se relcvan con frecuencia las escuadras
dc zapadores para mas activar el trabajo, pues
al romper el dia debe estar hecha la mitad dc
1a paralela, esto es, 720 varas de obra. La no-
che y dia 44 se concluye la tercera paralela ¿
la distancia de 70 ¿ 80 varas de los salientes.
Teroer periodo del ataque (4). Establecida
la tercera paralela y en ella las baterfas de pe-
dreros y morleros (para tirar granadas si el al-
cance de aquellos no bastase), bien apercibi-
do todo y guamecido, el sitiado se ve ya en-
cerrado y privado delrecursodelassaIidas,sus
caminos cubiertos están domioados y enflla-
dos, asi como las caras, la mayor parte de la
fusileria del baluarte apagada, por hallarsc ya
aqucllotfinhabitables, y por fln, las caras y
ángulos destrozados y desplomados dejando
abierfa 1e brecha. Ahora, segun la relativa s¡-
tuacion del sitiador y el sitiado , el ataque se
reduce ¿ combinar los mejores medios para
apoderarse del camino cubierto para poder
descubrir las escarpas, cuya operacion es dc-
licadlslma , y exige muy diestra ejecucion.
Durante la construccion de las baterias de la
tercera paralela, el sitiado podr¿ jugar su ar-
tilleria, porlo coal el sitiadorno podrá salir de
la paralela hasta que en el dia 1 3 de trinchera
abierta, se hallen aquellas c^oncluidas, salien-
do por cousiguiente ¿ continuar los trabajos
eu ia noche 44 bajola proteccfon de aquellas.
Desde la tercera paralela los Irabajos conti-
núan ya sobre el glacis de In fortiflcacion sitia-
da, cuyas ofensasson ya mas inmediatas y po-
derosas, por lo cual debe calcularse por el si-
tiador la importancia, número y estado de la
plaza delenidamente. Se dice que el sitiador
es dueno del camino cubierto cuando ha llega-
do ¿ coronarle por una trinchera, contra la
que no puede cl sitiado hacer daño alguno,
para lo cual esta se giiarncce de traveses que
desenfllan sus diferenles trozos de los foegos
dominantcs de las obras principales. Loscoro-
namientos suelen hacerse ¿ viva fuerza, esto
es, ¿ la zapa volaotc, como se ejecntaba antcs
de Vaoban, que fué e1 primero en continuar
desde la tercera paralela el avaoce palmo ¿
^ , .^ — ..„ mztg .
zags sobre las canitales de las medtas Innas 1
eolateralesbasta ladistanciade 4,200 varasl ^,, Desde la lerccra paraleU, h»sia la reoUiciou ^
de io8 salientes, y en este sitío se coustrayen Ide ia piata.
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ATAQUE
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palmo por ramales. £n el estaJo aclual dc la
fortiflcacion y de la artilleria, pnede bacerse
muchae Teces con éxito el coronamiento á vi
va fiierxa, dirigicndo bien la arlilleria dcsde
el principio dc las trincheras, y apagando los
fuegos del frente atacado, pero si el sifiador
sabe defendersc bien, hay que continuar el
Btaque palmo á palmo.
S¡ contra la plaza se necesitase por eu for-
taleza nua cuaria paralela todavia, se continúa
desde la tercera por ramales encorvados de
tal modo, que cada elemenlo del uno, enGlc
nn clemento del otro , debiéndose marcliar so-
bre las capitales de las obras atacadas, y sobre
las de las plazas de armas entrantes: dc aqiii
en adelante se caroina por zapas dobles, y al
Uegar á estar dentro de iiro de las granadas
de mano, se desarrolki una especic de semi'
paralelas hten desenflladas porre/ornos. Si la
pendlenle dcl glacis es dulce, se puedcn colo-
car algunas veces fiisileroB que enfleten las ra-
mas del caraino cubierto, y que bagan aban -
donarla al sitíado, en euyo caso dichas peqtie-
ñasplazasdo armas se llaman cabaUeros detrin-
chera. Si ta pendiente delglacises muyescarpa-
da, se establecen en la prolougacion de las ramas
del camino cubierto algunos pedrcros y mor-
teros peqnenos. Bajo la proteccion de estos ca-
balleros ó de las bateria» de pcdreros y cuarta
pariilela, se Itace ya posíble emprender el co-
ronamiento dcl camiuo cubierto ¿ viva fuerza
ó á pie flrme. La tercera paralela, pues, debe
quedar á 70 ú 80 varas de los saüentes, y la
cuarta, si se construye, ¿ nnBs36 varas. Du-
rante estas opcraciones, que se hucen de noche,
los sitiadores iriundan de granadas de mano
los caminos cubiertos y terraplenes del sítiado,
las baterlas disparan sin tregua, y la fusileria
do debe cesar, pudiéndose cavar para esta en
el mismo giacis ^varíos hoyos, que puedan con-
tener escondido á un hombre, y que se Ila-
man oozos de tiradores.
El cabailero de trinchera inventado por
Vauban, es una grande gavionada construida
coii muchos órdenes de gaviones, desde cuya
cima se domína y enflla un aladel caminocu-
bierto Se sube ¿ dicha cima ó cresta por gra-
das interiores, y sobre dicha cresta se hacen
aspilleras con sacos de ticrra. El cubaliero de
trinchera se cubre del fuego enemigo por un
retomo de igual altura.
Su longitud debe ser lo menos igual ¿ la
latitud del camino cubierto; pero no se le pue-
de dar dicha direccion cuando los obuses cola-
tcrales sontalesque puedan tomarle de reyés.
Si se vcriffca lo contrario es preciso construírle
casi paralelo ¿ la cresta de la esplanada, y de
modo que el retomo pueda desenfllar bien su
interior.
Estos caballeros de trinchera deben trazar-
so, segun el método de tiempo que traemos
calculado, la noche 4 6." en que los za(radores
han llegado á 36 varas de los salicntes» en cu-
TO tiempo dejan eslos tamblen la marcha rec-
Ita para abrazar los salientes por las últimaa
semi'plazas de armas. Estos ataques se pcr-
feccionan' y guaroecen al siguiente dia. Lai
dos noclics sigiiientes se emplean: 4.** cn le-
vantar loscaballerosdetrínchera, y 2."enonir-
los por iina cuarta paralela, si fuese preciso
por Jas causas qne dejemos diclias, y en cuyo
caso se aumenta cl cáicu'o do laduractofi pro«
bahle del siíio, pues esta paralela mas alta que
la terc^ra ocuUar¿ sus fueffos , y es preeiso
trasladar ¿ etla las baterias de la otra, en lo cual
se tarda dos dias.
£n el dia 48."^ graoean el fuego de loda es-
pecie los cabatleros, baterias y fusileriti delt
cuartaparalela, facililandoel trab{iJoquellegar¿
¿ los tres salientes del frente de ataque en It
nochc 49.* Estos caminos pueden hacerse di-
rectos eii sentido dc las capitales por zapas do-
bles y directas; aunque es preferiblc desembo-
car por los costados de los caballeroipor me-
dio de zapas simples que vayan ¿ Juntarse
¿ siete varas de los salientes y abracen un mt-
cízo trapezoldal qud cubra una parle de la ál*
tima scmi-plaza de armas y sirva de depósito
para los materiales dc la trinchera. Reonidos
ya los zapadores que se dirígen ¿ cada salieo*
te, continúan paralelamenle ¿ la cre«ta del
glacis y se estienden todo lo posible ctibríén-
dose con travescs. En el 49 y oochc vigésioia
seabrazar¿n los salientes de modo qoe porlos
claros dc los fosos ae puedan descubrir las es-
carpas y los flaoii)a colaterales ; las alas dd
coronamiento se apoyar¿n en áltos retomos,
que loa cnbran de loafuegos de las obraseola-
terales. Con bastantes traveses corooados de
gavionüdas se cubren los alojamleotos eofila-
d03 sobre la cresta de la esplanada. Cuando oo
se uiicn los caballcros 6 semi-plasiisdearaiai
por una cuarta paralela, se cerca la plazadear-
masentrante por una porcicn cireuíttr c*5iicac«
que une los salieotes de los baluartes coo los
de la media luna/ y en el centro de aquella 96
colQca una gran bateria de pedreros y morte-
ros contra la plaza de armas entrante, cootm
la media luna y su reducto y contra los baloar»
tes; pero cuando se construye cnarta pani)eia«
se conlinúa la trínchera recta hasta el salieote
para coronar las caras de la plaza de arreas y
unir las otras partes del coronamiento. Doeño
el sltiador de las partes salientes y entranlea,
puede establccer una batería de unoó dosobo-
ses dc 7 pulgadas para tirar y destraír lof
tambores de madera , que cubren las escale ru
dc comunicacion entre el foso y el camiBO ca«
bierto. Éu las noches 24 y 22 se hacen las por-
ciones circulares cóncavas, se tomar¿ el sa-
liente de la plaza de armas entrante, se ooo-
ctuye el coronamiento del camioo cubterto, se
establecen ias grandes baterias de morieros y
pedreros sobre labrecha: desde el dia 24
deben tener yaempezada ¿ calcular su sitoa-
cion, etc. Con esto queda ya efectoado el coro*
namiento del canúno cubicrlo, puuto en doode
aiguDos autores concluyen el segundo período.
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im
ATAOÜfi
4026
Gmiito acubunos de dedr sobre la mar*
dia de loa trabaJ63 en el segttodo pcriodo y
parte del tercero, baala para comprcnderlo y
6|eeotorlo delante de las plazas. Si el terreno
delante del frenle üe ataqtie es de archiola de
piedros alli traiUas, eoroo en el aotigoo fuerte
ée Sm OaetaDo en Salamanea, cuyo^ glucis
ÍQeron constmidos por losfrattcesesoou piedraa
eértadas j sobrepuestas, los caminos cubiertos
j atojamtoitos deberán hacerse oon tierras
trasportadas. Si la plasa sUiada está rodeada
de pantanos j no se poede avaasár sino por
^ues 6 nialeeottes» no tenieodo a^ella a$d^
fosos, loi gefes todos conchiyen el segnndo
perloíio en el pie del glacis, como hemos be-
obo nosotros. El ataqne de las oontraminas por
las minas seesplayará mas adelante. (Véase
Obligado el sitiado, despues de hecbo el
coronamieBto, á retirarse del oamino cobierlo
á los redoclos de las plasas de armas, dejando
desoobiortas las escarpas de la media luna y
de los baluartes, el sitiador debe proponer-
üe: 4 .* oootrabatir los fuegos de los flanoos
dei cuerpo de la plasa que enfllan los fo-
sos: %,* destffolr las escarpas de la media luna
y baluartes por medio de las baterias de bre*
cha 6 por lamina: y 3.^ baoer comunicaclones
qoe ie conduscan i las brecbas para asaltar
lasobras ycombotir cnerpo á cnerpo couei si-
liado. liOa dos primeros objetos quedan satís*
fechos con las eontrabaleria$ y bateria$ de
breeka; ambas seeonstmyen en el corooamien-
10 enfrente do los oiitletos que deben batir, se
resguardan y desenfllan con traveses altos, y
80 constmyen delante de la trincbera y mas
aUas que el foodo de esta para descubrir me-
Jor y batir lo mas bajo posible las escarpas.
Goando el relieve trasado de la fortifleacion no
permite descubrir bastanle b^ los revesti-
BMontos para balirlos en brecha desde la eres*
ta del glacis, es indispensable bi^ar las ba-
terías de brecha al camino cubierto, lo coal
hace maspenosa sn constroccion» debiendo no
perder de Tista que la Itoea de tiro de ona ba-
tería no se puede iuclinar mucho al horison-
le y qoe en las baterias de brecba, que tiran
con el méximo de carga, no pnede esceder
de 7** el ángnlo de inclinacion. El parapeto de
)a trinchera sirvepara hacer elespaldon, cous-
Iruyéndose todo como en las anteriores ba-
terias.
La tercera eondicion antes enunciada se
satisface con dos géneros que existen de co -
BNinicacion: bajaaae al fo$o y paeoe del foeo.
Las bajadas al foso son á cielo desoubierto ó
mbUrráneas, Les bajadas eonsisten en unas
galerias qoe parten en deeiive desde^rto
pvnto de la esplanada y van i morir al fondo
del foso, si cs seco, y al nivel del agna si es
de agtw; pero siempre enfrente de ia parteMe
brecba destinada al asaito. Estas bi^adas i
oüh raso suelen hlindarse para goardar laco-
Biaoioaclon de las granadas de msÉBo, 0tc.| qoe
dentco de eltas ftrroian los siliados. {Véasé
BLmnAQB.)
Cuando el foso es muy profundo, se cava
i cielo descubierto la partequcsepueda, y pa«
ra evitar trabajo i los minadores se continua
úíbUrráma la bajada déndola 5 VaPiesdean-
cho y se enoofra con maderos para evitar el
derrumban^Bto de las tierras, como se dli^
eu el articiilo Mnus. k\ llegar 'el trabajo de
la b^ada i la contraescarpase rompe esta (ai-
gonas veces con una peqtiefia mina) y se cuidn
oe deiar esta boca e^aciosa para que pueia
dar paso con desaiiogo en su tiempo i la co-
hiBBa de asalto. Aiguna vez se suele abrir la
bajada al foso por niedio de on globo de com«
presion ó nna mina debajo de la banqueta del
eamino cubierto, la coal sesoiirecarga blen, se
calcula y se dirjge de manera qne reventando
por la contraescarpa lance las tierras devadas
sobre la brecha y deje abierta con sii embudo
hi bajada.
Se llaman pasos del foso los camioos y
obras cpie se constmyen para llegar desde ei
foso i labrecba con el objeto de hacer posible
el asalto. Algonas veces, muy raras, se dan
loB asaitos sin oonstralr jaasos de foso, Para
mejor amparo los pasos se cubren coo es-
paldones entre la desembocadura de la coo-
traescarpa y 1o alto de la brecha. Kn fosos de
fondo seco de Uerra se constraye el paso i la
zapa, pero siendo dicho fondo de piedra se
eonstrnye el espaldon de sacos de lierra qoe
desde ladesembocadura de la contraescarpa vie«
ne eorriendo de mano en mano un cordon que
para esto se establece de tapadores. El paso
de un foso seco viene i ser por consiguiente,
una trinchera ordloaria ejecntada i la aapa
llena, y i la que se da un parápeto considera«
ble ó un esnaldon construido con materialeB
trasportables. Guando los fosos son de agua
estancada, se conslruye el paso del mismo mo-
do, cegando con anticipacioo el foso por me«
dio dc piquetes clavados en el fondo y fajinas
clavadas y snjetes i estos, coo lo cual se va
construyendo el puente, levantando cuanda
esle va ilegando i flor de agna un espaldon en
la parte opiiesta del foso. Guando el foso es
de agua corriente ó de agua estancada que
poeden hacercrecer por medlo de eselnsas los
sitiados» el paso es de coustruccion mas dificil
dc asegorar. En ambos casos el puente que se
construyc debe ser flotante y snjetarse con es-
tacas y sus incoras, coidando de valerse opor*
tnnamente de las coiiversiones para cnsos de
ataque 6 sorpresa, y de que dicbos puentes
pnedan soatener artiileria gruesa y una colum-
na de infanteria. Eslos pucntes pueden ser de
fijinadas, ponlones, ete. {Véase msKntEñ m-
LITABB8.) Guanto hemos dicho completa la des-
cripcion de todas las obras en el ataqoe dc una
plasa. Vamos ahora á decir el modo de valerse
de oslas d^ras para apoderarse de olla.
Las baterias 4e brecba y ias contrafoaterías,
armadas estasde piezas de %k, despuea de b»-
T. ui. OS
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<027
ATAQUE
*m
ber contrabntido la aitilleria eDemiga, 'del)en
disparar sobre las caras de la media luna, coii-
tra los flancos del reciiito 7 coutra las caruis
de los balnartes qne enfllan los fosos de la
mediu lima, desde el dia 28,duran(e el cuu. sp
trazan tambion las abcrturas de las bajadas al
foso, y cn la nocbe 23.*, se perfeccionan las
baterias de brecha y contrabaterias, haciéndo-
se las áberlurds de las bajadas al foso de la
media luna y de los baluartes, todo lo cual se
continua y arman las baterias en e\ dia 23 y
nocbe 24.^; en el diasiguientesinren (odas las
baterias y contrabaterias, no entrando en Jiie-
go las de brecha hasta la tarde de este dia ó
mafiuna del 25, durante eoyos fuegoe se con-
tiniian las bajadas al foso. La nocbe 35.* sc
desemboca en el foso de la media luna en
freoto de la brecha, y se hace una plaza de
arma^ cn la contraescarpa; en la nochc 26.*>se
hace el pa$o del foso de la media Inna y se
reconore la brccha; cl dia signiente, se con-
cluyo dicho paso y sc hace praclicable la bre*
cha liraqdo ^ranadas á la crcsta, etc. En tudo
e.<:tcdia y noche 27.^ se prepara todo para mon-
tar la breclia de la mcdia luna, y el dia 27
a.'^altan con Tigor las tropas do asallo, al ra-
yar cl alba, la brecha, saliendo de ta plaza de
armas de lacontraescarpa, arrojan al sitiado dei
salíente» leobligan á rotirarse al reducto y los
ingenieros con sus zapadorcs trazan á la zapa
Yolante un alojamiento alredinlor de la con-
traescarpa, uni6ndole á los cspaldoncs det pa-
Mi del foso, y retirándose las tropas á siis am-
paros á medida quc esle trabajo vaya adelan-
lándose. En ia noche del 28 se e.sticnden hasta
el foso dc Uos cortadnras los alojamientos en
el terraplen de la medla luna, se cono, por
medio dc zapas, á lo largo y cn el espesor dc
los parapotos, para tomar por la espalda los
reductos dc las plazas de armas entranles, se
oontinua ba(¡endo las brechas, se avanza en
%ig zags por los foi^os de la media luna para
salir al fo.so dcl ciiorfK) de la plaza; por unas
óortaduras bastanto ancbas (loe sc construírán
en frenle de los desflladcros de los (rave?e9.
se baja á las plazas de armas enirantc.H y se
coroua lá contraescurpa. En el dia sigiiíento
se baja por otros cortaduras ú los reductos de
las pluzas de arinas cntrantes y empieza en
tas escarpas del rcducto el trabajo del minador.
Kn la noclie 20.* se trabaja activamente en las
baterías de brecha contra el reducto de la me-
Uía Inna y se coocluirán los trabajos de las
miAas contra los reductos. Por el dia Joegan
los hornillos, se asallan y conqoistan los re-
dnctos, 86 continuan siempre las bajadas al
foso del cuerpo de la plaza , cuidando de que
vayan á parar en frente de las brecbas abiertas
ya por los claros de los fosos de la medfa lu-
na. £n la Doche 30.* se concluyeu las biterías
de brecha contra el reducto de la media luna,
Inegan ya al amauecer, se contolidan los alo-
Jamientos de las plazas de armas etitrantes, se
«deiantan con vigor ias bojadas al foso del
eoerpo de la plaza, y de los fosos de las cor-
taduras de la media Inna se baja al foso de sq
reducto. En la aurora del 34 se asalta y coa-
qnista el terrapleii del redocto de la raedia
liina.
En este dia 34 de Iriocheraabierta el aitia*
do. viendoyaasegorada para el sitiadorla det-
embocadura en el foso dei coerpo de la plaza,
pudiera capitular; pero bajo la proteccion de
los atriooheramientos do los baloartes poede
lodavia recbazar con ventaja al sitlador y de-
fender á palmoa el terreno algunos dias mas.
En los dias 32 y siguientes, se actiTan los pa-
sos dei foao principal, y en suii eapaldones se
hacen las brechas de fócil acceao con baena
copia de granadas tiradas á 8u cima y i los
resaltos formados por las ruinas. Si se neoe-
sila la mína se emplea desde el 34 pari
quc Jitegue el 33, en cnya nochc se preinra
todo para el grande asallo flual y decísivo ca«
si siempre. Al rayar el ali>a deí 34 iMiJan las
tropas al foso, forman al amparo del espal-
don, asaltan la bredia con esftierzo, ganan et
terraplen y de este se van reflraodo poooá
poco al paso quc los iogenieros van formando
en la crcsta de la brecha un alojamiento, qne
ampara la retirada y se concluye contodassos
comiinicaciones en el mismo dia. En la tarde
del 34 se sale de este alqjamiento al terra-
plen dc cada baluarte, ae corooa ¿ la lapa llc-
na la oontraescarpa del atrtndieramieDto, y cn
los dias 35 y 36, se aplica el minader contra
el alrincheramiento ó se trabaja en las bate-
rías debrccha. Ri sitiado. qoeya no tienede-
fem^as, queestádesalentado, coando no exhamu
to dc viveres ó miiniciones, capUulará proba-
blemenie llegatloestccaso, cvitando asilaBiier-
te mas tri¿te de la guerra, y de no hacerlo. ei
sitiador, inuclio roas nuqeroso, osti en el caso
de cntrar ya eii cx>mbate euerpo á cuerpo cm
aqnel y acometerlo. {Véase asalto.) Heaqui
detalladamente copiadoa todos lostrabajnay
táctico de un alaquc m las futmas ¿od fuorte
abaluartado modemo, el C4iai, por dd c¿lenlo
re:?nlar de duracion probahk de sitio henm
visto qiie dura 36 dias de trinchera abierta,
poesto que en la maiiana dcl dla 37 es cnando
siiponemos ajustada y flrmada la capitula-
cion.
Gt sisiema de la deteusa ¿ sa vcit e¿l¿ Id*
tímamente ligado coo eldel ataotte» ydc ella
nos ocuparemos mas adelante {viase dbfb!Csa),
con cuya esplicacion habremos dado ¿ cono-
cer la mayor parte del ataque y defensa de Im
plazas, parte tan integrante en ia fórttflcacioa
y principal en el arte militar.
(^cloiremos este artieuIoespoDieodo lige-
ramMe las siguieutes m^ximas prtncipalfli
para el ataqae establecidaa por Vaubao y qoe
deben teoerse siempre presentes.
f .* La primera y mas importaote m¿ziiM
de todas hace depeoder muy príoclpaliBeDle
el ézito de los ataques de la perfécciOD delai
tres plaias de armas y medta^ plaias de ar«
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40i9
ATAQÜE
mo
BMs, pooléüüola^ coaiüo anles en diipoiicioii
dc Jngar sus fuegoe.
. 2.* Qtie 00 se coostruya obra alguna sin
que esté bien flttoqncada.
3." Que nunca s^ debe avanzar cn las obras
5ÍB que vayan bieu soetenidas por iropus.
4.' Que se distribuya bien latropa,que
las alas y jnediu de lai paralelas sea lo mas
f aerte; que se destine siempre para reserva on
tercio de la tropa que guamece la paralela.
5.* Que todos los dias se instruya de pa-
labra á las tropas de facciOQ de lo qoe tienen
que ejecutar en nn traoce imprevisto.
6." Relevar lodos los dias la gnardia, obli-
gandola á hacer el servício cou la misroa vigi-
lancia qne si el enemigo estoviese ejecutaudo
una salida.
1.* >^unca empeñarse en defcnder obras
imperfectus sino ceder y bacer retirar á los
trabajadores sobie los reversos de las pluzas
de armas próximas, dpjando actuar el fuego de
)a trincbera, que hace mucbo mas daúo al ene-
mígo que la rebistencia que se podria bacerle
empenándose en r'^cbazarle en los lugares des-
venlajosus.
8.* Por lo mismo no aprcsurarse á atacar
al euemigo sioo esperarle, d^arle empeñarse
y sufrir cl fuego de las plazus de urmus lanto
como él quiera, y cuaodo so le vea deéalenla-
do, liacerie cargar por los granaderos, y dcs-
tacameotos niieiitras que la guardia de cuba-
llería, .|üe babrá teuido tiempo de acudir, cae
sobre él» sea cortándolo la rcttrada ó acome-
liéodolc por cl flanco.
9.* Despues de baber balido á una salida,
00 peréC'guirla con mucbo empeño ¿ino con*
tcnlarsc con recbazai la y encerrurla deutro de
la piaza, volviéndose pronto á la trincbera
para iio prei^entar blauco al fuego de la plaza,
eutojice:í mas prepurado y por lo lauto mas
peligro64).
40. Tener por méxima Infaliblc de buen
ézito el 00 apresurarse Jamáb» sioo couleslar
Bimplemente el fuego del enemígo cuando lo
baco en órden ; pero utacándole cuaudo se le
Tea en desórden, y por iiltimo no asustarse
auoque en una saiida logre el sitiado quemar
ooa ó dos doi^enas de fajinas ó gaviones; por-
qne si los fuegos del sitiador cslán bicu condu-
cidos, aquel lo pagará bien caro.
Ganada la plaza , se rebacen y rcparan las
obras arruinadas , se deshacen y allanaii las
trincheras de los ataques, se ecba fuera de
ella á la gente sospccbosa, se provecn los al-
oiacenes, si la plaza se ha de conservur; aiuo
se saca lo mejor y so demuelen las obras.
