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Full text of "Segunda disertacion del D. D. Ignacio de Castro ... : en respuesta a lo que contra la primera, que publicó sobre la concepcion de N. Señora, opone el P.M.F. Juan Prudencio de Osorio, del Orden de Predicadores, en su Verdad vindicada, y teologicamente definida"

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SEGUNDA    DISERTACIÓN 

DEL   D.  D.   IGNACIO     DE     CASTRO, 

Redor  del  R.  Colegio  de  S.  Bernardo 

de  la  Ciudad  del  Cuzco,  EKámínadar 

Sinodal  del    Obispado  V  Cora   de  Sart 

Gerónimo; 

EN     RESPUESTA 

A  lo  que  contra  lapiinierajquc  pufelícé 

jübre  la   concepción  pe   n.  sEñoRA^ 

OPONE 

ELP.  M.F.  JUAN   PRUDENCIO   DE  OSORIO^ 

del    Orden   de    Predicadores,  en  $a 
Verdad  Vmdicadayy  teoló^icawenft 

I        111  m       I  ' ___— — — Ma.M— — Jm^ 

II,       I  ."^^^"^  ... — . _,JT?r 

Stc  amamrVa^^.unimcHmqtie  4lmi 
amanta  hoc  cjuod  amant  \elm  essc 
yentatem  :  et  (¡uia  falli  nolmf ,  mhns 
con\>ínci  cfuod  falsi  únt.  Amapt  Veriw 
tem  lucentem ,  odermt  eam  redarguen^ 
Um^S.  Aug.  L.  lo.  Confe^s.  C.ij* 
I  L/MA* 

1784. 
Con  las  Ucencias  peccs^tiaSt 


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JU'llit^'tj'i'h''   *S44.»Í 


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CábaH¿fo  Gran  Cruz  de  ia  mM. 

DISTlNGlrtDl/í  '  GRfiEN  ESPAfioL4 

i>E  CARLOS  III. ,  del  Consejo  de 

Estado  dt  S.   M.,  su  Secreté» 

í"io  del  Despacho  Universal  d$ 

las  Indias.  5cc.  &c.  &g, 

EXQMO  SENOBU 


A  tiernn  devoción  de  í^í^ír 
«iró  Aiígusco  Soberano^  piador 
5Sp  Miitcrio  de  la  Concepción  cp 
..Gracia  de  Maiía ,  asegura  ala 
^jjresente  Opra  el    agrado  y  pto- 


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3abio  Peruano j   na  |i6dia  cort  dé- 
cora  presentarse  á  U  pubUca  !líz 
iiíi  Bkvar  í  su  frente  el  csclare- 
;tído  :  íiotnbre   de  un  ^luicre,^^qí?c 
^pn  esmero    croplea  ci^  cxeícicío 
;4e  iü  autoridad    en    ía  feliciM 
y  gloria  de,    la  Amcriéa.  Ella  ca- 
gará ¿n  cl^  templo   de   la  Fama 
ló5  votos  mas  solemnes  del  rc- 
conocirniento  y  gratitud  á  U.  Eé^ 
Giie   consagrados    á   la  irímorta- 
lídad  de  su  memoria  impándráft 
^  la  envidia  la  dura  necesidad  dfe 
venerarlo.  Y  qaando  ios  terribles 
decretos  de  la  posteridad ,  acoái,- 
¿atiados  de  las  imprecaciones  át 
(jos  Pueblos,  impíimárt  el  íiídefó*- 
^'felc  sello  de  la  ignominia  en  fes 
%ienes-qae  ciñó  de  laurdes  la^^^V^^ 

^'  éa   adulación;  córíservatá  U^  "ft« 

el 


yerdader9  métm ,,  qf e vi)Í  iJa  dp; 

traccipn  unalquista  ,  ni  recornicn^ 

da   la   lisonj?.  No  lo   forma    í^ 

jSueKe,;  ni  sc^  afianza  en  ceras  hi^ 

,ífs  que  lají^  quP   fixa    la   virtud. 

íjiqr  eso  l^;  l£.r  np  satisfecho  cqri 

jpdo  el   expleridor  de   una  Prc|- 

sapia,  cuya  antigüedad  se  pier^ 

(|e.  ci^  el  profondo    abismo .  dp 

|p$  fundamentos    de   la   Monar^ 

;;4piaj  ambiciona  el  que  solo  sq 

;.dwpen$a, i  los  extraordinarios  t^ 

4f Ptos ,  y    i  una  constante  pro- 

Jljidj^i,;  Penetrando  que  la$  di^nw 

.idades  elevan ,  pero  que  solo  el 

.  ¿tncrito  dimngue ,  descube  P .  E. 

.  ;^a  :  fiíeíza.  de   Alrna,  superior,  á 

J^  ^ctoinacipa  de    la.:j|?rtuna. : 

^■^  Cíe 


ese   vuelo  de    irhágínad^^  qdí 

Convirrt  en    el   sifcñcia  bs  grafi- 
os 

des  ideas ,  ias  ordena ,  y  fina- 
liza:  y  csoi  golpes  poderosos; 
que  deteniendo  la  luina  y .  de-* 
Cadencia  de  ios  Estados,  han  mu- 
dado la  suerte  de  este  vasto  Im*. 
perio,  reparándolo  del  baibeh  ^  j 
tacándolo  del  corifusc  caos  en  que 
\ó  habia  sepultado  una  errada 
política. 

Tantos  objetos ,  -que.  oca-  ■< 
pan  la  atención    de  U.    Ei    sin 
excederla  5  no    le    hacen   oividaf; 
la.  utiiidad    de  las  Letras.  En  vá*"^ 
no  un   Fiiósofo  eloqü:ntc  ha  $0%-  • 
tenido    ei    partido   de    las  Nació- J 
res  oprimidas    por     las    tinieblas 
de   la   ignorancia.    Sabe    U.     E; 
que   al  progreso  de    la    luz ,   $e 
.    -    í        •  .  debe    . 


ifcbc  el  progreso  de  la  obedi'en^. 
cia :    que    sola  la    barbarie  pre^' 
para   brazos   á    los   rebeldes ,   y  ^ 
cómplices  á   los    usurpadores :    y 
que  desterradas    por    Licurgo  lai 
riquezas   de  Sparta,  huyen  cam-i 
bien   las   Ciencias ;   put$    nacidas 
á    las   orilbs  del  Gange  ,  en  me- 
dio  del    Oro  y  la  opulencia  que 
fecunda   á  la  India,  no    pueden J 
habituarse  con  la  miseria,  el  aba-, 
cimiento,  y  la  pobreza. 

Desterrarla  de  nuestro  Con-^| 
tinente  es  el  principal  cuidado  ¿ 
del  feliz  Ministerio  de  U.  E. ;  ' 
uno  de  los  móviles  que  cxci-  j 
tan  iHiestro  amor  y  gratitud  ;  y  i 
quecos  hacen  elevar  al  ciclo  ^ 
las -mas  fervorosas  súplicas  por 
$a -  4^racion,     Entre     esos    vo- : 

Comunes  á  todo  el  Reyn^ 

rc- 


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reciba  '  U/  -E.  -  los    paitíébljrtt^ 
que  con    siíicaidad    íe 


N*. 


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^, 


EXCMO  SENOa 


{0MBAClor4  ÜB  DON  ^§&m 

Jífi  la  KfolZ^rii^ersiáad  de  S.  Mar^ 
€os  de  Lima ,  y  Ex-Keñor  de  ell^* 

3      e  EXCmo.  SEñOR. 

{[[■^^^OR  orden  de  ü.  E.  he   leid(i 
la  Scgun<ia  Disertaron  5  que  ha  es- 
crito el  D,  D.  Igaaeio  de  Castro , 
Cura  €k  la  Parroquia  de  Sé  Geróf 
filmo,  y  Reftof  del  Real  Colegio  de 
S.  Bernardo  de  la  Ciudad  del  Cuzi* 
co  Y 'respondiendo  4  la  ¡mpugnacioí» 
que  á  v6u  primera  Disertación  his- 
tórica de  las  Disputas  que  lia  ha* 
bido  sobre  b  Concepción  en  Gra^ 
€¡a  de  Matia  Santísima  ,  k  hizo   el 
R.  P.  M.  F.  Juan  Prudencio  de  Oso» 
rio,  de  Ja  Sagrada  Orden  de  Predi- 
cadores :    su   objeto  crá   arriesgadcr 
á  ios  descuidos  del  resentrn^iento  en 
que  tanto  interesa  á  nuestra   huaia-. 
nidad  el  amcr  propio.  Pero  el  Aii^ 
R>r><íaeñ6  á^  ^íj   y  croulándote  á^ 


i 


^^e  sus   Obras  5  quandó  .las   «pjeta^^ 

kh  severa  discusiqn  de  un  Trlbuaail 

tn  qiic  avistian  de    Tueces  h  revi»- 

.jei  >cia  ,  el   pudor ,  y    el  , miedo  :  ha 

'  Subido    teínp'iar   Jm    bochornos    de 

"su  queja,  y   vindicar  su  causa  con  la 

"'tóódei  ación  de  uni  defca^a/ cí)  qvik 

«alo   ñsa  de   aqaelías  ar^ms    que  \h 

nnnisthn  m  iagertio,  erudición,  y  cp*- 

pip  dj^  sólida  dódrina.  Por  eiíto,y  no 

eiJcocriÉárse  en  la  Diserfáciofí  €íipr6' 

síoíi  afguna  que  se  oponga  á;la$iti)ie* 

ras  costurtvbres,  y  regalía!^  deí  Sebera^ 

¥io^  podrá  Ü.  E. ,  si  ÍTcre, dé¿sip^  Supí^ 

tioi  ailiitrio^  coí^eder  la  Iicení:iíí  qú<i* 

5e'¡sb!icka  páia  datía  á  la  luz  pjiblica^' 

tima  y  OétaJ:)r:c  i  ^  de  1784.         -^. 

ik}¿0  '■■■     ^         ^  ".'^  -.í^     ^ 

4lm^t        jodíjuin  Bouiso  í'^of'el^ií'^^ 


"f  «i>i 


^Í2^)  jf^que  nii|lurtvcmend3«dir  genfujlrv 

¡p|c  p,eítfado5  dcinde  duobiis  »ut  trjbiiv' 
lí!gó\  v  .  . .  «  OptfrtVe  aufcivi  fcvlereñtia,''^ 
ptídíír ,  RierúV  jaÜicant»  ñini't/f  É^lá 

17 1  'C^^Tt^  ÍU9, 


WKOBACION  tíELM.  R.  P.  4^- 
fn  Pedro  de  la  Sota^  del  Real  y 
Milnax  Orden  de  Nuestra  Señora  de 
la  Merced  y  Examinador  Sinodal  del 
Arzobispado  de  Chiircas ,  y  de  los 
Obispados  de  Jreá¡épa ,  y  del  Q4Zs 
€0  y  Ex-Provimial  de  la  Provincia 
de  la  Fisitacion  de  Santa  habeU 


U  E   orden   del    Sr.   D,  D.  Jo- 

seph  Pérez  5  Gov,ernadór ,  Provisor, 
y'  Vicario  General  de  este  Obispa- 
do del  Cuzco ,  tengo  reconocida  la^ 
Segunda  Disertación  en  que  el  D.  D^ 
Ignacio  de  Casero ,  Cura  de  la  Par- 
roquia de  S.  Geiónimo  ,  y  Redor 
del  R.  Colegio  de  S.  Bernardo,  res- 
ponde á  la  Impugnación  que  con 
el  tírala  de  l^erdad  Vindicada  y  te^^ 
lógicamente  definida  publicó  el  M.R. 
P.  M,  Fr.  Juan  Prutiencio  de  Oso- 
lio  del  Orden  de  Piedicadores :  y 
discurriendo  conforme  al  juicio  que 
lie  formado ,   creo   que  la  pieza  ei[ 

%  di^na 


digna  de  imprimirse  por  1a  iaítisfiíc- 
cion  y  gusto  que  de   ella   resultara 
al  Público.  Las  Disputas  son  accio- 
■>nes  preparativas  de   la  nutrición  in«* 
teleflual,  y  cepidas  i  la  raya  de  U 
-moderación  5  producen  las   utilidades 
•que   el  Orbe  literario  agradece  á  lo^ 
Sabios,  que  las  proaiovieron  en  so-? 
licitud   de   la    verdad.   El    Autor  ha 
dcxado  el  Sistema  de  la  Trituración 
«rf'  qiic  >  ademas   de    ser    precisa   la 
dureza  de  las  partes  que  obran,  no 
pocas  veces   se    les   escapa  á   estas 
la   materia,  y   ellas  son  las  que  pa* 
.deceh    y    se  lastiman  en  el  encucn* 
tro.  El  de  la  Cocción    por   calor   nó 
le  agrada  y  porque   siendo    esa  qua- 
lidad  demasiado'intensa,  quando  de- 
bía  hacer  la  digestión  mayor,  la  im- 
pide.   Detesta  el  de  la  Fermentación 
.que   trae   consigo    las  inquietudes  y 
tumultos;  y    prefiere   a  todos  el  de 
la  Emulsión  y  CoUquacion ,   en  que 
plácidamente  se  explican  los  puntos; 
y  desleíd js   estos,  naturalmente  dan 

de 


áe  sí  las  cspedcr  mas  ficitcs ,  qu^ 
adaptando  al  temperamento  de  h  jra-  - 
zon,  se  convienen  cti  substáhcia  y  . 

provecho* 

Gon  este  sosiego )  y  modcs- 
tia  emplea   sus  conatos  en   suavisar 
el   ánimo  de!  Sabio  Contendor,  ém^^ 
peñado  en   defender  el  honor  de  sa 
respetable  Gremio ,  cuyos  derechos 
ida  con  cscrúputóit  Le  protesta  el 
P.  D.  Ignacio  sus  notorias  recomen-* 
dables  prendas ,  y  confiesa  las  glo^ 
lias  de  la  Religión  Dominicana,  ilus- 
tre porción   de  la  Iglesia.  Después 
de   todo  mantiene    con  erudición  , 
y  predominio  en  la  materia  su  pri- 
mer  diaámen,  porque  lo  anima  una 
regla  Canónica    que  reprueba  la  ver- 
gonzosa condejcendencia ,  que  usar* 
pando  ^  á  la  humildad  el  nombre  ha- 
ce perjuicio   al  conocimiento,  y  á  la 
vcxd^ái   Noli  esse    humtlis^  ne  in 
sétpientU    tuá   seducmu   EccU  cap# 

Corrobora  las  pruebas    coa 


r^' 


í;t' ,, 


ept  ptrmói&icpe  t\  Dirimen  del 
Atigéüco  Doáot  fue   contrario  á  la; 
Opiíiicn  pía  ,  y    convence  ¿  que  nada: 
cfende  al  mérito   del  Satico  ürt|  prorü 
duGCiort  que  poí    el   fin  :y  circuns4 
rancias,   lejos   de  malquistar  -  al  S¿hi¡ 
grado  objeto  á   quicrr  se  dirigía ,  C3|>. 
por   lo  contrario   muy  acepta  ,   por,, 
conforme  al  puUo,  y  circunspección 
eon  que  la  Iglesia  determina  la  ve- 
neración á  tos    Santos,  y  á  los  Mis- 
terios. Deseariamos  que  siempre  mi? 
nistra5en  :  Doáripas    con     tsp  juicio 
Im  Teólogos.   Y  isi   los  mas    sóli* 
.  dos  de  los  que  han    cultivadoila  Re- 
ligión  (en   cuyo   número  ocupan  un 
airo  grado  los  Dominicanos)  no  hu«.í 
bicran  disungujdo  los  verdaderos  Cult; 
tos   que    recibe   !a   Deidad,    de  losr^ 
espurias  que   ofrece    la    ignorancia  ^c 
ya    tuviéramos, el  dolor  de  vet^lia^ 
do  de  !os  mal    respetabfes.Dogínas^ 
lás  inv'.enciones.  mas  lidiculas  dcliVu[-.v 
go   propenso  á   la  novedad  >  y /;.e4^\i 
mvagancia  á  favqr  dd  crrcihi'  comuíi^í 


m 


mal  fundada.  El  gran  Misterio  de 
que  hablamos  .ha  pasado  por  todaí 
las  leyes  del  mas  exá^o  Criterio^ 
y  examinado  á  toda  prueba  de  Sa- 
bios católicos  que  fueron  d¡scopdef| 
ocupa  ya  con  tranquilidad  la  alta 
cumbre  de  firmeza  en  que  lo  ado^ 

tan  los  fieles* 
->        Bl  dodo  Autor  de  las  Corí* 

Sültas  que  se  escribieron  en  las  Fi- 
iipinas ,  fue  digno  alumno    del  Or- 
den  Sagrada  de  Predicadores ;  y  sifl 
descrédito   de  la  Sabia  Escuela  que 
lo  formó  j  descubrió   la  ingenuidad 
jcon  qm  pensaba  en  el  Artículo  de  ía 
Jttinaeiilada  Oncepcion.  Tuvo  noti^: 
ct»  de  €p:íe^  lat  Papa  Clemente  Xll* 
se  le  había   suplicado  por  la  Decía- 
?raeion  Solemne  del  Misterio,  y  h 
contradíxo  con    tan  seguro  apoyo  de 
jP'íiConciencia^    que   no  dudó   mo- 
rir en  su  parecer  dcxándolo  perpe- 
tuado, gntre  su$    Obras   Postumas 
fcnemús  4  m^rtifíesíft  en  que  pro* 


!ll  I 


pone  h  qtíestlon  :  Att  sh  ftécessd-^ 
mm^  et  expedtens  Cfuad  dejimdtur^ 
ex  Cathedra  Mistermm  Conceptio^ 
$$is  B.   Vtrginis. 

>■-  Resuelve   por  la  NeganVa",  y 

fó  qué  €s  mas,  parece  que  no  du- 
tía  conftsáF  que  esa  Opinión  c$  ca'jA 
sa  eomaa  ele  su  Orden  Sagrada.  Así 
lo  demuestra  la  liitima  prueba  de 
su  idea,  en  que  atega  el  mal  con- 
cepta que  de  su  Religión  se  for- 
ñiaria  fn  €^§o  de  definirse  el  Pun» 
té:,  y  ^}  riesgo  á  que  $c  expon*, 
afian  j  n©  solamente  el' Tratado  del 
Cardenal  Turrecremata ,  y  el  Opús^ 
teitér  del  Eminentísimo  Cayetano^, 
SÍ^o  también  el  mismo  Angélica 
Oeáor  que  defendió  haber  cohtrái- 
áo  la  Santísima  Virgen  el  pecada 
Orijinal ,  y  que  fiíe  purificada  de  él 
4r\tt$,  ác  nacer.  Clasé  't7sJ'^-H^'  h^ 
hecho,  ni  dicho  cosa  equivalcmc  el 
!>♦  Castro.  yif^^i  "?*         u 

Eximinarjticrt»^'efe¿ló   fofc 
•preservada  de  la  Culpa  liínopinicm 

del 


d^dk 


mtmm 


4q\  Santo ,  ó  solo  del  débito  á  com 
traerla  por  la   via   nataralv  no  t$  dí 
mircsorce.  Lo  eierto  ^$  que  el  AtJtoi 
citado,  y  los  demás  que  se  opMskrofí 
í   la    Opinión    pia,   íiabltron  de  te 
Señora  ,  como  de  persona   compre- 
hendida   en  la   ley  común,  que  dtxó 
4  codos  los  hombres  en  la  maía  de 
la  perdición,  per  la   efcáiva  y  propia 
culpa  Original,  que  consiste  en  la  pri- 
vación de  la  respetiva  Justicia.  Pero 
non  est  nostrum  tantas  componere  lites^ 
y  parece  que  he   pasado  los  límites  de 
mi  comisión.  Contrayendome  I  ella 
debo  decir :  que  si  la  primera  Discf- 
tacion   dio  un    perfefto   Compendio 
(que  no  había)  de  lo  mal  interesan- 
te y  exquisito  en    punto  de  la  Santa 
Concepción    de   N.  Señora   (  sobre 
que     se    ha    escrito    mas    que    de 
otro' alguno)    y  ennobleció  nuestro 
Idioma    con  la   materia   que  trata  y 
de  que  carecía :    esta  Segunda  pone 
'cñ  toda   luz,  y  sostiene  con   digni- 
dad el  mijmo    chjcco  de  la  primera: 
H:^  ■  que 


tjue  nada  CDnticíic  contra  h  Fe ,  y 
buenas  costumbres ;  y  que  no  hay 
inconveniente  para  que  $e  imprima.  Así 
lo  siento^  Salvo  meliorí,  Cotwento 
^ej  CuzcOj  y  Noviembtc  5  de  1784. 


iftH 


Fr.  Pedro  (fe  la  Sota* 


te 

. ..  ■  1. 


m 


V  ^"^         PROLUSIÓN- 

feíL     t)OCTOR     D,     JOMPH   EAQÜIJAKli 

1^  Camilo  ^  Catedrático  de  Vísperas 
de  Leyes  en  la  RealtJnmrsidad  deS- 
Ménrcos  de  Lima^y  Editor  de  laOkét^ 

V^  Asi  al  mismo  tiempo  que  ua  E$^ 
crúor  moderno  (  i  ),  situado  en  Ids 
féitiles  países  de  la  Italia,  deseaba  con 
toda  la  conmoción  del  sentimiento  que 
una  imparcial  pluma  dibujaie  los  ven- 
tajosos progresos  de  la  América,  la 
felicidad  de  su  aftual  íiruacion ,  y 
con  el  pincel  de  la  Filosofía  pintase 
al  nuevo  Mundo  hecho  émuio  del 
antiguo;  se  infestaban,  y  gemían  do- 
lorosamenre    aqiú   las  prensas  con  U 

Obra  intirulada  l^erdad  vindicada  y  t(§* 
léxicamente  jdcfinida.  Para  honor  dc^.nues* 
ira  literatura  debemos  esperar*  sufra 
la  misma  suerte  que  esas  desdichadas 
%  RÍO- 

(i)Rtflexiories  tmparciales  sóbrela  hu" 
w anidad  de  los  Españoles  en  las  Indias* 
Por  el  Abate  Nuixv y  traducidas  por 
B.feéro  Farekymr  ly  8  i .  p¿g.  5 1  p 


.t"l!| 


ptódacc  iones  del  siglo  XíW.  en  que  coa 
todaJa  seriedad  ddv  MagUierip ,  las 
sufilezas  del  raeiociDÍo,  y  el  ridículo 
cortejo  de  las  abscracciorses  se  decidía 
grav  entente:  Si  Jesu-Christo  en  ei  Cie- 
o  se  hallaba  parado  ó  sentado^  Si  en  la 
Eucaristía  vestido  ó  desnudo?  Como 
!o§  Angeles  danzan  en  el  Paraíso ,  y 
qual  es'  su  estrudurá  inrcdor^ 

Sin  las  ilusiones  del  amor  pro- 
pio  puede  el  D.  D.  Ignacio  de  Cast-ro 
augurarle   á  su  Rival   ei  naisnio  des- 
tino >   y   este,  sin   causa  alguna  que 
motive  qi3Cj¿i,  sufrir  la  vidoriosa  pruc^» 
ba  que   ü    presente   Disertación   piir 
blica',    avinque    por    ella   resuke    su 
faltv^  de  crítica,  orden  ,  estilo^  y  po- 
co nvincjo   de    las   materias  teología 
cas  que  trata;  pues  quien  hace^  alarde 
'4e  sfis  débiles  fuerzas  (dice  un  Ingles 
( 1  )  de  espíritu )  pierde  el  derecho  á  la 
estimación  agena,  siendo  ella  un  bien 
que  solo  se  franquea  á  quien  cuidadoso 
!o  resguarda  y    conserva  ,  no    al  que 
por    capricho,  emulacion>y  otras    pa 

siones 


,(2  )  Milord  Llnkntún,  Cartas  de  un   Pefr 
siariQ  en  In^Uterra^  ¿  jn  Ami^o  en   /jf  «¿4», 


^í 


sioncs  lo   abandona  y  dcsprccíav 

Solo  <:llas,  parece,  excitaron  al  R,  P. 
M.Fr.  Juan  Prudencio  de  Osorio  á  la 
critica  de  la  primera  Disertación   con 
el  pretexto  del  supuesto  agravio  hecho 
á  su  Sagrada  Orden  5  pues  no  advirtien-. 
do  que  el   juicioso  silencio    de  tanto 
Sabio  Religioso  que  la  ilustra,  conve«>ií 
cia  no  cralnjuria  al  Principé  de  la  Es^ 
colástica  asegurar  haber  sido  opuesta 
á  la  piadosa  Scfltencia  Óq  h  Conce^p- 
clon    en   Gracia,  esgrime   la* espada, 
tomo  el  Héroe  de  la  Fábula,  contri 
itionstrúbs   que   solo  k    realizan  si| 
imaginación^ 

Cootcnfocon  ia  aprobación  dé": 
los  verdaderos  conocedores  ( ? ),  podiá- 
c!  D.  Castro  ver  sin  fatiga  losirú-^ 
ittesi  esfuerzos  con  que  sus  enemi« 
gos  le  disputan  el  honroso  lugar  quo^ 

■■>  ■-..■■■■  '  ■•■    ■      Ic'^ 


( 5 )  LmÓM^  amdt^  caniat  mstnSy. 
'"     med  RoíMdy  libellas  t 
^ Mé^ue  sinus  éfnnh  ^  me  mmu% 

'  [omnis  hdbeu 
Jl^cce  vuhet   cjuidam ^  palíete  stupet^.^^ 


,«.lll 


iiii ;    I 


le  afianzan  sus  laces,  conbcim'ieatos/^ 
é'  ínscrucqion  :  siendo  el  coñiiun  des- ' 
tfíio  de  las  letras  graduar  la  esrima-T' 
Cfon  de  que  uno  -es  digno,  por  el* 
núnero  de  Rivales  qac  le  asaltan,  á^ 
oposícíoa  ácl  regular  trato  de  la  vi-; 
da,  en  qae  la  fortana  es  Ja  regla  ñ*i^ 
xa  {4;i:que  nivela,  y  aumenta  los  alia-^i. 
áás  f  amigos,  > 

i;         Pero  esa    conduda  tiene  tam-V 
tweh    sus   riesgos :  es  fomentar   en   Uf- 
ignoraocia   la  ertada  máxt:na,de  qu¿n' 
s^'ie    admira  porque  no  se    le   con- 
tradice :qnc    la  apacible  tranquilidadi-- 
de  que   goza    no  es  efcfto    del    des- 
precio ,    sino   del  >  temor    y    recelo ; 
obligándola   2Ú  i  que    aplauda    pof  I 
obra  dci  taíentO)  lo  que  es  solo  picsH 
tigior  de  su  r/.ec,ia  vanidad.  .^ 

•Oíip  ^?i;5i  este  poderoso   motivo  .víovj 
]enrá*ba  "á  no  dcxar  sin,  respuesta  á  la 
P^Md  vtn^fé^dát^^  k>s<iüc  se  describen 


en 


"--'^fe^ 


'.ir-'- 


ffúc  voto,  :  nunc  noibts  carmi^^rj^sira 
placent.  Marcial  L.    6.    Spig.  6u 
(  4  )     Dfscuyso  del  Conde  de  Cor* 
nuliur  a  U  Academia  de  Afí¿ers* 


en'  la  IntroduCcicm  {  5  )  de  k  .Gbí^, 
convencen  la  jasticia  con  que  el  D. 
Castro  emprende  su  defensa;  pues, 
como  aeonseja  Séneca,  se  debe  ceacc 
indulgencia  para  los  defedos  coaiiiti 
nes  del  espíritu  ,  y  no  colerarsc  sus: 
mostrüosidades  :  multa  dan  anda  ingemki 
puta :    sed  donayida  vltia  -,   «•?«  pórtenta. 

Mas  persuadido  caaibien  de  que/ 
el  orgulio  es  el  patrimonio  de  las 
Almas  báxis,  se  abstiene  de  aquel  t^ 
no  dogmitíC(>  y  decisivc>\  qu,e  ^^haria 
aborrecer  á  la  verdad,  pescubre  m, 
error,  pero  sin  mostrar  ¡ndignaciqíi^^ 


ni 


■I.   ,  .j     ■  '      II—— — -  -^ 

(5)  EID.  Castre  adoptando  la  reflexión- 

ijue  hace  Komset  en  el  Prefacio  de  la' 

Obra,  (jue  publicó  en  v-jit-Joa  torhadó^ 

sus  precauciones  contra  el  cuidado  ^1^  I 

algunos  tienen  de  ahorrarse  el  'trabar 

jo   de  her  los   Prefacios  vporquru^ 

del  artificio   de  empezjir  la  Obra  de^ 

wí añera ^  efue  lo  que  pudiera  ser  Pr^^ 

fdcio  6    Introducción  lo"'  hace  parte 

del  asunto^  para    empeñar '''d^\¡,  'siM  ^ 

^üe  se  4d\fierta  al  Letibr  de  U  qwí'^ 

puerta  decir ,  y  dcseaüa  se  leyese. 


i^ 


I    I 


ilír  sor^pfcsa;  y  Gcnoclerfdó  qac  Io« 
mismos  falsos-  y   aventurados  cona-í^ 

los  de  la  Ferdad  vl*idícada;  estampa- 
dos en  tirta  Obra  (  6  )  de  estos  últi- 
mos años,  merecieron  el  desprecio  de 
fe  Europa  sabia,  usa  ác  aquellas  ino- 
centes sales  (  7  ) ,  5'iemprc  permirí- 
das,  aun  en  laS' materias  mas  graves» 
f'.  autorizadas  con    el    exemplo    del 

Gran 


'•j 


-*-^ 


,    (^)     Ensayo  sobre  la   Hntorid 
de  U  Pre\nnaa  de  Picardía.  Stf  -¿í«- 
tcr   M.  Verité ^  í  la  pá¿*  553  di- 
cé  :  Los  Dominicanos  preterí disn  que. 
la  Virgen  no  ha  podido  %tx  infecciQ'f 
nada  del  Pecado  Original,  Los  Frarij^ 
císcanos  sostenían  con  firmeza  la  prq•^ 
pjosicion  contraria,  ^ien  cff  nuestra 
4^ímca  piensa  con  igu.%1  m\}edad^debe 
ocupar  el  íu^ar  en  que  coloca  i  ÁÍp^ 
'¿K^ritt  el  inexorable  Autor  deld^iQ  Li^^^ 
,  ifrario :  ano  ¿¿r  1 7  70. 7".  8 .  pig*  1 6  j^., 

*(  7 )  Con  iroma  y  pcosiiai  suele  cor^\ 
rtr  su  plumay  como  esta  ds  manifcqo^^^ 
frjncipalmente .  en  la  pag,  7  p,  ^^4nÍ0  vx 
tBce^qíic  contfnpradencia  sedex^rlU'*  \ 


Gfiaa  ^asilíOi  cot:>o  en  su   Panegírí^ 

coló  recuerda  el  Nazianceno;  y  oun*^ 
ca.  ipas  acertadas,  que  á  vista  del  cfüel 
puñal  con  que  su  Rival  lo  insuira  :  ^^ 
¡momos permite  sales  >  cur  lúdete  nobii 
¡Sjonhceat^  licuit  sijtiguláYe  ( 8  )  tibtk 
No  dudannos,  pues,  que  el  R.P. 
Osorio  elija  el  partido  seguro  de  con- 
fesac,  aunque  «ra  con  el  silencio,  sá 
mala  causa ,  y   ceder  la  (9)  psín^* 


V^r  del diEiámendeCiceronj  sin  ádvér* 
tir  (fue  Tuliú  no  habló  en  términos  dJg 
Disertaciones  Teológicas, j;  como  si  pí<- 
diera  ser  de  consideración  esta  mdie^ 
rialídady  6  como  st  la  primera  Diser'* 
tacion  fuese  el  Sto .  E')?angciio^  confie s4 
que  se  engaño^y  conUene  en  c¡ue  se  bor^ 
ten  los  dos  chistes  del  Energkmeno^  y 
del  P.  Candido :^  M>  del  Sacro  Palatió* 
Pero  él  alega  solidísimas  razjmeSyy  coH 
un  soplo  desvanece  la  débil  crmíndcién 
que  le   hace  la  Verdad  vrndicadal  ^ 
4^   .(  8  )     Marcial  L»  i»  Epig-   99- 
^  (  9  )    Infelix  I  qtiíC  tanta  antmum 
dmentia  cepú'i  -  -    -No»  ^^ 


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4 

á  su  Contrario.  Mas  honroso  le  se-* 
*ia  dcclararsfC  vencido,  y  queclvcr-^ 
dadero  amor  á  las  virtudes,  que  pro- 
fesa» triunfase  del  fervor  por  Jas  apa- 
rentes glorias  de  su  Orden:  motivo  que 
ío  rransportó  hasta  formar  la  impugna^ 
cion.  Ya  lo  consideramos  aquietado, 
y  lejos  de  pintar  al  D*  Castro  con 
Jos  colores  de  que  usa  en  su  P^erdad 
s/íW/f«í/<i,  separándose  del  partido  cocf 
migo,  lo  justificará  con  las  mismas  pa- 
JabraSjCon  que  uno  de  lo*  primeros 
Padres  de  la  Iglesia  recordaba  digna- 
mente la  memoria  del  Gran  Orígenes : 
Porro  hoc  sudare  cjuid  dccepk  pretiii 
Damnatur  : ; : : :  nm  propter  Dogma^ 
tum  novitaterríy  non  propter  h^resim, 
ut  nunc  ad\>erm$  enm  raíidi^  canes 
simnlarity  sed  c¡ma  gloridm  eldijueri" 
ú^  ejííSy  et  sciemU  ferrt  non  potC" 
rant^  et  tilo  dtcente  omnes  muti  pU" 
tabarjtur.  S.  Ger ón.  Ep.  35^  Nov*Edir> 


■>. — y.  ■ ■~-.      ■     I.     ,         .   z— . — — — ■ >i**»      ■  ■; 

Non  vires  alias  ^  con\ersa(fuemmt^ 
na  sentis  ? 

Cede  Deo • 

.'.  •  ^palmam  Emello  taurumcjue  rf 
kmjmnt,  Virg.  iEneid.  L.  V.  n.  4^J» 


"^'WA 


M 


«EGÚl^D^ 

SOBRE  LA  Concepción  di 

NCTESTRA    SBtÜKA, 


r  m} 


«I 


A   MSERTÁaOll 

►re  t¿ 


.IJh  .tií. 


4  J}^ 
ClOrt 


üe  Nuestra  Señora,  cj"<í  se  imprimió 
én  Límáel  año  de  17^2  ,  débipj^ 
tiiacímíéntó  a  la  cüf  iosi(^  uri  ?(^ 
|(>5  que  por  aliviar,  c6n  5u  «d^q* 
ém  alMísterí^,  íái&lcdádcf  ac}^^ 
eh  estás  partes  nos  obliga  él  niinis-» 
tíérió  de  Caraos  ,  quiso  4"'^  yo  rc¿Íu^ 
xese  á  una  Carta  ,  así  ia$  dispocaíi 


qoe  en  otro  tiempo  se  vieron  «óbfc 
tite  plinto  5  como  el  6rͣCn  y  Jmt^ 
iípüéaad  de  éü  cuito :  que  fóVnSáiC 
tínb  cómo  prentuárió;dé  lo  cnas  cón^ 
lídétable  éh  la  tíiátéii^i  )r'IÓb^ 
coíiij^ndíásé  lóí^datóc 


íH 


im 


<iñ 


m 


tas,y:Qn  que;1ic)y  la  Iglesia  hace  ya 
pf opio  el  óemit  Pioy  después  de 
haber  sido  anees,  tan  lenta  y  circuns- 
pe¿la  en  adoptarlo  generalmente, 

Satjsficelo  «egun  mis  facultar 
des  5  y  el  Amigo  guardo  la  Carta  ^ 
hasta  que  restituido  á  su  Patria  la 
manifestó  á  algunos 3, que  parece  la 
leyeron  sin  desíJgtadó ,  y  aun  juzga- 
ron podría  publicarse  en  un  tíempa 
en  que  declarada  Maiía  Santísima  Pa- 
trona  ;dc  la  Monarquía  Española,  y 
bspécial  Protectora  de  sus  Armas, 
baxo  la  advocación  de  este  Misterio, 
se  recibiria  i^cjpr  qualquiera  rasgo 
en  su  fiívbr  5^  por  la  turbulenta  situa- 
ción del  ÉéynOj,  co  que  se  pedian 
maj^prcs  cultos  para  que  la  Scño- 
ta- prosperase  éstas  Armas ,  obliga- 
rás a  combatir,  dentro  de  un  País, 
<|iíc  ^  antes  no  conocía  mas  idioma 
?jué*'er  de '  la  paz.  *'Se  me  propuso 
que  consintiese  en  esra  publicación  j 
yyo^  ó  poí  lo  conveniente  que  en 

las 


las  circunstancias  se  íne  representafea  sí 
ó  quizá  también  porque  di  algána^ 
atención  á  mi  amor  propio  ^  conVK 
nc  en  que  ,  como  se  pusiese  prinie-í 
ro  en  manos  diestras  que  eKaminar^ 
sen  su  fondo,  se  imprimiese,  des-' 
pues  de  asegurarse  5  que  podría  pro- 
mover la  piedad  al  Misterio,  y  ea 
nada  dnñar  el  respeto  del  Público. 

.  Estuve  muy  lexos ,  quando^ 
escribí  aquella  Carta  3  y  aun  quando 
se  imprimió  con  nombre  de   Diser" 
tacion-i  de  aspirar  al  grado  de  £/- 
crkor  Publico  ,  ni  de  que  alguna  vez 
se  me  pudiese  dar  lugar  en  la  fíÍ5-^ 
toria  Literaria  de  la  América  Meri-^ 
dionaL  Aquel  título  solo  es  mereci- 
do por  esos  superiores  talentos  que 
saben  poner  en  alianza  lo   Militar, 
lo  Político ,  lo  Literato  :  las  Jadica- 
turai,  y   atenciones  á  la  República, 
y  al  Real  Erario ,  con  la    Teología 
de  los  Mayores  Colegios :  Mayoraz- 
gos privilegiados  de   la  fortuna,  y 


I 


W.,' 


ttruÍMta  de  U  naturalezst^  y  w  qqa«^ 
^  tales  ,apmiiw$.  pata  cst^i^parnos. 
tsui  be!la$  producciones  como  la  dc^ 
^■i^rta^atulatoria^  á  cuya  am¿v 
n|  leílura  cap  razón  nos  remiten  los> 
ápii  eruditps  Aprohances, 

Aun  estuve  nías  distante  dq 
G%c  U]  Disertación  incpnxadase  al  R« 
Maestro  Fr.  Juaa  Prudencio  de  Oso^ 
mvy  de  que  la  quÍMese   ver  al  en- 
fadoso aspecto  de  injuriosa  á  su  sai?, 
Éí^  Religión    Dominicana.  I?rote$ta, 
delance  de  Dios  que  alia  en  mi  rer, 
t^o^,  al  formar  los  Caí  aderes  qu^^ 
CQfnpQnen  el  primer  Punto  ^;  y  al*. 
guno^  otros  de  los  de,  mas , ;  jama^ ^ 
cpn¿et)i  designio  alguno  contiá  este, 
respetable  Cuerpo.  Nunca  he  ^envi-. 
diadp   las    justas  glorias   d^   aquellái,. 
Religiosa  Familia  j  ni  he  tenidd  co-,; 
sa  que  entibiase  el  respeto  yaficisínj 
con   qqe  la  he  visto.  Lo.. que  com*. 
piló  ía  Disertación  se  halla  en  miliar- 
ia de  libros  j.  y ,  tpe,p^ w^  ^^"^  ^^^ 

prg» 


propottiohado  k  dism^'  ef  ipr€| 
cíq  á  los  Domin¡c:ano%  como  que  lc]| 
4o  por  tantos ,  ningufjo  por  sabei^ 
Ip  dexa  df  tenerlos  en  la  sublime 
carnación  que  se  les  defe  5^ 

Suponía  que  la  Disercactóp^ 
no  evkaria  esos  defectos ,  que  ape4 
ms  pjuede  precaver  lo  huínano ;  y 
turi  aaadiria  otros  bien  comunas  en 
ios  de  mi  poco  elevada  clases  I^cró^ 
dda  se  1^  perdonasen,  ya  al  Eívjoc^ 
de  la  causa  que  defendía,  ya  al  vete 
s^r  producción  Pcruan^v  á  cuyo  3yr|^ 
mt  parecía  podria  conspirar  el  P|í 
triotismó.  La  Crícica  es  un  Tribimá| 
necesaíío  para  tener  en  vigor  las  Id^ 
yes  del  gusto  y  del  raciocinio ;  pe*, 
ro  es  la  desgracia,  decia  Mí  Tra-»^ 
blet  (  1  )  ,que  la  mayor  parte  de  lo^ 
que  lo  componen  entran'  sin  misión^ 
ni  ai^or  del  bien  publico.  Se  acrib^?^ 


(i)    Mem>  TnV.  Sepu   ifs^^ 


M 


<m 


yen  d  csrádeí  respetable  de  Juécc!?; 
y  tienen  toda  la  animosidad  de  Par^ 
tes;  es  la  desgraciíi,  decía  un  Szhió 
Ingles  ,  que  la  han  hecho  arte  dé 
descubrir  los  mas  leves  defeéios,  y 
que  pertenecen  menos  al  intento  de 
los  Autores  (2) .  Hoy  veo e$ta  ver^ 
dad  e^  nuestros  Países:  las  Partes; 
son  Jueces,  y  lo  que  se  oen^uraes 
lo  que  menos  íiié  de  mi  intento ;  se 
me  procesa  por  donde  menos  lo 
cpsperaba. 

La  ^f^rdad  y>indicada^  y  teo^ 
lógicamente  definida ,  responde  á  una- 
consulta  sobre  dos  puntos;    i^si  lá' 
Religión  Domimcafia  puede  fcrrmar 
jusca  (juexa  por   alfjmas  Proposicio'^: 
fies  que  U  Disertación  dice  de  ella  "i;^' 
%^¡,t  yo  he  penetrado  Id  DcMrinadet- 
Doclor  Arigelico  ^  Un  prudente  eon*^' 
sejero  le   hubiera  dicho  al   Consul-iV 
tantCj   que    no  era  discreción   pre-t 

gan*    " 


^mmmimmmmmmi  y» 


(  2  >    Af.  Erad^  lyoi.p,  ^dj^. 


gantar  por  injímás  dudasajSj  álrni^ 
DIO  ,  que  podía  por  la  pregunta^ 
tenerlas  por  cierras ,  entrar  ca  tur|^  _ 
bácfones ,  y  perder  l^  tranquilidad  ^ 
que  quizianies  de  la  Impoitaiía  ptcr 
gunta  gomaba  ;  que  para  sus  escmpíf 
ItlhSy  era  mas  apr opósito  un  Ncur 
iral  que  viese  con  imparcialidad  1^ 
cosa,  y  que  por  otra  paite  detri^ 
considerar  que  el  Sabio  á  quien  con^ 
suUaba^  Citaba  embargado  de  mayor 
res  cuydádos  ^  como  repetidaí  Rct 
gcncias  en  las  primeraír;  Casas  d? 
Euudios,  Prelacias  de  sus  priucipalc^* 
Conventos ,  y  otras  consultas  df 
mas  ÍQi{K)rtancia  ^  como»  las  que  ti^ 
yo  en  ¿[  último  Concilio  Provinr 
ci^^  las  que  le  repiten  los  Illmo^. 
Señores  Arzpbispos  5  las  del  SaníO 
Oficio,  y  Jas  Caüficacipnes  dePro^ 
posiciones  en  este  venerable  Tubu- 
nal;  y  que  no  era  razón  robarle  á 
tiempo  que  estos  stipetiorcs  miois- 
terios  piden -^  y   hac^flo  descender 


ir  %  curúcm  ác  escrüpÉílds. 

Sin  embargó  veo  cjiíe  í?c  rtíé 
l^tifcdc  decir  que  hay  confianza  en  es-. 
cé  Sáttíó;  y  que  gcía  rara  facilidad 
f^fa  regolfen  dificultades,  iió  có^ 
l^Wiite  iüs  Escritos  síTíó  ühfnómeff^ 
-m^'^^m  ffntb  valen  éh  juicio  del 
^omtíUth^  los  ocho  días  que  Á 
^B^éx  firspendió  en  la  cónstrüccidii 
de^  -su  Verdad  vindicada.  Conoscó 
^  %ehie  puede  decir,  que  el  Aíí- 
tíi^  p«f  ^  singularidad  no  está 
cftnfj^íéhéndído  baíco  áá  precepto 
W:  q[üe  dixo  ( 5  ) :  Nonümcfue  pré^ 
%áMr  'ih  ¿thnüía^  y  que  ii\  ni  aüa 
"tM  obligado  z  nueve  días:  que 
*íffqae  Hipocmbs  filie  que  t\  par- 
^fír  ^téíifftestré  no  és  vít¿! ,  hada  hí- 
f^6'  del  parco  oBiduanó  \  (\utVoQtÍi 
f  #?edico^  nó  han  d¿  dar  feyes  í 
Wt  tciilogór  á\jít  escriben  ton  plí^ 


t^ás  de  j^uifa  para  lograr  $h  Vf-^ 
tocídad  :  y  que   no  habiendo  en  eL 
Autor  mas  tardanzji  (]ue   la  de  sd 
iñodestia  pitra  no  piMicarse  bax&  dé 
su  nombre ,  fue  necesario  todo  el  esz 
fuerzo  de  un  Prelado  de   la  KtBo^ 
ría  para  superaría.  ¿Corno  un  iogc* 
fiioso  que  así  habla  no  había  de  ser 
celebrado  del  primer  Aprobante  por 
!a  destreza  con   cfue  une  la  amenn 
dad  a  la   agudeza  y  discreción  de 
los  pensamientos  t  Yo  cambien  lo  ce- 
lebro   pbr  la  felicidad  de   su  Ana- 
gramnia  5  pties  amiquc   algunos  lia» 
riicn  á  estas  inversiones  de  los  rtom- 
ht es  ^  -Verdugos  de  las   letras  y  íínn* 
que  sé  ^cpa  que  estíis  difíciles   ba- 
gatelas, estimadas   ea  edad  de  po- 
co    gusto  5   hoy    están    envilecidas 
éntrelos   n^as  sensatos,  y   reputa- 
das por  inepcias,  en  que  decide  né 
el  juicio     sino  la  suerte  ,  y    como 
liles  despreciadas  del  buen  disceiní^ 
tóknto,  con  todo  nuestro  ComarH- 


i 


(10.). 

dante  tiene  derecho  á  que  se  k? 
aplauda  su  Oro  soy  (4);  tanto  poc 
la  pureza  de  su  transposición,  quan- 
to  por  !a   verdad  con  que   es  cali» 

ficado 


'  (  4  )     ¡^^go  iibi  ¿juis  fítma  Ch^Í*) 

dus  librum  edídit  AuñoYy 
Pr<tcoms  conducn  ^  opm  laudare  fa^ 

ratos , 
Venales  pkrumque  animas^  tjmbus' 

fínica  furtim 
Cura  data  e^t  inflare  tnhamy  ntedias^^ 

que  per  urbes 
Ostentare   librum  y  Víélgique  ambire 
' '■'  fa\>orem^ 
Mee  facinnt  gratis  5  laudante  lauden^ 

tur  ut  ípsi  5 
Alter  ad  alterius  famam  \  covspirat- 

amci  y 
2ldutuaqu€  Ínter  se  exercan  commer^ 

Cía  laudum  : 
Sic  apiid  y£sop0m  mulcóatA>*A-i:^ 
Ámenlas,  fratremque  suum  dicebat" 

Adomn* 


fiícado  el  Autor  por  Oro ,  é}ue  con 
SH  peso  de  discreción  y  discursos  es 
llevado  ál  fondo  de  los  aciertos. 
''Con  cay  a  ocafsion  le  agríidecemos 
la  bella  explicación  del  nihil  natu- 
ra rapacius  de  Cicerón,  pues  sig- 
«nifica:  nada  inclina  tanto  como  la 
naturalezjt ,  ni  hay  atraElivo  igual 
al  suyo. 

El  que  ha  tenido  el  Coman- 
dante General  para  con  el  P.  Mtro. 
Osorio  5  no  es  de  la  cfase  del  qué 
ha  explicado  en  la  naturaleza,  sino 
como  «fj  dulce  ^  y  agradable  impé^ 
rio  que  rinde  y  avasalla  Voluntades 
\m  suavidad 'y  o  corno  cierta  Prcmo* 
Vion  Física ,  que  ?nueve  y  determi^ 
na,  a  la  voltmtad  5  para  que  cxecU" 
te  sin  violencia  lo  que  le  pide ,  o 
por  nuJAY  decir  manda.  ^ 

Yo  no  reconocía  en  mí;  im- 
perio ,  ni  Premoción  Física  para  res- 
ponder á  lo  que  me  opone  ta  F'er^ 
dad  vindicada  i  y  csyjVé   caü^r^ 

§ud-^ 


.s\tclto  á  dexsrle  á  este  bello  Escrít-^ 
toda  la  rapidez  de  sus  progre50s.^ 
Juan  B?.rb¡er  de  Aucour  ( 5 ),  Crí 
'tico  Francés  del  úlúmo  siglo,  dcci^, 
que  no  habia  Obras  de.ciienos  du- 
lacion  que  las  de  Gídca ;  porque 
'si  el  Libro  criticado  cae  en  despre- 
cio, la  Ctícica  se  hace  inticOj  y  si 
por  el  contiaiio  conserva  su  esti- 
mación,  ^$e  desprecia  la  Crkica  por 
injusta.  Esta  máxima  me  didaba  ^ 
jgue  cspe-ase  los  frutos  que  conse- 
guía la  F'crdad  vindicada  >  y  ,  q^?f 
caílase»  ..^,^..,..^  ,.  .^  ,  v,  ,...  rr-..'i 
Entre  ios  Amigos,  unos  me 
í^tóan  que  este  era  el  mej  ;r  par* 
M^^^^^^  que  para  cebar  la  curiosi- 
dad del  Publico  bastaba  la  dclica- 
da  Carca  ác  Calixto  Siessé\én  quien 
parece  no  tenia  nuestra  América  que 
tüy¡4iár,al  famoso  Jow  Piíillas^  cjue 


tan 


'C'í!)    NkeroH  Mem.M  ,13.  J» 


'  *♦  V  '  t  .f 


5-'v»^i{ 


'ii.'i 


mr\  linda  figura  hizo  en  el  Di4rl0 
4e  los  Literatos  de  España.  Eí^p 
ctros  de  opuesto  sentir,  y  nne  la- 
dücian  a  responder :  al  menf*^,  ,^^r 
cian  ,  para  que  nuestras  PtCfr5a,s 
no  se  vean  solo  ocupadas  de  í^íp^* 
venas^  Papeles  de  Convites,  Gazc,í|5, 
Relaciones  de  Toros,  y  muy  r^ 
^Vez  de  alguna  buena  Pieza  Oraííi'na.. 
Mas  impresión  me  hizp  .d 
Aut^r  del  Arte  de  pensar  ,  que  (^) 
discurre  así;  La  Obra  que  se  fia 
hecho  pública 5  ya  no  pertenece  á.sa 
Auccr  ,  quien  por  esto ,  ya  no  <lcf 
te  miras  la.  sino  con  !os  ojos  CQ^ 
que  vé  jas  agenas,  ní  tener  miich^ 
cuydado  de  ella.  Solo  le  debe  que- 
dar el  derecho  de  corregirla,  sí  por 
el  juicio  que  otros  üaccní  recong- 
;cjpre  que  merece  eorreccion.  Si  este 
jaiciD  Éiere  justo,  es  necesario  de- 
ferir á  él,  y  aprov|,<;haclo  :  si  no, lo 

fae- 


$ 


íf 


i  ó  )     Pissm.  %^  Proem* 


r^ 


füCte  5  no  por  eso  se  Scsprcck.  Sí 
rio  muestra  la  falsedad  de  to  que 
dice  la  Obra  ,  prueba  por  lo  menos 
'Vjüenola  encendió  el  que  !a  redargu- 
ye. Es  pues  preciso  csclareeeila,  pro- 
curar agradar  á  los  Sabios  ^  y  no 
tltsagradar  á  los  que  no  lo  son  • 
'porque  nunca  se  ha  de  esperar  que 
xodos  los  que  leen  una  Obra  scait 
doiSos   y  de  penetración.  ■, 

^  ]^ '  Movido  de  esta  juiciosa  ad- 
vertencia ,  emprendo  satishcer  á  lo 
qué  la  Verdad  inrtdicdda  dice.  Ha- 
blaré con  sn  Sabio  x^utor ,  y  con 
los  que  sin  ser  SabioJ  hubieren  leído 
su  Obra  y  la  mía.  Con  el  Autor, 
con  esc  respeto  que  es  debido  á  su 
Caíáíier,  Hábito  sagrado,  títulos  es- 
t¡írí;5bles ,  edad  ,  crudiwion  no  tuI- 
gar,  y  Teológica  Profesión.  Trataré 
con  los  que  no  Rieren  Sabios  de 
'unodo  que  csdifczca  los  Puntos  di- 
íídles  dC'  la  Disertación-  Con  todos 
~  con 


con  moderación  (7 ) ;  pues  aunqae 
nó  cf  esta  lá  lección  que  se  me  dáea 
la  Obra  á  que  respondo ,  yo  ,  para 
proceder  modestamente ,  debo  to^^ 
marla  de  un  Dios,  que  no  es  de  di- 
sen- 


■aMWrfki 


^  (^)     Hm  fugc  fnel  felle  tmbu^ 

tum^fiigc  caraJuVetitus 
Discerdes  animotum  tras ;  ntc  funde 

malignos^ 
Nec  mercare  sales  i  jSátiréH  fugc  telUy 
*"     \thrmii 
Tela  Vibrata  nocení.  Qui  Udit  Udi" 

Acceptumque  d^ofúútur  pro  vuhe\ 

*      re  vmms. 
Si  ridere  pvat.  sit  nulla  protervU 

*"     fisus  i 

^Ipome  jí*V4í  5  fitfel  potctur  ámdy^^ 
'"^■'  fiifn>  AJ''"  . 

icula  si  tr aliare  jtiS^di'^  nil  spim^ 
'  la  l^dant. 
Jí  bíbitis  jtávenes  ^  nullam  parituiyt: 

^      yaporem  p^¿ 


h  1: 


>-l''Íilllíll! 


■.lili      í 


lliillll 


'¥i 


!(:^        1 


serísion,  sino  de  paz;  qnc  nos  pro* 
hilSé  contiendas-  que  vulneren  Ja,  ca-j 
lidad,  y   f»os^  ordena  vencer  con  el, 

bien ^  el    m^l.  ;  "     . 