Vémmie Uu obrat dé Vauhan, CoheorHf Cormon"
imigne.d^Areom, Bouemarf Camot, VaHejoyBer-
rera Gareia,
Yamos ¿ dar ahora la csplicacion de la lámi-
na correspondicnte á esle ai ticulo para su me-
]or iiiteligeocia. \Véase cl Atlas, Árte militar,
láminas Yll y Yni.) Esta lámiua repreaento
el castillo de Burgos defendido por los fraoce-
ses contra el ejército inglés.
La fortaleza de Rorgos foé sitíada en 484%
por los ingleses bajo las órdeoes del duque de
Wellingtou, que hiso abrir ia tríncbera el dia
49 de setiembre y se'vió obligado ¿ levantar
el silio el 34 de octubre. Los franceses Uefeo-
dian la plaaa bajo las órdenes del general Du-
berton. El fuerte se ballaba situado sobre una
colina ¿ la eslremidad del contrafuerte que
domina la ciudad. Compcniase de nn caslille-
Jo y tres recintos, cada uno mas dominaote
que el anterior, y de una obra avanzada.
í;! prímer reclnto y mas elevado se ballaba
empalizado, el segundo, casilodo deUerra,ba6-
tante mal empalízado, dominado y esteodido
por lodas partes, se desarroUalw como un lia^
ton debajo del primero; el tercer recinto, que
no sc estendia mas que delantc dc una parte
del segundo, cstuba formado por un trozo de
muralla vicja, terraplenada solameole por la
dcrecha. Los tres reciutos apenas tenian por
alguna qoe otra parte nna escarpa suílcíente-
mcnte elevada, carecian de fosos, estaÍNin
mal cerradas y por alguoas paríes se hubiera
podido subir del parapeto del uuo al otro re-
cíiílo. La obru esteríor ó fuerte de Sun Miguel
no estaba concluida y no podla tampoco resia-
tir ¿ un ataque ¿ viva fuersa. Los numerosos
tanibores, atrincheramientos y cortaduras es-
tablccidas durautc el sitio en los intérvalos dc
los recintos, delante dc la^ puertas, detrás dc
las brechas, y que teniau tauta importancia en
la dcfeuEa, se habian coostruido de looclcs,
barriles de gulkta y empalizadus. En tín, el
custillo dc Burgos eia un punto tao insignifi-
cante que ni aun merecia el nombre de fuerte.
Con una eslcnsion que apenas equivalía a la
de uu cuadrado abaluartado, cstaim dcrendido
dicbo castillo por 2,074 oíicíales y eoldados.
E1 ataque fué dirígido contra una pordon
de recinlo sin camiuo cubierto. El siliador,
por medio de una sola paralela bien apoyada
en sus cstremidades, llegó ia décima noche ai
pie de esic recinto.
La distaucia media desde la aperíuia de la
tríochera hasta cl prímer recinto era de 409
metros (cada metro equivale ¿ 3 pies castella-
nos y 7 pulgadas, poco mas.)
Los inglescs, que franquearon esta distao«
cia en diez dlas, cmplearon veinte y tres para
ganar 30 metros en el interiordel campoalrín-
cberado. Uasta cl ataquo de este recinto los si-
tiadoies tuvicron 40 oúciales y 450 soldados
muertos, tK oficialesy 600 soldados heridos, y
mientras duraron los ataques, despues de su
enlrada en cl caoipo atriocherado, tuvieron
ademus 44 oflcialcs y 335 soldadoa mucitos y
44 ofícialcs y 887 soldados berídos.
La aríiUeria de fiorgp» oonsisliii eii 44 bo-
cas de fuogo próximamentek La de los iugic-
ses constalia de 46 bocas de fuego, de las cua-
lcs eran 3 del calibre de ¿ 46 f algnoas üo á
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mi
ATAQUe—ATAUD
4m
42; adeinii8 tenitiii 9 pieiSB de peqiiefie ea-
llbre, qne haUdD toroado tn el fortiA de
Sbd Miguel.
ias obras de Durgea vcnian, pues, é com-
^Dcr una fortaiesa de campaDa, eo cdjo esta-
do 6 ])eor se Imllau lioy lambleD. Ademas, tos
fttriDclK'ramieDtos, cortaduras y comnnicacie-
nes» ¿asi todas estableddas duráRte cl sltio,
no estabau formadas tfias qoe por armaduras
y paredoDes groseros , cestooadas, palaDqoe-
raa, etc; pero sus disposicioDes ertn talee que
las tropas que las gu&rDcciaD ameDaiatiaD
ooDtiDuameDte los flaDcos de ios camiDos cu-
biertoB y desflladeros por ios cuales estas co-
iDbnfcactoDes pasebtB 6 debtaD pasar. Ed UDa
-])alabra, éichaa disposiciODes erao coDfbrmes
á toa priDeipios eobre qoe se faoda la coioca-
ciOD ¿e Uts triodierta segoD el método moder-
M de iitaqoe.
EsplicacioH de hs signos.
G. Fiechas de Iqb franceses.
* G, c. Flecha de dctrés, la cual formó la
eolumDa que atacO per la gola el fuerte de
8aD Miguel.
d, V. álojamiento de la primera nocbe.
6, f. Caminos cobiertos construidos duran-
le la Docbe al mismo tfempo quc la colecacioa
de ta batería DAaiero 4 .
a, g, e. Trabajos duraDte ia tercera
Doche.
Bateria Díimero 4 , armada la cnarhi Docbe,
y priDCipio de In baterHi námero 2.
D. PoDto eo donde se preseotó uoa colmD-
na portuguesa eo el momcDto de la escaiada
del campo atrincherado » duranto la ciiarta
noche.
h, t\ r, k. Trabajos en la qniota noche.
m, k. Trabajos durante la sesta tioche.
m::::: Gaieria empexada eo la sépl'raia
noche.
0, o. Trabajofe durantc la séptima no*
cbe.
k, t, «p p. Trabajotf en ta octava noche.
<::::: Galeria empezada durante la novena
noche.
t, 0. Comanieaclon constrnida eo ta note*
na noche.
h'. Brecha knpmcncable, abierta con la
mina eo la décinm noche, y hecha practicablc
en la noche 46.* por 1a bateria nt^mcro t.
Batería námero 3, principtada la daodécima
noche, y termlnuda antes de tener el espesor
neceflario.
£. Flfnco en donde los sitiados abrieroo
tronaras en la noche 46.*
Merianftaiero k, priaclpiada la noche 4 3.^;
68 S9j«t6 eata i la proeba del c^ftoñ, y sln om-
bargo se podo haoer fbego.
lí. Grande breoha ablerta por la mina du-
rante fñ voche 4tS.*
nnS* GnttiDOf; edbiertos abiertos á 1a sa-
pt YOttnte eii 1a nodie 47.*
F» Brecfaas prfndpMaR por la bltarte né-
mero 4 durante la noche 4fl.*
5. Zapa Ilena doble para ganard atrfnebe-
ramiento lcTantado detoote de la potema del
segiindo recinto.
V V. Gomonicadon abietta ea 1« ne«
che 2^.*
xic. Atrindlieramientos, empaliiadaa y
comunicaciones enblertas constmidas por k¿
sitiados despues de ía abertora de h tiln-
chera.
y y. AtvtncfteMsfeutos qne no pudieroo
ser concloidos.
% z. Horolllos de mioas preparados por los
sttiados y que 00 se osaroo.
ATAÜD. Bra entre los egipcios ona caja eo-
munmente de madera de sicomoro ó de cedre,
casi siempre fbrrada de earton y aoo de piedra
calisa ó de granito» en la que se depositiLa h
momla, despues de embalianMda y enToeMi
en pauos mas é menot flnos, segun la calidad
Íriqnezas del difonto. El Terdadero ataod en
e una 0ola piexa, eubierto por dentro y por
fuera de esculturas, representando escenas
funerarias y con el nombre del diínnto repdi-
do Tarias veces. Kl alma dirige sus ofrendas i
diferontes diTinidades, y hay tanta Tariedad de
alegortas sobre el partkufar , qiie no ca fádl
indicarlas en detalle; pero su eonjmito poede
terse en el ritunt funerario de Bgiirto. La tapa,
fgualmente de una sola píeza, t&roblen iba
adornada por todas partes con pintnrastnilo-
gos, y con el rostro del flnado en reliere, !n-
díslíotameDte piotado <>dorado. Para distiDfnlr
el sero det cadáver acostumbraban cefihr al
bnsto en relieve una barba de pelo trenxada;
lu falfa de este requisito indicaba qoe «qoetlos
restofi eran de mnger. ün gran collar y alg«<
no3 simbolos cubrian comunraente ei pecbo;
iinaiDscrípcion perpendlcularpartta delcentro,
y varías escenas funerarías destacálMnse A les
lados. Este atand iba dentro de otro, y Iob dos
dentro de uo tercero de graoden dimensfooea,
y cnbicrtos igualmente uoos y otros de phrta-
ras é iDscripciooes. Gonclnides de esle modo,
depositábanse en los nicbos sepuloniles donde
se encoentran ann , y «e cotocaban Jofilo A
ellos diferentes ofrendas, y A las veces nmtni*
mentos alegórícos A 1a profesion del difonlo,
como reglas, coropasea, globos, piletas, flgn-
riHas y vflsos, segun era este , arnultecto, in-
gcniero, escríba, ó dedieado A cusAqniera olt j
arte liberal ó meoAnica.
ios crlstianos restablecleron ei uso de los
ataudes. En Franeia se eneuentran en gran
Dúmero, y alguoos pertODeceo A los prlmeros
siglos de la era crtstiaoa. Ed las Gatlas hobo
doidelbkelglos VU y iTUielUoseapresameDte
oootagrados pnra las «epoltaraB , y nna gm
parte de los ataodes eoterrados ani ^e hao
cooservado bast^ ouestros dlas, al través de
te bórfáseu pótttíctfs y reHgtosns. 11 Poltoa
es ooa de las prtfvtnetns de Traoc^a en qnemas
Ab(mdaD,yle«ballÉdos^Civeanx boBndqnt-
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im
ATAUD^ATEISMO
lOSi
t4do clerta celebrid«d, taoto por su anHgttedad
«ooo por 8U considerable número. la mencio*
Kada ciudad se eAeoeBtra sitaadai aeis leguas
Sodeste de PoiHers sobre la orilla isquierda y
ocGidental del VÜune. A la entrada de Civeaux,
vlniendo de Poitiers á la ixi|uierda M eaadno
rcal, se encontraron en 4737, en on espacio
de 3,074 toesaa cuadradas, de seis á siete roil
maiuées de piedra, easi (odos á flor de lierra,
ilg'unos semlenlerrados y muy pocos á la su*
perficie del suelo. Sn forma se aproximaba a1
eoadrHoogo, y tos babia de todos tamaños,
éesde 3 basla 6 pies y 8 ó 3 pulgadas. Gada
nno estaba cublerto con una gran losajas mas
plaoas, y etras convexas por enctma, de 6 pies
y a polgadas de ancho, y de 6 ples y 6 ó 7 pul-
gadaa de longitod. Se abrieron algunos y ne
conteniaB mas 4|oe hoesos en cstado de cariesi
y casi redncidos á polTo: los qoe exeminaronj
dtcbos sepoicros podieron asegurarse que va-
rios cadáveres haiylan sidocotocadosen el mis-
mo ataod. sea al propio liempo óen dlferentes
6pocas. No se descubrieron ni medallas, ni¡
armas, niutenslliosfle ninguna clase. Algnnos,
aonqiie muy pocos, (enian insGrlpciones, otros
cruces lati&as y fignras alegórlcas. I^ tapa tms,
Botable es «ina en que se encuentra esculpida
la flgura de un hombre oolooado en una espe-
eie de nicho no muy hondo, con un martiUo en
le mano derecha, que so asemeja al ascknlo
qoe se ve en el reterso de laa medaHas de la
familia Valeria, tkis fonnas no son ni bellas
Bi regnlares: está reTestido con una especie de
sayal ablerto por los dos lados y cublerto coo
iitt manto qoe no le pasa de las rodülas; tféne
el pelo y la barba cortos. 8u Uage pertencce
al siglo IX ú VIII. Se ba hablado mnciio de un
nonnmento que ios babitantes de Gi^eaux Ua-
man la SHIa del réy, y quosegun la tradioion
es el trono del rey Clotls; pero el tal trono ó
menumenlo no es otra cosa qne un fragmento
mutllado é informede una láplda eepulcral.
Las ínflnltas pesquisas becbas acerca de los
atandes de (ÜYeanx, inducen á creer que su
orlgen data dei reinado de Carlo-Uagno, y eo
este easo la creaoion del ceroeuterio de Gi-
teawt pertenece á los princlpios del siglo XI,
ó ai roenos son de aquella época sns innume-
rábles féretros. Por lo dcmas, su forma esti
eOmplelamente de ácuerdo con ta que indica la
opinion del abate Lebeof.
Tambien debemos haeer notar qiie el si-
glo X fué el mas favorable al prodigioso anmen-
to dc los ataudes del referído ceroenterlo. En
«fetflo, por aquel tiempo se apoderó un temor
religioso de todos los ánimos, asostados por
el flo del mundo, qne anuneiaban como muy
próximo los sacerdoles: los «eñores y particu-
lares consintleron en despoitarse voiuntaria-
mente de los blenes del mnndo, coo tal de al-
'canzar la misericordia del delo y saivarse de
las ponaa del inOerno. Las sepulturasespléndi-
das se hicieron de moda, porqne eran la con-
'seoueBda necesaria de las repetidas doaaoio*
nes beciias á ta ig'i^aia, qoe fiieroB tambien
uoa moda, ó uno de los caractéres de aqoet
siglo.
ATAXIA. (PatoU^ia.) 'A, privativa, x«{t<,
órden. fista palabra, eiapleada por los anti-
guos, y tambieu ptHr Sydenham para signifl-
ear un desórden eualquiera en la econofflia, ba
eeguido^laiYOtiem^ en uso, oomo olras mu-^
cbas, precisamente porque siendo vaga, era
muy córooda para designar ciertos estados que
no secomprendian, y qoesin embargo, se afec-
(aba eomprender. Et ilustre Pinel rostriogió
su uso, y se slrvió de ella para designar bajo
el nosbre de flebre aiáofioa m conjunto de
sintomas partiookires coosisteote en 1a perver-
slon, debilitacion ó aboMdon de cierlos feod-
menos orgánicos, y señaladamente de ias fou-
ciones sensoriales, mQscoliires é inteiectuales.
La ataxia se reOere siempre á una afeccion
síotomática ó idiopátiica del cenlro nervioso,
debieodo eonsiderarse cemo un progreso la
iudicacion mas putttuaKaada del aaleuto del
mal. La vota aiaopia y sus dorivadas tieuea
hoy poco uso en medicina. '
ATEISMO. {Relioion.) Palabra compoeata de
'A, negatlva y de Teoc que signiflca Dioa. Asi
se denomina un slstema cuyo |)rincipio consia-
te Do soio en negar qoe bay Dios, sino tambieB
la neoesldad de que le haya. ^tado esle pre-
cedonte, e¿ iudispeuHable (^e el ateo reourraó
otras causas para esplicar los fen^menos que
observa, tanto en ia naturalesa cuanto eo el
mundo moral; y en efecto atribuyo aquelloi,
bien i la oasualidad, bien á que ia materia
tiene en sl misma las propiedades para ser,
encontrando aquipor consigmente el principio
universal de todas las cosas.
El principal argumento de los ateos es la
exlstenda del mai sobre la tierra, y como no
pueden creer en tos espiritus malignos porque
no creen en Dios, Uacen el siguiehte impio ra-
aonQmieuto. «0 Dios tiene ó no liene poder
bastante para bacer que el raal desaparezca de
la tierra. Si no lo tione, es claro que no es lo-
dopoderoso. Sl lo tienc y no lo bace es por
que no quiere; y entonces no es bueno, puep-
to que lo congiente pudiendo evitarlo: por úl-
timo, s¡ no puedeniquiere, tampoco es verda-
dero Dios.B Este desal'roado arguraenlo puede
refutarse con solo bacer ver que ee funda úni-
camente en la interpretacion dada á la palabra
ma¿. Si en efeclo, exlstiese ese mal, no soáo
para el hombre sino para lodas las cosas, se
deduciria naturatmente, ó que este mal iia sido
creado por Dios 6 que no ha podido iropediiiu.
Pero si lo que es mai para uno se conviei (e eu
bieu para otro, puede resuilar uu bueu geue-
ral, el cutl noofrece realraenle un mal, cual-
quiei'a que sea el inconveniente que sieulen
alguuos. Afci es que sin lu muerte oo Imbria
ni amor ni reproduccion, porque la vida no ¿e
sostieu3 sl no por la destruccion Tai vea, dis-
puesto t do dc diferente manera, no sea nues-
tro planeta A quien haya tocado la miiyor
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AT£ISMO
m6
partodel bien; pero queda por saber »uo, si ia
naiuralexa de lae cosas se prestaria áliacer al*
guna mejora. El roal puede no solo ser uua
necesidad» sino que puede tambien ser hasta
cicrto punto indispeniable» y 1« misma virtud
no existiria si no fueran poslbleslos viclos. Por
esta razón nos referíremos á la palabra mal
para el exámen de esta cuestioo qoe es la pie-
dra de toque de todas las cuestiones iilosó-
Itcas.
Pero 1a existencia del mal no lleva consigo
la no existencia de la Diylnidad. Asi los ateos
arguyen con los desórdenes del untverso ó
(con lo que nos parece tal) que ningnn dios
preside á la direccion del mismo. Tomad, nos
dicen, materias distintas de todas las molécu-
las que existen cn el mundo, introdncidlas en
una vasija de las que se usan: cmplead los
precedimientos de la fisica, y por efecto de
las propiedades de cada una, cuales son su
aflnidad, su atraccion, etc, las vereis mezclán-
dose en la vasija, formar en el momento una
multitud dc combínaciones, unas que se des-
tmyen entre si, ofras que la casoalidad bace
que sean mejor compuestas; para esto no será
necesarío invocar el auxilio de uo dios. Ási
con el trascurso del tiempo y con las infini-
tas variaoiones consigoientes, podrían descn-
brírse todos los objeios que boy vemos sobre
la lierra. Esta continuacion de succsos» nofue-
ron en su origen sioo obra de la casualidad,
pero por efecto de la costumbre nos parecen
boy regulares é inteligentes.
Tal es la bipótesis que en la antigttedad
sostovieron Estraton y Diágoras, segun los
cuales, todas lus combiuaciones son posibles,
y ha de llegar el dia que se desenvoelvan por
una fatalidad inevitable, fundados en quc la
razon del movimiento existe esencialmente en
la materia misma. Es uecesario, enefecto, áto-
da materla gozar de una especie cualqulera dc
movimiento producido por la fbersa incoheren-
te que ejerce cuando las circunstancias ie son
favorables, y segun la cual, todo debe produ-
cirse en la eternidad de los tiempos y en la
inflnita varíedad de los sucesos.
Pero cs muy fáeil objetar ¿ este sistema
ciego ó coropletaraenle mecánico, que si nada
inteligente, nada sábio ni armonioso, prcside
¿ las operaciones de la materia abandooada de
ese modo á la impetuosidad bruta de la casua-
lidad, no pucden resultar séríes constantes de
obras coordinadas, de seres organizados para
un objeto y un plan de prcvisiun y correspon-
dencia, tan evidente coroo el que guardan las
relaciones de los sentidos con los objetos es-
leriores; los sexos, uno relativaroente ¿ otro;
los vegetales y los animaies, segun los sitioa
y los climas; por últiroo, lasalas que ban reci-
bido para batír el aire los aniroales destinados
¿ Tolar; las aletas con quc los peces vencen
la resistencia del agua; los pies de que ca-
recen estos úUimos, y tieoen todos los anima-
les que andan; tai ó cual clase de dientcs ó de
eslómago para tal ó cuai género, y ast todas
las demas propiedades caractertetic49 de ia ua-
tnraleza animada de alíoiefllos. Aqoi pierdea
toda su fuerza las csplicacioned Cc ios ateoa^,
y la historía natural y la anatomia eon vcrda-
deros tratidoe de ieologia, biuiuoá dc alab^u-
za en favor de la Divinidad.
En efecto, si ninguna inteligencia preside
¿ esos movimientos fortuitps, es impo^ible qait
de cllos pueda emanarnadaregularmenla orgt*
uisado. Hace mucboaroillares de años queeo las
cataratas del Rbin» del Nilo ó del Ni¿gara sa
ve precí|)itar8e un torrente de agua deide k>
alto de una roca. £n esta inflnidad de movi-
mientoa de moléculas de agua qoe arrastru
consigo otras materías terreatres ¿qué nuevas
críatoras se producen? Eu el mismo fango im-
poro donde se multiplican tantas razas, ¿quc
generaciones equivpcas forman incesaotemeii-
te distintus especies? Ninguna: aon siemprc
las mismas, que se perpetuan por la reproduc^
cion univoca, y segun las lcyes regoiares de
la creacion. Sopdngase, por ejemplo, que en
vezde aguaderrame nn torrente miUonesde
caractéres de iroprenta, ¿habr¿ quien espere
Jani¿s la combinaoion de una tragedia, de ua
teorema de ¿Igebra? Puea véase oo iieoho seo-
cillisimo que prueba la esterilidad del acaeo
para prodocir cosa algona. Queríendo el na-
turalista Adamson poner nombre ¿ todaa Us
conchas que importó del Senegal, eocerró eu
una rueda hueca muchos caraclércs allabéti-
cos; despuea de darla inBumerabiea vueltas,
solo pudo sacar al acaso reunionea, letras con
utlacontinuacion de términos lan estravagaii-
tes y anómalos, que tovo que modiflcarlos y
ordenarlos todos para bacerlos un poco adni-
sibles. Supóngase qne se muevan millones de
letraa durante algunoa millones de años, las
mifmas combinaciones de paUbras se reoova-
rán millonei» de veces, y prodnciráu, si aeaso,
un cierto número de cambioa. Del misoio modo
todo lo que una casualidad podria creir en es-
te universo, sería destruido por otra casoaii-
dad, y ios ancesos mas ventorosot boy ptra
nosotros, no alcanzarían ai dia de mtñana. Aai
es que el argumento de los ateos se desiniye
por ios mismos medios oon qne se fonna,
poes los resuitadoB de los Juegos de azar proe-
ban que bay ignaldad en pro y en con-
tra, y sacamos en cousecuencia, quo este sis-
teroa no produce nada, toda rez que destruye
cuantocoostruye.
Gontinuamente estamos oyendo decir: E$o
qtíeveisqw ean$lee$nece$ario, todavez ewiste
tal como $e ve. Este prínoipio no tiene mas eer-
leza qne los anteríores. |Gu¿nta8 especies de
animales hoy dia desconocidas 6 perdidas han
d^ado sus hueaos en Us diversas capas qoe
conslituyen el terreno del globol Gavier ba te-
oido ia gloria de reconstruir por medio de la
' ciencia analómica esas especies deaoonocidas,
Ias mif ma.s f specie que vivcn boy pneden ser
algun dia aniquiladas; graQde¿ catAstrofos ae-
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ATEISltO
ms
poltan lo8 contÍQenteB, y las críaturae qne
loB pueblan , sin que la máquioa entera del
muDdo se coomueva. Loego esta supuesta ne-
cestdad de que las cosas eiistan, carecede
fundamenlo.
Destruidas ya las principales bases del
ateismo, réstanos examinar lus htpólesis del
panteimo, opinion anligua, peroquehan sos*
tenido entre los modemos Espinosa y los mate-
rialistas, segun los cuales, caminao dcacuerdo
la vida, ei sentimiento y la inteligencia á la
materia misma.
Por eso Ifalebranchc, quo no reia sino á
Dios en ei mondo, era espiritualisfa; Espiuosa,
3oe no veia 6Íno el mundo, de quieo hace un
ios, coníonde el espiritu y el cuerpo eu una
misma y úoica sustaucia, y no sabc respouder
al qnele pregontadonde cstá el espiritu eu un
eadáver, siuo que se ha refugiado en cada. una
do las particulas de aquel cuerpo muerio eu
pntrefaccion. Leibnita dislingue de la materia
)a fuerza que la dirige y gobierna; Hobbes y
Collina hacen del dios Pan el grau todo de la
naturale«a única.
Pero todo esto es como c^nfundir el hierro
eon el magnetismo que recibe, y dcl que pue-
de privársele, ó como si se sostuviera que el
cilórico es la snslancla mísma del cuerpo que
se ha irapregnado de él. Por tanto, una cosa es
la materia inlsma taugible ó presentándose de
ordtoario á nue»lros scntidos, y otra la inleli-
gencia ó fuorza quc la rige con órdeu, unidad,
regolaridad y armonia. Los cuerpos pueden
maniflestameiite estar dotados ó privados de
esta fuerza , de esta vida , y de esta inteli-
gencia.