Aí)r que  para  ejclárécef  iM 
Ir   mateiia    pensé  dividir    en   varios 
Puiicos    este    E5C1ÍCO5   después    me 

Pícala  Caifatij  ctrtaúm   hamte  li^^ 

auorts. 
Sí  guando  jaculis\  si  quando  luditis 

aren , 
B  Pkabi  pharetris   innoxia  promite 

,  teld' 
Cü'spis'  acumen   habét ,  sed  Vulnera 
.  •  /  fiesát  acumen  , 
Mérdíbta    suo  Ph¿ebus  jubet  omnia 

Pr^tia :  quos  gremio  mtnt  ParnÁS^ 
^^,  ,jus'.A!umni,'.  ,^^,i\-^  ,- 

Bella^'  cáriafit  -i  m  Vélta  gerdnté  TJhi\ 
remat  Apollo^        ^/  ...         ^ 
memerams  amor^paxj  ñ  concordia 
te^mt. 


f  I7-) 
pareció  seguirla  división  de  la  V^éf^ 

dad  vindicada^  y  reducirlo  i-  !o«| 
mismos  que  ella  contiene:  i.  Sils 
Religión  Dominicana  puede  formar 
justa  ájueja  por  algunas  Proposición^ 
nes  de  la  Disertacteni  i.  Si  yo  he 
penetrado  la  DoBrina  de  Santo  To'^ 
rnas"^.  Quanto  deseo  convencer  en 
el  Punto  ; I.  tanto  querría  ser  con- 
vencido en  el  2.  Es  decir,  que  quah- 
to  intento  persuadir  hasta  ¡a  eviden-» 
cia ,  si  fuere  posible,  que  no  hein-i- 
juriado  á  la  Religión  Dominicana  ;i 
tanto  me  agradaría ,  que  con  la  mis- 
ma evidencia  se  me  demostrase  , 
que  el  Doóior  Angélico  ha  sido  raaí, 
entendido  por  mí:  que  sin  disputa 
es  su  dodrina  favorable  al  Misterio* 
Veamos  si  el  P.  Maestro  Osoiio  lo» 
convence.  El  Público  Sabio  vá  k  ser 
el  Juez  de  esta  viéloria.  Si  por  la 
fuerza  de  su  pura  y  luminosa  ló- 
gica perdiese  yo  mi  causa  ,  me  com« 
placerá  igualmente  el  triunfo  de  b* 


fe 


<  iS. ) 

verdad ,  y  el  honor  de  caer  al  im- 
pulso de  tanta  mano ,  y  permitiré 
se  me  diga: 

.  .Hoc  tamen  infeliz  miserám  sb* 
lab  ere  mor  te  m  : 

yEneíe    m¿igni   dextra    ca^ 
dis  ( § )  • 

PUNTO  PRLVÍERO 

SI  LA  RELIGIÓN  DOMINICA- 
na  puede  formar  justa  queja  poi' 
*-  algunas  Proposiciones  de  la 
Disertación  sobre  U  Con- 
cepción  de   Nuestra 
Señora  i 


Uando  la  Religión  de  Predí- 

^^'cadores.  propagada  por  todo  el 

Orbe  para  dar    en   toda   ííu  pureza 

la 


mmimmmmrmm0lit  »mm 


(S)     y£t2eid*  lOj 


!<<!«• 


la  Divina  Palabra,  no  tuviera  psra  no- 
sotros otra  cosa  qoe  ser  Obra. ^ de 
un  insigne  Español,  tan  esclarecido 
por  su  aicuña ,  como  ilustre  por  sa 
Santidad :  quando  no  nos  hubiera 
dado  mas  que  el  Tribunal  de  la 
Inquisición  ,  Atalaya  perpetua  para 
observar  las  quiebras  que  padece  la 
Religión,  y  para  repararlas:  quan- 
do no  Kos  hubiera  hecho  otro  be- 
neficio ,  ni  ofrecido  mas  dádiva  que 
ia  del  Rosario,  Patrimonio  propio 
suyo ,  y  Manual  del  Evangelio ;  to- 
do Español  la  debeiia  ser  afeéio ; 
todo  Fiel  la  debería  estar  obligado ; 
y  todo  Amante  sincero  de  la  me- 
jor Madre  la  deberia  agradecimien- 
to. ¿Que  tkulo  de  estos  no  excitará 
en  mí  la  misma  gratitud,  la  misma 
obligacron ,  el  mismo  afe^o  ?  ¿  Que 
reencuentro  he  tenido  con  este  Cuer- 
po Religioso,  que  borre  las  prime- 
ras impreiiofles  de  amor  que  se 
mp  hiderotí  desde    It  jiníancia  hkii 


I 


m 


fio*) 
«stos    Benefaftores      del    ünlvcrs© 
Chiistiano? 

Mas  he  aquí,  que  empeñan- 
do tanto  estos  títulos  á  la  estima- 
ción de  la  Reiigion  de  Predicado- 
reí  5  tiene  para  mi  poderosísimo 
atradiivo  que  embarga  mi  afcéio, 
y  excita  mi  admiración  :  lo  que  la 
Teología  debe  á  las  Vigilias  y  tra^» 
bajos  de  estos  Sabios.  La  Escolás- 
tica ,  nacida  entre  los  Griegos  en 
ínanosj  por  decirlo  asi ,  de  San  Juan 
Oamascéno,  que  alia  «a  el  siglo  8. 
Ja  puso  los  cimientos  3  reduciéndo- 
la en  sus  Libros  de  ía  Fé  Ortodoxa 
i  determinados  puntos  :  aumentada 
por  San  Anselmo  de  Cantorberí, 
iqoe  en  el  siglo  1 1 .  la  dotó  de 
su  estilo  agudo ,  sutil ,  y  didadico : 
aumentada  en  el  siguiente  por  el 
Maestro  de  las  Sentencias  ,  que  la 
enriqueció  de  Decretos ,  y  Senten- 
cias de  Padres;  llegó  en  el  siglo 
iOKicdiaio  k  tocar  su  pcifcccion  des- 
de 


T^ 


de  que  Santo  Tomas  sé  dedicó  a 
tratarla.  Desde  entonces  fue  una 
Disciplina  ^  qae  juntaba  con  admi- 
rable enlace  las  dos  luces  que  Diais 
nos  ha  dado  5  la  natural,  y  la  de 
la   Fe* 

No  es  esto  decir  que  en 
los  doce  siglos  que  lo  precedieron 
careciese  la  Teología  de  métoád. 
Sabemos  que  en  la  Antigüedad  nú 
faltan  Obras  que  nos  dan  el  Plan 
entero  de  la  Religión.  E\  Peda^o^a 
de  San  Clemente  Alexandrino  pasa 
por  un  Compendio  de  la  Moral; 
y  San  Agustiri  en  su  Manual ,  ó 
Enchiridion  y  muestra  quanto  se  de- 
be creer :  como  se  debe  enseñar, 
en  sus  Libros  de  Dodtina  Chris^? 
tiana;  y  en  sus  Exposiciones,  y  Ca- 
tcqueses  hay  un  bello  resumen  de  lá 
tncjoí  Dodiina,  Después  de  todo  es 
constante  que  á  Santo  Tomas  de- 
bemos ese  modo  conciso  de  decir, 
y  ese  método  Dialédico ;  que  expc^ 

lie 


i¡ 


•'l!(ii"<|i 


m 


:1»<í|||    "'■' 


fi€  con  claridad  los  términos ;  csfa* 
biccc  definiciones  y  divisiones ;  abre 
y  fixa  el  estado  de  lo  que  se  in- 
quiere ;  propone  objeciones  j  y  las 
desata  s  al  fin  exhibe  un  métoda  el 
mas  apto  y  proporcionado  para  es- 
ta Ciencia. 

Algunoi, menos  estimadores, 
de  la  Teología  del  Santo ,  juzgari 
que  debió  darse  menos  á  Aristóte- 
les ,  citarlo  con  menos  fceqücncia » 
y  no  ligarse  tanto  á  su  método. 
El  Dodo  Abad  de  Hoattevillc  eci 
el  hermoso  Discurso  Crítico^  que 
precede  á  su  Tratado  de  la  Religión 
Chíistiana  demostrada  pcjr  los  He- 
chos ,  desvanece  esta  preocupación  ; 
y  cree  que  no  hay  c^st  mas  úcll 
á  la  Teología  que  haberla  apropia- 
do ur-a  Dia!c¿lica  tan  estimable  co- 
mo la  de  Aristóteles ,  invención  de 
las  mas  ricas  del  espíritu  humano, 
#n  que  se  reduce  y  estrecha  á  cier- 
to s    capítulos  la  infinita   diversidad 

COfI 


con  €¡oc  rstiocinan  los  hombres* 
¿  Porque  no  podrá  la  Religión  usarla 
cen  provecho ,  haciéndola  desenvol- 
irer  los  sofismas^  y  las  incónseqüencias 
de  los  C©ntrario|^  Es  indisputable 
que  por  este  método  Dialédico  se 
han  puesto  límites  á  la  licencia  de 
la  expresión  tan  peligrosa  en  lo 
Dogmático  yj  se  ha  iñadido  el  ra- 
ciocinio k  los  hechos  Históricos  I 
alianza  sin  la  qual  no  hay  conven- 
cimiento ;  y  nadie  dexa  de  conocer, 
si  lee  al  Samo,  que  en  esta  parte 
es  incomparabie* 

Pero  confesémoslo  :  después 
de  la  edad  del  Angélico  Dodor, 
degeneró  mucho  la  Escolástica.  La 
inmensa  turba  de  Disputantes,  de 
loda  Tribu ,  Lengua  ,  y  Nación  ^ 
cuyos  escritos,  y  nombres  apenas 
son  conocidos  5  qaando  se  obscu- 
lecen,  y  borran  aun  en  las  mis- 
mas Escuelas  :  esos  Discurridores  ^ 
fluc  abundaban   de   ociosidad  ,  y 

vana 


,     I 


(24.  > 

vana  airiosidad ,    esusaron  la  corrnp^ 
don  del  gasto   de  los  baxos  siglos. 
Lejos   de    susccRtar  el  espíricu  con 
verdades  sólidas  5  no  le   ofecian  si- 
no  secas   especulaciones.   El   Abad 
Fleuri    (  9  )   ¡asegura  que  esto   na- 
cía de   que  se   daban   mas   al  sen- 
cido  es pí  ¡cual    que    al  litetal ,  por 
CJ    mal   gusto  del   tiempo,   por  la 
difícakad   de   entender   la    letra    de* 
\^   Escritura  sin   las   Lenguas   origk 
vétSy  y  por  no  conocer    la  histo-:. 
ria,  y   las  costumbies  de  la    Anxk 
quedad.  Se  limitaban  á  un  solo  Li** 
bro-  Qyerian  que  toda  la  Teología 
se  hallase  en  Pedro  Lombardo,  to-'s 
ció   el  Derecho  Canónico   en   Gra- 
ciano 5  y  toda  la   inteligencia  de  \i 
Escritura  en  la  Glosa  ordinaria.  Vi- 
vían estos  Teólogos  en  uu  tiempo 
en  que  elm^l  gusto  reynaba  en  to- 
llos los    Monumentos.   Romances  y 

His- 

-  (  cf )    Disc.  %, 


Historias,  Edificios  ,  Ornatos,  tó* 
do  era  grosero.  Los  títulos  magní* 
fíeos  se  prodigaban,  los  de  /rrr* 
fraaahle  ^  Magno  ^  Smtly  Ilumina'* 
Húy  Resoluto  ^  ZJnhcrsal  ^  Solemne 
han  engañado  á  la  PbsceridadrEl  es*» 
tfló  báíbaro  de  los  Escolásticos  ve-» 
íih'y  como  piensa  Luis  Le  Cen- 
dre (  10  )  5  de  que  no  cuidabart 
dt  las  Humanidades  ;  y  así  no  leiati 
fós  Aütoies  de  la  bell#  Latinidad. 
*^^  A'ddsuita  Fteuíí  f  íi  )^qitt 

ios  Mendicantes  fueron  los  que  em* 
peraron  á  poner  en  este  infeliz  es- 
tado á  la  Teología.  Su  rigorosa  pó^^* 
breza  n¿  les  permitía  comprar  Lí» 
hros  que  entonces,  porque  aun  no 
feabia  Imprenta ,  eran  bien  caros.  S0 
rida  a<3ivá  siempre  ambdariie  nofe^ 
daba  lugar  á  copiarlos,  como  los 
copiaban  los  Mbnges  seáentandi,^ 
(D )  eo» 


(  10  > 


Disc,  y 


r 


ron  rentas.  De  aquí  vino  que  aque¿ 
líos  ntievoJs  Teólogos  dieron  mu- 
cho en  raciocinios ,  en  sutilezas,  cu 
qüestiones  curiosas ,  que  se  podiari 
resolver  con  solo  el  talento  $¡a 
Icdura,  ni  examen  de  los  hechos. 
Por  otra  parte  los  argumentos,  tes* 
puestas  5  vanos  efugios  ,  casi  siem- 
prc  aseguraban  la  vidoria  á  los  que 
los  usaban.  Eran  mofados  los  que 
no  sabian  desembarazarse  de  un  so-» 
fi^ma,  y  los  que  arguian  con  la 
Escritura. 

Refiero  sofamcnte,  no  adop- 
to lo  que  juzga  Fleurí.  Pero  si  no 
es  cierto  que  los  Mendicantes  vicia- 
ron así  la  Teología;  es  constante 
que  Mendicantes  fueron  los  que  la 
reformaron,  la  restituyeron  su  pri- 
mitivo esplendor  ,  y  lá  subieron  al 
punto  de  mayor  estimación.  Estos 
fueron  en  el  siglo  i<5  los  célebres 
Dominicanos  ,  Francisco  de  Vic- 
toria,  Domingo  y  Pedjo  de  Soto, 


1^  muy  en  especia!  el  gran  Melchor 
Cano.  Este   insigne    Teólogo    nos 
pinta  d  estado   en  que  la   Teolo- 
gía  se   veía    á  principios  del  citado 
íiglo ,  principalmente  en    Alenriania. 
Todo  era  darse  á   discursos  fútiles, 
vanos    y  ligeros  ,  como  Niños  que 
juegan  con  canas  largas.  Aprovechó 
esta  ocasión  el  Demonio ,  para  que 
kvantase  la  voz  su  pestilente  Emi- 
sario Lutero,  con  tan  rápido  curso 
cjue  atraxo  á  sí  grande  parte  de  esta 
ínclita  Nación  ;  difundiendo  después 
su  veneno  por  otras,  con  tan  funesto 
estrago,  como  sabemos  y  lloramos* 
Emprendió    Cano    remediar 
este  mal ;  y  formó  el  alto  designiQ 
de  ensenar  al    Mundo  el  A^erdadera 
método   de    aprender   y  cnséfiar  la 
Teología.    Su  Obra  sobre  los  Luga^^ 
ns  Teológicos  es  inmortal.  Es  unf ' 
excelente  TaÜicá    Witxzxh    que   dk^; 
las  mas  seguras  reglas  para  poner  en 
^o    lis  atmáá  de  que  dct)e  valeí?^ 


♦c-ll' 


«I 


Jl  I 


1á 


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n 


r¡  ^'í'''.ii'i  I 


$c  el  Teólogo*  Qaantos  han  veni- 
do de.^piieis  de  él ,  si  han  deseado 
hacerse  nombre  eorre  los  Teólogos, 
s^e  han  visto  en  necesidad  de  aco- 
modarse á  este  método.  Los  que 
no  lo  han  imitado  ,  han  vuelto  k 
los  extravíos  que  en  los  siglos  de 
menos  ilustración    se  advertían. 

También  en  la  Teología  Mo* 
ral  debemos  á  Santo  Domingo  su 
reforma.  La  Teología  Dogmácico^Mo- 
raí  de  Natal  Alexandro  es  la  que 
recibe  el  M  indo  Sabio  con  mas  ve- 
neración. En  ella  se  explican  lo$ 
preceptos  de  la  Moral  Christianá, 
no  según  pensamientos  particulares, 
no  según  las  opiniones  de  esta  ó 
aquella  Escuela,  sino  según  la  auto- 
rjciad  de  la  Escricura  y  Tradición, 
és  gusto  oír  allí  hablar  á  los  Pa- 
dres; sobr^  todos  los  puntos  que 
conciernen  a  nuestras  costumbres* 
Véase  el  elogio  que  esta  Teología 
%  ASexandro  merece  á  los  Sabios 


en  plnma  de  Nieeron  (  ii  ) .  Dai* 
niel  Cóncina,  ese  grande  ^ntagonis'^ 
ta  de  los  Casuistas  relaxados  ^  es 
otro  Reformador  de  la  Moral.  Ba$- 
tsba  para  su  elogio  que  el  Sabio 
Bcnedido  XIV,  formase  freqiiente-' 
mente  sus  Decisiones  conforme  ú 
diélámen  de  este  Dominicano.  Bl 
amor  de  la  verdad  era  su  c^ú&ct^ 
y  por  ella  militó  toda  su  vida  (di* 
cen  unos  Literatos  imparciales )  co- 
mo Predicador  3  como  Historiador^ 
como  Jurisconsulto  ,  como  Teóloga 
y  como  Filósofo. 

Protesto  que  en  ambas  Teo^ 
logias  he  procurado  tener  por  Maes- 
tros áíos  que  he  citado:  los  he  vene- 
rado como  merecen  :  los  he  seguido- 
en  quanto  me  ha  sido  posible.  Si  el 
fíuto  no  corresponde  á  su  alto  Magis- 
terio, perdóriese  la  cortedad  de  tm 
mente,  por  los  esfuerzo^  de  mi   vo-» 

lun- 


(  n  )    Mcm*  t.  j.  pvijS 


^ 


4l|lí:|r||l 


I 


r 


1á\ 


! 


íuntad.  Pero  <  quien  se  propone  s6í 
guir  algún  Maestro  sin  especial  de- 
voción á  él,  y  á  quantos  con  él 
forman  un  Cuerpo?  ¿Como  serádes- 
zkáo  á  la  Madre  de  can  insignes 
Hijos ,  quien  es  tan  adiélo  á  estos  í 
gLa  misma  Disertación  que  se  com- 
bate, no  da  índices  de  mi  afeélo 
á  este  Religioso  Gremio? 

A  la  pag.  T  i  llamo  á  Ca- 
yetano insigne  Dominicano  :  ^^  !a  17 
doy  por  ridicula  y  por  digna  de 
Hpultarse  la  Historieta  de  la  impre- 
sión de  ciertas  llagas :  á  la  41  pro- 
clamo á  Santo  Tomas  por  el  pri- 
mero de  los  Escolásticos,  no  en 
el  tiempo ,  sino  en  el  nicrito:  aña- 
do que  los  obscureció  i  todos,  y 
que  con  título  igual  al  de  los  de- 
aias  Padres,  podía  numerarse  en 
esta  clase:  á  la  58  decesto  la  ma-^ 
Icdicenciade  Teófilo  lUynaudo  con-' 
tra  los  Dominicanos,  y  califico  de 
^^rdá^su  Obra 5  poco  antes:  a  tó 

^    7* 


5^4  vuelvo  i  llamar  á  Santo  Tomas 
Caudillo  insigne  de  los  Teólogos^  k 
la  75  rcconosco  que  en  el  aftdo 
foe  favorable  al  Misterio,  y  parece 
que  ad  lo  convenzo  :  á  la  91  lla- 
mo á  toda  la  Religión  sabio  y  res^ 
fitable  Cuerpo:  reconosco  que  /;^- 
€€  sH  mayor  honor  de  su  espeaal 
de)?ocíon  ¿  María  Santisimay  y  \m^ 
Jblico  que  si  en  otro  tiempo  recla^ 
mo  contra  la  Preservación  y  fke  por 
no  dexarse  deslumhrar  de  la  nor 
y  edad  j  cuando  aun  la  Verdad  n<f 
estaba  en  todaju  luz^j,  y  su  cah 
to  cerno  en  panales.  Añado  allí  qu^ 
jNierembergj  4í<w  en  aqudlos  tiem:^ 
pos^  dá^Donf^inicanos  Ilustres  Defen"* 
sores  del  Misterio.  ¿Todos  estos  ras- 
gos se  esperarían  de  quien  quiso 
injuriar  de  intento  á  la  Religión? 
Oigamos  ahora  la  acusación  que  me 
fcace  la  P^erdad  vindicada^ 

La  Disertación   á  la  pag-  -^ 
(£c€  así:  Después  de  todo  es  cierí§ 


1 


m 


<itii.iii 


^f  tos  Domtmcúnos  m  se  alista^ 
ron  en  esta  parte  baxo  las  F'ande^ 
ras  de  Escoto.  O  el  zslo  de  impug- 
nar la  míredad^  6  el  espíritu  de 
p-arttdo  5  o  la  emulación  contra  es^ 
te  imtgne  Teólogo  ^  c¡ue  empegaba  ja 
id  dmdtr  el  Orbe  EscoUsúco  ^  y  i 
disputarle  a  Santo  Tomas  ía  pre^ 
rogativa  de  mico  Catédtllo .  de  la 
''Escuela ,  hicieron  auc  fuese  vist9 
por  ellos  Escoto  con  menos  estim¿h 
'0áíf'  Jsi'  se  encendieron  í  comba^» 
Hfry\  ímpugnarh  y  aun  censurarh. 
•=^''  ia  V^erdad  \>indícada  decla^ 
así  cOntra  este  periodo:  Con 
Wa  propOiicion  ofende  en  parte  i 
%'Kcligion  Dominicana^  porejue  ha* 
^la  en  general  de  todos  sus  indi* 
"arduos  \  y  aunque  al  fin  en  la  pag. 
9 1  expresa  algunos  pocos  Dommi^ 
canos  ilmtres  Defensores  de  la  Opi- 
pión  Pia  ,  es  después  de  prevenir  f 
llamar  la  atención  del  vulgo  para 
njue  conserve  el  pernicioso  error ^i¡uaii* 


do  jut¿a  a  la  Kdigion  Lomiwún^ 
ndversa  al  Adisterio. 

Si  aquella  Proposición  ofen- 
de en  parte  á  la  Reiigion  Domini- 
cana, parece  que  hemos  de  distin- 
guir dos  partes  :  una  ofendida  ,  y 
otra  no  :  una  muy  sana,  y  otra  na 
tan  sana.  Qual  sea  la  mas  sana  ? 
no  sería  difícil  decidirlo.  Decir  que 
la  ofendo  en  parte  ^  porque  habh 
en  general  de  todos  sus  lndi\>iduo$^ 
no  lo  compongo.  Perqué  si  la  Re- 
ligión tiene  por  Agravio  que  la  ha^ 
^gamos  contraria  al  Misterio J  ¿como 
atribuyéndose  esto  en  general  á  to* 
dos  sus  Individuos ,  sola  una  pznc 
es  la  ofendida  ?  Mi  Lógica,  que  no 
«é  si  fue  luminosa ,  enseñaba  que 
«ale  ab  universali  ^cí  particulares 
aunque  no  a  particulan  ad  unher* 
salp  Pero  hablemos  mas  serios, 

•    *     Creo  que  decir  que  los  Do- 
^minicanos  no   se  alistaron  baxo  las 
Ik^anderas  de  Escoto  en  punto   de 
(H)  Prc^ 


i  fe. 


'tijiii 


<  34- )  . 

.Prpsetvacidn ,  que  en  esta  parte  lo 

combatieron ,  impugnaron  ,   y  cen- 
suraron (puesto  que   esto   sea  ver- 
dad  cOmo  ábaxo   demostraré  )  en 
nada   ofende   á  la    Religión    Domi- 
'nicanai  y  que  tampoco  debe  repu- 
tar agravio  ío   que  asegura   la   Di- 
tsercaciony  que   esta   vSagrada  Fami- 
lia, con    el  esclarecido  Caudillo  de 
,su  Doftrina,    no   favoreció  al  Mis- 
terio,. Pata  fondarlo  voyá  examinar 
ligeramente  tres  Puntos  :   i.  J Si  es 
poco  ventajoso  á  S.  Bernardo  (que 
,aqaí  ti^ne    igual   causa  ),  á    Santo 
Tomas ,  y  ^  '^^  Dominicanos  ,  ha- 
ber   sido    concratios    al   Misterio  ? 
..2.  jSi  caso  que  esto  les  fuese  poco 
ventajoso ,  yo  lo    podia  sin   agravia 
publicar?   5.¿S  1o  podia   publicar 
en  idioma  vulgar  ? 

Quando  yo  considero  á  aqu^r 
üós  Varones  de  Dios ,  tan  Sabios 
cpaio  Santos  5  oyendo  allá  en  los 
arrebatos  de  una  devoción  aun  nO 


1*iúy  bien  reglada ,  qué  se  intentan' 
dar  á  María  Santísima  unas  glorias, 
qüC  ni  se  hallaban  con  claro  apo- 
yo en  las  Escrituias :  ni  se  habían 
procíaníiado  por  aquellos  que  Dios 
destinó  Maestros  de  su  Iglesia :  ní 
íse  reconocieron  en  ella  en  tras  de 
Biil  anos:  ni  ocurrieron  á  las  men- 
tes mas  ilustradas  ^  que  en  aquel 
largo  espacio  tuvo  el  Chrinianismc : 
ni  autorizaba  la  Iglesia,  que  es  Ma- 
dre y  Maestra  de  las  demás ;  ni 
adoptaban  sus  respetables  Gefes;  esv 
toy  tan  lejos  de  concebir  *menos 
ventsjosamente  de  estos  incompa- 
rables Hombres,  que  antes  me  arre- 
bato en  admiración  de  su  zelo,^  al 
verlos  enardecidos  contra  una  nove- 
dad ,  que  nd  descubria  hasta  állf 
mas  fundamento  5  que  los  bochor- 
nos de  la  Piedad. 

Sé  que  estos  mismos  Sart»^ 
tos  nada  omiten  quando  ceíebraní 
otras  jüitas   glorias  át  lav  Señora  i 


*\  t, 


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■  lí"-: .  lili  I 


,*'ili 


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que  en  sus  plumas  se   ven  loi  cl0« 
gios  mas  cumplidot   que  ella    me- 
rece :  que  el   primero   en   sus  Ho- 
milías,  dice    quanto    quizá   no   se 
había  dicho    anees   de  él ,    de  esta 
Ma Jre  Virgen ;  y  el  segundo  en  sus 
Artículos  tira  rasgos   del  mayor  ho- 
nor hacia  la  Señora ,  como  empeña- 
do en  una  Profesión   que  podemor, 
decir   se    corscibió  para  propagar  el 
culto   de  la  Gran   Reyna.  Y  al  ver- 
los esforzados   en   no   conceder   la 
Preservación  del   Original    á  la  mis- 
ma que  era    por    otra  parte  el  ob- 
jeto   de   su  mas   tierna  propensión, 
me  afirmo   mas   en    decir    que   na 
Jo  hicieron  5   sino  por  un  zelo  que 
sería  temeridad  asegurar  que  no  se 
formó  al  temple  de  la  ciencia  y  la 
prudencia. 

Ese  mismo  espíritu,  que  en 
todos  los  siglos  de  la  Iglesia  ha 
suscitado  contra  la  novedad  unas 
descoíifianzas  dignísimas  de  los  que 


deben   ser  Depositarios  y  Defensd» 
res  de  la  reda  DoíSrina  ,  fue  el  que 
agitó  á   aquellos  Sancos,    Fácil  sería 
demostrar  en   la  Historia  de  la  Igle- 
sia, quanto  se   acaloraban  sus  Doc'» 
tores ,  siempre  que  saltaba  cosa  que 
no  venii   por   las   regulares  canalet 
de  h  verdad.    Aun  lo    que  ha   pa* 
recido   mas    ^anto  ,  y  mas  edifican*^ 
te   tuvo  sus  adversarios,  quando  no 
apat  ecia  todo  el  fondo  de  su  Sami* 
dad.  Se  sabe  que  el  Monaquismo^ 
tan  dtil  ¡a  la  Iglesia,  tuvo  al  prirtcí* 
pió  sus   Opositores  5    mas   por    éí 
zelo   de   que   este  nuevo  genero  d^ 
rida  ocultase  baxo  dé  su  bello  ex* 
terior  algún  veneno ,  que   por  odio^ 
í  estos   laudables  Institutos.    Suce- 
dió e^to  especialmente  con  los  Men- 
dicantes.  No  solo  Guillermo  de  Sé 
Amour  5   herido  justamente  ^n    sui 
excesos  por    los    dardos    de    Santd 
Tomas ,  y  San   Buenaventura  ,  foé 
clqac  declamo  contra   ellos ;  sind 


mmi 


p\     i 


firtuchos  ¿c  !os  Sabios:  que  M% 
sqüella  edad;  liásía  que  desengaña* 
dos  de  que  no  habia  peligro,  por 
h  luz  en  que  pusicion  á  estos  Ins- 
títiitos  aquellos  dos  Doétores,  An- 
gélico ,  y  Seráfico  ,  5e  reconoció 
que  no  era  proporcionado  á  la  Obra 
de  San  Amour  el  título  :  De  Pen^ 
mlts  novissimomm  temporum.  y.i 
í  Las  tres  Quí resmas  de   lo$ 

Montañistas  en  el  siglo  3  de  la 
Iglesia :  la  austefidad  de  los  que  se 
llamaron  Pobres  de  Leon^  en  el  tz  : 
las  sangrientas  disciplinas:  de  los  Fia-^ 
gelantes  en  el  i^;  ^  tt\  el  17  la 
hipocresía  de  Molinos" ,  vinieron  con 
tal  spsrienciá  de  piedad  5  que  de- 
mentaron á  muchos  de  los  prime- 
ros hombies,  hasta  que  exái«ina- 
das  estás  que  parecían  Jas  i^as  edí? 
pcantrs  piiótícas  ^  fueron  reconoci- 
das ifidüs  del  Fanatismo.  Era,  pues, 
laudabilísimo  andar  sien^prc  con  la 
tti\á^  en  k  mfino,ySüo  Bcmai:.'» 


ííío  usaba  la  del :  Flonor  K^£Ím  j^ 
ditium  diliatí, 

-^^  Por  éste  mismo  camino  se 

jnstifíca  el  procedimiento  de  los  Do* 
itiinicaoos,  quándo  se  opusieron  á 
la  Pieservacion.  Veian  que  el  Cati- 
dillo  de  su  Dodrina>  con  todo  sa 
afeito  á  la  Señora,  estaba  de  con- 
trario parecer :  veian  que  antes  de 
él.  no  hubo  Sabio  de  renombre 
que  abiercanaente  la  protegiese ;  y 
que  aun  los  mismos  que  después 
la  quisieron  hacer  valer,  empezaban 
con  tales  timideces  y  cobardías,  que 
-solo  la  dexaban  en  estado  de  qué 
se  pudiera  decir :  veian  ec)  el  trans* 
curso  de  los  siglos,  que  precedie* 
ron,  tanta  novedad  disflazada  con 
capa  de  piedad ,  y  que  al  fin  des*  . 
cubría  su  ilusión  5  y  opusieron  el 
escudo  en  que  suelen  quebrar  to* 
dos  los  ímpetus  de  la  singularidad. . 
Qaando  la  seqiicla  de  los  tiempo^  , 
dio  á  conocer  la  propensión  de  l| 


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(  40-  ) 
Iglesia  al  Misterio,  y  las  razones 
que  lo  fiindaban,  tuvieron  estos  .mis*» 
jpaos  Religiosos  el  honor  de  pospo- 
ner  la  Doíarina  de  su  Angélico,  i 
|a  conspiración  sagrada  de  Sabioi 
y  Santos  hacia  esta  singular  prerroga» 
liiva  de  Mana  Santísima.  ¿  Es  ácS'^ 
honor  acaso ,  no  abrazar  un  parti- 
do c]ue  aun  no  descubre  su  segu- 
jridad  ^  y  hacerlo  propio  desde  el 
|)unto  que  la  manifiesta  ? 

Pero  permitamos  un  ínstan- 
le  que  en  San  Bernardo,  en  Santo 
Tomas  5  y  en  la  Religión  Domini- 
cana fuesen  deslices  de  poco  ho* 
l>or  sus  contradicciones  á  la  Pre- 
Ki^vacion  de  Nuestra  Señora.  ¿  Será 
pov  C$10  injurioso  el  publicarlas,  J 
íiabrá  rozón  para  justa  queja  con* 
|j:a  el  que  las  publica  ?  A  mi  me 
iba  parecido  que  no ;  y  voy  á  ahorrar 
íkjuí  mi  discurso ,  porque  me  1q 
irpstea  -el  célebre  Lamindo  Pritanio, 
^pmbre  (jue^como  se  sabe^  ocuUit 

al 


al  do^e  Modcnes ,  Luis  Antonio 
Muracori  honor  de  nuestra  edad. 
Este  en  su  cckbradísiaia  Obra  de 
Moderátione  Ingeniorum  in  Rehgio^ 
nis   negotio   habte   en    esta  substan-» 

cia  (  13  ).  ^ 

No  se  ha  de  quitar  a  10$ 
Escritores  la  libertad  de  descubisc 
los  vicios  5  y  delitos  de  los  Mayo- 
res, aunque  sean  Prelados  Eclesiás- 
ticos,  Monges ,  Obispos,  Ordeneí^ 
Relmosas  &c.  como  sean  ver* 
daderos.  Conviene  que  los  hom- 
bres tengan  Diiedo  á  la  Cuna,  para^ 
que  así  se  abstengan  de  la  sober- 
bia de  dominar ,  y  deoiss  vidos  que 
infaman.  Es  cierto  que  en  todasí 
Profesiones  h^y  hombres  que  de* 
generan  de  ellas :  si  se  hubiere  pues' 
de  escribir ,  no  se  les  ha  de  adía- 
lar;  no  se  han  de  pintar  hombres?* 
distintos  de  los  que  fueron.  No  so 
(F)  ha 


III      ■■  h 


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í  JJ  )    iJlf*  %^o*^^ 


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(42.) 

ha  de  hacer  desde  luego  esto,  solo 
por  curiosidad  5  pero  quando  ya  soa 
.|)iiblicos  ,  quando  se  interesa  ea 
esto  la  causa  Pública,  quando  ya  no 
viven  los  que  los  cometieron,  quan- 
do no  es  por  venganza,  ó  ira,  ¿  por- 
j»  qe  no  se  han  de  decir  ?  Porque 
JTO  hemos  de  intimidar  á  los  demás 
para  que  no  los  imiten?  Los  excm- 
píos  de  los  Mayores  enseban  á  los 
que  vienen  después  lo  que  deben 
hacer ,  y  hacen  temer  !a  fama ,  que 
jperdona  tal  vez  á  los  vivos ,  quan-» 
do  no  se  ahorra  con  los  muertos : 
conocen  su  fealdad  baxo  de  imagen 
íagena.  Así  vemos  que  el  Cardenal 
Earonio,  hombre  tan  moderado,  nó 
disimula  los  vicios  de  los  Papas , 
Obispos  ,  Presbíteros  ,  Monges  ,  y 
los  pinta  con  los  mas  negros  coIot 
res,  si  los  han  merecido.  Lo  mis- 
$110  hacen  otros  célebres  Historiado- 
res, Aun  sucede  esto  con  los  de- 
foSos  de  Iq«    Sancos  Padres.  Pera 


todo  debe  ser  con  modestia ,  siÉ* 
desprecio  de  las  Religiones,  Institutos^' 
Profesiones. 

Habla  el  mismo  Lamín- 
do  (  14  )  de  las  calidades  que  de- 
ben tener  los  Censores  de  Libros, 
y  entre  otras  pide  tres,  que  son 
Justicia,  Caridad,  y  Prudencia.  Acer- 
ca de  la  Prudencia  dice:  que  es  fal- 
tar á  ella  censurar  los  Escritos  por- 
que en  ellos  no  se  sufren  ciertos 
títulos  dados  á  los  Autores ,  ó  las 
nimias  alabanzas  de  algún  Santo,  de 
alguna  Institución  Pia,  ó  de  algún 
Sumo  Pontífice :  que  se  falta  á  es- 
ta misma  Prudencia,  qaando  se  quie- 
re censurar  una  Obra,  porque  esta 
advirtió  alguna  cosa  menos  séíida 
en  los  Santos  Padres.  Añade  otras 
cosas  que  aquí  no  son  del  caso^ 
y  sigue  con  que  estas  censaras  son 
precipitadas  j  y  que  entre  otros  pe- 


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(44-> 

ligros  tienen  el   de  que  'os  cneflít-¿ 

gos  del  nombre  Catolice  toaien 
de  aquí  ocásién  para  decir  que  no- 
sotros tenemos  en  prisión  á  h$ 
mentes ,  aun  en  lo  mas  indifercn-í 
te;  y  qué  así  se  recrahen  los  Sa- 
bios de  publicar  Obras  útiles,  de 
inquirir  !a  verdad ,  combatir  errores' 
y  perseguir  abusos*  De  donde  nace 
que  muchos  que  podian  ilustrar  las 
mas  santas  verdades,  por  huir  las- 
imprudentes  Censuras  aplican  sti 
talento  á  la  erüidicion  profana,  cñ 
que  no  corren  riesgo  alguno ,  y 
$e  oficcen  mayor  tranquili  iid. 

PíOsigue  Lamindo  (15)  que 
siempre  es  conveniente  combutif  el 
error  >  y  que  es  disparate  juzgar  que 
no  hay  autoridad  en  un  Escíitor 
para  proceder  contra  un  Autor , 
aunque  este  no  ío  haya  injuriado , 
m  conocido  ¿  y  aunque  padcsca  su 

ftma 


<ll>    ¿^i2i^¿í 


-^4 


if»T' 


t4jO 
fima  fiterark.  He  aqt^í  sus  rm>víeü 
El  error  cunde  fácilmente  entre  losf 
hombres,  y  lo  adoptan:  es  pues 
¡nteresante  al  Público  saber  distin- 
guir lo  filso  de  lo  verdadero-  Lá 
verdad  es  .un  bien  publico  y  unn 
versal  dido  á  los  hombres  por  ll 
Divina  Liberalidad ,  y  tan  común  a 
todos  como  propio  de  cada  uno.  Na- 
die tiene  licencia  de  engañarme,  y  ha- 
cerme que  abraze  lo  verdadero  co- 
mo falso  5  ó  lo  falso  como  verda- 
dero. Quando  se  me  defrauda  este, 
noble  Patrimonio  de  la  verdad  con 
mentiras,  aunque  esparcidas  sin  cul- 
pa 5  y  solo  por  poca  cautela^ 
se  me  agrada,  se  me  injaria.  Me 
pertenece"  pues  volver  por  mis  bie- 
nes usurpados,  precaverme  del  error, 
y  pelear  contra  el  enemigo  de  la 
verdad,  sea  el  que  fuere.  Si  el  Autor 
va  publícame  nte  en  sus  Libros  con- 
tra ia  verdad ,  ya  esta  m  solo  es 
Ibien  mió  propio  5  siuo-  de  todo  ci> 


Km, 


''km 


Público;  y  paedo  lidiar  páblícamcn- 
te  por  ella ,  y  remover  de  la  Re- 
pública el  error,  que  basta  que  lo 
sea,  para  que  la  sea  pernicioso.  ¿Por- 
que se  me  ha  de  acusar ,  y  no  ala- 
bar,  de  ^ue  no  permita  que  mi 
Nación  se  engañe ,  sino  anees  que 
reyne  en   ella  la  verdad  ? 

Se  dirá :  que  estos  no  son 
«rrorcs  que  interesan  la  Fe ,  la  Re- 
ligión, las  Costumbres,  sino  mate- 
rias indiferentes.  Sea  así:  por  esto 
no  se  ha  de  desterrar  el  error?  El 
error  sea  el  que  fuere  me  daña  á 
mí ,  y  daña  á  la  República :  es  ma- 
to ,  es  enfadoso  engañarse ,  sea  en 
lo  mayor ,  sea  en  lo  menor :  es 
ínteres  de  todos  no  engañarse,  aun 
en  c^as  \  Ciencias  y  Arces  que  no 
ipasan  !á  raya  de  lo  natural.  Sean 
los  errores  de  poca  monta ;  el  des- 
tobnúo$  hará  mas  cautos  á  los 
Autores,  y  el  rezelo  de  que  una 
Ciuica  vigilante  se  puede  cebar  aun 


(47.  > 
tn  lo    menor  5  los  conteadrá    para 

no  deílizarse  en  lo  mayor.  Hasta 
aquí  Lamindo  Prkanio,  que  parece 
haber  escrito  para  mí  terminaoce- 
rnente  en  este  lance.  Pido  se  le 
consulte  para  que  se  vea  que  doy 
la  substancia  de  lo  que  él  nos  ofre- 
ce en  su  hermoso  estilo  Latino. 

Mas  por  qué  se  hace  esto 
en  lengua  vulgar?  ¿No  es  de  te-^ 
mer  que  el  vulgo  se  escandaÜze,  y 
conserve  su  desaféelo  á  los  que  se 
dice  han  combatido  el  Misterio? 
¿No  se  rebaxará  la  estimación  ဠ
los  Autor esj  particularmente  si  soa 
Santos  Padres  j  ó  Gremios  Religio- 
sos, por  cuya  buena  reputación  siem- 
pre se  debe  estar  ?  Estamos  en  lo 
5.  que  quise  decir  i  y  allá  voy* 

É$  constante  que  !á  Histo- 
ría  Eclesiástica  nos  ministra  á  mi- 
llares los  lances  en  que  los  mas 
respetables  Personages  se  desviaron, 
é  de  la .  icftitud   de  k  Tida  5  ó  de 


M 


ííilll 


/tl([i 


(4?.  > 
fe  verdad  de  la  Doáriní.  Ciñároos 
pos  á  sola  esta  que  es  la  del  ca-^ 
«o.  Se  snbe  con  que  dureza  habla* 
ron  los  Padres  de  los  tres  primea 
ros  siglos  en  punto  de  Trinidad* 
En  Petavio  tenemos  estas  locucio- 
nes. Se  sabe  que  San  Hilario  excu- 
só frivolamente  la  negación  de  San 
Pedro :  que  contra  expreso  testimo* 
mo  de  la  Escritura  dice:  que  Moy- 
ses  no  murió:  que  juzgó  criada  el 
alma  antes  del  cuerpo.  Se  sabe  que 
San  Epifanio  asegura,  que  estas  pa* 
kbras  de  Christo  :  Noli  me  tan^e^ 
re  5  fueron  dichas  á  María  Santisi- 
ma,  quando  consta  del  Evangeli©^ 
que  á  la  Magdalena:  que  el  mis- 
mo dice  que  Moyses  á  la  edad  de 
30  ^lios  pasó  con  los  Israelitas 
^1  mar  Roxo,  quando  consta  del  7 
del  ExóJo  que  fue  á  los  80.  Se 
Silbe  que  San  Gciónimo  no  admí- 
íia  irregularidad  en  el  Bigamo,  por 
matrimonio   que^  precediese  al  baths 


(4P-  ) 
tismo,  contra  el  sentir  de  la  Igfi?!» 
sia ;  y  que  San  Agostin,  aun  U9^ 
tando  ccirio  nadie  los  puntos  de 
Giaciij  adhirió  algún  tiempo  al  feof. 
lir  de  los  Semipclagianos.  Se  sabe 
que  San  Basilio ,  Sati  Juan  (Zihó^ 
tomo  5  San  Ciiilo  Alcxandrino ,  Saii 
Anfiloquio,  San  Proclo,  San  Má- 
ximo, y  algunos  otros,  aunque  afee* 
lísioios  al  decoro  de  María  Santí? 
sima,  hablaron  con  menos  circuns?* 
peccion  de  su  inmunidad  de  culpa 
aílual.  Se  saben  en  fin  mayores  des* 
Ikes  de  Doéliina  en  honibres  muy 
cspcílables.  ^i 

.,  Pregunto  :  .  quando   $e  c*f 

cribe  la  Hiscoiia  de  la  Iglesia,  $c 
debe  correr  un  velo  sobre  todo  eito  ; 
ó  pintar  á  aciuellos  Hombres  com« 
fueron  >  Creo  que  este  último  par* 
tido  ipman  todoi^  los  Sabios ;  y  que 
no  escrupulizan  hacerlo  en  idioma 
\fulgar;  No  solo  Ciciiben  esto  lo$ 
]^aron¡os ,    Pagis  ,    41^^ Sandros  JScCjr 


'i 


M     f 


.V        í  yo. ) 

cri  Tlatin  5  sino  los  Fleuríes,  CcüUe* 
res 3  Orsis  en  Francés,  y  en  Icalia- 
Do.  El  Cardenal  Pabvicini  publicó  su 
Historia  dd  Concilio  de  Trente^ 
y  expuso  en  ella  á  la  luz  de  codo 
el  Mundo  pasages  bien  escandalo- 
sos entre  los  Padres  que  lo  com- 
pusieron 3  y  que  al  entrar  en  aque- 
lla»  Venerable  Asamblea  no  des- 
nudaron los  dcfedos  de  la  huroa- 
tiidad  ;  y  los  expuso  en  su  idio- 
cia Italiano,  hasta  que  su  Con  je- 
suita  Juan  Bautista  Giattini  tradu- 
fo^  en  Lacin  aquella  Historia  pan 
extender  mas  su  leálura,  antes  redu* 
cida  al  recinto  de  solo  el  Tosca- 
no  ;  que  sin  embargo  torre  en 
este  mismo  idioma  con  aplauso  de 
los  que  siempre  aprecian   mas   los 

originales. 

^Quanto  nos  dice  el  grart 
Bosuct  eti  su  Obra  de  las  Variacio- 
nes, que  quizá  no  edifica  mucho?  Y 
^uanto  Jwas  ca  su  Defeca  dd  C/<- 


f0  Galicano  nodo  en  sii  vulgaf 
Francés ,  vertido  después  a  naestró 
Vulgar  Español.  El  mismo  Bosuee 
en  su  Conmonitorio  i  Jarieu  ,  f  los 
demás  Protestantes ,  recoca  aquellas 
mismas  locuciones  ásperas  de  \o% 
Padres  Antenicenos  acerca  de  la 
Trinidad,  que  andaban  como  en- 
capotadas baxo  la  bella  Latinidad   de 

Petavio,  f-:^"*-! 

V  para  que  no  dexemos  de 
decir  una  palabra   sobre  Controver- 
siaís  entre  Ordenes  Religiosas ,  que 
Sé   parezcan   á  las  que  hubo  sobrfe 
nuestro  Misterio  ;  nadie  ignora   las 
'dos  del  siglo  1 5:  entre  nuestros  Do? 
¿ísinicanos ,  y  Franciscanos :  una  so- 
bre si  la  Sangre  de  Christo,  derra-* 
^íjmada    en    la   Pasión ,    y    esparcida 
''"■en  la    tierra,  conservó  sü  unión  -al 
Verbo:  y  otra   sobre    la  imprcsioii 
de  Lbgas  k   Santa  Catalina  de  Si^- 
>4ia.   El  que   escribe  la   Historia  de 
j^^qucl  siglo,  habla  siempre  de  aqa¿* 


m 


X  JMtf 


Hos  raidosos  movimientos;  y  aña- 
de que  los  Franciscatios  lleraron  en 
ambas  él  partido  menos  ventajoso, 
y  los  Dominicanos  el  que  hoy  pre- 
valece. Paes  ¿parque  no  nos  será 
lícito  cscribif ,  que  en  la  Contro*- 
versia  sobre  nuestro  Misterio  tuvie- 
ron lof  Dominicanos  la  suerte  con- 
traria >  Volvamos  á  la  Verdad  vin- 
dicada* i^.  . 

Lleva  mal  que  la  Disertación 
dixese  qur:  el  z^elo  de  impugnar  la 
novedad ,  6  el  espíritu  de  partido  ^ 
6  la  emulación  contra  Escoto ,  Ai- 
cieron  que  fuese  visto  por  los  Do* 
minicanos  con  menos  estimación  \  y 
tnc  arguye :  que  si  fue  por  zclo , 
tro  pudo  ser  espíritu  de  partido, 
Hr  por  emulación.  Convengo  que 
m  mi  didámen  fue  solo  por  zel© ; 
y  por  eso  lo  pongo  en  primer  lu- 
gar. Convengo  en  que  si  fue  por 
Ee!o ,  no  fue  por  las  otras  dos  cau- 
cas í  y    me. acuerdo  de  la   Lógica 


\    K 


f  ^^ 


cbíCura ,  6  lumtmío.  que  ejstudié/f 
me  enseñó  que  la  Proposición  d?/|^ 
yuntha  no  es  copulativa  y  y  (|tit 
ésto  no  es  andar  a  neritas*  Mái 
como  por  la  Historia  sé  Ui$  icñK 
das  disputas  entre  ambas  Familias  | 
í>ara  que  los  que  no  tas  ignoráif^ 
ro  acusen  mi  restricción  á  la  prí^ 
mera  causa ,  pongo  las  que  otrcíl 
pueden  alcgat. 

-^  Y  en    verdad  estas  contierii» 

"das  llegaron  »1  mayor  punto,  ü^ 
dodo  Bcnedidinó  Anónimo,  qtli 
publicó  una  Obra  baxo  del  títulíf 
de  Cromdromo  ^  y  un  Augustiniana 
llamado  Miguel  Hoy  ero,  escriben  qué 
los  Dominicanos  estuvieron  en  in*. 
acción  acerca  de  la  Concepción^ 
fcasra  que  mcierto  Escoto  en  1508^ 
y  viendo  qac  se  propagaba  coii 
rapidísimos  progresos  su  Do(Srini 
por  la  adividad  de  sus  grandes  Diis¿ 
rípuíos  Maironis ,  Basolis  ,  Oka» 
Amtdio ,  y  otro*  57  <|uc  así  pciíi 
-  ^  d¡a 


'  '% 


35a  tíírcno  la   de  Santo   Tomas  a 
^i|ijkn  áiamctralmente  se   oponía   I« 
de  Escoto:  determinaron  cortar  es- 
tos progresos ,  y  dcsacredicar  lo  que 
enseñaba  Escoto.  Mas  hallándolo  bici> 
establecido,  les    pareció  que  le  po- 
dían abrir  brecha   por  lo    que  en- 
señaba   acerca    de    la     Concepción 
4e  Nuestra  Señora^  en  que  lo  ci:eiaii 
destituido   de    sólidos  ílindaoncntos. 
Así  empezaron  á  decir  que  la  Prc- 
jservacion   era  opuesta  á  la   Escrita- 
Ujá  los   Padres  5  á  ios  Concilios, 
y    se     multiplicaron    las    denuncias 
Cpnira  aquella    Doélrina.   Corre   la 
^uc  hizo  al  Papa  el  Dominicano  Ni- 
colás  Emciic  Inquisidor  de  Aragop. 
,  Siguió  así   la   discordia   hasta    quc^y 
como    testifica    el    dedo    Español 
Siuin  de  Scgo?ia  que  estuvo  presea- 
|c    al  GonGÜio   de   Basiléa ,  el  Do- 
fninicano  Jasa  de  Montenegro  pidió 
instantisimamentc  á   nombre  de  co? 
J^  ^y, Religión  á  aquel  Concilio,  que 


tonácnase  la  Prescifadon.  Sh  sir 
ceso  ;  pues  sabemos  el  Decreto  t}«5 
aquellos  Padres  expidieron  cohónbl 
de  la  Concepción.  ^        '"'^ 

No  sé  si  merecen  ft  estol 
Autores:  la  mereceríi  por  lo  me* 
nos  el  Dominicano  Jdan  de  Ccsá^ 
las,  quien  dice  (  i6  ):  que  acató* 
randose  con  las  freqüentes  lides  lité- 
rafias  los  ánimos  de  Domimcanoi 
y  Franciscanos^  hasta  el  léttívino  de 
arriesgarse  la  caridad  religiosa ,  jf 
romper  se  el  vinculo  que  únia  á  cs*5 
tas  dos  Familias»  rezclandose  quC 
fes  luchas  de  las  mentei ,  se  hicie^ 
sen  también  de  los  corazoricJ »  pues 
St  veia  que  Escoto  de  intentó  es* 
erivió  contra  Santo  Tomas;  contra 
Escoto,  Cayetano;  contra  Gaycta'* 
no,  y  Santo  Toaias,  el  Francisca* 
«o  Aureolo ;  contra  Aureolo  y  Es- 
cxjto  3  el  Dominicano  Carreoío  ;  lo^ 


i  i6)     Cánd.Lilij  !•  iJXi 


»•'  * 


(í- 


*  il!íl 


5;Uíno$  Pontífices  mandaron  por  Icy^ 
que  en  anclante  los  Uiqüisidorcs  no. 
grocediescn  indistintamente  ,  ni  el 
Dominicano  contra  Fíanciscano,  n^ 
^^^  contí^t  Dominicano  5  sino  pre- 
^Lsafüíe^uc  Dominicano  contra  Do- 
0>ííircaní]|  ,  y  Franciscano  contra, 
pmciscano.  Así  $e  precavía  el  mu^^ 
^u^  sinsabor  que  ya  picaba  entre 
|$ia?  Religiosos. 

^^  ,,  Nota  la  Verdad  sindicada, 
^11  contradicción  en  decir  que  el 
^l^clp  de  impugnar  la  novedad  mov¡4 
4  los  Dominicanos ,  quando  en  la 
pag.  61  dixo  mi  Disertación  que 
ya  en  el  siglo  15,  Alberto  Magno, 
f  Sao  Buenaventura  hacen  memon 
ji^  de,  la  opinión  Pia  ;  y  por  qoa» 
siguiente  en  principios  del  14  nQ 
pJdkton  los  Dominicanos  tener  por 
iiPYeciad  la  Sentencia  de  Escoto. 
2^,*  La  Disertación  previno  des- 
de el  principio  con  el  dodo  Papa  Be- 
jL^Jiít^  ^lY  y  cjac  5iwnq.ue  la  Fic^ti 


*w 


(  57-) 
de  la   Concepción    se  celebraba  ya 

en  algunas  Iglesias,  aun  no  se  lia* 
bia  examinado  la  Píeservaeion  con 
ci  contraste  de  la  disputa  ;  y  que 
Escoto  fue  ct  piimero  qiíe  ía  de* 
fendió  con  todo  el  rigor  de  la  Es- 
colástica; Es  decir:  que  para  qué 
se  celebrase  aqueüa  Fiesta  e*  a  ne^ 
cesario  que  ipuchos  Fieles  no  so- 
ló tuviesen  noticia  de  la  Opinión 
Pia,  sino  que  se  inclinasen  á  ella; 
y  que  ya  algunos  Teólogos  la  abra-» 
2;asen*  4 

Abrazó'a  el  ilustre  Martít 
Mereedario  San  Pedro  Pasqual ,  en 
un  hermoso  rasgo  que  tiene  en  fa- 
vor de  la  Preservación  5  y  casi  en 
términos  Escolásticos.  Pero  cooio 
consta  del  título  y  de  la  i.  parte  de 
su  Obra  ,  el  Santo  Mártir  de  mas  de 
70  años  empezó  a  escribirla,  del  ano 
fie  1300  en  adelante ;  y  por  con- 
siguiente casi  al  mismo  que  Esco- 
lo, la  Pbfá  como  escrita  en  prt- 


^é 


(5«.) 
sion  qo  pudo  muy  en  breve  pü» 
blícarse.  Escoto  pues,  así  por  es- 
to,  como  porque  dio  mas  exten- 
sión y  brillo  k  la  Doítr.na  de  la 
Preservación ,  es  reputado  el  pri- 
mero que  con  todo  el  rigor  de 
la  Escuda  la  sostuvo.  Y  la  nove- 
dad estaba  en  ver  á  este  Joven 
Teólogo  empeñado  en  defender  una 
Sencencia  que  hasta  allí  no  habia 
aparecido  con  tanto  esplendor  en 
el  teatro  de  las  Letras;  verlo  como 
la  promovía  con  todo  el  peso  de 
tazones  que  ella  pedia  i  y  como 
disolvía  lo  que  se  podia  oponer  ; 
¥crIo  al  fin  desafiar,  y  como  pro- 
vocar á  público  duelo  ú  los  que 
basta  entonces  veneraban  como  de- 
cisiones iíifalibles  las  Doélrinas  de 
Santo  Tomas,  cuyo  Adversario  así 
en  esta  como  en  otras  Aserciones 
«e  declaró.  He  aquí  como  pudie- 
ron los  Dominicanos  moverse  del 
2elo  de  la  oQvcdad^  como  yo  digo» 


{ 


(  Í9^) 
8   áel  éipírítu  de  partido  ^  6  cma¿ 
lacioñ  5    como   dirán    los  qoc  cre- 
yeren i  los   Autores  que  ya  cité* 
Un  Hábito  sagrado,  una   Profesión 
Religiosa    no  preservan    de  los  in- 
sultos de  esás  pasiones  que  siguen 
í   li    corrupción,  qut    induKO    ese 
pecado   de  que  defendemos  exenta 
i  la   Stñort;   y    cuya   gloria    pro- 
moivó  Escoto,  suscitado  p©r  Dios 
para  este  alto  designio;   k  mi  f^ 
reccr  cm   del  mismo    inodó    qut 
San  Cirilo   Alexandrino  ftic  suscita- 
do para  defender   su  Maternidad,  y 
San    Ildefonso    su   perpetua    Virgi- 
nidad, con  sotala  diferencia  de  ntíi 
lograr   hoy  la  Presert^acion  el  mis- 
mo  grado  de   infalibilidad  ,  que  hi 
©tras  dos  Prerogáti^as  de  María  Sat^ 

tísimái 

Para  que  en  lo  que  vam®$ 
k  decir  corrám©!  iin  d  embarazo 
que  la  f^erddd  \indiedda  x^qs^  po» 
tic,  ascguraiido  <|uc  ckW  tener  gr0» 


^m   ^ 


■  \^ 


jfAtc  h  Coíi.uícuc¡Qn,4e  A!cxjñdr6 
l^i>  4^^^  Parece  insinuar  el  2  Apro.- 
bántcy  quando  dice  que  este  Papa 
fmó'iÁdas  las  pHerUs  i  conferen- 
cw  y  dtspHtas  publicas  y  secretas^ 
ik  modo  que  los  Fieles  soh  se  ocu- 
pen en  la  Veneración  y  regocijo  de 
M  Concepción  en  gracia  y  y  el  que 
ai  fiíi  de  la  Obra  repite  el  P.  M. 
p.  de  que  pisé  13  Constitución  del 
P^^.cm  inconsideración  y  despre- 
<;ioi  será  indispensable  que  veamos 
^i  la  Constitución  ptohibc  tratar  de 
U  Concepción  de  Nuestra  Señora 
¿njos  téiminés  Cn  que  yo  he  erar 
tftíid.  de  ella. 