Aderaas, ¿quó cosa hay mas ahsurda nl mas
eslravagantc, corao lo ha hecho ver Bayle en
SQ refutaeion á Espinosa, que asociar unos con
otros principios ÍQCoroparables entresiVPorque
seguQ estos priocipios, Dios trasfprmadoenco-
saco, ataca á Dioa roetamorfoseado en lurco;
nn Dios juez manda otra porcion del Dios cri-
minal ¿ las galeras. Cuando un Dios produce
fiebro 6 aiguua co?a [icor, cuando seerabriaga
ó mata ó aprisiona á otro, cs la Diviuidad
mismaquien se divierte en atormentarse. En
una palabra, no hay especie de crimen, de io-
oura ó de torpeza (|ue no pueda establecerse
por este medio, y Dios ?e llega á negar ¿ sl
niismo en el ateo, tan estravagante eu esta
hipótesis monstruosa.
Pero hay mas todavía, si la materia es
Dtos^ ella es al mismo tiempo agente y pa-
cieote en la misma sustancia , de modo que
ella se destruye y asesina á sf misma, cro¿n-
dose, cn una palabra, todos los males y todos
los íurores que vemos sobre la tierra. La ma-
ieria^ios de Kspinosa , ó el ateismo de los
attterialiBtas, ea el colmo dei ridiculo y dcl
bsordo .
Ks preciso, pues, volver ¿ la dislincion de
l«a doa sQstanoias , al esplrita y al cuerpo,
men$ agilam moiem; prínclpios separados,
aonque puedan ser coexistentes, ya en el es«
pacio» ya cn la duracion.
Nosotros juzgamos por los efectos del
magnetismo que hay una sustancla invisible,
intangible, que atrae al hierro, pero no puede
concebirsela ni concentrarse fácllmeute, ¿ no
ser que se la consldere lo mismo que la elec-
tricidad. La incomprcnsibilidad 6 la invisibiii-
dad de una cosa no cs por cierto un moiivo su-
ficiente para negar su exiatencia: icu¿ula mul-
tilud de efectos no hay en la naturalesa cuya
causa desconocemos , sin que por eso sean
mcnos reales!
Si fi]amos la atencionen los razonamientos
de los hombres que preteoden poder pasar sin
I la Divinidad» todos se ven obligados ¿ multi-
plicar las esplicaciones al tratar de los sercs
organizados, ó de ias partes anatdmicas de los
animales y de las plautas. Para ei>iplicar sn
s¿bia coordiuacion, ó sus maraviilosas corres-
pondeocias es necesario que los ateos conce-
dan ¿ la materia bruta facultades estraordina-
rias; conceden gratuitamente la inteligencia y
la sensibilidad hasla ¿ las piedras, ¿ la tierra,
al aire, ¿ las moléculas mas pequeñas. Se ven
obligados ¿ partir á Dios en pedaaos, ¿ des»
raembrarle y ¿ incorporar» por decirlo asi, sus
pedazos ¿ las sustancias mas inertes. Tun im-
posible es para ellos dcsentenderse de uua po-
tencia inteligente cn el universo; de manera
que los partidarios del ateismo noniegan tan-
to á Dios, ¿ quien al contrario, hacen penc-
trar en todos los cuerpos materlales, confun-
diendo sin cesar , lo mismo quer Espinosa , al
artifice con la obra.
Nopretendemos ciertamentc reproduciraqui
las pruebas presentadas por una multitud de
malerialistas; pueden leerse en Juan fiajus,
Nehemias Greso, Guillermo Derham , Bernardo
Nieusventyt, Lesscr, etc. Entre ias objeciones
mas fuertesquesehan opuesto en el sigloXYIIl
contra la existencia doun ser inteligente, autor
de las críaturas, se han alabado sobre todos,
¡ los argumentos opuestos ¿ las causas flnales
en el tibro titulaüo Si9tema de la naturaleza,
atríbaido á Mirabeau, secrctario de la Acade*
mia francesa, sí bien Voltaire dijo de él lo si*
' guiente: «El buen Mirabeau no era capaz de
|escríbir ni una página del libro dc nuestro
¡ terrible adversario.» Esla obra elocuentemente
escríta, pcro difusa, llena de sofismas y peti-
. ciooes de principio, se debe al barou de HoN
bach y Diderot.
! Imposible es iropedir a los razouadores que
, atribuyan ¿ causas secundarias efeclos muy
considcrablcs y muy estendidos en el mundo:
cllos creeu poder desentenéerse de un prímer
motor para arreglar ¿ su gusto un pequeño
univers^o. Bacon ha observado que si no se
hace mas que estudiar superficialmente las
ciencias naturales, se puede ser ateo fácilmen-
te; pero que empap¿odose completamente en
este fecuodo maoanlial de hi fllosofla, casi sin
sentirlo nos vemos atraidos h¿cia la Divinldad
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lOsd
icreiBilo
m6
snblione, creadora do coanlo exUte. Por esto
fueron religiosos Newton, Linneo j loUos los
sábios mas pfofundos qne han escudríjíado los
secretos de la naturalexa.
Al desperlarme sobrola tierra, diceLinneo,
he contemplado nn Dtos inmenso, eleroo,
omnipoiente, que todo le sabe. Lo lie Tisto, y
he caldo en la mas pro^inda admiracion at
ver tan &oto au imponenlc so«bra. Be seguido
algunos de sus pasos en medio de las criatu-
ras, y hasla en las cosas maa imperceptibles.
tOoé poder! iQué sabidurial iQué perfeocion
tan complelal Ue vistoá los animalcs sustenta-
dos por los ▼egetales, estos por los euerpos
terrestres, y la tlerra dando vueltas en una
órbita inidterable alrededor del sol, foeo pe-
renne y manantiai ardiente de su vida: este
sol, girando aobre su eje con los planelas qne
lerodean, forma con los otros astros, Indefi-
nidos en número , y sostenido en- los etemos
espacios, por el movimiento en el vacio , un
sistema compileado, inooncebible , Inmenso.
Todo él está gobemado por un prímer motor,
ser de les seres, eomo le ilama Aristóteles, la
eiQsa de las eausas, el goardian, el rector su-
premo del gran todo , autor , artifiee , ereroo
arqnitecto, segnn Platon, de tan magniflca
obra. ¿Qoerels llamarle la Fatalidmctl No os
engañais, añade Séneca, pues todas las cosas
denenden de él. ¿Preferís llamarle la Natu-
rafaza? Tampoco os equivocais , porque t<H
daa las oosas ban nacido de él. ¿Le llamais la
Pr&vídmeia'i Deois moy bien: por sus ór*
denes , por stft eonseios , por su providen-
cia , rige lodo el muudo sus aotos. El es to-
do pensamleato » todo «)os, toéo oidos , todo
vida. El universo entero no es otra cosa que
él mismo, y la natoraleza hDm%na no es capaz
de abarear su Inmensidad. Bs preoiso ereer,
dlce Plinio, que hay una Bivinidad etema, in*
inita, no engendnida ni creada. Este ser, co-
mo lo maniflesla lAmbien Séneea , esta causa.
ain la cual nada existe, que 1o ba creado y
orgauizado todo, que llena nuestra vísta , y se
sustrae sin embargo ¿ ellat que no nos es co-
nodda sino por el pensamlento, ha ocullado su
augusta magestad en un asilo tan santo y tan
Impenetrable, que eoIo A nuestra inteligencia
le es dado Ilegar hasta éi.
Para probar en pocas palabras los absurdos
qne propalan los inventores del ateismo, bas-
tari esponer ias sencilias consideraciooea qoc
siguen.
Suponiendo nna fuerza creadora eu la
matería, veríamos que no era capaz de fbrmar
por si 5ola, no ya un hombre, sino un ojo con
todos 506 tejidos, cada nno de los coules está
fabricado de distinta manera. Es necesario
qnc esto sc verifique con tanta precision é in*
dustría , que los unos de ellos sean capaces
para formar nna cámara oscura y esfériüa : os
predaoqne el aire se dilate ó se contraiga co-
oio debe, ¿ fln de quc no admita sino tal cono
4e rayoa lunrtnosos; qne el hnmor acooeo de
1a cAmaraanterior, la lente criatalina y la eur*
vatnra diferente de loii segmentoa de la eafe*
ra> el humor vitreo úe ia cAnnra posterior,
sostenido por on tejido celitlar cono el eriata-
iino, estén colocados ¿ distancias respeetívas,
si bicn calcoladas y eo (ttiposicioii convenien-
te para refractar los rayos de lus; qnc no ftil-
te en fln, cosa alguna/para que hM imAgaws
vengan ¿ piotarse exaetamoflte en la retíoa.
Espilear en aeguida cóno ae traamitea talet
impresiones al corebro por sedio de los ner-
viosópticos entrecruzados, y cóno teniead«
do3 imágenes espuestas ¿ noeaira vista , no
veraos sino un aolo objeto. ea cosa de todo
pnnto imposible para nosotros. ¿GéiBo noa es*
plicaria ademaa la materla que ae sopone «e*
tiva, ein el aoxiiio de uoa inteligencia qne la
diríja, qno e3 necesarío resguardur al ojo por
foera, darle párpados qne ie cubran, cejas que
ie preserven, pestaúas para librarse de loain-
seotos ú otros objetos peqoenos, ona papilaqoe
se dilata y se contrae, qoe regula el grado de
loz para no d^inbrarse por eaceso de eliai
ni quedar en tiniebias?
Pero ann hay mas; es preclso acoroodar
estos ojos ¿ la naturaiesa del espacio en qoe
viva el animal. Gomoel pes debe vivir en el
agua, ea inútil qne una c¿niara anteríor eo««
tenga el bumor aoooso de sos (^os. Por d
contrarío. es precíso que la fr*rma del crista-
iino corrija la grande refracclon de los rayot
lumiooeos, atravesando un iiquido denao eo-
rao el agua. Asi los ojos de estos aniinales
tienen un crístalino ienticQlar ; creeen en es-
fera como uo gnisanter (aunque ia corva de
sus dos iados no es igual), y por este aedio
ifoaginado y ^ecotado con la mas adnlrable
precisioo, el pez distingue perfectamente tot
objetos debqjo dei agna , lo qne no podríaii
hacer los ojos del hombre. Al mismo tienpo
el ave destinada ¿ iansarse cn ese espacio aú-
til y enrarecido, oomo el aire de las altoras,
defoe por el conlrarío tener ou ojo fonnado de
olro inodo que el del pez ; aai la e¿roara aa-
teríor del humor acuoso es moclip mas corva;
su crístulino, en iugar de ser esféríco, es mo-
cbo mas uplastado que el del homfore, y est¿
formado segun las leyes roas 8¿i>ias de hi ép-
tica. Pero lo que hay de mas maravilloso , es
qoe ia vista del ave debe ser présbite (6 larga)
euando vuela , para disUngalr los ol^etos des-
de miiy lejos, y cuandb e^ parada en un ¿r-
bol ó en et suelo, es precíso qoe vea bien
cuaulo le rodea, y que su vista sea cnlooeas
mas coría. Para obteuer este remltado es pre-
CÍ80 encoger ó diJalar el crístalino, cono se
sacan mas ó raenos los tubos de nn anteeiio,
¿ fln de proporcionar las distancias de los ob-
Jetos. Asl ia sAbia providencia ha colocado ea
el olo del pájaro, en su retinn del eHataUno,
un músculo trasparente que recoge ó deja ade-
lantar esta lenteja , para produoir , segun la
oecesidad del animat, tal ó eaal estensloo ée
vlsta.
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m\
ATEISMO
^oii
De mny poca fuerxa 6s en verdad e1 argu-
mento empleado por un derensor de las fucr-
zas ciegas de la materia, quc dice que, ha-
biéndose formado los ojos por casualidad y
por un conjunlo de circunstancias fuvorables,
el animal se lia servido de elios, pero que no
bay euestocausa algunafinal. Algunos auto-
res» conociendo la fuerza de las razoncs que
sededucen de las causas fluales, pará dcmos-
trar la suprema iuteligencia que crea todos
los séres, han4ratado de desacreditar estégé-
ncro de prueba. Se han Yalido para ello de
algnnasesplicaciones arriesgadas, como cuan-
do rluchc ha dicho que las mareas, los flujos
y reOuJos sirven para facilitar la entrada de
las naves en los puerios. Seguramente es pre-
ciso estar loco, dice, Voltaire, para negar que
el estómago se hizo para digerir; pero seria
ridiculo en estremo pretender que las narices
han sido creadas espresamente para llevar
anteojos, y las piernas para calzarse con me-
dias de seda. Esta mania de esplicacíoues hi-
zo decir al canciller Bacon, que Us causas fi-
cales (imaginarias) eran comparables á lasvir-
genes coqsagradas á Dios, pero destínadas á
una complela esterilidad; es decir, que no
muHiplican lacieocia. .
EI ridiculo á que^si se esponen los partí-
darlos de ellas, no puede caer sobre las rela-
ciones roanifíestas de los seres, ya entrc si, ya
coo los objetos que los rodean. £s imposible
desconocer que el ala eslá predispuesta para
e1 vuelo del pájaro, de la mariposa 6 del
murciélago, como la vejiga natatoria para
sostener hidrostáticamente al pez en el agua.
Si ha habido alguna vez un designio preme-
ditado y manifiesto, es el de la relacion de los
órganos sexuales entrc sí, para la perpetui-
dad de las especies. La coordinaciou de los
miembros de los animales es tan precisa é io-
evitable, qoe en viendo tal diente, tal quijada
de un mamifero ó de un insecto, el naturalista
ejercitado adivinará fácilmente el género de
vida, de alimentos, y todas las demas rela-
ciones restantes de íosintesliuos, de los pies,
de las garras, sin haber visto al animal; y co-
nocerá exactamente por qué tal organizacion
está necesariamente encadenada á tal aparien-
cia de estructura.
Xcwton probaba la existencia de Dios por
los soles y los mundos: Lineo ó Cuvier la
probarian del mlsrao modo por los mosquitos
ó las fiorcs. Toda la naturuleza es tan rica en
estas armonías, y este estudlo encantador se
liga tan estrictamente á toda la historia natu-
ral, que es iroposible separarlos. Esta ciencia
es la demoslracíon mas complcta, la mas ir-
refragablc del poder y del sublime genio qoe
preslde al universo y lambien uoa teologíavi-
vicote y perpétua, la mas convincente para
todas las inteligencias.
¿Quién es, pues, el quc refota mejor los
sistcmas peligrosos , los razonamientos de
pura teologia dogmática de las escuelas, 6
ÍOÍ UIitLIOTKCiV FOl'ULAIl.
bien las obseriraclooes de la naturaleza?
Los mas incrédulos, al refutar los dogmas, se
ven vencidos por la fuerza dc los hechos po*
sitivos, y semejautes á los ángcles malos de
Milton, levantan en vano sus cabezas andaces
y rebeides contra las espadas flamigcrag de
los ángeles de la luz. Llaman en su auxilio los
venenos, las enfermedadea , los huracaries
destroctores, la muerte misma, todos los po-
deres iufernales, para degradar y oscorecer
las obras maravillosas del Todopoderoso. Si
se les presenta una fior, cnseúan al momento
el gusauo que hi roc cl ^cno.
Nosotros no tratamos dc Jostiflcar ahora
los desigoios de la naturaleza, ó roaa bien de
su sublime autor, pues en terdad no creemos
que nece¿iteencontrar abogadoentre sus cria-
turas. Tauta temeridad seria qne con nueslro
escaso talento decidiésemos qoe tal cosa no
podria estar mejor hecha, como en que vltu-
perásemos atrevidamente ial otra. Es evidente
que el hombre, ser frágil y limitado á un si-
tio oscuro de este inconmensurable universo,
esa hormiga del globo, al razonar con preson-
cion sobre todas las cosas, é imaginar en su
orgulto que es ei aoimal mas importante y
el úuico á cuya felicidad debe conspirar todo,
es evidente repetímos que cae hasta los úiti-
mos limites del ridiculo.
Absolutamentc hablando no estamos en el
caso de decidír si lal cosa es un bien ó un mal,
no con relacion á uosotros, pequeña parte de
un Infinito, sino con relacion al gran todo.
Mas para refutar con un solo cjemplo tan te-
merarias aserciones, tomemos lasplantas ve-
nosas: su creacion, se dirá, cs nnamaldad
gratuita sobre la tierra: como no puede su-
pooerse que proceda de Dios, vale mas esla*
blecer quc el bien y cl mai moral existen por
casualidad eu el mundo. Sin embargo, ai re-
fiexiooaran detenidamente sobre esle hecho,
conocerian que hasta en él mismo brilla la sá-
bia previsíon Oe ia natoraleza. Véanse las
pruebas. Eleuforbio es, como la mayor parte
de los litímalos, un veneno rnuy activo para el
hombre y para la mayor parte de los anima-
les: solo el olor de esta planta incomoda; sin
cmbargo, hay otras especies que la buscan
con avidez, como los insectos y la oruga del
tilimalo, para quienes esta planta es el úulco
alimento. En Arabia se ve á los camcllos y
dromedarios, comer con avidez pequeños titi-
malos cuya sustancta acre estimula al parccer
el estómago óuro de estos rumianles, del mis-
mo modo que los manjares condimentados con
especias forlificau el nuestro. La cabra devora
sin peUgro la cicula; el peregii que nosotros
comemüs se convierte en veneno para los lo-
ros y otras clases de aves. De esta suerte lo
que para unos es veneno, cs al mismo tiempo
el alimeuto escogido para otros. Cada £er en-
coentra de este modo asegurada su porcion de
alimento en la grande y comun mésa de la
tierra. Laley del veneno es, pues, una prohi-
T. IIL. 66
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mi
ATEISMO
4041
blcion respectif a, un medio hábilmente ima-
ginado para dar á cada nno sa parte de ali-
mento, sin que otro alguno pueda apoderarse
de ella. La natoraleza tíene cuidado de preYC-
nir ¿ cada auimal por medio del olor y sabor lo
qne puede comer con seguridad, y lo que de-
be rechasar con horror. Por este medio nada
hay. perdido, yhasta el roismo escremento
2tte tanto incomoda, puede servir dc alimcnto
otro genero decriatuias.
Véase con qué hechos tan positivos se pue-
den refutar aserciones quc una temeraria ig-
norancla suscita ciegamente contra las combl-
fiaciones mas roaravillosas de la naturaleza.
Nosotros no pretendemos conocer los profun-
dos designios de la DiTÍna Providencia, al per-
mitir cl desarrollo de los males sobre la tier-
ra, pero puede yerse por los beneflcios de la
fecuDdidad y de la reproduccion sobre todo el
globo, que estos no podrían manifestarse sino
por la necesidad de la rouerte ó de la destruc-
cion, que son el orlgen de nuevas existencias.
Guaiquiera que niegue las causas de las causas,
está en el mero hecho iroposibilitado de des-
cnbrir los príncipios de las cosas, y de invenr
tar ninguna. Obstinado siempre contra la idea
de un Dios que resplandece como un sol sobre
toda ia naturaleza, y cuyos deslumbradores ra-
yos hierenla vísta por todas partes, no se ocu-
pa sino en sustraerse ¿ la luz: cierra en vano
8U8 scntidos ¿ ese inmenso genio del oniver-
80, cn medio del cual se encnentra colocado.
En vano opone las roonstruosidades y los v¡-
clos ¿ una sabiduría incoroprensible; en vano
ofosca su roagniflcencla con la hiel del ódio y
de la detracciou; los cielos mismos cantan su
gloría, y el lelesropio prosigoe en su inmen-
sidad ei curso de los astros quc los decoran.
La vida, el sentimiento, el amor de una
madre es para él, como para un ateo, el jucgo
fortuito de una matería que se forma y dcs-
organiza despues, sin causa y por casualidad;
ese padre ciego, ese terríble Salurno que de-
vora Ins cosas ¿ medida que salen del seno de
la naturaleza.
¿Es acaso cse monstruQ5o sístema por el
qne pensais que cl genio pueda desarrollarse?
¿Qué invcncion saldria de eseabismode putre-
'faccion? Dela misma manera que una cloaca
iufestada cxhala por todas paríes vapores
pestilentes, asi cse sistema dcbtructor arrastra
el alma ¿ donde no puede contemplar otra co-
sa sino descomposiclon, crímencs y muerte.
¿Quó son en esta liipótesis los hombres, sino
fieres infelices lanzados sln consuelo ni espe-
ranza ¿ esta tierra para vivir en cila ¿ la mer-
ced de una suerte inexorfcble, sin proteccloii
para la inocencia, sin freno para el malvado?
iBI virtuoso Sócrates igual al malvado Ncron!
{Qué liorrores sobre estc globo, si nada fuese
merítorío, nada criminall ¡Si el frande y el vi-
cio domioasen impunemcntel lui los atentados
fueson absuellos solo porqoe aparecen tríun-
lantes ¿ ios ojos de lahumanidad, quel(» con-
templacon indignacionf ¿Üe dónde nacería
entooces esta espansion generosa, inspira-
dora de los sentimientos nobles y de ias ac-
ciones sublimes? Harchitado el corazon por
creencias desoladoras, no alimenta la duice
esperanza de la inmortalidad. Faltando esta
comunicacíon con cl Ser Supremp que nos
mantenia en esa constanle aspiracion ¿ los
cielos, rota de antemano esa cadena de oro
qoe nos liga ¿ un mundo de felicidades cae-
mos con todo nuestro peso h¿cia la tierra que
entreabre sus lóbregas cavemas para tragar-
no8 con nuestras esperanzas de gloria y dere-
nombre. Tal es el ¿ngei caido de las celestes
regiones del pensamiento; tal es cl que niega
¿ Dios, y ¿ quien ya no viviflca sino cl rayo
bríllante de su genio; no es sídg un cidaver.
El ateismo, desheredando al bombre de la
divinídad io trasforma, como ¿ NabocodoDO-
sor en una bestía. Por roedio de la esperanza
de la irapunidud, favorecc todos los vicios y
tieode á desalentar la viríud, prív¿ndola de
remuneracion en el porvenir. Es por lo tanto
la destruccion de todos los lazos sociales:
micntras que el teismo coloca ¿ la Divina Pro-
videncia sobre todas las naciones, y presidien-
do ¿ sus destinos, desd# su asiento sostie-
ne al hombre Justo en siis sacríQcios, aroenazt
en secreto al críminal, vela sio cesar'sobre la
condiicta secreta de los hombres, y la deflen-
de ¿ cada paso conlra las tentaciones. Si al
cabo de cuarenta siglos los razonamientos de
los ateos no han podido desengañar al género
humano de su crcencia en un Ser Supremo que
ha ordenado la naturaleza, debe creerse que
tantos efectos no son' estériles sin que pari
ello exista uo motivo, y que una obra priieba
la exístencia de su autor.
Dios sin duda es incomprensible; acerqué-
monos ¿ él como al sol y al fuego, pHra reci-
bir luz y calor, pero no para precipitamos en
aqoel pozp ardiente, qoe en breve coosumirít
Duesrra inteligencia. Muchas veces sucede qoe
con cl objeto de aparecer como hombres de
espiritm fueries ó independionles, como hom-
bres hábiies y mas instruidos que el vulgo,
afectan algunas, personas al ateismo; pero si
bien es cierto, como ha dicl\o Bacon, qoe ua
poco de ciencia nos hace presuroidos, tam-
bien es verdad que los conocimientos proftin-
dosatraen al teismo ¿ los gcnios mas gran-
des. AI considerar cuan poco sabemos, cae
confundido con su ignorancia el orgullo de los
hombrcs. Solo Dios parecc haberse reservado
la verdad dc la omniscencia, no habiéndoDOS
dejado sino un débíl destello de su luz.
Medir la Divinidad con noéstra pcqneñez
es rebajarla; querer defloirla, es limitar lo
ínflnito. Cuanto mas se trata de profundizaría,
mas se ongrandece en su incomprensibilidad.
No deben desesperar de la Jusücia sopre-
ma los ateos convertidos en tales por el es|iec-
t¿culo de este mundo, en el qne sc encoentra
ia virtud tan mal recompensada, y el vicio taa
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4045
ATEISMO-ATENAS
4046
orgulloso con sus trlanfos; porqae tambien en
1o8 designios de la Divina Próvidencia bay re-
compensas equitativas y vengadoras. B¿¡o e1
oro y la púrpura de los tiranos reinan los re-
mordimientos y los tormentos dei corazon» á
falta de suplicios y dc verdugos. La felicidad
y la alegria no habitan con los malvados, y el
tálamo mas voluptaoso estállenocon frecuen-
cia de sofrimientos morales. Es nna ley de
nnestra organizacion, no poder sustraernos ¿
nnestro destino, y la caida es síempre propor-
cionada ¿ la elevaclon por una reaccion nece-
saria de nueslra sensibilidad.
ATELABIO. {Historiu naturai,) Este nom-
bre, tomado dcAristótcles, hasido aplicado por
1o8 zoologistas ¿ un género bastante numero-
so de coleópteros de la fomilia de las curculio-
nitas, principalmente notable por sus antenas
rectas de once artículos, sn trompá corta, an-
eha y dilatada por su punta, su cuello escesi-
vamenle corto, sus mandíbulas bendidas en su
estremidad, etc.