-.-^  ft  r  La  Constitución:  Súlicimdé 
tmnium  Ecclesidrum ,  después  -d^ 
ácctarar  que  U  Fiesta  de  la  Con^ 
cépcion  ,  y  el  Culto  que  de  la  Iglet 
sia  recibe  es  en  ti  sentido  mismo , 
cjuc  defiende  ia  Sentencia  Pia  ,  sigut 
4e  este  modo:  Et  msuptr\omnes^$ 
réngalos  qm  pr¿e futas  CmstitHnomv^ 


:j^él  Decreta  ita  per^ent  i  interpretaría 
0t  favorem  per  tilas. din ét  Semen* 
ti<e  et  Festo\  seu  eulttü  secmdtam 
ilhm  exhíbiio  fru^trentm ,  ^^el  c¡m 
hanc  eandem  Sentmúam^  Festum^ 
'$eií'  Qütum  in  (ü^putatiúnem  reW^ 
€axe  ^  aut  cmtra  ea'  é¡MO(ft^o  múd$ 
direíle  vel  irdireBe  ^  dút  sub  c^ua^ 
vis  pr¿e.texti^  5  e^iarfí  definibilitaús 
€Jus  €xaminand(t<^  sive  Sacram  Scrtpf 
iuram^  aut  Santos  Patres^  stve  Dac"? 
totes  glossandt  ^  Vel  interpretandití 
denicjuc  alto  ciuo');is  pretextUy  seté 
cccasione  ^  sctipto^  se^4  voce  loc^uii^ 
f Oficionario  tra[lare^  disputare  (  stcnf 
cion  )  contra  ea  cjuidqHam  determh 
fiando  5  aut  asserendo ,  et  insoluíd 
reÜncjuendd  ^  aut  alio  c¡uoVis  exea* 
¿itabtli  modo  disserendo  ausi  fue^ 
tint  5  pr^ter  plenas  et  censuras  C^c* 
Si  el  Papa  en  estas  elaui^tt- 
las  solo  veda  baxo  de  censuras  y 
otras  penas  3  que  se  diga  con  prc^ 
texto  alguno .  cosa  contra  ü  Scncciii' 

cía 


Ipi^ 


,v^l 


'II 
■  Mi 


kh  Pia :  contra  él  Culto  que  ella  de* 
fiende:  contra  lá  Fiesta  que  según 
tila  se  celebra:  contra  los  que  dispa* 
m\  en  contrario:  centra  los  que  dctcr* 
iiMnan  ó  afirman:  concra  los  que  por 
qualquicra  ocasión  traen  argamentof 
contra  lo  dicho,  y  los  dcxan  sin  so» 
lucíon;  ¿  habláráí  contra  quien  promue- 
ve el  Culto,  lo  en^^lza,  publica  la  ex- 
tensión de  li  Fiesta ,  exhibe  los  fiín- 
damcntos  de  la  Sentencia  Pia,  lof 
hace  propios  »  y  *  esto  príncipil- 
wcnte  endereza  su  Obra  ?  j  Contra 
d  que  trac  los  argamentas  con- 
tra la  Sentencia,  para  disolverlos,  y 
tespondcílos  con  qüanro  vigor  pue- 
ide  por  sí ,  ó  por  lo  que  le  han 
enseñido  los  Sabios?  4 Y  quien  de 
los  que  Iwbieren  leido  la  Diserta^ 
don  no  conoce  aí  ptimer  fspcfto 
que  este  há  ^ido  el  firt  de  toda  ella> 
¿Quien  ka  dicho  que  este 
pDíitíffcc^  ó  rtgunos  de  sus  Pre- 
ÍÍpceiore$^Ná  Sucesores  hs   vedado' 


escribir  en  fevor  del  Misterio  ?  Üiíí^ 
prohibición  de  esta  clase  se  ten- 
dría  por  tímida  y  cobarde  ^  com<i 
$1  desc©nfi«ra  qoc  expuesta  la  Sco- 
tencia  Pia  á  la  balania  del  examen, 
ie  hallase  minns  hahens.  Si  no  se 
veda  escribir  en  favor  de  los  át^ 
mas  Mistcrioi,  ¿por  cjuc  se  ha  da 
vedsr  hacerlo  en  fevor  de  la  Con- 
cepción 5  que  quanto  nots  se  i!us?* 
mre,  tanto  mas  terreno  gana  eii 
la  persuasión  de  los  Fieles?  No  es 
la  controversia  de  la  Pieservacioii 
de  aquellas  en  que  se  ha  pwesto 
perpetuo  silencio  por  ambas  partes, 
como  ba  sucedido,  entre  otiasvcon 
h'dt  Auxilip^  aunque  tan  mal  ob- 
servado. La  Iglesia  se  ha  declara* 
do  por  Us  que  adclantsn  los  fon» 
damentos  que  goza  la  Preservación^ 
hoy  ya  hecha  propia  por  toda  ella. 
Venga  el  Decreto  que  manda  que 
no  se  predique,  Ksbie,  ni}  escrtbíi 
en  favor  suyo.  Podrá  expedirse  al^ 


\\A 


i* 

T  ^1-    . 

^á  tez  igual  Decreto  ?  Pues  ¿qáe 
cíaridad  es  decir  á  todo  el  mundo, 
^ue  py0  con  incofi sideración  y  des^^ 
precio  la  Béa  de^  Akxandro  Vil  ? 
hú  se  vindica  la  verdad  ?  ¿No  cí 
tsio  rebatir  injorias  con  injurias;  y 
te'  que  es  mas  ,  injurias  imagina- 
rias con  injurias  ciertas? 

Permicáseme  ahna  una  rc« 
ftexion  sobíc  esta  mismí  Constita«i^ 
cion  de  Alcxandro  VIL  Antes  del 
pCíiodo  citado  dice :  que  casi  todos 
los  Obispos  de  fespaña  con  sus  Ca* 
bildos,  y  aun  el  mismo  Rey  Fe- 
liptr  IVypor  su  Embaxador  el  Obis* 
po  de  Placcncia  ,  le  han  expuesto^ 
cfTc  aun  después  de  las  Bulas  en 
íivor  del  Misterio ,  que  imponían 
silencio  a  sus  contrarias  ,  se  con- 
linuahan  las  disputas  contra  la  Pre- 
servación ^  privada  y  públicamente  ; 
interpretándolas  de  modo,  que  se 
ítusfr;iba  quanto  accrl-a  de  la  Con- 
cepción  I¿bian   dccreado  sus  Prc* 

dcce- 


decesDres ;  de  donde  nacía  que  auri 
duraban  las  riñas ,  ofensiones ,  es- 
cándalos 5  <^ue  procuiaron  impedir 
aquellas  Constimciones.  No  es  fácil 
rn  aquel  tiempo  designar  Escritor 
alguno  Español  y  ni  en  el  Qero  Se- 
cular, ni  en  el  Regular  que  com- 
batiese aquellas  Constituciones,  ó 
las  interpretase  sin  £wor  al  Miste- 
rio. En  aquel  siglo  ty ,  y  aun  ert 
él  antecedente  fue  en  España  muy 
constante  la  piedad  hacia  la  Preser- 
vación. ¿Quienes  focron  pues  los 
que  ocasionaron  estas  turbaciones  ? 
í\)eGe  ser  que  nos  responda  el  P, 
M.  Fr.  Juan  Marrinez  de  Prado. 
Este  publicó  en  i66i  un  Tratadí* 
to  corto  que  intituló  Moticta  Ve*" 
rldica.  En  el  dá  cuenta  de  los  Do- 
minicanos contrarios  al  Misterio ;  y 
traslada  palabra  por  palabra  dos 
Qüestiones  del  Cardenal  Torquema- 
da :  una  para  ¡probar  que  no  se  de- 
be cekbrar  la -Fiesta  de  la  Gon- 
^^  ( 1  )  cep- 


^'•Mi 


^i 


* 


(  6S.  ) 

ccpcion  :  otra  para  demostrar  qoe 
la  Señora  contraxo  el  Original.  La 
Inquisición  prohibió  el  Tratado.  ¿No 
se  podrá  decir  que  este  Tratado 
fue  el  que  ocasionó  los  escinda* 
los 5  tiñ3s,  disturbios,  que  delata- 
ron al  Papa,  el  Rey  de  España ,  sus 
Obispos ,  y  Cabildos  ?  El  Breve  de 
Alexandro'VII  se  expidió  en  8  de 
Diciembre  del  mismo  año  j  tiempo 
habia  para  que  el  Tratado  de  Mar- 
tínez de  Prado  se  difundiese. 

La  F^erdad  vindicada  nos 
dá  un  pasagc  de  su  Manual  Do- 
minicano, impreso  en  Sevilla  el  año 
de  I j 24,  en  que  se  manda  á  to- 
dos los  Religiosos  de  la  Orden  que 
no  cuiden  (en  mi  sentir  es  lo  mis- 
mo c]ue  no  traten)  de  la  Opinión 
menos  Pia ,  porque  no  es  msteria 
de  utilidad ,  y  por  otra  parte  es 
escandalosa,  por  tener  ya  de  su 
paTte  a  toda  la  Iglesia  la  Scnten* 
cia  Pia  j»  cuya  autoridad  ícgun  Sto* 

Jo- 


(  ^7-  ) 
Tomas  prevalece  á  ía  de  qaalqaicr 

Dodor.  Bello  pasage;  pero  pido  9C 
me  conceda  darlo  con  ün  poqui- 
to de  mns  extensión  que  la  que 
le  da  la  Verdad  Vmdtcdd^i.  Dice 
pues  ^%\ :  ^U  Ordo  Pr¿edtcatorum 
solitus  est  semper  SánEtorurn  doc*' 
trina  adharere  ^  smúmit  htícust^m 
(  atención)  opinionem^  {juod  B^  Vtr* 
go  fuit  concepta  in  ori^imli ;  sed 
jam  de  hoc  curandum  mnest^cnm 
sit  materia  mllius  miUtátis^  et  'val" 
de  scandalosa :  pr¿esertim  cum  tota 
fere  Ecclesiá  ( cups  usm  et  auEto-' 
ritas  secmdum  B.  Thomam  2.  2» 
e¡,  10.  art>  12.  pravalet  diEiis  Hie^ 
renymi ,  et  cupscumc¡ue  Docloris  ) 
jaiñ  asserát^  (juod  sit  pr^serv/traé 
No  $é  porque  la  Verdad  vindica^ 
da  9  quitó  las  clausulas  que  prece- 
den 4  las  de  sed  jam  de  hoc  &c. 
Ni  sé  porque  el  Maestro  Maitinez 
de  Prado  no  obedeció  á  la  Máxi- 
ma \m  rdigiosa  de  $u  Afanuah 

pera 


(  ^8. ) 
pero    sf  ya  con   qaanta   justicia  tCf»    \ 
clamaron  las  Iglesias  de    España  por 
d   remedio  de  estás  disensiones. 

No  dexemos  de  la  mano  k 
es^e  mismo  M.  Martínez  de  Prado  ^ 
que  hecho  ya  Ptoviücial  de  sü  Pro- 
vincia de  Castilla  en  i66í  presentó,  j 
íil  Rey  Felipe  IV  aqael  famoso   Me- 
morial, de   que    hizo    memoria    mi 
Disertación   á  la    Pag.    x5.  La  Ver*   j 
dad  \>mdicada   dice :    que   el    Me-   ' 
morial    soio   tuvo  por   inconvenicn-    ) 
te  el    igual  Culto   que    ya  tendrían ,  1 
en   el    Alabado  el    Misterio    de    U 
Eucaiistía  ,  y   el    de   la  Concepción 
unidos,  y  no    hizo  oposición  á  otra 
cosa  ,  ni  representó  otro  embarazo. 
Es    cierto  ,    que   alegó     aquel    in- 
convepieuce  5    que  ya  la  Disertación 
rebatió  con  sólida  DoíSrina  del  Do- 
minicano Natal  Alexandro  j  pero  no 
careó   canto   en    esto    la    mano;  el 
motiv^o   principal    de  querer   el   Pa- 
circ  Provincial  exentos  ¡x  sm  RcIh 


(  69.  ) 

giosos  de  decir  el  Alabado  al  prin* 
cipio  de  los  Sermones ,  era  por  $á 
contrario  sentir  k  la  Preservación^ 
Habla  el  Padre  Provincia!,  según  di- 
ce al  principio,  á  nombre  de  su  Pre-; 
Vmda ,  y  de  toda  sh  Keligton ,  y 
expone  lo  que  pido  se  lea  coii 
cuidado,  porque  convence  mi  ínterin 
to  hasta  la  evidencia* 

Lo  |:  ( habla  el  Padre  Pro- 
vincial con  el  Rey )  ,,  todos  los  Macsr 
55  tros ,  Leóiores  ,  y  Predicadores  dq 
5,  la  Oí  den,  tienen  hecho  juramento 
„  de  seguir  la  Do<Sfina  de  Santo  To^ 
55  mas  de  Aq^ino  ^  Angélico  Docftor 
55  de  la  Iglesia,  aprobada  por  Christo 
55  y  por  los  Romanos  Pontífices,  Con- 
gjCilioSg  y  Universidades^  é  innume- 
rables Reijgiones  y  Dodiores.  Y  k 
todos  los  íkligiososdeesta  Ordep 
les  está  mandado  repetidas  veces 
por  sus  Capítulos  Generales  ^  que 
55  en  todo  sigan  á  Santo  Tornas^  y 
^>cn  nada  se  apareen  de  sa  Doélrina^ 


j 

'  '^^Nil 

"'  M 

1 

f  70«  ) 
i>  y  así  $e  guarda  inviolablemente  :  j^. 
35  a  quien  lo  contrario  hiciese  le  cas- 
¿>  tigarian  con  penas  gravísimas  de  pri- 
53  ración  de  grados  y  oficios,  y  otras 
33  cosas  seítíéjantes.  Todo  el  naundé 
53  sabe  (  afenci$rt )  que  el  Angélico 
jjjDodor  Santo  Tomas  lletfa  la  Op¡- 
jjHion,  porque  en  su  tiempo  se  jtáz- 
35  gaba  conforme  á  la  Escritura  ,  y 
35 común  de  los  Santos^  y  tan  re- 
^,  cibida  que  el  Sutil  Do<Sor  Esco- 
^5to  de  la  Orden  de  San  Francis- 
:33CO  dice,  ser  entonces  !a  común; 
3jyelSer¿fíco  DodorSan  Buenaven- 
35  tura,  Do<aor  de  la  Iglesiaj  y  Car- 
33denal5y  General  de  la  misma  Re- 
jjligion  de  San  Francisco,  dice:  que 
ij3  ni  safec,  ni  ha  oido  decir  que  has- 
35  ta  su  tiempo  nadie  enseñase  lo  con- 
33iraric%  Y  por  esto,  y  otros  fun- 
:„damentos  Santo  Tom«s  se  inclinó 
53  a  estfl  Opinión,  y  le  han  seguido 
33  sus  Discípulo?,  que  muchos  de  ellos 
:^^on  Santos»  y  Doáorcs,  y  PrcU» 

lado$9 


d» 


Jalados  )  y  Maestros.  Y  por  esfú  U 
53 Universidad  de  Salamanca,  quando 
^,  hizo  juramento  y  ley  que  ninguno 
pudiese  ser  graduado  en  aquella 
Universidad^  sin  que  primero  jurase 
_  llevar  y  defender  !a  Opinión  Piadosa, 
55  exceptuó  con  cláusula  expresa  á  los 
55  Religiosos  de  Santo  Domingo,  "if 
j^así  en  Salamanca,  y  en  Alcalá  son 
53  admitidos  í  los  Grados ,  y  Cátc^^ 
55dras5$in  obligarlos  á  llevar  ni  $en- 
jjtir  la  Opinión  Piadosa,  Pues  si  ni 
55  la  Iglesia,  ni  las  Universidades,  que 
^5  hacen  este  juramcntOj  obligan  á  los 
35  Dominicanos  Diicípuios  de  Sto  To- 
55  mas,  á  que  en  este  punto  se  aparten 
55  del  sentir  del  Santo :  no  $e  des* 
55  cubre  modo  como  en  el  estada 
35  presente  pueda  el  Provincial  obli- 
55  gar  á  sus  Subditos,  4  que  interior? 
35  mente  tengan  por  cierta  la  Opinión 
55  contraria.  . 

Añade  :  que   ni   aun  se   les 
puede  obligar  á  que    digan   la  fóí^ 


^■1 


inu!a  del  Alabado^  y  queden  inte* 
nórmente  con  su  Opinión  y  sen- 
tir contrario  ;  porque  decir  con  la 
boca  lo  que  no  se  tiene  en  el  co- 
raron, es  fncmira,  y  simulación;  y 
siendo  en  materia  tan  grave,  y  en 
^í  Pulpito,  y  enseñando  al  Pue* 
Blo ,  es  pecado  mortal.  Y  ni  Diosj 
Bi  la  Rey  na  de  los  Cielos,  cómo 
íií^dre  de  la  Verdad  y  Sabiduría 
c'terna,  pueden  darse  por  servidos 
de  esto. 

No  lleva  bien  la  V^erdad 
Sindicada  que  la  Disertación  pag; 
Iti  dixcse,  que  el  Cardenal  Cayetano 
en  su  Tratado  contra  U  Concep* 
cien  parece  un  poquito  agitado  del 
espíritu  de  partido  :  juzga  que  rsta 
Proposición  es  muy  injuriosa  al  Car* 
éfnalj  j  a  toda  su  Keligien. 

E!    Cardenal    Belarmino   en 

«na  Congregación,  tenida  en  presen* 

tia  del     Papa     Paulo    V.   en    i6íj 

accfrca  de  la  Concepción  5  cuyo  Ori¿ 

"••  -  ginal 


tm  > 

pm\ ;  Ibe^Tcmkidp  al  Rey  Felipe  m 
de  Roma,  á  Madrid ,  dixo  que  ha* 
biendo  leido  con  cuidado  á  lb$  Pa^ 
dres5>y ^.AA.  Eclesiásticos  que. citan 
contra  h  Preservación  Torquemada , 
BanáelÍT^uy t  Cayetano ,  apenan  halla- 
ba alguno  que  convenciese,  Hipólito 
Marracci  escribid  V  un  Opúscub  que 
intituló:  Fides  Cajetami  en  clin* 
tenta '  probar  que  quantos  ^  lugares 
de  Padres  alega  este  Cardenal  con- 
tra '  la  rConcepcion^  están  corruptor 
y  viciados ;  y;  como  el  mismo  Gac- 
dettal  confina  que  los  compiló  de 
ks  Obrase  de  Bandelli  ,  es  preciso 
que  virricserí  con  todo  el, vicio  qc^ 
en  est€  Esciitor  tenían  ,  de  quien 
dicen  Egidio  .  de  la  Presentacions, 
Nieremberg ,  Tirso  Gopzales,  y  Al- 
ba ,  que  merece  poca  féi  y  que 
en  su  Obra  contra  «la  Concepción, 
ií^iterpoae  ,  /supone*,  yi- mutila  ^auto- 
ridades de  Escritores.  Valga  esto 
lo  que  valiere.  Quizá  ^  c&tos  Auto- 


.*! 


0 


tts  mcitccn  también  poca  Kf^  pé* 
fo  la  merecerá  d  gran  Cano,  quien 
dice  (  17  ):  que  Cayetano  c$  po* 
co  tenaz  de  la  antigua  Ti  adición  ^ 
y  poco  versado  en  la  lesura  de  loi 
Santos,  Pero  estos  Hombres  dicert 
«nicho  mas  que  yo :  y  yo  solo^ 
llevo  por  todos  la  mas  negra  ca- 
lific^ion^  •  -'      V  \    ' 

'-^  ;'  í  Continóí  la  l^erdad  yindi* 
<adú  en  manifestar  las  injurias  que 
fcago  á  la  Orden ;  y  reflexiona  que 
citando  á  los  Cardenales  Torqucma* 
da  y  Cayetano ,  y  ;  á  Monzón  con-. 
Ira  la  Concepción ,  y  éiiwtitnd^ 
ton  especial  cuidado  (jue  son  D^mh 
tiicanos ,  quanio  nombro  a  Catmk 
no  íjuf  presento  4I  Concilio  de  Tren^ 
$0  un  Tratado  en  fa)^or  de  la  Com 
4(pcion  ^  no  advierto  ^ue  es  Gomiif 
micano^  ni  le  ponga  Fray;  de  mo^ 
"do   ijue  guando  refero  suceso  ad)fer^ 


iai  )    Di  loas  L  7tff  jf# 


mf  jr  %«^  fueda  rebúxár  t^émm 
dt  su  Religi&n  y  prevengo  la  atem 
eton  cm  la  adpertencia  de  eftie  es 
de  Savto  D^mmg0  ,  y  (juando  d 
lance  es  dt  jloria  y  honor  i  se  edU 
h  Tk^mmcOy  j  hasta  el  A^tsyn^ 

0CHlia.  V 

jQiiicn  ccycra  que  sobre  ta* 

Itt  menudencias  se  fabriquen  los 
motivos  de  mpriaSi  ef«e  provocan 
í  una  justa  ^ueja  y  fundado  scn^ 
iimiemo'i  Pues  así  se  estampa.  Veo 
en  U  cdídoTí  de  Anvers  de  15^7 
este  rfeilo :  Úpuscula  $mnia  Tho*- 
md  de  Vi$  CatdinaUs  C¡7*c.  En  U 
de  París  de  1740:  R.  P.  Natn^ 
lis  Alexdndri  Historia  Eeckstasttca 
Crr.  En  It  de  Pm$  de  17^0:  Di^ 
tionairt  TJnhersel  ^  dogmanque  &c% 
Por  U  R.  P'  Bjcard^et  antros  Ke^ 
Ugieuk  Dominicains  &c.  En  la  de 
Madrid  de  17^4:  Mekkions  Cam 
£pis€^pi  Canartemis  Opera  &€.  Pr^^* 
fátime  íMstat  Prolog  Galiati  ilhok 


h*"  !^-^- ''' 


maté 


WÉtd  <¿  P^  Hiacinm  Sérry  tSJ^.  B» 
estas,  y  eo  innamerables  mas^  te 
leo  ■€l  Fm;?,  yvporque  no'lo  pon- 
go' á  Ambrosia  Catarino,  jmtá  aae^ 
ja  yfunditdosemimknco.  "       » 

H  {¿iiCofífíííso^  pues,  que  sin  la 
menor  malicLi  dexé  sin  Fray  al  doc- 
íó  Catarino.  Pero  ahora  reflexionan- 
do sobre  la  cosa ,  me  parecía  que' 
sin  injuria  pude  quitárselo;  porque 
veo  que  Fr«  Juan  Cásalas,  aquel  in- 
T¡¿lo  Campeón  que  la  Religión  Do-* 
minicana  opuso  para  cerrar  la  mor- 
daz boca  de  Pedro  de  Valleclausaj' 
y  debelar  á  este  osado  Goliat  que 
la  provocaba,  llama  á  Catarino  (i8): 

*rRA'NSFUGA,   ENEMIGO  >,  DESERTOR  CjUe 

pasó  'al  partido  opuesto  ¿  la  Reli-^ 
gioii  Dominicana  ,  c^ue  desamparó 
las  tradiciones  paternas ,  cjae  se  ar< 
ihó  contra    sm   domhticos  y    her* 


mamSj 


<(    lí    ) 


Candor  Lilt4  §•  jSi,  «ir. 


mitnúSy  ENGAnADOR  v  f'  (ju¿  for'i$ai 
esto  mereció  $er  herido  con  ray&i 
Pontifctos.  El  Sabio  P.  Richardy  y 
sus  Compañeros  Domit)icanos  en  et 
Artículo  correspondiente'  a  Cacaíl- 
no  de  511  e?timab!e  Diccitfkrio  de 
Qemia^  Edesiistkas\  dicen  que  Frl 
Bartolomé  de  la  Espina,  Maestro  del 
Sacío  Palacio.,  lo  períi^uió;  y  que 
sabiendo  que>  el  Papa  lo  iba  á  há¿ 
cer  Obispo  de  Minori ,  oso  présela' 
tár  contra  sü  hermano  un  Memo- 
lia!  al  Papa  en  que  lo  íicasaba  (i¿ 
contrario  á  ía  Fe  ,  y '  de  mas  dé 
cincuenta  errores;  pero  que  ios  Lé-^ 
gados  del  Papa  en  el  Goncüio  de 
Trento  íe  escribieron  no  se  de^# 
se  su  Santidad  prevenir  concrn  G# 
tarino  por  el  P.  E<;pin3,  y  que  el!5l 
respondían  por  la  conduda  de  aquefr 
Teólogo.  Añaden  estos  Fráuccí>^^t 
Dominicanos:  que  Catarlno  no  ha 
hechd  Discípulo  alguno  ?é4l  4a  Or^ 
dcn^  y    q^c   sus    diíiaaic 'Cs    son 

VÍ5- 


k 


k        * 


ViltOS^oiAO  contrarios  á  San  AgOf» 
tón,  y  Santo  Tomas:  que  era  maf 
Ubre  I  y  atrevido  en  su$  Do¿lrina$: 
qtte  no  se  cmbarawba  en  apartaf* 
se  de  las  Opiniones  comunes,  por 
abrszar  las  suyas,  y  sostenerlas  con 
ardimiento.  Pero  ya  tengo  la  com* 
flacencia  de  que  el  P.  M.  Oso* 
fio  vuelva  á  recogerlo  í  casa  ,  f 
tratarlo  con  el  honor  que  can  do^o 
Arzobispo  merece. 

Mucho  se  ¡rrka  el  P.  M* 
Oiorio  de  los  dos  Chistes  que 
«puntó  la  Disertación ,  sobre  el  di» 
cho  de  un  Maestro  del  Sacro  Pa^ 
Jacio  de  la  pag.  i<5»  y  sobre  ei 
de  It  1 1  del  Energúmeno/Por  elloi^ 
dice,  que  mcrecia  la  Disertación 
5cr  delatada  al  Santo  Oficio  para 
que  se  borrasen  de  una  Obra  seria 
«11  horor  de  María  Sancísi«iu.  •  ^^ 
í4:?!;g  JEn  los  Libros  de  Cicerón 
&  Oratére^  quiso  mi  desgracia  que 


(    w'   ¿"  \)  t%       v-'>í«M  '>  V 


if:i       Jt¿  'J>«b¿s 


>  'i'^    ¿/ 


kftjít  tsñ%  prfabfas  {  if  *^:fQj5íí 
plañe  Oratüris  mo^fere  ristém  ^  yd 
4]mdip5a  hiláfius  beney?$Untiam  C0rf¿ 
aliat  ei  p€r  (jtícm  txcitata  est^  yd 
^uod  admiTániur  omnts  acumen  Hn0 
íéepe  in  Virh$  poshum ,  máxime  res^ 
fondenüs  ^  nonnum^uam  etiam  lá^ 
cescentis:  Vcl  fuod  frangit  aiverf 
tartum^  <juod  ímpedit  y  quod  eley^ar^ 
ijíiod  dcterrtt^  ^md  erudimm^  ^húÍ 
mbafmm  :  máxime  quod  tristitiam^ 
4C  severitatem  mitigacy  n  reláxate 
j$diosas(\uví  res  sap$  quai  arfumen^ 
lis  dilui  facilt  non  tst  y  joco  ri^ 
-síi(fut  dissohit :  y  con  imptudcnca 
^me  dexé  llevar  de  itt  didámci^^ 
persuadido  qjtic  aun  en  lo  mas  se» 
lio  podían  tener  lugar  las  jocosi* 
edades  >  sin  advertir  que  alli  no  hs« 
bla  í  Giírcron  en  términos  de  Diset^ 
iaciones  Teológicas*  Siento  pues  h^ 
bermc  engaiado*  Si  el  P.  M.  gustas 


i  19  )    L*  %•  di  Orat.  n.  5S« 


m] 

ii  ., 

i 

' 

f  '1 

■  illl 

:3 

iquc  se  bdnén  aquellos  ehtstey-.^írf 
cfic  vaiga  para  escasatios ,  quc^los 
Maestros  del  Sacro  Palacio  no  cs^ 
tan    por  sü    aleo     miíiiscerio    libres 

de  pasiones '5  <^<^^o  r^c^s  tx>  dice  d 
cxcmplo  pmq  ha  alegado  del  P.  Es- 
pina contra  el  gran  Catarino;  yel  d4 
P*  Ray mundo  Caprsuccbi ,  también 
'  aestío   del  Sacro  Palacio 


5  contíi 

Hipólito  Marracci  en  igual  punc^ 
áe  Concepción  i,  coma:.  ve?á  el  cu-^ 
^ioso  en  justo  Smcero  de  CastrO" 
*^ei  tñSiv  Furor  diaboli^.  Sin  qiic 
-Ésmpoco  valga  que  el  caso  del  R^ 
M.  Fvé  ^V^kcnte  Cándido,  que  citó 
Ja  Disertación^  tiene  por  testigo  de 
vista  y    oida  al   referido  ;4\teract¡^ 


«con  qiueíi 


iOy  y  qoien 


lo  10 


íére  en  sus  Escritos^*^  sin  que  ná- 
<líe  lo  delate.^  Véase  el  Tratadito 
StilU  iríjmiartim  del-  mismo  J«í- 
to  Sincero  de  Castro feU  Cap»  8.üs^ 
te  Marracci  mertce  muchi  fé,  co- 
mo nos  lo  asegura  d  -P.  M.  O. 
>i  •  ^   . ,♦  ---v.v    *i''-  '^    *t^^     \qUanr 


f  8i.  í 
cjÉtanilo  hzto  de  su   palabra  nos  di« 
rá    abaxo    lo    del    Monasterio    de 
Loeches  en  Toledo. 

Digo  también  que  no  creo 
baya  Diablos  Tomistas.  Sé  que  es- 
tos infelices  Espíritus  no  se  han  de 
agradar ,  ni  usar  de  una  Dcólrina 
como  la  de  Sto.  Tomas ,  que  tan- 
%o  les  perjudica  5  daña ,  y  desacre- 
dita. Ni  aun  creeré  que  haya  To- 
mistas Diablos,  por  mas  que  en  el 
P.  Alba  leo  cositas  que,'  si  fueran 
ciertas ,  lo  podian  persuadir.  Gree- 
lé  solamente  que  aquella  jocosidad^ 
si  se  fraguó,  como  es  verisímil, 
prueba  la  común  persuasión  de  que 
los  Tomistas  no  favorecían  al  Mis- 
terio i  y  si  acaso  el  Demonio 
habló  ,  fue  por  burlar  la  tibieza  del 
Exórcista.  Á  manera  de  lo  que  re- 
fiere festivamente  el  Erudito  Franceí 
Funcisco  Charpentier  en  un  dono*» 


i 


íl 


Mi 


(  8Í.  > 
t^  Epigramma  (  ao  )  •  En  uríaipa« 

labra,  oías  íon  graciosas  relacio- 
nes que  no  tienen  derecho  i  U 
creencia,  5Íno  á  la  risa,      ; 

No  le  parece  bien  al  P.  M.  O. 
que  yo  come  especies  de  las  Actas  dt 
los  Eruditos  de  Lftpsic ,  porque 
estos  Eruditos  son  Luteranos^  á  quie- 
nes yo  ciiándolos,  lo*;  autorizo, 
escando  prohibida  su  Obra,  como 
lo  está  la  de  ¡nmunitate  Cyriaco* 
rum  de  Pedro  de  Valleelausa,  á 
quien  también  cito.  Pero  si  yo  ten- 
go ficulcad  de  leer  Prohibidos ,  si 
he  leido  las  AíSas  en  la  compi- 
lación   que  de  ellas   se    ha    hecho 

des- 


'    'V!'! 


(  20  )     Fm€  Koch  di  son  froc 
bride 

£xorcissoü  un  Passede 
Le  Diorble  a  I  mtant  parí  du  gite 
Redüídtant  moins  en  frere  Roch 
La  piiissance  de  í  eau  bentte 
¿hit  la  piánteur  di  son  froc. 


(  Sj. ) 

ücspoes  3c  expurgadas  de  lo  nocivo ; 
5!  no  he  usado  las  especies  suyas 
contrarias  á  la  Religión ,  sino  las  in- 
diferentes :  ¿  en  que  las  autorizo  ci- 
tándolas ?  Digo  lo  mismo  del  Li- 
bro de  Valleclaosa  ,  y  añado:  que 
como  el  P.  Fr.  Juan  Cásalas  lo  ia- 
ceria  todo  en  5u  Candor  Lilij  ^  si 
me  es  lícito  leer  al  P.  Cásalas,  me 
es  indispensable  leer  á  Valleclausa 
tlli.  Mas  que  todo  esto  vale,  que 
yo  siempre  detesto  las  ridiculas  y 
malignas  historietas  de  Valleclausa^ 
como  !o  publico. 

La  expresión  ( hsbla  la  Verdad  vin- 
dicada  )  que  puede  furdar  el  masjmo 
y  mayor  serjtimiento  de  los  Dorntrnca-- 
nos ts  decir:  que  todos  han  sido  de 
stnjtir  contrario  al  Misterio  \  porque 
ellos  partidos  entre  sí^  abrazaron  unos 
con  piadosa^y  efcat.  resolución  la  Sen- 
tencia Pia^  y  oíros  la  centraría; 
pero  con  igual  empeño  en  todos  ¿ 
descubrir  la  >erdad*   L^s    Escntoi 


1,     ,.,'", 


írff  7(fí  ífue  defienden  In  ConeepdíA^s 
en  Gracia. ,  y  los  Escritas  de  acjue* 
líos  (jue  la  negaron^  son  la  prueba 
eficaz^  de  la  verdad.  Aates  dexaba 
dicho  ^  cjae  la  fiel  relación  era  de* 
u:tr  :  ^i^e  partidor  en  coros  -ópuest&s 
ios  Dominicanos ,  unos  defendían  la 
Opinión  Pia^  otros  eran  de  sentir 
contrario  ;  unos  interpretaban  al  Doc¥ 
tor  Angélico  en  sentido  favorable  i^ 
^tros  en  sentido  opuesto.  Ellos  entre 
sí  se  apretaban  unos  á  otros  en  /¿fj 
disputas^  y  aun  se  hacían  pedazjos 
por  ser  cuñas  de  un  mismo  arboU 
Con  esta  expresión  ¿¡uedaba  destruí^ 
do  el  error  Vulgar  ,  y  parece  cjue 
se  llenaba  la  relación  de  las  ais^ 
futas  sobre  el  Misterio  en  orden  ¿ 
los  Dominicanos. 

Antes  de  emprender  disca- 
sion  mas  prolixa ,  podría  despren- 
derme de  esta  que  se  dice  ser  U 
mayor  cfueja ,  con  remitirme  á  la 
Di^criacion  que  jamas  ha  dicho  que 

todos 


(ts.) 
fúdos  los  Dominicanos  eran  cbntr^- 
ios  al  Misterio.  Ha  exceptuad*)  a 
/arios  por  estas  palabras :  ■  A^^i^  ¡0 
Domimcanos  tenían  ya  otré  lenp^é- 
ff ,  dice  á  h  pag.  ij  :  y  á  la  S^t 
repite,  ique  solo  reci^üíiaran  concí^ 
A  Misterio  5  cjuandú  la  verdad  A^ 
no  estaba  en  toda  su  íw^,  y,  ^^ 
Culto  como  en  pañales.  EntrempiK 
íhora  en.  examen  mas  ciícico,  |^^ 
p  sé  nos  obliga.  >  -  ,  i 

Quiere  la  V^erdad  vindica* 
ia  que  yo  llenase  la  relación  efe 
las  disputas  con  decir :  que  unoí 
Dominicanos  eran  fiívorables,  y  otros 
ronrrarios  ar Misterio;  y  que  el  su- 
:eso  de  algún  iodividitó  ^  como  c;! 
ie  Monzón  ,  y  el  del  Maestro  Pra- 
ío  5  no  basta  para  que  se  atribuya 
i  toda  la  Religión  la  Doéi  ina  con- 
raria  á  la  Preservación,  sin  distin^ 
;uir  Conventos ,  Provincias ,  ni  Caí- 
:ólicos  Eeynos,  Voy  ahora  ádoh* 
:ubíir   pbr  una  relación  ,  y*  Cátalo^ 


<        ^ 


Mié 


I 


m 


m 

ti  . 

t 

1 

1                 '          '  1 

go  Cronológico  de  Dotninkanoé 
contrarios  al  Misterio ,  y  por  lo  de- 
mn$  que  exhibiré  5  que  la  Opinión 
menos  Pia  era  de  todo  aquel  Re- 
ligioso Cuerpo,  Parece  laboriosa  aun 
para  los  Leétores  la  cosa;  pero 
estamos  en  necesidad  de  no  evi- 
tarla. Han  escrito  pues  contra  la 
Concepción  los  Dominicanos  si- 
^guicntcs. 
I... Pedro  de  la  Escala^  Oí  el  am 

de  12^2. 
^k.Jmcenáo   V' Papa  ^  antes  Pedr$ 
^ •       de Tar amasia  ^en  i2j6. 
^...T&mds  Lwquino^   Patriarca  di 
^^'    '  Jerusalem  ,^«1277. 
^4, ..Juan  l^ercellisy General  de  la  Ot'^ 
^        den  ,  ef7  127P. 
i^f .  •  .Martin  Polono,  en  el  mismo  año. 
'^. *. Gerardo  Adam^en  12 oo, 
^.  i. Vírico  de  Strabonr^,  en  el  mismo* 
W^lJ] acabo  de  Perusia,  enizgj. 
'^.. ^Alberto  de  Brescia^  en  principios 

delsͣl0  14* 


o.*.Jmn  de  LiBimber.enífi^.^^^ 
I . .  .Pedro  CaloYíy  Italiano ,  en  1 3 1 2  f 
t . .  .'^Mn  de  S^  Geminiam,  en  1 3.  i4» 
1... Domingo  de  Cataluña^ en  ijií^ 
4. .  .Durando  deS^PortianOy  m  ijio* 
^,.. Dmy  ándelo  ^^oco  después, 
6... Pagano  dePergamo^en  ij^J*  ; 
7, •  .Tomas  de  Waltis^  Ingles^  Carden 

nal^casi  al  mismo  tiempo. 
[  8 . .  .Juan  de  Ñapóles^  e»  1 3  2  y . 
1 9. .  .Jacobo  de  Lausana^  en  1 3  30. 
IV... Pedro  de  Palma',  en  1338- 
II... Guillermo  de  Gannact Francés^ 

en  1348. 
12... Nicolás  Trevetjngles^en  13 70. 
i  3 . .  .Guillermo  Jordiniy  Italiano^  en 

el  mismo. 
i^...Hennco  de  Erfordia y  Alemán^ 

en  ese  tiempo, 
z^... Domingo  de  PantaleonibuSy  €H 

Siguen  los  tiempos  de  Juan 
l4onzon  ,  que  empezó  sus  ruidqs 
en   X388, 

t6  • 


4       » 


f  'I 


(Í8.) 

%6M,.Jukn  de  Monz^oriy  en  13884  í? 
37...  .C? í// llermo  d  e  V^alon^  Ohüpo  dé^ 
Euretix  yj  Confesor   del   Bjy 
*>   í    Cario s  VI de  Francia* 
%^i\..juan  de  Tramas» 
2 9. é, Juan  Nicolás* 
$o¿^,Rtcard&  Abarla* 
ff'.,  \Juan  de  Ada?n. 
3 1*  •^Gofredo  de  S*  Aíartifh 
55.  .\G muermo  Jordán* 
g4^i».Adam  de  Sotssons. 
35.-*  El  Incjuiúdúf  l^ttal. 
5<^. .  ,PedroCanchey* 
37. .  *G  ir  ardo  Reinicr. 
¡S... Pedro  de  P alude ^  no  il  famú* 
^■-         $0  Paludano. 
Todos  eítos   fueron    en   el    año   de 
#588.    Como     la    Universidad    de 
Paiis    estaba   empeñada    en  que  re- 
vocasen   su     metaos    Pió    Sentir,   y 
no    io   pudo    conseguir    con    Mon- 
ión  5    porque,   como  dixo  la  Diser- 
tación   huyó  fuera  del  Reyno  ;  á  los 
cjue  quedaron ,  enere  los  q^ales  eran 
-i".-  >,■  'V     los 


IN 


lo^  pfineipales  los  doce  ya  nom- 
brados, que  baxo  de  Monzón  coan- 
ponian  un  Apostolado  ,  los  obligó 
por  todo  ligor  á  letrsíiar  pública- 
mente su  sentir.  Despoes  de  aquel 
año  h^n  seguido  los  que  ya  afiado. 
2^,., Bernardo  de  Clermont y    Fran* 

ces^  en  i^po. 
40.  •  .Juan  Brizj ,  It alieno^  m  el  mis^ 

mo  ano, 
/¡.L.^Pedro  J^mcenda  ,  Italiano^  en 

^2..*Ntcoias  Eimeric  ^  Español^  en 

45. .  ,Simon  Casanojtalimoj  en  140  t. 
^¿^,,,L€onérdo  de  Datis ^  General^ 

y  despms  Cardenal-,  en  1415. 
^$.,Sjudn  Domingo  de   Florencia ^ 

Cardemlj  en  1^19 > 
(!{6,.,^uan  de  Montenegro.^  Italiana^ 

en  1434. 
^'¡...Jíian  de  Verdiac ^  Francés^  en 

^i4jj. 
48 . .  .Jum  de  Torcjuemadá^  Cdrdemt, 


)l  '" 


{90 ) 

/^i^...SanAmomna,  Arzjfhisfode  Fl(h 

renoít^  en  i44^» 
i^o... Rafael    de   Pornasio  ^  ItalianCy 

en  14  JO* 
f\...Antmw   di   Faen^a^^  Italimdj 

hacia  el   mUf^^  ^f^o* 
jí.^.Juan  Sternagfstenj  Akman^en 

^ y... Pedro  de  la  Madítta^ ItahanOy 

en  1471- 
Í^...Gémd  Bmlme  y  Italiano,  en 

55.,  Jí«4??  Luis  Ví'i^aldt, Itabnm^ en 

el  mismo  an$. 
fS. .  X/n  Ammrm^  en  Obra  dedicada 

4t  Conde  Pedro  de  Cambara, 

en  el  mismo  año. 
^.y^.-JuanCaprcoh,  Franres.m  1480, 
5  §. ,  iFjcardd  Ra^o,  ¡taltam^  en  1 48 1 . 
f^...Jw^e  Frtkenhamen^  Alernan^en 

1489. 
60: .  .Gerommd    Albermcá  ,  ItalÍM0y 

en  1490. 

Wírt^  Alemán^  en  eh 


mismo  an9* 


t% 


<5  i . . .  Pahh  Soncinas,  ItaltMo^en  1492. 
6j.  •  .Juan  Le  Ver,  Frmcts^  m  1^97» 
6^.. Jatéente  M andel U^  Gemral   de 

la  Orden^en  1501. 
€$>.. Antonio^    Bfescia y   IiaMéna^  m 

M* .  Wernero  de  Bésüea ,  SmzjH  ^ 

1509- 
£j...El  Cardenal  Cajetam-^en  i5:i(> 
42... Alberto  Castelam^  Italiano^  en 

1 512. 
^9... Agustín  Jmtiniani  y  Itálidno^en 

^o...Sihestre  Frieras  ,  Italtanay  en 

yi..,Dte^o  Dezji,  Español^  fw  1517. 
72..  .Qmdio  Rmta,  Frances.en  1 5 1 9. 
T  3  •..Juan  de  Tabienáy  Italiano  y  en 

1510. 
"^í^... Isidoro  de  IséUnis y  Italianoy  en 

I)22é 

jS*'»Nicolas  del  Final  y  Italiano  y  en 

1525. 
j6.  *  Sartobmé  Esfina  i  Maestro  del 


^t%^ 


iv\ 


,      *  .    ■■!!     ! 


^   ''^ 


i   ■  4 


'■'Mi 


Sdcrd  Palacio j  en  isS")* 
J*j»é.Chrtsóstomó  Javelliy  Italiano^ en 

7S, .  .Alberto Dulmi^ Italiano ^en  1 5-47. 
y p,.. Paulino  Bernardim  ,  ItalidnOycn 

I577» 

$Q**.GetQnimo  Teutónico  ,  Alemán^  i 

en  ist'^,  ' 

ti.**Pablo   Gr ¿saldo  y  Italiano  ^  en  , 

1587-       ^  ; 

^2**. Matías  Acjmrioy  Italiano»  en 

1585).  ^ 

Sj. .  .Miguel  Lñ^  francés ,  en  r  5:^4. 
84., afamas  Elisio^  en  i$96. 
8$,., Bartolomé  de  Aíedma^  Espa^- 

noly  en  el  mismo  año. 
^6.,, Luis  Sútomayor ,  Español ,   en 

XS99' 

í  7* .  Senedícló   Zoyo ,    Italiano  ,  en 

i S^'^. Pedro  Fíerrera^    Español ^    en 

160S. 
'€$,*. Juan  Domingo    Monta^nioli  ,'    j 

Italiano  5  m  i6io, 

90 


'■'k 


fO^.JrmencioCibo^  ¡t altano ^'ch  ^6\^é 
91,*, Pablo  Cásali^  Italiano^  en  161^* 
fi..  .Gregorio    Adarnnez^j   Español , 

en   ióii. 
fj,**Tomas  de  Lemos  ^  Español^  en 

1628. 
f^*.*Franasc&  Araujo  ,  Español^  ejf 

Í658.  ' 

py.,. Domingo    GraVtna^    hciliano  ^ 

en  íó^p. 
96',, Justino  MicheoWy  Polaco ^  en 

97»*>A4duridú  de  Gregorio  ^  Sicilia* 

no  5  en  1645, 
pt... Francisco  Combe fps  ^    Francés  y 

en  1^48* 
f9-'»Tomai  Turco  ,  ¡tdlidno  ,  Gene-^ 

Kdl  de  la  Orden  ^  én  i^4>. 
100. é, Jacinto  Pdrrdy  Espaml^hax^' 

del  nombre  de   Arpale^o  ,  m 

el  mismo  ano* 
10 1.,, Pílcente  Kilárt ^  hacia    el  am 

de  1650, 
id,», Leonardo  Bertrán  Ldt y  FU\ 


l'iij 


:'/^,1 


io¡,. .Tomas  Leonardo ^ en  \66x.  ' 
1 04.  •  .Juan  Martineta  de  Prado^  Ei* 

panol  ^  en  x66\* 
10 y^*  ..Nicolás  Kicardg^en  166 1. 

He  aqui  105  Dominicano?,  que  aim 
S€  poeden  aumentar,  contra  la  Con- 
cepción y  en  diversas  Edades ,  Rey- 
nos  5  Provincias  ^  Conventos  i  ea 
que  es  de  notar :  qa^  después  de 
haber  ordenado  el  Manual  de  Se- 
villa de  1524  que  ya  no  se  tratav 
5€  en  contra ,  porque  la  Iglesia  se 
inclinaba  al  Misterio ,  y  que  estas 
disputas  eran  escandalosas ,  hay  sin 
embargo  en  nuestro  Catálogo  31 
Dominicanos  posteriores,  escribiendo 
contra  la  Preservación ,  y  contra  su 
Manual.  La  Verdad  "sindicada  cuen-í 
ta  algunos  favorables  ti  Misterio  por 
este  orden  :  S.  Alberto  Magno^  S. 
Pío  V.  San  Vicente  Ferret ,  San 
Luis  Bckran,  San  Raymundo  Peña- 
forc  5  Hervco  Natal,  General  de  \t 


3rden ,  Vicente  Belovaccnsc  ,  Ge* 
ónimo  Lanuza ,  Juan  Taulero,  Juatl 
ie  Vicerbo ,  Juan  Bidmiardo ,  Juan 
k  Fenario  5  General  de  la  Orden  > 
Saspar  Catalán  ,  Jaeobo  de  Vorágk 
)e  ,  Ambrosio  Cacacino,  el  Cardenal 
iugo  ,  Jaeobo  Suzato  ,  Nazario  , 
[uan  de  vSanto  Tomas,  Son  ip  ;  y 
ios  remite  poí  mas  al  tomo  4  de 
a  Colección  de  Panegíricos^  cm 
italiano. 

En  este  Tomo,  á  mas  de  !ol 
referidos,  hay  estos:  Vicente  Justinife 
ni,  General  de  la  Orden,  Armando  de 
Beüovisu  ,  Vicente    Casali,  Paluda^^ 
no ,   Bartolomé    de  Pisa  ,   Hokot  ^ 
Sancho  Porta  ,   Leonardo  de  Udino^ 
Pedro  Doré,  Claudio  de  Rota,  Juan 
3c    San   Geminiano ,  Hugo   de  Prai* 
to,  Baltasar  Soiro,    Marcio   Profe- 
st)r    de  Salamanca  j   Baítszar   Arias  ^v 
Esteban    Méndez  ,   Raj mundo   Pas^. 
quaij  Alfonso  Cabrera,  Manuel  lar* 
gas ,   Antonio  Navarro  ,  Gui!lerm% 


--4 


I 


^l 


!í  I 


Pepíf^'  ,  Pedro  Lavinio  ,  Juan  Ero, 
Juan  Wigcrio,  Pedro  Auraco,  Ni- 
ccla$  CoefecaUj  Lorcr.zp  Guticnez^* 
y  Natal  Alex.indro.  Son  28  ,  y  cnf- 
acribas  parcidris  47.  Exáminénioslos,' 
San  Aibcíto  Magno  e^  cka-^ 
do  m :  L¿/^.  d*  Latida  JB*  F/rg¿- 
laó  ,  et  tn  Bihl  Adar.  et  SHper 
£vanff.  Luc£,  Después  de  muchos 
Giucos^  dicen  N^cal  Alexandro,  Gra- 
veson ,  y  los  AA.  del  Diccionario 
de  Ciencias  Eclesiásticas 5  todos  Do-. 
niinicanos,  que  ios  Libros  de  L¿í«-í 
dihtis  Virgmis  no  son  de  Alberto 
MíJgno ,  sino  de  Ricardo  de  San 
Laurcnño  ,  y  aseguran  que  en  esto 
no  hay  duda.  La  Biblia  Aíariana^ 
deciden  estos  dodos  AA.  del  Dic- 
cionario, que  tampoco  puede  ser  del 
grande  Alberto.  Vamos  al  Evange*) 
lio  de  San  Lucas.  Las  palabras  que 
sueien  cirarsc  son  cuas,  sobre  las 
de  Sao  Lucas:  e^  mtus  Altissimi 
obumírabu  ubi  ^  dicen  a$í :  Fir/«ítf 

AUhr 


.g.v- 


Jfltmmi  fm  B.  P^ir^ó  a  form^ 

ftíYgata.  Sed  dices:  hoc  falmry?  v9^ 
detury  ifutá  ipsa  fiét  Sanñipcatam 
Útero  db  originali  peccato.  Aá  (fuoti 
dicenduniy  quod  tn  Útero  fuit  smíií-' 
fcata  a  peccato  y  etab  omni  sordé 
vitíj  origindisi  sed  tpsé  fóiñes  mii 
fute  in  ea  exttnñu$y  sed  U¡atús  ^ 
út  nec  in  oBurn  venialisy  netsjúefm^^ 
talis  posset  moveríy  ct  postea  ptf 
exercitimn  honor um  operurn  y  fuit 
cum  ligatfófié  debtlitatmy  ka  tfuoÉ 
non  sentiebatur.  ín  ipsU  áutem  Xjorh 
ceptione  Vérbi  fuit  penttus  extin(> 
tus  y  ttt  ntúlus  ésset  omrMo.\Ao  %^ 
íjae  pueda  sacarse  At  aquí  en  fa- 
vor de  la  Preseivacioti.  Por  otra 
parte  citan  á  este  Santo  contra  etti 
Eimerk  ,  Torquemada ,  Capreolo  , 
BandelU  5  Soncinas ,  Barletá  ,  Satf 
Antonino,  Grisaldd,  y  Frikcnhaü* 
sen»  Es  pues  S,  Alberto  Magno  CotítfÉ 
froducentem.  , 

Sati  Pia  V/favbrc<ííó  la  Fiahí 
(N)  %$f 


Mi 


i  '  i' 


;'/!:| 


ta  |,:^inas  como   entorices  *  no  decía» 
raf  en    que    sentido    se  celebraba ; 
pt^es  la   decWrí»ck)n  de    guc  era  en 
el  mismo    scíkido  de    l¿  'Sentencia 
Pk  y  fue  un   si^lo  después  por  Ale- 
jcandro  Vil;    y  como  por  óua  par-, 
^   el    nii^mp    San    Pió    V.  en   su, 
fConstitucion      Super  .  sptcalam   de 
IJ70  úkc'   Liba:am  ciii(^m  f^cul- 
tatem  relm^^f^tes  opinandt  hups  con*, 
iroversi¿e   (jnamléeí   fartem  y  prouí 
yd  magis  ^um ,  \kI  f^^flgis  proba- ^ 
h^€  £Si€  JHdu:a\?€rh:  no  parece  pues 
que    este  Sanco  Potitifice  pueda  sey 
tíaido    ppt   Í3    Preservación.  . 
_  ¿         Él    sentir    de   San    Vicente 
^errer  esti  dudoso,    porque  en   un 
Sermón  de  1^5  Concepción  dice:  q^C 
la  Virgen  í>e  Santificada   en  el  mi^. 
iho  dia  y  hora,  en  que  fue  org^pizado. 
5tj  cuerpo,  y    no  dice  que  en  d 
niismo  instante  j  y  por  esto  Cay e- 
,  taño  ,    Cano  ,  ..Medina  ,    Micheovr  ^^ 
V  üúos  DominicanoSj  lo  iraen  coa-' 
j  tra 


n 


vS^í' 


tm 


tíi'n  Preservación  r  y  en  urí  Sei* 
man  de  la  Natividad  dice:  que  fuá 
Santificada  al  punto  que  fue  criada 
m  alma ,  y  compara  su  Concep- 
ción k  la  creación  de  la  luZé  Todo 
\o  que  componen  los  que  lo  creen 
contrario  3  con  alguna  breve  móru^ 
la,  para  salvar  este  íiltimo  dicho. 

San  Ray mundo  de  Peñsfort 
en  el  libro  i  de  sn  celebre  Cont- 
pilacion,  título  de  F^rijs  et  Fcstis 
habla  de  este  modo :  Eí  nota  fjiwd 
non  fit  htc  menm  de  Anfiumíattá' 
ñe  Si  Mdrtée^  cptm  tamen  su  ce^ 
lebre  festum  i  nec  de  Conccptione 
ejusdem  >  qttia  illttd  mn  debet  cele^ 
hrariy  eo  qmd  concepta  su  in  pet* 
tatis  5  sicut  et  eateri  SanEU  ,  ex-' 
eepta  única  Persona  Christi  y  qu¿t 
non  ex  >iriU  semtne  ^  sed  mptic» 
spírdmine  concepta  íí/.  Por  este- tó^- 
gar  lo  citan  contra  la  PrescívacícJti 
Torquemadaj  San  Anconino ,  Són^ 
t«ia$>    Pedía    áe   Víncencia^  ^^Q^ 


m 
\4 


í 


I   ! 