Yarios zoologistas, y entre ellos If. P.
Hobert y tianceau, han estudiado ias meta-
roórfosis de muchas especics de estc grupo.
Todas las larvas se nutren de sustancias ve-
getales; las unas se mantienen en el interior
de los tallos ó de los frutos; las otras se ali-
mentan de hojas ó dc flores, y cnando llegan
¿ obtener todo su incremento se encicrran en
nna c¿8cara compuesta, ora de seda purn, ora
de una raateria resinosa bastante sólida, donde
se trasforman en ninfas para convertirse des-
pues cn insectos perfectos.
Bajo csta forma, los atelabios be nutren del
liquido azucarado de las flores y causan pocos
estragos; pero no sucede lo mismo con sus
larvas que son moy voraces y perjudioan no-
tablemente ¿ los brotes tiernos, ¿ las hojas, ¿
las flores y ¿ los frutos; síendo tanto mas difi-
cil el prcvenir los daños que ocasionan, cuanto
que estas larvas no trabajan al descubierto, ni
revelan su preseocia sino cuando ya el mal ca-
rece de rcmedio.
Entre las numerosas especics de estegéne-
ro solo citaremos e1 attelabus circulionoBide$
de Pabricius, y el becmare laque de Geoffroy,
que se halla comunmente en las cercanias de
París.
ATELANAS. {fíistoria literaria,) Las atela-
nas eran entre losromanos unaspiezas ó poe-
roitas ridlculos para mover ¿ risa al fln de la
comedta ó tragedia, a1 modo de nuestros en-
treroescs. Su nombre se derivaba de Atela, ciu-
dad de Gampania Si hemos de creer ¿ Tito Li-
vio fueron admilidas a1 roismo tieropo que los
joegos de los histriones etruscos (390 antes de
1. C.) Para representar las atelanas se ves-
tian lOs cómicos con un trago estravagan-
te y hablaban un latin roezcladodeosco, cnya
groseria divertia ¿ los espectadores poco difl-
ciles de contentar. Estas piezas representaban
las costurobres del pueblo bajo, de las ciuda-
dcs 6 de las gentes del campo, reduciéndolas
¿ m peqneño número de tipos, tales como e|
bucco (necio),e1 pafípus (viejo irobécil), e1 mac-
cus (tonto ó polichinela.) Este último persona-
ge no cra el polichinela de nuestros días con
su doble Joroba, sino mas bien e1 pukineüa
napolitano, quoencanta todavia con suschistes
y 8u cobaidia ¿ los lassaronide la Ghiija, y co-
ya figura bi^o.el nombre de Civis ateUamus,
ba sido ballada en las pintnras dm Hcrculano.
Luego que las atelanasseaclimalaron en Roma,
cesaron de ser simples farsas iroprovisadas,
convirtiéndose, bajo e1 nombre de JExodia ea
piezas regularea, escritas, aprendidas y re^
presentadaa como las demas; gei\era1mente se
ejccutaban despnea de 1a tragedia ó de la co-
media, y para termlnar el e8pect¿en1o. Pom«
ponio, qne vivia pocotieropoantesqne PUnto,
fué autor de esta innovacion, si bien resenró i
las atelanas su car¿cter popular.
Abandonadas dnrante las gnerras ciYiIefl,
las atelanas fueron rehabilitadas en los priroe-
ros tieropos del iroperioporuntalMerolo, y rc-
cobraron pronto sn antigua libertad; pero roas
de nna vez aconteció que los aulores espiaron
8U8 hurto plcantes chistes con el destierro y
otras penas mas rigurosas.
Ossan: Análecl^ eHltM, Berlin, 1818, in 8.®
Munck: De Lueio Pomponio Boñotiem$ Átetlana'
rum poeta^ Glasgow, 1897, in 8.*
ATENAS. {Gá>Qrafta, historia, antigüeda^
des.)— I. Geografia. Esta cindad, la mas céle-
bre de la Grecia, y la que despnes de Roma
ejerció roas influencia sobre la clvilizacion an-
tlgua, no poseia sin embargo, sino un escaso
terrítorio; la Uconia, 1a Arcadla y la Beocia,
tenian una estension roas considerable; pero
el Atica estaba sitoada en e1 centro de la Gre-
cia continental é insular, y rodeada Ateoas por
ol mar casi por todos lados, estaba adroirable-
roento colocada para ser 1a primera ciudad de
la Grecia.
EI Atica presentaba 1a forma de nn tri¿nr
gulo, dos de cuyos lados regaba el jnar, y el
tercero estaba separado de la tierra flrme por
una cadena de montañas, 6 roos bien por dos
subdÍYisiones de nna cadena príncipal que se
destacaba del roonte Giteron y corria h¿cia e1
Sudeste. La prímora de estas subdívisiones so
llamaba los roontes Enios y la segunda los
roontes Parnetos. Lns combres dc estas cader
nas se elevan de 400 ¿ 600 toesas Sep¿ranse
tambien de ellas muchas ramiflcaciones secun-
darías qne atraviesan el Atica en todos senti-
dos; la mas célebre es el roonte Hiraeto. Estas
cadenas forroaban las cuatro divísiones uatu«
rales de aquel pais , ¿ saber: 4 .'' el campo
Eleusino: 3.® elcampoAteniense: 3.* la Meso-
gea: 4.* el oampo de Maraton. La superflcie
del Atica, puede calcularse en 410 leguas cua-
dradas.
El terreno del Atica esgeneralroente seco j
poco productifo. Do8 rios de escasa considev^
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<047
ATENAS
4048
racioii riegan el campo GJeusino; el mayor eg
el Ceflso. Segiin Estraboo, es solo un torrente
que se scca en estío; pero vlageroa modcrnos
aseguran que hoy el Ceflso está abumianle-
mcnte proviáto de agua en todas las épocasdel
año y que riega ios numerosos Jardines que
adornan sus orillas, asi como á los olivos que
le dan sombra. Los demas rios del Atica son el
llüo y el Efidám (Pó).
La mayor parte de las montañas del Atica
8on calcáreas; peroias piedras que se sacande
ellas difleren considerabiemente asi en la cali-
dad como en el color. EI mármol de las cante-
ras dei Pentéiico es muy blanco, duro y de un
grano muy flno; péro es muy dificil de traba-
]ar porque frecuentemente se encuentran en él
pedazos de cuarzos 6 de guijarro. Entre ei
Pentéllco y los montes Parnelos las rocas es-
tánformadas de pizarra, y cerca de 1a Megaride
hay un inmenso depósito de cal conchylífera,
üe que hace mencion Pausanius (Attic. XIV, 6.)
Bn LauTÍum babia minas de plata de donde los
atenienses sacaban inmcnsas riquezas, y que
en ei dia podian aun ser esplotadas con buen
resultado. Los pantanos salados de la costa su-
ministraban en otro tierapo sal en abundancia.
El 4tica no produce la cantidad de granos
proporcionada á su superflcic; pero el olivo,
la higuera y la víd ofrecen un cultivo mas
Tentc^oso. Todas las especies de plantas legu-
minosas prosperan en las orillas del Ccflso.
la gran cantldad de flores odoríferas que cu-
bren la superflcie del pais, hizo en lo antíguo
eélebre el monte Imeto por su miel, y aun en
Duestros dias los monges de Mindeli poseen
gran númcro de colmenas. Hay pocos caba-
llos en el Atica, y jas vacas tampoco prosperan
en ella, pues toda la leche y manteca que con-
snmen los habitantes es de oveja y de cnbra.
La pesca que se hace en sus costas es e¿cc-
)ente y abuodante.
Historia. EI Atica fué poblada al principio
como el resto de la Grecia, por los pelaegos.
Guando los helenos bajaron dc las montañas
de la Tesalia para derramarse sobre la Grecia,
los Jouios y los aqueos Tinieron á cstablecer-
se en Atica, desde donde enviaron colonias ¿
la isla de Cerigo. Uuo de los resultados dela
invasion del Peloponeso por los ddricos fué
hacer regresar al Atica á aquellos Jonios
que la habian abandonado hacia tres siglos.
Tronto eslos nuevos huéspedes , cuyo número
se aumentó mucho mas con los pueblos que
los dóricos echaban de 1a Mescnia, obligaron
á una parte de los antiguos babitantcs á salir
del Atica para ir á buscar un asilo en el Asia
Menor. Los que no emigraron fueron despoja-
'dos de las tierras fértiles de la llanura y rc-
chazados hácia el rio ó á las montaúas inme-
diatas, formando dos partidos, el de los ri-
bereños (IlitpaXoi) y cl de los montañeses
{Ticepáxptoí) euemlgo.'«delos^m6ras cle la lla-
nura (IleStatot.) Estos últimos tomaron el nom-
bre de eu[tatrides (nacidos depadresiluslreí'.)
La historia deAtenascomienzaproplamen-
te en Teseo, que sucedió ¿ su padre Egeo en
1 300 antes de Jesucristo. Entre sos sucesores
se distinguen princlpalmente Mnesteo , mie
pereció en el sitio de Troya, Melantro y Co-
dro, su hijo , que t^e sacriQcó por salvai á su
pais de la invasioo de los dúricos en 4.068.
Büjo la domioacion de estos dos últimos
se consumó completamente el despojo de los
antiguos habitantes. Los invasores tomaron
para si todos los cargos y quitaron ¿ la anti-
^ua poblaciou hasta el derecho de votar en
las asambleas. EI gobiemo moderado de los
reyes fué reemplazado por una oligarqoia
violenta, que no tardó en desembarazarse del
rey ¿ quien en un príncipio habia desprecía-
do, y despues de Godro se abolió ia monar-
! quia', áustituyéndola con el arcontazgo per-
pétuo.
Medon^ hijo de Godro, fué e1 primer ar-
conte perpétuo (4 068) y tuvo por suceaores
¿ sus doce descendientes; pero en 751 se re-
dujo ¿ diez años el ticmpo que habia de dorar
aquel cargo, y 70 años despues (082) se deci-
dió que no duraria mas que un año y que se
repartiría eotre nueve magisfrados. El primero
se Ilamaba el arconte eponimo, el segnndo el
arconte rey, el tercero el arconte pJíemarcOt
y los otros seis se Ilamaban tesmotetes (legis-
ladores.) (Véase arcomtb.)
Las familias aristocráticas, ¿ cousecuen-
cia de estas desmembraciones y reparticiones
sucesivas del poder supremo, se habian apo-
derado^poco ¿ poco de la autoridad religiosa,
militar y civii, y no contentas con esta usor-
pacionlíegaron ¿ despojar tambien ¿ limayor
parle de los hombres libres del Atica de sus
propiedade^ territorialcs. Por mucho tiempo
abusaron impunemente de su poder, basla que
al fin cansado el pueblo, que era fuerte ¿ lo
menos en el número, se esforzó en reconquis-
tür su libertad. Ayudóle cn esta empresi ta
misma ambicion de algunos eupatrides, qoe
vendierou los intereses de su casta para grao-
Jearse el amor del pueblo; asi es que los ba-
bitaníes de ta costa vieron ¿ la familia de los
Aícmenoides ponerse ¿ su cabeza, en tanto
qué los Pisistrátides se hacian gefes de los
montañeses. Regularizó^^e entouces la lucha y
el pueblo pudo obtcner como garantia de siis
derecboS) una legislacion civil y críminnl.
Conflóse la redaccion de las leyes á Dracon,
entonces arcoute; el código que compuso
abrazaba toda la vida del hombre; pero su Cv»
tremada severidad levantó contra él fuertes
clamores y el terríble legislador, obligado ¿
buir de su pa(ria, fué ¿ morír ¿ la iüla Egioa.
Continuaron las revueltas, y un atenieose
Ilamado Filon, creyó que ¿ fttvor do ellas po-
dla restablecer la monarquia y proclamarse
rey. Sorprendió, en efecto, la ciudadela; pero
el pueblo le puso sitio, y se viú en la preciáioo
de apelar ¿ la foga. Sus partidaríos, refiigii-
dos junto al altar de hs Eumónides, dejaron,
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4049
ATENAS
4050
bajo la fé de la proniesa , aqtiel asilo inviola-
ble, y ñieroD degollados. En castigo de este
atentado fué asolada cl Atica por la peste , y
los babitanles recurrieron á Epiménidcs qne se
ballaba en Creta, el cndl introdnjo en el go-
bierno mnchas raejoras; pero apeuas voWió ¿
partir cuando empezaron de nuevo laa disen-
slones con mas vlolencia y la anarquia llegó &
8U colmo: entonces todos los partidos dirigie-
ron suB ojos hácia un hombre que ya babla
prcstado grandes servicios ¿ la patria y que
Iba ¿ prestarle otro mayor ponicndo fln ¿ la
tnarquía qne la desolaba. Llamábase aquel
bombre Solon. Un dia que los atenienses ven-
cidos por los megarenses , ¿ quienes habian
querido quitar la ciudad dc Safamina, decre-
taron la pena de muerte contra el primero que
hicicsc una tentativa, Solon se Ongió lcco pa-
ra despertar su valor, y él mismo sc apoderó
por roedio de la astocla de la isla en litigio.
Xar adelante movió el ejército ateniense ¿ una
guerra contra los criseos, y se apoderó de
Cirra pcr medio de una estratagema muy odio-
98, envenenando con una inmensa cantidad
de raices de eléboro el rio de que bebian los
babitantes. Solou fué elevado á la dignidad de
primer arconte (594). Comenzó por atraerse
el odio de los dos partidos, rehusando la par-
ticiou igual de las tierras, aboliendo las dcu-
das y asegurando para e1 porvenir la libertad
del deudor insolvente; empero pronto se reco-
noció la sabiduría de estas dos disposiciones
y fué conservado en su mdgistratuni. Enton-
ces abolíó las leyes de Dracon y las sustituyó
con otras mas conforroes al genio de los ate-
Dienses.
Legislacion de Solon. Con arreglo ¿ la
Dueva constitucion los ciudadaoos estaban di-
Tididoa en cuatro clases, segun sus rentas
anualcs, ¿ saber los pentacosimedimnos, los
caballeros, los zengites y los theíes , conser-
v¿ndose las antiguas divisioncs cn tribus
(^uXat), coyo númcro era cuatro, ó segun los
lugares que los ciudadanos habitaban en de-
mas (S%ot). Solamente los ciudadanos de las
tres primeras clases podian aspirnr ¿ los car-
g08 públicos; pcro todos tenian cl derecho de
votar en las asarobleas del pueblo y tomar
asiento en los tribunalos.
A la cabeza de la república deja Solon ¿
los arconteSf sin hacor el menor cambio en
csla magistratnra. [Véase arcontes.) Despues
de esfos magistrados snpremos venia el Areó^
pago: (véase esta palabra): ¿ las funciones Ju-
diciales que este tribunal eiercía, el legislador
agregó atribucioncs polllicas muy cstcnsas.
El senadOf quc seguia dcspues , se componia
de cuatrocientos iudividuos, tomados de cada
tribu, entre loi ciudadanos qne pcrtenecian ¿
las tres prínieras clases, rcnovados por suerle
cada año y sometidos ademas ¿ un exámen
severo anle la asarablca del pueblo. Cada in-
dividuo ¿ su salida debia dar cuenta de su
conducta, Dábanse los decretos por mayorla
de votos. Si conccrnian al gobiemo y ¿ la ad-
ministracion gcneral, no tenian foerza de ley
sino despues que eran aceptados por el pue-
blo. Para tener derecho de sufragio en la pla-
za pública se requeria la edad de veinte años.
Los oradores, dedicados al minisferio de la
palabra , gozaban de gran crédito, y su vida
estaba sometida, coroo la de los senadores, ¿
la fiscalizacion pública. Cada ano daba su vo-
to Icvantando la roano, y algunas veces se ve-
riflcaba la volacion por esci'utinio. En cuanto ¿
las leyes penales y civiles que Solon dió ¿ sn
patria, puede juzgarse de su sabidurla por las
que pasaron al derecho roroano, y con el tlero-
po ¿ nuestras faroosas leycs de Partida. La or-
ganizacion de los tribunalcs civiles en aquella
época no es conocida; los fribunales crimina-
les eran cinco: el Areópago, Palladium, cl
Delphinium, el Pritaneo y el del Phreato; ca-
da uno de ellos tenta sus atribnclones dístín-
tas; forroaban los cuatro últimos ciudadanos
clf gidos ¿ la suerte y se podia apelar de sns
sentencias al pneblo: solo el Areópago Juzga-
ba sin apelacion y su fotroacion era clec-
tiva.
Despues de baber hecho jorar Solon ¿ los
arcontes, al senado y al pueblo. qoe observa-
rian sus leyes por espacio de diei ados, dejó
su patria, como el legislador de Lacedemonir,
y se fué ¿ viajar.
Cuando volvió ¿ Atenas, despnes de una
ausencia de diez años, halló la repúblíca divi«
dida en tres partidos , disput¿ndose la autcrri-
dad Licurgo, Megacles y Pisistrato. Dotado
este último dc las roas brillantes cualidades,
era adorado por la mnltilud, de la que se ha-
bia constiluido en defensor v órgano. En va»
no Solon, qne habia adivinado sus proyectos
ambiciosos, trató de oponerse ¿ ellos. Un dia
hizo Pisi«trato quelo llevasen ¿ la plaza públi-
ca cubierto de sangre y dc heridas. El mismo
se habia herido espresaroente para dar ¿ en-
tender que sus enemigos, que lo eran tarobien
de la república, habian querido asesinarle. El
pueblo le dió una gnardia, y poco tieropo des-
pues Pisistrato se afoderó de la ciodadela (564).
Solon no pudo conseguir despertar la encrgia
de los atenienses, y roas adelante, sedncido
él roisroo por el respeto que afectaba el nnw'
pador para su legislacíon, acal)ó por ser de an
consejo y por aprobar mnchas de sus me-
didas,
Al año sigoiente, Licurgo y Megacles, ge-
fes de los pedios y paralinos, se reunieron y
ccharon ¿ Pisistrato; empero no tardó en In-
troducirse la division entrc los vencedores» y
Písistrato, casado ya con la hija de Megaclcs,
volvió ¿ Atenas conducido por una muger dis-
frazada de Minerva ; grosera estratagema de
que se avergttenza Herodolo por los atenien-
ses. En 5S9 se unió de nuevo Megacles ¿ la
faccioc de Licurgo, y obligó ¿ Pisistrato á re-
tirarire á Eretria, en la Eubea, donde pcTma-
neció once años; pero al cabo de e^te tiempo
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4054
ATENAS
4052
hizo Tenir tropas argivas, se apoderó de Ma-
ratuD, adondc babian acadido en tropel su«
partidarios para darle auxiUo, marcbó sobre
Atenas, sorprendió y pnso en derrola i los de
la faccion enemiga y restableció por terccra
vez su tirania (538»)
Pisistrato gobernó á los atcnienses con
sabidarfa y dulzura; deudora le fué la repúbli-
ca de multitud de institnclones útiles; fsTore-
ció las lctras y las artes; él fué quien mandó
bacer la primera coleccion conocida de las
poesías homéricas. En los historiadores no Te-
mos bnella algona dc guerra emprendida bi^o
80 administracion, á no ser la conquista de Si-
geo contra los habitantes de Mitiiene. Desdc
su osurpacion basta su muerto en 528 se cuen-
tan treinta y tres años, de los cuales reinó diez
y .siete.
Hiparco é Hippioi, hyos de Msistrato, le
sucedieron en ei poder. Hippias fjjé muy queri-
do por su carácter franco y afable é Hiparco
faToreció las letras, haciendo prcsentlr el bri-
llo que debia esparcir mas adelantQ la ciTiliza-
cion; pero esta paz duró poco, pues habiendo
Hiparco ultrajado á ia hermana de Harmodio,
formó éste una conjuracion con su amigo
Ariitogiton y mataron á Hiparco durante las
Panatetuas; pero no tardó en sofrir Harmodio
la mismasucrte, y pucsto Arístogiton en cl
tormento, delató como cómpüces ¿ todos ios
amigos del tirano, los cnales fueron inmedia*
tamente cjecutados.-
Despnes de la mucrte de su hermano se
hízo Hippias descoufiado y croel. Los Alcmeo-
nides, que habian huido de Atenas intentaron
oon los demas desterrados entrar en la ciudad
¿ la fucrza, y al efecto ganaron ¿ la pitouisa,
que les proporcionó el socorro de ios lacede-
monios. Estos coTiaron contra Atenas un ejér-
clto mandado por Anquimolio. Gineas acudió
en auxilio de los PisistrAtidcs con mil ginetes
tesalios y dcrrotó ¿ los lacedcmonios en los
campos de Falereo, pero hizose otra tentatiTa
bajo el mando de Gleomenes, y derrotada esta
vez |a caballeria tes¿Uca, se tíó obligada ¿re-
tirarsc ¿ su pais. Gleomeucs sitió al tirauo en
la ciudadcla ; Hippias se rindió ¿ causa de ba-
ber caido sus hijos en poder dcl enemígo, y
se retiró primero ¿ Sígeo y despues ai lado del
gran rey (540.)
El tirano habia desaparecido , pero no la
tirania; pues no tardaron en disputarse la
autoridad Clistkene é Iságoras, gan¿ndoIa el
prímero, gefe del partido popular. Rcslableció
la coDslitucion de Solon é introdujo en ella
muchas modiflcaciones faTorables ¿ la demo-
cracia. Aumentó el número de las tribus, fljó
en quinientos el do los indiTiduos dcl scnado,
y establecid, scgun dicen, el ostraeismo, ese
destierro impuestu por el pucblo, no al crimen,
stno ¿ la ambicion, no á los Ticios punibles,
sino ¿ las Tirtudes peiigrosas. Glisthenc ad-
quiríó el mayor ascendiente sobre el 0ueblo,
y logró espulsar ¿ su riTal Iságoras; pero in-
terrino Esparía en aqnel asnnto, y Cleomene
llamó al desterrado para poueríe en el iugar
de CUsthene» quíen demasiado débil para resis-
tir sealejóal punto. El pueblo toroó su paríi-
do, sitió ¿ los iacedemonios en la ciudadela
de que se habian apoderado» y uo lcs permi-
Uó salir del Atica sino bajo ciertas condicio-
nes. VolTieron Glisthenc y los demas desterra-
dos, y los atenienses, que esperaban nnagoer-
ra, enTiaron eml>ajadores al rey Dario. Gleo-
menes, en efeclo, loTantó numeroso ejérclto» y
entró en ei territorío de Eleusis, sostenido por
lojs pneblos del Peloponeso, por los beocios y
calcidenses; pero si los Tccinos de Atents de-
seaban so ruina, temian tambien el ascen«
dientc que Esparta iba ¿ tomar; los coríntios
dieron la señal de la defeccion ; disipóse el
ejército, y los atenienses no tuTieron qne há-
cer mas que Tcngarse de los que habian ayu-
dado ¿ Gleomenes; derrotaron ¿ ios beocios» y
pasando despues ¿ Eubea desbarataron ¿ los
calcidenses y dejaron en ia isia ona colonia de
4,000 bombrcs (506.)
Habiase suscitado entre Atenas y Egioa noa
contienda, y los atenienses , despues de con-
sultar ¿ un or¿cuIo , se disponian ¿ marchar
contra sus'^enemigos, cuando los iacedemonios,
cnTidiosos del poder de Atenas» (esoÍTieron
restablecer alli ia tJrania, y ofrecicron so apo-
yo ¿ Hippias. Pero la oposicion del coríntio
Sosicles, en cl conscjo de los aliados, fmstró
sus proyeclos. Hippias toItíó ¿ Sigeo, y desde
alU logró concitar contra Atenas el odio de Ar-
taferufts, s¿trapa del Asia Menor, quien ame-
nazó efeciiTamente ¿ los atenicnses; pero es-
los respondieron enTiando Tcinte bageles al
socorro de los pueblos de la.Jonia contra el
rey de Persia. Tai fué el orígeu de las guerras
midieas.
Ningun acontecimicnto podia ser mas feliz
para los griegos, y muy principalmente para
ios atenienses. La guerra era inminente entrc
Esparta y Atenas, que ambicionaban cada ona
por su parte el primer rango entre los pucblos
helénicos. La guerra contra los persas tído
¿ suspcnder esta loc^a que no podia menoa de
scr funesta ¿ la Qrecia.
MardoDio, yemo de Dario, desembareó eo
Tracia el año 442, con fuerzas considerables;
pero la tempcstad dispersó sn escuadra y loa
ataques continuos de los briges diezmamn sa
ejército, por lo que tuTo que ToÍTerse ai Asia.