( ron.) 
pCjblo »  Gr  ¡5alcío^  y  Bandelli ,  y  Arpt^ 
.|^go«^Es  también  Contra  producentem* 
Herveo  Natal  fue  General 
de  la  Orden  m  1 3 1 8.  Escribió 
5U$  ¿^odUhtos  como  dicen  ,  y  en 
el  4  dice  así:  ZJtmm  B.  F/V^<> 
fuerk  concepta  in  origmali  peccato'i 
y  Qomáu^^  i  mnendum  est  de  f acia 
£•:  V^írginem  in  ori^mali  peccata 
conceptam^  (juod  probatur  stc  &ew 
Lo  traen  contra  la  Preservación 
Eimeric  y  Torquemada ,  Bandelli,  S^ 
i^ntonino ,  Capreolo,  Grisaldo,  Son? 
cjnas,^  Barleta,  Jabelo.  Es  pues  Con^ 
tfo^  piroducentem* 

Vicente  Belovaccnse^  ó  de 
Bove5,  es  citado  en  su  Espejo,  doni- 
de  aplaude  unas  palabras  de  San 
lldefons<)  ep  fcvor  de  la  Concep* 
cion.  Mas  lo  que  se  trae  con  el 
titulo  de  Laudíbus  Virgirús  no  es 
fictí^Y  cierto  sea  de  este  Autor»  pues 
kay  quien  lo  atribuya  á  Pedia  D3- 
qjasc^aQ  I,  baxo  cuyo   lappibrc   \^ 


tQVi*i' 


m^ 


^^* 


imprimid;  y  cambien  íe.atri  ^ 

otro    Monge.   No   litiguemos  >obpe 

esto.   Como  jd  Belovacense  no  tef 

ce  sino  alatór  á  San.  IldeR)n50  'vcíp 

mos  que  Palabras  son   estas.  Se  Ii^ 

Han    en  su     Libro    áq    J^irgir.uatt 

Adaní€j   y  queriendo  probar  que  1| 

Señora   fue    Santa   antes    de  nacería 

dice  esto  :  Sed    quta   íam  solemni^ 

|fr  cohtur  (  B.  l^.  ) ,  constat  e:x  ($m^ 

tontate  Bcclest(€  quod    nuUisqmm 

do  nata  0t  subjacuit  dcUEliSy  neg 

€mtraxit  in  mero  sanBifeataarigm^'t 

le  peccatum.  Inde  et  si  JeremUdip 

4t(^ue  Job   maledi¿ia  pronunciamr  ^ 

dtes  iñcjuam    natmtatis   forum^ta^ 

men  cites  m  cjua    inchoata  est  J^m 

Jldaria^   Ñ mutas  beata  pronunda^ 

$ur^  et  colitar  r eligióse  satis. . .  bJum^ 

^utemquia  ex  auctoritate  totim  Mf^ 

fiesta  y'í^emratur ,     constat    eam  ^ 

fi^mali  peccato  immunem  fume^  pm 

tfuam  non  solum  maledtttio  Matris 

J^V£  solista  est^  Veram  et  hemdiBm 


K  '\ 


iSi^t 


<lfli-!f 


•:Í' 


Hl 


mmícóiÉofUítur.  BandcHi.Pcárfli 
de  Vinccncia ,  Gri jaldo ,  Espina  » 
Pornasio ,  y  Arpalego  ,  traen  á  S. 
Ildefonso  contra  la  Preservación,  y 
dicen  que  su  sentido  es:  ntillis  deliBts 
sabjacm^  nec  originale  peccátum  jam 
in  mero  santificata  nascendo  contra^ 
xtt^  id  est  secum  traxit. 

No  solo  estos  Dominicanos, 
Sho  aun  aquellos  Teólogos  que 
han  buscado  quanto  hay  favora- 
ble en  los  PP.  para  la  Preservan 
clon,  aprueban  esta  inteligencia.  Sua- 
rez,  compilando  tantos  por  la  Inmú* 
hidaíí,  no  quiere  valerse  de  e§te 
lugar  de  S.  Ildefonso.  Petavio  dice: 
que  alli  no  hibla  el  Santo,  sino  de 
los  vicios  que  contaminan  ala 
posteridad  de  Adam ;  y  con  mas 
difusión  Vasquex  (  21  )  siente  lo 
liriismo :  ke  aquí  sus  palabrai^ 
aunque     ún  poquito  largas:  Verum 


iÜéí'''^'     '  "■■ 


■#« 


(21)  I  P,  (¡íííjl.   117.  f .  5; 


•IV 


f^  ,¿//  '^^ertis  sclum  coihgi  fotpt  B. 

f^trgimm  mtam  esse    stne    ¡ntccatf 

4írigimli  ^  cjuáfidotjHfdem    lídefomuf 

de    sola   mtivitau    ex    celebrationf 

ipsius^  id  probare  contendehat.  ^ar^ 

cifm  dixít :  nec  contraxit  in  atérp  sane- 

tificata  origínale    pecatpm ,   mn  de 

ípso  n2 omento  conceptionis  iniellexit y 

éjuaú   velleí   dicereynuUum  uncjuam 

peccaíumJn  sebabuissey  sed  guando 

nata  est ,  nHllum  secum  traxisse  pe^^ 

catum^  M  cum   eo  etiam   cgredere^ 

tuYy    sicHt  cMfí'i  homines  trabare  so^ 

lent  y  €0  qpiod  esseí  in  útero  Sanñi'^, 

fcata.  ^0   circa   contraherc    aptiÜ 

lldefoñsum  eo  loco  y  non  est  idem^  ^w<?á 

frimum  imurrere  pccatumy  sicut  i$ 

,$chola  passim  loíjmmnr  y   sed  idcin. 

pt  (^tiod  de  ferré  secumy  et  (jtfasi^ms' 

ijHoadam  trahcre  peccatum.   Et  J)^c 

taÚom:ini¡uit  /Idefonsus  y  B.  P^r£t'' 

j)em    guando  nata  esty  fiullis   suhja^ 

tutsse   delíctis^  ñeque  in  ipsa   naii^ 

yitati  ií  íiresjti   ex  Hiero  detítlisse 


m\ 


é^ 
4 


í 


.11" 


écnfi$  ¿rigifiale  peccatufHj  ul  e¡f. 
^uasi  onusta  nasceretiír . .  •  •  Sensus 
M :  in  útero  sanBificdtu ,  nulluñí] 
sitcUfñ  tráxit  ori^inis  peccatum  y 
í^íiáfido  ex  útero  e^res^'a  fuit ,  tjuia 
in  Htero  oniis  Ulitis  per  sanBijica'' 
iiónéfn  jam   depomerat» 

Hugo  Cardenal  t$  citadS' 
iübré  S.  Lucas.  El  Cardenal  Torqué* 
thadá,  que  tó  hace  conitario  á  \i 
Inmunidad,  pone  asi  sus  palabras: 
Supérveniens  Spiri tus  in  Virginem\ 
iñtntem  illius  ab  omni  sor  de  vttia' 
mfn  castiiaMí\  id  et  fomitern  wio-^ 
tuhr.  TJnde  Glóssa  intérlinealis  dicit^ 

¿t^NTRA  OMNEM'NITENTIAM  VITIORüM. 

ítñ .  Otras'  ediciones  se  lee  así :  Su" 
^"^iniens  Spirítus  SanBus  i)í  Virgi- 
téfh^  et  inentevn  liliui  a  sórde 
Vitiorüm  casúficaw.  Et  nota  tjuod 
póHst  esse  transitio  ubi  diñurn  esi 
4  sorde  vitiorüm^  id  est  a  vitijs  tjué 
surít  sor  des  \  vel  trdmitio^  ut  sensuS 
m,  a  fmUy  id  est  a  formítevitié' 

fum 


Z^nde  dicit  interUneaüs  contra  OMf 
>íiA  INCENTIVA  VITIORÜM.  Aquí  nada 
vcíxios  favorable.  Por  la  cancraria, 
está  puesto  k  mas  de  Torqueo:iad3, 
por  Bandclli,  Dexa,  Grisaldi,  Barleta, 
Jacobo  Suzato inquisidor  4c 
Colonia,  que  se  dice  vivió  hacia  ti 
ano  de  141^,  se  sabe  que  cscri- 
\á6  un  Tratado  de  Veníate  Cortr 
.ceptioms  B.  .Virgiriis.  No  sabemos 
lo  que  allí  decía,  Hsy  quien  ase- 
gure que  este  Suzsto  fue  Amanucn-i 
se  de  Torquemada,  Si  lo  fue,  ya 
sabemos  lo  que  aprenderla  de  cstc 
.Mac^crp.       . 

Jacobo  de  Vorágine,  Arza^ 
bispo  de  Genova,  en  el  Sermón  4* 
de  Assttmpnone  Virginis  habla:  Ce- 
teri  Sancii  cum  ftccáto  origuutí 
corjcipitfntur  ^  et  nascumur»  Christus 
autem  fmt  stne  peccato  erigmali 
conceptus^  et  sme  mgitmli  natus,  Vir* 
¿o  dfitem  Aíaria  médium  lomm  te* 
ftfty  qniA  fuit  cmn  feccMa  origindí 


'"^1 


;fi. 

(fÓÍÍ.) 

'émceptAy  et  sine  Qrigináli  nata.  Des- 
pues  daremos  con  mas  difusión  es- 
tas palabras  de  Vorágine.  Es  tanm 
hku  Contra  producentem. 

Juan  Fenario  dice  la  Verdad 

yindicada    qac    fue    ele(fto  Generaf 

*de   la    Orden   en    i45^«   Este    año 

era  General  Bartolomé  Texier,  Fran- 

"¿B>  que  gobernó  desde   1426  hasta 

'1449.    En    1552    fue  ele^o    Juan 

Genario,  ó^errario ;  este  será.  No    ^ 

sé  lo  que  es<'ribió.  Valga  1a   buena 

fe  de   Cacarino  que  lo  cita. 

Juan  de  Vicetbo,  según  la 
cica,  dice:  ^od  Beati  Tornee^  ae 
Vfr¿  Ordinis  Pradkatorum  propria  est 
Opimo  pro  nullo  instanti  temporis 
B'  Viro^inem  subjacuisse  ira  Dci^  ac 
taltgini  anim¿e*  Según  este  Autor, 
que  no  conosco ,  parece  que  hay 
Orden  veitladera  y  no  verJadera  de 
Prcdkadorc??*  No  sé  en  que  clase 
de  esta  pongamos  á  tantos  contra- 
fios  á  la  Ojñoion  que    dice  ser  de 

U 


(  i07)v 
!a  verdadera   Orden.    En    fia    por 
solas     estas  palabras,  no  sé  como  se 
coloque  enere    los  Defensores  de  la 
sentencia   Pia. 

Joan  Bromiardo  es  traído^ 
por  el  Autor  de  la  Colección  de 
Panegíricos  Italianos  de  este  modo: 
In  Summa  Pr^d.  verbo  maria, 
Jrt.  2.  En  los  mismos  términos  lo 
hallo  en  Raynaudo  de  donde  parece 
que  se  ha  tomado  la  cita.  Raynaudo 
añade  que  este  Bromiardo  alega  á  S. 
Tomas,  como  que  dice  en  la  j.p.  q» 
ty.art.  3.  que  la  Virgen  fue  santifica- 
da, no  antes  de  la  animación,  sino  en 
la  animación  misma.  De  donde  Ray^^ 
naudo  deducía,  que  los  Dominica- 
nos viciaron  aquel  célebre  Aaículo 
%.  del  Santo  Doálor.  Deducción 
indigna,  que  yo  detesto  con  todo 
mi  corazón;  pero  que  desde  luego, 
por  esto,  y  por  lo  que  voy  á  de- 
cir, nos  hace  desconfiar  de  la  citt 
¿c  Bromiardo,  Se  dice  que  floreció 

m 


I 


■   J 


(toi) 
én  íiSo^  según  la  Cronícaí  de  fá^ 
Orden ;  y  siendo  así,  tste  Bromiar- 
do  no  pudo  citar  la  Suma  de  S, 
Tomas,  porque  como  observa  muy 
bien  á  otro  asuntó,  Natal  Alexan- 
dro^  c!  Saneó  tomó  la  Borla  Doéto- 
ral  en  Paris  en  12)4.  Desde  enton- 
ces pensó  en  escribir  la  Sama,  E! 
año  1274  en  que  murió,  aun  no 
estaba  perfeccionada ,  y  asi  la  dexó. 
Como  la  Suma  fue  su  última  Obra, 
y  en  la  Suma,  lo  óUimo  fue  la  5 
Parce ,  no  se  puede  componer  que 
ya  Bromiardo  la  citase  en  12^0, 
Mucho  menos,  si  como  alguno  di- 
ce, la  cita  dándole  á  Santo  Tomas 
el  título  de  Santo ,  pues  no  fue  ca- 
nonizado hasta  13  tj. 

Armando  de  Bellovistí  es  ci- 
tado así:  ColUtiófic  4.  Pablo  Gri- 
saidi  lo  alega  contra  la  Concepción 
tn  este  mismo  lugar ;  y  en  el  di- 
ce de  este  modo :  Oportet  ergo  Vir^ 
gmm  glomsam  Itmcn  hahere  /¡ua^ 


ninmtum  sibi  á  prirjciph  creati^^ 
ms:  et  hoc  fuit  gratia  stbi  infusa 
statitn  d  principio  sUjc  creatioms^ 
Asediante  enim  lumtm  gratis ,  in* 
traVn  lumen  ¿eterf^)¿e  glorié ,  :^icut  in 
P salmo  dicitur :  in  lumine  r.m  v¿^ 
dehtmus  lumen.  Oportuit  etiam  tjaod 
ijuia  omnes  áh  Adam  nascentes^ 
lippoútatem  et  impuritatem  peccati 
ortginaUs  contrahunt  y  ab  ea  primi* 
tm  purear emr  ,  et  sanclifcaretur; 
et  hoc  facitfm  est  státim  post  mam 
Concefltonem.  Ide^  ser  i  bi  tur  de  Ber* 
sahee  matre  Salómonis  í.  R^g*  it^ 
Statim  sanclijicata  est  mulier  ab 
immundina  sua.  Es  cambien  Contri 
producentem* 

Tícente  Casali  es  Autor  du- 
doso-. Hay  quien  dign  que  jamas 
ha  existido.  Oti  os  dicen  que  es  el 
mir^mo  que  Vicente  Bandelli  de  Cas- 
tronovo,  y  de  Casali.  Si  es  este, 
radie  duda  que  fae  contraria  á  k^ 
l^csaracio^.  u:v> 


h' 


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4\ 
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ü  '.|»'i 


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Pedro  Paludano,  Patriarca  die 
Jcrasalem,  viene  también  alegado  en 
la  Colección  de  Panegíi  icos.  Veamos 
5u  sentir-  /n  3.  dist.  3.  escribe  así: 
hcjuirendo  autem  de  his  opimoni- 
Íhs  Videtur^  (¡nod  de  potentia  abso' 
luta  Deus  potuerit  B*  Virginem  ah 
erigmali  pr^serWre  ^  SHpposico  (juod 
fttent  concepta  secmdum  legem  com- 
mmem.  Prueba  alli  este  sentir  5  y. 
añade  :  Sed  de  potentia  ordinariay  et 
de  faBo  Viietur  probabúm^  et  (Jt^od 
non  potuit  pTit^enari ,  nec  fuit  pre- 
serva ta.  Lo  traen  contra  la  Pre^ 
servacion  los  Dominicanos  ya  ale- 
gados. Es  también  Contra  producen- 

Bartolomé  de  Pisa  habla  asi 
en  su  Suma:  De  festo  Conceptio- 
ms  B.  Marta  Ftrgwis^  dicendum 
Hcundum  Thomam  5*  p«  <?•  ^7> 
qmi  licet  Romana  Ecclesia  ípsum 
mn  celébrete  tolerar  tamen  consuett^- 
iiinem  altquarum  Ecclestarum  tllisá 

fes- 


I 


f.rí 


(iir.) 
festum  eelehramium ;  mde  celebri^ 
tas  non  est  totaliter  reprobanda.  Sed 
neejue  propter  hec  tjuod  festum  Con" 
cepttonis  celebratur  ,  datur  intelligi 
€¡uod  m  sua  conceptione  fuent  Sanc^ 
4a ;  sed  ^uia  qu9  tempore  faerk 
san¿iifitata  ionoratut^  celebratur  feh 
4um  SáfiílifSationis  ejus^  potius  cjuam 
eoncepíioms^  in  die  conceptionis  ípsius* 
íTambicn  Contra  próducentem* 
^  ^  Leonardo  de  üdino  dice  en 

"todos    ius    Sermonea    esto  :    ^m 
'Jeremías  futí  in   útero  san^^tficatuSj 
ut  esset  dtgnior  Prophetay  multo  ma^ 
fis   B.    Ktrgo    sanElifcart    dehtiit  y 
mt  esset  digmssima  Mater  Deu  Etiam 
Joannes   Bapdsta  fuit  sanEtificatus  ^ 
ut  esset  dignus  Christmn  baptizar e^ 
ft  ipsum    digito    monstrare:    multo 
-magis  debuit  B.  l^irgo   sanBificari^ 
Ht  esset  digna  Christum  de  suis  vis» 
ceribus    generare.    Esto     repite    en 
lubscancia   en   los   dcr^ias.   Bandelli^ 
Deza,   Gíisaldi  lo   ckaa   contra   la 

COB 


X 


*      •  t: 


I 


VI 


(ti  2.) 

Concepción.  No   se  por  qué-.        h- 

Juan  de  San  Geminiano  Lib. 

1.  de  Ccclo  et  Elementts  dice:  A/4- 

via   Mater  Dommt  assimtlamr  Ah" 

ror^e  propter    quator  :     i.    (juia  est 

noüts  ac  diei   mtdiaíiva ,  esc  enim 

terminus  mtlis^  et   tnicium  dtei^  et 

ideo  habet  aliquid  de  obscurttaCe^  ef 

aliqmd  de  cUritate.  Et  talis  fute  B* 

Virgo  in  útero  Matnsv  quiamim  m 

ipsa  terminan   debeat    nox    cidp^  y 

víT    initiari    di  es    grm¿c ,    secundi^m 

Mlud:   Nox  pracessity  dies  autem 

^appropinfjaVtti  ideo  tam<juam.  ve^ 

xa   Aurora  in  tpso  siio  principio  ál't? 

.^uid   teniiit    de   noBc   c(4lp<e ,   (ji^ia 

fuit   in    origmali   pea  ato    concepta^ 

.ct   aliquid  de   die^ratia  ^  (juia  fuit    , 

^in  titcro  smtiificata^  et  per  gratiam  I 

.sauEUfcatioms  ab  tpso  peccato  pur?  f 

oata.   Tíímbien  Contra  producentem. 

^  Don-lingo    de    Soto  es    ale* 

gado  contra  la  Concepción  por  Gri- 

fialdi  >  y  en  íivor,  ppr  la  Coleccioíi 

de 


¡de  Panegíricos.  Cieo  qac  nínguné 
tiene  razón.  Oigámoslo.  En  el  libro 
1.  de  nat.  et  grat,  f.  9.  escribe  asi: 
Sed  CSC  argumentum  quod  adhuc  cfuis* 
ejue  posset  ohmoliri  sementiíe.  Si  mi 
ex  nthilo  crear entur  nmc  homines 
masculus  et  fícmina  in  mcris  vidc" 
Itcet  naturalibus  sme  ctúpa  et  (tk^- 
tia^  hi  cjuidem  (juantumcumme 
exardcscercnt  libídine  et  rebelUone- 
concupiscente^  et  viíip  deflagrarent^ 
nm(juam  tamen  in  sobolem  ,  cfuam 
gcnuissenty  trapcercnt  origwalem  chI- 
pam  ^  ut  omnium  est  Theologorum 
consensus  ^  eo  c¡ucd  non  essent  tune 
progenies  Ad¿e.  Si  \yero  contra^  dúo 
vaturali  semine  ab  Jdam  deseen- 
denles   in   primo   wsrami    infusionis 


mim^^   tn 


fund 


erentur  grana  pne^ 
y>ememe  peccatum  (  ut  dicitur  de 
Beattssima  P'^irgine  )  et  prescinde- 
retur  illis  vel  pottus  extimueret^ 
concupiscentia  ^  ne  magts  posset  ad^ 
"Ver sus  ratíonem  insultare^  mam  in 


statn  im0ccnria :  mhilominHS  tranf^ 
mmtrtnt  peccamm  origtmlc  in  eoí 
^Mos  ^enatssent  liberos*  Dic$  G^c^ 
Aquí  "nada  dice  cuc  Dodísimo  Do- 
minicano.  Las  palabras  traídas  son 
m  cifgumenio  que  hace  contra  la 
Sentencia  que  allí  explica,  como  k 
cxjíuupisccncia  sea  pecado  original, 
6  ama  suya.  No  ic  pues  porque 
s-jie^cicaj  ni  en  favor  ni  en  contra* 
Claqdio  de  Rota ,  foc  uti 
hoDobre  que  cuidó  de  la  impresión 
át  la  Legenda  Áurea  de  Vorágine; 
y^  aun  la  agaientó  con  otras  Lr- 
^endas  no  suyas,  sino  cotupiladas. 
cte'  -otros.  AUí  hsbia  una  que  traía 
varios  milagros  acaecidos  contra  los 
qí3{^  coaibadan  la  Concepción  de 
Nuestra  Señora.  Rota  la  quitó.,  y 
si^b-scitLiyó  otra.  También  Cúntr¿i  príh- 

dmefitcm» 

He  aquí  pues  nueve,  que 
hemos  examinado,  y  son  expresa- 
mente Contra  producenum^  <]^^  ^^^ 

beatos 


(its:) 

Tjemos  agregar  al  Catálogo  át  arri- 
ba, y  que  por  consiguicnEe  lo  a^i- 
wientan  hasta  114.  Hay  otros  do- 
ce ma$  y  que  nada  dicen  en  fjvor 
de  b  Preservaciofi,  Vicente  Juuí- 
niani.  General  de  la  Orden ,  eiet- 
tOj  según  la  Wtrdad  Vindicada^'  en 
«^1558  tiene  su  equívoco^  Allí  se  dice 
que  favoreció  el  Misterio ,  y  que 
en  quanto  General,  resolvió  y  de- 
terminó sus  dudas,  definiendo  Teo- 
lógictmente  que  la  mente  del  A#- 
gélico  no  era  contrarii  al  Misterio. 
Parece  que  se  confunde  este  Vi- 
cente Justiniani  General ,  con  otro 
Vicente  Jüstiniano  Antistio,  que  fue 
favorable  á  la  Preservación  sin  dtí- 
da,  aunque  Dominicano.  El  Gene^ 
ral  flie  natural  de  la  Isla  de  Chio ; 
él  otro  fue  Español  natural  de  Va- 
lenciáé  Será  pues  preciso,  que  re- 
babado este  de  la  dignidad  de  Ge- 
neral ,  no  pudiese  dar  a  la  Ordeti 
iqucUji  dcfinÍ€Íon  Teológica;  ó  qüc 


i 


St  exhiba   documento    para  que   d 
que   fue  General  conste  que  la  dio. 

(^litados    21    del   Catálogo 
de  la   Verdad  Vindicada^  y   de  la 
Colección  de  Panegíricos,  quedan  de 
^Ip$^  47,  solos  26  j   y  aun  le  reba- 
tiéremos  uno   de   la   Colección    de 
Panegíricos  5    porque    cica  á    Pedno 
Doré ,  y  á  Pedro  Aurato  ,  que   no 
5pn   dos    personas  distintas  sino  un 
mismo    Autor.      Doré    era   el  Ape- 
llido   Francés     que    tenia  ;    Aurate 
es   el   mismo   Italianizado.  La  Obra 
en    que  se  cita  es  la    misma  :  Idea 
.yirtutum ,   Ima^^o   virtutum*   Seiiaii 
^pues  solos  25,  sino  debiéramos  aña- 
dir á  Fr.  Francisco  de  la  Cruz,  Obis- 
po  de   Santa  Matta,  que  olvidamos 
ai  riba.  Quedan  pues  los    26.  Si  en- 
tratamos  en   examen  de  estos,  qw* 
tk  habíia  rcbaxa.  :   :  ^\ 

En  orden  á  este  Fr.  Fran- 
cisco de  la  Cruz ,  celebro  fuese  del 
Ul^kücí  qus    la  Ferdad     vindicada 


-^«> 


AOS 


Wbs  dice  5  paraqiie  pueda  s^r  tony 
trapucsto  á  otro  Fi.  Fiancisco  de 
la  Cruz,  también  Dominicano  de  es- 
ta misma  Piovincia  de  San  Juan 
Bautista  del  Peiú,  de  corvtrario  g^- 
nio ,  dodrina  y  qualidades ,  que  oii 
pluma  no  dirá  5  y  los  Eruditos  que 
han  Iddo  al  ]esuita  Joseph  de  A  cos- 
ta en  su  Obra  de  Temporiífas  mr 
ytssimisy  ó  á  Niceron  en  sus  Me- 
morias (22)  «aben  bien  quien  fu^. 
'Gloríese  justamente  la  Provincia  de 
que  en  mas  de  dos  siglos  y  mér 
dto  entre  tantos  insimes  Teólogos 
tjue  ha  criado  y  €ria ,  hasta  \ah0r4 
ninguno  hd  sido  dé  sentir  contra^" 
rio  ¿  la  Opinión  Pia.  Entretan- 
to vea  si  acaso  es  cierto  (o  que 
el  Franciscano  Pedro  de  Alba  dice 
en  su  Nudo  indisoluble  (  2 j  )u 
Allí  asegura   que    la  Opinión    coit- 


i^i  I    Nod^  i.  %.  j. 


trana  ' 


i 


'iratía  i  la  Preservación  huyo  de 
Europa  por  perseguida ,  y  se  f cera*- 
^o  á  nuestra  América;  y  que  pa- 
ta  desterrarla  la  opuso  él  su  Sd 
de  la  Verdad  en  \66o,  ton  el  qcíC 
descubrió  sus  «láquinas  ^  dolos ,  y 
estratagema^ ,  y  la  desnudó  hasta 
4as  medulas  del  corazón.  Yo  voy 
ton  el  P.  M*  Osorio  ^  y  me  ase- 
gurare mas  sobre  este  punto ,  quan- 
ndo  lea  la  Historia  Literaria  de  la 
América  Meridional  ^  que  aun  no 
-be  merecido  ver. 

No  será  importuno  not» 
^ue  á  excepción  de  Catarino,  de 
•Vicente  Justiniano  Antistio  el  Va- 
ienciano ,  y  de  nuestro  Peruana 
Obispo  Fr.  Francisco  de  la  CruZj^ 
parece  que  de  los  demás  que  se 
.traen  por  h  Preservación  en  ka 
Verdad  vindicada  y  Colección  de 
PanegíricOJ,  no  ha  habido  alguno 
que  ex  profess»  escriba  Tratada^ 
Diseitaeioni  Deracstiacion,  &c.  pa» 

n 


ri  probar  el  Misterio.  Se   fian  1k 
mitado  á  ciertos   rasgos    pasagcros 
en    honor   de   U  Concepción.   Por 
ia  contraria   son  tantos  los  Dorni*^ 
oicanos,  que  aumentan  copiosamen- 
te Jas   Bibliotecas  con  Obras  dcsti* 
nadas  $olo  ¿combatir    la    Preserva-^? 
cion.  Esto  casi  me    hacia  creer  qua 
la  Opinión  menos  Pia  es  como  uti^ 
dcpóiito  inviolable  en   la  Religión  i^ 
porque,  considerando  que    los  Au* 
tores  arriba    alegados    son  tantos  ^j 
y    tan  escaso   el  Catálogo  que  trac^ 
la  Verdad    Vindiuda^  me    parecía^ 
que  se  podia  decir ,  que  era  sentófí 
de  toda  la  Orden,  y   que  se  po* 
dia  atribuir    k  todo  su  Cuerpo,  ^o^ 
Tomas   exponiendo   este    lugar    de 
S.Pablo;  Vtsus  ist  Ceph^yCt  post  hoc^ 
undccim^  habla  de  este :  modo  Com 
SHctnm  ist^  (fuod  quando  major  pars. 
Collegij  Jacit    ali^Hídy  dicitur  éjHdd 
tétum  Collegium  boc  facit*    Quisic* 
ra  que  se  iwc  curasen  estos  escrita 


i'í'i 


í^^ 


irá 


fulillos  \  y  los  que  voy  á  añadir 
acerca  de  la  misma  sospecha  de 
que  la  Opinión  menos  Pia  sea  de 
toda  la  Orden. 

En  el  Concilio  de  Trento 
(dice  (24  )  su  Historiadorjcl  Car- 
denal Palavicii^i )  ^estándose  para  tra* 
tar  la  decisión  fivóíable  a  la  Pre- 
servación 5  se  opuso  el  Obispo  Pe- 
dro Bertnno  ,  Dominicano  ,  porque 
3U  Orden  abrazaba  la  contraria  Opi- 
nión: Hule  se  Ber tanas  opposuit  y 
CHJus  RelfgiosHS  Ordo  sentí  ntsar» 
communi  stttdio  mintis  acceptam  tue* 
tur.  El  itiismo  Cardenal  en  otra  par¿ 
tt(i$):  At  Episcopio  alij''jue  ex  Or* 
dine  DomimcanOyintercesserc.  Vé  aqiú 
en  este  amp'íj>ímo  Congreso,  di* 
ccn  aquellos  espeélablcs  Dominica- 
nos, que  aquella  Opinión  era  de  to- 
da la  Orden.  El  Manual  de  Sevi- 
lla 


(  24  )     Lib.  7.  c.  3, 
i^y  )    Lib.  7.  c.  7. 


Ita  áe  ija4  ha  dicho:  Ordo  Prs^ 
dkatorum  sustinuit  hucuscjue  Opi^ 
monem^  (¡uod  B.  Virgo  fuk  con-, 
apta  in  originali*  Los  PP.  Ricardy 
y  Giraud  dicen  en  su  Dicciongrio 
eo  el  Articulo  de  Gayetano ,  que 
€^5tc  Cardenal  en  el  Opúsculo  de 
Cmcepttone^  sostiene  el  sentir  dt  stá 
Orden.  El  Provincial  Maitrnez  de 
Prado  en  su  gran  Memoiial  á  Fe* 
Upe  IV  5  protesta  desde  el  princi- 
pio que  habla  en  nombre  de  su 
Rdigion, 

El  R.  Br.  Tomas  TurcoAgí 
General  de  la  Orden  ,  en  su  Opói-r 
culo  contra  la  Concepción,  publicar 
do  en  1648  5  dice  :  que  su  Orderi;. 
es  la  iKvica  que  adopta  la  Opinión 
nicnos  Pia.  Es  largo  el  pasagc  suyo 
que  voy  a  insertar  aquí;  pero  muy 
ciicígicoj  muy  elegante  ,  porque  en 
verdad  tiene  buena  pluma.  El  de- 
muestra la  estimación  en  que  $e 
tieJie  en  k  Orden    aquella  Opinión^ 

(QJ      y     Pigí^ 


'y\A 


II»' 
,15, 


te 


f  fí  1" 


nunquam    probabunt  )    concedamííS 
{(^ued  nmf^iam  confaent)^  et  ma- 
j^rem  ec    meltorem    Doüorvim   R^- 
ctnttorum  partern  ah  ipsis  stare  ( ha* 
bla    de  la   Opinión  Pia  ) .  An  causa 
excidemus  ?    An   e   mamkm    erept^ 
est  \n¡:torta'i  Minimt  ^cnnurn.  Fa-^ 
teanttix  er¿v^\^elim   nQÜrrt^  necess€  est 
pürteníosmn  (^md  ^  et  dmnum  late^ 
re,  aiiod    h<£c  Pairum  Antic¡mrHm 
smtcntia  (  la  oi^nas  Wa  )  tot  pup\ 
pdntíum  $tíidíjs  exagttata^   tot  áriC'- 
tibus  impetitá  ,   tanto    arderé     im* 
pug^nata  >   inexpugnabüis  semper  ex^r 
twm^  instar  palmas  superior    e^fOr 
serir ,  omnmmq^e   covatus ,  ^ut  fnt^ 
ris  modJis   eam  vel  ^  oppriynere  ,  Vel 
eVertere  curarunt ,  thiserit*    £tenim 
^uQt    siibdoía    ptttatis    delirammtá 
cofificfa^  t¡tm   re'^elanomim  fahuU 
contextúe  ^   ^tist    momme?M    e  rur 
ámbus   antifútatis   somntata  y  ^hqí 
Patramyei  Dotiorum   SchoUstic^f   ■ 


*^fmn  loca  deprávala  ad  dtóptefíi^i 
^simphces ,  ad  fasanandas  mtílier-^ 
xnlas  5  ad  plebem  dementandam  J 
''£í  (amen  illa  omnia  horrenúbn^  et 
stupentihm  ■  Ad)>ersdrtjs  m  fumum 
ahtemnt',  et  ipsa  luthm  superath  e 
\toragmbíiS  emergens  (  atención  k 
lo  que  sigue  )  m  Déminicanam 
Familta/n  se  rccepit^  ubi  secura  con^ 
ifuiescit^  omnes  ridet^  et  coniemmt. 
^t  arte  in  admiralionem  rapit , 
lífuid  dmnum  p&nendit ,  qmd  sola 
Domimeana  Relipoy  simple x^  pam^ 
per  5  paupermla^  nullis  attihus  suf* 
fulla  y  nullis  pr<esidip  suhnixa  ^ 
(  atención  )  sda  Th&m^e  Doñrina 
control  tot  humante  potestatis  fulmi^ 
na  y  illam  sic  defenderit^ut  a  Sanc^ 
fa  Sede  per  Gregorium  XP^  db  ttf> 
pústura  \indkata ,  de  próbabilitate 
ianoniíata^  si  de  palma  non  exut^ 
tat  ^  d.e  pugna  tatuen  fehciur  triam^ 
fhat.  Si  acaso  en  1558  el  Gene- 
ral Vicente  JuitirJaui^  €fí  calidad, de 


' "  ,1 


\ 


á. 


/definió,  conii)  dice  h  VerdíA 
Vtndiraia^  la  nnnte  de  ^amo  To- 
rnas fivotaWe  al  Misterio ;  he  aquí 
Tú  i¿48,npvenEa  snos  después, otro 
Gene.ai  dtciiiendo  lo  cortrario.  Qual 
fcubló  de  cHos  ex  Cáthedrcí'^, 

Veamos  otro  lance  en  que 
coda  la  Religión  $t  dedara  contra 
la  Preservación.  Habla  (  «6  )  Na- 
tal Aiexandro  de  las  turbaciones 
suscitadas  en  la  Universidad  de  Pa- 
fÍ5  por  causa  de  Juan  Monzón , 
y  dice :  que  el  General  de  la  Orden 
empeñó  á  toda  la  Religión  en  U 
defensa  de  esta  causa  i  y  que  por 
elia  f  leron  los  Dominicanos  excluí* 
dos  mis  de  25:  años  del  Gremio 
áe<b  Universidad  :  Defensimem  ejt4i 
{dt  Mouzoñ}  suscepit  Generalk  Or<^ 
éinis  Md^i  ste)\  pesst  m^t^'^ue  caui¿e  df > 
ftnsiont  Gídinem  (^bscrinxit  ;    ^ttam 

úh    < 


Híst.  EccL  sm  lí-  M  i 


éh  téCmoM  Ño%tn  CensñVde  sfshscm 
éerf  mientes  e  Sácr¿e  FacíihdttsG're* 
mío  ahscissi  stint ,  et  ultra  vi^rsi^ 
mum  mintum  annum  ah  ed  mánr 
seré  segvegati.  Dice  despnes  ^  qut 
Guilkrmo  de  Valone,  Obi-^po  dt 
Eureux,  y  Confesor  del  Rey,  pa^ 
trocioó  á  Monzón  ,  y  á  sus  Pré* 
posiciones  con  gran  deshonor  m^ 
yo  5  y  de  la  Orden*  Se  le  not# 
co  Roma  á  Natal  Alejcandro  qtfife 
hubiese  hablado  de  este  modo  de 
su  Orden;  y  en  el  Escolio  4  dé 
este  Artículo  responde  á  la  Cen- 
sura: que  t%  sinceridad  digna  dé 
un  Autor  Eclesiástico  reftrir  el  hé* 
cho  como  fue;  y  repite  que  d 
General  de  la  Orden  ^  y  el  Pro- 
curador General ,  y  los  dennas  co« 
imprudencia  fivoreeieron  la  ternc^ 
ridad  >  de  Monzón  ,  y  los  Hermí-^ 
nosren  no  querer  subscribir  k  h 
Censura  de  la  Universidad.  Q^m 
claye  caá  esta  b^llaDódrina :  Au0- 


'Üi 


I 


J  Kf? 


'fií 


(tig) 
^  $um  Fratrtbíis  men  Vf^mat9* 
ribuSy  ut  deposttis  amicjUct  et  jam 
dnn/juau  opmtonis  pr ¿e judia js  ^  cw» 
JHS  tenehras  Spiritus  SanBm  disvti>-> 
iit  (  et  si  m  ndum  ita  plene  et  per^ 
feH:ey  ut  c¡u<tstio  ista  sit  in  fidei  luce 
fer  dhinam  re)>elationem  Ecclesi^ 
jaElam  con/iiíuta  )  commumm  , 
fiam  5  et  EccksiaHuam  sentemiam 
me  de)>otionem  erga  ¡mmAcuIatam 
Deiparie  J^irginis  Conceptionem  am^ 
pleElantur  y  pnedicent  >  ac  propá" 
gare  studeant. 

Consejo  digno  de  este  Sa* 
bio;  pero  consejo  que  aun  desde 
di 2110  de  1570  decia  Fr.  Sebas- 
tian Micaelis,  Dominicano,  qtie  ya 
en  parte  seguian  aquellos  Religio* 
s©5  ^  que  aun  en  aquel  tiempo  iban 
ya  desamp/irando  poco  á  pbco  sa 
anrigcia  Opinión.  Por  eso  desde  aquel 
tioMpo  yi  no  eran  tantos  los  Con* 
irarios  á  li  Preservación.  En  el  éü 
ya  t^o  faay  ^ní  habrá  quien  se  opon» 


h 


ga  entre  estos  Religiosos  al  seii**, 
tir  Pío.  Un  doélo  Anónimo  Italia-? 
no  (  27  )  en  una  Obra  que  pu-^. 
blicó  en  Padua  en  17J2  los  Hac- 
ina Píos  desertores  i  y  añade  inge-^ 
niosamente  que  si  se  le  preguntóla  I* 
la  Señora:  iJhi  sunt  qui  te  ácctH 
sa.bant'i  Nemo  te  condemná\>it\xt%^ 
pondetia  :   Memo  Domine» 

Lo  alegado  convence  que? 
no  debe  ser  notable  el  silencia 
que  guardó  la  Disertación  acerca  de 
los  Teólogos  de  otras  Religiones 
contra  la  Sentencia  Pia ;  y  que  no 
es  corno  se  juzga  ad)?ertida  má" 
licia  para  persuadir  él  V^ulgo  que 
sotos  ios  Domtfitcams  han  shLo  y  f 

son    i. 


(17)  El  ikulo  de  la  Obra  ^$1 
í*a  Madre  di  Dio  preser^^ata  da-' 
llarpeste  del  pee  cato  origínale  ^  con* 
yiniemsnma  Preservatrice  6  Libera^ 
irscf  dalia  peíste  :ii  ^elí  anima  ,  cbi 
iel  cjorpo.  %•  i. 


i 


•y 


fi 


m 


i  ^^^ 


$in  contra  el  Misterio.  Confieso  que 
Dada  5C  de  Religiosos  de  otras  Or- 
denes contra  el  Misterio,  y  que 
rgnoro  donde  los  he  de  bascar.  De 
los  Benedi(3inos  asegura  (  zt  )  sií 
Groiihta  Antonio  Yepcz  su  graív? 
de  devoción  entre  Saíuos  y  Escri**- 
r©t^Sí*  De  ¡0$  Cartujos  dice  su. 
Sübio  Dioíúsio  (  29  )  q^^e  ceiebra^'{ 
húi^  h  Fiesca  de  la  Concepción  ba» 
3^0  die  este  nombre  ^  y  no  el  de 
Sáutificacion ,  aun  aoces  de  las  Ex*. 
H  avagantes  de  Sixto  IV.  Los  Pre*^ 
rnonscí  atenses  se  glorian  de  que  la? 
Capa  candida  de  su  hábito  es  eii,i 
feonor  de  la  Pureza  Original  de,  Ma^i 
feía  (  50  ) .  E!  rnÍMno  honor  dicen 
tener  los  Meiccdniios ;  quienes  des* 
pues  de  su  ilustre  Ma'tir  San  Per 
iiío     Fasqual  ,     han     hecho    pron 

pió     : 

*•  (íiS)     Tom.7>  AnnaL  an.  1009^. 

^í  o)\po»,  Uorh  Pralr^.OpHíCM^ 


ft29) 

él   sentir    Pió.   Los  Augtistinía- 
nos   parece  que  tienen   pre,<enfe    lo 
de  su  Gran  Padre :  Excepta  J;  Vir- 
^irte  María   de  cjua^  €um  de  puca 
tis    aptur^  tiullam    Vclumus   hahcrt 
(¡tííestíonem»    En  San  Francisco  jcria 
bliasfemia    sentir     de    otro    modo* 
Allí  mas  es  estimado    Escoto   por 
Teólogo    Mariano ,    que    por   orr¿í 
prerrogativa.  En  España  no  tenemos 
contrarios  á    la   Inmunidad ,   porque 
en  ninguna   pane  ha  hecho  mas  jui- 
ciosos   esfuerzos  la  devoción  al  Mis*- 
teiio.  Díganlo    sus    repelidas    Lega- 
cías á   Roma  sobre  esta  causa.  En 
Francia   está   la   Universidad  de  Pa- 
rís  que  á  Tiinguno  de  sus   Dolo- 
res permite  juzgar    de  otro  modo ; 
y  por  consiguiente,  ni  al  Pueblo  ins- 
truido por  estos  Dolores.  En  Ale* 
manía   sabemos  ya  lo  que  dice  Tri- 
temio :  que  al    oír    a!    Dominicaoc* 
Wigand    contra   el  Misterio,  se    leí 
©puíicron  la  Universidad  de  Colo^. 
í  R>  nia^ 


'l'ííp 


;  los  Carmelitas ,  toda  la  ©r dcii 
-San  Fi^nckco ,  machos  Piínci- 
4^€s  5  Cardcnaks ,  Gfcispos,  todo  d 
i31cro ,  y  iodos  tes  Sabios  de 
fq^elia  I^tóon-  La  ingénita  piedad 
4c  Icalia  se  manifiesta  por  la  casi 
üeaeral  conspiración  de  los  Obispos 
^í  el  Cqpqüío  ;de  Trento,  compaesr 
1^  ,€n  la  ¿mayoí  pa»te  dePteladosJta^ 
iianois.  En  fin  allí  mismo  clixo,  sin 
fjue  nadie  lo  contradixexe,  el  Car* 
4enaJ  Pacheco  :  Hanc  sentem<e  pier 
éatem  negm  non  posse  guando  n(H$ 
sohm  iunüi  Kegulañum  Ordines^ 
j^w  excepto  y  cunEtíCciHe  Academia 
Imic  ópinioni  adh<erebant  cet*  rfia^ 
gis  pU,  sed  ipsa  Ecclesta  &c  ( ji ) . 
;;  Este    tíno    excepto    no   fae 

dielico  entonces  en  el  Cardenal  Pa- 
checo ,  y  hoy  se  intenta  lo  sea 
i^ÍQ.  Por  él  se  me  causa  de  ¡n- 
jfcirioso  i  la   Sagrada   Religión  Dot 

mi- 


ñéM^r^ot  él  se  (pífete  (feíitsmir^ 
ter  conWa  mi  á'  tsm  Religiosa  Pro^^ 
vincia  de  San  Francisco  del  Gu2«íK>> 
como  si  fuera  capaz  de  átt  sfii*' 
]líliar  niano,  por  lo  qUe  id  díxo^ 
del  laborioso  Pedro  de  Alba*  De- 
cir qué  su  inmensa  Gbrá  de  la  J#*' 
tkio:  no  tiene  cí-ítica,  y  q^^  debi¿ 
purgatse  dd  nfiucH¥  escoria,  no  daftí^ 
iá  gloria  dé  su  nombre.  Allí  mis** 
lího  se  dixo  que  fíf()  tI^  oí^ríg/ái&i# 
f/  wér;/í>  del  Autor ;  p^r^?^  c^e^S 
mío  en  que  \>i\>imos  fiMi^  ha  ense* 
ñadú  la  clase  é^  (ftie  s^  hm  "d^ 
colocar  las  Obras  de  tita  especia  E$ 
Abad^  Fleuri  dice  f  52  )  qur  \ús^ 
nci  mas  esclártódos  de  lo¿ 
sfiglos  8l  y  p¿  como  el  ^nei 
Béda  j  Akuino,  Hicmáfo  5  Geíber* 
lío,  se  conmfTtináron  con  loi  vicios* 
literarios  de  su  edad.  Paitábales  ^ 
dice  y  Ir  crídea  iiecesaHa  ípmí  <Ü$¿^ 


■hé'Wiüyri 


Cl^  )    DÍSC4  3.  m  té 


.J^-  ui 


i 

Ki       h 


cernir >-k^  piezis  falsas  de  laí»  vér« 
daderus^  y  ciian  en  eí  defeco  de 
t^ner  por  Obras  legítimas  de  Va» 
rtjníís  insignes,  las  que  baxo  de  cSf-^ 
tos  riombres  se  fabricaban.  Esto  e$ 
lo  mismo  que  yo  be  dicho  del  P* 
Alba  5  de  qnien  por  otra  parte  con-, 
fie$o  que  es  sobresaliente  el  talen- 
to?,? que  su  devoción  me  encanta^ 
qiicí  sns  fatigas  son  útilísimas,  f 
qo€>  su  pluma  es  las  mas  veces 
Viftoriosa, 

Dixo  la  Disertación  pág.  9t 
que   hoy    est.^ba    demostrado   entre 
ios  Eruditos  que  el  Tratado  de  don^) 
de    $e  sacaba   un   lestimonia   fayo* 
rabie  al    Miuerio,   no   era  de  San-í 
to    Dominpo ;  sino  de    cierto    Da-> 
mingó  de    pántaleonihiSy  Dominica- 1 
no  también  ,  pero  posterior  en  cdad^ 
al   Santo    Patriarca.   Repone  la  Ver^>s 
d^d    vindicada:  que  la    Discrtaciotí; 
no    mmbra     hs     Eruduos ,    ni    da\ 
odemostr ación  de  es(jf^) 


j. 


m 


y  ffée  cm  decir  Eruditos^  (juedo  fíf 
muy  pagado  y  satisfecho.  Añade  quq^ 
rebela  e¡fA€  estos  Erudito^  sean  loA 
^A.  de  las  Actas  de  Leipí>ick\A 
íjiée  debo  la  mema  al  datio  Fraiff 
ciscano  Alba  ^  a  cjuien  no  anise  ci-^ 
Sar  por  el  desprecio  (fue  hago  d^ 
SHS  Escritos.  Alba  cscá  empefiadc| 
en  sus  B^ayos  del  Sol  de  la  verdad-^ 
en  que  Santo  Domingo  fae  Autoi^ 
de  aquel  libro  que  se  dice :  ¿  com(i 
Comaría  yo  de  él-ila.^fspede  dé 
que  no  fue  de  este  Santo?  Al!á  var| 
pues  Eruditos  ,  que  no  son  Alba  yr>i 
de  los  de  Leipsick ,  sino  Doiiiinii^ 
C-acios  que  no  me  dá  Alba.  Tonjal 
Maluenda  en  sus  Anales  y  Suzato  ea 
sa  Cró  lica  ,  y  Antonio^ide  .  Sieni 
en  su  Biblioteca,  todos  tres  0©^ 
minicanos^  aíegurán  :  que  el  Tratad^ 
de  Corpore  Christi  atribuido  á  Sanco 
Domingo,  es  de  Domirigo  de  Pao» 
talconibus,  Dominicano ;  que  dicen 
4b5  vivié  hacia  ciafió  át  it6t¿- 


^á 


f 


i' 


fm  f  siguen: en  esto'  a  los  treí 
f^feridoir.  Hay  pues  cinco  Domititjí 
éanos  por  la  cosa*  No  ignoro  que 
mm  hacen  muy  posccrior  á  Pan- 
tateonibus,  como  Miguel  Poccíinti'J 
i^iie  ló  pone  en  1376;  pero  nd 
éí  ahora  la  disputa  sobre  la  edad 
de  Pántaleonibus ,  que  yó  me  Cortas 
ftnié  Con  decir  que  fue  posterioi 
1^  su  Patriarca ;  sino  sobre  que  eí 
Tifatádo  mencionado  no  es  de  Sca^ 
Domingo.  Así  lo  dan  per  cierto¿ 
if  constante  Natal  Alcxandro  (33  )^ 
y  Graveson  (  34  ) .  He  aquí  suí? 
comprobantes :  que  ninguno  de  1d![ 
^iie  han  escrito  en  la  Orden  lo¿ 
liechos  de  su  Patriarca,  como  Ví^ 
cente  de  Bóves ,  Humberto  ,  Teo^^ 
ésúcú^  San  Antonino,  ha  mencid^ 
.  c:---  ■      ^'  •  ■■■^  ^     ■  mdb  •  •'' 


(ríiiél 


mimiitt» 


$0ño  Escrito  alguno  del  Patriarcal 
y  no  es  verosímil,  que  fuesen  tai^ 
descuidados  ,  que  omitiesen  tn^ 
C|ue  recomienda  al  Santo:  que  Ig 
Peügioo  toda  no  habia  de  ocultar^ 
|6  pasar  en  silencio  esta,  gloda, 
xjuando  ha  sido  tan  diljge^^  ef 
guardar  y  publicar  las  Obras  de  otrof 
JHijos  suyos:  que  Pedro  de  Vaíl^ 
Ccrnai,  Cisterciensc^  que  escribió  1| 
tíistoria  de  los  Albigense$  ,  no  b^ 
bla  de  Obra  alguna  de  Santo  Dí^ 
filingo ,  sino  de  una  Cédula  qff 
para  confundir  á  estos  Heregeij^ 
íue  arrojada  al  foego,  ysalió  iless. 
(Confieso  que  todos  son  argunieif- 
Jtos  negativos;  pero  con  quantovir 
:gor  pueden  tener  los  argumen$a$ 
Íjc  esta  clase.  ^  . 

Dice  la  f^erddd  ^indicada^ 
«que  el  suceso  verdadero  es,  qtie 
entre  los  muchos  errores  de  los 
Aibigenses,  uno  era  que  la  Madre 


'jl: 


'    i.i,, 


ferigmal)  y  que  su  cuerpo  no  fii« 
íntegro  en  el  parto  $  y  que  Santo 
Domingo  para  rebatirlos  escribió  su 
Sentencia  y  la  arrojé  al  fuego;  y 
asegura  que  la  Sentencia  fue  estar 
SicHt  pnmus  Adam  fuit  ex  térra: 
yirginey  et  nunquam  maledt^a  fot'* 
wntusi  úa  decuit  in  secundo  Adún^ 
fien  5  id  est  m  Chisto ,  cujus  terra^ 
id  est  Maria  Viygo^  nmicfuam  fint 
malediíia.  Con  ella  dice ,  manifes- 
tó  el  Santo  la  Concepción  en  gra* 
cia  de  Mana,  y  la  Virginidad  dC: 
fiü   cuerpo,    . 

•.í  .  Entre  los  errores  délos  AU 
bígenses ,  como  se  puede  ver  en 
los  Catálogos  de  Heregías ,  ningu» 
no  fue  acerca  de  la  Concepción  pa-» 
siva  de  Nuestra  Señera.  Ya  se  vé 
que  ellos  la  habían  de  creer  man-, 
chada  de  culpa  original  (  si  acaso 
admitian  el  original )  porque  defcn» 
diendo  ellos  que  estuvo  viciada  de 
mvüKTOi  ^  carnal  coda  la    conduela 


juzgasen    contaDiirada    en    su  Con- 
tcpcian  ?  Este   error    de  iippurert 
en   la    ccrda<5a  ,  y  los  demás  qiiC 
eilos  defendían,  fberon  los  que  com- 
brmó   Santo    Dbaúñgo.    Pedro    de 
Valk  Cernai     dice    (  55  )    que   Ri 
que  se  aríojó  al  fuego  por  tres  Ve- 
ces ^    y   sicíDprc    salió    ileso,  ífac 
cieito  E^criio    en    que   Santo    Dó^ 
miúgo  compilé^  rede^it  in  scriptúré^ 
las    Autoridades  que   alegaba  contra 
los   Albigenses;  y    no  específica  \o 
que  ahora  la  Verdad  yitidi cada  trac 
terminantemente.    Aunque  así  fuesc^ 
nada  decide  aquella    senterícia    por 
la  CorKcpcion   en  Gracia:  piici  so- 
lo  afirma  que    el   legmido    Adadi 
C  hri^to ,  jfue  fondado  de  tierra  nua* 
ta    maldita;  lo  que,   según    la  oca** 
íion   de    la  disputa,  debe  entender- 
se de    maldición    que    conompicsé 
(S)  \i  ^ 


•  •(!. 


}a    pureza  Virginal  de  María  Sanrfá* 
nia,  para  ¡r  coiifornie   al    CKpr  de 
aquellos    Hercgés,  la  Centrovcrsía 
jFue  sobre  lo  cjue  la  Fé  ya  enseñaba  5 
sobre  lo  que    los    Albigenses  com- 
baciaa  i  y  no  sobre  lo   que  la  Iglc-  ^ 
sh  «un  no  favorecía ;   pues   en  ver-  " 
dad  la  Romana   en  aquel  siglo  aun 
DO   mosnaba  su  propensión  al  Mis* 
íetiot   Si  Pedro  de   Ojcda  con  oca* 
íion   de  csre  caso  redarguye,  como 
'  dice   la   F^erdad  vindicada ,  de  que 
je  apartaban  de   su   Santo   Patriarca 
los  Dominicanos    en    punto  de  la 
Concepción  ,  seria  porque  este  Je* 
'  juica  no    examinó   bien   este  punco 
de  Hi;itoria.  Pero   yo  aprovecho  sa 
redargución    á  los  Dominicanas,  pa- 
ra la  general  persuasión   en  que  to- 
dos estaban    de    que  la  Religión  to- 
da  eta   cont'sria   á  la  Preservación 5 
cosa    que    Ojcda    podia    fkilmente 
^advertir ,    por  loque   se  observaba 
tn  tn  cá^¿^ 


Concluyamos   pues:  que  es 
Cierto   el   milagro :  cierto   el  Escri- 
to, o   sea  Cédula,  en    que   Sántc) 
Domingo  compiló  aquellas    Aeitori- 
dades:    incierto  que   la  Cédula  con- 
tuviese squelias  mismas  palabras  que" 
tnc  la  Ferdad  \>mdt€ada:  fabo  que 
días  prueben  la    Preservación  :    in- 
cierta  la  edad  de  Domingo  de  Pan- 
taleonibus :  faUo   que  no  hñjñ  Eru- 
ditos que* no  le  atribuyan   el  Tra-; 
lado  de  Corj}$re  Chrisü  :  nñuy  ¿ier-'' 
to   que  este   no    es  de  Sanco  Do-' 
wíngo :  y  clarísimo  que  despees  de 
esto,  ya  nada  vale  el  dilemma  con 
que    la  J^erdad  vindUada  termina 
su  raciocinio. 

Lo  singular  áe  \^  Verdad 
Vindicada  c$  decir:  que  y&  refiera 
la  Kewladon  de  Santa  Cof aliña  de 
Siena  contra  el  Misterio  y  y  fie  si 
hubiera  ktd&  la  }>indicacion  de  fflpo^ 
htd  Marracci  ,  hubiera  cemada  que 

má  fjUa^  j/  i&j^mM  i  lá  Smai 


i 


m 


l!í:Í 


m 


"T" 


"^1"'- 


m4<  <?'AíP  tomo   conduce  í  ferstiádif 
at  Vulgo    (¡ue  haífa    las    AíonjuSj 
D.fminicanas   canonizadas  han   sídé,^ 
€$ntrúrias   k  la    Concepción  en  Gra^i^ 
tía  V  no  repara  en  imprimir  false* 
dad^s.  Repire :  Léase   í    Marracci^ 
y,  no  se  pierda  el  tiempo  en  false^  < 
dadesi 

Qaando  yo   leo  estas,  y  sc^-  y 
mcjantes   corsas   esparcidas    en  todo  y 
cl,  cuerpo    de  la   Obra ,   di'go :  Sed 
tt ,  vos   injtiriam  faciüs^  et  hoc  Fra» 
tribus   (36  ),  ¿Como  yO;,   que  en v, 
quanto    puedo   promuevo  en  la  Di-., 
se  tacion     la   verdad    del    Misterio  ^ 
habia  de  tener    por    cierta    una  Re- 
velación que   lo   destruye?  ¿Como, 
diciendo:   no  nos  detengamos  en  esas 
Ke^elaciones  privadas  e^ue    se    cuan  ( 
tn  favor  ^  y    en    contra  del  Mster 
fip^    habia   de   juzgar    cierta    la   de . 
Santa  Ocalina  ?  ¿  Gpaip^  adoptando  ■ 


i  Mi' 


«^Jk 


..•' 


lax  be!l3   D<  ¿inna  de  Papebroquid  ¿^ 
que  exhibo  á    la  Pág.    lo^  /gntori- * 
tada  por   Ficurí ,    Abdí ,    y     Benc^^ 
dido   XIV  \,   he  de  estar  por  la  Re* 
trelacion    referida?   Q^^al    es  pues  U > 
falsedad   qae    impiiaio  ?  j  Asegurar  4 
que   la  Saiíta    tuvo  aquella    Revela*^ 
:ipn    contra   el    Misterio?  Es    ftls» ' 
[jue  lo  asegure,  ¿  Decir  que  Cayeta-í  f 
lo  opone  esta  Revelación  de  la  San*vi 
:a^   y  que    quiere    que    prievaietc;a  ^^ 
i   la  que   se  dice   de   SanM    Brígi*  ^ 
la ,    por    la   mayor    autoridad     de  i 
Janta  Catalina ,  y  porque  ta    refie*   ' 
e  San   Arttonino?   Esto ,  lexos  de  ' 
;er  falsedad,  ts   una  verdad  que  es-  ^ 
á  patente  á   quantos    tienen    ojos 
)3ra  leer  á  Cayetano ,  y  á  San  An» 
onino.  Cayetano    dice   así  (  37  )  :    ' 
\anB^    amem    Bngtd^ ,    e   re^iúne 
^omtur  Sánela  Catharina   de    Scnisy  ' 
\ua   dixit  sibí   re'pelatam  esse,  npp^^^í^ 

situm 


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í  27  )    0£i4¿c,d€  Co^up¿.c*iK 


l?l 


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■  ^: 


•   j  '.!,■ 


'i¡| 


Sftum^  m  refert  Archiepiscopm  ftifk 
íenttnus  .\  •  •  et  majori  fide  digna  \>i^ 
detwr  Smüa   Catharina ,   ^ma  Ca*  > 
fioniz^ma  ist    sicut    cateri    Sanñt  ^  * 
SanSla  ver&  Brígida  C^mnizjita  fst 
tempore     schismatis.     San     Antoni* 
Ro   (38  ):  Diat  Joannes  de  Nea- 
pdt   (jtíod   sunt  visicnes  phmtastic^ey ' 
íjmi   non   est   eredeñdam*  Et  si  d$*  * 
titur  alids  SanUas   habuisse  revela^ 
timem    de    hnpsmodi  ,    m  San[Í4  ^ 
Bngitta^  sciendum  qmd  aUíC  Sánc^ 
téC ,  ^u£  claruerunt    tnirdculis  ut  B0 
Catharina  de  Senis ,  habait  revela* 
ti&mm  de  contram.    He    leído ,  y 
tengo  el  Opúsculo  de  Hipólito  Mar- 
racci    intitulado :    Vindtcatto   S.  Ca^ 
tharirjíe   Senemis  a  commentitia  re^ 
Relacione   cmtra  fmmac^ldtam  Cotí" 
§tptieñem  j   dividido  en   nueve  Opí- 
fiilos.  Sé  lo    caro   que  le  costó  es- 
üibirli^  ^   allá    con   el    Maestro  det  ^ 
r^  Sa- 


is^ X    l'í^  J^?^^*^íA?  h  ft  *^ 


\i 


5icr«  Palacio,  Capisucchi ,  y  la  qse 
padeció.  Pues  para  que  se  me  rer 
n^icc  á  Mrracci?  Comporserlo  aiía 
con  Cayeíaao,  y  con  S*  Antoniooé 
<■  Mucho    se    enciende   el    P> 

:M,  Oíoíio  ^  por  aquel  rasgo  de 
Sermón  que  termuió  el  segund© 
Punto  de  mi  Disertación.  Dice:  que 
fyur^  en  d  un  imigm  Malhcch&r^ 
fer turbador  de  la  fa^  pública »  j^ 
objeto  de  las  comunes  detestacienes^ 
ü^quien  no  pediendo  destruir  el  Prím 
€Ípe  ^  se  cmtenta  con  desterrarlo.  Dh 
ce  que  4</*¿í  Vomite  el  Veneno  dé 
mi  maledicencias  y  que  es  preciso  po^ 
nerme  en  cjUestim  de  tormentos ,  p4* 
ta  ejtse  confiese  (¡ual  es  el  extrema 
.eomparado  ¿  un  insigne  Malhechor 4 
Añade  :  €¡ue  sin  dar  la  primera  vaet* 
ia  del  Tortor^  confieso  ya  que  d 
Principe  es  Alexandro  Fl/y  el  De^ 
^et$  del  destmro ,  su  Bula  en  fa^ 
yor  del  Místerto ,  y  los  desterradpf^ 
i^sij^nes  Malhechores^  fenmbado¥eÍ 
z¿  .  -  ..■    *■■;--■'■.    .     .      \ic 


'si\ 


1:1  ,» 


%\ 


M     K 


4e  la  faz^  ^fUltca^  y  ohjeks  de  Tas 
€omuncs  detestaciones  son  ks  Donú* 
nicanos ,  por  ser  todos  en  mi  erra* 
do  juíáo  opuestos  al  Misterio. 

Ah  ,  que  injurias  llueven  so- .'.■ 
bre  mí  en  este  breve  período !  Se 
me  pone  en  toícuia  zxMts  de  pro* 
feanza  alguna  de  delito  :  se  me  po» 
«C  Cíi  tormentos  ,  aun  qiiando  por 
©tras  vías,  que  ya  el  Juez  ha  in- 
teíntado  ,  cree  poder  hacer  constan» 
fe  el  deÜto :  se  me  pone  en  tor- 
tura j>  aun  quando  hay  tantos  Cri- 
laaiinalisras  que  reprueban  esta  via  de 
inquirir  la  verdad,  especialmente  en- 
tre los  que  deben  tener  por  reglt 
la  lenidad:  se  aprovechan  de  una 
confesión  forzada  y  violenta;  y  lo 
que  es  mas  de  una  confesión,  que 
de  ningiin  modo  se  ha  hecho  :  se 
aprovechan  de  todo  esto  ,  aunque 
digan  los  A  A.  que  la  confesión  del 
reo  hecha  en  tormentos  debe  de- 
mx   al  Juez  incierto  de  la   inoceo» 


que  San  Agusrin  diga  (jp)í  ítir 
mcms  luit  froimm&st€km<mii? 
smas  pímas ,  nm  ¿¡ma  illud  toñit' 
misisse  deugtmr  ,  sed  c¡(d4  nm  COff§r 
piisiüt  nescittéf  M  ac  per  hoe  ign^ 
wafiíia  Judícis  y  plerum^Me  m  eal^t 
mitas  innocentis.  Apdo  pues  al  P4- 
feiico  Sabio,  que  ya  desde  d  prki?» 
fipio  be  recoaoddo  Juc?^  superiog 
de  esta  cmM,  ¿ 

No;  los  insignes  Malhecha* 
j^s  5  {^turbadores  de  la  paz  póbli- 
my  y  objetos  de  ks  coiruaes  é^ 
ICiíaciones ,  no  som  los  Domiíi¡ici- 
fios*  El  ixjismo  peffedo,  i^n  rígidi- 
mf^ntc  censurado  ,  dice  que  ^$|C 
,Jl4slhechúr  j  ó  por  rntjor  decir,  iríi- 
jado  C0m  si  fuers  Malhechor  ypf 
€\  Sentir  méms  P/¿>.  Léase  m  k 
Diserjacion  el  período.  De  los  Do- 
minicaíios  m  se  pyj^eta  decir  cofl 
.    (  T);^-^  ••^^•,.,-  ..  ver-. ,' 

í  WM^I^If  j,i».„  j  lili      II  >  y,  ,,1,^1^    ,^  I,      (p^,jaB|,g,f,,,,ii^lj|¿  * 


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♦erdad  que  tstaban  dcsteriados  áíU 
á  lo  interior  de  las  mentes  y  i 
donde  no  extiéndela  Iglesia  ius  juicios*. 
£sc€  amplísimo  Cuerpo,  ii  no  se  des* 
Duda  de  5«  oíacerialidad ,  no  cabe 
«n  !o  recóndito  de  las  nances, 
lino  por  medio  de  ia  especie  im- 
l^resas  (si  hemos  de  adoptar  el 
Sistema  Peripatético  en  punto  de 
¡deas  )  ni  puede  cenec  prohibición 
de  parecer  en  los   labios. 

Por  una  figura,  cpc  la  Re- 
tórica llama  Prosopopeyayh^bló  aquel 
Sermón  así  del  Sentir  menos  Pio^ 
J£.stz  Prosopopeya  es  lo  mismo  que 
Fkcion  de  Persona  i  y  por  <^^  •* 
Oraccria  introduce  como  verdaderas 
Personas  á  las  cosas  qtac  no  la 
tienen.  Asi  finge  Cicerón  Personas, 
ya  en  los  túamlos  y  bosques:  f^os 
4lbani  tumuli ,  atque  hci ,  im- 
'ptoTOi  ya  en  las  Provincias  y  Rey- 
nos:  Sicilia  tota  y  si  ma  )poce  lo- 
hxQ  dicereti  ya  en  la  P»? 


I 


ü  ,ii' 


'»•  •♦vi* 


Uú 


n 


tria :  Si  memm  Patria ,  5f  funBa 
Jtalia\  si  amnis  Re^publiea  lotjH^^ 
tur.  En  los  Poetas  las  hay  hcimo. 
sisimas  (  40  )*  El  mi^rao  P«  M. 
Osorio  sabe  bien  de  Prosopopeyas  y 
pues  en  una  Oración  Fúnebre  suya 
impresa  el  año  de  5j,  que  leí,  par- 
que me  ¡nterezaba  su  obieto,  encv- 
.pieza  así :  Funesta  Pira  de  laces  ^ 
A..  Mati'  > 


■»•< 


{  40  )    Ingens  v¿54  duá    Patria 
i,..     trepidantis  imág&^ 
Clara  per  obscuram   \uUu  m(estissU 

mamEíem^i 
^urrigera     canas    effandem    \ertUe 
^^v    aines^  ^ 

Casarte   lacerdy  nudtsque  adstare  léh 
^.    certisj 
"■¿t  gemku  permista  loífUÍ :  C^o  teté' 

distis  ultra'i 
^0  fertis  mea  sirria  VíVí?  Si  fiH 
^     re  yenitisy 
Si  ciws'  hucti^efue  ticetm  .^ 
.^v  J-ucanus  PharsaU  tíb^t^ 


,^6 


_/W^ 


i^  '^¡ 


'"•vi: 


3^m$oleé  de  flanmantei  inténdm^ 
k  qmen  el  arder  consume^  j^  el  mi^ 

ma  Imir  acaba  ^  dexando  herede^ 
rMl  de  tm  ardientes  rayos  las  Cé^ 
pitas  ifue  fublkas  ^  ¿  efUe  expre* 
hu'  cm  esas  ahrazjtdúras  tengms^ 
ifé  a<:jm  Prosápópeya  >  aunque  m^ 
P4>écka  qtie  Oíatoria. 
< '^^^  Parece  pacs,  <|«c  está  de** 
sariM^do  todo  el  aparato  contra  aquel 
período;  <te:<xranecida  la  razón  con 
^áe -nie  acma  de  mordaz  ;  y  demos- 
t.rado  que  no  hay  justicia  para  dc- 
Üfeciiaímc ,  según  dice,  al  Tribal 
nal  de  la  Fé,  como  a  ofensor  de 
>a  IReligiotr.  De  todo  lo  que  com* 
pone  su  acerbísima  invefliva ,  apro- 
fc^cho  yo- estas  palabras  :  Esta  tiene 
y^erdad  ^  y  la  Verdad  í  nadie  a^ra^ 
/l«í¿í.  Gaardemos  ambos  esta  máximas 
y  solo  se  desechen  mis  discursos 
C[cfei*do  la  verdad  los  desatnpare. 

Esta  misma  verdad    ote  ha* 
ce  ¿cc¡£ :    qae   Rábano    no    pudo 


%tfrif  itos  I>c>mmíc^aos  et*'  ací|8íH$¿5l 
doce  Lronés  repííTctdos  erv  Iííis  seíí 
gradas,  por  doiide  se  sakm  á  Tfoftt>| 
de  los  quaitSy  los  cW  lítete  izí^ui^t-s 
do  dedai^i:  Spt^ha  la  Ctdpa  Orfpm% 

Líos  dd  dríctho:  Nú  mhirl.  Ra^ 
no  Mauro  ^  Escriior  del  sfgfo  y¡i_ 
IK)  pudo  figaríff  á  lo¿  Dv  miníela 
«©$5  sino  tm  profecía  j  ptiés  vi.. te* 
ron  ai  mundo  en  d  siglo  i||| 
quatroeicMtos  mos  despnrg  de  Ra* 
baño,  H^lc  verdad  h  FerdM  'W¡^ 
dtcada  y  y  confieííe  que  esf  ni^ 
sípida  Alegoría  es  del  P.  Riter| 
Dominicano ,  err  ^  Setínon  £0* 
iierra  del  Pecado  Original ;  y  ádelantt* 
Gomfcóa  h  Verdad  vmdi^ 
eada^  y  nos  avisa  lo  qae  íeeméi 
en  Mairacd  (  41  )  que  ao  Mom# 
terio  de  vSanta  Caraiba,  llamado  £(>«** 
€f>es  en  Toledo,  está  dedicado  a  It 


%^rÍ4i )    Vmdicm^SmBéCa^^ 
nmií)A  commmtitta    revel  c.  9. 


♦tí  ■*' 


lfíií\%mh¿^  Goncepcion  :  qué  tMi 
Monjas  por  Breve  de  Urbano  VIII 
en  los  Sábados  no  ioipedidos  rc-t 
ian  d  Oficio  de  Concepción  ;  traen 
^¡cwpre  on  Escapulario  con  la  Ima- 
gen de  Naestrfi  Señora  ,  y  al  fin 
de  las  Completas  rezan  la  Tota 
pulchra.  Todo  es  cosa  muy  santa# 
Lá  deberla  imitar  toda:  la  Religión 
^e  Predicadores.  ^^  - 

^  <^  Nos  avisa  también,  que  un 
Capítulo  Provincial  de  la  Provine 
da  de  Castilla,  en  i5i8,  supiicó  al 
Papa  Paulo  V,  se  dignase  conce- 
der y  determinar  el  modo  de  re- 
zar el  Oficio ,  y  celebrar  la  Fiesta 
de  la  Inmaculada  Madre  de  Dios. 
Muy  bien  hecho ;  porque  ya  un  si- 
glo antes,  en  ijio,  habiendo  la  Ciu^- 
dad  de  Siena  hecho  voto  de  ce- 
IcbríT  la  Concepción  de  Nuestifa 
Señora ,  y  celebrarla  confor  me  :4 
aquel  Oficio,  eñ  que  por  todas  sus  ; 
GUiíisolas   teíaluba  la  Preseiva^ioii, 


l;Í! 


^. 


»  • 


•^ 


rufi^ 


t)0   qaiskroiT  los  Domimíaior^^ 

comprehendidos  en    C5tc  voto%  Htfo 

bo  grandes  disturbios  entre  la  Ckí» 

dadj    y   estos    Religiosos.  Llegó  ^ 

ruido   á   oídos  del  Papa  León    .X# 

quien  por   una  Constitución  obügé 

í  los   Dominicanos    á    corfofinarsc 

en   todo   con   el  voto   de  la    Cm^ 

dad   de  Siena,  Aíií  lo   refiere  el  S¿* 

bio  Arzobispo  de  Conza,   Fr.  Am- 

brosio   Catarino,  Dominicano,  nata» 

ral  de  esta  Ciudad  de  Siena.  . 

Muy  bien   hecho,  vuelvo  a 

decir,  porque  como  le  escribía  al 

miimo    Fr.  Anibroíio  Catarinc^^  uá 

Maestro  del  Sacro   Palacio  ,  acerca 

de   esta   solemnidad   de  la  Copcep- 

itíori  i  entre   sus  Religiosos  había  dí- 

Víjion.    In  tali    solemnitate    (dice) 

""(íilicjui    mn  cebkrant:  altauiy  man" 

^0  non  est  c¡m  videat^  id  esty  cjuan^ 

'i.0-  nullm    adstat ,   celebrante  subtir- 

tulo  SanBt^cationis:  alij  tusstMnty  ei 

cbqumiur  mra  dintel^  at  nihil  t^ 


ñ 


I  '» 


4 


pimmiñ   h^<^    csp    e$p6ck  en    f| 
^rtóí^wo  Icaliano  del  año  d«  ^75*^ 

:f^,qiüco  ya  habtó  srriba,  .; 

1^  •  Muy  bien  hecha  tatnbiejí , 
Ij^c  en  el  Capítulo  General  de  Milán 
id^  1527  la  Religión  DomÍRÍcan;i 
fiMck^t  (  como  nos  lo  testifica  el 
primer  Aprobaíit^r  baxo  de  la  íé  de 
Jacirtfo  Serri) ,  por  un  Mtmoriíd 
di^o  ée  cdebrane  con  la  édmira-t 
mn  de  todm  los  éi^los^  £¡ue  U  StUé 
Apoit6lu4  diese  pn  ¿  tan  odiosas 
ConJtrmenm*  No  sé,  si  la  admira^ 
mon  dt  iúdos  l$s  ú^los  c^e  sobre 
h  fy>úca^>  y -estupenda  estruíSuríi 
jéé  Meraoriííl;  4  j^obre  que  ya  loís  * 
Domií»kano5  no  ficseo  del  senck 
4^  $ü5  Mayores ;  ó  en  fiii  si  erí^ 
|>orqae  sam  persistían  entonces  ea 
-5M  antigua  Sentencia  ,  y  pidiendo 
que  $c  diese  d  último  y  decisi)^ 
mícidQ  iobre  tí  punto  de  Coficepr 
4Íon  y  pidiesen  en  1672  ,  lo  inis- 
^>p  4|»c  Torqucaiada  p^dia  al  Gocv 


I 


/i  ni) 

fSid  iJe  Basiléa  en  1451;  lo  -  mii* 
M'io  í]uc  €l  Provincial  Juan  de  Moii- 
tenegro  pedia  á  este  mismo  Con- 
cilio s  lo  mismo  que  pedia  el  Car- 
denal Cayetano  en  1515  al  Con- 
cilio V.  de  Lerran.  Sobre  el  .cüs^ 
'de  Juan  de  Montenegro ,  ya  nos 
dixo  Juan  de  Segovia  lo  que  oyó 
y  vio  j  vamos  á  estos  do^  Cardenales 
Tci-qoemada ,  y  Cayetano» 

Torquenriadá  decía  en  su  Tra». 
tado  que  estaba  pronto  á  abrazar  !ó 
que  la  Iglesia  j  y  la  Silla  Aposío* 
lica  definiesen  sobre  el  punto;  pe- 
ro esto,  después  de  haber  expuesto  á 
aquel  Concilio  que  h  vSentenci^  Pia 
perjudicaba  á  la  Dignidad  de  Christo 
Salvador ,  á  la  Escritura  Divina ,  y  al 
Testimenio  de  Padres  5  y  Dodloreft 
Fiado  pues  en  que  una  Sentencia  cfcs 
esta  dase  j;3mas  podía  obtener  favo* 
ísble  definición,  clamaba  {42)  :  As^ 
(V)  i«f 

i  4a)    Pan.  7.  r*  í. 


I 


I»  ^. 


r    ' 


$$ir^at  ergo  'SanEid   Synom$\  et  nm 
perrmttat  mentes   Bdelmñí   ampbuS 
inhac  re    tenéhrh  dubiutiomm  tn^ 
Vfíbi.   Cayetano  e?tá   mas   fücrtc  y 
expreso  .  A\    termincr  su    Opúsculo 
W  Conceptione     dice ,  hablando   de 
ía   Sentencia    menos    Pía' :   fn   una 
'Sknépmm,  et  Sacromm   DoBomm 
'prhcorum   ciuiescef)S^  mhilcjtic  sibt  n^ 
mm^  ^  SacrosanSla  Synodo  (tjuan^ 
deqédem   a    Spitm    SanBo ,   ^íí9 
%spirante    locan    sunt    SanBi    Dei 
'^hómines  y  contraria   m   fde   Senren^ 
'iíii  prodire    nequeunt)    quin   pntius 
'íperat  y    si    decernendum  ali^uid  esty 
^setpsam  tamfuam  pohabdtorem,  et 
ÚmEtorum  ,    ac     DoElomm    diüis 
consonam    approbandam  ,    exemplo 
Vítnmmts  Synodi   suh  Clemente  V. 
^^H^    de    Bapnsmi    ffeBu    decrexnt 
partem  probabiliorrm  ,   dictis  Sanc^ 
íoram,  et  DoBorum  consonam.  Pars 
yero  rehc¡tia  (sigue    Cayetano )  a^- 
Yens B.  Fimnem   a  ,mdcula  Ori- 


ihalís  peccati  pr^eser^^atam^  mujtitu% 

dme   sequacium^  €t  faVons  amplituK 

diñe   conspicua   apparet.  Stipercs^^Mgi^ 

tf4r\   Pater   Santtissime ,    4ít^JnUf{ 

quindecím    Sánelos  -^^    Atfgustifíiiim^^ 

^mbrosium  ,  alwsqt^\  fwfum  -.jcx^ 

pressa  snnt  nomina^  necmn  intej^Ám^ 

números   Doclores  antiguos  ex  ^fa4i 

et  paVidum  in   hac  ,  causa  Scotum^ 

franciscum    de   Mairónis ,   Pelru^ 

Aureoli ^  {contra   tamen.  Paires -Sfi^ 

Ordinis  )    modernos  ^  M    p'omscui 

Vul^i    clamores  ex  aliay  medius.^íi^^ 

Awtter  a  Christo    datus  ,    in    ha¿ 

SanBa  Lateranenst  SymdoReligi^ 

ñis    Chnstian^ ,    vel   veritatepf  ^r^ 

miter  amplcBendam  tradere  yye\,^^ 

fublicis   ohlocutienthus ,    et  scdndaJU 

ionsulere  dignerisyJ^eíMr  ilUus  Ora^' 

culvi\  Non   tn  muhitudtne  ygec  m 

iommouone  D&minus.  ^  :^;,omBi]tixf 

Mi  Discnacion  á  la  pág.  ^^ 

pone   este   zx gumcnto :  Despms  de 

lo    discmridOL  se  dita :  Parece 

que 


(1 


H'  'í\ 


der  él  asenso  ¿un  Misterio  (^ue  m  ! 
puede  traer  en  sa  fa)>or  algmTes*'^ 
iimónto  Dmno\    que    en  terminas 
formales   la   apoye   en     las  Escri'^ 
mas\  i  un   Misterio  (jue  ignoro  U  • 
Iglesia    en  sus  primeras  die"^  siglos  i 
aun   Misterio  (\ue  no  halla  ahon9>  ^ 
claro  en    la    Tradición    encargad^^ 
Ut   transmitirnos  la    reña  Dotlri^ 
na  ya    un   Misterio    en    fn ,   ejm 
los    Padres  no  tocaron^  y  ^ue  hallo 
poderosos  Op&sttores  en    San  Bernar^ 
do^  m^f!   ff'^^    ^^  ^^  ^^^^  ^^  Oricíí-* 
tó:de  la  Iglesia  \  y  en  Santo  To^r^ 
fftaSy   cuyo   sentir    solo  sttspendiay  é 
las   \>eccSy  las   decisiones  que  se  ent^ 
frendian.         -»^  ^  v  ^ 

-sv  ••  Lá  p^erddd  Vindicada  síti 
tóct^dér  4  que  de  pronto  satisfago.; 
plenamente  á  esta  aparente  dificuWv^-^ 
tád,  me  dcsfigm-a  la  cláiisula  ;  serí^:\ 
desentiende  de  que  es  argumenta  qu«  v  ^> 
«íc  propongo^i  no   hace   nT^niíyi%.;ív 


dé!  gran    elogio    que    allí-ha^  4^ 
Sanco   Tornas^   y    dice    así  :    isrfg^ 
hto  y   mucho    mas   saben  im  Í)(H% 
mtntcanos ;    pero  tambun  saben^me^'% 
sin  texto  expreso    para    el   culto   é&\ 
hs   hnagems\  el  Vll.Stmáú  de  ^67»?^ 
Padres^  definió  su   adoración^  y  €Qn%. 
denó   lo   contrario.    Mo    hay    textOfí 
expreso^  que  llame  lv\^mko\d:  Bm  ^ 
dre  Eterno^  corno  advierte  mt  adm 
rada  Padre   San  Agustín ;  jh  por  den 
fnicion    de  Fé     se    le   da   este   epi^ 
teto.  Sin  texto  c¡ue   Hteralmente  ex^ 
prese    que   el    Espíntu    Sama  pr^ce^^ 
de  del   Padre  y    del   Htp^  M  Fi^^^ 
confiesa  que  procede  de  dos  dm^N^^> 
hay  texto  para  que   w'^  se    rehamth  ^ 
XS  ^í  bautizado  por   un    Heve  fe  ^  y 
el  Concilio  Cartaginense  probtbto' qm 
se  rebautizase.     El    mismo    CkyÍH9 
dixo  ¿    sus   Apostóles  que  les  reve- 
laría después     otros    Místenos^    quk 
fallaba  por  entonces  y  y  estos  no  e$* 
tat$  kn  k  Escritura  repelados,      i 
"^  -'  Lia- 


il 


Pi 


ni. 


á  Llamo    aquí  la  buena  £  dfe 

to&$    los    Teólogos.   Decidan  ,    sí 
todo  este   armamento  es  del  caso^ 
¿Si   puede   vibrarle  contra    aquellas 
cláusulas   de    la  Distreacion?   Si  yo 
compilo  allí  todos  los  Lugares  Teá4 
lógicos,  <á  que  viene, que  sin  tex^ 
10  expreso   de    la  Esciitura  se  pue- 
den definir  Puntos  de  Fé  >  Mi  arga^ 
mentó  no    es  este  :   La   Escritura 
mda  decide  expresamente  en  fa\^or 
ée  la   Preservación  :   l^egO-  esta  nó 
puede     defenderse.   ¿Me     cree    por 
ventara  el  P.    M-  Osoiio    paitidario 
'ét  los   que  intentan  que  no  se  ad* 
mita   mas    Jaez   de  las    Controver- 
sias  que  la  Escritura  ^  i  Pues  á  que 
viene  toda  esa   metralla  de  Punto« 
dCvFí-,    si"  ^c^^°   expreso   de  Es-^ 
critura  ?  ¿ 

..  Pudiera   detener  un  poco,  al 

p.  M.  Osorio  sobre,  si  los  ^P^a* 
dres  del  GonciHo  VIL  Get^eral ,  o  II. 
hJiccno  5  fueron^corao  él  dice^  3^71 


é  3  5*0,  como  asegura  la  mas  se- 
guida opiuÍ0n  con  Chi  istiano  Lupo. 
Pudkra  detenerlo  sobre, si  los  Lu"- 
f  ares  del  viejo  Testamento  que  man», 
dan  dar  culto  á  la  Arca  del  Tcs^ 
lamento,  son  también  decisivos  p^ 
ra  el  culto  de  las .  Imágenes  .  Pu- 
diera detenerlo  mas  sobre  aquel 
Concilio  Cartaginense  que  prohibid 
rebaouzar  al  bautizado  por  el  He- 
rege  y  preguntarle  :¿qual  Concilio 
Cartaginense  entre  tantos?  ¿Si  fue 
acaso  alguno  de  los  de  Agripino^ 
y  San  Cipriano  ?  ¿  Si  el  punto  de 
no  rebautizar  fue  visto  como  de  fé 
en  el  Conciiio  de  Arles,  en  el  N¡- 
ceno  I.;  ó  por  ventura ,  si  hasta 
allí  solo  fue  punto  de  disciplina, 
y  decisión  de  fé  solo  en  el  Tri^ 
dentino  ,  como  algunos  dicen  ?  No 
nos  embarazcmos  en  si  el  Imémt&^ 
que  no  se  halla  en  la  Escritura  en 
titos  términos,  pudo  úú  embargo 
atribuirse  al    Eterno  Padrea   ni   eci 

que 


W 


^«e  la   Procesión  del   Espíritu  Sai**» 
to   respcólo    del  Hijo,    tiene    texto 
claro  en  la    Escritura^    y  si  es  del 
caso    el:  /lie    me   clanjicabit  ^    qnta 
de   meo  accipiet*   Prccindanios  de  la 
f  rucha,  que  *  en  favor   del    bautismo 
de,  los   Hereges  ,  sacaba    San  Agus- 
tín tantas  veces  de  la  Escritura  con- 
ítra  los  Donatistas.  No  digamos  palabra 
sobre  si  los   Misterios   qae    Christo 
prometia    revelar  á    sus     Apostóles 
-estaban ,  ó  no  contenidos  en  las  Es^ 
criuirns  i   pues    aunque    no    estubic»- 
sen  5   la     revelación   de  Chrisio   les 
daba  igual  autoridad.  En  fio  desenten- 
dámonos de  que  no  parece  hablar  cop 
exááitud,  quando  dice  que  en  tiem- 
i.po  de    San   Aguuin   aun    no  estaba 
declarado  el    oiígcn   del  alma  racio- 
nal :  en  lo  que  parece  suponer,  que 
ya    hoy    lo    esra ;    siendo  el    mcjar 
sentir   de   ios    Teólogos    con    Cuir 
Ikrmo  Estio  ,  y  el  Cardenal  de  No- 
lis, que  aun  iio  lo  está  en^V.diír 


Nada 


Nada  dé  tsto  nos  debe  cmtmraxtrií 
quedemos     sdfamcnte    en    (|ae    es 
¿onscante  que  hay    en    la  Igieda  4 
tnas  de  ía  Escritura   otros  cooduc- 
tos  de  rt&n   Doétrina  , '  y  que  pa- 
ra demostraflo  son   mas   aptos  qae 
los   alegado*  V  otíos  Cexeniplosí  que 
traen  los  Teólogos.  La  Disertación 
dixb    qae  ja  Iglesia  para  entrar  éf| 
favorecer  la  Inmunidad  de  culpa  Ori- 
ginaj  et?   la  Stñora|    ha  tenido   cx- 
traor<Jiñáí'ÍQS  bibdos,  coiiib  que  Dios 
haya  querido  ilustrar  en  ^^sta  parte  A 
su  Iglesia   por  vias  que  no  son  c(S 
tóünes,  para  que  en  tc^  iea  pavl» 
tegiada  su    Madre.       o-  nO' 
'^^     '     Parece  que  e^telNloto   prl-í 
Hiero  ha  manifescíido  que ^  ía  vcrdaxf 
se  puede    sin  embaraza  publicar  >  y 
que  es  verdad  lo  que  ha  publicadas 
Ha  opuesto   hechos  á  palabras  i  pe<- 
ro  hechos  que   traen  por  fiadores  k 
los   mismos  Dominicanos.  No    nof 
hemos  valido  de  otras  plumas,  poxsp 


f^m  hemos  creído  que.je^as.  son  lat 
que  con  mas  aprecio  .se  recibirán* 
ps  íCguIar  que  el  P.  M^^Ospriovea 
g  estos  Sabios  Escri,tpíe$  como  4 
fm^  4^  SH  mismo  ArboU , 

3Ptir>  tor.  Utijl^^r< 

^:-  PUNTO  SEGÜNPO- 

81  LA  DISERTACIÓN  DIO  LA 
^rHaBera  in^eligéhcia,  de  la  Doc*í 


,;Sapto  Tomas? 


>~'Z 


L  , j^jiciosp  Luis   Antonio    Mil! 

racori  en  sus  Reflexiones  sobre,^ 
ti  buen  gmo  en  las  Gemas  y  Ar» 
Ifi ,(  45  )  j  haWando  de  Santo  Tqt^, 
inas  di<::e  que  tiene  rcon  razón  mCí« 
recido  el  título  de  Angélico.  Relu- 
ce en  sus  Escritos  una  admirable 
fecundidad  ,  para  proveer  y  hallar 
¿-       .     .   ,  quan- 


d    I 


)      P.    2.  C.  10, 


V 


t|iiánto  ptíede   hater    en    Évor,  y 
en    contra  de  su   sentir,  por  tcmm 
ro   que  esté  de  los   sencidos.  Goaí^i^ 
píehende    de  tal    modo    los  pr#»i$ 
cipíos   para  deducir  sus   ConcMic^ 
f»efy  que   nada   de   lo  que   ípo(Mm 
contener  huye   su  penetración.  Tim 
ne  tal  órde/i    y  trabazón  en  lo  cfim 
trata ,  que    nada  se  le  puede    i>d*i 
tar,ó  contraiio,  ó  disonante.  Sus  rm. 
ciocinios    aunque   agudos  ,    puedéjáí^ 
tms   por   su  vigor  que  por  su   sví^í 
tileza.  Su  claridad  es  suma ,  aunque 
tal   vez  la   obscurecen   sus  Comeít^í 
tadores.  Sus  opiniones  son  circun^^; 
pedas;  sus   juicios  cautos,  sobrio^^ 
«anos,   pios,   sólidos,   sin  precipi* 
tacion  ,   sin   remendad,   sin  sofísté^^ 
tía.   Su   uso    de  la  Filosofía  es  bié'ii^ 
útil.  Su   erudición   en   los    Padres  ^ií 
y   en   especial  en   San   Agustín,  era^ 
q^anta   cabla   en    la   edad    en   quc^ 
vivió.   Tiene    cierta    magestad  en  lo 
'^uc  dice  i  pero  al    mismo  tiempo 


■■ftí» 


k 


•1   .J,!- 


una  noble  simplivKlad ,  una  ¡oím^» 
tablc  modestia^  y  una  inviáia  fuer- 
xa^  que  lo  hacen  aun  en  este  cul- 
tísimo siglo  muy  recomendable.  Es- 
te jiiicio  de  uno  de  los  Criticot 
mas  cclcbr^idos  en  estos  tiempos 
por  su  imparcialidad,  sabiduría ,  pe- 
netración 5  y  versación  en  las  ma* 
tedas  que  hacen  el  fondo  de  la  me- 
jor Teología  5  es  el  que  he  exhi- 
bido aquí,  porque  nadie  lo  tacha- 
rá de  apasionado. 

Natal  Akxündro,  aunqne  Do* 
minicano ,  puede  también  ser  oidoy 
por  sus  sensatísimos  modos  de  pro- 
ceder. En  su  Erudito  Panegírica 
¿d  Sanco  Dvíarr  ,  le  aplica  cotí, 
razón  tsm  palabras  (  44  )  del  Li- 
bro de  la  Sabiduría :  Acíitffí  in)>er. 
fiiar  in  páicio  ^  et  in  conspecla  pOTí 
íentium  admirdbtÜs  ero ,  et  facies 
Primipum   mtrabuntur   me*  Tacen* 

tem 


ÍMl  í%i 


-^  npM-Ji-mesL!. 


tem  me  sustinehum^  et  loquentem  méi, 
respicient ^  et   sermocmame   me  pl»^^^ 
ra^  manus   ori   suo  imponent'  Pr(e?f 
terca    habebo    immortaíitatem  *  ^j^'' 
memoriam   ¿etemam^    his  c¡m    posí^ 
me  futuri  mnt ,  relin^uam.  Y  á  5a, 
Dodrina    la  llama  y  alinea  con  la$. 
célebres  palabras   (  45  )  de  Vícenn 
te  Liiinense;   Sibi  creditam  ^  non  4, 
se  invemam'y  cjuam  acceperat^  nm. 
ex€ognd\erat  i   rem  non  tfíg^enij  ^  sed, 
dodltw^ :   non   usurpationís  prMt^f: 
sed  publica  tradiüonisy  rem   ai  se 
perdjiElam  ,  non   a  se  prolatam ;  in 
^ua   non   auEior  fuh ,   sed   custúSy 
mn  institutor^  sed  seciaíor^  nondu^ 
eenSy  sed  secjuens* 

No  bascan  á  los  estimado» 
res -del  Santo  cscos  sobresalientes 
elogios  5  y  pasan  con  razón  á  bus-, 
Carlos,  ya  tt\  la  aprobación,  que 
Cbristo  mismo   hizo    de  su  Doark 


na; 


Ül  UJJ.. 


í^ll    Qmmnk.,  c*   27.    .  x % 


i%:l 


•íí 


if 


.  „ ,  ya  en  la    que  la  han  dado  lol 
Sumos  Pontífices^  Juan  XXII.  ,  Ur- 
bano   V.,   San    Pío  V.;    Clemencc 
VIIÍ.,  Paulo  V.,  Alexandro  VIL,  y 
Bcnedido   XlíL;   de  quienes  consta 
^ae   esta    Doftrina   es  especialit»en- 
íe  infusa  ,  bendita  ,  verídica ,  católi- 
¿a  ¿recibida  por  la  Iglesia,  certísi- 
iha!  regla  de   la   Doótrina    Christia- 
M'l  inconcusa  ,   segura ,  segurísima, 
y   s;¡n  el    menor   error.  De    donde 
nadie   duda  que   el   Angélico  sea  el 
Príticipe   de    los    Teólogos,   el  Sol 
de  la  Escolástica  5  el  compendio  de 
lof    Padres.    Lo    que   sin    embargo 
no    puede  hacer     que    su    Dodrina 
toque   esa   eminencia   de  seguridad,^ 
que  se  equivoca  con  lo  infalible  ( 4<5  ) . 
No    han    de   ser   sus    estimadores  , 
con^o  los   de   Homero    que  en  to» 

do 


(.46  )     Ule  Poetarum 


me  /¿' 


do  lo  querían  superior  á.  lo  ,hutn%i' 
np.  Xa^poótrina  del  Angélico  me^ 
fece  sin  duda  aquellas  aprpbacione^f 
y  de.  ellas  han  nacido  entre  sjLfpr 
pominicanos  las  divisiones  ,  acei^ 
.jfa,jde  la  Inmunidad  de  culpa  Ori^ 
'lor  '    ;.,  Vginal.,^^ 

^^  ca)>^  dum  vatem  dmnh  MentU 
>  bus  ¿e^uas  ^ 

M^  f^^^^  ^^  Kege  Deum.  Cur  dmi 
pfTínia^  miraris^  éfUasi  passim  eracté^ 

l|É^  1?^^Í3  ?w^wí¿^f«^  tms 

^      MftmmeruSy  * 

fyterdumpeccaw  iUmo  est.       "'^ 

^rea^ñe,^o  do£ií  Pmtles,  in0 

dera  dextras    '  ^,  ,''  y  ^^''^ 

adom  Homerum.^  '    "^'  ^^ 

Bmcimtietur^  amet  f  sed  nil  imitk 

tur  y   ametve  '■■runul 

,C^arn  (jmd  amct  raÚQ \  quod  Jm* 

,llo  dicta  amandtm.      ^''^-*^ 


% 


J^nál  en  María  Santísima*    • 
'  ''         Uiios^  y  son  los  mat,  vícci- 
Síy^que  el    Santo   no    está   por 'el 
Misterio,   para    ínlvar  la  Inmunidad 
ele  cjrror    en   su  Do<5triaa    han    to- 
mado   la    pluma    contra   la  Pre$er¿ 
vscion    que    él  I  no   favorece.  Otros 
Reconociendo  que  ¡a   Iglesia,   de  día 
cn'dia,   rbostraba    ma?    propéniióíl 
á  la  Pureza  Original  de  Huesüa  Se- 
ñora,  han    abrazado   el   partido 'dé 
que    Santo   Tomas  no  ha  sido  con- 
tVarib  á  ella .   Lo  s  pri meros   me  pa- 
r?ccn    mas    sinceros  \  los   s^'gtindo^ 
nías   ingeniosos  j  y    ningunos  daña- 
rían  la   reputación    sublime  del  San-? 
to^  Do(ftor  j   51  siguiesen   la  clistiti- 
cK)n  de  aproBVciones  que  ótrbi  Teó* 
legos  imparciales  exponen.     .  .    ^   v 
'  Dicen   que   hay    apróbaoórí' 
Ektlha  5  Y    aprobación  Definitiva^ 
'  ÍJaman  Shai^a  í\  aquella  que  aprue-' 
ba    alguna    Doélíina   como    absoUi- 
limante   libre  de  C50S   errores^que 


fe  Iglesia  tiene   ya    por   tfe;  m 
ác'^qm\\os^  que  en  fuerza  de  r.ue- 
vá   definición   constare  después  que 
lo   son :    y  esta    aprcbacion   dicea 
que   es  la   qu^    goza    la    Do<rtrirtá 
de  Santo    Tomas,  y  la   liaica   que 
se  deduce    de   lo   que   los  Sumos 
Poncíffces  han   dicho  de  ella.  A  pro* 
bacion  Definí tha   quieren    que   sm 
h  que  caliíica   á  una  Dodiina  libre 
y  exenta  de  todo  error ,  así  de  los 
que  ya  ía  Iglesia  reconoce  por   ta^ 
les  5  como    de   los   que  en  adelan* 
te  reconociere,  en   visc«d    de  nue- 
va  dcgnicion  ;   y  no   consienten  ca 
<jue  la   Dcdfina  de  Santo  Toniaf^ 
tenga    esta  especie    de   aprcbacion. 
Aunque  no  en  cuos.  formales   tér- 
minos 5  juzgan   en  la  substancia  es* 
to   mismo  tres  de  los  mqyorcs  Do- 
minicanos,  Francisco   de    Vidoria^ 
Melchor   Cano  ,  y  Natal  Akxandrol^ 


'^. 


m 


'''  'i 


% 


1-         B  incomparable  Cano  (  47  ) 
habla   de    este   modo:  El    Teólogo 
no  ha   de    jurar   sobre  las   palabras 
de  Autor   a'-guno ,   ni  ha  cíe   hacct 
empmo     de    seguirlas    sin   dixcerri- 
ííiiciuo*    Es   muy  superior  la    Obra 
que    emprende ,    quando    abraza   U 
Teología,   para  que   esta    lo    dexc 
$iempie   anivelar    sus    pasos    sfhtt 
agenas    pisadas.  Si    intenta    hacerse 
recomendable    en    esta   ciencia,    se 
hallará   embarazado  ,  si  nunca  ha  de 
decir  sino   lo  que  leyó  en  su  Mae$* 
tro.  El  gran  Francisco  de  Viaoria  ( es 
íiempre   Cano  el  que  habla )  era  de 
parecer   que    la    autoridad    sola    de 
Santo    Tomas    bastaba    para    qual- 
quiera   diétámen ,  quando    se   halla-  * 
ba   destiruido    de  mayor  razón  ;  pe- 
ro sñadia,    que    no     por    esto    se 
Jiahian    de   tomar   las    palabras   del 
Santo  5  sin  examen ,  ni  discernimierir 

to:  ; 


(  47  )    Lth.  12.  de  Locisc.  i. 


.(I70 
tO:   ante!?  $¡   se  reconociere  que  cí 

Santo    habló   alguna    vez    con    düT 
reza ,    ó    con    improbabilidad ,    he* 
líios   de  imitar  la  modestia  y  la  in' 
dustria    del    mismo    Santo  Dodor* 
quien  jamas  negó  su  asenso  á    Ic^ 
Autores   célebres  de  la  antigüedad  > 
n¡  tampoco   abrazó  su  sentir^  quan- 
do   veia   razón  que  lo    llamase    en 
contrario.  Yo   (  continúa  Cano)  he 
seguido  diligentísimamente  este  pre-» 
cepto  de  Vidoria  mi  Maestro  i  pnes 
jamas   he  dexado   por  capricho ,  no 
digo  las   Sentencias  del  Santo  DoC' 
tor  ,  pero  ni   aun   las  de  mi  Maes- 
tro; sin   jurar  por  esto  sobre  todas 
«US   palabras.    Vidoria,   aunque    laa 
moderado ,  disentía   tal    vez   de    la 
Doñrina  de  Santo  Tomas :  mas  con 
tanto    respeto    y    con    tanta    reve- 
rencia,   que    á   mi    parecer,  mere* 
cia  mas    elogios  quando  $e  aparta- 
ba, de  aquella  Doéi^ina  ,  que  quan- 
^Q  ia  $e¿uia*   Aú  habla  Cano.  Nai 


"r  , 


'ñ 


ñ 


% 


ht  Alexandro  (  48  )  adopta  ente- 
rímente  la  sabia  condaíta  de  esros 
grandes  Hrrmanos  suyos ,  y  los 
cica  con  estimación  para  el  caso* 
H^  aquí  un  jaicioso  sentir  que  pa- 
ícce  que  nadie  debía  reprobar;  y 
he  aquí  una  Dodrina  que  nos  ha 
de  servir  para  adelante»  ^    : 

Al  terminar  ia  explicación 
que  hizo  mi  Disertación  de  la  Doc- 
trina de  Sanco  Tomas  acerca  del 
Misterio  ,  dixc  así  :  Digan  otros  U 
aue  su  fecundo  entendimiento  les 
diBare  5  o  ló  €(ue  SH  vasta  cmdi' 
cton  les  rmnidrare.  To  nada  mas 
^Icantp.  La  sinceridad  me  óbltg/t 
¿creer  que  Sjínto  Tomas  no  favo^ 
fmo  i  mestro  Misterio.  Aquí  po- 
dia  yo  ahora  quedar,  y  regocijarme 
de  ver  lo  que  la  fecundidad  de  su 
tncnte  y  su  vasca  erudición  ha  mi» 
tiiitrado  ú  Aucoí  de  la  Verdad  Wf»* 

dicíí- 


^^mm 


4  #  I  í¿h^^^  hm^^ 


dteada»  Ya  protege  di  principio  d| 
esta  Obra,   que  en  esta  pztic  mas 
deseo   ser  vencido    que     vencedor, 
Quando  (ütst  tan  irre^MStible  la  de* 
mostración  de  que  el  Argclico  Doc- 
tor   jamas   contríidixa   ía    Preserva- 
don ,   VCTÍ3   yo  lisonjeada    mi   inclif 
iiacion   al  Miuerio  ¿  y  adycrcii iá  que 
ya  hábia  menos   que   superar    para 
su  absoluta  Canonización  ;  me  com* 
placería   que   ya  todos  fuésemos  lo^ 
bi]  umtis  y  €t  sefmonum   eormndem  } 
utiyá  új    mi   errada  inteligencia;  y 
d  fia   gracias  á  quien    me    obÜgabl 
á  detestada.  ¿Peí o    es    ciertamente 
ctizd^  mi   inteligencia  ,    como   dice 
la  F^trdad  vindicada  >.  Este   es  ^\ 
Puato :  examinémoslo. 

G.brid  Bie!,  dodo  Teólof 
go  Atenían  ,  que  todos  conocen , 
y  que  esciibió  á  fines  del  siglo 
35  hablando  (  49  )  de  la  Concep* 

cion^ 


ii^l    fy^  P^^h3'   fvl- 


Mf^v 


V)" 


m 


074)        .^  ^ 

tíon,  dice  que  fuerori  contrarios  a 
tila ,  San  Bernardo ,  Santo  Tornas^ 
San  Buenaventura ;  y  los  excasa  ^ 
¡porque  entonces  nada  habia  deter- 
minado la  Silla  Apostólica  en. favor 
del  Miiterio,  ni  la  Fiesta  se  cele- 
braba por  todo  el  Orbe,  como  ahoraé 
Guillermo  Esti^^  Autor  del 
Comentario  ma?  estimable  sobre 
los  Sentenciarios  ,  en  el  que  apues- 
tan lo  sólido,  lo  puro,  lo  erudi- 
to, lo  ¡níitrudivo  ,  lo  celebrado ,  juz- 
ga qdc  Santo  Tomas  estuvo  contra 
la  Preservación*  Son  dignas  de  con- 
sideración sus  palabras  (50  ):  Et 
h^c  est  Vera  mins  SanEii  DoBoris^ 
m  (jui  alihi  wantfestissime  ce  coni^ 
tanú  asseveratiom  doceat  B.  Aía-^ 
Ytám  in  peccato  ortginali  fuUse  con* 
cepiam  ....  Üeinde  nimis  ahsurdurn 
^iit  Sdnl^ío  Thorn^  cam  úpmwnem 
Mdscnbere ,   qucim  nullus  Doüer  atf* 

te 


(50  )    h  3.  dis$.  j.  i*  t 


te  eum  tenmt  ^  ut  tesfatur  coitta^ 
ficHS  Bonaventura ;  cnm  non  solean 
Tí)úmas  esse  AuStor  mvamm  api^ 
ntonum^  sed  libenter  see¡m  ^  (juan^f 
mm  liceret^  communem  DoBrinam 
propter  ¿juod  et  a  (jmbusdam  Doc^ 
lor  communis  ^^ocatm* 

Francisco  Silvio^  Teólogo^ 
i  quien  celebiabá  el  DominicancH 
Ncnbcíto  Delbecque,  tanto  por  sm 
apego  á  la  Fé  de  la  Iglesia  Romai-» 
»a^  como  por  el  que  tenia  á  Stó*- 
Tomas;  ese  Teólogo,  á  quien  pa-» 
ra  Dominicano  solo  Ic  faltaba  (t 
Piofc&ion  religiosa,  es  de  sentir  que 
el  Santo  Do¿tor  comprehendió  cu 
cl  Artículo  2  de  la  qüesr.  17  en 
la  j  parce  el  instante  át^es  ác  \t 
animación  de  la  Virgen,  con  el  íns* 
tante  de  la  animación  misma  ^  :j| 
que  fue  contrario  por  consiguim^ 
te  á  la  Preservación.  La  Disertacioa 
dio    ya  sus    bellas    palabras. 

Suarcz ,   y   Vasquez ,   Teé- 

logoi 


^^*í 


'.> 


% 


(t7(?)  ^ 
lagos  rcspcáo   de  quienes  recono* 
ce  muy   pocos   que  les  sean  supe- 
riores   la    Escolástica :  Belarmino   á 
quien   debe  tanto  la  Polémica  t  Pe* 
ravio   en   quien   parece   cenia  como 
$ix  nido    h  Dogmática  i  y  de  quiert 
dicen    Ricardo   Simón  ^    y  los    Do* 
tmnicanos    Ricard,   y   Gitaud,  que 
fue  el   hombre  mss  sabio  que  tuvo 
h  Francia  en    su    siglo  ^  ^iglo  en 
que  Luis  XIV.  elevaba  ya  al    mas 
aleo  punto   á    todas    las   Ciencias  i 
todos  estos  han  entendido  corno  yo 
á    Santo    Tomas.  ^  No  podría    yo 
pues     decir  :    St    tgitur    me    rípre* 
hendis    errantem  ,   patera  me ,   (¡tá^e^ 
JTí?:,  errare  cum  taléis  (  5^  )^  P^ 
ro   q^íc  "OS   extraviamos?   Esto  es 
espigar  en  campo    ageno;  vamos  í 
plena  cosecha   en  los   fértiles  cam- 
p05  Dcmiííicanos. 
ív  Desde  la  edad   en   que  vi* 

vio 


I  t^ww»»— ——>**'"    ■    '* 


» tl^ífmi^ám^lim  mm 


^  jí.)     Hieren.^  ep     $9* 


vió  Santo  Tomas  ^  hasta  casi  •  mt^ 
á'msc  el  siglo  pasado ;  espado  que 
coiTiprende  como  quatro  siglos^  han 
tenido  los    Dominicanos  á  $ü  ilus- 
tre  Gcfe  de   Dodrina   por    adver- 
so á  la   Picservacion.  La  Lista   que 
exhibió  el   primer  Punto,  prueba  í 
satisfeccion    lo    que    decimos.    Ell| 
forma  una  Cadena  de  ero  finísimo, 
cuyos  eslabones  son  los  Sabías  de 
mas   nombre  que  ha  producido  cs^ 
t^  fecunda  Religión  >  P^pas,  Garde- 
nales,  Arzobispos,   Obispos,  Ge^ 
neraics  de   la  Orden ,  Maestros  del 
Sacro  Palacio ,  Doacres  de  las  mas 
fimbsas  Universidades ,  en  todas  las 
Naciones  ,    Provincias  ,    Ciudades  ^^ 
Conventos,    son  los    que   compon 
nen  aquella  Cadena,  tan  íarga,  que 
contiene  hasta    1 14    eslabones  ,  y- 
que    sin   triucha    fatiga    se    podiari 
aumentar» 

Juan  de    Monzón    clamsb^^ 
y  clamaban  con  el  sus  M^nxoni^^f 


"     4 


ti7«) 
f»$  que  la  Doñrina  contra  \i  Pr c* 

5€rvadon  que  reprobaba  en  él /y 
cu  ellos  la  Universidad  de  París  i 
era  la  misma  de  Santo  Tomas  5  y 
que  siendo  esta  tao  respetada  ,  y 
aprobada  por  la  misma  Universidad^ 
DO  fodia  abandonarse.  Con  Mon?- 
aoo^  sentía  el  General  de  la  Orden, 
que  á  la  sazón  lo  era  el  B.  Raj^- 
mundo  de  Capua ,  ese  insigne  Di* 
fc^or  de  Sama  Catalina  de  Siena; 
sentía  ei  Procurador  General  de  la 
Or<fcn  i  y  sentían  todos  los  Sabios 
que  tenia  entonces  este  Venerable 
Cuerpo,  Léase  á  Gerson,  Escritor 
líe  aquella  edad,  y  á  la  Gcrsonia- 
na,  donde  se  hallará  que  el  Capí- 
tulo General  de  Tolosa  de  158^' 
hizo  una  lección  de  diez  Teólo» 
gos  de  la  Orden,  para  que  defen-* 
diesen  en  Roma  contra  la  Univer-^ 
sidad  de  Patis  la  causa  de  Santa» 
"Pomas  sobre  esta  materia,  y  les 
costeé   los  gastos    á    expensas  d?v 

toda 


teda  la  Orden ;  léase  también  á  Bfi^ 
pondano  que  contkiué    la    Historian 
de   aquel   tiempo;   á  Natal  Alejían- 
dro    que   en   nuestro   siglo  nos  h^ 
dado   esto  mismo ;  y   á   Gravcsonfeí 
que  lo  ha  compendiado.  Creo  que- 
no  puede  haber   cosa  mas  áeásws^ 
en  la   Historia  de  aquellas  tufbacio^i 
ncs.  Ya  vimos  que    el    Manual   der* 
Sevilla  de  1524   insinúa  lo  mismos 
y    que   el   Provincial    Martínez    dei 
Prado,   en    su    Memorial    á  Fclipcfí 
IV.  á   nombre   de  la    Religión   en*) 
lera^  asegura  que    túdo   el   mund0 
sabe  <f/4e  ti   Angélico  Same  Tomém 
lle\^4  U  Opinión  contraria.  X^  vimos  > 
también  que  el  General,  Turco,  afiM 
maba   que  la  Religión    Dominicanapí 
pabre^  pohrecita  j  sin  apoyo  ^  sin  jfa^^ 
>(7r  ha  defendido   la  Doéirina  con* 
rraria  á  la   Ptcscrvadoo  ^  contra  t(h 
d$i  ¡0$  rayos  del  humano    Poder  ^ 
ion  sok  el   escudo   de  la  DoEirina 
^  Sant0  Tomas '.  sola  Thoma^  Dqc^ 


Ti^^H 

líÉu^^ii 

T^I^^H* 

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h  '  Cj 


n: 


írin4^   emtra  tat  humana  Potestad 


Sin  embargo :  esta  pcrsua- 
sioí)  firme  de  tantos  Sabios,  estas 
dccisioíies  clásicas  ,  auténticas  ,  so-. 
lemnes  ,  dadas  por  los  Gefcs  de  la 
Orden ,  esta  tradición  casi  no  in- 
terrumpida en  quatio  siglos,  es  la 
que  se  desconoce,  impugna,  dci* 
vanecé ,  desde  que  en  el  año  de 
16 3  j  le  pareció  ál  do¿lo  Domi- 
nicano Fr.  Juan  de  Santo  Tomas 
<  en  quien  es  de  notar  que  foc 
Confesor  del  Rey  Felipe  IV*)  to- 
csr  al  arma  concra  ella ,  en  la  ÜíjK 
li^enidad  de  Alcalá.  Parece  que  el 
50I0  ha  tenido  la  clave  de  la  Doo 
crina  del  Angélico  i  y  que  los  de- 
irnasV  ó  no  la  tuvieron,  ó  si  U 
tuvieron ,  y  no  la  aprovecharon  , 
ffneieccn  esiC  improperio  (52  ): 
f^^  vobis  mtá  inlutis  cla\^em  scien" 


iPMP» 


W^p-^^yM— iff 


CsJ. >    Lhc^  lu 


ttie;  ipsí  mn  tntróisnsy  et-"  eos  (jtd 
imoibant  prohtbmstis.  Esta  clave  con- 
sme    en   estas  breves    pero  subs- 
tanciosas   palabras,    que    podremos 
llamar  con  el    Comandante   Gene- 
tá  :  Jdipale  dicendi  ¡enus.  He   las 
aquí :    Ex  Vi  gemratlonh  ,   per  lí^-i 
mtfiakm  prepag^ationem  ,  et    secun^^ 
dum  debitmn  natura -^  pero  no:  De 
ptentia  Det  absoluta,  et  ex  vi  spe*: 
cialts  Prmlegij.  Con  esta  clave  en- 
íramos  en   los  retretes   mas  reser-, 
vados  de  la  Dodíina  de  Santo  To- 
mas; y  si    la    hubieran    tenido,  o 
Dsado  los  Dominicanos  de  aquellos 
primeros  qaatro    siglas    no    hubie- 
ran  hecho   desbarrar    á  tantos   que 
los  siguieron.  Pero  oigamos  al  grati: 
Teólogo   Juan    de    Sanco    Tomas, 
de   quien    ha    tomado    la    l^erdad. 
y>índtcada   el    fondo  de   su  Do<arÍJ. 
ñas  y    en  quien  desde  luego  hallo 
mas  arden ,    ingenio ,   y  perspicui^ 
•dady^ijc  ^n  el  Escrico  de  Lima.  .:, 


m 


^'^<'. 