No fué mas afortunada sn segunda eapedi-
cion: esta tcz fué Eubeo el ponto donde des-
embarcaron los persas; tomaroa ¿ Eretría y
despoes pasaron al Atica; pero encontraron ¿
Mílciades en Maratoa. En fln, acodió tambiea
Jerges, el cual fhé detenido en las Termópilas
por LeoDidas, destrayó ¿ Atenas, cuyos habi*
tantes se habian refugiado en sus bagcles; fué
vcDcido en Salaniina y se toItíó dejando ¿
Mardonio continuar la guerra en el continen-
te. Los persas ToWieron ¿ ser derrotados dos
fcces en el mismo dia; ona en Platea sobro
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40&á
AtENAS
4054
tierra flrme, y o(ra eD llicalc, sobre e1 mar.
(Véaie HEDiCAS» {Guerras.)
Us tictorias de Platea y de Micaie habiao
llbertado para siempre ¿ ios grlegos de la io-
vasioD persa; elloa eran loa que en adelaote
Umd á peraegQir ¿ los persas hasta el Asia. En
aqnelia gran lucha habia riTalizado Atenas en
csfberzo con Esparta, y habia representado al
parecer ei papel masbrillante; perosn destino
foé tambienmas tr¿gico, pnesto qoehabiasido
incendiada. Despncs de la batalla de Platea
tomó Atenas el primer pueslo, cubriendo los
mares con sos bageles, cosa qne Esparta no
podia hacer; p^ antes de pensar en aumentar
su poder y en plantear nueTamcnte sus anti-
guos proyectos, conoció la necesidad de levan-
tar todo lo que la guerra habia destruido. Opu-
siéronse los espartanos ¿ la reediflcacion de
las murallas ; pero Temistocles los eogañó,
procuró ganar tiempo, y cuando supo que las
murallas de Atenas estaban ¿ bastante aKura
para porterla al abrígo de unti sorpresa, decla-
ró que nada habta que hacer ya, y aconsejó ¿
sus conciudadanos el estabiecimiento de un
pnerto fortiflcado cn el Pireo y muchas medi-
das farorables ¿ la maríoa. Goroprendíendo los
lacedemonios que tenian que habérselas con
un adYcrsarío formidable , trabajaron por ha-
cerle odloso ¿ los oliados, ¿ coyo intento ayu-
daron sus grandes riquezas, adquirídas por
medio de exacciones en las islas del mar
Igeo. Los mismos atenienses le tomaron ayer-
sion hasta el punto de conseguir quefuese des-
terrado por diez años
beza de todas las fuerzas de la Grecia; arregló
las contribuciones y no pensó ya mas que cn
la guerra. Arístiüíes muríó segun unos en el
Ponto, ¿ donde habia sido cnviado para los
asuntos de su república ; segun otros desler-
rado en la JoBia , y segun otros, cn íln , cn
Atenas, muy ticjo , pobre y estimado. Los
bombres b¿biles en el mando germinaban cn
aqnella tierra donde nadie queria obedccer;
roueríos cslos, los reemplazó Cimon, hijo de
Milciades y vencedor de Maraton; habiase edu-
cado al lado de Arístidcs y grange¿do8e el
afecto geoeral con la seuciUcz de sn caráctcr,
raas csparíano qne atenicnse. Qnerícndo rc-
formar ¿ Atenas, segun lo estaba Laccdemo-
nia, y mantener la unidad de la Grecia , estre-
chaba la uníon de todos continuando la lucha
contra los persas. Atacó al persa Bogés en
Sion, fortaleza de la Tracia, y le obllgó ¿ prc-
cipitarse en una hognera con su muger , sus
hijos y sns tesoros. En seguida conquistó la
isla de Esciros, donde halló los huesos de Te-
seo , moy preciosos, scgun un or¿culo , para
los destinos de Atenas. Cimon no se detuvo
aqui, sino que persiguiendo sin descanso ¿ ia
monarquía persa, se apoderó de ias ciudades
de la Licia y de la Caría, y no quedó un hom-
bre de guerra en toda ei Asia, desde la Licia
hasta la Panfllia, ¿ quicn no sometiese con su
presencia y sin armas. Habiendo echado ¿
pique una paríe de la cscuadra persa ¿ la al-
tura de ia isla de Chipre, rochazó cn e1 mismo
dia ¿ la otra sobre las playas cerca del Euri-
I medonte, obligó ¿ desembarcar ¿ los enemi-
Por aquella jnisma épóca liberíaban los gos y los destrosó coropletamcnte (469). Po-
aliados ¿ lasciudades gricgasdonde lospcrsas ¡ co tiempo despncs derrotó doscientos bageles
habian deJ.':do guamicioo, y una escuadra nu- j fenicios que liegaban al socorro de los per-
roerosa ¿ las órdenes de Pausanias, y Aristides sas, y al año siguicnte sometió al Qucrsoneso
obllgaba al enemigo ¿ rctírarse ¿ la isla de I de Tracia.
Chipre y ¿ la ciodad de Blzancio; pero los alia- 1 La goerra entonccs parecia ya tcrminada:
dos, ¿ quicnes Arístides hacia amable con so Gimon que habia visto en la agitacion de los
dulznra y Jusiicia cl gobierno de Atcnas , se
sublevarou contra el orguUoso Pausanias. En-
fonces Tokió ¿ Ilamaríe Esparía, y Pausanias
se dirígió ¿ aquella ciudad irrítado y dispucs-
to ¿ la venganza, que no pudo llevar ¿ efecto
por la traicion de un esclavo que prcscnló las
prucbas de sus secrctas inleligencias con el
rey de Persia. Refugióse entonccs Pansanias ¿
nn templo; pcro le tapiaron las puertas y le
dejaron morir alli de hambre. Los lacedemo-
nios acusaron ¿ Tcmistoclcs, que vlvia ¿ la sa-
zon en Argos, dc haber parílcipado de la trai-
cion de Pansanias; Temistocles huyó al palacio
de Admeto, rey de Epiro, y despnesal del rcy
de Pcrsía, quc le recibió muy bien y le dió los
gobiernos de Lampsaco, de Mionle y de Magne-
sia. Segun unos, el dcsterrado muríó de enfer-
mcdad, y scgun otros, intlmado por ol gran rey
¿ ilevar un rJérCito contra la Grecia, habia
puesto fln ¿ su cxistcncia por mcdio de un
veneno.
Entretanto los aliados habian pedido ¿ una
voz ¿ Arístides por gefc: vidsc Atenas ¿ la ca-
aliados on medio de asegorar la preponderan-
cia de Atenas, vió otro en su rcposo; eximióles
de enviar sin cesar ciudadanos y bageles y lcs
propuso qne en su lugar diesen subsidios en
dincro, con ?os coales los atenienses se cncar-
garían deproveer ¿ todas las ncccsidades. De
efile modo tenia Atcnas una escuadra ejcrcita-
da y sostenida á cspensas dc otros, y muy
prooto los aliados no fucron mas que sus trí-
butarios, ó mas bicn sus sábdilos, puesto que
castigaba con la servidumbre las dcfecclones
que ella misma provocaba. De esla manera se
apodecó de Naxos (466), y asi fué tambicn como
estendiéndose cada vez mashácia el Estrímon,
euviü 40,000 colonos al pnnto donde mas adc-
lante fué ediflcada la ciudad de Auflpolís, y .<e
apodcródel rico pais de lostasios (465-463.)
Atenas marchaba, pues, r¿pidamcnte ¿ la
dominacion de la Grecia. Alarmóse sobrcma-
ncra Esparía, y ya iba ¿ oponerse por mcdio
de la fuerza ¿eslas invasioncs, cuando un
temblor de tierra, ¿ que siguió una rcbelion
dc los ilotes y de los mesenios, la obligó á
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ATENAS
4056
pedir soeorro á su rival. Por eooseio de Gimon
envió Atenas tiopas; pcro cuando los esparta-
nos vieron 4 los ateuienses deutro de sus mu-
rallas, se asustaron y los despidieron. Espe-
rando los atenienses el roomento de vengar
esta afrenta, desterraron á Gimon como dema-
siado adicto ¿ Lacedemooia (464), y mas ade-
lanterecogieron álosmesenios, obligadosáca-
pituiar despucs de liaber permanecido mas de
diez años encerrados en Itona, y ies dieron la
ciudad de Nanpactus (I^panto.)
La repúblb^a ateniense demasiado podero-
sa, reclamaba un monurca: preseulóse en 1a
escena Pericles, que á su nacimieoto ilustrQ,
¿ su elocuencia arrebatadora y ¿ su prodigiosa
liabiiidad, quiso agregar su modeslia, su fru-
galidad , bu grandeza de alma y su amor al
pueblo, cualidadcs afectadas en gran parte,
priucipalmente laúltima; pero que no poreso
dejaron de embaucar al pueblo basta el punto
de que muy pronto el Areópa^o vió restríngi-
do Bu poder y los grandes disminuida su in-
fluencia. Triunfó la democracla. Pericles la
llevaba como por la mano, y la muchedumbre
que se creia soberana, no era mas qoe el ins-
irumeuto de la iirania.
Entretanto los egipcios se sublevaban con-
tra Artagerges Longa*mano bajo la direccíon
de Inaro (460-465.) Llamarou en su auxilio ¿
los atenienaes, quienes les enviaron desde
Ghipre doscientos bageles. Despues de una vic-
toria saogrienta, los cgipcios y aliados fueion
sitiados en Biblos. Inaro cayó prisionero y fué
cruciflcado, y los griegos &e vieron obligados
¿ capittilar y se retiraron ¿ Gírene. Otros ate-
nicnses que veoian ¿ reforzarlos fueron derro-
tados y muertos casi todps. Al mismo tiempo
ios epidaurios y corinlio? destrozaban ¿ las
tropas de Atenas en Halise en la Argólide; pero
estos se defiquitaron en el mar cerca de la isla
de Gecrifalia (Peloponeso.) Leocrates quitó en
seguida ¿ los eginetcs seteota bageles y les
impuso uoa paz onerosa.
Aunque Atenas uo bacla directamcnle la
guerra ¿ Lacedemonta, ejercla, sin embargo,
frecucntemeute hostilidades contra elia y sus
aliados. Un dia, de acuerdo con los argivos,
Intentó detener cerca de Tanagra un cuerpo
de tropas lacedemonias que iba ¿ socorrcr los
habitantes de la Doride contra los focenses.
Salieron venccdores los lacedemonios, y Ate-
nas vengó 3u derrota en los beocios, aliados
de Lacedemonia, ¿ quienes Mironides derrotó
en EuoQ!a, despues de lu cual sometió este
general la Beocia y la Fócide, y obligó ¿ los
locrenses opontinos á darle rehenes. Al mismo
tiempo desolaba Tolmides las costas dcl Pelo-
poneso, di^persaba la escuadra lacedemonia,
tomaba ¿ Negroponto y derrotaba ¿ los sicio-
nios (455); pero Atenas vió frustrados sus pla-
nes al tratar de restablecer en su trono á
Orestes, hijode Echecrátides, rey de Tcsalia,
y no foé mas feliz cn un ataque que sus
tropas mandadas por Pericles , íntentaron on
Acamaoia (454.) Acordóse eotonces de las vic«
torias de Gimon y ie Ilamó.
Gimon hizo flrmar ¿ los atenlenses y los
espartanos una tregua de cinco años (450), y
para diBtraer ¿ otro objeto la ambiciou iqp
quieta de los atenienscs, renpvó la guerra con-
tra cl Asia, enviando-sesenta bageles ¿ Egipto y
ciento cuarenta hácia la isla de Chipre. Gimon
con cstos úllimos derrotó al sátrapa Artaba-
zes, asoló la Cilicia y asedió ¿ Cilio; pero le
sorprendió la muerte durante el asedio (449),
y sus restos fueron trasladados ¿ Atenas donde
se erigió un monumento, el Cimonium, con-
sagrado ¿ su mcmoria. La cscuadra sc retiró
mas arriba de Salamina, donde venció porticr-
ra y mar ¿ los fenicios, cipriotas y cilicios.
Atenas no conoció ya limites ¿ su ambicioo;
suóuba ya con vastas c^nquistas; pero Perir-
clcs queria ante todas cosas qiic fuesc pode-
rosa en la Grecia, y al efeclo devolvió ¿ los
focences la intendeacia del templo de Delfos,
qne los espartaiios les habian quitado. Los
megarenses y corintios, vencidos en Go^
ron (447), recouocieron la supremacia de Ate*
nas. Las costas del Peloponeso fueron asola*
das, recooquiátada la Eubea, de que se babia
apoderado uu reyde Esparta, y los espartanos
espuisados del Atica (446.) Parecia, pues, ioe*
vitable una guerra decisiva; pero Atenas era
entonces demasiado ftierte y Esparta concloyó
con ella una tregua de treinta años (445.)
Esta tregua favorecia los proyectos de Pe-
ricles, cuyas miras politicas eran aflrmarel
poder de Atenas é inspirar ¿ los atenienses
una couflanza en si mismos qoe no desdíjera
jam¿s de la alta posicion que ocupaba. La
tregua esluvo ¿ punto de interrumpirse por
una querella suscitada entre Samos y Mileto.
y eu la cual tomó parte Atenas por la segonda
de eslas ciudades. Pericles fué euviado coa
una escuadra para oblígar ¿ los samios ¿ U
obediencía y organizar su gobierno conforme
¿ los intercscs de Atenas. Soroetiéronse al prín-
cipio los samios; pero consider¿ndose loego
fuertes con ei socorro de Pissathanes, sátrapa
de Sardis, rompieron abiertamente la alíaosa
con Atenas. Pcricles los venció en el mar, si*
tió ¿ Samos , la embistió con fuerzas formidi-
bles y obligó ¿ los rebeldes ¿ capitniar, los
cuales tuvieron que destruir sus fortiOca-
cioues , enlrcgar sus naves y pagar los gas-
los del silio (440.) A la capitulacion de Sa-
mos siguió inmediatamente la sumision de
Bízancio , que tambien habia tomado parte en
la gucrra.
EI resultado de esta guerra dió 1a ^anciOR
del Iriunfo ¿ las pretensiones de Atenas sobre
sus aliados. Pericles contiuuó Ilcvando ácabo
sus proyectos, y se esforzó por inspirar ¿ los
atenieuses el sentimiento de su dignidad, eo«
mo miembros de un estado soberano, y obli-
garles ¿ mirar su ciudad , no solameute como
ia capilal del Aliea, bino lambien como la me»
trópoli de sus numerosas'posesiones. Empleó
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ATENAS
4058
diíerentes medioá para realxar su importancia? ictlma Pericles. DUpQtaronse entonces e1 po*
á 8D8 propioa ojos, poes al roismo tiempo >]ue
enviabi foera numerosas colonias, ¿ Eul)ea, ¿
Naxos, en el Quersoneso de Tracia, ¿ Sinope, ¿
M iso 7 Sil>ari8, que tomó el nombre de Turios,
embellecia ¿ Atenas y ravorccia con la pdder
ei desarrollo de las artes y de las letras, Ue-
gando la arquitectura, la escultnra, )a poesia
y la elocoencia ¿ un ¿rado de perfeccion lias-
ta entonces desoonocldo.
Pericles dió su nombre ¿ aquel siglo fecnn*
do en maravillas, al cual debemos casi todo lo
qoe nos queda de la antigoa .itenas. Fidias y
8US discipulos, Esqiiiles, Sófocles y Euripldes,
Anasigoras y Aspasia vivleron en aquc) siglo,
y nosotros no bablamos mas que dc los queto-
can iomediatamenle ¿ Pericles.
Entretanto llegaban de lodos lados ¿ Espar-
ta las quejas de los aliados. Atenas colmó la
medida sitiando ¿ Poüdea , colonia corinlia
eniOQces en sQ'poder y situada en )a Calcidi
ca. Diputados espartanos acudi^ron ¿ esponer
¿ Atenas las quejas de la Grecia y pedir Ía re-
paracion de los daños causados ¿ los aliados
Pericles decidió qqe cualquiera concesion que
80 hiciese seria sumamentc peligrosa, y asi
en Atenas como on Esparta quedó resuella la
guerra. Uoa tentativa que bicieron los tebanos
contra Platca, ái6 la señal del combate, y
en 431 antes de lesucrísto, comenzó la gnerra
del Peloponeso. Los principios fueron desgra-
ciados para Atenasr pero despues alcanzó brí-
llantes tríunfos, pues tomó ¿ Egina, Potidea,
Lesbos, Esfactería» Giteres y Tireo, qne los la-
cedemonios habian dado ¿ los eginetos. Otra
▼ez cambió la fortuna, puos los atenienses
fueron derrotados en Delio y perdieron ¿ Anfi-
polis. Concluyóse entonces la paz; pero no
tardó en encendersc do nuevo la guerra, y los
atenienses no liroltaban ya su ambicion ¿ la
rnista del Peloponeso, sino que envlaron
escuadra ¿ la Sicilia , donde voWieron ¿
encontrar ¿ sns eternos enemigos, y su ejér-
cito, completamente destrozado por las tropas
que Esparta habia enviado al socorro de los si-
racusanos^ no pudo volver de su espediciou.
En 444 estalló uoa revolucion en Atenas, de
cuyas resultas se puso ¿ la cabeza dcl gobier-
QO una oligarquia compuesta de cuatrocieotos
micmbros. No duró mucbo tiempo, pues vol-
vió ¿ tríunfar el partido democr¿tico , y los
atenienses obtuvieron entonces una serie de
tríunfos no iolerrumpídos, en Chicico, Calce-
donia,Selimbríay Bizancio. En seguida, se-
gun su costumbre, atrajeron sobre si la mala
fortuna, prív¿ndose de su mejor geueral. Yen-
cedores todavia en las Arginusas, sufrieron en
Egos-Potamos (véase esta palabra), una derro-
ta decisivat que terminó la guerra (404.) Sitia-
da Atenas fué tomada, y los lacedemonios es-
tablecieron alli un gobierno compuesto de
f reinta arcontes, ¿ quienes llamaron los Irein'
ta tiranos. A príncipios de la guerra habia de-
solado al Atica una pesle terrible , do que fué
203 niuLioTisc<v PoiaiLiVU.
der NiciasY Cleon: esle último pereció en
un combate cercade Anfípolis, y el otro, gene-
rai muy esperímenlado, foé decapitado des-
pnes de su derrota en Sicilia; pero el que ver-
daderamente representó el príncipal papel en
Atenas fué Alcibiades, alternativamente ado-
rado y recbazado porsus conciudadanos, y que
con SQ talenlo y sus vicios, y su habilidad lan
pronto úlil como peligrosa, hizo tanto bien
como mal ¿ su patria. Concloyó sns dias ase-
sinado por órden de los treinta liranos eu Fri-
gia, donde se habia refugiado.
Eutretanto Trasibulo , espulsado de Ate-
nas, reuQió ¿ sqs compañcros de destierro y
sc apoderó de Filunle, forlaleza situada en el
Atica. Derrotó eu muclios eocuentros ¿ las tro-
pasde los tiranos, y se hizo dneño de Muni-
quia y üel Pirco. Los ciudadanos que quedaron
en la ciudad se sublevaron, reslableciéndose
en íln la democracia (403) , y sieudo ya Ate-
nas no súbdita sino aliadade Esparta.
Prontose encendíeron y estallaron losodios,
contra Esparta, como en otro tiempo habian ^
estallado conlra Atenas. Formósc una vasta
confederacion, en la que entraron los atcnien-
ses, siendo los beocios los que reprcsentaron
el papel príncipal en esta lucha. Entretanto
Gonon, general ateniense que mandaba una
escuadra persa en uoion con el s¿trapa Farna-
baces, arrebató ¿ los lacedemonios el imperio
de los mares, y restableció el puerto de Atenas.
Ifícrates y Cábrías, secnndando ¿ Gonon, des-
plegaron grande habilidad en la guerra, la cual
fué roconcentrada en los seis años siguientes
alrededor de Gorinto. Aquel poder rcnaciente
comenzó ¿ asustar ¿ los persas; Tiríbazes man-
dó matar á Gonon, y muy prontoet vergonzo-
80 tratado de Antakidas, (véase esta palabra)
conclúido con los persas, todo eu provecho de
Esparta, y al cual fueron obligadas ¿ acceder
las demas ciudadcs gricgas, detuvo los pro-
gresos de Atenas. Alióse, sin embargo, ¿ los te-
banos, cuando estos declararon nuevamente
la guerra ¿ los lacedemonios, y Cábrías hizo
todavía mucho por esta causa. La marina de
Esparta fué otra vez arruinada por este gene-
ral, por Ificrates y por Timoteo, que asoló la
Laconia y sometió la isla de Corfá. Otra vei
volvió ¿ tomar Atenas el imperio del mar.
En 374 renovaron Atenas y Esparíaensunom-
bre y el áe sus aliados la paz de 387.
Atenas aprove<;hó la querella entre Esparta
y Tebas para levantarse sobre las ruinasde es-
tas dos ciudades , y pronto dejó de guardar
miramieQtos con sus aliados, dando lugar ¿
qne sesubletsiran Bizancio, Rodas, Cos y Quio.
Envióse contra los rebeldes ¿ Cábrias y al des-
preciable Cbarés, ambicioso adulador de la ple-
be. C¿brias fué muerto en cl poerto de Quio,
y Timoteo é Ificrates que fueron enviados pa-
ra reemplazarle, inspiraron envidia ¿ Charés,
que no paró hasta que consiguió fue&en des-
tcrrados. Por último, iQtervino el rey de Per-
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f(N»
9ia, y cn ud tratado concluido cos Ateoas» te
impuso por condicion cl reconociniÍeDto de la
kudependencia de 8us aliudos (355.)
£1 Yergonzoso desenlace decsta fpikem hi-
zo mucbo daño á Atenas, pues lc impidió lle-
var á las costas de la Macedouia fiierzas capa-
ces dc contrarestar y de«})aratar loa desígDios
de Filipo sobre las ciudades griegas de aquella
provincia. Sin embargo, ilustrada fvor los cou-
scjos de Demóslcnes arerca de les proyectos
ambiciosos de aquel rey, bizo atianza con
Olinto y con Kersoblepiés, uno de los sobera-
nos dc la Tracia. En 350 se envió una espe»
dicion^ á pesar del gran orador, para defender
la Eubea contra Filipo. ^stc era un lazo del
cuai solo pudieron salvarse los atenienses,
merced á lu hubllidad de Focion. Eo íin,Filipo
arrojó la máscara y alacó ¿ Olinto. Esta vez
rogó y supHcó Demóstenes que fb enviaran
socorros, pcro solo se dcspacbaron fuerzas in-
Euncientes, y Olinto fiié tomada. Al pocotiem-
po una cscuadra maccdcnia veriflcába un des-
cmbarquc eu el Atica, y ecbaba por tíerra los
trofeos de Maraton y Suiamina. Alarmóse Ate-
nas y concUiyó uq tratado, en virtud del cual
logró Filipo rormarseal poco tiempo una posi-
cion cn laGrccia, entrando y salíendo deella
seguD su albcdrio y voluntad, hasta qne esti-
muiada Atenas por sus oradores, vuelve á te-
mar las armas, envia á Diopitbo (342), despues
¿ Gallias, y por último á Focioo, que soio pu-
dosalvar á la Tracia y á Bizancio, estrechadas
vivamente por Filipo. EI macedonio, pretes-
tando otra guerra sagrada contra los locrenses
llega hasta las puertas de Aienas.
Dase una batalla en la ciudad de Queronea,
y vencida Atenas recibe su perdon de Filipo,
que quiso mostrarse gcneroso con ella.
Guaodo rourió Filipo llegó ¿ su colmo la
alegria de la Grec'ia, pero do duró mucho
ticmpo, porque acudiendo Alejandro, sitió y
destruyó á Tebas, y dejó subsistir la ciudad
de Atenas con la condicion de someler ¿ Jui-
cioá Demóstenes y algunos otros oradores.
Morió lambion AlrJandro,y el ateniense
Olímpiodoro libertó ¿ su patria dc la Eervidum-
bre eslrangera; pero Alenasestaba herida de
muerte, y no debia recobrar ya su podcr po-
litico. Faligada por los sucesores de Alejandro,
cuya lcy sacudia ó recibia alternativamentc,
dominada unas veces por Anlipater, otras por
Gasandro, y otras en fln, por Demetrie Polior-
cctes, Anttgono de 6oni y sus sucesores, no
se vi6 libre de su oprcsion hasta el momento
eu quc la alianaa dc Filipo II con Anibal, vol-
vió contra este principe las armas de los ro-
manos (^44). T. Q. Flamiuio proclamó solem-
nemcnte el año 196 la independeucia de la
Grecia; pcro esta no habia hecho mas que cam-
biar dc sefiorcs, y dos años despues de la des»
truccion dcl rcino de Macedouia , reducida ¿
provincia romana ea 448, sufrió toda la Gre-
cia la misma sucrtc, y fué convcrtida en pro-
tiucia Acayana. Mas adelante se apoderó de
Ateoas Arqnelao, qbo de los generales de tt*
tridates, y la sometió ¿ la tiraDia del aoflsta
AristeoD. En 87 fué tomada y aaqoeada eata
ciudad por Sila. Kd las guerras dviles de Ro-
ma se mant^ivieron los ateBienses unidoa ¿ los
patrici^, y pelearon eo Farsalia bajo las ban-
deras de Pompeyo, y en Filipos bajo las de
firuto y de Gasio. Despues de sn victoria, Cé^
sar usóde clemeDCia para eoo ella, perdoDan-
do, decia, ¿ los vivos en fator de les mnertos;
Aogusto bizo lo mismo, y desde esta epoca
Atenas fué una vasta escaela abiola ¿ la Jq-
ventud dislinguida de Roou y del mundo cItí-
lizado. Muchos emperadores la amaron: Adria-
no restauró ó acal>ó sus ediflcios: Antonino ei
Pio y Luis Vero la bahitaron, y Juliano ei Após-
tata estudió en sus eseuelas, En 5)9 íaeroir
estas cerradas por un edicto de Justiiklano,.
y desde entonces Ateiiasno fué yamasqnevB
nombre, un recuerdo que haciaii tIvo y pai-
pable sus magniflcos monumentos.