? 


.  .■^,;, 


'\  %\ 


y. 


*'■  Bn  el  Tratado  de  approíd^ 
tiene  DoSlrin<t  SanEli  Thom¿c ,  que 
está  al  principio  de  su  tomo  i  ,• 
sobre  la  i  parte  del  Santo,  dice 
Juan  de  Santo  Tomas  (  jj  )  qud 
es  digno  de  observarse  que  el  Ahj 
gélico  Dodor  habló  de  un  modói 
quando  trataba  de  la  universalidad! 
clcl  pecado  original,  en  faeiza  áo 
la  ley  de  contiaerlo  ,  sin  atención^ 
á  privilegio  alguno  >  y  de  otro  moí- 
do,  quando  en  particular  dirigió^ 
su  Dodrina  á  María  Santísima,  kf 
su  Preservación,  y  Privilegios.  Qoan-f 
áo  habló  de  la  generalidad  de  la* 
ley  de  contraer  aquella  mancha  ,  en , 
nadie  admitió  excepción ;  y  admi- 
tirla le  pareció  digno  de  censura: 
fluando  descendió  á  la  excepcion^ 
¿  la  Virgen  de  aquella  común  ley^ 
jamas  puso  censura  alguna  contra*' 
íes  que  la  querían  preservada.  Qaari-  - 

do     'íi 


■*    I    -I  »-»■ 


(íf5  )    Di^p*  *•  <t^í«  i» 


Jb  considera  la  amplitud  dehkf 
éd  pecado  Original,  deterínina  cpni- 
forme  k  la   Fe  católica,  y    contri 
Pdagio,  que  no  hay  Persona  pri^» 
vilegiada ,   sino   solo    el  Medianero 
Cbristo :  mas   esta  universalidad  eii 
fiada  ofende    á   María  Santísima,  y 
k  su    singular  Privilegio;  porque  na 
hay   repugnancia    en   que  todos  ca 
fuerza  de  la  ley  general  estuv¡e$<!ci 
sujetos   á    su    débito;  y    que  coa; 
todo    hubiese    alguna  prerrogativt  g 
que  eximiese   t   una  Persona  favo*? 
recida  de  la   necesidad  de  infección 
narse  con  aquella  común  mancha  ^ 
que    á    todos   amenazaba  por   Icy^ 
Sí  Santo  Tomas  dixo    que   Mar^ 
no  fue  santificada    antes  de  la  aiii4 
macion ,  fue  porque  no  quiso  re^ 
conocer    Santidad  en   los  Principios 
que  engendraron  la   Persona  de   It 
^ñora  i  pues  reconocida  esta  San¿ 
tidad  ,   no  hubiera   incurrido  el  déf 
bito  del  pecado»  lo  qual  le  par^ 


.  V  •  4 


n 


n 


f. 


^■^^ 


V'j 


h-  \';í.! 


lió  que  fcvorecia  ai  Pc!agiani5m*# 
Pero  no  anduvo  d  Santo  muy  so*» 
lícito  acerca  de  la  Persona  de  lá 
Virgen ;  aunque  hablando  de  las  opí* 
nioncs  de  su  tienipo,  ambas ,  así 
la  que  preserva ,  como  la  que  no 
preserva  á  la  Señora ,  le  parecie* 
ron  probables.  El  P.  M.  Osorio , 
sigue  esta  Dodrina,  y  la  llama  Defí" 
mcion  Teológica  de  la  Verdad  del 
Misterio  de  todos  los  DommicAms 
/lustrados.  Sin  duda  no  se  ilustraron 
con  ella  aquellos  de  los  quarp 
piimeros  siglos  de  la  Order^,  aun« 
que  uins  vecinos  á  la  luz  inextia- 
guible  del  Dofíor  Angélico.  Nos  ái 
por  fiadores  de  esta  definición  Teo- 
lógica al  referido  ]uan  de  Santo 
jTomas  ,  á  Natal  Alexandro ,  á  Vi- 
cente Justiniani,  Gcneralj  (  de  quien 
ya  vimos  el  equívoco  que  habia) 
y  k  Basilio  Ponce ,  de  quien  dice 
haber  sido  Dominicano,  y  creo  no 
«e  lo  consentitán  los  RR.  PP.  de  Saa, 
Ajusiin,!  L^ 


wm 


m 


^o         Lo   singular  es  que  dJcíí^S 
do  su  principal  Autor,  Juan  de  Seo, 
TTomas  ^   qne    el    Angélico    Doétor 
no   anduvo  muy   solicito    eo  inves- 
tigar  la    Preservación  ,    y    Santidad 
Personal  de  la   Señora    en   su   aoi- 
n?acion  ,  ni   lo  contrario ;  el  P.  M^ 
©5orio  folla  :  que   atendiendo  al  esf 
pedal   PriVüegio   de  la  Madre  de 
plus  5    ensena  Santo  Tomas  c¡ue  fue 
concebida    en  Gracia  y    en  Jusücia 
Original  en   el   instante  primero   de 
SH   animación.   Yo    juzgo    que    no 
es    cierto    lo    que    dice     Juan    de 
Santo    Tomas  ,    que    el   Santo  nq 
escuvo  soiíciro    acerca   de  la  Perso-- 
na  de  la    Virgen;  y  mucho  méno| 
lo   que  asegura  eí   P.  M,    Osono¿ 
quando  dice,  que  Santo  Tomas  eit- 
i^ña  que  ,íue   la    Señora    concebid? 
en  Gracia 'y  Justicia  Original.  Jtizgq? 
que  eauvo    solícito  5  y  íiincho  acer- 
ca  de   la   Persona  de  la  Virgen  5  f 
ju^go    también   que  !exo5  de  en^e^ 
(A  %)  mt    , 


m 


fi'V-. 


1-^., 


fiar  que  fat  coixebida  en  Gracia 
y  Justicia  Original ,  enseñó  expresa- 
mente lo  contrario  i  sin  que  pue- 
da tener  lugnr  la  clave :  Ex  vi 
legis  ^emrabs  :  ex  vi  specialis  Pri' 
Wegi) :  ex  debito :  ex  fa^o.  No 
Son  mis  diftámenes  evidentes  ;  nó 
$ób  definiciones  Teológicas.  Son  so- 
tavente escrtípidillos.  Pido  que  quien 
tiene  tan  hecha  la  mano  á  curar- 
los 3  me  los  remedie»  La  Diserta- 
ción dixo  bastante ,  que  aun  no  se 
ha  rebatido.  Voy  á  instaurar  la  co- 
sa ,  si  no  me  engaño ,  con  mayor 
fuerza. 

Si  alguno  dixera  que  la  San- 
tificación de  María  Santísima  no  fue 
antes  de  animarse ,  ni  en  la  ani- 
mación :  si  probara  esto  con  racio- 
cinios Teológicos ,  con  argumentos 
alegóricos ,  y  simbólicos :  si  expu- 
siera que  la  Señora  tuvo  en  su  Per- 
sona la  mancha  Original,  y  que  fue 
purgada  de  ella :  si  no  hallara  nao- 
'   '  do 


:! 


(i87) 
do  de  salvar  la  Redención  de  Chrís^ 
to  i  Universal  Salvador ,  quando  h 
infección  no  esta  en  la  misma  alf 
ma  de  la  Persona  redimida:  si  juz-i 
gara  que  era  indispensable  que  ios 
Padres  ,  aunque  ya  estén  Sanufica- 
dos,  y  aunque  el  uso  de  su  ma-? 
trimonio  sea  puro  y  meiitorip , 
hayan  de  transmitir  precisamente 
el  Original  5  porque  este  es  efec? 
to  que  po  se  impide  ,  quandqt 
hay  concupiscencia  en  los  que  en* 
gendran :  si  añadiera  que  el  cele* 
brar  la  Iglesia  la  Concepción  eii 
algunas  partes  y  era  pura  tolerancia : 
si  explicara  el  sentido  de  esta  Fes.- 
tívidad,  y  dixera  que  solo  significa* 
ba  la  Santificación  de  la  Señora  , 
no  porque  la  tuviese  en  su  Con^ 
cepcion  5  sino  porque  ignorándose 
el  tiempo  de  su  Santificación  ,  se 
ha  querido  fíxar  la  Solemnidad  eq 
d  dia  de  la  Concepción,  aunque 
en .  íigor  mas  sea  Resta  de  la  San* 


#*^:=> 


i..- 


• 

1 

1    1 
1 

tificacion  que  de  la  Concepción^ 
si  por  último  ,  ni  rcconociers ,  ní 
hiciera  mención  de  p!Íviiegio  alguno 
en  la  Señora  para  su  Pieservacion^ 
sino  solo  paia  su  Santificación  en 
d  vientre  niaterrio,  como  la  qne 
gozaron  el  Profeta  Jeremías ,  y  el 
mayor  Profeta  San  Juan  Bautista: 
sin  controversia  5  el  que  así  dis- 
cuiriera ,  y  procediera ,  no  podia 
con  verdad  decirse  que  era  íivo- 
rabie  á  la  Inmonidad  de  culpa  Ori- 
ginal en  la  Virgen  ;  porque  nada 
mas  que  esto  han  hecho  los  que 
sin  disputa  alguna  se  hm  declara- 
do contra  el  Misterio,  á  confesión 
de  todos  los  Teólogos. 

Pues  he  aquí  que  en  el  An- 
gélico Doólor  halLuT.os  todo  esto* 
Dice  que  la  Santificación  ác  Ma- 
tia    Santísima    no    foe   'dut^s    de  la 

limación   (54).  Y  í^  P^^^^^  ^^^ 

fuer-    ' 


hH)    5-í-í^?7/  ^^h  h 


^crtC5  Mciocinios    Teolopícbs.  Dice 
que    fue  ena    Santificación    despuei 
de  animada   la    Señora  ^    que  equi- 
vale á   que  no    £ie    e^ta    Santifica' 
don  en  h   animácioíi  misma;  por- 
que implica   difc  luiría   hasta   después 
de  animada  ^  y  fixarla  dn    la  misma 
animación :  F'nde    reUncjuitur    qmd 
San  cli fie  ano  B.  Virginis  fuerit  post 
eps  ammationem.  La  principal  con* 
clüsion  5    como    explica    Cayetano^ 
es :  que  no   íac  santificada   antes  de 
animarse:    el    corolario    que    de  -la 
conclusión  nace ,  es    que  lo  fue  des* 
pues  de  animada.    Dice   el    mismo 
Santo  que    la    Señora    tuvo    en  su 
Persona    misma  la  mancha  Giiginalj 
porque   en  su   Dodrina  es  inconve- 
niente el  que  no  la   tuviese  :  A//M- 
^mm    incunisset  mamlam  ori^nalis 
mlpce *  -,Si  nunquam  anima  B.  Vir^ 
gínis  fuisset  contagio  origindis  pecca^ 
ti  tnquinata  hoc  derogarW^^O*c\  DÍ- 
W  -que  ^U  Smuificaci^   foe  p*yrg4- 
'  cioíiv 


-^^ 


l4: 


h 


(190) 

f  ion  ,   ó   cmundacion ,   que  presu^ 
pone  ya  contraída   la   mancha  :    B>^ 
rirgo   contraxit     efuidem     on^inaU 
peccatum ,   sed  ab  eo  fuit  mundata 
anuciuam  ex    útero  nasceretur.  Re-» 
pite  que   no   hjy    modo    de  salvar 
I9  Redención  universal    de    Chrisco 
fn  la   Señora,  si  ella  no  tuvo  es- 
í^    inteccion    en  su  alma :  Si  nunz 
mam    anima    B*   Virginis   fuisseü 
fúntagio  originalts  peccañ  incfuinata^ 
hoc   derogaret   dignitati    Chnsti ,  se* 
fundum  quam    est    uni\>crsalis   om* 
mum  Sahator  . . .  Non  indiguisset  re^ 
dempttone^  et    salute    qu<t    est    per 
Christam.    Jtizga    que    aunque    los 
Padres    de  la   Señora   estuviesen  ya 
justificados,  aunque    el  uso  de    su 
jiiatrimonio  sea  Santo  ,  una  vez  que 
fnél  se  admita  concupiscencia,  es  icir 
¿ispensablc  la    transmisión  del    pe» 
cado    Original   en  su  insigne  Hija; 
^4n¿iificatio  personalis    fion    tramit 
m:  prokm  í4rnaUier  ¿enitatn,  (]t4i4 

ulis 


(191  f 

éalis    sAnBificatio  non   respicit  far^ 

nem  5  sed   mcntem.  El   ideo  tt   si 

Párenles  B.  Vtrginis  fuerunt   mm^ 

dati   a  pee  cato   origmali ,  mhilomi^ 

ms    B.    Virgo    peccatum     ori¡tnde 

contraxn^  curn  fuerit   concepta   té^ 

cundum  carnis     concupiscentiam    ex 

Commtxtione  mans^  et  f¿emin<€.  Dicit 

énim   Augustinus  in  libro  i.  de  nttp^ 

tíjs   et  cancupiscemia;    omnem   qué 

de  concuhitié   nasatar  ,   carnem   ess^ 

peccan.   Añade  i]ue    es    pura   tolé^^ 

rancia ,   la  celebridad  de  la  Concep¿ 

cion  de  Nuestra  Señora   en   algúnal^^ 

particulares    Igiesias :  Licet  Romana 

Ecclcsia  Conceptionem  B.  l^iroínis  núé 

celebret ,  tolerat    tamen    comuetíidi^^ 

nem   dtcjuarum     Ecclestarum   illué 

Festum  celebrantiurn.  Explica  él  seti^ 

tído  de  esta  Solemnidad,  y  zt^^ 

ra  que  es  ,   no    porque   la   Señora 

en  5u    Concepción   fuese   Santa,  sS* 

ño   porque    ignorándose   el  tiempo^ 

en  que  primeramente  to   fue  ^'M 

quuo 


íL  ■ 


r 


l4 


»'il  1 


iqniso   fixar   esta  Santificación  eh  el 
dia    de   la  Concepción ,   aunque  en, 
figcr  de   verdad   aquelia    Fiesca  mas 
propiamente  sea  de  la  Santificación^ 
que  de    la,  Concepción,  y  que  por. 
esto,    no  debe    del   todo  reprobar- 
se  esta  Festividad:   ZJnde   tahs  ce» 
krk^s  non  est   totaltter   reprobanda» 
¿sjec  {amen  fer   boc    quod    Festum 
Comepionis  jelehratur ,  datur    inte" 
Úm  5   OMod   m  sua  Conceptione  fue* 
fjt  SanBa^  id   qma   quo   tempore. 
s^rliifcata,   fticrit  ^   i^noratur^  cele^. 
'bf^tux    Festum    sariEtifcatiotiis   ejus 
j^fi$i$   (¡uam   Conaptíonts  ,    m   dte. 
QncepílorÁs    ipsius.  En    todo    este 
jAltículo    que    exponemos  5  ni  pala-^ 
¿fa-  hay  de  Píivücgio  ;    y    quanÍQ. 
g^jnciona   Píivücgio ,  es  en  el  Ar-^^ 
tjcülo  antecedente,  quando  dice  que^ 
s^  cree  racionalmente,  que  la  Señor^ 
fV.   gozó    el    Privilegio    que    tuvie-'y 
ron  Jeremías  y  el  Bautista  para  San-; 
tificáue  en  el  vienue  materno:  Rí*-^ 


üi¿i-f> 


uo- 


^^9^  ) 

íiombiUter    credttur  qmd  illa    m^ 
gemit  %Jrng€nnu?n  a  Patre  plenum 
grande    et    Veritatii'^  pre    ómnibus 
alijs   major a  Pt'mlegia  gratis  acce^ 
perita   Z/nde  m  legitHY  Luc^  i  Jfjí 
gelus  et   dixit :    AVt  gratia  plena  i 
ln^>enimpis    autem    qmbmdúm    aliú 
hoc  '  PrmlegÍHm    esse  €oncessum ,  ui 
in  uUYú  samifícaYéntur  \  sicut  Jere^ 
mU  \  mi  di^um  tst  ¿mte¿¡uam  exi" 
res  de  \>uha  sanBifca\>i  re :  et  sime 
Joanni  BaptisU  de  t¡í4o  diBum  es$ 
Luc^   1.  Spiritu    San¿t&    replebkür 
ñdhuc  ex   útero  matrU   su^.  Vnde 
raéombüiter  credmr^  quod  B.  F'ír^ 
go    sanBifcatíi  fuern  amequam  ex 
útero  nasceretur. 

Pide  particular  conskkradoit 
eno  de  los  íandamentos  del  Santo, 
para  probar,  que  la  Virgen  no  se 
santiíicó  sino  después  de  animada* 
ti  argumemo  es  simbólico  en  esro^ 


•  »^-!3^V\i 


¿^' 


(194) 
{énpinos :   Ea  ¿jifa  fuerunt   (  y^  ) 

in    Vetni  testamento  ,  sunt  figura  no^ 
v;  5  seiundum  illud  i  Cor*  lo:  om" 
nta  in  f¡p^'^^  contingebant  Hits  j  sed 
\cr  sa^taifjcationem  Tabernaculi  de 
qm  día  tur  Ps.  .45  santiificabit  Ta- 
h,(rnaml^m    suum  Alnssimm  ,  Vide^ 
ti^r    sigmfcarí    sanEtificatio  Matris 
Z).(f,    q¿i<^  Taberna€ulum    Dei    di'^ 
cm^  y .  sectmium  illud  Ps.  18:  M 
ioie   posmt   Tabernaculum  suum ;  de 
Tabernáculo    autem    diciiur    Exodi 
í}k%mo :    postquam    cunBa    perfetta 
^mt\   operuit    nubes    Tabernaculum 
ummordj  ^  et  gloria    Doimni  imple^ 
]¿it  ííhid  i   Ergo  B.  Virgo   non  fuit 
safiBificafa^   mst    pottquam    cuutla 
cps  perftxía  sunt ,  salicet  ^Corpus  et 
anima^i^o  es  decisivo ,  que  quien 
jsplo   quiere   Santificación  en  la    Se- 
ñora, después   que   del  todo  cuu- 
f o  acabada  la  compaginación   p!en| 


(  55  )    Art.  2.  Std  contra. 


He  su  admirable  edificio  ,  de  ni 
ghn  modo  asiruió  á  que  esta  Sat^ 
tifícación  fuese  en  et  instante  niis4 
mo  de  sil  espiritual  edificación;  j^ 
tque  de  ningún  modo  puede  cóÁ 
verdad  decirse,  que  presindiese  de 
a(í)uel  instante  ?  ¿  Podrá  iaívarse  es* 
ta  clarísima  Doctrina,  con  la  c\i* 
ve :  Ex  Vi  I^^íí  ,  et  ^ecundum  de^ 
titum;  peto  no  díe  fotentta  abso- 
luta^ et  ex  vi  specialis  PriVílegij^ 
¿Reconoce  aquí  el  Santo  alguft 
Privilegio?  ¿No  es  constante,  qué 
aquí  expone  el  hecho,  y  no  el 
débito?  ¿  No  pubfíca  esto  ,  está 
incontestable  conseqiiencia  del  San- 
to: Ergo  B.  P^irgo  non  futí  Sanc^ 
tificataj  nisi  postcfuam  cunBa  ejui 
perfecta  sunty  scilket  cor  pus  et  áni* 
ma  1 

Al    mismo    intento    de    fá 

Santificación  después  de    animada 'lá 

Señora,   trae    el    Santo  este    argq- 

¿lento    alegórico  tomado  de  un   lu, 

''^  gar 


^4; 


i%i 


gar ,  úc  jobé  He  aquí  cl  texto  áe 
Job  (  5<5  )j  habla  de  la  noche  dd 
pecado  Original ,  y  dice  :  Sie  nox 
illa  solitaria  y  me  laude  digna.  Ma^^ 
ledicant  ei  y .  c¡ui .  maledícunt  diei^ 
qut  ,parát¿  smn  smcitare  Le^nathan* 
Obienehrentwr  StelU  calígine  ejus,^ 
expetlet  lucem  ,  et  non  videaty  nec 
(kmm  suraemis  amorre.  El  Sanco 
DoíSorj  en  cuya  edad  estaba  en 
6precia  esta  especie  de  argumen" 
tos  .  Teoíógicos  j  aplica  este  pasagc 
á  (a  Concepción  de  Nuestra  Se* 
íi.jra  y  y  discutiré  así :  Sed  B»  l^írga 
Conlraxit  cjuidem  origiUíde  peccattiniy 
ied-ab  €0  fnit  mumaca  ^  antequam 
c^  uterQ  násceretíir.  Et  hoc  significa'' 
tur  JS  j.  ubi  de  mcle  orígtnaln 
pecfjzti  dicitar  :  expcEiet .  lucem ,  id, 
est  Chñsuun  ,  et  non  Vtdeat  ( ^(itd 
vihil  ini^mnátum  incmrit  in  illam^ 
MI  diáíUy  Sap.  7.)  nec  ortuyn  sur^ 


ifé  >   ,>¿.  í*p.  ¿.- 


:^f0ttjlÍ^.' i(bW>l|<Í<l'¿V%>>.<í^ll 


gemís  Atíror^^   id   cst  B.,  Vi^gtnHi 
és^ua   tn  suo   ortíé  a   peccato  ongink^ 
li  fuit  immunis.  Es  decir:  La  noche 
del  pecado    Original  deseó   y  espC7 
ró   á  la   Luz,  y   de  ningan    modo 
la   vio;  porque   esta  Luz  es   Chiis- 
tOj  quien  ni   en  su  Concepción,  n| 
en   su  Nacimiento,    vio    al   pecadq 
Original»  Deseó  también    y    espera 
ver  á   la    Aurora  j   pero   á  esta  la 
vio  en    algpn    modo ;    porque  es£| 
Aurora  es   María,  á   quien    la  no^ 
che  dci   pecado  Original  vió  en  s(| 
Concepción ,  pero    no   en  su  NácU 
miento.  No  se   podrá  decir ,  que  U 
vió  en  su  Concepción  solo  en  quan-' 
to   al    débito ,   y    no  en    quanta  af 
acíto,  porque    intervino     Privilegio^ 
Lo    I.   porque    en   el  Angélico  pa^ 
ra    esto   no   hay  palabra    de   PrivK 
legio.   Lo  ,2*  porque  si  el  sentido 
fuera :  debió  Ver  ¡a  Concepción    pe* 
ro   no   la  vió,  porque  hubo   Privi^ 
%gíO  y  que  eaibarazaba  esta  vistál 

tam- 


t%l 


fkmolen  se  diria  qne  debió  ver  el 
Nacimiento ,  pero  no  lo  vio ,  por- 
que embarazó  el  Privilegio,  y  en^ 
ronces  ya  daríamos  en  tierra  cori 
la  diferencia  que  pone  S.mto  To^ 
mas  entre  Concepción  y  Nacimien-» 
to  de  la  Señora,  en  orden  á  lá 
lista  del  pecado  Origina!. 

El  Arzobispo  Jacobo  dé 
yoragine ,  á  quien  el  P.  M.  Oso- 
Éio  cita  entre  los  Dominicanos  que 
favorecieron  al  Misterio,  y  yo,  pa- 
fece  que  con  mas  razón,  entre  loi 
que  le  fueron  contrarios ,  expone  así 
b  misma  Alegoría  de  Santo  Tomas 
¡tomada  de  este  lugar  de  J'^b  (5'7)i 
bbtenebrentur  stdU  calu^ine  eju'sl 
StelU  enim ,  id  est^  c^teti  SanBi 
tíló  die  culp£  ori^inahs  sunt  obte^ 
fiebratt ,  c¡utd  fuerum    cum    peccatá 


óminali   concepti  et  naú»  ExpeUet 


'ÍS7  )    Serm.  4.   de  Assumpt* 

r,,g. 


I 


mm 


Ipicem  y  id  est  Chnuurn  et  n$n  vU 
deat.  íste  enim  dies  culpa  non  v/- 
di£  Christum  nec  in  sm  conceptíij, 
nec  m  suo  onu.  Nec  ortmn  surgen^ 
tis  /¡urorae^  Auroram  siú¡uidem ,  id 
est  V^trgincm  Beatam ,  vtdit  (juan^ 
tum  ad  concíptum ,  sed  non  vidif 
cjuantum  ad  oríum.  Aií  pues  co-^ 
ti)o  á  los  Santos  logró  la  noche 
del  pecado  Oiiginal  veilos  en  $a 
concepción  y  i^acimiento ,  tanto  etf 
quanto  al  débiro ,  como  en  quaq- 
to  a!  ado  ;  también  á  Mana  cri 
sentir  del  Angélico  y  de  Voragi* 
nc  que  lo  expone ,  consiguió  ver- 
la no  en  el  Nacimiento ,  sino  en  I|í 
Concepción  ,  en  quanto  al  débito 
Y  al    año. 

El  Articulo  I  de  esta  mis* 
ma  Qiiestion  27  se  dirige  todo  á 
probar  que  María  Santísima  fae  San- 
tificada antes  de  nacer  de!  vientre 
de  su  Santa  Madte.  Contra  esta 
doárina     opone    ailí     el  Angélico 


^^sfnifw^r^.-' -^Tí. 


♦  ^  •■    \:l 

i     'Íi> 

#1 

H( 

m 

(aoo) 
Doitot  este  argumento  5  que  (5S) 
es  el  4.  Peccatnm  Origínale  contra* 
hitur  ex  onmie ,  sicm  peccatum  ac- 
túale ex  acluy  sed  quandm  altams 
est  in  aBti  peccandí  non  pótese  a 
peccato  aBuali  mtmdan :  ergo  etiam 
fiec  B.  y^^rgo  a  peccato  Originali 
mundari  potuh  ^  dum  esset  adhnc 
tn  ipso  aEiu  onginis  in  materno 
útero  existens.  Este  es  el  arrumen- 
to.  Pido  ahora  se  lea  con  mucha 
atención  la  sobdon  del  Santo , 
porque  vá  á  descubrir  cierta  Doc- 
trina  suya,  muy  pariicularj  que  no 
todos  la  advierten  ;  pero  que  de- 
clara grandemente  su  sentir  en  es- 
ta parte.  Advierto  que  uso  siem- 
pre de  la  nueva  edición  del  ei*u- 
dito  Dominicano  Juan  Francisco 
Bernardo  María  de  Rubeis. 

Jd  auartum  dicendumy  cjuod 
peccatHm   Originak  trahitur  ex  ori'" 


üwe^ 


>»||    ■ 


(58)     Art.  a 


4 


(30l) 

gine ,  in  (fuamum  per  eam  com^ 
mmicamr  humana  natura ,  (juam 
froprie  respicit  peccatum  origínale: 
ijuod  ¿juidem  jit  cjuando  proles  con-^ 
cepta  animatur:  ande  post  amma^ 
tionem  ^  nihil  prohihet  prolem  con-^ 
ceptam  sanB'tfican -,  postea  emm  non 
manet  in  materno  útero  ad  acci^ 
ptendam  humanarn  naturam  ,  sed 
ad  alí¿jí4alem  perfe^ionem  ejuSi  (juod 
jam  accepit. 

Aquí  enseña  el  Santo  que 
lá  Santificación  solo  fue  después  de 
animada  la  Virgen  j  porque  enton- 
ces ya  pudo  recibir  la  perEfccion 
de  la  naturaleza  antes  recibida.  Es- 
ta es  la  misma  doddna  que  des- 
pués amplifica  y  prueba  en  el  Ar- 
tículo 2  siguiente  5  como  hemos  vis- 
to, Pero  lo  particular  y  lo  que 
pide  atención  e^tá  en  que  no  so- 
lo difiere  Ja  Santificación  hasta  des^ 
pues  de  la  animación  de  la  Seño- 
ra,  5Íuo   que  en   el  insante  misma 

(C    2)  de 


de  la   animación ,  no  k  Juzga  pó- . 
síble.   Porque   dice  que  en  el  pun- 
to de  animarse,   cscá    la  naturale- 
za huaiana  recibiendo    el   ser    por 
el  origen  5  y  entonces  la  mira  pro- 
piajcncíice   el    pecado    Original ,   que 
reconoce   su  canal   en  este   mismo 
origen.  No  sucede   esto  (continua 
el   Santo )    después    de    la    anima- 
cipn  ^  porque   ya  entonces  no  está 
la  naturaleza    en   aílo  de  recibir  su 
ser  5   sino    en   el  de  tomar  la  per- 
fección del  ser  que  ya  recibió.  Hay 
pues  j  según   el  Angélico ,  esta  no- 
tabilísima   diferencia   entre  el  punto 
de   la  animación,  y  el  punto  de  des- 
pués :   el  punto    de    la    animación 
es   como    la  canal  que  a<Staalmentc 
dcriya,  y  comunica  el   ser,  y  por 
consiguiente   de  ningún    modo  co- 
Diunica   la    Santificación   Así  como 
quando   alguno  está  en  el  ado  mis- 
oío  de  pecado   porsonal ,   no  pue- 
de/cccibir  la  Santificación;  pues  cu 

íueí;- 


fiíerza  <k!  argumento  ^  y  de  la  so- 
lución del  Santo,  van  ¡guales  en 
este  procedimiento,  el  z&o  del  pecado 
personal,  y  el  origen  en  la  anttna- 
cion.  Pero  el  punto  después  de  la 
animación ,  coiwo  qut  no  es  en  el 
que  se  recibe  el  ser,  sino  la  per* 
feccion  del  ser ,  no  tiene  óbice  para 
que  sea  imtante  de  Santificación» 

No  escapó  á  la  profundidad 
escolástica  de  Francisco  Suarcz  es- 
ta reflexión.  Por  ella  es  de  pare- 
cer que  la  solución  que  acsbamos 
de  exponer  del  Santo  Dodor  no 
-puede  subiistir.  E!  ert  el  Comen- 
tario  de  este  Artículo  la  impug. 
na  í  y  exhibe  á  aquel  ?rgutnento  , 
que  se  opuso  el  Santo, una  res- 
puesta bien  sólida*  No  importa  por 
ifihora  hablar  de  ella  ,  sino  despucí  > 
pero  es  importantísimo  oír  lo  que 
dice  Stiarez  acerca  de  lo  que  res- 
pondía el  Santo  á  aquel  argumen- 
ta; Bjspondmdkm,   carnea  est  (sob 


^l.|;I^i'^B\Ír' 


"'»*'' 

w 

¡^^m 


■■'^M>^¿mii^^. 


(204) 

pa'abras  de  vSuarcz  )  fteutrum  pro* 
barí  po^se  tilo  argumento  ;  ahéís  non 
solam  dkendum  esset  B.  V^irgtmm 
ftmse  conceptam  in  peccato  origina^ 
li  5  sed  etiam  impossibile  fmsse  ali- 
ter  fieri^  supposita  origine  ex  Ada* 
mo  per  semwalem  generaúonem  : 
Consecfuens  autem^  improbabile  esse 
infra  osiendam» 

Examina  después  Suarcz  ( 3:9  ) 
este  punto  :  ¿  Si  sea  posible  que 
la  Virgen  se  Santificase  en  el  mo- 
mento mismo  de  su  Concepción? 
Y  dice  que  es  absolutamente  cier- 
to que  Dios  pudo  Santificarla  en 
aquel  momento  5  así  cómo  Santi- 
ficó á  Adam->  quando  lo  crió,  y 
bübiera  Santificado  á  toda  su  Pos- 
teridad ,  sino  hubiese  pecado  Adam. 
Mas  supuesto  que  la  Virgen  se 
contuviese  baxo  de  !a  Ley  impues- 
ta 


(  59  )    Tom. 
5.  Sc£l*  4. 


2..in  5.  p.  dispM 


(205-) 

fa    a   Adain,  y  que    $e   propagase 
por   seminal  generación  ^    dice    Sua- 
rez    que  es    mayor  la   dífic^lcad ;  y 
que   muchos   juzgan  que  Santo  To- 
mas,  por    la   doctrina   que    ya  he- 
mos expuesto,    pensó  que  esto  no 
era  posible.  Despaes  daremos  estos 
Autores.   Suárez  por   su    modestia  ^ 
presinde    de    esto;   pero  en  verdad 
la   Dodiina    del    Santo    últimamen- 
te   dada ,     parece   que    lo    insinúa. 
JuTga  también    lo   mismo   el  dod^ 
Gabriel  Vasquez  (  6o  )  .  . 

De  aquí  se  sigue  que  amn^ 
do  el  P.  M.  Osorio  habla  *así  : 
Pregúntese  ¿  ios  de  la  opnmn  mé^ 
ms  dema  y  menos  Pta ,  ¿  si  Dio$ 
con  su  tnfnitd  poder  pudo  presera 
^ar  ¿  su  Madre  de  la  Ortgind 
culpa  \  y  todds  responderán  que  si , 
por  no  cometer  una  blasfemia  heve-- 
ncal.  Nosotros   íc    lepondremos  l(\ 


que 


i^^)    3*p*  disp.  ii6.  r.  r. 


^  K{, 


gac  dicen  aquellos  Teólogos.  T<5- 
dps  dirán  que  pudo  preservarla,  y 
Santificarla,  como  Sancifícó  á  Adam, 
y  como  Santifícaria  á  su  Po$ter¡«- 
¿ad,  s¡  él  no  hubiera  pecado*  Mas 
puesto  que  la  Señora  se  conca- 
viese  bxo  la  Ley  impuesta  á  Adam, 
y  que  hubiese  sido  procreada  por 
generación  seminal^  Santo  Tomas, 
según  lo  entienden  muchos ,  y  se- 
gún lo  que  el  mismo  S.  Dodor 
enseña  al  fin  del  Articulo  i  dclá 
qüest.  27  no  pudo  Dios  preser- 
varla en  el  punto  de  su  animación, 
ni  Saoíiñcarla  entonces ;  ad  como 
no  puede  Santificar  á  alguno  en  el 
punto  mismo  en  que  ^¿luahwenie 
peca ;  pues  según  doéliina  del  Sto» 
el  origen  al  comunicar  el  ser  á  la 
naturíileza  hum  ana,  es  como  el  año 
al  coinquinar  y  manchar  «t  que  lo 
comete. 

Es  pues    máxima    del   Sta« 
<jiic  no   es  conceptible  Santificacicm 


;  (307) 

en  c!  momento  mismo  fn  qué  poíft 
común   propagación    se    infunde   elí 
s'ma^  y    la   persona  recibe  su  scr^i 
Ad  lo  repire   cn  el  Artículo  2  de. 
tsca  misma   Qücsíion ,  qmndo  res-, 
pondicndo  el  ^último   argumento  (dl4 
ce:  Nihilomims  B.  Fmo  pfcca-^ 
mm  origínale  contraxk  ^  %m  fue* 
m   concífia  secmdum  €arms  cmcu* 
fts€etimm  €x  commixtiont   mam 
€S  f.trmn^',   dmt  enim   Augustiml 
m  libro  I  de  mpúp  eí  conctépisceit* 
tm^  omnem,  ¿ju^  de  concuhitu  ñas- 
citur,  carnem  esse  peccatu  Así  tam- 
bien  lo   repite  en   aquel  Ghodhbet. 
6  m    7,  que  cica  la  reráad  ^in^ 
meada.   Vnm^uisque  peccatum  ori* 
gm4e  comrahit  ex    hoc   ^md  fuit 
m   Adam  secmdum  seminalem  ra^ 
ttonem  ,    m  Augmtinus   dicn   super 
Gen.  ad  hturam :  omnes  mtem  ilU 
tn  Adam  fuerunt   secmdum    semt- 
valem  ratimem ,  qd  non  solum  ak 
f^  carnem    acceperum ,    ied   eiiam 


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mmikm  fíMUralem  modufñ  orifi^ 
nts  éíb  eo  suní'  propagatt.  Sic  au" 
t€m  procesiit  ab  Adam  B*  Vi^go^ 
€¡í4ta  nata  fm  per  commtxúonení 
Sfxuum  ^  stcut  et  C£teri  ^  et  tde(í 
cementa  fmt  in  ortgtnaH  peccato.  - 
..  /  De  aquí  también  se  sigue 
que  la  Santificación  de  la  Vírgeo, 
en  doárina  del  Seo,  p\r  necesi- 
dad había  de  ser  después  de  ani- 
mada j  porque  no  puede  ser  antes 
de  la  animación  3  quando  no  hay 
criatura  racional  m  persona  buma- 
nílV  como  arguye  el  Seo ;  ni  en  la 
aaiaracion  misma ,  porque  ya  se 
jantarian  Gracia  y  pecado;  pecado, 
porque  este  se  comunica  en  el  mis- 
mo ofígen  5  así  como  en  el  mis- 
mo ado  se  comunica  el  pecad'y 
personal ;  y  Gracia,  porque  en  aquel" 
iiiomento  Santificaba.  Ha  de  ser 
pues  pasada  ya  la  animación ,  con- 
cebida ya  la  persona,  y  por  pre- 
letsioft'  viciada.  Por  csto^  dice^  el» 
¿^*¿^  v,.v.  v'i¿-  Seo» 


6op) 
^0.  que  esta  Santificación  es :  Em$tth 

'     ^        Establecida    esta  dodrina  se 
'entiende   bellísimamentc  aquel  argu- 
Diento  tan  rcpccido    dt    Seo.    To- 
mas 5  qüc   si   la  Señara    no   hub¡e«- 
ra    contraído   el    pecado    Oíiginaí  , 
no  hubiera  sido  redimida  por  Chris* 
to.  Argumento ,  en  verdad ,  respon- 
dido   solidísimamentc  por  los  Teó- 
logos defensores  de  la  Preservación; 
pero  argumento  siempre  efícacísimb 
en   el    modo    de   pensar  del  Santo. 
He  aquí  su    Vigor :   La  Redención 
de^  ChiistOj   ó    tuvo    cfcdo  en  h 
Señora   antes   de  animada ,  ó  en  k 
animación    misma ,  ó  después  de  iá 
animación.    Son    los     rres    estados 
en    que    se    puede    considerar.    Sí 
luvo    efcfío    antes     de    !a    aníma- 
'cion ,    ya  !a  redimida   no  fue  el  aU 
ma^,   no  fue   la    Perscna  5  no  fue  la 
Señora   misma  5  ya  la  Redención  re- 
fsyó  en  el  feto  ,  en  el  embrión^ 


.>i;:ii¡ ' 


(ato) 
tio/cs  la  Persona,  que  no ijíl 
la  Señora ;  de  ningún  modo  ,reca* 
^^ó  len  d  aima.  Desde  luego  este 
modo  d?  redimirla  era  posible  ,  y 
J$lü.  Tornas  no  podia  negarlp  co- 
,¿^IMS)  ial>  pero  no  seria  Redención 
idíe  i^  ^Rersona.  El  Cardenal  Cayc- 
4aD0  exponiendo  este  lugar  del  Sto» 
:*pme  el  exemplo  de  San  Pablo, 
.^m  hpbiendo  nacido  Ciudadano  Ro* 
$fl^anjO;5  jpor  gracia  concedida  á  sus 
íPfogénicoreí?;,  en  rigor  no  necesitó 
^e^ta  gracia  Cesárea  en  si  mismo , 
^tp.W  et  gage  que  gozaba ,  aunque 
if  n  vveidad  la  necesitaron  sos  Padrea. 
¿Así  pues  !a  Señora  no  fuera  la  que 
i4iecesitó  Redención  5  sino  su  carne, 
^or  el  privilegio  de  no  contamina- 
(¿a  jl  tiempo  de  la  generación  del 
.feto 5  allá  entre  los  Saiuos  ampie- 
4{p$  de  sus  Progenitores  >  y  por 
cCspirefleKiona  oportunamente  el  mis- 
ólo dodp  Comentador,  que  el  ^to. 
^^Oidicc   que    ya  la  Virgen  no  ^bji- 

b'íQíi 


bícra  necesitado  de  Gracia  y  Glorm 
por  Christo,  sino  que  no  nece^ 
sitaría  de  Redención  de  pecado  ;  y 
que  ya  no  se  vcrificaria  de  ella  la 
universal:  Ipse  enim  sahmn  jk^ 
ctet  Popéum  suum  ¿  peccatu  e&^ 
rum  (  6i  )  . 

Si  la  Redención  tuvo  efeHa 
en   la  animación  misma, se  hubiera 
juntado  la  Gracia  y   el   pecado  5  te^ 
Gracia  como  fruto  de  la  Redención  j 
para   preservar   á  la  alma  que    en- 
tonces  se   iíifundia;    y     el    pecada 
que  aélualmente   viciaba     k  aquelte 
alma,  que   según   la    doélrina  det 
Santo  ^    es   indispensable    la    vicie  |* 
como    es  indispensable  que    el  que? 
per5onalmente  peca  se   vicie  con  el? 
ado  mismo  con  que  está  pecando» 
pues  equivalen  para  esto,   para  el 
original   el  origen  5  y  para  el  ^úml 

Solo 


>*"  '      5". 


MÍaMMÚáÚf  «MPMMatoMMalVlM^H^iÉi 


mifmÉ4 


iéM]i    Matth  if 


3il 


li'.i 


i  í" 


1  > 

i»? 

I  li 

Ill 

1  i* 

1 

\fi4M 


,  Soló  resta  pqcs,  que  la  Re-/ 
íícnclon  tenga  efcáo  después  de  la. 
animación,  qaando  ya  el  alma  es*» 
té  irifandidá  ^  concluido  ya  el  edi-» 
^cio  del  Tabernáculo,  y  en  esta-? 
^0  de  recibir  su  perfección  ó  de-* 
coraron;  y  como  ya  entonces  íe? 
halla  con  la  infección  del  pecadai 
coDtiaido  en  la  animación ,  la  Reden- 
ción no  es  Preservación 3  es  Emunda- 
clon  5  es  Reparación. 

Explicada  así  la  doñrina  de.: 
Santo  Tomas,  nada  hace  lo  que  re-? 
pone  Juan  de  Sto,  Tomas,  quanda, 
dice  que  el  Angélico  también  reco-^ 
noce  Redención  preservaciva.  Reco»^ 
pózcála  desde  luego  en  otros  lan- 
ces; pero  no  en  el  de  la  Con- 
cepción de  Nuestra  Señora  segua 
la  via  ordinaiia  de  ia  común  propa-, 
gacion*  Reconózcala  en  la  muerte 
qiuníjp  Dios ,  si  quisiera ,  presera 
vara  i  algunos  de  la  común  ncce- 
isyadi  <ie   oiorir.    Esto  es    lo  qa^. 


jirueba  Juan  de  Sto  Tomas  cnn  el 
lugar  que  trac  tomado  de  la  Q¿ies¿ 
tion  78,  Arcículo  i  del  Suplemen- 
to del  Santo  j  pero  no  quando  ú 
tomar  la  vSeñora  su  Ser  natural,  es 
concebida  por  el  origen  ordinario, 
pues  entonces  hay  el  inconvenicn^ 
te  de  aliar  Gracia  y  pecado. 

Ni  las  palabras  del  Santo  cit 
rite  lugar ,  alegadas  por  Juan  de 
Santo  Tómaseme  parece  que  ptue* 
fcan  su  intento.  Son  estas  C<52): 
Islec  pot€$t  dici  cfuúd  non  hac  r^* 
iempüom  indtguermu  ^  €¡uia  prasti^ 
túm  fuit  eis  út  sine  pee  cató  conci'* 
ferentur.  Ve  aquí  Redención  prc*» 
servativa ,  clama  squel  Teólogo,  aun 
para  concebirse  sin  pecado.  Mas 
yo  creo  que  debe  advertirse  con 
cuidado  lo  que  el  Santo  añade 
allí  en  el  texto  :  (juta  illa  gra*^ 
tía  faEta  est  pof-emíbus  ut    in  e/¿ 

Vi-  ;í 


1^1  )     Suppkm.  q.  78.  aru  u 


1%.  t 


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i ' '    ^ii 


intiam  natura  sanaretur ,  ¿fuú  fnd* 

vente  sim  ominali  peccat o  generare 
mn  posscnt  r  \>el  ipsi  natura  c¡ué 
sanata  est^  Oportet  autem  poneré'^ 
i¡md  cjmÜhet  personaliter  redemp*' 
tiofie  Christi  indigea,t  ^  non  solurpÉ< 
ratiorte  natur¿€.  Aqiú  sin  duda  ad-c 
mire  el  vSanto  posible  d  que  lor 
hombres  sean  preservados  del  pe- 
tada en  sus  Padres;  y  por  precisión 
(deberá  decir  lo  mismo  de  Mariá 
Santísima.  Pero  entonces  ni  los 
hombres  j  ni  la  Sañora  serán  re-* 
dimidos  en  su  propia  Persona  5  f 
esto  no  puede  ser,  dice  el  Santo. 
TO  todas  partes,  y  allí  mismo; 
ipmet  autem  poneré  quod  quilthet 
fersonaliter  redempnone  Christi  indi^ 
grat  ^  non  soíum  ratione  naturx* 

Distíngase ,  pues  5  como  se 
tqtrisierie  la  Concepción  del  feto  ^  y 
émbiion  de  la  Concepción  de  ll 
Persona.  Dígase  que  así  los  Filó- 
sofos 5  como  los  Teólogos  y    ftfc^ 

dre$ 


iipvivi 


fártft    antiguos    que    prtCiedicí^n  jt 

Santo   Tomas,   y   aun    después  4$ 

él    hasta    Escoto  ,  quando    afír43?ia* 

ban  que  la  Concepción  siempieiiii» 

«íluia  pecado,  hablaban  solameote^^ 

Ja  del  feto,   no  de  la   de    la  1?^% 

^qna.  Empeño  es  este ,  en  qv»c  cpr 

tra  con   la  mayor  difusión    el  J^f 

,4uita     Vicente   Fasati ,    acumulando 

jquanta    erudición    exquisita    adm^f 

Ja  materia.    Pero  jamas   se   con^sCf 

güira  manifestar  que  Santo  Torua% 

quando   liega   á  tratar  de  la  0^%^ 

cepcion,  de   la    Persona    de    M^t# 

Sancísiítia ,  conRitida  esta  con  la  ^d^I 

:feto.    Ambas  están    discingaid^s  ,€|i 

40  dodrina  ;   la  del  embrión  ,  qo^oi*' 

«4©   dice    que    no   pudo   ser    Maí:í|i 

Santísima    Santificada    antes     de   sp 

animación ,  con  todos  esos  invi^ñof 

4mdamento$,  que  para    ello  exhibe^ 

4a    de  la  Persona  ,  quando  rnanlfiei^ 

#|a  que, su    Santificación  fue  despuef 


¡:;.i: 


V  - 


•'i 

>   I  1  1          iJ 

«I*   ■■ 

(2X6) 

Tabert^kulo ,  y  quanclo  ya  sd  na* 
turaleza,  recibido  el  primer  ser,  es- 
taba en  estado  de  toaiar  su  per- 
fección ;  pues  entonces  no  habia  el 
embarazo  de  que  la  Gracia  tuviese 
encuentro  con  el  pecado  ,  que  pre* 
chámente  $e  deriva  quando  la  Per- 
dona toma  su  ser. 

Todo  lo  discurrido  me  per- 
suade que  Santo  Tomas  de  nin- 
gún modo  favoreció  á  la  Preser- 
vación. Porque,  valga  la  verdad, 
•¿que  mas  hubiera  hecho  el  Sanco 
Dodcr,  s¡  ciertamente  fuera  con- 
trario  á  ella?  ¿Que  mas  hubiera  he- 
cho,  si  hubiera  sentido  como  los 
Monzones ,  Torquemadas  ,  Eimcri-» 
^os  ,  Montenegros ,  Bandellis,  Espi- 
nas ?  E!  trae  los  mismos  racioci- 
nios que  ellos ;  los  mismos  sím* 
bolos  y  alegorías;  responde  las  di- 
ficultades opuestas  ,  como  ellos  las 
responden.  Que  mas  se  deiea  ?  Qi- 
*ye(ap.o  iccflexiona  así:  Si  estas  pa< 


mw  M  ipi 


^Ák- 


i> 


yeccato    onginaU^    que  se  hallan  ex* 
presamente   eri    el    Santo ,   no  e^ 
pHcan  que  verdaderamente  y  de  fii<^ 
to  lo  contraxo,  ¿con  que  otras  pá* 
labras   quieren  que   se    explique    e| 
Ang^ico  Doétor  ,  para  que  se  d¡gi 
contrario   á    la    PreseIvacion^   ¿S^ 
liabria  explicado   ton    mas    fuerza ^ 
si   en    verdad  fuera   contrarío  I   El 
Santo    habla    de   la   Persona    de  I# 
Virgen,   como  sujeto   del  pecado : 
explica   el   tiempo   de    la    Concep- 
ción :    explica   el    pecado  Original  i 
explica    el  hecho  r  ¿  qué  mas  debíé 
explicar  ?  Salvar  todo   esto   con   el 
dcbíco  de    contraer,    y   no  con  tó 
a(Sual  confracción  5  es  dar   lugar   a 
qué^'^así  discurramos   de  codos   lof 
demás    Teólogos  que  sin  duda  es-f 
fáfi  contra  lá  Preseí  vacion,  ¿  Por  que 
pues  no  $ie  dice  igualmente  que  to^ 
dos  estc^  solo   h  b  ron  del  débito^ 

^^)nk^s  commufñf^-f  ho  Vpt- 1^ 


i!B|k  Vr 


'«  1 


"./i 


(a  18^ 
Prhileaiji.  lQ}}c  diferencia  ha-  re- 
conocidQ  el  Santo  entre  la  Con- 
cepcion  de  la  Virgen ,  y  la  de  los 
demás  concebidos  por  la  via  ordi- 
naria de  propagación  ? 

Si  ha  Tcconocido  ,  dice  el 
P,  M*  Osorio,  porque  aiin  híi)lan- 
do  el  Angélico  Doótor  de  la  Santi- 
ícacion  de  Jereailas  y  el  Bagíista  cpic 
fiíeron  en  ella  tan  privilegiados ,  se 
explica  35Í  (  ó¡  ) :  /lia  cjute  gmm 
*Vmgemutm  a  Patu  pUmím  gratis 
€l  ^?mtatis  pr¿e  omnifábus  alip  ?na^^ 
pra  privilegia  gratín  ^ccepit-  T  el 
3^  Giamático  sabe  que  el  majora  pü'- 
»  V^fg-i^  gratic:^  no  solo  quiere  dc- 
,jcir  Gracia  mayor;  y  que  el  nume^ 
j^ro  plural  Pmiie¡na  ,  no  se  vcrifi- 
5jca  con  solo  el  singular  de  oíayqr 
5^Gracia* 

Yo  repongo  ^  que  son  mu- 
chos   los    lugares   en    que   el  n4« 

mero 


HBfmfm 


«^  «M 


'im. 


{^9  )    !^cst*%^*a!rU;:i^^j  7 


tñero  plurá!,  $c  toma  par  singu- 
lar. No  nos  cansemos  en  cornpi* 
lailoSé  Vaya  ano  solo  (64):  £cce 
mitn  in  intcfuttatibus  conceptus  surn^ 
et  in  peccam  concepit  me  mater 
Wf^r.  Habla  aqpi  David  (  aunque 
$c  enfade  Hago  Grocip )  dd  pe- 
cedo  Original  >  y  siendo  singcilar  lo 
designa  con  nóaicro  plural ;  porque 
én  realidády  aun  siendo  singalar  aquel 
pecado,  cGncaricn  como  á  hacerle 
la  corte  muchos  pecados  ^^  como  !a 
soberbia  5  la  inobediencia,  la  intem- 
perancia y  y.  porque  ■  el  Original  es 
fcente  de  los  demás  pecados.  Así 
explican  este  lugar  los  Intérpretes  5 
y  en  el  mismo  sentido  podo  de- 
cir Santo  Tomas,  qae  la  Virgen 
ién/:  so  Santificación  tuvo  mayores 
privilegios  de  Gracia;  porque  á  mas 
de  que  esa  primera  Santificacioa 
después  de  animada  te  Señora  h^ 


co- 


"f/iUm 


má -^¡nUtumm^m» 


i^fí    PsM!m,^<^^ 


^Ím,  lif 


(no)  i 

como    la  fuentq    de    ese    inmensa 
mar  de   Gracias   que  tuvo  ^   ella  re* 
cibió    desde   entonces    Gracia   mas 
intensa  que  la   de    los    Angeles^  y 
hombres    en    su    mayor    consuma^- 
cionj    tuvo    quando    menos    ligadqp. 
d  fómite  y  fíie  confiímada  en  aquellf 
Gracia,  recibió  la  prerrogativa  de  nq 
pecar    ni  yeriialmente ,  gozó  el  don 
de   la    perseverancia ,    y    la   justicia 
Original   en   quanto   á  lof  principa^ 
les   efeoos  de   perfedísimá  sujecioit 
á  Dios  5   y  de    inalterable    coníOr^  ^ 
dia  %entre    líí   parte    luperipr    y    h?. 
inferior.   Nada   de   esto     hubo    cí^ 
Jeremías ,  íii   en  el    Bautista,  Teñe, 
inos   ya   puc:$  sin  recurrir   á  la  Prc^ 
servacibn    del    Original,   majara  pri- 
vilegia gratU  ^  respeélo  de  aqueííoS; 
Paitas,   y  de   todos    Iqí    dcttia» 

i^tk  '     Eo   proiecucíon  de  lo  m¡$«^ 
rro  íáñade  e!   P.  M,  psorio,  que  la 
Sítior^  fee  Santificada  con  mayores 
*  Vén? 


(2.2  i) 

ventajas^  y  privilegios  que  Jeremía 
y /I   Bautista;  porque  estos  fíierort 
Santificados    pasando   de  un  eoñtrá-» 
rio,  á    otro  contnrio,    de  la   culpi 
Original    á  la  Gracia  ;   pero  la   Pi^ 
rísima    Madre   de    Dios  >    no    pasp 
de  un   contrario  á    otro   contrari% 
de^  pecado  á  Gracia.  Si,  así  lo  creo 
yo:  y  me  alegro  que  también  jo  creft 
d   P*   M.   Osorio ;    pero   no   cre<) 
que  la   dpéirina  que  aquí  alega  4¿ 
Cardenal  Cayetano  sqa  como  la  re^- 
fiere.  Dice  el  P.  M.  qi^e^^en  etC^dl^ 
mentario  del  J^rticulo  >  de   ía  qüesC| 
tj   enseña   este  Cardenal   que    haf 
ti^nsito    de    contrario   á,  comraíioí 
y    transito   de    afirmación^  Mg3^ 
cípní     que  el    primero   es    4^    Jg 
Santificación    de  todos ^  que  pasaa.- 
dé   pecado   á  Gracia  ;    y  ^ el  seguía  :; 
do   es   el   de  ChrÍ5tp,    el    de  M^  ' 
Apgeí^^y  el  de  María  Santísima. í^^'^ 
i^^f kt*" íi-a  ^doanna  de  Cayctano;^^ 
€5U:-Hay  Santificación    de'  coocrtif 
^  lio 


1.  "4  f 


i'J.       -lí 


íió  en  contrario,  de  inmundicia  Cíí 
limpieza ,  de  pecado  en  Gracia  i  y 
b  hay  de  negado  en  afirmado ,  de 
no  Santo  en  Santo ,  de  no  Gracia 
en  Gracia.  Esta  segunda  no  supo^ 
|ic  pecado;  se  halla  en  Christo; 
y  en  !o3t  Angeles ,  porque  los  Aít^- 
geles  que  nunca  pecaron ,  faetofi 
Santificados;  y  Christo  dice  de  d 
inismo :  ^em  Pater  sanSlificavit* 
Aquí  queda  Gayctano ,  y  no  in- 
cluye en  esta  clase  á  la  VírgerT, 
©xa!á  ia  hubiera  incluido.  Pero  yO 
me  complazco  en  los  deseos  dd 
P.  M.  Osorio  de  que  Cayetano  \t 
incluyese,  y  le  celebro  la  vista  pers* 
picaz,  pues  halla  lo  que  la  miaj 
que  aun  no  dcsfollece ,  no  puede 
descubrir;  antes  parece  que  dcsc\3^ 
bíe  lo  contrario  ^  porque  añade 
Cayetano  que  la  letra  del  Artí- 
culo que  comenta  se  entiende  ref» 
pedo  de  la  Virgen  de  Saniificacio« 
4cl  primer  modoj  y  qüe.por  cswi 


1 


I 

cpcc  Santo  Tóiíjas  y  que  es  Ef^an*^ 

^>  Aun  está  mas  singular  el  P# 

M*  Osorio  en  lo  que  despuet  jiiz*. 
ga  de  Cayetano.  Ya  lo  hace  fer* 
voroso  defensor  de  la  Inmunidad 
eje  Nuestra  Señora  de  culpa  OriV 
ginah  y  para  probarlo  trac  una 
dodíina  de  este  Cardenal  en  el  mis- 
iBo  Comentario  de  aquel  Aitícu- 
lü.  Le  parece  di  P.  M.  que  Ca« 
yetsno  reconoce  modo  especial  de 
redimir  Christo  í  su  Madre,  por» 
que  la  misma  pureza  que  tuvo, 
Chiisto  j  tuvo  la  Madre  por  pri* 
Vilegio  especial  5  aunque  ifífeiior  es* 
t^  pureza  á  la  de  Christo.  Allí  re« 
lata  un  largo  pasagc  de  Cayctanq, 
que 5 según  dice,  convence  lo  qué 
acaba  de  decir  ^  y,. al  fin  de  lai. 
Inginas  pone  dos  Notas,  que  nb$ 
advierten  que^/j  este  lugar  admi^- 
Í€  y  expresa  el  Sabio  Cardenal  /¿ 
J^rtseryAcion  de  Mma  y  el  mó^ 


^Mí 


ll 


u 


aé    tspHtd  de  redimir  Ckrists  a  S0 
Aiadrt.  Pido  un  poco  de  atención. 

Viendo     Cayetano    que    na 
parecía  coneluyente  el  argumento  dé 
¡|amo  Tomas     en   aquel    Artículo, 
reducido   á   que-  si   la    Virgen    no 
Cófirraxo   el   Original ,  no  seria    re- 
dimida  por  Christo  ;   pues  -en  ver- 
dad  hay^   dice,  otros  muchos  mo* 
áb$   de   redimirla    del   pecado ,  aun 
duando  no  lo  contraxcra:    para  que 
a    i*acíocin¡o   del   Santo    no    pierda 
%l\  faerra  ^  lo  expone  como  ya  zp^n* 
té  yo   arriba.  Es  decir ,   que  el  Sto. 
no   habla   de    Redención    del    feto, 
de  Redención  de  la  carne,  sino  át' 
Redención   dé   la    Persona.  Trae   á* 
esto  el  exemplo   ya  mencionado  de- 
San   Pablo  5   quien  no  necesitó  gra- 
cia  Cesárea  para  ser  Ciudadano  Ro- 
li^ano ,   aunt]ue    la   necesitasen    sus 
Mayores.  Bt  hinc  hahes  (  habla  Ca- 
yecañe)  ejnad    Á  dtcatur   c¡uod    Bi 
Vt^vo  méimisset  m  carm  pr^cederh»' 


te 


a  peceata ,  (¡unm'^is  nok 
¿n  se  y  h¿ec  distinBio  mn  ohstat  Wc* 
íis  v€¡Homarf\  indigere  in  anücéd^ 
lihus  mn  est  ipsam  indigere  ^'  ité 
quüd  ly  in  antecedmtibus  estl  cdH* 
dttio  diminuens  rattomm  indigehiié. 
persona  lis.  £tipropter€0  mn  valet 
consequentia  :  Indiguisset  in  st4Í'f¿é^ 
tus  4:arne  i  ergo  rpsa  B»  Vtgo  írh 
dí^uisset.  Est  ergo  simpltciter  ^erd 
doEtrina  in  linera  tradiu^:^'^^ 
pues  B.  Virjñnern  in  prácedetm 
felH  yel  Párente  indigere  redempk 
mone  ^mn  est  ipsam  B.  f^irginetn 
'wdtgere  i  sicut  Pault^m  in  suis  pa^ 
rentibus  indiguisse-  gratia  ciWaííi 
Koman^y  non  est  Paulum  illa  in^ 
diguisse  3  sed  Majgres  suos  indiguis^ 
i^  PÜa.^ 

•í;  ^  ^«^^(treera  quien  scncilíamentíj 
Jeyerc  unas  palabras  de  Cayetana, 
que  trae  el  P.  M.  Osorio,  que  eni 
realidad  muestran  que  este  Carde- 
nal enseñó  la  Reden  ció  n  pceservá- 
(  F  a  )  iiva 


ñ\Á 


M. 


■Í 


ma.  eniJ^.vScñora.  Pues  nii^a  i^« 
no^.  Al  fin  íkl  CGmentaiio  de  aquel 
Aaí(;p!o  previcíie  Cayetano  qge  no 
^^  d^yFí'^  <:omo  pedia  creer  algu- 
no, por  las  autoridades  que  se  ale- 
gan de  los  PP.  el  que  la  Vírgea 
fue  ccocebida  en  pecado  Original. 
Dice  c|ue  ain  pLieden  sostenerse 
ambas  Sentencias,  tanto  la  jque  con- 
tamina como  la  que  preserva  a 
la  Se&ora:  Absqm  Ij^reús  crlminis» 
que  labe  utramcjue  cúntrádiElionis 
partem  teneri  pojM.  Z/nacjUáeque  Pra^ 
^naa  in  sm  sensu  Ahtmdct.  Pasa 
ádeiame ,  repite  lo  mismo ,  que 
fiinguna  de  las  Sentencias  es  heré- 
tica, que  ambas  s<vn  probables:  que 
la  que  niega  la  Pieseí  vacien ,  scr 
gun  el  sentir  de  los  SS.  PP*  y 
DD.  amiguos,  iodo  lo  halla  con- 
forme á  razón,  y  ¡a  que  defien- 
de la  Preservación^  nada  dice  con- 
tra la  Fé,  ^Entonces  pone  las  paU- 
bras^qiie   trae   d    P,    M,  O.  Hs 


\n  aquí :  Sea  specidis  modm  redt^ 
tnendi  ac  sahandi  a  peccato  migi>' 
nali  Chisto  attribuimr  respeHh  su¿e 
Adatris:  sic  enim  ipsa  B*  J^írgat 
indiguit  redimid  et  sahan  apeéca^ 
to  ftr  Christum:  quoniam  ips¿ittiffc 
imurrisset  peccatum  ,  niú  rnanuí 
gratis  pra^fcnienth  non  tempore  sed 
natura  adfisisset.  Et  ita  puritas  ejus 
fuit  máxima  sub  Christo  qui  nutlo-^ 
modo  indiguit  redimid  quta  ex  Vt 
suée  Conceptionis  fuit  Sanclus.  Eta 
estas  palabras  no  hace  Cayerano  si-' 
no  fxpücar  la  Opinbn  de  los  que 
están  por  la  Preservación  5  Opinión 
que  él  combate  en  todas  partes,  y 
que  reputa  eontraria  á  los  PP.  y; 
DD,  pero  que  sin  embargo  quie- 
re que  no  sea  opuesta  á  la  Fé  ^ 
por  la  explicación  dada.  Esto  se 
reconoce  k  primera  vista  quando  se 
lee  aquel  Comentario.  No  abandone 
pues  los  derechos  de  la  verdad  3» 
Víndicad9r^ 


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(228) 

Continúa  el  mismo  PlnoH^^ 
^éé¿<m  en  el  empeño  de  que  ^^a^ 
f^ano  defiende  la  Preservación^  y 
la  intenta  persuadir  con  $a  Co- 
menrario  sobre  el  Artículo  5  de 
Ja  Question  8r  de  la  r.  2^.  de 
Sto.  Tomas.  Allí  dice  Cayetano 
que  se  debe  notar  que  basta  que 
tos  hijos  de  Adam  estén  expues- 
to,s  á  contraer  la  culpa  Original  ^ 
para  que  necesiten  de  Redención; 
porque  no  solo  necesita  ser  redi* 
mido  el  que  se  halla  en  adual  cau- 
tiverip,  sino  también  el  que  esta 
expuesto  al  peligro  de  la  cautivi* 
dad:  y  que  así  el  Tomista  no  ten^. 
ga  por  errónea  la  Redención  pre- 
SÉ*n?au*wa ,  quando  disputa  ó  predi'- 
ca.  Pido  un  raco  de  mayor  atención. 
n  Santo    Tomas    en    el    lugar 

ójtimaqiente  citado,  pregunta :  Vtrum 
J^ecfatiém  primi  Parentis  trameat  per 
^igimm  ,  fV/: ,  omne^  hamines  ?  y  re«- 
suelve  así ;  ^espondeo  dicendumqmi 


'üUJi 


se- 


%iKundttm  fdem  catholkam  fírmlter 
€St  tenendum  ^  qm4  omnes  homifí^$' 
froeter  solum  Christum  ^  ex  Adam 
derivan^  peccatum  origínale  ex  ádam 
contrahmti  alioquin  non  omnes  in» 
digerem  redemptione  ,  qu¿e  est  per 
Christum ,  tjuod  est  enoneum  Ó*t* 
Como  el  Santo  Dodor  habla  aqot 
en  tono  tan  alto ,  secundum  Jídem 
eatholicam  fírmicer  est  tenendtsm^ 
podía  algún  Tomista  menos  cauto^ 
juxgar  que  la  Fé  Católica  nos  obfe 
gaba  á  ceer  que  la  Virgen  Santí* 
sima  no  tenia  exención  del  pceaü 
do  Origina! ;  y  en  su  conseqíten«* 
da  serian  heréges  todos  los  que 
U  defendiesen  Preservada,  Píevecr 
el  Sabio  Comentador  Cayetano  es,«* 
te  riesgo  en  algunos  de  sus  Con* 
tomistas ;  y  para  precaverlo ,  dkt 
estas  palabras  que  yo  voy  a  pa^ 
tier  con  un  poco  más  de  eK#nt 
cion  que  la  Verdad  vindicada^  p^« 
1^  que  se  penetíci04o  m mmmk 
y  seaúdo*  /^ 


,*  1' 


1  ','• 


"i 


1n  Articulo  5.  ejusdem  S^td}- 

^astiomsj   omisso  2.  adverte  dutf 

ttrca   universalitatem   peccati   ongi^ 

mlis.   Primum  est ,   c¡md  ad  fidem 

eátholicam  speBat,  (juod  omnesprce* 

ter  solum    Chistum  comrabant  pec^ 

iatum   origínale,  ^od  diEtum  VéOn 

intelligendum   est  altter ,   cjuam  de 

morte  ¿ju^e   est  pana  peccati   origi^ 

ttalts :   Itd  quod   sicut  omnes  incur^ 

rttm   mortem^   id    est  nccessitatem 

moriendi ;   ita  omnes  incurmnt  pee- 

€atum  $ripnale,  Et  sicut  non  ¡pee* 

tat  ad  pdem^  an  mguli   morían'^ 

ttir   aBualiter^   an    divina  disposi" 

tíone  alicjuis  non  moriat'ir  ^  ita  non 

speBat  ad  fidem  an  alic¡uis  ex  spe* 

eiali  prerrogativa  grati.e  non  incur^ 

rat   aBmliter    ariginale    peccatum. 

De  utro(jí4e  enim  simul  inc¡utt  Apos-^ 

tolas  Rom/  5.  Per  unum  hominerrí 

peccatmn    introivit  in  mundum^  et 

per  peccdtttm  mors.   Est  igitur  fie*    . 

assmtim   stcmduiH  cathohcam  fh>^  \ 

^ '  dem 


d^m  €ttdeu ,  c^uod  ornnn  uirmc^m 
uxus  ab  Adam  secunduv^  rano^ 
nem  semwakm  fro\>miens  ex  ips4 
ma  gener alione  sit  obmxius  peccata 
originaUj  et  contra  Pelagianos  dir 
ceníes  oppositum  Augmt'mus ,  disscrh 
et  deffnit.  De  solo  autem  Jesuj 
Christo  \ferum  est  (¡uod  ex  tpsa  ge^f 
peratiqrie  nulli  ohnoxtus  est  pecear 
Wj  juxta  )ferbum  Angeli  ad  B.  Vir^ 
ginern  ante  Filij  Conceptiomm^  cju^ 
yocatur  natmtam  in  útero  y  dicen? 
tis  :  C)i4od  enim  ex  te  nascHur 
Smd:um.  Et  juxta  hmic  n^ilitat 
ratio^  AuEioris ,  sciliceL  quia  ahtejr 
pon  indigerent  redemptiom ,  (jua  per 
Jesum  CyiUum  fa^a  est.  Si  enim 
peccatum  origínale  ^  vel  in  áctu  ^ 
Vel  in  necessitate  habendi  illud,  c¡ms 
pon  incurrereti  non  egeret  redemp' 
^one  ,  quod  h<ereticum  esset  dicere. 
i^ed  si  omnes  obnoxij  sunt  peccato 
priginali  ,  suffctt  ad  indigemiam 
tiüemptiom;    ne^jue  emm^udum  r^ 


M.i        ¡ 


me  eget  aBualktr  ےiipti\m%'* 
lipáí  etiam  obnoxius  capthati.  Has¿ 
ita  aquí  expone  Cayetano  lo  qu« 
S^into  Tomas  dice  ser  de  Fé  en 
esta  parte  5  y  según  esta  dcdrina 
tss  de  Fé  que  para  necesitar  de  Re* 
tiencion  es  preciso  ,  ó  el  pecado 
<k\gm\,  ó  la  obnoxéidad  (diga* 
rhm  así  )  de  con  traerlo.  Así  eo* 
tíío  para  necesitar  Redención  de  la, 
muerte  es  precisa,  ó  la  muerte  mis- 
ma, ó  la  obnoxéidad  á  padecerla» 
fia^  adelante  Cayetano, 
^  Et    })£€   lene    mtahis  y   ta 

W'húmista ,  ne  nimio  zslo  non  se-^ 
tundum  scientiam  áccemus ,  errónea 
'éicas  qu¿e  errónea  non  sunc^  cum 
ée  Beatissim^  P^irginis  Conceptione 
'disputa.^  aut  príedtcas.  Es  decir : 
•como  vxs  que  d  Santo  Dodct 
<d¡cc  aquí,  que  es  de  Fé ,  que  to- 
ados contraen  el  Original  porque 
todos  necesitan  Redención ,  y  en  j 
^ira  pffte  ensena  el  toismo  Santot  • 

'  que 


qvit   U  Vifgen    contraxo    este  pe- 
cado  Original  5    porque  necesitó  de 
Redención  ;  no  ce  engañes,  no  pien- 
ses   que    también  es  de   Fe  el  que 
la   Señora   lo    contraxo.   Porque  el 
punto   de   Fé  se  salva  con   sola  la 
obnoxéidad  de  contraerlo  5    y   esta 
obnoxéidad  es  admitida  aun   por  Io« 
que  la  juzgan  preservada* 
^:         Continúa  Cayetano  :  Secan^ 
dú    notandum   est^    quod    licet  ut 
diBum   est  ad   fidem    mn   speUet 
tamquam     necessario     credendum  ^: 
ti¿mm  aücjuis  atiuaUter  non  habue^i 
rit  ex  speciah  grana  originale  pecj' 
catmn ;  per  Im  non  excluditur  cjutn 
speciari    possh    tamcjtiam  prohahile 
propt€r  úíictoritates   SmEloYum.   Vé 
aquí    después  que  establece  que  íá 
Fé  nada  manda  creer  en  orden  á  que 
sl-guoo   sea  adaaímcnte  preservado  ó 
no  preservado  del  Original,  vuelve  á  la 
pfobabilidad  de  su  seíuir,  de  que  n¡ 
^l  Virgen  ¿  ni  nadie  tuvo  esta  Prc- 


(G  2 


«cr* 


m 


servaaon ,  fundado  en  !a  autoridaít^ 
de  !o$  Santos  que  él  cree  que  es- 
tán contra  esta  Preservación.  Lo 
que  Gayecsno  pues  decía  acerca  de 
lá  düdiina  del  Angélico  ,  debería 
yo  decir  aquí  acerca  de  la  de  su 
Gómentador :  £/  h^c  km  mtabis 
yThomista* 

¿Ni  como  había  de  juzgar 
rano  aquí,  ó  en  el  lugar  an- 
tes citado,  que  la  Virgen  solo  en 
d  débiro,  y  no  en  el  aílo  con- 
traxo  la  culpa  Original,  quando  en 
su  Opúsculo  sobre  la  Concepción 
se  enardece  contra  esta  solución? 
AHÍ  después  de  referir  las  autori- 
dades de  los  PP.  que  le  parecían 
decisivas  contra  el  Misterio  dice  (  65 ): 
Excludmt  íjuo^ue  dttí^  atéíorna- 
trs  glússam  aliam^  sciltcet  defaá^ 
^el  debito  ^  VclX^tin  tdemreadit) 
quantum  €st  in  se  ^   vel  ex  causa 


eX'- 


i«É 


{4^  )    Ojmsc.  de^  Conce^t,  c.  4* 


extrínseca;  ifuasi  SanBi  im 
^Hod  B.  f^írga  incurrerk  peccarntH 
mginale  nm  de  faBo^  sed  debitó  i 
hoc  est  quia  debuk  contrahere  ari» 
ginalem  maculam ,  sed  non  comm* 
xtt  de  faEioy  similiter  ^  cfuod  cfuaU" 
tum  est  ex  se  B.  Virga  contraxts^ 
set  peceatum  origínale  ^  sed  de  fac- 
Jo  non  contraxit  ex  causa  ex  crin- 
seca  ,  Deo  scilrcet  preservante  per 
suam  gratiam.  Esta  es  la  solucic/n 
de  Juan  de  Santo  Tomas  ,  dt 
quien  la  tomó  el  P.rM.  Oso»- 
rio  como  Difinictm  Teológica  y  me 
guarda  como  sagrado  depostt^  h 
Religión  Dominicana ,  y  la  que  él- 
tímamente  ha  intentado  sea  el  sen- 
tir de  Cayetano/  Óigase  ahora  co* 
4iho  este  Cardenal  lexos  de  seguiría 
rabatc  esta  respuesta  definitiva. 

Ham  inciuam  ghssam  ex^ 
iludunt  (las  autoridades  de  bs  San-. 
tos  son  las  que  la  excluyen  ,  s(¿ 
fm  m  contexto  )^  hmc  incfmm 


glbssam  éxcludunt ;  tum  cjaia  ly  de 
mebuo ,  et  ly    quantum    est    ex  se^ 
:€St    conditio    secundum    quid ,    aut 
diminuens :  quoniam  hahem  aliqutd 
(Quantum   est  ex   se  ^\\d\de  debitOy 
non   habet  Mud   stmpltciter  ^   et  ab' 
solute  ^   sed    si    solum  ex  debito  ha* 
bet  y    secundum  quid    habet  >   et    si 
-solum   quantum    est  ex    se    habet.y 
pon  babel  illud  sed  oppositum  ilUus^ 
Sanctí    autem  et    Doliores    dicunt^ 
•íjuod  B.  Kitgo  habuit  peccatum  orh 
ginale  ,sine     ulla   conditione    secuny 
dum  quid  y  aut  dtmtnutione ,  ac  per 
hoc    simpLiciter    et    absolute.    Tum 
quia   non    de  erant    vocabula   Sane* 
lis  st  DoB^onhus  quibus  debitum  peo 
cali  onginalii  in  B»  V^irgine  ^  et  non 
peccatum    ipsum    explicarent^  Tt^m 
ama   petendum   est  ab   tstis^  si  V^ii- 
$a   ista:   B.  Virgo  fuic   concepta  ia 
peccato   ofiginaií,   et  similta  ^  non 
fxplicant-^  quod  ipsa  de  faílo   con^ 
^AXií   origínale  .  peccatum  y^fij^^' 


o 


Wr^ 


Atmrmmmmmr^fgiflttíf 


^  Vf rííV  mi  debehant  SanMiy  tt  Dd0^ 

teres  ad  h&c  expltcandum'^.    In   hi$ 

namcfue  exphcatar  Persona  Bo  J^ir* 

¿ifiií  nominatim  ,  ut  subjecla^^  ori- 

¡inalis    peccati :    explicatur    tempus 

Concéptioms :  explicatur  origínale  pecr 

catum :    explicatur  faElum  per    ly 

'  concepta  esr,   contraKÍc ,  ^r    simili^. 

t¡^íd  ultra  debmt  oppmi  ?   Bt    si 

Htsta  hoc  mn   significante  consccjuens 

tst  ^  Ht  dicentes  oppositum^  scilicit  'l^* 

V^irginem    non    esse    concept  irh  •  in 

peccato  originali^  mn  sigmjicant  tí^ 

éjuod  dicunt»   Fatua  ergo  aique  te^ 

werari.t  sunt  hupsmodi  non  extor* 

sienes^  sed,  corruptiones  auEtoritaturn^ 

locutionumcjue     Latmorurn.     Parece 

que  esco  demuestra    hasta   la    evi"* 

dencia    lo  que    yo   esclarezco,  por 

mucho  que  se  quisiera  obscurecer* 

Alas  como  nos   hallamos    en  tod<> 

el  golfo  de  la  doclrioa    de  Santo 

Tomas,  y  de  su  insigne  Intérprete, 

f  üipeñadoi  en  ^$u  -geauicia  ¡iitcligen* 

'féA.  ..    ■     •  -    óa¿' 


i 


(238) 

-||i\,v>ipM5  otra  vez  at  Teóloga 
<  ^e  leyere  esto ,  me  renueve  ^a 
favorable  atención. 

A   la   pág*  7  y  áixo  así  mi 

©iiemcion  :  Si  el  Angélico  no  fue 

fa^OYohle    al   Misterio  en  el  efeEioy 

íio  fue  en  el  afeBo:  tavo  sin  dt^- 

da   tal  disposición    de    animo ,  que 

\4Í  hQy   wiera     fuera  uno   de  sus 

^mafúres   defensores ,    retraüando  y 

.mudando  gustosamente    su  primera 

i^Sentencia.    A  esto  repone  la   F^er^ 

jiis^d  }}indicada  ,   que    el    Angélica 

BoBor   ensena    cjue    la    Saftíísima 

V^irgen  por  la  generación  de  sus  Pa* 

Mf'ej^i  ni   por  la  Concepción  natural 

^de  la   Señora ,  en    ningún    instante 

fi»e  Smta.  Esta   Proposición   es    de 

fév  \^ease  pues  si  el  Santo^ni  nin* 

\gun  Católico  la  retraElaria»  Conver** 

go  Cíi  ,qac   esa  Proposición    es   de 

fe;  convengo   que  así  es  irretrao* 

table  >  pero  suplico  al   Teólogo  que 

iiMbkie    medicado  todo  lo  que  h% 


í^--«5.. 


CK^ 


expuesto  arriba  sobre  la  ddéírliit  cíé^ 
Samo 3  que  decida  si  es  esa  la  Pro*' 
posición  de  Santo  Tomas, 
'^^^  Dice  mas   la    F^erdad   vin- 

dicada  que   en    este   sentido  entena' 
dio  Cayetano  al  Santo  Doñor  ;  y 
ijue  por  eso  dixo   con   razj>n    ¿jue 
^anto  Ternas  jamas   retrasaría  su^ 
sentir^  y  que  retraEiáríú\  seria  ccf^ 
Tm  si  hoy  predicara  Chisto  ^  y  niu^ 
dará  su  docinna ,  por  acomodarse 
al  Pueblo.   Da   en    fuerza  de  esic^ 
por  temcrcirio  el    P.  M-   Osorio  W 
que  allí    dixe,    que   me  parécia  in- 
considerado, ( si  acaso   no  merece 
nKaycr  censura,  de  que  yo  no  puedo 
ser  arbitro  )  el  paralelo  de  Cayeta- 
no.  Veamos   pues  ú  Cayetano  en^? 
tendié  á   Santo  Tomas,  como  dicc^ 
eJ  P.  M.  Osorio,  de  solo  el  débi-: 
to ,  ó  de    sola  la   Concepción  e)c^ 
\mbus  natura ,  ó  de  sola  I  genei:|**' 
cion  de  %\jís   Padres.   Observo  ,qoe 

^tmíer  tt   abtmtA    dmanttér  m^ 

^-i.  ■)       ■ '  ■  .'      ,         ,   , 


il    V:- 


1 

f  ^^  ),   y  para  t$ckrcccr^ 
npSj   repico   que   $e   me   dé  aten- 
ción, porque   sin  ella  no  consegui'»» 
n)os  demostrar  la  verdad  ^  que  am- 
fc|p5  $olicitnmo$.  ^ 

.  En  las  últimas  palabras  qne^ 

cité  de  Cayetano  ,  rebate  <  quizá 
con  mayor  exceso  que  el  que  es 
decente  a  un  Teólogo  de  su  ele- 
vada dase)  la  inteligencia  quedan.: 
los  Defensores  de  la  Preservación 
á  las  AuEüíidades  que  parecen  con* 
fraxias  en  los  Santos  ,  y  Dodores^ 
reducida  á  que  hablan  ex  debito^  y 
no  defaBoy  ex  vi  mierationis  na^ 
turalíSy  y  no  ex  privilegio  gratU. 
Llama  5  como  ya  vimos,  á  estas 
cjjrposiciones  fatuas  y  temerarias  i 
dice  que  son  corrupciones  de  Ia$ 
Autoridades,  y  Locuciones  de  \o% 
PP.  latinos.  Sigue  después  en  su 
fervor 5  y  dice  así:       ,.:•  v         ,-  - 


"«W«ü 


Répellunc  ettam   diB^  Am* 
Hritates  ^lossam  de  Conceptione  an^ 
te  inftiúonem  anima  ^   )?el  in  fps^ 
tmtami  infusionh  anima^eiuasiSanc» 
ti -i   et   Doctores  wttfjdmtj  qnod  B¿ 
f^trgo  fuit  cancepta  in  peccato  ori^ 
gipalt    (juoad  Conceptionem  ante   tnk 
fiisionem  dnim^y  et  non  qmad  Con-- 
cepttonem    in  wfusione  anima.  (Es-* 
W  parece  la  inteligencia  misma  que,- 
cu     fuerza     de    la     generación    de 
los   Padres:   en  fuerza  de    la  Con?- 
capción    mturd\  :  ex   )dribí{s  nata^ 
ra).  Sigue  Cayetano  i  Tum    qua^, 
mam    SanEii  .tetb.Doüores  ita    /^-^ 
^uumur  de   Conceptione.  B.P^irgimr 
in  peccato   ortgtnali  ^   símt  de  Con* 
cepiione  aliorum  hominum^  pir  com^ 
wixtionem    seminum     Gem  torum  i 
consíat    autem   c¡uod  yermo    sempef 
e6t  de  concepti^  in  tn fusione  animcev 
trgon   Tum  (¡tmiiam    ante    tnfmo^} 
nem  anima  y  non  hahet  locttm  pec^ 
ۇlum   origimle:  cjmniam  stne  anit 


,^  - '  i 


I  ll 


í0a  r^tii^áB  ^  mn    invenhur  culpa 
hñ^ndlh,  Tum   tfHoniam  locjtmnttiT'Y^ 
de  B.  f^ifjme'y  <orí$tat  auttm^  quod'' 
4nt€    infmionem  Anim^  mn  erat  B* 
f^irgo:  HastUíkbqui  como  5C  lia  vii- 
to,  y  S€    vé  ahora  5   impugna   con. 
ftíego   Oycwno  la    inteligencia    del\ 
débito  \  V    no    <Jd    hecha  i  dá  ex 
H  gemrationis  ^  tx  ^irthns  naturit- 
CíT^r.  Akora  prosigue:  '-ú 

Kestat  er^o  m  sola  illa  stüeí^í 
TiTiA  pi'o  glossa  Sanílorum  €t  A^i 
iimomm  Da¿lomm  {adviértase  que 
entre  c/t'^s  Santos  y  Dolores  an- 
tiguos comprebende  expresamente  k 
Santo  Tomas  5a  quien  para  el  ca* 
so  acababa  de  citar  contra  la  Pr6« 
servacion  en  la  3  p.  q.  27  are*  z 
que    es  el  terminante  )  •  Resmt  ef^ 

gV  m  %OLk   iLLA   STÜLTITIA  proPléSSk 

SúfiElorum  €t  Jnücjmmm  Doaamrfí 
admissime  digna  sit^  scilicet  si  Sané^ 
ti  tt  pii^i  D&ííores  nmc  essent'\ 
diment  úppadtum^  Hmc  €g^  glés^. 


5ámJt4  \éram  putaverim  qutm^ 
admodum  verum  puto  ^  quod  ú 
'  Christm  fiunc  4n  term  con)?cr$are;? 
tur^  mutaret  dotlrinam  fidei  sué^ 
ut  coñfarmare(  se  Populis»  Sidtú 
igkur  solid¿e  állaté  SanEiorum,  et 
DoBórum  AuBoritatei ,  ad  susti^ 
nendum  B.  Flmnem  eomeptam  esse 
in  pectata  origmali^  No  me  per?- 
suado  qoc  después  de  esto  se  pue- 
da dudar  que  Cayetano  habla  en  el 
icntido  que  dixo  la  Disertación • 
a  Juan  de  Santo  Tomas  es, 

como  se  ha  dkho ,  de  parecer  que 
.^anto   Tomas  en  quanto  dice  acer- 
cCa   de    fa   Concepción  ,   se    pücde 
entender  del   debita  v  tío  del  úElo>m 
Pero  juzga  que  fA:  professa  no    lie- 
g9   á   controvertir  5   si   en   realidad 
JRic  preservada  del  ado  del  pecado 
.Original ;  sino  que  siempre  preíícin'- 
,^  de  esto.  Parece  que  hemos  ma- 
nifestado    ia    poca   subsistencia    de 
^^  j?3f ^Cigr.  f  e|g.  isugtfqito  que  aá 


w 


m 


l4. 


1 


10  jazga  este  insigne  Teólogo ,  aíSfr 
de  5  que  como  la  propensión  de 
Santo  Tomas  era  ir  siempre  cotí 
Ja  Iglesia  Romana,  si  hoy  viviera 
defendería  expresamente  la  Concep»- 
don  sin  mancha,  porque  viera  que 
ya  ¡a  Iglesia  la  celebra.  Es  lo  mis^ 
mo  que  yo  he  dicho. 

Mas  el  dodo  Franciscano 
Redro  de  Alba ,  tanto  en  sus  Ra^ 
yos  del  Sol  de  la  V^r^^^í^í,  quanto 
en  su  Nudo-  indisoluble  dice  que 
et  General  Dominicano  ,  Nicolás 
Rodulíi^  escribió  "una  carta  llena  d<j 
acrimonia  á  este  Teólogo,  repren* 
diéndolo  porque  dixo  que  Santo 
Tomas  retradiíria  hoy  su  sentir,  y 
cine  ya  la  Iglesia  favorecía  álaConi 
cepcion.  Anide  que  Francisco  dfl[ 
Araujo,db<5ío  Dominicano,  impugna 
latísimamencc  á  todos  los  que  di* 
cen  que  Santo  Tomas  hoy  revo* 
caria  su  antiguo  sentir  en  esta  pac'» 
te*   Estas  esp^ecies,  y  la  de  ^n  Or 


^i4^f ■., 

piRSlo  General    celebrado  en  Totóh'' 
^  ,  en   que  se  mandó  qnc  la  Fjes- 
táP  de  la    Concepción    de    NaescrJl 
Se&ora   no   se    celebrase    en     8   de 
Diciembre,   sino   en    25  de   Febre- 
ro,    ochenta  dias   después,    y   con 
nombre  solo   de    Santificación  ;  y  lia 
que  se  le  junta    de    que  el   Domi- 
nicano   Girardo   Reinier  cjecia  ,   que 
al    fin    ia    iglesia    revocaria    su   de» 
terminación  ,    de    celebrarla    en    8 
de    Diciembre,  y   la    mandapía  po- 
ner en  el  25  de   Febrero,  son  áú 
P.    Alba.   Qtii5iera   que    el    prim^ 
Aprobante  examinase  su  verdad,  tati- 
to  por     alguna    afinidad    que    esto 
tiene    con   el    Capiculo   General    d^ 
Müan,  de    que    nos   habla,    quanto 
porque   haga  constante  la   vcracidatl 
histórica  de  su    Sabio  Conminorita; 
xjuieo   también  asegura    que  los  eiei 
Opúsculos  ,  que   son   á  Cempendh 
de  la   T^eoh^a  y  h  Exposición   efe 
lMí%a(úm  Domim  ígj^ 


iMe  la  Salutación  An^Hiát,^ 
á^d-ibri  de   Santo  Toma í.  Esta  úU; 
Vlima  dice  que  es  del  Papa  Inoceo- 
Vcio  IIL   y  asegura   que   así  cónica 
Jtíc  dos  Manuscritos ;    uno  que   se 
challa  en  Lovayna ,  y    otro    en   Pa- 
risi  y  al    fin  por  una  Noticia  ha- 
llada  en   la    Biblioteca   Ambrosiaaa 
de  Milán ,  que  parece  vio  el  P.  Al- 
ba, de  la   que  consta  que    d  Ge- 
freral  de  la   Orden,  Serafín  Cabalü^ 
Ifaandó  que  Fr.   Ambrosio  Barbába- 
nla en    1571   examinase  críticamen- 
te^  que   Opúsculos   eran    del   An- 
^léíicó   Doélor,  y   que  Opúculos  no* 
lo  que  hay    es   que  el   P.  M.  O. 
^o   debe  apurarse   mucho ,    porque 
rja  Exposición     sobre    la    Salutación 
Angélica  sea  de!  Santo;  porque  ai>- 
^a  entre  sus  Opúsculos  con  expre- 
sas palabras  contri  la  Preservación. 
3icn   es  que    Catarino  dice  que  en 
los   antiguos   ejemplares  se  leia  aüí 
<S)ia  cju^    podia   favorecerla  i  í^t^íerqf 


1^ 


parece  que  hay  no  se  que  4^p<^ 
cha  de  corrupción  de  aquel  j;tx|:q¥; 
que  yo  no  creo  con  facilidad. ,@érjj<l i 
íi  Acerca  de  la  Lección  <5  sp?í 

bre  la  Carta  de  San  Pablo  i  Iqía 
Calatas,  hay  mucho  que  de$envGlt? 
ver;  y  esta  discusión  crúica  pQ$i 
embarazarla.  Digo  breveaicntc  qMC, 
el  Dominicano  Francisco  Janssen^^ 
Profesor  de  Lovayna,  en  una  Obra, 
que  en  el  ^ño  ác  1664.  de  órdmi 
de  su  Reügioíi  opuso  fÁ  Mudo  ífi^i 
disoluble  del  P.  Alba,  dice  que* 
hsy  diez  ediciones,  empezando  de|m 
de  la  de  Í48I5  en  queno  se  leeiií 
aquellas  palabras  exceptivas  del  Stpir, 
en  favor  de  ia  pureza  Original  dc^ 
la .  Señora ,  que  dcspueis  en  otra$.; 
se  kítroduxeron ;  pero  que  en  toe 
das>  se  deben  quitar.  Y  valga  Já^ 
verdad.  Las  palabras  del  Santo  son  :¿ 
fl^írum  de  milk  umm  reperi  scUi^^ 
^íií  Christum^  qui  aset  sine  omm 
ficcm$ i  mHlier^m.mur^    m.^of^ 


m 


1 1 


pemtis    immunis    esset  ,     adminuii 
ortgwali^   \>et  vemalL  Aquí  quiereriv 
que  entre  lav  t^apcioa-i  Exapkur^ 
Purissimay  et   omni    laude   diam  si^  1 
if^ay  f^trgo  Alaria.  Pero  parece  que> 
fío    la   atjmked  contexto;  porque 
aá  la  admitiera,  d  seotído        £iera:^ 
Mfitxe   los   hombres  no    he   hallada} 
Ikfipíb    de  pecado   sinh    ¿  Qmsto'^' 
p^ó    entre     todas    las    mttgeres    ¿> 
rtfHgurta ^^exeepta la  p^lraen  Marta^ 
M<>i   está"  naiiual  .  el    ientido ,    pues 
admitida  lavtxwpcion,  el  modo  na- 
tmé  tíe  eKpfícíirse   eía :   Entre    los 
hombres   wri^^  halla    hmph 

SPfiO  Christú  ^■■y  entre  las  muge'- 
r^i  nifjgum 'üm¡pia  sirio  María,  De* 
dr-;  que  puso  esta  diferencia^  porque 
€3iíi$to  fiíe  limpio  así  en  el  aélo^ 
como  en  ei  débito ,  no  subsiste  V 
porque  entónceí  ¿  para  que  fue  Uí 
estcepcioft  ?  Siempre  ei^a  verdad  , ' 
aiin  ¿ift^  ponctla,  que  s^Io -Cihtis«!| 


tD  era  d  excepto  en  aquel -íenifiadf 
^  Las   palabras  del  Santo, quc^^ 

se  toman  de  la  D'm.  44  del  i.  dé- 
las Sentencias  3  ya    díxo   la    Disefta'* 
cion    pág,  ép ,    que    prescindiendo' 
de  si   son  ó  no    supuestas  5  coma 
algunos     juzgan ,    el      Dominicana' 
Juan  de    Cásalas    las   interpreta  dé 
Icmunidad,  no  en  el  momento  de  Ic 
Concepción  Personal  de  la  Virgen, 
sino  después ;  y    para    fondar  esta 
inteiigencia  advierte  Cásalas ,  que  el- 
niisrao  Santo   Doñor  en   el   2   tíe 
los  Sentenciarios  Dist,  jt  q.  i  art.  2" 
dice  que  los  Párvulos  bautizados  simí 
immunes    ab  omni    culpa  originalii 
sin    que   por   esto   se  pueda    decir' 
que  el   Santo    los   dá   por   preser- 
vados. Esto  dixo  la  Disertación 5  y 
nada   se  ha    adelantado  en    contra/ 
Yo  adelanto    ahora,  que  el  róma 
}uan   de   Santo   Tomas    es    fiador 
de  Cásalas ,  pues  á  ks  palabras  del 
Abgclico^que  hemos   dicho  en   el 


Al 


m 


ú. 


>  m 


fi^/1 


l^t%í 


lugar  de  •  la  Disr-  44  del  i  cíe.  Io| 
SentenciaMos,  responde  de  e^te  mo- 
4o.  {.  67):  ¡llud  Verht4m  ímmunis; 
SumitHr  generúU  modo  pro  ¡mmunU 
me  yel  preservante  Ve  I  líber  arjtel 
^tque  údeo  Verhí^m  illud  non  est, 
mmino  expressurn^  nec  plent  decía- 
mt  mentern  SanBi  Dotloris ,  pr^^ 
mtim  fma  ibi  solum  ohiter^  et  pef 
tramtman  rem  istam  tangebau 
Mem  úutem  aUmjus  Audoris  ex  lo- 
as  m  quíbus  ex  frofesso  rem  üli^ 
^uam  íraUüt  indagandatsu 

Dixo  tambicn  la  Disertacioa 
que  era  constante  que  Santo  To- 
mas escribió  muy  Joven  sus  Sen- 
tenciarios í  y  que  anadian  los  Sabios 
que  en  la  Suma  (  última  Obra  de 
su  vida  )  enmendó  y  conigió  lo 
que  en  sus  primeras  Obras,  y  espe- 
cialmente en  los  Sentenciarios,  juzgd 


( 57 )     De  approb.  do^.  J.  T&i 


«3.  are*  z 


fayí 

tnénos  ,sóIido.  Parece  que  esto  le 
sucedió  con  la  Concepción  j  pues 
tratando  éx  profissa  de  ella  ^  nos 
dexó  la  doéirina  que  hemos  traí- 
do, como  para  corregir  lo  que  d¡- 
xo  en  los  Sentenciarios.  Esto  hemos 
dicho ,  y  aquí  hemos  quedado. 

Creo  que  lo  hasta  aquí  dis* 
¿urrido  basta  para  que  los  rácio-» 
cinios  de  la  l^erdad  vindicada  yt 
no  pidan  que  descendamos  á  ellos* 
Medícelos  el  que  los  hubiere  leido, 
y  verá  que  con  la  exposición  da- 
da á  Santo  Tomas,  ya  no  tiene 
fuerza  quanto  se  aglomera  de  Re* 
dencion  general,  y  particular:  dé 
Santificación  que  purgue  de  la  cut-í 
pa :  de  instante  de  la  animación  i 
y  después  de  ella :  de  exemplo  de 
Resurrección  que  supone  muerte: 
de  débito ,  y  de  háo  i  de  ley  co- 
mún y  privilegio.  En  una  palabra, 
parece  que  nada  vale  la  Depnicion 
Teológica  que  guarda  el  P>  M.  O. 

des^ 


ñ 


'..  m 


mmm 


>  >¡ 


f , ». 


^r 


t^: 


3e$dé  Id  General  Justlniíml,  y  qae 
dice  consta  del  Regesto  6  Libra 
universal  de  su  Keltgion.  Me  dará 
también  licencia  para  no  dar  Fé 
á  la  aparición  del  Angélico  Doc- 
tor al  Obispo  de  Padua,  Fantino 
Danduli.  En  verdad,  aun  los  De* 
fensores  mas  empeñados  del  Mis- 
terio con  Qnifiao  de  Salazar,  na 
asienten  á  esca  aparición.  Yo  he 
mostrado   ya  en  la  Disertación   lo 

;  que  los  mas  juiciosos  creen  en  pun- 
to de  Revelaciones.  A  eso  quiero 

^star.   Sin  embargo  celebro  que  se 

^  estime  Berntrdino  de  Bustis ,  por 
cuya  canal  nos  viene  aquella  apari- 
ción; porque  el  Dominicano  Alemán 

:  Wigafído  Wist  decía  de  él  (58): 
Kdúones  c&mponh  inútiles ,  frivola f^ 
ac  stulcas's  auEioritates  SanSiorum 
eorrupte ,  et  extorte   adducit  >  exem-^ 

fH  simpliciíer  confiEia  mmdacijs  ^ 


t  <8  )    D¡alo£o  t, 

O-' 


^  -4 


•li  [i 


W  his  frosimnits ,  atque  blünpMmt^ 
Jn  Sánelos  refería:  (fuasi  y^eriutis 
:$€sümonia,  impudentissimo  scribtndi 
genere  referí» 

Si  hay  pues  ingenuidad,  co^ 

mo    supongo,  parece   qae   se  debe 

confesar  que  el  Santo  Doólor    no 

Svoreció  á    la  Preservación  ;    y  li 

íhay   amor  al   Misterio  ,    creo    que 

en  esta  parte    se   debe   dcsamparac 

«u  Dodrina.  Dos   clarísimos  Donii* 

,n¡cano$,  Vicente   Baronio  ,   y  ]qa« 

vBautista  Gonet,  me  parecen  dignos 

idc   imitar    en   esta   parte.   Voy   Á 

|dar    la  do¿lrina  de  Bironio   (6^} 

ique  hace  propia  Gonet    (70).E$ 

-de  admirar  3  rfir^p  3  j  que   la    aucoii- 

dad   sola    de    Santo  Tomas    teng^ 

Unto  peso  que   por  el  espacio  dé 


trc- 


—""^ 


i  ^9  )     Apdoget.  L  lé  seBé   té 
mi'  t.  §.  4. 
(  70  )    Commend^  don*  S^.Th 


*  ^>  JÉ 


r»»J 


l4. 


'I. 


trecientos  y  mas    años     haya    re- 
tardado la  Definición    del    Misterio 
de  la  Concepción  en  Gracia  de  Má^ 
na  Santísima,  que  pedia  todo  cl  Or- 
be Christiano,  Pueblos,  Reyes,  Prín- 
cipes,   Universidades,    Ciudades-, 
Keynos  ;    siendo      una    prercgativa 
que  trae  tanta  gloria    á  la  Señora, 
que  en    nada   perjudica  á   la  Fé,  ni 
daña    á   la    Religión!    Decídase   en 
adelante    lo    que    se    decidiere   en 
orden   á   ella,   siempre  ha  de  que- 
'dar   gloriosa    la  Dodrina  del   Santo 
-Dodor ;  porque  ¿ó  se  ha  de   def?. 
W  el   Misterio ,  como  casi  todo  el 
miundo   pide  ;  ó   no   se  ha  de  de- 
finir? Si  no  se  definiere:  ¿que  glo- 
ria    mayor   que    la   de    Santo    To- 
tt^as,  verse  mas    apreciado   por  la 
Iglesia   que    todos   los    votos,  de- 
seos,  esfuerzos   de    los    Reyes?  Si 
*  llegare  á  definirse  y  declararse  con- 
tra  la  mente  del   Santo   el    Miste- 
rio ;   siempre  es  relevantísima  glo* 


ría  suya  haber  peleado  infialtos  corif^^ 
tra  uno,     para    vencerlo.    Aunque, 
en   rigor   nunca  se  podía  decir  que 
lo  han    vencido;    porque  si  la  de- 
finición   se   hiciere  por  nueva  Reve- 
lación,,¿que  mucho  que  Seo.  To- 
mas, que   ha  tantos  siglos  que  mu» 
rió,  la   ignorase,  como   no    hechav 
en   su  tiempo? Si   la  Definición  na-, 
ciere    de   la    interpretación    mística 
cjie    las   Escrituras ,    no  es  de  admi*: 
rar    qae   Santo  Tomas    no   se  mo- 
viese de    esta  interpretación  ;  pues 
la    interpretación    mística    no    tienci 
fuerza    alguna    en   las    cosas   de   la 
Fé   y    de  la   Religión ,    sino   quan-* 
do    se   le   llega   la  definición  de  U. 
Iglesia.    Si    finalmente    esta    verdad 
estaba    oculta    en    la    Escritura    y 
Tradición,    tampoco  es  de   admirar 
que   Santo    Tomas    no   descubriese 
allí   una   verdad,    que    para     mani- 
festarse  ha    necesitado     el    exámeni 
X  estudio  de  muqhof  siglos ,  iiifi*. 

nicos 


'  > 


fiffcs  "  aros  publicados/  ¡nflhittf^ 
cbrTticndas  de  Ic$  Teólogos  ,  y  ' 
Gonsulras  de  Universidades.  Asi  dis- 
curren estos  dos  Teólogos  con  una 
ingenuidad,  con  un  candor  de  áni* 
Jfiío,  con  un  aprecio  juicioso  y  sn- 
blimc  del  Angciico  Dodor  ,  que  ' 
dcbia  propagarse  en  quantos  Ic  son 
sólidamente  cuimadores. 


juí  tiene  lugar  lo  que  !• 
Verdad  vindicada  nos  ha  dicho 
con  su  Manuy.l  de  Sevilla,  qpe  la 
autoridsd  de  la  Iglesia  prevalece  ¿ 
la  de  todos  los  Dodores  ,  sean 
AugusTinos ,  sean  Gerónimos,  jean 
.Tomaisés.  Aquí  tiene  lugar  lo  que 
arriba  nos  enseñaron  los  Doñof 
Dominicanos ,  Vidoria ,  Cano,  Ale- 
jandro, El  Angélico  debe  ser  se- 
guido por  sí  solo  3  aun  quando  no 
se  halle  nias  razón  que  su  dicho; 
pero  no  se  han  de  tomar  sus  di- 
chos, sus  palabras,  sus  sentencias 
íjin  examen  i  ánccs,  si  se  recónocic»^ 


ifí.qtjf  dgURf  vez  Jiaya.^an  ^dfp» 
l;c2a^  ó  con  ¡mf  rotabilidkd,  5/  ¿^^^^ 
cíi^i afí  ^  ii  ^ w/d  isppxübahtjius  dtxc-^} 
í^ty  se  ha  de  dt&r.  Yo  juj^q  que 
^fi  esto  harcnios  ipsis  obsequio  á^ 
SfínCQ  Dodor,  qu¿  ;^i  lo  síguiér^ 
i^qs  sin  disceminiieíito.  Este  humi^ 
^ísirfíg^  V  Sabio  ,  ést^e  .  pí uderitisimcí 
Sanco  5f  no  pn^de  fedjr  otra  cósaf 
de  ««estrí^  deferencia.  Como  fide^ 
U$itn6  Difcipulo  j4^  .§?n  Ágüititl 
adoptará  sin  duda  ota  niáxím^  sti-- 
ya:  Los  jqyif  pi^e  aíípiarc^^^ rff ^^ 
tí^u  Agmtin  i  71)5  qiíáiidcí  pro* 
fedicreis  contra  aquélfos  que  re^ 
pfehenden  mis  Eventos ,  por  túzi 
Jicia  5  por  imperieia,  ó  por  Ínt|^ 
ligencia  5  no  digáis  que  nbnca  hé 
errado  en  ellos.  Ese  seria"  trabaja 
vano  5  y  0$  haríais  defensores'  á¿ 
:^ala  causa ,  y  cáusí  én  que  seiil 
it^uy  &cil   que  iquedeis  vencidos.  Na 

^.  y  (%^)  ■  ^  • 


?■■?■' 


.^J 


LJÍK 


^fiitp  dé  qiit  105  cjufc  mé  amflfh^^e- 
xíreán  mas  .  de  lo  xjué  sdjr;  ^i  me' 
^ttiaitn  t!ñ  tst:  ^  grado  ,  ya  fio  me 
áaian  á  tDÍ\  $¡ino  á  esotro  ,  que 
Éá  :en  su  tríente  fingen*  Mt^ot  le 
ákcTi  rsüs   palstósí  Vúsmtcm  iftti 

serttis  a4^crsus   tos  qüórUm  málitia^ 
ydAMTtptmiíi  y  'yel  intetir^éntiA   rc^ 

tmK,yi^eoíii^_^ €f^assis  éicüH^y  '¥r^ 

fm  V  í&i^ráds ,  "nm  honam   caúsarri 

li^lptóí  fucile  jin   m  ^   me  ipsa 

■■^¿diiei"^   Sf^érdTHihk    ^oniafn  non 

n/ihrfjactij  tu^^  á  carissims'  meis 

idts  esse  existmúr\  ^kalis  non  snm* 

profeso    enim-nm    m^  ^    se^i  ptü 

jm-Síif>^  sté  meo  nomine  Sligunt^ 

Si.jípi  '.<¡'^^^^í    sup  i  sed    qUod  fian 

imm.dil¡£unt'.'    "'  "'  ■  -^f 

Para    rírdücH'  k  pánica  es^ 

¿o- ,  qae  hemos  ^icho  'y  enríete ds-^ 

la   dotirina  de  Samo  Tornas^  que 

ím  'é^dQ.,  QCdiém  á   que  Ip  T:tpdrt- 


>gamo§v.  Sel  modo   dkha.  Resp^ndf 

d   Samo     Do&or    m    argaxneqtó| 

xoníra.   k    Saptifeacion  ;dt '  M^í& 

i^antísima,  en.  el  viemre  cte  su  MfC-' 

¿:c   intcs   de    nacer    (j.'^^^flM^ 

¿\icÜíQ  k  qm   ^l  _  pecado  ;  Of  ^gin3l 

íltjo  puede   lemidrse   eo    eí  ^  mismí> 

^r%en^  asi  como  ri  afitaal  no  se 

^puedc   fcmitr  en  el   panm  mismiJ 

en  que  $e  comeie  í  cstanda  pj^s 

^b  Virgen^  quanda  persevcísba  ea  el 

.vientre,  ep  el  mismo    biígCí^,   «!0 

podia  ser  S^íifeacfe  ató  de^  nacer. 

,Es  la  fespocsta  del  Santb^  que;  el 

.pecado  Original  no  se  le  reminó  á 

la  Virgen  en  la  Concepción   mis- 

ina  5  ó   mmnáony  que   es  el    ca- 

^en  de  la  Prole^  sinp  cfespues  de 

rperfe^a  ya  la   aqim^cion  ^   ipanda 

la  ^nawraleza   ya  no  recibe  sa  ser  ^ 

^j^ií*>,  $u   perfección   accidcncaU  Pa- 

i^JíCC9t  pues  scntii  del  Angélico  ^q^c 


'$m  r>! 


^-^no-^   •iííSíjl    rrj 


eni 


Cí 


i 


\ti 


l4. 


en  cf  mo   mí^mo  def   origen   fi<^ 
hay   Samificádon    del    Original;   así 
como    no    la  hay  del  adual,  quan- 
do  aélualmente    $e    comete  ;    pues 
funda    toda   su  solución    en  la  dife- 
rcacia   que   hay  entre  recibir  aifluaU 
mente  el   ser,    lo    que   sucede  en 
U   animacion^^y   recibir  no    ya   el 
5ér ,  sino  su   accidental    perfección, 
.|6  gue^pasa^despues  de  la  animación. 
Tiene  esto  fel  inconveniente 
^   que  ya  no  "seria    p6siblé   Sari- 
frftcaciÓTi    en    el    momento    mismo 
tíe  la   animación;    y  así  la  Virgen 
^n  aquel   punto   ni    se   Santi6can>^ 
^¡  -se    podriá  Santificar;  y  en    rea-f 
fidad,aM  interpretan  al   Santo  Doc-i 
t¿>r   éJ  ífíquiMdor   Nicolás  íimcrir, 
^d  General    BandelK,    y  el  Maestto 
del  Sacro  Palacicí  Espina.  Ya  a4ver.. 
tiluos  5    que   esto   debia  entenderse 
'Daxo   de  la  suposición  de   que  4a 
Y^%^"    friese  concebida  por   la  via 
\cíaiñái1r  de  |ír5J)^gacion  seminaU 


.¿c  ne^sur  la  posibilidad  die  la  %^iííí- 
itacioii)  ei>  aqóel   momento?   Hecha 
.  pues    aquella    saposic  ion     habla    U 
doíSrina  de   Santo   Tomas;  doctri- 
na que  no  patece  sostenible,  y  que 
pocde   obligar  á   qiie   se    diga   que 
¿«KMfno^   en  el   caso    de^  Vidoria,, 
vCiuio,  y  Alexandro,  de  si  c¡uid  da^ 
fiuSj   si   cjuid  imprféahiUui  dixerity 
f  como  que  así  habló ,  en  el  ca$o 
•ifc  no  ■seguido;;..    ,  j,^^  :,-.  ;  ;    ,^  • 
<        Aquella   difiljult^d  del  Santí^ 
se  halla   bien    respondida    de    otro 
modo    por     los     Teólogos.    Escp- 

^  (  73  )  ^^i<^^  qi^ís  ^ó  hay  c%^ 
batazo  alguno  en  que  en  el  mc^ 
mentó  aiismo  de  animada  ¡a  Se- 
ñora tuviese  G  acia;  y  csEo  no  S;^- 
Jo.  arTitnándose  después  de  la  coi|«» 
mixtión  de  las  materias  senuná- 
lc$^,  sído  aun  qiíaatfp  Jacse  criac|^ 


;W 


su^; 


iíH"a,p'    ín  ii-i 


é$3)    ¡n  S'  díst.  ^*  (j  i*  ^^^ 


31C 


lA. 


"|lí  aliña  cti  el  aáó'  míiriró'áeaquei» 
Ha  conmixtión,  y  así  infiin(ficfe-i  Piráí^r 
^ijac  si   no    hay    embaraza  en  cjuc 
^cícspucs   de    bautizado    un  Infante, 
"permanezca   en   él  la    infección  de 
'la  carne,  conirsida   par  la  propaga- 
ción,  cpn  la  Gracia    que  la  par* 
gó  del  Priginal ;  j  porque  lo  ha  de 
haber    en  qae  esto  mismo  suceda 
en  el  primer   instante,  si  Dios  en- 
bronces    criare  en  Gracia  á  una  al- 
ma ?  Et  dato  ift40d    m  ccnceptimt 
íemifiíém    (habla     Escoto  )  fiíisíe^ 
ereatia  atum^ty  tton  fuisset  aliífmd 
\incon\ftnims ,  granam  (une  fuisse  ¿»- 
Jfhsam  amm<ty  propter  ^uam  anima 
mn  cotítraxisscí   ¡úiqaam    mfi3io**^ 
ítem   4  €arne  eum   lihidine  semina^ 
td.  Sipu$  enim  post  primum  tnstam 
'Bdptismi  p^tmt  mdnere  infeí^h  rói^- 
poris  céntráBéí   per   propÁgaúonem ^ 
mrn  gYMiá  in  ánima  mundata;  ííOí 
fdteit  esse  in  prim9  instanfij  si  Dfni 
p^nc  ^té'íkt  gratiam  m  ^md  Aíin 


duenda  que  hay  tntre  t:t   pccad0 . 