Gomo casi todas las ciodadea del mundcv
romsDO, Atenas fué visitada por los b¿rbaros,
asolada por los godos en tiempo de Valeriaoo
y Galieno (255-258), por los esdtas en tiempo^
do Glaudio, y en 398 por Alarico.
En la edad media formaba parte del impe-
rio de Oriente; en 4203, cuaDdo las crosada»
latinas conquistaron ¿ GonstaDtinopla, tocó e»
suerte ¿ OtOD de k Roca, caballero tMH-goñOD»
que Ilevó el título de gran dnque de Atenas y
de Tebas. Ai principio del siglo XY los aveii-
tureros caialaoes que habian asolado al Orten-
te, mandados por Rogerio de Flor, se apodera-
ron de aqnel principado, y al cabo de catorce
años reconocieron voluntariamente la 8d>en-
nia del rey de Sicilia, gefe de la casa de Ara-
gon. Mas adelaDte pasó Atenas ¿ la familia de
los Acciajooli, oriuda de Floreucia. Bd44S5
Francisco VUI, priocipe de aquellacasa, íijé
destronadopor Mabometo H. En 4464 los ve-
necianos mandados por Victor Gapello, sol-
prcDdieroD k ciudad, y no pudieron apode-
rarse de laAcrópoIis. Tuetta al poder deMa-
hometo II, que se mostró siempre benéfolo
con ella» Ateoas permaneció despo^ bastante
Iranquila bajo la proteccion del kislat-aga.
En la revolucion griega de 482t, logró ver-
se Alenas iibre de la dominacion musBlmana.
Habiendo caido poco tiempo despues en poder
de los turcos, recobró su libertad ea 48i4, y
tomada deDoevocD 4827, fué evacnada al ñu
en 1 83 1 . fieclaráronla en 1 834 capital del DQero
reino de Grecia, y boy es la resideocia del
gobieroo que hace los mayores esfoersos por
regenerarla: la polílica, las lctras j las aites
se forman ya un glorioso porvenir en medio
de los monumentos do un magnifico pasado.
Ui. ArUigHedades.'^Descripciom de Atmm.
Atenasera sindisputala ciudad mas bella,
y acaso tambien la mayor de toda la Grecia.
Aristides pretende qoe se necesitaba on dia en-
tero para andarla toda. Segun otro c¿IcqIo,
qneparecemasezacto, tenia78 estadioa, y
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Oioa Crlsóetoino liaoe subir su cireaiifereocia i
^ eBtidiOB ó 3« lciiómetros.
U Ctcropia , 6 parte de Atenas cdiflcada
por Gecrope estalm sitnada tohíe la cnmbrede
ttna roca muy eletada, en medlo de nna es-
teaia lianora, que no tardó en cnbrirse de ca-
«as, á caoaa del conaiderable número de habi-
iantesque la cmsada cmrlaba diariamcnte;.re»
cibió el nombre deCiodad Baja, y el de Ciodad
Aita se reserró á la de Gecrope.
La ciodadela ó Giudad Alta tenia una cir-;
^nféreocia de^O estadios, y en los tiempos
primiUTos estu?o rodeada de simpies empa-
liaadas , ó segon algonos aulores de oütos.
4Umon, hyo de Milclades, destinó el botin coo-:
•qoiatado en la guerra contra los pmas, á ce-'
ñirta por el lado del Mediodia con una espesa;
muralla, Uamada por esta caosa el muro 4e
Oimon. La muraUa del Iforle, constralda mu-'
cbo tiempo anles, se Itamaba icsXaaYix^v ó
scsXapYxóv: tenia nucTe poertas, por lo que se
llamabÍB algunas veces eweancuXov. A pesar de
esta moltitod de pequeñas entradas en la ciu-
-dadela, solo habia uoa grandc , qoo coosistlai
en onas f radas de máníiol. Ista escalera fué
constmida por Pericles, qne empleóen elia
somas considerables.
Ladodadelaencerraba el templo de la Vio-
torta sifi al<M, Esta diosa ^aba represeotada
con una granada en la mano derecba, y un
casco en la izquierda, y carecia de alas en me-
moria de la victoria ganada por Teseo al Mi-
notauro, Ticforía que no foé conocida en Ate-
uas basta la llegada del héroe. Por lo deraas la
Tictoria estaba representada en todas partet
<U)n alas. Aquel ediflcio construldo de márrool
blanco> estaba situado á la derecba de la en-
trada del Acrópolis.
En medio de la ciudadela habia otro tem-
plo consagrado á MinerTa, y llamado tl Par-
temm, OapOsvdjv, bien fuese como homenage
tributado á la castidad de aquella diosa, bien
porqne le hubicsen consagrado ií ella prtmitiTa-
mente las hijas de Eritreo, conocidas particn-
larmente con el titulo de DapOevoe, las tnrpe-
nes, Llamábase tambien Exoix¿[jLice8ov , i can-
sa de su estcnsion , que era de 400 pies cua-
<]rados. Fué iocendiado por luspersas, y reedi-
ílcado por Pericles, que lo eosanchó en 3S0
píes por cada lado« Este ediflcio, construido
de raárraol blanco, es cl mas bermoso que nos
^jucda dc la antigijiedad, su longitod es de 229
ples, T su latjtud de 404 por-eo de eleTacion.
Uallábase alli tambien el templo de Eritrco,
«dificio doble que entre otros objetos curiosos
tenia una fuente de agua salada, que segun
decian, habia hecbo brotar Neptono con su
Iridente, cuando disputó á Minenra el honorde
^ar su nombre á la ciudad. Eata parle del tem-
jrfo estaba consagrada á Neptuno, pero el res.
^ h) estaba á Minerva Poliade, (proiectora de
^ dudad), 6 DdivSpodoc, del nombre de nna
de las híjas de Gecrope. GonserT¿base asimis-
^o el oliTo sagrado que habia becbo naeer
aqoella dioea, y laníblen eu estáfoa caida del
clelo en el reinado de Sríctonio, y guardada
por dragones en uo sitio alumbrado por una
lámpara que ardia sin cesar, y ddante de la
cual Telaba un toha. Estos dos ediflcios sub-
sisten todaTia; el mas pequeño que sirTC de
entrada al otro, tiene cerca de 40 metros de
largo por 7 de ancho: el mayor tiene 24 ¡^or 6.
Su coronamiento esti sostenido por columnas
de éréea Jónico, y «ns capileles presentan ona
meacla de este órden y del dórico.
Delrós del lemplode MinerTa estabael teso-
ro público, llamadopor esta razon omoOdSojAoc.
Ademas del dinero procedenle de las rentas dei
Bstado, se conserTaban siempre mil talentos
para los gastos impreTistos. Alli estaban ins-
critos los nombres de todos los deodorcs de la
repábüca. Los dioscs guardianes de este teso-
ro eran lúpiter SaWador y Pluto, dios de las
riquesas, representudo con alas, y por una
escepcion particular de aquel sitió, dotado de
?ista. En fln, babia tambien en la ciodadela un
templo deAgraulos, bija deCecrope, ómas biea
deMinerra, adorada bajo este nombre, y on
templo do Veous, cuya fundacion se atríboiai ^
Fedra, esposa de Teseo.
La ciudad , propiameote dieha, compnesta
de todos los edificíosquerodeaban la ciudade-
la, del fuerte Muníquia y de los puertos de Fa-
lereo y del Pireo, estaba rodeada de espcsaa
muralias levantadas en diferentes épocas. La
partemas estensa, liamada las Jtíuraíto /ar-
gas, serTia para onir cl Pireo con la ciudad.
El baluarte dd Norle, construido por Pericles,
cubría un espacio dc 40 estadios, y eldel Sur«
debido á los cuidados de Temistocles y forma-
do por graodes piedras cuadradas fuertemente
nnidas entre sl por roedio del hierro y plomo,
tenia cerca de S5 estadios de longitud y 40
codosde altura; se llamabavoxtovTet^^oí, uapá
IJLBffov Tet^^o^, 6 voTtov itopa jjiéffov T6t)^o<, para
distinguirlo del muro quc rodeaba la cindade*
la por cl lado del Mcdiodia.Sobre cada nno de
estos baluartesse levantaban numerosas torres,
que tlegaron A ser olras tantas habitaciones
particulares, cuando el espacio circunscríto no
baslaba ya al número sierapre progresivo de
los ciudadanos.
El Muniquion 6 mnralla que ceñia el faerte
de Muniquia y le serría de comunicacion con
el Pireo, lenia'oo esladios de longitud. La que
se estendia por el otro lado de la ciudad nó
lenia mas que 43; de sueríe, que como hemos
dicho, toda la circunferencia de Atenas era
de 7^ estadios, im poco m2(S de 32 kilóme^
tros.
Las puertas principales dc la ciudad, eran:
4 .* La puerta Triasiena que esccdiendo á
las demas en magnitud, so llamá despues la
Doble jmerta. Serría de entrada al Gerámíco,
y se cree que era la misma que algnnas Tcces
se designaba con el nombre de ÜuXai Kepa-
[jLetxoO.
2.* La puerta del Pireo qne conducia á dw
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ATENAS
mi
cho fuerte, y no lejoB de la cua^ estaba el tem-
plo del béroe CalcodoD, asi como loa de los
guerrcros muertos en el reinado de Teseo de-
fendieodo á su patria contra la iovasion de las
amazonas.
3.* La pnerta de los Caballeros, En sus
iumediacioncs se hallaban los scpulcros del
orador Hipérides y de toda sn familia.
4.* La puerta Eria, que era por donde sa-
lian todos los entierros , por cuyo molivo se
llamaba tambien del Sepulcro.
5.* La puerla Socra, que conducia ¿ Elen-
sis; por ella pasaba la procesion solemne que
se hacia en las flestas de Ceres.
6.* La puerta de Egeo, padre de Teseo,
cuyo palaclo exiEtia en el sitio donde despues
se construyó cl Delfhinium.
7." La puerta de Diocarés,
8.* y 9.* Laspuertas de Acama y de Dio-
mia que conducian ¿ los dcmos, asi lla-
mados.
10. La puerta de Tracia,
44. La puerta de Itona, cerca de la cual
sc veia uoa columna crigida en memoria de la
guerra de las amazonas.
42. La puerla de la Izquierda.
i3. La puerta de Adriano, entradadela
parte de la ciudad que ediflcó este principe y
¿ la cual dió el uombre de Adrianópolis.
Las calles de Ateoas no eran notables ni
por su regularídad ni por su belleza, por mas
que Homero la hubiese Ilamado la ciudad de
calles anchas^ Su número era considerabley
pero sos nombres se han perdido casi todos,
y apenas hallamos algunos en los autores. Po-
demos, sin embargo, citar la caUe Eleusina^
que conducia ¿ Eleusis; la calle de Teseo, ¿ lo
largo de las murallas que dirígian al Pireo; la
calle de los Enemigos, próxima ¿ la Academia;
la calle de los Hermes; la calle de los Cofreros;
la de los Estrangeros; la dc las Bormigas, y
la de los Tripodes. Llamábase asi esta última
porquo se veian en ella multitud de trípodes de
Lronce. Estaba próxima al Pritaneo, doode se
notaba el famoso s¿tiro, Qonsiderado cono la
obra maestra de Praxíteles.
Losediflcios principales de la ciudád, eran:
£1 llo\kTztt9M, suntuoso monumento donde
se cooservaban los vasos sagrados, ydoode se
prcparabu la pompa de las fiestas panegiríca^^
Estaba ¿ la entrada de la antigua ciudad por
el lado de Falereo y adom¿banIe est¿tuas de
los béroes de Atenas.
£1 templo de Vukano, 6 de Vulcano y de
Minerva, iomediato ¿ la parte del Gcr¿mico
contenida en la ciudad, servia tambien de cúr-
cel pública.
No Iej06 de alli estaba el templo de la Fe-
Hus Celesle,,
EI templo de Teseo, cdificado por Cimon en
medio de la ciudad, estaba próximo al sitio
destinado ¿ los ejercicios gimn¿stico8 de laju-
ventud; era un asilo abierío ¿ los esclavos y
ciudadanos de la clase inflma perseguidos por
los enemigoa , y esto en memoria de Teseo,
que consagró toda su lida ¿ la defensa de los
desgraciados. Tovo ademai diferentes osos,
poes sirvió de ponto de rennion ¿ los thesmo-
thetes para elegir los magistrados; despnes se
destioó ¿ tribunal, y por último á e¿rcel pú-
blica. Este templo se ascmejaba mncbo al Par-
tenon. Es nno de los roonnmentos m^r con-
scrvado de la aotigua Atenas.
£1 Anaceiun, templo dc Castor y Polnx,
donde se hacia la venta de los esclavos.
El Olympicium, templo erígido en honor
de Júptter Olimpico, estaba soslenido por mag-
níflcas columnas y tenia 4 estadios de circnn-
ferencia. Segun Plinio era el ediflcio roas her-
moso de Atenas. Su construccion, eropexada
por Pisistrato é iuterrumpida en diferentes
épocas, no lerminó coupletamente hasta siete
siglos despuesen el reinadode Adriano.
EI teuplo de Apolo y de Pan, estaba si-
tuado al pie de la ciudadela por el lado det
Noríe, en una gruta donde se decia que Apolo
habia obtenido los primeros favores de Greusa,
hija de Erícteo.
Diana, bajo el norobre de Au<r(a>voc, tenia
un templo ¿ donde iban las mugeres ¿ consa-
grar su ceüidor, despues del nacimiento de su
primer hijo; no se sabe ¿ punto fljo donde es-
taba situado este ediAcío.
El Panteon era un templo consagrado ¿ to-
dos los dioscs, los coaleseran honrados^nona
flesta solemne llamada de Teoxenia, Sostenian
este templo 4 20 columnas de m¿rmol de Frí-
gia; sobre las paredes esteriores estaba re-
presentada la historia de cada dios, y ia puer-
ta principal se veia adomada de dos caballos
debidos al cincel de Praxiteles.
El templo de los Ocho vientos era nna es-
pecie de torre de ocho frentes, revestidas de
ro¿rmol, que correspondian ¿ las diferenles
direcciones de los vientos y presentaban la
im¿gende cada uno de ellos, segun unmodelo
trazado por Andrónico Cyrrhastes. Esta cons-
tmccion, que existe todavia, sostenia una pi-
r¿mide en cuyo reroatehabia un tríton de bron-
ce con una varita en la roano para indicar la
direccion del viento.
Los pórticos abundabanmucho en Atenas;
cl mas notal^ie era el que se liaroaba el Pecik,
üotxíXi), porque eocerraba una rica coleccion
de cuadros pintados por ihaestros faraosos,
tales como Polignolo, Micon y Pandeno, her-
mano dc Fidias. Los asunlos de estos coadros
eran la^uerra de Troya; los socorros dados
por los atenienses ¿ los Her¿clides; sos victo-
rias ganadas ¿ los lacedemonios en Enoé, ¿
los persas en Maraton, y á las amazonas en los
campos del Alica^ Las paredes interiores esta-
ban cubierías de escudos ganados ¿ los lace-
demonlos ó ¿ otros enemigos. En este pórtioo
Ibé dondc Zenon enseñó su filosofla y fundó
esa secta famosa de los estóicos, asi liamados
del lugar donde se reunian. En la pnerta del
Pecile estaba la estátua de Solon.
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ATENAS
^m
El Museo, Mouéstov, era un fuerte inme-
diato á la ciudadela, y recibió su nombre del
poeta Museo, discipulo de Orfeo, que tenia
costumbre de recitar sus versos cn acjnel sitio,
dondo despucs fué erigido su sepulcro. Anli-
gono puso en él guarnicion y su bijo Demetrío
lo cercó con un nuevo atrincberamiento.
'Atenas contaba muchos teatros: el mas
célebre cra cl de Baco. Estaba situado al Sub-
este y sobre la pendiente de la ciudadela,
donde todaviaseven sus ruinas. Guamecido
cn lo intcrior de gradas y mucbas fllas de co-
lumnas, prescntaba en lo interior un techo de
nna pendiente suave y se parecia por su cons-
truccion ¿ la tienda de los reyes de Persia. El
orador Licurgo lo erobelleció mucbo; fué des-
troido en la guerra de Hitrldates y reediflcado
porUerodes Atico. Veiause alli las estátuas de
Sófocles, Euripides, Esquilo, Menandro y mu-
ehos anlores cómicos.
El Odeon, situado en el Cerámico habia
sido construido por Pericles. En tiempo de
Paosanlas estaba adornado con estátuas de la
mayor parte de los reyes de Egipto do la
familia de los Lafddes.
Ei EstadiodeHerodes Átko, situado sobre la
márgen del lliso era todo de mármol pantéli-
co; Pausanias habla de él como de nna de las
principales maravillas de Atenas.
El Cerdmico se llamó asi de Gerarous, hijo
de Baco y de Aríadna, ó mas probablemente
porque hubo alli en otro tiempo fábrícas de
)02u. Era un vasto espacio dividido en dos par-
tes; una enclavada en la ciudad y que conlenia
gran número de templos, de teatros, de pórti*
coB, etc. y la otra que se estendia por losar-
rabales y servia de cementerio púbiico.
Ei uumero de las plazas públicas era muy
crecido; pero las mas nolables eran lasdos
AYopat, la Antigua y la Nueva, La primera sl-
tuada cn la parte del Cerámico comprendida
en la ciudad, era moy espaclosa y estaba
adomada de edificios, destinados los unos al
culto de los dioses ó al servicio del Estado, y
los otros declarados inviolables, donde halla*
ban asiio los desgraciados y algunas veces
tambien los maihechores. En esta plaza se ha-
llaban igualmente Jas estátuas erigidas en ho-
nor de los ciudadanos que habiau merecido
bien de la patria y^ se celebraban las reunio-
nes del pueblo y de los mercaderes. Como erael
barrío mas frecuenlado de la ciudad, los ar-
tesanos de todas clases escogian sus babita-
ciones en aquellas cercanías, y el alquiler de
las casas era alli mncho mas sobido que en los
demas pnntos de la poblacion.
üo abundaban mncho en Atenas los acuO'
ductos antcs de la época de las relaciones de
esta cindad con Roma, supliéndose la escasez
de eliOB con los pozos, abieríos unos por par--
ticolures y otros ¿ espensas del Estado. Por
una ley de Solon se permitia el uso de )os po-
zos públicos ¿ todos los babitantes, cuyas ca-
sas no diEtasen de ellos mas que coatro esta
díos. Los que vivian ¿ mayor distancia debian
abrirlos ¿ sn costa. Cuando no se encootraba
el agua ¿ diez brazas de profundidad estaban
aulorízados para sacarla de los pozos de los
vecinos. Adriano cchó los cimientos de un
acueducto, qiíc acabó su sucesor Antonino; su
constroccion era magnifica y la sosteniau co-
lumnas de Órden jónico.
Los atenienses tenian trcs gimnasios prin-
cipaies, el Liceo, la Ácademia y el Cinosargo^
edificados todos tres ¿ espcnsas del Estado. El
último estuvo especialmcnte rescrvado en los
tiempos primitivos ¿ los hijos ilegítimos.
El Liceo, Auxclov, &ituado en las m¿rgenes
del liiso, estaba dedicado ¿ Apolo, cuya est¿«
lua adornaba la entrada principal. Algunos
autores atribuyen su construccion ¿ Pislstrato
y otros ¿ Perícles, yaun alorador Licurgo; lo
qoe hay de cierto es quefué agrandado y embe-
llecido en diferentes épocas. Sus paredes es-
taban adoroadas de cuadros, y en sus jardines
habia hermosas calles de ¿rboles, couvidando
¿ disfrotar de su apacible sombra los muchos
bancos que de (recbo en trecbo babia coioca-
dos. Pase¿ndose por ellos, itepiicacúv, daba
Arístóteles sus leccioncs de filosofía, y de aqui
procedió el norobre de perípaléticos que to-
maron sus discípnios.
La Academia, 'Axa^i^fjLÍoc, situada en la
parte del Cer¿mrco que se estendia fuera de
ia ciudad, eslaba ¿ unos seis esladios de las
murallas, y era un estenso recinto adoroado
de galerías cubiertas, de fuentes limpidas, de
pI¿tanos y de ¿rboles de todas especies. A la
entrada habia un altar y una est¿(ua del amor
y en lo interior altares coosagrados ¿ algunas
otras divinidades. El muro que la ceñia habia
sido construido por Hiparco, bijo de Pisistrato,
que para atender ¿ estos gastos habla recar-
gado al pueblo con uu impuesto estraordina-
rio. Eo la Academia fué donde Platon dló sus
leccioncs.
EI Cinosargo, situado tambien en los ar-
rabales y no lejos del Liceo, estaba adornado
con gran número de calles de ¿rboles y tem-
plos dedicados ¿ Hérculcs, Alcmena, Uebc y
Yolao. Aqui era donde se reunia ei tribunal
que entendia en las caufias de ilegitimidad y
que condenaba ¿ los quc bacian inscribir in-
debidamente sus nombres en la lista de los
ciudadanos nacidos en Atenas. En este gimna-
sio fundó Aristides la secla de los fllósofos
cinicos, que tomaron su uombre del silio de
6U primer establecimiento.
Atenastenia tres puertos: primero el Ptreo,
distante de la ciudad de 35 ¿ 40 estadios an-
tes que se hubiesen edificado las largns roura-
llas. Contenia tres radas, la primera ilamada
KávaOapoc;, del héroe dc cste nombre; la se-
gunda AippoS(6tov, de AippoSíti), Venus, que
Iteniaalli dostemplos; y laterceraZsa.de (ecd,
trigo, Adornaban el Pireo cinco pórticos, que
como estaban reunidos, no formaban, propia-
, mente hablandO; mas que uno solo, muy es-
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4067
ATENAS— ATENTADO
ms
pacioso. Uabia cn el Pireo dos plaias públieas,
la UDB próiima al pórtico largo y sobre Ja
orilla del mar, y la otiamas distante paraei
uso de Io8 ciudadanos que babitaban en las tn-
mediaciones de la ciudud. Lieno aiempreeate
puerto de los productos de todaslasprovincias,
era np solamente el almacende Atenas, sino de
toda ia Grecia; asi es que llegó á contarse en su
rada basla 300 galeras á la vex, y bubiera po-
pido contener fácilmente hasta 400. Temísto-
cles fué el primero qoe recoDoció las ventajas
<le esta posicion, cuando concibíó el proyecto
-áe dar una marina ¿ su patria; pronto se esta-
blecieron en el Pireo almacenes y factortas,
aá como un arsenal capazdeproveer al arma-
mento y equipo de multítud de naves. Luego
que murió Temistocles fué trasladado su cuer-
po dei lugar de su destierro á la entrada del
Pireo,yuna gran piedra, sentada sobreunsim-
ple basamento y sin ningun adoi no, fué el
único monumento fúnebre, consagrado á la
memoria de aquel horobre grande.
^,** Muniquia, Mbuvu^ía, era un promon-
torio ápoca distancia dcl Pireo, muy parecido
é una peninsu!a y fortiflcado á la vcz por el
arte y pür la naturaleza. Debia su nombre á
un tal Miinico, que habia consaprado en aquel
sitio un temploáDiana, liaroado Mouvu^^la.
3.« Falero, <l>otXtjpov, eslaba siliiado, se-
gun Tucididcs, ¿ 35 estadios y segun otros á
to solamente de la ciudad. Era el mas antiguo
de los tres puertos de Atcnas.
PauMnias: lib. I, Atiiea.
Meursius: De populu A íiev, íiber, 1616. in A^
Panathenea, Í6i9.—E¡€usinia^ iñi9.^Archontet
nthen\en$ety 1623.— Forluna attien, K^Üi.^Cet'rnpia^
IGiS. - PixtWraluf, 4624. - vlrfopa^fif, 1694. - ii <A««I0
uUietp, lCii.— 5o/on, 163S.— AfífiMMn aitieum, 4633. -
Ceramteus. 1662.— 7 ibexeut, 1684, elc.
Spon: Relaeion tUt estadopretente de \a ciudad
de Átenat. Uon, 1674, en 12.**
Fr. Franclli; Atcna attiea, 170T,fn 4.°
Leakc: La Umografia de Alenat, 1821, en 8.*
J. Siuar and RoveU: i4na'oUeda(ífjdf i4(«mix, Lón-
drcs, 1701, 4 volúm^nes cn rolio.