Original   y  elji^ttsalv  que  quandó* 

¡^ti?ianccc  eti  la  voluntad  d   peca-i 

éo   s€tm[  i   0$    absolutamente    im*# 

jK)SÍbIe  5U    remisión    en    quieh  Í0| 

íonietc  $    porque  siendo  eite  peca*: 

éot  m  sdo-tóo  5  y    üná  eniida^ 

mfesma  ^  en  el  tt^ismo  tiempo  qu^ 

és    y  existe  ^  no  ^  puede  Idexar  de 

^r    y   existir  i    pues    este    t$     efc 

qué,  llama  Sentid  hf»ftéestfk  Bs^ 

cuela»  No  sucede  esto  ^ti  el  pém 

.^o  Originaly  porque  la  Piole  con4 

eebida    por   la»  yk¡  ordinmk   dé  ;to 

gefteracion   seaijnal ,  solo  se   coiri^, 

para  i    Adam^   como    sujeto  q^ 

recibe    el  influxa  de  la   culpa  ^id^ 

Dtia  raÍE  infeccionada  ^  y  venenos^ 

euc  es   en  cierto   modo    su  cauií| 

^^^   ■/■   •  ..  .'-:.,■  ^-^^ 


fh 


eficiente.  Asi  pues  conv> Mes  poe* 
de   impedir  el   infloxo   efe  la  •  c*w* 
cficieme  5,  puede  también  hacer ,  qá«; 
imervinicndo    la    Gracia,  m)  iíJuyai 
Adam  colpa    Original   en    %  Pfole, 
qtjc  se   eoncibe.   Tanto   porcjae  elf^ 
pecado   de    Adam   ya  no  exke  fír, 
sicamentr,  -quanto     principalme^^fj 
porque  d  pecado    que    se    ha   d^ 
riaí^sfundir  á  la   Prole  ^e^  numera 
caiaiente  dimnío  del  pecado  del  que, 
fcc    nuescra    moral  Cabeza.   Puedft 
paes  impi^rse^  e  prevenirse  el   ;al^ 
ina  por  ia  Gracia  y  pra  qae  acjqe-^, 
Mr  cuipa vho  se ;  le    tránifanda  :  .del 
Hiismo    modo    que  quaiido   ajguíip 
peca  añuatmente ,   paede   ¡mpedksQ 
fe "  trans'íusion    del    pecado    intei¡©| 
4  los  i^iembros  externos  ^  de  m^q^ 
¿o  qoe  la  voluntad    no    mueva  es?'* 
lof    miembros  para  servir  á  la  mir, 
quidad.    Esta  dodrina    expone    con 
lacitidad    la    posibilidad    de  la  Saojp 
Éfieacion    en  ei    momento    mismo 


1   t  •  V 


:^C 


áé  h  animación;  pues  dice  com0 
pnclo  ser  impedido  el  ¡nfluxo  de 
la  culpa  en  el  alma  prevenida  por 
la  Gracia:  y  para  pasar  de  !a  po- 
sibilidad al  hecho  5  en  Msría  SantU 
sima  tenemos  tos  fandamentos,  que 
traen  ios  Teólogos,  exhibió  como 
pudo  mi  Disertación  ,  y  ha  procu- 
rado imitar  la  l^erdad  vindicada  i 
aunque  quando  propongo  lo  que 
creo  baria  hoy  en  honor  del  Mis^ 
terio  el  Angélico  Dodor  ,  dite^ 
que  son  pocas  mis  favorables  refle^ 
xíones»  El  remedio  es  mejorarlas»: 
Hasxa  aquí  con  el  P.  M.   Osorio. 

Con  ocasión  de  Q$tc  Escrí* 
to  satisiaré  dos  reparos  que  viei 
nen  de  otra  pluma.  Es  el  prime- 
ro: que  ¿porque  nó  numeró  la' 
Disertación  al  gran  Cano  contra  el. 
Misterio?  Por  esto.  Cano  en  el 
Libro  7,  de  su  admirable  Oba  ¿ 
emprende  enscrlar  el  valor  de  1^ 
Autoridad  de  los  Padres.  Pone,  co- 


l4. 


mo  tiene  de  costumbre,  lo^  que  $e 
puede  decir  contra  ella  •  y  <?ncfC 
otros  argumentos ,  cl  del  célebre 
Eva^tno  (  75  ) .  Este  fEra$mo,Sa'» 
bio  en  verdad  ,  pero  coaiQ  afgití* 
nos  juzgan,  naas  Filólogo  qufe  Teó^- 
logo ,  para  impugnar  la  Autoridad  de 
los  PP.,  orguia  así.  .  : :  i 

Los  Padres  á  una  voz  di- 
cen que  Matía  Santísima  fue  con¿ 
cebida  en  pecado.  Así  hablan  S: Am- 
brosio, S  Agustín  5  S.  Ghrisóstonnio^ 
fiuscbio  Emiseno  ,  S.  Remigio.»  Si 
Máximo ,  Beda,  S.Anselmo,  S.  Ber- 
nardo, S,  Erardo,  S.  Antonio  de  Pa- 
dun,  S.  Bernardino  de  Siena,  S.  Buena- 
ventura, Sto. Tomas,  S.Vicente  Fer* 
rer.  S.  Anronino,  S.  Juan  Dsmasceno^ 
Hugo  de  Sto.  Viiílorc.Con  este  orden 
nada  cronológico  se  hallan  citados  á 
nopibre  dcErasmo  por  Cano,  Añade 
Erajcno:  en  favor  de  la  Concepcioa 


nin- 


.»     1,111     llHHIi  ««■*■•■ 


■*^: 


thí  )    ^*  7-  ^^  '^^'  TímU  c.  ip 


V  ■ 


ninguno  se  puede  alegar 5  conté* 
do  siendo  tantos  los  Codtr arios , 
y  ninguno  el  favorecedor^  sin  que 
müevd  esta  general  conspiración  de 
PP.  se  defiende  pia  y  prcbable- 
inente  la  Preservación :  no  será  pues 
tan  considerable  en  la  Iglesia  laAü* 
toridad  de  estos  PP.  ^ 

En  el  Capítulo  ínmcdiatd 
responde  Cano  á  este  argumento 
csiableciendo  esta  Conclusión  :X^ 
aHtoridad  de  todos  los  Santos^  xn 
los  puntos  que  no  son  de  Fe^hd'^ 
ce  argumentó  probable^  pero  no  eier^ 
tp.  La  prueba  con  el  mismo  ar» 
gumento  de  Erasmo.  Afirma  que 
el  asunto  de  la  Picsetvacion  d^ 
Nuenra  Señora  no  pertenece  á  h 
íé>  pues  U  Escritura  según  su  sen- 
tido literal  t^o  enseña  t%u  Preser- 
vación 5  antes  la  generalidad  de  sus 
IcycsJ  comprchende  sin  excepción 
á  todos  los  Hijos  de  Adam  naci- 
dos  de  carnil   propagación.  Afisde 


♦v>'7j 


fh 


qfje  h  Tradición  de  los  Apóstoles 
hada    ha    dicho   que   la    favorezca:' 
puesto  que  aquellos  grandes  Obii- 
pos,  qae   son    sus  canales  ^  no  han 
escrito  cosa  que  la  pueda  .patrocinar. 
Pero    sigue  inmediatampnte 
que  tampoco   se   puede  decir   que 
pertenezca  á  la  Fé   la  contraria  Scn^ 
tencia   de  la  i,Kursion   del   pecado 
en    la    Señora;  porque  no  hay  em- 
barazo (  contifiúa  )  en  que  esas  Le- 
yes   generales  de  la  Eicritura  admi- 
tan    a  las  veces ,  su  excepción  por 
privilegio  singular  de  Dios,  que  las 
dispensa     con    algunos    favorecidos 
suyos.  Itae  este  exemplo:   es    en 
la  Escu'tura  universal  esta  ley  :  ¡Von 
Wdrvit  me  homo ,  et    Vtvet.  Deum 
Kema   vidtc   unc¡mm;  y  con    todo 
Jos    Teólogos    que    defienden    que 
Moyíes  y  San  Pablo  vieron  á  Diof 
flaranícnte   en    esta    vida  ^    no  van 
leritia   la  Escritura. 

Dice  que  y  crian  los  que  a^E^ 


¿nan  qné  es  dislate  eximir  h  al- 
guno, después  de  Chrisí^:)  ,  de  la 
culpa  Original  ;  pero  qué  aun  erró 
mas  el  Conciüo  de  Basiiea  quindí> 
tletiísío  que  la  Preservación  de  N. 
Señora  era  conforme  ^  la  Esciicú- 
tat^y  debía  abrazarse  como  punt6 
de  Fe.  Al  fin  dice  que  Sixto  IV*, 
León  X.  5  y  d  Concilio  de  Tren* 
to  anduvieron  muy  prudences  éñ 
tío  definir  e!  Misterio.  Juzga  que  c« 
fiecesario  exponer  todo  esto  en  loi 
Libros  pah  instruir  á  los  Teólogoir, 
Confiesa  que  no  falcaran  ^^  algunos 
tjue  crean  debió  aKstenerse  de  ha- 
blar de  este  modo  en  una  materil 
que  arrebata  tras  sí  todo  el  afec- 
to de  los  Fieles;  peto  repone  qué 
ic  ha  sido  indispensable  hacerío^ 
para  responder  á  Erasmo  ,  cuyé 
«rgumenco  ^  dice  que  ef  agudo ;  f 
t€pe  no  le  ha  sido  ñcolfáfcivo  C€mi> 
tomper  los  Libros  de  bs  PP.  ! 
Si  con  esto  quisiera  yo  ác* 

cit 


?l 


4h 


¡1/;*' 


^r  que  Cano  no   fae  centrara  :4 
la  Preserradon,  lisongearia  mi  afee* 
to  á  este  Clarísimo  Hombre,  y  no 
seria  mucha  la  dificultad.   Porquera 
cfcdo ,  él  solo  dice  ^   que  d   M¡$*^ 
lerio  no  pertenece  á  la  Fe ;  f  ase^ 
'gura  lo  que  nosotros,  que  las  Le- 
yes generales  son  susceptibles  dr  ex- 
cepción ,   q  uc    Dios,  t^    vez  ,  .las 
dispensa  y   concede  privilegios.  Mas 
i  para  que  nos  hemos  de   embarai* 
^í  con  este  Sabio?  Si  él  por  ven- 
wra  juzgó  que  la  Inmunidad  de  cul- 
pa Original    en  la    Señora,   no  es- 
taba fundada ,  juzgó  lo  que  en  áquc- 
Jla  edad  sus  ¡lustres  Hermanos.  Eí* 
to  ha   confesado   el   Punto    i  de  la 
Disertscion.   Hoy   sin  duda  Jtizgariá 
de   otro  modo*   Allí    no    se    hizo 
memoria  de  esté  Teólogo,  porque 
solo   se  habió  de   los  que  ex  pra* 
fesié  escribieron    Tratados  contra  U 
Inmunidad ;   ó  hicieren    ruido  con 
^sm  pubücaí  cfispucas »    y  nada  >dc 

es- 


esta  fea   habido  eii   Cano» 

¿Y que  diremos  de  aqudlol 
1 8  Padres  compilado?  por  Erasmoi 
contra d  Misterjk>?  Ditcmos^tic 
hay  Teólogos  que  le  rcbaxan  con- 
siderablemente á  Érasmo  ,  y  á  Ca- 
no este  námero.  Diremos  que  vm^ 
chos  de  ellos  sufren  benigna  in- 
terpretación,  com0  se  podría  ma- 
nifestar, si  hubiera  ocio  de  cxá-, 
minar  ahora  sus  te«os.  Piíémo$  ■ 
en  fin  ^  que  báíti  remitirnos  al  4 
Punco  de  la  Diícrtacion.  Parece  que 
allí  hay  con  que  satisficcr  todo  la 
que  abulta  en  la  mente  de  alguno  i 
esta  conspiración  de  PP.  Se  ha  d¡f  i 
cho  allí  lo  que  en  ellos  se  pue- 
de hallar  favorable:  lo  que  np:  la 
que  es  legítimo  :  V  lo  que  es  espii^ 
rk):  lo  que  los  obligó  á  la  eco- 
nomía que  guardaron.  Se  ha  d¡c:h» 
como  aun  sin  Padres  puedc:  sul>*í 
tístir  el  Misterio:  se  ha  explicada 
tNU  cxcelcficia  de    la  Prcsetpf  íoei^< 


^^ 


•V, 


''« 


se  han  .traído  ios  Teólogos  mas^ 
graves  que  ^e  expresan  de  ese  modo  ; 
y  se  han  promovido  siKsdodíinas, 

El  segundo  reparo  es,  que 
ios  ósculos,  nni plexos 5  liviandades,, 
ardores^  inmundicias^  que  se  leen 
á  la  pág.  46  de  la  Dismacion ,  so- 
lo podían  pasar  en  Latin  ,  y  en  la. 
plunia  de  San  Bernardo,  Yo  repon*, 
fO  que  si  pasan  en  la  pluma  de 
San  Bernardo, escribiendo  á  la  Igle-' 
m  mas  autorizada  de  la  Francia  ,- 
aporque  no  han  de  pasar  en  la  mki 
&  me  dirá, que  allí  hablaba  el  Seo*, 
en  idioma  que  rm.era  del  Vulgo;. 
siendo  cierto  que  el  Latineen  que 
hablaba, dcxó  ya  de  ser  vulgar  des-^. 
de  el  siglo  12.  Yo  insto, que  para 
los  ikmres  Miembros  de  la  gran 
Iglesia  de  León,  igualmente  sona*. 
hm  las  expresiones  latinas  que  ks: 
Vialgaresi  y  que  parece,  según  ei> 
espíritu  con  q^ie  .se  me  censura  j* 
qm  dcl^tk  mQÚQmks  mu  d  Saoí.:^ 


(^73) 
lo  hablando  con  aquellos  Onánigot; 

Pero  quitémonos  de  esto, 
y  vamos  á  dar  locuciones  iguales^ 
y  aun  mas  tocantes  5  en  pluma  muy 
superior  á  la  mia,  y  aun  también 
superior  á  la  de  San  Bernardo  5 
quiero  decir  en  la  de  San  Agus- 
tín j  y  escribiendo  en  lengua  vulgar. 
En  vulgar  ?  si  >  en  vulgar ;  porque 
vulgar  5  y  muy  vulgar ,  y  tan  vul- 
gar como  boy  nuestro  Español, 
era  el  Latín  allá  á  principios  del 
siglo  5  de  la  Iglesia,  m  Roma, 
á  donde  dirigió  este  Santo  Dodor 
su  inmensa  Gbra  de  h  Ciudad  de 
Dios  5  dedicada  á  Marcelino,  y  es- 
crita para  rebatir  k  los  Paganos,  que 
atribuían  á  la  profesión  del  Cbris- 
lianismo  las  calamidades  que  á  la 
sazón  se  padecían  en  Roma ,  y  en 
d  Imperio,  En  una  Obra  pues  de 
esta  clase  dirigida  á  Paganos ,  y 
Chrisíiancsí  capaces  estos  de  infla- 
warsc  en  afeólos  menos  poros  i  y 
(M  il  aquc* 


h  . 


aquellos  de  censurar  la  menor  ho^ 
nestidad  de  locuciones  en  este  Ada- 
lid  de  los    Christianos :   oígase  co« 
mo    escribe.    Qiiiere   exponer    Sari 
Agastin,  por  que  los     movimiencos 
obscenos   del  cuerpo  se   llaman  es- 
pecialmente  liviandad ,   y    dice  así , 
€0  palabras  que  no  traduciré  (76): 
Oim    igitur   sint  multarum 
libídines    remm ,  tamen  cum  libido 
dtcitur ,    necjue   cujus   rei   Ubtdo  sity 
additur  ,    non  fere    adsolet    animo 
ocurrere  nisi  illa^  cjua   obscena  cor" 
poris  partes  exciranfur.  H^ec   autem 
iihi  non  solum   totum    corpas ,    nec 
solum   extrinsecus ,  ^ermn  etiam  in^ 
trinsecus  Vindicat ,  totumcfue  commo* 
Vet  hominem    antmi    simul  offeEia 
cum  carnis   appetitu  conjunElo ,  at^ 
que    permixto  ^   ut    ea   voluptas  se^ 
cjuatur ,  (jua   major   in   corjtoris  Va- 
luptatibus  nulla    cst  :    ita   ut    mo^ 


(  7^  )    lib.  14.  Q>.  Dci  c.  if 


mentó    ipso    temporis    quo    M  ejus 
pervenitur    extremum  ,   pene  ^  omni$ 
mes,    et    masi  Mgiha  co¿itamms 
^bruatuu  Poco  mas  abaxo  :  Sedner 
^ue    ípsi  amatares  hujus   wluptattSy 
éve  ai  concubim  conjugales  ^   stve 
^d  immunditias  flagttiomm,   cum 
yduerint  commovent?4r ,  sed  ah^mn-* 
do  motus  Ule  importmms  est  mlló 
póstente ,  ali(juando  autem  dmtuu 
hhtantem,  et  cum  in  animo  cm^ 
kupUcentia  ferveat ,    frigetm  ícor^ 
poreí   atcjue  ka  mirum   m  modum 
mon  solum  generandi  yolumati ,  ve- 
rum  etiam  lasciviendi  Itbidini ,  Ih 
Sdo  non  semth   et   ctm  tota  pie- 
fumque  mentí  cohibentt   adverseturj 
^mn  nunquam  ,  et  adversus  se  tpsam 
4mdmr,    commotoque    antmo ,  m 
commovendo  corpore  se  tpsa  mnse- 
quitur.   ^m  hay    mas    en    los  Ca- 
pítulos 15.  19'  y  20.  del  mismo  Lw 

bro    14'  . 

¿Hay  cotejo  entre  m%  ex- 

pre- 


4 


M 


U7^) 
F««ones ,  y  hs  de  eite  gran  Maei« 
tro  de  los  Christianos ,  tan  aficio- 
nado  a  la  pureza  que ,   aun  quan- 
do   los  deslices    de  la  juventud  se 
la  hicieron   abandonar,  procedía   en 
términos    que   serian  de   alabar  en 
los  moderados  ;  y  quando  Clwistia- 
no  fue  tan  defensor  de    la   casti« 
dad    como    demuestran  sus   Libros 
de  Sánela    Virginitate  ,    de   Bom 
yiamatts,    de   Conjugip    adulteru 
«w?¿No  podré  caminar  seguro  al 
lado  de  este  Padre? 

Una  escrupulosidad  de  esta 
clase,  la  compararía  yo,  ó  á  la  de 
-los  Moscoviras,  de  q;iienes  asegura- 
ba  Nicolás  Gueudeville,  que  no  lle- 
van  al    Templo    la    Biblia    entera, 
porque  rezelan    que  algunos    Lug». 
res  del  Viejo   Tcstaaicnto ,  escritos 
según    ellos   con  menos  modestia- 
piofinen   el   Lugar  Sagrado ;  y   así 
solo    lícvan   el  Nuevo  Testamento 
y  dd  Viejo  alguaos  texcos  ^e  P.almoí 


./  1 


■    í       ...       '> 
'f    Í77)  ...--.v.       .^ 

y  Profetas:  ó  á  la  de  cierto  Fran^ 
CCS,  qne  á  principios  de  este  siglo 
pqblicó  un  nuevo  proyedo  de  Bre- 
viario,  y  enctc  ocras  cosas  singu- 
lares queria  se  quitasen  de  él  to- 
das las  que  no  le  parecían  cdiffi 
cantes ,  ó  podian  excitar  mala?  ¡de3.<} 
como :  íngressa  Agnes  turpitiídim 
locum ;  y  aquel  dicho  de  San  G> 
róiiimo  habiando  de  San  Joseph : 
§hii  pene  licencia  maritali  ^  futura 
uxoris  omnia  m\>€rat. 

No  es  de  esta  especie  \i 
licencia  del  Comandante  G  *neral  en 
su  Gratulatoria  y  para  aplicar  á  la 
Pureza  inmaculada  de  María  Santí- 
sima este  verso :  !n  tota  nmcjuam 
eorpore  menda  fmt.  Este  Erujiro 
Humanista  sabe  que  ocasión  tuvo 
^l  mas  licencioso  de  los  Poéras 
(para  decir  aquello  ,  y  en  que  apti- 
tud puso  a  la  que  así  'celebró. 
Sabe  que  aqueÜa  Elegía  es  una 
fíe  las  que  se  quitan  de  manos  de 


áA' 


hvi 


^:í  i* 


h  Juventud,  por  su  infección;  y 
«I  título  solo  de  ella  ,  baíta  para 
-arredrar  y  aun  acobardar  k  los  que 
pajean  su  fogosa  imaginativa  por 
aquellos  paises  >  y  aplaudiendo  en 
Ja  Gratulatoria  que  en  mi  .  se  re- 
prehenda el  uso  de  especies  aun 
indiferentes  5  porque  se  hallan  eo 
Libros  que  no  leen  todos ;  ,no  sé 
yo  como  pudo  usar  las  que  solo 
^6  encuentran  en  los  que  no  de- 
ben leer ,  ni  aun  los  que  gozan 
jfácujtad  para  otros.  Es  muy  poco 
senté  el  Calepino  de  Salas,  para  apa- 
;dr¡narse  aquí  de  el,  y  á  su  lado 
entrar  á  coger  flores  á  un  Jardin 
:,venenoso ,  para  ofrecerlas  á  la  que 
iPo  i^  agrada  de  otras  que  las  de 
i:homr  y  honestidad.  El  Deutcronq- 
jnno  prohibe  la  ofrenda  que  viene 
del  precio   de  la  prostitución  ( 77?) 


en 


(  77  )  ,  .Non    offeres    mercedetn 

pras^ 


<  t79} 
en  la  casa  del  Señor ;  ¿  como  m 
deberá  prohibirse  la  que  no  sea  pu- 
rísima á  la  que  desde  su  Coa- 
cepcian  fae  la  morada  mas  digna 
del  Dios  de  la  Pureza? 

No  dexo  la  pluma  sin  rcn* 
dir  gracias  al  segunda  de  los  Apro«^ 
bantes ,  que  aprovechando  el  de-? 
sahogo  que  le  dexa  la  JubÜaciotí 
de  sus  lustrosos  Empleos,  nos  ha 
dado  aquellas  Notas ^  y  en  ellas 
exquisitas  especies,  que  los  Erií- 
dicos  le  deben  agradecer  ;  conío  d 
que  la  Isla  de  Creta  hoy  se  lU^ 
me  Qandiai  que  Palermo  es  Ca^ 
pital  de  la  de  Sicilia  >  que  Basilca 
es  Ciudad  de  los  Suizos ;  que  Pa- 
miers  lo  es  de  Francia  en  el  alto 
Langaedoc  ,  y  Tulle  en  el  baxc> 
Limosin  i  que  Trento  es  Ciudad 
Ubre,  Imperial ,  y  situada  entre  Ita" 

lia^ 


«#• 


prostibuli  in  damo    PQmini  Dei  It^h 


fe  y  Alemania ;  que  Conza  es  Cm. 
dad  del  Reyno  de  Ñipóles;  y  Lo 
bayna  Ciudad  guinde  en  el  País  ba- 
xo  Austríaco.  También  nos  mues- 
tra su  conocimiento  del  Griego, 
quando  nos  asegura  que  la  Concep- 
don  se  llama  Syílypsiiiy  süvas^cion 
ca  e!  Arte  de  verificar  las  Datas^ 
quando  nos  ofrece  las  de  la  A^un- 
cion  al  Pontificado  en  Sixto  IV., 
S-  Pío  V.  ,  Paulo  V. ,  Gregorio 
XV.,  Aiexandro  VIL,  y  Clemen- 
te Xr.  j  Ab,  si  nos  hubiera  añadí- 
do  las  de  su  muerte,  el  nombre 
que  tuvieron  de  Familia  ,  y  años 
de  Pontificado  !  Si  así  escribieran 
todos  los  que  nos  consagran  sus 
fitigas,  {como  abultarian  los  Librosí 
También  nos  regala  con  las  noti- 
cias de  que  Aiexandro  de  Ales  foc 
Teólogo  Ingles  Franciscano :  que  Es- 
coto se  llamó  así  porque  era  de 
Escosia:  que  Sixto  IV.  fue  Fran- 
ciscano ^  y   Pominitano  S.  PioV; 

que 


c|óe  Catáñno  se  llamaba  tmcéoi 
Poüti:  que  Espondano  continuó  i 
Baronio,  y  fue  Arzobispo  de  Pa»- 
miers  (Obispo  qncrria  decir  ^  per- 
qué Pamicrs  jamas  ha  lido  kízo^ 
bispado  ) . 

Se  !e  debe  también  agrade- 
cer que  repitiese  la  antigüedad  de! 
Culto  al  Misterio  de  la  Concepción; 
porque  aunque  ya  esta  se  halla- 
ba en  el  Punto  2  de  mi  Diserta- 
ción, ahora  las  Notas  la  exornan 
con  cosas  bien  curiosas  que  no 
dio  la  Disertación  5  como  lo  que 
dice  bsKO  de  la  autoridad  del  Pa- 
dre Combcflís,  que  la  Concepción 
de  María  Síintísima  $e  celebraba  ya 
en  los  siglos  6^  y  7^  y  que  en- 
tonces compuso  Oficio  para  está 
Festividad  Andrés  Cretense*  Cosa 
en  verdad  estimable:  porque  aun- 
que CombefRsj  hombre  ciertamente 
Sabio,  y  de  ntÜUimas  fatigas,  esté 
reputado  >  según  nos  dicen  Ciíxi# 
-ti;^4¿;  (Na}  C0$ 


i\ri 


.W: 


hV5 


t 


m^  juiciosos ,  por  Autor  de  no  mti ¿ 
cho   discernimiento  ;    $u\    embargó 
el  erudito    Aprobante  funda  en  be- 
41a$   congruencias   que  todo  fíie  co« 
mo  lo  CKponc  CombcfHs  5  pues  ce- 
lebrar   el  parto   de  Sanca  Ana  sien- 
do   estéril^  lleva  conseqüencia  para 
celebrar  la  Concepción  en  Gracia  de 
iSU  Santísima  Hija,  ¿Yqnien  dirá  que 
«10  es  eficacísimo  raciocinio  este  del 
crüJito  Aprob^inte:  es  constante  cjue 
Mma    Santísima  fut    Samifcada 
éntes'  de  nacer :  hego  piadosamente 
'debemos    creer    ¿jue    lo    fue    desde 
W   primer   instante'i  ¿Y  quien   dirá 
^ue   no   arguye   hermosamente     en 
€zsjOK   de    la    Concepción  ^   quando 
dice  que  Santa    Isabel    la    significó, 
«exclamando  :  ZJnde  hoc  mihiy  ut  Vi* 
miat  Mater  Dommi  mei  ád  me  ? 

Al  favor  de  estos  bellos  d¡$« 
trursos^  y  de  las  particulares  espíe- 
ries  Geográficas,  Cronológicas,  His* 
CQficas    que  nos   dá  ^  y  que  difícil- 

oacnh 


htentc  hallariatiios ,  se  le  debe  dis- 
pensar que  no  consultase  mejo- 
res Libros  para  la  construcción  de 
sus  Notas.  Con  solo  leer  la  Bí' 
paña  Sagrada  del  P.  Flores,  ha- 
bría visco,  que  hay  Vida  de  San 
Ildefonso  escrita  por  S.  Juan,  Suce- 
sor suyo  :  Vida  escrita  por  Zizi- 
lano  5  otro  Sucesor  suyo  :  que 
«mbas  se  hallan  hoy  en  el  5  To- 
ttio  de  aquella  Obra  :  y  que  e« 
ninguna  leemos  las  palabras  que 
traen  las  Motas  en  orden  á  \m 
Fiesta  de  la  Concepción.  Si  su  ca^ 
riosidad  hubiera  pasado  á  otros  Li- 
bros, hubiera  visto  que  la  edad  de 
Andrés  Cretense,  su  historia,  süf 
empleos ,  sus  escritos,  están  hoy 
problemáticos:  y  que  los  Críticos 
no  convienen  en  el  siglo  en  que 
vivió  >  pues  unos  lo  hacen  del  6 
siglo,  algunos  del  7,  y  otros  Id 
traen  al  8  5  por  esto  queda  muy 
faciUncc  %  correspondencia  cfistoé 


uLSs. 


i^BsB. 


■.1» 


« 


f2S4) 
lar  que   el  dono  Aprobante  querría 
hubiese  entre  él,    y  San  Ildefonso^ 
cuya  edad  constantemente  fue  en  el 
siglo   7.    Los   Escritos   del  Creteo- 
le,   tampoco    pasan    sin    contesta* 
cion.     A     mas    de    sus    Sermones 
(que  no  todos  dicen    que  son  su-» 
yos)    corren   con   su   nombre  cier- 
ras Odas  ó  Prosas,  para   las   Fies- 
tas del   año  y  y  entre  ellas,  una  so- 
bre  la    Concepción   adiva   de  Sama 
Ana.  Quizá  por  esta   qtnso    Com-» 
bcfñs    que   el   Cretense  compusiese 
Oficio  de  la  CGnccpcion.   Pero  aucí 
s?  duda  que   estas   Odas    sean    del 
Cretense;   y   los    Eruditos  dicen  erí 
general,  que   b.^sta   leer    las   Obras 
que   se  atribuyen   i  este  Autor,  pa- 
ra  creer    que  ^on    producción    de 
plum^    mas  reciente. 

El  Sermón  sobre  la  Con- 
ctf^im^  que  anda  con  nombre  de 
S^  Anselmo,  el  Tratado  sobre  !a  mis- 
Biii  mascíiaj  y  el  Libro  de  CQneep'» 


■t'u 


"I  m 


ámm 


$u  VtYfindi'^  et  ori^inah  peccata^ 
que  también  se  le  quería  por  alga? 
nos  dar  5  por  nías  que  ¿e  eniide 
el  moderno  Benediao  Píazza,  y  co^ 
este  d  erudito  Aprobante,  tos  dcr 
mas  Eruditos  consienten  ctt  que  m 
fon  Obras  de  S.  Anselmo,  Son  po* 
deíosísimos  los  argumentos  qne  hay 
para  quitárselas.  Vaya  el  Curioso  á 
verlos,  y  responderlos  si  quiere^ 
en  Natal  Alexandro,  Tomo  13  4? 
la   Edición   de  París  de  1744. 

Difícilmente    se     nos     haca 
■  ercer  que  entre  las  Festividades  que 
.ijnandó   celebrar   en  España    allá  cu 
el  siglo   7   el  Rey   Ervígio,   ^^^vk^ 
se  lugar    la   de  la   Concepción    de 
Nuestra  Señora.  Ya  el  segando  Pun- 
izo  de   mi   Disertación   dixo  lo  po- 
co que  se    podía  fiar  en    los  Ci^- 
V  >-ricones  de  Flavio  Dextro,  Marco  IVIá- 
xicno  5  Braulion  ,    Luitprandio   &% 
que   fueron  los  que  piopagaroa  qs^ 
.c|a5  y  omi  especiest    .  ^ 


JA 


^    Dorando ,  llamado  cf  Espe^ 

Ofpmrum  lib.  7  cap.  7  :  y  Juan  Beicth 
^fm  Obra  de  igual  título  ,  ca>¿ 
|»í«lo  146  ¡mprueban  abicrtamcni 
tela  Fiesta  de  la  Concepción.  Véan- 
se en  los  lugares  que  cito. 
*  Como   en  las  eruditas  Na^ 

9as  tenemoi   el    bello    rasgo  Dog^ 
tiiárico  sobre  la  autoridad  de  la  Igle- 
sia Romana ,  en  que   hallo  no   so*^ 
lo   textos   del    Derecho  Canónico, 
ée  cuya  profesión  es  el  dodo  Apro- 
fcame ,  sino  que   también  hablan  Sé 
G<rónimo ,   S.  Agustín ,  S.  Cipria- 
no»  y   los  Teólogos  de  mas  famai 
cerno  Sto.   Tomas ,   S.    Buenaven- 
tura ,   Alexandro   de   Ales ,  en  ma- 
teria bien   Teológica  ;  estu^^e  á  pun- 
to de   persuadirtifíc  que  la  confe¿i«#i 
tjue   hace  en   su  P^ír^r^r ,   de   que 
tratar 'puntos    Teológicos   era  supc- 
ttor   á  Su   discernimiento ,  era  mas 
tomilík    que   dnccíSi  pero  4  po 


MBHF  -i-">^ 


to  B1C  convencí  de  su  sinceridacf^ 
por  lo  que  observé.  Observé  qoí 
^hallaba  congruidad  en  que  la  Fieit 
ta  de  la  Concepción  tuviese  igua? 
vles  Indulgencias  á  las  del  Corpusf 
Jporc¡m  Christa  m  tuvo  otro  Cuerp(t^ 
;ni  otra  Sangré  (fm  las  que  em4^ 
^varon  del  Cuerpo  j  Sangre  de  Mi»* 
iTÍíí.  No  me  hizo  diíicukad  que  ct^ 
jtase,  como  de  S.  Agustín^  el  Car0 
jOjrtsti  5  est  Caro  MarU »  porque 
aunque  cieTtamente  no  es  dd  Sto» 
quixá  el  dedo  Aprobante  no  tal 
<juerido  entrar  en  csíís  taboriosas 
édiicusiones ,  que  enseñan  á  discer^ 
nir  en  los  PP*  !a$  Obras  legítimas 
4Je  las  que  no  lo  son.  l^ero  me 
Ja  hizo  aquella  Proposición :  Chris? 
40  m  tuvo  9tro  Cuerpo  y  Sangre 
que  las  que  emanaron  del  Cuerpo 
y  Sangre  de  Mana.  ¿Pues  quc>, 
la  carne  y  sangre  que  aumenta^ 
ba  todos  los  dias  por  el  alimen* 
fo^  era  cambien  carne  y  sangre  4e 


láSi 


nVílPasará   pox   esto  la  Ffti'ca^ 
Prro  adelante.  Si  el  doélo  Aproban- 
te  hubiera  kido    á    los    Teólogoí^ 
sabría    que    Seo*   Tomas  (  78  )  en- 
seña qtve  el  Cuerpo   de  Christo  no 
fudo  formarse    de   la  carne  y   hue- 
JOS  de   su    Madre   María  Sancisimaj 
porqac  siendo  estas  partes  integran^. 
t€S  del    Cuerpo  de  la  Señora^  no 
se    podían    substraer    de    ella  ,  sin 
corrupción ,  y  diminución  i   y   que 
quando  se  suele  decir    que   Chris- 
to tomó    carne  de  4a    Virgen  ^   el 
sentido   es ,   no  que  la  materia  de 
su   cuerpo  íúese  aquella  carne,  sino 
que  lo  fue  la  sangre ,  que  está  c0r 
nio   en   camino   á    ser   carne»   G^r^ 
fíes  auíem   et  óssct  in  altis  fieminis 
sunt  actuales  corporis  partes^  ex  auit^ 
bus   conititmtur    irjtemtaa   Corpomt' 
et  ideo   substrahi    non   possam  sim 
CQYTuptione    corporis   Vfi    diminumk 


ne.   t 


■MMi 


^m    I.    I  u  I    |ii  ,.^1  ^.  '¿iijifjl 


)    $•  p*  q*  3 1,  art.  j» 


ne.  Chrisius  auiem  (¡ui  yemrát  c$r^ 
tupu  reparare^  nHllam  corruptionem^ 
0ut  dmiummem  integritatt  Aía^^ 
ms  ejus  inferrt  debuii  ^  ut  sufra 
diüum  tsv  ít  ideo  non  debuit  cof 
fus  Chrisü  forman  de  c^rne^.  Vel 
ússibus  VtYgitm ,  sed  de  sangume , 
huí  non  dum  est  A^u  pars ,  sedL 
€it  foteniut  tetum ,  ut  dkutér  in  U^ 
hr»  i  de  gener.  animal.  Et  ideé 
díátnr  carnem  de  Virgine  sumfsí^ 
se^  non  ^md  maieriéí  corporis  eps 
fuerit  áSu  earo  y  sed  smgm  (^i 
est  in  fotentia  Curo.  vv    . 

Si  estoviéramos  4  lo  que 
algunos  Físicos,  así  antiguos  coma 
modernos,  dicen  que  c\  cuerpo  ha* 
«lano  en  cada  semana  se  muda  ppc 
la  nutrición  en  otro  cuerpo^  se 
diria  que  nada  hay  en  Christa 
de  !o  que  recibió  de  su  Madre* 
Mas  si  dixéremos  con  otros  que 
jamas  se  consume  lo  que  en  la 
Concepción  se  recibe ,  habrja  sin 
(O  a)  du. 


I  \% 


tñ  Ghristo  alguna  cosa  ele  ^li 
Virgen.  -Loí  que    admiten. ^ la  ani- 

rñacíon    de  da;  Sangre,  dirin    que 
'  y  'en*>el   Señor    alguna   parte  in- 

drmádá  cíon-  su  alma  ^  ijoe  ánte^ 
esfuró  ftiforítiad'a  con  el  alma  de  la 
SiSíofiJfc  Lo^  que  niegan  esta»  animan 
no  rcj^btan  paites  d^l  cuer- 
po íbs  humores  í  y  así  ^  no  Sbdmi* 
Uti  eít  Ghristó  ve^dadefas  partes 
tbiiiadás  dt  la  Virgen,  porque  aquet- 
ttá  Sangre  ^defecadkima,  y  sublimaí* 
^  Ccómo  dice  Seo.  Toma*)^  a 
amplííimva  digeníon  ^^-ác  ^que  5« 
í  rmó  el  cü^rfio  -de^  Ghriíto  ,  co* 
Jrnd  tilos  ¿icen  y  jamas  e«cuvo  aoí* 
liíada  cbiY  el  alma  de  la  Madre!;  á 
De  aqiií  nace  que  na  se 
'^icde  aírmar  i  que  la  carne  que  se 
adora  en  la  Eucaristía  sea  también 
carné  de  María  Santísima,  corteo  ^K 
güilos  Cifradamente  d¡xerc>n »  porqife 
aiio  quando-  fuera  deíto',^que  hoy 
alguna   parce  de  Chiisco  fucíe  ánc^ 

par- 


pacte. <Jc  Ja  Virgen,  no  pertfi^pckti^ 

^o   ya   sino-  á   Christo ,   no  pgede 

lerminnr   arra   adoración  que  1^   de 

i-atrUi  que  se  debe  á  este  Scnoi:^ 

^y ,  es    abíokitaraentc    incomunicable 

á   la   de;  la  Señora.  Así  conno5^aunr 

.que  4e   adoren   en  h  Eucaristía  las 

,p|rtes  tomadas    del    alimento    que 

Cbristo,  convirtió  en  su    subscanciíJ^ 

seria  absurdísimo  depr  qu?  «^c  ^d,9f 

^raba  el  alimento.  ,  , 

Observé    Mtnibicn    que    cr|i 

preciso  saber  que  la  ProposiciQi  ^^ 

entre   las  79  de  Miguel    Bayo  ^.^  y 

que    dice  2sí :    JSlemo  prater.  ChriS:' 

tum^   est  ahscjue.  peccato  origmah} 

hinc  ■  B.  P^irgo   m  ortua   est   .proptif 

peccmtm    ex    Adam    contraclum  y 

.pmnesc¡tte  ejus  afflicliones  in  hác  vi- 

^  la  5   sicut    et     ahorum    Jmtorum  y 

fuerufit  ultioms  peccati  dciMalis ,,  y^l 

.Mminalis ^  $c  condenó;  no   por  Ip 

que  4ice   de  pecado  Original    en  Ja 

J^ñofa,  ífio  porque  afirmaba  qt^c 


^lSf"¥fl!céibne$  que  padeció  cñ  cttt 
'^idá   la  provinieron,    ó   de  pecado 
^^Vcnial  y  ó  de  Original  como  en  !c$ 
demás  Justos.  Así  la   exponen  aon 
los :Teó!ogo5  apasionados   al  Mis- 
terio ,  como  Vicente  Fasari* 
';      '     Es  también  de  observar, quic 
5í  Pedro   Damianb   no  puede  dar- 
Isc  por   expreso   Defensot  del  Mis- 
terio, como  parece  intenta  cl  d6<*- 
^10    Aprobante ,    por    estas  palabras 
suyas    tomadas    del    Sermón   4  de 
'  íAssümptione  :    Carú    Virginís    tx 
^"Adam^  Hssuniptd ,  maculas  Ad^  noh 
^  yidmisit ;  púcs  el   Clarísimo  Pecavid^ 
*^iíc  tcrtia   amor  at  Misterio ,   y  Jo 
prueba    <:on    eminencia ,  asegura  sin 
'^'^crnbargo   que   aquel    Pioí    y    Sabio 
"Cardenal ,   sob   dixo    que  la  Seño- 
-  ^  rá    no  admitió   en   sí  esas  manchas 
que   siguen    al    pecado    de   Adam, 
-iCfomo   propios   síntomas   suyos  í  y 
que  así    debe  ser  explicado  el  Stó* 
-fuc^i  en  sil  Opúsculo  tf*  cap*  -r^. 


•V.i*^- 


K^V^\J 


gtíh 


,    uTtwmfwiniíiii 


^proponíénclmc  probar  este  aiantpí 
^od  s<epe  simtra  principid  ád  fi* 
has  provenimt  exituSy  dcspucí  dé 
demostrarlo  con  vatiol  ejemplos  i 
ad  Físicos  como  Históricos ,  to¿ 
mando  estos  últimos  de  la  Escri'- 
crmí^  añade  (  79)  •  ^^  f^^^  ^^^ 
memorem'i  ^ando(juidem  et  ipse 
Det  medtator^et  hominum  de  peccá'^ 
fonbus   originem   duxk  ^  et    de  fsr^ 

vmentata  wassa^  sinceritatU  dz^mám^ 
éthscfHf  ulla  vetustatis  infeBione  sm^ 
tepiti  immo  ut  cxpresúm    dicam^ 
tx  ipsa  carne  Virginis^  (fu^t  de  pee-' 

/iato  concepta  esty  caro  sine  peccato 

cüfrodiify  c¡u^  uUró  etiam  earnis  peé^ 

cata  dekm*    , 

El  P.   M.Osorio  acaba  asi 

c  Sil  Obra  :  Reciba  V.  el  sacrificio  tjue 

nde  ha(fo   de   mi   ignorancia.  Nó.  se 

,  r5i  el    Comandante  General    qaedc 

Y  latisfecho  con  este   sacrificio,  por^ 


h 


WWí  #  tgn^ancta  es  xowo  U  6% 
flíJt;5^  de   la.^entc,  y  al  Conm- 
e^^    pencral     no  Je  agradan    sai 
fW<^lp5  flacos  i   como    nos    lo.   h? 
^^°.  I    entender   en    la   celebridad 
^í^f  ^ f ^<;^  á  los  verscsitos  sobre  Iq^ 
iS§cfi(iLÍa4r  de  Abel  y  Caín.  Dirá  pues 
füf   no  está   bueno    d   Saerificabs 
m^my  Y   €\(XQ    debía    aprenderse 
#  el^   qiíando  para  aplaudir  el   b¿- 
m  í»odo    de    decir  .de  la    Dedic^^ 
^Í4i  lo  Ihnníjukiitacivo^  nenio^ 
J|.|   substancmo  ^   AOipA.1,,    \^er¡fíca 
«JB«fs    el   Comandante  General  ,    el 
.^^crum^  pifi^ue    dabo.  Por  lo    pin* 
49^  4e  c^a  víflima   le  deberá  di^ 
pensar   el    R.    P.    Provincial    de  lq$ 
,^!^ÍMWo$,  el  que  celebre    su    f«fV'- 
^f¿^  Wodo   de  decir    con   ua  ^^pi- 
ipi:©:^  qi^e  en  pluma  de   Cicerón   vi- 
;i;ia  la  elegancia;  porque  en  c$tt  gran 
^'^'^^o  !?<>  yo  estas  paUbras  (  89): 


i  80  },Qrmr  ad  M^Brmmi^.  ¿.  8. 


U.! 


Charla,  et  Fhrygia^  et  MysU^  ^jmdffñí-^ 
mme  folMj  mmmec¡ue  elefantes  sant^. 
adscfperunt  aptmn  súis  aurihus  opU^ 
n$um  cjuoddam^  et  tamcjuam  adípa-' 

TM  DÍCTIONTS  GEÍ^OS,  (fuod  fOrum  VÍ^ 

cmi'imn  ita  lato  mterjeBo  mari)  K^é^ 
ctti  num^iuam  pyoba\'érfmt^  Gr<eci  até* 
tem  multo  mtnuSy  Athenienses  ^er0 
ftmdi0s  repMdia"í'mmt :  Quorum  iení^ 
p&fik  prudenSj  sincertímqHe  judí-' 
eium'^  nthil  uf  posíént  fiiii  iticorrtí&%y 


Aomisr 


•?»^jik 


AHábasc  Y#lákb^  <fe  \i  Prensa 
esta  Segunda  Disertación^  qüando  ré-, 
cibo  con  Cartas  de  Madrid  de  7  de 

Agosto  de  1784- an#*Oiacion  Latina 
impresa  aüí  con  cj^re*  tít;ulo  :  Reaii 
Theolo^orum  C¿etus'pró  tuendo  fmma* 
culata  J^trginis  AÍ4ria  Cúnceptionh 
Adysterio  dd  Carokm  ntOratio^  su* 
per  hodierm  h'-^jm  Myitctü  Culta  ^ 
íPa)  Pféh 


giíí<im  ae  tilo  Smt€nti4  ai  ulnrí^ 
rcm  certtíHdms  gradum  mmio  pra^ 
^ehenda.   La   oportunidad   de  haber 
llegado  á  aquella  Corte  algunos  exe»i* 
piares  de  mi  primera  Disercacion^  so- 
b;e  el  Misterio^  inovió  á  los  Amigos^ 
con  Quienes  tengo  allí  corresponden* 
cía  va    que   me  remitiesen   esta  be- 
lia  Pieza,   por  la ^amJogía  con   mí 
Esa ícoi^  En  verdad,  tengo  Ja  compla- 
e^ícia  ele  ver  apoyado  b  mas  de  mi 
Disertación,  por  los  Sabios  de  aque- 
lla jRí^/  Junta  de  Teólogos  que  tra^ 
b;íj3n   en  promover  la  Ccriídunirc 
del  Misterio.  :^i  ^^ 

%h^^-^.  &ccmo,c  Illmo*  Señor  Ar- 
?:oDispo  de  Toledo  en  una  buena  Car- 
ta Española  la  dedica  al  Rey  N*  Se- 
ñor, y  ie  dice :  que  la  Ke^l  Junta  ha 
recogido  alli  las  sentencias  mas  esco- 
gidas de  la  Sagrada  EscritiTra,  Cond* 
lio$V  Santos  Padres,  Teólogos  mas 
insignes,  Bialas^  Decretos  Pontificios^ 
f  demás  documentos   que  acrcditaa 

el 


^¿4 


d  constante  y  universa!  sentifiir^l^té 
k  favor  de  eUe  Mistevh.  De  becho^ 
b  Oración  entra  en  los  fundamen* 
tos  de  la  Sentencia  Pía,  con  nobilí- 
simos ractocintos,  que,  aanqne  ningUi 
no  excede  las  lineas  de  Congruencias 
paca  la  Prcscrvacbn,  tienen  todo  el 
vigor  que  pueden  admitir  estas  ra- 
bones* Su  erudición  en  Escritura  y 
fódféses copiosa;  sus  discursos  sori 
tan  sólidos  como  ingeniosos;  y  sa 
estilo  agrada  por  so  facilidad,  elegah«¿- 
cia ,  y  perspicuidad»  * 

Sin  embargo,  después  de  es« 
te  loable  esmero  de  la  Re^at  Junta  tt^ 
observo  que  nada  trae  del  Angélico 
Di^aor  Sto,  Tomas  (y  lo  mismo  de 
S.  Bernardo  )  que  fevorezca  al  Mi$te# 
río*  Antes  citando  ala  pág.57^  ^^ 
IOS  dos  ilustres  Santos,  en  las  Notas 
marginales,  para  decir  con  ambos  qm 
celebrfrtido  la  Iglesia  la  Natividad  de 
R  Señora  supone  Santo' su  Nacimíen-^ 


/•i  a  « 


fesnmamts  ahisqüe  hene  multis  rali». 
mbtts  permon  ,    cmm    asseverattone 
^/ji>mare  'non  dubitamus ,  hos  Sane 
tn.mos,  ac  pn.imas  Dolores  Bernar- 
atm  et  Thomam  si  noscra  témpora 
mctifutHm,  Pt£  Semem^s  de  ¡m- 
pamiata   Dapara  Conapusne  utro- 
m^  polhce  bbemtsúme  subscnpimosz 
idqtieipstim,  prater  alm   innúmeros 
t/|£íl.,  /  bom.£  Discípulos,  eos  fue  clarts- 
mnm,  mnsemel  pronu»tia>se  S.  ¿¿. 
^omurn  Berirandum  accipimus. 

A  la  pág.  y4  dtxa  dicho,  qu^ 
ffieldia  todo  el  muado  Católico  es- 

f^'^^'^^l  Religiosas,  M-n  excepción 
«fc  alguna.  En  una  Nota  margifial  com- 
pueba  este  dicho  con  e!  testinióma 
m  Pád>e  Marcos  Antonio  Gravois 
(a  quien  no  conozco}  que  dice  que 
bs  mas  celebres  Teólogos  del  O,  dea 
de  Predicadores  c,áa  pCr  el  Miste- 
íio.  Nuestra  Segunda  Disertación  hn 
MMuk.  €.fp.  fOft  I4  tmoú»(H  que  5C 
^Um-  Aquella 


Nata  margtnm  tt^c 
también  un   pasage    considerable  44 
Señor  Crespi  de  Bo^ja, Obispo  de  vil- 
que, y  Domii^icánóv  quien  en  Cartl 
:9\  P5pa  Afcxan^itóVIL  de   ti  de  J^ 
lio  de  i6^6,  después  de  afirmar  qo^ 
codos  los  Gkmios  O 
l^ot  la  Pieservacion ,  asegura  que  1^ 
Religión  Domit-icanay(cüyo    micm^* 
bro  es  por  espacio  ya   de   quareoíÉ 
años),  dama  con  lágrimas,  con  sc>* 
licitudes,  con  esftierMs  de  palabra,  y 
por  escrito,  por  la  favorable  decisioíl 
del  Misterio  de  la  Preservación  quC 
defiende.Qaisiera  hallar  modo  de  co^^ 
poner  estas  solicitudes,  y  lagrimal ^ 
con  lo  que  cinco  años  despocs,  t^ 
tó  es,  en  i66i  díxo  el  P.  M.  ^far-? 
tinez  de  Prado  en  su  Mríctíí  vm^^ 
^ay  de  que  hablamos  en    la  pag.  ^y 
de  esta  Disertación;  y  con  el  céle^, 
htMMemridl  suyo  al   Rey  Felipe 
IV.,  de  que  también  habíamos  i  y  tñ 
especial  con  el  admirable  que  pre^^i 


té  e!  Capitiiíó  de  Milán  a!  Papa  Grc* 
gofio  XV;  v.^ 

^      .  ^  Desde  luego  el  Obispo  de  Vk 
qeie  habla  con  sinceridad,  qiiando  le 
dice  a  Alexandro  VIF.  Audiamgmtes 
Séemh  im  áureo  bdmm  mntium.  Fm^ 
^^^,^*'  tm  humerh  fmmaculata  f^íK'^ 
gtms  Comeptio.  El  Capítulo  de  Müan, 
según  Serri  (lib*  4  Cong.  de  Auxi^ 
Iiis  ۥ  j2  )   no  pide  en' b  decisiori 
cosa^determinada  :.  Non  petit  a  ^$tra 
Sanpnate  hanc.  mt   illam  partem. 
Quiere,  como  quisieron  Torquemada 
y  Cayetano^  decisión ;  pero  decisión 
que  cenga  en  sufevor  PP.  y  DD.  an- 
tiguos, que  en  su  sentir  están  ton^ 
tra  la  Preservación  :  Pródamat  term 
prty  SS.  PP.  ec  priscis  EcclesU  DDé 
ne  contra  illas  innuditos^  et  indefen^ 
S0S  feratur  sententia,  éfuod  dmnium 
jura  ahb^rrm.  Para  que  se  les  oiga 
ofrece  la  Provincia  de  España  dos  Do* 
min'mms  sabios,  que  los  expongan 
ilf^ttyt  segda  la  interpretación  Da*^ 


í^i . 


iSOl- 


nriakana  )  éontra  k>$  que  los^ritcrH 
diéiW-cn  &vor  del  Misterio :  JSJam^ 
que  Provincia  HispanU  ex  mnc  pro 
tune  pollicetur  se   duoí  Wos,  conspt^^ 
CHOS  fama,  TheológU  scienti^  pentofi^ 
H  dmnamm  litterarum  consáos  m(s^ 
suram.(jm  áispumionibus  corAtnSam^^ 
time  yatra  contro)^€rt€ndhintersmti'^ 
n€€  cnimaliurVum  potest  perimluna^ 
kustrandi  Decremm.  ^,  '^'"^ 

^  El  I\  Serrí  dice,  poco  ante^ 

de  insertar  el  Memorial  de  $a  Gapíá^ 
rulo,  que  el  deseo  de  su  Religión  cti^ 
la  decisión:  poricjuemadmódamifíisf 
fani^  alíifie  promscue  prtcabantury^' 
qui  Fontifcis  pritrepto  judíctOyíjmm' 
walknt  ipsi  coruroversU  parum  dé^ 
íLiri  postulabant.  El   Señor   Cíespl; 
hablaba  como  ilustre  Español,  y  que^ 
ria  se  definiese  como  suplicaban  lo«>^ 
Reyes :  ut  Reges  ardemer  exúpant^^:: 
^^.       Entre  estos,  ninguno  hoy  ccf^^ 
mo  nuestra  insigne   Monarca  j  qim- 
mxic  tantas  ptucbas  que  tiene  dada$. 

de 


( 


pí6peiT$io|i  árMrsterfiS,^* 
CÍS«^^  d^3nck  com       la  Oracioii 
^«^  atado,  Ha  añadido  h  de  la 
^^wr  4e  la  Real  Juma  con  effín 
f;mm  *ce  clExcTOo.Lorrnzáíiaeíi 
m^xkmom  á  su  IVIagestad)  de  quh 
tmap  f  procure  poner  los  medios  p^ 
mMekntm  el  Misterio,  y  asi  ¿f¡r^ 
ff^r  é.  todos  los  Fieles  en  su  crern^ 
m.  €on  razón    puei  Ja   i?,  ^um 
^*ba  m  Oración  con    una  ilustré 
apostrofe  al  Rey  para  que  pida  ladc- 
ci&iotidet  Misterio,  según  parte  tJe^ 
terminada  y  favorable : ^orr  úb't,  Rex 
Cérokypmntissime  ac  reli^ostssime  ^ 
^m  latissimum  tfuem  tuis  reaits  ocu- 
hs  subjiámus  campum,  ex  (Uto  uberri^ 
ms  tmmortalis  glorU  fruBus  expor^^ 
me  V^/f^ii  fadms  patee  egregtum^ 
f^<^md  h<evirtutk  emsm  Majes^ 
tat^mtuam  pro);ocare  audemusí  aó' 
piK.  iítam    speBatisstmam  pietatem 
tH;m^,  insigneiii^ue  dowttanem  in  Den 
Matremy  pMT  mimí  m   magnmdi^ 


nem  ad  gloriosa  qu^eciue  sponte  para^ 
tamy  per  c^eteras  wmtes  tuaS',  dcm-^ 
que  per  quidcjuid  in  Vita  tibi  carim 
€st^  ohsecramus  te,  ac  si  opus  est^ad^ 
juramus  ettam  ,  ut  occasionem   ultrp 
oblatam  ampias,  atque  no^^am  hanc 
laudem  c<eterií  ornamenñs  tms  adjttm 
aere  \elis^  Suscipias  rursus  qtí<tsumus 
supflices  Immámlat£   J^irgims  ca^ 
sam^  reata  tua   solicitudine  profetla 
dignam^  et  potentísimas  adhibeas  pre^ 
ees,  (]ms   multi    ponderis  esse  ápué 
SanBam  Sedem  non  semel  exper- 
ms  es^  ut  a  Romano  Ponnji^ 
ce  mod  commmibus  \>otis 
foncepimus  ,     impetre- 
mus>t9*c» 


Oé  S»  C«  S»  R»  i5« 

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