A. Blouel: Etpedicion cientifica de Morea, 1839, 3
volúnKneseu folio.
Guillermo Wilkins: Lat antigHedadetihédUatde
Atenas'S^énáíti, HVT, en folio.
Robiuáon: Aniigüodndet griegat, Iraducidas al
francés, segund» edicio», H^, á volúmenes en 8.*
De esla obra e»lá lonmda la mayor parie de la des-
«ripciuu tjue acabamos de dar de la antiRua Alenas.
Corcini: Fattiattini. VÍfaTencia, 47i4,4 volúmenes
«n 4."
Las nittoriat dc Rcrodoto, Tucldides, ieuofonle
y Diodoro dc Sirilia.
BiBCkh: Economia polit'ea de lot atenientet, U'a-
diicida al francés por Laligápt, 2 To!úmenes en 8.*
1833.— rrfcun dt'n ubtr d'is seepesende Allitsehen,
llcrlin,1R40, en %.'*—r<trput intrriprionum Graea-
ram, lomo 1.», «crlin 18*6, en folio.
Barlbclemy: Viage deljóven Anaearsispor Greria.
Mcincrs, Invcstigaciones históricas sobre el luio
entre tosatenientes, iraducida alfrancés, 1833, cn 8.*'
ATE.NXI0\(Ff7o5o^ía.) Noesolracosa mas
quc la actividad íuleleclual, que esclarece,
compara, gcneraKza las ideas, y en fln, raao-
na, (Véase actividad intelecttal.)
ATE5ÍE0 DK ROM.\. Este célebre ediOcio,
qne segun la etimologia qoeda Scridas, signi-
fica templo de Hinenra (AOijlvaiov,) fbé cobs-
tniido de órden del emperador Adriano, graa
protectorde las letras, en el año 4^5 de nnei-
tra era, para que en él pudierancelebrar sus
conferencias y lectnras páblicas los poetas y
rjetóricos mas famosos de aquel tiempo: la
concurrencia que asistia á estas lectnras j
conferenciassolian ser numerostfsima, y com*
puesta, no solo de jóvenes esludiaotes, qne se
preparaban á la carrera del foro» sino tambica
de doctos de edad provecta, de patrícios de la
prímcra noblexa, y hasta del mismo empera-
dor, que era ci prímero en dar ejemplos de
boen gusto en artes y Uteratura. Antes de la
fundacion del Ateneo se reoniaQ k>s romanos
en casas de paríicnlares ríoos, qae teniap A
grande bonra dar banquetes de nna csplendi-
des, mudias veces minosa, á los filósofos y
poetas mas famosos, y quealraian en lomo sq-
yo á ia sociedad mas bríllante de la capital
del mundo. Para evitar á los parttculares los
dispendios de tan fastuosAS renniones codcí-
bíó Adríano la ercccion del Ateneo, elcual des-
de entonces fué el lugar donde se eoDgre-
gaban cnantos se ocupaban de ios diversos
raroos del saber, y en donde los poetas dabai
A conocer sus obras recientes leyéndolas eo
público, en un tiempo en que, desconocida la
imprenta, los libros copiados á mano eran es-
casos en núroero y de muy subldo precio. Por
las sétiras dc iovenal sabemos la celebrídad
dc las lecturas públtcas en Roma, y ha Ilega-
do hasta nosotros el nombre de nn rico roma-
no liamado Frontlno qne habia destinadosv
casa á estas renniones literarías.
ElAteneo deRoma,ámasdeIobjetoquede«
jamos indicado, Uenaba elno menos importanle
de escuela pública, segun el noblc intento de sn
ilustre fundador: en el Atcneo se establecieroo
aulas de retóríca y fllosofia^sostenidas espléa-
didamente por el tesoroimperíal, á las qoe con-
curría con asiduidad la Juventud romana, qoe
aspiraba á la abogacia ó á obtener cargos pá-
blicos: tambien habia ejercicios gimnásticos y
rouslcales.
La esouela del Ateneo de Roroa permane-.'id
por mucho tlempo en estado de prosperidad,
y continuó floreciente bajoel norobre de Sckú-
la romana en tieropo de los emperadores cris-
tianos.habiéndolailustrado mocbos varonesde
virtud y ciencla.
A lairoitaciondeldeRomase fundaronotros
Ateneos en las diversas provincias del impe-
río roroano como poede Tcrse en Suetonio, m-
vitá Calig. c. 20; en Jovenal, $at. 1; cn Anre-
lio Viclor, Jolio Capitolino, in vit. Pértinam
et Gordiarú; y en Dion ín Hadr. etc.
ATBNTADO. Todo alaqne qoe sc diríge con-
Ira los derechos de otro en gupersonaóeo
3US bienes, merece la calincacion de atentado,
Esta palabra, que gencralmente se esliendc á
espresar todos los crlmenes y lodos los dcli-
tos, se aplica con mas frecacncia^ en la legif-
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4009
ATENTADO— ATiaSMO
4070
ladoD crimlnal, ya ¿ las tentatlvas qae se dU
rlgon contra la segoridad del Estado, ya á las
que se dirigen contra las buenas costumbres.
El conspirador, que quiere echar por tierra un
órden de cosas estableeido, se baee culpable
de atentado hácia el gobiemo. El borabre des-
ordenado » que no sabe respetar las costum-
bres públicas, se hace culpable de atentado al
pudor, y si para consegnir sus intentos emplea
la violencia, su culpabilidad 1o hace crimlnal
en últimogrado.
ATERRADA {MarinaJ) Literalmente es la
atracada ó aproximacion á la tierra. Asi, pnes,
en general son las aterradas ó aterrages las par-
lesdel mar mas próximas á las coslas. En un
sentido menos lato son los punlos mas conve-
nieutes para reconocer una tierra ó abordar á^
noa costa. Gerca de las aterradas cs dondecasi*
siempre se establecen en tiempo de guerra los
eruceroB deslinados á ioterceptar ¿ los barcos
enemigos. Hacer aterrada ó aterrar es rcealar
ó acercarse ¿ la costa , ó por cousiguiente,
bacer bnena aterrada ser¿ aproximarse al pnn-
to roas conveniente para tomar ei puerto que
se bnsca, ó para reconocer qoe no se ho per*
dido la rnta que se debia seguir.
ATESTIGUACION. (Ke'asfl TBSTIGO.)
ATICISMO. (Lileratura.) Los modernos no
podian fljar exactamente el sentido qne ¿ esta
palabra daban los antigoos. Ateniéndonos ¿
Ías autoridades significaria en prímer lugar
eierta forma de lenguage concisa y enérgica,
mas sin embargo. llena de elegancia que, fria
como la razon , obtenia entre los atenienses
snmo aplauso cuandobrillabanla gloríayvirtud
de este gran pueblo. Gon la corrtipcion de las
coEtnmbles sufrió graves trasformaciones este
severo género; pero conservé algo de sn sen-
cillez primitiva, y gran número de partidaríos
antes y despues de los triunfos de Perícles en
todoloque puede levantarel renombre de nn
pueblo. Guando los griegos, vencidos cod las
armas en la i;naao, reinaban sobre sus vence-
dores por la soperíevidad intelcctual, el atlcis-
roo contaba en Roraa con un gran número de
apasionados, que en el ardor de so íanatismo
literario juzgaban ¿ Giceron casi casi como los
amantes del romanticismo Juzgan hoy ¿ los
del arte cl¿8ico, con esla diferencia: que los
¿ticos echaban en cara al orador romano el
lujo y riqueza, al paso quc ¿ sus adversarios
acusan los rom¿ntico3 de frialdad y esterflidad.
Sigu¡endo¿QQintiiiano, quenospinta laes-
traña locura de los detraetores de Giceron, pare-
ce que existia una antiquisima polémica entre
dos clascsde eslilo: el asi¿tico y el ¿tico, este
enérgicoypuro, robusto; aquel hueco y cara-
panudo: el uno dotado de precision y exactitud;
el otro prívado de estas dos cualidades. El
Aristarco romano atríboye estos derectos ¿ las
ciudades del Asia, quo deseando vivamente es-
tudiar el griego y no sabiéndolo coa perfec-
cion antes de aspirar ¿ los tríonfos de la tri-
'buna, babianadulteradoesta hermosa lengua.
Los atenienses, dotados de esquislto gusto y
levantada critica; añade Quintilíano, nada inú>
til ni soperabiindante sufirian; los asi¿ticos,
por el contrario, pueblos hincbados por el or-
gollo y propensos ¿ una cierta^actancia, aun
¿ la elocnencia imprimieron su car¿cter vana-
glorioso. Ciceron desenvnclve los mismos pen-
samientos con aquella elegancia dc estilo qne
¿ Bu prosa da algunas veces la entonacion
poética. «Goando ta elocuencia, dice, hubo
abandonado la Greciii, rocorrió todas las islas y
aun el Asia entera. Esta escursion le hizo tomar
el colorido de costumbres estrañas y perder la
pureza y el buen gusío del estílo ático hastaet
punto de robarle sus mas preciosus galas. De
aqui nacieron todos esos oradores asiáticos,
cuya afluencia y faciUdad Do.carecen de mé-*
rito, pero queson poco concisos y harto redun-
dantes.»
Quintiliano, añadiendo el estilo rodio ¿ los
d08 de que nos hemos ocupado, al estilo ático
concede una superíoridad incontestable: mas
parece aun que los modernos partidaríos de
este estilo en Atenas Ilevaban su predileccion
por k elegaucia y reflnamiento hasta el punto
de perdonar en suobsequio una sencillez ¿rída
y estéril en ideas. F¿cilmente seconcibe cuan-
to desagradaría ¿ Ciceron tamaña parcialidad,
iH) tan solo amigo de la elocuencia, sino tam-
bien defensor natoral de la riqueza» brillo y
magniflcencia oratorías. Igualroente opuesto ¿
los sectarios del antiguo rígorismo y ¿ los de
la indulgencia rooderna, Ciceron, ¿ quien coroo
guia seguro Ouintiliano sigue paso ¿ paso,
distingue diferentes grados y modelos en el
estilo ¿tico: pregimtáodose en seguida coales
scan sus caractéres distiotivos. Si igualmente
se encuentra el aticismo en Lysias é Isócrates»
en Esqnino y Demóstenes, que tan pocos pnn-
tos de contacto ticnen, e) atictsmo se amolda á
todas las inspiraclones, ¿ todas las voluntades
del genio; pero si eslo es asi, ¿cómo apoderar-
se de ese Proteo en una forma positlva, que
sea su forma primitiva y naturalT Istas razones
son apremiantes y nos recuerdan el singular
poder de las ideas vagas, de las opiniones mal
definidas, de las preferencias irreflexivas, que
en literatura dominan en cierta épocas.
Balzac ha dicfao: tTo prefiero esas arroas
cortas y aflladas, ese aticismo de razones, ¿
ese folhtge de flgnras, ¿ esos adomos qne se
arrastran por el suelo, ¿ esa pompa enojosa de
la eloettencia de Atenas. • Es evidente que eo
esta frase, como Montaigne, Balzac ha queri-
do dar la preferencia al estilo ¿tico, baciendo
la guerra al opuesto: Fenelon sin duda hubicra
dicho lo roismo, pnesto que prefiere Demós-
tenes ¿ Giceron. Indudablemente «es nna auto-
rídad respetable: sin embargo, con clarídad se
ve que los ¿ticos modemos, eoroo en sn di¿lo-
go de Brnto los llama Giceron, preferian una
diccion ¿ la vez r¿pida, pura y sólida, aunque
fria y ¿rida, una cierta frngaHdadde elocuen-
cia, ¿ lOB prodigíos de Pericles 6 del ríval de
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1074
ATiaSMO— ATICO
4072
Esquines, que domiDaron los corasoues en la
tñbuna como Roscio eu la escena: seguraroente
nosotros no podemos admitir tamaña iojos-
ticia.
Para conciliar estas contradicciones aparen-
tes, necesario es recordar que las antiguas le-
yes de Atenas proscribian en cierto modo la
elocucncía: que por consecuencia la palabra
de los oradores habia sido largo tiempo ausle-
ra y sencilla, aunquo siempre marcada con el
sello de esa elegancia, qu# nunca abandonaba
al pueblo de Miuerva, como nunca abaudonaban
á Yenus las Gracias en la milologia de Horoe*
ro. Si debemos presthr fé á las palatras de Piu-
tarco, el virtuoso Focioo, ¿ quien DemOstenes
llamaba el hacha de sus discursos, no tan solo
era el represenlante del aticismo en su elegan-
te severidad, sino tanibien el cuadro vivo de las
antiguas costuml^res.
Segun Ciceron y Quinliliano , Lyslas habia
becho perder el vigor al estilo ático ¿ fuerza
de pulimcnlarlo: Hypérides le habia dado un
encanlo y dulznra que nunca tuviera. Con De-
metrio Falereo babia llegado ¿ ser mas florido:
con Hegesias habia caido en una frivolidad,
en una afeclacion de palabras no menos con*
traria al gusto que ¿ la razon.
Se acusaba (ambien al célebre Isócrates de
haber enervado complclamente el aticismo.
Sin cmbargo, de su escuela, asi como de la de
Lysias, brotaron los mas célebrcs oradores.
¿Gómo esplicar tales triunfos con tales defec-
tos? ¿Cómo los corruptores del eslilo ¿tico, tan
elogiado por Ciceron, pudieron producir tan-
tos modelos de elocuencia por su cíencia y aun
por 80 ejemplo? En verdad algunos de estos
maestros tan famosos no obtcndrian nuestra
aprobacion: Fenelon, por ^emplo, estimaba
en poco la vana pompa de Isócrates. Evidente
es que nos seria diBcilisimo el formar una opi-
Dion positiva sobre la verdadera signiflcacion
de )a palabra aticismo.
Demóstenes, aunque sencillo, preciso, llc-
Do de fuego y de nervio, y sin embargo rico,
roagestuoso y sublime; Demóstenes, este sobe-
rano de las almas enlatribuna, debia tener
por adversaríos ¿ las dos seccíones del parti-
do de los entusiastas del eslilo ¿(ico : los unos
preferiau sin duda al grave Focion: los
otros hubieran dado la palma ¿ Isócrates ó ¿
tal otro orador e&merado y castigado en sus
discursos. Sin embargo, Demóstencs ofrece
por muchas razones los caractéres del aticismo
que Ciceron por el contrarío no recuerda casi
nunca. puesto que en sus creaciones mas sa-
blimes desplega una riqueza de palabras dia-
metralmenle opuesta ¿ la sobriedad del aticis-
roo. Demóstenes no economiza lo necesarío; Ci-
ceron casi siempre ostenta un gran lujo: el
prímero reserva sus riquezas para las ocasio-
nes oportunas: el segundo las derrama con una
cierta prodigalidad: al pensamiento de Demós-
tenes gobierna sus palabras, el pensamíento de
CiceronoJi>edece¿ iassuyas: cuandoDemóstenes I
badichotodo, CiceroD líene mucfao que deeir,
no solo porque es mas fecundo, sino taDablen
porque eeperímeDta ud Terdadero-placer cd es-
cucharse.
Siguieodo ¿ Moreri, se llama aticismo ¿
cierta iroDia agradable y flna, de cierta cultura
esmerada y galante, de que usaba el pueblo
ateniense, lepidus jocus, liberalis urbaniloi,
Leemos en La Bruyere: «Son príncípes que
han sabído onir ¿ los roas bellos y profundos
conocimientos, el aticismo dc los gríegos y la
urbanidad de los romanos:» esta frase indica
lo que actualmente entendemos por aticismo.
Ha perdido su significacion prímitiva para to-
marotra diferente. Seguramente el autorde
los Caractéres no hace alusion ¿ la maneragra*
ve y sencilla de los antiguos oradores de Ate-
*bas: uo quiere hablar de esa elocuencia es-
merada ¿ la que los ¿ticos moderoos daban
lanto precio. Ea la frase del filósofo y en nues-
tro espiritu, aticismo signiflca onaoportunidad
en los pensamientos, una conveniencia en ias
cspresiones, una familiaridad, una pureza de
espiritu y un cierto tacto de agradar, que pa-
recen vinculados en los principes y en los
grandes, cuando hi educacion que han recibi-
do ó que se han dado, segundóen ellos las feli-
ces disposiciones dc la naturaleza. El atidsmo
supone sieropre la elegancia de las, costum-
bres. Aplicado ¿ los escritores, la paiabra ati-
cisroo espresa cierta mezcla de la pureza y
deHcadeza de los griegos, de la urbanidad de
los romanos con ei guslo y cultura de los mo«
dernos.
Habia mucho aticisroo en lacórte de Au-
gusto y de Luis XIV; las orgias del regente y
los iropuros placeres de Luis XV, alcjado de
todo coroercio con los escj-itores, cuya union
con lus grandes produce la perfeccioD del ati-
cismo, lo habian desterrado en las brillantes
sociedades de París ; Fontenelle fué durante
la segunda parte de su larga carrera, el repre-
sentante del aticismo. Aticismo habia en Rad-
ne y Masaülon, no encoritr¿ndose en el mis-
mo grado en Corneille y en Bossuet. Horacio ea
8US epistolas, Voltaire eu el Hombre de mundo
y en sos poesias ligeras, respiran el aticismo,
prest¿ndole con agradables chistes un noevo
encanto. El car¿c(er, el espiritu, las costom-
bres, la vida del célebre Atico, que se habia
becho griego no solamente por su larga resi-
dencia en la ciudad de Minerva, sino tambíen
por un profundo conocimiento de la leogoa do
Platon, que hablaba como su lengua matemal,
y en fln por todas las inclinaciones de un ver-
dadero contempor¿neo de Pericles, se imeD Ue
tal manera para nosotros ¿ la idea dei aticis-
mo, que la palabra nos parece derivarse del
nombre dei amigo dc Ciceron y deCésar. Atico
seria el roodelo acabado de el aticismo, si Fe-
nclon no hubiera cxistido.
ATICO. (Arquitectura.) Viecibe este nom-
bre un cuerpo de arquitectura colocado para
omato sobre la coroisa de un ediflcio, biea
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4073
ATICO— ATLETAS
4074
para qne haga efecto pifamidal, ó bien cuando
se necesita mas altora qne 1a qne da el órden;
pero qne no es snflciente para poner otro ór-
den encima. Tambien se llama ático el cnerpo
qnc remata 7 corona nna fábrica, 7 que eslan-
do en la parte superior de ella cs de poca al-
tura, pero de formas diversas. Cuando se colo-
ca pard apear nna media naranja, á la que sir-
Te de cnerpo de luces, se le llaroa circular, 7
cuando se estiende por toda la comisa de un
ediflcio coronándole se ilama contínuado: á es-
te se le sueie decorar con Tentanas. Tambien
se colocan estos áticos constmidos de albañi-
lería ó carpintería en el tcjado con el objeto de
ocnltar parte de estc.
ATLAS. (Anatumia,) Ks el nombre qnc se
da á la primera de las vértebras cervicales, so-
bre la cnar descansa la base del cráneo, 7 qne
sostiene la cabcza. Esta vértebra tiene la for-
ma de nn anillo, mas fuerte 7 abnltado en los
lados 7 hácia atrás que por delante. Distin-
guense en clla nn arco anterior, nn arco pos-
terior 7 dos masas laterales. Articúlase por ar«
riba con lós cóndilos del occipital por dos ca-
rítas ó facetas cóncavas, eliptoideas, inclína-
das hácia adentro 7 talladas á espensas de las
masas laterales; por los lados se articula con
el axis mediante dos anchas snperflcies carti-
laginosas; 7 por último sobre la linea media
se artieola con la apóflsis odontoides del axis,
por la cara interoa de su eje anterior. Unos
ligamentos cortos 7 mu7 resistentes onen el
atlas con el occipital: esta articulacion no per-
mite mas que los movimicntos de flexion de
la cabeza hácia adelante, un poco hácia atrás
7 á los lados : los movimientos de circumduc-
cion son mn^ poco pronunciados. La articnla-
cion del atlasconel axis permite movimientos
de rotacion mn^ estcnsos.
lias loxaciones del atlas sobre el axis son
on accidente mu7 grave, 7 que de ordinario
detormina instantáneamente la muerte, por la
compresion ó dislaceracion de la médula cspi-
nal. Algúnas veces se ocasiona esta Inxacion
en el necio entretenimiento quc tienen algu-
nos de levantar á los niños cogiéndoles la ca-
beza por los sienes ó por debajo de la barba
con ambas manos.
- ATLETAS. [Antigüedades. ) Los atletas,
áOXtjTat, áOXíipsc; eran hombres que comba-
tian en los Juegos públicos de la Grecia 7 de
Boma para obtener los premios (áOXa) adjudi-
cados á la fuerza 7 á la agilidad. En el último
período de la historía gríega 7 entre los ro-
manos designaba propiamente esta denomina-
cipn á los individnos que se entregaban á ejer-
ciclos capaces de dcsarrollar en ellos la apti-
tnd para este género de combates 7 que adop-
taban como oflcio el lochar en la arena. Asi,
pnes, los atletas se diferendiaban de los lla-
mados agoni$ta8 , los cuales boscaban sola-
mente en loa ejercicios gimnásticos un medio
de conservar su salud ó de desarroUar sns
fuerzas naturales; porque aunque estos dlspu-
204 UIBUOTKCA POPUUn-
tasen algunas v^ces el premio en los Juegos
públlcos, no se preparaban como los otros du-
rante toda su vlda para esta gran prnoba. Eu
los prímeros tiempos no existia esla difercn-
cla; muchos individuos que ganaron premios
en ios grandes juegos naciouales de la Grecia,
gozaban de cierta importancia política, 7 por
consiguiente nunca pudo pensarse que hicie-
ran una profesion de los ejercicios atléticos;
asi Icemos en Herodolo que el crotoniata Phay-
llos, tres veces veucedor en los juegos píticos
mandaba un navio en.Ia batalla de Salami-
na(4): 7 en Pausanias que Dorico de Rodas,
coronado en las cuatro grandes solemnidades
de la Grecia, se habla hecho célebre por la he-
róica resistencia que habia opuesto á la ambi-
cionde Atcnas (2). Pero los honores que con
tanta profusion se daban á los vencedores en
los juegos de la Grecia escitaron una viva emu-
lacion, 7 mn7 pronto se reconoció la necesidad,
para tener probabilidades de ganar estas vic-
torias, de dar el arte por auxiliar á la nalura-
leza. De aqui tuvo orígen csa clase de indiví-
duos á los cuales se apUcó esclusivamente el
nombre de atletas, 7 que con el tiempo llega-
ron á ser los únicos combatientes en los jue-
gos piiblicos.
La prímera vez que se vieron atletas*en
Roma fué el año 486 antes de Jesucrísto, en
los juegos dados por Marco Fulvio para cele-
brar el fln de la guerra de Etolia (3). Paulo Emí-
lio, despues de la derrota de Perseo (466 an-
tes de Jesucrísto) diójuegos en Anfípolis, don-
de Incharon atletas (4). Lo mismo sucedió en
los que dió Escauro (6), 7 entre los espectácu-
los que ofreció Julio Gésar al pueblo, se habla
de combates de atletas que duraron tres dias, 7
I08 cuales se veriflcaron en un circo provisio-
nal constmido en medio del campo de Mar-
te (6). En tiempo de los emperadores, 7 mu7
particnlarmente de Neron, que era aflcionado
á losjoegos grícgos (7), se muIUpIicaron con-
siderablemente los atietas de profesion eu Ita-
lía, en Grecia, 7 en Asia Menor ; muchas imi-
crípciones que han llegado hasta nosotros
praeban el crecido número de ellos, asi como
los privilegios que se les concedian. Formaban
en Roma una especie de hermandad que po-
seia un tabularium (archivo) 7 un sitio de reu-
nion, curia atletarum (8), donde se discutian
los intereses de la corporacion. Vitrabio nos
dice quc se Ilamaban berculanei 7 tambien
xyitini, porque el sUio cerrado donde se ejer-
citaban durante el inviemo se Uamaba Xis-
tus (9). Vcmos tambien que tcnian un presi-
dente Ilamado xystarchus 6 ap^ispeóc.
(n Herodoto, VIII. y Pausanias, Z, 9, $ I.
(8) Pau8anias.VI,7^I.9.
(3) Tfto LÍTÍo, XXm, S2.
(4) Jb.XLV.a).
(5) Valerio Máximo, II, 4. g 7.
Í6) Sufítonio, Jui. 99.
7) Tácito,anii.XlV. 9.
8) Orelli, assa. /Mcrip^
9) Vilrubio. VI, tO.
T. !!(• 68
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4075
ATLETAS— ATMOMETRO
4076
Los atletas qae ganaban la victoría en una
de las flestas nacionales de la Grecia se llama-
ban lepovTxat, y reciblan, como ya heraos di-
cho, los mayores honores y Us mas li^onje-
ras recompensas. La gloria del átleta corona-
do reflejaba sobre sii patria; cra cooducido en
iriünro á sii cindad natal, y entraba eq ellapor
una brecha practicada espresamente en las
ronrallas: Plutarco dice qne esta brecha sigoi-
flcaba que laa murallas son inútiles á la patría
de tal ciudadano (4). El triunfador entraba por
esta brecha cn on carro tirado por cuatro ca-
bailos blancos y era conducido al templo de
1a diYÍnída'i protectora de 1a ciudad , doode
resonaban los cantos de vlctoria. Los juegos
por los que rccibia el vencedor semejante ova-
cioo, se llamaban aselasiici (de elbeXaúveiv).
Este lérroino esclusivamente reservado á los
juegos olimpicos, ísmios, pitios y negaeos, se
aplicó mas adelante ¿ los demas juegos públi-
cos, ann á los que se celcbrabau en cl Asia
Menor (2). En las repúblicas de la Grecia se
agregaban las recompensas materiales á la
gloria y al respeto; los vencedores estaban ge-
neralmente exentos de pagar las contribucio-
nes y tenian el derecho de sentarse en los pri-
roeros puestos en los juegos y espectáculos.
Erigiaseles con frecuencia estátuas eu los si-
tio Aas concurridos de la ciudad (3). En Ate-
nas et atlcta que alcanzaba una victoria en los
juegos olimpicos recibia una recompensa de
500 dracmas (4). En Esparta el atleta premiado
tenia el privilegio de pelear en las batallas al
Jado del rey (5). Augiisto cooservó y aumentó
los privilegios de los atletas (6), y los empera-
dores que le siguierim continuarou tratáodo-
les con favor. En tiempo de Trajano y de Dio-
cleciano se establecieron por medío de edictos
las recompensas, dinero ó inmunidades de im-
poestos que el Estado debia conceder álos vea-
cedores de los Juegos iselásticos,
t\ nombre de atletaa, auoque aplicado al-
gnnas vcces metafóricaroente á, otros comba-
tientes, perlenecia en realidad ¿ los que dispu-
taban el preroio en las cinco clascs de ejerci-
cios siguientcs: 4 .* la carrera ($pó(j.o<) divi-
dida eii cuatro especies de pruebas, segun
que e1 atleta recorria e1 estadio, una ó mas ve-
ces, y segun corria desnudo ó arroado de to-
das piezas: %,^ la lucha (ttcííXt)]: 3.** el pugiia-
io {itMyiKfi): 4.* el nentatlo ¡Ttev^aiOXov), y 6.» el
pancracio (itafKpa'zioy), queiio era roas que la
rcunion de la lucha y del pugilato (7).
Los ejercicios por los que se dlsponian los
atletas ¿ los juegos se consideraban coroo rouy
importantes; verificábase esta preparacion en
las pakstras, sitios mny diferentes de los
(1) Sueloniq. Nuro, S5. PlnUrco, Symp. U, 5.
(t) PIÍDÍo, £p. 119, ISO.
(3) Paasanias, YU «3, $ I, Tll, 17, fi UL
(4) Diógenes Laercio, 1, 55: PlJalarco, SoUm, Sg.
(5) Plutarco, Lieurgo, SS.
(6) Suetonio, Áugutío, 45.
(7) Plaion, Euthyd, c. 8, p. 371; Potux, VUI, 4.
gimnasios, pqr roaa que nwcbfts vecea sa ha-
yan confundido estan dos cosas. Los ejercicios
de los atletas eran pre&ididos por un ginwa-
siarca, y su régimei arreglado por vigila^les
que se llamaban aliptes. Segun Pausanias (4)
al principio no coroian los atletas carne, y se
mantenia^ príncipalmonte de queso. Diógene»
Laercio nos dice que anliguaroente su alimen-
to consista en higos secos, queso y pan. El
uso de comer carne los atleias fué inlroducido
segun algunos autores {% por Droroeo de Es-
tinfalo, y scgun oiros por el ülósofo Eit¿goras
ó por un guarda de palestra que Ilevaba este
norabre. Sea de esto lo que quiera, una pála-
bra de Diógenes el Cinico (3), prueba que ea
su tíempo loa atletaa procuraban reparar por
medio de un gran refuerzo de cerdo y boey la
abstinenciu de sus predecesores; el baey de
Milon dé Crotona es otra prueba de lo que aca-
baroos de decir. Déspues de su comida los atle-
tas dorroian una larga siesta.
Los atietas luchaban desnudos, y antes do
eotrar en la liza, los aliQtes los untaban de
aceite. Sin embargo, en losjuegos, cuyades-
cripcion tenemos en el cauto S3 de la Hiada,
los corobatientes tienen una especie de calzo-
nea, y Tueidides {k), noa dice que esta cos«
tumbre prevaleció Ii^rgo tiempo eo los Juegos
olimplcos.
Meursiut: Graeia ludibunda, iivñ d§ tudi$ Grm-
corum, LeHlen, ldS5, en 8.*
Kraose: Theagene$,oder Witee». Dmr$itUumg der
Gymnattik ag^mMHh, und Fetlpide der HfiUeneu,
Htk\\er*SStí.^Ótymma. oder Darttellung der groi-
ten otympitchen Spieíe, Viena, I83B.
ATHOMETRO. iFUica.) De ax^uK, vapor, y
{jLciipoi;, medida. Instrumento que ^rve para
determinar, en condiciones dadas, la caotidad
de agua evaporada. Las condiciones que mo-
difican 1a evaporacion natural son tan compli-
cada^ y tau diflciles de Ilenar qoe todavia no
se coooce' un atmómetro perfecto. Ei procedi-
roiento mas sencillo consisteenesponeralake
libr^ uqa vaslja Uena de agua, y en determi-
nar por medío de pesadas, la cantidad de agna
ev.aporada en tieropo dado.
Muschenbroeck se ha servido, ca soa rei-
terados csperin^entos HObre la evaporacion dei
agua, de áo$ vasijaa de plomo de. 36 nolga-
das cuadradas de superflcie sdbre 6 á 4i pul-
gadas de profondidad; habien^o dedacido de
5US observaciones, que at aire libre, y ea sa-
perflcicfi iguai^ , la evaporaoion es como las
raices cúbicas dc I^ altura de la^ vaMas, y qne
á cubierto es proporcional á las aup^ad^.
Cuando la evaporacion se veriflca. ea. la aa-
perflcie de la tiorra, casl ea imposible llenar
artiflcialmente todas las diver^as coadicíoaea
¿ que se deb|^ alender, conio soa el grado de
i
]aí,l.c.
'3) Di6genes Lacrdo^VL
'4) 1.«.
VI,7,fi.
Pausanta
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1077
ATMOMETHO— ATMOSFERA
4078
seqaedid del sol, la eualidad del terrono, 1a
lnflaeDciade las plantatf, etc. BetlOQi, Leslie y
AQdenon baQ propaesto dirersos atmómetros,
pero ningano de estos instrumentos es susccp-
tiblede una gran precision.
ATMÓSFERA. (Fisica.) La atmósfera cs la
masa de aire que clrcunda la fíerra.
Gonsiderado el aire baJo el aspecto fisico
está Bometldo á las roismas leyes que todos los
demas gases , quiere decir , que las moléculaa
de que consta tienden á repelerse continua-
mente y á alejarse unas de otras: fácil es dar
una prueba de esta rerdad. Supongamos un
aposento berméticamente cerrado y lleno de
aire; si por un medio cualquiera se efectua en
aquel un vacío imperfecto , es decir , si se
separa una parte del aire que contiene, la masa
de aire restante se repartirá igualmenle en to-
do el espacio queantesocupaba el aire no rari-
ficado^por maneraque en un punto cualquiera
de aquel dcpartamento, el barómetro indicará
la roisma presion. Una rez rccooocida esta
fuersade espansion, seriade teroer quc subor-
diuada á ellael aire, se estendiese por cl es
pacio; pero está sometido, coroo todos los cuer-
pos, á la fnerza de atraccion de la tierra, y es-
tafuorxa le mantiene en la superQcie del glo-
bo en Tirtud de su pesantez.
La altura de la atmósfera no se balla per-
fectaroentc conocida: cada molécula ejerce una
presiOQ sobre las que están debajo ; asi que
cuanto mas próxima se balla á la superflcie de
la tierra, tanto mas solicitada está á conser-
Tarse en la misma posicion, tanto por su pro-
pia pesantez como por la presion qoe esperi-
menta. £n una columna de aire vertical, las ca-
pas mas densas cstán mas cerca del suelo, y
la densidad dismiuuye al paso que es mayor
la altura de la atmósfera. En esta propiedad
está basado el método, que consiste en roedir
la elevacion de un lugar por medio dei baró-
metro. Goando la presion disminuye, el aire
se dllata» y por tanto al primer golpe de vista
parece que la almósfera debe estenderse á gran
distancia» y su altura, calculada segun la ley
de Mariotte, es en efecto ilimitada.
Sin erobargo, no es asi, y la atroósfera
tiene una altnra liroitada, aunque la esperien-
cia no baya sefialado este liroitc. Desde iuego
si las partfculas de aire, cuya densidad es roas
débil á cierta altura que en la superflcie del
terreno, obedeciesen indeOnidaroeote á la ley
de espansion de Io3 gases, se esparcirian en
los espacios celestes, y cada uno de los cuer-
pos que en cllos sc roueven se crearia una
atmósfera coAio la de la tierra; pero esto no lo
confírman las observaciones astronóroicas.
Numerosas son las operacíones que se ban
efectuado para llegará la determinacion de
este liraite. En estos ültiroos tieropos ha pu-
blicado Mr. Biot sábias investigaciones acerca
de 1a constitticion fisica do 1a atroósfera, me*
diante las cuales le asigna un limite superior .
Mr. Martins, traductor delGurso de meteoro-
lógia de Kaemtz, escribió acerca de este parti-
cuiar una nota que bemos cousultado.
Mr. Biot f andó los elementos de sus cálcu-
los sobre tres séríes de observacioues baromé-
tricas, termométricas é bigrométricas, becbas
«n estaciones sucesivas por Mres. 6ay-Lussac«
Humboldt y Boussiugault.
Mr. Gay-Lussac se ha elevado por medio de
un areostático en octubre de 4803, á una al-
turade 6,977 metros sobre ei observatorio de
París: el número de las observaciones inter-
mediarias fué de 24 .
Eu el mes de junio de 1802, Mr. de Hum-
boldt ha hecho observaciones en cinco esta-
ciones sucesivas, ascendiendo desde las pla-
nicies que so hallan al ple del Ghiroborazo
hasta la cima de la montaña.
Porúltimo, en4827, Mr. Boussinganlt ha
hecho tres séries de observaciones meteoroló-
gicas en sns ascensiones sobre el Chiroborazo
y el Antisana, basta las alturas de 5,900 y
5,400 roetros sobre el nivel del mar Paciflco.
Para deducir de estas obserTaciones la
altura de la atroósfera, Mr. Biot obtieoe desde
luego las presiones sucesivas de las diversas
eslaciones, en partes de la presion inferíor to-
mada por uuidad. Deduce eo scguida laa densi-
dades correspondienles, admitieudo que el aire
disroinuye flr de su volúmen por cada grado
centigrado de enfriaroiento; tiene en coenta á
la vez la tension del vapor acuoso y reflere las
densidades asi obtenidas á la densidad infe-
rior elegida por unidad. Toroando lucgo las
presiones por abscisas y las densidades por
ordenadas, encuentra Mr. Biot que la curTa
que pasa por todas las estaciones es sensible-
roente una recta; de donde colige que el de-
creciroiento de la temperatura va acelerando
incesantemenlc hasta las estaciones mas eic-
vadas que se han podido alcauzar.
Asi que segun Mr. Biot solo se podrá adroi-
tir que ulteriorroente, y en las reglones inacce-
siblesdelaatmósfera llegue á rooderar estede-
creciroiento y entre las hipótesis que se puedca^
adoptar, la roas favorable en una atmósfera rouy
elevada será la del decreclroieQto;^ constante
á partir desde la ^ltara de 0,977 roetros, limite
snperior de las estaciones areostáticas de mon-
sieur Gay-Lussac. Partiendo de esta hipótesis
y por un método que seria rouy largo el espU-
car aqui, llegaMr. Biot, eu el último resultado»
á una altura totui de la atmósfera queno puede
esceder de 47,000 metros; aunqucMres. Uum*
boldt y Boussingauit ni aun señalan mas de
43,000 roetros para este limite snperior.
Hablareroos en articulos especiales de las
diversas propiedades de la atroósfera, de las
causas que iufluyen sobre su homogeneidad y
de lo^ meteoros que toman origen y sc des-
arrollan en su seno.
m DEL TOMO TERGERO.
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INDICE
DE LOS ARTICULOS CONTENroOS EN ESTE TOMO TERCERO.
* Pags.
Arabia. {Filosofía) 9
Arabia. (Histcria) 20
Arabia. (Arquiteciurá) 30
Aracacha ó Arakatscha 33
Arado 36
Aracooides. {Analomia) Id.
Aragon. (Reino de) 37
Arancel 42
Aranjuez 54
Araña 57
Arbilrage. (Legislacion) 62
Arbitrariedad. {PoUtioa) Id.
Arbitrío jadicial. {Legvílaoion) 63
Arbítrios. {AdminiaUraciony haeiendá), 65
Arbitros, Arbitradores. (Legishcion). . . 68
Arbol. (Legislacion) 70
Arbol genealógico 74
Arbol. {Mecánica) Id.
Arboladara 77
Arbolar Id.
Arboles. {AgricuUura) 78
Arboles fnitales 84
Arboles. {Historia natural) 85
Arca de la Alianza. {Religion) 88
Arcabucero. {Tecnulogia) 94
Arcabucero. {Historia) 97
Arcabuz. (Artemilitar) Id.
Arcada. {Anatomia) 98
Arcadia. {Historia) Id.
.Arcaismo. (Gramdtica) 406
Arcano ó Arcanum. • Id.
Arcanson 4 07
Arcediqno. {Derecho eclesidstico). ... Id.
Archena. (Bañosde) 409
Archiduque. {Bistoria) 444
Archipiéiago. {Historia natural). . . . Id.
Archiplélago. {Geografia) 443
Archivo >I47
ArchÍYoila. {Arquitectura) 429
Arcilla. {Mineralogia) 4 30
.^rcilla. (Agricultura^ 4 32
Arcüla. (Ouimico) Id.
Pags.
Arciniega 433
Arcipreste. (Derecho edesidstico). ... 437
krco. {Malemdticas) 438
Arco. {Arquitecturá) 440
Arco de tres centros. (iár^ui^cc^ura). . 444
Arco iris. {Fisica) Id.
Arconte. {Historia) 445
Arcos de triuofo. {Arquitectura). ... 446
Arcos. (Accion delos) 4 49
Ardales. (Baños de) 4 54
Ardules. (Baños de) Id.
Ardieutes. (Ma) de los) (Medicina). ... 452
Ardilla. {Historia naíurah 4 55
Area. {Matemáticas) 4 67
Area. {Medidas) Id.
Areas. (Principio de Us) {Mecánica). . . 458
Arechavaleta. (Baños de) 459
Arena id.
Arenosillo. (Bañosde). 464
Arenga 4ü2
krenque. {Historia natural) 4 64
Areola ó aureola 4 67
Areómetro. {Fisica) Id.
Areópago. {Historia) 474
Ar einsa. {Antigüedades) 476
Argaraasa. (Arquitedura) Id.
Argelia. {Geografía) Id.
Argelia. (Historia) 203
Argeotina. {Botdnicá) 255
Argolla Id.
Argonauta. {Historia nalnral) Id.
Argonautas. {Historia) 256
Argumeoto. {Lógica) 260
Aría cattiva ó mala aria Id,
Arieta. {Música), 264
Ariete. {Artemilitar) Id.
Ariete. {Hidrdulica) . Id.
Arístocracia. {Politica) 266
Aristotelismo. {Filosofia) 269
Ariteooides. [Anatomia). 277
Aritmancia Id,
Arilmética 278
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m:]
INDICE
Pags.
Arlaban ^ ^79
Arlequiu, arfequinada. {Artedramáiico). 283
Arma. [Árte mililar) 284
Arma. (Al) {Arte mHitar) .' .* 287
Arma falsa. (ArtemilitaP Id.
Armada. [Maritima) ] Id.
Arraada Invencible. (Hisloria de la). ! . 290
Armada. {Marina) 300
Armador. {Marina) * . la.
Arraaduro. {Arte mxlitar). ..... 1- * 30Í
Armamenlo. {Milioia) 306
Armamento. {Marina) ' 308
Armar. (Ariemüitar) !'! id.
Armar caballero. (Antig{iedad)\ ! . ' Id!
Armarlabayoneta. (ilrí«mi/t7ar). ... 3-10
Armario de hisrro. (Historia). . . Id.
krmzs, [Artemilitar) jd!
Armas. (Pasar por las) (Arte müitar), '. W.
Armas 3^ q
Aitnas blancas de Toledó. '(Fábrica de) ! W .
Armas. [liistoria vatural) Id.
Armas. (Horabfeé de) i^Historia) ' 344
Armenia. (C«0(/ra/ia) [ ' ' 315
Armenia. {Historia) 324
Armenia. (Lengua) , , 340
Armenia. (¿t<í?ra/ura). . . . . ' 349
Armenla. {Religion). . . , [ 350
Armero. {Teónólogia). . 355
Arminianos. {Historia religiosa)'. [ '. '. 366
Armmo. \Htsíoria natural). . 369
Armonía. {Múiica). ..... ! * ' 370
Armonía. (Lütratura). . . . , 373
Armonía iraitativa. {Retórica). ' ' ' ' 374
Armórica. (Geografiahistórioa). , '. ! 375
Armue t', Orzaga, Marisma 376
Arnedillo. (Baños de). - ! 377
Aro. 370
Aroldeas. (Botánica), .'..', [ ." . * ' Id.
Aroma 30Á
Aromas. (Tecnolo'gia), .'..,',..' Id.
Arpa. [Historia natural). , [ 384
Arpa. {Música) 382
Arpegio. (Música). ..'.'[''' 384
Arpeo. (Marina). . . Id
yP*«S- • y.W '.'.['. 386
Arpon. (Pesca do celáceos) 387
Arqueo. (Marina). ... 388
Arqueologia * ' ' \^
Arquijas. (Accion de). .\\ 39¿
Arqiiimarídrila ó Archimandriia.' '{HiitO'
r%a religtosa) ^ 404
Arquímiiíio \\\ Id,
Arquitecto. {Arquitectúra), 402
Arquitectura * ' * * 404
Arquitectura rural. . \ .\\ 442
Arquileclüra naval. {Marina) 447
Arquilrabe. (ArquiteHura), \\\\' ' 448
Arrabaí -^ • ¡,j
Arras. {Législacion) \ \ \ 449
Arrayan comuu. 454
Arrebato ,* * j^j
Arrebolera comun. . '. . \ ' * ' ' ' ' 456
4084
Bags.
Arrecife 457
Arrelde \ 45^
Arrendamienlo. {Legislacion^ id.
Arrepenlimiento 462
Arrcpeulimiento. iLegislacion) 464
Arreslo, (¿eots/a<?íon) 466
Arrianos. (Historia rcligiosa^ 475
Arribada. [Derecho mercantii Id.
Arriete. (Accion de). . 484
Arrogacion. (Legislacion) ^ 482
Arrogancia w,
Arronis. (Aectones de) Id.
Arroz 435
Arrmnage. (Marina) 488
Arsenal. {Marina) Id.
Arsenal. (/tr^tii/cc/ura) 496
Arsénico. {Quimica) 497
Arsénico. (Toxicologiay mndicina legat). 504
Artaea. (Accion de) 513
Arle 644
Arte s^grado 524
Arte militar. (.irlc mtlitar) 528
Arte draraátlco 606
Arteijo. (Baños de) 620
Afterits. (i4naíomta) 624
Arterioloraía, {Cirugia^ 623
Arles. (Bellas). . 624
Artes y oflcios lí.
Artesano. (Tfcnologia) 627
Artesianos. (Pozos). (Tecnologia) «28
Arteson. (Arquitectura), 640
Arlicas. (Regíones), {Geografía) W.
Artico, Antártico. (Como^rd/ia) 669
Arliculacion. (Historia nttiuml) W.
Articulaclon. (Anatimia, Medíclna). . . 670
Aftículo. (Legistacion) 674
Artículo. (Gramálicá) 674
Artillería. {Arte miiitár) 684
Artillería. (Oflciales y tropa de) 706
Artillería. (Calibres, alcances v monlages
aclnalespara la). ...;.' 744
Arlillería. (Colegio de) 7*3
Artillería. (Preemineticltsdel cuerpo de). 747
Arlillería. (Establecimlenfos qoe depen-
den de la) , 754
Arliilería. (Museo de). 755
Arlillería. (Táclica general de) ^^
Arlilleria. (E.strangera) 764
Arlillería, (Marina) 774
Artieta. {Bellas artes) 77*
Arlritis. {Patologia) 780
Arvcja 782-
Arveja Eiivealre. .!.!!.!..'.!. W-
.^rvejon !!.... M-
Araobispo. {Derecho ec'iesiéhiico ... M.
Arzones . . 785
As. !!!!!!!!!.!. w.
Asa. {Anatomia). . . . . "^
Asador ^ . . 799
Asafétida. [Maieria 'médica' ^ ! . . W-
Asalto. [Arte mititar) WO
Asambleas represeulantef. iPoiiticaK . «66
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4085
INDICE
Pags.
Asarla g40
Asbesto. {Bistorianatural} id.
Ascendientes 842
Ascenslon. {Fiesta eristiana) id.
Ascension. (Del sol ó de una estrella). . 843
Ascensiones aeroslállcas. {Fisica), ... Id.
Asccnso , 340
Ascelismo. [Reliffion) , ] 849
Ascldia. {Htstona naturat) 854
Ascio. {Cosmografia) 852
A8CÍIÍ3. {Patologia) Id.
Asclepiades. {Botánica) [ \ . 854
Asechanza 855
Asedio. {Arte militar) ! . . Id.
Aseguracion. {Legislacion) 856
A8enumiento(Viade).ILegfi«íacion). . . id.
Asent imiento. {Fihsofia) 857
Asentista. {Administradon) id.
Asesinao. {Legislaciov^ 859
Asesinos. {Historia\ 862
Asesor. (LéfpwiocKm) 865
Asfallo ó betun de Judea. {Geotogia). . 866
Asfixia. {Patologia) 867
K%\¡ii.{Geografia) , . . . . 871
Asia Menor. {Geografía) 880
Asiarca 9^8
Asienlo. (Privilegio del) (Comercio' ma'
, T^^J» H.
Aslgnados Id.
AbiIo. (Dereclio de) 920
Asimilacion. {Fihiologia). ...... 934
Aslmptota. {Matemátieas) id
Aslria. {GeografiaéHistoria) 936
Asma. {Patologia) 938
Asno. {AaricuUurá) 939
Asno. {Bistoria naturatj 944
Asociacion. {Politica) 945
Asociacioü de ideas. (Lógiea) ; 950
Asoc acion ceneral de ganaderos. ... 954
Asociaciones gremiales id
408G
Pags-
Asonada III
Asonancia. {Literalura). ..." 957
Asparagíneas. {Botánica), ...*'*' oaa
Aspecio ..;:;••• oe?
Aspid. {Historia naturat). . . ' ' ' 96í
Aspld. {Materia médiea), qri
Aspiracion , .*
Asta : : : : • • • "•
Astenfa. (Patologia), ... 1^
Asleria. (Histona naturat)'. .'*'''* afi¿
Aslerisco. * * * * 0««
Asüllero. {Marina) !.'..'.* 969
Astorga "... * id
Astrágalo. {Diversas acepeione's)! '. '. ' 972
Astringentes. {Medicina).. . ,, * 1^
k&Kro\sb\o. [Astronomia y Marina\ ' ' ft7Í
Astrologla ^ «»^wa.. . . «73
Astronomía. ..!.'..*. 97^
Astronomía náutica. {Mar'ina), ''' ' ,,^0
AsturiasóAsturas ' ' ' * loAft
Ataque. {Artemilitar).. . 4007
Ataque de las plazas. {Arte militdr)'. ! ] W.
A'SUd JAoa
AUxia. {Patologia) mTXI
kieimo.{Retigion), ....'. ,7
Atelablo. {Historia natural) íai¿
Alelanas. (Historia Uteraria) id
^^!?*j' S^^^drafía, historia, 'antigúe'-^
aoítes). iñLfí
Atencion. {Filosofia). 40«?
AteneodeRoma m
AtenUdo .J¿¿
Aterrada. {Marina), . \ '.'.'''' iaíl
Atestiguacion. ..... j^
Aticismo ; ; ; {?•
Atico. {Arquitectura). . [ ] ja^^
kúüis. {Anatomia). . . . IaZ?
AUeUs. (AntigUedades). .'. m
Atmómetro. {Fisioa). . . jATft
Atmósfera. (Pisiea). . ...'.'.'//[ 4077
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>5^>
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